Dignidad
Dignidad
Dignidad
Para Memorizar
Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey enviada por medio de los eunucos; y
el rey se enojó mucho, y se encendió en ira (Ester 1:12).
Lectura de Preparación
Ester 1:1-22
Objetivo
Reconocer que todo ser humano, por el solo hecho de serlo, es merecedor de ser tratado con
dignidad y que, como creyentes, debemos hacer valer nuestra dignidad y la de otros como
personas y como hijos e hijas de Dios.
Narración
La reina Vasti, esposa del rey Asuero de Persia, tiene una pequeña pero significativa aparición
en escena en la historia de ese imperio y que es narrada en el libro de Ester: desobedece y
desafía la orden del rey, al negarse a ser tratada como objeto por él, quien quiere exhibir su
belleza ante sus invitados. Su valiente actuación es un ejemplo de quien hace valer su dignidad,
asumiendo sus consecuencias.
Asuero (o Jerjes I, como es también conocido) reinó en el Imperio Medo-Persa entre los años
485-465 a.C. Rey poderoso y rico, pero iracundo y débil de carácter, a quién su esposa
desobedece en presencia de sus invitados, y quien necesita la guía de sus consejeros en
aspectos que le correspondían asumir personalmente.
Dios, en su infinita gracia, nos ha dotado de dignidad como seres humanos. Toca a nosotros
vivir con dignidad, con honor, en paz con nosotros mismos, haciendo valer la dignidad de todos
nuestros semejantes.
Análisis
Dignidad frente a autoritarismo
1. Asuero, rey de un vasto imperio (Ester 1:1; compare con Daniel 6:1), es presentado con gran
esplendor, cuando su poder se consolidaba (Ester 1:2) y lo celebraba con un gran banquete (v.
3). Con base en los invitados y duración del banquete, ¿qué propósitos lo impulsaron a
realizarlo? (v. 4).
3. Mientras la reina Vasti realiza un banquete exclusivo para las mujeres (v. 9), Asuero se vale de
sus oficiales (eunucos, v. 10) para hacer traer a la reina con la corona real, y así exhibir su
belleza ante sus invitados (v. 11). Pero, ¿cuál fue la sorprendente reacción de Vasti? (v. 12).
4. ¿Nota la ironía del contraste? Un rey que tenía el poder de convocar a la gente más importante
y celebrar banquetes majestuosos, fue desobedecido y desafiado por la reina Vasti. ¿Era
vulnerable Asuero? ¿Qué demuestra su reacción inicial? (v. 12b).
5. Vasti reaccionó de manera sencilla, pero clara y firme. En cambio, el rey, un hombre débil,
necesitaba ser asesorado aún en una situación íntima y familiar (vv. 13-15). ¿Cómo interpreta
Memucán la desobediencia de Vasti? (v. 16). ¿Qué teme? (vv. 17-18).
6. El rey muestra impotencia frente al acto de dignidad, auto respeto y valentía de la reina quien:
no aceptó ser tratada como un objeto. ¿El autoritarismo propio del machismo se enfrenta a la
dignidad de la reina?
7. Los asesores (todos varones) recomiendan una resolución pública, pero radical y dramática
(v.19). ¿Cómo interpreta la frase: otra que sea mejor que ella? ¿Qué temían los consejeros? (v.
20). ¿O dudaban de su autoridad en el hogar? En tales circunstancias, ¿qué opina del edicto
para que todo hombre afirmase su autoridad en su casa? (vv. 21-22).
Aplicación
1. El ejercicio de la autoridad en la sociedad, en la iglesia y en la familia, con frecuencia se
realiza ofendiendo la dignidad humana, sobre todo en los más débiles: las mujeres, los
ancianos, los niños, los indígenas y los pobres. Liderazgos autoritarios, injustos y llenos de
prejuicios, que satisfacen deseos y caprichos de quiénes ostentan la autoridad y/o el poder,
tratando a los demás como un objeto que se puede manipular al antojo. Ofrezca pautas que
ayuden a enfrentar y extinguir este «estilo» de ejercicio de la autoridad, que enfatiza la gloria
personal y que, para ello, utiliza la compra de conciencias, la intimidación y el prejuicio sexual.
2. Nuestra vida debe mostrar los valores de la honestidad, la valentía y, sobre todo, la dignidad.
Quizá haya momentos en que se deba optar por la desobediencia ante una orden ofensiva y
así obedecer la voz de la conciencia. Que valga más la dignidad que el reconocimiento.
Comparta ejemplos y/o testimonios de cómo se puede vivir sin «corona», pero con dignidad, en
la sociedad, en la iglesia y en la familia.
Conclusión
Todo ser humano, por el solo hecho de serlo, no importando su sexo, edad o condición, es
merecedor de ser tratado con dignidad y, como creyentes, debemos hacer valer nuestra
dignidad como personas y como hijos e hijas de Dios y también las de otras personas. Nos
comprometemos a vivir con dignidad, con honor, en paz con nosotros mismos, y hacer valer la
dignidad de todos nuestros semejantes.
2 que en aquellos días, cuando fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual
estaba en Susa capital del reino,
3 en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y cortesanos, teniendo
delante de él a los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de
provincias,
5 Y cumplidos estos días, hizo el rey otro banquete por siete días en el patio del huerto del
palacio real a todo el pueblo que había en Susa capital del reino, desde el mayor hasta el menor.
6 El pabellón era de blanco, verde y azul, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura en anillos de
plata y columnas de mármol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de
mármol, y de alabastro y de jacinto.
7 Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real, de
acuerdo con la generosidad del rey.
8 Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque así lo había
mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada
uno.
9 Asimismo la reina Vasti hizo banquete para las mujeres, en la casa real del rey Asuero.
10 El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a Mehumán, Bizta,
Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero,
11 que trajesen a la reina Vasti a la presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los
pueblos y a los príncipes su belleza; porque era hermosa.
12 Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey enviada por medio de los eunucos;
y el rey se enojó mucho, y se encendió en ira.
13 Preguntó entonces el rey a los sabios que conocían los tiempos (porque así acostumbraba
el rey con todos los que sabían la ley y el derecho;
14 y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete
príncipes de Persia y de Media que veían la cara del rey, y se sentaban los primeros del reino);
15 les preguntó qué se había de hacer con la reina Vasti según la ley, por cuanto no había
cumplido la orden del rey Asuero enviada por medio de los eunucos.
16 Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la
reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las
provincias del rey Asuero.
17 Porque este hecho de la reina llegará a oídos de todas las mujeres, y ellas tendrán en poca
estima a sus maridos, diciendo: El rey Asuero mandó traer delante de sí a la reina Vasti, y ella
no vino.
18 Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media que oigan el hecho de la reina, a
todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.
19 Si parece bien al rey, salga un decreto real de vuestra majestad y se escriba entre las leyes
de Persia y de Media, para que no sea quebrantado: Que Vasti no venga más delante del rey
Asuero; y el rey haga reina a otra que sea mejor que ella.
20 Y el decreto que dicte el rey será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las
mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.
21 Agradó esta palabra a los ojos del rey y de los príncipes, e hizo el rey conforme al dicho de
Memucán;
22 pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y
a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo hombre afirmase su autoridad en su
casa; y que se publicase esto en la lengua de su pueblo.