Analisis
Analisis
Analisis
Análisis Matemático I
J. Escuadra Burrieza
J. Rodrı́guez Lombardero
A. Tocino Garcı́a
iv
Prólogo
El primer capı́tulo se dedica a la construcción de los números reales partiendo de los na-
turales. Como es bien sabido, hay dos construcciones usuales de dichos números: la de las
“cortaduras” de Dedekind y la de las sucesiones de Cauchy; hemos preferido ésta última,
ya que, si bien presenta más dificultades, tiene la ventaja de ser generalizable a espacios
topológicos. De cualquier manera, para la total comprensión del resto del libro no es impres-
cindible conocer la construcción de los números reales realizada en el apartado 1.9: lo que se
utilizará posteriormente son sólo sus propiedades.
En el segundo capı́tulo se estudian las sucesiones y series numéricas (tanto reales como
complejas) y los productos infinitos reales. En la mayoria de los libros estos dos últimos temas
son tratados más adelante, puesto que en los productos infinitos se usa la función logarı́tmica y
el enunciado del criterio integral de series requiere conocimientos sobre integrales de Riemann.
A pesar de todo, nosotros lo incluimos aquı́, puesto que creemos que es el lugar más lógico,
y los lectores ya habrán estudiado estos temas. No obstante el criterio integral para series
puede ser sustituido en la práctica por el de condensación, y los productos infinitos no son
necesarios para lo que sigue, por lo que su estudio puede ser pospuesto.
Los apéndices se han dedicado a cuestiones complementarias, alguna de las cuales se utiliza
en el resto del libro.
los autores
vi
Índice
Preliminares 1
Tema I: Los números reales 7
1.1. Los números naturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales . . . . . . . . . . . . 8
1.3. El orden de los números racionales. Cuerpos ordenados . . . . . . . . . . . 14
1.4. Cotas. Propiedades arquimediana y del extremo . . . . . . . . . . . . . . 18
1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud . . . . 21
1.6. Intervalos. Propiedad de Cantor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.7. Equivalencia de arquimediano y completo con la propiedad del extremo . . . . 27
1.8. Unicidad de un cuerpo arquimediano y completo . . . . . . . . . . . . . . 30
1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales . . . . . 32
1.10. Los números complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Apéndice I: Conjuntos numerables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Tema II: Sucesiones y series numéricas 53
2.1. Sucesiones de números reales y complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
2.2. Series numéricas. Conceptos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2.3. Series de términos no negativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann . . . . . . . . . 65
2.5. Producto de series . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
2.6. Productos infinitos de números reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Apéndice II: Criterios de convergencia de series . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Tema III: Topologı́a 97
3.1. Espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
3.2. Espacios topológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
3.3. Interior, cierre, exterior, frontera y puntos de acumulación . . . . . . . . . 104
3.4. Lı́mites en espacios métricos. Espacios de Hausdorff . . . . . . . . . . . . 109
3.5. Subespacios y espacios producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
3.6. Espacios compactos. Espacios compactos por sucesiones . . . . . . . . . . 114
3.7. Espacios conexos. Conjuntos convexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
3.8. Espacios completos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Tema IV: Lı́mites y continuidad 127
4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . 127
4.2. Continuidad en espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
vii
4.3. Continuidad uniforme. Teorema de Heine . . . . . . . . . . . . . . . . 140
4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas . . . . 141
Apéndice I: Notación o y O . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas . . . . 149
Tema V: Cálculo diferencial 165
5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades . . . . . . . . 165
5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital . . . . . . . . . 173
5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
5.4. Aplicación de la fórmula de Taylor al estudio local de funciones . . . . . . . 187
5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables . . . . . . . . . . . 190
Tema VI: Cálculo integral 203
6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann . . . . . 203
6.2. Criterios de integrabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio . . . . . . . . . . . 215
6.4. Teorema fundamental del cálculo integral y aplicaciones . . . . . . . . . . 221
6.5. Integrales impropias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
6.6. Integrales dependientes de un parámetro . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
Apéndice I: Cálculo de primitivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral . . . . . . . . . . . 251
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 263
7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática . . . . . . . . . . 263
7.2. El teorema de Stone–Weierstrass . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
7.3. Series de funciones. Series de potencias . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
7.4. Series de Fourier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285
7.5. Funciones analı́ticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
Bibliografı́a 307
Índice Alfabético 309
viii
Preliminares
"
Ai = {x ∈ X : x ∈ Ai para todo i}
i∈I
X × Y = {(x, y) : x ∈ X , y ∈ Y } .
1
2 Preliminares
f (x + y) = f (x) + f (y)
f (xy) = f (x)f (y)
f (1) = 1
· : k × E −→ E
(λ, e) 0−→ λ · e
A × A −→ A
(a, b) 0−→ a · b
respecto del cual A es un anillo (con la suma del espacio vectorial) y además verifica:
λ(ab) = (λa)b
para todo λ ∈ k, a, b ∈ A.
Si k es un cuerpo se llama polinomio en x con coeficientes en k a toda expresión de la
forma a0 + a1 x + · · · + an xn con ai ∈ k, i = 1, . . . , n. El conjunto de los polinomios en x con
coeficientes en k se denota k[x].
Se dice que el polinomio a0 + a1 x + · · · + an xn tiene grado n si an #= 0.
Si dos polinomios tienen el mismo grado se define su suma por
Si los polinomios no tienen el mismo grado, se añaden términos nulos al de grado menor antes
de sumar.
Se define el producto de polinomios por
(a0 + a1 x + · · · + an xn ) · (b0 + b1 x + · · · + bm xm ) = c0 + c1 x + · · · + cs xs
Ejemplo: Todo subconjunto finito de un conjunto totalmente ordenado tiene primer y último
elemento.
Definición 1.1.3.– Un conjunto X totalmente ordenado se dice que está naturalmente or-
denado si verifica:
(1) Para todo a ∈ X el conjunto {x ∈ X : x ≤ a} es finito.
(2) No tiene último elemento.
Ejercicio: Probar que los conjuntos totalmente ordenados que verifican (1) y no (2) son los
conjuntos finitos totalmente ordenados.
Proposición 1.1.4. Sea X un conjunto naturalmente ordenado. Se verifica:
(1) Todo subconjunto no vacı́o de X tiene primer elemento.
(2) Todo elemento de X tiene siguiente.
(3) Todo elemento de X distinto de su primer elemento tiene anterior.
(4) Principio de inducción: Si un subconjunto A ⊆ X contiene al primer elemento de X
y con cada elemento que contiene contiene al siguiente, entonces A=X.
7
8 1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales
Por definición φ es inyectiva y conserva el orden. Como Im(φ) verifica las hipótesis del
principio de inducción, Im(φ) = X, luego también es epiyectiva. !
x + m = n (m, n ∈ N).
(Obsérvese que se coloca en primer lugar el número del segundo miembro de la ecuación). De
este modo establecemos una correspondencia biunı́voca entre el conjunto de ecuaciones de la
forma x + m = n (m, n ∈ N) y el producto cartesiano N × N.
Ahora bien, no sólo queremos dar un nombre a las soluciones, sino crear una aritmética
entre ellas. En concreto, nos proponemos contestar a las cuestiones siguientes:
(1) ¿Pueden dos ecuaciones tener la misma solución? ¿Qué relación tiene que haber entre
ellas para que esto ocurra?
Tema I: Los números reales 9
Empecemos por la primera: si a los dos miembros de una ecuación sumamos un número
natural, la identidad persiste; por tanto los “números” (2,5), (3,6), (4,7),... deben ser el
mismo. Haciéndolo en general, si las ecuaciones
x+m=n
(1)
x + m" = n"
x + m + m" = n + m"
x + m" + m = n" + m,
que también tienen la misma solución α, y como los primeros miembros coinciden han de
hacerlo los segundos, es decir, debe ser
n + m" = n" + m.
Recı́procamente, es inmediato que si n + m" = n" + m, las dos ecuaciones (1) tienen la misma
solución.
En consecuencia, las ecuaciones (1) tienen la misma solución si y sólo si
n + m" = n" + m.
es de equivalencia, como puede verificar fácilmente el lector, luego podemos pasar al cociente.
A los elementos (n, m) se les llama números enteros, por lo que el conjunto N × N/ ≡, al que
denotaremos Z, recibe el nombre de conjunto de los números enteros.
Veamos ahora cómo definir las operaciones en Z. Calculemos la suma de dos enteros
α = (n, m) y α" = (n" , m" ). Como los pares (n, m) y (n" , m" ) son sendos representantes de α
y α" ,
α+m= n
(2)
α" + m" = n" .
x + m + m" = n + n" ,
con lo que
α + α" = (n + n" , m + m" ),
ası́ que se define la suma por
La operación anterior está bien definida, es decir, el resultado no depende de los represen-
tantes (n, m), (n" , m" ) elegidos, ya que si (k, h), (k" , h" ) son otros dos representantes de las
clases (n, m) y (n" , m" ) respectivamente, se tendrá que n + h = k + m y n" + h" = k" + m" , con
lo que sumando será
n + h + n" + h" = k + m + k" + m" ,
luego efectivamente
(n + n" , m + m" ) = (k + k" , h + h" ).
Es además asociativa:
) *
(n, n") + (m, m" ) + (k, k" ) = (n + m, n" + m" ) + (k, k" ) =
= ((n + m) + k, (n" + m" ) + k" ) = (n + (m + k), n" + (m" + k" )) =
) *
= (n, n" ) + (m, m" ) + (k, k" ) ,
conmutativa:
(n, n" ) + (m, m" ) = (n + m, n" + m" ) = (m + n, m" + n" ) = (m, m" ) + (n, n"),
con lo que
αα" + nm" + mn" = nn" + m" m,
de donde
αα" = (nn" + m" m, nm" + mn" ),
lo que nos permite definir el producto de dos enteros como
Se comprueba, tal y como se hizo para la suma, que está bien definido, que es asociativo y
conmutativo, que tiene elemento neutro (n + 1, n) y que es distributivo respecto de la suma.
En resumen, la terna (Z, +, ·) es un anillo.
Pasemos al tercer interrogante: ¿es posible incluir a los números naturales en los enteros Z
ası́ construidos? Para cada número natural n, debemos encontrar una ecuación que lo tenga
por solución; sin duda la más sencilla es x + 1 = n + 1.
Definamos la aplicación f : N −→ Z por f (n) = (n + 1, 1); si comprobamos que es inyectiva
y respeta las operaciones, habremos contestado afirmativamente a la pregunta. Ahora bien,
esto es inmediato, ya que si f (n) = f (m), será n + 1 + 1 = m + 1 + 1, y por tanto n = m, y
por otro lado
f (n + m) = f (n) + f (m) y f (nm) = f (n)f (m)
sin más que susutituir cada término por su valor.
Finalmente veamos que toda ecuación de la forma
z+a=b
es la solución buscada.
Para concluir con Z vamos a cambiar la notación, que es muy engorrosa, por la habitual.
Al entero (n, m) lo representaremos por:
0
si n = m
(n, m) = n − m si n > m
−(m − n) si m > n.
12 1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales
El lector debe comprobar que las operaciones suma y producto antes definidas escritas con
la nueva notación coinciden con las habituales “suma y producto de enteros” que conocı́a.
De la misma manera que se ha hecho la construcción de Z a partir de N para “aprender
a restar”, se realiza la de Q a partir de Z para “aprender a dividir”. La ecuación 2x = 3 no
puede tener solución en Z, porque el primer miembro es siempre par y el segundo es impar;
vamos a ampliar Z con las soluciones de toda ecuación de la forma qx = p con p, q ∈ Z. En
este caso debemos excluir el valor q = 0, ya que si A es un anillo y x ∈ A, 0x = 0, con lo que
si q = 0 la ecuación no tiene solución para p #= 0 y cualquier número es solución para p = 0.
Como antes, representamos la solución de dicha ecuación por (p, q) y vamos a ir contestando
a las mismas preguntas.
Consideremos, pues, las ecuaciones
qx = p
(3)
q " x = p"
con p, p" ∈ Z y q, q " ∈ Z∗ = Z − {0}; si multiplicamos por q " la primera y por q la segunda
obtenemos:
q " qx = q " p
(4)
qq " x = qp" ,
y, si las ecuaciones (3) tienen la misma solución, también han de tenerla las ecuaciones (4);
como los primeros miembros de las ecuaciones (4) coinciden, también deben coincidir los
segundos, es decir, qp" = q " p. El recı́proco también es cierto. En consecuencia, las ecuaciones
(3) tienen la misma solución si y sólo si qp" = q " p. Ello nos lleva a definir en Z×Z∗ la relación:
Esta relación es de equivalencia; a los elementos (p, q) se les llama números racionales, por
lo que el conjunto Z × Z∗ / ≡, al que denotaremos Q, recibe el nombre de conjunto de los
números racionales.
Las operaciones se definen de la misma manera; dados dos racionales α = (p, q), α" = (p" , q " )
será:
qα = p
(5)
q " α" = p" ;
Como antes, se comprueba que esta operación está bien definida y que verifica las propie-
dades asociativa y conmutativa, que tiene elemento neutro y que todo elemento tiene opuesto.
Ası́ (Q, +) es un grupo abeliano.
Para obtener el producto de dos números racionales α y α" multiplicamos las ecuaciones
(5), de donde resulta:
qαq " α" = pp" ,
luego debemos definir
(p, q) · (p" q " ) = (pp" , qq " ).
Se comprueba que el producto es compatible con la relación de equivalencia, que verifica las
propiedades asociativa, conmutativa y distributiva respecto de la suma y que existe elemento
neutro; vamos a ver que además todo elemento no nulo tiene inverso, con lo que (Q, +, ·) será
un cuerpo conmutativo. Se trata de demostrar que toda ecuación de la forma
az = 1
con a ∈ Q∗ = Q − {0} tiene solución en Q, lo cual quedará probado si demostramos que toda
ecuación de la forma az = b, con a ∈ Q∗ y b ∈ Q, tiene solución en Q.
Sea, pues, la ecuación
az = b
con z, a, b ∈ Q y a #= 0; si z = (x, x"), a = (p, p" ) y b = (q, q " ), la ecuación anterior se expresará
en la forma
(px, p" x" ) = (q, q " ),
de donde, por la relación de equivalencia,
pxq " = p" x" q,
o, de nuevo por la relación de equivalencia,
(x, x" ) = (p" q, pq " )
(nótese que al ser a #= 0 es p #= 0, por lo que lo anterior tiene sentido).
Debemos demostrar también que los nuevos números contienen a los números a partir de
los que se definen, en este caso Z; cada p ∈ Z es solución de la ecuación
1x = p,
luego se puede definir f : Z −→ Q como f (p) = (p, 1). Como en el caso anterior, se demuestra
fácilmente que es inyectiva y compatible con las operaciones.
La representación habitual, en el caso de los racionales, es
p
(p, q) = .
q
Queda como ejercicio al lector la comprobación, análoga al caso de los enteros, de que con
la nueva representación las operaciones suma y producto aquı́ definidas coinciden con las
habituales.
Observación: Dado un número racional a siempre existe un representante (p, q) con q ∈ N.
A partir de este momento siempre que tomemos un racional pq entenderemos que q ∈ N.
Pero los números racionales tampoco son suficientes para resolver todas las ecuaciones; por
ejemplo, la ecuación x2 = 2, que se obtiene al calcular la diagonal de un cuadrado de lado
unidad, no tiene solución racional, como demuestra la siguiente
14 1.3. El orden de los números racionales. Cuerpos ordenados
p2
= 2,
q2
2q 2 = p2 = 4k2 .
Entonces q 2 = 2k2 , ası́ que q 2 es par, y con él también q, lo cual contradice la hipótesis de
ser m.c.d.(p, q)=1. !
mr + kn mk
a+b = y ab = ,
mn nr
de donde se concluye. !
a ≤ b si a < b ó a = b,
es decir,
a ≤ b si b − a ∈ K + ∪ {0}.
Es una relación de orden:
Reflexiva: Si a ∈ K, a ≤ a por definición.
Antisimétrica: Si a ≤ b y b ≤ a, se tendrá que b−a ∈ K + ∪{0} y −(b−a) = a−b ∈ K + ∪{0}.
Entonces, si fuese b − a #= 0, serı́a a la vez positivo y negativo, lo cual es imposible, luego
b − a = 0, con lo que b = a.
Transitiva: Si a ≤ b y b ≤ c, entonces b − a ∈ K + ∪ {0} y c − b ∈ K + ∪ {0}; debido a la
estabilidad de K + para la suma c − a = (c − b) + (b − a) ∈ K + ∪ {0}, luego a ≤ c.
La relación anterior es de orden total, porque, si a, b ∈ K, entonces b − a está en K + , en
K − ó es 0, es decir, a < b, b < a ó a = b.
Probemos finalmente la compatibilidad del orden con las operaciones:
(1) Si a < b y c ∈ K, entonces b − a ∈ K + , luego (b + c) − (a + c) = b − a ∈ K + , de donde
a + c < b + c.
(2) Si a < b y c > 0, entonces b − a ∈ K + , luego
bc − ac = (b − a)c ∈ K + ,
Supongamos ahora que K es un cuerpo ordenado . Sea K + = {a ∈ K : a > 0}. Por ser el
orden compatible con las operaciones se tendrá que, si a, b ∈ K + , es decir, si a > 0 y b > 0,
entonces, por una parte a + b > 0 + b > 0, luego a + b ∈ K + , y por otra, ab > 0b = 0, luego
ab ∈ K + .
Sea K − = {a ∈ K : a < 0}. Como la relación es de orden total, K = K + ∪ {0} ∪ K − , y por
la propiedad antisimétrica estos tres conjuntos son disjuntos dos a dos, luego si demostramos
que K − = −K + habremos terminado.
Si a ∈ K + , entonces −a no puede ser positivo, pues de lo contrario se tendrı́a que la suma
de a y −a serı́a positivo, es decir, 0 ∈ K + , lo cual es absurdo, luego −a ∈ K − . Esto demuestra
que −K + ⊆ K − .
Recı́procamente: si a ∈ K − , por la misma razón que antes −a ∈ K + , luego a = −(−a) ∈
−K + , de donde K − ⊆ −K + , con lo que se concluye la demostración. !
El teorema anterior junto con la proposición 1.3.3 demuestran que Q es un cuerpo ordenado.
Lema 1.3.6. Sea K un cuerpo ordenado. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) 1 ∈ K +.
(2) K −K − ⊆ K + y K −K + ⊆ K −.
(3) Si x ∈ K + , entonces x−1 ∈ K + .
Demostración: (1) 1 ∈ K = K + ∪ {0} ∪ K − y como 1 #= 0, ha de estar en K + ó en K − ;
supongamos que 1 ∈ K − . Entonces −1 ∈ K + , luego 1 = (−1)(−1) ∈ K + , con lo que
1 ∈ K + ∩ K − = ∅, lo cual es absurdo. Entonces 1 ∈ K + .
(2) Si a, b ∈ K − y c ∈ K + , a = −a" , b = −b" , con a" , b" ∈ K + , luego
Si ahora z ∈ Z y z ∈
/ N ∪ {0}, es z = −n con n ∈ N, con lo que f (z) = f (−n) = −f (n).
En cuanto a los números racionales obsérvese que, si a ∈ Q, a = m
n
con m, n ∈ Z, y
)m * )m*
f (m) = f n =f f (n).
n n
Como 1 ∈ K + , f (n) = 1 + · · · + 1 ∈ K + , y como no es nulo, de la igualdad anterior se
deduce que
) m * f (m)
f = .
n f (n)
Ası́ pues, si f existe ha de estar definido mediante las fórmulas
f (0) = 0
n veces
f (n) = 1 + · · · + 1
) m * f (m)
f =
n f (n)
) m* f (m)
f − =−
n f (n)
donde las igualdades de los extremos se obtienen contando los unos. Entonces
f (m) f (h)
=
f (n) f (k)
lo que prueba que f no depende del representante para Q+ . Lo mismo se prueba para los
negativos, luego la definición de f es correcta.
Es inmediato comprobar que si a, b ∈ Q entonces
f (a + b) = f (a) + f (b)
f (ab) = f (a)f (b),
Veamos que f es un morfismo de cuerpos ordenados. Para demostrarlo basta probar que
f (Q+ ) ⊆ K + , ya que en este caso, si a, b ∈ Q y a < b, b − a ∈ Q+ , luego f (b) − f (a) =
f (b − a) ∈ K + , con lo que f (a) < f (b). Demostremos, pues, que si a ∈ Q+ , entonces
f (a) ∈ K + . Como sabemos, si n ∈ N es f (n) ∈ K + . Ahora bien, si a ∈ Q+ , entonces a = m
n
con m, n ∈ N, luego f (a) = f (m)f (n)−1 ∈ K + , ya que el inverso de un elemento positivo es
positivo y K + es estable para el producto.
La inyectividad es consecuencia inmediata de la conservación del orden. !
Ası́ pues, todo cuerpo ordenado contiene un único subcuerpo isomorfo a los números
racionales. Entonces tiene sentido dar la siguiente
Definición 1.3.9.– Si K es un cuerpo ordenado, diremos que a ∈ K es irracional si a ∈
/ Q.
Ejemplos: 1) El conjunto A del ejemplo anterior está acotado superior e inferiormente (El
1 es una cota superior y el 0 una cota inferior), luego está acotado.
2) El subconjunto N ⊂ Q no está acotado superiormente, ya que dado cualquier a ∈ Q, si
a ≤ 0, entonces a < 1 y si a > 0 es, para ciertos n, m ∈ N, a = m n < m + 1. Sin embargo, sı́
lo está inferiormente (el 1 es una cota inferior).
Definición 1.4.3.– Llamaremos supremo o extremo superior (resp. ı́nfimo o extremo infe-
rior ) de A a la menor de las cotas superiores (resp. mayor de las cotas inferiores) de A, en el
caso de que exista, y se denotará por sup(A) (resp. inf(A)). Si el supremo (resp. ı́nfimo) de
A pertenece al conjunto A, recibe el nombre de máximo (resp. mı́nimo) de dicho conjunto, y
se denota por max(A) (resp. min(A)).
Ejemplos: 1) Todo subconjunto finito de/un cuerpo 0ordenado tiene máximo y mı́nimo.
2) El 1 es el supremo del conjunto A = n1 : n ∈ N , y es su máximo. El 0 es su ı́nfimo, ya
que es cota inferior, y cualquier racional mayor que él (positivo) no es cota inferior. En efecto,
dado ε ∈ Q+ , 1ε ∈ Q+ , y como N no está acotado superiormente en Q, existe un natural n
tal que 1ε < n, es decir, para este n es n1 < ε, con lo que ε no es cota inferior de A. Como el
0 no está en A, no es su mı́nimo.
sup(λA) = λ sup(A)
Demostración: (1) ⇒ (2) Si ε ∈ K + , por hipótesis existe un n ∈ N tal que n > 1ε , luego
ε > n1 .
(2) ⇒ (1) Si x ∈ K + , x−1 ∈ K + , luego existe n ∈ N tal que x1 > n1 , de donde n > x. Y
si x ∈ K − ∪ {0}, 1 > x. Esto prueba que ningún x ∈ K es cota superior de N, luego K es
arquimediano. !
Definición 1.4.6.– Si K es un cuerpo ordenado, diremos que verifica la propiedad del extremo
si todo subconjunto no vacı́o A de K acotado superiormente tiene supremo.
Ejercicio: Sea K un cuerpo ordenado que verifique la propiedad del extremo. Probar que
todo subconjunto no vacı́o de K acotado inferiormente tiene ı́nfimo.
No todo cuerpo ordenado K verifica la propiedad del extremo, como veremos a continuación.
20 1.4. Cotas. Propiedades arquimediana y del extremo
α − a2
(a + ε)2 < α ⇔ a2 + 2aε + ε2 < α ⇔ ε(2a + ε) < α − a2 ⇔ ε< .
2a + ε
α−a2 α−a2
Si tomamos ε < a, será 2a+ε > 3a , luego basta elegir
1 2
α − a2
ε < min a, .
3a
β2 − α
β 2 − 2βε > α ⇔ 2βε < β 2 − α ⇔ ε < ,
2β
N −→ X
n 0−→ an
Definición 1.5.2.– Diremos que una sucesión {an }n∈N es convergente si existe un elemento
a ∈ K tal que para cada ε ∈ K + existe un n0 ∈ N de modo que si n ≥ n0 entonces |an −a| < ε.
Proposición 1.5.3. Si una sucesión es convergente, el elemento a cumpliendo la definición
es único.
Demostración: Sean a y a" dos elementos de K cumpliendo la definición para la sucesión
convergente {an } y sea ε ∈ K + . Entonces
(1) existe un n0 ∈ N tal que para todo n ≥ n0 es |an − a| < 2ε , y
(2) existe un n1 ∈ N tal que para todo n ≥ n1 es |an − a" | < 2ε .
Sea n ≥ max{n0 , n1 }; entonces
ε ε
|a − a" | = |a − an + an − a" | ≤ |a − an | + |an − a" | < + = ε.
2 2
Luego |a−a" | < ε para todo ε ∈ K + , y por tanto |a−a" | = 0, es decir, a = a" , como querı́amos
demostrar. !
La proposición anterior permite dar la siguiente
22 1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud
Definición 1.5.4.– Si una sucesión {an }n∈N es convergente, al único elemento a cumpliendo
la definición 1.5.2 se le llama lı́mite de la sucesión {an } y se escribe lim (an ) = a, lim(an ) = a,
n→∞
o simplemente {an } → a.
/ 0
Ejemplos: 1) La sucesión n1 de Q es convergente y su lı́mite es 0, ya que dado cualquier
ε ∈ Q+ , eligiendo n0 > 1ε (lo cual es posible por ser Q arquimediano), será para n ≥ n0
3 3
31 3
3 − 03 = 1 ≤ 1 < ε.
3n 3 n n0
(2) Por la proposición anterior existe M > 0 tal que |an | ≤ M para todo n ∈ N. Se tiene:
Definición 1.5.8.– Diremos que {an }n∈N es una sucesión de Cauchy o sucesión fundamental
si para cada ε ∈ K + existe un n0 ∈ N tal que para todo n, m ≥ n0 es |an − am | < ε.
/ 0
Ejemplo: La sucesión n1 de Q, que sabemos convergente, es de Cauchy. En efecto, dado
ε ∈ Q+ , usando
3 1 3 ε que el lı́mite de la sucesión es 0, se tendrá que existe n0 tal que si n ≥ n0 ,
entonces 3 n 3 < 2 . Se deduce de aquı́ que si n, m ≥ n0 , entonces
3 3 3 3 3 3
31 3 3 3 3 3
3 − 3 < 3 1 3 + 3 1 3 < ε + ε = ε.
1
3n m3 3n3 3m3 2 2
Este resultado no es particular, sino que, como demostraremos más adelante, toda sucesión
convergente es de Cauchy.
Proposición 1.5.9. Las sucesiones de Cauchy verifican las siguientes propiedades:
(1) Toda sucesión de Cauchy está acotada.
(2) Si {an } es de Cauchy y no tiene lı́mite 0, existen r > 0 y n0 ∈ N tales que |an | > r
si n ≥ n0 .
Demostración: (1) Sea ε = 1. Existe un n0 tal que |an − an0 | < 1 para n ≥ n0 , con lo que
|an | < 1 + |an0 | para n ≥ n0 , luego tomando
2 a0 + b0
a1 = y b1 = .
1 1 2
+
a0 b0
Vamos a comprobar que los números a1 y b1 verifican
b0 − a0
a1 b1 = α, a20 < a21 < α < b21 < b20 y b1 − a1 < .
2
1) a1 b1 = α:
2a0 b0 a0 + b0
a1 b1 = = a0 b0 = α.
a0 + b0 2
2) a0 < a1 ya que:
2a0 b0
a0 < a1 ⇔ a0 < ⇔ a0 + b0 < 2b0 ,
a0 + b0
lo cual es cierto por ser a0 < b0 .
3) a21 < α, ya que:
4a20 b20
a21 < α ⇔ < a0 b0 ⇔ 4a0 b0 < a20 + b20 + 2a0 b0 ⇔ (a0 − b0 )2 > 0.
(a0 + b0 )2
α
4) α < b21 ya que, por 1), es b1 = a1
y, usando 3), es
α
b21 = α > α.
a21
26 1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud
a0 + b0
b1 = < b0 .
2
b0 − a0
b1 − a1 < b1 − a0 = .
2
2 an−1 + bn−1
an = , bn = ,
1 1 2
+
an−1 bn−1
b0 − a0
a20 < a21 < · · · < a2n < α < b2n < b2n−1 < · · · < b20 , an bn = α y bn − an < .
2n
Las sucesiones {an } y {bn } ası́ construidas son de Cauchy. Lo probaremos para {an },
dejando al lector el ejercicio de hacer lo mismo con {bn }. Si m > n, entonces
b0 − a0
|an − am | = am − an < bn − an < .
2n
b0 − a0
|a2n − α| = |a2n − an bn | = an |an − bn | < b0 . !
2n
Definición 1.6.4.– Diremos que K verifica la propiedad de Cantor si dada cualquier sucesión
{In } de intervalos encajados tal que {long(In )} → 0 la intersección de dichos intervalos es un
punto.
Proposición 1.6.5. Si K es un cuerpo ordenado arquimediano y verifica la propiedad de
Cantor, entonces todo elemento positivo de K tiene raı́z cuadrada.
Demostración: Sea α ∈ K + y sean {an } y {bn } las sucesiones construidas para probar la
proposición 1.5.13. Entonces, si In = [an , bn ], {In } es una sucesión de intervalos encajados
tal que {long(In )} → 0, luego su intersección
√ es el punto lim(an ), que, como se demostró en
la citada proposición, es precisamente α. !
Corolario 1.6.6. Q no verifica la propiedad de Cantor.
En los tres apartados anteriores hemos probado la insuficiencia del cuerpo ordenado Q por
tres razones diferentes:
(1) Existen subconjuntos no vacı́os de Q acotados superiormente y sin supremo.
(2) No toda sucesión de Cauchy de números racionales tiene lı́mite.
(3) Existen sucesiones de intervalos encajados cuyas longitudes tienden a cero con inter-
sección vacı́a.
28 1.7. Equivalencia de arquimediano y completo con la propiedad del extremo
En este punto veremos que estas tres causas son otros tantos modos de describir una misma
incompletitud de Q, de manera que se puede utilizar cualquiera de ellas para completarlo.
Definición 1.7.1.– Una sucesión {an } en un cuerpo ordenado K se dice que es monótona
creciente si lo es como aplicación, es decir, si an ≤ am para n ≤ m. De modo análogo se
define sucesión creciente, decreciente y monótona decreciente.
Observación: Una sucesión {an } es monótona creciente si y sólo si an ≤ an+1 para todo
n ∈ N. Análogamente para el resto.
Proposición 1.7.2. Sea K un cuerpo ordenado que verifica la propiedad del extremo. La
condición necesaria y suficiente para que una sucesión en K monótona creciente (resp. monó-
tona decreciente) sea convergente es que esté acotada superiormente (resp. inferiormente),
en cuyo caso su lı́mite es el supremo (resp. ı́nfimo).
Demostración: Basta demostrarlo para sucesiones monótonas crecientes, ya que el otro
caso se deduce de éste cambiando de signo.
Por la proposición 1.5.5 toda sucesión convergente está acotada.
Recı́procamente, sea {an } una sucesión monótona creciente y acotada superiormente; como
K verifica la propiedad del extremo, {an } tiene supremo S. Veamos que S = lim(an ):
Sea ε ∈ K + ; por definición de supremo, S − ε no es cota superior de {an }, luego existe n0
tal que an0 > S − ε. Como la sucesión es monótona creciente y an ≤ S para todo n, para
n ≥ n0 será
S − ε < an0 ≤ an ≤ S,
luego |an − S| < ε para n ≥ n0 , es decir, lim(an ) = S. !
Teorema 1.7.3. Sea K un cuerpo ordenado. Las proposiciones siguientes son equivalentes:
(1) K verifica la propiedad del extremo.
(2) K es arquimediano y completo.
(3) K es arquimediano y verifica la propiedad de Cantor.
bn = sup{an , an+1 , . . . } (n ∈ N)
La sucesión {bn } construida de este modo es monótona decreciente y está acotada infe-
riormente (por estar {an } acotada), luego por la proposición anterior es convergente; sea
b = lim(bn ). Veamos que también es b = lim(an ). En efecto: por ser b = lim(bn ), dado ε > 0
existe un n0 tal que para todo n ≥ n0 es
ε
|bn − b| < ,
2
Tema I: Los números reales 29
ε
y por ser {an } de Cauchy, para todo ε > 0 existe un n1 de modo que |an − am | < 2 si
m, n ≥ n1 . Entonces, si n, m ≥ n1
ε ε
an − < am < an + ,
2 2
|an − am | = an − am ≤ bm − am < ε;
análogo razonamiento prueba que la sucesión {bn } es de Cauchy. Como K es completo, ambas
sucesiones tienen lı́mite en K y, como {bn − an } → 0, las dos tendrán el mismo lı́mite; sea éste
a. Como {a& n } es monótona creciente y {bn } es monótona decreciente, sup(an ) = a = inf(bn ),
con lo que [an , bn ] = {a}, luego K verifica la propiedad de Cantor.
n
(3) ⇒ (1) Sea A un subconjunto de K acotado superiormente, y sean b0 una cota superior
de A y a0 ∈ A. Formamos los intervalos siguientes:
6 7 6 7
a0 + b0 a0 + b0
a0 , si , b0 ∩ A = ∅
2 2
[a1 , b1 ] = 6 7
a0 + b0
, b0 en otro caso
2
.........
6 7 6 7
an−1 + bn−1 an−1 + bn−1
an−1 , si , bn−1 ∩ A = ∅
2 2
[an , bn ] = 6 7
an−1 + bn−1
, bn−1 en otro caso
2
b0 − a0
bn − an = .
2n
Proposición 1.8.1. Sea K un cuerpo ordenado arquimediano distinto de Q. Entre cada par
de números de K existen racionales e irracionales.
Demostración: Sean x, y ∈ K, x < y. Veamos que entre x e y existe un racional. Por ser
K arquimediano, existe n ∈ N tal que n1 < y − x, y por el mismo motivo existe m ∈ Z tal que
m − 1 ≤ nx < m. De la primera desigualdad se obtiene que x + n1 < y, y de la segunda que
x< m 1 m 1 m
n ≤ x + n . Uniendo ambas se tendrá que x < n ≤ x + n < y, luego n es un racional
entre x e y.
De este resultado se deduce trivialmente que entre x e y existen infinitos racionales.
Demostremos que entre ellos también existe un irracional (y por tanto infinitos). Sean
q1 , q2 racionales tales que x < q1 < q2 < y; bastará probar que entre q1 y q2 existe un
irracional. Sea α un irracional cualquiera positivo. Por ser K arquimediano existe n ∈ N tal
que n1 < q2 −q α α
α , es decir, tal que n < q2 − q1 . Entonces q1 + n es un irracional entre q1 y
1
q2 . !
Corolario 1.8.2. Sean K un cuerpo ordenado arquimediano distinto de Q y a ∈ K. Existe
una sucesión de racionales y otra de irracionales convergentes a a.
Demostración: Para cada n ∈ N, entre a y a + n1 existen un racional qn y un irracional αn .
Las sucesiones {qn } y {αn } ası́ elegidas verifican |a − qn | < n1 y |a − αn | < n1 respectivamente,
de donde se concluye. !
Demostración: (1) Dado ε ∈ K2+ , por ser K2 arquimediano existe n ∈ N tal que n1 < ε;
entonces δ = n1 verifica lo pedido, ya que f (δ) = n1 < ε.
(2) Sea ε ∈ K2+ y tomemos δ ∈ K1+ tal que f (δ) < ε. Por ser {an } de Cauchy existe n0 ∈ N
tal que para cada m, n ≥ n0 es |an − am | < δ, es decir am − δ < an < am + δ si n, m ≥ n0 .
Como f es morfismo de cuerpos ordenados, será para n, m ≥ n0
f (am ) − ε < f (am ) − f (δ) < f (an ) < f (am ) + f (δ) < f (am ) + ε,
con lo que |f (an ) − f (am )| < ε si n, m ≥ n0 .
(3) Sea otra vez ε ∈ K2+ y tomemos como antes δ ∈ K1+ tal que f (δ) < ε. Por ser {an } → a
en K1 , existe n0 ∈ N tal que |an − a| < δ para cada n ≥ n0 , es decir an − δ < a < an + δ si
n ≥ n0 . Como f es morfismo de cuerpos ordenados, será para n ≥ n0
f (an ) − ε < f (an ) − f (δ) < f (a) < f (an ) + f (δ) < f (an ) + ε,
con lo que |f (an ) − f (a)| < ε si n ≥ n0 . !
Teorema 1.8.5. Si K1 y K2 son cuerpos ordenados arquimedianos y completos, existe un
único isomorfismo f : K1 −→ K2 .
Demostración: Demostremos en primer lugar la unicidad: Si f existe, evidentemente sobre
Q debe ser la identidad. Y dado a ∈ K1 , por el corolario 1.8.2 existe una sucesión {an }
de racionales convergente a a, luego por el lema anterior f (a) es el lı́mite de la sucesión
{f (an )} = {an } en K2 , lo que prueba la unicidad.
Para demostrar la existencia, definamos la función f : K1 −→ K2 por la fórmula anterior, es
decir, dados a ∈ K y {an } una sucesión de racionales convergente a a, se define f (a) = lim(an ).
K2
Para justificar la definición debemos demostrar que dicho lı́mite existe y que no depende
de la sucesión {an } elegida.
La sucesión {an } es de Cauchy en K1 , luego también en Q, y como K2 es arquimediano,
también es de Cauchy en K2 . Por ser K2 completo, es convergente, con lo que queda justificada
la existencia del lı́mite.
Además f (a) no depende de la sucesión {an } elegida, pues si lim(an ) = lim(a"n ), entonces
K1 K1
lim(an − a"n ) = 0, luego lim(an − a"n ) = 0, lo cual implica, por ser K2 arquimediano, que
K1 Q
lim(an − a"n ) = 0, es decir, lim(an ) = lim(a"n ).
K2 K2 K2
La función f es un morfismo algebraico ya que, si a = lim(an ) y b = lim(bn ), entonces:
K1 K1
Y f es biyectivo, porque del mismo modo se puede construir la aplicación inversa. Final-
mente, por 1.5.15, f conserva el orden. !
32 1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales
Para construir un cuerpo ordenado, arquimediano y completo seguiremos los mismos pasos
que en el punto 1.2 nos han servido para ampliar los campos numéricos desde los números
naturales hasta los racionales. Ahora el problema que se plantea es encontrar un lı́mite a
toda sucesión de Cauchy. Este problema no siempre tiene solución en Q, pero llamando a la
sucesión ‘lı́mite’ de {an } llegaremos a que este conjunto de ‘lı́mites’ tiene estructura de cuerpo
y en él todas las sucesiones de Cauchy tienen lı́mite (es completo).
Ahora bien, al igual que ocurrı́a en 1.2 hemos de identificar las sucesiones que tengan el
mismo ‘lı́mite’. Observemos para ello que la condición necesaria y suficiente para que dos
sucesiones convergentes {an } y {bn } tengan el mismo lı́mite es que lim(an − bn ) = 0.
Por lo tanto la solución a nuestro problema consistirá en tomar el conjunto
que es de equivalencia, como se comprueba sin dificultad. Del párrafo anterior se deduce que
el conjunto de ‘lı́mites’ de las sucesiones de Cauchy de números racionales es precisamente
A/ ≡.
Definición 1.9.1.– A los elementos {an } les llamaremos números reales, por lo que el con-
junto A/ ≡, al que denotaremos R, recibe el nombre de conjunto de los números reales.
Ahora nos quedan por resolver las cuestiones siguientes:
(1) Dotar a R de unas operaciones y un orden de manera que sea un cuerpo ordenado que
amplı́e a Q, es decir, tal que exista una aplicación inyectiva de Q en R que conserve
las operaciones y el orden.
(2) Probar que R es arquimediano y completo.
Se comprueba sin dificultad que las definiciones son correctas, es decir, que el resultado
final no depende de los representantes elegidos para operar. Demostrémoslo por ejemplo para
el producto:
Sean {an } y {a"n }, {bn } y {b"n } sendas parejas de representantes de las clases {an } y
{bn }; entonces lim(an − a"n ) = 0, luego a"n = an + cn , donde lim(cn ) = 0, y lim(bn − b"n ) =
0, luego b"n = bn + dn , donde lim(dn ) = 0. Entonces
a"n b"n = an bn + an dn + cn bn + cn dn
y, como toda sucesión de Cauchy está acotada (proposición 1.5.9), resulta que
Es claro que an bn = 1 para n ≥ n0 , luego si probamos que {bn } es de Cauchy, su clase será
el inverso de {an }.
Si n, m ≥ n0 , entonces
3 3 3 3
31 1 33 33 am − an 33 |an − am |
3
|bn − bm | = 3 − = ≤ ,
an am 3 3 an am 3 r2
y como {an } es de Cauchy, de la desigualdad anterior se deduce que {bn } también lo es, y
con ello queda demostrado el teorema. !
Si una sucesión convergente tiene lı́mite a > 0 es claro que existen r > 0 y n0 ∈ N tales
que an > r si n ≥ n0 ; por ejemplo, tómese ε = a2 en la definición de lı́mite.
Análogamente si converge hacia a < 0, existen r > 0 y n0 ∈ N tales que an < −r para
n ≥ n0 . Esto nos lleva a dar la siguiente
Definición 1.9.3.– Se dice que una sucesión de Cauchy {an } es positiva si existen ε ∈ Q+ y
n0 ∈ N de manera que an > ε para todo n ≥ n0 . Y se dice que es negativa si existen ε ∈ Q+
y n0 ∈ N de manera que an < −ε para todo n ≥ n0 .
Podremos definir un número real positivo como aquel que procede de una sucesión de
Cauchy positiva (análogamente los negativos) siempre que probemos que todos los represen-
tantes tienen el mismo carácter. Es decir, hemos de probar que si dos sucesiones de Cauchy
34 1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales
son equivalentes y una de ellas es positiva (resp. negativa), la otra también. Pero esto es
inmediato, ya que si {an } es una sucesión de Cauchy positiva y {bn } ≡ {an } entonces existen
ε > 0 y n0 ∈ N tales que an > 2ε para n ≥ n0 y, como por otra parte es lim(an − bn ) = 0,
para este ε > 0 existe n1 tal que para todo n ≥ n1 es |bn − an | < ε, es decir, −ε < bn − an < ε.
Entonces si n ≥ max{n0 , n1 } se tiene
bn = bn − an + an > −ε + 2ε = ε,
luego {bn } también es positiva.
Análogamente se harı́a para las negativas.
Definición 1.9.4.– Un número real es positivo si alguno de sus representantes (y por tanto
todos) es una sucesión de Cauchy positiva.
Un número real es negativo si alguno de sus representantes (y por tanto todos) es una
sucesión de Cauchy negativa.
Denotaremos por R+ al conjunto de los reales positivos y por R− al de los negativos.
Teorema 1.9.5. R es un cuerpo ordenado.
Demostración: Basta demostrar que R+ ∪ R− ∪ {0} es una partición de R verificando las
condiciones del teorema 1.3.5.
Por la discusión anterior a la definición 1.9.4, es evidente que R+ y R− son disjuntos. Y
{0} no está en ninguno de ellos, pues cualquier sucesión con lı́mite 0 no es, por definición,
positiva ni negativa. Entonces son disjuntos dos a dos.
Comprobemos que R = R+ ∪ R− ∪ {0}: Si {an } ∈ R y {an } #= {0}, la sucesión {an }
no tiene lı́mite 0, con lo que existe r ∈ Q+ de manera que |an | > 2r si n ≥ n0 (proposición
1.5.9). Y por ser {an } de Cauchy, para el r anterior existe n1 tal que, si n, m ≥ n1 , entonces
|an − am | < r; si n2 = max{n0 , n1 }, se tiene que
(1) Si an2 > 2r, para cada n ≥ n2 será an > an2 − r > r y por lo tanto {an } ∈ R+ .
(2) Si an2 < −2r, para cada n ≥ n2 será an < an2 + r < −r y por lo tanto {an } ∈ R− .
Finalmente, basta aplicar las definiciones para probar que R− = −R+ , R+ + R+ ⊆ R+ y
R+ · R+ ⊆ R+ . !
Observaciones: 1) Con la partición anterior la relación de orden que hay en R queda del
siguiente modo: {an } < {bn } cuando {bn − an } ∈ R+ , es decir, cuando existen r ∈ Q+ y
n0 ∈ N tales que bn − an > r > 0 para todo n ≥ n0 .
2) Por ser R un cuerpo ordenado contendrá a Q; en este caso la inyección natural es
i : Q −→ R
a 0−→ {a, a, . . . }
ya que i(1) = 1 y el elemento unidad de R es {1, 1, . . . }.
Proposición 1.9.6. R es arquimediano.
Demostración: Sea α = {an } ∈ R; como {an } es de Cauchy, está acotada, y como Q es
arquimediano, existe un M ∈ N tal que |an | ≤ M para todo n ∈ N. Entonces para cada
n ∈ N se tiene
M + 1 − an ≥ 1 > 0,
con lo que {M + 1 − an } ∈ R+ , y por tanto {M + 1} > α. !
Tema I: Los números reales 35
Lema 1.9.7. Si {an } es una sucesión de Cauchy en Q, entonces tiene lı́mite en R, que es
precisamente {an }.
Demostración: Cada racional an considerado como elemento de R es {an , an , . . . }. En-
tonces la sucesión de racionales {an } considerada como sucesión de números reales es
{{a1 , a1 , . . . }, {a2 , a2 , . . . }, . . . }.
pues para cada número real {bn } se tiene que |{bn }| = {|bn |} como el lector puede demostrar
fácilmente.
Por otra parte, como R es arquimediano existe s ∈ N tal que 1s < ε.
1
Y como {an } es de Cauchy existe n0 tal que |an − am | < 2s para n, m ≥ n0 . Entonces
1 1
/ 1
0
s − |a n − a m | > 2s > 0 para n, m ≥ n 0 , luego para n ≥ n 0 es s − |a n − a m | m
∈ R+ , o, lo
que es lo mismo,
1 2
1 1 1
{|an − a1 |, |an − a2 |, . . . } < , ,... = < ε
s s s
para n ≥ n0 , como querı́amos demostrar. !
Teorema 1.9.8. R es un cuerpo ordenado arquimediano y completo.
Demostración: Sólo queda ver que R es completo.
Sea {αn } una sucesión de Cauchy en R. Como Q es denso en R, para cada n ∈ N existe
un an ∈ Q tal que |αn − an | < n1 . Vamos a probar que la sucesión {an } es de Cauchy y que
su lı́mite, que existe por el lema 1.9.7, es también el lı́mite de {αn }.
Como {αn } es de Cauchy, para todo ε ∈ R+ existe un n0 ∈ N tal que |αn − αm | < 3ε si
n, m ≥ n0 . ' (
Por otra parte, como lim n1 = 0, existe un n1 ∈ N tal que n1 < 3ε si n ≥ n1 .
Ası́ pues, para n, m ≥ max{n0 , n1 } resulta que
ε ε ε
|an − am | ≤ |an − αn | + |αn − αm | + |αm − am | < + + = ε,
3 3 3
lo que prueba que la sucesión {an } es de Cauchy en Q, luego convergente en R. Como
αn = an + (αn − an )
y los dos sumandos del segundo miembro son sucesiones convergentes, también lo es {αn }, y
además lim(αn ) = lim(an ), ya que lim(αn − an ) = 0. !
36 1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales
Para acabar vamos a ver la representación decimal de los números reales. Sea α ∈ R+ .
Por ser R arquimediano es claro que para cada n ∈ N existe un natural (y sólo uno) mn tal
que
10n α 10n+1 α
mn mn + 1 10mn mn+1 mn+1 + 1 10(mn + 1)
Veamos qué relación existe entre mn y mn+1 . Entre 10mn y 10(mn + 1) hay 10 números
naturales y mn+1 es el único que verifica mn+1 ≤ 10n+1 α < mn+1 + 1; por lo tanto para cada
n existe un an ∈ {0, 1, . . . , 9} tal que
m1 = 10A + a1
m2 = 102 A + 10a1 + a2
...
mn = 10n A + 10n−1 a1 + · · · + an ,
luego la desigualdad (6) queda
es decir para cada α ∈ R+ existe una única sucesión {an } con 0 ≤ an ≤ 9, tal que
a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ α < A+ +···+ .
10 10 10 10n
9 9
a1 an0 −
=A+ + · · · + n0 + 10
n0 +k+1 10 0 +1 = A + a1 + · · · + an0 + 1 −
n 1
.
10 10 1 10 10n0 10n0 10n0 +k
−1
10
Tomando lim será
k→∞
a1 an + 1
α≥A+ + · · · + 0 n0 ,
10 10
lo que demuestra que la representación decimal elegida no es la correcta.
Denotemos por D+ al conjunto de las expresiones de la forma A" a1 a2 . . . tales que A ∈
N ∪ {0}, 0 ≤ an ≤ 9 para todo n, A #= 0 ó an #= 0 para algún n y de manera que no
todos los an sean iguales a 9 a partir de un término, y por D− al conjunto de expresiones
de la forma −A" a1 a2 . . . , donde A y los an verifican las mismas condiciones que antes; sea
D = D+ ∪ D− ∪ {0}.
Teorema 1.9.10. Existe una correspondencia biunı́voca entre R y D.
Demostración: Sea
φ : R −→ D
α 0−→ A" a1 a2 . . .
a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ α < A+ +···+
10 10 10 10n
a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ β < A+ +···+ .
10 10 10 10n
mente por A + 1, luego es convergente; sea α su lı́mite. Veamos que la representación decimal
de α es precisamente A" a1 a2 . . . . Bastará ver que para cada n es
a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ α < A+ +···+ .
10 10 10 10n
n ∈ N.
Como {bn } es monótona creciente, para todo n ∈ N es bn ≤ lim(bn ) = α.
Por otro lado {cn } es monótona decreciente, y convergente a α por ser cn = bn + 101n , con
lo que cn ≥ lim(cn ) = α para cada n ∈ N.
38 1.10. Los números complejos
Dado n ∈ N, existe n0 > n tal que an0 #= 9, luego an0 + 1 < 10, con lo que
a1 an + 1 a1 10
α ≤ cn0 = A + + · · · + 0 n0 < A + + · · · + n0 = cn0 −1 ≤ cn ,
10 10 10 10
luego α < cn . Como esto es cierto para todo n ∈ N, se termina la demostración. !
Ejercicio: Probar que si la representación decimal se elige de modo que mn < 10n α ≤ mn +1,
el correspondiente D es el conjunto de las representaciones decimales para las cuales no existe
n0 de modo que an = 0 para todo n ≥ n0 .
b c
x2 + x + = 0,
a a
que tiene las mismas soluciones; podemos escribir esta ecuación en la forma
# %2 # 2 %
b b c
x+ − − = 0.
2a 4a2 a
b2 c
Si 2
− ≥ 0, la ecuación anterior tiene por soluciones
4a a
8 8
b b2 c b b2 c
x1 = − + 2
− y x 2 = − − 2
− .
2a 4a a 2a 4a a
8 # %
b2 c b2 c 1 b
Si 2 − < 0, llamado α = − 2 + e y= x+ , la ecuación anterior queda
4a a 4a a α 2a
α2 (y 2 + 1) = 0,
y 2 + 1 = (y − i)(y + i).
b
x1 +
i = y1 = 8 2a
2
b c
− 2+
4a a
y
b
x2 +
−i = y2 = 8 2a ,
2
b c
− 2+
4a a
con lo que las de la ecuación original ax2 + bx + c = 0 serán
8
b b2 c
x1 = − + i − 2 +
2a 4a a
y 8
b b2 c
x2 = − − i − 2 + .
2a 4a a
Cualquier cuerpo K que contenga a R y a una solución i de la ecuación x2 + 1 = 0 contiene
a los números de la forma a + bi con a, b ∈ R, y por tanto a las soluciones de cualquier
ecuación de segundo grado con coeficientes reales. Sea
C = {a + bi : a, b ∈ R, i2 + 1 = 0} ⊆ K.
Con estas operaciones, C es un anillo, como se comprueba fácilmente. Además, todo elemento
no nulo de C tiene inverso en C. En efecto, si z = a + bi ∈ C, con z #= 0, bastará encontrar
a" , b" ∈ R tales que
(a + bi)(a" + b" i) = 1,
40 1.10. Los números complejos
Obsérvese que tanto el complejo conjugado como el módulo de un número complejo son
independientes de cuál de las dos raı́ces de la ecuación x2 + 1 = 0 reciba el nombre de i;
también lo es la parte real, pero no la parte imaginaria.
Tema I: Los números reales 41
|z + z " |2 = (z + z " )(z + z " ) = (z + z " )(z + z " ) = |z|2 + zz " + z " z + |z " |2 =
= |z|2 + |z " |2 + 2 Re(zz " ) ≤ |z|2 + |z " |2 + 2|zz " | = |z|2 + |z " |2 + 2|z||z " | = (|z| + |z " |)2 ,
Observación: El módulo de un número real coincide con su valor absoluto; además las
propiedades (3), (6) y (7) anteriores son las mismas que las del valor absoluto de R.
Definición 1.10.6.– Una sucesión de números complejos {zn } se dice que es convergente si
existe z ∈ C tal que para cada ε ∈ R+ , existe n0 ∈ N tal que |zn − z| < ε para n ≥ n0 .
Definición 1.10.9.– Se dice que una sucesión {zn } es de Cauchy si para cada ε ∈ R+ existe
un n0 ∈ N tal que |zn − zm | < ε si n, m ≥ n0 .
Como antes se tiene
Proposición 1.10.10. Toda sucesión de Cauchy de números complejos está acotada.
42 1.10. Los números complejos
Proposición 1.10.11. Si {zn } y {zn" } son sucesiónes de Cauchy, también lo son {zn + zn" }
y {zn zn" }.
Proposición 1.10.12. Toda sucesión convergente de números complejos es de Cauchy.
La siguiente proposición permite reducir el estudio de sucesiones de números complejos al
de sucesiones de números reales.
Proposición 1.10.13. Sea {zn } una sucesión de números complejos con zn = an + ibn .
(1) {zn } es convergente si y sólo si lo son {an } y {bn }; en este caso,
Demostración: (1) Supongamos que lim(zn ) = a + bi. Como |an − a| ≤ |zn − z| y |bn − b| ≤
|zn − z|, es inmediato que lim(an ) = a y lim(bn ) = b.
Recı́procamente, si lim(an ) = a y lim(bn ) = b, como |zn − (a + bi)| ≤ |an − a| + |bn − b|, se
tendrá que lim(zn ) = a + bi.
(2) Es análoga a la anterior. !
Teorema 1.10.14. C es completo, es decir, toda sucesión de Cauchy en C es convergente.
Demostración: Es suficiente con aplicar adecuadamente la proposición anterior y la com-
pletitud de R. !
Tema I: Los números reales 43
Sean X e Y dos conjuntos con un número finito de elementos. Si existe una aplicación
inyectiva f : X −→ Y , el número de elementos de X es menor o igual que el número de
elementos de Y , como se deduce inmediatamente de la definición. Del mismo modo se deduce
que si existe una aplicación biyectiva g : X −→ Y , entonces el número de elementos de X es
el mismo que el de Y .
Si los conjuntos X e Y no tienen un número finito de elementos, ya no tiene sentido
preguntarse cuál tiene más elementos o si tienen el mismo número de elementos. Sin embargo,
siguen pudiendo establecerse entre ellos aplicaciones.
Definición.– Dos conjuntos se dice que son equipotentes si entre ellos puede establecerse una
aplicación biyectiva.
La definición anterior permite establecer una relación de equivalencia en el conjunto de
todos los conjuntos (que no es un conjunto). Se llama cardinal de un conjunto X a la clase
de equivalencia de X y se denota por #X.
Ejemplos: 1) El subconjunto P ⊂ N formado por los números pares es equipotente con N,
pues la aplicación:
N −→ P
n 0−→ 2n
(0, 1) −→ (a, b)
x 0−→ a + x(b − a)
es biyectiva.
Definición.– Dados dos conjuntos X e Y se dice que el cardinal de X es menor o igual que
el cardinal de Y , y se denota #X ≤ #Y , si existe f : X −→ Y inyectiva.
Proposición. La relación anterior es una relación de orden en el conjunto de los cardinales.
Demostración: Las propiedades reflexiva y transitiva son inmediatas; demostremos la an-
tisimétrica.
Supongamos que #A ≤ #B y #B ≤ #A; existen entonces aplicaciones φ : A −→ B y
ψ : B −→ A inyectivas. B1 = φ(A) y A1 = ψ(B) son subconjuntos no vacı́os de B y A
respectivamente, y además φ : A −→ B1 y ψ : B −→ A1 son biyectivas.
Como φ : A1 −→ B1 y ψ : B1 −→ A1 son inyectivas, podemos repetir el proceso: sean
B2 = φ(A1 ) y A2 = ψ(B1 ) y en general Bn+1 = φ(An ) y An+1 = ψ(Bn ).
44 Apéndice I: Conjuntos numerables
φ : A0 − A1 −→ B1 − B2 y ψ : B0 − B1 −→ A1 − A2
φ : A2 − A3 −→ B3 − B4 y ψ : B2 − B3 −→ A3 − A4
y en general
&
∞ &
∞
Si llamamos A = An y B = Bn , los conjuntos
n=0 n=0
{A2n − A2n+1 , A2n+1 − A2n+2 , A}n∈N y {B2n − B2n+1 , B2n+1 − B2n+2 , B}n∈N
Observación: Se puede demostrar que la relación de orden del conjunto de los cardinales es
de orden total.
Definición.– Se dice que un conjunto es infinito si tiene un subconjunto propio con el mismo
cardinal. Se dice que es finito si no es infinito.
Ejercicio: Probar que un conjunto con un número finito de elementos es finito según la
definición anterior.
Proposición. El menor cardinal infinito es ℵ0 , es decir, si X es un conjunto infinito, en-
tonces #N ≤ #X.
Demostración: Sea X un conjunto infinito. Tomando un elemento cualquiera x1 ∈ X, el
conjunto X − {x1 } es no vacı́o, pues en caso contrario X = {x1 } con lo que serı́a finito.
Podemos entonces elegir x2 ∈ X − {x1 } y por el mismo motivo el conjunto X − {x1 , x2 } no
puede ser el vacı́o. Repitiendo el proceso, cada X − {x1 , . . . , xn } no puede ser vacı́o, con lo
que contendrá un elemento xn+1 . . . . La aplicación f : N −→ X definida por f (n) = xn es
inyectiva, lo que demuestra el enunciado. !
Corolario. Sea X un conjunto, si existe una aplicación inyectiva f : X −→ N, entonces X
es finito o numerable.
N × N −→ N
(n, m) 0−→ 2n 3m
es inyectiva.
Pueden darse otras numeraciones más prácticas en N × N; por ejemplo, siguiendo las
flechas de los diagramas:
para n = 0, 1, . . . .
Proposición. La unión finita o numerable de conjuntos numerables es numerable.
Demostración: Basta probarlo para la unión numerable, pues la unión de un número finito
$
∞
de conjuntos A1 , . . . , An puede considerarse como la unión numerable Bn con Bk = Ak
para k ≤ n y Bk = A1 para k > n. n=1
$
∞ $
∞
es inyectiva y por lo tanto existe una aplicación g : An −→ N inyectiva. Como An no
es finito, ha de ser numerable. ! n=1 n=1
$
∞
Ejemplo: Q es numerable, pues Q = An siendo An el conjunto
n=1
1 2
1 −1 2 −2
An = 0, , , , ,... .
n n n n
Ejercicio: Probar que la unión de un conjunto finito y otro numerable es un conjunto nu-
merable.
Teorema. R no es numerable.
Demostración: Sea f : N −→ R una aplicación cualquiera. Veamos que no puede ser
epiyectiva. Utilizando la representación decimal de los números reales será
Sea A" b1 b2 b3 . . . con bi #= 9 y tal que b1 #= a11 , . . . , bn #= ann , . . . para cada n. Entonces el
número real x cuya representación decimal es A" b1 b2 b3 . . . no esta en la imagen de f , pues
para todo n ∈ N, la cifra n−ésima de la representación decimal de x es distinta de la de
f (n). !
Tema I: Los números reales 47
Ejercicio: Probar que el intervalo cerrado [a, b] también tiene el cardinal del continuo.
48 Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos
P (x)
Al conjunto cociente se le denotará R(x) y a sus elementos se les representará por Q(x)
en
lugar de (P (x), Q(x)). En R(x) se definen la suma y el producto como
y es fácil comprobar que con estas operaciones es un cuerpo. A continuación se dotará a R(x)
de un orden compatible con las operaciones.
Definición.– Se dice que un polinomio P (x) ∈ R[x] es positivo, P (x) > 0, si el coeficiente
del término de menor grado no nulo de P (x) es positivo. Se dice que P (x)
Q(x) ∈ R(x) es positivo
si P (x) > 0 y Q(x) > 0.
Análogamente al caso de Q, se supondrá que el denominador de toda fracción es positivo.
Si se denota por K a R(x), por K + al conjunto de elementos positivos de K y por K − al de
sus opuestos, es obvio que K = K + ∪ K − ∪ {0} es una partición de K, que K + + K + ⊂ K +
y que K + K + ⊂ K + . En consecuencia, K es un cuerpo ordenado.
Obsérvese que si a ∈ R, a > 0, entonces a − x > 0, con lo que x es positivo y menor que
cualquier número real positivo (entendido como elemento de K). Por otra parte la sucesión
P (x)
{xn } converge a 0 en K, ya que que dado Q(x) > 0, si se elige n0 ∈ N tal que xn0 Q(x) tenga
el primer término no nulo de grado mayor que el del primer término no nulo de P (x), para
n ≥ n0 se tiene que
P (x) P (x) − xn Q(x)
− xn = > 0.
Q(x) Q(x)
Tema I: Los números reales 49
mientras que P (x) no tiene términos de esos grados, luego debe ser b0 = b1 = · · · = bl = 0,
en contra de que Q(x) #= 0 por ser el denominador de un elemento de K. Esto prueba que K
no es completo. !
Se completará ahora K = R(x) de modo similar a lo hecho en la construcción de los
números reales. El completado será un cuerpo ordenado no arquimediano y completo.
Sea A el conjunto de las sucesiones de Cauchy en R(x) y consideremos en él la relación
Como en el caso de los números reales es inmediato comprobar que estas definiciones son
correctas y que con ellas K̂ es un cuerpo. El orden de K̂ también se establece de modo
50 Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos
propiedad del extremo, pero esto no es posible, según el teorema 1.7.3. ¿Cuál es el motivo
de esta aparente contradicción? Lo que ocurre es que al ampliar el cuerpo K de este modo
el conjunto resultante verifica, en efecto, la propiedad del extremo, pero no es un cuerpo,
porque no todo elemento tiene opuesto ni inverso. Estos problemas se deben a que al cambiar
el signo o tomar inversos las desigualdades se invierten, por lo que tanto esta construcción
como la de los intervalos encajados dependen fuertemente del orden del cuerpo que se quiere
completar. Sin embargo, la definición de sucesión de Cauchy depende sólo de la noción de
distancia, como se verá en el capı́tulo III.
52
Tema II: Sucesiones y series numéricas
Demostración: (1) Si {zn } es una sucesión convergente y z = lim(zn ), dado ε > 0 existirá
un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , |zn − z| < ε.
Ahora bien, si g : N −→ N es la función creciente que da la subsucesión, nk = g(k) ≥ k, y
por tanto, si k ≥ n0 , también nk ≥ n0 , luego
|znk − z| < ε
53
54 2.1. Sucesiones de números reales y complejos
Observación: Una sucesión puede no ser convergente, y sin embargo sı́ serlo alguna de sus
subsucesiones. Por ejemplo, las subsucesiones de los términos pares y de los impares de la
sucesión {(−1)n } tienen lı́mite 1 y −1 respectivamente, a pesar de que dicha sucesión no es
convergente, como ya se probó.
Ejercicio: Sea {zn } una sucesión de números complejos. Probar que si las subsucesiones
{z2n } y {z2n+1 } convergen al mismo lı́mite z, entonces {zn } también converge a z.
En general, si g1 , . . . , gm : N −→ N son aplicaciones crecientes tales que Im(g1 ) ∪ · · · ∪
Im(gm ) = N y las subsucesiones {zgi (n) } (i = 1, . . . , m) tienen lı́mite z, entonces {zn } también
converge a z.
Teorema 2.1.3 (Bolzano-Weierstrass). Toda sucesión acotada tiene una subsucesión
convergente.
Demostración: Lo demostraremos primero para sucesiones de números reales y luego estu-
diaremos el caso general.
Sean {an } una sucesión acotada de números reales y M > 0 tales que |an | ≤ M para todo
n ∈ N.
Consideremos el intervalo I0 = [−M, M ] = [b0 , c0 ], y para cada k ≥ 1 construyamos los
intervalos siguientes:
6 7
b0 + c0
b0 , si en este intervalo hay infinitos an
2
I1 = [b1 , c1 ] = 6 7
b0 + c0
, c0 en otro caso.
2
...
6 7
bk−1 + ck−1
bk−1 , si en este intervalo hay infinitos an
2
Ik = [bk , ck ] = 6 7
bk−1 + ck−1
, ck−1 en otro caso.
2
Sea an1 ∈ I1 cualquier término de la sucesión {an }; como en I2 hay infinitos términos se
puede elegir an2 ∈ I2 con n2 > n1 . Repitiendo el argumento se puede extraer una subsucesión
{ank } de {an } cuyo elemento k–ésimo está en Ik , y por lo tanto
bk ≤ ank ≤ ck
para todo k ∈ N.
Como la sucesión de las longitudes de los intervalos encajados I0 ⊃ I1 ⊃ I2 ⊃ . . . tiene
lı́mite cero y R verifica la propiedad de Cantor, existen lim (bk ) y lim (ck ) y coinciden, luego,
por la proposición 1.5.7, {ank } es convergente, que era lo buscado.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 55
Sea ahora {zn } una sucesión acotada de números complejos; si escribimos zn = an + ibn ,
las sucesiones {an } y {bn } están acotadas ya que |an |, |bn | ≤ |zn |. Sea {ank } una subsucesión
convergente de {an }; entonces la sucesión {bnk } tiene una subsucesión {bnki } convergente, y
por tanto la sucesión {znki } es una subsucesión convergente de {zn }. !
Corolario 2.1.4. Una sucesión acotada es convergente si y sólo si todas sus subsucesiones
convergentes tienen el mismo lı́mite, que será precisamente el lı́mite de la sucesión.
Demostración: Ya se ha demostrado (proposición 2.1.2) que si {zn } es convergente, todas
sus subsucesiones convergen a lim(zn ).
Recı́procamente, sea z el lı́mite común de todas las subsucesiones convergentes de {zn }
(por el teorema anterior existe al menos una); demostremos que lim(zn ) = z.
Si la sucesión {zn } no tuviera lı́mite z, existirı́a un ε > 0 tal que para cada n ∈ N existirı́a
un m > n de manera que
|zm − z| ≥ ε.
En particular, para n = 1 existirı́a n1 > 1 tal que
|zn1 − z| ≥ ε;
para n = n1 , existirı́a n2 > n1 tal que
|zn2 − z| ≥ ε,
y, repitiendo el mismo argumento, se obtendrı́a una subsucesión {znk } de la sucesión {zn } tal
que para todo k
|znk − z| ≥ ε.
Por 2.1.3, {znk } tendrı́a una subsucesión convergente (que también serı́a subsucesión de
{zn }) cuyos términos verificarı́an la desigualdad anterior, y por lo tanto su lı́mite no podrı́a
ser z, en contradicción con que éste fuera el lı́mite de todas las subsucesiones convergentes de
{zn }. De aquı́ se deduce que debe ser lim(zn ) = z. !
Sea {an } una sucesión acotada. La sucesión {bn } definida por
bn = sup {an , an+1 , . . . }
es monótona decreciente y acotada inferiormante (pues {an } lo es), luego, por la proposición
1.7.2, es convergente y su lı́mite coincide con su ı́nfimo. Análogamente, la sucesión {cn }
definida por
cn = inf {an , an+1 , . . . }
es monótona creciente y acotada superiormente, luego converge a su supremo. Con estas
notaciones, daremos la siguiente
Definición 2.1.5.– Se llama lı́mite superior de la sucesión acotada {an }, y se representa por
lim sup(an ) a lim(bn ) = inf {bn }.
Se llama lı́mite inferior de {an }, y se representa por lim inf(an ) a lim(cn ) = sup {cn }.
/ 0
Ejemplo: Sea an = (−1)n + n1 . En este caso {bn } = 1 + 12 , 1 + 12 , 1 + 14 , 1 + 14 , 1 + 16 , . . . ,
que tiene lı́mite 1 y {cn } = {−1}, que tiene lı́mite −1. Por lo tanto, lim sup(an ) = 1 y
lim inf(an ) = −1.
56 2.1. Sucesiones de números reales y complejos
Proposición 2.1.6. Sea {an } una sucesión acotada de números reales. Se verifican las
propiedades siguientes:
(1) Si {ank } es una subsucesión convergente de {an } se tiene:
(2) Existen subsucesiones de {an } cuyos lı́mites son lim sup(an ) y lim inf(an ).
(3) lim inf(an ) = lim sup(an ) si y sólo si existe lim(an ) y en este caso los tres coinciden.
(2) Busquemos una subsucesión cuyo lı́mite sea lim sup(an ); análogamente se harı́a para el
lı́mite inferior.
Como b1 = sup {a1 , a2 , . . . }, b1 − 1 no es cota superior de {a1 , a2 , . . . }, luego existe un an1
tal que
b1 − 1 ≤ an1 ≤ b1 .
Por el mismo argumento, como bn1 +1 = sup {an1 +1 , an1 +2 , . . . }, existe un n2 > n1 tal que
1
bn1 +1 − ≤ an2 ≤ bn1 +1 .
2
1
bnk−1 +1 − ≤ ank ≤ bnk−1 +1 .
k
Como las sucesiones de los extremos tienen ambas el mismo lı́mite, {ank } es convergente y
su lı́mite coincide con el de las anteriores, es decir, con lim sup(an ).
Obsérvese que de este apartado y el anterior se deduce que el lı́mite superior y el lı́mite infe-
rior son, respectivamente, el mayor y el menor de los lı́mites de las subsucesiones convergentes
de una sucesión, lo que justifica su denominación.
(3) Por la observación anterior lim inf(an ) = lim sup(an ) si y sólo si el lı́mite de todas las
subsucesiones convergentes de {an } es el mismo, y por el corolario 2.1.4 esto equivale a la
existencia de lim(an ). !
Seguidamente introducimos el concepto de lı́mites infinitos, que será de utilidad en lo
sucesivo.
Definición 2.1.7.– Diremos que una sucesión {an } diverge a +∞ si para cada M ∈ R existe
un n0 ∈ N tal que an > M para n ≥ n0 .
En este caso escribiremos lim(an ) = +∞ ó {an } → +∞.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 57
Diremos que la sucesión {an } diverge a −∞ si para cada M ∈ R existe un n0 ∈ N tal que
an < M para n ≥ n0 .
En este caso escribiremos lim(an ) = −∞ ó {an } → −∞.
Si la sucesión {an } no es convergente ni divergente a +∞ ni a −∞, diremos que es oscilante.
× −b 0 b +∞ −∞
−a ab 0 −ab −∞ +∞
+ b +∞ −∞ 0 0 0 0 ? ?
a a+b +∞ −∞ a −ab 0 ab +∞ −∞
+∞ +∞ +∞ ? +∞ −∞ ? +∞ +∞ −∞
−∞ −∞ ? −∞ −∞ +∞ ? −∞ −∞ +∞
Demostremos alguno de ellos, dejando al cuidado del lector la demostración de los restantes:
(1) a + (+∞) = +∞ :
Supongamos que {an } → a y {bn } → +∞ y sea M ∈ R. Por ser convergente, la sucesión
{an } está acotada; sea k una cota inferior. Como lim(bn ) = +∞, existe n0 tal que si n ≥ n0
entonces bn > M − k, con lo que para n ≥ n0
an + bn > k + bn > k + M − k = M.
lim(bn ) = +∞ existe n1 tal que bn > 0 para n ≥ n1 . Entonces, para n ≥ max {n0 , n1 } será
an + bn > M + 0 = M , con lo que se termina.
(3) (+∞)(−∞) = −∞ :
Supongamos ahora que {an } → +∞ y {bn } → −∞, y sea M ∈ R+ . Como lim(an ) = +∞,
existe n0 tal que an > M para n ≥ n0 . Como por otro lado es lim(bn ) = −∞ existe n1 tal
que bn < −1 para n ≥ n1 . Entonces, para n ≥ max {n0 , n1 } será an bn < −M , con lo que se
termina.
(4) a(+∞) = +∞ si a > 0 :
Supongamos que {an } → a y {bn } → +∞, y sea M ∈ R+ . Como {an } → a, existe un n0
tal que para n ≥ n0 es an ≥ a2 . Por ser lim(bn ) = +∞ existirá n1 tal que si n ≥ n1 entonces
bn > 2Ma . Se tendrá que para n ≥ max {n0 , n1 } es
a a 2M
an bn ≥ bn > = M.
2 2 a
(5) (+∞) + (−∞) =? :
Si para cada n ∈ N tomamos an = n y bn = −n, entonces lim(an ) = +∞, lim(bn ) = −∞
y lim(an + bn ) = 0, pues an + bn = 0 para todo n. Sin embargo, si tomamos cn = −n + 1 se
tendrá que an + cn = 1 para todo n, luego lim(an ) = +∞, lim(cn ) = −∞ y lim(an + cn ) = 1.
Es fácil encontrar sucesiones {an } y {bn } con lı́mite +∞ y −∞ respectivamente, tales que
{an + bn } tenga lı́mite +∞, −∞, cualquier número real, o no tenga lı́mite.
(6) 0(+∞) =?: / 0 / 0
Considerar las sucesiones n1 y {n} por un lado y n1 y {n2 } por otro.
Los resultados para la resta se deducen fácilmente de los de la suma, ya que {an − bn } =
{an } + {−bn }.
Para el cociente la totalidad de los resultados se resume en la siguiente tabla
/ −b 0 b +∞ −∞
−a a/b ? −a/b 0 0
0 0 ? 0 0 0
a −a/b ? a/b 0 0
+∞ −∞ ? +∞ ? ?
−∞ +∞ ? −∞ ? ?
Utilizando estas sucesiones es fácil encontrar ejemplos para probar las indeterminaciones
que aparecen cuando lim(bn ) = 0.
Observación: Dado a ∈ R, denotaremos por
(−∞, a) = {x ∈ R : x < a}
(−∞, a] = {x ∈ R : x ≤ a}
(a, +∞) = {x ∈ R : x > a}
[a, +∞) = {x ∈ R : x ≥ a}
× z" 0 ∞ / z" 0 ∞
+ z" ∞ z zz " 0 ∞ z z/z " ∞ 0
z z + z" ∞ 0 0 0 ? 0 0 ? 0
∞ ∞ ? ∞ ∞ ? ∞ ∞ ∞ ∞ ?
<
Diremos que la serie de números reales an es convergente,
< divergente a +∞, divergente
a −∞ u oscilante si lo es la sucesión {An }. Si la serie an es convergente, llamaremos suma
de la misma al número real
∞
;
an = lim(An ).
n=1
< <
∞
Observaciones: 1) No se debe confundir la serie zn con su suma, zn .
n=1
2) Suprimir un número finito de términos no afecta al carácter de una serie, pero sı́ a su
suma (en el caso de ser convergente).
1 − z n+1
Zn = z0 + ... + zn = a(1 + ... + z n ) = a
1−z
mientras que por otro lado, como |zn | = |a| para todo n ∈ N, es lim(|zn |) = |a| =
# 0. Tampoco
2|a|
puede ser divergente, pues sus sumas parciales están acotadas por |1−z| . Por lo tanto es
oscilante.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 61
<
2) Serie armónica de exponente 1 : Sea an = n1 (n ≥ 1); vamos a probar que la serie an
diverge a +∞. Obsérvese para ello que la sucesión de las sumas parciales es creciente, ya que
1
An+1 = An + > An ,
n+1
y por lo tanto, o bien es convergente (cuando esté acotada), o diverge a +∞ (cuando no lo
esté). Veamos que no está acotada: puesto que
# %
1 1 1
< log 1 + <
k+1 k k
(ver Apéndice I), sumando las desigualdades correspondientes a k = 1, . . . , n, se obtiene:
# % # %
1 1 2 n+1 1 1
+···+ < log + · · · + log < +···+ ;
2 n+1 1 n 1 n
como # % # % # %
2 n+1 23 n+1
log + · · · + log = log ... = log(n + 1),
1 n 12 n
se tendrá para cada n ∈ N que
Sea cn = An − log(n); como 0 < cn < 1, la sucesión {cn } está acotada. Además es monótona
decreciente, ya que
# %
1 1
cn+1 − cn = An+1 − log(n + 1) − An + log(n) = − log 1 + < 0.
n+1 n
Entonces es convergente. Su lı́mite se llama constante de Euler y se representa por c:
# %
1 1
c = lim 1 + + · · · + − log(n) .
n→∞ 2 n
< (−1)n+1
3) La serie n es convergente.
En efecto, si designamos
<1 por Sn sus sumas parciales y, como antes, por An las sumas
parciales de la serie n , entonces:
# % # %
1 1 1 1 1
S2n = 1 + + · · · + − + +···+ =
3 2n − 1 2 4 2n
# % # % # %
1 1 1 1 1 1 1 1
1+ +···+ + + +···+ −2 + +···+ =
3 2n − 1 2 4 2n 2 4 2n
= A2n − An ,
62 2.2. Series numéricas. Conceptos generales
Tomando lı́mites y teniendo en cuenta que {cn } → c, es lim(S2n ) = log(2); como S2n+1 =
1
S2n + 2n+1 , es lim(S2n+1 ) = log(2), de donde se deduce que la serie es convergente y su suma
vale log(2). <
4) Serie armónica de exponente 2 : Sea an = n12 ; veamos que la serie an es convergente.
Como la sucesión de las sumas parciales es creciente, para ver que es convergente bastará
demostrar que está acotada. Puesto que para k ≥ 1 es
1 1 1 1
2
< = − ,
(k + 1) k(k + 1) k k+1
<
Corolario 2.2.5. Si la serie zn es convergente, entonces lim(zn ) = 0.
Demostración: Tómese k = 1 en el criterio de Cauchy. !
Observación:
< La condición< 1lim(zn ) = 0 es necesaria, pero no suficiente para la convergencia
1
de la serie zn : la serie n es divergente, a pesar de que lim n = 0.
<
Sea<f : N −→ N una función creciente. Dada una serie zn , podemos definir una nueva
serie zn" del modo siguiente:
Observación:
< Las sumas parciales de una serie obtenida introduciendo paréntesis en una
serie zn forman una subsucesión de {Zn }.
< "
Proposición < 2.2.7 (Propiedad asociativa). Sea zn una serie obtenida introduciendo
paréntesis en zn . Se verifica:
< <
(1) Si < zn es convergente, entonces< zn" es convergente y tienen la misma suma.
(2) Si zn es divergente, entonces zn" también.
< < "
Demostración: Si {Zn } y {Zn" } son las sucesiones de sumas parciales de zn y zn
"
respectivamente, entonces, {Zn } es una subsucesión de {Zn }, de donde se concluye. !
< " <
Observación: El que<una serie zn obtenida introduciendo paréntesis en zn sea conver-
gente no implica que z<
n lo sea, como prueba el siguiente ejemplo:
Consideremos la serie (−1)n , y sea<f : N −→ N definida por f (n) = < 2n. En este caso
"
zn = 0 para todo n, con lo que la serie zn es convergente y sin embargo (−1)n no lo es,
"
Si alguna de las dos condiciones impuestas en la proposición anterior para que una serie
de términos cualesquiera cumpla la propiedad disociativa no se cumple, la proposición no es
cierta. Que lim(zn ) = 0 es necesaria lo prueba el ejemplo anterior a la proposición. Que
f (n + 1) − f (n) ≤ M también lo es, lo prueba el siguiente
<
Ejemplo: Consideremos la serie an siendo
= 1
n+1+r si 1 ≤ r ≤ n + 1
an(n+1)+r =
− 1r si n + 2 ≤ r ≤ 2n + 2
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
,− , , ,− ,− , , , ,− ,− ,− ,...
2 2 3 4 3 4 4 5 6 4 5 6
<
Si bn es la serie obtenida introduciendo paréntesis con f (n) = 2 +4 +· · · +2n = n(n+1),
entonces es
1 1 1 1 1 1
b1 = − = 0 , b2 = + − − = 0, . . . , bn = 0
2 2 3 4 3 4
<
y por <
lo tanto la serie bn es convergente y su suma vale 0.
Si dn es la serie obtenida tomando paréntesis con f (n) = 2 + 4 + · · · + 2n − n = n2 ,
entonces su suma parcial n–ésima Dn verifica que
1 1 1
Dn − − −···− = Bn = 0.
n+1 n+2 2n
1 1 1
Dn = + +···+ = A2n − An = log(2n) + c2n − log(n) − cn .
n+1 n+2 2n
<
Entonces
< dn es convergente y su suma vale lim(Dn ) = log(2). Se deduce de aquı́ que
la serie an no puede ser convergente (ya que introduciendo
< paréntesis hemos obtenido dos
series con sumas distintas), a pesar de ser lim(an ) = 0 y bn convergente.
<
Definición 2.3.1.– Diremos que la serie de números reales an es de términos no negativos
si an ≥ 0 para todo n, y de términos positivos si an > 0 para todo n.
Proposición 2.3.2. Una serie de términos no negativos es convergente si y sólo si la sucesión
de sus sumas parciales está acotada.
Demostración: En este caso la sucesión de sumas parciales es monótona creciente, luego
su convergencia equivale a su acotación. (proposición 1.7.2). !
Tema II: Sucesiones y series numéricas 65
Teorema
< 2.3.3 (Propiedad disociativa para< series de términos
< no negativos). Si
an es una serie de < términos no negativos y bn procede
< de an por introducción de
paréntesis, entonces an es convergente si y sólo lo es bn , y en este caso tienen la misma
suma.
Demostración: {Bn } es una subsucesión de {An } y ambas son crecientes. Por lo tanto una
será convergente si y sólo si lo es la otra, y en este caso ambas tienen el mismo lı́mite. !
<
Definición
< 2.3.4.– Sea σ : N −→ N<una aplicación biyectiva. Si an es una serie, diremos
que aσ(n) es una reordenación de an .
<
Obsérvese que una reordenación de an consiste en otra serie con los mismos términos,
pero sumados en otro orden.
<
Teorema 2.3.5 (Propiedad conmutativa). Una < serie de términos no negativos an es
convergente si y sólo si cualquier reordenación suya aσ(n) es convergente, y en este caso
tienen la misma suma.
< <
Demostración:<Supongamos que an es convergente y con suma A, y sea aσ(n) una
reordenación de an . Para cada n ∈ N, sea m = max{σ(1), . . . , σ(n)}; entonces
aσ(1) + · · · + aσ(n) ≤ a1 + · · · + am ≤ A,
< <
luego las sumas parciales de aσ(n) están acotadas por A. Esto prueba que aσ(n) es
convergente y que su suma
< B es menor o igual que A. <
Como por otra parte an es una reordenación de aσ(n) (mediante la aplicación σ −1 ),
por el argumento anterior, si ésta es convergente también lo será la primera, y además A ≤ B,
lo cual termina la demostración. !
<
Definición 2.4.1.–<Diremos que la serie de números complejos zn es absolutamente con-
vergente si la serie |zn | es convergente.
< n
Ejemplos: 1) La serie az <es absolutamente convergente si y sólo si |z| < 1. <
2) Dados z, an ∈ C la serie an z n se denomina serie de potencias. Veamos que si < an z0n
converge para un cierto z0 ∈ C, entonces para < cada z ∈ C con |z| < |z0 | la serie an z n
converge absolutamente. En efecto, por ser an z0n convergente, la sucesión {|an ||z0 |n } está
acotada. Si K es una cota superior de dicha sucesión será
3 3n
3z3
|an ||z| = |an ||z0 | 33 33 ≤ Krn ,
n n
z0
3 3
3z3
con r = 33 33 < 1, con lo que, usando el ejemplo anterior, se concluye.
z0
66 2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann
< (−1)n+1
Ejemplo: Consideremos la serie . Se tendrá:
n
= 1 =
si n es impar 0 si n es impar
a+
n = n y a−
n = 1
0 si n es par si n es par
n
<
Obsérvese que en este caso la serie an es convergente a pesar de que sus series de términos
positivos y negativos son divergentes.
<
Proposición
< + < −2.4.5. a) La serie de números reales an es absolutamente convergente si y
sólo si an y an son convergentes. Además, en este caso, se verifica que:
∞
; ∞
; ∞
; ∞
; ∞
; ∞
;
an = a+
n − a−
n y |an | = a+
n + a−
n.
n=1 n=1 n=1 n=1 n=1 n=1
Tema II: Sucesiones y series numéricas 67
Ejercicio: Probar que si la serie del ejemplo anterior se reordena tomando alternativamente ' (
k términos positivos y r negativos, entonces la suma de la nueva serie vale log(2) + 12 log kr .
68 2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann
< <
Proposición 2.4.7. Sea zn una serie de números
< complejos,
< con zn = a n + ib n ; zn
es incondicionalmente convergente si y sólo si an y bn son incondicionalmente conver-
gentes.
Demostración: Es inmediata a partir del apartado b) de la proposición 2.2.3. !
Proposición 2.4.8. Toda serie de números complejos absolutamente convergente es incondi-
cionalmente convergente.
Demostraci
< ón: Por las proposiciones 2.4.3 y 2.4.7 basta ver que el enunciado es cierto para
series < an de números reales. < + < −
Si an es absolutamente convergente, entonces an y an son series convergentes
(proposición <
2.4.5) de términos no negativos, y<
por lo tanto verifican la propiedad conmutativa.
Entonces, si aσ(n) es una reordenación de an , de la igualdad
a+ +
1 + · · · + an1 > 1;
<
como a−
n diverge a +∞, existe un m1 ∈ N tal que
(a+ + − −
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) < −1.
(a+ + − − + +
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) + (an1 +1 + · · · + an2 ) > 1,
(a+ + − − + + − −
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) + (an1 +1 + · · · + an2 ) − (am1 +1 + · · · + am2 ) < −1.
<
Siguiendo con el proceso, construimos una serie cuyos términos son los de an <
y un
cero extra por cada término; suprimiendo dichos ceros se obtiene una reordenación de an
oscilante.
Ahora vamos a obtener una reordenación divergente hacia +∞ (de igual modo se construirı́a
otra divergente a −∞).
Como antes, existe un n1 ∈ N tal que
a+ +
1 + · · · + an1 > 1;
Tema II: Sucesiones y series numéricas 69
(a+ + − + +
1 + · · · + an1 ) − a1 + (an1 +1 + · · · + an2 ) > 2,
< Reiterando el proceso y suprimiendo los ceros sobrantes se obtiene una reordenación de
an ; vamos
< a ver que es convergente hacia a:
Como an es convergente, lim(an ) = 0, luego dado ε > 0 existe un k0 tal que |an | < ε si
n ≥ k0 .
Por construcción, mk , nk ≥ k, ya que en cada etapa añadimos al menos un término. Ası́
pues, si k ≥ k0 se verifica:
(a+ + − − + + +
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) + · · · + (ank−1 +1 + · · · + ank ) ≤ a + ank < a + ε,
a1 b1 , a1 b2 , a2 b2 , a2 b1 , a1 b3 , a2 b3 , . . . .
Con las notaciones de siempre, es claro que Cn2 = An Bn , ya que en ambos < términos
aparecen todos los productos ak br con k, r ≤ n. Además toda suma parcial de cn puede
escribirse de la forma Cn2 +r ó Cn2 −r , con r ≤ n + 1. Consideremos, por ejemplo, las sumas
Cn2 +r :
Cn2 +r = An Bn + (a1 + · · · + ar )bn+1 .
Tema II: Sucesiones y series numéricas 71
<
Como an es convergente, existe una constante K tal que
|a1 + · · · + ar | ≤ K,
luego
|(a1 + · · · + ar )bn+1 | ≤ K|bn+1 |,
y como lim(bn ) = 0, lim(Cn2 +r ) = lim(An ) lim(Bn ). Análogo resultado se prueba para las
sumas parciales Cn2 −r , de donde se concluye.
< (−1)n+1
2) A pesar de que la serie √ es convergente, el producto por sı́ misma con la
n
aplicación biyectiva (ver Apéndice del Tema I) f : N −→ N × N definida por
# %
n(n + 1)
f +r = (r, n + 2 − r) si 1 ≤ r ≤ n + 1
2
para n = 0, 1, . . . , no es convergente.
La convergencia de la serie es clara sin más que aplicar el criterio de Leibnitz (ver Apéndice
II). <
Los primeros términos de cn son:
a1 b1 , a1 b2 , a2 b1 , a1 b3 , a2 b2 , a3 b1 , a1 b4 , . . . ,
< <
Definición
< 2.5.3.– Llamaremos producto de Cauchy de las series an y bn a la serie
cn , donde ;
cn = ak br .
k+r=n
< <
∞ <
∞
la serie cn z n converge a ( an z n )( bn z n ) para |z| < r.
n=0 n=0 <
En <efecto, el <
producto de Cauchy de las dos series es precisamente cn z n , y, como las
n
series an z# y bn z n% son
# ∞absolutamente
% convergentes para |z| < r, cualquier producto suyo
<
∞ <
tiene suma an z n bn z n (teorema 2.5.2), y por lo tanto su producto de Cauchy
n=0 n=0
también.
Este ejemplo justifica la definición del producto de Cauchy, ya que esta introducción de
paréntesis en el producto de dos series de potencias consiste simplemente en agrupar todos
los sumandos con el mismo exponente de z.
< zn < wn < (z + w)n
2) El producto de Cauchy de las series y es la serie , ya que
n≥0 n! n≥0 n! n≥0 n!
; z k wr n
; n # %
z k wn−k 1 ; n k n−k 1
cn = = = z w = (z + w)n .
k! r! k! (n − k)! n! k n!
k+r=n k=0 k=0
La teorı́a de los productos infinitos está muy relacionada con la de las series, ya que un
producto se reduce a una suma si tomamos logaritmos. Aquı́ estudiaremos los productos
infinitos de números reales; aunque el estudio es análogo para los complejos, dado que no se
supone conocido el logaritmo complejo, no nos ocuparemos de él.
Sea {an } una sucesión de números reales; a partir de {an } podemos construir una nueva
sucesión {Pn } definida como sigue:
n
A
Pn = a1 . . . an = ak .
k=1
Por analogı́a con las series, podrı́amos definir un producto infinito como una pareja de
sucesiones ({an }, {Pn }) relacionadas según la fórmula anterior, y decir que es convergente o
divergente si lo es la sucesión {Pn }. Sin embargo, si pusiéramos esta definición se presentarı́an
algunos problemas que comentamos a continuación.
En primer lugar, si algún término an es nulo, todos los Pn+k con k ≥ 0 son nulos, inde-
pendientemente de cómo sean los an+k . Por ejemplo, si a un producto cuya sucesión {Pn }
no sea convergente le cambiamos el primer término por cero, la nueva sucesión {Pn } es la
sucesión constante {0}, que es convergente; entonces dos productos que difieren en un término
tendrı́an distinto carácter, lo cual no es lógico. Para evitarlo excluiremos el caso en que algún
an sea nulo. B
Por otra
< parte, es razonable que un producto infinito< an sea convergente cuando lo sea
la serie log(an ), mientras que si lim(P
B n ) = 0, la serie log(an ) diverge a −∞. Por tanto,
en este caso diremos que el producto an diverge ) a *cero.
Si lim(Pn ) = P #= 0, entonces lim(an ) = lim PPn−1 n
= 1, luego existe un n0 tal que an > 0
para todo n ≥ n0 . Como un número finito de factores no afectan al carácter de la sucesión
{Pn }, en lo sucesivo supondremos que an > 0 para todo n, y ası́ podremos tomar logaritmos.
En vista de la discusión anterior podemos dar la siguiente
Definición 2.6.1.– Llamaremos producto infinito de números reales a un par de sucesiones
({an }, {Pn }), donde an > 0 para todo n, relacionadas del modo siguiente:
Pn = a1 . . . an .
23 n+1
Pn = ... = n + 1,
12 n
luego lim(P
# n ) = +∞,
% y por tanto el producto diverge a +∞.
B 1
2) 1− es divergente a cero, puesto que sus términos son los inversos de los del
n≥2 n
anterior. # %
B 1 1
3) 1 − 2 es convergente a .
n≥2 n 2
1 (n − 1)(n + 1)
En efecto: como 1 − 2 = , el producto n–ésimo vale
n n2
132435 n−2 n n−1 n+1 n+1
... = ,
223344 n−1 n−1 n n 2n
|Pn+k − Pn | < M ε.
|Pn+k − Pn |
|an+1 . . . an+k − 1| = < ε.
|Pn |
Tema II: Sucesiones y series numéricas 75
B
Recı́procamente, supongamos que el producto an verifica la condición: existe un n0 tal
que para cada n ≥ n0 y k > 0 se verifica
1
|an+1 . . . an+k − 1| < ;
2
1 3
< an0 +1 . . . an0 +k < ,
2 2
1 3
(1) |Pn0 | < |Pn0 +k | < |Pn0 |
2 2
2
|an+1 . . . an+k − 1| < ε
3|Pn0 |
2
(2) |Pn+k − Pn | < ε|Pn |
3|Pn0 |
|Pn+k − Pn | < ε,
Observación:
B El corolario anterior justifica el que los productos infinitos se escriban en la
forma (1 + an ), cosa que haremos en lo sucesivo.
B
Proposición 2.6.6. a) Si < a n ≥ 0 para todo n, entonces el producto (1 + an ) es convergente
si y sólo si lo es la serie an . B
< b) Si a n ≤ 0 para todo n, el producto (1 + an ) es convergente si y sólo si lo es la serie
an .
Demostración: Obsérvese en primer lugar que los términos an nulos no afectan a la conver-
gencia de la serie ni del producto, luego se puede suponer que an #= 0 para todo n. Por otra
76 2.6. Productos infinitos de números reales
Se dedica este apartado a demostrar algunas propiedades útiles para el cálculo de lı́mites.
Como, por el apartado (1) de la proposición 1.10.13, una sucesión de números complejos
{zn } = {an + ibn } es convergente si y sólo si lo son {an } y {bn }, y en este caso es lim(zn ) =
lim(an ) + i lim(bn ), para estudiar la convergencia basta ceñirse al caso de las sucesiones de
números reales.
Supondremos que el lector conoce la definición de las funciones exponencial y logarı́tmica,
ası́ como sus propiedades elementales; dichas funciones serán estudiadas más adelante. Se
denotará por log al logaritmo neperiano (en base e) y por exp a la exponencial en base e,
donde el número e se define en este apéndice.
Proposición. Sean {an }, {bn } y {cn } sucesiones de números reales. Se verifica:
(1) Si lim(an ) = a, bn > 0 para todo n ∈ N y lim(b1 + · · · + bn ) = +∞, entonces la
sucesión
a1 b1 + · · · + an bn
sn =
b1 + · · · + bn
también tiene por lı́mite a.
a1 + · · · + an
(2) Si lim(an ) = a, la sucesión sn = es convergente y su lı́mite también es
n
a. # %
cn
(3) Si lim = a, bn > 0 para todo n ∈ N y lim(b1 + · · · + bn ) = +∞, entonces
bn
# %
c1 + · · · + cn
lim = a.
b1 + · · · + bn
# %
an+1 − an
(4) Criterio de Stolz : Si lim = a, {bn } es creciente y lim(bn ) = +∞,
# % bn+1 − bn
an
entonces lim = a.
bn )a *
n
(5) Si lim(an+1 − an ) = a, entonces lim = a.
n
Demostración: (1) Sea ε > 0. Como lim(an ) = a, existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces
|an − a| < 2ε . Entonces, si n > n0 se tiene:
3 3
3 a1 b1 + · · · + an bn 3
3 3
3 b1 + · · · + bn − a3 ≤
3 3 3 3
3 (a1 − a)b1 + · · · + (an0 − a)bn0 3 3 (an0 +1 − a)bn0 +1 + · · · + (an − a)bn 3
≤ 33 3+3
3 3
3<
3
b1 + · · · + bn b1 + · · · + bn
|(a1 − a)b1 + · · · + (an0 − a)bn0 | ε bn0 +1 + · · · + bn
< + .
b1 + · · · + bn 2 b1 + · · · + bn
Tema II: Sucesiones y series numéricas 79
y
d1 + · · · + dn = (b2 − b1 ) + · · · + (bn+1 − bn ) = bn+1 − b1 = bn+1 ,
bn = (1 + c)n ≥ 1 + nc,
si n ≥ n0 , y esto es cierto porque según el apartado (3) la sucesión del primer término tiene
por lı́mite cero y según el (2) la del último diverge a +∞. !
80 Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites
n + 2 n
# % # %# %n
an+1 1 n+1 1 1
= 1+ n+1 = 1+ 1− ≥
an n+1 n+1 (n + 1)2
# % #n %
1 n 1
≥ 1+ 1− =1+ > 1,
n+1 (n + 1)2 (n + 1)3
Notaciones o y O
Para terminar, por comodidad, fijaremos las notaciones siguientes, que serán utilizadas en
lo sucesivo: # %
an
Si {an } y {bn } son dos sucesiones en R, escribiremos an = o(bn ) si lim = 0, y
bn
an = O(bn ) si existen una constante C ≥ 0 y un n0 ∈ N tales que |an | ≤ C|bn | para n ≥ n0 .
# %
an
Ejemplos: 1) Si lim = a, entonces an = O(bn ). En particular si an = o(bn ), entonces
bn
an = O(bn ).
2) Sea {an } una sucesión con lı́mite 0. La fórmula:
# %
log(1 + an )
(1) lim =1
an
puede escribirse # %
log(1 + an ) − an
lim =0
an
y por lo tanto se tendrá que log(1 + an ) = an + o(an ).
En particular, si an = n1 obtenemos
# % # %
1 1 1
log 1 + = +o .
n n n
3) Sea {bn } una sucesión con lı́mite 0. Tomando an = ebn − 1, como {an } → 0, por la
fórmula (1), será: # %
bn
lim bn = 1.
e −1
# bn % # bn %
e −1 e − 1 − bn
Entonces lim = 1 y por lo tanto lim = 0, de donde
bn bn
ebn = 1 + bn + o(bn ).
4) Sea {an } una sucesión con lı́mite 0, del ejercicio 3 anterior se deduce que:
log(1 + an ) = an + O(a2n ),
1
en particular tomando an = n
se obtiene
# % # %
1 1 1
log 1 + = +O .
n n n2
82 Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites
Demostración: Las tres primeras son inmediatas a partir de la definición. Para la última
supongamos que bn = o(an + o(an )). Como
bn bn an bn 1
= = ,
an + o(an ) an an + o(an ) an o(an )
1+
an
# %
bn
necesariamente lim = 0. !
an
# %α # %
1 α 1
Ejemplo: 1 + =1+ +o .
n n n
En efecto, usando los ejemplos 2 y 3 anteriores y las propiedades de o y O, se tiene que
# %α # % # %
1 1 α 1
log 1 + = α log 1 + = +o ,
n n n n
de donde
# %α # # %% # % # # %% # %
1 α 1 α 1 α 1 α 1
1+ = exp +o =1+ +o +o +o =1+ +o .
n n n n n n n n n
Tema II: Sucesiones y series numéricas 83
Demostración: (1) Sea 0 < α < lim (cn ); existe un número natural n0 tal que ck > α para
todo k ≥ n0 . Ası́, si k ≥ n0 se verifica:
luego
an0 bn0 − an+1 bn+1 an bn
an0 +1 + · · · + an+1 < < 0 0,
α α
<
por lo que an tiene las sumas parciales acotadas y por lo tanto es convergente.
(2) Si lim (cn ) < 0, existe un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces es cn < 0, es decir,
< 1
an bn < an+1 bn+1 para n ≥ n0 . Entonces, como la serie es divergente, utilizando el
<bn
criterio de comparación de segunda especie, también lo será an . !
< 1
Ejemplo: La serie n2 es convergente.
Tomemos bn = n, entonces
1
n2 (n + 1)2 n+1
cn = 1 n − (n + 1) = − (n + 1) = ,
(n+1)2
n n
< 1
luego lim (cn ) = 1 y en consecuencia n2 converge.
Observaciones: 1) Con la misma demostración, los apartados (1) y (2) se pueden sustituir
por:
<
(1) Si existen α > 0 y n0 ∈ N tales que cn ≥ α para n ≥ n0 , la serie an es convergente.
< 1 <
(2) Si existe n0 ∈ N tal que cn ≤ 0 para n ≥ n0 y la serie es divergente, an es
bn
divergente.
Por tanto, todos los criterios que se demuestren utilizando el criterio de Kummer podrı́an ser
enunciados de este modo. <
2) Si lim (cn ) = +∞, por el apartado (1) de la observación anterior, an es convergente,
con lo cual el caso lim (cn ) = +∞ queda englobado en lim (cn ) > 0.
B) Criterios particulares.
<
Criterio del cociente,
# o
% de D’Alembert. Sea an una serie de términos positivos tal
an
que existe r = lim . Entonces se tiene:
an+1
<
(1) Si r > 1, <la serie an es convergente.
(2) Si r < 1, an es divergente.
(3) Si r = 1, el criterio no es aplicable.
86 Apéndice II: Criterios de convergencia de series
√ <
Observaciones: 1) Si existe n0 ∈ N tal que n an ≥ 1 para n ≥ n0 , entonces la serie an
√
< divergente, pues lim (an ) #= 0. Y si existe ρ < 1 tal que an ≤ ρ para n ≥ n0 , entonces
es n
an es convergente, con demostración análoga a la del apartado (1). Por ejemplo, sea
1
n si n es par
an = 2
1 si n es impar
3n
√ √ √
Si n es par, an = 2 , y si n es impar, an = 13 , luego n an ≤
n 1 n 1
' √2 para
( todo n, y por tanto
<
an es convergente. Obsérvese que en este caso no#existe % lim n an .
an+1 '√ (
2) En el apéndice I hemos demostrado que si lim = r, también es lim n an = r.
an
Entonces, si se ha aplicado el criterio del cociente y ha resultado r = 1, al aplicar el de la raı́z
también será r = 1, por lo que no merece la pena aplicarlo. '√ (
El criterio de
# la raı́z
% es más fino que el del cociente, ya que hay casos en que existe lim n a
n
an+1
sin existir lim .
an # % # %
an an
En el ejemplo anterior, para n par, lim = +∞, y para n impar, lim = 0,
# % an+1 an+1
an
por lo que no existe lim y no se puede aplicar el criterio del cociente ni su correspon-
an+1
diente observación.
El siguiente criterio supone conocimientos elementales sobre integrales que serán estudiados
más adelante; se incluye aquı́ por razones de completitud, aunque su demostración no se hará
hasta el tema VI.
Definición.– Dada una función f : R −→ R, se dice que a ∈ R es el lı́mite de f (x) cuando
x → +∞, y se escribe lim f (x) = a, si para cada ε > 0 existe x0 ∈ R tal que |f (x) − a| < ε
x→+∞
para todo x > x0 .
Llamaremos I I
+∞ x
f (x) dx = lim f (t) dt
a x→+∞ a
cuando dicho lı́mite exista, y diremos en este caso que la integral es convergente.
Criterio integral. Si f : [1, +∞) −→ R es una aplicación decreciente y lim f (x) = 0,
x→+∞
< J +∞
entonces la serie f (n) es convergente si y sólo si 1 f (x) dx es convergente. Además, en
este caso se tiene: ∞ I +∞ ∞
; ;
f (n) ≤ f (x) dx ≤ f (n).
n=2 1 n=1
< 1
Ejemplos: 1) La serie es convergente si y sólo si α > 1.
nα
1
Para α ≤ 1 ya sabemos que diverge a +∞. Para α > 1, tomando la función f (x) = α ,
x
será, para todo x > 1
I x 7x # %
dt t1−α 1 1 1
α
= = 1 − α−1 ≤ .
1 t 1−α 1 α−1 x α−1
88 Apéndice II: Criterios de convergencia de series
Demostración: Por ser {an } decreciente, para cada k ≥ 0 se tienen las desigualdades
de donde se concluye sin más que observar que una sucesión monótona creciente es convergente
si y sólo si tiene una subsucesión acotada. !
< 1
Ejemplos: 1) La serie converge si y sólo si α > 1.
nα
Si α ≤ 0 la serie es divergente, pues su término general no tiene lı́mite 0.
< 1
Si α > 0 la serie cumple las hipótesis del criterio anterior, por lo que converge si y
nα
< k 1 < 1
sólo si la serie 2 kα = k(α−1)
converge. Puesto que ésta es una serie geométrica, será
2 2
1
convergente cuando su razón α−1 sea menor que 1, es decir cuando sea α > 1.
2
< 1
2) La serie 2 r−1 (n)(Lr (n))α
es convergente si y sólo si α > 1.
n≥n0 nL(n)L (n) . . . L
Sea +(x) = log2 (x) y +r (x) = +(+(. . . +(x))) con r logaritmos.
Basta probar el enunciado para la serie
; 1
n+(n)+2 (n) . . . +r−1 (n)(+r (n))α
n≥n0
ya que
1
n+(n)+2 (n) . . . +r−1 (n)(+r (n))α
lim = (L(2))α+r−1 ,
1
2 r−1
nL(n)L (n) . . . L (n)(L (n)) r α
y por el criterio de comparación por paso al lı́mite, ambas series tienen igual carácter.
Lo hacemos de nuevo por inducción sobre r.
< 1
Para r = 1, por el criterio de condensación, converge si y sólo si
n(+(n))α
; 1 ; 1
2k =
2k (+(2k ))α kα
Entonces:
<
(1) Si r > 1, la serie an es convergente.
(2) Si r < 1, la serie es divergente.
90 Apéndice II: Criterios de convergencia de series
log(1/an )
Demostración: (1) Sea r > α > 1. Existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , es > α,
# % log(n)
1 1
luego log > α log(n) = log(nα ) para n ≥ n0 . Se deduce de aquı́ que an < α para
an n
n ≥ n0 , y por el criterio de comparación de primera
# % especie se concluye.
1 1
(2) A partir de un cierto n0 se verifica log ≤ log(n), luego an ≥ para n ≥ n0 , de
an n
donde se concluye de nuevo por el criterio de comparación de primera especie. !
< 1 log(1/an )
Ejemplos: 1) La serie es divergente, ya que en este caso = log(2) < 1.
2log(n) log(n)
< 1 log(1/an )
2) La serie es convergente, ya que en este caso = log(3) > 1.
3log(n) log(n)
Observación: Con igual demostración, el enunciado del criterio logarı́tmico podrı́a cambiarse
por:
log(1/an ) <
(1) Si existen α > 1 y n0 ∈ N tales que > α para n > n0 , la serie an es
log(n)
convergente.
log(1/an ) <
(2) Si existe n0 ∈ N tal que ≤ 1 para n > n0 , la serie an es divergente.
log(n)
<
Criterio de Raabe. Sea an una serie de términos positivos tal que existe
# # %%
an
r = lim n −1 .
an+1
Entonces:
<
(1) Si r > 1, < an es convergente.
(2) Si r < 1, an es divergente.
(3) Si r = 1, el criterio no es aplicable.
Demostración: Para (1) y (2) tómese bn = n en el criterio de Kummer. Para la parte (3),
<1 < 1
considérense las series y . Como sabemos, la primera de ellas es divergente
n n(log(n))2
y la segunda convergente. Veamos que en ambos casos r = 1. El primero es inmediato; para
el segundo, como # %
1
log(n + 1) = log(n) + O ,
n
elevando al cuadrado, se tiene
# % # # %%2
2 2 1 1
(log(n + 1)) = (log(n)) + 2 log(n)O + O
n n
y usando las propiedades de O es
# %
2 2 log(n)
(log(n + 1)) = (log(n)) + O .
n
Tema II: Sucesiones y series numéricas 91
< 1
Ejemplo: Estudiemos la convergencia de la serie .
nα
En este caso es
# # %% # # # %%%
(n + 1)α α 1
r = lim n α
−1 = lim n +o = α.
n n n
<
(1) Si α > 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si α < 1, an es divergente.
(3) Si α = 1 el criterio no es aplicable; puede intentarse para r + 1.
Demostración: Para probar (1) y (2) vamos a aplicar el criterio de Kummer con bn =
nL(n) . . . Lr (n).
Demostremos en primer lugar que
# %
r r 1 1
L (n + 1) = L (n) + +O .
nL(n) . . . Lr−1 (n) n L(n) . . . Lr−1 (n)
2
Se tendrá que
y por lo tanto
bn+1 (n + 1)L(n + 1) . . . Lr (n + 1)
= =
bn nL(n) . . . Lr (n)
! "! ! "" ! ! ""
1 1 1 1 1
= 1+ 1+ +O ... 1 + +O =
n nL(n) n2 L(n) nL(n) . . . Lr (n) n2 L(n) . . . Lr (n)
! "
1 1 1 1
=1+ + + ··· + +O 2
.
n nL(n) nL(n) . . . L (n)
r n L(n)
Entonces
# %
an an bn+1
cn = bn − bn+1 = bn − =
an+1 an+1 bn
# %
r 1
= (α − 1) + nL(n) . . . L (n) o ,
nL(n) . . . Lr (n)
1 1
an = y a"n =
nL(n) . . . Lr (n) nL(n) . . . Lr (n) (Lr+1 (n))2
Criterio iterativo de la raı́z. Sean {an } una sucesión de términos positivos y α ∈ R tales
que 8 # r %
n 1 L(n) L2 (n) Lr (n) L (n)
=1+ + +···+α +o .
an n n n n
<
(1) Si α > 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si α < 1, an es divergente.
(3) Si α = 1 el criterio no es aplicable; puede intentarse para r + 1.
Criterio iterativo logarı́tmico. En las mismas condiciones, sea α tal que
# r %
log(1/an ) L2 (n) L3 (n) Lr (n) L (n)
= 1+ + +···+α +o .
log(n) L(n) L(n) L(n) L(n)
<
(1) Si α > 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si α < 1, an es divergente.
(3) Si α = 1 el criterio no es aplicable; puede intentarse para r + 1.
< (−1)n+1
Ejemplo: La serie √ es convergente.
n
Fórmula de sumación parcial de Abel. Si {an } y {bn } son dos sucesiones cualesquiera
y p, q ∈ N, entonces
q
; q−1
;
an bn = An (bn − bn+1 ) + Aq bq − Ap−1 bp .
n=p n=p
<
Criterio de Dirichlet. Si an es una serie cuyas sumas parciales
< están acotadas, y {bn }
una sucesión monótona convergente a cero, entonces la serie an bn converge.
Demostración: Se puede suponer que la sucesión {bn } es decreciente, pues si fuese creciente
bastarı́a multiplicarla por −1.
Si C es una cota de la sucesión {|An |}, entonces, por la fórmula de sumación parcial de
Abel, se tiene:
3 q 3 3 q−1 3 q−1
3; 3 3; 3 ;
3 3 3 3
3 an bn 3 = 3 An (bn − bn+1 ) + Aq bq − Ap−1 bp 3 ≤ C(bn − bn+1 ) + Cbq + Cbp =
3n=p 3 3n=p 3 n=p
= C(bp − bq + bq + bp ) = 2Cbp .
ε
Por otra parte, como lim (bn ) = 0, para cada ε > 0 existe un n0 tal que bp < 2C para todo
p ≥ n0 , y por el criterio de Cauchy para la convergencia de series se concluye. !
<
Ejemplo: El criterio de Leibnitz es un caso particular de éste, ya que la serie (−1)n+1
tiene sus sumas parciales acotadas (por 0 inferiormente y por 1 superiormente), y {an } es una
sucesión monótona decreciente y lim (an ) = 0.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 95
<
Criterio de Abel. Si la serie an es convergente
< y {bn } es una sucesión monótona y
acotada de números reales, entonces la serie an bn es convergente.
Demostración: Si {bn } es monótona y acotada es convergente; si b = lim (bn ),<la sucesión
{bn −b} es monótona y convergente a 0,<luego, por el criterio de Dirichlet, (bn −b)
< la serie an<
es convergente. Por otra parte, la serie an b es convergente por serlo an , de donde an bn
es convergente. !
< <
Ejemplos: 1) Si an es #
convergente,
% también lo es an xn con 0 ≤ x ≤ 1.
n
< (−1)n+1 1
2) La serie 1+ es convergente.
n n
96
Tema III: Topologı́a
n
;
:x:1 = |xk |
k=1
para cada x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn . Veamos que : :1 es una norma. Usando las propiedades
del valor absoluto en R, se tiene que:
<n
(1) :x:1 = |xk | ≥ 0, y :x:1 = 0 si y sólo si |xk | = 0 para todo k, lo cual es equivalente
k=1
a que x = (0, . . . , 0) = 0.
<
n <
n <
n <
n
(2) :x + y:1 = |xk + yk | ≤ (|xk | + |yk |) = |xk | + |yk | = :x:1 + :y:1 .
k=1 k=1 k=1 k=1
<
n <
n <
n
(3) :ax:1 = |axk | = |a||xk | = |a| |xk | = |a|:x:1 .
k=1 k=1 k=1
2) Sea E = R y :x:∞ = max{|xk | : 1 ≤ k ≤ n}. Veamos que también (Rn , : :∞ ) es un
n
espacio normado.
(1) :x:∞ = max{|xk | : 1 ≤ k ≤ n} ≥ 0, y :x:∞ = 0 si y sólo si |xk | = 0 para todo k, es
decir, si y sólo si x = 0.
(2) |xk + yk | ≤ |xk | + |yk | ≤ :x:∞ + :y:∞ , luego :x:∞ + :y:∞ es una cota superior del
conjunto {|xk + yk | : 1 ≤ k ≤ n}, y por tanto mayor o igual que su máximo, :x + y:∞ .
(3) :ax:∞ = max{|axk | : 1 ≤ k ≤ n} = |a| max{|xk | : 1 ≤ k ≤ n} = |a|:x:∞ .
La siguiente definición junto con el lema que va a continuación nos proporcionarán nuevos
ejemplos de espacios normados:
97
98 3.1. Espacios métricos
<
n
Ejemplo: La aplicación T2 : Rn × Rn −→ R definida por T2 (x, y) = xk yk , donde
k=1
x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn e y = (y1 , . . . , yn ) ∈ Rn , es un producto escalar euclı́deo, como
se comprueba fácilmente. Recibe el nombre de producto escalar usual de Rn .
Si T:2 es un producto escalar euclı́deo en E, la aplicación : : : E −→ R definida por
:e: = T2 (e, e) es una norma en E.
La única propiedad no inmediata es la desigualdad triangular, que se demuestra en el
siguiente
:
Lema 3.1.3. Sea (E, T2 ) es un espacio euclı́deo y :e: = T2 (e, e). Dados e, e" ∈ E, se
verifica:
(1) Desigualdad de Schwartz : |T2 (e, e" )| ≤ :e: :e" :.
(2) Desigualdad de Minkowski : :e + e" : ≤ :e: + :e" :.
la expresión del último miembro es un polinomio P (a) de segundo grado que no toma valores
negativos, luego no puede tener dos raı́ces distintas α < β, ya que en este caso P (a) =
T2 (e" , e" )(a − α)(a − β), con lo que para todo a ∈ (α, β) serı́a P (a) < 0. Por tanto, el
discriminante no puede ser positivo, de donde
Observación: Nótese que un producto escalar y una norma están definidos en un R–espacio
vectorial, pero una distancia puede estar definida en un conjunto cualquiera.
es una distancia.
En efecto, (1) y (2) se deducen inmediatamente de la definición, y (3) de que, si x #= z,
también debe ser x #= y ó y #= z.
La distancia anterior recibe el nombre de distancia discreta.
1 1 1
-1 1 -1 1 -1 1
-1 -1 -1
Como en R las tres normas anteriores coinciden con el valor absoluto, para cada a ∈ R y
cada r ∈ R+ es B(a, r) = (a −r, a +r) y B(a, r) = [a −r, a +r] (obsérvese cómo la intersección
de cada una de las tres figuras anteriores con el eje de abscisas es precisamente el segmento
de extremos −1 y 1).
2) Si dotamos a un conjunto X de la distancia discreta, para cada x ∈ X es B(x, 1) = {x}
y B(x, 1) = X.
x
ε
y
Si z ∈ B(y, ε), será d(z, y) < ε , y por la desigualdad triangular se tiene que
Sea (x, y) ∈ A; si vemos que B((x, y), x2 ) ⊆ A, quedará probado que A es abierto.
Y
y
x X
:
Si (x" , y " ) ∈ B((x, y), x2 ), entonces |x" − x| ≤ (x" − x)2 + (y " − y)2 < x
2
, con lo que
x
2 < x" < 3x " " "
2 ; entonces x > 0 y por tanto (x , y ) ∈ A.
3) El conjunto A = {(x, y) ∈ R2 : x = 0} no es abierto.
Observación: La propiedad (2) es válida para intersecciones finitas, pero no para intersec-
ciones infinitas:
& por ejemplo, si X = Rn dotado de la distancia inducida por : :2 y x ∈ X,
entonces B(x, r) = {x}, que no es abierto.
r∈R+
Definición 3.2.5.– Sea E un R–espacio vectorial; se dice que dos normas : : y : :" son
equivalentes si definen la misma topologı́a en E, es decir, si (E, : :) y (E, : :" ) tienen los
mismos abiertos.
Proposición 3.2.6. Sea E un R–espacio vectorial y : : y : :" dos normas en E; la condición
necesaria y suficiente para que sean equivalentes es que existan constantes m, M > 0 tales que
para todo x ∈ E.
Demostración: Designemos por B(a, r) y B " (a, r) las bolas abiertas de E con : : y : :"
respectivamente.
Veamos en primer lugar la necesidad. Si : : y : :" son dos normas equivalentes sobre E,
todo abierto de (E, : :) es también abierto de (E, : :" ); en particular B(0, 1) lo es, y, como
0 ∈ B(0, 1), existirá un r > 0 tal que B " (0, r) ⊆ B(0, 1). Sea r" ∈ R+ tal que r" < r; dado
r" "
x ∈ E cualquiera distinto de 0, se tiene y = )x) " x ∈ B (0, r) ⊆ B(0, 1), luego
:x:
:y: = r" < 1,
:x:"
Tema III: Topologı́a 103
de donde para todo x #= 0 es r" :x: ≤ :x:" . Como esto es evidentemente cierto también para
x = 0, queda probada la primera desigualdad.
Como todo abierto de (E, : :" ) es también abierto de (E, : :), de modo análogo se demuestra
la segunda.
Recı́procamente, de las desigualdades m:x: ≤ :x:" ≤ M :x: se deduce fácilmente que
r
B(x, M ) ⊆ B " (x, r) y B " (x, mr) ⊆ B(x, r) para cada x ∈ E y r ∈ R+ , de donde se deduce
que las dos topologı́as coinciden. !
Proposición 3.2.8. Los cerrados de un espacio topológico X verifican las propiedades sigu-
ientes:
(1) X y ∅ son cerrados.
(2) Si A y B son cerrados, A ∪ B es cerrado. &
(3) Si {Aα }α∈Λ es una colección de cerrados, Aα es cerrado.
α∈Λ
Ejemplos: 1) En Rn , B(x, r)◦ = B(x, r), es decir, el interior de la bola cerrada es la bola
abierta del mismo centro y radio.
En efecto, B(x, r) es un abierto contenido en B(x, r), y como B(x, r)◦ es el mayor cum-
pliendo esta condición, B(x, r) ⊆ B(x, r)◦ . Para demostrar la inclusión en sentido contrario,
basta ver que si d(y, x) = r, entonces y #∈ B(x, r)◦ ; si d(y, x) = r e y estuviera en B(x, r)◦ ,
por ser éste abierto, existirı́a un ε > 0 tal que B(y, ε) ⊆ B(x, r), lo cual es absurdo, pues en
Tema III: Topologı́a 105
B(y, ε) hay puntos cuya distancia a x es mayor que r, por ejemplo los de la forma y + t(y − x)
ε
para t ∈ R con 0 < t < )y−x) .
y + t(y − x)
y
r
2) En general es cierto que B(x, r) ⊆ B(x, r)◦ , pero no la igualdad. Por ejemplo, si X
es un espacio con más de un punto, dotado de la topologı́a discreta, B(x, 1) = X, luego
B(x, 1)◦ = X, mientras que B(x, 1) = {x}.
3) Si X = R, entonces Q◦ = ∅. En efecto, Q no puede contener a ningún abierto, ya que
en todo intervalo abierto hay irracionales.
Proposición 3.3.2. Sea X un espacio topológico y A ⊆ X. Se verifica:
(1) A◦ ⊆ A y A es abierto si y sólo si A◦ = A.
(2) (A◦ )◦ = A◦ .
(3) Si A ⊆ B, entonces A◦ ⊆ B ◦ .
(4) A$◦ ∩ B ◦ = (A
$ ∩ B)◦ .
(5) A◦α ⊆ ( Aα )◦ .
α∈Λ α∈Λ
Ejemplos: 1) En Rn , B(x, r) = B(x, r), es decir, el cierre de una bola abierta es la bola
cerrada del mismo centro y radio.
B(x, r) es un cerrado y contiene a B(x, r), luego B(x, r) ⊆ B(x, r). Para probar que
B(x, r) ⊆ B(x, r), como B(x, r) ⊆ B(x, r), bastará probar que si d(x, y) = r, entonces
C
y ∈ B(x, r). Y lo hacemos por reducción al absurdo: si d(x, y) = r e y estuviera en B(x, r) ,
C
como éste es abierto, existirı́a un ε > 0 tal que B(y, ε) ⊆ B(x, r) , luego B(y, ε)∩B(x, r) = ∅,
lo cual es falso, porque y + t(x − y) está en esta intersección para cualquier t ∈ R con
ε
0 < t < )x−y) . Ası́ pues, si d(x, y) = r, y ∈ B(x, r), de donde se concluye.
y
y + t(x − y)
r
2) En general es cierto que B(x, r) ⊆ B(x, r), pero no la igualdad. Por ejemplo, si X es un
conjunto con al menos dos elementos dotado de la distancia discreta, entonces B(x, 1) = {x}
porque {x} es cerrado, y B(x, 1) = X.
3) Sea X = R, con la distancia inducida por el valor absoluto. Entonces Q = R.
En efecto, R es el único cerrado que contiene a Q, ya que si C es un cerrado que contiene
a Q, su complementario será un abierto contenido en QC , y como todo intervalo abierto
contiene puntos racionales, el complementario de C debe ser vacı́o, luego C = R.
Proposición 3.3.5. Sean X un espacio topológico y A y B subconjuntos de X. Se verifican
las propiedades siguientes:
(1) A ⊆ A; A es cerrado si y sólo si A = A.
(2) A = A.
(3) Si A ⊆ B, entonces A ⊆ B.
(4) A ∪ B = A ∪ B.
& &
(5) Si {Aα }α∈Λ es una familia de subconjuntos de X, entonces Aα ⊆ Aα .
α∈Λ α∈Λ
& &
(5) Aα ⊆ Aβ para todo β ∈ Λ, luego, por (3), ha de ser Aα ⊆ Aβ para todo β ∈ Λ,
α∈Λ α∈Λ
& &
es decir, Aα ⊆ Aα . !
α∈Λ α∈Λ
Ejercicio: Utilizando la proposición anterior, demostrar las propiedades del interior a partir
de las del cierre y viceversa.
X = A◦ ∪ Ext(A) ∪ ∂(A)
Observación: Denotaremos por B(x, r)∗ = B(x, r) − {x}, que es un entorno reducido del
punto x.
Definición 3.4.1.– Si (X, d) es un espacio métrico se dice que una sucesión {xn } en X es
convergente si existe x ∈ X de modo que para cada ε > 0 existe un n0 ∈ N tal que d(xn , x) < ε
para todo n ≥ n0 .
Proposición 3.4.2. Si en un espacio métrico una sucesión {xn } es convergente, el elemento
x ∈ X de la definición anterior es único.
Demostración: Si x e y cumplen la definición y ε > 0, existe n0 tal que d(xn , x) < 2ε y
d(xn , y) < 2ε para n ≥ n0 . Por la desigualdad triangular, se obtiene que d(x, y) < ε. Como
esto es para todo ε > 0, d(x, y) = 0, con lo que x = y. !
Proposición 3.4.4. Sea (X, d) un espacio métrico y {xn } una sucesión de puntos de X. La
condición necesaria y suficiente para que lim(xn ) = x es que para cada entorno Ux de x exista
un n0 ∈ N tal que xn ∈ Ux para todo n ≥ n0 .
Definición 3.4.5.– Diremos que un espacio topológico es de Hausdorff si para cada par de
puntos distintos x, y ∈ X existen sendos entornos Ux , Uy disjuntos.
Rm −→ Rn
(x1 , . . . , xm ) 0−→ (x1 , . . . , xm , 0, . . . , 0).
? @
! ! !
B(x, rx) ∩Y = (B(x, rx ) ∩ Y ) = BY (x, rx ) = V.
x∈V x∈V x∈V
Sean ahora (X, dX ) e (Y, dY ) espacios métricos. Queremos dotar al conjunto X × Y de una
distancia, para lo cual definimos la aplicación siguiente:
dX×Y : (X × Y ) × (X × Y ) −→ R
((x, y), (x", y " )) 0−→ max{dX (x, x" ), dY (y, y ")}
R R
z B((x, y, z), r)
B(z, r)
B((x, y), r) (x, y, z)
B(y, r) (x, y)
y y
B((x, y), r)
x (x, y)
x B(x, r) R
R2
Dados r y r" positivos, si r"" = min{r, r"}, se prueba fácilmente que
De aquı́ se deduce, sin más que usar las definiciones, que si U es un abierto de X y V un
abierto de Y , entonces U × V es un abierto de X × Y . Sin embargo, no todo abierto del
producto X × Y es de esta forma (piénsese por ejemplo en las bolas abiertas de R2 con la
distancia euclı́dea). La siguiente proposición caracteriza los abiertos de X × Y .
Tema III: Topologı́a 113
Como consecuencia
! !
U= (Vx" × Wy ) ∩ (A × Y ) = (Vx" × Wy ) ∩ (A × Y ),
(x,y)∈U (x,y)∈U
Ejemplos: 1) Rn no es compacto.
Consideremos el recubrimiento abierto {B(0, k)}k∈N; si existiera un subrecubrimiento finito
serı́a Rn = B(0, k1 ) ∪ · · · ∪ B(0, kr ) para algún r, y llamando k = max{k1 , ..., kr }, tendrı́amos
que Rn = B(0, k), lo cual, obviamente, es falso.
2) [a, b] ⊂ R es compacto.
Lo demostraremos por reducción al absurdo. Supongamos que [a, b] no es compacto, y sea
{Ui } un recubrimiento abierto de [a, b] con abiertos de R que no admite ningún subrecubri-
miento finito.
N Si dividimos
a+b
O N a+b elOintervalo I = [a, b] por su punto medio, de los dos intervalos que resultan,
a, 2 y 2 , b , es claro que al menos uno, al que llamaremos I1 , no puede ser recubierto
con un número finito de abiertos Ui , ya que si ambos se pudieran recubrir con un número
finito de Ui , también se podrı́a recubrir la unión.
Repitiendo la construcción con I1 y ası́ sucesivamente, se obtiene una sucesión de intervalos
encajados {In }, cada uno de longitud mitad que el anterior (con lo que long(In ) = b−a 2n ) y tal
que ninguno de ellos es recubrible por un número & finito de abiertos Ui .
Por el lema de Cantor existe un único x ∈ In , y si escribimos In = [an , bn ], se verifica
lim(an ) = x = lim(bn ). n∈N
Tema III: Topologı́a 115
Como {Ui } es un recubrimiento de I, existe algún j tal que x ∈ Uj , y por ser Uj abierto
existe r > 0 tal que B(x, r) ⊆ Uj ; ahora bien, por definición de lı́mite, existe un n0 ∈ N tal
que |an − x| < r y |bn − x| < r si n ≥ n0 , luego si n ≥ n0 , In ⊆ B(x, r) ⊆ Uj , lo que contradice
la elección de los In .
Por tanto [a, b] es compacto.
Ejercicio: Sean a y b dos números reales tales que a < b. Probar que [a, b] ∩ Q no es
compacto.
Proposición 3.6.4. Sea X un espacio topológico. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) Si A, B ⊆ X son compactos, A ∪ B es compacto.
(2) Si X es compacto y A ⊆ X cerrado, A es compacto.
(3) Si X es de Hausdorff y A ⊆ X es compacto, A es cerrado.
Demostración: (1) Sea {Ui } un recubrimiento abierto de A∪B con abiertos de X. Entonces
{Ui } es un recubrimiento abierto tanto de A como de B. Como éstos son compactos, existen
sendos subrecubrimientos finitos. Los abiertos de estos dos subrecubrimientos forman un
subrecubrimiento finito de A ∪ B, lo que prueba que éste es compacto.
(2) Sea {Ui } un recubrimiento abierto de A con abiertos de X; añadiendo AC , que es
abierto, {{Ui }, AC } es un recubrimiento abierto de X, que es compacto, luego se puede
extraer un subrecubrimiento finito:
X = Ui1 ∪ · · · ∪ Uin ∪ AC ,
y por tanto
A ⊆ Ui1 ∪ · · · ∪ Uin ,
Definición 3.6.5.– Sea (X, d) un espacio métrico. Diremos que un subconjunto A de X está
acotado si existen x ∈ X y r > 0 tales que A ⊆ B(x, r).
acotados. Como ejemplo basta considerar R dotado de la distancia euclı́dea d por una parte
y de la distancia definida por
d(x, y)
d" (x, y) =
1 + d(x, y)
para cada x, y ∈ R por otra (se deja al cuidado del lector demostrar que d" es efectivamente
una distancia y que d y d" definen la misma topologı́a en R). En (R, d" ) todos los conjuntos
están acotados, mientras que en (R, d) no.
Proposición 3.6.6. Sea (X, d) un espacio métrico. Todo subconjunto compacto de X es
cerrado y acotado.
Demostración: Sea A compacto; como para cualquier punto x ∈ X, la familia {B(x, n)}n∈N
es un recubrimiento abierto de X, en particular será un recubrimiento abierto de A. Entonces
un número finito de bolas recubre A. Si r es el máximo de los radios de dichas bolas,
A ⊆ B(x, r), luego está acotado.
Como todo espacio métrico es de Hausdorff, el apartado (3) de la proposición anterior
prueba que A es cerrado. !
Proposición 3.6.7. Si X e Y son espacios topológicos compactos, X × Y es compacto.
Demostración: Supongamos que {Wi }i∈I es un recubrimiento abierto de X × Y ; para cada
(x, y) ∈ Wi existe un par de entornos abiertos de x e y, Ux y Vy respectivamente, tales
que Ux × Vy ⊆ Wi . Al variar x e y, los abiertos Ux × Vy son un recubrimiento de X × Y ;
si probamos que de este nuevo recubrimiento abierto se puede extraer un subrecubrimiento
finito, también se podrá extraer otro del {Wi }, luego podemos suponer que el recubrimiento
{Wi } está formado por abiertos del tipo Ui ×Vi , con Ui y Vi abiertos en X e Y respectivamente.
Sea x ∈ X y consideremos el subespacio {x} × Y , que es compacto, ya que sus abiertos son
de la forma {x} × U con U abierto de Y e Y es compacto. Entonces se puede recubrir por un
número finito de abiertos del recubrimiento:
Y
X ×Y
{x} × Y
Ux × Y
x Ux X
Además, Ux ×Y está recubierto por un número finito de abiertos de la forma Ui ×Vi . Como
X es compacto y los {Ux }x∈X recubren X, un número finito recubren: X = Ux1 ∪ · · · ∪ Uxr ;
entonces
X × Y = (Ux1 × Y ) ∪ · · · ∪ (Uxr × Y ),
Tema III: Topologı́a 117
y como cada uno de estos está recubierto por un número finito de abiertos Ui × Vi , X × Y
también. !
Ejemplo: En (Rn , : :∞ ) las bolas cerradas son compactas, ya que son producto de intervalos
cerrados.
Teorema 3.6.8 (Borel-Lebesgue). Un subconjunto de Rn es compacto si y sólo si es
cerrado y acotado.
Demostración: Como Rn es un espacio métrico, todo subconjunto compacto de Rn es
cerrado y acotado.
Recı́procamente, sea A ⊆ Rn cerrado y acotado; por ser acotado, existe una bola B(0, r)
B
n B
n
tal que A ⊆ B(0, r) ⊆ [−r, r]. Por el ejemplo anterior, [−r, r] es un compacto, luego A
i=1 i=1
también es compacto (apartado (2) de la proposición 3.6.4). !
y
B(x1 , ε) ∪ · · · ∪ B(xn , ε) #= X.
Por ser X compacto por sucesiones existirı́a un punto x de acumulación de {xn }, con lo
que B(x, 2ε ) contendrı́a infinitos puntos de la sucesión {xn }; eligiendo dos distintos xn , xm ∈
B(x, 2ε ), por la desigualdad triangular serı́a
Definicion 3.6.15.– Un espacio métrico se dice que es totalmente acotado si verifica que
para cada ε > 0 existe un número finito de bolas de radio ε que lo recubren.
El lema anterior prueba que todo espacio métrico compacto por sucesiones es totalmente
acotado.
Teorema 3.6.16. Si (X, d) es un espacio métrico compacto por sucesiones, es compacto.
Demostración: Sea {Ui } un recubrimiento abierto de X; existe un número de Lebesgue, ε,
para dicho recubrimiento y por el lema anterior un número finito de bolas de radio ε recubren
X. Como cada una de dichas bolas está contenida en algún Ui , un número finito de éstos
recubren X, que por tanto es compacto. !
Juntando los teoremas 3.6.8, 3.6.11 y 3.6.16 se obtiene:
Teorema 3.6.17 (Caracterización de los subconjuntos compactos de Rn ). Sea A un
subconjunto de Rn . Las condiciones siguientes son equivalentes:
(1) A es compacto.
(2) A es cerrado y acotado.
(3) A es compacto por sucesiones.
Ejercicio: Probar, utilizando sólo las definiciones, que todo subconjunto de Rn compacto
por sucesiones es cerrado y acotado.
2) Q ⊆ R no es conexo. √
Consideremos a ∈ / Q, por ejemplo a = 2. Sean U = (−∞, a) y V = (a, +∞); es claro
que son abiertos de R, disjuntos, que su unión contiene a Q y que ambos contienen números
racionales.
3) [a, b] ⊆ R es conexo.
En efecto, si [a, b] fuera no conexo, existirı́an dos abiertos U y V de R tales que U ∪ V ⊇
[a, b], U ∩ [a, b] #= ∅, V ∩ [a, b] #= ∅ y U ∩ V ∩ [a, b] = ∅; tomemos a1 ∈ U ∩ [a, b] y b1 ∈ V ∩ [a, b];
intercambiando si es preciso U y V , podemos suponer que a1 < b1 . Sean I1 = [a1 , b1 ] y
c1 = a1 +b
2 ; c1 está en U ó en V y sólo en uno de ellos, pues éstos recubren y son disjuntos;
1
definamos:
1
[a1 , c1 ] si c1 ∈ V
I2 =
[c1 , b1 ] si c1 ∈ U
En todo caso, si I2 = [a2 , b2 ] se verifica que a2 ∈ U y b2 ∈ V .
Repitiendo con I2 lo hecho con I1 y ası́ sucesivamente, se tiene una sucesión {an } en U y
otra {bn } en V de modo que las longitudes de los intervalos encajados In & = [an , bn ] forman
una sucesión convergente a 0. Por el lema de Cantor, existe un único x ∈ In , verificando
además que x = lim(an ) = lim(bn ). n∈N
! ! ! !
U ∪V ⊇ Aα , U ∩ ( Aα ) #= ∅, V ∩ ( Aα ) #= ∅, U ∩ V ∩ ( Aα ) = ∅.
α∈Λ α∈Λ α∈Λ α∈Λ
U ∪ V ⊇ A, U ∩ A #= ∅, V ∩ A #= ∅, U ∩ V ∩ A = ∅,
Definición 3.7.3.– Sea E un espacio vectorial y e, e" ∈ E; llamaremos segmento que une e
con e" al conjunto
[e, e" ] = {e + t(e" − e) : 0 ≤ t ≤ 1}.
Ejemplo: Si a, b ∈ R son tales que a < b, el segmento de R que une a con b es precisamente
el intervalo cerrado [a, b].
Observación: Los intervalos abiertos definidos en 1.6.1 son casos particulares de intervalos;
también son abiertos de R. A partir de ahora llamaremos intervalo abierto a cualquier
intervalo que sea abierto. Por ejemplo (−∞, a), (a, +∞) y R = (−∞, +∞) son también
intervalos abiertos.
Análogamente para los cerrados.
122 3.7. Espacios conexos. Conjuntos convexos
z
e
x y
e"
A
A∪B
(−4, 2)
(−1, −1)
(2, −4)
Tema III: Topologı́a 123
A∪B∪C (A ∪ B ∪ C) ∩ D
Ejercicio: Probar que todo abierto U de R es unión de intervalos abiertos disjuntos (tales
intervalos reciben el nombre de intervalos componentes de U ).
124 3.8. Espacios completos
Definición 3.8.1.– Sea (X, d) un espacio métrico; diremos que una sucesión {xn } en X es
de Cauchy si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que d(xn , xm ) < ε si n, m ≥ n0 .
Definición 3.8.3.– Se dice que un espacio métrico (X, d) es completo si toda sucesión de
Cauchy en X es convergente.
Lema 3.8.6. Sea (X, d) un espacio métrico. Si {xn } es una sucesión de Cauchy que tiene
una subsucesión {xnk } convergente, entonces {xn } es convergente.
ε
Demostración: Sea ε > 0; por ser {xn } de Cauchy existe n0 ∈ N tal que d(xn , xm ) < 2 si
n, m ≥ n0 .
Si lim(xnk ) = x, existe k0 ∈ N tal que d(xnk , x) < 2ε si k ≥ k0 .
Eligiendo k ≥ k0 tal que nk ≥ n0 , para todo n ≥ n0 se tiene que
d(xn , x) ≤ d(xn , xnk ) + d(xnk , x) < ε,
luego lim(xn ) = x. !
Teorema 3.8.7. Todo espacio métrico compacto por sucesiones es completo.
Demostración: Si (X, d) es compacto por sucesiones y {xn } es una sucesión de Cauchy en
X, {xn } tiene una subsucesión convergente, y por el lema anterior también {xn } es conver-
gente. !
Observación: El recı́proco del teorema anterior no es cierto en general. Por ejemplo, aunque
R es completo, no es compacto por sucesiones. Sin embargo, si el espacio métrico es totalmente
acotado, sı́ es cierto, como lo prueba el siguiente
Teorema 3.8.8. Un espacio métrico es compacto si y sólo si es completo y totalmente aco-
tado.
Demostración: Como compacto equivale a compacto por sucesiones, basta ver que com-
pacto por sucesiones equivale a completo y totalmente acotado. Ya se ha demostrado que la
primera condición implica las otras dos.
Recı́procamente, sean (X, d) un espacio métrico completo totalmente acotado y {xn } una
sucesión en X (con infinitos términos distintos, ya que en otro caso habrı́amos terminado).
Por ser X totalmente acotado existe un número finito de bolas de radio 1 que lo recubren.
Al menos una de ellas debe contener infinitos términos de la sucesión {xn }. Sea B1 dicha
bola y tomemos xn1 ∈ B1 .
El conjunto U1 = B1 también será totalmente acotado, luego existirá un número finito de
bolas de radio 12 que lo recubren. Las intersecciones de dichas bolas con B1 recubren B1 y
por lo tanto, al menos una de estas intersecciones (la intersección con la que llamaremos B2 )
debe contener infinitos puntos de la sucesión; sea ésta U2 = B1 ∩ B2 y tomemos xn2 ∈ U2 con
n2 > n1 .
Procediendo análogamente se obtiene una sucesión de conjuntos U1 ⊃ U2 ⊃ U3 ⊃ . . .
donde cada Ui está contenido en la bola Bi de radio 1i y contiene a un punto distinto xni de
la sucesión de partida.
Si i > j, Ui ⊂ Uj y por lo tanto xni ∈ Uj . Como xnj ∈ Uj , xni y xnj están en Bj ,
luego d(xni , xnj ) < 2j , lo que prueba que {xni } es de Cauchy. Por ser X completo, {xni } es
convergente, con lo que concluimos. !
Definición 3.8.9.– Sea (E, : :) un espacio normado y ({an }, {An }) una serie en <
E; se dice
que dicha serie es normalmente convergente si la serie de términos no negativos :an : es
convergente.
Ejemplo: Las series normalmente convergentes de números complejos son precisamente las
absolutamente convergentes.
126 3.8. Espacios completos
Teorema 3.8.10. Sea (E, : :) un espacio de Banach. Toda serie normalmente convergente
en E es convergente.
Demostración: Es la misma, cambiando | | por : :, que la hecha para probar que toda serie
absolutamente convergente de números complejos es convergente. !
Tema IV: Lı́mites y continuidad
Definición 4.1.1.– Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dados a ∈ X "
y b ∈ Y , se dice que b es lı́mite de f (x) cuando x tiende a a, si para cada ε > 0 existe δ > 0
tal que, si 0 < d(x, a) < δ, entonces d(f (x), b) < ε.
Proposición 4.1.2. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Si a ∈ X " y
b, b" ∈ Y son dos lı́mites de f (x) cuando x tiende a a, entonces b = b" .
Demostración: Si b #= b" , tomando ε = d(b, b") > 0, existirán δ y δ " positivos tales que
si 0 < d(x, a) < δ, entonces d(f (x), b) < 2ε y si 0 < d(x, a) < δ " , entonces d(f (x), b") < 2ε .
Sean δ "" = min{δ, δ " } y x ∈ B(a, δ "" )∗ (existe por ser a ∈ X " ). Entonces ε = d(b, b" ) ≤
d(b, f (x)) + d(f (x), b") < 2ε + 2ε = ε, lo cual es absurdo. !
|x2 y 2 | r4
≤ = r2 ,
|x2 + y 2 | r2
√
luego dado ε > 0, tomando δ = ε se cumple la definición.
3) La función f : R −→ R definida por
1
1 si x ∈ Q
f (x) =
0 si x #∈ Q
no tiene lı́mite cuando x tiende a 0.
Supongamos que b ∈ R fuera el lı́mite de f cuando x tiende a 0. Dado ε = 12 , existirı́a
δ > 0 tal que si x ∈ B(0, δ)∗ , entonces |f (x) − b| < 12 ; tomando x1 ∈ Q ∩ B(0, δ)∗ y
x2 ∈ (R − Q) ∩ B(0, δ)∗ , se tendrá que
Proposición 4.1.3. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dados a ∈ X "
y b ∈ Y , las condiciones siguientes son equivalentes:
(1) lim f (x) = b
x→a
(2) Para cada sucesión {xn } en X con xn #= a tal que lim(xn ) = a, se verifica que
lim(f (xn )) = b.
(3) Para cada entorno Vb de b existe un entorno reducido Ua∗ de a tal que f (Ua∗ ) ⊆ Vb .
Demostración: (1) ⇒ (2) Sean {xn } una sucesión en X con lı́mite a y tal que xn #= a para
todo n ∈ N y ε > 0. Por ser lim f (x) = b, existe δ > 0 tal que si 0 < d(x, a) < δ, entonces
x→a
d(f (x), b) < ε. Por ser lim(xn ) = a, existe n0 tal que si n ≥ n0 , entonces 0 < d(xn , a) < δ, y
por lo tanto d(f (xn ), b) < ε para n ≥ n0 , lo cual prueba que lim(f (xn )) = b.
(2) ⇒ (3) Sea Vb un entorno de b; existirá ε > 0 tal que B(b, ε) ⊆ Vb . Si no existiera ningún
entorno reducido Ua∗ de a tal que f (Ua∗ ) ⊆ Vb , se tendrı́a en particular, que f (B(a, n1 )∗ ) #⊆ Vb
para cada n, y por lo tanto f (B(a, n1 )∗ ) #⊆ B(b, ε) para cada n. Entonces para cada n existirı́a
xn tal que xn #= a, d(xn , a) < n1 y d(f (xn ), b) ≥ ε, lo que probarı́a que la sucesión {xn } ası́
construida tiene lı́mite a, ninguno de sus términos es a y {f (xn )} no tiene lı́mite b, en contra
de la hipótesis.
(3) ⇒ (1) Sea ε > 0. Como B(b, ε) es un entorno de b, existe un entorno reducido de a,
Ua∗ , tal que f (Ua∗ ) ⊆ B(b, ε). Como Ua es un entorno de a, existe δ > 0 tal que B(a, δ) ⊆ Ua .
Entonces f (B(a, δ)∗) ⊆ B(b, ε), con lo que lim f (x) = b. !
x→a
# %
f 1
(x) = f (x)
g g(x)
Análogas definiciones se pueden dar cambiando R por C o en general por cualquier cuerpo
k.
) *
1
Si además es g(x) #= 0 para todo x ∈ X y lim g(x) #= 0, entonces existe lim g (x)
x→a x→a
y vale
# %
1 1
lim (x) = .
x→a g lim g(x)
x→a
Observaciones: 1) De (1) se deduce que si λ ∈ R y existe lim f (x), entonces también existe
x→a
lim (λf )(x) y vale λ lim f (x). Ası́mismo, se deduce que si existen los lı́mites de f y g en a,
x→a x→a
f
g(x) #= 0 para todo x ∈ X y lim g(x) #= 0, entonces existe el lı́mite de g
en a y vale
x→a
# % lim f (x)
f
lim (x) = x→a .
x→a g lim g(x)
x→a
Proposición 4.1.6. Si X es un espacio métrico, a ∈ X " y existe lim f (x), entonces existe
x→a
lim f (x) para cualquier subconjunto A que tenga a a como punto de acumulación y coincide
x→a
x∈A
con lim f (x).
x→a
Para cada recta el lı́mite es diferente, luego no existe lim f (x, y).
(x,y)→(0,0)
2) Sea f : R2 − {(0, 0)} −→ R definida por
xy 2
f (x, y) =
x2 + y 4
xm2 x2 m2 x
lim f (x, y) = lim = lim = 0.
(x,y)→(0,0) x→0 x2 + (mx)4 x→0 1 + m4 x2
y=mx
Pero, a pesar de coincidir todos ellos, en este caso tampoco existe el lı́mite, pues según el
subconjunto A = {(x, y) ∈ R2 : x = y 2 } el lı́mite vale
y2y2 1
lim f (x, y) = lim = .
(x,y)→(0,0) y→0 y 4 + y 4 2
x=y 2
Como demuestra el ejemplo anterior, el que los lı́mites según una familia de subconjuntos
que recubren X − {a} coincidan, no implica que exista lim f (x). Sin embargo, el resultado
x→a
es cierto si el recubrimiento es finito, como prueba el siguiente
Teorema 4.1.7. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos y a ∈ X " . Si
X − {a} = X1 ∪ · · · ∪ Xn , existen lim f (x) (i = 1, . . . , n) y son iguales, entonces existe
x→a
x∈Xi
lim f (x) y coincide con los anteriores.
x→a
Demostración: Sean b = lim f (x) para todo i y ε > 0. Para cada i existe δi > 0 tal que
x→a
x∈Xi
si x ∈ Xi y 0 < d(x, a) < δi , entonces d(f (x), b) < ε. Sea δ = min{δ1 , . . . , δn } > 0. Como los
132 4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos
Xi recubren X − {a}, dado x ∈ X − {a} existe j tal que x ∈ Xj . Si 0 < d(x, a) < δ ≤ δj ,
entonces d(f (x), b) < ε, de donde se concluye. !
Ejemplo: Dada una aplicación f : R − {a} −→ R, como (−∞, a) y (a, +∞) recubren
R − {a}, si existen los lı́mites laterales y coinciden, entonces existe el lı́mite de f en a y
lim f (x) = lim+ f (x) = lim− f (x).
x→a x→a x→a
Observación: En la última definición puede cambiarse C por Rn sin más que cambiar la
condición |f (x)| > M por :f (x): > M .
Ejemplo: Sea f : R − {0} −→ R la función definida por f (x) = x1 . Se tiene que lim− f (x) =
x→0
1 1
−∞, ya que dado M > 0, tomando δ = M , si |x − 0| < δ y x < 0, −x < M , con lo que
1
f (x) = x < −M .
Análogamente se prueba que lim+ f (x) = +∞. Esto demuestra que lim f (x) no es +∞
x→0 x→0
ni −∞.
Sin embargo, considerada como función valorada en C, lim f (x) = ∞.
x→0
Observaciones: 1) En la última definición puede cambiarse C por Rn sin más que cambiar
la condición |z| > M por :z: > M .
2) Para una aplicación f : R −→ R, el lector puede definir los restantes casos posibles
de ‘lı́mites infinitos’; por ejemplo, se escribe lim f (x) = +∞ si para cada M ∈ R existe
x→+∞
N ∈ R tal que f (x) > M si x > N . Análogamente se harı́a con todos los demás.
Ejemplo: Sea f : (0, +∞) −→ R definida por f (x) = x1 ; entonces lim f (x) = 0.
x→+∞
Tema IV: Lı́mites y continuidad 133
f no es continua en el punto x = 0, ya que dado 0 < ε < 1, para cualquier δ > 0, se tiene
que, si 0 < x < δ, entonces d(f (x), f (0)) = |1 − 0| = 1 > ε.
4) Sean X = [0, 1] ∪ {2} y f : X −→ R definida por f (x) = 0 si x ∈ Q y f (x) = 1 si x #∈ Q.
La función f no es continua en ningún punto x0 del intervalo [0, 1], ya que en todo entorno
de x0 hay racionales e irracionales, y por tanto hay puntos cuya imagen está a distancia 1 de
f (x0 ). Sin embargo f es continua en el punto x0 = 2, ya que éste es aislado.
Observación: Como, por el ejemplo 2), dado un punto aislado, cualquier función es continua
en él, a partir de ahora sólo estudiaremos la continuidad en los puntos de acumulación.
Proposición 4.2.2. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dado a ∈ X " ,
las condiciones siguientes son equivalentes:
(1) f es continua en a.
(2) Existe lim f (x) y vale f (a).
x→a
(3) Si {xn } es una sucesión en X con lı́mite a, entonces {f (xn )} tiene lı́mite f (a).
(4) Para cada entorno Vf (a) de f (a) existe un entorno Ua de a tal que f (Ua ) ⊆ Vf (a) .
Demostración: (1) equivale a (2) trivialmente y (3) y (4) equivalen a (2) como consecuencia
de la proposición 4.1.3. !
134 4.2. Continuidad en espacios métricos
Como vimos, el lı́mite de f en (0, 0) es 0; como coincide con f (0, 0), por la condición (2)
de la proposición, f es continua en (0, 0).
2) Sea f : R2 − {(0, 0)} −→ R definida por
x2 y + 2x2 + 2y 2
f (x, y) = .
x2 + y 2
Para definir f en (0, 0) de modo que la función que resulte sea continua en (0,0), basta de-
mostrar que existe lim f (x, y), pues en este caso, definiendo f (0, 0) = lim f (x, y),
(x,y)→(0,0) (x,y)→(0,0)
f será continua en dicho punto según la condición (2) de la proposición. Como
x2 y
f (x, y) = 2 + ,
x2 + y 2
:
si r = x2 + y 2 , entonces |f (x, y) − 2| ≤ r, y como r = d((x, y), (0, 0)), para cada ε > 0 basta
tomar δ = ε para que cumpla la definición. Esto prueba que lim f (x, y) = 2, luego
(x,y)→(0,0)
definiendo f (0, 0) = 2, f es continua en el origen.
3) No es posible definir en el (0, 0) la función f : R2 − {(0, 0)} −→ R,
xy 2
f (x, y) =
x2 + y 4
de modo que la función resultante sea continua en (0, 0), ya que, como probamos, no existe
lim f (x, y).
(x,y)→(0,0)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 135
Demostración: Se deduce de 4.1.4 y 4.2.2. En el caso de g1 , nótese que por ser g(a) #= 0
con g continua en a, existe un entorno de a en el cual g no se anula, lo que permite definir g1
en un entorno de a y estudiar su continuidad. !
no es continua en R por no ser continua en x = 0, a pesar de serlo en todos los demás puntos.
3) Si X es un espacio métrico, la identidad Id : X −→ X, Id(x) = x, es continua en X,
pues para cada a ∈ X, d(Id(x), Id(a)) = d(x, a), luego para cada ε > 0, tomando δ = ε, se
cumple la definición.
Proposición 4.2.5. Sean X e Y espacios métricos. Una aplicación f : X −→ Y es continua
si y sólo si para cada abierto V de Y , f −1 (V ) es un abierto de X.
Demostración: Supongamos que f es continua, y sean V un abierto de Y y a un punto de
f −1 (V ). Como f (a) ∈ V y éste es abierto (y por lo tanto un entorno de f (a)), existe Ua ,
entorno de a, tal que f (Ua ) ⊆ V , luego Ua ⊆ f −1 (V ) y por lo tanto f −1 (V ) es abierto.
Recı́procamente, sea a ∈ X y Vf (a) un entorno abierto de f (a). Por hipótesis Ua =
−1
f (Vf (a) ) es un abierto que contiene a a, luego un entorno de a. Como f (Ua ) ⊆ Vf (a) , f es
continua en a, y como esto es para cada a ∈ X, f es continua en X. !
Ejercicio:
' ( Una aplicación entre espacios métricos f : X −→ Y es continua si y sólo si
f A ⊆ f (A) para todo A ⊆ X.
Proposición 4.2.6. Sean X, Y y Z espacios métricos.
(1) Si f, g : X −→ R son continuas, f + g y f g también lo son. Además, si g(x) #= 0 para
todo x, g1 es también continua.
(2) Dada f = (f1 , f2 ) : X −→ Y × Z, f es continua si y sólo si sus componentes f1 y f2
son continuas.
(3) Si f : X −→ Y y g : Y −→ Z son continuas, la composición g ◦ f : X −→ Z es
continua.
(4) Si f : X −→ Z es continua e Y es un subespacio de X, la restricción de f a Y ,
f |Y : Y −→ Z, es continua.
(5) Si f : X −→ Z es continua e Y es un subespacio de Z que contiene a Im(f ), la
aplicación f : X −→ Y es continua.
Demostración: (1) y (2) son consecuencia inmediata de 4.2.3.
(3) Si W es un abierto de Z, por ser g continua g −1 (W ) es un abierto de Y , y, por serlo f ,
(g ◦ f )−1 (W ) = f −1 (g −1 (W )) es un abierto de X, luego g ◦ f es continua.
(4) f |Y = f ◦ i, siendo i : Y −→ X la inclusión natural. Como f e i son continuas, también
lo es su composición.
(5) Sea V un abierto de Y ; entonces V = W ∩ Y , siendo W un abierto en Z, luego
f (V ) = f −1 (W ∩ Y ) = f −1 (W ) ∩ f −1 (Y ) = f −1 (W ) ∩ X = f −1 (W ), que es un abierto de
−1
Como vimos, f es continua en (0, 0). En el resto de los puntos f es continua por ser cociente
de una función continua por otra continua sin valores nulos. Entonces f es continua en R2 .
Proposición 4.2.7. Si T : E −→ F es una aplicación lineal entre espacios normados, las
condiciones siguientes son equivalentes:
(1) T es continua.
(2) T es continua en 0.
(3) Existe una constante K > 0 tal que :T (x): ≤ K:x: para todo x ∈ E.
Ejercicio: Si f : E −→ F es una aplicación entre espacios normados, y existe K > 0 tal que
:f (x) − f (y): ≤ K:x − y: para cada x, y ∈ E, entonces f es continua. En particular si : :,
: :" son dos normas en E tales que :x: ≤ M :x:" , entonces : : : (E, : :" ) −→ R es continua.
Proposición 4.2.8. Si dos funciones reales continuas coinciden en un subconjunto denso de
un espacio métrico X, entonces son la misma.
Demostración: Sea A ⊆ X un subconjunto denso en el que coinciden dos funciones reales
f y g. Como A es denso, cada punto de X es lı́mite de puntos de A, o sea, dado x ∈ X existe
{an } de puntos de A tal que lim (an ) = x. Como f y g son continuas, lim (f (an )) = f (x) y
lim (g(an)) = g(x) y como f (an ) = g(an ) para todo n ∈ N, será f (x) = g(x). !
Observaciones: 1) Si dos espacios son homeomorfos, existe una biyección entre sus topolo-
gı́as. En este sentido se dice que ambos tienen los mismos abiertos, o que como espacios
topológicos son el mismo.
138 4.2. Continuidad en espacios métricos
x
g(x) =
1 + |x|
y
g −1 (y) = ,
1 − |y|
es un homeomorfismo.
En efecto, la identidad es homeomorfismo si y sólo si (E, : :) y (E, : :" ) tienen los mismos
abiertos, que es precisamente la definición de que : : y : :" sean equivalentes.
3) R no es homeomorfo a la circunferencia unidad S1 = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 = 1}, ya
que R no es compacto, S1 sı́ lo es, y la compacidad es una propiedad topológica.
Sin embargo, R es homeomorfo a la circunferencia unidad privada de un punto. En efecto,
consideremos el conjunto S1 − {(0, 1)} dotado de la topologı́a inducida como subconjunto de
R2 .
(0, 1)
(x, y)
π(x, y)
En primer lugar, calculemos el valor de π(x, y): la recta que une (x, y) con (0, 1) es
y−1
Y −1= (X − 0),
x−0
) *
x x
y su intersección con Y = 0 es, resolviendo el sistema, el punto 1−y , 0 , luego π(x, y) = 1−y .
Considerada como función de R2 en R, π es continua en todos los puntos (x, y) con y #= 1.
Por la proposición 4.2.6, la restricción π : S1 − {(0, 1)} −→ R será continua.
Obviamente π es biyectiva, ya que dado t ∈ R la recta que une (t, 0) con (0, 1) corta a S1
exactamente en dos puntos: (0, 1) y otro cuya imagen por π es precisamente t.
Haciendo los cálculos correspondientes se obtiene que π −1 : R −→ S1 −{(0, 1)} está definida
por # %
−1 2t t2 − 1
π (t) = 2 , ,
t + 1 t2 + 1
que, obviamente, considerada como aplicación de R en R2 es continua, y por lo tanto, de
nuevo por la proposición 4.2.6, será continua.
Entonces π : S1 − {(0, 1)} −→ R es un homeomorfismo.
Se tendrá ası́ que lim(an ) = a si y sólo si lim(π −1 (an )) = π −1 (a), es decir, existe una
R S1
correspondencia biyectiva natural entre las sucesiones convergentes de R y las de S1 −{(0, 1)}.
Vamos a ver a continuación que además las sucesiones de R que divergen a ∞ se corresponden
con las que en S1 tienen por lı́mite (0, 1). Habremos ası́ transformado el “lı́mite infinito” en
un lı́mite ordinario sin más que cambiar al espacio topológico S1 .
Veamos pues que si an ∈ R, lim(an ) = ∞ si y sólo si lim(π −1 (an )) = (0, 1).
R S1
Supongamos en primer lugar que lim(an ) = ∞ y sea 0 < ε < 2.
R
Dado M > 0 existe n0 tal que |an | > M si n ≥ n0 ; denotando
# %
−1 2an a2n − 1
(xn , yn ) = π (an ) = , ,
a2n + 1 a2n + 1
será
d((xn , yn ), (0, 1))2 = x2n + (yn − 1)2 = x2n + yn2 − 2yn + 1 = 2(1 − yn ) =
# %
a2n − 1 4 4
=2 1− 2 = 2
< .
an + 1 1 + an 1 + M2
√
4 2 4 − ε2
Sea M tal que = ε , es decir, M = ; entonces d((xn , yn ), (0, 1)) < ε si
1 + M2 ε
n ≥ n0 , es decir lim(xn , yn ) = (0, 1).
Recı́procamente, supongamos que lim(π −1 (an )) = (0, 1). Dado ε > 0 existe n0 tal que
S1
8
−1 2 4 2 4
d(π (an ), (0, 1)) = 2
< ε si n ≥ n0 , por lo que |an | > − 1 si n ≥ n0 . Dado
1 +8 an ε2
4 2
M > 0, sea ε > 0 tal que 2
− 1 = M , es decir ε = √ ; entonces |an | > M si n ≥ n0 ,
ε 1 + M2
lo que demuestra que lim(an ) = ∞.
140 4.3. Continuidad uniforme. Teorema de Heine
t
Ejercicios: 1) Sea f : R −→ (−1, 1) definida por f (t) = , que, como vimos, es home-
1 + |t|
omorfismo.
Probar que lim(an ) = +∞ si y sólo si lim(f (an )) = 1 y que lim(an ) = −∞ si y sólo si
R R R
lim(f (an )) = −1.
R
2) Sea S2 = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 + z 2 = 1} la esfera unidad de R3 . Se define la
proyección estereográfica π : S2 − {(0, 0, 1)} −→ R2 de modo análogo al ejemplo anterior.
a) Probar que π y π −1 estan definidas por
# % # %
x y −1 2u 2v u2 + u2 − 1
π(x, y, z) = , y π (u, v) = , ,
1−z 1−z 1 + u2 + v 2 1 + u2 + v 2 1 + u2 + v 2
Definición 4.3.1.– Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos; diremos que f
es uniformemente continua si para cada ε > 0 existe un δ > 0 tal que, si d(x, y) < δ, entonces
d(f (x), f (y)) < ε.
Observación: Es claro que toda aplicación uniformemente continua es continua: nótese que
en las aplicaciones continuas el δ depende tanto de x como de ε, mientras que en la continuidad
uniforme sólo depende de ε, y no de x (de donde procede el nombre).
lo que prueba que si se elige ε < 2 no puede encontrarse un δ > 0 que cumpla la definición.
Proposición 4.3.2. Sean X, Y espacios métricos, y f : X −→ Y una aplicación uniforme-
mente continua. Si {xn } es una sucesión de Cauchy en X, {f (xn )} es de Cauchy en Y .
Demostración: Sea ε > 0; como f es uniformemente continua, existe un δ > 0 tal que, si
d(x, y) < δ, d(f (x), f (y)) < ε. Como por otra parte la sucesión {xn } es de Cauchy, existe un
n0 tal que, si n, m ≥ n0 , d(xn , xm ) < δ, luego d(f (xn ), f (xm )) < ε para n, m ≥ n0 . !
Tema IV: Lı́mites y continuidad 141
d(f (y), f (z)) ≤ d(f (y), f (x)) + d(f (x), f (z)) < ε.
Entonces para cada x ∈ X y ε > 0 existe δ(x) > 0 tal que, si y, z ∈ B(x, 2δ(x)), entonces
d(f (y), f (z)) < ε.
La familia {B(x, δ(x))}x∈X es un recubrimiento abierto de X, y, por ser éste compacto,
existen x1 , . . . , xn ∈ X tales que
$
n
Sean δ = min{δ(x1 ), . . . , δ(xn )} y x, y ∈ X tales que d(x, y) < δ; como X = B(xk , δ(xk )),
k=1
existe k tal que x ∈ B(xk , δ(xk )), y por lo tanto y ∈ B(xk , δ(xk ) + δ) ⊆ B(xk , 2δ(xk )). Como
x, y ∈ B(xk , 2δ(xk )), d(f (x), f (y)) < ε. !
Ui1 ∪ · · · ∪ Uin = X
de donde se concluye. !
142 4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas
Observación: Una función cuya imagen es un conjunto acotado se dice que es acotada. Del
corolario anterior se deduce que toda función continua en un compacto es acotada.
Ejercicio: Sea P (z) un polinomio de grado n mayor que 0 con coeficientes complejos.
a) Probar que lim |P (z)| = ∞ y deducir que |P (z)| tiene un mı́nimo absoluto en C.
z→∞
r n
> z0 ∈ C tal que P (z0 ) #= 0; si P (z) = a0 + ar (z − z0 ) + · · · + an (z − z0 ) con ar #= 0
b) Sea
y α = r − aar0 , probar que para algún t ∈ (0, 1) se verifica |P (z0 + tα)| < |P (z0 )| y deducir
que si z0 es un mı́nimo absoluto de |P (z)|, entonces P (z0 ) = 0.
c) Teorema fundamental del álgebra: Existen α1 , . . . , αn ∈ C tales que
P (z) = an (z − α1 ) . . . (z − αn ).
f (b)
f (a)
α
f (x)
a ξ1 x ξ2 b
Sea x ∈ (a, b). Veamos que f (a) < f (x) < f (b): si fuese f (a) ≥ f (x), por ser f inyectiva
serı́a f (a) > f (x). Tomando f (x) < α < f (a), por el teorema de Bolzano existen ξ1 ∈ (a, x)
y ξ2 ∈ (x, b) tales que f (ξ1 ) = f (ξ2 ) = α, en contradicción con la inyectividad de f . Entonces
ha de ser f (a) < f (x). Del mismo modo se probarı́a que f (x) < f (b).
Sean ahora x, y ∈ (a, b) con x < y. Según acabamos de probar es f (a) < f (x) < f (b),
y aplicando a [x, b] el mismo resultado, será f (x) < f (y) < f (b). Como f (x) < f (y), f es
creciente. !
144 4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas
x1
x4 x2
x3
Es claro que dicha aplicación es continua, por lo que toda linea poligonal es un arco.
Definición 4.4.10.– Diremos que un espacio topológico es arco-conexo si para cada par de
puntos x, y ∈ X existe una aplicación continua γ : [a, b] −→ X tal que γ(a) = x y γ(b) = y
(en este caso diremos que el arco γ une los puntos x e y).
lo que probarı́a que Im(γ) no es conexo. Pero γ es continua y [a, b] conexo, con lo que Im(γ)
es conexo. Esta contradicción prueba que X es conexo. !
Observación:
/ El recı́proco de la proposición
0 anterior no es cierto en general. Veamos que si
A = (x, y) ∈ R2 : x > 0, y = sen( x1 ) , entonces A es conexo, pero no arco-conexo.
Sea f : R+ −→ R la función continua definida por f (x) = sen( x1 ). A es precisamente la
imagen de la aplicación (Id, f ) : R+ −→ R+ × R. Como ésta es continua y R+ es conexo, A
es conexo, y, por tanto, A también.
y = sen(1/x)
Dado α ∈ [−1, 1] existe β ∈ R+ tal que sen(β) = α, y por lo tanto sen(β + 2kπ) = α
1
para todo k ∈ N. Entonces si xk = β+2kπ será f (xk ) = α para todo k, luego (0, α) =
lim (xk , f (xk )), lo que prueba que (0, α) ∈ A. Entonces {0} × [−1, 1] ⊆ A y es fácil probar
que A = A ∪ ({0} × [−1, 1]).
Para probar que A no es arco-conexo bastará ver que los puntos de la forma (0, α) no
pueden ser unidos con los de la forma (x, sen( x1 )) por un arco γ : [0, 1] −→ A. Supongamos
que esto fuera posible. Como la función x ◦ γ : [0, 1] −→ R es continua y {0} es un cerrado,
(x ◦ γ)−1 (0) es un cerrado (no vacı́o, pues (x ◦ γ)(0) = x(0, α) = 0) de [0, 1] y por lo tanto un
compacto. Por ello existe t0 = max{t ∈ [0, 1] : x(γ(t)) = 0}. Cambiando 0 por t0 se puede
suponer que x(γ(0)) = 0 y x(γ(t)) > 0 para t > 0.
Sea ε > 0. Como γ es continua, y ◦ γ también, ' ' luego
(( existe δ > 0 tal que si 0 < t < δ,
entonces |y(γ(t)) − y(γ(0))| < ε. Sea x0 = x γ δ2 > 0; por el teorema de Bolzano, al
N O
ser x ◦ γ continua, si 0 ≤ x1 ≤ x0 existe t1 ∈ 0, 2δ tal que x(γ(t1 )) = x1 . Al ser )A la *
gráfica de una función, el único y1 ∈ R tal que (x1 , y1 ) ∈ A es precisamente y1 = sen x11
y por tanto
/ γ(t1') (= (x1 , y1 ). Entonces
0 la imagen del intervalo (0, δ) por y ◦ γ contiene a
A0 = y = sen x1 : 0 < x < x0 . Sean y, y " ∈ A0 que estén a distancia 2, como existen
t, t" ∈ (0, δ) tales que γ(t) = y y γ(t" ) = y " , será
lo cual es falso sin mas que elegir ε < 1. Esto prueba que A no es arco-conexo.
El recı́proco de la proposición 4.4.11 es, pues, falso; sin embargo sı́ es cierto para abiertos
de Rn , como vemos seguidamente:
Teorema 4.4.12. Todo abierto conexo de Rn es arco-conexo.
Demostración: Sea U un abierto conexo de Rn . Vamos a probar que es conexo por poli-
gonales.
146 4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas
Sea x ∈ U y sea V = {y ∈ U : existe una poligonal contenida en U que une x con y}.
V es no vacio: por ser U abierto existe r > 0 tal que B(x, r) ⊆ U . Como las bolas son
convexas, B(x, r) ⊆ V .
V es abierto: si y ∈ V , existe r > 0 tal que B(y, r) ⊆ U , y dado cualquier punto z ∈ B(y, r),
uniendo la poligonal que une x con y con el segmento que une y con z, se obtiene una poligonal
que une x con z; por tanto B(y, r) ⊆ V , y V es abierto.
y z x
Apéndice I: Notación o y O
P P
h(x) P h(x) P
Como lim = 0, lim P P = 0, de donde se concluye. !
x→a f (x) x→a P g(x) P
1
= 1 + f (x) + o (f (x)).
1 − f (x) x→0
148 Apéndice I: Notación o y O
1
En efecto, − 1 − f (x) = o (f (x)) ya que
1 − f (x) x→0
1 f 2 (x)
− 1 − f (x)
1 − f (x) 1 − f (x) f (x)
lim = lim = lim = 0.
x→0 f (x) x→0 f (x) x→0 1 − f (x)
En particular
1
= 1 + x + o (x).
1−x x→0
Tema IV: Lı́mites y continuidad 149
A) La exponencial compleja.
< zn
Para cada z ∈ C, la serie es absolutamente convergente, como se comprueba sin más
n!
que utilizar el criterio del cociente. Ello permite dar la siguiente
Definición.– Se llama exponencial a la función exp : C −→ C definida por
;∞
zn z2 z3
exp(z) = =1+z+ + +...
n=0
n! 2! 3!
Demostración: El producto de Cauchy de las series exp(z) y exp(z " ) es, como vimos en
2.5, exp(z + z " ), y, como ambas series son absolutamente convergentes, su producto coincide
con el producto de Cauchy, es decir, exp(z) exp(z " ) = exp(z + z " ), lo que prueba la propiedad
fundamental.
Utilizando esta propiedad, se obtiene que la exponencial no se anula nunca, ya que
Probemos finalmente que es continua. Si |h| < 1, |h|n ≤ |h| para todo n ∈ N, por lo que
3∞ 3 3∞ 3
3; hn 3 3; hn 3 ; ∞
|h|n ;∞
|h| ;∞
1
3 3 3 3
| exp(h) − 1| = 3 − 13 = 3 3≤ ≤ = |h| < exp(1)|h|,
3 n! 3 3 n! 3 n! n! n!
n=0 n=1 n=1 n=1 n=1
y = ex
Como la función exp : R −→ (0, +∞) es continua, inyectiva, lim (exp(x)) = 0 y
x→−∞
lim (exp(x)) = +∞, por el corolario 4.4.8, es un homeomorfismo de R con (0, +∞).
x→+∞
Definición.– Se llama logaritmo neperiano, o simplemente logaritmo, y se representa por
log, ln ó L, a la función log : (0, +∞) −→ R inversa de la exponencial real. En otras palabras,
para cada x ∈ R+ , y = log(x) si y sólo si x = exp(y).
Tema IV: Lı́mites y continuidad 151
# % # %
log(1 + x) y
lim = lim = 1,
x→0 x y→0 exp(y) − 1
y = log(x)
log(1 + x) = x + o (x).
x→0
Teorema. Dado a > 0 existe una única función expa : R −→ R continua verificando
expa (x + y) = expa (x) expa (y) y expa (1) = a. Dicha función recibe el nombre de exponencial
en base a.
Demostración: Demostremos en primer lugar la unicidad. De las propiedades
'm( √ expa (x+y) =
expa (x) expa (y) y expa (1) = a se deduce que si m
n ∈ Q debe ser expa n = n
am , luego en
Q es única. Como Q es denso en R, la proposición 4.2.8 permite concluir.
Comprobemos que la función definida por expa (x) = exp(x log(a)) cumple las propiedades
requeridas. En primer lugar es continua por ser composición de funciones continuas. Además
expa (1) = exp(log(a)) = a y finalmente
expa (x + x" ) = exp(x log(a) + x" log(a)) = exp(x log(a)) exp(x" log(a)) = expa (x) expa (x" ). !
Observación: De las propiedades (4) y (5) se obtiene inmediatamente que si a < 1 la función
ax es decreciente, lim (ax ) = 0 y lim (ax ) = +∞.
x→+∞ x→−∞
Tema IV: Lı́mites y continuidad 153
Teorema. Dado a > 0 existe una única función continua loga : R+ −→ R verificando
loga (xy) = loga (x) + loga (y) y loga (a) = 1. Dicha función recibe el nombre de logaritmo en
base a, y es la inversa de la exponencial en base a.
Demostración: De las condiciones loga (xy) = loga (x)+loga (y) y loga (a) = 1 se obtiene que
loga (ax ) = x si x ∈ Q. Como los números de la forma ax con x ∈ Q son un subconjunto denso
en R+ (dado cualquier y ∈ R+ , y = ax para algún x ∈ R, luego y = lim(apn ) con pn ∈ Q), y
loga es continua, loga (ax ) = x para todo x ∈ R, y por lo tanto loga es precisamente la inversa
de la exponencial en base a. Esto prueba que existe y es única. !
Observación: De la unicidad se deduce que loga (x) = log(x)/ log(a), ya que esta función
verifica las condiciones del enunciado. En particular, el logaritmo
) en base
* e es el logaritmo
log(1+x)
neperiano. La razón por la que es el más utilizado es que lim x
= 1.
x→0
Demostración: Las propiedades (1), (4) y (5) son inmediatas por ser loga la inversa de la
exponencial en base a.
loga (x)
(2) La función h(x) = es continua y verifica h(xy) = h(x) + h(y) y h(b) = 1, luego
loga (b)
h(x) = logb (x). La segunda igualdad se deduce trivialmente de la anterior: x = logb (bx ) =
loga (bx )
, de donde loga (bx ) = x loga (b).
loga (b) # %
1
(3) Por la propiedad fundamental, loga (x) + loga = loga (1) = 0. !
x
Observación: Si a < 1, loga es decreciente, lim (loga (x)) = −∞ y lim (loga (x)) = +∞.
x→+∞ x→0
Demostración: (1) Es inmediata a partir de los desarollos en serie del seno y del coseno.
(2) |eix |2 = (cos(x) + i sen(x))(cos(x) − i sen(x)) = cos2 (x) + sen2 (x). Por otra parte,
usando (1), cos(x) − i sen(x) = cos(−x) + i sen(−x) = e−ix , luego
de donde se concluye.
(3) Tomando |x| < 1 es
3 3 ∞
3 sen(x) 3 ; 1
3 3
3 x − 13 < |x| (2n + 1)!
< e|x|
n=1
3 3 ∞
3 1 − cos(x) 1 3 ; 1
3 3
− 3 < |x| < e|x|,
3 x2 2 (2n)!
n=2
Demostración: Ciertamente existen funciones que verifican las propiedades citadas, a saber,
c(x) = cos( πx πx
2a ) y s(x) = sen( 2a ). Pasemos, pues, a demostrar la unicidad.
Sea f : R −→ C∗ definida por f (x) = c(x) + is(x). La condición (1) se traduce en que f
es morfimo de grupos (R con la suma y C∗ con el producto), y por lo tanto f (0) = 1, con lo
que c(0) = 1, s(0) = 0 y
1 c(x) − is(x)
f (−x) = = 2 = c(x) − is(x)
f (x) c (x) + s2 (x)
de donde se deduce que s también es positiva en (0, a). Entonces, haciendo y = x en las
fórmulas de (1) y aplicando (2) se obtiene
8 8
)x* 1 − c(x) )x* 1 + c(x)
s =+ y c =+
2 2 2 2
Observación: La razón por la cual de todas las funciones s y c las únicas que se usan
son )
sen(x) *y cos(x), es decir, la razón de que los ‘ángulos’ se midan en ‘radianes’, es que
lim sen(x)
x
= 1.
x→0
π π π
sen(x + ) = sen(x) cos( ) + cos(x) sen( ) = cos(x)
2 2 2
π π π
cos(x + ) = cos(x) cos( ) − sen(x) sen( ) = − sen(x),
2 2 2
158 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas
el estudio de dichas funciones se reduce al intervalo [0, π2 ]. Como sen(x) y cos(x) son positivas
en (0, π2 ), el resto de los signos aparece en la tabla siguiente:
Por otra parte, es cos( π2 − x) = sen(x), luego es suficiente estudiar el seno en (0, π2 ).
Proposición. En el intervalo [0, π2 ] el seno es creciente.
Demostración: Si x, h ∈ (0, π2 ), por la fórmula de adición:
sen(x − h) = sen(x) cos(h) − cos(x) sen(h) < sen(x) cos(h) < sen(x),
donde la primera desigualdad se deduce de que el seno y el coseno son positivos en (0, π2 ) y
la segunda de que cos(h) < 1.
Si ahora tomamos 0 < y < x < π2 , será y = x − h con h ∈ (0, π2 ), luego sen(y) < sen(x), lo
que prueba que el seno es creciente en (0, π2 ).
Como en [0, π2 ) el coseno es positivo, en (0, π2 ] el seno es positivo y como sen(0) = 0,
el seno es creciente también en [0, π2 ). Finalmente, sen( π2 ) = 1 y si para algún x ∈ (0, π2 )
fuera sen(x) = 1, tendrı́a que ser cos(x) = 0, lo que contradice la definición de π2 . Entonces
sen(x) < 1 si x ∈ [0, π2 ), lo que prueba que el seno es creciente en el intervalo [0, π2 ]. !
La representación gráfica de las funciones seno y coseno es
1 1
π 2π π 3π
2 2
−1 −1
y = sen(x) y = cos(x)
El estudio anterior junto con la proposición demuestran que existen las funciónes inversas
del seno y del coseno, de [−1, 1] en [− π2 , π2 ] y [0, π], respectivamente, y que son continuas.
Definición.– Se llama arco seno y se denota arcsen : [−1, 1] −→ [− π2 , π2 ] a la función inversa
del seno. Se llama arco coseno y se denota arccos : [−1, 1] −→ [0, π] a la función inversa del
coseno.
Las gráficas de las dos funciones anteriores son:
π π
2
−1 1
−1 1
− π2
y = arcsen(x) y = arccos(x)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 159
2) El ángulo varı́a en [0, π], es decir, carece de signo (obsérvese que T2 es simétrica y por
tanto no distingue el orden en que están colocados e y e" ); si se quisiera dotarlo de signo,
harı́a falta además de un producto escalar una “orientación”.
3) El nombre de “funciones trigonométricas” deriva de que éstas sirven para “medir ángu-
los”, no a la inversa.
4) Si se cambia el producto escalar, los ángulos cambian, es decir, no existe una manera
única de medir ángulos.
(x, y)
:
x2 + y 2
(0, 0) (x, 0)
tg(x) + tg(h)
tg(x + h) = ,
1 − tg(x) tg(h)
que se deduce fácilmente de las fórmulas de adición del seno y del coseno.
2) Del ejercicio anterior se deduce que existe la función inversa de la tangente. Esta función
se llama arco tangente y se denota por arctg : R −→ (− π2 , π2 ). Probar que arctg es impar,
π π arctg(x)
continua, creciente, lim arctg(x) = − , lim arctg(x) = y lim = 1.
x→−∞ 2 x→+∞ 2 x→0 x
D) El logaritmo complejo.
S1 = {z ∈ C : |z| = 1}
[0, 2π) −→ S1
t 0−→ exp(it)
es una parametrización de S1 .
eit
sen(t)
cos(t)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 161
Ejemplo: Si identificamos C con R2 mediante el isomorfismo definido por φ(x + iy) = (x, y)
y tomamos en R2 el producto escalar usual para medir ángulos, se verifica:
cos((x, !
y), (1, 0)) = cos(Arg(x + iy)).
:
En efecto, como |x + iy| = x2 + y 2 ,
x + iy x y
=: + i:
|x + iy| x2 + y 2 x2 + y 2
x
luego cos(Arg(x + iy)) = : = cos((x, !
y), (1, 0)).
x2 + y 2
No obstante, no se puede asegurar que sea ((x, ! y), (1, 0)) = Arg(x + iy) ya que el primero
está en [0, π] y el segundo en [0, 2π).
ex − e−x ex + e−x
sh(x) = , ch(x) = .
2 2
Al ser
eix = cos(x) + i sen(x), e−ix = cos(x) − i sen(x)
162 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas
La fórmula fundamental y las de adición para las funciones seno y coseno se mantienen al
extender estas funciones a los números complejos, porque sólo dependen de las propiedades
de la exponencial. Esto nos permite obtener las correspondientes fórmulas para las funciones
hiperbólicas:
Y Y
X X
y = sh(x) y = arcsh(x)
Análogas consideraciones prueban que lim (ch(x)) = +∞, lim (ch(x)) = +∞ y que es
x→−∞ x→+∞
decreciente en (−∞, 0) y creciente en (0, ∞); como ch(0) = 1, esta función define dos homeo-
morfismos
: de (−∞, 0] y [0, +∞) con [1, +∞). Mediante el primero : de ellos es arcch(y) =
log(y − y 2 − 1), y, mediante el segundo, arcch(y) = log(y + y 2 − 1).
Las gráficas de las funciones coseno hiperbólico y arcocoseno hiperbólico son las siguientes:
Y Y
X X
y = ch(x) y = arcch(x)
sh(x)
Ejercicios: 1) Para cada x ∈ R definimos la tangente hiperbólica de x como th(x) = ;
ch(x)
probar que th(x) es impar, creciente, lim (th(x)) = −1, lim (th(x)) = 1.
x→−∞ x→+∞
Indicación: Para probar que es creciente se puede usar la fórmula:
th(x) + th(y)
th(x + y) =
1 + th(x) th(y)
(ch(t), sh(t))
R −→ R2
t 0−→ (ch(t), sh(t))
x0 x3 x2 x1 x0
Sustituyendo x1 por puntos xn cada vez más próximos a x0 , obtendremos rectas que forman
ángulos αn con el eje de abscisas. Si la sucesión de ángulos {αn } es convergente, llamando
α = lim(αn ), por ser tg(x) una función continua, será
f (xn ) − f (x0 )
tg(α) = lim
xn →x0 xn − x0
Cuando esto vale para cualquier sucesión {xn } con lı́mite x0 , existirá
f (x) − f (x0 )
lim
x→x0 x − x0
y valdrá tg(α). En este caso se llama recta tangente a la curva Γ en el punto x0 a la recta
que pasa por x0 y forma ángulo α con el eje de abscisas. Su ecuación será
# %
f (x) − f (x0 )
y − f (x0 ) = lim (x − x0 )
x→x0 x − x0
165
166 5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades
Sea ahora e(t) la función que describe el espacio que recorre una partı́cula en movimiento
cuando el tiempo varı́a entre los instantes a y b. La velocidad media de dicha partı́cula será
e(b) − e(a)
VM = .
b−a
Si t0 ∈ [a, b] es un instante cualquiera, la velocidad media de la partı́cula en el intervalo [t0 , t1 ]
con t1 > t0 será
e(t1 ) − e(t0 )
V1 = .
t1 − t0
Cambiando t1 por instantes tn cada vez más próximos a t0 , obtendremos velocidades medias
en intervalos cada vez menores. Se llama velocidad instantánea en t0 al lı́mite, cuando exista,
de dichas velocidades medias. Entonces su valor es
e(tn ) − e(t0 )
Vt0 = lim ,
tn →t0 tn − t0
que es otro lı́mite del mismo tipo anterior.
Estos y otros ejemplos nos llevan a preguntarnos para qué funciones existen los lı́mites de
este tipo y a dar un nombre a dichas funciones. Ello motiva la siguiente
Definición 5.1.1.– Diremos que una función f : (a, b) −→ R es derivable en el punto
x0 ∈ (a, b) si existe
f (x) − f (x0 )
lim ,
x→x0 x − x0
al que llamamos derivada de f en x0 y representaremos por f " (x0 ).
Diremos que f es derivable en (a, b) si lo es en todos sus puntos; en este caso podemos
definir una nueva función f " : (a, b) −→ R que asigna a cada x ∈ (a, b) el valor f " (x), a la que
llamaremos función derivada de f en (a, b).
Diremos que una función f : [a, b] −→ R es derivable en [a, b] si es la restricción a [a, b] de
una función derivable en un intervalo abierto (c, d) ⊃ [a, b].
|x| |x|
lim− = −1 y lim+ = 1.
x→0 x x→0 x
Volviendo al problema inicial, tendremos que las curvas cuya ecuación venga dada por una
función y = f (x) derivable en x0 son aquellas que tienen recta tangente en x0 y dicha recta
tiene por ecuación y = f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
La condición
f (x) − f (x0 )
lim = f " (x0 )
x→x0 x − x0
también puede escribirse
luego la recta tangente verifica que la diferencia entre los valores de la función y los de dicha
recta en un punto x “tiende más rápidamente” a 0 que x − x0 cuando x → x0 .
Trasladando el punto (x0 , f (x0 )) al origen, la recta
se transforma en la recta
y = f " (x0 )x,
que es la gráfica de la aplicación lineal T : R −→ R definida por T (h) = f " (x0 )h con lo que
el último lı́mite se escribe:
f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)
lim = 0.
h→0 h
168 5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades
Definamos de modo preciso las funciones que verifican una condición de este tipo:
Definición 5.1.2.– Diremos que f : (a, b) −→ R es diferenciable en el punto x0 ∈ (a, b) si
existe una aplicación lineal T : R −→ R tal que
T (h)
Entonces la aplicación T = T1 − T2 es lineal y verifica lim = 0. Para cada e ∈ R no
h→0 h
nulo, se tiene que
el primer sumando del último término es un o (h) y el segundo es lineal en h, con lo que f
h→0
es diferenciable, y, por la unicidad, dx0 f (h) = 2x0 h.
3) Si T : R −→ R es lineal, entonces es diferenciable en todo punto de R, y dx0 T = T
para todo x0 ∈ R, ya que T (x0 + h) = T (x0 ) + T (h) y entonces
Ejemplo: (dx0 exp)(h) = exp(x0 )h y (dx0 sen)(h) = cos(x0 )h, a la vista de los valores de las
derivadas de estas funciones en cada punto x0 .
Vamos a calcular la expresión de dx0 f en una base. El conjunto L(R, R) de las aplicaciones
lineales de R en R es un R–espacio vectorial de dimensión 1, por lo que la aplicación identidad,
Id : R −→ R es una base de L(R, R). Como dx0 f ∈ L(R, R), existe λ ∈ R tal que
dx0 f = λId, y la proposición 5.1.5 demuestra que λ = f " (x0 ), es decir, que dx0 f = f " (x0 )Id.
Si a Id : (a, b) −→ R la denotamos por x, como es lineal, su diferencial será ella misma:
dx0 x = Id; sustituyendo en lo anterior se obtiene
Demostración: (1)
(2)
(f g)(x0 + h) − (f g)(x0 )
lim =
h→0 h
f (x0 + h)g(x0 + h) − f (x0 )g(x0 + h) + f (x0 )g(x0 + h) − f (x0 )g(x0 )
= lim =
h→0 h
# % # %
f (x0 + h) − f (x0 ) g(x0 + h) − g(x0 )
= lim g(x0 + h) + f (x0 ) lim =
h→0 h h→0 h
= f " (x0 )g(x0 ) + f (x0 )g "(x0 ),
ya que por ser g derivable en x0 , es continua en x0 , con lo que lim g(x0 + h) = g(x0 ).
h→0
1
(3) Como g(x0 ) #= 0 y g es continua en x0 , existe g en un cierto entorno de x0 . Además
) * ) *
1 1
g
(x0 + h) − g
(x0 )
lim =
h→0 h
# %
g(x0 ) − g(x0 + h) 1 1
= lim = −g " (x0 ) ,
h→0 h g(x0 + h)g(x0 ) g(x0 )2
Tema V: Cálculo diferencial 171
1
luego g es derivable en x0 , y aplicando el apartado (2) al producto f g1 se concluye. !
Ejercicio: Calcular las derivadas de las funciones sec(x), cosec(x), cotg(x), sh(x), ch(x) y
th(x).
Proposición 5.1.8 (Regla de la cadena). Sean U y V abiertos de R; si f : U −→ R es
una aplicación derivable en x0 ∈ U tal que f (U ) ⊆ V y g : V −→ R es derivable en f (x0 ),
entonces la aplicación g ◦ f : U −→ R es derivable en x0 , y además
y llamando k = f " (x0 )h + o1 (h), será f (x0 + h) = f (x0 ) + k, y como g es derivable en f (x0 ),
h→0
f −1 (y0 + k) − f −1 (y0 ) h h 1
lim = lim = lim = " . !
k→0 k k→0 f (x0 + h) − f (x0 ) h→0 f (x0 + h) − f (x0 ) f (x0 )
Ejemplos: 1) Sea f (x) = log(x), para x > 0. Su inversa es g(t) = et , luego, si escribimos
1 1 1
x = et , será f " (x) = f " (et ) = " = t = .
g (t) e x
2) Derivada logarı́tmica: Sea f : R −→ R una función positiva y g(x) = log(f (x)); por la
f " (x)
regla de la cadena y el ejemplo anterior, g " (x) = , luego f " (x) = f (x)g "(x).
f (x)
3) Si f (x) = arcsen(x), como su inversa es g(y) = sen(y), será
1 1
arcsen" (x) = =√ .
cos(arcsen(x)) 1 − x2
y que es monótona creciente en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ, entonces
Se dice que f es decreciente en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ, entonces
y que es monótona decreciente en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ,
siendo δi = δzi . Podemos suponer además que x = z0 < z1 < · · · < zn = y y que ninguno de
los abiertos contiene a los restantes. Como para cada i = 1, . . . , n existe ti ∈ (zi , zi + δi ) ∩
(zi+1 − δi+1 , zi+1 ), será f (zi ) < f (ti ) < f (zi+1 ), luego f (x) = f (z0 ) < f (z1 ) < · · · < f (zn ) =
f (y).
Observaciones: 1) El corolario anterior asegura que los máximos y los mı́nimos relativos
están entre los puntos crı́ticos. El recı́proco no es cierto en general; por ejemplo, si f (x) = x3 ,
es f " (x) = 3x2 , con lo que f " (0) = 0; sin embargo, f es creciente en x = 0, ya que si x < 0,
entonces x3 < 0 y si x > 0, entonces x3 > 0, con lo que el 0 no es máximo ni mı́nimo relativo
de f .
2) Una función puede tener un máximo o mı́nimo relativo en un punto sin ser derivable en
dicho punto; considérese, por ejemplo, f (x) = |x|.
Corolario 5.2.6. Sea f : [a, b] −→ R una función derivable en [a, b]. Si f " (a) < f " (b),
entonces para cada λ ∈ R tal que f " (a) < λ < f " (b) existe un c ∈ (a, b) tal que f " (c) = λ.
Demostración: La función g(x) = f (x) − λx es derivable en [a, b], luego es continua en
[a, b]; además g " (a) < 0 y g " (b) > 0, luego g es creciente en b y decreciente en a. La función
g tiene un mı́nimo absoluto c en [a, b] (Weierstrass), que, según lo anterior, no puede ser a
ni b, luego c ∈ (a, b), con lo que es un mı́nimo relativo y en consecuencia g " (c) = 0, es decir,
f " (c) = λ. !
Observación: Si una función continua toma dos valores en [a, b], toma también todos los
valores intermedios (teorema de Bolzano); como acabamos de ver, la derivada de una función
también verifica dicha propiedad, sin ser necesariamente continua, como prueba el siguiente
ejemplo:
La función # %
x + x2 sen 1 si x #= 0
f (x) = 2 x
0 si x = 0
es derivable en R, y su derivada, por el corolario anterior, toma los valores intermedios, pero
no es continua en x = 0 ya que, como vimos, en cualquier entorno de 0 toma los valores −1 2
y 32 .
Teorema 5.2.7 (Teorema de Rolle). Si f : [a, b] −→ R es una función continua en [a, b],
derivable en (a, b) y tal que f (a) = f (b), existe algún punto c ∈ (a, b) tal que f " (c) = 0.
Demostración: La función f es continua en el compacto [a, b], luego por el teorema de
Weierstrass tiene un máximo y un mı́nimo absolutos; si alguno de ellos está en (a, b), será
máximo o mı́nimo relativo y por consiguiente en ese punto f " se anula (corolario 5.2.4). En
otro caso, el máximo y el mı́nimo absolutos se alcanzan en los extremos a y b, puntos en los
que f toma el mismo valor, con lo que f ha de ser constante, y por lo tanto f " = 0. !
176 5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital
El teorema anterior tiene una interpretación geométrica sencilla: si los dos extremos de una
curva que admite tangente en todo punto tienen la misma ordenada, la tangente en alguno
de los puntos intemedios es horizontal.
f (a) = f (b)
a c b
Corolario 5.2.8 (Teorema de los incrementos finitos). Si f, g : [a, b] −→ R son fun-
ciones continuas en [a, b] y derivables en (a, b), existe un punto c ∈ (a, b) tal que
(f (b) − f (a)) g " (c) = (g(b) − g(a)) f " (c).
Demostración: La función h : [a, b] −→ R definida por
h(x) = (f (b) − f (a)) g(x) − (g(b) − g(a)) f (x)
es continua en [a, b], derivable en (a, b) y verifica que h(a) = h(b), luego por el teorema de
Rolle existe un punto c ∈ (a, b) tal que h" (c) = 0, de donde se concluye. !
Observación: Si además de las hipótesis del teorema anterior suponemos que g " (x) #= 0 para
todo x ∈ (a, b), por el teorema de Rolle se tendrá que g(x) #= g(y) para cada par x, y ∈ [a, b]
con x #= y, con lo cual en este caso el resultado anterior puede escribirse
f (b) − f (a) f " (c)
= " .
g(b) − g(a) g (c)
Corolario 5.2.9 (Teorema del valor medio). Sea f : [a, b] −→ R una función continua
en [a, b] y derivable en (a, b). Existe c ∈ (a, b) tal que
f (b) − f (a)
= f " (c).
b−a
Demostración: Aplı́quese el corolario anterior a f y a g(x) = x. !
El teorema del valor medio afirma que existe algún punto de la curva tal que la tangente
en dicho punto es paralela a la cuerda que une sus extremos.
f (b)
f (a)
a c b
Tema V: Cálculo diferencial 177
f " (t)
(1) A−ε < < A + ε.
g " (t)
178 5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital
Fijemos y0 ∈ (a, a + δ); para cada x ∈ R con a < x < y0 , por el teorema de los incrementos
finitos, existirá cx ∈ (x, y0 ) tal que
f (y0 ) − f (x)
A−ε< <A+ε
g(y0 ) − g(x)
para todo x ∈ (a, y0 ). Como lim f (x) es +∞ ó −∞, reduciendo y0 si fuese preciso, podemos
x→a
suponer que f (x) #= 0 y g(x) #= 0 cuando x ∈ (a, y0 ), luego la desigualdad anterior se puede
escribir
f (y0 ) − f (x)
f (x) f (x)
(2) A−ε< <A+ε
g(y0 ) − g(x) g(x)
g(x)
g(y0 ) − g(x)
g(x)
>0
f (y0 ) − f (x)
f (x)
para todo x ∈ (a, y0 ), con lo que, multiplicando por esta fracción en la desigualdad (2)
llegamos a que
g(y0 ) − g(x) g(y0 ) − g(x)
g(x) f (x) g(x)
(A − ε) < < (A + ε)
f (y0 ) − f (x) g(x) f (y0 ) − f (x)
f (x) f (x)
para todo x ∈ (a, y0 ). Puesto que el término de la izquierda de esta desigualdad tiene lı́mite
A − ε y el de la derecha A + ε, existirá c ∈ (a, y0 ) tal que para todo x ∈ (a, c) es
f (x)
A − 2ε < < A + 2ε,
g(x)
Tema V: Cálculo diferencial 179
# %
f (x)
lo que prueba que lim = A.
x→a g(x) # " %
f (x)
(2) Supongamos ahora que lim = +∞.
x→a g " (x)
El caso en que lim f (x) = lim g(x) = 0 se demuestra exactamente igual que el correspon-
x→a x→a
diente del apartado (1).
Supongamos entonces que lim f (x) y lim g(x) son infinitos, y sea M > 0. Existirá δ > 0
x→a x→a
tal que si a < t < a + δ, entonces
f " (t)
> 2M.
g " (t)
Fijando y0 < a + δ como antes, para cada x con a < x < y0 < a + δ, por el teorema de los
incrementos finitos, existirá cx ∈ (x, y0 ) tal que
f (y0 ) − f (x)
> 2M
g(y0 ) − g(x)
para todo x ∈ (a, y0 ), y procediendo como antes, esto se puede escribir como
f (y0 ) − f (x)
f (x) f (x)
(3) > 2M,
g(y0 ) − g(x) g(x)
g(x)
g(y0 ) − g(x)
g(x) 1
>
f (y0 ) − f (x) 2
f (x)
para x ∈ (a, y0 ), con lo que al multiplicar en (3) se obtiene que existe# y0 >%a tal que si
f (x) f (x)
x ∈ (a, y0 ), entonces > M , lo que demuestra que efectivamente lim = +∞. !
g(x) x→a g(x)
El problema que se plantea en este punto es la aproximación de una función por un poli-
nomio en el entorno de un punto. Ya conocemos dos fórmulas de este tipo:
Si f : U −→ R es diferenciable en el punto x0 ∈ U , por definición
luego el polinomio f (x0 ) + f " (x0 )h aproxima a f (x0 + h); el problema es que o (h) es
h→0
desconocido.
Por otra parte, según el teorema del valor medio,
donde c = x0 + th y 0 < t < 1; en este caso c es desconocido y por lo tanto el polinomio que
aproxima es sólo f (x0 ), con lo que la aproximación es peor que la anterior; pero tiene una
ventaja: si se conoce una cota M de |f " (x)| en un entorno (x0 − δ, x0 + δ), se puede acotar el
error cometido en la aproximación pues para |h| < δ será
Ejemplos: 1) Los polinomios, la función exponencial y las funciones seno y coseno son de
clase C ∞ en R.
Tema V: Cálculo diferencial 181
' (
2) La función f : R −→ R definida por f (x) = x2 sen x1 si x #= 0 y f (0) = 0 es derivable,
pero no de clase C 1 en R, pues su derivada no es continua en el 0.
f (x) − g(x)
lim = 0.
x→x0 (x − x0 )n
y como lim (x − x0 )n = 0, debe ser f (x0 ) − P (x0 ) = lim (f (x) − P (x)) = 0, y entonces
x→x0 x→x0
0
a0 = P (x0 ) = f (x0 ). Tenemos ası́ un lı́mite indeterminado del tipo 0, como los estudiados
en la regla de L’Hôpital.
Consideremos el cociente
f " (x) − P " (x)
;
n(x − x0 )n−1
si n > 1, lim n(x − x0 )n−1 = 0, y por ser f " y P " continuas, lim (f " (x) − P " (x)) = f " (x0 ) −
x→x0 x→x0
" " "
P (x0 ). Si no fuera f (x0 ) = P (x0 ), serı́a
# %
f " (x) − P " (x)
lim = ∞,
x→x0 n(x − x0 )n−1
con 1 ≤ k < n, dado que el lı́mite del denominador sigue siendo 0 y el del numerador vale
f (k (x0 ) − P (k (x0 ) (por ser f (k y P (k continuas), si éste no fuera 0, por la regla de L’Hôpital,
el lı́mite de partida serı́a ∞, lo cual contradice lo supuesto, y por lo tanto es
x3 n x
2n+1
sen(x) = x − + · · · + (−1) + o (x2n+1 )
3! (2n + 1)! x→0
x2 x2n
cos(x) = 1 − + · · · + (−1)n + o (x2n )
2! (2n)! x→0
x2 xn
ex = 1 + x + +···+ + o (xn ).
2! n! x→0
2) Consideremos la función
1 2
e−1/x si x #= 0
f (x) =
0 si x = 0
Esta función es de clase C ∞ en R y todas sus derivadas en x0 = 0 son nulas. Hagamos los
cálculos para la primera; análogamente se procederı́a para las restantes. Usando la regla de
L’Hôpital será:
2
" e−1/x 1/x −1/x2 x
f (0) = lim = lim 1/x2 = lim 1/x2 3
= lim 1/x2 = 0.
x→0 x x→0 e x→0 −2e /x x→0 2e
184 5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor
Como se verá más adelante, la fórmula de Taylor es útil para estudiar el comportamiento
de una función en el entorno de un punto.
Otra utilidad es su aplicación al cálculo de lı́mites: si f y g son dos funciones de clase
n
C en un entorno de x0 tales que lim f (x) = lim g(x) = 0, en lugar de aplicar la regla de
# x→x
%0 x→x0
f (x)
L’Hôpital para calcular lim , hay ocasiones en las que los cálculos son más breves si
x→x0 g(x)
se desarrollan f y g y se calcula entonces el lı́mite.
ex sen(x) − x(1 + x)
Ejemplos: 1) Calculemos lim .
x→0 x3
# %# %
x2 2 x3 3
1+x+ + o(x ) x− + o(x ) − x(1 + x)
ex sen(x) − x(1 + x) 2 6
lim = lim =
x→0 x3 x→0 x3
x3 x3
x + x2 − x(1 + x) + − + o(x3 ) 1 1 1
= lim 2 6 = − = .
x→0 x3 2 6 3
sen(sen(x)) − arctg(x)
2) Calculemos lim .
x→0 x5
Vamos, en primer lugar, a obtener el desarrollo de sen(sen(x))
# %
x3 x5 5
sen(sen(x)) = sen x − + + o(x ) =
6 120
# % # %3 # %5
x3 x5 5 1 x3 x5 5 1 x3 x5 5
= x− + + o(x ) − x− + + o(x ) + x− + + o(x ) +
6 120 6 6 120 120 6 120
?# %5 @
x3 x5 x3 x5
+o x− + + o(x5 ) =x− + + o(x5 ).
6 120 3 10
sen(sen(x)) − arctg(x)
lim =
x→0 x5
# % # %
x3 x5 5 x3 x5 5
x− + + o(x ) − x − + + o(x )
3 10 3 5
= lim =
x→0 x5
x5
− + o(x5 ) 1
= lim 10 5 =− .
x→0 x 10
Tema V: Cálculo diferencial 185
f (n+1 (c)
f (x) = P (x) + (x − x0 )n+1 .
(n + 1)!
A la diferencia entre f (x) y P (x) ası́ obtenida se le denomina resto de Lagrange del desar-
rollo de Taylor de f de orden n en x0 , y consiste en “tomar un término más del polinomio
de Taylor en un punto intermedio c”.
Demostración: Sean R(x) = f (x) − P (x) y g(x) = (x − x0 )n+1 . Es claro que
por el teorema de los incrementos finitos existe un c1 = x0 + t1 (x − x0 ), con 0 < t1 < 1, tal
que
R(x) R(x) − R(x0 ) R" (c1 )
= = " ;
g(x) g(x) − g(x0 ) g (c1 )
por la misma razón existe un c2 = x0 + t2 (c1 − x0 ) tal que
repitiendo el argumento n veces, resulta que existe cn+1 = x0 +tn+1 (cn −x0 ), con 0 < tn+1 < 1,
tal que
R(x) R" (c1 ) R(n (cn ) R(n (cn ) − R(n (x0 ) R(n+1 (cn+1 )
= " = · · · = (n = (n = (n+1 .
g(x) g (c1 ) g (cn ) g (cn ) − g (n (x0 ) g (cn+1 )
Pero R(n+1 (cn+1 ) = f (n+1 (cn+1 ) − P (n+1 (cn+1 ) = f (n+1 (cn+1 ), porque P es un polinomio de
grado n, y g (n+1 (cn+1 ) = (n + 1)!, luego llamando c = cn+1 , es claro que c = x0 + t(x − x0 ),
con 0 < t < 1, y se obtiene la fórmula del enunciado. !
x2 xn ec xn+1
ex = 1 + x + +···+ + .
2! n! (n + 1)!
2) Sea f : (−1, +∞) −→ R definida como f (x) = log(1 + x). Entonces f " (x) = (1 + x)−1 ,
luego f es de clase C ∞ en (−1, +∞) y
en particular
f (n (0) (−1)n−1 (n − 1)! (−1)n−1
= = ,
n! n! n
luego
x2 (−1)n−1 xn (−1)n xn+1
log(1 + x) = x − +···+ +
2 n (n + 1)(1 + c)n+1
con c = tx, 0 < t < 1.
3) Sea ahora f : (−1, +∞) −→ R la función definida por f (x) = (1 + x)α , con α ∈ R.
Para cada n ∈ N es
Observación: Si f (n+1 está acotada en un entorno de x0 (esto ocurre, por ejemplo, si f (n+1
es continua, por el teorema de Weierstrass), el resto de Lagrange permite acotar el error
cometido al aproximar f (x) por su desarrollo de Taylor de orden n en x0 . En efecto, si
M δ n+1
|f (n+1 (x)| ≤ M para |x − x0 | < δ, será |f (x) − P (x)| < .
(n + 1)!
Por ejemplo, calculemos e con un error menor que 10−5 . La diferencia entre e y el polinomio
de Taylor de orden n, calculado en el ejemplo 1) anterior, debe ser menor que 10−5 , y como
# %
1 1 ec 3
0 < e− 1+1+ +···+ = <
2! n! (n + 1)! (n + 1)!
f (n (c)
f (x) = f (x0 ) + (x − x0 )n ,
n!
donde c = x0 + t(x − x0 ) con 0 < t < 1. Como f (n es continua, existe un δ > 0 tal que en el
intervalo (x0 − δ, x0 + δ) dicha función no cambia de signo. Si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ), entonces
c ∈ (x0 − δ, x0 + δ) y por tanto
# % ) *
f (n (c)
signo(f (x) − f (x0 )) = signo (x − x0 )n = signo f (n (x0 )(x − x0 )n
n!
Definición 5.4.2.– Sea f : (a, b) −→ R una función derivable en x0 ∈ (a, b). Diremos que
f es convexa en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ), entonces
f (x) ≥ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
Se dice que f es cóncava en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ),
entonces f (x) ≤ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
x0 x0
Convexa Cóncava
Observaciones: 1) Dado que la tangente en el punto (x0 , f (x0 )) a la curva y = f (x) tiene
por ecuación y = f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ), la función f es convexa en x0 si en un entorno de x0
la gráfica de f está por encima de su tangente en dicho punto, y cóncava si está por debajo.
Si definimos la función ψ : (a, b) −→ R por ψ(x) = f (x) − f (x0 ) − f " (x0 )(x − x0 ), se tendrá
que f es convexa cuando ψ tenga un mı́nimo en relativo en x0 , y cóncava cuando tenga un
máximo relativo en dicho punto.
2) f es cóncava si −f es convexa.
3) No existe acuerdo sobre esta terminologı́a, de manera que lo que para algunos textos es
cóncavo para otros es convexo.
Definición 5.4.3.– Sea f : (a, b) −→ R una función derivable en x0 ∈ (a, b). Diremos que f
tiene una inflexión ascendente en el punto x0 si existe δ > 0 tal que si x ∈ (x0 −δ, x0 ), entonces
f (x) ≤ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ) y si x ∈ (x0 , x0 + δ), entonces f (x) ≥ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
Se dice que f tiene una inflexión descendente en el punto x0 si existe δ > 0 tal que si
x ∈ (x0 − δ, x0 ), entonces f (x) ≥ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ) y si x ∈ (x0 , x0 + δ), entonces
f (x) ≤ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
x0 x0
Inflexión ascendente Inflexión descendente
Tema V: Cálculo diferencial 189
Demostración: Sea ψ(x) = f (x) − (f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 )); como ψ " (x0 ) = 0 y para n > 1
ψ (n (x0 ) = f (n (x0 ), aplicando la proposición 5.4.1 se concluye. !
Ejemplo: Sea f : R −→ R la función definida por f (x) = 3x4 − 16x3 + 30x2 − 24x + 6.
Vamos a aplicar a f los resultados que acabamos de obtener.
Calculemos en primer lugar los puntos crı́ticos de f :
luego los puntos crı́ticos de f son x = 1 y x = 2. Veamos si son máximos o mı́nimos relativos:
luego f "" (1) = 0 y f "" (2) = 12 > 0 y por tanto x = 2 es un mı́nimo relativo de f . Para estudiar
el punto x = 1 hay que seguir derivando:
en particular es f """ (1) = −24 < 0, por lo que f tiene una inflexión descendente en x = 1.
Por otra parte, f " es negativa en el intervalo (−∞, 2) y positiva en (2, +∞), por lo que f
es decreciente en (−∞, 2) y creciente en (2, +∞).
En cuanto a la convexidad o concavidad de f , tenemos:
5
f "" (x) = 12(x − 1)(x − ),
3
luego los posibles puntos de inflexión son 1 y 53 . Ya hemos visto que hay una inflexión
descendente en x = 1. Como por otra parte es f """ ( 53 ) = 24 > 0, en el punto x = 53 la función
f tiene una inflexión ascendente, a pesar de que f sea decreciente en 53 . De esto se deduce
190 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables
3
2
1 5
1 3 2
-1
-2
Hemos comenzado este tema con el problema geométrico de calcular la recta tangente a la
gráfica de una función f : (a, b) −→ R en un punto (x0 , f (x0 )), llegando ası́ a la definición de
derivada. La pregunta ahora es la siguiente: ¿Se puede generalizar esto al caso de la gráfica
de una función f : Rn −→ R?
Sea U un abierto de Rn y x0 un punto de U . Desde luego, la definición de derivada de f
en x0 no se puede generalizar, porque habrı́a que dividir un número real por x − x0 , que es
un punto de Rn , lo cual no tiene sentido.
Una posibilidad de generalizar la definición al caso de Rn es la siguente: dado e ∈ Rn , la
restricción de f a la recta que pasa por x0 y tiene a e como vector director es ya una función
de R en R, y como tal se puede estudiar su derivabilidad; tiene, pues, sentido dar la siguiente
Definición 5.5.1.– Sea U un abierto de Rn , x0 ∈ U , f : U −→ R una aplicación y e ∈ Rn .
Diremos que f es derivable en x0 con el vector e si existe
e
x0
Tema V: Cálculo diferencial 191
b2
que vale 0 si a = 0 y a si a #= 0, con lo que g es derivable en (0, 0) con cualquier vector.
# %
∂f f ((x0 , y0 , z0 ) + t(1, 0, 0)) − f (x0 , y0 , z0 )
= lim =
∂x (x0 ,y0 ,z0 )
t→0 t
(x0 + t)2 y03 z0 − x20 y03 z0
lim = 2x0 y03 z0 ,
t→0 t
∂f
y por lo tanto = 2xy 3 z.
∂x
Haciendo uso de la observación 1), el resultado anterior es inmediato. Análogamente se
tendrá que
∂f ∂f
= 3x2 y 2 z y = x2 y 3 .
∂y ∂z
2) En los dos ejemplos de la definición 5.5.1 las derivadas parciales de f y g en (0, 0) son
nulas.
(x0 , f (x0 ))
x0
Copiando, pues, la definición dada para el caso de las funciones de una variable, podemos
dar la siguiente
Definición 5.5.3.– Sea U un abierto de Rn . Diremos que f : U −→ Rm es diferenciable en
x0 ∈ U si existe una aplicación lineal T : Rn −→ Rm tal que
f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)
lim = 0.
h→0 :h:
Diremos que f es diferenciable en U si lo es en todo punto de U .
de donde
f (x0 + te) − f (x0 ) − tdx0 f (e)
lim = 0,
t→0 t
y por consiguiente
∂f
es, como vimos, derivable con cualquier vector no nulo e = (a, b) en (0, 0); además (0, 0) = 0
∂x
∂f
y (0, 0) = 0. Si f fuese diferenciable en x0 = (0, 0), por la proposición anterior serı́a
∂y
ab
para todo vector e = (a, b), lo cual es falso ya que, como vimos, Dx0 ,e (f ) = √ , y por
consiguiente f no es diferenciable en el origen. a + b2
2
n
; n #
; %
∂f
dx0 f = dx0 f (ek )ωk = ωk .
∂xk x0
k=1 k=1
x0
a + h a bh − ak
f (a + h, b + k) − f (a, b) − dx0 f (h, k) − −
lim √ = lim b+k√ b b2 =
(h,k)→(0,0) h2 + k2 (h,k)→(0,0) h2 + k2
ak2 − bhk
= lim √ = 0,
(h,k)→(0,0) b2 (b + k) h2 + k 2
√
ya que |h|, |k| ≤ h2 + k2 .
3) Gradiente de una función en un punto. Sea (E, T2 ) un R–espacio euclı́deo de dimensión
finita; para cada e ∈ E se define la aplicación ωe : E −→ R por ωe (e" ) = T2 (e, e" ). La
aplicación φ : E −→ E ∗ , definida por φ(e) = ωe es un isomorfismo de R–espacios vectoriales
de E en E ∗ , como el lector puede comprobar fácilmente.
Si U es un abierto de E y f : U −→ R es diferenciable en x0 ∈ U , llamaremos gradiente
en x0 de f , y denotaremos gradx0 (f ) ó ∇x0 (f ), al único vector e ∈ E tal que ωe = dx0 f .
Veamos cómo calcular el gradiente; puesto que
bastará conocer la aplicación φ−1 . Sean {e1 , . . . , en } una base de E y {ω1 , . . . , ωn } su base
dual. Para cada j = 1, . . . , n es
y por lo tanto es
n
; n
;
φ(ei ) = (φ(ei )) (ej )ωj = T2 (ei , ej )ωj ,
j=1 j=1
y la de φ−1 su inversa.
) * ) *
∂f ∂f
Como dx0 f = ∂x1 ω1 + · · · + ∂xn
ωn , será
x0 x0
) *
−1 ∂f
∂x1
T2 (e1 , e1 ) . . . T2 (e1 , en ) x0
..
gradx0 (f ) = ... ... ...
) .*
T2 (en , e1 ) . . . T2 (en , en ) ∂f
∂xn
x0
es decir, las componentes del gradiente en este caso son precisamente las derivadas parciales
en el punto.
En el segundo caso, como la matriz de φ en las bases {e1 , e2 , e3 }, {ω1 , ω2 , ω3 } vale
2 1 0
1 2 0
0 0 3
la de φ−1 será
2 −1 0
1
−1 2 0
3
0 0 1
Tema V: Cálculo diferencial 199
y por lo tanto
? 3 # @
; ∂f %
gradx0 (f ) = φ−1 (dx0 f ) = φ−1 ωi =
∂xi x0
i=1
?? # % # % @ ? # % # % @ # % @
1 ∂f ∂f ∂f ∂f ∂f
= 2 − e1 + − +2 e2 + e3 .
3 ∂x1 x0 ∂x2 x0 ∂x1 x0 ∂x2 x0 ∂x3 x0
si y sólo si
fi (x0 + h) − fi (x0 ) − (dx0 f )i (h)
lim =0
h→0 :h:
para i = 1, . . . , n, lo que prueba que si f es diferenciable entonces fi también, siendo dx0 fi =
(dx0 f )i y recı́procamente. !
De esta proposición se deduce que si f es diferenciable en x0 , la representación matricial
de dx0 f en las bases usuales es
# % # %
∂f1 ∂f1
∂x1 ...
x0 ∂xn x0
. . .
dx0 f = .. .. .. .
# % # %
∂fm ∂fm
...
∂x1 x0 ∂xn x0
y como dx0 f es continua (por ser lineal) se concluye sin más que tomar lı́mite cuando h →
0. !
luego
f (x0 + h) + g(x0 + h) = f (x0 ) + g(x0 ) + dx0 f (h) + dx0 g(h) + o1 (:h:) + o2 (:h:)
h→0 h→0
y como o1 (:h:) + o2 (:h:) = o (:h:) y dx0 f + dx0 g es lineal, dx0 (f + g) = dx0 f + dx0 g.
h→0 h→0 h→0
(2) Multiplicando las dos igualdades (1) se obtiene:
f (x0 + h)g(x0 + h) = f (x0 )g(x0 ) + g(x0 )dx0 f (h) + f (x0 )dx0 g(h)+
+f (x0 ) o2 (:h:) + dx0 f (h) o2 (:h:) + g(x0 ) o1 (:h:)+
h→0 h→0 h→0
+dx0 g(h) o1 (:h:) + dx0 f (h)dx0 g(h) + o1 (:h:) o2 (:h:).
h→0 h→0 h→0
Además, existen M y M " tales que |dx0 f (h)| ≤ M :h: y |dx0 g(h)| ≤ M " :h:, con lo que
dx0 f (h) o2 (:h:) + dx0 g(h) o1 (:h:) + dx0 f (h)dx0 g(h) = o (:h:),
h→0 h→0 h→0
dx0 (f + g)(h) = dx0 (α ◦ ψ)(h) = dψ(x0 ) α(dx0 f (h), dx0 g(h)) = dx0 f (h) + dx0 g(h)
El origen del cálculo integral es el cálculo de áreas de figuras planas y el primero que trabajó
en él fue Arquı́medes, con método similar a la moderna definición de integral de Riemann.
Para tener una buena definición de área necesitamos conceptos de cursos posteriores; por
tanto, de momento partiremos del concepto intuitivo y de sus propiedades “esperadas”, para
llegar a la definición de integral de Riemann, que posteriormente adoptaremos para “definir”
las áreas.
El problema consiste en asignar a cada subconjunto acotado A de R2 un número a(A), al
que llamaremos área de A, que verifique:
(1) El área de A es siempre mayor o igual que 0.
(2) El área de la unión de dos conjuntos disjuntos es la suma de sus respectivas áreas.
(3) El área es invariante por cualquier transformación que conserve la distancia euclı́dea
(isometrı́a), es decir, por giros, traslaciones y simetrı́as.
(4) El cuadrado [0, 1] × [0, 1] tiene área 1.
203
204 6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann
R1 R2
0 1 2 1
n n
a éste último, se obtienen los rectángulos R1 = [0, n1 ) × [0, 1], R2 = [ n1 , n2 ) × [0, 1], . . . ,
Rn = [ n−1n , 1) × [0, 1], que son disjuntos y cuya unión está contenida en R = [0, 1] × [0, 1],
luego la suma de sus áreas es menor o igual que 1; como todas son iguales se obtiene que
el área de cada rectángulo Ri es menor o igual que n1 . Como el segmento está contenido en
cualquier [0, n1 ) × [0, 1], su área es menor o igual que n1 para todo n, con lo que debe ser 0,
como querı́amos probar.
2) El área de un rectángulo es base por altura.
Puesto que, como acabamos de probar, el área de un segmento vale 0, al calcular áreas de
rectángulos es indiferente que éstos contengan o no los segmentos que los delimitan, pues el
área de los lados no aporta nada a la solución final. Por la invarianza por traslaciones y giros
se puede suponer que el rectángulo es R = [0, a] × [0, b].
0 a
Supongamos en primer lugar que a y b son enteros. En ese caso R se puede descomponer
en ab cuadrados de lado 1. Por la invarianza por traslaciones, cada cuadrado tiene área 1.
Entonces el área del rectángulo es, en efecto, ab.
n
En el caso en que a y b sean racionales, la demostración es similar: si a = m y b = rs , el
1
rectángulo se descompone en nr rectángulos de lados m y 1s ; como ms rectángulos de este tipo
1
rellenan el cuadrado unidad, el área de cada uno de ellos es ms , con lo cual el área buscada
nr
es ms = ab.
Sean ahora a y b números reales cualesquiera. Sean {an } y {a"n } sucesiones de números
racionales con lı́mite a tales que an ≤ a < a"n , y {bn } y {b"n } sucesiones de números racionales
con lı́mite b tales que bn ≤ b < b"n . Para cada n, [0, an ]×[0, bn ] ⊂ [0, a]×[0, b] ⊂ [0, a"n]×[0, b"n ],
por lo que an bn ≤ a(R) ≤ a"n b"n . Tomando lı́mites será ab ≤ a(R) ≤ ab, con lo que se concluye.
1
3) El área del conjunto A = {(x, y) ∈ R2 : 0 ≤ x ≤ 1, 0 ≤ y ≤ x2 } vale 3 (Arquı́medes).
Tema VI: Cálculo integral 205
0 1
Para calcular el área de A dividimos el intervalo [0, 1] del eje X en n partes iguales y
tomamos dos familias de rectángulos: la primera formada por los de base [ nk , k+1
n ] y altura
(k+1)2 2
1 1
0 1 2 1 0 1 2 1
n n n n
(k+1)2 k2
Las áreas respectivas de dichos rectangulos son n3 y n3 , luego las sumas de dichas áreas
valen respectivamente:
n−1
; n−1 n−1 n−1
(k + 1)2 1 ; ; k2 1 ; 2
An = = 3 (k + 1)2 y an = = 3 k .
n3 n n3 n
k=0 k=0 k=0 k=0
Observación: Rigurosamente no podemos asegurar que las áreas de los conjuntos anteriores
tengan los valores calculados, ya que ni siquiera sabemos que exista la función a de partida:
pudiera ocurrir, por ejemplo, que dividiendo la figura de otra manera fuéramos a parar a un
resultado distinto del obtenido, en cuyo caso habrı́a que decir que dicho conjunto carece de
área. Por ello nos olvidaremos de momento del problema original y vamos a copiar lo realizado
en el ejemplo 3) para definir la integral de Riemann, a partir de la cual definiremos el área.
Definición 6.1.1.– Sea [a, b] ⊂ R; una partición π de [a, b] es una colección de puntos
{x0 , . . . , xn } que verifican a = x0 < x1 < · · · < xn = b.
206 6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann
Definición 6.1.2.– Dadas dos particiones π y π " de [a, b] se dice que π es más fina que π " si
π ⊇ π " como subconjuntos de R, y se escribe π ≥ π " .
1 2 1 2
1 2 2n+1 − 1 " 1 2n − 1
Ejemplos: 1) Sean π = 0, n+1 , n+1 , . . . , , 1 y π = 0, n , . . . , , 1 . La
2 2 2n+1 2 2n
"
partición π es más
4 fina que π ya que 5 todo punto de π " también está en π.
1 n
/ 0
2) Sean π = 0, n+1 , . . . , n+1 , 1 y π " = 0, n1 , n2 , . . . , n−1
n , 1 . La partición π no es más
fina que π " ya que, aunque tiene más puntos, no la contiene como conjunto.
Sea f : [a, b] −→ R acotada y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b]; para cada k =
0, . . . , n − 1 denotemos
Mk (f, π) = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} y mk (f, π) = inf{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]}.
n−1
; n−1
;
S(f, π) = Mk (f, π)(xk+1 − xk ) y s(f, π) = mk (f, π)(xk+1 − xk )
k=0 k=0
respectivamente.
(k + 1)2 k2
Mk = y mk = ,
n2 n2
luego
n−1
; n−1
; # % n−1
;
(k + 1)2 k+1 k (k + 1)2 1 3n + 1
S(f, π) = Mk (xk+1 − xk ) = − = = +
n2 n n n 3 3 6n2
k=0 k=0 k=0
y
n−1
; n−1
; # % n−1
;
k2 k+1 k k2 1 3n − 1
s(f, π) = mk (xk+1 − xk ) = − = = −
n2 n n n 3 3 6n2
k=0 k=0 k=0
a xk y xk+1 b a xk y xk+1 b
Mk (f, π)(y−xk )+Mk+1 (f, π)(xk+1 −y) ≤ Mk (f, π " )(y−xk +xk+1 −y) = Mk (f, π ")(xk+1 −xk ),
El corolario anterior demuestra que {s(f, π)}π , donde π recorre las particiones del seg-
mento [a, b], es un conjunto acotado superiormente y que {S(f, π)}π es un conjunto acotado
inferiormente. Entonces podemos escribir:
208 6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann
I b
f = inf {S(f, π)}
a π
I b
f = sup{s(f, π)}
a π
/ 0
Ejemplo: Sea f : [0, 1] −→ R, f (x) = x2 , y πn = 0, n1 , . . . , n−1
n , 1 . Como
I b I b
s(f, πn ) ≤ f≤ f ≤ S(f, πn ),
a a
Definición 6.1.7.– Se dice que una función f : [a, b] −→ R acotada es integrable Riemann
Jb Jb
en [a, b] si f = a f ; en este caso, a este valor común se le llama integral de Riemann de f
a Jb
en [a, b] y se denota a f .
Al conjunto de las funciones integrables Riemann en [a, b] lo denotaremos por R([a, b]).
En efecto, dada una partición cualquiera π = {x0 , . . . , xn }, en cada intervalo [xk , xk+1 ] la
<
n−1
función es constante, con lo que mk = Mk = c, luego s(f, π) = S(f, π) = c(xk+1 − xk ) =
k=0
c(b − a). Y como todas las sumas superiores e inferiores coinciden, la integral superior y
la integral inferior coinciden con cualquiera de ellas, luego f es integrable y su integral vale
c(b − a).
3) La función f : [0, 1] −→ R definida por
1
0 si x #∈ Q
f (x) =
1 si x ∈ Q
no es integrable.
En efecto, dada una partición π = {x0 , . . . , xn } cualquiera, en cada intervalo [xk , xk+1 ]
existen puntos racionales e irracionales, luego para todo k es Mk = 1 y mk = 0; por tanto
S(f, π) = 1 y s(f, π) = 0, de donde se deduce que las integrales superior e inferior valen
respectivamente 1 y 0. Como no coinciden, f no es integrable.
A la vista de los ejemplos hechos en el apartado anterior queda claro que, aplicando sola-
mente la definición, es excesivamente laborioso averiguar si una función es o no integrable. Por
ello daremos a continuación algunos criterios que nos permitan decidir cuándo una función es
integrable con independencia del cálculo del valor de la integral.
Teorema 6.2.1. Sea f : [a, b] −→ R acotada; f es integrable si y sólo si para cada ε > 0
existe una partición π de [a, b] tal que
S(f, π) − s(f, π) < ε.
Demostración: La condición necesaria y suficiente para que f sea integrable en [a, b] es que
Jb Jb
a
f = f , lo cual equivale a decir que
a
Por el lema 6.1.4, S(f, π ∪ π " ) − s(f, π ∪ π " ) ≤ S(f, π) − s(f, π "), con lo que
inf {S(f, π) − s(f, π ")} = inf {S(f, π) − s(f, π)},
π,π " π
luego f es integrable si y sólo si inf {S(f, π) − s(f, π)} = 0, que es otra forma de escribir el
π
enunciado. !
para un cierto zk ∈ [xk , xk+1 ]. Al ser 0 < xk+1 − xk < δ, también es |yk − zk | < δ, luego
ε ε
|f (yk ) − f (zk )| < b−a , es decir, Mk − mk < b−a , y por tanto
n−1
; n−1
ε ;
S(f, π) − s(f, π) = (Mk − mk )(xk+1 − xk ) < (xk+1 − xk ) = ε,
b−a
k=0 k=0
sen(x)
Ejemplo: La función f : [0, 2π] −→ R definida por f (x) = si x #= 0 y f (0) = 1 es
x
integrable.
Corolario 6.2.3. Si f : [a, b] −→ R es monótona creciente (o decreciente), es integrable.
Demostración: Se puede suponer que f (a) #= f (b) ya que en otro caso f serı́a constante y
por lo tanto integrable. Por ser f monótona creciente, está acotada superiormente por f (b) e
inferiormente por f (a).
ε
Sea ε > 0 y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] tal que xk+1 − xk < f (b)−f (a) para
todo k = 0, . . . , n − 1. Por ser f monótona creciente mk = f (xk ) y Mk = f (xk+1 ) para cada
k = 0, . . . , n − 1, luego
n−1
;
S(f, π) − s(f, π) = (f (xk+1 ) − f (xk ))(xk+1 − xk ) <
k=0
n−1
;
ε
< (f (xk+1 ) − f (xk )) = ε. !
f (b) − f (a)
k=0
Ejemplo: La función f : [a, b] −→ R definida por f (x) = [x], donde [x] designa la parte
entera de x, es integrable en [a, b].
A continuación vamos a estudiar otra posible manera de definir la integral de Riemann,
que más tarde aparecerá al calcular longitudes de curvas.
Tema VI: Cálculo integral 211
Definición 6.2.4.– Sea f : [a, b] −→ R acotada y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b];
una suma de Riemann de f correspondiente a π es una suma de la forma
n−1
;
f (tk )(xk+1 − xk )
k=0
⇐) Sea A ∈ R cumpliendo la condición del enunciado y sea ε > 0. Sea π0 una partición
asociada a ε según la hipótesis.
Jb Jb
Por definición de a f existe π1 tal que 0 ≤ S(f, π)− a f < 3ε ; la partición π = π0 ∪π1 sigue
cumpliendo esta misma condición. Por otra parte, al ser Mk = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]},
ε
existen tk ∈ [xk , xk+1 ] tales que 0 ≤ Mk − f (tk ) < 3(b−a) para k = 0, . . . , n − 1.
<
n−1
Tomando la suma de Riemann S = f (tk )(xk+1 − xk ), de todo lo anterior resulta
k=0
3I b 3 3I b 3
3 3 3 3
3 3 3 3
3 f − A ≤
3 3 f − S(f, π) 3 + |S(f, π) − S| + |S − A| < ε.
3 a 3 3 a 3
Jb Jb
Luego A = a f , y con análogo argumento se prueba que A = f ; de aquı́ se deduce que f
a
es integrable y su integral es A. !
No es necesario que f sea continua para ser integrable, por ejemplo la función f (x) = [x] es
integrable en [0, 2], pero no continua. A continuación vamos a probar que si f es discontinua
en un conjunto numerable de puntos, o más en general, en lo que llamaremos un conjunto de
medida nula, también es integrable. Esta es la caracterización de Lebesgue de las funciones
integrables Riemann.
212 6.2. Criterios de integrabilidad
Definición 6.2.6.– Se dice que un subconjunto A de R es de medida nula si para cada ε > 0
existen intervalos (posiblemente vacı́os algunos de ellos) {(an , bn )}n que recubren A tales que
<
∞
(bn − an ) < ε.
n=1
<
Observación: Si A es de medida nula, con las notaciones anteriores, la serie (bn − an ) es
de términos no negativos, luego incondicionalmente convergente, por lo que el orden en que
se tomen los intervalos es indiferente.
Proposición 6.2.7. Los subconjuntos de medida nula verifican las siguientes propiedades:
(1) Si A ⊆ B y B es de medida nula, entonces A también lo es.
(2) La unión numerable de conjuntos de medida nula es un conjunto de medida nula.
Demostración: (1) Es trivial.
(2) Sea {An } una colección numerable de conjuntos de medida
$ nula y <
ε > 0. Por ser cada
An de medida nula existen {(arn , brn )}r∈N tales que An ⊆ (arn , brn ) y (brn − arn ) < 2εn .
r r
$ $ < <
∞
ε
Entonces An ⊆ (arn , brn ) y (brn − arn ) < 2n = ε, con lo que se concluye. !
n n,r r,n n=1
Ejemplos: 1) Cualquier conjunto numerable de puntos es de medida nula, ya que cada punto
lo es. En particular, Q es de medida nula.
2) R no es numerable, ya que en este caso serı́a de medida nula, lo cual no es cierto, ya
que R ⊃ [a, b] y [a, b] no es de medida nula, como ya hemos probado.
siendo para cada r ∈ R+ , Ar = {x ∈ [a, b] : o(f, x) ≥ r}. Entonces, por la proposición 6.2.7,
bastará probar que cada A1/n es de medida nula.
Sean ε > 0 y n ∈ N. Por ser f integrable, existe una partición π = {x0 , . . . , xm } tal que
S(f, π) −s(f, π) < nε . Dividimos los intervalos de la partición en dos tipos según los siguientes
conjuntos de ı́ndices:
I = {i : (xi , xi+1 ) ∩ A1/n #= ∅}
J = {j : (xj , xj+1 ) ∩ A1/n = ∅}
$
Si llamamos B = A1/n − {x0 , . . . , xm }, se verifica que B ⊂ (xi , xi+1 ).
i∈I
Se tendrá, por una parte, que
; ε
(Mi (f, π) − mi (f, π))(xi+1 − xi ) ≤ S(f, π) − s(f, π) < .
n
i∈I
Por otra parte, para cada i ∈ I es o(f, (xi , xi+1 )) ≥ n1 , ya que existe yi ∈ A1/n ∩ (xi , xi+1 ),
luego Mi (f, π) − mi (f, π) ≥ n1 , de donde
ε ; 1;
> (Mi (f, π) − mi (f, π))(xi+1 − xi ) ≥ (xi+1 − xi ),
n n
i∈I i∈I
<
con lo que (xi+1 − xi ) < ε. Como
i∈I
m
'! ( '! ε ε (
A1/n = B ∪ {x0 , . . . , xm } ⊂ (xi , xi+1 ) ∪ (xk − , xk + )
m+1 m+1
i∈I k=0
214 6.2. Criterios de integrabilidad
y la suma de las longitudes de estos intervalos es menor que 2ε, se concluye que A1/n tiene
medida nula.
Recı́procamente, sean ε > 0, Aε y D definidos como antes y supongamos ahora que D es
de medida$nula. Como < Aε ⊆ D, Aε es de medida nula, y por lo tanto existen {(an , bn )}n tales
que Aε ⊂ (an , bn ) y (bn − an ) < ε.
n n>0
Para cada x #∈ Aε , existe δx > 0 tal que o(f, B(x, δx)) < ε. Entonces los abiertos {(an , bn )}n
junto con los {B(x, δx)}x∈ACε forman un recubrimiento abierto de [a, b]. Por el lema 6.2.10
existe una partición π de [a, b] tal que [xi , xi+1 ] ⊆ (an , bn ) ó [xi , xi+1 ] ⊆ B(x, δx ) para algún
x ∈ ACε . Según esto, los ı́ndices de los intervalos de la partición se pueden dividir en dos tipos:
Si i ∈ I, Mi (f, π) − mi (f, π) ≤ sup{f (x) : x ∈ [a, b]} − inf{f (x) : x ∈ [a, b]} = M . Si
j ∈ J, existe x ∈ AC ε tal que B(x, δx ) ⊇ [xj , xj+1 ] y por lo tanto Mj (f, π) − mj (f, π) ≤
o(f, B(x, δx)) < ε. Entonces
; ;
S(f, π)−s(f, π) = (Mi (f, π)−mi(f, π))(xi+1 −xi )+ (Mj (f, π)−mj (f, π))(xj+1 −xj ) <
i∈I j∈J
; ;
<M (xi+1 − xi ) + ε (xj+1 − xj ) ≤ (M + b − a)ε,
i∈I j∈J
ya que dado i ∈ I, xi+1 − xi ≤ bni − ani si [xi , xi+1 ] ⊆ (ani , bni ), con lo que
; ;
(xi+1 − xi ) ≤ (bn − an ) < ε. !
i∈I n
Sean x0 #∈ Q y ε > 0. Elegimos n de modo que n1 < ε. Los puntos racionales del
intervalo [0, 1] con denominadores (en su representación irreducible) 1, 2, . . . , n − 1 forman
un conjunto finito A. Como [0, 1] − A es abierto y x0 no está en él, existe δ > 0 tal que
(x0 − δ, x0 + δ) ⊂ [0, 1] − A, y por lo tanto si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ) es f (x) = 0 si x #∈ Q y
f (x) = 1q con q ≥ n si x ∈ Q, luego para todo x ∈ (x0 − δ, x0 + δ) es
1
|f (x) − f (x0 )| = |f (x)| ≤ < ε,
n
Tema VI: Cálculo integral 215
rx1
β
rx0
α
a x0 x1 b
Por ser f monótona creciente, la aplicación x0 0−→ rx0 es una biyección entre el conjunto D
de discontinuidades de f y un subconjunto de Q, con lo que D será finito o numerable, y por
lo tanto de medida nula. Ello prueba que f es integrable.
b) Si f es integrable y λ ∈ R, λf es integrable y
I b I b
λf = λ f.
a a
(2) El producto de funciones integrables en [a, b] es una función integrable en [a, b].
Demostración: (1) Sea π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b]. Como
{(f + g)(x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} ⊆ {f (x) + g(y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]},
será
Mk (f + g, π) ≤ Mk (f, π) + Mk (g, π)
y
mk (f + g, π) ≥ mk (f, π) + mk (g, π),
de donde se deduce que para cualquier partición π es
S(f + g, π) ≤ S(f, π) + S(g, π) y s(f + g, π) ≥ s(f, π) + s(g, π).
De estas desigualdades se obtiene que
I b I b I b I b I b I b
f+ g≤ (f + g) ≤ (f + g) ≤ f+ g,
a a a a a a
y como f y g son integrables, de aquı́ se deduce que f + g es integrable y que su integral es
Jb Jb
a f + a g.
Probemos la segunda parte. Es claro que si se cambia de signo a una función integrable,
la nueva función sigue siendo integrable y el valor de la integral cambia de signo, luego
podemos suponer que λ > 0; en ese caso, procediendo como antes, es S(λf, π) = λS(f, π) y
s(λf, π) = λs(f, π), de donde
I b I b I b I b
λ f= λf ≤ λf = λ f,
a a a a
y de aquı́ se concluye.
(2) Para probar que si f y g son integrables entonces su producto también, basta probar
que el cuadrado de una función integrable es integrable, ya que f g = 12 ((f + g)2 − f 2 − g 2 ),
de donde se concluye usando el apartado anterior.
Sea h integrable en [a, b]. Si M es una cota superior de |h| en [a, b], dados x, y ∈ [a, b], se
tendrá que
h2 (x) − h2 (y) ≤ |h(x) − h(y)||h(x) + h(y)| ≤ 2M |h(x) − h(y)|,
de donde, para cada partición π de [a, b] se tiene que
Mk (h2 , π) − mk (h2 , π) = sup{h2 (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} − inf{h2 (y) : y ∈ [xk , xk+1 ]} =
= sup{h2 (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} + sup{−h2 (y) : y ∈ [xk , xk+1 ]} =
= sup{h2 (x) − h2 (y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} ≤ 2M sup{|h(x) − h(y)| : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} ≤
≤ 2M sup{h(x) − h(y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} = 2M (Mk (h, π) − mk (h, π)).
Entonces para cada partición π de [a, b] es
S(h2 , π) − s(h2 , π) ≤ 2M (S(h, π) − s(h, π)),
con lo que, utilizando que h es integrable y el teorema 6.2.1 se concluye. !
Tema VI: Cálculo integral 217
Observación: 1) Si f no es continua, aunque sea f ≥ 0 y f (x0 ) > 0 para algún x0 ∈ [a, b],
Jb
puede ser a f = 0. Como ejemplo consideremos la función ya estudiada
= 1 m
si x = irreducible
f (x) = n n
0 si x #∈ Q ó x = 0
J1
Es claro que f ≥ 0, y que f (x) > 0 si x ∈ Q+ , pero, como vimos, 0 f = 0.
Antes de seguir con otras propiedades de la integral, vamos a usar el lema anterior para
obtener algunos resultados referentes a los espacios C([a, b]) y R([a, b]), que serán útiles más
adelante.
218 6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio
T2 : E × E −→ R
I b
(f, g) 0−→ fg
a
I ?I @1/2 ?I @1/2
b b b
fg ≤ f2 g2 ;
a a a
en particular
I ?I @1/2 ?I @1/2
b b b
|f g| ≤ |f |2 |g|2
a a a
Lema 6.3.5. Sea f : [a, b] −→ R una función integrable Riemann no negativa. Entonces
Jb
a
f = 0 si y sólo si f es nula en [a, b] salvo en los puntos de un conjunto de medida nula
(esta última condición se enuncia abreviadamente diciendo que f es cero casi por todo y se
escribe f = 0 c.p.t.).
Demostración: Supongamos que f = 0 c.p.t. en [a, b]. Entonces dada cualquier partición
π = {x0 , . . . , xn }, en cada intervalo [xi , xi+1 ] hay puntos donde f se anula (f no puede ser
distinto de 0 para todo x ∈ [xi , xi+1 ] pues éste no tiene medida nula) y por lo tanto será
mk (f, π) = 0 para todo k, con lo que s(f, π) = 0. Como esto ocurre para cualquier partición
π y f es integrable
I b I b
0 = sup{s(f, π)} = f= f.
π a a
Jb
Recı́procamente, supongamos que a f = 0 y sea D = {x ∈ [a, b] : f no es continua en x}.
Por el criterio de Lebesgue, D es de medida nula, luego si demostramos que f es nula en
[a, b] − D, habremos concluido.
Sea x0 ∈ [a, b] − D; si fuese f (x0 ) > 0, como f es continua en x0 existirı́a δ > 0 tal que si
|x − x0 | < δ entonces f (x) > f (x2 0 ) . Repitiendo lo hecho en el lema 6.3.3, llegaremos a que
Jb
a
f > 0, en contra de la hipótesis. !
Sea E = R([a, b]) el espacio vectorial de las funciones integrables en [a, b]. Si f, g ∈ R([a, b]),
sabemos que f g ∈ R([a, b]) y que la aplicación
T2 : E × E −→ R
I b
(f, g) 0−→ fg
a
sigue siendo un producto escalar. Sin embargo, aunque sea T2 (f, f ) ≥ 0 para toda f ∈
R([a, b]), no es definido positivo: si f : [0, 1] −→ R es la función definida por
√1 si x =
m
∈Q
f (x) = n n
0 si x #∈ Q ó x = 0
Demostración: Sea π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] que contenga a c; π " = π ∩ [a, c]
y π "" = π ∩ [c, b] son sendas particiones de [a, c] y [c, b]. Recı́procamente, dadas dos particiones
220 6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio
π " y π "" de [a, c] y [c, b] respectivamente, π = π " ∪ π "" es una partición de [a, b] que contiene al
punto c.
Para particiones de este tipo se verifica que
S(f, π) = S(f, π ") + S(f, π "" ) y s(f, π) = s(f, π ") + s(f, π "" ),
Observación: Las propiedades de las proposiciones 6.3.1 y 6.3.6 se mantienen con esta
definición, pero no las de 6.3.2.
Teorema 6.3.8 (Teorema del valor medio). Sean f : [a, b] −→ R una función integrable,
M = sup{f (x) : x ∈ [a, b]} y m = inf{f (x) : x ∈ [a, b]}; entonces
I b
1
m≤ f ≤M
b−a a
I b
1
f (c) = f
b−a a
Demostración: Tomando la partición π = {a, b} de [a, b], se tendrá que s(f, π) = m(b − a)
y S(f, π) = M (b − a), luego
I b
m(b − a) ≤ f ≤ M (b − a),
a
Jb Ja 1
Jb 1
Ja
Observación: Si a > b, entonces a f = − b f , luego b−a a
f = a−b b
f y también se
verifica el teorema del valor medio en este caso.
Tema VI: Cálculo integral 221
La definición de integral de Riemann es muy poco operativa: como ya hemos visto, es muy
laborioso calcular cualquier integral usando solamente la definición. Seguidamente veremos
un método que en muchos casos nos permitirá calcular las integrales más cómodamente.
Definición 6.4.1.– Dadas f, F : [a, b] −→ R, se dice que F es una primitiva de f si es
continua en [a, b], derivable en (a, b) y F " = f en (a, b).
Observación: Del corolario 5.2.10 se deduce que dos primitivas cualesquiera de una misma
función difieren en una constante.
3
Ejemplos: 1) Una primitiva de f (x) = x2 en [a, b] es x3 .
2) La función f : [0, 2] −→ R definida por f (x) = [x] no tiene primitivas.
En efecto: si F fuese una primitiva de f , serı́a F " = f en (0, 2), en cuyo caso, por el corolario
5.2.6, f deberı́a tomar todos los valores comprendidos entre 0 y 1, cosa que obviamente no
ocurre.
Teorema 6.4.2 (Teorema J xfundamental del cálculo integral). Si f : [a, b] −→ R es
continua, entonces F (x) = a f es una primitiva de f .
Demostración: Para cada x ∈ [a, b] y h ∈ R tal que x + h ∈ [a, b], usando el teorema del
J x+h Jx J x+h
valor medio para integrales, se tiene F (x + h) − F (x) = a f − a f = x f = f (c)h,
siendo c = x + th, 0 < t < 1. Entonces si M = max{|f (x)| : x ∈ [a, b]}, se verifica:
|F (x + h) − F (x)| ≤ M |h|,
F (x + h) − F (x)
= f (c),
h
siendo c = x + th con 0 < t < 1 y f es continua, será F " (x) = lim f (c) = f (x), lo que prueba,
h→0
efectivamente, que F es una primitiva de f . !
Corolario 6.4.3 (Regla de Barrow). Sea f : [a, b] −→ R continua y ψ una primitiva de
Jb
f en [a, b]; entonces a f = ψ(b) − ψ(a).
Demostración: Sea F la función del teorema anterior; como F y ψ son primitivas de f
difieren en una constante, y si F (x) = ψ(x) + c, se tiene:
I a
0= f = F (a) = ψ(a) + c,
a
Ejemplo: Sea f : [0, π2 ] −→ R la función f (x) = cos(x). Como una primitiva de f es sen(x)
será I π/2
cos(x) = sen( π2 ) − sen(0) = 1.
0
(F ◦ g)" (x) = F " (g(x))g "(x) = f (g(x))g "(x) = ((f ◦ g)g ")(x),
Observaciones: 1) No hace falta que g(b) < g(a), ni que g sea un homeomorfismo con su
imagen, ni siquiera que g valore en [g(a), g(b)]; pudiera ser incluso g(a) = g(b), en cuyo caso
Jb
serı́a a (f ◦ g)g " = 0, cosa que puede no ser evidente.
J g(b) J g(b)
2) Debido a este teorema suele escribirse g(a) f (x)dx en lugar de g(a) f ; con esta notación
la fórmula queda:
I g(b) I b
f (x)dx = f (g(t))g "(t)dt.
g(a) a
Sin embargo, eso no quiere decir que le asignemos ningún sentido a las expresiones dx o
f (x)dx.
Jr√
Ejemplo: Vamos a calcular 0 r2 − x2 dx.
Haciendo el cambio de variables x = r sen(t), es decir,
g f
[0, π2 ] −→ [0, r] −→ R
t 0−→ r sen(t) √
x 0−→ r2 − x2
es I I I
r : π/2 : π/2
2
2 2
r − x dx = r2 − r2 sen2 (t) r cos(t)dt =r cos2 (t)dt =
0 0 0
Tema VI: Cálculo integral 223
I π/2
r2 πr2
= (1 + cos(2t))dt = .
2 0 4
Ejercicio: Calcular la integral del ejemplo anterior haciendo el cambio de variables definido
por
g : [0, π2 + 2π] −→ R
t 0−→ r sen(t)
J π/2
Ejemplo: Calculemos 0 x cos(x)dx integrando por partes:
Tomando G(x) = x y F (x) = sen(x), será F " (x) = cos(x) y G" (x) = 1, luego
I π/2 I π/2
π π
x cos(x)dx = x sen(x)]π/2
0 − sen(x)dx = + cos(x)]π/2
0 = − 1.
0 0 2 2
Definición 6.5.2.– Diremos que f : [a, b) −→ R es integrable enJsentido impropio en [a, b),
x
donde b puede ser +∞, si es localmente integrable y existe lim a f ; en este caso, a dicho
x→b
J →b
lı́mite se le llama integral impropia de f en [a, b) y se denota a f .
224 6.5. Integrales impropias
Observaciones: 1) La definición anterior engloba los casos en que f no es acotada y b < +∞,
en que f es acotada y b = +∞ y el caso en que f no es acotada y b = +∞.
2) Se pone “→ b” en el extremo de la integral para distinguirla de las integrales de funciones
acotadas en intervalos cerrados estudiadas hasta ahora. Si b = +∞ no hay peligroJ +∞de confusión
con las integrales ordinarias, y por tanto en este caso también escribiremos a f .
3) Se puede dar una definción análoga para funciones definidas en (a, b].
1
Ejemplos: 1) Sea f : (0, 1] −→ R definida por f (x) = con α #= 1. Si t ∈ (0, 1], entonces
xα
I 1 I 1
1 1 − t1−α
f= = .
t t xα 1−α
Por tanto f será integrable en sentido impropio en (0, 1] si y sólo si existe lim (t1−α ), es decir,
t→0
si 1 − α > 0; en este caso, como lim (t1−α ) = 0, se obtiene:
t→0
I 1
1 1
= .
→0 xα 1−α
1
2) Sea f : [1, +∞) −→ R, f (x) = con α #= 1. Como antes, dado t ∈ [1, +∞) se tiene:
xα
I t
t1−α − 1
f= ,
1 1−α
J∞
luego para que exista la integral 1 f debe existir lim (t1−α ), cosa que ocurre si y sólo si
t→∞
1 − α < 0, y en este caso es I +∞
1 1
α
= .
1 x α−1
3) La función 1
0 si x #∈ N
f (x) =
x si x ∈ N
J +∞ Jx
es integrable en [1, +∞) y 1
f = 0, pues para cualquier x es 1
f = 0.
El lema anterior demuestra que esta definición es independiente del punto c, y por tanto
tiene sentido.
Observación: Según la definición anterior, el estudio de una integral impropia en el intervalo
(a, b) se reduce al estudio de dos integrales impropias en los intervalos (a, c] y [c, b); por tanto
en lo que sigue nos limitaremos a estudiar tan sólo el caso inicial.
Teorema 6.5.5 (Criterio de Cauchy). Una función f : [a, b) −→ R localmente integrable
es integrable en sentido impropio si y sólo si para cada ε > 0 existe c ∈ [a, b) tal que si
x, y ∈ [c, b), se verifica: 3I y 3
3 3
3 f 3 < ε.
3 3
x
Demostración: ⇐) Dada Juna sucesión {cn } tal que cn ∈ [a, b) y lim(cn ) = b, de la hipótesis
c
se deduce que la sucesión { a n f } es de Cauchy, luego convergente; como esto ocurre J x para
cualquier {cn } → b, la proposición 4.1.3 demuestra entonces que también existe lim a f , es
x→b
decir, que f es integrable en sentido impropio.
⇒) Por definición, dado ε > 0 existe c ∈ [a, b) tal que si x ∈ [c, b), se verifica:
3I I →b 33
3 x
3 3 ε
3 f− f3 < ;
3 a a 3 2
luego no existe ningún c que verifique el criterio de Cauchy y por tanto sen(x) no es integrable
en sentido impropio en [0, +∞).
226 6.5. Integrales impropias
Proposición 6.5.6. Sea f : [a, b) −→ R localmente integrable y {bn } una sucesión monótona
Jb <
creciente en [a, b) tal que b0 = a y lim(bn ) = b. Si cn = bnn+1 f y f es integrable, cn es
J →b
convergente y su suma vale a f .
n
; n I
; bk+1 I bn+1
Cn = ck = f= f,
k=0 k=0 bk a
I 2π(n+1) I 2π
cn = sen(x) = sen(x) = 0,
2πn 0
Sin embargo, el recı́proco sı́ es cierto si se supone que f ≥ 0, como veremos más adelante.
Como en el caso de las series, las integrales impropias en las que la función es no negativa
presentan propiedades especiales y por ello vamos a estudiarlas por separado.
está acotado.
Jx
Demostración: Por ser f ≥ 0, la función F (x) = a
f es creciente, luego existirá lim (F (x))
x→b
si y sólo si F (x) está acotada en [a, b), como se deduce del ejemplo de 4.1.5. !
Teorema 6.5.9 (Criterio integral). Sea f : [1, +∞) −→ R decreciente, no negativa < y tal
que lim (f (x)) = 0; entonces f es integrable en sentido impropio si y sólo si la serie f (n)
x→+∞
es convergente. Además en este caso
∞
; I ∞ ∞
;
f (n) ≤ f (x)dx ≤ f (n).
n=2 1 n=1
N
; I N+1 N+1
;
f (n) ≥ f (x)dx ≥ f (n),
n=1 1 n=2
de donde se concluye. !
Teorema 6.5.10 (Criterios de comparación). Sean f, g : [a, b) −→ R localmente inte-
grables y no negativas; entonces:
(1) Si existen M > 0 y c ∈ [a, b) tales que f (x) ≤ M g(x) para todo x ∈ [c, b), entonces si
g es integrable
# %también lo es f , y si f no es integrable, g tampoco.
f (x) J →b J →b
(2) Si lim existe y es distinto de cero, a f y a g tienen el mismo carácter;
x→b g(x)
si este lı́mite es cero y g es integrable, f también lo es.
f (x)
A−ε< <A+ε
g(x)
1
f (x) < (A + ε)g(x) y g(x) < f (x),
A−ε
sen2 (x)
Ejemplos: 1) La función es integrable en [1, +∞).
x2
sen2 (x) 1
En efecto, para todo x ∈ [1, +∞) es ≤ y esta última es, como sabemos,
x2 x2
integrable en sentido
I ∞ impropio en [1, +∞).
dx
2) La integral 2
es convergente.
1 xI + x + 1
∞
dx x2
Como ya sabemos, existe; como lim = 1, la integral del enunciado
1 x2 x→+∞ x2 + x + 1
también existe. I
1
dx
3) La integral √ existe.
→0 x + x
1
En este caso se compara con g(x) = √ , que, como sabemos, es integrable en (0, 1]; como
# √ % x
x
lim √ = 1, la integal buscada existe.
x→0 x + x
Estudiemos, como en las series, el caso en que no sea f ≥ 0.
Definición 6.5.11.– Sea f : [a, b) −→ R localmente integrable; se dice que f es absoluta-
J →b
mente integrable en [a, b) si existe a |f |.
Observación: Igual que ocurrı́a en el caso de las series, el recı́proco de este teorema no es
cierto; incluso se puede poner casi el mismo ejemplo:
(−1)[x]
Sea f : [1, +∞) −→ R, f (x) = , donde [x] =parte entera de x. Veamos que f es
[x]
integrable aunque no absolutamente integrable. Para cada número natural N se tiene
I N+1 N I
; n+1 ;N
(−1)n (−1)n
f (x) = =
1 n=1 n n n=1
n
Tema VI: Cálculo integral 229
y
I N+1 N I
; n+1 N
;
1 1
|f (x)| = = ,
1 n=1 n n n=1 n
< (−1)n <1
que son las sumas parciales N –ésimas de las series n y n respectivamente; como
la segunda de ellas es divergente, por 6.5.6, f no es absolutamente integrable. Pero como el
reciproco de 6.5.6 no es cierto, el que la primera sea convergente no es suficiente para que
<∞
(−1)n
f sea integrable. De todos modos, si lo fuera, su integral valdrı́a n ; veamos que, en
efecto, tiene este valor: n=1
luego
3I 3 33 3
3
3
3;
3
3
3 x ;∞ k3 3
(−1) 3 3 (x − n)(−1) n ; k3
(−1) 3 1 3 3 k3
(−1) 3
3
3 f− 3= − ≤ + .
3 1 k 3 33 n k 33 n 33 k 33
k=1 k≥n k≥n
1
2
1 2 3 4
x
− 13
−1
Como la serie del último término es convergente, su resto se puede hacer tan pequeño como
se quiera para x suficientemente grande, luego f es integrable y
I ∞ ;∞
(−1)n
f= . !
1 n=1
n
El lema que sigue nos servirá para demostrar el criterio de Dirichlet para integrales im-
propias, similar al ya demostrado para series.
Lema 6.5.13. Sean f, g : [a, b] −→ R con f continua y g decreciente. Existe ξ ∈ [a, b] tal
que
I b I ξ I b
f g = g(a) f + g(b) f.
a a ξ
Demostración: Sean ε > 0 y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] tal que si S es una
Jb
suma de Riemann cualquiera correspondiente a π para f g, entonces |S − a f g| < ε (esta
elección de π es posible por ser f g integrable junto con 6.2.5).
230 6.5. Integrales impropias
Jx
Sea F : [a, b] −→ R la función F (x) = a f ; por el teorema del valor medio para integrales,
existen ξi ∈ [xi , xi+1 ], 0 ≤ i ≤ n − 1, tales que
I xi+1
F (xi+1 ) − F (xi ) = f = f (ξi )(xi+1 − xi ).
xi
<
n−1
Como f (ξi )g(ξi)(xi+1 − xi ) es una suma de Riemann de f g correspondiente a π, se
i=0
verifica 3n−1
3; I b 33
3 3
3 f (ξi )g(ξi )(xi+1 − xi ) − f g 3 < ε,
3 a 3
i=0
Sean, por otra parte, α y β puntos de [a, b] donde la función continua F alcanza su máximo
y mı́nimo absolutos respectivamente. Por ser g decreciente, g(ξi ) ≤ g(ξi−1 ), y por lo tanto
Por ser g decreciente g(ξ0 ) ≤ g(a) y g(ξn−1 ) ≥ g(b) y por definición de α y β, F (β) ≤
F (a) = 0 ≤ F (α) y F (β) ≤ F (b) ≤ F (α), luego F (β)g(ξ0 ) ≥ F (β)g(a), F (α)g(ξ0) ≤
Tema VI: Cálculo integral 231
con lo que, por el criterio de Cauchy, f g es integrable en sentido impropio en [a, b). !
sen(x) 1
Ejemplo: La función es integrable en [1, +∞), ya que f (x) = sen(x) y g(x) =
x x
verifican las hipótesis del criterio de Dirichlet.
Las propiedades de las integrales demostradas en 6.3.1 y 6.3.2 se mantienen para integrales
impropias, excepto el apartado (2) de 6.3.1 y el apartado (3) de 6.3.2, como ya hemos visto.
También se mantiene lo demostrado en 6.4 como vemos a continuación:
Definición 6.5.15.– Dadas f, F : [a, b) −→ R, se dice que F es una primitiva de f si es
continua en [a, b), derivable en (a, b) y F " = f en (a, b).
232 6.5. Integrales impropias
I →b
f = lim (F (x)) − F (a).
a x→b
Demostración: Dado x ∈ [a, b), aplicando la regla de Barrow para integrales ordinarias se
obtiene: I x
f = F (x) − F (a)
a
1
J∞
Ejemplo: Sea f : [0, +∞) −→ R, f (x) = 1+x 2 ; entonces 0
f (x) = π2 .
En efecto: una primitiva de f en [0, +∞) es arctg(x) y existe lim (arctg(x)), luego f es
x→∞
integrable en [0, +∞) y
I ∞
π
f = lim (arctg(x)) − arctg(0) = .
0 x→∞ 2
Para concluir, vamos a dar una definición que es útil en muchos casos.
Definición 6.5.18.– Sea f : R −→
)J R localmente
* integrable; se llama valor principal de
J +∞ +∞
Cauchy de −∞ f y se denota v.p. −∞ f a
I x
lim f.
x→+∞ −x
)J *
+∞
Ejercicio: Calcular v.p. −∞
f (x) siendo f : R −→ R la función f (x) = cos(x).
Tema VI: Cálculo integral 233
Sea f : [a, b] × [c, d] −→ R; para cada t ∈ [c, d], denotaremos ft : [a, b] −→ R a la función
definida por ft (x) = f (x, t).
Si para cada t ∈ [c, d] la función ft es integrable en [a, b], podemos definir una nueva función
Jb Jb
F (t) = a ft , que también denotaremos F (t) = a f (x, t)dx; seguidamente vamos a estudiar
sus propiedades.
Teorema 6.6.1 (Teorema de continuidad). Si f : [a, b] × [c, d] −→ R es continua,
Jb
F (t) = a f (x, t)dx también lo es.
Demostración: Como el conjunto [a, b] × [c, d] es compacto, por el teorema de Heine f es
uniformemente continua, luego dado ε > 0 existe δ > 0 tal que, si (x, t), (x", t" ) ∈ [a, b] × [c, d]
y max{|x − x" |, |t − t" |} < δ, entonces |f (x, t) − f (x" , t" )| < ε.
Sean t, t" ∈ [c, d] tales que |t − t" | < δ; entonces
3I 3 I I b
3 b 3 b
" 3 " 3 "
|F (t) − F (t )| = 3 (f (x, t) − f (x, t ))dx3 ≤ |f (x, t) − f (x, t )|dx ≤ ε dx = ε(b − a),
3 a 3 a a
Demostración: Sean [c" , d" ] ⊂ (c, d) y t0 ∈ (c" , d" ). Será para cada t ∈ (c" , d" )
3 3 3I # % 33
3 F (t) − F (t ) I b # ∂f % 3 3 b f (x, t) − f (x, t ) # ∂f %
3 0 3 3 0 3
3 − (x, t0 )dx3 = 3 − (x, t0 ) dx3
3 t − t0 a ∂t 3 3 a t − t0 ∂t 3
y para cada x ∈ [a, b], por el teorema del valor medio aplicado a la función fx : [c" , d" ] −→ R
definida por fx (t) = f (x, t), existe θx = t0 + λx (t − t0 ) con 0 < λx < 1 tal que
# %
f (x, t) − f (x, t0 ) ∂f
= (x, θx ).
t − t0 ∂t
234 6.6. Integrales dependientes de un parámetro
∂f
Por ser continua en [a, b] × [c" , d" ], es uniformemente continua, luego dado ε > 0 existe
∂t
δ > 0 tal que si (x, t), (x", t" ) ∈ [a, b] × [c" , d" ] y max{|x − x" |, |t − t" |} < δ, entonces
3 3
3 ∂f ∂f 3
3 (x, t) − (x , t )33 < ε.
" "
3 ∂t ∂t
y
arctg(t tg(x))
lim = 0,
x→π/2 tg(x)
π
ya que el lı́mite del numerador es 2 y el del denominador es +∞. Por tanto si definimos
arctg(t tg(x)) π
si 0 < x <
tg(x) 2
f (x, t) = t si x = 0 ,
0 π
si x =
2
f es ya una función continua. Su derivada parcial respecto de t en un punto (x, t) con t > 0,
0 < x < π2 es:
∂f 1
(x, t) = .
∂t 1 + t tg2 (x)
2
que es continua en [0, π/2] × (0, ∞), luego por el teorema de derivación:
I π/2 # % I π/2
" ∂f dx π
F (t) = (x, t)dx = 2 2 =
0 ∂t 0 1 + t tg (x) 2(1 + t)
Jd J d )J b *
Demostración: F es continua, luego integrable y c F (t)dt = c a f (x, t)dx dt; por
)
Jb Jd *
idénticos motivos existe a c f (x, t)dt dx. Entonces lo único que hay que demostrar es
que ambas coinciden.
Por ser f continua, es uniformemente continua, luego dado ε > 0 existe δ > 0 tal que, si
(x, t), (x", t" ) ∈ [a, b] × [c, d] y max{|x − x" |, |t − t" |} < δ, entonces |f (x, t) − f (x" , t" )| < ε.
Tomemos dos particiónes π0 = {x0 , . . . , xn } de [a, b] y π1 = {t0 , . . . , tm } de [c, d] tales que
xk+1 − xk < δ y tj+1 − tj < δ, k = 1, . . . , n, j = 1, . . . , m.
Entonces
I b ; I xk+1
n−1
f (x, t)dx = f (x, t)dx,
a k=0 xk
y por tanto
I ?I @ m−1
?n−1 I #I % @
d b ; ; tj+1 xk+1
f (x, t)dx dt = f (x, t)dx dt .
c a j=0 k=0 tj xk
Denotando
Mkj = max{f (x, t) : (x, t) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ]}
y
mkj = min{f (x, t) : (x, t) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ]},
si t ∈ [tj , tj+1 ], entonces
I xk+1
mkj (xk+1 − xk ) ≤ f (x, t)dx ≤ Mkj (xk+1 − xk ),
xk
236 6.6. Integrales dependientes de un parámetro
luego
I tj+1 #I xk+1 %
mkj (xk+1 − xk )(tj+1 − tj ) ≤ f (x, t)dx dt ≤ Mkj (xk+1 − xk )(tj+1 − tj ).
tj xk
Como f es continua, por el teorema de Bolzano existen (γkj , θkj ) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ]
tales que I tj+1 #I xk+1 %
f (x, t)dx dt = f (γkj , θkj )(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ).
tj xk
Entonces I d ?I @
b ;
f (x, t)dx dt = f (γkj , θkj )(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ).
c a k,j
" "
con (γkj , θkj ) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ].
" " " "
Como max{|γkj − γkj |, |θkj − θkj |} < δ, se verifica |f (γkj , θkj ) − f (γkj , θkj )| < ε, y por lo
tanto
3I ?I @ I d ?I b @ 3
3 b d 3
3 3
3 f (x, t)dt dx − f (x, t)dx dt3≤
3 a c c a 3
;
" "
≤ |f (γkj , θkj ) − f (γkj , θkj )|(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ) <
j,k
;
< ε(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ) = ε(b − a)(d − c).
j,k
Como esto vale para cualquier ε > 0, las dos integrales coinciden. !
I 1 b # %
x − xa 1+b
Ejemplo: Si 0 < a < b, entonces dx = log .
0 log(x) 1+a
Si f (x, t) = xt será
I 1 ?I b @ I 1 ?I b @ I 1 7t=b I 1 b
t xt x − xa
f (x, t)dt dx = x dt dx = dx = dx
0 a 0 a 0 log(x) t=a 0 log(x)
y por otra parte es
I b #I 1 % I b #I %
1 I b t+1 7x=1 I b
t x 1
f (x, t)dx dt = x dx dt = dt = dt =
a 0 a 0 a t + 1 x=0 a t+1
# %
b 1+b
= log(1 + t)]a = log .
1+a
Como xt es continua, por el teorema de integración, ambas integrales deben coincidir.
Tema VI: Cálculo integral 237
A) Integrales inmediatas.
I I
m xm+1 1
1) x dx = (m #= −1) 2) dx = log(x)
m+1 x
I I
ax
3) ex dx = ex 4) ax dx =
log(a)
I I
5) sen(x)dx = − cos(x) 6) cos(x)dx = sen(x)
I I
dx dx
7) = tg(x) 8) = − cotg(x)
cos2 (x) sen2 (x)
I I
dx dx
9) √ = arcsen(x) 10) = arctg(x)
1 − x2 1 + x2
238 Apéndice I: Cálculo de primitivas
I I
11) sh(x)dx = ch(x) 12) ch(x)dx = sh(x)
I I
dx dx
13) 2 = th(x) 14) = − cth(x)
ch (x) sh2 (x)
I I
dx dx
15) √ = arcsh(x) 16) √ = arcch(x)
1 + x2 x2 − 1
I
dx
17) = arcth(x)
1 − x2
J x2 xn+1
Ejemplo: (a0 + a1 x + · · · + an xn )dx = a0 x + a1 + · · · + an , sin más que utilizar la
2 n+1
linealidad y la integral 1) de la tabla anterior.
(F ◦ g)" (x) = F " (g(x))g "(x) = (f ◦ g)(x)g "(x) = ((f ◦ g)g ")(x),
es decir, (F ◦ g)(x) = F (u) es una primitiva de ((f ◦ g)g ")(x), o, con la notación habitual,
I I
f (u)du = f (g(x))g "(x)dx.
Ésta es la fórmula del cambio de variable, que permite calcular una integral a partir de la
otra. En la práctica se interpreta sustituyendo u por g(x) y du por g " (x)dx.
I
Ejemplos: 1) x3 cos(x4 )dx = 14 sen(x4 ).
En efecto, tomando u = x4 , será du = 4x3 dx, con lo que
I I
3 4 1 1 1
x cos(x )dx = cos(u)du = sen(u) = sen(x4 ).
4 4 4
I "
f (x)dx
2) = log(f (x)).
f (x)
Tema VI: Cálculo integral 239
En particular
I I
dx (2ax + b)dx
= log(x − a) y = log(ax2 + bx + c).
x−a ax2 + bx + c
I
dx
3) Calculemos 2
con c > b2 (en este caso el denominador tiene dos raices
x + 2bx + c
complejas conjugadas). √
Haciendo
√ primero el cambio x + b = t (con lo que dx = dt) y después t = c − b2 u (con lo
que dt = c − b2 du), será
I I I √
dx dt c − b2 du
= = =
x2 + 2bx + c t2 + c − b2 (c − b2 )(u2 + 1)
# %
1 1 x+b
= √ arctg(u) = √ arctg √ .
c − b2 c − b2 c − b2
I
dx 1
4) n
= para n > 1.
(x − a) (−n + 1)(x − a)n−1
Haciendo x − a = u será
I I
u−n+1 (x − a)−n+1
(x − a) dx = u−n du =
−n
= .
−n + 1 −n + 1
J
Ejemplos: 1) Calculemos log(x)dx.
Tomando u = log(x) y dv = dx, será du = x1 dx y v = x, con lo que
I I
log(x)dx = x log(x) − dx = x log(x) − x.
240 Apéndice I: Cálculo de primitivas
2) A veces la nueva integral que aparece es la inicial multiplicada por un factor distinto de
1, con lo cual, pasándola al primer miembro
J y despejando, queda resuelta.
Calculemos por este método I = sen2 (x)dx. Tomando u = sen(x) y dv = sen(x)dx, serán
du = cos(x)dx y v = − cos(x), con lo que
I I
I= sen (x)dx = − sen(x) cos(x) + cos2 (x)dx =
2
I
= − sen(x) cos(x) + (1 − sen2 (x))dx = − sen(x) cos(x) + x − I,
de donde
2I = x − sen(x) cos(x),
es decir, I = 12 (x − sen(x) cos(x)).
x 2n − 3
In = + In−1 .
2(n − 1)(1 + x2 )n−1 2(n − 1)
P (x) R(x)
= C(x) +
Q(x) Q(x)
donde C(x) es un polinomio, que ya sabemos integrar, y R(x) es el resto, que ya tiene grado
menor que Q(x).
Por el teorema fundamental del álgebra, Q(x) tiene tantas raices en C como su grado.
Además, por ser reales sus coeficientes, por cada raiz compleja que tenga, debe aparecer
también su conjugada. Entonces si las raices reales de Q(x) son ai con multiplicidades ρi (i =
1, . . . , m) y las complejas αj + iβj (y por tanto αj − iβj ) con multiplicidades γj (j = 1, . . . , r),
como (x − (α + iβ))(x − (α − iβ)) = (x − α)2 + β 2 , será
m
A r
A ' (γj
Q(x) = (x − ai )ρi (x − αj )2 + βj2 .
i=1 j=1
Tema VI: Cálculo integral 241
Por la linealidad de la integral, todo se reduce a calcular la integral de cada uno de los
distintos
I tipos de fracciones que aparecen.
dx
1) = log(x − a) por el ejemplo 2 de B.2.
I x−a
dx 1
2) n
= n−1
por el ejemplo 4 de B.2.
I (x − a) (−n + 1)(x
I − a) I
(M x + N )dx M (x − α)dx (M α + N )dx
3) n = n + .
2
((x − α) + β ) 2 2
((x − α) + β ) 2 ((x − α)2 + β 2 )n
Haciendo el cambio u = (x − α)2 + β 2 , la primera integral es inmediata.
La segunda, si n = 1, es el ejemplo 3) de B.2; y para n > 1, haciendo x − α = βu, se
convierte en una integral como la del ejercicio de B.3.
I
dx
Ejemplo: Calculemos la integral .
x (x − 2x + 2)2
2 2
1 A B Cx + D Mx + N
= + + + .
x2 (x2 − 2x + 2)2 x x2 x2 − 2x + 2 (x2 − 2x + 2)2
0 =A+C
0 = B − 4A − 2C + D
0 = 8A − 4B + 2C − 2D + M
0 = 8B − 8A + 2D + N
0 = 4A − 8B
1 = 4B
cuya solución es
1 1 1 3 1 1
A= , B= , C=− , D= , M =− , N = .
2 4 2 4 2 2
242 Apéndice I: Cálculo de primitivas
Entonces
I I I I I
dx dx dx 1 −2x + 3 1 −x + 1
= + + dx + dx.
x (x − 2x + 2)2
2 2 2x 4x2 4 2
x − 2x + 2 2 (x2 − 2x + 2)2
1 1
Las dos primeras integrales son inmediatas y valen 2 log(x) y − 4x respectivamente. Calcule-
mos las otras dos:
I I I I
1 −2x + 3 1 −2x + 3 1 2(x − 1) 1 dx
2
dx = 2
dx = − 2
dx + ;
4 x − 2x + 2 4 (x − 1) + 1 4 (x − 1) + 1 4 (x − 1)2 + 1
Supongamos que existen ciertos polinomios R1 (x) y R2 (x) con gr (Rk (x)) < gr (Qk (x)),
(k = 1, 2) tales que I I
R(x) R1 (x) R2 (x)
dx = + dx.
Q(x) Q1 (x) Q2 (x)
Tema VI: Cálculo integral 243
Derivando,
R(x) R1" (x)Q1 (x) − R1 (x)Q"1 (x) R2 (x)
= + .
Q(x) Q1 (x)2 Q2 (x)
Poniendo coeficientes indeterminados en R1 (x) y R2 (x), si l = gr (Q1 (x)), k = gr (Q2 (x)) y
n = l + k = gr (Q(x)), se obtiene un sistema lineal con n ecuaciones I y l + k = n incógnitas.
R2 (x)
Una vez resuelto el sistema el problema se reduce a calcular dx, lo que se puede
Q2 (x)
hacer descomponiendo en fracciones simples, con lo que quedan integrales de los tipos 1) y 3)
anteriores. Esta descomposición se puede hacer, como antes, por el método de los coeficientes
indeterminados, aunque en este caso hay una manera más rápida:
Escribamos Q2 (x) = (x − λ1 ) . . . (x − λs ) (siendo los λk reales o complejos); entonces
s
R2 (x) ; Ak
= ,
Q2 (x) x − λk
k=1
luego
R2 (x) ; (x − λk )Aj
(x − λk ) = Ak + ,
Q2 (x) x − λj
j,=k
I I
dx R1 (x) R2 (x)
3 2 2
= 2 + .
x (1 + x ) x (1 + x2 ) x(1 + x2 )
Derivando, queda
de donde
1 = R1" (x)x(1 + x2 ) − 2(1 + 2x2 )R1 (x) + x2 (1 + x2 )R2 (x);
si R1 (x) = a0 + a1 x + a2 x2 + a3 x3 y R2 (x) = b0 + b1 x + b2 x2 , queda
1 = −2a0 − a1 x + (b0 − 4a0 )x2 + (b1 + a3 − 3a1 )x3 + (b0 + b2 − 2a2 )x4 + (b1 − a3 )x5 + b2 x6 ,
244 Apéndice I: Cálculo de primitivas
2a0 = −1
a1 =0
b0 − 4a0 =0
a3 + b1 − 3a1 =0
b0 + b2 − 2a2 =0
b1 − a3 =0
b2 =0
1
R1 (x) = −( + x2 ) y R2 (x) = −2,
2
de donde
I I
dx 1 + 2x2 dx 1 + 2x2
= − − 2 = − − 2 log(x) + log(1 + x2 ).
x3 (1 + x2 )2 2x2 (1 + x2 ) x(1 + x2 ) 2x2 (1 + x2 )
J J
D.1) Caso general R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)), siendo R(u, v) una fun-
ción racional.
' (
Se racionaliza con el cambio tg x2 = t, con lo que, utilizando las fórmulas del seno y del
coseno del ángulo mitad, se obtiene
2dt 2t 1 − t2
dx = , sen(x) = y cos(x) = .
1 + t2 1 + t2 1 + t2
J 'x(
En el caso R(sh(x), ch(x)) se hace el cambio th 2 = t, con lo que se obtiene
2dt 2t 1 + t2
dx = 2
, sh(x) = y ch(x) = .
1−t 1 − t2 1 − t2
Aunque este cambio siempre permite resolver la integral, cuando se pueda es preferible
evitarlo, ya que la integral de la función racional resultante puede ser muy pesada de calcular.
J J
D.2) R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)) con R(u, v) una función racional impar
en u: R(u, v) = −R(−u, v).
√
En este caso se hace el cambio cos(x) = t, con lo que dt = − sen(x)dx y sen(x) = √ 1 − t2 .
En el caso hiperbólico el cambio es ch(x) = t, con lo que dt = sh(x)dx y sh(x) = t2 − 1.
I
dx
Ejemplo: Calculemos .
sen(x)
Con el cambio anterior es
I I I # %
dx 1 −dt dt 1 1 + cos(x)
= √ √ =− = − arcth(t) = − log .
sen(x) 1 − t2 1 − t2 1 − t2 2 1 − cos(x)
J J
D.3) R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)) con R(u, v) una función racional impar
en v: R(u, v) = −R(u, −v).
√
El cambio es sen(x) = t, con lo que dt = cos(x)dx y cos(x) = 1 − t2 . √
En el caso hiperbólico el cambio es sh(x) = t, luego dt = ch(x)dx y ch(x) = 1 + t2 .
I
sen2 (x)dx
Ejemplo: Calculemos .
cos(x)
Utilizando el cambio anterior queda
I I I I # %
sen2 (x)dx 2 1 dt t2 dt 1
= t √ √ = = −1 + dt =
cos(x) 1 − t2 1 − t2 1 − t2 1 − t2
# %
1 1 + sen(x)
= −t + arcth(t) = − sen(x) + log .
2 1 − sen(x)
J J
D.4) R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)) con R(u, v) una función racional que
verifica R(u, v) = R(−u, −v).
El cambio es t = tg(x), con lo que
dt t 1
x = arctg(t), dx = 2
, sen(x) = √ y cos(x) = √ .
1+t 1 + t2 1 + t2
dt t 1
x = arcth(x), dx = 2
, sh(x) = √ y ch(x) = √ .
1−t 1 − t2 1 − t2
I
dx
Ejemplo: Calculemos .
sen(x) cos3 (x)
246 Apéndice I: Cálculo de primitivas
Ejercicio: Calcular esta integral aplicando los cambios de D.1), D.2) y D.3).
1
sen(α) sen(β) = (cos(α − β) − cos(α + β))
2
1
cos(α) sen(β) = (sen(α + β) − sen(α − β))
2
1
cos(α) cos(β) = (cos(α + β) + cos(α − β))
2
1
sh(α) sh(β) = (ch(α + β) − ch(α − β))
2
1
ch(α) sh(β) = (sh(α + β) − sh(α − β))
2
1
ch(α) ch(β) = (ch(α + β) + ch(α − β))
2
J
Ejemplo: Calculemos sen(x) sen(2x) sen(3x)dx.
Usando las fórmulas es
1
sen(x) sen(2x) sen(3x) = (cos(x) − cos(3x)) sen(3x) =
2
1
= (sen(4x) + sen(2x) − sen(6x)) ,
4
luego I # %
1 cos(4x) cos(2x) cos(6x)
sen(x) sen(2x) sen(3x)dx = − − + .
4 4 2 6
Un caso particular, resoluble de un modo más sencillo, es el de las integrales del tipo
I
senn (x) cosm (x)dx
con n, m ∈ N, al que se puede aplicar alguno de los apartados D.2), D.3) ó D.4).
J
Ejemplo: cos3 (x) sen2 (x)dx.
Como √la potencia del coseno es impar se toma u = sen(x), con lo que du = cos(x)dx y
cos(x) = 1 − u2 . Entonces cos3 (x)dx = cos2 (x) cos(x)dx = (1 − u2 )du, y por lo tanto
I I
u3 u5 1 1
cos (x) sen (x)dx = (1 − u2 )u2 du =
3 2
− = sen3 (x) − sen5 (x).
3 5 3 5
Tema VI: Cálculo integral 247
E) Integrales irracionales.
I ? #
%p /q # %p /q @
ax + b 1 1 ax + b r r
E.1) Integrales del tipo R x, ,..., donde R es
cx + d cx + d
una función racional de r + 1 variables, a, b, c, d ∈ R y p1 , q1 , . . . , pr , qr ∈ Z.
Haciendo el cambio
ax + b
= tn .
cx + d
donde n = m.c.m.(q1 , . . . , qr ) el integrando se transforma en una función racional de t. Para
calcular dx se despeja x en esta expresión.
I
xdx
Ejemplo: Calculemos la integral : √ .
3
(x + 2)2 − x + 2
En este caso q1 = 3 y q2 = 2, con lo que n = m.c.m(2, 3) = 6, luego el cambio que hay que
tomar es x + 2 = t6 . Entonces x = t6 − 2, luego dx = 6t5 dt y sustituyendo queda
I I I
xdx (t6 − 2)6t5 dt t2 (t6 − 2)
: √ = =6 dt,
3
(x + 2)2 − x + 2 t4 − t3 t−1
a + bt
= um ,
t
n
siendo r = m.
I > √
3
Ejemplo: Calculemos la integral I = x 2 + x2 dx.
248 Apéndice I: Cálculo de primitivas
En primer lugar hacemos el cambio t = x2/3 , con lo que x = t3/2 y dx = 32 t1/2 dt:
I I I
2/3 1/2 3 3/2 1/2 1/2 3
I= x(2 + x ) dx = t (2 + t) t dt = t2 (2 + t)1/2 dt.
2 2
Como p = 1, q = 23 y r = 12 , es 1−q+p
q
= 2, luego estamos en el segundo caso, con lo que
hay que hacer el cambio 2 + t = u . Será t = u2 − 2 y dt = 2udu y sustituyendo es
2
I I I
3 2 1/2 3 2 2
I= t (2 + t) dt = (u − 2) u2udu = 3 u2 (u2 − 2)2 du
2 2
que es inmediata.
J √
E.3) Integrales del tipo R(x, ax2 + bx + c) con a, b, c ∈ R, a #= 0 y R(x, y)
racional.
Las integrales de este tipo se pueden transformar, con determinados cambios, en racionales
o en trigonométricas.
Para transformarlas en racionales distinguimos dos casos:
(1) El polinomio tiene dos raı́ces reales distintas (si tiene una raiz doble la integral es
racional).
En este caso, si α y β son las raices, se tiene
8
: : x−β
ax2 + bx + c = a(x − α)(x − β) = (x − α) a ,
x−α
x−β
a = t2 .
x−α
ó : √
ax2 + bx + c = xt + c,
donde, como siempre, se despeja x y se calcula dx.
Observación: Si a > 0 ó c > 0, también pueden emplearse estos cambios en el caso (1).
Veamos cómo transformarlas en trigonométricas:
Tema VI: Cálculo integral 249
b
Haciendo el cambio u = x− 2a , el polinomio de segundo grado ax2 +bx+c se transforma en
au2 + c" ; y con un cambio del tipo v = αu, ésta se transforma en λ2 (±v 2 ± 1), luego podemos
suponer que es siempre de uno de los tipos siguientes:
J√ √
(1) √1 − x2 ; se hace el cambio x = sen(t), luego √ 1 − x2 = cos(t) y dx = cos(t)dt.
J
(2) 1 + x2 ; se toma x = tg(t), con lo que 1 + x2 =√sec(t) y dx = (1 + tg2 (t))dt, ó
también puede hacerse tomando x = sh(t), con 2
J√ √ lo que 1 + x = ch(t) y dx = ch(t)dt.
(3) x2 − 1; se toma x = sec(t), con lo que x2 − 1 = √ tg(t) y dx = sec(t) tg(t)dt, ó
también puede hacerse tomando x = ch(t), con lo que x2 − 1 = sh(t) y dx = sh(t)dt.
I
dx
Ejemplos: 1) Calculemos √ .
x2 + 3x + 2
x+2
Como x2 + 3x + 2 = (x + 1)(x + 2), se puede resolver con el cambio = t2 . Despejando
x+1
t2 − 2 −2tdt
es x = 2
y dx = , y por lo tanto
1−t (1 − t2 )2
I I I 8 I 2
dx dx x+2 1 t − 1 −2tdt
√ = : = dx = t 2 =
x2 + 3x + 2 (x + 1)(x + 2) x+1x+2 t (1 − t2 )2
I ?8 @ #√ √ %
2dt x+2 x+1+ x+2
= = 2 arcth(t) = 2 arcth = log √ √ .
1 − t2 x+1 x+1− x+2
I
xdx
2) Calculemos √ .
x2 + 1 √
Como a = 1, se hace el cambio x2 + 1 = x + t. Elevando al cuadrado es x2 + 1 =
x2 + t2 + 2xt, con lo que
1 − t2 1 + t2
x= y dx = − dt,
2t 2t2
y por tanto
I I I
xdx 1 − t2 2t 1 + t2 1 1 − t2
√ =− dt = − dt =
x2 + 1 2t 1 + t2 2t2 2 t2
# % # : %
1 1 1 1 2
= +t = √ + x +1−x .
2 t 2 x2 + 1 − x
I :
3) Calculemos 2ax − x2 , con a #= 0.
Haciendo x − a = t queda 2ax − x2 = a2 − t2 , con lo que
Q # %2
I : I : I
t
2ax − x2 dx = a2 − t2 dt = a 1− dt.
a
250 Apéndice I: Cálculo de primitivas
Haciendo el cambio u = at , du = dt
a, queda
Q # %2
I I :
t 2
a 1− dt = a 1 − u2 du,
a
Observación: Hay funciones “elementales” que carecen de primitiva “elemental”, como por
2 sen(x) :
ejemplo e−x , ó 1 − k2 sen(x) con 0 < k2 < 1.
x
Tema VI: Cálculo integral 251
En lo que sigue aplicaremos el cálculo integral para obtener áreas, longitudes y volúmenes;
los conocimientos de los que disponemos en este momento no nos permiten hacer demostra-
ciones completamente rigurosas de alguna de la fórmulas.
y = f (x)
A
a
b
Observaciones: 1) Se integra |f | en lugar de f para que el área siempre sea mayor o igual
que 0.
2) En cursos posteriores se demostrará que, para determinadas regiones de R2 , existe una
función área que verifica las propiedades enunciadas en 6.1 y que para las del tipo anterior
coincide con la que acabamos de definir. Además, la aditividad del área junto con su invarianza
por giros, traslaciones y simetrı́as nos permitirá calcular el área de regiones más generales a
partir de regiones de este tipo.
√
y= r2 − x2
√
y = − r2 − x2
Utilizando la invarianza del área por simetrı́as, el área del cı́rculo es cuatro veces la de
la parte correspondiente al primer cuadrante. A partir de ahora, siempre que sea posible,
utilizaremos simplificaciones semejantes.
2) Área del recinto limitado por la elipse de semiejes a y b.
x2 y2
La ecuación de la elipse es + = 1. Calcularemos el área correspondiente al primer
a2 b2 √
cuadrante y la multiplicaremos por cuatro. En este cuadrante es, despejando, y = ab a2 − x2 ,
luego I a : I
b 2 2
4b a : 2 4b πa2
A=4 a − x dx = a − x2 dx = = πab.
0 a a 0 a 4
Tema VI: Cálculo integral 253
y0
r0
φ0
x0
Recı́procamente, dado (r0 , φ0 ) ∈ R+ × [0, 2π), existe un único punto p del plano com-
plejo con módulo r0 y argumento φ0 . A las componentes del par anterior se las denomina
coordenadas polares del punto p.
Despejando, se obtiene que x0 = r0 cos(φ0 ) e y0 = r0 sen(φ0 ), luego las fórmulas que
relacionan las coordenadas cartesianas y polares son
: 9
r = x2 + y 2 x = r cos(φ)
)y*
φ = arctg y = r sen(φ)
x
Sea r : [α, β] −→ R+ , r = r(φ), una función continua. Calculemos el área del recinto A
definido en coordenadas polares por α ≤ φ ≤ β, 0 ≤ r ≤ r(φ).
r = r(φ)
β
α
Si r es constante, el recinto es un sector circular, cuyo área valdrá r2 β−α 2 , ya que el área
2
total del cı́rculo es πr y el área es invariante por giros.
Si r no es constante, tomando una partición π = {φ1 , . . . , φn } de [α, β] y llamando mi =
min{r(φ) : φ ∈ [φi , φi+1 ]} y Mi = max{r(φ) : φ ∈ [φi , φi+1 ]}, si el área existe, debe verificarse
n−1 n−1
1; 2 1; 2
m (φi+1 − φi ) ≤ a(A) ≤ M (φi+1 − φi )
2 i=0 i 2 i=0 i
254 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral
2 2
Como las sumas de los extremos valen s( r2 , π) y S( r2 , π) respectivamente, utilizando que
r2 es continua y tomando lı́mites se obtiene que
I β
1
a(A) = r2 (φ)dφ
2 α
Ejemplo: Calculemos el área limitada por la lemniscata de Bernoulli , cuya ecuación es (x2 +
y 2 )2 + 2a2 (y 2 − x2 ) = 0 (la lemiscata es el lugar geométrico de los puntos del plano cuyo
producto de distancias a dos puntos fijos F = (a, 0) y F " = (−a, 0) es constante e igual a a2 ).
π
4
a √
2a
Puesto que en este caso es difı́cil despejar y como función de x, pasamos la ecuación de la
lemniscata a coordenadas polares, y queda r2 = 2a2 cos(2φ), y aplicamos la fórmula anterior.
Por simetrı́a, el área será el cuádruple de la del primer cuadrante de la figura, es decir:
I π/4 I π/4
1 2 2
a(A) = 4 2a cos(2φ)dφ = 4a cos(2φ)dφ = 2a2 .
2 0 0
a xi xi+1 b
Por la desigualdad triangular, si π " es una partición más fina que π entonces l(f, π) ≤
l(f, π "); además la “longitud” de la curva debe ser mayor o igual que cualquier l(f, π). Ello
nos lleva a definir la longitud de la curva Γf como
<:
n−1
con lo que l(f, π) = 1 + f " (θi )2 (xi+1 − xi ), o lo que es lo mismo, l(f, π) es una suma de
i=0 :
Riemann de la función g(x) = 1 + f " (x)2 asociada a la partición π, y por lo tanto
√
y= r2 − x2
Esto permite parametrizar la curva por x y, por el apartado anterior, su longitud valdrá
J: y " (t)
1 + y " (x)2 dx. Por la regla de la cadena es y " (t) = y " (x)x" (t), luego y " (x) = " y
x (t)
dx = x" (t)dt, luego haciendo el cambio x = x(t) en la integral, es
Q # %2
I x(t1 ) : I t1 I t1 :
y " (t) "
1+ y " (x)2 dx = 1+ x (t)dt = x" (t)2 + y " (t)2 dt,
x(t0 ) t0 x" (t) t0
luego I t1 :
l(γ) = x" (t)2 + y " (t)2 dt.
t0
Observación: La fórmula anterior es cierta aunque no sea siempre x" (t) #= 0. El lector puede
tratar de demostrarla directamente a partir de la definición, tal y como se hizo en el apartado
anterior.
y(t)
t
x(t)
con lo que
y por lo tanto
I φ1 : I φ1 :
l= x" (φ)2 + y " (φ)2 dφ = r(φ)2 + r" (φ)2 dφ.
φ0 φ0
Ejemplo: Probemos que la longitud de la cardioide, cuya ecuación es r = a(1 + cos(φ)), vale
8a.
2a
Análogamente al caso de las áreas planas, se presenta el problema de no poder dar con
rigor la definición de volumen de un sólido en R3 . Procediendo como entonces, asignaremos
a cada sólido acotado, S, un número, v(S), llamado volumen, de modo que se verifiquen las
propiedades siguientes:
(1) El volumen es mayor o igual que 0.
(2) Es invariante por isometrı́as.
(3) El volumen de la unión de dos sólidos disjuntos es la suma de los volúmenes.
(4) El volumen del cubo [0, 1] × [0, 1] × [0, 1] es 1.
Procediendo como entonces, se llega a que el volumen de un prisma rectángular es el
producto de las longitudes de las tres aristas y, más en general, que el volumen de un sólido
de la forma A × B con A ⊆ R2 y B ⊆ R es v(A × B) = a(A)l(B) cuando estos términos
existan. Ası́, por ejemplo, el volumen de un cilindro recto de base un cı́rculo de radio r y
altura a es πar2 .
Tema VI: Cálculo integral 259
Sea A el sólido obtenido al hacer girar la gráfica de una función continua f : [a, b] −→ R+ ,
z = f (x), en torno al eje X. Las intersecciones de A con los planos x = x0 tienen área
S(x0 ) = πf (x0 )2 .
a b X
Y
Sea p = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b]. Como S es proporcional a f 2 , ambas alcanzan
en los mismos puntos de cada intervalo [xk , xk+1 ] el máximo y el mı́nimo, y por lo tanto
mk (S, p) =πmk (f 2 , p) = πmk (f, p)2
Mk (S, p) =πMk (f 2 , p) = πMk (f, p)2 .
Por lo anterior es claro que mk (S, p)(xk+1 − xk ) y Mk (S, p)(xk+1 − xk ) son cotas, superior e
inferior respectivamente, del volumen de la parte de A comprendida entre los planos x = xk
y x = xk+1 . Sumando será
n−1
; n−1
;
mk (S, p)(xk+1 − xk ) ≤ v(A) ≤ Mk (S, p)(xk+1 − xk ).
k=0 k=0
Al refinar la partición y tomar lı́mites, los extremos de la desigualdad anterior convergen a
Jb
a
S(x)dx, y por lo tanto
I b I b
v(A) = S(x)dx = πf (x)2 dx.
a a
a b X
Y
260 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral
x2 y2 z2
Ejemplo: Calculemos el volumen limitado por el elipsoide + + = 1.
a2 b2 c2
Z
c p"
x0 a
b X
p
Y
En este caso la proyección de la figura sobre el eje X es [−a, a] y la sección de dicha figura
con el plano x = x0 es la elipse
x2 y2 z2
2
+ 2 + 2 =1
a b c
x =x0
Cortando dicha elipse con los planos z = 0 e y = 0 obtenemos, respectivamente, los puntos
p y p" de la figura:
> >
b 2 " c
p = (x0 , 2
a − x0 , 0) y p = (x0 , 0, a2 − x20 ).
a a
b: 2 c: 2
Se tendrá entonces que los semiejes de la sección elı́ptica son a − x20 y a − x20 , con
a a
lo que su área viene dada por la función
bc 2
S(x) = π (a − x2 )
a2
Entonces el volumen del elipsoide será
I a I
πbc 2 2 2πbc a 2 4
v= 2
(a − x )dx = 2 (a − x2 )dx = πabc.
−a a a 0 3
Si S es el sólido de revolución obtenido al girar alrededor del eje X la curva z = f (x) con
f : [a, b] −→ R+ de clase C 1 , su superficie puede aproximarse en cada intervalo [xi , xi+1 ] por
la del tronco de cono recto circular de radios f (xi ) y f (xi+1 ).
Tema VI: Cálculo integral 261
α
r
R :
2πf (xi ) 1 + f " (θi )2 (xi+1 − xi )
a b X
Y
2πf (xi+1 )
Como el área de un sector circular de radios r y R y ángulo α es
α 2 α 1
(R − r2 ) = (R + r)(R − r) = (αR + αr)(R − r),
2 2 2
y los datos:del tronco de cono anterior son αR = 2πf (xi+1 ), αr = 2πf (xi ) y R − r =
(xi+1 − xi ) 1 + f " (θi )2 , el área lateral de S es
I b :
a(S) = 2π f (x) 1 + f " (x)2 dx.
a
Q
I r : # %2 I r
−x
a = 2π r2 − x2 1 + √ dx = 2πr dx = 4πr2 .
2
r −x 2
−r −r
262
Tema VII: Sucesiones y series de funciones
En todo este capı́tulo designaremos por {fn } a una sucesión de funciones, reales o comple-
jas, definidas todas en un mismo conjunto X. Habitualmente este conjunto será un subcon-
junto de R ó Rn ; cuando escribamos K en lugar de R ó C significará que el resultado vale
para ambos. Al espacio vectorial de las funciones continuas de X en R lo denotaremos por
C(X, R) o simplemente C(X) y al de las funciones continuas de X en C por C(X, C).
Ejemplos: 1) El lı́mite puntual de una sucesión de funciones acotadas no es, en general, una
función acotada.
Basta considerar las funciones acotadas fn : (0, 1) −→ R definidas por:
1
n si x ≤
fn (x) = n
1
si x >
1
x n
La representación gráfica de fn es
263
264 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática
fn
1 1
n
Es evidente que cada fn está acotada en (0, 1). Fijado además x0 ∈ (0, 1), se tiene que
lim (fn (x0 )) = x10 , ya que basta tomar n0 de modo que n10 < x0 , con lo que se tendrá que
n→∞
fn (x0 ) = x10 para todo n ≥ n0 .
Entonces {fn } converge puntualmente a la función
f : (0, 1) −→ R
1
x 0−→
x
La representación gráfica de fn es
−1 − n1
1 1
n
−1
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 265
1
Fijado x0 ∈ (0, 1], tomando n0 ∈ N tal que n0 < x0 , se tendrá que fn (x0 ) = 1 para todo
n ≥ n0 , con lo que lim (fn (x0 )) = 1.
n→∞
Análogamente, si x0 ∈ [−1, 0), se prueba que lim (fn (x0 )) = −1. Y como fn (0) = 0 para
n→∞
todo n ∈ N, será lim (fn (0)) = 0.
n→∞
Entonces {fn } converge puntualmente a la función f : [−1, 1] −→ R definida por
−1
si − 1 ≤ x < 0
fn (x) = 0 si x = 0
1 si 0 < x ≤ 1
−1
1
−1
−1 − n1 1 1
n
−1 1
Sean, por ejemplo, fn : [0, 1] −→ R las funciones definidas por fn (x) = n2 x(1 − x)n .
Entonces {fn } → 0 puntualmente, ya que fijado x0 ∈ (0, 1]
' ( ' (
lim n2 x0 (1 − x0 )n = x0 lim n2 (1 − x0 )n = 0
n→∞ n→∞
Ejercicio: Probar que las funciones fn del ejemplo 3) anterior, no sólo son derivables en el
punto x0 = 0, sino en todo el intervalo (-1,1).
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 267
f +ε
f
fn
f −ε
para cada f ∈ E.
La convergencia de funciones en el espacio normado (E, : :∞ ) es precisamente la conver-
gencia uniforme de funciones de E, ya que |fn (x) − f (x)| ≤ ε para todo x ∈ X si y sólo si
:fn − f :∞ = sup{|fn (x) − f (x)| : x ∈ X} ≤ ε.
1 2
sen(nx)
Ejemplos: 1) La sucesión √ converge uniformemente a 0, ya que dado ε > 0 será
n
3 3
3 sen(nx) 3
3 √ 3 ≤ √1 < ε
3 n 3 n
1
para todo n ≥ n0 sin más que tomar n0 > .
ε2
2) La sucesión formada por las funciones fn : [−1, 1] −→ R definidas por
1
−1 si − 1 ≤ x ≤ −
n
1 1
fn (x) = nx si − < x <
n n
1 1
si ≤ x ≤ 1
n
ε ε
|fn (x) − fm (x)| ≤ |fn (x) − f (x)| + |f (x) − fm (x)| < + <ε
2 2
para todo x ∈ X.
Recı́procamente, si se verifica la condición del enunciado, entonces para cada x ∈ X la
sucesión {fn (x)}n∈N es de Cauchy en K (que es completo), luego convergente. Definimos
f : X −→ K por f (x) = lim (fn (x)). Veamos que {fn } → f uniformemente.
Sea ε > 0; existe n0 tal que si n, m ≥ n0 es
ε
|fn (x) − fm (x)| <
2
√ √
luego {fn } → x y {gn } →
√ x puntualmente. Entonces, si vemos que {fn } y {gn } convergen
uniformemente, ha de ser x su lı́mite uniforme.
Y como para cada x0 ∈ [0, 1] si m > n se tiene la desigualdad
1 − x0 1
|fn (x0 ) − fm (x0 ) | ≤ n
≤ n,
2 2
por el criterio de Cauchy {fn } converge uniformemente en [0, 1]. Análogamente para {gn }.
para todo x ∈ X. !
Proposición 7.1.6. Si {fn } es una sucesión de funciones continuas en un espacio métrico
X y {fn } → f uniformemente, entonces f es continua en X.
Demostración: Veamos que f es continua en cada x0 ∈ X. Sea ε > 0; por ser {fn } → f
uniformemente, existe n0 ∈ N tal que |fn (x) − f (x)| < 3ε para todo x ∈ X y n ≥ n0 ; por otra
270 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática
ε
parte, como fn0 es continua en x0 , existe δ > 0 tal que |fn0 (x0 ) − fn0 (x)| < 3 si d (x0 , x) < δ.
Entonces
ε ε ε
|f (x) − f (x0 ) | ≤ |f (x) − fn0 (x)| + |fn0 (x) − fn0 (x0 )| + |fn0 (x0 ) − f (x0 )| < + + =ε
3 3 3
si d (x, x0 ) < δ, lo que prueba que f es continua en x0 . !
Demostración: Por el criterio de Lebesgue, como cada fn es integrable en [a, b], será con-
tinua salvo en un conjunto An ⊂ [a, b] de medida nula. Como $ {fn } → f uniformemente, por
la proposición 7.1.6, f será continua salvo quizás en A = An , que es de medida nula (por
n
ser unión numerable de conjuntos de medida nula). De nuevo por el criterio de Lebesgue, se
concluirá que f es integrable Riemann.
Veamos la segunda parte. Sea ε > 0; como {fn } → f uniformemente, existe n0 ∈ N tal
ε
que |fn (x) − f (x)| < b−a para todo x ∈ [a, b] y n ≥ n0 . Entonces, si n ≥ n0 será
3I I b 33 33I b 3 I I b
3 b 3 b
ε
3 3 3 3
3 fn − f 3 = 3 (fn − f )3 ≤ |fn − f | ≤ 1 = ε,
3 a a 3 3 a 3 a b−a a
Observación: Puede interpretarse la proposición anterior diciendo que “el lı́mite uniforme
de funciones conmuta con la integral”, ya que la igualdad del enunciado es
?I @ I
b b
lim fn = lim (fn ) .
a a n→∞
Proposición 7.1.8. Sea {fn } una sucesión de funciones de clase C 1 en [a, b] tal que {fn (x0 )}
converge para un x0 ∈ [a, b]. Si {fn" } converge uniformemente a una función g, entonces {fn }
converge uniformemente a una función f tal que f " = g, es decir, a una primitiva de g.
Demostración: La función g es continua por ser lı́mite uniforme de funciones continuas.
Sea f una primitiva de g en [a, b]; sumándole una constante se puede suponer que f (x0 ) =
lim (fn (x0 )). Si vemos que {fn } → f uniformemente, habremos concluido.
Sea ε > 0; si x ∈ [a, b], por el teorema del valor medio existe ξx entre x y x0 tal que
|fn (x) − f (x)| ≤ |fn (x) − f (x) − fn (x0 ) + f (x0 )| + |fn (x0 ) − f (x0 )| =
= |fn" (ξx ) − f " (ξx )||x − x0 | + |fn (x0 ) − f (x0 )|.
Como {fn (x0 )} → f (x0 ), existe n0 ∈ N tal que |fn (x0 ) − f (x0 )| < 2ε para n ≥ n0 . Por otra
ε
parte, como {fn" } → f " = g uniformemente, existe n1 ∈ N tal que |fn" (x) − f " (x)| < 2(b−a)
para todo x ∈ [a, b] y n ≥ n1 . Utilizando estas dos acotaciones será
ε ε
|fn (x) − f (x)| ≤ |x − x0 | + < ε
2(b − a) 2
272 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática
para n ≥ max {n0 , n1 } y para todo x ∈ [a, b], lo que prueba que {fn } → f uniformemente. !
Esto no ocurre, sin embargo, si nos restringimos al espacio vectorial de las funciones con-
tinuas C([a, b]), ya que la convergencia cuadrática de funciones en C([a, b]) es precisamente la
convergencia de funciones en el espacio normado (C([a, b]), : :2 ) y en un espacio métrico, el
lı́mite, si existe, es único.
2) El ejemplo anterior también sirve para demostrar que el espacio normado (C([a, b]), : :2 )
no es completo.
En efecto, la sucesión de funciones {fn } de dicho ejemplo es de Cauchy en C([a, b]) ya que
si n > m es
1
−1 −m − n1
1 1 1
n m
−1
I 1 I 1/n I 1/m
2 2 2 (n − m)2 2
|fn − fm | = 2 |nx − mx| + 2 |1 − mx|2 = 2
< .
−1 0 1/n 3 n m 3m
Y sin embargo {fn } no es convergente en (C([−1, 1]), : :2 ). En efecto, supongamos que lo
fuera y sea g ∈ C([−1, 1]) su lı́mite. Si f es la función no continua del ejemplo anterior a la
cual converge la sucesión {fn } en media cuadrática, utilizando la desigualdad de Schwartz, se
tiene que
I 1 I 1
|f − g| ≤ 2
(|fn − f | + |fn − g|)2 =
−1 −1
I 1 I 1 I 1
2 2
= |fn − f | + |fn − g| + 2 |fn − f ||fn − g| ≤
−1 −1 −1
I 1 I 1 #I 1 %1/2 #I 1 %1/2
2 2 2 2
≤ |fn − f | + |fn − g| + 2 |fn − f | |fn − g| ,
−1 −1 −1 −1
J1
y como {fn } → f y {fn } → g en media cuadrática, se concluye que −1 |f − g|2 = 0, con lo
que f = g salvo en un conjunto de medida nula, lo cual no es posible, como el lector puede
comprobar realizando el siguiente
I1 I2 I3 I4 I5 I6 I7
0 1 0 1 1 0 1 1 3 1
2 4 2 4
f1 f2 f3 f4
0 1 0 1 1 0 1 1 0 1 1
2 2 4
Proposición 7.1.11. Si {fn } , {gn }, f y g son funciones integrables Riemann en [a, b] tales
que {fn } → f y {gn } → g en media cuadrática en [a, b], entonces
1I x 2 I x
(fn gn ) −→ (f g)
a a
√
Lema 7.2.1. La función f : [0, 1] −→ R definida por f (x) = x es lı́mite uniforme de una
sucesión de polinomios {Pn (x)} tales que Pn (0) = 0.
' (
Demostración: Definimos P0 (x) = 0 y Pn+1 (x) = Pn (x) + 12 x − Pn2 (x) para cada n ≥ 0.
Es evidente que cada Pn es un polinomio y que Pn (0) = 0. √
Demostremos en primer lugar que si x ∈ [0, 1] entonces 0 ≤ Pn (x) ≤ x para todo n ∈ N.
Por inducción, como P0√
(x) = 0, basta demostrar las dedigualdades para n + 1 suponiendo
cierto que 0 ≤ Pn (x) ≤ x.
276 7.2. El teorema de Stone–Weierstrass
√
Como 0 ≤ x ≤ 1, por hipótesis de inducción será 0 ≤ Pn (x) ≤ x ≤ 1 con lo que por una
parte
1' ( 1 1
Pn+1 (x) = Pn (x) + x − Pn2 (x) = x + Pn (x)(1 − Pn (x)) ≥ 0,
2 2 2
y por otra
# %
√ √ 1' 2 ( ' √ ( 1' √ (
Pn+1 (x) − x = Pn (x) − x − P (x) − x = Pn (x) − x 1− Pn (x) + x ≤ 0.
2 n 2
Se tendrá entonces que x − Pn2 (x) ≥ 0 para todo n ∈ N y por tanto Pn+1 (x) ≥ Pn (x) para
todo n. Entonces la sucesión {Pn (x)} es monótona creciente y acotada superiormente para
cada x ∈ [0, 1], luego es convergente, y si llamamos f (x) = lim (Pn (x)), tomando lı́mite en la
definición de los Pn se tendrá que
1' (
f (x) = f (x) + x − f 2 (x) ,
2
√
de donde se obtiene
√ que f (x) = x.
Como {Pn } √
→ x puntualmente y es una sucesión monótona creciente, por la proposición
7.1.4, {Pn } → x uniformemente. !
Sea X un espacio métrico compacto. El producto ordinario de funciones permite dotar
a C(X, R) de estructura de anillo, con lo que C(X, R) es una R–álgebra. Además, como X
es compacto, las funciones de C(X, R) están acotadas, con lo que puede definirse la norma
: :∞ ; C(X, R) dotado de : :∞ es un espacio normado (y la convergencia de funciones en
dicho espacio es la convergencia uniforme).
Lema 7.2.2. Si X es compacto y B una subálgebra cerrada de C(X, R), entonces, si f, g ∈ B
también |f |, max(f, g), min(f, g) ∈ B.
Demostración: Como max(f, g) = 12 (f + g + |f − g|) y min(f, g) = 12 (f + g − |f − g|), basta
demostrar que si f ∈ B, entonces |f | ∈ B.
Supongamos que f #= 0, pues en caso contrario el resultado es evidente. Cambiando f
f
por , podemos suponer que |f (x)| ≤ 1 para todo x ∈ X. Sea {Pn (x)} una sucesión
:f :∞ :
√
de polinomios que converja
/ uniformemente
' (0 a x en [0, 1] (lema 7.2.1). Como |f | = f2 y
0 ≤ f 2 ≤ 1 se tendrá
' 2 ( que Pn f
2
converge uniformemente |f |. Como f ∈ B y B es una
' ' a2 ((
subálgebra, Pn f ∈ B, y como B es cerrada, |f | = lim Pn f ∈ B. !
Demostración: Como f es periódica con perı́odo 2π, basta aproximar f uniformemente por
los polinomios del enunciado en cualquier intervalo de longitud 2π, por ejemplo [0, 2π].
Si denotamos por CP ([0, 2π]) a las funciones continuas de [0, 2π] en R de perı́odo 2π y por
S1 a la circunferencia unidad de R2 , se puede definir una aplicación biyectiva
donde f˜((x, y)) = f (t) si (x, y) = (cos(t), sen(t)) con t ∈ [0, 2π). Además dotando a ambos
espacios de la norma del supremo, Ψ es homeomorfismo, ya que :f :∞ = :f˜:∞ .
278 7.2. El teorema de Stone–Weierstrass
1
sen(x) cos(y) = [sen(x + y) + sen(x − y)]
2
1
cos(x) cos(y) = [cos(x + y) + cos(x − y)]
2
1
sen(x) sen(y) = [cos(x − y) − cos(x + y)]
2
Utilizando reiteradamente las fórmulas anteriores se puede expresar cada senn (x) cosm (x)
como una suma finita de la forma
;
λi cos (ni x) + µi sen (mi x) ,
<
Ejemplo: El dominio de convergencia de la serie fn , donde fn : R −→ R están definidas
por fn (x) = xn , es el intervalo<(−1, 1).
En efecto, si |x| < 1, la serie xn es absolutamente convergente, y por lo tanto convergente.
Si |x| ≥ 1, dicha serie no puede ser convergente, pues lim (xn ) #= 0.
<
Definición 7.3.2.– Se dice que la serie fn converge uniformemente en X a la función
f : X −→ K si la sucesión de sus sumas parciales {Fn } converge uniformemente a f en X.
<
∞
En este caso escribiremos f = fn uniformemente.
n=1
< 1
Ejemplo: La serie xn converge uniformemente a en cada intervalo (−a, a) con
1−x
0 < a < 1. < n
En efecto, el dominio de convergencia de x es (−1, 1), como acabamos de probar. La
suma parcial n–ésima de la serie es Fn (x) = 1 + x + x2 + · · · + xn , luego si |x| < a es
3 3 3 3 3 n+1 3
3 1 33 33 1 3 3x 3 n+1
3Fn (x) − = 1 + x + · · · + xn
− 3=3 3< a
3 1 − x3 3 1 − x3 3x − 13 1 − a
an0 +1
<ε
1−a
280 7.3. Series de funciones. Series de potencias
3 3
3 1 3 1
para que 3Fn (x) − 1−x 3 < ε si n ≥ n0 , lo que prueba que {Fn } → 1−x uniformemente en
(−a, a).
<
Puesto que la convergencia uniforme de una serie de funciones fn se reduce a la de
una sucesión de funciones (la de sus sumas parciales {Fn }), las propiedades siguientes son
consecuencia inmediata de las ya probadas:
<
Teorema 7.3.3 (Criterio de Cauchy). La serie fn converge uniformemente en X si
y sólo si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 y k > 0, entonces
para todo x ∈ X.
<
Teorema 7.3.4. Si la serie fn converge uniformemente a f en X y cada fn es continua
en x0 ∈ X, entonces f es continua en x0 .
1
Teorema 7.3.5. Para cada n ∈ N sea fn :<[a, b] −→ R una función de clase < "C en [a, b]
de modo que para algún x0 ∈ [a, b] la serie fn (x0 ) converge. Si la serie f n converge
uniformemente en [a, b] a una función g, entonces existe f : [a, b] −→ R derivable tal que
#∞ %"
< "
< <∞
fn converge uniformemente a f en [a, b] y f = g, es decir fn = f "n .
n=1 n=1
Teorema
< 7.3.6. Si {fn } es una sucesión de funciones reales integrables Riemann en [a, b]
y fn converge uniformemente a una función f , entonces f es integrable Riemann en
Jx ∞ J
< x Jb ∞ J
< b
[a, b] e a f = a
f n uniformemente en [a, b]; en particular, a
f = f , es decir
a n
#∞ % n=1 n=1
Jb < ∞ J
< b
a f n = a fn .
n=1 n=1
|fn+1 (x) + · · · + fn+k (x)| ≤ |fn+1 (x)| + · · · + |fn+k (x)| ≤ an+1 + · · · + an+k . !
< sen(nx)
Ejemplo: La serie converge uniformemente en todo R, ya que
n2
3 3
3 sen(nx) 3 1
3 3
3 n2 3 ≤ n2
< 1
y la serie n2 es convergente.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 281
Definición 7.3.8.– Una sucesión {fn } de funciones, fn : X −→ K, se dice que está uni-
formemente acotada en X si existe M > 0 tal que |fn (x)| ≤ M para todo x ∈ X y todo
n ∈ N.
Ejercicio: Probar que si una sucesión de funciones acotadas {fn } converge uniformemente,
entonces está uniformemente acotada.
<
Teorema 7.3.9 (Criterio de Dirichlet). Si fn es una serie de funciones cuyas sumas
parciales están uniformemente acotadas<y {gn } es una sucesión decreciente de funciones que
converge a 0 uniformemente, entonces fn gn converge uniformemente.
Demostración: Sea Fn = f1 + · · · + fn y M una cota uniforme de {Fn }. Se tiene que
3 m 3 3m−1 3
3; 3 3; 3
3 3 3 3
3 fk (x)gk (x)3 = 3 (Fk (x) (gk (x) − gk+1 (x))) + gm (x)Fm (x) − gn (x)Fn−1 (x)3 ≤
3 3 3 3
k=n k=n
m−1
;
≤M (gk (x) − gk+1 (x)) + M gm (x) + M gn (x) = 2M gn (x).
k=n
ε
Dado ε > 0, como {gn } → 0 uniformemente, existe n0 ∈ N tal que |gn (x)| < 2M para
< todo
x ∈ X y n ≥ n0 ; de la desigualdad anterior se deduce, por el criterio de Cauchy, que fn gn
converge uniformemente. !
< cos(nx)
Ejemplo: La serie converge uniformemente en cada intervalo [δ, 2π − δ] con
n≥1 n
0 < δ < π, y por lo tanto define una función continua en (0, 2π).
En efecto, si llamamos fn (x) = cos(nx) y gn (x) = n1 , como {gn } es una sucesión <
monótona
decreciente que converge uniformemente a 0, basta ver que las sumas parciales de cos(nx)
están acotadas.
1 <
n
Si llamamos Dn (x) = + cos(kx), se tendrá que
2 k=1
n n ' (
1 ; eikx + e−ikx 1 ; ikx 1 −inx ei(2n+1)x − 1 1 sen 2n+1
2
x
Dn (x) = + = e = e = ' ( .
2 2 2 2 eix − 1 2 sen x2
k=1 k=−n
1
|Dn (x)| ≤ ' (,
2 sen δ2
<
de donde se deduce que las sumas parciales de fn están uniformemente acotadas.
282 7.3. Series de funciones. Series de potencias
< sen(nx)
y deducir, aplicando el criterio de Dirichlet, que n es una función continua en (0, 2π)
n≥1
(más adelante se verá que dicha función es 12 (π − x)).
Definición
< 7.3.10.– Una serie de potencias real centrada en x0 ∈ R es una serie de funciones
fn , donde fn (x) = an (x − x0 )n , siendo an ∈ R, x ∈ R. <
Una serie de potencias compleja centrada en z0 ∈ C es una serie de funciones fn , donde
n
fn (z) = an (z − z0 ) , siendo an ∈ C, z ∈ C.
Si tomamos w = z−z0 , una serie de potencias centrada en z0 ∈ C se transforma en una serie
de potencias centrada en 0 y, si la primera converge para un valor z1 ∈ C, la segunda lo hace
para w = z1 − z0 , y recı́procamente. Por lo tanto, el dominio de convergencia de una serie de
potencias centrada en z0 es z0 + D = {z0 + z : z ∈ D}, siendo D el dominio de convergencia
de la serie de potencias con los mismos coeficientes centrada en 0. Por esto, siempre que
convenga, para el estudio de la convergencia supondremos que la serie está centrada en 0.
<
Teorema 7.3.11. Para cada serie de potencias an (z − z0 )n existe 0 ≤ R ≤ +∞, al que
llamaremos radio de convergencia de la serie, que verifica:
(1) Para cada z ∈ C con |z − z0 | < R la serie converge absolutamente.
(2) Para cada z ∈ C con |z − z0 | > R la serie no converge.
(3) Si |z − z0 | = R, no se puede asegurar nada: puede haber valores para los que la serie
converge y otros para los que no.
<
Demostraci< ón: Podemos suponer que z0 = 0, con lo que la serie es an z n . Sea R =
n
sup {r ∈ R : an r converge} si éste es finito o R = +∞ en otro caso. Veamos que R es el
buscado. <
(1) Si |z| < R, existirá r ∈<R tal que |z| < r < R y que an rn converge. Entonces por el
n
ejemplo 2) de 2.4.1, la serie an z converge absolutamente.
(2) Si |z| > R se concluye de nuevo por el ejemplo 2) de 2.4.1 y la definición de R.
< zn < z2n < n
(3) Las series n2 , n y
z tienen radio de convergencia 1; sin embargo la primera
converge para todo z con |z| = 1, pues converge absolutamente; la segunda converge para
z = i y z = −i y no converge para z = 1 y z = −1; y la tercera no converge para ningún
z ∈ C con |z| = 1 (ejemplo 1 de 2.2.2). !
<
Observaciones: 1) Según el teorema anterior, la serie de potencias an (z − z0 )n es ab-
solutamente convergente para los puntos del interior del cı́rculo de centro z0 y radio R. A
éste se le denomina cı́rculo de convergencia de la serie de potencias, y lo denotaremos por
D (z0 , R).
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 283
R
z0
Para los valores del exterior del cı́rculo la serie no converge, y sobre los del borde, en
principio, no se puede asegurar nada. Entonces el dominio de convergencia de una serie de
potencias estará formado por el cı́rculo de convergencia junto con los valores del borde en los
cuales la serie converja. <
2) En particular, para series de potencias reales an (x − x0 )n , el teorema anterior es
válido y en este caso el cı́rculo de convergencia será el intervalo (x0 − R, x0 + R), la serie no
converge en (−∞, x0 − R) ∪ (x0 + R, +∞) y para saber lo que ocurre en los puntos x0 − R y
x0 + R deben estudiarse directamente las series resultantes.
x0 − R x0 x0 + R
3) En los puntos del exterior<del cı́rculo de convergencia la serie puede ser divergente u
oscilante. Por ejemplo, la serie an z n con
1
1 si n es par
an =
−2 si n es impar
tiene radio de convergencia 1, pero es oscilante para z = 2, ya que las sumas parciales S2n+1
valen todas 1, mientras que el término general no tiene lı́mite 0.
Proposición
): * 7.3.12 (Cálculo efectivo del radio de convergencia). Si existe r =
< n
lim n
|an | , entonces el radio de convergencia de la serie an (z − z0 ) es R = 1r , aun
cuando sea r = 0 ó r = +∞, entendiendo en estos casos que R = +∞ y R = 0 respectiva-
mente.
<
Demostración: Podemos suponer que z0 = 0, con lo que la serie es an z n . Como
): * ): *
n
lim |an z n | = |z| lim n |an | = |z|r,
<
por el criterio
< de la raı́z, si |z|r < 1 entonces an z n converge absolutamente. En particular,
n
si r = 0, an z converge < absolutamente para todo z ∈ C, con lo que R = +∞.
Si |z|r > <1, entonces an z no converge, ya que {an z n } no converge a 0. En particular,
n
−3
' Entonces,
1 1
( como está centrada en x0 = 0, el intervalo de convergencia es el segmento
−2, 2 .
Estudiemos qué ocurre en los extremos: si x = 12 , la serie es
; # %n ;
nn +2 1 n+2
(−2) = (−1)n ,
n+1 2 n+1
que es oscilante, como puede comprobar el lector (se puede poner como suma de una serie
convergente y otra oscilante). < n+2
Y si x = − 12 , la serie queda n+1 , que es divergente, pues es de términos positivos y
) *
lim n+2
n+1 = 1.
En resumen:
1
; n+2 n absolutamente convergente si |x| <
(−2)n x es 2
n+1
no convergente 1
si |x| ≥
2
<
Proposición 7.3.14.
< Si an z n es una serie de potencias con radio de convergencia R y
r < R, entonces an z n converge uniformemente en D (0, r). Como consecuencia, toda serie
de potencias define una función continua en su cı́rculo de convergencia.
<
Demostración: Si |z| ≤ r, entonces |an z n | ≤ |an | rn , y, como |an | rn es convergente
(pues la serie converge absolutamente<en todos los puntos de su cı́rculo de convergencia), por
el criterio M de Weierstrass, la serie an z n converge uniformemente.
<
La segunda parte es inmediata, ya que en D(0, r), f (z) = an z n es una serie de funciones
continuas que converge uniformemente, por tanto define una función continua, y si f es
continua en D(0, r) para cada r < R, también lo es en D(0, R). !
Como ya sabemos, la aplicación bilineal definida para cada par de funciones f, g ∈ C([a, b])
por
I b
T2 (f, g) = fg
a
es un producto escalar euclı́deo, y la norma asociada a dicho producto estará definida por
Q
: I b
:f :2 = T2 (f, f ) = f 2.
a
Definición 7.4.1.– Si (E, T2 ) es un espacio euclı́deo, se dice que dos elementos f, g ∈ E son
ortogonales o perpendiculares si T2 (f, g) = 0.
Ejemplo: Las funciones sen(x) y cos(x) son ortogonales en C([0, 2π]), ya que
I 2π
1 N 2 O2π
sen(x) cos(x) dx = sen (x) 0 = 0.
0 2
Obsérvese que la perpendicularidad depende del intervalo [a, b]; no se puede afirmar que
sen(x) y cos(x) son perpendiculares en general, ya que por ejemplo
I π/2
1 N 2 Oπ/2 1
sen(x) cos(x) dx = sen (x) 0 = .
0 2 2
Definición 7.4.2.– Se dice que una familia finita o numerable S = {f1 , f2 , . . .} de vectores
de un espacio euclı́deo (E, T2 ) es un sistema ortonormal si sus elementos son perpendiculares
entre sı́ y tienen norma 1. Abreviadamente, S es un sistema ortonormal si
1
1 si i = j
T2 (fi , fj ) = δij =
0 si i #= j
Definición 7.4.3.– En un espacio vectorial E se dice que los vectores {f1 , f2 , . . . , fn } son
linealmente independientes si λ1 f1 + · · · + λn fn = 0 sólo cuando λ1 = · · · = λn = 0. Los
vectores {f1 , f2 , . . .} son linealmente independientes si cualquier subconjunto finito de ellos es
linealmente independiente.
para cada k = 1, . . . , n, con lo que λ1 = · · · = λn = 0, y por tanto fi1 , . . . , fin son linealmente
independientes.
Dado un número finito de vectores f1 , . . . , fn de un espacio vectorial E, denotaremos por
;f1 , . . . , fn < el subespacio generado por ellos, es decir, el subespacio formado por todas sus
combinaciones lineales.
Obviamente, no es cierto en general que, en un espacio euclı́deo (E, T2 ), si {f1 , . . . , fn }
son linealmente independientes, sean ortonormales. Sin embargo, a partir de este conjunto
linealmente independiente puede construirse un sistema ortonormal {ϕ1 , . . . , ϕn } tal que
ϕ2 = αf1 + βf2
para ciertos α, β ∈ R. Como queremos además que ϕ1 y ϕ2 sean perpendiculares, debe ser
# %
f1 β
0 = T2 (ϕ1 , ϕ2 ) = T2 , αf1 + βf2 = α:f1 :2 + T2 (f1 , f2 ) ,
:f1 :2 :f1 :2
de donde
β
α=− T2 (f1 , f2 ) ,
:f1 :22
288 7.4. Series de Fourier
y tomando β = 1 es
T2 (f1 , f2 )
ϕ2 = − f1 + f2 = f2 − T2 (ϕ1 , f2 ) ϕ1 .
:f1 :22
ϕ2
Como además ϕ2 debe ser de norma 1, será ϕ2 = . Análogamente construirı́amos
:ϕ2 :2
ϕ3 , ϕ4 , . . . ,etc. En general será
n−1
; ϕn
ϕn = fn − T2 (ϕk , fn ) ϕk y ϕn = . !
:ϕn :2
k=1
/ 0
Ejemplo: Los vectores 1, x, x2 , . . . son linealmente independientes en C([−1, 1]), y la fa-
milia ortonormal obtenida por el proceso de Gramm–Schmidt a partir de ella son los llamados
polinomios de Legendre, que valen
8
2n + 1 1 dn )' 2 (n *
ϕn = x − 1 ,
2 2n n! dxn
dn
donde (f (x)) es la derivada n–ésima de la función f (x).
dxn
En efecto, sea {ϕ0 , ϕ1 , . . .} la familia ortonormal obtenida por el proceso anterior. Como
para cada k ∈ N es
;1, x, . . . , xk < = ;ϕ0 , ϕ1 , . . . , ϕk <,
se tendrá que ϕk es un polinomio de grado k (no menor) con coeficiente de xk que podemos
<k
suponer positivo: ϕk = akj xj con akk > 0.
j=0
Si Pn es un polinomio de grado n perpendicular a 1, x, . . . , xn−1 , entonces Pn = αn ϕn ya
<
n
que Pn ∈ ;1, x, . . . , xn < = ;ϕ0 , ϕ1 , . . . , ϕn <, con lo que Pn = αj ϕj y como es perpendicular
j=0
a 1, x, . . . , xn−1 , lo será también a ϕ0 , ϕ1 , . . . , ϕn−1 , luego
? @
<
n
0 = T2 (Pn , ϕk ) = T2 αj ϕj , ϕk = αk
j=0
para k = 0, . . . , n − 1.
Entonces, si probamos que el polinomio de grado n
dn ' 2 (
Qn (x) = n
(x − 1)n
dx
dn−r ' 2 (
Los polinomios n−r (x − 1)n para r ≥ 1 se anulan en 1 y −1; para cualquier polinomio
dx
Q verificando esto se tiene que
I 1 I 1
"
PQ = − P " Q,
−1 −1
I I 1 n−1 )
' k
( dn )' 2
1 (n * k d ' 2 (n * k−1
T2 Qn , x = n
x − 1 x dx = −k n−1
x − 1 x dx =
−1 dx −1 dx
I 1 n−k )
k d ' 2 (n *
= · · · = (−1) k! n−k
x − 1 dx = 0,
−1 dx
I
dn )' 2 (n * dn )' 2
1 (n *
T2 (Qn , Qn ) = n
x −1 x −1 dx =
−1 dx dxn
I 1 n−1 )
d ' 2 (n * dn+1 )' 2 (n *
=− n−1
x −1 x −1 dx = · · · =
−1 dx dxn+1
I 1
n
' 2 (n d2n )' 2 (n *
= (−1) x −1 x − 1 dx =
−1 dx2n
I 1 I 1
n
' 2 (n
= (−1) (2n)! x − 1 dx = (2n)! (1 − x)n (1 + x)n dx =
−1 −1
I 1
n
= (2n)! (1 − x)n−1 (1 + x)n+1 dx = · · · =
n+1 −1
I 1
n! (n!)2 22n+1
= (2n)! (1 + x)2n dx = ,
(n + 1) . . . (2n) −1 2n + 1
8
2
luego :Qn :2 = n!2n y
2n + 1
8
2n + 1 1 dn )' 2 (n *
ϕn = x − 1 .
2 2n n! dxn
290 7.4. Series de Fourier
de donde se deduce que d(f, f) ≥ d(f, f0 ) y, además, que si fuera d(f, f) = d(f, f0 ), serı́a
d(f0 , f ) = 0, es decir, f0 = f , que es lo que querı́amos demostrar. !
f π/2
f0
F
La fórmula d(f, f)2 = d(f, f0 )2 + d(f0 , f)2 no es otra cosa que el teorema de Pitágoras
aplicado al triángulo de vértices f, f0 y f .
2) Si F es un subespacio de dimensión finita de E, dado f ∈ E también existe un elemento
único de F a distancia mı́nima de él, pues por el proceso de ortonormalización de Gramm–
Schmidt basta con construir a partir de cualquier base de F un sistema ortonormal y aplicar
la proposición anterior.
<
n
Demostración: Sea Sn = ci fi con ci = T2 (f, fi ). Como vimos en la proposición anterior,
i=1
será T2 (f − Sn , fi ) = 0 para i = 1, . . . , n, luego
n
;
:f :22 = T2 (f − Sn + Sn , f − Sn + Sn ) = T2 (f − Sn , f − Sn ) + T2 (Sn , Sn ) = :f − Sn :22 + c2i ,
i=1
292 7.4. Series de Fourier
<
n
lo que prueba que para todo n ∈ N es :f :22 ≥ c2i , de donde se concluye que
i=1
∞
;
:f :22 ≥ c2i . !
i=1
es completo.
Demostración: Sean CP ([0, 2π]) el subespacio de las funciones continuas en [0, 2π] de perı́-
odo 2π y ;S< el subespacio generado por S. Será ;S< ⊆ CP ([0, 2π]) ⊆ C([0, 2π]). Por el
corolario 7.2.6, ;S< es denso en CP ([0, 2π]) con : :∞ , luego también lo será con : :2 . Ası́
pues, si vemos que CP ([0, 2π]) es denso en C([0, 2π]) con : :2 , habremos terminado. Todo se
reduce, entonces, a ver que cada función continua en [0, 2π] es lı́mite en : :2 de una sucesión
de funciones continuas de perı́odo 2π. Sean f ∈ C([0, 2π]) y ε > 0. Para cada n ∈ N tomemos
φn : [0, 2π] −→ R definida por
1
f (x) si x >
φn (x) = n
' ' ( (
f (2π) + n f 1 − f (2π) x si x ≤ 1
n n
f (0)
f (2π) f (2π)
0 2π 0 1 2π
n
Obviamente φn ∈ CP ([0, 2π]) para todo n ∈ N. Además existe K > 0 de modo que
|φn (x) − f (x)| ≤ K para todo x ∈ [0, 2π] y todo n ∈ N. Entonces
I 2π I 1/n
1 2
:φn (x) − f (x):22 = 2
|f − φn | = |f − φn |2 ≤ K −−−→ 0. !
0 0 n n→∞
<
∞ sen(nx)
Ejemplos: 1) x = π − 2 en (C([0, 2π]), : :2 ).
n=1 n
En efecto, como ya vimos la serie de Fourier de f (x) = x es la del enunciado y por ser el
sistema trigonométrico completo, la serie de Fourier de f converge a f en : :2 .
<∞ sen(nx)
2) Si x ∈ (0, 2π), entonces x = π − 2 puntualmente.
n=1 n
< sen(nx)
Por el ejercicio del criterio de Dirichlet se tendrá que la serie n define una función
<
∞
sen(nx)
continua f (x) = n
en (0, 2π). Además, si Sn es la suma parcial n–ésima de esta
n=1
serie, dado 0 < δ < π, sabemos que {Sn } → f uniformemente en cada intervalo [δ, 2π − δ],
con lo que {Sn } → f en cada espacio (C([δ, 2π − δ]), : :2 ).
294 7.4. Series de Fourier
Por otro lado, como vimos en el ejemplo anterior, se tendrá que {π − 2Sn } → x en
(C([0, 2π]), : :2 ); por tanto, {π − 2Sn } → x en (C([δ, 2π − δ]), : :2 ).
Como (C([δ, 2π − δ]), : :2 ) es un espacio normado, el lı́mite debe ser único, y por lo tanto
<∞
sen(nx)
π−2 n
= x en cada [δ, 2π − δ]. Entonces si x ∈ (0, 2π) es
n=1
;∞
sen(nx)
x=π−2 .
n=1
n
<∞ 1 π2
3) 2
= .
n=1 n 6
Vamos a aplicar la identidad de Parseval al desarrollo de Fourier de f (x) = x,
;∞
4
:f :22 = 2π + π 3
;
n=1
n2
de donde
;∞
1 π2
= .
n=1
n2 6
<∞ cos(nx)
1
4) 2
= 12 (3x2 − 6πx + 2π 2 ) uniformemente en [0, 2π].
n=1 n
Aplicando el teorema 7.3.6 al desarrollo en serie de Fourier de f (x) = x se obtiene que
;∞
x2 cos(nx) − 1
= πx + 2
2 n=1
n2
uniformemente en [0, 2π], con lo que, sustituyendo el valor obtenido en el ejemplo anterior de
<∞
1
n2 se concluye.
n=1
Observación: Nótese que la igualdad del ejemplo 2) anterior no es cierta en los extremos
del intervalo; para x = 0 el primer miembro es 0 y el segundo π y para x = 2π el primero es
2π y el segundo π. El primer miembro no es una función de perı́odo 2π y el segundo sı́; si
definimos 1
x si x ∈ (0, 2π)
g(x) =
π si x = 0 ó x = 2π
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 295
−2π 0 2π 4π 6π
En este caso g ya no es continua en los puntos de la forma 2kπ; los lı́mites laterales valen 0
y 2π y la serie de Fourier de x (el miembro de la derecha en la igualdad anterior) converge a
π, que es precisamente la media aritmética de los lı́mites laterales; veremos más adelante que
esto ocurre no sólo en este caso, sino siempre que se verifiquen determinadas condiciones.
Sea E = R([0, 2π]) el espacio vectorial de las funciones integrables Riemann en [0, 2π];
como sabemos, el producto escalar
T2 : E × E −→ R
I 2π
(f, g) 0−→ fg
0
no es en este caso euclı́deo, por lo que : :2 no es una norma. A pesar de ello, en (R([0, 2π]), T2)
siguen teniendo perfecto sentido las definiciones de perpendicularidad, sistema ortogonal,
desarrollo de Fourier, y son válidas la desigualdad de Bessel y la identidad de Parseval (para
sistemas completos); por ejemplo,
1 2
1 cos(nx) sen(nx)
S= √ , √ , √
2π π π n∈N
seguirá siendo, obviamente, un sistema ortonormal de (R([0, 2π]), T2). Además, aunque : :2
no es una norma, permite definir en R([0, 2π]) una topologı́a, tomando como abiertos los
conjuntos U tales que para cada f ∈ U existe ε > 0 de modo que
B(f, ε) = {g ∈ R([0, 2π]) : :f − g:2 < ε}
está contenida en U . Dicha topologı́a no es Hausdorff, por lo que una sucesión puede tener
más de un lı́mite; no obstante, puede definirse lo que es un subconjunto denso en R([0, 2π]):
A es denso cuando A = R([0, 2π]), es decir, cuando para cada f ∈ R([0, 2π]) y cada ε > 0,
existe g ∈ A tal que :f − g:2 < ε. Entonces tiene sentido preguntarse si el sistema ortonormal
S anterior es completo también en R([0, 2π]). La respuesta es, como veremos, afirmativa.
296 7.4. Series de Fourier
f (xi+1 ) − f (xi )
g(x) = f (xi ) + (x − xi )
xi+1 − xi
a xi xi+1 b
La función g es continua, además si x ∈ [xi , xi+1 ], entonces mi (f, π) < g(x) < Mi (f, π) y
por lo tanto
I b ; I xi+1
n−1 ; I xi+1
n−1
2 2
|f − g| = |f − g| ≤ (Mi (f, π) − mi (f, π))2 =
a i=0 xi i=0 xi
n−1
;
= (Mi (f, π) − mi (f, π))2(xi+1 − xi ) ≤ M (S(f, π) − s(f, π)) < M ε,
i=0
en R([0, 2π]). Vamos a estudiar, como ya adelantamos, determinadas condiciones bajo las
cuales la serie de Fourier (con el sistema S) de una función f ∈ R([0, 2π]) converge uniforme
o puntualmente a dicha función.
Teorema 7.4.14. Si f : R −→ R es de clase C 1 y periódica de perı́odo 2π, entonces la serie
de Fourier de f converge uniformemente a f .
Demostración: Sean an , bn los coeficientes de Fourier de f , y a"n , b"n los de su derivada
f " ∈ C([0, 2π]). Para n > 0 se tendrá que
I 2π ?6 72π I 2π " @
1 1 sen(nx) f (x) sen(nx) b"
an = √ f (x) cos(nx)dx = √ f (x) − dx = − n
π 0 π n 0 0 n n
y
I ?6 72π I @
2π 2π
1 1 cos(nx) f " (x) cos(nx) a"
bn = √ f (x) sen(nx)dx = √ −f (x) + dx = n
π 0 π n 0 0 n n
luego # % # %
|b" | 1 1 |a"n | 1 1
|an | = n ≤ " 2
|bn | + 2 y |bn | = ≤ " 2
|an | + 2 .
n 2 n n 2 n
< "2 < "2
Por
< la desigualdad
< de Bessel, las series an y bn convergen, luego también convergen
|an | y |bn |. Entonces, por el criterio M de Weierstrass, la serie de Fourier de f converge
uniformemente en [0, 2π], es decir, si Sn (f ) denota la suma parcial n–ésima de la serie de
Fourier de f , se tendrá que existe g ∈ C([0, 2π]) tal que {Sn (f )} → g uniformemente, luego
también {Sn (f )} → g en : :2 . Como, por otro lado, {Sn (f )} → f en : :2 y (C([0, 2π]), : :2 )
es un espacio normado, ha de ser f = g. !
Para el estudio de la convergencia puntual nos será útil el siguiente
Lema) 7.4.15 (Riemann–Lebesgue).
* Si f : [a, b] −→ R es integrable Riemann, entonces
Jb
lim a
f (x) sen(αx)dx = 0.
α→∞
para una cierta constante K, luego se tendrá, utilizando la desigualdad de Schwartz, que
3I 3 3I 3 3I 3
3 b 3 3 b 3 3 b 3
3 3 3 3 3 3
3 f (x) sen(αx)dx ≤
3 3 (f (x) − g(x)) sen(αx)dx +
3 3 g(x) sen(αx)dx3≤
3 a 3 3 a 3 3 a 3
K √ K
≤ :f − g:2 : sen(αx):2 + ≤ε b−a+ ,
α α
de donde se concluye. !
Sea f : R −→ R integrable y periódica de periodo 2π. La suma parcial n–ésima de su serie
de Fourier en un punto x valdrá
I 2π
1
Sn (x) = f (t)dt+
2π 0
n 6#I 2π % #I 2π % 7
1;
+ f (t) cos(kt)dt cos(kx) + f (t) sen(kt)dt sen(kx) =
π 0 0
k=1
I W n
X
1 2π 1 ;
= f (t) + (cos(kt) cos(kx) + sen(kt) sen(kx)) dt =
π 0 2
k=1
I 2π W n
X I
1 1 ; 1 2π
= f (t) + cos(k(t − x)) dt = f (t)Dn (t − x)dt,
π 0 2 π 0
k=1
I −x+2π I
1 1 π
Sn (x) = f (x + u)Dn (u)du = f (x + u)Dn (u)du =
π −x π −π
I I
1 0 1 π
= f (x + u)Dn (u)du + f (x + u)Dn (u)du =
π −π π 0
I I ' (
2 π
f (x − u) + f (x + u) 2 π f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
= Dn (u)du = ' ( du.
π 0 2 π 0 2 2 sen u2
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 299
I ' (
2 δ f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1 2 u
Sn (x) = ' ( du+
π 0 2 2 sen u2
I ' (
2 π f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1 2 u
+ ' ( du,
π δ 2 2 sen u2
f (x − u) + f (x + u)
y como la función g(u) = es integrable en [δ, π], por el lema de Riemann–
4 sen( u2 )
Lebesgue es ' (
I
2 π f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1 2 u
lim ' ( du = 0,
n→∞ π δ 2 2 sen u2
con lo que
? I ' ( @
2 δ
f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
lim (Sn (x)) = lim ' ( du
n→∞ n→∞ π 0 2 2 sen u2
siempre que alguno de los lı́mites exista. Esto demuestra que la convergencia de la serie de
Fourier de f en el punto x depende sólo del comportamiento de f en un entorno de x arbi-
trariamente pequeño, lo cual contrasta fuertemente con la definición, ya que los coeficientes
de la serie de Fourier dependen de los valores de f en todo [0, 2π].
Para simplificar aún más el lı́mite anterior, tomemos la función
0 si u = 0
F (u) = 1 1
− ' ( si u ∈ (0, δ]
u 2 sen u2
F es continua en [0, δ], como se comprueba sin dificultad, y entonces, por el lema de
Riemann–Lebesgue se tendrá que
? I ? @ # % @
2 δ f (x − u) + f (x + u) 1 1 2n + 1
lim − ' ( sen u du = 0,
n→∞ π 0 2 u 2 sen u2 2
con lo que
? I ' ( @
2 δ
f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
(*) lim (Sn (x)) = lim du ,
n→∞ n→∞ π 0 2 u
300 7.4. Series de Fourier
y como
I δ
' 2n+1 ( I 2n+1 δ I ∞
sen 2 u
2 sen(t) sen(t)
lim du = lim dt = dt,
n→∞ 0 u n→∞ 0 t 0 t
hemos llegado, usando (*), a que
I ∞
2 sen(t)
lim (Sn (x)) = A dt.
n→∞ π 0 t
I ∞
sen(t)
Para calcular el valor de dt vamos a aplicar lo obtenido hasta ahora a la función
0 t
f (x) = 1 (que verifica obviamente las condiciones impuestas). En este caso, lim(Sn (x)) = 1
y A = 1, con lo que sustituyendo queda
I ∞
sen(t) π
dt = .
0 t 2
f (x − u) + f (x + u) f (x − u) + f (x + u)
− lim
g(u) = 2 u→0 2
u
f (x − u) + f (x + u)
lim (Sn (x)) = lim
n→∞ u→0 2
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 301
;#
n−1
f (k (x0 )
%
f (n (c)
f (x) = (x − x0 )k + (x − x0 )n ,
k! n!
k=0
Proposición 7.5.2. Toda serie de potencias es una función analı́tica en su cı́rculo de con-
vergencia.
<
Demostración: Supongamos que la serie es de la forma an xn y sean R su radio de
convergencia y f la función que define la serie en su cı́rculo de convergencia.<Hay que probar
que para cada x ∈ (−R, R) existen δ > 0 y bn ∈ R tales que f (x) = bn (x − x0 )n si
|x − x0 | < δ.
Sea δ = R − |x0 |; escribiendo
n # %
;
n n n n−k
x = (x − x0 + x0 ) = x (x − x0 )k
k 0
k=0
y por ser |x − x0 | < δ, es |x0 | + |x − x0 | < δ + |x0 | = R y por lo tanto la serie del último
término converge (recuérdese que una serie de potencias converge absolutamente en su cı́rculo
de convergencia).
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 303
<
Si la serie es de la forma
< an (x−x0 )n y R es su radio de convergencia, haciendo el cambio
y = x − x0 , la serie an y n será, según acabamos de probar, analı́tica en (−R, R), lo que
permite concluir fácilmente. !
Ejemplos: 1) Las funciones ex , sen(x) y cos(x) son analı́ticas en todo R, porque las series
que las definen son convergentes en R.
1
2) La función f : R∗ −→ R definida por f (x) = es analı́tica ya que si |h| < |x0 |
x
∞ # %n ; ∞
1 1 1 1 ; −h n h
n
= = = (−1) .
x0 + h x0 1 + xh x0 n=0 x0
0 n=0
xn+1
0
∞ ∞
? ∞
@n
; ; ;
(g ◦ f )(x) = g(f (x)) = bn (f (x) − y0 )n = bn am (x − x0 )m .
n=0 n=0 m=1
304 7.5. Funciones analı́ticas
# %n
<
∞ <
∞ <
Como am (x − x0 )m = amn (x − x0 )m , donde amn = ai1 . . . ain , susti-
m=1 m=n i1 +···+in =m
tuyendo queda
∞
? ∞
@ ∞
; ; ;
m
(g ◦ f )(x) = bn amn (x − x0 ) = cm (x − x0 )m ,
n=0 m=n m=0
<
m
siendo cm = bn amn , lo que prueba que g ◦ f es analı́tica en U (nótese que se puede
n=0
intercambiar el orden de sumación por tratarse de series absolutamente convergentes). !
Observación: El corolario anterior prueba, por una parte, que los coeficientes del desarrollo
en serie de potencias de una función analı́tica son únicos, y, por otra, que dichos coeficientes
son precisamente los del desarrollo de Taylor de la función. En este sentido puede afirmarse
que las funciones analı́ticas tienen desarrollo de Taylor infinito, lo que responde a la pregunta
planteada al inicio de este apartado.
Ejemplos: 1) Sea f : (−1, +∞) −→ R la función definida como f (x) = (1 + x)α con α ∈ R.
Vamos a probar que dicha función es analı́tica para |x| < 1.
El polinomio de Taylor de orden n de f (x) es, como sabemos,
n # %
; α k
P (x) = x .
k
k=0
∞ ' (
< α
Entonces, en caso de ser f analı́tica, su desarrollo en serie de potencias debe ser n xn .
n=0
∞ ' (
< α
La serie n xn es convergente (criterio del cociente) para |x| < 1. Entonces la función
n=0
g : (−1, 1) −→ R definida por
;∞ # %
α n
g(x) = x
n=0
n
es analı́tica en (−1, 1); se trata de probar que f (x) = g(x) en dicho intervalo.
Por la proposición anterior, es
;∞ # % ;∞ # %
" α n−1 α − 1 n−1
g (x) = n x =α x ,
n=0
n n=1
n − 1
de donde
∞ #
; % ;∞ # %
" α−1 n−1 α−1 n
(1 + x)g (x) = α x +α x =
n=1
n−1 n=1
n−1
? ∞ ## % # %% @
; α−1 α−1
=α 1+ + xn = αg(x),
n=1
n − 1 n
luego
d(log(g(x))) g " (x) α
= = .
dx g(x) 1+x
306 7.5. Funciones analı́ticas
luego log(g(x)) = log(f (x)) + λ para un cierto λ ∈ R, con lo que g(x) = eλ f (x). Como
además g(0) = 1 = f (0), es eλ = 1, luego f (x) = g(x), como querı́amos demostrar.
La serie que define la función g(x) recibe el nombre de serie binómica, ya que si α ∈ N es
el binomio de Newton y queda un polinomio en lugar de una serie.
2) La función f : R −→ R definida por
# %
exp − 1 si x #= 0
f (x) = x2
0 si x = 0
3) Probar que π4 = arctg( 21 ) + arctg( 13 ) y utilizar el desarrollo del ejercicio anterior para
calcular π con cuatro decimales.
4) Probar que arcth(x) es analı́tica en U = {x : |x| < 1} y que si |x| < 1 es
;∞
x2n+1
arcth(x) = .
n=0
2n + 1
5) Utilizar el ejercicio anterior para calcular log(10) con cuatro decimales exactos.
Indicación: En primer lugar relacionar la fórmula anterior con log(x) y después usar las
propiedades de log(x) para abreviar los cálculos.
Observación: Los desarrollos en serie de ex , sen(x), cos(x), log(1 + x), (1 + x)α y arcth(x)
en 0 son válidos hasta la primera “singularidad” de la función en el eje real; sin embargo,
el de arctg(x) no. Esta diferencia de comportamiento sólo se explica cuando se estudian las
funciones analı́ticas en C.
Bibliografı́a
307
308
Índice Alfabético
A bola abierta 99
bola cerrada 99
Abel, criterio de 95
Bolzano, teorema de 143
Abel, fórmula de sumación parcial de 94
Bolzano-Weierstrass, teorema de 54, 118
abierto, conjunto 100, 102
borde de un conjunto 107
absolutamente convergente, producto in- Borel-Lebesgue, teorema de 117
finito 76
absolutamente convergente, serie 65 C
absolutamente integrable, función 228
Cantor, propiedad de 27
acotada, función 142 cardinal de un conjunto 43
acotada, sucesión 22 cardinal del continuo 47
acotado, conjunto 18, 115 cardioide 258
acotado inferiormente, conjunto 18 Cauchy, criterio de 62, 74, 225, 268, 280
acotado superiormente, conjunto 18 Cauchy, sucesión de 24, 41, 124
acumulación, punto de 108 cerrada por conjugación, álgebra 278
adherente, punto 105 cerrado, conjunto 103
aislado, punto 108 cierre de un conjunto 105
álgebra 5 cı́rculo de convergencia 282
analı́tica, función 301 circunferencia unidad 160
ángulo 159 clase de equivalencia 2
anillo 3 compacto, espacio 114
anterior de un elemento 7 compacto por sucesiones, espacio 117
antiimagen 2 complejo, número 40
aplicación 2 complementario de un conjunto 1
arco 144 completo, espacio métrico 124
arco coseno 158 completo, sistema ortonormal 292
arco seno 158 componentes conexas 120
arco tangente 160 composición de aplicaciones 2
arco tangente hiperbólica 163 cóncava en un punto, función 188
arco-conexo, espacio 144 condicionalmente convergente, serie 67
argumento 161 conexo, espacio 119
arquimediano, cuerpo 19 conexo por poligonales 144
asociación de términos en una serie 63 conjugado de un número complejo 40
conjunto cociente 2
B
conjunto de los números complejos 40
Banach, espacio de 124 conjunto de los números enteros 9
Barrow, regla de 221, 232 conjunto de los números racionales 12
Bessel, desigualdad de 291 conjunto de los números reales 32
biyectiva, aplicación 2 continua, función 135
309
310 Índice Alfabético