Resumen Libro Francisca Yo Te Amo
Resumen Libro Francisca Yo Te Amo
Resumen Libro Francisca Yo Te Amo
” Con
estas palabras se inicia la singular novela de amor. ¿Qué había de seductoramente raro en
esa bella adolescente que Alex descubre en la playa? ¿De dónde provenía su extraña e
irresistible atracción? Casi imperceptiblemente la realidad empieza a revelarse y la verdad
envuelve aun más al joven protagonista en el conmovedor prodigio de su entorno. La tierna
imagen de Francisca, el misterio de su candor, el daño y el drama que lleva consigo y a los
que sólo el amor pudo transfigurar.
I El Umbral
Nuestra casa estaba sobre la playa las conchitas y al frente la bahía azul.
Era hermosa nuestra casa en Quintero, fría en ambiente , pero una chimenea entibiaba , no
mucho , pues tenia demasiado tiraje.
Este año llegamos como siempre haciendo transbordo en San Pedro, después de 3 horas de
viaje desde Santiago, para luego tomar la locomotora de carbón. Los pasajeros que viajaban
a Quintero excedían la capacidad de la máquina, y todos luchaban por un asiento. Jaime
duerme y yo pienso en Marion, la veré otra vez este año. Esta vez tengo que atinar , ya me
fui en banda el
verano pasado, tengo todo Enero , ya que después viajo con Jaime al campo de sus padres a
Monte Patria.
Por fin llegamos, la locomotora se detiene y aparecen las luces del comercio en Quintero.
Llegamos a la casa, la tía nos ordenó hacer las camas, pero Jaime sugiere ir a dar una
vuelta.
– ¡Están locos! ¡Habrase visto, con todo el verano por delante! – alega mi madre.
Ya de noche Jaime se duerme inmediatamente, yo pienso en lo que me espera este verano,
sin intuir lo que iba a tocarme
II
La primera visión : En la lancha , yo nadaba hacia la Roca de las Gaviotas, donde estaba
Marion, Patricia y Jaime.
Ella iba en la embarcación, me sonreía y me miraba, yo solo flotaba para poder admirarla
hasta que la lancha se alejo.
Tenía el cabello castaño miel, abundante, sus ojos verde esmeralda, su mirada y su sonrisa
tenia una belleza inocente. Me llamó la atención su ropa y su cuerpo, vestía como los
pescadores y se notaba un cuerpo de consistencia vigorosa.
Sentí frío y nade hasta la roca, Marion me ayudo a subir.
-Cuando estabas flotando por ahí a medio camino casi me pareció que te habías quedado
dormido- me dijo Marion.
-No , estaba nada más soñando.
-¿Qué dices?
-Nada Marion, nada.
Ya en la noche , antes de dormir le conté a Jaime sobre la chica, al principio no me tomo en
serio, pero mi tono de voz le llamó la atención.
-Podríamos estar frente a un caso de amor a primera vista- comentó Jaime- mañana la verás
otra vez y le hablaremos.
Pero no la volvimos a ver.
Jaime ya se esta aburriendo, hemos recorrido todos lados, patiparreamos por todas las
playas hasta el balneario de Ventanas. Mi desconocida parecía haberse esfumado.
III
El papá de las Cordingley había llegado de Santiago, y se las cedimos ese día.
Para poder conversar fuimos con Jaime a el casino del Papagayo, lugar que de día era un
restaurant y de noche una quinta de recreo para comer y bailar. Llegaban allí todo tipo de
personas desde pescadores hasta reclutas de la base aérea y gente de trigo no muy limpio.
Jaime me comenzó a dar cátedra sobre la monogamia, pues él tenía polola en Santiago y
estaba interesado en Patricia, yo lo escuchaba, pero después no y comencé a distraerme
mirando la gente. Entonces de pronto , la vi.
Tres mesas más allá estaba ella, con su sonrisa:
-Ella está aquí- musité
-Fantástico, ya le hablaremos o la sacas a bailar.
-No, Jaime , ahora no.
-Te has vuelto loco, hemos trotado 3 días buscándola y no vas ha aprovechar la ocasión.
¿Dónde está?.
Se la señale, ella se levantó a bailar con hombre que parecía su padre por la actitud que
tenía con ella.
-Esta muy buena- comenta Jaime- pero tiene algo raro, perdona que te lo diga, pero no
encuentras rara su sonrisa, la tiene como pegada.
-Es tan bonita- dije.
Ya nos vamos, yo no me atreví a sacarla a bailar, me cohibía el hombre y la mujer madura
que estaban con ella , y el que me rechazara después de haberla buscado por 3 días, y
quedar en ridículo con Jaime.
IV
Al otro día fuimos a la cueva del Pirata, pues el Colorín dispuso una excursión, ya que su
padre le había hablado de los piratas y corsarios, y del tesoro que supuestamente estaba
fondeado en la cueva del pirata. Decidió ir por el camino difícil, casi inaccesible y
protegido por roqueros.
Mi interés por Marion había cambiado, no podía dejar de pensar en mi desconocida, y ella
se daba cuenta. Cuando el camino casi desapareció se volvió resbaloso por las rocas y
algas, entonces Marion resbaló y sus rodillas dieron con una piedra cubierta de choritos.
Por fin llegamos a la cueva. Nos instalamos en una ensenada, comimos y nos bañamos
varias veces, menos Marion.
-Me sigue doliendo la rodilla. Me gustaría regresar luego- dijo Marion.
-No podemos volver por las rocas- comento Jaime- Marion no lo resistiría, hay que buscar
un camino por el cerro. Un poco hacia el poniente empieza la zona de las caletas de
pescadores.
-Jaime , tienes razón- dije- yo iré a explorar el terreno.
Caminé hacía el norte, luego de varios ribetes y macizos llegue al pie del cerro ¿Qué había
más allá de esa esquina?. Continúe y al virar la curva estaba la caleta y ella bañándose. Me
acerqué mirándola, su cabello suelto, su figura atlética. De súbito giró y al verme me llamó:
-¡Ven, ven, tú, ven!
Al acercarme me salto y me hundió bajo el agua, al salir ella reía, yo me aleje un poco. Ella
dijo de nuevo
-Ven, ven, tu, ven.
Y corrió a sentarse en la arena. Me senté frente a ella, su hermosura me producía un dolor
interno.
Luego de sorpresa me lanzó arena en la cara , y yo le caí encima afirmándole las manos.
-Nunca más, lo prometo –dijo con voz enternecedora y la solté.
Se acostó de espalda al sol me tomo la mano y agregó:
-Tú no trabajas
-No, estudio, ¿y tú?
-Yo no, vivo arriba, a veces.
Miré y vi 3 casa.
-Si ,a veces estoy en el circo con mi papá- agregó.
Sus ojos entristecieron y calló, y empecé a comprender.
Entonces oí las voces de Jaime y Patricia y temí ser sorprendido.
-Me tengo que ir
-Ven a verme- pidió ella
-Si, mañana en la tarde.
-Tendré pan amasado.
Corrí a donde mis amigos y demoré lo más que pude el regreso, ella ya no estaba.
V
Desde entonces no dejamos de vernos ni un solo día. Sabia que Francisca debía marchar, y
siempre estaba al acecho. Ella solo
vivía , para Francisca las cosas eran , solo importaba que ahora éramos felices, el mañana
era eso, mañana.
-¿Vendrás mañana?
-Si Francisca
-Que bueno. Me haces tan feliz, Alex.
Era como si le hubiera dicho vendré siempre.
Paseábamos por la plata en las mañanas, en las caleta Francisca y yo bajábamos cada
mañana por un sendero desconocido, por lo que rara vez llegaban veraneantes a ese sector.
La caleta nos pertenecía…
Acostados en la plata, ella me besa y acentúa su sonrisa, aquella que me sedujo, y que sigue
asiéndolo. Quisiera estar así para siempre.
VII
El hecho de encontrarme con alguien de mi antiguo grupo me aterraba, la sola idea de que
le conversaran a Francisca y la hicieran hablar me angustiaba.
La semana quinterana estaba en su apogeo.
Luego de rogar, la madre de Francisca la dejó ir a la “Fogata de vida sana” que se realizaba
de noche en el bosque frente al mar entre Quintero y Ventanas.
Me preparo con anticipación para ir a la fogata y Jaime me invita a ir con ellos, pero callo
en el momento en que mi madre y mi tía entran, ellas están preocupadas pues se han dado
cuenta de mi alejamiento del grupo, y sospechan que tengo amoríos con una mujer mayor.
Ya llegará el momento para hablar con Jaime, por ahora me retiro a mi panorama.
Con Francisca nos instalamos en primera fila para observar el show de los veraneantes y
poder salir antes del termino de la función. Todo comenzó con un show musical. Al mirar
arriba de la gradería estaban ellos, Jaime, Patricia y el Colorin, me saludan y Francisca me
pregunta quienes son y se apena porque yo no se los presente, ni le había hablado de ellos.
Quiere irse.
VIII
IX
En el Yatching logramos conseguir una mesa, la que tuvimos que compartir con otra pareja.
La mayoría estaba disfrazada, aunque el disfraz de Francisca era el más original y ella la
más hermosa.
Por fin llegaron las candidatas a reina, la ganadora fue una niña de ojos color uva y
entradita en carne, y para inaugurar la fiesta con su rey feo se colocó el disco del Danubio
azul. Francisca lo reconoció y contó que esa música usaba en su acto de cuerda y equilibrio
de caballos, la muchacha de la otra pareja no entendía nada de lo que Francisca hablaba.
-Alex , quiero bailar.
Nos abrimos paso entre la gente y nos abrazamos, al terminar colocaron Blue moon , y
nuestras mejillas se unieron, le bese la frente, los ojos, la boca, rogaba para que la canción
no terminara.
-Francisca
-Si
-Yo te quiero
-Dímelo otra vez
-Francisca, yo te amo.
Se puso a llorar y me rogó que no la dejara ir, no quería dejar de verme. Entonces lo que
había pensado, que era solo un sueño se convertiría en algo titánico y yo era el único
responsable.
De repente la voz de Jaime que se acercaba con Patricia y por otro lado Marion con su
pareja.
Francisca se aferraba a mi cintura muy nerviosa. Marion se acerco y me dijo que Francisca
era muy hermosa. Luego me pidió que bailara con ella , pero Francisca se enfureció.
-¿Qué pasa?- pregunto Marion.
-Te araño- espeto Francisca en voz alta.
Nunca la había visto así.
Jaime se dio cuenta y para evitar que Francisca se le fuera encima a Marion , trato de
dispersarnos.
-Bueno, buenos chiquillos- dijo Jaime- aprovechemos de bailar este rock.
Se alejaron y en parte me alivio, pero también me abría el camino para hablar con Jaime y
pedirle ayuda.
-Te portaste un poquito mal- le dije con suavidad.
-¿Alex, que vamos a hacer?
-Voy a irme contigo, necesitaré algo de dinero pero lo conseguiré.
Me tomo del brazo y salimos sin pagar la cuenta, fuimos a los juegos de emboque, a un
local con una pirámide de botellas, y la botella mas alta tenia un billete de $100, era
imposible embocarle, compré las 4 argollas. Francisca tomo una argolla entre sus dedos y
con un movimiento la lanzo suavemente, acertando perfectamente en la botella del billete.
Acto que se repetíria con las demás argollas.
-Compra más argollas- pidió Francisca.
-Tome su dinero- dijo un hombre bigotudo- aquí se acaba el jueguito. Usted sabe que ella
es una profesional y ya tienen suficiente dinero.
Nos retiramos luego de convencer a Francisca que no necesitaba más dinero: ahora las
cosas iban a resultar como nosotros queríamos.
Llegue a la casa antes de las once, me acosté y seguí pensando en lo que planeaba, sentía
miedo, pero Francisca borraba todo el temor y lo convertía en un sueño irrenunciable.
Llegó Jaime y conversamos, le conté lo que planeaba:
-No me iré contigo al norte Jaime.
-Realmente no me sorprende- respondió Jaime- en realidad lo esperaba y te comprendo.
-El caso Jaime es que no me voy a quedar en Quintero, me iré con ella o tras de ella.
-Yo te apoyo aunque no este de acuerdo.
-Mira, necesito que mi madre aquí y mi padre en Santiago crean que me he ido contigo al
norte.
-Y cuando partimos- pregunta Jaime.
-Creo que pasado mañana.
-No se lo que vas a hacer, pero me gusta, porque es una aventura, buena suerte.
Al día siguiente se desato el cauce.
Llegue a la casa de Francisca, afuera un viejo vehículo todo pintarrajeado de múltiples
colores. El primo me invita a pasar de mala gana.
-Buena la has hecho- dijo el primo.
Se escucha a Francisca llorar, era tan desgarrador escuchar sus gemidos, en eso entra su
madre y me abordó.
-Podrías haber hecho las cosas mas fáciles, le dijiste que no la dejarías de ver ¿para que le
prometes cosas que no puedes cumplir? Sabias que ella partiría con su padre, sabes como es
ella.
-La promesa que le hice , yo la voy a cumplir.
-Despáchelo mejor, para que pierde el tiempo – agrego el primo.
-Si no puedes quedarte callado , ándate- le contestó.
El se retiró y volvió a mi.
-¿Tus padres saben?
-No
En eso sale Francisca y su padre, ella me abraza y él me saluda sin recelo.
-Esta decidido- le cuenta ella.
-¿En serio muchacho?. Bueno que le vamos a hacer -y se retira con la señora a conversar.
Al regresar él me dice:
-Bien muchacho, tenemos el circo en Con con, te espero mañana por la tarde. No te diré
nada por ahora, porque tú te darás cuenta.
Me despedí y Francisca me encamino, afuera el primo se acercó
-Espero no verte ni en misa.
-Me verás mañana y todos los días, y quien sabe hasta cuando- le respondí enojado.
-Yo se hasta cuando estarás en el circo, hasta que venga el ataque ¿entendiste? El ataque.
XI
Tomamos el bus con Jaime a Santiago, yo me bajaría en Con con, Jaime seguiría hasta
Santiago para salir al otro día al norte. En el camino acordamos los detalles y supuestos en
caso de que se dieran cuenta mis padres. Llegó el momento y Jaime se despidió, yo baje
con una pesada maleta.
Cercana a la carpa estaba el vehículo del padre de Francisca. Me adentre entre las tiendas,
un chico rubio se acerco a mi.
-¡Hola!- dijo- tú eres el amigo de la Chisca ¿no?
Al poco rato era saludado por varios hombres y mujeres.
El padre de Francisca se acerco y me presento a toda la familia, por los apellidos me di
cuenta que existían 2 ramas, los de la familia por parte de la madre y otro por parte del
padre de Francisca. Me hicieron sentir aceptado o más bien cómodo, nadie me dio a
entender se molestia por la forma en que los padres de Francisca llevaron la situación, a
excepción del primo.
-Aquí todos trabajan y tú empezaras en el kiosco, lo atenderás durante la función y los
intermedios, dormirás allí.
– Esta bien- respondí.
-¡Alex, Alex!
Era ella, Francisca , con su sonrisa que me calmó, me inundó y me dispuso.
XII
XIII
Epílogo