CHAPARRI
CHAPARRI
CHAPARRI
La mejor zona para observar aves es alrededor del albergue de dicha área, que se encuentra al
final de la trocha carrozable, se pueden observar entre otras las siguientes aves: Matorralero
Cabeciblanca (Atlapetes albiceps), Pitajo de Tumbes (Tumbezia salvini), Pava Aliblanca
(Penelope albipennis), Moscareta Gris y Blanco (Pseudelaenia leucospodia), Perico Cabecirroja
(Aratinga erythrogenys), Cucarachero Cejón (Thryothorus superciliaris), Chirigüe
Gargantiazufrada (Sicalis taczanowskii), Urraca Coliblanca (Cyanocorax mystacalis), Mosquero de
Baird (Myiodynastes bairdii), Gorrión de Tumbes (Aimophila stolzmanni), Chotocabras de matorral
(Caprimulgus anthonyi).
Dato adicional: Chiclayo esta a 12 horas viajando hacia el norte de Lima por la Carretera
Panamericana Norte. El pasaje en una empresa que brinda servicio de comidas a bordo y
demas servicios es de unos 65 soles.
La Costa Norte del Perú no solo cuenta con un gran variedad de recursos arqueológicos sino,
además, con diversas zonas reservadas como: el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes,
el Parque Nacional Cerros de Amotape en Piura entre otros. Una zona poco conocida son los
calurosos bosques secos que albergan una importante variedad de fauna y flora y que en muchos
casos está amenazada por la tala indiscriminada.
• En el mundo hay 8 especies de Osos y la única que habita en este continente es el Oso de
Anteojos.
• Aunque este mamífero pertenece al orden de los carnívoros, su dieta esta compuesta
principalmente por vegetales.
• Se trata de un animal bastante fuerte pero de carácter tímido, pacífico y que generalmente
huye del contacto humano.
• Se caracteriza por su pelaje negro y las irregulares manchas de color amarillento en el
pecho y especialmente en la cara. De allí proviene su nombre.
• Es considerado como un eximio trepador de árboles, lugar donde suele descansar. Vive
generalmente solitario salvo en la época de celo.
• El Oso de Anteojos está considerado como una especie en peligro de extinción e iniciativas
como la de Chaparri son muy meritorias.
Localizada en la provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque, el área de conservación
privada de Chaparrí abarca 34 312 hectáreas y está ubicada en su totalidad dentro del territorio
perteneciente a la comunidad campesina de “Santa Catalina de Chongoyape” cuya extensión es
de 42 421,60 hectáreas.
Luego de una ardua campaña de motivación y concientización, los comuneros de Santa Catalina
acordaron en asamblea general el día 10 de enero de 1999, ceder más de 30 mil hectáreas de
sus tierras para fines de conservación, quedando anuladas las actividades agrícolas y ganaderas
en esa zona. De esa manera nace pues, la reserva de Chaparrí, la primer área de conservación
privada en el país.
El área de conservación -a la cual se accede gestionando visitas guiadas exclusivamente por los
comuneros y en grupos de no más de 20 personas para no alterar el medio ambiente- ofrece al
visitante la posibilidad de entrar en íntimo contacto con la naturaleza. Así, podemos disfrutar del
olor de diversas especies de árboles y plantas, del desplazamiento juguetón de los gatos
monteses, de la coquetería de la pava aliblanca, de la mirada cautelosa de un zorro o del tierno
galopar de un venado.
Pero también observamos de manera descarnada la barbarie a la que es capaz de llegar el ser
humano, una barbarie que los comuneros de Chongoyape quieren subsanar. A lo largo de la
extensión de la reserva de Chaparrí viven varios osos de anteojos, siete de ellos en estado de
semicautiverio. “Daria”, “Tongo” y “Domingo” son tres de los ejemplares que están en permanente
protección. Ellos, sufrieron la brutalidad de los que fungen de domadores de fieras y actualmente
se recuperan de las heridas que les inflingieron. Mandíbulas desviadas, tabiques rotos y colmillos
quebrados son sólo algunas de las evidencias del maltrato recibido en los circos.
A mitad del recorrido que realiza el visitante por la reserva de Chaparrí hay una pequeña poza con
peces rodeada de árboles. Al extremo izquierdo, un panel se levanta imponente. Una inscripción
dice: “Descubre aquí a la especie que muchas veces es la gran amenaza”. Al levantar el trozo de
madera que cubre esa especie, hay un espejo: Uno ve el reflejo del mismo ser humano. Como
para ponerse a pensar.