La Planificación Estratégica, Historia, Modelos y Fases
La Planificación Estratégica, Historia, Modelos y Fases
La Planificación Estratégica, Historia, Modelos y Fases
Puede decirse entonces que la estrategia es, básicamente, aquel curso de acción
que Ia organización elige a partir de la premisa de que una posición futura diferente
Ie proporcionará ganancias y ventajas en relación con su situación actual. La
estrategia es una elección que involucra a toda la organización y que consiste en
seleccionar de entre varias alternativas existentes Ia más conveniente, de acuerdo
con los factores internos y externos de la organización.
Sin embargo, hasta los inicios de la segunda década del siglo XX, el proceso de
la planeación estratégica no se caracterizó por su enfoque hacia el largo plazo. Las
organizaciones eran, entonces, dirigidas por emprendedores, técnicos o
comerciantes hasta que sus actividades crecían al punto en que tenían que recurrir
a algún método de administración; es decir, sólo producían la cantidad de productos
que se vendían, y un contador llevaba nota de todo y contaba el dinero. En aquel
tiempo las funciones administrativas por lo general eran ejercidas sin estrategias
que las coordinaran: un gerente de departamento poseía información y la transmitía
a otro gerente. Algunas de las consecuencias de ese tipo de planeación, que solía
considerar una vigencia de un año o el periodo típico de las proyecciones de ventas,
eran que no permitía reconocer cambios a largo plazo, como las variaciones en las
preferencias de los consumidores o la maduración del mercado para cierto producto.
A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, los economistas Von Neuman y
Oskar Morgenstern fueron los primeros autores que se enfocaron en la planeación
estratégica a los negocios; planteando el concepto de la realización de actos por
parte de las empresas en base a una situación determinada, dichos conceptos se
encuentran desarrollados en su obra “la teoría del juego”.
Por otro lado, en líneas generales se puede decir que hasta los años cuarenta la
gerencia se concebía como la administración de cosas y se enfatizaba en el dominio
del manejo de los procesos físicos. Posterior a la década de los cincuenta, la ola de
cambios que invadió a los países industrializados, ha sido el rasgo sobresaliente del
mundo contemporáneo. Es decir, de gerenciar cosas, se inició a gerenciar recursos
humanos, a desarrollar sistemas de investigación y a manejar procesos cibernéticos
para ser viables a las organizaciones.
Un modelo es aquella guía que presenta una idea de lo que algo debería ser en
general, o una imagen de algo formado mediante la generalización de
particularidades. Varios autores importantes tales como Chiavenato, Porter, Steiner,
Glueck, Mintzberg y otros, aportaron sus modelos de panificación estratégica para
lograr desarrollar acciones que las empresas pudieran adaptar para alcanzar el
éxito, tomando en consideración una serie de pasos para poder alcanzar este
objetivo.
Una vez tomado en cuenta estas premisas, se puede abordar con más profundidad
los elementos básicos y la función que debe cumplir un modelo de planificación
estratégica. A continuación, se profundizarán algunos modelos propuestos:
Steiner define que la planeación estratégica es “un proceso que se inicia con el
establecimiento de metas organizacionales, define estrategias y políticas para lograr
estas metas, y desarrolla planes detallados para asegurar la implantación de las
estrategias y así obtener los fines buscados.” Dentro de dicho proceso se decide de
antemano qué tipo de esfuerzos de planeación deben hacerse, cuándo y cómo
deben realizarse, quién lo llevará a cabo, y qué se hará con los resultados.
Sus investigaciones desarrollaron el modelo presentado a continuación, el cual
fue diseñado examinando diversos sistemas de planeación de múltiples empresas
lo cual le permitió conocer que cada una de ellas llevaba a cabo una planeación
completa y efectiva siguiendo explicita o implícitamente los pasos mostrados a
continuación:
Por último, Stainer también sostiene que los planes deben ser revisados y
evaluados en un proceso continuo. Sostiene que para ello la mejor forma es que los
altos directivos muestren interés en las planificaciones de los trabajadores y en los
resultados que pueden producir. Cuando fue desarrollada por primera vez la
planeación formal en la década de los cincuenta, las compañías tendían a hacer
planes por escrito y no revisarlos hasta que obviamente eran obsoletos. En la
actualidad, la gran mayoría de las empresas pasa por un ciclo anual de planeación,
durante el cual se revisan los planes. Este proceso debería contribuir
significativamente al mejoramiento de la planeación del siguiente ciclo.
Porter reconoce que cada compañía, sea diversificada o no, debe tener un plan
estratégico para cada uno de sus negocios, y que dada su experiencia en
investigación considera que un buen plan debe tener los siguientes elementos:
Un análisis de la industria en la que la firma compite: mirando el atractivo de la
industria actual y futuro.
Fuentes de ventaja competitiva: haciendo explícita la conciencia de fuentes de
la ventaja competitiva en la industria. Entendiendo la ventaja competitiva que
viene en dos tipos básicos: bajo costo o diferenciación, relativa a los
competidores, un plan reflejará los factores que determinan el costo de la
posición del negocio.
Un análisis de existentes y potenciales competidores que puedan afectar la
compañía: analizando sus estados financieros, entendiendo la lógica de su
estrategia, qué piensan y tratando de imaginar sus futuros movimientos.
Una valoración de la posición competitiva de la compañía: analizando su propia
posición una empresa puede moverse de la vaga noción de fortalezas y
debilidades a concentrarse de manera precisa en sus ventajas competitivas o
sus desventajas. Un plan sólido debe contener una buena estimación de la
posición relativa de costos tanto como una valoración de dónde están en todas
las áreas de importancia para los compradores.
Selección o ratificación de la estrategia: La elección debe hacerse con base en
la ventaja competitiva y en cómo será sostenida. La sostenibilidad requiere de
continuo cambio y mejoramiento.
1. Análisis de entorno
Es el momento inicial del proceso en el que se hace una revisión del estado en el
que se encuentra la organización en cuestión a lo interno y en relación con su
entorno. También es la etapa en la que se realiza la denominada matriz FODA con
la que se hace una identificación precisa de las debilidades que posee la
organización, las oportunidades que tiene, las fortalezas que puede aprovechar y
las amenazas a las que se enfrentará.
Hay quienes denominan a esta fase como la del diagnóstico porque el objetivo de
esta etapa es responder a interrogantes como estas:
2. Definir objetivos
Una vez que se han analizado las condiciones del entorno, se deberían tener
elementos de juicio suficientes para definir el objetivo a perseguir.
Este objetivo debe ser visto a largo plazo. Como se dijo en líneas anteriores,
idealmente a 10 años.
Claro que no tiene que ser un único objetivo, pero los que surjan, deben priorizarse
de tal modo que permitan orientar todas las tácticas hacia uno en particular a la vez.
En esta fase, también ayuda valerse de un direccionamiento estratégico que se
apoye en los principios que dicten la filosofía de gestión de la organización en
cuestión (misión, visión, valores, creencias y normas).
De este modo, los objetivos serán cónsonos con la cultura de quienes trabajarán
por alcanzarlos.
Uno de los aspectos que suele descuidarse en este momento es el modo en el que
tales objetivos serán comunicados a los involucrados y cómo se procurará su
adopción voluntaria por parte de estos.
3. Establecimiento de tácticas
4. Ejecución
Aquí las tácticas se vuelven acciones. En este punto se ponen a prueba las
decisiones tomadas hasta el momento.
El plan previsto se lleva a cabo y se consumen los recursos estimados a tal fin.
Es en esta fase donde se suelen notar las brechas entre lo planificado y la realidad.
Es normal que en esta fase surjan las desviaciones del plan porque suelen
responder a las exigencias del entorno.
5. Reporte
Esta es una fase a la que no suele dársele mucha importancia pero que debe
considerarse puesto que constituye el registro, el testimonio, de cómo se
gestionaron las cosas y, por lo tanto, de cómo podrían replicarse o mejorarse en el
futuro.
No existe un formato único para este tipo de registro. Puede ser impreso o no. Puede
ser literal o gráfico.
Lo que sí es aconsejable, es que sea lo más detallado posible para que su réplica
o mejora rinda los frutos esperados.
6. Evaluación
Es por ello que es importante recalcar que la planificación estratégica debe estar
caracterizada por:
CONCLUSIÓN:
BIBLIOGRAFÍA: