Marco Teorico
Marco Teorico
Marco Teorico
Keynes clasificaba en tres los motivos por los que los sujetos económicos desean
mantener saldos líquidos:
También existe un interés crítico por debajo del cual ningún inversor espera que el
tipo de interés vaya a bajar, sino que por el contrario espera que en todo caso va a
subir, por lo que todos los inversores deciden mantener sus ahorros en forma de
dinero a la espera que el tipo de interés vuelva a subir. En esa situación, por más
dinero que se emita, no hará descender el tipo de interés, puesto que los
inversores mantendrán el nuevo dinero en forma líquida, a la espera que vuelva a
subir el tipo de interés: se entra en una situación que se ha denominado "trampa
de la liquidez" en la que por más dinero que se inyecte a la economía, el tipo de
interés no puede bajar.
2. Teorías de la competitividad
En sus inicios, y desde que el autor Adam Smith publicó en 1776, el libro titulado
La riqueza de las naciones, el tema de la competitividad ha sido el centro de
análisis de los negocios (López y Marín, 2011). Sin embargo, su verdadero
término se comenzó a emplear a partir del siglo XVIII por David Ricardo en 1817 y
Adam Smith en 1966, como un concepto relacionado a la ventaja comparativa de
la producción y precios para una economía del mercado de un país en contraste
con otro (Gómez, 2011).
A pesar de lo anterior, cabe resaltar que las teorías económicas clásicas son las
que en realidad dieron su verdadera forma al concepto de la competitividad, pero
que con el paso del tiempo la tendencia ha ido modificando las condiciones a las
que los participantes deben de adaptarse, desde el nivel internacional hasta el
doméstico, incorporando nuevos elementos en su terminología, tales como los
cambios tecnológicos, productivos y organizacionales. Es por ello que la literatura
se expande ampliamente (Rojas y Sepúlveda, 1999), analizándose a través de los
enfoques macroeconómico y microeconómico (Morales y Pech, 2000).
Así, todas las anteriores concepciones de competitividad son tan distintas como
los diferentes enfoques teóricos que se han ocupado de su estudio. A pesar de
ello y debido a la intención de establecer un marco conceptual adecuado para el
manejo del concepto en el ámbito empresarial, el enfoque administrativo es uno de
los que mejor se ajusta a los intereses de la investigación científica (Marín y
López, 2011).