El Manejo de Las Resistencias

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El manejo de las resistencias

Todas las fuerzas que dentro del paciente se oponen a los procedimientos y procesos de
análisis, estorban su libre asociación, obstaculizan los intentos de recordar y lograr asimilar
insight, operan contra el yo razonable y deseo de cambiar, se expresa por medio de
emociones, actitudes, ideas, impulsos, pensamientos, fantasías o acciones y en su mayoría
son inconscientes pero también pueden ser conscientes; estas definen el estado de la
patología y se oponen al yo razonable del paciente, están presentes durante todo el
tratamiento.
Identificarlas, entenderlas y manejarlas son pasos indispensables para definir las estrategias
para trabajarlas.
Las resistencias se pueden considerar repeticiones de las operaciones defensivas que el
individuo ha realizado durante toda su vida y que pueden definir su carácter y su modo de
reaccionar (repetir en lugar de recordar). Estas también pueden utilizar mecanismos de
defensa.
La causa de las resistencias es evitar un afecto doloroso (ansiedad, culpa, vergüenza,
tristeza) detrás de estas se encuentra una pulsión instintiva.
Las resistencias son fuente importante de información acerca de las funciones del yo en
general. Acuñó el término de resistencias caracterológicas, son complejas, fijas, egosintónicas
y difíciles de tratar. (Wilheim Reich)

Clasificaciones de las resistencias


Freud hablaba de cinco tipos de resistencias, clasificándolas según su origen:
1) Resistencias de represión
2) Resistencias de transferencia
3) Ganancia secundaria
4) Resistencias del ello
5) Originarias del superyó (necesidad de castigo).

Otra clasificación se desprende desde el enfoque epigenético: Según la fase del desarrollo
libidinal en que surgen y según el tipo de mecanismos de defensa que utiliza.
Otra manera de clasificarlas es por categorías diagnósticas.

Greenson hablaba de las resistencias ajenas al yo (fáciles de reconocer, permiten hacer un


buen trabajo) y las egosintónicas (parecen ser familiares, racionales y objetivas, son difíciles
de reconocer)

Langs, pueden existir resistencias directamente observables como los silencios o las
ausencias de las sesiones; habla también de las abiertas y las silenciosas, las últimas ocurren
en los pacientes aparentemente cooperativos (oposición oculta).

Algunas formas y tipos de resistencias


Los pacientes gastan tiempo y energía en tácticas o agresivas de estructura inconsciente,
dirigidas a demostrar que el terapeuta está equivocado, dando material intrascendente, con
silencios prolongados o con olvidos. O se pueden presentar también por un recrudecimiento
de los síntomas.

Método para manejar las resistencias


Greenson, señala cuatro pasos para el análisis de las resistencias:
1) Reconocer las resistencias: que sea reconocida por el terapeuta y que se reconocida y
aceptada por el paciente como algo que sucede y es parte del proceso terapéutico.
2) Confrontar o señalar la resistencia al paciente: se debe realizar cuando probablemente
la resistencia tenga significado para el paciente, así no podrá negarla. Insistir
prematuramente hace que ésta incremente y que no se pueda analizar.
3) Aclarar los motivos y modos de la resistencia: saber ¿por qué se resiste el paciente? Y
¿a qué se resiste?
4) Interpretarla: intentar descubrir los impulsos ocultos, recuerdos o fantasías causantes y
contenidos que las han ocasionado. (interpretar el motivo)

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