Memorias de Lord Cochrane

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I CONDE DE DUNDONALD

GUAN CRUZ DE LA ~ R D E NDEL SAGO,


DE LA IMPERIAL BRASILENCA DEL CRUCERO Y DE LA REAL DE SAN s
DE QUECIA; ALWIUANTE DE LA ESCUAURA ROJA,

SE VENDE E N LIMA
k N L A I M P R E N T A DE JOSI? MASIAS
-
1863
faris. - liiiprcnta de Eduerdo BLOT, calle de San Luis, no 4G.
RDVERTENCIA

A principios de 1860 me encontraba en Londres, en


donde tuve el alto honor de tratar li lord Cochrane p de
recihir de sus nianos el ohsequio de la ohra que habia
dado ti luz sohre sus servicios en el Pacitico. Cultivando
la arnistad de dicho lord. tuve ocasion de manifestarle lo
malo de la version que al espafiol se hahia liecho de si1
original inglds, a1 extremo de no poderse comprender.
Lord Cochrane mandti rccoger la exprcsada traduccion
para corregirla. Yo IC ofreci hacer este trabajo y 81 me
dib si1 consentimienlo. alegrAndose de podcr tener de
est? modo una edicion mas completa que la que le
liabin hecho nn Portugues.
Cumplienclo con tal promesa doy liiz esta edicion
clue comprende 10s servicios que presto lord Cochrane
((

;i Chile p el Peril en la guerra de la independencia que


estas Repuhlicas sostuvieron pal n eninnciparse de la
Espaiia.))
- VI -
Lord Cocliraiie, en 10s -Liltinios alios de su vida, se ha
0c11pado en escribir Ins lllemorias de su carrcra piihlica.
Hasta 1860 tenia puhlicados cnatro vohimenes : 10s dos
prinicros solm SIIS operaciones en el Pacific0 y el Brasil,
y 10s otros dos hajo cl epigrafe Historia de nn Ma-
rino, que principian dando cuenta de su gencalogia y
llegan liasta 121 dpoca. en que vino it Chile. Pensaba -
lord Coclirane seguir adelantc , narrando 10s servicios
yiie presto d la Grecia y conclnir cn la dpoca actual;
pero es cle temerse no h q a tenido tieinpo de ciimplir
siis dcseos, porquc una enfcrrnedad grave le postrO en el
mes d e niapo del cspresado afio de 1860 y le condujo h
la eternidad en la niaiiana del 31 de octuhre del mismo
afio.
Conio las ohras que cscribio son independientes nnas
de otras, aqui solo nos contraenos d la que coniprende
10s servicios prcstados (1 Chile p el Peru.

M. R I L B A O .
Lima, 1 ~ 6 1

.+, .

I ., .,- . . _.___ -. .. . .. . . . ,.
. ... . .c
J U I C I O D E L A P R E N S A NGLESA

S O B R E LA

BISTORIA DE U N M A R I N O
C
OBRA D E LORD COCBRANE

Si lord Dundonald termina de la manera que ha principiado, el


relato de SII carrcra maritima, podemos prsdecir A su obra una ili-
mitada popularidad. - Ella scri puesta en nianos de la juventnd
para excitar su ardor, serj leida con avidez por aqnellos que tienen
padres quo iniran con horror la vida de la mar y consideran las in-
clinaciones de sns hijos, de la manera que la pohre gallinn. consi-
dera las andariegas inclinaciones de sns hijnelos. - Ells sera una
manifestacion ilnstrada de la sinceridad con que 10s ingleses simpa-
tizan por todas las intripidas aventims del niarino.
En el estilo de 10s escritos de un gran almirante, no esperamos
encontrdi- la perfweion ; pero la nnturaleza y la verdad expresada
incultamcnt,c, cs mas ntractiva que la narracion inas estudiada.
Lord Dundonald bicrie que recordar grandes acciones, y la fuerza
de sus actos y de sus scntimientos atraen nuestro interes S despecho
de su vag0 estilo, que c i veces llega S aparecer superflno en el relato
I
rx -
-
lectores es de ningun interes por ser detallea geneal6gicos. Bastaba
que liubiesa dicho; que la familia era una de las mas antiguas y
que su genealogia, seniejante a la mayor parte de las genealogias
escocesas, es hastante larga. - La dignidad de Par data, sin em-
bargo, desde el tiempo de Cirlos IO, quien confiri6 la baronia de
Cochrane mihtras aquel se hallaba prisionero en el castillo de Ca-
risbrooli, y el condado de Dundonald desde 1669 conferido por
Cirlos segundo. - De todos 10s antepasados de nuestro hkroe, el que
fu8 mas aprecicldo por el pueblo, file su padre, hombre particular,
que trasmiti6 B su hijo el propio genio y la propia fatalidad pecu-
niaria que le acompa86. - Era el noveno conde de Dundonald un
hombre de imaginacion original y tan versitil en sus empresaa, que
nos hace recordar B sir William Patty, persona que abraz6 toda
ocupacion conocida desde la de constructor de buques hasta la de
agrimensor, desde la de sastre hasta la de musico y desde la pric-
tica dc !a fisica hasta la invencion de la aritmktica politica.
Los primeros alios del padre de nuestro autor, heron empleados
en la marina y concibi6 tal odio B esta carrera, que la abandon6,
errtrando a1 servicio del ejkrcito que abandon6 tambien bien pronto,
por consagrar sn atencion las ciencias, artes y mannfacturas. -
Eran estos 10s dias de Cavendish y Priestley, Black y Watt. - Lord
Dundonal que hahia evaporado su patrimonio en servir la causa de
10s Stuardos, concibi6 la idea de recobrar su fortuna procurando po-
ner en prictica 10s descubrimientos modernos de la ciencia. - Ali-
mentado por esta idea, sin conocer el pormenor de 10s negocios, se
entreg6 B numerosas especulaciones en la mayor parte de 10s cuales
cosech6 una completa ruina.
Prepar6 soda de la sal como un snstituto de la barri!la, que era
en ese ent6nces el linico Blcali emplcado por 10s fabricantes de ja-
bon y de vidrios. - Mejor6 la alumina como un mordiente para 10s
-
tintoreros de sedas. Manufactur6 la goma inglesa para reemplazar
la goma de Senega. - Estableci6 una nueva manufactura para la
**
-
sal amoniaca. Emple6 un nuevo metodo para producir el plomo
-
blanco. En otro estahlecimiento emple6 SII energia en trabajar el
cob del carbon de piedra para ser empleado por las fundiciones de
fierro jr alqnitran.
En esos tiempos, el cobre en planchas era dcsconocido, y la prin-
cipal defensa que usaban 10s huqnes contra la hroma, era clavando
el fondo de Ins naves con cla.vos de fierro qne tenian cabezas de
enormes proporc,ioiies y presentaban la apariencia de nn zapato her-
rarlo; precaucion qne solo se empleaba con 10s de primera clase, a1
paso que ;i 10s pequeiios 6 inferiores se Ies ahandonaba & merced
del p a n o . - Lord Dundonald (padre), habiendo observado el es-
trago que la broma hacia en 10s bnques, se le ocurri6, cual & un
quimico, que nn extract0 de carbon empleado en la forma de alqni-
-
tran, scria nu proservativo. IIizo nn experiment0 que le fut, feliz,
pues vi6 que sn invent0 era sdoptado por 10s Dinaniarqilescs y mas
tarde por nnestros I~arquichuelosde la costa, pero no pndo alcanzar
la niisma suerte con el gobierno, quien principiaba A q u e m em-
plear el cobre para el aforro de sus buques.
En 10s ensayos que hizo con el carbon, sac6 gas, el cnal lo hacia
pasar &travesde un caiion de fusil y obtener por resultado nna lnz
de fuerza indudable; per0 abandon6 este descubrimiento sin conse-
-
guir resultados provechosos. Pas6 en seguida d nnevas investiga-
-
ciones. En 1795 public6 un tratado, en el mal se encargaba de
probar la intima conexion que hay entre la Agricultura y la
...................
Quimica.
.......................
Es imposible seguirle en todos sus proyectos y por esto nos limi-
taremos i enumerar tan solo uno mas. Era el modo de preparar el
chiiamo y el lino para la manufactnra de velas de buques. Tan or-
dinarias eran estas en aquel tiempo, que nuestro autor dice, haber
observado un dia el sol a1 traves do una dc ellas. - El Ahni-
rmtazgo, aprovechkndose (dela nueva invencion, orden6 que en todas
- XI -
sus contratas el cdfiamo debia ser empapado y hervido, segun el sis-
tema expresado por lord Dundonald en su patente.
A pesar de la fecundidad inventiva de lord Dundonald, la des-
gracia le acompsri6 siempre, no bastando aquella a libertarle de la
escasez pecuniaria. - Result6 que sus inventos cageron en otras
manos, algunos fueron vendidos, otros pirateados, y que este inge-
nioso, activo y fecund0 pmador, se encoutr6 a1 fin con siete hijos y
arruinado.
El mayor de estos liijos es el preseute conde de Dundonald, el dE-
cimo de este nombre que naci6 en Annafield, Sanarkshire, cl 1 4 de
-
diciembre de 1775. Nacido sin hercncia parecia que el jdven cre-
ceria tambien sin ser educado; mas su abuela materiia le salv6 de
este mal. De repente su educacion fu8 interrumpida por haberle
traido su padre 5 Ldridres, coil motivo de venir este 6, manifestar a1
Almirantazgo la ventaja del empleo del alquitran del carbon de
piedra. - El muchacho, en todas sus inclinaciones, manifestaha su
afeccion por la mar, y un tio que tenia y que era marino, pnso el
nombrc de lord Cochrane, sin conocimiento del padre, en 10s libros de
varios bnques de que era capitan. - Sin embargo el designio del
viejo conde era diferente : tenia disgust0 por la marina, y como su
objeto era dedicar su hijo mayor a1 ejkrcito, consigui6 le empleasen.
- Asi fuk, que lord Cochrane se encontr6 A la vez inscripto en el
niimero de 10s oficiales del regimiento 104, y con el titulo nominal
de rnarino, en 10s buques de su tio.
Lord Cochrane se disgust6 bien pronto de la camera que se le
habia obligado a seguir, contribuyendo 6, ello el plan que su padre
adopt6. IIizole cortar el pelo, engrasarle la cabeza, blanqiiedrsela
con harina y colocarle un chape artificial. Plisole un corbatin de
suela, una casaca azul con cuello y pufios punzds, en imitacion a1
uniforme de Windsor, y como un homenaje a1 principio Whig fu6
-
obligado a llevar pantalon corto y chaleco amarillo. Uniformado
de estemodo, el jdven no podia aparecer de una manera mas ridicula.
- XIIT -
dad de las tripulacionps. - Si es rcrdad que en aquel tiempo se pro-
cedia por enganches, tambien es verdad que para vez se recurria B la
fuerza cuando el comandaute del huque inspiraba confianza. Los -
marineros tenian mas interes en las presas que en el sueldo, y 10s
capitanes que contaban con la reputacion debida para hacer estas, se
encontrabm seguros de tener una numerosa tripulacion, y de poder
elegir entre 10s mejores marineros y cafioneros del mundo, - A s i era
que nuestra superioridad respecto A 10s franceses, estaba tan solo en
la tripulacion, aun cuando la Francia tenia entbnces colonias que le
imponian una mision que llenar en la mar.
Los 1 6 primeros afios de la vida maritima de lord Coclirane, fucron
de un trabajo activo, incesante y personal.
El presente vol~men( Historia de un hlarino) es el recnerdo de
estos 1 6 ailos de brillantes avent.uras, llevadas B cabo con medios
escasos y que probablemente heron muy superiores A las ejecntadas
por 10s mas lucidos marinos que se hallaban a1 servicio de nnestra
escuadra.
Deseariamos narrar en un drden histbrico todo aquello de, que fu6
capaz lord Coclirane, disponiendo de tan escasos medios como de 10s
que pudo disponer; pero debemos contentarnos con tomar unos pocos
de sus hcchos mas notables para dar a1 lector una idea general delos
acontecimientos. - Para comprender lo que sigue, darernos con la-
eonismo una nomenclatnra de 10s buqnes en que estuvo (segun las
publicaciones de la Bpoca) y de 10s cruceros en qiie se hallb. - Prin-
cipiaremos por el Hind que fu6 mandado B apresar 10s piratas fran
ceses, que ent6nces se suponia andaban en lxs costas de Norway
(Noruega), y a1 propio tiempo descubrir 10s convoyes de 10s enemi-
gos, que debian venirles del Occidente de lss Indias por la via iiorte
de Orlmeys. - A1 volver de este crucero entr6 con su tio B servir en
una frsgata mas fuerte, la Tlietis, destinada c i ir B Norte-AmBrica.
Lord Cochrane mientras servia en calidad de subordinado, a1 prin-
cipio como gaardianiarina y despues como sul)tenie,nte, no tenia
- XI' -
pido esta, se lanz6 i la niar con el Sninio de procurirselos en el
servicio.- Se le di6 el mando del Arab, buque carbonero que se
-
habia armado en gnerra. Con 81 nada pudo hacer de provecho, y
el tiempo que estuvo ti su mando le fu8 mas bicn un castigo que un
honor. - Cuando lord St-Vicent se retirci del Almirantazgo y le su-
cedi6 lord Melville, nuestro heroe t w o la ocasion de volver d probar
la suerte, pnesto que fue nonibrado para mandar la Pallas, fragata
nueva de 38 cailones y construida de mndera de abeto. - Con ella
salic; a1 corso para las Islas Azores. - En esta vez t w o necesidad de
formarse una triplilacion, que correspondiese ti sus dclseos, pues la
que tenia se encontraha inrlisciplinada por el mal trato que e1 habia
recibido del Almirantazgo. - Sin emhargo, ella quedh mas quo sa-
tisfcclia con 10s resultados dc este COTSO en el cnal Cochrane liizo la
esplkridida presa de un galenn espailol.
Despues $e le ordcnh custodiar LUI convoy ti Quebec (N. A.) y A su
regreso se le mand6 a1 Occidente de la costa de Francia junto con la
escuadra del almirante Hornborough, en donde rindi6 hrillantes ser-
-
vicios. A1 terminar este crucero fuB elegido miembro del Parla-
mento por Haniton y un mes mas tarde fui! despachado nuevamente
en la fragata Impirzeuse B la estacion en la costa de la Vendee y el
-
Charente. Habiendo regresado ti Inglaterra fu8 electo para el Par-
lamento en el verano de 1807 por Westminster.
En politica, Cochrane era un radical, y un radical gozaba entdnces
de toda popularidad.- Cochrane, consecuente 8, sus principios, pus0
desde luego en ejercicio sus ideas y atacd en 10s Comunes 10s abusos
que se cometian en la marina, desempefiando su mision con tanto
ardor, que muy pronto le hicieron partir para el Mediterrineo A servir
bajo las 6rdenes de lord Collinpood.
En esta vez despleg6 nuevamente una actividad incomparable ,
siendo en la costa de Espaiia el terror de 10s enemigos por cerca de
-
dos aiios, paralizando 10s mo~imientosde las tropas. Cochrane eje-
cut6 liazailas tales, con recursos tan mediocres, que A su regreso i
- STI -
inglaterra fit6 solicitado POT lord i\!ulpra17e, presidente del Almiran .
tazgo, para que supiriesz un plan qnp destrozase la escuadra fran-
cesa, estacionada entdnces en la boca del Charente. Cochrane
proyect6 un plan para incendiarla por medio de buques de explo-
sion; de cnyo plan fuE encargado para su ejecucion, poniendose k
Ordenes del lord Gamhier, almirante de dicha estacion.
Lord Cochrane detalla aclmirablamente el modo c6mo se estrell6
con el celo de 10s capitanes del almirante; cdmo llev6 a fin si1 tarea,
con tan buenos auspicios, que si el golpe que di6 liubiese sido secuii-
dado por una 6 dos fragatas de la armada inglesa, el resultado liabria
sido la total destruccion de la armada enemiga ;el como destmyh
muchos huques franceses y desharat6 sus planes; todo esto se en-
ciientra extensamente csplicado en la conclusion del primer 1’0-
lumen.
El juicio de Napeleon sobre el plan de Cochrane fue qne si Co-
\:

chrane huhiese sido ayudado completamente, el resultado habria


sido la destruccion de sus buques, 6 mas bien , que se 10s habria
capturddo.
El disgust0 de Cochrane sobre el modo c6mo fu8 ayudado por el
almirante, fuE tal, que concluy6 por someterle a una Corte Marcial,
en la cual solo consiguio acarrearse el odio de todos xpellos que se
encontraban empleados en la marina, y teuer el convencimiento de
que esta e n una guarida de tabanos.
Lo que mas nos admira a1 cousidcrar la carrera de este gran
hombre, es la fecundidad de recursos que le sugiriera su intelgencia.
- hdmirando su geuio llegnmos a olvidar su bravura. - No encon-
tramos hombre que le haya excedido en valor, aunque si pudieran
encontrarsele iguales; pero bien dificil seria encontrar un marino que
liubiese desplegado mas ingenio y que hubiese hecho tanto como lo
quf, hizo Coclirane, con 10s pequefios medios de que dispuso.
Lord Collinguood, bajb cuyas 6rdenes sirvi6 en el Mediterraneo ,
djjo e n honor de 61 estas palabras : (( Sus recursos para salir de cual-
- xvn -
quiera dificultc& no tienen fin. n - Con la mayor rapidez ingeniaha
un plan y a1 mismo tiempo preveia 10s inconvenientes y disponia en
el acto del modo c6mo debian salvarse. - Nada se escapaha a su
vigilancia, nada eludia su inventiva imaginacion. - La suerte que
tenia para hacer presas se debia en gran parte 3. sus -inventivas. -
As!, por ejemplo, mihntras otros cruceros acostumbraban ir en caza de
sus presas dnrante el dia, hacihdose afuera durante la noche, Co-
chime seguia un sistema opuesto. - Conocia que el enemigo debia
nprovechar la noche para navegar de un puerto a otro de la costa y
por el dia entrar en a1,gunopdra recihir laproteccion de las baterias.
- Siguiendo este principio cruzaba durante la noche y en el dia se
hacia afuera para que el enemigo no sospechase ni le viese. - Em-
pleando prkcticas nuevas 6 ingeniosas pudo en varias ocasiones salir
de grandes apuros. A s i sucedi6, v. g. con el Speedy. - Este buque-
cito l o tenia pintado imitacion de un bergan tin danes, que era bien
conocido en la costa de Espafia. Cuando era sorprendido por algnna
fragata espailola, cuyas fuerzas eran muy superiores, izaba la ban-
dera danesa y salvaba del peligro. En una ocasion, 10s Espafioles, no
satisfechos con la bandera, mandaron un bote a renonocerlo y exa-
ininar sus papeles. Para conjurar este peligro, Cochrane iz6 ent6nces
la bandera de cuarentana a la proa, calcnlando en el horror que 10s
Espailoles tenian A la epidemia que eutbnces hacia destrozos en la
costa de Berberia. - El ardid produjo su efecto, pmqne el bote se
retir6 y le dejo libre. - En otra ocasion fui! igualmente feliz esca-
pando de tin iiavio hances de tres puentes, qne se pus0 3. darle cnza
cuando iiontaba la Pallns. - Viendo que le era imposible escapnr a
fuerza de velas, por la superioridad del navio y que este ya le alcan-
zaha, di6 6rden de arriar las velas de un golpe. - La maiiiohra fx16
ejecutada c(m tanta precision y el timon metido A todo barlovento
fin de parar el buque tan rapidamente cuanto fuese posible, que la
Palias parada asi y virando en sentido contrario, di6 A andar de
me70 A toda vela. - El navio que le perseguia a todo andar y que
- XVIII -
no estaba preparado para esta operacion, pas6 muchas inillas ade-
lante sin que sns tiros alcanzasen B dafiar ni 10s aparejos. - Con-
tribuy6 a este huen resultado la circunstancia de que habia una ne-
blina arrastrada que ap8nas dejaba ver 1s punts de 10smasteleros.
En el mismo, buque hizo otra maniobra notable. - Se encontraba
escaso de brazos por haber despachado una gran parte de su tripula-
cion fi, un servicio especial, cuando vi6 venir sobre 81 tres corbetas
francesas. - A fin de hacerles creer que contaba con una tripulacion
numerosa mana6 aferrar velas amarrkndolas con una dkbil cuerda i
fin de que cortkndola cayesen todas & la vez y presentasen la aparien-
cia de una maniobra ejecutada por muchos 6 instruidos hombres. -
Tan pronto como la Pallas se cubrid de velas, las corbetas desfilaron
hjcia la costa, sin incomodarle. A bordo de este buque, Cochraiie in-
vent6 un volantin, que jnzg6 daria much0 mas andar a1 huqne, una
-
vez que estuviese elevado. El resultado no correspondi6 k la idea,
pero 81 Cree, que el principio en que estk apoyada esta invencion es
-
bueno y merece se vuelva a ensayar. A1 propio tiempo, la inven-
cion dc 10s volantines la aprovech6 para introducir proclamas en la
costa francesa. - A1 efecto colocaba un f6sforo que movihdolo de
cicrto modo incendiaba la cuerda del volantin b iinpelido por el
viento iba k caey k la costa. Por este medio reparti6 un gran mimero
de proclamas, y cuando ejecutaha esta operacion, cruzando la costa
S ~ de P Francia, desen~barc6y pus0 faego k Ins atnlayas francesas,
haciendolo de tal modo, que habihdose apoderado de 10s libros de
seiiales, dejo 10s snficientes rastros para hacer creer que habian pe-
-
recido en el incendio. El resultado fu8, que 10s frauceses reedifi-
caron las atalayas y volvieron A hacer us0 de las mismas seilalts; asi
fuit, que lord Collingnood tuvo 11 sntisfaccion de sabcr, por conducto
de 1as autoridades frnncesas, todos 10s movimientos del encmigo y
asimismo 10s de 10shuqnes ingleses quc venian del promontorio hicia
el Norte de Italia. - Como se pncde ver, estos resnltados eran ohm
exclusiva de astucias nkuticas de Cochrane; per0 10s paisanos apre-
- XTX -
ciarjn mejor lo que es de su cuerda ,como son las maniohras que 61
pus0 en ejercicio cuando fu0 candidato a1 Parlamento. - Cochrane
se present6 par Honiton y como no quiso emplear el cohecbo para
-
ohtener la mayoria, perdi6 la votacion. Una vez en esta situacion
Q qu0 hizo ? Cuando se procedia A hacer la proclamacion del can&
dato favorecido, mand6 que el proclamador anunciase a1 pueblo : que
todo el que liubiese votado por lord Cochrane (candidato vencido) re-
cibiria un regal0 de diez guineas como testimonio de reconocimiento
por el hecho de haber votado el sufragaiite sin admitir cohecho. -
Como el precio que el candidato vencedor hahia pagado era de cinco
guineas por cada voto, fu6 evidente que 10s partidarios de Cochrane
quedaron de mejor condicion. De esta medida result6 que el vencido
vino A ser el candiclato popular y a ganar la eleccion pr6xima con
p a n facilidad.
La fecundidad inventiva de Cochrane estaba acompafiada de una
actividad general. - Siempre se encontraba trahajando, sin perdonar
ocupacion. - En el Pacifico, fu6 llamado el (( Diablo )) y alli tenia
que ser d la vez almirante, capitan y teniente, hasta llegar tomar
-
su turno en la guardia. Y aim mas, lleg6 ti trahajar como carpin-
tero y herrero, componiendo Ins homhas por sus propias manos. -
Hahiendo algo que hacer, 81 no se encontraba ocioso.
En su crucero en la ImpErieuse, vemos una prueba esplhdida de lo
miicho que puede hacerse con recursos pequeilos, cuando estos son
aplicados eon energia.
Cochrane ha dicho con fundamento, que aun cuanclo son muy im-
ponentes 10s comhates entre navios de linea, 61 preferiria, para
obtener un gran efecto, emplear una veintena 6 dos de bnques
pequeiios hien tripulados, d toda armada de navios.
Toda las grandes hazafias de Cochrane fueron ejecntadas, emplean-
do buqnes peqnefios y venciendo las clesigualdacles mas fuertcs.
Es pues, con justo orgullo, que cita 10s acontecimientos de sir Walter
Scott, en relacion d lo que 81 hizo no solo eiritando sc introdujesen
- ss -
tropas en E?pafia, sino tzml~ieninI"m1iendouii dcsaliento tal yne Ins
tropas se retirarou de Fipkrss para salirle a1 encuentro, siendo quc
de otro modo, esas tropaj habrian ido 31 interior de Espaiia. - ~s
asi innecesario afiadir, que el comercio de la costa fu6 paralizado
. . . . . . . . . . . . . . . . .
durante su tiempo.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La opinion de lord Cochrane, respecto a1 despilfarro de velas y
municiones que decantaba el Almirantazgo, era, que si hubiera
habido tal despilfarro como se presumia existir en la costa del &le-
diterrineo, sin dnda que se habria imposihilitado & la Francia el
mnndar un ejkrcito a1 Occidente de Espaiia y habriapodido ahorrarse
10s gastos de la guerra de la Peninsula, atendiendo a1 nhmero de
tropas que Napoleon podia introducir alli. - Esta opinion, que
parce ser algun tanto sorprendente, es digna de atencion, por venir
de un hombre tal. - La repetiremos. - El sostiene, que tres 6
cuatro buques en el Occidente haciendo lo que 81 hizo en el Sur (le
la costa francesa, infundiendo temor a lo largo de ell%,habria hecho
imposible la remesa de tropas a1 Occidente de Espaiia. - El dice,
que si le hubiesen permitido operar en la bahia de Vizcaya con una
pequeila escuadra y tomar posesion de Ins islas francesas, ,tal cnnl lo
dese6, (( no vacilo en arriesgar mi reputacion profesional, a1 emitir,
(( que ni la guerra de la Peninsula ni 10s enormes costos causados

(( por ella a la nacion desde 1809, para adelante, habrian tenido

<( lugar. N - Sostiene tambien, que para el cas0 de guerras futuras

sera hien ficil fastidiar dc ese modo en la costa de Francia, de ma-


nera que el ejkrcito frances se yea en la necesidad de consagrarse
todo 61 i la defensa de su territorio, y de este modo impedir pnedan
mandar tropas a paises extranjeros. - Para obtener un resultado
tal, era necesario contar con almirantes como Cochrane dotados dc
una vigilancia que jamas duerme y de una actividad sohrehumana.
Las grandes cualidades que reunia Cochrane como marino se en-
cuentran manifestadas en el encuentro de la Gnmo. Debe tenerse pre-
- XXI -
scute que el comandaha el Speedy, bnque de 158 toneladas y armado
coli 1 4 cailones de a cuatro.- Era tan pequeilo el armamento que
pop via de burla, Cochrane se pase6 un dia en el alcazar con toda la
carga que correspoiidia Li uno de 10s costados, lleviindola en 10s bol-
sillos de su sobretodo - La cimara era tan chica que no admitia ni
una silla, y para poder afeitarse habia que quitar la claraboya, pastir
la cabeza por alli, y colocar sobre cubierta 10s aperos. - FuB coil
este barquichuelo que hizo tantas presas. - Ya conocemos lo que
hizo en este buque para escapar de una fragata espailola izando la
bandera danesa y despues la de cuarentena. - Cualquiera se habria
contentado con escapar, pero Cochrane se fastidi6 de perder de este
modo su tiempo, y en cuanto se le present6 otra ocasion procur6
-
desquitarse. Se cmz6. con la Gamo, fragata espaiiola de 32 cailones
y 319 hombres de tripulacion, mientras que el Speedy tenia esa vez
54.- A1 divisar a1 enemigo dirigi6 su buquecito, sin disparar un
tiro, i sotavento de la fragata, cerrando las vergas en 10s aparejos
de sus enemigos, -La consecuenciade esta maniobra fu6, que siendo
la fragata muy elevada, 10s tiros que hacia pasaban sobre el Syeedy
a1 paso que 10s que este hacia volaron la cubierta del alcazar de la
Gmo. - El comhate era pues deaventajoso para 10s Espafiolos y se
resolvieron a abordar el Speedy. - Cochrane evit6 este movimiento
largandose en el momento y volviendo acto continuo Li la carga. -
Tomaba A su vez la resolucion de abordar la Gamo. - Coloc6 a su
cirujario M. Guthrie a1 timou y la gente en 10sbotes, dejando 6 aquel
-
entemmente solo haciendo de comandante y tripulacion. En hora
y media mas tarde la Gaino era hecha presa por Cochrane. -
La perdida que tuvo fue la de tres marineros muertos, zln
oficial y 17 heridos, a1 paso que el enemigo contaba entre 10s
niuertos su capitan, el contramaestre y 13 marineros y 4 1 heridos.
......................
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Xtendiendo a las brillantes cnalidades que adornaban a Cochraue
- SXII -
y a las acciones tan gioriosas que two, es dificil explicsr Id ruoii
por la que iio cosecli6 de ellas uiia felicidad tcrrestrc 111 uii elevado
rango. - Lo dnico que podenios aveiiturar cs, que en el caracter
de este hombre habia mnclio qoc disgustahn. ti 10s oficiales supe-
Tiore+- Expressha sus opinioiies con una fraiqueza que no sienipre
-
es a~rad,tl)le. Eii politica era tin radicdl, triiia niuy alta opinion
de sus propios meritos y ninguna considcraciori IC dctcnia para to-
lerar un olvido liicia ill 6 una iitjusticia hjcia 10s otros.
Conociendo el verdadero valor de sus fuerzas y la superioridad que
tenia respecto 8 10s que le rodeahaii, cuando sus reclanios e r m des
ateiididos y 10sde 10sotros acatados, su sangre heryia y sus accioncs
se resentian de indiscrecion. .............
........................
I

Lord Coclirsne era de esos hombres que tomaii las C O S ~ Scon


c a l m y se contentan tan solo con h a w lo que puedcn ,aunque
-
no cosecheii fruto alguno. El sostenia sus deiechos con todas las
fuerzas de su espiritu y no podia coiivenir en que se desatendiese
la justicia. ...................
.......................
Cuando el coude de Dundonald dice, 8 aquellos que lian acusado
su conducts hacia el Tribunal del Almirantazgo de irrcspetuoso :
Solo pziedo decir, que si mi v i d a fiiesc d coinenzar de iiwz'o, con la expe-
rieiicia que hoy tengo, ci pesnr de las coizsecuencias sufridas, yrosegiiiria
otra vez el mismo curso, basta para no prose@ adelante. Si lord -
Dundonald, con la eqieriencia de las consecueiicius que solo le dieron
enemigos poderosos y nunca el resultado que se propnso, repite, que
sin embargo volveria ri hacer lo mismo, con pleiio conocimiento de
lo que haria, estamos segnros que roniperia una parcd con la ca-
beia si se lo piopusiera.
Si a1 termiiiar su yida, cree que lo que hizo en aquel entdnces era
jnsto y necesario, debemos creer que en el acto de obrar debi6 tener
eri su eonducta, conversacionesprivadas y encneiitros personales, una
- SXIII -
sums de energia tal que sobrepujaba ri la que nanifiesta en sus es-
critos; lo c u d evplica tambien la mucha hostilidad con que la
. . . . . . . . .
snerte lo ha perseguido durante su vida.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La carrera de lord Cochrane nos parece algo semejante ri la tra-
gedia griega, en la euaI encontramos siempre a1 h6roe abntido por
las circunstancias. - Un hado fatal le persigue, y a pesar de 10s
esfuerzos que hace, no puedc coronar su gloria con felieidad. -
Bien puede ser el niejor de 10s hombres, el mas grande de ellos,
-
pero no podra dominar la fortuna. El destino ha fulminndo tin
decreto que le torna en su contra am las cosas mas perfectas que
haga.
Si en el poder himano no esti el dominar la mala suerte, por
cierto que Cochrane no era el ser privilegiado para alcanzar tal
gloria.
De qu6 modo 10s golpes de fortuna se sucedieron y recayeron
sobre e1 hasta anonadarlc, es un enigma inexplicable.
Que lord Cochrane haya podido salvar de tan crudas priiebas y
que ahora sea entre nosotros acatado con honor y admiracion, es
una justicia podtica que celebramos ver realizada, justicia que no
siempre encontramos en este mundo prosaico.

-. _ -.......... ........

> ' P '


MEMORIAS
DE

LORD COCHRANE'

CAPITIJLO P R I M E R 0

-
Se me propone tomar el maudo de la marina chilena. Llegada ti
-
Valparaiso. Primera expedicion a1 Peru. - Ataque contra 10s
buques espafioles en el Callao. - Partida para €Iuacho.,- Presa
de convoyes espafioles cargados de dinero. - Toma de Payta. -
Regreso a Valparaiso para reorganizar la escuadra. - Ofrexco
ceder en pro de la Repdblica mi premio de presa. - Rehusase este
ofrecimiento por el Supremo Director. -Felicitaciones publicas.

E n el aiio de 1817, don Jose Alvaiez, agente acre-


ditado del gobierno de Chile (que no estnba recono-
cido aun por Ins potencins europeas), me propuso
tomase el encargo de organizar cn aquel pais una
fuerza naval, capaz de hacer frente a In (le 10s Espa-
fioles, quienes, ipesar de 10s felices resdtados que 10s
,
Chilenos habian obtenido en tierra firme, eran aun
sefiores de las aguas del Pacifico.
Hallandome, en ese e n t h c e s , destituido de mi em-
pleo, por hab6rseme expulsado injustamente del ser-
vicio naval britanico, a causa de las maquinaciones
del poderoso partido politico, que yo habia cornba-
tido, y viendo 10s grandes esfuerzos que Chile hacia
para crearse una marina, B cuyo objeto se habia prin-
I
cipiado a construir en 10s astilleros de L6ndres un va-
por de guerra, no trepid6 en aceptar la propuesta del
sefior Alvarez, obligandome 6 cuidar de la construc-
cion y equipo del expresado vapor y Q condiicirle a
Valparaiso tan pronto como estuviese concluido.
Mientras tanto, Alvarez recibib 6rdenes de su go-
bierno, para que, si yo habia aceptado las propuestas,
me hiciese ver que no habia tiernpo que perder, que
parliese, pues la situacion d e Chiie era critica, a causa
de estar 10s Espaiioles amenaeando Valparaiso y en
posesioii del litoral desde Concepcion basta Chiloe,
puntos en donde organizaban las hordas salvajes de 10s
Indios para llevar la guerra de exterminio 6 las povin-
cias que acababan de emanciparse. - A la vez, se ha-
bian recibido partes fidedignos, en que se manifes-
taba, que la corte de Madrid hacia grandes esfuerzos
para mandar recobrar sus posesiones perdidas, refor-
zando su escuadra del Pacifico y contra la cual 10s bu-
ques chilenos no estaban en condicion de luchar, por
el mal estado en que se encontraban. - Por esta causa,
Alvarez me rog6 no esperar la conclusion del vapor y
aprovechase la salida del navio mercante Rosa, que
partia para Chile. - Teniendo conocimiento que todo
el Peru se encontraba en poder de 10s Espaiioles como
asimismo Valdivia, el puerto mas fortificado en ia
parte Sur d e Chile, y juzgando que seria bien dificil
desalojarlos, si les llegaban 10s refuerzos con antici-
picion, m e embarque sin demora, acompafiarlo de mi
esposa y nuestros dos hijos, y el 28 de noviembre de
1818 salt6 en tierra en Valparaiso.
La recepcion que se nos hizo por parte de las auio.
ridades y del publico fu6 entusiasta, viniendo desde
Santiago el Supremo Director general O'Higgins a dar-
nos la bienvenida. Este excelente varon era hijo de un
caballero irlandes, de categoria en el servicio d e In
Espaiia, siendo que habia desempeiiado el importante
-
cargo de virey en el P e r k El hijo, a pesar de 10s
aiitecedentes del padre, habia abrazado la causa de
10s independientes , distinguiendose tanto en una
derrota que caus6 6 10s Espafioles cuando era se-
gundo en el ejkrcito, que en recompensa de ese ser-
vicio, la gratitud nacional le elev6 al supremo di-
rectorio.
Nuestra llegada fu6 celebrada en Valparaiso con di-
versidad de fiestas, las cuales fueron repetidas en la
capital, adonde procur6 lle\ arnos el Supremo Director
- 4 -
y por cuya. razon tuve que recordar a S. E., que nuestra
mision era batirnos antes que divertirnos. Sin embargb,
la recepcion que se nos hizo nos di6 una idea tan ele-
vada de la hospitalidad chilena que, angustiado como
me habia visto por la infame persecucion que me ar-
rancara de la marina britanica, tom6 la resolucion de
adoptar a Chile por mi patria futura. - Esta decision
no fu6 mas que un comprobante del proverbio que
dice : K El hombre propone y Dios dispone. ))

La escuadra chilena acababa de regresar de un feliz


corso, habiendo su jefe, el intrepid0 almirante Blanco
Encalada, capturado una magnifica fragata espafiola
de 50 cafiiones, In illaria-Isabel, surta en la bahia de
Talcahiiario.
La escuadra se componia de esta fragata, que se la
llani6 la O’Higgins, en honor del Supremo Director;
del Sun Martin, de 56 cafiones, antiguamente el Cune-
berland, buque de Indias, comprado para el servicio ;
del Lautaro, de 44 caiiones, barco tambien indiano y
comprado para el objeto; del Galuarino, de 18 cafio-
nes, que poco antes hsbia sido la corbcta de guerra
inglesa Hecat; del Chacabuco, de 20 cafiones y del
-
dmucano, de 16. Esta fuerza, aunque imperfects en
5u organizacion y eyuipo, hacia honor a la energia de
un pueblo recientemente emancipado.
A poco de haber llegado 5e expidi6 por el supremo
gobierno un decreto, en virtud del cual se me con-
- 5 -
feria el titulo de vicealmirante de Chile, almirante y
comandante de las fuerzas navales de la Repitblica.
- El almirante Blanco me cedi6, con generosidad pa-
tribtica, su puesto, aun cuando l& heroica accion que
acabada de ejecutar le diese derecho para conservarlo;
siendo ademas tan franco, que en persona anuncib d
las tripulaciones de 10s buques el cambio que se habia
efectuado.
Los capitanes de la escuadra miraron mi Ilegada
con grande emulacion, tanto mas: cuanto que habia Ile-
vado conmigo de Inglaterra oficiales en quienes podia
descansar mi confianza. - Aconteci6 don especiali-
dad, que dos de esos capitanes, Guise y Spry, habian
llegado tambien recientemente de Inglaterra condu-
ciendo el Hecat, que habian cornprado d la marina
britdnica por via de especulacion. No habiendo que-
rido comprarlo el gobierno de Buenos Ayres, lo tra-
jeron a Chile. y el gobierno lo coinpr6, incorporh-
doles en el servicio de su marina. - Estos oficiales,
en union de un Norte-Americano, el capitan Worces-
t e r , prepararon una cabala, que tenia por objeto
establecer la division en el mando entre el almirante
Blanco y yo, 6, como ellos decian : (1 Dos jefes de es-
cuadra y no Cochrane. )) - Viendo elios que Blanco
no se prestaba 6 tal intriga, persuadieron a uno 6 dos
de 13s niinistros, cuya suspicacia no era dificil desper-
tar, de que era peligroso p en descrkdito de un go-
- 6 -
bierno republicano, el permitir que un noble y extran-
jero mandara la marina, y aun lo era mas el con-
scntirle conservase SII titulo. El plan era poner B la
cwbeza del mando a1 almirante Blanco y haeer que yo
sirviese de su segundo. Por medio de estacombinacion,
y como Blanco no estaba acostumbrado 6 mandar ma-
rineros ingleses, 10s autvres de este project0 creian
que asi podrian predominar d sus anchas. - El alrni-
rante Blanco, con todo, insist% por cambiar nuestros
puestos, ofreciendose B servir como segundo, B cuyo
arreglo asenti gustoso.
No merecia'la pena de enumerar esta insignificante
disputa, sino fuera por ios resultados posteriores B que
di6 lugar, como por aproveehar de la ocasion de
conferir un testimonio lisonjero a1 desinteresado pa-
triotismo del almirante Blanco, quien es hoy dia uno
de 10s mas ilustres hombres que adornan B la Repu-
blica que contribuyb a estahlecer con servicios emi-
nentes.
El 29 de diciembre se enarbol6 mi bandera B bordo
de la O'Higg'ins, empleando en seguidit la mayor
actividad en aprestar la escuadra para salir B la mar.
- Deseoso de evitar demoras, me hice 6 la vela el
16 de enero con solo 10s cuatro siguientes buques :
- La O'Higgins, el Sun Martin, el Lazcturo y el Cha-
cabueo, dejando a1 almirante Blacco para que me si-
guiese con el Galvarino, el Aruueano y el Puyredon.
I
- 7 -
A I salir estall6 un niotin Q bordo del Chucu:ab?cco,
por lo que fut5 precis0 entrar Q Coquimbo; en donde,
despues de desembarcar 6 10s cabecillas de la sedicion
y haberles formado causa, se les castig6.
A1 hacer rumbo Q lo largo de la costa, se nos in-
form6 que el Antonio se hallaba Q punto de salir del
Callao para Cadiz, llevando una considerable suma de
dinero.- Por esto, esperando interceptarlo, estuvi-
mos corseando hasla el 21 de febrero, 1 una distancia
suficiente para no ser vistos desde el puerto.- Mas,
como no apareciese este, se hicieron 10s preparativos
para llevar Q cab0 el plan que me habia propuesto,
de atacar 10s buques espaiioles surtos en el Callao,
aprovechando el carnaval, porque era presrimible que
entbnces habria m h o s vigilancia, Q consecuencia de
10s regocijos de ~ S O Sdias. De antemano nos habiamos
informado, que la fuerza que habia en el puerto se
componia de las fragatas Esmeralda y Tlenpnza, una
corheta, tres bergantines de guerra, una goleta, veinte
y ocho lanchas caiioneras y seis buques rnercantes ar-
madas con artilleria de grueso calibre, y que todos
estos buques se encontraban juntos J: amarrados a1
pi6 de las baterias en donde hahia 350 caiiones mon-
tados, segun constaba de un documento oficial que
especificaba el armamepto de ellas.
Hacer un ataque direct0 con la pequefia fuerza que
teniamos, parecia un plan que no debia ni ensayarse;
- 8 -
sin embargo, me resolvi a apoderarme d e las fragatas
durante el cnrnaval que concluia el dia 23.
Sabia que en el Callao se esperaban de un dia a
otro dos buques de guerra Norte-Americanos, y apro-
vechando de esta eventualidad, determine entrasen la
O’Higgins y el Lautaro con pabellon Norte-Ameri-
cano, dejando a1 San Martin oculto tras la isla de
San Lorenzo. - Si la estratagema del pabellon salia
bicn, procuraba fingir 91 enviar un bote a tierra con
despachos y a1 propio tiempo arrojarme de sorpresa
sobre ]as fragntas y cortarlas.
Desgraciadamente se levant6 una de esns densns nie-
blas, tan frecuentes en las costas del Peru, que hizo se-
pararse al Lautaro y no volverse 5 incorporar i la
almiranta hasta t u a t r o dias despues, cuando el carna-
val habin pnsado, haciendo ineficaz el plan concebido.
La niebla, que bajo el clima del Per6 persevera por
mucho tiempo, dur6 hasta el 29. Durante este intervalo,
se dej6 oir un vivo caiionzo, y creyendo que uno dc 10s
buqnes se estaba batiendo con el enemigo, me mantuve
con el mio en la bahia; 10s otros, creyendo lo mismo, se
dirigieron tambien hacia el lugar de donde venia el es-
tampido del caiiofi ; por esta circunstancia, al disiparse
la niebla por un instante, nos descubrimos mutua-
mente y & la vez una vela extraiia que se hnllaba cerca
de nosotros. - Hecha 6sta presa por la nlrniranta, re-
sult6 ser una lancha cafionera espafiola tripulada por
- 9 -
un teniente y veinte hombres, quienes, a1 caer en
nuestro poder nos dijeron que aqnel fuego habia sido
salva en honor del virey, que hiibia ido esa maiiana i
pasar revista de las baterias y embarcaciones y que en
ese momento se encontraba B bordo del bergantin de
guerra Pezuela, a1 cual habiamos visto hacer fuerza de
vela con direccion ri Ias baterias.
Hnbiendo vuelto la niebla, se me ocurri6 la posibi-
lidad de hacer un ataque directo, el ccal si no salia
bien del todo, B lo m h o s daria B 10s Espafioles una
idea tal de lo muy resueltas que eran nuestras inten-
ciones, que les haria mirar con respeto la escuadra
chilena y les induciria, tal vez, B no enviar sus buques
en proteccion de su cornercio ; en cuyo caso, un blo-
queo nos ahorraria la necesidad de diseminar nues-
tras fuerzas pequeiias, para irles en persecucion, su-
poniendo, que se resolviesen B salir B la mar. - En
efecto, conticuando bajo el disfraz de la bandera
Norte-Americana, la O’Higgins y el Lautaro se diri-
gieron hBcia las baterias y por poco no encallaron 6
causa de la nieb1a.-El virey que habia, sin duda, pre-
senciado la captura de la caiionera, estaba preparado
para recibirnos con la guarnicion sobre las armas y
las tripulaciones en sus cuadras. - A pesar de la no-
table desigualdad, me decidi B atacar, puesto que el
retirarnos sin dispnrar un tiro produciria en el Animo
de 10s Espaiioles un resultado contrario del que me
I.
- 10 -
proponia; sabia por la experiencia que poseia en asun-
tos de guerra, de que el efecto moral, aunque sea el
resultado de un cierto grado de temeridad, no deja ii
veces de suplir la falta de una fuerza superior.
Como el viento empezase B calmar, no me aventur6
B liacer que la almiranta y el Lautaro se atrazasen a1
costado de las fragatas espafiolas, tal cual lo habin
pensado en un principio, sin0 que me amarr6 con CQ-
dera sobre nuestros cables por el traves de las embar-
caciones, las cuales formaban una media luna de dos
linens, estando la ultima fila dispuesta de manera que
cubriese 10s intersticios de 10s buques de la fila de en-
frente.- Sobrevino una calma muerta y durante dos
horas estuvimos expuestos 6 un fuego terrible de las
baterias y del que nos hacian las fragatas, 10s bergan-
tines Pezuela y Maypu y siete u ocho lanchas caiio-
neras, consiguiendo, sin embargo, apagar con nuestro
fuego el del Bngu!o norte de uno de 10s principales
fuertes.
De subito se levant6 una brisa y levando el ancla,
estuvimos yendo y viniendo a1 frente de las baterias y
respondiendo t-i sus fuegos, - En estas circunstancias
cay6 gravemente herido el capitan Guise, que mandaba
el Lautaro y su buque se larg6 no volviendo A entrar
en linea. - El Sun Martin y el Chacabuco, sea por
falta de viento 6 par otras causas, no llegaron a PO-
nerse Q tiro de bala, quedando la almiranta sola para
- 14 -
continuar la accion; par lo que, faltando la coope-
ration de 10s otros buques, me vi obligado de mala
gana Q abandonar el ataque, retirandome d la i s h de
San Lorenzo, distante de 10s fiiertes cosa de cuatro
6 cinco millas. -Los Espaiioles no se atrevieron 6
perseguirnos Q pesar de que sus fuerzas, independien-
temente de las cafioneras, fuesen casi el cuddruplo de
las nuestras.
Las fuerzas navales que alli tenian 10s Espafioles
eran las siguientes ;
Fragatas. - Bsmeralda, 44 caiiones; Veenganza, 42;
Sebastiana, 28 ; -
Bergantines. - Maypu, 18 caaones; Pezuela, 22;
Potrillo, 18 y otro cuyo nombre ignoro d e 18;
Goleta. - Una, ouyo nombre desconozco, armada
con una pieza de 6 24 y 20 culebrinas;
Buques mercantes armados. - Resolticion, 36 ca-
fiones ; Cleopatra, 28 ; la Foeha, 20 ; Guarney, 18 ; F w -
nando, 26 ; Sun Antonio, 18.
Total : 14 buques, 10 de 10s cutales estaban listos
para salir Q la mar y 27 lanchas ctliioneras.
En este hecho de armas, mi hijo cuasi muere. -
Como esta oeurrencia ha sicio narrada con alguna
inexactitud por algunos escritores chilenos, relatar6
lo que pas&
A I principiar el fuego, habia colocado a1 nifio en mi
cbmara, cerrando la puerta con ilave. - fil se disgust6
- 12 -
de la reclusion y se sali6 por la ventana de 10sjirclines
de pop” para venirse icolocar imi lado. - Como no
podia ocuparme de 61, le perniti quedarse, y 81 que
se hallaha con nn miforme en miniatura de guardia-
marina que le habian hecho 10s marineros, se pus0 a
dar p6lvora i10s artilleros. - Se encontraba en esta
ocupacion, cuando una bala rasa se llev6 la cabeza
de un marinero, que estaba cerca de 81, salpicandole
la cara 10s sesos de aquel inf‘eliz. - A1 punto recobr6
su serenidad (no con gran alivio para mi que estaba
aturdido creyendo le habian muerto) y corri6 en-
contrarme gritando : (I No me han herido, p a p i ;
la hala no me tocado; Juanillo dice que la bala para
matar a1 nifio de mamiri no se ha fundido ann. - ))

Mand6 que le bajaran, pero como se resistia con


todas sus fuerzas, tuve a1 fin de permitirle se qvedase
sobre cubierta durante la accion.
La phrditla que tuvimos en esta refriega fuh insigni-
ficante, si se considera nos hallibamos bajo el fiiego
de mas de 200 cafiones. - Est0 fu6 debido a habernos
colocado de tal modo, que teniamos las fragatas ene-
migas entre nosotros y 10s fuertes, por lo c u d 10s
proyectiles que estos nos arrojabau, no hacian mas
que tucar en 10s aparejos, que quedaron bien n d t r a -
tados.
Corno a1 principiar la accion habia niebla, 10s Espa-
fioles creyeron que todos 10s buques de Chile se encon-
- 13 -
traban en ella y no fu6 poca la sorpresa que twicron,
luego que el tiempo aclar6, a1 ver que el solo comhn-
tiente que tenian era su propia fragata, la antigua
Maria-Isabel.- FuB tanto el desaliento que les caus6
este descubrimiento, qiie tan pronto C O M O les fu4 po-
sible, despues del combate, desaparejaron sus buques
de guerra, formnndo con 10s masteleros y berlingas
una dcble cadena que rolocaron a1 traves del surgidero
para impedir la entrada.
Los Espafioles ignoraban ent6nces que yo era el que
mandaha la escuadra chilena ; mas tan pronto como
lo supieron, me confirmaron con el titulo poco li-
sonjero de El Diablo, y por el c u d se me conoci6 entre
ellos mas tarde. -Ese epiteto hubiera sido mas mere-
cido, si 10s otros buques me hubiesen ayudado.
A1 siguiente dia, habiendo reparado 10s daiios que
habiamos sufrido, volvieron Q entrar In almiranta y el
Lautaro haciendo un fiiego destructivo sobre las
caiioneras espafiolas. Los buques neutrales que habia
-
en el puerto se retiraron fuera de tiro de cafion. Las
lanchas caiioneras se colocaron cerca de las baterias
adonde poco daiio les podiamos hacer y nosotros re-
cihir mucho de las baterias; asi fu8 que nos contenta-
1110s con esta demostracion.
El 2 de marzo despach6 a1 capitan Foster Q apode-
rarse de la isla de San Lorenzo, acompniiado de la ca-
fionera espafiola y de las lanchas de la O’Higgins y del
- 15 -
recho d e tratar Q 10s prisioneros como a piratas, si lo
creyera oportuno; rearguyendo que el general San
Martin, despues de la batalla de Maypu, habia tratado
de espia a1 comisionado espniiol y amenazadole con la
muerte repetidas veces. - EL canje de prisioneros fu6
descortesmente rehusado, finalizando el virey su res-
pnesta con manifestar su s&presa, porque un noble
ing16s mandase las fuerzas maritimas de un gobierno
i( que ningun pais del globo habia reconocido. )I - A

esta hltima observacion crei de mi deber responderle,


((que un noble britinico era un hsmbre libre y For lo
tanto tenia el derecho de ayudar 6 cualquier pais que
se esforzase por restablecer las garantias de la hunia-
nidad ultrajada; que por est0 habia abrazado la causa
d e Chile con la misma franqueza que habia rehusado
el ofrecimiento que poco Qntes me hub; hecho el em-
bajador d e Espafia e n L6ntlrPs del empleo de almirante
de la escuadra d e ese reino. ))
Este ofrecimiento me lohizo el duque de San CArlos,
A nombre de Fernando sktirno.
Como nuestros medios eran manifiestamente insufi-
cientes para dar un golpe decisivo contra 10s buques
d e guerra espaiioles, resolvi ensayar el efecto de iin
brulote, Q cuyo objeto estableci un laboratorio en San
Lorenzo, ba.jjo la direccion del mayor Miller, coman-,
dante de marinos. - Mi6ntras se hacian 10s prepara-
tivos, tuvo lugar una explosion casnal que quem6 gra-
- I6 -
vemente a aquel habil y esforzado oficial y nos priv6
de sus servicios.
El 22 de marzo, estando concluidos nuestros prepa-
rativos, nos dirigimos nuevamente hacia ]as baterias,
pasando con la almiranta muy cerca de 10s fuepos
combinados de 10s fuertes con el de las embarcaciones,
lenientlo por objeto distra'er la atencion del enemigo
p ocultarle el briilote, que habiamos dejado ir a mer-
ced de las olas con direccion & las fragatns; pero,
cuando se hallaba este como a tiro de fusil, una bala
rasa le ech6 a pique frustrandose asi nuestro plan. -
El S a n M a r t i n y el Lazctaro se hallaban muy atras y fu6
menester renunciar a h d o ataque y dejar ir ri pique el
brulote.
No habiendo producido mas que demostraciones
inutiles las tefltativas que habiamos hecho y halltin-
dose 10s buques faltos d e agna y de provisiones, nos
vimos en !a necesidad de ir 6 Huacho, dejando a1
Chacabwo para observar 10s movimientos del enemigo.
Los habitantes de Huacho, que se encontraban en
ta mejor disposicion pard cooperar 6 la emancipacion
del Peru, nos dieron todo cuanto necesjtabamos, por lo
que el comandante d e armas Ceballos niandn fusilar ri
dos de las personas mas influyentes que nos habian
auxiliado, y castigar severamende ti otros, embargando
a1 propio tiempo nuestros cascos de agua y envirin-
dome un cartel insoleate, en vista de lo cual hice des-
- I7 -
embarcar una partida de
a la guarnicion. I ~ A”./
El oficial que mandaba la partida ces6 empero’de.
perseguirla por haber oidc iin cxiioneo que tom6 por
un combate con un enemigo recien llegado, siendo
que este cafioneo era salva que se hacia por la llegada
del almirante Blnnco con el Calvarino y el Puyvedon
- Tomado Huacho, se apres6 todo cuanto se en-
contr6 en la aduana espafiola perteneciente a1 go-
bierno.
A poco nos informaron 10s haldantes de cse lugar, d e
que en una embarcacion que se encontraba en el rio
Barranca, habia una grnn cantidnd de dinero que se
habia embarcado para mayor seguridad y pertenecia
ii la compaiiia de Filipinas. A1 momento la embarca-
cion fub registrada y el tesoro trasportado a bordo de
la a1miranta.-En seguida, dejando a1 almirante Blanco
en Huacho con el Sun Martin y el Puyredon, navegub
el 4 de abril para Supe, llevando el O’Hiqgina y el
Galcarino. - Habia sabido que de Lima habia partido
para Guamhucho un contingente de dinero, destinado
ri pagar ]as tropas espafiolas; asi fu6 que el dia 5 hice
desembarcar en Patavilca un destacnmento d e mari-
nos, el cual se apoder6 del contingente que ascendia
i 70 mil pesos, ri la par de una porcion de muni-
ciones. - E1 dia 8 volvi Q tener aviso de que B bordo
del bergantin frances Gazelle, surto en Guambucho.
- 18 -
se hahia embarcado por la compaiiia de Filipinas otro
tesoro, con cuyo motivo me di ri la veIa para aquel
pnnto, y el dia 10 10s marineros de la Oliiggins pasa-
ron a registrarlo y se trajeron 60 mil pesos.
El sistenia que empleaba para tener noticia de estos
convoyes y apoderarme de ellos, era el gratificar con
.
largueza a 10s que me hacian las contldencias, y d e este
modo tenia facilidad aun para aprehenderlos en Io in-
-
terior del pais. Mas tarde, el ministerio de Chile se
neg6 ri acordarme (( fondos para el servicio reseri
vado, )) y para snplir esa falta tuve que hacer 10s des-
embolsos de mi propio haber.
En mis procedimientos tenia particular cuidado
dc qranjearme la amistad del pueblo peruano, em-
pleando bacia 61 medidas conciliatorias , procurando
can escrupuloso cuidado se respetara su propiedad y
que lo que se tomara fuera exclusivamente de Espa-
gales. - De este modo se inspiraba conEanza y se
conseguia encender 10s inimos para desear la emanci-
pacion. - A no haber sido asi, dificilmente me habria
arriesgado ri destacar partidas A lo l6jos de la costa
para obrar en el pais, como despues lo hice, to-
mando fieles informes d e 10s movimientos de 10s
enemigos.
Dejamos este lugar y el 13 llegamos b Payta, punto
guarnecido por 10s Espaiioles. - Hubo necesidad de
enviar B tierra nna partida, ri cuya presencia 10s ene-
- I!) -
migos abnndonaron el fuerte y se les tom6 caiiones de
bronce, aguardiente y pertrechos de guerra. - Alg~i-
nos marineros, desobedeciendo brdenes estrictas, roba-
ron ornainentos valiosos d e iglesia, los cuales n a n d 6 de-
volver almomento de saberlo, castigu6 a 10sdelincuentes
yentreguh B 10s sacerdotes un mil pesos para que repa-
raran el daiio inferido. Este paso, aun cuando n o podia
captarnos la voluntnd del clero que miraba con alarma
el triunfo de 10s Chilenos, aument6 nuestra populari-
dad entre 10s habitantes. - El ver que de tal modo
nos absteniamos del pillaje era casi incomprensible
para un pueblo que tenia dura experiencia d e la rapa-
cidad espaiiola, y esto mismo era tambien incampren-
sible para los indisciplinados Chilenos, que montaban
la mayor parte de la escuadra, por cuanto se les impe-
dia el saqueo.
El 5 d e mayo m e adelant&, con solo la almiranta, ti
reconocer el Callao, ,i con~ecuenciade haber sabido
que las fragatas espa6olas habian hecho huir cerca del
puerto a1 Chacnbuco y a1 Puyredon. - Las encontr6
que se hallaban otra vez amarradas a1 abrigo de las ba-
terias, por lo cual nos volvimos 6 Supe, convemidos
d e que nuestra anterior visita 31 Callao habia produ-
cido el eficaz resultado d e disuadirles de salir 6 la mar
en protecciori d e sus costas; resultado que correspon-
dia al pensamiento que tuve para haber dado 10s ata-
ques que di ; lo cual era una gran ventaja, puesto que
- 20 -
asi quedabamos duezos d e la costa para poder comu-
nicar libremente con 10s habitantes de ella 6 investigar
el estado d e 10s Bnimos, que por cierto ern casi una-
nime para cooperar con Chile en pro de la emnncipa-
cion, a vista de nuestro domini0 maritimo y de la nio-
deracion que empleabarnos.
La siguiente proclama produjo u n gran efecto tanto
en Lima coni0 en la costa ':

(( i Compatriotas !

I) Los repelidos ecos de (( Libertad )) que resonaron

en la America del Sur, fueron oidos con placer por


doquiera en la esclarecida Europa y muy especial-
mente en la Gran Bretaiia, en donde , no pudiendo yo
resistir a1 deseo de unirme 6 esa causa, determine
tomar parte en ella. -
La Repcblica de Chile m e ha
confiado el mando de sus fuerzas navales. -
A ellas
compete el cimentar la soberank del Pacifico. Con -
su cooperacion swan rotas x e s t r a s cadenas. No lo-
dudeis: el dia esta pr6ximo en que, derrocaclo el des-
potismo y la condicion degradante en que yaceis su-
midos, sereis elevados a1 rango de una nacion libre,

1. Las proclamas y demas dociimentos que se acompaiiaii en estas


lemorias, las conservamos tales cuales se hallahan en el original,
porqiie asi apwecirron en la fwhx en que se escribieron.
N. DEI. ED.
- 2 -
a1 cual naturalmente os liama vuestra posicion geo-
grafica y el curso de 10s itcontecimientos.
)) Pero debcis coadyuvar a la realizacion de esle ob-

jeto arrostrando todo peligro, en la firme inteligencia


que tendreis el mas eficaz apoyo del gobierno de Chile
y de vuestro amigo
D COCHRANE. ))

Esta proclamafu4 acompafiada con otra del gobierno


de Chile, en que manifestaba la sinceridad de sus in-
t e n c h e s ; de suerte, qrie la combinacion de todo esto
produjo el efecto, de que se nos recibiera por todas
partes como a libertadores.
El dia 8 nos volvinios a Supe y alli se nos dijo, que
en las inmediaciones habia una fuerza espaiiola ; !a
cual determinamos sorprender, haciendo desembarcar
a1 anochecer un destacamento de marineros por el me-
dio de una fuerte resaca. - Pero el enemigo se hallaba
vigilante 4 hizo m e r a la mafiana siguiente a nuestra
fuerza en una em5oscada, de la cual habria librado
mal si el mayor Miller, que mandaba 10s marinos, no
hubiese andado con tanta presteza, formando su gente
y atacando a su vez a la bayoneta, por cuyo medio pus;)
en derrota a1 enemigo, le tom6 una bandera y la mayor
parte de sus armas.
El dia 13 lleg6 de Lima un destacamento de tropas
espafiolas a1 inando del comandante Camba, quien a
- 22 -
pesar de la superioridad numerica que tenia no se
atrevi6 ii atacar nuestra pequeiia fuerza , dejandola
retirarse ti 10s buques con una gran porcion de ganadc
cogido a1 enemigo; sin embargo, Camba escribi6 a1
virey una estudiada descripcion, en que le asegiiraba
(( haber arrojado a1 mar a1 enemigo, en recompensa
))

de lo cual se le di6 un ascenso.


Es inutil entrar en otros detalles acerca de las excur-
siones que hicimos ti otros piintos de la costa, en
donde cogimos tambien Ijrovisiones y pertrechos de
guerra, siguiendo a i idea, de compeler a 10s Espafioles
ii proveernos de todo la que la escuadra necesitaba,
no gravando en nada ti 10s naturales, - A1 fin resolvi
voherme ri Valparaiso, atendiendo B la falta de ele-
nientos que habia para llenar el objeto principal de
nuestrs m i s i m , organiznndo una fuerza =as compe-
tente. - El 16 de junio entre en aquel puerto, en
donde encontrt! a1 almirante Blanco con el Sun Martin y
el Chacabuco. - Dicho almirante se habia visto obligado
Q levantar el bloqueo del Callao por falta de provi-
siones, lo cual habia desagradado en alto grado a1 go-
bierno, sin acordarse, que lo primero que tenia que
censurar era su propia negligencia G falta de pre-
vision para atender en tiempo a las necesidades de 10s
marinos.
En la primera expedicion se habian satisfecho 10s
objetos principales de ella; estos eran liacer recono-
23 -
cimientos con Ia mira de las futuras operaciones que
debian llevarse cabo cuando la escuadra se en-
contrase en buena condicion , y sobre todo, sondeaf
las inclinaeiones de 10s peruanos, respecto a la idea
de la ernancipacion, lo cual era de la mayor impor-
tancia para Chile por la continua vigilancia y a l a r m
en que tenia que estar, mientras 10s Ebpaiioles 110-
seyesen tranquilamente el Peril y se encontrasen en
aptitud de amagar las libertades que acabxban de
conquistarse. - A este fin se habia conseguido que
las fuerzas navales del enemigo se resignasen 5 per-
manecer encerradas a1 abrigo de 10s fuertes sin intenlar
nada; que 10s destacamentos que eran encontradov
par nuestras partidas fiiesen derrotados en donde
quiera se les encontrase, y adeinas el haber capturado
sumas de dinero no poco considerables.
Sin embargo, era evidente que el sistema adoptado
por ios Espaiioles, para la defensa en el C.illno, hacia
que la empresa de atacarlos Euese muy dificultosn sin
contar con otros medim mas eficaces que el de 10s ca-
Cones de 10s buques, por ser estos muy inferiores en
numero a 10s que el enemigo tenia en las fortalezas y
embarcaciones combinadas, y 5 la superioridad de sus
artilleros sobre 10s nuestros.
El Supremo Director vino a, visitar la escuadra, y
aprovechandome d e esta ocasion, le escribi una carta
con fecha 21 de junio, cn que le manifestaba temer
C A P l T U L O I1
\

Segunda expedicion a1 Peril. - Contraliedad por no liaber sido pro-


visto de tropas. -Mal Bxito de 10s cohetes - Salida para Arica.
- Toma de Pisco. -Captura de embarcaciones espafiolas en Pun&
- Se resuelve acometer a Valdivia. - Llegada a las inmediaciones
de este puerto- y presa del bergantin espafiol Potiillo. - Se consi-
guen tropas de Concepcion. - La almiranta en peligro de nau-
-
fragar. Ataque contra 10s fuertes y toma de Valdivia.

El i 9 de setiembre de 1819 volvi a darme a la vela


para la costa del Peril, llevando por mi segundo a1
almirante Blanco. - La escuadra se componia de la
O'Higgins, el S u n Martin, el Lautaro, la Independencia, el
- Puyredon, e l Galvarino y el Araucano. - Estos dos 61-
timos no estaban preparados a m . - Llavabamos tam-
bien dos embarcaciones para convertirlss en brulotes.
El gobierno ansiaba que cuanto intes se diese un
golpe decisivo. - Sin embargo, la escuadra se encon-
raba en una condicion poco mejor que antes, por no
- 27 -
haberse podido realizar un emprhstito, a1 cual habian
contrihuido 10s comerciantea con solo pesos 4,000, -
Los cohetes era lo que llevabamos de mayor refuerzo.
- Las tripulaciones se componian, en SCI mayor parte,
de Faiisanos chilenos, Q quienes era dificil convertir en
buenos marinos, a pesar de batirse con bizarris, cuando
se hallaban bien niandados. - Los oficiales man casi
todos Ingleses 6 Norte-Americanos, lo cual compensaba
en cierto modo la falta de pericia d e 10s marhero$,
aun cuando pocos de entre ellos tenian el tacto de
enseiiiar a estos algo que les hiciera asemejarse tales.
- Esta tarea no era f a d , atendiendo B que la mayor
parte de 10s que servian d bordo se encontraban obli-
gadss Q desempefiar el servicio de marinos y marineros.
AI gobierno pedi 1,000 hombres, asegurdndole que
aun con ese n6mero m e seria posible tomar 10s fuertes
del Callao y destrnir las embarcaciones espaiiolas que
habia en el puerto. - Se contest6 que dicha fuerza la
encontraria pronta para Pmbarcarse en Coquimbo ,
adonde llegu6 el 16, recibiendo en vez de 10s 1,000 sol-
dados pedidos, tan solo 90! y aun estos se encontraban
en un estado tan andrajoso, que 10s habitantes bicie-
ron una sascripcion de 400 pesos, que se entregaron al
mayor Miller para comprarles ropa.
Este incidente fut! tanto lo que m e contrarib, que
estuve Q punto d e volverme ti Valparaiso a hacer mi
dimision ; pero considerando que 10s cobetes 10s tenia
- 18 -
i bordo y que el gobierno podia enviar luego una
fuerza militar, m e resolvi ir adelante y el 29 di fondo
en la rada del Callao, con toda la escuadra
Los dos dias que signieron i nuestra llegada 10s em-
pleamos en construir balsas para 10s cohetes y en pre-
parar salvavidas para 10s hombres que pudiesen caer
de aquellas.
El dia 1" de octubre entraron ;ila bahia el Galvarino,
el Puyredon y el draucano para hacer un reconoci-
mento, y sufrieron un fuego mortifero d e las baterias
de tierra.- Mand6 que la Independencia se adelantara
en socorro ; pero este buque anclb ;i algunas millas dis-
tante de ellos.- Ese mismo dia, el teniente coronel
Charles, oficial hsbil y valiente, practicb un reconoci-
miento en un bote y ensayb algunos cohetes, de Ins
que nos dib malos informes.
En el encuentro de este dia, una bala rasa di6 el; el
mastelero del Araucano, causindole grave dafio, y fu6
necesario para repararlo reforzar el palo con el cepo de
una Bncora tomada del Lautaro, siendo preciso para
ejecutar esla operacion traer de la almiranta una hacha.
- Mencinno esta circunstancia pcr s d o hacer ver el
modo corn9 estaha equipada la escuadra.
El dia 2 volrib a entrar el Araucano en compaiiia d e
Iina flotilla de boles mandados por el capitan Guise,
10s que lanzaron algunos cohetes sin producir efecto
notable, salvo el de que 10s Espafioles desaparejaron
- 29 -
sus buques. - El bergantin recibi6 dafio considerablc
del fuego que le hacian las embarcacionee y 10s
fnrrtes.
Despucs que hubo anochecido, conbinamos un
ataque de cohetes y bombas. - El Galvarino, llevaria
L remnlque una balsa con un mortero a Ins brdencs
del mayor Miller; en efecto este consigui6 colocar di-
cha balsa B media milla de las batc:ias enemigas, ti
pesar del tremendo fuego que le hacian. El Pzcyredon le
seguiria remclcando otra balsa con Ins bombas y al-
macen de municiones; el .41.aucano iba encargndo d e
otra que llevaba 10s cchetes bajo el ntando del capitan
Hind ; la Independencia seguiria remolcando otra balsa
con cohetes, mandada por el teniente coronel Charles,
p el resto de la escnadra se quedaria sobre las anclas.
Las esperanzas que yo y todos tenismos de este plan,
por el efecto que producirian 10s cohetes, wan grandes;
pero estaban destinados a frustrarse, porque ellos re-
sultaron completamente in6tiles. - Algunos, eu razon
de la mala soldadura que tenian, se reventaron por la
fuerza de expansion antes de salir de la balsa, incen-
diando a otros, lo cual produjo se volara aquella y
quenase al capitan Hind y 13 hombres mas ; otros to-
maron una direccion mala, a causa de que Ins rarillns
no ardian, porque no eran de la madera que debian ser.
-El resultado [u69 que eran inutiles, J’ que esto se
conoci6 cuando ya era tarde.
2.
- 30 -
Ens el capitulo precedente se dijo que 10s tubos se
haliian dado B cargar B 10s Espaiioles prisionercs pop
razon de economia ; estos no desperdiciaron ocasion
para intercalar puiiados de arena, aserrin y aun loc!o
d e intervalo en intervalo, consiguiendo asi que la
llama no signiera 6 impidiera que la carga se inflamase.
-Vituperar In lealtad de 10s prisioncroi qne se halln-
Ban en el arsehal de Chile era injusto; pero esto no
evadia el cruel quebranto que sufri, colocandonos en
nna posicion peor B la en que intes nos encontrkba-
mos, pccs 10s euemigos habian aumentado 10s medios
de defensa obstruyendo la rada y perfeccionando a sus
arlilleros de un modo tal, que 10s nuestros quedaban
muy infesiores.
El unico daiio que se hizo, fu6 con el mortero del
ninyor Miller, quien echb a pique una cnfionera es-
pafiola y mat6 a algunos hombres en 10s fuertes y en
las embarcaciones.
A I amanwer, viendo que no habia necesidnd de
man tener las balsas expuestas a1 fuego de las baterias.
las maud6 retirar. - Nuestra pkrdida fu6 insignifi-
cante, no pasando de unos 20 hombres entre heridos y
muertos, siendo del nilmero de estos un jbven oacial
de porvenir, el tenienle Bealey, a quien con dolor re-
cuerdo baberle iisfo dividido por una bala rasa.
El gobierno d r Chile culpb injustamente a1 sefioi
Goldsack del mal exit0 de 10s co!letes, porque la verda-

,
- 34 -
dera culpa la tenia el rnismo gobierno en no haberle
suministrndo 10s obreros g materiales competentes. -
Por econornizar se emple6 6 10s prisionerosy UR zinc
de mala calidad para s o l d x 10s tubos, frustrkndose,
por el ahorro de unos pesos, el buen resultado de urt
-
gran fin. Este incidente caus6 la wins de Goldsack,
aun euando era incuestionable su capacidad y tenia la ,
recomendacion de haher sido, durante algunos afios,
uno de 10s principales ayndantes del caballero W. Con-
greve en Woolwich.
El dia 5 se canipletb tino de 10s brulotes, y en el acto
rescIvi ensayarlo contra la barra de maderos y 10s
huques, ponikndoto a las cirdcnes del teniente MorgeEl.
El teniente lo condujo con mucha entereza Bacia las
embarcaciones enemigas ; pero habiendo escaseado el
viento, el brulote vino a ser el blanco de la excelente
punteria de 10s Espaiioles y en un momento fu6 acri-
billado d e balas. - En el arto que principiaron 5 tirar
bala roja, Morgell abandon6 el brulote, ponihdole
fuego al cebo y abandondndole a1 viento, de l o cual re-
sultb que la explosion la hizo a distancia, sin causar
dafio a1 enemigo.
MiBntras sucedia esto, corrib !a voz de avistarse una
vela extraaa cerca d e la bahia. - El Araucano salib en
el acto ;i darle caza y volvio al siguiente dia con la no-
ticia d e que era una fragata. - A vista de est0 la es-
cuadra salib en su persecu’cion 6 toda vela ; mas como
- 32 -
crei oportunio no alejarme del Callao, se abandon6 la
caza y volvimos ti nuestro anterior anclaje en la tarde
del propio dia. - Despues supimos que la tal fragnia
era la Pruebu, de 50 cafiones, que acababa de Ilegnr
de Chdiz, convoyando un bnque que traia nn cargn-
mento estimado en cerca de 500,000 pesos. - Este
buque consiguib escurrirse en el Callao durante In
corta ausencia que hizo la escuadra en perseguimiento
d e la fragata, resultando que perdimos las dos presas.
Era iniltil quedar mas tiempo e n el Callao. - Las
, instrucciones que tenia me ordenaban d e una macera
perentoria no acercarme con 10s buques ti tiro de las
baterias enemigas ni acometer h la escuadra de ellos,
-
y que solo emplease 10s brulotes y cohetes. Ademas,
se me habia ordenado volver 6 Valparaiso en un tiempo
dado. - Estas restricciones me las habia puesto el mi-
nistro de Marina, considerando como una temeridad
de mi parte el haber atacado, en mi viaje anterior, del
modo que lo hice; mas esto no signifjcaba otra cosa,
que una mezquindad de espiritu que le hacia inso-
portable el que yo, extranjero, consumase algo, que
me elevase en la estimacion del pueblo chileno.
A parte de estas razones, yo tenia otras para aban-
donar el Callao. - La fragata espaiioln la Prufba an-
daba a lo largo de la costa, y segun datos que tenia,
creia que su guarida era en Guayaquil, de donde me
habia propuesto desalojarla:
El gobierno de Chile tampoco habia enviado ~ O so-S
corros prometidos para la escuadra, la cual se hallaba
escasa de viveres, por cuya circunstancia me vi obli-
gad0 6 recurrir 6 mi antiguo sistema de proporciondr-
melos de 10s Espafioles mismos. - Las trnpas que se
me habian prometido enviarme no habian venido, In
cnal manifestaba, que nunca se habia tenido la inten-
cion de cumplir con tal promesa y que la palabra del
ministro de Marina, a1 nsegurarme que me estaban es-
perando en Coquimbo, habia sido tam solo En arrlid
para ‘hacerme salir ;ila mar sin una fuerza militar.
A la vez recibimos parte, de que la Prutha habia
venido acompafiada de Espafia pop dos navios de linea
que se esperaban en Arica d e nn dia d otro. - Sali en
busca de ellos, pero tuve el sentimiento de no encon-
trarlos.- Mas tarde se sup0 que dichos narios nunca
entraron en el Pacifico, pues uno de ellos la Europa,
habia sido declarado in6til para la mar al cruzar la
linea; y el otro, el Son Tdmo se fuC 6 pique en el cabo
d e Hornos.
El dia 5 d~ noriembre man& d Pisco al capitan
Guise, con el Latitaro y el Galvarino acompnfiados d e
trescientos soldados mandados por el teniente coronel
Charles y el mayor Miller, para tomar viveres de 10s
Espafiolcs.
Presumiendo que 10s nnvios espafioles que se espe-
rahan piidiescn dirigirsr a1 Callao~yque la Prwba
pudiese aprovechar nuestra ausencia para meterse
dentro, me dirigi ;i aquel punto anclanrlo en San Lo-
renzo el dia 8, en donde encontr6 In fragata Macedonia,
de 10s Estados Unidos. - La presencia de esta :tnimh
ri 10s Espaiioles, y ,i poco de nucstra llegada, hicieron
gala enviando 27 lanchas caiioneras a atacarnos, sin
atreverse :ihacer s d i r las fragalas. - Viendonos que
nos preparabamos ;i cortar sus caiioneras, se retiraron
apresuradamentp, causando no pequefia diversion 5 10s
Americanos, por cuyo estitnulo hnbian salitlo.
A1 asegurar que la PriiPha ensayaria ponerse bajo 10s
fuertes del Cal!ao, no sufria un equivoco; la divisamos
en cfecto, y echitmx a correr en su alcance, pero du-
rante la noche se nos volvio 6 escapar. - Regresando,
volvi ;i encontrarla y tan solo pude tomarle un bote
que enviaba 6 tierra con despachos para el virey. -
1.0s informes que m e di6 su tripulacion me convencie-
Ton que si1 refugio era en Guayaquil, adonde deter-
mine seguir!a ; mas dntes (le referir el modo c6rno lo
hice, mencionare el Bxito qiie tuvo la expedicion
manclada ;i Pisco.
Los oflciales qiie mandaban In expedicion tenian el
plan de desembarcar por la noche y sorprender la
guamicion; pero como el vienlu les faltb, tuvieron que
desembarcar de tlia, cuando la referida guarnicion les
esperaba sostenida por artilleria de campalla y caba-
Heria. No por eso se arredraron 10s expedicionarios y
- 35 -
saltaron en tierra sin disparar un tiro, a pesar del ca-
Goneo y fuego d e rusileria que recibian d e 10s techos
y torres de la iglesia, abrikndoles brechas en las filas
en cada paso que daban. - En tal situacion, 10s pa-
triotas acometen a la bayoneta y 10s Espaiioles corrie-
ron B refugiarse B la plaza de la villa, quedando mortal-
mente herido el valiente Charles. - El mayor Miller
les perseguia de cerza, cuando cay6 tambien atrave-
sado por tres balas que le pusieron i la muerte. -
Mienlras tanto, 10s buques aprovechando 10s 4 dias
que les proporcionaba la toma de Pisco, se abastecie-
ron de cuanto necesitabany destruyeron, por brden del
capitan Guise, 200,000 galones de aguardiente que es-
taban en la playa para ser embarcados, ri causa d e no
poder contrner Q las tripulaciones que se hacian ingo-
bernables por la embriaguez.
El dia-16 se me reunieron en Santa el Gal?:arino y e l
Lautaro, puerto que habian tornado 10s marinos de la
almiranta. - El dia 21 d e s p c h k para Valparaiso a1
Sun Martin, la Tndependencia y el Araueano junto con
un trasporte cargado de enfermcs. Los 90 hombres em-
barcados en Coquimbo habian llevado a bordo una
epidemia que contagi6 a un riumero considerable.
En seguida me dirigi en busca d e la Prueba wcom-
pafiado de la almiranta, el Galvarino, el Laeilaro y el
puyredon. - El dia 27 entramos e n el rio de Guaya-
qui\, -, dejando a In parte de afuera 10s otros buques,
- 31; -
la almiranla hizo fuerza de vela durante la noche, sin
practice, hasta lleear en la maiiana siguiente a la isla
de Puna. - Alli encontramos a1 ancla dos buques es-
paciosos que atacamos a1 instante. - Despues de un
vivo fuego por el espacio de 20 minutos, arriaron ban-
dera, y al tomarlos vimos que ,eran el Ayuilu, de 20 ca-
Ilones, y el Virginia, de 16, ambos cargados de madera
y destiiiadcs a Lima. - A1 propio tiempo nos apode-
ramos de.Pun8.
Cuando volvi con las presas para reunirme a 10s otros
buques, 10s hall6 preparados para dar a la vela, en
razon de que habian creido que el caiioneo habria
sitlo con la Pruebu, y presumian que la parte peor del
combate me habria tocado.
En verdad, la Pruebu se hallaba en Guayaquil, pero
la habian aligerado sacandole 10s caiiones y municio-
nes y llevadola rio arriba, adonde era imposible acer-
came por falta de agua, a mas de que era inpractica-
ble el cortarla con 10s botes por hallarse defendida
por las baterias de tierra.
En este lugar debo referir un accidente, que aunque
no debiera mencionarse, conviene tenerlo presente por
hallarse en relacion con sucesos posteriores. - Los
capitanes Guise y Spry, calculando que el 6xito nada
lisonjero que habia tenido la expedicion, S e r b impu-
. tado a mi a1 volier a Valparaiso, y no a las instruccio-
nes que se me dieroil ni a 10s malos cohetes, in-
- 37 -
tentaron promover un motin en las tripulaciones, para
que a1 Ilegar a Valparaiso presentaran :i la escundra
en m a situacion desagradable; propalando para ello, de
qiie yo habia tenido la intencion de privar de In parte
de prcmio en las presns a 10s o!ros buques, que con
esa iotencion hnbia dejatio afuera; que 10s oficiales y
marineros de la almiranta habian con tal objeto sa-
queado a discrecion l s presns, antes de salir de la
ria, y por ultimo, que yo iba a reclamar una doble
parte por haber obrado como almirante y capilan. -
No qucdando duda de que dichos oficiales eran 10s au-
tores d e estas voces, detcrminb tomar una seria cuerita
de In conducta de ellos.- AI practicar 10s esclareci-
mientos, ambos capitanes me (limon su palabra de ho-
'
nor de no hnber sido 10s autores ni aun oitlo seniejan-
tes voces.- Pero como mi resolucion era no volver a
Valparaiso ni mucho m h o s el dar a conocer mis planes
a oficiales que m e erari hostiles, despach6 el Larifaro
para Valparaiso escoltando las dos presas y 10s precio-
sos cafiones d e bronce cogidos en el Viryinia. - AI
Galwarino y a1 Pqiyredon, 10s dejb para observar 10s
movimientos de la Prueba.
Rabia ejeculado la anterior resolucion el 13 de di-
ciembre, despues de haber trasbordado a la almiranta
a1 mayor Miller, que se encontraba restablecido de sus
lieridas.
Corno ei lector puede suponer, yo me eiicontraba
- 38 -
baslante contrariado por no haber conseguido mi in-
tento e n el Cnllao. - Las causas que hub0 para ello las
h e expuesto ya; por otra parte, el pueblo d e Chile es-
peraba imposibles, y a fin de satisfacerle y satisfacer mi
amor propio herido, trabaj6 por encontrar un hecho
q n e ejecutar y que correspondiese a tales esperanzas.
- En el dia no tenia mas que a n solo buque y por
,consiguiente no habia que consultar a nadie. - Del
concurso del mayor Miller estaba seguro, aun cuando
habia recibitlo una bala en el brazo, otrii en el pecho
y tener invalidada la mano derecha. - &I conservaba
intncta la fuerza moral, y fuerza de experiencia su
capacidad era niayor para llevar adelante mis planes,
Tenia el designio de capturar con la almiranta, y d e
un solo bolpe de mano, 10snumerosos fuertes y la guar-
nicion de Valdivia, punto que se habia creido hasta
ent6nces como inexpugnable. De este modo se neutra-
lizaria en Chile el mal efecto que produciria la falta d e
resultados en nuestro empefio delante del Callao.
La empresa era arriesgada; sin embargo, estaba re-
suelto B no emprenderla antes de haberme asegurado de
la practicabilidad de ella. - La temeridad, bien que se
me haya imputado muchas veces, como una cualidad,
nb es inherente a mi caracter. Hay temeridad en aquellas
empresas en que no se calculan las consecuencias;
pero cuando estas son previstas, ayuella desaparece.
Encontiandome libre de las gentes que no quisieron
- 39 -
secundarme en mis operaciones anteriores, me re-
solvi a tomar a Valdivia siempre y cuando lo creyese
practicable.
El dia 18 de enero de 1820 hice un roconocimiento
de la plaza 6ntrando en la almiranta con pnbellon es-
-
paiiol. Hice seaales para que se nos mandase un
piloto; 10s Espaiioles tomaron la O’Hzggins por la
Prueba, tanto tiempo esperada, y mandaron lo que se
les pedia con una escolta de honor, compuesta de un
oficial y cuatro soldados.- AI momento que pusie-
ron pi8 sobre cubierta, fueron apresados. - A1 piloto
se le mand6 nos llevara d 10s canales que conducian a
-
10s fuertes. El oficial y hombres que le acompaiia-
ban, conociendo lo dificil que les era poder escaparse,
me dieron todos 10s informes que les pedf, con 10s
cuaIes mi confianza se acrecentb para atacarles con
buen Bxito.- Entre otras cosas me avisnron que el
bergantin Potrillo estaba a1 Ilegar, trayendo dinero
para el pago de la guarnicion.
El jefe de la guarnicion de la plaza, viBndonos tan
ocupados en reconocer el canal, principi6 a sospechar
de nuestro objeto, sospecha en que acnb6 de confir-
marse por la detencion del oficial. AI instante 10s fuer-
tes rompieron un vivisimo fuego contra nosotros, a1
cual no contestamos, ponibndonos fuera del alcance
de ellos, por haber completado el reconocimiento que
desedbamos.
- 40 -
Despues de dos dias de reconocimiento, se descubri6
a la vista el Ponz'llo, el cual engafiado poi. la bandera
espafiola que tenianios izada, fu6 capturado sin dis-
-
parar iin tiro. A su bordo encontramos 20,000 pesos
y algunos dcspachos impo:.tantes.
Conociendo que nada podia emprender sin tropas,
de las cuales 10s ministros tuvieron buen cuidado de
no proveerme, me determine a hacer vela para Con-
cepcion, en doode el gobernador: Freire tenia una fuerza
considerable, destinada a contener las hordas salvajes
de Indios, que capitaneaba el nionstruo de Benavides
y su herniano, y las empleaban en asesinar a 10s inde-
fensos patriotas. - El dia 22 lleganios a Talcahuano
y alli enconlramos a1 hergantin de Buenos Ayres lntri-
p i d o y la golela Monlezuma.
El gobernador Freire nos recibi6 con grande aga-
sajo, y tan luego como le expuse mis planes, pus0 B
mi desposicion 250 hombres, mandados por un intr6-
-
pido Frances, el mayor Beauchef. Hacia esto Freire
hallandose en visperas de atacar a Benavides y to-
mando sobre si la responsabilidad de debilitar sus
fuerzas y caer en desgracia para an'te su gobierno.
Sin p6rdida de tiempo Id gente fu6 embarcada a
bordo de 10s tres buques, el Montezzima que se admiti6
a1 servicio, la almiranta y el lntripido que se prest6
a acompafiarnos.
La conducta del general Freire, al poner tropas a
- 41 -
mis brdenes, era altamente recomendable, tanto mas
desde que eran destinadas a prestar un servicio del
cixal no le redundaria ningun elogio, aun cuantio yo
saliese bien en la empresa, y se exponia 6 nna gran
consura si se malograba. - Agregabase a esto, que
Freire sabia que el ministerio se habia abstenido de
suministrarrne tropas regulares. - A pesar de todo
ello, no solo las franque6 gcnerosamente, sino que me
di6 su palabra de no comunicar a1 gohierno mis pla-
nes. - Ocultb tambien estos 6 10s oficiales de la tropa
que me d a h , recomendhloles no se cargasen de equi-
paje, haciendoles consentir en que solo ibamos ri Tu-
cape1 para acosar a1 encniigo en Arauco.
A pesar de haher obtenido tropas, no por eso las di-
ficultades habian terminado. - La alniiranta solo te-
nia a su bordo dos oficiales navales : el uno p c i a ar-
restado por insubordinado y el otro era incapaz de des-
empeiiar el cargo de teniente; por est0 yo tenia que
hacer de almirante, de capitan y de teniente, alter-
nando un puesto tras otro y velando continuaniente la
guardia.
El dia. 25 de enero salimos de Talcahuano y fu6 solo
entbnces que cornunique a 10s oficiales mis designios,
quienes mostraron gran ardor por la causa, ipesar de
que dudaban del 6silo por razones de prndencirl. -
Yo les hice presenle, que cuando proyectos repentinos
se ejecutan con decision, casi siempre salen hien, aun
- 42 -
cuando sea notable la desigualdad d e fuerzas. Ellos
abrazaron gustosos mis planes. - Contaba tambien
con el mayor Miller, quicn restablecido de sus heridas
me ofrecia la garantia.de su valor como comandnnte.
El 29 por la noche nos hallibamos junto a la isla d e
la Quiriquina: en calma muerta. -. Yo estaba suma-
mente fatigado de 10s quehaceres subalternos que
desempeiiaba y me retirE B descansar un momento,
dejando el buqiie a1 cuidado del teniente, con la 6r-
den de que en cuanto se levantara una pequcfia brisa
m e Ilamara. -El teniente entrcgb el bnque 6 un
guardiamarina y se fu6 tambien B dormir. En esto, un
viento repentino tom6 a1 buque de improviso, y el
guardiamarina, en sus esfuerzos For virarle 10 escoll6
contra la punta escarpada d e una roca. - Alii el bu-
que se quedb golpeando como suspendido sobre la
qnilla, de tal modo que si la mar de leva se hubiese
acrecentado. inevitablemente se habria hecbo pe-
dazos.
Nos halldbamos fuera de vista del bergantin y la go-
leta y B 80 millas del continente. -El primer impulso
d e 10s marineros y oficiales fu6 abandonar el- buqne ;
pero como teniamos a bordo 600 hombres y 10s botes
solo ofrecian capacidad para 150, el haber adoptado
esa medida habria sido entablar una lucha i muerte
para salvar la vida. Haciendo comprender 6 la gente
que 10s que escaparau cuando ma3 podrian arribar B
- 43 -
la costa de Arauco, en donde solo les espcraban tortii-
ras y muertes, pude con mucha dificultad hacerles
adoptar el partido de tratar de salvar el buque,
TAa primera sonda nos di6 5 pies d e agua en la sen-
-
tina. Las bombas se hnllnban fuera d e servicio,
Nuestro carpintero, que solo lo era en el nombre, no
acertnba Q componerlas; pero como yo entendia alga
del oficio, me qiiite la casaca y Q eso de media noche
la5 deje en estado de fnncionar. - Entretanto el agua
nos iba ganando, aim cuando la tripulacion se ocu-
paba en achicar con cubos. - La entrada del agua no
se acrccenf6, por lo que, levando el anclole, comenc6
6 rirar el biique, Q pesar de las vociferaciones de 10s
oficinles qiie dcmandaban saber el estado de la aber-
tura. - Conociendo que est0 tendia Q abatir la energia
d e 10s hombres, me opuse Q ello en tanto que ibamos
ganando rentaja sohre la cntrada del agua. - No
qued6 duda de que el buque flotaria hasta llegar Q
Valdivia, en donde despues d e tomar las fortnlezas,
seria fQcil repnrar con comodidad Ins averias que
tenia.
Rlerced Q la fuerza fisica que teniamos d hordo, se
consigui6 haccr flotar el buque. - E1 ngua inund6 e l
almacen de p61vora 6 inutiIiz6 las municiones, salvdn-
dose tan solo las que 10s soldndos tenian en sus car-
tucheras.- Csto me daba poco cuidado, pues d e ello
nacia la necesidad d e servirse d e la bayoneta en e1
- 44 -
premeditado alaque, a la cual 10s Espafioles habian

. manifeslado Qntes bastante aversion.


Antes de tomar tierrn a1 Sur d e Punta Galera tras-
lad& con una mar crecida, las tropas ymarinos del
O’Higgins, al Intrippido y Montezuma, colocando en este
hltirno mi pabellon. - A1 O’Higgins lo mand6 se nian-
tuviese a una distancia que lo pusiera fuera de vista de
tierra.- Mi intencion era desembarcar aquella ixismn
noche y sorpcnder a 10s Espafioles; pero se frustr6
este plan poi’ haher sobrevenido calma.
Las fortific;iciones de Valdivia estan situadas a 10s
dos costados de un canal ancho de tres cuartos de
milla, dominando la entrada, el surgidero y la ria que
conduce a la poblacion. - Los fuegos de ellas sc cru-
zan en todas direcciones, de tal modo, que con poca
cautela por parte de la guarnicion, ningun buque po-
dria entrar sin ser bien maltratado, como tampoco per-
manecer a1 ancla. - Los fuertes principales de la ri-
hera occidcntal estan colocados en el &den siguiente :
el Inglbs, San C&-los, Amargos, Chorocomayo Alto y
Castillo del Corral. LOS del costado oriental son : el
Niebla, frente por frcnte del Amargos y el Piojo, en
tanto que la isla de Manzanera era un fortificado cas-
tillo, montado con piezas de grueso calibre y domi-
nando toda la extension de la entrada del canal. - Es-
tos fuertes con algunos otros, eran quince, 10s que en
manos de una guarnicion experta hacian casi inexpug-
nable la plaza. Las riberas sobre las que esth cons-
truidos son poco m h o s que inaccesildes a CaUSil de la
resaca, salvo un pequeiio desembarcadero que hay en
la aguada d e 10s Ingleses.,
El dia 3 de febrero, nos dirigimos a la nguada, an-
clando el bergantin y la goleta cerca d e 10s caiiones
del fuerte InglBs. - Habin una mar d e leva que nos
inipidib un desembnrco inmediato. - Las tropas
las coloramos baJo ciibierta y para que nada sos-
pecharnn 10s Espafioles, aparentamos que acabaha -
mos d e llegar de Cddiz y que teniamos necesidad de
un piloto. - Se nos contest6 que mandasemos un bote
por uno. - A esto respondimos que no teniamos bote,
porque en el cabo de Eornos la mar se 10s hnbia
Ilevado. - Esto no les satisfizo y principiaron ti reunir
tropas en el desembarcadero y a tirar caiionazos de
alarma, trayendo iil fuerte Tngl6s Ias guarniriones de
10s fuertes del Sur, p r o sin molestarnos.
Desgraciadamente, uno de 10s botes qiie teninmos
oculto ;i sotavento de 10s buques, se largo por la papa,
descubriendo nuestros designios. - En el acto 10s
caiiones del fuerte InglBs, bajo 10s cnales nos h a l l a h -
mos, rompieron el fuego sohre nosotros. - La pri-
mera bala, atravesando 10s costados del Intrdppido, ma16
dos homhres. - No quedb otro partido que desem-
barcar, a pesar d c la mar d e leva.
50 teniamos mas que dos lan?has y tin esqnife, en
a.
- 46 -
-
el cnal entre yo para dirigir la operacion. El mayor
Miller parti6 adelante con la primera lancha tripulada
por 40 marinos, arrostrando 10s fuegos d e 10s que de-
fendian el desembarcadero. - El patron de la lancha
cay6 herido y Miller ocup6 su puesto, recibiendo una
hala que le atraves6 el sombrero y rozb la corbnilla de
la cabeza. - Mandando haccr fucgo Q unos pocos de
10s suyos, salt6 en tierra con su parlida, poniendo en
fuga a1 enemigo con una carga a la bayoneta. - En
este momento lie@ la segunda lancha del Intri-
pido, y en menos de una hora tomaron tierrn 300
hombres.
Faltaba 10 mas dificultoso de la enipresa, capturar
10s fuertes.- El 6nico camino que habin para acer-
carse a1 fuerte Inglbs, era un sender0 escarpado por
5onde solo podia desfilarse d e uno en uno. - El fuerte
no era accesible mas que por una escala d e mano que
10s enemigos habian recogido a1 ser derrotados por
Miller.
AI anochecer, una partida de hombres escogidos,
dirigidos por un prisionero espafiol, se adelant6 en si-
-
lencio a1 ataque. Iba 6 caer sobre un cuerpo ene-
migo qne se hallaba fuera del fuerte; per0 cum0 habia
vuelto ectrar, nuestra gente no encontr6 oposicion.
Esta partida tom6 posicion y ent6nces avanzb el
grueso de In faerza, dando vivas y disparando al aire,
para intimidar a 10s Espafioles, que .debian esperar
- 47 -
cargas ti la bayoneta. -. E1 enemigo continub un fuego
d e artilleria y fusileria en direccion d e donde venia la
griteria de 10s nuestros, pero sin causar dafio alguno,
porque la oscuridad de la noche les impedia hacer
punteria. - MiBntras que d e este modo iban avad-
zando 10s patriotas, un valienle j6ven oficial, el aban-
derado Vidal I , que ya se hahia distinguido en Santa,
logrb pmetrar hasta el fuerte por la parte d e tierra.
Ayudado de algunos hombres, nrranc6, sin ser aperci-
bido, unas palizadas, con las que construyb un puente
sobre el foso por el c u d pas6 con su genie. - Guar-
dando el mayor silencio se formaron bajo nnos sirboles.
-La griarnicion tenia toda su atencion puestn a1
ruido que hacian 10s patriotas en una direccion opuesta
B la que Vidal ocupaba.
Vidnl hizo una descarga y 10s Espaiioles a1 sentirse
alacados, creyeron ser cogidos por el flanco, y sin
exarxinar el n6mero de 10s combatientes echaron a
correr comunicando el pknico iina columna d e 300
hombres, que estaba formada tras del fuerte. Los Chi-
lenos que iban con buenos brios, 10s cargaron y pasa-
ron 6 la bayoneta por d o c m a y inutilizando 10s esfuer-
zos que hacinn por llegar B 10s otros fuertes que 10s
aguardaban con 1as puertas abiertas. -Per esta causa,
10s patriotas entraron envueltos con 10s Espafioles y les
1. Es el general don Francisco de Vidal, que ha sido presidente
del Perfi, &n@sdel directorio. N. DEL ED.
- 48 -
persiguieron de fuerte en frierte hasta el Cnstillo del
Corral, derrotando igualmente a otros 200 mas que
habian abandonado iinos c'ifiones que teninn apostados
sobre uca altum en el fuerte de Chorocomapo. - El
Corral fu6 asaltado con la misma rapidez. Lo3 ene-
migos huyeron, unos en botes a Vnldivia, otros ti 10s
hnsniips: mas c 1 r~ i m . sin rontar 10s oficiales. paveron
en nuestro poder y otros tantos fueron pasndos a la
bayoneta. - Nuestra perdida fu6 de siete n?uertos y
19 heridos.
Los Espaiiolev, sin duda, habian considerado inata-
cable su posicion, en lo ciial tenian razon, atendiendo
A lo dificil d e su acceso, pero contando con que la de-
-
fendiesen del modo que se debia hacer. Conocieron
su error tarde, confirmandose de este modo mi ob-
servacion precedente hecha a 10s oficiales, de que un
ataque sobre el punto que m h o s se espera, es por lo
regular coronado d e buen Bxito.
Lo que m h o s esperaban 10s Espaiioles era un
ataque d e noche, el mas favorable d e todos pari1 el
que embiste, por requerir unidad de accion, y el mas
desfavorable para el que es acometido, porque in-
funde prinico y duda y concluye casi siempre por irre-
solution y derrota.
La guarnicion se componia d e un batallon de
linea, el Cantabria d e 800 plazas, y d e mas de 1000 mi-
licianos.
- 49 -
El dia 5 entraron en el puerto el Intrippido y el MOM-
tezuma, qne habian quedado en la aguada inglesa, re-
cibiendo 10s fuegos del fiierte Niebla. - Luego que
echaron ancla en el Corral, se reembarcaron 200
hombres para atacar 10s fuertes Niebla, Carbonero y
Pio,jo. -La O'Higgins se present6 ent6nces la cn-
trada del puerto. - Los Espaiioles que habian visto
perder 10s otros fuertes sin la ayuda de la fragata,
ahora que esta habia Ilegado, creyeron sin duda no
podrian defenderlos con buen Bxito y 10s abandonaron.
- Los patriotas desernbarcaron, entraron en el Niebla
y esperaron hasta que la marea permitiese ir a la villa
de Valdivia.
El Intripido; a1 cruzar el canal, sin tornar la precau-
cion de echar la sonda, bar6 en un banco y se fu6 a
pique. -La O'Higgins no se hallaba en mejor estado y
6 fin de evitar se fuera a pique cn mayor profundidad,
fu6 precis0 dar con ella en un banco de legamo cerca
de tierra; de suerte que el solo buque que nos que-
daba era el Monteruma.
El dia 6, las tropas navagaron ria arriba, en persr-
cucion de la derrotada guarnicion y ent6nces recibi-
mos un parlarnentario que nos inforrn6, que el ene-
migo habia Rbandonado la villa, despues de haber
saqueado las casas y almacenes de particulares; que a l a
vez se habia fugado el'gobernador y el coronel &Ion-
toya con direccion a Chiloe.
- 50 -
A consecueneia de 10s desbrdenes que 10s Espaijoles
acababan d e cometer, la villa se hallaba er, la mayor
consternacion, hpbiendo abnndonAdola sus habitantes.
-En el acto di una proclama para que nadie fuese mo-
lestado en su persona y bienes, que produjo el efecto
de hacerles volver. - Hice promuigar en seguida un
bando para que ellos mismos nombrasen gobernador,
lo cual acab6 de restableccr la confianza. - Las dispo-
siciones del pueblo eran bnenns, y cualqiiiera inclina-
cion que hubiese quedado en favor de la dominacion
espafiola, se desvaneci6 presenria de las tropelins que
10s realistas habian cometido.
En atencion A lo nnmergsas que eran las fortifica-
ciones y 6 lo escaso d e 13s tropns que tenia, pens6 en
un principio destruirlas y embarcar la arriileria ; pues
era presumible que 10s enemigos volvicsen de Chiloe
con un regimiento que alli tcnian y la defensa nos se-
ria dificultosx; pero considerando que el reponer di-
chas fortificaciones, que habian costado mas de
un million de pesos, seria dificultoso para Chile, re-
solvi al fin dejarlas intactas con su artilleria y muni-
ciones, prometi6ndome Antes de mi rrgreso 6 Valpa-
raiso, hacer mas completa la derrota de 10s que se
habian fugado.
El valor del botin que cay6 en nuestras manos, con-
siderando tan solo el de 10s fuertes y edificios ptibli-
cos, fn8 considerable; pues bastaba atender 6 que
- 51 -
Valdivia era el dep6sito general de la parte meridional
del continente.
Entre 10s pertrechos militares se encontraban mas
de 1,000 quintales de pdvora; 10,000 balas de &on,
entrc las cuales230 eran de bronce; 170,000 cartuchos
de frisil ;gran cantidad de armas menores; 128 cafiones,
53 de 10s cuales eran de bronce y el resto de fierro; el
buque Dolores, que se vendi6 despues en Vnlparaiso For
20,000 pesos, B la par de 10s almacenes p6hlicos que
rindieron igual valor y de la plata labrada que el general
Sanchez habia robado de las iglesias de Concepcion
avaluada en 16,000 pesos.
Por la correspondencia halladaen 1as oficinas de Val-
divia, resnltaba claramente que Quintanilla, gobernador
de Chiloe, tenia graves temores de que hubiese una
sublevacion en San CArlos; por lo que en rcz d e vol-
verme B Valparaiso, me resolvi B ver qu8 partido po-
dria sacar Ali.
La pbrdida del Intrdpoido y la inutilidad de la Alnti-
ranta que ya no podia navegar, influian en nuestros
recursos d e movilidad. - No queddndonos mas que el
n!ontsrzcmay la Dolores, 10s atestamos con todas las fuer-
zas disponibles, dejando las que habian venido dc
Concepcion a1 mando del mayor Beauchef.
Mibntras tanto despachb B Valpnraiso una piragiia
llevando la noticia de nuestros triunfos. - Esta ines-
perada nueva produjo, segun supe despues , iin entu-
- 52 -
siasmo gencral cual jamas se habia visto. - Lo mas
gracioso del asunto fu6, que con corta diferencia d e la
piragua, llegaban 10s tres buques de la escuadra que
dcspach6 a l salir de Guayaqnil, atribuyendo el capitan
Guise y siis oficiales el mal Bxito d e los cohetes de-
lante dcl Callao 6 incapacitlad mia; de IC cual rlcducian
que yo no sabia rnantlar una escuadra. Entbnces no se
profiri6 ni una palabra de censuracontra el pobreGolrl-
sack, yne en justiria no la merecia, p t r o a quicn luego
se le imputb la culpa, canshndoxle sz ruina.
Alas inculpaciones de mis euemigos, Zenteno afrregb
una elahoratla acusacion en mi contra, tralandome d e
. insubordinado For no haberme vuelto, scgun me 10
prevenian Ias instrncciones. - La camarilla sc felicit6
de que se me depondria con ignorninia. - El pueblo
ixisriio 110 sabia qu6 juicio emitir, pues le ocullaban
todo cuanto podir; contribnira formar una recta opinion
y solo le daban a conocer cuanto ce forjaba en mi
descr6dito.
Con la ilegadx d e la noticia de mis Iriunftis se ech6
tierra a todo est0 ; 10s ministros para recobrar el cr6-
dito perdido, se unieron a1 entusiasino popular que no
poclian impedir, abrumando de injuskos reproches a1
infeliz Goldsack, por el mal 6xito de s i i s cohetes.
- 54 -
jando a1 mayor Beauchef B la cabeza d e sus propias
tropas paza rnantener el brden, m e hice B la vela el
dia 16 d e febrero con la goleta Monfezunza y la Dolores
en direction B la is!a de Chiloe. Llevaha en mi com-
paiiia 200 hombres hnjo Ias cirdeiies del maycjr Miller.
Mi objeto era arrancar B Chiloe del domini0 espaiiol,
ciial lo acababa de hacer ccn Valdivia.
No podia contar con 10s servicios d e la O’Higgins,
porque para hacerla navegar s.e necesitaba emprender
reparaciones pesadns, para 1as cuales no habia tiempo,
puesto que el buen Bxito de atacar B Chiloe dependia
de hacerlo Bntes que el gobernador se preparase 4 la
defensa. - No estando armados en guerrn ninguno de
10s dos buques que IlevBbamos, toda mi cnnfianza la
cifraba en el mayor Miller y en el puiiado de valientes
que nos acompafiahan. - Teniamos que habBrnoslas
con 1,000 soldados regulares y con una numerosa m i l
licia. - hdemas, habia sabido que la guarnicion se
encontraba en estado d e motin, por lo ccal calculB que
ilegando pronto, bien pQdria inducirla B abrignr la
causa de 10s patriotas.
Por desgracia, el gobernador espaiiol, Quintanilla,
hahia traspirado mis designios y con prudencia y as-
t w i a hahia logrado apaciguar la sedicion. Asi fuB, que
cuando el 17 anclamos en Hnechticucay, nos encon -
trnnios con un ciierpo d e infantcria y de cahalleria,
qiie tenia una pieza d e campaiia, dispnesto B impe-
- 55 -
dirnos el desembarco. - Viendo este designio, simu-
lamos un ataque en otro punto le,jano; el enemigo di-
vidib sus fuerzas con este motivo, lo cual observrin-
dolo el mayor Miller salt6 en tierra a1 punto, po-
n i h d o l e en derrota y tomindole la expresada pieza de
campaiia.
Resolvi hncer un ataque en la noche, para cuya efecto
se pusieron en movimiento I70 hombres. - Un guin
les condujo, el cual, sca por traicion 6 n o , 10s extravih,
haci6ndoles rodar toda In noche en la oscuridad. A1
amanecer llegaron a1 fuerte Corona, que tomaron ri la
par d e otra bateria deslacndn, sin la menor pkrdida de
nuestra parte. Despues de iin pequeiio alto para hacer
descansar la gente, el mayor Miller, animado de u n
gran valor, pero con demnsiada precipilacion se ada-
lant6 hricin el fuerte Aguy ri toda liiz del dia. - Este
fuerte era la ciurladela del eneniigo y estaba montado
por 12 piezns de artilleria y otras mas que flanqiieaban
el linico camino accesiblc que habia para ganar en-
-
trada. La guarnicion se componia de tres compaiiias
de linea, dos d e milicia 6 igual proporcion de artilleros.
El Agny cstaba construido scjbre un cerro que el mar
baaaba de un lado, y del otro lo flanqueaba un bosque
impenetrable. La linica entrada que tenia era un sen-
dero, el c u d servia tanibien de h i c o punto para iina
retirarla; d e tal suerte, que el ataque que se hiciera
era para la gnarnicion de vida 6 mucrte, pues que en
- 56 -
cas0 de retirada no habia medio de efecharla como en
Valdivia.
A pesar de la superioridad del eneniigo y del espec-
taculo que presentaban dos frailes fanaticos , exhor-
tando Q la guarnicion y recorriendo las murallas con
un crucifijo en una mano y una lanza en la otra, el va-
lor indomable de Miller no le permiti6 permanecer
hastala noche en 10s fuertes que ya habia tomado, para
atacar en la oscuridad con menos riesgo. Escogi6 de
si1 gente 60 hombres para el primer asalto y 10s con-
dujo en persona. La punteria d e todos 10s cacones y
fusiles del enemigo se hallaba I*cconccntrada sobre un
cierto dugulo del camino, por donde necesariarnente
teninn quc pasar 10s que atticaban. Tan pronto como el
destacamento 11eg6 a ese angulo, una lluvia de metralla
y balas de filsil di6 en tierra con todos, matando en el
acto 6 20' de 10s 60 y 10s restantes quedaron hcridos
niortalmente. Los marinos que quedaban de reserva,
viendo caer 6 si1 comandante, se lanzaron en medio del
fuego y le recogicron con un muslo pasado por la me-
tralla y 10s huesos del pi6 derecho magullados por una
bala m a . - De otro impulso retiraron a 10s heridos
quedando muchos de ellos en esa situacion. El capi-
tan Erescnno, que sucedib en el mando a Miller,
mand6 tocar retirada. - Los Espaiioles, animados d e
su buen Bdto 6 incilados por 10s frailes, cmprendieron
la persecwion, aconietiendo por tres puntos diferentes,
- 57 -
en cada uno d e 10s cuales fueron rechazados, a pesar
de ser estos seis veces mayores en numero por Ins
bajas que habian tenido 10s patriotas.
A pesar de todo, una mitad de la diezmada bnnda
mantuvo al enemigo a distancia, n i i h t r a s la otra cla-
vaba 10s cafiones, rompia las cureiias y destruia las
provisiones de guerra que se habian encontrado en 10s
fuertes capturados aquella mafiana. -
En seguida em-
prendieron su retirada a la costa, seguidos siempre de
16s Espafioles.
Los marinos, que con leal afecto recogieron a1 mayor
Miller, habian tenido cuidado de protegerle del fuego;
bien que dos de 10s tres que le llevaban hubieser: caido
heridos. - AI llegar 6 la costa, Miller les inrit6 a que
entrasen en el bote con 61; mas uno de ellos, un esfor-
zado IROZO llamado Rojas, a quien habia recomendado
altamente en mis despachos, desde Valdivia, rehus6
-
diciendo : (( No seiior, mi comandnnte, yo fui el
primero que salt6 a tierra y hago el aninio de ser el
ultimo para enlrar a bordo. --si )) lo hizo. - Tan
pronto corn0 vi6 en Sillvo a su coinandante, corrio a
reunirse 6 la pequeiia partida que se b a h en rctirada,
hecha trozos.
Rojas fu6 el ultimo en embnrcarse.
Tales eran 10s Chilenos, de quienes el ministro Zen-
teno, por mezquina emulacion, se neg6 ti suministrarine
1,000 para niis operaciones en el Callao, que pudieran
.
.II 38 -
haber sido condwidos con felicidad, puesto que Val-
divia habia sido capturado con menos de la tercera
parte de este numero.
Disminnidas nuestras fuerzas y convencido de que 10s
Chilotes eran adictos a la causa de Espafia, me volvi a
Valdivia. - Alli supe que 10s Espafioles dispersos an-
daban cometiendo demasias. -A1 mayor Beauchef le
despach6 con 100 hombres para que se apoderase de
la villa de Osorio, el cual fu6 recibido con demostra-
ciones de grande alegria, aun de parte de 10s misn&
Indios, acerca de 10s cuales me escribi6 lo siguiente :
He abrazado a mas de cien caciques con sus comi-
tiras.- Todos me han ofrecido sus servicios para ba-
tirse por la causa de la patria ; pero como las circuns-
tancias no exigen esto, les invit6 a que se volviesen a
sus tierras, prometihdome ellos estnrian prontos para
cuando el pais requiriese sus servicios. 1)
Habiendo sido expulsados de Osorio 10s EspaEoles,
el 26 de febrero, se enarbolb en el castillo, por el mayor
Beauchef, la bandera chilena, y en seguida se regres6
ti Valdikia,
Como nada mas tenia que hacer en aquel punto, me
embarque en el Montezuma con direccion a Valparaiso,
llevando conmigo a cinco oficiales espaiioles que
habia hecho prisioneros, entre 10s cuales se contaba
el coronel don Fausto de HOYOS,comandante del ba-
tallon Cantabria. - La OHiggins la dej6 a cargo de
- 60 -
rendidos, d e tal manera, que me vi expueslo i las
mayores provocaciones y molestias posibles, sin que se
notase el mas ligero indicio d e reconociniiento ni me-
nos se recompensase & 10s oficiales, gente ni a mi.
La d e r a de Zenteno y 10s violentos actos de sus
secuaces sc habian acrecentado, al presenciar las con-
gratulaciones que llovian d e todns partes nl Supremo
Director y 5 mi. Ellas expresaban que al haber obrado
del modo que lo hice, no habia sido por un senti:
miento de vanidad personal, sino porque yo estaba
bien convencido que en ello redundnria utilidad Fara
la nacion, y que al consumar aquel glorioso hecho,
10s Chilenos habian probado d e curinto wan capaces
cuando tenian confianza en sus jefes, y que por lo
tanto poseian el coraje fisico y moral para acometer
mayores empresas.
A pesar del envidioso descontento d e Zenteno, el
gobierno R O pndo dejar de conceder, por deferencia a
la opinion publica, una medalla a las tropas, mencio-
nandose en el decreto : (I Que la toma d e Valdivia era
el dichoso resultado de un plan admirableinente con-
cerlado y ejecutado con la mayor intrepidez y deci-
sion. El decreto me concedin, ademas, una hacienda
))

d e 4,000 cuadras cuadradas, sohre las tierras confisca-


das en Concepcion, la cual rehusk p o r n o haber dccre-
tado la Lejislatura un volo de gracias. - Este lo ob-
.
tuve a1 fin, como indemnidad que se me debin por ha-
- 61 -
-
berme excedido en mis instrucciones. Esto se hacia
indudablemente, por las expresiones malholas que
Zenteno habia vertido en mi contra, ii causa de haber
faltado a sus 6rdenes '. .
Atendiendo a la situacion en que se hallaba ent6nces
Chile, no es exagerado encarecer la iinportaricia de la
captura de un soberbio puerto protegido por 15 fuerles
y la de 10s almacenes con la inrnensa cantidad de per-
trechos de guerra que teiiian; y aun esla importancia
fu6 secundaria respecto a las ventajas polilicas que
obtuvo la Republica.
La incorporacion de Valdivia di6 a Chile complela
independencia, alejtindo la presuniida nexsidad quc
habria habido de una fuerte expedicion para iograr esc
objeto dc vital importancia a la existencia politica del
pais; pues era evidente que mikntras Valdivia perte-
neciese a 10s Espafioles, Chile estaba expuesto, en 1110-
mentos d e descuido 6 d e anarquia, a perder siis li-
bertades, que hasta ent6nces 'solo habia conquistado
parcialmente.
Los recursos que d a h Valdivia y Concepcion, ha-
bian sido los elementos con que mantiirieron los Espa-
fioles 5u dominio sobre el lerrilorio chileno ; asi file,

1. Lord Cochrane en !a. acritud con que se expresa contra Zenteno


por este acto, es altamente injnsto. Desde el momento en que el era
un empleado de la nacion, tenia que sujetarse las drdenes del go
bierno y no disponer de las fuerzas que se le confiaran, en lo que
4
- Ti3 --
fuerzas B proyectos revolucionarios ti la dislancia,
mi6ntras 10s Espaiioles ocupasen cualquier parte del
territorio chileno,- Par olra parte, la necesidad de
defenderse lisi mismos durante una prolongada guerra,
hubiera impedido que Chile protegiese a1 Peru en su
emancipacion, p o r p e quedaba una base B 10s Espa-
iioles para recobrar las provincias emancipadas.
Otro beneficio hub0 aun; fu6 este, el haber conse-
guido levantar un emprbstito en Ldndres, lo cual Antes
habia sido imposible, por estar 10s Espaiioles en pose-
sion de Valdivia.
Y sin embargo d e tales resultados, no se nos di6 6 10s
conquistadores de Valdivia ni un solo real por via d e
recompensa, k pesar de que el gobierno se habia apro-
piado el product0 de cuanto habiamos capturado. -
Los hombres que habian consumado esta accion he-
roica, andaban materialniente cubiertos de andrajos y
deslituidos d e todo, sin que el ram0 de !a marina hi-
ciese el mas ligero esfuerzo para disminuir sus padeci-
mientos.
En lugar de-recompensa se estimulaba B 10s oficiales
que me babian acornpaGado B que desobedeciesen mis
brdenes. - A dos d e estos 10s habia destinado 6 ser
castigados por el crimen de asesinato deliberado:
Hdos aqui.
El abanderado Vidal habia hecho prisioneros e n el
fuerte InglBs ti (10s oficiales espaiioles , tomtindolos
- 64 -
bajo la palabrx dada por aquel de salvarles la vida. Es-
tos oficiales 10s hizo fusilar el capitan Erescano. El
abanderado Latapia, que Eabia quedado mandando cl
Castillo del Corral, mand6 fusilar dos de 10sprisioneros
despues de mi partida para Chiloe. - Igual suerte hu-
biera cabido a cuatro oficiales mas, si mi secretario, el
seiior Bennel, no 10s hiibiera recogido B bordo de In
O’Higgins.
Por esta causa bice arrestar a Latapia y orden6 se
tomasen ]as ccmpetentes declaraciones para que fuese
eometido a un consejo de guerra. - AI efecto le llev6
a Valparaiso, en donde en vez de castigarle le dieron
un ascenso del mismo modo que B Erescano, y 10s in-
corporaron al ej6rcito del general San Martin.
He hablado de la ayuda que 10s Indios preslaban a
10s Espafioles. El 10 de mxrzo recibi una carta del gene-
ral Freire, despues Supremo Director I , en la que me
felicitaha por el triunfo que habia obtenido enValdivia,
condugendo con decirme, que esta captura habia pro-
ducido ya el resultado de que 10s Indios de Angol, con
su cacique Benavente, se hubiesen. declarado en favor

1. Dificilmente se encuentra en la historia militar de la America


del Sur, un homhre mas pur0 y mas arrojado que Freire. Podia de-
cirse de el con toda propiedad : (( Era el caballero sin mieda y sin
tacha. )) Despues de grandes servicios prestados a su patria, muri6
en 1852, y la gratitud nacional, por una susciipciou de nn real por
persona, le ha elevado una estatua en la akmeda de la capital.
N. DEL ED.
- 65 -
de la patria, y que no dudaba que e s h tleelarncion
fuese seguida por parte de 10s Xndios que habitaban 5
un lado y ntro de la provincia. - El general Freire me
escribia asi, sin saber aun, que ese resultado se m e
debia en gran parte por haber distribuido entre esas
tribus una gran cantidarl de bag.atelas y chuchcrias
que tomamos ri 10s Espaficles en 10s almacenes d e
Valdivia y que ellos tenian para reeompensarles Ins
sangrientas incursiones que hacian en Ins prmincias
emancipadas.
No estara demas dar una idea del modo como 10s
Espaiioles mipleaban a 10s Xndios. Su agentc b cau-
dillo, en esta horrible giierra, era un miserahle Iln-
mado Benavides, quien podia pretender a I n nombra-
dia poco envidiada rle ser el mas infame monslruo que
%jamasdeshonr6 B la humanidad. -- E n un principio
habia sido soldado raso en el ejbrcito de nuenos Ayres;
despues recibib, en compaiiia de su hermano, carla
blanca para cometer las mas atroces infamias en con-
tra d e 10s Chilenos.- Estos no poclian defenderse del
sistema encubierto con que guerrean 10s Indios. -
Por doquiera que llegaba A sorprender un lugar 6 hn-
cienda, su sistema era fajar a 10s principales liabitantcs
con piclcs frescas de h e y , Ias que hacia desollar de 10s
ganados qne encontraba; en seguida 10s csponin ;i un
sol ardienle, y la contraceion de las pieles, a metlida
que se iban secando, causal~anuna lenln p prolongada
4.
- 66 -
agonia h a s h que morian. - Esto s e r h de diversion a
aquel monstruo y a 10s salvajes qiie llevaba consigo,
gozando del espectaciilo mikntras fumaban sus cigar-
ros. - Cuando el que caia en sus manos era alguna
persona d e influencia, le cortaban la lengua y le mu-
tilaban horriblemente, de cuyas atrocidades s o b r e ~ i -
vieron un obispo y varios caballeros.
Valdivia era el punto de apoyo de aquel malvado ;
de alli sacaha todos sus recursos. - Cuando nos apo-
deranios de esa plaza, cay6 en nuestras manos un barco
cargarlo de armas y municiones que aquel iha a dis-
lribuir entre 10s Indios. - El barco estaba destinado
a Arauco y llevaba a su bordo dos oficihles espafioles
y 4 sargentos para instruir a 10s Indios en la tdctica
europea, a fin de hacerles mas formidables.
Mas tarde, el general San Martin gan6 B Beriavides
y lo deslinrj a servir en Concepcion bajo las 6rdenes
dcl general Frcire. - Este lo rechaz6, dicidndole en
six propria cara, qiie nada queria tener que hacer con
scmrjante monstruo. - Benavides dej6 ent6nces 6
Concepcion y volvi6 B principiar una guerra asoladora
contra 10s habitantes de la costa, excediendo, si es pos-
sible decirlo, A siis antericrcs atrocidades.- Como el
pais principiase a darle que hacer, ofrerib de niievo
sus servicios 5 10s Espafioles. Se embarc6 con este mo-
tiro para cl Peru en un barquichuelo y i la altura d e
Vaiparaiso tiivo que recalar B las inmediaciones de este
- 67 -
puerto para hacer aguada. -
Uno de 10s suyos lo tle-
latb y en el acto se le llevb a Santiago y se le ahorcb.
Los marineros se ihan haciendo turbulentos con mo-
tivo de no recibir ni paga ni el premio de presas. -
KO se cumplia con las promesas que tanto a ellos como
imi se nos habia hecho. - Como ellos se dirigian a
mi para la vindicacion de SIIS derechos, mucho mas
desde que yo les habia retraido de on motin a mano
armada, asegurandoles que se les pagaria, present6
a1 Supremo Director una peticion en que le manifes-
taba 10s servicios de esta gente y la inmerecida severi-
dad con que eran tratados por sus ministros. A pe- -
sar de todo, 10s marineros habian ayiidado al gobierno
en la construcciori de mrielles y otras obras necesarias
para el embarque y ahastecimientos destinados a1 Per6,
pues en ese ent6nces se hnbia resuelto enviar a ese pais
una expedicion militar.
El gobierno se hahia apropiado el product0 de las
capturas, y para eludir el pago declar6 que la conquista
d e Valdivia no hahia sido mas, i que una restauracion !
como si la plaza huhiese estado antes bnjo el poder de
Chile No querierldo yo permitir se dcsembarcascn
1. Que Valdivia estuviese ocupado por 10s Espailoles de hecho,
eso no importaha para considerarle perteneciente a Chile de de-
recho. --El autor confunde el hecho con el derecho y por eso al em-
plear la palabra conpuzstn en la adquisicion de Valdivia, procede mal,
porque conquista es la adquisicion de un suelo que no nos pertenece.
- El autor por tal error ataca injustamelite a1 gobiemo descono-
- 69 -
No pudiendo ohtener se hiciese justicia 6 la escua-
dra, el 18 de niarzo supliqu6 al Supremo Director acep-
tase la renuncia de mi destino, pues que de permane-
cer en 61 por mas tiempo, no serviria sin0 para
hac6rseme servir de instrumento en promover la ruina
que dehia necesariamente acarrear la conducta de sus
consejeros ; agregandole a1 propio tiempo, qua nl ha-
her aceptado el destino no habia sido para que se in-
terpretaran siniestramente mis razones y se deprimie-
ran mis servicios de la manera que lo tabian sido,
ignorando las verdaderas calms que motivahan tales
procedimientos, B no ser aquclla mezqnina emulacion
que clasific6 la captura de Valdivia d e reslauracion.
Esta resolucion no habia sido previsla por el gabi-
nete, aun cuando yo no la habia adoptadn con h i m 0
de intimidar, y si iinicamente por la aversion que m e
cnusaha la r u i n ingratitud con que se recibian impor-
tantes servicios nacionales. - Sin embargo, 10s minis-
tros se volvieron de este modo a In razon por algun
tiempo, reconociendo la equidad de mis reclamos y pro-
motibndnme ,."
.._.. do .\.
la manom
y.".I.Lv..Iv .".
....-.."...m.....n "c frirmal
.--..mY-"i l o
')
-.. --
pn In C I I P P -
---I

sivo el gobierno enmpliria fielmente con la escuadra 1.

cargo de insubordinacion, que e t mismo confiesa, apoyandose en el


Bxito de su expedicioii. i C6mo hahria respondido a el, si hubiese
saliclo derrotado? La razon que da es una razou de acaso, no una
- 73 -
csloba la bahia de la Herradura para arsenal maritimo,
muy superior a la mal protepida ratla de Valparaiso ;
al propio tienipo ofreci dar gratis todo el terrerio que
sc? ntcesiiaba para el eslableciniiento de un arsenal na-
val y un dep6silo d e marina. - Esle ofrecimiento fu6
iuterpretadn, sin duda, como un acto en que buscaba
mayor popularidad, por lo cual se me intimo no hi-
ciera ningunas mejoras en el fundo, porque cl gobierno
pensaba apropiarse la hacienda, no pagindbme mas
que el valor de la compra y el d e las mejoras que yo
hubiese hecho.
A vista de esto petri una explicacion a1 Euprcmo Di-
rector, quien nie hizo una apologia, atribuyendo todo
el negocio a la oliciosidad del procurador fiscal, que
habiii fundado su acluacion en una antigun ley espa-
iiola. - Por lo pronto el asunto concluy6 asi, es decir,
miknlras las urgencias del Estado requerian mis
servicios.
AI propio tiempo se ech6 mano de toda clase de
tentakivas para deprimir mi autoridad sobre el cuerpo
dc mnrina, pero como yo estaba en guardia para man-
tener mi posicion, el resultado fu6 que todo ello re-
-
dundb en contra de mis enemigos. En despecho d e
tales resultados cometieron la tropelia de nombrar a1
capitan Spry, mi capitan d e bandera, a bordo de la
O’Niggins, que acababa de llegar d e Viddivia a Valpa-
raiso, compuesta d e sus averias. Para el tfecto se me
1
- 13 -
mando una brden, la que m e neguk i cumplir aiia-
diendo que dicho capitan no pisaria mi alc6zar en ca-
lidad de capitan de bandera, y que si no se m e conce-
d i m mis privilegios de almirante, el gobicrno podia
considerar por concluido mi mando, pues mi6ntras
permaneciese a la cabeza de ella no podia admitir se
me impusiera un,ejecutor de mis brdenes. - AI punlo
cedi6 el gabinete, y el capilan Crosbie ocupb el puesto
del capitan Spry.
El nombrnmiento de Spry era, sin duda, con el ob-
jet0 de coritrarestar mis esfuerzos en la prbxima carn-
paiia al Peru, en la cual el licnor que habia que recoger
estaba reservado a1 ejkrcito. - Por el conocimiento
que yo tenia de Spry, no tenia objecion personal en su
contra; pero como el ministro Zenteno m e habia
coartado siempre, dudaba de 10s metivos que dictaban
sus nombramienlos. - Yo estaba convencido que el
m6vil principal que le animaba era impedirme otrar
mas all6 de cuanto no fuese tener a 10s Espaiioles e n
inaccion; operacion que de ningun modo estaba re-
soello a ejecutar, atendiendo a 10s resultados que
habia obtenido en Valdivia, en contraveneion 6 sus
instrucciones.
Uno 6 dos d e mis capilanes, alentados por las mo-
lestias que m e causaba el minislro de Marina y sus
adiclos, se creyeron en liberlad para menospreciar mi
antoridad, lo cual como almirante crei no deber tole-
ti
- 74 -
-
rar, El que mas influencia tenia de entre ambos era
el capitan Guise, quien habiendo incurrido en varios
actos de insubordinacion y descuido de sus obliga-
ciones se hallaba en arrest0 por 6rden mia, m i h t r a s
se fallaba una demanda pendiente que habia dirigido
a1 gobierno para que en consejo de Siierra se depurase
su conducta. - Este proceder irrit6 a Zenteno, puesto
que le apadrinaba, y por cuya razon se neg6 6 ordenar
la investigacion que yo pedia. - De este modo esta-
blecia el €unesto precedente d e hacer que el capitan
d e cualquier buque se considerase independiente de
su almirante.
Un paso tal d e dernencia, que violaba la diciplina .
naval 6 insultaba mi persona, me determin6 ii romper
con la administracion chilena, trasmiliendo, el 16 de
jnlio, nuevrlmentemi dimision y pidiend3 mi pasaporte
para salir del pais; acto que notifiqu6 i 10s oficiales d e
la escuadra anunciandoles que tan pronto como reci-
biese aquel cesaria mi mando. - Estos se reunieron a1
instante y el mismo dia recibi, no una repreaentacion
de despedida, como hubiera podido esperarse, sin0
dos cartas, la una firmada por 5 capitanes, y la otra For
23 oficiales, en las qne expresabsn su resolucion d e
abandonar tambien el servibio, devolviendo a1 propio
tienipo sus despachos. - A esta prueba de afecto re-
pliqu6 rogandoles no sacrificasen por mi sus empleos,
y les recomendd no publicasen su resolucion hasta
- 78 -
despues de haber considerado bien el asunto, a causa
de que tal procedimiento podria acarrear funestas con-
secuencias a1 pais.
En esta ocasion 10s oficiales tic lit escuadra m e diri-
gieron la siguiente carta :

1) La inquietlid y general descontento, que la dimi-


sion de V. E. ha causaclo entre 10s oficiales y clemas
indiricluos de la escuarlra, es una poderosa prueba de
lo mucho qne la desagradecida conducta del gobierno
lastima a aquellos que tenemos el honor de servir bajo
vuestras ordenes.
)) Los ofirialcs que firman la adjunta resolucion, te-
nieijdo ti inknos servir a un gobierno por mas tiempo,
que con tanta facilidad pudo haber ohidado 10s ini-
portantes servicios rendidos a1 Estado , snplican ri
V. E. se sirva perinitirlcs hacer entrega de sus despa-
chos, 6 fin d e que se digne envinrlos ai ministro de
Marina. - A I vernos de este modo obligados ti retirar-

nos del servicio, nuestras mas ardientes suplicas serin
siempre por la prosperidad y libertad del pais.

)) Firmado por 23 oficiales. I)

Esta carta iba acompahada d e la siguiente rebo-


lucioii :
- 76 -
(( Resuelto .IoQue el honor, la seguridad y el interes '
de la marina chilena dependen enteramente del talent0
y experiencin del actual comandante en jefe.
1) 2"Que como 10s sentimientos de respeto y confianza

ilimitada que tenemos en 61 no pueden trasferirse ti


otro, hemosresueltobacer dimision de nuestros empleos
y trasmitir a1 gobierno nuestnos despachos por con-
ducto de nuestro almirante.
1) 3 O Que nuestros nombramientos iran acompafiados

rie una carta que exprcse nuestros sentimientos, fir-


mada por todos aquellos, cuyos despachos se inc1uyen.a

1) Firmado por 23 Oficiales. ))

RIiBntras esperaba que el gobierno nceptara mi di-


mision, continurrba el equipo de la escuadra con el
mayor ardor, para que no pudieran quejarse de que
la conclusion de mi mando habia causado descuido en
el cumplimento de nuestros deberes. - Retuve 10s
despachos que me habian mandado 10s oficiales d e la
cscuadra, temientlo que una resolucion tal excitase el
descontento publico e hiciera nacer para el gobierno un
conflict0 para el cual no estaba preparado.
Los unicos capitanes que no firmaron la resolucion
fueron Guisc y Spry, aquel por hallnrse arrestado y esle
por estar resentido conmigo causa de no haberle
querido admitir como mi capitan de banL!era.
- 77 -
Intludablemente Spry comnnicb a Zenteno la reso-
lucion de 10s oficiales, puesto que el 20 recibi de (11 la
siguiente carts :

(( Valparaiso, 20 de jnlio de 4820.

(( Milortl,

1) Ea un momento en que 10s servicios de las fuerzas

navales del Estado son de la mayor importancia, y 10s


personales ser14cios d e V. E. indispensables, ha recibitlo
la autoridad suprema, con el mas profundo sentimiento,
la dimision de V. E., la crial si fuese admitida envo!-
veria en inevitable ruina las operaciones de las armas
de la libertacl en el Nuevo Mundo; y ~ l t i m a m e n t een-
tronizaria de nuevo en Chile, su patria adoptiva, aquella
tirania que V. E. detesta y que su heroismo hizo tantos
esfuerzos para aniquilar.
)) Su Excelencia, el Supremo Director, me manda
comunique a V. E., que si persistia en resignar el
mando de la escuadra que tuvo el honor de enarbolnr
su pabellon (causa de terror y espanto para nuestros
enemigos y de gloria para todo buen Americano); 6 si
el gobierno imprudentemente accediese A ello, seria
ciertamente un dia de luto universal en el Nuevo
Mundo.
)) El gobicrno por lo tanto en nombre de la Nacion

cievuelve B V. E. sus despachos, rogandole se sirva


- 78 -
aceptarlos para el adelantamiento de la sagrada causa
6 la que ha consagrado toda su existencia.
)I El gobierno supremo esta convencido de la nece-

sidad que obliga a V. E. a adoptar la medida de poner


en arrest0 al capitan Guise del Lautaro y de la justicia
de 10s cargos presentados contra ese oficial; pero
deseando evitar todo retardo en las operaciones im-
portantes que 10s buques de guerra estan a punto de
emprender, Su Excelencia el Supremo Director desea
se poaponga el p r x e s o hasta una ocasion que no in-
terrumpa el servicio de la esciiadra, tan importante
en este moniento. - Firmaclo.

A mas de esla comunicacion del ministro de Marina,


recibi cartas privadas del Supremo Director y del ge-
neralSan Martin en las que me rogaban continmse
en el mando de las fuerzas navales, asegurandosenie
que no volveria a baber mas motivo de queja.
AI recibir estas cartas retire mi dirriision y devolvi
ti 10s oficiales de la escuadra sus despachos, poniendo
a1 propio tiempo en libcrtad a1 capitan Guise y resta-
bleciendole en el mando de su buque. A1 proceder
asi, solo lo hacia por afecto hacia el general O’Higgins,
cuya bella indole, demasiado condescendiente para
lnchar contra Ias maquinaciones de 10s que le rodea-
- 79 -
ban, me gilrantizaba que no era ei autor ni cbmplice
de las vejaciones qne se me hacian por 10s tunos que
rodeaban a z e n t e n o y l e tenian por agente. -OO”iggins,
semejanle a otros niuchos bucnos capitanes, no des-
arrol!b en el gabinete aquel tacto con que tan brillan-
temente habia servido a su patria en el campo d e
batalla, tacto indispensable, aun cuando el general
San Martin, con su habilidad peculiar de volver en
proyecho sup0 Ins proezas de 10s otros, se esforzase
en llevar la palma, porque la gloria era en realidad de
O’Higgins.
Ese buen natural del general O’Higgins, despues que
fu8 elevado a1 supremo directoricj, le indujo 6 consentir
en el cstnblecimiento d e una corte senatoria de con-
sulta, aCordtindole privilegios incompatibles con la
supremacia que ejercia. Es de este cuerpo que ema-
naron todas las vejaciones dirigidas contra mi, segun
personns que escribieron acerca d e Chile, instigadas
por San Marlin; pero yo no tengo pruebas para tomar
sobre mi la aseverncion de nn hecho tal, a m cuando
la conducta del expresado general hizo mas que pro-
bable esa opinion.
Sin embargo, no quedaha ducla que San Martin hu-
biese sido c6mplice en muchas de las incomodidades
que se ocasiQnaron R la escuadra y a nli, pues que a1
acusarlc una vcz d e esto, m e respondib: Que solo
((

queria ver hasta cukndo el Supremo Director permitiria


- 80 -
que el e.piritu tlc InArlo se opusiese Lila prosperidad
de la expedicion, aiiadiendo : pierda Vd. cuidhdo,
((

milord, yo soy el general del ejercito y Vd. serii el


almirnnte de la escuadra. ))
La alosion que hacia respecto 6 In. complicidad del
Supremo Director era falsa, y esto me constaba, p u e j
S. E. anhelaba hacer todo cuanto estuviese en su
p d e r en favor de la escuadra y de su pais :lo cual no
se Ilevaba 6 afectc por encontrarse contrariado por el
Senado, B quien habia confcrido poderes demasiado
extraordinarios.
El general San Martin se hahia sorprendido mucho
a1 conocer las cartas y despachos que me enviaron 10s
oficiales, no pudiendo concrbir estuviesen determi-
nados ri no servir hnjo otro mando que no fuese el
mio. Este paso, por parte de ellos, estaballeno de 13s
mayores peligros respecto al equipo d e la expedicion.
El Senado, de que acabo de hablar,-era una ano-
malia en el gobierno del Estado. - Se componia de
cinco miembros, con funciones que solo debia ejercer
m i h t r a s durasen las primeras luckas del pais para
obtener su intlependencia; pero este cuerpo habia
usurpado el derecho permanente de una autoridad
de inspeccion, no habiendo medio para apelar de su
arbitraria conducta, salvo-6 ellos mismos. - La posi-
cion del Supremo Director, quc nominalniente era I:I
cabeza del poder ejecutivo, no venia Li ser otra cosa
- 81 -
que el conductor de la palabra de este cuerpo, el c u d ,
asumiendo todo poder, privaba a1 Director Supremo
de toda influencia, a1 extremo que no podian alistarse
navios, emprenderse obras pitblicas, prepararse tropas
6 imponerse tributos si no se hacia con el consenti-
iniento de este cuerpo sin responsahilidad. Para seme-
jante pandilla, no era buen guia el recto y sencillo
juicio ni el buen sentir del Supremo Director. - I?l
estaba ajeno de toda villania y se confiaba 6 la inte-
gridad d e 10s otros, juzgandolos por la rectitud d e
sus propias intenciones. -Se hallabadispuesto a pensar
como Burke, (( que lo que es moralmente injusto,
nunca piaede ser politicamente just0 , y de aqui na-
))

cia que le hacian creer que una politica torcida era


un mal necesario ri todo Gobierno ;y como seme.jante
politica era contraria a su propia indole, se le inducia
con tanta mayor facilidad a delegar la ejeciicion de las
medidas a otros que n o tenian la equidad de sus prin-
cipios.
El m h o s escrupuloso de todos ellos era Zenteno,
quien, cintes de la revolucion, habia sido un procurador
en Concepcion, despues un favorito de San Martin, y
habia llevado a la administracion del Estado la astucia
propia de su primitiva profesion, aun con mayor tra-
paceria de la que comunmente usan aquellos. - Como
81 era mi mayor er?emigo, embarazandomis planes que
concertaba para servir bien Chile, no est6 bien que
5,
- 82 -
hable en el dia de 61 del modo que pensaba en Bpocas
atras y que ahora pienso; sin embargo, citar6 la opi-
nion de la Sra. Graham, la primera historiadora de la
Republica, para que se vea en quB estimacion se le
tenia.- ((Zenteno, dice aquella, ha leido mas de
))

lo que se acostumbra entre sus paisanos y piensa que


este poco es mucho. - A la par de San Marlin, digni-
fica con el nombre de filosofia el excepticismo en reli-
gion, la relajacion de costumbres y la dureza de Cora-
ron, cuando no sea la crueldad; y m i h t r a s que no
tendria dificultad para manifestar una laudable sensi-
hilidad por la muerte de un gusano, creeria digna
de alabanza la muerte 6 tortura de un adversario
politico. D Yo era su adversario politico por querer
sostener la’autoridad del Supremo Director, y de aqui
nacia, sin duda, la enemistad que me profesaba;
llegando su influencia a1 extremo mismo de impedir
que el Supremo Director viniese B visitarme mientras
esluve en Santiago, bajo el pretext0 que n o habria
sido decoroso el dar un paso tal de SD parte.
Despues que ha trascurrido tan largo tiempo y
ahora que Chile posee un gobierno, que se guia por
mas sabios principios, no hay por qu6 callar las ante-
riores observaciones, pues sin ellas, mi modo de pre-
sentar la conducta que el gobierno chileno tuvo para
oonmigo, estaria snjeta 6 interpretaciones siniestras.
MiBntras Chile se hallaba en un estado de transicion
- 84 -
habia sido oficialmente obligado a escrihirme por la
toma dc Valdivia la siguiente carta :

(( hlinisterio de Marina, en Santiago de Chile y


febrero 22 de 182Q.

1)Si 10s triunfos contra el enemigo dcbsn graduarse


segun la mas 6 m h o s rcsistcncia que este opone, y
con respecto ti la mas 6 menos ventaja que reporta A
la Nacion el vencimicnto ; .el que V. S. ha adquirido
sobre Valdivia en uno y otro cas0 es inconmensnrable.
V. S., chocandosc a un tiempo con la naturaleza y con
el arte; dcspoj6 a1 enemigo de esa inexpugnable ciu-
dadela, que hasta aqui habia obstinadamente defcndidB
por su utilidad y ventajosa situacion. La memoria de
este glorioso dia ocupara las primeras paginas en 10s
fastos de la Nacion Chilena; y el nombre de V. S.,
trasmiti6ndose de generacion en generacion, perman-
cera indcleblc en nuestra gratitud y en la de nuestros
decendientes.
)) S. E. el S. Director Supremo, altamente re3ocijado
de tan inestimable conquista, me ordena diga B V. S.
(corn0 tengo la complncencia de verificarlo), que rcciba
en su nombre y en el de loda la Nacion 10s mas inti-
mos placemes por tan inclita victoria. -
Los Sres.
oficialcs Beauchef, Miller, Erescano, Casson, Carter y
Vidal; 10s sargcntos Cabrera y Concha, el cabo Flbrcs,
el soldado Rojas, y todos 10s demas oficiales y sol-
- 85 -
dados dignos de tal ernpresa, y que a imitacion de
V. S. supieron arrostrar tan inminente peligro , ocu-
pan hoy la atencion del gobierno que medita el
premio y condigno distintivo con que decorarlos, ti
fin de que divulgandose siis nombres hasta 10s ulti-
mos angulos de la tierra, conozcan las naciones todas
que Chile sabe remunerar la virtud de sus’b6roes que
la difienden.
)) Enarbol6se nuestro pabellon en medio de las mas

festivas demostraciones publicas, y a su pi6 se ataron


las banderas de Valdivia y Cantabria, cuyo tr6mulo
flamrjo indicaba 10s agonizantes conntos de nuestros
enemigos.
1) Yo con la mayor efusion de gusto tengo el honor

de anunciarlo V. S. de suprema 6rden en contesta-


cion 6 su honorable nota de 5 del presente, en la que
incluye V. S. 10s partes de Beauchef y Miller. - Dios
guarde a V. S. muchos aEios.

)) Firmado. - JosB IGNACIOZENTENO.


)) Sr. vicealmirante, coinandante en jefe de la escuadra,
honorable lord Cochrane. )) ’

Es dificil concebir el que un hombre que ha llegado


ri escribirme una carta como la anterior, aunque sea
oficial; haya podido volverse mi mas encarnizado ene-
migo. Las razones que a ello le movieron se desarro-
llarkn a medida que prosigamoa.
- 86 -
Como me hubiesen despojado mas tarde de la
hacienda que me habian concedido en Rio Clara, sin
expresarse el motivo, insertare aqni el oficio por el
cual se me trnsmitia, puesto que d r ello tendre que
volver a hacer mcncion. La astucia curial del procu-
ratlor Zenteno hizo de tal modo, que la trasferencia
de la hacienda no fuese por escritura sino por el solo
decreto que signe : Con la data se ha servido
((

niandar expedir S. E. el Sr. Director Supremo el decreto


que copio:

(( Deseando hacer cuanto Qntes efectiva la donacion


de cuatro mil cuadras de terreno,’ que por decreto de
marzo prbximo anterior, consecuente de un senado-
cousulto, se hizo por el gobierno a1 cornandante en
jefe de la escuadra, vicealmirante lord Cochrane,
como una demostracion del aprecio publico que mere-
cieron sus relevantes servicios, en la restauracicn de
la importante plaza de Vsldivia; vengo en sefialarle
las referidas cuatrn mil cuadras en las tierras de Rio
Claro, Partido de Plere, Provincia de Concepcion ;
comprension de la hacienda confiscada a1 prbfugo
espafiol Pablo Hurtado. Sirva el presente de suficienle
titulo de propiedad & favor del interesado, y comuni-
quese a1 ministerio de Hacienda, para que, precedidas
las formalidades convenientes, mande ponerle en
posesion p goce de 10s referidos terrenos.
L

CAPITITLO IV

-
Obsticulos para equipar la escuadra. Hicese ila vela la expedi-
-
cion lihertsdora. - Desembarco en Pisco. Prolongada inaccion
del ejkrcito. -El general San Martin se traslada iAncon. - Cap-
tura de la Esmernldn. - Canje de prisioneros. - Reconocimiento
de aquel servicio por el general San Martin. - Visita de la con-
clesa Cochrane iMendoza.

Muy grandes eran las dificuliades que se presentaron


para equipar la expedicion destinada a libertar a1
Perk - El gobierno no tenia credit0 en tanto que su
tesoro estaba exhausto por 10s esfuerzos hechos para
organizar un ejhrcito. -Negocinr un emprestito era
imposible porque ya habia sido negado. -
Merced ti
la influencia que yo tenia con 10s comerciantes ingleses,
habia consegnido de ellos un buen acopio de pertre-
chos navales y militares y que contribuyesena una
suscripcion que al' efecto se habia abierto , lo cuaI
- 89 -
salvaba a1 gobierno de recurrir A un emprestito forzoso
que no se atrevia L ensayar. Sin embargo, la dificnltad
mayor era con respecto L 10s marineros extranjeros,
quienes, disgustados de que no se les gnardase fe,
rehusaban volver A servir. - E n vista de este peligro,
el gobierno me orden6 10s reclutase por fuerza, A lo
que me opuse, hacihndole presente qbe el comandante
dc la fragata britanica, que Ila sazon se hallaba en el
puerto, iinpediria se hiciese una leva de sus compa-
triotas. La alternativa propuesta fu6 que yo ejerciese
mi influencia con 10s hombres, dirigihdoles una pro-
clama que yo dictaria de modo que pudiesen depender
del general San Martin para el pago de salarios y pre-
mio de presas, cuando la expedicion se hubiese efec-
tuado. Esto patentizaba que 10s hombres no tendrian
mas fe en las promesas del gobierno.
En esta virtud, se ech6 una proclama a nombre del
general San Martin poniendo yo en ella mi firma conlo
gnrantia, mientras aquel firmaba en su carLcter de
comandante en jefe. El siguiente extract0 harQ la
naturaleza de esta proclama.

(( A1 hacer mi entrada en Lima pagar6 con punlun-

lidad todos 10s atrnsos devengados ,i cada uno de 10s


marineros extranjeros que se alistaren wluntariamente
en.el servicio de Chile, dando tambien a cada indivi-
duo, segnn su clase, la paga entera de un aiio, ademas
- 90 -
de sus atrasos, como premio 6 recompensa de sus
serricios, si continuasen llenando sus deberes hasta
el din en que se rinda aquella plaza y sea ocupada por
Ias fuerzas lihertadoras.

)) Firmado.- Jos6 DE SANMARTIN.


)) COCIIRANE.))

Esta proclama produjo el efecto deseado, comple-


tdndose inmediatamente las tripulaciones de 10s buques.
El ejkrcitc, chileno, que iba a1 Per6, se componin de
1,200 hombres. - Se le bautiz6 con el titulo de a Ejer-
cito Libertudor. 1) El general San Martin, con gran
contrariedad del general Freire, fu6 nomhrado capitan
general de esta fuerza.
M i h t r a s se preparaba la expedicion, el Supremo
Director hizo conocer a1 pueblo peruano el objeto por
el cual la enviaba; y i fin de q u e no tuviesen ningun
recelo de la presencia de ella, manifesl6 sus intcn-
cionrs en una proclama general, de la sun1 lo sisuiente
es un extract0 :

(( i Peruanos! no creais que pretendemos trnlaros


como zi un puehlo conquistado. -
Un deseo tal, solo
pudiera encontrar abrigo en el Animo de aquellos que
detestan iiuestra coillun felicidad. -
Aspiramos h i -
camente ;iveros libres y dirhosos. - Vosolros nismos
- 91 -
estnblecer6is vuestro gobierno, escogiendo aquella
forma que mas se adapte B westras costumbres, a
vucslra situacion y ri vuestros deseos. - Por consi-
guiente, constituirkis una nacion tan libre 6 indepela-
diente como la nuestra. ))

Es precis0 no olvidar esta y otras proclamas que se


dieron despues, pues que el resultado no correspondi6
B las intenciones del Supremo Director, de cuyos
rectos designios no hicieron mas tarde cas0 10s que
solamente consideraban a1 Per&, como un campo
para hacer medrar sus ambiciones. Eos oficiales chi-
lenos, tanto natiros como extranjeros, creian cierta-
niente en la sinceridatl de sus jefes, pepo debieron
sufrir despues un terrible desengafio respecto a su
jefe principal.
El 21 de agosto de 4820, la escuadra se dici B la vela
en medio de las entusiastns aclamaciones del pueblo.
Se enorgollecia este de ver que en tan poco tiempo,
no solo habia sidohundlado el poder eapaiiol, sin0 que
ya se hallaba en el cas0 de porler enviar un ejkrcito
para libertar a1 principal Fistado del Pacjfico, que
quedaba bajo el d o r r h i o d e !a Metrbpoli.
El dia 28 la escuadra hizo rumbo hacia Coquimbo
para tomar A borcio otro batallon. - El 26 volvimos
a desplegar velas y entbnces el general San M&ii me
hizo conocer la intencion que tenia de dirigirse con el
- 92 -
cuerpo principal del ej6rcito B Trujillo, plaza dis-
tante cuntro grados B sotavento de Limn. - Alli no
'
podia obtener ventaja alguna ni natla tenia que hacer,
except0 el permanecer ti cubierto de todo atnque por
parte de losEspa~oles,quienes no podian penetrar por
tierra, mibntras que la escuadra les impedia ir por m w .
AI hacer presente 6 San Martin que su determina-
cion causaria el mayor descontento entre 10s oficiales
y soldados chilenos, quienes esperaban ser desembar-
cados y que a1 instante se les llevase B Lima, para
cuya conquista eran mas que succientes, consinti6 en
ahandonar el plan de ir B Trujillo; pero se nrgB resnel-
tarncnte B dcsembnrcar su gente li las inmediaciones
-
de Lima. Por qubmotivo obraba asi, no purle saberlo
ent6nces.
Mi plan era desembarcar la fuerza en Chilca, en
el punto mas inmediato al Callao y apoderarme sobre
Id marchs de Lima. Esta era una empresa natla dificil

y segura de buen Bxito.


Viendo que todo razonamiento era infructuoso, nos
dirigimos B Pisco, adonde ]leg6 la expedicion el 7 de
setiembre, y el tlia 8, con gran sentimiento mio, se des-
cmbarcaron las tropas, prrmaneciendo 50 dias en
i total inaccion! No se hizo mas que mandar a1 inte-
rior a1 corouel Arenales con una division, el cual,
despues de derrotar B un cuerpo de Espaiiole., tom6
posesion nl Este de Lima.
- 93 -
El general San Martin, a1 llegar a Pisco, no quiso
entrar e n l a villa, bien que las fuerzas espaiiolas no
contasen alli mas de 300 hombres escasos. Haciendo
desembarcar las tropas a1 mando del mariscal de
campo Cas Heras, se march6 costa abajo en la goleta
Montezzma. -,Los habitantes se retiraron entretanto a1
interior, ilevandose consigo SLIS ganados, esclavos y
aun 10s muebles de sus casas. -Una conducta tal de
San Martin caus6 gran descontento en el ejercito y la
escuadra, puesto que habia un contraste con la pri-
mera toma que se hizo de dicha plaza, el aiio anterior,
por el teniente Charles y el mayor Miller, acoinpa-
iiados de un puiiado de hombres.
Cuando San Martin regres6, manifest6 gran senti-
miento por la fuga de 10s habitantes y la consiguiente
perdida de abastecimientos. E n vez (le atribuir esto a
sus movimientos tardios se contrajo a decir que no
podia creer en 10s partes recibidos del Peru, relativos
a las disposiciones pacificas de 10s habitantes, por lo
cual abrig6 dudas respecto a1 buen Bxito d e la expe-
dicion.
Habia sido de la mas alia importancia el haber to-
mado inmediatamente la plaza y atraidose la voluntad
de 10s h a b h n t e s , pues 10s buques eslaban escasos de
provisiones y casi enteramente desprovistos de lo mas
necesario. Sin embargo, una detallada descripcion Pub
remitida a Santiago acerca de la toma de la plaza, la
- 94: -
cual fu6 inserta er, el peri6dico oficial, como la pri-
mera hazafia d e la grande expedicion.
Drlrante 10s 50 dias que permanecimos en Pisco, Is
escuadri habia tenido tanihien que permanecer inac-
tiva, no habienclo hecho mas que rapturar algunos
barcos mercantes que navegaban a lo largo de la costa
6 ir inl'ructuosamente en pos de la fragatas espafiolas
Prueba y Venganza, que no continub persiguiendo
por comer riesgo 10s trasportes durante mi ausencia.
Este retardo fu6 causa de 10s mas aciagos desastres
que pudieron sobrevenir a la expedicion, - El pueblo
ansiaba por recihirnos, y no contando con la tardanza
del general Sa12 Martin, se declaraba por todds partes
en favor nuestro; pero como no era apognclo; el Tirey
lo multaba, einprisionaba y sornetia d castigos corpa-
rales. --De aqui nacia. que en aez de obrar con fran-
queza , se hacia circunspfcto y desconfiaba de la
fuerza que rnalgastaba su tiempo en Pisco. - A la vee
manifestaba repugnancia en suplirnas de 10s auxilios
necesarios, por lo que se le trataba con rigor rnililar,
segun 6rden del general San Martin. Los Peruanos,
vi6iidose de este medo tratados, principiaron d corlsider-
rar a 10s Chilenos tan opresores como a 10s Espaiioles,
a riesgo de perder el deseo de independizar !a Nacion.
A pesar de todo esto, el gerieral Sa11 Martin habia
dado una proclama del Supremo Director, llena de fer-
vientes promesas ante Dios y 10s hombres de las rectas
- 9s --
intenciones que tenia el gobierno dc Chile. - He
aqui algunos extractos de ella :

(( j Peruanos! aqui teneis 1as obligaciones bajo las

cuales Chile, en presencia del Ser Supremo, y llevando


por testigo a todas las naciones para quevenguen cual-
quiera infmccion d e este pacto, se empeiia en ayu-
daros sin temor de la muerte ni de 10s peligros. -
Sereis libres 6 independientes. Elegireis vuestro propio
gobierno y harkis vuestras leyes por la volontad espon-
kinea de vuestros rcpresentantes. - Ninguna influen-
cia militar 6 civil, directa 6 indirecta pondran en
juego vuestros hermanos, para modificar vnestras ten-
-
dencias sociaies. Despdirkis la fuerza armada que
se os envia en ayuda, cuando lo creais oportuno, sin
miramiento a lo que podamos pensar respecto del
peligro que corrais por vuestra seguridad. - Jamas
fuerza militar alguna ocupara el territorio de un pueblo
libre, a m h o s que no sea pedida por vuestros le&
timos magistrados. -Ni por nosotros ni con la ayuda
de nosotros se castigaran las opiniones politicas que
hayan podido existir a n t e s d e haceros libres. - Pre-
paraos a rechazar cualquiera fuerza armada que inten te
oponerse a vuestros derechos. Os suplicamos olvideis
todos :os agravios anteriores a1 dia de westra gloria,
a fin de reservar la mas scvera ,justicia 5 la p e r h a c i a
v la oDresion. N
- 91 -
Habiendo sido reembarcadas las tropas, saliinos de
, Pisco el 28 y a1 siguiente dia nnclamos delante del
Callao. Despues de haber recorrido 1as fortificaciones,
volvi a urgir a1 general San Marlin mandase a1 instante
desembarcar la fuerza, 5 lo cual se opus0 del modo
mas resuelto, contrariando el Animo de 10s expedi-
cionarios 6 insistiendo para ir a Ancon, punto algo
distante hacin ei Norte del Callao. Como yo no tenia
autoridad scbre las tropas, tuve que obedecer, desta-
cando el 30 el S a n Martin, el Gulvarino y el Araucano
para conducir 10s traportes a Ancon y quedandome en
la bahia, con la OHiggins, la Independencia y el Lautaro
para bloquear 1.
1. A fiiies de 1860, don Benjamin Vicuiia Rlakena se propuso
combatir las Nemorius que lord Cochrane habia pnblicado en ingles,
ri consecnencia de !os cargos que en el ccrso de ellas hace a1 gene-
ral San Martin. Con tal motivo principi6 a escribir hajo el titulo de
Lord Cochrane y Sun M u ~ t i nprometiendo
, una refutacion concienzuda.
El phblico aguard6, ley6 las primeras priginas y luego se encontr6
con que el bbjeto de la obra era otro. Era que Makena conocia su
iinpotencia, tenia la conviccion de que a1 proceder asi no le quedaba
otro norte quo el de la calumnia y sesg6 vergonzosamente despues
de haber desaliogado sus pasionespersonales, arrojando incienso y lodo
contra un hombre grande. De esa contradiccion naci6 el celebreJbro
que ili6 a luz bajo el rullro de la Revolucion de la Independencia del
Perk, d u d e 1809 kesla 1829. Este libro se conipone de 272 paginas y
de ellas 488 son copias de viejos manuscritos. En 61 se trata de 10s
capiiulos de 10s conwiitos de frailes ;de las fiestas de las monjas,;
de las divcrsiones de 10s toros; de las recepcioncs de doctores; de las
campanas de las iglesias; de la politica del gobierno de Chile en 1859 ;
de venganzas personales contra individuos que le arrancaron la mb-
6
El objeto que me proponia era, i causa de estar
disgustada en comun toda la gente del ejkrcito, de la.
inercia del general San Martin, no se disipasen 10s
recursos que con tanta dificultnd habia reunido Chile,
sin conseguir alguno d e 10s objetos de la expedicion.
Para el efecto form6 un plan de ataque con 10s tres

cara diez aiios ha; de 10s desterrados politicos de Chile por la r e ~ o ;


lucion de 1859 : trata de todo, hasta de hacer reipiehros li, las hijas
espirituales del Rimae; pero del objeto que sc propnso tratar, de lo
que expresa el titulo indicado, nadn. 4si es qnc, para conipletar las
paginas que sc propuso~escril~ir, se ocnpa 5 la vez de hacer el pane-
' girico de todas las persoiivs que visit6 en Lima y de prodigar una
rastrera adnlacion B cuanto individuo elicoutro poderoso; liasta tal
punto, que parece alli descubrirse el espirilu del cscyitor tendiendo
iforniarse un graii circulo de ,prosditos, lintes clue de dirigirse d '
lleiiar el deber del escritor hoiirado 1- de concicucia. Pero lo sin-
gular de todo est& auii inas para el lector, en eiicc,iitrar ;1 cada p&-
giiia uiias cuaiitas liiieas en qne Vicuiia se iiigerta para clasificarse
li si misuio con una hzmdldrtd esconkxkm, (( de inirtir de la libertad,
de heroe, del primer lionibrc que represeuta la altx inisiou del sa-
cerdocio platonico. )) Aute 61 uada considera superior. Tieiie rarzo11 :
d l mismo lo dice y vive satisfeclio en esta creencia. Es el R a , ~ i a ode
la prensa chileila. Pero si se le Ya B juzgar, 31 leer sus ohras tan re-
cargadas de una fraseolugia hinchada, sill uii plaii determiiiado, siii
una idea fija, sin un pensamieiito filos6fic0, lleno de contradicciones
y sin.principios propios, cualquicra le tbniara gor tin caballero de
industria en politica.
El publico sensato de I.ima destiii6 la ohra citada para el arclii\*o
(le las pulperias, porqne iiingun 1ionil)re prolio podia consentir en
que se liiciera de 10s gloriosos recaerdos de la revolncion una cha-
cota tan deuigrante.
Vicuim ha cscrito Biites otras obras : Viujes, Tratado de Agvicull~tra
p el Ostrncimo d e /os Carreins. La primera 110 es iiias (JUCuiia iliala
- 99 -
buques qne me habinn quedarlo, sin siquiera dar &
traslucir mis intenciones a1 general San Martin, te-
miendo se opusiera a mi designio.
Cousistia este en cortar la fragata Esnieralda que se
hallaba a1 pi6 de las fortificaciones y de apederarrne
tanibien dc otro buque, a bordo del mal, segun sc m e
habia infGrmado, hahia sido embarcado un millon de

copia de Ins Guias dr, Viajeros, que se encuentran en toilas las oft-
cinns de ferrocarriles; la segunda, un extract0 de las cartillas que sc
ilm 5 luz cn Ihidres sohre dicha materia., y la tercera, la mas
rligiia de todns, el reslimen de 10s ma?lii. os legxdos por aqnellos
esclarecidos ciitdailanos y de las puhlicaciones ya lieclias por con-
tcrnporaiieos de la guerra de la Independencia. Pe,vo en todo aqnello
que ha sido necesario organizsr y jnzgar, cl autor ha sido tali poco
escrupnloso, que Antes de cnatro ailos ha tenido que ammciar iina
correccion de herhos que son falsos. Tiene la andacia de poner su
firma :icusnto encueritra ii mano y Cree ser desconocido. De alli eso
fiiror por compaginar archivos ajenos.
Pues hien, estc celehre escritor, que nos ha obligado Li consignar
esta nota, fut! el que ha procnrado lierir lord Coc,hrane. i Y en qn6
circunstancias? cnando la l?rcnsa (le Europa elcvaba un canto de
dolor por la niuerte de tail esclarecido marino ; siendo de iiotar, que
cusndo Vicnfia se encontrabs en L61idres ii la dpoca en qne so pu-
bli,caba la obra de Cochranc, escribia a1 noble lord prodigandole elo-
gios ! Unc condncta tal, es la fotografia del homhre. - Le atscaha
despues dc muerto, no por patriotisnio, porque el patriotisino no es
la ingratitud ni el fango dc1 corazon; le atacaba bajo esa mdscara,
porque Coclirme era inglk y Sail Martin americano, intiino amigo de
su. ahuelo el coroiiel Malrena; le tItACih,, porque Cochrane se babia
negado ii recibirle la segunda TW que Vicuiia lo solicit6. Este inci-
dente domin6 aquel cornzon, y de nlli sn desahogo contra el cad;iwr
del viejo marino. FnP un w n p o arrojado a1 ciclo.
N. DEI, ED.
- 100 -
pesos para ponerlos en salvo cas0 de necesidad. - La
consecuencia que de esto m e esperaba era que 10s es-
paiioles rindiesen In capital 6 la ahandonasen,
La empresa era arriesgada, puesto que desde mi
ultima visita, la posicion d e 10s enemigos se habia re-
forzado teniendo nada m h o s que 300 piezas de arti-
lleria montadas en la costa, y la Esmerulda atestada de
10s mejores marinos y marineros que podian procu-
-
rarse. Cada noche dormian estos e r sus cuadras. -
Ademas, estaba esta defendida par una fuerte barra
amarrada con cadenas y por pontones armados. - El
todo se hallaba circundado de 27 lanchas caiioneras,
haciendo imposible la aproximacion de cualqnier bu-
que 6 ella.
Tres dins pasamos ocupados en hacer nuestros pre-
paralivos, sin que el enemigo conociese el objeto con
que se hacian. - En la tarde del dia 5 de noiziembre,
se hizo conocer aquel por la signiente proclama :

((Soldados de marina y marineros : Esta noche


vamos a dar un golpe mortal a1 enemigo y maiiana os
presentareis con orgullo delante del Callio. - Todos
nuestros camaradas envidiarin vuestra buena suerte.
Una hora de coraje y resolucion es cuanto se requiere
de vosotros para triumfar. - Recordad que habeis
vencido en Valdivia, y no os atemoriceis de aquellos
que un dia huyeron de vuestra presencia.
- 402 -
habia formado en dos divisiones, la primera mandada
por mi capitan de bandera Crosbie, y la segunda por
el capitan Guise. Wi bote rompia la marcha. - Se
habia ordenado guardar el mayor silencio y no hacer
us0 mas que del machete; de manera que como 10s
remos iban embozados y la noche era oscura, el ene-
migo no tenia la menor sospecha del peligro que le
amagaba.
Era exactamente media noche cuando llegamos i la
pequefia abertura dejada en la barra. - Poco faltb alli
paraque todo se frustrase por la vigilanciade un guarda-
costa, contra el cual troprz6 felizmente mi embarca-
cion. AI instante nos acharon el qiii6u vire, a1 cual
respondi ii media voz, amenazando matar a1 punto 6
cuantos habia en el bote si daban la mas pequeiia
-
a e h l de alarma. A esta amenaea no hicieron resis-
tencia y en pocos minutos mas, nuestros ralientes se
hallaban formando una linea a1 costado de la fragata
y abordkndola a1 mismo tiempo por diferentes
punits.
Los Espafioles fueron enteramente cogidos por sor-
presa. hallhdose todos, except0 10s centinelas, dur-
miendo en sus cuadras. - Grande fu6 la mortandad
que hicieron 10s machetes chilenos mientras volvian en
si. - Se retiraron a1 castillo de proa y alli hicieron
una sostenida defensa, siendo necesario darle- una
tercer carga para ganarles la posicion.-- El ataque se
- 103 -
renov6 por algun tiempo en el alcizar, en donde 10s
Espafioles cayeron h a s h el 6ltimo. -El resto del ene-
migo salt6 6 la mar 6 hnyb a la bodega para librarse de
la carniceria.
AI abortlar la fragata por las amarras principles, el
centinela me di6 un culatazo qus me tir6 de espaldas
y dando sobre un toleto del bote, la punta me entrb
por la espalda junto a1 espinazo, causandome una
grave herida, de la cual sufri despues por muchos
afios. P o n i h d o m e a1 instante de pi6 volvi i subir
sobre el puente, y alli volvi i recibir una herida en
un muslo, pero atindomela con un pafiuelo, pude,
aunque con mucha dificullad, dirigir el ataque hasta
el uitimo.
No omitire mencionar que el teniente Grenfell, qne
bizarramente mandaba uno de 10s botes, cay6 herido.
Tcda esta refriega no dur6 mas que un cuarto de
hora, sisndo nuestra perdida la de II muertos y 30 he-
ridos, en tanto que la de 10s Espafioles era de JGO,
muchos de 10s cuales cayeron bajo el machete de 10s
Chilenos intes que pudiesen comer d las araas. -
Valor como el que mostraron nuestros valientes nunca la
habia visto.
Antes de proceder al abordaje se habia sefialado a
cada uno lo que tenia que hacer, cncargando i una
partida de apoderarse de las cofas. - Apenas hacia
un minuto que me hallaha en el puente, cuando di voz
- 10.4 -
6 la cofa de trinquete, y a1 inslante me respondieron
nuestros hombres. - Con igual prontitud m e respon-
d i e r m (!e la cofa mayor de la fragata.
No hay tripulacion de naFio de linea inglds que
pueda crimplir 6rdenes con mayor exactitud.
El tumulto y ruido alarm6 bien pronto a la guarni-
cion de tierra, la cual principitandose sobrc sus ca-
Cones, principi6 B tirar contra su misma fragata. -
De esle modo s e nos hacia el cumplirniento de salu-
dar nuestro triunfo; bien que en este cas0 debian
presumir que sus hombres se hallaban t i bordo y que
a1 hacer fuegc procedian de una manern indigna. -
Asi sucedi6 que rnuchos Espaiioles cayeron muertos
y heridos por 10s tiros d e la fortaleza, contandose
entre ellos el capitan Coig, cornandante de la Esme-
ralda, quien despues de estar prisionero recibi6 una
fuerte contusion de una bala d e su proprio partido.
Sin embargo, el fnego de la fortaleza conseguirnos
neutralizarlo recurriendo 6 un medio ingenioso. -
Durante la refriega se hallaban presentes dos barcos
de guerra extranjeros, la fragata Macedonia de 10s Es-
tados Unidos y la fragata inglesa Hyperion. - Estos,
segun habian convenido de antemano con las autori-
dades espaColas, en cas0 de un ataque de noche, a h -
iinn luces particulares como sefiiales, para que no se
les liiciern ruego. - Nosotros estabamos preparados
para esta continqencia; asi fu6 que en el acto que las
- $06 -
de ella.- TJa razon que (1% para este prockder fuB,
que 10s ingleses hnbian forzado el almacen del aguar-
diente y se estaban embriagando, mikntras 10s chile-
nos andaban desorganizados con el pillaje. -Este
fu8 un grande error, pues si se pudo capturar la Es-
rnerulda p a r de su escogidn y bien disciplinada
tripulacion, poca 6 ninguna dificultad hahria habidn
en echar ,i la rlcrira d 10s otros buques. Wabria suce-
rliclo C O ~ Oen Valdivia, que en vez de persegnir a1
enemigo de fuerte en fuerte, sin pkrdida de nuestra
parte, le habriarnos perseguido de buque en buyuc.
El siguiente extract0 de In 6rden preparatorin que
se dib para el ataque, demostrarri la exnctitud de lo
que queda expuesto.

(( AI apoderarse de la fragata, 10s marineros y mari-


nos chilenos no gritariin yiva C!iile, sino T’iva e/ Rey, :i
fin d e engaiiar a1 enemigo y dar tiempo ;i que sc:
complete la operacion.
1) La fusilerin hard fuego desde la Estneralda sobre

10s dos bergantines de guerra, de 10s que se apodera-


rbn 10s tenientes Esmonde y Morgell con 10s botes de
su mando. - Verificado esto, les cortargn 1as ama-
rras, sadndolos fuera, y 10s fondearin i lo largo lo
mas pronto posible. - Los botes de la Independencia
eciiardn ;i la deriva todos 10s buques mercantes espn-
Goles; y 10s hotes dc la O’TTiqgins y del Lnutnm, 5 Ias
- 107 -
brdenes de 10s tenientes Bell y Robertson, prenderin
fuego 6 uno 6 mas C ~ S C O Sde 10s mas avanzados ; per0
a estos no se les dejarti ir B la deriva, B fin d e que no
vayan a caer sobre 10s demas.

)) Firmado. - COCHRANE.))

Con haber cortado 10s cables d e la Esmeralda nin-


guno de estos objetos se consigui6.
La E’smeralda se hallaba lista para salir Li la mar, le-
niendo a su bordo provisiones para tres meses y pcr-
trechos para dos &os. - Sin duda estaba deslinada,
si la oportunidad se presentaba, 6 conducir el buque
que llevaba el tesoro, que tambien perdimos por la
precipitacion del capitan Guise.
y en verdad, la circunslancia de hallarse en ese en-
tbnces B bordo el almirante espa5o1, con su bandera
desplcgada, era una prueba evidente que la fragata
estaba a punto de partir; mas en vez de eso, almi-
rante, oficiales y 200 hombres eayeron prisioneros. -
El resto de la tripulacion, de 370 en numero, queda-
ron muertos, heridos 6 ahogados.
Durante la refriega ocurri6 un incidente que, aun
cuando ha trascurrido tanio tiempo, deseo mencionar.
- El buque de S. 11. britknica Hyperion, hallandose
muy inmediato a la Bsmeralda, presencib todo lo
ocurrido. .- Un guardiamarina, que estaba mirando
- 108 -
con otros por un portalon, n o pudiendo reprimir sus
sentimientos de verdadero ingles, palmote6 en sefial
de aprobacion a1 ver cotrio iiuestros valientes hacian
salir a1 enemigo del castillo de proa. Despues supi-
nios que se le habia hecho bajar inmediatarnente por
6rden de su comandante el capitan Scarle, amena-
zandole de ponerle arrestado.
Tal era el modo de sentir de un cpmandante inglhs
hacia mi.
No habsia hecho mencion de esta ocurrencia, si no
luera porque en otra ocasion anterior el mismo co-
mandante me hizo amenazar quitando las tapa-bocas
6 sus caiiones y poniendolos en estado d e obrar
cuando yo entraba en mi almiranta, dkndome a en-
tender con esto, 6 que me tenia por un pirata 6 que
como a tal me trataria si encontraba la oporlunidad.
Cuando 10s botes se iban acercando a la Esnzeralda,
de la frngata inglesn se ech6 a cada uno el quidn vive,
con la intencion manifiesta de alarmar a1 enemigo, lo
cual babria sucedido si no hubiesen estado descuida-
dos a causa de la estratagema mencionada, de haber
hecho salir ti nuestros buques de la bahia.
Muy diferente fu6 la conducta del cornandante d e la
fragata Macedonia de 10s Estados Unidos, cuyos centi-
nelas no nos echaron el y u i h vive, dicifmdolios 10s
oficiales a1 pesar y a media F O Z : Les deseamos €eIiz
6xito.- Y mas honorable fii6 aun el testimonio que
- 209 -
despucs di6 un hdbil oficial, el capitan Basilio Hall .
que mnndaba el navio Conway de Su Majeslad brit&-
nica, entbnces estacionado en el Pacifico. Tengo Q or-
gull0 reprodricir ese testinionio, aun cuando no es mas
que una recapitulacion d e 10s sucesos referidos, te-
niendo algunas inexactitudes respecto al n6mero d e
hombres empleados en el asalto.

(( M i h t r a s que el ejhrcito libertador, dice, man-


dado por el general San Martin, se trasladaba d Ancon,
vino lord Cochrane con parte de su escuadra Q anclar
en la rnda anterior del Callao. El puert.9 interior se
hallaba defendido por iin basto sistema tlc brttcrias,
adinirablemente construidas, las que comunmente se
denominaban 10s Castillos del Callao. - Los buques
mercantes, asi como 10s de guerra, cmsistiendo cn
la Esmeralda, espaciosa fragnta de 40 caiiones, y dos
corbetas, estaban amarrados bajo la proteccion de 10s
cafioiies del castillo dentro de un seniicirculo d e
I 4 lanchas caconeras y una barra hccha de berlingas
encadenadas unas Q otras.
)) Habiendo lorcl Cochrane reconociclo previamcnte
en persona estas formitlnbles defensas, cmprencli6 el
5 de noviembre de I820 la arrojada empresa de a p -
tlcrarse de la fragata espaiioln, aunquc era nolorio
cstitba preparada para un atnque. - Su Seiioria se
adclnnl6 con 14 h t e s , cont~nicndo240 hombres, to-
7
- 110 -
. dos voluntarios de 10s diferentes buques de la escua-
dra, formados en dos divisiones, la una mandada por
el capitan Crosbie y la otra por el capitan Guise, am-
bos oficiales comandantes de la escuadra chilena.
)) A media noche, despues de haber forzado la en-
trada por medio de la cadena del puerto, lord Co-
chrane, que iba conduciendo, bog6 para el costado de
la primera lancha cafionera, y cogiendo a1 oficial por
sorpresa, le propuso, con una pistola ila cabeza, la
alternativa de callarse 6 de morir. No encontrando re-
sistencia, adelantironse 10s botes sin ser notados, y
lord Cochrane, escalando el lado de la Esmeralda, fu6
el primero en dar la alarma. - El centinela del por-
talon, asestando su fusil, dispar6 un tiro, pero a1 ins-
tante fu6 dorribado por el patron del bote, y Su Se-
iioria, bien que herido en un muslo, entr6 al mismo
tiempo en el puente, acometiendo con no m6nos in-
trepidez por el lado opuesto de In fragata el capitan
Guise, quien se encontr6 imedio camino del alcizar
con lord Cochrane, y el capitan Crosbie, gnnando bien
pronto la parte posterior del buque, espadn e11 mnno.
Los EspaEoles se replegaron a1 castillo de proa, en
donde hicieron una resistencia desesperadn, hasta que
quedaron vencidos por un destacamento fresco de mag
r h o s y niarineros, comandados pop lord Cochrane.
Sobre el puente principal volvieron a hacer una w-
liente resistencia; per0 antes de In una, la fragata es;
- 111 -
taba capturada, sus cables cortados y se la sacaba en
tiempo fuera del puerto.
)) Esta pkrdida fuk un golpe morta! para las fuerzas
morales espaiiolas, apostadas en aquella parte del
globo ; pues aun cuando habia otras dos fragatas es-
paiiolas y algunos buques menores en el Pacifico,
nunca se atrevieron despues 6 mostrarse, dejando asi
a lord Cochrane, dueiio absoluto de la costa. ))

En la niaiiana del dia 6 tuvo lugar en tierra un es-


pantoso degiiello. La fragata de 10s Estados Unidos
habia, como de costumbre, rnandado un bote a tierra
6 hacer provisiones a1 mercado, - A1 populacho se le
liabia puesto en la cabeza que la Esineralda sin el auxi-
lio de la Macedonia no habria podido ser tomada, y por
esta idea se arrojaron sobre 10s del bote y 10s dego-
llaron.
Los heridos que tuvo la tripulacion de la Esmeralda
10s envie 6 tierra baio una bandera parlamentaria,
acompaiiando a1 virey un oficio mio en que le pedia
el can.je de prisioneros. - En esta vez el virey acce-
di6 cortesmentea la propuesta y en retorno me mand6
10s prisioneros chilenos que habian estado largo
tiempo sufriendo en 10s calabozos de la fortalezx, y a
quienes se mand6 unir a1 ej6rcito del general San
Martin,
El general San Martin, en rantestacion a1 parle que
- 112 - .

le trasmiti de nuestra victoria, ine contest6 la siguienle


carta :

((La importancia del servicio que ha hecho V. S. a la


patria en la toma de la fragatn de guerra espafiola Es-
meralda y el modo brillante con que V. S. rnismo
condnjo 6 10s bravos de su niando a tan noble em-
presn en la noche memorable del 3, ha aumentado 10s
titulos qire 10s servicios anteriores de V. S. le daban
la consideracion del gobierno, In gratitud de todos
10s que se interesan por la CailSa, y a1 aprecio que pro-
feso a V. s.
)) Todos 10s que participaron de 10s riesgos y de !a
gloria de V. S. merecen tambien la estimacion de siis
conciudadanos; y ya que tengo la satisfaccion de ser
el 6rgano de 10s sentimienlos de adiniracion que un
suceso tan importante ha excilndo e n 10s jefes y ej&-
cito d e mi mando, se me permitir8 expresarlos a V . S.
para que Sean comunicados a 10s benemeritos oficiales,
tripulacion y tropa de la escuadra, a 10s cuales se les
cumplirin religiosamente todas las promesas hechas
pol’ v. s.
)) Es muy sensible que a la memoria de un aconte-

cimienlo tan hcroico se rriezclen ideas de pesar excitadas


por el recuerdo de la sangre preciosa que se ha bertido ;
pero espero que rnuy pronto est6 V. S. en tiisposicion
de dar nuevos dias dc gloria a la patria y a su nonibre.
- 113 -
)) Dios guarde ci V. S. muchos 6 0 s . -
A bordo del
nario Sun Martin, en Huacho a 10 d e noviembre
d e 1820.
)) Firmado. -
JOSEDE SANMARTIN.
n A1 muy honorable lord Cochrane, vicealmirante eo-
mandante en jefe de la escuadra de Chile. ))

La expresion de San Martin de cumplir reli,.aiosa-


mente las promesas quc yo hicc, es cn alusion 5 la
oferta quc 81 mismo firm6, por haberse asi exigido
antes de que saliese la escuadra de Valparaiso, de que
se daria un azo de pagn Q 10s hombres. Con la prece-
dente cartn el general San Martin envib otra promcsa
voluntaria dc 50,000 pesos para 10s aprehensores, 10s
q u e se paprian cuando se tomara Lima.
Plinguna d e estns promesas fu8 jamas cumplida, ni
tampoco se obtuvo el dinero de presas.
El general San Martin escribib a1 gobierno de Chi-
le lo siguiente :

(( Excelentisimo sefior,

)) Tengo el honor de dirigir i V. S. el parte del


Exmo. lord Cochrane, viccalmirante de la escuadra, re-
Iativo & la hcroica cnptura de la fragata Esmeralda, que
fut! atacada bnjo las baterias del Callao.
)) Me es imposible enconiinr en tkrminos apropiados

la arrojada empresa del 5 clr noyiembre, por la qur


- 214. -
lord Cochrane ha establecido la superioridad de nues-
tras fiierzas navales, ha acreditado el esplendor y poder
de Chile y asegurado el buen Bxito de esta campaiia.
D No dudo que S. E. el Supremo Director harh la
justicia dcbida a1 digno jefe, oficiales y demas indivi-
duos que han tornado parte en accion tan ventu-
rosa.
n Dignese V. S. hacernie el honor de felicitar por mi
a S. E. con motivo de tan importante suceso, y muy
en particular por la influencia que redandara al objeto
que ocupa su solicitud.

)) Firmado. -Josb DE SANMARTIN.


)) Cuartel general en Supe, 10 de diciembre de 1820. - Sr. Don
Jose Ignscio Zenteno, ministro de la Guerra. ))

Poco despues de mi partida para el Per6, la con-


des1 Cochrane emprencli6 un riaje nl traves de la Cor-
dillera con direccion ti !Mendom. -
En aquella esla-
cion, 10s senderos estaban cegados por la nieve.
Yendo encargadn cle conducir unos despachos,
camin6 con ligereza Ilegando el 12 de octubre a1
famoso puente del Inca, que est5 B l5,OOr) pies sobre
el nivel del mar. - En este Iugar, la riieve se habia
aumentado i tal extremo que era imposible caminar
mas adelante, vikndose obligada h quedarse en la ca-
sucha 6 casa de refugio, construida sobre la nieve para
DGfjUllLl(1.U U G IUD VlaJGlUJ. Ill11 JG G A ~ G 1 l l l l G l l l . a Ul1 l l l U

tan intenso, B causa de la raridad de la atm6sfera y de


1;R ausencia de toda comodidad, a1 extremo de no en-
C ontrarse por cama n a s que una pie1 seca de bueg,
q L""n P Pctnxr
""'"J
c
"
"c
)~
"
'"r r l l ~ n
-
' nn o a c CPnnrIIc
y"""" nilorrian
UVllVlUU y
u',"'"" cntrir,
UU'I.I.
^.
Iba la Conclesa prosiguiendo su camino por un se n-
(1lero estrecho y precipitoso, cuando iin realista que Ise
.. . . .. . .. ~, ..
h a h a incorporaao R la cabalgata se aclelanto en rlirec-
1 1

cion opuesta, queriendo clisiiutarla el paso. - Hab ia


elegido el punto mas peligroso, de manera que un so10
. . . - - . _ -
paso de la mula clado en falso, bastaba para hacerla
# r s
7 d
e i in-
a l w UUMJ. iiiiiiiauo r w r u riureb. v c u ~ ~ u c ~ ias ~~u
tenciones del realista echb & galope sobre 61 y le a r-
rimb un bofeton violento que le impidib consumar si1s
sangrientos designios.
li'l molrrnrlrr tnm I..nnr. AM- P O rnn
., qfnnqrln hmmh
-Estado abatido de 10s Espaiioles. -Tropas murikndose de fiebre.
-
- Designios dc Sail Martin sobre Guayaqnil. Conducta sedi.
-
ciosk de 10s oficiales. Destitueion del virey. - San Martin nu?
-1.. 4 ..-. nm..inn:,mrln cn- \Inn,:- A + ..-.. n A ~ . m I-:"-

- Toma de Tacna. - Captura de RIoqnegua. - Se me uicgan


ma< tronas. -Ratificacinii de 1111 armisticin. -
Sitiiacinii aniilada
(

El dia 8 de novieinbre me traslade a Ancon llevando


nuestra presa. El ejbrcito nos recibi6 con grandes
aplausos y crey6 con seguridad que se le llevaria en el
acto sobre Lima, atendiendo B la consternacion que
habia producido el golpe dado B la fuerzas navales es-
pnfiolas, que 10s mismos Espafioles clasificaron de
golpe mortal; pero San Martin, contrariando la volun-
tad de todos y en particular la mia, en vez de ir B
buscar al _enemigo, orden6 relirarse B Huacho, punto
- 147 -
adonde tuvieron que marchar la O’Higgins y la E w e -
ralda ncompa5ando las tropas, J- pop consiguiente aban-
donando el bloq~ieodel Callao. En vez de desplrgar
una accion rapids, 6 mejor dicho, de haber hecho iina
demostracion, puesto que de nada mas se necesitaba
para ocupar la capital, Snn Martin ech6 una proclama
prometiendo, tal cual lo habin hecho antes, la mas com-
pleta libertad a1 pueblo peruano con tal de que se IC
uniese.

u Espaiioles D , decia xquella, (( en vuestras manos


estan vuestroc destinos. No vengo 5 declarar guerra
contra las vidas y haciendas de 10s individuos. El ene-
nigo de la lihcrtad 6 indepenclencia de America es
solo el ohjeto de la vehemencia de Ins armas de la
palria. Os prometo de la manera mas formal que
weslras propiedades y personas seran inkiolables y que
sereis tratados como respetables ciudadanos, si que-
reis cooperar a la grande causa, ctc., etc. ))

El dia 12 el ejercito volvi6 a deseniharcar, con ma-


nifiestas demostraciones de descontento por parte de
10s oticiales, quienes se hallaban naturalmente celosos
de la gloria de la escuadra, por no permitirseles tomar
parte nlgnna en ningun g6nero de empresa. El ge-
neral San Marlin. B fin dc mitigar este sentimiento,
acurli6 B una supercheria casi increible, cuya tendencia
I.
- 118 -
era inculcar en el espiritu del pueblo chileno la idea
de que el eje'rcito era quien habia capturado la Esineralda y
no la escziadra I El inismo San Martin lleg6 i afirmar,
que la empresa no habia sido sino el resultado de sus
planes, 6 10s cuales yo habia asentido ! cunndo em un
hecho evidente que yo,' dudando de sus confidentes,
habia tenido que ocultar hasta la intencion de dar tal
ataque. - H6 aqui nn extract0 del boletin que di6 a1
ejkrcito en esa ocasion :

(1 Antes de separarse el general en jefe del viceal-

mirante de la escuadra, se concertaron en llevar 6 cabo


un proyecto nieniorable capaz de sorprender 6 la intrepidez
misma !y haeer eterna la fama de la expedicion liber-
tadora del Peru !
n Aquellos valientes soldados que pop largo tiempo
habian sufrido con constancia heroica la mas cruel
opresion, y el tmtamiento mas inhuman0 en 10s cala-
bozos de Casas-matas, acaban d e llegar ri nuestro cuar-
tel general. Ni promesas halagiieiias de libertad, ni
amenazas de muerte han podido derrocar su lealtad
hacia su pais; bien por el contrario, esperaron con
aliento el tlia en que sus compaiieros de armas vm-
drian a arrancarlos de SII infortunio, y B vengnr 10s
insultos que en sus personas recibiera la humanidad
ultrajada. Esta gloria estaba reservada a1 eje'rcito Ziber-
tador, cuyos esfuerzos arrancaron i la tirania estas
- 119 -
honrosas victimas. Que est0 se publique para satisfac-
cion de estos individuos y del ejkrcito ,i cuyas armas
deben su libertnd. ))

De este modo se hizo aparecer ante el pueblo de


Chile que el ejkrcito habia capturado la fragata, y en
seguida libertado & 10s prisioneros, B pesar de que ni
un solo hombre del ejkrcito terrestre hubiese tenido
ni idea del ataque que yo intentaba, ni m h o s hubiese
podido cooperar a1 triunfo, en razon de hallarse a una
gran distanzia del teatro d e la accion.
Este boletin c a m 6 gran sorpresa entre las tropas;
pero como en 61 se halagaba su amor propio ante el
pueblo chileno, lo aceptaron sin dificultad. Entre-
tanto, yo consider6 indigno de mi el ponerme B refutar
una falsedad tan notable y palpable B toda la expedi-
cion. Sin embargo, tal medida produjo el efecto calcu-
lado por San Martin, calmando por lo pronto el
general descon tento que presagiaba s6rias consecuen-
cias.
El dia 15 volvimos & salir de Huncho para renovar
el bloqueo delante del Callao, que era lo unicu que PO-
dia h a c m e de importancia, pues asi se impedia la in-
troduccicn de viveres B la capital, cuyos habitantes, &
consecuencia de las privaciones que sufrian, causaban
a1 gobierno del virey grande inquietud.
En esta vez se hicieron varias tentativas para insti-
abrigo de las baterias. Se dej6 la Esmeralda y la AZnai-
ranta en apariencia a1 alcance d e ellos, ocupando
pcsiciones algo peligrosas ;otra vez llev6 esta ultima por
un estrccho que llaman el Boqueron, en donde hasla
cnt6nces solo se habian visto goletas dc 50 toneladas.
Los Espsfioles esperaban por inomentos ver encallar
m i buque y para el cas3 prepararon lanchas cafioneras
para atacarme. Nosotros, habiendo tlescuhierto un ca-
nal, navegabamos con poco peligro auxiliados por unos
trozos de madera que no eran vistos de tierra y pasa-
mos sin dificultad.
El 2 de diciembre, la Esirieralda se hallaba en una
situncion mas tenladora que de costumbre y las cafio-
neras espaEolas se aventuraron a salir a capturarla.
Sostuvieron un vivo fuego por el espacio de una hora,
perc a1 ver que la O’Hiygins nianiobraba para cartar-
]as, huyeron c.;n precipitacion.
La victoria que la escuadrn habia obtenido caus6
gran desaliento en las tropas realislas y de aqui nacih,
que el dia 3 se descrtase el batallon Numancia, com-
puesto de 690 hombres diciplinados y se filese a unir
a1 ejercito chileno en Chancay. El dia 8 siguieron el
mismo ejemplo cuarenta oficiales del ejercito espafiol
y no pas6 dia en lo sucesivo en que no viniesen a
unirse a1 ejercito patrio soldados rasos, empleados ci-
viles u oficiales. De cste modo se reforzo este con&
- 121 -
derablemente, siendo para el virey una grave pkrdida
una defeccion tan considerable de sus tropas I.
El din 6, el coronel Arenales, quieii despues d e su
precedente victoria habia vuelto a marchar a1 interior
y derrotado una division del eikrcito realista. a1 ade-
1: tntarse sohre Huamanga, las autoridades se fugnron
Y sus habitantes se declararon independientes. Tarm a
f L76b c9w
~i;lrun
Ia;~
i u' v ahqnclnnorln
m ralm u I u u u a u u A
cj
~i smu va i~ i mi i l c vu nb ~c n u
- Ut lo r n n r r n n
uaiiubu ,
Cuenca y Loja que siguieron el ejen;plo de Huamanga.
A 1 proprio tiempo y llegando la noticia de la toma de
._ . . - - . ...
la h'smeralda, la importante plaza de Trujillo se su-
~

b Iev6, encabezando el movimiento el gobernador


9 ue alli tenian 10s Espafioies, el Marques de Torre-
Tagle.
__ _-
A npwr de ______ l_-.
iina snresion a 1 de ___ ..__
- - arnnlPrimientnq
_.._.._
._._

favorables, el general San Martin se ne& a marchar


sobre Lima, permaneciendo inactivo en Huaura ,
plaza insalubre, y en la cual p e d 6 de fiebres casi
una tercera parte de sus fuerzas durante el dilatado
tiempo que alli se estuvo. En vez de apoderarse de la
capital, punlo en donde el ejkrcito habria sido hien

1. AUll OUdllUU I%VUUdU yUG I U b b l l L l l l l U b Uti I d Gbcllnuld cuauyu-


varon a la desercion del ejkrcito espafiol, la verdadera.causa de ello
se encontraha en 10s misteriosos trahajos que haciaii 10s patriotas
peruanos, minando el poder de la Espaila 15 introduciendo el espiritu
nacional en el ejhrcito, que en su mayor parte se componia de Ame-
ricanos reclutados. San Martin, que estaha a1 corriente de estos tra-
bajos, esyeraba que todo le fuese hecho. N. DEL ED.
- 122 -
recibido, determinb enviar la mitad del ejkrcito A
Gnayaquil con el objelo de anexar aquella provincia.
Esta fu6 la primcra vez en que San Martin manifest6
la idea de fundar .un imperio que le perteneciese y 6
lo cual aspirb mas tarde de una manera mas Clara. A
pesar de ello, el verdadero objeto de la expedicion se
encubrib haciendo valer, que ella se proponia cum-
plir lo que se habia prometido de dejar libres las
provincias emancipadas, para que eligiesen, sin la
presion del ejercito, la forma de gobierno que qui-
sieran.
Conocihdose qne yo no consentiria se distrajernn
las fuerzas navales del ohjeto A que habian sido desti-
nadas, el proyecto fuk abandonado; mandando el
general San Martin, que las tropas que hahian avan-
zado h a s h Chancay se volvieran a Huaura, con cuya
medida el ejkrcito lihertador se alej6 mas de las
fuerzas enemipas y proporcionb B 10s contrarios el
medio de impedir la desercion emprisionariclo y ma-
tantlo d cuantos la intentahan.
A pesnr de todo, San Martin no abandonabn la idea
de realizar sus planes sobre Gnayaquil. Con este Ani-
mo envi6 A las sefiores Don Tomas Guido y coronel
Luzuriaga, 6 cumplimentar A Torre-Tagle y d otros,
ponikndolos en guardia contra 10s designios que pre-
sumia en Bolivar, quien por sus victorias en Colombia
hacia temer 6 San Martin tuviese miras sobre el P e r k
- 123 -
A 10s comisionados se les habia orrlenado hiciesen pre-
sente, que si tales se rnanifestasen las intenciones de
Bolivar, Guayaquil seria considerado corn0 prwincia
meramente conquistada; pero que, si 10s habitantes
de esa plaza se unian 6 San Martic, este la haria, tan
pro]nto corno tomase 6 Limn, el puerto princijnul de un
gra?zde imperio, y que 10s diques y arsenales que su
marina . aemera necesitar , enriquecerian
1 1 . . la, ciudad
a.

scibremanera. AI propio tiernipo se les exhortaba a


m antener en pi6 una milicia que tuviese ti Bolivar 6
cl i stancia.
c-- n r - - c -
Dill1 lYl2ll'llll,
--- -1 2- ._,._..__- -.. --..
,: C:J
C u l l t!l a l l l l l l U Ut! ~ ~ l l d ~ l l itl t b:U p d l L l U 0

me hizo la lison.ja de -proponerme - se cambiara el


nornbre de la fragata Esmeralda por el de Coch:rune,
significtindome para ello, que puesto que ya otro!j bu-
yuco iiArrnhnn
m.,nm
iicvauaii lin" nnmi,nnr
u o ilulllulc;D A,, v
uc A l l~u q U ~ ;n,i, ~ ~
v m a; "y ~ ucnn
uru drtin,
T7
"1

e1'a necesario que la Esmeralda llevase el mio. A esl a


P' petension opuse mis r e p r o s , porque de asentir a En
. - .. . . .
paso tal, tal procedimiento en el sentir de mixchos
e(pivaldria 6 identificarme con la conducta que San
RI artin se propusiese seguir y sobre la cual tenia yo
mIo,:- n n r r : n i n n nao,
t.,ullJcbLtl
r n n m In n.,;Ann+n
plu i ~ yur; 111c
V ~ ~ ~ j US planes
n.7n-n
l l L
nm"n
~
P

futuros. Oponikndome a admitir el honor propuesto,


San Rlartifi m e expresci que yo indicase el nomljre que
se deseara para cambiar el de la Esmeralda, 5 lo cual
me negu6 tambien. Entbnces ITie replic6 : ((Llamlmosla
I .
I , . *
la vaiatvaa en memoria ae riaber V. conquistado esa
T l 1 1
- 1% -
plaza. )) El resultado fu6 que la Essmeralda cambi6 su
nombre por el de Vaaldivia. Eslo di6 lugar a un inci-
dente.
El mando de la Yaldivia fu6 dado a1 capitan Guise :
con este motivo 10s oficiales de ella le escribieron una
carta, poco respetiiosa hacia mi, en la que le manifes-
taban que ellos nada habian tcnido que hacer coli la
toma de Valdivia y que el nombre del buque debin
cambiarse por otro mas conforme con 10s sentiinientos
que ellos abrigaban, cual era de Guise. Y como las
conversaciones que otros oficiales tenian con el resto
de la escuadra tendian a menospreciar mi caracter y
autoridad, a fin de producir una desorganizacion ,
someti j un consejo de guerra a todos 10s que habian
firmado la expresada carta. De alli result6 que dos de
ellos fueron expulsados del servicio y 10s demas sepa-
rados del buque, recomendhdolos a San Martin 10s
colocase en otra parte.
Durante el arresto de estos oBciales habia determi-
nado atacar las forlificaciones del Callao, procurando
lomarlas por un golpe de mano, igual a1 que habia
salidn bien en Valdivia. Para el efecto practique un
reconocimiento con el l’otrillo y me convenci de que
mi plan era practicable.
El dia 20 fu6 notificada esta determinacion en una
hrden, haciendo salxr , que a1 dia siguiente atacaria
con 10s botes de la escuadra y el.San Illartin. Esta
6rden f n C acogida con grandes aclamaciones por la
tripulacion de este buaue. v de todos 10s otros se ore-
L I "I

sen1i r o n voluntarios, impacientes de ir en 10s botes.


E 1 capitan Guise, en vez d e alistarse 6 apoyar nnis

no era acompaiiado de que estaban ar


~ O Soficiales
stados, aiiadiendo, que si no 10s ponia en libertac
,&., u u url;m;r;nn
dLL.u Ell
iusnoIuu. Ai; a
I.acn.rnctr, f..d
lropu\slia L
km1
In= puli-
U G , YUG u u iu3 nn

dria en libertad ni aceptaria su renuncia, cas0 d? que


no tuviese meiores razones en a u e acovarla. Guise m e I I d

rep1lic6, que el negarme A soltar sus oficiales era razoi,I


bas1lank para dejar su empleo. En virtud de esto 11C
n-A I n T r n P n ni n-nln -n..n lln.%n" .,- ..
nn...,.n.n A,, :.".
irtancia, 6rden que rehiis6 cumplir, fundandose el
l e ya no le era posible obrar por haber entregado e
,ando del buque a1 teniente Shepherd.

mland6 A este se dirigiese B Chorrillos con el Galcarino ,


e11t6nces este me pidi6 le perniitiese hacer tarnbiein
SL1 dimision, puesto que (( su aniigo el capitan Guis e
- _ _ . _.. . . _ . __ .
se habia visto obliqado a hacerla, J' que 61 habia entrado
en la marina de Chile a condicion de servir tan solo
con el caDitan Guise. baio cuvo natronato habia dejatlo
I " Y A

la Inglaterra. )) El estado de motin en que se ha llaba


el Calvarino era tal que luvc que comisionar a m i ca-
acto continuo a1 cuartel general en donde San Martin
nombr6 d Spry su ayudante de campo naval, promo-
vihdole asi del modo mas D6blico. vor haher desobe- I &

clecido B mis Grdenes y como una reprobacion d la


Sentencia del consejo de guerra. Esta era una prueba
----l-----z-
hdSLU11LC C U l l G l U y e l l L t : , 2..
CIe y UC
I__- 2:-L-- - C - : - l - - h-l-:--
UlCIIU3 U l l C l d l C b lldUldll

obrado segun instrircciones de San Martin. Que obieto


se proponia en ello, se verri. en el curso de esta obra.
La conducta que seguia San Martin demostrb sufi-
Crientemente que 61 hahia sido el alma del disturbio
,. * - ~ . . . ~,-~,.*.
que anaeriormenae ~ , . ....~.-.!.,.
nauia ...
ocurriuo e11 __ _..._
v aiparaiso, y que
ZT.1 !--

em las dos ocasiones, 10s oficiales amotinados se crejre-


r'on salvos por su proteccion. Con todo, debo hacerles
.
la jusaicia ......
1 ...... l.!..-....1.-
UP, consiuerarios, por ayuei eiicoiices, igiiu-
. . - e :---
-...1...11----

rmantes de las traidoras miras B que mas tarde tuvieron


C
Lonocienuo >an iviariin, que si aiciiw onciaies voi-
vian ti la escuadra yo les castigaria de propria auto-
ridad, les hizo permanecer en el cuartel general cerca
cle su persona.
Las tropas realistas, que se liallaban en Limzi, ha-
. .. . , * , .
1

bian llegado a un graao tal a e aescontento contra


, 1 1
Yl V l l C y r t;AUCId, dLlllJUyt?llUU r l U b U l U d l l l C l l L 1 : IlUtbLl'tlS

ventajas 6 incapacidad militar del virey, que le depu-


sieron por la fuerza. obligandole de antemano B
nonibrar por sucesor a1 general La Serna. E1 virey
depuesto, deseando enviar ;i Europa B su sefiora y
familia, ocu:ri6 por un pasaporte a1 genera11San Martin
P;Ira que no fuese iomada por la escunIdra chilena.
-_ . . . -
San Martin lo nego. fi2n estas circunstancias habia
111cgado al Callao la Condesa Cochrane en I?i fragata
inIglesa Andromache, con el objeto de despe dirse de
m, 4 n t o c rlo
1;
cLy
,cL.cb.u
I.~OVAC"IV d T n r r l - t ~ t ~ n nT q o
LL1a,LLbbALcL. bayuvza
c n c ~ c ' del vi-

rey, DoFia Angela, suplic6 a mi esposa interpusiese su


valer con cl " general Dara clue le nermitiese inarchar A
Euro]pa. La Condestt se clirigi6 inmediatamende 6
Huau ra y obtuvo aquel, quedAndose un mes en el
cuartel -1 l
n
-,
.
.,
, A- 2, 1 , ""CA-,..
A,.^,.
K G U C L , ~ I . CII I , ~ Mt~
-,.-._,.-..
~d SGIIUIL(. I J C l U ~ l l l d Doiia

JIosefa RIonteblanco.
Por imflujo de la Conclesa Cochrane , se ob1tuvo el
P asaje de la ex vireina A bordo del Andrornache ,
- - . .. . . ^.
adonde me invito a ensontrarla SI; capitan Sheriff. E n
esta entreristn la ex vireina se manisfest6 sorprendida
de enccmtrar que yo era (( un caball ero y tin ser racio-
nul, y 1no un brzcto feroz como le h abian hecho con-
.It
sentir. )) La manera sencilia COQ que hizo esta declara-
cion, caus6 no poca risa A la sociedad reunida alli.
Como mi animo no era permanecer en la inercia,
despues de graves dificultades, consegui persuadir A
- 128 -
San Martin me diese una division de GOO hombres,
mandados por el teniente coronel Miller. Con ella
nos hicimos a la vela para Pisco el dia 13 de marzo.
Pisco, despues de la infructnosa permanencia de 50
dins que alii tuvo San Martin con el e j h i t o , y dcs-
pues de haberlo a5andonad0, habia sido nuevamente
ocupado For 10s realistas. El dia 20 lo volvimos tl
tomar y alli supimos que 10s Espafioles habian casti-
gado severamente la supuesta defeccion de sus hahi-
tantes por haber contribuido a abastecer Ins tropas
libertadoras. Ellos creian que n c volveriamos, y con-
fiadas en tal creencia habian vnelto Q traer sus ganados,
de 10s males tomanos 500 cabmas y 300 caballos para
el servicio del ejkrcito.
Antes de marchar a Pisco, habia vuelto a instar a1
general San Rhrtin avanzase sohre Lima. Procedia asi
por el intimo convencimiento que tenia de la buena
voluntad de 10s habitantes de la capital hricia nos-
otros, San Marlin rehush seguir mis instancias, por lo
cual le pedi 2,000 hombres, con 10s que m e compro-
m e h 6 tomar la capital. Tambien se me neg6 este pe-
dido. Ent6nces volvi a prometer la consecucion de di-
cho fin con solo 1,000 hombres, lo que tarnhien me
fu6 negado. Lo unico gue se me concedi6 fu6 la gente
que rriandaba Miller, y esto por verse libre de mis im-
portimidudes. Sin embargo, me deterinin6 B sacar el
mejor partido posible de esta fuerza.
- 129 -
El hnico modo que se presenta para explicar la re-
sistencia que el general San Martin manifestaba para
p r i e r a mis 6rdenes una fuerza rnilitar adecuada,
era la vicllenla emulacion que le hacia ver en mi un
rival para el gobierno del Per6, en lo cual no tenia
razon, por que nunca habria tralado de iiiezclarme en
el gobierno una vez que se hubiese consumado la re-
diiccion del pais. Sin embargo, esa era la voz que cor-
ria entre 10s oficialcs del ejkrcito, que ansiaban servir
a mis brdenes. San Martin, con el caracter suspicaz
que tenia, no pudo fiarse de mi jamas, y por eso trat6
cle deprimir mi reputacion entre 10s suyos, poniendo
para e!lo en juego todos 10s resortcs posibles. De aqui
nacia que sus esfuerzos eran grnndes para impedir que
la escuadra cogiese nuevos laureles, en lo cual sacri-
ficaba su propia rcputacion A una demente envidia.
El dia 18 trasladd mi pabellon a1 hkm Martin. Dej6
a1 O'Higgins y la Valdivia en Pisco pa ra proteccion de
1 "1 1
las tropas y zarpe para el milno, aaond'e llegainos el
2 de abril. El dia 6 ~olvimosB atncar las embarcacio-
nes del enemigo - que
- se hallnban a1 abrigo de las ba-
tei+is, causindolcs dniio ccnsicler8a1~le.No hicimcs
IT1:iyores esfuerzos para apoderarno!3 (le ellas, porque
t e i>l:lna -4n"o m ; m c T
,I,IILLil.
~ocnllDc
,uI D
ub.,yxyu v
P P I 9 dcmostracion, que
uuLI.

snln tpnia n n r nhirln n h l i n n d p s a no salir de si1 gua-

L me habia dado un po-


- 130 -
der discrecional para hacer lo que yuisicra con las
pocas iropas puestas a mi disposicion, resolvi ir a ata-
car ti Arica. AI efecto, las tropas fueron reembarcadas
y el 21 abandonamos a Piscc), llegnudo a las ininedia-
ciones de Arica el 1" de mayo. En el acto intim6 ren-
dicion al gobernador de aquel puerto, prometi6ndole
respetar las personas y la propiedad privada. El go-
bernador se negb a entregar la plaza, por lo cual t w o
lugar en el acto un borribardeo que poco efecto caus6,
en razon de no podernos acercar d Ins fortificaciones
por 10s obstaculos que el puerto ofrecia. Fu6 necesa-
rio practicar un prolijo reconocimiento, alar el Sun
Martin mas cerca de la costa y lanzar sobre la villa a1-
gunas bombas; mas esto tanipoco produjo el efecto
deseado, por lo cual desembarcnmos una porcion de
las tropas en Sania, liacia el norte de la poblacion,
siguihdolas con el resto el coronel Miller, y el capi=
tan Wilkinson con 10s marinos del Sun Jfurtifi. El ene-
migo a1 presenciar esta nianiobra se pus0 en fuga y la
bandera de la patria se enarbolb sobre las baterias.
Alli cogimos una considerable cantidad d e abasteci-
niientos, cuatro bergantines espafioles, 10s cafiones del
fuerte, la artilleria de repuesto y u n gran snrtido de
mercaderias europeas, perlenecientes a espaiioles re-
sidentes en Lima, las que llevamos a bordo del San
Mar tin.
El dia 44 orden6 a1 coronel Miller se apoderase de
- I31 -
la villa de Tacna, ponihdose a1 frente de las tropas
y marinos. Tacna se entregb sin resistencia, pasandose
nuestras filas dos compaiiias d e infanteria del ene-
migo. De ellas form6 la base d e un nuevo reginiiento
que debia llamarse K Independientes de Tacta. 1)
Con tiempo supimos que el general espariol Rami-
rez habia mandado reunir en Tacna ires destacamen-
tos que debian salir de Arequipa, Pun0 y La Paz, con
el animo de ejecutar la acostumbrada Grden de (( arro-
jar 10s insiirgentes a1 mar. 1) En consecuencia, Miller
determin6 atacarles antes de que pudieran reunirse y
sal% a1 encuentro del que veIiia de Arequipa a1 mando
de1 coronel La Hera. En Maribe lo encontrb y lo derrot6
quedando cnsi todos muertos 6 prisioneros, tomando-
les adem:is 400 rnulas con sus equipajes.
En esta accion perdimos un oficial de mbrito, el
,
Sr. Welsh cirujnno subalterno, que voluntariamente
habia acompafiado la fuerza. Su muerte fu6 sentida
de todos y su falta fu6 una p6rdida para el servicio de
la patria.
h u n no habia terminado la aczion en Maribe cuando
ya se veian venir 10s destacamentos de Pun0 y La Paz :
fu6 necesnrio hacerles frente. Miller, con la actividad
que acostumbraba despach6 a1 capitan Hind a1 mando
clc un piauet; armado de cohetes, para impedirles el
ealistas, a1 ver quo el destacamento
sido destrozado, volvieron B mon-
- 132 -
tar en sus niulas y se largaron en direccion d e Mo-
quegua.
El 22 Miller sali6 en persecucion de 10s realistas
fugitivos, y el 2.4, despuss de una marcha forzada de
cerca de cien millas, entr6 en Moquegua, en donde
encontr6 a1 enemigo, menos a1 coronel que se habia
desertado. A pesar del cansancio de 10s Chilenos, se
atac6 en el acto y se hicieron prisioneros ri todos, salvo
unos 20 ,,muertos. Los habitantes se pronunciaron a1
punto por la causa de la Independencia, dando el
ejemplo su gobernador el coronel Portocarrero.
El dia 25 sup0 Miller que una fuerza enemiga iba a
pasar por Torata. Deterrnin6 salirle a1 encuentro y el
26 la encontr6, dispersgndola y hacihdola prisionera,
del mismo modo que lo efectu6 con 10s fugitivos de
Arica, ascendiendo el numero 400 hgmbres. Asi
fu6, que en m h o s de 15 dias, d e s p e s de haber des-
embarcado en Arica, 10s patriotas habian muerto 6
hecho prisioneros i mas de 1,000 hombres del ejkr-
cito realista, no arredrandoles las marchas forzadas,
el hambre ni las privaciones de todo genero, piles 10s
Chilenos lo sobrellevaban todo con buen animo, alen-
tados por el amor a1 pais y el afecto que profesaban a
su comandante. Resultado de estas operacioncs fu6
que 10s EspaGoles quedaron somelidos desde el mar
hasta las cordilleras, siendo Arica la Have rle todo el
pais.
- 134 -
expectativa, cornunique a1 gobierno que con seme-
jante fiierza podiamos conservar todo el bajo Peru y
ganar gradualrnente posesion del alto. Rfi peticion fu8
rlenegada, bajo el falso pretext0 de que el gobierno
n o tenia inedios para equipar una expedicicjn tal. De
este modo se desperdici6 la buena voluntad que 10s
nativos habian manifestad i).
A pesar de tal negativa, me determine a seguir
adelante, confiando en 10s sacrificios que 10s Peruanos
habian hecho en favor nuestro.
El general Ramirez se ocupaba B la sazon en reunir
activamente gente de las guarniciones que estaban
distantes, para ohrar contra nuestra pequefia fuerza
que sufria fuertemente de tercianas. Con todo, nos-
oiros hicimos 10s rnayores esfuerzos para penetrar en el
interior despues de haber alistado un considerable nu-
mer0 de reclutas tornados en las provincias contiguas,
Todo prometia tin proni~uciamiento general eri pro de
la Independencia, cuando el gobernador de Arequipa
nos comunicb la noticia de haberse firfnado un ar-
misticio entrc el general Pan Martin y el virey La
Serna. Esto no podia sernos rnds perjudicial, pues su-
cedia en 10s momenlos en que las hostilidades podian
proseguirse con el mejor exit0 y en circunstancias en
que nos preparkbamgs para atacar a1 rnisnio hrequipa.
Se colige mas dun lo perjudicial del tal arniisticio,
desde que fud el virey quien lo habia propuesto, en
- 135 -
razon de saber 10s progresos de nuestras armas, indu-
ciendo con arte a San Martin R hacer tal arreglo, para
detener nuestras operaciones en el Sur.
El armisticio fu6 ratificado el 23 de mayo y enviado
en posta a1 gobernador de Arcquipa, manifestando el
virey con 1:nn semejante precipitacion el objeto que
se habia propuesto a1 inducir a1 general San Martin ii
ratificarlo.
El haberse considerado el armisticio cDmo un i r e -
liminar hacia la Independencia del Peru, era un
grande error de parte de San Martin, poryue el virey
La Serna no tenia mas poder para reconocer la absoluta
indepertdencia de 10s colonos, que el que habia tcnido
Pezuela. Por lo tanto, el objeto del armisticio no po-
. dia ser otro que el de poner impedimentos 6 nuestro
progreso, dando con ello tiempo ti 10s generales espa-
Zoles de reconcentrar sus tropas esparcidas, sin que la
causa de la patria tuviese una ventaja correspondiente.
Encontrindome redncido i la inaccion, baj6 a Mo-
Ilendo, en donde sc cargaba de granos una embar-
cacion neutral destinada a abastecer 6 Lima. Esta
ciudad se hallaba reducida R una situacion extrema
par la vigilancia de la escundra, situacion que se ma-
nifestaba cn la exposicion que el cabildo dirigiera
a1 virey : (( - La mas rica y opulenta de nuestras
provincias ha sucumbido 6 una fuerza enemiga sin en-
contrar oposicion, y R las otras provincias lcs amenaza
- 137 -
A In vez que pasaban estos sucesos, las nolicias pri-
vadas que recibia del cuartel general me informa-
ban : que el descontento del ejbrcito chileno se au-
mentaba d e dia en dia Q causa d e la inaccion en que se
le tenia y la emulacion que despertaban nuestros pro-
grcsos; sabia tambien que Lima deseaba con ansia el
recibirle, tanto por salir del estado apremiante en que
se cncontraban sus habitantes , cuanto porque tal era
la inclinacion del pueblo. Mas, Q pesar d e todo ello,
Sail Martin no quiso aprovecharse de las circunstan-
cias que rnilitaban en su favor, hacicndo con tal con-
ducts nacer un descontento tal en las filas, que princi-
pi6 d tomnr el cardcter de insuhordinacion. El brindis
que se oia diariamente Q la mesa de 10s oficiales era : .
u A 10s que pelean por la libertad del Perii, n o d 10s que
escrit~en.))
Conociendo San Martin el modo de pensar d e su
e,j&cito, se trasladb a bordo de la goleta Montezuma
para restablecer su salud.
Se me habia informado tambien que el virey nego-
ciaba con San Martin una prbroga del armisticio por
dicz y seis meses mas, para tener tiempo de consnllar
con la corte de Madrid, si la madre patria consentia en
. Id indepcndencia del Peru! A la vez se me comunicb
oficialmente haberse coccedido otra pr6roga d e do-
cc dias.
Convencido, como estaba, de que nada bueno habia
8.
- 438 -
que esperar del cuartel general, me determine A ir a1
Callao para conocer el verdadero estado de las cosas.
A1 coronel Miller le ordene regresase B Arica, abaste-
ciese y equipase 10s barcos apresados, & fin de estar
listo para embarcar las tropas en cas0 de emergencia.
C A P ~ T U L OVI

- -
Mi vuelta al Callao. Lima es abandonada. San Martin ocupa la
capital. - Pdrdida del Sun A h t i n . - Excesos de 10s Espnfioleq.
-
- Proclamacion de la Independencia. S m Martin se arroga el
poder ahsohto hajo el titulo de Protector.- hli representxion. -
-
- R w m i w t n r l ~S m Mmtin. Fstnrln de motin de la escuadra
PO1

EI UM is UG J l l l l U I L ~ ~ ~ I I I ballao
U ~ y all! supimos
que Lima no podia'sostenerse por mas tiempo, por
falla de viveres, y que el virey pensaba abandonarln.
Previendo clue cualauiera demostracion de mi parte
P' d i a contrariar semejante deter-minacion, me rctird
;i esperar el resultndo
que IIU puuid LdlUdL' yd, U G ~ U G que el paeblo se hahia
vuelto tumultuoso y habia perdido toda esperanza de
socorro, proveniente de 10s Espafioles.
El dia Y supe que el virey hacia esfuerzos por proro-
- 440 -
gar el armisticio. En el acto volvi 6 entrar en la bahia
con el Sun Martin, liallindose ausente en la costa el
O’Higgins.
El clia 6 abandon6 el virey la ciudad, conservando la
fortaleza del Callao, despues de haberla reforzado con
parte de las tropas que habia retirado de Lima. En 10s
fuertes dejb una grnn cantitlad de arliculos de gucrra,
con lo ciial 10s priso mas l i e n servidos que antes.
El ej6rcito libertador permanecib aun inactivo, con
sorpresa de Peruanos y Chilenos ; y como las tropns
espasolas habian abandonado la ciudad dejindola en
acefalia , se temieron serios deshrdenes. Para preve-
nirlos, el cabildo pidib al capitan Bnsilio Hall, que en-
tbnces niandaba el buque de guerra inglks Conway,
auxilio para mantencr In trsnquilidatl y proteger la
propiedad publica y privada. Inmediatamente envi6
aquel oficial un deslacaniento de niarinos, el cual con-
tribuyb L conservar el brdeti.
El virey habia informado a1 general San Martin de
que ilia 5 abandonar la capital, por lo cual llegb este a1
puerto en la goleta Sacrantento sin habw dado brdenes
para eu ocupncion.
El din 7 entr6 en Lima, sin drdenes, un destacamento
de caballcria y el dia 8 le siguib otro de infanteria.
A1 entrar en la bahia el din 8 , me sorprendi de en-
contrar a1 general San Martin que aun no hnbia d i d o
de la goleta, siendo que en ese dia estaba entrando en
- 442 -
;i pique, no pudiendo resistir Q la fuerte mar de leva
que sobrevino.
El dia 17 recihi un convite del cabildo para ir Q visi-
tar la ciudad. A1 desembarcar not8 se hahian hecho
preparativos para dar esta visita el carQcter de una
entrada publica. Nos esperaban carrozas y diputacioncs
de las diferentes corporaciones, AI saber esto rehus8
entrar en Lima de un modo tan ostentoso, atendiendo
Q que el general San Martin habia entrado de noche y
en secreto. Sin embargo, me vi obligado Q dar un besa-
minos en el palacio, adonde concurrieron Q felicitarme
las autoridades y 10s principales habitantes.
El general San Martin rehus6 asistir B esta demos-
tracion de felicitaciones, qmedQndose en la Legua, Q
medio camino entre Lima y el Callao, punto en donde
habia establecido su cuartel general. Seguramente no
le agradaron esas demostraciones hechas Q uno que,
como capitan general que era, podia considerar su su-
bordinado, mucho mas desde que Q 81 no se las habian
liecho.
AI dia siguiente, el general San Martin creb una
guardia civica en lugar de la guardia espacola que
habin evacuado la capital non!brando cornandante de
elln a1 Marques de Torre-Tagle. AILpropio tiempo , el
general retiivo consigo todo el ejercito libertador ,
siendo evidente que si hubiese mandado una parte de
81 en persecucion de 10s realistas, habria conseguidc
- 143 -
que la mayor parte de esas tropas se hubiesen venido
a las filas de la patria. Prueba de ello es, que el coro-
ne1 Rodil, que las mandaba, t w o que fusilar gran nu-
mer0 de 10s que trataban de desertarse. Las guerrillas
solas de 10s patriotas, sin ayuda alguna, habian derro-
tad0 a fuerzas unidas del enemigo. De modo que, si
una parte del ejdrcito hubiese obrado en union de las
guerrillas, el ejCrcito realisb habria concluido en la
retirada, y se habria evitado que fuese 6 servir d e
nucleo para un gran ejdrcito, que despues de mi par-
tida para Chile no solo amenaz6 la independencia del
Perli sin0 aun la de Chile r,ismo.
*
No habiendo encontrado oposicion el ejdrcito rea-
lista, y habiendo quedado abandonadas las poblaciones
ue antes habian adherido a la causa de la indeperiden-
cia, llnucJ i?en*E;nloc nnmnt;nnnn rr”“nrl0o
n
-
uovLLIIuIclilb v I I I c l c I c l I cAbc;JuJ entre
hkLLLLuGo
n.r,-.n”ne,

10 habitantes del interior, sometikndoselc!s a 10s rigo-


reIS de la ley marcial, y sin que encontrase.n proleccion
- _. - *
alguna. Esto era mas notable desde que ellos habian
negado obediencia a1 virey, fiados en la proteccion que
se les ofrecib.
En vez de mandarse proteccion 10s Peruanos del
interior, se lanzaron proclamas sumamen te pgmposas,
en las clue se Dresentaba la OcuDacion de la capital
tes, siendo evidente
para ello, except0
:nales y la escuadraf
cuya vigilancia en mantener el bloqueo y sus acciones
anteriores habianproducido tal desalientoen el enemigo
y reducidolo A tales apuros, que hizo inevitable el
abandon0 de Lima.
La fuerza que se conserv6 para custodia de la capital
fu6 excesiva, porque sus habitantes estabnn bien can-
sados de las pasadas calamidades para que desearan
volver a pasadas. Pero n’o eran esas las miras de San
Martin a1 retener consigo el ej6rcito; necesitaba la
fuerza militar para llevar B cabo otros objetos bien
distintos de aquellos que 61 habia anunciado en sus
proclamas y que el gobierno de Chile le habia com-
fiado.
El ciia 24 mand6 a1 capitan Crosbie se dirigiese a1
Callao en 10s botes y cortase todas las embarcaciones
del enemigo que pudiera traer consigo. Esta comision
fu8 desempefiada de la manera mas bizarra. A1 dia si-
guiente se trajb los dos buques mercantes Sun Fernando
y Milagro y In corbeta de guerra Resolucion, 6 la vez que
otras lanchas, y quem6 dos embarcaciones mas que se
hallaban 6 tiro de fusil de las baterias.
El &a 27, el cabildo me mand6 un convite para asis-
tir a la proclarnacion de la Independencia del Peru; el
c u d , por reconocer ampliamente 10s deberes que 10s
Limecos tenian para con la escuadra, lo trascribo :

(( Lima va a solemnizar el acto mas grandioso que


- 145 -
haya efectuado en tres siglos, 6 desde su fundacion : la
proclamacion de su independencia y absoluta exclu-
sion del gobierno espacol, lo mismo que del de toda
otra p’otencia extranjera; y deseando este cabildo dar
a la ceremonia todo el decoro y solemnidatl posible,
Cree indispensable el que V . E . , que tan gloriosamenle ha
cooperado ci la realizacion de tan deseado objeto, se digne
asistir a este acto con sus ilustres oficiales, el sabado
28 del corriente. ))

Teniendo ia conciencia de que yo y 10s oficiales de


mi mando habiamos sido 10s principales cooperadores
a establecer la independencia del Peru, acept6 la invi-
tacion. Calculese cnal seria mi sorpresa en el acto de la
ceremonia , cuando vi distribuir medallas, en Ias que
se atribuia a1 general San Martin y a1 ej6rcito todo el
uidrito de lo obrado por 13 escuadra. Las medallas
tenian la siguiente inscripcion : Lima obtuvo s u in&-
pendencia el 28 de julio de 1821, bajo la proteccion del ge-
neral S a n Marlin y el Ejircito Libertador.
Quedaba cornpleto el acto de la declaracion de la in-
dependencia, segun las promesas y deseos del gobierno
de Chile. San Martin, a1 enarbolar la bandeTa national,
pronunci6 las sigiiientes palabras : (( El Peru es desde
este momento libre 6 independiente, por el consenti-
miento unanime del pueblo y por la juslicia d e s u causa
que Dios defiende. ))
9
- I’lti -
Los habitantes d e Lima quedaron muy contentos a1
ver terminar el gobierno de la conquista y que su in-
dependencia se hallaba resonocida, segun lo habia
piometido Chile. En prueba de reconocimiento, el ca-
bildo mand6 una diputacion el dia 20 a1 general San
Martin, ofrecihdole a nombre d e 10s habitantes de la
capital la presidencia del Estado. Con gran sorpresa
de 10s enviados, se les hizo contestar por San Martin,
que tal ofrccirniento era superfluo puesto que ya habia asu-
mido el naando, el que conservaria todo el tiempo que [e
pzreciera, y que entretanto no permitiria se formasen
swiniones para discutir 10s asuntos piiblicos.
He aqui el primer acto d e lihertad 15 ‘indepcn-
dencia que disfrutaba el pueblo, un dia despues
rle haber sido proclnmada tan pomposamente. Se es-
t&Jecia un gobierno despbtico, en donde el pue-
blo no tenia voz ni voto, y esto i por un general de
una Republica que solo esistia en virtud de la voluntad
del pueblo !
Para un p:iso tal como el que se habia dado, no so
m e consult6 en nada, seguramente porque sabim que
yo no nie prestaria a acios que no fuesen para soste-
ner intactas las intenciones del supremo gobierno de
Chile, declaradas en diversas proclamas,
Con tales procedimientos acabt? de convencerme que
el general, a1 liaber tenido a1 ejdrcito en la inaccion,
su mira habia sido conservarle intact0 para sostener
- 117 -
sus ambiciosas miras y mantener ri Lima 6 su discre-
cion, cual un conquistador.
Como la existcncia de la nueva autoridad consti-
tuida estaba en contradiacion con las instituciones de
Chile y lo tantas yeces prometido a 10s Peruanos, volvi
B trasladar mi pabellon B bordo del O’Higgins, resuelto
6 defender 10s intereres de Chile, sin mezclarme de
modo alguno en 10s procedimientos del general San
Martin, m i h t r a s no atacasen mi autoridad de coman-
d a n k en jefe de la marina chilena.
El dia 3 de agosto, el general San Martin di6 una
proclama en la que manifestaba, que aun cuando era
notorio que sus aspiraciones eran volver a1 retiro y
tranquilidad, por salvar una responsabilidad moral, se
veia obligado i reasumir todo el poder, declarhdose
(( Protector del Perri )) y nombrando para sus ministros

de Estado B don Juan Garcia del Rio, don Bernartlo


Monteagudo y don Hip6lito Unanue.
El dia 4 , sin tener conocimiento del decreta ad-
terior, me fui B Lima B reclamar un aFio de sueldo
que se debia & la escuadra y 10s 50,000 pesos qtie
San Martin habia ofrecido cuando la toma de la
Esmeralda, y ri hacer presente, que 10s marineros
habian codchitlo el tiempo de sus contratas. file
abstengo de referir personalmente lo que pas6 en
esta entrevista, dejando que liable por mi !a relacion
que public6 sobre ella mi secretario 4 su regreso a
- 148 -
Londres, como testigo presencial, y la cual es ve.rda-
dera. Dice asi :

(( AI dia siguiente, 4 de agosto, n o sabiendo lord


Cochrane que San Martin habia cambiado de titulo,
fuC a palacio y rog6 a1 general en jefe propusiese un
medio para pagar li 10s niarineros extranjeros, que ha-
bian cumplido sus contratas. San Martin responrlio 6
est0 que, (( 61 nunca pagaria a la escuadra chilena a
)) mCiios que no fuese vendida a1 Peru, y que ent6nces

)) el pago seria considerado como parte del precio d e

)) adquisicion. )) Lord Cochrxne le repuso que, (( con

)) semejante arreglo, la escuadrn chilena seria trasfc-

)) ric!a a1 Peru por el simple pago de lo que se debia ; i


)) 10s oficialcs y tripulaciones por servicios rendidos 6

)) este Estado. )) Sail Martiri frunci6 las cejas y volvih-

dose 6 sus dos ministros, Garcia y Monteagudo, Ics


orden6 retirarse, a lo que se opus0 su Sefioria, ha-
ciendo presente que, (( como no sabia hien la lengua
)) espafiola, cleseaha se quedasen como interpretes,

. )) For t e n o r de que pudiera considerarse ofensiva

)) cualquiera expresion mal entendida. )) San Martin se

volvi6 ent6nces hacia el almirante y le dijo : (( iSabe


)) V., milord, que yo soy el Protector del Peru? )) ((No,

)) I C respondi6 su Sefioria. )) (( Pues yo mand6 6 mis

)) secretarios imformasen a V. de ello, repuso San


)) Martin. )) (( Eso es inutil ahora, le replic6 su Sefioria,
- 149 -
)) puesto &e V. m e lo acaba de comunicar perso-
)) nalniente; pero espero que la amistad que ha rei-

)) nado entre San Martin y yo continuara existiendo

)) entre el Protector del Peru y mi persona. )) San Mar-

tin entbnces, estregandose las manos, dijo : (( T.o unico


)) que tengo que decir es, que yo soy el Protectcr del

)) Peru. ))

)) El modo con que pronunci6 esta ultima frase ex-

cit6 a1 almirante, qiiien adelantandose dijo : (( En-


)) t6nces es a mi a quien compete, como oficial de Chile,

)) y por consiguiente el mas caracterizado para repre-

)) sentar la nacion, pedir se cumplan todas las pro-

)) mesas hechas a Chile y a la escuadra; pero ante todo

)) y principalmente a la escuadra. )) San Martin repuso :

(( j Chile! i Chile! Yo nunca pagar8 un real a Chile, y en

)) cuilnto a la escuadra p e d e V. llevarsela adonde guste

)) y marchawe cuando quiera : con un par d e bergan-

)) tines tengo lo bastante. 1)

)) AI oir esto, Garcia sali6 de la sala y Morlteagudo

se fu6 a un balcon. San Martin se pus0 ri pasear en la


sala un corto tiempo, y volvidndose en seguida a su
Seiioria, le dijo : <( Olvide V., milord, lo pasado. )) El
almirante replie6 : Lo hare cuando paeda, )) y a1
((

instante se retir6 de palacio.


)) Lord Cochrane se encontraba ya desengafiado por

el hombre mismo ; agolparonse a su imaginacion 10s


repetidos rumores que dntes hnbia oitlo acerca de su
- 130 -
conducta, y conocibndose lo que podria suceder por
lo que ya antes se habia hecho. convino conmigo su
Seiioria en que s u vida no estaba segura en tierra I .
Asi f d , que en el acto niont6 ;icaballo, y dirigi6ndose
ii Boca-Negra, se fu6 6 bordo de la fragata z. ))

Una circunstancia ha sido omitida en la precedente


narracion. El general San Martin, al conducirme hasta
la escalera, t w o la temeridad de proponerme siguiese
su ejemplo, esto es, faltase 6 la fe qi:e ambos habia-
mos juratlo al gobierno de Chile, apropiase la escua-
dra 6 sus inlereses y aceptase el grado mas elevado de
Primer Aliiaira.nte del Perd. Es casi excusado decir que
desecht5 proposiciones tan deshonrosas. San Martin
al ver mi negativa me declar6 en un tono irritado
(( que ni pagaria a 10s narineros sus atrasos ni la re-

compensa que les habia prometido. ))


1. E1 he'cho 6 hechos en que se fuudaba el temor de Cochrane de
que atent.asen su vida, eran sin duda 10s fusilamientos de 10s
Carreras en Mendoza y el asesinato de Manuel Rodriguez. Estos in-
dividuos eran patriotas esclarecidos en Chile, que disponian del
pueli!o y encabezalian el partido democrktico. Cuando San Martin
triunf6 en Maipu, 10s Carreras fueron fusilados, y poco despues,
Rodriguez fu6 asesinado por una partida de caballeria que le con-
ducia preso. Estos horribles crimenes probaron que el circulo de Sau
AIartiii tenia por. sistema elimiiiar 10s hombres que podian dispu-
tarle la preponderancia en la revolucioii. N. DEL ED.
2. Veinte nGos de residenein en lo AmCrica del Sur, por W. B. Ste-
venson, secretario de lord Cochrane,vicealmirante de Cllile, etc., 1825.
N. DEL ED.
- $54 I

Cumdo llegu6 6 la almiranta encontrh la siguiente


coniunicncion oficial :
(1 Lima, agosto 't de 1831.
)) klord,

)) S. E. el Protector del Peru me orclena mompafie

A V. E. el adjunto decreta orginico que anuncia su


exaltacion a1 mando supremo, para que por medio
de V. E. quede instruida la escnadra de cste memo-
rable acontecimiento. En su consccuencia darA V. E.
las brdenes para que sea reconocido rl nuevo gobierno
por las fuerzas navales de SII mando, dependientes d e
la Repitblica de Chile.
)) Yo espero que V. E.. penetrado de tan alto motivo,

harti que se celebre con la dignidad que corresponde,


y que sea compatible con la actitud marcial en que se
hallen 10s vnlientes que tiene R siis cjrdenes.
)) Tengv la honra de ofrccer B V. 15. 10s sentinientos

de la mas distinguida considerncion y nprecio con que


soy su atento servidor.
1) Excmo. Sefior.

)) Firmado. - B. XONTEAGUDO.
))

)) A S. E. el muy hoiiorable lord Cochrane, vicealmirante d~


IRS i'uerzas navales de In. R~p13ilica.de Chilc. 9

Aunque de este modo se mc pedia reconociese a1


grncral S:~I!illartin como in\cslido de 10s atrihntos tlc
- 152 -
im Principe Soberano, me someti ,i ello con la cspe-
ranzn de-alraerle, por medio de representnciones pa -
cificas, a1 cumplirriiento de siis deberes para con el
gobierno chileno no m h o s que a1 de sus proptos inte-
reses. A1 efecto le dirigi la siguiente carta :

a Rada del Callao, 7 de agosto de 1821.

)) Mi yuerido general :

)) Me dirigo V. dandole por la ultima vez su anti-


guo tratamiento, conociendo que la libertad que po-
dria tomarme como .amigo, bien podria no hallarla
decorosa, hoy que V. inviste el titulo de Protector ;
mas, nl tratar'g un caballero, la consideracion de in-
currir en desgracia no bastarti a detenerme p a r i ha-
blar la verdad. No, aun cuando tuviera la certeza de
que tal seria el efecto de esta carta; porque yo desem-
pefiaria siempre un deber de amistad en pago del
apoyo que V. me prestb cuando en otro tiempo se
tramaban planes y coniplots viles para expulsarme del
servicio de Chile.
)) Permitame V., mi querido general, le ofrezca la

experiencia de once aEos durante 10s cuales f u i miem-


bro del primer senado del mundo, para decirle lo que
por mi lado me preccupa y lo que por otro temo y
preveo; pues lo que ha de suceder respecto a 10s go-
biernos y naciones por sus actos, pucde ser predicho
- 153 -
con tal seguridad, en vista de las !ecciones de la his-
toria, como predecirse pueden las revoluciones dcl
sistema solar.
)) En manos de V. est6 el ser el Napoleon de la Ani&

rica del Sur 6 uno de 10s hombres mas grandes quc en


el dia figuran en la escena del mundo. V. tiene la fa-
. cultad de elegir su carrera. Si 10s primeros pasos que
cla son falsos, la altura a que Y. se encuentra contri-
buira a hacerle caer, como del horde de un precipi-
cio, de una nianera mas fuerte y segurn.
)) Los escollos contra 10s que hasta aqui se han es-

trellado 10s gobiernos de Sud-hm6rica han sido la


mala fe y el empleo de medios efiineros.
)) No ha sur@do un hombre, except0 V. mismo,

capaz d e elevarse sobre 10s demas y de abrazar con


mirada d e aguila la extension del horizonte politico.
Mas si V. va fiado en las alas de la fortuna, cual otro
Icaro con alas d e cera, su caida pudiera aplastar la na-
ciente libertad del Peru y envolver a toda la America
del Sur en anarquia, guerra civil y despotism0 po-
litico.
)) La fuerza x r d a d e r a cle 10s gobiernos esta en la
opinion pubIica. j, QuB cliria el mundo, si el primer acto
de! Proteclor del P r r u fuese anular las obligacionej
contraidas pur 61 mismo, cuando era general ? iQu6 se
cliria, si el Protector se negase a pagar 10s gastos de la
expedicion que le ha colocado en el elevado pucst;, que
9.
- 134 -
ahora ocupa? i Q u 6 , si se esparciese la noticia: que ni
aun siquiera tenia la intencion de remunerar B 10s em-
pleados de In marina, que tanto contribuy6 a un Bxito
tal ?
)) i Que bien puede resultar de marchar por un sen-

dero tortnoso cuando por uno derecho y llano se puede


llegar B un fin deseado ? i Q u i h puede haber aconse-
jado el seguir una politica torcida y el ocultar 10s ver-
daderos sentimientos 6 intenciones del gobierno ?
)) Ha sido acaso un espiritu de intriga el que que ha
rehusndo la paga a la marina d e Chile en tanto que el
ejercito se encuentra doblemente pagado ? i Se trata
con semejantc condncta el agriar 10s animos de la gente
que se halla a1 servicio de Chile, para de tal modo
atraerla a1 del Peru? Si asi fuese, lo predigo, el re-
sultado seri todo contrario, pues habiendo esperado y
esperando aun la remuneracion del Peru, si sus espe-
ranzas saliesen fallidas, mas tarde sentirian las conse-
cuencias.
)) Mire V. a1 estado deplorable que el Senado ha re-

ducido a la feraz y hermosa Republica d e Chile. Ade-


mas j n o es evidente que la notoria mala fe de ese
cuerpo ha privado a sus habitantes, a pesar de sus
minas y de sus terrenos tanto pilblicos como confisca-
dos , de 10s recursos que el gobierno espafiol poseia y
del credit0 necesario para procurarse un peso en cali-
dad de emprestito ni en el extranjero ni en su propio
- 455 -
pais? Djgo por lo tanto, mi querido general, que
cualquiera que le hapa aconsejado el comenzar su pro-
tectorado con medidas indignas de V., es un hombre
sin reflexion 6 de perversa indole, ;iquien V. deberia
expulsnr para siempre de su lado.
)) Observe 1’. , mi querido general, las lisonjas que

10s serviles p r o d i p n aun d 10s mas indigcos cuando


estan en el poder. No crea V. que es la persona de
San Martin que el publico est&adicto. No se imagine
que se granjeard la admiracion y el afeclo del linaje
humano sin observnr una condiicta recta y dig&. Sobre
el particular ha sido V. en parte felia, y gracias a1
cielo, V. tiene ec siis manos el poder serlo mas. Los
aduladores son mas peligrosos que las mas venrnosas
serpientes; y drspiies de ellos lo son 10s hombres
d e saber, cuando no tienen el valor y la integri-
dad bastante para oponerse 6 medidas ruincs que
han sido discutidas 6 de las que se ha trataclo por
accidente.
)) i Que necesidad politica pudo haber existido para

mantener por un tiempo ocultos 10s sentimientos del


gohierno respecto a la suerte que depnrnba a 10s Espa-
Coles residentes en el Peru? JPor venlura el pueblo
no se ha mostrado A la vez que el ejdrcito, pronto :i
apoyar las miras de la autoridad? i,Y el primero no ha
pedido a voces la expulsion dc aquellos? Crbame V.,
mi querido general, despues d ~ manifiesto
l qiie V. di0,
- 156 -
no ha debido ni secuestrarse 10s bienes de 10s Espa-
iioles sin que estos liubiesen cometido un crimen pos-
terior.
1) Nadie puede engafiarme acerca d e 10s sentimientos

que abrigo en mi pecho; de 10s de 10s otros juzgo por


10s mios propios, y como hombre honrado no tengo
embarazo para expresarlos.
r) Mucho mas pudiera decide, mi querido general,
respecto a otros asuntos d e menor importancia ; pero
como 10s que anteceden son 10s solos actos que por el
momento considero, por tener de ellos conocimiento y
predecir funestas consecuencias, me limit:& por el
presente a aiiadirle : que si 10s reyes y principes tuvie-
sen en sus dominios un solo hombre que en todas oca-
siones les dijera la verdad desnuda, se habrian evitado
errores frecuentes y menores habrian sido 10s rnales que
experimenta la humanidad.
)) Fhcilmente conocera V. que no tengo interes per-

sonal alguno en estos u otros asuntos yue discrepen con


su opinion; bien por el contrario, si yo fuese capaz de
bajezas 6 interesado, con el paso que acabo d e dar
bastaria para arruinar mi porvenir, p e s a1 darlo no h e
tenido otra seguridad que la buena opinion que tengo
d e su discernimiento y de su corazon.
)) Considereme V. en todas circunstancias su seguro

amigo.
)) COCHRANE. ))
- 157 -
San Martin contest6 a esta carta del modo sigtiiente :

(( Lima, y agosto 9 de 1821.

)) La mejor prueba de amistad que podria desear de


V. es la explicacion sincera de sus sentimientos res-
pecto a1 camino que debo seguir en mi mueva posicion
politics. V. ciertamente no se ha equivocario cnando
bajo el titulo de Protector no ha esperado algun cambio
en mi caracter personal. Felizmente ha sido en un
nombre que reclamaba, en mi sentir, el bien de
este pais, y si en la elevacion en que V. me ha conocido
siempre ha encontrado docilidad y franqueza en mi,
habria sido un agravio de parte de V. a mi individuo,
negarme ahora confianzas que le h e escuchado siempre
con agrado com3 de un hombre ilustrado y de expe-
riencia en el gran mundo ; mas ya que V. me ha hecho
justicia, me permitir; algunas observaciones sobre el
espiritu de su ultima carta.
D No es mi h i m 0 analizar las cnusas que hayan in-
fluido en la decadencia actual del Estado de Chile, ni
mucho m h o s aprobar del Lodo 10s cansejos de su ad-
ministration. Errores por inexperiencia , actos de
inmatura resolucion, inexactitud en 10s calculos ren-
tisticos y falla de previsim pueden haber contribuido
B obstruir 10s primeros canales de la riqueza de aquel
- 1% -
pais, p r o ni i c o tan dificil como TI. renicdiar estos
males, ni puedo fijarme en su origen sin aventurar tal
vex mi juicio. Estoy si convencido que un religioso
cliidado de la conservacion del crddito del gobierno, le
habria franqueado abundantes recursos.
N Como conozco, poes , por una parte que la buena
fe drl que preside a una nacion es el principio vital de
su prosperidad, y como por otra un brden singular de
S I I C ~ S O Sme ha llnmado L ocupar teirporalmente la su-

prema rnagistratnra de estc pais, rennnciaria R mis sen-


timientos si una imprudente elacion b una servil defc-
rmcia R consejoS ajenos mc apartase de la base del
nuero edificio social del Peru, exponihdolo li 10s
vaivenes que con razon teme V. en tal caso. Conozco,
milord, que no se p e d e volar bien con alas de cera,
distingo In carrera que tengo que emprender, y con-
fieso, que por muy grandes que seiin las ventajas ad-
quiridas hasta ahora, restan escollcs que sin el nuxilio
de la justicia y de la buena fe no podrlin removerse.
)) Por forfnna, milord, no he olridado esta maxima

cn todo el periodo de mi vidi1 pitblica ; y In religiosidad


de mi palabra coma cabal!ero j 7 como genernl ha sido
el caudal sobre que he girado mis especulaciones :
resta ahora examinar la naturalezn 9 litnites de mis
comprornisos respecto de la escuadra para fnndar mis
obligaciones. Me es muy lisonjero declarar L Y. que li
la cooperacion de Ias fuerzas navalcs ha dehido cl Per6
- 139 -
niucha parte de su libertad : esto mismo se habria
expresado en la moneda de la jura, si en el torbellino
de negocios que nie cerca. huhiera podido atender d la
inscripcion que se me present6 por modelo. V. me ha
oido tributar de un modo pitblico mis nplausos a1 mB-
rito y seiialar el hlroe.
)) Yo he ofrecido 1 la tripulacion de la marina de

Chile un aiio de sneldo de grntificncion y me ocnpo en


el din de reunir 10s medins para satisfacerlo : reco-
nozco tambien pordeuda 12. gratifiraciondc50,OOO pesos
que V. ofreci6 alos marineros que apresaron la fragata
Esmeralda, y no sol?mente estoy dispuesto Q cubrir
este crddito, sino a recompensnr como es debido :i 10s
bravos marineros que me hnn ayudado A jibertar el
pais ; pero V. debe conocer, milord, que 10s sueldos de
la tripulacion no est1n en igual CRSO, y que no babiendo
respondido yo jamas de pagarlos no esiste de mi parte
obligacion nlguna. En la comisaria de aquel Estado
deben existir 10s cargos de oficinles y marineros, y en
el respectivo ministerio el rol y sus alcances :y aunque
snpongo justo que en la escasez del erario de Chile. se
le indemnicen de nlgun modo sus gastos espediciona-
rios, est0 sera para mi una agradable atencion, pero
de ningun modo reconocere el derecho de reclamarme
10s sueldos vencidos.
n Si yo pudiese olvidar a l p n a vez 10s servicios de la
escuadra y 10s sacrificios de Chile para sostenerla, re-
- 160 -
velaria un principio de ingratitud, que ni como una
virtu(? publica ni privada esta excluida de mi moral.
Tan in’justo es prodigar premios como negarlos a quien
10s merece; me ocupo del modo tle realizarlo con res-
pccto & la escuadra, y de proponer a1 supremo go-
- bierno de Chile pensamientos que concilien todos 10s
intereses.
)) Nadie mas que yo, milord, desea el acierto en 13

clecrion de medios para concluir la obra que h e em-


prentlido. Arrastrado por el imperio de Ias circunstan-
cias a ocupar un asiento que abandonarb, libre que sea
el pais d e 10s enemigos , deseo vnlver con honor a la
simple clase de ciudadano. Mi mejor amigo, es el que
enmienda mis errores 6 reprueba mis desaciertos.
Ccsar habria hecho morir a1 nieto de Pompeyo si no
hubiese escuchado un buen consejo. Estoy pronto B
recibir de V., milord, cuantos Y. quiera darme, porquc
acaso el resplandor que de intento se me presenta
delante de mis ojos, n e deslumbre sin conocerlo.
Y en esta parte me cncontrarti V. siempre accesible y
franco.
)) He preferido dar B V. por el pronto esta contesta-

cion privada, porque la enfermedad del caballero Gar-


cia me ha impedido hacerlo de oficio : la dare en el
moinento que me sea posible.
)) Entretanto creo sera a V. grato saber que el bene-

merit0 coronel Miller ha ocupado con sus tropas Ica,


- 161 -
9 que el general La Serna ha sufrido tal p6rdida de
bagajes, triisportes , efectos y soldados , que no ha
podido moverse d e su situacion, y el dia 1"de este aun
ignoraba el general Canterac la posicion de La Serna.
El Callao sigue tambien en grandes apuros. Ojald
veamos pronto el t8rmino de esta campaiia ,y que V.
tenga siempre motivos de conocer que en ninguna si-
tuacion deja de ser consecuenle con sus principios su
amigo afectisimo,
)) Q. B. S. M.

)> JOSEDE SANMARTIN.))

En esta carta, San Martin atribuye la usurpacion que


habia hecho del Poder, (( a un extraordinario curso de
sucesos felices, )) omitiendo exprcsar que nada habia 81
hecho para ello, sino embarazar el resultado por
cuantos medios pudo. Maniliesta que a1 hacerse me-
rito d e la caida d e 10s Espaiioles, atribuida en la ins-
cripcion de la medalla a1 ejercito y a si mismo , habia
incurrido en una equivocaciori (( por 110 haber podido,
en medio de la precipitacion de 10s negocios, prestar
su atencion a1 Inodelo que le habian presentado, ))
siendo que 81 mismo escribi6 la dicha inscripcion des-
pues de haber deliberado y consultado largo tiempo
- 162 -
pilblica de Chile, siendo que habia jurado firlelidad i
aquella nacion como capitan general de ella. Niega el
haberse jamas comproinetido B pagar 10s salarios de la
escuadra, siendo que fu6 bajo esa condicion que la
escuadra se hizo 6 la vela de Valparaiso segun el docu-
mento que sc ha visto. a1 principio de bsta obra.
A pesar de ser un oficial de Chile, trata B este pais
cual si fuera un Estado con el cual nadz tiene que ver,
declarando que no quiere pagar las deudas contraidas
por la expedicion, tal c u d me lo habia dicho en la
conferencia del dia 4.
En cuanto d si1 prornesa de dar d 10s marineros la
paga d e un aiio en recompensa de sus servicios, nunca
la cuniplib ni pensb en cumplirla ; m i h t r a s que 10s
50,000 pesos prometidos B 10s que capturaron la Esme-
ralda y que dice, (( estaba tratando de recoger )) hacia
tiempo que 10s habia recogido y en cantidad m u c h
mayor (le 10s Espafioles, guardindoselos. Afortunada-
mente sus propias cartas prueban todos estos puntos,
pues de otro modo no me atrevreria imencionarlos, si
no tuviesen en su apoyo testimonios tau irrefragables.
M a s tarde el general San Martin neg6 a1 gobierno
dc Chile que se habia negado B pagar la escuadra, tal
cual lo habia expuesto el 4 de agosto y corroborado en
su carta del 9.
Durante todo este tiempo, la escuadra se hallaba en
nn estado de completo abandono : no se le sumi-
- IC3 -
nistraban ni las provisiones necesarias para su subsis-
tencia, a pesar de tener el Protector sobrados niedios
para hacerlo. SIJohjeto era obligar por hambre ique
se desertasen ofisiales y gente, para asi acelerar el
desmembramiento de la escuadra que yo rehusaba
poner 6 hrdenes de siis miras ambiciosas.
El general San Martin nrinca me perdonb el eano
espiritu de mi carta.
Adhiriendo B mi propio deber me senti fuera de su
autoridad y determine no seguir otra conducta, sin0 la
d e sostener , en cuanto me friera posible, el cuinpli-
miento de Ias promesas hechas al Perli por el gobierno
de Chile.
Ocultandc el Protector su resentimiento, por consi-
derar que la escuadra le era necesaria por estar aun
10s fuertes de! Callao en poder de 10s Espaiioles, tratb
d e dcsvirtuar cl desagrndo de la entrevista del dia 1,
asegurando que, K 61 solo Labia dicho h querido decir,
que tal vez convendria ti Chile In w n t a de algrino dc
sus huques a1 Peru, porque este 10s necesitaba para la
guarda de sus costas, y que estaha cierto de que Chile
consagraria siempre sus huques a la proteccion de la
causa del P e r k )) Agreg6 que se liquidarian 10s atra-
sos de la escuadra del rnismo modo que 1as recom-
pensas que se le habian ofrecido.
Como nada de esto se llevaba a efecto, la escuadra
comenzh ri manifestar sintomas de motin.
- 464 -
El dia 11 de agosto escribi a1 'Protector diindole
parte de qiie el descontento de 10s marineros iba en
aumento, rogandole de nuevo pagase. A consecuen-
cia de esto se di6 un decreto ortlennndo que la quinta
parte de las entradas de aduana se destinahan a1 pago
del ejercito y marina; pero comdlos fuertes y el puerto
del Callao se hallaban en poder de 10s Espafioles, esos
ingresos eran insignificantes, por lo cual la escuadra
consider6 con razon que aquella medida era tan solo
un subterfugio.
E1 Protector me respondi6 lo siguiente :

)) Milord,

)) He contestado, en la de oficio, a la carta de V. S.

relativa a1 asunto dessgradable del pago de la escua-


dra, que nos causa tanta. inquietud, porque no pode-
mos hacer lo que querriamos. Nada tengo que afiadir
aqui sino mi declaracion de que nunca mirare ccn in-
difereiicia 6 cualquiera cosn que pertenezca ii V. s.
Dije ii V. S. en Valparako que su suerte seria igual a
la mia, y creo que he probado que mi sentimienlo no
ha variado, ni podra variar, porque cada dia se hacen
mas importantes mis hechos.
D No, milord, no miro con indiferencia cosas que
conciernen 5 V. S., y sentiria que no esperara hasta
Se tiata de seducir li 10s oficiales chilenos. -El Br~ohispode Lima.
- Su expulsion. - Kegociaciones para obtener la entrega de 105
-
fuertes. Ohstaculos yne se oponen. - Promesas de San Martin.
- Relinsa atacar a1 enemigo. - Los Espailoles socorreii a1 Callao.
- Proclama. - Llkvanse. el tesoro de 10s Espafioles. - Descon-
tciito de la escuadra.

Conociendo el Proteclor mi dnimo para no recono-


ccr su autoridad usurpnda y iiiucho m h o s apoyar
medidas que tendiescn ti privar d Chile de su escundra,
di6 una prociama en quc prornetia pagar 10s atrasos
de 10s marineros y ofrccia una pension vitalicia a 10s
oriciales , reconocie'ndolos como 6 oficiales ddl P e d Lo
que de aquf se deducia era intimar ;i 10s oficiales dc-
sertasen del servicio de Chile.
Lo siguicnte es un extract0 de la rcrerida proclamn
iiiserttt en la Gaceta extraordinaria de 111 de agosto
de 1@1.
- 167 -
(( El ejkrcito y la escuadra reunidos han consumado

a1 fin la libertad del Peru, segun lo habian jurado, cle-


v,indolo a1 rango que la justicia y 10s intereses del
inundo reclamaban. El heroismo y constancia que han
manifestado se trasmilirhn a la posteridad. Faltaria ri
mis deberes politicos si no manifestase el aprecio de-
bido ri sus acciones eminentemente heroicas, promo-
vienJo 10s intereses de ambos emisferios.
1) 1" El Estado del Peru reconoce COUIO deuda nacio-

nal 10s atrasos del ejhrcito y de la escuadra, asi como


las promesas qne a ambos yo les h i m
)) 20 Todos 10s bienes del Estado, como asimisnio un

30 por 010 de sus rentas, quedan hipotecados h a s h la


estincion de estas deudas.
)) 3" Todos 10s oficides pertenecientes a1 ejBrcito y

la escuadra que salieron con la espedicion liberta-


dora y permanecen hoy en ella, quedan reconocidos ob-
ciales del V e r i
)) 40 Los comprendidos en 10s ariiculos anteriores, y

10s empleados en la dicha causa, recibiriin durante sus


vidas una pensiod de la mitad de toda su paga , desde
el dia en que salieron de Valparaiso, cuya pension lrs
sera pagada del mismo modo cuando vivau en pais
extranj ero.
)) Bo Todos recibiraii una medalla, etc., etc. n

A pesar de este decreto, la escuadra 110 recibi6 un


- 168 -
cuarto ni de sus atrasos ni a titulo de recompensas. El
objeto era el que clejo indicado, en lo que le ayudaron
Guise y Spry, a quienes conservaba a su lado, pesar
de la sentencia del consejo de guerra.
Uno de 10s antagonistas mas intr6pidos del Protec-
tor era el Arzobispo de Lima, varon excelente, querido
del piieblo y quien no pudo disimular su indignacion
a1 ver la usurpacion que se habia efectuado a despe-
cho de las promesas de Chile y del mismo Protector,
atestiguadas ante Dios y 10s hombres de dejar a 10s
Peruanos la libertad de escoger su gobierno. )) Y como
el recto prelado denunci6 en t6rminos no nioderados
el despotism0 que acababa de entronizarse, se deter-
min6 deshacerse de 61.
El primer paso dado para ello fu6 una 6rden fechada
en 22 de agosto de 18421, mandando cerrar todas las
caws religiosas. El Arzobispo rehus6 cumplirla repre-
sentando cortesmente y manifestando que si algun
eclesiistico quebrantaba el 6rden publico, 61 le casti-
garia. El dia 27 le contestaron que (( Ias 6rdenes del
Protector wan irrevocables y que .a1 punto se deci-
diese en cuanto a la linea de conducta que pensaba
adoptar. ))
El 1" de setiembre el prelado escribi6 a1 Protector
una carta admirable en la que le decia : (( que las prin-
cipales obligaciones de un obispo eran defender el de-
p6sito de la doctrina y creencias que le habia sido con-
- 169 -
fiado, y que si fuese amenazado por algun potentado,
representar con respeto y suniision a fin de no ser par-
ticipante del crinien por una condescendencia pusila-
nime. Dios ha constituido 10s obispos para ser 10s
pastores y guardianes del rebaiio, y nos manda no sea-
mos cobardes en presencia d e 10s mas grandes poten-
tados da la tierra, y que, si es necesario, debemds
verter nuestra sangre y perder nuestras vidas por tan
justa causa; anatematizkndonos si hacemos lo contra-
rio, como a perros mudos que no ladran cuando la
salud espiritual del rebaiio est6 en peligro. ))
El resultado fu6 que el Protector instb a1 Arzobispo
A clelegar su puesto, prometihdole un buque que lo
llevase a Panama. Confiado en esta promesa envib su
renuncia y en el acto se le ordenb salir de Lima en
el tkrmino de veinte y cuatro horas. Corno la promesa
no fu6 cumplida, el Arzobispo tuvo que embarcarse en
un buque nxrcante que salia para Rio Janeiro. Antes
de partir me escribio la siguiente carta :

(( Chancay, noviembre 2 de 1821.

1) Querido milord,

)) Ha llegado el tiempo d e volverme a Espaiia, ha-

b i h d o m e acordado el Protector los pasaportes nece-


silrios. La fina atencion de que fui deudor a V. E. y las
particulares prendas que le distinguen y adornan, me
10
- 170 -
obligan a nianifestarle mi sincera consideracion y
estima.
)) E c Espaiia, si Dios me conceda llegar salvo, le

suplico se digne mandarme. AI dejar este pais estoy


convencido de que stc independencia esta para siempre
afianzada. Esto lo hare presente a1 gobierno espaiiol y
B'la Santa Sede,, y hare cuanto est6 de mi parte para
preservar la tranquilidad y promover las miras de 10s
habitantes d e Amhrica, que m e son capos.
)) Dignese, milord, aceptar estos sentimientos coni0

emanados de la sinceritlad de mi corazon, y mande


D A este su agradecid:, servidor y capellan,

1) MARIADE LAS HERAS.n


BARTOLONG

La expulsion del Arzobispo fu6 un acto de demencia


politica. Si las promesas de Chile se hiibiesen cum-
plido, tanto el Arzobispo como su clero habrian em-
pleado toda su influencia en promover la causa d e la
liberlad, no tanto por interes cuanto por inclinacion I .
La frase de la carta del Arzobispo sobre B que la
independencia del Peru estaba afianzada para siem-
1. Es un error tle Cochrane el suponer que el clero fuese iiicliiiado
R la independencia. Annqtie la historia de la lacha de la Indepen-
dencis Americana, presents alqunos patriotas esclarecidosen el clero,
manifrests tanibieii que la ni:y'oria fu8 siempre sectaria dcl despo-
tismo. Este cs un hecho repetido en todo el globo.
N. DEL ED.
- 171 -
pre, )) era un aserto errado. La tirania no se componc
de materiales duraderos.
Al Obispo de Guamanga, que residia en Lima, tam-
bien se le orden6 salir del p e r ~en el tkrmino de ocho
dias, sin exprcdtrsele el motivo. De este modo se
desembarazaban de la oposicion del clero, causando
profundo sentimiento i 10s LimeFios.
Como In condicion de la escuadra fuese empeorando
de din en dia y se manifestase u n cspiritu dc rebelion
icausa de Ias necesidades que sufria, hice todos 10s
esfuerzos posib!es para obtener 10s castillos del Callao
por medio d e negociaciones, prometiendo a1 jefe de
ellos le permitiria marcharse con las dos terceras
partes de la propiedad encerrada en la fortaleza, 6
condicion de que se entregara la restante y 10s castillos
B la escuadrn chilena. Mi objeto era proseer de algun
modo las necesidades de todo g h e r o que la escnadra
sufria, por la conducta estudiadn del Protector. En PO-
der de la guarnicion se encontraban considerable5 su-
mas y gran cnntidad de plata labrVidnque 10s hombres
acaudalados de Limn hilbim dcposilado en 10s fuertes
para mayor segnridad , teniicndo ti sus libertadores.
Una tercera parte de estos valores nos hubiera sacatlo
d e las dificultades por qne atravesabarnos. Y,a la verdad
que estas eran reales. Los buques carecian de carne,
d e aguardiente, d e ropa y de cuanto era precis0 para
la vida, no teniendo otro medio de siibsistir que el que
- 172 -
se obtenia de 10s Espaiioles fugitivos, 6 quienes se les
dejaba ir libres pagando la tercera parte del capital que
llevahan consigo.
Tan luego como el Protector conocib mi oferta a1
comandanie de 10s castillos, general La Mar, a fin de
impedirla ofrecib a este una absolnta 6 ilimitada pro-
teccion, para las personas y bienes, si comprabnn
carta de ciudadania. En consecuencia, La Mar desechb
mi propuesta y se frustrh la esperanzn que habia para
pagar a 10s marineros y reparar Ins huques.
Mas tarde, el Protector me acush al gobierno de
Chile de haher aspirado d la posesion de las fortalezas
del Callao con la mira de burlarme del gobierno pe-
ruano! Esto era ridiculo, aun cuando, si tal hubiese
sido mi animo, 61 habrin estado de acuerdo con mi de-
ber hacia Chile, pueslo que el Protector habia faltado
a la fidelidad de dicEo Estado. El objeto simple que
me habia propueslo era procurarme recursos para
abastecer la escuadra; bien entendido, que si me hu-
biese posesionado de las fortalezas, habria exigido del
general San Martin el curnplimiento de sus promesas y
persistido sobre todo, en que ejecutara sus obligaciones
para con 10s Peruanos, de dcjarles libres de escoger su
propio gobierno.
Me acush tambien de que mi Bnimo era apropiarme
para mi peculio particular la suma que habia pedido
La Mar, i siendo que 10s marineros se hallaban en eb-
tado de perecer d e hambre! El Protector, en vez de
contribuir a este buen fin, con sus medidas, di6 lugar
d que 10s Espaiioles se retirasen sin ser molestados,
llevandose todo el tesoro. Y es de este acto, el mas
vergonzoso para un jefe niilitar, que paso a ocuparme.
Un escritor que presenci6 todo lo ocurrido ha narrado
bien este asunto, y a fin d e alejar toda sospecha de
parcialidad en mi, prefiero extraclar 1as palabras del
referido autor I.

(( El ejdrcito espaiiol, que a principios de setiembre

se hallaba en Jauja, esgarcib la alarma en Lima por las


noticias que se recibieron de sus movimientos. Parecia
que estaba determinado a atacar 6 la capital, con cuyo
n?otivo se di6 en 5 d e setiembre por el Protector la
siguiente proclama :

(( Habitantes de Lima,

)) Parece que la justicia del cielo, cansada de tole-

rar por tan largo tiempo 10s opresores del Peru, 10s
guia ahorn d su destruccion. Trescientos de aqgellos
soldados que han desolado tantns villas, quemado tan-
tos templos y destruido tantos miles de victirnas, eslan
.. ri .- n r .... .
1 I .

,ta capital es con el designio de inrnc


1. TV. B. Stevenscin, torno 111, Lhdres, 1825. .
10.
- 114 -
laros d su venganza y obligaros d coniprar cara vues-
tra decision y entusiasnio por la independencia. iVana
esperanza ! Los valientes que han libertado a la ilustre
Lima, aquellos que la protegen en 10s momentos mas
dificiles, saber, como preservarla de la furia del ej6r-
cito espaiiol. Si, habitantes de esta capital, mis tropas
no os abandonarim; ellas y yo Tarnos a triunfar de ese
Pje'rcito que, sediento de sangre nuestra y bienes, se
avanza; 6 perecerernos con honor, pues niinca pre-
senciaremos vuestra desgracia. ( San Martin tenia
12,000 hombres para hacerles frente.) En cambio de
este rendimiento y para que logre el boen Bxito que se
merece, todo lo que os exigimos es, union, tranquili-
dad y una eficaz cooperacion. Est0 solo se nccesita
para afianzar Id felicidad y esplcndor del Peru.

)) SANMARTIN.))

(( En la maiiana del 10, lord Cochrane recibi6 d bordo

del o",iggins una comunicacion oficial, participandole


que el enemigo iba acercandose a 10s muros de Lima y
rogando a Su Sefioria enviase a1 ejBrcito toda clase de
armas porttitiles que hubiese a bordo de la escuadra,
C O I ~ Oasimismo a 10s marinos y voluntarios; (( porque
el Protector s2 hallaba delerminado a inducir al ene-
migo a batirse, y a veneer 6 quedar sepultado bajo !as
ruinas d e lo que habia sido Lima. )) Estc heroic0 parte
- 175 -
iba, sin embargo, acompaiiado de una carta privada
de Monteagudo, en la que le suplicaba tuviese prepa-
rados 10s botes d e 10s buques de guerra, y colocase
una avanzada en la plaza de Roca-Negra.
)) Lord Cochrane se dirigi6 inmediatamente a1 cam-

pamento de San Marlin, en donde, siendo reconocido


por diversos oficiales, se oy6 tin murmnllo de alegria, *

y aun el mismo Guise y Spry exclamaron : (( Vamos


+
tener ahora alguna accion qiie el alrnirante ha Ile-
gado. 1) El general Las Heras, que hacia de general
en jefe, a1 saludar a1 almirante le suplic6 se esforzase
en persuadir a1 Protector obligase a1 enemigo B ba-
tirse. En esto, Su Seiioria se dirigii, adonde San Mar-
tin, y cogihdole la mano le inst6 encarecid,imen!e
atacase a1 enemigo sin perder u11 solo momenlo : sus
instancias fileron, sin embargo, en vano, recibiendo
por toda respuesta : Mis medidas est& tomadas.
1) A pesar de esta apatia, Su Seiioria represent6 a lo

viva la situacion en que habia visto, no hacia cinco mi-


nutos, a la infanteria enemiga, concluyendo por pedir
a1 Protector el favor d e subir B una altura que habia
detras de la casa, y se coiivenciese por si Inisrno d e
lo facil que era obtener una victoria; mas 6 todo esto
volvi6 6 recibir la misma respuesta : (( Mis medidas
estan tomadas. ))
)) Los clamores que daban 10s oficiales en el patio d e

la casa hicieron recapacitar a San Martin, quien, man-


- 176 -
dando pedir su caballo mont6 en 81. E n un momento
todo era bullicio, y el anticipado resplandor de la vic-
toria brillaba en cada semblante. Se mand6 tocar lla-
mada, a la que ohedeci6 en nn instante todo el ejdrcito,
que se componia d e unos 12,000 hombresi, inclusas
las guerrillas, todos deseosos de batirse. El Protector
*
hizo sefia con la cabeza a1 almirante y a1 general Las
Heras, quienes se acercaron irimediatamente, espe-
rando les fuese a consultar sobre el modo del ataque 6
del modo como iba a conducirse. En este momento se
acerc6 a San Martin u n labriego, quien se hacia escii-
char del Protector con una calma admirahle a1 relatarle
el sitio en donde habia estado el enemigo el dia ante-
rior. El almirante exasperado con una phrdida de
tiempo tal, dijo a1 paisano (( quitese de a h i , )) &a-
diendo (( el tiempo del general es nuy precioso para

1. Este es un error generalizado. Las fuerzas que tenia San Martin


en ese entbnces, eran las siguientes : No 7 de 10s Andes, con
560 hombres; -no 8, con 4 6 0 ; -110 31, con 3 2 5 ; -no 2 de Chile,
con 2 6 0 ; --no 4 de Chile, con 615; -no 5 de Chile, con 390; - Ca-
zadores de 10s Andes, con 3 8 0 ; - Numancia, con ' 7 4 0 ; - no 1 del
Pen?, con 350; - Artilleria de 10s Andes, con 180; - Artilleria de
-
Chile, con 3 3 0 ; Granaderos a caballo de 10s Andes; con 3 5 0 ; -
- Cazadoris ri caballo de 10sAndes, con 2 3 0 ; - Escolta, con 60. -
,Z pstos deben agregarse unos 1,000 hombres armados y distriboidos
en civicos de infanteria de Lima, uns compaiiia de fagineros y di-
versas partidas guesas de montoneros.
El anterior dato lo tpnemos del Sr. general Mendibnru, competente
eo la materia N. DEL ED.
- 477 -
que lo emplee en escnchar sus tonterias. A esta inter-
rupcion, San Martin mir6 con ceiio a1 almirante, y
volviendo su caballo se encamin6 hacia la casa, en
donde se ape6 meti6nclose en ella.
))
., _.
Lord Cochrane pidio entonces una auaienciaprivada
,. . 9 .
a San Martin , siendo la dl tima vez que volvib a hablar
con El. Le asegur6, que aun era tiempo para atacar a1
. . * ._
enemigo , roffanricle encarecidamente por favor no
perdiese Ila oportunidad y ofreciendose 81 mismo a 'PO-
nerse B laL caheza de la caballeria. Pero 6 esto replic 6 :
. . - . -..
(( Yo solo soy responsable de la hbertad del I'eru. D En
1 , _ . -

seguida se retirh el Protector a un cuarto interior d e la


casa 6 ecbar su siesta acostumbrada, la que fu6 inter-
rnmpida cihir
hrdenes y I ' ~ : C ; U I ' U ~ L I Ique
C l a b ~ropaseb~aualia u r ~sobre

las armas. La 6rden que recibi6 fu8 i. que - las racionara!


)) De este modo el general Canterac, con 3,200 horn,-

bres 1, pas6 a la parte del mediodia de Lima, a medic3


tiro de fusi l ? del ejCrcito protector del Peril, com
,-. nomnres, encro en I R rorraieza uel
puesto de Iz,uuu ,,/,A 1 1 I , 1 P . 1

Callao con un convoy" de Ranado - .y provisiones,


- en donde
refresch y descanso ~ U tropas S seis dias , y en seguidii
se march 6 el 15, llevandose consigo todo el inmensc9
tesoro que WJ B~ , , rn',,,n.znn tnMinM
1~C.IICCILLIII IGICCIUIU
-1):
L
nm....n.-
, ~ ~ ~ ~ ~ ; f , . r ) ,
u w wcpuaw,wuv, W I ~ IGII-

1. Ersn cerca de 1,000. N. DEL ED.


2. Es una exageracion. Pas6 d vista del ejkrcito, fuera del alcance
de In nrtilleria. N. DEL E D .
- 178 -
diendo descansarlamente su retirada hdcia la parte
norte de Lima.
)) Luego que Canterac introdujo sus tropas en Ins ha-.
terias del Callao, se anuncib el suceso con salvas de ar-
tilleria y otras demostraciones que partian el alma de
10s oficiales chilenos. El cj6rcito patrio pas0 en 5e-
guida R ocupar su antigno campamento de la Legua
entre el Callao y Lima.
, )) Serin nna injusticia no mencionar que el segundo

en jefe, el general Las Heras, disgustado del resultado,


deji, el servicio del Protector y pidi6 su pasaporte para
Chile, el que Iefukotorgado; imikindo su ejemplo varios
oficiales del ejkrcito, quienes, profundamente heridos
porloque habiaocurrido, prefirieronla oscuridadylapo-
breza, servir pormas tiempo baJO tales circunstancias.
1) Hallkbase en la bahia el buque de guerra inglks

Superb, y muchos de 10s oficiales, esperando ver el


golpe decisivo dado en el Peru, se encaminaron a1
cuartel general dc San Illartin, y se queedaron asombra-
clos en presencia de la serenidad de Animo de un gene-
ral, que, B la cabezn de 42,000 hombres, abandonaba
una posicion ventajosa, en donde pudiera, A lo m h o s ,
haber interceptado el convoy de p n a d o , y compelido
a s i a1 Callao a rentliise inmediatamente, envez de per-
mitir pasase sin disparar un ti:o '. ))
1. Cnando criticaba el proceder de San martin, a1 escrihir la His-
oria del geiitral Salaverry, por estos mismos hechos, 1111 coronel que
- 179 -
El anterior extract0 es exacto. Los Limefios quedaron
enfadados y humillados con la ocurrencia, B pesar d e la
proclama que se di6 el dia 19, y es la siguiente :

(( Limefios ,

))Hace ahora quince dias que el ejkrcito lihertador


ha dejado la capital, resuelto B ho permitir que ni la
sombra misma del pendon espafiol enlute B la ilustre
'
ciudad de Lima. El enemigo bnj6 arrogantemente d e
las montafias, imhuido de 10s cdculos que en su jgno-
rancia liabia premeditado. Se imaginaba que era bas-
tante el presentarse delante de nnestro campamentn
para vencernos ; pero han encontrado i wlor armado de
prudencia 1 Reconocieron su inferioridad. L a idea de la
hora del conabate les hizo temblar, y apravech&tdose de la
I oscziridad, buscaron un asdo en El Callao. Mi ejkrcito
principib su marcha, y a1 caho de ocho dias el ene-
migo tuvo que huir precipitadamente, convencido de
su impotencia para probnr la fortunn de la guerra, 6
quedarse en Ins posiciones que ocupaba,
perteneci6 ti ese ejkrcito, me explicaba la razon de la conducta de.
Ssn Martin del siguiente modo : (( En el ejercito de San Marti11
habia jefes que se oponian a1 ataque, porque en CI Treian la coiic1~-
sion de la gnerra, cosa que no les converiia como explotadores del
pais. 1) Pero esa razon parece efimera, y lo que aparece de realidad
es, 6 que San Martin tenia miedo de una batalla 6 que se proponia
no terminar la gaerra liasta haber realizado el plan monjrquico que
abrigaba. N. DEL ED.
- 181 -
temblaban a1 pensar en la hora del combate y se apro-
vecharon de la oscuridad, 1) cuando habian entrado
triunfantes en el Callao, ci medio diu, e5 decir, entre las
once de la mafiara y las tres de la tarde, llevando nia-
nadas de gariados y qtras provisiones ; y que el ejer-
((

cito libertador perseguia A 10s fugitivos. n Este era el


unico hecho. El enemigo iba perseguido por 1,100
hombres que le seguieron Li distancia por el espacio de
diez millas , hasta que Canterac les hizo cargar por la
caballeria y derrotarlos.
Lo cierto fu6 que 10s Espafioles vinieron para socor-
rer el Callao, lo ciial efectuaron conipletamente.
Si la precedente proclamk no se hallase inserta en la
Gaceta ministerial, se habria tomado por una farsa
maliciosa. Midntras tanto 10s independientes Limeiios
no se atrevian a chistar palabra, pues se hallaban des-
armados, alevosamente engafiados y a inerced del Pro-
tector ; quien , si alguna excusa pudo alegar para no
haber acometido d la pequefia fuerza de Canterac , fu4
si? duda la de conservar intactr, el ejhrcito para mds
tarde oprimir a 10s Limefios. iCual fu6 el resultado?
La fuerza espafiola, en su triunfante retirada con tan
gran cantidad .de valores, fu6 una calamidad para el
pais. Despues que 10s Limefios se levantaron contra la
tirania de San Martin y lo expulsaron de la ciudad por
la fukrza , 10s Espafioles putlieron levantar ej6rcitos
1. Este es un hecho eiiteramente falso. N. DEL ED.
11
- 188 -
poderosos, hacer derramar torrentes de sangrey expo-
ner la causa 6 un fracas0 completo, si el ej6rcito de
Colombia no hubiese acudido ,i hacerles frente. Chile
mismo llegb i temer por su libertad, a1 extremo de ha-
berme suplicado, cuando dej6 el pacifica, de volverme
para evitar desastres que 61 mismo no podria evitar.
Si el Protector no hubiese frustrado mi ofrecimiento
a1 general La Mar, Chile habria recibido, por el mas
bajo cbmputo, diez millones de pesos, i n i h t r a s que 10s
Espaiioles se hubiesen retirado con veinte. Est0 habria
sido niejor que el permitirles retirarse con el todo, sin
ser molestados.
Frustrada mi esperanza .de socorrer 6 la escuadra,
era iniposible evitar que la gente se amotinase; 10s ofi-
ciales mismos, g n a d o s por Guise y Spry, que a media
noche recorrian !os buques con este objeto, principia-
ron a pasarse a1 Protectorio.
La siguiente carta, dirigida 6 Monteagudo , harti ver
el estado del asunto locante 6 10s buques :

(( Excmo. Seiior,

' NHoy he escrito B V. un oficio por el que veru que


hace tiempo tengo predicbas las consecuencias que han
llegado 6 verificarse y que se hace indispensable el
alejar 10s buques mayores de la escuadra. Si por un
total descuido, de cuanto tengo dicho a1 gohierno pro-
tectorio por conduct0 de V., suceden cosas perjudi-
ciales a1 servicio, el Protectory V. me harQn Qlo m h o s
la justicia de creer que he cumplido can mi deber. Los
hombres bajos, interesados y serviles pueden vociferar
si gustan para hacer medrar sus rniras egoistas : yo no
les hago caso.
D Le hubiese remitido las relaciones originales de las
provisiones y estado de 10s buques, hechas por 10s ca-
pitanes , pero debo guardarlas para mi publica justifi-
cation, si fuese necesario.
)) i Que significa todo esto , Monteagudo? LSon estils

gentes tan bnjas que estan determinadas Q obligar se


amotine la escuadra? i Y hay otros tan ciegos que no
preven las consecuencias? Pregunte V. d Sir Tonias
Hardy y Q 10s capitanes ingleses, 6 Q cualesquiera otros
oficiales i cui1 serk el resul tado de tan monstruosas
medidas ?
)) Cr6ame V. con el corazon oprimido.

)) Suyo, etc.,

)I COCHRANE.)I
C A P ~ T U , L OV I I I

Situacion de la escuadra. - Sublkvase la’gente en masa.- Cartas


de 10s marineros.- -
San Martin envia afuera el tesoro publico.
Me apodero de 81.- -
Devuelvese la propiedad particular. Acu-
saciones de San Martin contra mi. - PJganse 10s salarios j la es-
-
cnacha. - Se trata de corromper la fidelidad de 10s oficiales.
-
- invitan desertar de Chile. - Lo rehuso. nle mandan
- - -
clejar el servicio. Carta de BIonteagudo. Mi respuesta. blo-
tivos por 10s que me apodere del tesoro. - No me quedaha otro
arbi trio.

Antes de ahora tenia yo A bordo de la almiranta la


parte del dinero cogido en Arica que aun no se habia
gastado; pero como el gobierno de Chile no me enviaba
fondos ni provisiones, confiado en que el Peru ntende-
ria a las necesidades de la escuadra , me vi obligndo a
gastar para nuestra subsistencia la parte no condenada
del premio de prehas perteneciente ti 10s marineros.
E1 hanibre y la falta de pagn b recompensa 10s tenia
irritados, puesto que se les obligaba a batirse por la
- $85 -
Repitblica sin sueldo, y lo que era mas, sus propias
expensas.
A mas de ese dinero tenia en mi poder la porcion no
condenada de otras sumas cogidns en la costa, la que
gast6 tambien, enviando a1 propio tiempo las cuentas
de todo alministro de Marina a Valparaiso, las que fue-
ron completamente aprobadas por el gobierno d e Chile.
La abandonada condicion en que se tenia 6 la escua-
clra y consiguien te descontento de Ias tripulaciones, se
conocera de una manera mas terminante por algunos
extractos d e cartas de 10s oficiales y marineros.
El 2 de setiembre, el capitan Delano, comandante
del Lautaro, me escribi6 que 10s oficiales y marine-
((

ros estaban disgostsdos p o r n o tener pagas ni alimen-


tos, quela tripulacion se habiarehilsado 6 hacer el ser-
vicio por rstos causas y que la mayor parte se habia ido
itierra ; que en consecuencia. 61 no respondia d e 10s
accidentes que putlieran ocurrir. ))
El capitan Delano mand6 su primer teniente a tierra
para persuadir i la gente volviese a1 bnque, pero se le
arrest6 por 6rden del gobierno y se le detuvo en prision.
El objeto del Protector era favorecer la desercion para
apropriarse la escuadra.

1. .4nn cnando en 10s originales lord Cochrane inserta integra


esta carta y la de otros oficiales y marineros, creemos hastante dar
un extract0 ligero de ellas, por considerar indtil para el presente la
copia integra. N ~DEL
' ED.
- 187 -
tripulaciones de 10s otros buques habrian seguido su
ejemplo y el Protector habria logrado su objeto.
hfortunadamente acontecib 1111accidente que alejb el
mal. Este accidente era el que el Protectorhabia hecho
embarcar, en su yate Sacram~nto,grandes cantidades de
dinero, del cual se 3abia sacado el lastre para estivar
la illata, y asi en otro buque mercante. En el puerto no
quedaba otro barco que el Lautaro. Este dinero hnhia
sido enviado ti Ancon, bajo e! pretest0 de ponerlo A
salvo de cualquier ataque de Ins fuerzas espaiiolas, pero
con el Bnimo quizii de hacerlo servir A las miras ulte-
riores del Protector.
Por esta casualidad la escuadra tuvo una prueba
ocular de qne sus atrasos podian ser pagados. Mi modo
de ver coincidia con el de la escuadra, y como me ha-
llnha dcterminado & que no se la defraudase ni des-
truyese, me di ti la vela para .Incon y en persona m e
apodert5 del tesoro tlelante rlc testigos. Respet6 cuanfo
sc decia prrtenecer B particulnres y lo que se hnllnha
en el yate Sacramento, pertenecicnte a1 Protector, con-
siderindolo como de su propiedad privada, nun coimdo
In procedencia d e tal caudal no pcdia provenir sino del
pillnje hecho ti 10s Limeiios.
Independientemente de este yate se encontraban
tambien 6 bordo siete zurroncs llenos de or0 no acu-
h i l o , traidos por su comisionndo Pnroissien y cilrgados
I su cnenta. .{si7 p u ~ ~ tlcspues
s7 de LIS ricluezas mo-
vibles d e Lima que se suponian haber sido anlerior-
mente depositadas en 10s fuertes del Caliao y que sc
]lev6 Canterac, es posible imaginarse cual seria In situa-
cion rle 10s desgrariados Limefios, ‘considerando las
sumas adicionales de qu? se les despoj6 sucesivamente.
Inmediatamente que me apoder6 del tesoro hice
saber, que todos 10s particulares qge tuvieran docu-
mentns que acreditasen ser duefios de alguna suma de
las aprehendidas, recibirian en el acto su propiednd.
De este modo se entregaron suinas considerables a1
Dr. Unanue, B Don Juan -4giier0, ti Don Manuel Silva, B
Don Mnnuel Primo, A Don Francisco Ramircz y i otros
varios, B pesar d e tener conexion con el gobicrno.
Ademas, entregue a1 comisario del ej8rcito40,OdO pesos
que reclam6; de manera, que despues de hnber
clevuelto todo el dinero por el que se produjeron testi-
monios, quedaron 285,000 pesos, 10s que se aplicaron
nl pago de un afio de atrasos ti cada individuo de la es-
cuadra, sin tomar para mi ninguna parte, confiado en
que el gobierno de Chile me haria justicia. Lo que sobr6
lo reserve para las mas urgentes necesidades y equipo
de la escuadra.
AI ministro d e Marina en Valpnraiso le remiti rela-
cion del dinero que habia cogido y un certificado del
modo como se habia expendido. A su debido tiempo
recibi la aprobacion del gobierno chileno por cuanto se
habia hecho.
- 189 -
E1 general San Martin me suplic6, en 10s thrminos
mas encarecidos, restaurase el tesoro, prometihdome
el fie1 cuniplimiento de sus obligaciones anteriores.
Cartas y mas cartas se me dirigian, r o g h d o m e salvase
el credit0 del gobierno y pretendiendo que el dipero
cogido era todo lo que aquel poseia para subvenir a 10s
gnstos diarios mas indispensables. A eslu repliqu6, que
si hubiese sabitlo que el tesoro dejado intacto en el
Sacramento pertenecia a1 gobierno y no a1 Protsctor, lo
habria tanibien cogido y retenido hasta que se hubiese
liquidado lo que se debia ;ila escuadra. Conociendo el
Protector que todo argument0 era inutil y que ningun
cas0 se hacia de sus amenazns, 6 fin de salvar el crbdito
del gobierno, dirigi6 una proclama a la escuadra, con-
firniando la distribucion que se le estaba haciendo por
6rden m i a , escribiendome a1 propio tiempo que (( yo
podia emplear el dinero del modo que me pareciera. ))

nIas tarde, San Martin me acus6 a1 gobierno de Chile,


de haber confiscado todo el tesoro , incluso el que se
hallaba en su yate, el cual por un bajo c6mputo debia
valer varios millones d e pesos y que habia quedado
intacto. Afirm6 tnmbien queyo me habia quedado con
todo lo que pertenecia a particulares, siendo que se
habia entregado hasta el ultimo real, como era bien
notorio A cada uno d e 10s interesados y le constaba a1
Protector. A pesar de ello asever6 todo lo contrario y
que yo me habia guardado el todo, razon por la cual la
41.
escuadn
donaban sus buques para ir a ofrecer sus servicios a1
gobierno del Peru. Y est0 se afirmaba despues que se
impidib volver a bordo 6 10s marineros que fueron ri
tierra a gastnr su paga y se apres6 ri un teniente de mi
alrniranta porque procuraba reunirlos.
La prirnera noticia que tuve de semejante ultraje fus!
la cartn fcchada en la prision que me escribib el
misnio oficial :

Milord,

1) Mihtras ponia en ejecucion las brdenes de V. E.


trayendo la gente a1 O'Higgins, el capitan Guise me
envib su teniente 6 decirme que no me era permitido
enibarcnr ningun otro hombre mas, Mi respuesta fu6,
que hnsta que recibiese 6rdenes de V. E. en contrario,
no me era posible pensar en desistir. Fui en seguida ri
manifestar sus brdenes a1 capitan Guise, quien me res-
pondib que el gobernador habia prohibido que yo lo
hiciera : me dijo igualmente, que varios oficiales
habian hablado mal del gobierno, refirikndose
ejemplo a1 capitan Cobbett y otros. En srguida
pregunt6 i si yo pensaba que el w b o que V. E. ht
hecho del dinero en Ancon era justo ? y i si yo C I
que el gobierno tenia 6 no intencion de cumplir
promesasy pagarnos? Mi respuesta fu6, que 5 mi in(
- 1!)i -
de ver V. E. habia obrado con razon, y que mi opinion
era que el gobierno nunca habia tenido Inimo d e pa-
garnos. En vista de esto mand6 porierme nrrestado.
)) Milord, al prcsente me encnentro prisionero en
Casas-matas l , hnbihdoseme dicho qne el gobicrno iba
5 escribir 5 V. E. sobre este nsunlo. No dudo, milord,
que 10s hombres se yolverin, y muchos mc prome-
tieron hacerlo maiiana tcmprano. En la espernnza de
que V. E. investigari Ins circunstancias, etc., etc.
D J. PAYNTOR.
1)

A I recibir esta carta pedi inmediatamentc la libertad


del oficial, lo que se accedi6.
Antes d e distribuir el dinero a la escuadra. toin6 la
prccaucion d e pedir se maridase un comisionado del
gobierno que presenciase el pago de las tripulaciones.
Conio no se accediese a esto, ipesar de haberlo solici-
tado por segunda vez, el reparto lo hicieron mis propios
oficiales.
El Protector crey6 vengarse d e mi por lo que habia
hecho, enviando, cl mismo dia 26 d e setiembre en que
me habia escrito (( hiciese del dincro lo que m e agra-
dase, )) ri bordo de 10s buques dc la escuadra ,i sus
ayudantes de campo, el coronel Paroissien y el capitan
4. Pars coniprender esta prision en Casas-matas, es necesario ad-
vertir que las fortalezas del Callao se habinn eutregado a1 Protector
PI 81 (le setiemhre, d consecucncia de im t r a t a h N. DFI. En.
- 192 -
Spry para distribuir escritos en 10s que se decia, (( que
la escuadra de Chile estabn bajo el mando del Protec-
t o r y no del almirante que era inferior en grado en el
servicio, y que por consiguiente era obligacion de 10s
comandantes y oficiales obedecer las 6rdenes del Pro-
tectcr y no las mias. )) Los emisarios ofrecian &
nombre del Protector gmdos, titulos y haciendas & todo
oficial que aceptase servir nl gobierno del Per& Uno
de estos papeles n e fu6 a1 punto entregado por el
excelente y honradisimo oficiai Simpson, capitan del
Araucano choy almirante a1 servicio de Chile), que
habia sido repartido B la tripulacion de su buque.
Los enviados pasaron del Araucano a1 Valdivia, en
donde hicieron igual reparticion y osaron insintiar a1
capitan Cobbett, sobrino del celebre Guillerrrio Cob-
bett, que un oficial, por su propio interes, debia pre-
ferir para el servicio un Estado rico como el Peru & un
Estado pobre como Chile. El capitan Cobbett, que era
un fie1 y excelente oficial , preguntb & Spry sarcistica-
mente si por desobedecer a1 almirante se le pasase
pcr un consejo de guerra ipodria la autoridad del
Protector absolverie? )J Esto terminb la controversia,
p e s como Spry se hallaba bajo el peso de una senten-
cia del consejo, la pregunta era demasiado pertinenle
para que fuese agradable, sobre todo, cuando no tenia
la seguridad de si Cobbett le apresaria 6 no como d
desertor.
- 193 -
Desgraciadamente para 10s emisarios, mi capitan d e
banclera, Crosbie, habia ido li visitar 6 Cobbett, y a1 co-
nocer la misiva que les Ilevaban, se adelant6 P la almi-
ranla allevarnx la noticia. Obserwndo!os comisionados
este movimiento le siguieron, calculando que mas
prudente era hacerme una visita que correr el riesgo de
ser obligados a hacdrmela.
A la una de la maarugada atrac6 el bcte de ellos a1
coslado d e l a almiranta, solicitando Paroissien una en-
trevisla y quedandose Spry en el bote. Paroissien se (ti-
rigi6 a mi hacidndome las mas ostentosas promesas,
asegurandome que el Protector deseaha, it pesar de
todo lo que habia ocurrido, conferirme 10s mas altos
honores y recompensav, entre otras la decoracion
recien creada de la Orden del Sol, agregando que con-
siderase cuanto mas m e convendria ser primer almi-
rante de un rico pais como el Peru que ser vicealmi-
rante de una pobre provincia como lo era Chile. Me
asegur6 nun, que 61, como uno de lcs comisionados d e
10s bienes confiscados, sabia que el Protector tenia la
intencion de hacerine regalo de una riquisima ha-
cienda, y que sentia que la funesta actual contienda
fgese un obst;iculo a :as intenciones que aquel tenia de
conferirme el mando de la marina del Peru.
Apercibibndome de la inquirtud nerviosa que Parois-
sien experimentaba en llevar adelante sus negociacio-
nes, le record6 que la marina peruana solo existia en
su irnaginacion ; que no tenia In menor dudn me de-
seaba prosperidades, pero que tal vez le seria mas agra-
dable el acompnfinrme iidestapar una botella de vino
que el rciterarmc sus pesares y lamentacioncs. Despues
de tomnr una copa se fu6 ii su hote, p se larg6, segilra-
mente contento de hahcr librado tan bien, pues 6 mi no
se me ocultaba In perfidia que e c todo ello habia y
sobre todo de recorrer 10s hiiques en 13 oscriridad con
el linirno de trastornar B 10s oficiales y hombres de mar.
Sin embargo, este y otros esfuerzos, les produjeron
resultados como lo dcseaban, pues 23 oficiales aban-
tlonnron el servicio de Chiie en union de todos 10s
marincros extranjeros que habian ido ii tierra A gastar
su paga, de mancra que In escuadra quedb en estada
de medio maniobrar.
E n circunstancias en que por seguncla r e z las forta-
lezas se hallaban en sitnacion de rendirse por hambre,
ti causa de la vigilancia de la escuadra y a pesar de 10s
oportunos rccursos que en ellas introdujo cl general
Cantcrac, recibi hrclen para que en el acto dejara el
C.bllao y mc dirigiera ,i Chile.
He aqni la carta de Montengiido en quc m e comuni-
cabn les brdenes del Protector :

(( Lima, setiembre 26 de 1821.

N La nota de V. E. fecha d e ayer, en que exponc 10s

motivos que ha tenido para declinnr del cumpli-


- 193 -
miento de las 6rdenes positivas del Excmo. Seiior Pro-
tector del Per& sobre la devolucion momentBnea del
dinero que tom6 V. E. en Ancon B la fuerza, junto
con otras propiedades del Estado y de particulares,
ha frustrado enteramente Ins esperanzas que habia
concebido el gobierno de una terminacion feliz del mas
desagradable de todos 10s sucesos, que han ocurrido
en la campa%. Para contestnr detnlladamente B V. E.,
seria precis0 entrar en una dificil investigacion de he-
chos que se han desfigurado, y que no puec!en rectifi-
carse sin0 exhibiendo todas las comunicaciones ofi-
ciales que han pasado sobrc el particular, y 10s
documentos que prueban el interes c m que se ban
atendido las necesidades de la escuadra.
(Siguen reiteraciones dc promesas y buena inten-
cion por parte del Protector, con las que el lector ya
esta familiarizado.)
(( Esto ha sido ciertamente un golpe mortal para el
Estado en sus actuales apuros, y de mas trascendencia
qua cuantos podia recibir de una mano enemiga; pero
nos queda el mismo fondo de que hasta aqui hcrr,os
vivido, que es la moderacion y el sufrimiento de 10s
valientes que todo lo sacrifican 6 l,i esperanza de la
gloria.
1) Salga V. E. inmedialamente para 10s puertos de

hile con la escuadra de SI mando, devolviendo b t e s


I dinero y pastas de particnlares, que ha tomado, y
- 196 -
quc no hay aun la sombra de un pretext0 para de-
tenerlos.
)) A1 comunicarle B V. E. esla resolucion, debo
expresarle el sentimiento con que la ha adoptario el
gobierno, puesto ya en In alternativa d e autorizar 81
mismo su ultima degradacion, 6 de separarse de un
jefe, ri quien le han imido vinculos de amistad y con-
sideracion, de que ha dado pruebas muy seiialadas ,i
V. E. desde el mes de agosto del aiio 20.
)) Por conclusion, V. E. m e permitiri hacer una ob-

servacion, que su propia dignidad y In del gobierno


reclaman altamente : hablo del estilo habitual del se-
cretario de V. E., que sin vocacion para el destino que
ocupa, manifiesta bien que no conoce el idioma, que
no tiene nociones de delicadeza, y que su nlma no ha
sido formada para concebir idcas carrectas, ni expre-
sarlas con decencia.
Firmado.
)) -
MONTEAGUDO.
A S. E. el muy honorable lord Cochrane, vicealmirmte
de la escuadra. ))

El LCJIIU quejoso d e esta carta acerca de 10s va-


lientes que (( sacrificaron todo, es digno del escritor.
El dia 28 respondi a1 ministro como signe :
(( Muy Seiior mio,
))Si la 6rden que V. me ha dirigido para salir de 11DS
puertos del Peru no encerrase las razones en que Ise
- 497 -
funda el Protector para tal niedida, m e habria inquie-
tado, y si 10s motivos dados se apoyasen en razones de
justicia b en hechos exactos, me habria afligido; pero
como dicha 6rden est6 basnda en la infundada impu-
tacion de haberme rehusado a hacer lo que no me era
posible ejecutar, m e consuelo porqiie el Protector se
satisfara al fin que yo no merezco censuras. En todo
caso. me cabe la satisfaccion de tener mi conciencia
ajena de falta, y de regocijarme con la consoladorn sa-
tisfaccion d e que, por mas que 10s sofistas tuerzan 10s
hechos, 10s hombres qne ven las cosas hajo su ver-
dadero punto de vista, me haran la justiciaj que
merezco.
N Se dirige V. 6 mi de un modo cual si yo necesi-
tase convencerme de sus buenas intenciones. No,
Sefior, son 10s marineros 10s que han menester de
convencerse, pues son ellos 10s que no creen en pro-
mesas tantns veces quebrantadas. Ellos son hombres
d e pocas palabras y de hechos buenos, y dicen, (( que
su trabajo les hace acreetlores 6 salario y comida, y
que no trabajarzin mas si no se les paga y mantiene. ))
Est0 es lo que eIlos dicen, por descortes que sea este
lenguaje y nada a propbsito para 10s oidos de hombres
de'alto copete. Por otra parte, ellos estan exasperados
de que no se les haya dado paga alguna, niibntras que
sus compaiieros del ejhrcito han recibido dos tercios
de sus salarios. Estaban m u r i h d o s e de hambre y vi-
viendo con solo charqui podrido, mientras que ]as
tropas r e c i b i ~ nbnenas raciones de carne fresca; no se
les daba aguardiente, entretanto que el ejercito tenia
dinero para procurnrse esa bebida favorita y todo
cunnto tlcsenba. - Tales son, Seiior mio, las toscas
razones sobre que un mariner0 ingles funda si1 modo
de sentir. fil espera la paga de sus servicios cuando
cumple con sus compromises, pero cuando se le atro-
pellan sus derechos es tan borrascoso como el ele-
mente sobre que vive. Asi, es pues inutil que se trate
de convenckrseme a mi, puesto que es ;iellos B quicnes
V. debe convencer.
)) i En que comunicacion h e insistido, Seiior, sobre

el pago de 200,000 pesos? Es verdad que le envik la


relacion de lo que se debia, pero en mi carta le decia
que eran 10s marineros amotinados 10s que pedian
aquel desembolso, y que yo estaba haciendo cuanto
podia, hien que en Tano, para contener la violencia y
aquietar 10s temores de ellos. V. me dice en su carla
que era imposihle pagar a las clamorosas tripula-
ciones; i c6mo se explica entbnces, que ahora est& pa-
gadns de ape1 rnismo dinero q u e Ti. tenia ci su disposicion,
habiendo yo dejado intacta una s u m diez veces
mayor?
)> AI adrertirle que uno no podria burlarse d e ellos

por mas tiempo, me fundaba en la Iarga experienc


que tengo del caricter 15 inclinaciones del mariner
- 499 -
y 10s hechos han probado. y tal vez priieben mucho
mas, la Yerdad de lo que d V. le dije.
)) LPor qu6, Seaor, se sirve V. de la palabra inrne-

diatainente en la 6rden que me comunica para salir de


estos puertos? No hubiera sido mucho mas decoroso
el ser m h o s perentorio, sabiendo como V. lo sabe,
que el haber retardado el pago dej6 6 10s buques sin
brazos, que el total desden con que se recibieron to-
das mis demandas pus0 en desampnro d In escuadra y
que personas ;inombre del gobierno peruano instaban
d la gente d desertarse? Siendo esto asi, bpor qu6
llevar las cosas a1 ultinio extremo?
)) Agradezco d V. la, aprobacion que haea de mis ser-

vicios desde el 20 de agoslo de 820, y le aseguro que mi


celo por 10s intereses del Protector no ha disminuido
hasla el 5 de rrgosto, dia en que llcgu6 d saber la insta-
lacion de Su Excelencia, y cuando, en presencia d c
V. expresb sentimientos que me hicieron estremecer
de horror, y qiie ninguno de sus actos b protestas pos-
teriores pudieron mitigar la impresion que recibi. ?*No
ha dicho V . mismo V. mismo no le ha oido decir que
jamas pagaria la deuda de Chile, ni lo que se debia d
la marina, Q m h o s que aquel no vendiese la escuadra
a1 Peru? iQu6 habria pensado V. de mi si hubiese
dado oidos a un languaje tal, y pesado con fria calma
la decision en la balanza de mis personales intereses,
siendo un oficial que jur6 fidelidad d la nacion chi-
A -

macion y prostituir el cariicter de mi profesion, pres-


tandome B servir de instrumento a tan riles maquina-
ciones. Hice, cuanto estuvo de mi parte, por retraer a1
- 201 -
general San Martin de las consecuencias de una ambi-
cion tan mal dirigida; pero mis advertencias fueron
desatendidas, cuando no despreciadas.
Chile, confiaba en que San Martin costearia 10s gastos
de la escuadra cuando se hubiesen conseguido 10s
objetos de la expedicion; pero en vez de cumplir con
este deber , consinti6 en que la escuadra pereciese de
hambre, que sus tripulaciones anduviesen cubiertas de
andrajos y que 10s buques se hallasen en riesgo con-
tinuo por faltas en el equipo, que Chile no pudo pro-
veer al salir de Valparaiso. El pretext0 de este aban-
dono era la escasez de recursos, siendo que en ese
propio tiempo una grari cantidad de dinero se enviaba
de la capital a Ancon. Viendo que no habia intencion
de hacer justicia a la escuadra y que se hacian esfuerzos
para disolver las tripulaciones con el fin de atraerlas a1
servicio del Peru, me apodere del tesoro piblico, satis-
fice la gente y salve la marina a Chile, por todo lo
cual se me dieron despues ias m i i s expresivas gracias.
A pesar de cuantas calumuias se propalaron para man-
cillarme, aun cuando no hubiese habido otra razon que
no habia otro recurso que tocar, nada de reprochable be
encontrado en mi conducta.
Afios de reflexion hari trascurrido y ellos me han
dado la conviccion de que si me hallase otra vez colo-
cad0 en semejantes circunstancias, la misma conducta
seguiria.
~ ~ A P I T U LI O
X

Llegada li Guayaquil. - Proclama A 10s Guayaquilerios - Mono-


polios perjudiciales. - Locura ministerial. - Partida de Guaya-
quil. - Arribo a Mejico. - Doy fondo en Acapulco. - Falsos em-
bajadores. - Trama contra mi. - Vuelta A Guayaquil. - Toma
de posesion de 1%Venganza. - Convenio con la Jzinta. - El ge-
neral La Mar. - Orden para que no se me suministren dveres.
- -
Odiosa crueldad. - Lujo de corte. Destrozo de una division
del ejbcito. -Descontento dc 10soficia1es.-San Martin nie reitera
-
91ts ofertas. Las rehuso. - Consejos a1 gobierno de Chile.

No cumhpli las hrdenes que el Protector me di6 de


niarcharme Q Chile : 1" porque habiendo 61 mismo fal-
taclo a la fidelidad que debia Q aquel Estado no tenia
derecho a ingerirse con la escuadra ;y 2" porque an-
d a d o atin a lo largo las fragatas espaiiolas, mi mision
no se hallaba cumplida hasta que no las capturase 6
destruyese.
Antes de salir en busca d e elias, era de absoluta
necesidad el reparar , equipar y abastecer 10s buques,
- 803 --

nada de lo cual podia efectuarse en el Peru despues


que el Protector m e habia negado hasta \ h e r e s y dado
6rdenes a la costa para que se me negase hasta a p a y
leiin. Por falta de provisiones, ninguno de 10s buques
se hallaba en situacion de salir B la mar. El Vaaldiuia
misino, B pesar del admirable abastecimiento con que
se le tomb, se hallaba en igual situacion que 10s otros
por haber tenido que distribuir sus aprestos entre 10s
demas buques. Y para colmo de males, el Protector se
negG a devolver las ancoras que habian sido cortadas
a1 tiempo de la captura.
RIuchos de 10s oficiales habian tornado servicio en
el P e r u , y el niimero de marineros extranjeros de que
se me habia privado era tal, que no huboi bastante
gente para hacer las faenas de 10s buques. Por esta
causa envie parte de 10s buques 6 Chile y con el resto
resolvi irme i Guayaquil B fill de reparar y einbonar lo
posible, para echarme 6 cruzar en la costa de Mbjico
en busca de las fragatas espaiiolas.
El dia 18 de octubre llegamos a Guayaquil y fiiimos
bien recibidos de las autoridades, las males saludaron
la bandera de Chile y a cuyo saludo correspendimos.
Seis semanas tardamos en las reparaciones y embonar,
durante cuyo tiempo el gobierno nuevamente consti-
tuido nos prest6 toda la asistencia que estaba en su
poder, conservando con nosotros las mas amistosas
relaciones. Los gastos que hicimos, que fueron consi-
- 204: -
derables, 10s pagamos de 10s premios de presas no
condenadas que permanecian a bordo, 10s males per-
tenecian de derecho a 10s oficiales y marineros, puesto
que el gobierno nunca les habia satisfecho sus recla-
mos anteriores, por cuya cuenta se habian retenido.
Para inspirar li 10s marineros la confianza razonable de
que el gobierno chileno les reembolsaria su generosi-
dad, aiiadi de mi dinero alguna parte, en vista de lo
cual consintieron gustosos en que se emplease el que
pertenecia a la escuadra.
Antes de levar el ancla, se me habia honrado con una
felicitacion publica ; y creyendo esta oportunidad favo-
rable para dar un golpe a aquellas preocupaciones es-
paiiolas que, a pesar de la independencia, aun quedaban
por fuerza de 10s hibitos, devolvi el cumplido con la
siguiente proclama :

(( Guayaq uil ego s ,

P La recepcion que habeis hecho a la. escuadra chi-


lena, demuestra no solo la generosidad de vuestros
sentimieptos , sino que manifiesta tambien que un
pueblo capaz de mantener su independencia a des-
pecho del poder arbitrario, debe poseer en todo
tiempo nobles y elevadas prendas. Creedme, el Estadc
de Chile os estara siempre agradecido de vuestra asis.
tencia, y muy especialmente el Supremo Director, po-r
cuyos esfuerzos ha sido reformada la escuadra, y
quien, de hecho, debe la America del Sur cualquier
beneficio que haya podido recibir de 10s servicios d e
aquella.
)) iOjala que seais tan libres como sois indepen-

dientes, y tan independientes como sois dignos de ser


libres! Con la libertad de imprenta, que ahora protege
vuestro excelente gobierno, la ilustracion que recoge
el pueblo de esta fuente hara que Guayaquil no pueda
volver nunca a caer en la esclavitud.
)) Notad la diferencia que ha producido en la opinion

publica un aiio de independencia. En aquellos que


ent6nces considerabais como enemigos, habeis encon-
trado vuestros mas verdaderos amigos, en tanto que a
10s que intes creiais amigos resultaron ser vuestros
enemigos. Recordad vuestras antiguas nociones res-
pecto a comercio y manufacturas, y comparadlas con
las que a1 presente teneis. Habituados a las ciegas
costumbres del monopolio espafiol, os imaginabais en-
t6nces que Guajaquil seria robado, si su comercio no
se limitaba a sus propios negociantes. Leyes restricti-
vas prohibian a todo extranjero ocuparse dc sus
rnismos negocios 6 intereses : ahora valorizais la recta
politica, y vuestro gobierno esclarecido esta pronto a
apoyar la opinion publica en el adelanto de viiestras
riquezas, fuerza y bienestar , asi como el venir en
ayuda, diseminando por medio d e la prensa las poli-
12
ticas opiniones de doctos y grandes hombres, sin te-
mor de la Tnquisicion, el haz 6 la estaca.
)) Me es muy satisfactorio el notar el cambio que se

ha operado en vuestras ideas de economia politica, y


el ver que podeis apreciar y desdefiar el clamor de
una insignificante minoria, que aun querria poner
obstiiculos 6 la prosperidad publica, aunyue es dificil
creer haya un ciudadano en Guayaquil que sea capaz
de oponer su interes privado a1 bien general, cual si su
provecho personal fuese superior a1 de la comnnidad,
b como si cl comercio, la agricultura y 10s artefactos
hubiesen de paralizarse For su utilidad especial,
1) i Guayaquilefios! haced que la prensa publica ma-

nifieste Ins consecuencias del monopolio, y estampad


vuestros nombres en la defensa de vuestro esclarecido
sistema. Haced ver que, si vuestra provincia contienc
80,000 habitantes, y que si 80 de entre ellos son tner-
caderes privilegiados bajo el pi6 del antiguo sistema,
9,999 personas de 10,000 es precis0 que sufran B causa
d e que su algodon, cafe, tabaco, madera y otros pro-
ductos tienen que ir a las manos del monopolista,
j como el solo comprador de lo que ellos tienen que
vender, y el unico vendedor d e lo que necesariamente
tienen que comprar! siendo la consecuencia de esto
que 81 comprarii a1 mas bajo precio posible, 6 vender6
a1 mas subido, de manera que no solo 10s 9,999 son
agraviados, sino que tambien las tierras iran d m h o s ;
...
para atlyuirir aniplias riquezas, poder politico y siis
propias ventajns particuleres, es el vender 10s p o d u c -
tos de su pais lo mas car0 posible y las niercaderias
extranjeras lo mas harato, y que esto solo puede con-
seguirse por la concurrencia publica. Que sea permi-
tido i10s extranjeros que traen capital y A 10s que pro-
fesan una profesion u oficio el establecerse libremente,
para que de este modo se forme la competencia d e
clonde todos sacarin ventajas.
n Entbnces la tierra y la propiedad inmobiliaria au-
mentaran de valor; 10s almacenes en vez de ser recep-
taculos de inmundicias y de crimenes, e s t a r h llenos
d e 10s mas ricos productos extranjeros y domksticos,
y todo sera energia y actividad, porquc la recompensa
serh en proporcion del trabajo. Vuestro rio se llenarli
de barcos, y el monopolisla estar6 humillado y aver-
gonzado. Bendecireis el dia en que el Oninipotente
permitib se rasgase el yelo del oscurantismo, bajo el
cual el despotismo de Esparla, In horrible tirania de la
Inquisicion y la falta de liberlad de imprenta, os ocul-
taron la verdad por tan largo tiempo.
1) Que vuestros derechos de aduana Sean modera-
dos, 6 fin d e promover el mayor consumo posible de
mercaderias extranjeras y domhsticas ; ent6nces cesard
el contrabando y las rentas del tesoro se aumentardn.
Que cada uno haga lo que guste por lo que toca ri su
propiedad, miras 15 intereses; por la razon d e que cada
individuo velard sobre lo que es siiyo con mas celo
qiie senadores, ministros 6 reyes. Dad el ejemplo a1
Nuevo-Mnndo con vuestras miras liberales : de este
-modo, conlo Guayaquil es por su situacion geogrdfica
la Repziblica central, se volverk el centro d e la agricul-
tura, el comercio y las riquezas del Pacifico.
D i GuayaquileCos ! la liberalidad de vuestros senti-
mientos y la rectitud de vuestros actos y opiniones son
para vueslra independencia un baluarte mas firme que
ejI5rcitos y escuadras. El que podais seguir por el sen-
dero que os hard tan libres y dichosos como vuestro
territorio es feraz, y d e que podais hacerlo productivo,
es el sincero tleseo de vuestro agradecido amigo y
servidor,
)) COCHRANE.))

El lector quizd considere superfluo el amonestar d e


un modo tal d un pueblo emancipado; pero como se
tenia aficion d 10s monopolios perjudiciales y d pesar
de la independencia subsistia tal sistema en las Repit-
pliuas Sud-Americanas, no perdi jamas la oportuni-
dad d e combatirlo. La misma Repitblica de Chile, que
La necesidad que tenia de ir pronto en iersecucion
d e las fragatas enemigas no podia permitirnos repnrar
10s buques mas que de un modo temporal. Por eso,
nada se hizo para remecliar la abertura que habia en el
casco de la almiranta, pues, por el estatlo podrido de
sus palas no nos atrevimos 6 descubrir la quilla. Asi
fud, que cuando esttibamos mar afuera la almiranta
hacia seis pies de agua For dia.
El 3 de diriembre dejamos ei rio de Guayaquil, na-
vegando ti lo largo de la costa y exnminando cada rada
por si encontrabarnos lo que buscitbamos. El 5, toca-
mos en Santiago, en donde volvimos a hacer aguada,
por no haber en la almiranta mas que 23 toneladas de
agua en cascos. El 11, llegamos a la Isla de Cocos, en
donde encontramos y nos apoderamos de un corsario
in&%, niandado por un tal Blair. h l siguiente dia,
oapturamos una falua, que result6 haberse desertado
del Callao. Por la gente que habia a bordo supimos
que, despues de mi partida, San Martin se hahia rehu-
sado a cumplir las promesns que habia hecho a 10s
marineros extranjeros y en virtod de las cuales se ha-
bian decidido a quedarse a1 seryicio del Peru. La
falua, asi tripulada, habia sido enviada de guarda-
costas zi Chorrillos, en donde 10s marineros, aprove-
chandose de la ausencia del capitan, se habian apo-
derado de ella, dindola el nombre de Retaliation
(Desquite) y dadose a la mar, sin duda con el rinimo
- 212 -
lava fundida se precipitaban por 10s lad
tafia, m i h t r a s que B intervalos, masa
materia s6lida inflaniada eran lanzadas
y repercutithdose a1 caer, iban rebotan
declive hasta que encontraban un descai
El 29 anclamos en Acapiilco, en done
a1 Aruucano y Mercides. Este ultimo hab
para descubrir el. paradero de las fragr
El gobernador nos recibi6 cortesmentl
algun recelo por su parte, d e que intent
rarnos de 10s barcos mercantes espaii
anclarlos en el puerto. Por est0 enconti
defendido con uua niimerosa guahicir
preparativos para el cas0 que fuhemos
Nnestra sorpresa por tal modo no
puesto que nuestras intenciones eran
Republica emancipada. La desconfim:
causas que bien pronto se aclararon. (
mos en Guayaquil, encontramos dos (
neral Wnvell p el coronel O’Reilly, B
bierno de Chile habia despedido por
sus servicios no equivalian a1 sueldo
Como el objeto que tenia la escuadra
creto, ellos, con motivo de nuestra d e n
habian llegado primer0 B Mdjico, en d
tnron nuestra mision como les parecil
de palabra y por escrito a1 gobierno m
- 213 -
lord Cochrane se habia alzado con la marina chilena,
habia saqueado 10s buques pertenecientes a1 per^ y se
habia lanzado B piratear, con cuyo objeto renia B aso-
lar las costas de Mbjico. De tales informes provenian
10s preparativos que se habian hecho.
Los sugetos mencionados habian hecho presente A
las autoridades de Guayaquil que ellos eran embaja-
dores de Chile, enviados B Mbjico para felicitar B aquel
gobierno por el triunfo de su independencia. Sabiendo
yo que esto era falso, les rogue m e manifestasen sus
credenciales, lo que, por supuesto, no pudieron hacer.
Les pedi ent6nces sus pasaportes, y por la fecha d e
ellos se hizo patente que 10s supuestos enibajadores
habian salido de Chile Antes de que llegarn alli la no-
ticia del triunfo de la independencia mejicana. Esta
aclaracion lleg6 5 oidos d e la Seiiora del capitan gene-
ral de Guatemala, que For casualidad se hallaba en
Guayaquil, quien trasmiti6 la noticia A SII marido y
este & las autoridades mejicanas. Por este incidente,
dichas autoridades tomarcn conocimiento del verda-
dero caracter de sus visitadores, y estos, en venganza,
habian inventado el cuento d e nuestras pirAticas in-
tenciones.
La reserva se disip6 bien pronto y & la desconflanza
sucedieron las relaciones mas cordiales. El presidente
de M6jico, Iturbide, me escribi6 una carta muy atenta,
1nanifestAndome lo sensible que le era no poder ha-
- 214 -
cerme una risita personal y convidanc,.,., 1
I uv

a su palacio, en donde se m e haria la mas honrosa re-


cepcion. Esto, por decontado, no pude aceptarlo.
El 2 cle febrero llegb ci Acapulco una embarcacion
trayendo la noticia de que las fragatas espafiolas nave.
gaban hBcia el Sur. A pesar del rn3-1 estado de nuestros
buques, m e determind B ir en su persecucion.
Durante, nuestra permanencia en Acapulco, un ofi-
cia1 de marinos, llarnado Erescano, conocido por su
crueldad hdcia 10s prisioneros en Valdivia, quiso ven-
garse de haberle reprochado esa conducta, hnciecdc
ver ci la gente que, ci pesar de 10s gastos que se habian
hecho, quedaha aun dinero d bordo de la almiranta J
que este debia distribuirse entre ellos. Bo habiendc
conseguido su intento, habia urdido una trarna para
apoderarse del arca, aun cuando fuese necesario el
asesinnrme. Todo me fu6 puntualmente referido por el
comandnnte del Vuldivia, el capitan Cobbett.
No teniendo el i a i m o de producir agitacion casti.
gando cual se merecia esta conspiracion diabblica I

me content6 con diferir su ejecncion hasta levar el


nncla. Ent6nces mand6 a1 capitan Cobbett enviase ti
Erescano B tierr2 con un pliego para el gobernador,
detallandole todit In trarna. Resultado de esto fu6 clue el
traidor se qued6 en tierra, haci6ndose la escuadra la
vela sin 61. CuAl fu6 el paradero 6 suerte de este indi-
viduo, no lo supe jamas.
- 215 -
A la Independenciu y Araucano las despach6 & Cali-
fornia para comprar provisiones, ordenhdoles que nos
siguiesen a Guayaquil. Nosotros proseguimos nuestro
riimbo costa abajo , y a1 Ilegar a las inmediaciones de
Tehuantepec nos acometi6 una borrasca de viento tal ,
que amagaba destruir la fragata. Para colmo de nues-
tros males, el Vuldiuiu, ri cuyo buque pensabamos el
refugiarnos, recibi6 un g d p e de mar tal que le hundi6
las maderas del lado de babor, de modo que solo se le
pudo salvar de i r 6 pique nietiendo una vela en la
aberturn, hasta que pudiera repararse el mal.
El 5 de marzo llegamos B la costa de Esmeraldas y
fuimos ri echar el ancla en la bahia de Tacames, en
donde se nos inform6 quelas fragatas espafiolas habiau
salido poco ha para Guayaquil. A1 saber esta noticia,
continuanios en el acto mestro viaje y el 13 fondeamos
inmediatos a 10s fuertes de Guayaquil , donde encon-
tramos la Thgunnzu.
La recepcion que se nos hizo no fu6 tan cordial como
en la anterior visita, ,i causa de haber llegado dos
Agentes de San Martin, quienes habian ganado 4 las
autoridades ri 10s intereses del Protector, excitando
belos en mi contta. Llegaron B liacer tales demostra-
ciones, que a1 fin me coloqu6 a1 costndo de la Venganza
9 esto les obligb B ser corteses.
Ball&ndoselas fragatas espafiolas escasas de provi-
siones a causa de nuestra incesante persecucion, se
de ellas que indudablemente las capturaria la escuadra
d e Chile, que a1 fin les indujo 6 entregar 10s buques a1
Peru, bajo la promesa de que el gobierno Protect,orio
pagaria a 10s oficiales y tripulaciones 10s atrasos qixe se
les debian, y que a 10s que quisieran quedarse 6:n la
America del Sur, se les acordaria su naturaliza cion
asignandoseles ticrras y pensiones ; mientras que B 10s
I

que deseasen volverse a Espaiia, el gobierno per1Jan0


les pagaria su pasaje.
Muchos de 10s oficiales y marineros seoponian aliL en-
trega de 10s buques, a1 extremo de producirse un mlotin.
Ent6nces el gobierno de Guayaquil tuvo que asevc:rap,
a instancias de Salazar , que la escuadra chilena st? ha-
llaba a1 ancora en la bahia de La-Manta, y de q' ie se
habian recibido cartas mias anunciando mi disposi[cion
de ir a Guayaquil con la inte~icionde apoderarm e de
10s buques. Esta farsa produjo el efecto desead107 Y
tanto 10s oficiales cotno las tripulaciones aceptaron
las condiciones ofrecidas; de manera que 10s agentes
de San Martin, habian defradaudo a la escuadra chilena
de sus presas.
Bajo la impresion susodicha, la Prueba fu6 enviada
apresuradamente a1 Callao antes de mi llegada ; mas, la
- 217 -
~-eenganza, por hallarse incapacitada para salir A la
mar, permaneci6 en Guayaquil.
Cuando tom6 conocimiento d e la infame negociacion
que hahia tenido lugar, envi6 (14d e marzo) a bordo de
In Vengmza a1 capitan Crosbie para que toniase pose-
sion de ella B nombre d c Chile y el Peru. A1 proceder
asi, B pesar del indisputable derecho que nos asistia
para apropi&rnosla por liaberla perseguido de puerto
en pucrto hasta haherla obligado B refugiarse, lo hice
por evitar hostilidades con Guayaquil.
A1 capilan Crosbie IC habia ordenado enarbolase en
la Venganza la handera de Chile juntamente con la del
Peru. Este paso produjo gran ofensa a1 gobierno de
Guayaquil , el cual preparb sus lanchas caiioneras, le-
vanib parapetos y coloc6 cafiones en la ribera, con Is
inanitiesta intencion d e hacernos fuego. A est0 contri-
buian con suma actividaci 10s marineros espaiioles ,
quienes, poco Bntes, habian vendido sus buques por el
teinor de batirse.
A1 ver esto, mand6 se dejase fluctuar al Vddivia con
la marea en direccion d e las lanchas caiioneras que a
la sazon estaban llenas de oficiales y marineros espa-
iioles. Ellos creyeron que la fragata iba a atacdrlos,
aun cuando n o habia tal intencion, y esos h6roes, en
vez de paparse, varnron las lanchas en la costa y
echaron i coi'rer hasta ponerse bajo la proteccion de la
vi 11a.
13
- 218 -
Viendo la Junta ' que no considerAbamos sus demos-
traciones guerreras dignas de atencion, se quejb d e que
me hubiese posesionado de la Vengunzq. Esta quejn fu6
sin efccto, puesto que yo no podia permitir se defrau-
dase Ci la escuadra de Chile. Lo que hice fu6 proponer
las signientes estipulaciones :

(( 10 La fragata f'enganga se considerard pertenecer a1

gobierno de Gnayaquil, y enarbolard su bandera, la


c u d sera saludada con arreglo Ci ordenanza.
)) 2" Guayaquil garantiza d la escuadra chilena, bajo

la responsabilidad dc (10,000 pesos, el no entregar la


fragata Ve'enganza, ni cederla 6 gobierno alguno, hasta
que 10s de Chile y el Peru hayan decidido lo que
creyeren justo. h d e m a s , el gobierno de Guayaquil se
obliga d destruirla primer0 que consentir sirva 6 otro
Estado hasta quc no se haya restleito la cuestion.
1) 30 Cualquier gobierno que llegare en lo sucesivo li
establecerse en Guayaquil estard ohligado d cumplir 10s
articulos que preceden.
B (15 Estos articulos se entcderdn 6 la letra y de
buena fe, sin reserva ni restriction.

n Firmado, etc., etc. 1)

Despues de ratificado stste convenio, el gobierno de


1 . La Juiitd de gobicmo se coiiiponia de Olmedo, Gimena y Roto.
- 219 -
Guayaquil me dirigi6 una carta reconociendo 10s im-
portantes servicios rcndidos 10s Estndos de la Ami.,-
ricn del Sur, y asegurandomc q u e , (( Guajaquil seria
siempre el primero d venerar ini nombre, y el ultimo a
olridar mis hazafias sin igual, etc., etc. )) Sin embargo,
apbnas habia go salido del puerto, cuando la T’enganza
fueentregada alagente del Peril, sin quelos40,OOO pesos
hajan sitlo jarnas pagados.
En Guayaquil encontr6 a1 antiguo gobernador de la
fortaleza del Callao, el general La Mar; y coin0 el go-
bierno peruano hubiese propalado el rumor de que du-
rante el bloqueo, yo h;bia ofrecitio nbastecer la forta-
leza d e provisioncs, rogu4 a1 general me contestara de
si yo habia 6 no prometido tal cosa. La respuesta fu6
la siguiente :
Guayaqoil, 19 de marzo de 1829.
((

)) Excmo. SeGor,

)) En consecuencia del oficio que rccibi aycr d e


V. E., por conduct0 del gobierno, es mi deber a l i r m x ,
quc ni h e dicho , ni esciito , ni oido Gunca que V. E.
liaya propuestc abastecer de l i i e r e s la plaza del Caliao
durante todo el tiempo que estuyo bsjo mi rnando.
)) Dios guarde ti V. E. muchos afios.

)) Firmado. - Jos6 d e La Mar. 1)

El 27 dejarnos el rio de Guayaquil , y el 39 no5 en-


- 320 -
coctramos por casualidad con el capitan Simpson, del
Araucano, cuya tripulaeion se habia amotinado y alza-
dose con el buque. El 12 de abril llegamos B Guambucho
ndonde fuimos con el objelo de liacer aguada. Alli nos
fu6 sorprendente el ver una brclen dc San Martin, que
nos manifest6 el alcalde, prescribi6ndole que si alli
llegaba algun buque de guerra perteneciente 6 Chile,
no permitiese el desembarco y negase todo g6nero de
asistencia, hasla el de hacer l e k y agua.
Ningun cas0 hicimosde esta brden, llevamosa bordo
cuanto necesitabamos y nos demcjramos el tiernpo su-
ficiente para reparar el Vuldizjia. El 4 6 nos hicimos B la
vela, y el 23 fondeanios en el Callao, en donde encon-
tramos 6 la Pwieba con pabellon perunno y i niandada
por el capitan mas antigoo de Chile, que habia abando-
nado ,i la escuadra !
A1 llegar nosotros llevaron la Pweba las inmedia-
ciones de las baterias , almacenando 10s caiiones, cer-
rando las troneras y llenandola de tantos soldados que
en la noche murieron tres de sofocacion. Habian adop-
tndo estas medidas para evitar le cupiera igual suerte
que ti la Esmerulda. Con el fin de calmar tales lemores,
escribi a1 gobierno que no tenia intencion de tomarla,
pues si la hubiese tenido ya lo habria hecho , obrando
a toda luz, a pesar de las precauciones empleadas.
Por este tiempo, Lima se hallaba en una situacion
extraordinaria. El Protector habia expedido un decreto
- 221 -
ordenando que todos 10s Espafioles que llegasen 6 dejar
la plaza, tendrian que ceder la mitad de su fortiina a1
tesoro publico, pues d e otro modo se les confiscaria el
todo y sus dueiios serian desterrados. Otro decreto im-
ponia la pena d e destierro y confiscacion de bienes 6
todo Espafiol que se presentase con capa en la calle :
la misma pena tenia todo aquel que se encontrase i en
conversacion privada! Pena de la 6 d a a todos 10s que
se hallasen fuern de sus c a m dcspues deponerse el sol,
y conAscacion y muerte amemzaban 6 losque poseyesen
cualquier ghnero de armas i except0 cuchillos d e mesa'!
Una Sefiora hacendada en Lima, aburrida del rigor
de estos decretos, con mayor patriotism0 que prutlen-
cia, pus0 apodos a1 Protector, por lo cual se IC oblig6 6
entregar su propiedad. En seguida la vistieron con el
traje de la Inquisicion (un ropaje pintado con diablos
iniaginarios), la 1:evaron 6 la plaza y alli, colgandole
del pecho un cartel acusador, le introdujeron en la boca
por la fuerza un hueso de muerto : en este estado la
pasearon por las calles, con una soga a1 cuello, acom-
pafiada del verdugo, y en seguida la desterraron a1
Callao, en donde 10s do.. dias muri6 d e congoja.
i Tal era la libertad concedida a1 Peru !
En inedio d e esta degradacion , el Protector habia
fundado una &den de nobleza bajo la denominacion de
.El Instituto del Sol, teniendo pop insignia un sol de or0
suspendido de una cinta blanca, criya decoracion reci-
- 222 - I

bieron Ics oficiales chilenos que habikn abandonado la


escuadra, en premio de haher servido de instrumentos
volimtarios.
§e habia formado una gunrdia casi real, compuesta
d e 10s principnles jhvenes dc la ciudnd, que servian de
escolta a1 Protector cuando salia a1 publico; prccau-
cion que no era del t3do iniilil, pesar de hallarse 10s
Limefios desarniados. A la noblcza del Sol le era pcr-
mitido colocar su escudo de armas en el frontispicio de
- sus casas, con el sol blasonado en el centro, lo cual era
una adicion y una mejora a todns las precedentes
brdenes d e nobleza. En una palabra, 10s Limeiios tenian
una Rcpitblica que hormigueaba dc marqueses, condes,
vizcondes y otros titulos de monarquia, ;icuyo fin lodos
ereian se encaminaha el Protector.
La fuerza de un Estado asi constituido no cstaba en
nrmonia con el csplendor de su corle.
El 7 de ahril, el general Canterac cay6 sobre una
division cicl rj6rcito libcrtador , destrozhndoln b ha-
ci4ndoln prisionera, cogiendo p,OOO fusiles, la caja
militar que contenia 1 ~ 0 , 0 0 0pesos y todas EUS mnni-
ciones y equipajcs, Un desastre tan grave, era de
crecrse causara a1 gobierno alguna perplejidnd, pero no
fu6 asi, pucs en la Gnceta del 13 hizo de ello casi un
motivo de congratalacion
1. Sail blartin mand6 6 Ica la siguiente fuerza d las 6rdenes del
general Tristan y del coronel Gamarra :
- 223 -
tx Zimefios :

n La division del Sur, sin hclber sido vencida, acabn de


sei' sorprendida y dispersarln. E n unalarga campafin no
todo puede ser prosperidad. Conoceis mi caricter, y
sabeis que i yo sicimpre os h e dicho !a xerclad ! Eo es
mi Bnimo buscnr cpnsuelo en conflictos; con todo, me
atrevo ti asegurnros que el inicao 9 tirtinico imperio de
10s Espafioles en el Pcr6 fenecciA en 1822. Os bar6 una
confesion ingenun. Era mi intcncion ir ;ihuscar reposo
clespues de tanlos afios de agitacion, 'pero crei que
nuestra independencia no estaba a m afianzada. Un
peligro d e pocu importancia scaha de presentarse, y
m i h t r a s haya la menor aparicncia de E l , no os dejnr6,
hasta que seais lihrcs, mestro leal amigo,

Batallon no 2 de Chile, con plazas. . . . 300


- rp 1 delPerd - .... 400
- no 3 - - . . . . 300
Escnadron Granaderos del Perk, con plazas. 110
- Lanceros - - I20
A csta fuerza s r hsbia unido el colonel i?Iiller con varios piquetes
rraidos despues de la accion de Mirave. A esto debe agregarse al-
guns gente reclutada; de modo que In division sorprciidida y destro-
zada por Canterac, que traia'3,OOO hombres, no eranias que de 1,800
i,1,900 soldados. .
(Dato snministrado por el Sr. general Don Manuel Mandiburu.)
N. DEL ED.
- 224 -
La proclama que di6 a1 ejBrcito fu4 aun mas extraor-
. dinaria :

(( Campaiieros del EjBrcito Unido :

)) Vuestros hermanos de la division del Sur no han

sido vencidos, pero si dispersados. A vosotros os toca -


sengar este insulto. Sois valientes y harto tiempo hB
que conoceis el sendero de la gloria. Afilad bien vues-
tras bayonetas y espadas. La campafia del Peru con-
cluirB este aiio. Vuestro anciano general os lo asegura.
i Preparaos ;ivencer !
)) §AN MARTIN.))

A 10s habitantes del interior se dirigieron proclamas


aun mas retumbantes, en ]as que se les aseguraba que
contratiempos de este genero (( no pesaban nada en la
balanza de 10s destinos del Peru. La Provitlencia nos
protege, decian, y con esta accion se acelerara la ruina
de 10s enemigos del Peru. Enorgullecidos de szi primera
victoria, nos economizarcin parte de nuestrn rnarcha a1 ir
en bzcsca de ellos i No temais ! el Pje'rcifoque 10s arrojb de
la capital est& pronto a cartigarlos una tercera vez, y
i a castigarlos para siempre ! ))
Sin embargo, el ejbrcito temia con razon otro con-
tratiempo, y lo que quedaba de la fuerza chilena estaba
desconten ta, porque ninguna de las pramwas que se le
- 225 -
nabian hecho, se habian cumplido. Todo el or0 y plata
hahia desaparecido y en su lugar se habia sustituido el
papel moneda. TAascontribuciones sobre 10s ya desan-
grados habitantes se aumentaban y era precis0 cobrar-
las con la punta de las bayonetas. En una palabra, B
mi reciente llegada , el Perfi presentaba el raro espec-
ticulo de una corte cuyos validos se entregsban 6 toda
especie de costosa ostentacion, y el de un pueblo em-
pobrecido hasta el extremo para sustentar la rapa-
cidad.
Aquellos que habian censurado mi conducta por
haberme apoderado del dinero en Ancon, convenian
ahora en que ese habia sido el h i c o medio posible de
preservar la escuadra de Chile. Los oficiales del ejBrcito
libertador me enviaban lastimosas relaciones del estado
I de las cosas, y el regimiento Numancia despach6 a1
capitan Doronso con un mensaje, pidikndome 10s reci-
biese a bordo y 10s condujese a Colombia, a cuya
nacion pertenecian.
Mi aparicion en el Callao caus6 grave aunque inutil
alarma a1 gobierno. Volvi si ri pedirle se pagasen las
cantidades que se adeudahan a la escuadra, nludiendo
con fuerza a 10s sucesos que habian tenido lugar en
Guayaquil. Sin darseme una respuesta por escrito,
Monteagudo vino a1 O'€Ii!ggins lamenthndcse hnbiese yo
recurrido A tan inmoderadas expresiones, puesto que
el Protector, antes de snberlas , me habia escrito una
13.
- 227 -
ningun efecto podia hacer en mi, y no a g r a d h d o l e el
cefio que ponian 10s que estaban bordo, B pesar de
llevar la resplandeciente decoracion del Sol de priinern
brden y de hailarse cubierto de cintas y entorchados,
se retirb, acompafiado de su escolta militar.
A conseciicncia de hnberme rehiisatlo a acceder B 10s
dcseos del Protector, este enrib poco dcspues, sin que
yo lo snpiese , a1 cororiel Paroissien y Garcia del Rjo B
Chile, portarlores d c una larga nomenclatura de acusa-
ciones B cual mas absurda, en Ins que sc m e prescntaba
como nutor de todo gBnero de crimenes , desde el de
pirateria hasta el de hurto, y pidienrlo a1 gobierno chi-
leno m e castigase del modo mas severo.
El 8 de mayo, la golcta 112ont~~tuma, que el gobierno
chileno habia emprestado d San Martin, entr6 a1 Callno
con bandera peruann. La insolencia d e apropiarse asi
tin buque de m i escuadra era demasiado grande para
que yo pucliesc mirarla con indiferencia. En el acto la
ohligil6 ;i echar el ancla, aunque no sin haber tcnido
neccsidad dntes cle hacerle fuego, En seguida despecli
B todos 10s oficialcs y me apoderi: de ella. Las autori-
clades protectorias, por via de represalia, me dctuvieron
un bote d e la almiranta y emprisionaron la tripulacion;
pero calculnndo en las consecuencias d e un paso tal,
pronto soltnron el bote y pusieron en libertad B la
gcnte.
El IO de niayo dejamos el Callao, Ilegando B Valpa-
- 228 -
raiso cl 13 de junio, despues de un aiio y nuew meses
de ausencia.
Hahiendome convencido, en vista de la opresion en
que se tenia B 10s Limeiios, de que el gobierno prolec-
torio no podria durar mas tiempo que el que 10s Lime-
iios tardasen en sublevarse en masa ; y opinandoque
la caida de San Martin podria ocasionar graves conse-
cuencias Q Chile, dirigi a1 Supremo Director la si-
guiente carta :

u Reservnda y confidmeial.

)) Rada del Callao, mayo 2 de 1822.

1) Excmo. Seiior,

)) Por mis despachos oficiales habrQ visto 10s puntos

de mayor importancia respecto Q las operaciones de la


escuadra y el resultado de la persecucion que hicimos
Q las fragatas Prueba y Venganza. A las dos las he em-
bargado, la una en Guayaquil y la otra aqui, hasta que
sepa la resolucion de V. E. sobre si debo entregar la
escuadra 6 traer d V. E. estos buques. Una u otra deci-
sion sera igualmente obedecida.
)) San Martin acaba de echar 6 un lado la pompa

exterior de Protector, y cual Cincinato, se ha acogido a1


retiro ,aunque con distinto Animo que este. Esta mo-
ciestia tiene por mira el cautivar la niuchedumbre es-
C A P ~ T I T L Ox

Vuelta i Valparaiso. - Agradecimiento del gobierno - bIotivos


de satisfaceion. - TrSfico ilegal. - S a m e seutaja de 61. - De-
ilunciacioii de oficiales dereitoics. - Investigacion de cuenl,rs. -
Acusacioiics de San Martin contra mi. - Mi refutacioii - Ciuel-
dad pnia con 10s prisioneros espafioles. - h l i retiro ti Quintero.-
Ventqjos politicas de nncstros triunfos. - Estaclo rniscro de 15. ec;-
cuadro. -Teptativas para proniover desconteiito eii ella. - Objeto
de esta eonducta. - Bledios adoptados para fnistrarlo. - Sc trata
-
de deshacerse dr1 general Prciie. Resultado eventual ile esto. -
C a t a de 10s capitancs.

A mi Ilegada ri Valparaiso encontr6 que 10s agentes


de Sail Martin, Paroissien y Garcia del Rio, habian pre-
sentndo sus acusaciones en mi contra a1 gobierno de
Chile, sin resultado alguno, pues yo habia tenido In
prevision de poner ti este a1 corriente de cuanta habia
pasndo, ponientlo el mas esmerado cuidado en rendir
cucnhs del tlinero y provisiones cogidas ti 10s Espa-
coles, y sohre todo, del caudal p6blico apresado en
Ancon.
- 232 -
AI gobierno anuncib la vuelta de la escuadrn del si-
guiente modo :
' ((Los ansiosos deseos de Su Excelencia el Supremo
Director, ya esian realizados, y 10s sacrificios del
pueblo chileno se hallan recompensados. El poder
naval cspaiiol en el Pacific0 ha sucumbido y queda
cxtinto, habikndose sometido 10s siguientes buques ti
10s incesnntes esfuerzos de la'escuadra de este Estado
libre :
)) Przceba, de50caiiones; Esmeralda, d e & ; Venganza,

de 44 ; Resolucion, de 34 ; Sebastiuna , d e 34 ; Pezuela,


de 18; Poirillo, de 16; Prosperina, d e 1 4 ; Aranzasu,
17 lanchas cafioneras; 10s buques armados Aguila y
Begonia; las lmbarcaciones que cerraban b entrada del
Callao, y muchos buques mercantes.
)) Despucs de haber luchado contra dificultades que
nunca se vieron 6 bordo d e buque alguno de guerra ,
tengo la mayor satisfaccion en aniinciar el regreso de
la escuadra chilena B Valparaiso , su cuna ; en donda,
por efecto de sus continuados servicios en favor d e la
causa d e la libertad 6 independencia de Chile, el Per6,
Colombia y Mbjico, es un objeto de admiracion y gra-
titud para 10s habitantes del Nuevo Mundol.
)) Firmado. - COCHRANE. ))

1. Don Benjamin Vicufia acaba de dar a luz una nneva obra bajo
el titulo Oslracismo de O'Higgins. En la pkgina 333 se expresa del si-
- 233 -
Nuestro regreso fu6 saludado POI' 10s habitantcs de
Valparaiso con granrles dernostraciones de alegria. Casi
guiente modo respecto del hombre que tantos servicios habia hecho
a1 pais : ((Lord Cochrane, dice, prometia, en un banquete del 6 de
diciembre de 1818, a1 libar de las copas, represalias y conquistas es-
plhdidas, entre las que sofiaba ya el intrepid0 y auuriczoso rscoces
traer d remolque de six naves el cerro de Potosi, nombre grato de
sabor para el apetito de aquel extraordinario auenlurtro que vino 6
dejar en America el doble pasmo de su coraje y de su c o d i c z c ~))
Tal es el voto de gratitud rendido a la memoria de un hkroe, por
las almas de cieno que la patria ha dado d luz en una hora men-
guada y triste! .
Acusar de awntnrero a1 celebre marino que habin sido solicilndo por
Cliile para ayudarle en sus conflictos y salvarle; a1 Trencedor de Val-
divia, a1 heroe de la Ewerulda, a1 intrepid0 guerrero que habia
asombrado j la Europa en sus guerras con la Fraucia; a1 que habia
fnndado la independencia maritima y contribuido mas qae otro al-
gun0 d la fundacion de las Repitblicas del per^ y Chile, del Imperio
d ~ 1Rrasil y del reino de la Grecia; acusar de aventurero it tin
hombre tal, tin hijo de Chile, es dar de bofetadas A la patria, porque
en tal acusacion se encierra la confirniacion del cargo hecho por la
prensa inglesa A Chile, de ingrato.
Acnsar de codicioso a1 que consentia en el despojo de lo que se le
daba en pago de siis servicios y despreciaba tesoros y ofertas in-
gentes por que traicionase 5 sus comprornisos, es el mayor sarcasm0
que pudiera proferirse contra un cadjver venerable !
Si Vicufia clasifica de tal modo Cochrane, i d e que manera clasi-
ficard d su abuelo el coronpl Blakena, que tambien era lngles y com-
hatia en las filas de 10s independientes de Chile?
Protestemos d nombre de la historia contra un escritor que se ha
lanzado en la camera de la difamacion, despecho de la verdad; y
rindamos profunda gratitud & 10s extranjeros que como Cochrane,
Miller, Maliena, y otros mnchos nos ayndaron A tener un nombre.
Los Chilcnos pueden tener una queja contra Cochrane, por las
apreciaciones que hace en stis Memorzns; pero jamas por la manera
- 234 -
todas las C R S ~ Sse hallabnn decoradas con la bandera
sacionnl. Talcs demostraciones de jubilo msnifestnbaia
como sirvi6 a1 pais. Cochrane no ha sabido apreciar la situacion d.e
Chile en aquella Bpoca de gloriosas hazafias v. de heroicos sacrificios.
Sin rentas de gEnero algiino (1~2sentradas no alcanzaban a1 ail0 a
mi rnillon clc pesos), m i e n d i d o de ocho ailos dc gucrra a.soladora,
improvisa, ci [ u e m de volicnlaii, uiia escuadra cual nunca la haunelto
5 tener Estado alguno de la Amkrica del Sur y un 6jercito provisto
(le todo, para ir a ayudar a1 Perf1 en su emancipacion que yacia
aplastado por 22,000 iagonctns y una escuadra formidalile. AI pre-
sente, que Chile ha avanzacio gigantescamente y que las entraclas
aiinales del tesoro Ilegan hasta fi,O@O,@@@ de pesos, clificil IC seria
sostener uii despliegue tal de fuerzos. iC6mo, pnes, acusar de in-
justo 5 nn pais y de faltos de palabia A sus gobiernos cuando no po-
dia hacerse mas de lo que se hacia, cuaiido no habia uii peso en or-
cas y cuando se carecia aun hasta de crddito para obteiier recursos,?
En ese entdnces, por otra parte, solo tres ailos hacia que habiamos
principiado Li gohernanios, a gatear en el r6gimen adniinistrativo;
porque salianios del estaclo de colonia sin haher tenitlo intes ccinca-
cion! Gramas mas que infantiles y nada hahia que extraliar se co-
meticsen faltas de diverso genero, qiw 10s hkbitos se resintieren de
celos injnstos, de eniulacioiies oscqras.
La Europa ha tardado catorce siglos en organizarse y en organi-
zarse dcfectnosnmente. ~Cdmo,pucs;importar una ac,usacion contra
paises que nacian anto el espectbculo que nos daba la historia de la
vieja Europn? Lord Cochrsne no comprendi6 aquella sitnacion y
guiado por su Ama ardicnte y libre, no tuvo el aplonio para esta-
blecer jnicios imparciales. Per0 esta falta no es un crimen que
atraiga sohre e! el eco de pasioncs mezquinas; fuE. tan solo el fruto
de un crror.
P pi que hcmos citado la ultima publicacion que conocemos de
Yicuiia, queremos estableccr un ligero jnicio sobre ells. La o h se
conipoiie de 5'7-2, piginas, y de ellas 380 son c o ~ i i a sde documcntos
i'tilcs. Time por ohjeto narrar la vida del general OBiggins, gner-
rero y pairiota esclarecido, pero mandatario detestable.'Vicnfia pro-

*
- 235 -
la importancia que el pueblo chileno daba ri nuestrox
servicios,
El 4 de julio se me dieron las gracias por medio de
la siguiente carta :
ciira presentarle admirable hajo todos aspcctos, siendo de notar, que
en el Oslrncisnm d e los Carreins habia acusadole de graves faltas. Em
qne ent6nces procuraha alagar a1 digno descendiente de aquellos
ciudadanos, en cuya casa vivia, y que despnes, habiendo muerto cste,
el escritor se cohijaba bnjo el teclio del descendiente del general
O’Higgins. Queria pagar SII deuda d e gratitud. LPePo quk resultaha
dc tal conducta? Don Oeinetrio O’Higgins, en vez de admitir el giro
tornado por el escritor, sup6 iii ticmpo salvar SZI responsahiliclad re-
probando & Vicufia su proceder. 1’no podia ser dc otro modo, por-
que Vicuila & titulo de querer librar de toda responsahilidad a1 ge-
neral O’Higgins, sacrificaha la honra de 10s que le hahian acornpa:
fiado en su administracion. Est0 no era hidalgo. El Dictador era
responsal)le, A la par de sus ministros, de 10s actos pilhlicos de su
administlacion. LSe conietieron faltas ? veamos 10s hechas, y sobre
todo, estudicmos la Bpoca. Juzgsr el pasado sin tomar en ciieiita 10s
tienipos, las sitnaciones, el grado de civilizacion del pais y de 10s
homlres, es estrellarse contra el razonamiento de la liistoria. De slli,
de csa falta de msdurez, de esa ligereza de apreciacion, de la a ~ i -
sencia de priiicipios fijos es que nacen en gran partc 10s jnicios del
escritor que nos ocupa, y la otra, del sacrificio que hace de Is verdad
a1 poder de sus pasiones personales.
La importancia de tal ohra est&en la rcmiion de 10s docninentos
que encierra, el descrkdito d e ella en las apreciaciones liechas por el
escritor. Alli se vcn dednccioncs dcsmenlidas por 10s docmnentos
niismos que se citan, heclios contradichos, y lo mas ridicnlo de todo,
el estilo del escritor cuando qniere rem0:itarse & disertaciones filos6-
ficas. Alli sc le contempla cual A otro Icaro remoiitaiido hticia el sol
coli alas de cera y cayenclo a1 abismo por falta de fucrms inte-
lcctuales. N. DEL E D .
- 236 -
(( Santiago de Chile, y junio 4 de I S L Z .

)) Ministeric, de &farina.

)) Excmo. Secor,

)) Ha causado el mayor placer a1 Excelentisimo


Scfior Director Supremo la llegada de V. E. Si ese
puerto con la escuadra d e su mando, y en 10s senti-
mientos de gratitud que le imponen las glorias adqui-
ridas por V. E, durante una c a m p a h {an dilatada, ha-
IlarSi el timbre de las relevantes consideraciones que sus
heroicos servicios tan dignamente merecen.
)) Entre aquellas ocupan un lugar distinguido 10s se-

iiores jefes y oficiales que permanecieron fieles Si sus


deberes en 10s buques de guerra de este Estado, y cuya
relacion se sirve V. E. incloirme. Ellos obtendrSin cier-
tzmente las recompensas Si que su loable constancia 10s
ha hecho acreedores.
)) Sirvase V. E. adinitir Ins seguridades de mi mas

alto aprecio.

P Firmado. - JOAQUINDE ECHEVARR~A. ))

Por la precedente carta se observari que mi antigiro


adversario, Zenteno, no se hallaba y" a1 frente del ram0
de Marina, pero si de gnbernador de Valparaiso en
tlonde clesempefiaba las funciones de alrnirante de
- 237 -
Puerto, posicion en la que consigui6 ciiusarme grandes
disgustos, a pesar de lo muy satisfecho que se encon-
traba el gobierno de mis servicios.
Ademas de la carta anterior se expidi6 1111decrelo
cxpresando lo siguiente :

c( Ministerio de Marina.

)) Santiago de Chile, 19 de junio de 1821.

)) Excmo. Senor,
1) Deseando Su Excelencia el Supremo Director hacer

una pitblica demostracion de 10s altos servicios que ha


rendido la escuadra a la nacion , ha resuelto se acuiie
una medalla para 10s oficiales y tripulaciones de dicha
escuadra , con una inscripcion conmemorativa del re-
conocimiento nacional hicia 10s dignos sostenedores
de su poder maritimo.
)) Lo que tengo el honor de cnmunioari V. E., etc.

)) Firmado. - JOAQUINDE ECHEVARR~A.


)) A S. E. el muy honorable lord Cochrane, etc., etc. 1)

Es digno de observarse, que m i h t r a s San Martin, a1


ocupar a Lima, mand6 sellar una medalla, alribuyendo
exclnsivamente el buen suceso de la expedicion a1 ejer-
cito, el gobierno de Chile atribuy6, como era debido,
el nidrilo a la escuadra, omitiendo hacer mencion del
ejercito que permanecib bajo la bandera del Protector.
- 239 -
espresion pitblica dc gratitud que recibimos, por toc!n
recoxpensn, habria sitlo rco de un crimen.
Como hnsta el prescnte no h e mencionado 11110 de
10s mcdios Li qitc recurria para provecr ri las neccsi-
dades de la cscuadra, es prcciso que aqiii lo reficra.
En tiempo de la adniinistracion cspafiola cra probi-
bido a 10s buques extranjcros haccr el txtifico en 10s .
puertos del Pacifico. Pcro, Q fin de procurarse rentas j t
obtener asistcncia, 10s vircyes acostumbraban vender
licencias para que 10s negociantes inglescs pudicsen
emplear buques de si1 nacion e n e! comercio con las
colonias espaiiolas. Estos tenian que cargar cn un
puerto de Espaiia, en clonde se lcs surtin de papeles
espaiioles legalizados.
Con motivo de la situacion de Chile y A fin de que
10s barcos chilenos no capturnscn talcs buques, por
llevar Li su bordo propiedad espafiola, se recurrib 6
fingir papeles que presentaban 10s cargarnen tos coni0
de propiedad inglesa, haci6ndolos proceder de Gibral-
tar. Para ello usaban unos docunientos en tierra y otros
en la m a r , segun les convenia. T7arios bnques brit$-
nicos fueron detenidos por la escuadra chilena , cuyos
papeles encontramos en Ins aduncns del P e r u , cunndo
rle ellas nos apodcramos ; por consiguicnte, estabnn
sujctos a ser considerndos como propiedd espniiola.
Sin embargo, 10s capitancs y sobrecargos c l ~ ,10s
buques ingleses, B fin de poder desembarcar sus carga-
- 240 -
nientos con seguridad, habian ofrecido un arreglo que
confiriesc a su comercio un carLcter de legalitlad, es
decir, pagar un cierlo inipueslo COIEO equiidente 6 10s
derechos de aduana. Yo acept4 esle arreglo, porque de
ese modo podia atencler ,i 10s gnstos de la escuadra,
cuyas privaciones eran extremas, por la conducta del
gobierno protectorio.
De losderechos nsi recogidos, la mayorparte en con-
trahando de g u e m , rendia cuenta a1 gobierno de Chile ;
en tanto que 10s negociantes ingleses consideraban se-
mejante convenio como un beneficio, y las autoridades
navalcs brilrinicas lo nprobaban, especialmente sir
Tomas Hardy.
El general S m Martin y otros que estahan interesa-
dos en seguir una conducta opuesta B 10s interesas de
Chile , me imputaron despues estos procedimientos
como (( aclosde pimteriu. ))
Con todo, el gobierno de Chile estnba satisfecho de
mis procediniientas pasados, como se deja ver por la
siguienle nola :

u Santiago de Chile, y noviembre 13 de 1821.

)) Ministerio de Marina.

)) Excmo. Seiior

He dado cuenta a1 Excelentisimo SeCor Director


))

Supremo de la nota que ha tenido 17. E. B bien diri-


- 241 -
girnie fecha 7 de octubre ultimo, acompaiiando una
razon de 10s caudales invertidos en pagos de sueldos de
oficiales y tripulaciones d e esa escuaclra, y otros
objectos del servisio mismo, como igualmente del
dinero y plata piiia devuelto d sus respectivos dueiios.
)) Su Excelensia upmeba todo lo obrado d este res-

pecto, y m e ordena que asi lo prevenga B V. E. como


tengo el honor de hacerlo, en contestacion.
)) Acepte V. E. las seguridades de mi mas alta consi-
deration.
)) Firmado. - JOAQUIAECHEVARR~A.
DE

)) Excmo. Sefior, vicealmirante, etc., etc. ))

Con la niisrna fecha recibi la siguiente relativa a 10s


oficiales que habiiin descrtado para cntrar a1 servicio
del Protector :

(( Escmo. Sefior ,

)) Con cl mayor desagrado ha visto el Escmo. Sefior


Director Supremo la lista de oficiales dependientes de
esta Republica, que han desertado de 10s buques de
guerra d e su escuadra, y que V. E. acompaiia d su re-
comendable nota de 7 de octubre ultimo. A todos ellos
se ies tendrd muy presentes para ser juzgados conforme
d las leyes maritimas, en el cas0 de que por cualquiera
accidente pisasen este territoriu; y e s k i bien que haya
14
- 242 -
V. E. mudado el plan d e sefiales en razon de haber
sustraido el capitan Ezmonde las que anteriormentc
exis tian.
1) Rcciba V. E. las protcstas de mi considerncion

muy distinguicla.
)) Dios guarde A i'. E. muchos aiios.

)) DE ECHEVARR~A.
JOAQGIN ))

Inmediatamente clespues de mi Ilegada, el Supremo


Director me escribi6 que deseaba conversar conmigo
privadamente, ncerca del contenido de mi carta fecha
2 de mayo, e n la que le indicaba el peligro que estaba
amenazando a1 Peru, con motivo de la tiranin ejercida
por San Martin.
c( Santiago, juiiio 4 de 1822.

(( Mi distinguido amigo lord Cochrane :

1) No quiero demorar ni un solo momento el demos-

trnrle el placer que he teniclo de su feliz arribo Iese


puerto, que me indica su apreciable 2 del corriente, y
como en ella me avisa su pronta venida Iesta capital,
I fin de comunicar asuntos que demandari mas bien
una conferencia verbal, aguardo ansioso el dia, coni0
tamhien para significarle tocla mi consideracion con
que soy su verdadero amigo, etc., etc., etc.

1) BERNARDO
O'HIGGINS.11
- 2/13 - ,

-No habiendo recibido aun otro reconocimieoto


oficial acerca de las cuentas de la escuaclra, mas que
la ya citada exprcsion general de entera satisfaccion
por parte del gobierno, recurri a1 ministro de Marina
para que se hiciera una investigacion mas prolija de
estas cuentas, pues, d vista de lcs cargos que m e hacia
San Martin, cieseaha sc hiciesen sin rlemora las mas
prolijas ayeriguaciones ; y aun manifcste mi sorpresa
de que esto no se hubiese ya verificado atcndiendo a1
tiempo que habia trascurrido desdc que las habia pre-
sentado El l d d e junio m e respondib el ministro lo que
sigue :

(( Las ciientas de 10s fondos inxrtidos por V. E. en

varios ramos d e hnbilitacion de 10s buques de guerra


de 5u mando, y que se sirrib acompaiiarme A sus dos
notas de 2Y d e mayo 6ltimo , han pasado a1 Tribunal
Mayor de Cucntas para 10s fines que indicsV, E. en una
de siis predichas nolas.
)) Tengo el honor, etc., elc.

)) JOAQUIN DE ECIIEVARRiA. ))

Conociendo la lentitud acostumhrada en las oficinns


dc Estado, y como preparaba iina refutacion d las acu-
saciones de San Martin, vohi iinstar por el e x h e n de
las cuentas sin mayor clilacion. El 1 9 de junio , el mi-
nistro en una larga carta me reconoci6 los diferentes
- 244 -
articulos, manifestandome SII alta consideracion (( p6r
la manera con que hice respetar en el Pacific0 la bnn-
dera d e Chile. ))
Est0 era satisfactorio y sobre todo, despues que el
gobierno habia declarado estar satisfecho d e mis pro-
cedimientos; mas yo daba tanta importancia & una
cuestion de rutina, Forque a pesar de ello el gobierno
se abstenia, sea A mi 6 a la escuadra , de conceder l i k
mas leve recompensa pecuniaria, rehusando asimismo
el premio de presas debido a 10s oficiales y marineros
y del cual habia dispuesto en parte el ministerio.
A1 hacer estos reclamos, afio tras afio subsiguiente-
mente 6 mi partida, diez y seis aiios mas tarde se me
inform6 que mis cuentas i requerinn explanacion !
siendo la razon de un procedimiento tan indigno el
que, como el reclamo era indisputable, podia de este
mcdo evadirse l.
Mi refutacion B las acusaciones de S;m Martin estaba
hecha del modo mas minucioso, respondiendo cada
cargo seriatim, y poniendo en descubierto multitud
d e practicas nefandas d e su gobierno, que Antes se
hallaban ocultas. A fin d e n o representar el odioso pa-
pel de acusador, me disuadieron fuertemente (!e n o
1. Sabemos que en Chile so est6 preparando una rpfutacion & 10s
cargos que el autor hace a1 gobierno de aquel pais y que se cuenta
con documentos que nosotros no tenemos en este asunto de cuentas.
Mientras tanto, no puede formarse un juicio acabado sobre el par.
ticular. DEL ED.
- 245 -
publicarla, por creerla inhtil, en razon de que el go-
bierno chileno no prestaba la menor atencion B 10s
cargos que 61 me habia hecho, a pesar de que temia
malquistarse con el Protector.' Con todo, teniendo que
defender mi caracter, no crei deber acceder 6 lo que
se me exigia, y por lo tanto envic! mi refutacion a1
gobierno, de lo cual me acus6 recibo el ministro de
Marina, con la advertemia de que se habia depositado
en 10s archivos de la Republica.
Como por la respuesta de dicho ministro se hacia
evidente que este documento iba 6 quedarse alli sin
que se hiciera mas cas0 de 81, dirigi a1 Supremo Direc-
lor la siguiente carta :

a Excmo. SeGor,
)) Puesto que la farsa que intentaba jugar el gobierno
del Peru para aniquilar la marina chilena, se esta po-
niendo ahora en practica bajo otra forma, con nuevos
ataques contra mi carticter, suplico ti la autoridad su-
prema me permita publicar mi correspondencia con
San Martin y sus agentes sobre estos asuntos, asi
como una copia de sus acusaciones contra mi, y la
respuesta que a ellas hice, B fin de que el pitblico no
sea por mas tiempo engaiiacio, y se impida que la fal-
sedad, pase por verdad.
)) l'engo el honor, etc., etc.

)) COCHRANE. ))

14.
- 247 -
Animo de V. E. lorlo el valor que mcrecen ; pero, si no
obstante, insiste en la publicacion preindicada, podrj
V. E. usar de la libertad de Imprenta que existe en
Chi le,
a Tengo el honor, etc., etc.

A tales ruegos acccdi de mala gnna, c o n t c n l h l o n i e


con remitir una copin de mi respuesta a1 gobierno
peruano. Para que me convenciese mas, de que el go-
bicrno chileno no daba asenso ; iIns acusacinnes hechas

en mi contra, el Senado me pas6 un voto adicional de


gracias, que se insert6 en la Gaceta.
A mi regreso ,i Valparaiso e n c o n t d un lamentable
ejemplo de crueldad cometido por 10s tiranos mi!itares
del Peru. Ya se ha dicho que ostensiblemente era per-
mitido a 10s Espafioles clejar Li Lima A condicion de
ceder la mitad de sus bienes, arreglo que niuchos
ace,ptnron por no someterse 5 10s caprichos del go-
bierno protectorio. Pues bien, en cambio de.la seguri-
dad que habian comprado para conscrvar el resto
de si1 propiedad, se les prendi6, y despojtiudoseles de
cunnto les quedaba, 10s metieron ti bordo de un ponton
y por ultimo 10s enviaron A aumciitar el n6mero de
prisioncros espafioles que habia en Chile.
E: huque iliitngro habin Ilegado ti Valparaiso cargado
- 248 -
con aquellos infelices, muchos de 10s cuales pertene-
cian a la clase de 10s mas respetables habitantes de
Lima. Para aumentar la dureza del trato que se les
daba, fueron acompafiados por 10s agentes del Protec-
lor, Paroissien y Garcia del Rio, 10s cuales llevaban
sus acusaciones contra mi.
Hice cuanto pude interponiendo mivaler en favor de
10s desgraciados proscriptos ; pero fu6 en vano. Se les
condujo a1 hospital de San Juan de Dios, en donde 10s
mezclaron con 10s criminales. Alli se habrian muerto
de hambre si no hubiesen 10s comerciuntes ingleses
levnntado una suscripcion y h6chola repartir por uno
de ellos, diariamente, entre 10s desterrados. En seguida
10s trasladaron a Santiago.
La crueldad practicada en el per^ con estos hombres
manifiesta por si sola la razon por la cual no se atre-
vieron a hacer frente a1 general Canterac. Hombres
sanguinarios son siempre cobardes.
A mi arribo a Santiago, me encontr6 con que el Su-
premo Director iba a renunciar el poder, 6 causa de la
opcjsicion que se le hacia por adherir a un ministerio
que de ;no u otro modo acarreaha constante descr6-
dilo a su gobierno, y porque se suponia favorecia las
miras de San Martin. A est0 yo no daba asenso, porque
estaba persuadido que el sentimiento elevado de sus
principios era el que le inducia 6 tomar sobre si 10s
actos culpables de sus ministros,quienes eran partida-
- 249 -
rios del Protector. Como el descontento fuese en
aumento , el Supremo Director present6 su dimision Q
la Convencion, la cual , no estando Freparada para el
caso, insisti6 en hacerle conservar la autoridad su-
prema.
No queriendo mezclarme en 10s conflictos de partido
que perfurbaban ii Chile, y teniendo necesidad de des-
canso, despues de la ansiedad fatigosa que m e habia
abrumarlo durante dos aiios y medio, pedi licencia a1
gobierno para retirarme A mi posicior. de Quintero. AI
niismo tiempo m e proponia visitar la hacienda que me
habian dado en Rio CIaro, en reconocimienio d e mis
servicios rendidos en Valdivia, con el Animo de ponerla
en estado de cultivo y dar impulso A la atrasada agri-
cultura que ent6naes tenia Chile.
En estas circunstancias lleg6 6 Valparaiso el Rising
Slur, barco de vapor, que, segun se ha dicho Antes,
habia quedado construykndose en L6ndres. Llegaba
tarde para tomar parte en las operaciones que ya esta-
ban terminadas. La tardanza provenia de la falta de
fondos para completar su equipo, habiendo sido ne-
cesario que mi hermano, el mayor Cochrane, suminis-
trase cuantiosas sumas, de las que no ha sido reembol-
sado hasta ahora.
Aunque el Rising Star fuese 6 su llegada d e poca
utilidad por lo que toca A operaciones navales, era, sin
embargo, el primer vapor que surcaha el Pacifico, y
- 2Y0 -
con 61, el gobierno habria podido forniar el niicleo de
una fuerza clue hahria irnpedido una multitud de dc-
sastres, que A poco despucs de mi partida sobrcvinicron
;ila causa dc la iridependcncin. Pcro el gobierno no lo
admiliit I.
Uno rlc 10s frutos politicos debiclo ti Ins vcntajas ad-
quiridas en Chile y el Per6 fu8, quc 10s Estados IJnidos
reconocicron it Ins Rep6blicas Amcricanas corn0 inde-
pcndientes.
AI retirarmc 6 Quintero nic llevE conmigo, en cali-
dad de convidaclo, 6 nii mtiguo piisioncro coronel
Don Fnusto de Hoyo, que comandaba en Vuldiria ,
c i ~ i n d onos apodcramos de csa fortaieza. Antes de mi
parlidn para el Perh, habia obtenido clel gobierno 1s
promesa de quc se le trataria con gencrosidad ; nias,
apitnas sc habin hccho la escuadra d In vela, le metieron
preso, sin sumimistrarlc f u c f ; ~ Iuz,
, ni libros, perma-
neciendo en Ian dcsdichada condicioii hastn nueslra
wclln. Tiire qne insislir por la libertarl de dl 9 la ohtuve
bajo pnlabra.

1 Cochrane se qurja de quo su liermano no haya sida reembolsado


de lo que desenillolsh en el equipo del vapor, y en seguida asegnra
que el gohienio 110 lo adinitid LCOnio es que tin siibdito ingl6s hay3
consentido en perder snmas cumtiosas sin rcclamarlas cuando le
asistia jnsticia cvidente? La solucioii es tanhien eyidents ; el go-
hierno al n o admitir el mpor, arreglb d asanto con justicia sin
quedar 5 deher slim%alguna por ello. Por eso la faltn de r c c l m o .
N. DEI, ED.
. I 251 -
A1 eniplcar estas atenciones, mi Animo era inculcar
que la ifrandeza nacional no cxige crueldnd con 10s .
prisioncros de guerra.
Apdnas me habid instalado cn Quintero , principi6 (1
ocuparme con enipefio en establccer mcjoras. A1 efecto
acababa de recibir de Inglaterra variedad de inslru-
mentos de agricultura que eran desconocidos en Chile,
como asiniismo semillas diversas de zsnahorias ,
. nabos, etc., etc., que eran nuevas en el pais. Mas no .
me dejaron goznr largo tiempo del oliutn a1 que m e
habia propuesto entregarmc. Cartns y mas cartas nie
Ilegaban de la escuaclra, qucjbndgse de qne, semejanle
ti 10s prisioneros espaiioles, ella se liallaba en nban-
dono, sin paga , vestuario ni provisiones. Volviendo ti
Valparaiso encontrb que sus quejas eran fundadas, por
lo cual escribi a1 ministro de Marina la siguiente
carta :
(( Excnio. Seiior ,

)) Habiendo trascurrido tres meses desde que la

escuaclra foncle6 en cste puerto, 6 igual tiempo que co-


muniqu6 al Supremo Gobierno' In. tristc situacion de
aquella, tengo que hacer presentc que las tripulaciones
estin destituidas de todo y continuando en el misnio
estado en qtle pasaron el invierno, sin cainas ni ropa,
estaitdo el centinela de mi cimara vesticlo de andrajos,
sin que un solo pedazo de gdnero forme parte de su
- 233 -
primitive uniforme. Siendo imposible que un estado tal
pueda continuar sin excitar peligroso tlescontento y
*
tumullo, suplico ti V. E. se sirva mandar que cualquier
vestuario que pueda encontrarse en Valparaiso se en-
tregue al coniisario de la escuadra, para que inmedia-
tamentc sc distribuya entre las tripulaciones desnudas.

)) COCHRANE.))

Esta demancla disgust6 1 ayuellos, que en el con-


cepto popular eran censrirados por tales filltas. Ellos
sin duda con el animo de hacer creer que yo m e habia
apropiado fraudulentamenie el dinero destinado a1
socorro de In escnaclra, esparcieroii el rumor de haber
yo embnrcado 6 ocultas a bordo de la fragata D o ~ i s ,
srirta Q la sazon en Valparaiso, i 9,000 onzas d e or0
aco6ado B igual valor en harras de or0 y plata ! Como
yo me habia regresado a Quintero, el rumor no lleg6 6
n:i noticia sino despues d e hallarse muy difundido en
el pueblo, La primera vez que lo supe fu6 por la carta
del cnpitan Cohbett, del Vualdiuia, y la del capitan Wil-
liinson '.

4 . Las referidas cartas que se hallan integras en el original, se


contraen 6 contsr B Cochrane el referido rumor, el interes que habia
en propdarlo, las afirmsciones que se hacian y el mentis que ellOs
hahian dado despues de haher hecho ayeriguaciones B bordo de .la
fragsts DOTIS,concluyendo con llamarle a perseguir d 10s autores del
ruinor y desmentirlo prontamente. N. DEL ED.
- 294. -
y B ello respondi, que habia tomado esa determina-
cion bajo mi responsabilidnd, y, que puesto que se ha-
bia divulgado contra mi una calumnia infamc con la
mira de excitar la rebelion entre las tripulaciones, te-
nia la intencion de mantener desplegxda mi bandera
hasta qcle se las pagase. AI niismo tiempo escribi a1
ministro de Marina :

(( Excmo. Sefior,
n Arrancado a1 reposo en que vanamente habia es- ,

peraclo pasar7 a1 m h o s , el corto tiempo de liccmia


que se m e acord6, por impulaciones (tirigidas contra
m i carjcter, con la mira de excitar descontendo y re-
belion en In escuadra, prevalihdose de la irribcion
ocasionada por la indigencia dr, 10s oficinles, y el es-
tacto d e miseria y desnudez (le la gente, que tantas
veces Ie he suplicado remediase, he venido 6 este
puerto para refutar la calumnia y precaver el rral con
anticipacion, por C U ~ Oobjeto he vuelto 5 alzar m i
bandera para arriarla cuando haya cesado e1 descon-
tento, dsndo ropa y paga 6 la gente, b cuando se me
mande arriarla para siempre.
D Incluyo copia de la carta que enyi@a1 gobernador
d c Valparako.
1) COCHRANE.
))

J,a cartn dirigida :I Zenteno tenia cl mismo objeto


- 2 s -
que la prccetlente, afiadiendo, si, algunos indicios
acerca del autor infame de aquel rumor, lo que era
suficiente para picar el discreto silencio quc 61 guar-
daba sobrc este asunto.
El ininistro de MaYina me contest6 :

(( Santiago, 20 de octubre dc 1922.

)) Excmo. Sefior,

)) Su Excelencia el Suprenio Direclor ha experirnen-

tado una profunda desazon en prescncia de la caliim-


nia d que V. d u d e en su cartil, de la que envi6 copia a1
gobernador de Valparaiso. Vuccencia puedc estar sc-
guro, que sus autores no queclarkn sin el condigno
castigo, si llegiin d ser descubiertos.
n Reciba la seguridad, etc., etc.

Segun ern de esperar, el infamador ni f u C descu-


hierto ni castigado; de otro modo el gobernador de
Valparaiso', y 10s agentes de San Martin se habrian
encontrado e n una desagradable posicion. Mas nada
tcnian que temer, atendicndo 6 las perplejidades que
mos seguros esistiriin en iodos tiempos, m i ~ r a ten-
s
giimos el honor de seryir 6 Ins hrtlenes de V. E.
)) Con esta expresion tie riuestros sentimientos, te-

ngmos el honor de repetirnos,


)) De Vuecencia, etc.? ctc.

)) J. P. GRENFELL,y lodos 10s oficiales


de la escuadra.

El excelente oficial, cuyo nombre figura B la cabeza


de 10s que lian firmado esta representacion, es hoy el
.
alniirante Grenfell c6nsul general del Imperio dcl
B r a d en Inglaterra. Cuando capturamos la Esmeralda,
era mi tenieiite de handera, y no es mas que un aclo
de justicia el recordar, que a su distinguida bizarria
se debih en gran parte el buen suceso de la empresa.
No era de mi tan solo d e quien querian deshacerse
10s enviados (le San Martin y sus criaturas que estaban
en el gobierno chileno.
El general Cruz habia sido nonibrado publicamente
para reemplazar a1 general Freire en el gobierno de
Concepcion y del ejkrcito del Sur.
Este, habia sabido apreciar a San Martin y sus pro-
cediniientos en el Peru, tal cual se merecia, y por eso,
la guerra que le liacian aquellos cuyos designios eran
postrar a Chile a 10s pies del Protector. A1 ir el general
Cruz 6 Concepcion para encargarse del mando, Ias
- 258 -
tropas rehnsaron unlinimem&te recsnocer su aulori-
dad y no consintieron que el general Freire las aban-
donasc. Los habitantes de Concepcion, que por su pa-
triotismo habian padecido mas que 10s d e ningun
otro pue6lo de Chile, estaban resueltos, no solo por
afecto A Freire, sino tambien porque conocian las mi-
ras del niinisterio, B sostener su resolucion. El objeto
del ministerio era cerrar todos 10s puertos de la Re-
pitblica, except0 Valparaibo, & fin de establecer el mo-
nopolio en su mayor escala, para proteger la corrup-
cion de 10s que cxplotaban a1 pais.
Coni0 d e costumbre, se habia hecho del Supremo
Director el testafdrrea de la infructuosa tentativa de
sus ministros para deponer a1 general Freire, y la con-
secuencia fu6, que tres meses despues que se habia
dado este paso, i el general O’Higgins fy6 depuesto
del mando, y el general Freire elevado a1 Supremo
Directorio !
Como se me habia acusado falsamente d e haberme
apropiado el dincro que debiera habcrse repartido
entre 10s marineros, A fin de que no yolvieran 6 repe-
tirsc sernejarites calumnias, insisti pertinaznientc en
que se pagaran A la escuadra sus atrasos. Mis esfuerzos
fueron apoyados por 10s comandantes de 10s buques,
quienes, cn una iiiodcrada representacion manifesta-
ron In naiiiraleza de sus reclnmos l .
1. En el original, Cochrane inserts 1s represpntacion indicada, la
- 259 -
La representarion del 10s capitanes era una fie1 rela-
cion de lo ocurrido por lo que toca B la injuslicia
hecha B la escuadra. Ellos predecian la ruina de ella,
por cfccto de 1as rnaquinaciones de 10s agentes de
San Rlartin, lo cual afortunadamente no sucedi6, por
la consumacion de una ocurrencia tan extra& como
inesperada d e sus miopes gobernantes, aunque yo la
hahia anunciado de tieinpo atras.
cual no es otra cosa que la repeticion de 10s servicios y cargos ya
conocidos en cl curso de esta olira. N. DEL ED.
C A P ~ T U L OX I

-
Niegociscionps con Bolivar. Destierro de ilfonteagudo. - Quejas
de 10s Limelios.- Efectos de las discordias populares. - h!nl;l
inteligencia entre Bolivar y San Martin. - Voto dp1 Congreso Pe-
ruano. - Extraordinaeo abandon0 de la escuadra chileija. -
Llegada de San Martin A Valparaiso. - Pido se le ponga en tela
de juicio. - Ap6yale el Supremo Director. - Pagaiise 10s sal%-.
rios a la escuadra. - Revolucion en Concepcion. - Participamcla
-
el general Freire. Pideme mi concurso.

En uno de 10s capitulos precedentes se ha visto que


el general Canterac habia completaniente clestrozado
una division del ejercito libertador, y al propio tiempo,
las pomposas proclamas de San Martin, dirigidas d
hacer ver que aquello solo (( habia sido una dispersion,
mas no una derrota. )) A consecuencia de tal contraste,
el Protector se conocib inseguro y se pus0 en comu-
nicacion con Bo!ivar, a fin de obtener el auxilio de
tropas colombianas para resistir ;i Ias armis espa5olas
- 261 -
que amenazaban caer sobre Lima. Para el efecto soli-
cil6 de Bolivar una elitrevista en Guayaquil. A1 prapio
tiempo, pirJi6 a1 gobierno de Chile la mas eficaz
cooperacion.
Lo que paso a relatar, tocante a este asnnto, no es
mas que la version de lo que en aquel tiempo se decia,
pucs en nada d e ello tuve que intervenir persorial-
mente.
Bolivar, creyendo que San Marlin tenia miras de
tomar a Guaynquil, se pus0 a1 frente d e las tropas de
Colombia, cruz6 la Cordillera y ocup6 a Quito. San
Martin habia reconcentrado sus fuerzas en Lima y
desocupndo a Trujillo. Aprovechando de esta circuns-
tancia, Sucre, segundo de Bolivar en el mando, se ade-
lanto con una division y ocup6 a Guayaquil.
Por este tiempo, 10s Limefios suplichban privada-
mente Bolivar les auxiliase para consumitr tanto la
independencia nacional cuanto para libertarse del
Protector.
El Protector ignoraba estos pasos; asi fu6 que deleg6
el mando en manos del marques d e Torre-Tagle y
nombr6 a1 general Alvarado jefe del ejjbrcito, durante
su ausencia, y partio para Guayaquil a efectuar la entre-
vista que habia pedido 6 Bolivar ; mas, a p h a s habia
d i d o San Martin, 10s Limeiios se reunieron en la
plaza publica y pidieron la reinstalacion del cabildo
que cl Protector habia disuelto a1 entrar a1 poder. La
4 5.
- 262 -
medida fu6 aceptada y acto continuo se pidi6 y re-
solvib la cleposicion de Monteagudo y la formacion de
juicio. Pidibse esto por escrito a1 marques de Torre-
Tagle ; este reunib el Consejo de Estado y alli expuso
lo que ocurria, induciendo a Monteagudo a renunciar.
Acto continuo ofcib a1 cabildo, avisando que el ex
ministro tendria que responder a1 Consejo de 10s actos
de su administracion. El cabildo, no satisfecho con
esto, pidib el arrest0 d e hlonteagudo y la formacion
inmediata del proceso, a lo cual se accedi6 tamhien;
pero 10s Limefix, temerosos de nlgun artificic, del ex
ministro, no yuedaron satisfechos, por lo cual el ca-
bildo represent6 la necesidad de desterrarle para siem-
pre del P e r k El sobierno accedi6 tambien, y Monte-
agudo fu6 conclucido, bajo escolta , a1 Callao, el
anivensario de su llegada Lima, de donde se le hizo
partir sin dilacion.
Inmcdiatarnente, la libertad de imprenta recobr6 su
imperio y el primer us0 que de ella se hizo, fu6 el
siguiente articulo, que lo trascriho con el solo nhjeto
dc haccr ver la clase de hombres contra quienes t u x
que luchar por largo tiempo : Helo aqui:

x'kodo honrado ciudadano encantr6 en Don Ber-


nardo Monteagudo, (este es el nombre del sugeto de que
hablamos) un eneniigo dispuesto 6 sacrificarlc ri c u d -
quier precio. i Cuantas victinias no ha inmolado en el
- 2G3 -
solo aiio d e su ministerio ! i Mas de ochocientas hon-
radas familins han sido k causa de 61 rcducitlas k la
extrema indigencia, y la ciudad entera 6 la miseria!
Entre 10s pntriotas de Lima no se pensaba en otra cosa
mas que en rer ndbnde podrian encontrar un asilo en
pais extranfero. §in agricultura, comercio 6 industria,
sin seguridad personal , propiedad y leyes; i, qu6 es
aqui la sociedad sin0 una cscena de 10s mas desgarra-
dores tormentos?
. )) La religion de nuestros maycres sufrib igual per-
secucion en siis ministros y sus ternplos ; estos fueron
clespojados de sus riquezas, no en servicio de nuestro
pais, sino para recompensar a1 espionajc, y engaiiarnos
con inutiles artificios. Los satelites de este bahdido
eran tan desphticos coni0 61, y cometian ti In sombra
de su apoyo 10s mas hon.iblcs crirnefles. No es este
el lugar adecuado para inserlar la bajeza cbh que 81 ha
abnsado de la hermosura y debilidad del bello sexo.
. .
Padres de fainilias. . , . , Cada cual estaba inti-
midado. Todo hombre de seritimientos se lamentaba,
porque todos eran victimas del capkicho de este inso-
lente advenedizo, que hizo ostentncion de ~ t e i s m oy
ferocidad.
)) Es iniposible recapitular sus acciones. Se necesi-

tarian volumenes para mostrar a1 orbe 10s arbitrarios


crimeiies cle lan atroz villano. No parece sino que ha
debido tener un motivo que le haya impelido ti comeler
- 264 -
tantas maldades, p e s era :imposible que fuesen hijas
d e la ignorancia. Era imposible creer que, insultando
y arruinando a cada c u d , saqueando nnestras ha-
ciendas, despreciando la buena fe 'y talentos de los
Peruanos, y haciendo todo lo posible para sembrar
la anarquin, 5e le pudiese por mas tiempo tolerar en
&it capital. Era el reducir a1 Peru a la mas degra-
dante esclavitud, el medio de hacernos y Run hacerse
6 si mismo dichoso? etc., etc., etc.))

Los malos principios que se adoptaron para la


organizacion del gobierno, 10s abusos cometidoa y las
crueldacles ejecutadas, vincularon en el pais aiios de
desdichas y de guerra civil, resultados naturales de 10s
tempranos abusos que desgraciadamente inacguraron
su libertad. Semejantes acontecimientos no se han
presentado en Chile ni en el Brasil, puesto que en el
primer0 la fuerza naval de mi mando aniqui16 para
siempre el poder espafiol, sin dejar secuaces, y todos
se entregaron a consolidar la libertad que Eabian oble-
nido ; y en el segundo, a consecuencia de la expulsion
que hice de las escuadras y ejkrcito portugues, el
Imperio qued6 desde entbnces exento de esas revolu-
ciones que caracterizan a 10s Eslados que han tenitlo
por base la anarquia.
E n el Peru, 10s esbirros de San Martin pisotearon la
libertad ofrecida y de alli naci6 la division en que el
- 260 -
pais se encontr6. La parte mas influyente del pueblo
5e hallaba deseoea de volver 5 la dominacion espnfioln,
lo cual estuvo a1 realizarse, a trueque (le salir de la
degradacion a que les habia reduaido el Protector.
Otra parte, terniendo la vue1ta de 10s espaiioles, pidie-
ron a Bolivar les libertase del despotismo a que se
hallaban sometidos. Un tercer partido ansiaba la inde-
pendencia, porque tenia la fe de que esta se alcanzaria.
De tal division result6 que la comunidad se encontr6
sin unidad y por consiguiente sin fuerza, poni6ndose
en peligro de caer en manos del opresor comun, y lo
que era aun mas peligroso, d e ser devorados por las
discordias intestinas. Estas han continuado hasla el
tlia, no solo en el Peru, sino tambien en la mayor
parte de 10s Estados de la America del Sur.
El 21 de setiembre se recibi6 en Valparaiso la no-
ticia del destierro de Monteagudo, y si tal nueva caus6
sorpresa a 10s Chilenos, mayor fu6 cuando el 12 de
octubre, 81 dias despues; se vi6 llegar a1 general San
Marlin, que venia huyendo de un esplendor pasajero
y del sen0 de la desolacion que habia producido su
despotismo.
i De que proveilia tal suceso ?
I La historia de este acontecimiento cs breve, pero
instwctiva.
San Martin encontrb Bolivar en Ciuayaquil. El
Libertador reproch6 a aquel la conducta que habia
- 266 -
observarlo con 10s Limefios, ylo hizo en tales tkrminos,
que San Martin temiendo intenciones privadas en Bo-
livar, se reembanc6 precipitatlamente y volvib a1 Calla0
poco despues de la expulsion d e Montcagutio. A1 tener
conocimiento de lo que habia succdido, se abstuvo de
ir ti tierra y ianzo amenaza? contra 10s que habian to-
niatlo parte en el destierro de si1 ministro, terminantlo
por exigir se le volviese ;illamar y ri iiistalnr de nueva.
Por este tiempo se habia reunido un Congrfrso, del
cual era presidente Don Ja\ier de Luna Pizarro l .
Fu6 alli que las representaciones del Protector no
tuvieron acogida. San Marlin clesembarch, y conociendo
el estado de la opinion, renuncib el Protectorado y se
dirigib a Chile.
TJno de 10s primeros actos del Congreso peruano,
dcspues de la abdicacion del Protector, fut5 el siguiente
vota de gracias :

Resolticion de Gracias acordadas c i lord Cochraiie por el


Soberano Congreso del Perci.

(( El Soberano Congreso Constituyente del Per$ en


atencion a 10s servicios rendidos 6 la libertad del per^
pur lord Cochrane, por cuyos talentos, mt5rito y bizar-
ria el Oc6ano Pacific0 ha sido libertado de 10s insultos
1. Don Javier de Luna nizarro, despnes de httber desempefiado
un papcl importsntc como orador, signi6 la curera del Eaccrdocio
y mun6 siendo hrzobispo de Limi. N. DEL ED.
- 267 -
de enemigos, y el estandarte de la libertad ha sido
plantado en las ltliiyns del Sur,
)) Ha resuelto :

)) Que la Junta Suprema en nonihre de la Nacion,

okezca A lord Cochrane, almirante de la escriadra chi-


lena, sus mas expresivos sentimientos de gratitud por
sus arriesgadas hnzafias en favor del Peru, hasta aqui
sumido hajo la lirania del despotismo niilitar, pero
ahora el Arbilro de sus propios destinos.
)) Estn resolucion sera comunicada h la Junta Su-

p r e ~ ~ i apara
, que mande ejecutar lo necesario en su
cumplimiento, ordenando se imprima, publique y tlis-
tribuya.
)) Dado en la Sala del Congreso, en Lima, Q 27 de

setiembre de 1823.

)) JAVIER
DE LUNAPIZARBO,
Presidente.
n JOSBSANCHEZ Dip'utudo Secreturio.
CARR~ON,
)) FRANCISCO
JAVIER
MARIATIQUE,Diputado y Secretario.

E n cumplimiento de la resolucion que antecede,


))

mandanios se lleve B ejecucion.


)) JOSEDE LA MAR.
)) FELIPEANTOMO ALVARADO.
)) EL CONDEDE VISTA FLORIDA,

)) De orclen d e Su Excelencia.
N FP~ANCISGO
VILDIVIESO.D
- 268 -
El Congreso habia asignado a San Martin, a1 aceptar
su renuncia, una pension de 20,000 pesos anuales,
mientras que a mi y a la escuadra solo sc nos dieron
las gracias.
A la llegada de San Martin se esparci6 la voz : que
un atayue de reumatismo le obligaba a recurrir 5 10s
baiios de Cauquenes. Zenteno mand6 felicitarle por
dos de sus ayudantes de campo, hizo saludar su ban-
dera en toda forma y conducirle la casa d e gobierno
en el carruaje del gobernador de Valparaiso. Esto era
una contradiccion, puesto que el mismo gobernador
habia, poco antes, infarrado con la nota de deserlores
a todos 10s qne habian abandonado la bandera de Chile
por la del Peru; y ahora recihia con honores de prin-
cipe a1 que no solo habia dado el ejemplo de tal cri-
men, sin0 que habia inducitlo a otros a cometerlo.
Los patriotas de Chile ansiaban que yo arrestase a
San Martin, y estoy cierto, que si asi hubiese proce-
dido, 10s hombres dcl poder no se habrian quejado ;
pero yo preferi ticjar que el gobierno siguiese su pro-
pio curso.
A1 siguiente dia, Sitn Martin parti6 para Santiago en
uno de 10s carruajes del Director, acompafiado de una
escolta, encubriendo esta muestra de honor con el
ternor que habia For la seguridad individual del Excmo.
Protector, temor algo fundado si se atiende a la juslicia
con que el pueblo chileno apreciaba su conduclapasada.
- 272 -
Yo me encontrabn ;i In sazon en Onintcro; nias nl
saber lo que se pasabn, me fui a Valparaiso y volvi a
tomar el mando de la escuadra. Habianse pasado d esla
6rdenes contrarias B 10s arreglos hechos respecto a1
prcbio de presas debido 10s oficiales y tripulaciones.
El Gulvarino, que estaba destinado ser vendido para
pagnr, tuvo 6rdenes de salir a In mar para condricir 6
Snn Martin a un lugar seguro, pues temia cacr en ma-
'
nos de Freire, quien le habria sabido hacer la justicia
que se merecia. La escuadra, antes de mi Ilegada,
habia tomadc ~1 asunlo por su menta, colocando a1
Lautaro al costado de1 Galvarino, en posicion de echarle
a pique si trataba de moverse. Los fuertes de tierra
' habiaii cargado sus cafiones tambien para amenazar a1
Lautaro.
Ap6nas habia yo restablecido el brden, volviendo B
tomar el mando, recibi la siguiente carta del general
Freire :
a Concepcion, 18 de diciembre 1822.

)) Estando la provincia de mi mando fatigada de su-

frir 10s efectos de una administracion corrompida, que


ha reducido a la Republica un estado de mayor de-
gradation que aquel en que se encontraba cuando hizo
el primer esfuerzo pwa obtrner si1 iibertnd ; m i h t r a s
- 273 -
que, con la ayiida de una Conrencion ilegitiniaincnte
crenda, sin el consentimiento del pueblo, se lian for-
jado planes para escli~vizarlo,haciendolo patrimonio
d e t i n d6spota ambicioso, en tanto que, para afianzarlc
en el mando, se han hollado 10s imprescriptibles de- .
rechos d e 10s ciudadnnos, proscribiCndolos de su pais
natal del modo mas arbitrario.
D Ya no nos queda nias.quc resolvernos heroica-
mente a salvar el fruto de onze aiios de penosos sacri-
ficios; para este efecto he depositado entre las manos
d e 10s representantes legales, que sc liallan reiinidos
en la ciudad, la autoridad que h a s h nqui he ejercido;
pcro a pesar d e mi falta de mkrito, y mi sincera re-
nuncia, el Poder constituyente se ha dignatlo colucar
sobre mis dkbiles hombros este enorme peso, yolviendo
a conferirme el mando civil y militar, como V. E. verli
por la adjunta resolucion que tengo el honor d e remi-
tirle.
*)) Dios guarde ii 1’.E. muchos niios,

1) Firmado. - RAMONFREIKE. ))

Habin pues estallado una rerolucion para deponer Q


O’Higgins, y el general Freire, apoyado por 10s habi-
tahtes d e Concepcion y Coquimbo, estaba en armas
para consumarla. Yo tomb la resolucion d e permariecer
neutral, porque tal era mi papel como extranjero, aun
cuando era evidente la caida de O’Higgins.
- 214 -
No contest6 6 la carta de Frcire.
Mas tarde recibi la comunicacion siguiente :

(( Concepcion, noviembre 20 de 1822.

)) Mi mcjor y mas distinguido aniigo

1) Es llegaclo e1 momento en que la patria y las cir-


cunstancios en que zozobrn la causa publica, exigen
iniperiosamente la proteccion de 10s hombres que ge-
nerosa y juiciosamente saben arrostrar toda clase de
sacrificios para sosimerla y sus sagrados derechos.
Corramos e1 velo 6 las tramoyas con que se juega y
alucina Ila Repitblica llevindola precipitadamente ti
su 6ltima ruina. Su deploraclo estado es publico y no-
torio. No hay habitante que no lo conozca, y llore la
pdrdida de su libertad, pr6xima 6 verse mas aherrojada
que cuando gemia bajo el yugo peninsular.
1) El viciado modo con que el Supremo Gobierno

dispuso In reunion de repesentnntes cscogiendolos y


nombr;indolos por medio de billetes dirigidos a todos
10s jueces cabeceras de pariidos, ha producido el fruto
que podia esperarse. El Reglamento de Comercio y la
Constitucion que ha salido 6 luz lian acabado de poncr
en claro Ias nmbiciosas miras del primer magistratlo,
intriga, y corrupcion de siis minislros dc Estado. '~'otlo
desdubrc que las aspiraciones de aqnel se iian trastor-
- 273 -
nado. La fortuna que lo ha favorecido constanktncntc,
ha dado ya la ambicion un lugnr prcferente cn su co-
razon. El encan1;idor lialago de una corona, no puedc
rcsistirse mas; y asi sc ve que la Rcd se licndc sin cli-
simulo en tccla la cxtcncion del Estado para conducirlo
como d e la mano a1 fin propuesto. Es un clolor vcr
instantaneamcnte marchitarse 10s laureles en la iliano
d e aqucl que tan gloriosnmentc sup0 adquirirlos. 'i'cngo
por supcrfluo detcnerme en haccr 6 V. rcflexiones
sobrc estos particularcs, pues de fodo estd mcjor pc-
netr;ido que yo ; y asi vamos ri otra cosa.
P Permitarne V., sin ofender su rnoderacion, quc Ie

haga unos breves rccnerdos aunque scan pilblicos y no-


torios. V. disfiwtaba de honorcs, grxduncion, y fortuna
en el sen0 de una nncion de Ins mas brillantes de la
Europa. Todo lo abandon6 gencrosamente, inipelido
de la nobleza de sus liberalcs scntimientos, y quiso,
nrrostrando pcligros, venir a trabajar por nucstra libcr-
tad, y ser el principal inslrumcnto que nos ha hccho
arribar ci ella. El Orbe entcro est& llena de las heroicas
y seiinladas accionc.; de V. para destruir la tirania y
librar h la hmkrica. Los hahitantes d e toda la Republica
e s t h tan penctrados de este vivo reconocimiento, que
cada m o sientc no estar en sus alcanccs el podcr tlnr
ti V. la complcta prueba de su sensible gmtitud. h t a
prorincin, qnc por carActer anxi la yirtud y rcrdatlcro
inerito, idolatra d V. a1 mismo tiempo que clet ta y
- 976 -
aboniina a1 tirano Libertndor del Peru que acaba de
regresnr 6 este suelo en donde con lagrimas de sangre
sc llora el premio que ha tomndo por 10s servicios
prestados. En Chacnbuco se habrin concluido la guerra
en toda la Repulllica si se liribiera qrierido; pero era
precis0 conservarla para hacerse necesario, y llevar
a cabo las riegras niiras de combinacion.
)) Toda esta sacrificada y asolada provincia ha arri-

bado al tbrmino de su exasperacion. Sus habitantes


eslan unanimeniente decididos por prornmpir de una
vez con el grito de mntacion y reforma tie gobierno; y
protestan que el sol 10s v c r j respirar el aire de liber-
lad en el siielo Araucano, 6 que quedarri yermo, mu-
riendo torlos en el campo de In gloria para alcanzarla.
Fste es el voto general manifestado por el Pueblo sin
excepcion d e sexos, n i edades. Este es el voto de las
virtiiosas tropas que tengo el honor d e mandar ; est0
es lo que qiiiere la oficialidad; y esto es lo que qriiere
todo el saccrdocio. Acometido yo con estas declara-
ciones i q u 6 debo contestar a ellas? Deho confesar mi
uniformidad de sentimientos, y recordnr que ayer era
un simple ciudadano, cuyo corazoil inflamado por 10s
deseos de cooperar a1 quebrantamiento d e nuestras
cadenas, me hizo empufiar la espada para obrar mas
actiramente. El Cielo ha favorecido mi suerte mas alla
de mi corto rnbrito. A la Patria deho el ser y rango
clue tengo: por haber trabajado en darln la vida se
- 377 -
me ha exaltado; luego j c a b r i en una alma sensible la
negra ingr'ititud de rebelnrse contra la madre que
amante y amorow me ha nutrhlo, y clavarla el pufial
en el pecho para darla la inucrte? No, mi car0 amigo,
I6.ios de mi semejante perisamiento; Preire, ha jurado
vivir 6 niorir por la salud y libertad de la Republica, y
hoy renucva esle sagrndo voto penetrado del mas
acerho dolor a vista del motivo que le obliga; pero fia
que el Dios propicio protcgerj la justicia y rcctitud d e
sus intenciones, segundando sus humanos deseos para
economizar toda efusion de sangre.
)) SB quc V. csld mas inleresado que yo en ver coiisu-

niada entcrnmente, y en su verdadero sentido la liber-


tad dc Chile, por quien tan gloriosamente ha trabajado.
S6 que sentiria V. mas que yo, ver perdido el frnto (le
sus oficiosos desvelos. En la nobleza de su pecho, ni
en la pureza de mis sentimientos, no puede tener lu-
gar la indifercncia; es preciso obedecer B 10s preceptos
de probidad grabados en nuestros corazones; camine-
mos consccuentes en la o h emprendidn; no pcrmi-
hnios se tiznen ti la fnz de las naciones las glorias de
Chile; oigamos 10s clamores de la Patria que nos llama
cntrwntlo en niievas atliccioncs cuando habia llegado el
ticmpo en que debia respirar. Yo cuento, asi como
loda esta provincia, con que V. se iinird A mis senti-
1:iientos para d a r el golpe de niano que exige la salud
(IC la Patria como V. lo presencia. Disponga V. lo que
IG
- 278 -
convenga con la cscuadra para guardar aqucl y cstc
puerto; tocamos el momento de l e ~ a n t a el
r grito; con-
testerne V. sin pdrdida de ticmpo con la sinceridad que
me prometo de su amistad y nobleza. Tengamos la sa-
tisfxcion de contribuir empeiiosa y desintcresadamente
en reincdiar 10s males y salud dc In Repitbliea, sin que
otro objeto aIguno sea el norte de nuestras operaciones.
1) Tkiigase por odiosa y sospechosa la resiclencia d e

San Martin en ningun punto del Estado Chileno. Salga


de dl para ir B hacer felices en otra parte ;pues tan car0
vende su proteccion i 10s desgraciados.
)) Repito que cuento con que el roto de V., de toda

la escuadra, y el niio es uno solo; y este mismo es, el


que estti sellado en el corazon de todos 10s verdaderos
ainantcs de la justicia y libertad ; este amor lo com-
paro solamente a1 d e V. y a1 mio; 6nanse pnes intima
y fraternalmcnte p a n tener la dulce satisfnccion de
hacer felices y cortar en su raiz 10s pasos que tienen
sus miras y tendencia hicia la esclavizacion de la Re-
phblica. Est0 espera d e v. in rectitucl de mis intencio-
nes, y que esta invitacion s e r i recibida como la mas
relevante prueba que pueda darle de la alta conside-
ration con que siempre soy d e V.
D Su mas fie1 6 invariable amigo,

n Firmndo. --HAMON FEEIRE.


)) Seiior vicealmirante dc la escusdra de Chile. 1)
- 279 -
Creyendo que mi mision m e prohihia mezclarnie
en las contiendas civiles, m e ahstuve de dar una con-
testation innediata. Afortunadamente vino en mi
auxilio un suceso inesperado, que me sac6 de la em-
bnrazosa posicion en que me encontraba y del cual
se tendri conocimiento en el capitulo inmediato.
. C A P ~ T U L OX I I

-
Acepto e! llamamiento del Brasil. Carta a1 Supremo Director. -
San Martin deja a Chile. -Se me permite salir de Chile. - Carta
a1 general Freire. - Mi partida.

El suceso inesperado a que se alnde en el capitulo


anterior, fu6 la llegada de un expreso del encargado
de Negocios del Brasil, residente en Buenos Ayres
en que me trasmitia una propuesta d e su gobierno para
que tomase el mando de la escuadra de ese imperio,
A fin de expulsar 10s portugueses que aun domina-
ban en la mayor parte de aquel territorio. Para ello
ieninn en vish 10s resullados obtenidos en el Pncifico.
Considerando la situacion embarazosa en que me
hallaba, me puse a meilitar seriamenlc cii la rrsoln-
cion quc debia tomar.
Por este tiempo, Freire h a b k emprendido su ninrcha
sobre la capital y enviado, en un bugue mercante ar-
- 281 -
mado en guerra, a1 capitan Casey, ti saber mi contes-
tacion a las cartas que me tenia escritas. Sin echar el
ancla, Caseg envi6 un bote al O'Higgins. Mi contesta-
cion fu6 que rehusaba cooperar ;i la revolucion. Casey
se march6.
Los ministros sospechaban de mi, y suponibndome
capaz de m i r m e a Freire, principiaron a retirarme
10s buques que mandaba, tomando el pretext0 ya d e
repararlos, ya de convertirlos en navios de almacen.
El Valdivia y el O'Higgins fueron puestos a disposi-
cion del comandante de marina para recorrerlos, y el
Lautaro para navio de almacen. No me qued6 mas que
la goleta Monlezuma y fu6 a bordo de ella que enar-
bo16 mi pabellon.
El Galvarino fu6 mandado 6 la mar y sin un inglbs a
su bordo. El Lautaro, lo principiaron a alistar para
salir ;i la mar, lo c u d dib motivo a lawsiguiente nota
que dirigi a1 capitan Worcester :
(( Habiendo recibido brdenes del Supremo Gobierno

para que el Lautaro sea colocado como navio de al-


macen, a1 mando del gobernador, y observando se
coptraviene a dichas brdenes en vista de 10s prepara-
tivos que se estan haciendo para enviarlo d la mar, se
le manda a V. y prescribe por lo tanto, enarbole m i
bandera, y obedezca todas las brdenes que recibird V.
de mi en el servicio del Estado.
)) COCHRANE.D
16.
- 2x2 -
Cansaclo de una conducta tal, wept6 el llamamiento
del Brasil, confiando en que otro gobierno mas jiisto
y csclarecido me pagaria cuanto se m e clchia. A1 -
efecto dirigi a1 Supremo Director la siguiente carta :

(( Valparaiso, enero 8 de 1823.

)) Excmo. Seiior,

n Las dificultades que he experimentado e n llevar B


cabo Ins empresas nawles felizmed te consumadas du-
rante el period0 de mi mnndo corn0 almirante de Chile,
no hail sido efectuadas sin una responsahilitlad que can
dificultad volveria ri asumir sobre mi ; no porque vaci-
lase en hacer cualquirr sacrificio personal en favor de
una causa de tamcliio interes, sin0 porque 10s pr6spe-
ros resultados had conducido 6 enajenar enteramente
las simpatias de bencm6ritos oficiales, cuyx coopera-
cion era indispensable, a consecuencia de la conducta
del gobiernu.
)) Lo que mas impresion ha hecho en sus zihimos ha
sido, i10 Ins privaciones qiie han sufrido, ni el haher-
seles fetenido sus pagas y lo demas que se Ics &be,
p r o si el que el gobierno se haya enteramedte abste-
nido de teconocer ptiblicamente las distinriones y
honores prometidos A su fidclidad y constancin hdcia
Chile ; especialmente en un tienipo en que no se per-
donaba medio alguno para inducirles a ahandonar la
- 183 -
causa de aquel Estado por el servicio del Protector del
P e r u ; y aun desde cntbnces, bien que el gobierno chi-
leno no careciese de arbitrios 6 conociniiento de 10s
hechos, se ha sonictido a la influencia de 10s agenles de
un individuo que hahiendo perdido su poder en el
Peru, volvi6 :ireasumirlo en Chile.
n El efecto que esto produjo en mi, m e es tan pro-
fundamente sensible que no puedo fiarme en mi mismo
para expresar con palabras mis sentimientos perso-
nales. Deseando, conio lo hago, atenuar mas bien que
acusnr, no dirt! nada en la narratim de estas circuns-
trncias que no piieda ser probado d e un modo incon-
testable.
)) Todo cuanto h e recomendado 6 pedido para el bien

del servicio naval ha sido espiado 6 denegado, bien


que el asentir B ello Bubiese colocado B Chile en el
primer rango de 10s Estxdos maritinios en esta parte
del globo. Rfis solicitaciones y sugestiones se fundaban
en lo que sc praetica en el primer servicio naval del
mundo-el de Inglaterra; sin embargo, no se tomaron
en consideracion, como si su objeto hubiese teniclo por
mira mi utilidad personal.
)) Hasta aqui nunca h3 comido el pan de la ocio-
sidad. No puedo adaplar mi inimo un eslado de
ioaccion qne aun ahora mismo pndiese ser gravoso d la
liep6blica d e Chile, exigiendo m a pension andal por
servicios pasados ; especialmcnte c u m d o un almiran te
- 28% -
del Peru est6 actualmente niandando una parte de la
escuadra chilena, en tanto que se envian 6 la mar otros
buques sin que se m e comunique bajo qu6 brdenes
obran,y es el Supremo Gobierno que 10s ha despachado
por medio del gobernador de Valparaiso (Zenteno).
Menciono incidentemente estas circnnstancias por ha-
berme confirmado en la determinncion d e retirarme
por un tiempo d e Chile, no pidiendo nada para mi du-
rante mi ausencia, por lo tocante 6 las sumas que me
se eslan debiendo; me abstengo en el interim de apu-
Tar por el pago basta que el gohierno est4 mas desaho-
gado de sus dificultades. He cumplido con todo cuanto
mi deber publico reclamaba, y si no me ha sido po-
sible consumar mayores cosas, la falta debe imputarse
A circunstancias iridependientes d e mi voluntad ; de
todos modos, teniendo aun el mundo abierto delante
de mi, espero probar que no ha sido por mi culpa.
)) He recibido propuestas de parte de Mdjico, Brasil,

y un Estado europeo; pero aun no h e aceptado nin-


~ U I I Ode estos ofrecimientos. Sin embargo, el gdnero

de vida activa 6 que estoy acostumbrado no me per-


mite rehusar mis servicios a aquellos que gimen en la
opresion, como le acontecia a Chile antes d e que fuese
aniquilada la fuerza naval espafiola en el Pacifico. En
esto estoy pronto a justificar cualqiiier partido que
creyere adoptar. AI despedirme en estos thrminos de
Chile, lo hago con el hondo y pesaroso sentimiento de
- 283 -
que no se me haya pcrmitido ser tlc mayor utilidad :i
la causa de la liberlad, y de que nie vea ohligado a
separarme de individuos con quienes habia esperado
viyir largo tiempo, sin violar aquellos sentimienlos de
honor que, si llegasen B ser hollados, me habrian he-
cho odioso B mi mismo y depreciable 6 sus ojos.
)) H a s h este dia me he abstenido de importunar la

atencion d e V. E. acerca de la respuesta que hice 6


las infames acusaciones presentadas por 10s agentes
de San Martin, conociendo tenia V. E. objetos mas ur-
gentes que atender. Sin embaisgo, hoy me veo obli-
gado a rogarle se sirva tomar este asunto en conside-
ration, 6 fin de que - segun ha acontecido en el Peru
- estas falsedades puedan hacerse manifiestas , asi
como el ignoble caracter de aquel hombre que alevo-
samente se arrog6 10s atributos de general y legislador,
bien que careciese rle valor y conocimientos legisla-
tivos, sirvihdose en su lugar d e la duplicidad y
aslucia.
-
)) Firnado. COCHRANE. ))

San Martin permaneci6 en Santiagc hasta enero de


1823, kpoca en la cual conoci6 la gravedad de la revo-
liicion y se march6 B Mendoza, de donde se dirigib B
Europa.
Yo petli perniiso para retirarme del servicio por un
tiempo dado y a1 instante me fu6 acordado, porque 10s
- 286 -
ministros temian me reuniese a Freire, inlencion que
janias tuve como se vcrh por la siguiente carta, escrita
poco despues de mi parlida y cuando ya Freire habia
tlecribado a 0’ Biggins.

(( Bahia, 21 de junio de 1S23.

N Mi respetahle amigo :

)) Me causaria sumo placer el saber que el camhio

q u e se ha efectuado en el gobierno de Chile, cs igual-


mente ventajoso para su dicha como para 10s intereses
del Estado. Por mi parte, lo mismo q u e Vd., he pade-
cido pur tan largo tiempo y tanto, que no he podiclo
oguantar mas el desden y la doblez de 10s que estaban
cn el poder, por 10 que adopt6 otros medios de armn-
carme de una desagradable situacion.
N No hallandome bajc ayuellos imperiosos debercs
que le obligaban iVd., como nativo Chileno, a rescatar
bu pais de 10s males que lo agobiaban , efecto de las
escandalosas meditlns de algumos de ayuellos que
desgraciadamente estaban en la confidencia del ante-
rior Suprenio Dircctor, no me fu6 posible aceptar slis
ofrecimientos. Aprohaba de todo comzon las tlispoqi-
ciones que Vd. tomaba para hacer desapirecer aqm-
110s; y mi mano estaba solo tletenida por el convenci-
miento de que mi interposicion, como exlranjero, en
10s negocios interiores del Estado, no solo liubicse sido
- 288 -
tendra que lidinr con tan numerosos errores y preocu-
paciones, basta ver frustrados sus mayores esfuerzos
para adoptar con entereza 10s rnedios mejor cdcula(!os
a1 adelimto de la libertad y dicha del pueblo. Ad-
mire la clase media B inferior (le Chile; pcro he en-
contrado siempre el Senado, 10s Ministros y la Con-
vencion, niovidos d e la mas mezquina politicn, la que
\es indujo a ndoptar las peores n?edidas. M i iiias nr-
dienle deseo es el que Vd. encuentre por cooperndores
hombres mejores; si lo lograre, podra ser afortunndo,
y salir airoso con lo que de todas v h s desea-el ade-
lanto del bien de su pais.
)) Reciba Vd. mi agradecimiento poi- la manera genc-

rosa y desinteresada con que 6ieniix-e me ha tratndo,


y cr6aine su invariable y fie1 arnigo.
D COCHRANE.
n A Su Exceleiicia Don Ilamon Freire, Supremo DirectoT
de Chile, etc. ))

A1 saberse que yo habia aceptado lo oferla del


Brasil, varios oficiales de alto riiCrito m e pidieron 10s
Hevase: ii lo cual accedi gustoso.
En srguida dirigi tres proclanias : una ;ila escuatlra,
otrn al pucblo de Chile, en doncle hnbia esperado pasar
el reslo de i n i vida, y una tercera a 10s comerciantes
dc Valparaiso, tanto ingleses como nacionalcs, quienes
.en un principio me habian prestado todo gbnero de
-. 289 -
confianza y apoyo, y quc despues me retiraron por no
consentirles un trdfico ilicito.
El 18 de enero de 1823 arriB mi bandera enarboladn
en la goleta Monteauma, y me di 6 ta vela para Rio
Janeiro en el bergantin Coronel Allen.
Lord Coch;.ane termina sus Memorias haciendo una
extensa reseiia de 10s perjuicios pecuniarios que recibi6
durantc sirvib a1 Peru y Chile y quejrindose amarga-
mente de que n o se hayan reembolsado estos ni pa-
gadbsele sus acrecencias.
Como estos puntos han sido repetidas veces expues-
tos, hemos creido omitir esta parte enojosa y personal,
mucho mas, despues de 10s documentos que se veran
en el ApBndice.

FIN DE LAS XEMOBIAS.

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Carla a1 Supremo Director.

(( BIayo 4 de 1820.

)I Excelentisirno Sefior,

Mallando que todas las medidas propuestas par,a la


expcdicion del PerC se hacen p6blicas -
que tod 0 lo
que se decide hoy se contradice mafiana -
que n,n ob CD

sigue sistemi alguno con respecto A asnntos n,avales 6


de estado, que promueva 10s inkreses de V., E., que -
se oponen retardos perjudiciales de todo linaje a1 buen
Bxito de una einpresa que Q. E. clesca ndelanta r - que
la expedicion d e 2,000 homhres (nmpliamen te sufi-

1. Los clocumeiitos diseminsdos que van en el apbndice, deben ser


Ipiecisdos ateiidieiido Ci las fechas. N. DEL ED.
- 291 -
ciente) no debia diferise por ningun concepto, pcro
que se ha dilatado con el objeto de aumentarla hasta
4,000-y que aun nhora se la detiene a fin d e asegurarse
de la posicion yfuerza del enemigo en el Callao, del que
ahora sabemos tanto como sabriamos cuando el A t o w
tezuma volviese dentro d e unos cuarenta dins, despues
-
de una investigacion inutil hallando, en una palabra,
que se ha desviado d e todo cuanto estaba estipulado y
convcniclo : es m i Animo ceder el inando d e la escua-
dra a cualquiera que posea la confianza de V. E.; cuyo
acto, espero, aumentard su tranquilidad, clispensindole
de mis opiniones con respecto :i lo que debia hacerse,
pero que no se ha hecho, y 6 lo que podia cjecutarse,
pero que ni aun se ha ensayado.
)) Me he ahstenido d e enviar el Nontezuma i un viaje

de cuarenta dias a1 Callso sin objeto, hasla que reciha


6rdenes definitivas de V. E. - considerando que el
clespachar csle buque cs no solainente inutil, pero [in
pretext0 de demora, de naturaleza 5 frllstrat- toclo
cuanto V. E. tiene prerneditado. i OjaM pudiese V. E.
notar la palpable traicion que impide reunir todo
-
cuanto es de importancia para la expedicion ! dig0
palpaple traicion, pues no se ha procurado aun un solo
articulo necesario.
B i Puede V. E. c r e w que solo un huquc eski en las
mnnos del contratista ; y nun ese no estii corriente para '

la mar ? i Querra imagiIiarsc que lo5 6iiicos viveres que


- 292 -
el agente del contralista tiene reunidos son veintiun
dias de raciones de pan, y seis de came salada, y que
a1 preguntarle si tenia pronto algun charqui, su res-
puesla fu6, (( que el pais abundaba de 81? )) i Se per-
suadirAV. E. de que solamente hay aprestados 120 cas-
cos de a g m para 4,000 de tropa y las tripulaciones de
la escuadra ?
)) RstB V. E. seguro que solo su propio interes y el

del Estado podian indocirme a expresar estas opinio-


nes; pero a fin de convencerle que no deseo abando-
nap el servicio, si mi permanencia en 61 puede ser de
alguna utilidad- mi solo anhelo siendo evitar hacerme
el blanco de desastres despues que hayan ocurrido -
propongo ahora ceder el mando de la escuadra, y acep-
tar en su iugar el de las cuatro presas armadas’ que el
O’Higgins cogi6 en el ultimo corso, y con 1,000 boni-
bres de mi eleccion consumar todo lo que se espera
de 10s 4,000 de tropa y la escuadra ; aquellos siendo
una fuerza manejable, capaz de frustrar todas las com-
binaciones defensivas del enemigo, en tanto que estos,
bajo el inando niilitar solamente, no solo serin inma-
nejables en operaciones irregulares, sin0 que, por su
falta de destreza, paralizarin 10s movimientos navnles.
)) En conclusion, debo repetir a V. E. que en las ac-

tuales circunstancias, el secret0 inviolable en las reso-


’ luciones, y la rapidez en las operacioues ?on la sola
seguridad sobre que reposa la prosperidad del go-
ha de tener todo est0 en nada, vuelvo de nuevo ri PO-
ner B las 6rdenes de V. E. el nombramiento con que
se me ha honrado, para que pueda convencerse de
que no tengo otro objeto mas que servir B V. E. en
todo lo que sen compatible con el honor.
)) Tengo el honor, etc.

)) COCHRANE.))

Carta Ci Cochrane.

(( Lima, 20 de agosto de 1831.

)) Mi estimado amigo :

)) La apreciable de V. de ayer me hace conocer que


In franqueza de sus sentimientos solo es ignal a1 inte-
rcs con que mira la causa del pais y particularmente
el acierto en la direccion de 10s negocios que tengo a
mi cargo. Yo no puedo ver la suerte y la opinion de V.
sin el mismo grado de aprecio que V. mira lodo lo
que me pertenece. Conozco cutinto ama V. la gloria, y
no puedo m h o s de simpatizar con 10s deseos que
tiene de aumentar la que ha adquirido: V. no debe
dudar que contribuire B ello eficazmente y que es muy
tnsto el campo que aun nos queda que andar, parti-
- 295 -
ingratitud, y no se sorprendera por mas tiempo se
haya denegado a1 Protector una corona imperial como
recompensa d e sus labores en favor de la causa dc la
libertad, pero aplaudirh su resolucion de liaber elegitlo
deentre 10s mas esclarecidos ciudadanos devuestropais,
hombres capaces de afianzar la independeneia, y pro-
mover la prosperidad del Estado conforme & 10s prin-
cipios d e libertad nacional bajo el imperio de 13 ley.
Sirvase V. E. rogar c n mi nomhrc a1 Soberano Con-
greso se digne mandar sea depositatla en sus nrchivos
la adjunta carfa, y 10s cargos que la acompafian que
Don Jose de San Martin present6 contra mi a1 gobicrno
chileno, re!atiws 6 mi conducta en el Peril, B fin d e
que con eso quede u n recuerdo por tlonde se puccla
juzgar d e 10s actos cuando 10s actores liayan desapa-
recido de esta escena. Enl6nces la nivcladora mano
del tiempo eguilibrari la balanza de la justicia repar-
tiendo igualmente a cads nno la medida de aprobacion ,
6 viluperio que se merece.
)) Que 10s actos del Soberano Congreso y del Go-

bierno Ejecutivo del Perti scan de naturaleza ,iobtcner


la admiration y A granjearse el afecto de siis gober-
nados, es, Excelentisirno SeFior, el constaiite ruego,
de este muy obediente y humilcle servidor,

)) Firmado. - COCHRANE.
)) Valpamiso, 12 de diciemhre de 182%.))
- 296 -
Despedida.

K j Chilenos - mis Compatriotas


N El enemigo comun de America ha
Chile. Vuestra bandera tricolor tremola
afianzado con vuestros sacrificios. Algunn
intestinas perturban 5 Chile. No me t
sus causas, ni acelerar 6 retardar sus
me es permitido desear que el resultadc
a 10s intereses nacionales.
)) Chilenos, - Habeis expulsado de vi
enemigos de viiestra independencia;
acto tan glorioso alentando discordia y
anarquia -el mayor de todos 10s ma
la dignidad a que os ha elevado vue!
J- si os veis en la precision de adoptar 2

para afianzar vuestra libertad nacional


1
vosotros mismos - obrad con prudencia -
1’ d o l a n c

guiar por la justicia y la razon.


n Hace ahora cuatro afios que la sagrac
vuestra independencia me Ham6 a Chile,
conquerirla. La h e visto consumada. Solo r w a a ~ ~ o r a
el conservarla. Os dejo por algun tiempo, ii fin de no
mezclarme en asuntos ajenos de mi deber, y por otras
razones, acerca de las que guardo por ahora el silPnr;n
para no fomentar espiritu de partido.
- 297 -
)) Chilenos, sabeis que la independencia se obtiene li

la punta de la bayoneta. Sabed tambien que la libertad


se funda en la hricna ft: y las leyes del bonor, y que
aquellos que contravienen ti ellas son vuestros unicos
enemigos, entre 10s que nunca encontrarbis a

)) Firmado - COCHRANE.
)) Quintero, 4 de enero de 1823. ))

(( Santiago de Chile, abril II de 1823.

)) Ministerio de Relaciones Exteriores.

n Excelentisimo Sefior ,

)) Habiendo 10s representantes del pueblo chileno.

reunidos legalmente, nombrado Director Supremo del


Estado a S. E. el mariscal Don Ramon Freire, este su-
ceso ha terminado feliz y provechosamente 10s rnovi-
rnientos interiores que agitaron a1 pais. A1 entrar el
nuevo gobierno a1 desempefio de sus delicadas funcio-
nes, ha notado la falta que hace V. E. en un Estado
cuya preponderancia maritima, y nctitud imponente
sobre el enemigo eran debidas a1 valor y li la pericia
de V. E., y a la extraordinaria opinion de ELI n o n b r e ,
seiial de confianza para 10s chilenos, y de terror y des-
aliento para 10s enemigos.
17.
- 29s -
)) La pkrdicta del ejdrcito aliado en Moquegua, donde
ha sido batido pol el general Cantcrclc, ha causado la1
trastorno en el cursc de la presente gucrra, que tal vez
la capital del Pbrit debe sucumbir 31 enemigo por la
superioridad que ha adquirido. E n tales circunstancias,
Chile necesita dar un nuevo impulso & sus fuerzas m a -
rilimas , y especialmente anmciandose con seguridad
estar prbsimn 5 zarpar de Clidiz una expedicion com-
puesta de dos naiios de guerra; noticin harto vero-
simil, pues que el envio de una cscnadra a restaurar
10s contrastes del Peru, era el objeto d e 10s mas empe-
fiosos csfuerzos de 10s Espaiioles que ;i este objeto ha-
bian remitido auxilios de dinero a la Peninsula.
)) V. E. i su partida prometi6 no abnndonar la causa

de la Indepecdencia, y Chile que ha mirado siempre en


V. E. uno de sus mas ilustres protectores, no dcbe
quedar defraudado de aquella promesa en el momento
del peligro, asi como tampoco V. E. dejar incompleta
su grdnde obra. Con estas consideraciones, es :que el
Director Supremo, me ordcna rogar 6 V. E. en nombre
de la nacion, y en el suyo propio, tenga 6 bien rolver d
este Bstado, a1 m h o s por el tiempo critic0 de sus peli-
gros. S. E. confia en el generoso amor a la humanidad
que V. E. abriga en su corazon, y no duda que resti-
tuido V. E. B nuestro territorio, tan prontamente como
lo exigen las circunstancias, acredite asi, que no per-
dona fatigas ni sacrificios, cilando se trata d e sostener
- 290 -
la bclla causa en que V. E. quiso coinprometerse desde
el principio.
)I Dignese V. E. entretanto aceptar 10s sentiniientos

d e mi mas atenta consideracion.

)) Excmo. Sr. ~~icealmirantede la escuadra chilena, muy


honorable lord Cochrane. ))

(1 Excmo. Sefior )

)) Tengo el honor de haber recibido poco hacc su

carla de 11 de abril) participhdome la elevacion del


rriariscal d e campo Don Ramon Freire ri la alta dignidad
dc Director del Estado d e Chile, por aclaniacion del
pueblo, elcccion en la que eordialmente me complazco,
piaes ha colocado en el poder ri un patriota y amigo.
RIis senlimientos hicia Su Excelencia han sido por
largo tiempo muy conocidos del tillimo Supremo Di-
rector, y de sus ministros, y pluguiese al cielo que para
la expcdicion del Per6 se hubicsen aprovechado de 10s
litibilcs y desiuteresados servicios del general Freirc,
en cuyo cas0 las C O S ~ Sde la Am6rjca del Sur habrian
tenido ahora un muy diferente aspecto ; pcro la faceion
de Bucnos hyres, animadn de ambiciosos molivos y
mas s6rdidas niiras, se entremetih, 6 hizo malograr
- 300
aquellos planes q u e , Bajo la direccion del general
Freire , hubiesen pronta y dichosamente terminado la
guerra.
)) A1 separarme d e Chile no podia mirar a1 pasado

sin sentimiento, y a1 porvenir sin desconfianza, pues


sabia] por experiencia que designios y objetos dirigian
10s consejos del Estado. Crkame V. E., solo la intima
conviccion dc que era en aquellas circunstancias im-
posible rendir al buen pueblo de Chile ningun otro ser-
vicio, 6 vivir con tranquilidad bajo semejante sistema,
pudo inducirme a alejnrme de un pais que yo vana-
mente creia me ofreceria aquel sosegado a d o que,
despues de todas las aflicciones que habia sufrido, con-
sideraba necesario li mi reposo. Mis inclinaciooes tam-
bien eran indubitablemente en favor de mi permanen-
cia en Chile, por congeniar mis habitos con las maneras
y costombres del pueblo, exceptuando solamente aque-
110s pocos que, por su contiguidad a la corte, estaban
corrompidos, 6 cuyos entendimientos y costumbres se
hallaban envilecidos por aquella especie de ediicacion
coloniaI espaiiola que inculca la duplicidad como la
principal prenda de todo hombre de Estado en sus re-
laciones, tanto con 10s individuos como con el pu-
blico.
)) Hablo ahora con mas especialidad de las personas

que acaban de salir del poder, exceptuando, sin em-


bargo, el ultimo Supremo Director que crco ha sido la
- 301 -
victima de sus artificios; y le aseguro a V. E. que nada
me caasaria tanto placer, por el bien de 10s ingenuos
Chilenos, coni0 ver que con el cambio de ministros,
se ha canibiado tamhien el sistema, y que 10s ycrros
de sus predecesores, y su consiguente suerte, sera11
una eficaz precaucion contra un modo de obrar tan
ruinoso.
n Seiialeme V. E. una obligacion que se haya honrosa-
-
mente llenadd, una empresa militar cuyo declarado
objeto no haya sido alterado - 6 una solemne pro-
mesa que no se haya quebrantado; pero mis opiniones
a cerca d e esta falta de palabra, en diferentes oca-
siones durante la lucha, cuando cada cosa estaba pre-
sente a mi espiritu, se hallan consignadas en mi
correspondencia con el ministro de Marina, y muy
particularmente en mis cartas privadas a Su Excelen-
cia el anterior Supremo Director, d quien infructuo-
sarnente previne de todo lo que ha ocurrido. La carta
tambien que dirigi a San Martin, en respuesta a sus
acusaciones, de la que trasmiti oficialniente copia a1
predecesor de V. E., contiene un breve compendio de
.
los’yerros y locuras cometidas en el Peru; como mis
cartas pitblicas y estos documentos se encuentvan, sin
duda, en poder de V. E., me abstendrt5 de cansar su
atencion con la repcticion de hechos que yii conoce.
)) Mire V. E. mis representaciones acerca de las ne-

cesidades de la marina, y vea i cuanto se hail aliviado !


- 302 -
Note IT. E. mi memorial en el que proponia establecer
un semillero de marineros con estimular el comercio de
la costa, y compare V. E. sus principios con 10s del ~ 6 -
digo Rodriguez que aniqui16 .5 ambos. V e r i V. E. en
este, como cn todos otros c:tsos, que cuantorecomende
para promover el bien de la inarina, se ha despre-
ciado, 6 resistido con m'edidas dircclamente opueslas.
Examine V. E. las 6rdenes que se me dicron, y vea si
tenia yo inns libertad de accion que un monitor de
escuela en la ejucucion de su tnrea. Conipulse V. E. 10s
archivos del ministerio de Marina, y hallari que mien-
tras que la csciiadra se veia casi perecer de hambre,
se estaban embarcando provisiones en Valparaiso, upa-
rententente p a r a la marina, pero iban consignadas c i Don
Luis de Cruz, y se disponia de ellas de un modo que re-
dunda en eterno baldon e' ignominiu. Tal vez encontrari
tambien la copia de una hrden, cuyo original obra en
mi poder (sin estar firmado del Suprenlo Director)
pernaitimdo li un bzique cargado de grano entrar en el
puerto bloqueado del Callao cuando estaba en 10s inayores
upuros, el que entr6 durante mi ausencia, y se vendi6
por una. suma enorme; en tanto que no podian encon-
trarse fondos para enviar siquiera 500 Iiombres A una
jornada dc ocho dias distante de Chile para apoderarse
del Alto Perfi, en momentos en que la mayor parte del
pais estaba rea1n;c:ite en nuestro poder, y cuaiido las
loluntades del pueblo, las que dcspues sc cnajenb San
- 303 -
Martin con su baja scnducta, erah unrinimes en nues-
tro favor.
)) LO que yo he snrrido de incpietud de h i m 0 mi&,-

tras estuve a1 servicio de Chile, niinca volvert. riaguan-


tarlo por ninguna consideracion. El Grganizar numas
tripulaciones-el navcgar buques destituidos de r ela-
men, cordaje, provisiones y pertrechos-el fcndearlos
en el puerto sin anclas ni cables, escepto con aquellos
que yo podia procurarine por niedios fortuitos, eran
diflcultades deniasiado fatigosas ; pero vivir entre ofi-
ciales y hombres descontentos y amotinados por atra-
sos de paga y olras mil privaciones-verse obligaclo ri
incurrir en la responsabilidad de confiscar ri la fuerza
foridos del Peru para pagarles, 6 f h de evitar ri Chile
peores eonsecuencias-y entbnces hallarse uno es-
puesto a recibir reproches de una parte por semejante
confiscacion, y de otra, a ser sospechado de no haber
empleado debidamente aquellas sumas, bien que 10s
libros de pago y 10s recibos de cada arliculo impor-
tante hayan sido enlregados a1 contador general-son
totlas circunstancias tan desagradables y repugnantes
que, hasta que yo tenga datos seguros de que 10s ac-
tuales ministros estan dispuestos a obrar de un modo
dii'erenle, no me es posible consentir en renovar mis
scrvicios, donde, bajo semejantes circunstancias, se-
rian del todo ini'ructuosos a IQs verdaderos intereses
del pueblo. La intriga y maquinaciones de partido
- 304 -
pueden volver a ponerme en la misma condicion en
que m e encontrk antes de mi partida d e Valparaiso, es
decir, un cero a la izquierda y una carga publica;
puesto que 10s buques d e guerra pueden rolver a colo-
carse en manos de un gohernador Zenteno, con la mira
d e exponerme al odio popular, como una persona que
recibe buena paga del Estado, en torno de In cual-
sin buques que mandnr-ningun servicio adecuado
puede rendirse. Que tal era la intencion d e 10s mink-
tros a1 relirarme 10s harcos que estaban 5 mis brdenes,
bajo el falso pretext0 de componerlos, no hay la
menor duda; pues en tanto que se me privaba de toda
honarifica recompensa, no quisieron aceptar la rebaja
que les ofreci d e 4,000 pesos d e mi paga anual, tratin-
dome a1 propio tiempo con todo linaje de desden B
indignidad.
)) Semejaute modo d e obrar, lo s6, es muy ajeno de

las intenciones de la excelente persona que nhora pre-


side Q 10s negocios dc Chile, como creo en todil con-
ciencia no estaba m h o s distante del animo y corazon
del anterior Supremo Director, quien, halldndose colo-
cad0 en esa elevada posicion, estaba desgraciadamente
expuesto a 10s errores que dimanan de prestar oidos 5
las sugestiones d e 10s interesados que rodean sienipre
a1 poderoso, sacando provecho en ocultar la verdad y
propagar el engafio.
N Es un hecho-harto'conocido de todos misnmigos
- 305 -
- que yo habia determinado dejar d Chile, intes dc
recibir ninguna proposicion dcl gobierno del Brasil.
Hasta ahora he sido tratado por este gobierno con la
mayor confianza y sinceridad, y las facultades de que
me ha revestido son en un todo lo contrario de aquellas
inezquinas y coartadas instracciones con que me tenian
encadenado el Senado, 10s ministros de Chile, y San
Martin, d cuyas 6rdenes me habian colocado. El go-
bierno del Brasil, teniendo por mira la conclusion de
la guerrn, di6 6rdenes A este efecto, sin ninguna de
aquellas miserables restricciones que son de natura-
leza a retardar suobjeto, cuando finalmente no lo frus-
tran. Laconsecuencia es, que la guerra en el B r a d
esta ya dichosamente terminada - aunque hemos te-
nido quo combatir contra nna fiierza mucho mas su-
perior -con la evacuacion de Bahia - la huida de la
escundra portuguesa - la captura de una gran parte
-
de sus trasportes y tropas y la rendicion de Maran-
ham-el todo en m h o s meses que aiios ha empleado
el gobierno chileno sin que aun haya conseguido su
objeto, y aun sin otro resultado que el de alejar la
consumacion de la independeiicia del Peru, y su propia
pnz y estabilidad.
)) Debo ahora llnmar su atencion, bien que haya di-
rigid0 ya una carta sohre el asunto a1 ministro de Ha-
ciendo rcspecto a1 haber el gabierno chileno violado el
contrato hecho entre el Seiior Alvarez, su represen-
- 387 -
cuenta del Rising Star, cuyos pormenores puede V. E.
obtener del Sefior Barnard. Con ese blijcto, y 6 fin de
evitar el riesgo y 10s muchos gastos que acarrea el
envio de dinero'a tan grande distancia, pcrmitame V. E.
le sngiera qile el mejor modo de hacer el pago es dar
brden sus agentes en Lirndres para que lo verifiquen
alli.
1) Soy mucho mdnos solicito con respecto 6 lo que se

m e dche, pero despues de haber repetidas veccs ro-


gado a1 contaclor general, Correa cle Saa, durante 10s
ultimos seis mescs de mi estancia en Chile, investigase
y fallase definitivamente mis cuenlas, sin que proce-
cliese 6 ello de un modo efectivo, me ha sorprendido
recibir una comunicacion suya pididndome nombre
un agente clue esplique ciertos particulares que yo
hahia considerado explicitamenlc explanados en 10s
documenlos entregados. Todos estos retardos f obs-
tAculos no puedo considerarlos mas que meros pre-
textos para evitar el pago del saldo que se me adeuda por
rnis seuvicios, y por 10s desembolsos de dinero que me
pertenecia, tanto mas que podia en todn justicia - en
vez de aplicarlo d mantener la escuadrs de Chile -
haberlo invertido en liquidar la cuenta que m c se
dehe, y haber clejado , ri la nianera del gobierno, que
el servicio se ingeniase para salir por si rnismo tlcl
paso. Ademas pern?itame V. E.le recuerdc, Segor, que
ni un solo real de este dinero ha salido del holsillo de
' - 308 -
ningun chileuo, sino que el todo lo he cogido b prow-
rado de manantiales que janias se habian antes utili-
zado para cubrir las atenciones de una escuadra aban-
donada.
D Ruego a V. E. pues, como 6 ministro de Marina,
providencie en justicia acerca de mis reclamaciones, y
si algo de falso 6 fraudulent0 hallase V. E. en mis
cuentas y alegaciones , publiquese en la Gaceta, y
acudrdeseme el privilegio de respuesta.
)) Espero me dispensara V. E. de haber entrado en

estos detalles, y me hara la justicia de creer que ninguno


de ellos deja de ser i propbsito a1 objeto de su carta.
Si no desease molestarle lo m h o s posible, pudiera
seiialar otras muchas razones que me hacen desear ver
niuestras de cambio de conducta ministerial en la ad-
ministration de 10s negocios de Chile, antes de volver
B exponerme 6 dificultades de naturaleza tan penosa,
y de ocupar de nuevo una posicion que he enconlrado
fatigosa, ingrata, y sin provecho.
)) Cuando 10s puertos no habilitados se abriran a1

comercio nacional- cuantlo habran desaparecido esos


obstaculos que hacen ahora el trasporte por mar mas
costoso que el arrastre por tierra-cuando el comercio
de la costa, ese semillero de mariueros indigenas, se
estimulara en vez de ser prohibido, entbnces sera
tiempo de pensar en restahlecer la marina, pues, por
la tocante 6 marineros extranjeros, es tal la aversion
- 300 -
que profesan 6 un servicio en dcnde se les ha tratndo
con tanto desden y engaiio, que estoy suguro que 10s
buques de Chile no volveran nunca a ser eficazmente
surtidos con hombres de aquella clase. No habia, por
cierto, nn individuo entre 10s marineros extranjeros E!
mis brdenes durante el dltimo period0 de mis servi-
cios en Chile, cuya fidelidad no se hribiese alterado
hasta hacer imposible fiarse de ellos en un cas0 de
peligro 6 apuro. t Podian 10s ultimos ministros esperar
que 10s nativos mismos les sirviesen sin sueldo ni ma-
nutencion? Pero Eu Excelencia el actual Director
puede resolver esta cuestion en un cas0 sernejante res-
pecto del ejkrcito.
)) Bueno sera que 10s marineros extranjeros tengan

bastante paciencia para no vengarse-con actos hos-


tiles a1 Estado-de la decepcion y violacion de prome-
sas por parte de San Martin, y de la condicion misera
ri que se han visto reducidos especialrnente durante 10s
seis dltimos nieses de mi estencia en Valparaiso, por
iguales fraudes por parte de Itodrignez, quien, creo,
como ministro de Hacienda, ha sido impulsado por l a -
esperanza de quc obligaria a 10s hombres a abandonar
el pais sin ser remunerados de sus servicios, cuando
se le figur6, y 6 otros individuos tan obtusos como 61,
que ya aquellos no servian de ulilidad alguna.
)) La expedicion chilena 6 Intermedios y 10s ruines

medios con que se habian propuesto obtener a Chiloe


- 310 -
sin mi intervencion, no despertaron 5 la sazon en mi
Animo mas que sen timientos de conmiseraoion y des
precio, mezlcados d e dolor en ver que 10s sacrificios
de u n tan buen pueblo habrian de ser inutiles por la
imbecilidad de 10s que lo gobernaban. Predije saldrian
mal esns dos miserables tentativas. Espero mejores
C O S ~ Sdel hombre que hoy se halln en el poder, y me
causark suma satisfacion el notar esV. E. afortunado en
establescr justas leyes, una constitucion libre, y tin
cuerpo representativo que dirija 10s negocios civiles.
En conclusion, que V. E. salga bien en todo 11D que em-
prenda en beneficio del bien publico; y CIiando yea
. -- .
que V. E. ha entrado en el recto sendero, no le f’altarci
mi mas celosa cooperacion, en cas0 que la n ecesitare.
)) No puedo concluir sin expresar mi alta apireciacion

del honor que Su Excelencia el actual Director me


hizo con desear continuase en el mando dc 1,;1 marina.
Le devuelvo las mas cordiales gracias, y A V E. tam- .
. -
bien por la manera fina con que m e ha comunicado sus
obsequiosos deseos.
1) Firmado.- - COCIIRANE.

))
.T., I ..,
A Su Excelencis el Seilor Don Mariario f i m i i ~ .minimu
de Negocios Extranjeros, etc. 1)
- 312 -
tad0 se formen nuevas C6rtes; pcro dudo mucho que
Ins poblaciones de las diversas provincias puedan en-
contiar hombres competentes para la tarea. Aqui todo
est&tranquilo, y no dudo que asi se mentendra a ]as
inmediaciones de la capital; pero tengo mis temores
respecto a las disposiciones de Ins provincias del Norte.
Sentire mucho suceda algo que perturbe la tranqui-
lidad, ahora que todo el pais esta enternmente libre 15
independiente del Poder Europeo.
)) Por lo que a mi toc,a, la amistad que siempre me

ha profesado y manifestado me hace creer le sera grato


saber que todo ha salido aqui tan cumplidamente
como yo esperaba, habihdose enterninente terminado
la guerra extranjera en el corto espacio de seis nieses,
durante cuyo period0 han caido en nuestro poder
cerca de setentn embarcaciones, inclusos varios bu -
ques de guerra, entre 10s que hay una hermosa fragata
nueva de las mas vastas dimensiones.
)) Aqui hemos progresado de la manera dichosa que

tan apasionadamente me prometia en el Peru, lo que


se hubiese verificado si la expedicion que se intentaba
enviar tres afios hace d 10s Puertos Intermedios man-
dada por V., no se bubiese impedido por las intrigas
de Snn Martin, quc estaba celoso se hiciese algo en 10
quc 81 no iuviese una partepersonal, aunque carecia del
valor y talento para aprovecharse de las circunstancias
cuando se le di6 el mando de la expedicion del Peru.
- 313 -
)) He oido decir se ha publicado en el Peru mi res-
puesta 6 IJS acusaciones de San Martin; Fer0 como es
principalmente una defensa prescnal, no puede inte-
resar mucho a1 publico, a1 que tengo grande inclina-
cion de dirigir una carta tocante a las causas del mal
6xito que tuvieron sus empesas militares, y del origen
y progresion de aquellas intrigas que condujeron a1
mal gobierno d e 10s negocios publicos, y frustraron las
esperanzas y miras del benem6rito pueblo de Chile,
que por tanto tiempo se someti6 con paciente sumision
6 gobernantes que mandaron sin ley y 6 menndo sin
justicia.
)) En la carta que le dirigi con fecha 22 de junio
ultimo, mencionaba con algnna extension razones que
luve para dejar ti Chile, pero como aquella pudo bien
haberse extraviado, creo es bueno repita aqui - lo
que hago con la mayor ingenuidad - que me habria
causado sumo placer haber estado en libertad de poder
cooperar con V.; pero habiendo, mucho antes de
recibir sus comunicaciones , deterniinado salir del
pais por lo mal que se me habia tratado, consider6
que era mejor bajo todos conceptos atenerme B esta
resolucion, y no mezclarme en 10s negocios interiores,
siendo mi deber, como extranjero, dejar 6 todos 10s
partidos A su arbitrio, y en el libre ejercicio de sus
derechos civiles. Con adherir B esta resolncion sacri-
fiqu6 la inclinacion que tenia de haber obrado con V.
18
- 315 -
pudieran halierse alejado con alguna firmeza por parte
de O’Higgins.
)) No tengo motivos para c r e w qne la antigua intriga

entre Puyredon y San Martin se ha vuelto ti renomr por


este illtinlo, y que la fragata francesa que 6ltiniamente
sali6 de aqui para Buenos Ayres lleve encargo sohre
este asunto. Si estas intrigas se extienden 6 no desde
Rlendoza 6 las Cordilleras, no tengo medio d e asegu-
rarlo, pero s6 que el Encargado dc Negocios Frances en
esta ha estado haciendo esfuerzos por debajo de’cuerdn
para indiicir zi este gobierno i que entregue las fortifi-
caciones de Montevideo a1 Estado d e Buenos Ayres, lo
que solo puede ser con la mira d e extender la influencia
francesa en aquellos parajes.
1) Me teino haber abusado ya demasiado del tiempo

de ti. ; d e otro modo me hubiese tornado la libertad


d e hacer algunas sugestiones que m e parece deben ser
de utilidacl , aunque tal vez las tiene V. ya anticipadas.
La principal de cllas es el berieficio que podria redun-
dar en tener aqui un agente acreditado ; y de reconocer
rcciproca y formalmente la independencia de 10s res-
pectivos Estados. Deberian hacerse tratados de co-
mercio y, si es posible, de alianza y mutua proteccion
para rechazar cualquiera hostil tcntativa contra la in-
dependencia de la AmBrica del Sur. Este pais t i m e
una escuadra de una fuerza considerablc, en cuyo
aumento se han mandado construir seis nuevas fragalas
- 316 -
y ocho galeras de vapor en la America del Norte,
Inglaterra, y en 10s puerlos setentrionales del Imperio.
)) Me causark satisfaccion el que continue V. favore-

ciendome con el honor de su correspondencia amistosa,


r o g h d o l e me considere
D Su muy respetuoso y afecto amigo,

)) Firmado. - COCHRANEY MARANHAM.


)) A Su Excelencia Don Ramon Preire, Supremo Director
de Chile. ))

(( P. D. No habia pensado molestarle con nada de un

carhcter privado , habientio escrito extensamente a1


contador general acerca de la reclamacion de mi her-
mano tocante a1 vapor Rising Star, y mis propias recla-
maciones por las cantidades que desembolsk en la rna-
iiutencion de la escuadra chilena rniintras que ibamos en
persecucion de la Prueba y Venganza ; pero, reflexion
hecha , creo sera bueno le ruegue se sirva mandar se
haga justicia. ))

Reciente mensaje del Presidente de Chile a1 Semdo y ci la


Ca?nara de 10s Diputados, reconociendo 10s servicios de
lord Dundonald, y concediindole la paga entera de ahti-
rante por el resto de su vida.
(( Conciudadanos del Senado y de la Camara de Diputados :

)) Hacia fines de 1818, cuando Chile celebraba el

primer triunfo maritimo obtenido por nuestra escuadra


- 317 -
en Talcahuano, el bizarro marino Tomas lord Cochrane,
ahora conde de Dundonald, y almirante a1 servici:, bri-
tanico , se present6 en nuestros mares decidido a asis-
tirnos en la noble causa de nuestra independencia.
)) Los importantes servicios de este jefe en la marina

britanica durante la guerra europea que concluy6 en


1815 son harto conocidos.
)) Era un capitan de navio en no actividad de servicio,

cuando la escuadra de su pais fuB reducida a1 pi6 d e


paz, y aceptando la instancia que le liizo en L6ndres el
agente chileno, de entrar a1 servicio de este pais, vino
a tomar el mando de nuestras fuerzas navales, trayendo
el prestigio de su nombre, su grande habilidad B inte-
-
ligencia, su genio activo y emprendedor contingente
poderoso en una lucha de tanta importancia vital para
nuestra independencia, el dominio del Pacifico.
)) Hasta que punto se han realizado las bien fundadas

esperanzas en la cooperacion de lord Cochrane por la


habil direccion que sup0 imprimir 6 nuestras fuerzas
maritimas, son hechos que todo el mundo y la historia
han juzgado. Aun estan vivientes en nuestra memoria
la toma de Valdivia, las hazaiias en el Callao, el sangui-
nario y brillante triunfo de la Esmernldn, la captura de
las fragatas espaiiolas Prueba y Venganza eu la costa del
Ecuador, y el completo aniquilamiento del podcr
e s p a b l en estos mares, efectuado por nuestra escuadra
hajo el mando de lord Cochrane; y a1 d e j u csle jefe el
18.
- 318 -
servicio de Chile en cnero de 1523, y cuando entregb
a1 gobierno, por no haher mas enemigos que combatir,
Ias triunfantes insignias de su grado, pudieia con jus-
ticia y verdacl haber dicho : (( Os devuelvo esto cuando
Chile ha asegurado ya el dorr~iniodel Pacifico. ))
)) A1 propio tiempo que Chile repele injustas y exa-

geradas pretensiones, se ha siempre encrgullecido de


querer recompensar, de tin modo digno y honroso,
10s servicios de 10s ilustres extranjeLios que nos han
asistido en Ins gloriosas luclias de nuestra independen-
cia, Este noble y espont,ineo sentimiento d r gratitud
nacional es lo que diet6 la Icy de 6 de octubre de 1842,
cencediendo a1 general Don Jose San Martin la entera
pagn d e su grado durante su vida, aun ciiando resi-
diere en pais extranjero ; y es el mismo sentirniento
que me mueve d proponcros hoy,con el consentimiento
del Consejo de Estac!o, el siguicnte proyecto d e ley:
c( Articulo unico. -
El viccnlmirantb Tomas lord
Cochrane, ahora conde de l~undonald,quedtt conside-
rado durante el tdrmino de su rida como en actiro
serricio de la escuadra de la Republica, con la elitera
paga de su grado, aunque resida fuera del territorio
de Chile.
I) 1LmmRIOSTT.
JOSEFRANCISCO
)) GANA.
)) Santiago, jalio 25 de 1557. )I
- 319 -
Respuesla de lord Dzindonnld ci la prscedente comzcnieacion.
(( A Su Excelencia el Presidecte del Consejo y Congeso de Chile.

)) Vucstra Excclencia magninimamente present6 a1


Congrcso una sucinta, pero luminosa enumeracion de
10s seryicios que tengo prestados a1 Estado, 10s que
habiendo sido tornados en consideracion por 10s ilus-
trados rcpresentantes de un pueblo prudente y bizarro,
se me accorclb pnga entera durante mi vida )) y una
((

mednlla de honor acompallada de la n:uy satisfaktoria


declaracion de que tan npreciables favores eran en ((

)) testimonio de gratilud nncional por g r a d e s servicios

D que prest6 i la Republica durante la gueri-a de Indc-


)) pendencia. ))

)) Esos honores 10s acepto con gran reconocimienlo,

como pruebns altamente sahfactorias de que, clespues


de u t i lapso de mas de treinta afios, mis activos cuanto
venturosos esfiierzos oficiales y extraoficiales, para
asegurar ci Chile completa independencia, paz interior
y el domihio del Pacifica, son gratos recuerdos para
el gobierno y el pueblo de esa tan rcspetada nacion.
§in emlx~rgo,permit aseme observar que la concesion
dc toda la pnga, solamentc en perspectivd, ci uno que
pasa de ochcnta afios de d a d , C A poco mas que nomi-
nal, pues nii vitfa, en totla tiumnna prolnbiliclad, se
acerca d su t6rn;ino. Habia esperado que, como el Es-
- :I20 -
tado ha sin interrupcion realizado cuantiosos benefi-
cios desde que se rindieron esos servicios tan honora-
blemente reconocidos, la concesion habria corrido
desde aquel periodo,' del mismo modo que me ha sido
recientemente acordado por el gobierno del Brasil, el
cual ha decretado el recobro de las pagas atrasadas
desde el tiempo que ha cesado mi mando efectivo, y
su continuacion durante mi vida,
)) Si se reconoce que 10s serviaios que prestB B Chile

han sido grandes, j n o puedo yo esperarme igual mer-


ced por parte de un pais que debe las dulzuras de la
paz, y subsiguiente tranquilidad y prosperidad a la
pronta terminacion de la guerra? No abogo por mi
mismo, Excelentisirno SeEor, pues Q mi avanzada edad,
tengo pocas necesidades, pero por mis hijos y el ho-
nor de mi familia. VBanse 10s ejemplos de EspaFia y
Portugal, en dpnde todos 10s generales y almirantes
de primer 6rden, enipleados en la guerra de la ernan-
cipacion 6 independencia de aquellos paises, fueron
recompensados con la subsiguiente continuacion de
sus pagas durante sus vidas; obligitcion que siempre
han puntualmente desempeiiado.
D Estoy seguro que si V. E,, a1 proponer el proyecto
de ley en mi favor, hubiese tenido presente mi avan-
zada edad, y recordado que una mera concesion en
perspectiva seria para mi 6 para mi numerosa familia
de muy corto beneficio personal, V. E. habria sido tli-
- 321 -
choso en haber recomendado, y el Congreso en haber
acordado que aquella hubiese sido igunlmente por el
tiempo pasado, tanto mas cuanto que Chile no tiene
(como sucede en mi pais natal) numerosos oficiales
que educar y mantener por uno que encuentra capaz
de mandar..
)) A fin de convencer d V. E. de que no es mi Bnimo

reclamar paga entera por todo el largo period0 trascur-


rido desde que preste mis servicios (bien que por las
privaciones que he padecido, y las perdidas que he
sufrido, semejante retardo debiera en verdad conside-
rarse como un titulo de mas), ruego por lo tanto se me
permita elevar con el mayor respeto 6 la considera-
cion de V. E., a la del Consejo y Congreso Nacional,
asi como ii la rectitud del magndnimo pueblo de Chile,
el que una mitad solo de la paga que recibia cuando
estaba en actual servicio, me sea acordada For el
tienipo pasado, del mismo modo que la nacion brasi-
leiia me concedi6 semejante gracia, Esto lo aceptaria
con profunda gratitud, en compensacion de las heridas
que recibi, hace hoy treinta y seis aiios, en la captura
de la Esmeralda, por otros extraoficiales servicios ren-
didos, y las graves responsabilidades incurridas, todo
lo cual se termin6 en resultados de la mayor impor-
tancia para la causa nacional.
1) Est6 V. E. seguro que es solo mi avanzada edad la

que m e impide ensayar d e volver d visitar su ahora


- 329 -
sosegado y prhspero pais, y dar Fersonalmente A v. E.
las gracins por su hondad, y 10s ben6ficos senti mientos
que el Consejo d e Estaclo, 10s representantes y el pue-
blo chileno me han mnnifcstndo. Me cauaarin I:Ilncer el
ver 10s bnrccs d c vapor que se han introdwid o ahora
en la marina nncional, el gra,n ferrocarril que' sc esta
construyendo dcscle Valparaiso B Qriillola y S:Intingo,
y presenciar las varias imporlantes mejorns quc3 se han
realizaclo, y 10s adelantos cle prosperidad naciorial cfec-
tuados en el curso del 6ltimo tercio de u n si5;lo. Tcln
dichosos resultados son un alto testimonio de 10s nib-
ritos del gohierno y del carActcr del pueblo chideno.

)) COCIIRANE-DUNJ

(( Ihiclres, 6 de novicmbre de 4 857. ))

Carta del Supremo Bireetor de Chile, aprobanuu


que yo habia hecho en el Pel-ii. Me la habia erw i t 0 e n
ingle's, cuya lcngua conocia Su Excelencia basta,tzte b i m ,
habiendo leniclo e n su jucentud la ceiituja de p lasar al-
gunos aiios en Richmond; circzinstancia que 112 as tarde
did Ci su espiritu un tulanle ingle's, hacie'ndole inzcy SU-
perior A 10s hombres de cortos alcances que, por 0'esgracia
de Chile, entdnces It: rodeaban y poniuit obstriczli'os.
- 323 -
(( Reservadisimo y confidencid.

1) Santiago, 12 de noviemhre de 1821.

1) Mi querido amigo lord Cochrane :

I) El eapitan Morgell, portador de esta, m e ha enlre-


gado 10s despachos que V. me ha envindo en el Ceran-
sasee, en union con las intercsantes notas, ncmeros 1i
9, fechaclas del 10 a1 30 de setiembre ; como tambien
10s documentos i t que se refieren. Los he leido con
grancle atencion; per3 siempre he experimentado una
justa indignacion hicia la conducta desagrad'ecida que
que sc t w o para cor? Chile, la que solo puede miti-
garsc con el placer que experiment0 en leer con cuinta
dignitlad, huen juicio y disccrnimiento sup0 V. soste-
rier sus derechos, y 10s de esta ReFithlica.
)) Deseaba no darle csta rcspuesta por escrito, y si

personalmente, con ahrazos de aprobacion por todo lo


que V. ha dicho y practicado bajo las circunstancias
difieiles detalladas en sus cnrtas privadas y oficiales;
pero coni0 la grande distancia B que V. se halla m e
prim de q u e 1 placer, y espera V. afiatlir nuevas glo-
rias B Chile con la captura de la Przieba y Venganza, y
traerlas a1 puerlo Bemardo bajo sus brdenes, respon-
der6 apresuraclamente li 10s principales puntos de sus
comunicaciones.
- 34’1 -
))La persona y Ins palabras que V. menciona, no
dejan ninguna duda acerca de las pocas esperanzas que
debe tener Chile de sus sacrificios ; con todo nada hay

conocidas. Mibntras que la escuadra que V. manda


domina en el Pacifko, esta Rep6blica se halla niuy
bien cubierta, y est& en nuestras manos el ser 10s
duefios de la fvlerza moral, politica, comercial, y aun
mismo fisica (le esta parte d e AmBrica. . . . . ,
. . . . . . . . . * . . . . . . . .
Aunque la bateria colocada en Ancon despues que
el cneniigo se march6 tranquilamente, y las amenazas
(de San Martin) de no pagar un real, a m h o s que Chile
no venda la escuadra a1 Peru, hizo excusable no se en-
viase alli ninguna mision : h e nombrado no obstante a
mi ministro de Hacienda, en quien tengo la mayor
confianza, para que vaya 6 Lima a fijar las bases de re-
Iaciones, y pedir coinpensacion por ’la deuda acliva
quc Chile tiene contra el Peru. Mi ministro lleva 6r-
denes de volver lo mas pronto posible ; sea cual fuere
el fin de su mision, por aquel tiempo ya habra V. tal
vez regresado 6 Chile, y ent6nces acordaremos lo que
se ha de hacer despues.
n i Es muy doloroso que la guarnicion del Callao no
h a p capitulado ti la handera de V. ! Entonces se hu-
bicscr. implorado s i i s favoresy 10s d e Chile- ent6nces
se habria pagado todo sin excusa- y ent6nces no se
- 325 -
huhiese V. visto en la necesirlad de embargar la pro-
piedad retenida, para pagar y salvar d la esctiadra.
I%, habria hecho otro tanto si me hubiese encontrado uhi;
dr consiguiente vue150 ri, decir todo nzerece mi aprobacion,
y le doy, asi como d 10s benemhritos oficiales de su
niando, mis cordiales graciss por su fidelidad y he-
r o i s m ~en favor de Chile, en donde, de un modo Icas
glorioso y conveniente, la fortuna de todos se har4 en
el curso de 10s acoiiteciniientos que se estan prepa-
rando para este afortunado pais ; en tanto que no se
sabe lo que habrd d e aconterer en el Peru, puesto que
w m o V. observii, la guerra no hace mas que comen-
zcw, ri la cual seguirAn la pobreza, el descontento, y
sobre todo la anarquia. Pronto sentiran la necesidad
que tienen de V. y de la escuadra, y aquellos ingratos
oliciales que se separaron de V. para entrar en la ma-
rina peruviana tambien experimentardn su engaiio y
cdsligo. Se les ha borrado de la lista de la marina chi-
lena; y solo espero la llegada de V. 6 una relacion ofi-
. cia1 relativa a la expedicion, para asignar tierras y pre-
mios d aquellos que no le han abandonado, y en par-
ticular a 10s ilustres cnpitanes Crosbie, Wilkinson,
Delano, Cobbett y ,Simpson, que V. ha recomen-
dado.
)) A pesar d e que vivimos en pobreza, y que el era-

rio continiia en penuria, tenemos sin embargo bastante


resignacion y coraje para hacer 10s sacrificios necesa-
1 i)
- 327 -
nunca permitire $8 hnga el mcnor insult0 d la bandera
de esta Repiiblica. Me ha causado el mayor jubilo la
respuesta que V. hizo ti Monteagudo y Guido en sus
cartas del 28 y 29.
)) Puesto que ha salido V. del Callao nada tengo que

comunicarle oficialmente respecto de su conducta alli.


Tr. no se ha sometido directa ni indirectamente ti
Lima, y destle el momento que la independencia de
aquel pais se ha declarado estar bajo el gobierno pro-
tectorio de San Martin, ces6 la autoridad provisoria
que 81 ejercia sobre la escuadra,
)) La provincia de Concepcion estri casi enteramente

libre de enemigos, y espero que la de Chiloe lo estar;


muy en breye, para completar nuestra grandeza. Alli
hay un semillero para formar una buena marina, y
cuando V. pneda visitar el archipi6lago descubririi ven-
tajns y riquezas, sustraidas ti la custodia de la indo-
lente y despbtica Rspaiia.
)) Creame, V., querido milor,
1) Sn eterno amigo,

I€abie'ncloseme pedido un testimonio de s i se h a d n o pa-


gado 6 10s ayehensores de la Esmeralda la sumu de
420,000 pesos, 6 parte de ella, d i el siguiente ewtificndo,
- 349 -
ciente tan dichosamente cimentada, pone ahorn ti un
gobierno justo y esclarecido en el cas0 de rerompen-
sar tambien la arrojada y fcliz estratagema que afiadi6
a1 Estado las fortalezas y la hostil provincia de Valdi-
via ; asegnrando asi tranquilidad a1 interior, ademas
de haberle procurado superioridad maritima por ha-
berse posesionado de la Esmeralda- superioridad que
puso en estado de poder emprender el inesperado per-
seguirhiento de 10s restos de la fuerza naval espaiiola,
desde el Peru hasta Mhjico, y retirada 6 Guayaquil, en
donde las magnificas fragatas Prueba y Venganza (des-
tituidas de provisiones) tuvieron que rendirse, y hu-
~ biesen sido a h d i d a s ti la victoriosa escuadra chilena,
si el ambicioso gobierno del Peru no se hubiese sin
derecho alguno interpuesto, enarbolando su entimces
presunta bandera imperial - ofreciendo a1 propio
tiempo pagar, no por la captura de la Esmeralda (coin0
el gobierno chileno lo exigia), pero por la compra de
esa fragata, i a fin de asegurar preponderancia mari-
tima a1 restaurado domini0 de 10s Incas !
1) Estas ocurrencias brevemente recordadas, de-
muestran que la deuda debida a 10s aprehensores de la
Esmeralda no es la sola obligacion nacional que tienen
qne satisfacer un honorable gobierno, y un pueblo
generoso y de sentimientos elevados - el cual ha sa-
cado ventajass de 10s servicios extraoficiales prestados
con el mayor celo, y aun puede aiiadirse fidelidad,
49.
- 330 -
puesto que las provisiones y pertrechos necesarios para
ir %nperseguimiento de las fragatas Prucba y Vengunzu,
ni Chile ni el Per6 10s habian suministrado, sino que
se compraron con el dinero del preniio de presas, que
en justicia pudiera haberse distribuido entre 10s apre-
hensores de la Esrneralda.
)I Estos hechos histbricos, osciirecidos 6 falsificados

en aquella Bpoca - B fin d e impedir sc hiciesen com- '

paraciones entre empresas navales y militares poco


favorabies i proyectos ambiciosos - serkn reconocidos
cuando se publique una veridica relacion de 10s acon-
tecimientos d e aquella Bpoca, y d e 10s motivos y ac-
ciones de aquellos que cstaban empleados en promo-
v e r y afianzar paz y prosperidad B Chile y emancipacion
. colonial a1 Per6, dejandole elegir libremente su go-
bierno, segun se habia religiosamente decretado rintes
de salir la Expedicion Libertadora.

FIN DEL APBNDICE.

... ,.,.,...I .,, .,~." . 1.


TABLA DE LOS GAPITULOS

ADVERTENCIA. . ............... v
Suicio de la prensa inglesa sobre la Historia de nn Marino. . vu
CAP~TULOPRIMO.

Se me propone tomar el mando de la marina chilena. -Lle-


gada Va1paraiso.-Primera expedicion a1 P e r h - Atsqne
contra 10s bnques espafioles en el Callao. - Partida para
Huacho. - Presa de convoyes espaiioles cargados de dinero.
- Toma de Payta. - Regreso ti Valparaiso para reorga-
nizar la escuadra. - Ofrezco ceder en pro de la Rep6blica
mi premio de presa. - Rehtisase este ofrecimiento por el
Supremo Director. - Felicitac’tpnes pdblicas. ... . 1

CAP~TULO11.

Segvnda expedicion a1 Perti. -


Contrariedad por no haher
eido provisto de tropas. - Mal @xito de 10s cohetes, -
-
Salida para Arica. Toma de Pisco. -Captura de embarca-
ciones espaiiolss en Puna. - Se resuelve acometer d Val-
- 332 --

-
divia. Llegada a las inmediaciones de este pnrrto y prpsa
del bergantin espariol Potrillo. - Se consiguen tropas de
Concepcion. - La almiranta en peligro de naufragar. -
Ataque contra 10s fuertes y toma de Valdivia. . .
. . . 06

CAP~TULOIII.

Partida para Chiloe. - -


Preparativos del enemigo. Toma del
fuerte Corona. - Reves ante el fuerte Aguy y subsiguiente
retirada. - Vuelta a Valdivia. - Captura de Osoiio. Re- -
greso a Valparaiso. - -
Recepcioii entusiasta. Desazon del
ministerio. - Importancia d~ la conquista de Valdivia hajo
un punto de vista politicc. - Promocion de oficiales bajo
arresto. - Indios e m p l e a h por 10s Espafioles - Carrera de
Benavides. - Espiri? . sedicioso de 10s marineros a conse-
cuencia de hahem apropiado el gobierno sus capturas. -
Hago renuncia de mi emp1eo.-No se acepta. --Brindaseme
de nuevo con una hacienda. - La rehuso otra vez. - Los
marineros obtienen su paga. - Adquisicion privada de una
propiedad. - El gobierno me significa querer apropi8rsela.
- Nombramiento de un capitan de bandera contra mi con-
sentimiento. - Ilolestias que me causa el ministro de Ma-
rina. - Vuelvo 6 hacer renuncia del mando. - Los ofi-
ciales de la escuadra resignan en masa. - El gobierno me
suplica retenga e1 mando.- Mi consentimiento --El general
San Martin. - El Senado. - Zenteno. - Corrupcion de 10s
partidos en la administracion. . . .. ... . .. 53

CAP~TULOIV.

Obstaculos para equipar la escnadra. - HBcese la vela la


-
expedicion libertadora. - Desembarco en Pisco. Prolon-
gada inaccion del ejkrcito. -El general San Martin se tras-
lada Ancon. - Captura de la Esmeralda. -
Canje de pri-
-
sioneros. Reconocimiento de aquel servicio por el general
San Martin. -Visita de la condesa Cochrane a Mendoza. . ss
...
CAP~TULOV.

Snpercheria del general San Martin. - Levantamiento del hlo-


queo. -Estado abatido de 10s Espafioles. -Tropas murikn-
dose de fiebre. - Designios de Sail Martin sobre Guayaquil.
-
- Conducta sediciosh de 10s oficiales. Destitucion del
virep. - San Martin me da tropas. - Emulacion de San
Martin. - -
Ataque sobre Arica. - Toma de Tacna. Cap-
tura de Moqnegua. - Se me niegan mas tropas. - Rati-
ficacion de un armisticio. - Situacion apurada de Lima. -
Descontento del ejkrcito. . . . . . . . . . . . . 116

CAP~TULOVI.
-
Mi vuelta a1 Callao. Lima es abandonada. - San Martin
ocupa la capital. - PBrdida del San Maartin. - Excesos de
10s Espafioles. - Proclarnacion de la Independencis. - San
. Martin se arroga el poder absoluto bajo el titulo de Protec-
-
tor. - Mi representacion. Respuesta de San Martin. -
Estado de motin de la escuadra por el descuido en qne se
la tenia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

CAP~TUL,OVII.
-
Se trata de seducir fi 10s oficiales chilenos. El Arzobispo de
-
Lima. - Su expulsion. Negociaciones para obtener la en-
-
trega de 10s fuertes. Ohstknlos que se oponen. - Prome-
-
sas de San Martin. - Rehusa atacar a1 enemigo. Los Es-
pafioles socorren a1 Callao. - Proclama. - Ll8vanse el
tesoro de 10s Espafioles.- Descontento de la escuadra. . 166

CAP~TULOVIII.
-
Situacion de la escuadra. Sublhase la gente en masa. -
Cartas de 10s marineros. - San Martin envia afuera el tesoro
-
pitblico. - Me apodero de 81. DevuBlvese la propiedad
- 334 -
particular.- Acusacioiies de Sail Martin contra mi. -
Priganse 10s salarios 5 la escuadra. - Se trata de corromper
-
la fidelidad de 10s oficiales. - Me invitan 5, desertar de
Chile.- Lo rehuso. - Me mandan tlejar el servicio. - Carta
-
de Monteagudo. -Mi respuesta. Rlotivos por 10s que me
apoderk del tesoro. - No me quedaha otro arbitrio. .. 184

GAP~TULOIX.
Llegada 2, Guagaquil. - Proclama i10s Guayaquileilos. -
Moriopolios perjudiciales. - Locura ministerial. - Partida
de Guayaqnil.-Arriho 5, M6jico.- Doy fondo en Acapulco.
- Falsos emhajadores. - Trama contra mi. - Vudta ri
Guayaquil. -Toma de posesion de la Venganm- Convcnio
con la Junta. - El general La Mar. - Orden para quc no
se me suministren viveres. - Odiosa crueldad. - Lujo de
corte. - Destrozo de una division del ejkrcito.- Descontento
de 10s oficiales. - San Martin me reitera SUB ofertas. - Las
rehuso.- Consejos a1 gobierno de Chile. . . . . . . 902
CAP~TULOx.
Viielta ri Valparaiso. - Agradecimiento del gobicnio. - Mo-
-
tivos de satisfaccion. TrAflco ilegal. - S5casc ventaja de
61. - Deuunciacion de oficiales desertores. - Investigacion
dc cuentas. - Acnsaciones de San Martin contra mi. - Mi
refiitacion. - Crucldad para con 10s prisioneros espafioles.
- Mi retiro i’quintero. - Ventajas politicas de rruestros
trinnfos.- Estado misero de la escnadra. - Tentativas para
-
proinover descontento en ella. Objeto de esta conducts.-
Medios adoptados para frustrarlo. - Se trata de deshaccrse
del general Freire. - Resiiltade eventual de esto.- Carta
de 10s capitanes. . , .. .. . . . . .. . . 231
KAP~TULOXI.
NPgociaciones con Bolivar. - Destierro de Monteagudo. -
Quejas de 10s T,imeilos.-Efectos de las discordins populares.

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