Aspectos de La Comunicación Asertiva
Aspectos de La Comunicación Asertiva
Aspectos de La Comunicación Asertiva
Todos sabemos la importancia que tienen en nuestra calidad de vida y bienestar el llevarnos y
entendernos bien con las personas que nos rodean, ya sea compañeros del trabajo o con
tu pareja, sobre todo a la hora de actuar y decir aquello que está en consonancia con lo que
queremos, pensamos y sentimos.
Cuando expresamos ideas u opiniones, muchas veces no sabemos si nos han entendido bien, si
hemos usados las palabras correctas o si hemos comunicado mediante gestos apropiados lo que
realmente queríamos decir, y lo mismo nos pasa a nosotros cuando alguien nos dirige la palabra.
De la misma forma, cuando respondemos a peticiones o demandas que nos hace otra persona,
elegir las palabras, el tono y el momento adecuados es más difícil de lo que parece.
El uso de técnicas de comunicación asertiva, como por ejemplo la habilidad de empatizar con la
otra persona, nos dota de un gran poder a la hora de convertirnos en personas con cierto
autocontrol, seguras de sí mismas, y competentes.
¿Sabías que la comunicación asertiva entre personas se convierte en una herramienta de calidad
de vida y éxito profesional?
Todo el tiempo estamos comunicándonos con otras personas, ya sea para establecer relaciones,
para dar nuestra opinión o para pedir ayuda. De esta manera, saber qué es la asertividad, y cómo
practicarla es la clave que nos hará mejorar.
Nos comunicamos en el trabajo, con la pareja y entre amigos y aunque por norma general
somos asertivos, en circunstancias críticas donde nos demandan algo o simplemente lo hacemos
nosotros, no sabemos tener una actitud de asertividad.
Tampoco es ser sumiso ni estar de acuerdo en todo. Parecer agresivo o distante tampoco son
comportamiento de la asertividad. Pero es que en determinadas circunstancias donde existen
emociones fuertes, es difícil comportarse de manera asertiva. Por ello lo primero que debemos
hacer es averiguar que nivel de asertividad tengo.
Y aquí reside la clave, el entrenamiento y el conocimiento de estas técnicas se convierten en
instrumentos esenciales de la comunicación.
¿Qué ocurre cuando nos sentimos vulnerables o inseguros frente a una persona?
La reacción más común dentro del patrón de comportamientos básicos de una persona con falta
de asertividad son la sumisión, manipulación y también la agresividad, dependiendo esta de la
personalidad, autoestima y experiencia.
Estas formas de comportamientos han sido aprendidas a lo largo de la vida de cada individuo y en
determinadas circunstancias las hemos adquiridos con la finalidad de adaptarnos a alguna
situación. Pero eso no significa que esa sea la manera correcta.
“Desaprender” estos comportamientos, previo autoconocimiento de los mismos, nos acerca a una
mejor calidad de vida y a un cambio en nuestro entorno atrayendo bienestar y “energía positiva”.
Las diferentes respuestas de una persona ante un conflicto o discusión, así como tras una
demanda por parte de uno de ellos son:
Agresión directa: estas personas suelen presentar una actitud autoritaria, demasiado
directa, incluso llegar a ser arrogantes. De manera que no miden sus palabras y se
muestran fríos y distantes.
Las personas asertivas muestran su opinión respetando a los demás, se muestran abiertas a
dialogar y expresan sus ideas, tanto negativas como positivas, escogiendo las palabras
adecuadas para no dañar a la otra persona.
La PNL (psiconeurolinguística), por ejemplo, son un conjunto de técnicas muy usadas para
desarrollar tus capacidades en varios terrenos, ya sea en el deporte, en la oficina, o en tu vida
diaria.
La mirada, la postura del cuerpo, la entonación, y el uso mesurado del movimiento de las manos,
puede ayudarnos a expresar aquello que queremos de una manera cordial y honesta.
La influencia de la asertividad en nuestras vidas queda patente en una mejoría de nuestra calidad
de vida.
tienen más estabilidad mental y emocional, y por consiguiente tienen un menor estrés en
su día a día.
El mensaje y la forma con la que nos comunicamos, por ejemplo, son muy importantes para
la resolución de conflictos, para evitarlos, y para un buen entendimiento.
Más importante, a mi juicio, es la forma en el mensaje, más que el contenido del mismo. Ya que
podemos decir los mismo con diferente tonalidad, y te aseguro que lo que la otra persona perciba
será totalmente distinto.
No estaremos poniéndonos las cosas fáciles si con nuestra primera actuación usamos unas
palabras demasiado directas o inoportunas, pensando sólo en nuestro beneficio o interés sin
indicar que nos preocupa o entendemos a la otra persona.
Del mismo modo, la forma con la que comunicamos el mensaje rara vez debe tener una actitud
agresiva.
La empatía
La empatía aquí modela nuestra forma habitual de comportarnos para adaptarnos a la persona
con la que queremos relacionarnos.
Es decir, antes de comenzar a exponer nuestras ideas, enfados, o razones, deberíamos observar a
la otra persona para elegir el tono de voz y las palabras adecuadas, así como elegir bien
la gesticulación de las manos y la postura del cuerpo para no despertar una actitud defensiva en el
otro, afín de evitar una confrontación.
Es decir, debes adaptar la naturaleza del mensaje al contexto y al receptor o interlocutor que
tienes delante.
Veamos un ejemplo.
El nivel cultural de la otra persona puede influir en cómo entenderá lo que queremos decirle. Es
decir, no seremos asertivos si usamos palabras demasiado cultas con alguien que no las maneja
habitualmente. Eso podría hacerle pensar que somos arrogante, lo que creará distancia entre los
dos y nuestro receptor creerá que no vamos a entender nada de lo que le ocurre.
Tampoco estaríamos siendo asertivos si pretendemos anteponer nuestros intereses antes incluso
de haber escuchado qué es lo que tiene que decirnos, y más importante aún, cómo se siente.
La autoestima
Ambos conceptos afectan en la amistad y las relaciones interpersonales y profesionales. Tener una
asertividad sana nos aporta felicidad y éxito en nuestras metas. La visión que tenemos de
nosotros mismos y lo que esperamos que consigamos, afectan en los resultados.
Para ello uso una palabra mágica que me recuerda qué es la autoestima y cómo usarla en mi día a
día.