Memorias de Lord Cochrane
Memorias de Lord Cochrane
Memorias de Lord Cochrane
SE VENDE E N LIMA
k N L A I M P R E N T A DE JOSI? MASIAS
-
1863
faris. - liiiprcnta de Eduerdo BLOT, calle de San Luis, no 4G.
RDVERTENCIA
M. R I L B A O .
Lima, 1 ~ 6 1
.+, .
I ., .,- . . _.___ -. .. . .. . . . ,.
. ... . .c
J U I C I O D E L A P R E N S A NGLESA
S O B R E LA
BISTORIA DE U N M A R I N O
C
OBRA D E LORD COCBRANE
-. _ -.......... ........
LORD COCHRANE'
CAPITIJLO P R I M E R 0
-
Se me propone tomar el maudo de la marina chilena. Llegada ti
-
Valparaiso. Primera expedicion a1 Peru. - Ataque contra 10s
buques espafioles en el Callao. - Partida para €Iuacho.,- Presa
de convoyes espafioles cargados de dinero. - Toma de Payta. -
Regreso a Valparaiso para reorganizar la escuadra. - Ofrexco
ceder en pro de la Repdblica mi premio de presa. - Rehusase este
ofrecimiento por el Supremo Director. -Felicitaciones publicas.
(( i Compatriotas !
,
- 34 -
dera culpa la tenia el rnismo gobierno en no haberle
suministrndo 10s obreros g materiales competentes. -
Por econornizar se emple6 6 10s prisionerosy UR zinc
de mala calidad para s o l d x 10s tubos, frustrkndose,
por el ahorro de unos pesos, el buen resultado de urt
-
gran fin. Este incidente caus6 la wins de Goldsack,
aun euando era incuestionable su capacidad y tenia la ,
recomendacion de haher sido, durante algunos afios,
uno de 10s principales ayndantes del caballero W. Con-
greve en Woolwich.
El dia 5 se canipletb tino de 10s brulotes, y en el acto
rescIvi ensayarlo contra la barra de maderos y 10s
huques, ponikndoto a las cirdcnes del teniente MorgeEl.
El teniente lo condujo con mucha entereza Bacia las
embarcaciones enemigas ; pero habiendo escaseado el
viento, el brulote vino a ser el blanco de la excelente
punteria de 10s Espaiioles y en un momento fu6 acri-
billado d e balas. - En el arto que principiaron 5 tirar
bala roja, Morgell abandon6 el brulote, ponihdole
fuego al cebo y abandondndole a1 viento, de l o cual re-
sultb que la explosion la hizo a distancia, sin causar
dafio a1 enemigo.
MiBntras sucedia esto, corrib !a voz de avistarse una
vela extraaa cerca d e la bahia. - El Araucano salib en
el acto ;i darle caza y volvio al siguiente dia con la no-
ticia d e que era una fragata. - A vista de est0 la es-
cuadra salib en su persecu’cion 6 toda vela ; mas como
- 32 -
crei oportunio no alejarme del Callao, se abandon6 la
caza y volvimos ti nuestro anterior anclaje en la tarde
del propio dia. - Despues supimos que la tal fragnia
era la Pruebu, de 50 cafiones, que acababa de Ilegnr
de Chdiz, convoyando un bnque que traia nn cargn-
mento estimado en cerca de 500,000 pesos. - Este
buque consiguib escurrirse en el Callao durante In
corta ausencia que hizo la escuadra en perseguimiento
d e la fragata, resultando que perdimos las dos presas.
Era iniltil quedar mas tiempo e n el Callao. - Las
, instrucciones que tenia me ordenaban d e una macera
perentoria no acercarme con 10s buques ti tiro de las
baterias enemigas ni acometer h la escuadra de ellos,
-
y que solo emplease 10s brulotes y cohetes. Ademas,
se me habia ordenado volver 6 Valparaiso en un tiempo
dado. - Estas restricciones me las habia puesto el mi-
nistro de Marina, considerando como una temeridad
de mi parte el haber atacado, en mi viaje anterior, del
modo que lo hice; mas esto no signifjcaba otra cosa,
que una mezquindad de espiritu que le hacia inso-
portable el que yo, extranjero, consumase algo, que
me elevase en la estimacion del pueblo chileno.
A parte de estas razones, yo tenia otras para aban-
donar el Callao. - La fragata espaiioln la Prufba an-
daba a lo largo de la costa, y segun datos que tenia,
creia que su guarida era en Guayaquil, de donde me
habia propuesto desalojarla:
El gobierno de Chile tampoco habia enviado ~ O so-S
corros prometidos para la escuadra, la cual se hallaba
escasa de viveres, por cuya circunstancia me vi obli-
gad0 6 recurrir 6 mi antiguo sistema de proporciondr-
melos de 10s Espafioles mismos. - Las trnpas que se
me habian prometido enviarme no habian venido, In
cnal manifestaba, que nunca se habia tenido la inten-
cion de cumplir con tal promesa y que la palabra del
ministro de Marina, a1 nsegurarme que me estaban es-
perando en Coquimbo, habia sido tam solo En arrlid
para ‘hacerme salir ;ila mar sin una fuerza militar.
A la vez recibimos parte, de que la Prutha habia
venido acompafiada de Espafia pop dos navios de linea
que se esperaban en Arica d e nn dia d otro. - Sali en
busca de ellos, pero tuve el sentimiento de no encon-
trarlos.- Mas tarde se sup0 que dichos narios nunca
entraron en el Pacifico, pues uno de ellos la Europa,
habia sido declarado in6til para la mar al cruzar la
linea; y el otro, el Son Tdmo se fuC 6 pique en el cabo
d e Hornos.
El dia 5 d~ noriembre man& d Pisco al capitan
Guise, con el Latitaro y el Galvarino acompnfiados d e
trescientos soldados mandados por el teniente coronel
Charles y el mayor Miller, para tomar viveres de 10s
Espafiolcs.
Presumiendo que 10s nnvios espafioles que se espe-
rahan piidiescn dirigirsr a1 Callao~yque la Prwba
pudiese aprovechar nuestra ausencia para meterse
dentro, me dirigi ;i aquel punto anclanrlo en San Lo-
renzo el dia 8, en donde encontr6 In fragata Macedonia,
de 10s Estados Unidos. - La presencia de esta :tnimh
ri 10s Espaiioles, y ,i poco de nucstra llegada, hicieron
gala enviando 27 lanchas caiioneras a atacarnos, sin
atreverse :ihacer s d i r las fragalas. - Viendonos que
nos preparabamos ;i cortar sus caiioneras, se retiraron
apresuradamentp, causando no pequefia diversion 5 10s
Americanos, por cuyo estitnulo hnbian salitlo.
A1 asegurar que la PriiPha ensayaria ponerse bajo 10s
fuertes del Cal!ao, no sufria un equivoco; la divisamos
en cfecto, y echitmx a correr en su alcance, pero du-
rante la noche se nos volvio 6 escapar. - Regresando,
volvi ;i encontrarla y tan solo pude tomarle un bote
que enviaba 6 tierra con despachos para el virey. -
1.0s informes que m e di6 su tripulacion me convencie-
Ton que si1 refugio era en Guayaquil, adonde deter-
mine seguir!a ; mas dntes (le referir el modo c6rno lo
hice, mencionare el Bxito qiie tuvo la expedicion
manclada ;i Pisco.
Los oflciales qiie mandaban In expedicion tenian el
plan de desembarcar por la noche y sorprender la
guamicion; pero como el vienlu les faltb, tuvieron que
desembarcar de tlia, cuando la referida guarnicion les
esperaba sostenida por artilleria de campalla y caba-
Heria. No por eso se arredraron 10s expedicionarios y
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saltaron en tierra sin disparar un tiro, a pesar del ca-
Goneo y fuego d e rusileria que recibian d e 10s techos
y torres de la iglesia, abrikndoles brechas en las filas
en cada paso que daban. - En tal situacion, 10s pa-
triotas acometen a la bayoneta y 10s Espaiioles corrie-
ron B refugiarse B la plaza de la villa, quedando mortal-
mente herido el valiente Charles. - El mayor Miller
les perseguia de cerza, cuando cay6 tambien atrave-
sado por tres balas que le pusieron i la muerte. -
Mienlras tanto, 10s buques aprovechando 10s 4 dias
que les proporcionaba la toma de Pisco, se abastecie-
ron de cuanto necesitabany destruyeron, por brden del
capitan Guise, 200,000 galones de aguardiente que es-
taban en la playa para ser embarcados, ri causa d e no
poder contrner Q las tripulaciones que se hacian ingo-
bernables por la embriaguez.
El dia-16 se me reunieron en Santa el Gal?:arino y e l
Lautaro, puerto que habian tornado 10s marinos de la
almiranta. - El dia 21 d e s p c h k para Valparaiso a1
Sun Martin, la Tndependencia y el Araueano junto con
un trasporte cargado de enfermcs. Los 90 hombres em-
barcados en Coquimbo habian llevado a bordo una
epidemia que contagi6 a un riumero considerable.
En seguida me dirigi en busca d e la Prueba wcom-
pafiado de la almiranta, el Galvarino, el Laeilaro y el
puyredon. - El dia 27 entramos e n el rio de Guaya-
qui\, -, dejando a In parte de afuera 10s otros buques,
- 31; -
la almiranla hizo fuerza de vela durante la noche, sin
practice, hasta lleear en la maiiana siguiente a la isla
de Puna. - Alli encontramos a1 ancla dos buques es-
paciosos que atacamos a1 instante. - Despues de un
vivo fuego por el espacio de 20 minutos, arriaron ban-
dera, y al tomarlos vimos que ,eran el Ayuilu, de 20 ca-
Ilones, y el Virginia, de 16, ambos cargados de madera
y destiiiadcs a Lima. - A1 propio tiempo nos apode-
ramos de.Pun8.
Cuando volvi con las presas para reunirme a 10s otros
buques, 10s hall6 preparados para dar a la vela, en
razon de que habian creido que el caiioneo habria
sitlo con la Pruebu, y presumian que la parte peor del
combate me habria tocado.
En verdad, la Pruebu se hallaba en Guayaquil, pero
la habian aligerado sacandole 10s caiiones y municio-
nes y llevadola rio arriba, adonde era imposible acer-
came por falta de agua, a mas de que era inpractica-
ble el cortarla con 10s botes por hallarse defendida
por las baterias de tierra.
En este lugar debo referir un accidente, que aunque
no debiera mencionarse, conviene tenerlo presente por
hallarse en relacion con sucesos posteriores. - Los
capitanes Guise y Spry, calculando que el 6xito nada
lisonjero que habia tenido la expedicion, S e r b impu-
. tado a mi a1 volier a Valparaiso, y no a las instruccio-
nes que se me dieroil ni a 10s malos cohetes, in-
- 37 -
tentaron promover un motin en las tripulaciones, para
que a1 Ilegar a Valparaiso presentaran :i la escundra
en m a situacion desagradable; propalando para ello, de
qiie yo habia tenido la intencion de privar de In parte
de prcmio en las presns a 10s o!ros buques, que con
esa iotencion hnbia dejatio afuera; que 10s oficiales y
marineros de la almiranta habian con tal objeto sa-
queado a discrecion l s presns, antes de salir de la
ria, y por ultimo, que yo iba a reclamar una doble
parte por haber obrado como almirante y capilan. -
No qucdando duda de que dichos oficiales eran 10s au-
tores d e estas voces, detcrminb tomar una seria cuerita
de In conducta de ellos.- AI practicar 10s esclareci-
mientos, ambos capitanes me (limon su palabra de ho-
'
nor de no hnber sido 10s autores ni aun oitlo seniejan-
tes voces.- Pero como mi resolucion era no volver a
Valparaiso ni mucho m h o s el dar a conocer mis planes
a oficiales que m e erari hostiles, despach6 el Larifaro
para Valparaiso escoltando las dos presas y 10s precio-
sos cafiones d e bronce cogidos en el Viryinia. - AI
Galwarino y a1 Pqiyredon, 10s dejb para observar 10s
movimientos de la Prueba.
Rabia ejeculado la anterior resolucion el 13 de di-
ciembre, despues de haber trasbordado a la almiranta
a1 mayor Miller, que se encontraba restablecido de sus
lieridas.
Corno ei lector puede suponer, yo me eiicontraba
- 38 -
baslante contrariado por no haber conseguido mi in-
tento e n el Cnllao. - Las causas que hub0 para ello las
h e expuesto ya; por otra parte, el pueblo d e Chile es-
peraba imposibles, y a fin de satisfacerle y satisfacer mi
amor propio herido, trabaj6 por encontrar un hecho
q n e ejecutar y que correspondiese a tales esperanzas.
- En el dia no tenia mas que a n solo buque y por
,consiguiente no habia que consultar a nadie. - Del
concurso del mayor Miller estaba seguro, aun cuando
habia recibitlo una bala en el brazo, otrii en el pecho
y tener invalidada la mano derecha. - &I conservaba
intncta la fuerza moral, y fuerza de experiencia su
capacidad era niayor para llevar adelante mis planes,
Tenia el designio de capturar con la almiranta, y d e
un solo bolpe de mano, 10snumerosos fuertes y la guar-
nicion de Valdivia, punto que se habia creido hasta
ent6nces como inexpugnable. De este modo se neutra-
lizaria en Chile el mal efecto que produciria la falta d e
resultados en nuestro empefio delante del Callao.
La empresa era arriesgada; sin embargo, estaba re-
suelto B no emprenderla antes de haberme asegurado de
la practicabilidad de ella. - La temeridad, bien que se
me haya imputado muchas veces, como una cualidad,
nb es inherente a mi caracter. Hay temeridad en aquellas
empresas en que no se calculan las consecuencias;
pero cuando estas son previstas, ayuella desaparece.
Encontiandome libre de las gentes que no quisieron
- 39 -
secundarme en mis operaciones anteriores, me re-
solvi a tomar a Valdivia siempre y cuando lo creyese
practicable.
El dia 18 de enero de 1820 hice un roconocimiento
de la plaza 6ntrando en la almiranta con pnbellon es-
-
paiiol. Hice seaales para que se nos mandase un
piloto; 10s Espaiioles tomaron la O’Hzggins por la
Prueba, tanto tiempo esperada, y mandaron lo que se
les pedia con una escolta de honor, compuesta de un
oficial y cuatro soldados.- AI momento que pusie-
ron pi8 sobre cubierta, fueron apresados. - A1 piloto
se le mand6 nos llevara d 10s canales que conducian a
-
10s fuertes. El oficial y hombres que le acompaiia-
ban, conociendo lo dificil que les era poder escaparse,
me dieron todos 10s informes que les pedf, con 10s
cuaIes mi confianza se acrecentb para atacarles con
buen Bxito.- Entre otras cosas me avisnron que el
bergantin Potrillo estaba a1 Ilegar, trayendo dinero
para el pago de la guarnicion.
El jefe de la guarnicion de la plaza, viBndonos tan
ocupados en reconocer el canal, principi6 a sospechar
de nuestro objeto, sospecha en que acnb6 de confir-
marse por la detencion del oficial. AI instante 10s fuer-
tes rompieron un vivisimo fuego contra nosotros, a1
cual no contestamos, ponibndonos fuera del alcance
de ellos, por haber completado el reconocimiento que
desedbamos.
- 40 -
Despues de dos dias de reconocimiento, se descubri6
a la vista el Ponz'llo, el cual engafiado poi. la bandera
espafiola que tenianios izada, fu6 capturado sin dis-
-
parar iin tiro. A su bordo encontramos 20,000 pesos
y algunos dcspachos impo:.tantes.
Conociendo que nada podia emprender sin tropas,
de las cuales 10s ministros tuvieron buen cuidado de
no proveerme, me determine a hacer vela para Con-
cepcion, en doode el gobernador: Freire tenia una fuerza
considerable, destinada a contener las hordas salvajes
de Indios, que capitaneaba el nionstruo de Benavides
y su herniano, y las empleaban en asesinar a 10s inde-
fensos patriotas. - El dia 22 lleganios a Talcahuano
y alli enconlramos a1 hergantin de Buenos Ayres lntri-
p i d o y la golela Monlezuma.
El gobernador Freire nos recibi6 con grande aga-
sajo, y tan luego como le expuse mis planes, pus0 B
mi desposicion 250 hombres, mandados por un intr6-
-
pido Frances, el mayor Beauchef. Hacia esto Freire
hallandose en visperas de atacar a Benavides y to-
mando sobre si la responsabilidad de debilitar sus
fuerzas y caer en desgracia para an'te su gobierno.
Sin p6rdida de tiempo Id gente fu6 embarcada a
bordo de 10s tres buques, el Montezzima que se admiti6
a1 servicio, la almiranta y el lntripido que se prest6
a acompafiarnos.
La conducta del general Freire, al poner tropas a
- 41 -
mis brdenes, era altamente recomendable, tanto mas
desde que eran destinadas a prestar un servicio del
cixal no le redundaria ningun elogio, aun cuantio yo
saliese bien en la empresa, y se exponia 6 nna gran
consura si se malograba. - Agregabase a esto, que
Freire sabia que el ministerio se habia abstenido de
suministrarrne tropas regulares. - A pesar de todo
ello, no solo las franque6 gcnerosamente, sino que me
di6 su palabra de no comunicar a1 gohierno mis pla-
nes. - Ocultb tambien estos 6 10s oficiales de la tropa
que me d a h , recomendhloles no se cargasen de equi-
paje, haciendoles consentir en que solo ibamos ri Tu-
cape1 para acosar a1 encniigo en Arauco.
A pesar de haher obtenido tropas, no por eso las di-
ficultades habian terminado. - La alniiranta solo te-
nia a su bordo dos oficiales navales : el uno p c i a ar-
restado por insubordinado y el otro era incapaz de des-
empeiiar el cargo de teniente; por est0 yo tenia que
hacer de almirante, de capitan y de teniente, alter-
nando un puesto tras otro y velando continuaniente la
guardia.
El dia. 25 de enero salimos de Talcahuano y fu6 solo
entbnces que cornunique a 10s oficiales mis designios,
quienes mostraron gran ardor por la causa, ipesar de
que dudaban del 6silo por razones de prndencirl. -
Yo les hice presenle, que cuando proyectos repentinos
se ejecutan con decision, casi siempre salen hien, aun
- 42 -
cuando sea notable la desigualdad d e fuerzas. Ellos
abrazaron gustosos mis planes. - Contaba tambien
con el mayor Miller, quicn restablecido de sus heridas
me ofrecia la garantia.de su valor como comandnnte.
El 29 por la noche nos hallibamos junto a la isla d e
la Quiriquina: en calma muerta. -. Yo estaba suma-
mente fatigado de 10s quehaceres subalternos que
desempeiiaba y me retirE B descansar un momento,
dejando el buqiie a1 cuidado del teniente, con la 6r-
den de que en cuanto se levantara una pequcfia brisa
m e Ilamara. -El teniente entrcgb el bnque 6 un
guardiamarina y se fu6 tambien B dormir. En esto, un
viento repentino tom6 a1 buque de improviso, y el
guardiamarina, en sus esfuerzos For virarle 10 escoll6
contra la punta escarpada d e una roca. - Alii el bu-
que se quedb golpeando como suspendido sobre la
qnilla, de tal modo que si la mar de leva se hubiese
acrecentado. inevitablemente se habria hecbo pe-
dazos.
Nos halldbamos fuera de vista del bergantin y la go-
leta y B 80 millas del continente. -El primer impulso
d e 10s marineros y oficiales fu6 abandonar el- buqne ;
pero como teniamos a bordo 600 hombres y 10s botes
solo ofrecian capacidad para 150, el haber adoptado
esa medida habria sido entablar una lucha i muerte
para salvar la vida. Haciendo comprender 6 la gente
que 10s que escaparau cuando ma3 podrian arribar B
- 43 -
la costa de Arauco, en donde solo les espcraban tortii-
ras y muertes, pude con mucha dificultad hacerles
adoptar el partido de tratar de salvar el buque,
TAa primera sonda nos di6 5 pies d e agua en la sen-
-
tina. Las bombas se hnllnban fuera d e servicio,
Nuestro carpintero, que solo lo era en el nombre, no
acertnba Q componerlas; pero como yo entendia alga
del oficio, me qiiite la casaca y Q eso de media noche
la5 deje en estado de fnncionar. - Entretanto el agua
nos iba ganando, aim cuando la tripulacion se ocu-
paba en achicar con cubos. - La entrada del agua no
se acrccenf6, por lo que, levando el anclole, comenc6
6 rirar el biique, Q pesar de las vociferaciones de 10s
oficinles qiie dcmandaban saber el estado de la aber-
tura. - Conociendo que est0 tendia Q abatir la energia
d e 10s hombres, me opuse Q ello en tanto que ibamos
ganando rentaja sohre la cntrada del agua. - No
qued6 duda de que el buque flotaria hasta llegar Q
Valdivia, en donde despues d e tomar las fortnlezas,
seria fQcil repnrar con comodidad Ins averias que
tenia.
Rlerced Q la fuerza fisica que teniamos d hordo, se
consigui6 haccr flotar el buque. - E1 ngua inund6 e l
almacen de p61vora 6 inutiIiz6 las municiones, salvdn-
dose tan solo las que 10s soldndos tenian en sus car-
tucheras.- Csto me daba poco cuidado, pues d e ello
nacia la necesidad d e servirse d e la bayoneta en e1
- 44 -
premeditado alaque, a la cual 10s Espafioles habian
(( Milortl,
CAPITITLO IV
-
Obsticulos para equipar la escuadra. Hicese ila vela la expedi-
-
cion lihertsdora. - Desembarco en Pisco. Prolongada inaccion
del ejkrcito. -El general San Martin se traslada iAncon. - Cap-
tura de la Esmernldn. - Canje de prisioneros. - Reconocimiento
de aquel servicio por el general San Martin. - Visita de la con-
clesa Cochrane iMendoza.
copia de Ins Guias dr, Viajeros, que se encuentran en toilas las oft-
cinns de ferrocarriles; la segunda, un extract0 de las cartillas que sc
ilm 5 luz cn Ihidres sohre dicha materia., y la tercera, la mas
rligiia de todns, el reslimen de 10s ma?lii. os legxdos por aqnellos
esclarecidos ciitdailanos y de las puhlicaciones ya lieclias por con-
tcrnporaiieos de la guerra de la Independencia. Pe,vo en todo aqnello
que ha sido necesario organizsr y jnzgar, cl autor ha sido tali poco
escrupnloso, que Antes de cnatro ailos ha tenido que ammciar iina
correccion de herhos que son falsos. Tiene la andacia de poner su
firma :icusnto encueritra ii mano y Cree ser desconocido. De alli eso
fiiror por compaginar archivos ajenos.
Pues hien, estc celehre escritor, que nos ha obligado Li consignar
esta nota, fut! el que ha procnrado lierir lord Coc,hrane. i Y en qn6
circunstancias? cnando la l?rcnsa (le Europa elcvaba un canto de
dolor por la niuerte de tail esclarecido marino ; siendo de iiotar, que
cusndo Vicnfia se encontrabs en L61idres ii la dpoca en qne so pu-
bli,caba la obra de Cochranc, escribia a1 noble lord prodigandole elo-
gios ! Unc condncta tal, es la fotografia del homhre. - Le atscaha
despues dc muerto, no por patriotisnio, porque el patriotisino no es
la ingratitud ni el fango dc1 corazon; le atacaba bajo esa mdscara,
porque Coclirme era inglk y Sail Martin americano, intiino amigo de
su. ahuelo el coroiiel Malrena; le tItACih,, porque Cochrane se babia
negado ii recibirle la segunda TW que Vicuiia lo solicit6. Este inci-
dente domin6 aquel cornzon, y de nlli sn desahogo contra el cad;iwr
del viejo marino. FnP un w n p o arrojado a1 ciclo.
N. DEI, ED.
- 100 -
pesos para ponerlos en salvo cas0 de necesidad. - La
consecuencia que de esto m e esperaba era que 10s es-
paiioles rindiesen In capital 6 la ahandonasen,
La empresa era arriesgada, puesto que desde mi
ultima visita, la posicion d e 10s enemigos se habia re-
forzado teniendo nada m h o s que 300 piezas de arti-
lleria montadas en la costa, y la Esmerulda atestada de
10s mejores marinos y marineros que podian procu-
-
rarse. Cada noche dormian estos e r sus cuadras. -
Ademas, estaba esta defendida par una fuerte barra
amarrada con cadenas y por pontones armados. - El
todo se hallaba circundado de 27 lanchas caiioneras,
haciendo imposible la aproximacion de cualqnier bu-
que 6 ella.
Tres dins pasamos ocupados en hacer nuestros pre-
paralivos, sin que el enemigo conociese el objeto con
que se hacian. - En la tarde del dia 5 de noiziembre,
se hizo conocer aquel por la signiente proclama :
)) Firmado. - COCHRANE.))
(( Excelentisimo sefior,
JIosefa RIonteblanco.
Por imflujo de la Conclesa Cochrane , se ob1tuvo el
P asaje de la ex vireina A bordo del Andrornache ,
- - . .. . . ^.
adonde me invito a ensontrarla SI; capitan Sheriff. E n
esta entreristn la ex vireina se manisfest6 sorprendida
de enccmtrar que yo era (( un caball ero y tin ser racio-
nul, y 1no un brzcto feroz como le h abian hecho con-
.It
sentir. )) La manera sencilia COQ que hizo esta declara-
cion, caus6 no poca risa A la sociedad reunida alli.
Como mi animo no era permanecer en la inercia,
despues de graves dificultades, consegui persuadir A
- 128 -
San Martin me diese una division de GOO hombres,
mandados por el teniente coronel Miller. Con ella
nos hicimos a la vela para Pisco el dia 13 de marzo.
Pisco, despues de la infructnosa permanencia de 50
dins que alii tuvo San Martin con el e j h i t o , y dcs-
pues de haberlo a5andonad0, habia sido nuevamente
ocupado For 10s realistas. El dia 20 lo volvimos tl
tomar y alli supimos que 10s Espafioles habian casti-
gado severamente la supuesta defeccion de sus hahi-
tantes por haber contribuido a abastecer Ins tropas
libertadoras. Ellos creian que n c volveriamos, y con-
fiadas en tal creencia habian vnelto Q traer sus ganados,
de 10s males tomanos 500 cabmas y 300 caballos para
el servicio del ejkrcito.
Antes de marchar a Pisco, habia vuelto a instar a1
general San Rhrtin avanzase sohre Lima. Procedia asi
por el intimo convencimiento que tenia de la buena
voluntad de 10s habitantes de la capital hricia nos-
otros, San Marlin rehush seguir mis instancias, por lo
cual le pedi 2,000 hombres, con 10s que m e compro-
m e h 6 tomar la capital. Tambien se me neg6 este pe-
dido. Ent6nces volvi a prometer la consecucion de di-
cho fin con solo 1,000 hombres, lo que tarnhien me
fu6 negado. Lo unico gue se me concedi6 fu6 la gente
que rriandaba Miller, y esto por verse libre de mis im-
portimidudes. Sin embargo, me deterinin6 B sacar el
mejor partido posible de esta fuerza.
- 129 -
El hnico modo que se presenta para explicar la re-
sistencia que el general San Martin manifestaba para
p r i e r a mis 6rdenes una fuerza rnilitar adecuada,
era la vicllenla emulacion que le hacia ver en mi un
rival para el gobierno del Per6, en lo cual no tenia
razon, por que nunca habria tralado de iiiezclarme en
el gobierno una vez que se hubiese consumado la re-
diiccion del pais. Sin embargo, esa era la voz que cor-
ria entre 10s oficialcs del ejkrcito, que ansiaban servir
a mis brdenes. San Martin, con el caracter suspicaz
que tenia, no pudo fiarse de mi jamas, y por eso trat6
cle deprimir mi reputacion entre 10s suyos, poniendo
para e!lo en juego todos 10s resortcs posibles. De aqui
nacia que sus esfuerzos eran grnndes para impedir que
la escuadra cogiese nuevos laureles, en lo cual sacri-
ficaba su propia rcputacion A una demente envidia.
El dia 18 trasladd mi pabellon a1 hkm Martin. Dej6
a1 O'Higgins y la Valdivia en Pisco pa ra proteccion de
1 "1 1
las tropas y zarpe para el milno, aaond'e llegainos el
2 de abril. El dia 6 ~olvimosB atncar las embarcacio-
nes del enemigo - que
- se hallnban a1 abrigo de las ba-
tei+is, causindolcs dniio ccnsicler8a1~le.No hicimcs
IT1:iyores esfuerzos para apoderarno!3 (le ellas, porque
t e i>l:lna -4n"o m ; m c T
,I,IILLil.
~ocnllDc
,uI D
ub.,yxyu v
P P I 9 dcmostracion, que
uuLI.
- -
Mi vuelta al Callao. Lima es abandonada. San Martin ocupa la
capital. - Pdrdida del Sun A h t i n . - Excesos de 10s Espnfioleq.
-
- Proclamacion de la Independencia. S m Martin se arroga el
poder ahsohto hajo el titulo de Protector.- hli representxion. -
-
- R w m i w t n r l ~S m Mmtin. Fstnrln de motin de la escuadra
PO1
EI UM is UG J l l l l U I L ~ ~ ~ I I I ballao
U ~ y all! supimos
que Lima no podia'sostenerse por mas tiempo, por
falla de viveres, y que el virey pensaba abandonarln.
Previendo clue cualauiera demostracion de mi parte
P' d i a contrariar semejante deter-minacion, me rctird
;i esperar el resultndo
que IIU puuid LdlUdL' yd, U G ~ U G que el paeblo se hahia
vuelto tumultuoso y habia perdido toda esperanza de
socorro, proveniente de 10s Espafioles.
El dia Y supe que el virey hacia esfuerzos por proro-
- 440 -
gar el armisticio. En el acto volvi 6 entrar en la bahia
con el Sun Martin, liallindose ausente en la costa el
O’Higgins.
El clia 6 abandon6 el virey la ciudad, conservando la
fortaleza del Callao, despues de haberla reforzado con
parte de las tropas que habia retirado de Lima. En 10s
fuertes dejb una grnn cantitlad de arliculos de gucrra,
con lo ciial 10s priso mas l i e n servidos que antes.
El ej6rcito libertador permanecib aun inactivo, con
sorpresa de Peruanos y Chilenos ; y como las tropns
espasolas habian abandonado la ciudad dejindola en
acefalia , se temieron serios deshrdenes. Para preve-
nirlos, el cabildo pidib al capitan Bnsilio Hall, que en-
tbnces niandaba el buque de guerra inglks Conway,
auxilio para mantencr In trsnquilidatl y proteger la
propiedad publica y privada. Inmediatamente envi6
aquel oficial un deslacaniento de niarinos, el cual con-
tribuyb L conservar el brdeti.
El virey habia informado a1 general San Martin de
que ilia 5 abandonar la capital, por lo cual llegb este a1
puerto en la goleta Sacrantento sin habw dado brdenes
para eu ocupncion.
El din 7 entr6 en Lima, sin drdenes, un destacamento
de caballcria y el dia 8 le siguib otro de infanteria.
A1 entrar en la bahia el din 8 , me sorprendi de en-
contrar a1 general San Martin que aun no hnbia d i d o
de la goleta, siendo que en ese dia estaba entrando en
- 442 -
;i pique, no pudiendo resistir Q la fuerte mar de leva
que sobrevino.
El dia 17 recihi un convite del cabildo para ir Q visi-
tar la ciudad. A1 desembarcar not8 se hahian hecho
preparativos para dar esta visita el carQcter de una
entrada publica. Nos esperaban carrozas y diputacioncs
de las diferentes corporaciones, AI saber esto rehus8
entrar en Lima de un modo tan ostentoso, atendiendo
Q que el general San Martin habia entrado de noche y
en secreto. Sin embargo, me vi obligado Q dar un besa-
minos en el palacio, adonde concurrieron Q felicitarme
las autoridades y 10s principales habitantes.
El general San Martin rehus6 asistir B esta demos-
tracion de felicitaciones, qmedQndose en la Legua, Q
medio camino entre Lima y el Callao, punto en donde
habia establecido su cuartel general. Seguramente no
le agradaron esas demostraciones hechas Q uno que,
como capitan general que era, podia considerar su su-
bordinado, mucho mas desde que Q 81 no se las habian
liecho.
AI dia siguiente, el general San Martin creb una
guardia civica en lugar de la guardia espacola que
habin evacuado la capital non!brando cornandante de
elln a1 Marques de Torre-Tagle. AILpropio tiempo , el
general retiivo consigo todo el ejercito libertador ,
siendo evidente que si hubiese mandado una parte de
81 en persecucion de 10s realistas, habria conseguidc
- 143 -
que la mayor parte de esas tropas se hubiesen venido
a las filas de la patria. Prueba de ello es, que el coro-
ne1 Rodil, que las mandaba, t w o que fusilar gran nu-
mer0 de 10s que trataban de desertarse. Las guerrillas
solas de 10s patriotas, sin ayuda alguna, habian derro-
tad0 a fuerzas unidas del enemigo. De modo que, si
una parte del ejdrcito hubiese obrado en union de las
guerrillas, el ejCrcito realisb habria concluido en la
retirada, y se habria evitado que fuese 6 servir d e
nucleo para un gran ejdrcito, que despues de mi par-
tida para Chile no solo amenaz6 la independencia del
Perli sin0 aun la de Chile r,ismo.
*
No habiendo encontrado oposicion el ejdrcito rea-
lista, y habiendo quedado abandonadas las poblaciones
ue antes habian adherido a la causa de la indeperiden-
cia, llnucJ i?en*E;nloc nnmnt;nnnn rr”“nrl0o
n
-
uovLLIIuIclilb v I I I c l c I c l I cAbc;JuJ entre
hkLLLLuGo
n.r,-.n”ne,
)) Peru. ))
)) Firmado. - B. XONTEAGUDO.
))
)) Mi yuerido general :
amigo.
)) COCHRANE. ))
- 157 -
San Martin contest6 a esta carta del modo sigtiiente :
)) Milord,
1) Querido milord,
(( Habitantes de Lima,
rar por tan largo tiempo 10s opresores del Peru, 10s
guia ahorn d su destruccion. Trescientos de aqgellos
soldados que han desolado tantns villas, quemado tan-
tos templos y destruido tantos miles de victirnas, eslan
.. ri .- n r .... .
1 I .
)) SANMARTIN.))
(( Limefios ,
(( Excmo. Seiior,
)) Suyo, etc.,
)I COCHRANE.)I
C A P ~ T U , L OV I I I
Milord,
)) Excmo. SeGor,
u Reservnda y confidmeial.
1) Excmo. Seiior,
1. Don Benjamin Vicufia acaba de dar a luz una nneva obra bajo
el titulo Oslracismo de O'Higgins. En la pkgina 333 se expresa del si-
- 233 -
Nuestro regreso fu6 saludado POI' 10s habitantcs de
Valparaiso con granrles dernostraciones de alegria. Casi
guiente modo respecto del hombre que tantos servicios habia hecho
a1 pais : ((Lord Cochrane, dice, prometia, en un banquete del 6 de
diciembre de 1818, a1 libar de las copas, represalias y conquistas es-
plhdidas, entre las que sofiaba ya el intrepid0 y auuriczoso rscoces
traer d remolque de six naves el cerro de Potosi, nombre grato de
sabor para el apetito de aquel extraordinario auenlurtro que vino 6
dejar en America el doble pasmo de su coraje y de su c o d i c z c ~))
Tal es el voto de gratitud rendido a la memoria de un hkroe, por
las almas de cieno que la patria ha dado d luz en una hora men-
guada y triste! .
Acusar de awntnrero a1 celebre marino que habin sido solicilndo por
Cliile para ayudarle en sus conflictos y salvarle; a1 Trencedor de Val-
divia, a1 heroe de la Ewerulda, a1 intrepid0 guerrero que habia
asombrado j la Europa en sus guerras con la Fraucia; a1 que habia
fnndado la independencia maritima y contribuido mas qae otro al-
gun0 d la fundacion de las Repitblicas del per^ y Chile, del Imperio
d ~ 1Rrasil y del reino de la Grecia; acusar de aventurero it tin
hombre tal, tin hijo de Chile, es dar de bofetadas A la patria, porque
en tal acusacion se encierra la confirniacion del cargo hecho por la
prensa inglesa A Chile, de ingrato.
Acnsar de codicioso a1 que consentia en el despojo de lo que se le
daba en pago de siis servicios y despreciaba tesoros y ofertas in-
gentes por que traicionase 5 sus comprornisos, es el mayor sarcasm0
que pudiera proferirse contra un cadjver venerable !
Si Vicufia clasifica de tal modo Cochrane, i d e que manera clasi-
ficard d su abuelo el coronpl Blakena, que tambien era lngles y com-
hatia en las filas de 10s independientes de Chile?
Protestemos d nombre de la historia contra un escritor que se ha
lanzado en la camera de la difamacion, despecho de la verdad; y
rindamos profunda gratitud & 10s extranjeros que como Cochrane,
Miller, Maliena, y otros mnchos nos ayndaron A tener un nombre.
Los Chilcnos pueden tener una queja contra Cochrane, por las
apreciaciones que hace en stis Memorzns; pero jamas por la manera
- 234 -
todas las C R S ~ Sse hallabnn decoradas con la bandera
sacionnl. Talcs demostraciones de jubilo msnifestnbaia
como sirvi6 a1 pais. Cochrane no ha sabido apreciar la situacion d.e
Chile en aquella Bpoca de gloriosas hazafias v. de heroicos sacrificios.
Sin rentas de gEnero algiino (1~2sentradas no alcanzaban a1 ail0 a
mi rnillon clc pesos), m i e n d i d o de ocho ailos dc gucrra a.soladora,
improvisa, ci [ u e m de volicnlaii, uiia escuadra cual nunca la haunelto
5 tener Estado alguno de la Amkrica del Sur y un 6jercito provisto
(le todo, para ir a ayudar a1 Perf1 en su emancipacion que yacia
aplastado por 22,000 iagonctns y una escuadra formidalile. AI pre-
sente, que Chile ha avanzacio gigantescamente y que las entraclas
aiinales del tesoro Ilegan hasta fi,O@O,@@@ de pesos, clificil IC seria
sostener uii despliegue tal de fuerzos. iC6mo, pnes, acusar de in-
justo 5 nn pais y de faltos de palabia A sus gobiernos cuando no po-
dia hacerse mas de lo que se hacia, cuaiido no habia uii peso en or-
cas y cuando se carecia aun hasta de crddito para obteiier recursos,?
En ese entdnces, por otra parte, solo tres ailos hacia que habiamos
principiado Li gohernanios, a gatear en el r6gimen adniinistrativo;
porque salianios del estaclo de colonia sin haher tenitlo intes ccinca-
cion! Gramas mas que infantiles y nada hahia que extraliar se co-
meticsen faltas de diverso genero, qiw 10s hkbitos se resintieren de
celos injnstos, de eniulacioiies oscqras.
La Europa ha tardado catorce siglos en organizarse y en organi-
zarse dcfectnosnmente. ~Cdmo,pucs;importar una ac,usacion contra
paises que nacian anto el espectbculo que nos daba la historia de la
vieja Europn? Lord Cochrsne no comprendi6 aquella sitnacion y
guiado por su Ama ardicnte y libre, no tuvo el aplonio para esta-
blecer jnicios imparciales. Per0 esta falta no es un crimen que
atraiga sohre e! el eco de pasioncs mezquinas; fuE. tan solo el fruto
de un crror.
P pi que hcmos citado la ultima publicacion que conocemos de
Yicuiia, queremos estableccr un ligero jnicio sobre ells. La o h se
conipoiie de 5'7-2, piginas, y de ellas 380 son c o ~ i i a sde documcntos
i'tilcs. Time por ohjeto narrar la vida del general OBiggins, gner-
rero y pairiota esclarecido, pero mandatario detestable.'Vicnfia pro-
*
- 235 -
la importancia que el pueblo chileno daba ri nuestrox
servicios,
El 4 de julio se me dieron las gracias por medio de
la siguiente carta :
ciira presentarle admirable hajo todos aspcctos, siendo de notar, que
en el Oslrncisnm d e los Carreins habia acusadole de graves faltas. Em
qne ent6nces procuraha alagar a1 digno descendiente de aquellos
ciudadanos, en cuya casa vivia, y que despnes, habiendo muerto cste,
el escritor se cohijaba bnjo el teclio del descendiente del general
O’Higgins. Queria pagar SII deuda d e gratitud. LPePo quk resultaha
dc tal conducta? Don Oeinetrio O’Higgins, en vez de admitir el giro
tornado por el escritor, sup6 iii ticmpo salvar SZI responsahiliclad re-
probando & Vicufia su proceder. 1’no podia ser dc otro modo, por-
que Vicuila & titulo de querer librar de toda responsahilidad a1 ge-
neral O’Higgins, sacrificaha la honra de 10s que le hahian acornpa:
fiado en su administracion. Est0 no era hidalgo. El Dictador era
responsal)le, A la par de sus ministros, de 10s actos pilhlicos de su
administlacion. LSe conietieron faltas ? veamos 10s hechas, y sobre
todo, estudicmos la Bpoca. Juzgsr el pasado sin tomar en ciieiita 10s
tienipos, las sitnaciones, el grado de civilizacion del pais y de 10s
homlres, es estrellarse contra el razonamiento de la liistoria. De slli,
de csa falta de msdurez, de esa ligereza de apreciacion, de la a ~ i -
sencia de priiicipios fijos es que nacen en gran partc 10s jnicios del
escritor que nos ocupa, y la otra, del sacrificio que hace de Is verdad
a1 poder de sus pasiones personales.
La importancia de tal ohra est&en la rcmiion de 10s docninentos
que encierra, el descrkdito d e ella en las apreciaciones liechas por el
escritor. Alli se vcn dednccioncs dcsmenlidas por 10s docmnentos
niismos que se citan, heclios contradichos, y lo mas ridicnlo de todo,
el estilo del escritor cuando qniere rem0:itarse & disertaciones filos6-
ficas. Alli sc le contempla cual A otro Icaro remoiitaiido hticia el sol
coli alas de cera y cayenclo a1 abismo por falta de fucrms inte-
lcctuales. N. DEL E D .
- 236 -
(( Santiago de Chile, y junio 4 de I S L Z .
)) Ministeric, de &farina.
)) Excmo. Secor,
alto aprecio.
c( Ministerio de Marina.
)) Excmo. Senor,
1) Deseando Su Excelencia el Supremo Director hacer
)) Ministerio de Marina.
)) Excmo. Seiior
(( Escmo. Sefior ,
muy distinguicla.
)) Dios guarde A i'. E. muchos aiios.
)) DE ECHEVARR~A.
JOAQGIN ))
1) BERNARDO
O'HIGGINS.11
- 2/13 - ,
)) JOAQUIN DE ECIIEVARRiA. ))
a Excmo. SeGor,
)) Puesto que la farsa que intentaba jugar el gobierno
del Peru para aniquilar la marina chilena, se esta po-
niendo ahora en practica bajo otra forma, con nuevos
ataques contra mi carticter, suplico ti la autoridad su-
prema me permita publicar mi correspondencia con
San Martin y sus agentes sobre estos asuntos, asi
como una copia de sus acusaciones contra mi, y la
respuesta que a ellas hice, B fin de que el pitblico no
sea por mas tiempo engaiiacio, y se impida que la fal-
sedad, pase por verdad.
)) l'engo el honor, etc., etc.
)) COCHRANE. ))
14.
- 247 -
Animo de V. E. lorlo el valor que mcrecen ; pero, si no
obstante, insiste en la publicacion preindicada, podrj
V. E. usar de la libertad de Imprenta que existe en
Chi le,
a Tengo el honor, etc., etc.
)) COCHRANE.))
(( Excmo. Sefior,
n Arrancado a1 reposo en que vanamente habia es- ,
)) Excmo. Sefior,
-
Niegociscionps con Bolivar. Destierro de ilfonteagudo. - Quejas
de 10s Limelios.- Efectos de las discordias populares. - h!nl;l
inteligencia entre Bolivar y San Martin. - Voto dp1 Congreso Pe-
ruano. - Extraordinaeo abandon0 de la escuadra chileija. -
Llegada de San Martin A Valparaiso. - Pido se le ponga en tela
de juicio. - Ap6yale el Supremo Director. - Pagaiise 10s sal%-.
rios a la escuadra. - Revolucion en Concepcion. - Participamcla
-
el general Freire. Pideme mi concurso.
p r e ~ ~ i apara
, que mande ejecutar lo necesario en su
cumplimiento, ordenando se imprima, publique y tlis-
tribuya.
)) Dado en la Sala del Congreso, en Lima, Q 27 de
setiembre de 1823.
)) JAVIER
DE LUNAPIZARBO,
Presidente.
n JOSBSANCHEZ Dip'utudo Secreturio.
CARR~ON,
)) FRANCISCO
JAVIER
MARIATIQUE,Diputado y Secretario.
)) De orclen d e Su Excelencia.
N FP~ANCISGO
VILDIVIESO.D
- 268 -
El Congreso habia asignado a San Martin, a1 aceptar
su renuncia, una pension de 20,000 pesos anuales,
mientras que a mi y a la escuadra solo sc nos dieron
las gracias.
A la llegada de San Martin se esparci6 la voz : que
un atayue de reumatismo le obligaba a recurrir 5 10s
baiios de Cauquenes. Zenteno mand6 felicitarle por
dos de sus ayudantes de campo, hizo saludar su ban-
dera en toda forma y conducirle la casa d e gobierno
en el carruaje del gobernador de Valparaiso. Esto era
una contradiccion, puesto que el mismo gobernador
habia, poco antes, infarrado con la nota de deserlores
a todos 10s qne habian abandonado la bandera de Chile
por la del Peru; y ahora recihia con honores de prin-
cipe a1 que no solo habia dado el ejemplo de tal cri-
men, sin0 que habia inducitlo a otros a cometerlo.
Los patriotas de Chile ansiaban que yo arrestase a
San Martin, y estoy cierto, que si asi hubiese proce-
dido, 10s hombres dcl poder no se habrian quejado ;
pero yo preferi ticjar que el gobierno siguiese su pro-
pio curso.
A1 siguiente dia, Sitn Martin parti6 para Santiago en
uno de 10s carruajes del Director, acompafiado de una
escolta, encubriendo esta muestra de honor con el
ternor que habia For la seguridad individual del Excmo.
Protector, temor algo fundado si se atiende a la juslicia
con que el pueblo chileno apreciaba su conduclapasada.
- 272 -
Yo me encontrabn ;i In sazon en Onintcro; nias nl
saber lo que se pasabn, me fui a Valparaiso y volvi a
tomar el mando de la escuadra. Habianse pasado d esla
6rdenes contrarias B 10s arreglos hechos respecto a1
prcbio de presas debido 10s oficiales y tripulaciones.
El Gulvarino, que estaba destinado ser vendido para
pagnr, tuvo 6rdenes de salir a In mar para condricir 6
Snn Martin a un lugar seguro, pues temia cacr en ma-
'
nos de Freire, quien le habria sabido hacer la justicia
que se merecia. La escuadra, antes de mi Ilegada,
habia tomadc ~1 asunlo por su menta, colocando a1
Lautaro al costado de1 Galvarino, en posicion de echarle
a pique si trataba de moverse. Los fuertes de tierra
' habiaii cargado sus cafiones tambien para amenazar a1
Lautaro.
Ap6nas habia yo restablecido el brden, volviendo B
tomar el mando, recibi la siguiente carta del general
Freire :
a Concepcion, 18 de diciembre 1822.
1) Firmado. - RAMONFREIKE. ))
-
Acepto e! llamamiento del Brasil. Carta a1 Supremo Director. -
San Martin deja a Chile. -Se me permite salir de Chile. - Carta
a1 general Freire. - Mi partida.
)) Excmo. Seiior,
N Mi respetahle amigo :
->-.
~.
, , . ..
. . . , .
it'- .. -
' .
.- '
....."-%-.---
~
__._ . . ..
Carla a1 Supremo Director.
(( BIayo 4 de 1820.
)I Excelentisirno Sefior,
)) COCHRANE.))
Carta Ci Cochrane.
)) Mi estimado amigo :
)) Firmado. - COCHRANE.
)) Valpamiso, 12 de diciemhre de 182%.))
- 296 -
Despedida.
)) Firmado - COCHRANE.
)) Quintero, 4 de enero de 1823. ))
n Excelentisimo Sefior ,
(1 Excmo. Sefior )
))
.T., I ..,
A Su Excelencis el Seilor Don Mariario f i m i i ~ .minimu
de Negocios Extranjeros, etc. 1)
- 312 -
tad0 se formen nuevas C6rtes; pcro dudo mucho que
Ins poblaciones de las diversas provincias puedan en-
contiar hombres competentes para la tarea. Aqui todo
est&tranquilo, y no dudo que asi se mentendra a ]as
inmediaciones de la capital; pero tengo mis temores
respecto a las disposiciones de Ins provincias del Norte.
Sentire mucho suceda algo que perturbe la tranqui-
lidad, ahora que todo el pais esta enternmente libre 15
independiente del Poder Europeo.
)) Por lo que a mi toc,a, la amistad que siempre me
)) COCIIRANE-DUNJ
ADVERTENCIA. . ............... v
Suicio de la prensa inglesa sobre la Historia de nn Marino. . vu
CAP~TULOPRIMO.
CAP~TULO11.
-
divia. Llegada a las inmediaciones de este pnrrto y prpsa
del bergantin espariol Potrillo. - Se consiguen tropas de
Concepcion. - La almiranta en peligro de naufragar. -
Ataque contra 10s fuertes y toma de Valdivia. . .
. . . 06
CAP~TULOIII.
CAP~TULOIV.
CAP~TULOVI.
-
Mi vuelta a1 Callao. Lima es abandonada. - San Martin
ocupa la capital. - PBrdida del San Maartin. - Excesos de
10s Espafioles. - Proclarnacion de la Independencis. - San
. Martin se arroga el poder absoluto bajo el titulo de Protec-
-
tor. - Mi representacion. Respuesta de San Martin. -
Estado de motin de la escuadra por el descuido en qne se
la tenia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
CAP~TUL,OVII.
-
Se trata de seducir fi 10s oficiales chilenos. El Arzobispo de
-
Lima. - Su expulsion. Negociaciones para obtener la en-
-
trega de 10s fuertes. Ohstknlos que se oponen. - Prome-
-
sas de San Martin. - Rehusa atacar a1 enemigo. Los Es-
pafioles socorren a1 Callao. - Proclama. - Ll8vanse el
tesoro de 10s Espafioles.- Descontento de la escuadra. . 166
CAP~TULOVIII.
-
Situacion de la escuadra. Sublhase la gente en masa. -
Cartas de 10s marineros. - San Martin envia afuera el tesoro
-
pitblico. - Me apodero de 81. DevuBlvese la propiedad
- 334 -
particular.- Acusacioiies de Sail Martin contra mi. -
Priganse 10s salarios 5 la escuadra. - Se trata de corromper
-
la fidelidad de 10s oficiales. - Me invitan 5, desertar de
Chile.- Lo rehuso. - Me mandan tlejar el servicio. - Carta
-
de Monteagudo. -Mi respuesta. Rlotivos por 10s que me
apoderk del tesoro. - No me quedaha otro arbitrio. .. 184
GAP~TULOIX.
Llegada 2, Guagaquil. - Proclama i10s Guayaquileilos. -
Moriopolios perjudiciales. - Locura ministerial. - Partida
de Guayaqnil.-Arriho 5, M6jico.- Doy fondo en Acapulco.
- Falsos emhajadores. - Trama contra mi. - Vudta ri
Guayaquil. -Toma de posesion de la Venganm- Convcnio
con la Junta. - El general La Mar. - Orden para quc no
se me suministren viveres. - Odiosa crueldad. - Lujo de
corte. - Destrozo de una division del ejkrcito.- Descontento
de 10s oficiales. - San Martin me reitera SUB ofertas. - Las
rehuso.- Consejos a1 gobierno de Chile. . . . . . . 902
CAP~TULOx.
Viielta ri Valparaiso. - Agradecimiento del gobicnio. - Mo-
-
tivos de satisfaccion. TrAflco ilegal. - S5casc ventaja de
61. - Deuunciacion de oficiales desertores. - Investigacion
dc cuentas. - Acnsaciones de San Martin contra mi. - Mi
refiitacion. - Crucldad para con 10s prisioneros espafioles.
- Mi retiro i’quintero. - Ventajas politicas de rruestros
trinnfos.- Estado misero de la escnadra. - Tentativas para
-
proinover descontento en ella. Objeto de esta conducts.-
Medios adoptados para frustrarlo. - Se trata de deshaccrse
del general Freire. - Resiiltade eventual de esto.- Carta
de 10s capitanes. . , .. .. . . . . .. . . 231
KAP~TULOXI.
NPgociaciones con Bolivar. - Destierro de Monteagudo. -
Quejas de 10s T,imeilos.-Efectos de las discordins populares.