Marco Referencial Diabetes Milelitus
Marco Referencial Diabetes Milelitus
Marco Referencial Diabetes Milelitus
1 MARCO REFERENCIAL
acuerdo en quién la bautizó de esta manera. Unos piensan que fue Apolonio de
Menfis mientras que otros señalan a Areteo de Capadocia, médico turco 81-138 D.C
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Sí está claro que este último señaló la fatal evolución y desenlace de la enfermedad.
deshace su cuerpo poco a poco y como los productos de deshecho tienen que
eliminarse disueltos en agua necesitan orinar mucho. Esta agua perdida tenía que
ser repuesta bebiendo mucho. Como la grasa se funde poco a poco se pierde peso
y como los músculos también van deshaciéndose el enfermo se queda sin fuerza.
Avicena (Ibn-Sina) evaporó la orina de un diabético y vio que dejaba residuos con
sabor a miel. También hizo una descripción de las complicaciones de la diabetes.
En el siglo XIII Feliche descubrió que el páncreas no era un trozo de carne como
hasta entonces se había pensado, sino una víscera. Saliendo ya de la Edad Media,
en el año 1493 nació en un pueblecito cercano a Zurich Theophrastus Bombastus
von Hohenheim. Este niño es Paracelso (nombre que adoptó en memoria del
médico romano Celso). Este hombre revolucionó la Universidad y se enfrentó a los
maestros de entonces y a muchas de las ideas que ya estaban fuertemente
establecidas. En lo que a la diabetes respecta Paracelso afirmó que el riñón era
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inocente y que la diabetes se debía a una enfermedad de la sangre. Se cuenta que
le irritaba la palabra incurable y que decía “jamás ha creado Dios ningúna
enfermedad para la que, al mismo tiempo, no haya creado también la medicina
apropiada y el remedio adecuado”.
Parece que sí hay acuerdo en que fue Frank en 1752 el que diferenció
definitivamente la diabetes mellitus de la diabetes insípida. Son dos enfermedades
distintas, la mellitus tiene azúcar mientras que la insípida no. En la diabetes mellitus
no tratada se orina mucho pero en la insípida se orina mucho más, pudiéndose
llegar a los 20 litros diarios.
Mathew Dobson en 1775 descubrió que el sabor dulce era por la presencia de
azúcar en la orina, lo que le permitió desarrollar después métodos de análisis para
medir esta presencia.
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digestivos, cuya función es desconocida.
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bronconeumonía, observándose en su autopsia avanzadas complicaciones
diabéticas. El uso de la insulina se fue extendiendo, aunque los métodos usados
para su extracción eran costosísimos y la cantidad no era suficiente para toda la
demanda. En esas fechas muchos diabéticos y algunos médicos consideraron que
la insulina sería curativa de manera que, con alguna inyección ocasional y sin seguir
dieta alguna sería suficiente para encontrarse bien. Pero pronto se dieron cuenta
que la insulina no era la curación sino sólo un sustituto para evitar la muerte de los
diabéticos. Los diabéticos empezaron a aprender a inyectarse ellos mismos, las vías
eran la subcutánea y la intravenosa, que estaba reservada para los casos de coma.