Libro Superior 1
Libro Superior 1
Libro Superior 1
Álgebra Superior
Tomo 1 , Sa
Diana Avella Alaminos
Gabriela Campero Arena
Edith Corina Sáenz Valadez
ero
19 de febrero de 2013
mp
, Ca
ella
Av
ii
Av
ella
, Ca
mp
ero
, Sa
enz
Índice general
1. Nociones de Lógica 1
enz
1.1. Lógica Proposicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.1.1. Conectivos y Tablas de verdad . . . . . . . . . . . . . 2
1.1.2. Proposiciones compuestas . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.1.3. Equivalencia lógica y tautologı́as . . .
, Sa . . . . . . . . . 12
1.1.4. Razonamiento deductivo válido . . . . . . . . . . . . . 19
1.2. Lógica de Predicados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.2.1. Traducciones en Lógica de Predicados . . . . . . . . . 23
1.2.2. Interpretaciones y verdad . . . . . . . . . . . . . . . . 29
1.2.3. Razonamientos deductivos válidos . . . . . . . . . . . 34
ero
2. Conjuntos 35
2.1. Ideas básicas y definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.2. Operaciones de conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.2.1. Complementación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
mp
2.2.2. Intersección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
2.2.3. Unión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
2.2.4. Diferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
2.2.5. Diferencia simétrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
, Ca
2.2.6. Potencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
2.2.7. Producto Cartesiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
3. Relaciones 69
3.1. Definiciones y propiedades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
ella
4. Funciones 101
4.1. Definición y Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Av
iii
iv ÍNDICE GENERAL
enz
6.1. Cardinalidad de conjuntos finitos . . . . . . . . . . . . . . . . 153
6.2. Principios elementales de conteo . . . . . . . . . . . . . . . . 157
6.3. Ordenaciones con repetición, ordenaciones y permutaciones . 161
6.4. Combinaciones y la expansión binomial . . . . . . . . . . . . 169
Bibliografı́a
, Sa 175
Nociones de Lógica
enz
1.1. Lógica Proposicional
El trabajo matemático exige razonar y argumentar en forma válida acer-
, Sa
ca de hechos generalmente abstractos. Para ayudarnos en esta tarea necesita-
mos eliminar las ambigüedades del lenguaje ordinario introduciendo sı́mbo-
los y conectivos cuyo uso adecuado aportará claridad y presición.
Consideremos las siguientes oraciones en español.
ero
2. Asómate al salón.
proposiciones, pues son de las que podrı́amos decir si son verdaderas o falsas,
es decir, afirman (o niegan) algo.
1
2 CAPÍTULO 1. NOCIONES DE LÓGICA
enz
Abreviamos la frase “la verdad o falsedad de la proposición P ” como “el
valor de verdad de P ”.
significados.
¬ Negación no P ¬P
∧ Conjunción P yQ P ∧Q
∨ Disyunción P oQ P ∨Q
⇒ Implicación P implica Q P ⇒Q
, Ca
Negación
Se trata de una operación unaria, pues a partir de una proposición se
obtiene otra nueva.
Av
1.1. LÓGICA PROPOSICIONAL 3
9 es un número par.
enz
el primer ejemplo antepusimos “No es cierto que”, pero incluso cambiamos
el verbo al modo subjuntivo (“sea” en lugar de “es”), aunque esto último no
es estrictamente necesario. En el segundo ejemplo el “no” lo pusimos en una
posición adecuada dentro de la oración para que fuera correcta en español.
, Sa
En el tercer ejemplo hicimos todavı́a más, utilizamos nuestro conocimiento
agregado de que si un número entero no es par, entonces es impar.
Debe parecer claro que la proposición ¬P es verdadera, pues P es fal-
sa. Esto es lo que convendremos que sucede con el valor de verdad de una
negación: si la proposición a la que se aplica la operación es falsa, la proposi-
ero
P ¬P
V F
ella
F V
enz
Conjunción
Se trata de una operación binaria, pues se aplica a dos proposiciones.
Sea P la siguiente proposición.
9 es un número impar.
, Sa
Sea Q la siguiente proposición.
3 es un número primo.
P Q P ∧Q
V V V
V F F
F V F
F F F
ella
Hoy es viernes,
y que Q es
Mañana es lunes.
Entonces P ∧ Q es
enz
Hoy es viernes y mañana es lunes.
P Q P ∧Q P Q Q∧P
V V V V V V
V F F V F F
F V F F V F
F F F F F F
Av
6 CAPÍTULO 1. NOCIONES DE LÓGICA
enz
Por todo lo anterior, el sı́mbolo lógico ∧ no captura las conotaciones
temporales o causales del “y”.
Finalmente, es importante decir que el “pero” del español se traduce
como ∧, aunque esto también significa que pierde en la traducción parte
, Sa
de su significado. Por ejemplo, si traducimos la proposición “Hay sol, pero
hace frı́o” al lenguaje simbólico, obtenemos P ∧ Q, donde P es “Hay sol” y
Q es “Hace frı́o”. Sin embargo, al traducir P ∧ Q de regreso al español, la
proposición resultante es “Hay sol y hace frı́o”, que perdió el significado de
yuxtaposición que tenı́a “Hay sol, pero hace frı́o”.
ero
Disyunción
Se trata de una operación binaria, pues se aplica a dos proposiciones.
Muchas veces en español la disyunción “o” es usada en sentido excluyente.
Por ejemplo, considérese la siguiente proposición.
, Ca
P Q P ∨Q
V V V
V F V
F V V
F F F
enz
Un ejemplo en el que se observa el sentido incluyente del ∨ es el siguiente.
Sea R la proposición
Regalo la ropa vieja,
, Sa
y sea S
Regalo la ropa que ya no me queda.
Entonces R ∨ S es
ero
Implicación o Condicional
Es importante decir que las tablas de verdad se definen tomando en cuen-
ta lo que queremos que signifique la operación, pero también haciendo con-
venciones (arbitrarias), como por ejemplo la que hicimos con la disyunción
ella
Si P , entonces Q.
P implica que Q.
P sólo si Q.
P es condición suficiente para que Q.
Q es condición necesaria para que P .
En la proposición P ⇒ Q, a la proposición P se le llama el antecedente
de la implicación y a Q se le llama el consecuente.
El primer obstáculo con el que nos topamos al decidir la tabla de verdad
del condicional es que estamos acostumbrados a que en las oraciones de la
enz
forma “Si P , entonces Q” haya una relación causal entre las proposiciones
P y Q; sin embargo, aquı́ estamos suponiendo que P y Q son cualesquiera
dos proposiciones. Entonces, por ejemplo, debemos dar un valor de verdad
a la siguiente proposición, que parece no tener sentido.
, Sa
Si el área de todo cı́rculo es 3, entonces 2 es par.
P Q P ⇒Q
V V V
V F F
F V V
F F V
Veamos algunos ejemplos. La siguiente proposición es por sentido común
verdadera, pero, incluso si se lee en un dı́a que no sea el 3 de julio, es ver-
dadera por la tabla de verdad anterior. De hecho, es verdadera en cualquier
dı́a que se lea.
enz
Analizando, uno de nuestros ejemplos anteriores
Si el área de todo cı́rculo es 3, entonces 2 es par
podemos decir ahora que es verdadero, pues es claro que existen cı́rculos con
, Sa
áreas distintas, por lo que el antecedente es falso.
Llamamos a la proposición Q ⇒ P el recı́proco de P ⇒ Q. Es importante
observar que, a diferencia de la disyunción y la conjunción, la implicación no
tiene los mismos valores de verdad cuando se conmutan sus componentes,
es decir, una implicación y su recı́proco no son lógicamente equivalentes.
ero
El recı́proco es
mp
maneras.
P si y sólo si Q.
P es equivalente a Q.
P implica que Q y Q implica que P .
P es condición necesaria y suficiente para que Q.
Av
10 CAPÍTULO 1. NOCIONES DE LÓGICA
P Q P ⇔Q
V V V
V F F
F V F
enz
F F V
α β α∧β α β α∨β
α ¬α V V V V V V
V F V F F V F V
F V F V F F V V
F F F F F F
α β α⇒β α β α⇔β
V V V V V V
V F F V F F
F V V F V F
F F V F F V
enz
Usamos los paréntesis como sı́mbolos de puntuación cuyo objetivo es
clarificar la proposición de la que se trata, pues debe ser claro que, por
ejemplo las siguientes proposiciones son distintas entre sı́:
(¬P ) ∧ (P ⇒ Q), ¬ P ∧ (P ⇒ Q) , ¬ (P ∧ P ) ⇒ Q .
, Sa
Sin embargo, podemos hacer una convención sencilla para no escribir
tantos paréntesis: la negación es el conectivo más débil, es decir, si se aplica
a una sola letra de proposición pueden omitirse los paréntesis correspon-
dientes. Por ejemplo, cuando escribamos ¬P ∧ Q, la proposición de la que
ero
P Q ¬P P ⇒Q (¬P ) ∧ (P ⇒ Q)
mp
V V F V F
V F F F F
F V V V V
F F V V V
, Ca
P Q R ¬P (¬P ) ∨ Q (¬P ) ∨ Q ∧ R
V V V F V V
V V F F V F
V F V F F F
ella
V F F F F F
F V V V V V
F V F V V F
F F V V V V
F F F V V F
Av
12 CAPÍTULO 1. NOCIONES DE LÓGICA
enz
verdad de las letras de proposición, donde el “abecedario” es {V, F }
en este orden.
P Q P ∨Q P ∧Q ¬(P ∧ Q) (P ∨ Q) ∧ ¬(P ∧ Q)
V V V V F F
V F V F V V
, Ca
F V V F V V
F F F F V F
P Q R Q∨R P ∧ (Q ∨ R)
V V V V V
V V F V V
enz
V F V V V
V F F F F
F V V V F
F V F V F
, Sa
F F V V F
F F F F F
P Q R P ∧Q P ∧R (P ∧ Q) ∨ (P ∧ R)
V V V V V V
ero
V V F V F V
V F V F V V
V F F F F F
F V V F F F
mp
F V F F F F
F F V F F F
F F F F F F
, Ca
P Q P ⇔Q P Q P ⇒Q Q⇒P (P ⇒ Q) ∧ (Q ⇒ P )
V V V V V V V V
V F F V F F V F
F V F F V V F F
F F V F F V V V
enz
ciones son lógicamente equivalentes y sustituimos en ambas todas las instan-
cias de una letra de proposición por una proposición compuesta fija, entonces
las proposiciones resultantes son lógicamente equivalentes. Por ejemplo, si
sustituimos P por S ⇒ R en dos proposiciones lógicamente equivalentes en
las que aparezca P , digamos P ∧ (Q ∨ R) y (P ∧ Q) ∨ (P ∧ R), obtenemos que
, Sa
(S ⇒ R)∧(Q∨R) es lógicamente equivalente a ((S ⇒ R)∧Q)∨((S ⇒ R)∧R).
Más aún, como P ⇔ Q y (P ⇒ Q) ∧ (Q ⇒ P ) son lógicamente equiva-
lentes, si α y β son cualesquiera proposiciones, α ⇔ β y (α ⇒ β) ∧ (β ⇒ α)
son lógicamente equivalentes.
El concepto de equivalencia lógica nos ayuda en una tarea muy impor-
ero
Tengo tiempo.
mp
Sea Q la proposición
Voy al cine.
, Ca
P Q P ⇒Q ¬(P ⇒ Q) P Q ¬Q P ∧ ¬Q
V V V F V V F F
V F F V V F V V
enz
F V V F F V F F
F F V F F F V F
Ası́, queda más claro cuál es la negación de “Si tengo tiempo, entonces
voy al cine”. La negación es “Tengo tiempo y no voy al cine.”
, Sa
Podemos generalizar y decir que las proposiciones ¬(α ⇒ β) y α ∧ ¬β
son lógicamente equivalentes.
Se deja al lector verificar las demás equivalencias lógicas que describen
las negaciones de los conectivos, según la siguiente lista.
ero
¿Cuál es la tabla de verdad de (P ⇒ Q) ∧ P ⇒ Q?
P Q P ⇒Q (P ⇒ Q) ∧ P (P ⇒ Q) ∧ P ⇒ Q
V V V V V
V F F F V
F V V F V
F F V F V
Por lo tanto, el valor de verdad de la proposición (P ⇒ Q) ∧ P ⇒ Q
es verdadero independientemente de los valores de verdad de P y Q. A las
proposiciones que se comportan ası́ las llamamos tautologı́as o leyes lógicas.
enz
Definición 1.1.3. Una tautologı́a o ley lógica es una proposición que es
siempre verdadera sin importar los valores de verdad que tengan las proposi-
ciones que la componen.
, Sa
La siguiente es una lista de tautologı́as útiles.
Nombre Tautologı́a
Involución o
Doble negación ¬(¬P ) ⇔ P
Tercero excluido P ∨ ¬P
ero
No contradicción ¬(P ∧ ¬P )
Indempotencia (P ∧ P ) ⇔ P
(P ∨ P ) ⇔ P
Conmutatividad conj. (P ∧ Q) ⇔ (Q ∧ P )
mp
(P ∧ Q) ∨ R ⇔ (P ∨ R) ∧ (Q ∨ R)
Leyes de De Morgan ¬(P ∧ Q) ⇔ (¬P ∨ ¬Q)
¬(P ∨ Q) ⇔ (¬P ∧ ¬Q)
Transitividad impl. ((P ⇒ Q) ∧ (Q ⇒ R)) ⇒ (P ⇒ R)
Contrarecı́proca o
Contrapuesta (P ⇒ Q) ⇔ (¬Q ⇒ ¬P )
ella
¬ (¬ P) ⇔ P
V F V V V
F V F V F
enz
(P ⇒ Q) ⇔ (¬ Q ⇒ ¬ P)
V V V V F V V F V
V F F V V F F F V
F V V V F V V
, Sa V F
F V F V V F V V F
(P ∨ Q) ∧ R ⇔ (P ∧ R) ∨ (Q ∧ R)
V V V V V V V V V V V V V
V V V F F V V F F F V F F
ero
V V F V V V V V V V F F V
V V F F F V V F F F F F F
F V V V V V F F V V V V V
F V V F F V F F F F V F F
mp
F F F F V V F F V F F F V
F F F F F V F F F F F F F
enz
or de verdad de α y β en cada situación es el mismo. Pero entonces las tablas
de verdad de α y β necesariamente son las mismas, por lo que α y β son
lógicamente equivalentes.
Ahora, para demostrar el otro condicional (el recı́proco), supongamos
, Sa
que α y β son lógicamente equivalentes y veamos que α ⇔ β es tautologı́a.
Como α y β son lógicamente equivalentes, sus tablas de verdad son iguales.
Por lo tanto, α y β toman el mismo valor de verdad cuando se fija el valor
de verdad de las letras de proposición que las componen. Como el valor
de verdad del conectivo ⇔ es verdadero siempre que las proposiciones que
ero
P ∧ ¬ P
, Ca
V F F V
F F V F
enz
Definición 1.1.6. Llamamos razonamiento deductivo a un par ordenado
({ϕ1 , ϕ2 , ..., ϕn }, ψ), donde {ϕ1 , ϕ2 , ..., ϕn } es una colección finita de proposi-
ciones, llamadas premisas o hipótesis, y ψ es una proposición llamada con-
, Sa
clusión, respecto de la cual se afirma que se deriva de las premisas.
ϕ1
ϕ2
..
.
ϕn
ψ
ϕ
ϕ⇒ψ
enz
ψ
ϕ⇒ψ
ψ⇒χ
mp
ϕ⇒χ
P ⇒Q
¬R ⇒ ¬Q
¬(¬P ∧ ¬T )
T ⇒S
¬R
S
Haremos uso de algunas equivalencias lógicas y de las leyes anteriores
para simplificar la justificación de la validez o invalidez de este argumen-
to. Supongamos que las premisas son verdaderas. La segunda premisa es
lógicamente equivalente a su contrapuesta Q ⇒ R, por lo que Q ⇒ R es
verdadera. Como la primera premisa P ⇒ Q es verdadera, y Q ⇒ R también
es verdadera, por la Ley del Silogismo Hipotético, se obtiene que P ⇒ R
enz
es verdadera. Como ¬R es verdadera, R es falsa y entonces P es falsa, ya
que P ⇒ R es verdadera. Por las leyes de De Morgan, la tercera premisa es
lógicamente equivalente a P ∨ T . Como P ∨ T es verdadera y P es falsa, T
debe ser verdadera. Usando Modus Ponens, S es necesariamente verdadera,
, Sa
pues T y T ⇒ S son verdaderas. Por lo tanto, el razonamiento deductivo es
válido. ⊣
Ejemplo 1.1.11. Ahora investiguemos la validez o invalidez del razona-
miento:
P ⇒Q
ero
Q
P
Este razonamiento deductivo no es válido, pues existen valores de verdad
que hacen verdaderas a las premisas y falsa a la conclusión: P siendo falso
mp
pues hay una situación en que las premisas son verdaderas y la conclusión
es falsa. ⊣
Ejemplo 1.1.12. Ahora veamos un ejemplo en el que las proposiciones son
oraciones en español.
P ∨Q
P ∨ ¬Q
P
Como Q ∧ ¬Q es siempre falso, sabemos que o bien Q es falso, o bien
¬Q es falso (pero no ambos).
Caso 1. Si Q es falso, entonces, como P ∨ Q es verdadero, P debe ser ver-
dadero.
Caso 2. Si ¬Q es falso, entonces, como P ∨ ¬Q es verdadero, P debe ser
verdadero.
Por lo tanto, el razonamiento es válido. ⊣
enz
qué no debe decirse de un razonamiento si es verdadero o no. Podrı́a ser
que lo leyéramos en un dı́a de la semana que no fuera martes, por lo que ni
las premisas ni la conclusión serı́an verdaderas. Sin embargo, suponer que
las premisas son verdaderas, obliga a que la conclusión sea verdadera, lo que
, Sa
hace válido al argumento. Observe que esto último se parece a la discusión de
la tabla de verdad del condicional. De hecho, se puede demostrar es equiva-
lente que un razonamiento sea válido a que el condicional con la conjunción
de las premisas como antecedente y la conclusión como el consecuente sea
tautologı́a.
ero
P
ella
Q (RD2)
R
Ası́, con las herramientas descritas hasta ahora no podemos justificar
su validez, a pesar de que el razonamiento (RD1) parece válido. El prob-
Av
1.2. LÓGICA DE PREDICADOS 23
enz
1.2.1. Traducciones en Lógica de Predicados
Para traducir de manera más adecuada las proposiciones del razonamien-
, Sa
to anterior, necesitamos introducir un lenguaje un tanto distinto al lenguaje
simbólico de las secciones anteriores, aunque como se verá este nuevo lengua-
je simbólico también utilizará los conectivos que ya conocemos.
El sı́mbolo P (x) será la representación de un predicado o propiedad rela-
tivos al objeto indeterminado x, perteneciente a cierto universo de discurso.
ero
enz
se traduce como
∀xP (x).
Y la expresión
, Sa
Existe x tal que cumple P (x)
se denota
∃xP (x).
discurso serán los seres vivos (es decir, las variables representarán seres
vivos).
∀xP (x) se traduce como
Todos los seres vivos son hombres,
, Ca
o como
Cualquiera que sea el ser vivo, es hombre.
o como
Hay seres vivos que son hombres,
2
Para poder usar P (King Kong), estamos suponiendo que King Kong es un ser vivo
no ficticio, y para poder decir que la proposición es falsa, que King Kong es el famoso
gigantesco gorila.
Av
1.2. LÓGICA DE PREDICADOS 25
o también como
Algún ser vivo es hombre.
o
Hay al menos un ser vivo que es hombre.
Sin embargo, las más de las veces se escribe el sujeto en forma plural (como
enz
“seres vivos”), o no se escribe el “al menos un” como aparece en el párrafo
anterior.
Una vez que sepamos a qué universo de discurso nos referimos, los es-
quemas proposicionales cuantificados adquieren el carácter de proposiciones
, Sa
y podremos decir si son verdaderos o falsos. De hecho, para ser claros ver-
emos en la próxima sección cuál será el valor de verdad de los esquemas
proposicionales cuantificados. Sin embargo, como discutiremos en esa sec-
ción, esto no lo podremos hacer usando tablas de verdad. Por lo pronto,
digamos que un esquema proposicional cuantificado universalmente ∀xP (x)
ero
x del universo.
Retomando nuestro ejemplo, ∀xP (x) es falso, pues el universo de discurso
son los seres vivos y hay al menos un gato, digamos g, que es un ser vivo
y no es un hombre, por lo que P (g) es una proposición falsa; y ∃xP (x) es
verdadera, pues hay al menos un ser vivo que es hombre, llamémoslo Juan,
ella
enz
Para esto necesitamos traducir tres proposiciones. La primera es
Todos los hombres son mortales.
Podemos decidir, como hicimos antes, que nuestro universo de discurso son
los seres vivos (aunque también podrı́amos decidir que fuera los animales, o
, Sa
inlcuso, los seres humanos). Podrı́amos decidir incluir ambas caracterı́sticas
de ser hombre y mortal en un mismo esquema proposicional (de forma que
R(x) signifique “x es hombre y mortal”), pero por la naturaleza del razona-
miento pronto veremos que conviene más tener dos esquemas separados de
forma que P (x) signifique “x es hombre” y Q(x) signifique “x es mortal”, co-
ero
Debe ser claro que este enunciado es equivalente a “Todos los hombres son
mortales”. Ahora, parte de la estructura interna de esta oración es de la
forma “si..., entonces...” lo que concuerda con el conectivo condicional. En-
, Ca
∀x P (x) ⇒ Q(x) .
enz
mos la siguiente proposición.
Para traducirla podemos fijar a los números enteros como nuestro universo
, Sa
de discurso, a R(x) para representar la propiedad de ser primo, y a S(x)
para representar la propiedad de ser par. Al igual que con la cuantificación
universal, sirve enunciar la proposición de otra manera:
enz
R ∨ ¬S.
Podemos decir entonces que en esta traducción R y S son como “bloques”
o “cajas negras” a los que ciertamente se les puede dar un valor de verdad,
pero que no reflejan la estructura interna de las proposiciones. En cambio,
, Sa
si usamos los esquemas proposicionales P (x) para significar “x es primo”,
I(x) para significar “x es impar” y N (x) para significar “x es negativo”,
las
letras de proposición
R y S se componen como “∀x P (x) ⇒ I(x) ” y como
“∃x I(x) ∧ N (x) ” respectivamente, y se convierten en cajas transparentes.
Ası́, la traducción
ero
∀x P (x) ⇒ I(x) ∨ ¬∃x I(x) ∧ N (x)
refleja mucho mejor lo que dice la proposición en español.
Se presentan también esquemas proposicionales con más de una variable,
mp
como por ejemplo Q(x, y), donde Q(x, y) significa que los objetos indetermi-
nados x y y tienen cierta propiedad o están relacionados de cierta manera.
Un ejemplo es que en los números enteros Q(x, y) signifique “x es divisor
de y”. Otra vez Q(x, y) no es una proposición, pero para cada especificación
, Ca
“Existe un número entero tal que es divisor de todos los números enteros”.
Esta proposición es verdadera, pues el 1 divide a todos los enteros. ¿Qué sig-
nifica la proposición
∀x ∃y Q(x, y) ? ¿es verdadera? ¿y la proposición
∀y ∃x Q(x, y) ? Se deja al lector meditar estas preguntas. Para justificar
con todo rigor la verdad o falsedad de proposiciones traducidas a la Lógica
de Predicados, requerimos de la siguiente sección.
enz
zamos a explorar para los esquemas proposicionales cuantificados lı́neas ar-
riba. Para esto nos basamos en las ideas plasmadas en las tablas de verdad
que convenimos para la lógica proposional. Sin embargo, es muy importante
decir que para la Lógica de Predicados no podemos usar tablas de verdad.
, Sa
La razón de esto es que ahora en vez de tener proposiciones de la forma
R ⇒ S en las que habı́a 4 posibilidades para la verdad o falsedad de R o
S, ahora tenemos proposiciones como ∀xQ(x) ⇒ ∀xP (x) y hay tantas posi-
bilidades de valores de verdad como universos de discurso existen y como
propiedades expresadas por Q(x) y P (x) con x en ese universo de discur-
ero
so. Una interpretación es que el universo de discurso sean los seres vivos,
P (x) sea “x es hombre” y Q(x) sea “x es mortal”, pero hay muchı́simas
otras interpretaciones. Otro ejemplo, serı́a que el universo de discurso fuer-
an los números naturales y la propiedad P (x) significara “x es primo” y la
propiedad Q(x) significara “x es par”. Debe ser claro que las posibles in-
mp
cional hable de una propiedad que pueden o no cumplir los individuos del
universo de discurso.
Sean α y β cualesquiera proposiciones escritas en el lenguaje de la Lógica
de Predicados. Dada una interpretación (que incluye un universo de discurso
y una traducción del significado de todos los esquemas proposicionales que
Av
30 CAPÍTULO 1. NOCIONES DE LÓGICA
enz
α ⇒ β es falsa respecto a la interpretación dada si y sólo si α es
verdadera y β es falsa respecto a esa interpretación;
es
Sin embargo, esta negación no refleja de manera clara qué sucede cuando se
niega un cuantificador universal. Nuestro sentido común nos dice que “No
todos los enteros son impares” es equivalente a
enz
versal por uno existencial y negar la fórmula.
La negación de
es
, Sa
“No existen enteros que son impares” o ¬∃x I(x)
que es equivalente a
ero
“Cualquiera que sea el entero, existe otro que sumado a él da cero”.
Av
32 CAPÍTULO 1. NOCIONES DE LÓGICA
∀x ∃y P (x, y),
o equivalentemente
∀x ∃y (x + y = 0).
¬(∀x ∃y (x + y = 0)),
que es lógicamente equivalente a
enz
∃x ¬∃y (x + y = 0) , que es lógicamente equivalente a
∃x ∀y ¬(x + y = 0), que es lógicamente equivalente a
∃x ∀y (x + y 6= 0),
oración que deja mucho más claro lo que quiere decir “No todo entero admite
un inverso aditivo” y que podemos decir que es verdadera.
Ahora investiguemos la negación de la proposición
ero
∃x (P (x) ∧ Q(x)).
, Ca
enz
cuya retraducción al español es
∀x (P (x) ⇔ Q(x)).
∃x ¬ (P (x) ⇒ Q(x)) ∧ (Q(x) ⇒ P (x)) , que es equivalente a
∃x ¬(P (x) ⇒ Q(x)) ∨ ¬(Q(x) ⇒ P (x)) , que es equivalente
a
∃x (P (x) ∧ ¬Q(x)) ∨ (Q(x) ∧ ¬P (x))
, Ca
enz
tiene las siguientes tres formas, una en español, una en Lógica Proposicional
y otra en Lógica de Predicados:
Todos los hombres son mortales. P ∀x P (x) ⇒ Q(x)
Sócrates es hombre. , Sa Q P (Sócrates)
Sócrates es mortal. R Q(Sócrates)
La motivación para la introducción del lenguaje de Lógica de Predicados
fue que el razonamiento anterior parecı́a válido y, sin embargo, su traducción
a la Lógica Proposicional no justificaba esta validez. De hecho, no queremos
ero
Jusitifiquemos entonces
que el razonamiento es válido. Supongamos que
∀x P (x) ⇒ Q(x) y P (Sócrates) son verdaderas. Como ∀x P (x) ⇒
Q(x) es verdadero, P (a) ⇒ Q(a) es verdadero para cualquier individuo
a del universo de discurso, en particular P (Sócrates) ⇒ Q(Sócrates) es ver-
, Ca
dadero. Por lo acordado arriba, el valor de verdad de una fórmula del tipo
α ⇒ β es que es falsa si y sólo si α es verdadera y β es falsa. Ası́, co-
mo P (Sócrates) es verdadero y P (Sócrates) ⇒ Q(Sócrates) es verdadero,
tenemos que Q(Sócrates) es verdadero. Ası́, el razonamiento deductivo es
válido, pues de la verdad de las premisas se sigue la verdad de la conclusión.
ella
Av
Capı́tulo 2
Conjuntos
enz
El propósito de este capı́tulo es el estudio de la teorı́a intuitiva de con-
juntos. Hay una axiomática formal de la Teorı́a de Conjuntos que “define”
los conceptos de conjunto y pertenencia. La intención de este libro no es
, Sa
estudiar esta teorı́a formal, sino que el lector maneje las nociones primitivas
de esta teorı́a en la forma intuitiva necesaria para trabajar con los concep-
tos básicos de matemáticas. Una vez que se haya adquirido experiencia en
esta manera intuitiva de manejar conjuntos y en el trabajo matemático en
general, se puede consultar la Teorı́a de Conjuntos formal en alguno de los
ero
múltiples libros que la estudian. Sin embargo, aunque en este libro intro-
ducimos la forma intuitiva de esta teorı́a, hacemos lo posible por hacerlo
con cierto rigor, evitando caer en las imprecisiones o ideas erróneas en que
a veces se cae cuando se hacen introducciones informales a la Teorı́a de
mp
Conjuntos.
35
36 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS
enz
Usando el lenguaje lógico del capı́tulo anteri-
or a ∈/ b en realidad es una abreviatura de
¬ (a ∈ b).
, Sa
En muchos libros se escriben los conjuntos con letras mayúsculas y se
usan letras minúsculas para denotar a sus elementos. Sin embargo, todos los
objetos de los que se habla en la Teorı́a de Conjuntos son precisamente con-
juntos, por lo que todos los elementos de un conjunto son a su vez conjuntos.
Es por esto que en este libro usamos letras indistintamente mayúsculas o
ero
Con este axioma podemos especificar mejor lo que afirmamos lı́neas arriba:
un conjunto está completamente determinado por sus elementos.
, Ca
enz
mo R. Estos conjuntos son definidos y estudiados ampliamente en capı́tulos
posteriores de este libro, pero comenzamos a usarlos desde ahora para dar
ejemplos. Igualmente, damos por sentado que la colección de sólo algunos
de estos números es un conjunto. También damos por hecho las propiedades
, Sa
básicas de estos conjuntos de números, conocimientos que se manejan en
cursos de Álgebra a nivel bachillerato, que también justificaremos en los
capı́tulos subsecuentes de este libro.
Para especificar los elementos de un conjunto usaremos la escritura entre
llaves. Por ejemplo, si el conjunto A está formado por los elementos −1, 0 y
ero
1 escribimos
A = {−1, 0, 1}.
En este caso estamos nombrando todos los elementos del conjunto y en
mp
algunos libros se dice que en este caso A está determinado por extensión.
También podemos ver que se trata del conjunto de los números enteros
cuyo valor absoluto es menor que 2, en este enunciado hacemos referencia a
elementos particulares del conjunto Z, aquéllos que satisfacen la propiedad
de que su valor absoluto es menor que 2. Tomando esto en cuenta podemos
, Ca
y |x| < 2, en realidad estos dos puntos son equivalentes con el sı́mbo-
lo ∧ o el y en español. También muchas veces se escribe una raya | en
1
La existencia de estos conjuntos se puede probar con todo rigor en la Teorı́a de Con-
juntos formal.
Av
38 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS
vez de los dos puntos. En este libro usamos indistintamente los dos pun-
tos o la raya. Del lado izquierdo de ellos se especifica que los elementos
están en un conjunto (en este ejemplo, están en Z), y del lado derecho
se da la propiedad o propiedades que cumplen los objetos del conjunto.
Utilizando lo visto en el capı́tulo anterior, estas
propiedades escritas del lado derecho de los dos
puntos o la raya, son esquemas proposicionales.
En este ejemplo el esquema proposicional en lu-
gar de estar escrito como un P (x) que signifique
“el valor absoluto de x es menor que 2” se es-
cribe con la notación usual de matemáticas como
enz
|x| < 2.
A veces, cuando el contexto está claro, del lado izquierdo de los dos
puntos o la raya sólo se especifica la incógnita. Por ejemplo, otra manera de
, Sa
describir al conjunto A es {x | x = 0 ∨ x = 1 ∨ x = −1}.
Normalmente no se escribe el mismo elemento repetidas veces. Por ejem-
plo, el conjunto de las cifras que aparecen en el número 1 212 212 es {1, 2},
pues por el Axioma de Extensionalidad, los conjuntos {1, 2, 1, 2, 2, 1, 2} y
{1, 2} son el mismo. Además, también por el Axioma de Extensionalidad, el
ero
enz
que x > 2 y x ≤ 3 en realidad son esquemas ⊣
proposicionales. Lo que terminamos consideran-
do fue combinar estos dos esquemas en uno so-
lo, digamos R(x) que signifique “x es mayor
, Sa
que 2 y es menor o igual que 3” y escribirlo
de la manera usual en matemáticas obteniendo
B = {x ∈ Q : 2 < x ≤ 3}.
ero
Obsérvese que en el caso del último conjunto no dimos una notación para
B en la que nombráramos a todos sus elementos. Formalmente, la determi-
nación de conjuntos con un número infinito de elementos no se puede hacer
escribiendo la lista de todos sus elementos entre llaves. Por esto, el conjunto
de los naturales se denota con N, en lugar de con {0, 1, 2, 3, 4, . . .}, y el de
mp
Si A no es subconjunto de B, escribimos A 6⊆ B.
enz
Tomando en cuenta que toda implicación es
lógicamente equivalente a su contrarecı́pro-
ca, tenemos que A ⊆ B es equivlanete a que
, Sa
∀x (x ∈/B⇒x∈ / A).
Ejemplo 2.1.6. En geometrı́a euclideana es bien sabido que todo punto del
−−→
segmento AB pertenece a la recta determinada por A y B, denotada AB,
−
−→ −−→
entonces AB ⊆ AB. Los elementos de AB son puntos, no segmentos, por lo
−−
→
que AB ∈/ AB. ⊣
Av
2.1. IDEAS BÁSICAS Y DEFINICIONES 41
enz
En particular, si A es el conjunto vacı́o, tenemos que ∅ ⊆ ∅. Sin embargo,
debe ser claro que ∅ ∈ / ∅, pues el vacı́o no tiene elementos, ası́ volvemos a
ver que la contención y la pertenencia son conceptos que no son equivalentes.
Por el Axioma de Extensionalidad, dos conjuntos A y B son iguales si y
, Sa
sólo si tienen los mismos elementos, entonces
A = B si y sólo si A ⊆ B y B ⊆ A.
Como ejemplo, veamos las pruebas de que los siguiente pares de conjun-
tos son iguales.
ero
erado obvio.
Ası́, para cualquier x, si x ∈ A, entonces x ∈ B y A ⊆ B.
Ahora probemos que B ⊆ A, es decir que ∀x(x ∈ B ⇒ x ∈ A).
Sea x cualquier conjunto.
Si x ∈ B, entonces x ∈ R y (x − 1) · x = 0, lo cual implica que x ∈ R y
x2 − x = 0, de donde x ∈ R y x2 = x. Por lo tanto, x ∈ A y, como el otro
ella
enz
Ahora probemos que B ⊆ A.
Sea x ∈ B, entonces x ∈ N y hay k ∈ N con x2 = 2k + 1. Se puede ver que
x = x(x + 1) − x2 . Como x(x + 1) es par por el Lema 1, x(x + 1) − x2 es
impar por el Lema 2. Ası́, x ∈ A, por lo que B ⊆ A.
, Sa
Concluimos que A = B. ⊣
Por otro lado, si A sı́ es subconjunto de B, pero no es igual a B, es-
cribimos A $ B y decimos que A está contenido propiamente en B. En este
caso, como A ⊆ B y A 6= B, se tiene que B * A.
ero
Como B * A es equivalente a
¬(∀y (y ∈ B ⇒ y ∈ A)),
que a su vez es equivalente a
mp
∃y (y ∈ B ∧ y ∈
/ A),
A $ B se escribe como
∀x (x ∈ A ⇒ x ∈ B) ∧ ∃y (y ∈ B ∧ y ∈
/ A) .
, Ca
Demostración.
enz
(ii) Se deja como ejercicio.
Demostración.
mp
(i) Esta afirmación es la misma que la del Lema 2.1.7, demostrada ante-
riormente.
2.2.1. Complementación
Cuando estamos hablando de conjuntos especı́ficos, generalmente fijamos
un conjunto universal. Este conjunto universal depende de la disciplina de
estudio, se fija de antemano y está formado por todos los elementos que
intervienen en el tema de interés. En los ejemplos que hemos visto hasta
ahora, los conjuntos universales han estado determinados según el contexto,
enz
aunque no se les haya llamado explı́citamente como tales. En el ejemplo
2.1.5 el conjunto universal fue N. Cuando se habla de un conjunto universal
cualquiera, generalmente se denota como U . Es importante decir aquı́ que
a un conjunto universal no lo llamamos universo ni el conjunto universal
intencionalmente, pues se está hablando de un universo relativo al tema de
, Sa
interés y no de un universo absoluto que tenga a todos los conjuntos2 .
Ya habı́amos mencionado que en general, una manera de determinar
conjuntos es escribiendo
A = {X ∈ U : P (X)},
ero
a∈/ A si y sólo si a ∈
/ U , o P (a) es falso.
Ahora sı́ definamos la operación de complementación.
Ası́,
Ac = {x ∈ U : x ∈
/ A}, es decir,
x ∈ Ac ⇔ (x ∈ U ∧ x ∈
/ A).
ella
2
Si se considera que la colección de todos los conjuntos es un conjunto, se puede llegar
a contradicciones, por lo que al universo absoluto no lo tratamos como conjunto sino sólo
como una colección de cuya totalidad no podemos hablar, aunque sı́ podemos hablar de
“pedazos suficientemente manejables” y éstos son los conjuntos universales.
Av
2.2. OPERACIONES DE CONJUNTOS 45
c
A
enz
tema de interés. Ası́, cada vez que denotemos Ac debe ser claro con respecto
a qué conjunto universal se está realizando la operación complemento.
si Ac = B c .
Demostración.
/ Ac ⇔ (y ∈
por lo que y ∈ / U ∨ y ∈ A). Como x ∈ / Ac , tenemos que
x∈/ U ∨ x ∈ A. Pero sı́ tenemos que x ∈ U , por lo que x ∈ A. Ası́,
(Ac )c ⊆ A.
Ahora veamos que A ⊆ (Ac )c . Sea x ∈ A. Como A ⊆ U , x ∈ U . Por
otro lado, como x ∈ A, no es cierto que x ∈ / Ac , y
/ A, por lo que x ∈
ası́ x ∈ U y x ∈ c c c c
/ A . Por lo tanto, x ∈ (A ) y A ⊆ (A ) .c
enz
(iv) Se deja como ejercicio.
2.2.2. Intersección
Ahora veamos una operación binaria, la intersección. Como veremos en
la siguiente definición, esta operación está asociada al conectivo lógico ∧.
ero
A ∩ B = {x ∈ U : x ∈ A ∧ x ∈ B}.
U
A
enz
a la vez, por lo que A ∩ B = ∅. ⊣
A ∩ B = B ∩ A.
(iv) El elemento neutro para la intersección es el universal. Sea A un sub-
conjunto del conjunto universal U , entonces A ∩ U = A.
, Ca
Demostración.
enz
x ∈ (A ∩ B) ∩ C, si y sólo si (x ∈ A ∧ x ∈ B) ∧ x ∈ C,
si y sólo si x ∈ A ∧ (x ∈ B ∧ x ∈ C),
si y sólo si x ∈ A ∧ x ∈ B ∩ C,
si y sólo si (x ∈ A ∩ (B ∩ C).
, Sa
Por lo tanto, (A ∩ B) ∩ C = A ∩ (B ∩ C).
x ∈ A ∧ x ∈ B, si y sólo si x ∈ B ∧ x ∈ A.
x ∈ A ∩ B, si y sólo si x ∈ B ∩ A,
enz
siguiente teorema.
Teorema 2.2.9. Para cualesquiera conjuntos A y B, A ⊆ B si y sólo si
A ∩ B = A.
Demostración. , Sa
Primero demostremos que si A ⊆ B, entonces A ∩ B = A.
Supongamos que A ⊆ B. Queremos ver que A ∩ B = A.
Ya mencionamos que para cualesquiera conjuntos A y B, A ∩ B ⊆ A.
Para demostrar que A ⊆ A ∩ B, sea x ∈ A, como por hipótesis A ⊆ B, se
tiene que x ∈ B. Luego entonces x ∈ A y x ∈ B, por lo que x ∈ A ∩ B. De
ero
mostrar que A ⊆ B.
Sea x ∈ A, como A = A ∩ B, x ∈ A y x ∈ B, por lo que x ∈ B. Por lo tanto,
A ⊆ B.
Concluimos que para cualesquiera conjuntos A y B, A ⊆ B si y sólo si
A ∩ B = A.
, Ca
2.2.3. Unión
Ahora veamos una operación binaria, la unión. Esta operación está aso-
ciada al conectivo lógico ∨.
Ası́,
x ∈ A ∪ B ⇔ (x ∈ A ∨ x ∈ B).
enz
U
A∪B
A , Sa B
ero
(A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C).
(iii) Conmutatividad. Para cualesquiera conjuntos A y B, A ∪ B = B ∪ A.
Demostración.
(i) Sea A cualquier conjunto. Veamos que se cumple que A ∪ A = A,
haciendo ambas contenciones A ⊆ A ∪ A, y A ∪ A ⊆ A al mismo
tiempo. Es decir, veremos que ∀x(x ∈ A ⇔ x ∈ A ∪ A).
En la sección de lógica vimos que las proposiciones P y P ∨ P son
enz
lógicamente equivalentes, por lo que x ∈ A si y sólo si (x ∈ A ∨ x ∈ A),
es decir x ∈ A si y sólo si x ∈ A ∪ A. Ası́, tenemos que ∀x(x ∈ A ⇔
x ∈ A ∪ A) y tanto A ⊆ A ∪ A, como A ∪ A ⊆ A.
Concluimos que ∀A(A ∪ A = A).
, Sa
(ii) Sean A, B y C conjuntos cualesquiera. Debemos ver que
(A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C), es decir que
∀x x ∈ (A ∪ B) ∪ C ⇔ x ∈ A ∪ (B ∪ C) .
x ∈ (A ∪ B) ∪ C, si y sólo si x ∈ A ∪ B ∨ x ∈ C,
si y sólo si (x ∈ A ∨ x ∈ B) ∨ x ∈ C.
si y sólo si x ∈ A ∨ x ∈ B ∪ C,
si y sólo si (x ∈ A ∪ (B ∪ C).
x ∈ A ∪ B, si y sólo si x ∈ B ∪ A,
enz
Concluimos que ∀A(A = A ∪ ∅).
Demostración.
Primero demostremos que si A ⊆ B, entonces A ∪ B = B.
, Ca
enz
Demostración.
Se deja como ejercicio al lector.
(ii) (A ∩ B) ∪ C = (A ∪ C) ∩ (B ∪ C).
Demostración.
Ambos incisos se dejan como ejercicio.
mp
(ii) (A ∩ B)c = Ac ∪ B c .
Demostración.
Av
54 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS
enz
si y sólo si x ∈ U ∧ (x ∈
/A ∧ x∈
/ B),
si y sólo si x ∈ Ac ∧ x ∈ B c ,
si y sólo si x ∈ Ac ∩ B c .
, Sa
Por lo tanto, (A ∪ B)c = Ac ∩ B c .
ero
2.2.4. Diferencia
Ahora veamos la operación de diferencia entre conjuntos.
mp
Ası́,
x ∈ A \ B ⇔ (x ∈ A ∧ x ∈ / B).
Es común que a la diferencia de A menos B también se le llame la resta
de A menos B.
Veamos los siguientes ejemplos, en los que vemos que la diferencia no es
ella
conmutativa.
U
A
A B
enz
Ejemplo 2.2.22. Sea A = {x ∈ N : x es par } y sea B = {x ∈ N :
x es primo}, entonces A \ B = {x ∈ N : x es par ∧ x 6= 2} = {x ∈ N : ∃k ∈
N(x = 2k ∧ k 6= 1)}. ⊣
, Sa
Además de que la diferencia no es conmutativa, se puede ver que no
es asociativa. Es decir, se pueden encontrar conjuntos A, B y C tales que
A \ (B \ C) 6= (A \ B) \ C.
Demostración.
Se deja como ejercicio para el lector.
enz
otro se mantenga como el primer conjunto.
A ∩ B = ∅.
Para demostrar el recı́proco, supongamos que A ∩ B = ∅ y veamos que
entonces A \ B = A. Claramente A \ B ⊆ A, pues siempre que x ∈ A y
x∈ / B, se tiene que x ∈ A. Para la contención recı́proca, supongamos que
, Ca
A B
enz
Veamos unos ejemplos.
, Sa
Ejemplo 2.2.27. Sean A = {2, 3} y B = {2, 4, 5}, entonces A △ B = (A \
B)∪(B \A) = ({2, 3}\{2, 4, 5})∪({2, 4, 5}\{2, 3}) = {3}∪{4, 5} = {3, 4, 5}.
Observe que la diferencia no es la misma que la diferencia simétrica. ⊣
Ejemplo 2.2.28. Sean A = {x ∈ N : x es par } y B = {x ∈ N : x es primo },
ero
entonces A △ B = (A \ B) ∪ (B \ A) =
{x ∈ N : x es par ∧ x no es primo }∪{x ∈ N : x es primo ∧ x no es par } =
{x ∈ N : x es par ∧ x 6= 2} ∪ {x ∈ N : x es primo ∧ x 6= 2} =
{x ∈ N : (x es par ∨ x es primo ) ∧ x 6= 2}. ⊣
mp
⊣
Ejemplo 2.2.30. Ahora veamos cuál es la diferencia simétrica entre los
intervalos de la recta real (1, ∞) y (−∞, 3).
(1, ∞)△(−∞, 3) = (1, ∞) \ (−∞, 3) ∪ (−∞, 3) \ (1, ∞)
ella
⊣
Un corolario del Lema 2.2.24 es que
Av
58 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS
A △ B = (A ∩ B c ) ∪ (B ∩ Ac ),
pues A \ B = A ∩ B c y B \ A = B ∩ Ac .
Lema 2.2.31. Para cualesquiera conjuntos A y B, se tiene que
A △ B = (A ∪ B) \ (A ∩ B).
Demostración.
Sean A y B cualesquiera conjuntos. Veamos que A△B = (A∪B)\(A∩B).
Por la observación anterior, sabemos que
A △ B = (A ∩ B c ) ∪ (B ∩ Ac );
por la Ley Distributiva, inciso (ii) del Lema 2.2.17, tenemos que
(A ∩ B c ) ∪ (B ∩ Ac ) = [(A ∩ B c ) ∪ B] ∩ [(A ∩ B c ) ∪ Ac ];
utilizando la misma Ley Distributiva en ambos de los conjuntos intersecta-
enz
dos, se tiene que
[(A ∩ B c ) ∪ B] ∩ [(A ∩ B c ) ∪ Ac ] = [(A ∪ B) ∩ (B c ∪ B)] ∩ [A ∪ Ac ) ∩ (Ac ∪ B c )];
por la Ley de DeMorgan, inciso (ii) del Lema 2.2.18, se tiene que
(A ∪ B) ∩ (Ac ∪ B c ) = (A ∪ B) ∩ (A ∩ B)c ;
y como X ∩ Y c = X \ Y , por el Lema 2.2.24, se tiene que
mp
(A ∪ B) ∩ (A ∩ B)c = (A ∪ B) \ (A ∩ B).
Por lo tanto, A △ B = (A ∪ B) \ (A ∩ B).
A △ B = (A \ B) ∪ (B \ A)
= (A ∩ B c ) ∪ (B ∩ Ac )
= (A ∪ B) \ (A ∩ B)
= (A ∪ B) ∩ (A ∩ B)c .
ella
enz
(iv) El inverso de un conjunto con respecto a la diferencia simétrica es él
mismo. Para cualquier conjunto A,
A△A = ∅. , Sa
Demostración.
= [(A ∩ B c ) ∪ (Ac ∩ B)] ∩ C c ∪ [(A ∪ B) ∩ (A ∩ B)c ]c ∩ C ;
por la Ley distributiva, inciso (i) del Lema 2.2.17, por la Ley de De-
Morgan, inciso (ii) del Lema 2.2.18, y por la propiedad de la comple-
, Ca
enz
Por lo tanto, (A△B)△C = A△(B△C).
Teorema 2.2.14,
A ∪ ∅ = A.
Por lo tanto, A △ ∅ = A.
mp
∅ ∪ ∅ = ∅.
Por lo tanto, A△A = ∅.
Av
2.2. OPERACIONES DE CONJUNTOS 61
2.2.6. Potencia
Ahora veamos una operación unaria, es decir, una operación en la que
sólo interviene un conjunto. En la Teorı́a de Conjuntos formal, hay un ax-
ioma que dice que dado un conjunto A, existe el conjunto constituido por
todos los subconjuntos de A, el cual recibe el nombre de conjunto potencia
de A.
Ası́,
enz
P(A) = {X : X ⊆ A}.
Veamos un ejemplo.
Recordemos que más adelante veremos que los números naturales son
conjuntos y además que, como conjuntos, son distintos entre sı́; es decir,
2 6= 3, pues no tienen los mismos elementos. Obsérvese que ∅ ⊆ P(A) y
∅ ⊆ A. Por otro lado, es sensato suponer que ni 2, ni 3, ni 4 son el conjunto
, Ca
Demostración.
Supongamos que X ⊆ A ∩ B. Para probar que X ⊆ A y X ⊆ B, sea
x ∈ X. Por suposición, X ⊆ (A ∩ B) y, como x ∈ X, x ∈ A ∩ B. Ası́, x ∈ A y
x ∈ B. Por lo tanto, dado x ∈ X, se tiene que x ∈ A y ası́ X ⊆ A. Además,
dado x ∈ X, se tiene que x ∈ B y ası́ X ⊆ B.
Para demostrar el recı́proco, supongamos que X ⊆ A y X ⊆ B. Sea
x ∈ X, entonces, como X ⊆ A, x ∈ A; y, como X ⊆ B, x ∈ B. Por lo tanto,
x ∈ A ∩ B.
enz
P(A ∩ B) = P(A) ∩ P(B).
Demostración.
Se deja como ejercicio al lector.
enz
¿Cómo definir el par ordenado (a, b) de tal forma
que (a, b) 6= (b, a), en el sentido de la igualdad
, Sa
de conjuntos?
Al matemático Kuratowski se le ocurrió que
el par ordenado (a, b) fuera el conjunto cuyos
elementos
son
{a} y {a, b}, es decir, (a, b) =
{a}, {a, b} , donde a es la primera y b es la
ero
enz
tienen los siguientes casos.
ientes subcasos.
Ejemplo 2.2.40. Sea A = {1, 2}, hay entonces cuatro parejas ordenadas
de elementos de A:
Ejemplo 2.2.41. Sean A = {a, b}, B = {c, d} hay cuatro parejas ordenadas
tales que la primera componente pertenezca a A y la segunda a B:
enz
Ahora, definamos la operación de producto cartesiano.
A × B = {(a, b) : a ∈ A ∧ b ∈ B}.
A × B = {(1, 1), (1, 2), (2, 1), (2, 2), (3, 1), (3, 2)}; y
mp
B A×B
(1, 2) (2, 2) (3, 2)
2
A
1 2 3
Figura 2.1: Representación gráfica del producto cartesiano A×B del ejemplo
2.2.43.
enz
Ejemplo 2.2.44. Sea N el conjunto de los números naturales, entonces:
N2 = {(n, m) : n ∈ N ∧ m ∈ N}.
, Sa ⊣
Ejemplo 2.2.45. Sea A = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b}, donde a < b y B = {x ∈
R : c ≤ x ≤ d}, donde c < d, entonces
A × B = {(x, y) ∈ R2 : a ≤ x ≤ b ∧ c ≤ y ≤ d}.
ero
⊣
Ejemplo 2.2.46. Si A = ∅ y B es un conjunto arbitrario, entonces
A × B = ∅ y B × A = ∅.
mp
⊣
Este último ejemplo se puede generalizar de la siguiente manera.
Lema 2.2.47. Para cualesquiera conjuntos A y B, se tiene que
, Ca
A × B = ∅ ⇔ (A = ∅ ∨ B = ∅).
Demostración. Sean A y B conjuntos cualesquiera. Debemos mostrar que
A × B = ∅ ⇔ (A = ∅ ∨ B = ∅), pero esto es equivalente a mostrar que
A × B 6= ∅ ⇔ (A 6= ∅ ∧ B 6= ∅):
ella
(i) (A ∪ B) × C = (A × C) ∪ (B × C);
(ii) (A ∩ B) × C = (A × C) ∩ (B × C);
(iii) (A \ B) × C = (A × C) \ (B × C).
enz
Demostración. Sean A, B y C conjuntos cualesquiera.
, Ca
ella
Av
68 CAPÍTULO 2. CONJUNTOS
enz
, Sa
ero
mp
, Ca
ella
Av
Capı́tulo 3
Relaciones
enz
El concepto de relación es central en la matemática. Hay relaciones que,
debido a que cumplen ciertas propiedades adicionales, resultan muy impor-
tantes para el desarrollo matemático, como son las relaciones de equivalencia
, Sa
o las funciones. En este capı́tulo damos las nociones básicas del concepto de
relaciones entre conjuntos.
cuáles son las colecciones que vamos a relacionar entre sı́, las flechas del
diagrama anterior son las que nos indican cómo los estamos relacionando, y
un objeto estará relacionado con otro si hay una flecha que sale del primero
y llega al segundo. De este modo podemos codificar una flecha mediante
una pareja de datos (los elementos que estamos relacionando) pero donde
Av
69
70 CAPÍTULO 3. RELACIONES
5
Pedro 6
7
Luisa
8
Juan
9
Tania
10
enz
será necesario establecer un orden para indicar cuál es el inicio y cuál es el fi-
nal de la flecha. En el ejemplo anterior sean A = {P edro, Luisa, Juan, T ania}
y C = {5, 6, 7, 8, 9, 10}. Para codificar las flechas del diagrama formemos las
parejas ordenadas (P edro, 8), (Luisa, 7), (Juan, 7), y (T ania, 10). Podemos
, Sa
entonces describir la relación de A en C mediante el conjunto de pares or-
denados {(P edro, 8), (Luisa, 7), (Juan, 7), (T ania, 10)}.
De manera más general dados A y B dos conjuntos, los pares ordena-
dos que cumplan cierta propiedad formarán un subconjunto de A × B. En
matemáticas, al conjunto de los pares ordenados que cumplen este tipo de
ero
sobre A.
Por lo tanto, si R es una relación binaria entre A y B, R es un conjunto
de pares ordenados cuyas primeras coordenadas son elementos de A y las
segundas son elementos de B. Ası́, para indicar que un par ordenado (a, b),
, Ca
enz
dom(R) = {x ∈ A : ∃y y ∈ B ∧ (x, y) ∈ R }.
Por lo tanto, si R ⊆ A × B, dom(R) ⊆ A.
En el Ejemplo 3.1.2, tenemos que dom(R) = A. En el Ejemplo 3.1.3
es claro que dom(∅) = ∅, y que dom(A × B) = A. En el Ejemplo 3.1.4,
, Sa
tenemos que dom(R) es el conjunto de alumnos de la Facultad que estén
inscritos en al menos una materia durante este semestre (que pueden no ser
todos los alumnos). En el Ejemplo 3.1.5, tenemos que dom(S) son todos los
alumnos de la Facultad de Ciencias, asumiendo que todo alumno conoce a
algún alumno.
ero
im(R) = {y ∈ B : ∃x x ∈ A ∧ (x, y) ∈ R }.
Por lo tanto, si R ⊆ A × B, entonces im(R) ⊆ B.
En el Ejemplo 3.1.2, se tiene que im(R) = {7, 8, 10}, pues ninguno de
los alumnos en el conjunto A obtuvo 5, 6 o 9. En el Ejemplo 3.1.3 es claro
, Ca
Demostración.
Si (x, y) ∈ R, (y, x) es un par ordenado. Ası́, {(y, x) : (x, y) ∈ R} es un
conjunto de pares ordenados, por lo que {(y, x) : (x, y) ∈ R} es una relación
binaria.
enz
Se deja al lector verificar que R−1 ⊆ im(R) × dom(R). También se deja
al lector encontar un ejemplo en que R−1 = im(R) × dom(R) y otro ejemplo
en que R−1 6= im(R) × dom(R).
Del Ejemplo 3.1.2, tenemos que , Sa
R−1 = {(8, P edro), (7, Juan), (7, Luisa), (10, T ania)}.
Ejemplo 3.1.11. Sean A = {a} y B = {b}. ¿Cuáles son todas las relaciones
, Ca
posibles entre A y B?
Como A × B = {(a, b)}, sólo hay dos relaciones posibles: la vacı́a y la
total A × B. En este caso, dom(A × B) = {a} = A y im(A × B) = {b} = B.
Además, (A × B)−1 = B × A = {(b, a)}. ⊣
ella
Av
3.1. DEFINICIONES Y PROPIEDADES 73
enz
R10 = {(a, b), (b, a)},
R11 = {(b, b), (b, a)},
R12 = {(a, a), (a, b), (b, b)},
R13 = {(a, a), (a, b), (b, a)}, , Sa
R14 = {(a, a), (b, b), (b, a)},
R15 = {(a, b), (b, b), (b, a)},
A2 = {(a, a), (a, b), (b, a), (b, b)}.
Entonces, por ejemplo, dom(R6 ) = {a} y im(R6 ) = {a, b}, dom(R11 ) =
−1
{b} y im(R11 ) = {a, b}. También, por ejemplo, R12 = {(a, a), (b, a), (b, b)}
ero
−1 −1 −1
y R15 = {(b, a), (b, b), (a, b)}. Obsérvese que R15 = R15 , en cambio R12 6=
R12 . ⊣
2 2
potencia de A2 tiene 2n elementos, es decir, hay 2n subconjuntos de A2 ,
2
es decir, hay 2n relaciones distintas en A.
De acuerdo lo que se vió al inicio del capı́tulo algunas relaciones se pueden
representar gráficamente mediante un Diagrama de Venn. Es posible repre-
, Ca
A B
a 1
b 2
c 3
d 4
5
enz
5 A×B
4
R
3 , Sa
2
1
ero
A
a b c d
⊣
Existe una manera de “combinar” dos relaciones para formar una nueva
relación, según la siguiente definición.
, Ca
3
3
2
enz
1 5
2
, Sa
Figura 3.4: Representación gráfica de la composición S ◦ R.
La relación compuesta S ◦ R ⊆ A × C es
S ◦ R = {(x, z) : ∃y ∈ im(R) (x, y) ∈ R ∧ (y, z) ∈ S }
n 3 3 o
ero
= − 1, , 1, .
2 2
Entonces, dom(S ◦ R) = {−1, 1} ⊆ dom(R) y im(S ◦ R) = { 32 } $ im(S).
De hecho, podemos definir S ◦ R de la siguiente manera
mp
x2
(x, y) ∈ S ◦ R si y sólo si + 1 = y.
2
Es muy importante observar que R ◦ S = ∅, es decir, es la relación vacı́a,
pues no existe y ∈ im(S) tal que hayan x y z con (x, y) ∈ S y (y, z) ∈ R.
, Ca
(i) (T ◦ S) ◦ R = T ◦ (S ◦ R); y
Demostración.
enz
si y sólo si ∃y ∈ im(S −1 ) (x, y) ∈ S −1 ∧ (y, z) ∈ R−1 ,
si y sólo si (x, z) ∈ R−1 ◦ S −1 .
, Sa
Ejercicios
3.1.1. Demuestre que R−1 ⊆ im(R) × dom(R).
ero
A × B = ∅ ⇔ (A = ∅ ∨ B = ∅).
, Ca
enz
Las relaciones binarias entre A y B, donde A = B, pueden tener propiedades
interesantes. En esta sección vemos algunas de estas propiedades. Recuérdese
que si R es una relación tal que R ⊆ A2 , entonces decimos que R es una
relación binaria sobre A.
, Sa
Definición 3.2.1. Sea A un conjunto cualquiera. Una relación binaria
R ⊆ A2 es reflexiva sobre A si y sólo si para todo x ∈ A, (x, x) ∈ R, es
decir,
∀x(x ∈ A ⇒ (x, x) ∈ R).
ero
Demostración.
Sea D = {(x, x) : x ∈ A}, la diagonal de A2 .
Supongamos que R es reflexiva sobre A. Queremos ver que D ⊆ R.
, Ca
enz
(x, x) ∈/ R, se tiene la irreflexividad, en cambio, para cumplir con la antir-
reflexividad se necesita que para todos los elementos x ∈ A, (x, x) ∈ / R. De
hecho, se puede demostrar que toda relación antirreflexiva es irreflexiva (o
no reflexiva), pero el recı́proco no siempre se cumple.
Retomando el Ejemplo 3.1.12, tenemos que R10 = {(a, b), (b, a)} es an-
, Sa
tirreflexiva, pues ni (a, a), ni (b, b) son elementos de R10 . También R3 =
{(a, b)} y R5 = {(b, a)} son antirreflexivas. Resulta que éstas son las únicas
tres relaciones definidas sobre A que son antirreflexivas, pues todas las
demás tienen como elemento a (a, a) o a (b, b) (o a ambos). Obsérvese que
R6 = {(a, a), (a, b)} es irreflexiva, pues (b, b) ∈
/ R6 y, sin embargo, no es
ero
enz
Ejemplo 3.2.6. Sea A = {1, 2, 3}.
Sea R = {(1, 1), (2, 2), (3, 3), (2, 3)}.
Entonces R es reflexiva sobre A, pues (1, 1) ∈ R, (2, 2) ∈ R y (3, 3) ∈ R.
Claramente R no es antirreflexiva (ni irreflexiva).
Sea S = {(1, 1), (2, 3), (3, 2)}.
, Sa
Entonces S es irreflexiva sobre A, pues (2, 2) ∈ / S. Por otro lado, S no es
antirreflexiva sobre A, pues (1, 1) ∈ S.
Sea T = {(1, 2), (2, 1)}.
Entonces T es irreflexiva sobre A. Más aún, T es antirreflexiva sobre A, pues
ero
Ejemplo 3.2.9.
(1, 1) ∈ S y (1, 1) ∈ S;
(2, 3) ∈ S y (3, 2) ∈ S; y
(3, 2) ∈ S y (2, 3) ∈ S.
Sin embargo, no es antisimétrica pues (2, 3) ∈ S, (3, 2) ∈ S, y 3 6= 2.
Av
80 CAPÍTULO 3. RELACIONES
enz
Ejemplo 3.2.11.
Sea R = {(1, 1), (2, 2), (3, 3), (2, 3)}, entonces R es transitiva, pues
(1, 1) ∈ R y (1, 1) ∈ R y (1, 1) ∈ R;
, Sa
(2, 2) ∈ R y (2, 2) ∈ R y (2, 2) ∈ R;
(3, 3) ∈ R y (3, 3) ∈ R y (3, 3) ∈ R;
(2, 2) ∈ R y (2, 3) ∈ R y (2, 3) ∈ R.
ero
Sea S = {(1, 2), (1, 3), (2, 3)}, entonces S es transitiva, pues
(1, 2) ∈ S y (2, 3) ∈ S y (1, 3) ∈ S.
Sea T = {(1, 2), (1, 3)}, entonces T es transitiva, pues no hay ningún
mp
Sea V = {(1, 2), (2, 3), (1, 3), (3, 1)}, entonces V no es transitiva, pues
(1, 3) ∈ V y (3, 1) ∈ V y (1, 1) ∈
/ V.
⊣
(ii) es simétrica;
(iii) es transitiva;
Av
3.2. TIPOS DE RELACIONES 81
(iv) es antisimétrica;
(v) es reflexiva sobre ∅;
(vi) no es reflexiva sobre cualquier conjunto A 6= ∅.
Demostración.
/ ∅.
(i) Sea A un conjunto cualquiera. Entonces para todo x ∈ A, (x, x) ∈
Por lo tanto, ∅ es antirreflexiva sobre A.
(ii) Como ∅ no tiene ningún elemento, es verdadera la afirmación
∀x∀y (x, y) ∈ ∅ ⇒ (y, x) ∈ ∅ .
Por lo tanto, ∅ es simétrica.
enz
(iii) Como ∅ no tiene ningún elemento, es verdadera la afirmación
∀x∀y∀z (x, y) ∈ ∅ ∧ (y, z) ∈ ∅ ⇒ (x, z) ∈ ∅ .
Por lo tanto, ∅ es transitiva.
, Sa
(iv) Como ∅ no tiene ningún elemento, es verdadera la afirmación
∀x∀y (x, y) ∈ ∅ ∧ (y, x) ∈ ∅ ⇒ x = y .
A.
, Ca
Ejercicios
3.2.1. Recuérdense de un ejercicio de la sección anterior los siguientes con-
juntos y relaciones:
A = {x ∈ N : 1 ≤ x ≤ 5}, B = {3, 4, 5}, C = {1, 4, 6, 16},
D = {2, 3, 8, 10}, E = {1, 2, 4, 6, 8};
ella
enz
3.2.4. Sean R, S y T relaciones sobre un conjunto cualquiera A. Demuestre
lo siguiente:
(i) Si R y S son reflexivas, entonces la relación R ∪ S es reflexiva;
antisimétrica.
3.2.5. Sean R y S relaciones sobre un conjunto cualquiera A. Las sigu-
ientes afirmaciones no siempre son ciertas. Encuentre contraejemp-
los, justficándolos.
, Ca
antisimétrica;
(v) R−1 = im(R) × dom(R).
enz
para todo x ∈ A, (x, x) ∈ R, es simétrica si y sólo si para todo (x, y) ∈ R,
se tiene que (y, x) ∈ R, y es transitiva si y sólo si siempre que (x, y) ∈ R
y (y, z) ∈ R se tiene que (x, z) ∈ R, véanse las Definiciones 3.2.1, 3.2.7 y
3.2.10. En esta sección consideraremos relaciones que cumplan las tres condi-
ciones1 , que justamente son las llamadas relaciones de equivalencia. Veamos
, Sa
primero diversos ejemplos.
Ejemplo 3.2.13. Veamos que la relación R = {(1, 1), (2, 2), (3, 3), (1, 2), (2, 1)}
es de equivalencia sobre el conjunto A = {1, 2, 3}.
Como 1R1, 2R2 y 3R3, R es reflexiva sobre A.
Como
ero
1R1 y 1R1,
2R2 y 2R2,
3R3 y 3R3,
1R2 y 2R1, y
mp
enz
¿Es R transitiva?
Supongamos que (a, b) ∈ R y (b, c) ∈ R. Queremos ver si (a, c) ∈ R.
Como (a, b) ∈ R y (b, c) ∈ R, a, b tienen la misma paridad y b, c tienen
la misma paridad. Entonces a y c tienen la misma paridad. Por lo tanto,
, Sa
(a, c) ∈ R. Ası́, R es transitiva.
Observe además que R no es antisimétrica, pues (3, 1) ∈ R, (1, 3) ∈ R y
1 6= 3. ⊣
x ∼ y si y sólo si x − y es par.
2
Asumiremos que todo número entero es par o impar y no puede ser ambos al mismo
tiempo. Más adelante esto quedará justificado con el algoritmo de la división.
Av
3.2. TIPOS DE RELACIONES 85
o bien
enz
todo a ∈ R, (a, a) ∈ R y R es reflexiva.
¿Es R simétrica?
Supongamos que (a, b) ∈ R. Queremos ver si (b, a) ∈ R.
Como (a, b) ∈ R, a − b = 3k para alguna k ∈ Z. Ahora, el inverso aditivo
de a−b es b−a, y b−a = −3k = 3(−k), con −k ∈ Z. Por lo tanto, (b, a) ∈ R.
, Sa
Ası́, R es simétrica.
¿Es R transitiva?
Supongamos que (a, b) ∈ R y (b, c) ∈ R. Queremos ver si (a, c) ∈ R.
Como (a, b) ∈ R y (b, c) ∈ R, a − b = 3k para alguna k ∈ Z y b − c = 3q
para alguna q ∈ Z. Entonces (a − b) + (b − c) = 3k + 3q, es decir, a − c =
ero
(x, y) ∈ R si y sólo si x − y ∈ Z.
¿Es R reflexiva sobre Z?
Dado a ∈ R, a − a = 0 ∈ Z, por lo que (a, a) ∈ R. Por lo tanto, para
todo a ∈ R, (a, a) ∈ R y R es reflexiva.
, Ca
¿Es R simétrica?
Supongamos que (a, b) ∈ R. Queremos ver si (b, a) ∈ R.
Como (a, b) ∈ R, a − b ∈ Z. Ahora, el inverso aditivo de a − b es b − a, y
b − a ∈ Z. Por lo tanto, (b, a) ∈ R. Ası́, R es simétrica.
¿Es R transitiva?
ella
enz
Claramente la clase de equivalencia de un elemento de A bajo una
relación de equivalencia ∼ es un subconjunto de A.
Del Ejemplo 3.2.13, tenemos las siguientes clases de equivalencia.
[1] ={1, 2}
, Sa
[2] ={1, 2} = [1]
[3] ={3}
Ası́, tenemos dos clases de equivalencia distintas, la clase [1] y la clase [3],
ambas siendo subconjuntos de A.
ero
En el Ejemplo 3.2.14
[0] = {y ∈ R : y ∼ 0}
= {y ∈ R : y − 0 = 2k para alguna k ∈ Z}
mp
[1] = {y ∈ R : y ∼ 1}
= {y ∈ R : y − 1 = 2k para alguna k ∈ Z}
ella
enz
= {x ∈ R : ∃ k ∈ Z (x = a + k)}.
Es decir, todos los elementos equivalentes a a (en su clase de equivalencia)
se obtienen sumando a a todos los enteros. Entonces, por ejemplo, 23 ∈ [ 53 ],
, Sa
pues 53 − 23 = 33 = 1 ∈ Z, o bien 53 = 23 + 1; y π + 2 ∈ [π], pues π − (π + 2) =
−2 ∈ Z.
Para la posterior discusión, nos será de gran utilidad el siguiente resul-
tado.
Lema 3.2.19. Sea ∼ una relación de equivalencia definida en un conjunto
ero
Demostración.
(i) Sean a, a′ ∈ A.
Veamos primero que si a ∼ a′ , entonces [a] ⊆ [a′ ]. Supongamos que
, Ca
(ii) Sean a, a′ ∈ A.
Para demostrar que a ≁ a′ implica que [a] ∩ [a′ ] = ∅, veamos que si
[a] ∩ [a′ ] 6= ∅, entonces a ∼ a′ . Supongamos que [a] ∩ [a′ ] 6= ∅ y sea
b ∈ [a] ∩ [a′ ] 6= ∅. Como b ∈ [a], tenemos que b ∼ a y debido a que la
relación es simétrica a ∼ b. Además, b ∈ [a′ ], por lo que b ∼ a′ . Ası́,
a ∼ b y b ∼ a′ , lo cual implica, usando que la relación es transitiva,
que a ∼ a′ .
Ahora, sabemos por el inciso anterior que si a ∼ a′ , entonces [a] = [a′ ].
Como a ∈ [a], a ∈ [a′ ], por lo que [a] ∩ [a′ ] 6= ∅. Ası́, tenemos que si
a ∼ a′ , entonces [a] ∩ [a′ ] 6= ∅, por lo que [a] ∩ [a′ ] = ∅ implica que
a ≁ a′ .
enz
Del Ejemplo 3.2.13, tenemos que A/ ∼ = {[1], [2], [3]} = {[1], [3]} =
{{1, 2}, {3}}.
Del Ejemplo 3.2.14, tenemos que A/∼ = {[0], [1]}, pues como ya vimos
más arriba, si un entero z es par, entonces [z] = [0] y si un entero y es impar,
mp
[y] = [1].
Retomemos ahora la idea de que una relación de equivalencia sobre un
conjunto “divide” al conjunto en partes diferenciadas. De hecho, podemos
decir que una relación de equivalencia “particiona” un conjunto, a través de
, Ca
1. para toda i ∈ I, Ai 6= ∅;
enz
i∈I Ai ⊆ A, se da por el hecho de que los elementos de la partición son
subconjuntos de A. Es decir, finalmente obtenemos que
[
A= Ai .
i∈I , Sa
En otras palabras, el conjunto A se parte en trozos Ai , no vacı́os, ajenos
entre sı́ y de modo que al unirlos todos recuperamos el conjunto A con el
que empezamos.
Ejemplo 3.2.22. Sea A = {1, 2, 3}. Veamos que P = {{1, 2}{3}} es una
ero
partición de A.
Claramente los elementos de P son no vacı́os, pues todos tienen al menos
un elemento. Además, como 1 6= 3 y 2 6= 3, {1, 2} ∩ {3} = ∅ y los elementos
de P son ajenos por pares. También es claro que para toda a ∈ A, existe un
mp
R : x − a ∈ Z} y {x ∈ R : x − a ∈ Z} = 6 ∅.
Sean a, b ∈ [0, 1). Supongamos que {x ∈ R : x − a ∈ Z} ∩ {x ∈ R : x − b ∈
Z} =6 ∅. Entonces, sea y ∈ {x ∈ R : x−a ∈ Z}∩{x ∈ R : x−b ∈ Z}, entonces
y ∈ R, y −a ∈ Z y y −b ∈ Z. Como a ∈ [0, 1), usando nuestros conocimientos
de los reales, −a ∈ (−1, 0] y y − a ∈ (y − 1, y]. De la misma manera, como
ella
un z ∈ Z tal que r ∈ [z, z + 1). Entonces r − z ∈ [0, 1). Por lo tanto, hay
r − z ∈ [0, 1) tal que r ∈ {x ∈ R : x − (r − z) ∈ Z}, pues r − (r − z) = z y
z ∈ Z. Ası́, P cumple la condición 3 para ser partición.
Por lo tanto, P es una partición de R. ⊣
enz
Teorema 3.2.24. Sea ∼ una relación de equivalencia definida en un con-
junto A 6= ∅. Entonces las clases de equivalencia cumplen lo siguiente:
Demostración.
ella
Ejemplo 3.2.26. Sea A el formado por todos los puntos del plano. Sea ∼
la relación sobre A definida como p ∼ q si y sólo si p y q distan lo mismo
del origen, es decir si kpk = kqk. La clase de equivalencia de un punto p
en el plano está dada por todos aquellos puntos cuya norma es igual a la
de p, es decir [p]∼ = {q ∈ A : kpk = kqk}, por lo cual es precisamente la
circunferencia centrada en el origen que pasa por el punto p. La colección
de todas las circunferencias con centro en el origen es la partición del plano
determinada por esta relación de equivalencia. Véase la Figura 3.5. ⊣
enz
2.4
1.6
, Sa
0.8
-4.8 -4 -3.2 -2.4 -1.6 -0.8 0 0.8 1.6 2.4 3.2 4 4.8
ero
-0.8
-1.6
mp
-2.4
, Ca
enz
Sean a, b ∈ A tales que (a, b) ∈ R, entonces, por como definimos R, hay i ∈ I
tal que a ∈ Ai y b ∈ Ai . Pero entonces hay i ∈ I tal que b ∈ Ai y a ∈ Ai ,
por lo que (b, a) ∈ R. Ası́, R es simétrica.
Finalmente veamos que R es transitiva, es decir, que si (a, b) ∈ R y
, Sa
(b, c) ∈ R, entonces (a, c) ∈ R.
Sean a, b, c ∈ A tales que (a, b) ∈ R y (b, c) ∈ R. Como (a, b) ∈ R, hay i ∈ I
tal que a ∈ Ai y b ∈ Ai . Como (b, c) ∈ R, hay j ∈ I tal que b ∈ Aj y c ∈ Aj .
Como b ∈ Ai y b ∈ Aj , Ai ∩ Aj 6= ∅. Entonces, por la contrapositiva de la
segunda condición de partición, Ai = Aj . Ası́, hay i ∈ I tal que a ∈ Ai y
ero
Ejemplo 3.2.28. Sea A el conjunto de todos los puntos del plano. Sea P
la partición del plano en rectas horizontales, es decir P = {Ay : y ∈ R} con
Ay = {(x, y) : x ∈ R}. Véase la Figura 3.6.
, Ca
2.4
1.6
0.8
-4.8 -4 -3.2 -2.4 -1.6 -0.8 0 0.8 1.6 2.4 3.2 4 4.8
-0.8
enz
-1.6
-2.4
, Sa
Figura 3.6: Algunos elementos de la partición del plano
ero
relación de equivalencia ∼= {(1, 1), (2, 2), (3, 3), (1, 2), (2, 1)}, pues
si y sólo si (x = 1 ∧ y = 1) ∨ (x = 1 ∧ y = 2) ∨ (x = 2 ∧ y = 1)
∨ (x = 2 ∧ y = 2) ∨ (x = 3 ∧ y = 3),
si y sólo si (x, y) ∈ {(1, 1), (2, 2), (3, 3), (1, 2), (2, 1)}.
, Ca
x ∼ y si y sólo si x − y ∈ Z,
[a]∼ = {z ∈ R : z − a ∈ Z}.
Recı́procamente, podemos ver que la partición
P = {{z ∈ R : z − a ∈ Z} : a ∈ R} induce la relación de equivalencia
x ∼ y si y sólo si x − y ∈ Z,
Av
94 CAPÍTULO 3. RELACIONES
pues
x ∼ y si y sólo si hay {z ∈ R : z − a ∈ Z} ∈ P tal que x ∈ {z ∈ R : z − a ∈ Z}
y y ∈ {z ∈ R : z − a ∈ Z},
si y sólo si hay a ∈ R tal que x ∈ {z ∈ R : z − a ∈ Z}
y y ∈ {z ∈ R : z − a ∈ Z},
si y sólo si x, y ∈ R y hay a ∈ R tal que x − a ∈ Z y y − a ∈ Z,
si y sólo si x, y ∈ R y x − y ∈ Z.
enz
Para el recı́proco veamos que si x, y ∈ R y x − y ∈ Z, entonces x − y ∈ Z y
y − y ∈ Z.
Ahora veamos que para cada partición de un conjunto A, existe una
única relación de equivalecia que la induce.
, Sa
Proposición 3.2.29. Sea A un conjunto no vacı́o. Sean ∼ y ∼′ relaciones
de equivalencia definidas sobre A tales que inducen la misma partición en
A. Entonces ∼ = ∼′ .
Demostración. Sean ∼ y ∼′ relaciones de equivalencia sobre A tales que
ero
x ∼′ y. Por lo tanto, ∼ ⊆ ∼′ .
La otra contención es análoga y se deja al lector.
[x] = {z ∈ A : z ∼ x} = {z ∈ A : z ∈ Ai } = Ai
enz
3.2.30 tenemos que [x]∼ = Ai . Por otro lado, debido a que x ∈ A y P ′ es una
partición de A, existe j ∈ J tal que x ∈ A′j y nuevamente por la observación
3.2.30 [x]∼′ = A′j . Además por hipótesis ∼=∼′ y entonces
relación de equivalencia:
trabajar con el 2 o con el 4. Esto se ve reflejado en que [2] = [4]; por otro
lado cualquier número par nos servirá para representar a todos los pares.
La idea de identificar varios objetos y trabajarlos como uno es bastante
común. Por ejemplo, en nuestro calendario tenemos semanas de siete dı́as e
identificamos dos dı́as distintos cuando difieren por siete dı́as. Sabemos que
el dı́a martes 21 de junio de 2011 y el dı́a martes 28 de junio de 2011 son
distintos, pero los identificamos como martes a ambos si lo que nos interesa
es en qué dı́a de la semana estamos. En realidad lo que estamos haciendo
es dar una relación de equivalencia en la colección de dı́as del calendario,
relacionándolos cuando difieren exactamente por siete dı́as. En este caso hay
siete clases de equivalencia y están formadas por todos los dı́as que son lunes,
todos los que son martes, etc. Aunque cada clase tiene muchos elementos,
enz
todos se trabajan como un solo objeto.
Otro ejemplo se da cuando medimos ángulos. Aunque usamos números
reales, sabemos que 380◦ = 20◦ . Los números 380 y 20 son diferentes pero
los identificamos porque representan el mismo ángulo ya que difieren por
, Sa
exactamente un giro de 360 grados. En el fondo lo que estamos haciendo
es definir una relación de equivalencia sobre R y relacionar x con y cuando
difieren por un número de vueltas completas en sentido de las manecillas o
en sentido contrario, es decir cuando x − y = 360k para algún k ∈ Z; en
este caso [380] = [20]. Cada clase de equivalencia está formada por todos los
ero
equivalencia.
Definición 3.2.33. Sean A un conjunto no vacı́o, ∼ una relación de equiva-
lencia sobre A y a ∈ A. Cualquier elemento b ∈ [a] se llama un representante
, Ca
de la clase [a] .
Cabe aclarar que aunque una clase de equivalencia y un representante de
ésta son diferentes, muchas veces pensamos o hablamos de la clase o de su
representante sin hacer una distinción entre ellos. Esto es formalmente un
abuso de lenguaje pero se debe a que, si conocemos el conjunto y la relación
ella
dadas por una relación, juntamos para ello a todas las clases de equivalencia
en un conjunto llamado el conjunto cociente.
Del Ejemplo 3.2.13, tenemos que A/ ∼ = {[1], [2], [3]} = {[1], [3]} =
{{1, 2}, {3}}.
Si ∼ es una relación de equivalencia sobre A, se puede elegir un conjunto
enz
de ı́ndices I de tal forma que A/ ∼ = {[a] : a ∈ I} y que no se repita
varias veces una misma clase de equivalencia. Esto se logra eligiendo sólo un
representante de cada clase de equivalencia.
En el Ejemplo 3.2.13, si hacemos que I = {1, 3}, entonces A/∼ = {[a] :
a ∈ I}. También podemos elegir I ′ = {2, 3} y obtenemos que A/∼ = {[a] :
, Sa
a ∈ I ′ }. En ambos casos, elegimos como los elementos del conjunto de ı́ndices
a un y sólo un representante de cada clase de equivalencia.
En el Ejemplo 3.2.16 podemos considerar a I = {3, 10, −4}, entonces
Z/∼ = {[a] : a ∈ I}.
Por otro lado, en el Ejemplo 3.2.17 si tomamos el intervalo [0, 1) ⊆ R
ero
Ejercicios
3.2.1. Definamos la relación R ⊆ Z × Z de la siguiente forma: (n, m) ∈ R
, Ca
que ∼′ ⊆ ∼.
3.2.4. Sea R una relación simétrica y transitiva. Sea (x, y) ∈ R, por ser
R simétrica (y, x) ∈ R. Tenemos entonces (x, y) ∈ R y (y, x) ∈ R
y por transitividad concluimos que (x, x) ∈ R. ¿Podemos entonces
decir que la simetrı́a y la transitividad implican la reflexividad?
enz
3.2.7. Definamos la relación R ⊆ Z × Z de la siguiente forma: (n, m) ∈ R
si y sólo si 7 divide a n − m. Prueba que es relación de equivalencia
y encuentra la partición de Z asociada a R.
x ∼ y ↔ x + y es par
(x, y) ∼ (x′ , y ′ ) ↔ y = y ′
mp
(a, b) ∼ (a′ , b′ ) ↔ a + b′ = b + a′
, Ca
enz
(ii) la relación S = {(x, y) ∈ R2 : |x + y| = 2};
(iii) si A el conjunto de las rectas en el plano, la relación T =
{(a, b) ∈ A2 : a ∩ b 6= ∅};
(iv) si A el conjunto de las rectas en el plano, la relación
, Sa
V = {(a, b) ∈ A2 : a es perpendicular a b};
3.2.12. Diga si las siguientes son particiones de los conjuntos dados y si sı́,di-
ga cuáles son las relaciones de equivalencia inducidas, justificando
muy bien sus respuestas:
ero
enz
, Sa
ero
mp
, Ca
ella
Av
Capı́tulo 4
Funciones
enz
Hay un tipo de relaciones tan importante para las matemáticas que
amerita todo un capı́tulo: las funciones. El concepto de función seguramente
ya lo ha estudiado el lector, sobretodo en cursos de Cálculo, donde se estu-
, Sa
dian funciones en los reales. Aquı́ vemos el concepto de función en su manera
más general.
∀x x ∈ A ⇒ ∃y(y ∈ B ∧ (x, y) ∈ f ) ; y
101
102 CAPÍTULO 4. FUNCIONES
Juntando las condiciones (i) y (ii) arriba expresadas, podemos decir que
para toda x ∈ A existe una única y ∈ B tal que (x, y) ∈ f . Entonces, si f
es una función de A en B, para cada x ∈ A denotamos con f (x) al único
elemento de B que le corresponde. Es decir, si (x, y) ∈ f, entonces escribimos
f (x) = y. A f (x) le llamamos la imagen de x bajo f . En ocasiones, decimos
que el elemento x ∈ A es mandado bajo la función f a f (x) y lo denotamos
por x 7→ f (x).
Como una función f : A → B es una relación binaria entre A y B, la
definición de la imagen de f es
im(f ) = {b ∈ B : ∃a a ∈ A ∧ (a, b) ∈ f },
pero entonces, como f es función,
enz
im(f ) = {y ∈ B : ∃x ∈ A f (x) = y } = {f (x) : x ∈ A}.
Por lo tanto, im(f ) ⊆ B.
Puede darse incluso este caso extremo en que todos los elementos del do-
minio se hacen corresponder con un mismo elemento del codominio. A las
funciones que cumplen esta propiedad se les llama funciones constantes. ⊣
la siguiente relación
(x, y) ∈ f si y sólo si y = x2 .
Entonces f = {(−1, 1), (0, 0), (1, 1), (2, 4)}.
, Ca
¿Es f función? Sı́, pues a todos los elementos de A les corresponde uno
y sólo uno de B.
Por otro lado, no todos los elementos de B son “cubiertos” por elementos
de A, pues 3 ∈/ im(f ). Más aún, im(f ) = {0, 1, 4} $ B. ⊣
p
(x, y) ∈ f si y sólo si y = x2 + 1.
¿Es f función? Sı́, pues a todos los elementos de R les corresponde uno
y sólo uno de R, ya que x2 + 1 ≥ 0, por lo que existe un número real
Av
4.1. DEFINICIÓN Y EJEMPLOS 103
enz
las funciones que sı́ cumplen que su imagen es igual a su dominio son muy
especiales, por lo que saber cuál es la imagen de una función es siempre útil.
Ası́, en los siguientes ejemplos también exploramos cuáles son las imágenes
de las funciones dadas.
, Sa
Ejemplo 4.1.5. Veamos cuáles de las siguientes relaciones son funciones y
cuando lo sean daremos su imagen.
Sea A = {a, b, c, d}, donde a, b, c y d son todos distintos, y sea B =
{1, 2, 3}.
ero
im(f ) = {1, 2} $ B.
(ii) Sea S = {(a, 1), (a, 2), (b, 2), (c, 1), (d, 3)}.
Entonces S no es función de A en B, pues el elemento a está relaciona-
do tanto con el 1 como con el 2, es decir,
, Ca
∃ a ∈ A ∃ 1, 2 ∈ B (a, 1) ∈ R ∧ (a, 2) ∈ R ∧ 1 6= 2 .
Por lo tanto, S no cumple la segunda condición para ser función.
Entonces R es función pues cada persona tiene una madre (¡que es mu-
jer!) y madre sólo hay una.
Con los mismos conjuntos A y B, sea T ⊆ B × A definida como
enz
Obsérvese que T = R−1 , por lo que este ejemplo muestra que si una
relación es función, no necesariamente su inversa es función. ⊣
Ejercicios
mp
4 (2, 4)
enz
3
2
(−1, 1) 1 (1, 1)
(0, 0)
, Sa
−1 0 1 2
y f (x) = −x + 1.
En la Figura 4.2 se da una representación de esta función f . Sin embargo,
es importante observar que esta representación no es toda la gráfica de f ,
pues es imposible representarla completa por tener una infinidad de pares
ordenados.
Av
106 CAPÍTULO 4. FUNCIONES
(−2, 3) 3
(−1, 2) 2
1 (0, 1)
(1, 0)
0
−2 −1 1 2 3
−1 (2, −1)
−2 (3, −2)
enz
Figura 4.2: Representación mediante una gráfica cartesiana de la función del
Ejemplo 4.2.2.
, Sa
Ahora, sea g : R → R tal que g(x) = −x + 1.
Entonces g es función por argumentos análogos a los anteriores. A pesar
de que la regla de correspondencia de g y f parece ser la misma, g y f
son distintas (como conjuntos), pues dom(g) 6= dom(f ), y ( 12 , 12 ) ∈ g y
ero
( 12 , 12 ) ∈
/ f ; sin embargo, como conjuntos, f ⊆ g. Posteriormente veremos que
conviene sólo considerar que dos funciones sean iguales cuando sus dominios
y codominios coincidan (y, por supuesto, su regla de correspondencia).
En la Figura 4.3, se muestra sólo una representación de la gráfica de g,
mp
0
−2 −1 1 2 3
−1
enz
−2
2.4
1.6
mp
0.8
-4.8 -4 -3.2 -2.4 -1.6 -0.8 0 0.8 1.6 2.4 3.2 4 4.8
, Ca
-0.8
-1.6
-2.4
ella
enz
1
−2 −1 0 , Sa 1 2 3
−1
ero
Decimos que la función anterior está definida por partes, ya que la regla
de correspondencia varı́a de acuerdo al tipo de elementos del dominio que
se estén considerando; en este caso la función es cero en el cero, es la fun-
ción constante igual a uno para valores del dominio positivos y la función
Av
4.2. GRÁFICAS DE FUNCIONES 109
enz
ción ii en la definiciń de función no se cumple
y por tanto la relación no es una función, ver
Figura 4.6.
, Sa
2.4
1.6
ero
0.8
-4.8 -4 -3.2 -2.4 -1.6 -0.8 0 0.8 1.6 2.4 3.2 4 4.8
mp
-0.8
-1.6
-2.4
, Ca
enz
Figura 4.7: Representación mediante una gráfica cartesiana de la función f
del Ejemplo 4.2.5.
, Sa
Ejemplo 4.2.6. Sea g la función f : R2 → R tal que g(x, y) = 15 x2 − 12 y 2 .
Como el número 15 x2 − 12 y 2 está determinado de manera única por x y y,
f es función. La gráfica de f , representada en la Figura 4.8, se da en tres
ero
dimensiones. ⊣
Hay algunos tipos de funciones que son muy importantes: las funciones
inyectivas, suprayectivas y biyectivas.
De acuerdo a lo que se comentó en el Ejemplo 4.1.2, en una función
es posible que dos elementos del dominio se relacionen con el mismo del
, Ca
enz
Figura 4.8: Representación mediante una gráfica cartesiana de la función f
del Ejemplo 4.2.6.
, Sa
En otras palabras, una función es inyectiva si elementos distintos del
dominio van a dar a elementos distintos del codominio al aplicar la función,
o bien si la única manera de que x1 y x2 en el dominio vayan a dar al mismo
elemento del codominio sea que desde un principio x1 = x2 .
ero
enz
Ejemplo 4.3.8. Sea f : Z → Z dada por f (x) = −x + 1.
Veamos que f es inyectiva.
Sean x, y ∈ Z tales que f (x) = f (y). Entonces −x + 1 = −y + 1. Por la ley
de la cancelación de la suma en los enteros, −x = −y. Por lo tanto, x = y y
, Sa
f es inyectiva.
Veamos que f es sobre.
Sea y ∈ Z. Necesitamos eoncontrar x ∈ Z tal que f (x) = y. Como f (x) =
−x + 1, necesitarı́amos que −x + 1 = y, entonces x = −y + 1. Ası́, sea
x = −y + 1, entonces f (x) = f (−y + 1) = −(−y + 1) + 1 = y. Por lo tanto,
ero
1 si x > 0
Ejemplo 4.3.10. Sea f : R → Z definida como f (x) = 0 si x = 0
−1 si x < 0
No es inyectiva, pues 1 6= 2 y f (1) = 1 = f (2).
No es sobre, pues no hay x ∈ R tal que f (x) = 2 y 2 ∈ Z. ⊣
ella
enz
Concluimos que g es biyectiva. ⊣
Ejemplo 4.3.13. Sea P = {x ∈ N|x es par } y sea h : N → P tal que
h(x) = 2x.
De manera análoga a la demostración del Ejemplo 4.3.11, podemos ver
, Sa
que h es inyectiva.
Sin embargo, en este ejemplo h sı́ es sobre, pues dado y ∈ P , tenemos
que hay k ∈ N tal que y = 2k y ası́ h(k) = 2k = y.
Por lo tanto, f es biyectiva. ⊣
Ejemplo 4.3.14. Sean A = {1, 2, 3}, B = {1, 2} y f : P(A) → P(B) tal
ero
que f (X) = X ∩ B.
Por ejemplo, f (∅) = ∅ ∩ B = ∅, f ({1}) = {1} ∩ B = {1},
f ({3}) = {3} ∩ B = ∅, f ({2, 3}) = {2, 3} ∩ B = {2}. Véase la Figura 4.9
para la representación mediante un Diagrama de Venn de esta función.
mp
P(A) f
∅
P(B)
{1} ∅
{2} {1}
{3}
{1, 2}
, Ca
{1, 3} {2}
{2, 3} B
A
enz
guna que corte a la gráfica en más de un punto,
la función no es inyectiva. Véase la Figura 4.10.
, Sa
2.4
1.6
ero
0.8
-4.8 -4 -3.2 -2.4 -1.6 -0.8 0 0.8 1.6 2.4 3.2 4 4.8
mp
-0.8
-1.6
, Ca
-2.4
Caso 1. Si a − b = 0, entonces a = b.
Caso 2. Si a2 + ab + b2 = 0, entonces
√ √ √
−b ± b2 − 4b2 −b ± −3b2 −1 −3
a= = = ±i b.
2 2 2 2
Si b 6= 0, a serı́a complejo, pero f : R → R. Por lo tanto, b = 0 y
entonces a = 0. Ası́, a = b.
enz
Ahora veamos que f es sobre.
√ √
Sea y ∈ R, entonces f ( 3 y) = ( 3 y)3 = y. Por lo tanto, para todo y ∈ R,
existe x ∈ R tal que f (x) = y. Ası́, f es sobre. ⊣
, Sa
2.4
1.6
ero
0.8
-4.8 -4 -3.2 -2.4 -1.6 -0.8 0 0.8 1.6 2.4 3.2 4 4.8
mp
-0.8
-1.6
, Ca
-2.4
y = −x
0 a
enz
0 a
−a
, Sa
Figura 4.12: Representación de la función f del Ejemplo 4.2.2.
f es inyectiva, pues si f (x) = f (y), entonces (x, −x) = (y, −y), y, por
definición de par ordenado, x = y.
f no es sobre, pues (1, 2) ∈ R2 y no hay t ∈ R tal que f (t) = (1, 2), ya
ero
que −1 6= 2. ⊣
Ejemplo 4.3.17. Sea A un conjunto no vacı́o cualquiera. Sea
R = {R : R es relación de equivalencia sobre A}
mp
y sea
P = {P : P es partición de A}.
Entonces existe una función biyectiva F : R → P definida como F (R) = A/R ,
donde A/R = {[a]R : a ∈ A} es el conjunto cociente de la relación de equi-
valencia R.
, Ca
sobre.
Para ver que es inyectiva, sean R y R′ elementos de R tales que R 6= R′ .
Entonces por la contrapuesta del Lema 3.2.29, las particiones que inducen
son distintas, es decir, F (R) 6= F (R′ ).
Por lo tanto, F es biyectiva. ⊣
Av
4.3. TIPOS DE FUNCIONES 117
enz
Definición 4.3.20. Sea f : X → Y y sea A ⊆ X, entonces la imagen
directa de A bajo f o simplemente la imagen de A bajo f , denotada f [A],
es el conjunto f [A] = {f (a) : a ∈ A}.
f
, Sa
X Y
f [A]
A
ero
(i) f [∅] = ∅;
enz
(ii) si A1 , A2 ⊆ X, entonces f [A1 ∪ A2 ] = f [A1 ] ∪ f [A2 ];
Demostración. , Sa
(i) Si f [∅] 6= ∅, exitirı́a y ∈ f [∅], es decir, existirı́a y = f (x) con x ∈ ∅,
lo cual es imposible ya que el conjunto vacı́o no tiene elementos.
Demostración.
Supongamos que ∀A1 , A2 ⊆ X f [A1 ∩ A2 ] = f [A1 ] ∩ f [A2 ] .
Para ver que f es inyectiva, sean x, y ∈ X tales que f (x) = f (y). Sean A1 =
Av
4.3. TIPOS DE FUNCIONES 119
enz
f (x) = x2 . Sea C = {0, 4}, entonces f −1 [C] = {0, 2}, pues f (0) = 02 = 0
y f (2) = 22 = 4. Sea D = {0, 3, 4}, entonces f−1 [D] = {0, 2}, pues f (0) =
02 = 0, f (2) = 22 = 4 y no hay a ∈ A tal que f (a) = 3. Ya habı́amos visto
que f no es inyectiva, por lo que no es invertible y, sin embargo, se puede
, Ca
(i) f −1 [∅] = ∅;
Av
120 CAPÍTULO 4. FUNCIONES
Demostración.
enz
si y sólo si x ∈ f −1 [B1 ] ∪ f −1 [B2 ]
ero
Comparando el inciso (iii) de este lema con el inciso (iii) del Lema 4.3.21,
podemos observar que la imagen inversa se comporta mejor que la imagen
directa.
Concluimos este capı́tulo con el siguiente teorema que combina la propiedades
mp
(i) ∀A ⊆ X A = f −1 [f [A]] si y sólo si f es inyectiva;
(ii) ∀B ⊆ Y f [f −1 [B]] = B si y sólo si f es sobre;
ella
Demostración.
Se dejan al lector.
Av
4.3. TIPOS DE FUNCIONES 121
Ejercicios
4.3.1. Prueba que f : A → B es sobre si y sólo si im(f ) = B.
(i) f −1 [∅] = ∅;
(iii) si B1 , B2 ⊆ Y , entonces f −1 [B1 ∩ B2 ] = f −1 [B1 ] ∩ f −1 [B2 ];
enz
(ii)f : R → R, donde f (x) = x2 + 1;
(iii)f : R → [1, ∞), donde f (x) = x2 + 1;
(iv) sean A = {1, 2, 3}, C = {2, 3} y g : A×C → Z, donde g(x, y) =
3x − y; , Sa
(v) sean A = {1, 2, 3}, B = {1, 2, 3, 4} y f : P(A) → P(B), donde
f (X) = B \ X;
(vi) sean A y C como en el inciso anterior y h : A×C → {0, 1, 3, 4, 6, 7},
donde h(x, y) = 3x − y.
(ii) f [X \ A] ∩ (Y \ f [A]) = ∅;
(iii) Y \ f [A] ⊆ f [X \ A].
enz
sas
Para lo que sigue, necesitamos establecer cuándo consideraremos que dos
funciones son iguales. Cuando dos funciones tienen el mismo dominio y el
, Sa
mismo codominio, diremos que son iguales si coincide también su regla de
correpondencia.
Definición 4.4.1. Dos funciones f : A → B y g : A → B son iguales si y
sólo si para toda x ∈ A, f (x) = g(x)
ero
se piensa a las funciones no sólo como una relación, sino como ternas: la
relación, el dominio y el codominio de la función. Por ejemplo, si considera-
mos la función f : {−2, −1, 0, 1, 2} → {0, 1, 2, 3, 4} dada por f (x) = x2 , ésta
será la misma como conjunto que la función g : {−2, −1, 0, 1, 2} → {0, 1, 4}
dada por g(x) = x2 , ya que en ambos casos estamos haciendo corresponder
Av
4.4. COMPOSICIÓN DE FUNCIONES Y FUNCIONES INVERSAS 123
enz
N la función dada por g(x) = 2x. En este caso la regla de correspondencia
coincide, ya que para toda x ∈ N, tenemos que f (x) = 2|x| = 2x = g(x);
ası́ f = g. Si consideramos ahora las funciones F : R → R y G : R → R
dadas por F (x) = 2|x| y G(x) = 2x, son funciones distintas, ya que, por
ejemplo, F (−3) = 2| − 3| = 2(3) = 6 6= −6 = 2(−3) = G(−3). Por lo tanto,
F 6= G.
, Sa
⊣
y g(x) = 3x + 2.
Entonces la composición g ◦ f : R → R está dada por (g ◦ f )(x) =
g(f (x)) = g(x2 + 1) = 3(x2 + 1) + 2 = 3x2 + 5.
La composición f ◦ g : R → R está dada por (f ◦ g)(x) = f (g(x)) =
f (3x + 2) = (3x + 2)2 + 1 = 9x2 + 12x + 4 + 1 = 9x2 + 12x + 5.
, Ca
enz
Demostración.
Necesitamos demostrar que las funciones h ◦ (g ◦ f ) y (h ◦ g) ◦ f son
iguales.
Por la definición de la composición, g ◦ f : A → C ′ y entonces, también
, Sa
por definición, h◦(g◦f ) : A → D. Por otro lado, usando otra vez la definición
de composición h ◦ g : B → D y entonces (h ◦ g) ◦ f : A → D. Por lo tanto,
el dominio y codominio de h ◦ (g ◦ f ) y (h ◦ g) ◦ f son el mismo.
Ahora, sea x ∈ A, entonces h ◦ (g ◦ f )(x) = h(g ◦ f (x)) = h(g(f (x))) y
(h ◦ g) ◦ f (x) = h ◦ g(f (x)) = h(g(f (x)))).
ero
Teorema 4.4.10.
Demostración.
ella
enz
tenga inverso derecho (inverso izquierdo).
Teorema 4.4.12. Sean A y B conjuntos cualesquiera y sea f : A → B. Se
cumple lo siguiente:
(i) si A 6= ∅, entonces f es inyectiva si y sólo si f tiene inverso izquierdo;
, Sa
(ii) f es sobre si y sólo si f tiene inverso derecho.
Demostración.
g : B → A de la siguiente manera:
a si f (a) = b;
g(b) =
a0 si b ∈ / f [A].
mp
Para verificar que g está bien definida (es decir, que sı́ es función),
basta observar que, como f es inyectiva, si b ∈ f [A], existe una única
a ∈ A tal que f (a) = b. De aquı́ que si b ∈ f [A], existe una única a ∈ A
tal que g(b) = a. Por otro lado, si b ∈/ f [A], g(b) es el elemento a0 que
, Ca
g(b) = ab .
Tenemos que g está bien definida (es decir, que sı́ es función), pues
para cada b, elegimos uno y sólo un ab . Además, por la definición de
composición, f ◦ g : B → B, por lo que f ◦ g e idB tienen el mismo
dominio y codominio. Sea b ∈ B, entonces (f ◦ g)(b) = f (g(b)) =
enz
f (ab ) = b y (f ◦ g)(b) = idB (b). Por lo tanto, f ◦ g = idB y f tiene
inverso derecho.
Para demostrar el recı́proco, supongamos que f tiene inverso derecho
y sea b ∈ B. , Sa
Como f tiene inverso derecho, existe g : B → A tal que f ◦ g = idB .
Como b ∈ B, g(b) ∈ A. Entonces f (g(b)) = idB (b) = b. De aquı́ que
hay a ∈ A (a = g(b)) tal que f (a) = b. Concluimos que f es sobre.
Sea z ∈ Z, entonces (g ◦ f )(z) = g(f (z)) = g(2z) = 2z 2 = [z] = z, además
de que el dominio y codominio de g◦f y de idZ es Z. Por lo tanto, g◦f = idZ .
Por otro lado, tomemos
1 ∈ Z y evaluémoslo en f ◦ g. Entonces (f ◦ g)(1) =
f (g(1)) = f ( 12 ) = f (0) = 2(0) = 0. Por lo tanto, f ◦ g 6= idZ . ⊣
enz
Demostración.
enz
f }. Queremos ver que f −1 es función de B en A, es decir que dom(f −1 ) =
B y que si (y, x1 ) ∈ f −1 y (y, x2 ) ∈ f −1 , entonces x1 = x2 .
Por definición de relación inversa y como f : A → B, sabemos que
dom(f −1 ⊆ B. Sea b ∈ B. Como f tiene inverso izquierdo, por el in-
ciso (ii) del Teorema 4.4.12, tenemos que f es sobre. De aquı́ que hay
, Sa
a ∈ A tal que f (a) = b, pero entonces (b, a) ∈ f −1 y b ∈ dom(f −1 ).
Por lo tanto, dom(f −1 ) = B. Ahora, supongamos que (y, x1 ) ∈ f −1
y (y, x2 ) ∈ f −1 . Entonces (x1 , y) ∈ f y (x2 , y) ∈ f . Como f sı́ es
función, esto quiere decir que f (x1 ) = y y f (x2 ) = y. Como f tiene
inverso derecho, por el inciso (i) del Teorema 4.4.12, tenemos que f es
ero
Ejercicios
enz
4.4.1. Sean A y B conjuntos cualesquiera y sea f : A → B. Prueba que
idB ◦ f = f y f ◦ idA = f .
inciso):
(i) g es sobre, pero g ◦ f no es sobre;
(ii) f es inyectiva, pero g ◦ f no es inyectiva;
(iii) f es inyectiva, g es sobre, pero g ◦ f no es ni inyectiva ni sobre;
Av
130 CAPÍTULO 4. FUNCIONES
enz
una función g′ : B → A tal que f ◦ g′ = idB .
4.4.8. Sea f : A → B con A 6= ∅. Demuestre lo siguiente:
(i) f es sobre si y sólo si f tiene inversa izquierda.
(ii) f es inyectiva si y sólo si f tiene inversa derecha.
, Sa
(iii) Supóngase que f es inyectiva. Entonces para cualesquiera fun-
ciones g1 , g2 : C → A, si f ◦ g1 = f ◦ g2 , se tiene que g1 = g2 .
enz
5.1. Introducción
Casi a todas las matemáticas les conciernen directa o indirectamente
, Sa
los “números”, por esto es que la pregunta “¿qué es un número? ” está en
el corazón de las matemáticas. La investigación matemática del siglo XIX
mostró que los sistemas numéricos de los números enteros, los números
racionales, los números reales y los números complejos se pueden construir a
partir de los números naturales. En este curso veremos estas construcciones.
ero
decir, los números naturales se introdujeron como las etiquetas para designar
la propiedad que comparten los conjuntos finitos que tienen la misma car-
dinalidad (dos conjuntos tienen la misma cardinalidad si se puede poner los
elementos de uno en correspondencia biunı́voca con los elementos del otro,
, Ca
i.e. si existe una función biyectiva entre ellos). De esta forma, cuando dos
egipcios antiguos acordaban intercambiar tres camellos por seis túnicas, era
escencial que ambos entendieran cuántos objetos tendrı́an que dar y cuántos
recibir.
Sin embargo, desde tiempos remotos los números han sido tratados como
ella
131
132 CAPÍTULO 5. LOS NÚMEROS NATURALES
enz
(ii) que se tiene la posibilidad de pasar de una manera precisa de cada
natural “al que le sigue” (y ése que le sigue es único), llamado su
sucesor, y que este paso es tal que a números distintos corresponden
sucesores distintos;
(iii) que podemos definir en N operaciones como suma y multiplicación;
, Sa
(iv) que podemos definir un orden en N.
La manera en que expresamos la propiedad (ii) es definiendo una función
s : N → N que asigne a cada natural un único elemento siguiente, es decir,
“su sucesor”. Entonces a s la llamamos función sucesor y, además, pedimos
ero
que sea inyectiva. También pediremos que 0 no sea sucesor de nadie (aunque
el lector observador verá que esto es consecuencia de que s sea inyectiva).
Hay otra caracterı́stica fundamental de N que puede pensarse que está im-
plı́cita en la caracterı́stica (ii) anterior, pero que hay que incluir para no dar
mp
enz
los números naturales partiendo del 0 y avanzando con la función sucesor.
Obsérvese que como en el antecedente se supone que S ⊆ N y en el conse-
cuente se llega a que N ⊆ S, podemos concluir que S = N.
Una analogı́a de este axioma puede ser la siguiente: supóngase que se
hace una hilera con fichas de dominó de manera que se sabe que cada vez
, Sa
que se empuja cualquier ficha de la hilera, ésta empujará la siguiente ficha,
entonces sabemos que si empujamos la primera, se caerán todas.
La definición moderna de número natural dada por von Neumann dentro
de la Teorı́a de Conjuntos está basada en su idea de que “cada número
natural sea el conjunto de los naturales anteriores a él”. De esta forma,
ero
0 = ∅,
1 = {0} = {∅},
2 = {0, 1} = {∅, {∅}},
, Ca
Por ejemplo,
0 = ∅,
1 = ∅ ∪ {∅} = {∅},
2 = {∅} ∪ {{∅}} = {∅, {∅}},
3 = {∅, {∅}} ∪ {{∅, {∅}}} = {∅, {∅}, {∅, {∅}}},
..
.
enz
rales definidos como von Neumann propuso cumplen los Axiomas de Peano.
Para nuestros propósitos basta que el lector vea la idea de esta definición
para que perciba que los números naturales pueden ser definidos de manera
conjuntista dando ası́ continuidad a este libro, pues puede observarse que en
realidad este capı́tulo se sigue del de conjuntos2 . De hecho, para estudiar las
, Sa
propiedades básicas de los números naturales no es necesario utilizar esta
definición de von Neumann, basta usar el hecho de que cumplen los Axiomas
de Peano y utilizar un teorema especial del que hablamos en los siguientes
párrafos.
Veamos cómo se definen las operaciones de suma y multiplicación. La
ero
(i) g(0) = x0 ;
ella
enz
Ahora, usando el Teorema de Recursión, definamos “sumar 0” a cualquier
número natural. Si en el enunciado del Teorema de Recursión, suponemos
que X = N, x0 = 0 y que f es la función sucesor. Entonces existe una única
función g : N → N que denotaremos como 0+ tal que
, Sa
(i) 0 + (0) = 0;
número natural m.
(i) m + (0) = m;
Con estas “tablas de sumar” podemos definir ahora sı́ la operación suma
en N.
(i) 0 · (0) = 0;
(i) m · (0) = 0;
enz
multiplicación en N.
Inducción.
Se deja al lector encontrar la definición de la operación exponenciación,
simplemente generalizando las definiciones de la suma y la multiplicación,
usando el Teorema de Recursión.
mp
entonces S = N.
Primero contestemos la pregunta: ¿cuándo hacer una prueba por induc-
ción? El Axioma 5 muchas veces es indispensable para probar que algo se
cumple para todos los naturales (después veremos ejemplos en los que tam-
bién se utiliza inducción para probar que algo se cumple para todos los
Av
5.2. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN 137
naturales mayores o iguales que n para un natural fijo n). Otras veces, es
posible probar esto sin utilizar el Axioma 5. Con la práctica el lector dis-
cernirá cuándo el Axioma 5 es indispensable.
Ahora contestemos la pregunta: ¿cómo se hace una prueba por induc-
ción? Supongamos que S es un subconjunto de natruales y queremos de-
mostrar que en realidad en S están todos los naturales. Primero se demuestra
que 0 ∈ S (o que el n fijo es elemento de S), a esta parte de la demostración
se le llama Paso base o Base de la inducción. Después se hace el llama-
do Paso inductivo que consiste en suponer que n ∈ S, a esto se le lama
Hipótesis de inducción, y con esta suposición se demuestra que s(n) ∈ S.
Ası́, tendremos que 0 ∈ S ∧ ∀n ∈ N(n ∈ S ⇒ s(n) ∈ S), por lo que, usando
el Axioma 5, obtenemos que S = N.
enz
Muchas veces el Axioma 5 se escribe de la siguiente manera equivalente.
Dado un esquema proposicional P (x) que expresa una propiedad relativa a
x, si
P (0) ∧ ∀n ∈ N(P (n) ⇒ P (s(n))),
, Sa
entonces ∀n ∈ N(P (n)).
Observe que ∀n ∈ N(P (n) ⇒ P (s(n))) y ∀n ∈ N(P (n)) afirman cosas
muy distintas; en el primer enunciado no se afirma que se da P (n) para toda
n ∈ N, sino que si para n ∈ N, se da P (n), entonces se da P (s(n)).
Esta manera de escribir el Axioma 5 es realmente equivalente, pues ha-
ero
S = N.
Debemos probar que 0 ∈ S y que ∀n ∈ N(n ∈ S ⇒ s(n) ∈ S).
Paso base. Veamos que 0 ∈ S.
Por el Axioma 3, sabemos que para todo n ∈ N(s(n) 6= 0). En particular,
s(0) 6= 0. Por lo tanto, 0 ∈ S.
ella
enz
Paso base. Demostremos que 0 ∈ A. Por como definimos A, es claro que
0 ∈ A.
Paso inductivo. Demostremos que ∀n ∈ N (n ∈ A ⇒ s(n) ∈ A).
Hipótesis de inducción: Supongamos que n ∈ A. Veamos que entonces s(n) ∈
A. Como n ∈ A, tenemos que n ∈ N. Por lo tanto, existe m ∈ N, a saber n
, Sa
mismo, tal que s(m) = s(n), usando que s es una función por el Axioma 2.
Por ende, 0 ∈ A y ∀n ∈ N (n ∈ A ⇒ s(n) ∈ A). De aquı́ que, por el
Axioma 5, A = N. Ası́, ∀n ∈ N (n = 0 ∨ ∃ m ∈ N(s(m) = n)).
∀n ∈ N ((a + b) + n = a + (b + n)).
Demostración. Sean a, b ∈ N y sea
A = {n ∈ N : (a + b) + n = a + (b + n)}.
ella
tenemos que 0 ∈ A.
Av
5.2. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN 139
enz
teorema es cierto.
Sean a, b ∈ N. Sea
A = {n ∈ N : a + n = b + n ⇒ a = b},
mp
2. ∀n ∈ N (a 6= 0 ⇒ a + n 6= 0),
Lema 5.2.7. ∀n ∈ N (1 · n = n)
enz
Demostración. Sea A = {n ∈ N : 1 · n = n}.
Paso base. Veamos que 0 ∈ A. Se tiene que 1 · 0 = 0, por la definición de
la multiplicación. Por tanto, 0 ∈ A.
Paso inductivo. Hipótesis de inducción: Supongamos que n ∈ A.
, Sa
Queremos ver que s(n) ∈ A.
Efectivamente se tiene que
def · H.I. Conm +
1 · s(n) = 1 + (1 · n) = 1 + n = n + 1 = s(n),
ero
∀n, m ∈ N (n · m = m · n).
Demostración. Sea
enz
S = {n ∈ N : ∀m ∈ N (n · m = m · n)}.
enz
El orden en los naturales tiene propiedades de gran interés.
Definición 5.2.12. Sea A un conjunto y R una relación binaria sobre A
(es decir, R ⊆ A × A). Decimos que (A, R) es un conjunto parcialmente
ordenado, o es un orden parcial si y sólo si:
, Sa
(i) R es antirreflexiva en A, es decir, ∀a ∈ A (a R
6 a),
todos los elementos del conjunto quedan en “una fila” o “alineados” por el
orden inducido por la relación.
Teorema 5.2.13. (N, <) es un orden lineal.
, Ca
enz
(8) n, m ∈ N ((m 6= 0 m 6= 1) ⇒ n < n · m).
tas.
, Sa
En esta sección daremos unas “pruebas por inducción” que no son corec-
enz
Ejemplo 5.2.18. Sea n ≥ 1. Demuestre que dadas cualesquiera n lı́neas en
R2 , éstas son paralelas.
“Demostración. ” Por inducción:
Paso base. Si n = 1, como toda lı́nea es paralela a sı́ misma, la afirmación
, Sa
es cierta.
Hipótesis de inducción. Supongamos que la afirmación es cierta para n,
es decir, que cualesquiera n lı́neas en R2 son paralelas.
Sean L1 , L2 , ..., Ln , Ln+1 lı́neas cualesquiera en R2. Denotando con L k
M el hecho de que las lı́neas L y M sean paralelas, por la hipótesis de
ero
enz
5.2.2. Más demostraciones por inducción
En esta sección volvemos a usar el Principio de Inducción de manera
correcta, pero para demostrar ecuaciones sobre sumas finitas de cualquier
, Sa
tamaño u otras propiedades curiosas.
n(n+1)
Lema 5.2.20. La suma de los primeros n + 1 números naturales es 2 .
m(m+1)
2 .
Paso base. Veamos que 0 ∈ A.
Como 0(0+1)
2 = 0, 0 ∈ A.
Hipótesis de inducción. Supongamos que n ∈ A, es decir, que
mp
0 + 1 + 2 + ... + n = n(n+1)
2 .
Queremos demostrar que n + 1 ∈ A, es decir, que
(n + 1)(n + 2)
0 + 1 + ... + n + (n + 1) = .
2
, Ca
=
2
(n + 2)(n + 1)
= .
2
Por lo tanto, n + 1 ∈ A.
Av
146 CAPÍTULO 5. LOS NÚMEROS NATURALES
2
n(n+1)
Lema 5.2.21. Para todo n ∈ N , 03 + 13 + ...n3 = 2 .
enz
03 + 13 + 23 + ...n3 = n(n+1)
2 .
Queremos demostrar que P (n + 1), es decir, que
2
03 + 13 + ...n3 + (n + 1)3 = (n+1)(n+2)
2 .
, Sa
03 + 13 + 23 + ...n3 + (n + 1)3 = (03 + 13 + ... + n3 ) + (n + 1)3
2
pues la suma es asociativa,
n(n + 1)
= + (n + 1)3 por la Hipótesis de indución,
2
n2 (n + 1)2
= + (n + 1)2 (n + 1)
ero
4
2
2 n
= (n + 1) + (n + 1)
4
2
2 n + 4(n + 1)
= (n + 1)
mp
4
2
2 n + 4n + 4
= (n + 1)
4
2
(n + 1) (n + 2) 2
=
, Ca
4
(n + 1)(n + 2) 2
= .
2
Por lo tanto, P (n + 1) es cierto.
Ası́, P (0) y ∀n ∈ N(P (n) ⇒ P (n + 1)) y, por el Axioma de inducción,
ella
enz
20 + 21 + ... + 2n−1 + 2n = (20 + 21 + ... + 2n−1 ) + 2n pues la suma es asociativa,
n n
=2 −1+2 por la Hipótesis de indución,
n
= 2(2 ) − 1
= 2n+1 − 1.
, Sa
Por lo tanto, si el lema se cumple para n, entonces se cumple para n + 1.
Por lo tanto, por el Principio de Inducción, todos los naturales positivos
la cumplen.
ero
0! = 1,
mp
s(n)! = n!(s(n)).
Ahora veamos una demostración por inducción que usa esta definición y
que afirma que una propiedad es cierta para todos los naturales mayores que
, Ca
4, en lugar de para todos los naturales, o para todos los naturales mayores
que 0.
Primera demostración.
Base de la inducción. Queremos ver que 24 < 4!.
Como 24 = 16 y 4! = 4 · 3 · 2 · 1 = 24, tenemos que 24 < 4! y el lema se
cumple para n = 4.
Hipótesis de inducción. Sea n ≥ 4 y supongamos que 2n < n!.
Queremos demostrar que 2n+1 < (n + 1)!.
Como n ≥ 4, tenemos que 2 < n+1. Además, por Hipótesis de inducción,
2 < n!, entonces 2n (2) < n!(n + 1), por lo que 2n+1 < (n + 1)!.
n
enz
demostrar que para todo n ∈ N(2n+4 < (n + 4)!). Demostramos lo segundo
por inducción.
Paso base. Queremos demostrar que 20+4 < (0 + 4)!.
Cómo 24 = 16 y 4! = 24, 20+4 < (0 + 4)!.
, Sa
Por lo tanto, 0 cumple la afirmación.
Hipótesis de inducción Supongamos que 2n+4 < (n + 4)!.
Queremos demostrar que 2(n+1)+4 < ((n + 1) + 4)!.
Como n ∈ N, 2 < (n+1+4). Además, por hipótesis de iinducción, 2n+4 <
(n + 4)!, entonces 2n+4 (2) < (n + 4)!(n + 1 + 4) y 2(n+1)+4 < ((n + 1) + 4)!.
ero
Demostración.
Base. Si n = 0, entonces n2 +n = 0 que claramente es par, pues 0 = 2(0).
Por lo tanto, el lema se cumple para n = 0.
Hipótesis de inducción Supongamos que n2 + n es par, es decir, que
, Ca
enz
∃b0 ∈ B ∀b ∈ B(b0 ≤ b) .
Si S ⊆ N y cumple que
∀n ∈ N(n< ⊆ S ⇒ n ∈ S),
entonces S = N.
, Ca
Demostración.
ella
enz
s(k) ∈ S1 . Ası́, por el Primer principio de inducción, S1 = N.
Por lo tanto, N = S1 ⊆ S ⊆ N. Por lo tanto, N = S.
Concluimos que se cumple el Segundo principio de inducción.
Demostración.
Supongamos que si S ⊆ N y cumple que ∀n ∈ N(n< ⊆ S ⇒ n ∈ S),
entonces S = N.
Queremos demostrar que si B ⊆ N tal que B 6= ∅, entonces
mp
∃b0 ∈ B ∀b ∈ B(b0 ≤ b) .
Sea B ⊆ N y B 6= ∅.
Queremos ver que ∃b0 ∈ B ∀b(b ∈ B ⇒ b0 ≤ b) , equivalentemente quere-
mos ver que ∃b0 ∈ B∀n ∈ N(b0 n ⇒ n ∈ / B). Como la relación < es tri-
, Ca
Ahora veamos que el Principio del buen orden implica el Segundo prin-
cipio de inducción.
Supogamos que si B ⊆ N y B 6= ∅, entonces ∃b0 ∈ B∀n ∈ N(n ∈ B ⇒ b0 ≤
n).
Queremos demostrar que si S ⊆ N que cumple que ∀n ∈ N(n< ⊆ S ⇒ n ∈
S), entonces S = N.
Sea S ⊆ N tal que ∀n ∈ N(n< ⊆ S ⇒ n ∈ S).
Queremos ver que S = N.
Supongamos para llegar a una contradicción que S 6= N. Como S ⊆ N,
N * S. Sea B = N \ S, entonces B 6= ∅ y B ⊆ N. Por el Principio
del buen orden, ∃b0 ∈ B∀n ∈ N(n ∈ B ⇒ b0 ≤ n), o equivalentemente,
∃b0 ∈ B∀n ∈ N(n < b0 ⇒ n ∈ / B), pues la relación < es tricotómica en
enz
N. Como B = N \ S, si n ∈ N y n ∈ / B, se tiene que n ∈ S, por lo que
∃b0 ∈ B∀n ∈ N(n < b0 ⇒ n ∈ S). De aquı́ que existe b0 ∈ B tal que b< 0 ⊆ S.
Por la hipótesis hecha para S, obtenemos entonces que b0 ∈ S. Pero esto es
una contradicción al hecho de que b0 ∈ B, pues B = N \ S.
, Sa
Por lo tanto, S = N.
Demostración.
Lo demostramos por el Principio del buen orden.
mp
no serı́a el mı́nimo de A.
Por lo tanto, A = ∅ y no hay ningún n tal que 0 < n < s(0).
Av
152 CAPÍTULO 5. LOS NÚMEROS NATURALES
enz
, Sa
ero
mp
, Ca
ella
Av
Capı́tulo 6
Combinatoria finita
enz
Ya hemos discutido que los naturales se han usado durante siglos para
contar, de hecho surgieron justamente para eso. En este capı́tulo, formal-
izamos el proceso de contar conjuntos finitos, es decir, conjuntos que se
, Sa
pueden poner en correspondencia biunı́voca con algún número natural.
Ejemplo 6.1.1. Para saber si hay el mismo número de personas que com-
praron boleto para un espectáculo en un teatro y de asientos en el teatro
mp
153
154 CAPÍTULO 6. COMBINATORIA FINITA
I0 = ∅, e
Is(n) = {0, 1, ..., n}.
enz
“contar” los elementos de A enumerándolos ası́: f −1 (0), f −1 (1),..., f −1 (n).
Ahora, para poder decir de manera segura que en este caso A tiene n elemen-
tos tenemos que demostrar primero que no es posible que existan biyecciones
de A en In y de A en Im con n 6= m. Esto será un corolario del siguiente
teorema. , Sa
Teorema 6.1.5. Sean m, n ∈ N. Si m 6= n, entonces no existe una biyección
g : Im → In .
Demostración.
ero
primer caso.
Ası́, supongamos que m < n. Lo demostraremos por inducción sobre
m. Sea P (m) el esquema proposicional “si m < n, entonces no existe una
biyección g : Im → In ”.
, Ca
enz
Dibujo
Entonces, restringuiendo el codominio de h a In−1 = In \ {n − 1} y el
dominio de h a Im ⊆ Is(m) , obtenemos la función e h : Im → In−1 definida
como e h(i) = h(i). Ası́, e
h : Im → In−1 es biyectiva. Pero, como m < n − 1
, Sa
pues s(m) < n, esto contradice la hipótesis de inducción P (m).
Por lo tanto, no puede existir una biyección f : Is(m) → In para todo
n > s(m).
Demostración.
Sea A un conjunto finito. Por definición de finito, existe tal n. Si hubiera
otra m ∈ N tal que hubiera una biyección g : A → Im , entonces g−1 : Im → A
mp
Ası́, “contar un conjunto finito A” es dar una biyección entre este con-
junto y algún In con n ∈ N y entonces esta biyección “enumera o enlista”
los elementos de A como a0 = f −1 (0), a1 = f −1 (1), etc.
Demostración.
enz
f es sobre.
Sea k ∈ Is(n) tal que f (n) = k. Definimos h : Is(n) → Is(n) como la
función que intercambia a k y a n y deja fijos a los demás elementos
k si j = n,
, Sa
de Is(n) , es decir, h(j) = n si j = k,
j si j 6= k y j 6= n.
Se puede ver que h es biyectiva. Ahora, sea g = h ◦ f , entonces
g : Is(n) → Is(n) y g(n) = h(f (n)) = h(k) = n. Como f y h son
ambas funciones inyectivas, g es inyectiva. Restringiendo el dominio
ero
enz
6.2. Principios elementales de conteo
Hay veces que no es tan sencillo “contar” los elementos de algún conjunto
finito. Por ejemplo, si B y C son conjuntos finitos y A es el conjunto de
, Sa
las funciones f : B → C, sabiendo las cardinalidades de B y C ¿cuántos
elementos tiene A?
Desarrollaremos ciertos métodos que nos permitirán contar los elementos
de algunos conjuntos finitos con base en la cardinalidad de conjuntos que
los definen.
ero
enz
|A0 ∪ A1 ∪ . . . ∪ Ak ∪ Ak+1 | = |(A0 ∪ A1 ∪ . . . ∪ Ak ) ∪ Ak+1 |
pues la operación unión es asociativa,
= |A0 ∪ . . . ∪ Ak | + |Ak+1 |
por el teorema anterior ya que A0 ∪ . . . ∪ Ak y Ak+1 son ajenos,
, Sa
= |A0 | + . . . + |Ak | + |Ak+1 |
por la Hipótesis de inducción.
ero
objetos en n cajas con m > n, entonces al menos una caja tiene más de un
objeto.
Para formalizar este enunciado, visualizemos a los m objetos como ele-
mentos de un conjunto A de tal forma que |A| = m, y a las n cajas con-
teniendo objetos de A como subconjuntos Ai ⊆ A con 0 ≤ i < n tales que
son disjuntos por pares y A = A0 ∪ . . . ∪ An−1 . Ası́, podemos enunciar este
principio como sigue.
enz
Demostración.
Sea A un conjunto finito tal que |A| = m y existen n subconjuntos Ai ⊆ A
con 0 ≤ i < n de forma que son disjuntos por pares y A = A0 ∪ . . . ∪ An−1 .
Demostramos el corolario por contrapuesta. Supongamos que para toda
, Sa
i ∈ {0, ..., n − 1}, |Ai | ≤ 1. Entonces tenemos que m = |A| = |A0 ∪ . . . ∪
An−1 | = |A0 | + . . . + |An−1 | ≤ |1 + .{z
. . + 1} = n. Por lo tanto, m ≤ n.
n veces
m ≤ n.
Demostración.
La primera implicación la demostramos por contrapuesta, es decir, de-
mostramos que si m > n, entonces no hay una función inyectiva de Im en
mp
In .
Supongamos que m > n y que f es una función de Im en In . Definamos para
cada i < n a Ai = f −1 [{i}]. Ası́, tenemos que Ai ⊆ Im para toda i < n.
Además, sabemos que |Im | = m, entonces, como m > n, por el corolario
, Ca
anterior, |Ai | > 1, para algún i < n. Pero entonces hay x, y ∈ Ai con x 6= y
tales que f (x) = i y f (y) = i, por lo que f no puede ser inyectiva.
Por lo tanto, si m > n, entonces no hay una función inyectiva de Im en In .
Para el recı́proco, supongamos que m ≤ n. Definimos f : Im → In como
f (i) = i. Entonces f es inyectiva. Concluimos que si m ≤ n, entonces existe
ella
enz
Supongamos que |A| = m > 0, entonces A = {a0 , ..., am−1 }. Veamos
primero que para cualquier ai ∈ A, {ai }×B tiene la misma cardinalidad que
B. Dado ai ∈ A, definimos la función ϕi : {ai } × B → B como ϕi (ai , b) = b.
Entonces ϕi es una biyección. Por lo tanto, para todo ai ∈ A, |{ai } × B| =
|B|. , Sa
Ahora, se puede verificar que el conjunto {ai } × B : ai ∈ A es una
partición de A × B. De aquı́ que A × B = ({a0 } × B) ∪ ({a1 } × B) ∪
. . . ∪ ({am−1 } × B), además de que los conjuntos de la forma {ai } × B son
disjuntos porP pares. Entonces,Ppor el Principio de la suma, se sigue que
|A × B| = m−1 i=0 |{ai } × B| = m−1
i=0 |B| = m|B| = |A| · |B|.
ero
Paso base. Si k = 1, entonces por el teorema anterior, |A0 ×A1 | = |A0 |·|A1 |.
Hipótesis de inducción. Supongamos que el corolario es cierto para k.
Sean A0 , ..., Ak conjuntos finitos, entonces
|A0 × . . . × Ak | = |(A0 × . . . × Ak−1 ) × Ak |
, Ca
Demostración.
Sea A un conjunto finito y sea m ∈ N tal que |A| = m.
Si m = 0, entonces A = ∅ y la única función de A en B es la vacı́a, es
decir hay una única función de A en B. Como |B|0 = 1, |{f |f : A → B}| =
|B|0 .
Si m > 0, entonces sea A = {a0 , ..., am−1 }. Una función f : A → B queda
determinada por sus valores f (a0 ), f (a1 ), ..., f (am−1 ) en B. Considerando el
orden natural de los a′j s, podemos pensar en estos valores como una m-ada
ordenada (f (a0 ), f (a1 ), ..., f (am−1 )) de elementos de B, es decir, como un
enz
elemento de B m = B | ×B× {z. . . × B}.
m veces
Ası́, definimos ψ : B A → B m como ψ(f ) = (f (a0 ), ..., f (am−1 )). Quere-
mos ver que ψ es biyectiva.
Para demostrar que ψ es sobre, sea (b0 , ..., bm−1 ) ∈ B m . Entonces de-
, Sa
finimos f : A → B como f (ai ) = bi para 0 ≤ i < m. De aquı́ que
ψ(f ) = (f (a0 ), ..., f (am−1 )) = (b0 , ..., bm−1 ). Por lo tanto, ψ es sobre.
Para demostrar que ψ es inyectiva, sean f, g ∈ B A tales que ψ(f ) =
ψ(g). Entonces (f (a0 ), ..., f (am−1 )) = (g(a0 ), ..., g(am−1 )). Por definición de
igualdad de m-adas, f (ai ) = g(ai ) para 0 ≤ i < m. Ası́, f (a) = g(a) para
ero
Demostración.
Si |A| = m, por el teorema anterior, hay una biyección ψ : B A → B m y
entonces |B m | = |B|m = |B||A| .
Por lo tanto, |B A | = |B||A| .
, Ca
con tres dı́gitos (éstos son 10 distintos) seguidos de tres letras (para las
placas se consideran 26 letras).
Intuitivamente vemos que podemos representar una placa mediante una
tabla con 6 casillas, las primeras tres corresponden a un dı́gito, y las úlitmas
tres, a una letra.
En la primera casilla tenemos posibilidad de elegir entre 10 dı́gitos {0, 1, 2..., 9},
al igual que en la segunda y tercera casillas. En las úlitmas tres casillas tener-
mos posibilidad de elegir entre 26 letras {A, B, ..., Y, Z}. Entonces si denota-
mos con A al conjunto {0, 1, 2..., 9} y con B al conjunto {A, B, ..., Y, Z}, esta-
mos buscando la cardinalidad del conjunto A×A×A×B×B×B. Por el Prin-
enz
cipio del producto, |A×A×A×B×B×B| = 10·10·10·26·26·26 = 17, 576, 000.
10 10 10 26 26 26
Cambiemos un poco la pregunta ¿cuántas posibilidades de placas de auto
, Sa
pueden ser expedidas en el Distrito Federal que no comiencen con el dı́gito
0 y que no tengan la letra O?
Trabajando de forma similar a como hicimos para contestar la pregunta
anterior, podemos decir que en la primera casilla tenemos la posibilidad de
elegir entre 9 dı́gitos {1, 2, ..., 9} (pues no queremos contar las placas que
ero
conjunto {0, 1, 2..., 9}, con B al conjunto {A, B, ..., M, N, P, Q, ..., Y, Z}, y
con C al conjunto {0, 1, ..., 9} estamos buscando la cardinalidad del conjunto
C ×A×A×B ×B ×B. Por el Principio del producto, |C ×A×A×B ×B ×B| =
9 · 10 · 10 · 25 · 25 · 25 = 14, 062, 500.
, Ca
9 10 10 25 25 25
⊣
En este ejemplo estamos trabajando con lo que en combinatoria se llama
ordenaciones con repetición.
ella
enz
Ejemplo 6.3.4. Retomando el ejemplo anterior, las ordenaciones con repeti-
ción de los elementos de A = {•, −} tomados de 3 en 3 son las siguientes:
0 1 2 0 1 2 0 1 2 , Sa 0 1 2
• • • • • − • − • • − −
0 1 2 0 1 2 0 1 2 0 1 2
− • • − • − − − • − − −
ero
dividir en dos las placas, considerando primero las tres primeras casillas en
donde aparecen dı́gitos y, en segundo lugar, las otras tres casillas en donde
aparecen las letras. Ası́, podemos decir que las posibilidades de la primera
parte de las placas son las funciones de 10 dı́gitos tomados de 3 en 3, y
ver que para la primera pare de las placas hay OR10 3 = 103 posibilidades.
Av
164 CAPÍTULO 6. COMBINATORIA FINITA
Por otro lado, las posibilidades para la segunda parte de las placas son las
ordenaciones con repetición de 26 letras tomadas de 3 en 3, por lo que hay
3 = 263 . Entonces por el Principio del producto, podemos concluir que
OR26
hay OR103 · OR3 = 103 · 263 posibles placas en el Distrito Federal. ⊣
26
enz
primera parte tiene OR10 3 posibilidades. Para analizar las posibilidades de
OR103 · OR1 · OR2 + OR3 · OR1 · OR2 + OR3 · OR1 · OR2 = 3(OR3 ·
1 25 10 1 25 10 1 25 10
OR11 · OR252 )= 3(103 · 1 · 252 ).
haya A en las primeras dos casillas de la segunda parte son OR11 ·OR11 ·OR25 1 ,
pues en la última casilla sólo consideramos las letras que no sean A. Las posi-
ella
De manera similar se puede ver que las placas que tienen tres ocurrencias
de la letra A son OR10 3 · OR1 · OR1 · OR1 .
1 1 1
Concluimos, utilizando el Principio de la suma, pues los conjuntos de placas
que tienen exactamente una, exactamente dos y exactamente tres ocurren-
cias de la letra A son ajenas por pares, que el número de placas que tengan
al menos una ocurrencia de la letra A es
3(OR103 · OR1 · OR2 ) + 3(OR3 · OR1 · OR1 · OR1 ) + OR3 · OR1 · OR1 · OR1
1 25 10 1 1 25 10 1 1 1
= 3(103 · 1 · 252 ) + 3(103 · 1 · 1 · 251 ) + (103 · 1 · 1 · 1) = 1875000 + 25000 + 1000 =
1, 901, 000. ⊣
Para motivar las ordenaciones (sin repetición), veamos el siguiente ejem-
plo.
enz
Ejemplo 6.3.7. ¿Cuáles son las “palabras” de dos letras distintas que se
pueden formar con las letras a, e, y i?
Podemos ver que son las siguientes:
ae, ai,
ea, ei,
, Sa
ia, ie.
Podemos ver a estas palabras como funciones de I2 en {a, e, i}:
ero
0 1 0 1 0 1
a e a i e a
0 1 0 1 0 1
mp
e i i a i e
Observe que como formamos “palabras” con letras distintas, estas funciones
son inyectivas. ⊣
, Ca
Definición 6.3.8. Sea A un conjunto finito distinto del vacı́o. Las orde-
naciones de los elementos de A tomados de m en m son las funciones
f : Im → A tales que f es inyectiva. Denotamos con Onm al número de
ordenaciones de un conjunto A con n elementos tomados de m en m.
Suponemos que A es distinto del vacı́o, pues si A = ∅, siempre que m ≥ 1
ella
Onm = (n − m + 1)Onm−1 .
enz
0 0 0 0 0
a e i o u
0
Entonces O51 = 5. Tomemos f = , Sa , ¿cuántas funciones inyectivas hay
e
0 1
de I2 en A que extiendan a f ? Esta extensión tiene la forma ,
e x
donde x es cualquier elemento de A que no sea e para que esta extensión
siga siendo inyectiva. Hay 5 − 1 = 4 posibles elementos de A que pueden
ero
n−m valores distintos que puede tomar f (m) correspondientes a los elemen-
tos de A distintos de fm (i) para i ∈ Im . Usando el Principio del producto,
podemos ver que entonces Onm+1 = (n − m)Onm .
Por lo tanto, Onm = (n − m + 1)Onm−1 para cualesquiera m, n ∈ N+ con
m ≤ n.
Ahora sı́ podemos dar una fórmula para calcular el número de ordena-
ciones de un conjunto A con n elementos tomados de m en m.
Teorema 6.3.10. Si m, n ∈ N+ y m ≤ n, Onm = n(n − 1) . . . (n − m + 1).
Demostración. La hacemos por inducción sobre m.
Paso base. Si m = 1, por el lema anterior, On1 = n.
enz
Hipótesis de inducción. Supongamos que Onm = n(n − 1) . . . (n − m + 1).
Entonces, por el lema anterior, Onm+1 = (n − m)Onm = Onm (n − m). Usando
la Hipótesis de inducción, tenemos que
n!
Onm = .
(n − m)!
Un caso especial de ordenaciones es el de las permutaciones.
, Ca
Las funciones biyectivas que les corresponden según la equivalencia que ver-
emos son:
enz
A B C D A B C D A B C D
, , .
A B C D A C B D A D C B
Podemos pensar en estas últimas permutaciones como que les ponemos a los
lugares en la mesa nombres fijos A, B, C y D y vamos permutando a las
, Sa
personas en esos lugares. Observe que las permutaciones asociadas tienen
el mismo segundo renglón, que es el que corresponde a la imagen de las
funciones, dando la idea de por qué ambas definiciones de permutación son
equivalentes. ⊣
ero
enz
maneras puede hacerse esto si se quiere que los libros del mismo tipo queden
juntos?
Por el Principio del producto, hay P4 P3 P3 P1 arreglos de los libros de
manera que las novelas queden primero, los ensayos segundo, los de poe-
mas tercero y el de cuentos al final. Similarmente para cada posible ar-
, Sa
reglo de los tipos de libros, hay P4 P3 P3 P1 arrelos. Entonces, como hay P4
posibles órdenes de los tipos de libros, por el Principio del Producto hay
(P4 )P4 P3 P3 P1 = 4! · 4! · 3! · 3! · 1! = 20736 maneras de acomodar los libros
en el estante de manera que los libros de un mismo tipo queden juntos. ⊣
ero
0 si x ∈/ M,
fM (x) =
1 si x ∈ M.
Sea ψ : P(A) → I2 A definida como ψ(M ) = fM . Veamos que ψ es biyectiva.
Sean M, N ⊆ A tales que ψ(M ) = ψ(N ), entonces fM = fN . Queremos ver
que M = N .
ella
enz
Sin embargo, a veces quisiéramos saber cuántos subconjuntos de cierto
tamaño hay. Es decir, si A tiene n elementos y m ≤ n, ¿cuántos subconjuntos
de A con m elementos hay?
{e, i}, {e, o}, {e, u}, {i, o}, {i, u}, y {o, u}.
Las combinaciones de A tomadas de 3 en 3 son: {a, e, i}, {a, e, o}, {a, e, u},
{a, i, o}, {a, i, u}, {a, o, u}, {e, i, o}, {e, i, u}, {e, o, u} y {i, o, u}.
Las combinaciones de A tomadas de 4 en 4 son: {a, e, i, o}, {a, e, i, u}, {a, e, o, u},
, Ca
enz
también va a dar a t bajo f . De hecho, cualquier permutación del conjunto
{b0 , b1 , . . . , bm−1 } va a dar a t bajo f . Es decir, hay Pm ordenaciones de A
de tamaño m que van a dar a t bajo f . Por lo tanto, por el Principio del
producto, Cnm Pm = Onm . , Sa
1 1
0 1
2 2 2
0 1 2
ella
3 3 3 3
0 1 2 3
.. .. ..
. . .
Calculando estos números, obtenemos lo siguiente.
Av
172 CAPÍTULO 6. COMBINATORIA FINITA
1
1 1
1 2 1
1 3 3 1
1 4 6 4 1
1 5 10 10 5 1
.. .. ..
. . .
enz
Observando este Triángulo de Pascal en números, podemos percibir que
el triángulo es “simétrico” como demostramos en el siguiente lema.
n n
Lema 6.4.6. Sean m, n ∈ N con m ≤ n. Entonces
, Sa = .
m n−m
enz
|C| = |C0 | + |C ′ |.
Ahora, para formar un elemento de In con k elementos que tenga al 0,
necesitamos elegir k − 1 elementos de los n − 1 restantes de In . Entonces hay
k−1 k−1
Cn−1 subconjuntos de In con k elementos que tienen al 0 y |C0 | = Cn−1 .
Por otro lado, los subconjuntos de In con k elementos que no tienen al
, Sa
0, se obtienen eligiendo k elementos del conjunto In \ {0}. Sabemos que
|In \ {0}| = n − 1, por lo que hay Cn−1 k subconjuntos de In con k elementos
′
que no tienen al 0 y |C | = Cn−1 .k
k−1
Ası́, |C| = |C0 | + |C ′ | = Cn−1 k , es decir,
+ Cn−1
ero
n n−1 n−1
= + .
k k−1 k
enz
n
X
n n n n n−1 n n−2 2 n n n
(a+b) = a + a b+ a b +. . .+ b = an−k bk .
0 1 2 n k
k=0
, Sa
Demostración. Es análoga a la demostración del lema anterior. Sabemos
que (a + b)n = (a + b)(a + b) . . . (a + b). Al desarrollar este producto, un
| {z }
n veces
término donde aparezca an−k se obtiene seleccionando a en n − k factores
(a
+ b) yseleccionando
b en los k factores restantes. Por el Lema 6.4.6,
ero
n n
= , por lo que el coefinciente correpndiente a an−k bk en
n−k k
n n
el desarrollo del producto (a + b) es .
k
mp
, Ca
ella
Av
Bibliografı́a
enz
Inc., 1963
175
Índice analı́tico
enz
Axioma negación de, 31
de Extensionalidad, 36 cuantificado universalmente, 24
del vacı́o, 36 negación de, 31
conclusión, 19
condicional, 7
ley lógica, 16
conectivo principal, 12
lógicamente equivalente, 6
conjunción, 4
mp
consecuente, 8 exclusivo, 12
cuantificador incluyente, 7
existencial, 24 orden lexicográfico, 5, 12
universal, 24
par ordenado, 63
ella
demostración, 19 partición, 88
disjuntos, 46 paréntesis, 11
disyunción, 6 pertenencia, 36
premisas, 19
esquema proposicional, 23 proposición, 1
Av
176
ÍNDICE ANALÍTICO 177
razonamiento deductivo, 19
válido, 19
recı́proco, 9
relación
antisimétrica, 79
binaria, 70
de equivalencia, 84
irreflexiva, 78
reflexiva, 77
simétrica, 79
total, 70
transitiva, 80
enz
subconjunto, 40
tablas de verdad, 3
tautologı́a, 16 , Sa
unión, 50
vacı́o, 37
ero
mp
, Ca
ella
Av