Actividad Evaluada No. 4 Carlos A. Delgado Lopez

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Según la validez jurídica, “lo que es jurídicamente valido, jurídicamente es obligatorio” la

sentencia constitucional 1662/2003-R de 17 de noviembre de 2003, en primera instancia tras


analizar los fundamentos del recurrente hace alusión a las normas previstas en los arts. 8.a
y f CPE (abrogado), 22, 77 y 79 de la Ley del Servicio Nacional de Defensa (LSND), que prevén
el servicio militar obligatorio y el pago del impuesto militar por una sola vez, bajo sanción de
multa y arresto, es decir que aparentemente es de fiel cumplimiento, porque tiene respaldo
en la ley. Sin embargo Para que una norma tenga validez, al igual que en un ordenamiento
jurídico, no necesitan ajustarse con un derecho natural o un orden moral determinado, pero
esto no quita a que sí tengan una pretensión de corrección moral, es decir si existe un
ordenamiento con normas incorrectas desde el punto de vista moral, esto no quita su validez.
Sin embargo, si son extremadamente injustas a saber, por ejemplo violan los derechos
fundamentales o la garantías de ellos, en este caso perdería su validez., por ello en su ratio
deciden de de la sentencia constitucional aludida, hace referencia de que si bien la
Constitución Política del Estado (abrogada) no contempla lo que es la objeción de conciencia,
empero el ordenamiento jurídico, que compone el bloque de constitucional como las
declaraciones, tratados y convenciones internacionales sobre derechos humanos, que
forman parte del catálogo de los derechos fundamentales los derechos a la libertad de
conciencia, la libertad de religión y la libertad de cultos, de los cuales deriva la objeción de
conciencia, hace atendible dicho recurso.
La conclusión de que no existe una institucionalización legal, es decir, una adopción de
medidas legislativas que consagren la objeción de conciencia como una excepción al servicio
militar obligatorio, creando paralelamente los servicios sociales sustitutos para los objetores
en resguardo del principio de la igualdad de las personas ante la ley, así como del régimen
legal que regule el ejercicio de la objeción de conciencia. Entonces al no estar consagrado ni
debidamente regulado en el ordenamiento jurídico del Estado la objeción de conciencia, las
personas en edad de prestar el servicio no pueden invocar dicho derecho como una
excepción al servicio militar obligatorio, de su parte, las autoridades de las Fuerzas Armadas
tampoco pueden atender la petición de las personas que la invoquen.
Extremo que lamentablemente no contiene fundamentos que estén en base a los principios
de justicia como refiere Rawls, el principio de libertad, PUES LAS LIBERTADES BASICAS Y LOS
DERECHOS DE LOS INDIVIDUOS ESTAN DEFINIDOS MEDIANTE REGLAS PUBLICAS (…) EL
PRIMER PRINCIPIO REQUIERE QUE CIERTOS TIPOS DE REGLAS, POR EJEMPLO AQUELLOS QUE
DEFINEN LAS LIBERTADES BASICAS SE APLIQUEN A CADA INDIVIDUO EQUITATVAMENTE Y
QUE ADEMAS PERMITAN LA MAYOR EXTENSION DE LIBERTAD COMPATIBLE CON OTRA
LIBERTAD COMPATIBLE CON OTRA LIBERTAD SEMEJANTE PARA TODOS.
La teoría de Justicia de Rawls refiere que cuando ocurran infracciones a las mismas, deberán
existir fuerzas estabilizadoras que prevengan violaciones ulteriores y que tiendan a restaurar
el orden. Ahora bien, no habiendo cierta medida de acuerdo sobre lo que es justo o injusto,
es claro que será más difícil para los individuos coordinar sus planes de manera eficiente con
objeto de asegurar que se mantengan los acuerdos mutuamente beneficiosos. La
desconfianza y el resentimiento corroen los vínculos del civismo, y la sospecha y la hostilidad
tientan al hombre a actuar en formas que de otro modo evitaría. Así, mientras que el papel
distintivo de las concepciones de la justicia es especificar los derechos y deberes básicos, así
como determinar las porciones distributivas apropiadas, la manera en que una concepción lo
hace, tiene que afectar los problemas de eficiencia, coordinación y estabilidad. En general, no
podemos evaluar una concepción de justicia sólo por su papel distributivo, por muy útil que
sea este papel al identificar el concepto de justicia. Tendremos que tomar en cuenta sus
conexiones más vastas, ya que aun cuando la justicia tiene cierta prioridad por ser la virtud
más importante de las instituciones, no obstante, una concepción de justicia es preferible a
otra cuando sus consecuencias generales son más deseables.
Por eso no se puede justificar la carencia de institucionalización para no hacer respetar los
derechos de una persona, porque hay principios que deben pesar tras los vacíos que puedan
contener una norma supra legal y/o leyes, en base a los derechos humanos declarados en el
bloque de constitucionalidad, muestra de todo ello es que a pesar de que la referida
sentencia constitucional, declara improcedente el amparo, tras una petición que se
interpuso por el Defensor del Pueblo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
se consigue la siguiente acta:
INFORME Nº 97/05
PETICIÓN 14/04
SOLUCIÓN AMISTOSA
ALFREDO DÍAZ BUSTOS
BOLIVIA
27 de octubre de 2005

(…) IV. SOLUCIÓN AMISTOSA

16. El Estado y los peticionarios suscribieron el acuerdo de solución


amistosa, en cuyo texto se establece lo siguiente:

ACUERDO TRANSACCIONAL

Conste por el presente documento, que podrá ser elevado a la categoría


de documento público con el solo reconocimiento de firmas y rubricas, el
siguiente acuerdo suscrito entre las partes al tenor de las siguientes
clausuras:

Primera. Parte.- Son partes del presente acuerdo:

Por un lado, en representación del Estado boliviano, el Ministro de Defensa


Nacional, Lic. Gonzalo Méndez Gutiérrez.

Por otro lado, Alfredo Díaz Bustos, ciudadano boliviano con CI 3483469
LP hábil por derecho y con domicilio en la ciudad de La Paz.
Segunda. Antecedentes.- En fecha 30 de diciembre de 2003, luego de
agotar los recursos de la jurisdicción interna, el ciudadano Alfredo Díaz
Bustos, con el patrocinio del Defensor del Pueblo, presentó una petición
internacional ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) en la que denunció al Estado boliviano por no reconocer su
condición de objetor de conciencia al servicio militar obligatorio y violar
sus derechos contemplados en los artículos 12, 24 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.

En fecha 13 de octubre de 2004, la CIDH emitió el Informe No. 52/04


correspondiente al caso 12.475 (petición P-14/04) Alfredo Díaz Bustos vs.
Bolivia, mediante el cual declaró la admisibilidad del caso a efectos de
determinar, en la consideración de fondo, si el Estado boliviano violó los
artículos 1(1), 2, 12, 13(1), 22, 23, 24 y 25 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos en perjuicio de Alfredo Díaz Bustos.

En el mes de junio de 2005, el gobierno boliviano consultó la disposición


del Defensor del Pueblo y del ciudadano Alfredo Díaz Bustos de solucionar
el caso a través de un arreglo amistoso. Producto de ese ofrecimiento, se
ha llegado al presente acuerdo que pondrá fin al asunto planteado ante la
Comisión Interamericana.

Tercera. Compromiso.-

El Estado boliviano, representado por el Ministerio de Defensa Nacional,


se compromete a:

a) entregar la Libreta Militar de redención a Alfredo Díaz Bustos, dentro


del plazo de treinta (30) días hábiles a partir de la fecha en que el
interesado presente toda la documentación requerida por el Ministerio de
Defensa;

b) otorgar la Libreta de redención gratuitamente, sin condicionarse dicha


entrega al pago del impuesto militar señalado en la Ley del Servicio
Nacional de Defensa, al pago de otro monto por cualquier concepto ni a
contraprestaciones de cualquier otra naturaleza, sean pecuniarias o no;

c) a tiempo de la entrega de la libreta de redención, emitir una Resolución


Ministerial que establezca que en caso de conflicto armado el ciudadano
Alfredo Díaz Bustos, por su condición de objetor de conciencia, no será
destinado al frente de batalla ni llamado como auxiliar;

d) en concordancia con el derecho internacional de los derechos humanos,


incorporar en los anteproyectos normativos de reforma a la legislación
militar actualmente en revisión por el Ministerio de Defensa Nacional y las
FFAA, el derecho a la objeción de conciencia respecto al servicio militar;

e) promover, junto al Viceministerio de Justicia, la aprobación congresal


de la legislación militar que incorpore el derecho a la objeción de
conciencia respecto al servicio militar;

f) suscrito el presente documento, el Ministerio de Relaciones Exteriores


informará inmediatamente a la CIDH sobre el acuerdo logrado a fin de que
la Comisión lo homologue y tramite el caso 12.475 de acuerdo al
procedimiento de solución amistosa regulado en los artículos 48.1.f y 49
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 41 del
Reglamento Interno de la CIDH.

II. Por su parte, Alfredo Díaz Bustos se compromete a:

a) para fines administrativos internos del Ministerio de Defensa, presentar


una declaración jurada ante el juez competente de conformidad con el
articulo 78 de la Ley del Servicio Nacional de Defensa;

b) una vez recibida la libreta de redención y emitida la Resolución


Ministerial del Ministerio de Defensa, en los términos estipulados en la
cláusula Tercera I del presente documento, solicitar a la CIDH, por
intermedio del Defensor del Pueblo, que el caso 12.,475 sea sometido al
trámite de solución amistosa regulado por los artículos 48.1.f y 49 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 41 del Reglamento
Interno de la CIDH;

c) una vez entregadas la libreta de redención y la Resolución ministerial


del Ministerio de Defensa al interesado, se tendrá por renunciado las
costas, daños y perjuicios emergentes de la tramitación del caso y el
interesado renunciará a formular nueva denuncia administrativa o judicial,
en sede nacional o internacional, por los mismos hechos que motivaron la
presentación de su petición ante la CIDH, en la medida que el Estado
boliviano cumpla a cabalidad todos sus compromisos señalados en el
presente documento en la clausura I a, b, c y f.
Cuarta. Cumpliendo de buena fe y aceptación.- Las partes aceptan
libremente los puntos acordados a su estricto cumplimiento de buena fe,
en señal de lo cual estampan sus firmas en el presente documento, en la
ciudad de La Paz, a los cuatro días del mes de julio de dos mil cinco años

V. DETERMINACIÓN DE COMPATIBILIDAD Y CUMPLIMIENTO

17. Mediante escrito de fecha agosto 22 de 2005, el Defensor del Pueblo de


Bolivia, previa comunicación en similar sentido por parte del señor Díaz Bustos, solicitó
a la Comisión la conclusión del caso toda vez que se había dado cumplimiento a la
solución amistosa. En efecto, el 19 de agosto de 2005 el peticionario recibió en la Región
Militar No. 1 de La Paz su Libreta Militar de Redención 060407, sin costo, y la Resolución
Ministerial No. 834 de 18 de agosto de 2005, del Ministerio de Defensa Nacional. En
esta resolución se dispone que el señor Díaz Bustos, en caso de conflicto armado, no sea
destinado al frente de batalla. Así mismo, en relación con los compromisos del Estado
boliviano estipulados en la cláusula tercera I (d) y (f), referidos al impulso de reformas
legislativas en orden a consagrar la objeción de conciencia respecto al servicio militar,
el Defensor del Pueblo señala que el Estado boliviano “deberá honrarlos en el futuro”.

18. La CIDH reitera que, de acuerdo con los artículos 48(1)(f) y 49 de la


Convención, este procedimiento tiene como fin “llegar a una solución amistosa del
asunto fundada en el respeto a los derechos humanos reconocidos en la Convención”. La
aceptación de llevar a cabo este trámite expresa la buena fe del Estado para cumplir con
los propósitos y objetivos de la Convención en virtud del principio pacta sunt servanda,
por el cual los Estados deben cumplir de buena fe las obligaciones asumidas en los
tratados. También desea reiterar que el procedimiento de solución amistosa
contemplado en la Convención permite la terminación de los casos individuales en forma
no contenciosa, y ha demostrado, en casos relativos a diversos países, ofrecer un
vehículo importante de solución, que puede ser utilizado por ambas partes.

19. La Comisión considera que esta solución amistosa es plenamente


concordante con el carácter evolutivo del derecho internacional de los derechos
humanos, donde se salvaguarda el estatus de objetor de conciencia en los países que
han establecido por ley dicho estatus.

20. Una importante referencia al respecto, lo constituye el Comentario General


22 del Comité de Derechos Humanos de la ONU. En este pronunciamiento de 1993, el
Comité interpretó el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión,
consagrado en el artículo 18 del Pacto. Sobre el reconocimiento de la protección de la
objeción de conciencia, el párrafo 11 de dicho Comentario señala lo siguiente:

Muchas personas han reivindicado el derecho a negarse a cumplir el


servicio militar (objeción de conciencia) sobre la base de que ese derecho
se deriva de sus libertades en virtud del artículo 18. En respuesta a estas
reivindicaciones un creciente número de Estados, en sus leyes internas,
han eximido del servicio militar obligatorio a los ciudadanos que
auténticamente profesan creencias religiosas y otras creencias que les
prohíben realizar el servicio militar y lo han sustituido por un servicio
nacional alternativo. En el Pacto no se menciona explícitamente el
derecho a la objeción de conciencia pero el Comité cree que ese derecho
puede derivarse del artículo 18, en la medida en que la obligación de
utilizar armas puede entrar en serio conflicto con la libertad de conciencia
y el derecho a manifestar y expresar creencias religiosas u otras
creencias. Cuando este derecho se reconozca en la ley o en la práctica no
habrá diferenciación entre los objetores de conciencia sobre la base del
carácter de sus creencias particulares; del mismo modo, no habrá
discriminación contra los objetores de conciencia porque no hayan
realizado el servicio militar. El Comité invita a los Estados Partes a que
informen sobre las condiciones en que se puede eximir a las personas de
la realización del servicio militar sobre la base de sus derechos en virtud
del artículo 18 y sobre la naturaleza del servicio nacional sustitutorio.

21. La Comisión valora altamente los esfuerzos desplegados por ambas partes
para lograr esta solución que resulta compatible con el objeto y fin de la Convención.

VI. CONCLUSIONES

22. Con base en las consideraciones que anteceden y en virtud del


procedimiento previsto en los artículos 48(1)(f) y 49 de la Convención Americana, la
Comisión desea reiterar su profundo aprecio por los esfuerzos realizados por las partes
y su satisfacción por el logro del acuerdo de solución amistosa en el presente caso basado
en el objeto y fin de la Convención Americana.

23. En virtud de las consideraciones y conclusiones expuestas en este


informe,

LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS,

DECIDE:
1. Aprobar los términos del acuerdo de solución amistosa firmado por las
partes.

2. Continuar con el seguimiento y la supervisión de todos y cada uno de los


puntos del acuerdo amistoso.

3. Hacer público el presente informe e incluirlo en su informe anual a la


Asamblea General de la OEA.

Dado y firmado en la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,


en la ciudad de Washington, D.C., a los 27 días del mes de octubre de 2005. (Firmado):
Clare K. Roberts, Presidente; Susana Villarán, Primera Vicepresidenta y Comisionados
Florentín Meléndez, Jose Zalaquett; Evelio Fernández Arévalos y Freddy Gutiérrez.

También podría gustarte