La Vision de Los Peces
La Vision de Los Peces
La Vision de Los Peces
Está demostrado que los peces no ven como nosotros, la mayoría de especies que pescamos
tienen los ojos más adaptados para ver debajo del agua, en condiciones de poca luminosidad y
ven con menos nitidez que nosotros a cambio ven con más contraste o incluso ven el color
ultravioleta.
De hecho, hay muy pocas variaciones entre el ojo humano y el ojo de un pez. Pero aquellas
diferencias existentes son interesantes de analizar:
La primera diferencia notable es que carece de párpado, lo cual hace que el pez no pueda
dejar de ver los elementos que lo rodean aunque lo quisiera.
La segunda diferencia la establece el iris. En los humanos funciona como el diafragma de una
cámara fotográfica de modo que permite una mayor o menor entrada de luz para equilibrar las
condiciones diversas. El iris humano se contrae o dilata con esa finalidad. En la mayoría de los
peces el iris tiene una abertura fija incapaz de adaptarse a los distintos niveles de iluminación.
Por lo tanto los ajustes necesarios se realizan por medio de los fotorreceptores, que son
células especializadas sensitivas a la luz, ubicadas en la retina.
Al igual que los ojos humanos, los del pez están equipados con células bastón y células cónicas
a nivel de la retina. Las células bastoncillos son los fotorreceptores para poca iluminación (la
utilizan para ver en la oscuridad) y las células cónicas son receptoras para condiciones de luz
intensa (digamos “luz diurna”). Como límite entre luz intensa y luz débil se podría establecer la
que emana de una lámpara de 25 wats. Es decir que unas u otras células dejan de actuar
cuando la iluminación llega al límite mencionado.
La tercera diferencia es que el ojo de los peces que tienen una densidad de fotoreceptores
menor que la nuestra, se estima que tienen una proporción 14 veces inferior, por tanto ven
con menos nitidez el detalle de los objetos y su forma, aunque no es generalizado a todas las
especies.
Esto unido a una mayor proporción de bastones respecto a conos, les facilita apreciar mejor
los contrastes entre colores y basan su vista en ello, en lugar de en una mayor definición y
nitidez como nosotros
Los peces parecen tener el límite de visión a unos 15 metros y, con frecuencia, esta distancia
visual disminuye, tanto por factores intrínsecos de la propia especie íctica (fisiología y
estructura del ojo) como por factores ambientales que disminuyen la penetración o trasmisión
de la luz en el medio acuático (limos en suspensión, desarrollo fitoplanctónico, turbidez del
agua....) de ahí que se diga faltando bastante a la verdad, que los peces son miopes.
Terminada esta básica explicación sobre la visión de los peces, lo interesante para el pescador
y que siempre es motivo de conversación, es "el color de la muestra" es frecuente escuchar
entre aficionados " esta muestra con este color pesca más que aquella de distinto " o "los
pescaditos verdes pescan más que los amarillos".
Bueno ese dicho es verdad a medias.
Para abordar este tema nos tendríamos que hacer las siguientes preguntas:
¿Los peces ven los colores ?, Si, y de manera bastante parecida a nosotros, ya que tienen en
sus retinas células cónicas y bastones como nosotros.
¿ Los colores se ven igual afuera que dentro del agua ? No, los colores se dispersan según la
profundidad del agua y la cantidad de luz que exista a esa profundidad.
La pérdida de luz con la profundidad no es sólo cuantitativa, sino que lo es también cualitativa,
ya que no todos los colores que componen la luz visible empiezan a ser absorbidos y a
transformarse en colores grises y negros.
Los primeros que son absorbidos son los que poseen una longitud de onda mayor. Así, el rojo
es el que se pierde más cerca de la superficie, seguidos del naranja, el amarillo y violeta,
siendo el verde y el azul los últimos en ser absorbidos.
Los rojos desaparecen y se transforman en negros entre los 5 y 9 metros, los naranjas entre los
10 y los 12, los amarillos entre los 18 y los 21, y los verdes y azules llegan casi hasta donde la
luz logra penetrar, generalmente hasta los 150 m. A partir de esta profundidad, el espectro se
va para quedarnos sólo con el azul hasta que llegamos casi a los 200 metros.
El oceanógrafo Jacques Cousteau observó en una de sus inversiones que la sangre de los peces
cazados con arpón, según la profundidad se veía de un color diferente; pasaba de verde, negra,
rosa, según cambiaba la profundidad, hasta que tomaba la superficie no se veía roja.
Si estas pescando a 25 m de profundidad con una nuestra de color rojo el pez no la vera roja la
vera negra y así sucederá con el resto de los colores según a la profundidad que pesques.
Una muestra amarilla pescando a 15 metros de profundidad el pez la vera de color amarillo
pero si la profundidad cambia a 30 metros, el pez la vera negra.
En cambio si la muestra es de color verde o azul, el pez apreciara estos colores pescando
hasta una profundidad de 150 metros.
El color rojo hemos dicho que a 20 metros de profundidad se ve negro pero si lo iluminase con
una linterna o un potente foco lo verías rojo, así sucede con los demás colores. Por eso las
cámaras de fotos o de video submarinas llevan potentes focos o flashes para resaltar los
colores.
2.- El primer color absorbido en el agua es el rojo y el último el azul, esto sugiere que para
pesca más superficial los tonos rojos son mejores y cuando pesca a mas profundidad los
azules.
4.- Los colores fluorescentes son particularmente útiles a mayor profundidad ya que pueden
ser vistos a mayor distancias y son colores que no se encuentran normalmente en la naturaleza
5.- Muchos peces se alimentan mirando hacia la superficie del agua. Al hacerlo, sin embargo,
tienen dificultad para distinguir colores específicos, y el contraste de la presa contra la
superficie se vuelve más importante. Cuando un pez al alimentarse está mirando hacia arriba,
una silueta oscura, incluso en contra de un oscuro cielo nocturno, ofrece el máximo contraste
y es atractivo para los depredadores. Seleccione un señuelo sobre la base de contraste, en
lugar de en los colores específicos, es a menudo la clave para atraer a un pez, sobretodo en
aguas profundas y turbias.
7.- La mayoría de los peces tienen un adecuado sentido de la visión, pero esto generalmente
no es tan impresionante como su sentido del olfato y la capacidad de detectar las vibraciones a
través de sus líneas laterales. Generalmente usan su sentido del oído o el olfato para percibir
inicialmente a su presa, y luego usar su visión única en el ataque final.
8.- El rojo y el blanco genera un amplio nivel de contraste cuando decae el índice de luz.
Si bien tener guías orientativas es fundamental para no estar perdidos a la hora de elegir el
mejor color para nuestro señuelo, será la experiencia ganada durante horas en el agua la que
nos enseñará las mejores combinaciones en nuestros pesqueros habituales.