Ensayo Académico
Ensayo Académico
Ensayo Académico
en la que se mece
el pensamiento
recién parido”
El ensayo
académico
2012
El ensayo
académico
Una guía para la elaboración
de ensayos académicos
en ciencias sociales
El ensayo es la cuna
en la que se mece
el pensamiento
recién parido
Huelva, 2012
A mis maestros
Manuela A. de Paz
y José María O’kean
quienes me ensañaron
a escribir con estilo académico
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
TABLA DE CONTENIDOS
1. Introducción......................................................................................................... 9
2. La definición de ensayo..................................................................................... 11
13. Conclusiones..................................................................................................... 59
7
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
1. Introducción
En el ámbito académico anglosajón de las Ciencias Sociales el ensayo
académico es un recurso pedagógico muy utilizado. No ocurre lo mismo en el ámbito
latinoamericano y mucho menos en el español. No obstante, esto parece estar
cambiando y, tanto en las Ciencias Sociales latinoamericanas como en las españolas,
el ensayo se está abriendo paso.
En el caso de España, la reforma de los planes de estudio universitarios para
adaptarlos al Espacio Europeo de Educación Superior ha supuesto una profunda
transformación del enfoque pedagógico en la Universidad, de manera que, en la
actualidad, el aprendizaje de conocimientos teóricos y su capacidad para reproducirlos
ha perdido peso a favor de otras competencias profesionales. Esto ha obligado a los
docentes españoles a transformar tanto sus criterios de evaluación como sus métodos
de enseñanza. En este contexto, la mayor parte de los nuevos planes de estudio de las
titulaciones de Ciencias Sociales en España contemplan como criterios de evaluación,
no sólo un examen, sino también algunos elementos de evaluación continua y, sobre
todo, un trabajo académico.
Así pues es muy habitual que los estudiantes de las titulaciones de Grado y
Posgrado de Ciencias Sociales deban enfrentarse con la necesidad de elaborar un
trabajo académico como parte de los elementos que se les exige para su evaluación.
El primer problema que ha de afrontar un estudiante cuando debe elaborar un
trabajo académico es precisamente determinar el tipo de trabajo académico que
deberá realizar.
La tendencia más habitual, derivada en muchos casos de los trabajos que han
realizado los estudiantes durante su etapa de Educación Secundaria, es la de elaborar
un “pequeño estado de conocimiento” del tema, repitiendo en muchos casos lo que ya
han dicho otros autores y sin dedicar ningún esfuerzo a reflexionar sobre el tema, y
mucho menos a elaborar un pensamiento propio sobre el mismo; a lo sumo añaden al
final unas líneas de opinión personal, inconexas del resto del trabajo y sin justificación
argumental alguna.
Y ello es consecuencia de que los estudiantes desconocen que existe un
modelo de trabajo propio del ámbito universitario que es el ensayo, y más
concretamente la variante académica del ensayo. El ensayo académico tiene muy
poco que ver con los “pequeños estados de conocimiento” al uso en la Educación
Secundaria, que cumplen una importante función pedagógica en dicha etapa
educativa, pero que resultan inadecuados para los estudios universitarios.
Todo esto nos plantea la necesidad de responder a las preguntas: ¿Qué es un
ensayo académico? y ¿cómo se debe elaborar un ensayo académico?
Así pues, el objetivo del presente ensayo académico es tratar de dar unas
respuestas lo suficientemente claras y fundamentadas a las citadas preguntas que
puedan contribuir al aprendizaje autónomo de los estudiantes de Ciencias Sociales
de las cuestiones metodológicas más relevantes referidas al ensayo académico.
Mientras la respuesta a la primera pregunta tendrá un carácter más reflexivo, la
respuesta a la segunda pregunta tendrá un carácter más normativo; no obstante, las
recomendaciones incluidas en dicha respuesta deben entenderse, no como normas
universales que se deben seguir para elaborar un ensayo académico, sino como
sugerencias hechas por un autor con la intención de orientar a los lectores de este
ensayo en la elaboración de sus propios ensayos.
9
Para ello hemos estructurado el presente ensayo en trece apartados. Tres de
ellos son la introducción, las conclusiones y la bibliografía, y los otros diez son el
resultado de dividir el desarrollo, con propósitos didácticos; así, dedicaremos estos
apartados a reflexionar y a hacer sugerencias sobre: el concepto de ensayo; los
tipos de ensayo; el ensayo académico; algunas recomendaciones preliminares; la
investigación previa; el formato del documento; la estructura del documento; las
citas; los recursos visuales; y las referencias bibliográficas.
Por último queremos indicar que se ha optado por utilizar el formato del
ensayo académico para explicar como se elabora un ensayo académico, en lugar de
utilizar el formato de manual; y se ha hecho con el propósito de que el mismo
documento sirva de ejemplo para los estudiantes. Ello es en sí mismo un recurso
retórico de carácter recursivo, igual que el escritor que escribe una novela sobre un
escritor que escribe una novela, el director de cine que dirige una película sobre un
director de cine que dirige una película, o el pintor que pinta un cuadro de un pintor
que pinta un cuadro.
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2. La definición de ensayo
El ensayo está considerado como un género literario en prosa, que trata de
temas filosóficos, artísticos, literarios, históricos, sociales, económicos, políticos, etc.
con un carácter didáctico. Las composiciones de este género se denominan también
ensayos.
Así pues, un ensayo es una composición escrita en prosa en la que un autor
expone su interpretación personal sobre un tema o, más precisamente, en la que un
autor desarrolla sus ideas sobre un tema, sin necesidad de mostrar un aparato
científico-metodológico en aras de una mayor legibilidad y capacidad explicativa.
El ensayo se ha convertido en uno de los principales recursos intelectuales de
la cultura moderna y se utiliza, entre otras cosas, para debatir las ideas más
influyentes en una sociedad, para dar a conocer los últimos avances de la ciencia,
para formar una opinión pública sobre temas relevantes o para producir
discrepancias productivas sobre dichos temas (Vargas, 1996: A).
Pero, como composición adscrita a un género literario, los aspectos estéticos del
ensayo, es decir, su literatura, tienen también una gran relevancia en la valoración del
mismo. Los defensores de la importancia de dichos aspectos, entienden que en el
ensayo la estética se suma a la utilidad para crear una “literatura de ideas” (Martínez-
Rodríguez, 1958: 9), siendo por tanto el ensayo “un producto del injerto de la ciencia en
la literatura” (Pérez de Ayala, 1928: 19).
Impulsada por intelectuales del mundo de la literatura, esta concepción de
ensayo como “literatura de ideas”, ha sido utilizada por parte de algunos científicos
naturales y sociales para cuestionar al ensayo como instrumento de la ciencia. De
hecho, el célebre ensayista español José Ortega y Gasset fue descalificado, por
algunos científicos contemporáneos suyos, aludiendo a que él se dedicaba a la
literatura y no la ciencia. La respuesta de Ortega y Gasset (1914: 60) a dicha crítica se
recoge en su célebre ensayo Meditaciones del Quijote, donde afirma que “el ensayo es
la ciencia menos la prueba explícita”; expresión que se ha convertido en una de las
más citadas definiciones de ensayo. Así pues, para Ortega y Gasset, y para otros
muchos científicos, en el ensayo la literatura se pone al servicio de la ciencia.
No obstante, este debate sobre la validez del ensayo en el mundo de la ciencia
sigue vivo, ahora incluido dentro del campo de la epistemología. Para la mayoría de los
científicos sociales el ensayo es un instrumento de comunicación de su pensamiento,
tan valido como el artículo científico o la monografía científica (tesis, libro, etc.), aunque
tiene una finalidad distinta. Mientras que en el artículo o en la monografía, el científico
social trata de demostrar empíricamente una hipótesis ante los ojos de otros científicos
sociales de su mismo campo especifico de trabajo, en el ensayo el científico social
trata de plasmar su pensamiento sobre un tema, ante los ojos de otros científicos
sociales y de otras personas interesadas en dicho tema, sin necesidad de verse
obligado a demostrar empíricamente la validez de sus ideas.
El mayor o menor uso del ensayo por parte de un científico social depende de la
posición epistemológica que éste adopte. Así, los científicos sociales racionalistas y
positivistas prefieren utilizar la demostración de hipótesis como vía para contribuir al
avance del conocimiento y, por tanto, utilizan preferentemente el artículo y la
monografía científica para dar a conocer su pensamiento. Sin embargo, los científicos
sociales post-racionalistas y constructivistas (incluyendo aquí a los seguidores de la
fenomenología) prefieren contribuir al avance del conocimiento por medio de la
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La greguería es un género literario desarrollado por Ramón Gómez de la Serna conformado por
brevísimas composiciones escritas en prosa que surgen del choque casual del pensamiento y la
realidad, a modo de sentencias ingeniosas, y que combinan la metáfora y el humor; en nuestro caso,
la greguería encierra una prosopopeya al identificar al pensamiento recién pensado con un bebé.
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La clasificación no pretende ser exhaustiva.
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todo, quién es. Un ejemplo de ello serían los Cabos sueltos de Enrique Tierno
Galván (1981).
No se debe olvidar el ensayo descriptivo, que estaría dedicado a describir
determinados objetos, fenómenos o acontecimientos de la manera más objetiva
posible, tratando de reducir al mínimo la interpretación de los mismos por parte del
autor; es propio de la actividad académica de los científicos naturales, y de algunos
científicos sociales, cuando pretenden divulgar el conocimiento científico sobre un
tema. Un ejemplo de ello sería la Breve Historia del Tiempo de Stephen Hawking
(1988).
Y por último estaría el ensayo académico, que es un instrumento de
comunicación del pensamiento dentro del mundo académico. A él se dedicará el
resto de este trabajo.
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4. El ensayo académico
El ensayo académico es aquel tipo de ensayo elaborado por un miembro de la
academia, ya sea estudiante o profesor, para presentar su pensamiento sobre un
tema, y dirigido a la lectura de otros miembros de la academia, ya sean estudiantes o
profesores.
En algunos casos, un profesor puede utilizar el ensayo para trasladar su
pensamiento sobre un tema a sus estudiantes, contribuyendo con ello a su formación.
En otros casos, un estudiante puede utilizar el ensayo para trasladar a su profesor su
pensamiento sobre un tema, contribuyendo con ello a que éste pueda evaluar su nivel
de formación o aprendizaje.
En este documento interesa especialmente abundar sobre el ensayo académico
que habitualmente debe elaborar un estudiante como parte de los elementos de su
evaluación en una disciplina incluida dentro del campo de Ciencias Sociales.
Normalmente este tipo de ensayos ha de responder a una pregunta sobre un
tema. Dicha pregunta será formulada por el profesor, a menos que éste sólo le asigne
el tema al estudiante, dejando que el mismo formule su propia pregunta. La respuesta
a la misma ha de darse por medio de un argumento, es decir, por medio de un
conjunto de afirmaciones lógicamente expresadas y debidamente respaldadas que
intentan otorgar validez a lo afirmado. La argumentación es la característica esencial
del ensayo académico (Ramírez, 2005: 2).
El ensayo académico tiene unas características propias que lo diferencian,
habitualmente, de otros tipos de ensayos: brevedad; concisión; tono formal; estilo
académico; y carácter de producto de investigación.
Los ensayos académicos son breves. Normalmente se trata de trabajos que no
superan las cincuenta páginas, e incluso pueden llegar a tener unas pocas páginas. En
la medida en que se utilice como elemento de evaluación de los estudiantes, su
brevedad será directamente proporcional al número de estudiantes que deba evaluar
un mismo profesor, que en algunos casos puede llegar a pedir ensayos colectivos de
varios estudiantes a fin de hacer manejable el número de ensayos a evaluar.
Los ensayos académicos son concisos y precisos. En estos documentos prima
el “principio de economía del lenguaje”, es decir, dar la mayor información posible en el
menor espacio posible. Si se trata de documentos breves con extensión limitada que
van a servir como elementos de evaluación, y el estudiante debe tratar de exponer
claramente las principales ideas de su pensamiento sobre un tema, necesitará ser
conciso. Esto supone dar la información precisa, sin detalles superficiales y omitiendo
todo aquello que no sea necesario conforme al propósito del ensayo. Es también muy
importante utilizar con precisión los conceptos de la disciplina con sus términos
propios, en lugar de hacerlo con sinónimos más o menos populares.
Los ensayos académicos están escritos en tono formal. El lenguaje empleado
en los ensayos debe ser directo, aunque sin perder la elegancia, y sencillo, aunque sin
perder la rigurosidad; dicho lenguaje deberá estar muy cuidado y ello supone prescindir
de las expresiones coloquiales propias del lenguaje hablado, de las expresiones
procedentes de diferentes jergas (salvo de la jerga académica y la del campo
específico en el que se inserta el ensayo) y de formas de escritura abreviada
(taquigrafía, anotaciones de estudiante, lenguaje chat, etc.). El tono formal también
implica prescindir en los ensayos de recursos como las licencias poéticas (o ruptura
deliberada de reglas gramaticales), el humor, el sarcasmo o la ironía.
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6. La investigación previa
Debe tenerse en cuenta que, al ser el ensayo académico producto de una
investigación, la escritura de su borrador es la última etapa de su proceso de
elaboración. Antes de ello hay que hacer otras muchas cosas, en particular leer y
pensar.
El ensayo comienza con un acercamiento al tema. La forma más fácil de
iniciar dicho proceso es acudiendo a: los “apuntes de cátedra”3 de los profesores que
incluyan dicho tema en sus asignaturas; los manuales de referencia sobre dicho
tema; el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; y las enciclopedias
(en especial Wikipedia). Con dichas lecturas se tendrá una idea aproximada de lo
que significan los conceptos relacionados con el tema. Pero ello no es suficiente y se
debe seguir indagando.
El siguiente paso será comenzar con la revisión de la bibliografía
especializada sobre el tema. Para ello se empezará por localizar las referencias
citadas en los “apuntes de cátedra”, en los manuales y en Wikipedia. Si las
referencias son pocas, se tratará de revisarlas todas, pero si son muchas se acudirá
a la técnica de las “referencias cruzadas”; es decir, se revisarán los documentos
referenciados en más de una fuente, ya que una doble referencia suele ser un
indicador de una mayor importancia del documento.
Dichas referencias se pueden completar con búsquedas realizadas sobre el
tema del ensayo en el Google Académico; aquí se debe tener en cuenta que cuanto
más citada sea una referencia más relevante se supone que es. Así mismo, se
realizará otra búsqueda en Google Libros; aquí a veces podemos encontrar libros
descatalogados escaneados de forma casi completa4.
Lógicamente, también se debe realizar una búsqueda en las bibliotecas
(públicas o universitarias) de la localidad de residencia al objeto de identificar
documentos en formato papel (libros, revistas, etc.). El hecho de que un documento
se publique en papel, se traduzca desde la lengua de su publicación original o esté
disponible en una biblioteca suelen ser también indicador de calidad; en la medida
en que no todo documento escrito es publicado, traducido o adquirido por una
biblioteca, dado el coste que conllevan dichos procesos, si esto se ha producido,
quiere decir que personas doctas (evaluadores, editores, bibliotecarios, etc.) han
avalado previamente dicho trabajo. Esto no ocurre con tanta frecuencia en los
documentos publicados en Internet, dado que, por su bajo o escaso coste, en
muchos casos, no es necesario ser tan selectivo, por lo que documentos que nunca
se hubiesen publicado en papel se publican en la red5.
3
Los llamados “apuntes de cátedra” son aquellos documentos elaborados por los profesores para sus
alumnos.
4
Los libros que aún siguen en venta no suelen estar disponibles o lo están de manera muy parcial.
5
Esto no significa que todo lo publicado en Internet no sea de fiar, sino que debemos ser más cautos
respecto de la información procedente de la red. Una forma de tratar de conocer la solvencia de un
documento es indagar sobre su autor, para comprobar si se trata de un académico o un intelectual
bien formado. Una página Web en la que muchos académicos publican de forma gratuita sus trabajos
de Economía y de otras Ciencias Sociales en español es Eumed.net (http://www.eumed.net);
normalmente dichos trabajos no son evaluados, sino simplemente revisados por sus editores, lo que
supone que la calidad de los mismos viene sólo avalada por dichos académicos y no por los editores.
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Mientras que la técnica de las “referencias cruzadas” sirve para reducir el número de referencias y
seleccionar las más relevantes, la técnica de la “bibliografía recursiva” sirve para ampliar el número
de referencias. Lo ideal sería aplicar primero la segunda técnica para ampliar el número de
referencias y luego la primera para seleccionar las más relevantes.
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Algunos autores dan formato al documento al finalizarlo, pero se recomienda hacerlo al principio, ya
que así se tiene un mayor control sobre la extensión real del mismo a medida que va siendo
redactado.
9
Cuando se utiliza el nada recomendable sistema del “recorta y pega”, el documento no suele coger de
forma automática la justificación completa, y las partes pegadas suelen aparecer con la imagen de
“dientes de sierra” en el margen derecho. Un ensayo con dientes de sierra predispone al lector
negativamente y le hace sospechar de la posible existencia de plagio.
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libros y revistas; no se deben utilizar para resaltar partes del texto, ni mayúsculas, ni
negritas, ni subrayado.
El paso de letra del documento suele ser de 12 para el cuerpo y de 10 para las
notas a pie de página, mientras que el paso de letra en los recursos visuales pueden
ser inferiores (habitualmente en tablas y gráficos) o superiores (habitualmente en
cuadros).
La paginación del documento se debe hacer garantizando que el tipo de letra
del número de página sea el mismo que el elegido para el resto del texto, pudiendo ser
el paso de 12 o de 10; se recomienda la paginación inferior y, sobre todo, exterior, para
poder imprimir el documento final del ensayo a dos caras, ya que la impresión a una
cara constituye un gran despilfarro de recursos económicos y ambientales.
Alegóricamente, la preparación del formato del documento no es otra cosa que
hacer la cuna para el pensamiento recién parido.
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La portada
La portada es el envoltorio del ensayo, por lo que debe estar cuidada para no
causar una “mala primera impresión” y predisponer negativamente al lector. Los
elementos imprescindibles que deben constar en la portada de un ensayo son: el título
del mismo; el nombre completo del autor; la fecha de finalización, preferiblemente
completa; y la entidad en la que se presenta el ensayo, habitualmente acompañada de
su logotipo. En el caso de ensayos de estudiantes elaborados para una asignatura, se
recomienda añadir no sólo la entidad (Universidad, etc.), sino también: el centro
(Facultad, Escuela, Departamento, Instituto, etc.); la titulación que se está cursando
(Grado, Especialidad, Master, Doctorado, etc.); el nombre de la asignatura dentro de
cuyo programa se presenta el ensayo; y el nombre del profesor que lo ha encargado o
tutorizado. También es bueno añadir, junto al nombre del autor, su e-mail y/o su
teléfono, por si éste debiera ser localizado por el evaluador del ensayo para evacuar
alguna duda o comunicar alguna información.
El título del ensayo debe cumplir con algunas especificidades, como son:
mantener el estilo formal del trabajo, evitando la retórica; incluir los términos de los
conceptos clave que se van a utilizar en el ensayo; ser lo más breve, conciso y preciso
posible; y no se suele redactar, ni como interrogación, ni como afirmación ni como
negación, sino como un concepto.
En ocasiones, la portada se puede ilustrar con alguna imagen alegórica de la
temática del ensayo. No obstante, se recomienda que la misma esté poco cargada,
sea lo más neutra posible y mantenga el tono formal del ensayo; y esto último supone
evitar chistes gráficos, caricaturas o imágenes de tipo “cómics”. En la portada se puede
romper el formato dado al documento y jugar con diferentes tipos y pasos de letra,
justificaciones, interlineados, etc. La página trasera de la portada se dejará en blanco, a
modo de “página de cortesía” para las anotaciones del evaluador del ensayo.
10
Si el ensayo es muy breve, por ejemplo, de unas 10 páginas o menos, no necesita índice y las partes
serán cinco.
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El índice
El índice, si fuera necesario por la extensión del ensayo, constará de dos
páginas, aunque la página trasera se deba quedar en blanco, e incluirá el nombre de
los apartados del ensayo con sus correspondientes paginas. Es habitual numerar los
apartados del ensayo, siendo la introducción el 1.; si hubiese subapartados, se puede
utilizar en ellos la numeración de segundo nivel (2.1.; 2.2.; 2.3.; etc.) o la clasificación
alfabética (a.; b.; c.; etc.). Los procesadores de texto tienen una utilidad que permite
generar el índice de forma automática; se recomienda su uso, ya que las
modificaciones del borrador podrán actualizarse en el índice de manera sencilla, sin
necesidad de introducir en él los cambios efectuados en títulos y páginas. Se puede
suprimir el índice cuando el ensayo sea breve; en este caso, se suprimirán también los
títulos de los apartados, salvo el de bibliografía y se redactará el documento corrido,
quedando las divisiones realizadas simplemente implícitas en la redacción.
La introducción
La introducción deberá ocupar menos del 10% de la extensión del ensayo y se
dedicará a: justificar la importancia de reflexionar sobre determinado tema; definir los
principales conceptos que se van a emplear; plantear la pregunta de reflexión; definir el
objetivo o propósito del ensayo, que será responder a la pregunta por medio de un
argumento; y a plantear la organización que seguirá el ensayo, en particular, si éste es
muy extenso. Es conveniente que la pregunta de reflexión aparezca de forma explícita
en el texto, con sus signos de interrogación e, incluso, remarcada con la letra en
cursiva. En ocasiones, la pregunta puede ser sustituida, o venir seguida, por una tesis
o afirmación general; si es así, se recomienda remarcar también dicha tesis con la letra
en cursiva. Tanto la pregunta como la tesis general cumplen las funciones de acotar y
enfocar el tema, permitiendo así obtener un objeto de estudio o reflexión.
Suelen utilizarse en la introducción figuras retóricas como la interrogación11, en
la pregunta de reflexión, o la sentencia12, en una primera respuesta a la pregunta o en
la afirmación general.
El desarrollo
El desarrollo deberá ocupar al menos el 80% de la extensión del ensayo y se
dedicará a exponer el argumento que responde a la pregunta planteada. Se
recomienda dividir el espacio disponible en función de las ideas que se van a
desarrollar, de manera que todas la ideas del esquema tengan espacio suficiente para
ser desarrolladas. Si se empieza a redactar las primeras ideas sin tener un espacio
11
La interrogación o pregunta retórica consiste en la formulación de una pregunta para la que no se
espera respuesta o cuya respuesta conoce el propio autor y que se hace para enfatizar una idea.
Ejemplos: “¿Quién iba a suponer que el precio de la vivienda caería en España más de un 40% en
cinco años?”; ¿Cuándo va a terminar esta crisis?; etc. De hecho la propia pregunta de reflexión puede
considerarse, en sí misma, una pregunta retórica, en la medida en que el autor conoce la respuesta y
podría prescindir de ella usando simplemente una afirmación general, a modo de tesis sobre la que
argumentar. Ejemplo: “El ensayo académico es aquel tipo de ensayo elaborado por un miembro de la
academia para presentar su pensamiento sobre un tema” en lugar de “¿Qué es un ensayo
académico?”.
12
La sentencia consiste en exponer una enseñanza de forma breve y tajante. Ejemplo: “El ensayo es
la ciencia menos la prueba explícita”.
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asignado, se corre el riesgo de que las últimas ideas del esquema apenas queden
esbozadas por falta de espacio.
Una vez distribuido el espacio es muy importante evitar que las ideas
redactadas se yuxtapongan unas detrás de otras. Las ideas deben estar articuladas y
se debe cuidar mucho el paso desde una idea a otra, estableciendo vínculos de
redacción entre ellas. Es preferible no exponer una idea mediante párrafos numerados
o marcados con viñetas13; las ideas deben redactarse de forma que las enumeraciones
se incluyan de manera corrida, usando los dos puntos y el punto y coma14.
En función del orden que se haya elegido para organizar las ideas, cronológico,
causa-efecto, comparativo o clasificatorio, se podrá acudir a una serie de nexos
específicos de cada uno de ellos que permiten una redacción más cuidada15. Otros
nexos muy convenientes de utilizar son aquellos que enlazan con ideas expresadas
con anterioridad o posterioridad y que permiten mantener un hilo conductor en el
discurso16.
Las diferentes ideas que, a modo de afirmaciones o negaciones, se vayan
incorporando en el documento deberán ser respaldadas con citas o paráfrasis de otros
autores que han trabajado el tema antes que nosotros (siguiendo el formato que se
explica más adelante). Debe cuidarse particularmente el que las citas sigan
adecuadamente el formato académico como elemento clave de la literatura del ensayo.
Sólo aquellas afirmaciones o negaciones que sean evidentes, que formen parte del
conocimiento general de la disciplina de que se trate o que sean ideas originales del
pensamiento del autor, no necesitarán de respaldo mediante cita o paráfrasis.
Otras formas de respaldar las afirmaciones que se vierten en un ensayo, cuando
no se disponga de una cita, serían, por un lado, el uso de ejemplos, que sirven para
clarificar las ideas acercándolas a la realidad empírica y, por otro, el uso de datos17,
que igualmente acercan las ideas a la realidad empírica.
En el desarrollo del ensayo es donde más figuras retóricas se suelen utilizar.
Junto con la interrogación y la sentencia, son frecuentes la gradación18, la antítesis19, la
13
Por ejemplo: 1.; 2.; a); b); •; –; etc.
14
Por ejemplo: “Las características del ensayo académico son: la brevedad; la concisión; la precisión; el
tono formal; el estilo académico; y el carácter de producto de investigación”.
15
Son propios del orden cronológico nexos del tipo: con anterioridad; al principio; inicialmente; en
primer lugar; en un segundo momento; en este etapa; después; posteriormente; al final; por último;
etc. Responden al orden causa-efecto los nexos del tipo: si; entonces; por tanto; así que; debido a
ello; en consecuencia; como consecuencia de; a causa de; causado por; por esto; dado que; a menos
que; etc. Al orden comparativo corresponden nexos del tipo: por un lado; por otra parte; igual que;
más bien; sin embargo; no obstante; en cambio; a diferencia de; aunque; aún así; pero; sino; etc.
Mientras que al orden clasificatorio le corresponden nexos como: dentro de; fuera de; este tipo de; en
este lugar; en este momento; respecto de; en relación con; etc.
16
Ejemplos de ello son las expresiones: como ya hemos señalado; como veremos más adelante; a
continuación se presentan; lo afirmado anteriormente sugiere que; más argumentos a favor de esta idea
son; por ejemplo; es decir; en otras palabras; etc.
17
Aunque el uso de datos empíricos no es más propio del artículo científico que del ensayo
académico.
18
La gradación consiste en ordenar las ideas de forma ascendente (de particularidad a generalidad) o
descendente (de generalidad a particularidad).
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Las conclusiones
Las conclusiones se elaborarán una vez expuesto y fundamentado el
argumento. Este apartado ocupará en torno al 5% de la extensión del ensayo y
recogerá de forma escueta el citado argumento; son una síntesis del argumento. Las
conclusiones no deberán incluir una opinión personal sobre el tema, ya que el propio
ensayo es, en sí mismo, una opinión personal fundamentada sobre un tema; lo que sí
pueden incorporar es una visión de futuro sobre el tema inspirada en el argumento
desarrollado. En las conclusiones son frecuentes figuras retóricas como: la sentencia,
que es muy útil para redactar las conclusiones; la interrogación, para abrir escenarios
futuros; y la metáfora, para cerrar con ideas más estilizadas. Se recomienda terminar
las conclusiones con una frase bien pensada, ya sea una pregunta, una sentencia o
una metáfora.
La bibliografía
La bibliografía será el último apartado del ensayo26. Éste ocupará en torno al
5% de su extensión y se dedicará a recoger “todas y cada una” de las referencias
bibliográficas citadas en el ensayo. Es imprescindible que se incluyan todas las
referencias citadas, aunque pueden incluirse otras referencias consultadas y no
citadas, siempre que hayan contribuido a la conformación del pensamiento vertido
por el autor en el ensayo. Las referencias consultadas pero ignoradas por
irrelevantes no deberán ser incluidas, ya que se supone que el autor ha manejado
19
La antítesis consiste en contraponer a una idea principal su opuesta para resaltarla. Ejemplo:
“Existe la falsa creencia de que con el sistema de recorta y pega se gana tiempo, cuando es todo lo
contrario”.
20
La paradoja consiste en presentar de forma conjunta ideas aparentemente contradictorias para
enfatizar la complejidad de un determinado pensamiento. Ejemplo: “Los Estados más pequeños son
más fuertes y más eficientes”.
21
La prosopopeya consiste en dar vida a seres inanimados, como atribuir a un territorio
comportamientos o características de un ser vivo. Ejemplo: “España se convulsiona ante la crisis” en
lugar de “Los españoles se sienten alterados por la crisis”.
22
La hipérbole consiste en exagerar una afirmación para darle mayor énfasis. Ejemplo: “España se
rompe” en lugar de “El avance del federalismo pone en peligro el Estado unitario”.
23
La metáfora consiste en sustituir un concepto por otro de significado semejante para enfatizar una
idea. Ejemplo: “El ensayo es la cuna en la que se mece el pensamiento recién parido” en lugar de "El
ensayo es una forma estética y comprensible de composición escrita que recoge y presenta el
pensamiento científico de autor sobre un tema”.
24
La metonimia consiste en sustituir un concepto por otro de significado próximo, pero no semejante,
para enfatizar una idea. Ejemplo: “España pierde competitividad” en lugar de “Las empresas
españolas pierden competitividad”.
25
La elipsis consiste en omitir un término en un concepto compuesto por varios términos atribuyendo
al restante o restantes el significado del término omitido. Ejemplo: “El acuerdo se aprobó en
permanente” en lugar de “El acuerdo se aprobó en la comisión permanente”.
26
Salvo que exista algún anexo, lo cual no es habitual en el ensayo académico.
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El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
9. Las citas
El sentido de una cita en un ensayo es apoyar el argumento que se está
desarrollando, no tanto en pruebas empíricas, sino en el principio de “autoridad”; es
decir, se acude al auxilio de otros autores para fundamentar el argumento, bajo la
premisa “no lo digo yo, sino que lo dice este autor y yo lo suscribo”.
Asimismo, es un ejercicio de reconocimiento de la autoría de las palabras o de
las ideas que se incorporan en el ensayo cuando éstas no son propias. Esto es muy
importante, porque se supone que tanto las palabras como las ideas que aparecen en
el ensayo son propias, salvo que se diga lo contrario, que es para lo que sirven las
citas. Si no se cita la autoría de las palabras, o de las ideas, que se incorporan en el
ensayo cuando éstas son muy novedosas u originales, se estará cometiendo un plagio.
Por este motivo, la primera norma que se debe seguir cuando se vaya a
incorporar una cita es teclearla letra a letra, precedida o sucedida por comillas si
fuese una cita literal (como se verá a continuación). Luego se añadirá el apellido del
autor, el año de publicación, la página del documento del que proceden dichas
palabras o idea (como se verá más adelante). Y por último, yendo al final del
ensayo, se incorporará en el apartado de bibliografía la referencia completa de la
obra de la que se extrajo la cita (como también se verá más adelante).
El sistema de citas en Ciencias Sociales se ha ido homogenizando a lo largo del
tiempo, de forma que el uso y costumbre en las diferentes disciplinadas en casi todos
los países ha acabado imponiendo lo que se conoce como sistema Harvard de
citación, sistema autor-fecha o sistema anglosajón27.
Este sistema se basa en el principio de “agilidad de la lectura” y pretende evitar
la distracción que se producía con el sistema latino de citación al tener que desviar la
vista hasta el pie de página para leer la referencia, ya que las referencias de la citas se
incorporan en el cuerpo del documento. Bajo este sistema, las notas a pie de página
tienen un carácter explicativo y no un carácter referenciador; es decir, se utilizan para
explicar detalles menores o para poner ejemplos que, por su menor importancia, no
resultarían convenientes en el cuerpo del documento, y no se utilizan para indicar las
referencias bibliográficas de las citas.
Este sistema funciona muy bien cuando el lector especializado conoce las
principales referencias bibliográficas de su campo y puede reconocerlas simplemente
por el apellido del autor y el año de publicación.
Por ejemplo: “La hipótesis fundamental de toda la teoría de Smith (1776) es la
existencia de una mano invisible que garantiza el orden natural en el funcionamiento
del sistema económico” (Hidalgo-Capitán, 1998: 27)28. Todo economista sabe que
Smith (1776), se refiere al considerado como el primer libro de Economía, Una
investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, publicado por
Adam Smith en el año 1776, por lo que no es necesario nombrar el título del libro.
27
Los sistemas más habituales de citación académica son el sistema latino, tradicional, cita-nota, ISO
o humanístico y el sistema anglosajón, Harvard, APA, autor-fecha o autor-año; aunque también
existen otros como el Vancouver o el ISI. En Ciencias Sociales predomina el sistema Harvard, con
algunas variantes; aquí se propone, de manera fundamentada, el uso de la variante que suele seguir
el autor de este ensayo.
28
Para las citas y referencias que se ponen como ejemplos en este ensayo, el autor ha optado por
utilizar, preferentemente, sus propios documentos, cuando éstos se ajustan a la casuística, y, cuando
no es así, documentos relativamente conocidos.
30
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
La cita literal
En algunas ocasiones interesa recoger la idea de un autor con las mismas
palabras que éste utilizó; esto suele suceder cuando consideramos que la expresión de
la idea tiene tanto o más valor que la idea misma o cuando no podríamos expresar
mejor dicha idea con palabras propias. En este caso las palabras textuales del autor se
recogen entrecomilladas y se acompañan, preferiblemente al final, del apellido, año y
página. Siempre que se cita literalmente las palabras de un autor se deben incluir la
página o páginas de las que procede la cita. Por ejemplo: “La especulación parece ser
la causa última de la primera gran crisis estructural del sistema económico mundial”
(Hidalgo-Capitán, 2011a: 266)29.
Cuando la cita es muy extensa (más de tres líneas) es preferible entresacarla
del cuerpo del documento, cambiando el paso de letra y tabulando a ambos lados. Por
ejemplo:
Y ello es así porque el neoliberalismo ha convertido al sistema económico mundial en un
“gran casino”, modificando la naturaleza capitalista de dicho sistema hasta convertirla en
lo que se ha venido en llamar el “capitalismo de casino”. La especulación, en especial la
financiera, pero también la inmobiliaria, ha permitido la aparición de una serie de agentes
económicos que ganan dinero “apostando” a que un determinado activo, que han
adquirido a bajo precio, podrá ser vendido a un precio mucho mayor. Entre los
principales especuladores se encuentran los fondos de inversión y los fondos de
30
pensiones (Hidalgo-Capitán, 2001a: 266-67) .
A veces, de un párrafo interesante hay partes que no son relevantes para lo que
se pretende resaltar; en este caso, se puede prescindir de determinadas palabras. Si
las palabras suprimidas se encuentran en medio del párrafo se deben añadir unos
puntos suspensivos entre paréntesis, pero si están al principio o al final, aunque se
pueden igualmente añadir los puntos suspensivos, también se puede prescindir de
ellas sin más. Por ejemplo:
El neoliberalismo ha convertido al sistema económico mundial en un “gran casino”,
modificando la naturaleza capitalista de dicho sistema hasta convertirla en lo que se ha
venido en llamar el “capitalismo de casino”. La especulación (…) ha permitido la
aparición de una serie de agentes económicos que ganan dinero “apostando” a que un
determinado activo, que han adquirido a bajo precio, podrá ser vendido a un precio
mucho mayor (Hidalgo-Capitán, 2011a: 266-67).
En ocasiones, se cree conveniente añadir algo a la cita, bien porque el autor no
incluyó algún término relevante en su expresión, bien porque al recortar palabras la
29
Otras formas de referencia serían: (Hidalgo, 2011a: 266), (Hidalgo-Capitán, 2011a, p. 266) e
(Hidalgo, 2011a, p. 266). La letra “a”, tras el año, indica que existen otras referencias del mismo autor
publicadas ese mismo año; se verá más adelante.
30
Otras formas de referencia serían: (Hidalgo-Capitán, 2011a: 266-267) e (Hidalgo-Capitán, 2011a:
pp. 266-267)
31
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
expresión pierde sentido, salvo con el añadido, o bien porque el autor del ensayo
desea hacer alguna aclaración al lector respecto de la expresión del autor citado; en
estos casos, los añadidos se colocan entre corchetes. Por ejemplo:
El neoliberalismo ha convertido al sistema económico mundial en un “gran casino”,
modificando la naturaleza capitalista de dicho sistema hasta convertirla en lo que se ha
venido en llamar [en expresión de Susan Strange] el “capitalismo de casino” (Hidalgo-
Capitán, 2011a: 266-67).
También es muy posible que surja la necesidad de citar a un autor cuya obra
original no se ha manejado pero cuya cita se puede extraer de otro texto que la recoge;
En este caso se trata de una cita indirecta y se sigue la misma lógica que en los casos
anteriores, sólo que añadiendo al final la expresión “en” o “citado por” y el apellido del
autor que referencia al autor, el año y la página citados. Por ejemplo: “El poder no es
una institución ni una estructura, o cierta fuerza con la que están investidas
determinadas personas [sino] (…) una compleja relación estratégica en una
sociedad dada” (Foucault, 1978: 93; citado por Hidalgo-Capitán, 2011b: 37).
Es muy importante asegurarse de que las citas literales que se incluyen en un
ensayo van entrecomilladas o entresacadas y con su referencia colocada, ya que en
caso contrario se estaría incurriendo en plagio.
La paráfrasis
Sin embargo, no siempre es preciso citar las palabras literales de un autor para
recoger sus ideas. En unas ocasiones, la idea se encuentra dispersa a lo largo de todo
un documento, pero no hay una síntesis adecuada de la misma realizada por el propio
autor. En otras ocasiones, se conoce la idea del autor por referencias, es decir, se
sabe con seguridad que un determinado autor plasmó una determinada idea en una
determinada obra, se quiere hacer referencia a dicha idea, pero no se dispone de dicho
documento, o no se dispone de tiempo para localizar la cita exacta. Algunas veces se
maneja bibliografía de un autor en otro idioma y, aunque se entiende la idea que el
autor quiere transmitir, no existe seguridad suficiente como para hacer una traducción
precisa de sus palabras. Y otras veces el autor cuya idea se quiere citar utiliza una
terminología que choca con el lenguaje que se está empleando en el ensayo.
En todos estos casos, y en algunos otros, se puede acudir a la paráfrasis; es
decir, se puede expresar con palabras propias una idea ajena de un autor
determinado. Por ejemplo: La crisis global tiene como causa última la especulación
(Hidalgo-Capitán, 2011a)31.
Es muy importante, indicar cuando una idea que se recoge en el ensayo es una
idea ajena, ya que se supone como propias todas aquellas ideas del ensayo cuya
autoría no está atribuida a otro autor. Si una idea ajena es una idea general,
normalmente bien aceptada, el autor del ensayo puede hacerla suya sin necesidad de
citar al autor de la misma, pero si se trata de una idea muy precisa, novedosa o
controvertida, es conveniente indicar la referencia para evitar una acusación de plagio.
Esta misma forma de indicar el origen de una paráfrasis, se puede utilizar
simplemente para indicar la referencia de una obra que se nombra en el texto, aunque
realmente no se esté parafraseando la misma. Ejemplo: Veinte años después del
31
Otra forma de referencia sería: (Hidalgo-Capitán, 2011a: 265-67); ya que se puede precisar en que
páginas el autor recoge o desarrolla dicha idea.
32
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informe del Club de Roma (D. H. Meadows et ál., 1972) se publicó una actualización
del mismo (D. H. Meadows, D. L. Meadows y Rangers, 1992)
32
La página aparece en número romano porque así está en el original al formar parte de la
presentación del libro.
33
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33
La fecha y la página también pueden ir a continuación de la cita.
34
En este caso Hidalgo-Capitán esta considerado como uno de los más importantes especialistas
nacionales en pensamiento económico sobre desarrollo, por lo que procede citarlo con su nombre en
el cuerpo del ensayo.
35
En este caso Hidalgo-Capitán no está considerado como uno de los principales especialistas
nacionales en economía mundial, por lo que no procede citarlo con su nombre en el cuerpo del
ensayo.
34
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Ejemplos: Veinte años después del informe del Club de Roma (D. H. Meadows
et ál., 1972) se publicó una actualización del mismo (D. H. Meadows, D. L. Meadows y
Rangers, 1992); “Sistema económico es el conjunto de relaciones estructurales
básicas, técnicas e institucionales, que caracterizan la organización económica total
de una sociedad y determinan el sentido general de sus decisiones fundamentales,
así como los cauces predominantes de su actividad” (Sampedro y Martínez Cortiña,
1969: 271).
36
Otras formas de referencia serían: (Marx y Engels, 1848 [1984]: 37) o (Marx y Engels, 1984 [1848]:
37).
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36
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medida en que a ellas no puede acceder cualquier lector del ensayo para indagar
sobre el tema tratado.
No obstante, en ocasiones, es imprescindible hacer uso de estas fuentes al
no disponer de otras; en estos casos, las fuentes no se referencian en la bibliografía,
pero se citan de una forma peculiar: Inicial del nombre. Punto. Apellido del autor.
“Comunicación personal” (se puede sustituir por el tipo de comunicación personal de
que se trate). Fecha completa. Ejemplos: Con la crisis del euro estamos repitiendo
los errores del pasado de los que ya nos advirtió Keynes en 1921 (P. Krugman,
tweet, 20/05/2012); P. Dávalos (Comunicación personal, 14/02/2012) sostiene que
tratar de comprender el pensamiento indígena con criterios occidentales es un
ejercicio de violencia epistemológica; el estudiante eslovaco A. Arvensis (E-mail,
21/05/2012) me pidió asesoramiento para su tesis sobre el mercado inmobiliario en
España.
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Aunque, en español, después de los dos puntos se escribe con minúscula, el uso y costumbre
académico ha terminado por imponer que “Elaboración propia” se escriba con mayúsculas.
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Se denomina bibliografía activa a los documentos que escriben determinados autores sobre un
tema y bibliografía pasiva a los documentos que hacen referencia a otros documentos que escriben
determinados autores sobre un tema.
40
Se denominan fuentes primarias a aquellos documentos que contienen información directa sin
analizar sobre un tema (imágenes, grabaciones, estadísticas, legislación, etc.) y fuentes secundarias
a aquellos documentos que contienen información elaborada sobre un tema (libros, artículos,
informes, tesis, etc.).
41
Ya sean éstos: textos, imágenes, grabaciones de audio, grabaciones de video, etc.; o libros, artículos,
diccionarios y enciclopedias, documentos jurídicos, etc.
42
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (1987): Nuestro futuro común,
Alianza Madrid, 1992.
UNICEF (2012): Estado mundial de la infancia 2012. Las niñas y los niños en un
mundo urbano, UNICEF, Nueva York. Disponible en línea en:
http://www.unicef.org/spanish/sowc2012/pdfs/SOWC%202012%20Main%20R
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(Consultado 21/05/2012).
43
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
ambas páginas están dentro de la misma unidad de millar, centena o decena éstas se
suprimen en la página final). Punto. Ejemplos:
Hidalgo-Capitán, A. L. (2011e): “La economía mundial en perspectiva sistémica. El
sistema económico mundial”, en A. L. Hidalgo-Capitán (coord.), Economía
Política Global. Globalización, gobernanza y crisis, Editorial Académica
Española, Saarbrücken (Alemania), 33-40.
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(comp.), Economía Internacional, Fondo de Cultura Económica, México, 1979,
1(1): 9-25.
Williamson, J. (1990): “What Washington means by policy reform?”, en J. Williamson
(ed.), Latin American Ajustment, Institute of International economics,
Washington, DC, 8-17.
44
El ensayo académico Antonio Luis Hidalgo-Capitán
42
En ocasiones el “director” recibe el título de “coordinador”.
45
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Meadows, D. H. et ál. (1972): Los límites del crecimiento, Fondo de Cultura económica.
México.
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43
El Sistema Harvard de Citación fue ideado antes de la expansión de Internet y está pensado para
documentos en formato de papel y en los que al autor, la fecha y la página suelen estar siempre
presentes. En la actualidad, pese a los esfuerzos de actualización del sistema, a veces resulta difícil
citar documentos de Internet en los que ni el autor, ni la fecha ni la página resultan evidentes. No
obstante, mientras no se desarrolle otro sistema, se debe hacer un esfuerzo por adaptar el sistema a
Internet e Internet al sistema. En este ultimo caso, sería de agradecer que los diseñadores de páginas
Web se preocupasen de que las direcciones HTML de las diferentes divisiones internas de una
misma página, es decir, de las direcciones HTML de los documentos que se pueden localizar en una
página Web, estuviesen expresados en términos legibles y evitando símbolos del tipo #, $, &; %, _,
etc.
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Diccionario o enciclopedia
Los diccionarios y enciclopedias pueden referenciarse por el título como si no
tuviesen autor identificable. Sin embargo, se recomienda atribuir la autoría a la
entidad o marca responsable de su publicación. También se recomienda considerar
como fecha de publicación la de la edición manejada y no la de la primera edición,
ya que las frecuentes reediciones de estos documentos suelen llevar grandes
actualizaciones. Ejemplos:
Larousse (2003): Diccionario de Sinónimos y Antónimos, Spes, Barcelona.
RAE (2001): Diccionario de la Lengua Española, 22.ª Edición, Real Academia
Española de la Lengua, Madrid.
RAE (2005): Diccionario Panhispánico de Dudas, Real Academia Española de la
Lengua, Madrid.
RAE (2009): Nueva Gramática de la Lengua Española, Real Academia Española de la
Lengua, Madrid.
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44
También se puede hacer la reconstrucción como su fuese un artículo de revista, en cuyo caso se
prescinde de la editorial y de la ciudad.
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45
En los últimos años se ha desarrollado un número de identificación para los documentos publicados
en Internet que pretende ser el equivalente digital del ISBN y del ISSN, de trata de DOI o Identificador
de Objeto Digital. Sin embargo, su escaso uso no permite usarlo como referencia para definir una
“literatura gris digital”.
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Documento jurídico
Los documentos jurídicos (constituciones, tratados, leyes, decretos,
reglamentos, órdenes, etc.) se suelen referenciar ignorando su autoría (Jefaturas de
los Estados, Parlamentos, Consejos de Ministros, Ministerios, etc.) y colocando, en
primer lugar, la denominación de la norma en cursiva, que por lo general incluirá la
fecha, aunque, en caso contrario, se incluiría entre paréntesis. Tras ella irá la
publicación periódica oficial en la que se publicó la norma, acompañada de la fecha,
el número y las páginas o, en su defecto, de la editorial, la ciudad y el año de
publicación de la edición manejada. Ejemplos:
Constitución Española (1978), Tecnos, Madrid, 1996.
Constitución Española de 1978, Boletín Oficial del Estado, 29/12/1978, 311: 29315-
424.
Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, Boletín Oficial del
Estado, 24/12/2001, 307: 49400-25.
Ley 13/2003, de 22 de diciembre, Andaluza de Universidades, Boletín Oficial de la
Junta de Andalucía, 31/12/2003, 251: 27452-74.
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Documento religioso
Los documentos religiosos, como la Biblia, el Corán, la Tanaj, los Vedas, etc.
se referencian sin hacer mención a la autoría, al igual que los textos de autor
desconocido, y sin hacer mención a la fecha de publicación de la primera edición;
aunque después del título en cursiva se suelen incluir, la editorial, la ciudad y el año de
publicación de la edición manejada. Ejemplos:
La Sagrada Biblia, Conferencia Episcopal Española, Madrid, 2010.
El Corán, Planeta, Madrid, 2008.
La Tanaj, Sinaí, Tel-Aviv, 1996.
46
En el caso de canciones o composiciones musicales, el intérprete puede ser sustituido por el autor
de la canción o el compositor, cuando éste sea más conocido. Y en el caso de documentales
centrados las intervenciones de una persona, el director puede ser igualmente sustituido por el
protagonista del documental.
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13. Conclusiones
Llegados a este punto se pueden presentar algunas conclusiones que se
derivan del presente ensayo.
Así, se puede afirmar que un ensayo académico es una composición escrita
en prosa en la que un académico (profesor o estudiante) desarrolla sus ideas sobre un
tema, sin necesidad de mostrar un aparato científico-metodológico en aras de una
mayor legibilidad y capacidad explicativa. Dicha composición escrita ha de ser breve,
concisa y precisa, tener un tono formal y un estilo académico y ser producto de una
investigación; características estas que diferencian al ensayo académico de otras
formas de ensayo (filosófico, literario, crítico histórico, critico sociológico, crítico político,
critico económico, critico literario, critico artístico, periodístico, personal y descriptivo).
Para elaborar un ensayo académico, primero, se debe realizar previamente
una investigación que permita formular una pregunta de reflexión y esquematizar el
argumento por medio de ideas interrelacionadas. Luego se debe pasar a redactar el
borrador dividiéndolo en seis apartados: portada; índice; introducción; desarrollo;
conclusiones; y bibliografía.
La redacción del borrador debe estar muy cuidada, seguir un tono formal y un
estilo académico. Dicho estilo se caracteriza por ir sustentando las ideas del autor en
afirmaciones de otros autores de mayor autoridad en el tema, para lo cual se emplea
habitualmente el sistema de citación de Harvard o sistema autor-fecha. Las
afirmaciones pueden ser citas literales o paráfrasis, y pueden proceder de muy
diversas fuentes, las cuales tienen sus reglas de citación y referenciación, que el
autor debe conocer.
Volviendo a la alegoría del principio, si asumimos que el ensayo es la cuna en
la que se mece el pensamiento recién parido, a nadie ha de extrañar entonces la
afirmación de que “la mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo”
(Wallace, 1865).
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Breve semblanza del autor