Principios Básicos de Escalado
Principios Básicos de Escalado
Principios Básicos de Escalado
Diciembre 2000
PROLOGO
CAPITULO 1
INTRODUCCION AL ESCALADO INDUSTRIAL
DIMENSIONES
GEOMÉTRICAS
MECA- Volumen razón Superficie
NISMO ( DL2) L/D lateral/vol.
( D-1)
Reac- Fuerte, Débil e Sin
ción prácticamente indirecto influencia
química determinante directa
Transf. No Fuerte Sin
de masa determinante. influencia
Indirecto directa
Transf. Débil e Fuerte Fuerte y
de calor indirecto directo
totalmente, ya que:
o sea factores de escala modestos, incluso por debajo del rango recomendado.
No obstante, en realidad el mejor criterio de definición de los límites entre las
distintas escalas es la de los objetivos que se persiguen con cada una de ellas y
los resultados que se esperan. Con ese criterio más amplio se pueden considerar
la realización de etapas, por ejemplo de banco
y piloto, con equipos de pequeño volumen, normalmente considerados de
laboratorio, en los casos en que el nivel de precisión y automatización sea
tan elevado y la necesidad de obtener productos
de muestra tan pequeña, que se puedan cubrir entonces los objetivos señalados
para esas etapas, con un considerable ahorro económico (4, 5, 8).
CAPITULO 2
"Técnicas a emplear en el proceso de Escalado".
2.1 EL PRINCIPIO DE SEMEJANZA
Hay que tener en cuenta que si bien estrictamente hablando, cada una de esas
semejanzas requiere del cumplimiento de todas las anteriores a ella, es muy
difícil lograr eso en la práctica y por ello en muchas ocasiones es
necesario aceptar una aproximación, por ejemplo, a la semejanza química, con
sustanciales divergencias en la semejanza mecánica.
También hay que considerar que todos los casos de Semejanza de hecho
contienen un elemento de aproximación, debido a factores de distorsión que estrán
siempre presentes y que impiden que en la
realidad se pueda obtener una semejanza ideal. Por ejemplo, dos conductos para
fluidos pueden ser diseñados y construídos con
dimensiones geométricamente semejantes, pero es virtualmente imposible
hacer también semejante geométricamente la rugosidad superficial, y esas
diferencias pueden tener alguna influencia
sobre los patrones de flujo en ambos conductos.
Sin embargo, a menudo esas desviaciones de la semejanza ideal son
despreciables y la aproximación obtenida es totalmente válida a los efectos
prácticos. En los casos en que no se logre ésto, se tienen que considerar los
llamados efectos de escala e introducir correcciones de alguna clase. a la hora de
realizar los escalados ascendentes o descendentes.
En estas discusiones sobre semejanza, es necesario referirse
frecuentemente a cantidades correspondientes y sus relaciones en sistemas
semajantes. En esos casos en el numerador se colocarán siempre las magnitudes
referidas al prototipo y se diferenciarán de las del modelo por un
apóstrofe. Las relaciones entre ambas cantidades correspondientes se
expresarán empleando caracteres en negrita, lo
que resulta una forma conveniente y compacta de representar las relaciones de
escala.
Semejanza geométrica.
La semejanza geométrica se define mejor en términos de
correspondencia y por tanto por el factor de escala L, qurelaciona las distintas
dimensiones lineales de un sistema con las del otro y que se pueden ejemplificar
de la forma siguiente:
Consideremos dos cuerpos (Figura 2.1) cada uno de los cuales está provisto
de tres ejes imaginarios que se intersectan en el espacio, de forma tal que cada
punto de los cuerpos es descrito por tres coordenadas y
tomemos un punto P' dentro del primer cuerpo (el mayor) cuyas coordenadas
son X', Y', Z', y un punto P dentro del segundo cuerpo (el menor), cuyas
coordenadas son X. Y, Z.
Si se cumple que ambos están relacionados por la ecuación:
Semejanza cinemática.
La semejanza cinemática se relaciona con sólidos o sistemas fluidos
en movimiento, lo que añade a las tres coordenadas espaciales, la dimensión
adicional del tiempo.
Los tiempos se miden partiendo de un cero arbitrario para cada sistema y
se definen los tiempos correspondientes como los tiempos tales en los
cuales t'/t = t constante, siendo t la relación de escala de tiempo. A su vez la
diferencia entre pares
de tiempos correspondientes se denominan intervalos correspondientes y
las partículas semejantes geométricamente que
se centran sobre puntos correspondientes en tiempos correspondientes se
denominan partículas correspondientes.
La semejanza cinemática se define entonces como:
Los sistemas en movimiento semejantes geométricamente son
cinemáticamente semejantes, cuando partículas correspondientes trazan trayectorias
semejantes geométricamente, en intervalos de tiempo correspondientes.
El concepto de semejanza cinemática se ilustra en la figura 2.4. Si la relación de
escala de tiempo t es mayor que la unidad, el prototipo
realizará movimientos más lentos que el modelo y viceversa. El concepto de
relación de escala de tiempo es menos familiar que el de relación de
escala lineal y por ello, para propósitos de ingeniería es más conveniente
calcular en términos de velocidades correspondientes, las cuales son las
velocidades de las partículas correspondientes en tiempos correspondientes.
En el caso de la semejanza geométrica distorsionada, las relaciones de las
velocidades correspondientes serán diferentes en las diferentes direcciones.
La semejanza cinemática es un estado de particular interés para los ingenieros
químicos, porque si dos sistemas de fluidos son geométricamente semejantes,
entonces los patrones de flujo también
lo serán y las variaciones con respecto al tiempo de las transferencia de
calor y masa en los dos sistemas, conformarán una relación simple entre sí.
Figura 2.4 Semejanza cinemática (De Johnstone y Thring, 1957).
La semejanza cinemática en los fluidos lleva consigo a la vez la semejanza
geométrica de los sistemas de torbellinos y de las películas límites laminares
y por consiguiente, si L es la relación de escala lineal.
los coeficientes de tranferencia de calor y masa en el prototipo serán 1/L veces
los del modelo, lo que permite calcular fácilmente la cantidad total de calor
o masa transferido.
En sistemas fluidos tales como chorros líquidos en gases u ondas superficiales
en vórtices, se pueden observar y medir normalmente los patrones de flujo, lo que
no ocurre en sistemas cerrados de una sola fase. Sin embargo, queda el recurso
de medir la velocidad en cualquier punto mediante el empleo de un
tubo de Pitot y la indicación de la relación de velocidades en
diferentes puntos es una indicación del patrón de flujo.
Para el flujo de fluidos en un tubo lleno o en un recipiente cilíndrico, la
relación de la velocidad media a la velocidad máxima v/vm, resulta un
parámetro conveniente. La velocidad media (v), se obtiene dividiendo el área de la
sección transversal de la trayectoria del fluido entre la descarga volumétrica por
segundo y la velocidad máxima vm, se mide con un tubo Pitot en el eje del tubo
o cilindro. Para que haya semejanza cinemática, la relación v/vm debe ser
constante.
La figura 2.5 muestra como varía la relación v/vm para flujo continuo en
tuberías rectas, graficada contra la relación v/vc, conocida como velocidad
reducida. En la región laminar (v/vc < 1 ) y
de nuevo a altas velocidades, v/vm es constante o casi constante, pero
inmediatamenmte por encima de la región de la velocidad crítica, varía
marcadamente con la velocidad.
Esta figura resulta válida también para tuberías en forma de serpentín y
recipientes cilíndricos, siempre y cuando se emplee la velocidad reducida en lugar
de la velocidad real, a pesar de que los valores de la velocidad crítica serán
diferentes.
Figura 2.5 Variación de la relación V/Vm en una tubería recta (De Johnstone
y Thring, 1957).
Esta figura ilustra la importante conclusión de que a velocidades de flujo muy
altas o muy bajas los sistemas de flujo de fluidos
monofásicos que son geométricamente semejantes, pueden ser tratados como
semejantes cinemáticamente, con independencia de la variación de la velocidad
del flujo.
Semejanza dinámica.
La semejanza dinámica se relaciona con las fuerzas que aceleran o retardan
masas en movimientos en sistemas dinámicos. Las fuerzas de una misma clase
(gravitacional, centrífuga, etc.) que actúan sobre partículas correspondientes en
tiempos correspondientes, se denominan fuerzas correspondientes.
Los sistemas en movimiento geométricamen-te semejantes son dinámicamente
semejantes cuando las relaciones entre todas las fuerzas correspondientes son iguales.
En los sistemas fluidos o en los sistemas compuestos por
partículas sólidas discretas, la semejanza cinemática necesariamente
conlleva la semejanza dinámica, puesto que el movimiento del sistema es
función de las fuerzas aplicadas al mismo. Sin embargo en máquinas o
mecanismos en movimiento cuyas partes están obligadas a
seguir trayectorias fijas, es posible tener semejanza cinemática sin ninguna
relación fijada de fuerzas aplicadas. En una máquina, sólo algunas de las fuerzas
sirven para acelerar las masas en movimiento, mientras que otras producen
tensiones estáticas en los miembros restringidos, provocando resistencia
friccional que se disipa como calor.
Por ende los paralelogramos o polígonos de fuerzas para
partículas correspondientes serán geométricamente semejantes y, como una
consecuencia adicional, las relaciones de diferentes fuerzas en el mismo
sistema, serán también constantes.
Estas relaciones son las proporciones o relaciones intrínsecas que determinan
la "forma" dinámica de un sistema de la misma manera que las relaciones entre
las dimensiones lineales determinan la forma geométrica. En los
sistemas fluidos las fuerzas principales que actúan son las de presión, inerciales,
gravitacionales, viscosas e
interfaciales y por consiguiente, las relaciones entre las magnitudes de esas
fuerzas en puntos correspondientes, expresadas como grupos adimensionales,
constituyen los criterios de semejanza dinámica.
Para los llamados sistemas homólogos, o sea los sistemas dinámicos semejantes
geométricamente en los cuales las propiedades físicas y químicas de los
componentes materiales son iguales, generalmente no es posible establecer más
de dos relaciones entre tres tipos de fuerzas, iguales en ambos sistemas.
Cuando los sistemas no son homólogos, o
sea cuando los materiales empleados en los dos sistemas
son de diferentes propiedades físicas, llega a ser posible mantener tres
relaciones constantes, involucrando cuatro tipos diferentes de fuerzas.
Cuando el comportamiento de un sistema es influído
significativamente por fuerzas de más de cuatro tipos, la semejanza
dinámica sólo puede establecerse en unos pocos casos especiales, posiblemente
con la ayuda de la distorsión geométrica.
En los sistemas de flujo de fluidos, la semejanza dinámica es de importancia
directa cuando se desean predecir caídas de presión o consumos de potencia. En
el caso de la transferencia de calor y
masa o en las reacciones químicas, su importancia es
principalmente indirecta, como una vía para establecer la semejanza
cinemática.
Semejanza térmica.
La semejanza térmica tiene que ver con los sistemas en los cuales
hay un flujo de calor, por lo que introduce la dimensión de temperatura,
además de las dimensiones de longitud, masa y tiempo.
El calor puede fluir de un punto a otro por radiación, convección, conducción y
movimiento global de materia mediante la acción de un gradiente de presión. Para
los primeros tres procesos se requiere un gradiente de diferencias de
temperatura y por ello, si se mantienen las otras condiciones iguales, la
variación con respecto al tiempo del
flujo de calor entre dos puntos varía con la diferencia de temperatura entre
ellos.
El cuarto proceso de transferencia de calor, el movimiento global de la materia,
depende a su vez de la forma de movimiento o del patrón
de flujo del sistema y por consiguiente en sistemas térmicos
en movimiento, la semejanza térmica requiere de la semejanza cinemática.
Antes de definir la semejanza térmica, se necesita definir la diferencia de
temperatura correspondiente, la cual es aquella diferencia de temperatura en
tiempos correspondientes entre un par de puntos dados en un sistema y el par de
puntos correspondientes del otro sistema.
La semejanza térmica se define entonces planteando que:
Dos sistemas geométricamente semejantes son térmicamente semejantes cuando la
relación entre las diferencias de temperatura correspondientes es constante y cuando los
sistemas, si están en movimiento, son cinemáticamente semejantes.
En los sistemas semejantes térmicamente, los patrones de las
distribuciones de temperaturas formados por las superficies
isotérmicas en tiempos correspondientes, son geométricamente semejantes. La
relación de las diferencias correspondientes de
temperaturas puede ser llamada la "relación de escala de temperatura" y
cuando esta relación es igual a la unidad, las temperaturas en puntos
correspondientes son iguales o difieren una de otra en un número fijo de grados.
La semejanza térmica requiere que las razones de cambio
correspondientes de los flujos de calor mantengan una relación constante entre
sí.
Semejanza química.
La semejanza química se relaciona con sistemas en los que se desarrollan
reacciones químicas y en los cuales la composición varía de un
punto a otro y, en los procesos discontinuos o cíclicos de un instante a
otro. Para esta semejanza no se requiere introducir nuevas dimensiones, pero
hay uno o más parámetros de concentración, en dependencia del
número de compuestos químicos variables independientes, con respecto a los
cuales se establece la semajanza. No es necesario tampoco que la composición
química en los dos sistemas sea la
misma, aunque debe existir una relación fija entre las concentraciones
puntuales de los compuestos que son comparados.
Cuando un sistema contiene un componente variable B y se desea
establecer semejanza con respecto a un componente A, ambas sustancias se
denominarán componentes correspondientes. La concentración de un
componente químico dado en un elemento de volumen en un tiempo dado,
depende de la concentración inicial,
la razón mediante la cual el componente es generado o destruído por la acción
química, la razón por la que se difunde hacia adentro o hacia afuera del
elemento de volumen y la razón por la cual es transportado por movimiento
global del material.
A su vez, la variación con respecto al tiempo de la acción química
depende de la temperatura, la razón de cambio de la difusión depende del
gradiente de concentración y la razón de cambio del transporte global depende
de la trayectoria del flujo.
Por consiguiente la semejanza química necesita tanto de la
semejanza térmica como de la cinemática y depende de las
diferencias de concentración más que de las concentraciones absolutas.
Se definen las diferencias de concentración correpondientes, como la
diferencia de concentración en tiempos correspondientes, entre un
par de puntos dados de un sistema y el par de puntos correspondientes del
otro sistema. Con esa base se define la semejanza química:
Sistemas semejantes geométrica y térmicamente son semejantes
químicamente cuando las diferencias de concentraciones correspondientes
mantienen una razón constante entre ellas y
cuando dichos sistemas, si están en movimiento, son cinemáticamente semejantes.
En los sistemas semejantes químicamente se puede considerar que
los patrones formados por las superficies de composición
constante en tiempos correspondientes, son geométricamente semejantes. La
relación de las diferencias de concentraciones corrrespondientes se
pueden llamar la "relación de escala de concentraciones" y cuando ese valor
es igual a la unidad, las
concentraciones en puntos correspondientes o son iguales o difieren en una
cantidad constante.
En la práctica los reactores químicos de escala piloto son casi
siempre operados en iguales condiciones de temperatura y
concentración que el prototipo y la relación de semejanza reclamada es la
de iguales temperaturas y concentraciones de productos en puntos y tiempos
correspondientes, lo cual es un caso especial de la definición general dada más
arriba.
Además, la variación con respecto al tiempo de una reacción química
puede en teoría ser variada independientemente, cambiando la temperatura. En la
práctica, sin embargo, tanto el equilibrio químico como las razones de
cambio relativas de las reacciones colaterales indeseadas varían con la
temperatura y hay normalmente un rango estrecho de temperaturas
dentro del cual la reacción puede proceder par asegurar el
máximo rendimiento, tanto en la pequeña como en la gran escala.
Tanto en el modelo como en el prototipo, el tiempo de reacción será del
mismo orden y este requerimiento fija las velocidades relativas en sistemas
de flujo continuo. Esas velocidades son
incompatibles con las velocidades necesarias para semejanza cinemática,
exepto a velocidades mmuy altas o muy bajas, como se pudo apreciar en la figura
2.4.
Por consiguiente, escalando ascedentemente una reacción química continua,
y especialmente cuando hay un tiempo óptimo de reacción, después del
cual el rendimiento o la calidad se reduce, es ventajoso operar tanto el
prototipo como el modelo en la región laminar o con un alto grado de
turbulencia. Si ninguna de esas condiciones es posible, habrá un efecto de
escala impredecible y sería prudente en
ese caso,o hacer el escalado ascendente en varias etapas
o emplear amplios factores de seguridad en el diseño.
Análisis Dimensional.
El análisis dimensional es una técnica para expresar el comportamiento de
un sistema físico en términos de un número mínimo de variables
independientes y en una forma tal que no resulten afectadas por
los cambios de las magnitudes de las unidades de medidas. Las cantidades
físicas se agrupan en grupos adimensionales consistentes en
relaciones de magnitudes iguales
(longitudes, velocidades, fuerzas, etc.) que caracterizan el
sistema, los que constituyen las variables en la ecuación adimensional de
estado (o de movimiento) del sistema.
El análisis dimensional puede brindar resultados incorrectos a menos que se
hayan tenido en cuenta cada una de las variables que influyen significativamente
en el sistema que se está analizando, por lo cual es necesario conocer bastante
sobre los mecanismos de un proceso antes de poder aplicar con confianza este
método. La clave del éxito está en la selección inicial de las variables.
Si la lista de variables es muy larga y se incluyen por lo tanto variables cuyo
efecto no es apreciable, los factores superfluos se pueden eliminar a veces durante
el análisis, pero en la mayoría de los casos
esto no es posible y el número de criterios de semejanza obtenidos resulta
innecesariamente grande y el problema de alcanzar la semejanza aparece más
difícil de lo que realmente es. Si por el contrario,
se omite alguna de las variables
realmente relevantes en el sistema, el análisis dimensional llevará a una falsa
conclusión.
De lo antes expuesto se deriva el hecho de que la aplicación del análisis
dimensional aisladamente es muy difícil que nos conduzca a obtener un
conocimiento completamente nuevo. Muchas de las aplicaciones clásicas de
este método lo que han hecho realmente es confirmar
las relaciones que ya se conocían o al menos se sospechaban, lo que de hecho
elimina la dificultad principal de la selección inicial de las variables.
Para obtener los criterios de semejanza a partir del Análisis Dimensional se
utiliza el Teorema de Buckingham y el Método de Railegh y se parte de conocer
todas las variables que intervienen en un proceso dado, como se ha dicho
anteriormente. La aplicación de estos métodos se pueden estudiar en diferentes
textos como los de Jonhstone y Thring (1957), Perry y Green (1986) y Rosabal
(1988).
Ecuaciones Diferenciales.
Para muchos de los procesos físicos y químicos que se utilizan en las
ingenierías química y bioquímica, se conocen las ecuaciones diferenciales
fundamentales, pero la dificultad radica en su integración, lo que solamente
puede ser hecho matemáticamente para
sistemas de forma determinada y no muy elevado rango de complejidad.
Este es el caso, por ejemplo, del flujo laminar de fluido en tuberías rectas, el
que se resuelve por la conocida ecuación de Poiseuille (3).
Muy frecuentemente el sistema o proceso es tan complejo que
resulta imposible una integración matemática y es necesario integrarla
empiricamente y de esa forma se han obtenido la mayor parte de las ecuaciones
de las ingenierías química y bioquímica. Sin embargo su carácter empírico hace
que las mismas sólo sean válidas cuando el sistema al cual
se aplican mantiene cierta semejanza geométrica con el sistema del cual
fueron derivadas experimentalmente.
En los casos en que la ecuación diferencial que gobierna un
sistema se conoce y siempre y cuando ésta sea completa y
dimensionalmente homogénea, resulta fácil poner la ecuación en forma
adimensional y derivar entonces de ella los criterios de
semejanza necesarios, sin tener que aplicar los
métodos del análisis dimensional, lo que representa varias ventajas.
En primer término se elimina una de las principales dificultades del análisis
dimensional, que es la de asegurar que ninguna variable significativa sea ignorada
y en segundo lugar,
utilizando las ecuaciones diferenciales se puede mostrar el sentido físico de
los grupos adimensionales obtenidos, como una relación de flujos, fuerzas o
cantidades análogas.
Estas ventajas no quieren decir que la información obtenida por este método
no esté sujeta a errores, como son los producidos por despreciar algunas variables
menores durante el desarrollo de la
ecuación, pero evita los errores adicionales que se pueden incorporar debido
a una incorrecta integración de la ecuación o una evaluación imprecisa de las
constantes.
Para derivar esos criterios de semejanza de las ecuaciones diferenciales, se
procede de la forma siguiente:
1- Se reduce la ecuación diferencial a una forma dimensional generalizada,
omitiendo los signos diferenciales y las constantes numéricas.
2- Se divide la ecuación por uno cualquiera de sus términos, de manera tal que
todos sus miembros se tornen adimensionales.
Para los procesos en serie, las ecuaciones físicas tienen la forma
de las ecuaciones en serie y los criterios adimensionales son relaciones de
las fuerzas impulsoras o de las resistencias. Para los procesos en paralelo las
ecuaciones físicas tienen la forma de las ecuaciones paralelas y los criterios
adimensionales son relaciones de flujos, conductancias o
cantidades totales. Para los procesos serie-paralelo, las
ecuaciones compuestas, deben ser resueltas en sus componentes simples, en
serie y en paralelo, a cada una de las cuales se les aplicara uno o más criterios
adimensionales.
Este procedimiento se aplica a los diferentes tipos generales de procesos, o sea:
Procesos mecánicos.
1- Deformación elástica de sólidos
2- Deformación plástica de sólidos
3- Flujo de sólidos granulares
4- Flujo de fluídos
Procesos térmicos.
5- Conducción en sólidos
6- Convección forzada en fluidos
7- Radiación
Procesos difusionales.
8- Conveccion forzada en fluidos
Procesos químicos.
9- Reacciones homogéneas
10- Reacciones heterogéneas
Ejemplos amplios de la aplicación de estos procedimientos en todos estos
procesos se hallan en el Jonhstone y Thring (1957) y en el Rosabal (1988).