Olavarría, J. - Y Todos Querían Ser (Buenos) Padres PDF

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Y todos queran
ser (buenos) padres
Jos Olavarra A.

,*< ofr
OTECA NACIONAL DE CHILE

>n Chilena
Jos Olavarra

Socilogo. Profesor Investi


gador de FLACSO, Coordi
BIBLIOTECA NACIONAL
nador de Estudios sobre
Hombres del rea de Estu
dios de Gnero. Profesor de faycG f
Metodologa de las Cien- 1 01 8904

cas Sociales en la Univer


sidad Academia de Huma
nismo Cristiano.

Ha sido investigador res


ponsable y coinvestigador
en proyectos sobre varones

desde 1995; se destacan:


*
"Construccin social de la
masculinidad en Chile: cri
sis del modelo tradicional.
Un estudio exploratorio".
(coinvestigador con Teresa
Valds). FLACSO (1995-
1997). Financiamiento Fun
dacin Ford.
*
"Construccin de la identi
dad masculina en varones

adultosjvenes de sectores
populares de Santiago". (In
vestigador responsable)
FLACSQ (1997-1998). Finan
ciamiento CONICYT
*
"Ser
padre: la vivencia de
los padres de Santiago. Es
tereotipos, subjetividades y
prcticas de paternidad".
(Investigador responsable)
FLACSO (1998-2000). Finan
ciamiento Fundacin Ford.
*
"Qu significa ser padre
para los hombre de los sec
tores populares hoy da en
Chile". (Investigador res
ponsable) FLACSO (1998-
1999). Financiamiento FON-
DECYT.
Y TODOS QUERAN SER (buenos) PADRES
Varones de Santiago de Chile en conflicto

Jos Olavarra A.
Y TODOS QUERAN SER (buenos) PADRES
Varones de Santiago de Chile en conflicto

Las opiniones que se presentan en este trabajo,


as como los anlisis e interpretaciones que en
l se contienen, son de responsabilidad exclusi
va de su autor y no reflejan necesariamente los
puntos de vista de FLACSO ni de las institucio
nes a las cuales se encuentran vinculados.

Ninguna parte de este


libro/documento, inclui
do el diseo de portada, puede ser reproducida,
transmitida o almacenada de manera alguna ni

por algn medio, ya sea electrnico, mecnico,


qumico, ptico, de grabacin o de fotocopia,
sin autorizacin de FLACSO.

612.6 Olavarra A., Jos


042 Y todos queran ser (buenos) padres.
Varones de Santiago de Chile en conflicto.
Santiago, Chile: FLACSO-Chile, 2001.
158 p. Serie Libros FLACSO
ISBN: 956-205-157-9

PATERNIDAD / FAMILIA / RELACIONES


AFECTIVAS / HOMBRES / CHILE

Inscripcin N120.320, Prohibida su reproduccin.

2001, FLACSO-Chile
Leopoldo Urrutia 1 950, uoa.
Telfonos: (562) 225 7357 225 6955
-

Fax: (562) 274 1004


Casilla Electrnica: [email protected]
FLACSO-Chile en Internet: http://www.flacso.cl

Produccin editorial: Marcela Zamorano, FLACSO-Chile


Diagramacin interior: Marcela Contreras, FLACSO-Chile
Diseo de portada: Claudia Winther
Impresin: LOM Ediciones
NDICE

Presentacin 5

Introduccin y agradecimientos 7

I Ser padre en un pas que se globaliza. Contexto histrico


y paternidades 13
La paternidad y los mandatos sociales 14
Lo contextual: el orden salarial la familia nuclear 18
y patriarcal
La crisis del orden salarial y la familia nuclear 23
patriarcal
La modernizacin de las costumbres: vida cotidiana
y familia 29
Elnuevo orden y la desarticulacin/articulacin de lo
pblico:
trabajo y familia 32
Para finalizar 44

II Ser padre y aprender a serlo. Sentidos y vivencias de


la paternidad 47
El deber ser, el referente 48
Lo que aprendieron de sus padres 53
-

El padre: cario, cercana y responsabilidad 55


-

El padre introduce a diversos mundos sociales 62


-

Padres y proyecto de vida de los hijos 66


-

El padre personaje contradictorio 72


Las vivencias de la paternidad 76

Comparando la paternidad de los padres con la propia 89

III Criar y acompaar a los hijos. La reproduccin generacional 97


-

La crianza en la infancia 101


-

La adolescencia y el acompaamiento de los hijos 104


-

La educacin de los hijos 108


-

El padre ausente, el padre lejano 1 10


El padre: autoridad 113
-

Castigo y maltrato 119


-

Madres populares, autoridad y castigo 128

3
IV Paternidad adolescente. Alguna notas 131
Conciencia del riesgo de embarazo 135
Ser padre adolescentes 137
El embarazo, la paternidad y los proyectos de vida del joven 139
Reacciones de los padres 144

Bibliografa 147
Anexo metodolgico 149

4
PRESENTACIN

El libro que presentamos es el resultado de un


conjunto de investigaciones que
forman parte de la agenda del rea de Estudios de Gnero de FLACSO-Chile.

Como sabido, los estudios de gnero llevan a "sexualizar" la mirada de los/as


es

investigadores/as, es decir, a hacer visible que las personas tenemos sexo y que
eso nos construye como diferentes,
que establecemos relaciones distintas por el
mero hecho de ser hombres o mujeres. Dichos estudios
incorporan al anlisis
social los cuerpos y sus significados y tratan de
aprehender los fenmenos con
una profundidad o "densidad"
mayor, dando cuenta de la dinmica existente entre
los gneros.

No se trata de
"enfoque" ms, sino del esfuerzo de adquirir una visin
un

tridimensional y dinmica delquehacer humano. De este esfuerzo han surgido a


lo largo de los aos numerosas preguntas de investigacin
y gran cantidad de
estudios y conocimientos de mucha riqueza.

Lo novedoso es que los varones, actores principales de los procesos sociales dada
su ubicacin en las relaciones de poder en nuestras sociedades, han ingresado en
los ltimos aos a las agendas de investigadores e investigadoras y de los
formuladores de programas sociales. Se trata de un proceso histrico en el que
interviene una multiplicidad de factores, pero, por primera vez en las ciencias
sociales, los hombres, cuerpos, sus subjetividades, sus comportamientos, aque
sus

llo denominado "lo masculino" ha sido sometido al escrutinio cientfico. En la


medida enque las identidades masculinas -"masculinidades"- desde una perspec
tiva de gnero son consideradas construcciones sociales y no datos naturales, son
culturalmente histrica y espacialmente situadas. Es decir, al "de-
especficas,
construir" las identidades masculinas y "desnaturalizarlas" adquirieren una histo
ria, una sociologa, una antropologa, una demografa. Devienen, al mismo tiem
po, en objeto de estudio y programas de accin.

Podemos entender esta emergencia como necesidad terica, de avance en el cono


cimiento de la construccin social de la diferencia sexual, de modo que los estu
dios de gnero, tradicionalmente realizados a partir de las mujeres, aborden su
objeto de estudio incorporando sistemticamente a los varones. Ello requiere un
desplazamiento desde las identidades femeninas a las masculinas. Se formulan,
entonces, nuevas preguntas de investigacin sobre las relaciones de poder entre
los gneros, que pasan a ser ms que una afirmacin.

5
Algunos/as autores/as sealan que la emergencia del varn como objeto de estu
dio tiene que ver con la llamada "crisis" de las identidades masculinas, resultante
de la accin de los movimientos feministas y de las feministas en particular, de
los cambios la economa y la incorporacin creciente de las mujeres al espacio
en

pblico (mercado de trabajo y poltica). Tambin se los asocia al surgimiento del


movimiento homosexual y el cuestionamiento que hacen de las masculinidades
tradicionalmente reconocidas como tales.

Por otra parte, la agenda poltica internacional relacionada consalud y derechos


reproductivos ha puesto en tabla la consideracin de la participacin masculina
en la salud reproductiva. En efecto, las Conferencias sobre Poblacin
y Desarro
llo de El Cairo (1994) y sobre la Mujer (Beijing, 1995) se hicieron cargo de un

conjunto de problemticas que, surgidas en el mbito privado, se han transforma


do crecientemente en materia de polticas pblicas por sus consecuencias socia
les. Se abre el mbito de gnero y salud reproductiva y la articulacin entre sexua
lidad-relaciones de gnero como esfera de estudio y accin. En ambas conferen
cias se puso nfasis en la responsabilidad de los varones en la reproduccin, en la
violencia contra las mujeres, en relacin con el VIH/SIDA, reafirmando que para

lograr los objetivos de un desarrollo sustentable, un componente esencial es el


logro de la igualdad entre los gneros con la participacin de los varones.

En FLACSO no ajenos a estas nuevas preguntas de investigacin, tanto


estamos

tericas como para polticas pblicas, y por ello hemos desarrollado investigacio
nes, an en una etapa etnogrfica, para documentar las representaciones sociales
de la masculinidad existentes en Santiago y responder a las demandas desde la

poltica, aunque sea en forma inicial. Tambin hemos generado redes de inter
cambio acadmico, a nivel nacional y de Amrica Latina, de modo de avanzar con

rapidez.

Al publicar los resultados de nuestros estudios pretendemos contribuir al debate


que se ha iniciado sobre los varones, las masculinidades y las paternidades -no
desde el sentido comn, sino desde la investigacin social- y abrir nuevas pregun
tas contribuyan al estudio sistemtico de un orden de gnero discriminatorio
que
e inequitativo, en que los recursos de poder se distribuyen de modo muy desigual.

Teresa Valds
Subdirectora Acadmica
FLACSO-Chile

6
INTRODUCCIN Y AGRADECIMIENTOS

El libro que se presenta es el fruto del anlisis de cuatro estudios


exploratorios
sobre los varones de sectores populares y medios alto de
Santiago de Chile, dos
de ellos sobre masculinidades -Construccin social de la masculinidad en Chile:
la crisis del modelo tradicional de Teresa Valds y Jos Olavarra
y "Construc
cin social de identidad masculina en varones adultos jvenes de sectores
popu
"
lares de Jos Olavarra, Cristina Benavente y Patricio Mellado- y otros dos sobre
paternidades "Ser Padre. Vivencias y significados de la paternidad en hombres
-

de sectores populares hoy en Santiago" de Jos Olavarra y Patricio Mellado y


"Ser Padre: la vivencia de los padres de Santiago. Estereotipos, subjetividades y
prcticas de la
paternidad" de Jos Olavarra y Patricio Mellado-. Los estudios
abordaron las subjetividades de los hombres entrevistados. Cmo ellos sentan,
decan que hacan y pensaban acerca de sus vidas de varones; desde los
primeros
recuerdos de la infancia, sus adolescencias, su paso por el colegio y algunos por la
universidad; el inicio en el mundo del trabajo y su situacin actual; sus vivencias
afectivas; sus parejas e hijos/as; sus vidas como padres actuales.

El libro est estructurado en base captulos. El primero contextualiza las


a cuatro

paternidades actuales de los varones para poder comprender y explicar las distin
tas opiniones que los hombres tienen acerca de sus vivencias como
padres. Se
busca profundizar en las polticas pblicas y cmo stas han promovido, durante
el siglo XX en Chile, la constitucin y fortalecimiento de la familia nuclear
pa
triarcal, como "la familia", as como en las atribuciones y poderes que se le asign
al padre en relacin a su pareja e hijos/as. Se analiza sucintamente el papel del
Estado, la redefinicin a la que es sometido a partir de 1973 y los efectos en las
identidades y relaciones de gnero. Se seala asimismo, en este captulo, los pro
cesos coadyuvantes en la crisis de este tipo de familia y en la
paternidad patriar
cal: las demandas del movimiento de mujeres y el feminismo y la modernizacin
de las costumbres.

El segundo captulo esta centrado en el sentido y vivencias de la


paternidad por
los varones. Se intenta caracterizar el deber de la
paternidad y los referentes
ser

que lo hacen posible. Los aprendizajes en los hogares, la figura del padre y los que
se espera de este personaje. Se compara la paternidad de los entrevistados con la

de los propios padres y sus consecuencias en la relaciones con los hijos/as.

El tercer captulo trata de la reproduccin generacional, cmo los varones dicen

7
Jos Vlavarna A. y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

criar y acompaar a sus hijos. Se hace un somero anlisis de las distintas etapas de
la vida de los hijos: la crianza en los primeros
meses, la infancia y adolescencia de
varones y mujeres. Se los
profundiza en procesos de socializacin a travs de la
autoridad paterna y el papel que jugara el castigo la violencia fsica.
y

Finalmente plantean algunas reflexiones sobre paternidad adolescentes y cmo


se

losvarones y las familias de ambos


padres enfrentan el embarazo y nacimiento de
un
hijo de estos jvenes.

Se incluye un anexo
metodolgico y una breve caracterizacin de los varones

entrevistados.

El material con que se ha preparado este libro es parte de los resultados de inves
tigaciones en las que han participado muchas personas que, con su
trabajo, aporte
y reflexin, lo han hecho posible. A todos ellos deseo manifestar mis
agradeci
mientos. Los aportes ms destacables son, indudablemente, los efectuados
por las
varones que a travs del relatos de sus vidas han consciente
querido participar
mente en este gran proyecto sobre las vivencias de la paternidad. Ellos permitie
ron que estas investigaciones fueran posible.

El rea de Estudios de Genero de la FLACSO ha sido


por varios aos un espacio
que ha permitido una reflexin sistemtica en torno a los hombres, sus masculini

dades y paternidades; espacio que ha perseverado en el


tiempo pese a los avatares
por los que pasa la investigacin cientfica en ciencias sociales en nuestro A pas.
las compaeras y compaeros del rea les agradezco sus constantes aportes y
apoyo.

Agradezco tambin la Red de Masculinidad/es que ha permitido


a
exponer algu
nas de las reflexiones en sus debates y encuentros mensuales. El
dilogo con ami
gas y amigos de la Red, profesionales estudiosos/as, ha posibilitado que diversos
aspectos que hacen directamente a este libro hayan sido debatido, incorporando
sus valiosas reflexiones.

Deseo agradecer al personal de apoyo de FLACSO que durante todo este tiempo
ha aportado su mxima colaboracin. Quiero destacar la excelente disposicin de
Mara Ins Bravo, bibliotecaria, de Paula Arnal, Mirta Monroy, Mauricio
Rodrguez, Manuel Coloma, por mencionar a algunos/as. A Marcela Zamorano y
Marcela Contreras por el importante apoyo en la edicin de este trabajo.

Quiero tambin agradecer a mis queridos colegas Patricio Mellado, Rodrigo Parrini
y Enrique Moletto, que se inician en el campo de la investigacin cientfica de las
8
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

masculinidades/paternidades, por su gran colaboracin en distintos momentos de


estos proyectos.

El apoyo de la Red Les Hechiceres, ha sido destacable. Especialmente las


largas
conversaciones y debates que durante seis aos hemos llevado a cabo con Teresa
Valds, Norma Fuller y Mar Viveros, destacadas investigadoras y queridas ami
gas. Mucho de lo bueno que pueda tener este libro se debe a esa reflexin colecti
va.

Especial mencin y agradecimiento merece Teresa Valds, impulsora de los estu


dios sobre varones y sus masculinidades en nuestro pas, que con sus comenta
rios, observaciones y aportes crticos me ha permitido profundizar diversos as
pectos y abrir lneas de trabajo e interrogantes.

Deseo agradecer a las instituciones que han permitido, con su apoyo financiero, la
realizacin de las investigaciones de base. A la Fundacin Ford que desde el ini
cio apost a la apertura de este campo de investigacin -las identidades de gnero
de los varones, sus masculinidades y paternidades y sus consecuencias en la vida
social- financiando dos proyectos y que hoy hace posible este libro y al
FONDECYT por el apoyo, a travs de sus concursos regulares, de las otras dos

investigaciones sobre hombres en Santiago. Le agradezco a Bonnie Shepard que,


desde la Ford, dio impulsos a estas investigaciones y confi en los equipos que
constituimos.

Agradezco a todos ellos. Por supuestos las opiniones y juicios de este libro slo

comprometen a su autor.

Junio del 2001.

9
Tambin he querido serlo,
pero mis hijas e hijo tienen la ltima palabra.
I SER PADRE EN UN PAS QUE SE GLOBALIZA.
CONTEXTO HISTRICO Y PATERNIDADES

En los aos recientes ha tomado fuerza el debate en torno a los varones y su

paternidad. Desde distintos mbitos plantean apreciaciones, cuestionamientos


se

y/o crticas sobre los hombres y el ejercicio de su paternidad. Se comienza a pro


poner diversos modelos (activo / responsable / participativo, entre otros) desde
instituciones pblicas y privadas que buscan modificar comportamientos consi
derados no aceptables de los varones/padres en relacin a sus hijos1, sea por su
lejana fsica y/o emocional; por comportamientos que los violentan -verbal, psi
colgico y/o fsicamente-; por el escaso involucramiento en la crianza y acompa
amiento; por sus responsabilidades en la mantencin econmica, especialmente
en aquellos casos de
separacin de sus parejas y cuyos hijos quedaron viviendo
con la madre; por la creciente
proporcin de varones que no asume su paternidad,
especialmente en hijos de madres adolescentes, para enumerar algunos. Desde los
varones tambin hay demandas por mayor cercana fsica y afectiva, que en mu

chos casos se ven impedidas por las condiciones de trabajo; por cierta desvalori
zacin de la figura paterna y, en algunos casos, por la distancia que incentivan
algunas madres del padre, especialmente en separaciones que limitan o impiden
el acceso de stos a los hijos.

Asimismo, se puede observar, desde los datos demogrficos sobre hijos nacidos
vivos fuera del matrimonio, un proceso de crisis de la institucin del matrimonio
establecida en el Cdigo Civil, -nacen fuera del matrimonio, pero no necesaria

mente fuera de una relacin de pareja estable- que sealara, en alguna medida,
una distanciamiento de las responsabilidades legales de los padres, especialmente
de los varones, en relacin a esos hijos.

Pero los cuestionamientos no slo emanan de diversas instituciones, de organiza


ciones de mujeres, religiosas, estatales, sino tambin de los propios varones que
se preguntan sobre su paternidad en un escenario que les hace cada vez ms difcil

poder enfrentar su relacin con los hijos. Muchos varones comienzan a expresar
su incapacidad para poder responder al conjunto de demandas y expectativas que
existe en torno a su calidad de padres, especialmente desde sus hijos y parejas,
aunque stos/as no se los sealen expresamente. Las exigencias de sus lugares de
trabajos, que han extendido en muchos casos las jornadas diarias y ampliado los
das laborables, incluidos fines de semanas, las distancias que deben recorrer y el
tiempo que demoran en llegar y volver a sus hogares, son algunas de las limitacio
nes que indican los varones para no responder a sus propias expectativas de pater
nidad.
1
Se usar los trminos hijo / hijos cuando se hable de mujer/es y varn/es indistintamente.

13
Jos Olavarra A. Y todos queran Varones de
ser
(buenos) padres. ...

Asimismo, un nmero creciente de


varones que se ha
separado de su pareja o
anulado su matrimonio, comienza a demandar cercana con los
hijos, que han
quedado viviendo con la madre, en un comportamiento que hasta hace algunos
aos era inesperado o podra haber parecido ms un acto de despecho o de odiosidad
hacia la madre que de una sincera bsqueda de continuidad en la relacin con los

hijos. Muchos de estos casos han llegado a los tribunales de justicia al igual que
las miles de madres que reclaman judicialmente una pensin a los padres para la
mantencin de sus hijos. Hoy da las demandas tanto por pencin de los hijos, de
madres hacia los padres, como por establecer das de visitas y tuicin compartida
de los hijos, por parte de los padres, son numerosas y se pueden medir en miles.

Estas demandas, expectativas cuestionamientos, no son nuevas -y se podra se


o

alar a otros que van en la misma direccin-, no


porque antes no las hubiese, sino
por la magnitud que actualmente presentan. Una proporcin importante de la po
blacin estara afectada por ello y todo seala que se incrementar an ms en el
futuro prximo.

Pero qu est sucediendo en nuestra sociedad para que se produzca este profundo
cuestionamiento a la paternidad y a la forma en que los padres establecen relacio
nes con los hijos. Las preguntas sobre la
paternidad emergen as de los propios
varones y su entorno directo, su ncleo familiar. Pero tambin emanan de lo que
est sucediendo en el conjunto de la sociedad que reafirma patrones de comporta
miento del deber ser del padre, a travs de las diversas agencias de socializacin,

y a la vez confronta esos referentes de las paternidad con su vida cotidiana y con

los recursos sociales disponibles para hacerlos posibles.

La paternidad y los mandatos sociales

En los ltimos aos se realizaron algunos estudios en torno a las identidades mas

culinas y la paternidad de los varones urbanos en el pas y la regin que sealan la


existencia de una forma de ser hombre2, que se ha constituido en referente y nor
ma de lo que debe ser un varn. Entre los aspectos ms llamativos de este referen
te de ser hombre destaca la gran similitud sobre el significado que adquiere la

paternidad y los hijos para los varones (Fuller 1997, 2000; Gutmann 1996; Olavarra
y Valds 1998; Olavarra, Benavente y Mellado 1998; Olavarra 2000; Viveros
1998, 2000).

Estos/as autores/as coinciden en que dicha versin de la masculinidad se ha incor-

Se usa indistintamente las denominaciones de hombre y varn.

14
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

porado en la subjetividad tanto de hombres como de mujeres, haciendo las veces

de unsuper yo de los varones; que se ha incorporado a la identidad de los hombres


y regula las relaciones genricas, entre hombres y mujeres, y de los padres con los
hijos. Este patrn del deber ser de los hombres y los padres se ha impuesto sobre
otras, transformndose en "hegemnica", siendo la expresin actualizada del pa
triarca y el patriarcado3.

Las investigaciones constatan que tanto la/s masculinidad/es como la/s paterni
dad/es construcciones culturales que se reproduce socialmente al interior de
son

las familias -de padres a hijos- en la formacin religiosa, en la escolaridad, me


diante polticas pblicas, a travs de los medios masivos de comunicacin y, por
tanto, no se pueden definir fuera del contexto socioeconmico, cultural e histri
co en que estn insertos los varones.

Segn los estudios, este modelo impone mandatos que sealan -a varones y muje
res- lo que se espera de ellos y ellas, siendo el referente con el que se comparan y
son comparados. Para el modelo de masculinidad y paternidad dominante, los
hombres adultos se caracterizan entre otros aspectos, porque trabajan
(remuneradamente), constituyen una familia, tienen hijos, son la autoridad y los
proveedores del hogar. oposicin a las mujeres que perteneceran al mbito de
En
la casa, a la crianza de los hijos y seran protegidas y mantenidas por sus maridos.

Los varones enfrentados intimidad, sealan que esos "mandatos" estn en


con su

muchos casos lejos de sus vivencias, pese a que declaran que estos seran, entre
otros, los atributos que los distinguen de las mujeres. Aun as, se trata de un mo
delo que provoca incomodidad y molestia a algunos varones y fuertes tensiones y
conflictos a otros, por las exigencias que impone. Si bien hay varones que tratan
de diferenciarse de este referente, ello no sucede fcilmente dado que, as como

representa una carga, tambin les permite hacer uso de poder y gozar de mejores
posiciones en relacin a las mujeres y a otros hombres inferiores en la jerarqua
social.

Este modelo referente de la masculinidad y la paternidad, "norma" y "medida" de


la hombra, plantea la paradoja de que los hombres deben someterse a cierta "or

topedia", proceso de hacerse "hombres", proceso al que est sometido el


a un

varn desde la infancia. "Ser hombre" es algo que se debe lograr, conquistar y
merecer. En este contexto, para hacerse "hombre" adultos los varones deben su

pruebas, como iniciarse en el trabajo, formar hogar,


perar ciertas
un
proveer y
tener hijos para ser aceptados como "hombres" por los otros varones que "ya lo
'
Entendemos por patriarcado al sistema de dominacin que permite a los hombres controlar las
capacidades de las mujeres (reproductiva, ertica y fuerza de trabajo, entre otras) y patriarca al que
ejerce ese dominio.

15
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

son" y ser reconocidos como "hombres" por las mujeres.

Entre los mandatos ms determinantes en su vida est el que les seala a los varo

nes que ellos se deben al trabajo, porque trabajar significa ser responsable, digno
y capaz, atributos que caracterizaran a la hombra en su fase adulta plena. El
trabajo les da a los varones autonoma y les permite constituir un hogar, ser pro
veedores, cumplir deber hacia la familia, protegerla, ser jefes de hogar y
con su

autoridad en su familia. Este mandato es percibido como una gran presin sobre
ellos, especialmente entre los que tienen trabajos ms precarios y menores recur

sos. En
general, la prdida del trabajo y la cesanta son vividas como una profun
da prdida de valor y provocan crisis en su autoestima que afectan al conjunto de
sus vivencias.

Otro mandato tan importante como el anterior es el que plantea, a la condicin


adulta de los hombres, la exigencia de un modelo pautado de paternidad, es decir,
no se trata del mero hecho de
engendrar hijos. Los hombres adultos son/deben ser
padres, la vida en pareja la convivencia/matrimonio tiene como basamento la pro
creacin, el tener hijos. Ser padre es participar de la naturaleza: as est
preestablecido y no se cuestiona, salvo que se quiera ofender el orden natural4. La
paternidad es uno de los pasos fundamentales del trnsito de la juventud a la
adultez, unode los desafos que debe superar. Es, asimismo, la culminacin del
largo rito de iniciacin para ser un "hombre". Si tiene un hijo se reconocer y ser
reconocido como varn pleno, se sentir "ms hombre" (Valds Olavarra 1998,
y
Olavarra y Parrini 1999). "Cuando naci mi hija, estaba completo el ciclo. Era

pap. Se estaba cumpliendo la funcin bsica encomendada por Dios: procrear.


Aqu hay un hombre ntegramente hecho, completo" (Daro, 25 aos, popular).
"No se termina de ser hombre si no se tienen hijos. Es parte de la esencia de un
hombre completo, ntegro" (David, 43 aos, medio alto).

Eltrabajo y la paternidad son pasos fundamentales en el camino del varn adulto,


ambos le dan un nuevo sentido a los mandatos de la masculinidad
hegemnica.
Ahora el varn importante, ya no en trminos generales, sino en relacin a
es

personas especficas, su mujer e hijo/s: es el jefe del hogar y tiene la autoridad en


el grupo familiar, con respaldo legal5. En este momento se reafirma
que deber
"responsable", pues debe asumir a su familia, hacerse cargo de ella y protegerla.
Debe ser 'racional', tiene que orientar sus comportamientos con una
lgica -si
guiendo a Weber- propia de la racionalidad econmica-; no se puede dejar llevar
Los sacerdotes, hombres clibes, con voto de abstinencia considerados
(continencia) sexual, son

tambin 'padres', 'padres' de su grey.


El ordenamiento jurdico chileno de autoridad marital y
es originalmente patriarcal, con la figura
paterna claramente establecida.

16
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

por la emocionalidad; "sacar adelante" su familia requiere de ello y as lo espera


ra su familia. No puede ser dbil, emocional o temeroso ni demostrarlo antes su
mujer e hijos/as. Debe trabajar para proveer a su ncleo y salir a la calle, porque
en ese espacio se encuentra el
trabajo del hombre, ms all de los lmites de la
casa. Es la autoridad del
hogar, as se lo ha sealado por dcadas el Cdigo Civil
y muchas veces lo esperan sus propias parejas/esposas. Por el contrario, se espera
que la esposa/pareja obedezca al varn6. Ella es la responsable de la vida dentro
del hogar y de la reproduccin, debe cuidar el espacio del hogar y la crianza de los

hijos. Su marido/pareja la debe proteger. Es emocional y expresa sus sentimien


tos, as lo hace con su pareja e hijos/as. "Para m ser hombre es sinnimo de
generar recursos, sinnimo de trabajar, sinnimo de sacar la familia adelante
cuando uno es hombre y es casado. Ser hombre, es como quien dice, ponerse los

pantalones, porque hay que apechugar, cuando uno es hombre tiene su actividad
sexual, de la actividad sexual nacen los hijos, los hijos necesitan alimentarse,
estudiar, vestirse, y ah uno se hace hombre, cuando puede apechugar en la fami
lia" (Pancho, 28 aos, popular). "Yo creo que (ser padre) son tres cosas. Una,
proveerlos; otra, entregarles normas, valores y responsabilidad y formacin, y
"
tres, permitirles disfrutar y ayudarlos a que ellos aprendan a disfrutar de la vida
(Alberto, 46 aos, medio alto).

El trabajo y la entendidas de esta manera, estn incorporados desde la


paternidad,
infancia en las identidades de los hombres; en la forma en que se presentan ante s
mismos y representan ante los otros/as. Son ejes principales del modelo de mas
culinidad adulta dominante, que es el referente del deber ser de los varones. Una
vez logrados -tener hijos, haber formado una familia y trabajar-, los hombres sienten
que su vida tiene sentido, reafirman sus mandatos. Esta situacinse expresa en

sus subjetividades y prcticas; los varones sienten que su trabajo les permite sus
tentar su familia y ese esfuerzo, por ser proveedores, vale la pena aunque no tenga
tiempo para estar con el hijo, porque el hijo lo merece y esa es su responsabilidad.
Esta misma relacin, entre trabajo y paternidad, ha sido encontrada en una recien
te investigacin sobre trayectorias laborales de varones del Centro de Estudios de

la Mujer (CEM) (Mauro, Araujo y Godoy 2000).

La permanencia tiempo de esta manera de ser hombre/padre la ha transfor


en el
mado en lo "natural" -"los hombres/padres son as"- invisibilizando la construc
cin cultural histrica de este tipo de paternidad y sus mandatos.

Pero qu ha llevado a los varones, a sus mujeres e hijos a cuestionarse esta forma
de ser hombre y padre. Hasta hace unas tres dcadas atrs, pese a las tensiones que
6
Recin en el ao 1 989 se modific el Cdigo Civil eliminando la obligacin legal de obediencia de
la mujer al cnyuge.

17
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

se presentasen al interior de las familias, no se escuchaban opiniones pblicas


extendidas que las cuestionasen, ni demandas porque hombres y padres cambia
sen sus comportamientos. Tampoco los propios varones se las cuestionaban, sino

que por el contrario eran reivindicadas por muchos como adecuadas, correctas y

propias de la naturaleza humana.

Los cambios sociales, econmicos y culturales acontecidos durante el ltimo cuarto


de siglo en la sociedad chilena permiten en gran medida comprender el
cuestionamiento que se hace del referente de masculinidad y paternidad dominan
tes y de las prcticas inspiradas en estos patrones, as como las demandas por

cambios que hagan ms "humanas", ntimas, fraternas, colaborativas, igualitarias,


tolerantes y democrticas las relaciones entre hombres y mujeres y entre padres e
hijos.

Lo contextual: el orden salarial y la familia nuclear patriarcal7

Los modelos de paternidad y maternidad, los ejes de las identidades y relaciones


de gnero actualmente vigentes y los mandatos de ser varn/mujer, surgen en
contextos sociales que los hicieron posibles. A partir de fines del siglo XIX y

especialmente en el siglo XX, son promovidos a travs de polticas pblicas que


contaron con el apoyo y la demanda de sectores influyentes en la determinacin

de la agenda y el uso de recursos pblicos, entre ellos la Iglesia Catlica, empre


sarios del sector fabril y minero emergentes y, luego, el movimiento obrero.

Slo partir de la revolucin industrial, y particularmente en el sector urbano, se


a

produjo la separacin de casa y trabajo; del lugar donde se vive y el espacio de la


produccin y "se fue conformando una diferencia entre lo privado y lo pblico,
que apunta a separar mbitos de accin de mujeres y hombres, del poder y del
afecto" (Jelin 1994:76). Paralelamente comenz a consolidarse un tipo particular
de familia, la familia nuclear patriarcal, que respondi a los requerimientos de la
economa -reproduciendo la fuerza de trabajo- y a las polticas de polica de las
familias que buscaron el disciplinamiento de la vida familiar de los sectores po
bres urbanos (Doncelot 1979) a travs de la constitucin de familias nucleares,
con el padre/patriarca como proveedor y jefe de la familia y la madre en lo doms

tico y la crianza en el hogar. Este tipo de familia fue idealizada como modelo
normativo, especialmente en el siglo XX; asumida como "normal y natural" e
ideologizada su reproduccin como parte constitutiva de la sociedad moderna a
travs de la teora de los roles sexuales.

La lnea argumental de este punto se comenz a desarrollar en el artculo Olavarra 2000a.

18
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Es as como la significacin que tomaron el trabajo y la constitucin de familia,


desde ese momento
para hombres y mujeres, estuvo directamente asociado al tipo
de unidad familiar la
en que se ejerci conyugalidad y la paternidad. Es conve

niente recordar que la unidad familiar no es un conjunto indiferenciado de indivi


duos que comparten las actividades ligadas a su mantenimiento, sino por el con
trario, conjunto de individuos con identidades de gnero que establecen una
es un

organizacin social estructurada a partir del gnero; una organizacin social, un


microcosmos de relaciones de produccin, de la reproduccin, con una estructura
de poder y fuertes componentes emocionales, afectivos e ideolgicos que cimentan
esa organizacin
y ayudan a su persistencia y reproduccin, pero donde tambin
hay bases estructurales de conflicto y lucha. Al mismo tiempo que existen tareas
e intereses colectivos, los miembros tienen intereses
propios, anclados en su pro
pia ubicacin en los procesos de produccin y reproduccin intra y extradomsticos
(Jelin 1994: 86; Connell 2000).

En Chile desde fines del siglo XIX se comenz a configurar este tipo de familia,
tanto travs de procesos socio psicolgicos, que tienen que ver con la subjetivi
a

dad y los procesos de identidad y socializacin de hombres y mujeres -en el mbi


to de la familia, de los grupos de pares, la escuela
y el trabajo-, como a partir del
ordenamiento jurdico y polticas pblicas que permitieron, impulsaron e impu
sieron esta forma particular de familia y paternidad. Con el correr de las dcadas
y especialmente en las ltimas del siglo XX se transform en la familia
paradigmtica.

El ordenamiento jurdico existente a fines del siglo XIX fue el marco legal en el
que se formularon e implementaron las polticas pblicas en torno a la familia
durante el siglo XX. Las relaciones entre cnyuges y entre padre e hijos estaban

(y estn) reglamentadas bsicamente en el Cdigo Civil, cuerpo legal promulga


do en 1855 que entr en vigencia en 1857. La ley que reglament el matrimonio

(y an lo hace) data de 1884 (Valds et al 1992). En Chile en esa poca no exista


(ni existe an) un cdigo de la familia.

A partir de comienzos del


siglo XX, con el ascenso y expansin de los sectores
medios, las polticas macro implementadas desde el Estado apuntaron de distintas
maneras a fortalecer los ncleos familiares que se debatan entre las exigencias

sociales de su condicin (funcionarios pblicos de la administracin central, do


centes, comerciantes, artesanos, entre otros) y la capacidad econmica para la
subsistencia y mantencin de una calidad de vida acorde. Estas polticas reafirma
ron una estructura de relaciones al interior de la familia, imponiendo
responsabi
lidades crecientemente especficas al padre/varn como proveedor, protector y
autoridad de su pareja/esposa e hijos/as. Este ncleo familiar, fundamentalmente
19
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

urbano, permiti la existencia y subsistencia de hogar formado por padre, ma


un

dre hijos/as, que


e tom distancia del resto de los familiares (abuelos, tos, sobri
nos, hijos/as casados, nietos, entre otros) y lo distingui de la familia extendida,
propia del mundo rural. En estas circunstancias la estabilidad y permanencia del
ncleo familiar estaba dada por el trabajo remunerado del padre y la dedicacin
exclusiva de la madre al hogar -para la crianza de los hijos y la mantencin de
ste-. Si alguno de estos dos actores no poda cumplir su cometido ("rol"), el
ncleo entraba en crisis al no contar con el apoyo directo e inmediato de sus otros

familiares, que originalmente estaba presente en la familia extendida.

El fomento de este tipo de familia, fue tambin


respuesta a la necesidad de
una

asentar e integrar a la creciente poblacin de hombres, trabajadores


temporeros,
gaanes, que comenz a 'invadir' las grandes ciudades, especialmente en Santiago
en las ltimas dcadas del XIX. Ellos fueron observados por muchos como
siglo
una poblacin peligrosa, por las condiciones de vida miserables en las
que vivan,
generando graves problemas sanitarios y, adems, porque sus carencias los po
dan transformar o los transformaban en delincuentes, para satisfacer sus necesi
dades de subsistencias.

La bsqueda por establecer a estos hombres en un lugar, crear las condiciones


para que formaran sus propios ncleos familiares y se hicieran responsables de
ellos, se dara en forma paralela a los requerimientos de una emergente demanda
de mano de obra, tambin estable, por parte de la industria naciente y los centros
mineros que expandan su explotacin. Las nuevas factoras requeran de una po
blacin trabajadora estable, responsable, que perseverara en el trabajo y tuviese
necesidad de conservarlo. Estas condiciones cumpliran con hombres que se
se

identificaran con su empresa y estuvieran comprometidos con una familia, que

dependiera de ellos directamente y ante la cual fueran responsables (Hutchison


1995; Klubock 1995; Rosenblatt 1995; Romero 1997).

Este modelo permiti asegurar la reproduccin de la fuerza de trabajo social y la


consolidacin de un tipo de familia nuclear. Cuando, a comienzos del
siglo XX,
condiciones de vida y de trabajo extremas amenazaron la sobrevivencia de
quie
nes constituan la masa de el
trabajadores en pas as como de sus familias, el
Estado asumi un rol activo en la reproduccin social a travs de
polticas
redistributivas de los ingresos y de polticas pblicas, sobre todo en el plano de la
salud, educacin y en el de las regulaciones y fiscalizacin del cumplimiento de
las normas laborales. Se conjug, as, la ecuacin
que garantiz la reproduccin
ampliada de la fuerza de trabajo y de estos ncleos familiares, pero la conciliacin
entre esos espacios descans en el
trabajo no remunerado e invisible de la mujer
al interior del hogar (Daz 2000) y en el salario familiar del varn.

20
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Este proceso se produjo en el marco de las migraciones de


campesinos a las ciu
dades y las concentraciones de poblacin en torno a las grandes urbes y
explota
ciones mineras. Posteriormente en torno a la naciente industria.

En el sector rural el fomento de la familia nuclear habra tenido


patriarcal una

mayor expansin a partir de la dcada del '60 a travs del proceso de reforma
agraria, primero con la incorporacin de las tierras improductivas y luego con su
extensin a otros predios, mayores a cierta dimensin definida
por la Ley, al otor
gar la posesin y propiedad de estas tierras, como asentamientos o parcelas a

familias de trabajadores campesinas a travs del jefe de la familia, posiblemente


el padre/proveedor, que se transform en su titular.

El fortalecimiento de la familia nuclear patriarcal estuvo tambin directamente


asociado a las demandas de los trabajadores y a la lucha con empresarios y go
bierno. Durante estas dcadas, las reivindicaciones y luchas de los sectores me
dios, del movimiento obrero organizado y posteriormente de los campesinos, per
miti a estos actores conquistas polticas y legales que los llevaron a lograr un
creciente acceso al uso de
pblicos (de los que estaban inicialmente ex
recursos

cluidos o semi excluidos) mejorando su calidad de vida y al reconocimiento de su


ciudadana -como actores sociales con derechos y deberes legalmente estatui
dos-. En general, cada avance no fue una respuesta unilateral del gobierno y/o

empresarios, sino un largo proceso de negociacin, no exento de conflictos de


diversa gravedad, que gener polticas pblicas que permitieron que los sectores
sociales indicados contaran, entre otros logros, con una legislacin del trabajo

que estableca las caractersticas del contrato de trabajo y sus condiciones de


inamovilidad, jornada de trabajo, salario familiar mnimo, asignaciones familia
res por hijos; sindicalizacin, negociacin colectiva e instancias
tripartitas para
resolver los conflictos entre trabajadores y empleadores; capacitacin; la incorpo
racin a sistemas previsionales y de jubilacin; as como acceso a la educacin y
a la salud, ambas pblicas obligatorias y gratuitas, y a planes de vivienda, entre

otras conquistas.

Dichas polticas contribuyeron a fortalecer en los sectores medios de la sociedad


chilena la familia nuclear patriarcal y a "construir" en los sectores populares urba
nos, y luego rurales, un tipo de familia semejante. Este tipo de familia requiri de
identidades masculina y femenina y de relaciones de gnero que se reprodujeran y

posibilitaran su permanencia.

De la nueva realidad, originada por el conjunto de conquistas logradas por los


sectores medios y populares, as como por sus efectos sobre la estructura del Es-

21
Jos Ulavarna A.
y todos queran ser (buenos) padres. Varones de...

tado y la organizacin de la economa, emergi lo que se ha denominado el orden


salarial.

A travs del siglo XX la familia nuclear patriarcal lleg a tener primaca sobre los
otros tipos de familia (familia extendida, familia compuesta u otros), transfor
mndose en el modelo de
familia, en 'la familia'. Los datos censales revelan que al
ao 1970 el 30,3% de las familias era nuclear, aumentando al
53,1 % en 1982,
para llegar al 58% el '92 (Reca 1993).

Ya desde mediados de siglo XX se haba caracterizado a esta familia como el


paradigma de "la familia", superior a las otras formas de constitucin de ncleos
familiares. Se le dio rango de "verdad cientfica". El tema de la familia nuclear
(patriarcal) surgi, especialmente del estructural funcionalismo de Parsons, al ar
gumentar cmo sta representaba el ajuste de la familia a los cambios de la socie
dad occidental industrial y se configur como
tipo ideal acompaada de la teora
de los roles sexuales. La familia nuclear se
proyect en la teora como la nica que
se adaptaba a las instituciones econmicas con las que estara relacionada la so

ciedad moderna (Len 1995: 172). Pero esta teora, ms que ser una interpretacin
de cmo se conforma cierto tipo de familia la sociedad occidental,
en
legitim
identidadeshegemnicas y subordinadas, masculinas y femeninas, justific su
reproduccin y se transform en "verdad": esa es "la familia" y esos los "roles"
asignado a hombres y mujeres. La familia, los hombres y las as por
mujeres son

naturaleza.

En este sentido, la familia nuclear patriarcal


ideologiz la separacin entre la casa
y eltrabajo interpret
e estos
espacios como exclusivos y excluy entes para hom
bres o mujeres, segn fuese uno u otra.
Asimismo, la teora de los roles estableci
una clara divisin sexual del
trabajo.

Pero la distincin entre el mundo domstico el


y pblico, mediante un corte tajan
te en la realidad social asociado con la diferenciacin sexual -los hombres a
cargo
de las tareas pblicas, las mujeres de lo
privado y domstico- como si fuera una
constante universal de la organizacin social, no
corresponde a la realidad histri
ca. Por el contrario lasinvestigaciones sobre mujeres y hombres en Chile y la
regin lo refutan. "La indagacin antropolgica comparativa reciente muestra que
el modelo de anlisis basado en la
contraposicin entre el mbito privado doms
tico/las mujeres/la falta de poder y el mbito
pblico/los hombres/el poder es
fundamentalmente de naturaleza cultural e ideolgica. En la realidad, la familia y
el mundo domstico no son un
lugar cerrado, sino que se constituyen en relacin
al mundo pblico: los servicios, la
legislacin y los mecanismo de control social,
as como los aspectos ms simblicos como las visiones sobre el mbito de apli-
22
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

cacin de la medicina, las imgenes sociales prevalecientes sobre la familia y la


normalidad, las ideologas e instituciones educativas, ayudan a definir en cada
situacin histrico-cultural, el mbito de accin de la familia y la domesti-
propio
cidad" (Jelin 1994:101). As, por lo dems, lo ha demostrado militantemente el
movimiento de mujeres, el feminismo y en los ltimos aos algunos hombres

que, adems, apuntan a una modificacin de las relaciones de gnero para lograr
mayor equidad y autonoma de las mujeres.

La crisis del orden salarial y la familia nuclear patriarcal

A partir del golpe de Estado del '73, la dictadura reformul el papel del Estado, de
la economa y el uso de los recursospolticas macro definidas por el
pblicos. Las

gobierno militar, que apuntaban orden, afectaron significativamente


a un nuevo

las bases del orden salarial y, en consecuencia, los cimientos que permitan la
estabilidad, continuidad y subsistencia de la familia nuclear patriarcal, que se ha
ba constituido en el "orden familiar".

Tras el golpe se profunda transformacin del Estado, expresada en el


inici una

cambio de las prioridades de las polticas pblicas y en el uso de los recursos

pblicos. El Estado era, hasta ese momento, salvaguarda y protector de los secto
res medios y populares mediante polticas redistributivas que apuntaban, entre

otros aspectos, a: perfeccionar una legislacin del trabajo que regulase la relacin

trabajador/empleador, la negociacin colectiva y las comisiones tripartitas con la


participacin activa del Estado; la sindicalizacin y capacitacin de los trabajado
res; el fortalecimiento de un sistema previsional basado en la solidaridad para

asegurar una vejez digna; educacin y salud pblica y gratuitas; planes de vivien
da; subsidios a productos alimenticios y servicios pblicos. Asimismo, el Estado
era un agente activo directo en la generacin de empleo y riqueza a travs del

desarrollo de fuentes de energa, industrias bsicas, obras pblicas, transporte,


entre otros.

El gobierno militar desde sus inters por avanzar "hacia


inicios manifest escaso

una distribucin ms equitativa del ingreso y las oportunidades sociales. En con

sonancia con la concepcin ultraliberal que impuso al pas, atribuy al Estado una
extrema ineficiencia en las funciones distributivas, en las cuales su accin en el
habra tenido un carcter (y
regresivo. Sostuvo
sigue sosteniendo por
se
pasado
los la distribucin del ingreso
parte de algunosf, en cambio, que progresos en

slo pueden ser el fruto del crecimiento y la apertura de la economa. Es preciso,

R
Nota del autor.

23
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

entonces, que primero el sistema econmico se desarrolle, para despus distri


buir, lo que, por lo dems, sera consecuencia automtica de la prosperidad eco
nmica decir, del "rebalse" de los frutos del desarrollo hacia las actividades y
-es

grupos rezagados-, y no de la accin del Estado" ..."Con este propsito, (el Esta
do) debe transferir al sector privado la tarea de producir y distribuir los bienes y
servicios bsicos -proceso conocido bajo el nombre de "modernizaciones socia
les"- de tal modo que sea el mercado, y no el aparato pblico, el que regule el
acceso alas prestaciones"
(Vergara 1990).

Con la dictadura se consolid Estado "subsidiario" de la actividad de los agen


un

tes privados, observador de lo que se ha denominado el mercado y la libre compe


tencia, impulsor de la apertura de la economa e incentivador y
principal instru
mento para consolidar la acumulacin de riqueza en sectores empresariales priva
dos especficos, bajo el supuesto de ser la base para el desarrollo del pas.

Esta drstica modificacin de la agenda y las polticas pblicas y, como conse


cuencia, de la reasignacin de prioridades y recursos fue posible por la instalacin
de esa dictadura. Se suspendieron las libertades ciudadanas, se cerr el Congreso
Nacional, se confiscaron y destruyeron los medios de comunicacin que no apo
yaron la nueva poltica, se elimin literalmente a la oposicin y se estableci una
fuerte alianza entre la alta oficialidad de las fuerzas armadas, que haba provoca
do y triunfado en el golpe, con los grandes empresarios, partidos y sectores de
derecha, cuyo proyecto era transformar al Estado chileno en una entidad subsidia
ria de las iniciativas de estos mismos grupos privados y sus socios transnacionales
("las fuerzas del mercado"), a travs de la apertura de la economa y la poltica de
libre mercado, que permitira alcanzar al anhelado desarrollo.

La implementacin de la nueva poltica, con las llamadas "modernizaciones", lle


v la modificacin no slo del tamao del Estado y uso de los recursos pblicos,
a

sino tambin de las reglas de convivencia que haban prevalecido en las seis dca
das anteriores.

De manera paralela al desmantelamiento del orden salarial e imposicin de la


nueva economa el gobierno de la dictadura desarticul las instituciones y organi

zaciones (partidos polticos, sindicatos y federaciones de trabajadores, centros de


alumnos y federaciones de estudiantes, entre otras) que permitan vnculos y flu

jos constantes entre distintos sectores de la sociedad chilena, fuese como puntos
de encuentro, negociacin y debate; relaciones sociales que daban origen a la
existencia de redes sociales informales consolidadas a lo largo de las ltimas d
cadas, instancias de homosociabilidad muchas de ellas. Estas organizaciones y
entes (lo pblico), que estaban constituidas principalmente por varones de secto-

24
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

res medios y populares, haban permitido una vinculacin y el acceso a la partici

pacin, en mayor o menor medida, en el debate intelectual, social y poltico de los


grandes problemas del pas, tambin les posibilitaba representar sus intereses ejer
ciendo presin (lo que hoy puede ser llamado tanto lobby como advocacy) y hacer
valer la fuerza de sus organizaciones sobre las decisiones que se tomaban espe
cialmente en el mbito del Estado.

Con la dictadura estas organizaciones se vieron perseguidas, reducidas o elimina


das. Con la represin a los partidos polticos, el cierre de sindicatos y federacio
nes, centros de alumnos y federaciones de estudiantes, el control sobre las organi
zaciones vecinales, culturales, religiosas y la persecucin, detencin, apremios
fsicos y psicolgicos, exilio y desaparicin de muchos de sus miembros y diri

gentes a nivel comunal y barrial, este entramado de organizaciones, y las redes


que se establecan a travs de ellas, prcticamente desaparecieron. Como conse
cuencia de ello se aisl, poltica, intelectual y socialmente, a los sectores popula
res y se fragment a los sectores medios, potencialmente contestatarios a la dicta

dura que podran haber exigido cambios en la poltica econmica. Entre ellos al
movimiento sindical, que tuvo serias dificultades por la represin que sufri, in
cluido el asesinato de uno de sus mximos dirigentes Tucapel Jimnez, y por no
tener suficiente claridad para responder a los desafos que emergieron de las nue

vas formas de organizacin de la produccin y el trabajo. Habra predominado un

pensamiento sindical ortodoxo hegemnico que no perciba los cambios en su


mayor amplitud ni sus consecuencias. Desde la perspectiva de las organizaciones
sindicales stas quedaron muy debilitadas (Bell 2000).

Esta modificacin de los vnculos sociales y redes que se originaban en


profunda
las organizaciones sociales, va represin por parte de la dictadura, limit los vn
culos de las personas, especialmente de los varones, al mbito de la familia, del
vecindario ms prximo y del propio trabajo, cuando se tena. En muchos casos
adems, en sectores populares, las poblaciones fueron "limitadas" fsicamente;
rodeadas por canchas de ftbol con rejas de gran altura y muy pocos accesos, que

posibilitaban un rpido control del movimiento de sus habitantes por policas y


militares, los que a su vez servan de campos de concentracin -especialmente
para hombres- en los allanamientos a que peridicamente algunas eran sometidas.

El nuevo orden econmico

Con el golpe de Estado y el gobierno militar las bases en que se haba sustentado
el acuerdo histrico en torno al papel del Estado y de la economa durante las

dcadas anteriores fueron modificadas. Se cuestion el modelo de desarrollo, la


25
Jos Olavarra A. y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

participacin de los distintos actores en la economa y modelo de


se
impuso un
economa de mercado.

La redefinicin de la agenda pblica en el perodo de la dictadura -1973-1990-, el


modo en que se utilizaron los
recursos pblicos, la poltica econmica de
apertura
y ajuste estructural, afectaron las bases tanto del orden salarial, como del orden
familiar que haban favorecido la existencia de la familia nuclear patriarcal duran
te gran parte del siglo. Se redujo el tamao del Estado
y dej de ser un agente
activo en la generacin de nuevos empleos, se privatiz gran
parte de lasempre
sas pblicas, disminuyendo drsticamente la cantidad de puestos de trabajo de la
administracin central y de las empresas del Estado; se modific la legislacin del
trabajo. Se elimin los subsidios a alimentos (precios agrcolas) y a servicios de
utilidadpblica, a nivel de consumidores, paralelamente se establecieron protec
ciones a los empresarios productores de varios de esos productos con
mayores
aranceles a las importaciones de los mismos y encarecimiento de esos bienes
para
los consumidores locales.

Es as que se redujo significativamente el monto de los recursos


pblicos orienta
dos a proteger a los sectores prioritarios hasta ese momento (medios
y populares).
El Estado concentr su accin asistencial en la
implementacin de programas
orientados hacia los hogares de extrema pobreza, que no estaban en condiciones
de satisfacer con sus propios medios las necesidades ms esenciales,
distribuyen
do subsidios de acuerdo a criterios de necesidades y no de
capacidades de pago.
Estas nuevas concepciones sobre la funcin social del Estado se materializaron en
un conjunto de
programas sociales que privilegiaron la selectividad y se
implementaron en forma articulada a fines de los aos setenta (Vergara 1990);
programas de escasa calidad, que transformaron y precarizaron la educacin, sa
lud pblica y los planes de vivienda.

El nuevoorden reestructur la economa abrindola y


adaptndose a los requeri
mientos de la globalizacin y al aumento de la competitividad de las
empresas. La
apertura de la economa de los aos setenta y comienzo de los ochenta, segn
datos disponibles, signific el cierre de unas 7.000 empresas. Casi el 40% de los
cierres de plantas fabriles se dio en el mbito de las industrias con uso intensivo
de mano de obra (tales como calzado y cuero, vestuarios,
imprentas y muebles) y
otro 20% en las ramas de complejo metalmecnico,
productor de bienes de capital
y de bienes duraderos de consumo. En ambos grupos de industrias predominan
laspequeas y medianas empresas (Katz 2000), que son las que proveen el mayor
porcentaje de puestos de trabajo.

Las demandas por mayor competitividad de las empresas en una economa abier
ta presionaron por la modificacin del sistema impositivo con reduccin de
carga,
26
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

en especial a las utilidades de las empresas, afectando negativamente el gasto


pblico y ciertas funciones del Estado de bienestar; se redujo los costos laborales,
se abandon las
polticas que apuntaban al pleno empleo y se hizo la conversin
de los sistemas de seguridad social, cimentados en el reparto solidario, a sistemas
basados en el individuo con el consiguiente aumento de la vulnerabilidad perso
nal (Todaro, citado por Amagada 2000), pero con el beneficio para los empresa
rios de generar grandes fondos locales de inversin, teniendo como base el ahorro
de los trabajadores, que se pusieron a su disposicin.

Este proceso fue acompaado de polticas pblicas y uso de recursos que en pocos
aos desarticularon y/o desmantelaron la institucionalidad del orden salarial, ge
nerando institucionalidad que inclua accin legislativa, medidas ad
una nueva

ministrativas, represin interna, especialmente en el mbito del trabajo y la ac


cin sindical, desregulacin de la economa y nuevas instituciones en la salud,
previsin, entre otras. Esta poltica tuvo el constante apoyo de los miembros de la
alianza que origin el gobierno militar: la alta oficialidad de las fuerzas armadas,
grandes empresarios locales, empresas transnacionales -que luego adquiriran parte
importante de los activos nacionales- y medios masivos de comunicacin.

La implementacin de esta poltica, tanto a nivel macro, como de directorios y


gerencias de las empresas del Estado estuvo a cargo de oficiales de las fuerzas
armadas y de profesionales jvenes inspirados en las enseanzas de la Escuela de
Chicago, provenientes o cercanos, en una proporcin importante, al gremialismo.
Algunos de estos personeros una vez privatizadas las empresas del Estado (de
todos los chilenos), como a dicho Mara Olivia Mnckeberg, se privatizaron con
ellas, mantuvieron su control y/o lograron su propiedad segn procedimientos
que ellos mismos habran conocido, definido y/o ejecutado, en operaciones que
fueron "subsidiadas" por el Estado de Chile. Los procedimientos y su transparen
cias han sido severamente cuestionados, pero acuerdos previos a la vuelta de la
democracia han impedido su investigacin (Mnckeberg 2001).

Las consecuencias de la economa de mercado en la sociedad chilena no son ex

clusivos de este pas. Efectos semejantes se observan en los diversos pases que
han adoptado polticas similares (Castells 1999).

*
Precariedad de las condiciones de trabajo de los/as trabajadores/as en general y
desocupacin en los/as jvenes

Uno de los tantos poltica del gobierno militar, en el mbito de la


impactos de la
vida cotidiana y de las familias, que persiste hasta hoy, es su efecto sobre la dispo
nibilidad y calidad del empleo, especialmente para las mujeres y los/as jvenes.
La retraccin del mercado de trabajo desde los primeros aos de la dictadura
27
Jos Olavarra A. y todos queran ser (buenos) pares. Varones de ...

precariz el empleo en un
primer momento y luego lo transform en trabajo per
manente inestable para amplio espectro de la poblacin de sectores medios y
un

bajos. Los puestos de trabajo y su calidad se transformaron en la "variable de


ajuste" privilegiada, libre ya de "trabas" como el contrato de trabajo, sindicatos,
negociacin colectiva y comisiones tripartitas; "variable" que sigue an hoy da
vigente a plenitud, como ha quedado demostrado con la crisis de los aos 1998 y
1999 y en el debate parlamentario previo a las elecciones presidenciales del ao
2000 que an continua. Ante cualquier expectativa negativa de la economa "nor
malmente" es el empleo el primer factor en ser afectado: la disponibilidad de
puestos de trabajo, su estabilidad, la extensin de la jornada de trabajo, as como
el nivel de remuneraciones. Y los primeros en ser afectados son los
trabajadores y
entre ellos especialmente las mujeres los/as
y jvenes.

Pese a que hasta la crisis del '98 se constat un aumento de los


puestos de trabajo,
de la participacin de los jvenes en la fuerza laboral y una disminucin en la tasa
de desocupacin, en los jvenes sta superaba ampliamente el promedio del total
de la poblacin. Con la crisis reciente se volvi atrs en materia de
empleo y
volvieron a hacerse presente cifras de dos dgitos (cesanta superior al 10%). No

hay que olvidar que son precisamente los jvenes los que mayoritariamente con
forman las nuevas familias y procrean los hijos que las consolidan. Las conse
cuencias de no contar con trabajos estables e ingresos suficientes
para tener una
aceptable calidad de vida se observan en la disposicin de los jvenes frente a la
constitucin de sus propias familias y a casarse (Olavarra, Benavente Mellado
y
1998, Olavarra 2000).

Los efectos sobre los jvenes han quedado expresados en las dos encuestas nacio
nales de juventud realizadas por el INJUV de los aos 1993
y 1997. Para la mayo
ra de los jvenes (de 15 a 29 aos) la familia es el mbito ms
importante de sus
vidas y, en segundo trmino, el trabajo: este ltimo con
mayor peso relativo en los
hombres y los adultos jvenes. Es decir, se incrementa la
importancia del trabajo
con la paulatina asuncin de las
responsabilidades laborales y familiares y,
culturalmente, tiene una mayor significacin entre los varones. Es as, que casi el
60% de los jvenes seal en 1993 que no haba suficientes de
oportunidades
trabajo para ellos, proporcin que se increment en 1997 al 74,5%. Estos valores
en las mujeres
jvenes son an mayores: cerca del 80% opin que eran discrimi
nadas laboralmente (opinin que en el sector alto tiene un
peso menor) y casi el
90% consider que en los empleos se les pagaba poco (INJUV 1994, 1998).

El de dificultades que enfrentan los jvenes para incorporarse al mundo


conjunto
laboral y permanecer en l provoca situaciones conflictivas que tienen que ver
con su autonoma relativa y capacidad de asumir responsabilidades, de
28
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

independizarse econmicamente y
poder formar su propio hogar cuando lo esti
men conveniente. Los trabajos que consiguen muchas veces son inestables, en
actividades que requieren mucho esfuerzo, con horarios extensos e
ingresos insu
ficientes para satisfacer necesidades mnimas. La precariedad de la condicin
sus

juvenil se ve agudizada dramticamente entre los jvenes que provienen de hoga


res pobres. En este contexto se desarrolla una
"desesperanza aprendida", en cuya
percepcin ninguna accin individual puede modificar la situacin de pobreza y
desamparo (Valds y Daz 1993).

La modernizacin de las costumbres: vida cotidiana y familia

En este mismo perodo, los procesos de modernizacin y globalizacin de la so


ciedad chilena se intensificaron y generalizaron en algunos mbitos de la vida
social, ms all de la economa y los negocios, alcanzandoa la cultura y los inter

cambios entre grupos diversos. En los ltimos 25 aos se


produjeron cambios
profundos en la sociedad chilena que afectaron la institucionalidad y la
cotidianeidad de sus habitantes. Estas transformaciones han influido de diversas
maneras en la vida ntima de las
personas y en sus familias. Pautas culturales
inveteradas han relativizado, afectando instituciones tradicionales
se
y disposi
ciones personales, desestimndose usos y costumbres
arraigados por generacio
nes en ellos. La modernidad, en este sentido, ha venido a alterar de manera radical
la naturaleza de la vida social cotidiana y los aspectos ms personales de la exis
tencia de las personas.

La modernidad se puede visualizar con mayor nitidez


plano institucional -laen el
modernizacin de las instituciones-, pero es muy importante tener en cuenta que
los cambios provocados por las instituciones modernas se entretejen directamente
con la vida individual y
privado de las personas y, por tanto, con el yo -con los
procesos identitarios y la subjetividad de hombres y mujeres-, permitiendo que
uno de los rasgos distintivos de la modernidad sea la creciente interconexin entre

dos "extremos": la extensionalidad del fenmeno y la intencionalidad del proce


so; las influencias universalizadoras, por un lado, y las disposiciones personales,
por otro (Giddens 1997).

Este proceso de modernizacin ha ido permitiendo que a travs de estas dcadas,


en el mbito de la familia y la paternidad, se haya incrementado la
aceptacin (y
demanda) por una mayor diversidad, igualdad entre su miembros y reconocimiento
de vnculos que tiendan a relaciones ms democrticas en su interior. Es as que el

ejercicio de poder del padre sobre sus hijos y del esposo sobre su mujer se ha ido
reduciendo y acotando, generando formas y espacios que protegen crecientemente
29
Jos Olavarra A. Y todos queran Varones de
ser (buenos) padres. ...

tanto a los las esposas del poder originalmente omnmodo del


hijos como a
padre.
Ejemplos de ellos son las Convenciones de Derechos del Nio y de Belem do
Para sobre violencia contra las mujeres. Apoyndonos en las tesis de Elias (1998),
se afirmar que en la medida en que la sociedad se ha ido civilizando se
podra
reduce el campo de violencia y el uso de la fuerza del padre hacia su mujer y sus

hijos, transformndose muchos comportamientos antes aceptados socialmente,


en delitos ahora penados.

Los cambios de la modernidad (Giddens 1992) han transformado la intimidad de


las personas, cuyas repercusiones afectaran de modo significativo las relaciones
entre los gneros, la vida de pareja y de familia, los lazos afectivos de todo
tipo y
la vivencia de la sexualidad. El patrn de transformacin implicara un paso desde
una estructura
jerrquica y autoritaria, en las relaciones ms inmediatas e impor
tantes de los individuos, a otra ms igualitaria y democrtica que enfatizara el

compromiso, la intensidad emocional y la autonoma de los sujetos (Gysling y


Benavente 1996; Valds, Benavente y Gysling 2000).

En Chile los procesos de globalizacin y los cambios en la economa han


poten
ciado las demandas de la modernidad en el espacio de la familia, al cuestionar las
bases de la familia nuclear patriarcal por ser profundamente inequitativas, no
per
mitir la autonoma ni la diversidad entre sus miembros, impedir relaciones de
intimidad, igualdad y democracia familiar. Se ha puesto jaque la teora de los en

roles sexuales y se ha iniciado un proceso de desideologizacin de las relaciones


entre hombres y mujeres, tanto en sus identidades como en las relaciones de
gne
ro con sus
pareja e hijos.

Estos cambios han afectado tambin la familia


paradigmtica y a la institucin
a

del matrimonio, segn es concebida por el


Cdigo Civil, vigente desde al siglo
XIX. Y desde los propios varones se potencian por la incertidumbre en su
capaci
dad de ser la autoridad de la familia, ante la precariedad de sus
trabajos que no
siempre les permite proveerlas ni darles una calidad de vida aceptable, y por la
bsqueda por una mayor participacin en la crianza de los hijos, acompaamiento
en su crecimiento
y expectativas de mayor intimidad. El hogar pasa a ser percibi
do como uno de los pocos mbitos en que l es importante y
puede ejercer autori
dad, por la prdida de espacios en lo pblico y una precaria identificacin con su
lugar de trabajo, del que puede ser excluido en cualquier momento.

Paralelamente los cambios se consolidan las demandas por relaciones ms


con

equitativas al interior de las familias; se consolidan en nuevas realidades, como la


creciente autonoma de las mujeres, su acceso progresivo al mercado de trabajo, a
niveles superiores de educacin y algunas a mayores ingresos. Al mismo tiempo
30
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

se constatan avances
legislativos que lentamente van ampliando el margen de
proteccin sobres mujeres y nios/as. Estos mismos procesos habran acentuado
los efectos que sobre la disminucin de la fecundidad el tamao de las familias
y
tuvieron los mtodos anticonceptivos desde la dcada de los '60, al
incorporados
empoderar a las mujeres en relacin a sus
parejas y ejercer mayor autonoma
sobre su vida reproductiva.

Se desvanece as la separacin entre lo pblico y lo privado para hombres y muje


res. Se cuestiona, asimismo, la divisin sexual del
trabajo, especialmente por las
mujeres, que plantean que las actividades domstica, de crianza y acompaamiento
de los/as hijos/as deben ser compartidas entre hombres
y mujeres. Los hombres
ya necesariamente el soporte -nico o principal- econmico del ncleo
no son

familiar, por el contrario en una proporcin importante las proveedoras exclusi


vas son las mujeres, especialmente los hogares femenina.
en con jefatura

Estas ltimas dcadas ha hecho crisis tambin el


concepto de amor romntico
(Giddens 1992), que era el factor que incentivaba la formacin de ncleos fami
liares y matrimonios para toda la vida, especialmente durante el XX. El siglo
amor romntico fue, y en gran media sigue siendo, la base de la familia nuclear
patriarcal y del matrimonio: libertad para elegir la pareja, afecto y cuidado mutuo,
procreacin y lazo para toda la vida. Como seala el Cdigo Civil: "El matrimo
nio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e

indisolublemente,y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de


auxiliarse mutuamente". La indisolubilidad de la unin ha hecho crisis como fac
tor queaglutina y mantiene el matrimonio y el ncleo familiar. Para una creciente
proporcin de la poblacin el quiebre de la relacin amorosa, la presencia de
violencia domstica, la incapacidad del varn de proveer a su familia, entre otros

factores, ha incidido en la
separacin y, algunos en casos, en la nulidad de sus

matrimonios en proporciones histricamente desconocidas por su


magnitud.

Estos cambio se visualizan en las estadsticas demogrficas, en las tasas de fecun


didad, denupcialidad, de nulidades matrimoniales y de hijos nacidos vivos fuera
del matrimonio. Las ltimas dcadas muestran profundos cambios en torno a la
fecundidad y a la constitucin de familias. La tasa bruta de natalidad baj, entre
1970 y 1997, de un 26,4 por mil a 18,7 por mil. Segn el INE, en el siglo XX,
entre 1970 y 1980 "se produjo el descenso ms intenso de la fecundidad
por eda
des, siendo ste de mayor relevancia las
mujeres de 35 aos y ms". Mientras
en

en el
perodo 1955 a 1960 la tasa de
reemplazo materno equivala a un promedio
de 2,6 hijas por madre, entre 1985-1990 descendi a 1,3 hijas que reemplazaran a
sus madres. Este valor se estima bajo, porque alcanza apenas a
reemplazar a la
madre (INE 1999a: pg. 33).
31
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

La tasa de nupcialidad baj considerablemente en las ltimas tres dcadas. Su


mayor valor se present en 1971 con 8,8 matrimonios por mil habitantes, dismi
nuy a 7,5 en 1990, al 6,1 en 1995, para llegar finalmente al 5,0 en 1998. En
trminos absolutos los matrimonios se incrementaron entre 1980 y 1989 de 86.001
a 103.700 para disminuir hasta 73.456 en 1998. Tambin decreci la tasa
global
femenina de primeros matrimonios9, en los ltimos 20 aos tuvo su mayor valor
en1989 (870 por 1000 mujeres), para bajar a 714 en 1995 y terminar en 598 el ao
1998 (INE 1999b, 2000).

En oposicin al descenso que


experimentan los matrimonios, las nulidades han
ido creciendo en forma sostenida hasta
duplicarse en las ltimas dos dcadas, de
3.000 en el ao 1980 a 6.000 y algo ms en 1998, de acuerdo a las cifras de
sentencias de nulidades que entregan al INE los juzgados civiles (INE 2000: 6).
Las nulidades de matrimonios falladas por sentencia se incrementaron en relacin
a los matrimonios en los ltimos treinta aos. En 1970 el
porcentaje de nulidades
en relacin a matrimonios fue del 2,1%; en el ao 1980 subi a 3,6%, alcanz el
6,2% 1990 y, finalmente, en 1998 las nulidades fueron
en
equivalentes al 8,5% de
los matrimonios (INE 1999a, 1999b).

El porcentaje de hijos nacidos fuera del matrimonio (hijos ilegtimos hasta la Ley
que en 1999 modific el Cdigo Civil en materia de Filiacin) se increment
dramticamente en los ltimos 30 aos: del 18,6%, del total de nacidos vivos en

1970, al 27,6% 1980, para alcanzar al 34,3% el ao 1990 y llegar en 1999 al


en

47,7% del total de nacidos vivos ese ao (INE 2001). Este porcentaje es an ma
yor en los nacidos vivos de madres adolescentes (menores de 20 aos): el
hijos
ao 1970 era de 30,8% sobre el total de nacidos vivos ese ao;
pas al 45,7% en
1980, el ao 1990 super el 60% (61,0%) y alcanz al 83,2% en 1999 (INE 1999a,
1999b 2001; Olavarra y Parrini 1999).

El nuevo orden y la desarticulacin/articulacin de lo pblico:


trabajo y familia

Con el fin de la dictadura, mediante el de 1988 y la poltica de acuerdos


plebiscito
polticos posterior, la nueva alianza democrtica gobernante modific en alguna
medida el criterio de la poltica del "rebalse" y, mediante una reforma tributaria,
increment significativamente los recursos asignados a los grupos focalizados
durante la dictadura, amplindolos a los sectores
pobres, mejorando su calidad,
pero manteniendo criterios semejantes de focalizacin. Pese a ello y al crecimien-
Nmero de mujeres que al momento de contraer nupcias nunca antes se haba casado sobre el total de

mujeres.

32
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

to econmico del pas un


porcentaje muy significativo de las familias chilenas
sigue viviendo en condiciones de pobreza (Consejo Nacional para la Superacin
de la Pobreza 1996) y las diferencias entre los sectores ms ricos y los ms
desprotegidos se han acrecentado. Asimismo, los avances en torno a la legisla
cin del trabajo, seguridad social y previsin han sido menores, a
pesar de la
dictacin del nuevo Cdigo del Trabajo en 1994.

Los efectos de la poltica de la dictadura en el debilitamiento de las organizacio


nes sociales siguen
persistiendo y se visualizan en la escasa participacin de las
personas de sectores medios y populares en actividades polticas o comunitarias,
slo se observara una mayor dedicacin de tiempo a actividades
deportivas y
religiosas (Sharim y Silva 1998). En los aos recientes se observara el fortaleci
miento creciente del movimiento sindical al integrar a sectores hasta hace poco no
sindicalizados o distantes de las organizaciones mayores (Bell 2000).

En contraste con los sectores medios, los pobres de fines de los '90 pueden movi
lizar menos apoyo social y sus redes informales alcanzan slo un crculo de rela
ciones cercanas, generalmente familiares (Consejo Nacional para la Superacin
de la Pobreza CNSP 1996). Los pobres encuentran apoyo en sus familias, pero los
vnculos sociales que establecen ms all de la familia y el barrio o poblacin
donde viven no les permiten contactos que sean eficientes para mejorar sus condi
ciones de vidas y para participar activamente en los debates y decisiones de carc
ter nacional. Muestran la marginacin social en que se encuentran. La familia es

una fuente de vital de socializacin, compaa y solidaridad, pero no es un meca


nismo adecuado de movilidad social ni de participacin en los sectores populares
(Olavarra, Benavente y Mellado 1998).

a) El orden del trabajo

Se liberaliz los mercados y elimin las regulaciones a la economa, entre ellas


las existentes en el mercado de trabajo a travs de la legislacin del trabajo. Con
elrgimen militar se instal un modo flexible de adaptabilidad de las empresa y el
Estado perdi su rol de agente central, disminuy su tamao y su capacidad inter
ventora en la economa, centrndose especialmente en las polticas

macroeconmicas y en los problemas de pobreza ms extrema. Esta poltica estu


vo sustentada a travs de diversos recursos administrativos, jurdico, policiales

que elimin todo tipo de oposicin a los cambios10.


,n
En el mes de diciembre del 2000 se efectu el Seminario-taller:
"Construyendo estrategias de
conciliacin familia y trabajo, con perspectiva de
gnero" (SERNAM Metropolitano y FLACSO).
Presentaron ponencias Ana Bell, ANEF; Ximena Daz, CEM; Haydee Moreno, CONUPIA; Jos
Olavarra, FLACSO-Chile; Vernica Oxman, Ministerio del Trabajo; Patricia Silva, SERNAM y
Mara Soledad Saborido, COBIJO. Parte de ese debate se incluye en este punto.

33
Jos Olavarra A.
Y todos queran Varones de
^
ser (buenos) padres. ...

La apertura de la economa de nuestro


pas fue sentida por las familias, especialmente
dada la inestabilidad laboral que este proceso
produjo. Gener una fuerte flexibilidad
del insumo del trabajo (gran variable de
ajuste en los ciclos econmicos) sin un contra
peso que protegiera al trabajador asalariado. Desde el momento del golpe y luego con
las reformas de los ochenta al Cdigo del
Trabajo se impidi la accin colectiva de los
trabajadores a travs de sus sindicatos y negociacin colectiva, entre otras, como un
mecanismo para defender sus intereses, dando paso a mecanismos individuales para
solucionar los problemas laborales.

Estos cambios afectaron el conjunto de mecanismo que hasta la dcada del seten
ta haban permitido un grado
importante de compatibilidad y conciliacin entre
trabajo y familia, de acuerdo al modelo de desarrollo que haba logrado un amplio
consenso en el pas.

En el orden salarial esta nueva agenda del Estado ha significado que el desarrollo
econmico no vaya acompaado de una distribucin equitativa de la riqueza ge
nerada entre todos los actores que la han hecho posible. Por el contrario las dife
rencias entre los grupos favorecidos y los desfavorecidos se han incrementado
constantemente, pasando a ser una caracterstica del nuevo orden. Y la precarie
dad de las condiciones de trabajo ha tomado diversas
expresiones.

Slo las polticas de los gobiernos democrticos de los ltimos 10 aos permitie
ron a una
proporcin considerable de la poblacin salir de la marginalidad y la
pobreza, pero los valores de pobreza an siguen siendo altos. En todo este perodo
las condiciones de trabajo se precarizaron. Para un
porcentaje importante de la
poblacin tener un trabajo remunerado no supone salir de la pobreza, porque su
nivel de ingreso era y sigue siendo menor al mnimo necesario
para superarla.

En trmino de los ingresos de los/as trabajadores/as, sta constatacin se refuerza al


observar que no es suficiente, para una proporcin
importante de los/as chilenos/as,
trabajar para acceder a una calidad de vida mnima aceptable, segn criterio del propio
Estado. Pese que la cesanta ha estado en torno al 5 y 6 % durante gran parte de los
a

'90 y subien los aos recientes a


algo menos del 10% (por lo tanto, los ocupados
la
representaban proporcin inversa), aproximadamente el 20 % de los chilenos vive en
condicin de pobreza. En Chile, un porcentaje importante tiene
trabajo, pero ste no es
suficiente para lograr una calidad de vida elementalmente
aceptable;
tener no trabajo
implica salir de la pobreza.

Este nuevo orden ha dejado sin la proteccin que, desde su lugar de trabajo, tena los/
as trabajadores/as: estabilidad en el puesto de trabajo, sistema de previsin y salud
que, pese a muchas insuficiencias, eran igualmente estables en el tiempo, a

34
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

partir de aportes entre trabajadores y empresa. Junto a la precariedad de los ingre


sos, la inestabilidad del puesto de trabajo es un hecho de la vida cotidiana actual.
Se vive con la incertidumbre de que en cualquier momento la persona puede ser

despedida de su puesto de trabajo; desde el obrero o la operara que se encuentra


con la notificacin de que no
seguir en la obra o empresa, -por razones que son
para l/ella imposiciones y ante las que nada puede hacer-, hasta el/la gerente
general de una gran empresa que puede ser informado/a que sta ha pasado a ser
controlada por otro grupo y debe dejar su puesto a disposicin. La diferencia
fundamental entre ambos es que el/la primero/a no tiene generalmente ahorros ni
recursos para afrontar la cesanta
y es muy vulnerable, el segundo normalmente
tiene ahorros y otros trabajos que complementaban al principal11.

La falta de continuidad el
empleo ha repercutido en los aportes previsionales
en

para lavejez, las


prestaciones de salud y en el acceso a la vivienda social para
en

una parte importante de la poblacin y las familias.

Otro de los aspectos que ha caracterizado el nuevo orden de la economa y el


desarrollo econmico es la extensin de la jornada de trabajo de los trabajadores

chilenos, superior a la que tienen sus pases. Chile no ha seguido la


pares en otros

orientacin general de reduccin progresiva del tiempo de trabajo, registrando en


la actualidad un promedio de 2700 horas de trabajo al ao, una de las jornada de

trabajo ms extensa del mundo, segn datos entregado por al Organizacin del
Trabajo. Este hecho ha sido reafirmado por distintos estudios. Por ejemplo (Sharim
y Silva 1998) se constat una jornada de trabajo promedio en los varones de la
Regin Metropolitana de 1 1 horas, ms 2,7 horas de movilizacin entre su hogar
y el trabajo; en total 13,7 horas diarias en promedio. La extensin actual de la
jornada de trabajo es similar a la de comienzo del siglo XX, bajo la presin del
movimiento obrero, con un mnimo de 48 horas semanales12.

La extensin de la jornada de trabajo se explica porque los personas trabajan tiempo


extraordinario y/o realizan funciones anexas a su cargo. Esto es en gran medida
aceptado por trabajadores y empleadores. Los propios trabajadores se ven
incentivados a aceptar el sobre tiempo, pues pueden obtener mayor ingreso cuan
do los salarios son bajos, en muchos casos con horas de permanencia no registra
das y generalizado de sistemas de turnos que cambian mensualmente. Ello
uso

permite a los empleadores, por su parte, tener recursos humanos disponibles cons
tantemente, a un bajo costo.
"
Es necesario recordar que la inestabilidad en el lugar de trabajo se origin en los cambios legales que
por un lado ampliaron las causales por las que se puede despedir a un/a trabajador/a de una empresa,
algunas de ellas imprecisas, y por otra a la disminucin de los montos de indemnizacin.
12
Se acaba de aprobar en Francia la jornada de trabajo semanal de 36 horas. En Chile se trabajara en
promedio sobre 55 hora semanales.

35
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Ha acompaado este proceso la derogacin de gran parte de los recursos legales y


desarticulacin de las organizacionales que tema los trabajadores.
Impidiendo hacer
uso efectivo de medios de
negociacin que permitiesen acuerdos equitativos entre
las partes. Ya no cuentan los trabajadores ni sus organizaciones con recursos
lega
les suficientes que les asegure continuidad en el puesto de
trabajo, mejorar la
calidad de sus condiciones de trabajo y sus salarios en la misma empresa. Los
mecanismos de negociacin, instancias colectivas de mediacin han quedado se
veramente restringidos. Esta situacin ha acentuado la desarticulacin sindical
y
el desconocimiento de las organizaciones sindicales, tanto por temor a
represa
lias, como a los logros que puede obtener a travs de ellas. La sindicalizacin es
baja, la negociacin colectiva con cobertura es mnima.

La legislacin del trabajo impuesta durante el gobierno militar no ha sido modifi


cada aspectos centrales respecto de las relaciones laborales entre trabajado
en sus

res y empleadores, pese a las constantes demandas de reformas laborales


que in
cluyan mecanismos que equilibren e igualen la relacin entre las partes. Todo ello
pese a que Chile firm Convenios como el '87 y '98 que lo obligan jurdicamente.
No se ha logrado consensos necesarios, incluso al interior de la alianza gobernan
te (Bell 2000).

En este ltimo tiempo se nota voluntad de unidad en la accin en el sindicalismo


y mayor convocatoria entre sus afiliados y trabajadores no sindicalizados (Bell
2000).

Flexibilidad, trabajo parcial y poltica de gnero

Con la instalacin las empresas del sistema de produccin flexible -que les
en

permite adaptar la organizacin del trabajo a un entorno econmico abierto, alta


mente cambiante y competitivo-, stas toman medidas de flexibilidad tanto exter
na -externalizando la produccin-, traspasando parte importante del trabajo a pe
queos talleres o a terceros que a su vez contratan mano de obra; as como medi
das de flexibilidad interna: mediante recalificacin, polivalencia,
intensivo y uso

extensivo del tiempo de trabajo de sus trabajadores. Estos procesos son revisados
constantemente y cada vez que se produce una crisis, modifican los
procesos pro
ductivos, y/o desprenden de los trabajadores que tienen un mayor costo para la
se

empresa (por ejemplo, los que llevan ms aos), siendo a veces reemplazados por
otros que impliquen menor carga financiera.

La inestabilidad el puesto de trabajo, por la flexibilizacin laboral, ha sido otra


en

de las caractersticas de este modelo. Una de las dimensiones ms importantes a


las que alude la flexibilidad interna se refiere a las nuevas formas de organizacin
36
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

deltiempo de trabajo y la erosin de la laboral normal, dimensin que


jornada
cambi profundamente las relaciones laborales y la organizacin de la vida coti
diana.

Tambin provoc la desarticulacin de los mecanismos que permitieron la conci


liacin y compatibilidad histrica entre el trabajo y la familia. Para una propor
cin importante de los varones su trabajo (inestable), en estas nuevas condicio
nes, no les permite cumplir como proveedores, dar una calidad de vida aceptable
a sus familias, ni ejercer la autoridad que antes tenan en ellas.

Una de las consecuencias de esta situacin ha sido la incorporacin masiva de las


mujeres al mercado de
trabajo y prev que se seguir creciendo. Para muchos
hogares la integracin mujeres convirti y convierte en una necesidad de
de la
se

sobrevivencia o condicin para mejorar la calidad de vida, llevndolas a stas a


aceptar en mltiples ocasiones puestos de trabajo precarios, pero sin abandonar el
trabajo reproductivo que les est asignado en la familia nuclear patriarcal.

Esta demanda de la economa flexible y de tiempo parcial es definitiva


a trabajo
mente una poltica de gnero, pues parte del supuesto de que hay y va a haber una

proporcin abundante de mano de obra disponible para incorporarse al mercado


de trabajo en esas condiciones, especialmente de aquellas mujeres que trabajan en
forma remunerada fuera del hogar y que al mismo tiempo son madres, esposas y
dueas de casa. Ellas, de acuerdo a la divisin sexual del trabajo no podrn aban
donar sus "obligaciones" en el hogar, toda vez que el tiempo no es elstico, y as
lo esperan, en los hechos, muchas de sus parejas, los varones/padres.

Se ha inducido a las espacios laborales que les permitan mayor


mujeres a buscar
flexibilidad para conciliar la esfera privada con el trabajo. El trabajo flexible pro

porciona una posibilidad para la mujer de ingresar al mercado laboral, por la com
patibilidad que tiene este tipo de trabajo con las tareas domsticas, pero el costo es
la desproteccin social, el no reconocimiento de su condicin como trabajadora y
escaso o casi nulo trabajo en equipo. Esto ha llevado a que las mujeres tengan

empleos transitorios, con menor remuneracin y sin ninguna seguridad en el em


pleo; son trabajadoras que fundamentalmente pierden sus derechos laborales aun
que el trabajo realizado sea tan dependiente como un trabajo asalariado normal.
Estas trabajadoras tienen horarios que incluyen fines de semanas festivos y no
ches, lo cual saca a la mujer de la casa en los momentos en que la familia tiene
mayor posibilidad de compartir. Las mujeres de ms escasos recursos trabajan en
los tiempos en que el esposo o la pareja est en el hogar. Consiguen trabajo a costa
de precarizar la atencin del hogar. Es un tipo de trabajo invasivo de todos los
espacios de la vida personal. El trabajo a tiempo parcial ha engendrado, en parte
37
Jos Ulavama A. y todos queran Varones de...
ser
(b^nos) padres.
considerable de la fuerza de trabajo femenina, un verdadero proceso de
pauperizacin. Las
mujeres buscan
trabajo a tiempo parcial porque no tienen op
cin a trabajar tiempo completo. As el
tiempo parcial, que parece ser una oportu
nidad, se transforma para muchas en una
trampa.

Asimismo, la jornada parcial estara destruyendo las jornadas completas. Durante


1998 disminuyeron significativamente las jornadas completas y aumentaron las
jornadas parciales en hombres y mujeres, ms en hombres todava (Daz 2000).

La incorporacin de las mujeres se concentr en sectores sin organizaciones sin


dicales que protegieran sus derechos. Sectores donde el marco legal coarta o no
permite ni la sindicalizacin ni la negociacin colectiva. Es el caso de las tempo
reras, los trabajo a domicilio y los trabajos parciales en general. En general, el
movimiento sindical recin comienza a incorporar demandas de las mujeres no
y
incluye en su agenda cuestiones que afecten directamente a las mujeres. Asimis
mo el nmero de
dirigentas mujeres es escaso en el sindicalismo, aunque en los
ltimos aos se aprecia un incremento (Bell 2000).

Al contratar mujeres las empresas del mundo globalizado, no slo en Chile, han
a

bajado sus costos de produccin, pagando menos por un trabajo similar. Con la
expansin de la educacin, incluida la universitaria, las mujeres forman una reser
va calificada de
trabajadoras que ha sido aprovechada por los empresarios. En los
ltimos aos las mujeres representan el grueso del
empleo a tiempo parcial y
temporal, y una proporcin creciente del empleo autnomo en los pases de
Norteamrica y Europa (Castells 1999).

Por mucho que algunos/as intenten justificar la forma actual


que tiene la flexibili
dad del mercado de trabajo y el trabajo parcial -que
posibilita el ingreso masivo
de las mujeres al mercado de trabajo sin que tenga que abandonar sus actividades
reproductivas-, en definitiva no permite "salvar la familia", ni sacarla del estado
de la precariedad que hoy da presenta; sino ms bien dan una
respuesta a las
necesidades de la nueva economa que requiere de flexibilidad laboral, sea de
horarios, jornadas o temporadas, pero no de trabajos estables. Slo la reduccin
de la jornada de trabajo con la misma remuneracin, el
pago equivalente a una
jornada completa en el trabajo parcial y la incorporacin efectiva de los varones
en las tareas
reproductivas podrn dar una respuesta adecuada a los requerimien
tos de las familias por una mejor calidad de vida.

En Chile observa la tendencia europea a aumentar el empleo mediante la


no se

reduccin de jornadas de trabajo, sin disminucin de remuneraciones, y la crea


cin de empleos de tiempo parcial -equivalentes en su remuneracin a la jornada
38
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

c mpleta-. Tampoco se constata la tendencia a generar otras estrategias de ges-


L i empresarial, basadas por ejemplo en la 'calidad total', que aunque no teniendo

como objetivo las polticas de conciliacin entre vida laboral y familiar, tienen el

efecto de ser liberadoras de tiempo de trabajo, y por tanto facilitaran la genera


cin e implementacin de este tipo de polticas.

Todos estos aspectos son perturbadores de la vida cotidiana al interior de los n


cleos familiares. La inestabilidad en el puesto de trabajo, la ausencia de recursos

que protejan a los trabajadores en su calidad de vida, la precariedad de sus remu


neraciones y, para muchos/as, una jornada laboral extensa implica menos tiempo

para la vida la familiar.

A la vez que precarizan sus condiciones laborales al trabajador se le aliena no


se

slo del producto de su trabajo, sino tambin del lugar donde ste se lleva a cabo.
El sentido de identidad, solidaridad institucional y pertenencia a un lugar de tra

bajo se ha visto fuertemente afectado, toda vez que la estabilidad y continuidad en


l quedan al arbitrio de quienes los contratan y compran sus servicios y stos a su
vez de los grupos que controlan la empresa.

Desde su subjetividad, trabajadores varones, los procesos descritos han


para los
afectado sus recursos para responder a uno de los mandatos del referente de ser
hombre, de la masculinidad hegemnica que mayor fuerza tiene entre los varo
nes: los hombres son del trabajo, a l se deben; su capacidad de constituir una

familia y hacerse responsable de ella est dada especialmente por la posibilidad


de ser proveedor del ncleo familiar.

b) El orden familiar

Los procesos que se han desarrollado en las ltimas dcadas, a partir de la crisis
de la institucionalidad y los cambios en la economa en Chile, afectaron al orden
salarial y con ello el orden familiar y la familia nuclear patriarcal, que era la con

traparte complementaria. Ambos permitan, por un lado la reproduccin de la


fuerza de trabajo y por otra la consolidacin de ncleos familiares. Las bases
sobre las que se haba estructurado la organizacin del trabajo fueron modifica
das: el contrato de trabajo, el salario familiar, la jornada de trabajo, la
sindicalizacin, la negociacin colectiva, las instancias tripartitas y la estabilidad
en el lugar de trabajo.

Todo ello ha generando un escenario en el que, a diferencia de las primeras seis


dcadas del siglo XX, las polticas y los recursos pblicos en torno al trabajo y la
familia son, a los menos, contradictorias. Se ha incentivado una modificacin
39
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

profunda del orden salarial, a partir de los requerimientos que plantea la economa
de mercado, su apertura y la globalizacin consecuente. Todo ello se logr, en un

perodo muy corto de tiempo, en menos de una dcada el nuevo orden se haba
impuesto, mediante una estrategia que incluy accin legislativa, modificaciones
administrativas, represin y uso de recursos pblicos para su implementacin.

En relacin al orden familiar, la institucionalidad y la legislacin prcticamente


no han sido modificadas durante este diferencia de lo que sucedi con
perodo -a

la que organiza la economa y las condiciones de trabajo-, pese a los profundos


cambios demogrficos sealados que estaran afectando la constitucin de n
cleos familiares, su estabilidad, capacidad de reproducirse y ejercicio de la pater
nidad.

El discurso sobre "la familia" de los ltimos 25 aos siendo el mismo para
sigue
una proporcin importante de los actores
que tienen vocera pblica destacada. Se
sigue planteando e incentivando un orden familiar que tiene a la familia nuclear
patriarcal como paradigma, que respondera a un orden natural de los humanos.
La triloga padre proveedor y autoridad, madre en la crianza y responsable del

hogar -aunque para muchos ahora puede trabajar remuneradamente siempre que
no "abandone sus responsabilidades" en el
hogar- e hijo/as a ser criados y acom
paados en su crecimiento, es el modelo de familia aceptable. Este discurso es
constantemente difundido por los instituciones y organismos
pblicos y, en gene
ral, no reconoce derechos y acceso a recursos pblicos a personas que no corres
pondan al modelo sealado. Es pauta de comportamiento y aceptacin o expul
sin en las fuerzas armadas; es criterio aceptado de mayor valoracin en los puntajes

para optar a programas sociales. El mismo mensaje es emitido por autoridades de


la Iglesia Catlica y por los medios de comunicacin de masas, que apoyan el
modelo econmico a ultranza en sus lneas editoriales.

Lo anterior quizs podra explicar, en parte, el que a pesar de las profundas modi
ficaciones que se observan en el mbito familiar no se haya reconocido los cam

bios existentes, ni legislado sobre el particular y las modificaciones al Cdigo


Civil sean mnimas. Estas ltimas
promovidas por el SERNAM, desde la restau
racin de la democracia, al incorporar parte de la agenda del movimiento de mu

jeres y el feminismo a la agenda pblica.

Recin con el retorno de la democracia, en 1990, se inici una serie de debates


sobre proyectos de leyes que afectan de distintas maneras a las familias y que
sealan propuestas de cambio. Algunas de estas propuestas se han transformado

en proyecto de ley; otras, las menos, ya son ley. Entre las leyes dictadas a partir de

40
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

1990 estn las Reforma Constitucional los artculos Io y 19 N 2, la Ley de


a

Violencia Intrafamiliar, la Ley de Rgimen de Participacin en los Gananciales,


Ley que modifica el Cdigo Civil en materia de Filiacin, la Ley que prohibe el
Test de Embarazo como exigencia para ser contratada, promovida o mantenida en
un empleo. Se han presentado tambin
proyectos de ley para la creacin de tribu
nales de familia y mediacin y para sancionar el acoso sexual.

Durante estos aos el Estado chileno se ha materias que, de


obligado tambin en

alguna manera, afectan a la familia al suscribir y ratificar convenciones y declara


ciones internacionales como la Convencin de las Naciones Unidas sobre Elimi
nacin de Todas las Formas de Discriminacin Contra la Mujer, la Convencin
de Derechos del Nio y la Convencin de Belm do Para, sobre violencia contra
la mujer. Estas convenciones obligan al Estado chileno a su cumplimiento en

aquellos aspectos que hacen parte de ellas.

Al no existirlegislacin nacional que reconozca las demandas de equidad,


una

crecientemente, algunos/as de aquellos/as que ven conculcados sus derechos, co


mienzan a hacer uso de las convenciones internacionales que sobre derechos hu
manos y equidad de gnero ha firmado el Estado de Chile; buscando justicia a
travs de comisiones y cortes de justicia internacionales que obliguen al Estado
chileno a respetar sus compromisos internacional.

No ha hecho por parte de los actores pblicos ms significativos


se un debate que

apunte a analizar cmo los cambios en la economa han afectado a la familia y


muchos de ellos siguen pretexto' de poner en duda de
eludiendo la discusin 'so
rechos naturales e inalienables que seran relativizados al debatir sobre familia y
economa. Es as que an no se ha iniciado un debate que apunte a legislar sobre
familia, ni a un Cdigo de Familias.

Esta situacin, que desconoce los efectos que han tenido los cambios de las lti
mas dcadas sobre la vida familiar, la constitucin y estabilidad de los ncleos

familiares y la relacin con los/as hijos/as, deja en el hecho desamparadas a las


su situacin fami
personas y familias que no tienen un marco legal que regularice
liar. Ello se expresa en diversos mbitos de la vida cotidiana como acceso a vi
vienda, subsidios, educacin, jubilacin, tuicin, ascensos y permanencia en sus
instituciones, por sealar algunos. En resumen mayor pobreza para muchos. Asi
mismo se limita la libertad e intimidad de las personas en las decisiones sobre su
vida familiar, no se reconoce la diversidad y no establece con claridad los dere

chos y obligaciones de padres, madres e hijos/as que permitan relaciones de res

peto, autonoma y equidad.

41
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

Los espacios urbanos y la vivienda

Los urbanos y la vivienda tambin han reflejado el distanciamiento pro


espacios
ducido entre el mundo del trabajo y vida familiar, como consecuencia de los cam
bios en la economa. Los espacios de produccin/trabajo estn separados y distan
tes de los de habitacin/reproduccin; las viviendas sociales ya no se construyen
en las factoras, sino por el contrario su ubicacin est fundamentalmente
torno a

definida por el valor de los terrenos en los cuales se erigen, cualquiera sea la
distancia del lugar de trabajo de sus habitantes. "Las polticas habitacionales de
las ltimas dcadas han contribuido la
expansin urbana y a la especulacin en
a

el mercado de suelo al construir vivienda social en la periferia, donde los


precios
de los terrenos son menores, empleando diseos extensivos de baja densidad. Si
bien se argumenta que el dficit habitacional justifica la produccin masiva en
estndares mnimos, ello implica sacrificar aspectos de calidad residencial y ur
bana y objetivos de equidad social que ya no es posible ignorar" (Saborido 2000).

Esta reafirma que la vida de las familias y la ubicacin de sus viviendas


poltica
no est asociado al lugar de trabajo del proveedor principal, generalmente un va
rn, que podra libremente por la ciudad, porque hay otra que asume la
moverse

crianza y la reproduccin. Es, por tanto, una poltica de gnero y corresponde a la

asignacin de roles de la familia nuclear patriarcal: las mujeres en el hogar, en la


crianza y la reproduccin y los varones en el trabajo y la produccin. Estos mun
dos separados resultan funcionales a la economa de mercado y a la organizacin
de la produccin, que refuerzan la divisin sexual del trabajo por un lado, pero a
la vez permiten el trabajo flexible y parcial, al inducir a las mujeres, como ya se
mencion, a incorporarse al mercado de trabajo en condiciones de mayor preca
riedad que los varones. Esta poltica habitacional convierte a la ciudad en un terri
torio de grandes dicotomas: produccin / reproduccin, femenino / masculino,

pblico / privado. El resultado ha sido una profunda desigualdad entre los secto
res socioeconmicos de la
poblacin y una distribucin desigual de poder entre
los grupos sociales y los gneros, as como una sobrecarga para las mujeres que

trabajan remuneradamente.

"En Chile, y particularmente en Santiago, se ha producido una fuerte segregacin


tanto en trminos de grupos sociales como en la distribucin de las actividades en
el espacio y ello ha marcado profundas diferencias entre distintas reas de la ciu
dad. Mientras algunos barrios destinados a los sectores de mayores ingresos mues
tran un alto estndar de vida, con moderno equipamiento y servicios, abundante
dotacin de reas verdes y buenas condiciones de accesibilidad y medios de trans

porte; otros sectores desvalorizados en el mercado urbano, exhiben instalaciones


precarias y grandes dficit de equipamiento, altos grados de deterioro ambiental,

42
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

condiciones de y aislamiento para sus habitantes, homogneamente


inseguridad
pobres. Estas delimitaciones en el uso del espacio hacen que muchos deban reco
rrer diariamente largas distancias desde sus lugares de residencia a sus trabajos,
en bsqueda de mejores oportunidades de empleo o para acceder a servicios espe

cficos. Para los trabajadores varones ello significa salir muy temprano de casa y
volver tarde y cansados despus de largos viajes; para las mujeres significa en
frentar distintas dificultades: la imposibilidad de acceder a un buen empleo, espe
cialmente si tienen hijos pequeos que no pueden dejar; distintas barreras al inte
rior del mercado laboral por tener que compatibilizar vida familiar y vida laboral,
muchas veces en condiciones de gran tensin y excesiva extensin de sus jorna
das. En condiciones de pobreza, estas dificultades se hacen an ms crticas"
(Saborido 2000).

Demandas de las mujeres y participacin de los varones

Al interior de las familias elprincipal problema que las mujeres plantean para
incorporarse al mundo del trabajo es la imposibilidad de compartir las responsa
bilidades domsticas y la crianza y cuidado de los hijos con los varones, restrin

gindoles su disponibilidad de tiempo. La compatibilidad y conciliacin entre


trabajo y familia sigue siendo un problema principalmente de las mujeres y este
es su principal obstculo para integrarse al mundo del trabajo, la mayora no tra

baja remuneradamente o lo hace en forma eventual o temporal, o slo en ciertos


perodos de su vida.

Las mujeres de sectores populares y de sectores medios, en una importante pro


porcin, en general no cuentan con apoyo externo que les permita delegar las
tareas del hogar, sea ste de un miembro de su familia o de organizaciones socia

les o gubernamentales. La falta de guarderas y jardines infantiles en las comunas,


o de escuelas cerca de los lugares donde las familias habitan, es un impedimento

laboral.
para que la mujer concibe la vida familiar y

Es as que, en estrategias generales desarrolladas al interior de las


general, las
familias, respecto de su organizacin, cuando la mujer trabaja fuera del hogar, no
cuestionan la distribucin de responsabilidades familiares y domsticas, sino que
son estrategias adaptativas; lo solucionan con la doble jornada femenina y en

segundo trmino con la bsqueda de apoyo domstico, remunerado o no; en muchas


ocasiones una mujer reemplaza a otra mujer.

Los procesos antes descritos plantean la reformulacin de las identidades de g


nero -cmo ser varn, o ser mujer- y de las relaciones entre stos. Implica enten

der el doble movimiento que se ha comenzado a producir; por un lado las mujeres
43
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

se estn encontrando a s mismas en el


espacio pblico del trabajo y los hombres
comienzan a integrarse en el espacio privado de la familia. La participacin de las
mujeres en la economa, el aumento de sus niveles educativos, los modelos feme
ninos que irradian los pases europeos y norteamericanos han dado lugar a un
proceso de afirmacin de las mujeres como sujetos de derecho a un proyecto de
desarrollo autnomo, estimulando cambios en las representaciones de lo femeni
no y lo masculino. El trabajo aparece como un valor, un derecho y una aspiracin

legtima de las mujeres, muy particularmente de las jvenes. Entre los hombres,
una porcin que crece demanda por mayor intimidad y cercana afectiva con su

pareja e hijos, especialmente durante la crianza y acompaamiento de los hijos en


la infancia y adolescencia. Diversas opiniones dan cuenta de los cambio, al menos
a nivel de discurso, y de las percepciones respecto a las imgenes de gnero.

Sin embargo,para que estas nuevas identidades sean posibles se debe generar
cambios tanto a nivel de las relaciones de gnero, al interior de la familia como en
la estructura social (en la economa, en la distribucin espacial, entre otras).

Las consecuencias de estos procesos sealara que la estabilidad de la vida de las

parejas y de los ncleos familiares, as como la relacin con los hijos estara cada
vez ms desprotegida, que la institucin de la familia como es entendida por el
Cdigo Civil estara en crisis, no existiendo un mbito legal que cubra al conjunto
de las convivencias y ncleos familiares existentes, que incentive su consolida
cin y estabilidad, que regule y genere obligaciones y derechos entre sus miem
bros y entre stos y el Estado. En algn sentido se vuelve al debate de fines del

siglo XIX sobre la familia. La pregunta de hoy da es cmo estabilizar los n


cleos familiares, responder a los nuevos requerimientos de la vida de pareja, a las
diversas formas de convivencia familiar y a las relaciones entre padres e hijos?
Ello a partir de una economa que los sustente y de un marco jurdico que les

protega, reconozca la diversidad, equidad entre sus miembros y establezca dere


cho y obligaciones tanto de ellos/as como del Estado y se expresen en un Cdigo
de Familia.

Para finalizar

El de procesos descritos ayudan a explicar los cuestionamientos que se


conjunto
hacen actualmente a la paternidad y a la forma en que los varones establecen
relaciones con los hijos. El escenario ha cambiado radicalmente en los ltimos
veinticinco aos y lo que se supone por muchos y muchas que deben ser los pa
dres, as como las identidades de los varones como padres, ha sufrido importantes
variaciones. Se ha visto afectada esa forma de paternidad efectiva; los mandatos
44
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

de trabajar, proveer y ser jefes del hogar han sido sometidos a pruebas y muchos
no han logrado
superarlas. Los hombres se comienzan a cuestionar el sentido de
su paternidad
y las capacidades y recursos de que disponen. Sus propias subjetivi
dades, las relaciones y prcticas con sus hijos y pareja se ven afectadas. Las nue
vas realidades de la sociedad y las demandas de la economa confrontan la pater
nidad patriarcal, sus referentes, sus identidades de gnero y los recursos que po
nen a
disposicin de los varones.

El trabajo sigue siendo el ordenador de la vida. Es el medio a travs del cual la


sociedad distribuye todos los recursos, pero los puestos de trabajo para las perso
nas individuales y
para los varones son, casi por definicin, precarios en el mundo
actual. El que no tiene trabajo est en situacin de riesgo, no tiene ingresos, ni
acceso a previsin, vivienda, salud,
seguridad social, entre otros recursos (Daz
2000).

Entr en crisis la compatibilizacin y conciliacin histrica entre trabajo y fami


lia, por las nuevas demandas de un modelo de desarrollo que plantean de otra
manera la reproduccin de la fuerza de trabajo y, a primera vista, no se cuestiona
sobre los efectos en la reproduccin de las familias.

La economa -y especialmente los sectores de la mediana y gran empresa- ya no


requerira trabajadores permanentes efectuando el mismo trabajo por aos, sino
por el contrario trabajadores polivalentes, con capacitacin permanente, que per
mitan flexibilidad en la organizacin de los procesos productivos y su exclusin
en cualquier momento. La reproduccin de la fuerza de trabajo estara focalizada

ms en la capacitacin y la polivalencia, que en los ncleos familiares que repro


duce a las personas. De all la importancia que adquiere el sistema educacional

para la economa y el sector empresario, especialmente en la modalidad tcnica y


en el nivel universitarios, y la falta de inters por lo que sucede en los ncleos
familiares.

Se puede constatar as, que la familia nuclear patriarcal ha entrado en crisis, al


desaparecer la sustentacin material que tena. Han aparecido diversos tipos de
familia (biparentales, monoparentales, abuelos/tos con nietos/sobrinos, entre otras)

que, de diversas maneras, resuelven mejor o peor los requerimiento reproductivos


de la sociedad y la economa, las necesidades afectivas y de intimidad de sus

miembros, as como su propia consolidacin y reproduccin.

Al igual que hace un siglo atrs se vuelve a plantear las cuestin trabajo/familia,
la conciliacin entre la organizacin del trabajo y la vida privada y familiar. Pero
este proceso involucra actores que tienen intereses mucho ms contrapuestos que
45
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

hace cien aos. Para las empresas la conciliacin se da por el lado de las econo
mas en la produccin, la flexibilidad, la reduccin de los costos, el ahorro en
remuneracin y la polivalencia de sus trabajadores/as. Los trabajadores y trabaja
doras buscan, por su parte, disponer de empleos estables, que les permitan ingre
sos suficientes para una calidad de vida considerada aceptable, autonoma perso
nal y tiempo para la familia, el ocio, la recreacin y la capacitacin.

En el ltimo cuarto de siglo la cuestin trabajo/familia dej de ser un problema de


preocupacin pblica, sali de la agenda, salvo cuando la cesanta llega a los dos
dgitos y la preocupacin es crear puestos de trabajo, sin importar cuan precarios
puedan ser. Lo que sucede con las familias ha pasado a ser un problema privado,
de los integrantes de stas; cada una sobrevive con sus propios recursos, excepto
en situaciones de pobreza
y marginalidad, donde el Estado interviene de alguna
manera.

De los dos mbitos relevantes en la cuestin, uno tiene que ver con el espacio de
lo domstico y de la responsabilidades familiares compartidas y otro con el mun
do productivo, con la reorganizacin del tiempo y las modalidades de trabajo. La

mayor parte de las medidas que se toma actualmente desde el Estado tiene que ver
con esto ltimo, con la dimensin del espacio laboral. En cambio las orientadas a

permitir una mayor permanencia de los adultos en el hogar o haciendo uso de


tiempo libre y la redistribucin de las tareas al interior del hogar seran vistas
como cuestiones privadas, plantendose as, la discusin respecto de hasta qu
punto es factible para el Estado intervenir en ellas.

46
II SER PADRE Y APRENDER A SERLO. SENTIDOS
Y VIVENCIAS DE LA PATERNIDAD1

Se escucha, frecuentemente, diversidad de demandas que plantean cambios


una

en las formas en
que los hombres ejercen como padres, sea para incorporar valo
res de lo
que se ha llamado la modernidad -cercana afectiva, equidad, autonoma,
relaciones ms igualitarias y democrticas- o para reafirmar referentes tradiciona
les en sus identidades como varones -autoridad, proteccin, seguridad, orden-. El
cambio de las condiciones culturales, sociopolticas y econmicas de los ltimas
dcadas, como se seal en el captulo anterior, ha puesto en entredicho aspectos
fundamentales de la vida cotidiana y de la intimidad de las personas. Los hombres
se encuentran en un escenario
que difiere de aquel en que fueron socializados, que
les plantea exigencias y dilemas para los que no tienen respuestas claras, ni defi
nitivas.

Este nuevo contexto de demandas y expectativas -muchas veces cruzadas y/o con
tradictorias entre s-, est llevando a los hombres a preguntarse tambin sobre su
condicin de y el sentido que tienen los hijos, toda vez que se sienten
padres
crecientemente cuestionados tanto en su relacin con los otros, como con ellos
mismos.

Los relatan, en general, que la experiencia de los hijos y la paternidad es


varones

una de las ms satisfactorias, sino la ms, y es en la


que encuentran gratificacio
nes y sentido para sus vidas. Pero, para una
proporcin cada vez mayor, cuando
tienen que enfrentar sus demandas y obligaciones, el hecho de ser hombres ya no
es sentido como un premio recibido -en relacin a las mujeres-, sino
por el contra
rio, se transforma en una experiencia dificultosa, no exenta de conflictos y tensio
nes.

El material para la preparacin de este captulo y los siguientes proviene de las siguientes

investigaciones: T. Valds y J. Olavarra "Construccin social de la masculinidad en Chile: la crisis


del modelo tradicional", (1995-1998), financiamiento de la Fundacin Ford; J. Olavarra, C. Benavente
y P. Mellado "Construccin social de identidad masculina en varones adultos jvenes de sectores
populares", (1997-1998), financiamiento Fondo de Investigacin para Estudios de Gnero del
CON1CYT; J. Olavarra y P. Mellado "Ser Padre. Vivencias y significados de la paternidad en
hombres de sectores populares hoy en Santiago", (1998-1999), financiamiento FONDECYT y J.
Olavarra y P. Mellado "Ser padre: la vivencia de los padres de Santiago. Estereotipos, subjetividades

yprcticas de la paternidad" financiamiento Fundacin Ford. Los hombres entrevistados eran


heterosexuales y todos tenan hijos.

47
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

En este captulo profundizaremos la subjetividad de varones padres de Santiago


de Chile en relacin a sus paternidades y al sentido que tienen los
hijos2. En sus
relatos se entremezclan mandatos internalizados de la paternidad, aprendizajes
con los propios padres y vivencias con sus
hijos.

El deber ser, el referente

Algunos varones afirman que no hay referentes de la paternidad, que cada padre
enfrenta su condicin de tal, como cree conveniente, y cra a los hijos de la mane
ra que estima ms adecuada. "No tengo ninguna receta para ser padre, cada uno
"
es padre como se le antoja, cada uno es libre de cuidar a su hijo como quiera
(Jos, 30 aos, medioalto). Para otros era la primera vez que se planteaban la
pregunta y les result complicado sealar cmo debera ser un padre. "Qu difcil.
"
Uno es padre, pero no se pregunta cmo debera ser un padre (Clark, 42 aos,
medio alto). Algunos sealaron que no lo tenan claro, porque nadie les haba
preparado, les era difcil poder establecer cmo deba ser un padre y les haba
costado aprenderlo, en cambio, expresaron que la mujer s sabe ser madre, le han
enseado y lo aprende por el contacto que tiene con el hijo. "No estaba preparado

para ser pap. Lo quera ser, pero no estaba preparado" (Nano, 35 aos, popu
lar). "Porque nadie te educa para eso, nadie te educa para ser padre. Tal vez en ...

la mujer haya otra actitud, a lo mejor por naturaleza, porque es la que tiene el
contacto tan directsimo con el hijo, ms que uno. Pero en el hombre a mi ....,

nadie me prepar para ser padre, nadie me habl de esta cosa" (Neftal, 54 aos,
medio alto). Pero si se observa con mayor detencin, de los mismos relatos es

posible distinguir referentes que orientan a los padres en el ejercicio de su paterni


dad.

Los varones padres han caracterizado una figura paterna que les orienta
que son

en su propia paternidad. Cada uno tiene un referente del deber ser con el
que en
cierta medida, dialoga y se compara. Los relatos muestran una variada gama de

aspectos que forman parte de ese deber ser y que no necesariamente son compar
tido por todos. Las cualidades principales del referente, en muchos casos, son

compartidos por el conjunto, pero la intensidad que adquiere ese atributo vara en
cada etapa del ciclo de vida del padre y del hijo. Los padres jvenes, con hijos que
an no se inician en la escolaridad o que recin lo hacen, se plantean demandas y
La informacin de todas las investigaciones se obtuvo mediante relatos de vida y entrevistas en
profundidad. Se entrevist en total a 87 varones entre 21 a 69 aos de edad, 67 de sectores populares
y 1 6 de sectores medio
alto, de tres generaciones (hasta 34 aos, entre 35 y 44 aos y de 45 o ms).
Mayor informacin sobre la metodologa y las caractersticas de las muestras y casos de incluye en el
Anexo Metodolgico.

48
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

responsabilidades diferentes a aquellos con adolescentes o hijos adultos menores.


Las exigencias de la convivencia con los hijos estara asociada a este deber ser.

Los atributos principales del referente de ser padre son compartidos por la genera
lidad de los varones y estn asociados a los afectos, carios que los padres deben
dar a los hijos; a la autoridad del padre; a la formacin de los hijos y la enseanza
de normas de comportamiento, la reproduccin social; al grado de autonoma/

dependencia que deben tener los hijos; a las obligaciones de proveer y proteger a
los hijos. Algunos, pese a compartir estos atributos, especialmente entre los ma

yores, se cuestionan el cmo entendieron lo anterior.

Para los varones ms jvenes un padre deber ser muy expresivo en sus sentimien
tos, no ocultndolo a los hijos, debe ser carioso, cercano afectivamente, activo
en la
participacin de las actividades de los hijos. Esta actitud debe ser, de alguna
manera, comprendidos por el nio; ste debe darse cuenta de las acciones y es
fuerzos del padre por establecer lazos de cercana e intimidad. "Como lo estoy
tratando de hacer yo. Ser emotivo, expresarle, besuquearla, jugar con ella" (Juan,
32 aos, medio alto). "Que ella en el fondo me vea y me sienta su pap. Me gusta
hacerlo y ojal lo hiciera siempre" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Muy comuni
cativo, muy expresivo, de cario, expresiones de amor, mucha palabra de amor,
de ternura, gestos tiernos, cariosos. Expresar mucho amor al hijo" (Fernando,
33 aos, popular). "Aparte de asumir la responsabilidad y el rol de padre, de

preocuparse, bueno, por todos en la familia, creo que debe ser de un carcter
cordial, fraterno, donde el nio pueda sentir ms que un padre como un amigo.
"

Infundir ciertos valores, de amor, de ser atento, amable, respetuoso (Hermano,


39 aos, popular). La intensidad de esta forma de relacionarse con los hijos va
disminuyendo a medida que el padre es mayor, en cambio se acrecientan en los
menores, que lo incorporan conscientemente al mundo familiar y social.

Los padres deben estar cerca de los hijos, ser ms que una simple autoridad en la
familia, llegar a sentirse como una especie de amigo. "Yo creo que un padre debe
ser un amigo, un amigo, ms que una autoridad" (Jons, 33 aos, medio alto).

"Que el hijo sienta que est al lado de l. Ms que como amigos, fsicamente.
Ayudar en los problemas de matemticas, filosofa, msica o en administracin y
qu problema tiene, con tu polola, econmicos, qu problema tiene en el dormir,
no s ..." (Hilarin, 39 aos, popular). "Creo que la amistad debera ser bien

importante; poder ser amigo de tus hijos debe ser una experiencia maravillosa...
ms que el respeto impuesto, ...los dos se alegra
por ah podra partir el respeto,
rn de descubrir, el adulto y el nio" (Neftal, 54 aos, medio).

El padre debe ser un referente importante para el hijo, debe encarnar ese orden
49
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

que se ha establecido en el Se debe mostrar seguro, que no vean sus dudas


hogar.
y debilidades, al menos mientras son menores. "Uno necesita al padre como refe
rente fuerte, por lo menos en una primera etapa de la vida, que est presente. ...

Que te orienta en relacin a para dnde ir en tu vida" (Jons, 33 aos, medio


alto).

A medida que los padres se enfrentan a las demandas de los hijos su inquietud gira
en torno a los lmites
aceptables y a la autonoma que deben permitirles. Mostrar
el orden socialen el que se vive y se desea mantener o cambiar, tanto al interior de

la familia -orden familiar- como en la sociedad, corresponde al padre. ste debe

responder a las preguntas de quin hace qu, atravs de la convivencia y la ense


anza. gran medida lo que es
Define, en el bien y el mal, lo bueno y malo, lo
aceptable y lo inaceptable, con todas las gamas y tonalidades intermedias. As, el
padre debe construir el mundo social en que criar a los hijos, dndoles un am
biente de proteccin y certezas; los padres reproducen el mundo que ellos valoran
y tratan de modificar aquello con lo que discrepan. "Eso es lo que hago, reprodu
cir un poco lo que hicieron conmigo, o sea, no un poco sino que todo casi. Porque
l fue como bien sabio, pero mi viejo pegaba cuando era justo, nosotros
cachbamos que la habamos cagado. Entonces estaba bien que nos pegara, era
una cuestin como de autoridad, reconocer la autoridad. Yo creo que lo mismo
ocurre en mi hijo cuando yo no lo hablo; l me habla, lo ignoro, as hasta que al
final se pone a llorar y me pide disculpas y yo le digo 'ya, perfecto, pero reconoce
que cometiste un error'" (Negro, 33 aos, popular). "Que ste defina el bien y el
mal, o sea o lo bueno o lo malo, ms que el bien y el mal digamos, lo que se puede
hacer y lo que no se puede hacer" (Jons, 33 aos, medio alto). "Siempre a mis
hijos les digo que as como mi deber trabajar, el deber de ellos es el estudio y
es

es ineludible y no hay tu ta, eso lo tienen que cumplir"


(Wally, 40 aos, medio
alto). "Proyectar valores en los hijos. Lo que yo aprend de mi pap, ser honesto,
ser responsable, preocuparme de la gente que vive ms cerca
conmigo, ser justo,
todo eso, es una responsabilidad tambin de proyectarlo a mis hijos" (Marmota,
53 aos, popular).

Para los padres en torno a los 40 aos, con hijos que se inician en la adolescencia,
es fuerte la exigencia que sienten de ser los
guas, los que los preparan para la vida
futura, la adultez. La necesidad de entregarles valores, normas, darles herramien
tas, ser los entrenadores. "Que estuvieran siempre al lado de uno, en las buenas y
en las malas y no solamente para que les de
plata. Si yo tengo un problema,
hablarlo con l y que me lo solucione o que me d un consejo" (Koke, 32 aos,

popular). "Un padre es como el gran trainer, el gran preparador, despus se va


fsicamente, pero psicolgicamente siempre queda. El hecho de que est l o no
est y lo haga bien o lo haga mal, es fundamental" (Wally, 40 aos, medio alto).
50
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

"Una persona que debe formar un ser humano, educarlo para que sea un adulto,
prepararlo. Normalmente se tiende a tener una relacin de padre e hijo pensando
siempre en
que nio y, en ese sentido, pienso que la relacin que tiene
va a ser un

el padre con sus hijos debe entregarle todas aquellas herramientas tiles para
ser un buen adulto y poder
enfrentarse bien a la sociedad" (Clark, 42 aos, medio
alto). "Un padre debera ser lo ms responsable posible y darle lo que necesita su
"

hijo, una educacin, tratar de guiarlo lo mejor posible, que sea justo (Choche,
50 aos, popular). "Comprensible, en las buenas y en las malas con los hijos. Y
tratar de ayudarlos, aconsejarlos. Cuando estn
grandes, cooperar con ellos, de
repente, en los gastos" (Felo, 58 aos, popular).

Para algunos padres, ellos deben ensearle a sus hijos a respetarse a s mismos, a

respetar a los otros, a aceptar la opinin de stos y darles mayores espacios de


libertad. "Un padre debiera
hijos incondicionalmente y ensearles el
amar a sus

respeto por s mismo y por los dems. Por s mismo, para que no sea pasado a
llevar. Que siempre manifieste su opinin respecto a las cosas y diga realmente
lo que piensa" (Mauricio, 32 aos, medio alto). "Algunos creen que la posicin
del padre es disciplinar a los nios y eso creo que es un reflejo de la mentalidad
autoritaria" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Proveer es una responsabilidad y una obligacin que padres para con tienen los
los hijos, no depende de su voluntad serlo; les ha sido
inculcado desde siempre y
es parte de sus vivencias. Proveer es sentido como una exigencia que nace con el

hecho de ser varn, y que debe asumir al comenzar a convivir y tener un hijo, sin

que nadie se lo tenga que decir o recordar. Ser proveedor es aportar el dinero para
el hogar y con ello darle sustento, proteccin y educacin a la familia. Darle una
mejor calidad de vida. "Yo soy el que traigo todo el 'money', soy el que apechugo3
con mis cras y por ellas. Es mi responsabilidad; darle educacin, llevarles sus

tento todos los das a la casa, no es ningn favor que les estoy haciendo a ellas.

Porque asum casarme, formar un hogar, una familia y supongo que, en general,
todos los hombres piensan igual" (El Sardina, 27 aos, popular). "La bsica es
que tienes que apechugar con ellos y mantenerlos, es una responsabilidad si los
traes al mundo, porque definitivamente el ser humano no tiene ninguna posibili

dad de mantenerse a los siete aos, o a los cuatro, o a los cero. El contenido
adicional es mucho amor, no tanto estar con ellos todos los das, ni tampoco
llenarlos de reglas" (Pablo, 46 aos, medio alto).

La capacidad de proveer a los hijos, como una obligacin, fue sealada por todos
los varones. Mantenerlos, quererlos y disfrutar de ellos. Reafirmando la responsa-

1
"Apechugar" = enfrentar.

51
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

bilidad paterna y el peso que les signific. Las referencias a proveer fueron cons
tantes en los varones de sectores populares, en cambio en los sectores medios se

increment su intensidad medida que eran mayores. "Un padre a lo menos debe
a

ra tener como requisito proveer lo mejor que pueda. Creo que eso es fundamen
tal, as como est vida y esta sociedad, los roles principales son
planteada esta

los de proveedor. Y, por supuesto, es vital si los puedes proveer mejor; tus hijos
van a poder comer las protenas que necesitan para crecer y tener la educacin,

los mdicos, derechos a las vacaciones y todas esas cosas que son los derechos
de los nios. Marca una diferencia fundamental en trminos de las posibilidades
que tenga tu hijo para adelante. Y lo otro es el mezclar sabiamente -no se cul es
el punto sabio-, las cosas que defiende mi mujer, que es la calidad de la vida con

los hijos y el placer de disfrutar de la vida con la formacin y con la entrega de


normas y de valores que puedes transmitir a ellos. Creo que son las tres cosas.

Una, proveerlos; otra, entregarles normas, valores, responsabilidad y formacin


y, finalmente, permitirles disfrutar y ayudarlos a que ellos aprendan a disfrutar
de la vida. Quin consigue esas tres cosas?" (Alberto, 46 aos, medio alto).

Los padres mayores se cuestionaban, qu era ser padre y evaluaban su propia


paternidad a la luz del referente que haban construido. Deberan haber sido como
lo hicieron y lo estn haciendo? Preguntas que quedaban para algunos de ellos sin

respuestas. "Yo creo que ser padre es una de las tareas ms difciles" (Hermano,
39 aos, popular). "No se como debiera ser un pap. Pienso que no se si he sido
un
pap bueno o malo digamos. A m me gusta ser mucho pap y me ha costado
serlo en estos aos, no ha sido fcil" (Eugenio, 45 aos, medio). "Para m es
mucho ms importante el contenido de cario y de enseanza, en un sentido de
comunicar experiencias de lo que puedes saber, pero cmo puedes saber cmo
servir a ellos, no como un dogma o algo dado" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Este cuestionamiento fue particularmente padres separados que no vi


visible en

van con sus hijos, debido a la distancia que los separaba y a los obstculos que
encontraban para mantener una relacin de mayor cercana y acompaamiento.
"En una primera etapa, era fcil entablar una relacin, porque era muy guagua.

Despus de dos aos ella empieza a tener dos casas, pero hay una casa que es
ms de ella, que la que ms entiende, que es la casa que est ahora; se le hace
es

difcil tener que abandonar e ir a la casa donde vive el pap, que tambin es su
casa, a ella le cuesta, y cuando a ella le cuesta a mi me duele" (Eugenio, 45 aos,

medio). "El hecho de no haber convivido hijos, tambin me dio una vi


con mis
vencia de no paternidad, en el sentido de que con esos hijos no tengo la sensacin
de haber sido pap, porque no estaba en todo el da con ellos. Me considero

ignorante ahora, porque mi historia se fue dando as; las separaciones vinieron
cuando los nios estaban pequeos" (Neftal, 54 aos medio).
52
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Lo que aprendieron de sus padres

Desde la infancia comienzan los padre y la paternidad, con el


aprendizajes de ser

propio padre o la figura paterna que est presente en el hogar. Se internaliza lo que
se espera de l en la vivencia cotidiana con una persona que ejerce de padre y/o

por las representaciones que hacen de l la madre y/u otros familiares.

El padre es un personaje que est siempre presente en la subjetividad de los varo


nes, incluso en aquellos que no lo conocieron y lo vieron en contadas ocasiones.
En torno a esta figura se construye una persona (un personaje) con una identidad
con la que se dialoga y compara. Los propios padres, presentes o ausentes, activos

o inactivos, van configurando los referentes y modelos ms cercanos en el apren

dizaje de la paternidad. A travs de ellos y de los significados que transmitieron y/


o siguen transmitiendo y -particularmente por la mediacin de la madre-, los va

rones se identifican con una paternidad que "les corresponde", modelo a imitar o,

por el contrario, con la que desean diferenciarse. "Los chicos de ahora siempre
estn pendientes; a veces t estas haciendo una cosa lejos de ellos e igual te estn
mirando, viendo como te portas. Ellos ven a quien copiar, para cuando sean ms
grandes" (Diego, 34 aos, popular).

Para unaproporcin importante de los varones de sectores populares el padre fue


un personaje lejano o al que no conocieron fsicamente (por fallecimiento, aban

dono del hogar cuando eran pequeos, o ser hijos de madres solteras). Algunos

aparecan espordicamente, de otros no se supo hasta que los varones fueron ma


yores. "Mi mam siempre se sacrific ella sola porque mi pap falleci a los 23
aos, tuvo un accidente. Hasta el da de hoy nunca ha tenido a nadie, ha salido
"

sola con nosotros adelante... (Yayo, 26 aos, popular). "La verdad es que no soy
hijo del padre que es mi padre. Por lo que me han dicho l me conoci hasta los
tres meses de vida, yo prcticamente a l no lo conozco" (Hermano, 39 aos,

popular). "Nos cri mi madre sola a nosotros, con mucho sacrificio, nosotros
prcticamente nos criamos solos y recordar eso duele un poquito" (Pelao, 44
aos, popular). "Yo viv como hasta los 7 aos de edad con l hasta que se separ
de mi mam. Eso es lo que recuerdo de l. Despus se fue para la Argentina,
volvi, pero yo estaba grande, casado" (Felo, 58 aos, popular).

En la de la figura del padre fue


incorporada a travs de la
mayora esos casos

madre, de una nueva pareja de sta, de los abuelos o algn familiar cercano, gene
ralmente un to. "Yo era casi una guagua cuando mi mamita se separ y no re
cuerdo ni siquiera como era fsicamente. Despus he visto fotos de l nada ms.
Mi mam no me cuenta nada de l, lo nico que me ha dicho es que no fue muy
carioso con nosotros y que no se preocupaba de la familia, slo de sus amigos"
53
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

(Cano, 36 aos, popular). "Mi padrino era de los ferrocarriles y l haca ms las
veces de padre con uno que el propio padre, porque l viva ah
y estaba todo el
tiempo preocupado de nosotros, nos llevaba cosas, hasta grandes, hasta viejos"
(Felo, 58 aos, popular).

Entre los ms jvenes de los populares entrevistados, menores de 30 aos, casi un


tercio, no tuvo la vivencia de un padre (biolgico o no) que les acompaara duran

te su infancia y/o adolescencia y sus madres tampoco establecieron una conviven


cia estable con un varn. Es as como ellos aprendieron, de su propia madre,
que
era posible para una mujer sacar adelante sola un hogar y a sus hijos; que una
mujer poda constituir un hogar; pese a la ausencia del padre, ser padre y madre a
la vez. "A ella le faltaba tiempo, le faltaban energas para expresar el cario,

porque llegaba super cansada. Eramos y somos, cuatro y ella sola, sola, apechu
gando totalmente con todos" (Alex, 24 aos, popular). "A mi padre no lo conoc,
muri. Ellos se queran harto, pero parece que las familias no queran que se

juntaran, no s por qu. No los queran a ellos como matrimonio. Cuando mi


padre falleci se le cerraron todas las puertas a mi mam, nadie la quera ayudar
y sali sola adelante por nosotros. Empezamos a trabajar en el POJH, salamos
"
a las cinco de la maana, con
pala y picota trabajando (Fabio, 25 aos, popu
lar). "Mi mami me dio todo a m, todo, fue padre y madre" (Lino, 29 aos, popu
lar). "Lo que pasa es que nunca vivieron juntos, mi mam era mam soltera. l
llegaba constantemente, como hasta los ocho, nueve aos, de repente desapare
ci" (Lino, 29 aos, popular).

El perodo de convivencia de los varones populares con el padre -cuando estuvo

presente- y la familia de origen fue menor que en los de sectores medios, porque
se independizaron del ncleo familiar siendo ms jvenes; se incorporaron al mundo

del empezaron a convivir con una pareja, se casaron, tuvieron hijos y


trabajo,
formaron su propio ncleo familiar. Salvo en los ms jvenes que, en una propor
cin importante, estaban como allegados, con su pareja e hijos, en la casa de
algunos de los padres/suegros.

As, en gran medida los aprendizajes de la paternidad los obtuvieron a travs de


las vivencias, recuerdos e imgenes que tenan del padre y de la madre. Vivencias

y recuerdos a veces contradictorios, que tensionaron y conflictuaron a los varones


y que, de alguna manera, los incorporaron a su subjetividad, para imitarlo, cuando
se le admiraba, o para hacer exactamente lo contrario, cuando se le rechazaba.

54
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

El padre: cario, cercana y responsabilidad

Aprendieron de los
padres acerca del cario que se debe dar a los hijos. Algunos
fueron normalmente expresivos, cariosos; otros, en cambio slo en algunos mo
mentos. Tambin hubo aquellos que nunca tuvieron un acercamiento de este tipo.

De los padres se aprende que stos deben tener cercana emocional, afectiva, con
los hijos. Los varones, en general, esperan del padre cario y cercana afectiva. La
intensidad de esta demanda fue mucho ms frecuentes entre los varones menores,

pero general todos en sus testimonios tuvieron algo que decir. "Muy carioso,
en

es un recuerdo ms notorio" (Jos, 30 aos, medio alto). "Fro no era, por eso yo
lo buscaba, porque mi pap trabaj toda su vida de luna a luna, sala en la ma
drugada, oscuro y llegaba en la noche, oscuro y nosotros durmiendo. Nos pillaba
durmiendo. Pero yo lo buscaba, porque era amigo mo, me conversaba de sus

historias" (Koke, 32 aos, popular). "Es un recuerdo con mucho amor. Fue un

hombre bueno en todo el sentido de la palabra, carioso, afectuoso, con mucha


relacin con nosotros, con su familia, muy atento. Haba harta comunicacin, se

preocupaba mucho de nosotros. Era un hombre sensible, lo vi llorar un par de


veces... un buen hombre. El cocinaba, nos cuidaba, nos haca cario" (Fer
nos

nando, 33 aos, popular). "Para m, mi pap es una persona muy cariosa" (Pa
blo, 46 aos, medio alto). "Fsicamente l era una persona cariosa, le gustaba
mucho hacer bromas" (Lisandro, 67 aos, medio alto). "No demostraba mucho;
no, no era demostrativo, pero saba que l me tena afecto, porque por ejemplo
cuando ca enfermo al tiro llam un mdico y cuando llegaba 'cmo est?, qu
necesita?, qu remedio te dieron?'. Pero fuera de eso era como yo, reservado"
(Loco Soto, 69 aos, popular).

As como se algunos padres, otros lo calificaron de distante.


sinti la cercana de
"No recuerdo que mi pap me haya expresado cario, no tengo esa sensacin de

que alguna vez me haya hecho cario" (Jons, 33 aos, medio alto). "Siemprefue
un rechazo, lo vea como un rechazo, porque tenan discusiones con mi mam y

pienso que en el fondo celo que haba de l hacia mi persona, de la


era como un

atencin que me poda prestar mi mam" (Hermano, 39 aos, popular). "Siempre

fue pura distancia con l, en todo sentido.... Yo creo que l tampoco tena expe
riencia de pap" (Neftal, 54 aos, medio).

El padre como personaje emptico, comprensivo, que escucha y tiene un trato


preferencial con cada uno de sus hijos, fue una expectativa que se hicieron los
varones desde la infancia. "Cuando tena algn problema recurra a mi mam

ms que a mi pap, porque mi mam tena ms predisposicin a escuchar, mi

pap era un hombre muy cerrado en ese sentido. Cuando yo estaba en aprietos
55
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

con mi polola o algo por el estilo, le contaba a ella, porque mi pap era un cero

a la
izquierda en esa materia, no me poda asesorar en la parte sentimental"
(Pancho, 27 aos, popular). "De mi pap, buenos recuerdos, al viejito lo acompa
, a todos lados, siempre lo escuchaba. Con mi papi conversbamos harto"
(Koke, 32 aos, popular). "Eramos muy amigos, una situacin igual, idntica a la
que tengo con mi hijo, demasiado unidos. Saba todas mis cosas, de mis pololas,
...

mis cosas del colegio. Mi pap siempre disfrutaba con esas cosas, se rea.
...
...

Siempre viajbamos a la costa, en tren a Valparaso, a ver los buques de la Es


cuadra ...(se emociona). Era ms o menos en forma regular, unas dos veces du
rante el mes" (Franco, 41 aos, medio alto). "A l como profesional lo veamos

poco, estaba en la consulta mdica, estaba poco en la casa, pero comparta mu


cho con nosotros con lo poco que estaba, era muy comunicativo, carioso, perso
na de excelente carcter, un modelo excelente de persona. Me deca 't siempre

tienes la razn ', cuando le contaba que en el colegio me haban sacado mal por
una injusticia; l me ayudaba, me deca que esos eran unos imbciles" (Lisandro,

67 aos, medio alto).

En cambio la lejana del padre afect a los varones. Muchos sin sealarlo, espera
ban que el padre estuviera cerca, que hubiese habido mayor contacto, comunica
cin. Esta fue una experiencia dolorosa "Los fines de semana jugbamos a la
pelota, en ligas del
colegio. Empec a jugar ah, y mi pap no me acompa
nunca, entonces lleg un minuto en que para m era una lata, porque todos los
nios iban con su pap y yo iba solo. Las nicas dos veces que me acompa fue
traumtico, lo nico que hizo fue retarme, porque no jugaba como l quera.
Entonces no jugu nunca ms a la pelota" (Jons, 33 aos, medio alto). "Relacin
distante, creo que l tampoco tena experiencia de pap, aunque haba tenido
hijas mayores, pero nunca supe ni le pregunt cmo era su relacin con ellas,
"

porque las dej de ver tambin; igual, lo mismo (Neftal, 54 aos, medio). "Ocho
aos tendra, yo jugaba a la pelota y se hizo un club infantil. l fue el presidente
del club. Yo iba porque estaba dentro del grupo, pero cuando hubo la reunin y l
la dirigi, yo estaba asustado, los cabros ms grandes me decan 'no le tengas
miedo a tu pap, si no te va a hacer nada', 'pdele una explicacin a tu pap, te lo
va a contar al tiro'. Y yo agarro papa y le escribo. Todava estoy esperando el

equipo de ftbol, calcula" (Carlos, 56 aos, popular, no viva con el padre).

Los padres pueden incentivar al cario fsico, al contacto de los cuerpos de ellos
con sus hijos. Pese a que fueron los varones menores de sectores medios los que

hicieron relatos ms centrado los afectos fsicos, carios y cercana afectiva


en

con el padre, las vivencias de contacto fsico narradas por los jvenes populares y

los mayores fueron ms frecuentes. Tocarse los cuerpos con el padre fue una

expresin de cario que era recordada y estaba presente, pese a los aos que pasa-
56
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

ron desde esos contactos. Peinar o ser peinado, cortar la barba, rascar la espalda,
la cabeza, tomarse de la mano, darse besos, acariciarse la cara, abrazarse fueron

algunas de las manifestaciones de afecto que los varones recibieron y/o dieron a
sus padres. "Nos tomaba la cabeza, abrazaba, haca cario en la cabeza... y su

expresin, su cara, creo que basta con mirar la mirada del otro para sentir y
transmitir cosas" (Femando, 33 aos, popular). "Super afectivo, de mano, de beso,
de piel digamos, abrazo, haca sentir el cario" (Negro, 33 aos, popular). "Mi
papi era super carioso con nosotros, super juguetn. Nos podamos subir arriba
de la cabeza de l. Nosotros lo veamos como gigante, como los hijos ven a su

padre" (Jano, 35 aos, popular). "Nos tombamos la mano, nos abrazbamos,


nos contbamos historias, viajbamos" (Franco, 41 aos, medio alto). "De lo ms

chico, me acuerdo de algo como tctil. Me acuerdo, por ejemplo, que frente a un
espejo me tocara la pera y que me estuviera peinando. Me acuerdo de eso, de la
sensaciones de cario" (David, 43 aos medio alto). "l era tocador, abrazaba y
"

besaba, conceba que llegaran y no le dieran un beso al pap (Pablo, 46 aos,


no

medio alto). "Yo lo tocaba a l, tena una espalda rica, muy suave, una piel ...,

ahora lo recuerdo, porque mi hijo ms chico me acaricia mucho, yo recuerdo que


ese gesto lo tena yo con mi padre, de abrazarlo... Era todo una relacin muy de

cario pero con una distancia"


(Neftal, 54 aos medio). Otros no tuvieron esa
experiencia y no la mencionan como una experiencia destacable. "Bueno, mi pap
es como yo, no era muy carioso, yo no soy de esos de los abrazos, de los besitos,

no. Tengo mi manera de querer, no soy de esa honda de 'mi amor, te amo'. Tam

bin mi pap es as, es como medio fro, pero no es fro, sabe entregar cario,
pero no con un beso. Sino que tratando de sacarse la cresta para tener sus cosas
en la casa" (Roni, 21 aos, popular). "No tengo esa sensacin de que alguna vez
me haya hecho cario" (Jons, 33 aos, medio alto).

Los carios, la expresividad emocional y las demostraciones de afecto tenan en


general un lmite para los padres. Trataban de prevenir y evitar, en sus hijos varo
nes, aquellos comportamientos catalogados como propios de una mujer que pu
siesen en duda su heterosexualidad. El temor del padre a que su hijo no fuera
heterosexual, adems de causarle dolor al hijo que era reprendido, le mostr que
la expresividad de su femenino y/u otra identidad sexual eran inaceptables; recha
zadas por el padre y castigadas, exigiendo comportamientos que demostraran que
l no era homosexual. Los padres, en alguna medida, incentivaron en sus hijos el
sexismo -lo hombres son ms importantes que las mujeres-, el heterosexismo -los
heterosexuales son superiores a los homosexuales- y a la homofobia. "La fijacin
de l era que yo no fuera a ser homosexual, entre cuatro niitas" (Mauricio, 32
aos, medio alto). "Uno de los rollos importante de mi pap con mi mam, era
porque yo era super amariconado. porque no era lo que l quisiera que fuera.
...,

No era hombre, esta cosa que tenan los hombres; yo no responda a eso. ...

57
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Nunca lo fui digamos, ya cuando ms grande tena mi propia personalidad y


tampoco lo fui" (Jons, 33 aos, medio alto).

Entrelazados los carios y el contacto fsico estuvo en ocasiones la dureza de


con

lospadres. Ser duro, era otra de sus cualidades. La vida los hizo duros, debieron
sobreponerse a la expresin de sus sentimientos, especialmente del cario, la cer
cana afectiva y de mayor intimidad con los hijos. Las demandas de los pro
una

pios padres (los abuelos), la pobreza de sus orgenes, el tipo de trabajo que deban
realizar fueron algunas de razones que dieron los varones entrevistados sobre esta
forma de ser de los
progenitores. "La relacin con l es ms dura, ms distante;
es una persona de muy poca expresin de sus sentimientos, un
tipo extremada
mente duro, duro en su trabajo. Trabajar en una Posta de Urgencia es una cues

tin muy, muy chocante, muy dura, hay que tener mucho estmago" (Juan, 32
aos, medio alto). "Era un tipo duro, un tipo bastante duro" (Alberto, 46 aos,
medio alto). "Creo que l se endureci un poco en su vida. Se endureci sin que
rerlo. ...Se esconda un
poco en esta forma de ser dura, para poder sobrevivir"
(Fernn, 66 aos, medio alto).

Es revelador dos
padres "duros" confiesan las razones de su dureza a los
como

hijos ya adultos. "Mi pap es un tipo super sensible, pero con la sensibilidad
absolutamente negada. En ese sentido es la caricatura del macho, del que sufre
solo, el quejamos demuestra ningn tipo de sentimiento, ni rabia. Mi pap cuan
do chicos nos retaba, porque haba que retarnos. No haca manifestaciones de

que le molestara o tuviera rabia, sino de que haca. Y por otro lado,
eso no se

tampoco haca manifestaciones de afecto, salvo situaciones muy puntuales. ...

Hace muchos aos atrs, yo tena 23 aos, lo invit a comer un par de veces, en la
onda de conversar deigual igual, para enfrentarlo y decirle que a mime haban
a

pasado cosas. l me cont, ya a esa altura en su vida, la otra cara de la medalla,


cmo vivi muchas de las que hizo y cuya razn fundamental era el amor
cosas

que tena por nosotros. Una cuestin muy loca despus de tener un viejo ogro. Le
'

pregunt 'por qu no te separaste de mi mam y l dijo 'lo que pasa es que la cosa
con tu mam no funciona y no ha funcionado,
pero no me poda ir porque Uds.
tenan que educarse y yo no tena ninguna capacidad para tener dos casas, por lo
tanto me niego a m mismo, pero les puedo tener ms plata para que coman bien,

para que se eduquen bien'" (Jons, 33 aos, medio alto). "Al viejo jams lo tuve
cerca cuando cabro. Vine a conversar con l a los cuarenta aos, ah recin vine
a hacerme amigo de l. Siempre lo vi como la persona que da las rdenes no ms,
porque casi no se vea en la casa. El sala a trabajar oscuro y llegaba oscuro. Mi
viejo trabaj siempre en la construccin, fue maestro de construccin. Trabaj
durante toda la semana, incluyendo el da sbado y el domingo haca trabajos en
la casa, las reparaciones. As es que tiempo para conversar con l no tenamos.
58
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Adems l era un poco autoritario. Lo que s jams yo pas hambre, siempre


hubo de todo la casa, pan, comida, no nos falt nunca. Y ah empezamos a
en

conversar. Fuimos, nos tomamos un vinito y no era como yo lo vea antes. Vi que
el viejo era un hombre a carta cabal, era verdaderamente un amigo, porque el
viejo fue de la pampa salitrera. Ellos sufrieron la crisis del salitre y se vinieron a
Santiago con mi abuelo y mi abuela. El viejo me conversaba de toda esa poca.
Ellos captaron que en ese tiempo haban muchas ms diferencias que ahora en lo
social. No se respetaban los horarios de entrada ni de salida del trabajo, no
haban salarios, no haban sueldos, nada. Adems la gente se dejaba pasar a
llevar, toda la gente de esos lados no hacan valer ningn derecho, eran total
mente ignorantes. La persona que saba leer era un letrado. Mi pap me cont

que l haba llegado hasta sexto preparatoria solamente, pero el viejo saba ms
que una persona que haba ido a la universidad porque el viejo era buen lector.
Tena una biblioteca, fue un lector muy bueno. Se form solo. Conversbamos de

poltica, religin, actualidad, saba de todo. As que, ah conversamos de todo


eso con viejo y nos hicimos grandes amigos. Trabajamos con l y me ense lo
el

que s actualmente de construccin, todo eso lo s gracias a l. Le pregunt por


qu no nos enseo a nosotros el trabajo que haca l y dijo que no quera, porque
nunca quiso que nosotros furamos igual de explotados que lo que fue l, porque

el viejo a la edad de catorce aos ya estaba trabajando, con previsin y ala edad
que jubil, como a los 67 aos, le pagaron una miseria y adems estaba enfermo.
Eso era lo que l no quera, que nosotros pasramos lo que pas l" (Choche, 50
aos, popular).

De los padres no slo se espera afectos y cercana, sino tambin que sean respon
sables, proveedores, trabajadores y autoridad.

Los padres son responsables, espera que lo sean, es otro de los aprendizajes y
o se

vivencias que los varones tienen con el propio padre. Para algunos era claro que

responsabilidad que signific la paternidad.


no les fue fcil a sus padres asumir la

"Lo encontraba bastante irresponsable porque siempre mi mam tuvo que salir a

trabajar y l pasaba durmiendo y a veces llegaba la persona que le vena a co


brar el arriendo del sitio y se meta debajo de la cama (risas)"... "Mi padre se
consigui un sitio que pudo haber sido de nosotros, pero el hombre era muy
irresponsable, farrero y prcticamente, no le trabajaba un da a nadie, sino que
mi madre tuvo que salir adelante" (Hermano, 39 aos, popular). "Lo veo a l
como un pap muy responsable. Creo que le costo harto ser pap" (Eugenio, 45

aos medio). "Mi pap era muy preocupado de nosotros, mi pap actuaba en casi
todas las circunstancias" (Pablo, 46 aos, medio alto). "Muy maravilloso, era
una persona que nunca se descuid de su hogar. Al viejito, como cualquiera, le

gustaba tomar sus tragos y cuando volva, si volva en taxi, siempre llegaba con
59
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

algo, una vez lleg fondo con su cabeza de chancho adentro y dos pollos.
con un

Mi padre deca a mi madre 'cualquiera cosa puede faltar en la casa, menos el


alimento'" (Cochecho, 56 aos, popular). "Tengo la imagen de un
padre, que
siempre estaba con nosotros, preocupado, al que nosotros tenamos que respon
derle" (Fernn, 66 aos, medio alto).

El padre ensea, en la vivencia con los hijos, que es el proveedor de la familia.


Debe conseguir los recursos materiales y el dinero para satisfacer las necesidades
de su mujer e hijos. Se espera del padre que lo sea
y los otros tienen derecho a
exigrselo. La calidad de vida de los varones entrevistados estuvo directamente
relacionada a la capacidad de trabajar y proveer del padre, que fue calificado
por
algunos como responsable en sus obligaciones y no tanto por otros. Un buen re
cuerdo tienen del padre trabajador, aunque en otros
aspectos de su vida discrepen
con su
figura. "Mi padre es un hombre correcto, hombre trabajador, que tena
mucha visin de lo que era la vida y la realidad, era
muy precavido" (Negro, 33
aos, popular). "Tengo muy buen recuerdo; era un hombre bastante bueno... Vi
vamos bastante bien con lo que ganaba, salamos de vacaciones, tenamos casa
de vacaciones. Era un muy buen estar" (Clark, 42 aos, medio
alto). "Fue un muy
buen padre, para la familia, pero tambin l tena ese
problema de que desgra
ciadamente en la construccin se trabaja un tiempo y despus se
queda sin traba
jo uno, y mi mam tena que lavar lo ajeno para poder seguir apechugando, sino
no haba para
seguir comiendo. ...El se preocupaba mucho de la mantencin de
nosotros, de que tuviramos buenas comidas, que no nos faltara la comida"

(Charly, 48 aos, popular). "Era un viejo excelente persona buena gente conmigo.
Era cumplidor con sus obligaciones, le gustaba tambin su
(gesto de beber), pero
nunca fall nada de la casa, nunca
falt. Nunca pas necesidades cuando estaba
estudiando" (Loco Soto, 69 aos, popular).

La dedicacin del padre es al


trabajo, debe salir los
a
conseguir recursos para
provee al hogar. Su ausencia del hogar
se explica,
porque iba a trabajar. "Mi pa
dre, sala a trabajar a las seis y media de la maana, llegaba a las cinco y media,
seis de la tarde, coma, lea y se acostaba, no sala... "

(Hilarin, 39 aos, popu


lar). "El padre un poco tpico, clsico, que trabajaba todo el da"
(Eugenio, 45
aos, medio). Su trabajo requera, muchas veces, de gran esfuerzo, especialmente
fsico, que lo agotaba. Por lo tanto, al volver estaba cansado y hambriento
y se le
deba esperar con alimento preparado y
dejar espacio para que reposara; por lo
mismo, sala poco con la familia, vea televisin (en los ms jvenes), se acostaba
ms temprano y exiga silencio.

Que el padre es la autoridad del hogar es una vivencia que se tuvo en el hogar de
origen. Para los varones de sectores medios el padre fue el que protegi, se le
60
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

deba obediencia, respeto, se le rindi cuenta, era el que resolva sobre los com
portamientos de los hijos, aunque la madre en la cotidianeidad representaba al
padre y mantena el orden. "Claro, me senta protegido por l; ir al lado de l era
una cuestin importante" (Juan, 32 aos, medio alto). "l
llegaba en la tarde a la
casa, donde le tenan todas las novedades del da, novedades ms bien malas; de
las embarradas que haban quedado dentro de la casa" (Eugenio, 45 aos, me

dio).

Una de las imgenes paternas que ms recordaban, los varones de sectores popu
lares que se criaron con madre y padre, fue la del padre como autoridad de la casa,
el jefe del hogar. "Mi mam se enojaba con gritos, pero con un grito as como que
cmo dijera?... suaves y no,
te peg nunca. De la nica forma que me
no me

castigaba era que me deca que le iba a contar a mi pap, me deca que le iba a

contar y al fin y al cabo ni le contaba" (Chano, 22 aos, popular). "A mi pap lo

vea como el jefe. l era el que daba las rdenes. Lo que deca haba que hacer,
ah no haba discusin, no haba bueno o malo, sino que tena que hacer, a
se

pesar de que peg, no recuerdo que me


nunca me haya pegado, pero s nos pega
ba grito y nosotros quedbamos ah" (Choche, 50 aos, popular). Pero en la
un

vida diaria era, para muchos, la madre quien mandaba "Mi mami, pero mi papi
deca que l era (risas). Todos creen que es el pap el que lleva los pantalones, es
mentira, manda la mam en la casa" (Koke, 32 aos, popular). "Mi mam; en
todas las casas manda la mujer, no es cierto de que mande el hombre, el hombre

pone el billete, si es que lo pone, pero la mujer manda en la casa" (Negro, 33


aos, popular). "En la casa? Mandaba ms mi mam" (Cochecho, 56 aos, po
pular).

Haba padres de sectores populares, que no siempre aportaban a la mantencin de


la familia, a veces daban poco o nada, tenan otra/s mujer/es y/o eran alcohlicos
y se gastaban el dinero. En ese caso era la madre, ellos mismos o sus hermanos/as

mayores, los que tenan que salir trabajar. a Pero incluso en estos casos el padre
nodejaba de ser la autoridad, si segua viviendo en el hogar, en alguna medida se

les respetaba y l haca valer esta presencia a veces con maltrato y violencia hacia
la pareja e hijos. "Mi pap, en cuanto a lo monetario, se pona y se pone para la
casa, pero poco. Mi mam se quedaba sin nada por pagar, qu s yo, la luz, el

agua y vestirnos a nosotros, mientras que este caballero es poco lo que aporta
para la casa, porque compra mercadera y de ah nada ms. Afectivamente s,
bueno hasta el momento ha cambiado un poco, se llevan un poco mejor, pero

igual de repente le da por el copete y se transforma, como yo me transformo


cuando estoy con mi vicio, l igual se transforma" (Jorge, 21 aos, drogadicto).
"Era canalla, mi viejo, era Porque cuando vivi con nosotros, pasamos
canalla.
hambre, de todo. Por eso, cuando me puse a trabajar, no quera eso para mis
61
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

hermanos. Es cuestin psicolgica, porque viv mucho y sufr mucho, enton


una

ces para mis hermanos chicos que venan ms atrs, no quise. Mi


viejo llegaba y
"
l se compraba un par de huevos y se los coma solo. Ese toque (Guido, 26 aos,

popular).

El padre introduce a diversos mundos sociales

El padre es en muchos casos el que introduce a los hijos en diversos espacios


sociales. De los padres se aprendi, desde la infancia, que por su iniciativa se les
abri una gama de mundos a los que no les era posible acceder a ellos solos. Los
que no tuvieron esos aprendizajes con el padre lo recuerdan con pesar y a veces
dolor.

Es el que incentiv al trabajo, e inici, en muchos casos, en la importancia/no


importancia de la vida pblica y la poltica, la religiosidad y la espiritualidad, en
los deportes, en las artes. El padre introdujo al hijo en la historia familiar y le

ense sobre lo que le corresponda hacer en la divisin sexual del trabajo.

El padre introduce a los hijos al mundo del trabajo. Los varones adultos y los
padres deben trabajar; esa es su actividad principal y es muy importante; la fami
lia depende de ello. Este mensaje fue transmitido constantemente a los hijos, tanto

por el padre, como la madre. Algunos padres los llevaron a sus oficinas, les mos
traron las fbricas donde trabajaban, los incorporaron en algn momento en sus

actividades. Les sealaron, de alguna manera, qu es lo que ellos hacan. "Varias


veces me llev al restaurant donde trabajaba" (Koke, 32 aos,
popular). "Re
cuerdo que mi pap tena un taxi cuando ramos chicos y que a veces lo acompa
aba los sbados. Sala taxiar y yo sala con l. Me iba adelante sentado, lo
a

acompaaba toda la maana. Tena por decirte 8, 10 aos. Me bajaba a abrir la

puerta a la gente" (Jons 33 aos, medio alto). "Me enseaba que esta herra
mienta sirve para esto... Nuestras actividades... nuestros juegos, digamos, eran

que el nos incorporaba a su actividad cotidiana, me haca partcipe de todas esas


cosas... Que el hombre tena que saber hacer de todo, que el hombre tena que
saber barrer, lavar, planchar, manejar, arreglar el auto, la mecnica y los fie
rros. Empec a trabajar a los 17 aos, con contrato,
pero en realidad empec
como a los 14 aos haciendo trabajitos de albail,
carpintero, producto de lo que
l me haba enseado. Fjate que l me deca que me iba a servir y qu rpido me
sirvieron" (Fernando, 33 aos, popular). "De repente acompaarlo en el traba
'

jo.... Llegaba a las tres de la maana y tocaba la ventana y deca 'vstete y vamos
(David, 43 aos, medio alto). "Empez a llevarme a trabajar, porque yo estaba
mal de pega, casado y me puse a vivir en la casa de ellos. Con l aprend lo de la
construccin. Lo que aprend mi viejo me lo ense bien" (Choche, 50 aos, po-
62
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

pular). Los padres muestran que en el mundo del trabajo hay jerarquas, no son
todos iguales; unos mandan a otros. "Me di cuenta de que tuve un pap que no se
levantaba en la maana temprano y parta a la oficina donde tena un jefe (que
dependa de l)" (Wally, 40 aos, medio alto).

Los padres son actores


principales en introducir a los
poltica, en valo
hijos en la
rar la cosa pblica y el servicio a terceros. Las conversaciones,
especialmente en
las horas de comidas, eran los espacios donde se hablaba sobre poltica, lo que
suceda en el pas; se confrontaban opiniones. En los relatos era el padre el que
iniciaba y/o permita este tipo de conversaciones, discutiendo con los hijos, fuese

porque l participaba en actividades polticas o senta preocupaciones al respecto.


Este tipo de debates, que incentiv el padre en torno a la poltica y al servicio

pblico, estaba mucho ms presente en los relatos de los varones mayores de


cuarenta aos, que entre los menores, y entre los de sectores medio, aunque tam
bin algn varn
joven lo seal. "Mi madre toda
trabaj y tambin fue
su vida
dirigenta poltica" (Fernando, 33 aos,
popular). "Mi padre
era un personaje muy

centrado en la cosa valrica, catlico, de derecha; estamos hablando de la poca


de Pinochety l era muy partidario de ese cuento" (Wally, 40 aos, medio alto).
"En la casa de alguna u otra forma, mi pap sobre todo, nos plante en alguna

oportunidad que nosotros ramos seres fundamentalmente sociales, no en trmi


nos de ser bueno para las fiestas, sino que de estar metidos en la cuestin social"

(Eugenio, 45 aos, medio). "Mi pap era un hombre de verdades 'per se'. Yo tena
choques con l, una relacin de bastante amor, pero bastante conflictiva. Sin
embargo, yo le discuta; si acababa de aprender algo en el colegio y l deca otra
cosa, yo le deca no, no es as" (Pablo, 46 aos medio alto). "Conversbamos de

poltica, religin, actualidad, saba de todo" (Choche, 50 aos, popular).

El respeto por los bienes pblicos, la valoracin de la honradez, del lugar de traba

jo fueron asimismo comportamientos y valores aprendido del padre. "Mi padre


era un hombre que trabajaba. Quizs un poco molesto por la incapacidad que
tena de confrontar ciertas cuestiones que no le parecan que estaban bien. ...

Incapaz de robar Tena las llaves completas de las bodegas y l no era capaz
...

de sacar un tarro de pintura para pintar nuestra de la empresa,


casa que era

viviendo nosotros en la misma empresa (en Ferrocarriles del Estado)" (David, 43


aos, medio alto).

Los padres, de algunos varones mayores de sectores medio alto, participaban en


grupos religiosos y/o eran creyentes observantes. "Se meti muy fuertemente en
unos grupos que hay dentro de la Iglesia Catlica, que son los catecmenos"

(Wally, 40 aos, medio alto). "Tena valores morales muy estrictos, muy catlico.
Nosotros ramos de gruta de la virgen del Carmen en la casa, que l mismo
63
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

mandaba a construir donde vivisemos. Bautizaba la casa en el momento de en

trar a vivir en ella. ... Y darnos a nosotros, todos los hermanos que somos bastan
tes, una educacin como l pretendi darla, colegios catlicos y caros" (Fernn,
en

66 aos, medio alto). "En el aspecto religioso siempre fue un catlico observan
te" (Lisandro, 67 aos, medio alto).

Los padres introducen, o no, al mundo de la


literatura, las artes, la sensibilidad
artstica. La lectura de cuentos, historias, novelas, como expresin de cario y
cercana afectiva abri al nio mundo lleno de sorpresas, en un clima de ternu
un

rapor parte del padre. "La mayor experiencia de afecto de l es que me lea mu
chas cosas. Lo que he ledo y el gusto por la lectura es por l. l me sentaba,
cuando tena tiempo, y me le; me lea de Winston Churchill, Adis al Sptimo de
Lnea, tipo de novelas. Esa era su expresin de afecto" (Juan, 32 aos, medio
ese

alto). "Mi pap me cont que l haba llegado hasta sexto preparatoria solamen
te, pero el viejo saba ms que una persona que haba ido a la universidad porque
el viejo era buen lector. Tena una biblioteca, fue un lector muy bueno. Se form
solo" (Choche, 50 aos, popular).

Los padres protagonistas importantes en la iniciacin de los hijos en el depor


son

te y en la aficin a ellos. Entre los recuerdo que ms gratificaron a los varones

estaban las idas con el padre a jugar ftbol, a ver una competencia deportiva, ir a
divertirse, compartir una actividad en la que no estaba, generalmente, ni la madre
ni las hermanas. Los hijos varones conocieron por el padre, as, ese mundo, que
estaba ms all de la cuadra donde vivan, del barrio o del colegio. Fueron progra
mas preparados para los hijos varones. "Ir al ftbol, al estadio. Es una cosa im

portante que haya ido al ftbol, que nos haya metido en los primeros clubes a
jugar ftbol, cuando chico. Haber ido ciii-ci-ciento de veces a ver las carreras de
"
ciclismo. Mucho ciclismo. Todos los domingo nos bamos a ver el ciclismo (Da
vid, 43 aos, medio alto). "Ir a ver partidos de ftbol, salamos los das domingo.
A actividades de ese tipo; un poco actividades relacionadas tambin con la fbri
ca donde l trabajaba. Haba das de
partidos en que l participaba, donde ba
mos l, mi hermano y yo; los tres hombres. Te estoy hablando cuando tenamos
siete, ocho aos" (Eugenio, 45 aos, medio). Al padre se le demanda que inicie al
hijo en estas actividades, que comparta momentos de diversin jugando y/o asis
tiendo a eventos deportivos. Cuando eso no sucedi, qued como una falta que no
se olvida. "No recuerdo haber ido con l de nio jams; hasta los diez, doce aos

nunca. Creo que el nico partido de ftbol que me acuerdo haber ido con l fue a
los once, a los diez aos en Brasil. Fuimos a ver a Pel, que jugaba en el Santos.
Y despus uno o dos partidos de adulto ya, o de adolescente yo. Pero en general,
no; jams... Mi padre es muy deportista, jugaba golf, jugaba tenis. No me acuer

do que me haya dicho que jugara tenis con l cuando era nio, nunca. Entre los

64
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

dos, nunca hicimos nada"


(Mauricio, 32 aos, medio alto). "Mi papi fuefutbolista
conoca cualquier jugador de ftbol profesional, pero no tuve orientacin de l.
Yo era un insigne futbolista, llegu solo a un club compadre, ahila gente es super

dspota, se ve envidia, es un ambiente super penca. Pude haberme obviado todas


esas cuestiones si mi viejo hubiese hablado con un
amigo, hubiese pasado cola
do. Al final lleg un momento en que mand todo a la cresta no ms. Si hubiese
habido esevnculo antes, te orientan y te sacan adelante, pero no tuve nada de
eso y, por lo tanto, se perdi no ms un jugador" (Jano, 35 aos, popular).

Los padres introducen en la historia familiar, los parientes y sus liturgias, pueden
fortalecer o debilitar las redes familiares, estructurarlas o desestructurarlas. Las

visitas a los abuelos/as, tos/as,


primos/as; la participacin en fiestas o ceremonias
con los otros miembros de la familia, bautismos, matrimonios, cumpleaos, fune

rales, fueron incentivados en muchos casos por los padres, en algunos tambin
por la madre. "(A diferencia de mi padre), mis hijas saben que los sbado a la
hora del almuerzo, comemos donde su abuela" (Mauricio, 32 aos, medio alto).
"bamos a la casa de la mam de mi mam, que era una casa grande, una casa

antigua y hacan almuerzos. De parte de mis mam eran ocho hermanos, iban
todos con su familia y era bien simptico" (Franco, 41 aos, medio alto). "Me
sacaba a pasear en bicicleta, me llevaba donde mis abuelos, el pap de l, adon
de un to que estaba all en Talagante, en la fbrica Bata" (Felo, 58 aos, popu
lar).

Los padres asimismo socializaron e introdujeron a los hijos en la divisin sexual


del trabajo al interior de la propia familia. Lo que ellos hacan o no hacan en las
actividades domsticas era observado y recordado; especialmente las razones que
tenan para hacerlo o no. Muchos de ellos aprendieron que ciertas actividades le

corresponderan a los varones y otras a las mujeres. "El comer era nuestro y el
preparar la comida era de las mujeres" (David, 43 aos, medio alto). O que algu
nos padres/varones slo realizaban aquellas actividades que les gustaban y las

hacan cuando ellos deseaban. "(No haca) nada, aparte de arreglar cosas, como
mnimas digamos; cuando tena ganas" (Jons, 33 aos, medio alto).

En muchos padre era el que haca las reparaciones en la casa, trataba


casos el
resolver los desperfectos que se producan en la casa misma, en la construccin,
en el jardn. A veces enseaba al hijo a cmo repararlos. "Mi pap hacia todo,

todos los arreglos en la casa los haca l. Cortar el pasto, siempre, cambiar un
Nosotros tenamos
enchufe, arreglar una llave... Yo siempre fui su ayudante. ...

una casa que tena mil metros cuadrados de jardn. Las pegas duras, sucias, las

tena que hacer yo, o sea las haca mi pap, salamos a cortar el pasto, regar, o a

podar un rbol que haba que cortarle las ramas. Tena que estar yo con un

65
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

serrucho. Senta que haca todo en la casa, todas las pegas duras las haca
yo. A
mis hermanas jams las vi en ese drama. Ahora yo no recuerdo nunca haber
...

tenido que cocinar, o cosas as, que quiz mis hermanas si lo tuvieron
que hacer"
(Patricio, 32 aos, medio alto). "La mayora de las tareas domsticas las haca mi
mam, lo que s haca l eran los trabajos de casa, terminaciones, claro
siempre
"
l y yo, que era el ms grande (Hermano, 39 aos, popular). "Lea mucho, traba

jaba mucho. Siempre estaba trabajando en arreglos de la casa. Siempre haba


que arreglar algo" (Choche, 50 aos, popular).

Varios de los padres de populares colaboraban activamente en las activi


varones

dades domsticas y a veces asuman alguna de ellas de manera ms


permanente.
En estos hogares no haba servicio domstico profesional. "Le
ayudaba a cocinar,
cuando tena como cinco aos, seis aos. Me enseaba
cocinar, cocinbamos a

juntos, hacamos el juntos


aseo la casa"
(Femando, 33 aos, popular). "M
en

pap siempre era el que andaba arreglando todo, los desperfectos de llave, de
bisagras, de chapas, eso, era, chasquilla le ayudaba en todo, desde pelar la ver
dura hasta cocinar" (Negro, 33 aos, popular). "Qu es lo
que no haca! Era
jardinero, era carpintero, cocinero, de todo haca. Le ayudaba mucho a mi mam
en la cocina. Le preparaba pesto para las ensaladas, le pelaba
papas, cualquiera
cosa, todo lo que fuera para la casa l cooperaba" (Cochecho, 56 aos,
popular).

Entre los padres de sectores medios, especialmente los ms jvenes, tambin al


gunos padres ensearon a sus hijos a cocinar, especialmente en los fines de sema
na y como una forma de retribucin a la esposa. "Con mi hermano cocinamos
harto y el que nos ense es mi pap" (Jos, 30 aos, medio alto).

Padres y proyecto de vida de los hijos

De los padres se aprende que los hijos, en lo posible, deben una mejor calidad de
vida, ms oportunidades y recursos de la que ellos disfrutaron o carecieron. En
alguna medida se proyectan a travs de ellos.

Los recursos materiales, las condiciones culturales, las aspiraciones y proyeccio


nes de los padres definieron en gran medida, durante la infancia adolescencia, el
y
tipo de demandas que recibieron los varones en relacin a su vida adulta. Los
padres de origen popular, con recursos econmicos y culturales precarios, tenan
serias limitaciones en la percepcin y construccin del futuro de sus
hijos. En
general les preocupaba, pero no hablaron con ellos acerca de planes o proyectos.
"No, no. Planes para el futuro no" (Jano, 35 aos, popular). "Nunca llegamos
desgraciadamente a conversar sobre planes" (Hilarin, 39 aos, popular). Los
padres aspiraban que ellos fueran buenos trabajadores, que les gustase trabajar.
66
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

"Orgulloso porque nosotros trabajbamos y ramos trabajadores como l, pero


nunca nos puso en la cabeza
quiero que ustedes sean mdicos, no, lo que ustedes
quieran" (Koke, 32 aos, popular). Si los hijos tenan proyectos lo dejaban a su
decisin. "Que recuerde, planes mi pap l quera que nosotros por s solos
no.

tratramos de ver lo que nos gustara. Porque si l hubiese querido darnos una
profesin, noshabra entusiasmado, as como hizo con un sobrino que tenemos
que es carabinero ahora, podra habernos entusiasmado y habernos dicho 'mire,
por qu no se meten, yo los ayudo y los ingreso al Cuerpo de Carabineros'. Pero
no, solamente l dej que nosotros hiciramos la voluntad y el gusto de nosotros"
(Cochecho, 56 aos, popular).

A los padres populares se les presentaba una constante tensin entre las demandas
que hacan sus hijos por estudio y trabajo, especialmente a partir de la adolescen
cia, pues las aspiraciones por una mejor calidad de vida estaban limitadas por la
disponibilidad de recursos materiales y la educacin formal no era una respuesta
inmediata a esas necesidades. "Cuando empec a trabajar mi padre me pidi que
trabajara y estudiara, lo intent, inclusive ingres al colegio y cuando logr dar
la ltima prueba de ciencias sociales sal reprobado, no me entregaron el
certifi
cado. Pienso que a lo mejor pude haber sido alguien en la vida" (Hermano, 39
aos, popular). "Yo tena 15 aos, todava estaba estudiando y ah tuve que empe
zar a trabajar" (Choche, 50 aos, popular).

En general, los jvenes populares iniciaron su adolescencia con mucha incerti-


dumbre acerca de su futuro y sin un proyecto de vida claro, por falta de recursos
en la familia. Haban recibido, en muchos casos, afecto, pero escasos elementos

que los orientasen en la conformacin de una vida adulta y, algunos, haban pade
cido violencia y padre(s) alcohlico(s). Una cierta proporcin fue criado slo por
la madre, el padre los haba abandonado y sentan la falta de la figura paterna en la

preparacin a la vida adulta. Adems, la accin paterna y/o materna tena un lmi
te en la pobreza o escasez de medios para "pagar" un futuro, financiar estudios o

una preparacin laboral ms sofisticada que les permitiese acceder a


trabajos mejor
remunerados. Esta limitacin familiar se transform en un desafo que recay en
el joven: intentar construir una vida de mejor calidad y mayores condiciones ma
teriales que la de sus padres. El futuro se lo forj, en cierta medida, l mismo, pero

dependi y en parte importante de lo que la "vida le depar", o "Dios quiso", o sea


aquellas circunstancias que estaban ms all de su control.

Los padres de los varones de sectores


populares se haban planteado aspiraciones
y deseos con respecto al futuro de sus hijos -y algunos se esforzaron para que se
concretasen-, pero en muchos casos las expectativas, sus condiciones de vida y
las circunstancias biogrficas impidieron que sas se realizacen. "Que sea un hom-
67
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

bre de provecho, de familia, algo que casi todo el mundo quiere de sus hijos.
Grandes planes no s si mi mam tendra para m, nunca me comunic. Pero ella
siempre me incentiv a que yo planeara mi vida y que me la jugara por ser un
hombre digno, por tener un buen trabajo... Me lo dijo: 'pucha yo
ya no puedo
hacer ms por ti, no te puedo pagar una carrera, no te puedo pagar nada ms;
ahora lo que viene, viene de tu parte, t tienes que hacerlo, t tienes que forjarte
un futuro mejor' y yo creo
que esos eran los planes" (Cristian, 26 aos, popular).
"Lo nico que quera era que estudiara no ms. l me deca 'mira, hasta
que las
fuerzas me den estudia, despus ms adelante quizs'" (Loco Soto, 69 aos, po
pular).

No sucedi as con los padres de sectores medios, con una amplia gama de recur
sos econmicos y culturales; la construccin de proyectos de vida posibles para
sus hijos estaba presente y claramente definido. Estos pudieron articular estudio y
trabajo a partir de una inversin
importante en estudios formales que se expresa
ra, en el mediano plazo, en trabajos acordes al nivel de vida y prestigio social
deseado. Fueron mucho ms claros, con proyectos definidos para sus hijos y su
concrecin fue seguida de cerca hasta que llegaron a la vida adulta. Durante todo
ese tiempo los
hijos tuvieron un grado de dependencia paterna mayor a la de los
varones populares. Estos
progenitores les ensearon que un padre debe tener pro
yectos para los hijos: no le es indiferente su futuro, ni lo deja al azar de las cir
cunstancias; debe procurar que se proyecten, que aseguren una calidad de vida a

lomenos semejante, sino


mejor a la de ellos. Asuman que tenan que proveerlos
de los medios necesarios para asegurar dicho futuro. El recurso en
que todos con
cordaban era, cualquiera fuese la edad del varn, que el hijo deba tener una
pro
fesin universitaria. "Obviamente el objetivo era siempre ir a la Universidad y un
ttulo profesional; eso s era algo que se defina" (Jos, 30 aos, medio alto).
"Nos educ en la cosa intelectual, nos educ para ser unos profesionales"
(Wally,
40 aos, medio alto). "S. Los planes eran que yo fuera profesional en
general.
Eso era lo bsico" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Tener una profesin fue,


por tanto, una cuestin obvia para los varones de secto
res medios; se daba
por entendida y adems era compartida por los propios entre
vistados. No hubo una imposicin de qu estudiar; no se oblig directamente a

seguirdeterminada carrera, por el contrario cada uno eligi lo que estim ms


adecuado y, en algunos casos, coincidi con las aspiraciones que los padres men
cionaron. "Fue un tipo queimpuso cuestiones. Que hiciera lo que que
nunca me

ra" (Juan, 32 aos, medio alto). "Siempre mi pap tena esperanzas de que estu
diara una carrera aceptada por l. Igual, yo nunca sent que l tratara de impo
nerme una cuestin, sino
que era una cuestin psicolgica, subliminal" (Patricio,
32 aos, medio alto).
68
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

En algunos, estuvo presente el peso de la tradicin familiar. Padres, tos, abuelos


haban hecho profesional que era admirada por los padres y esperaban
una carrera

que sus hijos varones la continuaran. La presin de ellos se dej sentir y fue acep
tada por algunos. "Mi padre era un soador, fue militar y nos mostr ese camino
y a m me gust tambin. Mis abuelos tambin haban sido militares y haban
estado en la Escuela Militar estudiando. Me gust ese camino y lo tom" (Franco,
41 aos, medio alto). "Influy mucho en que estudiara derecho. Mi abuelo fue

abogado, iba a ser relator de la Corte, sigui toda la carrera judicial, tena voca
cin. Mi madre deca siempre que tena que ser abogado, porque era algo que se

perdi, ninguno de los hijos del abuelo se recibi" (Lisandro, 67 aos, medio
alto).

En los varones jvenes los planes de algunos padres estaban asociados al


ms
xito: ser exitosos y ojal ricos. Para eso, tener una profesin que lo permitiera,
era bsico. "Los planes que l tena para m eran que fuera ingeniero. No me

obligaba a que lo fuera, sino a que fuera profesional. Que estudiara una carrera
universitaria, que fuera exitoso. Saba que tena que ser exitoso" (Mauricio, 32
aos, medio alto).

En los varonesmayores, cuyos padres eran de sectores medios, tener una profe
sin era parte de la definicin de lo que se deba esperar de los hijos en una "fami
lia tpica" de clase media. "Fue la tpica familia chilena media dira yo, profesio
nal, cuyas aspiraciones de los padres para con los hijos era ser todos profesiona
"

les universitarios, y para eso nos formamos, nos educamos, fuimos al colegio
(Alberto, 46 aos, medio alto). "Yo creo que sa es como la cuestin de la casa,
tener un hijo profesional est tambin en el sentido ms bsico del hombre medio
chileno, casita y el hijo profesional, como la realizacin" (Pablo, 46 aos, medio
alto).

Los varoneshijos de inmigrantes extranjeros sintieron la demanda que les hacan


sus padres por lograr posiciones sociales ms altas y una insercin definitiva en

un sector social en el cual ellos recin se iniciaban o queran que sus hijos lo

lograran. Tenan claro que poseer un ttulo universitario, especialmente en una


profesin de prestigio social y liberal, lo permitira. Ninguno de ellos haba logra
do llegar a la universidad, eran pequeos comerciantes e industriales, que logra
ron una posicin relativamente media. Estos padres aspiraban a que sus hijos

lograran lo que ellos no haba podido. Reparar una injusticia, superar precariedades.
"Quera que yo fuese economista, pero entiendo que lo que l quera es que fuese
como el fue siempre comerciante, le
capaz de manejar una gran empresa, porque
hubiese encantado tener los conocimientos tericos para hacer una cosa que
termin por hacer tambin; su sueo fue probablemente que yo fuese economis-
69
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

ta" (Alberto, 46 aos, medio alto). "l nos quiso dar todo para que nosotros
furamos, naturalmente, profesionales ojal independientes y no pasar las

pellizqueras que tuvo que pasar. La pretensin, parece de todos los padres, de
...

que sus hijos mejoren lo que ellos mismos son" (Fernn, 66 aos, medio alto).

Se sintieron, asimismo, demandados a serms que los progenitores, aquellos va


rones que eranhijos de empresarios, de origen aristocrtico o inmigrantes. Que
los hijos lograran tener calificacin y un desarrollo intelectual con ttulos profe
sionales/universitarios a la que ellos no haban accedido por las demandas fami
liares, especialmente de sus propios padres (abuelos de los entrevistados), al ser
incorporados a los
negocios familiares. Eran empresas familiares que en esos tiem
pos se podan manejar sin calificacin profesional. "Mi padre enfatizaba mucho
que nosotros tuviramos desarrollo intelectual muy fuerte. Creo que tuvo la
un

gran frustracin de no haber terminado la Universidad. Mi abuelo, en esos en


tonces, quera que mi pap viniera a apoyarlo en el negocio, en esta fbrica, en la
fbrica de muebles, y en esa poca ser profesional universitario no era tan rele
vante, pero mi pap siempre qued muy frustrado con el cuento, entonces siem
pre quiso que sus hijosfueran profesionales universitarios" (Wally, 40 aos, medio
alto). "Porque siempre deseo ser profesional, probablemente hubiese sido un ex
celente abogado, ese era su sueo; su frustracin. Porque el pap de l era inmi
grante, lo meti a trabajar y no lo hizo estudiar, entonces l siempre deca que no
iba a hacer eso con sus hijos, al contrario, no (iba) a reproducir lo que a l le
hicieron" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Tambin sintieron la demanda de los padres, por asentarse definitivamente como


familias de clase media en ascenso, los hijos de padres profesionales de primera

generacin. Ellos, los entrevistados, eran la segunda generacin de profesionales


y deban asegurar esa posicin social y/o superarla. "El tpico esquema de ser ms
que l. El tena mucha carga en contra de ser profesor, tener baja remuneracin
y el mal trato profesional. Siempre esperaba que nosotros furamos un poco ms
que eso. Eso es lo que l esperaba y lo que espera tambin hoy da" (Jos 30 aos
medio alto). "(Est) marcada con la presencia muy fuerte de mi madre (matrona)

y de mi padre (mdico) en su esfuerzo por sacar adelante la familia. Nosotros


somos una familia, como se dice de primera generacin profesional, yo soy de la

segunda, de clase media emergente, no tenemos plata. Se ha consolidado la fami


lia a partir del esfuerzo de ellos, es el elemento central" (Juan, 32 aos, medio
alto).

Las demandas a sus hijos para que ascendieran socialmente, de padres no profe
sionales, empleados u obreros, fueron percibidas de la misma manera por los hi
jos que lograron concretarlo. Estos tenan presente que les demandaban mejores
70
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

posiciones sociales, mejor calidad de vida; aalgunos jvenes se les peda xito y
dinero "Para mi viejo era muy importante que nosotros furamos buenos alum
nos, el entendido de que siendo buenos alumnos eras exitoso en la vida y ser
en

exitoso en la vida pasaba por tener plata" (Jons, 33 aos, medio alto). En los

mayores la demanda fue ms difusa. Para estos progenitores la educacin que se


brind a los hijos era la herencia. No habra herencia en bienes, sino educacin.
"Haba una cosa nebulosa
digamos que marcaban: lo bueno est en estudiar, lo
malo est en no estudiar. Mi pap me deca que 'lo nico que les puedo dar es la
educacin; no tengo ninguna cosa que darles, ninguna cosa que heredarles, nada,
lo nico que pueden tener es estudiar, lo nico que les puedo dar es
estudio'"(Eugenio, 45 aos, medio).

Las madres, general, compartan los proyectos que sus parejas/maridos tenan
en

acerca de los hijos: que fueran profesionales. "Siento que mi madre se supeditaba

a los planes de mi padre" (Mauricio, 32 aos, medio alto). "Creo que mi mam

tena los planes que tena mi pap no ms, no tengo idea de que mi mam tuviera

planes" (Pablo, 46 aos medio, alto). Pero la religiosidad de algunas madres de


varones mayores se manifest, tambin, en proyecto hacia los hijos: que se dedi

caran al servicio de Dios, que fueran sacerdotes o pastores. "Creo que ella (mi

madre) estaba muy metida en el cuento de la formacin religiosa. Tena su fanta


sa de que iba a ser cura" (Wally, 40 aos, medio alto). "A mi me encontraron
"

vocacin, como a los 8 9 aos, de pastor. Tenan planes para mi en la Iglesia


(Neftal, 54 aos, medio).

Ms de algn padre dej en claro que l esperaba de su hijo reciprocidad cuando


le llegara la vejez. La profesin del hijo deba asegurar la vejez del padre. Los

padres esperaban que los hijos les respondieran cuando ellos fuesen viejos. Al
padre le corresponde proveer y mantener mientras tengan fuerza y vitalidad, pero
-como en una carrera de postas-, con la vejez se pasa el bastn y son los hijos

quienes debern hacer el esfuerzo para mantener a los padres. "Lo que esperaba l
era un cario de vuelta la vida, y que ahora lo tiene. l habla de bastn.
en

Mientras yo soporto el bastn los cro y desarrollo, pero despus, cuando yo soy

viejo, son (los hijos) los que toman el bastn" (Pablo, 46 aos, medio alto).

71
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

El padre personaje contradictorio

Del padre se espera cario, cercana, proteccin, seguridad en la vida familiar.


Preocupacin del futuro de los hijos en los populares; proyectos y medios para
lograrlo en los de sectores medios. Ellos son los que introducen a los hijos en
diversos espacios sociales. Pero la vivencia con un padre que tuviese los atributos
mencionados estuvo muchas veces entremezclada con experiencias que las con
tradecan. El padre, en general, fue visto como personaje multifactico:
por un
lado amado, querido y respetado, por otro temido, lejano y algunas veces rechaza
do u odiado; con comportamientos ambiguos y confusos: recto, en ciertas ocasio
nes, tramposo, en otras. Carioso en un momento y en otros castigador; persona

respetuosa de su mujer y a la vez maestro en el uso del poder con ella y otras
mujeres; amante de los hijos y distante de ellos (Olavarra, Benavente y Mellado
1998). "Porque a pesar que mi viejo nos peg, siempre estuvo ah, y apechug,
"
era un hombre golpeador,
pero nunca nos falt un plato de comida (Camilo, 27
aos, popular). "Mi pap una persona muy correcta y severa; muy rgida, de
castigos y retos permanentes, y cinturones permanentes. Me pegaba con su cintu-
rn" ( Mauricio, 32 aos, medio alto).

Esta experiencia contradictoria fue parte de la convivencia "normal" con el padre.


Cuando los comportamientos fueron contradictorios los hijos dieron, en
general,
una explicacin que justific al padre. El padre pudo ser todo lo agresivo, lejano,
que sea posible imaginar, pero en la evaluacin que hicieron de l hubo un hecho
o dieron una
explicacin que, de alguna manera, salv su imagen, pese a la opi
nin crtica y al dolor que les ocasion. "Lo que s vagamente recuerdo es que una
vez me llev a unos juegos, que estuve con mis hermanas arriba de un carrusel,

pero sa es una de las pocas bonitas que recuerdo de mi niez, de haber


cosas

estado en el
zoolgico l, pero de ah a otras cosas, no, sino que todas son
con

cosas malas" (Camilo, 27 aos, popular). "A mi padre le he dado en estos ltimos
veinte aos, creo que unos dos besos. No se da esa situacin de cario. Mi padre
fue obrero de ferrocarriles, veinticinco aos, trato de justificarlo, lo amo mu
un

cho, lo quiero mucho, me molestan mucho tambin sus errores, pero prefiero
tenerlo as y no tenerlo muerto" (Hilarin, 39 aos, popular).

Algunas de las situaciones que muestran un padre contradictorio, que conflictu a


los varones entrevistados, dicen relacin con la cercana afectiva, el trabajo, la
autoridad, el castigo y la violencia, como se observa en los prrafos siguientes.

El cario present normalmente doscarioso, pero lejano; carioso, pero


caras:

estricto; carioso, pero golpeador; carioso, pero ausente, por sealar algunas.
Carioso, pero estricto -o sea no tan carioso- "Es muy carioso, expresa mucho
72
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

afecto, mucho cario fsico, de apoyo, pero mi pap es profesor y enfundan de


eso es muy estricto" (Jos, 30 aos, medio alto, el padre le golpeaba en ocasio
nes).

El trabajo explica la lejana de los padres. En general vivenciaron que los padres
tenan poco tiempo para los hijos, llegaban cansados y tarde, con poca
predisposi
cin para estar con ellos y escucharlos, aunque les quisieran. Excepto algunas
veces, "contadas con los dedos de una mano", como sealara ms de uno,
que
jugaba o sala a pasear con ellos/l; recuerdo grato, de momentos que no se borran
de la memoria: la ida a la playa, al estadio, a un paseo, a encumbrar volantines.
Pero la sensacin que fueron pocos e insuficientes. Esta situacin an les
es

conflictua. "A mi mami le manifestaba mis problemas porque a mipapi... bueno,


no significa que le tuviera miedo. Es
que mi pap era de esos que trabajaba.
Antes las pegas eran ms pesadas, entonces llegaba cansado, jugaba con noso
tros un rato y de ah se iba a acostar. Entonces,
siempre a mi mam se le decan
las mejor" (Lucio, 29 aos, popular). "Dira que los pocos ratos libres que
cosas

pudo tener, jugbamos ftbol. El siempre me deca cosas, haca una especie de
luchas libres, pero en broma. Me haca cosquillas y cuestiones de ese estilo. A mi
me resultaba super entretenido. Pero despus se puso a trabajar (como indepen
diente), desde entonces esa cuestin disminuy, al diez por ciento" (Patricio, 32
aos, medio alto).

Otros no recibieron cario fsico del padre, segn sus testimonios, pero reconocen
haber recibido valores, era/es su forma de lo que
explica la falta de expresivi
ser

dad, era muy trabajador. "(Cario nunca te expres?) Que yo me acuerde no.
(Se abrazaban?) Jams. Muy trabajador, muy rgido, pero siempre muy dere
...

cho, al final de la vida me he dado cuenta de que inculcaba los valores correctos.
Pero antes toda mi infancia, y mi adolescencia, siempre tuve problemas gravsimos
con l. Que al final desembocaron que ahora de adultos, no tenemos ningn di

logo, ninguna relacin. Pero entiendo bastante por lo menos sus intenciones. No
s si los mtodos, pero s las intenciones" (Mauricio, 32 aos, medio alto).

El padre no era carioso, preocupaba de los hijos, los educaba. "La mane
pero se

ra de expresar cario de mi pap, era tratando de educarte como haba que edu

carte. O sea, que t seas un nio bien educado. Esa era una expresin del
...

cario que senta por ti" (Jons, 33 aos, medio alto). "Fue bastante duro, casti

gador. De mi niez no me acuerdo muchas cosas buenas de l, lo nico que s es


que aprend a leer antes de entrar al colegio gracias a su ayuda" (Hermano, 39
aos, popular).

73
Jos Olavarra A. Y todos (buenos) padres. Varones de
queran ser ...

El alcoholismo del padre, al que se quiere, produjo grandes dolores al hijo que
trat decomprender por qu se comportaba as. Cuando este comportamiento se
manifest ante terceros, el nio/joven experiment vergenza, y eso le afect di
rectamente. Pero ese recuerdo fue compensado con otras vivencias con el propio

padre. "Con mi pap, a veces nos ponamos a jugar, me agarraba, me levantaba


...
(Pero) mi pap siempre ha sido bien desconsiderado en cuanto a mi mam.
Era ms porque mi mam aguantaba. A veces llegaba mi pap curado con los

amigos y en la noche le deca a mi mam 'ya levntate que quiero comer' y mi


mam se levantaba no ms y le daba de comer a l y a los amigos, aunque a veces

yo estaba comiendo pan duro" (Willy, 21 aos, popular). "De nio tengo recuer
dos muy encontrados. Por un lado, era muy bueno para tomar; llegaba a la casa
con amigos, lleno de 'tos' que no haba visto en mi vida, a los cuales haba que

saludar y hacerles gracia. Era super desagradable para m. Recuerdo el miedo


...

que me daba llegar con algn amigo a la casa y que mi pap estuviera curado;
era una cosa muy, muy fuerte. Pero por otro lado estn los recuerdos entreteni

dos. Por ejemplo siempre recuerdo el Mercado Persa. Desde que tengo uso de
razn bamos al Persa, cuando estaba ah, alrededor de Balmaceda; bamos to

dos los Domingos y lo vea super entretenido por cosas tan locas cuando lo pien
so, porque mi pap me compraba un helado y me peda que le diera una masca

da; un recuerdo super lindo. Yo comparta una cosa que era ma con mi pap.
Adems mi pap conmigo era con el nico que sala solo, salamos los dos solos
siempre. Muchas veces lo acompaaba donde amigos, a sus tomateras y cosas
por el estilo; habitualmente me encontraba un amigo, hijo de otro, con el cual
poda armar lote y lo pasbamos bien. Recuerdo a muchos nios que conoc en
esas condiciones" (Jons, 33 aos, medio alto).

El padre fue un personaje violento, lejano afectivamente, impredecible en sus


comportamientos, que produjo miedo, pero un rasgo suaviz esa imagen y viven
cia, pese a todo era el padre. "De mi padre... maltrato, de repente estar bien con l
y otras veces mal, aguantar todo no ms, total son los padres de uno, sea como
sea, son los padres de uno. Antes, cuando ramos cabros chicos, compartamos

algo, pero cada vez que l se pona a tomar su trago, algo le pareca mal; se
desquitaba con cualquiera, a veces culpa no haba, pero bueno que le bamos a
hacer, no tenamos derecho a voz ni voto; l era l no ms y qu se le va a hacer"
(Claudio, 26 aos, popular). "No tengo buenos recuerdos en trminos de ser un
padre tierno, un padre acogedor. Era un tipo duro, era un tipo bastante duro.
...

Poco acogedor, poco gentil, poco carioso. Cuando t sientes que tu padre es un

viejo jodido, castigador, que es agresivo y que adems uno nunca sabe por qu y
en qu momento va a ocurrir eso; te puede estar abrazando y t puedes estar muy

asustado, porque no sabes si del abrazo puede pasar a la golpiza. Pero era ...

super noble" (Alberto, 46 aos, medio alto).


74
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Del padre, algunos esperaron que fuese carioso, pero tambin exigente. No hizo
demandas claras a los hijos sobre las metas a lograr, no pidi cuentas acerca de lo
que hacan, ni impuso reglas del juego sobre qu les corresponda. "Creo que era
poco demostrativo de andar hacindonos carioso; dema
cario, pero era muy
siado... Seguimos muy ligados. (Pero) el viejo me ha cagado la vida, por decirlo
as, porque fue muy poco exigente". (Eugenio, 45 aos, medio). Otros en cambio
se conflictuaron con lo contrario: demasiado
exigente e inflexible en sus de
ser

mandas los
hijos. "Siempre
a la enseanza
antigua, era medio gritn, era as
a

porque le gustaba que uno para el futuro tuviera buenos frutos. Siempre me ense
aba esto y este otro, y nos echaba su garabatito. A veces uno como hijo no lo
comprende. Pero cuando uno es padre, despus lo viene a comprender" (Cochecho,
56 aos, popular). "Era un hombre obviamente de una tradicin que podramos
ahora calificar de muy conservadora. Un hombre muy trabajador, muy empeo
so muy querendn de los suyos, pero muy inflexible en cuanto a las conductas
...

de tipo moral, muy inflexible con el colegio, con nosotros" (Fernn, 66 aos,
medio alto).

Un padre carioso, pero autoritario


genera conflictos en los hijos y estos no saben
bien comportarse.
como Por un lado mostr comprensin, ternura, por otro fue
duro e inflexible. "Era una persona muy autoritaria, que oscilaba entre actos de
ternura infinita, como una preocupacin, porque nos vea a nosotros con la cara

larga, insista hasta que le decamos cul era el problema; despus una dureza
muy grande cuando estaba enojado. Entonces era un padre yo dira complicado
de absorber, con salidas muy fuertes" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Entre los varones populares aprendieron algunos que los padres po


de sectores
dan ser cariosos con los hijos, pero, en ocasiones, todo lo contrario con sus

parejas/esposas. Sus padres desaparecan por un tiempo de la casa, porque tenan


otra mujer y a veces hijos con ella, aunque cuando estaban en su hogar la relacin

era buena, a veces cariosos y se llevaban bien. "Mi mam me cuenta que mi pap

era mujeriego, pero se llevaban bien" (Yayo, 26 aos, popular). "La relacin de

ellos, era buena. O sea... como te digo, mi papi cuando estaba en la casa ya las
cosas se arreglaban, no haba ningn problema, estaba todo bien, no haba nin

gn drama, no peleaban, al contrario, salan y no haba ningn problema. Los


problemas eran cuando desapareca una semana, dos semanas y despus llega
ba. De lo que acuerdo, que tengo memoria, ms o
me menos a los cinco, seis

aos, que mi papi se perda. Mi mami reaccionaba mal, mujer. Como como toda
toda mujer lo paraba al tiro y le deca: 'bueno y qu te pas a ti, por qu no te

quedaste con la otra, qu vienes para ac'; ah mi mami le tiraba cualquier cosa
que pillaba. l tena mujeres por el momento, pero hubo un tiempo en que vivi
con una, no tuvo hijos con ella, y los cabritos le decan pap a l. Y, ah estuvo un

75
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

"

ao, dos aos, calculo (Hctor, 29 aos, popular). "Por un lado protector, bueno
el trato con nosotros, excelente; pero otro con mi mam no se port bien, era

jaranero, se lo pasaban puro discutiendo. Tengo eso dos recuerdos" (Jano, 35


aos, popular).

No basta tener sentido del humor, ni simptico, un padre debe ser trabajador.
ser

Se espera del padre que sea trabajador, que se responsabilice de sus obligaciones.
De all que cuando el padre no mostr esas cualidades el hijo se sinti afectado.
"Un hombre muy simptico, realmente lo recuerdo como un tipo simptico, con
el cual desde chico he tenido un sentido del humor con l, una comunicacin a

travs del humor; (eso s)


... mi pap
bienflojn
era ..., se rodeaba de radios que
nunca arreglaba" (Neftal, 54 aos, medio).

En sntesis, los varones al momento de tener un hijo han internalizado un conjun


to de atributos padre y la paternidad, pese a que conscientemente muchos de
del
ellos no se lo hayan planteado y/o no lo reconozcan. El referente del padre que
est en los hombres incluye y combina las caractersticas que se han descrito ms
arriba: debe brindar afecto, tener cercana emocional y expresar cario fsico;
debe formar y ensear; se espera que sea responsable, proveedor, protector y tra

bajador; autoridad y permitir el crecimiento y autonoma de los hijos; debe


ser

asegurar la heterosexualidad. Tiene que ser un agente principal en introducir a los


hijos varones al mundo de lo pblico, el trabajo, la poltica y la honradez social;
debe abrir espacios para la religiosidad y/o espiritualidad, las artes y la literatura.
Iniciarlos enel deporte. Introducirlos en la historia familiar, en sus redes y en la
divisin sexual del trabajo.

Las vivencias de la paternidad

Los varones sienten, en general, que cuando nace su primer hijo no estn prepara

dos para asumir la paternidad. Tienen una percepcin contradictoria a partir de


demandas que se potencian o contradicen entre s, sea del referente social domi
nante de la paternidad, de los aprendizajes de los propios padres, de los requeri
mientos de las parejas e hijos y, muchas veces, de los propios sentimientos por
una paternidad donde prime la relacin amorosa, ntima y ms igualitaria. Pero,

pese a los temores con el nacimiento del hijo, no les qued otra asumir su paterni
dad y, como Juan dijo "Yo le creo absolutamente a este viejo cantante que dice 'a
todos los hombres les pasa lo mismo, cuando nace el padre llegan los nios'"
(Juan, 32 aos, medio alto).

76
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Esta postura lleva, en principio, a reproducir las formas vivenciadas y aprendidas


con el padre, en la crianza de sus propios hijos. La paternidad as, es enfrentada

como un fenmenoespontneo, que sorprende en cierta medida a los varones.


Salvo tener claro las responsabilidades que supone el hecho de ser padre: recono
cer al hijo y proveerlo, no est presente en su propia reflexin ni en el dilogo con

su pareja lo que ello significa en sta relacin y en la crianza. "Lo nico que te

puedo decir que s saba, era que iba a responder" (Marco, 32 aos, popular).
"Creo que eso pasa parte de un subentendido o de un bien entendido, pero
a ser

que uno no tiene conciencia, no lo analiza. Y est es la experiencia tambin, que


uno nunca se lo pregunt afondo" (Neftal, 54 aos, medio).

Segn los relatos de los varones,


cualquiera sea su condicin social y etapa del
ciclo de vida, la paternidad es algo connatural en la vida de pareja. Esperan tener

hijos en esa relacin. No siempre es una cuestin reflexionada por el propio varn
ni con la pareja, salvo el deseo sobrentendido de que tendrn hijos. Esto sucede

especialmente con el primer hijo, que llega, porque tiene que ser as. La fuerza del
mandato social se ve reflejada tambin en la presin que ejercen los propios pa
dres de la pareja porque stos tengan hijos y los comentarios de terceros que se

preguntan "si algo andar mal porque no tienen hijos?". "Hay cosas que uno no
se plantea muy seriamente. De hecho yo conozco solamente a una pareja que

decidi que no iba a tener hijos. No le gustaban los chiquillos chicos, pero las
otras miles que uno conoce los tienen y no se si siquiera se lo cuestionan. Uno

vive un poco para tener hijos. Y otro poco porque siempre es atractivo, es como
una novedad digamos saber cmo va ser un hijo tuyo, no deja de ser una aventura

y una apuesta interesante" (Alberto, 46 aos, medio alto).

Para algunos, el tener un hijo es una demanda de la naturaleza. El mandato de


reproducirse, al que no se puede eludir. "Si uno lo quiere mirar en trminos muy
bsicos es contra natura no querer tener hijos. No tener hijo es un desperdicio de
la vida, atentatoria en contra de lo escrito" (Jos, 30 aos, medio alto). "Es algo
natural, esperado desde el momento en que uno se casa" (Charly, 48 aos, popu
lar). Es tambin una expectativa que los hombres tienen, especialmente cuando
viven en pareja; la consecuencia natural de la vida en pareja: tener hijos. "Yo no
saba muy bien como era tener hijos, se supona era la consecuencia natural de
casarse y en una etapa posterior era tener a los hijos. Tambin ella lo vea como

una consecuencia natural, que furamos a tenerlo" (Patricio, 32 aos, medio alto).

Querer tener un hijo se siente necesidad de gozar a un nio, de compar


como una

tir con l la propia vida. "Me encantan los cabros chicos, no es tanto la proyec
"

cin de uno, sino que sentirlos. Siempre hay necesidad de cabros chicos (Juan,
32 aos, medio alto). "Yo amo a mis hijos y tengo vocacin de pap y soy para
11
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

hijos, o sea, yo no me proyecto sin ellos, me encantan los hijos y los disfruto
plenamente" (Juan Pablo, 38 anos, medio alto).

Tambin hay una presin familiar porque las parejas que se inician en la convi
vencia tengan hijos. Eso, en alguna medida, reafirma la necesidad de tenerlo.

"Siempre mi mam con la cuestin de los nietos, los nietos" (Juan, 32 aos, medio
alto). "Haba unapresin familiar muy fuerte porque yo tuviera hijos" (Patricio,
32 aos, medio alto).

Asimismo la paternidad resuelve en gran medida el mandato de la heterosexualidad,


no tiene que afanarse por demostrarlo. Entre los mandatos del modelo hegemni-
co de la masculinidad se destaca aqul que afirma que los hombres son
heterosexuales, les gustan las mujeres, las desean; deben conquistarlas para po
seerlas y penetrarlas (Valds y Olavarra 1998) y la forma quizs ms importante

para reafirmar su condicin de heterosexual, es tener un hijo "de una mujer". As,
la paternidad pone fin, al menos por un momento, al riesgo del repudio, tener un
hijo lo transforma en "hombre", lo salva de lo abyecto ante los otros/as (Fuller,
1997) y le mantiene dentro de las fronteras de la masculinidad "honorable". "Ser
pap es importante, para demostrar de que se puede procrear" (Eugenio, 46 aos,
medio alto).

Es la vivencia de la paternidad la que confronta, en gran medida, las expectativas


que se tenan de ser padre, con la vida misma, la experiencia. La decisin, ms o
menos consciente, de tener un hijo puede ser diversa entre los varones,
pero de
una u otra manera todos se enfrentaron a la disyuntiva. Las tres
generaciones de
padres estudiados expresaron su al
inquietud respecto, pero adquiri ms intensi
dad entre los menores de sectores medio alto, que estaban precisamente en el

perodo reproductivo. Los mayores recuerdan la situacin en que se encontraban


al tener sus hijos, pero no es, en general, un problema que tenga la fuerza de los
otros. Para los varones jvenes era necesario pensar muy bien antes de tomar la

decisin de tener un hijo, darse un tiempo, para completar proyectos de vida in


concluso: terminar estudios, conseguir un trabajo, casarse o para estar ms segu
ros de la fuerza del lazo que establecieron con la pareja; un
hijo obligara a man
tener una relacin que quizs no se deseara continuar. "Queramos en realidad

tener un tiempo juntos antes de tener hijos, entre los seis meses y el ao, de vivir

juntos, hacer vida de casados y todo lo dems. Eso fue bien corto, pero no hemos
echado de menos ese tiempo" (Jos, 30 aos, medio alto). "Nos demoramos tres
aos de casados antes de tenerlo... ella me deca 'hay que esperar' tena miedo de

que la cuestin no resultara y quedarnos con un cabro chico, cuestin que des
pus se desapareci" (Juan, 32 aos, medio alto). "Nosotros elegimos cuando
queramos tener hijos, queramos estar un tiempo sin tener hijos. Vivir casados
78
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

sin hijos y despus tenerlos" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Fue una deci
tener

sin tranquila, normal, que haba que hacerlo, ms bien la provoqu yo, ms que
ella, pero algo inevitable" (Juan Pablo, 38 aos, medio alto). "El momento, el
cundo, tena que ver con los estudios, con una serie de cosas pendientes, pero
era muy fuerte en ambos la necesidad de tener un hijo" (Juan Pablo, 38 aos,

medio alto).

Para los populares, en general el primer hijo naci cuando tena que na
varones

cer, a lo que Dios quisiese, a muchos los sorprendi el embarazo de la pareja. Pero
lo esperaban y lo aceptaron. "Mi idea era tener hijos, pero no a tan temprana
edad, pero ahora es lo ms lindo que tengo" (Yayo, 26 aos, popular). "Bueno, el
primero no se planifica sino que es un hecho que tiene que ser. Y los dems son
planificados, por las edades, por el tiempo. Se decidi cuando nacera uno por
uno" (Charly, 48 aos, popular). "Yo quera tener lo que Dios quisiera no ms. Si
era hombre o mujer daba lo mismo" (Cochecho, 56 aos, popular).

En los sectores medios, especialmente, se espera que los hijos vengan cuando el
varn tiene una profesin, trabajo estable y se haya casado. Ese es el proyecto de
vida, que a veces se ve frustrado, especialmente en los adolescentes al embarazar
a sus pololas4 y tener que asumir su paternidad. "Tener hijos es algo que uno

espera cuando se casa" (Juan, 32 aos medio alto). "Es una parte importante del
"

proceso de la pareja, el objetivo final del matrimonio, algo natural, esperado


(Franco, 41 aos, medio alto). "Si uno se casa con un proyecto de familia, signifi
ca que dentro de ese proyecto hay que considerar a los hijos" (Clark, 42 aos,

medio alto).

Pero para muchos, especialmente en sectores populares, el embarazo de la pareja

y el hijo que esperan, es lo suficientemente importante como para precipitar la


convivencia y en algunos casos el matrimonio. El embarazo abre las puertas a la
convivencia, siempre que haya un lazo amoroso o de afecto
pareja y un con la

hogar que los acoja; generalmente la convivencia comenz como allegados en el


hogar de los padres de ella o de l. Convivir no necesariamente signific casarse.
"Fue poco despus del embarazo, debe haber sido muy rpido. Cuando ella se
embaraz, decidimos los dos vivir juntos" (Marcelo, 21 aos, popular).

El momento que nacieron los hijos sorprendi a algunos, porque no lo espera


en

ban, algo fall, especialmente los anticonceptivos que usaban o el calendario les
hizo una mala jugada, pero eso no signific que esos hijos no fueran deseados y

queridos. Otros en cambio si lo decidieron. "Mi seora qued embarazada, fue


4
"Polola" =
amada, pareja, novia.

79
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

algo espontneo, no fue planificado" (Yayo, 26 aos, popular). "Plenamente me


ditada, pensada, buscada de acuerdo con el consentir intimo, ella tena seis me
ses antes todo
planificado, incluso las fechas" (Juan, 32 aos, medio alto). "No
esperaba tenerlos tan pronto, buscaba haber avanzado un poco ms quizs eco
nmicamente, a lo mejor haber estudiado un poco ms. Casualmente se produce
el embarazo. Me imagino que eso fue casual, mucho amor" (David, 43
aos,
medio alto).

Cualquiera sea la edad del


padre el nacimiento de un hijo fue una experiencia
inolvidable, una fuerte
impresin, algo maravilloso, espectacular, indescriptible.
Los conmueve. Es, para algunos, lo mejor que les ha
pasado en la vida. "Creo que
es lo ms lindo
que le puede pasar a un hombre" (Daniel, 22 aos, medio alto).
"Ser padre es lo ms grande que me ha pasado" (Guido,26 aos, popular). "Un

hijo es lo ms grande que puede tener una persona como incentivo, porque un
"
hijo es un incentivo para seguir luchando por la vida, a seguir surgiendo (Yayo,
26 aos, popular). "Una maravilla, estuve ah, tom fotos. La primera persona
que vio fue a m. Una maravilla, una maravilla, yo viviese embarazo a concho"
(Jons, 33 aos, medio alto). "Algo espectacular, sin duda, lo mejor que puede
pasar probablemente en la vida. Es una prolongacin de uno, con mezcla de otro,
y eso creo que lo hace ms espectacular an, es indescriptible" (Pablo, 46 aos,
medio alto).

El nacimiento de los hijo fue un premio hermoso, la culminacin de una etapa de


sus vidas. Fue
participar en la creacin de otra persona. "Una vanidad personal
grande mi hijo, mi proyeccin, algo que yo he logrado. El hijo es para uno un
premio, es una cosa hermosa que uno lo disfruta mucho, darse el gustito de tener
un hijo. As lo vi, as lo veo ahora desde la
lejana del tiempo" (Juan Pablo, 38
aos, medio alto). "Fue bastante dichoso, en trminos de tener un ser vivo propio,
donde uno ayud a poner la mitad de los genes. No s, es un sentimiento bastante
interesante en trminos de pensar en la proyeccin que uno podra hacer a travs
de sus hijos" (Clark, 42 aos, medio alto). "Lo ms importante de todo una vida.
Fue la impresin ms grande de mi vida, porque adems fue
mujer, fue complica
do, difcil de mucha espera, de mucha inquietud, pero resulto bien y tuve una
inmensa emocin, una felicidad plena, qued de lo ms conmovido" (Lisandro,
67 aos, medio alto).

La participacin, el momento del parto, fue una experiencia que tuvieron algu
en

nos de estos varones. Se enfrentaron el temor que senta por la sangre, la posible

vergenza del desmayo, pero una vez que estuvieron adentro se olvidaron de ello
y gozaron el nacimiento del hijo. "Estuve adentro, es la emocin ms grande de
mi vida en ese momento, pero la verdad es que es muy fuerte, muy fuerte. Estaba
80
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

atrs, estaba adelante, porque soy muy miedoso, pese a ser hijo de mdico me
no

da mucho miedo la sangre, los tajos, entonces estaba al otro lado" (Juan, 32 aos,
medio "Entr y fue una experiencia bastante maravillosa para m. Hasta
alto).
antes yo tena el mito de que no serva para la sangre y en el tercer hijo me dije

'bueno, por qu no?'. Entr y fue perfecto; ni hice el papeln, ni me desmay.


Eso me produjo una ligazn, con la guagua, ms directa y ms rpida que con los
otros dos" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Los hijos, fundamentalmente, consolidan la relacin de pareja, fundan la familia


y le dan sentido a la vida. Sin hijos, muchos varones consideran que la familia est
incompleta, "tres hacen familia", se dice. Los hijos, muchas veces, son esperados
y deseados al iniciar la vida en pareja. Ellos estructuran al ncleo familiar que se
ha constituido y cambian la vida de la pareja y, por supuesto, la del varn. "Yo

pensaba que tener hijos era lo ms hermoso, te enseaba a relacionarte ms con


tu mujer. Porque sin un hijo, una pareja no es nada. No hay amor, no hay cario.

Entonces t deseas tener un hijo, ojal, lo antes posible" (Chucho, 27 aos, popu

lar). "Tener un hijo era algo que deseaba profundamente para consolidar la fa
milia" (Juan Pablo, 38 aos, medio alto).

Para los varones el nacimiento del hijo fue una condicin constitutiva del propio
ncleo familiar. Una necesidad de la convivencia y la vida en pareja. "Que iba a
ser feliz, tener responsabilidades, iba a ser padre de familia" (Koke, 32 aos,

popular). "Significaba digamos, la plenitud, el objetivo final del matrimonio, o

sea, el amor ya hecho realidad" (Franco, 41 aos, medio alto). "Nos habamos
casado con un proyecto de familia, eso significaba que haba que considerar los

hijos.Lo pensamos en trminos de un complemento dentro de la familia y una

necesidad que tenamos ambos" (Clark, 42 aos, medio alto).

Para algunos varones no tener hijos debilit la relacin, una parte de las vivencias
estuvieron ausentes. Al producirse una separacin no quedara una historia co
mn, ni lazos que la continuaran. "La verdad es que con mi ex mujer hablamos
por telfono cada tres o cuatro aos y no nos vemos nunca; dira que hace diez o
doce aos que no la veo. Fue un matrimonio que en realidad no dej mucha
huella, porque como no tuvimos hijos" (Alberto, 46 aos, medio alto).

Los hijos que vienen despus del primero van dando forma a la familia. Algunos
se decidieron y planificaron, otros fueron una sorpresa. "Esa decisin (del segun
do hijo), fue decisin, fue una casualidad, pero tambin era evidente que ha
no

ba que tener un segundo hijo. Ella no estaba tan clara todava, pero era evidente

que nosotros queramos formar una familia con ms hijos. La tercera fue total
mente decidida y fue madurada, en el momento que corresponda hacerlo, de
...

81
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

acuerdo a nuestros criterios" (Juan Pablo, 38 aos, medio alto). "No, nunca pla
nificamos nada nosotros, lo planificamos a como se dieran las cosas y si venan
los veinte hijos a los veinte los bamos a tener, pero ahora tiramos la llave al
fondo del mar, porque hay que ver tambin
un poquito por nosotros,
porque al
final uno no vivir para los puros hijos" (Pelao, 44 aos, popular). "Creo que
va a

en los tres casos hemos tomado la decisin, pero no tengo muy claro en qu
momento, ni cmo, pero s tengo la sensacin de que fueron decisiones" (Pablo,
46 aos, medio alto).

Para los padres, en general, hijo es una experiencia nica. No es compa


tener un

rable con vivencias,


otras posible perdrsela. Es el fruto del amor. Pero tener
no es

hijo/s es un desafo que el varn tiene ante s, porque le obliga, se pierde libertad
y se adquiere responsabilidades. Los varones se mueven en esta tensin. No les es
indiferente. La vida cambia, ya nada es como antes, ahora debe responder por
otros. Las limitaciones a las libertades, que gozaba antes del hijo, se vieron com

pensadas con su presencia, que cubri sus expectativas, reforz su identidad al


tenerlo como objeto y referente de su vida. El nacimiento de un hijo, especialmen
te el primero, muchas veces tension al varn. El padre, hasta el momento del

nacimiento del hijo, haba experimentado el embarazo a travs de la madre de su


hijo, acariciando quizs su vientre. Pero al nacer siente invadido su mundo y el
hijo puede ser visto como un competidor en la dedicacin y afecto de la pareja/
madre. Es as que en los primeros momentos le conflictan, por una lado quiere al

hijo, por otro le quita espacios y la preocupacin de la madre se orienta hacia ese
nuevo integrante de la familia. En general esta sensacin dura
poco y rpidamente
el padre es conquistado por el hijo/a. "Bueno pensar por tres, asumir ms respon
sabilidades; limitacin tambin, no severas, pero limitacin de vida social. Aun
que todo est compensado por lo que significa tener un hijo, o sea no hay dfi
cits" (Jos, 30 aos, medio alto). "Ah se acaba la libertad de
y uno empieza a
"

emerger la de otro individuo. Ya no se opera en funcin de uno sino de otro


(Negro, 33 aos, popular). "Al principio uno siente que le quitan espacios de
libertad individual, es una cosa egosta, pero despus uno se da cuenta que es un

tema trascendente tener hijos" (David, 43 aos, medio alto).

La paternidad asimismo, sentida como una limitacin que los conflictua. Es


es,
una limitacin en la vida del varn; modifica su curso. "Tener hijos no es una
cuestin como comprarse una pelota de ftbol, implica responsabilidad su una

per grande" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Ya que l


quiso tener una familia,
tiene que ser responsable, comportarse como corresponde, darles todo lo que
ellos necesitan el apoyo, proteccin, un siete" (Alexis, 34 aos, popular). Para

algunos, los hijos se transforman en una carga, que condena su vida durante largo
tiempo. Deber proversele durante muchos aos y no siempre tiene condiciones
82
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

para responder. "Te cambia la vida, ya no te puedes morir. Hasta ese momento
poda haberme muerto, haberme suicidado, haber hecho cualquier cosa. Pero en
ese momento te das cuenta que hay algo que t creaste y haba que cultivarlo,

desarrollarlo y te hiciste responsable de por vida. No puedes arrugar en ese mi


nuto, esa es la sensacin, al mismo tiempo con una tremenda carga y una respon
sabilidad seria que se te viene encima. Era como sentir el matrimonio realmente.
Ya no tienes la libertad absoluta" (David, 43 aos, medio alto). "Mire, he discu
tido y conversado a veces con mis amigos y compaeros de trabajo, justamente
sobre los hijos. Hay
algunos que dicen
los que no estoy de acuerdo-, que un
-con

hijo es un zngano, un chupa sangre. Que cada vez que uno tena un hijo se
estaba endeudando a largo plazo, una deuda que no iba a terminar nunca de
pagar" (Ojota, 52 aos, popular).

El tener un hijo enfrenta al varn con las responsabilidades y limitaciones de tener


que mantener o colaborar en la mantencin de una familia. Ya no slo son l y su
pareja, sino que se integran otros/as a los que hay que criar, mantener y proteger.
"Para mi signific inmediatamente una responsabilidad. Los recuerdos que ten
go de toda esa etapa es, a veces, de no poder disfrutar de ellos por tener que estar
preocupado de la solvencia econmica, eso me ha marcado mucho a m con res
pecto en general a mis hijos, porque siempre he tenido que andar como respon
diendo econmicamente" (Neftal, 54 aos, medio).

Los hijos, por tanto, pasan a ser un factor fundamental enla vida de los varones, y
su futuro es asumido como responsabilidad
padre. del Los padres quieren lo me

jor para sus hijos -al menos as lo expresan-, que lleguen a ser ms que ellos.
Muchas veces se deposita en los hijos la esperanza de lograr lo que no han alcan
zaron los propios padres. "Ser padre es querer siempre lo mejor para los hijos,

que tengan una vida mejor que la de uno. Es una responsabilidad que tiene con
ellos de educarlos" (Felo, 52 aos, popular).

Los hijos proyectar a los padres, fueron/son su prolongacin; les cam


vinieron a

bi la vida y les dio sentido; les oblig a madurar, les dot de un proyecto por el

que vala la pena luchar, y les permiti realizarse como persona, incluso aunque
no tuviesen contacto con l. "Mi hija signific mucho para m, cambi mi vida,

porque ya tena dos personas a mi lado que iban a depender de mi. Me tuve que
fortalecer ms y entregarme, con ms cario" (Francisco, 20 aos, popular). "Ha
cambiado mi vida, uno como que se ve proyectado. ...Lo encuentro fantstico,
maravilloso" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Con la edad le entran otras cosas,

me he puesto responsable, antes era bien como al lote, pero me he


como bien

puesto responsable, s que tengo el trabajo y los hijos, tengo que cumplir un
horario" (Diego, 34 aos, popular). "Me senta un ciudadano de otra categora,
83
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

como que yo cambiaba de nivel. Sinceramente, ntegro, dema


un cambio brutal,
siado vital, demasiado vital, para m no fue un problema menor, no fue una cosa
secundaria, pasaba a ser un cambio en mi vida fundamental" (Juan Pablo, 38
aos, medio alto).

La paternidad obliga a los varones a asumir responsabilidades para con los hijos y
la pareja, que le sealan en gran medida su trayectoria futura: deber proveerlos,

entregarles proteccin, ser su autoridad, darles cario, ensearles. Responsabili


dades con las cuales soaron algunos varones antes de constituir su propia familia

y que fueron sentidas como una importante obligacin una vez que se tiene hijos.
"Es asumir una responsabilidad, pero una responsabilidad con la cual uno sue
a. Es lo que uno espera cuando quiere formar una familia" (Hermano, 39 aos,

popular).

Muchos varones estimaron que su padres/varones ms que derechos


calidad de
les impona responsabilidades: proveer a los hijos, quererlos, hacerles cario, vi
vir con ellos, darles lo mejor de l, ayudarles a crecer. "Yo creo que todos los
derechos de un pap son los de querer a sus hijos, de vivir con ellos, darles lo
mejor de ti, tu cario, cosas positivas, como responsabilidad, porque esto es igual
que una semillita que uno la siembra en buena tierra y da buen fruto" (Alexis, 34
aos, popular).

Hijos: varones y mujeres

En torno al hijo varn hay distintas y apreciaciones de parte de los


expectativas
hombres. Habra, en cierta medida, un supuesto de que los varones tienen como
expectativa tener hijos varones y que ello les llenara de orgullo. Pero, en los
varones entrevistados hubo opiniones controvertidas en relacin al sexo del hijo

que se deseaba tener o que se los testimonios sealan que, hom


tuvo. En general,
bre o mujer, los hijos eran
queridos y deseados por igual, algunos se sentan ms
cercanos a las mujeres y otros a los hombres. Pero ambas fueron experiencias

incambiables. "Me da lo mismo en el sentido de que no importa el sexo que ten

gan, son seres humanos


igual. No hago diferencias con ninguno de mis tres hijos.
Cuando naci el primero me sent bien porque era hombre y era mi primer hijo.
La segunda vez fue mujercita y me sent contento igual. Un hijo es importante

porque en el sientes confianza, puedes conversar ms con l, puedes contarle


algn problema, mientras que una hija mujer es ms apegada a la mam" (Chu
cho, 27 aos, popular). "Creo que no tener hijos varones o no tener hijos mujeres
es perderse de algo. El que tiene
puros varones tambin se pierde de algo, no
tiene idea lo que es la dulzura de una hija" (Pablo, 46 aos, medio alto).

84
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Haber tenido hijas llen a algunos padres de orgullo, los sensibiliz, descubrieron

espacios de cercana con lo femenino que les eran desconocidos. "En el caso de la
primera no tena una predileccin por algn sexo. La verdad, no tena nada defi
nido, pero supe a los seis meses que era mujer, entonces fui con esa idea cuando
la tuve. La segunda, lo nico que quera era que fuera mujer, despus de haber
tenido a la primera me di cuenta que las mujeres son extraordinarias y ahora s
que tengo predileccin por el sexo y no me gustara tener un hombre, si tuviera de
nuevo. Prefiero mujeres, pero de una manera egosta" (Mauricio, 32 aos, medio

alto). "Hubiera preferido que fueran mujeres los dos, porque a m me fascinan las
mujeres. Es que en mi familia siempre fuimos puros hombres y yo adoro a las
mujeres, pero creo que hubiera sufrido mucho si no hubiese tenido que criar a
mis hijos. A lo mejor no estaran conmigo si fueran mujeres" (Hilarin, 39 aos,
popular).

Para algunos varones el hijo varn vena a representar la expectativa de un com


paero, alguien con quien hacer "cosas de hombre", que estar a su lado. "Al
principio quera tener un hombre porque le tena el nombre elegido, claro que
tena el nombre de la mujer tambin, pero quera tener un hombre para que me
acompaara, un amigo, que anduviera conmigo. Claro que es lindo tener hijas
mujeres, porque son cariosas con uno, son tiernas. Pero ahora me da lo mismo,
"
claro que todava quiero tener un hombre porque le tengo el nombre todava
(Koke, 32 aos, popular). "Lo sent muy particular, s, me puse muy orgulloso,
machstamente hablando, tengo que reconocerlo, porque yo soy hombre; senta
que era un compaero, una persona con la cual poda desarrollar cosas" (Juan
Pablo, 38 aos medio alto).

El hijo hombre fue un orgullo, para otros varones y su nacimiento estuvo rodeado
de un ambiente de hecho histrico. Se haba producido un acontecimiento que
deba ser reconocido. "Cuando muri mi padre, al poco tiempo naci mi hijo. Mi

padre deca que iba a ser hombre y que iba a ser de la opcin de caballera. El
quera que yo fuera oficial de caballera. Y result que mi hijo naci hombre, en
el hospital, en Arica, a los pies del Morro. Cuando lo tom en brazos, lo primero

que vio fue la bandera que estaba flameando en el Morro. Ms encima se atras
el parto y naci el 11 de septiembre. Fue una vivencia muy especial" (Franco, 41
aos, medio alto).

Los hijos le dieron sentido de futuro a los padres; les permitieron proyectarse en
el tiempo, ms an si son varones, por "seguir" el apellido. Con la paternidad se
demostr la capacidad de procrear, de plantar la semilla que les permitira prolon
la propia proyeccin masculina, aunque a
garse en la historia y, en definitiva,
veces les costase reconocerlo. Las preferencias de algunos padres por hijos varo-

85
Jos Olavarra A. Y todos (buenos) padres. Varones de
queran ser ...

nes, especialmente el primero, aseguraban la continuidad en otros/as. "Para dejar


mi semillita, sea buena o mala, el destino va a ver" (Keko, 25 aos, popular). "Es
una dicha tener a un ser vivo propio donde uno
ayud a poner la mitad de los
genes" (Clark, 42 aos, medio alto). "Los hijos significan la continuidad del ape
llido, de la familia, de la descendencia. Le dan seguridad a la familia. El ncleo
familiar se apega ms" (Choche, 50 aos popular).

Los abuelos y las familias, en algunos casos, son quienes crean expectativas acer
cadel nieto, presionando a los futuros padres por la lnea familiar que mantiene su

apellido a travs del varn que nacer. La continuidad de la estirpe fue tambin
una presin que tuvieron algunos varones. "Haba una presin familiar muy fuer

te porque tuviera hijos que fueran hombres. Mi abuelo que se vino de Inglaterra

a Chile, tuvo dos hijos hombres -mi pap y mi to-, mi to tuvo un hijo hombre y

tres mujeres y ese hijo hombre, mi primo, tuvo cuatro mujeres. De los hombres

estoy quedando yo y no existen otras personas con mi apellido en Chile, por lo


tanto, era el nico que poda continuar el apellido Hubo un momento en que

pens, ah esta cuestin es una estupidez, tener hijos porque tengo el futuro del
apellido, yo quiero tener hijos, porque quiero tener hijos. Una vez que fui a
...

Inglaterra agarr una gua de telfonos de un pueblo chico y ah haban como


cuarenta B. Entonces pense 'no se va a acabar el apellido por culpa ma'" (Patri

cio, 32 aos, medio alto).

Tambin pierde fuerza el


tiempo, con la experiencia de la paternidad y la
con

convivencia y cario hacia los hijos el mandato para asegurar la descendencia.


"La paternidad es un deber para el hombre, dejar descendencia. Despus, con el
amor que uno siente por ellos le da otro significado especial, no tan slo de

cumplir. Antes pensaba que era una obligacin para continuar el apellido, pero
despus uno se da cuenta de que esas son puras leseras5" (Loco Soto, 69 aos,
popular).

Algunos padres y sus parejas, que no podan tener hijos biolgicos, decidieron
adoptarlos. Varios de los varones entrevistados tenan hijos adoptivos. Para estos
padres los hijos adoptados eran sentidos, desde el momento que comenzaron a
convivir con ellos, de manera semejante a la que sentan los padres biolgicos con
los suyos. Segn los relatos, los quisieron desde el primer momento, y no perci
ban que hubiese diferencias entre hijos e hijas, biolgicos y adoptivos. "Estaba
naciendo; ella lleg a vivir conmigo cuando tena cuatro das de vida. La verdad
es que me demor como un da en quererla como si fuera de mi propio vientre,

digamos. Y de hecho es la hija con la que siempre he tenido mejores relaciones


"Lesera" =
tontera.

86
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

entre mis hijos. Tesegundo da estaba completamente enamorado de


digo que al
ella, se me haba olvidado que era adoptada. La verdad es que es un tema que no
s cmo lo sienten aquellos que no son padre adoptivos, pero a estas alturas uno
ni se acuerda si tu hijo es adoptivo o propio. Tengo la curiosa experiencia de
tenerlos a los dos (primero dos hijos adoptivos y despus mi mujer qued emba
razada y tuvimos el tercero), entonces no s; si slo hubiera tenido adoptivos
hubiera tenido la duda de cmo era la otra forma de tenerlos. Creo que son

iguales, de verdad no percibo diferencias entre unos y otros" (Alberto, 46 aos,


medio alto).

No tener ms hijos

Tener hijo es una decisin muy importante y cuando se tiene uno o ms no


un

siempre se quiere seguir aumentando su cantidad, llega un momento en que los


varones se plantean parar la reproduccin, decisin en la que tiene una gran parti

cipacin la pareja. Para los ms jvenes, los problemas de recursos para poder
mantener o mejorar su calidad de vida fueron de primera importancia. "Por una

cuestin de tiempo, de la dedicacin que se requiere; por espacio, nos topara


mos por todos lados" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Por ahora no pienso tener

ms hijos. Ms adelante no s, el tiempo dir. Pero ahora no, no queremos"

(Koke, 32 aos, popular).

Para otros varones, entre ellos los de edad mediana, los hijos que tenan eran
suficientes para desarrollas sus proyectos de vida. Con ms hijos no podran lo

grarlos, ni sus parejas ni ellos. "Ambos decidimos que no bamos a tener ms

hijos. Porque no los necesitamos, ya tenemos una hija y pensamos que, adems,
habra una diferencia bastante grande con nuestra otra hija. Tenemos nuestros
"

planes de desarrollo personal, en los cuales no incluimos el tener otro hijo (Clark,
42 aos, medio alto).

Los mayores, en general dan por cerrado el ciclo reproductivo. "Se cerr la fbri
ca. la edad. Ya estamos fuera" (Pablo, 46 aos, medio alto). "No, nosotros al
...

segundo hijo pensbamos cerrar la fbrica. Adems ya tenemos a los chiquillos;


nos ha costado mucho mantenerlos" (Choche, 50 aos, popular).

Pero ciertos varones, de sectores medio alto, que estaban en los cuarenta espera
ban reiniciar su actividad reproductiva. Los hombres separados, que volvieron a
convivir pareja o esperaban hacerlo, en muchos casos
con una nueva tenan la
misma expectativa: tener un hijo con esta nueva mujer, porque les dara sentido a

sus vidas y sentan que consolidaban la nueva relacin, pese que ya los tenan de
a

su convivencia anterior. Una nueva convivencia, sin hijo, era muchas veces senti-
87
Jos Olavarra A. Y todos (buenos) padres. Varones de
queran ser ...

da precaria. "Con mi mujer actual pensamos tener hijos, desde mi punto de vista
ms problemas en la vida, digamos, pero uno vive espacios que son de amor
tambin, uno est muy comprometido afectivamente y no puede cortarle a ella
posibilidades que son importantes, fundamentales, como la maternidad" (Wally,
40 aos, medio alto). "S, tengo ganas de tener ms hijos. Quiero como empezar
de nuevo. A lo mejor es un error, pero quiero tener ms hijos" (Franco, 41 aos,
medio alto). "Fjate que s, tengo ganas de tener ms hijos; el otro da me lo
' "

planteaba. Pienso que s, porque la pase re bien, con los nios chicos (Eugenio,
. . .

45 aos, medio).

No querer/poder tener hijos

La gran mayora de los varones opta por la paternidad, pero es considerada una
decisin personal, que debe ser respetada en aquellos que no la toman. Por ello, en

general, no se plantea como recriminable para un varn la ausencia de hijos, eso

s, es visto como una limitacin.

No tener hijos es perderse una experiencia inolvidable, segn la mayora de los


varones entrevistados. Pero no todos los varones adultos los tienen. "Yo no le
puedo traspasar a alguien que no ha tenido hijos qu significa tenerlos. Y a los
que tengan les debe suceder lo mismo, pero a la inversa" (Pablo, 46 aos,
no

medio alto). "Las circunstancias de la vida no ms" (Choche, 50 aos, popular).

Para estos padres una vida sin hijos debe ser triste, es una vida incompleta. Es una
"
vida con soledad. "Que perdi una etapa de su vida, una etapa importante (Yayo,
26 aos, popular). "Tiene una vida incompleta, le falta algo ah, hay un rol en la
vida o un papel que no est" (Jons 33 aos, medio alto). "Ese hombre en la
noche debe reflexionar, debe pensar que a lo mejor su vida no fue completa. Si
bien es cierto que un hombre no es ms hombre porque no procre, si uno llega a
este mundo, no solamente llega a procrear" (Jano, 35 aos, popular). "As como

esa frase que deca 'cuando uno tiene un hijo ya no est solo ', pienso que una

persona que no tiene hijos tiene una cosa de soledad en su vida importante, ten
dr que compensar como muchas cosas" (Wally, 40 aos, medio alto).

Los para los varones suponen compaa para el futuro. Un hombre sin hijos
hijos
tendr un futuro solo y una vejez triste y sin apoyo. El varn que es padre ya no
estar ms solo, tendr compaero. Los hijos son el apoyo para la vejez; habr
un

alguien que le ayude y le acompae. Esta presuncin, fuerte entre los varones,
responde a una expectativa en la que los mayores fueron socializados: un hijo
(normalmente una hija mujer) se haca "cargo" de los padres cuando envejecan, o
les llevaban a su propio hogar, o sacrificaba su propia familia por la de sus padres,
88
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

con la soltera. "Tradicin" que cada vez les es ms difcil cumplir a los hijos de
sectores populares, por la precariedad de sus recursos y viviendas y la extensin

en la esperanza de vida de los padres. "Creo que el hombre necesita tener hijos

tanto como la qu pasa, que cuando un hombre ya tiene 40 o 50


mujer, porque,
aos, siente la necesidad de tener un compaero. Alguien que lo cuide, que se
haga cargo de m" (Pancho, 27 aos, popular). "Un cambio fuerte en su vida, ya
no estar ms solo" (Wally, 40 aos, medio alto). "Debe sentir un vaco de no

tener familia, ms adelante va a quedar solo, y no va a tener un hijo que lo cuide"

(Charly, 48 aos, popular).

Que algunos hombres no tenga hijos, por una opcin que han hecho, resulta para
algunos varones incomprensible. Algunos califican ese decisin como un acto de
egosmo. "Me da lata, lo encuentro penca, se pierde mucho, un egosta" (Juan, 32
aos, medio alto). Otros como una imposibilidad de tenerlos, pese a su voluntad.
"Creo que es triste. Supongo que no tiene hijos por un problema de no poder no
ms, no creo que sea por opcin" (Pablo, 46 aos, medio alto).

Los proyectos de vida de algunos parejas pueden implicar no tener


varones y sus

hijos, y esa es una opcin considerada respetable, que depende de cada cual. "A lo
mejor no ha llegado el momento de constituir una familia o no ha tenido la pre
ocupacin o no ha llegado el momento" (Hermano, 39 aos, popular). "Pienso
que no tiene porque ser diferente. Si la persona no tiene entre sus proyectos tener
hijos, no tendra porque sentirse diferente, eso est en el sentimiento de la perso
na" (Clark, 42 aos, medio alto).

Tambin puede ser visto, por algunos, como un acto de responsabilidad, si el


varn concluye que no puede responder a las demandas que implica la paternidad.
"Un hombre sin hijos debe sentirse mal, pero al mismo tiempo es ms inteligente
si no se ha casado, porque no se ha echado ninguna responsabilidad encima ni

tampoco ha trado al mundo hijos que lo van a pasar mal" (Choche, 50 aos,
popular).

Comparando la paternidad de los padres con la propia

Los hombres, en comparan con sus padres al analizar las relaciones


general, se

es una figura que se present a los


que han establecido con los hijos. Pero el padre
ojos de los varones, muchas veces, con profundas contradicciones. Esta percep
cin recorre a las diversas generaciones que conviven hoy da.

En las investigaciones las tres generaciones entrevistadas se hablaron entre ellas.


89
Jos Olavarra A. Y todos (buenos) padres. Varones de
queran ser ...

Los mayores podan ser los padres de los intermedio y stos de los menores. En

general, los mayores afirmaron que no queran ser como sus padres y sentan que
no lo eran. Pero los de la generacin intermedio, que podran ser sus hijos, los
contradecan, sealaron que no era as y repetan lo mismo. Los padres menores,

a su vez, reiteraban lo anterior.

Se observaron las mismas crticas de parte de las tres generaciones de varones en


relacin a sus padres. Segn los relatos, los comportamientos de los propios pa
dres semejantes, cualquiera fuese su edad. En cambio estimaron que sus
eran

comportamientos de padres haban variado 'positivamente' en relacin a sus hijos


y as lo sentiran sus hijos.

Sus testimonios sealan que, pese a sentir respeto y cario hacia su propio padre,
tenan recriminaciones que hacerles: se pasaban el da trabajando y no estuvieron
con ellos el tiempo pareca justo; o no jugaron lo suficiente cuando eran
que les
nios; no tuvieron mayor intimidad; y/o a veces era agresivo, se emborrachaba o
desapareca. "Los problemas eran cuando desapareca una semana, dos semanas
y despus llegaba" (Keko, 25 aos, popular).

Las demandas que hacen hoy los varones a los propios padres estn fuertemente
impregnadas de los ideales de la modernidad, aunque los mayores se hayan criado
y crecido en un ambiente ms autoritario, en cuanto estructura y relaciones fami
liares. No es posible distinguir entre las tres generaciones discursos significa
tivamente distintos, en relacin a lo que padre y lo que ellos creen
se espera de un

representar. Este ideario de la paternidad (cercano, intimista, con tiempo para


estar con la mujer e hijos, participando en proyectos comunes, con autoridad, pero

no autoritario) traspasa al conjunto de los varones, pero no se condice con las

condiciones en que ejercen la propia paternidad, ni con la percepcin que tienen


sus hijos de ellos. Esta situacin conflicta a los padres, porque de alguna manera

perciben que sus esfuerzos por lograr encarnar estas nuevas demandas no son
suficientes, no tienen las condiciones para intentarlo y los hijos y esposas/
convivientes son, en muchos casos jueces implacables de sus intentos.

La comparacin, para ms de algunos con su padre, result un cuestin que le


complic, especialmente en varones de sectores populares, porque el padre es una
figura que se debe aceptar tal cual es y se le debe respetar. "Aunque sepa que soy
ms que l, pero yo compararme con mi padre nunca, porque para m es todo,
todo lo que tengo, nunca voy a pasar sobre l" (Chucho, 27 aos, popular). Pero
tambin entre otros varones populares las opiniones fueron tajantes en relacin al

padre y a la comparacin de la vida de ellos con la de sus hijos. "Desde nio no he


podido recibir ningn ejemplo de l en especial. Lo que viven mis hijos pienso es
90
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

que como otro mundo, distinto al mundo que yo viv, el mundo que sufr" (Herma
no, 39 aos, popular). "Yo no tena para comer a veces, fue muy sacrificada la
niez de nosotros en ellos; ellos tienen todo lo que desean, yo
comparacin a

hubiera sido feliz si hubiera tenido una tele cuando chico, o una radio, o un patn,

que lo tienen ellos. Las mismas comidas, a ellos nunca les ha faltado la comida"
(Charly, 48 aos, popular). "Lo nico que siempre he dicho y que le agradezco es
que meprocre, porque si no, no estaramos conversando. Una de las cosas que
me dio fue el ser, agradecido por eso tambin. Y agradecido por todas las cosas

malas que l hizo con nosotros, porque de todas esas cosas malas, todas las dej
"
a un lado y trat de hacerlas buenas, hacer lo contrario que l hizo con nosotros

(Carlos, 56 aos, popular).

En general, los varones de sectores medio alto eran crticos de sus propios padre o
de algunos de sus comportamientos y trataban de reparar en los hijos lo que para
ellos fue insatisfactorio y doloroso. "Un padre debe ser como lo estoy tratando de
hacer yo, ser emotivo, expresarle, besuquearla, jugar con ella; que ella tenga una
relacin ms estrecha de la que tuve con mi viejo, en la cosa afectiva. En eso nos

diferenciamos con mi pap. Pero en lo de proveer y dar seguridad, trato de ser


como l" (Juan, 32 aos, medio alto). "Creo que tuve una relacin con mi pap

ms lejana que la que tengo con mis hijos, aunque est separado. Mi pap estaba
menos preocupado directamente de mi" (Wally, 40 aos, medio alto). "El nunca

tuvo buenas relaciones con ninguno de nuestros hermanos. En cambio yo tengo

buenas relaciones con, a lo menos, dos de mis tres hijos. Quiero ser un padre
"

presente. Me gustara ser un mejor padre que el mo y trato de serlo (Alberto, 46


aos, medio alto).

Una proporcin importante crey encontrar semejanzas con el padre; algn pare
cido en la relacin que haban establecidos con sus propios hijos. Se reconocan
en los padres cuando observaban actitudes, comportamientos hacia sus hijos. "Creo

que somos muy parecidos. Somos los dos muy para dentro, muy reservados en
muchas cosas, nos cuesta decir las cosas que a veces Me vi de repen
sentimos. ...

te haciendo las mismas (Eugenio,


cosas que l" 45 aos, medio). "No me siento
tan vaca como es probable que mi hijo sime sienta
senta mi propio padre. Pero
exactamente igual a m como lo senta a mi pap. Y creo que es as, que l me

siente a m super vaca. Yo senta a mi propio padre igual" (Alberto, 46 aos,


medio alto). "Siento que me identifico con l en cuanto a una cierta delicadeza
hacia el sexo opuesto, una coquetera muy grande; en eso si me considero hijo de
mi pap absolutamente. El juego de la coquetera, sin maldad, sin dao o sin

provechamiento, sino coquetera como, como el despliegue del pavo real "(Neftal,
54 aos, medio). "Trat de que mis hijos lo pasaran lo mejor que pudieran. fui ..

igual a mi pap" (Loco Soto, 69 aos, popular).


91
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

Pero as como reconocieron rasgos comportamientos semejantes, men


comunes o

cionaron tambin las diferencias, entre ellas su incondicionalidad hacia los hijos,

mayor cercana afectiva, mejor comunicacin, ms tolerancia, mayor participa


cin en la crianza, estabilidad y responsabilidad.

Los ms jvenes resaltaron su incondicionalidad con los hijos, el amor que le


expresaban, a diferencia de lo que recibieron de sus progenitores. "La verdad es
que ahora me doy cuenta, no lo tena consciente cuando nio. Creo que mi padre
nunca me quiso. En cambio mis hijas tienen el amor incondicional de sus
padres.
Quiero a mis hijas incondicionalmente, y mi padre no, eso marca la diferencia,
del cielo a la tierra" (Mauricio, 32 aos, medio alto). "He sido mejor que mi
pap, porque a ellas no les ha faltado nada. Estoy cerca de ellas, si necesitan mi
ayuda les ayudo, que hablen conmigo, les doy la confianza para que hablen con
migo" (Koke, 32 aos, popular). "He tratado de sentir a mis hijos como mos, ...

para m sa es la diferencia principal" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Mi hija


tiene mucha ms certeza de mi afecto de la que tuve yo de mi pap. Mi hija est
"
mucho ms cierta de que la amo profundamente digamos; ella lo sabe y lo dice
(Jons, 33 aos, medio alto).

La cercana afectiva, la vida diaria con los hijos marc la diferencia con el padre.
"Dira que he hecho absolutamente lo opuesto a todo lo que mi padre es, con la

excepcin de entregarle la plata a mi mam. Trato de dar el beso en la noche, el


beso de despedida, el
desayuno, la preocupacin, todo lo que mi pap no me
hizo" (Hilarin, 39 aos, popular). "Mi padre prcticamente estaba el fin de se
mana no ms, estaba ocupado todo el tiempo, porque era mdico, parlamentario,

tena mil actividades. Era bien carioso cuando estaba con nosotros, pero estaba
muy de paso, permanencia. Yo con mis hijos soy totalmente distinto. Mi
no era ...

pap eramuy carioso, muy preocupado, muy tolerante, muy comprensivo, tena
todas las cualidades. Pero en el aspecto vital, psicolgico, creo que fui una per
sona con mucho ms paciencia, ms
apegado a lo mo que mi pap" (Lisandro,
67 aos, medio alto).

La diferencia el
padre estaba, asimismo, en la comunicacin que tenan con
con

los hijos. "He sido mucho mejor padre, en el sentido que tena ms comunicacin,
la he incentivado, le he dado apoyo" (Jano, 35 aos, popular). "Mi padre cumpli

muy bien el rol de proporcionarnos cosas materiales, haba un cierto proteccio


nismo que se senta, pero haba poca comunicacin verbal, cosa que no sucede
con mi hija. Como padre tambin protejo a mi hija, pero mantengo una mucho

mayor comunicacin verbal" (Clark, 42 aos, medio alto).

92
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Algunos padres de sectores medio alto estimaban que eran ms flexibles, toleran
tes, que los propios padres. Menos exigentes o castigadores. Ellos tenan ms
respeto por la autonoma de los hijos y les daban ms libertad de decisin. "Soy
bastante distinto de mi padre. Soy mucho ms flexible, menos dogmtico. Soy una

persona mucho ms abierta" (Mauricio, 32 aos, medio alto). "Ella es mucho


menos inhibida, si, ella es absolutamente diferente. Pregunta, cuestiona, discute,

se enoja. Es capaz de decirme que estoy guatn. No recuerdo haberle dicho a mi


'"

pap a los seis aos 'estas guatn ', o 'aprate que vamos a llegar tarde (Eugenio,
45 aos, medio alto). "Creo que tenemos puntos en comn: preocupacin, mucho
amor, mucha dedicacin, los hijos con prioridad absoluta, versus que yo soy
bastante ms laissesfaire. Mi pap era de mucha autoridad y de 'sis', 'nos', y de
blancos y negros. A mi los blancos y negros nunca me han convencido, con ellos
soy bastante ms permisivo" (Pablo, 46 aos, medio alto).

La estabilidad que le daban a sus hijos, les aseguraba un clima de mayor protec
cin y arraigo que el que recibieron de sus padres "Nunca tuve estabilidad, por

que me cambiaba en forma permanente, por lo tanto viva mucha incertidumbre.


Mis hijas no; ellas viven un grado de certidumbre, son muy arraigadas, saben
que tienen a su abuela a(Mauricio,
tres cuadras" 32 aos, medio alto). "Jams
pude estar sentado como estn ellos,
televisin; no tuve esa dicha, ni la
con su

radio conoc. Por qu cree que me esfuerzo, por ser alguien, y con la esperanza
"

que Dios algn da me d una mano para ser ms todava (Pelao, 44 aos, popu
lar).

Ellos tenan mayor compromiso con la crianza de los hijos que sus padres y parti

cipaban de actividades domsticas. Las demandas de relaciones ms igualitarias


con mujer y participacin en la crianza los diferenci "Somos bastante diferen
la
tes. Una, porque mi pap es bastante machista, jamas me llev al bao y me

limpi el poto, jamas nos puso paales ni una cosa as; asuma -y mi mam tam
bin- que a l no le corresponda hacer eso. Yo encuentro que tengo que hacer
esas cosas, es mi hijo" (Patricio, 32 aos, medio alto). "He tratado de superar los

errores de l y nunca fallarle a nadie. Sobre todo a los hijos, en ese sentido. Yo

me considero superior a l. Lo dejo chiquitito" (Felo, 58 aos, popular).

El grado de responsabilidad hacia los hijos distingua a algunos varones de sus


padres; estimaban que eran ms responsable de lo que fue su progenitor, que no
fue un proveedor como se esperaba y su madre tuvo que asumir lo que le corres

ponda. "No quiero que mi hijo pase lo que yo pas. Por eso trato de ser respon
sable conmigo mismo, en mi trabajo, porque estando bien yo, est bien mi fami
"

lia, siendo responsable en mi trabajo va a estar bien mi familia (Pelao, 44 aos,


popular). "Creo que l no me asumi con respecto a un compromiso en la parte
93
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

material, econmico, frente a


Siempre a mi madre la vi sacarse la
mi madre.
cresta, sacrificarse en momentos que l no tena trabajo, para poder hacer flotar
el barco y pagar mis gastos de hijo. En eso creo que tengo una actitud distinta,
ms responsable" (Neftal, 54 aos, medio).

Algunos, aunque se trataron de diferenciar de los padres se encontraron con las


mismas limitaciones que vieron en ellos, por ejemplo, la capacidad de disponer de

tiempo libre para estar todo lo que quisieran con los hijos. "Creo que mi pap
desapareci de mis juego por mucho tiempo, estaba el fin de semana completo
...

trabajando, durante la semana haca inspecciones y el fin de semana llegaba a


escribir los informes. Trato de que esa cuestin no les pase a mis nios, sin em
bargo de repente igual hay fines de semana en los que tengo que ir a trabajar"
(Patricio, 32 aos, medio alto). Otros rechazaron la violencia de sus padres, pero
algunos repiten la misma situacin con sus hijos. "Darle al hijo la imagen de
padre que a uno le falt a lo mejor, un pap siempre ah. No darle malos ejem
plos, que no te vean borracho, o no tomar. S (a mi hijo) le he pegado como tres
...

veces, charchazos, empujones, patadas" (Too, 28 aos, popular).

Tambin hubo expresiones de respeto y admiracin hacia los padres, especial


mente de los varones mayores, por la valenta que tuvieron, la entereza en enfren
tar situacin que ellos no habran resuelto con la fuerza que lo hicieron sus padres.
"Admiro mucho a mi padre. l ha tenido actos de hombra que, a lo mejor, yo no
podra repetir. Admiro en sacrificio" (Juan Pablo, 38 aos, medio
l actos de
alto). "l era una persona mucho ms decidida, ms lanzada; con un inmenso
coraje, yo era una persona mucho ms retrada, de menos coraje realmente. Era
una persona de gran audacia de gran coraje, de gran decisin, de gran impulso,
"
una persona muy conquistadora, en ese sentido yo estaba a mucha distancia
(Lisandro, 67 aos, medio alto).

Algunos sintieron que su padre fue mejor padre de lo que ellos han sido con sus
hijos. "Creo que el viejo era mejor, pienso que s. He analizado de repente la vida
de l y la ma y he visto que l fue capaz de criar una familia bastante ms nume
rosa y yo, con la que tengo, me he visto de repente bien ahogado. Pienso que a lo

mejor si hubiese tenido la familia de l, quizs me hubiese separado, por eso


pienso que l era ms capaz. He tratado de hacer todo lo que haca l, imitarlo un
poco en la responsabilidad. No s si lo he logrado" (Choche, 50 aos, popular).
"Mi padrefue mejor padre que yo. Porque supo estar conmigo siempre; acompa
arme y ayudarme siempre. Creo que la vida ma fue mejor que la vida de mis

hijos. Porque estaba la mam en la casa, estaban mis papas juntos y no trabaja
ban los dos; ni vivimos con nanas, ni guarderas infantiles y cosas as" (Franco,
41 aos, medio alto).
94
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Pero, general cualquiera fuese la edad, los varones trataban de ejercer una
en

paternidad ms cercana en lo emocional, con ms expresividad y cario, con ma


yor comunicacin y presencia que la vivenciada con sus padres. Esto les lleva hoy
da a intentar revertir esa situacin con sus propios hijos. Es as, como ellos se
sienten ms cercanos a sus hijos, de lo que ellos se sintieron de sus padres. "A los
hijos hay que darles espacio para que conversen sus problemas, darles tiempo y
atenderlos. Que se sientan realizados como niitas, como personas. Creo que soy
as y pienso de esa manera porque conmigo no fueron as" (El Sardina, 27 aos,
popular).

95
III CRIAR Y ACOMPAAR A LOS HIJOS. LA
REPRODUCCIN GENERACIONAL

Las mujeres crecientemente demandan mayor equidad y autonoma a sus parejas


y tanto ellas como los hijos les exigen intimidad e intensidad en la relacin afectiva
durante la crianza y crecimiento de sus hijos. Muchos tienen
varones
disposicin
por responder a estasdemandas, aunque reconocen
que no
siempre lo logran,
especialmente por las condiciones laborales -horarios, distancia, flexibilidad, en
tre otros- que son fuentes de conflictos. Esta situacin,
genera mltiples tensiones
en los sentimientos
y prcticas de los padres, que se expresan en la crianza y
socializacin de los hijos.

Los varones, incentivados a hablar sobre la crianza, sealan que han establecido
relaciones ms igualitarias con sus parejas y de mayor cercana afectiva con los

hijos, pese a las limitaciones que tendran. Hay que tener presente s, que una cosa

son los relatos


y otra, las prcticas efectivas.

Al momento de tener el primer hijo los varones de alguna manera tuvieron que
responder a los nuevos requerimientos, pese a que podan tener dudas y temores.
Ms de alguno se plante que no saba cmo enfrentar su paternidad en ese mo
mento, pero se olvidaba de las vivencias y aprendizajes en sus hogares de origen.
"Como es primer hijo, es un proceso de aprendizaje terrible, en el que nos pasa
mos conversando con mi
mujer cmo mis amigos cran a sus hijos?, cmo nos
criaron a nosotros?, cmo lo estamos haciendo? Nos autoevaluamos, critica
mos mutuamente, pero creo
que es lo propio de todos los que son primerizos en
estas cuestiones" (Juan, 32 aos, medio alto).

En los aprendizajes con padre internalizaron qu se esperaba de un padre y de


sus

una madre; cul era la cercana deseable


para varn, qu actividades especficas le
correspondan a uno y otra. En general, fueron socializados en la divisin sexual
del trabajo que corresponda a una familia nuclear patriarcal, aunque en su familia
de origen no hubiese habido un padre presente. Al interior del hogar, por tanto, los
varones apoyando en las actividades domsticas y de crianza en los momentos

que tenan tiempo, deseaban hacerlo y cuando la mujer/madre se los peda y ellos
estimaban necesario; por su parte las mujeres, sus parejas, responsables, de las
tareas domsticas y de la crianza de los hijos, incluso en aquellos casos en
que
tambin trabajaban remuneradamente.

97
Jos Olavarra A. y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Aprendieron hogares que los padres estaban poco tiempo con la familia.
en sus

Los horarios y lugares de trabajo, extensos y


lejanos a veces, explicaban el que
saliesen temprano o volviesen tarde, salvo los fines de semana,
y as fue confir
mado cuando ellos comenzaron a trabajar, algunos llevaban incluso
trabajo para
la casa. Los de sectores medio alto al llegar en la noche lean, vean la tele, coman
juntos, conversaban y, algunos, hacan adems arreglos en la vivienda, regaban el
jardn y/o salan a pasear el perro en los fines de semana. "Siempre ha sido una
persona muy atareada. Los profesores tienen como un tic llevar trabajo a su
casa, revisar pruebas, planillas, que se yo" (Jos, 32 aos, medio alto). "Llegaba
bien tarde, no obstante que se daba mucho tiempo para nosotros. Haca lo que
...

ms hace un pap en la casa... leer el diario, regar el jardn" (Juan Pablo, 38


aos, medio alto). "Estaba muy poco en la casa; llegaba en la noche, coma; era
"

siempre atendido como el amo, seor y proveedor de la casa (Alberto, 46 aos,


medio alto). Una proporcin importante de varones populares no vivi con su

padre o con un padre adoptivo; entre los que vivieron con l, en general, tampoco
tenan grandes momentos para estar juntos, conversar y tener una relacin de cer
cana fsica. "Mi pap trabaj toda la vida de luna a luna. Sala en la madrugada,
en la maana oscuro
y llegaba en la noche, oscuro y nosotros durmiendo. Nos
pillaba durmiendo" (Koke, 32 aos, popular). "Mi padre sala a trabajar a las
seis y media de la maana, llegaba a las cinco y media, seis de la tarde. (Des

pus) coma, lea y se acostaba, no sala" (Hilarin, 39 aos, popular). "El sala a
trabajar oscuro y llegaba oscuro. Mi viejo trabaj siempre en la construccin,
fue maestro de construccin. Entonces el trabaj durante toda la semana, inclu
yendo el da sbado y el domingo haca trabajos en la casa" (Choche, 50 aos,
popular).

De la madre aprendieron que ellas eran el centro del hogar, las "dueas de casa",
las responsables de cocinar, lavar, limpiar y mantener el orden de la vivienda,
ocuparse de los nios, su educacin, salud, alimentacin, entre otras actividades,
adems de darles cario y regalonear los hijos. "Mi mam s, siempre fue cario
sa. Cuando ya me desarroll y
empec a trabajar se vea ms reflejado el cario,
porque llegaba tarde en la noche y siempre estaba preocupada de que yo comie
ra, de que me acostara, de que mi cama estuviera limpia, de levantarme tempra
no al trabajo,
porque era muy poco lo que dorma yo, se preocupaba de todo lo
que era del desayuno, la ropa que vea que yo llevara. Entonces en eso, un poco
se reflejaba la atencin
y el cario que ella nos tena" (Pancho, 27 aos, popular).
"Buena, buena, me cuidaba harto. Siempre, cuando no me poda quedar dormi
do, y es una cuestin de chico que no puedo quedarme dormido, iba y me tocaba
la cabeza, se sentaba en mi cama y me tocaba la cabeza y yo con eso me quedaba
dormido" (Maly, 28 aos, popular). "Mi madre era eldescueve; estaba a las siete
de la maana preocupada de que nosotros estuviramos peinados, lavados, lim-
98
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

pios. ...Se sacaba la cresta trabajando, por nosotros. Y cocinaba, lavaba y plan
chaba. Una persona que no estaba acostumbrada eso, pero todo por sus
a
hijos"
(Mauricio, 32 aos, medio alto). "Mi madre duea de casa, llevaba
era
quien nos

al colegio. Bueno, de las cosas cotidianas, sepreocupaba de las cosas nor


que
malmente hacamos nosotros en la casa" (Clarck, 42 aos, medio alto).

Padre y madre eran "complementarios" en el hogar,


segn los aprendizajes. l
trabajaba y ella estaba a cargo de la casa; l provea y ella mantena y criaba a los
hijos. Si la madre trabajaba remuneradamente su ingreso era complementario al
del padre. El padre era la autoridad y ella y los hijos le deban obediencia. En
cierta medida la separacin de lo pblico y lo privado
y la divisin sexual del
trabajo, que conllevaba esta paternidad, pas a ser lo "normal". Fueron el referen
te de la paternidad y la maternidad
para los varones y se incorpor, en cierta
medida, a sus identidades como padres y de alguna manera fueron parte importan
te en la estructuracin de la convivencia en el ncleo familiar.

Lo que vivenciaron el hogar


en con sus padres en alguna medida repiti en su
se

propia familia. Generalmente los sentan que estaban


varones
poco tiempo con
sus hijos,que "ahora" tenan menos dedicacin, dando a entender que antes s lo
tuvieron en los primeros meses y aos de vida del nio. "Ahora" eso habra cam
biado, desearan estar ms; el tiempo que estaban suficiente y adems,
no era

muchas llegaban cansados y se


veces le haca difcil tener una relacin intensa.
Sus obligaciones no les permitan ese contacto ms estrecho. Pero, a su vez, te
nan conciencia de que si hubieran tenido ms tiempo se habran aburrido, no
habran sabido qu hacer. "No tengo el tiempo adecuado con ellas y si lo tuviera
me aburrira igual que mi seora. Estoy con ellas el domingo entero, la mitad del
sbado y en las noches las encuentro despiertas. A veces me esperan y a veces se
duermen antes. Yo hablo de todo con ellas, trato de explicarles las cosas" (Koke,
32 aos, popular). "Estoy poco, no lo que quisiera; estoy menos tiempo
por pro
blema del trabajo, llego a la casa tarde entre comillas, a las ocho y media, nueve,
que en la semana no es mucho.... Estn despiertos... Me preocupo de convivir con
ellos en ese rato, tocamos msica, instrumentos, cantamos juntos. Me preocupo
de ayudarlos a hacer las tareas, jugamos un rato en el computador, nos sentamos
en el living a conversar, a ver un partido de ftbol con mi
hijo. Trato de estar con
ellos, de hacer cosas con ellos un rato en la noche. Hasta las nueve, nueve y
media, ms o menos. Ellos se acuestan a esa hora" (Juan Pablo, 38
aos, medio
alto).

Los momentos que los padre estaban con los hijos eran limitados por
trabajo y
su

el tiempo que demoraban en desplazarse desde ste a su hogar, especialmente


entre los populares. La relacin directa con el nio se produca entonces cuando
99
Jos Olavarra A. Y todos (buenos) padres. Varones de
queran ser ...

haba vuelto del trabajo. Pero la gran mayora trabajaba ms de 48 horas semana
les, salvo los cesantes, otros hacan horas extraordinarias, trabajaban los feriados
y fines de semanapara obtener ingresos mayores; algunos de sectores medio alto
deban ir fuera de Santiago o de Chile. De all que el tiempo que estaban con los

hijos lo sentan cada vez ms limitado: desde que llegaban al hogar hasta que los
hijos acostaban, si es
se
que ya no lo haban hecho. Los fines de semana en cam
bio los varones decan, cuando trabajaban, que se dedicaban a la familia y los
no

hijos. "Me gustara estar ms tiempo con la familia. Porque de repente de mi


trabajo llego temprano, de repente llego tarde, pero me gustara dedicarle un
poco ms de tiempo a la familia, salir ms en ella, porque hay ms comunica
cin" (El Sardina, 27 aos, popular). "Tengo muy poco tiempo en la semana para
estar con ellas, dos horas mximo, que es nada. Y los fines de semana normal

mente los paso con ellas" (Mauricio, 32 aos, medio alto). Para algunos padres

ese momento deba ser aprovechado al mximo. "Yo creo que para m es funda

mental aprovechar el tiempo que uno tiene con un hijo para entregarle harto
cario" (Too, 28 aos, popular).

Trabajar y estar con los


hijos les result una experiencia contradictoria, que esta
ba mediatizada por la capacidad de proveer, de llevar el sustento al hogar. Y cum

plir con ese mandato no era siempre posibles para estos varones, especialmente
los populares, transformndose en un obstculo, una barrera que les impeda lo

que haban ansiado: establecer lazos de afecto, relaciones ms intensas, de mayor


cercana y les llevaba a repetir y reproducir la divisin sexual del trabajo. Este fue
uno de los dilemas que los varones sealaron tener con mayor frecuencia e inten
sidad y que resolvan por el lado del trabajo, que estimaban era su primera respon
sabilidad. La crianza lecorresponda principalmente a la mujer, aunque ellos po
dan ayudar e incluso reemplazarla en ocasiones en que sta se ausentaba, cuando
iba a trabajar remuneradamente o los hombres quedaban cesantes y la mujer sala
a trabajar.

Los varones cuando estaban en el hogar se sentan, asimismo, tensionados por la


mujery los hijos que les demandaban mayor tiempo para compartir o ellos esti
maban que as deba ser. "A ella le gustara de todas maneras de que yo est ms
en la casa, que est ms tiempo con el nio" (Marcelo, 21 aos, popular). "Me
dice que me vaya ms temprano, porque los nios me echan de menos, ellos se

acuestan demasiado tarde


esperndome" (Alexis, 34 aos, popular). "Es una res
ponsabilidad que uno siente desde el primer momento. Una experiencia que uno
no puede tenerla completa, por el trabajo, por estar preocupado de proveer eco

nmicamente. El cordn espiritual con los hijos se interrumpe por estar preocu

pado de su mantencin y eso resulta ser angustiante" (Neftal, 54 aos, medio


alto).
100
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

La crianza en la infancia

Para algunos varones el contacto con los hijos comenz en el vientre materno,
hablndoles, cantndoles. Fue una de las formas de compartir el embarazo, de
acercarse al nio y que ste lo conociera. Luego, con el nacimiento el contacto
fsico fue directo, comenzaron a cambiar paales, preparar mamaderas, pasearlos,
asearlos. "Cuando estaban dentro de la guata de la mam les hablaba, les con
versaba. Me gustaba sentirlos moverse dentro de la guanta de la mam. En los
primeros meses de vida, cuando nacieron, les cambiaba los paales, los haca
dormir, los tomaba en brazos, les haca la papa. A veces iba a almorzar a la casa.

En los primeros meses de vida de los dos nios me daba fiebre de estar
como una

con ellos, ganas de estar con ellos terrible, de arrancarme del trabajo. Y cuando

poda me arrancaba a almorzar y estar con ellos un ratito" (Franco, 41 aos,


medio alto).

Los varones, general, sintieron necesidad de establecer relaciones de afecto y


en

cario con los hijos que nacan y las madres. stas, asimismo, muchas veces les
demandaban para que participasen en la crianza. Esta participacin en los prime
ros meses de vida del nio se dio de diversas maneras en todas las generaciones de

padres estudiadas (desde veintin aos a sesenta y nueve) en labores como lavar a
los nios, cambiarles la ropa, darles de comer, preparar la leche.

Se habra intensificado, s, la participacin en la crianza en los varones ms jve


nes de los distintos sectores sociales. Asimismo, las demandas de las mujeres
para que los padres participaran se generalizaron, segn los relatos. "De repente
le cambio los paales, me preocupo de que ande peinada, que se lave la cara, los
dos lo hacemos. Desde que llego del trabajo me pongo a jugar con ella. Es lo

primero que hago. Juego con ella, me gusta hacerla rer, me gusta ensearle"
(Yayo, 25 aos, popular). "Yo haca de todo. Desde ponerle la eremita, que haba
que desinfectarle el ombligo, las leches, todo, absolutamente todo. Jams pens
que esafuera una labor que a mino me correspondiera" (Patricio, 32 aos, me
dio alto).

Los padres jvenes, en general, ayudaban a la madre en la crianza, espe


cuando
cialmente en esos primeros meses. En algunos varones, esa colaboracin perma
neca en el tiempo y apoyaban a la pareja en "su trabajo" domstico, especialmen
te los fines de semana. "Las cuidaba si mi seora no poda tenerla en un momen

to. La haca dormir, claro que no les daba la papa ni cambiarles paales tampo

co" (Koke, 32 aos). "Una participacin bastante activa. Los mudaba, les prepa
raba la leche, las mamaderas, les lavaba. Hacamos las cosas juntos con mi mu

jer. Mientras yo estaba en la casa era una colaboracin absoluta hacia la gua-
101
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

gua" (Juan Pablo, 38 aos, medio alto). Otros, en cambio, se mantuvieron distan
tes en este perodo. "Te dira que los
primeros tres meses prcticamente nada"
(Mauricio, 32 aos, medio alto).

En los varones de sectores medios, el contacto fsico


con los hijos recin nacidos

y durante los primeros meses se observ tambin entre los padres mayores. Ellos
tambin cambiaron paales, hicieron mamaderas, lavaron a sus hijos. "Una parti
cipacin bastante activa. Los
mudaba, les preparaba la leche, las mamaderas,
les lavaba. Hacamos las cosas juntos con mi mujer. Mientras yo estaba en la
casa era una colaboracin absoluta hacia la
guagua" (Juan Pablo, 38 aos, me
dio alto). "Qu hacia yo con la guagua? Todo, menos darle de mamar (risas),

paales, toda esa cosa. S, compartamos con mi seora todo. Mi seora todava
estaba estudiando, haba que ayudarla a que terminara bien sus estudios, no
quiso interrumpir sus estudios, quiso continuar, de tal manera que compartamos
todo, cuando ella no poda yo cuidaba de la nia, la cambiaba, lavaba, le prepa
raba las mamaderas, en forma compartida, la mitad del da lo haca ella, la otra
mitad lo haca yo" (Clarck, 42 aos, medio alto).

En cambio los padres mayores de sectores populares no mencionaron que sus


mujeres les exigieran mayor involucramiento en esos primeros meses de vida de
los hijos. Sealaron, sin embargo, haber tenido una relacin estrecha de afecto
y
cario, pero se mantuvieron distantes de las labores de la crianza, manifestando
s, su pre-ocupacin, estaban atentos a que la madre cuidara bien a su hijo/a; era
un campo de la madre,
pero sobre la cual ellos imponan su autoridad. "Me pre
ocupaba que ellos estuviesen bien de salud, que tuvieran el control al da, todas
esas cosas; ms mi mujer, pero yo tambin estaba
prevenido de eso, que no le
"

fuera a pasar la hora de la mamadera, cosas as, preocupado de todo (Pelao, 44


aos, popular). "Los primeros meses de vida no los tomaba. Nunca he podido
"
tomar una guagua, me pongo duro y me duelen los brazos, el
cuerpo, todo (Car
los, 56 aos, popular).

Los ms jvenes tendan,segn ello, a una mayor colaboracin en la crianza cuando


la madre trabajaba, aunque sta era considerada una responsabilidad principal de
la madres (su "rol"). "Trato, no para drmelas de Kramer, de salir slo con la
guagua para que mi seora descanse" (Juan, 32 aos, medio alto). "Asum un

tiempo, como dos aos, el papel de padre y madre prcticamente, porque ella
trabajaba y yo tambin, pero yo trabajaba al lado de mi casa. Iba a verlo, le daba
su papa y lo mudaba" (Fernando, 33 aos,
popular). "Cuando estoy en la casa le
doy entremeses, juguito de carne o fruta, despus preparo el almuerzo, almorza
mos juntos. Despus
llega su mam a almorzar y se acuestan a dormir siesta; me
voy a hacer las cosas que tengo que hacer" (Negro, 33 aos, popular).
102
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

En la primera infancia una proporcin importante de los varones se distanci de


las actividades domsticas que haban realizado durante los primeros meses y era

la mujer la que asuma parte importante de esas labores. Los padres en esos pri
meros aos de vida del nio se acercaban y expresaban su afecto fundamental
mente a travs de los
juegos. "Jugamos, tele, bailan, conversamos, les
vemos

enseo, me pongo a bailar y ellos aprenden lo mismo, o sea es una relacin


divertida con ellos, de juegos" (Chucho, 27 aos, popular). "La regaloneaba todo
el da. Tomarla en brazos, jugar con ella en la alfombra, no caminaba, tenerla en
los brazos, se acostaba encima mo y la tiraba para arriba, y una serie de cosas.
Jugbamos mucho al caballito hop; la balanceaba en la rodilla y se quedaba
dormida. Todava nos remos, porque era espectacular, en la mitad de un saltito
se quedaba dormida de un viaje. Tena menos de un ao, la suba a lo ms alto
del mueble y se tiraba. Le abra los brazos y se tiraba con una fe ciega en que yo
no le iba a fallar" (Alberto, 46 aos, medio alto).

En los sectores medios altura ya exista apoyo profesional (trabajadores del


a esa

hogar) que en gran medida evitaba confrontar en la pareja el por qu ella tena que
hacerse responsable de una actividad que le deba corresponde a ambos. "Fueron
un mes o dos meses, dos meses a todo reventar, para buscar
empleada que una

nos satisficiera y nos seguridades para dejarle guagua todo el


diera todas las la
da. Cuando apareci esta persona, ya descomprimi este cuento de salir todos
los das rajado. Todos los das al medio da me iba a dar una vuelta para la casa,

aparte de llamar por telfono" (Eugenio, 45 aos, medio).

Cuando estaban ms padres trataron de establecer espacios y definir


grandes los
momentos para estar con los hijos, conocerles, lo que no siempre consiguieron

segn los relatos. Conversaban, vean televisin juntos, salan de paseo ocasio
nalmente, tenan algunas actividades en conjunto "La semana pasadafuimos a un
paseo de la empresa al Parque Metropolitano y lo pasamos fenomenal, hicimos
asado, los nios se subieron a todos los juegos, anduvimos en tren, lo pasamos

salvaje" (Alexis, "Cuando tengo tiempo salimos con los chi


34 aos, popular).
cos. Vamos al parque, vamos a caminar, salimos por lo general al parque, o a

una feria por ah, al Persa a caminar, tratamos de sacarlos a ellos y que salga

ella despejarse" (Diego, 34 aos, popular). "Trato de acercarme a l, a sus


a

experiencias, de lo que le pasa en el colegio, soy muy receptivo a l. Trato de ver


que hay detrs de cada pregunta, qu es lo que le pasa; hablamos de cosas que
son un poco banales, de ftbol, de... mucho cario, yo dira ms que nada

regalonearlo" (Juan Pablo, 38 aos, medio alto). "Ella me pregunta de cuando yo


era chico, le les cuente, que maldades haca. Tambin de msica
encanta que

hablamos, 'a mime gusta este grupo, a mime gusta este otro'" (Wally, 40 aos,
medio alto).
103
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Para algunos etapa de la vida, los hijos ya tenan una conciencia


varones en esta

relativamente clara de lo que suceda en torno a ellos, as como opiniones sobre lo


que observaban, especialmente en el espacio de la familia. "He aprendido que los
nios saben mucho, porque de nio me acuerdo haber sabido mucho. Siempre

digo: recurramos al recuerdo que uno pueda tener desde la ms temprana edad y
dime que si no era cierto de que t cachabas todo; que tu ta se estaba separando
de no se quin, que tu pap no se qu, que lo pillaron en no se qu. Uno es como
esponja, porque parece que anda con el celular prendido. Y dice 'y cmo yo
saba?'. Adems uno tiene criterio, es increble, me acuerdo a los cinco aos y
pensar 'mi ta por qu no se separa de ese seor que parece que le hace tanto

dao?'. Eso significa que uno las estaba captando todas" (Neftal, 54 aos, me

dio).

A medida que los hijos se acercaron a la adolescencia comenzaron los temores en

algunos padres. La cercana que ellos crean tener con los hijos podra verse afec
tada; eso no les resultaba grato. "He tratado de ser muy carioso con ellos, incor
porarlos en mi vida. No pap lejano, distante, si no que ellos sepan como
ser un

soy y que estn en mi realidad; me siento orgulloso de ellos, los encuentro boni
tos. Los traigo a la oficina, los llevo a mi trabajo, donde mis amigos. No los

margino, trato de incorporarlos siempre que, por supuesto, que no molesten. ...A
veces tengo miedo de que se me puedan
escapar, de que puedan cambiar mucho,
de que se cierren y de perder ese grado de cercana" (Juan Pablo, 38 aos, medio
alto).

La adolescencia y el acompaamiento de los hijos

Con la adolescencia de los hijos los varones se vieron enfrentados a los mismos
dilemas que los llevaron a distanciarse de sus propios padres y a mostrarse crti
cos de ellos: lejana afectiva, incomunicacin, reacciones autoritarias al tratar de

impedir intentos de autonoma. Reproducan, en general, aquellos comportamien


tos que los alejaron de sus padres, aunque en alguna medida eran conscientes de

ello e intentaban hacerlo mejor. Repetan as la historia, pero hacan esfuerzos

porque fuese distinto. Lo mismo suceda en las relaciones con los hijos varones y
las hijas mujeres, reproduciendo los modelos de identidad genricos que haban

aprendido.

La adolescencia es una etapa de la vida que tension tanto a los hijos como a los

padres. Las demandas de mayor cercana afectiva e intimidad en la relacin con


los hijos eran percibidas como un requerimiento que no les resultaba fcil satisfa
cer; exigencia que se acrecent en esta etapa y se manifest en la forma como
ellos escuchaban y eran escuchados por los hijos. Los hijos comenzaron a cues-
104
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

tionar la autoridad paterna y a ser, en cierta medida, ms autnomos, pero a la vez


exigan cercana afectiva de esos mismos padres. La intensidad que crean tener
en la relacin los
hijos, especialmente con los varones, se comenz a debili
con

tar, sintieron distanciamiento, se producan desacuerdos y conflictos. "Dira que


hemos perdido un poco de la cercana que tenamos antes, de la confianza y de la
capacidad de comunicarnos. De repente creo que ella, producto de la adolescen
cia, cuenta cuentos, cuenta algunas mentiras. Pero dira que pese a eso, que es
casi inevitable, tenemos y tiene mucha ms confianza. Nos cuenta muchas ms
cosas de su vida privada y nosotros sabemos muchas ms. Con el varn casi no

tengo relaciones, slo las mnimas necesarias. Lo lamento harto, porque no he


mos tenido una buena relacin, (como la he tenido con mis
hijas). Creo que echa
de menos no padre ms carioso y a mi me
tener un
gustara sentirme mejor con
l, cumplir mejor sus expectativas. S que no las cumplo con l, y l sabe que no
las cumple conmigo tampoco. Y no s que hay de distinto, salvo en el hecho de
que sea varn. Y no me preguntes por qu, no te puedo dar una respuesta. Tal vez
en una hija uno no aora que sea como uno, claramente somos de naturaleza

distinta; en el caso del varn esperara que fuera como yo soy, y por supuesto que
es como es" (Alberto, 46 aos, medio alto). "Por
ejemplo, no hace su cama. De
repente pasan semanas en que no hace su cama. Me gustara que l se preocupa
ra de eso. Pero en la adolescencia yo haca lo mismo. Lo otro,
por ejemplo,
baarse ms seguido. Est viendo que me bao todos los das, l se tiene que
baar todos los das tambin, pero para que se lo voy a exigir. Ojal fuera as.
Pero yo cuando tena la edad de l, haca lo mismo" (Pedro, 46 aos, popular).

Pese a padres 'saban' que deban proteger a todos los hijos por igual y no
que los
tener preferencias entre ellos, les reconocan distintos. Cada uno tena peculiari
dades propias que lo distingua. Es por ello que sus relaciones variaban y hacan
diferencias, a algunos los protegan ms; aunque, segn algunos, eso no significa
ba que se privilegiaran a unos sobre otros. "Es que yo quiero mucho ms al ms
chico y se lo demuestro, aunque lo hemos conversado: yo le digo al mayor que al
chico, al 'guatn'1 nadie lo quiere, que l, en cambio, es el primero en todo, tiene
"

el apoyo de sus abuelos, de todos y el chico, no (Hilarin, 39 aos, popular). "Me


es complicado estar con los tres juntos, pero estoy igual con ellos. Este es un

trompo que tiene cuerdas muy distintas" (Wally, 40 aos, medio alto). "A los
chiquillos mi mujer no los quiere mucho, quiere ms a las mujeres. Las chiquillas
"
tiran ms para m que los nios y los nios tiran para el lado de ella (Beo, 46

aos, popular).

Los padres, en general, reconocan que a sus hijos adolescentes les deban dar ms
1
"Guatn" =
gordo.

105
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

libertad, especialmente a los varones, porque sino igual ellos se la iban a tomar.
Los adolescentes ya no aceptaban sin reparos la autoridad y las demandas de los
padres. "Los dos, con mi mujer, decidimos hasta donde se puede decidir por los
hijos o por nosotros mismos. Pero como padre, hacia los hijos, podemos hacerlo
hasta cierto punto, hasta cuando el hijo empieza a crecer. Yo, que tengo una hija
de quince aos, ya no le puedo decir 'cllate o soy t pap'. Mi hija tiene tanto
derecho a expresarse como me expreso yo" (Marco, 32 aos, popular). "Con el
Vctor, ahora que est ms grande, la relacin ha cambiado un poco, porque est
ms hombrecito, empieza a tomar sus propias decisiones y ya no le gustan ciertas
cosas" (Hermano, 39 aos, popular). "Para m los nios, no son entes que uno les
mete cosas siempre, que saca y pone. Normalmente creo e incluso a mi seora le

digo 'pero djalo, que l defina ', porque lo trata de convencer o de cmo vestirse,
'djalo si l quiere ir as, que vaya as', siempre que no vaya a producir tal impac
to que vayamos a hacer el loco todos como familia, con los lmites de ese
tipo"
(Pablo, 46 aos, medio alto).

La adolescencia enfrent a los varones con la sexualidad de sus hijos. Aunque


stos an no estuviesen
etapa de sus vidas las interrogantes ya estaban
en esa

rondando. Para los padres result incomodo reconocer que sus hijos eran perso
nas sexuadas, especialmente las mujeres, y en general no hablaban sobre sexuali

dad con ellos/as. A lo ms alguna mencin al hijo varn, como "cmplice" en

relacin alguna mujer o sealndole los cuidados que deba tener para no emba
a

razar aalguna joven. Las conversaciones con las hijas que giraban en tomo a los
varones y sexualidad no eran consideradas convenientes. Con las
hijas reafirma
ban muchas veces las actividades asociadas con la reproduccin y le reconocan a
la madre espacios privativos en su socializacin, para introducirlas al mundo de
las relaciones afectivas con los
y al desarrollo de su sexualidad. A las
varones

hijas se les deba proteger ms, especialmente de los varones. "Me gustaba levan
tarme tardecito y jugar con mi hija, ensearle a hacer aseo, escuchar msica,

lavar" (Cristian, 26 aos, popular). "Todas las necesidades que tena la nia las
compartamos con mi seora, salvo ms grande, la nia en la pubertad tena
mucha ms relacin con mi seora. Ella me cuenta todo, claro que hay ciertos
temas que los conversa solamente con mi seora" (Clark, 42 aos, medio alto).

"Me fascina baar a los cabros chicos, a mis dos nios, a las nias no las puedo
baar ya" (Beo, 46 aos, popular). "Ha sido diferente mi relacin con los hijos
y con las hijas, porque uno a las
hijas mujeres las sobreproteje y no permite que
elhijo varn las toque. Yo les explicaba a ellos que a la mujer, por ser mujer,
haba que tratarla mejor, haba que cuidarla" (Carlos, 56 aos, popular).

Los padres tenan temor de iniciar un dilogo con los hijos sobre su sexualidad,
porque no podan estar seguros de sus consecuencias. En gran medida se desen-
106
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

tendieron del problema o lo transfirieron a la pareja en sus relaciones con hijas y


ellos lo haran con los hijos varones en algn momento propicio. "El Jairo ya
tiene tres aos y le converso si le gustara tener polola2, si le gusta esa chica,
cmo le gustaran las mujeres... l algo me entiende. Con la ms grande no nos
atrevemos a hablarle ms directamente de cosas de grandes, ella tiene siete aos.

Creo que cuando tenga unos diez aos habra que tomar un poco ms iniciativa
en ese sentido" (Chucho, 27 aos, popular). "Conversamos,
pero los temas no son
muy peliagudos, hay un rea de ellos, que
privada y yo no la invado. Me refie
es

ro a todas las reas de pololeo, sexualidad.


Tampoco con mi hijo. No se habla
mucho de eso. Creo que con el ms chico probablemente hable ms cosas, es ms
abierto y ms sexuado" (Pablo, 46 aos, medio alto).

La incorporacin de los hijos al mundo del trabajo y el inicio de la vida en pareja,


en los varones populares, y el
ingreso a la universidad, en los sectores medios,
comenz a alejarlos. Se vean menos, eran ms autnomos, se fueron haciendo
adultos. El trato deba cambiar y, si no era as, las rupturas seran dolorosas. Haba
que comenzar a tratarlos
adultos. "Lo estoy sufriendo con mi hija ahora que
como

cumpli 18. El hecho concreto es que hay datitos bsicos como el carn de cho

fer, con el margen de autonoma que le da a una lola el manejar ...La Universi
dad necesariamente te desliga de la familia, te da un margen de autonoma, sobre
todo en familias relativamente rgidas para los permisos, en ese tipo de cosas,
cuando tu hijo ya va a la Universidad le pierdes el control, porque a quin le
puedes decir que no puede ir a estudiar toda la noche para el examen de clculo,
que es el Sbado a las nueve de la maana, cuando el muchacho se va a ir Jueves
y Viernes con un estudiar, qu le dices?, que no?" (Pablo, 46 aos,
grupo a

medio alto). "El mayor trabaja de repente el da domingo y no lo veo. La otra est
casada y la veo cuando va a la casa no ms. Con los hijos varones no
tengo
ningn problema de discutir con ellos, lo que les digo lo hacen. Con las hijas es

ms fcil, porque ellas se adaptan ms. Es diferente en ese sentido porque ella es

ms madura, acata ms. Con el cabro grande tengo ms problemas por su com
portamiento, es que de repente le da por pitear y cosas as. Las hijas son ms
allegadas a uno, la hija menor es ms allegada a m" (Choche, 50 aos, popular).
"Tenemos dos hijos mayores, de los cuales a uno le ha tocado muy crtica la
situacin. Cuando l estaba en momentos crticos, despus de su matrimonio,
hemos tenido que 'apechugar', como se dice, con mi mujer; los dos y esas cosas
las compartimos, analizamos; actualmente podemos tomar un desayuno cada da
juntos y esos minutos de desayuno que nos servimos, sirven para comunicarnos,
para analizarnos en nuestras necesidades" (Gabriel, 57 aos, popular).

"Polola" = enamorada.

107
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

La educacin de los hijos

En general los padres se involucraron directamente slo algunos aspectos de la


en

educacin formal de los hijos, especialmente, cuando eran menores. La principal


actividad que decan hacer, cualquiera fuese el sector de pertenencia de los pa
dres, era ayudarles en las tareas.

Pero en este mbito fue


posible distinguir actitudes distintas por parte de los varo
nes segn su condicin social. Los padres de clase media alta fueron
reproducien
do el proyecto de vida que internalizaron de sus propios padres: estudiar, ingresar
a la universidad,
que fuesen profesionales, trabajar, casarse y tener hijos. Desde el
inicio estimularon conscientemente a sus hijos y, pese a que eran las madres las

que llevaban el peso de la educacin, ellos tenan una participacin bastante ms


activa que los padres populares en los avances que registraban e incluso en la
atencin directa con los colegios y profesores.

Entre los padres de sectores medios haba una fuerte expectativa, compartida
muchas pareja, de que los nios deban ser estimulados desde la
veces con su

primera infancia, que desarrollaran sus capacidades intelectuales, lgicas. "La


cuidbamos harto, jugbamos con ella dentro de lo que se poda; la estimulba
mos. Ahora que entiende ms cosas, habla, podemos relacionarnos con concep
tos. La cuido, alimento, converso con ella, jugamos; trato de que me deje traba

jar, pero..." (Jos, 30 aos, medio alto). "Le meto mucho cuento con los libros, la
verdad que soy muy fijado
es la parte intelectual" (Mauricio, 32 aos, medio
en

alto). "Al ms chico le enseo los colores, a la ms grande le muestro cosas, hago

que haga deducciones o razonamientos" (Patricio, 32 aos, medio alto).

Estas expectativas tambin producan dolores, cuando los padres constataban que
sus hijos no eran lo brillante que quera que fuesen y tenan que reconocer sus

limitaciones, que en alguna medida podra afectar el futuro y los proyectos. "Esa
competencia que existe en el colegio, la viv con mi hijo. Uno sufre por dentro,
porque ve nios que se sacan siete y el hijo de uno a veces no. Para uno el hijo es
un sabio, pero para el profesor a veces no lo es" (Franco, 41 aos, medio alto).

En este mismo sector se observ que los varones se involucraron ms con la es

cuela y las actividades extraescolares, como participar en el centro de padres y/o


en reuniones de apoderados, llevarlos y traerlos de actividades extraescolares,

que demostraban inters por seguir ms de cerca el proceso de enseanza aprendi


zaje de sus hijos. La calidad de la educacin, el aprovechamiento de su vida esco
lar y la motivacin tenan importancia. "Ellos por ejemplo colegio donde
van a un

les encanta ir. La peor amenaza es decirles que les vas a cambiar de colegio para

108
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

ponerlos en uno donde se estudie ms. Eso no, estn


dispuestos a hacer huelga de
hambre en una cosa como sa. En cambio yo iba a
un colegio al
que nadie me
si
pregunt quera y ir no lo pasaba bien; iba por
obligacin, como todos los
compaeros mos, si no era ninguna excepcin. Los primeros quince aos de tu
vida te los pasas yendo al colegio y es tu tema de vida central. Es distinto si vas a
un colegio agradado, con placer y lo pasas bien o vas a uno sin
agrado y lo pasas
mal. La calidad de vida es completamente distinta. Van a salir de cuarto medio
habiendo pasado bien doce aos de educacin. Yo pas mal doce aos de educa
cin" (Alberto, 46 aos, medio alto).

Los padres de sectores populares estaban ms presentes demostrando su capaci


dad de proveedores, en las compras de los implementos escolares que necesitaban
sus hijos, la ropa, el material escolar y menos en el seguimiento de lo
que suceda
en la escuela. Para algunos s era incentivarles a estudiar, como una
importante
forma de lograr una mejor calidad de vida y mayor autonoma. "A mi hija le he
inculcado valores. Siempre le estoy regalando libros, incentivndola a que siga
estudiando, dicindole que tiene que estudiar porque si algn da tiene la oportu
nidad ser alguien en el futuro. De hecho tiene buenas notas, tiene promedio
arriba de seis, por lo tanto tiene capacidad como para ser alguien en el futuro. Yo
tambin le digo que nunca se olvide de sus races si algn da ella tiene una
profesin. Tambin le he inculcado que sea independiente y por eso debe estudiar
para que nunca tenga que depender de un hombre" (Jano, 35 aos, popular).

Las relaciones cotidianas con la escuela -como llevarlos y traerlos del colegio,
visitar al profesor/a, conversar y consultar sobre problemas y avances de los hi
jos- quedaban, en los sectores populares, en general a cargo de las madres y entre
los padres de sectores medios altos eran compartidas con mayor frecuencia entre

padres y madres. "Para mi ser padre implica estar preocupado de todos los as
pectos, no desde afuera, sino que de adentro. He ido siempre a las reuniones
...

del jardn infantil de mi hija, por muy intrascendentes que puedan ser; lo consi
dero super importante. Siempre he tratado de ir a dejar a mi hija al jardn, cuan
do he podido, ir a buscarla, estar presente" (Patricio, 32 aos, medio alto). "Den
tro del tiempo que estoy en la casa, desde irla a dejar al colegio, conversar con

ella; almorzamos juntos, siempre me ha pedido ayudarle en las tareas; ha sido


una alta comunicacin" (Clarck, 42 aos, medio alto). "No soy muy afectuoso,

pero siempre me ha gustado estar cerca de ellos, me ha gustado conversar ms


con ellos, pero nunca tanto como para andar hacindoles cario, tomndolos,
no. general cuando llego
Por lo del trabajo los saludo, conversamos, les pregun
to cmo les fue, de las tareas y todo eso. Ellos me muestran como les ha ido. De

repente les reviso las tareas, les pido que me las muestren, a veces les ayudo,
pero nada ms que eso. Estoy muy poco tiempo con ellos, ms que nada el da
109
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

domingo" (Choche, 50 aos, popular).

En cambio muchos padres de sectores populares sealaron que no tenan tiempo


para seguir ms de cerca qu suceda con la escuela "Lamentablemente no puedo
asistir a reuniones del colegio, no puedo ir a dejarlos, por mi horario" (Antonio,
48 aos, popular). Incluso as, algunos participaban en este proceso y en las acti
vidades de la escuela. "El deber del pap es proveer el alimento para su hogar.
Fuera de eso es estar preocupado de la educacin de sus nios, ayudarle a hacer
las tareas. No solamente mandarlos a la escuela, Por que yo soy apoderado del

mayor y ella es del ms chico" (Pedro, 46 aos, popular).

La ampliacinde los contenidos curriculares y de la cobertura de la educacin


bsica y media tuvo sus efectos en los padres de sectores populares que tenan
niveles bajos de escolaridad, muchas veces tuvieron dificultades en acompaar a
sus hijos aprendizajes y en dar respuesta a preguntas e inquietudes que
en sus

estos tenan afectando, de alguna manera, su imagen y autoridad ante el nio.

"Los chicos siempre a uno lo llenan de preguntas, y uno tiene que tratar de ser un
libro gordo de Ptete3, encontrar respuesta para todo y dejarlos satisfechos. Lo
que pasa es que los chicos de ahora son ms despiertos que los de antes, porque
tienen informacin de todos lados: la radio, la tele, las revistas, lo que cuentan
los profesores y como les van cambiando de profesor, cada profesor tiene su
enseanza, entonces es difcil ser pap, porque uno se pregunta 'es verdad lo
que le voy a decir a mi hijo, o va a ser mentira?'. Y l mismo te lo va a decir, 'pap
es mentira lo que me ests diciendo'" (Diego, 34 aos, popular).

El padre ausente, el padre lejano

Los varones sealaron con bastante vehemencia que el padre era muy importante
en la vida del hijo. Era quien le acompaaba y le ayudaba a crecer. Reconocan

que su ausencia produca trastorno al


sintindose estos solos y abandonados,
hijo,
fundamentalmente en la infancia y adolescencia; una situacin que les pareca

injusta. Por el mismo hecho las madres, a su vez, eran discriminada, porque el

hijo no tena padre, especialmente entre las madres adolescentes. "Hace falta un
padre, es importante. Aqu en torno mo hay un montn de problemas, porque no
los han criado sus padres, los han dejado botados" (Too, 28 aos, popular).
"Debe ser doloroso para el nio, porque todos los dems tienen. Si, aqu discri
minan a la mujer que tiene hijos soltera" (Diego, 34 aos, popular). "Un hijo que
se cre sin pap es como un pescado sin ro, no tiene nada, se siente solo, abando

nado" (Beo, 46 aos, popular).

3
Revista infantil.

110
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Pero no por eso los padressiempre consecuentemente con lo que decan


actuaban
que pensaran. Un hombre poda desentenderse de un hijo que haba procreado;
era una de las opciones a barajar a la hora de enfrentar un embarazo; especialmen

te si la madre era una pareja ocasional o con la cual no se tena mayor compromiso

ni se senta obligado. Se poda tratar del fruto de una "conquista". El varn justi
ficaba no asumir la paternidad al caracterizar la situacin como un intento de la

mujer de "atraparlo", un engao; no sera su hijo, sino el de otro varn y se le


querra involucrar a l. En estas situaciones no se sentan comprometido con la
pareja, menos an con el posible hijo. Por lo tanto, no vean razones para respon
der a una paternidad que sentan incierta y difusa. Pero el desentenderse de un hijo

que se haba tenido, no implica que no tuviese consecuencias posteriores en el


varn. Varios de los varones entrevistados haban tenido experiencias de este tipo.
"Al tiempo me encontr con ella y conversamos y me dijo que s, que era mi hijo,

que yo no lo ofreca ninguna seguridad ni bienestar ni para ella ni para el nio,


entonces haba optado por lo ms sano que era haberse casado con el tipo que la

pretendi siempre, un tipo bien responsable. El nio no sabe que es hijo mo, las
veces que me ha visto me ha tratado de to, y para m es algo que cuando estaba

en la calle no me molestaba tanto que me dijera to, porque para m era una

carga menos, pero desde que he tomado conciencia realmente duele el no poder
decirle a l que yo soy su pap, de no poder enfrentarlo y decirle mira soy tu pap
y no pude responder por ti. Pero pienso que si le digo eso le voy a derrumbar su
mundo, porque l tiene un mundo en torno a l, al que es su pap, a la persona
que lo ha la persona que le ha dado todas sus necesidades, entonces por
criado, a

ese lado tambin como que encontrara injusto de que yo, que no me he preocu

pado nunca de l, venir ahora que he tomado un poco de conciencia, a derrum


barle mundito, y estoy ah, en ese dilema, que si le digo
su o no le digo, y que a lo

mejor me va a rechazar" (Camilo, 26 aos, popular).

El deber hacia los hijos y el intenso sentimiento que decan tener los varones
cuando llegaban a la paternidad se resquebraj en algunos, al momento de sepa
rarse y constituir una nueva pareja. Estos padres demostraron que podan vivir sin

los hijos, aunque fuesen amados. La situacin los conflictu, pero no lo suficiente
como para restablecer o iniciar la relacin. La madre
hizo cargo de ellos, no se

quedaron desprotegidos, era la defensa que tcitamente hicieron de su actitud.


Transfirieron sus responsabilidades a la madre y se retiraron, por decirlo de algu
na manera. Ese fue otro de los aprendizajes de los propios padres y madres: las
madres pueden criar solas a los hijos. "Tuve mucha comunicacin con l desde

pequeo. Actualmente no tengo tiempo para estar con l, hace como un ao que
no lo veo. Cuando lo vi la ltima vez hablamos de quehacer... y de m tambin,
su

de las cosas que quera hacer. Pero hay mucho cario, muchos besos, muchos
abrazos, mucho tocarse. A la ms chiquita no la conozco, porque cuando ella
111
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

naci yo no estaba en Santiago, estaba en el norte. Llegu ac a Santiago hace


como un ao y... no me he comunicado ella realmente, porque mi actual
con

compaera tiene rollos con esa situacin, rollos ms o menos serios. Con el otro
tambin, pero en menor medida, claro. Y
produce un problema conmigo
eso me

mismo que no s... le doy tiempo al tiempo no ms" (Fernando, 33 aos, popular).
"Es una historia que se perdi un poco en el tiempo, no lo vi nunca ms a l, se
fueron a Europa y se perdi en un momento hasta la direccin. No saba donde
estaban, ni en qu pas. Se fue quedando en el tiempo. Empec a averiguar y me
enter que vena con la mam y ah nos vimos y, claro, nos dimos cuenta y yo
tambin me di cuenta que l en el fondo ya tena otro pap. Lo nico que intent
era que no poda forzar otra situacin, y lo tuve que asumir de esa manera. Lo
sent como ya lo haba previsto que iba a ser, o sea una persona ajena, porque
fueron muchos aos de ningn contacto, ni siquiera escrito" (Neftal, 54 aos,
medio).

En varios casos, el quiebre de la pareja y la separacin, distanci al padre de stos.


Haba una lejana que dificultaba el contacto cotidiano. En general, para varios
los varones separados la separacin con los hijos fue sentida dolorosamente. Aun

que reconocan que la vida del hijo era posible sin l, sentan que ste se le esca
paba; comenzaba, de alguna manera, a sentir extrao al hijo y percibir que el
sentimiento era recproco. Esta situacin llev incluso a algunos a evitar el con
tacto. "He sido irresponsable, mal padre en ese sentido. Con mi hijo no he hecho
"

ninguna de las dos cosas: ni plata ni cario. Yo creo que no soy un buen padre
(Too, 28 aos, popular). "Sufr mucho y sobretodo ahora la distancia de los
nios me duele mucho, porque era muy unido a ellos y me da pena tenerlos lejos,
no estar con ellos, no poder abrazarlos, dormir con ellos. Viven en
Santiago. Los
veo todos los fines de semana. Eso es lo que acordamos a travs de los abogados.

Pero tambin a veces verlos me hace mal, porque ese asunto de encontrarme con

ellos y volver a separarme es doloroso, me cuesta. La ms chica est dndose


cuenta de la situacin, me dice que por qu no me voy a la casa s yo.
y qu ...

Estoy con ellos todo el fin de semana. Termino agotado. Vamos al parque, a los
museos, al cine. Al principio estbamos los dos das juntos, pero ahora nos he
mos estado viendo un da. Porque me hace mal estar con ellos porque me da pena
dejarlos despus en su casa y no dormir con ellos, no estar con ellos, ni contarles
cuentos y cosas..." (Franco, 41 aos, medio alto). "En relacin a ella sent de
todo, que no la perda, pero que me iba a hacer falta. Ahora la siento ms, me

estoy perdiendo muchas cosas, montones de cosas. Para mes diferente cada vez

que la veo, ella sabe de otras cosas de las cuales no he participado cuando las
aprende, es una situacin bien rara, adems que a ella le cuesta mucho rela
cionarse conmigo hoy da a ella. Cmo no la voy a echar de menos? Es un tema
que estoy digiriendo, me lo estoy planteando, quiero ser honesto conmigo; no me
112
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

interesa que los dems me crean. Claro que la echo de menos. Me gustara verla
ms seguido, de todas maneras... Pero no hay acuerdo, la bronca que tengo no
"
me deja ver bien digamos. Tengo una bronca grande y espero que se me pase
(Eugenio, 45 aos, medio).

El padre: autoridad

Los varones, segn los mandatos de la masculinidad dominante, deben constituir


una familia estructurada partir de relaciones claras de autoridad y afecto con la
a

mujer y los hijos, que les permita proveerla, proteger y guiarla en un espacio
definido, el hogar. El padre es as, una persona importante, el jefe de familia, la
autoridad del hogar. A la mujer, por su parte, le corresponde complementar al
varn, ocuparse de la crianza de los hijos, ordenar el hogar y colaborar con el
padre/marido. "Pienso que el nico derecho (del padre) es que le obedezcan, de
cirles como hay que hacer las cosas; llevar un orden, una disciplina, pienso que
esel derecho de l, por estar manteniendo la casa; derecho a que por lo menos ...,

bueno no s si se le llamar respeto a eso, pero la idea es decir que se hagan las
cosas bien y que se le escuche" (Ojota, 52 aos, popular).

Las relaciones, que establecen los varones con sus parejas/esposas les permite
recursos de poder que potencian los que social y legalmente les son otorgados,

recursos de que no son percibidos en general por stos como tales, se


poder
invisibilizan, y muchos de los cuales emergen especialmente de la paternidad. La
paternidad asumida entrega recursos 'invisibles' a los varones. Al preguntrseles
directamente cules consideraban que eran sus derechos como padre, la gran ma
yora respondi que no hay derechos especiales para un padre, por el contrario
tanto el hombre como la mujer (padre/madre) tiene los mismos derechos e incluso

tambin los hijos. "El mismo derecho que tiene una mujer. Los dos decidimos,
hasta donde se puede decidir, por los hijos o por nosotros mismos. Tanto en lo
econmico como en lo sentimental y lo mejor como ncleo familiar" (Marco, 32
aos, popular).

Los derechos de los padres son ms bien sus responsabilidades "Los derechos del
padre son proteger, ayudar, cuidar, la enseanza, la educacin de los hijos. El
derecho de darles la enseanza. Ese es el derecho que tiene todo padre, creo con
sus hijos, de cuidarlos" (Carlos, 23 aos, popular). "Los derechos los asimilo

como a obligaciones. Actuar realmente como corresponde, darles lo que ms

puedas darles, ensearles lo que ms puedas ensearles, no dejarlos a la deriva.


Creo que eso; es ms una responsabilidad que un derecho. Los derechos uno no
los tiene comprados" (Vctor, 35 aos, popular).
113
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Los padres son sealados, por el modelo de familia nuclear patriarcal, como los
responsables de establecer el orden al interior de la familia y velar porque se
respete. Es la autoridad a cargo de la reproduccin generacional. Tiene un hijo/a
de una mujer, la madre, y debe orientarlo/a y asumirlo/a. Los padres en su calidad
de autoridad de la familia deben ensear al nio, desde que ste
pequeo "Es es

igual que una semillita que uno la siembra en buena tierra y da buen fruto" (Alexis,
34 aos, popular). Parte importante de la enseanza se orienta a reafirmar el orden
que impera en el hogar y les muestran al hijo que ellos son la autoridad, o hacen el
intento; sealan lo que es aceptado o no y definen y establecen los lmites. En este
sentido reproducen el orden y la organizacin familiar patriarcal, que de alguna
manera han heredado, y socializan en ello,
aunque muchos perciben que los tiem
pos han cambiado; ya no basta con dar ordenes, pedir respeto y sumisin a los
hijos. La autoridad aplicada por los padres es, segn ellos al igual como lo apren
dieron muchos de sus propios padres, una demostracin de cario, de proteccin;

justificando as algunos los castigos y a veces los malos tratos que aplican a los
hijos, especialmente a los menores y adolescentes.

Los aprendizajes de cmo ejercer la autoridad con los hijos fueron obtenidos en el
propio hogar de origen. Al padre se le deba respeto, era una persona que impona
sus criterios, aunque no fuesen del agrado y/o de la
comprensin de los hijos y
madres. A veces no slo se les respetaba, sino que adems se les tema. La accio
nes de los hijos que cuestionaban el orden
impuesto por el padre y su autoridad
estaban sujetas a reproches, llamadas de atencin, retos y castigos y ms de algu
na vez, para varios, a violencia fsica.
Reprochable era responder a los padres de
mala manera (ser insolentes), no cumplir con las obligaciones que les haban asig
nado, no respetar los horarios, comportarse de manera deshonesta, no tener una
conducta acorde a los principios que le trataban de inculcar y, especialmente en
los sectores medios, no cumplir con expectativas en tomo a la educacin y los
proyectos de vida.

Los padres imponan un orden al interior de la familia, sealndoles, de alguna


manera qu le corresponda hacer a quin; no cumplir con ello significaba quebrar

las reglas, aunque expresamente nadie se lo dijese. "Andaba enojado, un tipo


severo. No haba que jugar con l. Pero nunca
porque nos fuera a pegar, a agre
dir, porque cada uno saba lo que tena que hacer en la casa. A nosotros en la
casa nunca nos dijeron 'Ud. vuelve a la una de la maana', 'tiene que estudiar' o
'tiene que ir a la Universidad '; cada uno saba cuales eran sus roles. No haba
esa cuestin de 'oye tienes que ponerte a estudiar'. Yo saba
que tena que estu
diar, tener el mejor promedio del curso e ir a la Universidad, esas eran las re
glas" (Juan, 32 aos, medio alto). "A mi pap lo vea como el jefe. Era el que daba
las rdenes nada ms. Lo que deca l haba que hacer. Ah no haba discusin,
114
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

no haba bueno o malo sino que se tena que hacer, a pesar de que nunca me

peg, no recuerdo que me haya pegado, pero s nos pegaba un grito y nosotros
quedbamos ah. Mi mam incluso le deca "oiga"; hasta el ltimo da lo trat de
usted. Nosotros lo veamos el da domingo, cuando estaba, sino estaba
trabajan
do. No convers nunca Creo que le tenamos respeto y miedo cuan
con nosotros.
do nos retaba. Lo que pasa es que mi mam siempre nos amenaz con l. Mi
mam siempre nos deca que nos iba a acusar a l" (Choche, 50 aos,
popular).

Cuando rompa el orden y las normas eran violadas, algunos padres les llama
se

ban la atencin y a lo ms los retaban. "Se enojaba, levantaba la voz, retos,


prin
cipalmente. Te pongo un
ejemplo para que quede
te ms claro: yo era desor muy
denado o no haca algo que saba que me tocaba hacer, como barrer la calle, el
bao, el patio, no lo haca. Se enojaba y deca que despus iba a ser un
flojo
cuando grande, esos eran sus
enojos. 'Y te fuiste a barrer altiro no ms!', se

enojaba y as que yo parta


a barrer no ms... Pasaba
algo muy curioso, porque
la castigadora fue mi madre, castigadora entre comillas,
porque ella s que apli
caba castigo 'te quedas acostado, no vas a salir a jugar!'. Mi pap no, fjate que
se enojaba, pero no tena corazn
para ser duro con nosotros" (Fernando, 32
aos, popular). "Muy enojan. Con mucho grito, con mucho reto. A mino me re
cuerdo que me haya pegado, pero si le peg a mi hermano. Era ms bien el
poner
de manifiesto que lo que uno haba hecho era malo, eso no se tena que hacer y lo
estableca con mucha fuerza, pero no pasaba ms all, ah?, no haban secuelas
en trminos de
castigos eternos. Poda quedar la grande en ese minuto, pero al
otro ida la vida segua tal cual" (Eugenio, 45 aos, medio alto). "Mi casa era la

libertad, nunca me castigaron, eso sime llamaban la atencin bastante. Mi padre


no se enojaba, nunca lo vi enojado en la casa
por cosas personales, nunca se
enoj conmigo, pero se enojaba por cosas polticas, por ejemplo de una ley tanto
que estaba haciendo el gobierno, se pona furioso y golpeaba la mesa. Era im
posible que alguien se atreviera a discutir con l de poltica, porque truenos, se
apasionaba" (Lisandro, 67 aos, medio alto).

Otros les llamaban la atencin y les


padres pegaban ocasionalmente, como una
forma de modificar los comportamientos en aquellas conductas consideradas in
aceptables para la autoridad paterna. "De mi padre... maltrato, de repente estar
bien con l y otras veces mal; aguantar todo no ms, total son los padres de uno,
sea como sea son los padres de uno. Ahora somos amigos, conversamos. Antes,

como cabro chico, compartamos algo, pero vez que l se pona a tomar su
trago,
algo le pareca mal, se desquitaba con cualquiera, entonces a veces, culpa no
haba, pero qu le bamos a hacer, no tenamos derecho a voz ni voto, l era l no
ms y qu se le va a hacer" (Claudio, 26 aos, popular). "Gritaba, era harto

gritn. Recuerdo que nos pegaba, pero muy poco, me parece que un par de veces.
115
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Me acuerdo ms de cachetadas de mi mam que de mi pap. Me acuerdo mucho

porque era muy distinto en relacin a mis amigos del barrio. A ellos les sacaban
la cresta; estatpica onda media sdica de los papas, que les pegaban correazos
en las patas a pata pela, los echaban a la calle con las correas marcadas para

que los amigos vieran cmo les pegaban; una cuestin as super terrible. Me
acuerdo de otro amigo que deca que su pap s era buena onda, porque como l
era hombre le pegaba combos, no le pegaba cachetadas, quedaba con la cara

hinchada y l se senta orgulloso de eso" (Jons, 33 aos, medio alto).

Otros padres, en cambio eran violentos en sus reproches y castigos; usaban la


fuerza fsica, los correazos y los golpes de mano como una forma relativamente

habitual de imponer su autoridad. "De mi padre... malos recuerdos... es que mi


viejo siempre que estuvo, el tiempo que estuvo con nosotros, que fue hasta como
los catorce aos, ms o quince
menos, catorce o aos, nunca dio nada para noso
tros. Nos pegaba, le pegabavieja" (Guido, 26 aos, popular). "Mi padre era
a mi
extraordinariamente severo. Tena una fijacin, la de educarnos a todos correc
tamente. Era una persona bastante exitista y muy severa, rgida, apretadora. Si

de algo me acuerdo de mi padre, cuando era nio, lo nico que se me viene a la


cabeza son los retos, los castigos, los cinturones permanentes; tratando de adoc
trinar. Siempre tratando de decir esto aqu, aqu y aqu. En eso gastaba su tiempo

y su fuerza, en nada ms. Desde que tena cinco aos me sacaba la mugre, todo el
da. Porque entraba al teatro a pelculas que no deba ver, jugar tenis sin tener
hora reservada, robarme las cosas de la cooperativa que era como el supermer
cado. Que le salieran problemas con este hijo, que haca todo este tipo de tonteras,
era muy grave, entonces me toc duro. Porque m pap es una persona muy rec

ta" (Mauricio, 32 aos, medio alto). "Era de esas personas medias brutas, cria
das a la antigua, que de repente cuando haba que pegarle a uno de mis herma
nos les pegaba no ms y todas estas veces que me pegaba a m, me pegaba com

bos, charchazos o de repente me agarraba a correazos no ms. La mayora de las


veces fue por la cuestin de la enseanza, de los estudios. La verdad es que tena

como cierto temor, terror porque de repente, a veces tiritaba cuando l quera

que de la noche a la maana aprendiera todo; cuando llegaba l se me olvidaba


todo. Y la otra fue porque yo sufra una enfermedad, me orinaba en la cama.
Prcticamente me orin hasta los diez y seis, cosa bastante dolorosa, porque
cuando me orinaba, prenda papeles y me quemaba el poto con fuego; no s si lo
haca para que me quemara o para asustarme, pero la verdad es que yo gritaba
mucho" (Hermano, 39 aos, popular).

Las historias de maltrato y violencia con los hijos, en algunas familias, tenan su

origen varias generaciones atrs. "Mi mam es una mujer muy maltratada por la
vida. Hija de un pap efectivamente enfermo de la cabeza, sdico; como le tenan
116
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

miedo a las araas, se las pona en la almohada. El hermano le tena miedo a los
corderos y le puso una vez una cabeza de cordero en la almohada, cuando se

despert, imagnate, casi se vuelve loco, ocho aos. Era de los que le pegaba
con

a mi abuela con un rebenque. Mi abuelo muri cuando mi mam tena doce aos,

pero ella todava tiene marcas en la espalda de los rebencazos. ... Mi abuela una

mujer de campo muy jodida, muy violenta. Recuerdo


to que contaba que mi un

abuela cuando le iba a pegar haba que arrancarse, porque era capaz de hacer
cualquier cosa. A m, mi abuela me quebr una vez una cuchara de palo en la
cabeza, tena siete aos, le dio rabia y p!, con lo primero que haba; me quebr
una escoba en la espalda y tena, no s, ocho aos" (Jons, 33 aos, medio alto).

El quiebre del orden y la falta de respeto a la autoridad paterna se entrecruzaba


con el "genio" del padre, un atributo que era presentado como parte su naturaleza.

Una caracterstica de su personalidad que era 'incontrolable' para el propio padre

y cuya difusin era incentivada muchas veces por la madre, para proteger a los
hijos de retos y/o golpizas. "Evitbamos que l se sulfure, porque se le empiezan
a poner los ojos rojos. Nunca explota delante de nosotros, pero es un tipo duro.

(T explotar?) No, pero por referencia en el Hospital le decan El In


lo vistes
dio, una cosa as; los enojos eran famosos, siempre tengo esa idea. Delante de
nosotros nunca hizo una explosin as de golpes, gritos" (Juan, 32 aos, medio

alto).

Es as, que los varones haba hijos haba que ensearles que
aprendido que a los
en el hogar hay un orden y una autoridad que permita una convivencia considera

da armoniosa por el padre y una socializacin en los valores, hbitos, comporta


mientos y aspiraciones que eran estimulados por los progenitores. "Soy su pap y
tiene super claro que yo soy el que pone las reglas. 'No cierto que t mandas a
todos aqu?' dice. 'T mandas primero, despus manda la Pila (la Pila es la nana),
despus mando yo y despus la Cota', la Cota es la perra, est en la ltima escala
del nivel de mando" (Jons, 33 aos, medio alto). " Como jefe de hogar? Que me
den un espacio a m tambin cuando yo lo quiera. Por ejemplo, voy a poner un
caso, quiero ver un programa de televisin y mis hijos me cambian el televisor,
eso ya es una falta de respeto, pienso yo; un atropellamiento hacia mi persona.

La familia tiene que ser una cadena, son todos eslabones, la seora, el marido,
los hijos; todos somos diferentes s, pero llega un momento que nos avenimos, y
para qu voy a decir que soy la ltima palabra, es conversable, es tratar de
conversarlo con todos" (Antonio, 48 aos, popular).

Para que buscaban una mayor cercana con los hijos, ser padre implicaba
aquellos
moverse entre dos campos, a veces contradictorios y difciles de resolver: ser

autoridad y amigo a la vez. Dnde estaba el lmite? Por un lado senta el deber
117
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

de mostrar al la distincin entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto,


hijo
los valores y las normas, as como poner lmites; por el otro, la bsqueda de la
amistad, de cercana afectiva, algn grado de intimidad. "Yo creo, por un lado,
que uno necesita al
padre como referente fuerte, por lo menos en una primera
etapa de la vida, que defina el bien y el mal, o sea, lo que se puede y lo que no se
puede hacer. Y por otro lado uno necesita a un pap que sea afectivo, que est
presente, que sea participativo, que tenga la fortaleza de ser el que orienta a los
hijos en su vida" (Jons, 33 aos, medio alto). "Debe ser de un carcter cordial,
fraterno, donde el nio pueda sentir ms que a un padre a un amigo. De alguna
forma tambin inculcar valores. Es una de las tareas ms difciles de un hombre"
(Hermano, 39 aos, popular). "Lo bueno se premia y lo malo se castiga. Adems
debera ser carioso, mimar a los hijos" (Charly, 48 aos, popular).

Una proporcin importante de padres populares plante que su autoridad como


padre deba ser una cuestin clara para los miembros de su ncleo familiar, que
los padres exigen respeto, tanto de los hijos cuanto de la mujer, que stos les
deban escuchar y obedecer. Este era un derecho precisamente por ser el jefe del

hogar y quien lo mantena. "No podra exigirle (a mi seora), porque yo no soy


dueo de ella. No la obligo, pero le digo las cosas. Los derechos los lleva ella
...

en la casa, yo llevo ms el sustento, trato de tener derechos con mis hijos en ese

sentido, para que anden correctos, no se inmiscuyan en malas juntas. Por ejem
plo, a las lolas las haba visto fumando el ms chico, entonces ah me puse en las
coloradas, yo le dije a mi seora 'por favor chica no quiero que las nias anden
en malos pasos, cudamelas, porque t vas a tener despus la responsabilidad de

las nias. A pocas palabras buen entendedor' le dije, 'cudalas, no todos los das
nace un nio' y me fui a acostar" (Beo, 46 aos, popular). "Pienso que el nico

derecho del padre es que le obedezcan. Decirle a los hijos cmo las cosas hay que
hacerlas, llevar un orden, una disciplina y que le obedezcan. Pienso que es el
derecho de l por estar manteniendo la casa. Que se hagan las cosas bien y que
se le escuche" (Ojota, 52 aos, popular).

La tensin entre autoridad e intimidad era percibida por los padres durante el
perodo de la crianza y socializacin. No siempre les fue fcil resolver el dilema
que se produca entre la expresin de sus afectos -la intensidad y el momento- y la
autoridad que deban ejercer. En los ms jvenes se observ con mayor fuerza la
necesidad de expresar esos sentimientos a los hijos, tocndoles, haciendo cario,
besando, apretndolos/as, pero en algunas oportunidades sintieron que deban
mantener una cierta distancia para establecer lmites. El ejercicio de la autoridad,

en alguna medida, estara interfiriendo la expresin de sus afectos.

118
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Pero as general los padres se sintieron responsables de poner lmites a


como en

los hijos tambin algunos reconocieron que stos necesitaban tener sus propios

espacios, en los que se pudiesen expresar y tener intimidad. Espacios que deban
ser reconocidos y respetados por los padres. Algunos se movan entre la libertad
y
autonoma del hijo y su propia experiencia, que muchas veces tenda a limitarlo y
normarlo. La disyuntiva estaba entre apoyar lo que los hijos quisieran y la necesi
dad de orientarlos segn su experiencia. Hasta qu punto le permitan al hijo que
decidiera su futuro, cunto deban intervenir, cunto se lo dejaban. "Un padre
debe dejar que los hijos sean lo que quieran ser y l debe apoyar todo ese proce
so. Lo importante no es que uno les pida que sean mejores que uno o que tengan

lo que uno no tuvo, sino que los deje ser y uno estar siempre ah. Pero tambin un
hijo es un ser que est ah para que uno lo forme, le inculque valores, para sentir
se orgulloso de l" (Jano, 35 aos, popular, popular).

Castigo y maltrato

A los hijos hay que educarlos, orientarlos y darles valores, es necesario "ordenar
los", ponerles lmites y estimularlos. En esta responsabilidad paterna los padres
cuentan con un fuerte apoyo societal que les permite tener autoridad sobre ellos y

ejercer poder si lo estiman necesario. Uno de los posibles recursos, para estable
cer los lmites, educar y/u ordenar, es hacer uso de esa autoridad para reprender y

castigar al hijo, si ste no responde de acuerdo a lo esperado. Orden que se puede


establecer con la palabra, lo gestual y simblico y/o con la fuerza fsica. "Creo

que el castigo no es el necesario, lo que es necesario es el traspasar conductas, el


generar hbitos eso es necesario. El castigo es una sancin por el incumplimien
to de ciertas normas y el premio beneficio para el cumplimiento de las normas,

pero lo necesario son los hbitos, la disciplina. S, le he pegado a mi hija. Siento


que en definitiva si bien le causo un dolor fsico pasajero a la larga le estoy
haciendo un bien" (Jos, 30 aos, medio alto).

Castigar a los hijos ha sido un "derecho" de los padres. Los otros, ajenos a la
pareja, aunque no les guste presenciar una golpiza a un nio, se espera que guar
den silencio y sean pasivos. Llamar la atencin sobre lo que hace el/la golpeador/
a es interferir un derecho milenario que tendran por ser los padres. Pero cada vez

esms comn que se levanten voces que traten de poner lmite a estos comporta
mientos. "A mi hermana le digo que no le pegue al nio, porque es chiquito.

Siempre le deca eso, pero el otro da me atrev a decirle 'sabes, no le pegues al


nio, porque a m me molesta ', y ella se dio cuenta. Se acord cmo me pegaban
a m" (Camilo, 27 aos, popular). En los ltimos aos, con la Ley de Violencia

Intrafamiliar y su difusin, las madres, los padres, vecinos u otros han comenzado

119
Jos Olavarra A. Y todos (buenos) padres. Varones de
queran ser ...

a llamar la atencin de los/as golpeadores/as haciendo las denuncias correspon


dientes.

En general, para los varones el castigo a los hijos tenan dos objetivos principales,
por un lado estaba orientado a limitar su libertad, impedirle hacer lo que ms le

agradaba o ir donde quisiera y por otro demostrar la autoridad de los padres, que
stos y especialmente el padre tenan derechos sobre l. El hijo estaba, en cierta
medida, "preso" por sus padres, hasta que cumpla la "condena", y no poda des
obedecer, so pena de arriesgar un castigo mayor. Este castigo era gradual segn
fuese la gravedad de la falta, la edad y en algunas circunstancias si era hombre o

mujer. "Siempre tratando de evitarlo; el golpe prcticamente no existe, salvo


situaciones en que se me habr ido el control, la rabia, una cachetada. Pero no

existe ni la paliza, ni nada que se parezca respecto los


golpes y el castigo, soy
poco castigador. Advierto que la prxima vez va a haber castigo, Y esa vez s hay
un castigo; definitivo. Cosas que les duelan. Puede ser sin mesada, sin nintendo,

sin ir a... Trato de evitar, por ejemplo, que no pueda ir a jugar ftbol el grande,

porque eso ya es sencillamente atentar contra su integridad humana. No es tam


poco llegar y dar castigos tan salvajes que despus vas a andar t ms dolorido
que el otro. La mesada es una buena herramienta, duele pero no es tan grave"
(Pablo, 46 aos, medio alto). "Cuando no me obedeca el castigo no corra con
migo, solamente atacaba la parte que ms le gustaba. A mi hijo mayor le gustaba
en ese tiempo el deporte. Se acababa la historia: no haba entrenamiento, estu

dios solamente" (Memo, 47 aos, popular). "Hay reacciones de diferente ndole.

Depende del momento y la necesidad. Si la necesidad es muy grande tiene que


haber una correccin; no necesariamente castigo, la correccin no es castigo, es
una enseanza, es una forma de hacer virar a la persona en la actitud, pero a

vecesha sido necesario poner un poco de mano dura y dar un par de correazos"
(Gabriel, 57 aos, popular).

Los padres normalmente se debatan en torno a


preguntas y prcticas que respon
dan a cmo establecer los lmites para que sus hijos crecieran armoniosamente y

lograr en algn momento su autonoma. "Normalmente cuando tomo una deter

minacin y estn castigados soy el primero en quebrarla. La accin represiva de


cualquier ndole me cuesta mucho ejercerla. Ellos ya saben que es as, por lo

tanto a mis castigos no les prestan mucho inters. S que es un error, sin duda,

pero me cuesta variar" (Joaqun, 33 aos, popular). "Les he pegado. Creo que
cuando uno pierde el control. Un poco cuando uno cree que amerita un buen

castigo. Y junto con el castigo uno pierde el control y la da una cachetada. Les
pegu alguna vez a todos cuando eran muy chicos, ya no. Les pegu aunque
nunca fui un golpeador violento, ni dao, ni esas cosas terribles que uno ve en los

diarios. Les pegu probablemente sin que sea justo, o cuando estaba enojado a lo
120
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

mejor, la posicin no era meritoria. La mayor debe haber tenido, no se, cinco o

seis aos la ltima vez que le pegu. Al guatn probablemente le pegu mayor,
ocho, o diez. Y creo que a la chica debo haberle pegado una o dos veces;
nueve,
es tan escandalosa, tan escandalosa, que me cabri. Debe tener un temperamen
to un poco histrico (risas)... Seguramente les pegu cuando no s si entendan

por qu les estaba pegando. Ya me lo han dicho unos psiclogos por ah, y lo le
en unas revistas, pero todava no estoy muy convencido de que ellos tengan ra
zn" (Alberto, 46 aos, medio alto). "Ya pas ese etapa en que les pegaba un
correazo.Al mayor le pegu harto. S, porque era bien jodido, sacaba de quicio.
Me senta mal cmo no voy a ser capaz de hacerlo entender con palabras?, en

algo estoy fallando. Entonces me empezaba a cuestionar" (Antonio, 48 aos, po


pular).

La palabra era uno de los recursos ms utilizados para establecer los lmites y
educar. "Creo que si no me obedece no me est escuchando" (Moncho, 29 aos,
popular). "Ya lo hemos conversado varias veces, 'te portas mal; vas a tener que ir
a acostarte'" (Alexis, 34 aos, popular). "Al principio le pegaba una palmada en
el poto, pero despus me di cuenta que era mejor hablarle y hacerle entender de

que no era bueno hacer esas cosas que haca. Me senta psimo cuando le pega
ba, me daba mucha
pena" (Franco, 41 aos, medio alto). La palabra del padre
tiene autoridad o debera tenerla segn ellos y est avalada por la fuerza, el golpe,

aunque no se utilice. "Te digo que... pero si tu no me haces caso, yo te castigo".


,

Ese castigo puede ser tambin un golpe. "Les trato de advertir primero, nunca les
he pegado a la primera. Ha sido por cosas que ellos saben que no tienen que
hacer y lo hacen. Generalmente le damos en las manos un palmetazo, que ms

que dolor fsico es un dolor psicolgico. Se ponen a pelear de repente y no me


gusta. No me siento culpable para nada, porque s que no es un golpe fuerte,
quizs cumplo un poco los objetivos, no creo que los vaya a dejar traumados ni
nada por el estilo" (Patricio, 32 aos, medio alto).

Otros padres no castigaban fsicamente, porque el golpe no sera tan eficiente


como el castigo psicolgico. Es all donde se deba apuntar. "Alguna vez le pegu

unas palmadas, pero despus vi que no era la solucin, porque no sacas nada, se

ponen rebeldes. Si me hubiera pasado a mi yo tambin me hubiese puesto rebel


de, es lgico. Castigos como quitarle las cosas que a ellos le gustan, s" (Diego,
43 aos, popular). "Fsicamente no los castigaba, me gustaba hacerles dao don
de ms les doliera, porque t sabes que el dolor fsico pasa, dura un ratito no
ms. Yo lo entraba y no lo dejaba salir. Era un dolor psicolgico, porque los
dems iban a estar todos jugando menos l" (Emilio, 48 aos, popular).

121
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

La palabra y al
ejemplo de la propia vida eran quizs los principales recursos de
para socializar a los hijos. "Ningn castigo, porque hablara con l, yo creo que
entendera" (Alex, 21 aos, popular). "Conversara con l, que por qu se ha
puesto rebelde. No lo castigaras. Conversara con l" (Nano, 35 aos, popular).
La palabra del padre debe ser escuchada y ste lo hace notar para poner orden o
restablecerlo. "Cuando estaba enojado pegaba un grito, y ah ellas saban que
haba que parar el leseo" (Pez, 43 aos, popular). Pero la palabra no siempre era
escuchada y generalmente cuando eso suceda, el castigo pasaba a ser una res

puesta necesaria. "A mis hijas no las toco. Creo que el castigo es necesario mu
chas veces y por cosas no muy graves, pero no por el castigo en s, sino por el
afn de que aprendan disciplina y una serie de cosas. Muchas veces me parece
que el castigo es un buen ejemplo, no lo veo como una situacin lmite; muchas
veces, mucho menos que el lmite. Por ejemplo, 'si t no me obedeces en hacer
'
esta cosa, entonces vas a quedarte sin hacer tal cosa o sin ir a tal lugar. Pero no

se aplica mucho en mi familia, la mayor es


super madura y la chica es muy chica
y estara castigada las veinticuatro horas del da" (Mauricio, 32 aos, medio
alto). Los padres tienen derecho a levantar la voz a los hijos y a ser escuchados
"Quizs levante ms la voz para ser escuchado y me quedo con eso" (Joaqun, 33
aos, popular); pero si stos ltimos eran los que levantan la voz, le faltaban el
respeto a los padres y ese slo hecho ameritaba castigo. Los hijos no le pueden
levantar la voz a los padres, eso es una falta a la autoridad del padre; es grave. Y
si hay algo que los padres, especialmente en estos tiempos, tratan de preservar, es

precisamente su autoridad.

Pero llegaba el momento donde el grito perda su valor como recurso de autori
dad, si esque alguna vez lo tuvo para unos, y pese a eso, an as, se sigui usando
como gesto de molestia. "Si no me obedecen, grito hasta donde me canso, hasta
donde quedo
me ronco y despus no me hacen caso igual no ms" (Pedro, 46
aos, popular).

No result fcil a los padres enfrentar la responsabilidad de educar y formar a los

hijos. Dos ejemplos de ello se presentan a continuacin, con hijas que estaban en
la infancia y la adolescencia. "De repente me pongo muy manitico, haga esto,
no

no lo haga lo otro; mucho del deber ser digamos, pero en general castigo poco.
Ms bien estn ligados a 'si no te comes la comida no comes postre' y eso se
respeta. Salvo, a veces, un par de
palmetazos en el poto, pero es una cosa ms
bien anecdtica digamos. Es una pulga en el odo que hincha las pelotas. Entien
do que ella est armando su metro cuadrado y la tengo que respetar, pero de

repente me dan ganas de asesinarla. Est como ligado a situaciones ms bien de


que ya mehincha las pelotas, que pasa un lmite en el cual le doy un palmazo en
el poto y la mando para su pieza, as como el castigo mayor. Cuando lo he hecho,
122
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

no es que me haya sentido bien, pero siento que ha sido lo que hay que hacer. Una
de las cosas separar mucho lo que yo siento y mi rol, yo soy el
que tengo clara es

pap y tengo que educarla, yo soy el nico que tengo la responsabilidad de edu
carla, todo el mundo la puede malcriar. Tiene que ser ms ordenada de lo que es,
no puede andar desparramando como desparrama, tiene que tener responsabili
dades mnimas. Es cierto que de repente me da a m mucha lata, porque en reali
dad tan chiquitita que es, pero por otro lado de mino ms depende que aprenda
algunos hbitos bsicos, para vivir en este mundo" (Jons, 33 aos, medio alto).
"Jams les he puesto las manos encima a mis crios, ni mi mujer tampoco, aunque
usted no lo crea. Tenemos una nia de catorce aos, est en la edad de la adoles
cencia, una edad difcil, pero la controlamos a como d lugar. S que es muy
difcil la adolescencia, que uno quiere ser uno no ms, hacer todo, pero no va a
conseguir hacer lo que ella quiere, porque 'todo a su tiempo' le digo yo. En este
momento no, porque no est en la edad, por ejemplo: que salga a fiestas. Aqu

han venido unas cuantas vecinas a pedirle permiso, pero no, sola no. No salimos
nosotros, menos va a salir ella. Sera injusto que nosotros nos quedramos en la
casa y que ella llegara a las dos o tres de la maana; una nia con catorce aos,

no pues. Mi hijo mayor es muy educadito, es bueno. Claro que yo creo que ningn

padre puede decir que un hijo es malo. Pero si yo veo que mi hijo comete un error
o algo as, lo cometi no ms, me va a doler decir que lo cometi, pero hay que

ser realista" (Pelao, 44 aos, popular).

A medida que creca el nio, desarrollaba respuestas que generaban la dinmica


de interaccin entre l/ella y sus padres. Hasta cundo poda hacer uso de ese
recurso? Y cmo ayudarlos en su formacin? Los padres reconocan que sus
castigos perdan efecto y su autoridad se deterioraba cuando los hijos no le obede
can; eso comenz a ocurrir generalmente con la adolescencia. "Nunca me he
sentido mal, porque nunca ha sido una cosa con una furia, asesina, sino son
como correctivas. Con la persona que me siento ms mal, de mis hijos, castign

dola, es con mi hija, la mayor. La mando a encerrarse, porque le tengo que poner
muchos lmites. Est en una edad en que se le ocurren muchas tonteras y tiene
una capacidad enorme para sacar de quicio, esa es la verdad. Ella est empezan
do adolescente y la cuestin es cmo la paras, ' cmo se te ocurre esta
a ser

cuestin!?' y qu s yo. Aunque a veces, por ejemplo con lo que pas ayer me
sent realmente culpable, dije: 'chita, no habr sido muy duro, en mi mano?'. La
fui a buscar hoy da y convers con ella. Me haba pedido unos audfonos, que se
los llev" (Wally, 40 aos, medio alto). "Mi hijo mayor insult a su mam y le

pregunt que ocurra, me dijo que nada, le insist y me respondi 'por qu te


metes t', o sea una insolencia de parte de l, opt por pegarle un charchazo. El

tena trece aos. Me amenaz que cuando fuera adulto me iba a pegar" (Memo,
47 aos, popular).
123
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

Los padres perciban que a medida que los hijos reconocan las formas en que les
eran aplicados los
castigos desarrollaban respuestas para aminorar sus efectos o
evitarlos. Una de las situaciones que utilizaban, segn los relatos, eran los des
acuerdos entre el padre y la madre y las mutuas desautorizaciones que se hacan
entre ello. Adems de llevar tensiones en la pareja, el padre se senta desautoriza

do ante los hijos. "Con la madre me llevo mal porque digo una cosa, ella dice
otra. Me desautoriza y cuando yo la desautorizo a ella pega el grito en el cielo.

'Usted, mijita, cuando yo diga algo a las niitas, no se meta, qudese calladita no
ms'. 'Ya, no va a volver a pasar' me dice", pero siempre vuelve a reincidir. Las
nias estn viendo eso ahora y dirn 'total si me castiga mi pap, mi mami me
levanta el castigo'" (El Sardina, 27 aos, popular).

El uso del
castigo, especialmente del castigo fsico gener controversias y recha
zos. Pero la mayora de los varones alguna vez le peg a su hijo y otros lo hacan

habitualmente durante la infancia. "Cuando cometen algo que est mal, ya, una
PLR ("pata en la raja"), como un regimiento. Siento que al del medio no resulta

pegarle, l tiene una cosa ms sensitiva, interna, culpgena, l se culpa solo y ni


tocarlo. El chico, de repente necesita un 'estte quieto' porque es demasiado

loquillo" (Wally, 40 aos, medio alto).

Se justificaba el golpe, porque los hijos en ciertas circunstancias, especialmente


los nios, les exasperan hasta que afloraban reacciones violentos, instintivas, in
controlables y castigaban fsicamente. "He sentido esas ganas de qu s yo, de
morderlo, sin nimo de dolor castigo. Le he dado un palmazo, con el paal,
y
"

pero no ha surtido efecto (Marcelo, 21 aos, popular). " Cuando eran ms gran
des? Les pegaba no ms. La verdad es que a veces les pegaba, pero les pegaba
unos palmetazos porque me molestaban. Yo tena un determinado problema, es

taba escribiendo algo y ellos me interrumpan y me volvan a interrumpir, ese

tipo de cosas; un poco reacciones medias espontaneas, no era una cosa fra.
Cuando peleaban, metan mucho boche, les daban pataletas y botaban cosas.
Pero tena muy buen carcter, lo haca un poco a veces por temor, cuando co
rran algn peligro, y otras por rabia del momento" (Lisandro, 67 aos, medio

alto).

Para un cierta proporcin de los padres golpear a los nios daaba a estos. No les

permita desarrollarse adecuadamente y se les violentaba, no se les respetaba.


Ellos tienen derecho a ser respetados en su integridad fsica y los padres deben
protegerlos. "Pegarle es perjudicial para su mentalidad, la parte psicolgica les
afecta demasiado. Creo que es como quebrarle lo que tienen ellos en su vida"

(Carlos, 23 aos, popular).

124
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Un hombre que golpea puede estimar que golpear es inaceptable. Cuando observa
a otro/a
golpeando, especialmente a nios por sus padres, le molesta, quizs por
que lo enfrenta a su propia contradiccin. Ms an, si ellos mismos han sido
objeto de maltrato por los propios padres. "Me molesta ver que otras personas
golpeen, sobre todo a los nios; me recuerda cuando me pegaban a m. Yo tengo
hartas medallas de esa guerrita" (Camilo, 27 aos, popular).

En la adolescencia algunos padres trataba de retomar el control sobre el hijo usan


do todos los recursos de poder disponibles y muchas veces violentndolos: afec
tando su autoestima, debilitndolos y tratando de separarlos de sus pares y ami

gos. Pese a reconocer que sus hijos tenan problemas de inmadurez, igual les
castigaban, a veces con gran violencia, porque se estaban desviando del camino
que le haban trazado y era necesario poner lmite. No siempre asociaron la inma
durez que decan tener sus hijos con sus comportamientos violentos de padres. La

respuesta de algunos padres fue la violencia fsica, la golpiza. Les doli hacerlo,
pero igual lo hicieron, segn afirmaron algunos.

Tres breves relatos de populares son ejemplos de la relacin conflictiva


varones

de algunos padres/varones con sus hijos adolescentes. Un testimonio conmove


dor que muestra hasta dnde puede llegar la violencia con un adolescente es el

que sigue: "Tengo una buena relacin, despus de una gran pelea. Este cabro con
los problemas de nuestro matrimonio, se meti al grupo de punk que andan ves
tidos de negro, los trasch. Baila rap y no hallaba las horas que llegara el da
sbado, porque a l le pagaban por ir a bailar. Tambin tena sus amistades, que
a m no me gustaban; andaban con cadenas; era de esa onda. Llegu en una

oportunidad y le dije 'mira a mino me gusta que seas as, porque yo no te imagino
as' y l me dijo 'qu te metes t'. Ya haba agarrado un tipo de personalidad muy

agresiva. Tengo un cuado que es carabinero y le dije 'tengo este problema';


'scale la cresta' me dijo, 'tienes razn' le respond. Fui y habl con mi hijo y le
plante lo siguiente 'no quiero que sigas esta vida, porque a m no me gusta y te
propongo, hagmoslo como un juego, vamos a decidir esto a lo hombre. T sabes
defensa, yo personalmente te he enseado karate, pongmonos de acuerdo en el
patio y luchamos entre los dos sin decir 't eres mi hijo', 'yo soy tu pap'; un
combate a muerte, l que pierde desiste. Si t me pegas, sigues con tu vida; si te
'

pego y gano dejas tu vida y te dedicas a como te he enseado '. 'Ya ni un problema
me dijo. Llama a todos tus amigos' le dije. l fue a buscar a sus amigos y yo me

fui a la comisara, a dejar una constancia de lo que iba hacer. Por si acaso, a
dejar constancia en caso que le saque la cresta, porque es un hecho que alguien
va a llamar o l va a llegar molido a la posta. Y empez el combate, era muy

decisivo, tena que jugrmela por el bienestar de l. l estaba con todos sus ami
gos y yo estaba solo. Y partimos peleando, pegaba fuerte, con bototos, patadas,
125
Jos Olavarra A. Y lodos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

'full contad' tambin. Dentro de m todava estaba el sentimiento de padre, en l


no; l tena sentimiento de hombre, porquepoda quedar mal delante de sus
no

amigos. Hasta cuando yo dije bueno, me lleg mi turno. Esper un momento


oportuno para el golpe de gracia, ah qued botado. Qued 'Knock ouf. Se recu
per como a los cinco minutos. Le dijo a los amigos 'todos para afuera'. Pesc el
cholgun donde bailaba, lo dobl y lo quebr; se sac la ropa, qued en puro
calzoncillo y quem toda la ropa. Perdi, se era el compromiso. Al da siguiente
se present voluntario a hacer el servicio militar. Ahora es una
persona total
mente cambiada, o sea una persona como yo quera que fuera" (Emilio, 48 aos,

popular).

Un padre de "palabra" puede ser muy violento, sin medir las consecuencias que
puede tener en su hija la golpiza a la que la somete. La "palabra" por sobre todo.
"Ha sido la nica vez que le he pegado. Fue cuando ella repiti de curso, no

porque haya repetido de curso, sino porque me minti. Ella estaba desordenada
en el colegio. Era un problema de inmadurez nada ms. El ao anterior le haba

ido excelente. Mi hija va a salir con diecisis, casi diecisiete de cuarto, imagna
te. Hubiese salido con quince si no hubiese repetido un curso. Fue un problema

de desorden, que a ella no le import, pero ms que nada fue por la mentira. Le di
la opcin: 'hija, te est yendo mal, si vas a repetir, bueno qu vamos a hacer'.
No, pap', me dijo. Le di la ltima posibilidad el mismo da de la reunin, cuan
do se inform que iba a repetir. Le dije: 'mira, te doy la opcin que me digas la
verdad ahora, sino, el castigo va de todas maneras'. "No, pap', me volvi a
decir. Eso, me doli harto. ...Le dije: 'mira, yo te he mentido alguna vez?'. No,
pap'. 'Espero que t tampoco'. No, pap'. 'Sime ests mintiendo vamos a hacer
una promesa, voy a agarrar la correa y te voy a dar cuatro correazos, porque con

palabras no me entendiste. Me la jugu por


completo a conversar contigo y tengo
que ser un bruto en estos momentos, para que veas que tu padre es un hombre de
'

palabra le dije. 'Si t me estas mintiendo te vas a ir valientemente a tu pieza y vas


a recibir cuatro correazos, no lo quiero hacer, te doy opcin'. Entramos al ...

dormitorio, 'bjate los le


pantalones', dije. No titube ningn momento; le pegu
cuatro correazos. Le dej marcadas las piernas. Ni siquiera llor; yo lloraba

despus en mi pieza. Pero no poda titubear ante mi hija, porque siempre he sido
un hombre de palabra con mi hija y no poda dejar de fallar en ese momento. Por

eso lo hice, por cumplir. No porque lo deseara. Creo que hasta en eso he sido un

hombre, a lo mejor mal, pero hasta en eso he sido un gallo que le he cumplido a
mi familia, en todo el sentido de la palabra, siempre. No cambio mi palabra, para
mi vale mucho. A mi cualquiera no me va a venir a decir 'cumplo ms que ti'. Mi

palabra es un cheque: si, no; nada ms. No existe a lo mejor" (Marco, 32 aos,
popular).

126
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

Los planes del padre y los de hijo? Inmadurez y mentiras en el adolescente y


autoridad, golpes y reconsideracin del padre. "A mi hijo mayor por supuesto que
lo quiero; claro que es el que me ha dado ms problemas, pero
igual lo quiero.
Ha sido distinto a mi forma de pensar. l vive ms como los
pjaros. Yo siempre
he dicho 'mira hay momentos en que t puedes, pero hay momentos en
que tienes
que darle'. Le voy a contar el caso. Resulta que lo tena estudiando una especia
lidad, porque yo haba visto algo de esa especialidad, le habl de eso y a l le
gust. Me dijo que 'bueno, listo', lo met a esa especialidad. Siempre pensando
que l tuviera un oficio. Resulta que despus me sale con la empanada que no le
gusta, ha repetido ao, hizo la chancha4 y sala con los amigos, no iba a clases.
No fue honrado, le dije que estaba mal, que debiera haber sido honrado
conmigo
y haberme dicho 'no me gusta, me otro'. Por ah chocbamos hasta que
gusta esto
al final ya, se fue al Servicio Militar. Antes de eso le di sus bofetadas,
porque
pensaba que se me estaba desviando, yendo por mal camino. Pero resulta que no,
l todava no tena la madurez suficiente como para decir voy a estudiar esto.
Debe haber tenido como unos 15, 16 aos,
Claro, estaba Mito. Si
una cosa as.
no me obedece a la
primera?, trato de castigarlo, pero yapase ese etapa en que
les pegaba un correazo, ahora los castigo con lo que les
gusta" (Antonio, 48
aos, popular).

Pero los varones haban aprendido


por experiencia propia y no olvidaban que los
castigos y los llamados de atencin a los hijos tienen un punto de quiebre, cuando
se enfrentan stos al
padre y/o a la madre y ponen en duda su autoridad. Al enca
raral padre o a la madre demostraban que ya no eran nios, tenan su opinin, sta
vala y deba considerrseles. "Muy pocas veces me castig mi pap. Los castigos
era ms que nada quedarme encerrado ordenando la
pieza, 'no puedes ir almor
zar'; l pensaba que era porfiado, pero yo encontraba choro quedarme encerra

do. Castigosfsicos, habrn sido un par de veces, me pegaba una cachetada, pero
no era lo comn. Los ms que nada eran retos, me
castigos retaba, empezaba a
hablar, hablaba a veces callado. No slo conmigo, retaba a mis hermanas y has
ta a mi mam a veces. Decid enfrentarlo, me quedaba poco tiempo
para vivir en
la casa, era el nico que no estaba casado. No poda ser siempre de ese modo.
Empez a retar a mi mam y le par el carro, 'crtala! '. Jams se esper que le

dijera una cuestin as. Se fue y despus me dijo 'tienes razn' y que se yo. Fue
como un corte, de ah en adelante empec a perderle miedo; a enfrentarme con
l. Marc un la relacin que
hito en tenamos. Al fin poder enfrentarme a l!"
(Patricio, 32 aos, medio alto). "Cambi
en muchos aspectos
porque, un da tuvi
mos una pelea bastante fuerte y la verdad que yo era una persona ms o menos

corpulenta. Tena unos dieciocho aos y me le enfrent. Le tir unos charchazos


4
"Hacer la chancha" = faltar a clases.

127
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

a mi mam y emprendi conmigo, ah tuve una pelea bastante fuerte.


despus las
Me tir varios combos que fueron al vaco, lo tom y lo levant para el aire con la

pura fuerza que tena y me lo quit de encima, pero no quise levantarle la mano,
por no faltarle el respeto ms que nada. De ah, prcticamente me fui de la casa,
estuve tres meses fuera de la casa. Me fueron a buscar, porque dijeron que mi

mam se estaba enfermando de melancola y l quera tambin que regresara a


la casa, pero ya yo era un hombre. No me acuerdo de haber tenido otros roces

con l" (Hermano, 39 aos, popular). "A los trece o catorce aos, uno se empieza
a rebelar contra mam y siente que ya no es ms la persona que te manda.
su

Cuando era chico tambin me castigaba fsicamente, un mnimo, una cachetada.


Pero a los trece aos, a le guapea a la mam; y cuando te dice
los catorce, uno

'anda a baarte!', le digo, 'no pienso ir a baarme!' y la mam termina por no


hacer nada, eso hace que la convivencia sea casi entre dos iguales" (Alberto, 46
aos, medio alto).

Las madres, en general aceptaban la autoridad del


apoyaban las decisio
padre y
nes y respuesta que ste daba a los hijos, actuando muchas
veces complementa

riamente o con mayor rigor. "De la misma manera que mi pap, con retos, menos
intelectuales, menos armados en trminos de ideas ms de fondo, pero retos igual,
castigo menos fsico tambin. Ms bien por cosas conductuales, estaba ms tiem
po con nosotros" (Jos, 30 aos, medio alto).

Madres populares, autoridad y castigo

Entre los populares, especialmente aquellos que no haban tenido un pa


varones

dre presente durante la infancia y/o adolescencia, la madre fue la persona que

adquiri la autoridad asignada al padre. Ella fue la que les indic lo que estaba
bien y lo que estaba mal, defini los lmites y las enseanzas de lo que era moral-
mente aceptable. Estos varones manifestaron que sus madres eran las encargadas

de imponer los castigos, incluido el castigo fsico. Cuando vivan con su pareja
ellas ejercan la autoridad mientras el padre estaba ausentes y pedan la interven
cin de ste cuando la falta era muy grave y demandaban de l la ltima palabra.
"Bueno, cuando enojaba, se
se enojaba en serio. Nunca me golpe as de sacar
me cresta y media,
pero igual de repente sus palmazos, su cachetada en el poto,
siempre corrigindome. Por ejemplo, de repente me mandaba condoros con mis
amigos, quebraba unos vidrios por ah y venan las vecinas a acusarme. Enton
ces me preguntaba:
'qu te pas, en qu andabas', porque me cachaba altiro,
porque llegaba yo corriendo ac a la casa y me meta a mi pieza. Entonces me
cachaba en las movidas que andaba y no le poda decir: 'sabe que quebr un
vidrio', no le poda decir, porque me iba a retar y me iba a castigar altiro, enton
ces prefera
que lo supiera por las vecinas, si total, le dijera o no le dijera, igual
128
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

lo iba a saber; pero igual de repente sus palmazos por el poto" (Jorge, 21 aos,
popular). "Era estricta, le gustaban las cosas derechas y si no le hacamos caso,
nos pegaba cuando nos portbamos mal, casi
pegaba, pero cuando nunca nos

nos pegaba, pegaba.


nosEs que en ese momento ella tena que hacer de padre y
madre, por eso creo que, en todo caso, me gustaba que fuera as, porque si no
hubiera sido as andara en la onda de la marihuana, robando, y
gracias a ella
creo que yo no fui as. Para miera como un cario de ella. Cuando estaba enoja
da pona una cara de enojada, tena con la
cara como de sargento Pepper. Y
pura mirada ya saba que estaba enojada. A veces nos pegaba con zapatos. Bue
no como toda mam cuando est
enojada, se desquita con lo que tiene" (Fabio,
25 aos, popular). "Me sacaba la cresta. Mi mami nunca me pegaba
injustificadamente, siempre que me peg fue por cagadas que me mand. Ah mi
mami me pegaba, me sacaba la cresta, pero por qu, porque las
cagadas me las
mandaba yo, eran cagadas ms o menos grandes. Un da me fui, me desaparec
como tres das de la casa, tena como doce aos,
y desaparec; me fui donde un
primo y me qued pensando que estaba todo normal y no estaba nada todo nor
mal. Mi mam me andaba buscando hasta en la comisara, en la morgue, en

todos lados y de ah me sac la cresta y media" (Lino, 29 aos, popular).

Los varones como padres reprodujeron lo


que aprendieron de sus madres con sus
parejas. Le transfirieron parte de su autoridad mientras no estaba en el hogar,
deban ir a trabajar y slo volvan en la noche, normalmente cansado. Su mujer, al

igual como lo vivieron con sus padres, la que se deba hacer responsable de
era

mantener el orden familiar en su ausencia. "Las responsabilidades principales de


una mujer, (silencio), mantener el hogar, criar a sus hijos. Que el hogar se man
tenga bien durante todo al da. Porque en el fondo el hombre no est en la casa,
la mayora de los hombres no est en la casa, la mujer es la que est en la casa,
ella la que tiene que fijarse en las conductas de sus hijos, ella tiene que obser
es

var lo que est bien, lo que est mal, porque es la que pasa el mayor
tiempo en la
casa, o sea, como que lleva las riendas de la casa" (Carlos, 23 aos, popular).
"Con mi mujer lo conversamos harto. Cuando ella estuviese ac, no quiero que
por ejemplo si el nio hace una cosa en la maana, t me lo vayas a acusar en la
noche, toma t la decisin en ese momento, qu es lo que vas a hacer, pero no
cuando yo llegue, porque voy a llegar cansado, malhumorado, depende del da
que haya pasado y ms encima el chiquillo no va a saber por qu diablos le pego
o por
qu lo castigo" (Antonio, 48 aos, popular).

Cuando los quisieron enfrentarse con los hijos y/o no conseguan res
varones no

puestas adecuadas, pidieron apoyo a la mujer, pero dejaban ver que esta delega
cin de sus responsabilidades daba visibilidad una autoridad deteriorada; no lo
graban ser obedecidos. "Yo lo delego a mi seora, no me gusta seguir gritndole.
129
Jos Olavarra A. Y todos queran ser ( buenos )padres. Varones de ...

Reacciona como ocupado. Yo le digo 'que saco con pegarte, voy a


marcando
ganar algo con pegarte ?; qu vas a aprender si yo te pego ? Vas a aprender a ser
ms peleador, entonces mejor no te pesco, si te da la rabieta ahite dejo, que te de
la rabieta". (Diego, 34 aos popular). "A la mam s le hace caso, porque ella es
ms rgida. Los retos de ella tienen mayor influencia" (Marmota, 53 aos, popu

lar).

As, la mujeres, segn algunos varones eran muy eficientes castigando y golpean
do, ms an que ellos. A ellas s les obedecan, adems estaban ms cerca de los
hijos. "La que determina es mi esposa, saben que ella silo ejecuta" (Joaqun, 33
aos, popular). "De los castigo se encarga la mam" (Nano, 35 aos, popular). En
algunos casos stas auguraban situaciones conflictivas con algn hijo que termi
nara seguramente en golpizas. "Ella cree que le va a tener que aforrar5 algn
da, porque parece que no va a entender con simples palabras. Se pasa de la
raya" (Marcelo, 21 aos, popular, el hijo tena slo meses).

Tambin haba algunas mujeres que protestaron por los golpes que los padres les
daban a los hijos y trataban de defenderlos del maltrato. "Mi seora le hace sus
carios correspondientes y me dice 'trata de no pegarle, se ms comprensivo'"

(Herminio, 36 aos, popular). "Mi seora me reta, me reta, igual que lo haca mi
"
mam cuando mi pap nos amenazaba de pegarnos, si es que no nos pegaba

(Chano, 53 aos, popular). Otras, en cambio, lo aceptaron e incluso habran sido,


segn ellos, ms golpeaduras. "Mi seora nunca me dijo nada, ni me reprendi"
(Marco, 32 aos, popular). "No se lo acept y le pegu. Mi seora no dijo nada"
(Ojota, 52 aos, popular). "Mi seora no recuerdo que se haya molestado muchas
veces, porque las pocas veces que lo hice haba razones bien importantes. Y ella
como que estaba de acuerdo. Ella fue hasta en alguna medida ms
castigadora
que yo, ms coscorrones, ms cachetadas" (Gabriel, 57 aos, popular).

"Aforrar" =
pegar.

130
IV PATERNIDAD ADOLESCENTE1. ALGUNA NOTAS

Una de las caractersticas del siglo XX fue que las etapas del ciclo de vida de
hombres y mujeres se hicieron ms complejas al extenderse su
esperanza de vida.
Slo en las ltimas tres dcadas sta aument en los varones en doce aos
(INE
1999c). As, la adolescencia, junto a la tercera edad,en aos de
se ha extendido
vida de las personas. En los ltimos aos se est en presencia de una extensin de
los aos de adolescencia, especialmente entre los jvenes de sectores medios
y
altos, que se ha denominado la "moratoria" de la adolescencia, es decir se ha
retrasado la edad en que los jvenes adquieren autonoma
psicosocial y econmi
ca de su ncleo familiar.

En las sociedades, especialmente urbanas, la moratoria de la adolescencia se ha


extendido paulatinamente, generando una verdadera subcultura juvenil con len
guajes, atuendos, intereses, espacios, actividades y problemas propios y particu
lares. En las ltimas dcadas la duracin del ciclo escolar se ha extendido; la edad
de matrimonio retrasada, lo mismo sucede con el
primer hijo, especialmente en
los sectores medios y altos; la integracin al mercado laboral es ms tarda. Cada
uno de esto fenmenos colabora al alargamiento progresivo de la adolescencia;
cada individuo debe recibir una preparacin mayor, ms intensa
y compleja para
lograr su autonoma en una sociedad cambiante y globalizada.

Lapaternidad en la adolescencia se sita en este contexto, por lo que es necesario


comprender cmo se experimenta y significa entre los varones.

Uno de los procesos que distingue a esta etapa es la toma de conciencia de la

propia sexualidad y el inicio, para una proporcin muy grande hombres y muje
res, de la sexualidad activa. Gran parte de los conocimientos sobre sexualidad y
salud reproductiva, as como la iniciacin en la sexualidad activa se lograron pre
cisamente en la adolescencia segn los relatos de los varones entrevistados2.

Ampliamente conocidos son los problemas que van a par de la adolescencia en el


campo de la sexualidad y la salud reproductiva, entre ellos la maternidad adoles-
Gran parte de la informacin sobre padres adolescentes de este captulo ha sido presentada en el
documento de trabajo Olavarra y Parrini (1999) "Los padres adolescentes/jvenes. Hombres
adolescentes y jvenes frente al embarazo y nacimiento de un/a hijo/a. Antecedentes para la
formulacin y diseo de polticas pblicas en Chile". UNICEF/FLACSO, Santiago de Chile.
2
Los testimonios corresponden a varones menores de 30 aos que no eran adolescentes. Se les consult
sobre su adolescencia en las tres investigaciones antes mencionadas. Se efectuaron adems 5 entrevistas

a jvenes entre 20 y 25 aos de sectores medio alto.

131
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

cente, los hijos nacidos fuera del matrimonio y la prctica del aborto.

La maternidad adolescentes ha devenido problema de salud pblica por la


en un

magnitud que ha alcanzado en relacin al conjunto de los nacidos vivos. Este es el


nico grupo de edad que a lo menos mantiene la proporcin de hijos nacidos
vivos, cuando todos los otros la disminuyen; eso lleva a que en trminos relativos
crezca el embarazo adolescente, aunque se mantengan los nmeros absolutos3.
Pero este proceso est directamente asociada a las condiciones de vida de la po
blacin. La poblacin ms pobre tiene tasas considerablemente ms altas de fe
cundidad. Es as que a partir de una caracterizacin socioeconmica de la fecun
didad entre las adolescentes de la Regin Metropolitana para el ao 1997 es posi
ble encontrar diferencias muy importantes, segn sea la comuna de residencia4. El

impacto de la presencia de madres adolescentes y la discriminacin de que son


objeto se puede constatar en distintos espacios de la vida nacional. Uno de ellos es
la escolaridad y la aceptacin de adolescentes embarazadas en diversos estableci
mientos educacionales5. Esta situacin vulnera los mandatos sobre no discrimina
cin contra las
mujeres a los que est obligado el Estado de Chile al ser parte de la
Convencin sobre Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin Contra la
Mujer.

Una proporcin creciente de los hijos nacidos vivos de madres adolescentes na

cen fuera del matrimonio, de madres solteras, (antes ilegtimos); al ao 1999, la


ms reciente estadstica disponible (INE 2001), indica que en relacin a las ma
dres el 83,2% de los nacidos vivos lo hizo fuera del matrimonio y en relacin a los

hijos de padre y madre adolescentes este valor sube al 91,6%. La tendencia hist
rica muestra un incremento de los nacimientos fuera del matrimonio de los hijos
de madres adolescentes (menores de 20 aos), a partir del ao 1975. En los '60 y
comienzos de los '70 el valor rond el 30%, lleg al 61,0% en 1990 y las ltimas
cifras disponibles, para el ao 1999, sealan un 83,2% en los nacidos vivos de
madres adolescentes. En general, es posible constatar que una gran proporcin de
La tasa de fecundidad de las adolescentes en trminos nacionales ha permanecido relativamente
constante, pero ha disminuido la de las mujeres mayores de 20 aos. En 1999 los nacimientos de
madres menores de 20 aos fueron 40.439 y porcentualmente representaron el 16,1% del total de
nacidos vivos.
La tasa de fecundidad de las adolescentes (15 a 19 aos) para Regin fue de 63,68 por cada mil
mujeres, incluye mujeres de
menores 15 aos, pero esta tasa vara desde el 6,58 en la Comuna de
Vitacura -y valores entre 13 y 19 por mil en las comunas de Las Condes, Providencia, uoa y La
Reina (todas ellas con predominio de sectores medios altos y altos)- a tasas del 83,55 en Pealoln,
122,29 en Quilicura, a sobre 80 en una proporcin importantes de comunas de las zona sur, norte y
occidente de la Regin (Ministerio de Salud, Regin Metropolitana 1997).
La cobertura del sistema educacional slo cubre el 20% del total de madres adolescentes inactivas,

pese a que la magnitud de alumnas embarazadas matriculadas en el sistema escolar es importante, en


el ao 1996 fue de 5.957 alumnas. (Valds Olavarra, 1999).

132
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

los padres de los


hijos nacidos fuera del matrimonio tiene una edad no mayor a un
rango de cinco aos en relacin a la madre6. La tendencia histrica seala un

incremento del porcentaje de progenitores adolescentes (menores de 20


aos) de
hijos de madres adolescentes desde los '70. La cifra ms que se duplica entre 1970
y 1999. Se incrementa desde el 12,1% en 1970 al 26,8% en 1999. Estos hijos, al
menos al momento de
nacer y ser inscritos en el
Registro Civil, nacen fuera del
matrimonio, de madres solteras, y por tanto no tienen los derechos ni resguardos
que da una relacin contractual entre los padres. Esta situacin vulnera los man
datos que tiene el Estado de Chile al ser parte de la Convencin de Derechos del
Nio.

La informacin actual sobre abortos en madres adolescentes inexistente.


Segn es
el Anuario de Egresos Hospitalarios del Ministerio de Salud, con informacin que
slo llega hasta el ao 1991 (luego fue
discontinuada), la cantidad de hospitaliza
ciones por aborto entre adolescentes y mujeres jvenes era
importante. La ltima
estadstica entregada por el Ministerio de Salud sobre
mujeres adolescentes co
rresponde al ao 1988 y era 4.198 internaciones, equivalente al 9,3% sobre el
total. Cifra que nada hace pensar que haya disminuido en los ltimos aos. Por el
contrario las hiptesis, a partir de las opiniones de los adolescentes en relacin al
aborto, hacen presumir que estas internaciones se han incrementado. Si se consi
dera que la estimacin para Chile es de un aborto
por cada tres embarazos, stos
seran del orden de los 20.765 anuales en mujeres adolescentes.

Los datos estadsticos permiten establecer la magnitud de los problemas mencio


nados y su distribucin en la poblacin, salvo los abortos. Diversas encuestas
realizadas en aos recientes indican que los comportamientos de los/as
jvenes y
sus sentidos subjetivos en torno a la sexualidad la salud
y reproductiva, hayan
variado de manera importante en los ltimos aos (Olavarra y Parrini 1999).

En la Encuesta Nacional Juventud del ao 1997 (INJUV 1998), se constata


que
las motivaciones para tener relaciones sexuales, tanto de varones como de
muje
res, se centran especialmente en: el deseo de tenerlas, el consentimiento del/a
otra/a y la existencia de una relacin de afecto/amorosa. El 72% de los/as adoles
centes responde as, porcentaje que se incrementa entre los que tienen 20 o ms
aos7. Un porcentaje llamativamente menor de adolescentes (28%) las tendra
slo en el matrimonio o cuando existe un
compromiso para casarse. Estas res-
Casi dos tercios de los padres de nacidos vivos fuera del matrimonio, de madres menores de 15 aos,
no tena 20 aos de edad. El 84,4% de los padres de los nacidos de madres solteras adolescentes no
haba cumplido 25 aos, y mas de un cuarto (26,8%) no llegaba a los 20 aos.
Esta misma proporcin se reafirma con el Estudio Nacional de Comportamiento Sexual (2000) para
la poblacin entre 18 y 24 aos (CONASIDA 2000).

133
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

puesta estaran indicando que las decisiones para establecer relaciones sexuales
corresponderan a derechos que tienen sobre s mismos/as, sobre sus cuerpos cuando
estiman que esas condiciones estn presentes. Las consideraciones para tener una
sexualidad activa no estn situadas en un futuro, despus del matrimonio o cuan
do adultos, ni en mandatos religiosos o morales que las impidan o tiendan a ale
jarlas en el tiempo, sino que pueden ejercerse en cualquier momento.

Es conocido tambin que una proporcin importante los/as adolescentes sabe de


los riesgos de tener relaciones sexuales: un embarazo o posibilidad de contagiarse
con ETS/VIH/SIDA. Se ha establecido que los adolescentes conocen de

anticonceptivos y preservativos y de su uso. Saben, en general como utilizarlos,


aunque en muchos casos no logran obtenerlos, porque no tienen un acceso expe
dito a ellos, sea por limitaciones en los servicios de salud -que no entregan

anticonceptivos a adolescentes, salvo situaciones especiales-, por no disponer de


dinero para adquirirlos, ni lugares pblicos con venta de anticonceptivos, salvo
las farmacias y ocasionalmente otro espacio.

Se ha corroborado, asimismo, que la actividad sexual la gran mayora


se inicia en

de los jvenes en la adolescencia. Entre los varones, aproximadamente el 25% las


inici antes de los 15 aos y ms del 90% antes de los 20; que se produce cada vez
a edades menores, y que una proporcin creciente tienen vida sexual activa fre

cuente (a lo menos una vez al mes), sin estar conviviendo con una mujer. Se
conoce que la sexualidad activa de los jvenes se tiene con la pareja habitual,
porcentaje que entre los adolescentes se reduce, incrementndose en cambio aque
llos que las tienen con amigas o parejas ocasionales, con los mayores riesgos que
conlleva8. Se ha establecido que, en general los jvenes y los adolescentes no
tienen sexo con prostitutas, con la excepcin de un grupo muy pequeo
porcentualmente.

Pese a conocer de los


riesgos de embarazo con la sexualidad activa, los varones en
una baja proporcin usan anticonceptivos en sus primeras relaciones sexuales y

en las siguientes, salvo que la pareja expresamente se los pida. Hecho


que se
corrobora en el Estudio Nacional de Comportamiento Sexual (CON ASID A 2000).

Se ha observado que los adolescentes tienen una opinin cada vez ms flexibles
en relacin al aborto y, entre los adolescentes, algunos varones se han enfrentado
a una situacin semejante. La opcin del aborto es un camino posible, que tiene
los jvenes frente a un embarazo (Palma y Quilodrn 1992). Esta sera una opi-
Los mayores riesgos deben por un lado a las dificultades que tienen los adolescentes de acceder a
se

anticonceptivos y a la prctica de no usarlos generalmente por suponer que ellos no sern contagiados,
ni que su pareja ocasional puede embarazarse.

134
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

nin creciente en los ltimos aos (INJUV 1998), especialmente entre los adoles

centes, en cuanto a que se debera permitir el aborto en situaciones especiales,


como una violacin, riesgo grave de salud para la madre, malformacin del hijo,
y para un porcentaje menor, cuando la
mujer lo desee (48% en 1994 y 55% en
1997). Por el contrario ha disminuido la
proporcin de jvenes que sealan que el
aborto no se debera permitir bajo ninguna circunstancia. Los porcentajes de ado
lescentes que plantean el aborto, como una opcin en determinadas circunstan
cias, se ha incrementado llamativamente segn datos obtenidos en 1988
(Valenzuela 1988) y los del INJUV de 1997. El aborto es, asimismo, planteado
por los/as jvenes como una posibilidad al momento de enfrentar un embarazo,
especialmente si no es deseado; independiente de s se concreta o no, est dentro
de las dudas y opciones a tomar. Frente a este dilema se presentan distintas res

puestas. En algunos casos las parejas adolescentes se plantean la posibilidad y se


la rechaza, optando ambos por tener el hijo, continuar con el embarazo y enfrentar
la situacin que se viene. Otras, lo estima un camino disponible ante una situacin
frustrante, hacen intentos por abortar, pero una vez que comienzan a "sentir"
afectivamente al nio/a, desisten. Tambin estn los varones que presionan a la
mujer a abortar, por sentir que el hijo los limita, o porque no sienten ningn com
promiso con ella, o las jvenes son la que deciden abortar pese al deseo del varn
por tener el hijo. La misma presin es ejercida por los padres de los adolescentes
en variadas ocasiones.

Conciencia del riesgo de embarazo

El referente de la masculinidad dominante para los hombres tiene mandatos que


son contradictorios entre s, especialmente en la etapa de la adolescencia. Les

indica que ser varn implica asumir responsabilidades, hacerse cargo, proteger a
su mujer e hijos, pero otro mandato entra en colisin con stos y les seala que

para ser hombre hay que conquistar, poseer una mujer, penetrarla.

Es as, que desde la primera relacin sexual se hacen presentes, las tensiones entre
los mandatos contradictorios entre s y las consecuencias de la sexualidad activa.
Esta situacin produce temor en muchos que se debaten entre el deseo, la presin
de los otros y el temor de que la joven quede embarazada y l obligado con ella.
"De primera me senta asustado, no saba qu poda pasar; me asust mucho de

que ella poda quedar embarazada y yo estaba estudiando, estaba recin pasan
do a octavo, a la enseanza media y dije qu voy a hacer, me asust mucho; al
otro da lo pens tambin y estaba asustado. Bueno, pas que seguimos pololeando,

seguimos teniendo relaciones, ella era ms madura, se cuidaba, me mostraba sus

135
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

"

pastillas que tomaba, incluso un da yo la acompa hasta el mdico (Francisco,


21 aos, popular).

En la vida sexual activa de los adolescentes/jvenes la posibilidad de que se pro


duzca un embarazo sigue estando presente, aunque se cuiden haciendo uso de
anticonceptivos. "A veces lo conversbamos; cuando uno tiene
una vida sexual

siempre est latente la posibilidad de tener un hijo, ya sea cuidndote o no cui

dndote, siempre est la duda, siempre est el tema, est sobre la mesa. Ella se
atrasa un da, dos das y uno ya empieza a pensar en esa situacin, pero dice

bueno estoy tomando pastillas o uso preservativo, pero si no sirve igual, tenemos
un hijo, entonces ah uno empieza a hacerse la idea" (Tato, 24 aos, medio alto).

Los relatos de vida analizados refuerzan las percepciones acerca de cmo enfren
tan los adolescentes/jvenes posible embarazo. Pese a que saben como
varones un

usar un preservativo, la gran mayora no hace uso de ellos ni en la primera rela

cin ni en las siguientes; no toma ninguna precaucin para evitar un posible em


barazo. Desde que se inician en la sexualidad activa los hombres, en general, no
se sienten responsables de las consecuencias de su propia sexualidad,
primero
deben cumplir con el mandato de la masculinidad hegemnica de "ser hombres",

poseer una mujer y demostrrselo a los otros. "No, no lo usamos para nada. Nada,
super irresponsable en ese sentido" (Camilo, 27 aos, popular).

Pero una vez iniciados sexualmente, el comportamiento de los hombres de no

asumir las consecuencias de la propia sexualidad sera el resultado de la interpre


tacin que han hecho de su propio cuerpo (los requerimientos del cuerpo del va
rn por satisfacer sus deseos seran ms fuertes que las consecuencias de sus actos
sexuales, est en su "naturaleza") y por otro transferir esa responsabilidad a la
mujer; ella es la que debera cuidarse de un posible embarazo, es su cuerpo. Para
el joven varn la mujer sera, en gran medida, responsable de las consecuencias
de la sexualidad de ambos. Ella es la que debe prevenir, porque supone que sabe
cmo hacerlo, conoce su cuerpo, tiene acceso a los mtodos anticonceptivos o,

simplemente, porque ha sido socializado en que es un tema de mujer y ello es de


su responsabilidad. "Es ms fcil para la mujer que se cuide, tiene anticonceptivos,

la T, ahora les pueden amarrar las trompas, la pueden operar, qu se yo. Es ms

fcil para la mujer. Para el hombre es un poco complicado, yo lo encuentro com


plicado" (El Sardina, 27 aos, popular).

As como en general los varones adolescentes/jvenes no usan anticonceptivos,


ni condones, tampoco los suelen usar como profilcticos de una ETS. El joven

estima que si conoce a la mujer desde antes, ella seguramente no tiene una enfer-

136
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

medad de transmisin sexual y no necesitara, por tanto, condones,


que para el
caso le habran servido de "De
anticonceptivo. ponerme condn, no. No, porque
la conoca hace tiempo ya" (Fabio, 25 aos, popular).

Si la pareja es ocasional, el varn en muchos casos nopiensa en las consecuencias


de un posible embarazo, ni asume responsabilidad
alguna. No se preocupa de usar
preservativo, ni
menos anticonceptivos. "En ese momento uno no se acuerda de

esas cosas, le echa para adelante no ms. No s qu pas despus, porque no la vi


ms. En estos casos las cosas se dan as, o sea, las
ganas vienen y uno lo hace no
ms, esa hueva t no la controlas" (Polo, 21 aos, popular).

Ser padre adolescentes

Pero qu sucede cuando embarazan conocidas ocasionales y se


a sus
parejas o

transforman padres? Qu significa en


en la vida de ellos esta experiencia?, en
qu circunstancias se
produjo?, qu efectos ha tenido en sus vidas? La informa
cin disponible para responder a stas
interrogantes que emana de varones jve
nes, entre 20 y 29 aos, que han tenido hijos y la experiencia de la paternidad en la
adolescencia9.

Para los varones el embarazo en la adolescencia, sin convivencia, es un descuido

en la sexualidad; pese a que se conoce las consecuencias


por no uso de mtodos
anticonceptivos, el embarazo se transforma en sorpresa. El varn adolescente se
entera de que pareja est embarazada sin haberlo decidido conscientemente.
su

No lo esperaba y queda sorprendido, al igual que la joven. De la noche a la maa


na se ve enfrentado a la
paternidad y a los conflictos y desafos que desencadena
este hecho. En este momento la relacin con la
mujer, sea la amada, una amiga o
una pareja ocasional, toma otro curso. "Yo viva con mi
pap y ella viva al lado.
Entonces, todo buena onda, pololeo de primera, todo excelente, no hay problema
de nada. A los dos meses lleg el gran problema. Lleg un da mi polola
y me
dijo: sabes? que fui al mdico y pas esto y estoy embarazada. Y yo guard
silencio por unos minutos y despus me fui, no le dije nada. Ah qued llorando,
pero cmo yo iba a ser pap tan joven?, que no, no, y no. As que no hallaba que
hacer, le fui a contar a mi pap" (Roni, 21 aos, popular). "Cuando cachamos el
asunto fuimos a comprar de estos test, pronostican creo;
fuimos los dos juntos, lo
compramos, echamos las gotitas de pichy nos fuimos a la cocina me acuerdo,
esperamos unos minutos. Nos fuimos los dos juntos caminando bien abrazados,

Actualmente en el rea de Estudios de Gnero de FLACSO se est realizando dos


investigaciones
directamente con varones adolescentes, sobre sexualidad, salud reproductiva y paternidades.

137
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

as, cagados de miedo en realidad y de repente nos acercamos y vimos una cruz,
as que los dos supimos en el mismo instante" (Leandro, 23 aos medio alto).

Pero si la relacin es sin mayores compromisos o se termina, es posible


pasajera,
que el adolescente, de
no se por enterado inicialmente y luego, quizs, se encuen
tre con una sorpresa. "Pololeamos harto tiempo; como al ao y medio empezamos

a tener relaciones, pero no con


preservativos, sino que ella saba sus fechas de
menstruacin y tratando de no cometer el error. Cuando faltaba como una sema

na para irme al Servicio Militar pedimos permiso para ir a una fiesta los dos
juntos y nos fuimos a un motel. Despus ya no la vi ms, desapareci, un da la fui
a ver a su casa, no estaba, me dijeron que se haba ido de ah. Y pas el tiempo y

yo sal del Servicio. Un da tuve una fiesta y me encontr con una amiga en comn
y me pregunt que cmo estoy y 'cmo est tu hijo y la Nene' y ah es donde yo
quedo, como si..., me dijo, 'si, la Nene, cuando t te fuiste al Servicio qued emba
"

razada de ti' y yo... (Camilo, 27 aos, popular).

El adolescente que sabe que su pareja est embarazada se enfrenta a un


una vez

hecho consumado: lo que se tema, eluda y evitaba enfrentar, sus consecuencias,


sevuelve real. Ello provoca, generalmente una fuerte crisis y despiertan una serie
de sentimientos encontrados, elucubraciones acerca del futuro personal y de las
consecuencias de lo sucedido. Las reacciones iniciales pueden ser diversas, desde
intensa frustracin orabia, porque se les confunde el futuro y sus planes se desar
man, a la alegra y felicidad por el hecho de ser padres y/o, sentir que se consolida
su relacin de pareja. "A m se me vino todo el mundo abajo, porque yo tena

mucho construido y pensaba que con un hijo me iba a quitar todas las ganas que
tena de crecer" (Lalo, 29 aos, popular). "Alegra. Porque saber que iba a nacer
una criatura que es tu hijo es algo rico" (Alvaro, 21 aos, popular). "Atinamos a

abrazarnos, pero era como impacto ya, una impresin, nos abrazamos, fue la
primera sensacin entre qu bonito y qu terrible!, como que positivo pero es tu
sepultura. Esa es la sensacin, de mucho desconcierto, de no saber qu vamos a
hacer al final, pero creo que en ese momento ni siquiera alcanzas a pensar"
(Martn, 23 aos, medio alto).

El embarazo puede ser vivido por el adolescente como un suceso que trastorna sus
proyectos y quiebra su curso biogrfico. Surge como un impedimento a la realiza
cin personal o a las aspiraciones de ascenso social. Implica pensar en otras as

pectos que no se haban considerado. Es sentido como un error, una equivocacin


por la que se paga un costo. "Para m, tener un hijo era una traba. No, no una
carga, sino una traba a seguir creciendo seguir. Una traba que no te permita
seguir" (Willy, 21 aos, popular). "En el momento sent miedo al futuro, deca,
'hasta aqu lleg mi libertad', ahora todo va a cambiar para m. Eso fue lo prim
is
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

ro pens. Tpico pensamiento de joven. Se acabaron los amigos, las salidas,


que
me van a poner a trabajar, tpico el miedo ese. Pero claro, eso fue lo primero,

despus dije 'ya no importa, si total est hecho, y lo voy a tener que hacer no
ms'" (Daniel, 22 aos, medio alto). "No haber seguido estudiando, algo que
limitar ms mi vida, que me alejar de mejores perspectivas, de un estilo de vida
mejor. La parte sexual a mi nadie me la ense, comet el error y lo estoy asu
miendo" (Carlos 23 aos, popular).

El embarazo, la paternidad y los proyectos de vida del joven

A medida que crecen, proporcin mayor de los adolescentes/jvenes de sec


una

tores populares comienza a asumir responsabilidades de proveedura con sus fa

milias; sea por que ellos mismos quieren hacer aportes y tener su propio dinero o
porque los padres/madres les hacen ver que deben cooperar con la mantencin de
su familia. Se inicia as una doble jornada, especialmente para los adolescentes

que debe combinar el estudio con el trabajo ocasional, imponindose finalmente


la actividad laboral "La adolescencia? Pocas ganas de estudiar tena yo, ms
bien ganas de trabajar, de independizarse, ganas de pololear harto, de olvidarme
de todo, bueno por ahfui un fracaso en los estudios. Lo hice estudiando y traba

jando, empec con contrato y toda la onda, a los 16 aos ya empec con contrato.
Y fracas en el colegio por el mismo hecho de trabajar en la maana, llegar

cansado; ducharse ms que rpido en el trabajo, venirse al liceo y llegar


cansadsimo, recin de una jornada de trabajo; pocas ganas de estudiar, y bueno
ah poca dedicacin al estudio, ms que nada deseos de descansar y puras ganas
de que tocaran el timbre para irse para la casa" (Alex, 24 aos, popular).

Es en que, para muchos adolescentes de sectores populares, se pro


este contexto

duce el embarazo y la paternidad, cuando ya estaban incorporados, ms o menos

precariamente, al mundo del trabajo y se transforma para algunos en un suceso


que permite construir un proyecto de vida con una persona que se quiere. La
paternidad es vivenciada as, como una posibilidad de cambio, que entrega senti
do a la vida personal e implica responsabilidades y desafos que se deben enfren
tar: convivir, quizs casarse, trabajar. Su vida se estructura, adquiere sentido.

"Despus de haber tenido relaciones sexuales por un perodo ms o menos de un


ao y medio ella me manifest que no le haba llegado su perodo menstrual y que

posiblemente estaba embarazada, lo tom con mucha alegra y pens al tiro voy
a ser pap y la abrac y me acuerdo que le deca, 'te amo, te amo, te amo!' y

estaba super contento por el hecho de que iba a ser pap, me gustaba la idea, le
deca ojal y ella me deca que 'cmo que ojal, cmo lo vamos a hacer', 'como

qu, cmo lo vamos a hacer' le dije yo, 'no vamos a hacer nada, vamos a esperar
139
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

que pase el tiempo para estar seguro de que ests embarazada o no, y si ests
embarazada empezamos a comprarle al tiro ropa' y empezamos, yo me entusias
m al tiro, pens en una cuna, en la ropa que haba que comprarle, me
puse
contento, quera saber el sexo al tiro" (Cristian, 26 aos, popular).

Para los varones de sectores medio y alto el embarazo significa, muchas veces,
su proyecto de vida, el
poner en riesgo que sus padres han estimulado, y es posible
algunos no sea posible llevar adelante. A los
que en
hijos se los ve estudiando y
luego profesionales con buenos trabajos e ingresos acorde, esta es la meta de los
padres: se incentiva el estudio en vez del trabajo o el matrimonio temprano. Se
estima que en la adolescencia y primera juventud los hijos deben adquirir las

capacidades para asegurarse un futuro prspero. "Que fuera profesional, siempre


lo quiso, que yo estudiara lo que quisiera, y siempre me recalc eso. Me iba a

ayudar en lo que fuera. Y que fuera una persona de bien" (Daniel, 22 aos, medio
alto).

Pero el embarazo inesperado del adolescente/joven afecta no slo al varn, sino


tambin a su familia. En algunos casos con tal de no alterar sus proyectos (o las

expectativas de los padres) se llega a ofrecen alternativas al joven para terminar


con el embarazo, dada las consecuencias
que se piensa tendr en la vida de su hijo
y pueden persistir incluso despus que l decide (con su pareja) tener el hijo. "En
el momento no fue recibido bien por nadie. Mis padres nos ofrecan, cuando

supieron, pagarnos un aborto, pero nosotros no le contamos a nadie hasta que


tomamos la decisin de tenerlo. Todo estaba abortbamos, iba a perma
en que si
necer todo esto en secreto, pero cuando tomamos la decisin de tenerlo, le conta
mos a todos. La reaccin primera de dramatismo 'Puta!,., van recin en prime
ro, les queda cuantos aos por delante, se cagaron la vida'" (Martn, 23 aos,
medio alto).

Una que el embarazo es un hecho, el joven se enfrenta a diversas opciones que


vez

lo llevan a tomar decisiones, algunas dolorosas, otras gratificantes. Sus decisio


nes, y los acuerdos o desacuerdos la
pareja, tienen mucho que ver con la
con

calidad de la relacin de pareja y los proyectos personales, tanto de l como de la

joven. En este sentido, el lazo amoroso, cuando lo hay, es un elemento fundamen


tal en el hacerse cargo y responsabilizarse por parte del hombre con respecto al

compromiso con la joven y con el nacimiento y crianza del/a hijo/a; la relacin


amorosa est en la base de la continuidad de la pareja y en el asumir por el varn

una paternidad no esperada. "Cuando yo supe no me molest en realidad, lo asu

m desde el primer principio, no hubo ningn rechazo en ningn momento, ms

que nada porque yo quera a mi pareja, porque cacho que si no la hubiese queri
do la hubiese rechazado de frentn, pero creo que ese fue el actor principal, el
140
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

cario, no ningn rechazo" (Carlos, 23 aos, popular). "Hubo facilidades


hubo
para aborto y toda esa onda, pero no, fue una decisin de amor" (Alvaro, 21
aos, popular). "Estaba contento, el primer sentimiento que tuve fue de alegra.
Porque la quera, la quiero caleta, y fue rico, porque si de alguna persona que he
conocido haya querido tener un hijo, era de ella. Entonces no te entristeces para
nada, adems que t te imaginas un hijo compadre!, un hijo tuyo, entonces di
ces, es mi hijo, en cualquier situacin t vas a querer a tu hijo, y si es de una
"

persona que quieres (Tato, 24 aos, medio alto).


...

Algunas parejas, especialmente de sectores populares, con el embarazo comien


zan a convivir. Generalmente como allegados en el hogar de los padres de ella o
de l. Los jvenes que optan por la convivencia sienten que forman una familia.
Pero comenzar a convivir no necesariamente significa casarse. "Fue poco des
pus del embarazo, debe haber sido muy rpido. Cuando ella se embaraza, yo
decido, o decidimos los dos el vivir juntos" (Marcelo, 21 aos, popular). El emba
razo y el nacimiento de hijo pueden precipitar el matrimonio, especialmente si
un

hay un lazo amoroso en la pareja. En algunos casos el amor preexistente en la


pareja constituye la base que permite el matrimonio; la decisin no slo se toma
por el embarazo sino que haba sido conversada como una posibilidad antes o
estaba en los planes futuros de la pareja. "Estbamos enamorados. Hubo un pe
queo problema, pero siempre tuvimos pensado casarnos, siempre. De hecho
sali como de sorpresa el que ella haya quedado embarazada" (Lino, 29 aos,

popular). "Por todo el cario, amor que haba de tanto tiempo de pololeo, y por la
responsabilidad de formar una familia, por el nio, por eso" (Alex, 24 aos,
popular).

El hijo puede ser, asimismo, un factor de peso al momento de tomar la decisin de


casarse. Hay afecto e inters por la pareja, pero un hijo representa para muchos

varones el lazo fundamental que liga a otra persona en un matrimonio. El hijo

pone a una pareja en condiciones de formar una familia e implica para el hombre
cumplir con lo prometido, hacerse cargo de sus actos; responder, hacerse respon
sable, aunque no se est enamorado de su pareja y slo la quiera. "Yo tena, 21,
20, por ah. All qued la escoba y despus igual ella me buscaba y todo el rollo.
Yo qued con el cargo de consciencia. Empec a andar con ella y de ah ya naci
el otro nio, ah ya cambi todo. Pero no me cas enamorado, ese fue el proble
ma. Me cas, la quera no ms, entre toda mi onda la quera" (Lalo, 29 aos,

popular).

Para adolescentes/jvenes de sectores medio y altos el embarazo y nacimiento de


un/a hijo/a puede plantear el matrimonio como una posibilidad a futuro, basada
en la persistencia de una relacin de pareja satisfactoria. Se produce as, una mo-

141
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

ratoria en asumir plenamente la paternidad y


la responsabilidad de pareja, por no
sentirse maduros para mantener una convivencia permanente,
por la imposibili
dad de sostener un hogar independiente y por la presin de los
padres de que
primero terminen sus estudios. Esta decisin de postergar generalmente est apo
yada por la/s familia/s, que facilitaran ayuda para mantener al hijo y medios para
que l y, muchas veces ella, puedan terminar sus estudios universitarios. El matri
monio se ve como una opcin voluntaria, no impuesta por el nacimiento del hijo
y que responde aspiraciones comunes de la pareja. "Nosotros dos somos parti
a

darios de que al momento de irnos a vivir juntos sera para casarnos. En el vera
no hemos pasado harto
tiempo juntos. De repente ella se ha quedado en mi casa,
yo no me he quedado en su casa. Nunca hemos vivido juntos, pero pienso que nos
llevaramos super bien. Siempre hemos dicho que desde el momento que nos va
yamos a vivir juntos sera para casarnos, es el pensamiento de los dos. Lo hemos
conversado. No lo hemos hecho porque hemos esperado tener nuestra casa, jun
tar nuestras cosas. Nunca ir a vivir a otro lado, ni con sus
papas, ni con mi mam,
porque ah siempre hay peleas. Nosotros queremos casarnos y vivir con lo nues
tro, esa es la idea" (Daniel, 22 aos, medio alto).

En el caso de comenzar a convivir, sta y la relacin de


amor que exista al mo

mento del nacimiento del deteriorase


hijo, puede por una experiencia para la cual
no estn preparados, ni tiene los recursos mnimos
para su autonoma y hacer
frente a las mltiples demandas del medio social al que pertenecen. Esto es
espe
cialmente vlido en adolescentes/jvenes de sectores medios altos. "Hoy da miro
todo conflicto y lo primero en que pienso es en mucho desgaste, muy cansa
este

dor, porque fue muy intenso, ramos super chicos. Podamos tener la madurez
para enfrentar la situacin, pero tienes que responder a tantos contextos que te
complicaba. En ese momento t los hacas, no lo pensabas mucho, de hecho du
rante el primer ao de vida de la nia trabajamos, ramos
mquinas, y el nico
ser humano era la nia, porque t trabajabas todo en torno a eso. Nos
reparta
mos en forma equitativa todas las labores. Estbamos bastante
frustrados y eso
implic que empezramos a salir, cada uno por su lado, no podamos salir juntos
y me recriminaba permanentemente que yo sala todos los das. Se fue como dete
riorando bastante la relacin de pareja, hasta que decidimos separarnos. Yo se
gua cumpliendo con mis responsabilidades en trminos de pap, pero la cosa
entre los dos no estaba funcionando para nada, entonces finalmente nos
separa
mos" (Leandro, 23 aos, medio alto).

Un joven tambin tiene la posibilidad de desentenderse de un hijo a la hora de


asumir un embarazo. Esta situacin se dara cuando el embarazo se produce con

una pareja ocasional. Supone que esa mujer ha tenido relaciones con otros, as

142
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

como lo tuvo con l, y por lo puede ser de un tercero. A l se le


tanto el embarazo

trata de involucrar para atraparlo y obligarlo con un hijo que no le correspondera.

Ante esto se hace el desentendido, desaparece. "Tuve otra polola, tambin qued
embarazada, pero no s, me cuente por aqu por all, realmente no supe sifu
verdad o no; despus me enter que me lo haba dicho para que no terminara con
ella. Al final no supe sifu verdad o no, nunca supe. Porque yo termino con una
polola y no la veo ms. Y si la hubieses visto con guagua creo que ah me hubiese
empezado a preguntar si es que es mo o no. Si es mo habra tomado mi rol
correspondiente, a lo mejor hasta hubiese intentado algo con ella, pero no s, no
te puedo asegurar mucho" (Galvarino, 22 aos, medio alto). "Bueno, yo soy de la

poltica medio machista que las mujeres se casan cuando pueden y el hombre
cuando quiere. Entonces una artimaa de las mujeres para atrapar es el hijo. En
mi caso siento que no fue eso, eso s. Siento que no fue as, como te digo hasta el

momento, todava no me he casado, llevamos cinco aos" (Roni, 21 aos, popu


lar).

Pero el desentenderse de hijo que se ha tenido siendo adolescente, no implica


un

que no tenga consecuencias posteriores en el varn. La necesidad de reafirmar su


paternidad como progenitor es una cuestin que lleva, a algunos, a serios conflic
to y problemas de conciencia con el tiempo.

La opcin del aborto est presente tanto en los hombres como en las mujeres. En
algunos casos se desisten, en otros lo llevan a cabo. Se producen acuerdos y/o
disputas, se ejerce poder. "S, ella lo tuvo en proyecto, pero yo me opuse rotunda
mente. No quise que abortara, porque tengo mis manos buenas para trabajar,

tengo mi psiquis buena, no estoy discapacitado para asumir un hijo" (Polo, 21


aos). "Resulta que yo tuve relaciones con una de stas chiquillas y segn ella
haba quedado embarazada. Yo le pregunt si quera tenerlo y ella dijo que no y
ah le dije que tena que hacerse remedio. No estoy seguro si habr tenido la

guagua; no s qu pas, yo le pas una plata y despus me anduve corriendo.


Ella me iba a buscar a la casa, yo me andaba negando. Pero realmente no s qu
habr pasado, la cuestin es que parece que se hizo un remedio y no le result.
Nunca supe, despus la vi, pero nunca supe si habr tenido la guagua. No, debe
ra haberle preguntado, a lo mejor tengo no s" (Calo, 21 aos). "Igual pens
...

en correrme, pensamos en el aborto, fui hasta a hablar con un mdico. Nosotros

nos queramos ir a Suecia ella haba entrado a un pre-universitario yo no estaba

estudiando, no estaba en nada, era super volado, era como desesperante la situa
cin, entonces como que lo ms obvio, lo ms fcil era el abortar, pero al final
no" (Galvarino, 22 aos, medio alto).

143
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

La paternidad surge inesperadamente en una proporcin importante de los padres


adolescentes, provocando diversas reacciones y generando una serie de cambios
sociales y subjetivos en l. Al analizar las respuestas de los jvenes, sobre su
adolescencia, respecto a proyectos antes de ser padres, se constata que no estaba
dentro de sus planes ni preocupaciones la paternidad. Era un suceso ajeno a las

propias expectativas de vida del joven. Y, en ese sentido, la paternidad adolescen


te sera vivida como el adelantamiento del futuro: se esperaba ser padre, pero ms

adelante. Esta aparicin repentina de la paternidad significa un corte biogrfico,

que para algunos es un quiebre, un desafo y una reconfiguracin de la propia


vida. Demuestra las carencias que se tienen para afrontar los compromisos de esta
nueva situacin. Se vivencian como algo terrible, que supone el fin de una serie

de expectativas y deseos y/o como un cambio positivo, que transforma la propia


vida, entrega nuevas perspectivas al adolescente y gatilla un cambio hacia una
mayor madurez en l. Esta misma percepcin se tuvo en una investigacin reali
zada en Brasil, en los aos recientes (Cardoso 1997). "Antes de tenerlo, no estaba

preparado. No estaba preparado como para traerlo al mundo, si iba a sufrir,


porque yo no tena buena situacin, con puro amor no se vive" (Alvaro, 21 aos,

popular). "No, nunca pense que iba


padre a ser iba a ser
en ese momento. De que

padre a futuro, s, con ella, pero en ese momento no. Porque cuando l despus
naci, me dije 'que responsabilidad ahora, y qu hago?, cmo soy pap?', y
solo se fue dando" (Daniel, 22 aos, medio alto). "No nunca. Si pensbamos que
bamos a tener familia, iba a ser ms adelante y los dos queramos estar estable
econmicamente, con una profesin con todo" (Galvarino, 22 aos, medio alto).
"En ese momento no. Siempre hacamos planes a futuro, terminar los estudios

juntos y poder estar juntos" (Camilo, 27 aos, popular).

Reacciones de los padres

No slo la pareja es por el embarazo, las familias tambin lo son.


sorprendida
Estos hechos desencadenan muchas veces una crisis familiar que puede tomar
diversos cauces: desde separar a la pareja, rechazando al progenitor o progenitora,
incentivando un aborto, hasta favorecer que se casen, convivan o que el padre
asuma su responsabilidad y en el futuro se casen y se haga cargo del hijo y la
madre.

La reaccin inicial no es necesariamente favorable en los sectores medios altos; el


embarazo vivido por los padres del joven como
es una traicin a los planes pater
nos, esfuerzos y sacrificios realizados para que se cumplieran. sePero ms tarde

genera, en muchos, una dinmica de aceptacin y compromiso con el embarazo;


la frustracin se toma en alegra e involucramiento. "Iba a cumplir dos meses y
144
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

les cont;igual el principio dijeron 'nosotros pensbamos que iba a pasar esto ',
'puta la cagada', y despus mi vieja pesc el telfono y llam a toda su familia
para decirle que iba a ser abuela, fueron como pautas de cosas que pasaron,
pero siempre apoyndonos, nunca nos dejaron de lado, y de ah mi vieja cien por
ciento" (Galvarino, 22 aos, medio alto).

La familia del joven puede tener como reaccin inicial la comprensin


y apoyo al
hijo, compromete
se lo que el embarazo
con
implica y le ofrece ayuda. La madre
algunas veces tiende a reaccionar con
alegra y emocin ante el futuro nacimiento
de un nieto y sirve como mediadora con la familia de la
pareja: ella les cuenta a
sus papas acerca del embarazo. "Porque siempre, nos deca como bromeando, 'no
vayan a salir con una guagita; quiero de
no
tiempo', deca.
una guagita antes

Siempre nos deca


poco unbromeando. Pero yo no asimilaba las palabras
como

que ella deca con lo que estaba haciendo. Ni pens que poda quedar embaraza
da. Entonces pens que se iba a enojar, e iba a decir 'viste te lo
dije'. No me
atrev, y despus reaccion super bien. Ella llev a hacer una ecografa a mi
polola, para estar seguro y me acuerdo que vieron a la guagita ah, mi mam se
emocion, se puso a llorar. Estaba super emocionada, nos invit a comer, y tuvi
mos todo apoyo y ella fue hablar
su con los papas de mi polola y ah ellos tam
bin" (Daniel, 22 aos, medio alto).

Las reacciones contrarias pueden provenir de ambas familias. En los sectores po


pulares estn los
padres del joven que lo a conminan a hacerse cargo del hijo,
tiene que asumir con sus responsabilidades. Los padres indican una tica adulta
que supone que cada cual debe asumir la responsabilidad y las consecuencias de
sus actos. Por otra
parte, el embarazo precipita un "encuentro" con la familia de la
pareja, el joven es llamado a terreno para que responda. "Mi pap me dijo, si te
gust tienes que apechugar ahora, no te queda otra. As que ah empec con mi
hijo, buena onda. Yo no trabajaba ni nada, estudiaba, era cafiche de mi pap.
Hasta que asum y todo. A todo esto no conoca ni al pap ni a la mam de ella.
La conoca a ella no ms, no tena idea donde viva. As que despus, cuando se le

empez a notar ms, me llamaron los papas a terreno, ah aparec. Cuando me


vieron se queran morir, 'chascn cara de volado'" (Roni, 21 aos, popular). "Me
llam la mam de ella y me pusieron en su casa entre todos y me preguntaron
'que qu haba pasado' y les cont, les dije 'lo que pas pas y voy a responder,
pero s, no me voy a casar, porque realmente no la amo, no la quiero, esa es la
verdad, lo hice por placer y as como est de por medio su felicidad, la ma tam
bin est de por medio y no quiero fracasar o casarme con ella para estar seis
meses y despus... ', as que me aceptaron, hasta el da de
hoy tengo una buena
relacin con esa familia y siempre he ayudado a mi hija" (Lalo, 29 aos,
popu
lar).
145
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

Se teme ms a la familia de la pareja que a la


propia, especialmente al padre de
ella, al "suegro". El embarazo desata sus iras y puede reaccionar violentamente;
ste siente que se la han quitado y que el joven se aprovech de ella; lo amenaza y

prohibe a su hija continuar con la relacin. En general, aunque no siempre, al


pasar el tiempo comenzaran a ceder y se reconciliaran con su "yerno". Muchas
veces los acogeran como
allegados en su hogar. "Cuando qued embarazada los
papas la encerraron al tiro, como en un reformatorio en la casa. Se la llevaron de
mi vida. Varias veces me amenazaban, la otra vez salieron con una escoba persi

guindome. El pap sale con una pistola. No me lo permiten los papas de ella, la
tienen amenazada, si yo veo a mi hijo la van a echar de la casa. Una vez, nos

juntamos, pero llegaron los abuelos y le sacaron la mierda. S, la andan vigilan


do" (Alvaro, 21 aos, popular). "Al padre le doli que su hija haya quedado em
barazada, pero no sabra decirte si la rechazaron o no, pero s hubo por la parte
de l un dolor. Habl despus, cuando nosotros nos dijo el
casamos, y ah me

padre que por qu le haba llevado a su hija, lo que ms quera l, se lo llev yo"
(Carlos, 23 aos, popular). "Me dijo que yo era un maricn, que yo le haba qui
tado a su hija, que me haba aprovechado de ella, de la confianza. Fue bien
hombrecito, porque despus a las dos semanas me llam y me dijo 'lo siento, fue
una cuestin de arrebato las cosas que te dije, y si ustedes quieren seguir juntos

yo los voy a apoyar", nada ms, 't si quieres preocpate slo de estudiar y no te
preocupes por lo econmico'" (Leandro, 23 aos, medio alto).

El embarazo situacin que sorprendera al varn adolescente que lo lleva a


es una

enfrentar la vida como adulto o a transferir a otros/as su responsabilidad con el

hijo. hijo y la relacin de pareja necesita el apoyo de alguno de sus


Para asumir el
familiares, paterna/materna, es un recurso de primera importancia tanto para ini
ciar una vida en pareja como para traspasar parte de la responsabilidad que corres

ponde a los padres, a los abuelos, especialmente, en proveer al hijo (nieto) como
en mantener a los padres (hijos).

146
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...
Jos Olavarra A.

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148
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

ANEXO METODOLGICO

Los resultados de las investigaciones utilizados en este libro son el fruto de rela
tos de vida y de entrevistas enprofundidad en tres de las cuatro investigaciones
realizadas, dos sobre identidades masculinas y la tercera de paternidades1. El di
seo corresponde a estudios de casos para investigaciones microsociales2 de ca
rcter exploratorio.

Las muestras, la seleccin de los casos y el trabajo de campo

El tamao de la muestra de la primera investigacin -T. Valds y J. Olavarra


"Construccin social de la masculinidad en Chile: la crisis del modelo tradicio
nal"- fue de 32 varones entre 25 y 68 aos de
edad, desagregado por sector social
(varones de sectores
populares y medios
altos) y por edad (25 a 34 aos, 35 a 44
aos y 45 y ms); el de la segunda investigacin -J. Olavarra, C. Benavente
y P.
Mellado "Construccin social de identidad masculina en varones adultos jvenes
de sectores populares"- fue de 22 varones de sectores populares entre 21 y 29
aos. El de la tercera -J. Olavarra y P. Mellado "Ser Padre. Vivencias y
significa
dos de la paternidad en hombres de
populares hoy Santiago "- fue de
sectores en

30 hombres padres con hijo/as, viviendo y no viviendo con ellos/as, desagregados


en hombres con
hijos/as en edad preescolar; hombres con hijos/as adolescentes y
hombres con hijos/as jvenes-adultos/as que estaban en condiciones de ingresar
al mercado de trabajo. Adems se entrevist a 5 varones padres de sectores me
dios altos, entre 20 y 25 aos, para el documento sobre paternidades adolescentes
(Olavarra y Parrini 1999) que complement la informacin de la investigacin
anterior.

Como indicador de sector socio-econmico se eligi las condiciones de vida de


cada entrevistado. Operacionalmente se utiliz los criterios de la Encuesta CA
SEN para definir la lnea de pobreza. Los varones seleccionados como populares
estaban dentro de la lnea de pobreza. La seleccin de los hombres de sectores
medios alto se hizo entre
aquellos calificados como pertenecientes al sector ABO,
que fueran profesionales universitarios y/o con actividad reconocida por su valo
racin social y vivieran especialmente en las comunas residenciales de sector oriente
de Santiago.
1
La cuarta investigacin fue de anlisis secundario de los datos aportados por las tres primeras.
2
Jelin, Elizabeth, J. J. Llovet y S. Ramos (1999) "Un estilo de trabajo: la investigacin microsocial"
en Proposiciones 29 Historias y relatos de vida: investigacin y prctica de las ciencias sociales.
Sur, Santiago de Chile, 1999, pp. 130-146.

149
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

A todos los entrevistados se les explic de manera general el objetivo que perse
gua el estudio respectivo. Se les pidi que dieran su consentimiento explcito
antes de iniciar las entrevistas y se dej en claro que su identidad quedara res
guardada por el anonimato. Una vez que aceptaron ser entrevistados, se les solici
t que se pusieran un seudnimo. Finalmente se les explic que estaban en com

pleta libertad de responder o no a las preguntas durante el transcurso de la entre


vista. Las entrevistas se realizaron en los lugares, das y horas que ellos sealaron.
La mayora de las entrevistas fue realizada en las casas de los entrevistados, luga
res de trabajo, centros comunitarios e
iglesias. El promedio de duracin de las
entrevistas fue de alrededor de dos horas y media horas; la mayora requiri a los
menos dos sesiones.

Todas las entrevistas fueron grabadas en cinta magnetofnica y posteriormente


transcritas a un procesador de textos.

Instrumentos de recoleccin de la informacin

Se utiliz como instrumentos de recoleccin de informacin el relato de vida y la


entrevista en profundidad por ser tcnicas que permiten profundizar en los senti
dos subjetivos de las personas y conocer de las prcticas a travs de la verbalizacin
que hacen las personas

El listado de temas relativos a paternidades que incluan las pautas de entrevista


fue el siguiente:

Familia de origen:

Figura y presencia del padre:


-

Recuerdos
-

Enseanzas
-

Actividades conjuntas
-

Planes del padre para l

Figura y presencia de la madre:


-

Recuerdos
-

Enseanzas
-

Actividades conjuntas
-

Planes de la madre para l

Colegio, liceo:
-

Significado
-

Planes, proyecciones

150
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Trabajo:
-

Inicio laboral
-

Influencia de los padres en el inicio laboral

Vida en pareja:
-

Historia de pareja
-

Convivencia
-

Decisin de casarse
-

Otras convivencias
-

Evaluacin de la vida en pareja


-

Actividades en conjunto
-

Comunicacin conla pareja


-

Conflictos, crisis
-

Castigo hacia la pareja


-

Comparacin de la pareja con la madre


-

Comparacin de la vida de pareja con la de sus padres


-

Responsabilidades de un padre de familia en el hogar


-

Derechos de un padre de familia en el hogar


-

Actividades domsticas de l en la casa

Jefatura del hogar

Pareja:
-

Actividades de la pareja en el hogar


-

Evaluacin de la pareja
-

Responsabilidades de la pareja en el hogar


-

Derechos de la pareja en el hogar


-

Evaluacin de la pareja como madre

Proveer de recursos el hogar:


-

Mantenimiento de la familia
-

Otros aportes econmicos en la familia


-

Significado de ser proveedor


-

Sentimientos de ser proveedor


-

Lo que cambiara
-

Significado de estar sin trabajo

Trabajo de la pareja:
-

Trabajo remunerado de la pareja


-

Uso del dinero de la pareja


-

Trabajo domstico
-

Significado, valoracin del trabajo de la mujer


151
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Significado de la mujer como proveedora


-

Organizacin del presupuesto familiar

Sexualidad y Salud reproductiva:


-

Significado del sexo


-

Participacin de los padres en la socializacin sobre sexualidad


-

Participacin del padre en su inicio sexual


-

Otras fuentes de socializacin


-

Primera relacin sexual


-

Frecuencia de relaciones sexuales


-

Embarazo de su/s pareja/s


-

Anticoncepcin
-

Idea de ser padre en la adolescencia

Idea de ser padre al iniciar la vida de pareja


-

Significado de los hijos al iniciar la vida de pareja


-

Primer embarazo
-

Sexo del/a hijo/a


-

Significado de los hijos en la actualidad


-

Planes de tener ms hijos/as


-

Responsabilidades de un hombre para no tener ms hijos/as


-

Responsabilidades de una mujer para no tener ms hijos/as


-

Uso de anticonceptivos
-

Embarazos no deseados
-

Experiencias de aborto

Los hijos:
Hijos/as anteriores
Planificacin de esos/as hijos/as y decisin de tenerlos/as
Con quin viven
Significado de esos/as hijos/as
Relacin con la ex pareja
Relacin actual con esos/as hijos/as
Acuerdos con la ex pareja en relacin a los/as hijos/as
Obligaciones y derechos sobre esos/as hijos/as
Pensin alimenticia
Dificultades en la relacin con esos/as hijos/as
Tribunales de menores

Relacin con los/as


hijos/as durante los primeros meses de vida
Relacin con los/as hijos/as

Juegos, juguetes, regalos

152
Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ... Jos Olavarra A.

Deportes
-

Participacin en organizaciones
-

Afectos y emociones:
Demostraciones
-

Confianza
-

Problemas, preocupaciones de los/as hijos/as


-

Actividades conjuntas

Hbitos y formacin:
Enseanzas
-

Normas
-

Hbitos domsticos
-

Valores
-

Quin debe ensearles


-

Autoridad del padre


-

Acuerdos con la pareja en la crianza


-

Principales preocupaciones hacia los/as hijos/as

Conflictos y castigos:
-

Qu conflictos
-

Frecuencia
-

Resolucin de conflictos
-

Acuerdos o desacuerdos de la pareja en relacin a los conflictos y

castigos
-

Qu castigos
-

Sentimientos

Convivencia actual:
-

Relacin con los/as hijos/as


-

Actividades en conjunto
-

Conversaciones
-

Evaluacin de los/as hijos/as


-

Opinin de la pareja acerca de su relacin con los/as hijos/as

Autoevaluacin como padre:


-

Evaluacin
-

Deber ser de un padre


-

Hombre adulto que no tiene hijos/as


-

Hijo/a que se cra sin padre

153
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Similitudes el/la
hijo/a
con
-

Comparaciones con el/la hijo/a


-

Comparaciones con su padre

Estudio y/o trabajo de los hijos:


-

Actividades de los/as hijos/as


-

Razones para que estudien


-

Relacin estudio-trabajo
-

Trabajo de los/as hijos/as


-

Futuro de los/as hijos/as

Sexualidad y salud reproductiva de los/as hijo/as:


Transformaciones de los/as hijos/as en la adolescencia
-

Primera eyaculacin
-

Primera menstruacin
-

Atraccin por el sexo opuesto


-

Conversaciones sobre sexualidad


-

Papel de los padres en la educacin sexual de los/as hijos/as


-

Papel de la escuela o el liceo en la educacin sexual de los/as hijos/as


-

Edad para que comiencen a recibir educacin sexual


-

Intimidad de los/as hijos/as


-

Primera relacin sexual de los/as hijos/as


-

Preocupaciones del padre en tomo a la sexualidad de sus hijos/as


-

Diferencias entre un hombre y una mujer


-

Pareja de los/as hijos/as


-

Relaciones homosexuales
-

Prevenciones de los padres en tomo a la sexualidad de sus hijos/as


-

Acuerdos o desacuerdos de los padres en la educacin sexual de sus

hijos/as

154
Y todos queran Varones de
ser (buenos) padres. ...
Jos Olavarra A.

Procesamiento y anlisis de los datos

Para el registro, procesamiento y anlisis de los datos los


se sigui siguientes
pasos:


Elaboracin de pauta definitiva para realizar la entrevista en
profundidad.
A cada varn entrevistado se le llen un la
registro con informacin
sociodemogrfica bsica, vale decir, seudnimo, edad, estudios, ocupacin,
situacin depareja, datos generales de la pareja, situacin habitacional y
nmero de hijos/as Adems, se agregaron datos como: dnde se realiz la
entrevista, nmero de sesiones por entrevistado, duracin de la entrevista,
forma de contacto, fecha y hora de la entrevista nivel de
y privacidad. To
dos estos datos se vaciaron en un cuadro de antecedentes
generales que
permita tener una visin amplia de las caractersticas generales de la mues
tra.

Transcripcin, revisin y correccin las entrevistas para dejarlas en condi


ciones de ser traspasadas a una base de datos con el
programa coraputacional
Ethnograph.

Anlisis vertical de las entrevistas, es decir, caso a caso.


Elaboracin de fichas resumen con un registro que permiti identificar cada
caso segn sus caractersticas vitales
y sociodemogrficas. Este registro
permiti adems, definir
categoras y realizar cruces entre ellas.

Se elabor una lista de cdigos temticos a partir de: los


objetivos de la
investigacin, el material recogido en las entrevistas, el marco conceptual,
la revisin bibliogrfica y la experiencia acumulada en proyectos anterio
res. La lista de cdigos fue discutida
y evaluada en sesiones peridicas de
un seminario taller interno.

Codificacin de cada entrevista, mediante el Ethnograph, que permiti un

anlisis horizontal de los casos, por reas temticas.


Las entrevistas fueron evaluadas en relacin los temas considerados por el
a

sujeto y la
importancia relativa de cada uno de ellos, en el contexto general.
De aqu obtuvo una visin de lo que los varones entrevistados considera
se

ban "su paternidad".


> El anlisis vertical y transversal de los relatos permiti definir ncleos te
mticos a partir de los cuales se pudo reconstruir las vivencias y los manda
tos sociales presentes en la vivencia de la paternidad de los varones, sus

sentidos subjetivos y prcticas.

155
Jos Olavarra A. Y todos Varones de
queran ser (buenos) padres. ...

Cuadros: Antecedentes de los entrevistados


Investigacin: "Construccin social de la masculinidad: la crisis del mode
lo tradicional. Santiago"

Seudnimo Edad Estudios Situacin Ocupacional N hijos


Yayo 25 Media completa Obrero textil 1
o
Chucho 27 3 medio Guardia deSeguridad 2
Koke 32 Media Completa Empleado grfico 2
Fernando 33 Media completa Taxista 2

Negro 33 Cursaba periodismo Albail 1


Jos 30 Universitario. Abogado Asesor jurdico 1
Juan 32 Universitario. Cientista Poltico Director reparticin pblica 1
Mauricio 32 Universitario. Ingeniero Gerente empresa 2
Patricio 32 Universitario. Ingeniero Gerente empresa 2
Jons 33 Universitario. Ingeniero Socio gerente empresa 1
Jano 35 Media completa Comerciante 1
Cano 36 1 medio Aseador. Mantencin 2
Hermano 39 6o bsico Operario 2

Hilarin 39 Media competa. 1 derecho Actuario 2
Pelao 44 Primaria completa Auxiliar 6
Juan Pablo 38 Universitario. Abogado Estudio abogado 3
Wally 40 Universitario. Psiclogo Gerente empresa 3
Franco 41 Superior. Estudia derecho Oficial de Fuerzas Armadas 2
Clarck 42 Universitario. Bilogo Profesor Universitario 1
David 43 Universitario. Ingeniero Consultor 4
Charly 48 4a preparatoria Carpintero. Cesante 3
Choche 50 Media completa Auxiliar. Mantencin 4

Carlos 56 1 humanidades Dependiente. Comerciante 4
Felo 52 media completa Guarda de seguridad 6
Cochecho 56 6apreparatoria Auxiliar. Mantencin 2
Loco Soto 69 Media completa Auxiliar 5
Eugenio 45 Universitario incompleto Encargado de personal 1
Alberto 46 Universitario. Economista Gerente empresa 3
Pablo 46 Universitario. Ingeniero Gerente empresa 3
Neftal 54 Universitario. Arte Artista caf concert 5
Fernn 66 Universitario. Pedagoga Profesor Universitario 3
Lisandro 67 Universitario. Abogado Profesor Universitario. Jubilado 2

156
todos queran Varones de Jos Olavarra A.
ser
(buenos) padres. ...

Investigacin: "Construccin social de la identidad masculina en varones

adultos jvenes de sectores populares de Santiago"


Seudnimo Edad Estudios Situacin Ocupacional N" hijos
Calo 21 Bsica CTC
completa Operario 1
Jorge 21 3o hum-cientfico Cesante 1
Polo 21 1 universitario, estudia Derecho Repartidor boletas 2
Roni 21 3 hum-cientfico Maestro enfierrador 3
Willy 21 Media completa comercial Cesante 1
Chano 22 Bsica completa Reponedor 2
Alex 24 Media completa hum-cientfico Garzn 1
Daro 25 Media completa industrial Cesante 1
Fabio 25 2o hum-cientfico Cesante 1
Keko 25 1 industrial
Operario 3
Andrs 26 4o industrial, estudia podologa Patrullero Civil 1
Claudio 26 2 hum-cientfico Obrero de la construccin 2
Guido 26 Media completa hum-cientfico Operario imprenta 1
Yayo* 26 Media completa hum-cientfico Operario calzado 1
ngel 27 Media completa hum-cientfico Cajero negocio 1
Pancho 27 Media completa hum-cientfico Trabajador independiente 2
curso INACAP en fumigaciones

Coto 28 Media completa comercial Maestro pintor 1


Maly 28 Media completa comercial Jnior 1
Chucho* 27 3o hum-cientfico Guardia 3
Hctor 29 2 hum-cientfico Cesante 2
Lino 29 2 hum-cientfico Obrero de la construccin 1
Lucio 29 3o industrial Maestro de cocina 2
*
Estos dos varones fueron entrevistados en el
proyecto "Construccin social de la identidad: la crisis del
modelo tradicional" e incorporados a esta muestra.

157
Jos Olavarra A. Y todos queran ser (buenos) padres. Varones de ...

Investigacin: "Ser Padre. Vivencias y significados de la paternidad en

hombres de sectores populares hoy en Santiago"


Seudnimo Edad Estudios Situacin Ocupacionai N hijos
Marcelo 21 1 universitario Cesante 1
Alexis 34 Media completa Vendedor telfonos 2
Carlos 23 Media completa Vendedor 1
Sardina 27 2o medio Repartidor 3
Francisco 20 2 medio Maestro en instalaciones 1
Joaqun 33 Media completa Empleado municipal 2
Victor 35 Est. tcnicos Empleado municipal 3
Diego 34 Media completa Guardia 2
Jernimo 43 Media completa Operador fotocopiadora 2
Marco 32 3o medio Taxista 2
Chano* 53 Media completa Empleado pblico 2
Antonio 48
'
3 medio Maestro mquinas 4
Marmota 53 3 universitario Recaudador 6
Gabriel 57 Secundaria comp. Comerciante independiente 4
Herminio 36 Media completa Cesante 2
Alex 21 3o medio Ayudante de cocina 1
Camilo 27 1 medio Cesante 1
Lalo 29 1 medio Cesante 3
Roberto 28 2o medio Vendedor telfonos 1
Cristian 26 Media completa Maestro serigrfico 1
Too 28 3o medio Cesante 2
Moncho 29 1 medio Operario en eventos 1
Nano 35 3o medio Obrero 3
Pez 43 Media completa Comerciante 2
Daniel 39 3o medio Operario 2

Ojota 52 1 universitario Oficios varios (construccin) 8
Beo 46 Bsica completa Garzn 7

Emilio 48 1 medio Obrero 4
Pedro 46 3 medio Cesante 5
Memo 47 Media completa Vendedor 9
*
Coincide el seudnimo con un entrevistado del proyecto "Construccin social de la identidad masculi
na en varones adultos jvenes de sectores
populares ".

158
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OTRAS PUBLICACIONES
FLACSO-Chile

Masculinidades/es.
Poder y crisis.
Teresa Valds y Jos Olavarra.
ISBN: 0716-8101, Serie Libros
FLACSO, ISIS Internacional, 1997
Masculinidades y equidad de
gnero en Amrica Latina.

Teresa Valds y Jos Olavarra.


ISBN: 956-205-122-6, Serie
Libros FLACSO, UNFPA, 1998

Masculinidades populares.
Varones adultos jvenes en

Santiago.
Jos Olavarra. Cristina
Benavente y Patricio Mellado.
ISBN: 956-205-121-8, Nueva
Serie FLACSO, 1998

Los padres
adolescentes/jvenes.
Jos Olavarra y Rodrigo Parrini.
FLACSO, UNICEF, 1999
El poder en la pareja, la
sexualidad y la reproduccin.
Mujeres de Santiago.
Teresa Valds, M. Cristina
Benavente y Jacqueline Gysling.
ISBN: 956-205-138-2, Serie
Libros FLACSO, 1999

Masculinidad/es. Identidad,
sexualidad y familia. Primer
encuentro de Estudios de
Masculinidad.
Jos Olavarra y Rodrigo Parrini.
ISBN: 956-205-143-9, FLACSO,
UAHC, Red Masculinidad, 2000
De lo social a lo Poltico. La
accin de las Mujeres
Latinoamericanas.
Teresa Valds.
ISBN: 956-282-205-2,
Lom Ediciones, 2000

Y todos queran ser

(buenos) padres.
Jos Olavarra.
ISBN: 956-205157-9, Serie Libros
FLACSO, 2001

Hombres a la deriva?

Jos Olavarra.
ISBN: 956-205-158-7
Serie Libros FLACSO, 2001
Y todos queran
ser (buenos) padres

Los varones y paternidades han dado origen a un debate que se ha acrecenta


sus

do en los ltimos aos. Desde


padres que se quejan por no poder establecer rela
ciones de mayor cercana afectiva con sus hijos, hijos que esperan tener mayor in
timidad con sus progenitores, a mujeres que reclaman -a los padres de sus hijos
que asuman su paternidad y sean corresponsables en la crianza.

Cul es el contexto en el que se da este debate? En qu medida las


opiniones de
los hombres, acerca de sus vivencias como padres, se ven afectadas por las pol
ticas pblicas, la economa y la globalizacin, las demandas del movimiento de mu
jeres y los procesos de modernizacin? Cmo sienten ellos su paternidad? Qu
referentes yaprendizajes lo hacen posible? Cmo los varones dicen criar y acom
paar a sus hijos en las distintas etapas de la vida de stos? Sobre sta y otras pre
guntas se buscan respuestas en este libro, teniendo como base investigaciones
hechas con varones de Santiago en Chile.

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