rito. El consumo de vino es un signo de pertenencia, un diploma de buen 8.

Sexualidades dificiles: de 10s abusos sexuales alas

comportamiento ostentado por aquel del cual se dice con orgullo que sabe relaciones sin protecci6n
divertine. A falta de otra cosa, el hecho de "aguantar el alcohol" suscita la
admiraci6n y permite existir ante la mirada de 10s otros. LaG'primeraborra-
chera" es como una especie de rito de trinsito hacia la edad adulta. Tiene El interds da su valor propio a aquello que afecta
una funcidn iniciitica y expresa el hecho de "serun tipo que las tiene bien Geo~oEsBATAILLE. LQS Idgrimns de Eros
puestas" bajo el signo de una transgresidn que acrecienta su valor.
Los jdvenes suelen organizar competenciaspara ver quiCn "aguanta" mejor
el alcohol. El juego de "tragos por metro", a menudo asociado al consumo de
tequila o licor de anis, es un rito de virilidad practicado poralgunos adoles-
centes. S. Le Garrec (2.002: 224) describe esta prictica en algunos bares de
Toulouse en que a 10s j6venes que han consumido un "metro" de alcohol se El ingreso en la sexualidad
les ofrece un trago mis como recompensa. Pem la rivalidadprosigue fuera
de 10s bares, en la casa de uno u otro o en un espacio pdblico cualquiera, y La sexualidad es un momento esencial de la adolescencia, porque, m i s
deriva en una competencia de trago tras trago hasta que uno de 10s adver- all6 del placer, contribuye al sentimiento de sf, esti anclada en un gknero
sarios se desploma o abandona. El alcohol es el antidoto de una identidad y corta simb6licamente las ataduras con 10s padres. Confirma el hecho de
maltrecha, obligada a aferrarse a valores "viriles"dificiles de asumir en sus ser en lo sucesivo un hombre ounamujer. Lauprimeravez2'sigueteniendo
consecuencias y signo de la alianza con un grupo de pares amistosos. Es el una funci6n iniciitica para 10s muchachos. Si bien no 10s convierte en
dltimo recuno para fojarseun penonaje y una identidad aun menor costo. "hombres", les otorga el sentimiento de haber dejado de ser niiios. Si es
Ebrio, el jovensevuelve impredesiblepara si mismo y 10s demis, se pone con una buena experiencia, confirma una "normalidad" que aogustia siempre
frecuencia en peligro, en particular al conducir unauto o unamoto, provoca a 10s adolescentes. Si, por el contrario, resulta un fracaso, la dificultad de
conflictos, se expone a arriesgadas maniobras. Aunque es menos afectado afirmarse como hombre o mujer suele tener un efecto depresivo, y deja
por el alcoholismo que las franjas de mayor edad, estiexpuesto aunriesgo huellas dificiles de borrar si las experiencias posteriores no llegan a ser
de accidente asociado alconsumo de alcohol tajantemente superior debido mis propicias. Especialmente entre 10s muchachos, la sexualidad se vive
a su menor experiencia en la conduccibn automovilistica y en el consumo como una prueba necesaria, no siempre asociada al deseo, sino mis bien al
de alcohol (Assailly, 1992: 97). propbsito de demostrar que se esti en concordancia conlos otros: "Es como
pasar unobsdculo; puede parecer tonto, pem paralos cabros es importante.
Una vezquelo has hecho tedices:'iListo!', y tesientes aliviado" (en Goguel
d'AUondans, zoos, 108)."Todosmis amigos lo habian hecho, y no me quedaba
otra si queria que no me creyeran marica" (CCdric, 18 afios). Lapresibn del
grupo de pares y Las burlas incitan a tener una relaci6n sexual en que no
siempre esti presente el deseo. Si 10s amigos lo han hecho, es dificil seguir
manteniendo una posici6n de "virgen".
Lavirginidades mis dificil de sobrellevaren el caso de 10s muchachos y es
menos el resultadode una decisidn, mientras que las muchachas adhierena
veces a ella por razones religiosas o por un ideal amoroso. Entre las jbvenes
musulmanas es incluso una bandera identitaria.' La castidad tiene hoy mala

1 "De hecho, creo que me merezco lo que me pas6 porque ya no soy virgen. EnUe 10s
musulmaner, el que unajoven noseavirgen es un racrilegio, y rhquemi padre podria
 prensa: se presta mls bien a la ironia y el desprecio, salvo en ciertos medios no es primordialmente el placer, sino mls bien un acemamiento al otro:
que siguen marcadds por una visi6n religiosa estricta: en la mayoria de las es una bdsqueda de amor. La inmensa mayoria de las muchachas sienten
familias que profesan el islam, por ejemplo, es imperativo que las mucha- estar enamoradas cuando se entregan a sus primeras relaciones sexuales.
chas sean virgenes antes del matrimonio. En el caso de 10s muchachos, la Los muchachos intentan cambiar con frecuencia de pareja; ellas, encambio.
virginidad es mls bien resultado de una inhibici6n o de unaindisposici6n, son claramente mls fieles. Solo una minoria de las muchachas alcanm el
una mancha en la reputacidn si los otms se enteran. orgasm0 en sus primeras relaciones,pero no le conceden enprincipio sino
La presi6n de estar en concordancia con 10s otros es una de las causas de una importancia menor (Chaby, 1997: 92).
la actividad sexual precoz practicadapor jdvenes cuyo deseo hapermanecido
mQsbien en unregistroinfantil de acercamiento alotro. Les falta ladimen- Ernbarazos precoces
si6n del deseo,y en su lugar encontramos un afin de experimentacibn, una
suerte de masturbacibn en pareja en que cada cual le presta su cuerpo al En la actualidad, unade cada dos adolescentes comienza a tener relaciones
otro movidopor el empeiio de imitar 10smodelos y lavoluntad de acceder sin utilizaranticonceptivos.Ahora bien, unembarazo precozpresenta varios
finalmente a una experiencia "adulta". "Lo pas6 s~ipermal, fueundesastre, riesgoa tensiones conlafamilia; abandono delaescuela, conconsecuencias
me queria morir. Con decirte que despu6sllor6a mares. Lo hice a 10s catorce no desdeiiablesparaelporvenir, y tambi6nel riesgo para la salud que repre-
aiios per0 en verdad no estaba preparada" (en Goguel d'Allondans, zoos: senta el embarazo durantelaetapa de crecimiento. Aunque lamayoria de 10s
112).Basado en su experiencia clinica. D. Lauru percibe las consecuencias adolescentesestiman estarbien informadosen materia de anticoncepci6n,
ambivalentes de estos encuentros precoces ma1 asimilados. MQstarde, en no pocas veces se interponen extraiias ideas que eliminan todaprecauci6n.
el momento de abordar una sexualidad organizada en torno a lo genital el como lacreenciaen la imposibilidad de un embarazo en las primeras rela-
adolescente tiende a retocar su experiencia, a olvidar su consentimiento ciones sexuales. El uso de la pildora supone por lo dem6s una inscripci6n
y a recordar mis bien las sensaciones desagradables. "Los adultos, dice D. significante enel tiempo, lo que no sucede conadolescentes que se sienten
Lauru, describen esas experiencias precoces como traumatizantes, pese a a disgust0 consigo mismas, y particularmente mnaquellas pertenecientes a
que recuerdan haber dado su consentimiento,y pese incluso a la intensidad 10s medios populares. Para algunas,la sexualidad es una forma de venganza
con que deseaban descubrir lasexualidad (Lauru, zooo: n). intimacontra la madre (o contra el padre en caso de incesto). De ese modo,
Al preguntarles qu6 consideran importante en la relacidn sexual, las algunas de las muchachas que multiplican las relaciones sexuales con pa-
muchachas destacan mayoritariamente la temura; 10s muchachos, el sexo. rejas diferentes estin trabajadas por fantasias como: "Si mi madre lo sabe,
Para ellas, la relaci6n sexual es una muestra de apego, un abandono de si se muere", "Ya ves, m a m t yo tambi6n tengo a alguien" (010s. 1963:265).
a la confianza del otro. Para ellos, el sexo es necesario para el amor; las Asi como 10s muchachos angustiados se inspiran mis bien en modelos
muchachas piensan que es necesario solo si la relaci6n estQaflanzada. '%I "vlriles"para "tratar de ser alguien", ellas,por suparte, buscanvalores "fe-
poner obsticulos auna culminaci6n sexualdemasiado ripida, las muchachas meninos", en especial, en esre caso, el de demostrarse que pueden quedar
quierenponer aprueba la verdad de 10s sentimientos. Siel jovencede ante embarazadas.Los embarazos precoces afectan sobretodo a adoiescentes de
ese obstkulo que es la espera, su sentimiento amomso es fuerte y sincero" medios populares o desfavorecidos,que han crecido en el seno de familias
(Lagrange,1999: 185).Los estereotiposno han desaparecido: una muchacha inestables,conflictivaso disociadas, connumerosos hijos, donde 10spadres
que ha tenido relaciones sexuales con compaiierosdiferentes es una suelta, estin desempleados o tienen trabajos precarios. En esas familias, la comu-
una puta; un muchacho, a la inversa, es un conquistador, un hombre que nicacibn es mala, la palabra esti desacreditada; el rendimiento escolar de
rebosavirilidad a ojos de sus pares. Diversos estudios muesttan quepocos las muchachas es mediocre,y no es mucho mejor la estima que sientenpor
muchachos conservan la misma pareja en su segunda experiencia sexual, si mismas. Son propensas a iniciarse muy j6venes en la sexualidad activa,
contrariamente alo que ocurre con las muchachas. Lo que ellas persiguen lo que las hace vulnerables a las enfermedades de transmisibn sexual o a1
embarazo, porque sus parejas, pertenecientes al mismo medio social, pes-
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tan tan poca atencibn como ellas a la prevencidn. Para estas adolescentes,
matarme poresto:diceS. Bellil despuesdehaber sidovictima deuna violacibn (2003:
69t.S~padretermin6 porexpuisarla del hogar. la sexualidad es una manera de existir para si mismas, a1 sustraerse a la
 indiferencia que reina en las relaciones familiares. El niiio al que dan a luz
o del que se deshacen en un aborto las liga inconscientemente a la mater- como algo reprensible" (Amara,2003: 38-39). Las relaciones entre mucha-
nidad como valor y las tranquiliza con respecto asu fecundidad. El deseo chas y muchachos en 10s sectores populares, y sobre todo en 10s barrios de
de quedar embarazadas debe ser distinguido delde dar a luz, pues aveces exiliados, estin regidas por la desconfianza,y aveces por la intimidacibny
la violencia que ellos ejercen. La vigilancia de que son objeto les recuerda
no tiene otm propbsito que el de someter a pruebaun cuerpo de mujer.
La adolescents se ha expuesto de manera mls o menos inconsciente al
embaraza. Sin que lo sepa, opera aqui la auaccibn ejercida por un cambio
I alas muchachas que el espacio public0 es peligroso para su reputacibn.
Ahora se visten de manera neutra, disimulando sus formas bajo la ropa.
"En el barrio, una muchacha femenina es una puta, mienuas que la que
de estatus que la convierte en joven madre, que ahora podd dejar atris su
usa jeans y zapatillas es una muchacha decente" (Bellil,2003: 56). COmO
impotencia y hacerse responsable de un hijo propio. Llena asi el vacio, el
dice una adolescente: "Una falda significa para ellos que tengo ganas de
sentimientodeinsignificanciaqueexperimentaba.Encuentra alli, al alcance
acostarme". Si lleva ropa un poco ajustada, entonces "anda provocando" Y
dela mano, unaposible fuente de reconocimiento, un ingreso miniio y una
debe asumir las consecuencias alandar por el barrio. Educados de manera
responsabilidad que la amncan de si misma. le dan el sentimiento de existir
privilegiada, a diierencia de sus hermanas -sobre todo en las familias de
y de contar finalmente para alguien. Pero con frecuencia se halla dividida
origen mediterrineo, en especial magrebies-, acostumbrados a gozar de
entre su condicibn de nifia y su responsabilidadde madre. En la mayoria de
cierta importancia y confrontados, por otra parte, al fracaso escolar y el
10s casos, el padre no asume responsahilidad alguna. En 1998, M. Uzan, del
desempleo, 10s muchachos encuentran en una escalada sexista y en la
INSERM (Institute Nacional de la Salud y de la Investigaci6n MMCca, por
homofobia un mod0 de afirmarse en su virilidad.Tienden a formar grupo
sus siglas en frands), observb que lo ooo adolescentes se veian enirentadas aparte, manteniendo alas muchachas a una distancia desdefiosa.
en Francia todos 10s afios a un embarazo no deseado. El parto no siempre La temurao laamistad sonimposiblesodificiles.En 10sbarrios populares
es un acontecimiento ieliz para la muchacha y el niiio. Poco dispuestas, aumentanlas agresiones sexistas de diverso tip0 contralas muchachas. Seglin
inquietas, catentes alin de madurez, prisioneras de su condici6n de madres, indican las estadisticas policiales, 10sactos violentos de carkter sexual son
correnelriegodedeprimirse y esthnde todosmodos en malascondiciones obra especialmente de muchachos menores de edad y de adultos jbvenes.
para cuidar al niiio. No pocas veces es la abuela quien se encarga de h e , Dos terceras panes de las relaciones forzadas impuestas alas muchachas
lo que le demuestra a la joven madre el fracaso absoluto de su tentativa de
son perpetradas por muchachos que ellas conocian (Lagrange,2001: 262).
emancipacibn. La intempcion voiuntariadel embarazo no es una soluci6n
Ellos, por su parte, sonprisioneros de su puritanism0 y su homosocialidad,
ficil, pues deja huellas en la forma de arrepentimiento o remordimientos.
del sexism0 deshocado queles impideflirtearconlasmuchachas. Nodejan
Siete mil adolescentes recurren a la intempcibn voluntaria del embarazo.
1 de tocarse entre si, de ir con un brazo sobre el hombro del compafiero. Pero
apenas osan tenet, ante lavista de suspares, ungesto de temura haciauna
El valor diferencial de 10ssexos
muchacha, son paradbjicamente tildados de maricas. Un muchacho que
es tierno con su compafiera desmerece ante sus pares: es un payaso, un
En mayorwdo que en el resto de la sociedad francesa,la "valencia diferen-
marica, un d6bil.
cia1 de 10s sexos"observadapor F. HCririer opera, enlapohlacion de origen
La 6nica educacidn sexual que recihen 10s muchachos proviene de las
mediterrineo, en desmedm de la mujer. En unos diez aiios, en conjuncidn
con el desempleo masivo y la degradacidn de las condiciones de vida en la peliculas pomogrificas. No tienen otras imigenes de la relacion amorosa
o sexual. Estdn fragmentados entre su miseria sexual y la proliferacihn de
periferia, las relaciones entre muchachas y muchachos en las escuelas se
imlgenes publicitarias de fuerte cargaerdtica, una atmbsfera televisiva que
deterioraron, pues ellos encontraron en la "vigilancia" de las muchachas
ya casi no conoce limites. Hay una distancia enorme entre la solicitacibn
una forma de desquitarse por lo depreciado de su estatus. "En mi Cpoca,
de las imlgenes y su vida real. La mayoria de las muchachas del barrio les
recuerda F. Amara, era perfectamente natural que las muchachas usaran
son inaccesibles, porque sonlas hermanas de sus amigos o son muchachas
falda cona, jeans ajustados, blusas escotadas, camisetas cortas. Ningtin
"detentes", es decir, intocahles. Entran en la sexualidad bajo la Cgida de una
hombre se habria permitido el m6s minimo comentario. Hoy, y desde hace
frustracibn exacerbada. Las relaciones socialesentresexos sonparticulamente
diez aiios, 10smuchachos perciben la femineidad como una provocacihn y
dificiles en estos barrios populares, donde la "reputaci6n"es fundamental
 y donde todo el mundo se conoce. Los c6digos de comunicacibn estin des- siempre aprueba en cuantn a su"seriedad". Una adolescente enamoradade
tmidos. "Salir conminas" o "pasirselas unos a otms", refirikndoseaaquellas su amigo es presionada por Cste para que se acuesten, bajo la amenaza de
consideradas "putasW,pasaa ser una ocupaci6nposible (Bellil,2003: 53 ss.). dejarla si no accede a sus demandas. Se&n hace notar F.Amara, la mayoria
Las adolescentes de 10s barrios saben que su existencia real solo puede de las muchachas acepta, a condici6n de conservar la virginidad, porlo que
desarrollarse lejos de la vigilancia minuciosa a que las someten 10s mu- consienten a ser sodomizadas, sin experimentar con ello el menor placer
chachos de la calle y las mujeres que atisban por la ventana, en especiallas y sabiendo al mismo tiempo que esa surnisibn no garantizala retenci6n de
otras madres. Todos sus actos y gestos sonobjeto de escrutinio, y lamenor su amigo (Amara,2003: 59). Si acepta, tambiCn puede pagarlo caro. "Nadie
contravenci6n es denunciada a sus padres. Los chismes se convierten en diria que comenzaste a tirarreciin a 10s 17aiios. Yo quiem una virgen corno
una tkcnica de control: si una muchacha valora su reputacibn, debe tener esposa, no una tipacomo tJ", le dice Ryad a su amiga, que no pudo resistir
un comportamiento irreprochable (Rubi. 2005.41). La fama de "puta" se a sus demandas. Ademis dela condici6n degradada de la muchachaque ha
adquiere ripidamente, por una palabra, unasonrisa o un gesto que 10s mu- dejado de ser virgen, otra amenaza se cieme sobre ella: la de la maldicibn
chachos consideran "ambiguo". En consecuencia, las relaciones amorosas de ciertas madres que desean que todas las desgracias del mundo se dejen
deben ser llevadas con precaucibn, para no dejarse descubrir y no suscitar caer sobre su hija por haber sido incapaz de conservar la virginidad (Ait el
rumores destructivos. Estin obbgadasarecurrir a uo sinfin de estrategias de Cadi, zoos: 130, ss.).
evasi6n parano pasar frente a 10s muchachos, y evitan salir solas. Se visten La vigilancia paterna sobre las muchachas es especialmente rigurosa en
con sueteres que se quitanapenas escapan a toda vigilancia, se citancon sus 10s medios de origen turco o magrebi, o mas en general de fe musulmana.
parejas en la ciudad o en alginlugar que creen a salvo de mayores peligros. Se aplica sobre todo alas salidas, las amistades, la ropa, el empieo del
Las muchachas recurrenalvelo o alpaiiuelo no solo porrazones religiosas, tiempo. "Si pierdes la virginidad lo pierdes todo, el honor, emis acabada,
sino tambiCn para eludir el acoso y circular en paz por un espacio pliblico has traicionado a tus padres, tengo la impresi6n de que es inclusopeor que
permanentemente ocupado por 10s hombres. El paiiuelo es una protec- fugarse con un muchacho, la virginidad es lo linico que puedes conservar y
ci6n contra la violencia, aunque suele ser tambikn un signo de adhesi6n la cosa mis importante que puedes darle a un muchacho" (Samira,17aiios).
religiosa. Es una suerte de permiso de circulaci6n. una setial de fidelidad Los herrnanos suelen actuaraeste respecto con una belicosidad que resulta
que las autoriza para salir fuera del circulo familiar. Asi marcadas (some- insoportable a sus hermanas. Las muchachas son portadoras del honor del
tidas), pasan a ser intocables. De esa manera pueden seguir sus estudios y grupo, y la virginidad es su simbolo m b refulgeote.
desplazarse libremeote por la ciudad. Concilian la modernidad occidental Lapreompaci6npor lamoral impecable de la muchacha estivinculadaasu
con una seiial de pertenencia a su comunidad. El recurso al paiiuelo es el posiblematrimonio y a la reputaci6n de la fami1ia.Y ademas, es la condici6n
precio que deben pagar para circular con libertad. Algunas de ellas, apenas para que, m b adelante, el marido la trate en forma digna: "Si no eres virgen
estin lejos de la vista de 10s habitantes de su barrio, se lo quitan y sacan al casarte, lo peorque puedepasarte es que tu marido te acepte pese a todo,
su estuche de maquillaje. No tienenningim espacio propio, como no sea el porque despuCs podd apmvecharse de eso y decirte: 'iCierra el hocico! Yo
universo dom6stico. fui el que te recogi6 de la calle; si no es por mi nadie habria querido tener
Deesta manera, una jerarquia temible rige las relaciones entrelos j6venes nada contigo, asi que haz lo que te digo.' Si eres virgen, no solo demuestras
de ambos sexos. Estin por un lado las muchachas con las que es posible queeres decente, sino queasi tumaridonopodri hacerte lavida imposible
y te va a respetar", dice Sarnia (en Kit el Cadi, 1999: 47). Las muchachas
casarse: las "serias". es decir, virgenes, y por otro aqueuas conlas que no es
posible casarse pem si acostarse, subdivididas a su vez en varias categorias de origen franc& tienen mucha mayor libertad en lo concerniente a sus
informales, entre las males la "puta" es l a m b despreciable a ojos de 10s desplazamientos y su sexualidad. La primerarelaci6n sexual tiene un valor
muchachos. Esta es principalmente la que es artastrada a 10s subterrrineos. de confirmaci6n de la identidad, de maduraci6n, mientras que para las de
"Estar enamorado no significa nada. Encuentras una mina, tegusta, teen- origen mediterrineo representala pCrdida de valor social en el context0 del
tretienes con ella y chao despuCs. Si no eres tfi el que la patea, tli vas a ser el matrimonio. Por otraparte, ias encuestas muestran una diferencia enorme
tonto al que van a patear despues, asi que es mejor que uno lo haga antes" entre las pricticas sexuales de 10s muchachos y las muchachas de origen
(Mohamed,17aiios). La "amiga" ocupaunapeligrosa situaci6n intermedia,
musulmtin: a 10s 18 aims, un 74,7% de 10s hombres ha tenido ya relaciones de ella. 0,en otros casos, es "prestada" a 10s otros como "un buen polvo"
sexuales,frente aunzo.7% de ias muchachas (Lagange,Lhomond, 1997:42). que hay que compartir entre hombres.
Conforme a un discurso banalizado, vigente sobte todo en 10s barrios Los "planspitasses" ("oportunidadespara tiratse putas"), como lo muestra
populates, lasmuchachasvictimas deviolaciones colectivas son en realidad la pelicula La Squale, no se llevan a cab0 con el prop6sito de mancillar o
"incitadoras" que "la estin buscando" y "merecen" lo que sufren, porque humiilar, sino que uaducen ciena imagen de la mujer que es victima de estas
una especie de indulgencia redime gustosamente a 10s muchachos, su- violaciones colectivas, considerada una "puta" y no una "sumisa", que no
puestamente incapaces de contener sus pulsiones. No hay que provocarlos cuenta con laprotecci6n de un hermano mayor. Incluso si dice que no y se
nunca, so pena de pagar las consecuencias. "Hoy en dia, 10s muchachos defiende, su "reputaci6n"laconvierte enpresaficii de estas pricticas. Desde
piensan que todas las muchachas somos putas, dice una adolescente. Para el momento en que su violaci6n se hizo ampliamente conocida a causa de
ellos, todas somos asi. Y por eso cada una debe mostrarc6mo es, darpme- la jactancia de sus agresores, S. Bellil se vio acosada por otros muchachos
bas" (enMarzano, Rozier, 2005: 38). La actitudde losvamnes es planteada de su barrio que querian su pane del botin: "Todos creen que soy de las que
como ineluctable y su comportamiento como legitimo: la muchacha debe se acuestan con el primer0 que pasa. Si no dije nada, es porque la andaba
sometene y "dar pmebas" ante sus ojos. En efecto, muchos j6venes piensan huscando [.. I. Una muchacha que 'callejea' es una puta, pot lo tanto no
que las muchachas "no andan pidiendo otra cosa", incluso cuando dicen debe quejarse si se ve enunlio [.. I. Cuando unamuchacha hasido violada,
no, como lo demuestra el estupor de ios muchachos cuando les enrostran todos 10s tipos quieten aprovecharse. Es la ley de 10s barrios" (Bellil, zoo3,
las violaciones colectivas. Asilo demuestra tambien el apoyo sorprendente 43-44). Los muchachos cuentan con el temor a 10s chismes en un mundo
que recibendelbanio, empezando porsus padres. Alainversa, sus victimas donde todos se conocen y acosan a la muchacha, que siente entonces no
y las familias de &stasson amenazadas constantemente despues de la pre- tenet escapatoria.
sentaci6n de una denuncia? "Un tipo, dice Khaled, se lleva auna mujer a un La violaci6n colectiva3es una forma de reforzamiento del grupo mascu-
subtertineo, donde hay cinco a seis, se lavan a servir, cinco o seis contra lino. El mismo principio se encuentra, en Quebec, en las 16gicas de perte-
unacabrita, es una violaci6n. La muchachaquiere, pem al mismo tiempo no nencia a bandas descritas pot M. Perreault y G. Bibeau. Para ser aceptadas,
quiere, lo hace pot el tipo, porque quizi lo quiete a el, pero aunque le tiene las adolescentes que desean unitse a1 p p o deben someterse a actos de
carifio, siente miedo" (en Lagrange, 1999: 225).La muchacha que presenta violencia sexual. Los muchachos "parecen creer que se trata de un juego
denuncia es considerada una"incitadoraVque no asume las consecuencias cuya finalidad es probar la propia virilidad ante 10s pares, al tiempo que se
de su comportamiento y que no ha recibido sino lo que merecia. Una mu- muesttaa la joven que ahora pertenece algrupo" (2003: 168 ss.).Ellas viven
chacha que se respete no habria seguido jamis a un hombre. Los agesores este rito de humillaci6n como una necesidad a la que no puedensustraerse.
son exonerados de su responsabilidad y pasan a set tristes victimas de la Marie, que describe largamente su "iniciacibn sexual" pot 10s miembros de
perversidad femenina. La impmdencia y la ingenuidad de la muchacha al su gmpo, trata de transformar su triste experiencia en una demostracion
hajar al subterrineo o seguir a 10s muchachos equivalen, a ojos de ellos, a de excelencia, para lo cual adopta una actitud "masculina" de resistencia
un "consentimiento". Disipado todo sentimiento de culpa, tienen la impre- al dolor: convierte 10s abusos sexuales de que es objeto en "una prueba de
si6n de estar asistidos pot una lirgica incontestable que les da la raz6n. La valor", mirando friamente a 10s muchachos que se los infligen.
adolescente violada es a veces la ex noviecita de un miembro de la banda
de la que deseaba liberarse o a la que queria"castigarar" antes de deshacerse Pornografia

Eladolescente quiere saber quien es 61, se busca, y lasemalidad es una de ias

pmebas mis temibles de su ingreso en lavida. Esti dividido entte "un mundo
2 'Pera lomdsterr'blees quelos violadores secons'aeran vinmar.los'h4roer'diqnos de
compasi6r. lor pobrer queestdntraslar rejar, p0rq.e los'tra'cionaron'. Noobslante. de satisfacciones pulsionales, entre ellas las vinculadas a la masturbaci6n,
.
si les .uresuntaran au6 harian si un tiuoviolara a su hermana menor, responderiansin
,ac lar: ' .o mato."'[Bel '1.2003: 56). Samira Eell'l aercr De en s. I'hro las preroner y Segrin el Observatorio Nacional de la Delincuencia, 10s actos de violencia sexual de
3
amenazas de c-e f ~ obeto
e o e r u ~ e s d ehaber presentaoo .na aen~nciacontra sus las menores deedad aumentaron un 68% entre 1996 y 2003. Las relaciones sexuales
agresores. bajo coacci6n son relativamente importantes durante la adolescencia.

- 180 -
 al cual se entrega directamente, y un mundo de satisfacciones genitales 10s muchachos cortejen torpemente a las nifias. "Te piden una Erancesa
que CI va despertando y asimilando progresivamente, hasta el momento
en que todas las pulsiones se organizanfinalmente, como dice la expresi6n
I como site estuvietan pidiendo un cigamillo". En los barrios populates, la
pornografia viene a refrendar y amplificar la representacidn machista y el
consagrada, 'bajo el primado de lo genital'. Por eso se aisla y semuestra tan rol subalterno dela mujerdominada, "que no busca sino eso".
discreto acerca de sus descubrimientos,acetcade sus primeros encuentros: Pero hay un abismo enottne entre lo que la pornografia supuestamente
a sus ojos, lagenitalidad pertenece desde hace mucho a un univeno aparte ensefia y la realidad de la relaci6n con el otro: "T6cnicamente lo s6 todo,
con el cual trata de familiarizane" (Bonnet, 2003: 67). La sexualidad es un pero nunca me he acostado con una muchacha. Tengo miedo de la primera
mundo de afectos que en su fondo mismo supone la subjetividad. Solicita vez". La sexualidad escenificadaen la pornografia consisteen actuaciones,
las fantasias, los temores, el deseo. Apertura al otro que induce una vulne- donde no hay fallas ni vacilaciones, no hay palabras, sino gestos mecini-
rahilidad, puesta en cuesti6n de si, la sexualidad solicita la confianza y la cos y eficaces. El joven marcado pot la pomografia tiene dificultades para
reciprocidad. El movimiento del deseo supone ante todo una interioridad movilizar un imaginario acerca de la relaci6n con el otro, un movimiento
que mide la importancia del otro. Si bien el goce depende de la carne, no propio del deseo que no Ie llegue desde el exterior; sigue obsesionado pot
pot eso deja de implicar una imaginaci6n que moviliza el deseo del otro y una combinacidn de cuetpos desprovista de toda afectividad. El modelo
su participaci6n en el logo del goce. pornogr~ficoaplasta entonces su inventiva personal y su propio deseo, lo
La pornografia, hasta hacepocos afios disimuladaenunas pocas salas de encierra en un modelo machista que desprecia alas mujeres, y olvida que
mala reputacibn, alimenta hoy un prbspero comercio a traves de innume- "no hay uno, sinn innumerables modos de articular las diferentes formas
tables sitios Internet. DVD o casetes, peliculas en la televisidn pot cable o de la sexualidad, pues cada mujer tiene la suya, cada hombre inventa la
satelite, todos de ficil acceso. La escena pornogrifica cubre tndo el espacio suya: en consecuencia, cottesponde al adolescente encontrar su f6rmula
social. Las imligenes sobre la sexualidad, en forma directa o disimulada, se propia, inventatla, experimentar poco apoco,por su cuenta y riesgo, en el
han vuelto banales. Imigenes de hombres o mujeres desnudos en poses encuentro con 10s demis" (Bonnet, 2.003: 191).
sugerentes se exhiben en muros y anuncios publicitarios.La sexualidad es Un adolescente que ingresa en la sexualidad o no la ha conocido adn no
hoy un medio privilegiado de "comunicar" y de valorizarse. La publicidad percibe en las imigenes pornogrificas lo mismo que un adulto. No obs-
se sirve de manera a veces explicita de imigenes con connotaci6n sexual tante, la mayoria de 10s adolescentes (o de 10s niiios) de hoy ven imigenes
para difundirlas en gran escala. G. Bonnet tnma como ejemplo 10santeojos pornogificas en Internet, en la televisi6n abierta o pot cable, o en gmpo
Mikli, representados pot medio de un ojn inmenso "puesto en forma ver- alrededor de casetes o DVD. Se ttata sobre tododemuchachos, que viven tales
tical, con 10s pitpados entrecemdos y pestahas muy marcadas, que llena experienciascomo unrito de virilidad que 10s confirma en su superioridad
completamente el espacio en primerplano, de tal suerte que ya no se sabe fisica y moralsobre mujeres cuyas presuntas ausias estin en condiciones de
muy bien si se trata de un ojo ode una vulva I..]. Hay que asociar el ojo al satisfacer.Pero numemsos adolescentes tomanesas imigenes como fuentes
sex0 femenino de tal manera que lo lleve a la esfera pulsional y metcantil de saber, creen que alli aprenden aactuar, adescubrir posiciones, actitudes,
y lo reduzca a su mis simple expresi6n, la de un nbjeto del que se puede una moralque seria como una especie de natutaleza que deberian asumir
gozar cuanto se desee...gracias a 10s anteojos publicitados" (Bonnet,2003: por su propia cuenta. En la angustia de no saber cdmn actuar o de no set
77). Otros anuncios publicitarios se nutren de imigenes sadomasoquistas. "normales", buscan instmcciones en las imPgenes pornogrificas y creen
En otro registro, multitudde adolescentes,al no encontrar en parte alguna encnntrar alli la "experiencia" que les falta. Pero no son tanto las imigenes
respuesta a suspreguntas, consideran las peliculaspornogrificasunafuente las que actdan cuando se da el paso, sino mis bien el propio sujeto, el cual,
de infomacidn sobre la sexualidad. Algunos de ellos, con toda buena Ee, se pot medio de la imagen, encuentra una confirmaci6nde lo que ya habiaen
forman una idea "pornogrifica" de la sexualidad, donde ninguna palabta Cl. No es la imagen lo que potencia al individuo, sin0 que 6ste potencia la
educadora viene a matizar la violencia de las imigenes que ha recibido. imagen. Pese a la profusibn de imigenes sexuales o erbticas en la sociedad,
Ven en ellas una norma decomportamiento, una anticipacidn delo que es "la sexualidad se lee pot doquier, en forma cada vez mis temprana, pero
recomendable llevar a la prictica. Un vocabulario salido de las peliculas X pareceno decirse enningunaparte", observaT. Gogueld'Allondans (zoos,
se convierte en moneda cottiente en 10s barrios populates y sirve para que 19).Un joven, citado pot D. Dumas (2006, 661, lo dice a su modo: "Entre
 10s libros de educacibn sexual y el porno, pot el lado de la came, nos han tenia 12 aiios, una noche en que estaba con una amiga. "Emme impact6
mosttado todo, pito del resto no nos han dicho una palabra". muchisimo. Estaba completamente asqueada. Despuis no pude donnir-
Alas deficiencias de lospadtesenmateriade educacibnsesumalainfluencia me. Tenia todas esas imigenes, todos esos primeros planos asquerosos
de las imigenes sobre la conciencia de 10s j6venes. Un adolescente piensa en la cabeza y me decia: 'iEs sucio! iEs repulsivo! iramis hark algo asi! iEs
petfectamente que "las peliculas X repmducen fielmente el acto sexual en degradante, es horrible, es vulgar!' QuedC verdaderamente horrorizada
su realidad, como si se ttatara de una rkplica filmada, como si para grabar con la cosa. Y desde entonces el sexo es para mi algo medio sucio, aunque
una pelicula pomogrifica bastara simplemente filmar a la gente mienttas no completamente. Pot un lado esti elamor y, por otro, el sexo. Me cuesta
hace el amor" (Marzano, Rozier, 2005, 32). D. Dumas se reunici con unos unit las dos cosas'" (enDumas, 2006: 70). Las muchachas suelen referirse
menores juzgados por violacibn colectiva y que no entendian en absoluto en fonna despectiva alapomografia; les desagtada verescenas donde otras
quk les estaban reprochando. Uno de ellos explica: "Pem si cada cual hu- mujetes son tratadas como meros instrumentos. Para los muchachos son
biera actuado solo las muchachas no nos habrian tomado en serio". Como mls satisfactorias,pues se identificancon el hombre.
su linico modelo sexual eta el de las peliculas pomogdficas, no hacian mis
que reproducir un esquema de comportamiento, asociado al sentimiento Sexualidades riesgosas
de que las muchachas estin siempre dispuestas, aun si dicen que no. Hay
numerosas ankcdotas de esta indole, en que la imagen es tomada al pie de El sida es el temor dominante entre 10s jbvenes socialmente privilegiados
la letra como una descripci6n objetiva de 10s comportamientos. (en especial 10s estudiantes),y ocupaun lugar secundario entre aquellos que
En la pornografia,el deseo queda reducido ala sexualidad;Cstaala geni- viven en situacibn precaria. Sin embargo, pese a la abundante informaci6n
talidad, y esta liltimaa una masa de drganos y materias destinados a atraer al que han recibido, las relaciones sexuales sin proteccibn siguen siendo fre-
espectador convertido en voyeur. Ertadica toda subjetividadparapresentar cuentes. El sida es percibido mls como una amenaza anbnima y colectiva
solo una mechnica del cuerpo bajo la igida del desempeiio masculino, en que como un peligro para el propio individuo; p a n el, el sida no se halla
la negacibn del deseo de la mujer. Naturaliza en una forma caricaturesca en un mntacto tan direct0 con la muerte. Un peligro cuyas consecuencias
10s estatus de hombre y de mujer, haciendo de esta tiltima un instrumento no son perceptibles en fonna inmediata sino diluidas en el tiempo tiende
..
auto Para la etema satisfaccibn del deseo masculino. La muier no tiene otro a volverse abstracto, sobre todo si est5 asociado al placer delmomento. La
relativa eficacia de 10s tratamientos actuales (de los efectos secundarios
estatus que el de ser una materia maleable y disponible a voluntad, reducida
a una serie de drganos que estin ahi para set penetrados, llenados hasta la no se dice una palabta) lleva a pensar en ciettos medios que el peligro ha
saciedad en beneficio del pene y el semen, e incluso de otms objetos, que disminuido. En consecuencia, aumenta de nuevo el contagio. En 1995 se
da al mismo tiempo la sensacicin de que experimenta un placerilimitado en registtamn 9,Z diagnbsticos positivos pot cada 1ooo, cifra que h e descen-
la sumisibn o la humillacibn. La pornografia afinna que hay un solo sexo, diendo paulatinamente hasta llegar, pot ejemplo, a 7,g en 1997; en el aiio
el del hombre.., v un blanco aue debe ser invadido. Todo esti destinado ala zooo volvib a subir a 9,3.
cimara y al placer masculino, no al goce de 10s individuos: la pornogtafia Enlosidtimos aiios el sida ha dejado de estar asociado a una muene cietta.
esti en las antipodas de una sexualidad real, que es siempre imprevisible La aparicidn y conjugacibndediferentesterapias, la disminucibnde la mor-
ensu desarrollo y esti basada en elteconocimiento mutuo de 10s amantes. bilidad y de la mottalidad han transformado las representaciones sociales.
La adolescencia esel petiodo en que secristalizael accesoaunasexualidad El set diagnosticado seropositivo no equivale ya a una muerte anunciada;
que habd de set la de la vida adulta, un period0 de experimentacibn y de algunos incluso buscan el contagio. Los adolescentes no desconocen los
fonnacibn de la identidad sexual. Sin duda, lapornografia contribuye, en el riesgos asociados al VIH,pero los niegan de inmediato en la attaccibn del
caso de ciettos jdvenes, a la desacralizacibn de la sexualidad. Convettida en encuentro amoroso.Ftente a una situacibn que puede ponerlo en peligro, el
actuacibn, ajena a todo pudor, se ttansfonna en un objeto sucio y deseable individuo no siemore reacciona como un calculador racional. 6s ante todo
a la vez. No obstante, en las muchachas suscita con gran frecuencia una unaafectividad en acto: es dominado por unalbgica pasionalque lo lleva en
sensacibn de repugnancia. Julie,zo afios, recuerda la primera vez que vio ciertas circunstancias a bajar laguardia, sobre todo enmateria de sexualidad.
una pelicula pomogdfica, ainstancias porlo demis de su madre, cuando
 El cond6n aparece como la profanaci6n del momento y una pr6rroga todo cuando uno usa pitas, inhalantes y alcohol" (ens. Hefez. Libtrarion,
intolerable del placer. Aurelie, de 18 atios, comenzb a hacer el amor a los 14 14.08.2006). Algunos homosexuaies piensan que no pueden contagiarse
y ha tenido entre zo y 30 parejas, rara vez con protecci6n: "Porque a veces cuando son "actives" y que solo 10s "pasivos" comn peligro.
tienes ganas, y a veces las cosas estin a dos metros, tienes ganas, bueno. La confianza en la pareja desincentiva la prevenci6n. Si el o ella dice
vas a hacer el amor y no vas a esperar dos segundos hasta que busques ..." estar sano, resulta dificil dudar de su palabra, incluso si la informaci6n es
Olga (18 afios) e s d convencida de que la pildora la protege. En cuanto a lo una mera creencia sin pruebas seml6gicas fehacientes.Proponer el uso de
demis, piensa que"hay que hacer cualquier cosamnla...la persona con que cond6n equivale en el espiritu de 10s j6venes a dudar del otro o a sembrar
te acuestas. Hay que conocerla bien". lntercambio de afecto, experienciaen dudas sobre uno mismo. La presuncibn de confianza desemboca en mal-
m m h de un momento excepcional,es dificil"cuidarse"delotro. Ademb,las entendidos terribles. "81no me habl6 de condon; debe set seropositive
relaciones suelendatse en fomano premeditada,esdn cargadasdeemoci6n mmo yo". El sentimiento amoroso disipa toda actitud critica, pues ista
y parecen poco propicias para una actitud de protecci6n. Con frecuencia seria vivida como un poner en duda la sinceridad del otro. La intensidad
van precedidas, sobre todo en un marc0 festivo. del consumo de marihuana, de la relacidn se traduce en una indiferencia con respecto a la protecci6n.
alcohol, extasis u otros productos.La euforia toma dificilrecumral cond6n. "Lo he hecho condos, sin protecci6n. El primero, confie demasiado en el.
que "rompe la atmbsfera". Las relaciones sexuales de riesgo suelen tener La cosa no dur6 mucho tiempo. Con el orro tampoco dur6 mucho, pero era
lugar cuando 10s protagonistas (o uno de ellos)estdn bajo la influencia del un cabro que parecia acostarse con medio mundo. Asi es que voy tener que
alcohol o las drogas. El alcohol diluye 10s limites de la identidad, minimiza hacerme un examen" (Anne. 17aiios).
la sensaci6n de peligro y hace desaparecer las inhibiciones. La exposici6n Por el contrario, una sexualidad hidica que busca solo el placer del mo-
alpeligto descansa en el sentimiento de set menosvulnerable que 10s otms mento suele ir acompafiada del uso de condbn. Si la proximidad afectiva
y de estar dotado de una intuici6n capaz de "sentir" el peligro basindose disuade de la protecci611, la distancia la vuelve alin mds necesaria. "Si
solo en el aspecto de la pareja, o incluso en la idea de que es "demasiado estuviera de verdad enamorado de una mujer, no usaria cond6n. Si solo
joven" para estar contagiada. Descansa tambiCn en la negativa a confiar en quiero tidrmela, ahi lo uso" (Jean-Remi,24 afios). El cond6n es percibido
los adultos o en un discurso establecido,el de 10s medicos, 10s enfermeros como un ma1 necesario y provisorio cuando la pareja tiene intenciones de
o 10s trabajadores sociales. Reposa, asimismo, en la nocibn de que amor y set duradeta, incluso sin examenes de deteccibn. En tal caso, la confianza
riesgo no pueden set disociados,y en la idea de que si hay que enfemar o en la fidelidad del otro es el linicopreservativo.El context0 de una relacibn
morir, mis vale hacerlo en pareja. "Si la persona con que hago elamor tiene amorosa tiende a disipar la preocupaci6n porprotegerse. En la experiencia
sida, estdbien; yo tengo sida, y simorimos juntos morimos enamorados.Si erdtica, hay siempre una mntradicci6n entre el abandon0 que es de rigory la
a lo tiene y yo no, me las arreglarC para contagianne" (Adeline.16 afios). preocupaci6n higiinicapor laprotecci6n, que restablece una desconfianza
Paralos jbvenes homosexuales que han sufridocon su condici6n de tales, contradicha pot 10s actos y gestos de 10samantes.
el llegar a una gran ciudad como Paris les permite descubrir una cultura Los j6venes de extracci6n popular, enparticularlos de origenextranjero,
homosexual activa. Poco a poco las decisiones sensatas se van esfumando. esdnmis expuestos que 10souos al riesgo de contagiatse mnelVIH.Tienen
Como dice un joven actualmente contagiado con VIH proveniente de una relaciones sexualesmis precoces y muestran menor inclinaci6n a proteger-
pequeiia ciudad depmvincia: "Era como un supemercadogigantesco don- se. Estin dominados pot mayor nlimero de "creencias" que 10s j6venes de
de todo era gratis. Muchachos por todas panes, musculosos, bronceados, clase media o alta (Maia, wo4.30, sq.). Piensan que su "normalidad 10s
magnificos, dispuestos. Me enamor6 locamente del primero que dio un hace inmunes al contagio. Seg&ncreen,es posible reconocera una persona
nlimero de telefono falso,y tambitndel segundo,pero Clyaviviamnotro ... seropositivapor sus actitudes y costumbres. Supeligrosidad saltaalavista
DespuCs, 10s otros, ya me he olvidado. Entrh en el juego, el luego del deseo y, pot lo demis, es pocoprobable que se topen conella. Creenpoder juzgar
primero, el juegode la excitaci6n despuCs y, mis tarde, en el de la obsesi6n. con una sola mirada o sobre la base de su "reputacibn"la mndici6n de su
Dos, tres, cuatm todos 10sdias. Enlos bosques, 10sbafios turms, en burde- pareja, y jamis dudan de si mismos. Prevalece una apreciaci6nenteramente
les. Al comienzo me cuidaba, nunca sin cond6n. Y despuks todo termina subjetiva, arraigada en la idea de que la pareja muestra a las claras, por
pot echarse a perder, uno mismo, las decisiones que has tornado. sobre su aspecto o sus comportamientos, si es "de riesgo" o no. La prevencidn
 se basa mls bien en la eleccidn de la pareja, la confianza que suscita, su la muchacha siente un poco de vergiienza de sugetirselo, pese a que para
aspecto saludable, etc.. y se limita a desconfiar solo de algunos estereo- ella la no protecci6n conlleva el riesgo adicional del embarazo.
tipos Cel homosexual", "el drogadicto", la persona que tiene "mliltiples La no protecci6n se complace en la ilusi6n de que solo ciertas prlcticas
parejas"). "Les tengo bastante confianza alas muchachas con que salgo, sonpeligrosas, y que basta por ejemplo evitar la penetraci6n (o basta pene-
por lo que creo imposible que me agarre el sida. Uno no se pega el sida asi; trar solo a medias) o la eyaculacibn dentro de la pareja para estarprotegido.
solo 10s homosexuales lo agarran, gente como ellos, 10s drogadictos con Con menor frecuencia, el otro se propone companir por amor, con pleno
sus jeringas y eso. Y fin de la historia. De todasmaneras, hay tanto de qu6 conocimiento de causa, la suerte de unapareja con sida o seropositiva. En
preocuparse que el sida es lo dltimo en que piensas. Mi polola nunca se ha tales casos hay un juego deliberado con la muerte, que lleva el erotismo a
hecho exlmenes. Yo tampoco. De todas formas, todo el mundo parte del supunto culminante, una b&queda de la excitacibn a travCs del estremeci-
principio de que a nuestra edad no se puede agarrar el sida. Quizl es una miento. En el caso de 10s homosexuales, este es sin duda en elpresenteuno
lesera, pem creo que a los 17afios no se puede tener sida. Mira: no conozco de 10s componentes de la identidad personal, una manera de transigir con
a nadie que tenga sida" (rulien, 17aiios).Otra justidcaci6n consisteen mirar su diferencia y su erotismo sin que las conductas les vengan dictadas por
el sida como algo banal ai lado de 10s otros peligros que acechan dia tras la medicina, la higiene o un deseo de protecci6n de si que es vivido como
dia. "Creo que el sida es como la gripe. Yo, a diferencia de los demis, no me contrario a la sexualidad (Le Breton, 2000). Sin duda tambiCn, el juego
hago una montafia con el asunto. Y de todas maneras todos vamos a estar ambivalente con la muerte intensifica el goce, le da un estremecimiento
enfermos aIg6n dia. Todos nos vamos a morir algdn dia" (Adeline, 16 afios). suplementario. "La experiencia interior del emtismo exige de aquel que la
El joven arma su protecci6n a partir de creencias personales mls o menos vive una sensibilidad no menos intensa frentea la angustia en quese basa
respaldadas por la cultura local, y define asi lo puro y lo p e l i p s o . Cuando laprohibici6n que frente al deseo que lleva a infringirlam(Bataille,1965,43).
le preguntan, dice que "se cuida", lo cual no se refiere en absoluto al uso El modelo racionalde evaluacibn de riesgos es unaficcidn tranquilizadora,
de preservativo, sino que es solo una apreciaci6n al ojo con respeno a la distante de larelacibn afectiva con el acto sexual; el modelo daprimacia a
pareja. Un juicio de valor predominapor sobre cualquier otra consideraci6n, una preocupaci6n por la evitacibn, el cilculo, el temor a la incertidumbre,
en especial la propia ambivalencia y la de 10s otros, dando la impresi6n de etc. La conciencia del peligro no basta para que tal o cual conducta quede
que el mundo es simple y que un buen juicio es la mejor garantia contra el despojada de su atractivo. Por el contrario, muchas veces acttia como una
contagio. Omnipotencia del pensamlento que tranquiliza con respecto alas incitacibn a poner a prueba la suerte, 10s limites. La preocupaci6n por la
asperezas del mundo y autoriza el paso al acto. salud o la preservaci6n de sf casi no fonna parte de las pasiones adolescen-
Pero este mod0 aleatorio de protecci6n, en caso de que el joven tenga tes: 10s j6venes tienen la impresi6n de disponer de reservas inagotables de
muchas parejas, no deja de instalar unarelaci6nambivalente con elriesgo y vitalidad ysalud. Enla existencia real, la afectividad y loimaginario marchan
con cierto gusto por latransgresibn, que aumentaelgoce delouo. Es tambiCn en primer lugar y se las arreglan con una racionalidad refomulada seglin
un rechazo del cond6n, que supuestamente disminuye el placer o pone un las circunstancias. No pocas veces la respuesta sin apelacidn "Lo sC, pero
obsticulo ala fusi6n amomsa. El cond6nes descrito como una"barrera", no de todos modos ..." pone fin a todo argumento. Advertido del peligro que
solo temporal, por la detenci6n del deseo que impone, sino tambiCn para el cone, el individuo persiste ensu conducta, a riesgo de tener que interrogarse
contact0 de 10s cuerpos, a1 interponerentre ellos un"pedazo de goma". "La despuCs con angustia por su actitud.
primera vez que lo hice nome protegi, pen, cuando se usa condbn laprimera Desde hace unos aiios se ha extendido entre 10s homosexuales el llamado
vez no se sabe en qu6 consiste la cosa" (Elvire, 17 aiios). Un porcentaje no barebacking (literalmente "montar en pelo"), es decir, la reivindicaci6n de
despreciable de las primeras relaciones sexuales tienen lugar sin condbn: las relaciones sexuales sin cond6n. Las parejas se contactan especialmente
eni997, el72.596 delos muchachos y e151,l0h delas muchachas (Lagrange, enlos sitios de encuentm de Internet. La demanda incide sobre todo en una
Lhomond. 1997). Lo mismo ocurre con 10s j6venes homosexuales (Girard, pobfaci6n de entre30 y4oaiios, peronopasaporaltoa 10s m b j6venes. "Esta
2006). Elcond6n es m b bien asunto masculine: son los muchachos 10s que modalidadparece valorizarse en torno a tres polos: la bdsquedade relaciones
10s compran o 10s tienen ya puesms. En caso contrario, si 61no lo propone, de penetraci6n anal no protegidas, mas pasivas que activas; el intercambio
de liquidos sexuales, y las prlcticas de sumisi6n en el marco de relaciones
 sexuales en gmpo" (Levy et al., zoos: 148).Rechazo delcondbn basado en Incesto, abuse sexual
el sentimiento de que reduce el placer y en que, despues de una veintena
de afios de sexo seguro, la lasitud prevalece. Las veladas bareback, que se En sus Estudios sobre la histeria (1895),Freud atribuye la etiologia de las
multiplican en las ciudades occidentales, consisten en relaciones sexuales neurosis, y en especial de la histeria, a un trauma sexual vivido porun niiio
impersonales y con parejas mhltiples que se desatrollan enlugares discretos, y reavivado despues de la pubertad pot un acontecimiento que tiene un
sin prestar atenci6n a la condicih serolbgica de los participantes. Internet vinculo asociativo con la seducciirn. Freud se apart6 de la causalidad here-
se ha convenido en centro de mixima importancia para conectar entre sf ditaria que dominaba entonces en la medicina, y se apart6 asimismo de la
a 10s adeptos a una sexualidad que se rehfisa a tomar en cuenta el riesgo, creencia,vigente enlamayoria de los psiquiatrasde la ipoca, enlafabulaciirn
para encontrar en ella mis bien un juego de transgresibn propicio para una de 10s pacientes. Debi6 enfrentar ante todo las fulminaciones morales de
ampliaci6n del placer. Pero ello ocurre no sin ambigiiedades, como cuando su tiempo, al a f m a r la realidad de 10s actos de violencia sexual padecidos
10s seropositivos contagian deliberadamente a seronegativos ingenuos o pot 10s nifios en el sen0 de su familia. Freud presta oido a1 sufrimiento de
inconscientes delpeligro, o que tambien andanen busca de un juego conla ias mujeres histericas y da credit0 asus declaraciones cuando evocan lase-
muerte que ampiifica el deseo. Militante de estas pricticas sin protecci6n, F. ducci6n precoz por unindividuo cercano, casi siempre el padre. "En cuanto
Rimes describe el reglamento internode una discoteca homosexual de San alas dudas acerca de la autenticidad de las escenas sexuales infantiles, es
Francisco: "Es una velada bareback. Se supone que todos los invitados son posible desde ya invalidarlas con m b de un argumento. En primer lugar,
seropositivos o, de no ser asi, que han decidido voluntariamente asistir a el comportamiento de 10s enfermos cuando reproducen esas experiencias
unavelada de este tipo. En consecuencia, no se hablari de condici6n sero- infantiles es en todo sentido incompatible conlaidea de que las escenas son
16gica,de enfermedad ni de medicinaU.4EI mismo seropositivo, esgrime su algo distinto de una realidad sentida dolorosamente y rememorada con el
condici6n serol6gica como "estandane", como "una manera de estar en el m b intenso displacer. Los enfennos no saben nada de esas escenas antes
mundo. Quizi la mis imponanteW5(41).Reivindica el hecho de haber deja- de la aplicaci6n del anilisis" (Freud, 1988: 96).
do de protegerse, 61 asi como 10s otros. Afinnaci6n de si en la indiferencia Sin embargo, en un segundo momento, intimidado sin duda por sus
hacia los demis, que supuestamente saben lo que quieten. Describe fiestas consecuencias, abandona la teoria de la seduccibn en beneficio de las
donde se multiplica el juego de la ordalia: "Esta velada es una all positive fantasia^.^ El modelo edipico le procura un modo elegante de salir del
barebacking party. Todos somos seropositivos. Pero hay tambien otras, all aprieto. Parad6jicamente, el padre, antes abusador, se desliza ahora hacia la
negative parties I.. ]. Tienes tambien las conversion parties, donde 10s bug confortable posici6n de victima de un enmascaramiento de lo real operado
chasers (10s "caza-bichos") tratan de ser infectados pot 10s gift givers (10s por las fantasias del paciente. Ya no son el padre o los parientes cercanos
"donantes de regales") Y, desde luego, las Russian roulettes parties refinen quienes someten a violencia al niiio, sino que es la hostilidad de 10s nifios
a hombres seropositivos y seronegativos" (13).En ciertos casos, hombres hacia ellos lo que alimentala fantasia. "Lapizca de verdad que contiene esta
seropositivos tratan deliberadamente de contagiar a jdvenes seronegativos, fantasia reside en el hecho de que el padre, pot medio de caricias inocentes,
pero, a la inversa, tambien ocurre que j6venes no infectados busquen con ha despertado efectivamente en la mis temprana infancia la sexualidad
pasi6n el contagio, con el fin de pasar a fonnarparte de una de las matrices de la nifia (lo mismo vale para el nifio y su madre). Se trata de 10s mismos
mitolbgicas de la cultura homosexual en los tiempos del sida. padres tiernos que mis tarde se esfuerzan por desacostumbrar al nifio de
la masturbacibn, en cuya causa se han convertido sin saberlo. De este modo
10s motivos se unen del modo mis feliz para formar esta fantasia, que suele
dominar en su totalidad la vida de una mujer (fantasia de seduccihn): un
E. Rbmes. Serialfuchefi./ournaI d'un barebacker. Paris: Cditions Blanche, 2003, p. 9,
elemento de veracidad, un elemento de satisfaccibn amorosa y un eiemento
4
No par eso deja de afirmar, con alga mds de ambivalencia y de ambigiiedad con res-
de venganza", dice Freud en una sesibn de la Sociedad Psicoanalitica de
5
oecto a su militancia: "De todas maneras. el futuro ...todos nosotros.. SerODOSitivOS
, o Viena, el 24 de enero de 1912 (en Masson, 1984: 33).
no, estamos (ya) muertos. M e importa un cuesco el sida. Lo tengo desde 1989 y sigo
asui. Deberia estar muerto desde haceva muchotiem~o.No tiene importancia. Nada
...............................................................................................
6 Acerca del context0 hist6rico de este uiraje, cf. Massan (1984).
 Freud disuelveel incesto en la imaginaciirn del paciente, pero a costa de es amenazado con represalias si denuncia 10s hechos, o es victirna de un
una negaci6n de situaciones reales. Los primeros pasos del psicoanllisis chantaje referido al suhimiento que experimentaria la madre si llegara a
ponen de relieve la realidad psiquica en oposiciirn a una realidad siempre enterarse. Lavictirna estiobligada aplegarse a la situacibn,a pagar el precio
transformada pot el inconsciente. El descubrimiento por Freud del com- delamencira y a seguirviviendo con el agtesor como si nada hubierapasado,
plejo de Edipo y de la importancia de la vida imaginaria, de donde surge el o bien se divide como poseida por personalidades mhltiples.
psicoanilisis, hace atin m8s radical su techazo de la seducciirn. El niiio agredido es dominado pot el miedo frente a lo impensable a que
En 1932,en un aniculofamoso,Confusidndelenguasentreadultoy nifio, el ha sido sometido. Su primer impulso es rechazar al agresor, quejarse pot
lenguaje de la ternura y de la pasi6n, Ferenni (1983)restablece la seducci6n 10sdolores que siente, expresar su asco. Elmundo escapa a su capacidad de
como causadel uauma. "Incluso niiiospertenecientesafamiliashonorables y comprensi6ny se desliza hacia el horror. Quedaconfrontado a la confusibn
de tradiciones puritanas son, conmayor frecuenciadeloqueuno se atreveria de lenguas: jugaba con el adulto y confiaba en 61, y este lo toma al pie de
apensar, victimas de actos de violencia y de violaciones. Los hechores son la letra, per0 confunde el lenguaje de la ternura con el de la pasibn sexual.
los mismospadres, que buscanun sustituto a su insatisfaccibn,en tal caso Se somete con horror a relaciones sexuales que para 61 carecen de sentido.
patolbgica, o personas de confianza, miembros de la propia familla (tio,tia. lndefenso moral y fisicamente,padece "la fuerza y la autoridad aplastante
abuelos), o preceptores opersonal domestico que abusande la inocenciao de ios adultos", que lo hacen enmudecer y aveces incluso lo llevan a "perder
dela ignorancia delosniiios. La objeciirn. a saber, que se trataba de fantasias ia conciencia". El miedo lo fuerza a "someterse a la voluntad del agresor" y
del niiio, es decir, mentiras histericas, pierde por desgracia fuena, debido B "identificarse con el" (Ferenczi,1983: 130).

al ntimero considerablede pacientes que, en el curso del anilisis, confiesan No obstante, agrega Ferenczi, el niiio interioriza el sentimiento de culpa
haber actuado contra niiios" (Ferenczi, 1983: 129).Freud se siente chocado del adulto: "El juego, hasta ese momento anodino, aparece ahora como un
por este textoque retoma a una teoria que Clmismo habia abandonado 35 acto que merece castigo" (130).El niiio ya no sabe qui pensar de su amor
aiios antes, al afirmar el caricter imaginario de las escenas de seduccibn. y su odio, su inocencia o su culpabilidad, y el adulto agresor cultiva su in-
En su atticulo, Ferenniafinna la disparidad de nivel entre el lenguaje de la certidumbre.Si bienen ciettos casos eltecuerdo del acontecimientoqueda
pasibn del adulto y el de la ternura del niiio. "Las seducciones incestuosas cubietto pot la amnesia,este sigue pesando sordamente en cada instante de
se producen habitualmente de la siguiente manera: un adulto y un nirio se su existencia. El recuerdo reaparece de pronto, propiciado pot algtin hecho
quieten; el niiio tiene fantasias llidicas, como la de desempeiiar el papel (ona relaciirn sexual, lamuerte o laenfermedad delagresor, etc.)."Una pane
maternal con respecto al adulto. Este juegopuede adoptar una fonna erbtica, cle nosotros puede 'morir', dice Ferenui, y aunque la parte restante puede
pero, pese a eilo, se mantiene siempre en el nivel de la temuta. No ocurre sobreviviral ttauma, se despietta con un agujero en la memoria. Se trata en
lo mismo con 10s adultos que presentanpredisposicionespsicopatol6gicas. ~walidadde un agujero en la personalidad, poque no solo queda borrado
Confunden 10s juegos de los niiios con 10s deseos de una persona que ha cl recuerdo de una lucha a muerte, sino que desaparecen tambiin, tal vez
alcanzadolamadutez sexualy se dejanattastrar aactos sexuales sin pensar para siempre, todos 10s recuerdos asociados al hecho".'
enlas consecuencias" (Ferenczi,1983: 130). El nifio que ha sido victima de incesto queda sumido en una confusi6n
Frente aunapersona cercana investida de autoridad,sobre todo si se trara radical en cuanto alas imlgenes paternas, con su confianza en el mundo
de un adulto, el niiio, incluso el adolescente, pricticamente no dispone de liecha trizas, al ver dia tras dia que su agresor actha como si nada hubiera
recursos para zafane. No duda de aquelios a 10s que ama ni de los adultos. pasado y engaBa a todo el mundo. Sabe a quk debe atenerse, pero e s d
aunque la situacibn no deja de sorprenderlo y tiene vaga conciencia de
7 Ferenczi vaa pagarcarasuadhesibnasuspacientes,asicomoel aMndehacerlesjusticia
estar en lo prohibido. Sin un conocimiento cietto de 10s mecanismos de la alsituar el lutlar del trauma en la realidad "no en la fantasia: Freud..Desea
. haber slda
~ ~~

sexualidad, el niiio que ha sido sometido a abuso no siempre entiende lo harta el texto ae 1932 muy cercano a 6 tomarl dirlancta. o rr'rmo sicederl con
que estipasando. Aturdido, deja hacercon un sentimiento difuso de culpa. as 'ns1anc:ar o f c ' ~es ae psicoanll's's Masson. 1984).Hasra hcy per5 rreen mdchas
La experiencia esti en ellimite de lo pensable, pues no comsponde ennada .
la tentaci6n de poner ias queias del nirio a cuenta de sus fabuiaciones. lo cual.. oor
otra parte, no exime a orror ae r'esgo de oar crea'ro a todor ILS relaros, como lo
a su desarrollo sexual. Es confrontado por una sexuaiidad adulta que, por atesl'q.an n.merosos hecnos po 'c'a.es. Nosiemprees fat' ertabecer la verlad ce
carecerde 10s medios, le es imposible comprender.AdemBs,no pocas veces
 obligado a callar. El padre-si es el autor del i n c e s w yano es elgarante de la marido, prefiera de todas formas seguir viviendo con Cl."Otravez comence
ley, sino un transgresorque sigue gozandode la estimacibn de todos. Como a sentir elcoraz6n completamente destrozado. Queria reencontrar mivida,
consecuencia, la imagen de la madre queda profundamente quebrantada. a mi mami, pero sabia que nunca mis iba a tenerlas de vuelta. La niiia que
El impacto simb6lico no es menos destructivo si el autor es un hermano u yo era habia desaparecido junto conlaniiia que habia sido. Ya no Cramos los
otro miembro de la familia, o un adulto investido de autoridad moral. El mismos y no nos conociamos entre nosotros" (412). En otro libm escribe:
niiio vive una "conmocidn psiquica" y es arrastrado a una situaci6n que lo 'A 10s 35 aiios no pude seguir simulando que mi padrastro, su marido, no
hunde en la impotencia, pero que dejari una huella para toda la vida. Asi me habia destrozado el cuerpo y el alma"."
ocurri6 con Chappie, sometido a abusos por su padrastro. Se f u p e inicia La prohibicidn del incesto adopta modalidades sociales infinitamente
un largo periplo de reconquista de si. Habla con su madre apenas vuelve variadas seglin las sociedades. Si bien ataRe sobre todo al padre y la madre,
a encontrase con ella, y busca en vano las palabras para decirle quiCn es 10shermanos de ambos sexos y los tios de ambos sexos, aveces noincluye
el hombre que vive con ella. "Queria que mi madre supiera d e esa cosa tal o cual relacibn deparentesco, eintegra en cambio a personas prohibidas
mugrienta que seguia uniendonos a mi y al hombre, que supiera cuinto a causa de su posici6n simbdlica dentro del grupo. Como es evidente, el sis-
odiaba esa suciedad y cuinto deseaba que ese horrorseaiejara de mi-lo que tema deparentesco no depende de la biologia, sino de una cultura. Seg~inla
era imposible, porque, para estar con mi madre, estaba obligado a convivir sociedad de que se trate, laprohibicibn delincesto delirnita, esencialmente
con el hombre y, por tanto, a guardar el secreto [.. I. Cada vez que lo veia a partir de reglas simbblicas, un campo diferente de parejas permitidas y
sentia miedo y me sentia sucio, feo y dCbil"? no permitidas. Ademb, la prohibici6n se refiere sobre todo alas alianzas
En el relato autobiogrifico de D. Allison, el padrastro de Bone no deja matrimoniales y, de unmodo m b sutil,alas relaciones sexuales.En nuesuas
de acosar a su hijastra, entonces de unos diez aiios. Nada de lo que ella sociedades, la prictica del incesto es causa de ruptura de las filiaciones y
hicieraparecia complacerlo, pero sus reprimendas servian como ocasiones alianzas, y fuente de sufrimiento social o individual.
de acercamiento. "Y me queria. Me lo repetia sin cesar, apredndome con Conformeadistintos estudios, cerca de una niiia entre ocho y de un niiio
fuerza contra 61, y le temblaban las manos cuando melas pasabafebrilmente, entre diez sonvictimas de abusos sexuales. Sonsobretodo las niiias quienes
interminablemente, por el vientre, el trasero, 10s muslos [..I. Yo me mantenia viven, muy a pesar suyo, una sexualidad impuesta por el padre o alguien
rigida, llena de vergiienza, pero era incapaz de separarme de 61, aterrorizada cercano a la familia: en la mayoria de los casos. el agresor es un miembro
pot la idea de que se volviera loco de rabla, aterrorizada de que pudiera dela familia o un amigo de 10s padres. Las niiias viven la agresidn en medio
continelo a mi mami y, al mismo tiempo, aterrorizada de que 61 pudiera del secreto y la vergiienza, y se ven en la necesidad de no revelar nada a los
ofenderse [..I. No habria podido explicar porquC me quedaba quieta y dejaba demis, especialmente a la madre. De ese modo, e s t h sometidas al doble
que me tocara. No era sexo, no era como cuando un hombre y una mujer juego del individuo incestuoso o del agresor, que sigue presentando a1 en-
desnudos se abrazanestrechamente.pero de todos modos eraunpom mmo torno familiar una fachada de total inocencia. Se hunden en una realidad
si fuera sexo, algo poderoso y atemorizador que 61 deseaba furiosamente resquebrajada donde domina la apariencia engaiiosa. Su confianza en el
y yo no comprendia en absoluto [.. I. Me echaba a temblar apenas los ojos mundo queda profundamente alterada. Por otra parte, desorientadas, de-
azul oscuro de papi Glen se posaban en mi, un temblor secreto, profundo, masiado cercanas al agresor, no se atreven a denunciar algo queno siempre
y yo rogaba que el no se diera cuenta. No, murmuraba en la nocbe. No, no
quiem morir. No, y apretaba los dientes. N~".~Bone vivid ]largo tiempo enesa I saben que es un crimen.

atm6sferadelettrea. Pero sucedelo irreparable. A1 crecer Bone, el padrastro ,. 10 D.Allison.Penu.Ba ana. 1999.p.281.LacantanteBa1bala 0frece.n dolorosotestimo-o
ya no se satisface con un incesto amedias y la violacuando tiene unos doce
ael incerta"Deesas h ~ m ac'onesinfl'g~c~s
' en a infancla, oeesasa tar l ~ r b uenc:as.
aiios. Bone se siente destrozada, no solopor el actomismo, sino por el hecbo de esos descensos a lo m6s hondo dei pozo, siempre pude resurgir. Claro que me
de que su madre, dividida entre el amor por su hija y el que siente por su hicieron falta un tremendo gusto por la vida, unas ganas enormes de ser feliz, un
deseo tremendo de alcanzar el placer en brams de un hombre, para sentirme algln
dia, mucho tiempo despuks, purificada de todo. Mientras escribo esto se me saltan
8 Russell Banks,SouslerPgnede Bone. Aries: Babel, 1995,p.232. las l6grimas.YquCimportan lasldgrimas,nasan nada, junasigueadelante!"(Bdrbara,
9 D. Allison. L'Hisroirede Bone. UCE. 10-18.1999. pp. 152 y 279. IICraiI unpianonoir, Fayard, 1998).
 Dividida entre el amor y el odio hacia su padre o el agresor en un sufri- A losnifios o a 10s adolescentes les cuesra hablar del ataque. La revelacibn
miento tanto rnis dificilde superar, la jovenvictima vive en medio de senti- al entorno reproduce el trauma, a travCs de lavergiieoza que se experimenta
mientos confuses. Tieneverguenzay siente que ellamisma es culpable. Esti y el temor porlas consecuencias que tal revelaci6npuede tener para la red
aprisionada en la posici6n insostenible de tener que proteger a sus padres familiar en su conjunto. 0 bien se recurre a alusiones, a frases dichas a
de una revelaci6n insoportable. En el caso de los muchachos, en cambio, medias, como si la denuncia fuera imposible a causa de la ambivalencia de
el agresor rara vez es un conocido,por lo que e d n en mejores condiciones 10ssentimientos. Las victimas sienten estar en falta con su familia, conuna
paralucharo rechazarla situaci6n, mientras que la nitia se hallaparalizada sensaci6n de irrealidad frente a lo que han vivido. Se plantean preguntas,
entre varias actitudes posibles, ninguna de las cuales le parece apropiada. sobre todo durante la adolescencia,acerca de su grado de responsabilidad
Si no conoce al agresor, la denuncia es mis ficil. Los abusos perpetrados y sobre las eventuales consecuencias de su revelaci6n.
fuera del circulo familiar son revelados con mayor facilidad. El incesto o el abuso sexual rara vez son descubiertos por medio de una
La palabra "incesto" deriva del latin incesturn, que proviene a su vez de queja inmediata. El nifio tiene dificultades para dormir, pesadillas, siente
incestus (impuro, mancillado). El incesto es un "crimen genealbgico" (D. miedo de estarsolo o con unapersona del mismo sexo que el agresor;pierde
Saias, 19961,unaruptura de lainstitucidnsimbdlica queioscribe al indivi- su capacidad creativa y pennanece como aturdido, triste, sin iniciativa. A
duo en una cadenade generaciones. El parentesco se vuelve impensable.Al veces se vuelve agresivo por tonterias, con la sensibilidad a flor de piel, y
romperlo, el individuo incestuoso deroga el origen del sujeto y enturbia su semuestrareacio durantelos eximenes medicos. Se saca malas notas enel
relaci6n con el tiempo. "No hay incesto feliz", dice un juez (HCritier er al., colegio y semuestraindiferente hacia actividades que antes lo apasionaban.
1994:131).El nifio es "incesto-asesinado" (Vrignaud,1994:161).El incesto Casi siempre el cuerpo deja entreverel sufrimiento experimentadopor medio
es un trauma, un acontecimientoque desborda las capacidadesde elabora- de signos que es preciso descifrar, especialmente afeccionessomhticas, un
ci6n simbdlica del sujeto. Su objeto es una persona degradada, privada de malestar difuso;una impresi6n de perdidade la integridad corporal,jaque-
su posici6n generational y de parentesco, desposeida de su singularidad, cas, doiores abdominales, crisis de ahogo, trastornos alimentarios,distintos
descalificada en sus origenes. El incesto es una violencia simb6licaque se tipos de dermatosis, periodos de enuresis o de incootinencia fecal, etc., son
vale de la fuerza fisica, del diferente grado de conocimiento sobre la geni- otras tantas formas en que el nifio rechaza un cuerpo vejado en que ya no
talidad, deldominio paterno sobre unavictima con frecuenciaignorante de se reconoce, marcado por la deshonra de otro.
las cuestiones sexualesy propensa ala confianza.El incesto es un asesinato Durante la adolescencia, el sufrimiento se manifiesta en la forma de
simb6lico: la victima noes la misma antes y despuks del hecho. escarificaciones repetidas, trastornos alimentarios, afecciones somiticas,
El sentimiento de identidad sufre el cataclismo del trauma. La estima de intentos de suicidio, abandon0 de la escuela, consumo brutal de drogas o
si sale profundamente quebrantada. Un trauma es un rito de trinsito en alcohol, etc. El sintoma da cuenta de un malestar mis amplio que el que se
sentido inverso. Hace que la victima caiga en una versi6n disminuida de si expresa a veces enla enfermeria escolar o ante el medico general. Muchas
misma. "Todo incestoesviolencia.Lo incestuosoes violencia. Lapricticadel victimas de abusos sexuales se vuelven anorkxicas, impulsadas por el re-
incesto es una organizaci6nde la violencia. Y no de una violencia cualquiera, chazo del propio cuerpo, de la sexualidad, en una bhsqueda frenCtica de
y rara vez de esa violencia que estalla, sin0 de una violencia que atormenta, pureza. Es un mod0 de bloquear el ingreso en la condicibn de hombre o de
que amputa y divide, que ataca a fondo la calidad propia de 10s seres, en su mujer, un a b n incesante de librarse de una carne mancillada que, al desa-
cuerpo y su psiquis, su autonomia y su identidad, sus necesidades vitales rrollar sus formas. expone a la victima a una renovaci6n de 10s ataques. Al
y sus deseos" (Racamier, 1995:61). La violencia simb6lica del incesto o del esforzarse por no crecer e interrumpir 10s procesos fisiol6gicosque tienen
abuso sexualno se refiere solo al acto mismo, sino tambiena la significacibn lugar en ella, la victima procura convertir su cuerpo en una fonaleza cuyas
que tienepara el joven, a su edad, alas circunstancias, a su repeticidno no llaves solo ella posee. Para algunos muchachos o muchachas que ya no lo
repeticibn, a1tipo de abuso, a las presiones psicol6gicas sufridas, al silencio soportan m b , la fuga parece una solucibn al horror que han vivido bajo
forzado, etc. Mientras mis tempranamente ocurra el abuso sexual, mayor su propio techo, pero eso significa que abandonan la escuela y entran en
set6 su resonancia, como un sello puesto sobre toda la existencia. una senda en que pierden 10s mecanismos de socializaci6n. "Conforme a
la experiencia que ha acumulado nuestro equipo del centro Abadie, de 10s
 400 jdvenes con intentos de suicidio admitidos todos 10s afios, 1de cada 3 emociones son irrisorias. Necesita un reconocimiento incondicional de su
muchachas y 1 de cada 7 muchachos han sido victimas de violencia sexual dolor. El trauma de la agresi6n se refuerza en propomi6n a las dudas o 10s
durante la infancia" (Pommereau,2003: 46). La drogadicci6n es, asimismo, reproches emitidos pot el entorno.
una de las formas de teaccionar al trauma. Laspersonas dmgadictasque han La negaci6n de 10shechos con el fin de proteger a la familiano tiene sen-
sido victimas de violencia sexual intentan suicidarse en mayorpmporci6n tido alguno,pues de todas formas Csta se halla yadestruida, yno hacemb
que 10s demis drogadictos. H. Chabrol resume asi un estudio al respecto: que redoblarel trauma. El silencio tatifica la situaci6n y destruye adnmbs a
"Un intento de suicidio el a80 anterior habia sido realizado pot 56,5% de fondo al niiio o a1adolescente, pues tal silencio implica que se lo considera
las victimas de incesto, por 357% de las victimas de maltratos sexuales ex- una cifra desdeiiable.Peor todaviasise acusa al joven de estar mintiendo y
trafamiliares, ypor44,z% de ias victimas de incesto y de maltratos sexuales se reciben con incredulidad sus palabras. Lamadreque minimiaa 10shechos,
extrafamiliares,frente a zo,4% en el caso de adolescentes drogadictos no duda de su realidad o acusa alnifio de haber seducido al agresor,lo destituye
victimas de malttatos sexuales" (Chabrol,1992: 89). de su posici6n de victima y oculta la gravedad del acontecimiento, para
Lavictimapierde la estimade si misma y la confianzaenel mundo; tiende hacer de eilo algo meramente molesto pero sin mayores consecuencias."
a despteciarse y a sentitse mancillada.Vive en una ansiedad h n i c a a causa La negacibn no es menos destmctiva que el trauma anterior. La reacci6n
de la perdida de su seguridad ontolbgica. Perforada, la envoltutapmtectora de la familia condiciona la evolucibn psicolbgica del niiio o el adolescente
del yo-piel se vuelve porosa a laangustia, el miedo, y deja escaparuna parte despuCs de la agresi6n.
del sentimiento de si. La conmoci6n fisica es una forma de aniquilamiento: El tratamiento judicial es para numemsasvictimas una piedra angular para
sucumben las bases identitarias. el proceso de simbolizacibn del trauma, pues su posici6n y su sufrimiento
I quedan reconocidos mediante la condena delagresor. Si bien ello no repara
Si el nifio esti demasiado aturdido para pedir ayuda y no esti protegido
contra la reincidencia de 10s ataques, debe adaptarse a lo peor para sobre- lo que ha sido daiiado en la existencia,es al menos una condici6n para que
vivir al horror (Summit,l983), a riesgo de que las consecuencias dolorosas la victima supere la situacibn, incluso si tiene lugar afios despuis de 10s
reaparezcandurante la adolescencia o, si se trata de un adolescente, ariesgo hechos. El dictamen de culpabilidad del agresor representa un alivio para
deexperimentar sufrimienwsa6n mis intensos odificultadespataentraren el niiio o el adolescente; es la primera etapa de la reparaci6n. "No hay pear
la vida. Los abusos pueden durarafios, ser epis6dicos o un acontecimiento situaci6nparaun nifio que aquellaenque la justicia se niegaa pronunciarse,
6nico. El entomo desempefia un papel fundamental en La resiliencia. Si el en particular cuando el caso queda archivado o se dicta un no ha lugar, sin
entomo mismo se desploma,no es deningunaayuda y convierte elaconteci- darle explicaci6n alguna" (Vrignaud,1994: 157).
miento en tragedia, encerrando al niiio o ai adolescenteenlo irreversible. Si El incesto o el abuso sexual suelen aparecer en familias donde hay una
el entorno resistela pmeba y apoya a iavictima, telativizalas circunstancias confusi6n entre las genetaciones,donde no existenlimites entre ascendientes
dificiles y permite que la victima se recupere. SiCsta encuentra cercade si y descendientes, o donde reina gran imprecisi6n en cuanto a las paiabras,
adultos que la respaldan, dan a sus sensaciones las palabras que le faltan, 10s gestos, las actitudes corrientes y la sexualidad. Las ftonteras se rom-
sinrehusarle jamls amor y comprensi6n, puede iniciatseuna simbolizaci6n pen, y ello impide que 10s niiios se identifiquen con 10s mayores, asi como
que reduciri proporcionalmente la incidencia del trauma. El compartir la tampoco estos dltimos sitGan a 10s nifios en su lugar de niiios y 10s tratan,
emocibn sin juicio condenatorio, sin asco hacia el joven, expresa un reco- pot el contrario, como iguales, como eventuales parejas de una telacibn
nocimienw de su dolor y confirma que no ha dejado de set digno de amor. sexual. La palabra estl desacreditada y funciona como un mero mid0 de
La protecci6n del nifio o el adolescente supone la existencia de una cClula fondo que yanadie escucha, compuesta mmo esti de conjuraciones vanas
familiar s6lida y un apoyo sin reservas. Los medios populates se hallan
en desventaja a este respecto, en especial las familias desestmcturadas, 11 "En el caso demuchas madres cuvosmaridos han cometidoincesto con la hiia, dice F.
que son menos protectoras del niiio. La violencia simbdlica de la agresi6n Co~clara,enegarseaver las manioorasa.ooiar de paareex~ndeind'rc~l'o ?menre.
aumenta si 10spadres minimizan la situaci6n o se reh6san a presentar una detr6raeldeceodemanlener~apaloe matrimon o. ~ n a f d nporcontro ar1aSex.a aaa
denuncia, con el fin deproteger almiembrode lafamiliao alamigo culpables . .v tambien ladel marido.La madre noseconsldera'enqaiiada', puesel padre
de la hiia
~ r la persona q-e mds r e parece a ella lo qJe ha hecno
no "ace mdr qJe r e p r a a ~ c con
de la agtesibn, lo que deja al niiio o al adolescente la sensaci6n de que sus auranre ranto r empa ccn ella mama'Og9i: 76).
y quejas repetidas sin impact0 en la realidad. Un mundo indiferenciado Otros. a la inversa, se enttegan a una sexualidad de parejas mtiltiples,
desdibuja la distinta posicidn de las generaciones, 10s sexos, la edad, 10s como pararetomar elcontrolde la deshonra que hansufrido. De esa manera
vinculos de parentesco. Inclnso si el incesto no pasa efectivamente a 10s consiguen aveces quelos agresores'paguen" por su sufrimiento.No es ram
que el incesto o 10sabusos sexuales se traduzcan en trastornos de la sexua-
hechos, el niiio tiene dificultades para sentirse uno entre otros, marcado
en su diferencia. "Lo incestuoso, escribe P. Racamier, es un clima, un clima lidad. El niiio de corta edad se entrega a veces a actos de exhibicionismo o
donde sopla el viento del incesto, sin que haya incesto [...I, lo cual, en la vida de voyerismo, o intenta agredir sexualmente a niiios menores que 61. Con
psiquica individual y familiar, Ueva la impronta del incesto no fantaseado, ello da testimonio de su desorientacidn, del hecho de haber sido arrancado
sin que se llegue necesariamente a sus formas genitales" (Racamier,1995: a la fuerza del period0 de latencia sin que la sexualidad haya sido integra-
13 y 15). Se trata de una trama relational confusa donde nadie ocupa la
da atin. Se esfuerza sin saberlo pot retomar el control de lo que ha vivido
posicidn de adulto y donde se cierne la ambigiiedad de 10s limites, donde pasivamente. MQsadelante, despubs de la pubertad, se necesitan tiempo y
las prohibiciones oscilan, lo que se traduce tinalmente en acercamientos unapacienciainfinita para que pueda adaptarse de manera feliz incluso con
fisicos, frases ambiguas, formas de exhibicionismo ode voyerismo de 10s parejas atentas y tiernas. La sexualidadsiguesiendo dnrante mucho tiempo
mayores. Los niiios no gozan demayor intimidad quelospadres. "Enestas algo repulsive, y para algunos lo es el resto de su vida. La multiplicacidn de
familias,escribe B. Cymlnik, el act0 sexualno tiene nada de sagrado. Es una relaciones sexuales ode contactos ripidamente interrumpidos, mezclada
con intentos de suicidio, expresa la perdida de 10s limites de sentido del
berramienta, un juego de interaccidn sin gran significado. La sociedad no
tiene nada que decir alli, nada que ver. El act0 sexual no es socializado ni adolescente, que transita ahora de un cuerpo a otro, o de un juego con la
sacraiizado,porque la representacibnfamiliar lo haconvenido en un hecho muerte a otro, para tratar de reencontrarse. Una tragedia paraddjica del
abuso sexual se desencadena cuando el sujeto ha experimentado placer
trivial" (Cyrulnik,1994: 57-58). Una atmbsfera incestuosa es una forma de
contra su voluntad a pesar de haber sido violado. Entonces el sentimiento
violencia simbdlica cuyos efectos desest~~turantes no son menores que
de culpa, el asco y la vergiienza de sise desatan en forma incontrolable.
10s de un incesto real. "La indistincidn creciente entre las generaciones en
Los niiios o 10s adolescentes victimas de incesto o de abuso sexual,
nuestra sociedadposmodernano puede sino alentar laviolencia juvenil y la
presos en el orbe de un trauma, en particular las nifias, tienden a buscar
orientacidnpedbfilade 10s adultos,incluso sin paso al acto" (Raffy, 2 0 0 4 : 11).
rnL tarde, en fonna inconsciente, una posici6n de victimas. Se ponen en
Muchos adultos que han abusado de nifios no se inscriben enun context0
situaciones de peligro y viven una repeticidn del trauma enprocura de ate-
de transgresibn, sino mis bien en una ausencia de limites, una falta de en-
nuar la tensidn enquistada en ellos. Pero el retorno del acontecirnientono
cuadre en su relacion con el otro. No sienten en absoluto haber cometido
es menos dificil.Al no haber podido simbolizarla, el sujeto queda atrapado
un act0 irreparable y no comprenden lo que les reprochan. El hecho de no
en el tiempo circular de la conmocidn psiquica, c u p s condiciones repro-
haber adquirido modelos para actuar frente al otro provoca el contagio
duceparapoder dominarla. Las mujeres en especial tienden a exponerse a
del sintoma de una generacibn a otra. "El incesto en una generacidn causa
encuentros adversos, a buscar hombres violentos. Sin saberlo, y mientras
estragos incestuosos en las generaciones siguientes" (Racamier, 1995: 62).
el trauma original no haya sido simbolizado, no cesau de meterse en la
Muchos j6venes que han sido victimas de incesto ode abusos sexuales
boca dellobo. Un ntimero imponante de personas (mujeres y hombres)que
entran con dificultades en la edad adulta, pues retienen larepulsidn hacia ejercen la prostituci6n han sufrido violencia sexual y han sido expulsados
una sexualidad a que deben lentamente aclimatarse para asumir una vida
desuinfancia. Lapmstitucibnes tambibn unmodo simbblicode retomar el
de pareja."
control de la vejacidn, una repeticidn del trauma original, solo que estavez
"consentido". Si el cuerpo no es aqui cargado de placer, es tratado como un
12 Si biensonerlaa'rliamentemenorn~memras,nahay q~epasarporaltalasac.sac~ones depdsito de asco que las relaciones con 10s clientes no cesan de envilecer.
'alsas.Calirlemprerespondena prop6sitoaedesq~itarse,o~rcnerventajasoa)~a~r El muchacho que es victirna de unpadre incestuoso ode un peddfilo y
a a madre en ~n proceso de separac6n te nRo es en lales casos instr~mentalizado que no ha simbolizado su trauma gracias a una familia contenedora o a un
por a madrel. A vecer se aa tambiCn, carno q ~ e o 6de mani(iesto con e asLnto oe
Outreaux, una propensi6n de lor profesionales de la justicia a inducir acusacioner
tercero -pot ejemplo, un terapeuta- corre el riesgo de reproducir a su vez,
infundadas. (El "caso 0utreauu"fue un juicio penal de abuso sexual contra rnenores como agente, loque antes habiasuftido pasivamente. Confrecuencia,el padre
quedesemboc6 en un error judicial. N.E.)
 incestuoso o el pedbfilo heron seducidos pot un adulto y expulsados de su enla repulsibn. Las escariticaciones efectuadas porvictimas de incesto o de
infancia sin haber podido jamis hablar de su sufrimiento. 0 hien vivieron abuso sexual b m a n p a r t e deun rito privado de purificaci6n. Las victimas
con el modelo de un padre de tendencias incestuosas, brutal, incapaz de luchan, de un mod0 antropolbgico, contra la deshonra, haciendo correr
controlar sus pulsiones. Algunos pedbfilos hablandel deseo imperioso que la sangre de la impureza, tajeindose el cuerpo, haciendose daiio. Parale-
se apoderade ellos frente a ciertos niiios, y de la imposibilidad de entraren lamente, se castigan a si mismas pot haber permitido el hecho (incluso si
razbn y desistirse de pasar al acto, incluso despuCs de aiios en prisibn pot eran incapaces de reaccionar) y eventualmente por haber experimentado
hechos semejantes. Aquellos individuos en quienes el trauma ha quedado placer a pesar de las circunstancias.
sepultado y, por lo tanto, no ha podido set elaborado, experimentan mo- Los tatuajes y las perforaciones sonmodos de simbolizaci6n del trauma.
mentos de angustia de 10s que solo pueden liberatse mediante larepetici6n Pemiten aveces reconquistar elcuerpo, apropiarselo nuevamenteconun
activa de laescena traumitica. "Lo que esti en juego denuo de esta angustia rito que esta vez almenos requiere lapresencia de unartistapara sumodi-
es el resurgimiento de un estado ya vivido de impotencia total, que es en- ficacibn, pero que tambien requiere aveces la presencia de una comunidad
gendrado, en un movimiento de identificacibn primaria, pot lapercepcibn de amigos. El principio es cosa corriente hoy en 10s Estados Unidos. V. Pitts
de un niiio enuna situacibn dada. Para no quedarreducido avivirde nuevo nos hahla del itinerario de Karen, sometida pot un tio aabusos sexuales, y
ese estado de impotencia, de inexistencia, es imperativo, en forma urgente, quien ostenta hoy perforaciones e n 10s pezones, escarificaciones y tatua-
afimatse en la omnipotencia mediante la reduccibn del otm al estado de jes. Las modificaciones corporales son para ella una "reivindicacibn de su
cosa. Tal reacci6n. que evidentemente exige suprimir toda empatia, toma cuerpo". En 10s pechos lleva el tatuaje de un dragbn, wmo una forma de
comprensible la atrocidad" (Balier, 1992: 151). Para C. Balier, el agresor se conquista de simisma, de interiorizacibnde una fuerzapetsonal, despues de
halla en ese momento en un "estado de sueiio". La repeticibn del trauma las violencias sexuales sufridas enlainfancia. "El dragbn es verdaderamente
hajo una forma activa es una b~squedade disolucibn de la tensibn, una in manera propia que tengo de estar parada sobre 10s dos pies, de buscar
rememoracibn de la experiencia olvidada pero siempre quemante. En ella mi camino fuera de la familia mientras estoy como unapersona real en un
se preaa poca atencibn a la nueva victima, con la cual el agresor no puede tnundo que es m'o" (Pitts, 2003: 58).
identificarse y a la que instmmentaliza en la misma f o m a e n que 61 fue Karen recuerda el sufrimiento que experiment6 con la separacibn de
negado cuando sufrib su propia agresibn. Los estudios sobre 10s agresores sus padres, cuando quedbentregadaasu suerte. La imagen del dragbn que
muesttanque no experimentan sentimiento de culpa y regulatmente acusan guarda unagmta representa para ella un mod0 de superar el miedo. Siente
a 10s nifios de haberlos pmvocado. entonces queNseconvierteenel dragbn" ypuedeen adelantedefenderse de
la adversidad: "El dragbn ha sido mi manera propia de reivindicar el cuerpo,
de reivindicar mis pechos. Porque tambien creci con unos senos bastante
grandes, y hesentido sin cesar la mirada y 10s comentarios de 10s hombres
Una de las formas cottientes y activas de luchar contra 10s sufrimientos sobre mi. Cuando tenia catorce o quince a i i 0 ~y andaba porlacalle siempre
ocasionados pot el incesto o el abuso sexual consiste en inventar ritos hahia tipos que me gritahan 'Oiga mijita'. Era repugnante ver a esos tipos
privados para reconstmirse y curar las heridas. Como consecuencia de la que perdian completamente el control" (59).Unos aiios despuis, aquejada
agresibn, el niiio siente el cuetpo como algo profundamente mancillado y, de un cincer de mama, procura que 10s medicos conserven el tatuaje repa-
en lo sucesivo, ajeno. Ya no es la came de su relacibn con el mundo, sino un rador. Karen muestra tambien escarificaciones hechas por attistas. Una de
cuetpo pmfanado, que est.4 de mis, que aprisiona. De ahila importancia de ellas se la hizo en plihlico, ante la mirada de su comunidad de lesbianas y
las escarificaciones o de 10s otros ataques contra elpropio cuerpo despues sadomasoquistas. Describe esa experienda como "espiritual". "Lo que hub0
de la agresibn: en ellos se expresa la voluntad imperiosa de liherarse del alli fue unaexperiencia de espiritualidad y de reivindicacibn de mi misma.
a s w y superarlas oleadas de sufrimientoque se apoderan del adolescente, Aceptarme ami misma. Yocurrib en un estado de concentracibn que linda-
que trata de destruir una envoltura ultrajada o de deshacerse de ella. La Iha con lo espiritual. Creo que 10s budistas sienten lo mismo cuando pasan
piel es el lugar del trauma; la herida corporal es una manera simbblica de horas y horas rezando. Esun lugar de aceptacibn, de elevacibn, de dignidad.
arrancarla, deliberarse de una piel que sepega a la piel y encierra a1 sujeto Bs algo completamente conectado con el nlicleo de mi set, con mi centm.
 Es una manera de controlar el instante y de fonnar una unidad total conlo 9. Comportamientos de riesgo alvolante
que estis viviendo. De estar completamente abierta" (60).Karen reivindica
el pertenecer a la corriente de 10s primitivos modemos (Le Breton, 2002).
Y lamenta que tantaspersonas recurran ahora a pricticas de modificacibn En el transcurso de lor meses que pas6 en el camino, Naske fue testigo de
corporal solo por imitacibn, indiferentes a su connotacibn "original". varios accidentes gravesy e7 mismo estuvo una o dos veces a un pelo de
la cathtrofe. Se alegraba de esas advertencias, pues le agregabin a nr
Muchas mujeres quepettenecen al movimiento lesbico -y a menudo, en
fonna patalela, ala comente sadomasoquista- hallan en su comunidad una
" v.era .~recisamenceeso lo aue buscaba oor
existencia un elemento de riesao
encima de todo: la sensacidn de tener su vida en sus propias manos.
cultura y unapoyo que las alientan a someterse a experiencias definidas de
antemano como "ritos de ttinsito", en las cuales encuentran, sin embargo, PAULAUSTER, La mnsica del azar
una suette de reparacibn de las heridas causadas por traumas sexuales
en la infancia. Becky, pot ejemplo, dice: "Cada una de las modificaciones
corporales me haayudado a sentinne misviva y sensible. Se han desvane- El autom6vil como pktesis identitaria
cido mis fantasmas y he podido vivir una sexualidad propia" (Pitts, 2003,
65). Las escarificaciones hechas pot profesionales y las perforaciones son En mfiltiples niveles, el autombvil es un instmmento clave de las turbulencias
en este sentido un instrumento privilegiado que se convierte, de manera de la adolescencia. Simbolo de la sociedad de consumo, objeto vulnerable,
casi estereotipada, en remedio contra el trauma(Pitts, 2003: 56 ss.). Elaine, consagrado al espacio pfiblico, expuesto a set robado o destmido, poseido
victima de incesto y miembro de una comunidad lesbianasadomasoquista, con frecuencia pot otra persona de la cual uno desearia vengarse, muchos
reivindicalas modificaciones corporales como una formade tomarposesibn son quemados esporidicamente o de fonna mis organizada durante las
del cuetpo, que ahora no le pertenece sino a ella. Un cuerpo que ha vuelto a revueltas urbanas. Otros son robados o destruidos despues de rodeos Ile-
serpropio y puro. Las escarificacioneshechas porprofesionales fueron para vados acabo en las barriadas. Pero es tambienunobjeto dedomesticacibn
ella una reconciliacibn con un cuerpo que la violacibn le habia ambatado de 10sagobios personales, un objeto transitional (a la vez de sosiego y de
durante largo tiempo. Ahora ve su cuerpo como un "don" (Pitts, 2003: 63). ttansicibn). El riesgo de accidentes viales es fundamentalmente masculine.
Raellyn Gallina, profesional de las perforaciones celebre en 10s Estados Las exposiciones al peligro al conducir forman parte de una construccibn
Unidos, afirma que las mujeres que han sido victimas de actos de violencia de si, sonvalorizadas pot el individuo y por supfiblico. Inducen una figura
sexual y de acoso posiblemente seinspiranen ritosdelas sociedades tradi- eminente de "virilidad". Entre 10s 1s y 10s 35 aiios, 8 muertos en accidentes
cionales pan constmitseun c u q o quelespermitadejatatris el suftimiento. auwmovilisticos son muchachos, contra 2 mujeres. Y una de ellas era acom-
"La perforacibn es verdaderamente un rito de trinsito. Por ejemplo, una
mujer que ha sido victima de incesto y quiere apropiarse de nuevo de su
cuerpo. 0 tal vez marcar un momento imponante de su vida. Pot eso me
gusta celebrar una ceremonia en el momento de la perfotacibn, y pot eso
lo hago en un templo, mi propia casa. Mi clientela esti fonnada en general
I pafiante. Los jbvenes de 15 a 24 afios representan el 13% de la poblacibn,
pero 26% de 10s muenos y 31% de 10s heridos graves en accidentes viales.
El nivel m b alto de mortalidad y morbilidad se sitfia alrededor de 10s 14
afios, en el momento en que el joven comienza a usar una motocicleta o un
scooter para desplazatse.
Frente a experiencias y exposiciones a1 peligro equivalentes, 10s con-
pot mujeres brillantes y sensibles" (en Myers. 1992: 282).
ductores jbvenes presentan durante el primer afio de manejo una tasa de
I
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accidentes mis alta que la de 10s d e m b jbvenes despues de ese periodo,
y que es tres veces mayor que la de 10s conductores mis experimentados
(Assailly, 1992: 104). Los hombres de 15 a 35 aiios estin expuestos en la
actualidad a un riesgo de morir en accidentes superior al de 10s aiios se-
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senta y setenta, y las secuelas, cuando se salvan, suelenser dtamiticas. La
figurarecurrente de la muerte en accidentes de jbvenes es la deuna noche
del sibado al domingo, entre la una y las seis de la maiiana, de regreso de
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