0% encontró este documento útil (1 voto)
93 vistas5 páginas

Trabajo Practico 1 Dios Uno y Trino

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 5

Instituto Teológico Córdoba

LA FE EN LA TRINIDAD EN EL
TESTIMONIO BIBLICO

Espacio curricular:
 Teología III. Dios uno y trino
Docente a cargo:
 Pbro. Dr. Alejandro Mingo Friedmann

Alumnos:
Nicolás Frías Garay
Bruno Rova Bagilet
Instituto Teológico Córdoba

Córdoba, 18 de junio de 2015

Introducción

En el presente informe se consignan las respuestas a un cuestionario provisto por la cátedra de


Teología III, tomando como texto de referencia “La fe en la Trinidad en el testimonio bíblico” de G.
Müller1.

1
Müller, G.(2009) La fe en la Trinidad en el testimonio bíblico. En ID., Dogmática. Teoría y práctica de los principios
teológicos (pp. 435-438), Barcelona: Herder.
Instituto Teológico Córdoba

Principales núcleos temáticos:

I. Introducción a la cuestión de la trinidad económica, como autocomunicación histórico-salvífica


de Dios, testificado en la Escritura y fundamento del dogma trinitario.
II. Distinción entre el monoteísmo unitarista, y Dios como comunicación y apertura del reino a su
pueblo en la forma de paternidad, a través del Hijo y del Espíritu.
III. Acción ad extra de la revelación trinitaria en el sacrificio de Cristo y misión del Espíritu Santo
en la Iglesia.
IV. Distintas revelaciones trinitarias:
a. Revelación escatológica de la Trinidad en el bautismo.
b. Formulaciones trinitarias atestadas en Pablo, Juan, Pedro y otros autores neotestamentarios.
c. Revelación trinitaria en la encarnación, acción propia de Cristo; su misión como auto
comunicación de la persona del Hijo a la persona de Jesús; acción ad extra por la que Dios
trino se revela económicamente en la persona de Cristo. Revelación de las distintas
misiones del Hijo y del Espíritu, en el marco de la perijóresis y de la distinción de las
personas divinas, sin que se opongan a la unidad divina.

2. Expresiones poco claras

I. “…existe una diferencia entre la divinidad y la humanidad en Jesucristo.” (p.435)


II. “Trinidad esencial” (p. 437): posiblemente se refiera a la esencia divina, como aquello que
constituye al Dios trino en sí mismo, la divinidad; es el ser, el amor, la bondad, la verdad y la
comunión recíproca.
Expresiones específicamente trinitarias:

I. “Hipostática” (persona), (p. 435). Haciendo referencia a la unión entre la divinidad y la


humanidad en Cristo, sin división, sin confusión y sin mezcla.
II. “Misterio”, (p. 436). Rasgo de inaccesibilidad por parte de la mente del hombre a la realidad
divina de la trinidad, pero que se comunica por las palabras y obras de Jesús.
III. “Trinidad económica”, (p. 437). Trinidad en cuanto que se revela en la historia de la
humanidad.
No se encontraron expresiones palabras no leídas anteriormente.

3. Los textos bíblicos más importantes son las traídas enmarcadas en las páginas 435, 436 y 437.

I. El texto de Lc 10,21-23 sirve como conclusión a su desarrollo sobre cómo la Trinidad


económica se revela a través de la persona del Hijo, el cual a su vez muestra su misión
escatológica; la efusión del Espíritu Santo que actúa en su misma persona llenando de gozo a
Jesús. Este gozo es el que lo lleva a alabar al Padre, que es señor del cielo y de la tierra, el cual
le ha entregado todo al Hijo para que concluya su misión escatológica y, así conduzca a la
Trinidad trascendente a todo aquel que conoce al Padre a través del Hijo, mediador del Reino
de Dios.
II. El elenco de textos que se encuentra en la p. 436 también le sirven para concluir un
desarrollo que arranca planteando como Jesús es el proclamador autentico del Reino de Dios,
Instituto Teológico Córdoba

no sólo con sus palabras, sino también con su propio ser, y a través de su ofrecimiento
sacrificial; continua con la exaltación del Hijo, el cual no ha sido solamente conducido a la
gloria del Padre, sino también sigue actuando en medio de su Iglesia a través del Espíritu
Santo, así termina con una breve conclusión, retomando el inicio, resaltando que Dios ya no es
aquella divinidad alejada, no relacionada, sino que es el Dios de la libre autocomunicación,
Padre de Jesucristo, que ha donado su Espíritu a la Iglesia, la cual alaba en distintos textos
doxológicos y en expresiones litúrgicas desde sus inicios. Así mismo, las primeras
comunidades cristianas desarrollaron la relación Padre-Hijo-Espíritu Santo, no sólo en dichas
clases de textos, sino de manera clara y precisa en la triada de textos que aparece en la p. 437.

4. Consideramos como prioridad pastoral la necesidad de volver a anunciar al Dios cristiano que como
afirma Müller, ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento, es presentado como una esencia
suprema carente en sí misma de relaciones con ninguna otra cosa, sino que es el Dios de la libre
autocomunicación que entra en la historia y sólo desde ella es posible conocerlo y obrar conforme a
su propia dinámica.
El misterioso binomio de “ser” “para” como esencia divina y como identidad discipular misionera
nos urge a atender a los posibles desajustes expresados en intimismos cosificados en “esencias”
(devociones intimistas, espiritualidades individualistas, etc.) como las expresiones pastorales de
pura exterioridad sin identidad que brota de la unidad.
Como textos pastoralmente significativos para afrontar estos desafíos planteados, podemos
mencionar a Gal 4, 4-6 y a Ef 1, 3-14.
Pensar, rezar y vivir frente a Dios trino, es reconocer su propia acción en el mundo, que en el
tiempo establecido envía a su Hijo, quien se compromete con la realidad humana en su totalidad
(nacido de mujer, sujeto a la ley) para hacernos hijos adoptivos, y prueba de esto es el Espíritu que
nos permite volver al Padre llamándolo ¡Abba!
Dios obra trinitariamente estando en sí, saliendo de sí y volviendo a sí. El cristiano y la comunidad
eclesial son fecundos cuando se disponen a entrar en esta dinámica divina que entraña un
permanente movimiento de salida de sí y que paradójicamente se convierte en movimiento de
regreso a sí, habiendo obrado la salvación como voluntad de Dios para el mundo.

5. En la presentación que Rovira Belloso2 realiza de la cuestión trinitaria en el NT, ofrece un tercer
nivel de análisis: la protología y la escatología joánicas. Habiendo el autor presentado al bautismo
de Jesús como la intervención de Dios en el mundo, mediante la presencia del Ungido
escatológico, el prólogo de Juan afirma la preexistencia de Cristo en cuanto Verbo de Dios,
contemplándolo “desde arriba”, desde la divinidad del Verbo. El lenguaje protológico remite al
lenguaje escatológico. Hay una circularidad entre ambos. Jesucristo es el principio, porque al final,
está señoreándolo todo como Ungido, Hijo y Señor. El autor dirá que así como los cuerpos que
están en el universo hay que situarlos en coordenadas de tiempo y espacio, así a Jesucristo hay que
situarlo en las coordenadas trascendentes de la protología y de la escatología. Estas coordenadas
trascendentes, protológicas y escatológicas, escapan a nuestras imaginación y pensamiento porque
refieren a la intimidad de Dios. Por esto mismo, es que no podemos medir la relación de Jesucristo
con el Padre, y del Padre en el soplo vital del Espíritu. Desde la protología, la eternidad divina ha
dado lugar a la historia de libertad y de la gracia. Pero en la escatología, esta historia de salvación
ha sido devuelta a la misma eternidad en la que preexistía.
2
ROVAIRA BELLOSO, J. M.(1979) Los datos y la forma de pensar trinitaria del NT, en Tratado de Dios uno y trino, ,
Salamanca: Secretariado Trinitario.
Instituto Teológico Córdoba

Consideramos este punto de referencia protológico de capital importancia para situar la economía
trinitaria en la historia. La revelación de Dios trino nos es dada en el tiempo, entrando en el mismo
desde lo que le antecede como desde lo que le sucede, que en sí no es tiempo.

También podría gustarte