Analisis

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Curso de

Análisis Matemático I

J. Escuadra Burrieza
J. Rodrı́guez Lombardero
A. Tocino Garcı́a
iv
Prólogo

El presente texto corresponde al contenido habitual de la asignatura Análisis Matemático


I en las licenciaturas de Matemáticas y Fı́sicas, aunque puede ser utilizado en cualquier curso
introductorio de Análisis. En general no se supone que el lector posee conocimientos de dicha
materia, aunque a veces se utilizan conceptos y resultados de Álgebra, que han sido resumidos
en los preliminares.

En cuanto a su contenido, no es un libro con novedades, sino que se ha pretendido pre-


sentar la materia de un modo sistemático, dando en cada cuestión tratada las definiciones
con ejemplos que sirvan de aclaración, pasando después a enunciar y demostrar con todos
los detalles cada uno de los resultados. Se presta atención especial a aquellas cuestiones que
generalmente no quedan aclaradas con suficiente detalle en una explicación oral y que, como
muestra la experiencia, son difı́ciles para los estudiantes.

El primer capı́tulo se dedica a la construcción de los números reales partiendo de los na-
turales. Como es bien sabido, hay dos construcciones usuales de dichos números: la de las
“cortaduras” de Dedekind y la de las sucesiones de Cauchy; hemos preferido ésta última,
ya que, si bien presenta más dificultades, tiene la ventaja de ser generalizable a espacios
topológicos. De cualquier manera, para la total comprensión del resto del libro no es impres-
cindible conocer la construcción de los números reales realizada en el apartado 1.9: lo que se
utilizará posteriormente son sólo sus propiedades.

En el segundo capı́tulo se estudian las sucesiones y series numéricas (tanto reales como
complejas) y los productos infinitos reales. En la mayoria de los libros estos dos últimos temas
son tratados más adelante, puesto que en los productos infinitos se usa la función logarı́tmica y
el enunciado del criterio integral de series requiere conocimientos sobre integrales de Riemann.
A pesar de todo, nosotros lo incluimos aquı́, puesto que creemos que es el lugar más lógico,
y los lectores ya habrán estudiado estos temas. No obstante el criterio integral para series
puede ser sustituido en la práctica por el de condensación, y los productos infinitos no son
necesarios para lo que sigue, por lo que su estudio puede ser pospuesto.

Los capı́tulos tercero y cuarto están destinados al estudio de la topologı́a y de la con-


tinuidad. Dicho estudio no se reduce al caso de R, sino que se hace desde el principio en
espacios métricos. Además, detrás de la definición de cada concepto en espacios métricos se
obtiene su caracterización en función de los abiertos, lo cual permite extender dicha definición
a espacios topológicos generales y habitualmente simplifica las demostraciones.
v
Los capı́tulos quinto y sexto están dedicados al cálculo diferencial e integral en una variable
y sus aplicaciones geométricas.

El último capitulo se dedica al estudio de las sucesiones y series de funciones, incluyendo


las series de Fourier y una introducción a las funciones analı́ticas.

Los apéndices se han dedicado a cuestiones complementarias, alguna de las cuales se utiliza
en el resto del libro.

La única diferencia entre esta edición y la anterior es la inclusión en el tema I de un apéndice


sobre los cuerpos no arquimedianos; además se han rehecho los dibujos y corregido las erratas
detectadas.

Salamanca, mayo de 1997

los autores

vi
Índice

Preliminares 1
Tema I: Los números reales 7
1.1. Los números naturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales . . . . . . . . . . . . 8
1.3. El orden de los números racionales. Cuerpos ordenados . . . . . . . . . . . 14
1.4. Cotas. Propiedades arquimediana y del extremo . . . . . . . . . . . . . . 18
1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud . . . . 21
1.6. Intervalos. Propiedad de Cantor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.7. Equivalencia de arquimediano y completo con la propiedad del extremo . . . . 27
1.8. Unicidad de un cuerpo arquimediano y completo . . . . . . . . . . . . . . 30
1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales . . . . . 32
1.10. Los números complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Apéndice I: Conjuntos numerables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Tema II: Sucesiones y series numéricas 53
2.1. Sucesiones de números reales y complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
2.2. Series numéricas. Conceptos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2.3. Series de términos no negativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann . . . . . . . . . 65
2.5. Producto de series . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
2.6. Productos infinitos de números reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Apéndice II: Criterios de convergencia de series . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Tema III: Topologı́a 97
3.1. Espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
3.2. Espacios topológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
3.3. Interior, cierre, exterior, frontera y puntos de acumulación . . . . . . . . . 104
3.4. Lı́mites en espacios métricos. Espacios de Hausdorff . . . . . . . . . . . . 109
3.5. Subespacios y espacios producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
3.6. Espacios compactos. Espacios compactos por sucesiones . . . . . . . . . . 114
3.7. Espacios conexos. Conjuntos convexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
3.8. Espacios completos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Tema IV: Lı́mites y continuidad 127
4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . 127
4.2. Continuidad en espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
vii
4.3. Continuidad uniforme. Teorema de Heine . . . . . . . . . . . . . . . . 140
4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas . . . . 141
Apéndice I: Notación o y O . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas . . . . 149
Tema V: Cálculo diferencial 165
5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades . . . . . . . . 165
5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital . . . . . . . . . 173
5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
5.4. Aplicación de la fórmula de Taylor al estudio local de funciones . . . . . . . 187
5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables . . . . . . . . . . . 190
Tema VI: Cálculo integral 203
6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann . . . . . 203
6.2. Criterios de integrabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio . . . . . . . . . . . 215
6.4. Teorema fundamental del cálculo integral y aplicaciones . . . . . . . . . . 221
6.5. Integrales impropias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
6.6. Integrales dependientes de un parámetro . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
Apéndice I: Cálculo de primitivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral . . . . . . . . . . . 251
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 263
7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática . . . . . . . . . . 263
7.2. El teorema de Stone–Weierstrass . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
7.3. Series de funciones. Series de potencias . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
7.4. Series de Fourier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285
7.5. Funciones analı́ticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
Bibliografı́a 307
Índice Alfabético 309

viii
Preliminares

Sean A y B dos subconjuntos de un conjunto X. Si todo elemento de A pertenece a B,


diremos que A está contenido en B y lo denotaremos A ⊆ B. Si A ⊆ B y no son iguales, se
escribe A ⊂ B. Si A ⊂ X y A #= ∅ diremos que A es un subconjunto propio de X.
Se llama unión de A y B al conjunto A ∪ B = {x ∈ X : x ∈ A ó x ∈ B}.
Se llama intersección de A y B al conjunto A ∩ B = {x ∈ X : x ∈ A y x ∈ B}.
Se dice que A y B son disjuntos si A ∩ B = ∅.
Se llama complementario de A al conjunto AC = {x ∈ X : x ∈ / A}.
C
Se denota por A − B al conjunto A − B = A ∩ B = {x ∈ X : x ∈ A y x ∈ / B}.
Análogamente, dados {Ai }i∈I subconjuntos de X, siendo I un conjunto de ı́ndices, se
definen su unión y su intersección como
!
Ai = {x ∈ X : x ∈ Ai para algún i}
i∈I

"
Ai = {x ∈ X : x ∈ Ai para todo i}
i∈I

Se verifican, entre otras, las siguientes propiedades:


(1) Leyes de De Morgan:
# %C
$ & C
1.a) Ai = Ai
i∈I i∈I
# %C
& $ C
1.b) Ai = Ai
i∈I i∈I
' (C
(2) AC # = A%
$ & & $
(3) A Ai = (A Ai )
#i∈I % i∈I
& $ $ &
(4) A Ai = (A Ai ).
i∈I i∈I
Se dice que los subconjuntos {Ai }i∈I forman una partición de X si verifican:
$
(1) Ai = X
i∈I
(2) Ai ∩ Aj = ∅ si i #= j.

Se llama producto cartesiano de los conjuntos X e Y al conjunto

X × Y = {(x, y) : x ∈ X , y ∈ Y } .
1
2 Preliminares

Análogamente se define el producto cartesiano X1 ×· · ·×Xn de un número finito de conjuntos


n veces
X1 , . . . , Xn . En particular se representa por X n a X × · · · × X.
Una aplicación entre dos conjuntos X e Y es un subconjunto Γf de X × Y tal que para
cada x ∈ X existe un único y ∈ Y de modo que (x, y) ∈ Γf . Si (x, y) ∈ Γf escribiremos
y = f (x); la aplicación se denotará f : X −→ Y , o simplemente f , y a Γf lo llamaremos
gráfica de la aplicación f .
Una aplicación f : X −→ Y es inyectiva si dados x, x" ∈ X distintos, entonces f (x) #= f (x" ).
Es epiyectiva si para todo y ∈ Y existe algún x ∈ X tal que f (x) = y. Una aplicación inyectiva
y epiyectiva a la vez se dice que es biyectiva.
Si A ⊆ X se llama imagen de A por f al conjunto f (A) = {f (x) : x ∈ A}; se llama imagen
de f a f (X) y también se denota Im(f ).
Dados una aplicación f : X −→ Y y un subconjunto B de Y , se define la antiimagen de B
por f como el subconjunto de X

f −1 (B) = {x ∈ X : f (x) ∈ B}.

Se verifican las propiedades siguientes:


# %
−1
$ $ −1
(1) f Bi = f (Bi )
#i∈I % i∈I
& & −1
(2) f −1 Bi = f (Bi )
i∈I i∈I
' (
(3) f −1 B C = f −1 (B)C
(4) A ⊆ f −1' (f (A))(
(5) B ⊇ f f −1 (B) ,
donde A es un subconjunto de X y B, {Bi }i∈I son subconjuntos de Y .
En el caso en que f sea biyectiva, para cada y ∈ Y el conjunto f −1 ({y}) es un único punto
de X, lo que permite definir una aplicación f −1 : Y → X, a la que llamaremos inversa de f .
Dadas dos aplicaciones f : X −→ Y y g : Y −→ Z, se llama composición de f y g a la
aplicación g ◦ f : X −→ Z definida por (g ◦ f )(x) = g(f (x)).
En particular, si X ⊆ Y e i : X −→ Y es la inyección natural, la composición g ◦i : X −→ Z
se llama restricción de g a X y se representa por g|X .
Una relación binaria R entre los elementos de un conjunto X es un subconjunto del pro-
ducto cartesiano X × X. Si (x, y) ∈ R diremos que x está relacionado con y y escribiremos
xRy.
Una relación binaria R en X es de equivalencia si verifica las propiedades siguientes:
(1) Reflexiva: Para todo x ∈ X es xRx.
(2) Simétrica: Dados x, y ∈ X, si xRy entonces yRx.
(3) Transitiva: Si x, y, z ∈ X son tales que xRy e yRz, entonces xRz.
En lo sucesivo denotaremos a las relaciones de equivalencia por ≡ en lugar de R. Al
conjunto de todos los elementos de X relacionados con x se le denomina clase de equivalencia
de x, y se representa por x. Se demuestra que dos clases de equivalencia son disjuntas o
idénticas. El conjunto de las clases de equivalencia de X por la relación ≡ se denomina
conjunto cociente de X por ≡, y se denota por X/ ≡.
Preliminares 3

Una relación binaria R en X es de orden si verifica las propiedades reflexiva, transitiva y


(2" ) Antisimétrica: Si x, y ∈ X son tales que xRy e yRx, entonces x = y.
En lo sucesivo denotaremos por ≤ en lugar de R a las relaciones de orden. Escribiremos
además x < y cuando sea x ≤ y y x #= y. La notación x ≥ y equivale a y ≤ x.
Una relación de orden ≤ es de orden total si dados x, y ∈ X o bien x ≤ y o bien x ≥ y. En
este caso se dice que X está totalmente ordenado. En caso contrario la relación se denomina
de orden parcial.
Si X e Y son conjuntos ordenados, diremos que una aplicación f : X −→ Y conserva el
orden si dados x, y ∈ X con x < y se verifica que f (x) < f (y).
Si X e Y son conjuntos totalmente ordenados, diremos que una aplicación f : X −→ Y es
creciente si f (x) < f (y) para x < y. Se dice que f es decreciente si f (x) > f (y) para x < y.
Se dice que f es monótona creciente si f (x) ≤ f (y) para x ≤ y. Se dice que f es monótona
decreciente si f (x) ≥ f (y) para x ≤ y. Se dice que f es monótona si es monótona creciente o
decreciente.
Sea X un conjunto; una operación interna en X es una aplicación µ : X × X −→ X.
Un grupo es un conjunto G dotado de una operación interna, µ : G × G −→ G, que lla-
maremos suma y denotaremos x + y = µ(x, y), que verifica las propiedades:
(1) Asociativa: (x + y) + z = x + (y + z) para todo x, y, z ∈ G.
(2) Tiene elemento neutro 0: x + 0 = x = 0 + x para todo x ∈ G.
(3) Todo elemento x tiene opuesto −x: x + (−x) = 0 = −x + x para todo x ∈ G.
Si además la operación verifica la propiedad
(4) Conmutativa: x + y = y + x para todo x, y ∈ G,
se dice que G es un grupo abeliano.
En lo sucesivo escribiremos x − y = x + (−y).
Una aplicación entre grupos f : G −→ G" es un morfismo de grupos si f (x+y) = f (x)+f (y)
para cualesquiera x, y ∈ G, donde el signo + del primer miembro es la operación de G y el
del segundo la de G" .
Si f es un morfismo de grupos, entonces f (0) = 0, ya que f (0) = f (0 + 0) = f (0) + f (0), y
basta sumar a los extremos de la igualdad el opuesto de f (0). Además será f (−x) = −f (x),
ya que 0 = f (x − x) = f (x) + f (−x).
Un anillo es un grupo abeliano (A, +) dotado de otra operación interna ν : A × A −→ A,
que llamaremos producto y denotaremos ν(x, y) = x · y, que verifica las propiedades
(1) Asociativa: (x · y) · z = x · (y · z) para todo x, y, z ∈ A.
(2) Distributiva respecto de la suma: x · (y + z) = x · y + x · z para todo x, y, z ∈ A.
Si además la operación · verifica la propiedad
(3) Conmutativa: x · y = y · x para todo x, y ∈ A,
el anillo se llama conmutativo, y se dice que es unitario o con unidad si cumple:
(4) Existe 1 ∈ A tal que 1 · x = x = x · 1 para todo x ∈ A.
De ahora en adelante, la palabra anillo significará anillo conmutativo con unidad. Además,
mientras no haya peligro de confusión, suprimiremos el · y denotaremos xy a x · y.
4 Preliminares

En todo anillo A es 0x = 0 para cada x ∈ A, ya que 0x = (0 + 0)x = 0x + 0x, y basta


sumar a ambos miembros el opuesto de 0x.
Una aplicación entre dos anillos f : A −→ A" es un morfismo de anillos si respeta la unidad
y las operaciones internas, es decir, si para todo x, y ∈ A es:

f (x + y) = f (x) + f (y)
f (xy) = f (x)f (y)
f (1) = 1

Un cuerpo K es un anillo (conmutativo con unidad) en el que además se verifica:


(5) Existencia de inverso: Para cada x ∈ K, x #= 0, existe x−1 ∈ K tal que xx−1 = 1.
Habitualmente suele escribirse x1 en lugar de x−1 e xy ó y/x en vez de yx−1 .
Una aplicación entre dos cuerpos f : K −→ K " es un morfismo de cuerpos si es un morfismo
de anillos entre K y K " .
Si f #= 0 es un morfismo de cuerpos, el lector puede demostrar que la condición f (1) = 1
se deduce de las otras dos. ' ( ' (
Si x #= 0, f (x) #= 0, ya que si fuese f (x) = 0 serı́a 0 = f (x)f x−1 = f xx−1 ='f (1)(= 1,
−1
lo cual es absurdo. Entonces multiplicando
' −1 ( los dos−1miembros de la igualdad f (x)f x =1
por el inverso de f (x) resulta que f x = f (x) .
Un espacio vectorial sobre un cuerpo k (o abreviadamente un k–espacio vectorial) es un
grupo abeliano (E, +) junto con una operación

· : k × E −→ E
(λ, e) 0−→ λ · e

verificando las propiedades:


(1) λ · (e + e" ) = λ · e + λ · e" ,
(2) (λ + µ) · e = λ · e + µ · e,
(3) (λµ) · e = λ · (µ · e),
(4) 1 · e = e
para todo λ, µ ∈ k, e, e" ∈ E. A partir de ahora, como en el caso del producto de un anillo,
denotaremos simplemente λe a λ · e.
Por ejemplo, Rn con las operaciones

(x1 , . . . , xn ) + (y1 , . . . , yn ) = (x1 + y1 , . . . , xn + yn )


λ(x1 , . . . , xn ) = (λx1 , . . . , λxn )

para cada (x1 , . . . , xn ) , (y1 , . . . , yn ) ∈ Rn , λ ∈ R es un R–espacio vectorial.


Si E y E " son k–espacios vectoriales, diremos que una aplicación f : E −→ E " es lineal si
verifica:
(1) f (e + e" ) = f (e) + f (e" ),
(2) f (λe) = λf (e)
Preliminares 5

para cada λ ∈ k, e, e" ∈ E.


Un producto escalar sobre un k–espacio vectorial E es una aplicación T2 : E × E −→ k que
verifica:
(1) Linealidad en el primer factor :
1.a) T2 (e + e" , e"" ) = T2 (e, e"" ) + T2 (e" , e"" ),
1.b) T2 (λe, e" ) = λT2 (e, e" );
(2) Linealidad en el segundo factor :
2.a) T2 (e, e" + e"" ) = T2 (e, e" ) + T2 (e, e"" ),
2.b) T2 (e, λe" ) = λT2 (e, e" );
(3) Simetrı́a: T2 (e, e" ) = T2 (e" , e),
para cada λ ∈ k, e, e" , e"" ∈ E.
Si k es un cuerpo y A un k–espacio vectorial, se dice que A es una k–álgebra si está dotada
de un producto

A × A −→ A
(a, b) 0−→ a · b

respecto del cual A es un anillo (con la suma del espacio vectorial) y además verifica:

λ(ab) = (λa)b

para todo λ ∈ k, a, b ∈ A.
Si k es un cuerpo se llama polinomio en x con coeficientes en k a toda expresión de la
forma a0 + a1 x + · · · + an xn con ai ∈ k, i = 1, . . . , n. El conjunto de los polinomios en x con
coeficientes en k se denota k[x].
Se dice que el polinomio a0 + a1 x + · · · + an xn tiene grado n si an #= 0.
Si dos polinomios tienen el mismo grado se define su suma por

(a0 + a1 x + · · · + an xn ) + (b0 + b1 x + · · · + bn xn ) = (a0 + b0 ) + (a1 + b1 )x + · · · + (an + bn )xn .

Si los polinomios no tienen el mismo grado, se añaden términos nulos al de grado menor antes
de sumar.
Se define el producto de polinomios por

(a0 + a1 x + · · · + an xn ) · (b0 + b1 x + · · · + bm xm ) = c0 + c1 x + · · · + cs xs

donde s = n + m y ci = a0 bi + a1 bi−1 + · · · + ai b0 para i = 0, 1, . . . , s. Se define el producto


de un polinomio por un escalar por

λ(a0 + a1 x + · · · + an xn ) = λa0 + (λa1 )x + · · · + (λan )xn .

Con estas operaciones k[x] es una k-álgebra.


6
Tema I: Los números reales

1.1. Los números naturales

Designaremos por N al conjunto de los números naturales {1,2,3...}. En N se tienen


definidas las operaciones suma y producto habituales; la primera de ellas es asociativa y con-
mutativa, pero no tiene elemento neutro; la segunda es asociativa, conmutativa, con elemento
neutro y distributiva respecto de la suma.
N es un conjunto totalmente ordenado por la relación del orden natural: n ≤ m si y sólo
si n = m ó existe h ∈ N tal que n + h = m.
Definición 1.1.1.– Si Y es un subconjunto de un conjunto X totalmente ordenado, se dice
que a es el primer elemento de Y si a ∈ Y y a ≤ y para todo y ∈ Y . Análogamente se dice
que b es el último elemento de Y si b ∈ Y e y ≤ b para todo y ∈ Y .

Ejemplo: Todo subconjunto finito de un conjunto totalmente ordenado tiene primer y último
elemento.

Definición 1.1.2.– En un conjunto totalmente ordenado X, el siguiente de un elemento a es


el primer elemento de Y = {x ∈ X : x > a}, si existe. Igualmente el anterior de un elemento
a es el último elemento de Y = {x ∈ X : x < a}, si existe.

Definición 1.1.3.– Un conjunto X totalmente ordenado se dice que está naturalmente or-
denado si verifica:
(1) Para todo a ∈ X el conjunto {x ∈ X : x ≤ a} es finito.
(2) No tiene último elemento.

Ejemplo: N está naturalmente ordenado.

Ejercicio: Probar que los conjuntos totalmente ordenados que verifican (1) y no (2) son los
conjuntos finitos totalmente ordenados.
Proposición 1.1.4. Sea X un conjunto naturalmente ordenado. Se verifica:
(1) Todo subconjunto no vacı́o de X tiene primer elemento.
(2) Todo elemento de X tiene siguiente.
(3) Todo elemento de X distinto de su primer elemento tiene anterior.
(4) Principio de inducción: Si un subconjunto A ⊆ X contiene al primer elemento de X
y con cada elemento que contiene contiene al siguiente, entonces A=X.
7
8 1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales

Demostración: (1) Sea A ⊆ X, A #= ∅; sea a ∈ A. El conjunto {x ∈ X : x ≤ a} es


finito, luego {x ∈ A : x ≤ a} también. Su primer elemento (existe por ser finito) es el primer
elemento de A.
(2) Sea a ∈ X y A = {x ∈ X : x > a}; como X no tiene último elemento, A #= ∅, luego
tiene primer elemento; dicho elemento es, por definición, el siguiente de a.
(3) Si a no es el primer elemento de X, {x ∈ X : x < a} es no vacı́o y finito, luego tiene
último elemento; este elemento es el anterior de a.
(4) Si A #= X, X − A #= ∅, luego tiene primer elemento α distinto del primer elemento
de X. Por (3) α tiene anterior β, que no puede estar en X − A. Entonces β ∈ A. Usando
la hipótesis, α deberı́a estar en A, ya que es el siguiente de β, lo cual no es posible, pues
α ∈ X − A. Entonces X = A. !
Teorema 1.1.5. Un conjunto X está naturalmente ordenado si y sólo si es isomorfo (como
conjunto ordenado) a N.
Demostración: Definimos φ : N −→ X por

φ(1) = primer elemento de X,


φ(n + 1) = siguiente de φ(n).

Por definición φ es inyectiva y conserva el orden. Como Im(φ) verifica las hipótesis del
principio de inducción, Im(φ) = X, luego también es epiyectiva. !

1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales

Conocidos los números naturales, el propósito inicial es resolver determinadas ecuaciones


en N en las que interviene únicamente la operación de sumar; para empezar consideremos la
ecuación x + 2 = 5; dado que 2 es anterior a 5, para obtener la solución es suficiente contar
los números que hay entre ambos, es decir, x = 3. Sin embargo, si la ecuación es x + 5 = 2
es claro que no se puede encontrar su solución del modo anterior, ya que 5 es posterior a 2
y al sumar cualquier natural a 5 se obtienen números todavı́a mayores; nuestro trabajo va a
consistir en construir un conjunto que contenga a N y en el cual dichas ecuaciones tengan
solución. Las soluciones de las ecuaciones del tipo x + m = n serán los números enteros.
Empecemos representando la solución por la propia ecuación; designaremos, por simpli-
ficar, mediante el par (n, m) a la solución de la ecuación

x + m = n (m, n ∈ N).

(Obsérvese que se coloca en primer lugar el número del segundo miembro de la ecuación). De
este modo establecemos una correspondencia biunı́voca entre el conjunto de ecuaciones de la
forma x + m = n (m, n ∈ N) y el producto cartesiano N × N.
Ahora bien, no sólo queremos dar un nombre a las soluciones, sino crear una aritmética
entre ellas. En concreto, nos proponemos contestar a las cuestiones siguientes:
(1) ¿Pueden dos ecuaciones tener la misma solución? ¿Qué relación tiene que haber entre
ellas para que esto ocurra?
Tema I: Los números reales 9

(2) ¿Cómo se opera con dichas soluciones?


(3) ¿Son los números naturales parte de dichas soluciones?
(4) ¿Hemos resuelto definitivamente el problema?; es decir: en el nuevo conjunto, ¿debe-
mos aprender de nuevo a resolver la ecuación que nos ha llevado a la ampliación?

Empecemos por la primera: si a los dos miembros de una ecuación sumamos un número
natural, la identidad persiste; por tanto los “números” (2,5), (3,6), (4,7),... deben ser el
mismo. Haciéndolo en general, si las ecuaciones

x+m=n
(1)
x + m" = n"

tienen la misma solución α, sumando m" a la primera y m a la segunda se obtienen las


ecuaciones

x + m + m" = n + m"
x + m" + m = n" + m,

que también tienen la misma solución α, y como los primeros miembros coinciden han de
hacerlo los segundos, es decir, debe ser

n + m" = n" + m.

Recı́procamente, es inmediato que si n + m" = n" + m, las dos ecuaciones (1) tienen la misma
solución.
En consecuencia, las ecuaciones (1) tienen la misma solución si y sólo si

n + m" = n" + m.

La relación definida en N × N por

(n, m) ≡ (n" , m" ) si n + m" = n" + m

es de equivalencia, como puede verificar fácilmente el lector, luego podemos pasar al cociente.
A los elementos (n, m) se les llama números enteros, por lo que el conjunto N × N/ ≡, al que
denotaremos Z, recibe el nombre de conjunto de los números enteros.
Veamos ahora cómo definir las operaciones en Z. Calculemos la suma de dos enteros
α = (n, m) y α" = (n" , m" ). Como los pares (n, m) y (n" , m" ) son sendos representantes de α
y α" ,

α+m= n
(2)
α" + m" = n" .

Si sumamos las dos igualdades miembro a miembro obtenemos

α + m + α" + m" = n + n" ,


10 1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales

de donde se obtiene que α + α" es solución de la ecuación

x + m + m" = n + n" ,

con lo que
α + α" = (n + n" , m + m" ),
ası́ que se define la suma por

(n, m) + (n" , m" ) = (n + n" , m + m" ).

La operación anterior está bien definida, es decir, el resultado no depende de los represen-
tantes (n, m), (n" , m" ) elegidos, ya que si (k, h), (k" , h" ) son otros dos representantes de las
clases (n, m) y (n" , m" ) respectivamente, se tendrá que n + h = k + m y n" + h" = k" + m" , con
lo que sumando será
n + h + n" + h" = k + m + k" + m" ,
luego efectivamente
(n + n" , m + m" ) = (k + k" , h + h" ).
Es además asociativa:
) *
(n, n") + (m, m" ) + (k, k" ) = (n + m, n" + m" ) + (k, k" ) =
= ((n + m) + k, (n" + m" ) + k" ) = (n + (m + k), n" + (m" + k" )) =
) *
= (n, n" ) + (m, m" ) + (k, k" ) ,

conmutativa:

(n, n" ) + (m, m" ) = (n + m, n" + m" ) = (m + n, m" + n" ) = (m, m" ) + (n, n"),

tiene elemento neutro (k, k) :

(n, m) + (k, k) = (n + k, m + k) = (n, m)

y el elemento (n, m) tiene por opuesto (m, n) :

(n, m) + (m, n) = (n + m, m + n).

Por lo tanto (Z, +) es un grupo abeliano.


Definamos ahora el producto de los enteros α y α" anteriores. Como antes, α y α" verificarán
las igualdades (2). Si multiplicamos dichas iguadades obtenemos

αα" + αm" + mα" + mm" = nn" ;

sumando m" m en ambos lados de la igualdad, queda

αα" + (α + m)m" + m(α" + m" ) = nn" + m" m,


Tema I: Los números reales 11

con lo que
αα" + nm" + mn" = nn" + m" m,
de donde
αα" = (nn" + m" m, nm" + mn" ),
lo que nos permite definir el producto de dos enteros como

(n, m) · (n" , m" ) = (nn" + m" m, nm" + mn" ).

Se comprueba, tal y como se hizo para la suma, que está bien definido, que es asociativo y
conmutativo, que tiene elemento neutro (n + 1, n) y que es distributivo respecto de la suma.
En resumen, la terna (Z, +, ·) es un anillo.
Pasemos al tercer interrogante: ¿es posible incluir a los números naturales en los enteros Z
ası́ construidos? Para cada número natural n, debemos encontrar una ecuación que lo tenga
por solución; sin duda la más sencilla es x + 1 = n + 1.
Definamos la aplicación f : N −→ Z por f (n) = (n + 1, 1); si comprobamos que es inyectiva
y respeta las operaciones, habremos contestado afirmativamente a la pregunta. Ahora bien,
esto es inmediato, ya que si f (n) = f (m), será n + 1 + 1 = m + 1 + 1, y por tanto n = m, y
por otro lado
f (n + m) = f (n) + f (m) y f (nm) = f (n)f (m)
sin más que susutituir cada término por su valor.
Finalmente veamos que toda ecuación de la forma

z+a=b

donde z, a, b ∈ Z, tiene solución en Z.


En efecto: Si escribimos z = (x, x"), a = (m, m" ), b = (n, n"), la ecuación anterior se
transforma en
(x + m, x" + m" ) = (n, n" ),
es decir,
x + m + n" = x" + m" + n,
de donde, recurriendo a la relación de equivalencia, se tiene que

(x, x" ) = (m" + n, m + n" )

es la solución buscada.
Para concluir con Z vamos a cambiar la notación, que es muy engorrosa, por la habitual.
Al entero (n, m) lo representaremos por:

0
 si n = m
(n, m) = n − m si n > m


−(m − n) si m > n.
12 1.2. Ampliación de los números naturales a los racionales

El lector debe comprobar que las operaciones suma y producto antes definidas escritas con
la nueva notación coinciden con las habituales “suma y producto de enteros” que conocı́a.
De la misma manera que se ha hecho la construcción de Z a partir de N para “aprender
a restar”, se realiza la de Q a partir de Z para “aprender a dividir”. La ecuación 2x = 3 no
puede tener solución en Z, porque el primer miembro es siempre par y el segundo es impar;
vamos a ampliar Z con las soluciones de toda ecuación de la forma qx = p con p, q ∈ Z. En
este caso debemos excluir el valor q = 0, ya que si A es un anillo y x ∈ A, 0x = 0, con lo que
si q = 0 la ecuación no tiene solución para p #= 0 y cualquier número es solución para p = 0.
Como antes, representamos la solución de dicha ecuación por (p, q) y vamos a ir contestando
a las mismas preguntas.
Consideremos, pues, las ecuaciones

qx = p
(3)
q " x = p"

con p, p" ∈ Z y q, q " ∈ Z∗ = Z − {0}; si multiplicamos por q " la primera y por q la segunda
obtenemos:

q " qx = q " p
(4)
qq " x = qp" ,

y, si las ecuaciones (3) tienen la misma solución, también han de tenerla las ecuaciones (4);
como los primeros miembros de las ecuaciones (4) coinciden, también deben coincidir los
segundos, es decir, qp" = q " p. El recı́proco también es cierto. En consecuencia, las ecuaciones
(3) tienen la misma solución si y sólo si qp" = q " p. Ello nos lleva a definir en Z×Z∗ la relación:

(p, q) ≡ (p" , q " ) si qp" = q " p.

Esta relación es de equivalencia; a los elementos (p, q) se les llama números racionales, por
lo que el conjunto Z × Z∗ / ≡, al que denotaremos Q, recibe el nombre de conjunto de los
números racionales.
Las operaciones se definen de la misma manera; dados dos racionales α = (p, q), α" = (p" , q " )
será:
qα = p
(5)
q " α" = p" ;

multiplicando por q " la primera, por q la segunda y sumando se obtiene:

qq " (α + α" ) = q " p + qp" ,

luego debemos definir


(p, q) + (p" , q " ) = (q " p + qp" , qq " ),
donde qq " #= 0 por ser q #= 0 y q " #= 0.
Tema I: Los números reales 13

Como antes, se comprueba que esta operación está bien definida y que verifica las propie-
dades asociativa y conmutativa, que tiene elemento neutro y que todo elemento tiene opuesto.
Ası́ (Q, +) es un grupo abeliano.
Para obtener el producto de dos números racionales α y α" multiplicamos las ecuaciones
(5), de donde resulta:
qαq " α" = pp" ,
luego debemos definir
(p, q) · (p" q " ) = (pp" , qq " ).
Se comprueba que el producto es compatible con la relación de equivalencia, que verifica las
propiedades asociativa, conmutativa y distributiva respecto de la suma y que existe elemento
neutro; vamos a ver que además todo elemento no nulo tiene inverso, con lo que (Q, +, ·) será
un cuerpo conmutativo. Se trata de demostrar que toda ecuación de la forma
az = 1
con a ∈ Q∗ = Q − {0} tiene solución en Q, lo cual quedará probado si demostramos que toda
ecuación de la forma az = b, con a ∈ Q∗ y b ∈ Q, tiene solución en Q.
Sea, pues, la ecuación
az = b
con z, a, b ∈ Q y a #= 0; si z = (x, x"), a = (p, p" ) y b = (q, q " ), la ecuación anterior se expresará
en la forma
(px, p" x" ) = (q, q " ),
de donde, por la relación de equivalencia,
pxq " = p" x" q,
o, de nuevo por la relación de equivalencia,
(x, x" ) = (p" q, pq " )
(nótese que al ser a #= 0 es p #= 0, por lo que lo anterior tiene sentido).
Debemos demostrar también que los nuevos números contienen a los números a partir de
los que se definen, en este caso Z; cada p ∈ Z es solución de la ecuación
1x = p,
luego se puede definir f : Z −→ Q como f (p) = (p, 1). Como en el caso anterior, se demuestra
fácilmente que es inyectiva y compatible con las operaciones.
La representación habitual, en el caso de los racionales, es
p
(p, q) = .
q
Queda como ejercicio al lector la comprobación, análoga al caso de los enteros, de que con
la nueva representación las operaciones suma y producto aquı́ definidas coinciden con las
habituales.
Observación: Dado un número racional a siempre existe un representante (p, q) con q ∈ N.
A partir de este momento siempre que tomemos un racional pq entenderemos que q ∈ N.
Pero los números racionales tampoco son suficientes para resolver todas las ecuaciones; por
ejemplo, la ecuación x2 = 2, que se obtiene al calcular la diagonal de un cuadrado de lado
unidad, no tiene solución racional, como demuestra la siguiente
14 1.3. El orden de los números racionales. Cuerpos ordenados

Proposición 1.2.1. La ecuación x2 = 2 no tiene solución en Q.


Demostración: Lo haremos por el método de reducción al absurdo. Ası́ pues, supongamos
que existe una solución racional x de la ecuación anterior; será x = pq , con p, q ∈ Z, y podemos
suponer además que su máximo común divisor es m.c.d.(p, q)=1 (de lo contrario dividimos p
y q por dicho número). Por ser solución de la ecuación x2 = 2 será

p2
= 2,
q2

de donde p2 = 2q 2 . Entonces p2 es par, luego también p, ya que el cuadrado de todo número


impar es impar; ası́ pues, p = 2k, con lo que

2q 2 = p2 = 4k2 .

Entonces q 2 = 2k2 , ası́ que q 2 es par, y con él también q, lo cual contradice la hipótesis de
ser m.c.d.(p, q)=1. !

Ejercicio: Demostrar que si p ∈ N es primo, entonces la ecuación x2 = p no tiene solución


en Q.

1.3. El orden de los números racionales. Cuerpos ordenados

De modo análogo a la construcción de Z hecha para completar la suma y Q para completar


el producto, los números reales serán construidos para completar el orden de Q, por lo que
vamos a estudiarlo con detalle. Definiremos en primer lugar el orden de Z.
Definición 1.3.1.– Si p, q ∈ Z, escribiremos p < q si q − p ∈ N, y p ≤ q si p < q ó p = q.
Se comprueba fácilmente que la relación ≤ que acabamos de definir es de orden total.
Para Q lo haremos de otra manera:
Definición 1.3.2.– Si a ∈ Q, diremos que a es positivo si existen números naturales m, n
tales que a = mn (según el convenio, la definición se reduce a que m ∈ N). Diremos que a es
negativo si no es 0 ni positivo.
Sean Q+ = {a ∈ Q : a es positivo} y Q− = {a ∈ Q : a es negativo}. Entonces se verifica
la siguiente
Proposición 1.3.3. Q = Q+ ∪ Q− ∪ {0} es una partición de Q que verifica:
(1) Q− = −Q+ = {−a : a ∈ Q+ }.
(2) Q+ es estable para la suma y el producto, es decir, Q+ + Q+ ⊆ Q+ y Q+ Q+ ⊆ Q+ .

Demostración: La primera parte es consecuencia de la definición, luego todo se reduce a


probar las propiedades (1) y (2).
(1) Sea a ∈ Q+ ; será a = m m
n con m, n ∈ N. Entonces −a = − n no puede estar en Q ,
+

pues de lo contrario serı́a −a = kr , con k, r ∈ N, de donde −mr = nk, es decir, el opuesto


Tema I: Los números reales 15

del número natural mr serı́a nk ∈ N, lo cual es imposible. Y, como −a #= 0, necesariamente


estará en Q− . Esto prueba que −Q+ ⊆ Q− . Es inmediato comprobar la inclusión en sentido
contrario, es decir, que todo elemento negativo de Q es el opuesto de alguno positivo.
(2) Sean a = m k
n y b = r , con m, n, k, r ∈ N. Entonces

mr + kn mk
a+b = y ab = ,
mn nr
de donde se concluye. !

Definición 1.3.4.– Sea K un cuerpo totalmente ordenado mediante la relación ≤. Se dice


que K es un cuerpo ordenado si el orden de K es compatible con las operaciones, lo cual
quiere decir que si a, b, c ∈ K se verifica
(1) Si a < b entonces a + c < b + c.
(2) Si a < b y c > 0 entonces ac < bc.

Veamos que si se tiene una partición como la de Q en un cuerpo cualquiera, entonces el


orden es compatible con las operaciones.
Teorema 1.3.5. Un cuerpo K es ordenado si y sólo si es posible hacer una partición K =
K + ∪ {0} ∪ K − de manera que K + sea estable para las dos operaciones y K − = −K + . Por
analogı́a con Q, los elementos de K + reciben el nombre de positivos, y los de K − negativos.
Demostración: Veamos en primer lugar el recı́proco. Si se tiene una partición como la del
enunciado en K, diremos que a < b si b − a ∈ K + , lo cual permite definir la relación

a ≤ b si a < b ó a = b,

es decir,
a ≤ b si b − a ∈ K + ∪ {0}.
Es una relación de orden:
Reflexiva: Si a ∈ K, a ≤ a por definición.
Antisimétrica: Si a ≤ b y b ≤ a, se tendrá que b−a ∈ K + ∪{0} y −(b−a) = a−b ∈ K + ∪{0}.
Entonces, si fuese b − a #= 0, serı́a a la vez positivo y negativo, lo cual es imposible, luego
b − a = 0, con lo que b = a.
Transitiva: Si a ≤ b y b ≤ c, entonces b − a ∈ K + ∪ {0} y c − b ∈ K + ∪ {0}; debido a la
estabilidad de K + para la suma c − a = (c − b) + (b − a) ∈ K + ∪ {0}, luego a ≤ c.
La relación anterior es de orden total, porque, si a, b ∈ K, entonces b − a está en K + , en
K − ó es 0, es decir, a < b, b < a ó a = b.
Probemos finalmente la compatibilidad del orden con las operaciones:
(1) Si a < b y c ∈ K, entonces b − a ∈ K + , luego (b + c) − (a + c) = b − a ∈ K + , de donde
a + c < b + c.
(2) Si a < b y c > 0, entonces b − a ∈ K + , luego

bc − ac = (b − a)c ∈ K + ,

de donde ac < bc, con lo que queda demostrada la primera parte.


16 1.3. El orden de los números racionales. Cuerpos ordenados

Supongamos ahora que K es un cuerpo ordenado . Sea K + = {a ∈ K : a > 0}. Por ser el
orden compatible con las operaciones se tendrá que, si a, b ∈ K + , es decir, si a > 0 y b > 0,
entonces, por una parte a + b > 0 + b > 0, luego a + b ∈ K + , y por otra, ab > 0b = 0, luego
ab ∈ K + .
Sea K − = {a ∈ K : a < 0}. Como la relación es de orden total, K = K + ∪ {0} ∪ K − , y por
la propiedad antisimétrica estos tres conjuntos son disjuntos dos a dos, luego si demostramos
que K − = −K + habremos terminado.
Si a ∈ K + , entonces −a no puede ser positivo, pues de lo contrario se tendrı́a que la suma
de a y −a serı́a positivo, es decir, 0 ∈ K + , lo cual es absurdo, luego −a ∈ K − . Esto demuestra
que −K + ⊆ K − .
Recı́procamente: si a ∈ K − , por la misma razón que antes −a ∈ K + , luego a = −(−a) ∈
−K + , de donde K − ⊆ −K + , con lo que se concluye la demostración. !

El teorema anterior junto con la proposición 1.3.3 demuestran que Q es un cuerpo ordenado.
Lema 1.3.6. Sea K un cuerpo ordenado. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) 1 ∈ K +.
(2) K −K − ⊆ K + y K −K + ⊆ K −.
(3) Si x ∈ K + , entonces x−1 ∈ K + .
Demostración: (1) 1 ∈ K = K + ∪ {0} ∪ K − y como 1 #= 0, ha de estar en K + ó en K − ;
supongamos que 1 ∈ K − . Entonces −1 ∈ K + , luego 1 = (−1)(−1) ∈ K + , con lo que
1 ∈ K + ∩ K − = ∅, lo cual es absurdo. Entonces 1 ∈ K + .
(2) Si a, b ∈ K − y c ∈ K + , a = −a" , b = −b" , con a" , b" ∈ K + , luego

ab = (−a" )(−b" ) = a" b" ∈ K +


ac = (−a" )c = −a" c ∈ −K + = K − .

(3) Sea x ∈ K + ; entonces x−1 #= 0. Si x−1 ∈ K − , entonces, por (2), 1 = xx−1 ∈ K − , lo


cual es falso por (1). En consecuencia, x−1 ∈ K + . !
Como aplicación de este lema veremos cómo no siempre las ampliaciones algebraicas (que
nos han servido para pasar de N a Q) conservan el orden.
Corolario 1.3.7. Si K es un cuerpo ordenado, la ecuación x2 + 1 = 0 no tiene solución en
K.
Demostración: El cuadrado de todo número distinto de cero es positivo, mientras que −1
es negativo. !
Seguidamente veremos que Q es el mı́nimo cuerpo ordenado.
Teorema 1.3.8. Si K es un cuerpo ordenado, entonces existe un único morfismo inyectivo
f : Q −→ K de cuerpos ordenados, es decir, que conserva las operaciones y el orden.
Demostración: Probemos en primer lugar la unicidad. Supongamos que existe un morfismo
f : Q −→ K de cuerpos ordenados. Por ser morfismo de cuerpos verifica f (0) = 0, f (1) = 1
y f (−x) = −f (x). Entonces para cada n ∈ N ha de ser
n veces n veces
f (n) = f (1 + · · · + 1) = 1 + · · · + 1.
Tema I: Los números reales 17

Si ahora z ∈ Z y z ∈
/ N ∪ {0}, es z = −n con n ∈ N, con lo que f (z) = f (−n) = −f (n).
En cuanto a los números racionales obsérvese que, si a ∈ Q, a = m
n
con m, n ∈ Z, y
)m * )m*
f (m) = f n =f f (n).
n n
Como 1 ∈ K + , f (n) = 1 + · · · + 1 ∈ K + , y como no es nulo, de la igualdad anterior se
deduce que
) m * f (m)
f = .
n f (n)
Ası́ pues, si f existe ha de estar definido mediante las fórmulas

f (0) = 0
n veces
f (n) = 1 + · · · + 1
) m * f (m)
f =
n f (n)
) m* f (m)
f − =−
n f (n)

si n, m ∈ N, lo que prueba su unicidad.


Probemos la existencia. Para construir una función f : Q −→ K definimos f (0) = 0 y
n veces
f (n) = 1 + · · · + 1 si n ∈ N, con lo que queda definida en N ∪ {0}. Como f (n) ∈ K + , tiene
inverso y permite definir f sobre Q por
)m* f (m) ) m* f (m)
f = y f − =− ,
n f (n) n f (n)
m h
con m, n ∈ N. Esta definición no depende del representante: dado a ∈ Q+ , si n y k son dos
representaciones de él, con m, n, h, k ∈ N, será mk = nh, y por lo tanto

f (m)f (k) = f (mk) = f (nh) = f (n)f (h),

donde las igualdades de los extremos se obtienen contando los unos. Entonces

f (m) f (h)
=
f (n) f (k)

lo que prueba que f no depende del representante para Q+ . Lo mismo se prueba para los
negativos, luego la definición de f es correcta.
Es inmediato comprobar que si a, b ∈ Q entonces

f (a + b) = f (a) + f (b)
f (ab) = f (a)f (b),

con lo que f es un morfismo de cuerpos.


18 1.4. Cotas. Propiedades arquimediana y del extremo

Veamos que f es un morfismo de cuerpos ordenados. Para demostrarlo basta probar que
f (Q+ ) ⊆ K + , ya que en este caso, si a, b ∈ Q y a < b, b − a ∈ Q+ , luego f (b) − f (a) =
f (b − a) ∈ K + , con lo que f (a) < f (b). Demostremos, pues, que si a ∈ Q+ , entonces
f (a) ∈ K + . Como sabemos, si n ∈ N es f (n) ∈ K + . Ahora bien, si a ∈ Q+ , entonces a = m
n
con m, n ∈ N, luego f (a) = f (m)f (n)−1 ∈ K + , ya que el inverso de un elemento positivo es
positivo y K + es estable para el producto.
La inyectividad es consecuencia inmediata de la conservación del orden. !
Ası́ pues, todo cuerpo ordenado contiene un único subcuerpo isomorfo a los números
racionales. Entonces tiene sentido dar la siguiente
Definición 1.3.9.– Si K es un cuerpo ordenado, diremos que a ∈ K es irracional si a ∈
/ Q.

1.4. Cotas. Propiedades arquimediana y del extremo

Definición 1.4.1.– Sea A un subconjunto no vacı́o de un cuerpo ordenado K. Diremos que


b ∈ K es una cota superior (resp. inferior ) de A si a ≤ b (resp. a ≥ b) para todo a ∈ A.
/ 0
Ejemplo: El 1 es una cota superior del subconjunto A ⊂ Q, A = n1 : n ∈ N , pues n1 ≤ 1
para todo n ∈ N. Sin embargo ningún a ∈ Q con a < 1 es cota superior de dicho conjunto.

Definición 1.4.2.– Diremos que A ⊆ K está acotado superiormente (resp. inferiormente)


si existe en K alguna cota superior (resp. inferior) de A, y que está acotado si lo está superior
e inferiormente.

Ejemplos: 1) El conjunto A del ejemplo anterior está acotado superior e inferiormente (El
1 es una cota superior y el 0 una cota inferior), luego está acotado.
2) El subconjunto N ⊂ Q no está acotado superiormente, ya que dado cualquier a ∈ Q, si
a ≤ 0, entonces a < 1 y si a > 0 es, para ciertos n, m ∈ N, a = m n < m + 1. Sin embargo, sı́
lo está inferiormente (el 1 es una cota inferior).

Definición 1.4.3.– Llamaremos supremo o extremo superior (resp. ı́nfimo o extremo infe-
rior ) de A a la menor de las cotas superiores (resp. mayor de las cotas inferiores) de A, en el
caso de que exista, y se denotará por sup(A) (resp. inf(A)). Si el supremo (resp. ı́nfimo) de
A pertenece al conjunto A, recibe el nombre de máximo (resp. mı́nimo) de dicho conjunto, y
se denota por max(A) (resp. min(A)).

Ejemplos: 1) Todo subconjunto finito de/un cuerpo 0ordenado tiene máximo y mı́nimo.
2) El 1 es el supremo del conjunto A = n1 : n ∈ N , y es su máximo. El 0 es su ı́nfimo, ya
que es cota inferior, y cualquier racional mayor que él (positivo) no es cota inferior. En efecto,
dado ε ∈ Q+ , 1ε ∈ Q+ , y como N no está acotado superiormente en Q, existe un natural n
tal que 1ε < n, es decir, para este n es n1 < ε, con lo que ε no es cota inferior de A. Como el
0 no está en A, no es su mı́nimo.

Ejercicios: 1) Probar que si el supremo de un conjunto existe, es único.


Tema I: Los números reales 19

2) Si A y B son dos subconjuntos de un cuerpo ordenado que tienen supremo y A ⊆ B,


entonces sup(A) ≤ sup(B).
3) Dados dos subconjuntos A y B de un cuerpo ordenado K y λ ∈ K, se definen los
conjuntos
A + B = {a + b : a ∈ A, b ∈ B}
AB = {ab : a ∈ A, b ∈ B}
λA = {λa : a ∈ A}
Probar:
a) Si A y B tienen supremo, entonces también lo tiene A + B y

sup(A + B) = sup(A) + sup(B).

b) Si además A, B ⊆ K + y λ ∈ K + , entonces AB y λA tienen supremo y

sup(AB) = sup(A) sup(B)

sup(λA) = λ sup(A)

Definición 1.4.4.– Diremos que un cuerpo ordenado K es arquimediano si N no está acotado


en K, es decir, si para todo x ∈ K existe un n ∈ N tal que x < n.

Ejemplo: Q es un cuerpo arquimediano porque, como ya vimos, N no está acotado en Q.


Proposición 1.4.5. Si K es un cuerpo ordenado, las condiciones siguientes son equiva-
lentes:
(1) K es arquimediano.
(2) Para cada ε ∈ K + existe un n ∈ N tal que n1 < ε.

Demostración: (1) ⇒ (2) Si ε ∈ K + , por hipótesis existe un n ∈ N tal que n > 1ε , luego
ε > n1 .
(2) ⇒ (1) Si x ∈ K + , x−1 ∈ K + , luego existe n ∈ N tal que x1 > n1 , de donde n > x. Y
si x ∈ K − ∪ {0}, 1 > x. Esto prueba que ningún x ∈ K es cota superior de N, luego K es
arquimediano. !

Ejercicio: Demostrar que K es arquimediano si y sólo si para cada x, y ∈ K + existe n ∈ N


tal que nx > y. (Esta propiedad, equivalente a las anteriores, fue la utilizada originariamente
por Arquı́medes, de donde procede el nombre).

Definición 1.4.6.– Si K es un cuerpo ordenado, diremos que verifica la propiedad del extremo
si todo subconjunto no vacı́o A de K acotado superiormente tiene supremo.

Ejercicio: Sea K un cuerpo ordenado que verifique la propiedad del extremo. Probar que
todo subconjunto no vacı́o de K acotado inferiormente tiene ı́nfimo.
No todo cuerpo ordenado K verifica la propiedad del extremo, como veremos a continuación.
20 1.4. Cotas. Propiedades arquimediana y del extremo

Proposición 1.4.7. Si K es un cuerpo ordenado y verifica la propiedad del extremo, todo


elemento α ∈ K + tiene raı́z cuadrada.
Demostración: Si α = 1 el resultado es trivial. Sean α ∈ K + , α #= 1 y A = {x ∈ K : x2 <
α}. A es un conjunto no vacı́o (contiene al 0, por ejemplo) y está acotado superiormente,
ya que si α > 1, entonces α2 > α, con lo que el propio α es una cota superior de A, y si
α < 1, entonces el 1 acota superiormente al conjunto A. Por tanto A tiene supremo β; vamos
a demostrar que β 2 = α.
Para ello vamos a probar en primer lugar que las cotas superiores de A son los elementos
a ∈ K + tales que a2 ≥ α. Es inmediato que si a ∈ K + y a2 ≥ α, entonces a es cota superior.
Recı́procamente, probemos que si a es cota superior entonces a2 ≥ α. Para ello probaremos
que, si a2 < α, entonces a no es una cota superior del conjunto A. Basta encontrar un ε > 0
tal que (a + ε)2 < α, ya que como a < a + ε y a + ε ∈ A, entonces a no será cota superior.

α − a2
(a + ε)2 < α ⇔ a2 + 2aε + ε2 < α ⇔ ε(2a + ε) < α − a2 ⇔ ε< .
2a + ε
α−a2 α−a2
Si tomamos ε < a, será 2a+ε > 3a , luego basta elegir
1 2
α − a2
ε < min a, .
3a

Como β es cota superior de A, será β 2 ≥ α.


Veamos que β 2 ≤ α; para ello veremos que si fuera β 2 > α entonces existirı́a un ε > 0 tal
que (β − ε)2 > α, con lo cual β − ε < β también serı́a cota superior de A, en contradicción
con ser β la menor de las cotas superiores.
Para que sea (β − ε)2 = β 2 − 2βε + ε2 > α es suficiente con que sea β 2 − 2βε > α, y

β2 − α
β 2 − 2βε > α ⇔ 2βε < β 2 − α ⇔ ε < ,

con lo que se concluye. √


De ambas desigualdades obtenemos β 2 = α, es decir, β = α. !
Corolario 1.4.8. Q no verifica la propiedad del extremo.
Esta es la prueba de la insuficiencia de Q que va a motivar la construcción de R.
Definición 1.4.9.– Dado a ∈ K cuerpo ordenado, llamaremos valor absoluto de a al número
|a| = max{a, −a}.
Proposición 1.4.10. Sean K un cuerpo ordenado y a, b, r ∈ K. Se verifican las propiedades
siguientes:
(1) Si r ≥ 0, |a| ≤ r si y sólo si −r ≤ a ≤ r.
(2) |a| ≥ 0 ; |a| = 0 si y sólo si a = 0.
(3) |a + b| ≤ |a| + |b|.
(4) |a − b| ≥ ||a| − |b||.
(5) | − a| = |a|.
(6) |ab| = |a||b|.
Tema I: Los números reales 21

Demostración: (1) Sea r ≥ 0. |a| ≤ r si y sólo si a ≤ r y −a ≤ r, lo cual es cierto si y sólo


si a ≤ r y a ≥ −r.
(2) Si a = 0, |a| = 0, y si a #= 0 entonces o bien a o bien −a son positivos, con lo que su
máximo también.
(3) Por (1) bastará ver que −|a| − |b| ≤ a + b ≤ |a| + |b|, lo cual es inmediato a partir de
la definición.
La demostración de (4), (5) y (6) se deja al lector. !

1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado.


Sucesiones de Cauchy. Completitud

Definición 1.5.1.– Una sucesión de elementos de un conjunto X es una aplicación

N −→ X
n 0−→ an

Por abuso de lenguaje, también llamaremos sucesión de elementos de X a la imagen


{an }n∈N del conjunto N por la aplicación anterior. Abreviadamente la representaremos por
{an }.

Observaciones: 1) En algunas ocasiones la sucesión comenzará con el término a0 , a2 u otros;


en ese caso se advertirá explı́citamente.
2) En este apartado trataremos únicamente con sucesiones de elementos de un cuerpo
ordenado.
/10
Ejemplo: n n∈N es una sucesión de elementos de Q.

Definición 1.5.2.– Diremos que una sucesión {an }n∈N es convergente si existe un elemento
a ∈ K tal que para cada ε ∈ K + existe un n0 ∈ N de modo que si n ≥ n0 entonces |an −a| < ε.
Proposición 1.5.3. Si una sucesión es convergente, el elemento a cumpliendo la definición
es único.
Demostración: Sean a y a" dos elementos de K cumpliendo la definición para la sucesión
convergente {an } y sea ε ∈ K + . Entonces
(1) existe un n0 ∈ N tal que para todo n ≥ n0 es |an − a| < 2ε , y
(2) existe un n1 ∈ N tal que para todo n ≥ n1 es |an − a" | < 2ε .
Sea n ≥ max{n0 , n1 }; entonces
ε ε
|a − a" | = |a − an + an − a" | ≤ |a − an | + |an − a" | < + = ε.
2 2
Luego |a−a" | < ε para todo ε ∈ K + , y por tanto |a−a" | = 0, es decir, a = a" , como querı́amos
demostrar. !
La proposición anterior permite dar la siguiente
22 1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud

Definición 1.5.4.– Si una sucesión {an }n∈N es convergente, al único elemento a cumpliendo
la definición 1.5.2 se le llama lı́mite de la sucesión {an } y se escribe lim (an ) = a, lim(an ) = a,
n→∞
o simplemente {an } → a.
/ 0
Ejemplos: 1) La sucesión n1 de Q es convergente y su lı́mite es 0, ya que dado cualquier
ε ∈ Q+ , eligiendo n0 > 1ε (lo cual es posible por ser Q arquimediano), será para n ≥ n0
3 3
31 3
3 − 03 = 1 ≤ 1 < ε.
3n 3 n n0

2) Una sucesión constante es convergente, y su lı́mite es precisamente el valor de dicha


constante.
3) La sucesión {(−1)n } no es convergente en Q, ya que de lo contrario, tomando 0 < ε < 1,
existirı́a un número racional a tal que |1 − a| < ε, y |1 + a| = | − 1 − a| < ε, con lo que

2 = |1 − (−1)| ≤ |1 − a| + |a + 1| < 2ε < 2,

que es obviamente falso.


Se dice que una sucesión {an } en un cuerpo ordenado K está acotada si lo está como
subconjunto de K. Por ello tiene sentido la siguiente
Proposición 1.5.5. Toda sucesión convergente está acotada.
Demostración: Si la sucesión {an } tiene lı́mite a, tomando ε = 1 en la definición, existirá
n0 ∈ N tal que |an − a| < 1 para todo n ≥ n0 , con lo que |an | < 1 + |a| para n > n0 . Entonces
si M = max{|a1 |, . . . , |an0 −1 |, |a| + 1} se verifica que |an | ≤ M para todo n ∈ N. !
Proposición 1.5.6. Si {an } y {bn } son dos sucesiones convergentes con lı́mites a y b res-
pectivamente, entonces
(1) {an + bn } es convergente y su lı́mite es a + b.
(2) {an bn } es convergente y su lı́mite es ab. 4 5
(3) Si lim(an ) = a #= 0, existe n0 ∈ N tal que an #= 0 para n ≥ n0 y la sucesión a1n
1
(que existe para n ≥ n0 ) tiene lı́mite a.

Demostración: (1) Sea ε ∈ K + ; existe un n0 tal que para n ≥ n0 es


ε
|an − a| <
2
y un n1 tal que para n ≥ n1
ε
|bn − b| < ,
2
luego para n ≥ max{n0 , n1 } es:

|(an + bn ) − (a + b)| ≤ |an − a| + |bn − b| < ε.

(2) Por la proposición anterior existe M > 0 tal que |an | ≤ M para todo n ∈ N. Se tiene:

|an bn − ab| ≤ |an bn − an b| + |an b − ab| = |an ||bn − b| + |an − a||b|.


Tema I: Los números reales 23

Como lim (an ) = a, existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 es


ε
|an − a| < ;
2(|b| + 1)

como lim (bn ) = b, existe n1 ∈ N tal que si n ≥ n1 es


ε
|bn − b| < ;
2M
por lo tanto para todo n ≥ max{n0 , n1 } es
ε ε
|an bn − ab| < M + |b| < ε.
2M 2(|b| + 1)
|a|
(3) Como lim(an ) = a, existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 entonces |an − a| < 2 , y por tanto
|an | ≥ |a|
2
para n ≥ n0 , lo que prueba que en efecto an #= 0 para n ≥ n0 .
2
Dado ε > 0 existe n1 tal que |an − a| < |a|2 ε para n ≥ n1 . Entonces si n ≥ max{n0 , n1 }
se verifica que
3 3 |a|2
3 1 3
1 3 |a − an | ε
3 − = < 2 = ε. !
3 an a3 |an ||a| |a|
|a|
2

Proposición 1.5.7. Sean {an } y {bn } sucesiones convergentes en un cuerpo ordenado K.


(1) Si an ≤ c para todo n ∈ N, entonces lim(an ) ≤ c.
(2) Si an ≤ bn para todo n ∈ N, entonces lim(an ) ≤ lim(bn ).
(3) Si {cn } es una sucesión tal que an ≤ cn ≤ bn para todo n ∈ N y lim(an ) = lim(bn ),
entonces {cn } es también convergente y lim(cn ) = lim(an ).

Demostración: (1) Sea a = lim(an ). Si fuera a > c, tomando ε = a − c ∈ K + existirı́a


n0 ∈ N tal que |an − a| < ε para n ≥ n0 , con lo que an > a − ε = c para n ≥ n0 , en
contradicción con la hipótesis.
(2) Si an ≤ bn para todo n ∈ N, entonces an − bn ≤ 0 para todo n ∈ N y por el apartado
(1) será lim(an − bn ) ≤ 0, con lo que lim(an ) ≤ lim(bn ).
(3) Sea a el lı́mite común de las sucesiones {an } y {bn }. Dado ε > 0 existen n0 , n1 ∈ N
tales que |an −a| < ε para n ≥ n0 y |bn −a| < ε para n ≥ n1 . Entonces, para n ≥ max{n0 , n1 }
será
a − ε < an ≤ cn ≤ bn < a + ε,
de donde se concluye que lim(cn ) = a. !

Observaciones: 1) Si {an } es una sucesión convergente, aunque an < c para todo n ∈ N


no puede asegurarse en general que lim(an ) < c. Por ejemplo, considérese an = − n1 y c=0.
Análoga afirmación es válida para el apartado (2).
2) El carácter de una sucesión no varı́a si se cambia un número finito de términos de la
misma, por lo que en las propiedades anteriores se podrı́a sustituir la expresión “para todo
n” por “para n ≥ n0 ”.
24 1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud

Definición 1.5.8.– Diremos que {an }n∈N es una sucesión de Cauchy o sucesión fundamental
si para cada ε ∈ K + existe un n0 ∈ N tal que para todo n, m ≥ n0 es |an − am | < ε.
/ 0
Ejemplo: La sucesión n1 de Q, que sabemos convergente, es de Cauchy. En efecto, dado
ε ∈ Q+ , usando
3 1 3 ε que el lı́mite de la sucesión es 0, se tendrá que existe n0 tal que si n ≥ n0 ,
entonces 3 n 3 < 2 . Se deduce de aquı́ que si n, m ≥ n0 , entonces
3 3 3 3 3 3
31 3 3 3 3 3
3 − 3 < 3 1 3 + 3 1 3 < ε + ε = ε.
1
3n m3 3n3 3m3 2 2

Este resultado no es particular, sino que, como demostraremos más adelante, toda sucesión
convergente es de Cauchy.
Proposición 1.5.9. Las sucesiones de Cauchy verifican las siguientes propiedades:
(1) Toda sucesión de Cauchy está acotada.
(2) Si {an } es de Cauchy y no tiene lı́mite 0, existen r > 0 y n0 ∈ N tales que |an | > r
si n ≥ n0 .

Demostración: (1) Sea ε = 1. Existe un n0 tal que |an − an0 | < 1 para n ≥ n0 , con lo que
|an | < 1 + |an0 | para n ≥ n0 , luego tomando

M = max{|a1 |, ..., |an0−1 |, 1 + |an0 |},

se verifica que |an | ≤ M para todo n ∈ N.


(2) Como {an } no tiene lı́mite cero, existe r > 0 tal que para cada h ∈ N puede encontrarse
k > h de manera que |ak | > 2r, y, por ser {an } de Cauchy, para el r anterior existe n0 tal
que si n, m ≥ n0 entonces |an − am | < r.
Tomando n0 en el lugar de h, existirá n1 > n0 tal que |an1 | > 2r. Entonces si n ≥ n0 será
|an | ≥ |an1 | − |an − an1 | > 2r − r = r. !
Proposición 1.5.10. Si {an } y {bn } son dos sucesiones de Cauchy, entonces {an + bn } y
{an bn } también son de Cauchy. Además, si {an } es de Cauchy y {a
4 n } 5no tiene lı́mite 0,
entonces existe n0 ∈ N tal que an #= 0 para n ≥ n0 y la sucesión a1n (que existe para
n ≥ n0 ) es de Cauchy.
Demostración: La demostración de la primera parte se reduce a cambiar a y b por am y
bm en la demostración de la proposición 1.5.6.
Demostremos la segunda parte. Según vimos en la proposición anterior, existen r > 0 y
n0 ∈ N tales que |an | > r si n ≥ n0 . Si n, m ≥ n0 , entonces
3 3
3 1 1 33 |am − an | |an − am |
3
3 an − am 3 = |an ||am | ≤ r2
,

de donde, teniendo en cuenta que {an } es de Cauchy, se concluye. !


Tema I: Los números reales 25

Proposición 1.5.11. Toda sucesión convergente es de Cauchy.


Demostración: Sea {an } una sucesión convergente y a = lim(an ); entonces, para cada
ε ∈ K + , existe un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces |an − a| < 2ε . Si n, m ≥ n0 será

|an − am | = |an − a + a − am | ≤ |an − a| + |am − a| < ε,

y por lo tanto {an } es de Cauchy. !


Sin embargo, el recı́proco de la proposición anterior no es cierto en general, como veremos
seguidamente.
Definición 1.5.12.– Sea K un cuerpo ordenado. Diremos que K es completo si toda sucesión
de Cauchy de elementos de K es convergente en K.
Proposición 1.5.13. Sea K un cuerpo ordenado arquimediano y completo. Todo elemento
de K positivo tiene raı́z cuadrada.
Demostración: Sea α ∈ K + . Existen elementos a0 y b0 de K + tales que

a20 < α < b20 y a0 b0 = α.

Sean a1 y b1 las medias armónica y aritmética, respectivamente, de a0 y b0 , es decir:

2 a0 + b0
a1 = y b1 = .
1 1 2
+
a0 b0
Vamos a comprobar que los números a1 y b1 verifican

b0 − a0
a1 b1 = α, a20 < a21 < α < b21 < b20 y b1 − a1 < .
2
1) a1 b1 = α:
2a0 b0 a0 + b0
a1 b1 = = a0 b0 = α.
a0 + b0 2
2) a0 < a1 ya que:

2a0 b0
a0 < a1 ⇔ a0 < ⇔ a0 + b0 < 2b0 ,
a0 + b0
lo cual es cierto por ser a0 < b0 .
3) a21 < α, ya que:

4a20 b20
a21 < α ⇔ < a0 b0 ⇔ 4a0 b0 < a20 + b20 + 2a0 b0 ⇔ (a0 − b0 )2 > 0.
(a0 + b0 )2
α
4) α < b21 ya que, por 1), es b1 = a1
y, usando 3), es

α
b21 = α > α.
a21
26 1.5. Sucesiones en un cuerpo ordenado. Sucesiones de Cauchy. Completitud

5) b1 < b0 ya que a0 < b0 , luego

a0 + b0
b1 = < b0 .
2

6) Finalmente se tiene que

b0 − a0
b1 − a1 < b1 − a0 = .
2

Ası́, si para cada n ≥ 1 definimos

2 an−1 + bn−1
an = , bn = ,
1 1 2
+
an−1 bn−1

lo anterior prueba que

b0 − a0
a20 < a21 < · · · < a2n < α < b2n < b2n−1 < · · · < b20 , an bn = α y bn − an < .
2n

Las sucesiones {an } y {bn } ası́ construidas son de Cauchy. Lo probaremos para {an },
dejando al lector el ejercicio de hacer lo mismo con {bn }. Si m > n, entonces

b0 − a0
|an − am | = am − an < bn − an < .
2n

√ {an } es de Cauchy, y por lo


De esta desigualdad y de ser K arquimediano se deduce que
tanto convergente. Sea a = lim(an ). Para probar que a = α basta ver que {a2n } → α, lo
cual se deduce de la desigualdad

b0 − a0
|a2n − α| = |a2n − an bn | = an |an − bn | < b0 . !
2n

Corolario 1.5.14. Q no es completo.

Corolario 1.5.15. Si f : K −→ K " es un morfismo de cuerpos no nulo, con K ordenado,


arquimediano y completo y K’ ordenado, entonces f conserva el orden.

Demostración: Si a > 0, por el teorema 1.5.13 existe un b ∈ K tal que a = b2 . Entonces


f (a) = f (b)2 , con lo que f (a) ≥ 0. Como f =
# 0 no puede ser f (a) = 0, luego f (a) > 0, y por
lo tanto f conserva el orden. !
Tema I: Los números reales 27

1.6. Intervalos. Propiedad de Cantor

Definición 1.6.1.– Si a y b son elementos de K con a ≤ b, llamaremos intervalo cerrado de


extremos a y b al conjunto
[a, b] = {x ∈ K : a ≤ x ≤ b}
e intervalo abierto de extremos a y b al conjunto

(a, b) = {x ∈ K : a < x < b}.

Llamaremos longitud del intervalo I = [a, b] al número long(I) = b − a.


Obsérvese que, cuando b = a, entonces [a, b] se reduce al punto a = b.
Definición 1.6.2.– Dada una sucesión de intervalos cerrados {In }, diremos que están enca-
jados si In+1 ⊆ In para cada n ∈ N.
Proposición 1.6.3. Si {I&
n } = {[an , bn ]} es una sucesión de intervalos encajados tal que
{long(In )} → 0, entonces In es vacı́a o se reduce a un punto a ∈ K. Además, en este
n
último caso es lim(an ) = a = lim(bn ).
&
Demostración: Si existieran dos puntos en In , por ejemplo a ≤ b, como an ≤ a ≤ b ≤ bn
n
para todo n y {bn − an } → 0, debe ser b − a = 0.
La última parte se deduce de ser |an − a| ≤ |bn − an | y |bn − a| ≤ |bn − an |. !

Definición 1.6.4.– Diremos que K verifica la propiedad de Cantor si dada cualquier sucesión
{In } de intervalos encajados tal que {long(In )} → 0 la intersección de dichos intervalos es un
punto.
Proposición 1.6.5. Si K es un cuerpo ordenado arquimediano y verifica la propiedad de
Cantor, entonces todo elemento positivo de K tiene raı́z cuadrada.
Demostración: Sea α ∈ K + y sean {an } y {bn } las sucesiones construidas para probar la
proposición 1.5.13. Entonces, si In = [an , bn ], {In } es una sucesión de intervalos encajados
tal que {long(In )} → 0, luego su intersección
√ es el punto lim(an ), que, como se demostró en
la citada proposición, es precisamente α. !
Corolario 1.6.6. Q no verifica la propiedad de Cantor.

1.7. Equivalencia de arquimediano y completo


con la propiedad del extremo

En los tres apartados anteriores hemos probado la insuficiencia del cuerpo ordenado Q por
tres razones diferentes:
(1) Existen subconjuntos no vacı́os de Q acotados superiormente y sin supremo.
(2) No toda sucesión de Cauchy de números racionales tiene lı́mite.
(3) Existen sucesiones de intervalos encajados cuyas longitudes tienden a cero con inter-
sección vacı́a.
28 1.7. Equivalencia de arquimediano y completo con la propiedad del extremo

En este punto veremos que estas tres causas son otros tantos modos de describir una misma
incompletitud de Q, de manera que se puede utilizar cualquiera de ellas para completarlo.
Definición 1.7.1.– Una sucesión {an } en un cuerpo ordenado K se dice que es monótona
creciente si lo es como aplicación, es decir, si an ≤ am para n ≤ m. De modo análogo se
define sucesión creciente, decreciente y monótona decreciente.

Observación: Una sucesión {an } es monótona creciente si y sólo si an ≤ an+1 para todo
n ∈ N. Análogamente para el resto.
Proposición 1.7.2. Sea K un cuerpo ordenado que verifica la propiedad del extremo. La
condición necesaria y suficiente para que una sucesión en K monótona creciente (resp. monó-
tona decreciente) sea convergente es que esté acotada superiormente (resp. inferiormente),
en cuyo caso su lı́mite es el supremo (resp. ı́nfimo).
Demostración: Basta demostrarlo para sucesiones monótonas crecientes, ya que el otro
caso se deduce de éste cambiando de signo.
Por la proposición 1.5.5 toda sucesión convergente está acotada.
Recı́procamente, sea {an } una sucesión monótona creciente y acotada superiormente; como
K verifica la propiedad del extremo, {an } tiene supremo S. Veamos que S = lim(an ):
Sea ε ∈ K + ; por definición de supremo, S − ε no es cota superior de {an }, luego existe n0
tal que an0 > S − ε. Como la sucesión es monótona creciente y an ≤ S para todo n, para
n ≥ n0 será
S − ε < an0 ≤ an ≤ S,
luego |an − S| < ε para n ≥ n0 , es decir, lim(an ) = S. !
Teorema 1.7.3. Sea K un cuerpo ordenado. Las proposiciones siguientes son equivalentes:
(1) K verifica la propiedad del extremo.
(2) K es arquimediano y completo.
(3) K es arquimediano y verifica la propiedad de Cantor.

Demostración: (1) ⇒ (2) K es arquimediano: Lo demostraremos por reducción al absurdo;


supongamos, pues, que N está acotado en K y sea S su supremo, que existe por hipótesis.
Por definición S − 1 no es cota superior de N, luego existe n ∈ N tal que n > S − 1, es decir,
n + 1 > S, lo cual contradice el que S sea cota superior de N.
K es completo: Sea {an } una sucesión de Cauchy. Entonces está acotada (proposición
1.5.9), luego por hipótesis existen los números:

bn = sup{an , an+1 , . . . } (n ∈ N)

La sucesión {bn } construida de este modo es monótona decreciente y está acotada infe-
riormente (por estar {an } acotada), luego por la proposición anterior es convergente; sea
b = lim(bn ). Veamos que también es b = lim(an ). En efecto: por ser b = lim(bn ), dado ε > 0
existe un n0 tal que para todo n ≥ n0 es

ε
|bn − b| < ,
2
Tema I: Los números reales 29

ε
y por ser {an } de Cauchy, para todo ε > 0 existe un n1 de modo que |an − am | < 2 si
m, n ≥ n1 . Entonces, si n, m ≥ n1
ε ε
an − < am < an + ,
2 2

con lo que si n ≥ n1 la sucesión {an , an+1 , . . . } está acotada superiormente por an + 2ε ,


luego, como bn es la menor de sus cotas superiores, necesariamente bn ≤ an + 2ε . Entonces
an ≤ bn ≤ an + ε2 , con lo que será |bn −an | < 2ε para todo n ≥ n1 . Ası́ pues, si n ≥ max{n0 , n1 },
entonces
ε ε
|an − b| = |an − bn + bn − b| ≤ |an − bn | + |bn − b| < + = ε.
2 2
(2) ⇒ (3) Como K es arquimediano basta probar que verifica la propiedad de Cantor.
Sea {In } una sucesión de intervalos encajados, In = [an , bn ], tales que {bn − an } → 0. La
sucesión {an } es de Cauchy, ya que para cada ε ∈ K + existe un n0 tal que si n > n0 entonces
bn − an < ε, y por tanto para n > m ≥ n0 se tiene:

|an − am | = an − am ≤ bm − am < ε;

análogo razonamiento prueba que la sucesión {bn } es de Cauchy. Como K es completo, ambas
sucesiones tienen lı́mite en K y, como {bn − an } → 0, las dos tendrán el mismo lı́mite; sea éste
a. Como {a& n } es monótona creciente y {bn } es monótona decreciente, sup(an ) = a = inf(bn ),
con lo que [an , bn ] = {a}, luego K verifica la propiedad de Cantor.
n
(3) ⇒ (1) Sea A un subconjunto de K acotado superiormente, y sean b0 una cota superior
de A y a0 ∈ A. Formamos los intervalos siguientes:
6 7 6 7
 a0 + b0 a0 + b0

 a0 , si , b0 ∩ A = ∅
2 2
[a1 , b1 ] = 6 7

 a0 + b0
 , b0 en otro caso
2
.........
6 7 6 7
 an−1 + bn−1 an−1 + bn−1

 an−1 , si , bn−1 ∩ A = ∅
2 2
[an , bn ] = 6 7

 an−1 + bn−1
 , bn−1 en otro caso
2

Por construcción, en cada [an , bn ] hay elementos de A, y cada bn es cota superior de A;


además, {[an , bn ]} es una sucesión de intervalos encajados y

b0 − a0
bn − an = .
2n

Como K es arquimediano, por la igualdad anterior, {bn − an } → 0; y como K verifica la


propiedad de Cantor la intersección de estos intervalos se reduce a un único punto s; pues
bien, se trata de demostrar que s = sup A:
30 1.8. Unicidad de un cuerpo arquimediano y completo

1) s es cota superior de A: Demostremos que si x > s entoces x ∈ / A; en efecto, si x > s,


como lim(bn ) = s, existe un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces bn − s < x − s, luego x > bn
si n ≥ n0 , lo cual demuestra, por ser bn cota superior, que x ∈ / A.
2) s es la menor de las cotas superiores de A; en efecto, si x < s, por ser lim(an ) = s existe
n1 ∈ N tal que x < an si n ≥ n1 ; como en [an , bn ] hay elementos de A, x no puede ser cota
superior. !

Observación: Dado un cuerpo ordenado K una cortadura (A, B) es una partición de K


en dos subconjuntos no vacı́os A y B de modo que todo elemento de A es menor que todo
elemento de B.
Se puede demostrar que las condiciones siguientes también son equivalentes a las del teo-
rema anterior:
(4) K es arquimediano y toda sucesión monótona creciente y acotada superiormente es
convergente (propiedad de Weierstrass).
(5) Para cada cortadura (A, B) existe un único x ∈ K tal que a ≤ x ≤ b para todo a ∈ A,
b ∈ B (propiedad de Dedekind).

1.8. Unicidad de un cuerpo arquimediano y completo

Proposición 1.8.1. Sea K un cuerpo ordenado arquimediano distinto de Q. Entre cada par
de números de K existen racionales e irracionales.
Demostración: Sean x, y ∈ K, x < y. Veamos que entre x e y existe un racional. Por ser
K arquimediano, existe n ∈ N tal que n1 < y − x, y por el mismo motivo existe m ∈ Z tal que
m − 1 ≤ nx < m. De la primera desigualdad se obtiene que x + n1 < y, y de la segunda que
x< m 1 m 1 m
n ≤ x + n . Uniendo ambas se tendrá que x < n ≤ x + n < y, luego n es un racional
entre x e y.
De este resultado se deduce trivialmente que entre x e y existen infinitos racionales.
Demostremos que entre ellos también existe un irracional (y por tanto infinitos). Sean
q1 , q2 racionales tales que x < q1 < q2 < y; bastará probar que entre q1 y q2 existe un
irracional. Sea α un irracional cualquiera positivo. Por ser K arquimediano existe n ∈ N tal
que n1 < q2 −q α α
α , es decir, tal que n < q2 − q1 . Entonces q1 + n es un irracional entre q1 y
1

q2 . !
Corolario 1.8.2. Sean K un cuerpo ordenado arquimediano distinto de Q y a ∈ K. Existe
una sucesión de racionales y otra de irracionales convergentes a a.
Demostración: Para cada n ∈ N, entre a y a + n1 existen un racional qn y un irracional αn .
Las sucesiones {qn } y {αn } ası́ elegidas verifican |a − qn | < n1 y |a − αn | < n1 respectivamente,
de donde se concluye. !

Definición 1.8.3.– Sea K un cuerpo ordenado. Diremos que un subconjunto A de K es


denso en K si para cada α ∈ K y ε ∈ K + existe un a ∈ A tal que |α − a| < ε.

Ejemplo: Por el corolario 1.8.2, si K es un cuerpo ordenado arquimediano distinto de Q,


entonces los racionales Q y los irracionales K − Q son densos en K.
Tema I: Los números reales 31

Lema 1.8.4. Sea f : K1 −→ K2 un morfismo de cuerpos ordenados, con K2 arquimediano.


Se verifica:
(1) Para cada ε ∈ K2+ existe δ ∈ K1+ tal que f (δ) < ε.
(2) Si {an } es una sucesión de Cauchy en K1 , {f (an )} es de Cauchy en K2 .
(3) Si lim(an ) = a entonces lim(f (an )) = f (a).
K1 K2

Demostración: (1) Dado ε ∈ K2+ , por ser K2 arquimediano existe n ∈ N tal que n1 < ε;
entonces δ = n1 verifica lo pedido, ya que f (δ) = n1 < ε.
(2) Sea ε ∈ K2+ y tomemos δ ∈ K1+ tal que f (δ) < ε. Por ser {an } de Cauchy existe n0 ∈ N
tal que para cada m, n ≥ n0 es |an − am | < δ, es decir am − δ < an < am + δ si n, m ≥ n0 .
Como f es morfismo de cuerpos ordenados, será para n, m ≥ n0
f (am ) − ε < f (am ) − f (δ) < f (an ) < f (am ) + f (δ) < f (am ) + ε,
con lo que |f (an ) − f (am )| < ε si n, m ≥ n0 .
(3) Sea otra vez ε ∈ K2+ y tomemos como antes δ ∈ K1+ tal que f (δ) < ε. Por ser {an } → a
en K1 , existe n0 ∈ N tal que |an − a| < δ para cada n ≥ n0 , es decir an − δ < a < an + δ si
n ≥ n0 . Como f es morfismo de cuerpos ordenados, será para n ≥ n0
f (an ) − ε < f (an ) − f (δ) < f (a) < f (an ) + f (δ) < f (an ) + ε,
con lo que |f (an ) − f (a)| < ε si n ≥ n0 . !
Teorema 1.8.5. Si K1 y K2 son cuerpos ordenados arquimedianos y completos, existe un
único isomorfismo f : K1 −→ K2 .
Demostración: Demostremos en primer lugar la unicidad: Si f existe, evidentemente sobre
Q debe ser la identidad. Y dado a ∈ K1 , por el corolario 1.8.2 existe una sucesión {an }
de racionales convergente a a, luego por el lema anterior f (a) es el lı́mite de la sucesión
{f (an )} = {an } en K2 , lo que prueba la unicidad.
Para demostrar la existencia, definamos la función f : K1 −→ K2 por la fórmula anterior, es
decir, dados a ∈ K y {an } una sucesión de racionales convergente a a, se define f (a) = lim(an ).
K2
Para justificar la definición debemos demostrar que dicho lı́mite existe y que no depende
de la sucesión {an } elegida.
La sucesión {an } es de Cauchy en K1 , luego también en Q, y como K2 es arquimediano,
también es de Cauchy en K2 . Por ser K2 completo, es convergente, con lo que queda justificada
la existencia del lı́mite.
Además f (a) no depende de la sucesión {an } elegida, pues si lim(an ) = lim(a"n ), entonces
K1 K1
lim(an − a"n ) = 0, luego lim(an − a"n ) = 0, lo cual implica, por ser K2 arquimediano, que
K1 Q
lim(an − a"n ) = 0, es decir, lim(an ) = lim(a"n ).
K2 K2 K2
La función f es un morfismo algebraico ya que, si a = lim(an ) y b = lim(bn ), entonces:
K1 K1

f (a + b) = lim(an + bn ) = lim(an ) + lim(bn ) = f (a) + f (b),


K2 K2 K2
f (ab) = lim(an bn ) = lim(an ) lim(bn ) = f (a)f (b).
K2 K2 K2

Y f es biyectivo, porque del mismo modo se puede construir la aplicación inversa. Final-
mente, por 1.5.15, f conserva el orden. !
32 1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales

1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo:


los números reales

Para construir un cuerpo ordenado, arquimediano y completo seguiremos los mismos pasos
que en el punto 1.2 nos han servido para ampliar los campos numéricos desde los números
naturales hasta los racionales. Ahora el problema que se plantea es encontrar un lı́mite a
toda sucesión de Cauchy. Este problema no siempre tiene solución en Q, pero llamando a la
sucesión ‘lı́mite’ de {an } llegaremos a que este conjunto de ‘lı́mites’ tiene estructura de cuerpo
y en él todas las sucesiones de Cauchy tienen lı́mite (es completo).
Ahora bien, al igual que ocurrı́a en 1.2 hemos de identificar las sucesiones que tengan el
mismo ‘lı́mite’. Observemos para ello que la condición necesaria y suficiente para que dos
sucesiones convergentes {an } y {bn } tengan el mismo lı́mite es que lim(an − bn ) = 0.
Por lo tanto la solución a nuestro problema consistirá en tomar el conjunto

A = {Sucesiones de Cauchy de números racionales}

y definir en él la relación:

{an } ≡ {bn } si y sólo si la sucesión {an − bn } converge a 0,

que es de equivalencia, como se comprueba sin dificultad. Del párrafo anterior se deduce que
el conjunto de ‘lı́mites’ de las sucesiones de Cauchy de números racionales es precisamente
A/ ≡.
Definición 1.9.1.– A los elementos {an } les llamaremos números reales, por lo que el con-
junto A/ ≡, al que denotaremos R, recibe el nombre de conjunto de los números reales.
Ahora nos quedan por resolver las cuestiones siguientes:
(1) Dotar a R de unas operaciones y un orden de manera que sea un cuerpo ordenado que
amplı́e a Q, es decir, tal que exista una aplicación inyectiva de Q en R que conserve
las operaciones y el orden.
(2) Probar que R es arquimediano y completo.

Comenzaremos, pues, definiendo la suma y el producto en R:


Sean {an } y {bn } dos sucesiones de Cauchy de números racionales; si tuviesen lı́mites a y b
respectivamente, por la proposición 1.5.6 serı́a lim(an + bn ) = a + b y lim(an bn ) = ab. Como
por la proposición 1.5.10 la suma y el producto de sucesiones de Cauchy es de Cauchy, las
operaciones de A

{an } + {bn } = {an + bn }


{an }{bn } = {an bn }

permiten definir la suma y el producto de números reales por

{an } + {bn } = {an + bn }


{an } · {bn } = {an bn }.
Tema I: Los números reales 33

Se comprueba sin dificultad que las definiciones son correctas, es decir, que el resultado
final no depende de los representantes elegidos para operar. Demostrémoslo por ejemplo para
el producto:
Sean {an } y {a"n }, {bn } y {b"n } sendas parejas de representantes de las clases {an } y
{bn }; entonces lim(an − a"n ) = 0, luego a"n = an + cn , donde lim(cn ) = 0, y lim(bn − b"n ) =
0, luego b"n = bn + dn , donde lim(dn ) = 0. Entonces

a"n b"n = an bn + an dn + cn bn + cn dn

y, como toda sucesión de Cauchy está acotada (proposición 1.5.9), resulta que

lim(a"n b"n − an bn ) = lim(an dn + cn bn + cn dn ) = 0,

es decir, {a"n b"n } = {an bn }, como querı́amos demostrar.


Teorema 1.9.2. R es un cuerpo.
Demostración: Es claro que R es un anillo conmutativo con elemento unidad (la clase de la
sucesión constante {1}); para demostrar que es un cuerpo hemos de probar que todo elemento
{an } ∈ R no nulo tiene inverso. Sea {an } ∈ R, {an } #= {0} y {an } un representante de la
clase {an }; como vimos en 1.5.9 existen un r ∈ Q+ y un n0 ∈ N tales que |an | > r si n ≥ n0 .
Entonces definimos la sucesión {bn } por

1 si n < n0
bn = 1
 si n ≥ n0
an

Es claro que an bn = 1 para n ≥ n0 , luego si probamos que {bn } es de Cauchy, su clase será
el inverso de {an }.
Si n, m ≥ n0 , entonces
3 3 3 3
31 1 33 33 am − an 33 |an − am |
3
|bn − bm | = 3 − = ≤ ,
an am 3 3 an am 3 r2

y como {an } es de Cauchy, de la desigualdad anterior se deduce que {bn } también lo es, y
con ello queda demostrado el teorema. !
Si una sucesión convergente tiene lı́mite a > 0 es claro que existen r > 0 y n0 ∈ N tales
que an > r si n ≥ n0 ; por ejemplo, tómese ε = a2 en la definición de lı́mite.
Análogamente si converge hacia a < 0, existen r > 0 y n0 ∈ N tales que an < −r para
n ≥ n0 . Esto nos lleva a dar la siguiente
Definición 1.9.3.– Se dice que una sucesión de Cauchy {an } es positiva si existen ε ∈ Q+ y
n0 ∈ N de manera que an > ε para todo n ≥ n0 . Y se dice que es negativa si existen ε ∈ Q+
y n0 ∈ N de manera que an < −ε para todo n ≥ n0 .
Podremos definir un número real positivo como aquel que procede de una sucesión de
Cauchy positiva (análogamente los negativos) siempre que probemos que todos los represen-
tantes tienen el mismo carácter. Es decir, hemos de probar que si dos sucesiones de Cauchy
34 1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales

son equivalentes y una de ellas es positiva (resp. negativa), la otra también. Pero esto es
inmediato, ya que si {an } es una sucesión de Cauchy positiva y {bn } ≡ {an } entonces existen
ε > 0 y n0 ∈ N tales que an > 2ε para n ≥ n0 y, como por otra parte es lim(an − bn ) = 0,
para este ε > 0 existe n1 tal que para todo n ≥ n1 es |bn − an | < ε, es decir, −ε < bn − an < ε.
Entonces si n ≥ max{n0 , n1 } se tiene
bn = bn − an + an > −ε + 2ε = ε,
luego {bn } también es positiva.
Análogamente se harı́a para las negativas.
Definición 1.9.4.– Un número real es positivo si alguno de sus representantes (y por tanto
todos) es una sucesión de Cauchy positiva.
Un número real es negativo si alguno de sus representantes (y por tanto todos) es una
sucesión de Cauchy negativa.
Denotaremos por R+ al conjunto de los reales positivos y por R− al de los negativos.
Teorema 1.9.5. R es un cuerpo ordenado.
Demostración: Basta demostrar que R+ ∪ R− ∪ {0} es una partición de R verificando las
condiciones del teorema 1.3.5.
Por la discusión anterior a la definición 1.9.4, es evidente que R+ y R− son disjuntos. Y
{0} no está en ninguno de ellos, pues cualquier sucesión con lı́mite 0 no es, por definición,
positiva ni negativa. Entonces son disjuntos dos a dos.
Comprobemos que R = R+ ∪ R− ∪ {0}: Si {an } ∈ R y {an } #= {0}, la sucesión {an }
no tiene lı́mite 0, con lo que existe r ∈ Q+ de manera que |an | > 2r si n ≥ n0 (proposición
1.5.9). Y por ser {an } de Cauchy, para el r anterior existe n1 tal que, si n, m ≥ n1 , entonces
|an − am | < r; si n2 = max{n0 , n1 }, se tiene que
(1) Si an2 > 2r, para cada n ≥ n2 será an > an2 − r > r y por lo tanto {an } ∈ R+ .
(2) Si an2 < −2r, para cada n ≥ n2 será an < an2 + r < −r y por lo tanto {an } ∈ R− .
Finalmente, basta aplicar las definiciones para probar que R− = −R+ , R+ + R+ ⊆ R+ y
R+ · R+ ⊆ R+ . !

Observaciones: 1) Con la partición anterior la relación de orden que hay en R queda del
siguiente modo: {an } < {bn } cuando {bn − an } ∈ R+ , es decir, cuando existen r ∈ Q+ y
n0 ∈ N tales que bn − an > r > 0 para todo n ≥ n0 .
2) Por ser R un cuerpo ordenado contendrá a Q; en este caso la inyección natural es
i : Q −→ R
a 0−→ {a, a, . . . }
ya que i(1) = 1 y el elemento unidad de R es {1, 1, . . . }.
Proposición 1.9.6. R es arquimediano.
Demostración: Sea α = {an } ∈ R; como {an } es de Cauchy, está acotada, y como Q es
arquimediano, existe un M ∈ N tal que |an | ≤ M para todo n ∈ N. Entonces para cada
n ∈ N se tiene
M + 1 − an ≥ 1 > 0,
con lo que {M + 1 − an } ∈ R+ , y por tanto {M + 1} > α. !
Tema I: Los números reales 35

Lema 1.9.7. Si {an } es una sucesión de Cauchy en Q, entonces tiene lı́mite en R, que es
precisamente {an }.
Demostración: Cada racional an considerado como elemento de R es {an , an , . . . }. En-
tonces la sucesión de racionales {an } considerada como sucesión de números reales es

{{a1 , a1 , . . . }, {a2 , a2 , . . . }, . . . }.

Veamos que el lı́mite de esta sucesión es {a1 , a2 , . . . } ∈ R.


Sea ε ∈ R+ . Debemos encontrar n0 ∈ N tal que para todo n ≥ n0 sea
3 3
3 3
3{an , an , . . . } − {a1 , a2 , . . . }3 < ε.

Por una parte


3 3 3 3
3 3 3 3
3{an , an , . . . } − {a1 , a2 , . . . }3 = 3{an − a1 , an − a2 , . . . }3 = {|an − a1 |, |an − a2 |, . . . },

pues para cada número real {bn } se tiene que |{bn }| = {|bn |} como el lector puede demostrar
fácilmente.
Por otra parte, como R es arquimediano existe s ∈ N tal que 1s < ε.
1
Y como {an } es de Cauchy existe n0 tal que |an − am | < 2s para n, m ≥ n0 . Entonces
1 1
/ 1
0
s − |a n − a m | > 2s > 0 para n, m ≥ n 0 , luego para n ≥ n 0 es s − |a n − a m | m
∈ R+ , o, lo
que es lo mismo,
1 2
1 1 1
{|an − a1 |, |an − a2 |, . . . } < , ,... = < ε
s s s
para n ≥ n0 , como querı́amos demostrar. !
Teorema 1.9.8. R es un cuerpo ordenado arquimediano y completo.
Demostración: Sólo queda ver que R es completo.
Sea {αn } una sucesión de Cauchy en R. Como Q es denso en R, para cada n ∈ N existe
un an ∈ Q tal que |αn − an | < n1 . Vamos a probar que la sucesión {an } es de Cauchy y que
su lı́mite, que existe por el lema 1.9.7, es también el lı́mite de {αn }.
Como {αn } es de Cauchy, para todo ε ∈ R+ existe un n0 ∈ N tal que |αn − αm | < 3ε si
n, m ≥ n0 . ' (
Por otra parte, como lim n1 = 0, existe un n1 ∈ N tal que n1 < 3ε si n ≥ n1 .
Ası́ pues, para n, m ≥ max{n0 , n1 } resulta que
ε ε ε
|an − am | ≤ |an − αn | + |αn − αm | + |αm − am | < + + = ε,
3 3 3
lo que prueba que la sucesión {an } es de Cauchy en Q, luego convergente en R. Como

αn = an + (αn − an )

y los dos sumandos del segundo miembro son sucesiones convergentes, también lo es {αn }, y
además lim(αn ) = lim(an ), ya que lim(αn − an ) = 0. !
36 1.9. Existencia de un cuerpo arquimediano y completo: los números reales

Para acabar vamos a ver la representación decimal de los números reales. Sea α ∈ R+ .
Por ser R arquimediano es claro que para cada n ∈ N existe un natural (y sólo uno) mn tal
que

(6) mn ≤ 10n α < mn + 1

10n α 10n+1 α
mn mn + 1 10mn mn+1 mn+1 + 1 10(mn + 1)
Veamos qué relación existe entre mn y mn+1 . Entre 10mn y 10(mn + 1) hay 10 números
naturales y mn+1 es el único que verifica mn+1 ≤ 10n+1 α < mn+1 + 1; por lo tanto para cada
n existe un an ∈ {0, 1, . . . , 9} tal que

mn+1 = 10mn + an+1 .

Entonces, llamando A ∈ N ∪ {0} al único que verifica A ≤ α < A + 1, se tendrá una


sucesión {an }, con 0 ≤ an ≤ 9, tal que

m1 = 10A + a1

m2 = 102 A + 10a1 + a2
...
mn = 10n A + 10n−1 a1 + · · · + an ,
luego la desigualdad (6) queda

10n A + 10n−1 a1 + · · · + an ≤ 10n α < 10n A + 10n−1 a1 + · · · + an + 1,

es decir para cada α ∈ R+ existe una única sucesión {an } con 0 ≤ an ≤ 9, tal que

a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ α < A+ +···+ .
10 10 10 10n

Definición 1.9.9.– Se llama representación decimal del número real α ∈ R+ a la expresión


A" a1 a2 a3 . . . , donde A y {an } son los obtenidos anteriormente.
En el caso en que α ∈ R− , como −α ∈ R+ , si A" a1 a2 a3 . . . es la representación decimal
de −α, la de α es −A" a1 a2 a3 . . . .
Finalmente la representación decimal de {0} es 0.
La representación decimal de un número real verifica que no todos sus términos son 9 a
partir de un lugar. En efecto, supongamos lo contrario, es decir, que existe α ∈ R, que
podemos suponer positivo, cuya representación decimal A" a1 a2 . . . verifica que an = 9 para
todo n > n0 .
Entonces para todo k ∈ N se tendrá
a1 an 9 9
α≥A+ + · · · + n00 + n0 +1 + · · · + n0 +k =
10 10 10 10
Tema I: Los números reales 37

9 9
a1 an0 −
=A+ + · · · + n0 + 10
n0 +k+1 10 0 +1 = A + a1 + · · · + an0 + 1 −
n 1
.
10 10 1 10 10n0 10n0 10n0 +k
−1
10
Tomando lim será
k→∞
a1 an + 1
α≥A+ + · · · + 0 n0 ,
10 10
lo que demuestra que la representación decimal elegida no es la correcta.
Denotemos por D+ al conjunto de las expresiones de la forma A" a1 a2 . . . tales que A ∈
N ∪ {0}, 0 ≤ an ≤ 9 para todo n, A #= 0 ó an #= 0 para algún n y de manera que no
todos los an sean iguales a 9 a partir de un término, y por D− al conjunto de expresiones
de la forma −A" a1 a2 . . . , donde A y los an verifican las mismas condiciones que antes; sea
D = D+ ∪ D− ∪ {0}.
Teorema 1.9.10. Existe una correspondencia biunı́voca entre R y D.
Demostración: Sea

φ : R −→ D
α 0−→ A" a1 a2 . . .

la aplicación que se establece según la discusión anterior. Veamos que es biyectiva. Es


suficiente probarlo para φ : R+ −→ D+ .
Es inyectiva: Si α y β tienen igual representación decimal A" a1 a2 . . . , se verifica

a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ α < A+ +···+
10 10 10 10n
a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ β < A+ +···+ .
10 10 10 10n

para todo n ∈ N y por tanto |α − β| < 101n para todo n, luego α = β.


Es epiyectiva: Sea A" a1 a2 . . . un elemento de D, es decir, A ∈ N ∪ {0}, 0 ≤ ak ≤ 9 y para
todo n0 existe n > n0 tal que an #= 9.
La sucesión {bn } siendo bn = A + a101 + · · · + 10
an
n es monótona creciente y acotada superior-

mente por A + 1, luego es convergente; sea α su lı́mite. Veamos que la representación decimal
de α es precisamente A" a1 a2 . . . . Bastará ver que para cada n es

a1 an a1 an + 1
A+ +···+ n ≤ α < A+ +···+ .
10 10 10 10n

Llamando cn = A + a101 + · · · + a10


n +1
n , se tratará de probar que bn ≤ α < cn para cada

n ∈ N.
Como {bn } es monótona creciente, para todo n ∈ N es bn ≤ lim(bn ) = α.
Por otro lado {cn } es monótona decreciente, y convergente a α por ser cn = bn + 101n , con
lo que cn ≥ lim(cn ) = α para cada n ∈ N.
38 1.10. Los números complejos

Dado n ∈ N, existe n0 > n tal que an0 #= 9, luego an0 + 1 < 10, con lo que

a1 an + 1 a1 10
α ≤ cn0 = A + + · · · + 0 n0 < A + + · · · + n0 = cn0 −1 ≤ cn ,
10 10 10 10
luego α < cn . Como esto es cierto para todo n ∈ N, se termina la demostración. !

Observación: Cambiando el valor 10 de la demostración anterior por 2, 3, etc. se obtienen


las representaciones en base 2, 3, etc.

Ejercicio: Probar que si la representación decimal se elige de modo que mn < 10n α ≤ mn +1,
el correspondiente D es el conjunto de las representaciones decimales para las cuales no existe
n0 de modo que an = 0 para todo n ≥ n0 .

1.10. Los números complejos

No todas las ecuaciones algebraicas tienen solución en R; como R es un cuerpo ordenado,


la ecuación x2 + 1 = 0 no tiene soluciones reales (corolario 1.3.7). Vamos a construir un
cuerpo que contenga a R en el que toda ecuación de segundo grado tenga solución.
Dada la ecuación
ax2 + bx + c = 0
con a #= 0, dividiendo por a se obtiene la ecuación

b c
x2 + x + = 0,
a a
que tiene las mismas soluciones; podemos escribir esta ecuación en la forma
# %2 # 2 %
b b c
x+ − − = 0.
2a 4a2 a

b2 c
Si 2
− ≥ 0, la ecuación anterior tiene por soluciones
4a a
8 8
b b2 c b b2 c
x1 = − + 2
− y x 2 = − − 2
− .
2a 4a a 2a 4a a
8 # %
b2 c b2 c 1 b
Si 2 − < 0, llamado α = − 2 + e y= x+ , la ecuación anterior queda
4a a 4a a α 2a

α2 (y 2 + 1) = 0,

con lo que, conocidas las soluciones de la ecuación y 2 + 1 = 0, se pueden calcular las de


cualquier ecuación de segundo grado.
Tema I: Los números reales 39

La expresión ∆ = b2 − 4ac se llama discriminante de la ecuación ax2 + bx + c = 0 y, como


hemos demostrado, si ∆ ≥ 0 la ecuación tiene dos soluciones reales (distintas si ∆ > 0), y si
∆ < 0 no tiene soluciones reales.
Sea K un cuerpo en el cual existe una solución de la ecuación y 2 + 1 = 0, a la que
denotaremos i. Entonces −i también es solución y por tanto se puede escribir

y 2 + 1 = (y − i)(y + i).

A partir de la expresión anterior se deduce que la ecuación y 2 + 1 = 0 no puede tener más


soluciones, ya que si β fuera solución serı́a (β − i)(β + i) = 0, con lo que ha de ser β = i ó
β = −i.
Entonces las soluciones de la ecuación y 2 + 1 = 0 son

b
x1 +
i = y1 = 8 2a
2
b c
− 2+
4a a
y
b
x2 +
−i = y2 = 8 2a ,
2
b c
− 2+
4a a
con lo que las de la ecuación original ax2 + bx + c = 0 serán
8
b b2 c
x1 = − + i − 2 +
2a 4a a
y 8
b b2 c
x2 = − − i − 2 + .
2a 4a a
Cualquier cuerpo K que contenga a R y a una solución i de la ecuación x2 + 1 = 0 contiene
a los números de la forma a + bi con a, b ∈ R, y por tanto a las soluciones de cualquier
ecuación de segundo grado con coeficientes reales. Sea

C = {a + bi : a, b ∈ R, i2 + 1 = 0} ⊆ K.

Dados z = a + bi, z " = a" + b" i ∈ C, su suma y su producto serán

z + z " = (a + bi) + (a" + b" i) = a + a" + (b + b" )i ∈ C


zz " = (a + bi)(a" + b" i) = aa" + ab" i + ba" i + bb" i2 = aa" − bb" + (ab" + ba" )i ∈ C.

Con estas operaciones, C es un anillo, como se comprueba fácilmente. Además, todo elemento
no nulo de C tiene inverso en C. En efecto, si z = a + bi ∈ C, con z #= 0, bastará encontrar
a" , b" ∈ R tales que
(a + bi)(a" + b" i) = 1,
40 1.10. Los números complejos

es decir, a" y b" deben verificar que


9
aa" − bb" = 1
ba" + ab" = 0
que es un sistema lineal de dos ecuaciones con dos incógnitas. Resolviéndolo se obtiene
a −b
a" = , b "
= .
a2 + b2 a2 + b2
Por lo tanto, supuesta la existencia de un cuerpo K que contenga a R y una solución de
la ecuación x2 + 1 = 0, el subconjunto C anterior también es un cuerpo, y, evidentemente, es
el menor que contiene a R y a una solución de la ecuación x2 + 1 = 0.
Tomando entonces
C = {(a, b) : a, b ∈ R}
con las operaciones

(a, b) + (a" , b" ) = (a + a" , b + b" )


(a, b)(a", b" ) = (aa" − bb" , ab" + ba" )
se comprueba fácilmente que C es un cuerpo (0 = (0,) 0) es el elemento
* neutro de la suma,
a −b
1 = (1, 0) el del producto y el inverso de (a, b) es a2 +b2 , a2 +b2 ) en el cual la ecuación
x2 + 1 = 0 tiene como soluciones i = (0, 1) y −i = (0, −1). Además, la aplicación
f : R −→ C
a 0−→ (a, 0)
es un morfismo inyectivo de cuerpos. Identificando R con su imagen por f se tendrá que C
contiene a R, y al elemento (a, 0) de C lo denotaremos simplemente a. Entonces (a, b) =
(a, 0) + (b, 0)(0, 1) = a + bi, que es la representación habitual de un número complejo.
Definición 1.10.1.– Al cuerpo C ası́ construido lo llamaremos cuerpo de los números com-
plejos.

Ejercicio: Probar que toda ecuación de la forma az 2 + bz + c = 0, con a, b, c ∈ C y a #= 0,


tiene dos soluciones (eventualmente iguales) en C.

Definición 1.10.2.– Llamaremos parte real del número complejo z = a + bi a Re(z) = a, y


parte imaginaria de z a Im(z) = b.

Definición 1.10.3.– Llamaremos complejo conjugado de z = a + bi al número complejo


z = a − bi.

Definición 1.10.4.– Llamaremos módulo de z = a + bi al número real


√ :
|z| = zz = a2 + b2 .

Obsérvese que tanto el complejo conjugado como el módulo de un número complejo son
independientes de cuál de las dos raı́ces de la ecuación x2 + 1 = 0 reciba el nombre de i;
también lo es la parte real, pero no la parte imaginaria.
Tema I: Los números reales 41

Proposición 1.10.5. Sean z, z " ∈ C. Se verifican las propiedades siguientes:


(1) z + z " = z + z " , zz " = zz " , z = z.
(2) z + z = 2 Re(z); z − z = 2i Im(z).
(3) |z| ≥ 0; |z| = 0 si y sólo si z = 0.
(4) |z|=|z|.
(5) |z| ≥ | Re(z)|, |z| ≥ | Im(z)|, |z| ≤ | Re(z)| + | Im(z)|.
(6) |zz " | = |z||z " |.
(7) |z + z " | ≤ |z| + |z " |.

Demostración: Son todas inmediatas a partir de la definición, excepto la última:

|z + z " |2 = (z + z " )(z + z " ) = (z + z " )(z + z " ) = |z|2 + zz " + z " z + |z " |2 =
= |z|2 + |z " |2 + 2 Re(zz " ) ≤ |z|2 + |z " |2 + 2|zz " | = |z|2 + |z " |2 + 2|z||z " | = (|z| + |z " |)2 ,

y extrayendo raı́ces cuadradas se concluye. !

Observación: El módulo de un número real coincide con su valor absoluto; además las
propiedades (3), (6) y (7) anteriores son las mismas que las del valor absoluto de R.

Definición 1.10.6.– Una sucesión de números complejos {zn } se dice que es convergente si
existe z ∈ C tal que para cada ε ∈ R+ , existe n0 ∈ N tal que |zn − z| < ε para n ≥ n0 .

Observación: Hasta ahora hemos considerado sucesiones en un cuerpo ordenado K y en la


definición de sucesión convergente se tomaba ε ∈ K + . Esto no se puede hacer en C, porque
C no es un cuerpo ordenado; por eso tomamos ε ∈ R+ .

Ejercicio: Probar que el z de la definición anterior, si existe, es único. Recibe el nombre de


lı́mite de la sucesión {zn }.
Copiando las demostraciones análogas para sucesiones reales se tiene:
Proposición 1.10.7. Toda sucesión convergente de números complejos está acotada, es de-
cir, existe M ∈ R+ tal que |zn | ≤ M para todo n ∈ N.
Proposición 1.10.8. Si {zn } y {zn" } son dos sucesiónes convergentes con lı́mites z y z "
entonces:
(1) {zn + zn" } es convergente y su lı́mite es z + z " .
(2) {zn zn" } es convergente y su lı́mite es zz " . 4 5
(3) Si z #= 0, entonces existe n0 ∈ N tal que zn #= 0 para n ≥ n0 y la sucesión z1n (que
existe para n ≥ n0 ) es convergente y su lı́mite es 1z .

Definición 1.10.9.– Se dice que una sucesión {zn } es de Cauchy si para cada ε ∈ R+ existe
un n0 ∈ N tal que |zn − zm | < ε si n, m ≥ n0 .
Como antes se tiene
Proposición 1.10.10. Toda sucesión de Cauchy de números complejos está acotada.
42 1.10. Los números complejos

Proposición 1.10.11. Si {zn } y {zn" } son sucesiónes de Cauchy, también lo son {zn + zn" }
y {zn zn" }.
Proposición 1.10.12. Toda sucesión convergente de números complejos es de Cauchy.
La siguiente proposición permite reducir el estudio de sucesiones de números complejos al
de sucesiones de números reales.
Proposición 1.10.13. Sea {zn } una sucesión de números complejos con zn = an + ibn .
(1) {zn } es convergente si y sólo si lo son {an } y {bn }; en este caso,

lim(zn ) = lim(an ) + i lim(bn ).

(2) {zn } es de Cauchy si y sólo si lo son {an } y {bn }.

Demostración: (1) Supongamos que lim(zn ) = a + bi. Como |an − a| ≤ |zn − z| y |bn − b| ≤
|zn − z|, es inmediato que lim(an ) = a y lim(bn ) = b.
Recı́procamente, si lim(an ) = a y lim(bn ) = b, como |zn − (a + bi)| ≤ |an − a| + |bn − b|, se
tendrá que lim(zn ) = a + bi.
(2) Es análoga a la anterior. !
Teorema 1.10.14. C es completo, es decir, toda sucesión de Cauchy en C es convergente.
Demostración: Es suficiente con aplicar adecuadamente la proposición anterior y la com-
pletitud de R. !
Tema I: Los números reales 43

Apéndice I: Conjuntos numerables

Sean X e Y dos conjuntos con un número finito de elementos. Si existe una aplicación
inyectiva f : X −→ Y , el número de elementos de X es menor o igual que el número de
elementos de Y , como se deduce inmediatamente de la definición. Del mismo modo se deduce
que si existe una aplicación biyectiva g : X −→ Y , entonces el número de elementos de X es
el mismo que el de Y .
Si los conjuntos X e Y no tienen un número finito de elementos, ya no tiene sentido
preguntarse cuál tiene más elementos o si tienen el mismo número de elementos. Sin embargo,
siguen pudiendo establecerse entre ellos aplicaciones.
Definición.– Dos conjuntos se dice que son equipotentes si entre ellos puede establecerse una
aplicación biyectiva.
La definición anterior permite establecer una relación de equivalencia en el conjunto de
todos los conjuntos (que no es un conjunto). Se llama cardinal de un conjunto X a la clase
de equivalencia de X y se denota por #X.
Ejemplos: 1) El subconjunto P ⊂ N formado por los números pares es equipotente con N,
pues la aplicación:

N −→ P
n 0−→ 2n

es biyectiva. Entonces #P = #N.


2) El intervalo (0,1) tiene el mismo cardinal que cualquier otro intervalo (a, b) ⊂ R.
En efecto, la aplicación

(0, 1) −→ (a, b)
x 0−→ a + x(b − a)

es biyectiva.

Definición.– Dados dos conjuntos X e Y se dice que el cardinal de X es menor o igual que
el cardinal de Y , y se denota #X ≤ #Y , si existe f : X −→ Y inyectiva.
Proposición. La relación anterior es una relación de orden en el conjunto de los cardinales.
Demostración: Las propiedades reflexiva y transitiva son inmediatas; demostremos la an-
tisimétrica.
Supongamos que #A ≤ #B y #B ≤ #A; existen entonces aplicaciones φ : A −→ B y
ψ : B −→ A inyectivas. B1 = φ(A) y A1 = ψ(B) son subconjuntos no vacı́os de B y A
respectivamente, y además φ : A −→ B1 y ψ : B −→ A1 son biyectivas.
Como φ : A1 −→ B1 y ψ : B1 −→ A1 son inyectivas, podemos repetir el proceso: sean
B2 = φ(A1 ) y A2 = ψ(B1 ) y en general Bn+1 = φ(An ) y An+1 = ψ(Bn ).
44 Apéndice I: Conjuntos numerables

Tenemos ası́ dos cadenas:


A = A0 ⊇ A1 ⊇ A2 ⊇ . . .
B = B0 ⊇ B1 ⊇ B2 ⊇ . . . .
Las aplicaciones

φ : A0 − A1 −→ B1 − B2 y ψ : B0 − B1 −→ A1 − A2

son biyectivas; análogamente lo son:

φ : A2 − A3 −→ B3 − B4 y ψ : B2 − B3 −→ A3 − A4

y en general

φ : A2n − A2n+1 −→ B2n+1 − B2n+2 y ψ : B2n − B2n+1 −→ A2n+1 − A2n+2 .

&
∞ &

Si llamamos A = An y B = Bn , los conjuntos
n=0 n=0

{A2n − A2n+1 , A2n+1 − A2n+2 , A}n∈N y {B2n − B2n+1 , B2n+1 − B2n+2 , B}n∈N

forman sendas particiones de A y B y tenemos biyecciones

φ : A2n − A2n+1 −→ B2n+1 − B2n+2

ψ −1 : A2n+1 − A2n+2 −→ B2n − B2n+1 .


Si demostramos que φ es una biyección de A en B concluimos.
&

φ valora en B, ya que si x ∈ An , como x ∈ An para n = 0, 1, 2, . . . , φ(x) ∈ Bn+1 para
n=0
&

n = 0, 1, 2, . . . y por tanto (como B0 ⊇ B1 ), φ(x) ∈ Bn = B.
n=0
φ : A −→ B es inyectiva, pues lo es en A = es epiyectiva, ya que dado y ∈ B,
A0 . Y
como y ∈ Bn para n = 1, 2, . . . y como φ : An−1 −→ Bn es biyectiva, existirá x ∈ An−1 tal
que φ(x) = y; dicho x es el mismo para todos los An−1 por la inyectividad de φ, con lo que
&

x∈ An−1 = A. !
n=1

Observación: Se puede demostrar que la relación de orden del conjunto de los cardinales es
de orden total.

Definición.– Se dice que un conjunto X es numerable si tiene el mismo cardinal que N.


El cardinal de los conjuntos numerables se representa por ℵ0 .

Observación: Si un conjunto es numerable existe una aplicación biyectiva φ : N −→ X; por


lo tanto X = {x1 , x2 , . . .}, siendo xn = φ(n) para cada n ∈ N. En este caso diremos que φ
establece una numeración de los elementos de X.
Tema I: Los números reales 45

Ejemplos: 1) El ejemplo 1 anterior prueba que el conjunto P de los pares es numerable.


2) Z es numerable, pues la aplicación f : N −→ Z definida por f (2n) = −n, f (2n − 1) =
n − 1 es biyectiva.

Definición.– Se dice que un conjunto es infinito si tiene un subconjunto propio con el mismo
cardinal. Se dice que es finito si no es infinito.

Ejemplo: N es un conjunto infinito, pues tiene el mismo cardinal que el subconjunto P de


los números pares.

Ejercicio: Probar que un conjunto con un número finito de elementos es finito según la
definición anterior.
Proposición. El menor cardinal infinito es ℵ0 , es decir, si X es un conjunto infinito, en-
tonces #N ≤ #X.
Demostración: Sea X un conjunto infinito. Tomando un elemento cualquiera x1 ∈ X, el
conjunto X − {x1 } es no vacı́o, pues en caso contrario X = {x1 } con lo que serı́a finito.
Podemos entonces elegir x2 ∈ X − {x1 } y por el mismo motivo el conjunto X − {x1 , x2 } no
puede ser el vacı́o. Repitiendo el proceso, cada X − {x1 , . . . , xn } no puede ser vacı́o, con lo
que contendrá un elemento xn+1 . . . . La aplicación f : N −→ X definida por f (n) = xn es
inyectiva, lo que demuestra el enunciado. !
Corolario. Sea X un conjunto, si existe una aplicación inyectiva f : X −→ N, entonces X
es finito o numerable.

Ejemplo: N × N es numerable, pues no es finito y la aplicación:

N × N −→ N
(n, m) 0−→ 2n 3m

es inyectiva.
Pueden darse otras numeraciones más prácticas en N × N; por ejemplo, siguiendo las
flechas de los diagramas:

(1, 1) → (1, 2) (1, 3) (1, 4) . . .


5 5 5 (1, 1) → (1, 2) (1, 3) . . .
(2, 1) (2, 2) (2, 3) ... ↓ ↓
5 5 (2, 1) ← (2, 2) (2, 3) . . .
(3, 1) (3, 2) ... ↓
5 (3, 1) ← (3, 2) ← (3, 3) . . .
(4, 1) ... ...
...

la primera de ellas esta definida por la función f : N −→ N × N


# %
n(n + 1)
f + r = (r, n + 2 − r) si 1 ≤ r ≤ n + 1
2
46 Apéndice I: Conjuntos numerables

para n = 0, 1, . . . , y la segunda por la función g : N −→ N × N


1
2 (r, n + 1) si 1 ≤ r ≤ n + 1
g(n + r) =
(n + 1, 2n + 2 − r) si n + 2 ≤ r ≤ 2n + 1

para n = 0, 1, . . . .
Proposición. La unión finita o numerable de conjuntos numerables es numerable.
Demostración: Basta probarlo para la unión numerable, pues la unión de un número finito
$

de conjuntos A1 , . . . , An puede considerarse como la unión numerable Bn con Bk = Ak
para k ≤ n y Bk = A1 para k > n. n=1

Sean pues A1 , . . . , An , . . . conjuntos numerables. Entonces An = {an1 , an2 , an3 , . . . } para


cada n y la aplicación

!
An −→ N × N
n=1
anm 0−→ (n, m)

$
∞ $

es inyectiva y por lo tanto existe una aplicación g : An −→ N inyectiva. Como An no
es finito, ha de ser numerable. ! n=1 n=1

$

Ejemplo: Q es numerable, pues Q = An siendo An el conjunto
n=1
1 2
1 −1 2 −2
An = 0, , , , ,... .
n n n n

Ejercicio: Probar que la unión de un conjunto finito y otro numerable es un conjunto nu-
merable.
Teorema. R no es numerable.
Demostración: Sea f : N −→ R una aplicación cualquiera. Veamos que no puede ser
epiyectiva. Utilizando la representación decimal de los números reales será

f (1) = A1" a11 a12 a13 . . .


f (2) = A2" a21 a22 a23 . . .
...
f (n) = An" an1 an2 an3 . . . .

Sea A" b1 b2 b3 . . . con bi #= 9 y tal que b1 #= a11 , . . . , bn #= ann , . . . para cada n. Entonces el
número real x cuya representación decimal es A" b1 b2 b3 . . . no esta en la imagen de f , pues
para todo n ∈ N, la cifra n−ésima de la representación decimal de x es distinta de la de
f (n). !
Tema I: Los números reales 47

Corolario. El conjunto de los irracionales R − Q no es numerable.

Definición.– Al cardinal de R se le denomina cardinal del continuo.

Ejemplo: El cardinal de un intervalo (a, b) es el cardinal del continuo.


Ya sabemos que todos los intervalos tienen el mismo cardinal. Además como la aplicación
x
f : (−1, 1) −→ R definida por f (x) = 1−|x| es biyectiva

#(a, b) = #(−1, 1) = #R.

Ejercicio: Probar que el intervalo cerrado [a, b] también tiene el cardinal del continuo.
48 Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos

Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos

En el tema I se han construido los números reales, un cuerpo ordenado arquimediano y


completo. También se ha demostrado que todo cuerpo en el que se verifique la propiedad
del extremo es necesariamente arquimediano; en este apéndice se probará que existen cuerpos
ordenados no arquimedianos y completos.
Sea R[x] el anillo de los polinomios en una variable con coeficientes reales. En el conjunto

{(P (x), Q(x)) : P (x), Q(x) ∈ R[x], Q(x) #= 0}

se define la relación de equivalencia

(P (x), Q(x)) ≡ (P " (x), Q"(x)) si P (x)Q" (x) = P " (x)Q(x).

P (x)
Al conjunto cociente se le denotará R(x) y a sus elementos se les representará por Q(x)
en
lugar de (P (x), Q(x)). En R(x) se definen la suma y el producto como

P (x) P " (x) P (x)Q" (x) + P " (x)Q(x)


+ =
Q(x) Q" (x) Q(x)Q" (x)
P (x) P " (x) P (x)P " (x)
· =
Q(x) Q" (x) Q(x)Q" (x)

y es fácil comprobar que con estas operaciones es un cuerpo. A continuación se dotará a R(x)
de un orden compatible con las operaciones.
Definición.– Se dice que un polinomio P (x) ∈ R[x] es positivo, P (x) > 0, si el coeficiente
del término de menor grado no nulo de P (x) es positivo. Se dice que P (x)
Q(x) ∈ R(x) es positivo
si P (x) > 0 y Q(x) > 0.
Análogamente al caso de Q, se supondrá que el denominador de toda fracción es positivo.
Si se denota por K a R(x), por K + al conjunto de elementos positivos de K y por K − al de
sus opuestos, es obvio que K = K + ∪ K − ∪ {0} es una partición de K, que K + + K + ⊂ K +
y que K + K + ⊂ K + . En consecuencia, K es un cuerpo ordenado.
Obsérvese que si a ∈ R, a > 0, entonces a − x > 0, con lo que x es positivo y menor que
cualquier número real positivo (entendido como elemento de K). Por otra parte la sucesión
P (x)
{xn } converge a 0 en K, ya que que dado Q(x) > 0, si se elige n0 ∈ N tal que xn0 Q(x) tenga
el primer término no nulo de grado mayor que el del primer término no nulo de P (x), para
n ≥ n0 se tiene que
P (x) P (x) − xn Q(x)
− xn = > 0.
Q(x) Q(x)
Tema I: Los números reales 49

Proposición. R(x) es un cuerpo ordenado no arquimediano y no completo.


Demostración: Como x es positivo pero menor que cualquier número racional positivo, x1
es mayor que todos los racionales, con lo que N está acotado en K, lo que prueba que K no
es arquimediano.
Para probar que K no es completo consideremos la sucesión {An (x)} con
n
; k n
An (x) = x2 = x + x2 + x4 + · · · + x2 .
k=0

Es de Cauchy en K, ya que para n < m es


n+1 m n
Rn,m (x) = |An (x) − Am (x)| = Am (x) − An (x) = x2 + · · · + x2 < x2

y la sucesión {xn } es convergente a 0.


Sin embargo {An (x)} no converge en K. Supongamos que fuera convergente y sea A(x) =
P (x) m
Q(x) su lı́mite en K, con P (x) = a0 + · · · + am x y Q(x) = b0 + · · · + bl xl . Si Bn (x) =
Q(x)An (x), entonces {Bn (x)} es una sucesión de polinomios (pues Q(x) y An (x) lo son) que
converge a P (x). Entonces para cada r ∈ N existe nr ∈ N tal que si n > nr debe cumplirse
que
|Bn (x) − P (x)| < xr ,
lo que prueba que si n > nr entonces Bn (x) y P (x) tienen los r primeros términos iguales
y los términos restantes de Bn (x) son de grado mayor o igual que r (cuando r > m esto
significa que Bn no tiene términos de grado m + 1, m + 2, . . . , r − 1). Tomando k tal que
2k > max{m, l} y r ∈ N tal que r ≥ 2k+1 , se tiene que para n > nr los únicos términos de
Bn (x) cuyo grado está entre 2k y 2k+1 son
k k k
b0 x2 + b1 x2 +1
+ · · · + bl x2 +l
,

mientras que P (x) no tiene términos de esos grados, luego debe ser b0 = b1 = · · · = bl = 0,
en contra de que Q(x) #= 0 por ser el denominador de un elemento de K. Esto prueba que K
no es completo. !
Se completará ahora K = R(x) de modo similar a lo hecho en la construcción de los
números reales. El completado será un cuerpo ordenado no arquimediano y completo.
Sea A el conjunto de las sucesiones de Cauchy en R(x) y consideremos en él la relación

{An (x)} ≡ {Bn (x)} si lim(An (x) − Bn (x)) = 0;

se prueba sin dificultad que es de equivalencia. En el conjunto cociente K̂ = A/ ≡ se definen


la suma y el producto por

{An (x)} + {Bn (x)} = {An (x) + Bn (x)}


{An (x)} · {Bn (x)} = {An (x)Bn (x)}.

Como en el caso de los números reales es inmediato comprobar que estas definiciones son
correctas y que con ellas K̂ es un cuerpo. El orden de K̂ también se establece de modo
50 Apéndice II: Cuerpos no arquimedianos

análogo al de R: se definen las sucesiones de Cauchy positivas y negativas y se comprueba


que todos los representantes de cada elemento de K̂ tienen el mismo signo, lo que permite
definir los elementos positivos y los negativos de K̂ (el conjunto de los elementos positivos de
K̂ será denotado por K̂ + y el de los negativos por K̂ − ). Con una demostración similar a la
del teorema 1.9.5 se demuestra que K̂ es un cuerpo ordenado.
Por otra parte, como K̂ contiene a K, K̂ no es arquimediano. Queda sólo probar que es
completo, lo cual es parecido al caso de R, pero algo más laborioso.
Lema. Dado ε ∈ K̂ + existe δ ∈ K + tal que 0 < δ < ε.
Demostración: Sea {An (x)} un representante de ε; entonces existe δ ∈ K + tal que An (x) >
2δ para n > n0 , con lo que An (x) − δ > 2δ − δ = δ para n > n0 , lo que prueba que
δ = {δ} < {An (x)} = ε. !
Lema. Si {An (x)} es una sucesión de Cauchy en K, entonces converge en K̂, siendo su
lı́mite {An (x)}.
Demostración: Es similar a la del lema 1.9.7 cambiando un detalle: dado ε ∈ K̂, como R
era arquimediano se tomaba s ∈ N tal que 1s < ε; K̂ no es arquimediano, pero utilizando el
lema anterior existe δ ∈ K + tal que 0 < δ < ε. El resto es idéntico. !
Corolario. K es denso en K̂, es decir, dados α ∈ K̂ y ε ∈ K̂ + existe a ∈ K tal que
|α − a| < ε.
Teorema. K̂ es completo.
Demostración: Basta copiar la demostración del teorema 1.9.8 sin más que sustituir la
sucesión { n1 } de allı́ por cualquier sucesión de elementos de K̂ + con lı́mite 0, por ejemplo
{xn }. !

Observación: En el apartado 1.7 se mencionaba la insuficiencia de Q atendiendo a tres


causas y se demostraba a continuación que las tres eran equivalentes, de manera que cualquiera
de ellas se podı́a utilizar para completarlo. Ası́, se tienen tres posibilidades para construir R:
(1) Como existen subconjuntos de Q acotados superiormente y sin supremo, podemos
añadir los supremos de estos conjuntos; esto se hace llamando número real a cada
subconjunto de Q acotado superiormente.
(2) Como existen sucesiones de intervalos encajados cuyas longitudes tienden a cero con
intersección vacı́a, se pueden añadir esos puntos llamando número real a cada sucesión
de intervalos con dichas propiedades.
(3) Como hay sucesiones de Cauchy de números racionales sin lı́mite en Q, se puede
completar Q añadiendo dichos lı́mites, sin más que llamar número real a una sucesión
de Cauchy en Q.
Aunque, como se acaba de decir, cualquiera de los tres métodos anteriores conduce al
mismo resultado, hay un motivo para haber elegido el tercero en nuestra construcción de
R (apartado 1.9): éste se puede generalizar a otros espacios, los otros no. Por ejemplo,
¿qué ocurrirı́a si partiendo de K = R(x) se construye su completado llamando “número” a
cada subconjunto no vacı́o de K acotado superiormente? Puede pensarse que, como K no
es arquimediano, el resultado será un cuerpo ordenado, no arquimediano y que verifica la
Tema I: Los números reales 51

propiedad del extremo, pero esto no es posible, según el teorema 1.7.3. ¿Cuál es el motivo
de esta aparente contradicción? Lo que ocurre es que al ampliar el cuerpo K de este modo
el conjunto resultante verifica, en efecto, la propiedad del extremo, pero no es un cuerpo,
porque no todo elemento tiene opuesto ni inverso. Estos problemas se deben a que al cambiar
el signo o tomar inversos las desigualdades se invierten, por lo que tanto esta construcción
como la de los intervalos encajados dependen fuertemente del orden del cuerpo que se quiere
completar. Sin embargo, la definición de sucesión de Cauchy depende sólo de la noción de
distancia, como se verá en el capı́tulo III.
52
Tema II: Sucesiones y series numéricas

2.1. Sucesiones de números reales y complejos

Para no recargar la exposición, en lo sucesivo utilizaremos las notaciones siguientes: {zn }


y {zn" } representarán siempre sucesiones de números complejos (nótese que los números reales
también son complejos), mientras que {an }, {bn }, etc. serán sucesiones de números reales.
Definición 2.1.1.– Dada la sucesión f : N −→ C, f (n) = zn , se llama subsucesión de f
(o de la sucesión {zn }) a cualquier aplicación de la forma f ◦ g,/siendo0 g : N −→ N una
aplicación creciente; a la subsucesión f ◦ g la representaremos por zg(k) k∈N , o simplemente
por {znk }k∈N , entendiendo que nk = g(k).
Obsérvese que una subsucesión de {zn } consiste en tomar parte de sus términos {znk }
conservando el orden.
Ejemplos: 1) La aplicación creciente g(k) = 2k da la subsucesión de los términos de ı́ndice
par de {zn }. La aplicación g(k) = 2k − 1 da la de los de ı́ndice impar. /10
Por ejemplo, si zn = n1 , la subsucesión de los términos de ı́ndice par es 2n .
2) Toda subsucesión de una subsucesión de {zn } es también una subsucesión de {zn }, ya
que la composición de aplicaciones crecientes es una aplicación creciente.
Proposición 2.1.2. Las subsucesiones verifican las propiedades siguientes:
(1) Toda subsucesión de una sucesión convergente es convergente, y tienen el mismo
lı́mite.
(2) Si una sucesión de números reales es monótona creciente y tiene una subsucesión
convergente, entonces es convergente y tiene el mismo lı́mite que la subsucesión.

Demostración: (1) Si {zn } es una sucesión convergente y z = lim(zn ), dado ε > 0 existirá
un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , |zn − z| < ε.
Ahora bien, si g : N −→ N es la función creciente que da la subsucesión, nk = g(k) ≥ k, y
por tanto, si k ≥ n0 , también nk ≥ n0 , luego

|znk − z| < ε

si k ≥ n0 , lo que prueba que {znk } converge a z.


(2) Sea {an } monótona creciente y {ank } una subsucesión de {an } con lı́mite a. Entonces
a = sup{ank } y como ank ≤ a para todo k ∈ N, es an ≤ a para todo n ∈ N. Sea ε > 0; existe
k

53
54 2.1. Sucesiones de números reales y complejos

k0 tal que si k ≥ k0 entonces |ank − a| < ε. Entonces, si n ≥ nk0 , es ank0 ≤ an ≤ a, con lo


que
0 ≤ a − an ≤ a − ank0 < ε,
lo que prueba que lim(an ) = a. !

Observación: Una sucesión puede no ser convergente, y sin embargo sı́ serlo alguna de sus
subsucesiones. Por ejemplo, las subsucesiones de los términos pares y de los impares de la
sucesión {(−1)n } tienen lı́mite 1 y −1 respectivamente, a pesar de que dicha sucesión no es
convergente, como ya se probó.

Ejercicio: Sea {zn } una sucesión de números complejos. Probar que si las subsucesiones
{z2n } y {z2n+1 } convergen al mismo lı́mite z, entonces {zn } también converge a z.
En general, si g1 , . . . , gm : N −→ N son aplicaciones crecientes tales que Im(g1 ) ∪ · · · ∪
Im(gm ) = N y las subsucesiones {zgi (n) } (i = 1, . . . , m) tienen lı́mite z, entonces {zn } también
converge a z.
Teorema 2.1.3 (Bolzano-Weierstrass). Toda sucesión acotada tiene una subsucesión
convergente.
Demostración: Lo demostraremos primero para sucesiones de números reales y luego estu-
diaremos el caso general.
Sean {an } una sucesión acotada de números reales y M > 0 tales que |an | ≤ M para todo
n ∈ N.
Consideremos el intervalo I0 = [−M, M ] = [b0 , c0 ], y para cada k ≥ 1 construyamos los
intervalos siguientes:
6 7
 b0 + c0

 b0 , si en este intervalo hay infinitos an
2
I1 = [b1 , c1 ] = 6 7

 b0 + c0
 , c0 en otro caso.
2
...
6 7
 bk−1 + ck−1

 bk−1 , si en este intervalo hay infinitos an
2
Ik = [bk , ck ] = 6 7

 bk−1 + ck−1
 , ck−1 en otro caso.
2
Sea an1 ∈ I1 cualquier término de la sucesión {an }; como en I2 hay infinitos términos se
puede elegir an2 ∈ I2 con n2 > n1 . Repitiendo el argumento se puede extraer una subsucesión
{ank } de {an } cuyo elemento k–ésimo está en Ik , y por lo tanto

bk ≤ ank ≤ ck

para todo k ∈ N.
Como la sucesión de las longitudes de los intervalos encajados I0 ⊃ I1 ⊃ I2 ⊃ . . . tiene
lı́mite cero y R verifica la propiedad de Cantor, existen lim (bk ) y lim (ck ) y coinciden, luego,
por la proposición 1.5.7, {ank } es convergente, que era lo buscado.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 55

Sea ahora {zn } una sucesión acotada de números complejos; si escribimos zn = an + ibn ,
las sucesiones {an } y {bn } están acotadas ya que |an |, |bn | ≤ |zn |. Sea {ank } una subsucesión
convergente de {an }; entonces la sucesión {bnk } tiene una subsucesión {bnki } convergente, y
por tanto la sucesión {znki } es una subsucesión convergente de {zn }. !
Corolario 2.1.4. Una sucesión acotada es convergente si y sólo si todas sus subsucesiones
convergentes tienen el mismo lı́mite, que será precisamente el lı́mite de la sucesión.
Demostración: Ya se ha demostrado (proposición 2.1.2) que si {zn } es convergente, todas
sus subsucesiones convergen a lim(zn ).
Recı́procamente, sea z el lı́mite común de todas las subsucesiones convergentes de {zn }
(por el teorema anterior existe al menos una); demostremos que lim(zn ) = z.
Si la sucesión {zn } no tuviera lı́mite z, existirı́a un ε > 0 tal que para cada n ∈ N existirı́a
un m > n de manera que
|zm − z| ≥ ε.
En particular, para n = 1 existirı́a n1 > 1 tal que
|zn1 − z| ≥ ε;
para n = n1 , existirı́a n2 > n1 tal que
|zn2 − z| ≥ ε,
y, repitiendo el mismo argumento, se obtendrı́a una subsucesión {znk } de la sucesión {zn } tal
que para todo k
|znk − z| ≥ ε.
Por 2.1.3, {znk } tendrı́a una subsucesión convergente (que también serı́a subsucesión de
{zn }) cuyos términos verificarı́an la desigualdad anterior, y por lo tanto su lı́mite no podrı́a
ser z, en contradicción con que éste fuera el lı́mite de todas las subsucesiones convergentes de
{zn }. De aquı́ se deduce que debe ser lim(zn ) = z. !
Sea {an } una sucesión acotada. La sucesión {bn } definida por
bn = sup {an , an+1 , . . . }
es monótona decreciente y acotada inferiormante (pues {an } lo es), luego, por la proposición
1.7.2, es convergente y su lı́mite coincide con su ı́nfimo. Análogamente, la sucesión {cn }
definida por
cn = inf {an , an+1 , . . . }
es monótona creciente y acotada superiormente, luego converge a su supremo. Con estas
notaciones, daremos la siguiente
Definición 2.1.5.– Se llama lı́mite superior de la sucesión acotada {an }, y se representa por
lim sup(an ) a lim(bn ) = inf {bn }.
Se llama lı́mite inferior de {an }, y se representa por lim inf(an ) a lim(cn ) = sup {cn }.
/ 0
Ejemplo: Sea an = (−1)n + n1 . En este caso {bn } = 1 + 12 , 1 + 12 , 1 + 14 , 1 + 14 , 1 + 16 , . . . ,
que tiene lı́mite 1 y {cn } = {−1}, que tiene lı́mite −1. Por lo tanto, lim sup(an ) = 1 y
lim inf(an ) = −1.
56 2.1. Sucesiones de números reales y complejos

Proposición 2.1.6. Sea {an } una sucesión acotada de números reales. Se verifican las
propiedades siguientes:
(1) Si {ank } es una subsucesión convergente de {an } se tiene:

lim inf(an ) ≤ lim(ank ) ≤ lim sup(an )

(2) Existen subsucesiones de {an } cuyos lı́mites son lim sup(an ) y lim inf(an ).
(3) lim inf(an ) = lim sup(an ) si y sólo si existe lim(an ) y en este caso los tres coinciden.

Demostración: (1) Con las notaciones anteriores, para cada k ∈ N es

inf {ank , ank +1 , . . . } = cnk ≤ ank ≤ bnk = sup {ank , ank +1 , . . . } ,

y como las tres sucesiones son convergentes, tomando lı́mites se obtiene:

lim inf(an ) ≤ lim(ank ) ≤ lim sup(an ).

(2) Busquemos una subsucesión cuyo lı́mite sea lim sup(an ); análogamente se harı́a para el
lı́mite inferior.
Como b1 = sup {a1 , a2 , . . . }, b1 − 1 no es cota superior de {a1 , a2 , . . . }, luego existe un an1
tal que
b1 − 1 ≤ an1 ≤ b1 .
Por el mismo argumento, como bn1 +1 = sup {an1 +1 , an1 +2 , . . . }, existe un n2 > n1 tal que

1
bn1 +1 − ≤ an2 ≤ bn1 +1 .
2

Repitiendo, se obtiene una subsucesión {ank } que verifica:

1
bnk−1 +1 − ≤ ank ≤ bnk−1 +1 .
k

Como las sucesiones de los extremos tienen ambas el mismo lı́mite, {ank } es convergente y
su lı́mite coincide con el de las anteriores, es decir, con lim sup(an ).
Obsérvese que de este apartado y el anterior se deduce que el lı́mite superior y el lı́mite infe-
rior son, respectivamente, el mayor y el menor de los lı́mites de las subsucesiones convergentes
de una sucesión, lo que justifica su denominación.
(3) Por la observación anterior lim inf(an ) = lim sup(an ) si y sólo si el lı́mite de todas las
subsucesiones convergentes de {an } es el mismo, y por el corolario 2.1.4 esto equivale a la
existencia de lim(an ). !
Seguidamente introducimos el concepto de lı́mites infinitos, que será de utilidad en lo
sucesivo.
Definición 2.1.7.– Diremos que una sucesión {an } diverge a +∞ si para cada M ∈ R existe
un n0 ∈ N tal que an > M para n ≥ n0 .
En este caso escribiremos lim(an ) = +∞ ó {an } → +∞.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 57

Diremos que la sucesión {an } diverge a −∞ si para cada M ∈ R existe un n0 ∈ N tal que
an < M para n ≥ n0 .
En este caso escribiremos lim(an ) = −∞ ó {an } → −∞.
Si la sucesión {an } no es convergente ni divergente a +∞ ni a −∞, diremos que es oscilante.

Ejemplos: 1) Por ser R arquimediano, {n} → +∞.


2) La sucesión {(−1)n } es oscilante.

Observaciones: 1) En la definición 2.1.7, para +∞ es suficiente que la condición se cumpla


para cada M > 0, y para −∞, para cada M < 0.
2) Si {an } → +∞, dado ε > 0 existe n0 tal que an > 1ε para n ≥ n0 , es decir, a1n < ε para
4 5 4 5
n ≥ n0 , luego a1n → 0. Análogamente se probarı́a que si {an } → −∞, entonces a1n → 0.
3) Si una sucesión diverge a +∞ ó −∞, todas sus subsucesiones también.
Estudiemos brevemente el comportamiento de los lı́mites +∞ y −∞ con las operaciones
de R.
Utilizaremos la siguiente notación: si lim(an ) = a y lim(bn ) = b, donde a y b pueden ser
+∞, −∞ ó cualquier número real, al lı́mite de la sucesión {an + bn } lo designaremos por
a + b. Por ejemplo, si a ∈ R la expresión a + (+∞) = +∞ significa que si lim(an ) = a y
lim(bn ) = +∞, entonces lim(an + bn ) = +∞. Análogamente para las restantes operaciones
y casos. El sı́mbolo ? significa que el resultado de la operación no es siempre el mismo,
tratándose por tanto de una indeterminación.
Para la suma y el producto, la totalidad de los resultados se resume en las siguientes tablas.
(En la primera, a y b son números reales cualesquiera, y en la segunda son positivos):

× −b 0 b +∞ −∞
−a ab 0 −ab −∞ +∞
+ b +∞ −∞ 0 0 0 0 ? ?
a a+b +∞ −∞ a −ab 0 ab +∞ −∞
+∞ +∞ +∞ ? +∞ −∞ ? +∞ +∞ −∞
−∞ −∞ ? −∞ −∞ +∞ ? −∞ −∞ +∞

Demostremos alguno de ellos, dejando al cuidado del lector la demostración de los restantes:
(1) a + (+∞) = +∞ :
Supongamos que {an } → a y {bn } → +∞ y sea M ∈ R. Por ser convergente, la sucesión
{an } está acotada; sea k una cota inferior. Como lim(bn ) = +∞, existe n0 tal que si n ≥ n0
entonces bn > M − k, con lo que para n ≥ n0

an + bn > k + bn > k + M − k = M.

(2) (+∞) + (+∞) = +∞ :


Supongamos que {an } y {bn } son dos sucesiones que divergen a +∞, y sea M ∈ R.
Como lim(an ) = +∞ existe n0 tal que an > M para n ≥ n0 . Como por otro lado es
58 2.1. Sucesiones de números reales y complejos

lim(bn ) = +∞ existe n1 tal que bn > 0 para n ≥ n1 . Entonces, para n ≥ max {n0 , n1 } será
an + bn > M + 0 = M , con lo que se termina.
(3) (+∞)(−∞) = −∞ :
Supongamos ahora que {an } → +∞ y {bn } → −∞, y sea M ∈ R+ . Como lim(an ) = +∞,
existe n0 tal que an > M para n ≥ n0 . Como por otro lado es lim(bn ) = −∞ existe n1 tal
que bn < −1 para n ≥ n1 . Entonces, para n ≥ max {n0 , n1 } será an bn < −M , con lo que se
termina.
(4) a(+∞) = +∞ si a > 0 :
Supongamos que {an } → a y {bn } → +∞, y sea M ∈ R+ . Como {an } → a, existe un n0
tal que para n ≥ n0 es an ≥ a2 . Por ser lim(bn ) = +∞ existirá n1 tal que si n ≥ n1 entonces
bn > 2Ma . Se tendrá que para n ≥ max {n0 , n1 } es

a a 2M
an bn ≥ bn > = M.
2 2 a
(5) (+∞) + (−∞) =? :
Si para cada n ∈ N tomamos an = n y bn = −n, entonces lim(an ) = +∞, lim(bn ) = −∞
y lim(an + bn ) = 0, pues an + bn = 0 para todo n. Sin embargo, si tomamos cn = −n + 1 se
tendrá que an + cn = 1 para todo n, luego lim(an ) = +∞, lim(cn ) = −∞ y lim(an + cn ) = 1.
Es fácil encontrar sucesiones {an } y {bn } con lı́mite +∞ y −∞ respectivamente, tales que
{an + bn } tenga lı́mite +∞, −∞, cualquier número real, o no tenga lı́mite.
(6) 0(+∞) =?: / 0 / 0
Considerar las sucesiones n1 y {n} por un lado y n1 y {n2 } por otro.
Los resultados para la resta se deducen fácilmente de los de la suma, ya que {an − bn } =
{an } + {−bn }.
Para el cociente la totalidad de los resultados se resume en la siguiente tabla

/ −b 0 b +∞ −∞
−a a/b ? −a/b 0 0
0 0 ? 0 0 0
a −a/b ? a/b 0 0
+∞ −∞ ? +∞ ? ?
−∞ +∞ ? −∞ ? ?

donde a y b son 4 positivos.


5 4 5
an
Puesto que bn = {an } b1n , los resultados en que {bn } es convergente y lim(bn ) #= 0 se
deducen de los del producto:
Si {bn } → +∞, entonces lim b1n = 0, luego +∞
−a 0
= −a·0 = 0, +∞ = 0·0 = 0, +∞a
= a·0 = 0,
+∞ −∞
+∞ = +∞ · 0 =? y +∞ = −∞ · 0 =?.
Análogamente si 4{bn }5 → −∞.
Si lim(bn ) = 0, b1n puede ser oscilante, divergente a +∞ ó a −∞; por ejemplo con-
4 5 / 0 / 0
(−1)n
sidérense las sucesiones n
, n1 y −1n .
Tema II: Sucesiones y series numéricas 59

Utilizando estas sucesiones es fácil encontrar ejemplos para probar las indeterminaciones
que aparecen cuando lim(bn ) = 0.
Observación: Dado a ∈ R, denotaremos por

(−∞, a) = {x ∈ R : x < a}
(−∞, a] = {x ∈ R : x ≤ a}
(a, +∞) = {x ∈ R : x > a}
[a, +∞) = {x ∈ R : x ≥ a}

Para las sucesiones de números complejos daremos la siguiente


Definición 2.1.8.– Diremos que una sucesión {zn } diverge a ∞ si para cada M > 0 existe
un n0 ∈ N tal que |zn | > M para n ≥ n0 .
Si {zn } no es convergente ni divergente a ∞ se dice que es oscilante
En este caso las tablas, cuyos resultados se demuestran análogamente a los anteriores, son:

× z" 0 ∞ / z" 0 ∞
+ z" ∞ z zz " 0 ∞ z z/z " ∞ 0
z z + z" ∞ 0 0 0 ? 0 0 ? 0
∞ ∞ ? ∞ ∞ ? ∞ ∞ ∞ ∞ ?

donde z, z " ∈ C y para el producto y el cociente son distintos de 0.


En este caso aparece la indeterminación ∞ + ∞ (considerar las sucesiones del caso (5)
anterior), y desaparece la indeterminación z0 , no ası́ 00 .
Observación: Como toda sucesión de números reales es también de números complejos, tiene
sentido decir que diverge a ∞. Esto no sólo ocurre cuando {an } → +∞ y {an } → −∞, sino
también en algunos casos en que {an } es oscilante como sucesión de números reales, como
por ejemplo {(−1)n n}, que considerada como sucesión de números complejos no es oscilante,
sino divergente a ∞.

2.2. Series numéricas. Conceptos generales

Definición 2.2.1.– Llamaremos serie de números complejos (resp. de números reales) a un


par de sucesiones ({zn }, {Zn }) de números complejos (resp. de números reales), relacionadas
de la siguiente manera:
n
;
Zn = z1 + · · · + zn = zk .
k=1

El término Zn recibirá el nombre de suma parcial n–ésima de la serie. El número zn


recibirá el nombre de término n–ésimo de la serie.
60 2.2. Series numéricas. Conceptos generales
<
Para simplificar la notación, normalmente representaremos la serie ({zn }, {Zn })<por zn .
Además, para series de números reales utilizaremos las notaciones ({an }, {An }) ó an , como
ya es habitual.
<
Definición 2.2.2.– Diremos que la serie de números complejos < zn es convergente, diver-
gente a ∞ u oscilante si lo es la sucesión {Zn }. Si la serie zn es convergente, llamaremos
suma de la misma al número complejo

;
zn = lim(Zn ).
n=1

<
Diremos que la serie de números reales an es convergente,
< divergente a +∞, divergente
a −∞ u oscilante si lo es la sucesión {An }. Si la serie an es convergente, llamaremos suma
de la misma al número real

;
an = lim(An ).
n=1

< <

Observaciones: 1) No se debe confundir la serie zn con su suma, zn .
n=1
2) Suprimir un número finito de términos no afecta al carácter de una serie, pero sı́ a su
suma (en el caso de ser convergente).

Ejemplos: 1) Series geométricas: Sean a #= 0 y z dos números complejos cualesquiera y


consideremos la progresión geométrica
< cuyo término general es zn = az n (n ≥ 0); vamos a
discutir el carácter de la serie zn según los valores de a y z.
Si z = 1, la suma parcial n–ésima vale Zn = (n + 1)a, luego la sucesión de las sumas
parciales es divergente a ∞ y por tanto la serie también.
Si z #= 1, la suma parcial n–ésima vale

1 − z n+1
Zn = z0 + ... + zn = a(1 + ... + z n ) = a
1−z

y se pueden dar los casos siguientes:


a) |z| < 1, con lo que lim(|z|n ) = 0, luego lim(z n ) = 0 y la serie es convergente; su suma
a
será lim(Zn ) = 1−z .
b) Si |z| > 1, la serie es divergente a ∞, porque lim(z n ) = ∞.
c) Si |z| = 1 y z #= 1, la serie no puede ser convergente, porque si su suma fuese un número
complejo Z, entonces

lim(zn ) = lim(Zn ) − lim(Zn−1 ) = Z − Z = 0,

mientras que por otro lado, como |zn | = |a| para todo n ∈ N, es lim(|zn |) = |a| =
# 0. Tampoco
2|a|
puede ser divergente, pues sus sumas parciales están acotadas por |1−z| . Por lo tanto es
oscilante.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 61

<
2) Serie armónica de exponente 1 : Sea an = n1 (n ≥ 1); vamos a probar que la serie an
diverge a +∞. Obsérvese para ello que la sucesión de las sumas parciales es creciente, ya que
1
An+1 = An + > An ,
n+1
y por lo tanto, o bien es convergente (cuando esté acotada), o diverge a +∞ (cuando no lo
esté). Veamos que no está acotada: puesto que
# %
1 1 1
< log 1 + <
k+1 k k
(ver Apéndice I), sumando las desigualdades correspondientes a k = 1, . . . , n, se obtiene:
# % # %
1 1 2 n+1 1 1
+···+ < log + · · · + log < +···+ ;
2 n+1 1 n 1 n
como # % # % # %
2 n+1 23 n+1
log + · · · + log = log ... = log(n + 1),
1 n 12 n
se tendrá para cada n ∈ N que

An+1 − 1 < log(n + 1) < An ,

y como la sucesión {log(n + 1)} no está acotada, {An } tampoco.


Vamos a buscar una expresión de la suma parcial An que necesitaremos más adelante. De
la desigualdad anterior se obtiene que

log(n) < log(n + 1) < An < 1 + log(n).

Sea cn = An − log(n); como 0 < cn < 1, la sucesión {cn } está acotada. Además es monótona
decreciente, ya que
# %
1 1
cn+1 − cn = An+1 − log(n + 1) − An + log(n) = − log 1 + < 0.
n+1 n
Entonces es convergente. Su lı́mite se llama constante de Euler y se representa por c:
# %
1 1
c = lim 1 + + · · · + − log(n) .
n→∞ 2 n
< (−1)n+1
3) La serie n es convergente.
En efecto, si designamos
<1 por Sn sus sumas parciales y, como antes, por An las sumas
parciales de la serie n , entonces:
# % # %
1 1 1 1 1
S2n = 1 + + · · · + − + +···+ =
3 2n − 1 2 4 2n
# % # % # %
1 1 1 1 1 1 1 1
1+ +···+ + + +···+ −2 + +···+ =
3 2n − 1 2 4 2n 2 4 2n
= A2n − An ,
62 2.2. Series numéricas. Conceptos generales

y por lo tanto, usando la sucesión {cn } del ejemplo anterior, será

S2n = A2n − An = log(2n) + c2n − (log(n) + cn ) = log(2) + c2n − cn .

Tomando lı́mites y teniendo en cuenta que {cn } → c, es lim(S2n ) = log(2); como S2n+1 =
1
S2n + 2n+1 , es lim(S2n+1 ) = log(2), de donde se deduce que la serie es convergente y su suma
vale log(2). <
4) Serie armónica de exponente 2 : Sea an = n12 ; veamos que la serie an es convergente.
Como la sucesión de las sumas parciales es creciente, para ver que es convergente bastará
demostrar que está acotada. Puesto que para k ≥ 1 es

1 1 1 1
2
< = − ,
(k + 1) k(k + 1) k k+1

sumando desde k = 1 hasta n − 1 se tendrá


1 1 1 1
An = 1 + + + · · · + < 1 + 1 − < 2,
22 32 n2 n
< 1
luego en efecto, {An } está acotada, y por lo tanto n2 es convergente y su suma es menor o
π2
igual que 2. De hecho, esta suma vale 6 , como veremos en el tema VII. En general, aunque
se pueda asegurar que una serie es convergente, casi nunca se podrá calcular su suma.
< < "
Proposición 2.2.3. a) Si zn y zn son dos series convergentes
< de números < complejos
con sumas Z y Z " respectivamente, y α ∈ C, entonces las series (zn + zn" ) y (αzn ) son
convergentes, y sus sumas valen Z + Z " y αZ respectivamente. <
b) Si zn = an + ibn , la condición necesaria y suficiente para que zn sea convergente es
< < <
∞ <∞ <∞
que lo sean an y bn , y en este caso es zn = an + i bn .
n=1 n=1 n=1
< < "
Demostración: Si Zn y Zn" son las < sumas "parciales n–ésimas de < zn y zn respectiva-
"
mente, la n–ésima suma parcial de (zn + zn ) es Zn + Zn , y la de (αzn ) es αZn , luego la
proposición 1.10.8 permite obtener a).
El apartado b) es consecuencia de la proposición 1.10.13 al ser Zn = An + iBn . !
Teorema 2.2.4 (Criterio
< de Cauchy para la convergencia de series). La serie de
números complejos zn es convergente si y sólo si para cada ε > 0 existe un n0 ∈ N tal que
si n ≥ n0 y k > 0 entonces |zn+1 + · · · + zn+k | < ε.
Demostración: Como C es completo, la condición necesaria y suficiente para que la sucesión
{Zn } sea convergente es que sea de Cauchy, es decir, que para cada ε > 0 exista un n0 ∈ N
tal que si n, m ≥ n0 , entonces
|Zm − Zn | < ε;
si suponemos que m > n, será m = n + k, con k > 0, luego

|Zm − Zn | = |(z1 + · · · + zn+k ) − (z1 + · · · + zn )| = |zn+1 + · · · + zn+k |,

de donde se deduce la condición. !


Tema II: Sucesiones y series numéricas 63

<
Corolario 2.2.5. Si la serie zn es convergente, entonces lim(zn ) = 0.
Demostración: Tómese k = 1 en el criterio de Cauchy. !

Observación:
< La condición< 1lim(zn ) = 0 es necesaria, pero no suficiente para la convergencia
1
de la serie zn : la serie n es divergente, a pesar de que lim n = 0.
<
Sea<f : N −→ N una función creciente. Dada una serie zn , podemos definir una nueva
serie zn" del modo siguiente:

z1" = z1 + · · · + zf (1) ; zn" = zf (n−1)+1 + · · · + zf (n) para n > 1.


< "
Definición
< 2.2.6.– Diremos que la serie zn anterior
< ha sido construida asociando términos
de zn , o introduciendo paréntesis en la serie zn .

Observación:
< Las sumas parciales de una serie obtenida introduciendo paréntesis en una
serie zn forman una subsucesión de {Zn }.
< "
Proposición < 2.2.7 (Propiedad asociativa). Sea zn una serie obtenida introduciendo
paréntesis en zn . Se verifica:
< <
(1) Si < zn es convergente, entonces< zn" es convergente y tienen la misma suma.
(2) Si zn es divergente, entonces zn" también.
< < "
Demostración: Si {Zn } y {Zn" } son las sucesiones de sumas parciales de zn y zn
"
respectivamente, entonces, {Zn } es una subsucesión de {Zn }, de donde se concluye. !
< " <
Observación: El que<una serie zn obtenida introduciendo paréntesis en zn sea conver-
gente no implica que z<
n lo sea, como prueba el siguiente ejemplo:
Consideremos la serie (−1)n , y sea<f : N −→ N definida por f (n) = < 2n. En este caso
"
zn = 0 para todo n, con lo que la serie zn es convergente y sin embargo (−1)n no lo es,
"

ya que la sucesión {(−1)n } no tiene lı́mite 0.


El ejemplo anterior muestra también que la propiedad disociativa (es decir, que si una
serie obtenida mediante la introducción de paréntesis es convergente entonces la serie ini-
cial también lo es) no es cierta en general. A pesar de ello sı́ es cierta bajo determinadas
condiciones. Eso es lo que demuestra la siguiente
< "
Proposición 2.2.8 (Propiedad disociativa).< Sea zn una serie obtenida introduciendo
paréntesis mediante la aplicación f en la serie zn . Supongamos además que lim(zn ) = <0 "y
que existe una constante M >< 0 tal que f (n + 1) − f (n) ≤ M para todo n. Entonces si zn
es convergente, también lo es zn y ambas series tienen la misma suma.
<

Demostración: Sea Z " = zn" = lim(Zn" ). Dado ε > 0 existe k0 ∈ N tal que |Zk" −Z " | < 2ε
n=1
ε
si k ≥ k0 . Como por otra parte lim(zn ) = 0, existe un n1 ∈ N tal que |zn | < 2M si n ≥ n1 .
Sea n2 = max{f (k0 ), n1 }. Dado n ≥ n2 , si k el mayor entero tal que f (k) ≤ n, entonces
f (k) ≤ n < f (k + 1) y k ≥ k0 , luego
ε
|Zn − Z " | ≤ |Zn − Zk" | + |Zk" − Z " | < |zf (k)+1 | + · · · + |zn | + < ε. !
2
64 2.3. Series de términos no negativos

Si alguna de las dos condiciones impuestas en la proposición anterior para que una serie
de términos cualesquiera cumpla la propiedad disociativa no se cumple, la proposición no es
cierta. Que lim(zn ) = 0 es necesaria lo prueba el ejemplo anterior a la proposición. Que
f (n + 1) − f (n) ≤ M también lo es, lo prueba el siguiente
<
Ejemplo: Consideremos la serie an siendo
= 1
n+1+r si 1 ≤ r ≤ n + 1
an(n+1)+r =
− 1r si n + 2 ≤ r ≤ 2n + 2

para n = 0, 1, . . . , cuyos primeros términos son

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
,− , , ,− ,− , , , ,− ,− ,− ,...
2 2 3 4 3 4 4 5 6 4 5 6
<
Si bn es la serie obtenida introduciendo paréntesis con f (n) = 2 +4 +· · · +2n = n(n+1),
entonces es
1 1 1 1 1 1
b1 = − = 0 , b2 = + − − = 0, . . . , bn = 0
2 2 3 4 3 4
<
y por <
lo tanto la serie bn es convergente y su suma vale 0.
Si dn es la serie obtenida tomando paréntesis con f (n) = 2 + 4 + · · · + 2n − n = n2 ,
entonces su suma parcial n–ésima Dn verifica que

1 1 1
Dn − − −···− = Bn = 0.
n+1 n+2 2n

Por lo tanto, usando el ejemplo 2) de 2.2 será

1 1 1
Dn = + +···+ = A2n − An = log(2n) + c2n − log(n) − cn .
n+1 n+2 2n
<
Entonces
< dn es convergente y su suma vale lim(Dn ) = log(2). Se deduce de aquı́ que
la serie an no puede ser convergente (ya que introduciendo
< paréntesis hemos obtenido dos
series con sumas distintas), a pesar de ser lim(an ) = 0 y bn convergente.

2.3. Series de términos no negativos

<
Definición 2.3.1.– Diremos que la serie de números reales an es de términos no negativos
si an ≥ 0 para todo n, y de términos positivos si an > 0 para todo n.
Proposición 2.3.2. Una serie de términos no negativos es convergente si y sólo si la sucesión
de sus sumas parciales está acotada.
Demostración: En este caso la sucesión de sumas parciales es monótona creciente, luego
su convergencia equivale a su acotación. (proposición 1.7.2). !
Tema II: Sucesiones y series numéricas 65

Teorema
< 2.3.3 (Propiedad disociativa para< series de términos
< no negativos). Si
an es una serie de < términos no negativos y bn procede
< de an por introducción de
paréntesis, entonces an es convergente si y sólo lo es bn , y en este caso tienen la misma
suma.
Demostración: {Bn } es una subsucesión de {An } y ambas son crecientes. Por lo tanto una
será convergente si y sólo si lo es la otra, y en este caso ambas tienen el mismo lı́mite. !
<
Definición
< 2.3.4.– Sea σ : N −→ N<una aplicación biyectiva. Si an es una serie, diremos
que aσ(n) es una reordenación de an .
<
Obsérvese que una reordenación de an consiste en otra serie con los mismos términos,
pero sumados en otro orden.
<
Teorema 2.3.5 (Propiedad conmutativa). Una < serie de términos no negativos an es
convergente si y sólo si cualquier reordenación suya aσ(n) es convergente, y en este caso
tienen la misma suma.
< <
Demostración:<Supongamos que an es convergente y con suma A, y sea aσ(n) una
reordenación de an . Para cada n ∈ N, sea m = max{σ(1), . . . , σ(n)}; entonces

aσ(1) + · · · + aσ(n) ≤ a1 + · · · + am ≤ A,
< <
luego las sumas parciales de aσ(n) están acotadas por A. Esto prueba que aσ(n) es
convergente y que su suma
< B es menor o igual que A. <
Como por otra parte an es una reordenación de aσ(n) (mediante la aplicación σ −1 ),
por el argumento anterior, si ésta es convergente también lo será la primera, y además A ≤ B,
lo cual termina la demostración. !

2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann

<
Definición 2.4.1.–<Diremos que la serie de números complejos zn es absolutamente con-
vergente si la serie |zn | es convergente.
< n
Ejemplos: 1) La serie az <es absolutamente convergente si y sólo si |z| < 1. <
2) Dados z, an ∈ C la serie an z n se denomina serie de potencias. Veamos que si < an z0n
converge para un cierto z0 ∈ C, entonces para < cada z ∈ C con |z| < |z0 | la serie an z n
converge absolutamente. En efecto, por ser an z0n convergente, la sucesión {|an ||z0 |n } está
acotada. Si K es una cota superior de dicha sucesión será
3 3n
3z3
|an ||z| = |an ||z0 | 33 33 ≤ Krn ,
n n
z0
3 3
3z3
con r = 33 33 < 1, con lo que, usando el ejemplo anterior, se concluye.
z0
66 2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann

Proposición 2.4.2. Toda serie de números complejos absolutamente convergente es conver-


gente.
<
Demostración: Por el criterio de Cauchy, al ser |zn | convergente, para cada ε > 0 existe
un n0 tal que para todo n ≥ n0 y k > 0 es

||zn+1 | + · · · + |zn+k || < ε.

Pero, por otra parte

|zn+1 + · · · + zn+k | ≤ |zn+1 | + · · · + |zn+k |,

de donde se concluye, de nuevo por el criterio de Cauchy. !

Observación: El recı́proco de la proposición anterior no es cierto en general, por ejemplo si


(−1)n+1 <
an = , la serie an es convergente, pero no absolutamente convergente, como ya
n
sabemos.
<
Proposición 2.4.3. Sea zn una serie<de números complejos, con zn = an + ibn . La
condición
< < necesaria y suficiente para que zn sea absolutamente convergente es que lo sean
an y bn .
Demostración: De la desigualdad |zn | ≤ |an | + |bn | se deduce la suficiencia de la condición,
y de ser |an | ≤ |zn | y |bn | ≤ |zn | la necesidad. !
<
Dada una serie de números reales an , sean a+ −
n = max{an , 0} y an = max{−an , 0}. Es
+ − + − + −
evidente que an , an ≥ 0 para todo n; además, an − an = an y an + an = |an |.
<
Definición 2.4.4.–
< Dada una < serie de números reales an llamaremos serie de< los términos
< −
+
positivos de an a la serie an , y serie de los términos negativos de an a an .
Obsérvese que ambas series son de términos no negativos.

< (−1)n+1
Ejemplo: Consideremos la serie . Se tendrá:
n
= 1 =
si n es impar 0 si n es impar
a+
n = n y a−
n = 1
0 si n es par si n es par
n
<
Obsérvese que en este caso la serie an es convergente a pesar de que sus series de términos
positivos y negativos son divergentes.
<
Proposición
< + < −2.4.5. a) La serie de números reales an es absolutamente convergente si y
sólo si an y an son convergentes. Además, en este caso, se verifica que:


; ∞
; ∞
; ∞
; ∞
; ∞
;
an = a+
n − a−
n y |an | = a+
n + a−
n.
n=1 n=1 n=1 n=1 n=1 n=1
Tema II: Sucesiones y series numéricas 67

< < + < −


b) Si an es convergente, pero no absolutamente convergente, entonces an y an
divergen a +∞.
Demostración: a) La primera parte se deduce de las desigualdades a+ −
n ≤ |an |, an ≤ |an | y
+ −
la igualdad |an | = an + an .
Las fórmulas se obtienen sin más que tomar lı́mites en las igualdades que verifican las
sumas parciales
< de cada< −una de las series.
b) Como a+ n y an son series de términos no negativos,<son convergentes o divergentes
a +∞; no pueden ser ambas convergentes, pues en ese caso an serı́a absolutamente con-
vergente
< (apartado anterior); tampoco una convergente y la otra divergente, porque entonces
an serı́a divergente. La única posibilidad es que ambas sean divergentes a +∞. !
< <
Definición 2.4.6.– Sea zn una serie convergente de números complejos. Diremos que zn
es incondicionalmente
< convergente si todas sus reordenaciones son convergentes y tienen la
misma suma que< zn .
Diremos que zn es condicionalmente convergente en caso contrario.

Ejemplos: 1) La propiedad conmutativa para las series de términos no negativos se podrı́a


enunciar del modo siguiente: toda serie convergente de términos no negativos es incondi-
cionalmente convergente.
< (−1)n+1
2) La serie es condicionalmente convergente: como ya sabemos, esta serie es
n
convergente y su suma vale log(2). Vamos a encontrar una reordenación convergente, pero de
suma distinta. Para ello sumemos alternativamente dos términos positivos y uno negativo, es
decir, la reordenación es la definida por la función σ : N −→ N dada por σ(3n − 2) = 4n − 3,
σ(3n − 1) = 4n − 1 y σ(3n) = 2n; los términos de la serie reordenada son entonces:
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
1, , − , , , − , , , − , . . . , , ,− ,... .
3 2 5 7 4 9 11 6 4n − 3 4n − 1 2n
<1
Recordemos que si An es la suma parcial n–ésima de la serie n , entonces An = log(n)+cn
con lim(cn ) = c. Si designamos por Sn la suma n–ésima de la serie reordenada del modo
descrito, será
1 1 1 1 1
S3n = 1 + − + · · · + + − =
3 2 4n − 3 4n − 1 2n
# % # %
1 1 1 1 1
=− 1+ +···+ + 1+ +···+ =
2 2 n 3 4n − 1
1 1 √ 1 1
= − An + A4n − A2n = log(2 2) + c4n − c2n − cn .
2 2 2 2

Tomando lı́mites en la igualdad anterior, queda lim(S3n ) = √
log(2 2), y de aquı́ se obtiene
fácilmente que {S3n−2 } y {S√ 3n−1 } convergen ambas a log(2 2), con lo que que la suma
de la reordenación vale log(2 2) #= log(2), y por lo tanto dicha serie es condicionalmente
convergente.

Ejercicio: Probar que si la serie del ejemplo anterior se reordena tomando alternativamente ' (
k términos positivos y r negativos, entonces la suma de la nueva serie vale log(2) + 12 log kr .
68 2.4. Convergencia absoluta y condicional. Teorema de Riemann
< <
Proposición 2.4.7. Sea zn una serie de números
< complejos,
< con zn = a n + ib n ; zn
es incondicionalmente convergente si y sólo si an y bn son incondicionalmente conver-
gentes.
Demostración: Es inmediata a partir del apartado b) de la proposición 2.2.3. !
Proposición 2.4.8. Toda serie de números complejos absolutamente convergente es incondi-
cionalmente convergente.
Demostraci
< ón: Por las proposiciones 2.4.3 y 2.4.7 basta ver que el enunciado es cierto para
series < an de números reales. < + < −
Si an es absolutamente convergente, entonces an y an son series convergentes
(proposición <
2.4.5) de términos no negativos, y<
por lo tanto verifican la propiedad conmutativa.
Entonces, si aσ(n) es una reordenación de an , de la igualdad

aσ(1) + · · · + aσ(n) = (a+ + − −


σ(1) + · · · + aσ(n) ) − (aσ(1) + · · · + aσ(n) )
< <
se concluye que aσ(n) converge a la misma suma que an . !
<
Teorema 2.4.9 (Teorema de Riemann). Si an es una serie convergente
< de números
reales, pero no absolutamente convergente, existen reordenaciones de an oscilantes, diver-
gentes o convergentes a cualquier número real prefijado.
< < + < −
Demostración: Como an no es absolutamente convergente, las series an y an son
ambas divergentes a +∞.
Vamos< a obtener en primer lugar una reordenación oscilante.
Como a+
n diverge a +∞, existe un número natural n1 tal que

a+ +
1 + · · · + an1 > 1;
<
como a−
n diverge a +∞, existe un m1 ∈ N tal que

(a+ + − −
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) < −1.

Análogamente existe un n2 > n1 tal que

(a+ + − − + +
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) + (an1 +1 + · · · + an2 ) > 1,

y un m2 > m1 tal que

(a+ + − − + + − −
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) + (an1 +1 + · · · + an2 ) − (am1 +1 + · · · + am2 ) < −1.
<
Siguiendo con el proceso, construimos una serie cuyos términos son los de an <
y un
cero extra por cada término; suprimiendo dichos ceros se obtiene una reordenación de an
oscilante.
Ahora vamos a obtener una reordenación divergente hacia +∞ (de igual modo se construirı́a
otra divergente a −∞).
Como antes, existe un n1 ∈ N tal que

a+ +
1 + · · · + an1 > 1;
Tema II: Sucesiones y series numéricas 69

restamos ahora el primer término negativo a−


1 . Una vez hecho, existe un n2 > n1 tal que

(a+ + − + +
1 + · · · + an1 ) − a1 + (an1 +1 + · · · + an2 ) > 2,

y, en general, existe un nk > nk−1 tal que


(a+ + − + + − + +
1 + · · · + an1 ) − a1 + (an1 +1 + · · · + an2 ) − a2 + · · · + (ank−1 +1 + · · · + ank ) > k.

Como lim(an ) = 0, existe k0 tal que si k ≥ k0 entonces |ak | < 1. Entonces si k ≥ k0 se


tendrá que
(a+ + − + + − + + −
1 + · · · + an1 ) − a1 + (an1 +1 + · · · + an2 ) − a2 + · · · + (ank−1 +1 + · · · + ank ) − ak > k − 1,
<
luego, suprimiendo los ceros sobrantes, obtenemos una reordenación de an divergente hacia
+∞. <
Sea ahora a ∈ R; vamos a obtener una reordenación de la serie an de suma a.
Supongamos a ≥ 0. Sea n1 el menor ı́ndice tal que
a+ +
1 + · · · + an1 > a,

es decir, también se verifica:


a+ +
1 + · · · + an1 −1 ≤ a.
Ahora restamos términos negativos del mismo modo: sea m1 el menor ı́ndice tal que
(a+ + − −
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) < a,

es decir, tal que además


(a+ + − −
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 −1 ) ≥ a.

< Reiterando el proceso y suprimiendo los ceros sobrantes se obtiene una reordenación de
an ; vamos
< a ver que es convergente hacia a:
Como an es convergente, lim(an ) = 0, luego dado ε > 0 existe un k0 tal que |an | < ε si
n ≥ k0 .
Por construcción, mk , nk ≥ k, ya que en cada etapa añadimos al menos un término. Ası́
pues, si k ≥ k0 se verifica:
(a+ + − − + + +
1 + · · · + an1 ) − (a1 + · · · + am1 ) + · · · + (ank−1 +1 + · · · + ank ) ≤ a + ank < a + ε,

y con mayor motivo si restamos términos negativos hasta el a−


mk . Análogamente, se tiene:
+ −
a − ε < a − a− + −
mk ≤ (a1 + · · · + an1 ) + · · · − (amk−1 +1 + · · · + amk ),

y con mayor motivo si sumamos términos hasta el a+ nk+1 .


Esto demuestra que la serie ası́ obtenida es convergente y que su suma es a.
Para a < 0 se hace igual, pero comenzando con los términos negativos. !

Observación: Para series* de números complejos el teorema de Riemann no es cierto. Por


< ) (−1)n+1
ejemplo, n
+ ni2 es convergente (por serlo la parte real y la imaginaria), y no es
>
absolutamente convergente, ya que |zn | = n12 + n14 ≥ n1 . Sin embargo, la parte imaginaria
2 <

π2
de la suma de cualquier reordenación convergente vale π6 porque 1
n2 = 6 y dicha serie
n=1
es absolutamente convergente.
70 2.5. Producto de series

Corolario 2.4.10. Una serie de números complejos es absolutamente convergente si y sólo


si es incondicionamente convergente.
Demostración: La necesidad
< es la proposición 2.4.8. <
Recı́procamente, sea zn una serie de números complejos con zn = < an + ibn<
. Si zn
no es absolutamente convergente, entonces al menos una de las dos series an ó bn no es
absolutamente convergente (Proposición 2.4.3), y por el teorema de
<Riemann, dicha serie es
condicionalmente convergente, y por lo tanto (proposición 2.4.7) zn es condicionalmente
convergente. !

2.5. Producto de series

En este apartado todas las series serán de números complejos.


El producto de dos sumas finitas a1 + · · · + an y b1 + · · · + bm es la suma de los ai bj donde
(i, j) ∈ {1, . . . , n} × {1, . . . , m}. Obsérvese que el orden en que se suman estos términos no
influye en el resultado, pues se trata de un número finito de sumandos. < <
Esto es generalizable al caso de series: el producto de las series an y bn será otra serie
en la que aparezca cada ai bj una sóla vez, con (i, j) ∈ N × N; pero habrá que fijar un orden
de sumación, pues ahora éste sı́ influirá en el resultado. Ordenar el conjunto N × N es dar
una numeración f : N −→ N × N y por lo tanto daremos la siguiente
< <
Definición 2.5.1.– Si an y < bn son< dos series y f : N −→ N × N una<aplicación
biyectiva, se llama producto de an y bn mediante la aplicación f a la serie cn donde
cn = ai bj , siendo f (n) = (i, j).

Observación: Si f : N −→ N × N y g : N −→ N × N son biyectivas, también lo es


g −1 ◦ f : N −→ N y por tanto todos los productos de dos series son reordenaciones de uno
cualquiera de ellos.
< < <
Ejemplos: 1) Si an y bn son series convergentes y cn es el producto de las mismas
obtenido a partir de la aplicación biyectiva (ver Apéndice del Tema I) f : N −→ N × N
definida por 1
2 (r, n + 1) si 1 ≤ r ≤ n + 1
f (n + r) =
(n + 1, 2n + 2 − r) si n + 2 ≤ r ≤ 2n + 1
#∞ %# ∞ %
< <∞ < <
para n = 0, 1, . . . , entonces cn es convergente y además cn = an bn .
< n=1 n=1 n=1
Los primeros términos de cn son

a1 b1 , a1 b2 , a2 b2 , a2 b1 , a1 b3 , a2 b3 , . . . .

Con las notaciones de siempre, es claro que Cn2 = An Bn , ya que en ambos < términos
aparecen todos los productos ak br con k, r ≤ n. Además toda suma parcial de cn puede
escribirse de la forma Cn2 +r ó Cn2 −r , con r ≤ n + 1. Consideremos, por ejemplo, las sumas
Cn2 +r :
Cn2 +r = An Bn + (a1 + · · · + ar )bn+1 .
Tema II: Sucesiones y series numéricas 71

<
Como an es convergente, existe una constante K tal que

|a1 + · · · + ar | ≤ K,

luego
|(a1 + · · · + ar )bn+1 | ≤ K|bn+1 |,
y como lim(bn ) = 0, lim(Cn2 +r ) = lim(An ) lim(Bn ). Análogo resultado se prueba para las
sumas parciales Cn2 −r , de donde se concluye.
< (−1)n+1
2) A pesar de que la serie √ es convergente, el producto por sı́ misma con la
n
aplicación biyectiva (ver Apéndice del Tema I) f : N −→ N × N definida por
# %
n(n + 1)
f +r = (r, n + 2 − r) si 1 ≤ r ≤ n + 1
2

para n = 0, 1, . . . , no es convergente.
La convergencia de la serie es clara sin más que aplicar el criterio de Leibnitz (ver Apéndice
II). <
Los primeros términos de cn son:

a1 b1 , a1 b2 , a2 b1 , a1 b3 , a2 b2 , a3 b1 , a1 b4 , . . . ,

y para ver que no converge usaremos la propiedad asociativa agrupando


< los términos cuyos
subı́ndices
< tienen la misma suma. Si vemos que la serie resultante dn no es convergente,
cn no será convergente.
Será
; (−1)r+1 (−1)s+1 ; 1 1
dn−1 = √ √ = (−1)n √ √ ,
r+s=n
r s r+s=n
r s
√ √
y en esta suma r ≤ n y s<≤ n, con lo que r s ≤ n. Entonces |dn | ≥ 1, con lo que {dn } no
converge a 0 y por tanto dn no es convergente.
Como todos los productos de dos series son reordenaciones de uno cualquiera de ellos,
sólo nos interesa calcular la suma de una serie producto cuando ésta sea incondicionalmente
convergente, o, lo que es lo mismo, absolutamente convergente. Esto ocurre, por ejemplo, si
las dos series son absolutamente convergentes, como demuestra el siguiente
< <
Teorema 2.5.2. Si an y bn son series
# absolutamente
% # ∞ convergentes,
% todos sus productos
<
∞ <
son absolutamente convergentes con suma an bn .
n=1 n=1
< < < <
Demostración: Sea cn un producto de an y bn . Demostremos que cn es absolu-
tamente convergente. <
La suma n–ésima de |cn | será de la forma

Cn" = |ai1 ||bj1 | + · · · + |ain ||bjn |,


72 2.5. Producto de series

y si tomamos i = max{i1 , . . . , in }, j = max{j1 , . . . , jn }, será


?∞ @? ∞ @
; ;
Cn" ≤ (|a1 | + · · · + |ai |)(|b1 | + · · · + |bj |) ≤ |an | |bn | ,
n=1 n=1
<
es decir, las sumas parciales de la<
serie <|cn | están acotadas, y por lo tanto será convergente.
Entonces todos los productos an y bn tienen la misma suma. En particular, tomando
el obtenido con la numeración del ejemplo 1) anterior, se tendrá que
?∞ @ ?∞ @? ∞ @
; ; ;
cn = an bn . !
n=1 n=1 n=1

< <
Definición
< 2.5.3.– Llamaremos producto de Cauchy de las series an y bn a la serie
cn , donde ;
cn = ak br .
k+r=n

Obsérvese que esta serie es una introducción de paréntesis en el producto correspondiente


a la numeracion de N × N del ejemplo< 2,<por lo que no es un producto en el sentido de la
definición 2.5.1. No obstante, si an y bn son absolutamente convergentes, también lo
es cualquier producto suyo y tiene la misma suma que el producto de Cauchy (propiedad
asociativa).
< <
Ejemplos: 1) Si an z n y bn z n convergen para |z| < r y escribimos
;
cn = ak br ,
k+r=n

< <
∞ <

la serie cn z n converge a ( an z n )( bn z n ) para |z| < r.
n=0 n=0 <
En <efecto, el <
producto de Cauchy de las dos series es precisamente cn z n , y, como las
n
series an z# y bn z n% son
# ∞absolutamente
% convergentes para |z| < r, cualquier producto suyo
<
∞ <
tiene suma an z n bn z n (teorema 2.5.2), y por lo tanto su producto de Cauchy
n=0 n=0
también.
Este ejemplo justifica la definición del producto de Cauchy, ya que esta introducción de
paréntesis en el producto de dos series de potencias consiste simplemente en agrupar todos
los sumandos con el mismo exponente de z.
< zn < wn < (z + w)n
2) El producto de Cauchy de las series y es la serie , ya que
n≥0 n! n≥0 n! n≥0 n!
; z k wr n
; n # %
z k wn−k 1 ; n k n−k 1
cn = = = z w = (z + w)n .
k! r! k! (n − k)! n! k n!
k+r=n k=0 k=0

Además, como las series son absolutamente convergentes


# ∞ n%# ∞(utilı́cese
% para probarlo, por ejemplo,
< z < wn <∞ (z + w)n
el criterio del cociente del Apéndice II), es = .
n=0 n! n=0 n! n=0 n!
Tema II: Sucesiones y series numéricas 73

2.6. Productos infinitos de números reales

La teorı́a de los productos infinitos está muy relacionada con la de las series, ya que un
producto se reduce a una suma si tomamos logaritmos. Aquı́ estudiaremos los productos
infinitos de números reales; aunque el estudio es análogo para los complejos, dado que no se
supone conocido el logaritmo complejo, no nos ocuparemos de él.
Sea {an } una sucesión de números reales; a partir de {an } podemos construir una nueva
sucesión {Pn } definida como sigue:
n
A
Pn = a1 . . . an = ak .
k=1

Por analogı́a con las series, podrı́amos definir un producto infinito como una pareja de
sucesiones ({an }, {Pn }) relacionadas según la fórmula anterior, y decir que es convergente o
divergente si lo es la sucesión {Pn }. Sin embargo, si pusiéramos esta definición se presentarı́an
algunos problemas que comentamos a continuación.
En primer lugar, si algún término an es nulo, todos los Pn+k con k ≥ 0 son nulos, inde-
pendientemente de cómo sean los an+k . Por ejemplo, si a un producto cuya sucesión {Pn }
no sea convergente le cambiamos el primer término por cero, la nueva sucesión {Pn } es la
sucesión constante {0}, que es convergente; entonces dos productos que difieren en un término
tendrı́an distinto carácter, lo cual no es lógico. Para evitarlo excluiremos el caso en que algún
an sea nulo. B
Por otra
< parte, es razonable que un producto infinito< an sea convergente cuando lo sea
la serie log(an ), mientras que si lim(P
B n ) = 0, la serie log(an ) diverge a −∞. Por tanto,
en este caso diremos que el producto an diverge ) a *cero.
Si lim(Pn ) = P #= 0, entonces lim(an ) = lim PPn−1 n
= 1, luego existe un n0 tal que an > 0
para todo n ≥ n0 . Como un número finito de factores no afectan al carácter de la sucesión
{Pn }, en lo sucesivo supondremos que an > 0 para todo n, y ası́ podremos tomar logaritmos.
En vista de la discusión anterior podemos dar la siguiente
Definición 2.6.1.– Llamaremos producto infinito de números reales a un par de sucesiones
({an }, {Pn }), donde an > 0 para todo n, relacionadas del modo siguiente:

Pn = a1 . . . an .

Pn recibe el nombre de producto parcial n–ésimo, y an es el término general del producto.


B
Por comodidad, en lo sucesivo representaremos el producto infinito ({an }, {Pn }) como an ,
con notación análoga a la de las series.
B
Definición 2.6.2.– Diremos que el producto an es convergente si lo es la sucesión {Pn } y
B

su lı́mite es un número P #= 0, en cuyo caso escribiremos P = an .
B n=1
Si lim(Pn ) = 0 ó lim(Pn ) = +∞ diremos que el producto an es divergente a 0 ó divergente
a +∞ respectivamente. B
En otro caso diremos que an es oscilante.
74 2.6. Productos infinitos de números reales
# %
B 1
Ejemplos: 1) 1+ es divergente.
n≥1 n
En efecto, el producto n–ésimo vale

23 n+1
Pn = ... = n + 1,
12 n

luego lim(P
# n ) = +∞,
% y por tanto el producto diverge a +∞.
B 1
2) 1− es divergente a cero, puesto que sus términos son los inversos de los del
n≥2 n
anterior. # %
B 1 1
3) 1 − 2 es convergente a .
n≥2 n 2
1 (n − 1)(n + 1)
En efecto: como 1 − 2 = , el producto n–ésimo vale
n n2
132435 n−2 n n−1 n+1 n+1
... = ,
223344 n−1 n−1 n n 2n

y tomando lı́mites se concluye.


B
Proposición 2.6.3. La condición necesaria y suficiente para que el producto infinito an
< B
∞ <

sea convergente es que lo sea la serie log(an ), y en este caso es log( an ) = log(an ).
n=1 n=1

Demostración: Es consecuencia inmediata de la continuidad de las funciones exponencial


y logarı́tmica. !

Observación: A través de la proposición anterior la teorı́a de series se incorpora a la de


productos infinitos. Tenemos ası́ las propiedades asociativa y conmutativa, y todos los criterios
de convergencia. No obstante veremos aquı́<algunos criterios directos, ya que, en general, será
difı́cil determinar el carácter de las series log(an ).
Teorema 2.6.4
B (Criterio de Cauchy para la convergencia de productos infinitos).
El producto an es convergente si y sólo si para cada ε > 0 existe un n0 ∈ N tal que para
cada n ≥ n0 y k > 0 es
|an+1 . . . an+k − 1| < ε.
B
Demostración: Si an es convergente, lim(Pn ) #= 0, luego existen n1 ∈ N y una constante
M tales que |Pn | ≥ M para n ≥ n1 . Por otra parte, como {Pn } es de Cauchy, dado ε > 0
existe n2 ∈ N tal que para todo n ≥ n2 y k > 0 es

|Pn+k − Pn | < M ε.

Ası́, si n ≥ n0 = max{n1 , n2 }, resulta que

|Pn+k − Pn |
|an+1 . . . an+k − 1| = < ε.
|Pn |
Tema II: Sucesiones y series numéricas 75

B
Recı́procamente, supongamos que el producto an verifica la condición: existe un n0 tal
que para cada n ≥ n0 y k > 0 se verifica

1
|an+1 . . . an+k − 1| < ;
2

en particular, para todo k > 0 será

1 3
< an0 +1 . . . an0 +k < ,
2 2

de donde tomando módulos y multiplicando por |Pn0 |, se obtiene que

1 3
(1) |Pn0 | < |Pn0 +k | < |Pn0 |
2 2

para todo k > 0.


Veamos que la sucesión {Pn } es convergente; probaremos para ello que es de Cauchy.
Sea ε > 0; por hipótesis, existe n1 ∈ N tal que

2
|an+1 . . . an+k − 1| < ε
3|Pn0 |

para cada n ≥ n1 y k > 0, es decir, tal que

2
(2) |Pn+k − Pn | < ε|Pn |
3|Pn0 |

para cada n ≥ n1 y k > 0. Si n ≥ max{n0 , n1 }, de (1) y (2) resulta que

|Pn+k − Pn | < ε,

luego la sucesión {Pn } es de Cauchy, y por lo tanto convergente. Además de la primera


desigualdad de (1) se deduce que lim(Pn ) #= 0. !
B
Corolario 2.6.5. Si an es convergente, lim(an ) = 1.
Demostración: Tómese k = 1 en el criterio de Cauchy. !

Observación:
B El corolario anterior justifica el que los productos infinitos se escriban en la
forma (1 + an ), cosa que haremos en lo sucesivo.
B
Proposición 2.6.6. a) Si < a n ≥ 0 para todo n, entonces el producto (1 + an ) es convergente
si y sólo si lo es la serie an . B
< b) Si a n ≤ 0 para todo n, el producto (1 + an ) es convergente si y sólo si lo es la serie
an .
Demostración: Obsérvese en primer lugar que los términos an nulos no afectan a la conver-
gencia de la serie ni del producto, luego se puede suponer que an #= 0 para todo n. Por otra
76 2.6. Productos infinitos de números reales

parte, si lim(an ) #= 0, no convergen la serie)ni el producto,


* luego también podemos suponer
log(1+an )
que lim(an ) = 0. En estas condiciones, lim an = 1 (ver apéndice I).
< <
En el caso a) las series an y log(1 + an ) son de términos positivos, luego por el criterio
de comparación por paso al lı́mite junto con la proposición 2.6.3 se concluye. <
En el caso b) se concluye de modo análogo )al anterior,*ya que las series (−an ) y
< − log(1+an )
(− log(1 + an )) son de términos positivos y lim −an = 1. !
Los ejemplos siguientes prueban que si hay términos con signos diferentes, entonces no es
cierta la proposición.
(−1)n < B
Ejemplos: 1) Sea an = √ . Entonces an converge y (1 + an ) diverge.
n
La serie es convergente como puede comprobarse utilizando el criterio de Leibnitz.
Probaremos que el producto es divergente aplicando la propiedad asociativa para productos,
que traducida de la de series puede ser enunciada del modo siguiente: si el producto obtenido
al introducir paréntesis en uno dado no converge, tampoco converge el de partida. En este
caso agrupamos los términos de dos en dos:
# %# %
1 1
1 + bn = (1 + a2n−1 )(1 + a2n ) = 1− √ 1+ √ =
2n − 1 2n
1
√ √ 1+ √ √
2n − 1 − 2n − 1 2n + 2n − 1
=1+ : =1− : .
2n(2n − 1) 2n(2n − 1)
< < <1
Como bn ≤ 0 y bn diverge a −∞ ( −bn tiene el mismo caracter que n ; para probarlo
puede utilizarse el criterio de B comparación por paso al lı́mite de Apéndice II), por el apartado
b) de la proposición anterior (1 + bn ) es divergente. <
−1 √1 + 1 para cada n ∈ N. La serie
2) Sean ahora a2n−1 = √ n
y a 2n = n n an no converge,
B
pero el producto (1 + an ) sı́. <1
Si en la serie agrupamos los términos de dos en dos obtenemos < la serie n , que no es
convergente, luego, por la propiedad
B asociativa, tampoco an lo es.
Para ver que el producto (1 + an ) converge vamos a aplicar la propiedad disociativa para
los productos, análoga a la propiedad disociativa para series dada en 2.2.8, queBen este caso
se enunciarı́a ası́: si lim(1 +Ban ) = 1 y una agrupación acotada de términos de (1 + an ) es
convergente, también lo es (1 + an ).
En nuestro caso es claroB que lim(1 + an ) = 1, −1 y, si agrupamos los factores de dos en dos,
obtenemos el producto (1 + bn ), donde < nb = n3/2
, que converge por el apartado b) de la
proposición anterior, al hacerlo la serie bn .
B
Definición 2.6.7.–
B Diremos que el producto infinito (1+an ) es absolutamente convergente
si el producto (1 + |an |) es convergente.
Proposición 2.6.8. Las condiciones siguientes son equivalentes:
B
(1) El producto
< (1 + an ) es absolutamente convergente.
(2) La serie < an es absolutamente convergente.
(3) La serie log(1 + an ) es absolutamente convergente.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 77

Demostración: La equivalencia entre (1) y (2) se deduce del ) apartado*a) de la proposición


2.6.6. Por otra parte, si an #= 0 y lim(an ) = 0, entonces lim | log(1+a
|an |
n )|
= 1, y aplicando el
criterio de comparación por paso al lı́mite (Apéndice II) se tiene la equivalencia entre (2) y
(3). !
B
Corolario 2.6.9. Si (1 + an ) es absolutamente convergente, también es convergente.
Demostración: Es inmediata a partir de 2.6.8. !
78 Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites

Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites

Se dedica este apartado a demostrar algunas propiedades útiles para el cálculo de lı́mites.
Como, por el apartado (1) de la proposición 1.10.13, una sucesión de números complejos
{zn } = {an + ibn } es convergente si y sólo si lo son {an } y {bn }, y en este caso es lim(zn ) =
lim(an ) + i lim(bn ), para estudiar la convergencia basta ceñirse al caso de las sucesiones de
números reales.
Supondremos que el lector conoce la definición de las funciones exponencial y logarı́tmica,
ası́ como sus propiedades elementales; dichas funciones serán estudiadas más adelante. Se
denotará por log al logaritmo neperiano (en base e) y por exp a la exponencial en base e,
donde el número e se define en este apéndice.
Proposición. Sean {an }, {bn } y {cn } sucesiones de números reales. Se verifica:
(1) Si lim(an ) = a, bn > 0 para todo n ∈ N y lim(b1 + · · · + bn ) = +∞, entonces la
sucesión
a1 b1 + · · · + an bn
sn =
b1 + · · · + bn
también tiene por lı́mite a.
a1 + · · · + an
(2) Si lim(an ) = a, la sucesión sn = es convergente y su lı́mite también es
n
a. # %
cn
(3) Si lim = a, bn > 0 para todo n ∈ N y lim(b1 + · · · + bn ) = +∞, entonces
bn
# %
c1 + · · · + cn
lim = a.
b1 + · · · + bn
# %
an+1 − an
(4) Criterio de Stolz : Si lim = a, {bn } es creciente y lim(bn ) = +∞,
# % bn+1 − bn
an
entonces lim = a.
bn )a *
n
(5) Si lim(an+1 − an ) = a, entonces lim = a.
n
Demostración: (1) Sea ε > 0. Como lim(an ) = a, existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces
|an − a| < 2ε . Entonces, si n > n0 se tiene:
3 3
3 a1 b1 + · · · + an bn 3
3 3
3 b1 + · · · + bn − a3 ≤
3 3 3 3
3 (a1 − a)b1 + · · · + (an0 − a)bn0 3 3 (an0 +1 − a)bn0 +1 + · · · + (an − a)bn 3
≤ 33 3+3
3 3
3<
3
b1 + · · · + bn b1 + · · · + bn
|(a1 − a)b1 + · · · + (an0 − a)bn0 | ε bn0 +1 + · · · + bn
< + .
b1 + · · · + bn 2 b1 + · · · + bn
Tema II: Sucesiones y series numéricas 79

Como el numerador de la primera fracción es constante y el denominador diverge a +∞, a


partir de un n1 > n0 dicha fracción es menor que 2ε , y por tanto |sn − a| < ε para n ≥ n1 .
(2) Es un caso particular de (1) tomando bn = 1.
cn
(3) Es también otro caso particular; ahora basta tomar an = .
bn
(4) Como cambiar un término de una sucesión no afecta a su carácter, si hacemos a1 =
b1 = 0 las sucesiones {an } y {bn } verifican las mismas propiedades
# % que antes.
cn
Sean cn = an+1 − an y dn = bn+1 − bn ; entonces lim = a, dn > 0 para todo n ∈ N
dn
y lim(d1 + · · · + dn ) = +∞. Como

c1 + · · · + cn = (a2 − a1 ) + · · · + (an+1 − an ) = an+1 − a1 = an+1

y
d1 + · · · + dn = (b2 − b1 ) + · · · + (bn+1 − bn ) = bn+1 − b1 = bn+1 ,

por el apartado anterior es # %


an+1
lim = a.
bn+1
(5) Es consecuencia inmediata del anterior tomando bn = n. !
Proposición. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) Si x > −1 y n > 1, entonces (1 + x)n ≥ 1 + nx.
(2) Si b > 1, entonces lim(bn ) = +∞.
n
(3) Si 0 < b < 1, entonces lim(b
√ ) = 0.
(4) Si a > 0 entonces lim ( a) = 1.
n

Demostración: (1) Se demuestra por inducción sobre n.


(2) Si b > 1, será b = 1 + c con c > 0, luego por (1) se tiene:

bn = (1 + c)n ≥ 1 + nc,

y como R es arquimediano se concluye.


(3) Si 0 < b < 1, entonces b−1 > 1, y aplicando (2) se concluye.
(4) Sea 0 < ε < 1. Por definición, hemos de encontrar un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 ,

1−ε< n
a <1+ε

y la condición necesaria y suficiente para que esto ocurra es que

(1 − ε)n < a < (1 + ε)n

si n ≥ n0 , y esto es cierto porque según el apartado (3) la sucesión del primer término tiene
por lı́mite cero y según el (2) la del último diverge a +∞. !
80 Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites

Proposición. Se verifican las propiedades siguientes:


'√ (
(1) Si an > 0 para todo n ∈ N y lim(a # n ) = a
% > 0, entonces lim n a ...a
1 n = a.
an+1 '√ (
(2) Si an > 0 para todo n ∈ N y lim = a > 0, entonces lim n an = a.
an

Demostración: Se podrı́a hacer una demostración análoga a la de la proposición inicial,


usando la proposición anterior como auxiliar, pero como se supone conocida la función loga-
ritmo, aplicándola, esta proposición se reduce a los apartados (2) y (5) de la proposición
inicial. !
# %n # %n+1
1 1
Proposición. Las sucesiones an = 1 + y bn = 1 + son monótonas (creciente
n n
y decreciente respectivamente) y tienen el mismo lı́mite, al que denotaremos e.
Demostración: Veamos en primer lugar que {an } es monótona creciente. Utilizando que
(1 + x)n ≥ 1 + nx para x > −1, se tiene que

 n + 2 n
# % # %# %n
an+1 1 n+1 1 1
= 1+ n+1 = 1+ 1− ≥
an n+1 n+1 (n + 1)2
# % #n %
1 n 1
≥ 1+ 1− =1+ > 1,
n+1 (n + 1)2 (n + 1)3

y por lo tanto an+1 > an .


Usando el mismo resultado se obtiene que {bn } es monótona decreciente, ya que en este
caso
 
# % n + 1 n+1 # %# %n+1
bn n+1  n  n+1 1
= n+2 = 1+ ≥
bn+1 n+2 n+2 (n + 1)2 − 1
n+1
# %# %
n+1 n+1 1
≥ 1+ 2
=1+ 3 > 1.
n+2 (n + 1) − 1 n + 4n2 + 4n

Como a1 ≤ an < bn ≤ b1 para todo n ∈ N, la sucesión {an } está acotada superiormente


# {bn }%está acotada inferiormente por a1 . Entonces ambas son convergentes,
por b1 y la sucesión
1
y como bn = an 1 + sus lı́mites coinciden. !
n
# %n
1 1
Ejercicios: 1) Demostrar que lim 1 − = .
n e
2) Demostrar que
# % # %
1 1 1 1 1 1
< log 1 + < y − < log 1 − <−
n+1 n n n n+1 n+1
Tema II: Sucesiones y series numéricas 81

3) Demostrar que si |α| < 1, entonces


α α
< log(1 + α) < .
1 + 2α 1−α
Indicación: hay que hacer por separado los casos α > 0 y α < 0; para el primero se puede
1 1
elegir n ∈ N tal que < α ≤ y aplicar el ejercicio anterior.
n+1 n
4) Probar que si an #= 0 para todo n ∈ N y lim(an ) = 0, entonces
# %
log(1 + an )
lim = 1.
an

Notaciones o y O
Para terminar, por comodidad, fijaremos las notaciones siguientes, que serán utilizadas en
lo sucesivo: # %
an
Si {an } y {bn } son dos sucesiones en R, escribiremos an = o(bn ) si lim = 0, y
bn
an = O(bn ) si existen una constante C ≥ 0 y un n0 ∈ N tales que |an | ≤ C|bn | para n ≥ n0 .
# %
an
Ejemplos: 1) Si lim = a, entonces an = O(bn ). En particular si an = o(bn ), entonces
bn
an = O(bn ).
2) Sea {an } una sucesión con lı́mite 0. La fórmula:
# %
log(1 + an )
(1) lim =1
an
puede escribirse # %
log(1 + an ) − an
lim =0
an
y por lo tanto se tendrá que log(1 + an ) = an + o(an ).
En particular, si an = n1 obtenemos
# % # %
1 1 1
log 1 + = +o .
n n n
3) Sea {bn } una sucesión con lı́mite 0. Tomando an = ebn − 1, como {an } → 0, por la
fórmula (1), será: # %
bn
lim bn = 1.
e −1
# bn % # bn %
e −1 e − 1 − bn
Entonces lim = 1 y por lo tanto lim = 0, de donde
bn bn
ebn = 1 + bn + o(bn ).
4) Sea {an } una sucesión con lı́mite 0, del ejercicio 3 anterior se deduce que:
log(1 + an ) = an + O(a2n ),
1
en particular tomando an = n
se obtiene
# % # %
1 1 1
log 1 + = +O .
n n n2
82 Apéndice I: Cálculo efectivo de lı́mites

Proposición (Propiedades de o y O).


(1) Si bn = o(an ) y cn = o(an ), entonces bn + cn = o(an ). Análogamente, si bn = O(an )
y cn = O(an ), entonces bn + cn = O(an ).
(2) an o(bn ) = o(an bn ) y an O(bn ) = O(an bn ). En particular si c es una constante c ·
o(an ) = o(c · an ) = o(an ) y análogamente para O.
(3) Si bn = O(an ) y cn = o(bn ), entonces cn = o(an ).
(4) o(an + o(an )) = o(an ).

Demostración: Las tres primeras son inmediatas a partir de la definición. Para la última
supongamos que bn = o(an + o(an )). Como

bn bn an bn 1
= = ,
an + o(an ) an an + o(an ) an o(an )
1+
an
# %
bn
necesariamente lim = 0. !
an
# %α # %
1 α 1
Ejemplo: 1 + =1+ +o .
n n n
En efecto, usando los ejemplos 2 y 3 anteriores y las propiedades de o y O, se tiene que
# %α # % # %
1 1 α 1
log 1 + = α log 1 + = +o ,
n n n n

de donde
# %α # # %% # % # # %% # %
1 α 1 α 1 α 1 α 1
1+ = exp +o =1+ +o +o +o =1+ +o .
n n n n n n n n n
Tema II: Sucesiones y series numéricas 83

Apéndice II: Criterios de convergencia de series

< Por la proposición 2.2.3, el estudio de<la convergencia


< de una serie de números complejos
zn puede reducirse al de las series Re(zn ) y Im(zn ); por ello bastará estudiar la
convergencia para series de números reales.
Comenzaremos probando diversos criterios de convergencia para series de términos no
negativos, pues el hecho de que toda serie absolutamente convergente sea < convergente nos
permitirá,
< en muchos casos, reducir el estudio de la convergencia de la serie an al de serie
|an |. Como además existen series condicionalmente convergentes añadiremos después otros
criterios para series de términos cualesquiera.

A) Criterios generales o de comparación.


< <
Criterio de comparación de primera especie. Sean an y bn series de términos
no negativos tales que existen una constante C ≥ 0 y un número natural n0 de modo que
an ≤ Cbn para todo n ≥ n0 . Entonces:
< <
(1) Si < bn es convergente, también lo es< an .
(2) Si an es divergente, también lo es bn .
Demostración: Podemos suponer que n0 = 1, ya que la supresión de un número finito de
términos no influye en el carácter de una serie. Con las notaciones habituales, es claro que
An ≤ CBn , de donde se concluye. !

Ejemplos: 1) Si α ≥ 2, entonces nα ≥ n2 para todo n ∈ N, es decir, n1α ≤ n12 para todo n,


< 1 < 1
y como es convergente, también lo será nα .
n2
1 1
< 1 <1
2) Si α ≤ 1, entonces nα ≥ n para todo n, y la serie nα será divergente por serlo n.

Observación: Una serie de términos no negativos es convergente o divergente hacia +∞,


por lo que el apartado (2) del criterio anterior es consecuencia del (1), y en consecuencia lo
omitiremos en los sucesivos criterios.
<
Criterio de comparación de segunda especie. Sea an una serie de términos no
< an+1 an
negativos y bn una de términos positivos. Si existe un n0 tal que ≤ para todo
< < bn+1 bn
n ≥ n0 y bn es convergente, entonces también lo es an .
an
Demostración: Sea C = 0 . Para n ≥ n0 será an ≤ Cbn , y por el criterio de comparación
bn0
de primera especie se concluye. !
<
Criterio de<comparación por paso al lı́mite. Sean an una serie de términos no
negativos y b una de términos positivos. Se verifica:
#n %
an < <
(1) Si lim #= 0, entonces an es convergente si y sólo si bn es convergente.
# bn %
an < <
(2) Si lim =0 y bn es convergente, an también lo es.
bn
84 Apéndice II: Criterios de convergencia de series
# %
an
Demostración: (1) Sea α = lim > 0; tomando ε ∈ R tal que 0 < ε < α, existe un
bn
n0 tal que para n ≥ n0 es
an
α−ε < < α + ε,
bn
es decir, para n ≥ n0
1
bn < an y an < (α + ε)bn ,
α−ε
y el criterio de comparación de primera especie
# %permite concluir.
an
(2) Sea ε > 0 cualquiera. Como lim = 0, existe un número natural n0 tal que
bn
an
< ε para n ≥ n0 , es decir, an < εbn para n ≥ n0 , y se concluye de nuevo por el criterio de
bn
comparación de primera especie. !
< 1
Ejemplos: 1) La serie : es divergente, ya que
n(n + 1)
 1 
: ? @
 n(n + 1)  n
lim 

 = lim :
 = 1 #= 0
1 n(n + 1)
n
< 1
y la serie es, como sabemos, divergente.
n
< 1
2) La serie es convergente, ya que
n(2n + 3)
 
1
# %
 n(2n + 3)  n 2
1
lim 

 = lim
 = # 0
=
1 n(2n + 3) 2
n2
< 1
y la serie n2 es convergente.
# %
an <
Observación: Si lim = 0, no se puede afirmar que si an es convergente entonces
< bn <
también lo es bn . Considérese por ejemplo el caso en que an es cualquier serie convergente
y bn = 1 para todo n.
<
Criterio de Kummer. Sean an una serie de términos positivos y {bn } una sucesión de
números positivos. Si
an
cn = bn − bn+1
an+1
se verifica:
<
(1) Si lim (cn ) > 0, la serie an es convergente.
< 1 <
(2) Si lim (cn ) < 0 y es divergente, an es divergente.
bn
Tema II: Sucesiones y series numéricas 85

Demostración: (1) Sea 0 < α < lim (cn ); existe un número natural n0 tal que ck > α para
todo k ≥ n0 . Ası́, si k ≥ n0 se verifica:

ak bk − ak+1 bk+1 > αak+1 .

Si n ≥ n0 , sumando las desigualdades correspondientes a k = n0 , . . . , n se tiene:

an0 bn0 − an+1 bn+1 > α(an0 +1 + · · · + an+1 ),

luego
an0 bn0 − an+1 bn+1 an bn
an0 +1 + · · · + an+1 < < 0 0,
α α
<
por lo que an tiene las sumas parciales acotadas y por lo tanto es convergente.
(2) Si lim (cn ) < 0, existe un n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces es cn < 0, es decir,
< 1
an bn < an+1 bn+1 para n ≥ n0 . Entonces, como la serie es divergente, utilizando el
<bn
criterio de comparación de segunda especie, también lo será an . !
< 1
Ejemplo: La serie n2 es convergente.
Tomemos bn = n, entonces
1
n2 (n + 1)2 n+1
cn = 1 n − (n + 1) = − (n + 1) = ,
(n+1)2
n n
< 1
luego lim (cn ) = 1 y en consecuencia n2 converge.

Observaciones: 1) Con la misma demostración, los apartados (1) y (2) se pueden sustituir
por:
<
(1) Si existen α > 0 y n0 ∈ N tales que cn ≥ α para n ≥ n0 , la serie an es convergente.
< 1 <
(2) Si existe n0 ∈ N tal que cn ≤ 0 para n ≥ n0 y la serie es divergente, an es
bn
divergente.
Por tanto, todos los criterios que se demuestren utilizando el criterio de Kummer podrı́an ser
enunciados de este modo. <
2) Si lim (cn ) = +∞, por el apartado (1) de la observación anterior, an es convergente,
con lo cual el caso lim (cn ) = +∞ queda englobado en lim (cn ) > 0.

B) Criterios particulares.
<
Criterio del cociente,
# o
% de D’Alembert. Sea an una serie de términos positivos tal
an
que existe r = lim . Entonces se tiene:
an+1
<
(1) Si r > 1, <la serie an es convergente.
(2) Si r < 1, an es divergente.
(3) Si r = 1, el criterio no es aplicable.
86 Apéndice II: Criterios de convergencia de series

Demostración: Para probar (1) y (2) tómese bn = 1 en< el criterio


< 1de Kummer.
2
Para la parte (3), considérense, por ejemplo, las series # n y% n2 ; la primera de ellas es
an
divergente, la segunda convergente y en ambos casos lim = 1. !
an+1
< n!
Ejemplos: 1) La serie es convergente, ya que
nn
 
n! # % ## %n %
 n n  (n + 1)n+1 1

lim   = lim = lim 1+ = e > 1.
(n + 1)!  nn (n + 1) n
(n + 1)n+1
< 1
2) La serie es convergente:
n!
 
1
 n! 
lim 

 = lim (n + 1) = +∞,

1
(n + 1)!
an
por lo que ≥ 2 > 1 para todo n, y basta aplicar la observación 2) que sigue al criterio
an+1
de Kummer.
<
Criterio de la raı́z,
'√ ( o de Cauchy. Sea an una serie de términos no negativos, y tal
que existe r = lim n an . Se verifica:
<
(1) Si r < 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si r > 1, an es divergente.
(3) Si r = 1, el criterio no es aplicable.
'√ (
Demostración: (1) Sea ρ ∈ R tal que
< n r < ρ < 1; por ser lim n a
n = r, existe n0 ∈ N tal

que an < ρ si n ≥ n0 . La serie
n ρ es convergente, con lo que el criterio de comparación
de primera especie permite concluir. <
(2) El término general de la sucesión no tiene lı́mite 0, por lo que # an es%divergente.
an+1
(3) Basta utilizar las dos series del criterio anterior, ya que si lim = r, también
'√ ( an
será lim n an = r, como ya se ha demostrado. !
< 1
Ejemplos: 1) La serie es convergente, ya que
(log(n))n
# %
1
lim = 0 < 1.
log(n)
## %n %n
< 1 2n
2) La serie 1+ + es divergente, ya que
n n−1
## %n %
1 2n
lim 1+ + = e + 2 > 1.
n n−1
Tema II: Sucesiones y series numéricas 87

√ <
Observaciones: 1) Si existe n0 ∈ N tal que n an ≥ 1 para n ≥ n0 , entonces la serie an

< divergente, pues lim (an ) #= 0. Y si existe ρ < 1 tal que an ≤ ρ para n ≥ n0 , entonces
es n

an es convergente, con demostración análoga a la del apartado (1). Por ejemplo, sea

 1
 n si n es par
an = 2
 1 si n es impar

3n
√ √ √
Si n es par, an = 2 , y si n es impar, an = 13 , luego n an ≤
n 1 n 1
' √2 para
( todo n, y por tanto
<
an es convergente. Obsérvese que en este caso no#existe % lim n an .
an+1 '√ (
2) En el apéndice I hemos demostrado que si lim = r, también es lim n an = r.
an
Entonces, si se ha aplicado el criterio del cociente y ha resultado r = 1, al aplicar el de la raı́z
también será r = 1, por lo que no merece la pena aplicarlo. '√ (
El criterio de
# la raı́z
% es más fino que el del cociente, ya que hay casos en que existe lim n a
n
an+1
sin existir lim .
an # % # %
an an
En el ejemplo anterior, para n par, lim = +∞, y para n impar, lim = 0,
# % an+1 an+1
an
por lo que no existe lim y no se puede aplicar el criterio del cociente ni su correspon-
an+1
diente observación.
El siguiente criterio supone conocimientos elementales sobre integrales que serán estudiados
más adelante; se incluye aquı́ por razones de completitud, aunque su demostración no se hará
hasta el tema VI.
Definición.– Dada una función f : R −→ R, se dice que a ∈ R es el lı́mite de f (x) cuando
x → +∞, y se escribe lim f (x) = a, si para cada ε > 0 existe x0 ∈ R tal que |f (x) − a| < ε
x→+∞
para todo x > x0 .
Llamaremos I I
+∞ x
f (x) dx = lim f (t) dt
a x→+∞ a
cuando dicho lı́mite exista, y diremos en este caso que la integral es convergente.
Criterio integral. Si f : [1, +∞) −→ R es una aplicación decreciente y lim f (x) = 0,
x→+∞
< J +∞
entonces la serie f (n) es convergente si y sólo si 1 f (x) dx es convergente. Además, en
este caso se tiene: ∞ I +∞ ∞
; ;
f (n) ≤ f (x) dx ≤ f (n).
n=2 1 n=1

< 1
Ejemplos: 1) La serie es convergente si y sólo si α > 1.

1
Para α ≤ 1 ya sabemos que diverge a +∞. Para α > 1, tomando la función f (x) = α ,
x
será, para todo x > 1
I x 7x # %
dt t1−α 1 1 1
α
= = 1 − α−1 ≤ .
1 t 1−α 1 α−1 x α−1
88 Apéndice II: Criterios de convergencia de series

Entonces, usando que I n


1 1 dx
α
+···+ α
≤ α
,
2 (n + 1) 1 x
< 1 1 α
se tendrá que las sumas parciales de la serie α
están acotadas por 1 + = .
n α−1 α−1
Como la serie es de términos positivos, es convergente.
< 1
2) La serie 2 r−1 (n)(Lr (n))α
es convergente si y sólo si α > 1, donde
n≥n0 nL(n)L (n) . . . L
Lr (n) significa log(log(. . . (log(n)))) con r logaritmos y n0 ∈ N es suficientemente grande para
que exista Lr (n0 ).
Lo demostraremos por inducción sobre r:
< 1
Cuando r = 1, la serie queda α
. Por el criterio integral, dicha serie será
n≥2 n(L(n))
I x
dt
convergente precisamente cuando exista lim . Haciendo el cambio de variable
x→+∞ 2 t(L(t))α
t = eu , será
I x I log(x)
dt du
α
= α
,
2 t(L(t)) log(2) u

que converge precisamente para α > 1 según el ejemplo anterior.


Supongamos que el enunciado es cierto para r − 1. De nuevo por el criterio integral, será
cierto para r precisamente cuando exista
I x
dt
lim .
x→+∞ n tL(t)L (t) . . . Lr−1 (t)(Lr (t))α
2
0

Haciendo el mismo cambio de variable, este lı́mite (si existe) vale


I log(x)
du
lim ,
x→+∞ log(n ) uL(u) . . . (Lr−1 (u))α
0

y por la hipótesis de inducción, este lı́mite existe precisamente para α > 1.


<
Criterio de condensación. Sea an una <serie de términos positivos con {an } monótona
decreciente
< k y tal que lim (an ) = 0. La serie an es convergente si y sólo si lo es la serie
2 a2k . Además, en este caso se verifica
∞ ∞ ∞
1; k ; ;
2 a2 k ≤ an ≤ 2k a2k .
2 n=1
k=1 k=0

Demostración: Por ser {an } decreciente, para cada k ≥ 0 se tienen las desigualdades

2k a2k+1 ≤ a2k + · · · + a2k+1 −1 ≤ 2k a2k .

Sumando las correspondientes a k = 0, . . . , n se obtiene que


n+1
n+1 2;−1 n
1; k ;
2 a2 k ≤ ak ≤ 2k a2k ,
2
k=1 k=1 k=0
Tema II: Sucesiones y series numéricas 89

de donde se concluye sin más que observar que una sucesión monótona creciente es convergente
si y sólo si tiene una subsucesión acotada. !

< 1
Ejemplos: 1) La serie converge si y sólo si α > 1.

Si α ≤ 0 la serie es divergente, pues su término general no tiene lı́mite 0.
< 1
Si α > 0 la serie cumple las hipótesis del criterio anterior, por lo que converge si y

< k 1 < 1
sólo si la serie 2 kα = k(α−1)
converge. Puesto que ésta es una serie geométrica, será
2 2
1
convergente cuando su razón α−1 sea menor que 1, es decir cuando sea α > 1.
2
< 1
2) La serie 2 r−1 (n)(Lr (n))α
es convergente si y sólo si α > 1.
n≥n0 nL(n)L (n) . . . L
Sea +(x) = log2 (x) y +r (x) = +(+(. . . +(x))) con r logaritmos.
Basta probar el enunciado para la serie
; 1
n+(n)+2 (n) . . . +r−1 (n)(+r (n))α
n≥n0

ya que  
1
 n+(n)+2 (n) . . . +r−1 (n)(+r (n))α 
lim   = (L(2))α+r−1 ,
 1 
2 r−1
nL(n)L (n) . . . L (n)(L (n)) r α

y por el criterio de comparación por paso al lı́mite, ambas series tienen igual carácter.
Lo hacemos de nuevo por inducción sobre r.
< 1
Para r = 1, por el criterio de condensación, converge si y sólo si
n(+(n))α
; 1 ; 1
2k =
2k (+(2k ))α kα

es convergente, de donde se concluye por el ejemplo anterior.


< 1
Usando el criterio de condensación se tiene que converge
n+(n)+ (n) . . . +r−1 (n)(+r (n))α
2
< 1
si y solo si converge, y por hipótesis de inducción ésta
k+(k)+ (k) . . . + (k)(+r−1 (k))α
2 r−2
converge si y sólo si α > 1.
<
Criterio logarı́tmico. Sea an una serie de términos positivos, tal que existe
# %
log(1/an )
r = lim .
log(n)

Entonces:
<
(1) Si r > 1, la serie an es convergente.
(2) Si r < 1, la serie es divergente.
90 Apéndice II: Criterios de convergencia de series

log(1/an )
Demostración: (1) Sea r > α > 1. Existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , es > α,
# % log(n)
1 1
luego log > α log(n) = log(nα ) para n ≥ n0 . Se deduce de aquı́ que an < α para
an n
n ≥ n0 , y por el criterio de comparación de primera
# % especie se concluye.
1 1
(2) A partir de un cierto n0 se verifica log ≤ log(n), luego an ≥ para n ≥ n0 , de
an n
donde se concluye de nuevo por el criterio de comparación de primera especie. !

< 1 log(1/an )
Ejemplos: 1) La serie es divergente, ya que en este caso = log(2) < 1.
2log(n) log(n)
< 1 log(1/an )
2) La serie es convergente, ya que en este caso = log(3) > 1.
3log(n) log(n)

Observación: Con igual demostración, el enunciado del criterio logarı́tmico podrı́a cambiarse
por:
log(1/an ) <
(1) Si existen α > 1 y n0 ∈ N tales que > α para n > n0 , la serie an es
log(n)
convergente.
log(1/an ) <
(2) Si existe n0 ∈ N tal que ≤ 1 para n > n0 , la serie an es divergente.
log(n)
<
Criterio de Raabe. Sea an una serie de términos positivos tal que existe
# # %%
an
r = lim n −1 .
an+1
Entonces:
<
(1) Si r > 1, < an es convergente.
(2) Si r < 1, an es divergente.
(3) Si r = 1, el criterio no es aplicable.
Demostración: Para (1) y (2) tómese bn = n en el criterio de Kummer. Para la parte (3),
<1 < 1
considérense las series y . Como sabemos, la primera de ellas es divergente
n n(log(n))2
y la segunda convergente. Veamos que en ambos casos r = 1. El primero es inmediato; para
el segundo, como # %
1
log(n + 1) = log(n) + O ,
n
elevando al cuadrado, se tiene
# % # # %%2
2 2 1 1
(log(n + 1)) = (log(n)) + 2 log(n)O + O
n n
y usando las propiedades de O es
# %
2 2 log(n)
(log(n + 1)) = (log(n)) + O .
n
Tema II: Sucesiones y series numéricas 91

Por lo tanto en este caso es


# %
an (n + 1) (log(n + 1))2 − n (log(n))2
n −1 =n =
an+1 n (log(n))2
(n + 1) (log(n))2 + O(log(n)) − n (log(n))2 O (log(n))
= =1+ ,
(log(n))2 (log(n))2

y tomando lı́mites se concluye. !

< 1
Ejemplo: Estudiemos la convergencia de la serie .

En este caso es
# # %% # # # %%%
(n + 1)α α 1
r = lim n α
−1 = lim n +o = α.
n n n

Entonces para α > 1 la serie converge y para α < 1 diverge.


El criterio de Raabe puede utilizarse cuando el criterio del cociente da 1. Cuando el
criterio de Raabe dé también 1 puede enunciarse de modo análogo un nuevo criterio para él
y ası́ sucesivamente. Esta es la idea del siguiente criterio:
Criterio iterativo del cociente. Sea {an } una sucesión de términos positivos y sea α ∈ R
tal que
# %
an 1 1 α 1
=1+ + +···+ +o .
an+1 n nL(n) nL(n) . . . (Lr (n)) nL(n) . . . (Lr (n))

<
(1) Si α > 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si α < 1, an es divergente.
(3) Si α = 1 el criterio no es aplicable; puede intentarse para r + 1.

Demostración: Para probar (1) y (2) vamos a aplicar el criterio de Kummer con bn =
nL(n) . . . Lr (n).
Demostremos en primer lugar que
# %
r r 1 1
L (n + 1) = L (n) + +O .
nL(n) . . . Lr−1 (n) n L(n) . . . Lr−1 (n)
2

Lo haremos por inducción sobre r. Para r = 1 es la fórmula conocida


# %
1 1
L(n + 1) = L(n) + + O .
n n2

Supongamos, entonces, que es cierta para r.


92 Apéndice II: Criterios de convergencia de series

Se tendrá que

Lr+1 (n + 1) = L(Lr (n + 1)) =


# # %%
r 1 1
= L L (n) + +O =
nL(n) . . . Lr−1 (n) n2 L(n) . . . Lr−1 (n)
# # # %%%
r 1 1
= L L (n) 1 + +O =
nL(n) . . . Lr (n) n2 L(n) . . . Lr (n)
# # %%
r+1 1 1
= L (n) + L 1 + +O =
nL(n) . . . Lr (n) n2 L(n) . . . Lr (n)
# %
r+1 1 1
= L (n) + +O ,
nL(n) . . . Lr (n) n2 L(n) . . . Lr (n)

y por lo tanto es cierta para r + 1.


Utilizando este resultado se tiene
# %
Lr (n + 1) 1 1
r
=1+ +O ,
L (n) nL(n) . . . Lr (n) n L(n) . . . Lr (n)
2

y por lo tanto

bn+1 (n + 1)L(n + 1) . . . Lr (n + 1)
= =
bn nL(n) . . . Lr (n)
! "! ! "" ! ! ""
1 1 1 1 1
= 1+ 1+ +O ... 1 + +O =
n nL(n) n2 L(n) nL(n) . . . Lr (n) n2 L(n) . . . Lr (n)
! "
1 1 1 1
=1+ + + ··· + +O 2
.
n nL(n) nL(n) . . . L (n)
r n L(n)

Entonces
# %
an an bn+1
cn = bn − bn+1 = bn − =
an+1 an+1 bn
# %
r 1
= (α − 1) + nL(n) . . . L (n) o ,
nL(n) . . . Lr (n)

luego lim (cn ) = α − 1, de donde se


< concluye.
< "
Por otra parte, para las series an y an con

1 1
an = y a"n =
nL(n) . . . Lr (n) nL(n) . . . Lr (n) (Lr+1 (n))2

es α = 1, a pesar de que la primera es divergente y la segunda convergente, lo que demuestra


el apartado (3). !
De igual forma que el criterio iterativo del cociente se pueden demostrar los siguientes:
Tema II: Sucesiones y series numéricas 93

Criterio iterativo de la raı́z. Sean {an } una sucesión de términos positivos y α ∈ R tales
que 8 # r %
n 1 L(n) L2 (n) Lr (n) L (n)
=1+ + +···+α +o .
an n n n n
<
(1) Si α > 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si α < 1, an es divergente.
(3) Si α = 1 el criterio no es aplicable; puede intentarse para r + 1.
Criterio iterativo logarı́tmico. En las mismas condiciones, sea α tal que
# r %
log(1/an ) L2 (n) L3 (n) Lr (n) L (n)
= 1+ + +···+α +o .
log(n) L(n) L(n) L(n) L(n)
<
(1) Si α > 1, <
la serie an es convergente.
(2) Si α < 1, an es divergente.
(3) Si α = 1 el criterio no es aplicable; puede intentarse para r + 1.

C) Criterios para series de números reales cualesquiera.


<
Definición.– Se dice que una serie es alternada si es de la forma (−1)n+1 an , donde an ∈ R
y an ≥ 0 para todo n.
<
Criterio de Leibnitz. Si (−1)n+1 an es una serie alternada, donde {an } es una sucesión
monótona decreciente y tal que lim (an ) = 0, entonces es convergente. Además, si A es su
suma y An la suma parcial n-ésima, se verifica:
0 ≤ (−1)n (A − An ) ≤ an+1 .

Demostración: Si demostramos que dado n ∈ N, para cada r > 0 se verifica:


(1) 0 ≤ (−1)n (An+r − An ) ≤ an+1 ,
se concluye de modo inmediato ya que |An+r − An | ≤ an+1 , y como lim (an ) = 0, la sucesión
{An } será de Cauchy y por lo tanto convergente, y tomando lim en (1) se obtienen las
r→∞
desigualdades del enunciado.
Vamos pues a demostrar (1):
n+r
; r
;
n k+1+n
(−1) (An+r − An ) = (−1) ak = (−1)k+1 an+k ,
k=n+1 k=1

luego si r es par, será r = 2s, y en ese caso


2s
; s
;
k+1
(−1) an+k = (an+2k−1 − an+2k ) ≥ 0
k=1 k=1
2s
; s−1
;
(−1)k+1 an+k = an+1 − (an+2k − an+2k+1 ) − an+2s ≤ an+1 ,
k=1 k=1
94 Apéndice II: Criterios de convergencia de series

y si es impar, será r = 2s + 1, y en ese caso


2s+1
; s
;
k+1
(−1) an+k = (an+2k−1 − an+2k ) + an+2s+1 ≥ 0
k=1 k=1
2s+1
; s
;
(−1)k+1 an+k = an+1 − (an+2k − an+2k+1 ) ≤ an+1 ,
k=1 k=1

luego juntando ambos casos se concluye. !

< (−1)n+1
Ejemplo: La serie √ es convergente.
n
Fórmula de sumación parcial de Abel. Si {an } y {bn } son dos sucesiones cualesquiera
y p, q ∈ N, entonces
q
; q−1
;
an bn = An (bn − bn+1 ) + Aq bq − Ap−1 bp .
n=p n=p

Demostración: Se tiene que


q
; q
;
an bn = (An − An−1 )bn = (Ap − Ap−1 )bp + · · · + (Aq − Aq−1 )bq =
n=p n=p
q−1
;
= −Ap−1 bp + An (bn − bn+1 ) + Aq bq . !
n=p

<
Criterio de Dirichlet. Si an es una serie cuyas sumas parciales
< están acotadas, y {bn }
una sucesión monótona convergente a cero, entonces la serie an bn converge.
Demostración: Se puede suponer que la sucesión {bn } es decreciente, pues si fuese creciente
bastarı́a multiplicarla por −1.
Si C es una cota de la sucesión {|An |}, entonces, por la fórmula de sumación parcial de
Abel, se tiene:
3 q 3 3 q−1 3 q−1
3; 3 3; 3 ;
3 3 3 3
3 an bn 3 = 3 An (bn − bn+1 ) + Aq bq − Ap−1 bp 3 ≤ C(bn − bn+1 ) + Cbq + Cbp =
3n=p 3 3n=p 3 n=p
= C(bp − bq + bq + bp ) = 2Cbp .
ε
Por otra parte, como lim (bn ) = 0, para cada ε > 0 existe un n0 tal que bp < 2C para todo
p ≥ n0 , y por el criterio de Cauchy para la convergencia de series se concluye. !
<
Ejemplo: El criterio de Leibnitz es un caso particular de éste, ya que la serie (−1)n+1
tiene sus sumas parciales acotadas (por 0 inferiormente y por 1 superiormente), y {an } es una
sucesión monótona decreciente y lim (an ) = 0.
Tema II: Sucesiones y series numéricas 95

<
Criterio de Abel. Si la serie an es convergente
< y {bn } es una sucesión monótona y
acotada de números reales, entonces la serie an bn es convergente.
Demostración: Si {bn } es monótona y acotada es convergente; si b = lim (bn ),<la sucesión
{bn −b} es monótona y convergente a 0,<luego, por el criterio de Dirichlet, (bn −b)
< la serie an<
es convergente. Por otra parte, la serie an b es convergente por serlo an , de donde an bn
es convergente. !
< <
Ejemplos: 1) Si an es #
convergente,
% también lo es an xn con 0 ≤ x ≤ 1.
n
< (−1)n+1 1
2) La serie 1+ es convergente.
n n
96
Tema III: Topologı́a

3.1. Espacios métricos

Definición 3.1.1.– Si E es un R–espacio vectorial, una norma sobre E es una aplicación


: : : E −→ R que para cada e, e" ∈ E y a ∈ R verifica:
(1) :e: ≥ 0; :e: = 0 si y sólo si e = 0.
(2) Desigualdad triangular : :e + e" : ≤ :e: + :e" :.
(3) :ae: = |a|:e:.
Si E es un espacio vectorial y : : una norma en E, el par (E, : :) recibe el nombre de espacio
normado.

Ejemplos: 1) Sea E = Rn . Definimos la aplicación : :1 : Rn −→ R del modo siguiente:

n
;
:x:1 = |xk |
k=1

para cada x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn . Veamos que : :1 es una norma. Usando las propiedades
del valor absoluto en R, se tiene que:
<n
(1) :x:1 = |xk | ≥ 0, y :x:1 = 0 si y sólo si |xk | = 0 para todo k, lo cual es equivalente
k=1
a que x = (0, . . . , 0) = 0.
<
n <
n <
n <
n
(2) :x + y:1 = |xk + yk | ≤ (|xk | + |yk |) = |xk | + |yk | = :x:1 + :y:1 .
k=1 k=1 k=1 k=1
<
n <
n <
n
(3) :ax:1 = |axk | = |a||xk | = |a| |xk | = |a|:x:1 .
k=1 k=1 k=1
2) Sea E = R y :x:∞ = max{|xk | : 1 ≤ k ≤ n}. Veamos que también (Rn , : :∞ ) es un
n

espacio normado.
(1) :x:∞ = max{|xk | : 1 ≤ k ≤ n} ≥ 0, y :x:∞ = 0 si y sólo si |xk | = 0 para todo k, es
decir, si y sólo si x = 0.
(2) |xk + yk | ≤ |xk | + |yk | ≤ :x:∞ + :y:∞ , luego :x:∞ + :y:∞ es una cota superior del
conjunto {|xk + yk | : 1 ≤ k ≤ n}, y por tanto mayor o igual que su máximo, :x + y:∞ .
(3) :ax:∞ = max{|axk | : 1 ≤ k ≤ n} = |a| max{|xk | : 1 ≤ k ≤ n} = |a|:x:∞ .
La siguiente definición junto con el lema que va a continuación nos proporcionarán nuevos
ejemplos de espacios normados:
97
98 3.1. Espacios métricos

Definición 3.1.2.– Sea E un R–espacio vectorial. Diremos que un producto escalar T2 :


E × E −→ R es euclı́deo si es definido positivo, es decir, si para cada e ∈ E, T2 (e, e) ≥ 0 y
T2 (e, e) = 0 si y sólo si e = 0. Un espacio euclı́deo es un par (E, T2 ), donde E es un R–espacio
vectorial y T2 un producto escalar euclı́deo en E.

<
n
Ejemplo: La aplicación T2 : Rn × Rn −→ R definida por T2 (x, y) = xk yk , donde
k=1
x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn e y = (y1 , . . . , yn ) ∈ Rn , es un producto escalar euclı́deo, como
se comprueba fácilmente. Recibe el nombre de producto escalar usual de Rn .
Si T:2 es un producto escalar euclı́deo en E, la aplicación : : : E −→ R definida por
:e: = T2 (e, e) es una norma en E.
La única propiedad no inmediata es la desigualdad triangular, que se demuestra en el
siguiente
:
Lema 3.1.3. Sea (E, T2 ) es un espacio euclı́deo y :e: = T2 (e, e). Dados e, e" ∈ E, se
verifica:
(1) Desigualdad de Schwartz : |T2 (e, e" )| ≤ :e: :e" :.
(2) Desigualdad de Minkowski : :e + e" : ≤ :e: + :e" :.

Demostración: (1) Para cada a ∈ R se tiene:

0 ≤ T2 (e + ae" , e + ae" ) = T2 (e, e) + 2aT2 (e, e" ) + a2 T2 (e" , e" );

la expresión del último miembro es un polinomio P (a) de segundo grado que no toma valores
negativos, luego no puede tener dos raı́ces distintas α < β, ya que en este caso P (a) =
T2 (e" , e" )(a − α)(a − β), con lo que para todo a ∈ (α, β) serı́a P (a) < 0. Por tanto, el
discriminante no puede ser positivo, de donde

4T2 (e, e" )2 − 4T2 (e, e)T2 (e" , e" ) ≤ 0,

es decir, T2 (e, e" )2 ≤ :e:2 :e" :2 , y extrayendo raı́ces cuadradas se concluye.


(2) Por (1) se tiene:

:e + e" :2 = T2 (e + e" , e + e" ) =


= T2 (e, e) + 2T2 (e, e" ) + T2 (e" , e" ) ≤ :e:2 + 2:e::e" : + :e" :2 = (:e: + :e" :)2 ,

y tomando de nuevo raı́ces cuadradas se concluye. !

: 3.1.4. Si (E, T2 ) es un espacio euclı́deo, la aplicación : : : E −→ R definida


Proposición
por :e: = T2 (e, e) es una norma en E.
La norma asociada a un producto escalar euclı́deo se denota habitualmente por : :2 . En
particular, la norma : :2 asociada al producto escalar usual de Rn es
K
L n
L;
:x:2 = M x2i
i=1
Tema III: Topologı́a 99

para cada x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn . Esta norma será la que usaremos en Rn cuando no se


especifique otra cosa.
Observaciones: 1) En algunos libros la notación empleada para los productos escalares no
es T2 (e, e" ), sino ;e, e" <, (e/e" ) ó e · e" .
2) Si x ∈ R, es claro que :x:1 = :x:2 = :x:∞ = |x|.

Definición 3.1.5.– Sea X un conjunto; una distancia en X es una aplicación d : X×X −→ R


que para cada x, y, z ∈ X verifica:
(1) d(x, y) ≥ 0; d(x, y) = 0 si y sólo si x = y.
(2) Simetrı́a: d(x, y) = d(y, x).
(3) Desigualdad triangular : d(x, z) ≤ d(x, y) + d(y, z).
El par (X, d) recibe el nombre de espacio métrico.

Observación: Nótese que un producto escalar y una norma están definidos en un R–espacio
vectorial, pero una distancia puede estar definida en un conjunto cualquiera.

Ejemplos: 1) Todo espacio normado es un espacio métrico.


En efecto, si (E, : :) es un espacio normado, la aplicación de E × E en R definida como
d(e, e" ) = :e − e" : es una distancia, como se comprueba fácilmente.
En Rn , cuando no se especifique otra cosa, tomaremos como distancia la asociada a : :2 .
2) Sea X un conjunto cualquiera; la aplicación definida por
1
0 si x = y
d(x, y) =
1 si x #= y

es una distancia.
En efecto, (1) y (2) se deducen inmediatamente de la definición, y (3) de que, si x #= z,
también debe ser x #= y ó y #= z.
La distancia anterior recibe el nombre de distancia discreta.

3.2. Espacios topológicos

Definición 3.2.1.– Sea (X, d) un espacio métrico; dados x ∈ X y r ∈ R+ , llamaremos bola


abierta de centro x y radio r al conjunto:

B(x, r) = {y ∈ X : d(x, y) < r}

y bola cerrada de centro x y radio r a:

B(x, r) = {y ∈ X : d(x, y) ≤ r}.


100 3.2. Espacios topológicos

Ejemplos: 1) En R2 dotado de las normas : :1 , : :2 y : :∞ , las bolas abiertas de cen-


tro 0 y radio 1 son, respectivamente, los puntos contenidos en las figuras siguientes, y las
correspondientes bolas cerradas incluyen además los puntos que delimitan dichas figuras.

1 1 1

-1 1 -1 1 -1 1

-1 -1 -1

Como en R las tres normas anteriores coinciden con el valor absoluto, para cada a ∈ R y
cada r ∈ R+ es B(a, r) = (a −r, a +r) y B(a, r) = [a −r, a +r] (obsérvese cómo la intersección
de cada una de las tres figuras anteriores con el eje de abscisas es precisamente el segmento
de extremos −1 y 1).
2) Si dotamos a un conjunto X de la distancia discreta, para cada x ∈ X es B(x, 1) = {x}
y B(x, 1) = X.

Definición 3.2.2.– Sea (X, d) un espacio métrico. Diremos que un subconjunto U de X es


abierto si para cada x ∈ U existe r > 0 tal que B(x, r) ⊆ U .

Ejemplos: 1) En un espacio métrico las bolas abiertas son abiertos.


Sea y ∈ B(x, r); si 0 < ε < r − d(x, y), veamos que B(y, ε) ⊆ B(x, r):

x
ε
y

Si z ∈ B(y, ε), será d(z, y) < ε , y por la desigualdad triangular se tiene que

d(x, z) ≤ d(x, y) + d(y, z) < d(x, y) + ε < r,

lo que prueba que z ∈ B(x, r).


2) El conjunto A = {(x, y) ∈ R2 : x > 0} es abierto con la distancia asociada a : :2 .
Tema III: Topologı́a 101

Sea (x, y) ∈ A; si vemos que B((x, y), x2 ) ⊆ A, quedará probado que A es abierto.

Y
y

x X

:
Si (x" , y " ) ∈ B((x, y), x2 ), entonces |x" − x| ≤ (x" − x)2 + (y " − y)2 < x
2
, con lo que
x
2 < x" < 3x " " "
2 ; entonces x > 0 y por tanto (x , y ) ∈ A.
3) El conjunto A = {(x, y) ∈ R2 : x = 0} no es abierto.

En efecto, sean (0, y) ∈ A y ε > 0; ( 2ε , y) ∈ B((0, y), ε) y ( 2ε , y) #∈ A, luego no hay ninguna


bola centrada en (0, y) contenida en A y por tanto A no es abierto.
Proposición 3.2.3. Los abiertos de un espacio métrico (X, d) verifican las propiedades sigu-
ientes:
(1) ∅ y X son abiertos.
(2) Si U y V son abiertos, también lo es U ∩$V .
(3) Si {Uα }α∈Λ es una familia de abiertos, Uα también es abierto.
α∈Λ

Demostración: (1) ∅ y X son evidentemente abiertos, el primero porque no contiene puntos


y el segundo porque contiene a toda bola.
(2) Sean U y V abiertos y x ∈ U ∩ V . Como x ∈ U y x ∈ V , ambos abiertos, existen
r, r" > 0 tales que B(x, r) ⊆ U y B(x, r") ⊆ V ; tomando r"" = min{r, r" }, es claro que
B(x, r"" ) ⊆ U ∩ V , y por tanto también éste es abierto.
102 3.2. Espacios topológicos
$
(3) Sea {Uα }α∈Λ una familia de abiertos y x ∈ Uα ; entonces x ∈ Uβ para un cierto
α∈Λ $
β ∈ Λ, y como Uβ es abierto, existirá un r > 0 tal que B(x, r) ⊆ Uβ ⊆ Uα , con lo que se
concluye. ! α∈Λ

Observación: La propiedad (2) es válida para intersecciones finitas, pero no para intersec-
ciones infinitas:
& por ejemplo, si X = Rn dotado de la distancia inducida por : :2 y x ∈ X,
entonces B(x, r) = {x}, que no es abierto.
r∈R+

La proposición anterior motiva la siguiente definición:


Definición 3.2.4.– Una topologı́a en un conjunto X es una familia de subconjuntos de X,
a los que llamaremos abiertos, que verifican las propiedades (1), (2) y (3) de la proposición
3.2.3.
Un conjunto dotado de una topologı́a recibe el nombre de espacio topológico.

Ejemplos: 1) Todo espacio métrico es un espacio topológico. En particular, en un espacio


vectorial (por ejemplo Rn ) cada norma define una topologı́a. A partir de ahora, salvo que se
diga expresamente lo contrario, supondremos que Rn está dotado de la topologı́a asociada a
la distancia definida por la norma : :2 .
2) La topologı́a asociada a la distancia discreta recibe el nombre de topologı́a discreta y
un conjunto X dotado con esta topologı́a se denomina espacio métrico discreto. En dicha
topologı́a cada punto es un abierto, ya que B(x, 1) = {x}. De aquı́ se deduce que en la
topologı́a discreta los abiertos son todos los subconjuntos de X.
3) Sea X un conjunto; la familia de subconjuntos {∅, X} es una topologı́a en X.
4) Sea X = N, la familia formada por el conjunto vacı́o y los complementarios de los
subconjuntos finitos es una topologı́a en N, como el lector puede comprobar fácilmente.

Definición 3.2.5.– Sea E un R–espacio vectorial; se dice que dos normas : : y : :" son
equivalentes si definen la misma topologı́a en E, es decir, si (E, : :) y (E, : :" ) tienen los
mismos abiertos.
Proposición 3.2.6. Sea E un R–espacio vectorial y : : y : :" dos normas en E; la condición
necesaria y suficiente para que sean equivalentes es que existan constantes m, M > 0 tales que

m:x: ≤ :x:" ≤ M :x:

para todo x ∈ E.
Demostración: Designemos por B(a, r) y B " (a, r) las bolas abiertas de E con : : y : :"
respectivamente.
Veamos en primer lugar la necesidad. Si : : y : :" son dos normas equivalentes sobre E,
todo abierto de (E, : :) es también abierto de (E, : :" ); en particular B(0, 1) lo es, y, como
0 ∈ B(0, 1), existirá un r > 0 tal que B " (0, r) ⊆ B(0, 1). Sea r" ∈ R+ tal que r" < r; dado
r" "
x ∈ E cualquiera distinto de 0, se tiene y = )x) " x ∈ B (0, r) ⊆ B(0, 1), luego

:x:
:y: = r" < 1,
:x:"
Tema III: Topologı́a 103

de donde para todo x #= 0 es r" :x: ≤ :x:" . Como esto es evidentemente cierto también para
x = 0, queda probada la primera desigualdad.
Como todo abierto de (E, : :" ) es también abierto de (E, : :), de modo análogo se demuestra
la segunda.
Recı́procamente, de las desigualdades m:x: ≤ :x:" ≤ M :x: se deduce fácilmente que
r
B(x, M ) ⊆ B " (x, r) y B " (x, mr) ⊆ B(x, r) para cada x ∈ E y r ∈ R+ , de donde se deduce
que las dos topologı́as coinciden. !

Ejemplo: Las normas : :1 , : :2 y : :∞ son equivalentes en Rn .


Sea x = (x1 , . . . , xn ); es claro que
:x:∞ = max{|x1 |, . . . , |xn |} ≤ |x1 | + · · · + |xn | = :x:1 ≤ n max{|x1 |, . . . , |xn |} = n:x:∞ ;
:x:2∞ = max{x21 , . . . , x2n } ≤ x21 + · · · + x2n = :x:22 ≤ n max{x21 , . . . , x2n } = n:x:2∞ ,
de donde se concluye fácilmente.
Más adelante veremos que en los R–espacios vectoriales de dimensión finita todas las
normas son equivalentes; no ocurre ası́ en dimensión infinita.

Definición 3.2.7.– Sea X un espacio topológico; diremos que un subconjunto A de X es


cerrado si su complementario, AC , es abierto.

Ejemplos: 1) Si X es un espacio métrico, las bolas cerradas son cerrados.


Sea B(x, r) una bola cerrada. Lo que hay que demostrar es que su complementario,
B(x, r)C = {y ∈ X : d(x, y) > r}, es un abierto.
Sean y ∈ B(x, r)C y r" tal que 0 < r" < d(x, y) − r; si z ∈ B(y, r"), por la desigualdad
triangular será d(x, z) ≥ d(x, y) − d(y, z) > d(x, y) − r" > r, luego z ∈ B(x, r)C . Hemos
probado ası́ que B(y, r") ⊆ B(x, r)C , y por tanto B(x, r) es un cerrado.
r"
y
r

2) El conjunto A = {(x, y) ∈ R2 : x ≥ 0} es cerrado en R2 .


Debemos demostrar que AC = {(x, y) ∈ R2 : x < 0} es abierto, y esto se demuestra de
modo análogo a que {(x, y) ∈ R2 : x > 0} es abierto.
3) Todos los subconjuntos de un espacio métrico discreto son cerrados, ya que sus comple-
mentarios son abiertos.
4) El intervalo A = (a, b] ⊆ R no es ni cerrado ni abierto.
Veamos que no es cerrado, es decir, que AC = (−∞, a] ∪ (b, +∞) no es abierto. Dado
ε > 0, tomando δ = min{ 2ε , b−a
2 }, se tiene que a + δ ∈ B(a, ε) ∩ A, con lo que B(a, ε) no está
C
contenida en A .
Tampoco es abierto, porque B(b, ε) = (b − ε, b + ε) no está contenida en A para ningún
ε > 0.
104 3.3. Interior, cierre, exterior, frontera y puntos de acumulación

Proposición 3.2.8. Los cerrados de un espacio topológico X verifican las propiedades sigu-
ientes:
(1) X y ∅ son cerrados.
(2) Si A y B son cerrados, A ∪ B es cerrado. &
(3) Si {Aα }α∈Λ es una colección de cerrados, Aα es cerrado.
α∈Λ

Demostración: Es inmediata tomando complementarios en las propiedades de los abiertos


y aplicando las leyes de De Morgan. !

Definición 3.2.9.– Sea X un espacio topológico y x ∈ X; diremos que un conjunto Ux es


un entorno de x si existe un abierto V tal que x ∈ V y V ⊆ Ux .

Ejemplo: Todo abierto que contenga al punto x es un entorno abierto de x. En particular,


si X es un espacio métrico, B(x, r) es un entorno de x y todo entorno de x contiene una bola
centrada en x.
Proposición 3.2.10. Sea X un espacio topológico. Un subconjunto U de X es abierto si y
sólo si es entorno de todos sus puntos.
Demostración: Si U es abierto, por definición, es entorno de sus puntos. Recı́procamente,
$
si para cada x ∈ U existe un abierto Vx tal que x ∈ Vx ⊆ U , entonces U = Vx , luego es
unión de abiertos y por tanto abierto. ! x∈U

Como consecuencia de la definición, todo entorno de un punto contiene a un entorno abierto


de dicho punto. Sustituyendo aquel por éste si fuera necesario, todos los entornos se supondrán
abiertos.

3.3. Interior, cierre, exterior, frontera y puntos de acumulación

Definición 3.3.1.– Sea X un espacio topológico y A un subconjunto de X; llamaremos


interior de A, y lo denotaremos A◦ , al mayor abierto contenido en A. Los puntos de A◦
reciben el nombre de puntos interiores de A.

Observación: El interior de un conjunto A existe, ya que es la unión de todos los abiertos


contenidos en A.

Ejemplos: 1) En Rn , B(x, r)◦ = B(x, r), es decir, el interior de la bola cerrada es la bola
abierta del mismo centro y radio.
En efecto, B(x, r) es un abierto contenido en B(x, r), y como B(x, r)◦ es el mayor cum-
pliendo esta condición, B(x, r) ⊆ B(x, r)◦ . Para demostrar la inclusión en sentido contrario,
basta ver que si d(y, x) = r, entonces y #∈ B(x, r)◦ ; si d(y, x) = r e y estuviera en B(x, r)◦ ,
por ser éste abierto, existirı́a un ε > 0 tal que B(y, ε) ⊆ B(x, r), lo cual es absurdo, pues en
Tema III: Topologı́a 105

B(y, ε) hay puntos cuya distancia a x es mayor que r, por ejemplo los de la forma y + t(y − x)
ε
para t ∈ R con 0 < t < )y−x) .

y + t(y − x)
y
r

2) En general es cierto que B(x, r) ⊆ B(x, r)◦ , pero no la igualdad. Por ejemplo, si X
es un espacio con más de un punto, dotado de la topologı́a discreta, B(x, 1) = X, luego
B(x, 1)◦ = X, mientras que B(x, 1) = {x}.
3) Si X = R, entonces Q◦ = ∅. En efecto, Q no puede contener a ningún abierto, ya que
en todo intervalo abierto hay irracionales.
Proposición 3.3.2. Sea X un espacio topológico y A ⊆ X. Se verifica:
(1) A◦ ⊆ A y A es abierto si y sólo si A◦ = A.
(2) (A◦ )◦ = A◦ .
(3) Si A ⊆ B, entonces A◦ ⊆ B ◦ .
(4) A$◦ ∩ B ◦ = (A
$ ∩ B)◦ .
(5) A◦α ⊆ ( Aα )◦ .
α∈Λ α∈Λ

Demostración: (1) Es consecuencia inmediata de la definición.


(2) Se deduce de (1) y de ser A◦ abierto.
(3) A◦ ⊆ A ⊆ B, y como el mayor abierto contenido en B es B ◦ , A◦ ⊆ B ◦ .
(4) A◦ ∩ B ◦ es abierto y está contenido en A ∩ B, luego A◦ ∩ B ◦ ⊆ (A ∩ B)◦ . Por otra
◦ ◦
parte, como A ∩ B ⊆ A, (A ∩ B) ⊆ A◦ , y por el mismo motivo (A ∩ B) ⊆ B ◦ , luego
(A ∩ B)◦ ⊆ A◦ ∩ B ◦ . De ambas inclusiones se
$ deduce la igualdad.

(5) Cada Aα es un abierto contenido en Aα , luego contenido en su interior. !
α∈Λ

Observación: En el apartado (5) de la proposición, la igualdad no es cierta en general. Por


ejemplo, en R, ([0, 1] ∪ [1, 2])◦ = (0, 2) y sin embargo [0, 1]◦ ∪ [1, 2]◦ = (0, 1) ∪ (1, 2).
Se tiene la siguiente caracterización del interior en función de los entornos:
Proposición 3.3.3. Sea X un espacio topológico, A ⊆ X un subconjunto y x ∈ X; entonces
x ∈ A◦ si y sólo si existe un entorno de x contenido en A.
Demostración: Si x ∈ A◦ , A◦ es un entorno de x contenido en A. Recı́procamente, si existe
un entorno (abierto) Ux de x contenido en A, Ux ⊆ A◦ , luego x ∈ A◦ . !

Definición 3.3.4.– Sea X un espacio topológico y A ⊆ X; llamaremos cierre de A, y lo


denotaremos A, al menor cerrado de X que contiene a A. Los puntos de A reciben el nombre
de puntos adherentes a A.
106 3.3. Interior, cierre, exterior, frontera y puntos de acumulación

Observación: El cierre de un conjunto siempre existe, pues es la intersección de todos los


cerrados que lo contienen.

Ejemplos: 1) En Rn , B(x, r) = B(x, r), es decir, el cierre de una bola abierta es la bola
cerrada del mismo centro y radio.
B(x, r) es un cerrado y contiene a B(x, r), luego B(x, r) ⊆ B(x, r). Para probar que
B(x, r) ⊆ B(x, r), como B(x, r) ⊆ B(x, r), bastará probar que si d(x, y) = r, entonces
C
y ∈ B(x, r). Y lo hacemos por reducción al absurdo: si d(x, y) = r e y estuviera en B(x, r) ,
C
como éste es abierto, existirı́a un ε > 0 tal que B(y, ε) ⊆ B(x, r) , luego B(y, ε)∩B(x, r) = ∅,
lo cual es falso, porque y + t(x − y) está en esta intersección para cualquier t ∈ R con
ε
0 < t < )x−y) . Ası́ pues, si d(x, y) = r, y ∈ B(x, r), de donde se concluye.

y
y + t(x − y)
r

2) En general es cierto que B(x, r) ⊆ B(x, r), pero no la igualdad. Por ejemplo, si X es un
conjunto con al menos dos elementos dotado de la distancia discreta, entonces B(x, 1) = {x}
porque {x} es cerrado, y B(x, 1) = X.
3) Sea X = R, con la distancia inducida por el valor absoluto. Entonces Q = R.
En efecto, R es el único cerrado que contiene a Q, ya que si C es un cerrado que contiene
a Q, su complementario será un abierto contenido en QC , y como todo intervalo abierto
contiene puntos racionales, el complementario de C debe ser vacı́o, luego C = R.
Proposición 3.3.5. Sean X un espacio topológico y A y B subconjuntos de X. Se verifican
las propiedades siguientes:
(1) A ⊆ A; A es cerrado si y sólo si A = A.
(2) A = A.
(3) Si A ⊆ B, entonces A ⊆ B.
(4) A ∪ B = A ∪ B.
& &
(5) Si {Aα }α∈Λ es una familia de subconjuntos de X, entonces Aα ⊆ Aα .
α∈Λ α∈Λ

Demostración: (1) Se deduce de la definición.


(2) Es consecuencia de (1) y de ser A un cerrado.
(3) Si A ⊆ B, entonces A ⊆ B; como B es cerrado y el menor cerrado que contiene a A es
A, necesariamente A ⊆ B.
(4) A ⊆ A ∪ B, luego A ⊆ A ∪ B; análogamente B ⊆ A ∪ B, de donde A ∪ B ⊆ A ∪ B.
Por otra parte, A ∪ B ⊆ A ∪ B, que es cerrado, luego A ∪ B ⊆ A ∪ B, de donde se obtiene la
igualdad.
Tema III: Topologı́a 107

& &
(5) Aα ⊆ Aβ para todo β ∈ Λ, luego, por (3), ha de ser Aα ⊆ Aβ para todo β ∈ Λ,
α∈Λ α∈Λ
& &
es decir, Aα ⊆ Aα . !
α∈Λ α∈Λ

Observación: En la propiedad (5) la igualdad no es cierta en general: Sea por ejemplo


X = R; si tomamos A = (0, 1) y B = (1, 2), entonces A = [0, 1] y B = [1, 2], de donde
A ∩ B = {1} pero A ∩ B = ∅, que es cerrado y por tanto A ∩ B = ∅.
Proposición 3.3.6. Sea A un subconjunto de un espacio topológico X. La condición nece-
saria y suficiente para que un punto x ∈ X sea adherente a A es que todo entorno de x tenga
intersección no vacı́a con A.
Demostración: Vamos a demostrar el siguiente enunciado equivalente: x #∈ A si y sólo si
existe algún entorno de x que tiene intersección vacı́a con A.
C
Si x #∈ A, A es un abierto que contiene a x, luego un entorno de x; como además A ⊆ A,
C C C
A ⊆ A C , luego A ∩ A = ∅. Entonces A es el entorno de x buscado.
Recı́procamente, supongamos que Ux es un entorno (abierto) de x tal que Ux ∩ A = ∅;
entonces A ⊆ UxC , que es cerrado y no contiene a x, luego x #∈ A. !

Definición 3.3.7.– Un subconjunto A de un espacio topológico X es denso si A = X.

Ejemplo: Q es denso en R, pues, como sabemos, Q = R.

Observación: Según la definición anterior, un subconjunto A es denso en X si todo punto


de X está en A. Quiere esto decir, según la caracterización de la proposición 3.3.6, que dado
cualquier x ∈ X, todos sus entornos cortan a A. En particular, si X es un espacio métrico,
dado x ∈ X se tendrá que B(x, ε) ∩ A #= ∅ para cada ε > 0. Más en particular, si X = R, se
tendrá que para cualquier x ∈ R y cualquier ε > 0 existe a ∈ A tal que d(x, a) = |x − a| < ε.
Esto prueba que la definición anterior para X = R coincide con la dada en el tema I.
Asociado a cada subconjunto A de un espacio topológico X hemos construido un abierto,

A , y un cerrado, A. La siguiente proposición relaciona estos dos conjuntos.
C
Proposición 3.3.8. Si X es un espacio topológico y A ⊆ X, A◦ = AC .
C
Demostración: AC es el menor cerrado que contiene a AC , luego su complementario AC
es el mayor abierto contenido en A, que es precisamente A◦ . !
C ' (◦
Observación: Cambiando A por AC se obtiene que A = AC .

Ejercicio: Utilizando la proposición anterior, demostrar las propiedades del interior a partir
de las del cierre y viceversa.

Definición 3.3.9.– Si X es un espacio


' C (topológico y A un subconjunto de X, llamaremos

exterior de A al conjunto Ext(A) = A . A los puntos de Ext(A) los llamaremos puntos
exteriores de A.
Llamaremos frontera o borde de A a ∂(A) = A ∩ AC .
108 3.3. Interior, cierre, exterior, frontera y puntos de acumulación

Observación: De la propia definición se deduce que ∂(A) = ∂(AC ).

Ejemplos: 1) Sea X = Rn . Si A = B(x, r), entonces ∂(A) = {y ∈ X : d(x, y) = r}.

∂(A) = B(x, r) ∩ B(x, r)C = B(x, r) ∩ B(x, r)C = {y ∈ X : d(x, y) = r}.


2) Si X = R, ∂(Q) = R.
C
En efecto, Q = R como ya hemos probado y QC = R ya que QC = Q◦ = ∅, luego
∂(Q) = Q ∩ QC = R ∩ R = R.
Proposición 3.3.10. Sea X un espacio topológico y A un subconjunto de X. Se verifica:
(1) x ∈ X es exterior a A si y sólo si existe un entorno Ux de x tal que Ux ∩ A = ∅.
(2) x ∈ X está en ∂(A) si y sólo si para cada entorno Ux de x es Ux ∩A #= ∅ y Ux ∩AC #= ∅.
Demostración: Se deduce directamente de las definiciones. !
Proposición 3.3.11. Si X es un espacio topológico y A ⊆ X, entonces

X = A◦ ∪ Ext(A) ∪ ∂(A)

y los tres conjuntos son disjuntos.


C ' (◦
Demostración: Por la proposición 3.3.8, A = AC . Como ∂(A) = A∩AC , será ∂(A)C =
C C ' (◦
A ∪ AC = AC ∪ A◦ = Ext(A) ∪ A◦ . Además son disjuntos, porque Ext(A) ∩ A◦ = ∅. !

Definición 3.3.12.– Si X es un espacio topológico y x ∈ X, se llama entorno reducido de x


a cualquier conjunto de la forma Ux∗ = Ux − {x}, donde Ux es un entorno de x.

Observación: Denotaremos por B(x, r)∗ = B(x, r) − {x}, que es un entorno reducido del
punto x.

Definición 3.3.13.– Si A es un subconjunto de un espacio topológico X, diremos que x ∈ X


es un punto de acumulación de A si todo entorno reducido de x tiene intersección no vacı́a
con A. Denotaremos A" al conjunto de los puntos de acumulación de A.
Diremos que un punto x ∈ A es aislado si x #∈ A" , es decir, si existe un entorno Ux de x tal
que Ux ∩ A = {x}.

Ejemplos: 1) Si X = Rn y A = B(x, r), A" = B(x, r) como se comprueba inmediatamente.


2) Si A = { n1 : n ∈ N} ⊆ R, 0 ∈ A" , pues todo intervalo abierto que contiene al 0, contiene
puntos de la forma n1 . Por otra parte, todos los puntos de A son aislados.
3) Si X es un espacio métrico discreto y A ⊆ X, A" = ∅.
En efecto, si x ∈ A, B(x, 1) ∩ A = {x} y si x #∈ A, B(x, 1) ∩ A = ∅.

Observación: Comparando la definición anterior con la caracterización que se hace en la


proposición 3.3.6 de los puntos adherentes a un subconjunto A de X, es claro que todo punto
de acumulación de A es adherente a A. Sin embargo no es cierta en general la inclusión
contraria: si X es un espacio métrico discreto y A es cualquier subconjunto no vacı́o de X,
entonces A = A por ser cerrado, y A" = ∅ según acabamos de ver.
Tema III: Topologı́a 109

Proposición 3.3.14. Dado un subconjunto A de un espacio topológico X, se verifica que


A ∪ A" = A.
Demostración: A ⊆ A por definición y A" ⊆ A por la observación anterior, luego A∪A" ⊆ A.
Recı́procamente, si x ∈ A y x #∈ A, para cada entorno Ux de x, Ux ∩ A #= ∅, y como x #∈ A,
es Ux∗ ∩ A #= ∅, con lo que x ∈ A" . !
Corolario 3.3.15. A ⊆ X es cerrado si y sólo si A" ⊆ A.
Demostración: Según la proposición anterior, A = A si y sólo si A" ⊆ A. !

3.4. Lı́mites en espacios métricos. Espacios de Hausdorff

Definición 3.4.1.– Si (X, d) es un espacio métrico se dice que una sucesión {xn } en X es
convergente si existe x ∈ X de modo que para cada ε > 0 existe un n0 ∈ N tal que d(xn , x) < ε
para todo n ≥ n0 .
Proposición 3.4.2. Si en un espacio métrico una sucesión {xn } es convergente, el elemento
x ∈ X de la definición anterior es único.
Demostración: Si x e y cumplen la definición y ε > 0, existe n0 tal que d(xn , x) < 2ε y
d(xn , y) < 2ε para n ≥ n0 . Por la desigualdad triangular, se obtiene que d(x, y) < ε. Como
esto es para todo ε > 0, d(x, y) = 0, con lo que x = y. !

Definción 3.4.3.– Si en un espacio métrico una sucesión {xn } es convergente, al único


x ∈ X cumpliendo la definición anterior, se le llama lı́mite de la sucesión {xn } y se denota
por lim(xn ) = x.

Observaciones: 1) La definición anterior para X = R coincide con la dada en el tema I.


2) La sucesión {xn } tiene lı́mite x si y sólo si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que
xn ∈ B(x, ε) para todo n ≥ n0 .
/' ' (n (0
Ejemplos: 1) La sucesión de R2 , n1 , 1 + n1 tiene lı́mite (0, e). 3' (n 3
En efecto, dado ε > 0 existen n0 , n1 ∈ N tales que n1 < 2ε si n ≥ n0 y 3 1 + n1 − e3 < 2ε
si n ≥ n1 .
Entonces, si n ≥ max{n0 , n1 } es
## # %n % % ## # %n % # %% ## % %
1 1 1 1 1 1
d , 1+ , (0, e) ≤ d , 1+ , ,e +d , e , (0, e) =
n n n n n n
3# %n 3
3 1 3 1 ε ε
3
=3 1+ − e33 + < + = ε.
n n 2 2
2) En un espacio métrico discreto X, una sucesión {xn } es convergente si y sólo si existe
n0 ∈ N tal que xn = xn0 para n ≥ n0 .
Sean x = lim(xn ) y ε = 1. Existe n0 ∈ N tal que d(xn , x) < 1 para n ≥ n0 , es decir,
d(xn , x) = 0 para n ≥ n0 , de donde se concluye.
El recı́proco es inmediato.
110 3.4. Lı́mites en espacios métricos. Espacios de Hausdorff

Proposición 3.4.4. Sea (X, d) un espacio métrico y {xn } una sucesión de puntos de X. La
condición necesaria y suficiente para que lim(xn ) = x es que para cada entorno Ux de x exista
un n0 ∈ N tal que xn ∈ Ux para todo n ≥ n0 .

Demostración: Es consecuencia de que B(x, ε) es un entorno de x, y de que todo entorno


de x contiene alguna bola centrada en x, junto con la observación 2) anterior. !

Observación: Esta proposición permite extender la definición de lı́mite a un espacio topoló-


gico cualquiera. No obstante, si queremos que el lı́mite sea único debemos imponer una
restricción.

Definición 3.4.5.– Diremos que un espacio topológico es de Hausdorff si para cada par de
puntos distintos x, y ∈ X existen sendos entornos Ux , Uy disjuntos.

Ejemplos: 1) Todo espacio métrico es de Hausdorff.


En efecto, si (X, d) es un espacio métrico y x, y ∈ X, x #= y, tomando r = d(x,y)
2 , las bolas
B(x, r), B(y, r) son disjuntas por la desigualdad triangular.
2) El conjunto X = {x, y} dotado de la topologı́a cuyos únicos abiertos son ∅ y X no es de
Hausdorff.

Ejercicio: Probar que si X es un espacio de Hausdorff y se define el lı́mite de una sucesión


según la proposición 3.4.4, éste es único en caso de existir.

La proposición siguiente relaciona los conceptos de punto adherente y punto de acumulación


con el de lı́mite.

Proposición 3.4.6. Sea (X, d) un espacio métrico y A un subconjunto de X. Se verifica:


(1) x ∈ A si y sólo si existe una sucesión {xn } en A tal que lim(xn ) = x.
(2) x ∈ A" si y sólo si existe una sucesión inyectiva {xn } en A tal que lim(xn ) = x.

Demostración: (1) Si x ∈ A, sea xn ∈ A ∩ B(x, n1 ). Es claro que lim(xn ) = x. El recı́proco


es inmediato.
(2) Si x ∈ A" , sea x1 ∈ A ∩ B(x, 1)∗ ; tomemos r2 = min{d(x1 , x), 12 } y elijamos un
x2 ∈ A ∩ B(x, r2 )∗ , con lo cual x2 #= x1 y d(x2 , x) ≤ 12 . Reiterando el proceso se obtiene una
sucesión inyectiva {xn } de elementos de A tal que d(xn , x) ≤ n1 , es decir, con lı́mite igual a x.
Recı́procamente, al ser inyectiva la sucesión, para cada ε > 0 es B(x, ε)∗ ∩ A #= ∅, ya que
x coincide a lo más con uno de los xn . !

Observaciones: 1) Si x ∈ A" , cada entorno reducido de x contiene infinitos puntos de A.


2) Si Y es un subconjunto denso de un espacio métrico X, todo punto de X es lı́mite de
alguna sucesión de puntos de Y .
Tema III: Topologı́a 111

3.5. Subespacios y espacios producto

Sea (X, d) un espacio métrico e Y un subconjunto de X. Sea dY : Y × Y −→ R la


restricción de d a Y × Y ⊆ X × X. Es claro que dY es una distancia en Y , ya que d es una
distancia en X. Entonces (Y, dY ) es un espacio métrico. Por abuso de lenguaje dY recibe el
nombre de restricción de d a Y .
Definición 3.5.1.– Si Y es un subconjunto de un espacio métrico (X, d), diremos que el par
(Y, dY ) es un subespacio métrico del espacio (X, d). La topologı́a que define dY en Y se llama
topologı́a inducida en Y por la de X.

Ejemplo: Sean X = Rn y d la distancia euclı́dea usual. Si m < n, Rm es un subconjunto


de Rn mediante la aplicación inyectiva

Rm −→ Rn
(x1 , . . . , xm ) 0−→ (x1 , . . . , xm , 0, . . . , 0).

Es claro que la restricción de d a Rm es la distancia usual de Rm .


Sea (Y, dY ) un subespacio métrico de (X, d). Si para cada x ∈ Y y cada r > 0 representamos
por BY (x, r) la bola abierta de centro x y radio r en (Y, dY ), es fácil probar que BY (x, r) =
Y ∩ B(x, r), es decir, las bolas abiertas del subespacio Y son las bolas abiertas de X cortadas
con Y . Esta propiedad no es exclusiva de las bolas abiertas, sino que se verifica para todos
los abiertos, como muestra la siguiente proposición:
Proposición 3.5.2. Sea (Y, dY ) un subespacio del espacio métrico (X, d). Un subconjunto
V de Y es abierto en (Y, dY ) si y sólo si V = U ∩ Y , siendo U un abierto de (X, d).
Demostración: Si V es un abierto
$ de (Y, dY ), para cada punto x ∈ V existe un rx > 0 tal
que BY (x, rx ) ⊆ V . Entonces B(x, rx ) es un abierto de (X, d) cuya intersección con Y es
x∈V

? @
! ! !
B(x, rx) ∩Y = (B(x, rx ) ∩ Y ) = BY (x, rx ) = V.
x∈V x∈V x∈V

Recı́procamente, si U es un abierto de (X, d), U ∩ Y es un abierto de (Y, dY ), ya que si


x ∈ U ∩ Y , existe r > 0 tal que B(x, r) ⊆ U , de donde BY (x, r) = B(x, r) ∩ Y ⊆ U ∩ Y . !

Observaciones: 1) Un abierto de un subespacio Y ⊆ X no tiene por qué ser abierto de X.


Considérense X = R e Y = [0, 1) ∪ {2} como subespacio de X. U = [0, 1) y V = {2} son
abiertos de Y , ya que (−1, 1) ∩ Y = [0, 1) y ( 32 , 52 ) ∩ Y = {2}. Sin embargo ni U ni V son
abiertos de X.
2) Si Y es un subconjunto cualquiera de un espacio topológico X, se define la topologı́a
inducida en Y por la de X llamando abiertos de Y a las intersecciones con Y de los abiertos
de X. La proposición anterior muestra que esta definición es una generalización de la dada
en espacios métricos. Se deja como ejercicio al lector probar que con dicha definición Y ⊆ X
es efectivamente un espacio topológico.
112 3.5. Subespacios y espacios producto

Sean ahora (X, dX ) e (Y, dY ) espacios métricos. Queremos dotar al conjunto X × Y de una
distancia, para lo cual definimos la aplicación siguiente:

dX×Y : (X × Y ) × (X × Y ) −→ R
((x, y), (x", y " )) 0−→ max{dX (x, x" ), dY (y, y ")}

Es fácil comprobar que dX×Y define una distancia en X × Y .


Definición 3.5.3.– Llamaremos distancia producto de dX y dY a la aplicación dX×Y anterior.
Al conjunto X × Y dotado con esta distancia lo llamaremos espacio métrico producto o
simplemente espacio producto. Su topologı́a recibe el nombre de topologı́a producto.
Análogamente se define la distancia producto de un número finito de distancias d1 ,...,dn y
el producto de un número finito de espacios métricos (X1 , d1 ),...,(Xn, dn ).

Ejemplos: 1) La distancia definida por la norma : :∞ de Rn es precisamente la distancia


producto de las distancias de R. Entonces la topologı́a de Rn es la topologı́a producto.
2) Es fácil ver que si x ∈ X, y ∈ Y y r > 0, entonces

BX (x, r) × BY (y, r) = BX×Y ((x, y), r).

Entonces, en R × R = R2 dotado de la distancia producto, la bola de centro (x, y) y radio


r es un cuadrado centrado en (x, y), cuyos lados son de longitud 2r y paralelos a los ejes.
Análogamente, en R × R × R = R3 dotado de la distancia producto, la bola de centro
(x, y, z) y radio r es un cubo centrado en (x, y, z) cuyas caras son paralelas a los planos
coordenados y cuyas aristas miden 2r. Sin embargo, en R3 = R2 × R dotado de la distancia
producto de la distancia euclı́dea de R2 por la distancia de R, la bola de centro (x, y, z) y
radio r es un cilindro centrado en (x, y, z) cuya base, paralela al plano z = 0, es un cı́rculo de
radio r y cuya altura, perpendicular a dicho plano, es de longitud 2r.

R R
z B((x, y, z), r)
B(z, r)
B((x, y), r) (x, y, z)
B(y, r) (x, y)
y y
B((x, y), r)
x (x, y)
x B(x, r) R
R2
Dados r y r" positivos, si r"" = min{r, r"}, se prueba fácilmente que

BX×Y ((x, y), r"" ) ⊆ BX (x, r) × BY (y, r").

De aquı́ se deduce, sin más que usar las definiciones, que si U es un abierto de X y V un
abierto de Y , entonces U × V es un abierto de X × Y . Sin embargo, no todo abierto del
producto X × Y es de esta forma (piénsese por ejemplo en las bolas abiertas de R2 con la
distancia euclı́dea). La siguiente proposición caracteriza los abiertos de X × Y .
Tema III: Topologı́a 113

Proposición 3.5.4. Sean X e Y espacios métricos y X × Y el espacio producto. Un sub-


conjunto W de X × Y es abierto si y sólo si para cada punto (x, y) ∈ W existen abiertos Ux
de X y Vy de Y , conteniendo a x e y respectivamente, tales que Ux × Vy ⊆ W .
Demostración: Si W es un abierto de X × Y y (x, y) ∈ W , existe un r > 0 tal que

BX (x, r) × BY (y, r) = BX×Y ((x, y), r) ⊆ W.

Recı́procamente, sea W un subconjunto de X × Y cumpliendo la condición del enunciado;


dado (x, y) ∈ W , existen r, r" tales que B(x, r) ⊆ Ux y B(y, r") ⊆ Vy , luego si r"" = min{r, r" }
resulta que
BX×Y ((x, y), r"" ) ⊆ BX (x, r) × BY (y, r") ⊆ Ux × Vy ⊆ W,

y por tanto W es un abierto de X × Y . !

Observación: Si X e Y son espacios topológicos, la topologı́a producto en X × Y se de-


fine mediante la condición de la proposición anterior. Probar, como ejercicio, que con esta
definición X × Y es efectivamente un espacio topológico.

Ejemplo: Sean X e Y espacios métricos y A ⊆ X un subespacio de X. La topologı́a producto


de A × Y es precisamente la topologı́a inducida en A × Y por la de X × Y .
En efecto, si U es un abierto del producto A × Y , por la proposición anterior, para cada
punto (x, y) de U existen Vx y Wy abiertos de A e Y respectivamente tales que (x, y) ∈
Vx × Wy ⊆ U . Como Vx es un abierto de A, Vx = Vx" ∩ A con Vx" abierto de X. Entonces

(x, y) ∈ (Vx" ∩ A) × Wy = (Vx" × Wy ) ∩ (A × Y ) ⊆ U.

Como consecuencia
 
! !
U= (Vx" × Wy ) ∩ (A × Y ) =  (Vx" × Wy ) ∩ (A × Y ),
(x,y)∈U (x,y)∈U

y como Vx" × Wy es un abierto de X × Y , U es un abierto del subespacio A × Y de X × Y .


Recı́procamente, si U es un abierto de la topologı́a inducida en A × Y por X × Y , entonces
U = V ∩ (A × Y ) con V abierto de X × Y . Sea (x, y) ∈ U ; como (x, y) ∈ V , existen
abiertos W1 y W2 de X e Y respectivamente tales que (x, y) ∈ W1 × W2 ⊆ V , con lo que
(x, y) ∈ (W1 × W2 ) ∩ (A × Y ) = (W1 ∩ A) × W2 ⊆ U , de donde, utilizando otra vez la
proposición, se concluye que U es un abierto de A × Y .
En particular, dados dos espacios topológicos X e Y , y un punto y ∈ Y , la topologı́a
inducida por X × Y en X × {y} es la topologı́a producto de X × {y}, y por tanto sus abiertos
son de la forma U × {y} con U abierto de X.
114 3.6. Espacios compactos. Espacios compactos por sucesiones

3.6. Espacios compactos. Espacios compactos por sucesiones

$ diremos que una familia {Ai }i∈I de sub-


Definición 3.6.1.– Sea X un espacio topológico;
conjuntos de X forma un recubrimiento de X si Ai = X. Un recubrimiento abierto es un
recubrimiento formado por abiertos. i∈I

Ejemplo: Los conjuntos An = (n − 1, n + 1) con n ∈ Z forman un recubrimiento abierto de


R.

Definición 3.6.2.– Un subrecubrimiento de un recubrimiento {Ai }i∈I es una subcolección


{Aj }j∈J (J ⊆ I) que también es un recubrimiento.

Ejemplo: El recubrimiento del ejemplo anterior no admite subrecubrimientos, pues si falta


el abierto An el punto n no queda recubierto.

Definición 3.6.3.– Diremos que X es compacto si de todo recubrimiento abierto de X se


puede extraer un subrecubrimiento finito.

Observación: Sean X un espacio topológico, Y ⊆ X un subespacio y {Vi } un recubrimiento


abierto de Y$. Por ser Y un subespacio, existen abiertos Ui de X tales que Vi = Ui ∩ Y ; se
tendrá que Ui ⊇ Y , y en este caso diremos que {Ui } es un recubrimiento abierto de Y con
i∈I
abiertos de X.
Se deduce fácilmente que Y es compacto si y sólo si todo recubrimiento abierto de Y
con abiertos de X admite un subrecubrimiento finito; en otras palabras, para estudiar la
compacidad de un subespacio Y se puede operar directamente con abiertos de X, sin necesidad
de hacer la intersección de dichos abiertos con Y .

Ejemplos: 1) Rn no es compacto.
Consideremos el recubrimiento abierto {B(0, k)}k∈N; si existiera un subrecubrimiento finito
serı́a Rn = B(0, k1 ) ∪ · · · ∪ B(0, kr ) para algún r, y llamando k = max{k1 , ..., kr }, tendrı́amos
que Rn = B(0, k), lo cual, obviamente, es falso.
2) [a, b] ⊂ R es compacto.
Lo demostraremos por reducción al absurdo. Supongamos que [a, b] no es compacto, y sea
{Ui } un recubrimiento abierto de [a, b] con abiertos de R que no admite ningún subrecubri-
miento finito.
N Si dividimos
a+b
O N a+b elOintervalo I = [a, b] por su punto medio, de los dos intervalos que resultan,
a, 2 y 2 , b , es claro que al menos uno, al que llamaremos I1 , no puede ser recubierto
con un número finito de abiertos Ui , ya que si ambos se pudieran recubrir con un número
finito de Ui , también se podrı́a recubrir la unión.
Repitiendo la construcción con I1 y ası́ sucesivamente, se obtiene una sucesión de intervalos
encajados {In }, cada uno de longitud mitad que el anterior (con lo que long(In ) = b−a 2n ) y tal
que ninguno de ellos es recubrible por un número & finito de abiertos Ui .
Por el lema de Cantor existe un único x ∈ In , y si escribimos In = [an , bn ], se verifica
lim(an ) = x = lim(bn ). n∈N
Tema III: Topologı́a 115

Como {Ui } es un recubrimiento de I, existe algún j tal que x ∈ Uj , y por ser Uj abierto
existe r > 0 tal que B(x, r) ⊆ Uj ; ahora bien, por definición de lı́mite, existe un n0 ∈ N tal
que |an − x| < r y |bn − x| < r si n ≥ n0 , luego si n ≥ n0 , In ⊆ B(x, r) ⊆ Uj , lo que contradice
la elección de los In .
Por tanto [a, b] es compacto.

Ejercicio: Sean a y b dos números reales tales que a < b. Probar que [a, b] ∩ Q no es
compacto.
Proposición 3.6.4. Sea X un espacio topológico. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) Si A, B ⊆ X son compactos, A ∪ B es compacto.
(2) Si X es compacto y A ⊆ X cerrado, A es compacto.
(3) Si X es de Hausdorff y A ⊆ X es compacto, A es cerrado.

Demostración: (1) Sea {Ui } un recubrimiento abierto de A∪B con abiertos de X. Entonces
{Ui } es un recubrimiento abierto tanto de A como de B. Como éstos son compactos, existen
sendos subrecubrimientos finitos. Los abiertos de estos dos subrecubrimientos forman un
subrecubrimiento finito de A ∪ B, lo que prueba que éste es compacto.
(2) Sea {Ui } un recubrimiento abierto de A con abiertos de X; añadiendo AC , que es
abierto, {{Ui }, AC } es un recubrimiento abierto de X, que es compacto, luego se puede
extraer un subrecubrimiento finito:

X = Ui1 ∪ · · · ∪ Uin ∪ AC ,

y por tanto
A ⊆ Ui1 ∪ · · · ∪ Uin ,

lo que prueba que A es compacto.


(3) Hay que probar que AC es abierto. Sea x ∈ AC ; como X es de Hausdorff, para cada
y ∈ A, existen entornos abiertos disjuntos de x e y, Uxy y Vy respectivamente (el superı́ndice
de Uxy indica que depende del punto y).
Los abiertos {Vy }y∈A forman un recubrimiento abierto de A, que es compacto, con lo que
se puede extraer un subrecubrimiento finito: A ⊆ Vy1 ∪ · · · ∪ Vyn .
La intersección Uxy1 ∩ · · · ∩ Uxyn es un entorno de x contenido en AC . Esto prueba que AC
es abierto. !

Definición 3.6.5.– Sea (X, d) un espacio métrico. Diremos que un subconjunto A de X está
acotado si existen x ∈ X y r > 0 tales que A ⊆ B(x, r).

Observación: Si dos normas : : y : :" son equivalentes en un espacio vectorial E, como


sabemos, existen constantes m, M > 0 tales que m:x:" ≤ :x: ≤ M :x:" para todo x ∈ E. De
aquı́ se deduce inmediatamente que los conjuntos acotados en los espacios normados (E, : :)
y (E, : :" ) son los mismos.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con las distancias: pueden existir dos distancias que
definan la misma topologı́a en un conjunto X, pero que no tengan los mismos conjuntos
116 3.6. Espacios compactos. Espacios compactos por sucesiones

acotados. Como ejemplo basta considerar R dotado de la distancia euclı́dea d por una parte
y de la distancia definida por
d(x, y)
d" (x, y) =
1 + d(x, y)
para cada x, y ∈ R por otra (se deja al cuidado del lector demostrar que d" es efectivamente
una distancia y que d y d" definen la misma topologı́a en R). En (R, d" ) todos los conjuntos
están acotados, mientras que en (R, d) no.
Proposición 3.6.6. Sea (X, d) un espacio métrico. Todo subconjunto compacto de X es
cerrado y acotado.
Demostración: Sea A compacto; como para cualquier punto x ∈ X, la familia {B(x, n)}n∈N
es un recubrimiento abierto de X, en particular será un recubrimiento abierto de A. Entonces
un número finito de bolas recubre A. Si r es el máximo de los radios de dichas bolas,
A ⊆ B(x, r), luego está acotado.
Como todo espacio métrico es de Hausdorff, el apartado (3) de la proposición anterior
prueba que A es cerrado. !
Proposición 3.6.7. Si X e Y son espacios topológicos compactos, X × Y es compacto.
Demostración: Supongamos que {Wi }i∈I es un recubrimiento abierto de X × Y ; para cada
(x, y) ∈ Wi existe un par de entornos abiertos de x e y, Ux y Vy respectivamente, tales
que Ux × Vy ⊆ Wi . Al variar x e y, los abiertos Ux × Vy son un recubrimiento de X × Y ;
si probamos que de este nuevo recubrimiento abierto se puede extraer un subrecubrimiento
finito, también se podrá extraer otro del {Wi }, luego podemos suponer que el recubrimiento
{Wi } está formado por abiertos del tipo Ui ×Vi , con Ui y Vi abiertos en X e Y respectivamente.
Sea x ∈ X y consideremos el subespacio {x} × Y , que es compacto, ya que sus abiertos son
de la forma {x} × U con U abierto de Y e Y es compacto. Entonces se puede recubrir por un
número finito de abiertos del recubrimiento:

{x} × Y ⊆ (Ui1 × Vi1 ) ∪ · · · ∪ (Uin × Vin ).

El abierto Ux = Ui1 ∩ · · · ∩ Uin es un entorno abierto de x.

Y
X ×Y

{x} × Y
Ux × Y

x Ux X

Además, Ux ×Y está recubierto por un número finito de abiertos de la forma Ui ×Vi . Como
X es compacto y los {Ux }x∈X recubren X, un número finito recubren: X = Ux1 ∪ · · · ∪ Uxr ;
entonces
X × Y = (Ux1 × Y ) ∪ · · · ∪ (Uxr × Y ),
Tema III: Topologı́a 117

y como cada uno de estos está recubierto por un número finito de abiertos Ui × Vi , X × Y
también. !

Ejemplo: En (Rn , : :∞ ) las bolas cerradas son compactas, ya que son producto de intervalos
cerrados.
Teorema 3.6.8 (Borel-Lebesgue). Un subconjunto de Rn es compacto si y sólo si es
cerrado y acotado.
Demostración: Como Rn es un espacio métrico, todo subconjunto compacto de Rn es
cerrado y acotado.
Recı́procamente, sea A ⊆ Rn cerrado y acotado; por ser acotado, existe una bola B(0, r)
B
n B
n
tal que A ⊆ B(0, r) ⊆ [−r, r]. Por el ejemplo anterior, [−r, r] es un compacto, luego A
i=1 i=1
también es compacto (apartado (2) de la proposición 3.6.4). !

Ejemplos: 1) Las bolas cerradas de Rn/son compactos. 0


2) La esfera unidad de Rn , Sn−1 = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn : x21 + · · · + x2n = 1 , es un com-
pacto, pues es cerrada (es el borde de la bola unidad) y acotada.
3) S1 × S1 es compacto, ya que S1 es cerrado y acotado en R2 y el producto de compactos
es compacto.
Veamos una nueva caracterización de los compactos de Rn .
Definición 3.6.9.– Diremos que un espacio métrico (X, d) es compacto por sucesiones si
toda sucesión de puntos de X tiene una subsucesión convergente.

Ejemplos: 1) El teorema de Bolzano-Weierstrass (teorema 2.1.3) afirma que todo subcon-


junto cerrado y acotado de C ó de R es compacto por sucesiones.
2) R no es compacto por sucesiones, ya que la sucesión {n} no admite ninguna subsucesión
convergente.
Proposición 3.6.10. Un espacio metrico (X, d) es compacto por sucesiones si y sólo si todo
subconjunto infinito de X tiene al menos un punto de acumulación.
Demostración: Supongamos en primer lugar que X es compacto por sucesiones. Sea A ⊆ X
un subconjunto infinito y tomemos una sucesión {xn } de elementos de A con todos sus
términos distintos. Por hipótesis, la sucesión {xn } tiene una subsucesión convergente, y
por la proposición 3.4.6 el lı́mite de dicha sucesión es un punto de acumulación de A.
Recı́procamente, sea {xn } una sucesión en X; si tiene algún término que se repite infinitas
veces, es claro que admite una subsucesión convergente. En caso contrario es un conjunto
infinito, que por hipótesis tiene al menos un punto de acumulación, y de nuevo la proposición
3.4.6 permite concluir. !

Observación: La proposición anterior permite generalizar la noción de compacidad por suce-


siones a espacios topológicos cualesquiera: diremos que un espacio topológico X es compacto
por sucesiones si todo subconjunto infinito de X tiene puntos de acumulación.
118 3.6. Espacios compactos. Espacios compactos por sucesiones

Teorema 3.6.11 (Bolzano-Weierstrass). Todo espacio métrico compacto es compacto


por sucesiones.
Demostración: Bastará demostrar que si X es un espacio métrico compacto, todo subcon-
junto de X sin puntos de acumulación se compone de un número finito de puntos.
Si A no tiene puntos de acumulación, para cada x ∈ X existe un entorno abierto Ux tal
que Ux∗ ∩ A = ∅; como {Ux }x∈X es un recubrimiento abierto de X, y éste es compacto, existe
un subrecubrimiento finito
Ux1 ∪ · · · ∪ Uxn = X.
Entonces A ⊆ {x1 , . . . , xn }, luego es finito. !

Observación: Este teorema generaliza el 2.1.3.


Proposición 3.6.12. Sea (X, d) un espacio métrico compacto por sucesiones y {Ui }i∈I un
recubrimiento abierto de X. Existe ε > 0 tal que para cada x ∈ X la bola B(x, ε) está
contenida en algún Ui .
Demostración: Supongamos que no existe tal número; para cada n ∈ N será posible en-
contrar un xn ∈ X tal que B(xn , n1 ) no este contenida en ningún Ui .
Como X es compacto por sucesiones, la sucesión {xn } tendrá una subsucesión {xnk } con-
vergente; sea x = lim(xnk ). Como los Ui recubren, x ∈ Ui para algún i, y por ser Ui abierto,
existirá δ > 0 tal que B(x, δ) ⊆ Ui .
Por definición de lı́mite, existe k0 tal que xnk ∈ B(x, δ2 ) si k ≥ k0 , y por otra parte
existirá k1 tal que n1k < 2δ para k ≥ k1 , luego de la desigualdad triangular se deduce que para
k ≥ max{k0 , k1 } # % # %
1 δ
B xnk , ⊆ B xnk , ⊆ B(x, δ) ⊆ Ui ,
nk 2
lo que contradice la elección de los xn . !

Definición 3.6.13.– Sea (X, d) un espacio métrico y {Ui } un recubrimiento abierto de X. A


cualquier número ε que cumpla la condición de la proposición anterior lo llamaremos número
de Lebesgue del recubrimiento {Ui }.

Ejemplo: La proposición anterior demuestra que todo recubrimiento abierto de un espacio


métrico compacto por sucesiones tiene número de Lebesgue.

Ejercicio: Probar que el recubrimiento {( n1 , 1)}n∈N de (0, 1) no tiene número de Lebesgue.


Como consecuencia (0, 1) no es compacto por sucesiones.
Lema 3.6.14. Sea (X, d) un espacio métrico compacto por sucesiones. Para cada ε > 0, X
puede ser recubierto por un número finito de bolas de radio ε.
Demostración: Si el resultado no fuera cierto existirı́a ε > 0 tal que ningún número finito
de bolas de radio ε recubrirı́an X. Dado x1 ∈ X, entonces B(x1 , ε) #= X; dado x2 ∈ B(x1 , ε)C ,
tampoco puede ser X = B(x1 , ε) ∪ B(x2 , ε). Repitiendo el proceso se obtendrı́a una sucesión
{xn } cuyos puntos verificarı́an:

xn ∈ B(x1 , ε)C ∩ B(x2 , ε)C ∩ · · · ∩ B(xn−1 , ε)C


Tema III: Topologı́a 119

y
B(x1 , ε) ∪ · · · ∪ B(xn , ε) #= X.
Por ser X compacto por sucesiones existirı́a un punto x de acumulación de {xn }, con lo
que B(x, 2ε ) contendrı́a infinitos puntos de la sucesión {xn }; eligiendo dos distintos xn , xm ∈
B(x, 2ε ), por la desigualdad triangular serı́a

d(xn , xm ) ≤ d(xn , x) + d(x, xm ) < ε,

lo cual contradice la construcción de la sucesión {xn }. !

Definicion 3.6.15.– Un espacio métrico se dice que es totalmente acotado si verifica que
para cada ε > 0 existe un número finito de bolas de radio ε que lo recubren.
El lema anterior prueba que todo espacio métrico compacto por sucesiones es totalmente
acotado.
Teorema 3.6.16. Si (X, d) es un espacio métrico compacto por sucesiones, es compacto.
Demostración: Sea {Ui } un recubrimiento abierto de X; existe un número de Lebesgue, ε,
para dicho recubrimiento y por el lema anterior un número finito de bolas de radio ε recubren
X. Como cada una de dichas bolas está contenida en algún Ui , un número finito de éstos
recubren X, que por tanto es compacto. !
Juntando los teoremas 3.6.8, 3.6.11 y 3.6.16 se obtiene:
Teorema 3.6.17 (Caracterización de los subconjuntos compactos de Rn ). Sea A un
subconjunto de Rn . Las condiciones siguientes son equivalentes:
(1) A es compacto.
(2) A es cerrado y acotado.
(3) A es compacto por sucesiones.

Ejercicio: Probar, utilizando sólo las definiciones, que todo subconjunto de Rn compacto
por sucesiones es cerrado y acotado.

3.7. Espacios conexos. Conjuntos convexos

Definición 3.7.1.– Un espacio topológico X es no conexo si existen dos abiertos no vacı́os


y disjuntos cuya unión es X. Se dice que X es conexo en caso contrario.

Observación: Como en el caso de la compacidad, para averiguar si un subespacio Y de X


es conexo es suficiente con emplear abiertos de X, y se puede decir que Y ⊆ X es no conexo
si y sólo si existen dos abiertos U y V de X tales que U ∩ Y #= ∅, V ∩ Y #= ∅, U ∩ V ∩ Y = ∅
y U ∪V ⊇Y.

Ejemplos: 1) El subconjunto A = [0, 1) ∪ {2} de R no es conexo, porque U = (−1, 1) y


V = (1, 3) son abiertos de R disjuntos, U ∪ V ⊇ A y la intersección de cada uno de ellos con
A es no vacı́a.
120 3.7. Espacios conexos. Conjuntos convexos

2) Q ⊆ R no es conexo. √
Consideremos a ∈ / Q, por ejemplo a = 2. Sean U = (−∞, a) y V = (a, +∞); es claro
que son abiertos de R, disjuntos, que su unión contiene a Q y que ambos contienen números
racionales.
3) [a, b] ⊆ R es conexo.
En efecto, si [a, b] fuera no conexo, existirı́an dos abiertos U y V de R tales que U ∪ V ⊇
[a, b], U ∩ [a, b] #= ∅, V ∩ [a, b] #= ∅ y U ∩ V ∩ [a, b] = ∅; tomemos a1 ∈ U ∩ [a, b] y b1 ∈ V ∩ [a, b];
intercambiando si es preciso U y V , podemos suponer que a1 < b1 . Sean I1 = [a1 , b1 ] y
c1 = a1 +b
2 ; c1 está en U ó en V y sólo en uno de ellos, pues éstos recubren y son disjuntos;
1

definamos:
1
[a1 , c1 ] si c1 ∈ V
I2 =
[c1 , b1 ] si c1 ∈ U
En todo caso, si I2 = [a2 , b2 ] se verifica que a2 ∈ U y b2 ∈ V .
Repitiendo con I2 lo hecho con I1 y ası́ sucesivamente, se tiene una sucesión {an } en U y
otra {bn } en V de modo que las longitudes de los intervalos encajados In & = [an , bn ] forman
una sucesión convergente a 0. Por el lema de Cantor, existe un único x ∈ In , verificando
además que x = lim(an ) = lim(bn ). n∈N

Como x ∈ [a, b], o bien x ∈ U o bien x ∈ V . Si x ∈ U , por ser U abierto y lim(bn ) = x,


debe existir un n0 tal que bn ∈ U si n ≥ n0 , lo que contradice la construcción. El caso x ∈ V
se descarta de modo análogo.
Por tanto hemos llegado a una contradicción y [a, b] debe ser conexo.

Ejercicios: 1) Los subconjuntos [a, b) y (a, b) de R son conexos.


2) Probar que un espacio topológico X es conexo si y sólo si no contiene subconjuntos
propios que sean a la vez abiertos y cerrados.
Proposición 3.7.2. Sean X e Y espacios topológicos;
(1) Si {Aα }α∈Λ es una familia
$ de subconjuntos conexos de X tales que Aα ∩ Aβ #= ∅ para
α, β ∈ Λ, entonces Aα es conexo.
α∈Λ
(2) El cierre de un conexo es conexo.
(3) Existe
$ una colección de subconjuntos conexos disjuntos maximales {Cα } tales que X =
Cα . Dichos subconjuntos reciben el nombre de componentes conexas de X. X es
α
conexo cuando tiene una única componente conexa.
(4) Si X e Y son espacios conexos, X × Y es conexo.
$
Demostración: (1) Si Aα no fuera conexo se podrı́an encontrar dos abiertos U y V de
X tales que α∈Λ

! ! ! !
U ∪V ⊇ Aα , U ∩ ( Aα ) #= ∅, V ∩ ( Aα ) #= ∅, U ∩ V ∩ ( Aα ) = ∅.
α∈Λ α∈Λ α∈Λ α∈Λ

De la primera y la última de las condiciones anteriores se deduce que para todo α ∈ Λ es


U ∪ V ⊇ Aα y U ∩ V ∩ Aα = ∅; de las dos intermedias se deduce que existen α y β tales que
U ∩ Aα #= ∅ y V ∩ Aβ #= ∅.
Tema III: Topologı́a 121

Como Aα y Aβ son conexos, debe ser V ∩ Aα = ∅ y U ∩ Aβ = ∅, es decir, Aα ⊆ U y


Aβ ⊆ V , con lo que Aα ∩ Aβ ⊆ U ∩ V , lo cual es imposible, porque por hipótesis Aα ∩ Aβ #= ∅.
(2) Sea A un subconjunto conexo de X. Si A no fuera conexo existirı́an abiertos U y V de
X tales que
U ∪ V ⊇ A, U ∩ A #= ∅, V ∩ A #= ∅, U ∩ V ∩ A = ∅;
entonces, por la caracterización del cierre con entornos, se tendrı́a que

U ∪ V ⊇ A, U ∩ A #= ∅, V ∩ A #= ∅, U ∩ V ∩ A = ∅,

con lo que A no serı́a conexo, en contra de lo supuesto.


(3) Para cada x ∈ X sea Cx la unión de los conexos que contienen a x, que por (1) es un
conexo. Dados x, y ∈ X, si Cx ∩ Cy #= ∅ entonces Cx ∪ Cy es conexo y contiene a Cx y a Cy ,
luego Cx = Cx ∪ Cy = Cy . Se tendrá entonces que o bien Cx = Cy o bien Cx ∩ Cy = ∅, luego,
suprimiendo los repetidos se obtiene lo buscado.
(4) Si X × Y no fuera conexo, tendrı́a al menos dos componentes conexas A y B. Sean
(x, y) ∈ A y (x" , y ") ∈ B. Por ser X conexo también lo es X × {y}; como contiene a (x, y),
X × {y} ⊆ A, luego (x" , y) ∈ A. Por idénticos razonamientos (x" , y) ∈ {x" } × Y ⊆ B, lo que
contradice que A y B sean componentes conexas disjuntas. !

Ejemplos: 1) Las componentes conexas de [0, 1) ∪ {2} ⊂ R son [0, 1) y {2}.


2) Las componentes conexas de Q son sus puntos.
Sean x ∈ Q e y ∈ Cx ; Si y #= x, por ejemplo x < y, tomando α #∈ Q tal que x < α < y,
se tendrá que U = (−∞, α) y V = (α, +∞) son dos abiertos, U ∪ V ⊇ Cx , U ∩ Cx #= ∅,
V ∩ Cx #= ∅ y U ∩ V = ∅. Esto contradice que Cx sea conexo, luego y = x.

Observación: La intersección de conjuntos conexos no es en general un conjunto conexo.


Más adelante veremos un ejemplo.

Definición 3.7.3.– Sea E un espacio vectorial y e, e" ∈ E; llamaremos segmento que une e
con e" al conjunto
[e, e" ] = {e + t(e" − e) : 0 ≤ t ≤ 1}.

Ejemplo: Si a, b ∈ R son tales que a < b, el segmento de R que une a con b es precisamente
el intervalo cerrado [a, b].

Definición 3.7.4.– Sea E un espacio vectorial. Diremos que A ⊆ E es convexo si para


cada e, e" ∈ A se verifica que [e, e" ] ⊆ A. Los subconjuntos convexos de R se llaman tambien
intervalos.

Observación: Los intervalos abiertos definidos en 1.6.1 son casos particulares de intervalos;
también son abiertos de R. A partir de ahora llamaremos intervalo abierto a cualquier
intervalo que sea abierto. Por ejemplo (−∞, a), (a, +∞) y R = (−∞, +∞) son también
intervalos abiertos.
Análogamente para los cerrados.
122 3.7. Espacios conexos. Conjuntos convexos

Ejemplos: 1) Si (E, : :) es un espacio normado, toda bola de E es convexa.


Consideremos B(x, r), y sean y, z dos puntos de dicha bola. Entonces :x − y: < r y
:z − x: < r y por lo tanto, si t ∈ [0, 1], es
:y + t(z − y) − x: ≤ :tz − tx: + :(1 − t)y − (1 − t)x: < tr + (1 − t)r = r,
luego y + t(z − y) ∈ B(x, r) para 0 ≤ t ≤ 1.

z
e

x y

e"
A

2) El semiplano derecho abierto de R2 , A = {(x, y) ∈ R2 : x > 0}, es convexo.


Si e = (x, y), e" = (x" , y " ) ∈ A, x > 0 y x" > 0, luego dado 0 ≤ t ≤ 1, será
e + t(e" − e) = (x, y) + t(x" − x, y " − y) = ((1 − t)x + tx" , (1 − t)y + ty " ) ∈ A,
ya que (1 − t)x + tx" > 0.
Proposición 3.7.5. La intersección de subconjuntos convexos de un espacio vectorial es
convexo.
Demostraci& ón: Sea {Aα }α∈Λ una familia de subconjuntos convexos del espacio vectorial
"
E.
& Si e, e ∈ Aα , como cada Aα es convexo, [e, e" ] ⊆ Aα para todo α y por tanto [e, e" ] ⊆
Aα . ! α
α

Observación: La unión de convexos no es en general un conjunto convexo. Por ejemplo, sea


A el semiplano derecho abierto y B = {(x, y) ∈ R2 : y > 0} el semiplano superior. A y B
son convexos, A ∩ B #= ∅, pero A ∪ B no es convexo, ya que el segmento que une los puntos
(−4, 2) y (2, −4) contiene al punto (−1, −1) que no está en A ∪ B.

A∪B

(−4, 2)

(−1, −1)

(2, −4)
Tema III: Topologı́a 123

Proposición 3.7.6. Todo subconjunto convexo de Rn es conexo.


Demostración: Sea A ⊆ Rn convexo. Si A tuviera más de una componente conexa,
tomando dos de ellas, C1 y C2 , y dos puntos, e ∈ C1 y e" ∈ C2 , se tendrı́a que el seg-
mento [e, e" ] no serı́a conexo, lo cual es falso, como se ve copiando la demostración de que
[a, b] es un conexo de R. !

Observación: El recı́proco de la proposición anterior es falso en general: el semiplano derecho


A y el superior B de R2 son convexos, luego conexos; como la unión de conexos no disjuntos
es conexo, A ∪ B es conexo a pesar de que, como vimos, no es convexo.

Ejemplo: Sean A y B de nuevo los semiplanos derecho y superior de R2 respectivamente,


C = {(x, y) ∈ R2 : y < 0} y D = {(x, y) ∈ R2 : x < 0}; entonces A ∪ B ∪ C es conexo y D
también, pero (A ∪ B ∪ C) ∩ D no es conexo, luego la intersección de conexos no es conexo
en general.

A∪B∪C (A ∪ B ∪ C) ∩ D

En efecto, A ∪ B ∪ C = (A ∪ B) ∪ C y A ∪ B y C son conexos con intersección no vacı́a,


luego A ∪ B ∪ C es conexo. Sin embargo,
(A ∪ B ∪ C) ∩ D = {(x, y) ∈ R2 : x < 0 e y #= 0} = U ∪ V,
siendo U = {(x, y) ∈ R2 : x < 0, y > 0} y V = {(x, y) ∈ R2 : x < 0, y < 0}; es claro que U y
V son abiertos, no vacios y disjuntos, lo que prueba que (A ∪ B ∪ C) ∩ D es no conexo.
Teorema 3.7.7 (Caracterización de los subconjuntos conexos de R). Un subconjunto
de R es conexo si y sólo si es un intervalo.
Demostración: Sea A ⊆ R conexo, y supongamos que no fuera convexo; entonces existen
a, b ∈ A tales que [a, b] #⊆ A. Tomemos c ∈ [a, b] ∩ AC ; entonces U = (−∞, c) y V = (c, +∞)
son abiertos de R, disjuntos, cuya unión contiene a A y que tienen intersección con A no
vacı́a, luego A no es conexo, en contra de lo supuesto. Ası́ pues, si A es conexo también es
convexo.
El recı́proco es un caso particular de la proposición anterior. !

Ejercicio: Probar que todo abierto U de R es unión de intervalos abiertos disjuntos (tales
intervalos reciben el nombre de intervalos componentes de U ).
124 3.8. Espacios completos

3.8. Espacios completos

Definición 3.8.1.– Sea (X, d) un espacio métrico; diremos que una sucesión {xn } en X es
de Cauchy si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que d(xn , xm ) < ε si n, m ≥ n0 .

Ejemplo: Si X = R ó X = C, la definición anterior coincide con la habitual.

Ejercicio: Si (X, d) es un espacio discreto, ¿cuáles son las sucesiones de Cauchy en X?


Proposición 3.8.2. Sea (X, d) un espacio métrico. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) Toda sucesión de Cauchy está acotada.
(2) Toda sucesión convergente es de Cauchy.

Demostración: Es análoga a la hecha para el caso X = R. !

Definición 3.8.3.– Se dice que un espacio métrico (X, d) es completo si toda sucesión de
Cauchy en X es convergente.

Ejemplos: 1) R y C son completos.


2) Todo espacio métrico discreto es completo.

Definición 3.8.4.– Un R–espacio vectorial normado completo recibe el nombre de espacio


de Banach.

Ejemplo: R y C son R–espacios de Banach.


Proposición 3.8.5. Sean X e Y espacios métricos. Se verifican las propiedades siguientes:
(1) Si X es completo y A ⊆ X es cerrado, A es completo.
(2) Si A ⊆ X es completo, A es cerrado.
(3) Si X e Y son completos, también X × Y es completo.

Demostración: (1) Si {an } es una sucesión de Cauchy en A, también lo es en X, que es


completo, luego es convergente, y su lı́mite es un punto adherente a A, luego también estará
en A por ser éste cerrado.
(2) Sea a ∈ A; entonces existe una sucesión {an } de puntos de A tal que lim(an ) = a, luego
{an } es de Cauchy en X y por lo tanto en A, y como A es completo, debe ser a ∈ A; esto
prueba que A es cerrado.
(3) Sea {(xn , yn )} una sucesión de Cauchy en X × Y ; entonces {xn } es de Cauchy en X
e {yn } lo es en Y ; como ambos son completos, existen x = lim(xn ) e y = lim(yn ). Es claro
entonces que (x, y) = lim((xn , yn )). !

Ejemplo: Por (3) y por ser R y C completos, Rn y Cn son completos.


Tema III: Topologı́a 125

Lema 3.8.6. Sea (X, d) un espacio métrico. Si {xn } es una sucesión de Cauchy que tiene
una subsucesión {xnk } convergente, entonces {xn } es convergente.
ε
Demostración: Sea ε > 0; por ser {xn } de Cauchy existe n0 ∈ N tal que d(xn , xm ) < 2 si
n, m ≥ n0 .
Si lim(xnk ) = x, existe k0 ∈ N tal que d(xnk , x) < 2ε si k ≥ k0 .
Eligiendo k ≥ k0 tal que nk ≥ n0 , para todo n ≥ n0 se tiene que
d(xn , x) ≤ d(xn , xnk ) + d(xnk , x) < ε,
luego lim(xn ) = x. !
Teorema 3.8.7. Todo espacio métrico compacto por sucesiones es completo.
Demostración: Si (X, d) es compacto por sucesiones y {xn } es una sucesión de Cauchy en
X, {xn } tiene una subsucesión convergente, y por el lema anterior también {xn } es conver-
gente. !

Observación: El recı́proco del teorema anterior no es cierto en general. Por ejemplo, aunque
R es completo, no es compacto por sucesiones. Sin embargo, si el espacio métrico es totalmente
acotado, sı́ es cierto, como lo prueba el siguiente
Teorema 3.8.8. Un espacio métrico es compacto si y sólo si es completo y totalmente aco-
tado.
Demostración: Como compacto equivale a compacto por sucesiones, basta ver que com-
pacto por sucesiones equivale a completo y totalmente acotado. Ya se ha demostrado que la
primera condición implica las otras dos.
Recı́procamente, sean (X, d) un espacio métrico completo totalmente acotado y {xn } una
sucesión en X (con infinitos términos distintos, ya que en otro caso habrı́amos terminado).
Por ser X totalmente acotado existe un número finito de bolas de radio 1 que lo recubren.
Al menos una de ellas debe contener infinitos términos de la sucesión {xn }. Sea B1 dicha
bola y tomemos xn1 ∈ B1 .
El conjunto U1 = B1 también será totalmente acotado, luego existirá un número finito de
bolas de radio 12 que lo recubren. Las intersecciones de dichas bolas con B1 recubren B1 y
por lo tanto, al menos una de estas intersecciones (la intersección con la que llamaremos B2 )
debe contener infinitos puntos de la sucesión; sea ésta U2 = B1 ∩ B2 y tomemos xn2 ∈ U2 con
n2 > n1 .
Procediendo análogamente se obtiene una sucesión de conjuntos U1 ⊃ U2 ⊃ U3 ⊃ . . .
donde cada Ui está contenido en la bola Bi de radio 1i y contiene a un punto distinto xni de
la sucesión de partida.
Si i > j, Ui ⊂ Uj y por lo tanto xni ∈ Uj . Como xnj ∈ Uj , xni y xnj están en Bj ,
luego d(xni , xnj ) < 2j , lo que prueba que {xni } es de Cauchy. Por ser X completo, {xni } es
convergente, con lo que concluimos. !

Definición 3.8.9.– Sea (E, : :) un espacio normado y ({an }, {An }) una serie en <
E; se dice
que dicha serie es normalmente convergente si la serie de términos no negativos :an : es
convergente.

Ejemplo: Las series normalmente convergentes de números complejos son precisamente las
absolutamente convergentes.
126 3.8. Espacios completos

Teorema 3.8.10. Sea (E, : :) un espacio de Banach. Toda serie normalmente convergente
en E es convergente.
Demostración: Es la misma, cambiando | | por : :, que la hecha para probar que toda serie
absolutamente convergente de números complejos es convergente. !
Tema IV: Lı́mites y continuidad

4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos

Definición 4.1.1.– Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dados a ∈ X "
y b ∈ Y , se dice que b es lı́mite de f (x) cuando x tiende a a, si para cada ε > 0 existe δ > 0
tal que, si 0 < d(x, a) < δ, entonces d(f (x), b) < ε.
Proposición 4.1.2. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Si a ∈ X " y
b, b" ∈ Y son dos lı́mites de f (x) cuando x tiende a a, entonces b = b" .
Demostración: Si b #= b" , tomando ε = d(b, b") > 0, existirán δ y δ " positivos tales que
si 0 < d(x, a) < δ, entonces d(f (x), b) < 2ε y si 0 < d(x, a) < δ " , entonces d(f (x), b") < 2ε .
Sean δ "" = min{δ, δ " } y x ∈ B(a, δ "" )∗ (existe por ser a ∈ X " ). Entonces ε = d(b, b" ) ≤
d(b, f (x)) + d(f (x), b") < 2ε + 2ε = ε, lo cual es absurdo. !

Observaciones: 1) Con las notaciones de la proposición anterior, al único b ∈ Y que verifique


la definición, si existe, se denota por lim f (x).
x→a
2) La condición d(x, a) > 0 de la definición se impone para impedir que el valor de f en
el punto a influya en el lı́mite. De hecho, la función no tiene ni siquiera que estar definida
en el punto para calcular su lı́mite. Por esto, cuando convenga, supondremos que f no está
definida en a.
3) La condición a ∈ X " es necesaria, ya que de lo contrario existirı́a un δ > 0 tal que
{x ∈ X : 0 < d(x, a) < δ} = B(a, δ)∗ = ∅, y en este caso cualquier b ∈ Y cumplirı́a la
definición.
4) La definición dice que lim f (x) = b si para cada ε > 0 existe δ > 0 tal que f (B(a, δ)∗) ⊆
x→a
B(b, ε).
5) Si f : E −→ F es una aplicación entre espacios normados, la condición lim f (x) = b se
x→a
escribe: para cada ε > 0 existe un δ > 0 tal que si 0 < :x − a: < δ, entonces :f (x) − b: < ε.

Ejemplos: 1) El lı́mite de la función f : R −→ R definida por f (x) = x2 + x + 1 en el punto


x = 0 vale 1 ya que dado ε > 0, tomando δ < min{1, 2ε }, se tiene que si |x| < δ entonces

|f (x) − 1| = |x2 + x| ≤ |x|2 + |x| < δ 2 + δ < 2δ < ε.

2) Sea f : R2 − {(0, 0)} −→ R la función definida por


x2 y 2
f (x, y) =
x2 + y 2
127
128 4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos

Veamos que lim f (x, y) = 0, considerando en R2 la norma euclı́dea. Dado ε > 0


(x,y)→(0,0)
: |x2 y 2 |
bastará encontrar δ > 0 tal que si 0 < x2 + y 2 < δ, entonces < ε. Sea r =
: |x2 + y 2 |
x2 + y 2 . Como |x| ≤ r y |y| ≤ r,

|x2 y 2 | r4
≤ = r2 ,
|x2 + y 2 | r2

luego dado ε > 0, tomando δ = ε se cumple la definición.
3) La función f : R −→ R definida por
1
1 si x ∈ Q
f (x) =
0 si x #∈ Q
no tiene lı́mite cuando x tiende a 0.
Supongamos que b ∈ R fuera el lı́mite de f cuando x tiende a 0. Dado ε = 12 , existirı́a
δ > 0 tal que si x ∈ B(0, δ)∗ , entonces |f (x) − b| < 12 ; tomando x1 ∈ Q ∩ B(0, δ)∗ y
x2 ∈ (R − Q) ∩ B(0, δ)∗ , se tendrá que

1 = |f (x1 ) − f (x2 )| ≤ |f (x1 ) − b| + |b − f (x2 )| < 1,

lo cual es absurdo. Esta contradicción prueba que no existe lim f (x).


x→0

Proposición 4.1.3. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dados a ∈ X "
y b ∈ Y , las condiciones siguientes son equivalentes:
(1) lim f (x) = b
x→a
(2) Para cada sucesión {xn } en X con xn #= a tal que lim(xn ) = a, se verifica que
lim(f (xn )) = b.
(3) Para cada entorno Vb de b existe un entorno reducido Ua∗ de a tal que f (Ua∗ ) ⊆ Vb .
Demostración: (1) ⇒ (2) Sean {xn } una sucesión en X con lı́mite a y tal que xn #= a para
todo n ∈ N y ε > 0. Por ser lim f (x) = b, existe δ > 0 tal que si 0 < d(x, a) < δ, entonces
x→a
d(f (x), b) < ε. Por ser lim(xn ) = a, existe n0 tal que si n ≥ n0 , entonces 0 < d(xn , a) < δ, y
por lo tanto d(f (xn ), b) < ε para n ≥ n0 , lo cual prueba que lim(f (xn )) = b.
(2) ⇒ (3) Sea Vb un entorno de b; existirá ε > 0 tal que B(b, ε) ⊆ Vb . Si no existiera ningún
entorno reducido Ua∗ de a tal que f (Ua∗ ) ⊆ Vb , se tendrı́a en particular, que f (B(a, n1 )∗ ) #⊆ Vb
para cada n, y por lo tanto f (B(a, n1 )∗ ) #⊆ B(b, ε) para cada n. Entonces para cada n existirı́a
xn tal que xn #= a, d(xn , a) < n1 y d(f (xn ), b) ≥ ε, lo que probarı́a que la sucesión {xn } ası́
construida tiene lı́mite a, ninguno de sus términos es a y {f (xn )} no tiene lı́mite b, en contra
de la hipótesis.
(3) ⇒ (1) Sea ε > 0. Como B(b, ε) es un entorno de b, existe un entorno reducido de a,
Ua∗ , tal que f (Ua∗ ) ⊆ B(b, ε). Como Ua es un entorno de a, existe δ > 0 tal que B(a, δ) ⊆ Ua .
Entonces f (B(a, δ)∗) ⊆ B(b, ε), con lo que lim f (x) = b. !
x→a

Observaciones: 1) La equivalencia entre (1) y (2) permite calcular lı́mites de sucesiones


calculando lı́mites de funciones y a la inversa.
Tema IV: Lı́mites y continuidad 129
# %
log(1 + x)
Por ejemplo, lim = 1, ya que para cada sucesión {xn } convergente a 0 es,
x→0
# x %
log(1 + xn )
como sabemos, lim = 1.
xn
2) La condición (3) demuestra que la noción de lı́mite depende sólo de la topologı́a del espa-
cio X. Por lo tanto, si dos distancias definen la misma topologı́a (por ejemplo, si está definida
por dos normas equivalentes), con ambas se obtienen los mismos lı́mites. En particular, en
Rn las normas : :1 , : :2 y : :∞ dan los mismos lı́mites.
Además la condición (3) permite extender la definición de lı́mite a cualquier espacio topoló-
gico, sin más que añadir la condición de que éste sea de Hausdorff, ya que de lo contrario el
lı́mite podrı́a no ser único.

Si X es un conjunto, la suma de dos aplicaciones f, g : X −→ Rn es la aplicación f + g :


X −→ Rn dada por
(f + g)(x) = f (x) + g(x).

Dadas g : X −→ R y f : X −→ Rn se define su producto como la aplicación gf : X −→ Rn


dada por
(gf )(x) = g(x)f (x);
f
si además g(x) #= 0 se define su cociente como la aplicación g : X −→ Rn dada por

# %
f 1
(x) = f (x)
g g(x)

Análogas definiciones se pueden dar cambiando R por C o en general por cualquier cuerpo
k.

Proposición 4.1.4. Sean X, Y y Z espacios métricos.


(1) Dadas f, g : X −→ R y a ∈ X " , si existen lim f (x) y lim g(x), entonces también
x→a x→a
existen lim (f + g)(x) y lim (f g)(x) y valen:
x→a x→a

lim (f + g)(x) = lim f (x) + lim g(x)


x→a x→a x→a
lim (f g)(x) = lim f (x) · lim g(x).
x→a x→a x→a

) *
1
Si además es g(x) #= 0 para todo x ∈ X y lim g(x) #= 0, entonces existe lim g (x)
x→a x→a
y vale
# %
1 1
lim (x) = .
x→a g lim g(x)
x→a

(2) Sean f = (f1 , f2 ) : X −→ Y × Z, a ∈ X " y (b, c) ∈ Y × Z. Se verifica que lim f (x) =


x→a
(b, c) si y sólo si lim f1 (x) = b y lim f2 (x) = c.
x→a x→a
130 4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos

Demostración: (1) Se deduce inmediatamente de las propiedades análogas ya probadas


para sucesiones junto con la proposición 4.1.3.
(2) Como Y × Z está dotado de la distancia producto, d ((f1 (x), f2 (x)), (b, c)) < ε si y sólo
si dY (f1 (x), b) < ε y dZ (f2 (x), c) < ε, lo que permite concluir. !

Observaciones: 1) De (1) se deduce que si λ ∈ R y existe lim f (x), entonces también existe
x→a
lim (λf )(x) y vale λ lim f (x). Ası́mismo, se deduce que si existen los lı́mites de f y g en a,
x→a x→a
f
g(x) #= 0 para todo x ∈ X y lim g(x) #= 0, entonces existe el lı́mite de g
en a y vale
x→a

# % lim f (x)
f
lim (x) = x→a .
x→a g lim g(x)
x→a

2) El apartado (2) permite reducir el cálculo del lı́mite de f : X −→ Rn en un punto al


cálculo de n lı́mites de funciones valoradas en R. Se deja como ejercicio generalizar el apartado
(1) al caso de funciones con valores en Rn (para el producto, una de las dos funciones debe
estar valorada en R y, para el cociente, el denominador).

Definición 4.1.5.– Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dados A ⊆ X,


a ∈ A" y b ∈ Y , se dice que b es el lı́mite de f (x) cuando x tiende a a según el subconjunto A,
y se escribe lim f (x) = b, si para cada ε > 0 existe δ > 0 tal que si x ∈ A y 0 < d(x, a) < δ,
x→a
x∈A
entonces d(f (x), b) < ε.

Ejemplo: Si X = R y a ∈ R, es frecuente tomar lı́mites según los subconjuntos A = (−∞, a)


y B = (a, +∞); a éstos, cuando existan, se les llama lı́mites laterales en a (por la izquierda
y por la derecha respectivamente) y se denotan por lim− f (x) = lim f (x) y lim+ f (x) =
x→a x→a x→a
x∈A
lim f (x).
x→a
x∈B # % # %
|x| |x|
Por ejemplo, lim+ = 1 y lim− = −1.
x→0 x x→0 x
Es fácil demostrar que si f : R −→ R es monótona creciente, entonces existen los lı́mites
laterales de f en cualquier punto. En efecto, dado a ∈ R, el conjunto A = {f (x) : x < a}
está acotado superiormente por f (a); si α = sup(A), para cada ε > 0 existe y < a tal que
f (y) > α − ε, y por ser f monótona creciente si y < x < a será α − ε < f (x) ≤ α, lo que
prueba que α = lim− f (x). Análogamente se probarı́a que existe lim+ f (x).
x→a x→a

Proposición 4.1.6. Si X es un espacio métrico, a ∈ X " y existe lim f (x), entonces existe
x→a
lim f (x) para cualquier subconjunto A que tenga a a como punto de acumulación y coincide
x→a
x∈A
con lim f (x).
x→a

Demostración: Es evidente que si la definición se cumple para todo x de X, se cumple en


particular para los x que están en A. !
Tema IV: Lı́mites y continuidad 131

Observación: Según la proposición anterior basta encontrar un subconjunto de X para el


cual no exista el lı́mite, o dos subconjuntos según los cuales f tenga lı́mites diferentes para
asegurar que no existe lim f (x). Por ejemplo, si X = R y los lı́mites laterales de una función
x→a
f : X −→ R son distintos en a ∈ X, no existe lim f (x).
x→a

Ejemplos: 1) Sea f : R2 − {(0, 0)} −→ R la función definida por


xy
f (x, y) = .
x2 + y2

Calculemos el lı́mite de f en (0, 0) según una recta cualquiera y = mx.


xmx m
lim f (x, y) = lim = .
(x,y)→(0,0) x→0 x2 + (mx) 2 1 + m2
y=mx

Para cada recta el lı́mite es diferente, luego no existe lim f (x, y).
(x,y)→(0,0)
2) Sea f : R2 − {(0, 0)} −→ R definida por

xy 2
f (x, y) =
x2 + y 4

A lo largo de cualquier recta y = mx la función tiene lı́mite 0:

xm2 x2 m2 x
lim f (x, y) = lim = lim = 0.
(x,y)→(0,0) x→0 x2 + (mx)4 x→0 1 + m4 x2
y=mx

Pero, a pesar de coincidir todos ellos, en este caso tampoco existe el lı́mite, pues según el
subconjunto A = {(x, y) ∈ R2 : x = y 2 } el lı́mite vale

y2y2 1
lim f (x, y) = lim = .
(x,y)→(0,0) y→0 y 4 + y 4 2
x=y 2

Como demuestra el ejemplo anterior, el que los lı́mites según una familia de subconjuntos
que recubren X − {a} coincidan, no implica que exista lim f (x). Sin embargo, el resultado
x→a
es cierto si el recubrimiento es finito, como prueba el siguiente
Teorema 4.1.7. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos y a ∈ X " . Si
X − {a} = X1 ∪ · · · ∪ Xn , existen lim f (x) (i = 1, . . . , n) y son iguales, entonces existe
x→a
x∈Xi
lim f (x) y coincide con los anteriores.
x→a

Demostración: Sean b = lim f (x) para todo i y ε > 0. Para cada i existe δi > 0 tal que
x→a
x∈Xi
si x ∈ Xi y 0 < d(x, a) < δi , entonces d(f (x), b) < ε. Sea δ = min{δ1 , . . . , δn } > 0. Como los
132 4.1. Lı́mites de funciones en espacios métricos

Xi recubren X − {a}, dado x ∈ X − {a} existe j tal que x ∈ Xj . Si 0 < d(x, a) < δ ≤ δj ,
entonces d(f (x), b) < ε, de donde se concluye. !

Ejemplo: Dada una aplicación f : R − {a} −→ R, como (−∞, a) y (a, +∞) recubren
R − {a}, si existen los lı́mites laterales y coinciden, entonces existe el lı́mite de f en a y
lim f (x) = lim+ f (x) = lim− f (x).
x→a x→a x→a

Definición 4.1.8.– Si X es un espacio métrico, f : X −→ R una aplicación y a ∈ X " , se


escribe lim f (x) = +∞ si para cada M ∈ R existe δ > 0 tal que si 0 < d(x, a) < δ, entonces
x→a
f (x) > M . Análogamente, se escribe lim f (x) = −∞ si para cada M ∈ R existe δ > 0 tal
x→a
que si 0 < d(x, a) < δ, entonces f (x) < M .
Dada f : X −→ C y a ∈ X " , se escribe lim f (x) = ∞ si para cada M ∈ R+ existe δ > 0
x→a
tal que si 0 < d(x, a) < δ, entonces |f (x)| > M .

Observación: En la última definición puede cambiarse C por Rn sin más que cambiar la
condición |f (x)| > M por :f (x): > M .

Ejemplo: Sea f : R − {0} −→ R la función definida por f (x) = x1 . Se tiene que lim− f (x) =
x→0
1 1
−∞, ya que dado M > 0, tomando δ = M , si |x − 0| < δ y x < 0, −x < M , con lo que
1
f (x) = x < −M .
Análogamente se prueba que lim+ f (x) = +∞. Esto demuestra que lim f (x) no es +∞
x→0 x→0
ni −∞.
Sin embargo, considerada como función valorada en C, lim f (x) = ∞.
x→0

Definición 4.1.9.– Si X es un espacio métrico, f : R −→ X una aplicación y b ∈ X, se


escribe lim f (x) = b si para cada ε > 0 existe M tal que d(f (x), b) < ε si x > M .
x→+∞
Análogamente se escribe lim f (x) = b si para cada ε > 0 existe M tal que d(f (x), b) < ε si
x→−∞
x < M.
Dada f : C −→ X y b ∈ X, se escribe lim f (x) = b si para cada ε > 0 existe M > 0 tal
x→∞
que d(f (z), b) < ε si |z| > M .

Observaciones: 1) En la última definición puede cambiarse C por Rn sin más que cambiar
la condición |z| > M por :z: > M .
2) Para una aplicación f : R −→ R, el lector puede definir los restantes casos posibles
de ‘lı́mites infinitos’; por ejemplo, se escribe lim f (x) = +∞ si para cada M ∈ R existe
x→+∞
N ∈ R tal que f (x) > M si x > N . Análogamente se harı́a con todos los demás.

Ejemplo: Sea f : (0, +∞) −→ R definida por f (x) = x1 ; entonces lim f (x) = 0.
x→+∞
Tema IV: Lı́mites y continuidad 133

4.2. Continuidad en espacios métricos

Definición 4.2.1.– Sean X e Y espacios métricos y a ∈ X. Se dice que una aplicación


f : X −→ Y es continua en a si para cada ε > 0 existe δ > 0 tal que si d(x, a) < δ, entonces
d(f (x), f (a)) < ε.

Observaciones: 1) Grosso modo, la definición dice que f es continua en a cuando el lı́mite


de f en a sea f (a). Sin embargo, en esta definición hay dos diferencias con respecto a la
definición de lı́mite en a. La primera es que ahora no se impone que a sea un punto de
acumulación de X, y la segunda es que tampoco aparece la condición d(x, a) > 0. La segunda
se debe a que ahora el valor del lı́mite es b = f (a), y por lo tanto quitar o poner el punto no
influye. Por no imponer esta condición, siempre existen puntos que verifican d(x, a) < δ (al
menos al punto a), luego la definición tiene sentido aunque no se imponga que a ∈ X " .
2) Por definición f es continua en a si para cada ε > 0 existe δ > 0 tal que f (B(a, δ)) ⊆
B(f (a), ε).

Ejemplos: 1) Si X e Y son dos espacios métricos y b ∈ Y , la función constante f : X −→ Y


definida por f (x) = b para todo x ∈ X es continua en todos los puntos.
2) Si a ∈ X es un punto aislado, cualquier función f : X −→ Y es continua en a.
3) Sea f : R −→ R la función definida por

1
 si x > 0
f (x) = 0 si x = 0


−1 si x < 0

f no es continua en el punto x = 0, ya que dado 0 < ε < 1, para cualquier δ > 0, se tiene
que, si 0 < x < δ, entonces d(f (x), f (0)) = |1 − 0| = 1 > ε.
4) Sean X = [0, 1] ∪ {2} y f : X −→ R definida por f (x) = 0 si x ∈ Q y f (x) = 1 si x #∈ Q.
La función f no es continua en ningún punto x0 del intervalo [0, 1], ya que en todo entorno
de x0 hay racionales e irracionales, y por tanto hay puntos cuya imagen está a distancia 1 de
f (x0 ). Sin embargo f es continua en el punto x0 = 2, ya que éste es aislado.

Observación: Como, por el ejemplo 2), dado un punto aislado, cualquier función es continua
en él, a partir de ahora sólo estudiaremos la continuidad en los puntos de acumulación.
Proposición 4.2.2. Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos. Dado a ∈ X " ,
las condiciones siguientes son equivalentes:
(1) f es continua en a.
(2) Existe lim f (x) y vale f (a).
x→a
(3) Si {xn } es una sucesión en X con lı́mite a, entonces {f (xn )} tiene lı́mite f (a).
(4) Para cada entorno Vf (a) de f (a) existe un entorno Ua de a tal que f (Ua ) ⊆ Vf (a) .

Demostración: (1) equivale a (2) trivialmente y (3) y (4) equivalen a (2) como consecuencia
de la proposición 4.1.3. !
134 4.2. Continuidad en espacios métricos

Observaciones: 1) La condición (4) demuestra que la noción de continuidad depende sólo


de la topologı́a de los espacios X e Y . En espacios topológicos cualesquiera (no es necesario
que Y sea de Hausdorff) la condición (4) es la definición de continuidad en el punto a.
2) Utilizando la condición (2) de la proposición, si f no es continua en un punto a ∈ X
es porque o bien no existe lim f (x) o bien porque existe pero no coincide con f (a). En este
x→a
último caso diremos que f tiene una discontinuidad evitable, ya que redefiniendo f en el punto
a por el valor del lı́mite la función resultante es continua en a.
Para funciones de R en R para las que no existe el lı́mite pero sı́ los lı́mites laterales en un
punto se dice que en ese punto tienen una discontinuidad de salto. Atendiendo al ejemplo de
4.1.5 se tendrá que si f : R −→ R es monótona creciente y a ∈ R, existen los lı́mites laterales
de f en a, luego o bien f es continua en a (cuando los lı́mites laterales coincidan) o bien tiene
una discontinuidad de salto en a (cuando no coincidan).

Ejemplos: 1) Sea f : R2 −→ R definida por



 x2 y 2
si (x, y) #= (0, 0)
f (x, y) = x2 + y 2

0 si (x, y) = (0, 0)

Como vimos, el lı́mite de f en (0, 0) es 0; como coincide con f (0, 0), por la condición (2)
de la proposición, f es continua en (0, 0).
2) Sea f : R2 − {(0, 0)} −→ R definida por

x2 y + 2x2 + 2y 2
f (x, y) = .
x2 + y 2

Para definir f en (0, 0) de modo que la función que resulte sea continua en (0,0), basta de-
mostrar que existe lim f (x, y), pues en este caso, definiendo f (0, 0) = lim f (x, y),
(x,y)→(0,0) (x,y)→(0,0)
f será continua en dicho punto según la condición (2) de la proposición. Como

x2 y
f (x, y) = 2 + ,
x2 + y 2
:
si r = x2 + y 2 , entonces |f (x, y) − 2| ≤ r, y como r = d((x, y), (0, 0)), para cada ε > 0 basta
tomar δ = ε para que cumpla la definición. Esto prueba que lim f (x, y) = 2, luego
(x,y)→(0,0)
definiendo f (0, 0) = 2, f es continua en el origen.
3) No es posible definir en el (0, 0) la función f : R2 − {(0, 0)} −→ R,

xy 2
f (x, y) =
x2 + y 4

de modo que la función resultante sea continua en (0, 0), ya que, como probamos, no existe
lim f (x, y).
(x,y)→(0,0)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 135

Proposición 4.2.3. Sean X, Y y Z espacios métricos y a ∈ X.


(1) Si f, g : X −→ R son continuas en a, también lo son f + g y f g. Si g(a) #= 0, g1 es
continua en a.
(2) La aplicación f = (f1 , f2 ) : X −→ Y × Z es continua en a si y sólo si lo son sus
componenentes f1 y f2 .

Demostración: Se deduce de 4.1.4 y 4.2.2. En el caso de g1 , nótese que por ser g(a) #= 0
con g continua en a, existe un entorno de a en el cual g no se anula, lo que permite definir g1
en un entorno de a y estudiar su continuidad. !

Observaciones: 1) De (1) se deduce que si λ ∈ R y f es continua en a, entonces λf es


continua en a. Ası́mismo se deduce que si g(a) #= 0 y f y g son continuas en a, fg también es
continua en a.
2) Como en el caso de los lı́mites, el apartado (2) permite reducir el estudio de la continuidad
en un punto de una función valorada en Rn al de la continuidad de sus componentes, que
valoran en R. También permite generalizar los resultados de (1) al caso de funciones valoradas
en Rn , siempre que tengan sentido las operaciones.

Definición 4.2.4.– Si X e Y son espacios métricos, se dice que la aplicación f : X −→ Y es


continua en X si lo es en todos sus puntos.

Ejemplos: 1) Si X e Y son espacios métricos y b ∈ Y , la función constante f (x) = b es


continua en X.
2) La función f : R −→ R definida por

1
 si x > 0
f (x) = 0 si x = 0


−1 si x < 0

no es continua en R por no ser continua en x = 0, a pesar de serlo en todos los demás puntos.
3) Si X es un espacio métrico, la identidad Id : X −→ X, Id(x) = x, es continua en X,
pues para cada a ∈ X, d(Id(x), Id(a)) = d(x, a), luego para cada ε > 0, tomando δ = ε, se
cumple la definición.
Proposición 4.2.5. Sean X e Y espacios métricos. Una aplicación f : X −→ Y es continua
si y sólo si para cada abierto V de Y , f −1 (V ) es un abierto de X.
Demostración: Supongamos que f es continua, y sean V un abierto de Y y a un punto de
f −1 (V ). Como f (a) ∈ V y éste es abierto (y por lo tanto un entorno de f (a)), existe Ua ,
entorno de a, tal que f (Ua ) ⊆ V , luego Ua ⊆ f −1 (V ) y por lo tanto f −1 (V ) es abierto.
Recı́procamente, sea a ∈ X y Vf (a) un entorno abierto de f (a). Por hipótesis Ua =
−1
f (Vf (a) ) es un abierto que contiene a a, luego un entorno de a. Como f (Ua ) ⊆ Vf (a) , f es
continua en a, y como esto es para cada a ∈ X, f es continua en X. !

Observación: Puesto que para cada subconjunto A de X es f −1 (AC ) = (f −1 (A))C , la


condición de la proposición es equivalente a que la antiimagen de cada cerrado de Y es un
cerrado de X.
136 4.2. Continuidad en espacios métricos

Ejemplos: 1) Si X es un espacio métrico e Y un subespacio de X, la inclusión i : Y −→ X


es continua.
En efecto, si V es un abierto de X, i−1 (V ) = V ∩ Y , que es un abierto de Y .
2) Si X e Y son espacios métricos, la proyección π1 : X ×Y −→ X definida por π1 (x, y) = x
es continua, pues si V es un abierto de X, π1−1 (V ) = V × Y es un abierto de X × Y .
Análogamente la proyección π2 : X × Y −→ Y definida por π2 (x, y) = y, es continua.

Ejercicio:
' ( Una aplicación entre espacios métricos f : X −→ Y es continua si y sólo si
f A ⊆ f (A) para todo A ⊆ X.
Proposición 4.2.6. Sean X, Y y Z espacios métricos.
(1) Si f, g : X −→ R son continuas, f + g y f g también lo son. Además, si g(x) #= 0 para
todo x, g1 es también continua.
(2) Dada f = (f1 , f2 ) : X −→ Y × Z, f es continua si y sólo si sus componentes f1 y f2
son continuas.
(3) Si f : X −→ Y y g : Y −→ Z son continuas, la composición g ◦ f : X −→ Z es
continua.
(4) Si f : X −→ Z es continua e Y es un subespacio de X, la restricción de f a Y ,
f |Y : Y −→ Z, es continua.
(5) Si f : X −→ Z es continua e Y es un subespacio de Z que contiene a Im(f ), la
aplicación f : X −→ Y es continua.
Demostración: (1) y (2) son consecuencia inmediata de 4.2.3.
(3) Si W es un abierto de Z, por ser g continua g −1 (W ) es un abierto de Y , y, por serlo f ,
(g ◦ f )−1 (W ) = f −1 (g −1 (W )) es un abierto de X, luego g ◦ f es continua.
(4) f |Y = f ◦ i, siendo i : Y −→ X la inclusión natural. Como f e i son continuas, también
lo es su composición.
(5) Sea V un abierto de Y ; entonces V = W ∩ Y , siendo W un abierto en Z, luego
f (V ) = f −1 (W ∩ Y ) = f −1 (W ) ∩ f −1 (Y ) = f −1 (W ) ∩ X = f −1 (W ), que es un abierto de
−1

X por ser f continua. !

Observación: De (1) se deduce que si λ ∈ R y f es continua, entonces λf es continua.


# 0 para todo x y f y g son continuas, fg también es
Ası́mismo se deduce que si g(x) =
continua.

Ejemplos: 1) Cualquier polinomio P (x) es una función continua de R en R, ya que f (x) = x


es continua, luego también sus potencias (producto de continuas) y cualquier combinación
lineal de ellas (productos por reales y sumas de continuas).
2) Toda aplicación lineal T : Rn −→ Rm es continua. En efecto, por el apartado (2) de la
proposición, podemos suponer que m = 1. En este caso, si x = (x1 , . . . , xn ), y {e1 , . . . , en } es
la base usual de Rn será
? n @ n n
; ; ;
T (x) = T xk ek = xk T (ek ) = πk (x)T (ek ),
k=1 k=1 k=1

donde πk : Rn −→ R es la proyección natural definida por πk (x1 , . . . , xn ) = xk . Entonces


T = T (e1 )π1 + · · · + T (en )πn
Tema IV: Lı́mites y continuidad 137

y, como las proyecciones son continuas, T también.


3) Sea f : R2 −→ R definida por

 x2 y 2
si (x, y) #= (0, 0)
f (x) = x2 + y 2

0 si (x, y) = (0, 0)

Como vimos, f es continua en (0, 0). En el resto de los puntos f es continua por ser cociente
de una función continua por otra continua sin valores nulos. Entonces f es continua en R2 .
Proposición 4.2.7. Si T : E −→ F es una aplicación lineal entre espacios normados, las
condiciones siguientes son equivalentes:
(1) T es continua.
(2) T es continua en 0.
(3) Existe una constante K > 0 tal que :T (x): ≤ K:x: para todo x ∈ E.

Demostración: (1) ⇒ (2) Es evidente.


(2) ⇒ (3) Por ser T continua en 0 y T (0) = 0, para ε = 1 existe δ > 0 tal que si :x: < δ
entonces :T (x): < 1.
δ
Dado x ∈ E, x #= 0, tomando y = 2)x) x, será :y: < δ, con lo que
P # %P P P
P δ P P δ P
:T (y): = P
P T x P=P T (x) P < 1;
2:x: P P 2:x: P

esto prueba que la constante K = 2δ verifica la condición del enunciado.


(3) ⇒ (1) Sea x0 ∈ E; :T (x) −T (x0 ): = :T (x−x0 ): ≤ K:x−x0 :, luego dado ε > 0, basta
ε
elegir δ = K para probar que T es continua en x0 ; como x0 es arbitrario, T es continua. !

Ejercicio: Si f : E −→ F es una aplicación entre espacios normados, y existe K > 0 tal que
:f (x) − f (y): ≤ K:x − y: para cada x, y ∈ E, entonces f es continua. En particular si : :,
: :" son dos normas en E tales que :x: ≤ M :x:" , entonces : : : (E, : :" ) −→ R es continua.
Proposición 4.2.8. Si dos funciones reales continuas coinciden en un subconjunto denso de
un espacio métrico X, entonces son la misma.
Demostración: Sea A ⊆ X un subconjunto denso en el que coinciden dos funciones reales
f y g. Como A es denso, cada punto de X es lı́mite de puntos de A, o sea, dado x ∈ X existe
{an } de puntos de A tal que lim (an ) = x. Como f y g son continuas, lim (f (an )) = f (x) y
lim (g(an)) = g(x) y como f (an ) = g(an ) para todo n ∈ N, será f (x) = g(x). !

Definición 4.2.9.– Una aplicación entre espacios topológicos f : X −→ Y es un homeomor-


fismo de X con Y si es continua, biyectiva y su inversa también es continua.
Dos espacios X e Y se dice que son homeomorfos si existe un homeomorfismo de X con Y .

Observaciones: 1) Si dos espacios son homeomorfos, existe una biyección entre sus topolo-
gı́as. En este sentido se dice que ambos tienen los mismos abiertos, o que como espacios
topológicos son el mismo.
138 4.2. Continuidad en espacios métricos

2) Si f : X −→ Y es un homeomorfismo, a ∈ X y {xn } es una sucesión de puntos de X,


entonces lim(xn ) = a si y sólo si lim(f (xn )) = f (a), sin mas que utilizar que f y f −1 son
continuas.

Ejemplos: 1) Si a < b son números reales, el intervalo (a, b) es homeomorfo a R.


En efecto, la aplicación f : (a, b) −→ (−1, 1) definida por f (x) = −1 + 2(x−a)
b−a es biyectiva
−1 b−a
y continua, y su inversa f (y) = a + 2 (y + 1) también es continua, luego f es un homeo-
morfismo. Entonces para probar que R es homeomorfo al intervalo (a, b) basta probar que es
homeomorfo al intervalo (−1, 1). La función g : R −→ (−1, 1) definida por

x
g(x) =
1 + |x|

es continua. Su inversa es la función g −1 : (−1, 1) −→ R definida por

y
g −1 (y) = ,
1 − |y|

que también es continua. Entonces g es un homeomorfismo.


Este ejemplo muestra que la acotación y la completitud no son propiedades topológicas.
2) Dos normas : : y : :" en un espacio vectorial E son equivalentes si y sólo si la aplicación
identidad
Id : (E, : :) −→ (E, : :" )

es un homeomorfismo.
En efecto, la identidad es homeomorfismo si y sólo si (E, : :) y (E, : :" ) tienen los mismos
abiertos, que es precisamente la definición de que : : y : :" sean equivalentes.
3) R no es homeomorfo a la circunferencia unidad S1 = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 = 1}, ya
que R no es compacto, S1 sı́ lo es, y la compacidad es una propiedad topológica.
Sin embargo, R es homeomorfo a la circunferencia unidad privada de un punto. En efecto,
consideremos el conjunto S1 − {(0, 1)} dotado de la topologı́a inducida como subconjunto de
R2 .
(0, 1)

(x, y)

π(x, y)

La proyección estereográfica es la aplicación π : S1 − {(0, 1)} −→ R que a cada punto


(x, y) le hace corresponder el punto intersección de la recta que pasa por (x, y) y (0, 1) con el
eje X. Vamos a probar que π es un homeomorfismo.
Tema IV: Lı́mites y continuidad 139

En primer lugar, calculemos el valor de π(x, y): la recta que une (x, y) con (0, 1) es
y−1
Y −1= (X − 0),
x−0
) *
x x
y su intersección con Y = 0 es, resolviendo el sistema, el punto 1−y , 0 , luego π(x, y) = 1−y .
Considerada como función de R2 en R, π es continua en todos los puntos (x, y) con y #= 1.
Por la proposición 4.2.6, la restricción π : S1 − {(0, 1)} −→ R será continua.
Obviamente π es biyectiva, ya que dado t ∈ R la recta que une (t, 0) con (0, 1) corta a S1
exactamente en dos puntos: (0, 1) y otro cuya imagen por π es precisamente t.
Haciendo los cálculos correspondientes se obtiene que π −1 : R −→ S1 −{(0, 1)} está definida
por # %
−1 2t t2 − 1
π (t) = 2 , ,
t + 1 t2 + 1
que, obviamente, considerada como aplicación de R en R2 es continua, y por lo tanto, de
nuevo por la proposición 4.2.6, será continua.
Entonces π : S1 − {(0, 1)} −→ R es un homeomorfismo.
Se tendrá ası́ que lim(an ) = a si y sólo si lim(π −1 (an )) = π −1 (a), es decir, existe una
R S1
correspondencia biyectiva natural entre las sucesiones convergentes de R y las de S1 −{(0, 1)}.
Vamos a ver a continuación que además las sucesiones de R que divergen a ∞ se corresponden
con las que en S1 tienen por lı́mite (0, 1). Habremos ası́ transformado el “lı́mite infinito” en
un lı́mite ordinario sin más que cambiar al espacio topológico S1 .
Veamos pues que si an ∈ R, lim(an ) = ∞ si y sólo si lim(π −1 (an )) = (0, 1).
R S1
Supongamos en primer lugar que lim(an ) = ∞ y sea 0 < ε < 2.
R
Dado M > 0 existe n0 tal que |an | > M si n ≥ n0 ; denotando
# %
−1 2an a2n − 1
(xn , yn ) = π (an ) = , ,
a2n + 1 a2n + 1
será

d((xn , yn ), (0, 1))2 = x2n + (yn − 1)2 = x2n + yn2 − 2yn + 1 = 2(1 − yn ) =
# %
a2n − 1 4 4
=2 1− 2 = 2
< .
an + 1 1 + an 1 + M2

4 2 4 − ε2
Sea M tal que = ε , es decir, M = ; entonces d((xn , yn ), (0, 1)) < ε si
1 + M2 ε
n ≥ n0 , es decir lim(xn , yn ) = (0, 1).
Recı́procamente, supongamos que lim(π −1 (an )) = (0, 1). Dado ε > 0 existe n0 tal que
S1
8
−1 2 4 2 4
d(π (an ), (0, 1)) = 2
< ε si n ≥ n0 , por lo que |an | > − 1 si n ≥ n0 . Dado
1 +8 an ε2
4 2
M > 0, sea ε > 0 tal que 2
− 1 = M , es decir ε = √ ; entonces |an | > M si n ≥ n0 ,
ε 1 + M2
lo que demuestra que lim(an ) = ∞.
140 4.3. Continuidad uniforme. Teorema de Heine

t
Ejercicios: 1) Sea f : R −→ (−1, 1) definida por f (t) = , que, como vimos, es home-
1 + |t|
omorfismo.
Probar que lim(an ) = +∞ si y sólo si lim(f (an )) = 1 y que lim(an ) = −∞ si y sólo si
R R R
lim(f (an )) = −1.
R
2) Sea S2 = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 + z 2 = 1} la esfera unidad de R3 . Se define la
proyección estereográfica π : S2 − {(0, 0, 1)} −→ R2 de modo análogo al ejemplo anterior.
a) Probar que π y π −1 estan definidas por
# % # %
x y −1 2u 2v u2 + u2 − 1
π(x, y, z) = , y π (u, v) = , ,
1−z 1−z 1 + u2 + v 2 1 + u2 + v 2 1 + u2 + v 2

y concluir que π es homeomorfismo.


b) Identificando R2 con C mediante la aplicación φ : R2 −→ C definida por φ(u, v) = u+iv,
se verifica que lim(zn ) = ∞ si y sólo si lim((φ ◦ π)−1 (zn )) = (0, 0, 1).
C S2

4.3. Continuidad uniforme. Teorema de Heine

Definición 4.3.1.– Sea f : X −→ Y una aplicación entre espacios métricos; diremos que f
es uniformemente continua si para cada ε > 0 existe un δ > 0 tal que, si d(x, y) < δ, entonces
d(f (x), f (y)) < ε.

Observación: Es claro que toda aplicación uniformemente continua es continua: nótese que
en las aplicaciones continuas el δ depende tanto de x como de ε, mientras que en la continuidad
uniforme sólo depende de ε, y no de x (de donde procede el nombre).

Ejemplos: 1) Sea X un espacio métrico y z ∈ X fijo; la aplicación fz : X −→ R definida


por fz (x) = d(x, z) es uniformemente continua.
En efecto: d(fz (x), fz (y)) = |d(x, z) − d(y, z)| ≤ d(x, y), luego dado ε > 0, tomando δ = ε
se concluye.
2) La función f : R −→ R definida por f (x) = x2 es continua, pues es un polinomio;
veamos que, sin embargo, no es uniformemente continua.
Tomemos xn = n e yn = n + n1 ; entonces d(xn , yn ) = n1 , pero
3# %2 3 3 3
3 1 3 3 1 33
3 23 3
d(f (xn ), f (yn )) = 3 n + − n 3 = 32 + 2 3 > 2,
3 n 3 n

lo que prueba que si se elige ε < 2 no puede encontrarse un δ > 0 que cumpla la definición.
Proposición 4.3.2. Sean X, Y espacios métricos, y f : X −→ Y una aplicación uniforme-
mente continua. Si {xn } es una sucesión de Cauchy en X, {f (xn )} es de Cauchy en Y .
Demostración: Sea ε > 0; como f es uniformemente continua, existe un δ > 0 tal que, si
d(x, y) < δ, d(f (x), f (y)) < ε. Como por otra parte la sucesión {xn } es de Cauchy, existe un
n0 tal que, si n, m ≥ n0 , d(xn , xm ) < δ, luego d(f (xn ), f (xm )) < ε para n, m ≥ n0 . !
Tema IV: Lı́mites y continuidad 141

Observación: Para funciones continuas la proposición anterior no es cierta.


/ 1 0Basta considerar
+ 1
la función f : R −→ R definida por f (x) = x y la sucesión de Cauchy n cuya imagen es
{n}, que no es de Cauchy.

Ejercicio: La función f : R −→ R definida por f (x) = x2 transforma sucesiones de Cauchy


en sucesiones de Cauchy a pesar de no ser uniformemente continua.
Teorema 4.3.3 (Heine). Sean X e Y espacios métricos, X compacto y f : X −→ Y
continua. Entonces f es uniformemente continua.
Demostración: Dados x ∈ X y ε > 0, por ser f continua existe δ > 0 tal que, si d(x, y) < 2δ,
d(f (x), f (y)) < ε/2. Si y, z ∈ B(x, 2δ), entonces

d(f (y), f (z)) ≤ d(f (y), f (x)) + d(f (x), f (z)) < ε.

Entonces para cada x ∈ X y ε > 0 existe δ(x) > 0 tal que, si y, z ∈ B(x, 2δ(x)), entonces
d(f (y), f (z)) < ε.
La familia {B(x, δ(x))}x∈X es un recubrimiento abierto de X, y, por ser éste compacto,
existen x1 , . . . , xn ∈ X tales que

B(x1 , δ(x1 )) ∪ · · · ∪ B(xn , δ(xn )) = X.

$
n
Sean δ = min{δ(x1 ), . . . , δ(xn )} y x, y ∈ X tales que d(x, y) < δ; como X = B(xk , δ(xk )),
k=1
existe k tal que x ∈ B(xk , δ(xk )), y por lo tanto y ∈ B(xk , δ(xk ) + δ) ⊆ B(xk , 2δ(xk )). Como
x, y ∈ B(xk , 2δ(xk )), d(f (x), f (y)) < ε. !

4.4. Conservación de la compacidad y conexión por


aplicaciones continuas

Teorema 4.4.1. Si f : X −→ Y una aplicación continua entre espacios métricos y X es


compacto, entonces Im(f ) es compacto.
Demostración: Sea {Vi } un recubrimiento abierto de Im(f ) con abiertos de Y ; los abiertos
Ui = f −1 (Vi ) forman un recubrimiento abierto de X, que es compacto, luego

Ui1 ∪ · · · ∪ Uin = X

para ciertos i1 , . . . , in , y por tanto

Im(f ) = f (Ui1 ) ∪ · · · ∪ f (Uin ) ⊆ Vi1 ∪ · · · ∪ Vin ,

de donde se concluye. !
142 4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas

Corolario 4.4.2 (Weierstrass). Si X es compacto y f : X −→ R es continua, entonces


Im(f ) tiene máximo y mı́nimo.
Demostración: Por el teorema anterior Im(f ) es un compacto de R, por tanto es cerrado
y acotado; por ser acotado existen sup(f ) e inf(f ), que son adherentes a Im(f ) y, como ésta
es cerrada, son máximo y mı́nimo respectivamente. !

Observación: Una función cuya imagen es un conjunto acotado se dice que es acotada. Del
corolario anterior se deduce que toda función continua en un compacto es acotada.

Ejercicio: Sea P (z) un polinomio de grado n mayor que 0 con coeficientes complejos.
a) Probar que lim |P (z)| = ∞ y deducir que |P (z)| tiene un mı́nimo absoluto en C.
z→∞
r n
> z0 ∈ C tal que P (z0 ) #= 0; si P (z) = a0 + ar (z − z0 ) + · · · + an (z − z0 ) con ar #= 0
b) Sea
y α = r − aar0 , probar que para algún t ∈ (0, 1) se verifica |P (z0 + tα)| < |P (z0 )| y deducir
que si z0 es un mı́nimo absoluto de |P (z)|, entonces P (z0 ) = 0.
c) Teorema fundamental del álgebra: Existen α1 , . . . , αn ∈ C tales que
P (z) = an (z − α1 ) . . . (z − αn ).

Corolario 4.4.3. Todas las normas en Rn son equivalentes.


Demostración: Será suficiente con demostrar que cualquier norma : : en Rn es equivalente
a : :1 , o lo que es lo mismo, que para cada norma : : en Rn existen constantes m, M > 0
tales que m:x:1 ≤ :x: ≤ M :x:1 .
Sea {e1 , . . . , en } la base usual de Rn . Para cada x = (x1 , . . . , xn ) ∈ Rn
:x: = :x1 e1 + · · · + xn en : ≤ |x1 |:e1 : + · · · + |xn |:en : ≤ M :x:1 ,
siendo M = max{:e1 :, . . . , :en :}.
Probemos la otra desigualdad. El conjunto S1 = {x ∈ Rn : :x:1 = 1} es cerrado y acotado
en (Rn , : :1 ), luego compacto; además, por la desigualdad :x: ≤ M :x:1 ya probada se tiene
que
: : : (Rn , : :1 ) −→ R
es una función continua, con lo que por el teorema de Weierstrass alcanza un mı́nimo m en el
compacto S1 (nótese que m > 0 por ser la función una norma); se obtiene de aquı́ que dado
x )x)
cualquier x ∈ Rn , x #= 0, como )x) 1
∈ S1 será m ≤ )x) 1
, es decir m:x:1 ≤ :x: para todo
n
x ∈ R (ya que para x = 0 es trivial), que es la desigualdad que faltaba por demostrar. !
Teorema 4.4.4. Sean X, Y espacios topológicos; si X es conexo y f : X −→ Y es continua,
entonces Im(f ) es conexo.
Demostración: Supongamos que no lo fuera; entonces existirı́an U , V abiertos en Y tales
que:
U ∪ V ⊇ Im(f ), U ∩ Im(f ) #= ∅, V ∩ Im(f ) #= ∅, U ∩ V ∩ Im(f ) = ∅;
entonces los abiertos de X, U1 = f −1 (U ) y V1 = f −1 (V ) verificarı́an
U1 ∪ V1 = X, U1 #= ∅, V1 #= ∅, U1 ∩ V1 = ∅,
lo que probarı́a que X no es conexo, en contra de lo supuesto. !
Tema IV: Lı́mites y continuidad 143

Corolario 4.4.5 (Teorema de Bolzano). Si X es conexo y f : X −→ R es continua y


toma dos valores α y β, también toma todos los valores entre α y β.
Demostración: Im(f ) es conexo, luego convexo; como contiene a α y a β también contiene
al segmento [α, β]. !

Observación: El corolario anterior es una generalización del teorema clásico de Bolzano: Si


f : [a, b] −→ R es continua, f (a) < 0 y f (b) > 0, existe un c ∈ [a, b] tal que f (c) = 0.

Ejercicios: 1) Probar el teorema del punto fijo: Si I es un intervalo de R y f : I −→ I es


una aplicación continua, existe un x ∈ I tal que f (x) = x.
2) Una mañana, al amanecer, un monje budista comenzó la ascensión a una montaña. El
monje recorrió el camino con velocidad variable y muy poco antes de la puesta del Sol llegó
a la cima. Pasados algunos dı́as de ayuno y meditación, emprendió el regreso, bajando por el
mismo camino y comenzando otra vez al amanecer. Demostrar que hay un punto del camino
por el que pasó exactamente a la misma hora en la subida y al regreso.
Corolario 4.4.6. Si f : [a, b] −→ [c, d] es continua, creciente, f (a) = c y f (b) = d, entonces
f es un homeomorfismo. Lo mismo se verifica si f es decreciente, f (a) = d y f (b) = c.
Demostración: Basta probar la primera afirmación porque la segunda se deduce de ésta
cambiando de signo la función. Por ser creciente es inyectiva y por el teorema de Bolzano
es epiyectiva, luego es biyectiva; veamos que su inversa es continua: si A ⊆ [a, b] es cerrado
será compacto; entonces (f −1 )−1 (A) = f (A) es compacto, luego cerrado, y por tanto f −1 es
continua. !
Corolario 4.4.7. Si f : [a, b] −→ R es continua e inyectiva entonces es creciente o decre-
ciente, y por tanto un homeomorfismo de [a, b] con su imagen.
Demostración: Vamos a probar que si f (a) < f (b) entonces f es creciente. Análogamente
se probarı́a que si f (a) > f (b) entonces f es decreciente.

f (b)
f (a)
α
f (x)

a ξ1 x ξ2 b

Sea x ∈ (a, b). Veamos que f (a) < f (x) < f (b): si fuese f (a) ≥ f (x), por ser f inyectiva
serı́a f (a) > f (x). Tomando f (x) < α < f (a), por el teorema de Bolzano existen ξ1 ∈ (a, x)
y ξ2 ∈ (x, b) tales que f (ξ1 ) = f (ξ2 ) = α, en contradicción con la inyectividad de f . Entonces
ha de ser f (a) < f (x). Del mismo modo se probarı́a que f (x) < f (b).
Sean ahora x, y ∈ (a, b) con x < y. Según acabamos de probar es f (a) < f (x) < f (b),
y aplicando a [x, b] el mismo resultado, será f (x) < f (y) < f (b). Como f (x) < f (y), f es
creciente. !
144 4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas

Corolario 4.4.8. Si I ⊆ R es un intervalo abierto y f : I −→ R continua e inyectiva,


entonces Im(f ) es un intervalo abierto J y f : I −→ J es un homemomorfismo.
Demostración: Dados x, y ∈ I con x < y, la aplicación f |[x,y] : [x, y] −→ R será, según el
corolario anterior, un homeomorfismo con su imagen, y, por tanto, f también.
Veamos que f (I) es un intervalo abierto. Para ello bastará probar que es un abierto conexo.
Es conexo por ser la imagen de I, conexo, por una función continua. Y es abierto, pues cada
x0 ∈ I tiene un entorno cerrado contenido en I, con lo que de nuevo por el corolario 4.4.7,
f (x0 ) está en el interior de Im(f ). !

Definición 4.4.9.– Sea X es un espacio topológico, un arco en X es la imagen de una


aplicación continua γ : [a, b] −→ X.
A la aplicación γ, si además es inyectiva (y por tanto biyectiva con su imagen), la llamare-
mos parametrización del arco.
Por abuso de lenguaje, se llama indistintamente arco a la aplicación γ y a su imagen.

Ejemplo: Sea X = Rn . Dados x1 , . . . , xk ∈ Rn , llamaremos lı́nea poligonal que une dichos


puntos a la imagen de la aplicación γ : [1, k] −→ Rn definida por
γ(t) = (1 − t + r)xr + (t − r)xr+1 si r ≤ t < r + 1.
x5

x1

x4 x2

x3
Es claro que dicha aplicación es continua, por lo que toda linea poligonal es un arco.

Definición 4.4.10.– Diremos que un espacio topológico es arco-conexo si para cada par de
puntos x, y ∈ X existe una aplicación continua γ : [a, b] −→ X tal que γ(a) = x y γ(b) = y
(en este caso diremos que el arco γ une los puntos x e y).

Ejemplos: 1) Sea X un subconjunto de Rn . Diremos que X es conexo por poligonales si para


cada par de puntos de X hay una lı́nea poligonal que los une. Es claro que todo subconjunto
de Rn conexo por poligonales es arco-conexo.
2) Toda conjunto convexo, como por ejemplo las bolas en un espacio normado, es conexo
por poligonales (los segmentos son poligonales), luego es arco-conexo.
Proposición 4.4.11. Si un espacio topológico X es arco-conexo, también es conexo.
Demostración: Si no lo fuera, existirı́an abiertos U , V en X tales que:
U ∪ V = X, U #= ∅, V #= ∅, U ∩ V = ∅.
Dados x ∈ U e y ∈ V , como X es arco-conexo, existirı́a una aplicación continua γ : [a, b] −→ X
tal que γ(a) = x y γ(b) = y. Entonces
U ∪ V ⊇ Im(γ), U ∩ Im(γ) #= ∅, V ∩ Im(γ) #= ∅, U ∩ V ∩ Im(γ) = ∅,
Tema IV: Lı́mites y continuidad 145

lo que probarı́a que Im(γ) no es conexo. Pero γ es continua y [a, b] conexo, con lo que Im(γ)
es conexo. Esta contradicción prueba que X es conexo. !

Observación:
/ El recı́proco de la proposición
0 anterior no es cierto en general. Veamos que si
A = (x, y) ∈ R2 : x > 0, y = sen( x1 ) , entonces A es conexo, pero no arco-conexo.
Sea f : R+ −→ R la función continua definida por f (x) = sen( x1 ). A es precisamente la
imagen de la aplicación (Id, f ) : R+ −→ R+ × R. Como ésta es continua y R+ es conexo, A
es conexo, y, por tanto, A también.

y = sen(1/x)

Dado α ∈ [−1, 1] existe β ∈ R+ tal que sen(β) = α, y por lo tanto sen(β + 2kπ) = α
1
para todo k ∈ N. Entonces si xk = β+2kπ será f (xk ) = α para todo k, luego (0, α) =
lim (xk , f (xk )), lo que prueba que (0, α) ∈ A. Entonces {0} × [−1, 1] ⊆ A y es fácil probar
que A = A ∪ ({0} × [−1, 1]).
Para probar que A no es arco-conexo bastará ver que los puntos de la forma (0, α) no
pueden ser unidos con los de la forma (x, sen( x1 )) por un arco γ : [0, 1] −→ A. Supongamos
que esto fuera posible. Como la función x ◦ γ : [0, 1] −→ R es continua y {0} es un cerrado,
(x ◦ γ)−1 (0) es un cerrado (no vacı́o, pues (x ◦ γ)(0) = x(0, α) = 0) de [0, 1] y por lo tanto un
compacto. Por ello existe t0 = max{t ∈ [0, 1] : x(γ(t)) = 0}. Cambiando 0 por t0 se puede
suponer que x(γ(0)) = 0 y x(γ(t)) > 0 para t > 0.
Sea ε > 0. Como γ es continua, y ◦ γ también, ' ' luego
(( existe δ > 0 tal que si 0 < t < δ,
entonces |y(γ(t)) − y(γ(0))| < ε. Sea x0 = x γ δ2 > 0; por el teorema de Bolzano, al
N O
ser x ◦ γ continua, si 0 ≤ x1 ≤ x0 existe t1 ∈ 0, 2δ tal que x(γ(t1 )) = x1 . Al ser )A la *
gráfica de una función, el único y1 ∈ R tal que (x1 , y1 ) ∈ A es precisamente y1 = sen x11
y por tanto
/ γ(t1') (= (x1 , y1 ). Entonces
0 la imagen del intervalo (0, δ) por y ◦ γ contiene a
A0 = y = sen x1 : 0 < x < x0 . Sean y, y " ∈ A0 que estén a distancia 2, como existen
t, t" ∈ (0, δ) tales que γ(t) = y y γ(t" ) = y " , será

2 = |y − y " | = |y(γ(t)) − y(γ(t"))| ≤


≤ |y(γ(t)) − y(γ(0))| + |y(γ(0)) − y(γ(t"))| < 2ε,

lo cual es falso sin mas que elegir ε < 1. Esto prueba que A no es arco-conexo.
El recı́proco de la proposición 4.4.11 es, pues, falso; sin embargo sı́ es cierto para abiertos
de Rn , como vemos seguidamente:
Teorema 4.4.12. Todo abierto conexo de Rn es arco-conexo.
Demostración: Sea U un abierto conexo de Rn . Vamos a probar que es conexo por poli-
gonales.
146 4.4. Conservación de la compacidad y conexión por aplicaciones continuas

Sea x ∈ U y sea V = {y ∈ U : existe una poligonal contenida en U que une x con y}.
V es no vacio: por ser U abierto existe r > 0 tal que B(x, r) ⊆ U . Como las bolas son
convexas, B(x, r) ⊆ V .
V es abierto: si y ∈ V , existe r > 0 tal que B(y, r) ⊆ U , y dado cualquier punto z ∈ B(y, r),
uniendo la poligonal que une x con y con el segmento que une y con z, se obtiene una poligonal
que une x con z; por tanto B(y, r) ⊆ V , y V es abierto.

y z x

V es cerrado: se usa el mismo argumento; si y #∈ V , como y ∈ B(y, r) ⊆ U , ningún punto


z ∈ B(y, r) puede estar en V , ya que de lo contrario, uniendo de nuevo la poligonal con el
segmento que une z con y se obtiene un arco que une x con y, en contra de lo supuesto.
Como U es conexo, no puede contener subconjuntos propios que sean abiertos y cerrados
a la vez. Entonces V debe ser igual a U y en consecuencia todo punto de U puede ser unido
con x mediante una poligonal. Esto prueba que U es conexo por poligonales y, por tanto,
arco-conexo. !
Tema IV: Lı́mites y continuidad 147

Apéndice I: Notación o y O

Sean X un espacio métrico, E un espacio normado, a ∈ X " , f : X −→ E y g : X −→ R.


Escribiremos f = o (g), si existe un entorno reducido de a, Ua∗ donde g no se anula y
x→a
f (x)
lim = 0.
x→a g(x)
Escribiremos f = O (g), si existen un entorno Ua de a y un número real K > 0 tales que
x→a
:f (x): ≤ K|g(x)| para todo x ∈ Ua .
Proposición(Propiedades de o y O).
(1) o1 (g) + o2 (g) = o (g). Análogamente O1 (g) + O2 (g) = O (g).
x→a x→a x→a x→a x→a x→a
(2) o (g) O (g) = o (g) si g está acotada en un entorno de a.
x→a x→a x→a
(3) f o (g) = o (f g).
x→a x→a
(4) o (g) + O (g) = O (g).
x→a x→a x→a
(5) o ( O (g)) = o (g).
x→a x→a x→a
(6) o ( o (g)) = o (g).
x→a x→a x→a

Demostración: La demostración de las cuatro primeras es inmediata a partir de las defini-


ciones. La (6) es un caso particular de (5), pues todo o es un O. Queda, pues, por demostar
la (5):
Sea f = O (g); existen Va y K > 0 tales que |f (x)| ≤ K|g(x)| para todo x ∈ Va .
x→a # %
∗ h(x)
Sea h = o (f ); existe Ua donde f no se anula y lim = 0. La función g no puede
x→a x→a f (x)
anularse en Va ∩ Ua∗ , porque en este caso también se anuları́a f . Entonces si x ∈ Va ∩ Ua∗
P P P P P P
P h(x) P P h(x)f (x) P P h(x) P
0≤P P P P P P
P g(x) P = P f (x)g(x) P ≤ K P f (x) P .

P P
h(x) P h(x) P
Como lim = 0, lim P P = 0, de donde se concluye. !
x→a f (x) x→a P g(x) P

Ejemplos: 1) Si E, F son espacios normados y T : E −→ F una aplicación lineal continua,


existe M > 0 tal que :T (x): ≤ M :x: para todo x ∈ E, con lo que T (h) = O (:h:). En
h→0
particular, esto ocurre para toda aplicación lineal T : Rn −→ Rm .
2) Sea f : R −→ R tal que lim f (x) = 0; entonces
x→0

1
= 1 + f (x) + o (f (x)).
1 − f (x) x→0
148 Apéndice I: Notación o y O

1
En efecto, − 1 − f (x) = o (f (x)) ya que
1 − f (x) x→0

1 f 2 (x)
− 1 − f (x)
1 − f (x) 1 − f (x) f (x)
lim = lim = lim = 0.
x→0 f (x) x→0 f (x) x→0 1 − f (x)

En particular
1
= 1 + x + o (x).
1−x x→0
Tema IV: Lı́mites y continuidad 149

Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y


las funciones trigonométricas

A) La exponencial compleja.
< zn
Para cada z ∈ C, la serie es absolutamente convergente, como se comprueba sin más
n!
que utilizar el criterio del cociente. Ello permite dar la siguiente
Definición.– Se llama exponencial a la función exp : C −→ C definida por

;∞
zn z2 z3
exp(z) = =1+z+ + +...
n=0
n! 2! 3!

Proposición. La función exponencial es continua, no se anula en ningún punto y verifica la


propiedad fundamental:
exp(z + z " ) = exp(z) exp(z " ).

Demostración: El producto de Cauchy de las series exp(z) y exp(z " ) es, como vimos en
2.5, exp(z + z " ), y, como ambas series son absolutamente convergentes, su producto coincide
con el producto de Cauchy, es decir, exp(z) exp(z " ) = exp(z + z " ), lo que prueba la propiedad
fundamental.
Utilizando esta propiedad, se obtiene que la exponencial no se anula nunca, ya que

exp(z) exp(−z) = exp(z − z) = exp(0) = 1.

Probemos finalmente que es continua. Si |h| < 1, |h|n ≤ |h| para todo n ∈ N, por lo que
3∞ 3 3∞ 3
3; hn 3 3; hn 3 ; ∞
|h|n ;∞
|h| ;∞
1
3 3 3 3
| exp(h) − 1| = 3 − 13 = 3 3≤ ≤ = |h| < exp(1)|h|,
3 n! 3 3 n! 3 n! n! n!
n=0 n=1 n=1 n=1 n=1

de donde se deduce que exp es continua en el 0.


Dado ahora z ∈ C, por la propiedad fundamental, será

| exp(z + h) − exp(z)| = | exp(z)|| exp(h) − 1|,

lo que prueba que exp es continua en z. !


Si z = x + iy, de nuevo por la propiedad fundamental, exp(z) = exp(x) exp(iy), lo cual
reduce el estudio de la exponencial compleja al de las funciones exp(x) y exp(iy).
150 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

B) La exponencial real y el logaritmo.


A la restricción de la función exponencial a R ⊂ C la seguiremos denotando por exp.
Proposición. La función exp : R −→ R es positiva, creciente y continua. Además se verifica
exp(h) − 1
lim (exp(x)) = 0, lim (exp(x)) = +∞ y lim = 1.
x→−∞ x→+∞ h→0 h
Demostración: Si x ≥ 0, exp(x) ≥ 1, ya que es la suma de una serie de términos no
negativos cuyo primer término vale 1. Si x < 0 entonces −x > 0 y, como exp(x) exp(−x) = 1,
exp(x) tiene que ser positivo.
Es creciente, porque si x > y, entonces x − y > 0, con lo que exp(x − y) > 1 y por lo tanto
1 < exp(x) exp(−y) = exp(x)/ exp(y). Multiplicando los dos extremos de la desigualdad por
exp(y) > 0, se obtiene que exp(x) > exp(y).
La continuidad es consecuencia inmediata de la continuidad de exp(z).
Calculemos finalmente los lı́mites: para x > 0 es, por definición, exp(x) > 1 + x > x, luego
lim (exp(x)) = +∞. Si x < 0, −x > 0, con lo que
x→+∞
1
lim (exp(x)) = = 0.
x→−∞ lim (exp(−x))
−x→+∞

Tomando |h| < 1 y procediendo análogamente a lo hecho en la demostración de que exp(z)


es continua, se tiene que si |h| < 1
3 3 33 ; 3
3 exp(h) − 1 3 3 ∞ hn−1 33 ;∞
|h|n−1

; 1
3 3
− 13 = 3 3≤ ≤ |h| < exp(1)|h|
3 h 3 n! 3 n! n!
n=2 n=2 n=2
de donde se obtiene el último lı́mite. !

Observación: Del último de los lı́mites se deduce que exp(x) = 1 + x + o (x).


x→0
La gráfica de la función exponencial es

y = ex
Como la función exp : R −→ (0, +∞) es continua, inyectiva, lim (exp(x)) = 0 y
x→−∞
lim (exp(x)) = +∞, por el corolario 4.4.8, es un homeomorfismo de R con (0, +∞).
x→+∞
Definición.– Se llama logaritmo neperiano, o simplemente logaritmo, y se representa por
log, ln ó L, a la función log : (0, +∞) −→ R inversa de la exponencial real. En otras palabras,
para cada x ∈ R+ , y = log(x) si y sólo si x = exp(y).
Tema IV: Lı́mites y continuidad 151

Proposición. La función log : R+ −→ R es creciente, continua y verifica la propiedad


fundamental: log(xy) = log(x) + log(y). Además lim (log(x)) = −∞, lim (log(x)) = +∞ y
# % x→0 x→+∞
log(1 + x)
lim = 1.
x→0 x
Demostración: Si 0 < x < y, log(x) < log(y), ya que de lo contrario, tomando exponen-
ciales y usando que exp es creciente, llegarı́amos a contradicción. Entonces log es creciente.
Además es continua como se deduce del corolario 4.4.8.
Por otro lado, dados x, y ∈ R+ , usando la propiedad fundamental de la exponencial, será

exp(log(x) + log(y)) = exp(log(x)) exp(log(y)) = xy = exp(log(xy)),

y como la exponencial es inyectiva, queda demostrada la propiedad fundamental.


Los lı́mites se deducen de los calculados para la función exponencial. Veamos, por ejemplo,
el último: tomando y = log(1 + x), es decir, x = exp(y) − 1, será lim (y) = 0, luego
x→0

# % # %
log(1 + x) y
lim = lim = 1,
x→0 x y→0 exp(y) − 1

ya que su inverso vale 1. !


La gráfica de log(x) es:

y = log(x)

Observación: Del último lı́mite se deduce que

log(1 + x) = x + o (x).
x→0

Ejemplo: log(e) = 1 ó exp(1) = e.


En efecto, por ser el logaritmo una función continua,
# ## %n %% # # %%
1 1
log(e) = lim log 1+ = lim n log 1 + = 1.
n→∞ n n→∞ n
152 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

Teorema. Dado a > 0 existe una única función expa : R −→ R continua verificando
expa (x + y) = expa (x) expa (y) y expa (1) = a. Dicha función recibe el nombre de exponencial
en base a.
Demostración: Demostremos en primer lugar la unicidad. De las propiedades
'm( √ expa (x+y) =
expa (x) expa (y) y expa (1) = a se deduce que si m
n ∈ Q debe ser expa n = n
am , luego en
Q es única. Como Q es denso en R, la proposición 4.2.8 permite concluir.
Comprobemos que la función definida por expa (x) = exp(x log(a)) cumple las propiedades
requeridas. En primer lugar es continua por ser composición de funciones continuas. Además
expa (1) = exp(log(a)) = a y finalmente

expa (x + x" ) = exp(x log(a) + x" log(a)) = exp(x log(a)) exp(x" log(a)) = expa (x) expa (x" ). !

Observaciones: 1) La representación habitual de la exponencial en base a es ax = expa (x).


La propiedad fundamental se escribe ahora: ax ay = ax+y si x, y ∈ R.
2) La exponencial en base e es precisamente la función
' ex −1exponencial,
( porque exp(1) = e. La
razón por la cual ésta es la más utilizada es que lim x = 1.
x→0

Proposición. Propiedades de la exponencial en base a:


(1) a0 = 1.
(2) ax #= 0 para todo x ∈ R.
(3) (ax )y = axy .
(4) Si a > 1 la función ax es creciente.
(5) Si a > 1, lim (ax ) = +∞ y lim (ax ) = 0.
x→+∞ x→−∞
(1 + x)a − 1
(6) lim = a.
x→0 x
Demostración: (1) a0 = exp(0) = 1.
(2) Es consecuencia inmediata de la no anulación de la función exponencial.
(3) Fijado x ∈ R, la función f definida por f (y) = axy es continua, f (1) = ax y f (y + y ") =
" "
axy+xy = axy axy = f (y)f (y "), luego, por la unicidad, ha de ser f (y) = (ax )y .
(4) Si a > 1, log(a) > 0 y como exp es creciente, también lo es exp(x log(a)).
(5) Se deducen inmediatamente de la definición y de las propiedades análogas de la expo-
nencial.
(6) Se tiene que

(1 + x)a = exp(a log(1 + x)) = exp(ax + o1 (x)) = exp(ax) exp( o1 (x)) =


x→0
= (1 + ax + o2 (x))(1 + o1 (x) + o2 ( o1 (x))) = 1 + ax + o3 (x),
x→0 x→0 x→0 x→0 x→0

de donde se concluye fácilmente. !

Observación: De las propiedades (4) y (5) se obtiene inmediatamente que si a < 1 la función
ax es decreciente, lim (ax ) = 0 y lim (ax ) = +∞.
x→+∞ x→−∞
Tema IV: Lı́mites y continuidad 153

Teorema. Dado a > 0 existe una única función continua loga : R+ −→ R verificando
loga (xy) = loga (x) + loga (y) y loga (a) = 1. Dicha función recibe el nombre de logaritmo en
base a, y es la inversa de la exponencial en base a.
Demostración: De las condiciones loga (xy) = loga (x)+loga (y) y loga (a) = 1 se obtiene que
loga (ax ) = x si x ∈ Q. Como los números de la forma ax con x ∈ Q son un subconjunto denso
en R+ (dado cualquier y ∈ R+ , y = ax para algún x ∈ R, luego y = lim(apn ) con pn ∈ Q), y
loga es continua, loga (ax ) = x para todo x ∈ R, y por lo tanto loga es precisamente la inversa
de la exponencial en base a. Esto prueba que existe y es única. !

Observación: De la unicidad se deduce que loga (x) = log(x)/ log(a), ya que esta función
verifica las condiciones del enunciado. En particular, el logaritmo
) en base
* e es el logaritmo
log(1+x)
neperiano. La razón por la que es el más utilizado es que lim x
= 1.
x→0

Proposición. La función loga : R+ −→ R verifica las siguientes propiedades


(1) loga (1) = 0.
x
(2) logb (x)
' 1 (= loga (x)/ loga (b) y loga (b ) = x loga (b).
(3) loga x = − loga (x).
(4) Si a > 1, la función loga es creciente.
(5) Si a > 1, lim (loga (x)) = +∞ y lim (loga (x)) = −∞.
x→+∞ x→0

Demostración: Las propiedades (1), (4) y (5) son inmediatas por ser loga la inversa de la
exponencial en base a.
loga (x)
(2) La función h(x) = es continua y verifica h(xy) = h(x) + h(y) y h(b) = 1, luego
loga (b)
h(x) = logb (x). La segunda igualdad se deduce trivialmente de la anterior: x = logb (bx ) =
loga (bx )
, de donde loga (bx ) = x loga (b).
loga (b) # %
1
(3) Por la propiedad fundamental, loga (x) + loga = loga (1) = 0. !
x

Observación: Si a < 1, loga es decreciente, lim (loga (x)) = −∞ y lim (loga (x)) = +∞.
x→+∞ x→0

C) Las funciones trigonométricas.

Definición.– Llamaremos coseno y seno respectivamente a las funciones cos : R −→ R y


sen : R −→ R definidas por cos(x) = Re(eix ) y sen(x) = Im(eix ).
Se tendrá que eix = cos(x) + i sen(x). Por ser la parte real e imaginaria, respectivamente,
de una función continua, el coseno y el seno son funciones continuas. Utilizando además el
desarrollo en serie de eix , se tendrá que

; ∞
;
x2k x2k+1
cos(x) = (−1)k y sen(x) = (−1)k .
(2k)! (2k + 1)!
k=0 k=0
154 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

Proposición. Las funciones seno y coseno verifican las siguientes propiedades:


(1) cos(−x) = cos(x) y sen(−x) = − sen(x), es decir, el coseno es una función par y el
seno impar.
(2) | sen(x)|
# ≤1% y | cos(x)| ≤ #
1. %
sen(x) 1 − cos(x) 1
(3) lim = 1 y lim 2
= .
x→0 x x→0 x 2

Demostración: (1) Es inmediata a partir de los desarollos en serie del seno y del coseno.
(2) |eix |2 = (cos(x) + i sen(x))(cos(x) − i sen(x)) = cos2 (x) + sen2 (x). Por otra parte,
usando (1), cos(x) − i sen(x) = cos(−x) + i sen(−x) = e−ix , luego

sen2 (x) + cos2 (x) = eix e−ix = 1,

de donde se concluye.
(3) Tomando |x| < 1 es
3 3 ∞
3 sen(x) 3 ; 1
3 3
3 x − 13 < |x| (2n + 1)!
< e|x|
n=1

3 3 ∞
3 1 − cos(x) 1 3 ; 1
3 3
− 3 < |x| < e|x|,
3 x2 2 (2n)!
n=2

de donde se concluye inmediatamente. !


<
∞ 4 5
(−1)n 22n 22n
Como cos(2) = (2n)! es una serie alternada y (2n)! es monótona decreciente a
n=0
partir del segundo término, por las desigualdades demostradas en el criterio de Leibnitz, es
cos(2) < 1 − 42 + 16
24
= − 13 < 0. Como cos(0) = 1 > 0, por el teorema de Bolzano existe un cero
de la función coseno en el intervalo (0,2). Sea α = inf{a > 0 : cos(a) = 0}. Por definición,
existirá una sucesion {an }, tal que cos(an ) = 0 y lim(an ) = α. Como el coseno es una función
continua cos(α) = lim(cos(an )) = 0, y por lo tanto existe el mı́nimo cero positivo del coseno,
y podemos dar la siguiente
Definición.– Llamaremos π al doble del primer cero positivo del coseno, es decir, cos( π2 ) = 0
y si x > 0 y cos(x) = 0, entonces x ≥ π2 .
' π(
Observación: Como el coseno es 'una función
( continua, no se anula en 0, 2 y cos(0) = 1,
π
entonces cos(x) > 0 para todo x ∈ 0, 2
Proposición. Las funciones seno y coseno verifican las siguientes fórmulas:
(1) Fórmula fundamental: sen2 (x) + cos2 (x) = 1.
(2) Fórmulas de adición:

sen(x + y) = sen(x) cos(y) + cos(x) sen(y)


cos(x + y) = cos(x) cos(y) − sen(x) sen(y)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 155

(3) Fórmulas del ángulo doble:


sen(2x) = 2 sen(x) cos(x)
cos(2x) = cos2 (x) − sen2 (x)
(4) Fórmulas del ángulo mitad:
x 1 + cos(x)
cos2 ( ) =
2 2
x 1 − cos(x)
sen2 ( ) =
2 2
π π
(5) cos( 2 − x) = sen(x) y sen( 2 − x) = cos(x).
Demostración: (1) Ya ha sido demostrada en la proposición anterior.
(2) Se deducen de la propiedad fundamental de la exponencial:

ei(x+y) = eix eiy = (cos(x) + i sen(x))(cos(y) + i sen(y)) =


= cos(x) cos(y) − sen(x) sen(y) + i(sen(x) cos(y) + cos(x) sen(y)).
Como por definición ei(x+y) = cos(x + y) + i sen(x + y), debe ser

cos(x + y) = cos(x) cos(y) − sen(x) sen(y)


sen(x + y) = sen(x) cos(y) + cos(x) sen(y)
(3) Se obtienen tomando y = x en las fórmulas de adición.
(4) Por (3), cos(x) = cos2 ( x2 )−sen2 ( x2 ) y por la fórmula fundamental cos2 ( x2 )+sen2 ( x2 ) = 1;
sumando y restando ambas fórmulas se concluye.
(5) Como cos( π2 ) = 0, por la fórmula fundamental, ha de ser sen2 ( π2 ) = 1. Entonces sen( π2 )
es 1 ó −1. Pero no puede ser −1, ya que entonces, por la fórmula de adición del coseno, se
tendrı́a
π π π
cos( − x) = cos( ) cos(x) + sen(x) sen( ) = − sen(x),
2 2 2
π
y como el)coseno* es positivo en (0, 2 ), el seno serı́a negativo en dicho intervalo, con lo que
sen(x)
1 = lim+ x ≤ 0, lo cual es absurdo. Entonces sen( π2 ) = 1, y por la fórmula de adición
x→0
se concluye.
π π
La segunda parte se deduce de la primera: si y = 2
− x, x = 2
− y. !

Definición.– Se dice que a ∈ R es un perı́odo de la función f : R −→ R si para cada x ∈ R


es f (x) = f (x + a). Se dice que f es periódica si tiene algún perı́odo.

Ejercicios: 1) Probar que si a es un perı́odo de una función f : R −→ R, también lo son


todos los números ka con k ∈ Z. De modo más general: si a y b son perı́odos de f , también
lo son a + b y a − b.
2) Probar que si f : R −→ R es continua, periódica y no constante, entonces existe el
mı́nimo perı́odo positivo α de f y que todos los periodos de f son de la forma kα con k ∈ Z.

Observación: En adelante, para las funciones continuas, no hablaremos de función periódica,


sino de función periódica de periodo α, entendiendo que α es el menor de sus perı́odos positivos.
156 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

Proposición. El seno y el coseno son funciones periódicas de perı́odo 2π.


Demostración: Usando las fórmulas del ángulo doble se tiene que sen(π) = 0 y cos(π) = −1.
Volviendo a utilizarlas con este resultado, es sen(2π) = 0 y cos(2π) = 1. Usando ahora las
fórmulas de adición,

sen(x + 2π) = sen(x) cos(2π) + cos(x) sen(2π) = sen(x)


cos(x + 2π) = cos(x) cos(2π) − sen(x) sen(2π) = cos(x)

con lo que 2π es un perı́odo del seno y del coseno.


Sea a el menor perı́odo positivo del seno y del coseno (¿ Por qué es el mismo para ambas?);
entonces 0 < a ≤ 2π. Se tendrá que cos(a) = cos(0 + a) = cos(0) = 1 y sen(a) = sen(0 + a) =
sen(0) = 0, y por lo tanto sen2 ( a2 ) = 1−1 2 a 1+1
2 = 0 y cos ( 2 ) = 2 = 1. De la primera se deduce
que sen( a2 ) = 0 y de la segunda que cos( a2 ) es 1 ó −1.
Si cos( a2 ) = 1, usando las fórmulas de adición, cos(x + a2 ) = cos(x) y sen(x + a2 ) = sen(x),
luego a2 serı́a un perı́odo positivo del seno y del coseno menor que a, en contra de lo supuesto.
Entonces cos( a2 ) = −1. Aplicando de nuevo las fórmulas del ángulo mitad se deduce que
cos2 ( a4 ) = 0, luego, por definición, a4 ≥ π2 , con lo que a = 2π. !
Puesto que la definición dada de π no es la habitual, no está de más comprobar que
efectivamente su valor es el bien conocido de 3’14159 . . . A ello está destinado el siguiente
Ejemplo: Cálculo aproximado del número π.
En primer lugar obtengamos una sucesión convergente a π: usando reiteradamente la
fórmula del ángulo mitad se tiene que:
> : √
) π * 2− 2+···+ 2
sen n+1 =
2 2
# %
sen(x)
para cada n > 2 (en cada fórmula aparecen n raı́ces). Como lim = 1, se deduce
x→0 x
que π = lim(an ), siendo
8 >
) π * √
n+1 n
an = 2 sen n+1 = 2 2 − 2 + · · · + 2.
2
Utilicemos esto para aproximar el valor de π: por el desarrollo en serie, para4 0 < h <5 1,
h2n+1
teniendo en cuenta que la serie que define sen(h) es alternada y que la sucesión (2n+1)! es
decreciente resulta que
h3
h− < sen(h) < h,
6
de donde se deduce (recordando que π < 4, pues π2 < 2) que
1
a n < π < an + .
4n−1
Del caso n = 2 se obtiene que 3 < π <3’4; del caso n = 3, 3’12< π <3’19; . . . , del caso
n = 10, 3’141591< π <3’141596, etc.
Tema IV: Lı́mites y continuidad 157

Teorema. Dado a > 0, existen dos funciones únicas c, s : R −→ R verificando:


(1) s(x + y) = s(x)c(y) + c(x)s(y) y c(x + y) = c(x)c(y) − s(x)s(y).
(2) s2 (x) + c2 (x) = 1 para todo x ∈ R.
(3) s y c son continuas.
(4) a es el mı́nimo cero no negativo de c y s(a) ≥ 0.

Demostración: Ciertamente existen funciones que verifican las propiedades citadas, a saber,
c(x) = cos( πx πx
2a ) y s(x) = sen( 2a ). Pasemos, pues, a demostrar la unicidad.
Sea f : R −→ C∗ definida por f (x) = c(x) + is(x). La condición (1) se traduce en que f
es morfimo de grupos (R con la suma y C∗ con el producto), y por lo tanto f (0) = 1, con lo
que c(0) = 1, s(0) = 0 y

1 c(x) − is(x)
f (−x) = = 2 = c(x) − is(x)
f (x) c (x) + s2 (x)

luego c(−x) = c(x) y s(−x) = −s(x).


El ser c(0) = 1 y a el mı́nimo cero no negativo de c, junto con su continuidad y el teorema
de Bolzano, prueban que c es positiva en (0, a). Además, de las propiedades (2) y (4) se
obtiene que s(a) = 1, con lo que

s(a − x) = s(a)c(x) − c(a)s(x) = c(x),

de donde se deduce que s también es positiva en (0, a). Entonces, haciendo y = x en las
fórmulas de (1) y aplicando (2) se obtiene
8 8
)x* 1 − c(x) )x* 1 + c(x)
s =+ y c =+
2 2 2 2

para x ∈ (0, 2a), lo cual determina los valores de s( a2 ), c( a2 ), s( a4 ), c( a4 ), etc., y usando


después las fórmulas de (1), también los de s( 2kan ) y c( 2kan ) para k, n ∈ N. Y como s es impar y
c par, también para k ∈ Z. Como éstos son un subconjunto denso de R, la proposición 4.2.8
determina la unicidad. !

Observación: La razón por la cual de todas las funciones s y c las únicas que se usan
son )
sen(x) *y cos(x), es decir, la razón de que los ‘ángulos’ se midan en ‘radianes’, es que
lim sen(x)
x
= 1.
x→0

Debido a su periodicidad, para conocer el comportamiento de sen(x) y cos(x) bastará


conocerlo en el intervalo [0, 2π]. Además, como se verifica que

π π π
sen(x + ) = sen(x) cos( ) + cos(x) sen( ) = cos(x)
2 2 2
π π π
cos(x + ) = cos(x) cos( ) − sen(x) sen( ) = − sen(x),
2 2 2
158 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

el estudio de dichas funciones se reduce al intervalo [0, π2 ]. Como sen(x) y cos(x) son positivas
en (0, π2 ), el resto de los signos aparece en la tabla siguiente:

0 (0, π/2) π/2 (π/2, π) π (π, 3π/2) 3π/2 (3π/2, 2π)


sen 0 + 1 + 0 − −1 −
cos 1 + 0 − −1 − 0 +

Por otra parte, es cos( π2 − x) = sen(x), luego es suficiente estudiar el seno en (0, π2 ).
Proposición. En el intervalo [0, π2 ] el seno es creciente.
Demostración: Si x, h ∈ (0, π2 ), por la fórmula de adición:

sen(x − h) = sen(x) cos(h) − cos(x) sen(h) < sen(x) cos(h) < sen(x),
donde la primera desigualdad se deduce de que el seno y el coseno son positivos en (0, π2 ) y
la segunda de que cos(h) < 1.
Si ahora tomamos 0 < y < x < π2 , será y = x − h con h ∈ (0, π2 ), luego sen(y) < sen(x), lo
que prueba que el seno es creciente en (0, π2 ).
Como en [0, π2 ) el coseno es positivo, en (0, π2 ] el seno es positivo y como sen(0) = 0,
el seno es creciente también en [0, π2 ). Finalmente, sen( π2 ) = 1 y si para algún x ∈ (0, π2 )
fuera sen(x) = 1, tendrı́a que ser cos(x) = 0, lo que contradice la definición de π2 . Entonces
sen(x) < 1 si x ∈ [0, π2 ), lo que prueba que el seno es creciente en el intervalo [0, π2 ]. !
La representación gráfica de las funciones seno y coseno es
1 1

π 2π π 3π
2 2
−1 −1
y = sen(x) y = cos(x)
El estudio anterior junto con la proposición demuestran que existen las funciónes inversas
del seno y del coseno, de [−1, 1] en [− π2 , π2 ] y [0, π], respectivamente, y que son continuas.
Definición.– Se llama arco seno y se denota arcsen : [−1, 1] −→ [− π2 , π2 ] a la función inversa
del seno. Se llama arco coseno y se denota arccos : [−1, 1] −→ [0, π] a la función inversa del
coseno.
Las gráficas de las dos funciones anteriores son:
π π
2

−1 1
−1 1
− π2
y = arcsen(x) y = arccos(x)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 159

Seguidamente relacionamos las funciones trigonométricas con la noción de ángulo.


Definición.– Sea (E, T2 ) un espacio euclı́deo. Dados e, e" ∈ E, se define el ángulo que forman
e y e" por # %
! "
T2 (e, e" )
(e, e ) = arccos .
:e::e" :

Observaciones: 1) La definición es posible en virtud de la desigualdad de Schwartz:

|T2 (e, e" )| ≤ :e::e" :.

2) El ángulo varı́a en [0, π], es decir, carece de signo (obsérvese que T2 es simétrica y por
tanto no distingue el orden en que están colocados e y e" ); si se quisiera dotarlo de signo,
harı́a falta además de un producto escalar una “orientación”.
3) El nombre de “funciones trigonométricas” deriva de que éstas sirven para “medir ángu-
los”, no a la inversa.
4) Si se cambia el producto escalar, los ángulos cambian, es decir, no existe una manera
única de medir ángulos.

Ejemplo: Si E = R2 y T2 es el producto escalar usual, entonces


T2 ((x, y), (1, 0)) x
cos((x, !
y), (1, 0)) = =:
:(x, y)::(1, 0): x2 + y 2
es decir, el coseno del ángulo que forman (x, y) y (0, 1) es “el cateto adyacente dividido por
la hipotenusa” del triángulo rectángulo de vértices (x, 0), (0, 0) y (x, y).

(x, y)

:
x2 + y 2

(0, 0) (x, 0)

Para terminar definimos las restantes funciones trigonométricas:


Definición.– Se llama secante a la función definida en R − { π2 + kπ : k ∈ Z} por sec(x) =
1 sen(x)
cos(x) . Se llama tangente a la definida en el mismo conjunto por tg(x) = cos(x) . Se llama
1
cosecante a la definida en R − {kπ : k ∈ Z} por cosec(x) = sen(x) . Se llama cotangente a la
1
función definida en el mismo conjunto por cotg(x) = tg(x) .

Ejercicios: 1) Probar que tg : (− π2 , π2 ) −→ R es impar, continua, creciente, y verifica


tg(x)
lim tg(x) = −∞, lim tg(x) = +∞ y lim = 1.
x→−π/2 x→π/2 x→0 x
160 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

Indicación: Para demostrar que es creciente, se puede usar la fórmula

tg(x) + tg(h)
tg(x + h) = ,
1 − tg(x) tg(h)

que se deduce fácilmente de las fórmulas de adición del seno y del coseno.
2) Del ejercicio anterior se deduce que existe la función inversa de la tangente. Esta función
se llama arco tangente y se denota por arctg : R −→ (− π2 , π2 ). Probar que arctg es impar,
π π arctg(x)
continua, creciente, lim arctg(x) = − , lim arctg(x) = y lim = 1.
x→−∞ 2 x→+∞ 2 x→0 x

D) El logaritmo complejo.

Definición.– Llamaremos circunferencia unidad de C al conjunto:

S1 = {z ∈ C : |z| = 1}

Proposición. La función f : R −→ S1 definida por f (t) = exp(it) = cos(t) + i sen(t) es


epiyectiva. Además f (t) = f (t" ) si y sólo si t" = t + 2kπ con k ∈ Z.
Demostración: Si exp(it) = exp(it" ), entonces exp(it" − it) = 1, con lo que cos(t" − t) = 1
y sen(t" − t) = 0, de donde se deduce que t" − t es un periodo del seno y del coseno. Entonces
t" − t = 2kπ, con k ∈ Z. El recı́proco es inmediato.
Veamos que es epiyectiva: Si z = x + iy ∈ S1 (es decir, x2 + y 2 = 1) y x > 0 e y > 0,
tomando t = arcsen(x) ∈ (0, π2 ) será sen(t) = x; y como sen2 (t) + cos2 (t) = 1, se tiene
cos(t) = y (no puede ser −y, ya que y > 0). Entonces exp(it) = z.
Para el resto de los casos se procede de igual forma. !
La proposición anterior prueba que la aplicación

[0, 2π) −→ S1
t 0−→ exp(it)

es una parametrización de S1 .

eit
sen(t)

cos(t)
Tema IV: Lı́mites y continuidad 161

Definición.– Dado z ∈ C∗ se llama argumento principal de z y se representa por Arg(z) al


único t ∈ [0, 2π) verificando z = |z| exp(it).
Llamaremos determinación principal del logaritmo a la función log : C∗ −→ C definida
por log(z) = log |z| + i Arg(z).

Ejemplo: Si identificamos C con R2 mediante el isomorfismo definido por φ(x + iy) = (x, y)
y tomamos en R2 el producto escalar usual para medir ángulos, se verifica:

cos((x, !
y), (1, 0)) = cos(Arg(x + iy)).
:
En efecto, como |x + iy| = x2 + y 2 ,

x + iy x y
=: + i:
|x + iy| x2 + y 2 x2 + y 2

x
luego cos(Arg(x + iy)) = : = cos((x, !
y), (1, 0)).
x2 + y 2
No obstante, no se puede asegurar que sea ((x, ! y), (1, 0)) = Arg(x + iy) ya que el primero
está en [0, π] y el segundo en [0, 2π).

Observación: La función log(z) no es continua, ya que Arg(z) tiene una discontinuidad de


tipo salto en cada z = a con a > 0, ya que lim Arg(z) = 0 y lim Arg(z) = 2π.
z→a z→a
Im(z)>0 Im(z)<0

Proposición. La funcion exponencial exp : C −→ C∗ es epiyectiva, exp(log(z)) = z para


todo z ∈ C y exp(z) = exp(z " ) si y sólo si z " = z + 2kπi con k ∈ Z.
Demostración: exp(log(z)) = exp(log |z|) exp(i Arg(z)) = z.
Además, exp(z) = exp(z " ) si y sólo si exp(z " − z) = 1. Si z " − z = x + iy, entonces
| exp(z " − z)| = exp(x), luego exp(x + iy) = 1 si y sólo si exp(x) = 1 y exp(iy) = 1, es decir,
si y sólo si x = 0 e y = 2kπ. !

Observación: La determinación principal no es la única función que verifica exp(log(z)) = z,


existen muchas: por ejemplo, log(z) + 2kπi también lo verifica.

E) Las funciones hiperbólicas.

Definición.– Llamaremos seno hiperbólico y coseno hiperbólico a las funciones de R en R


definidas del modo siguiente:

ex − e−x ex + e−x
sh(x) = , ch(x) = .
2 2

Al ser
eix = cos(x) + i sen(x), e−ix = cos(x) − i sen(x)
162 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

para cada x ∈ R, resulta que

eix − e−ix eix + e−ix


sen(x) = , cos(x) = .
2i 2

Si extendemos el seno y el coseno a C por estas fórmulas, es decir, si para cada z ∈ C


definimos
eiz − e−iz eiz + e−iz
sen(z) = , cos(z) = ,
2i 2
tomando z = ix con x ∈ R resulta que

sen(ix) = i sh(x), cos(ix) = ch(x).

Del desarrollo en serie de la función exponencial se deduce inmediatamente que



; ∞
;
x2k+1 x2k
sh(x) = y ch(x) = .
(2k + 1)! (2k)!
k=0 k=0

La fórmula fundamental y las de adición para las funciones seno y coseno se mantienen al
extender estas funciones a los números complejos, porque sólo dependen de las propiedades
de la exponencial. Esto nos permite obtener las correspondientes fórmulas para las funciones
hiperbólicas:

1 = sen2 (ix) + cos2 (ix) = − sh2 (x) + ch2 (x);


sen(i(x + y)) = sen(ix) cos(iy) + sen(iy) cos(ix) = i (sh(x) ch(y) + sh(y) ch(x)) ;
cos(i(x + y)) = cos(ix) cos(iy) − sen(ix) sen(iy) = ch(x) ch(y) + sh(x) sh(y).

Podemos resumir los resultados anteriores en la siguiente


Proposición. Las funciones sh y ch verifican las fórmulas siguientes:
(1) Fórmula fundamental: ch2 (x) − sh2 (x) = 1.
(2) Fórmulas de adición:

sh(x + y) = sh(x) ch(y) + sh(y) ch(x)


ch(x + y) = ch(x) ch(y) + sh(x) sh(y).

También se deduce directamente de la definición que sh es impar y ch par.


Del desarrollo en serie de ch(x) se deduce que ch(x) ≥ 1 para todo x ∈ R y, como por
otra parte sh(x) > 0 para x > 0, de la fórmula de adición para sh(x) resulta que éste es una
función creciente. Además, a partir de la definición, es claro que lim (sh(x)) = −∞ y que
x→−∞
lim (sh(x)) = +∞, luego es un homeomorfismo de R en R. Vamos a calcular su función
x→+∞
inversa, el arco seno hiperbólico, a la que denotaremos arcsh:
Tema IV: Lı́mites y continuidad 163
:
Si y = sh(x) = 12 (ex −e−x ), haciendo cálculos resulta que ex = y ± y 2 + 1; la raı́z negativa
:
no vale, porque | y 2 + 1| > |y|, y ex nunca es negativo, luego
:
x = arcsh(y) = log(y + y 2 + 1).

Las gráficas de las funciones seno hiperbólico y arcoseno hiperbólico son

Y Y

X X

y = sh(x) y = arcsh(x)
Análogas consideraciones prueban que lim (ch(x)) = +∞, lim (ch(x)) = +∞ y que es
x→−∞ x→+∞
decreciente en (−∞, 0) y creciente en (0, ∞); como ch(0) = 1, esta función define dos homeo-
morfismos
: de (−∞, 0] y [0, +∞) con [1, +∞). Mediante el primero : de ellos es arcch(y) =
log(y − y 2 − 1), y, mediante el segundo, arcch(y) = log(y + y 2 − 1).
Las gráficas de las funciones coseno hiperbólico y arcocoseno hiperbólico son las siguientes:

Y Y

X X
y = ch(x) y = arcch(x)

sh(x)
Ejercicios: 1) Para cada x ∈ R definimos la tangente hiperbólica de x como th(x) = ;
ch(x)
probar que th(x) es impar, creciente, lim (th(x)) = −1, lim (th(x)) = 1.
x→−∞ x→+∞
Indicación: Para probar que es creciente se puede usar la fórmula:

th(x) + th(y)
th(x + y) =
1 + th(x) th(y)

2) El ejercicio anterior demuestra que existe la función inversa de la tangente hiperbólica


para −1 < x < 1. Si llamamos a esta función arco tangente hiperbólica y la denotamos
164 Apéndice II: La exponencial, el logaritmo y las funciones trigonométricas

arcth : (−1, 1) −→ R, probar que


# %
1 1+x
arcth(x) = log
2 1−x

(ch(t), sh(t))

Finalmente, vamos a justificar el calificativo “hiperbólicas”: la existencia de las funciones


inversas permite concluir que la aplicación

R −→ R2
t 0−→ (ch(t), sh(t))

es una parametrización de la rama de hipérbola {x2 − y 2 = 1, x ≥ 0} similar a la que el


seno y coseno definen de la circunferencia. En este caso el parámetro t no tiene ninguna
interpretación de tipo “ángulo”, aunque copiando la teorı́a del caso circular se podrı́a definir
en {x > 0, −x < y < x} el módulo y el argumento “hiperbólicos” de un punto (x, y) como los
únicos r > 0 y t ∈ R tales que x = r ch(t), y = r sh(t) (nótese que en este caso sh(t) y ch(t)
no son funciones periódicas y que t varı́a en todo R).
Tema V: Cálculo diferencial

5.1. Nociones de derivada


y diferencial en un punto.
Propiedades

Sean Γ la gráfica de una función f : [a, b] −→ R y x0 ∈ (a, b). Fijado el punto P =


(x0 , f (x0 )), consideremos otro punto cualquiera P " = (x1 , f (x1 )) de la curva; como es bien
sabido, la recta que pasa por P y P " tiene por ecuación
f (x1 ) − f (x0 )
y − f (x0 ) = (x − x0 ),
x1 − x0
ó también y − f (x0 ) = tg(α1 )(x − x0 ), siendo α1 el ángulo que forma dicha recta con el eje
de abscisas.

x0 x3 x2 x1 x0
Sustituyendo x1 por puntos xn cada vez más próximos a x0 , obtendremos rectas que forman
ángulos αn con el eje de abscisas. Si la sucesión de ángulos {αn } es convergente, llamando
α = lim(αn ), por ser tg(x) una función continua, será
f (xn ) − f (x0 )
tg(α) = lim
xn →x0 xn − x0
Cuando esto vale para cualquier sucesión {xn } con lı́mite x0 , existirá
f (x) − f (x0 )
lim
x→x0 x − x0
y valdrá tg(α). En este caso se llama recta tangente a la curva Γ en el punto x0 a la recta
que pasa por x0 y forma ángulo α con el eje de abscisas. Su ecuación será
# %
f (x) − f (x0 )
y − f (x0 ) = lim (x − x0 )
x→x0 x − x0
165
166 5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades

Sea ahora e(t) la función que describe el espacio que recorre una partı́cula en movimiento
cuando el tiempo varı́a entre los instantes a y b. La velocidad media de dicha partı́cula será
e(b) − e(a)
VM = .
b−a
Si t0 ∈ [a, b] es un instante cualquiera, la velocidad media de la partı́cula en el intervalo [t0 , t1 ]
con t1 > t0 será
e(t1 ) − e(t0 )
V1 = .
t1 − t0
Cambiando t1 por instantes tn cada vez más próximos a t0 , obtendremos velocidades medias
en intervalos cada vez menores. Se llama velocidad instantánea en t0 al lı́mite, cuando exista,
de dichas velocidades medias. Entonces su valor es
e(tn ) − e(t0 )
Vt0 = lim ,
tn →t0 tn − t0
que es otro lı́mite del mismo tipo anterior.
Estos y otros ejemplos nos llevan a preguntarnos para qué funciones existen los lı́mites de
este tipo y a dar un nombre a dichas funciones. Ello motiva la siguiente
Definición 5.1.1.– Diremos que una función f : (a, b) −→ R es derivable en el punto
x0 ∈ (a, b) si existe
f (x) − f (x0 )
lim ,
x→x0 x − x0
al que llamamos derivada de f en x0 y representaremos por f " (x0 ).
Diremos que f es derivable en (a, b) si lo es en todos sus puntos; en este caso podemos
definir una nueva función f " : (a, b) −→ R que asigna a cada x ∈ (a, b) el valor f " (x), a la que
llamaremos función derivada de f en (a, b).
Diremos que una función f : [a, b] −→ R es derivable en [a, b] si es la restricción a [a, b] de
una función derivable en un intervalo abierto (c, d) ⊃ [a, b].

Observación: Si escribimos h = x − x0 el lı́mite anterior se expresa también como


f (x0 + h) − f (x0 )
lim .
h→0 h

Ejemplos: 1) Sea f : R −→ R la función definida por f (x) = x. Si x0 ∈ R, es claro que f


es derivable en x0 y que f " (x0 ) = 1.
2) Sea f : R −→ R definida por f (x) = sen(x). Si x0 ∈ R, entonces

sen(x) − sen(x0 ) sen(x0 + h) − sen(x0 )


lim = lim =
x→x0 x − x0 h→0 h
sen(x0 ) cos(h) + cos(x0 ) sen(h) − sen(x0 )
= lim =
h→0 h
# % # %
cos(h) − 1 sen(h)
= sen(x0 ) lim + cos(x0 ) lim = cos(x0 ),
h→0 h h→0 h
Tema V: Cálculo diferencial 167

luego el seno es derivable en todo punto de R y su función derivada es el coseno.


Probemos que f (x) = cos(x) también es derivable en todo R y su derivada es f " (x) =
− sen(x):

cos(x) − cos(x0 ) cos(x0 + h) − cos(x0 )


lim = lim =
h→0 x − x0 h→0 h
cos(x0 ) cos(h) − sen(x0 ) sen(h) − cos(x0 )
= lim =
h→0 h
# % # %
cos(h) − 1 sen(h)
= cos(x0 ) lim − sen(x0 ) lim = − sen(x0 ).
h→0 h h→0 h

3) Sea f : R −→ R dada por f (x) = ex . Si x0 ∈ R,

ex − ex0 ex0 +h − ex0 ex0 (eh − 1)


lim = lim = lim = ex0 ,
x→x0 x − x0 h→0 h h→0 h

luego f (x) = ex es derivable en R y además f " = f .


4) La función f (x) = |x| no es derivable en x0 = 0, ya que

|x| |x|
lim− = −1 y lim+ = 1.
x→0 x x→0 x

Volviendo al problema inicial, tendremos que las curvas cuya ecuación venga dada por una
función y = f (x) derivable en x0 son aquellas que tienen recta tangente en x0 y dicha recta
tiene por ecuación y = f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
La condición
f (x) − f (x0 )
lim = f " (x0 )
x→x0 x − x0
también puede escribirse

f (x) − f (x0 ) − f " (x0 )(x − x0 )


lim = 0,
x→x0 x − x0

luego la recta tangente verifica que la diferencia entre los valores de la función y los de dicha
recta en un punto x “tiende más rápidamente” a 0 que x − x0 cuando x → x0 .
Trasladando el punto (x0 , f (x0 )) al origen, la recta

y − f (x0 ) = f " (x0 )(x − x0 )

se transforma en la recta
y = f " (x0 )x,
que es la gráfica de la aplicación lineal T : R −→ R definida por T (h) = f " (x0 )h con lo que
el último lı́mite se escribe:
f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)
lim = 0.
h→0 h
168 5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades

Definamos de modo preciso las funciones que verifican una condición de este tipo:
Definición 5.1.2.– Diremos que f : (a, b) −→ R es diferenciable en el punto x0 ∈ (a, b) si
existe una aplicación lineal T : R −→ R tal que

f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)


lim = 0.
h→0 h

Diremos que f es diferenciable en el intervalo (a, b) si lo es en todo punto x0 ∈ (a, b).


La condición anterior puede también escribirse diciendo que f es diferenciable en x0 si
existe una aplicación lineal T tal que

f (x0 + h) = f (x0 ) + T (h) + o (h).


h→0

Observación: La discusión anterior a la definición prueba que toda función derivable en x0


es diferenciable en dicho punto: la aplicación lineal definida por T (h) = f " (x0 )h verifica la
definición. Más adelante probaremos que el recı́proco también es cierto, es decir, que en R la
noción de función derivable en un punto coincide con la de diferenciable en dicho punto. El
motivo de introducir un nuevo concepto (que en realidad es el mismo en R) es que la noción
de función derivable no es generalizable a Rn , mientras que la de diferenciable sı́ lo es.
Proposición 5.1.3. Si existe alguna aplicación lineal T : R −→ R verificando la definición
anterior, es única.
Demostración: Si existieran dos aplicaciones lineales T1 y T2 cumpliendo la definición,
tendrı́amos

f (x0 + h) − f (x0 ) − T1 (h) f (x0 + h) − f (x0 ) − T2 (h)


lim = lim = 0.
h→0 h h→0 h

T (h)
Entonces la aplicación T = T1 − T2 es lineal y verifica lim = 0. Para cada e ∈ R no
h→0 h
nulo, se tiene que

|T (h)| |T (h)| |T (λe)| |T (e)|


0 = lim = lim = lim = ,
h→0 |h| h→0 |h| λ→0 |λe| |e|
h=λe

con lo que ha de ser T (e) = 0. Esto prueba que T = 0, es decir, T1 = T2 . !

Definición 5.1.4.– La aplicación lineal T de la definición 5.1.2 recibe el nombre de diferencial


de f en x0 y se denota dx0 f .

Observación: Como toda aplicación lineal T : R −→ R es de la forma T (h) = λh con


λ = T (1), una aplicación f es diferenciable si y sólo si existe λ ∈ R tal que

f (x0 + h) = f (x0 ) + λh + o (h).


h→0
Tema V: Cálculo diferencial 169

Ejemplos: 1) Si λ ∈ R, la función f : R −→ R definida por f (x) = λ es diferenciable en


λ − λ − 0h
todo punto y su diferencial es 0, ya que lim = 0, con lo que existe una aplicación
h→0 h
lineal (la aplicación idénticamente nula) verificando la definición; y como sabemos que es
única, ésta ha de ser la diferencial.
2) Sea f : R −→ R definida por f (x) = x2 . Si x0 ∈ R, será

f (x0 + h) − f (x0 ) = (x0 + h)2 − x20 = h2 + 2x0 h;

el primer sumando del último término es un o (h) y el segundo es lineal en h, con lo que f
h→0
es diferenciable, y, por la unicidad, dx0 f (h) = 2x0 h.
3) Si T : R −→ R es lineal, entonces es diferenciable en todo punto de R, y dx0 T = T
para todo x0 ∈ R, ya que T (x0 + h) = T (x0 ) + T (h) y entonces

T (x0 + h) − T (x0 ) − T (h)


lim = 0.
h→0 h

Proposición 5.1.5. Una aplicación f : (a, b) −→ R es diferenciable en el punto x0 ∈ (a, b) si


y sólo si es derivable en x0 , y en este caso dx0 f : R −→ R está definida por dx0 f (h) = f " (x0 )h.
Demostración: Ya se ha probado que toda aplicación derivable en x0 es diferenciable en
x0 .
Recı́procamente, si f es diferenciable en x0 y su diferencial es T (h) = λh, entonces

f (x0 + h) − f (x0 ) − λh f (x0 + h) − f (x0 )


= − λ,
h h

y tomando lı́mite cuando h → 0, se obtiene que f es derivable y λ = f " (x0 ). !

Ejemplo: (dx0 exp)(h) = exp(x0 )h y (dx0 sen)(h) = cos(x0 )h, a la vista de los valores de las
derivadas de estas funciones en cada punto x0 .
Vamos a calcular la expresión de dx0 f en una base. El conjunto L(R, R) de las aplicaciones
lineales de R en R es un R–espacio vectorial de dimensión 1, por lo que la aplicación identidad,
Id : R −→ R es una base de L(R, R). Como dx0 f ∈ L(R, R), existe λ ∈ R tal que
dx0 f = λId, y la proposición 5.1.5 demuestra que λ = f " (x0 ), es decir, que dx0 f = f " (x0 )Id.
Si a Id : (a, b) −→ R la denotamos por x, como es lineal, su diferencial será ella misma:
dx0 x = Id; sustituyendo en lo anterior se obtiene

dx0 f = f " (x0 )dx0 x.

Dicha fórmula se escribe a veces, según la notación de Leibnitz:


# %
" dx0 f df
f (x0 ) = = .
dx0 x dx x0

Estudiemos a continuación algunas propiedades de las aplicaciones derivables.


170 5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades

Proposición 5.1.6. Si U es un abierto de R y f : U −→ R es derivable en x0 ∈ U , entonces


es continua en x0 .
Demostración: Si f : U −→ R es derivable en x0 , entonces

f (x0 + h) − f (x0 ) = f " (x0 )h + o (h),


h→0

de donde se concluye sin más que tomar lı́mite cuando h → 0. !

Observación: El recı́proco de la proposición anterior no es cierto. Por ejemplo, la función


f : R −→ R definida por f (x) = |x| es continua en x = 0, y sin embargo no es derivable en
dicho punto, como sabemos.
Proposición 5.1.7. Sean U un abierto de R y f, g : U −→ R dos aplicaciones derivables en
el punto x0 ∈ U . Se verifica:
(1) f + g es derivable en x0 y (f + g)"(x0 ) = f " (x0 ) + g " (x0 ).
(2) f g es derivable en x0 y (f g)"(x0 ) = f " (x0 )g(x0 ) + f (x0 )g " (x0 ).
(3) Si además g(x0 ) #= 0, fg es derivable en x0 y su derivada vale
# %"
f f " (x0 )g(x0 ) − f (x0 )g " (x0 )
(x0 ) = .
g g(x0 )2

Demostración: (1)

(f + g)(x0 + h) − (f + g)(x0 ) f (x0 + h) − f (x0 ) g(x0 + h) − g(x0 )


lim = lim + lim =
h→0 h h→0 h h→0 h
= f " (x0 ) + g " (x0 ).

(2)

(f g)(x0 + h) − (f g)(x0 )
lim =
h→0 h
f (x0 + h)g(x0 + h) − f (x0 )g(x0 + h) + f (x0 )g(x0 + h) − f (x0 )g(x0 )
= lim =
h→0 h
# % # %
f (x0 + h) − f (x0 ) g(x0 + h) − g(x0 )
= lim g(x0 + h) + f (x0 ) lim =
h→0 h h→0 h
= f " (x0 )g(x0 ) + f (x0 )g "(x0 ),

ya que por ser g derivable en x0 , es continua en x0 , con lo que lim g(x0 + h) = g(x0 ).
h→0
1
(3) Como g(x0 ) #= 0 y g es continua en x0 , existe g en un cierto entorno de x0 . Además
) * ) *
1 1
g
(x0 + h) − g
(x0 )
lim =
h→0 h
# %
g(x0 ) − g(x0 + h) 1 1
= lim = −g " (x0 ) ,
h→0 h g(x0 + h)g(x0 ) g(x0 )2
Tema V: Cálculo diferencial 171

1
luego g es derivable en x0 , y aplicando el apartado (2) al producto f g1 se concluye. !

Observaciones: 1) De la propiedadad (2) y de ser las constantes funciones derivables con


derivada nula, se deduce que si λ ∈ R y f es derivable en x0 , entonces λf es derivable en x0
y (λf )" (x0 ) = λf " (x0 ).
2) La propiedad anterior junto con (1) pueden ser enunciadas del modo siguiente: el con-
junto de las funciones de U en R derivables en un punto x0 es un R–espacio vectorial E, y la
aplicación Dx0 : E −→ R que asigna a cada función f el valor f " (x0 ) es lineal.
3) Todas las propiedades anteriores pueden enunciarse, en virtud de la proposición 5.1.5,
para funciones diferenciables: Si f y g son dos funciones diferenciables en x0 , también lo son
f + g y f g, y sus diferenciales en dicho punto son, respectivamente, dx0 (f + g) = dx0 f + dx0 g y
dx0 (f g) = g(x0 )dx0 f + f (x0 )dx0 g. Si además g(x0 ) #= 0, entonces fg también es diferenciable
en x0 y # %
f g(x0 )dx0 f − f (x0 )dx0 g
dx0 = .
g g(x0 )2
Más adelante veremos que estas propiedades pueden generalizarse para funciones definidas
en Rn , mientras que las de la derivada no.

Ejemplos: 1) La aplicación f : R −→ R definida por f (x) = xn es derivable y su función


derivada vale f " (x) = nxn−1 .
Lo probaremos por inducción sobre n. El caso n = 1 ya está estudiado; supongamos, pues,
que g(x) = xn−1 es derivable con derivada g " (x) = (n − 1)xn−2 . Como f (x) = xg(x), por el
apartado (2) de la proposición anterior es f " (x) = xg " (x) + g(x) = nxn−1 .
2) El ejemplo anterior junto con las propiedades (1) y (2) de la proposición 5.1.7 demuestran
que toda función polinómica f : R −→ R, f (x) = a0 + a1 x + · · · + an xn es derivable en R, y
que su derivada es f " (x) = a1 + 2a2 x + · · · + nan xn−1 .
sen(x)
3) Como tg(x) = en (0, π2 ), su derivada será
cos(x)

cos2 (x) + sen2 (x) 1


tg" (x) = = .
cos2 (x) cos2 (x)

Ejercicio: Calcular las derivadas de las funciones sec(x), cosec(x), cotg(x), sh(x), ch(x) y
th(x).
Proposición 5.1.8 (Regla de la cadena). Sean U y V abiertos de R; si f : U −→ R es
una aplicación derivable en x0 ∈ U tal que f (U ) ⊆ V y g : V −→ R es derivable en f (x0 ),
entonces la aplicación g ◦ f : U −→ R es derivable en x0 , y además

(g ◦ f )" (x0 ) = g " (f (x0 )) f " (x0 ).

Demostración: Como f es derivable en x0 ,

f (x0 + h) = f (x0 ) + f " (x0 )h + o1 (h),


h→0
172 5.1. Nociones de derivada y diferencial en un punto. Propiedades

y llamando k = f " (x0 )h + o1 (h), será f (x0 + h) = f (x0 ) + k, y como g es derivable en f (x0 ),
h→0

(g ◦ f )(x0 + h) = g(f (x0 ) + k) = g(f (x0)) + g " (f (x0 )) k + o2 (k) =


k→0
" " "
= (g ◦ f )(x0 ) + g (f (x0 ))f (x0 )h + g (f (x0 )) o1 (h) + o2 (k),
h→0 k→0
"
luego basta demostrar que g (f (x0 )) o1 (h) + o2 (k) = o (h).
h→0 k→0 h→0
De la definición de k se deduce que existen constantes positivas M , δ tales que |k| ≤ M |h|
si |h| < δ, con lo que
|o2 (k)| |o2 (k)|
0 ≤ lim ≤ lim M = 0,
h→0 |h| h→0 |k|
ya que si h → 0, entonces k → 0. Esto prueba que o2 (k) = o (h), con lo que se concluye
k→0 h→0
fácilmente. !

Observación: En términos de la diferencial la regla de la cadena se enunciarı́a de la siguiente


forma: Si f : U −→ R es una aplicación diferenciable en x0 ∈ U tal que f (U ) ⊆ V y
g : V −→ R es diferenciable en f (x0 ), entonces la aplicación g ◦ f : U −→ R es diferenciable
en x0 , y además dx0 (g ◦ f ) = df (x0 ) g ◦ dx0 f .

Ejemplo: La función h(x) = sen(x2 ) es la composición de las funciones f (x) = x2 y g(u) =


sen(u), luego
h" (x) = sen" (f (x))f "(x) = cos(x2 )2x.

Proposición 5.1.9. Si f : (a, b) −→ R es continua, inyectiva, derivable en x0 ∈ (a, b) y


1
f " (x0 ) #= 0, entonces su inversa f −1 es derivable en f (x0 ) y (f −1 )" (f (x0 )) = " .
f (x0 )
Demostración: Por el corolario 4.4.8, f −1 existe y es continua en un entorno de x0 . Sea y0 =
f (x0 ); entonces, si para cada k llamamos h = f −1 (y0 +k)−f −1 (y0 ), será k = f (x0 +h)−f (x0 ).
Además, por ser f −1 continua, lim (h) = 0. Entonces
k→0

f −1 (y0 + k) − f −1 (y0 ) h h 1
lim = lim = lim = " . !
k→0 k k→0 f (x0 + h) − f (x0 ) h→0 f (x0 + h) − f (x0 ) f (x0 )

Ejemplos: 1) Sea f (x) = log(x), para x > 0. Su inversa es g(t) = et , luego, si escribimos
1 1 1
x = et , será f " (x) = f " (et ) = " = t = .
g (t) e x
2) Derivada logarı́tmica: Sea f : R −→ R una función positiva y g(x) = log(f (x)); por la
f " (x)
regla de la cadena y el ejemplo anterior, g " (x) = , luego f " (x) = f (x)g "(x).
f (x)
3) Si f (x) = arcsen(x), como su inversa es g(y) = sen(y), será
1 1
arcsen" (x) = =√ .
cos(arcsen(x)) 1 − x2

Ejercicios: 1) Calcular las derivadas de arccos(x) y arctg(x).


2) Sea f (x) = xα , definida para x > 0; calcular f " (x).
Tema V: Cálculo diferencial 173

5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital

Aunque el estudio local de funciones se hará posteriormente, adelantamos aquı́ algunas


nociones necesarias para demostrar el teorema del valor medio, en el que se basan teoremas
tan importantes como la fórmula de Taylor o la regla de L’Hôpital.
Definición 5.2.1.– Se dice que una función f : [a, b] −→ R es creciente en el punto x0 ∈ (a, b)
si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ, entonces

f (x0 − h) < f (x0 ) < f (x0 + h),

y que es monótona creciente en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ, entonces

f (x0 − h) ≤ f (x0 ) ≤ f (x0 + h).

Se dice que f es decreciente en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ, entonces

f (x0 − h) > f (x0 ) > f (x0 + h),

y que es monótona decreciente en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si 0 < h < δ,

f (x0 − h) ≥ f (x0 ) ≥ f (x0 + h).

Es inmediato comprobar que f es decreciente en x0 precisamente si −f es creciente en x0 ,


y que es monótona decreciente en x0 precisamente si −f es monótona creciente en x0 .
Ejemplo: Una función f : (a, b) −→ R es creciente si y sólo si es creciente en todo punto de
(a, b).
Es inmediato que si f es creciente, entonces es creciente en todo punto. Probemos el
recı́proco. Supongamos que f es creciente en todo punto y sean x, y ∈ (a, b) con x < y. Para
cada z ∈ [x, y] existe δz > 0 tal que si t ∈ (z − δz , z), entonces f (t) < f (z) y si t ∈ (z, z + δz ),
entonces f (t) > f (z). Los intervalos {(z − δz , z + δz )} forman un recubrimiento abierto de
[x, y], que es compacto, luego existen z0 , . . . , zn ∈ [x, y] tales que

[x, y] ⊆ (z0 − δ0 , z0 + δ0 ) ∪ · · · ∪ (zn − δn , zn + δn ),

siendo δi = δzi . Podemos suponer además que x = z0 < z1 < · · · < zn = y y que ninguno de
los abiertos contiene a los restantes. Como para cada i = 1, . . . , n existe ti ∈ (zi , zi + δi ) ∩
(zi+1 − δi+1 , zi+1 ), será f (zi ) < f (ti ) < f (zi+1 ), luego f (x) = f (z0 ) < f (z1 ) < · · · < f (zn ) =
f (y).

Observación: Veremos más adelante un ejemplo de función creciente en un punto, a pesar


de no serlo en ningún entorno suyo.
De la definición de derivada de una función en un punto se deduce inmediatamente que si
f : [a, b] −→ R es derivable y creciente en x0 ∈ (a, b), entonces f " (x0 ) ≥ 0, y si es decreciente
en x0 , entonces f " (x0 ) ≤ 0; la proposición siguiente muestra que si las desigualdades son
estrictas, entonces también se verifica el recı́proco.
174 5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital

Proposición 5.2.2. Si f : [a, b] −→ R es derivable en x0 ∈ (a, b) y f " (x0 ) > 0, f es creciente


en x0 . Si f " (x0 ) < 0, f es decreciente en x0 .
Demostración: La segunda parte es consecuencia de la primera, que demostramos seguida-
"
mente. Sea ε = f (x0)
2 ; por definición, existe δ > 0 tal que si |h| < δ, entonces
3 3
3 f (x0 + h) − f (x0 ) 3 f " (x0 )
3 − f "
(x ) 3< .
3 h
0 3 2
Es decir, para |h| < δ se tiene
1 " f (x0 + h) − f (x0 )
f (x0 ) < .
2 h
f " (x0 )
Si h > 0, entonces f (x0 + h) − f (x0 ) > h > 0, luego f (x0 + h) > f (x0 ); si h < 0,
"
2
f (x0 )
entonces f (x0 + h) − f (x0 ) < h < 0, es decir, f (x0 + h) < f (x0 ). Esto prueba que f es
2
creciente en x0 . !
# %
x 1
Ejemplo: La función f : R −→ R definida por f (x) = + x2 sen si x #= 0 y f (0) = 0
2 x
es creciente en x = 0, pero no lo es en ningún entorno de este punto.
Como # # %%
" f (x) − f (0) 1 1 1
f (0) = lim = lim + x sen = > 0,
x→0 x x→0 2 x 2
f es creciente en x = 0.
La derivada de f en cualquier otro punto es
# % # %
" 1 1 1
f (x) = + 2x sen − cos .
2 x x
/ 1 0 ' 1 (
La sucesión πn tiene lı́mite cero, y f " πn = (−1)n+1 + 12 , luego en cualquier entorno de
0 hay puntos en los que f es creciente y en los que es decreciente y por lo tanto f no puede
ser creciente (ni decreciente) en ningún entorno de x = 0.

Definición 5.2.3.– Diremos que f : [a, b] −→ R tiene un máximo relativo en el punto


x0 ∈ (a, b) si existe un δ > 0 tal que f (x) ≤ f (x0 ) para todo x ∈ (x0 − δ, x0 + δ), y que tiene
un mı́nimo relativo en x0 si existe un δ > 0 tal que f (x) ≥ f (x0 ) para todo x ∈ (x0 −δ, x0 +δ).

Observaciones: 1) De la propia definición se deduce que f tiene un mı́nimo relativo en x0


precisamente si −f tiene un máximo relativo en x0 .
2) No deben confundirse los máximos y mı́nimos relativos con el máximo y el mı́nimo de
Im(f ) que existen en el caso de ser f continua (teorema de Weierstrass). Estos últimos reciben
el nombre de máximo y mı́nimo absolutos de f en [a, b].

Ejemplos: 1) La función f : R −→ R definida por f (x) = |x| tiene un mı́nimo relativo en


x = 0.
2) Si x0 ∈ (a, b) es un máximo absoluto de f : [a, b] −→ R, entonces x0 es un máximo
relativo de f .
De la proposición 5.2.2 se deduce el siguiente
Tema V: Cálculo diferencial 175

Corolario 5.2.4. Si f : [a, b] −→ R es derivable en x0 ∈ (a, b) y x0 es un máximo o un


mı́nimo relativo de f , entonces f " (x0 ) = 0.
Demostración: Si f tiene un máximo o un mı́nimo relativo en x0 , no puede ser creciente
ni decreciente en dicho punto, luego ni f " (x0 ) > 0 ni f " (x0 ) < 0; la única posibilidad es, pues,
f " (x0 ) = 0. !

Definición 5.2.5.– Diremos que x0 ∈ (a, b) es un punto crı́tico de la función f : (a, b) −→ R


si f " (x0 ) = 0.

Observaciones: 1) El corolario anterior asegura que los máximos y los mı́nimos relativos
están entre los puntos crı́ticos. El recı́proco no es cierto en general; por ejemplo, si f (x) = x3 ,
es f " (x) = 3x2 , con lo que f " (0) = 0; sin embargo, f es creciente en x = 0, ya que si x < 0,
entonces x3 < 0 y si x > 0, entonces x3 > 0, con lo que el 0 no es máximo ni mı́nimo relativo
de f .
2) Una función puede tener un máximo o mı́nimo relativo en un punto sin ser derivable en
dicho punto; considérese, por ejemplo, f (x) = |x|.
Corolario 5.2.6. Sea f : [a, b] −→ R una función derivable en [a, b]. Si f " (a) < f " (b),
entonces para cada λ ∈ R tal que f " (a) < λ < f " (b) existe un c ∈ (a, b) tal que f " (c) = λ.
Demostración: La función g(x) = f (x) − λx es derivable en [a, b], luego es continua en
[a, b]; además g " (a) < 0 y g " (b) > 0, luego g es creciente en b y decreciente en a. La función
g tiene un mı́nimo absoluto c en [a, b] (Weierstrass), que, según lo anterior, no puede ser a
ni b, luego c ∈ (a, b), con lo que es un mı́nimo relativo y en consecuencia g " (c) = 0, es decir,
f " (c) = λ. !

Observación: Si una función continua toma dos valores en [a, b], toma también todos los
valores intermedios (teorema de Bolzano); como acabamos de ver, la derivada de una función
también verifica dicha propiedad, sin ser necesariamente continua, como prueba el siguiente
ejemplo:
La función  # %
 x + x2 sen 1 si x #= 0
f (x) = 2 x

0 si x = 0
es derivable en R, y su derivada, por el corolario anterior, toma los valores intermedios, pero
no es continua en x = 0 ya que, como vimos, en cualquier entorno de 0 toma los valores −1 2
y 32 .
Teorema 5.2.7 (Teorema de Rolle). Si f : [a, b] −→ R es una función continua en [a, b],
derivable en (a, b) y tal que f (a) = f (b), existe algún punto c ∈ (a, b) tal que f " (c) = 0.
Demostración: La función f es continua en el compacto [a, b], luego por el teorema de
Weierstrass tiene un máximo y un mı́nimo absolutos; si alguno de ellos está en (a, b), será
máximo o mı́nimo relativo y por consiguiente en ese punto f " se anula (corolario 5.2.4). En
otro caso, el máximo y el mı́nimo absolutos se alcanzan en los extremos a y b, puntos en los
que f toma el mismo valor, con lo que f ha de ser constante, y por lo tanto f " = 0. !
176 5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital

El teorema anterior tiene una interpretación geométrica sencilla: si los dos extremos de una
curva que admite tangente en todo punto tienen la misma ordenada, la tangente en alguno
de los puntos intemedios es horizontal.

f (a) = f (b)

a c b
Corolario 5.2.8 (Teorema de los incrementos finitos). Si f, g : [a, b] −→ R son fun-
ciones continuas en [a, b] y derivables en (a, b), existe un punto c ∈ (a, b) tal que
(f (b) − f (a)) g " (c) = (g(b) − g(a)) f " (c).
Demostración: La función h : [a, b] −→ R definida por
h(x) = (f (b) − f (a)) g(x) − (g(b) − g(a)) f (x)
es continua en [a, b], derivable en (a, b) y verifica que h(a) = h(b), luego por el teorema de
Rolle existe un punto c ∈ (a, b) tal que h" (c) = 0, de donde se concluye. !

Observación: Si además de las hipótesis del teorema anterior suponemos que g " (x) #= 0 para
todo x ∈ (a, b), por el teorema de Rolle se tendrá que g(x) #= g(y) para cada par x, y ∈ [a, b]
con x #= y, con lo cual en este caso el resultado anterior puede escribirse
f (b) − f (a) f " (c)
= " .
g(b) − g(a) g (c)
Corolario 5.2.9 (Teorema del valor medio). Sea f : [a, b] −→ R una función continua
en [a, b] y derivable en (a, b). Existe c ∈ (a, b) tal que
f (b) − f (a)
= f " (c).
b−a
Demostración: Aplı́quese el corolario anterior a f y a g(x) = x. !
El teorema del valor medio afirma que existe algún punto de la curva tal que la tangente
en dicho punto es paralela a la cuerda que une sus extremos.
f (b)

f (a)

a c b
Tema V: Cálculo diferencial 177

Observaciones: 1) El teorema de Rolle es un corolario inmediato del teorema del valor


medio, lo que prueba que los tres teoremas anteriores son equivalentes.
2) El corolario 5.2.8 es una generalización del teorema del valor medio, que es cronológica-
mente anterior.
Corolario 5.2.10. Si f : [a, b] −→ R es una función continua en [a, b], derivable en (a, b) y
tal que f " (x) = 0 para todo x ∈ (a, b), entonces es constante en [a, b].
Demostración: Dados x, y ∈ [a, b] con x #= y, por el teorema del valor medio existe c ∈ (x, y)
tal que
f (y) − f (x)
= f " (c) = 0,
y−x
luego f (x) = f (y), lo que prueba que f es constante. !
Teorema 5.2.11 (regla de L’Hôpital). Sean f, g : (a, b) −→ R funciones derivables en
(a, b) con g(x) #= 0 y g " (x) #= 0 para todo x ∈ (a, b). Supongamos además que lim f (x) =
x→a
lim g(x) = 0 ó que lim f (x) y lim g(x) valen +∞ ó −∞ (no necesariamente iguales). Se
x→a x→a x→a
tiene que:
# " % # %
f (x) f (x)
(1) Si lim existe, entonces lim también existe y
x→a g " (x) x→a g(x)
# % # %
f (x) f " (x)
lim = lim
x→a g(x) x→a g " (x)
# % # %
f " (x) f (x)
(2) Si lim = +∞, entonces lim = +∞.
x→a g " (x) x→a g(x)
% #
f " (x)
Demostración: (1) Sea A = lim .
x→a g " (x)
Supongamos en primer lugar que lim f (x) = lim g(x) = 0. Definiendo f (a) = g(a) = 0, se
x→a x→a
tendrá que f y g son funciones continuas en [a, b), y por lo tanto para cada x ∈ (a, b), f y g
son continuas en [a, x] y derivables en (a, x). Utilizando el teorema de los incrementos finitos,
se tendrá que para cada x ∈ (a, b) existe cx ∈ (a, x) tal que

f (x) f (x) − f (a) f " (cx )


= = " .
g(x) g(x) − g(a) g (cx )
# %
f " (cx )
Como lim (cx ) = a, lim = A, lo que prueba, según la igualdad anterior, que
# x→a % x→a g " (cx )
f (x)
lim existe y vale A.
x→a g(x)
Supongamos ahora que los lı́mites lim f (x) y lim g(x) son infinitos. Sea ε > 0; existirá
x→a x→a
δ > 0 tal que si a < t < a + δ, entonces

f " (t)
(1) A−ε < < A + ε.
g " (t)
178 5.2. Teoremas de Rolle y del valor medio. Regla de L’Hôpital

Fijemos y0 ∈ (a, a + δ); para cada x ∈ R con a < x < y0 , por el teorema de los incrementos
finitos, existirá cx ∈ (x, y0 ) tal que

f (y0 ) − f (x) f " (cx )


= " ;
g(y0 ) − g(x) g (cx )

ahora bien, como cx ∈ (a, a + δ), se tendrá, según (1), que

f (y0 ) − f (x)
A−ε< <A+ε
g(y0 ) − g(x)

para todo x ∈ (a, y0 ). Como lim f (x) es +∞ ó −∞, reduciendo y0 si fuese preciso, podemos
x→a
suponer que f (x) #= 0 y g(x) #= 0 cuando x ∈ (a, y0 ), luego la desigualdad anterior se puede
escribir

f (y0 ) − f (x)
f (x) f (x)
(2) A−ε< <A+ε
g(y0 ) − g(x) g(x)
g(x)

para todo x ∈ (a, y0 ). Como  


g(y0 ) − g(x)
 g(x) 
lim   = 1,
x→a  f (y0 ) − f (x) 
f (x)
ya que el numerador y el denominador tienen lı́mite −1 (por ser lim f (x) y lim g(x) infinitos),
x→a x→a
reduciendo aún más, si fuese preciso, y0 tendremos que

g(y0 ) − g(x)
g(x)
>0
f (y0 ) − f (x)
f (x)

para todo x ∈ (a, y0 ), con lo que, multiplicando por esta fracción en la desigualdad (2)
llegamos a que
g(y0 ) − g(x) g(y0 ) − g(x)
g(x) f (x) g(x)
(A − ε) < < (A + ε)
f (y0 ) − f (x) g(x) f (y0 ) − f (x)
f (x) f (x)
para todo x ∈ (a, y0 ). Puesto que el término de la izquierda de esta desigualdad tiene lı́mite
A − ε y el de la derecha A + ε, existirá c ∈ (a, y0 ) tal que para todo x ∈ (a, c) es

f (x)
A − 2ε < < A + 2ε,
g(x)
Tema V: Cálculo diferencial 179
# %
f (x)
lo que prueba que lim = A.
x→a g(x) # " %
f (x)
(2) Supongamos ahora que lim = +∞.
x→a g " (x)
El caso en que lim f (x) = lim g(x) = 0 se demuestra exactamente igual que el correspon-
x→a x→a
diente del apartado (1).
Supongamos entonces que lim f (x) y lim g(x) son infinitos, y sea M > 0. Existirá δ > 0
x→a x→a
tal que si a < t < a + δ, entonces
f " (t)
> 2M.
g " (t)
Fijando y0 < a + δ como antes, para cada x con a < x < y0 < a + δ, por el teorema de los
incrementos finitos, existirá cx ∈ (x, y0 ) tal que

f (y0 ) − f (x) f " (cx )


= " ,
g(y0 ) − g(x) g (cx )

y como cx ∈ (a, a + δ), se tendrá que

f (y0 ) − f (x)
> 2M
g(y0 ) − g(x)

para todo x ∈ (a, y0 ), y procediendo como antes, esto se puede escribir como

f (y0 ) − f (x)
f (x) f (x)
(3) > 2M,
g(y0 ) − g(x) g(x)
g(x)

reduciendo y0 si fuese necesario. También con el mismo razonamiento anterior será

g(y0 ) − g(x)
g(x) 1
>
f (y0 ) − f (x) 2
f (x)

para x ∈ (a, y0 ), con lo que al multiplicar en (3) se obtiene que existe# y0 >%a tal que si
f (x) f (x)
x ∈ (a, y0 ), entonces > M , lo que demuestra que efectivamente lim = +∞. !
g(x) x→a g(x)

Observaciones: 1) El criterio vale también para b en lugar de a.


También vale si a = −∞
# ó b%= +∞, con análoga#demostración.%
f (x) f " (x)
2) Puede existir lim sin que exista lim . Por ejemplo, si
x→a g(x) x→a g " (x)
# %
2 1
f (x) = x sen y g(x) = x,
x
180 5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor

el primer lı́mite vale 0 y el segundo no existe.


# % # %
sen(αx) α cos(αx) α
Ejemplos: 1) lim = lim = .
x→0 βx
# %x→0 #β % β # %
log(x) 1/x 1
2) Sea α > 0; lim = lim = lim =0
#
x→+∞
% xα # x→+∞ αx%α−1 x→+∞ αxα
(1 + x)α − 1 α(1 + x)α−1
3) lim = lim = α.
x→0 x x→0 1

5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor

El problema que se plantea en este punto es la aproximación de una función por un poli-
nomio en el entorno de un punto. Ya conocemos dos fórmulas de este tipo:
Si f : U −→ R es diferenciable en el punto x0 ∈ U , por definición

f (x0 + h) = f (x0 ) + f " (x0 )h + o (h),


h→0

luego el polinomio f (x0 ) + f " (x0 )h aproxima a f (x0 + h); el problema es que o (h) es
h→0
desconocido.
Por otra parte, según el teorema del valor medio,

f (x0 + h) = f (x0 ) + f " (c)h,

donde c = x0 + th y 0 < t < 1; en este caso c es desconocido y por lo tanto el polinomio que
aproxima es sólo f (x0 ), con lo que la aproximación es peor que la anterior; pero tiene una
ventaja: si se conoce una cota M de |f " (x)| en un entorno (x0 − δ, x0 + δ), se puede acotar el
error cometido en la aproximación pues para |h| < δ será

|f (x0 + h) − f (x0 )| ≤ M |h|.

Lo que vamos a hacer seguidamente es generalizar las dos fórmulas anteriores.


Definición 5.3.1.– Sean U un abierto de R, f : U −→ R una función derivable, y f " su
función derivada. Si la función f " es derivable en U , diremos que f es dos veces derivable
en U ; su derivada será llamada derivada segunda de f , y denotada por f "" . Reiterando el
proceso, llamaremos derivada n-ésima de f a f (n = (f (n−1 )" .
Dado n ∈ N, diremos que f : U −→ R es de clase C n en U , y escribiremos f ∈ C n (U ), si
es derivable n veces en U y f (n es continua.
Diremos que f es de clase C ∞ en U , y escribiremos f ∈ C ∞ (U ), si f ∈ C n (U ) para todo
n ∈ N.
Diremos que f es de clase C 0 en U y escribiremos f ∈ C 0 (U ), si f es continua en U .

Ejemplos: 1) Los polinomios, la función exponencial y las funciones seno y coseno son de
clase C ∞ en R.
Tema V: Cálculo diferencial 181
' (
2) La función f : R −→ R definida por f (x) = x2 sen x1 si x #= 0 y f (0) = 0 es derivable,
pero no de clase C 1 en R, pues su derivada no es continua en el 0.

Observación: De la proposición 5.1.6 se deduce que si f es derivable n + 1 veces, entonces


es de clase C n .
Con el fin de dar un enunciado más claro al teorema fundamental de la aproximación de fun-
ciones (fórmula de Taylor), planteamos nuestro problema desde el punto de vista geométrico.
Sea f : (a, b) −→ R una función derivable en el punto x0 ; de las rectas que pasan por el
punto (x0 , f (x0 )) la tangente a la curva y = f (x) es la que más se aproxima a ella en un
entorno del punto x0 ; podrı́amos decir que la tangente tiene con la curva un contacto mayor
que cualquier otra recta que pase por el punto (x0 , f (x0 )). Lo que queremos hacer ahora es
estudiar si aproximando por curvas polinómicas de grados 2,3,..., etc. en lugar de rectas, se
puede obtener mayor contacto o aproximación con la curva y = f (x) en un entorno del punto
x0 .
Definición 5.3.2.– Diremos que las funciones f, g : U −→ R tienen un contacto de orden
mayor o igual que n en el punto x0 ∈ U si f (x) − g(x) = o ((x − x0 )n ), es decir, si
x→x0

f (x) − g(x)
lim = 0.
x→x0 (x − x0 )n

Ejemplo: Si f : U −→ R es derivable en x0 ∈ U y definimos g : U −→ R por g(x) =


f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ), las funciones f y g tienen un contacto de orden mayor o igual que 1
en x0 .
Teorema 5.3.3 (Fórmula de Taylor). Sea U un abierto de R, f ∈ C n (U ) y x0 ∈ U .
Existe un único polinomio de grado menor o igual que n que tiene un contacto de orden mayor
o igual que n con f en x0 . Dicho polinomio vale
n
; f (k (x0 )
P (x) = (x − x0 )k .
k!
k=0

Se tendrá ası́ que


f "" (x0 ) f (n (x0 )
f (x) = f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ) + (x − x0 )2 + · · · + (x − x0 )n + o ((x − x0 )n ) .
2! n! x→x0

A esta expresión se le denomina desarrollo de Taylor de orden n de la función f en el punto


x0 .
Demostración: Veamos en primer lugar que si un polinomio de grado menor o igual que n
cumple las condiciones del enunciado, entonces sus coeficientes están completamente deter-
minados, lo cual probarı́a la unicidad.
<
n
Supongamos, pues, que el polinomio P (x) = ak (x − x0 )k tiene un contacto con f de
k=0
orden mayor o igual que n en el punto x = x0 . Entonces
f (x) − P (x)
lim = 0,
x→x0 (x − x0 )n
182 5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor

y como lim (x − x0 )n = 0, debe ser f (x0 ) − P (x0 ) = lim (f (x) − P (x)) = 0, y entonces
x→x0 x→x0
0
a0 = P (x0 ) = f (x0 ). Tenemos ası́ un lı́mite indeterminado del tipo 0, como los estudiados
en la regla de L’Hôpital.
Consideremos el cociente
f " (x) − P " (x)
;
n(x − x0 )n−1
si n > 1, lim n(x − x0 )n−1 = 0, y por ser f " y P " continuas, lim (f " (x) − P " (x)) = f " (x0 ) −
x→x0 x→x0
" " "
P (x0 ). Si no fuera f (x0 ) = P (x0 ), serı́a
# %
f " (x) − P " (x)
lim = ∞,
x→x0 n(x − x0 )n−1

luego, por la regla de L’Hôpital, también serı́a


# %
f (x) − P (x)
lim = ∞,
x→x0 (x − x0 )n

en contra de lo supuesto; por lo tanto debe ser

f " (x0 ) = P " (x0 ) = a1 .

Repitiendo lo hecho para los lı́mites


# %
f (k (x) − P (k (x)
lim
x→x0 n(n − 1) . . . (n − k + 1)(x − x0 )n−k

con 1 ≤ k < n, dado que el lı́mite del denominador sigue siendo 0 y el del numerador vale
f (k (x0 ) − P (k (x0 ) (por ser f (k y P (k continuas), si éste no fuera 0, por la regla de L’Hôpital,
el lı́mite de partida serı́a ∞, lo cual contradice lo supuesto, y por lo tanto es

f (k (x0 ) = P (k (x0 ) = k!ak .

Para k = n queda el cociente


f (n (x) − P (n (x)
;
n!
en este caso el denominador tiene lı́mite n! y el numerador tiene lı́mite f (n (x0 ) − P (n (x0 ) (por
ser f (n y P (n continuas), luego
# %
f (n (x) − P (n (x) f (n (x0 ) − P (n (x0 )
lim = ,
x→x0 n! n!

y aplicando la regla de L’Hôpital n veces resulta que


# %
f (x) − P (x) f (n (x0 ) − P (n (x0 )
0 = lim = ;
x→x0 (x − x0 )n n!
Tema V: Cálculo diferencial 183

luego debe ser


f (n (x0 ) = P (n (x0 ) = an n!.
Esto prueba que, si existe, P (x) tiene que ser el polinomio del enunciado.
Para demostrar la existencia comprobemos que el polinomio

f "" (x0 ) f (n (x0 )


P (x) = f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ) + (x − x0 )2 + · · · + (x − x0 )n
2! n!
tiene un contacto de orden mayor o igual que n con f en x0 . Por aplicación sucesiva de la
regla de l’Hôpital se tiene que:
# % # %
f (n (x) − P (n (x) f (n−1 (x) − P (n−1 (x)
0 = lim = lim = ··· =
x→x0 n! x→x0 n(n − 1) . . . 2(x − x0 )
# %
f (x) − P (x)
= lim . !
x→x0 (x − x0 )n

Observación: Si x0 = 0 el desarrollo anterior se denomina desarrollo de McLaurin de orden


n de f , y será:

f "" (0) 2 f (n (0) n


f (x) = f (0) + f " (0)x + x +···+ x + o (xn )
2! n! x→0

Ejemplos: 1) Derivando y utilizando que sen(0) = 0, cos(0) = 1 y e0 = 1, se obtienen los


desarrollos de McLaurin del seno, el coseno y la exponencial:

x3 n x
2n+1
sen(x) = x − + · · · + (−1) + o (x2n+1 )
3! (2n + 1)! x→0
x2 x2n
cos(x) = 1 − + · · · + (−1)n + o (x2n )
2! (2n)! x→0
x2 xn
ex = 1 + x + +···+ + o (xn ).
2! n! x→0
2) Consideremos la función
1 2
e−1/x si x #= 0
f (x) =
0 si x = 0

Esta función es de clase C ∞ en R y todas sus derivadas en x0 = 0 son nulas. Hagamos los
cálculos para la primera; análogamente se procederı́a para las restantes. Usando la regla de
L’Hôpital será:
2
" e−1/x 1/x −1/x2 x
f (0) = lim = lim 1/x2 = lim 1/x2 3
= lim 1/x2 = 0.
x→0 x x→0 e x→0 −2e /x x→0 2e
184 5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor

Entonces el polinomio de Taylor de cualquier orden de f (x) en el origen es el polinomio 0 y


el desarrollo de Taylor de orden n de f es f (x) = o (xn ).
x→0

Ejercicio: Probar que el desarrollo de Taylor del arctg(x) es


x3 x5 x2n+1
arctg(x) = x − + − · · · + (−1)n + o (x2n+1 ).
3 5 2n + 1 x→0

Como se verá más adelante, la fórmula de Taylor es útil para estudiar el comportamiento
de una función en el entorno de un punto.
Otra utilidad es su aplicación al cálculo de lı́mites: si f y g son dos funciones de clase
n
C en un entorno de x0 tales que lim f (x) = lim g(x) = 0, en lugar de aplicar la regla de
# x→x
%0 x→x0
f (x)
L’Hôpital para calcular lim , hay ocasiones en las que los cálculos son más breves si
x→x0 g(x)
se desarrollan f y g y se calcula entonces el lı́mite.
ex sen(x) − x(1 + x)
Ejemplos: 1) Calculemos lim .
x→0 x3
# %# %
x2 2 x3 3
1+x+ + o(x ) x− + o(x ) − x(1 + x)
ex sen(x) − x(1 + x) 2 6
lim = lim =
x→0 x3 x→0 x3
x3 x3
x + x2 − x(1 + x) + − + o(x3 ) 1 1 1
= lim 2 6 = − = .
x→0 x3 2 6 3
sen(sen(x)) − arctg(x)
2) Calculemos lim .
x→0 x5
Vamos, en primer lugar, a obtener el desarrollo de sen(sen(x))
# %
x3 x5 5
sen(sen(x)) = sen x − + + o(x ) =
6 120
# % # %3 # %5
x3 x5 5 1 x3 x5 5 1 x3 x5 5
= x− + + o(x ) − x− + + o(x ) + x− + + o(x ) +
6 120 6 6 120 120 6 120
?# %5 @
x3 x5 x3 x5
+o x− + + o(x5 ) =x− + + o(x5 ).
6 120 3 10

Sustituyendo la anterior expresión en el lı́mite de partida se obtiene

sen(sen(x)) − arctg(x)
lim =
x→0 x5
# % # %
x3 x5 5 x3 x5 5
x− + + o(x ) − x − + + o(x )
3 10 3 5
= lim =
x→0 x5
x5
− + o(x5 ) 1
= lim 10 5 =− .
x→0 x 10
Tema V: Cálculo diferencial 185

La diferencia entre la función y el polinomio de Taylor (que es un o ((x − x0 )n ) puede


x→x0
conocerse explı́citamente si la función admite una derivada más. En concreto:
Teorema 5.3.4. (Resto de Lagrange). Si U es un abierto de R, x0 ∈ U , f : U −→ R es
derivable n + 1 veces en U y P (x) es su polinomio de Taylor de orden n en el punto x0 , para
cada x ∈ U existe un c = x0 + t(x − x0 ), con 0 < t < 1, tal que

f (n+1 (c)
f (x) = P (x) + (x − x0 )n+1 .
(n + 1)!

A la diferencia entre f (x) y P (x) ası́ obtenida se le denomina resto de Lagrange del desar-
rollo de Taylor de f de orden n en x0 , y consiste en “tomar un término más del polinomio
de Taylor en un punto intermedio c”.
Demostración: Sean R(x) = f (x) − P (x) y g(x) = (x − x0 )n+1 . Es claro que

R(x0 ) = R" (x0 ) = · · · = R(n (x0 ) = g(x0 ) = g " (x0 ) = · · · = g (n (x0 ) = 0;

por el teorema de los incrementos finitos existe un c1 = x0 + t1 (x − x0 ), con 0 < t1 < 1, tal
que
R(x) R(x) − R(x0 ) R" (c1 )
= = " ;
g(x) g(x) − g(x0 ) g (c1 )
por la misma razón existe un c2 = x0 + t2 (c1 − x0 ) tal que

R(x) R" (c1 ) R" (c1 ) − R" (x0 ) R"" (c2 )


= " = " = ;
g(x) g (c1 ) g (c1 ) − g " (x0 ) g "" (c2 )

repitiendo el argumento n veces, resulta que existe cn+1 = x0 +tn+1 (cn −x0 ), con 0 < tn+1 < 1,
tal que

R(x) R" (c1 ) R(n (cn ) R(n (cn ) − R(n (x0 ) R(n+1 (cn+1 )
= " = · · · = (n = (n = (n+1 .
g(x) g (c1 ) g (cn ) g (cn ) − g (n (x0 ) g (cn+1 )

Pero R(n+1 (cn+1 ) = f (n+1 (cn+1 ) − P (n+1 (cn+1 ) = f (n+1 (cn+1 ), porque P es un polinomio de
grado n, y g (n+1 (cn+1 ) = (n + 1)!, luego llamando c = cn+1 , es claro que c = x0 + t(x − x0 ),
con 0 < t < 1, y se obtiene la fórmula del enunciado. !

Ejemplos: 1) Sea f (x) = ex . Utilizando el desarrollo de Taylor en x0 = 0 ya calculado, dado


x ∈ R existe un c = tx, con 0 < t < 1, tal que

x2 xn ec xn+1
ex = 1 + x + +···+ + .
2! n! (n + 1)!

2) Sea f : (−1, +∞) −→ R definida como f (x) = log(1 + x). Entonces f " (x) = (1 + x)−1 ,
luego f es de clase C ∞ en (−1, +∞) y

f "" (x) = −(1 + x)−2 , . . . , f (n (x) = (−1)n−1 (n − 1)!(1 + x)−n ;


186 5.3. Derivadas sucesivas. Fórmula de Taylor

en particular
f (n (0) (−1)n−1 (n − 1)! (−1)n−1
= = ,
n! n! n
luego
x2 (−1)n−1 xn (−1)n xn+1
log(1 + x) = x − +···+ +
2 n (n + 1)(1 + c)n+1
con c = tx, 0 < t < 1.
3) Sea ahora f : (−1, +∞) −→ R la función definida por f (x) = (1 + x)α , con α ∈ R.
Para cada n ∈ N es

f (n (x) = α(α − 1) . . . (α − n + 1)(1 + x)α−n ,

luego la función es de clase C ∞ en su dominio de definición. Además, si escribimos


# %
α α(α − 1) . . . (α − n + 1)
=
n n!
' (
para n ≥ 1 y α0 = 1, resulta que
# %
f (n (0) α
= ,
n! n
de donde
# % # % # %
α α α n α
(1 + x) = 1 + x+···+ x + xn+1 (1 + c)α−n−1
1 n n+1

con c = tx (0 < t < 1).

Observación: Si f (n+1 está acotada en un entorno de x0 (esto ocurre, por ejemplo, si f (n+1
es continua, por el teorema de Weierstrass), el resto de Lagrange permite acotar el error
cometido al aproximar f (x) por su desarrollo de Taylor de orden n en x0 . En efecto, si
M δ n+1
|f (n+1 (x)| ≤ M para |x − x0 | < δ, será |f (x) − P (x)| < .
(n + 1)!
Por ejemplo, calculemos e con un error menor que 10−5 . La diferencia entre e y el polinomio
de Taylor de orden n, calculado en el ejemplo 1) anterior, debe ser menor que 10−5 , y como
# %
1 1 ec 3
0 < e− 1+1+ +···+ = <
2! n! (n + 1)! (n + 1)!

basta tomar n = 8. En este caso la suma vale


1 1
1+1+ +···+ = 2" 7182787 . . .
2! 8!
cuyos primeros cuatro decimales coinciden con los de e (de hecho e = 2" 718281828 . . . ).
Tema V: Cálculo diferencial 187

5.4. Aplicación de la fórmula de Taylor


al estudio local de funciones

En esta sección completamos el estudio del comportamiento de una función en el entorno


de un punto.
Recuérdese en primer lugar que la condición f " (x0 ) = 0 es necesaria, pero no suficiente,
para la existencia de un máximo o un mı́nimo relativo en el punto x0 ∈ (a, b); la fórmula de
Taylor nos permitirá dar condiciones suficientes, y decir además si el punto crı́tico x0 es un
máximo o un mı́nimo. En este sentido, la proposición siguiente generaliza la 5.2.2.
Proposición 5.4.1. Sea f : (a, b) −→ R una función de clase C ∞ y x0 ∈ (a, b). Entonces:
(1) Si la primera derivada no nula de f en x0 es de orden par y positiva, entonces f tiene
un mı́nimo relativo en x0 ; si es de orden par y negativa, f tiene un máximo relativo
en x0 .
(2) Si la primera derivada no nula de f en x0 tiene orden impar y es positiva, entonces
f es creciente en x0 ; si es de orden impar y negativa, f es decreciente en x0 .
(3) Si todas las derivadas de f son nulas en x0 , f puede tener un máximo o un mı́nimo
relativos o puede ser creciente o decreciente en x0 .

Demostración: Sea n el orden de la primera derivada de f no nula en x0 . El desarrollo de


Taylor de orden n de f en x0 será

f (n (c)
f (x) = f (x0 ) + (x − x0 )n ,
n!

donde c = x0 + t(x − x0 ) con 0 < t < 1. Como f (n es continua, existe un δ > 0 tal que en el
intervalo (x0 − δ, x0 + δ) dicha función no cambia de signo. Si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ), entonces
c ∈ (x0 − δ, x0 + δ) y por tanto
# % ) *
f (n (c)
signo(f (x) − f (x0 )) = signo (x − x0 )n = signo f (n (x0 )(x − x0 )n
n!

Analicemos los casos posibles:


(1) Si n es par, (x − x0 )n es siempre positivo o cero, luego:
a) Si f (n (x0 ) > 0, entonces f (x) − f (x0 ) ≥ 0 para |x − x0 | < δ, con lo que x0 es un mı́nimo
relativo.
b) Si f (n (x0 ) < 0, entonces f (x) − f (x0 ) ≤ 0 para |x − x0 | < δ, con lo que x0 es un máximo
relativo.
(2) Si n es impar, (x − x0 )n es negativo si x0 − δ < x < x0 y positivo si x0 < x < x0 + δ,
y una discusión similar a la anterior prueba lo pedido.
(3) Consideremos las funciones

−1/x2
1 2
e−1/x si x #= 0  −e
 si x < 0
f (x) = y g(x) = 0 si x = 0
0 si x = 0 
 −1/x2
e si x > 0
188 5.4. Aplicación de la fórmula de Taylor al estudio local de funciones

En el punto 0, f tiene un mı́nimo relativo, −f un máximo relativo, g es creciente y −g es


decreciente, mientras que todas las derivadas de estas funciones son nulas en dicho punto. !

Definición 5.4.2.– Sea f : (a, b) −→ R una función derivable en x0 ∈ (a, b). Diremos que
f es convexa en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ), entonces
f (x) ≥ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
Se dice que f es cóncava en el punto x0 si existe un δ > 0 tal que si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ),
entonces f (x) ≤ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).

x0 x0
Convexa Cóncava

Observaciones: 1) Dado que la tangente en el punto (x0 , f (x0 )) a la curva y = f (x) tiene
por ecuación y = f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ), la función f es convexa en x0 si en un entorno de x0
la gráfica de f está por encima de su tangente en dicho punto, y cóncava si está por debajo.
Si definimos la función ψ : (a, b) −→ R por ψ(x) = f (x) − f (x0 ) − f " (x0 )(x − x0 ), se tendrá
que f es convexa cuando ψ tenga un mı́nimo en relativo en x0 , y cóncava cuando tenga un
máximo relativo en dicho punto.
2) f es cóncava si −f es convexa.
3) No existe acuerdo sobre esta terminologı́a, de manera que lo que para algunos textos es
cóncavo para otros es convexo.

Definición 5.4.3.– Sea f : (a, b) −→ R una función derivable en x0 ∈ (a, b). Diremos que f
tiene una inflexión ascendente en el punto x0 si existe δ > 0 tal que si x ∈ (x0 −δ, x0 ), entonces
f (x) ≤ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ) y si x ∈ (x0 , x0 + δ), entonces f (x) ≥ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).
Se dice que f tiene una inflexión descendente en el punto x0 si existe δ > 0 tal que si
x ∈ (x0 − δ, x0 ), entonces f (x) ≥ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ) y si x ∈ (x0 , x0 + δ), entonces
f (x) ≤ f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 ).

x0 x0
Inflexión ascendente Inflexión descendente
Tema V: Cálculo diferencial 189

Observaciones: 1) f tendrá una inflexión ascendente en x0 cuando la función ψ de la ob-


servación 1) anterior sea creciente en x0 , y una inflexión descendente en x0 cuando ψ sea
decreciente en x0 .
2) f tiene una inflexión ascendente en x0 si y sólo si −f tiene una inflexión descendente
en x0 .
La proposición 5.4.1 se traduce para la concavidad en la siguiente:
Proposición 5.4.4. Sea f : (a, b) −→ R una función de clase C ∞ y x0 ∈ (a, b). Entonces:
(1) Si la primera derivada no nula de f de orden mayor que 1 en x0 es de orden par y
positiva, f es convexa en x0 ; si es de orden par y negativa, f es cóncava en x0 .
(2) Si la primera derivada de f de orden mayor que 1 no nula en x0 tiene orden impar y
es positiva, f tiene una inflexión ascendente en x0 ; si es de orden impar y negativa,
f tiene una inflexión descendente en x0 .
(3) Si todas las derivadas de f son nulas en x0 , f puede ser cóncava, convexa o tener un
punto de inflexión en x0 .

Demostración: Sea ψ(x) = f (x) − (f (x0 ) + f " (x0 )(x − x0 )); como ψ " (x0 ) = 0 y para n > 1
ψ (n (x0 ) = f (n (x0 ), aplicando la proposición 5.4.1 se concluye. !

Ejemplo: Sea f : R −→ R la función definida por f (x) = 3x4 − 16x3 + 30x2 − 24x + 6.
Vamos a aplicar a f los resultados que acabamos de obtener.
Calculemos en primer lugar los puntos crı́ticos de f :

f " (x) = 12x3 − 48x2 + 60x − 24 = 12(x − 1)2 (x − 2),

luego los puntos crı́ticos de f son x = 1 y x = 2. Veamos si son máximos o mı́nimos relativos:

f "" (x) = 36x2 − 96x + 60,

luego f "" (1) = 0 y f "" (2) = 12 > 0 y por tanto x = 2 es un mı́nimo relativo de f . Para estudiar
el punto x = 1 hay que seguir derivando:

f """ (x) = 72x − 96;

en particular es f """ (1) = −24 < 0, por lo que f tiene una inflexión descendente en x = 1.
Por otra parte, f " es negativa en el intervalo (−∞, 2) y positiva en (2, +∞), por lo que f
es decreciente en (−∞, 2) y creciente en (2, +∞).
En cuanto a la convexidad o concavidad de f , tenemos:

5
f "" (x) = 12(x − 1)(x − ),
3

luego los posibles puntos de inflexión son 1 y 53 . Ya hemos visto que hay una inflexión
descendente en x = 1. Como por otra parte es f """ ( 53 ) = 24 > 0, en el punto x = 53 la función
f tiene una inflexión ascendente, a pesar de que f sea decreciente en 53 . De esto se deduce
190 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

que f es convexa en (−∞, 1), cóncava en (1, 53 ) y convexa en ( 53 , +∞). Su representación


aproximada es, por tanto:

3
2
1 5
1 3 2

-1
-2

5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

Hemos comenzado este tema con el problema geométrico de calcular la recta tangente a la
gráfica de una función f : (a, b) −→ R en un punto (x0 , f (x0 )), llegando ası́ a la definición de
derivada. La pregunta ahora es la siguiente: ¿Se puede generalizar esto al caso de la gráfica
de una función f : Rn −→ R?
Sea U un abierto de Rn y x0 un punto de U . Desde luego, la definición de derivada de f
en x0 no se puede generalizar, porque habrı́a que dividir un número real por x − x0 , que es
un punto de Rn , lo cual no tiene sentido.
Una posibilidad de generalizar la definición al caso de Rn es la siguente: dado e ∈ Rn , la
restricción de f a la recta que pasa por x0 y tiene a e como vector director es ya una función
de R en R, y como tal se puede estudiar su derivabilidad; tiene, pues, sentido dar la siguiente
Definición 5.5.1.– Sea U un abierto de Rn , x0 ∈ U , f : U −→ R una aplicación y e ∈ Rn .
Diremos que f es derivable en x0 con el vector e si existe

f (x0 + te) − f (x0 )


lim ,
t→0 t
y en este caso dicho lı́mite se llama derivada de f en x0 con el vector e y se denota Dx0 ,e (f ).

e
x0
Tema V: Cálculo diferencial 191

Observación: En el caso particular en que :e: = 1, el número Dx0 ,e (f ) se llama derivada


direccional de f en la dirección del vector e.

Ejemplos: 1) Sea f : R2 −→ R definida por


 xy
 : si (x, y) #= (0, 0)
f (x, y) = x2 + y 2

0 si (x, y) = (0, 0)

Sean x0 = (0, 0) y e = (a, b) #= (0, 0).


tatb
:
f (ta, tb) − f (0, 0) (ta)2 + (tb)2 ab
Dx0 ,e (f ) = lim = lim = √ ,
t→0 t t→0 t a + b2
2

luego f es derivable con cualquier vector en (0, 0).


2) Sea g : R2 −→ R definida por
 2
 xy si (x, y) #= (0, 0)
g(x, y) = x2 + y 4

0 si (x, y) = (0, 0)

Sean x0 = (0, 0) y e = (a, b) #= (0, 0).

g(ta, tb) − g(0, 0) tat2 b2 ab2


Dx0 ,e (g) = lim = lim 2 2 = lim ,
t→0 t t→0 t(t a + t4 b4 ) t→0 a2 + t2 b4

b2
que vale 0 si a = 0 y a si a #= 0, con lo que g es derivable en (0, 0) con cualquier vector.

Definición 5.5.2.– Sean U ⊂ Rn abierto y f : U −→ R. Si {e1 , . . . , en } es una#base %de Rn ,


∂f
a Dx0 ,ek (f ) se le llama derivada parcial de f respecto de xk en x0 y se denota .
∂xk x0
# %
∂f
Si para todo x0 ∈ U existe , se llama derivada parcial de f respecto de xk a la
∂xk x0
función
∂f
: U −→ R
∂xk
# %
∂f
x0 0−→ .
∂xk x0

Observaciones: 1) El nombre es debido a que si se toma una base {e1 , . . . , en } de Rn , dado


e = x1 e1 + · · · + xn en , si escribimos f (e) = f (x1 , . . . , xn ), la derivada parcial de f respecto
de xk se obtiene de la siguiente manera
# %
∂f f (x1 , . . . , xk + t, . . . , xn ) − f (x1 , . . . , xn )
(x0 ) = lim ,
∂xk t→0 t
192 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

es decir, derivando f como función únicamente de xk , considerando constantes el resto de las


variables.
2) Para poder hablar de derivadas parciales hay que fijar una base de Rn : si se cambia
alguno de los vectores de la base, también cambian las derivadas parciales. Salvo que se diga
lo contrario siempre supondremos que la base es la usual de Rn .

Ejemplos: 1) Calculemos por ejemplo las derivadas parciales de la función f : R3 −→ R


definida por f (x, y, z) = x2 y 3 z

# %
∂f f ((x0 , y0 , z0 ) + t(1, 0, 0)) − f (x0 , y0 , z0 )
= lim =
∂x (x0 ,y0 ,z0 )
t→0 t
(x0 + t)2 y03 z0 − x20 y03 z0
lim = 2x0 y03 z0 ,
t→0 t

∂f
y por lo tanto = 2xy 3 z.
∂x
Haciendo uso de la observación 1), el resultado anterior es inmediato. Análogamente se
tendrá que

∂f ∂f
= 3x2 y 2 z y = x2 y 3 .
∂y ∂z

2) En los dos ejemplos de la definición 5.5.1 las derivadas parciales de f y g en (0, 0) son
nulas.

Observación: Como demostramos anteriormente, la función g del ejemplo 2) de la definición


5.5.1 no es continua en (0, 0). El hecho de encontrar una función derivable con cualquier vector
pero no continua pone de manifiesto que la derivada con un vector no es la generalización
natural de la derivada para funciones de R en R, pues en este caso sabı́amos que toda función
derivable es continua. Esto es similar al hecho ya conocido de no poder usar como definición
de existencia de lim f (x, y) para una función f : R2 −→ R la existencia de los lı́mites
(x,y)→(x0 ,y0 )
a lo largo de las rectas y = mx; se necesita una propiedad que dependa del comportamiento
de f en un entorno de x0 , y no del comportamiento sobre las rectas que pasan por x0 .

El otro concepto introducido en 5.1 es el de función diferenciable y su interpretación


geométrica: la recta tangente a una curva plana en un punto dado puede ser calculada me-
diante la diferencial. La generalización al caso de las funciones de Rn en R es el cálculo del
hiperplano tangente a la gráfica de f en uno de sus puntos, cuya ecuación también vendrá
Tema V: Cálculo diferencial 193

dada mediante una aplicación lineal.

(x0 , f (x0 ))

x0

Copiando, pues, la definición dada para el caso de las funciones de una variable, podemos
dar la siguiente
Definición 5.5.3.– Sea U un abierto de Rn . Diremos que f : U −→ Rm es diferenciable en
x0 ∈ U si existe una aplicación lineal T : Rn −→ Rm tal que
f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)
lim = 0.
h→0 :h:
Diremos que f es diferenciable en U si lo es en todo punto de U .

Observaciones: 1) El lı́mite anterior es un lı́mite en el espacio normado Rm (con cualquiera


de sus normas). Por lo tanto, dicho lı́mite valdrá 0 cuando para cada ε > 0 exista δ > 0 tal
que si :h: < δ, entonces
P P
P f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h) P
P − 0 P < ε,
P :h: P
lo cual equivale a que
:f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h):
lim = 0.
h→0 :h:
En particular, tomando : :∞ en Rm , el lı́mite inicial es 0 = (0, . . . , 0) si y sólo si cada
componente tiene lı́mite 0 en R.
2) En el caso n = m = 1 esta definición es equivalente a la definición 5.1.2, ya que en R
|f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)| f (x0 + h) − f (x0 ) − T (h)
lim = 0 si y sólo si lim = 0.
h→0 |h| h→0 h
3) Una aplicación f es diferenciable en el punto x0 si y sólo si existe una aplicación lineal
T tal que
f (x0 + h) = f (x0 ) + T (h) + o (:h:).
h→0

Ejercicio: Sean U un abierto de Rn , x0 ∈ U y f : U −→ R. Explicar por qué la fórmula


f (x0 + h) − f (x0 )
f " (x0 ) = lim
h→0 :h:
no es una generalización de la definición de derivada en R.
194 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

Proposición 5.5.4. Si existe, la aplicación T de la definición anterior es única.


Demostración: Es la misma que la de 5.1.3, cambiando |h| por :h: en los denominadores,
y |e| por :e:. !

Definición 5.5.5.– La aplicación lineal T de la definición 5.5.3 recibe el nombre de diferencial


de f en x0 y se denota dx0 f .

Ejemplos: 1) Toda aplicación constante es diferenciable y su diferencial en cada punto es


cero.
2) Si T : Rn −→ Rm es lineal, entonces es diferenciable en todo punto x0 ∈ Rn , y
dx0 T = T .
Si f : Rn −→ R es diferenciable en x0 ∈ Rn , se llama hiperplano tangente a la gráfica de
f en el punto (x0 , f (x0 )) al definido por la ecuación z = f (x0 ) + dx0 f (x − x0 ).
Si existe el plano tangente en un punto a una superficie z = f (x, y) de R3 , existen rectas
tangentes a las curvas z = f (x0 + te) para todo e ∈ R2 ; de modo más general:
Proposición 5.5.6. Si U es un abierto de Rn y f : U −→ R es diferenciable en el punto
x0 ∈ U , entonces f es derivable con cualquier vector e ∈ Rn en x0 , y Dx0 ,e (f ) = (dx0 f )(e).
Demostración: Por ser f diferenciable en x0 , será

f (x0 + h) − f (x0 ) − dx0 f (h)


lim = 0.
h→0 :h:

Si nos restringimos al subespacio generado por e, queda:

f (x0 + te) − f (x0 ) − dx0 f (te)


lim = 0,
t→0 |t|:e:

de donde
f (x0 + te) − f (x0 ) − tdx0 f (e)
lim = 0,
t→0 t
y por consiguiente

f (x0 + te) − f (x0 )


Dx0 ,e (f ) = lim = dx0 f (e). !
t→0 t

Ejemplo: Sea U un abierto de Rn . Diremos que f : U −→ R tiene un máximo relativo en


x0 ∈ U si existe δ > 0 tal que si :h: < δ, entonces f (x0 + h) ≤ f (x0 ); análogamente se definen
los mı́nimos relativos. Si f es diferenciable en x0 y tiene un máximo o un mı́nimo relativo en
dicho punto, entonces es dx0 f = 0.
En efecto, sea α : R −→ Rn la función definida por α(t) = x0 + te; si definimos la función
g : α−1 (U ) −→ R por g(t) = f (x0 + te), es claro que si f tiene un máximo o mı́nimo relativo
en x0 , g tiene un máximo o mı́nimo relativo en t = 0, por lo que

0 = g " (0) = Dx0 ,e (f ) = dx0 f (e),


Tema V: Cálculo diferencial 195

y como esto es cierto para cualquier e ∈ Rn , dx0 f = 0.

Ejercicio: Probar que si U es conexo y dx f = 0 para todo x ∈ U , entonces f es constante.

Observaciones: 1) La proposición anterior demuestra también la unicidad de la diferencial,


ya que, de existir, debe ser (dx0 f )(e) = Dx0 ,e (f ).
2) En el caso f : R −→ R, si se toma la derivada con el vector e = 1 se obtiene
Dx0 ,1 (f ) = f " (x0 ) = dx0 f (1) y, como dx0 f es lineal, dx0 f (h) = f " (x0 )h, fórmula ya cono-
cida. En R además se verifica, como sabemos, que si existe la derivada con cualquier vector
la función es diferenciable, ya que en este caso sólo hay una dirección (el hiperplano tangente
es precisamente la recta tangente). En Rn no: las funciones f y g de los ejemplos de 5.5.1,
no son diferenciables, ya que la aplicación e 0−→ Dx0 ,e (f ) en ambos casos es no lineal (dicho
de otra forma: las rectas tangentes no forman un plano), luego no puede existir dx0 f . Vamos
a hacer los cálculos con el primero de ellos: la función
 xy
 : si (x, y) #= (0, 0)
f (x, y) = x2 + y 2

0 si (x, y) = (0, 0)

∂f
es, como vimos, derivable con cualquier vector no nulo e = (a, b) en (0, 0); además (0, 0) = 0
∂x
∂f
y (0, 0) = 0. Si f fuese diferenciable en x0 = (0, 0), por la proposición anterior serı́a
∂y

Dx0 ,e (f ) = dx0 f (e) = dx0 f (a(1, 0) + b(0, 1)) =


∂f ∂f
= adx0 f (1, 0) + bdx0 f (0, 1) = a (0, 0) + b (0, 0) = 0
∂x ∂y

ab
para todo vector e = (a, b), lo cual es falso ya que, como vimos, Dx0 ,e (f ) = √ , y por
consiguiente f no es diferenciable en el origen. a + b2
2

La fórmula obtenida en la observación 2 anterior es generalizable. Sean U ⊆ Rn abierto y


f : U −→ R una aplicación diferenciable en x0 ∈ U ; entonces dx0 f es una aplicación lineal
de Rn en R, es decir, un elemento del dual (Rn )∗ . Si {e1 , . . . , en } es una base de Rn y
{ω1 , . . . , ωn } su base dual, la expresión en coordenadas de dx0 f es

n
; n #
; %
∂f
dx0 f = dx0 f (ek )ωk = ωk .
∂xk x0
k=1 k=1

Finalmente, obtengamos otra expresión para las formas lineales ωk . Sea xk : U −→ R la


<
n
función definida como xk (e) = λk , donde e = λk ek , es decir, xk = ωk restringida al abierto
k=1
U (obsérvese que cuando escribimos xk la consideramos como función de U en R, mientras
que ωk es una aplicación lineal de Rn en R). Como xk , como función definida en Rn , es
196 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

lineal, es diferenciable y su diferencial es ella misma, es decir, dx0 xk = ωk . Sustituyendo en


la expresión anterior ωk por dx0 xk se obtiene
n #
; %
∂f
dx0 f = dx xk .
∂xk x0 0
k=1

Observaciones: 1) De la expresión anterior se deduce que el hiperplano tangente a la gráfica


de f en (x0 , f (x0 )) tiene por ecuación
n #
; %
∂f
z − f (x0 ) = (xk − xk0 ),
∂xk x0
k=1

siendo x0 = (x10 , . . . , xn0 ). Entonces la intersección de dicho hiperplano con el plano Pk de


ecuaciones
x1 = x10 , . . . , xk−1 = xk−1,0 , xk+1 = xk+1,0 , . . . , xn = xn0
es la recta # %
∂f
z − f (x0 ) = (xk − xk0 ),
∂xk x0

que es precisamente la recta tangente a la intersección de la gráfica de f con Pk . La inter-


pretación geométrica de este hecho es que el hiperplano tangente en (x0 , f (x0 )) está generado
por las rectas tangentes a las curvas intersección de la gráfica de f con los planos Pk .

x0

2) Por la proposición 5.5.6, si f es diferenciable en x0 ∈ U , existen las derivadas parciales


de f en x0 ; sin embargo el recı́proco es falso en general (véase, por ejemplo, la observación
2) que sigue a la citada proposición). A pesar de ello, si f tiene derivadas parciales en un
entorno de x0 y todas ellas son continuas en x0 , f es diferenciable en dicho punto (aunque la
demostración de este hecho no es difı́cil, no la detallaremos aquı́).

Ejemplos: 1) Sea f : R2 −→ R definida como f (x, y) = xy. Vamos a probar que f es


diferenciable en todo punto (a, b) de R2 .
Tema V: Cálculo diferencial 197
# % # %
∂f ∂f
En efecto: (a, b) = b y (a, b) = a, luego si es diferenciable, su diferencial ha
∂x ∂y
de ser la aplicación lineal definida por

d(a,b) f (h, k) = bh + ak.

Si dicha aplicación verifica la condición de la definición, será la diferencial y habremos con-


cluido. Y esto es cierto, ya que
f (a + h, b + k) − f (a, b) − d(a,b) f (h, k) (a + h)(b + k) − ab − (bh + ak) hk
√ = √ = √ ,
h2 + k2 h2 + k2 h2 + k2
cuyo lı́mite cuando (h, k) → (0, 0) es cero.
x
2) La función f : R × R∗ −→ R definida por f (x, y) = es diferenciable en todo punto
y
de R × R∗ .
En efecto: si x0 = (a, b), entonces
# % # % # % # %
∂f 1 1 ∂f −x −a
= = y = = ,
∂x x0 y x0 b ∂y x0 y 2 x0 b2

luego si f es diferenciable, necesariamente ha de ser


bh − ak
dx0 f (h, k) = .
b2
Veamos que esta aplicación verifica la condición de la definición:

a + h a bh − ak
f (a + h, b + k) − f (a, b) − dx0 f (h, k) − −
lim √ = lim b+k√ b b2 =
(h,k)→(0,0) h2 + k2 (h,k)→(0,0) h2 + k2
ak2 − bhk
= lim √ = 0,
(h,k)→(0,0) b2 (b + k) h2 + k 2


ya que |h|, |k| ≤ h2 + k2 .
3) Gradiente de una función en un punto. Sea (E, T2 ) un R–espacio euclı́deo de dimensión
finita; para cada e ∈ E se define la aplicación ωe : E −→ R por ωe (e" ) = T2 (e, e" ). La
aplicación φ : E −→ E ∗ , definida por φ(e) = ωe es un isomorfismo de R–espacios vectoriales
de E en E ∗ , como el lector puede comprobar fácilmente.
Si U es un abierto de E y f : U −→ R es diferenciable en x0 ∈ U , llamaremos gradiente
en x0 de f , y denotaremos gradx0 (f ) ó ∇x0 (f ), al único vector e ∈ E tal que ωe = dx0 f .
Veamos cómo calcular el gradiente; puesto que

e = φ−1 (ωe ) = φ−1 (dx0 f ),

bastará conocer la aplicación φ−1 . Sean {e1 , . . . , en } una base de E y {ω1 , . . . , ωn } su base
dual. Para cada j = 1, . . . , n es

(φ(ei )) (ej ) = ωei (ej ) = T2 (ei , ej ),


198 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

y por lo tanto es
n
; n
;
φ(ei ) = (φ(ei )) (ej )ωj = T2 (ei , ej )ωj ,
j=1 j=1

de donde se deduce que la matriz de φ en las bases {e1 , . . . , en } de E y {ω1 , . . . , ωn } de E ∗ es


 
T2 (e1 , e1 ) ... T2 (e1 , en )
 ... ... ... 
T2 (en , e1 ) ... T2 (en , en )

y la de φ−1 su inversa.
) * ) *
∂f ∂f
Como dx0 f = ∂x1 ω1 + · · · + ∂xn
ωn , será
x0 x0

) * 
 −1 ∂f
∂x1
T2 (e1 , e1 ) . . . T2 (e1 , en )  x0 
 .. 
gradx0 (f ) =  ... ... ...   
) .* 
T2 (en , e1 ) . . . T2 (en , en ) ∂f
∂xn
x0

Sean, por ejemplo, E = R3 y f : R3 −→ R diferenciable en x0 . Calculemos gradx0 (f ) en


la base usual con los siguientes productos escalares:
(1) El producto escalar euclı́deo usual.
(2) El producto escalar T2 definido por T2 (e1 , e1 ) = T2 (e2 , e2 ) = 2, T2 (e3 , e3 ) = 3,
T2 (e1 , e2 ) = 1 y T2 (e1 , e3 ) = T2 (e2 , e3 ) = 0.
En el primer caso, como la métrica usual está definida por T2 (ei , ej ) = δij , será φ(ei ) = ωi ,
luego φ−1 (ωi ) = ei y
? 3 # @
; ∂f %
gradx0 (f ) = φ−1 (dx0 f ) = φ−1 ωi =
i=1
∂xi x0
# % # % # %
∂f ∂f ∂f
= e1 + e2 + e3 ,
∂x1 x0 ∂x2 x0 ∂x3 x0

es decir, las componentes del gradiente en este caso son precisamente las derivadas parciales
en el punto.
En el segundo caso, como la matriz de φ en las bases {e1 , e2 , e3 }, {ω1 , ω2 , ω3 } vale
 
2 1 0
1 2 0
0 0 3

la de φ−1 será  
2 −1 0
1
−1 2 0
3
0 0 1
Tema V: Cálculo diferencial 199

y por lo tanto
? 3 # @
; ∂f %
gradx0 (f ) = φ−1 (dx0 f ) = φ−1 ωi =
∂xi x0
i=1
?? # % # % @ ? # % # % @ # % @
1 ∂f ∂f ∂f ∂f ∂f
= 2 − e1 + − +2 e2 + e3 .
3 ∂x1 x0 ∂x2 x0 ∂x1 x0 ∂x2 x0 ∂x3 x0

La proposición siguiente permite reducir el caso de las funciones valoradas en Rm al ante-


rior.
Proposición 5.5.7. Sean U un abierto de Rn y x0 ∈ U . Una aplicación f : U −→ Rm
es diferenciable en x0 si y sólo si lo son sus componentes fk , y en este caso se verifica
dx0 f = (dx0 f1 , . . . , dx0 fm ).
Demostración: Como la topologı́a de Rm es la topologı́a producto,

f (x0 + h) − f (x0 ) − (dx0 f )(h)


lim =0
h→0 :h:

si y sólo si
fi (x0 + h) − fi (x0 ) − (dx0 f )i (h)
lim =0
h→0 :h:
para i = 1, . . . , n, lo que prueba que si f es diferenciable entonces fi también, siendo dx0 fi =
(dx0 f )i y recı́procamente. !
De esta proposición se deduce que si f es diferenciable en x0 , la representación matricial
de dx0 f en las bases usuales es
# % # % 
∂f1 ∂f1
 ∂x1 ...
 x0 ∂xn x0  
 . . . 
dx0 f =  .. .. .. .
 # % # % 
 ∂fm ∂fm 
...
∂x1 x0 ∂xn x0

Esta matriz recibe el nombre de matriz jacobiana de la aplicación f en x0 .


Ejemplo: Sean U = R2 − {(0, 0)} y f : U −→ R3 la aplicación definida por f (x, y) =
(xy, x2 + y 2 , sen(x + y)). Vamos a calcular d(π,π)f .
Nótese en primer lugar que f es diferenciable, pues sus componentes lo son. La matriz
jacobiana que representa a d(π,π)f es
   
y x π π
 2x 2y  
= 2π 2π  .
cos(x + y) cos(x + y) (π,π) 1 1
200 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

Proposición 5.5.8. Si U es un abierto de Rn y f : U −→ Rm es diferenciable en x0 ∈ U ,


entonces es continua en x0 .
Demostración: Si f : U −→ Rm es diferenciable en x0 , entonces

f (x0 + h) − f (x0 ) = dx0 f (h) + o (:h:),


h→0

y como dx0 f es continua (por ser lineal) se concluye sin más que tomar lı́mite cuando h →
0. !

Observación: El recı́proco de la proposición anterior no es cierto, es decir, no toda aplicación


continua en x0 es diferenciable en x0 , pues ni siquiera es cierto, como sabemos, en el caso
n = m = 1.
Proposición 5.5.9. Sea U un abierto de Rn y f, g : U −→ Rm dos aplicaciones diferencia-
bles en el punto x0 ∈ U . Se verifica:
(1) f + g es diferenciable en x0 y dx0 (f + g) = dx0 f + dx0 g.
(2) Si m = 1, f g es diferenciable en x0 y dx0 (f g) = g(x0 )dx0 f + f (x0 )dx0 g.
f
(3) Si m = 1 y g(x0 ) #= 0, entonces es diferenciable en x0 y
g
# %
f g(x0 )dx0 f − f (x0 )dx0 g
dx0 = .
g g(x0 )2

Demostración: (1) Por definición se cumple que

f (x0 + h) = f (x0 ) + dx0 f (h) + o1 (:h:)


h→0
(1)
g(x0 + h) = g(x0 ) + dx0 g(h) + o2 (:h:),
h→0

luego

f (x0 + h) + g(x0 + h) = f (x0 ) + g(x0 ) + dx0 f (h) + dx0 g(h) + o1 (:h:) + o2 (:h:)
h→0 h→0

y como o1 (:h:) + o2 (:h:) = o (:h:) y dx0 f + dx0 g es lineal, dx0 (f + g) = dx0 f + dx0 g.
h→0 h→0 h→0
(2) Multiplicando las dos igualdades (1) se obtiene:

f (x0 + h)g(x0 + h) = f (x0 )g(x0 ) + g(x0 )dx0 f (h) + f (x0 )dx0 g(h)+
+f (x0 ) o2 (:h:) + dx0 f (h) o2 (:h:) + g(x0 ) o1 (:h:)+
h→0 h→0 h→0
+dx0 g(h) o1 (:h:) + dx0 f (h)dx0 g(h) + o1 (:h:) o2 (:h:).
h→0 h→0 h→0

Como sabemos f (x0 ) o2 (:h:) + g(x0 ) o1 (:h:) + o1 (:h:) o2 (:h:) = o (:h:).


h→0 h→0 h→0 h→0 h→0
Tema V: Cálculo diferencial 201

Además, existen M y M " tales que |dx0 f (h)| ≤ M :h: y |dx0 g(h)| ≤ M " :h:, con lo que

dx0 f (h) o2 (:h:) + dx0 g(h) o1 (:h:) + dx0 f (h)dx0 g(h) = o (:h:),
h→0 h→0 h→0

de donde se concluye, porque f (x0 )dx0 g + g(x0 )dx0 f es lineal.


(3) Si demostramos que 1/g es diferenciable en x0 y que
# %
1 dx0 g
dx0 =− ,
g g(x0 )2
aplicando el apartado (2) a las funciones f y 1/g se concluye.
Como g es diferenciable en x0 , g(x0 + h) = g(x0 ) + dx0 g(h) + o (:h:), luego, si llamamos
h→0
k = dx0 g(h) + o (:h:), queda g(x0 + h) = g(x0 ) + k, de donde
h→0
# # %%
1 1 1 1 1 k k
= = = 1− + o1 =
g(x0 + h) g(x0 ) + k g(x0 ) k g(x0 ) g(x0 ) k→0 g(x0 )
1+
g(x0 )
1 1 1 1
= − 2
dx0 g(h) − 2
o (:h:) + o1 (:k:),
g(x0 ) g(x0 ) g(x0 ) h→0 g(x0 )2 k→0
de donde se concluye fácilmente de modo análogo a lo hecho en la regla de la cadena
(proposición 5.1.8) !

Observaciones: 1) De la propiedadad (2) y de ser las constantes funciones diferenciables


con diferencial 0 se deduce que si λ ∈ R y f es diferenciable, entonces λf es diferencible en
x0 y dx0 (λf ) = λdx0 f .
2) La propiedad anterior junto con (1) pueden ser enunciadas del modo siguiente: el con-
junto de las funciones de U en Rm diferenciables en x0 tiene estructura de R–espacio vectorial,
y la aplicación dx0 : f 0−→ dx0 f es lineal.
Proposición 5.5.10 (Regla de la cadena). Sean U un abierto de Rn , V un abierto
de Rm , f : U −→ V una aplicación diferenciable en x0 ∈ U y g : V −→ Rk diferenciable
en f (x0 ). La aplicación g ◦ f : U −→ Rk es diferenciable en x0 , y además dx0 (g ◦ f ) =
df (x0 ) g ◦ dx0 f .
Demostración: Es, salvo algún cambio mı́nimo, la de la proposición 5.1.8. !

Ejemplos: 1) Sean U = R2 − {(0, 0, 0)}, V = R × R+ × R, f : U −→ R3 definida por


u
f (x, y) = (xy, x2 + y 2 , sen(x + y)) y g : V −→ R2 definida por g(u, v, w) = ( , log(v) − w).
v
Vamos a calcular d(π,π)(g ◦ f ).
Hemos visto ya en un ejemplo anterior que f es diferenciable en (π, π); de igual forma se
prueba que g es diferenciable, en f (π, π) = (π 2 , 2π 2 , 0) (nótese que f (U ) ⊆ V ). La matriz
jacobiana que representa d(π,π)f es, como vimos
 
π π
 2π 2π 
1 1
202 5.5. Introducción al cálculo diferencial en varias variables

y la matriz de d(π 2 ,2π 2,0) g es


1 −u   1 −1 
0 0
v v2  =  2π
2 4π 2 
1 1
0 −1 0 −1
v (π 2 ,2π 2 ,0) 2π 2

luego la matriz que representa d(π,π)(g ◦ f ) es


 1 −1   ? @
0 π π 0 0
 2π 2 4π 2   2π 2π  = 1 1
1 −1 + −1 +
0 −1 1 1 π π
2π 2
2) Aplicando la regla de la cadena vamos a probar que si f, g : U −→ R son diferenciables
en x0 ∈ U , entonces f + g y f g son diferenciables en x0 , y calcularemos su diferencial.
La aplicación ψ = (f, g) : U −→ R2 es diferenciable en x0 por serlo f y g.
Sea α : R2 −→ R, α(x, y) = x + y. La aplicación α es diferenciable en todo punto, por ser
lineal, y, su diferencial es dx0 α(h, k) = h + k. Ası́ pues, como α ◦ ψ = f + g,

dx0 (f + g)(h) = dx0 (α ◦ ψ)(h) = dψ(x0 ) α(dx0 f (h), dx0 g(h)) = dx0 f (h) + dx0 g(h)

y de modo análogo se hace con el producto.


3) Teorema de la función inversa . Sean U y V abiertos de Rn y f : U −→ V una función
de clase C 1 (es decir, x 0−→ dx f es una función continua) en U y tal que en x0 ∈ U es
det(dx0 f ) #= 0. Existen Ux0 y Vf (x0 ) entornos de x0 y f (x0 ) respectivamente entre los cuales
f es homeomorfismo, la inversa f −1 : Vf (x0 ) −→ Ux0 es también de clase C 1 en Vf (x0 ) y
df (x0 ) (f −1 ) = (dx0 f )−1 .
La demostración en este caso es mucho más complicada que la de R, y por lo tanto no
vamos a hacerla. Vamos a demostrar sólo la parte final, es decir, que si existe f −1 y es
diferenciable en f (x0 ), entonces su diferencial es la del enunciado.
La composición f −1 ◦ f : Ux0 −→ Ux0 es la identidad, f es diferenciable en x0 y f −1 lo
es en f (x0 ), luego por la regla de la cadena Id = dx0 Id = df (x0 ) f −1 ◦ dx0 f , luego en efecto,
df (x0 ) (f −1 ) = (dx0 f )−1 .

Ejercicio: Aplicando la regla de la cadena, demostrar que si f : U −→ R es diferenciable en


x0 ∈ U , entonces es derivable con cualquier vector e ∈ Rn y además Dx0 ,e f = dx0 f (e).
Tema VI: Cálculo integral

6.1. Introducción al calculo integral.


Definición de integral de Riemann

El origen del cálculo integral es el cálculo de áreas de figuras planas y el primero que trabajó
en él fue Arquı́medes, con método similar a la moderna definición de integral de Riemann.
Para tener una buena definición de área necesitamos conceptos de cursos posteriores; por
tanto, de momento partiremos del concepto intuitivo y de sus propiedades “esperadas”, para
llegar a la definición de integral de Riemann, que posteriormente adoptaremos para “definir”
las áreas.
El problema consiste en asignar a cada subconjunto acotado A de R2 un número a(A), al
que llamaremos área de A, que verifique:
(1) El área de A es siempre mayor o igual que 0.
(2) El área de la unión de dos conjuntos disjuntos es la suma de sus respectivas áreas.
(3) El área es invariante por cualquier transformación que conserve la distancia euclı́dea
(isometrı́a), es decir, por giros, traslaciones y simetrı́as.
(4) El cuadrado [0, 1] × [0, 1] tiene área 1.

Observaciones: 1) Si A ⊆ B, entonces a(A) ≤ a(B), ya que B = A ∪ (B − A), siendo éstos


disjuntos, luego a(B) = a(A) + a(B − A) ≥ a(A).
2) Si A, B ⊆ R2 , a(A ∪ B) ≤ a(A) + a(B), ya que se tiene A ∪ B = A ∪ (B − A), disjuntos,
con lo que a(A ∪ B) = a(A) + a(B − A) ≤ a(A) + a(B).

Ejercicio: Probar que a(A ∪ B) = a(A) + a(B) − a(A ∩ B).

Ejemplos: 1) El área de un segmento es 0.


Por la invarianza del área por giros y traslaciones se puede suponer que el segmento es
{0} × [0, r]. Utilizando la observación 2) anterior se puede suponer que r = 1, ya que {0} ×
[0, r] ⊂ ({0} × [0, 1]) ∪ · · · ∪ ({0} × [n − 1, n]) siendo n cualquier número natural mayor que r.
El segmento {0} × [0, 1] está contenido en [0, n1 ) × [0, 1] para cada n ∈ N; aplicando las
traslaciones
Tk (x, y) = (x + nk , y) (0 ≤ k ≤ n − 1)

203
204 6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann

R1 R2

0 1 2 1
n n

a éste último, se obtienen los rectángulos R1 = [0, n1 ) × [0, 1], R2 = [ n1 , n2 ) × [0, 1], . . . ,
Rn = [ n−1n , 1) × [0, 1], que son disjuntos y cuya unión está contenida en R = [0, 1] × [0, 1],
luego la suma de sus áreas es menor o igual que 1; como todas son iguales se obtiene que
el área de cada rectángulo Ri es menor o igual que n1 . Como el segmento está contenido en
cualquier [0, n1 ) × [0, 1], su área es menor o igual que n1 para todo n, con lo que debe ser 0,
como querı́amos probar.
2) El área de un rectángulo es base por altura.
Puesto que, como acabamos de probar, el área de un segmento vale 0, al calcular áreas de
rectángulos es indiferente que éstos contengan o no los segmentos que los delimitan, pues el
área de los lados no aporta nada a la solución final. Por la invarianza por traslaciones y giros
se puede suponer que el rectángulo es R = [0, a] × [0, b].

0 a

Supongamos en primer lugar que a y b son enteros. En ese caso R se puede descomponer
en ab cuadrados de lado 1. Por la invarianza por traslaciones, cada cuadrado tiene área 1.
Entonces el área del rectángulo es, en efecto, ab.
n
En el caso en que a y b sean racionales, la demostración es similar: si a = m y b = rs , el
1
rectángulo se descompone en nr rectángulos de lados m y 1s ; como ms rectángulos de este tipo
1
rellenan el cuadrado unidad, el área de cada uno de ellos es ms , con lo cual el área buscada
nr
es ms = ab.
Sean ahora a y b números reales cualesquiera. Sean {an } y {a"n } sucesiones de números
racionales con lı́mite a tales que an ≤ a < a"n , y {bn } y {b"n } sucesiones de números racionales
con lı́mite b tales que bn ≤ b < b"n . Para cada n, [0, an ]×[0, bn ] ⊂ [0, a]×[0, b] ⊂ [0, a"n]×[0, b"n ],
por lo que an bn ≤ a(R) ≤ a"n b"n . Tomando lı́mites será ab ≤ a(R) ≤ ab, con lo que se concluye.
1
3) El área del conjunto A = {(x, y) ∈ R2 : 0 ≤ x ≤ 1, 0 ≤ y ≤ x2 } vale 3 (Arquı́medes).
Tema VI: Cálculo integral 205

0 1

Para calcular el área de A dividimos el intervalo [0, 1] del eje X en n partes iguales y
tomamos dos familias de rectángulos: la primera formada por los de base [ nk , k+1
n ] y altura
(k+1)2 2

n2 y la segunda por los que tienen la misma base y altura nk 2 , donde k = 0, . . . , n − 1


en ambos casos. Es claro que la unión de los primeros contiene a A y la de los últimos está
contenida en A.

1 1

0 1 2 1 0 1 2 1
n n n n
(k+1)2 k2
Las áreas respectivas de dichos rectangulos son n3 y n3 , luego las sumas de dichas áreas
valen respectivamente:
n−1
; n−1 n−1 n−1
(k + 1)2 1 ; ; k2 1 ; 2
An = = 3 (k + 1)2 y an = = 3 k .
n3 n n3 n
k=0 k=0 k=0 k=0

Como 12 + 22 + · · · + n2 = 16 n(n + 1)(2n + 1) (pruébese por inducción), y el área de A está


comprendida entre an y An , se tendrá que para todo n ∈ N
(n − 1)n(2n − 1) n(n + 1)(2n + 1)
3
≤ a(A) ≤ .
6n 6n3
Tomando lı́mites en esta desigualdad se obtiene que a(A) = 13 .

Observación: Rigurosamente no podemos asegurar que las áreas de los conjuntos anteriores
tengan los valores calculados, ya que ni siquiera sabemos que exista la función a de partida:
pudiera ocurrir, por ejemplo, que dividiendo la figura de otra manera fuéramos a parar a un
resultado distinto del obtenido, en cuyo caso habrı́a que decir que dicho conjunto carece de
área. Por ello nos olvidaremos de momento del problema original y vamos a copiar lo realizado
en el ejemplo 3) para definir la integral de Riemann, a partir de la cual definiremos el área.

Definición 6.1.1.– Sea [a, b] ⊂ R; una partición π de [a, b] es una colección de puntos
{x0 , . . . , xn } que verifican a = x0 < x1 < · · · < xn = b.
206 6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann

Ejemplo: {0, n1 , n2 , . . . , n−1


n , 1} es una partición de [0, 1].

Definición 6.1.2.– Dadas dos particiones π y π " de [a, b] se dice que π es más fina que π " si
π ⊇ π " como subconjuntos de R, y se escribe π ≥ π " .
1 2 1 2
1 2 2n+1 − 1 " 1 2n − 1
Ejemplos: 1) Sean π = 0, n+1 , n+1 , . . . , , 1 y π = 0, n , . . . , , 1 . La
2 2 2n+1 2 2n
"
partición π es más
4 fina que π ya que 5 todo punto de π " también está en π.
1 n
/ 0
2) Sean π = 0, n+1 , . . . , n+1 , 1 y π " = 0, n1 , n2 , . . . , n−1
n , 1 . La partición π no es más
fina que π " ya que, aunque tiene más puntos, no la contiene como conjunto.
Sea f : [a, b] −→ R acotada y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b]; para cada k =
0, . . . , n − 1 denotemos

Mk (f, π) = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} y mk (f, π) = inf{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]}.

Definición 6.1.3.– Llamaremos suma superior y suma inferior de Riemann de f relativas


a la partición π a

n−1
; n−1
;
S(f, π) = Mk (f, π)(xk+1 − xk ) y s(f, π) = mk (f, π)(xk+1 − xk )
k=0 k=0

respectivamente.

Observación: A partir de ahora mantendremos las notaciones de esta definición, es decir,


f : [a, b] −→ R será una función acotada, y, cuando no haya peligro de confusión, escribiremos
simplemente Mk y mk en lugar de Mk (f, π) y mk (f, π) respectivamente.

Ejemplo: Si se define f : [0, 1] −→ R por f (x) = x2 y π = {0, n1 , . . . , n−1


n , 1}, entonces

(k + 1)2 k2
Mk = y mk = ,
n2 n2

luego

n−1
; n−1
; # % n−1
;
(k + 1)2 k+1 k (k + 1)2 1 3n + 1
S(f, π) = Mk (xk+1 − xk ) = − = = +
n2 n n n 3 3 6n2
k=0 k=0 k=0

y
n−1
; n−1
; # % n−1
;
k2 k+1 k k2 1 3n − 1
s(f, π) = mk (xk+1 − xk ) = − = = −
n2 n n n 3 3 6n2
k=0 k=0 k=0

es decir, son respectivamente las áreas An y an del ejemplo 3) inicial.


Tema VI: Cálculo integral 207

Lema 6.1.4. Si π ≥ π " , se verifica:

s(f, π ") ≤ s(f, π) ≤ S(f, π) ≤ S(f, π ").

Demostración: La desigualdad del centro se deduce directamente de la definición. De-


mostremos la correspondiente a las sumas superiores.
Si π = π " es claro que se verifica el enunciado, luego podemos suponer que π es distinta
de π " ; por inducción, es suficiente con demostrarlo cuando π tiene exactamente un punto más
que π " .
Supongamos que π " = {x0 , . . . , xn } y π = {x0 , . . . , xk , y, xk+1, . . . , xn }. Los sumandos co-
rrespondientes a los intervalos [xj , xj+1 ] si j #= k aparecen iguales en S(f, π) y S(f, π "), luego
es suficiente considerar el intervalo [xk , xk+1 ] en π " y los intervalos [xk , y] e [y, xk+1 ] en π.
En este caso
Mk (f, π) = sup{f (x) : x ∈ [xk , y]},

Mk+1 (f, π) = sup{f (x) : x ∈ [y, xk+1 ]},

Mk (f, π ") = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]}.

Mk (f, π " ) Mk+1 (f, π)


Mk (f, π)

a xk y xk+1 b a xk y xk+1 b

Claramente se verifica que Mk (f, π), Mk+1(f, π) ≤ Mk (f, π "), luego

Mk (f, π)(y−xk )+Mk+1 (f, π)(xk+1 −y) ≤ Mk (f, π " )(y−xk +xk+1 −y) = Mk (f, π ")(xk+1 −xk ),

de donde S(f, π) ≤ S(f, π ").


La desigualdad para las sumas inferiores se demuestra análogamente. !
Corolario 6.1.5. Dadas dos particiones cualesquiera π y π " , se verifica que s(f, π) ≤ S(f, π ").
Demostración: La partición π ∪ π " es más fina que π y que π " , luego aplicando el lema
anterior dos veces se obtiene:

s(f, π) ≤ s(f, π ∪ π " ) ≤ S(f, π ∪ π " ) ≤ S(f, π "). !

El corolario anterior demuestra que {s(f, π)}π , donde π recorre las particiones del seg-
mento [a, b], es un conjunto acotado superiormente y que {S(f, π)}π es un conjunto acotado
inferiormente. Entonces podemos escribir:
208 6.1. Introducción al calculo integral. Definición de integral de Riemann

Definición 6.1.6.– Llamaremos integral superior e integral inferior de f en [a, b] y repre-


Jb Jb
sentaremos por a f e f respectivamente a:
a

I b
f = inf {S(f, π)}
a π

I b
f = sup{s(f, π)}
a π

donde π recorre el conjunto de las particiones de [a, b].


Jb
Como s(f, π) es una cota inferior de {S(f, π ")}π " , será s(f, π) ≤ a f , y como esto es cierto
Jb
para toda partición π, a f es una cota superior de {s(f, π)}π , luego
I b I b
f≤ f.
a a

/ 0
Ejemplo: Sea f : [0, 1] −→ R, f (x) = x2 , y πn = 0, n1 , . . . , n−1
n , 1 . Como

I b I b
s(f, πn ) ≤ f≤ f ≤ S(f, πn ),
a a

utilizando los resultados anteriores se tiene


I b I b
1 3n − 1 1 3n + 1
− ≤ f≤ f≤ + ,
3 6n2 a a 3 6n2

luego tomando lı́mites resulta:


I b I b
1 1
≤ f≤ f≤ ,
3 a a 3
Jb Jb
lo que prueba que f= a
f = 13 .
a

Definición 6.1.7.– Se dice que una función f : [a, b] −→ R acotada es integrable Riemann
Jb Jb
en [a, b] si f = a f ; en este caso, a este valor común se le llama integral de Riemann de f
a Jb
en [a, b] y se denota a f .
Al conjunto de las funciones integrables Riemann en [a, b] lo denotaremos por R([a, b]).

Ejemplos: 1) Como acabamos de ver, si se define f : [0, 1] −→ R por f (x) = x2 , entonces


Jb Jb
f = a f = 13 , luego f es integrable en [0, 1] y su integral vale 13 .
a
2) Sea c ∈ R y f : [a, b] −→ R definida por f (x) = c; entonces f es integrable en [a, b] y
Jb
a
f = c(b − a).
Tema VI: Cálculo integral 209

En efecto, dada una partición cualquiera π = {x0 , . . . , xn }, en cada intervalo [xk , xk+1 ] la
<
n−1
función es constante, con lo que mk = Mk = c, luego s(f, π) = S(f, π) = c(xk+1 − xk ) =
k=0
c(b − a). Y como todas las sumas superiores e inferiores coinciden, la integral superior y
la integral inferior coinciden con cualquiera de ellas, luego f es integrable y su integral vale
c(b − a).
3) La función f : [0, 1] −→ R definida por
1
0 si x #∈ Q
f (x) =
1 si x ∈ Q
no es integrable.
En efecto, dada una partición π = {x0 , . . . , xn } cualquiera, en cada intervalo [xk , xk+1 ]
existen puntos racionales e irracionales, luego para todo k es Mk = 1 y mk = 0; por tanto
S(f, π) = 1 y s(f, π) = 0, de donde se deduce que las integrales superior e inferior valen
respectivamente 1 y 0. Como no coinciden, f no es integrable.

6.2. Criterios de integrabilidad

A la vista de los ejemplos hechos en el apartado anterior queda claro que, aplicando sola-
mente la definición, es excesivamente laborioso averiguar si una función es o no integrable. Por
ello daremos a continuación algunos criterios que nos permitan decidir cuándo una función es
integrable con independencia del cálculo del valor de la integral.
Teorema 6.2.1. Sea f : [a, b] −→ R acotada; f es integrable si y sólo si para cada ε > 0
existe una partición π de [a, b] tal que
S(f, π) − s(f, π) < ε.

Demostración: La condición necesaria y suficiente para que f sea integrable en [a, b] es que
Jb Jb
a
f = f , lo cual equivale a decir que
a

0 = inf {S(f, π)} − sup{s(f, π ")} = inf"{S(f, π) − s(f, π ")}.


π π" π,π

Por el lema 6.1.4, S(f, π ∪ π " ) − s(f, π ∪ π " ) ≤ S(f, π) − s(f, π "), con lo que
inf {S(f, π) − s(f, π ")} = inf {S(f, π) − s(f, π)},
π,π " π

luego f es integrable si y sólo si inf {S(f, π) − s(f, π)} = 0, que es otra forma de escribir el
π
enunciado. !

Observación: Si π ≥ π0 , es claro que S(f, π)−s(f, π) ≤ S(f, π0 )−s(f, π0 ), luego la condición


del teorema anterior podrı́a haber sido enunciada ası́: para cada ε > 0 existe una partición
π0 de [a, b] tal que, si π ≥ π0 , S(f, π) − s(f, π) < ε.
Si f : [a, b] −→ R es continua, por el teorema de Weierstrass es acotada, luego tiene sentido
preguntarse si f es integrable; el siguiente corolario nos da la respuesta.
210 6.2. Criterios de integrabilidad

Corolario 6.2.2. Si f : [a, b] −→ R es continua entonces es integrable.


Demostración: Por el teorema de Heine, f es uniformemente continua, luego dado ε > 0
ε
existe δ > 0 tal que, si |x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < b−a .
Sea π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] tal que xk+1 − xk < δ para 0 ≤ k ≤ n − 1;
entonces, de nuevo por el teorema de Weierstrass,

Mk = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} = max{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} = f (yk )

para un cierto yk ∈ [xk , xk+1 ], y

mk = inf{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} = min{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} = f (zk )

para un cierto zk ∈ [xk , xk+1 ]. Al ser 0 < xk+1 − xk < δ, también es |yk − zk | < δ, luego
ε ε
|f (yk ) − f (zk )| < b−a , es decir, Mk − mk < b−a , y por tanto

n−1
; n−1
ε ;
S(f, π) − s(f, π) = (Mk − mk )(xk+1 − xk ) < (xk+1 − xk ) = ε,
b−a
k=0 k=0

de donde, por el teorema 6.2.1, se concluye. !

sen(x)
Ejemplo: La función f : [0, 2π] −→ R definida por f (x) = si x #= 0 y f (0) = 1 es
x
integrable.
Corolario 6.2.3. Si f : [a, b] −→ R es monótona creciente (o decreciente), es integrable.
Demostración: Se puede suponer que f (a) #= f (b) ya que en otro caso f serı́a constante y
por lo tanto integrable. Por ser f monótona creciente, está acotada superiormente por f (b) e
inferiormente por f (a).
ε
Sea ε > 0 y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] tal que xk+1 − xk < f (b)−f (a) para
todo k = 0, . . . , n − 1. Por ser f monótona creciente mk = f (xk ) y Mk = f (xk+1 ) para cada
k = 0, . . . , n − 1, luego

n−1
;
S(f, π) − s(f, π) = (f (xk+1 ) − f (xk ))(xk+1 − xk ) <
k=0
n−1
;
ε
< (f (xk+1 ) − f (xk )) = ε. !
f (b) − f (a)
k=0

Ejemplo: La función f : [a, b] −→ R definida por f (x) = [x], donde [x] designa la parte
entera de x, es integrable en [a, b].
A continuación vamos a estudiar otra posible manera de definir la integral de Riemann,
que más tarde aparecerá al calcular longitudes de curvas.
Tema VI: Cálculo integral 211

Definición 6.2.4.– Sea f : [a, b] −→ R acotada y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b];
una suma de Riemann de f correspondiente a π es una suma de la forma
n−1
;
f (tk )(xk+1 − xk )
k=0

siendo tk ∈ [xk , xk+1 ].

Observación: Para cualquier suma de Riemann de f correspondiente a π, Sπ , se tiene que

s(f, π) ≤ Sπ ≤ S(f, π).

Teorema 6.2.5. Una función acotada f : [a, b] −→ R es integrable si y sólo si existe un


número A ∈ R (necesariamente único) que verifica la siguiente condición: para cada ε > 0
existe una partición π0 tal que, si π ≥ π0 , entonces |Sπ − A| < ε para toda suma de Riemann
Jb
Sπ . En este caso es A = a f .
Jb
Demostración: ⇒) Supongamos que f es integrable y probemos que A = a f verifica la
condición del enunciado. Dado ε > 0, por el teorema 6.2.1, existe una partición π0 tal que
si π ≥ π0 , entonces S(f, π) − s(f, π) < ε. Según la observación anterior, cualquier suma de
Jb
Riemann Sπ se halla entre s(f, π) y S(f, π). Como a f verifica esta misma condición, se
tendrá que si π ≥ π0 3
3 I b 33
3 3
3Sπ − f 3 < ε.
3 a 3

⇐) Sea A ∈ R cumpliendo la condición del enunciado y sea ε > 0. Sea π0 una partición
asociada a ε según la hipótesis.
Jb Jb
Por definición de a f existe π1 tal que 0 ≤ S(f, π)− a f < 3ε ; la partición π = π0 ∪π1 sigue
cumpliendo esta misma condición. Por otra parte, al ser Mk = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]},
ε
existen tk ∈ [xk , xk+1 ] tales que 0 ≤ Mk − f (tk ) < 3(b−a) para k = 0, . . . , n − 1.
<
n−1
Tomando la suma de Riemann S = f (tk )(xk+1 − xk ), de todo lo anterior resulta
k=0
3I b 3 3I b 3
3 3 3 3
3 3 3 3
3 f − A ≤
3 3 f − S(f, π) 3 + |S(f, π) − S| + |S − A| < ε.
3 a 3 3 a 3

Jb Jb
Luego A = a f , y con análogo argumento se prueba que A = f ; de aquı́ se deduce que f
a
es integrable y su integral es A. !
No es necesario que f sea continua para ser integrable, por ejemplo la función f (x) = [x] es
integrable en [0, 2], pero no continua. A continuación vamos a probar que si f es discontinua
en un conjunto numerable de puntos, o más en general, en lo que llamaremos un conjunto de
medida nula, también es integrable. Esta es la caracterización de Lebesgue de las funciones
integrables Riemann.
212 6.2. Criterios de integrabilidad

Definición 6.2.6.– Se dice que un subconjunto A de R es de medida nula si para cada ε > 0
existen intervalos (posiblemente vacı́os algunos de ellos) {(an , bn )}n que recubren A tales que
<

(bn − an ) < ε.
n=1
<
Observación: Si A es de medida nula, con las notaciones anteriores, la serie (bn − an ) es
de términos no negativos, luego incondicionalmente convergente, por lo que el orden en que
se tomen los intervalos es indiferente.

Ejemplos: 1) Un punto x ∈ R es un conjunto de medida nula, ya que para cada ε > 0,


{x} ⊆ (x − 3ε , x + 3ε ) y x + 3ε − (x − 3ε ) < ε.
2) El intervalo [a, b], con a < b, no es de medida nula.
Demostremos que dada una colección numerable {(an , bn )}n de intervalos de modo que
$ <

[a, b] ⊆ (an , bn ), entonces es (bn − an ) > b − a, con lo que queda probado el enunciado.
n n=1
$
N
Por ser [a, b] compacto, se puede suponer que el recubrimiento es finito: [a, b] ⊆ (an , bn ).
n=1
Ordenando y eliminando los intervalos que estén enteramente contenidos en otro, se puede
suponer además que (ak , bk ) ∩ (ak+1 , bk+1 ) #= ∅. Tomando x0 = a, xN = b y xk ∈ (ak , bk ) ∩
(ak+1 , bk+1 ), se tendrá que [xi , xi+1 ] ⊆ (ai+1 , bi+1 ) con lo que xi+1 − xi < bi+1 − ai+1 y por
tanto
N−1
; N−1
;
b−a= (xi+1 − xi ) < (bi+1 − ai+1 ).
i=0 i=0

Proposición 6.2.7. Los subconjuntos de medida nula verifican las siguientes propiedades:
(1) Si A ⊆ B y B es de medida nula, entonces A también lo es.
(2) La unión numerable de conjuntos de medida nula es un conjunto de medida nula.
Demostración: (1) Es trivial.
(2) Sea {An } una colección numerable de conjuntos de medida
$ nula y <
ε > 0. Por ser cada
An de medida nula existen {(arn , brn )}r∈N tales que An ⊆ (arn , brn ) y (brn − arn ) < 2εn .
r r
$ $ < <

ε
Entonces An ⊆ (arn , brn ) y (brn − arn ) < 2n = ε, con lo que se concluye. !
n n,r r,n n=1

Ejemplos: 1) Cualquier conjunto numerable de puntos es de medida nula, ya que cada punto
lo es. En particular, Q es de medida nula.
2) R no es numerable, ya que en este caso serı́a de medida nula, lo cual no es cierto, ya
que R ⊃ [a, b] y [a, b] no es de medida nula, como ya hemos probado.

Definición 6.2.8.– Si U es un abierto de un espacio métrico X y f : X −→ R es una función


acotada, se llama osclación de f en U a
o(f, U ) = sup{f (x) : x ∈ U } − inf{f (x) : x ∈ U }.
Dado un punto x ∈ X se llama oscilación de f en x a
o(f, x) = inf{o(f, B(x, δ)) : δ > 0}.
Tema VI: Cálculo integral 213

Proposición 6.2.9. Una función f : [a, b] −→ R acotada es continua en un punto si y sólo


si su oscilación en dicho punto es 0.
Demostración: Sea x0 ∈ [a, b]. La oscilación de f en x0 es 0 si y sólo si para cada ε > 0
existe δ > 0 tal que o(f, B(x0 , δ)) < ε, lo cual es cierto si y sólo si para cada ε > 0 existe
δ > 0 tal que si x, y ∈ B(x0 , δ) entonces |f (x) − f (y)| < ε, lo que es equivalente a que f sea
continua en x0 , como puede comprobar el lector. !
Lema 6.2.10. Si {Uα } es un recubrimiento abierto del intervalo [a, b], existe una partición
π = {x0 , . . . , xn } de dicho intervalo tal que cada [xi , xi+1 ] está contenido en algún Uα .
Demostración: Como [a, b] es compacto, el recubrimiento {Uα } tiene un número de Lebes-
gue, es decir, existe δ > 0 tal que para todo x0 , B(x0 , δ) ⊆ Uα para algún α. Cualquier
partición que verifique xi+1 − xi < δ satisface el enunciado. !
Teorema 6.2.11 (Criterio de Lebesgue). Una función f : [a, b] −→ R acotada es
integrable Riemann en [a, b] si y sólo si el conjunto de sus puntos de discontinuidad es de
medida nula.
Demostración: Supongamos en primer lugar que f es integrable Riemann, y sea D el
conjunto de puntos de discontinuidad de f en [a, b]. Se trata de probar que D es de medida
nula. Por la proposición 6.2.9 es
!
D = {x ∈ [a, b] : o(f, x) > 0} = A1/n ,
n

siendo para cada r ∈ R+ , Ar = {x ∈ [a, b] : o(f, x) ≥ r}. Entonces, por la proposición 6.2.7,
bastará probar que cada A1/n es de medida nula.
Sean ε > 0 y n ∈ N. Por ser f integrable, existe una partición π = {x0 , . . . , xm } tal que
S(f, π) −s(f, π) < nε . Dividimos los intervalos de la partición en dos tipos según los siguientes
conjuntos de ı́ndices:
I = {i : (xi , xi+1 ) ∩ A1/n #= ∅}
J = {j : (xj , xj+1 ) ∩ A1/n = ∅}
$
Si llamamos B = A1/n − {x0 , . . . , xm }, se verifica que B ⊂ (xi , xi+1 ).
i∈I
Se tendrá, por una parte, que
; ε
(Mi (f, π) − mi (f, π))(xi+1 − xi ) ≤ S(f, π) − s(f, π) < .
n
i∈I

Por otra parte, para cada i ∈ I es o(f, (xi , xi+1 )) ≥ n1 , ya que existe yi ∈ A1/n ∩ (xi , xi+1 ),
luego Mi (f, π) − mi (f, π) ≥ n1 , de donde
ε ; 1;
> (Mi (f, π) − mi (f, π))(xi+1 − xi ) ≥ (xi+1 − xi ),
n n
i∈I i∈I
<
con lo que (xi+1 − xi ) < ε. Como
i∈I
m
'! ( '! ε ε (
A1/n = B ∪ {x0 , . . . , xm } ⊂ (xi , xi+1 ) ∪ (xk − , xk + )
m+1 m+1
i∈I k=0
214 6.2. Criterios de integrabilidad

y la suma de las longitudes de estos intervalos es menor que 2ε, se concluye que A1/n tiene
medida nula.
Recı́procamente, sean ε > 0, Aε y D definidos como antes y supongamos ahora que D es
de medida$nula. Como < Aε ⊆ D, Aε es de medida nula, y por lo tanto existen {(an , bn )}n tales
que Aε ⊂ (an , bn ) y (bn − an ) < ε.
n n>0
Para cada x #∈ Aε , existe δx > 0 tal que o(f, B(x, δx)) < ε. Entonces los abiertos {(an , bn )}n
junto con los {B(x, δx)}x∈ACε forman un recubrimiento abierto de [a, b]. Por el lema 6.2.10
existe una partición π de [a, b] tal que [xi , xi+1 ] ⊆ (an , bn ) ó [xi , xi+1 ] ⊆ B(x, δx ) para algún
x ∈ ACε . Según esto, los ı́ndices de los intervalos de la partición se pueden dividir en dos tipos:

I = {i : [xi , xi+1 ] ⊆ (an , bn ) para algún n}


J = {j : [xj , xj+1 ] ⊆ B(x, δx ) para algún x ∈ AC
ε }.

Si i ∈ I, Mi (f, π) − mi (f, π) ≤ sup{f (x) : x ∈ [a, b]} − inf{f (x) : x ∈ [a, b]} = M . Si
j ∈ J, existe x ∈ AC ε tal que B(x, δx ) ⊇ [xj , xj+1 ] y por lo tanto Mj (f, π) − mj (f, π) ≤
o(f, B(x, δx)) < ε. Entonces
; ;
S(f, π)−s(f, π) = (Mi (f, π)−mi(f, π))(xi+1 −xi )+ (Mj (f, π)−mj (f, π))(xj+1 −xj ) <
i∈I j∈J

; ;
<M (xi+1 − xi ) + ε (xj+1 − xj ) ≤ (M + b − a)ε,
i∈I j∈J

ya que dado i ∈ I, xi+1 − xi ≤ bni − ani si [xi , xi+1 ] ⊆ (ani , bni ), con lo que
; ;
(xi+1 − xi ) ≤ (bn − an ) < ε. !
i∈I n

Ejemplos: 1) La función f : [0, 1] −→ R definida por f (x) = 0 si x = 0 ó x #∈ Q y f (x) = n1


si x = m
n irreducible, es integrable en [0, 1].
Bastará ver que f es continua en los puntos irracionales, pues en este caso el conjunto de
puntos de discontinuidad de f estará contenido en Q, que es de medida nula, y por tanto
también será de medida nula.
x0 −δ x0 +δ
0 1 1 x0 1 2 3 1
4 3 2 3 4

Sean x0 #∈ Q y ε > 0. Elegimos n de modo que n1 < ε. Los puntos racionales del
intervalo [0, 1] con denominadores (en su representación irreducible) 1, 2, . . . , n − 1 forman
un conjunto finito A. Como [0, 1] − A es abierto y x0 no está en él, existe δ > 0 tal que
(x0 − δ, x0 + δ) ⊂ [0, 1] − A, y por lo tanto si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ) es f (x) = 0 si x #∈ Q y
f (x) = 1q con q ≥ n si x ∈ Q, luego para todo x ∈ (x0 − δ, x0 + δ) es

1
|f (x) − f (x0 )| = |f (x)| ≤ < ε,
n
Tema VI: Cálculo integral 215

lo que prueba que f es continua en x0 .


J1
Además 0 f = 0. En efecto, dada una partición π de [0, 1], todos sus intervalos contienen
J1
puntos irracionales, luego s(f, π) = 0 para toda π, y por tanto f = 0. Como f es integrable,
J1 J1 0
f = 0 f = 0.
0
Se deja como ejercicio al lector probar que f es discontinua en los puntos racionales, salvo
en el 0, donde también es continua.
2) Utilicemos el criterio de Lebesgue para probar, otra vez, que si f : [a, b] −→ R es
monótona, entonces es integrable.
Supongamos por ejemplo que f es monótona creciente. Según la observación 2) que sigue a
la proposición 4.2.2, las únicas posibles discontinuidades de f son de salto, es decir, si x0 es un
punto de discontinuidad de f , existen los lı́mites laterales de f en x0 y lim− f (x) < lim+ f (x).
x→x0 x→x0

rx1

β
rx0
α

a x0 x1 b

Entonces si f no es continua en x0 , podemos elegir rx0 ∈ Q tal que

α = lim− f (x) < rx0 < lim+ f (x) = β.


x→x0 x→x0

Por ser f monótona creciente, la aplicación x0 0−→ rx0 es una biyección entre el conjunto D
de discontinuidades de f y un subconjunto de Q, con lo que D será finito o numerable, y por
lo tanto de medida nula. Ello prueba que f es integrable.

6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio

Proposición 6.3.1. Se verifica:


(1) R([a, b]) es un R–espacio vectorial y la integral es lineal, es decir:
a) Si f y g son integrables, entonces f + g también y
I b I b I b
f +g = f+ g.
a a a
216 6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio

b) Si f es integrable y λ ∈ R, λf es integrable y
I b I b
λf = λ f.
a a
(2) El producto de funciones integrables en [a, b] es una función integrable en [a, b].
Demostración: (1) Sea π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b]. Como
{(f + g)(x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} ⊆ {f (x) + g(y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]},
será
Mk (f + g, π) ≤ Mk (f, π) + Mk (g, π)
y
mk (f + g, π) ≥ mk (f, π) + mk (g, π),
de donde se deduce que para cualquier partición π es
S(f + g, π) ≤ S(f, π) + S(g, π) y s(f + g, π) ≥ s(f, π) + s(g, π).
De estas desigualdades se obtiene que
I b I b I b I b I b I b
f+ g≤ (f + g) ≤ (f + g) ≤ f+ g,
a a a a a a
y como f y g son integrables, de aquı́ se deduce que f + g es integrable y que su integral es
Jb Jb
a f + a g.
Probemos la segunda parte. Es claro que si se cambia de signo a una función integrable,
la nueva función sigue siendo integrable y el valor de la integral cambia de signo, luego
podemos suponer que λ > 0; en ese caso, procediendo como antes, es S(λf, π) = λS(f, π) y
s(λf, π) = λs(f, π), de donde
I b I b I b I b
λ f= λf ≤ λf = λ f,
a a a a
y de aquı́ se concluye.
(2) Para probar que si f y g son integrables entonces su producto también, basta probar
que el cuadrado de una función integrable es integrable, ya que f g = 12 ((f + g)2 − f 2 − g 2 ),
de donde se concluye usando el apartado anterior.
Sea h integrable en [a, b]. Si M es una cota superior de |h| en [a, b], dados x, y ∈ [a, b], se
tendrá que
h2 (x) − h2 (y) ≤ |h(x) − h(y)||h(x) + h(y)| ≤ 2M |h(x) − h(y)|,
de donde, para cada partición π de [a, b] se tiene que
Mk (h2 , π) − mk (h2 , π) = sup{h2 (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} − inf{h2 (y) : y ∈ [xk , xk+1 ]} =
= sup{h2 (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} + sup{−h2 (y) : y ∈ [xk , xk+1 ]} =
= sup{h2 (x) − h2 (y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} ≤ 2M sup{|h(x) − h(y)| : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} ≤
≤ 2M sup{h(x) − h(y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} = 2M (Mk (h, π) − mk (h, π)).
Entonces para cada partición π de [a, b] es
S(h2 , π) − s(h2 , π) ≤ 2M (S(h, π) − s(h, π)),
con lo que, utilizando que h es integrable y el teorema 6.2.1 se concluye. !
Tema VI: Cálculo integral 217

Proposición 6.3.2. Las funciones integrables verifican las siguientes propiedades:


Jb
(1) Si f : [a, b] −→ R es integrable y f ≥ 0, entonces a f ≥ 0.
Jb Jb
(2) Si f, g : [a, b] −→ R son integrables y f ≤ g, entonces a f ≤ a g.
Jb Jb
(3) Si f : [a, b] −→ R es integrable, |f | también es integrable y | a f | ≤ a |f |.
Demostración: (1) Sea π una partición de [a, b]; es claro que si f ≥ 0, mk ≥ 0 para todo
Jb
k, luego s(f, π) ≥ 0 y por tanto a f ≥ s(f, π) ≥ 0.
(2) Es suficiente aplicar (1) junto con 6.3.1 a la función g − f .
(3) Si demostramos que |f | es integrable, la segunda parte se deduce aplicando (2) a las
desigualdades −|f | ≤ f ≤ |f |.
La función |f | es integrable, ya que si π = {x0 , . . . , xn } es una partición de [a, b], es
Mk (f, π) − mk (f, π) = sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} − inf{f (y) : y ∈ [xk , xk+1 ]} =
= sup{f (x) : x ∈ [xk , xk+1 ]} + sup{−f (y) : y ∈ [xk , xk+1 ]} =
= sup{f (x) − f (y) : x, y ∈ [xk , xk+1 ]} = sup{|f (x) − f (y)| : x, y ∈ [xk , xk+1 ]}.
Haciendo lo mismo para la función |f | queda
Mk (|f |, π) − mk (|f |, π) = sup{||f (x)| − |f (y)|| : x, y ∈ [xk , xk+1 ]}.
Como para cualesquiera x, y es ||f (x)| − |f (y)|| ≤ |f (x) − f (y)|, será
Mk (|f |, π) − mk (|f |, π) ≤ Mk (f, π) − mk (f, π),
con lo que el teorema 6.2.1 permite concluir. !
Para funciones continuas puede refinarse el apartado (1) de la proposición anterior de la
siguiente forma:
Lema 6.3.3. Si f : [a, b] −→ R es continua, no negativa y existe un x0 ∈ [a, b] tal que
Jb Jb
f (x0 ) > 0, entonces a f > 0. En otras palabras, si f es continua, no negativa y a f = 0,
entonces f = 0.
Demostración: Por ser f continua en x0 , existe δ > 0 tal que si x ∈ (x0 − δ, x0 + δ) ∩ [a, b],
entonces f (x) > f (x2 0 ) . Tomando una partición π tal que [xi , xi+1 ] ⊆ (x0 − δ, x0 + δ) para
algún i, como f ≥ 0 será
f (x0 )
s(f, π) ≥ mi (f, π)(xi+1 − xi ) ≥ (xi+1 − xi ) > 0,
2
Jb
con lo que a f > 0. !

Observación: 1) Si f no es continua, aunque sea f ≥ 0 y f (x0 ) > 0 para algún x0 ∈ [a, b],
Jb
puede ser a f = 0. Como ejemplo consideremos la función ya estudiada
= 1 m
si x = irreducible
f (x) = n n
0 si x #∈ Q ó x = 0
J1
Es claro que f ≥ 0, y que f (x) > 0 si x ∈ Q+ , pero, como vimos, 0 f = 0.
Antes de seguir con otras propiedades de la integral, vamos a usar el lema anterior para
obtener algunos resultados referentes a los espacios C([a, b]) y R([a, b]), que serán útiles más
adelante.
218 6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio

Proposición 6.3.4. Si E = C([a, b]), la aplicación

T2 : E × E −→ R
I b
(f, g) 0−→ fg
a

es un producto escalar euclı́deo, y por lo tanto, denotando


Q
I b
:f :2 = f 2,
a

(C([a, b]), : :2 ) es un espacio normado.


Demostración: La aplicación T2 es bilineal (como se deduce inmediatamente utilizando la
linealidad de la integral), simétrica, y además, por la proposición 6.3.2, para toda f ∈ E es
Jb
T2 (f, f ) = a f 2 ≥ 0. Entonces T2 es un producto escalar; y como consecuencia del lema
Jb
anterior es definido positivo: si T2 (f, f ) = a f 2 = 0, como f 2 es continua y no negativa, ha
de ser f = 0.
De la proposición 3.1.4 se deduce que : :2 es una norma. !
En particular, las desigualdades de Schwartz y de Minkowski para el espacio vectorial
euclı́deo (C([a, b]), : :2 ) quedan respectivamente
3I 3 ?I @1/2 ?I @1/2
3 b 3 b b
3 3
3 f g3 ≤ f2 g2
3 a 3 a a

?I @1/2 ?I @1/2 ?I @1/2


b b b
(f + g)2 ≤ f2 + g2
a a a

para cada f, g ∈ C([a, b]).


De la primera se deduce que si f, g ≥ 0 entonces

I ?I @1/2 ?I @1/2
b b b
fg ≤ f2 g2 ;
a a a

en particular
I ?I @1/2 ?I @1/2
b b b
|f g| ≤ |f |2 |g|2
a a a

para cada f, g ∈ C([a, b]).


La función de la observación que sigue al lema 6.3.3 es no negativa, integrable y con integral
nula. Sin embargo no es nula en todo punto de [a, b], lo que prueba que dicho lema no es
cierto para funciones integrables en general. Para éstas se tiene el siguiente resultado análogo:
Tema VI: Cálculo integral 219

Lema 6.3.5. Sea f : [a, b] −→ R una función integrable Riemann no negativa. Entonces
Jb
a
f = 0 si y sólo si f es nula en [a, b] salvo en los puntos de un conjunto de medida nula
(esta última condición se enuncia abreviadamente diciendo que f es cero casi por todo y se
escribe f = 0 c.p.t.).
Demostración: Supongamos que f = 0 c.p.t. en [a, b]. Entonces dada cualquier partición
π = {x0 , . . . , xn }, en cada intervalo [xi , xi+1 ] hay puntos donde f se anula (f no puede ser
distinto de 0 para todo x ∈ [xi , xi+1 ] pues éste no tiene medida nula) y por lo tanto será
mk (f, π) = 0 para todo k, con lo que s(f, π) = 0. Como esto ocurre para cualquier partición
π y f es integrable
I b I b
0 = sup{s(f, π)} = f= f.
π a a
Jb
Recı́procamente, supongamos que a f = 0 y sea D = {x ∈ [a, b] : f no es continua en x}.
Por el criterio de Lebesgue, D es de medida nula, luego si demostramos que f es nula en
[a, b] − D, habremos concluido.
Sea x0 ∈ [a, b] − D; si fuese f (x0 ) > 0, como f es continua en x0 existirı́a δ > 0 tal que si
|x − x0 | < δ entonces f (x) > f (x2 0 ) . Repitiendo lo hecho en el lema 6.3.3, llegaremos a que
Jb
a
f > 0, en contra de la hipótesis. !
Sea E = R([a, b]) el espacio vectorial de las funciones integrables en [a, b]. Si f, g ∈ R([a, b]),
sabemos que f g ∈ R([a, b]) y que la aplicación

T2 : E × E −→ R
I b
(f, g) 0−→ fg
a

sigue siendo un producto escalar. Sin embargo, aunque sea T2 (f, f ) ≥ 0 para toda f ∈
R([a, b]), no es definido positivo: si f : [0, 1] −→ R es la función definida por

 √1 si x =
m
∈Q
f (x) = n n

0 si x #∈ Q ó x = 0

entonces T2 (f, f ) = 0, como sabemos, y f #= 0. En otras palabras, : :2 no es una norma en


R([a, b]). A pesar de ello, para funciones integrables siguen siendo ciertas las desigualdades
de Schwartz y Minkowski, ya que en la demostración (véase 3.1.3) se utiliza únicamente que
T2 (f, f ) ≥ 0 y no que si T2 (f, f ) = 0 entonces f = 0.
Proposición 6.3.6. Sea f : [a, b] −→ R acotada y c ∈ (a, b); entonces f es integrable en
[a, b] si y sólo si f es integrable en [a, c] y en [c, b]. En este caso se verifica:
I b I c I b
f= f+ f.
a a c

Demostración: Sea π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] que contenga a c; π " = π ∩ [a, c]
y π "" = π ∩ [c, b] son sendas particiones de [a, c] y [c, b]. Recı́procamente, dadas dos particiones
220 6.3. Propiedades de la integral. Teorema del valor medio

π " y π "" de [a, c] y [c, b] respectivamente, π = π " ∪ π "" es una partición de [a, b] que contiene al
punto c.
Para particiones de este tipo se verifica que

S(f, π) = S(f, π ") + S(f, π "" ) y s(f, π) = s(f, π ") + s(f, π "" ),

de lo que se obtiene fácilmente lo buscado. !

En la demostración de algunos teoremas posteriores necesitaremos hacer uso de integrales


en las que el intervalo aparece invertido o con los dos extremos de integración iguales. Por
ello damos la siguiente
Jb Ja Jb
Definición 6.3.7.– Si a > b se define a f = − b f y si b = a, a f = 0.

Observación: Las propiedades de las proposiciones 6.3.1 y 6.3.6 se mantienen con esta
definición, pero no las de 6.3.2.

Teorema 6.3.8 (Teorema del valor medio). Sean f : [a, b] −→ R una función integrable,
M = sup{f (x) : x ∈ [a, b]} y m = inf{f (x) : x ∈ [a, b]}; entonces

I b
1
m≤ f ≤M
b−a a

Si además f es continua, existe c ∈ [a, b] tal que

I b
1
f (c) = f
b−a a

Demostración: Tomando la partición π = {a, b} de [a, b], se tendrá que s(f, π) = m(b − a)
y S(f, π) = M (b − a), luego

I b
m(b − a) ≤ f ≤ M (b − a),
a

y dividiendo por b − a > 0 se obtiene lo buscado.


La segunda parte se deduce del teorema de Bolzano: dado que f es continua y toma los
1
Jb
valores m y M , también toma todos los intermedios; en particular b−a a f. !

Jb Ja 1
Jb 1
Ja
Observación: Si a > b, entonces a f = − b f , luego b−a a
f = a−b b
f y también se
verifica el teorema del valor medio en este caso.
Tema VI: Cálculo integral 221

6.4. Teorema fundamental del cálculo integral y aplicaciones

La definición de integral de Riemann es muy poco operativa: como ya hemos visto, es muy
laborioso calcular cualquier integral usando solamente la definición. Seguidamente veremos
un método que en muchos casos nos permitirá calcular las integrales más cómodamente.
Definición 6.4.1.– Dadas f, F : [a, b] −→ R, se dice que F es una primitiva de f si es
continua en [a, b], derivable en (a, b) y F " = f en (a, b).

Observación: Del corolario 5.2.10 se deduce que dos primitivas cualesquiera de una misma
función difieren en una constante.
3
Ejemplos: 1) Una primitiva de f (x) = x2 en [a, b] es x3 .
2) La función f : [0, 2] −→ R definida por f (x) = [x] no tiene primitivas.
En efecto: si F fuese una primitiva de f , serı́a F " = f en (0, 2), en cuyo caso, por el corolario
5.2.6, f deberı́a tomar todos los valores comprendidos entre 0 y 1, cosa que obviamente no
ocurre.
Teorema 6.4.2 (Teorema J xfundamental del cálculo integral). Si f : [a, b] −→ R es
continua, entonces F (x) = a f es una primitiva de f .
Demostración: Para cada x ∈ [a, b] y h ∈ R tal que x + h ∈ [a, b], usando el teorema del
J x+h Jx J x+h
valor medio para integrales, se tiene F (x + h) − F (x) = a f − a f = x f = f (c)h,
siendo c = x + th, 0 < t < 1. Entonces si M = max{|f (x)| : x ∈ [a, b]}, se verifica:

|F (x + h) − F (x)| ≤ M |h|,

de donde resulta que F es continua en [a, b]. Además si x ∈ (a, b) y h #= 0, como

F (x + h) − F (x)
= f (c),
h

siendo c = x + th con 0 < t < 1 y f es continua, será F " (x) = lim f (c) = f (x), lo que prueba,
h→0
efectivamente, que F es una primitiva de f . !
Corolario 6.4.3 (Regla de Barrow). Sea f : [a, b] −→ R continua y ψ una primitiva de
Jb
f en [a, b]; entonces a f = ψ(b) − ψ(a).
Demostración: Sea F la función del teorema anterior; como F y ψ son primitivas de f
difieren en una constante, y si F (x) = ψ(x) + c, se tiene:
I a
0= f = F (a) = ψ(a) + c,
a

luego c = −ψ(a) y por tanto


I b
f = F (b) = ψ(b) + c = ψ(b) − ψ(a). !
a
222 6.4. Teorema fundamental del cálculo integral y aplicaciones

Ejemplo: Sea f : [0, π2 ] −→ R la función f (x) = cos(x). Como una primitiva de f es sen(x)
será I π/2
cos(x) = sen( π2 ) − sen(0) = 1.
0

Observación: Suele utilizarse la notación ψ(x)]ba = ψ(b) − ψ(a).


Teorema 6.4.4 (Fórmula de cambio de variables). Sean g : [a, b] −→ R de clase C 1 en
[a, b] y f : g([a, b]) −→ R continua; entonces:
I g(b) I b
f= (f ◦ g)g ".
g(a) a

Demostración: Sea F una primitiva de f ; entonces

(F ◦ g)" (x) = F " (g(x))g "(x) = f (g(x))g "(x) = ((f ◦ g)g ")(x),

luego F ◦ g es una primitiva de (f ◦ g)g " y, por la regla de Barrow,


I b I g(b)
"
(f ◦ g)g = (F ◦ g)(b) − (F ◦ g)(a) = F (g(b)) − F (g(a)) = f. !
a g(a)

Observaciones: 1) No hace falta que g(b) < g(a), ni que g sea un homeomorfismo con su
imagen, ni siquiera que g valore en [g(a), g(b)]; pudiera ser incluso g(a) = g(b), en cuyo caso
Jb
serı́a a (f ◦ g)g " = 0, cosa que puede no ser evidente.
J g(b) J g(b)
2) Debido a este teorema suele escribirse g(a) f (x)dx en lugar de g(a) f ; con esta notación
la fórmula queda:
I g(b) I b
f (x)dx = f (g(t))g "(t)dt.
g(a) a

Sin embargo, eso no quiere decir que le asignemos ningún sentido a las expresiones dx o
f (x)dx.
Jr√
Ejemplo: Vamos a calcular 0 r2 − x2 dx.
Haciendo el cambio de variables x = r sen(t), es decir,

g f
[0, π2 ] −→ [0, r] −→ R
t 0−→ r sen(t) √
x 0−→ r2 − x2

es I I I
r : π/2 : π/2
2
2 2
r − x dx = r2 − r2 sen2 (t) r cos(t)dt =r cos2 (t)dt =
0 0 0
Tema VI: Cálculo integral 223

I π/2
r2 πr2
= (1 + cos(2t))dt = .
2 0 4

Ejercicio: Calcular la integral del ejemplo anterior haciendo el cambio de variables definido
por

g : [0, π2 + 2π] −→ R
t 0−→ r sen(t)

Teorema 6.4.5 (Fórmula de integración por partes). Sean f, g : [a, b] −→ R funciones


continuas y F y G sendas primitivas de f y g; entonces
I b I b
fG = F G]ba − F g.
a a

Demostración: (F G)" = F " G + F G" = f G + F g, luego F G es una primitiva de f G + F g,


y por la regla de Barrow,
I b
(f G + F g) = F (b)G(b) − F (a)G(a). !
a

J π/2
Ejemplo: Calculemos 0 x cos(x)dx integrando por partes:
Tomando G(x) = x y F (x) = sen(x), será F " (x) = cos(x) y G" (x) = 1, luego
I π/2 I π/2
π π
x cos(x)dx = x sen(x)]π/2
0 − sen(x)dx = + cos(x)]π/2
0 = − 1.
0 0 2 2

6.5. Integrales impropias

En la definición de integral de Riemann imponı́amos a las funciones dos condiciones: que


estuvieran definidas en un intervalo cerrado y que fueran acotadas. Vamos a ver cómo se
pueden eliminar estas restricciones.
Definición 6.5.1.– Sea I ⊆ R un intervalo; se dice que f : I −→ R es localmente integrable
en I si para cada intervalo cerrado [a, b] ⊆ I, f es integrable Riemann en [a, b].

Definición 6.5.2.– Diremos que f : [a, b) −→ R es integrable enJsentido impropio en [a, b),
x
donde b puede ser +∞, si es localmente integrable y existe lim a f ; en este caso, a dicho
x→b
J →b
lı́mite se le llama integral impropia de f en [a, b) y se denota a f .
224 6.5. Integrales impropias

Observaciones: 1) La definición anterior engloba los casos en que f no es acotada y b < +∞,
en que f es acotada y b = +∞ y el caso en que f no es acotada y b = +∞.
2) Se pone “→ b” en el extremo de la integral para distinguirla de las integrales de funciones
acotadas en intervalos cerrados estudiadas hasta ahora. Si b = +∞ no hay peligroJ +∞de confusión
con las integrales ordinarias, y por tanto en este caso también escribiremos a f .
3) Se puede dar una definción análoga para funciones definidas en (a, b].

1
Ejemplos: 1) Sea f : (0, 1] −→ R definida por f (x) = con α #= 1. Si t ∈ (0, 1], entonces

I 1 I 1
1 1 − t1−α
f= = .
t t xα 1−α

Por tanto f será integrable en sentido impropio en (0, 1] si y sólo si existe lim (t1−α ), es decir,
t→0
si 1 − α > 0; en este caso, como lim (t1−α ) = 0, se obtiene:
t→0
I 1
1 1
= .
→0 xα 1−α
1
2) Sea f : [1, +∞) −→ R, f (x) = con α #= 1. Como antes, dado t ∈ [1, +∞) se tiene:

I t
t1−α − 1
f= ,
1 1−α
J∞
luego para que exista la integral 1 f debe existir lim (t1−α ), cosa que ocurre si y sólo si
t→∞
1 − α < 0, y en este caso es I +∞
1 1
α
= .
1 x α−1
3) La función 1
0 si x #∈ N
f (x) =
x si x ∈ N
J +∞ Jx
es integrable en [1, +∞) y 1
f = 0, pues para cualquier x es 1
f = 0.

Ejercicio: Estudiar en los ejemplos 1) y 2) anteriores el caso α = 1.


Lema 6.5.3. Sea f : [a, b) −→ R localmente integrable y c ∈ [a, b); entonces f es integrable
en sentido impropio en [a, b) si y sólo si lo es en [c, b), y además en ese caso se verifica:
I →b I c I →b
f= f+ f.
a a c

Demostración: Es inmediata; dado x ∈ [c, b) se verifica


I x I c I x
f= f+ f,
a a c
Tema VI: Cálculo integral 225

luego tomando lı́mites se concluye. !

Definición 6.5.4.– Sea f : (a, b) −→ R localmente integrable; se dice que f es integrable en


Jc J →b
sentido impropio en (a, b) si existe c ∈ (a, b) tal que →a f e c f existen, y en ese caso se
define la integral en sentido impropio de f en (a, b) como
I →b I c I →b
f= f+ f.
→a →a c

El lema anterior demuestra que esta definición es independiente del punto c, y por tanto
tiene sentido.
Observación: Según la definición anterior, el estudio de una integral impropia en el intervalo
(a, b) se reduce al estudio de dos integrales impropias en los intervalos (a, c] y [c, b); por tanto
en lo que sigue nos limitaremos a estudiar tan sólo el caso inicial.
Teorema 6.5.5 (Criterio de Cauchy). Una función f : [a, b) −→ R localmente integrable
es integrable en sentido impropio si y sólo si para cada ε > 0 existe c ∈ [a, b) tal que si
x, y ∈ [c, b), se verifica: 3I y 3
3 3
3 f 3 < ε.
3 3
x

Demostración: ⇐) Dada Juna sucesión {cn } tal que cn ∈ [a, b) y lim(cn ) = b, de la hipótesis
c
se deduce que la sucesión { a n f } es de Cauchy, luego convergente; como esto ocurre J x para
cualquier {cn } → b, la proposición 4.1.3 demuestra entonces que también existe lim a f , es
x→b
decir, que f es integrable en sentido impropio.
⇒) Por definición, dado ε > 0 existe c ∈ [a, b) tal que si x ∈ [c, b), se verifica:
3I I →b 33
3 x
3 3 ε
3 f− f3 < ;
3 a a 3 2

si tomamos x, y ∈ [c, b), se obtiene:


3I y 3 3I y I x 3 33I y I →b 33 33I →b I x 33
3 3 3 3 3 3 3 3 ε ε
3 f 33 = 33 f− f 33 ≤ 3 f− f3 + 3 f− f 3 < + = ε. !
3 3 a 3 3 a 3 2 2
x a a a a

Ejemplo: La función f : [0, +∞) −→ R definida por f (x) = sen(x) no es integrable en


sentido impropio.
Sea 0 < ε < 2; dado c ∈ [0, +∞), existe n0 ∈ N tal que 2πn0 > c, luego
I 2πn0 +π I 2πn0 +π I π
f= sen(x) = sen(x) = 2 > ε,
2πn0 2πn0 0

luego no existe ningún c que verifique el criterio de Cauchy y por tanto sen(x) no es integrable
en sentido impropio en [0, +∞).
226 6.5. Integrales impropias

Proposición 6.5.6. Sea f : [a, b) −→ R localmente integrable y {bn } una sucesión monótona
Jb <
creciente en [a, b) tal que b0 = a y lim(bn ) = b. Si cn = bnn+1 f y f es integrable, cn es
J →b
convergente y su suma vale a f .

Demostración: La suma parcial n–ésima de la serie es

n
; n I
; bk+1 I bn+1
Cn = ck = f= f,
k=0 k=0 bk a

luego aplicando las definiciones se concluye. !

Observación: El recı́proco de la proposición anterior no es cierto. Considérese por ejemplo


< −→ R definida como f (x) = sen(x) y {bn } la sucesión definida por
la función f : [0, +∞)
bn = 2πn; entonces cn es convergente, ya que

I 2π(n+1) I 2π
cn = sen(x) = sen(x) = 0,
2πn 0

mientras que f no es integrable en sentido impropio en [0, +∞), como vimos.

Sin embargo, el recı́proco sı́ es cierto si se supone que f ≥ 0, como veremos más adelante.
Como en el caso de las series, las integrales impropias en las que la función es no negativa
presentan propiedades especiales y por ello vamos a estudiarlas por separado.

Proposición 6.5.7. Sea f : [a, b) −→ R localmente integrable con f ≥ 0; f es integrable en


sentido impropio en [a, b) si y sólo si el conjunto
1I x 2
f : x ∈ [a, b)
a

está acotado.
Jx
Demostración: Por ser f ≥ 0, la función F (x) = a
f es creciente, luego existirá lim (F (x))
x→b
si y sólo si F (x) está acotada en [a, b), como se deduce del ejemplo de 4.1.5. !

Corolario 6.5.8. Sean f : [a, b) −→ R localmente integrable, no negativa y {bn } monótona


Jb
creciente con lı́mite b y tal que b0 = a; si llamamos cn = bnn+1 f , f es integrable en sentido
<
impropio en [a, b) si y sólo si la serie cn es convergente.

Demostración: ⇒) Es la proposición 6.5.6.Jx


⇐) Como f ≥ 0, la función F (x) = a f es monótona creciente; además, por hipótesis,
Jb
lim(bn ) = b y existe lim(Cn ) = lim( a n f ). De estas tres condiciones se deduce que F (x) es
acotada, y entonces, por la proposición anterior, f es integrable en sentido impropio. !
Tema VI: Cálculo integral 227

Teorema 6.5.9 (Criterio integral). Sea f : [1, +∞) −→ R decreciente, no negativa < y tal
que lim (f (x)) = 0; entonces f es integrable en sentido impropio si y sólo si la serie f (n)
x→+∞
es convergente. Además en este caso

; I ∞ ∞
;
f (n) ≤ f (x)dx ≤ f (n).
n=2 1 n=1

Demostración: Por ser f decreciente, también es localmente integrable.


Si x ∈ [n, n + 1] será f (n) ≥ f (x) ≥ f (n + 1), por lo que
I n+1 I n+1 I n+1
f (n) = f (n)dx ≥ f (x)dx ≥ f (n + 1)dx = f (n + 1);
n n n

sumando estas desigualdades desde n = 1 hasta N se obtiene

N
; I N+1 N+1
;
f (n) ≥ f (x)dx ≥ f (n),
n=1 1 n=2

de donde se concluye. !
Teorema 6.5.10 (Criterios de comparación). Sean f, g : [a, b) −→ R localmente inte-
grables y no negativas; entonces:
(1) Si existen M > 0 y c ∈ [a, b) tales que f (x) ≤ M g(x) para todo x ∈ [c, b), entonces si
g es integrable
# %también lo es f , y si f no es integrable, g tampoco.
f (x) J →b J →b
(2) Si lim existe y es distinto de cero, a f y a g tienen el mismo carácter;
x→b g(x)
si este lı́mite es cero y g es integrable, f también lo es.

Demostración: (1) Como no afecta a la convergencia se puede suponer que c = a; entonces


dado x ∈ [a, b) se verifica I x I x I x
f≤ Mg = M g,
a a a

luego por 6.5.7


) se concluye.
*
(2) Si lim fg(x)
(x)
= A #= 0, dado ε ∈ (0, A) existe c ∈ [a, b) tal que
x→b

f (x)
A−ε< <A+ε
g(x)

para todo x ∈ [c, b), luego

1
f (x) < (A + ε)g(x) y g(x) < f (x),
A−ε

y por el apartado (1) se concluye.


228 6.5. Integrales impropias
# %
f (x) f (x)
Si lim = 0, dado ε > 0 existe c ∈ [a, b) tal que < ε para todo x ∈ [c, b), de
x→b g(x) g(x)
donde se concluye, de nuevo por el apartado (1). !

sen2 (x)
Ejemplos: 1) La función es integrable en [1, +∞).
x2
sen2 (x) 1
En efecto, para todo x ∈ [1, +∞) es ≤ y esta última es, como sabemos,
x2 x2
integrable en sentido
I ∞ impropio en [1, +∞).
dx
2) La integral 2
es convergente.
1 xI + x + 1

dx x2
Como ya sabemos, existe; como lim = 1, la integral del enunciado
1 x2 x→+∞ x2 + x + 1
también existe. I
1
dx
3) La integral √ existe.
→0 x + x
1
En este caso se compara con g(x) = √ , que, como sabemos, es integrable en (0, 1]; como
# √ % x
x
lim √ = 1, la integal buscada existe.
x→0 x + x
Estudiemos, como en las series, el caso en que no sea f ≥ 0.
Definición 6.5.11.– Sea f : [a, b) −→ R localmente integrable; se dice que f es absoluta-
J →b
mente integrable en [a, b) si existe a |f |.

Observación: Nótese que la definición tiene sentido, ya que si f es localmente integrable,


por 6.3.2, también lo es |f |.
Teorema 6.5.12. Si f : [a, b) −→ R es absolutamente integrable entonces es integrable.
Demostración: Análogamente a la realizada para series, se hace utilizando el criterio de
Cauchy:
Sea ε > 0; por ser |f | integrable existe c ∈ [a, b) tal que
3I y 3
3 3
3 |f | 3<ε
3 3
x
Jy Jy
si c < x < y < b; por 6.3.2, | x f| ≤ x |f | < ε, luego, de nuevo por el criterio de Cauchy, f
es integrable en [a, b). !

Observación: Igual que ocurrı́a en el caso de las series, el recı́proco de este teorema no es
cierto; incluso se puede poner casi el mismo ejemplo:
(−1)[x]
Sea f : [1, +∞) −→ R, f (x) = , donde [x] =parte entera de x. Veamos que f es
[x]
integrable aunque no absolutamente integrable. Para cada número natural N se tiene
I N+1 N I
; n+1 ;N
(−1)n (−1)n
f (x) = =
1 n=1 n n n=1
n
Tema VI: Cálculo integral 229

y
I N+1 N I
; n+1 N
;
1 1
|f (x)| = = ,
1 n=1 n n n=1 n
< (−1)n <1
que son las sumas parciales N –ésimas de las series n y n respectivamente; como
la segunda de ellas es divergente, por 6.5.6, f no es absolutamente integrable. Pero como el
reciproco de 6.5.6 no es cierto, el que la primera sea convergente no es suficiente para que
<∞
(−1)n
f sea integrable. De todos modos, si lo fuera, su integral valdrı́a n ; veamos que, en
efecto, tiene este valor: n=1

Si x ∈ [1, +∞) y n = [x], entonces


I x n−1
; I x n−1
; (−1)k
(−1)k (−1)n (−1)n (x − n)
f= + = + ,
1 k n n k n
k=1 k=1

luego
3I 3 33 3
3
3
3;
3
3
3 x ;∞ k3 3
(−1) 3 3 (x − n)(−1) n ; k3
(−1) 3 1 3 3 k3
(−1) 3
3
3 f− 3= − ≤ + .
3 1 k 3 33 n k 33 n 33 k 33
k=1 k≥n k≥n

1
2
1 2 3 4
x
− 13

−1

Como la serie del último término es convergente, su resto se puede hacer tan pequeño como
se quiera para x suficientemente grande, luego f es integrable y
I ∞ ;∞
(−1)n
f= . !
1 n=1
n

El lema que sigue nos servirá para demostrar el criterio de Dirichlet para integrales im-
propias, similar al ya demostrado para series.
Lema 6.5.13. Sean f, g : [a, b] −→ R con f continua y g decreciente. Existe ξ ∈ [a, b] tal
que
I b I ξ I b
f g = g(a) f + g(b) f.
a a ξ

Demostración: Sean ε > 0 y π = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] tal que si S es una
Jb
suma de Riemann cualquiera correspondiente a π para f g, entonces |S − a f g| < ε (esta
elección de π es posible por ser f g integrable junto con 6.2.5).
230 6.5. Integrales impropias
Jx
Sea F : [a, b] −→ R la función F (x) = a f ; por el teorema del valor medio para integrales,
existen ξi ∈ [xi , xi+1 ], 0 ≤ i ≤ n − 1, tales que
I xi+1
F (xi+1 ) − F (xi ) = f = f (ξi )(xi+1 − xi ).
xi

<
n−1
Como f (ξi )g(ξi)(xi+1 − xi ) es una suma de Riemann de f g correspondiente a π, se
i=0
verifica 3n−1
3; I b 33
3 3
3 f (ξi )g(ξi )(xi+1 − xi ) − f g 3 < ε,
3 a 3
i=0

y por lo tanto será 3n−1


3; I b 33
3 3
3 (F (xi+1 ) − F (xi )) g(ξi ) − f g 3 < ε,
3 a 3
i=0

o, escrito de otra manera,


3 I b 33
3 n−1
;
3 3
3F (b)g(ξn−1 ) + F (xi ) (g(ξi−1 ) − g(ξi )) − f g 3 < ε,
3 a 3
i=1

que es lo mismo que


n−1
; I b
F (b)g(ξn−1) + F (xi ) (g(ξi−1 ) − g(ξi)) − ε ≤ fg ≤
i=1 a
(1) n−1
;
≤ F (b)g(ξn−1 ) + F (xi ) (g(ξi−1 ) − g(ξi )) + ε.
i=1

Sean, por otra parte, α y β puntos de [a, b] donde la función continua F alcanza su máximo
y mı́nimo absolutos respectivamente. Por ser g decreciente, g(ξi ) ≤ g(ξi−1 ), y por lo tanto

F (β)(g(ξi−1 ) − g(ξi )) ≤ F (xi )(g(ξi−1 ) − g(ξi )) ≤ F (α)(g(ξi−1 ) − g(ξi))

para i = 1, . . . , n − 1; sumando estas n − 1 desigualdades se obtiene que


n−1
;
F (β)(g(ξ0 ) − g(ξn−1 )) ≤ F (xi )(g(ξi−1 ) − g(ξi )) ≤ F (α)(g(ξ0 ) − g(ξn−1 )),
i=1

y sustituyendo estas desigualdades en (1) se tendrá que


I b
F (b)g(ξn−1 ) + F (β)(g(ξ0 ) − g(ξn−1 )) − ε ≤ f g ≤ F (b)g(ξn−1 ) + F (α)(g(ξ0) − g(ξn−1 )) + ε.
a

Por ser g decreciente g(ξ0 ) ≤ g(a) y g(ξn−1 ) ≥ g(b) y por definición de α y β, F (β) ≤
F (a) = 0 ≤ F (α) y F (β) ≤ F (b) ≤ F (α), luego F (β)g(ξ0 ) ≥ F (β)g(a), F (α)g(ξ0) ≤
Tema VI: Cálculo integral 231

F (α)g(a), (F (b) − F (β))g(ξn−1 ) ≥ (F (b) − F (β))g(b) y (F (b) − F (α))g(ξn−1 ) ≤ (F (b) −


F (α))g(b), por tanto
I b
F (b)g(b) + F (β)(g(a) − g(b)) − ε ≤ f g ≤ F (b)g(b) + F (α)(g(a) − g(b)) + ε.
a
Como dichas desigualdades son válidas para cualquier ε > 0, también se cumple
I b
F (b)g(b) + F (β)(g(a) − g(b)) ≤ f g ≤ F (b)g(b) + F (α)(g(a) − g(b)).
a
Como F es continua, también lo es F (b)g(b) + F (x)(g(a) − g(b)), luego por el teorema de
Bolzano existirá ξ ∈ [α, β] tal que
I b
f g = F (b)g(b) + F (ξ)(g(a) − g(b)),
a
Jb
y como F (b) = F (ξ) + ξ f , será
I b I b I ξ
f g = g(b) f + g(a) f
a ξ a
con ξ ∈ [α, β] ⊆ [a, b]. !

Ejercicios: 1) Sean f, g : [a, b] −→ R integrables, con f continua y g ≥ 0. Probar que existe


ξ ∈ [a, b] tal que
I b I b
f g = f (ξ) g.
a a
2) Obtener una demostración más sencilla del lema anterior para el caso en que g sea de
clase C 1 . Jb
Indicación: Calcular a f g por partes y aplicar el ejercicio anterior a la integral resultante.
Teorema 6.5.14 (Criterio de Dirichlet). Sean f, g J: [a, b) −→ R continuas, tales que
y
g es decreciente, lim g(x) = 0 y existe M > 0 tal que | x f | ≤ M para todo x, y ∈ [a, b).
x→b
Entonces f g es integrable en [a, b).
Demostración: Por ser lim g(x) = 0, dado ε > 0 existe c ∈ [a, b) tal que si x ∈ [c, b),
x→b
ε
entonces g(x) ≤ 2M . Dados x, y ∈ [c, b), aplicando el lema anterior, obtenemos
3I y 3 33 I ξ I y 33
3 3 3 3 ε ε
3 f g 33 = 3g(x) f + g(y) f3 ≤ M+ M = ε,
3 3 3 2M 2M
x x ξ

con lo que, por el criterio de Cauchy, f g es integrable en sentido impropio en [a, b). !
sen(x) 1
Ejemplo: La función es integrable en [1, +∞), ya que f (x) = sen(x) y g(x) =
x x
verifican las hipótesis del criterio de Dirichlet.
Las propiedades de las integrales demostradas en 6.3.1 y 6.3.2 se mantienen para integrales
impropias, excepto el apartado (2) de 6.3.1 y el apartado (3) de 6.3.2, como ya hemos visto.
También se mantiene lo demostrado en 6.4 como vemos a continuación:
Definición 6.5.15.– Dadas f, F : [a, b) −→ R, se dice que F es una primitiva de f si es
continua en [a, b), derivable en (a, b) y F " = f en (a, b).
232 6.5. Integrales impropias

Teorema 6.5.16 (Teorema fundamental Jx del cálculo integral). Si f : [a, b) −→ R es


continua en [a, b), entonces F (x) = a f es una primitiva de f .
Demostración: Sea [a, x] ⊂ [a, b); por el teorema 6.4.2, F es continua en [a, x], derivable
en (a, x) y F " = f en (a, x) lo que permite concluir. !
Teorema 6.5.17 (Regla de Barrow). Sean f : [a, b) −→ R continua y F una primitiva
de f en [a, b); entonces f es integrable en [a, b) si y sólo si existe lim (F (x)), y en ese caso
x→b

I →b
f = lim (F (x)) − F (a).
a x→b

Demostración: Dado x ∈ [a, b), aplicando la regla de Barrow para integrales ordinarias se
obtiene: I x
f = F (x) − F (a)
a

y tomando lı́mites en la citada expresión se concluye. !

1
J∞
Ejemplo: Sea f : [0, +∞) −→ R, f (x) = 1+x 2 ; entonces 0
f (x) = π2 .
En efecto: una primitiva de f en [0, +∞) es arctg(x) y existe lim (arctg(x)), luego f es
x→∞
integrable en [0, +∞) y
I ∞
π
f = lim (arctg(x)) − arctg(0) = .
0 x→∞ 2

Para concluir, vamos a dar una definición que es útil en muchos casos.
Definición 6.5.18.– Sea f : R −→
)J R localmente
* integrable; se llama valor principal de
J +∞ +∞
Cauchy de −∞ f y se denota v.p. −∞ f a

I x
lim f.
x→+∞ −x

Observación: Si f es integrable en sentido impropio en (−∞, +∞) también existe el valor


principal y coinciden, pero la inversa no es cierta.
)J *
+∞
Ejemplo: Sea f : R −→ R, f (x) = sen(x); v.p. −∞ f (x) = 0.
En efecto: I x
sen(t)dt = − cos(t)]x−x = − cos(x) + cos(−x) = 0.
−x

)J *
+∞
Ejercicio: Calcular v.p. −∞
f (x) siendo f : R −→ R la función f (x) = cos(x).
Tema VI: Cálculo integral 233

6.6. Integrales dependientes de un parámetro

Sea f : [a, b] × [c, d] −→ R; para cada t ∈ [c, d], denotaremos ft : [a, b] −→ R a la función
definida por ft (x) = f (x, t).
Si para cada t ∈ [c, d] la función ft es integrable en [a, b], podemos definir una nueva función
Jb Jb
F (t) = a ft , que también denotaremos F (t) = a f (x, t)dx; seguidamente vamos a estudiar
sus propiedades.
Teorema 6.6.1 (Teorema de continuidad). Si f : [a, b] × [c, d] −→ R es continua,
Jb
F (t) = a f (x, t)dx también lo es.
Demostración: Como el conjunto [a, b] × [c, d] es compacto, por el teorema de Heine f es
uniformemente continua, luego dado ε > 0 existe δ > 0 tal que, si (x, t), (x", t" ) ∈ [a, b] × [c, d]
y max{|x − x" |, |t − t" |} < δ, entonces |f (x, t) − f (x" , t" )| < ε.
Sean t, t" ∈ [c, d] tales que |t − t" | < δ; entonces
3I 3 I I b
3 b 3 b
" 3 " 3 "
|F (t) − F (t )| = 3 (f (x, t) − f (x, t ))dx3 ≤ |f (x, t) − f (x, t )|dx ≤ ε dx = ε(b − a),
3 a 3 a a

luego F es uniformemente continua y por tanto continua. !


J1
Ejemplo: Calcular lim x2 cos(tx)dx.
t→0 0
La función f (x, t) = x2 cos(tx) es continua en [0, 1] × [−1, 1] luego, por el teorema de
J1
continuidad, F (t) = 0 f (x, t)dx es continua y por tanto
I 1 I 1
2 1
lim (F (t)) = F (0) = x cos(0)dx = x2 dx = .
t→0 0 0 3

Teorema 6.6.2 (Teorema de derivación). Si f : [a, b] × (c, d) −→ R es continua, deriva-


Jb
ble con respecto a t y su derivada es continua en [a, b] × (c, d), entonces F (t) = a f (x, t)dx
es derivable en todo t0 ∈ (c, d) y
I b # %
" ∂f
F (t0 ) = (x, t0 )dx.
a ∂t

Demostración: Sean [c" , d" ] ⊂ (c, d) y t0 ∈ (c" , d" ). Será para cada t ∈ (c" , d" )
3 3 3I # % 33
3 F (t) − F (t ) I b # ∂f % 3 3 b f (x, t) − f (x, t ) # ∂f %
3 0 3 3 0 3
3 − (x, t0 )dx3 = 3 − (x, t0 ) dx3
3 t − t0 a ∂t 3 3 a t − t0 ∂t 3

y para cada x ∈ [a, b], por el teorema del valor medio aplicado a la función fx : [c" , d" ] −→ R
definida por fx (t) = f (x, t), existe θx = t0 + λx (t − t0 ) con 0 < λx < 1 tal que
# %
f (x, t) − f (x, t0 ) ∂f
= (x, θx ).
t − t0 ∂t
234 6.6. Integrales dependientes de un parámetro

∂f
Por ser continua en [a, b] × [c" , d" ], es uniformemente continua, luego dado ε > 0 existe
∂t
δ > 0 tal que si (x, t), (x", t" ) ∈ [a, b] × [c" , d" ] y max{|x − x" |, |t − t" |} < δ, entonces
3 3
3 ∂f ∂f 3
3 (x, t) − (x , t )33 < ε.
" "
3 ∂t ∂t

Supongamos que |t − t0 | < δ; en consecuencia |θx − t0 | < δ, y por tanto


3 3 3I # % 3
3 F (t) − F (t ) I b # ∂f % 3 3 b ∂f I b# %
∂f 3
3 0 3 3 3
3 − (x, t0 )dx3 = 3 (x, θx )dx − (x, t0 )dx3 ≤
3 t − t0 a ∂t 3 3 a ∂t a ∂t 3
I b 3# % # % 3 I b
3 ∂f ∂f 3
≤ 3 3
3 ∂t (x, θx ) − ∂t (x, t0 )3 dx ≤ ε dx = ε(b − a),
a a

lo que prueba el enunciado. !


I π/2
arctg(t tg(x))
Ejemplo: Calcular dx para t > 0.
0 tg(x)
π
En este caso el integrando no está definido para x = 0 ni x = , luego lo primero que hay
2
que hacer es ver que se puede extender a dichos valores de modo que sea continuo.

arctg(t tg(x)) t tg(x)


lim = lim =t
x→0 tg(x) x→0 tg(x)

y
arctg(t tg(x))
lim = 0,
x→π/2 tg(x)
π
ya que el lı́mite del numerador es 2 y el del denominador es +∞. Por tanto si definimos

 arctg(t tg(x)) π

 si 0 < x <
 tg(x) 2
f (x, t) = t si x = 0 ,



0 π
si x =
2
f es ya una función continua. Su derivada parcial respecto de t en un punto (x, t) con t > 0,
0 < x < π2 es:
∂f 1
(x, t) = .
∂t 1 + t tg2 (x)
2

En el resto de puntos la derivada parcial debe calcularse directamente; en total queda:



 1 π
# % 
 si 0 < x <
∂f  1 + t tg (x)
2 2 2
(x, t) = 1 si x = 0 ,
∂t 


0 π
si x =
2
Tema VI: Cálculo integral 235

que es continua en [0, π/2] × (0, ∞), luego por el teorema de derivación:
I π/2 # % I π/2
" ∂f dx π
F (t) = (x, t)dx = 2 2 =
0 ∂t 0 1 + t tg (x) 2(1 + t)

(dicha integral se hace con el cambio tg(x) = y, que la transforma en racional).


Integrando se obtiene:
π
F (t) = log(1 + t) + c
2
y aplicando el teorema de continuidad para t = 0 se obtiene c = 0 y por tanto:
I π/2
arctg(t tg(x)) π
dx = log(1 + t).
0 tg(x) 2

Teorema 6.6.3 (Teorema de integración). Si f : [a, b] × [c, d] )−→ R es continua,*


Jb Jd Jb Jd
entonces F (t) = a f (x, t)dx es integrable en [c, d] y c F (t)dt = a c f (x, t)dt dx, es
decir,
I d ?I b @ I b ?I d @
f (x, t)dx dt = f (x, t)dt dx.
c a a c

Jd J d )J b *
Demostración: F es continua, luego integrable y c F (t)dt = c a f (x, t)dx dt; por
)
Jb Jd *
idénticos motivos existe a c f (x, t)dt dx. Entonces lo único que hay que demostrar es
que ambas coinciden.
Por ser f continua, es uniformemente continua, luego dado ε > 0 existe δ > 0 tal que, si
(x, t), (x", t" ) ∈ [a, b] × [c, d] y max{|x − x" |, |t − t" |} < δ, entonces |f (x, t) − f (x" , t" )| < ε.
Tomemos dos particiónes π0 = {x0 , . . . , xn } de [a, b] y π1 = {t0 , . . . , tm } de [c, d] tales que
xk+1 − xk < δ y tj+1 − tj < δ, k = 1, . . . , n, j = 1, . . . , m.
Entonces
I b ; I xk+1
n−1
f (x, t)dx = f (x, t)dx,
a k=0 xk

y por tanto
I ?I @ m−1
?n−1 I #I % @
d b ; ; tj+1 xk+1
f (x, t)dx dt = f (x, t)dx dt .
c a j=0 k=0 tj xk

Denotando
Mkj = max{f (x, t) : (x, t) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ]}
y
mkj = min{f (x, t) : (x, t) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ]},
si t ∈ [tj , tj+1 ], entonces
I xk+1
mkj (xk+1 − xk ) ≤ f (x, t)dx ≤ Mkj (xk+1 − xk ),
xk
236 6.6. Integrales dependientes de un parámetro

luego
I tj+1 #I xk+1 %
mkj (xk+1 − xk )(tj+1 − tj ) ≤ f (x, t)dx dt ≤ Mkj (xk+1 − xk )(tj+1 − tj ).
tj xk

Como f es continua, por el teorema de Bolzano existen (γkj , θkj ) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ]
tales que I tj+1 #I xk+1 %
f (x, t)dx dt = f (γkj , θkj )(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ).
tj xk

Entonces I d ?I @
b ;
f (x, t)dx dt = f (γkj , θkj )(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ).
c a k,j

Razonando de igual manera para la otra integral se obtiene:


I b ?I d @
;
" "
f (x, t)dt dx = f (γkj , θkj )(xk+1 − xk )(tj+1 − tj )
a c k,j

" "
con (γkj , θkj ) ∈ [xk , xk+1 ] × [tj , tj+1 ].
" " " "
Como max{|γkj − γkj |, |θkj − θkj |} < δ, se verifica |f (γkj , θkj ) − f (γkj , θkj )| < ε, y por lo
tanto
3I ?I @ I d ?I b @ 3
3 b d 3
3 3
3 f (x, t)dt dx − f (x, t)dx dt3≤
3 a c c a 3
;
" "
≤ |f (γkj , θkj ) − f (γkj , θkj )|(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ) <
j,k
;
< ε(xk+1 − xk )(tj+1 − tj ) = ε(b − a)(d − c).
j,k

Como esto vale para cualquier ε > 0, las dos integrales coinciden. !
I 1 b # %
x − xa 1+b
Ejemplo: Si 0 < a < b, entonces dx = log .
0 log(x) 1+a
Si f (x, t) = xt será
I 1 ?I b @ I 1 ?I b @ I 1 7t=b I 1 b
t xt x − xa
f (x, t)dt dx = x dt dx = dx = dx
0 a 0 a 0 log(x) t=a 0 log(x)
y por otra parte es
I b #I 1 % I b #I %
1 I b t+1 7x=1 I b
t x 1
f (x, t)dx dt = x dx dt = dt = dt =
a 0 a 0 a t + 1 x=0 a t+1
# %
b 1+b
= log(1 + t)]a = log .
1+a
Como xt es continua, por el teorema de integración, ambas integrales deben coincidir.
Tema VI: Cálculo integral 237

Apéndice I: Cálculo de primitivas

Como el cálculo integral se puede reducir, en el caso de funciones continuas, a un simple


cálculo de primitivas, es necesario aprender distintos métodos para calcularlas.
Definición.– Si f : [a, Jb] −→ R es continua, llamaremos integral indefinida de f en [a, b], y
la representaremos por f (x)dx, al conjunto de primitivas de f en [a, b].
Si F (x) es una primitiva de f (x), como sabemos, será
I
f (x)dx = {F (x) + C : C ∈ R}.

Para no recargar la notación,


J salvo que haya peligro de confusión, suprimiremos la constante
y pondremos simplemente f (x)dx = F (x), donde F (x) es una primitiva cualquiera de f .
También se suprimirá en lo sucesivo el intervalo [a, b], y en algunos casos f puede estar
definida en R, (a, b) o cualquier conexo, ya que ésta es una condición suficiente para que dos
primitivas cualesquiera difieran en una constante. Si el conjunto no es conexo, esto deja de
ser cierto. Por ejemplo, la función f : R∗ −→ R definida por f (x) = x1 tiene por primitivas a
F1 (x) = log(|x|) y F2 (x) = log(|x|) + sgn(x), siendo sgn la función signo, que vale

1
 si x > 0
sgn(x) = −1 si x < 0


0 si x = 0

De cualquier manera, en adelante no escribiremos log(|x|) para referirnos a una primitiva


1
de x
, sino log(x)

A) Integrales inmediatas.

Leyendo a la inversa la tabla de derivadas, se obtiene la tabla de integrales inmediatas:

I I
m xm+1 1
1) x dx = (m #= −1) 2) dx = log(x)
m+1 x
I I
ax
3) ex dx = ex 4) ax dx =
log(a)
I I
5) sen(x)dx = − cos(x) 6) cos(x)dx = sen(x)
I I
dx dx
7) = tg(x) 8) = − cotg(x)
cos2 (x) sen2 (x)
I I
dx dx
9) √ = arcsen(x) 10) = arctg(x)
1 − x2 1 + x2
238 Apéndice I: Cálculo de primitivas
I I
11) sh(x)dx = ch(x) 12) ch(x)dx = sh(x)
I I
dx dx
13) 2 = th(x) 14) = − cth(x)
ch (x) sh2 (x)
I I
dx dx
15) √ = arcsh(x) 16) √ = arcch(x)
1 + x2 x2 − 1
I
dx
17) = arcth(x)
1 − x2

B) Métodos elementales de integración.

De las propiedades de la derivada se deducen propiedades de las primitivas, que pueden


ser usadas para el cálculo de integrales:
B.1) Linealidad de la integral indefinida.
Por ser la derivada lineal, es inmediato que si λ ∈ R es
I I I
(f + λg)(x)dx = f (x)dx + λ g(x)dx.

J x2 xn+1
Ejemplo: (a0 + a1 x + · · · + an xn )dx = a0 x + a1 + · · · + an , sin más que utilizar la
2 n+1
linealidad y la integral 1) de la tabla anterior.

B.2) Integración por sustitución o cambio de variable.


Si F (u) es una primitiva de f (u) y u = g(x), será

(F ◦ g)" (x) = F " (g(x))g "(x) = (f ◦ g)(x)g "(x) = ((f ◦ g)g ")(x),

es decir, (F ◦ g)(x) = F (u) es una primitiva de ((f ◦ g)g ")(x), o, con la notación habitual,
I I
f (u)du = f (g(x))g "(x)dx.

Ésta es la fórmula del cambio de variable, que permite calcular una integral a partir de la
otra. En la práctica se interpreta sustituyendo u por g(x) y du por g " (x)dx.
I
Ejemplos: 1) x3 cos(x4 )dx = 14 sen(x4 ).
En efecto, tomando u = x4 , será du = 4x3 dx, con lo que
I I
3 4 1 1 1
x cos(x )dx = cos(u)du = sen(u) = sen(x4 ).
4 4 4
I "
f (x)dx
2) = log(f (x)).
f (x)
Tema VI: Cálculo integral 239

En efecto, tomando u = f (x) será du = f " (x)dx, luego


I " I
f (x)dx du
= = log(u) = log(f (x)).
f (x) u

En particular
I I
dx (2ax + b)dx
= log(x − a) y = log(ax2 + bx + c).
x−a ax2 + bx + c
I
dx
3) Calculemos 2
con c > b2 (en este caso el denominador tiene dos raices
x + 2bx + c
complejas conjugadas). √
Haciendo
√ primero el cambio x + b = t (con lo que dx = dt) y después t = c − b2 u (con lo
que dt = c − b2 du), será
I I I √
dx dt c − b2 du
= = =
x2 + 2bx + c t2 + c − b2 (c − b2 )(u2 + 1)
# %
1 1 x+b
= √ arctg(u) = √ arctg √ .
c − b2 c − b2 c − b2
I
dx 1
4) n
= para n > 1.
(x − a) (−n + 1)(x − a)n−1
Haciendo x − a = u será
I I
u−n+1 (x − a)−n+1
(x − a) dx = u−n du =
−n
= .
−n + 1 −n + 1

B.3) Integración por partes.


De la regla de derivar un producto de funciones se obtiene inmediatamente que
I I
G(x)F (x)dx = F (x)G(x) − F (x)G" (x)dx,
"

lo que permite calcular una de las integrales conociendo la otra.


Por comodidad suele llamarse u = G(x), v = F (x), du = G" (x)dx = g(x)dx y dv =
"
F (x)dx = f (x)dx, con lo que la fórmula anterior queda
I I
udv = uv − vdu.

J
Ejemplos: 1) Calculemos log(x)dx.
Tomando u = log(x) y dv = dx, será du = x1 dx y v = x, con lo que
I I
log(x)dx = x log(x) − dx = x log(x) − x.
240 Apéndice I: Cálculo de primitivas

2) A veces la nueva integral que aparece es la inicial multiplicada por un factor distinto de
1, con lo cual, pasándola al primer miembro
J y despejando, queda resuelta.
Calculemos por este método I = sen2 (x)dx. Tomando u = sen(x) y dv = sen(x)dx, serán
du = cos(x)dx y v = − cos(x), con lo que
I I
I= sen (x)dx = − sen(x) cos(x) + cos2 (x)dx =
2

I
= − sen(x) cos(x) + (1 − sen2 (x))dx = − sen(x) cos(x) + x − I,

de donde
2I = x − sen(x) cos(x),
es decir, I = 12 (x − sen(x) cos(x)).

Ejercicio: El método de integración


I por partes suele utilizarse para obtener fórmulas de
dx
recurrencia. Probar que si In = , entonces
(1 + x2 )n

x 2n − 3
In = + In−1 .
2(n − 1)(1 + x2 )n−1 2(n − 1)

C) Integración de funciones racionales.

C.1) Método general.


P (x)
Una función racional es un cociente de dos polinomios con coeficientes reales, F (x) =
.
Q(x)
Para calcular su integral podemos suponer siempre que el grado de Q(x) es mayor que el de
P (x), pues, en caso contrario, dividiendo tendrı́amos

P (x) R(x)
= C(x) +
Q(x) Q(x)

donde C(x) es un polinomio, que ya sabemos integrar, y R(x) es el resto, que ya tiene grado
menor que Q(x).
Por el teorema fundamental del álgebra, Q(x) tiene tantas raices en C como su grado.
Además, por ser reales sus coeficientes, por cada raiz compleja que tenga, debe aparecer
también su conjugada. Entonces si las raices reales de Q(x) son ai con multiplicidades ρi (i =
1, . . . , m) y las complejas αj + iβj (y por tanto αj − iβj ) con multiplicidades γj (j = 1, . . . , r),
como (x − (α + iβ))(x − (α − iβ)) = (x − α)2 + β 2 , será
m
A r
A ' (γj
Q(x) = (x − ai )ρi (x − αj )2 + βj2 .
i=1 j=1
Tema VI: Cálculo integral 241

Descomponiendo en fracciones simples F (x) será:

P (x) A1 A2 Aρ1 G1 G2 Gρm


= + + ··· + +···+ + + ··· + +
Q(x) x − a1 (x − a1 )2 (x − a1 )ρ1 x − am (x − am )2 (x − am )ρm
M1 x + N1 Mγ1 x + Nγ1 H1 x + K1 Hγr x + Kγr
+ + ··· + # $γ + · · · + + ··· + .
(x − α1 )2 + β12 (x − α1 )2 + β12 1 (x − αr )2 + βr2 ((x − αr )2 + βr2 )γr

Por la linealidad de la integral, todo se reduce a calcular la integral de cada uno de los
distintos
I tipos de fracciones que aparecen.
dx
1) = log(x − a) por el ejemplo 2 de B.2.
I x−a
dx 1
2) n
= n−1
por el ejemplo 4 de B.2.
I (x − a) (−n + 1)(x
I − a) I
(M x + N )dx M (x − α)dx (M α + N )dx
3) n = n + .
2
((x − α) + β ) 2 2
((x − α) + β ) 2 ((x − α)2 + β 2 )n
Haciendo el cambio u = (x − α)2 + β 2 , la primera integral es inmediata.
La segunda, si n = 1, es el ejemplo 3) de B.2; y para n > 1, haciendo x − α = βu, se
convierte en una integral como la del ejercicio de B.3.
I
dx
Ejemplo: Calculemos la integral .
x (x − 2x + 2)2
2 2

Las raices del polinomio x2 − 2x + 2 son x = 1 + i y x = 1 − i, luego la descomposición


será de la forma

1 A B Cx + D Mx + N
= + + + .
x2 (x2 − 2x + 2)2 x x2 x2 − 2x + 2 (x2 − 2x + 2)2

Sumando las fracciones del segundo miembro, queda:

1 = 4B + (4A − 8B)x + (8B − 8A + 2D + N )x2 + (8A − 4B + 2C − 2D + M )x3 +


+(B − 4A − 2C + D)x4 + (A + C)x5 ,

de donde, igualando coeficientes, resulta el sistema de ecuaciones lineales

0 =A+C
0 = B − 4A − 2C + D
0 = 8A − 4B + 2C − 2D + M
0 = 8B − 8A + 2D + N
0 = 4A − 8B
1 = 4B

cuya solución es

1 1 1 3 1 1
A= , B= , C=− , D= , M =− , N = .
2 4 2 4 2 2
242 Apéndice I: Cálculo de primitivas

Entonces
I I I I I
dx dx dx 1 −2x + 3 1 −x + 1
= + + dx + dx.
x (x − 2x + 2)2
2 2 2x 4x2 4 2
x − 2x + 2 2 (x2 − 2x + 2)2

1 1
Las dos primeras integrales son inmediatas y valen 2 log(x) y − 4x respectivamente. Calcule-
mos las otras dos:

I I I I
1 −2x + 3 1 −2x + 3 1 2(x − 1) 1 dx
2
dx = 2
dx = − 2
dx + ;
4 x − 2x + 2 4 (x − 1) + 1 4 (x − 1) + 1 4 (x − 1)2 + 1

si en la primera de éstas hacemos el cambio u = (x − 1)2 + 1, queda


I I
1 2(x − 1) 1 du 1 1 ' (
− 2
dx = − = − log(u) = − log (x − 1)2 + 1 .
4 (x − 1) + 1 4 u 4 4

En cuanto a la segunda, mediante el cambio u = x − 1, se transforma en


I I
1 dx 1 du 1 1
2
= = arctg(u) = arctg(x − 1).
4 (x − 1) + 1 4 u2+1 4 4

Análogamente, haciendo el cambio (x − 1)2 + 1 = u en la cuarta integral se obtiene:


I
1 −x + 1 1 1
dx = .
2 (x2 − 2x + 2) 2 4 (x − 1)2 + 1

De los cálculos anteriores resulta, finalmente, que


I
dx 1 1 1 1 1
= log(x) − − log(x2 − 2x + 2) + arctg(x − 1) + .
x2 (x2 − 2x + 2) 2 2 4x 4 4 2
4(x − 2x + 2)

C.2) Método de Hermite.


Como se puede apreciar, el método anterior conduce en general a cálculos bastante labo-
riosos, por lo que seguidamente explicamos el método de Hermite, más corto.
Sean P (x) y Q(x) los polinomios anteriores y

' (γ1 −1 ' (γr −1


Q1 (x) = (x − a1 )ρ1 −1 . . . (x − am )ρm −1 (x − α1 )2 + β12 . . . (x − αr )2 + βr2 )
' ( ' (
Q2 (x) = (x − a1 ) . . . (x − am ) (x − α1 )2 + β12 . . . (x − αr )2 + βr2 ) .

Supongamos que existen ciertos polinomios R1 (x) y R2 (x) con gr (Rk (x)) < gr (Qk (x)),
(k = 1, 2) tales que I I
R(x) R1 (x) R2 (x)
dx = + dx.
Q(x) Q1 (x) Q2 (x)
Tema VI: Cálculo integral 243

Derivando,
R(x) R1" (x)Q1 (x) − R1 (x)Q"1 (x) R2 (x)
= + .
Q(x) Q1 (x)2 Q2 (x)
Poniendo coeficientes indeterminados en R1 (x) y R2 (x), si l = gr (Q1 (x)), k = gr (Q2 (x)) y
n = l + k = gr (Q(x)), se obtiene un sistema lineal con n ecuaciones I y l + k = n incógnitas.
R2 (x)
Una vez resuelto el sistema el problema se reduce a calcular dx, lo que se puede
Q2 (x)
hacer descomponiendo en fracciones simples, con lo que quedan integrales de los tipos 1) y 3)
anteriores. Esta descomposición se puede hacer, como antes, por el método de los coeficientes
indeterminados, aunque en este caso hay una manera más rápida:
Escribamos Q2 (x) = (x − λ1 ) . . . (x − λs ) (siendo los λk reales o complejos); entonces

s
R2 (x) ; Ak
= ,
Q2 (x) x − λk
k=1

luego
R2 (x) ; (x − λk )Aj
(x − λk ) = Ak + ,
Q2 (x) x − λj
j,=k

de donde, si λk es real, aplicando la regla de L’Hôpital,

R2 (x) R2 (x) + (x − λk )R2" (x) R2 (λk )


Ak = lim (x − λk ) = lim " = " .
x→λk Q2 (x) x→λk Q2 (x) Q2 (λk )

Si λk ∈ C, el resultado anterior también es cierto; en este caso aparecen λk y λk y además el


numerador correspondiente a λk es Ak , luego sumando ambos términos queda como numerador
un polinomio de primer grado con coeficientes reales.
I
dx
Ejemplo: Vamos a calcular
x (1 + x2 )2
3

I I
dx R1 (x) R2 (x)
3 2 2
= 2 + .
x (1 + x ) x (1 + x2 ) x(1 + x2 )

Derivando, queda

1 R1" (x)x2 (1 + x2 ) − (2x + 4x3 )R1 (x) R2 (x)


2 2 2
= 4 2 2
+ ;
x (1 + x ) x (1 + x ) x(1 + x2 )

de donde
1 = R1" (x)x(1 + x2 ) − 2(1 + 2x2 )R1 (x) + x2 (1 + x2 )R2 (x);
si R1 (x) = a0 + a1 x + a2 x2 + a3 x3 y R2 (x) = b0 + b1 x + b2 x2 , queda

1 = −2a0 − a1 x + (b0 − 4a0 )x2 + (b1 + a3 − 3a1 )x3 + (b0 + b2 − 2a2 )x4 + (b1 − a3 )x5 + b2 x6 ,
244 Apéndice I: Cálculo de primitivas

luego, igualando coeficientes,

2a0 = −1
a1 =0
b0 − 4a0 =0
a3 + b1 − 3a1 =0
b0 + b2 − 2a2 =0
b1 − a3 =0
b2 =0

y resolviendo el sistema, resulta que

1
R1 (x) = −( + x2 ) y R2 (x) = −2,
2

de donde
I I
dx 1 + 2x2 dx 1 + 2x2
= − − 2 = − − 2 log(x) + log(1 + x2 ).
x3 (1 + x2 )2 2x2 (1 + x2 ) x(1 + x2 ) 2x2 (1 + x2 )

D) Integración de funciones trigonométricas.

J J
D.1) Caso general R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)), siendo R(u, v) una fun-
ción racional.
' (
Se racionaliza con el cambio tg x2 = t, con lo que, utilizando las fórmulas del seno y del
coseno del ángulo mitad, se obtiene

2dt 2t 1 − t2
dx = , sen(x) = y cos(x) = .
1 + t2 1 + t2 1 + t2
J 'x(
En el caso R(sh(x), ch(x)) se hace el cambio th 2 = t, con lo que se obtiene

2dt 2t 1 + t2
dx = 2
, sh(x) = y ch(x) = .
1−t 1 − t2 1 − t2

lo que también permite racionalizar.


I
dx
Ejemplo: Calculemos .
sen(x)
Con el cambio anterior es
I I I ) ) x **
dx 1 + t2 2dt dt
= = = log(t) = log tg .
sen(x) 2t 1 + t2 t 2
Tema VI: Cálculo integral 245

Aunque este cambio siempre permite resolver la integral, cuando se pueda es preferible
evitarlo, ya que la integral de la función racional resultante puede ser muy pesada de calcular.
J J
D.2) R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)) con R(u, v) una función racional impar
en u: R(u, v) = −R(−u, v).

En este caso se hace el cambio cos(x) = t, con lo que dt = − sen(x)dx y sen(x) = √ 1 − t2 .
En el caso hiperbólico el cambio es ch(x) = t, con lo que dt = sh(x)dx y sh(x) = t2 − 1.
I
dx
Ejemplo: Calculemos .
sen(x)
Con el cambio anterior es
I I I # %
dx 1 −dt dt 1 1 + cos(x)
= √ √ =− = − arcth(t) = − log .
sen(x) 1 − t2 1 − t2 1 − t2 2 1 − cos(x)

J J
D.3) R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)) con R(u, v) una función racional impar
en v: R(u, v) = −R(u, −v).

El cambio es sen(x) = t, con lo que dt = cos(x)dx y cos(x) = 1 − t2 . √
En el caso hiperbólico el cambio es sh(x) = t, luego dt = ch(x)dx y ch(x) = 1 + t2 .
I
sen2 (x)dx
Ejemplo: Calculemos .
cos(x)
Utilizando el cambio anterior queda

I I I I # %
sen2 (x)dx 2 1 dt t2 dt 1
= t √ √ = = −1 + dt =
cos(x) 1 − t2 1 − t2 1 − t2 1 − t2
# %
1 1 + sen(x)
= −t + arcth(t) = − sen(x) + log .
2 1 − sen(x)

J J
D.4) R(sen(x), cos(x)) ó R(sh(x), ch(x)) con R(u, v) una función racional que
verifica R(u, v) = R(−u, −v).
El cambio es t = tg(x), con lo que

dt t 1
x = arctg(t), dx = 2
, sen(x) = √ y cos(x) = √ .
1+t 1 + t2 1 + t2

Para las hiperbólicas el cambio es th(x) = t, con lo que

dt t 1
x = arcth(x), dx = 2
, sh(x) = √ y ch(x) = √ .
1−t 1 − t2 1 − t2
I
dx
Ejemplo: Calculemos .
sen(x) cos3 (x)
246 Apéndice I: Cálculo de primitivas

Haciendo el cambio anterior queda


I I √ I
dx 1 + t2 : 2 3 dt (1 + t2 )dt
= ( 1 + t ) = =
sen(x) cos3 (x) t 1 + t2 t
t2 tg2 (x)
= + log(t) = + log(tg(x)).
2 2

Ejercicio: Calcular esta integral aplicando los cambios de D.1), D.2) y D.3).

D.5) Integrales de productos de funciones trigonométricas.


Se usan las fórmulas que transforman los productos en sumas:

1
sen(α) sen(β) = (cos(α − β) − cos(α + β))
2
1
cos(α) sen(β) = (sen(α + β) − sen(α − β))
2
1
cos(α) cos(β) = (cos(α + β) + cos(α − β))
2
1
sh(α) sh(β) = (ch(α + β) − ch(α − β))
2
1
ch(α) sh(β) = (sh(α + β) − sh(α − β))
2
1
ch(α) ch(β) = (ch(α + β) + ch(α − β))
2
J
Ejemplo: Calculemos sen(x) sen(2x) sen(3x)dx.
Usando las fórmulas es
1
sen(x) sen(2x) sen(3x) = (cos(x) − cos(3x)) sen(3x) =
2
1
= (sen(4x) + sen(2x) − sen(6x)) ,
4
luego I # %
1 cos(4x) cos(2x) cos(6x)
sen(x) sen(2x) sen(3x)dx = − − + .
4 4 2 6
Un caso particular, resoluble de un modo más sencillo, es el de las integrales del tipo
I
senn (x) cosm (x)dx

con n, m ∈ N, al que se puede aplicar alguno de los apartados D.2), D.3) ó D.4).
J
Ejemplo: cos3 (x) sen2 (x)dx.
Como √la potencia del coseno es impar se toma u = sen(x), con lo que du = cos(x)dx y
cos(x) = 1 − u2 . Entonces cos3 (x)dx = cos2 (x) cos(x)dx = (1 − u2 )du, y por lo tanto
I I
u3 u5 1 1
cos (x) sen (x)dx = (1 − u2 )u2 du =
3 2
− = sen3 (x) − sen5 (x).
3 5 3 5
Tema VI: Cálculo integral 247

E) Integrales irracionales.

I ? #
%p /q # %p /q @
ax + b 1 1 ax + b r r
E.1) Integrales del tipo R x, ,..., donde R es
cx + d cx + d
una función racional de r + 1 variables, a, b, c, d ∈ R y p1 , q1 , . . . , pr , qr ∈ Z.
Haciendo el cambio
ax + b
= tn .
cx + d
donde n = m.c.m.(q1 , . . . , qr ) el integrando se transforma en una función racional de t. Para
calcular dx se despeja x en esta expresión.
I
xdx
Ejemplo: Calculemos la integral : √ .
3
(x + 2)2 − x + 2
En este caso q1 = 3 y q2 = 2, con lo que n = m.c.m(2, 3) = 6, luego el cambio que hay que
tomar es x + 2 = t6 . Entonces x = t6 − 2, luego dx = 6t5 dt y sustituyendo queda
I I I
xdx (t6 − 2)6t5 dt t2 (t6 − 2)
: √ = =6 dt,
3
(x + 2)2 − x + 2 t4 − t3 t−1

que ya es la integral de una función racional de t.


J
E.2) Integrales del tipo xp (a + bxq )r dx con p, q, r ∈ Q y a, b ∈ R.
Haciendo el cambio xq = t, será dt = qxq−1 dx, luego dx = 1q t(1−q)/q dt. Sustituyendo,
queda I I
p q r 1
x (a + bx ) dx = t(1−q+p)/q (a + bt)r dt,
q
que puede resolverse sólo en los siguientes casos:
(1) Si r ∈ Z, es una integral del tipo E.1) y basta tomar t = um siendo 1−q+p
q = n
m.
1−q+p m n
(2) Si q ∈ Z, es del tipo E.1) y se hace a + bt = u , donde r = m .
(3) Si r + 1−q+p
q ∈ Z, es también del tipo E.1), ya que
# %r
(1−q+p)/q r r+(1−q+p)/q a + bt
t (a + bt) = t .
t

Por lo tanto para resolverla se hace el cambio

a + bt
= um ,
t
n
siendo r = m.
I > √
3
Ejemplo: Calculemos la integral I = x 2 + x2 dx.
248 Apéndice I: Cálculo de primitivas

En primer lugar hacemos el cambio t = x2/3 , con lo que x = t3/2 y dx = 32 t1/2 dt:
I I I
2/3 1/2 3 3/2 1/2 1/2 3
I= x(2 + x ) dx = t (2 + t) t dt = t2 (2 + t)1/2 dt.
2 2

Como p = 1, q = 23 y r = 12 , es 1−q+p
q
= 2, luego estamos en el segundo caso, con lo que
hay que hacer el cambio 2 + t = u . Será t = u2 − 2 y dt = 2udu y sustituyendo es
2

I I I
3 2 1/2 3 2 2
I= t (2 + t) dt = (u − 2) u2udu = 3 u2 (u2 − 2)2 du
2 2

que es inmediata.
J √
E.3) Integrales del tipo R(x, ax2 + bx + c) con a, b, c ∈ R, a #= 0 y R(x, y)
racional.
Las integrales de este tipo se pueden transformar, con determinados cambios, en racionales
o en trigonométricas.
Para transformarlas en racionales distinguimos dos casos:
(1) El polinomio tiene dos raı́ces reales distintas (si tiene una raiz doble la integral es
racional).
En este caso, si α y β son las raices, se tiene
8
: : x−β
ax2 + bx + c = a(x − α)(x − β) = (x − α) a ,
x−α

y por lo tanto es una integral del tipo E.1), donde el cambio es

x−β
a = t2 .
x−α

(2) El polinomio tiene dos raı́ces complejas conjugadas.


En este caso el polinomio P (x) = ax2 + bx + c no cambia de signo, luego debe ser siempre
positivo (para que tenga sentido la raiz). Como para x suficientemente grande el signo del
polinomio coincide con el de a, debe ser a > 0. Y también c = P (0) > 0.
En este caso pueden hacerse los cambios:
: √
ax2 + bx + c = ax + t

ó : √
ax2 + bx + c = xt + c,
donde, como siempre, se despeja x y se calcula dx.
Observación: Si a > 0 ó c > 0, también pueden emplearse estos cambios en el caso (1).
Veamos cómo transformarlas en trigonométricas:
Tema VI: Cálculo integral 249

b
Haciendo el cambio u = x− 2a , el polinomio de segundo grado ax2 +bx+c se transforma en
au2 + c" ; y con un cambio del tipo v = αu, ésta se transforma en λ2 (±v 2 ± 1), luego podemos
suponer que es siempre de uno de los tipos siguientes:
J√ √
(1) √1 − x2 ; se hace el cambio x = sen(t), luego √ 1 − x2 = cos(t) y dx = cos(t)dt.
J
(2) 1 + x2 ; se toma x = tg(t), con lo que 1 + x2 =√sec(t) y dx = (1 + tg2 (t))dt, ó
también puede hacerse tomando x = sh(t), con 2
J√ √ lo que 1 + x = ch(t) y dx = ch(t)dt.
(3) x2 − 1; se toma x = sec(t), con lo que x2 − 1 = √ tg(t) y dx = sec(t) tg(t)dt, ó
también puede hacerse tomando x = ch(t), con lo que x2 − 1 = sh(t) y dx = sh(t)dt.
I
dx
Ejemplos: 1) Calculemos √ .
x2 + 3x + 2
x+2
Como x2 + 3x + 2 = (x + 1)(x + 2), se puede resolver con el cambio = t2 . Despejando
x+1
t2 − 2 −2tdt
es x = 2
y dx = , y por lo tanto
1−t (1 − t2 )2

I I I 8 I 2
dx dx x+2 1 t − 1 −2tdt
√ = : = dx = t 2 =
x2 + 3x + 2 (x + 1)(x + 2) x+1x+2 t (1 − t2 )2
I ?8 @ #√ √ %
2dt x+2 x+1+ x+2
= = 2 arcth(t) = 2 arcth = log √ √ .
1 − t2 x+1 x+1− x+2

I
xdx
2) Calculemos √ .
x2 + 1 √
Como a = 1, se hace el cambio x2 + 1 = x + t. Elevando al cuadrado es x2 + 1 =
x2 + t2 + 2xt, con lo que

1 − t2 1 + t2
x= y dx = − dt,
2t 2t2

y por tanto

I I I
xdx 1 − t2 2t 1 + t2 1 1 − t2
√ =− dt = − dt =
x2 + 1 2t 1 + t2 2t2 2 t2
# % # : %
1 1 1 1 2
= +t = √ + x +1−x .
2 t 2 x2 + 1 − x
I :
3) Calculemos 2ax − x2 , con a #= 0.
Haciendo x − a = t queda 2ax − x2 = a2 − t2 , con lo que
Q # %2
I : I : I
t
2ax − x2 dx = a2 − t2 dt = a 1− dt.
a
250 Apéndice I: Cálculo de primitivas

Haciendo el cambio u = at , du = dt
a, queda
Q # %2
I I :
t 2
a 1− dt = a 1 − u2 du,
a

con lo que el cambio es u = sen(v) y queda


I : I I
2 2
2ax − x2 dx =a cos(v) cos(v)dv = a cos2 (v)dv,

que se calcula fácilmente.

Observación: Hay funciones “elementales” que carecen de primitiva “elemental”, como por
2 sen(x) :
ejemplo e−x , ó 1 − k2 sen(x) con 0 < k2 < 1.
x
Tema VI: Cálculo integral 251

Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral

En lo que sigue aplicaremos el cálculo integral para obtener áreas, longitudes y volúmenes;
los conocimientos de los que disponemos en este momento no nos permiten hacer demostra-
ciones completamente rigurosas de alguna de la fórmulas.

A) Cálculo de áreas de figuras planas.

A.1) En coordenadas cartesianas.

Sea f : [a, b] −→ R una función continua y sea

A = {(x, y) ∈ R2 : a ≤ x ≤ b, |y| ≤ |f (x)|, sgn(y) = sgn(f (x))}.

y = f (x)
A
a
b

Definición.– Llamaremos área de A al número


I b
a(A) = |f |.
a

Observaciones: 1) Se integra |f | en lugar de f para que el área siempre sea mayor o igual
que 0.
2) En cursos posteriores se demostrará que, para determinadas regiones de R2 , existe una
función área que verifica las propiedades enunciadas en 6.1 y que para las del tipo anterior
coincide con la que acabamos de definir. Además, la aditividad del área junto con su invarianza
por giros, traslaciones y simetrı́as nos permitirá calcular el área de regiones más generales a
partir de regiones de este tipo.

Ejemplos: 1) Área del cı́rculo de radio r.


252 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral


y= r2 − x2


y = − r2 − x2

El área del cı́rculo será la


√ suma del área de la mitad superior, donde la función
√ que deter-
mina la gráfica es f1 (x) = r2 − x2 , y la inferior, determinada por f2 (x) = − r2 − x2 .
I r : I r : I r :
A= 2 2
| r − x |dx + |− r2 − x2 |dx =2 r2 − x2 dx =
−r −r −r
I 0 : I r : I r : I r :
=2 r2 − x2 dx + 2 r2 − x2 dx =2 r2 − u2 du +2 r2 − x2 dx =
−r 0 0 0
I r : πr2
=4 r2 − x2 dx = 4 = πr2 .
0 4

Utilizando la invarianza del área por simetrı́as, el área del cı́rculo es cuatro veces la de
la parte correspondiente al primer cuadrante. A partir de ahora, siempre que sea posible,
utilizaremos simplificaciones semejantes.
2) Área del recinto limitado por la elipse de semiejes a y b.

x2 y2
La ecuación de la elipse es + = 1. Calcularemos el área correspondiente al primer
a2 b2 √
cuadrante y la multiplicaremos por cuatro. En este cuadrante es, despejando, y = ab a2 − x2 ,
luego I a : I
b 2 2
4b a : 2 4b πa2
A=4 a − x dx = a − x2 dx = = πab.
0 a a 0 a 4
Tema VI: Cálculo integral 253

A.2) En coordenadas polares.


Consideremos el plano R2 dotado de las coordenadas cartesianas {x, y}. Cada punto
(x0 , y0 ) #= (0, 0) determina de modo único dos valores:
> # %
y0
r0 = x20 + y02 > 0 y φ0 = arctg ∈ [0, 2π),
x0
que representan, respectivamente, el módulo del número complejo x0 + iy0 y el argumento
principal del citado número.

y0
r0
φ0
x0

Recı́procamente, dado (r0 , φ0 ) ∈ R+ × [0, 2π), existe un único punto p del plano com-
plejo con módulo r0 y argumento φ0 . A las componentes del par anterior se las denomina
coordenadas polares del punto p.
Despejando, se obtiene que x0 = r0 cos(φ0 ) e y0 = r0 sen(φ0 ), luego las fórmulas que
relacionan las coordenadas cartesianas y polares son
:  9
r = x2 + y 2  x = r cos(φ)
)y*
φ = arctg  y = r sen(φ)
x
Sea r : [α, β] −→ R+ , r = r(φ), una función continua. Calculemos el área del recinto A
definido en coordenadas polares por α ≤ φ ≤ β, 0 ≤ r ≤ r(φ).

r = r(φ)

β
α

Si r es constante, el recinto es un sector circular, cuyo área valdrá r2 β−α 2 , ya que el área
2
total del cı́rculo es πr y el área es invariante por giros.
Si r no es constante, tomando una partición π = {φ1 , . . . , φn } de [α, β] y llamando mi =
min{r(φ) : φ ∈ [φi , φi+1 ]} y Mi = max{r(φ) : φ ∈ [φi , φi+1 ]}, si el área existe, debe verificarse
n−1 n−1
1; 2 1; 2
m (φi+1 − φi ) ≤ a(A) ≤ M (φi+1 − φi )
2 i=0 i 2 i=0 i
254 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral

2 2
Como las sumas de los extremos valen s( r2 , π) y S( r2 , π) respectivamente, utilizando que
r2 es continua y tomando lı́mites se obtiene que
I β
1
a(A) = r2 (φ)dφ
2 α

Ejemplo: Calculemos el área limitada por la lemniscata de Bernoulli , cuya ecuación es (x2 +
y 2 )2 + 2a2 (y 2 − x2 ) = 0 (la lemiscata es el lugar geométrico de los puntos del plano cuyo
producto de distancias a dos puntos fijos F = (a, 0) y F " = (−a, 0) es constante e igual a a2 ).

π
4
a √
2a

Puesto que en este caso es difı́cil despejar y como función de x, pasamos la ecuación de la
lemniscata a coordenadas polares, y queda r2 = 2a2 cos(2φ), y aplicamos la fórmula anterior.
Por simetrı́a, el área será el cuádruple de la del primer cuadrante de la figura, es decir:
I π/4 I π/4
1 2 2
a(A) = 4 2a cos(2φ)dφ = 4a cos(2φ)dφ = 2a2 .
2 0 0

B) Cálculo de longitudes de curvas planas.

B.1) En coordenadas cartesianas.


Sea f : [a, b] −→ R una función continua y Γf su gráfica. Deseamos calcular su lon-
gitud, para lo cual, como el el caso de las áreas, partimos del caso trivial en el que f
es constante y por lo tanto su gráfica es un segmento, de longitud conocida. Sea π =
{x0 , . . . , xn } una partición de [a, b], li la distancia euclı́dea entre (xi , f (xi )) y (xi+1 , f (xi+1 )),
: <
n−1
li = (xi+1 − xi )2 + (f (xi+1 ) − f (xi ))2 y l(f, π) = li .
i=0
Tema VI: Cálculo integral 255

a xi xi+1 b

Por la desigualdad triangular, si π " es una partición más fina que π entonces l(f, π) ≤
l(f, π "); además la “longitud” de la curva debe ser mayor o igual que cualquier l(f, π). Ello
nos lleva a definir la longitud de la curva Γf como

l(f ) = sup{l(f, π)},


π

entendiendo que dicho supremo es +∞ si el conjunto {l(f, π)}π no está acotado.


Veamos que en el caso particular en que f sea de clase C 1 el cálculo integral permite calcular
la longitud de Γf .
Por el teorema del valor medio para derivadas, para cada i = 1, . . . , n existe θi ∈ (xi , xi+1 )
tal que f (xi+1 ) − f (xi ) = f " (θi )(xi+1 − xi ), luego
: :
li = (xi+1 − xi )2 + (f (xi+1 ) − f (xi ))2 = 1 + f " (θi )2 (xi+1 − xi ),

<:
n−1
con lo que l(f, π) = 1 + f " (θi )2 (xi+1 − xi ), o lo que es lo mismo, l(f, π) es una suma de
i=0 :
Riemann de la función g(x) = 1 + f " (x)2 asociada a la partición π, y por lo tanto

s(g, π) ≤ l(f, π) ≤ S(g, π).

Sea π ≥ π " ; entonces


l(f, π) ≥ l(f, π "),
y además
l(f, π) ≤ S(g, π) ≤ S(g, π "),
luego el conjunto {l(f, π)}π está acotado superiormente por cualquier S(g, π "), por lo que
existe l(f ) = sup{l(f, π)} y verifica
π

l(f ) ≤ S(g, π ")

para cualquier partición π " . Tomando ı́nfimos en π " , queda


I b
l(f ) ≤ g.
a
256 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral

Por otra parte, s(g, π) ≤ l(f, π), luego, tomando supremos,


I b
g ≤ l(f ).
a

Pero por hipótesis g es continua, y por tanto integrable, luego


I b:
l(f ) = 1 + f " (x)2 .
a

Observación: Lo hecho anteriormente demuestra que, si g es acotada, también existe l(f ) y


además
I b I b
g ≤ l(f ) ≤ g.
a a

Ejemplo: Calculemos la longitud de la circunferencia de radio r.


y= r2 − x2

Para ello basta calcular la correspondiente a un cuadrante y multiplicarla por 4. En


√ −x
el primer cuadrante la ecuación de la curva es y = r2 − x2 , con lo que y " = √ .
r2 − x2
Entonces
Q
I r # %2 I r ) x *Ur
−x r dx πr
l(f ) = 1+ √ dx = √ = r arcsen =
0 r2 − x2 0 r2 − x2 r 0 2

y la longitud buscada es 4l(f ) = 2πr.

B.2) En coordenadas paramétricas.


Sea γ : [t0 , t1 ] −→ R2 un arco de clase C 1 , es decir, tal que sus componentes x e y son
de clase C 1 . Supongamos además que en el intervalo [t0 , t1 ] la función x" no toma el valor 0.
Por el corolario 5.2.6, o bien x" (t) > 0, o bien x" (t) < 0 para todo t ∈ [t0 , t1 ], es decir, x es
estrictamente creciente o decreciente; por tanto puede despejarse t = t(x) y por la proposición
1
5.1.9 t es derivable y t" (x) = " , lo que prueba que t(x) es de clase C 1 .
x (t(x))
Tema VI: Cálculo integral 257

Esto permite parametrizar la curva por x y, por el apartado anterior, su longitud valdrá
J: y " (t)
1 + y " (x)2 dx. Por la regla de la cadena es y " (t) = y " (x)x" (t), luego y " (x) = " y
x (t)
dx = x" (t)dt, luego haciendo el cambio x = x(t) en la integral, es
Q # %2
I x(t1 ) : I t1 I t1 :
y " (t) "
1+ y " (x)2 dx = 1+ x (t)dt = x" (t)2 + y " (t)2 dt,
x(t0 ) t0 x" (t) t0

luego I t1 :
l(γ) = x" (t)2 + y " (t)2 dt.
t0

Observación: La fórmula anterior es cierta aunque no sea siempre x" (t) #= 0. El lector puede
tratar de demostrarla directamente a partir de la definición, tal y como se hizo en el apartado
anterior.

Ejemplo: Calculemos de nuevo la longitud de la circunferencia de radio r, parametrizándola


por t=ángulo de las coordenadas polares.
En este caso
x(t) = r cos(t), y(t) = r sen(t)
donde t recorre el segmento [0, 2π).

y(t)
t
x(t)

Por lo tanto x" (t) = −r sen(t), y " (t) = r cos(t) y


I 2π : I 2π
l= (−r sen(t))2 + (r cos(t))2 dt = rdt = 2πr.
0 0

B.3) En coordenadas polares.


Si r = r(φ), φ ∈ [φ0 , φ1 ], es la ecuación de una curva plana en coordenadas polares, con r
de clase C 1 , puede tomarse φ como parámetro y utilizar el caso anterior. Se tendrá que

x(φ) = r(φ) cos(φ), y(φ) = r(φ) sen(φ),


258 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral

con lo que

x" (φ) =r" (φ) cos(φ) − r(φ) sen(φ)


y " (φ) =r" (φ) sen(φ) + r(φ) cos(φ)

y por lo tanto
I φ1 : I φ1 :
l= x" (φ)2 + y " (φ)2 dφ = r(φ)2 + r" (φ)2 dφ.
φ0 φ0

Ejemplo: Probemos que la longitud de la cardioide, cuya ecuación es r = a(1 + cos(φ)), vale
8a.

2a

En este caso r" (φ) = −a sen(φ), y por lo tanto


I π : √ I π:
l=2 a2 (1 + cos(φ))2 + (−a sen(φ))2 dφ = 2 2a 1 + cos(φ)dφ =
0 0
I π # %
φ
= 4a cos dφ = 8a.
0 2

C) Cálculo de volúmenes de sólidos de revolución

Análogamente al caso de las áreas planas, se presenta el problema de no poder dar con
rigor la definición de volumen de un sólido en R3 . Procediendo como entonces, asignaremos
a cada sólido acotado, S, un número, v(S), llamado volumen, de modo que se verifiquen las
propiedades siguientes:
(1) El volumen es mayor o igual que 0.
(2) Es invariante por isometrı́as.
(3) El volumen de la unión de dos sólidos disjuntos es la suma de los volúmenes.
(4) El volumen del cubo [0, 1] × [0, 1] × [0, 1] es 1.
Procediendo como entonces, se llega a que el volumen de un prisma rectángular es el
producto de las longitudes de las tres aristas y, más en general, que el volumen de un sólido
de la forma A × B con A ⊆ R2 y B ⊆ R es v(A × B) = a(A)l(B) cuando estos términos
existan. Ası́, por ejemplo, el volumen de un cilindro recto de base un cı́rculo de radio r y
altura a es πar2 .
Tema VI: Cálculo integral 259

Sea A el sólido obtenido al hacer girar la gráfica de una función continua f : [a, b] −→ R+ ,
z = f (x), en torno al eje X. Las intersecciones de A con los planos x = x0 tienen área
S(x0 ) = πf (x0 )2 .

a b X
Y

Sea p = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b]. Como S es proporcional a f 2 , ambas alcanzan
en los mismos puntos de cada intervalo [xk , xk+1 ] el máximo y el mı́nimo, y por lo tanto
mk (S, p) =πmk (f 2 , p) = πmk (f, p)2
Mk (S, p) =πMk (f 2 , p) = πMk (f, p)2 .
Por lo anterior es claro que mk (S, p)(xk+1 − xk ) y Mk (S, p)(xk+1 − xk ) son cotas, superior e
inferior respectivamente, del volumen de la parte de A comprendida entre los planos x = xk
y x = xk+1 . Sumando será
n−1
; n−1
;
mk (S, p)(xk+1 − xk ) ≤ v(A) ≤ Mk (S, p)(xk+1 − xk ).
k=0 k=0
Al refinar la partición y tomar lı́mites, los extremos de la desigualdad anterior convergen a
Jb
a
S(x)dx, y por lo tanto
I b I b
v(A) = S(x)dx = πf (x)2 dx.
a a

Ejemplo: Calculemos el volumen del tronco de paraboloide x = y 2 + z 2 limitado por los


planos x = a, x = b.
Puesto que dicho paraboloide se obtiene al girar la parábola x = z 2 alrededor del eje X,
será I b I b
√ 2 π
V =π ( x) dx = π xdx = (b2 − a2 ).
a a 2
Z

a b X
Y
260 Apéndice II: Aplicaciones geométricas del cálculo integral

Observación: La fórmula del volumen es cierta en general, es decir, si A es un sólido de R3


cuya proyección sobre el eje X es [a, b] y el área de la intersección de A con el plano x = x0 ,
S(x0 ), es una función continua en [a, b], entonces
I b
v(A) = S(x)dx.
a

x2 y2 z2
Ejemplo: Calculemos el volumen limitado por el elipsoide + + = 1.
a2 b2 c2
Z
c p"

x0 a
b X
p
Y

En este caso la proyección de la figura sobre el eje X es [−a, a] y la sección de dicha figura
con el plano x = x0 es la elipse 
x2 y2 z2 
2
+ 2 + 2 =1
a b c

x =x0
Cortando dicha elipse con los planos z = 0 e y = 0 obtenemos, respectivamente, los puntos
p y p" de la figura:
> >
b 2 " c
p = (x0 , 2
a − x0 , 0) y p = (x0 , 0, a2 − x20 ).
a a
b: 2 c: 2
Se tendrá entonces que los semiejes de la sección elı́ptica son a − x20 y a − x20 , con
a a
lo que su área viene dada por la función
bc 2
S(x) = π (a − x2 )
a2
Entonces el volumen del elipsoide será
I a I
πbc 2 2 2πbc a 2 4
v= 2
(a − x )dx = 2 (a − x2 )dx = πabc.
−a a a 0 3

D) Áreas laterales de sólidos de revolución

Si S es el sólido de revolución obtenido al girar alrededor del eje X la curva z = f (x) con
f : [a, b] −→ R+ de clase C 1 , su superficie puede aproximarse en cada intervalo [xi , xi+1 ] por
la del tronco de cono recto circular de radios f (xi ) y f (xi+1 ).
Tema VI: Cálculo integral 261

α
r
R :
2πf (xi ) 1 + f " (θi )2 (xi+1 − xi )
a b X
Y
2πf (xi+1 )
Como el área de un sector circular de radios r y R y ángulo α es

α 2 α 1
(R − r2 ) = (R + r)(R − r) = (αR + αr)(R − r),
2 2 2

y los datos:del tronco de cono anterior son αR = 2πf (xi+1 ), αr = 2πf (xi ) y R − r =
(xi+1 − xi ) 1 + f " (θi )2 , el área lateral de S es
I b :
a(S) = 2π f (x) 1 + f " (x)2 dx.
a

Ejemplos: El área lateral de la esfera de radio r es 4πr2 . √


En efecto, puesto que la esfera se obtiene girando alrededor del eje X la curva z = r2 − x2 ,
−x
es z " (x) = √ y por lo tanto el área vale
r − x2
2

Q
I r : # %2 I r
−x
a = 2π r2 − x2 1 + √ dx = 2πr dx = 4πr2 .
2
r −x 2
−r −r
262
Tema VII: Sucesiones y series de funciones

7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

En todo este capı́tulo designaremos por {fn } a una sucesión de funciones, reales o comple-
jas, definidas todas en un mismo conjunto X. Habitualmente este conjunto será un subcon-
junto de R ó Rn ; cuando escribamos K en lugar de R ó C significará que el resultado vale
para ambos. Al espacio vectorial de las funciones continuas de X en R lo denotaremos por
C(X, R) o simplemente C(X) y al de las funciones continuas de X en C por C(X, C).

Definición 7.1.1.– Se dice que la sucesión de funciones {fn } converge puntualmente a la


función f : X −→ K si para cada x ∈ X la sucesión {fn (x)} converge en K a f (x). Es este
caso escribiremos {fn } → f puntualmente o lim (fn (x)) = f (x).
n→∞

Observaciones: 1) El estudio de la convergencia puntual de una sucesión de funciones se


reduce a estudiar la convergencia de sucesiones en K. La definición anterior dice que para
cada x ∈ X y cada ε > 0 existe n0 tal que para todo n ≥ n0 es |fn (x) − f (x)| < ε. Obsérvese
que n0 depende de ε y del punto x: n0 = n0 (ε, x).
2) El lı́mite puntual de una sucesión de funciones, si existe, es único, como se deduce
inmediatamente de la unicidad de los lı́mites de sucesiones en R o C.

La convergencia puntual es, como veremos a continuación, insatisfactoria, pues no con-


serva las principales propiedades de las funciones: acotación, continuidad, derivabilidad e
integrabilidad.

Ejemplos: 1) El lı́mite puntual de una sucesión de funciones acotadas no es, en general, una
función acotada.
Basta considerar las funciones acotadas fn : (0, 1) −→ R definidas por:

 1
n si x ≤
fn (x) = n
 1

si x >
1
x n

La representación gráfica de fn es
263
264 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

fn

1 1
n

Es evidente que cada fn está acotada en (0, 1). Fijado además x0 ∈ (0, 1), se tiene que
lim (fn (x0 )) = x10 , ya que basta tomar n0 de modo que n10 < x0 , con lo que se tendrá que
n→∞
fn (x0 ) = x10 para todo n ≥ n0 .
Entonces {fn } converge puntualmente a la función

f : (0, 1) −→ R
1
x 0−→
x

que no está acotada en (0, 1).


2) El lı́mite puntual de una sucesión de funciones continuas no es, en general, una función
continua.
Basta considerar la sucesión de funciones reales {fn } definidas en [−1, 1] por

 −1

 −1 si − 1 ≤ x ≤

 n

−1 1
fn (x) = nx si <x<

 n n



1 1
si ≤ x ≤ 1
n

La representación gráfica de fn es

−1 − n1
1 1
n

−1
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 265

1
Fijado x0 ∈ (0, 1], tomando n0 ∈ N tal que n0 < x0 , se tendrá que fn (x0 ) = 1 para todo
n ≥ n0 , con lo que lim (fn (x0 )) = 1.
n→∞
Análogamente, si x0 ∈ [−1, 0), se prueba que lim (fn (x0 )) = −1. Y como fn (0) = 0 para
n→∞
todo n ∈ N, será lim (fn (0)) = 0.
n→∞
Entonces {fn } converge puntualmente a la función f : [−1, 1] −→ R definida por

 −1
 si − 1 ≤ x < 0
fn (x) = 0 si x = 0


1 si 0 < x ≤ 1

cuya representación gráfica es

−1
1

−1

Es evidente que cada fn es continua y que f no lo es.


3) El lı́mite puntual no conserva la derivabilidad, es decir, es posible encontrar una sucesión
{fn } de funciones derivables con lı́mite puntual una función no derivable.
Sea fn : [−1, 1] −→ R definida por
 −1

 −x si − 1 ≤ x ≤

 n

 √
fn (x) = 2 − 2 − n2 x2 −1 1
 si <x<

 n n n

 1
x si ≤ x ≤ 1
n
cuya gráfica es la de la de la figura siguiente

−1 − n1 1 1
n

Es inmediato comprobar que {fn } → f puntualmente, siendo f : [−1, 1] −→ R definida


por f (x) = |x|, que no es derivable en el punto x0 = 0, mientras que cada fn sı́ lo es.
266 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

−1 1

4) El lı́mite puntual de funciones tampoco conserva la derivación en el sentido de que, aun


siendo {fn } una sucesión de funciones derivables que converge puntualmente a una función
derivable f , {fn" } no converge en general a f " . 1 2
sen(nx)
Basta considerar la sucesión de funciones √ , que converge puntualmente a la
n
función constante 0, ya que fijado x0 ∈ R es
#3 3% # %
3 sen (nx0 ) 3 1
0 ≤ lim 33 √ 3 ≤ lim √ = 0.
n 3 n

Las funciones de esta sucesión son derivables en todo R con derivadas fn" (x) = n cos(nx);
sin embargo
√ {fn" } no converge a 0 = f " puntualmente, ya que, por ejemplo, si x = 0 es
fn" (0) = n para cada n ∈ N.
5) El lı́mite puntual tampoco conserva la integración, es decir, si fn : [a, b] −→ R son
funciones integrables Riemann que convergen puntualmene a una función f : [a, b] −→ R
también integrable Riemann, no es cierto en general que
?I @ I
b b
lim fn = f.
a a

Sean, por ejemplo, fn : [0, 1] −→ R las funciones definidas por fn (x) = n2 x(1 − x)n .
Entonces {fn } → 0 puntualmente, ya que fijado x0 ∈ (0, 1]
' ( ' (
lim n2 x0 (1 − x0 )n = x0 lim n2 (1 − x0 )n = 0
n→∞ n→∞

y fn (0) = 0 para todo n ∈ N.


Haciendo el cambio 1 − x = t se tiene
I 1 I 1 6 71
2 n 2 tn+1 tn+2 n2
fn (x) dx = n (1 − t)t dt = n − = ,
0 0 n+1 n+2 0 (n + 1)(n + 2)
)J * J1
1
luego lim 0
fn = 1 #= 0 = 0 lim (fn ).
n→∞

Ejercicio: Probar que las funciones fn del ejemplo 3) anterior, no sólo son derivables en el
punto x0 = 0, sino en todo el intervalo (-1,1).
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 267

Definición 7.1.2.– Una sucesión de funciones {fn } converge uniformemente en X a una


función f si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que |fn (x) − f (x)| < ε para todo n ≥ n0 y
todo x ∈ X. En este caso escribiremos {fn } → f uniformemente.

Observaciones: 1) La condición de la definición anterior es más fuerte que la de la conver-


gencia puntual, ya que aquı́ el n0 debe valer para todos los x ∈ X, sólo depende de ε, mientras
que allı́ dependı́a de ε y del punto. Como consecuencia, si {fn } → f uniformemente, entonces
{fn } → f puntualmente.
Como el lı́mite puntual, si existe, es único, también lo será el lı́mite uniforme, si existe.
2) En el caso de funciones reales, la definición anterior puede interpretarse geométricamente
ası́: {fn } → f uniformemente si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que para n ≥ n0 la función
fn está contenida en la franja comprendida entre f − ε y f + ε, como muestra la figura.

f +ε
f
fn
f −ε

3) Consideremos el espacio vectorial E = {f : X −→ K : |f | está acotada en X} dotado de


la norma : :∞ definida por
:f :∞ = sup {|f (x)| : x ∈ X}

para cada f ∈ E.
La convergencia de funciones en el espacio normado (E, : :∞ ) es precisamente la conver-
gencia uniforme de funciones de E, ya que |fn (x) − f (x)| ≤ ε para todo x ∈ X si y sólo si
:fn − f :∞ = sup{|fn (x) − f (x)| : x ∈ X} ≤ ε.
1 2
sen(nx)
Ejemplos: 1) La sucesión √ converge uniformemente a 0, ya que dado ε > 0 será
n
3 3
3 sen(nx) 3
3 √ 3 ≤ √1 < ε
3 n 3 n

1
para todo n ≥ n0 sin más que tomar n0 > .
ε2
2) La sucesión formada por las funciones fn : [−1, 1] −→ R definidas por

 1

 −1 si − 1 ≤ x ≤ −

 n

1 1
fn (x) = nx si − < x <

 n n



1 1
si ≤ x ≤ 1
n

no converge uniformemente en [−1, 1].


268 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

En efecto, como la convergencia uniforme implica la convergencia puntual, por el ejemplo 2)


anterior, si {fn } fuera uniformemente convergente, su lı́mite serı́a la función f : [−1, 1] −→ R
definida por 
 −1 si − 1 ≤ x < 0

f (x) = 0 si x = 0


1 si 0 < x ≤ 1
Entonces para cada ε > 0 deberı́a existir n0 tal que f − ε < fn < f + ε para todo n ≥ n0 ,
lo cual es imposible siempre que ε < 12 .
Este ejemplo pone de manifiesto que en general la convergencia puntual no implica la
uniforme.
Proposición 7.1.3 (Criterio de Cauchy). La condición necesaria y suficiente para que
una sucesión de funciones {fn }, fn : X −→ K, converja uniformemente en X es que para
cada ε > 0 exista n0 ∈ N tal que |fn (x) − fm (x)| < ε para n, m ≥ n0 y para todo x ∈ X.
Demostración: Si {fn } converge uniformente a una función f , dado ε > 0 existe n0 ∈ N
tal que |fn (x) − f (x)| < 2ε para todo x ∈ X y todo n ≥ n0 . Entonces, si n, m ≥ n0 , será

ε ε
|fn (x) − fm (x)| ≤ |fn (x) − f (x)| + |f (x) − fm (x)| < + <ε
2 2

para todo x ∈ X.
Recı́procamente, si se verifica la condición del enunciado, entonces para cada x ∈ X la
sucesión {fn (x)}n∈N es de Cauchy en K (que es completo), luego convergente. Definimos
f : X −→ K por f (x) = lim (fn (x)). Veamos que {fn } → f uniformemente.
Sea ε > 0; existe n0 tal que si n, m ≥ n0 es
ε
|fn (x) − fm (x)| <
2

para todo x ∈ X. Entonces


ε
|fn (x) − f (x)| = lim |fn (x) − fm (x)| ≤ <ε
m→∞ 2

para todo x ∈ X y n ≥ n0 , de donde se concluye. !

Ejemplo: Utilizaremos las sucesiones de la proposición


√ 1.5.13 para encontrar dos sucesiones
de funciones que convergen uniformemente a x en [0, 1].
Para cada x ∈ [0, 1] definimos g0 (x) = x, f0 (x) = 1,

fn (x) + gn (x) 2fn (x)gn (x)


fn+1 (x) = y gn+1 (x) = .
2 fn (x) + gn (x)

Como se probó en la citada proposición, para cada x0 ∈ [0, 1] es



lim (fn (x0 )) = lim (gn (x0 )) = x0 ,
n→∞ n→∞
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 269

√ √
luego {fn } → x y {gn } →
√ x puntualmente. Entonces, si vemos que {fn } y {gn } convergen
uniformemente, ha de ser x su lı́mite uniforme.
Y como para cada x0 ∈ [0, 1] si m > n se tiene la desigualdad

1 − x0 1
|fn (x0 ) − fm (x0 ) | ≤ n
≤ n,
2 2
por el criterio de Cauchy {fn } converge uniformemente en [0, 1]. Análogamente para {gn }.

Observación: Si E es el espacio vectorial de las funciones acotadas dotado de la norma


: :∞ , el criterio de Cauchy dice que {fn } → f en (E, : :∞ ) si y sólo si para cada ε > 0 existe
n0 ∈ N tal que :fn − fm :∞ < ε para todo n, m ≥ n0 , es decir, si y sólo si la sucesión {fn } es
de Cauchy en (E, : :∞ ). Entonces el criterio de Cauchy prueba que (E, : :∞ ) es un espacio
normado completo, es decir, un espacio de Banach.
Como ya sabemos, no es cierto en general que si {fn } → f puntualmente, entonces {fn } →
f uniformemente. Sin embargo, esto puede conseguirse añadiendo algunas condiciones:
Proposición 7.1.4. Sean X un espacio topológico compacto y f, fn : X −→ R funciones
continuas tales que f1 ≤ f2 ≤ . . . . Si {fn } → f puntualmente, entonces {fn } → f uniforme-
mente.
Demostración: Sea ε > 0; dado x0 ∈ X, existe n0 ∈ N tal que |fn (x0 ) − f (x0 ) | < ε si
n ≥ n0 . Como fn0 y f son continuas, el conjunto Ux0 = {x ∈ X : |fn0 (x) − f (x)| < ε} es un
abierto que contiene a x0 . Además, por ser la sucesión {fn } monótona creciente con lı́mite
puntual f , se tendrá que si x ∈ Ux0 entonces |fn (x) − f (x)| < ε para todo n ≥ n0 . Como
{Ux0 }x0 ∈X es un recubrimiento abierto de X y éste es compacto, existen x1 , . . . , xr ∈ X tales
que
X = Ux1 ∪ · · · ∪ Uxr .
Tomando N = max {n1 , . . . , nr } (cada nk corresponde a xk como n0 a x0 ), se tendrá que
|fn (x)−f (x)| < ε para todo x ∈ X si n > N , lo que prueba que {fn } → f uniformemente. !
La convergencia uniforme conserva la acotación, la continuidad y la integrabilidad, pero
no la derivabilidad, como demostramos a continuación.
Proposición 7.1.5. Si {fn } es una sucesión de funciones acotadas y {fn } → f uniforme-
mente, entonces f está acotada.
Demostración: Como {fn } → f uniformemente, existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces
|fn (x) − f (x)| < 1 para todo x ∈ X. Entonces, si M0 es una cota de fn0 , será

|f (x)| ≤ |f (x) − fn0 (x)| + |fn0 (x)| < 1 + M0

para todo x ∈ X. !
Proposición 7.1.6. Si {fn } es una sucesión de funciones continuas en un espacio métrico
X y {fn } → f uniformemente, entonces f es continua en X.
Demostración: Veamos que f es continua en cada x0 ∈ X. Sea ε > 0; por ser {fn } → f
uniformemente, existe n0 ∈ N tal que |fn (x) − f (x)| < 3ε para todo x ∈ X y n ≥ n0 ; por otra
270 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

ε
parte, como fn0 es continua en x0 , existe δ > 0 tal que |fn0 (x0 ) − fn0 (x)| < 3 si d (x0 , x) < δ.
Entonces
ε ε ε
|f (x) − f (x0 ) | ≤ |f (x) − fn0 (x)| + |fn0 (x) − fn0 (x0 )| + |fn0 (x0 ) − f (x0 )| < + + =ε
3 3 3
si d (x, x0 ) < δ, lo que prueba que f es continua en x0 . !

Observaciones: 1) La proposición anterior prueba que si


E = {f : X −→ K : |f | está acotada}
está dotado de : :∞ , entonces su subespacio
E ∩ C(X) = {f ∈ E : f es continua en X}
es cerrado.
2) La proposición anterior también puede interpretarse diciendo que “el lı́mite uniforme de
funciones continuas conmuta con el lı́mite en un punto”:
) * # %
lim lim (fn (x)) = lim lim (fn (x))
x→x0 n→∞ n→∞ x→x0

3) De la proposición anterior se deduce que si el lı́mite puntual de una sucesión de funciones


no es una función continua, dicha sucesión no converge uniformemente.
Lo mismo que ocurrı́a para la convergencia puntual en relación con la derivación puede
ocurrir para la convergencia uniforme: que {fn } → f uniformemente siendo fn derivables y
que f no sea derivable o que, aun siendo f derivable, no sea f " el lı́mite uniforme de {fn" }. Y
como ejemplos siguen valiendo los mismos:
Ejemplos: 1) Las funciones fn definidas por
 1

 −x si − 1 ≤ x ≤ −

 n

 √
fn (x) = 2 − 2 − n2 x2 1 1
 si − < x <

 n n n

 1
x si ≤ x ≤ 1
n
son derivables en (−1, 1) y la sucesión {fn } converge uniformemente en [−1, 1] a la función
f (x) = |x|, que no es derivable en x0 = 0. En efecto, {fn } → f uniformemente ya que si
|x| ≥ n1 , entonces |fn (x) − f (x)| = 0 y, si |x| < n1 , es n2 x2 < 1 y por lo tanto
3 3
3 2 − √2 − n2 x2 3 1 1 2
3 3
|fn (x) − f (x)| = 3 − |x|3 < + = .
3 n 3 n n n
2
Como para todo x ∈ [−1, 1] es |fn (x)1− f (x)| <
2 n , se concluye.
sen(nx)
2) Como ya hemos visto, la sucesión √ converge a 0 uniformemente y sin embargo
√ n
{ n cos(nx)} no converge a 0 uniformemente ya que ni siquiera lo hace puntualmente.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 271

Proposición 7.1.7. Si {fn } es una sucesión de funciones integrables Riemann en [a, b] y


{fn } → f uniformemente, entonces f es integrable Riemann en [a, b] y se verifica que
?I @ I
b b
lim fn = f.
a a

Demostración: Por el criterio de Lebesgue, como cada fn es integrable en [a, b], será con-
tinua salvo en un conjunto An ⊂ [a, b] de medida nula. Como $ {fn } → f uniformemente, por
la proposición 7.1.6, f será continua salvo quizás en A = An , que es de medida nula (por
n
ser unión numerable de conjuntos de medida nula). De nuevo por el criterio de Lebesgue, se
concluirá que f es integrable Riemann.
Veamos la segunda parte. Sea ε > 0; como {fn } → f uniformemente, existe n0 ∈ N tal
ε
que |fn (x) − f (x)| < b−a para todo x ∈ [a, b] y n ≥ n0 . Entonces, si n ≥ n0 será
3I I b 33 33I b 3 I I b
3 b 3 b
ε
3 3 3 3
3 fn − f 3 = 3 (fn − f )3 ≤ |fn − f | ≤ 1 = ε,
3 a a 3 3 a 3 a b−a a

con lo que queda demostrada la proposición. !

Observación: Puede interpretarse la proposición anterior diciendo que “el lı́mite uniforme
de funciones conmuta con la integral”, ya que la igualdad del enunciado es
?I @ I
b b
lim fn = lim (fn ) .
a a n→∞

Proposición 7.1.8. Sea {fn } una sucesión de funciones de clase C 1 en [a, b] tal que {fn (x0 )}
converge para un x0 ∈ [a, b]. Si {fn" } converge uniformemente a una función g, entonces {fn }
converge uniformemente a una función f tal que f " = g, es decir, a una primitiva de g.
Demostración: La función g es continua por ser lı́mite uniforme de funciones continuas.
Sea f una primitiva de g en [a, b]; sumándole una constante se puede suponer que f (x0 ) =
lim (fn (x0 )). Si vemos que {fn } → f uniformemente, habremos concluido.
Sea ε > 0; si x ∈ [a, b], por el teorema del valor medio existe ξx entre x y x0 tal que

|fn (x) − f (x)| ≤ |fn (x) − f (x) − fn (x0 ) + f (x0 )| + |fn (x0 ) − f (x0 )| =
= |fn" (ξx ) − f " (ξx )||x − x0 | + |fn (x0 ) − f (x0 )|.

Como {fn (x0 )} → f (x0 ), existe n0 ∈ N tal que |fn (x0 ) − f (x0 )| < 2ε para n ≥ n0 . Por otra
ε
parte, como {fn" } → f " = g uniformemente, existe n1 ∈ N tal que |fn" (x) − f " (x)| < 2(b−a)
para todo x ∈ [a, b] y n ≥ n1 . Utilizando estas dos acotaciones será
ε ε
|fn (x) − f (x)| ≤ |x − x0 | + < ε
2(b − a) 2
272 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

para n ≥ max {n0 , n1 } y para todo x ∈ [a, b], lo que prueba que {fn } → f uniformemente. !

Observaciones: 1) El teorema anterior no es de conservación de la derivación por lı́mites


uniformes, sino de conservación de primitivas.
2) Puede debilitarse la hipótesis del enunciado, suponiendo que las fn son derivables (en
lugar de de clase C 1 ) y el resultado sigue siendo cierto.
Si {fn } y f son funciones integrables Riemann en [a, b], tambien lo serán las funciones
|fn − f |2 y por lo tanto tiene sentido la siguiente
Definición 7.1.9.– Si {fn } y f son integrables Riemann en [a, b], se dice que {fn } converge
a f en media cuadrática si ?I @
b
lim |fn − f |2 = 0.
n→∞ a

En este caso escribiremos {fn } → f en media cuadrática.

Ejemplo: Sean fn : [−1, 1] −→ R las funciones definidas por



 1

 −1 si −1 ≤x ≤−

 n

1 1
fn (x) = nx si − <x<

 n n



1 1
si ≤x≤1
n
y f : [−1, 1] −→ R la función definida por

 −1
 si − 1 ≤ x < 0
f (x) = 0 si x = 0


1 si 0 < x ≤ 1
N O N O
Veamos que {fn } → f en media cuadrática. Como f = fn en −1, − n1 ∪ n1 , 1 ,
I 1 I 0 I 1/n I 1/n
2 2 2 2
|fn − f | = | − 1 − nx| + |1 − nx| = 2 |1 − nx|2 = ,
−1 −1/n 0 0 3n
J1
y por lo tanto lim −1
|fn − f |2 = 0.
Este ejemplo pone de manifiesto que la convergencia cuadrática no conserva la continuidad.
También, que la convergencia cuadrática no implica la convergencia uniforme, pues ya hemos
probado que la sucesión anterior {fn } no converge a f uniformemente.
Observaciones: 1) En el espacio R([a, b]) de las funciones integrables Riemann en [a, b] es
posible que una sucesión de funciones {fn } converja en media cuadrática a dos funciones
distintas; de hecho, si {fn } → f en media cuadrática, cambiando el valor de f en un punto
cualquiera, se tendrá que {fn } también converge en media cuadrática a la nueva función, pues
el cambio en un punto no afecta al valor de las integrales.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 273

Esto no ocurre, sin embargo, si nos restringimos al espacio vectorial de las funciones con-
tinuas C([a, b]), ya que la convergencia cuadrática de funciones en C([a, b]) es precisamente la
convergencia de funciones en el espacio normado (C([a, b]), : :2 ) y en un espacio métrico, el
lı́mite, si existe, es único.
2) El ejemplo anterior también sirve para demostrar que el espacio normado (C([a, b]), : :2 )
no es completo.
En efecto, la sucesión de funciones {fn } de dicho ejemplo es de Cauchy en C([a, b]) ya que
si n > m es

1
−1 −m − n1
1 1 1
n m

−1

I 1 I 1/n I 1/m
2 2 2 (n − m)2 2
|fn − fm | = 2 |nx − mx| + 2 |1 − mx|2 = 2
< .
−1 0 1/n 3 n m 3m
Y sin embargo {fn } no es convergente en (C([−1, 1]), : :2 ). En efecto, supongamos que lo
fuera y sea g ∈ C([−1, 1]) su lı́mite. Si f es la función no continua del ejemplo anterior a la
cual converge la sucesión {fn } en media cuadrática, utilizando la desigualdad de Schwartz, se
tiene que

I 1 I 1
|f − g| ≤ 2
(|fn − f | + |fn − g|)2 =
−1 −1
I 1 I 1 I 1
2 2
= |fn − f | + |fn − g| + 2 |fn − f ||fn − g| ≤
−1 −1 −1
I 1 I 1 #I 1 %1/2 #I 1 %1/2
2 2 2 2
≤ |fn − f | + |fn − g| + 2 |fn − f | |fn − g| ,
−1 −1 −1 −1

J1
y como {fn } → f y {fn } → g en media cuadrática, se concluye que −1 |f − g|2 = 0, con lo
que f = g salvo en un conjunto de medida nula, lo cual no es posible, como el lector puede
comprobar realizando el siguiente

Ejercicio: Sean f, g dos funciones definidas en [a, b] y x0 ∈ (a, b). Si g es continua en x0 y


f tiene una discontinuidad de tipo salto en x0 , entonces el conjunto {x ∈ [a, b] : f (x) #= g(x)}
no tiene medida nula.
Aunque, como ya hemos probado, la convergencia en media cuadrática no implica la con-
vergencia uniforme, el recı́proco sı́ es cierto:
274 7.1. Convergencia puntual, uniforme y en media cuadrática

Proposición 7.1.10. Si {fn } y f son funciones integrables Riemann en [a, b] y {fn } → f


uniformemente en [a, b], entonces {fn } converge a f en media cuadrática en [a, b].
Demostración: Sea ε > 0; por hipótesis existirá n0 ∈ N tal que |fn (x) − f (x)| < ε para
todo x ∈ [a, b] y n ≥ n0 , con lo que
I b
|fn − f |2 ≤ ε2 (b − a)
a
para todo n ≥ n0 , de donde se concluye. !

Observaciones: Si {fn } es una sucesión de funciones derivables y {fn } → f en media


cuadrática, f puede no ser derivable y, aun siéndolo, en general no se puede asegurar que
{fn" } → f " en media cuadrática. Como ejemplos siguen siendo válidos los hechos para probar
las mismas afirmaciones para la convergencia puntual y uniforme, como puede comprobar
fácilmente el lector.
La convergencia en media cuadrática no implica en general la convergencia puntual, como
prueba el siguiente ejemplo: Fijado n ∈ N dividimos el intervalo [0, 1] en 2n subintervalos de
la misma longitud:
2n
! −1 6 7
k k+1
[0, 1] = , .
2n 2n
k=0
Haciendo esto para cada n ∈ N, se forma una colección
N O de subintervalos
N O N {I1O, I2 , . . .} que
ordenamos de la siguiente manera: I1 = [0, 1], I2 = 0, 12 , I3 = 12 , 1 , I4 = 0, 14 , . . .

I1 I2 I3 I4 I5 I6 I7
0 1 0 1 1 0 1 1 3 1
2 4 2 4

Para cada n ∈ N, definimos la función fn : [0, 1] −→ R por


1
1 si x ∈ In
fn (x) =
0 en caso contrario
Las gráficas de estas funciones serán

f1 f2 f3 f4

0 1 0 1 1 0 1 1 0 1 1
2 2 4

{fn } → 0 en media cuadrática, ya que


I 1 I
2 1
|fn | = dx = ,
0 In 2r
r r+1
siendo 2 ≤ n < 2 .
Y sin embargo {fn } no converge a 0 puntualmente, ya que fijado x0 ∈ [0, 1] se tiene que
lim sup(fn (x0 )) = 1 y lim inf(fn (x0 )) = 0, pues la sucesión {fn (x0 )}n∈N toma los valores 0 y
1 infinitas veces.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 275

Proposición 7.1.11. Si {fn } , {gn }, f y g son funciones integrables Riemann en [a, b] tales
que {fn } → f y {gn } → g en media cuadrática en [a, b], entonces
1I x 2 I x
(fn gn ) −→ (f g)
a a

uniformemente en [a, b].


Demostración: Sea ε > 0; por definición existen n0 , n1 ∈ N tales que
I b I b
2 2
|fn − f | < ε si n ≥ n0 y |gn − g|2 < ε2 si n ≥ n1 .
a a

Utilizando la desigualdad de Schwartz, si x ∈ [a, b] y n ≥ max {n0 , n1 } será


3I x 3 I x
3 3
3 fn gn − f g33 =
3
a
3I x 3 3I x 3a 3I x 3 3I x 3
3 3 3 3 3 3 3 3
= 33 (fn gn − f g)33 ≤ 33 (fn − f )(gn − g)33 + 33 (fn − f )g 33 + 3
3 f (gn − g)33 ≤
a a a a
#I x %1/2 #I x %1/2
2
≤ |fn − f | |gn − g|2 +
a a
#I x %1/2 #I x %1/2 #I x %1/2 #I x %1/2
2 2 2 2
+ |fn − f | |g| + |f | |gn − g| ≤
a a a a
≤ ε2 + Aε + Bε

donde A = :g:2 y B = :f :2 . Como esto es para cada x ∈ [a, b], se concluye. !


Corolario 7.1.12. Sean {fn } y f funciones/Jintegrables
0 Riemann
Jx en [a, b] tales que {fn } → f
x
en
4J media
5 cuadrática en [a, b]. Entonces a n
f −→ a
f uniformemente; en particular
b J b
a fn −→ a f .

Demostración: Es un caso particular de la proposición anterior tomando g = gn = 1 para


todo n ∈ N. !

7.2. El teorema de Stone–Weierstrass


Lema 7.2.1. La función f : [0, 1] −→ R definida por f (x) = x es lı́mite uniforme de una
sucesión de polinomios {Pn (x)} tales que Pn (0) = 0.
' (
Demostración: Definimos P0 (x) = 0 y Pn+1 (x) = Pn (x) + 12 x − Pn2 (x) para cada n ≥ 0.
Es evidente que cada Pn es un polinomio y que Pn (0) = 0. √
Demostremos en primer lugar que si x ∈ [0, 1] entonces 0 ≤ Pn (x) ≤ x para todo n ∈ N.
Por inducción, como P0√
(x) = 0, basta demostrar las dedigualdades para n + 1 suponiendo
cierto que 0 ≤ Pn (x) ≤ x.
276 7.2. El teorema de Stone–Weierstrass

Como 0 ≤ x ≤ 1, por hipótesis de inducción será 0 ≤ Pn (x) ≤ x ≤ 1 con lo que por una
parte
1' ( 1 1
Pn+1 (x) = Pn (x) + x − Pn2 (x) = x + Pn (x)(1 − Pn (x)) ≥ 0,
2 2 2
y por otra
# %
√ √ 1' 2 ( ' √ ( 1' √ (
Pn+1 (x) − x = Pn (x) − x − P (x) − x = Pn (x) − x 1− Pn (x) + x ≤ 0.
2 n 2
Se tendrá entonces que x − Pn2 (x) ≥ 0 para todo n ∈ N y por tanto Pn+1 (x) ≥ Pn (x) para
todo n. Entonces la sucesión {Pn (x)} es monótona creciente y acotada superiormente para
cada x ∈ [0, 1], luego es convergente, y si llamamos f (x) = lim (Pn (x)), tomando lı́mite en la
definición de los Pn se tendrá que
1' (
f (x) = f (x) + x − f 2 (x) ,
2

de donde se obtiene
√ que f (x) = x.
Como {Pn } √
→ x puntualmente y es una sucesión monótona creciente, por la proposición
7.1.4, {Pn } → x uniformemente. !
Sea X un espacio métrico compacto. El producto ordinario de funciones permite dotar
a C(X, R) de estructura de anillo, con lo que C(X, R) es una R–álgebra. Además, como X
es compacto, las funciones de C(X, R) están acotadas, con lo que puede definirse la norma
: :∞ ; C(X, R) dotado de : :∞ es un espacio normado (y la convergencia de funciones en
dicho espacio es la convergencia uniforme).
Lema 7.2.2. Si X es compacto y B una subálgebra cerrada de C(X, R), entonces, si f, g ∈ B
también |f |, max(f, g), min(f, g) ∈ B.
Demostración: Como max(f, g) = 12 (f + g + |f − g|) y min(f, g) = 12 (f + g − |f − g|), basta
demostrar que si f ∈ B, entonces |f | ∈ B.
Supongamos que f #= 0, pues en caso contrario el resultado es evidente. Cambiando f
f
por , podemos suponer que |f (x)| ≤ 1 para todo x ∈ X. Sea {Pn (x)} una sucesión
:f :∞ :

de polinomios que converja
/ uniformemente
' (0 a x en [0, 1] (lema 7.2.1). Como |f | = f2 y
0 ≤ f 2 ≤ 1 se tendrá
' 2 ( que Pn f
2
converge uniformemente |f |. Como f ∈ B y B es una
' ' a2 ((
subálgebra, Pn f ∈ B, y como B es cerrada, |f | = lim Pn f ∈ B. !

Definición 7.2.3.– Si X es un conjunto y A una famila de aplicaciones de X en R, se dice


que A separa puntos si para cada par x, y ∈ X con x #= y existe una función f ∈ A tal que
f (x) = 0 y f (y) = 1.

Observación: Sea X un conjunto y A una R–álgebra de aplicaciones de X en R. Entonces


A separa puntos de X si y sólo si para cada par de puntos x, y ∈ X, x #= y y cada par de
números reales a, b, existe f ∈ A tal que f (x) = a y f (y) = b.
En efecto, si A separa puntos, dados x #= y existe g ∈ A tal que g(x) = 0 y g(y) = 1; la
aplicación f = a + (b − a)g ∈ A (al ser A álgebra contiene a las constantes) cumple lo pedido.
El recı́proco es inmediato.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 277

Teorema 7.2.4 (Stone–Weierstrass). Si X es un espacio métrico compacto y B una


subálgebra cerrada de (C(X, R), : :∞ ) que separa puntos de X, entonces B = C(X, R).
Demostración: Sea g ∈ C(X, R); si vemos que para cada ε > 0 existe f ∈ B tal que
:f − g:∞ < ε, se tendrá que g ∈ B = B, con lo que se concluye.
Sea ε > 0; fijado x ∈ X, para cada y ∈ X, y #= x, existe (por separar B puntos) una función
fxy ∈ B tal que fxy (x) = g(x) y fxy (y) = g(y). Como fxy y g son funciones continuas que
coinciden en y, el conjunto Vy = {z ∈ X : fxy (z) < g(z) + ε} es un entorno de y. Haciendo lo
mismo para cada y #= x, se obtiene un recubrimiento abierto de X, y como éste es compacto,
existen y1 . . . yn ∈ X tales que X = Vy1 ∪ · · · ∪ Vyn .
La función fx = min {fxy1 , . . . , fxyn } está en B y además verifica que fx (z) < g(z) + ε para
todo z ∈ X y que fx (x) = g(x). Como fx y g son continuas,

Ux = {z ∈ X : fx (z) > g(z) − ε}

es un entorno de x y haciendo lo mismo para cada x ∈ X obtenemos un recubrimiento abierto


de X. De nuevo por ser X compacto, existirán x1 . . . xm ∈ X tales que X = Ux1 ∪ · · · ∪ Uxm ,
y la función f = max {fx1 , . . . , fxm } está en B y verifica que g(z) − ε < f (z) para todo z ∈ X.
Como además fx (z) < g(z) + ε para todo x, z ∈ X, será f (z) < g(z) + ε para todo z ∈ X y
por lo tanto
g(z) − ε < f (z) < g(z) + ε
para todo z ∈ X, de donde :f − g:∞ < ε, como querı́amos probar. !
Corolario 7.2.5 (Weierstrass). Toda función f : [a, b] −→ R continua es lı́mite uniforme
en [a, b] de una sucesión de polinomios.
Demostración: Los polinomios en [a, b] forman una subálgebra A ⊆ C([a, b]) que separa
puntos, luego su cierre A es, como demostrará fácilmente el lector, una subálgebra cerrada
que separa puntos. Como [a, b] es compacto, por el teorema anterior ha de ser A = C([a, b]),
que es lo que dice el enunciado. !
Corolario 7.2.6. Si f : R −→ R es continua y periódica de perı́odo 2π, entonces es lı́mite
uniforme de una sucesión de polinomios trigonométricos, es decir, de funciones de la forma
n ;
; m
P (x) = aij cosi (x) senj (x)
i=0 j=0

Demostración: Como f es periódica con perı́odo 2π, basta aproximar f uniformemente por
los polinomios del enunciado en cualquier intervalo de longitud 2π, por ejemplo [0, 2π].
Si denotamos por CP ([0, 2π]) a las funciones continuas de [0, 2π] en R de perı́odo 2π y por
S1 a la circunferencia unidad de R2 , se puede definir una aplicación biyectiva

Ψ : CP ([0, 2π]) −→ C (S1 )


f 0−→ f˜

donde f˜((x, y)) = f (t) si (x, y) = (cos(t), sen(t)) con t ∈ [0, 2π). Además dotando a ambos
espacios de la norma del supremo, Ψ es homeomorfismo, ya que :f :∞ = :f˜:∞ .
278 7.2. El teorema de Stone–Weierstrass

Tomando la subálgebra A ⊆ C([0, 2π]) formada por los polinomios trigonométricos, se


tendrá que Ψ(A) es una subálgebra de C(S1 ) que separa puntos (nótese que cos
V = x y sen
V = y,
luego Ψ(A) son los polinomios en dos variables considerados como funciones en S1 ), luego su
cierre Ψ(A) es C(S1 ) por el teorema de Stone–Weierstrass. Como Ψ es homeomorfismo, A es
CP ([0, 2π]), lo que termina la demostración. !

Observaciones: 1) El paso de [0, 2π] a S1 es debido a que la subálgebra A considerada en


C([0, 2π]) no separa 0 y 2π.
2) De las fórmulas de adición de senos y cosenos se deduce que

1
sen(x) cos(y) = [sen(x + y) + sen(x − y)]
2
1
cos(x) cos(y) = [cos(x + y) + cos(x − y)]
2
1
sen(x) sen(y) = [cos(x − y) − cos(x + y)]
2
Utilizando reiteradamente las fórmulas anteriores se puede expresar cada senn (x) cosm (x)
como una suma finita de la forma
;
λi cos (ni x) + µi sen (mi x) ,

con lo que el corolario anterior asegura que si f : R −→ R es continua y periódica de perı́odo


2π, entonces es lı́mite uniforme de funciones de la forma
N
;
T (x) = (an cos(nx) + bn sen(nx)) .
n=0

Sea X un espacio métrico compacto. Análogamente al caso real, C(X, C) es un álgebra


normada. El teorema de Stone–Weierstrass es fácilmente generalizable a este caso:
Definición 7.2.7.– Una subálgebra B de C(X, C) es cerrada por conjugación si por cada
función f = Re(f ) + i Im(f ) que contiene, contiene también a su función conjugada f =
Re(f ) − i Im(f ).
Corolario 7.2.8 (Stone–Weierstrass complejo). Si X es un espacio métrico compacto
y B una subálgebra cerrada y cerrada por conjugación de C(X, C) que separa puntos de X,
entonces B = C(X, C).
Demostración: Sea f ∈ B, f = Re(f ) + i Im(f ); por ser B cerrada por conjugación, f ∈ B
y por ser subálgebra Re(f ) = 12 (f + f ) e Im(f ) = 2i
1
(f − f ) también están en B. Las funciones
"
reales de B, B = B ∩ C(X, R), forman una subálgebra (intersección de subálgebras) cerrada
(intersección de cerrados) que separa puntos de X (dados x, y ∈ X, x #= y, existe f ∈ B tal
que f (x) = 0 y f (y) = 1; entonces Re(f ) ∈ B" separa x de y). Aplicando el teorema de
Stone–Weierstrass a B" se obtiene que B" = C(X, R). Dada entonces f ∈ C(X, C), se verifica
que Re(f ), Im(f ) ∈ B" ⊂ B y por ser ésta álgebra, f = Re(f ) + i Im(f ) ∈ B, lo que prueba
que B = C(X, C). !
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 279
1 2
<
N
inx
Ejemplo: A = λn e : λn ∈ C, N ∈ N es una subálgebra de C([0, 2π], C) que se-
n=−N
para puntos (salvo 0 y 2π) y cerrada por conjugación; por tanto, si f : [0, 2π] −→ C es
continua
3 y periódica de perı́odo
3 2π, para cada ε > 0 existen N ∈ N y λ−N , . . . , λN ∈ C tales
3 <N 3
que 33f (x) − λn einx 33 < ε para todo x ∈ [0, 2π].
n=−N

7.3. Series de funciones. Series de potencias


<
A partir de una sucesión {an } de números reales o complejos se puede definir la serie an ;
análogamente se puede hacer a partir de una sucesión de funciones {fn } reales o complejas
definidas en un conjunto X.
Definición 7.3.1.– Una serie de funciones en X es una pareja de sucesiones ({fn } , {Fn })
de funciones de X en K, relacionadas
< por Fn = f1 + · · · + fn . Habitualmente se representa
dicha serie de funciones
< por f n . La sucesión {Fn } recibe el nombre de sucesión de sumas
parciales de la serie fn . <
Se llama dominio de convergencia de la serie fn al conjunto
4 ; 5
x∈X: fn (x) es convergente en K .

<
Ejemplo: El dominio de convergencia de la serie fn , donde fn : R −→ R están definidas
por fn (x) = xn , es el intervalo<(−1, 1).
En efecto, si |x| < 1, la serie xn es absolutamente convergente, y por lo tanto convergente.
Si |x| ≥ 1, dicha serie no puede ser convergente, pues lim (xn ) #= 0.
<
Definición 7.3.2.– Se dice que la serie fn converge uniformemente en X a la función
f : X −→ K si la sucesión de sus sumas parciales {Fn } converge uniformemente a f en X.
<

En este caso escribiremos f = fn uniformemente.
n=1

< 1
Ejemplo: La serie xn converge uniformemente a en cada intervalo (−a, a) con
1−x
0 < a < 1. < n
En efecto, el dominio de convergencia de x es (−1, 1), como acabamos de probar. La
suma parcial n–ésima de la serie es Fn (x) = 1 + x + x2 + · · · + xn , luego si |x| < a es
3 3 3 3 3 n+1 3
3 1 33 33 1 3 3x 3 n+1
3Fn (x) − = 1 + x + · · · + xn
− 3=3 3< a
3 1 − x3 3 1 − x3 3x − 13 1 − a

y por lo tanto, dado ε > 0, basta tomar n0 de modo que

an0 +1

1−a
280 7.3. Series de funciones. Series de potencias
3 3
3 1 3 1
para que 3Fn (x) − 1−x 3 < ε si n ≥ n0 , lo que prueba que {Fn } → 1−x uniformemente en
(−a, a).
<
Puesto que la convergencia uniforme de una serie de funciones fn se reduce a la de
una sucesión de funciones (la de sus sumas parciales {Fn }), las propiedades siguientes son
consecuencia inmediata de las ya probadas:
<
Teorema 7.3.3 (Criterio de Cauchy). La serie fn converge uniformemente en X si
y sólo si para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 y k > 0, entonces

|fn+1 (x) + · · · + fn+k (x)| < ε

para todo x ∈ X.
<
Teorema 7.3.4. Si la serie fn converge uniformemente a f en X y cada fn es continua
en x0 ∈ X, entonces f es continua en x0 .
1
Teorema 7.3.5. Para cada n ∈ N sea fn :<[a, b] −→ R una función de clase < "C en [a, b]
de modo que para algún x0 ∈ [a, b] la serie fn (x0 ) converge. Si la serie f n converge
uniformemente en [a, b] a una función g, entonces existe f : [a, b] −→ R derivable tal que
#∞ %"
< "
< <∞
fn converge uniformemente a f en [a, b] y f = g, es decir fn = f "n .
n=1 n=1

Teorema
< 7.3.6. Si {fn } es una sucesión de funciones reales integrables Riemann en [a, b]
y fn converge uniformemente a una función f , entonces f es integrable Riemann en
Jx ∞ J
< x Jb ∞ J
< b
[a, b] e a f = a
f n uniformemente en [a, b]; en particular, a
f = f , es decir
a n
#∞ % n=1 n=1
Jb < ∞ J
< b
a f n = a fn .
n=1 n=1

En el caso de las series tenemos además dos criterios útiles en la práctica:


<
Teorema 7.3.7 (Criterio M de Weierstrass). Sea fn una serie de funciones y {an }
< de términos no negativos tal<que para cada n ∈ N es |fn (x)| ≤ an para todo
una sucesión
x ∈ X. Si an es convergente, entonces fn converge uniformememte.
Demostración: Basta aplicar el criterio de Cauchy para series, para series de funciones y
la desigualdad

|fn+1 (x) + · · · + fn+k (x)| ≤ |fn+1 (x)| + · · · + |fn+k (x)| ≤ an+1 + · · · + an+k . !

< sen(nx)
Ejemplo: La serie converge uniformemente en todo R, ya que
n2
3 3
3 sen(nx) 3 1
3 3
3 n2 3 ≤ n2

< 1
y la serie n2 es convergente.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 281

Definición 7.3.8.– Una sucesión {fn } de funciones, fn : X −→ K, se dice que está uni-
formemente acotada en X si existe M > 0 tal que |fn (x)| ≤ M para todo x ∈ X y todo
n ∈ N.

Observación: En el espacio vectorial E de las funciones acotadas (reales o complejas) dotado


de la norma : :∞ , una sucesión de funciones {fn } está uniformemente acotada si y sólo si el
conjunto {fn } está acotado en E, es decir, la acotación uniforme en E es la acotación natural
del espacio normado (E, : :∞ ).

Ejercicio: Probar que si una sucesión de funciones acotadas {fn } converge uniformemente,
entonces está uniformemente acotada.
<
Teorema 7.3.9 (Criterio de Dirichlet). Si fn es una serie de funciones cuyas sumas
parciales están uniformemente acotadas<y {gn } es una sucesión decreciente de funciones que
converge a 0 uniformemente, entonces fn gn converge uniformemente.
Demostración: Sea Fn = f1 + · · · + fn y M una cota uniforme de {Fn }. Se tiene que
3 m 3 3m−1 3
3; 3 3; 3
3 3 3 3
3 fk (x)gk (x)3 = 3 (Fk (x) (gk (x) − gk+1 (x))) + gm (x)Fm (x) − gn (x)Fn−1 (x)3 ≤
3 3 3 3
k=n k=n
m−1
;
≤M (gk (x) − gk+1 (x)) + M gm (x) + M gn (x) = 2M gn (x).
k=n

ε
Dado ε > 0, como {gn } → 0 uniformemente, existe n0 ∈ N tal que |gn (x)| < 2M para
< todo
x ∈ X y n ≥ n0 ; de la desigualdad anterior se deduce, por el criterio de Cauchy, que fn gn
converge uniformemente. !

< cos(nx)
Ejemplo: La serie converge uniformemente en cada intervalo [δ, 2π − δ] con
n≥1 n
0 < δ < π, y por lo tanto define una función continua en (0, 2π).
En efecto, si llamamos fn (x) = cos(nx) y gn (x) = n1 , como {gn } es una sucesión <
monótona
decreciente que converge uniformemente a 0, basta ver que las sumas parciales de cos(nx)
están acotadas.
1 <
n
Si llamamos Dn (x) = + cos(kx), se tendrá que
2 k=1
n n ' (
1 ; eikx + e−ikx 1 ; ikx 1 −inx ei(2n+1)x − 1 1 sen 2n+1
2
x
Dn (x) = + = e = e = ' ( .
2 2 2 2 eix − 1 2 sen x2
k=1 k=−n

Por lo tanto, si x ∈ [δ, 2π − δ], es

1
|Dn (x)| ≤ ' (,
2 sen δ2
<
de donde se deduce que las sumas parciales de fn están uniformemente acotadas.
282 7.3. Series de funciones. Series de potencias

A la expresión Dn (x) se le llama núcleo de Dirichlet.

Ejercicio: Demostrar que


'n ( ) *
(n+1)
n
; sen 2 x sen 2 x
sen(kx) = 'x( ,
k=1
sen 2

< sen(nx)
y deducir, aplicando el criterio de Dirichlet, que n es una función continua en (0, 2π)
n≥1
(más adelante se verá que dicha función es 12 (π − x)).

Definición
< 7.3.10.– Una serie de potencias real centrada en x0 ∈ R es una serie de funciones
fn , donde fn (x) = an (x − x0 )n , siendo an ∈ R, x ∈ R. <
Una serie de potencias compleja centrada en z0 ∈ C es una serie de funciones fn , donde
n
fn (z) = an (z − z0 ) , siendo an ∈ C, z ∈ C.
Si tomamos w = z−z0 , una serie de potencias centrada en z0 ∈ C se transforma en una serie
de potencias centrada en 0 y, si la primera converge para un valor z1 ∈ C, la segunda lo hace
para w = z1 − z0 , y recı́procamente. Por lo tanto, el dominio de convergencia de una serie de
potencias centrada en z0 es z0 + D = {z0 + z : z ∈ D}, siendo D el dominio de convergencia
de la serie de potencias con los mismos coeficientes centrada en 0. Por esto, siempre que
convenga, para el estudio de la convergencia supondremos que la serie está centrada en 0.
<
Teorema 7.3.11. Para cada serie de potencias an (z − z0 )n existe 0 ≤ R ≤ +∞, al que
llamaremos radio de convergencia de la serie, que verifica:
(1) Para cada z ∈ C con |z − z0 | < R la serie converge absolutamente.
(2) Para cada z ∈ C con |z − z0 | > R la serie no converge.
(3) Si |z − z0 | = R, no se puede asegurar nada: puede haber valores para los que la serie
converge y otros para los que no.
<
Demostraci< ón: Podemos suponer que z0 = 0, con lo que la serie es an z n . Sea R =
n
sup {r ∈ R : an r converge} si éste es finito o R = +∞ en otro caso. Veamos que R es el
buscado. <
(1) Si |z| < R, existirá r ∈<R tal que |z| < r < R y que an rn converge. Entonces por el
n
ejemplo 2) de 2.4.1, la serie an z converge absolutamente.
(2) Si |z| > R se concluye de nuevo por el ejemplo 2) de 2.4.1 y la definición de R.
< zn < z2n < n
(3) Las series n2 , n y
z tienen radio de convergencia 1; sin embargo la primera
converge para todo z con |z| = 1, pues converge absolutamente; la segunda converge para
z = i y z = −i y no converge para z = 1 y z = −1; y la tercera no converge para ningún
z ∈ C con |z| = 1 (ejemplo 1 de 2.2.2). !
<
Observaciones: 1) Según el teorema anterior, la serie de potencias an (z − z0 )n es ab-
solutamente convergente para los puntos del interior del cı́rculo de centro z0 y radio R. A
éste se le denomina cı́rculo de convergencia de la serie de potencias, y lo denotaremos por
D (z0 , R).
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 283

R
z0

Para los valores del exterior del cı́rculo la serie no converge, y sobre los del borde, en
principio, no se puede asegurar nada. Entonces el dominio de convergencia de una serie de
potencias estará formado por el cı́rculo de convergencia junto con los valores del borde en los
cuales la serie converja. <
2) En particular, para series de potencias reales an (x − x0 )n , el teorema anterior es
válido y en este caso el cı́rculo de convergencia será el intervalo (x0 − R, x0 + R), la serie no
converge en (−∞, x0 − R) ∪ (x0 + R, +∞) y para saber lo que ocurre en los puntos x0 − R y
x0 + R deben estudiarse directamente las series resultantes.

x0 − R x0 x0 + R

3) En los puntos del exterior<del cı́rculo de convergencia la serie puede ser divergente u
oscilante. Por ejemplo, la serie an z n con
1
1 si n es par
an =
−2 si n es impar

tiene radio de convergencia 1, pero es oscilante para z = 2, ya que las sumas parciales S2n+1
valen todas 1, mientras que el término general no tiene lı́mite 0.
Proposición
): * 7.3.12 (Cálculo efectivo del radio de convergencia). Si existe r =
< n
lim n
|an | , entonces el radio de convergencia de la serie an (z − z0 ) es R = 1r , aun
cuando sea r = 0 ó r = +∞, entendiendo en estos casos que R = +∞ y R = 0 respectiva-
mente.
<
Demostración: Podemos suponer que z0 = 0, con lo que la serie es an z n . Como
): * ): *
n
lim |an z n | = |z| lim n |an | = |z|r,

<
por el criterio
< de la raı́z, si |z|r < 1 entonces an z n converge absolutamente. En particular,
n
si r = 0, an z converge < absolutamente para todo z ∈ C, con lo que R = +∞.
Si |z|r > <1, entonces an z no converge, ya que {an z n } no converge a 0. En particular,
n

si r = +∞, an z n no converge para


< ningún z ∈ C∗ , es decir, R = 0.
Si 0 < r < +∞ se tendrá que an z converge absolutamente si |z| < 1r y no converge si
n

|z| > 1r , con lo que ha de ser R = 1r . !


284 7.3. Series de funciones. Series de potencias
3 3
3 an 3
Corolario 7.3.13. Si existe lim 33 3 ó es +∞, entonces su valor es igual al radio de
3
< a n+1
n
convergencia de la serie an (z − z0 ) .
3 3
3 an+1 3 :
Demostración: Si existe lim 3 3 3, entonces existe lim n |an | y coinciden, como ya hemos
an 3
probado en el apéndice I del tema II. !
< n
Ejemplos: 1) El radio de convergencia de la serie z es 1, como vimos en el ejemplo 1)
de 2.2.2. También vimos que si
< n |z| = 1, entonces la serie no converge. De todos modos, para
2
|z| = 1 con z #= 1, la serie z tiene las sumas parciales acotadas por |1−z| , hecho que es
útil para aplicar el criterio de Dirichlet.
< (z + 3)n
2) El radio de convergencia de la serie es 2, ya que
(n + 1)2n
#3 3% # %
3 an 3 (n + 2)2n+1
lim 3 3 3 = lim = 2.
an+1 3 (n + 1)2n

−3

Como está centrada en z0 = −3, se tendrá que el cı́rculo de convergencia es D(−3, 2) =


{z ∈ C : |z + 3| < 2}, es decir, para los puntos de D(−3, 2) la serie converge absolutamente y
si |z + 3| > 2 la serie no converge. Estudiemos los puntos de la circunferencia |z + 3| = 2.
< wn
Tomando w = z+3 2 la serie se escribe n+1 , y debemos estudiar la convergencia para
|w| = 1. 4 5
1
Utilizando en criterio de Dirichlet, como n+1 es decreciente y con lı́mite uniforme 0, la
< wn < n
serie n+1 será convergente si w tiene las sumas parciales acotadas. Como esto ocurre
para |w| = 1 y w #= 1, se tendrá que si |z + 3| = 2 y z <+ 3 #= 2, entonces la serie converge.
1
Por otro lado, si z + 3 = 2, la serie resultante es n+1 , que, como sabemos, diverge a
+∞.
En resumen:

; (z + 3)n  absolutamente convergente si |z + 3| < 2

es convergente si |z + 3| = 2 y z #= −1
(n + 1)2n 

no convergente si |z + 3| > 2 ó z = −1
< n+2 n
3) El radio de convergencia de la serie real (−2)n x es 12 , ya que
n+1
 
#3 3% nn + 2
3 an 3 2
lim 33 3 = lim  n + 1  = 1.
3  n+3 2
an+1
2n+1
n+2
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 285

' Entonces,
1 1
( como está centrada en x0 = 0, el intervalo de convergencia es el segmento
−2, 2 .
Estudiemos qué ocurre en los extremos: si x = 12 , la serie es

; # %n ;
nn +2 1 n+2
(−2) = (−1)n ,
n+1 2 n+1

que es oscilante, como puede comprobar el lector (se puede poner como suma de una serie
convergente y otra oscilante). < n+2
Y si x = − 12 , la serie queda n+1 , que es divergente, pues es de términos positivos y
) *
lim n+2
n+1 = 1.
En resumen:

 1
; n+2 n  absolutamente convergente si |x| <
(−2)n x es 2
n+1 
 no convergente 1
si |x| ≥
2
<
Proposición 7.3.14.
< Si an z n es una serie de potencias con radio de convergencia R y
r < R, entonces an z n converge uniformemente en D (0, r). Como consecuencia, toda serie
de potencias define una función continua en su cı́rculo de convergencia.
<
Demostración: Si |z| ≤ r, entonces |an z n | ≤ |an | rn , y, como |an | rn es convergente
(pues la serie converge absolutamente<en todos los puntos de su cı́rculo de convergencia), por
el criterio M de Weierstrass, la serie an z n converge uniformemente.
<
La segunda parte es inmediata, ya que en D(0, r), f (z) = an z n es una serie de funciones
continuas que converge uniformemente, por tanto define una función continua, y si f es
continua en D(0, r) para cada r < R, también lo es en D(0, R). !

7.4. Series de Fourier

Como ya sabemos, la aplicación bilineal definida para cada par de funciones f, g ∈ C([a, b])
por
I b
T2 (f, g) = fg
a

es un producto escalar euclı́deo, y la norma asociada a dicho producto estará definida por
Q
: I b
:f :2 = T2 (f, f ) = f 2.
a

Como ya vimos, la convergencia de funciones en (C([a, b]), : :2 ) es precisamente la conver-


gencia en media cuadrática. El problema que vamos a tratar en este apartado es la aproxi-
mación de funciones de (C([a, b]), : :2 ). Cuando nos refiramos a C([a, b]) como espacio euclı́deo,
se sobreentiende que el producto escalar es el anterior.
286 7.4. Series de Fourier

Definición 7.4.1.– Si (E, T2 ) es un espacio euclı́deo, se dice que dos elementos f, g ∈ E son
ortogonales o perpendiculares si T2 (f, g) = 0.

Ejemplo: Las funciones sen(x) y cos(x) son ortogonales en C([0, 2π]), ya que
I 2π
1 N 2 O2π
sen(x) cos(x) dx = sen (x) 0 = 0.
0 2
Obsérvese que la perpendicularidad depende del intervalo [a, b]; no se puede afirmar que
sen(x) y cos(x) son perpendiculares en general, ya que por ejemplo
I π/2
1 N 2 Oπ/2 1
sen(x) cos(x) dx = sen (x) 0 = .
0 2 2

Definición 7.4.2.– Se dice que una familia finita o numerable S = {f1 , f2 , . . .} de vectores
de un espacio euclı́deo (E, T2 ) es un sistema ortonormal si sus elementos son perpendiculares
entre sı́ y tienen norma 1. Abreviadamente, S es un sistema ortonormal si
1
1 si i = j
T2 (fi , fj ) = δij =
0 si i #= j

Ejemplo: En el espacio euclı́deo C([0, 2π]) la familia


1 2
1 cos(nx) sen(nx)
√ , √ , √
2π π π n∈N

es un sistema ortonormal, llamado sistema trigonométrico. Las funciones tienen norma 1,


pues
P P I 2π
P 1 P2 1
P√ P = = 1;
P 2π P 2π
2 0
P P I 2π I 2π
P cos(nx) P2 cos2 (nx) 1 + cos(2nx)
P √ P = dx = dx = 1;
P π P π 2π
2 0 0
P P I 2π I 2π
P sen(nx) P2 sen2 (nx) 1 − cos(2nx)
P √ P = dx = dx = 1.
P π P π 2π
2 0 0

Y son perpendiculares entre sı́, pues


# % I 2π
1 cos(nx) 1
T2 √ , √ =√ cos(nx) dx = 0;
2π π 2π 0
# % I 2π
1 sen(nx) 1
T2 √ , √ =√ sen(nx) dx = 0;
2π π 2π 0
# % I
sen(nx) cos(mx) 1 2π
T2 √ , √ = sen(nx) cos(mx) dx =
π π π 0
I 2π
1
= (sen(nx + mx) + sen(nx − mx)) dx = 0.
2π 0
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 287

Definición 7.4.3.– En un espacio vectorial E se dice que los vectores {f1 , f2 , . . . , fn } son
linealmente independientes si λ1 f1 + · · · + λn fn = 0 sólo cuando λ1 = · · · = λn = 0. Los
vectores {f1 , f2 , . . .} son linealmente independientes si cualquier subconjunto finito de ellos es
linealmente independiente.

Ejemplo: Todo sistema ortonormal S = {f1 , f2 , . . .} es una familia de vectores linealmente


independientes.
En efecto, sea {fi1 , . . . , fin } un subconjunto finito cualquiera de S. Si fuese λ1 fi1 + · · · +
λn fin = 0 para ciertos λ1 , . . . , λn , se tendrı́a que

0 = T2 (fik , λ1 fi1 + · · · + λn fin ) = λk T2 (fik , fik ) = λk

para cada k = 1, . . . , n, con lo que λ1 = · · · = λn = 0, y por tanto fi1 , . . . , fin son linealmente
independientes.
Dado un número finito de vectores f1 , . . . , fn de un espacio vectorial E, denotaremos por
;f1 , . . . , fn < el subespacio generado por ellos, es decir, el subespacio formado por todas sus
combinaciones lineales.
Obviamente, no es cierto en general que, en un espacio euclı́deo (E, T2 ), si {f1 , . . . , fn }
son linealmente independientes, sean ortonormales. Sin embargo, a partir de este conjunto
linealmente independiente puede construirse un sistema ortonormal {ϕ1 , . . . , ϕn } tal que

;f1 , . . . , fn < = ;ϕ1 , . . . , ϕn <.

En otras palabras, dado cualquier subespacio de dimensión finita de un espacio euclı́deo,


puede elegirse en él una base ortonormal:
Teorema 7.4.4 (Proceso de ortonormalización de Gramm–Schmidt). Dada una
familia linealmente independiente {f1 , f2 , . . .} de un espacio euclı́deo E, existe un sistema
ortonormal {ϕ1 , ϕ2 , . . .} tal que para cada n ∈ N es

;f1 , . . . , fn < = ;ϕ1 , . . . , ϕn <.

Demostración: Como {f1 , f2 , . . .} son linealmente independientes, fi #= 0 para todo i.


f1
Sea ϕ1 = ; será :ϕ1 :2 = 1 y ;f1 < = ;ϕ1 <.
:f1 :2
Construyamos ϕ2 : como ha de ser ;f1 , f2 < = ;ϕ1 , ϕ2 <, será

ϕ2 = αf1 + βf2

para ciertos α, β ∈ R. Como queremos además que ϕ1 y ϕ2 sean perpendiculares, debe ser
# %
f1 β
0 = T2 (ϕ1 , ϕ2 ) = T2 , αf1 + βf2 = α:f1 :2 + T2 (f1 , f2 ) ,
:f1 :2 :f1 :2

de donde
β
α=− T2 (f1 , f2 ) ,
:f1 :22
288 7.4. Series de Fourier

y tomando β = 1 es

T2 (f1 , f2 )
ϕ2 = − f1 + f2 = f2 − T2 (ϕ1 , f2 ) ϕ1 .
:f1 :22

ϕ2
Como además ϕ2 debe ser de norma 1, será ϕ2 = . Análogamente construirı́amos
:ϕ2 :2
ϕ3 , ϕ4 , . . . ,etc. En general será

n−1
; ϕn
ϕn = fn − T2 (ϕk , fn ) ϕk y ϕn = . !
:ϕn :2
k=1

/ 0
Ejemplo: Los vectores 1, x, x2 , . . . son linealmente independientes en C([−1, 1]), y la fa-
milia ortonormal obtenida por el proceso de Gramm–Schmidt a partir de ella son los llamados
polinomios de Legendre, que valen
8
2n + 1 1 dn )' 2 (n *
ϕn = x − 1 ,
2 2n n! dxn

dn
donde (f (x)) es la derivada n–ésima de la función f (x).
dxn
En efecto, sea {ϕ0 , ϕ1 , . . .} la familia ortonormal obtenida por el proceso anterior. Como
para cada k ∈ N es
;1, x, . . . , xk < = ;ϕ0 , ϕ1 , . . . , ϕk <,
se tendrá que ϕk es un polinomio de grado k (no menor) con coeficiente de xk que podemos
<k
suponer positivo: ϕk = akj xj con akk > 0.
j=0
Si Pn es un polinomio de grado n perpendicular a 1, x, . . . , xn−1 , entonces Pn = αn ϕn ya
<
n
que Pn ∈ ;1, x, . . . , xn < = ;ϕ0 , ϕ1 , . . . , ϕn <, con lo que Pn = αj ϕj y como es perpendicular
j=0
a 1, x, . . . , xn−1 , lo será también a ϕ0 , ϕ1 , . . . , ϕn−1 , luego
? @
<
n
0 = T2 (Pn , ϕk ) = T2 αj ϕj , ϕk = αk
j=0

para k = 0, . . . , n − 1.
Entonces, si probamos que el polinomio de grado n

dn ' 2 (
Qn (x) = n
(x − 1)n
dx

es perpendicular a 1, x, . . . , xn−1 , ya tendremos que es proporcional a ϕn . Si además lo


multiplicamos por una constante de modo que tenga norma igual a 1, será ϕn .
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 289

dn−r ' 2 (
Los polinomios n−r (x − 1)n para r ≥ 1 se anulan en 1 y −1; para cualquier polinomio
dx
Q verificando esto se tiene que
I 1 I 1
"
PQ = − P " Q,
−1 −1

siendo P un polinomio cualquiera, ya que


I 1 I 1 I 1
" "
PQ + P Q= (P Q)" = (P Q)(1) − (P Q)(−1) = 0.
−1 −1 −1

Utilizando este resultado repetidamente, se tiene que si k < n, entonces

I I 1 n−1 )
' k
( dn )' 2
1 (n * k d ' 2 (n * k−1
T2 Qn , x = n
x − 1 x dx = −k n−1
x − 1 x dx =
−1 dx −1 dx
I 1 n−k )
k d ' 2 (n *
= · · · = (−1) k! n−k
x − 1 dx = 0,
−1 dx

luego Qn es perpendicular a 1, x, . . . , xn−1 .


Calculemos :Qn :2 :

I
dn )' 2 (n * dn )' 2
1 (n *
T2 (Qn , Qn ) = n
x −1 x −1 dx =
−1 dx dxn
I 1 n−1 )
d ' 2 (n * dn+1 )' 2 (n *
=− n−1
x −1 x −1 dx = · · · =
−1 dx dxn+1
I 1
n
' 2 (n d2n )' 2 (n *
= (−1) x −1 x − 1 dx =
−1 dx2n
I 1 I 1
n
' 2 (n
= (−1) (2n)! x − 1 dx = (2n)! (1 − x)n (1 + x)n dx =
−1 −1
I 1
n
= (2n)! (1 − x)n−1 (1 + x)n+1 dx = · · · =
n+1 −1
I 1
n! (n!)2 22n+1
= (2n)! (1 + x)2n dx = ,
(n + 1) . . . (2n) −1 2n + 1
8
2
luego :Qn :2 = n!2n y
2n + 1
8
2n + 1 1 dn )' 2 (n *
ϕn = x − 1 .
2 2n n! dxn
290 7.4. Series de Fourier

Proposición 7.4.5. Si {f1 , . . . , fn } es un sistema ortonormal en un espacio euclı́deo E y


F = ;f1 , . . . , fn <, entonces, para cada f ∈ E existe un único elemento de F a distancia
mı́nima de él, a saber,
;n
f0 = T2 (f, fi ) fi .
i=1

Demostración: Comprobemos que f0 satisface lo pedido. En primer lugar, f − f0 es per-


pendicular a todo elemento de F , pues, usando que {f1 , . . . , fn } es un sistema ortonormal, se
tiene que
T2 (f − f0 , fi ) = T2 (f, fi ) − T2 (f0 , fi ) = T2 (f, fi ) − T2 (f, fi ) = 0
para cada i = 1, . . . , n.
Dado cualquier f ∈ F , como f0 − f ∈ F , será T2 (f − f0 , f0 − f ) = 0, y por lo tanto

d(f, f)2 = :f − f :22 = T2 (f − f , f − f) = T2 (f − f0 + f0 − f , f − f0 + f0 − f) =


= T2 (f − f0 , f − f0 ) + 2T2 (f − f0 , f0 − f) + T2 (f0 − f , f0 − f ) =
= :f − f0 :22 + :f0 − f:22 = d(f, f0 )2 + d(f0 , f )2 ,

de donde se deduce que d(f, f) ≥ d(f, f0 ) y, además, que si fuera d(f, f) = d(f, f0 ), serı́a
d(f0 , f ) = 0, es decir, f0 = f , que es lo que querı́amos demostrar. !

Observaciones: 1) El elemento f0 obtenido a partir de f se denomina proyección perpen-


dicular de f sobre el subespacio F , debido a que f − f0 es perpendicular a F .

f π/2
f0
F

La fórmula d(f, f)2 = d(f, f0 )2 + d(f0 , f)2 no es otra cosa que el teorema de Pitágoras
aplicado al triángulo de vértices f, f0 y f .
2) Si F es un subespacio de dimensión finita de E, dado f ∈ E también existe un elemento
único de F a distancia mı́nima de él, pues por el proceso de ortonormalización de Gramm–
Schmidt basta con construir a partir de cualquier base de F un sistema ortonormal y aplicar
la proposición anterior.

Definición 7.4.6.– Si S = {f1 , f2 , . . .} es un sistema ortonormal de un espacio euclı́deo E, se


llaman coeficientes de Fourier
< de f ∈ E relativos a S a los números T2 (f, fn ) (n = 1, 2, . . . ).
A la serie de funciones T2 (f, fn )fn se le llama desarrollo en serie de Fourier de f relativo
a S.
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 291

Ejemplo: Los coeficientes


1 de Fourier de una2función continua f : [0, 2π] −→ R en el sistema
1 cos(nx) sen(nx)
trigonométrico S = √ , √ , √ suelen denotarse por
2π π π n∈N
I 2π I 2π I 2π
1 1 1
a0 = √ f (x) dx, an = √ f (x) cos(nx) dx, bn = √ f (x) sen(nx) dx,
2π 0 π 0 π 0
donde n ∈ N. Ası́, por ejemplo, los coeficientes de Fourier de la función f (x) = x en dicho
sistema son:
I 2π
1 2π 2
a0 = √ x dx, = √ ,
2π 0 2π
I 2π
1
an = √ x cos(nx) dx = 0,
π 0
I 2π √
1 2 π
bn = √ x sen(nx) dx = − ,
π 0 n
donde n ∈ N, por lo que la serie de Fourier de f (x) = x en dicho sistema es
;2
π− sen(nx).
n

Observación: En algunos libros se llaman coeficientes de Fourier de f en el sistema trigono-


métrico a
I
1 2π
an = f (x) cos(nx)dx n = 0, 1, 2, . . .
π 0
I
1 2π
bn = f (x) sen(nx)dx n = 1, 2, . . .
π 0
con lo cual el desarrollo de Fourier de f en dicho sistema es
a0 ;
+ (an cos(nx) + bn sen(nx)).
2

Proposición 7.4.7 (Desigualdad de Bessel). Si S = {f1 , f2 , . . .} es un sistema ortonor-


mal en un espacio euclı́deo, los coeficientes de Fourier ci = T2 (f, fi ) de cada f ∈ E verifican
que
;∞
c2i ≤ :f :22 .
i=1

<
n
Demostración: Sea Sn = ci fi con ci = T2 (f, fi ). Como vimos en la proposición anterior,
i=1
será T2 (f − Sn , fi ) = 0 para i = 1, . . . , n, luego
n
;
:f :22 = T2 (f − Sn + Sn , f − Sn + Sn ) = T2 (f − Sn , f − Sn ) + T2 (Sn , Sn ) = :f − Sn :22 + c2i ,
i=1
292 7.4. Series de Fourier
<
n
lo que prueba que para todo n ∈ N es :f :22 ≥ c2i , de donde se concluye que
i=1

;
:f :22 ≥ c2i . !
i=1

Corolario 7.4.8. Si f : [0, 2π] −→ R es continua, entonces


I 2π I 2π
lim f (x) cos(nx) dx = lim f (x) sen(nx)dx = 0.
n→∞ 0 n→∞ 0

Demostración: Si a los coeficientes de Fourier de f en el sistema trigonométrico de C([0,


< 2π])
los
< denotamos como en el ejemplo de 7.4.6, por la desigualdad de Bessel las series a2n y
2
bn son convergentes, luego ha de ser lim (an ) = lim (bn ) = 0. !

Definición 7.4.9.– Un sistema ortonormal S = {f1 , f2 , . . .} de un espacio euclı́deo E se dice


que es completo si el subespacio generado por sus vectores (es decir, las combinaciones lineales
finitas de elementos de S) es denso en E.

Observación: Sea S = {f1 , f2 , . . .} un sistema ortonormal en E; según la proposición 7.4.5,


la aproximación óptima de f ∈ E por elementos de ;f1 , . . . , fn < es la suma parcial n–ésima
de la serie de Fourier de f en el sistema S; por tanto, la condición de que el subespacio
generado por S sea denso en E es equivalente a que la serie de Fourier asociada a toda
f ∈ E converja (en : :2 ) a dicha función. Es decir, un sistema ortonormal es completo
si y sólo si el desarrollo de Fourier de cada función converge a dicha función. Entonces si
<n
denotamos por Sn = T2 (f, fi )fi a la suma parcial n–ésima del desarrollo de Fourier de f ,
i=1
<
n
será lim(:f − Sn :2 ) = 0. Es decir, f = lim T2 (f, fi)fi en : :2 . Debe quedar bien claro
n i=1
que, por ejemplo, en el caso en que E sea un espacio de funciones, la igualdad anterior en
(E, : :2 ) no es una igualdad de funciones en sentido ordinario, pues esto querrı́a decir que
{Sn } → f puntualmente, lo cual no es cierto. Más adelante estudiaremos en E = C([a, b])
bajo qué condiciones la serie de Fourier de f con el sistema trigonométrico converge puntual
o uniformemente a la función f .
Proposición 7.4.10 (Identidad de Parseval). Si {f1 , f2 , . . . } es un sistema ortonormal
completo de un espacio euclı́deo (E, T2 ) y {cn } son los coeficientes de Fourier de una función
f ∈ E, entonces
;∞
c2i = :f :22 .
i=1

Demostración: Como obtuvimos en la desigualdad de Bessel, es


n
;
:f :22 = c2i − :f − Sn :22
i=1

para cada n ∈ N. Tomando lı́mites (con n → ∞) y usando que {Sn } → f en : :2 , se


concluye. !
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 293

Teorema 7.4.11. El sistema ortonormal de C([0, 2π])


1 2
1 cos(nx) sen(nx)
S= √ , √ , √
2π π π n∈N

es completo.
Demostración: Sean CP ([0, 2π]) el subespacio de las funciones continuas en [0, 2π] de perı́-
odo 2π y ;S< el subespacio generado por S. Será ;S< ⊆ CP ([0, 2π]) ⊆ C([0, 2π]). Por el
corolario 7.2.6, ;S< es denso en CP ([0, 2π]) con : :∞ , luego también lo será con : :2 . Ası́
pues, si vemos que CP ([0, 2π]) es denso en C([0, 2π]) con : :2 , habremos terminado. Todo se
reduce, entonces, a ver que cada función continua en [0, 2π] es lı́mite en : :2 de una sucesión
de funciones continuas de perı́odo 2π. Sean f ∈ C([0, 2π]) y ε > 0. Para cada n ∈ N tomemos
φn : [0, 2π] −→ R definida por

 1
 f (x) si x >
φn (x) = n
' ' ( (
 f (2π) + n f 1 − f (2π) x si x ≤ 1

n n

f (0)
f (2π) f (2π)

0 2π 0 1 2π
n

Obviamente φn ∈ CP ([0, 2π]) para todo n ∈ N. Además existe K > 0 de modo que
|φn (x) − f (x)| ≤ K para todo x ∈ [0, 2π] y todo n ∈ N. Entonces
I 2π I 1/n
1 2
:φn (x) − f (x):22 = 2
|f − φn | = |f − φn |2 ≤ K −−−→ 0. !
0 0 n n→∞

<
∞ sen(nx)
Ejemplos: 1) x = π − 2 en (C([0, 2π]), : :2 ).
n=1 n
En efecto, como ya vimos la serie de Fourier de f (x) = x es la del enunciado y por ser el
sistema trigonométrico completo, la serie de Fourier de f converge a f en : :2 .
<∞ sen(nx)
2) Si x ∈ (0, 2π), entonces x = π − 2 puntualmente.
n=1 n
< sen(nx)
Por el ejercicio del criterio de Dirichlet se tendrá que la serie n define una función
<

sen(nx)
continua f (x) = n
en (0, 2π). Además, si Sn es la suma parcial n–ésima de esta
n=1
serie, dado 0 < δ < π, sabemos que {Sn } → f uniformemente en cada intervalo [δ, 2π − δ],
con lo que {Sn } → f en cada espacio (C([δ, 2π − δ]), : :2 ).
294 7.4. Series de Fourier

Por otro lado, como vimos en el ejemplo anterior, se tendrá que {π − 2Sn } → x en
(C([0, 2π]), : :2 ); por tanto, {π − 2Sn } → x en (C([δ, 2π − δ]), : :2 ).
Como (C([δ, 2π − δ]), : :2 ) es un espacio normado, el lı́mite debe ser único, y por lo tanto
<∞
sen(nx)
π−2 n
= x en cada [δ, 2π − δ]. Entonces si x ∈ (0, 2π) es
n=1

;∞
sen(nx)
x=π−2 .
n=1
n

<∞ 1 π2
3) 2
= .
n=1 n 6
Vamos a aplicar la identidad de Parseval al desarrollo de Fourier de f (x) = x,

;∞
4
:f :22 = 2π + π 3
;
n=1
n2

como por otro lado es


I 2π
8π 3
:f :22 = x2 dx = ,
0 3
se tendrá que
;∞
1 8π 3
2π 3 + 4π 2
= ,
n=1
n 3

de donde
;∞
1 π2
= .
n=1
n2 6

<∞ cos(nx)
1
4) 2
= 12 (3x2 − 6πx + 2π 2 ) uniformemente en [0, 2π].
n=1 n
Aplicando el teorema 7.3.6 al desarrollo en serie de Fourier de f (x) = x se obtiene que

;∞
x2 cos(nx) − 1
= πx + 2
2 n=1
n2

uniformemente en [0, 2π], con lo que, sustituyendo el valor obtenido en el ejemplo anterior de
<∞
1
n2 se concluye.
n=1

Observación: Nótese que la igualdad del ejemplo 2) anterior no es cierta en los extremos
del intervalo; para x = 0 el primer miembro es 0 y el segundo π y para x = 2π el primero es
2π y el segundo π. El primer miembro no es una función de perı́odo 2π y el segundo sı́; si
definimos 1
x si x ∈ (0, 2π)
g(x) =
π si x = 0 ó x = 2π
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 295

y prolongamos g a R de modo que g(x + 2π) = g(x), se verifica que


;∞
sen(nx)
g(x) = π − 2 .
n=1
n

−2π 0 2π 4π 6π
En este caso g ya no es continua en los puntos de la forma 2kπ; los lı́mites laterales valen 0
y 2π y la serie de Fourier de x (el miembro de la derecha en la igualdad anterior) converge a
π, que es precisamente la media aritmética de los lı́mites laterales; veremos más adelante que
esto ocurre no sólo en este caso, sino siempre que se verifiquen determinadas condiciones.

Ejercicio: Calcular el desarrollo de Fourier de la función f (x) = x2 en C([0, 2π]) con el


sistema trigonométrico, y utilizar la identidad de Parseval para probar que
;∞
1 π4
= .
n=1
n4 90

Sea E = R([0, 2π]) el espacio vectorial de las funciones integrables Riemann en [0, 2π];
como sabemos, el producto escalar
T2 : E × E −→ R
I 2π
(f, g) 0−→ fg
0

no es en este caso euclı́deo, por lo que : :2 no es una norma. A pesar de ello, en (R([0, 2π]), T2)
siguen teniendo perfecto sentido las definiciones de perpendicularidad, sistema ortogonal,
desarrollo de Fourier, y son válidas la desigualdad de Bessel y la identidad de Parseval (para
sistemas completos); por ejemplo,
1 2
1 cos(nx) sen(nx)
S= √ , √ , √
2π π π n∈N

seguirá siendo, obviamente, un sistema ortonormal de (R([0, 2π]), T2). Además, aunque : :2
no es una norma, permite definir en R([0, 2π]) una topologı́a, tomando como abiertos los
conjuntos U tales que para cada f ∈ U existe ε > 0 de modo que
B(f, ε) = {g ∈ R([0, 2π]) : :f − g:2 < ε}
está contenida en U . Dicha topologı́a no es Hausdorff, por lo que una sucesión puede tener
más de un lı́mite; no obstante, puede definirse lo que es un subconjunto denso en R([0, 2π]):
A es denso cuando A = R([0, 2π]), es decir, cuando para cada f ∈ R([0, 2π]) y cada ε > 0,
existe g ∈ A tal que :f − g:2 < ε. Entonces tiene sentido preguntarse si el sistema ortonormal
S anterior es completo también en R([0, 2π]). La respuesta es, como veremos, afirmativa.
296 7.4. Series de Fourier

Lema 7.4.12. C([a, b]) es denso en (R([a, b]), : :2 ).


Demostración: Sean f ∈ R([a, b]) y ε > 0; tomemos una partición π = {x0 , . . . , xn } de
[a, b] de modo que S(f, π) − s(f, π) < ε. Construimos la función g : [a, b] −→ R siguiente:

f (xi+1 ) − f (xi )
g(x) = f (xi ) + (x − xi )
xi+1 − xi

para x ∈ [xi , xi+1 ].

a xi xi+1 b

La función g es continua, además si x ∈ [xi , xi+1 ], entonces mi (f, π) < g(x) < Mi (f, π) y
por lo tanto

I b ; I xi+1
n−1 ; I xi+1
n−1
2 2
|f − g| = |f − g| ≤ (Mi (f, π) − mi (f, π))2 =
a i=0 xi i=0 xi
n−1
;
= (Mi (f, π) − mi (f, π))2(xi+1 − xi ) ≤ M (S(f, π) − s(f, π)) < M ε,
i=0

siendo M = sup{f (x) : x ∈ [a, b]} − inf{f (x) : x ∈ [a, b]}. !


Corolario 7.4.13. El sistema ortonormal
1 2
1 cos(nx) sen(nx)
S= √ , √ , √
2π π π n∈N

es completo en (R([0, 2π]), : :2 ).


Demostración: ;S< es denso en (C([0, 2π]), : :2 ) y éste es denso en (R([0, 2π]), : :2 ), luego
;S< es denso en este último. !
Del corolario anterior se deduce que si, como antes, denotamos por
# % I 2π
1 1
a0 = T2 f, √ =√ f (x)dx
2π 2π 0
# % I 2π
cos(nx) 1
an = T2 f, √ =√ f (x) cos(nx)dx n = 1, 2, . . .
π π 0
# % I 2π
sen(nx) 1
bn = T2 f, √ =√ f (x) sen(nx)dx n = 1, 2, . . .
π π 0
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 297

a los coeficientes de Fourier de una función f ∈ R([0, 2π]) en el sistema trigonométrico,


entonces la serie de Fourier de f en dicho sistema es convergente a f en : :2 , es decir,
;∞ # %
a0 cos(nx) sen(nx)
f (x) = √ + an √ + bn √ .
2π n=1 π π

Consideraremos de ahora en adelante, sin mencionarlo, el sistema ortonormal


1 2
1 cos(nx) sen(nx)
S= √ , √ , √
2π π π n∈N

en R([0, 2π]). Vamos a estudiar, como ya adelantamos, determinadas condiciones bajo las
cuales la serie de Fourier (con el sistema S) de una función f ∈ R([0, 2π]) converge uniforme
o puntualmente a dicha función.
Teorema 7.4.14. Si f : R −→ R es de clase C 1 y periódica de perı́odo 2π, entonces la serie
de Fourier de f converge uniformemente a f .
Demostración: Sean an , bn los coeficientes de Fourier de f , y a"n , b"n los de su derivada
f " ∈ C([0, 2π]). Para n > 0 se tendrá que
I 2π ?6 72π I 2π " @
1 1 sen(nx) f (x) sen(nx) b"
an = √ f (x) cos(nx)dx = √ f (x) − dx = − n
π 0 π n 0 0 n n

y
I ?6 72π I @
2π 2π
1 1 cos(nx) f " (x) cos(nx) a"
bn = √ f (x) sen(nx)dx = √ −f (x) + dx = n
π 0 π n 0 0 n n

luego # % # %
|b" | 1 1 |a"n | 1 1
|an | = n ≤ " 2
|bn | + 2 y |bn | = ≤ " 2
|an | + 2 .
n 2 n n 2 n
< "2 < "2
Por
< la desigualdad
< de Bessel, las series an y bn convergen, luego también convergen
|an | y |bn |. Entonces, por el criterio M de Weierstrass, la serie de Fourier de f converge
uniformemente en [0, 2π], es decir, si Sn (f ) denota la suma parcial n–ésima de la serie de
Fourier de f , se tendrá que existe g ∈ C([0, 2π]) tal que {Sn (f )} → g uniformemente, luego
también {Sn (f )} → g en : :2 . Como, por otro lado, {Sn (f )} → f en : :2 y (C([0, 2π]), : :2 )
es un espacio normado, ha de ser f = g. !
Para el estudio de la convergencia puntual nos será útil el siguiente
Lema) 7.4.15 (Riemann–Lebesgue).
* Si f : [a, b] −→ R es integrable Riemann, entonces
Jb
lim a
f (x) sen(αx)dx = 0.
α→∞

Demostración: Si f (x) = Ax + B, el enunciado es cierto, ya que


3I 3 3 6 7b 6 7b 3
3 b 3 3 −x cos(αx) sen(αx) cos(αx) 33 M N
3 3 3
3 (Ax + B) sen(αx)dx3 = 3A + 2
−B 3≤ + 2,
3 a 3 3 α α a α a3 α α
298 7.4. Series de Fourier

donde M y N son constantes.


Supongamos ahora que f : [a, b] −→ R es una función integrable Riemann en [a, b]
cualquiera y ε > 0. Como vimos en la demostración del lema 7.4.12, existen una partición
π = {x0 , . . . , xn } de [a, b] y una función continua g, lineal en cada intervalo [xi , xi+1 ], tales
que :f − g:2 < ε. Entonces, si g(x) = Ai x + Bi en [xi , xi+1 ], es, como antes,
3I 3 3n−1 I 3
3 b 3 3; xi+1 3 K
3 3 3 3
3 g(x) sen(αx)dx3 = 3 (Ai x + Bi ) sen(αx)dx3 ≤
3 a 3 3 3 α
i=0 xi

para una cierta constante K, luego se tendrá, utilizando la desigualdad de Schwartz, que
3I 3 3I 3 3I 3
3 b 3 3 b 3 3 b 3
3 3 3 3 3 3
3 f (x) sen(αx)dx ≤
3 3 (f (x) − g(x)) sen(αx)dx +
3 3 g(x) sen(αx)dx3≤
3 a 3 3 a 3 3 a 3
K √ K
≤ :f − g:2 : sen(αx):2 + ≤ε b−a+ ,
α α

de donde se concluye. !
Sea f : R −→ R integrable y periódica de periodo 2π. La suma parcial n–ésima de su serie
de Fourier en un punto x valdrá

I 2π
1
Sn (x) = f (t)dt+
2π 0
n 6#I 2π % #I 2π % 7
1;
+ f (t) cos(kt)dt cos(kx) + f (t) sen(kt)dt sen(kx) =
π 0 0
k=1
I W n
X
1 2π 1 ;
= f (t) + (cos(kt) cos(kx) + sen(kt) sen(kx)) dt =
π 0 2
k=1
I 2π W n
X I
1 1 ; 1 2π
= f (t) + cos(k(t − x)) dt = f (t)Dn (t − x)dt,
π 0 2 π 0
k=1

siendo Dn el núcleo de Dirichlet (ver ejemplo de 7.3.9).


Haciendo un cambio de variable y utilizando que tanto f como Dn tienen periodo 2π y que
Dn es par, se tendrá que

I −x+2π I
1 1 π
Sn (x) = f (x + u)Dn (u)du = f (x + u)Dn (u)du =
π −x π −π
I I
1 0 1 π
= f (x + u)Dn (u)du + f (x + u)Dn (u)du =
π −π π 0
I I ' (
2 π
f (x − u) + f (x + u) 2 π f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
= Dn (u)du = ' ( du.
π 0 2 π 0 2 2 sen u2
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 299

Entonces el estudio de la convergencia puntual de la serie de Fourier de f se reduce a


calcular (con las condiciones que se precisen)
? I ' ( @
2 π
f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
lim ' ( du .
n→∞ π 0 2 2 sen u2

Ahora bien, si 0 < δ < π, es

I ' (
2 δ f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1 2 u
Sn (x) = ' ( du+
π 0 2 2 sen u2
I ' (
2 π f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1 2 u
+ ' ( du,
π δ 2 2 sen u2

f (x − u) + f (x + u)
y como la función g(u) = es integrable en [δ, π], por el lema de Riemann–
4 sen( u2 )
Lebesgue es ' (
I
2 π f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1 2 u
lim ' ( du = 0,
n→∞ π δ 2 2 sen u2
con lo que
? I ' ( @
2 δ
f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
lim (Sn (x)) = lim ' ( du
n→∞ n→∞ π 0 2 2 sen u2

siempre que alguno de los lı́mites exista. Esto demuestra que la convergencia de la serie de
Fourier de f en el punto x depende sólo del comportamiento de f en un entorno de x arbi-
trariamente pequeño, lo cual contrasta fuertemente con la definición, ya que los coeficientes
de la serie de Fourier dependen de los valores de f en todo [0, 2π].
Para simplificar aún más el lı́mite anterior, tomemos la función

0 si u = 0
F (u) = 1 1
 − ' ( si u ∈ (0, δ]
u 2 sen u2

F es continua en [0, δ], como se comprueba sin dificultad, y entonces, por el lema de
Riemann–Lebesgue se tendrá que
? I ? @ # % @
2 δ f (x − u) + f (x + u) 1 1 2n + 1
lim − ' ( sen u du = 0,
n→∞ π 0 2 u 2 sen u2 2

con lo que
? I ' ( @
2 δ
f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2 u
(*) lim (Sn (x)) = lim du ,
n→∞ n→∞ π 0 2 u
300 7.4. Series de Fourier

en el supuesto de que alguno de los dos lı́mites


# exista. %
f (x − u) + f (x + u)
Supongamos ahora que existe A = lim y sea g : (0, δ] −→ R la
u→0 2
función definida por
f (x − u) + f (x + u)
−A
g(u) = 2
u
Si g es integrable en [0, δ] entonces, de nuevo por el lema de Riemann–Lebesgue, se tendrá
que
? I % @
#
δ
2 2n + 1
0 = lim g(u) sen u du =
n→∞ π0 2
?I ' ( I δ ' 2n+1 ( @
2 δ
f (x − u) + f (x + u) sen 2n+1
2
u sen 2
u
= lim du − A du
π n→∞ 0 2 u 0 u

y como
I δ
' 2n+1 ( I 2n+1 δ I ∞
sen 2 u
2 sen(t) sen(t)
lim du = lim dt = dt,
n→∞ 0 u n→∞ 0 t 0 t
hemos llegado, usando (*), a que
I ∞
2 sen(t)
lim (Sn (x)) = A dt.
n→∞ π 0 t
I ∞
sen(t)
Para calcular el valor de dt vamos a aplicar lo obtenido hasta ahora a la función
0 t
f (x) = 1 (que verifica obviamente las condiciones impuestas). En este caso, lim(Sn (x)) = 1
y A = 1, con lo que sustituyendo queda
I ∞
sen(t) π
dt = .
0 t 2

Todo lo obtenido ası́ se resume en el siguiente


Teorema 7.4.16. Sean f : R −→ R integrable, periódica de periodo 2π y x ∈ R; si existe
f (x − u) + f (x + u)
lim y la función
u→0 2

f (x − u) + f (x + u) f (x − u) + f (x + u)
− lim
g(u) = 2 u→0 2
u

es integrable en [0, δ] para algún δ > 0, entonces

f (x − u) + f (x + u)
lim (Sn (x)) = lim
n→∞ u→0 2
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 301

donde Sn es la suma parcial n–ésima de la serie de Fourier de f .

Ejercicio: Sea f : R −→ R la función definida por


1
x si x ∈ [0, 2π)
f (x) =
0 si x = 2π
prolongada por periodicidad a R: f (x + 2π) = f (x).
Probar que f verifica las hipótesis del teorema anterior en el punto x = 0 y deducir que la
serie de Fourier de f converge a π en x = 0.

7.5. Funciones analı́ticas

Si U es un abierto de R, x0 ∈ U y f ∈ C ∞ (U ), cada término de la sucesión {Pn } de


sus polinomios de Taylor de orden n aproxima a f en un entorno de x. El lı́mite de dicha
sucesión será una serie de potencias, por lo que cabe preguntarse si dicha serie es convergente
y en este caso si su valor coincide con el de la función. Por definición, esto ocurre para las
funciones sen(x), cos(x) y ex . Sin embargo, como veremos, la respuesta general es negativa. A
pesar de esto, para cierto tipo de funciones la respuesta es afirmativa. Éstas son las funciones
analı́ticas.
Definición 7.5.1.– Sea U un abierto de R. Diremos que una función f : U −→ R es
analı́tica en U si localmente coincide con una serie de potencias, es decir, si para cada x0 ∈ U
<

existen ε > 0 y an ∈ R tales que si x ∈ (x0 − ε, x0 + ε) entonces f (x) = an (x − x0 )n .
n=0

Ejemplos: 1) Sea f ∈ C ∞ (U ) y supongamos que para cada x0 ∈ U existen δ > 0 y Kn ∈ R


tales que |f (n (x)| ≤ Kn para |x − x0 | < δ y además
# %
Kn n
lim δ = 0.
n→∞ n!
Entonces f es analı́tica en U .
En efecto, aplicando la fórmula de Taylor resulta:

;#
n−1
f (k (x0 )
%
f (n (c)
f (x) = (x − x0 )k + (x − x0 )n ,
k! n!
k=0

donde c = x0 + t(x − x0 ) con 0 < t < 1. Si |x − x0 | < δ, por hipótesis es


# (n %
f (c) n
lim (x − x0 ) = 0,
n→∞ n!
luego, tomando lı́mites en el desarrollo de Taylor de f (x), queda:
;∞ # (k %
f (x0 ) k
f (x) = (x − x0 )
k!
k=0
302 7.5. Funciones analı́ticas

si |x − x0 | < δ, es decir, f es una función analı́tica en U .


2) La función f : (0, +∞) −→ R definida por f (x) = log(x) es analı́tica en (0, +∞).
Si x0 > 0, es f (n (x0 ) = (−1)n−1 (n − 1)!x−n
0 , luego

x − x0 (x − x0 )2 (−1)n−1 (x − x0 )n (−1)n (x − x0 )n+1


log(x) = log(x0 ) + − + · · · + +
x0 2x20 nxn0 (n + 1)cn+1

con c = x0 + t(x − x0 ), 0 < t < 1.


Si |x − x0 | < x20 , es c > x0 − x20 = x0
2 y por tanto
) x *n+1
3 3 0
3 (−1)n (x − x0 )n+1 3 2 1
3 3
3 (n + 1)cn+1 3 < ) x *n+1 =
0 n+1
,
(n + 1)
2
de donde se deduce (usando el ejemplo anterior) que f es analı́tica; además, si tomamos
x0 = 1, obtenemos
;∞
(−1)n xn 1
log(1 + x) = si |x| < .
n=1
n 2

Proposición 7.5.2. Toda serie de potencias es una función analı́tica en su cı́rculo de con-
vergencia.
<
Demostración: Supongamos que la serie es de la forma an xn y sean R su radio de
convergencia y f la función que define la serie en su cı́rculo de convergencia.<Hay que probar
que para cada x ∈ (−R, R) existen δ > 0 y bn ∈ R tales que f (x) = bn (x − x0 )n si
|x − x0 | < δ.
Sea δ = R − |x0 |; escribiendo
n # %
;
n n n n−k
x = (x − x0 + x0 ) = x (x − x0 )k
k 0
k=0

y sustituyendo en la expresión de f (x) queda


∞ ∞
? ? n # % @@ ∞
?∞ # % @
; ; ; n ; ; n
f (x) = an xn = an xn−k
0 (x − x0 )k = an xn−k
0 (x − x0 )k ,
n=0 n=0
k k
k=0 k=0 n=k

de donde se concluye. Obsérvese que el cambio de orden de sumación es posible porque la


serie converge absolutamente, ya que

? ? n # % @@ ∞
; ; n ;
n−k k
|an | |x0 | |x − x0 | = |an |(|x0 | + |x − x0 |)n
n=0
k n=0
k=0

y por ser |x − x0 | < δ, es |x0 | + |x − x0 | < δ + |x0 | = R y por lo tanto la serie del último
término converge (recuérdese que una serie de potencias converge absolutamente en su cı́rculo
de convergencia).
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 303

<
Si la serie es de la forma
< an (x−x0 )n y R es su radio de convergencia, haciendo el cambio
y = x − x0 , la serie an y n será, según acabamos de probar, analı́tica en (−R, R), lo que
permite concluir fácilmente. !

Ejemplos: 1) Las funciones ex , sen(x) y cos(x) son analı́ticas en todo R, porque las series
que las definen son convergentes en R.
1
2) La función f : R∗ −→ R definida por f (x) = es analı́tica ya que si |h| < |x0 |
x
∞ # %n ; ∞
1 1 1 1 ; −h n h
n
= = = (−1) .
x0 + h x0 1 + xh x0 n=0 x0
0 n=0
xn+1
0

Proposición 7.5.3. Si f : U −→ R es analı́tica, es continua en U .


Demostración: Sea x0 ∈ U . Por ser analı́tica existen ε > 0 y an ∈ R tales que si |x−x0 | < ε
<

entonces f (x) = an (x − x0 )n . Por la proposición 7.3.14, f es continua en B(x0 , ε), luego
n=0
es continua en x0 y como x0 es arbitrario, f es continua en U . !
Proposición 7.5.4. Si f, g : U −→ R son analı́ticas en U , entonces f + g y f g también lo
son.
<

Demostración: Sea x0 ∈ U . Entonces existen δ, δ " > 0 tales que f (x) = an (x − x0 )n si
n=0
<

|x − x0 | < δ y g(x) = bn (x − x0 )n si |x − x0 | < δ " para ciertos an , bn ∈ R.
n=0
Entonces si |x − x0 | < min{δ, δ " } es

; ∞
;
n
(f + g)(x) = (an + bn )(x − x0 ) y (f g)(x) = cn (x − x0 )n
n=0 n=0
<
con cn = ar bs (ejemplo 1 de la definición 2.5.3). Esto demuestra que f + g y f g son
r+s=n
analı́ticas. !

Ejemplo: Las funciones sh(x) y ch(x) son analı́ticas en R.


Proposición 7.5.5. Sean U y V abiertos de R. Si f : U −→ V y g : V −→ R son analı́ticas,
la composición g ◦ f : U −→ R es analı́tica.
Demostración: Sea x0 ∈ U . Si y0 = f (x0 ), por hipótesis existen an , bn ∈ R y ε, δ > 0 tales
<
∞ <

que f (x) = an (x − x0 )n si |x − x0 | < δ y g(y) = bn (y − y0 )n si |y − y0 | < ε.
n=0 n=0
Por ser f continua, sustituyendo si fuese preciso δ, se puede suponer que si |x − x0 | < δ,
entonces |f (x) − y0 | < ε, y por tanto si |x − x0 | < δ se tiene

∞ ∞
? ∞
@n
; ; ;
(g ◦ f )(x) = g(f (x)) = bn (f (x) − y0 )n = bn am (x − x0 )m .
n=0 n=0 m=1
304 7.5. Funciones analı́ticas
# %n
<
∞ <
∞ <
Como am (x − x0 )m = amn (x − x0 )m , donde amn = ai1 . . . ain , susti-
m=1 m=n i1 +···+in =m
tuyendo queda

? ∞
@ ∞
; ; ;
m
(g ◦ f )(x) = bn amn (x − x0 ) = cm (x − x0 )m ,
n=0 m=n m=0

<
m
siendo cm = bn amn , lo que prueba que g ◦ f es analı́tica en U (nótese que se puede
n=0
intercambiar el orden de sumación por tratarse de series absolutamente convergentes). !

Ejemplo: La función log(sen(x) + 2) es analı́tica en R.


f
Corolario 7.5.6. Si f, g : U −→ R son analı́ticas y g no se anula en U , entonces g
es
analı́tica en U .
1
Demostración: La función g
es analı́tica, pues es la composición de g : U −→ R∗ y
f
h : R∗ −→ R, h(x) = x1 , ambas analı́ticas. Entonces g es analı́tica, pues es producto de f y
1
g
, que lo son. !
' (
Ejemplo: Las funciones tg(x) y th(x) son analı́ticas en − π2 , π2 y R respectivamente.
<

Proposición 7.5.7. Si f (x) = an (x − x0 )n en D(x0 , R), entonces f es derivable en
n=0
<

D(x0 , R) y f " (x) = nan (x − x0 )n−1 . Por lo tanto, las funciones analı́ticas son derivables
n=1
y la derivada de una función analı́tica, también es analı́tica.
<

Demostración: Podemos suponer que x0 = 0, con lo que f (x) = an xn en D(0, R), lo
n=0
cual no afecta a la derivabilidad de f ni al resultado.
<

Dado x1 ∈ D(0, R), como vimos en 7.5.2, si |x − x1 | < R − |x1 |, entonces f (x) = bi (x −
i=0
∞ ' (
< n
x1 )i con bi = i an xn−i 2
1 . Por tanto f (x) = b0 + b1 (x − x1 ) + (x − x1 ) g(x), siendo
n=i
<

g(x) = bn (x − x1 )n−2 .
n=2
La función g está acotada en un entorno de x1 , ya que si 0 < δ < R − |x1 | y |x − x1 | < δ,
entonces ∞
; ∞
;
n−2
|g(x)| ≤ |bn ||x − x1 | ≤ |bn |δ n−2 ,
n=2 n=2

y ésta última serie es convergente.


Por tanto
;∞
f (x) − f (x1 )
"
f (x1 ) = lim = b1 = nan xn−1
1 . !
x→x1 x − x1 n=1
Tema VII: Sucesiones y series de funciones 305

Corolario 7.5.8. Si f : U −→ R es analı́tica en U , f ∈ C ∞ (U ) y si x0 ∈ U y para |x−x0 | < δ


<∞ f (n (x0 )
es f (x) = an (x − x0 )n , entonces an = .
n=0 n!
Demostración: La primera parte es inmediata, porque la derivada de una función analı́tica
en U es una función analı́tica en U . La segunda se deduce derivando n veces el desarrollo en
serie y tomando valores en x0 . !

Observación: El corolario anterior prueba, por una parte, que los coeficientes del desarrollo
en serie de potencias de una función analı́tica son únicos, y, por otra, que dichos coeficientes
son precisamente los del desarrollo de Taylor de la función. En este sentido puede afirmarse
que las funciones analı́ticas tienen desarrollo de Taylor infinito, lo que responde a la pregunta
planteada al inicio de este apartado.

Ejemplos: 1) Sea f : (−1, +∞) −→ R la función definida como f (x) = (1 + x)α con α ∈ R.
Vamos a probar que dicha función es analı́tica para |x| < 1.
El polinomio de Taylor de orden n de f (x) es, como sabemos,
n # %
; α k
P (x) = x .
k
k=0

∞ ' (
< α
Entonces, en caso de ser f analı́tica, su desarrollo en serie de potencias debe ser n xn .
n=0
∞ ' (
< α
La serie n xn es convergente (criterio del cociente) para |x| < 1. Entonces la función
n=0
g : (−1, 1) −→ R definida por
;∞ # %
α n
g(x) = x
n=0
n

es analı́tica en (−1, 1); se trata de probar que f (x) = g(x) en dicho intervalo.
Por la proposición anterior, es

;∞ # % ;∞ # %
" α n−1 α − 1 n−1
g (x) = n x =α x ,
n=0
n n=1
n − 1

de donde
∞ #
; % ;∞ # %
" α−1 n−1 α−1 n
(1 + x)g (x) = α x +α x =
n=1
n−1 n=1
n−1
? ∞ ## % # %% @
; α−1 α−1
=α 1+ + xn = αg(x),
n=1
n − 1 n

luego
d(log(g(x))) g " (x) α
= = .
dx g(x) 1+x
306 7.5. Funciones analı́ticas

Pero por otra parte, para f (x) = (1 + x)α , también es

d(log(f (x))) f " (x) α


= = ,
dx f (x) 1+x

luego log(g(x)) = log(f (x)) + λ para un cierto λ ∈ R, con lo que g(x) = eλ f (x). Como
además g(0) = 1 = f (0), es eλ = 1, luego f (x) = g(x), como querı́amos demostrar.
La serie que define la función g(x) recibe el nombre de serie binómica, ya que si α ∈ N es
el binomio de Newton y queda un polinomio en lugar de una serie.
2) La función f : R −→ R definida por
 # %
 exp − 1 si x #= 0
f (x) = x2

0 si x = 0

no es analı́tica en ningún entorno de 0, ya que de lo contrario la serie que la representa deberı́a


tener todos sus coeficientes 0, pues éstos son los de su desarrollo de Taylor, luego serı́a la serie
0 y f no es idénticamente nula en ningún entorno de 0.

Ejercicios: 1) Probar que la fórmula



; xn+1
log(1 + x) = (−1)n
n=0
n+1

vale si |x| < 1.


2) Probar que arctg(x) es analı́tica en todo R y que si |x| < 1

; x2n+1
arctg(x) = (−1)n .
n=0
2n + 1

3) Probar que π4 = arctg( 21 ) + arctg( 13 ) y utilizar el desarrollo del ejercicio anterior para
calcular π con cuatro decimales.
4) Probar que arcth(x) es analı́tica en U = {x : |x| < 1} y que si |x| < 1 es

;∞
x2n+1
arcth(x) = .
n=0
2n + 1

5) Utilizar el ejercicio anterior para calcular log(10) con cuatro decimales exactos.
Indicación: En primer lugar relacionar la fórmula anterior con log(x) y después usar las
propiedades de log(x) para abreviar los cálculos.

Observación: Los desarrollos en serie de ex , sen(x), cos(x), log(1 + x), (1 + x)α y arcth(x)
en 0 son válidos hasta la primera “singularidad” de la función en el eje real; sin embargo,
el de arctg(x) no. Esta diferencia de comportamiento sólo se explica cuando se estudian las
funciones analı́ticas en C.
Bibliografı́a

[1] Apóstol, T. M.: Análisis Matemático. Ed. Reverté. Barcelona, 1979.


[2] Apóstol, T. M.: Calculus (2 vol.). Ed. Reverté. Barcelona, 1965.
[3] Cartan, H.: Théorie Élémentaire de Fonctions Analytiques d’une ou Plusieurs Vari-
ables Complexes. Hermann. Paris, 1967.
[4] Cuesta Dutari, Norberto: La Sinfonı́a del Infinito. Ed. Universidad de Salamanca.
Salamanca, 1981.
[5] Fernández Viña, J. A.: Lecciones de Análisis Matemático I. Ed. Tecnos. Madrid,
1981.
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[7] Knopp, Konrad: Infinite Sequences and Series. Dover. New York, 1956.
[8] Lang, Serge: Introducción al Análisis Matemático. Addison-Wesley Iberoamericana.
Wilmington, 1990.
[9] Rudin, Walter: Principios de Análisis Matemático. Ed. del Castillo. Madrid, 1966.
[10] Spivak, Michael: Calculus (2 vol.). Ed. Reverté. Barcelona, 1980.

307
308
Índice Alfabético

A bola abierta 99
bola cerrada 99
Abel, criterio de 95
Bolzano, teorema de 143
Abel, fórmula de sumación parcial de 94
Bolzano-Weierstrass, teorema de 54, 118
abierto, conjunto 100, 102
borde de un conjunto 107
absolutamente convergente, producto in- Borel-Lebesgue, teorema de 117
finito 76
absolutamente convergente, serie 65 C
absolutamente integrable, función 228
Cantor, propiedad de 27
acotada, función 142 cardinal de un conjunto 43
acotada, sucesión 22 cardinal del continuo 47
acotado, conjunto 18, 115 cardioide 258
acotado inferiormente, conjunto 18 Cauchy, criterio de 62, 74, 225, 268, 280
acotado superiormente, conjunto 18 Cauchy, sucesión de 24, 41, 124
acumulación, punto de 108 cerrada por conjugación, álgebra 278
adherente, punto 105 cerrado, conjunto 103
aislado, punto 108 cierre de un conjunto 105
álgebra 5 cı́rculo de convergencia 282
analı́tica, función 301 circunferencia unidad 160
ángulo 159 clase de equivalencia 2
anillo 3 compacto, espacio 114
anterior de un elemento 7 compacto por sucesiones, espacio 117
antiimagen 2 complejo, número 40
aplicación 2 complementario de un conjunto 1
arco 144 completo, espacio métrico 124
arco coseno 158 completo, sistema ortonormal 292
arco seno 158 componentes conexas 120
arco tangente 160 composición de aplicaciones 2
arco tangente hiperbólica 163 cóncava en un punto, función 188
arco-conexo, espacio 144 condicionalmente convergente, serie 67
argumento 161 conexo, espacio 119
arquimediano, cuerpo 19 conexo por poligonales 144
asociación de términos en una serie 63 conjugado de un número complejo 40
conjunto cociente 2
B
conjunto de los números complejos 40
Banach, espacio de 124 conjunto de los números enteros 9
Barrow, regla de 221, 232 conjunto de los números racionales 12
Bessel, desigualdad de 291 conjunto de los números reales 32
biyectiva, aplicación 2 continua, función 135
309
310 Índice Alfabético

continua en un punto, función 133 decreciente, aplicación 3


convergencia en media cuadrática 272 decreciente, sucesión 28
convergencia puntual 263 decreciente en un punto, función 173
convergencia uniforme 267 Dedekind, propiedad de 30
convergente, producto infinito 73 denso, subconjunto 30, 107
convergente, serie 60 derivable con un vector en un punto,
convergente, sucesión 21, 41, 109 función 190
convexa en un punto, función 188 derivable en (a, b), función 166
convexo, conjunto 121 derivable en [a, b], función 166
coordenadas polares 253 derivable en un punto, función 166
cortadura 30 derivada de una función con un vector en
cosecante 159 un punto 190
coseno 153 derivada de una función en un punto 166
coseno hiperbólico 161 derivada direccional de una función en un
cota inferior 18 punto 191
cota superior 18 derivada logarı́tmica 172
cotangente 159 derivada n-ésima 180
creciente, aplicación 3 derivada parcial de una función 191
creciente, sucesión 28 derivada parcial de una función en un punto
creciente en un punto, función 173 191
criterio de Abel 95 diferenciable en un abierto, función 168,
criterio de comparación de primera especie 193
83 diferenciable en un punto, función 168,
criterio de comparación de segunda especie 193
83 diferencial de una función en un punto
criterio de comparación por paso al lı́mite 168, 194
83 Dirichlet, criterio de 94, 231, 281
criterio de condensación 88 Dirichlet, núcleo de 282
criterio de Dirichlet 94 discriminante de una ecuación de segundo
criterio de Kummer 84 grado 39
criterio de la raı́z 86 disjuntos, conjuntos 1
criterio de Leibnitz 93 distancia 99
criterio de Raabe 90 distancia discreta 99
criterio de Stolz 78 divergente, producto infinito 73
criterio del cociente 85 divergente, serie 60
criterio integral 87, 227 divergente, sucesión 56, 59
criterio iterativo de la raı́z 93 dominio de convergencia de una serie de
criterio iterativo del cociente 91 funciones 279
criterio iterativo logarı́tmico 93
E
criterio logarı́tmico 89
cuerpo 4 entero, número 9
cuerpo completo 25 entorno de un punto 104
cuerpo ordenado 15 entorno reducido de un punto 108
epiyectiva, aplicación 2
D
equipotentes, conjuntos 43
De Morgan, leyes de 1 espacio euclı́deo 98
Índice Alfabético 311

espacio métrico 99 inducción, principio de 7


espacio métrico discreto 102 ı́nfimo 18
espacio normado 97 infinito, conjunto 45
espacio producto 112 inflexión ascendente en un punto 188
espacio topológico 102 inflexión descendente en un punto 188
espacio vectorial 4 integrable en sentido impropio 223
Euler, constante de 61 integrable Riemann, función 208
evitable, discontinuidad 134 integral de Riemann 208
exponencial 149 integral impropia 223
exponencial en base a 152 integral indefinida 237
exterior de un conjunto 107 integral inferior de Riemann 208
extremo inferior 18 integral superior de Riemann 208
extremo superior 18 interior de un conjunto 104
intersección de conjuntos 1
F
intervalo 121
finito, conjunto 45 intervalo abierto 27
Fourier, coeficientes de 290 intervalo cerrado 27
Fourier, desarrollo en serie de 290 intervalos componentes 123
fórmula de cambio de variables 222 intervalos encajados 27
fórmula de integración por partes 223 introducción de paréntesis en una serie 63
fórmula de Taylor 181 inversa de una aplicación 2
frontera de un conjunto 107 inyectiva, aplicación 2
función de clase C 0 en un abierto 180 irracional, número 18
función de clase C ∞ en un abierto 180
J
función de clase C n en un abierto 180
función derivada 166 jacobiana, matriz 199
fundamental, sucesión 24
K
G
Kummer, criterio de 84
gradiente 197
L
grado de un polinomio 5
gráfica de una aplicación 2 L’Hôpital, regla de 177
Gramm–Schmidt, proceso de ortonorma- Lagrange, resto de 185
lización de 287 Lebesgue, criterio de 213
grupo 3 Lebesgue, número de 118
grupo abeliano 3 Legendre, polinomios de 288
Leibnitz, criterio de 93
H
lemniscata de Bernoulli 254
Hausdorff, espacio de 110 lı́mite de una función en el infinito 132
Heine, teorema de 141 lı́mite de una función en un punto 127
homeomorfismo 137 lı́mite de una función en un punto según un
homeomorfos, espacios 137 subconjunto 130
lı́mite de una sucesión 22, 41, 109
I
lı́mite inferior 55
imagen 2 lı́mite infinito de una función 132
incondicionalmente convergente, serie 67 lı́mite superior 55
312 Índice Alfabético

lı́mites laterales 130 oscilante, producto infinito 73


lineal, aplicación 4 oscilante, serie 60
linealmente independientes, vectores 287 oscilante, sucesión 57
localmente integrable, función 223
P
logaritmo complejo 161
logaritmo en base a 153 parametrización de un arco 144
logaritmo neperiano 150 Parseval, identidad de 292
longitud de un intervalo 27 parte imaginaria de un número complejo
40
M
parte real de un número complejo 40
máximo 18 partición 1
máximo absoluto 174 partición de un intervalo [a,b] 205
máximo relativo 174, 194 partición más fina 206
Mclaurin, desarrollo de 183 periódica, función 155
medida nula, conjunto de 212 perı́odo de una función periódica 155
mı́nimo 18 pi (π) 154
mı́nimo absoluto 174 poligonal 144
mı́nimo relativo 174, 194 polinomio 5
Minkowski, desigualdad de 98 positiva, sucesión 33
módulo de un número complejo 40 positivo, número 14
monótona, aplicación 3 primer elemento 7
monótona creciente, aplicación 3 primitiva 221
monótona creciente, sucesión 28 producto cartesiano 1
monótona creciente en un punto, función producto de Cauchy 72
173 producto de dos series 70
monótona decreciente, aplicación 3 producto escalar 5
monótona decreciente, sucesión 28 producto escalar euclı́deo 98
monótona decreciente en un punto, función producto escalar usual de Rn 98
173 producto infinito 73
morfismo de anillos 4 producto parcial n-ésimo 73
morfismo de cuerpos 4 propiedad asociativa 63
morfismo de grupos 3 propiedad conmutativa 65
propiedad del extremo 19
N
propiedad disociativa 63, 65
naturalmente ordenado, conjunto 7 proyección estereográfica 138
negativa, sucesión 33 punto crı́tico 175
negativo, número 14
R
norma 97
normalmente convergente, serie 125 Raabe, criterio de 90
normas equivalentes 102 racional, número 12
numerable, conjunto 44 radio de convergencia 282
real, número 32
O
recubrimiento 114
operación interna 3 recubrimiento abierto 114
ortogonales, vectores 286 regla de Barrow 232
oscilación 212 regla de L’Hôpital 177
Índice Alfabético 313

regla de la cadena 171, 201 suma superior de Riemann 206


relación binaria 2 supremo 18
relación de equivalencia 2
T
relación de orden 3
relación de orden parcial 3 tangente 159
relación de orden total 3 tangente, recta 165
reordenación de una serie 65 tangente hiperbólica 163
representación decimal de un número real Taylor, desarrollo de 181
36 Taylor, fórmula de 181
restricción 2 teorema de continuidad 233
Riemann, teorema de 68 teorema de derivación 233
Riemann–Lebesgue, lema de 297 teorema de integración 235
Rolle, teorema de 175 teorema de la función inversa 202
teorema de los incrementos finitos 176
S
teorema del punto fijo 143
salto, discontinuidad de 134 teorema del valor medio 176
Schwartz, desigualdad de 98 teorema del valor medio para integrales
secante 159 220
segmento 121 teorema fundamental del álgebra 142
seno 153 teorema fundamental del cálculo integral
seno hiperbólico 161 221, 232
serie alternada 93 término n–ésimo 59
serie armónica de exponente 1 61 topologı́a 102
serie armónica de exponente 2 62 topologı́a discreta 102
serie binómica 306 topologı́a inducida 111
serie de funciones 279 topologı́a producto 112
serie de números reales o complejos 59 totalmente acotado, espacio 119
serie de potencias 65, 282 totalmente ordenado, conjunto 3
serie de términos no negativos 64 triangular, desigualdad 99
serie de términos positivos 64
U
serie geométrica 60
siguiente de un elemento 7 último elemento 7
sistema ortonormal 286 uniformemente acotada, sucesión de fun-
sistema trigonométrico 286 ciones 281
Stolz, criterio de 78 uniformemente continua, función 140
Stone–Weierstrass, teorema de 277 unión de conjuntos 1
subconjunto propio 1
V
subespacio métrico 111
subrecubrimiento 114 valor absoluto 20
subsucesión 53 valor principal 232
sucesión 21
W
suma de una serie 60
suma de Riemann 211 Weierstrass, criterio M de 280
suma inferior de Riemann 206 Weierstrass, propiedad de 30
suma parcial n–ésima 59 Weierstrass, teorema de 142, 277

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