ASCITIS - Seminario A Estudiar
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INTRODUCCIÓN
El principal síntoma referido por los pacientes con ascitis es el aumento del perímetro
abdominal, que frecuentemente se acompaña de edema en las extremidades inferiores. Si
la acumulación del líquido ascítico es muy importante puede ocasionar disnea por la
restricción pulmonar que se produce al elevarse ambos diafragmas. La exploración física
de la ascitis debe llevarse a cabo con el paciente en decúbito supino. El abdomen será
globuloso y a la percusión comprobaremos una matidez cambiante, siendo mayor en los
flancos. El cambio de matidez puede orientar al médico para establecer el nivel de líquido
dentro de la cavidad peritoneal. En todo paciente con un primer episodio de ascitis se
debe llevar a cabo una completa anamnesis y una exploración física, no solo en busca de
los estigmas característicos de las enfermedades hepáticas sino de otras patologías,
sobre todo infecciosas y tumorales que pueden cursar con ascitis. En ocasiones, el grado
de ascitis es insuficiente para ser detectado clínicamente y se requieren otras
herramientas como la ecografía abdominal para su diagnóstico. El Club Internacional de la
Ascitis ha propuesto una clasificación en tres grados: grado 1, si solo es detectable
mediante técnicas de imagen; grado 2, si es clínicamente detectable pero no interfiere en
las actividades basales de la vida diaria y grado 3, si ocasiona malestar intenso, dolor o
incluso disnea.
El análisis de los parámetros bioquímicos permite llevar a cabo con rapidez un diagnóstico
diferencial entre las patologías que cursan con ascitis. Los parámetros que pueden ser
analizados son múltiples y su correcta interpretación en muchos casos requerirá de una
comparación con los niveles de los mismos en sangre. En la tabla 1 se reflejan los
principales parámetros utilizados en la práctica clínica habitual, sus puntos de corte y su
utilidad en el diagnóstico diferencial.
Amilasa y lipasa. Estas dos enzimas pancreáticas pueden estar presentes en el líquido
ascítico en casos de pancreatitis crónica, disrupción del conducto de Wirsung o tras la
rotura de un pseudoquiste pancreático. Aunque la elevación de ambas enzimas es muy
sugestiva de un proceso pancreático, la elevación aislada de la amilasa puede
encontrarse en otras entidades. La perforación intestinal, la trombosis venosa mesentérica
o la isquemia intestinal pueden ser causa de ascitis con amilasa alta en el líquido. Otras
patologías tumorales como el cáncer de pulmón, ovario, páncreas o estómago también
pueden producirlo. Además de la determinación de la lipasa en líquido, otro parámetro útil
puede ser la cuantificación del nivel de amilasa, ya que valores muy altos sugieren en
gran medida una patología pancreática, mientras que niveles entorno al 50% de los
encontrados en el plasma sugiere otro origen.
Marcadores tumorales. Son muchos los marcadores tumorales que se han estudiado en
el líquido ascítico: CEA, Ca 19-9, CA 125, AFP, `-2 microglobulina o fibronectina entre
otros. Su utilidad en ausencia de otros datos es limitada. El CA 125 es el marcador que
más interés ha despertado, ya que se encuentra elevado en los tumores ováricos, que son
causa frecuente de ascitis. Sin embargo, es posible encontrar niveles elevados de CA 125
en patologías no neoplásicas como la peritonitis tuberculosa, la endometriosis o la propia
ascitis derivada de la cirrosis hepática. Por ello, su utilidad como marcador tumoral debe
quedar relegada a pacientes con alta sospecha de tumor ginecológico, como mujeres
posmenopáusicas con una masa anexial.
Colesterol. Se ha propuesto que el colesterol puede ser un parámetro útil para diferenciar
la ascitis de origen tumoral frente a otros orígenes17. Esta antigua consideración parte de
la teoría de que las células tumorales son grandes productoras de colesterol, lo que
favorecido por un aumento de la permeabilidad vascular permitirá la concentración del
mismo en el líquido ascítico. Sin embargo, la gran heterogenicidad en los puntos de corte
propuestos, la amplia utilización. de fármacos hipolipidemiantes y otros factores hacen
que en la actualidad este parámetro no sea utilizado de rutina.
El estudio celular del líquido ascítico abarca dos grandes campos: el recuento de células
sanguíneas y la citología.
Al realizar una paracentesis con intención diagnóstica, siempre se debe inocular parte del
líquido extraído en frascos de hemocultivo4 . La rentabilidad de los cultivos en las
infecciones del líquido ascítico es variable, siendo muy baja en los casos de PBE. En caso
de detectarse algún aislamiento bacteriano en la PBE, este es típicamente
monomicrobiano y de bacterias gramnegativas. En los casos de PBE es útil extraer
simultáneamente hemocultivos, y en caso de obtener algún aislamiento en alguno de los
dos cultivos, se debe realizar un estudio de resistencias a los antibióticos de uso
común14. Por su parte, la peritonitis bacteriana secundaria suele estar producida por flora
polimicrobiana o incluso bacterias anaerobias. Al igual que los cultivos, el estudio
mediante tinción de Gram suele ser poco rentable en los casos de PBE, sin embargo, ante
la sospecha de peritonitis bacteriana secundaria puede ser una prueba muy útil para
orientar de forma rápida el diagnóstico y trata miento. Por su parte, en la peritonitis
tuberculosa la identificación de la micobacteria es infrecuente, tanto mediante la tinción de
Ziehl como mediante cultivo directo. Por ello, se prefieren otras técnicas como la PCR
para M. tuberculosis.
FISIOPATOLOGÍA