Genesis Del Concepto de Neurociencias
Genesis Del Concepto de Neurociencias
Genesis Del Concepto de Neurociencias
Redolar Original Rev Psiquiatría Fac Med Barna Ortodoncia clínica 2000;3:1-8
2002;29(6):346-352
poniendo de manifiesto la existencia de una señal (sus- los métodos de la psicofísica y el conductismo, intenta-
tancia química) que permitía la comunicación en el siste- ron analizar cómo las células nerviosas eran capaces de
ma nervioso y que se liberaba desde el terminal codificar un estímulo sensorial determinado. Por lo tan-
presináptico, difundiendo a través del espacio sináptico to, se pudo mostrar cómo en el estudio de la conducta y
y uniéndose, finalmente, a los receptores de la neurona la cognición era posible moverse más allá de una mera
postsináptica. En 1925, Edgar Douglas Adrian puso de descripción para explorar los mecanismos neurales sub-
manifiesto que el impulso nervioso se propagaba siguiendo yacentes a las representaciones internas del mundo ex-
la ley del todo o nada. Tres años más tarde, utilizando terno.
técnicas de registro de fibras sensoriales individuales,
Hasta el momento, la investigación en neurociencia ha-
descubrió la existencia de una relación entre la sensa-
bía puesto de manifiesto que la maquinaria molecular y
ción y la frecuencia de impulsos de un axón sensorial
las propiedades eléctricas de las neuronas eran muy si-
específico. Tanto metodológica como teóricamente, sur-
milares entre las diferentes especies animales. Desde una
gieron dos líneas claramente diferenciadas: por un lado,
perspectiva cognitiva se planteó la siguiente cuestión: si a
la encabezada por John Eccles (discípulo de Sherrington)
nivel celular y molecular existen estas semejanzas y si la
que postulaba que la transmisión sináptica se debía a un
conducta y la cognición son productos de las operacio-
flujo pasivo de corriente desde una neurona a otra; por
nes neurales ¿qué es lo distingue a una especie de otra
otro, la encabezada por el propio Dales que argumenta-
con respecto a sus habilidades cognitivas? Gracias a la
ba que la transmisión debía ser química, utilizando como
aplicación de la metodología neurocientífica en la inves-
vehículo de comunicación una sustancia transmisora
tigación psicológica se llegó a la conclusión de que era el
(Kandel, Schwartz y Jessell, 2000). En los años cuaren-
número de neuronas y las diferentes conexiones que se
ta, Alan Hodgkin, Andrew Huxley y Bernard Katz explica-
establecen entre ellas el punto clave de distinción en la
ron el potencial de reposo y el potencial de acción en
escala filogenética que nos permitía distinguir unas espe-
términos de movimientos específicos de iones en la mem-
cies de otras en función de sus capacidades cognitivas,
brana neuronal, desarrollando la hipótesis iónica de la
tratándose más de una diferencia cuantitativa que cuali-
comunicación intraneuronal. Ya a finales de los años
tativa (Figura 3).
treinta Hodgkin y Huxley revolucionaron el pensamiento
de la biología al descubrir que el potencial de acción en En la mitad del siglo XX, se pusieron en marcha diferentes
las neuronas no abolía simplemente el potencial de repo- estudios de registro de células individuales de la corteza
so como se había creado hasta entonces (Kandel, sensorial. Investigadores como Vernon Mountcastle, Da-
Schwartz y Jessell, 2000): Pocos años después, pusie- vid Hubel y/o Torsten Wiesel pusieron de manifiesto que
ron en práctica una serie de experimentos de fijación de
voltaje que demostraron el flujo diferencial del Na+ y del
K+ durante el potencial de acción de fuera a dentro y de Figura 3.
dentro a fuera, respectivamente. Durante los años sesen- El sistema nervioso está
ta y setenta, se identificaron diversas sustancias que po- compuesto por sistemas
dían actuar como neurotransmisores y, en 1976, Erwin neurales ampliamente
Neher y Bert Sakmann desarrollaron la técnica del Patch- conectados y subyacentes a la
génesis de la cognición y la
clamp, que permitía medir el flujo de corriente a través de
conducta El número de neuronas
un canal iónico individual. Posteriormente, se dio un y las características
gran paso a nivel molecular con la clonación tanto de conexionales de las mismas, nos
receptores ionotrópicos como metabotrópicos. permite poder distinguir qué es
lo que distingue a unas especies
de otras en relación a sus
capacidades cognitivas y a los
Una aproximación neural a la cognición patrones conductuales que
muestran de forma específica
A finales del siglo XIX, la psicología comenzó a emerger y claramente diferenciada
como una ciencia experimental. Los trabajos de Wilhelm
Wundt y Gustav Fechner comenzaron a describir y deli-
mitar una línea de cuantificación experimental sobre cómo
procesamos la estimulación sensorial del entorno y qué
relaciones existen entre la magnitud de un estímulo físico
determinado y una sensación subjetiva. Este rigor cientí-
fico fue llevado al estudio de la conducta observable,
virando de forma completa en los años sesenta hacia el
estudio de los procesos cognitivos y las representaciones
internas.
De forma añadida, se pusieron en marcha diferentes tra-
bajos que, desde una perspectiva celular, pero utilizando
el cerebro filtra y transforma la información sensorial en atendió. H.M podía leer la misma revista día tras día sin
su camino hacia la corteza, lo cual resulta crítico para la familiarizarse con ella. La amnesia de H.M se caracteri-
percepción del estímulo. La mayoría de estos estudios zaba por un conjunto de rasgos cardinales: H.M tenía
fueron realizados en animales anestesiados pero no es una capacidad intacta de memoria inmediata y remota.
hasta finales de los sesenta cuando se empieza a aplicar Sus funciones cognitivas, motoras y perceptuales esta-
este tipo de registros en sujetos despiertos que podían ban preservadas. No obstante, sufría una amnesia retró-
estar realizando a la vez diferentes tareas motoras y sen- grada temporalmente graduada y una total y severa
soriales. No obstante, a pesar de que estos trabajos con amnesia anterógrada. H.M tenía gravemente afectada su
células individuales habían aportado mucha informa- capacidad de memoria declarativa. Por ello, de cara a
ción acerca de cómo el cerebro es capaz de codificar los recuerdos declarativos, las estructuras del lóbulo tem-
neuralmente la información del mundo exterior, no pode- poral medial parecían ser esenciales.
mos olvidar que el cerebro está constituido por múltiples
En los años ochenta surgieron modelos animales de
sistemas y neuronas que operan en conjunto. De este
amnesia en primates no humanos y en ratas que permi-
modo, en los años setenta las técnicas de neuroimagen
tieron identificar las estructuras del lóbulo temporal
funcional proporcionaron la manera de poder monitorizar
medial implicadas en la memoria declarativa: el
amplias poblaciones neuronales mientras los sujetos rea-
hipocampo y la región parahipocampal (comprendida
lizaban diferentes tareas cognitivas.
por la corteza perirrinal, la corteza parahipocampal -o
postrrinal- y la corteza entorrinal). Estos experimentos
pusieron de manifiesto la existencia un circuito neural
Neurociencia y memoria crítico que involucraba conexiones bidireccionales entre
el neocórtex, la región parahipocampal y el hipocampo
Diversos autores han sugerido que el estudio de la me- (para una revisión ver Eichenbaum y Cohen, 2001). De
moria se ha constituido como uno de los ejemplos clave este modo, se pudo comprobar que las áreas de asocia-
de cómo la metodología multidisciplinar de los estudios ción en la corteza tenían una función específica sobre el
paralelos realizados en sujetos humanos y en animales procesamiento de la información perceptual, motora y
de laboratorio nos sirve para poder comprender la cognitiva. Por su parte, la región parahipocampal
interacción existente entre los sistemas cerebrales y la mediatizaba la convergencia de esta información y am-
cognición (Eichenmbaum y Cohen, 2001; Kandel, pliaba la persistencia de las representaciones amnésicas
Schwartz y Jessell, 2000; Kandel y Squire, 2000). corticales, siendo crítica para el aumento de la duración
En 1957 William Scoville y Brenda Milner constataron de la memoria de estímulos simples sobre breves perío-
que pacientes que habían sufrido una extirpación bilate- dos, manteniendo, de igual forma, la información sobre
ral de algunas de las estructuras del lóbulo temporal la familiaridad de los estímulos durante períodos pro-
medial tenían una considerable pérdida de memoria, longados de tiempo, incluso con interferencias. El
demostrando que estas estructuras estaban implicadas hipocampo codificaba las secuencias de los lugares y
en los procesos de memoria, independientemente de otras acontecimientos que componían las memorias episódicas
funciones cognitivas (Scoville y Milner, 1957). En 1937, y era capaz de relacionarlas a través de sus elementos
un niño de 7 años (posteriormente conocido en la litera- comunes (Eichenbaum, 2000). De este modo, el
tura neurocientífica como H.M) sufrió un accidente al ser hipocampo parecía desempeñar un papel crítico en las
atropellado por una bicicleta, perdiendo la conciencia asociaciones entre estímulos con discontinuidad, tanto
durante 5 minutos. Tres años después del hecho, H.M temporal como espacial, participando de forma muy cla-
ra en funciones cognitivas que implican transitividad y
empezó a mostrar ataques epilépticos menores que se
simetría.
agravaron con el paso del tiempo. Debido a la gravedad
de las crisis epilépticas y a la mínima respuesta al trata- La memoria declarativa consiste en una amalgama de
miento farmacológico se consideró la realización de una procesos multifactoriales que involucran una síntesis de
intervención quirúrgica. En 1953, cuando H.M tenía 27 representaciones episódicas en nuestro marco general de
años, William Scoville realizó una resección bilateral del conocimiento semántico, mediatizando nuestra capaci-
lóbulo temporal medial que redujo los ataques epilépti- dad de recolección amnésica (Eichenbaum, 2000). Di-
cos del paciente. Después de la recuperación de su ope- chas representaciones se reflejan en los patrones de
ración, H.M. intentó volver a la rutina de la vida diaria, activación neuronal que codifican la secuencia de acon-
pero se encontró con un trastorno de memoria de una tecimientos, los cuales componen una única experiencia
magnitud muy severa: era incapaz de hacer nuevos apren- personal. Del mismo modo, la organización de la infor-
dizajes, era incapaz de recordar los hechos cotidianos. mación de los hechos parece ser independiente de los
Cada día era una página en blanco para H.M en la que episodios específicos donde se ha adquirido y constituye
por mucho que escribiera, la construcción de las repre- el conocimiento semántico. Actualmente, existe un con-
sentaciones del entorno no se podía basar en los recuer- senso unánime alrededor de la existencia de múltiples
dos de las memorias posteriores a su intervención sistemas de memoria, de los cuales el hipocampo tan
quirúrgica. Inmediatamente después de la operación, H.M sólo se constituye como uno de ellos. En un primer mo-
no pudo recordar ni el hospital ni el personal que lo mento Cohen y Squire reconocieron funcionalmente a la
región hipocampal como un sistema selectivo de memo- forma interdisciplinar a la potenciación del estudio cien-
ria declarativa (Cohen y Squire, 1980). Posteriormente, tífico del estudio nervioso y de todo aquello que conlleva.
se pudo comprobar que el hipocampo no se requería A veces, puede resultar difícil distinguir el límite entre las
para la adquisición de algunas habilidades que podían contribuciones diferenciales y los objetos específicos de
ser expresadas de forma inconsciente. Parece ser que estudio de cada uno de estos campos. De este modo, en
sistemas que incluyen el estriado y el cerebelo mediatizan los últimos años han ido surgiendo cantidades ingentes
la memoria procedimental y la adquisición de habilida- de trabajos enmarcados dentro del campo de la
des motoras y de hábitos, independientemente de las es- neurociencia cognitiva, demarcándose como una disci-
tructuras del lóbulo temporal medial (Knowlton, Mangels plina nueva claramente diferenciada del resto de aproxi-
y Squire, 1996). Por otro lado, el sistema cerebral que maciones científicas existentes. Partiendo de esta
incluye a la amígdala se encuentra implicado en los me- conceptualización, debemos asumir que la diferencia más
canismos de memoria emocional, pudiendo modular la importante que puede establecerse, dentro de esta nueva
fuerza y consolidación de memorias en los otros siste- perspectiva de estudio y las diferentes aproximaciones
mas (Cahill y col., 1995). Por último, destacar que exis- que intentan comprender el funcionamiento del cerebro
ten diversas regiones corticales que son críticas para la subyacente a la conducta y la cognición, es el nivel de
memoria de trabajo, para el procesamiento de la infor- análisis que se utiliza. De este modo, algunas líneas de
mación estimular experimentada recientemente, así como pensamiento sugieren que la neurociencia cognitiva utili-
para la memoria declarativa a largo plazo (Tulving y za un nivel de análisis más holístico que el resto de aproxi-
Schacter, 1990). maciones.
Las formas de memoria no declarativa son evolutivamente El análisis exhaustivo de los procesos mentales a través
más antiguas y se han podido estudiar en invertebrados del estudio de las neuronas, de los circuitos y de los
como la Aplysia y la Drosophila. Dentro de este ámbito de sistemas cerebrales ha proporcionado nuevos modelos
análisis uno de los objetivos principales fue el de intentar que han servido para guiar el trabajo experimental, tanto
abarcar tanto los procesos cognitivos como la propia en biología como en psicología. Autores como Kandel y
biología molecular de las células nerviosas, estudiando Squire sugieren que para que la neurociencia se pueda
los mecanismos de plasticidad sináptica y su relación decantar a solventar los problemas abordados por las
con el almacenamiento de la información en la memoria. ciencias biológicas y psicológicas se necesitarán nuevas
¿Podemos pensar en una unificación más amplia que aproximaciones moleculares y celulares y su uso en con-
aquella que nos permite comprender tanto las moléculas junción con los sistemas conductuales y cognitivos. De
como la propia mente? De este modo, a principios de los esta manera, seremos capaces de relacionar determina-
setenta diferentes estudios en invertebrados mostraron dos sucesos moleculares y cambios específicos en el in-
que formas de aprendizaje como la habituación, la sen- terior de las neuronas con procesos mentales como la
sibilización o incluso el condicionamiento clásico, se percepción, la memoria, el pensamiento o, incluso, la
basaban en cambios estructurales y funcionales en las conciencia (Kandel y Squire, 2000). Por otro lado, otros
sinápsis entre las neuronas que mediaban la conducta autores abogan por un acercamiento biopsicológico a la
modificada (Kandel y Squire, 2000). En los años noven- neurociencia, potenciando un enfoque biológico del estu-
ta la aparición de técnicas de manipulación génica per- dio de la psicología más que una perspectiva psicológica
mitió poder relacionar genes específicos con los del estudio de la biología (Pinel, 2000).
mecanismos de plasticidad sináptica e incluso con la
conducta y la cognición. Del mismo modo, el poder com-
binar estudios genéticos con estudios conductuales en Bibliografía
Drosophila, Aplysia y ratones permitió identificar que las
formas de memoria declarativa y no declarativa compar- Bear MF, Connors BW, Paradiso M A. Neuroscience: exploring
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nes. De este modo, se pudo comprobar la existencia de Bosch X, Abbott A. The brain in Spain. Nature 2001;409:
diversas moléculas de señalización críticas para conver- 451.
tir la plasticidad transitoria a corto plazo en una memo-
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