Neoliberalismo en Venezuela Con Todo

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


COLEGIO UNIVERSITARIO FERMÍN TORO
BARQUISIMETO ESTADO LARA

NEOLIBERALISMO EN
VENEZUELA

Integrantes:
Crisbeli de Oliveira C.I. 26.005.595
Glendys Rodríguez C.I. 24.354.559
Yusmirla Peraza C.I. 20.348.250
Maria Patricia Barriento C.I. 25.629.414
Prof. Hernán Nuñez
Sección: 3CM10

Febrero, 2017
Origen y uso actual del término

El llamado neoliberalismo en buena medida, fruto del trabajo teórico de


economistas de la Escuela de Chicago como Milton Friedman que desde
mediados de los años 50 se convirtieron en críticos opositores de las
políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo. A
finales de los años 70 sus teorías ganaron amplia popularidad en el mundo
académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la
gestión de la crisis de 1973. En efecto, la aplicación de los preceptos
keynesianos, no sólo no creaba empleo sino que además desató una
epidemia inflacionaria mundial (estanflación) y creó un déficit presupuestario
insostenible. La crítica de estos autores tenía tres vertientes: discutían el uso
del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda
agregada recomendando mantener fija dicha magnitud; desaconsejaban el
uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit
presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y
recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma
práctica de incrementar la demanda agregada.
Estas tres innovaciones teóricas se basaban en buena parte en los
trabajos de la Escuela Austríaca, como los de Friedrich Hayek, Ludwig von
Mises y Carl Menger. La mayor parte de los aportes teóricos fueron
rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el
keynesianismo había la mayoría de escuelas de pensamiento económico
desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de
Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales. En el
Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público
que, si bien tuvo consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno
social, reactivó la economía y dio una gran dinamismo al sector productivo.
En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y
la vocación militarista del entorno de Reagan por lo que solo se logró
hachear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos
prosperaron pero no las de control del gasto social o del gasto militar que
eran las principales partidas).
De estas experiencias y de las dificultades para aplicar esas políticas a
países en desarrollo, nació una división entre los economistas partidarios de
la nueva doctrina. Algunos volvieron a una versión keynesiana con
inclinación monetarista que incorporaba la aversión al déficit y a la
fabricación de dinero pero no al concepto de intervención pública en la
economía (Consenso de Washington) mientras otros opinaron que la
reducción del Estado debía ser aún más drástica hasta limitarlo a lo
completamente imprescindible. En este último grupo se encuentran los
movimientos libertarianos norteamericanos que son los que más suelen
relacionarse al concepto de neoliberalismo. Pero, los críticos de la economía
de mercado capitalista suelen usar el concepto como una generalización
sobre cualquier posición que o ponga límites a la intervención de los Estados
en la economía o que amplíe el poder de las empresas privadas
multinacionales (según el origen de la crítica). En América Latina por ejemplo
es común identificar el término neoliberal con las recomendaciones del
Consenso de Washington aunque a nivel académico se considere erróneo
relacionarlas con medidas de mercado abierto. El neoliberalismo tendría
entonces una razón geopolítica antes que ser la práctica de un mercado libre,
razón que explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.
En resumen, el término neoliberal no define una teoría económica
concreta, y se usa más para referirse al sistema o la institucionalización del
liberalismo económico en el comercio mundial, tampoco el neoliberalismo es
una filosofía política unificada por la diversidad de escuelas y movimientos
que se le suelen relacionar. Algunos sectores críticos usan el termino neo
liberalismo con frecuencia como etiqueta ideológica peyorativa; mientras que
los defensores de estas políticas rechazan el neoliberalismo como una
etiqueta falaz creada por algunos sectores de izquierda y de centro (e incluso
de derecha) para descalificar sumariamente a sus adversarios políticos,
mientras prefieren definirse a sí mismos como "liberales".

Antecedentes

Es tan legítimo afirmar hoy que el liberalismo es la ola del futuro como lo
era hace un par de décadas decirlo del socialismo. De hecho, bajo formas
benignas o malignas, el socialismo prevaleció en el mundo hasta bien
entrados los años Setenta. Luego, vino la desilusión. ¿No podría ocurrir algo
similar con el Neoliberalismo? Todo buen liberal tendría que preguntárselo.
La preocupación surge al recordar que en el siglo XIX hubo también una
oleada de libertad. No existe latinoamericano que no pueda señalar alguna
etapa, larga por lo general, cuando su país funcionó bajo el amparo de una
constitución liberal, nuestro país, no es excepción
A América latina no le iba mal con el primer liberalismo que acogió en el
siglo XIX. Pero un día lo abandonó. Lo aplicaba. Lo aprovechaba. Nunca
creyó del todo en él. En una hora de prueba, cuando estalló la crisis
económica de 1929, retrocedimos hacia la zona autoritaria de los golpes
militares, hacia la zona regresiva del paternalismo económico.
El Neoliberalismo se origina en el período posterior a la Segunda Guerra
Mundial, éste, es heredero de las teorías neoclásicas de finales del siglo XIX;
pero es en los años setenta cuando comienza su auge a nivel internacional al
iniciarse la crisis en la teoría Keynesiana, que no pudo encontrar respuestas
a diferentes problemas que han angustiado al mundo en las últimas décadas.

Características del neoliberalismo

Las características principales del neoliberalismo son seis:


-La desregulación, medio que elimina parte de los controles oficiales a
favor de la producción privada de bienes y servicios.
-Desincorporación de entidades públicas.
-Venta de bienes de inversión a particulares.
-Concesión a la iniciativa privada de servicios, principalmente los de
comunicaciones y transportes.
-Eliminación de subsidios
-Adelgazamiento del aparato burocrático.
-Crecimiento del Ejercito Industrial de Reserva

El Neoliberalismo como Ideología

El modo más sutil que puede arbitrar una ideología para imponerse y
perdurar es proclamar la muerte de las ideologías y mostrarse bajo otro
semblante, por ejemplo, la ciencia. Es lo que sucedió por casi un siglo con el
positivismo. La ciencia positiva hace las veces de la política, la filosofía y la
teología, y siempre como evidencia apodíctica y sagrada. Y así, disentir
razonablemente de una hipótesis científica, pasa a ser un sacrilegio y una
rebelión; y el que se atreve a tanto no merece el honor de una respuesta
científica sino la marginación condescendiente o brutal: ha perdido la
contemporaneidad y no tiene sentido dirigirle la palabra.
Eso pasa hoy con el Neoliberalismo. Es un modo de practicar la
economía política que está alcanzando vigencia planetaria. Pero el que esta
práctica haya logrado imponerse no significa la convalidación de sus
postulados; sólo atestigua la contundencia de los medios (tanto políticos
como económicos).
"Se ha demostrado que los organismos de decisión política o
administrativa no obedecen al tipo de comportamiento altruista que postuló,
con cierta ingenuidad, el intervencionismo económico del siglo XX".

Ideología Política

El postulado principal del Neoliberalismo es que la competencia pone a


funcionar hasta el tope las energías latentes en los individuos que conforman
el todo social, y así la extrema movilidad que se genera, tras una etapa
dolorosa de ajustes, provoca una sociedad de bienestar. Para que este
postulado se realice, el Estado no puede sobreproteger al pueblo: el
populismo o la planificación central mantienen al pueblo en perpetua
minoridad; al atrofiarle la iniciativa y la responsabilidad lo mantienen no sólo
improductivo para la sociedad sino débil y carente de valor a sus propios
ojos.
"El liberalismo económico defiende el mercado como instrumento
productivo: para asignar los recursos escasos de la sociedad a sus usos o
empleos alternativos a través de los precios libre, porque se respeta de ésta
manera las prioridades de la gente en esas asignaciones, y no se imponen
las de los elencos políticos y burocracia.
Como los precios (libres) de los productos finales son espejo en el cual
los criterios de valorización de la gente se reflejan de manera directa e
inmediata, el liberalismo económico defiende también en principio al mercado
como instrumento distributivo del producto social; porque es menos
imperfecto que los instrumentos estatales. También sus criterios de
distribución reflejan - aunque indirectamente - las preferencias,
valorizaciones y prioridades de la gente: los precios de los bienes y servicios
finales determinan los precios de los factores - entre ellos el trabajo -; y estos
a su vez determinan sus ingresos, que constituyen la vía de distribución del
mercado. Los instrumentos estatales de distribución del ingreso en cambio se
prestan - no siempre inevitablemente - a diferentes formas de distorsión y
corrupción. Entre ellas, la de ser distribuidos o negados en función de
criterios discriminatorios".
Igual que la nación tiene que salir al mercado del mundo, el pueblo debe
salir también al mercado nacional pagando los servicios y el consumo en su
valor real y sometiéndose todos al mercado de trabajo. Tampoco el Estado
puede sobreprotegerse a sí mismo y entrar en el mercado como si fuera una
corporación privada. El Estado es público; su función sería crear condiciones
para que funcione el mercado y velar porque no se alteren. Su finalidad es
velar por el bien común, no realizarlo. Ese bien lo realizan los ciudadanos a
través de las organizaciones económicas en la concurrencia del mercado.

Propuesta Económica

El Neoliberalismo es una doctrina filosófica que tiene ramificaciones en


todos los campos de las ciencias sociales. Los neoliberales se dedican a
ensalzar la competencia capitalista, afirmando que el mecanismo de esta
última garantiza automáticamente las mejores condiciones para la evolución
de las fuerzas productivas.
"Una peculiaridad del Neoliberalismo es que combina la exaltación de la
libre competencia y de la restauración automática del equilibrio con el
reconocimiento de la necesidad de la intromisión del Estado en la economía.
Lo peculiar de esta argumentación reside en que la defensa de la
intervención del Estado en la economía se presenta como una lucha por la
libre competencia".
La argumentación del Neoliberalismo es que la libre competencia es el
estado ideal de la economía, pero no siempre puede ponerse en vigor,
porque los monopolios la contrarrestan. Esta reacción puede ser superada y
la libre competencia puede ser restablecida tan sólo aplicando una serie de
medidas de política económica.
La teoría de los neoliberales se basa, en forma enmascarada, en la idea
del papel decisivo del Estado en la economía, es decir, el rol del Estado debe
ser el de promover la libre competencia.

Características del Neoliberalismo Económico

Según el escritor venezolano Salas:


 Defienden un mercado altamente competitivo.
 Aceptan la intervención del Estado en la economía, como árbitro o
promovedor de la libre competencia.
 Se oponen al acaparamiento y a la especulación.
 Se oponen a la formación de monopolios y oligopolios
 Se oponen a la fijación compulsiva de salarios por el Estado.
 Rechazan la regulación de precios por el Estado, ya que deben fijarse
en base a la relación oferta/demanda.
 Se oponen a la creación compulsiva de empleo.
 Se oponen al gasto público burocrático.
 Defienden el libre comercio internacional.
 Defienden la libertad de contratación del trabajo y la libre movilidad de
los factores de producción.

Encubre El Neoliberalismo

Se tildó al Neoliberalismo de ideológico, porque encubría lo que es:


economía política. Proclamar el fin de la política es su modo de hacer
política. Con esta consigna han conseguido convencer a los políticos y tomar
los Estados, y con ella someten al pueblo al convencerle del carácter
inexorable de sus propuestas. El Neoliberalismo ha sido tremendamente
exitoso como proyecto político. Y la consecuencia de tomar el Estado no ha
sido disminuirlo, por el contrario, lo han empleado a fondo para cambiar las
estructuras, resistiendo tremendas presiones.
Y ni en el aspecto económico lo han disminuido; han retirado los recursos
de la subvención de servicios para canalizarlos al capital financiero, a la
reconversión industrial y al mantenimiento del sistema. Tampoco se ha
abandonado el proteccionismo: la compra de importantes empresas o más
aun de grupos enteros por parte de transnacionales extranjeras es en los
países centrales una decisión política, en el sentido estricto de que está en
manos del Estado, en tanto para nuestros países se predica la apertura
irrestricta, la completa transnacionalización.
Neoliberalismo en Venezuela

Las deformaciones económicas y sociales del país, han estado


relacionadas al desarrollo histórico-social de Latinoamérica; caracterizada
por una influencia política, económica y cultural de potencias extranjeras.
Antes fue el imperio español, posteriormente con Inglaterra y otros países de
Europa, pero debido a la primera guerra mundial, Estados Unidos predominó
en el mercado americano. Pero hoy en día el mercado mundial está
globalizado, debido a la función de trasnacionales de todos los continentes, o
sea, que el neoliberalismo no se puede ver como una política exclusiva de
Bush o su gobierno.
Ante este reacomodo, el imperialismo como categoría política o
económica, que identifica la relación de desigualdad de una o varias
potencias con el resto de las naciones; no debe limitarse a los EE.UU.
porque se cometería un contrabando ideológico. Existen consorcios
bolivianos, brasileros, argentinos y de muchos países, que llegan a
Venezuela ofertando servicios, inversiones en áreas energéticas (petróleo y
gas) o diversos productos; los cuales están relacionados al capital
internacional hoy en día monopolizado, donde Estados Unidos, Rusia, Japón,
Alemania o Inglaterra, tienen sus acciones.
Un gobierno verdaderamente nacionalista y revolucionario, establecería
una alianza estratégica con el empresariado nacional, en aras de lograr el
desarrollo industrial del petróleo, el aluminio y el hierro, por ser materias
primas con muchos derivados para el uso o utilización de la humanidad; tal
como se había discutido entre los sectores civiles y militares que participaron
de manera directa e indirecta, en los levantamientos del 4 de febrero y el 27
de noviembre de 1992; ya que se consideraba que el compromiso con la
dependencia extranjera de las cúpulas de AD y COPEI, les impedía llevar a
cabo una propuesta de este tipo.
Como la práctica determina la verdad, no se es anti-neoliberal por los
insultos que alguien haga al neoliberalismo o al socio mayoritario de las
trasnacionales, cuando endeuda de manera grosera e injustificable al país,
con la banca mundial o principal instrumento del capital internacional y su
política (el neoliberalismo), ya que tenemos grandes ingresos petroleros. Es
un falso nacionalista, el que implanta condiciones para aumentar la
dependencia de los productos importados en detrimento del empresariado
nacional, puesto que contribuye a la deformación del aparato productivo, con
secuelas como el desempleo. Siendo que la inversión extranjera, tendría que
reglamentarse en aras del desarrollo industrial, turístico y agropecuario.
Es un falso revolucionario, quien oculta su fracaso en la generación de
empleos estables, seguridad, buenos servicios públicos o en el combate de
la corrupción, con supuestos planes de magnicidio o el llamado a una guerra
asimétrica en contra de un gobierno imperialista; siendo que su política
energética como la Plataforma Deltana o "las asociaciones estratégicas" para
la extracción del petróleo y el gas, nos limitan a seguir siendo una nación
dependiente a las trasnacionales (principalmente norteamericanas) y la
comercialización de los derivados que extraen de esta riqueza natural.
Con su práctica, el actual gobierno demuestra ser tan neoliberal que
Carlos Andrés Pérez o Rafael Caldera; por esta razón la historia les cobrará
como traidores del sentimiento de cambio del pueblo de Bolívar.
REFERENCIAS CONSULTADAS

CASTRO BARRIOS, Néstor. Desarrollo y acumulación capitalista. U.L.A-,


1991.

Revista Cedice. Números 10 v 12.

Morales Ibarra, Marcel. Neoliberalismo y Globalización. Tiempos confusos.


http://www.excelsior.com.mx/960719/fin12.htm

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