El Paro Cívico de Octubre de 1993 en Ciudad Bolívar (Bogotá) - La Formación de Un Campo de Protesta Urbana

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El paro cvico de octubre

de 1993 en Ciudad Bolvar


(Bogot): la formacin de un
campo de protesta urbana
http://dx.doi.org/10.15446/achsc.v42n1.51347

The Civic Strike of October 1993 in Ciudad Bolivar,


Bogota: The Formation of a Field of Urban Protest

A greve cvica de outubro de 1993 na Ciudad Bolvar,


Bogot: a formao de um campo de protesto urbano

J Y M Y A L E X A N DER FOR ERO H I DA L G O*


Universidad del Tolima
Ibagu, Colombia

FR A N K MOL A NO CA M A RG O**
Universidad Distrital Francisco Jos de Caldas
Bogot, Colombia

* [email protected]
** [email protected]

Artculo de investigacin.
Recepcin: 28 de septiembre de 2014. Aprobacin: 16 de diciembre
de 2014.

Cmo citar este artculo.


Jymy Alexander Forero Hidalgo y Frank Molano Camargo, El paro
cvico de octubre de 1993 en Ciudad Bolvar (Bogot): la formacin de
un campo de protesta urbana, Anuario Colombiano de Historia Social
y de la Cultura 42.1 (2015): 115-143.

achsc * vol. 42, N. 1, ene. - jun. 2015 * issn 0120-2456 (impreso) - 2256-5647 (en lnea)*colombia*pgs. 115-143
JYMY ALEXANDER FORERO HIDALGO y FR ANK MOLANO CAMARGO

[116]

R e su m e n
Se analiza el desarrollo del paro cvico comunal de Ciudad Bolvar, Bogot,
realizado el 11 de octubre de 1993. Se explica cmo, tras el agotamiento de
otros repertorios de accin poltica comunitaria, la accin colectiva posibilit
la constitucin de un campo de protesta urbana que configur las relaciones
entre las comunidades de la localidad y el Estado a partir de la confrontacin
social. Para esto, se acudi a fuentes de prensa, archivos personales, documentos
oficiales y entrevistas a lderes comunitarios de la localidad que participaron
en la protesta. Se aborda de manera particular el proceso de construccin de
liderazgos populares, ya que fueron los dirigentes comunitarios quienes hicieron
una lectura del contexto social y poltico, lograron convocar a amplios sectores
de la poblacin y consiguieron que la protesta concluyera en una negociacin
exitosa con el Estado.

Palabras clave: paro cvico, protesta social urbana, campo de protesta, localidad de
Ciudad Bolvar, Bogot.

departa mento de histor ia * facultad de ciencias hum anas * u niversidad nacional de colombia
E l pa r o c v i c o d e o c t u b r e d e 19 9 3 e n C i u d a d B o l va r ( B o g o t ) . . .

A b s t r ac t
This investigation analyzes the development of the communal civic strike in
Ciudad Bolivar, Bogota, on October 11, 1993. It explains how after other options
for community political action had been exhausted, collective action enabled the [117]
creation of a field of urban protest that reconfigured the relationships between
local communities and the state, which are based on social confrontation. To
this end, this study uses press sources, personal archives, official documents and
interviews with local community leaders who participated in the protest. The
process of building popular leadership roles is specifically addressed; in particular,
it was community leaders who read the social and political context, managed
to summon large sections of the population, and concluded the protest with a
successful negotiation with the state.

Keywords: civic strike, urban social protest, field of protest, Ciudad Bolvar locality,
Bogota.

R e su mo
Analisa-se o desenvolvimento da greve cvica comunal da Ciudad Bolvar,
realizada no dia 11 de outubro de 1993. Explica-se como, aps o esgotamento de
outros repertrios de ao poltica comunitria, a ao coletiva possibilitou a
constituio de um campo de protesto urbano que configurou as relaes entre
as comunidades da localidade e o Estado a partir do confronto social. Para
isso, recorreu-se a fontes de imprensa, arquivos pessoais, documentos oficiais
e entrevistas a lderes comunitrios dessa regio que participaram do protesto.
Aborda-se, particularmente, o processo de construo de lideranas populares
j que foram os dirigentes comunitrios os que fizeram uma leitura do contexto
social e poltico, conseguiram convocar amplos setores da populao e fizeram
com que o protesto fosse concludo numa negociao bem-sucedida com o Estado.

Palavras-chave: greve cvica, protesto social urbano, campo de protesto, Ciudad


Bolvar, Bogot.

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JYMY ALEXANDER FORERO HIDALGO y FR ANK MOLANO CAMARGO

Introduccin
El lunes 11 de octubre de 1993, a las 4 de la maana, desde diferentes
sectores de la localidad de Ciudad Bolvar en Bogot, el estruendo de cohetes
y voladores anunci el inicio de la hora cero del paro cvico local. Cente-
nares de habitantes y lderes comunitarios bajaron de las montaas para
bloquear las principales vas de acceso y salida de la localidad, e iniciaron
[118] de esta manera una larga y tensa jornada de protesta urbana, que culmin
con un triunfo popular materializado en compromisos que el Estado debera
cumplir. Qu condiciones sociohistricas confluyeron en el xito de dicha
protesta? Qu factores de orden poltico y cultural estaban presentes en las
razones y prcticas de los organizadores y participantes en la jornada? Estas
son las preguntas que se quieren discutir en el presente escrito.
Para esto se han planteado tres asuntos centrales que estructuran el
artculo. En primer lugar, se desarrollan reflexiones de orden terico sobre
la protesta urbana. En segunda instancia, se presenta el anlisis de la ma-
nera en que se fue creando en Ciudad Bolvar un campo de protesta que
permiti una ruptura con los canales convencionales de intermediacin y
representacin ante la administracin distrital, que llevara a entender que
esa accin de hecho (el paro cvico) resultara ms efectiva para tramitar
y visibilizar sus puntos de vista y reclamaciones sobre los problemas de la
localidad. Por ltimo, se hace una descripcin del proceso del paro, que no
se restringe a un recuento de los momentos de la jornada del 11 de octubre
de 1993, sino que, por el contrario, se sita en un continuo de tiempo, en
un antes y un despus.

El paro cvico popular y la protesta urbana


como problemas de la teora social
Las protestas urbanas, como el paro cvico de 1993, hacen parte de aque-
llas contiendas que, de manera genrica, el socilogo Henri Lefebvre deno-
min la lucha por el derecho a la ciudad. En su anlisis, las dinmicas de
desarrollo urbano de tipo capitalista hacen de la ciudad un espacio para la
inversin de capital, el cual es afectado por cclicos procesos de destruccin
y reconstruccin urbana, los mismos que tensionan los derechos que se
atribuyen a los ciudadanos acerca de su participacin en las decisiones sobre
la vida en la ciudad y sobre la ciudad misma.1

1. Henri Lefebvre, El derecho a la ciudad (Barcelona: Editorial Pennsula, 1969)


123-140.

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E l pa r o c v i c o d e o c t u b r e d e 19 9 3 e n C i u d a d B o l va r ( B o g o t ) . . .

Quienes participaron en la preparacin y realizacin de la protesta po-


pular urbana de octubre de 1993 decidieron denominarla paro cvico local,
apelando a un conjunto de prcticas colectivas reiterativas y sistemticas de
inconformismo y movilizacin social, presentes en diferentes espacios de la
geografa nacional en las dos dcadas anteriores.2
Protestas sociales similares se presentaron en Amrica Latina a medida
que avanzaban las polticas de ajuste estructural, que dificultaban el ejercicio [119]
del derecho a la ciudad de las cada vez ms grandes poblaciones urbanas
del continente, en un periodo que va desde el caracazo, de febrero de 1989
en Venezuela hasta el argentinazo, de diciembre de 2001 en Buenos Aires.
De manera simultnea, la teora sobre la protesta social urbana en Am-
rica Latina ha constituido un campo de anlisis interdisciplinario en el
que, desde diferentes perspectivas, se busca dar cuenta de esta realidad
histrico-social, que va ms all de las explicaciones lineales que oscilan
entre dos ecuaciones contrapuestas: pobreza + desempleo = protesta o masa
como tabula rasa + agitador externo = protesta. La categora de protesta
social permite mirar la relacin entre los sujetos sociales, sus innovaciones,
adopciones y renuncias, a la vez que la interaccin de los contendores y el
campo de negociacin que se forma.3
Javier Auyero construye una categora para comprender las formas hist-
ricas de la protesta popular: el campo de protesta, entendido como el conjunto
de mecanismos, trayectorias, interacciones, fuerzas y procesos especficos
que se crean en la accin colectiva y que se tensionan por marcos estruc-
turales que rigen la dinmica de las disputas en una sociedad.4 El concepto

2. En Colombia existe una amplia bibliografa sobre este tipo de accin colectiva.
Vase Mauricio Archila Neira, Idas y venidas. Vueltas y revueltas. Protesta
social en Colombia 1958-1990 (Bogot: Instituto Colombiano de Antropologa
e Historia / Centro de Investigacin y Educacin Popular, 2005); Santiago
Camargo y Javier Giraldo, Paros y movimientos cvicos en Colombia,
Controversia 128 (1985); Jaime Carrillo Bedoya, Los paros cvicos en Colombia
(Bogot: Editorial Oveja Negra, 1981); Medfilo Medina, La Protesta urbana en
Colombia en el siglo veinte (Bogot: Ediciones Aurora, 1984).
3. Javier Auyero, La protesta. Retratos de la beligerancia popular en la Argentina
democrtica (Buenos Aires: Libros del Rojas / Universidad de Buenos Aires, 2002).
4. (...) debemos centrar nuestra atencin en el campo de protesta definido como
el ensamble de mecanismos y procesos que se hallan en la raz de la formulacin
de reclamos colectivos como mediador entre las fuerzas globales y las
explosiones locales (...) [el campo] refracta como un prisma los determinantes
externos en trminos de su propia lgica. Auyero 15.

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de campo de protesta sita esta dinmica colectiva por fuera de los sesgos
economicistas o subjetivistas y permite explicar cmo, en un determinado
momento histrico, la gente decide desbordar los marcos convencionales
de accin e intermediacin poltica e irrumpir en el escenario urbano, po-
niendo en juego la energa social5 acumulada en un determinado periodo,
como una nueva forma de hacer poltica.
[120] En Colombia, Mauricio Archila ha propuesto considerar, para la com-
prensin de la protesta social, el marco de la accin colectiva como dimen-
sin generadora de la realidad social, en un espacio relacionalmente estruc-
turado, en el que, al mismo tiempo, los aspectos de la cultura, heredada y
construida, confieren a los actores sociales identidad y diferencia frente a
otros actores sociales.6
En este sentido, es importante analizar los elementos que configuran
la ideologa y la cultura de la protesta presentes en el paro cvico de Ciudad
Bolvar, referidas a aquellos factores simblicos que producen un nosotros
en lucha. El historiador George Rud, al estudiar contextos precapitalistas,7
propone dos fuentes fundamentales de la ideologa de la protesta: una inhe-
rente a los sectores populares, basada en la matriz de la experiencia directa,
la tradicin oral y la memoria colectiva, generadora de ideas justicieras, igua-
litarias, solidarias y colectivistas; y otra fuente que proviene de una matriz
distinta, las ideas derivadas de aquellos sistemas estructurados de pensa-
miento poltico o social. Para el tiempo del paro cvico, los discursos de la
teologa de la liberacin, representativos de las corrientes polticas presentes
en el territorio de la localidad, o el lenguaje de la participacin, la democracia
y los derechos humanos, que surgen antes, durante y despus del proceso de
la Constitucin de 1991, configuraron la base de dichas ideas derivadas.
En consecuencia, en este trabajo se define el paro cvico urbano como
un tipo de protesta urbana, relacionada con otras manifestaciones de in-
conformismo en la ciudad, como las huelgas, los derechos de peticin,

5. Este concepto explica la capacidad generada por la gente organizada para


transformar los retos y adversidades en condiciones favorables colectivamente.
Vase Albert O. Hirschman The Principle of Conservation and Mutation of
Social Energy, Direct to the Poor: Grassroots Development in Latin America,
eds. Sheldon Annis y Peter Hakim (Colorado: Boulder, Rienner, 1988) 7-14.
6. Mauricio Archila, Poderes y contestacin (resea terico-metodolgica),
Controversia 173 (1998): 32.
7. George Rud, Revuelta popular y conciencia de clase (Barcelona: Editorial
Crtica, 1981).

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los plantones, las tomas de instalaciones estatales, las marchas, etc., que logra
paralizar un sector de la ciudad o la ciudad entera, genera una ruptura de
la cotidianidad y convierte las calles en el espacio privilegiado de la accin
poltica colectiva. Un paro cvico emerge de las dinmicas del campo de
protesta, all los sujetos sociales articulan las demandas y la red de conflictos
de una amplia y diversa variedad de sectores y clases sociales urbanas (de
ah la idea de lo cvico), que logran anudar sus problemticas y convocar [121]
acciones colectivas.
El paro cvico, una forma de protesta urbana como lo propuso Medfilo
Medina, se inscribe en un contexto ampliado de condiciones nacionales e
internacionales, que vincula las problemticas especficamente urbanas con
las tendencias del orden poltico y econmico ms general, trascendiendo
lo puramente coyuntural y local.8
Este tipo de protesta urbana no aparece como simple reaccin espasm-
dica ante las condiciones impuestas por los sectores hegemnicos, tales como
las alzas o deficiencia en la prestacin de los servicios pblicos, la restriccin
de la participacin o la represin y criminalizacin contra sectores popu-
lares urbanos; por el contrario, el paro cvico anuda los marcos polticos-
cognitivos-afectivos y las prcticas sociales de los sujetos en tensin, con lo
cual genera una alteracin y suspensin de todas o casi todas las actividades
cotidianas de la gente, haciendo de la movilizacin y la beligerancia social
el vehculo colectivo que unifica las voces y define los adversarios.

La constitucin de un campo de protesta en la


localidad Ciudad Bolvar de Bogot, Colombia
En este apartado se analiza la configuracin histrica de un campo de
protesta en esta localidad a inicios de la dcada de 1990, que es definido como
la estructuracin social y la generacin de mecanismos, rutinas sociales y
lenguajes que estn en la raz de los reclamos colectivos que los habitantes
de este espacio urbano pusieron en juego para mediar, confrontar y recom-
poner las imposiciones y exclusiones propias de un contexto ms global,
que diversos actores estatales, empresariales y policiales haban diseado.

Dinmicas de poblamiento y constitucin de liderazgos comunales


La localidad de Ciudad Bolvar fue creada como Alcalda Menor en 1983,
ao de la conmemoracin del bicentenario del nacimiento de Simn Bolvar.

8. Medina 16.

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El Programa Ciudad Bolvar hizo parte de las polticas planteadas por el go-
bierno de Belisario Betancur (1982-1986) en materia de desarrollo econmico
y social, las cuales fueron impulsadas en Bogot por la alcalda de Augusto
Ramrez Ocampo. Siguiendo una representacin sobre el sur urbano como
espacio para la vivienda de los pobres, cuya labor es aportar mano de obra
barata, el eje principal del proyecto fue la construccin de 10.610 soluciones
[122] de vivienda en forma de lotes con servicios y cinco mil prstamos individua-
les para autoconstruccin y mejoramiento de vivienda sin cuota inicial. El
financiamiento de este programa lo hizo el Banco Interamericano de Desa-
rrollo BID mediante crdito; esa misma entidad propuso las directrices
bsicas. No obstante, este programa no materializ sus propsitos y no aport
elementos clave para una planificacin coherente de las dinmicas urbanas.9
Este proyecto de intervencin estatal fue duramente discutido por los
lderes comunitarios de la recin creada localidad, quienes, organizados en
Asojuntas, cuestionaron que el Proyecto Ciudad Bolvar no se fundamenta-
ba en una mirada amplia e integral sobre la complejidad de los fenmenos
sociales, de modo que no promova la mejora de la calidad de vida de los ha-
bitantes de este territorio, puesto que no contemplaba la inclusin de plazas
de mercado, de una central de abastos para acceder a la alimentacin, ni el
establecimiento de terminales de transporte para mejorar la comunicacin
de la localidad; asimismo el proyecto no asuma estrategias para proteger el
ambiente, ya que la gente de Ciudad Bolvar tena que sufrir inundaciones
por el desbordamiento de los ros y quebradas que recorren el territorio, y
deba construir sus viviendas en zonas de riesgo.
El plan agenciado por el Estado tampoco contemplaba polticas de
empleo, educacin, salud, recreacin y mucho menos consideraba que las
comunidades podan participar en la fiscalizacin del proyecto. Estas recla-
maciones, claramente expresadas en cartas y actas de reunin, constituan el
punto de vista de quienes, a pesar de vivir y haber construido esta parte de la

9. Vase Jos Salazar Ferro, Bogot: los planes y sus proyectos 1940-2000,
Dearquitectura 01 (2007): 4-15. Una de las quejas de los lderes comunales
radicaba en la sobrevaloracin de los lotes vendidos para el proyecto. La alcalda
de Ramrez Ocampo compr, por 1.000 millones de pesos, 164 hectreas
que tenan un oneroso valor de $1.640.000 el metro cuadrado, al empresario
Salomn Finvarb, que, como otros grandes patronos, posea lotes de engorde
a la espera de proyectos urbansticos pblicos o privados para incrementar la
renta del suelo urbano. Gloria Vallejo, Hoy, dos mil familias reciben vivienda
en Ciudad Bolvar, El Tiempo [Bogot] 15 de dic. de 1990: 2b.

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ciudad, eran excluidos de las decisiones sobre el territorio, as que la pugna


por el derecho a la ciudad habra de estar presente en los aos siguientes.10
Adems, este episodio de reclamacin de Asojuntas, en el tiempo de creacin
de la nueva localidad, haca parte de un conjunto de prcticas y aprendiza-
jes sociales de contestacin, que los lderes comunitarios y habitantes de la
localidad incorporaron en las dcadas de construccin de barrios, la lucha
por su legalizacin y por el acceso a servicios pblicos.11 [123]
El proceso urbanstico de Ciudad Bolvar fue resultado de tres ciclos
de poblamiento popular.12 El primero se inici a mediados de 1940, cuan-
do se cruzaron los proyectos urbansticos pblicos y privados, formales e
informales, y las relaciones de integracin entre las centralidades urbanas
y la periferia sur, as como, y tal vez de manera preponderante, la energa
social acumulada, transmitida y potenciada por las miles de familias mar-
ginadas y migrantes que llegaron a esta parte de la ciudad como secuela
de la pobreza en el campo y de la violencia sociopoltica en varias regiones
del pas, del mismo modo que de las gentes expulsadas de la propia ciudad
en busca de vivienda propia.
Durante los aos setenta y comienzos de los aos ochenta se present un
segundo ciclo de poblamiento, con dos modalidades distintas: desplazados
rurales por la violencia y migraciones internas urbanas.13 De manera ms
pronunciada, esta fase de poblamiento se relacion con la crisis urbana que
se expres tanto en pequeas poblaciones y ciudades intermedias como en
las grandes agrupaciones urbanas de Colombia y de la mayora de pases
de Amrica Latina, donde la concentracin espacial de la mano de obra,
propia de los procesos de industrializacin y urbanizacin, corresponda a

10. Beltrina Corte y Camilo Gonzlez, El caso de Ciudad Bolvar. Planeacin


urbana y participacin popular en Bogot (Bogot: Cinep, 1989) 69.
11. El historiador Alfonso Torres, en sus trabajos sobre las organizaciones
populares y las luchas urbanas, ha dado cuenta de las dinmicas asociativas
locales que conforman su identidad y accin poltica a travs de la organizacin
y la movilizacin. Alfonso Torres Carrillo, Identidad y poltica de la accin
colectiva. Organizaciones populares y luchas urbanas en Bogot 1980-2000
(Bogot: Universidad Pedaggica Nacional, 2007).
12. Jymy Forero, Surgimiento y consolidacin de uribismo en Ciudad Bolvar.
Un anlisis histrico: 2002-2007, Tesis de Maestra en Historia, Bogot:
Universidad Nacional de Colombia, 2011, 28.
13. Arturo Alape, La hoguera de las ilusiones (Bogot: Editorial Planeta, 1995) 17.

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los cambios y transformaciones econmicas y sociales producto del avance


del tipo de capitalismo desarrollado en la regin.
En este ciclo, estuvo de un lado el proceso de urbanizacin planificado
y legal de barrios como La Candelaria, Sierra Morena, Arborizadora Alta y
Baja, La Corua y Madelena; de otro lado y simultneamente, hacia la parte
ms alta de la localidad, con las consabidas dificultades para la implemen-
[124] tacin de servicios pblicos, se presenci un proceso de urbanizacin no
planificada e ilegal, caracterizado por la venta pirata de lotes e invasiones.
Este proceso de urbanizacin fue similar en varios de los barrios populares
de Bogot, as lo document Alfonso Torres cuando investig la transfor-
macin de los pobladores rurales hacia la vida urbana.14
En la dcada de 1990 se inici el tercer ciclo de poblamiento, caracteri-
zado por migraciones provenientes de zonas donde se presenta con mayor
fuerza el conflicto armado: Antioquia, Choc, Cesar, Risaralda, Arauca,
Caquet, entre otras. En los tres ciclos, el fenmeno de la migracin y el
desplazamiento han sido una constante que dinamiza el crecimiento po-
blacional de la localidad.15 En el primer ciclo se contabilizaron 50.000 ha-
bitantes; luego, en el segundo, se quintuplic la poblacin a 250 000 y en el
tercer ciclo (en 1997) se alcanz un nmero de 418 609 pobladores.16
De manera paralela a los ciclos de poblamiento urbano, se gener un
rico proceso de organizacin popular en Ciudad Bolvar, consolidado en sus
inicios para resolver los problemas bsicos que encontraron los pobladores
al llegar al territorio, principalmente construir vivienda, acceder al agua
a partir de los recursos disponibles en la naturaleza habitada. Este esfuer-
zo comunitario no solo fue herencia de las tradiciones campesinas de los
nuevos habitantes urbanos, sino tambin una invencin popular del sujeto
urbano que aprendi a conocer los mecanismos existentes en la ciudad para
relacionarse con la complejidad de la modernidad urbana.
Las formas organizativas comunales se institucionalizaron en Colombia
en 1958, mediante una ley que crea la Accin Comunal. As que las juntas de

14. Alfonso Torres Carrillo, La ciudad en la sombra, barrios y luchas populares en


Bogot, 1950-1977 (Bogot, CINEP, 1993) 11.
15. Forero 27-28.
16. Alcalda Local de Ciudad Bolvar, Acuerdo local nmero 003 de 2004 por el
cual se adopta el plan de desarrollo econmico, social y de obras pblicas para
la localidad 19 de Ciudad Bolvar 2005-2008, Una localidad al alcance de la
niez. Disponible en: http://www.veeduriadistrital.gov.co/es/grupo/g283/
ATT1174481991-2.pdf.

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vecinos o las juntas de mejoras existentes en los barrios se transformaron


en agentes comunitarios para la consecucin de los servicios pblicos, de
modo que la falta de estos ltimos se convirti en el factor para unir a la
comunidad. A partir de 1969, con la creacin del Departamento Adminis-
trativo de Accin Comunal DAAC, se increment el control clientelista
de las Juntas Administradoras Locales JAL, pues se defini que su fi-
nanciamiento dependa de los auxilios parlamentarios, que fueron abolidos [125]
con la Constitucin de 1991. Segn un estudio realizado en 1990, el 21 % de
las juntas comunales de Bogot se financiaban con auxilios parlamentarios.17
En esta compleja relacin con las estructuras clientelares de la polti-
ca bipartidista, los lderes comunales aprendieron a combinar el trmite
de los auxilios parlamentarios, el trabajo autogestionario, las colectas, los
bazares y la reivindicacin social para buscar soluciones de vivienda, ser-
vicios pblicos, incluyendo el transporte y otros aspectos relacionados con
la educacin y la salud. A medida que estos problemas se iban resolviendo
aparecan otros, como los temas de escrituracin, legalizacin de barrios,
recreacin y comunicaciones.18
Esta dinmica organizativa se aliment con nuevos actores sociales que
buscaban interlocutores distintos a los comunales o, por lo menos, no tan
comprometidos con las redes clientelistas en que se inscriban las juntas
comunales. De una parte, la comunidad jesuita desarroll intensos procesos
de organizacin comunitaria, a partir de la Fundacin Social y el Centro de
Investigacin y Educacin Popular CINEP. La Fundacin Social inici su
presencia en el barrio Jerusaln-Bellavista, en noviembre de 1987, y promovi
la escuela de lderes Simn Rodrguez y la organizacin de madres comuni-
tarias Asociacin de Madres Comunitarias de Colombia (AMCOLOMBIA), el
Colectivo Celodije, cuya sede, construida en el barrio Jerusaln desde el ao
1987, sirvi de centro de reunin y formacin de cientos de lderes comunales
y juveniles de la localidad. Por su, parte el CINEP impuls una serie de talleres
zonales de planeacin, que permitieron dar una nueva mirada program-
tica a la localidad y orientar un trabajo de formacin de lderes comunales.
La comunidad menonita (perteneciente a las comunidades anabaptistas),

17. Voltaire de Jess Ciro Restrepo, Movimiento comunal en Santa fe de Bogot.


Tesis de pregrado en Economa, Bogot: Universidad Nacional de Colombia, 1993.
18. Entrevista a Cristina Rivera, madre comunitaria del Barrio Vargas Vila. Bogot,
diciembre de 2009.

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a travs de la Fundacin Mencoldes, particip igualmente en procesos de


formacin de madres comunitarias y lderes juveniles.19
Al lado de estas fundaciones, existi el trabajo poltico de las organiza-
ciones de izquierda, armadas y no armadas. En la localidad se presentaron
campamentos del Movimiento 19 de Abril M-19 a mediados de la d-
cada de 1980, adems haba presencia del Ejrcito de Liberacin Nacional
[126] ELN, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC y el
Ejrcito Popular de Liberacin EPL, junto con otros proyectos polticos
de izquierda no armados, quienes desde sus concepciones polticas buscaron
tener bases sociales locales. Toda esta nueva energa social para formar otros
liderazgos atrajo personas de la localidad que se identificaron con lenguajes
de cambio social, justicia, participacin y respeto a los derechos humanos.20
La nueva generacin de lderes no se limit a operar desde sus grupos
comunitarios, sino que en algunos casos decidi ocupar los cargos de di-
reccin en las juntas de accin comunal de los barrios de la localidad, lo
que gener tensiones y conflictos con los liderazgos tradicionales. El caso
ms paradigmtico de esta conflictividad local, atravesada por las luchas
polticas con los partidos tradicionales que aspiraban a mantener el control
de los espacios comunales, es el de Evaristo Bernate.
Evaristo Bernate, en la dcada de 1970, hizo parte de las experiencias de
educacin popular generadas desde corrientes de la teologa de la liberacin,
impulsadas por el religioso salesiano Mario Peresson, quien era integrante del
Instituto Pastoral para Amrica Latina IPAL. En compaa de otros estu-
diantes salesianos, decide radicarse en 1984 en uno de los sectores de reciente
creacin en la localidad, el barrio Potos, en el asentamiento poblacional de
Jerusaln, que haba sido implementado por urbanizadores piratas, quienes
vendan lotes a la gente que luego tena que enfrentar las continuas amenazas
de desalojo por parte de la polica. Su propuesta de trabajo de educacin y
organizacin popular se orient desde el proyecto educativo, que todava
existe, del Instituto Cerros del Sur ICES. El trabajo educativo con nios
y adultos estrech los lazos con la comunidad y Bernate se convirti en un
activista social que denunciaba los malos manejos de los lderes locales, por
lo que su labor fue estigmatizada como trabajo guerrillero.21

19. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario. Bogot, septiembre de 2013.


20. Mara Isabel Gonzlez Terreros, Escuela-comunidad historia de la organizacin
comunitaria en Potos Jerusaln (Bogot: Ediciones Desde Abajo, 2004) 32.
21. Gonzlez 32

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E l pa r o c v i c o d e o c t u b r e d e 19 9 3 e n C i u d a d B o l va r ( B o g o t ) . . .

Evaristo Bernate fue elegido como parte de la Junta de Accin Comunal


JAC para el periodo 1987-1991, y desde este rol promovi la articulacin
de los liderazgos comunales del sector de Jerusaln, lo cual constituy la
Asociacin de Juntas de Accin Comunal de Jerusaln JERUCOM. Esta
situacin increment los sealamientos contra el Instituto Cerros del Sur
ICES y contra el mismo Bernate, las tensiones se exasperaron y Bernate
es asesinado el 11 de mayo de 1991. El escritor uruguayo Ral Zibechi, quien [127]
investig el proceso de organizacin popular en el barrio Potos y el papel que
jug Evaristo Bernate, sostiene que su asesinato estuvo asociado a la posicin
que logr en la direccin comunitaria local, en donde estaba desplazando
las formas tradicionales y clientelistas de representacin.22
La dinmica organizativa lograda por JERUCOM y los aprendizajes in-
corporados permitieron a los lderes comunales procesar el golpe recibido
y mantener la iniciativa organizativa. A mediados de 1991 se conform la
coordinadora de organizaciones populares denominada Unidad Cvica,
compuesta por 65 organizaciones de base de la localidad.23
Este torrente organizativo se encontr con una nueva oportunidad
poltica, generada en el cambio de las reglas de juego frente a la participa-
cin ciudadana introducida por la Constitucin Poltica de 1991. As que,
luego de debates y acuerdos, se decidi participar en la disputa poltica
por el control de la recin constituida Junta Administradora Local, con
la expectativa de convertir este espacio en el eje de la interlocucin con la
administracin distrital y tramitacin de las demandas comunitarias.24 La
jornada electoral se cumpli en el mes de marzo de 1992, pero los resultados
fueron desfavorables para los nuevos procesos organizativos. El control de
los espacios polticos locales permaneci cooptado por los partidos tradi-
cionales y sus bases sociales.
Replanteando los repertorios de accin y valorando las limitaciones
encontradas en los espacios institucionales creados con la descentraliza-
cin administrativa, en julio de 1992 la Unidad Cvica present un pliego
de peticiones a la administracin del alcalde mayor Jaime Castro, en la que
haca evidente la situacin de los pobladores de la localidad y solicitaba la

22. Ral Zibechi, Amrica Latina: periferias urbanas, territorios en resistencia


(Bogot: Ediciones Desde Abajo, 2008) 180.
23. Gonzlez 40.
24. Alfonso Torres Carrillo, Experiencias organizativas urbanas y constitucin de
sujetos sociales, Aportes 40 (1994): 76.

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intervencin del Estado en los temas ms sensibles de la localidad. El 30


de julio de 1992, se rompieron las negociaciones entre la coordinadora y la
administracin distrital, a raz del asesinato de un grupo de jvenes en uno
de los populosos barrios de la localidad.25 Los jvenes eran otro sujeto social
que empezaba a ganar presencia local, pero las miradas sobre su papel no
eran del todo condescendientes.
[128]
Los procesos organizativos juveniles
Los jvenes populares urbanos se visibilizaron en la dcada de 1970
alrededor de grupos juveniles (o parches) que aprovecharon los pocos
espacios de sociabilidad cultural y deportiva que tena la localidad, por eso
las esquinas y los espacios vacos fueron el principal punto de encuentro.
A finales de la dcada de 1980 se gestaron las primeras organizaciones de
jvenes en Ciudad Bolvar a partir de iniciativas culturales, comunicacio-
nales y de defensa de los derechos humanos, aparecieron procesos como el
Comit Juvenil Arabia, El Club Deportivo Juvenil San Francisco, El Comit
Juvenil Nueva Argentina, Semillas Creativas, la Escuela de Liderazgo Simn
Rodrguez, Asojuvenil y Juana de Arco.26
El discurso de la participacin, de los derechos humanos y de la demo-
cracia, que circulaba en esta coyuntura histrica, dot a los jvenes orga-
nizados de gestos y lenguajes desafiantes y contestatarios. Una lder de la
localidad que particip en los procesos juveniles de comienzos de la dcada
de 1990 evidencia esas tendencias:
A los jvenes siempre nos detenan en la calle, nos requisaban, nos
mandaban contra las paredes, por eso fue tan importante aprendernos
la Constitucin, empezbamos a gritar que tenamos derechos y que no
podan hacer ciertas cosas, por ejemplo las nias que andbamos en ese
tiempo con los pelados siempre decamos, si no hay una mujer polica,
no nos requise, de malas y armbamos la de Troya. Tambin aprendimos
a coordinarnos con el alcalde local y hasta con la polica para avisarles
que bamos a hacer tal o cual actividad, eso permite bajar mucho ruido
frente al tema contra los jvenes.27

25. Masacre al sur de Bogot: 11 muertos, El Tiempo [Bogot] 27 de jul. de 1992: 1d.
26. Elizabeth Perdomo Leyton, Diagnstico local de arte, cultura y patrimonio,
Documento de trabajo. Localidad de Ciudad Bolvar (Bogot: Secretara de
Cultura, Recreacin y Deporte, 2011).
27. Entrevista a Judith Suarez, lder juvenil. Bogot, septiembre de 2013.

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A los ojos de las autoridades estatales y de los gremios econmi-


cos, los jvenes de Ciudad Bolvar constituan una zona gris, asociada
a prcticas delictivas y transgresoras. De ah que, para canalizar lo que
se crea que era la principal causa de criminalidad juvenil (narcotrfi-
co, sicariato y delincuencia), producto de un imaginario dominante y
conservador sobre una presunta naturaleza improductiva y ociosa de la
poblacin juvenil, se disearon dos estrategias institucionales de inter- [129]
vencin hacia la poblacin juvenil, una de corte economicista y otra de
orden policial y represiva.
En noviembre de 1991 se cre el Consejo Distrital de Juventudes, que
implement en Bogot, en el ao 1992, la Consejera para la Juventud, la
Mujer y la Infancia, con financiamiento del Programa de Servicios Socia-
les del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas UNICEF para
gestar proyectos productivos que integraran socialmente a los jvenes, los
transformaran en empresarios incipientes y desactivaran los niveles de
conflictividad asociados al mundo juvenil.
Los proyectos productivos partan del supuesto del joven popular como
desempleado, desconociendo sus espacios ldicos, de ocio y socializacin,
por eso no cumplieron con los objetivos propuestos. Esto fue entendido
por algunos de los participantes en dichos proyectos:
Al principio fue mucha la emocin, pensbamos tener una microem-
presa para tener dinero y financiar nuestros proyectos con los pelaos.
Me acuerdo que un amigo deca yo s hacer cucos y brasileros y pan-
tanosillos (sic) y pues hicimos el proyecto y nos dieron la mquina
filetiadora pero lo que result era que estbamos clavados trabajando,
ya no tenamos tiempo para ir a paseos. Yo siempre lo digo, muchos de
los jvenes de la localidad nos formamos a partir de los paseos, llegaba
un bus y decamos bueno nos vamos para Tocaima, para Mesitas y nos
bamos 4 o 5 buses, discutamos, nos metamos a la piscina pero eso
se acaba con la microempresa y sentamos que nos estbamos aislando
nosotros tomamos la decisin de renunciar.28

Los desafos de los jvenes a las polticas que buscaban enmarcarlos


exacerb su estigmatizacin. En primer lugar la alcalda procedi en 1992

28. Entrevista a Judith Suarez, lder juvenil.

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a aumentar el pie de fuerza policial en la localidad y, con esto, los abusos


hacia la poblacin juvenil.29
El 25 de julio de 1992, en el barrio Juan Pablo II, fueron asesinados
12 jvenes por un grupo paramilitar que se desplaz desde el Magdalena
Medio para ejecutar la masacre con encubrimiento policial, segn testimo-
nios de pobladores de la localidad. En el diagnstico, entregado al alcalde
[130] Jaime Castro por parte de las organizaciones populares de la localidad
el 16 de julio junto con el pliego de peticiones, se seal que entre 1990
y 1991 ms de 300 jvenes haban sido asesinados sin que se adelantaran
investigaciones al respecto.30
El asesinato de jvenes fue uno de los detonantes que llev a las organi-
zaciones juveniles de Ciudad Bolvar a articularse con los nuevos liderazgos
comunales y a buscar otros mecanismos de presin para dar soluciones a
sus problemticas. En 1993, ya Ciudad Bolvar se haba convertido en un
campo de protesta.

El paro cvico local de octubre de 1993


En este apartado se presentan las dinmicas, aprendizajes y momentos
de desarrollo del paro cvico local, como un proceso que, si bien tiene su
punto lgido en octubre de 1993, est precedido de aprendizajes y repertorios
de inconformidad gestados en el campo de protesta.

Rutinas de movilizacin, cultura de la protesta, propaganda


e ideologa popular en los preparativos del paro cvico
Al comenzar la dcada de 1990, se entrecruzaron dos dinmicas nacio-
nales: el inicio del orden neoliberal y los debates de apertura democrtica
expresados en cierta medida en la Asamblea Nacional Constituyente. Estas
condiciones fueron ledas por los sectores organizados de Ciudad Bolvar
como un momento de oportunidades para avanzar en sus apuestas organi-
zativas y renovar los liderazgos comunitarios.
El tipo de presencia del Estado, a partir de redes clientelistas y una dbil
construccin de urbanizacin moderna, expresada en la poca cobertura de
la infraestructura social, reemplazada por estigmatizacin, criminalizacin

29. Noticias sobre detenciones masivas circulaban en la prensa de la poca. Ciudad


Bolvar: 53 capturas en una semana El Tiempo [Bogot] 10 de ago. de 1992,
Bandas juveniles azotan a Bogot El Tiempo [Bogot] 30 de jun. de 1994.
30. Jos Navia, Ciudad Bolvar: Cara El Tiempo [Bogot] 20 sep. de 1992: 1d.

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y militarizacin de la localidad, fue llevando a los pobladores y a los diri-


gentes hacia otras dinmicas de accin colectiva. De hecho, durante 1993,
ao del paro en Ciudad Bolvar, dos paros nacionales tuvieron lugar junto
con una jornada nacional de protesta, paros regionales, una veintena de
paros y huelgas de trabajadores pblicos y privados,31 y al menos 3 paros en
distintas localidades de Bogot.32
Desde el ao 1990, en Ciudad Bolvar se empez a contemplar la ne- [131]
cesidad de unificar la localidad en cuanto a sus exigencias, sus demandas
sociales y a los liderazgos sociales dispersos en cada sector, por lo cual el
paro cvico fue una idea movilizadora que tambin tena como objetivo
obligar a la administracin distrital a dar respuesta a las exigencias de la
comunidad.33 Sin embargo, fueron varias las acciones y mecanismos utiliza-
dos por las comunidades y sus expresiones organizadas para hacerle frente
a las problemticas locales, antes de recurrir a las acciones del paro cvico.
En julio de 1992 y luego en septiembre 4 del mismo ao, la coordinadora
de organizaciones populares convoc a la comunidad a radicar un pliego
de peticiones denominado Pliego por la vida digna en Ciudad Bolvar,
ante la administracin del entonces alcalde mayor Jaime Castro, pliego que
haca evidente la situacin de los pobladores de la localidad y solicitaba la
intervencin del Estado en los temas ms sensibles, sin encontrar ninguna
respuesta diferente a la estigmatizacin y sealamientos de sus lderes.
En el ao 1992 se presenci el fenmeno climtico conocido como El
Nio, ante el cual el gobierno del presidente Gaviria (1990-1994) propuso un
conjunto de restricciones, como la denominada hora Gaviria o apagn,
lo que afectaba a la gente de la localidad. En torno a esta problemtica se
gener un movimiento que reivindicaba que nos devuelvan la hora. El 22
de mayo se realiz la primera marcha de antorchas en Ciudad Bolvar sobre
la avenida Boyac, en la salida de Meissen, en demanda de la suspensin

31. Se caldea el ambiente social. Marcha la Protesta, Voz. La Verdad del Pueblo
[Bogot] semana 11-17 de feb. de 1993; Repudio nacional al neoliberalismo,
Voz. La Verdad del Pueblo [Bogot] semana 15-31 de mar. de 1993; Quin dijo
miedo?, Voz. La Verdad del Pueblo [Bogot] semana 15-31 de mar. de 1993; El
conflicto social y los trabajadores. Autoritarismo vs Movilizacin, Voz. La
Verdad del Pueblo [Bogot] semana 27 de may. al 2 de jun. de 1993.
32. Tanques contra el Pueblo, Voz. La Verdad del Pueblo [Bogot] semana 24-30
de jun. de 1993; Se extiende protesta social en Bogot, Voz. La Verdad del
Pueblo [Bogot] nov. 25 de 1993.
33. Entrevista a Judith Suarez, lder juvenil.

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del apagn para la localidad, tal como lo anota uno de sus promotores:
Movilizaron ms de 15.000 personas, fue interesante el proceso porque
los das previos y el mismo da en las calles estaba armando sus antorchas,
ese fue un aspecto que tambin lleg all al paro, con todos esos fenmenos
desde el Estado.34
Durante los aos 1991 a 1993, los principales temas de discusin en la
[132] localidad eran cuatro, el de servicios pblicos (acceso y costos), el de vas,
la propuesta gubernamental de cambio del cocinol a la pipeta de gas y la
situacin de derechos humanos de los jvenes, los asesinatos y la falta de
oportunidades en educacin y trabajo.35 Los tres primeros eran liderados,
en lo esencial, por el movimiento comunal, el cuarto, de mayor resonancia
para el movimiento juvenil, marc su entrada a la coordinadora.
Por lo significativo del asesinato y persecucin a jvenes, el 12 de septiem-
bre de 1993 la coordinadora, junto con las autoridades locales y distritales
organizaron el foro por los derechos humanos y el respeto a la vida Para
que la vida siga siendo Joven, a raz de la dramtica situacin de vulneracin
de derechos en la localidad,36 luego del asesinato del joven Roison Mora Ru-
biano en la avenida Boyac, sector Meissen por parte del Ejrcito Nacional.

() el 22 de junio de 1993, en Santaf de Bogot, Harol Alberto Gar-


cs, Jimmy Roberto Mora Rubiano y Roison Mora Rubiano, jugaban a
tirarse piedras en el camino de regreso de su trabajo. Cuando pasaban
por el puente de la Avenida Boyac con Avenida El Tunal, una de las pie-
dras golpe el techo de un autobs que circulaba por debajo del puente.
El vehculo transportaba personal del Comando del Ejrcito Nacional.
El sargento Mayor Luis Ferney Bonilla Rincn y el Sargento Segun-
do, Jos Mena Serna bajaron del vehculo y emprendieron la persecucin

34. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario.


35. Un lder comunitario explica la problemtica: Desde el gobierno se plantea
que es ms costoso y muy inseguro el cocinol, que hay que remplazarlo por el
gas de cilindro, el propano, eso ac en la localidad no pega, primero porque
todo el trabajo que hace un compaero de la Unin Sindical Obrera sobre las
implicaciones de costos e incluso de seguridad y se lanza la propuesta de no
cocinol, s el gas natural domiciliario, que para ese momento estaba siendo
desperdiciado y adems quemado y que por ac cruzaron los tubos de gas.
Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario. Bogot, 4 de septiembre 2013.
36. Silencio Oficial e Impunidad ante la Violencia, Voz. La Verdad del Pueblo
[Bogot] semana 13-20 de sep. de 1993.

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de los jvenes. Cuando los tuvieron aproximadamente a 200 metros de


distancia dispararon sobre ellos. Como consecuencia de los disparos,
Roison Mora Rubiano fue herido de gravedad y finalmente falleci en
el Hospital de Meissen.37

En este marco, todo un proceso de reuniones por sectores, talleres y


asambleas barriales apoyaron la organizacin del paro y posibilitaron la [133]
participacin y discusin sobre las necesidades de los habitantes, lo que
dio lugar a la constitucin de comits pro-paro por barrios, por zonas,
y sectores con cobertura en toda la localidad, asimismo esta situacin
contribuy a la construccin colectiva del programa local y a la difusin
amplia incluso a travs de los altoparlantes de las Juntas de Accin Co-
munal para que fuera conocido y apropiado ampliamente; aqu se puso
en juego el aprendizaje de las estrategias de educacin popular en que se
haban formado los lderes comunitarios.
Uno de los boletines que circulaba difundiendo las problemticas de
la localidad se titulaba Todos los sectores de la zona 19 unidos en un
gran acuerdo: Paro Cvico Zonal contra las 7 plagas, utilizando alegoras
bblicas, producto de la ideologa derivada difundida por los proyectos de
la teologa de la liberacin y como vehculo de comunicacin con los ima-
ginarios catlicos de las mayoras populares: como el pueblo de Egipto,
recibimos el castigo por seguir creyendo y votando por una clase poltica
corrompida. Es el castigo por no creer en nosotros mismos. Siete plagas
atacan a Ciudad Bolvar.38
Las 7 plagas hacan referencia a: 1. Un gobierno en tinieblas, cues-
tionando los malos manejos del sector elctrico que haban llevado al ra-
cionamiento energtico, 2. Abandono de vas y transporte, 3. No hay
inversin social, 4. Ali Bab Caicedo y sus 40 ladrones, cuestionando la
corrupcin en la Alcalda Mayor, 5. La politiquera que todo lo devora se
qued con la Junta Administradora Local, debatiendo el control clientelista
de las promesas de descentralizacin y democracia participativa, 6. Aper-
tura Econmica, reforma laboral y privatizaciones, referente al inicio del
modelo neoliberal en el pas, y 7. En Nuestros barrios crece el hambre, el
desempleo y el costo de vida.

37. Vase Relacin fctica descrita en el Informe n. 45/99 de la Comisin


Interamericana de Derechos Humanos. Caso n. 11525 Colombia.
38. Boletn Urgente, Unidad Cvico Comunal, Ciudad Bolvar, s.f.

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Otro de los volantes que circul das antes del paro muestra elementos
del sistema de ideas derivadas con que se aliment la ideologa de la protesta,
referentes a la democracia participativa y al derecho a la ciudad, como me-
joramiento de la calidad de vida de las personas y la posibilidad de decidir
sobre las transformaciones vistas como necesarias:
Durante aos hemos esperado de los diferentes gobiernos la decisin
[134] de brindar a Ciudad Bolvar el progreso y bienestar a que tenemos dere-
cho. Pero solo vemos la burla de una clase poltica que solo nos ve como
botn electoral. Cientos de miles de cartas, memoriales, pliegos y dems
sin solucin. Por eso hoy las gentes de la zona 19 nos unimos. Vamos a
buscar vas ms efectivas, caminos para alcanzar verdaderas soluciones.
Hoy tenemos la Unidad de Organizaciones Cvicas y Comunales. Hoy
pensamos con nuestra propia cabeza.39

Se trat de un inmenso consumo de energa social para vincular a la


gente en los distintos momentos del paro, en la construccin del pliego, luego
en la difusin y apropiacin para defenderlo, apelando al repertorio de las
organizaciones populares para afianzar la necesidad de la organizacin y la
lucha como condicin para la conquista de sus derechos, proceso en el que
las juntas de accin comunal jugaron un papel destacado, al igual que las
diferentes organizaciones sociales y polticas presentes en aquel momento.

El paro: la movilizacin, el pliego, la negociacin y los compromisos


Como consecuencia de esta dinmica que se ha venido analizando, el 11
octubre de 1993 se organiz el paro cvico de Ciudad Bolvar, que se mantuvo
hasta el establecimiento de la mesa de negociacin entre representantes de
las organizaciones y representantes de la administracin distrital. El paro
fue una respuesta ante elementos estructurales y coyunturales de la vida
de los pobladores locales, y en particular ante el alto costo de los impuestos
y servicios pblicos, producto de la modificacin de la estratificacin de al
menos 100 barrios de Ciudad Bolvar, producido por la puesta en marcha
del nuevo Estatuto Orgnico de Bogot y del emprstito Bogot IV, tutelado
por el Banco Mundial,40 la determinacin de la administracin Castro de

39. Ciudad Bolvar exige respuestas, inversin y obras, Volante de difusin,


oct. de 1993.
40. Manuel Cepeda, El Paro en Ciudad Bolvar y el Banco Mundial, Voz.
La Verdad del pueblo [Bogot] semana 21-28 de oct. de 1993.

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suspender el servicio de cocinol por gas propano sin existir an las redes
de gas natural domiciliario, la no dotacin de servicios pblicos y sociales
para los barrios marginados, el agravamiento de la situacin de derechos
humanos y, por consiguiente, el deterioro en las condiciones de vida.41
El lunes 11 de octubre desde las 4:00 a.m. hombres y mujeres bajaron
de sus barrios y se tomaron las principales vas de la localidad: la autopista
Sur, la avenida Boyac a la altura de Meissen y la avenida Gaitn Cortes a [135]
la entrada de Candelaria la Nueva. Segn participantes en la protesta, se
haban establecido acuerdos, claves y seales para dar inicio al paro:
() frente al pacto que se hizo de cul iba a ser la seal, eso se defini
en una reunin en el (colegio) Rodrigo Lara, que la hora iba a ser las 4
de la maana y la seal eran los voladores y eso fue muy llamativo
toda la localidad se llena de voladores a las 4 de la maana y esa fue la
seal para que la gente empezase a bajar a sus puntos.42

Pese a los intentos de la administracin distrital por disuadir la realiza-


cin del paro, primero con el sealamiento hacia el movimiento cvico, acu-
sndolo de no tener apoyo de la poblacin y de estar infiltrado por elementos
e intereses subversivos, y luego ordenando la militarizacin de la zona desde
el sbado 9 de octubre al tiempo que se buscaba desorientar por los medios
de comunicacin nacionales y distritales sobre la no realizacin del paro.43
Hacia la localidad se movilizaron unidades militares de combate, espe-
cializadas en la lucha contrainsurgente y tanque artillados.44 El peridico
Voz seal que:
Tal despliegue militar tuvo sus consecuencias: cuatro jvenes fueron
detenidos en las horas de la maana y en el transcurso del da fueron
golpeados varios vecinos. Las unidades de Polica hicieron varios dis-
paros al aire y montaron operativos de provocacin contra el paro.45

41. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario. Vase tambin Hoy Paro en
Ciudad Bolvar, El Tiempo [Bogot] 11 oct. de 1993: 3e.
42. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario.
43. Tensin en Ciudad Bolvar, La Prensa [Bogot] 11 de oct. de 1993, 9;
militarizan Ciudad Bolvar, El Tiempo [Bogot] 9 de oct. de 1993: 1c.
44. Se desplazaron tropas de la Escuela de Caballera de la XIII Brigada del
Ejrcito, El Tiempo [Bogot] oct. 12 de 1993: 1c
45. A Ciudad Bolvar se le acab la paciencia, Voz. La verdad del pueblo [Bogot]
Semana 14-21 de oct. de 1993.

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La participacin en la jornada fue masiva, no slo del movimiento co-


munal y juvenil, sino tambin de los pobladores que no lograron salir de la
localidad a sus trabajos y que se fueron sumando gradualmente. Numerosas
mujeres de la localidad organizadas en torno a los hogares vecinales y a las
madres comunitarias contribuyeron en las diferentes tareas de tipo poltico,
organizativo y logstico:
[136] Es importante valorar a las mujeres que estuvieron de frente par-
ticipando Carmenza y Martha una seora que despus falleci de
cncer, Vidalina que era jardinera en el Tesoro, Blanca Sierra, que era
liberal y con un megfono sali a agitar la gente, la misma Betty Melo
que estuvo ah, como en todo el proceso, Carmenza, una paisa que era
del sector de Jerusaln que la asesinaron despus, supuestamente en un
atraco la ahorcaron ah tambin estuvo Martha Mosquera las dos
hermanas que hablamos, peladas y mujeres que estuvieron al frente.46

Luego de 13 horas de bloqueo con troncos, llantas y barricadas y con una


amplia participacin social, el gobierno distrital propuso la instalacin de la
mesa de negociacin en el saln comunal de Candelaria II Sector. La comisin
negociadora estaba conformada por los secretarios de gobierno, de salud, de
obras pblicas, de educacin, de trnsito y transporte junto con directores
de distintas entidades del distrito, como representantes de la administracin
y por el lado de la comunidad asistieron 12 dirigentes populares,47 represen-
tantes de las madres comunitarias, los comunales, los procesos juveniles y
las organizaciones sociales para tratar y acordar los temas en disputa:
() en ese primer momento tan pronto ingresa la comisin, todos
los que estbamos afuera la apoybamos gritando la consigna, nimo
comisin que no se les afloje el corazn! Sobre las tres de la maana,
los que estaban por parte del Estado manifiestan que la gente los estaba
reteniendo en contra de su voluntad, queran presionar a la comisin,
pero al final pues salen, ah est como negociador del Estado, Ger-
mn Arias, otro tipo no recuerdo el nombre era uno de los duros de

46. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario.


47. Dentro de los representantes se encontraban: Arqumedes Poveda, Antonio
Mocanda, Gloria Narvez, Martha Mosquera, Hernando Rojas, Rubn Daro
Silva, Betty Melo, Manuel Murcia, Mihuel Gonzlez, ngel Lozano, Leonidas
Ospina, Jairo Oliveros y Jaime Valencia.

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negociacin del Estado, ah llegaron los ediles y pretendieron ingresar


como parte de la comunidad a negociar.48

Como se ha mencionado, el pliego de reivindicaciones, tanto polticas


como sociales y ambientales, inclua distintas demandas, desde el rechazo
a la poltica de privatizacin neoliberal de bienes del Estado, pasando por
el no reclutamiento de los jvenes para el servicio militar, la creacin de [137]
veeduras populares, dejar a Ciudad Bolvar en estrato uno por 10 aos,
hasta una solicitud de control en materia ambiental de las curtiembres de
San Benito, el control a la explotacin y manejo de canteras, areneras, la-
drilleras, la solicitud de seguridad social y bonificacin para los dirigentes
comunales, entre muchas otras.49
Los acuerdos se fueron logrando de manera progresiva, conforme avan-
zaban las negociaciones. Para el levamiento del bloqueo, se acord esa misma
noche del lunes el mantenimiento del estrato uno para la liquidacin de las
tarifas de servicios pblicos, la designacin de una comisin de funcionarios
de las empresas de servicios pblicos, en especial del acueducto, que durante
un mes atenderan los reclamos pendientes de la comunidad, agilizar la
entrega de 15.000 nuevas lneas telefnicas y desarrollar una campaa por
la recuperacin del alumbrado pblico.50 Las otras demandas relacionadas
con cocinol, educacin, salud, vas, transporte y derechos humanos fueron
motivo de discusin en una mesa negociadora que discuti durante ms
de una semana.
Hacia el mircoles 27 de octubre fue firmada en la Alcalda Mayor el
acta de compromiso entre los negociadores, constituida por 14 pginas
y 240 tems de los 18 puntos de acuerdo, en la cual se ratificaban las con-
quistas ya alcanzadas,51 y adems se incluan compromisos de la mayor
relevancia en materia social y cultural, relacionados con poner en marcha
la apertura de dos carreras tcnicas universitarias, la compra de terrenos

48. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario.


49. Pliego local Por el derecho a vivir en condiciones ms dignas, Bogot, 1993.
Ver tambin: Desmovilizado el paro de Ciudad Bolvar, El Tiempo [Bogot]
oct. 12 de 1993: 1c.
50. Puntos de Acuerdo, El Tiempo [Bogot] oct. 12 de 1993: 1c.
51. Se firma el acta de compromiso de Ciudad Bolvar, El Espectador [Bogot]
27 de oc. de 1993; Ciudad Bolvar espera que los compromisos no se boten a la
basura, La Prensa [Bogot] 28 de oct. de 1993: 6.

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para su construccin, donde se establecera la sede en la localidad, y la


escogencia, de igual modo, por parte de los jvenes, de unos terrenos donde
se construira la casa de la juventud.52 Otros de los logros que demandaba
el movimiento cvico-popular fueron alcanzados mediante compromisos
concretos con respecto a la construccin y mantenimiento de la malla vial,
legalizacin de barrios, difusin del programa de madres comunitarias,
[138] ampliacin de cobertura y centros de salud, derechos humanos, medio
ambiente y presupuesto local. Por ltimo, uno de los puntos ms difciles
de la negociacin fue el tema del restablecimiento de los cupos de cocinol
retirados a la localidad por cuanto la administracin distrital argumentaba
que ese tema era competencia de Ecopetrol y del Ministerio de Minas;
pese a esto, la negociacin fue favorable a la comunidad y Ecopetrol se
comprometi a restituir 11.400 cupos.53

El papel del Estado: de la mirada contrainsurgente


a la negociacin y cumplimento de acuerdos
Si bien el paro cvico fue exitoso y mostr la contundencia de la accin
colectiva en un campo de protesta en desarrollo, a largo plazo este campo
de protesta se desestructur y dio origen a un momento social distinto, en
el que los diferentes sujetos sociales e institucionales redefinieron sus formas
de interrelacin y pugna.
El Estado despleg formas para desactivar el inconformismo social y
posponer el cumplimiento de los acuerdos. En los aos siguientes al paro
de 1993 algunos de los participantes en el paro sufrieron retaliaciones, ame-
nazas, desplazamientos y nuevos asesinatos, como fue el caso de Jairo Lazo,
Marco Forique y Carmenza.54 Otros lderes comunales fueron cooptados, se
vincularon a los programas creados para resolver las demandas y, una vez
all, algunos mantuvieron sus relaciones con las dinmicas organizativas
populares y otros simplemente se distanciaron de estas.
Una de las formas de cooptacin se dio alrededor de una propuesta surgi-
da desde la comunidad en torno a la conformacin de una empresa comuni-
taria de servicios pblicos que oper por un corto tiempo, con participacin

52. El convenio de Ciudad Bolvar se firma el martes, El Espectador [Bogot] 16 de


oct. de 1993; Puntos de Acuerdo, El Tiempo [Bogot] 17 de oct. de 1993: 1c.
53. Comisin negociadora de seguimiento. Acta de ratificacin de los acuerdos del
27 de octubre de 1993 con la localidad de Ciudad Bolvar. Mayo 11 de 1994.
54. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario.

departa mento de histor ia * facultad de ciencias hum anas * u niversidad nacional de colombia
E l pa r o c v i c o d e o c t u b r e d e 19 9 3 e n C i u d a d B o l va r ( B o g o t ) . . .

de la Empresa Distrital de Servicios Pblicos EDIS, y se denomin Cor-


poaseo. Esta empresa vincul jvenes y lderes comunales que haban estado
muy activos en la preparacin y realizacin del paro, pero tal vinculacin se
hizo en funcin de favoritismos econmicos y polticos, hbilmente apro-
vechados por el alcalde local de entonces, Orlando Gonzlez Payares, quien
buscaba desarticular el movimiento popular agrupado en la Unidad Cvica.55
El alcalde Payares, bien avin, les dice a los de la comisin negocia- [139]
dora que ustedes van hacer socios de Corpoaseo y les da un carn que los
acredita como socios, los dems tenan que pagar, 10 mil pesos costaba la
afiliacin, total que en ese contexto todos terminbamos siendo socios,
el hombre sali por all al extranjero y consigui billete y mont una
empresa que luego se la vendi a Aseo Total.56

La inauguracin de Corpoaseo en abril de 1994 fue celebrada como un


importante avance para el mejoramiento de la localidad, aunque se quiso
establecer que no era una de las conquistas del paro. El peridico El Tiempo
registr la noticia en estos trminos:
El mes arranca para Ciudad Bolvar con una ilusin. Este domingo,
primero de mayo a partir de las diez de la maana en el colegio Guiller-
mo Cano, se constituir la primera empresa comunitaria recolectora de
basuras del Distrito, que llevar el nombre de Corpoaseo. La iniciativa
de hacer por s mismos lo que las autoridades distritales, en este caso
la Edis, no fueron capaces, surgi del alcalde de esta localidad Orlando
Gonzles Pallares, de la Junta Administradora Local, de la Veedura de
Ciudad Bolvar, del comit pro corporacin Corpoaseo, de las Juntas de
Accin Comunal y de los habitantes en general.57

En fin, lo que vino despus fue una reconfiguracin de las fuerzas y


tensiones sociales. De una parte, diversas estrategias colectivas comunitarias
para mantener el carcter activo de la energa social producida y, de otra,
estrategias institucionales para canalizar tal energa y los liderazgos locales
hacia dinmicas de menor conflictividad, que en trminos generales ha sido
la situacin vivida en esta localidad desde octubre de 1993, momento en que

55. Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario.


56. Entrevista a Judith Suarez, lder juvenil.
57. Corpoaseo: un nuevo proyecto comunitario El Tiempo [Bogot] 30 de abr.
de 1994: 1c.

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se vivi el ms importante movimiento de protesta urbana vivida en esta


parte de la ciudad en las ltimas dcadas.

Conclusiones
La experiencia del paro cvico de Ciudad Bolvar aporta al debate de las
ciencias sociales y de la historia sobre las condiciones en que se produce la
[140] protesta urbana, como un fenmeno social que interpela las claves de cons-
truccin de ciudad y en donde lo urbano no aparece como un contexto o teln
de fondo, sino como un espacio de disputa que limita, posibilita y transforma
a los sujetos urbanos en lucha, a la vez que es transformado por estos.
Como se ha advertido, el paro cvico de 1993 no surgi como simple
reaccin espasmdica ante las condiciones de dominacin de los secto-
res hegemnicos urbanos, sino que se dio como resultado de un proceso
de gestacin de distintas formas de accin colectiva que configuraron un
campo de protesta, como un espacio organizativo vigoroso y diverso que
convoc amplios sectores sociales y polticos de la localidad, anudados por
decisiones, afectos, costumbres y lenguajes compartidos, que hicieron visible
el movimiento popular urbano como sujeto con posibilidades de ejercer el
derecho a la ciudad, como forma de participacin en la construccin de
otros modos de construir y decidir en y desde la ciudad.
Un campo de protesta no es una condicin estacionaria, se cristaliza y
condensa en un momento histrico en el que la energa social comunitaria
coincide en un plano de beligerancia y contestacin, pero igualmente se
desestructura y origina otras formas de interaccin y reivindicacin so-
cial, a la vez que reestructura nuevas dinmicas que canalizan la energa
social producida.
En el xito del paro, como forma de accin poltica colectiva, operaron,
por un lado, la ideologa inherente a los sectores populares, basada en su
experiencia directa, la tradicin cultural, ideas y sentimientos de justicia
popular, solidaridad, unin y privilegio por lo colectivo, reciprocidad, espi-
ritualidad religiosa, y, por otro lado, la ideologa derivada como sistema
de pensamiento poltico-social instalado en las prcticas y discursos pro-
venientes de dcadas precedentes al paro cvico, as como del momento que
viva el pas en torno a la participacin poltica, la autonoma y la soberana
popular, la liberacin nacional, la emancipacin social, los derechos huma-
nos, entre otros. Estas ideas no aparecen como instancias separadas, sino
como mixtura de creencias compartidas y prcticas puestas en juego, en
las que no es posible diferenciar estrictamente lo inherente de lo derivado.

departa mento de histor ia * facultad de ciencias hum anas * u niversidad nacional de colombia
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Para el movimiento popular y para el estudio de las tensiones urbanas,


este proceso dej valiosos aprendizajes: la importancia de la vinculacin
amplia de los pobladores a las distintas tareas y fases de un proceso que se
logra con criterios de democracia, confianza, respeto por todas las opinio-
nes y mecanismos de difusin que de forma clara y rpida circulen entre
la gente, potenciando los acuerdos y construcciones colectivas. Se trata de
formas de hacer poltica desde la accin colectiva, que logran articular lo [141]
social con lo poltico, esto es, vincular de modo creativo la lucha social
con la poltica y esto se genera porque en territorios como Ciudad Bolvar
confluyeron y, se podra afirmar, que an confluyen conflictos, tradiciones
y energa social que vincula en la inconformidad colectiva la reivindicacin
por el derecho a la ciudad. Adicionalmente, este proceso de unidad parta
de reconocer la movilizacin popular como el eje central de la construccin
y propugnaba por distintos niveles de coordinacin, donde la prioridad fue
construir acuerdos en consenso y con legitimidad en el respaldo popular.

OBRAS C I TADAS

I. Fuentes Primarias

Publicaciones peridicas

Peridicos
El Espectador [Bogot] 1993.
El Tiempo [Bogot] 1990-1994.
La Prensa [Bogot] 1993.
Voz. La verdad del pueblo [Bogot] 1993.

Documentos impresos y manuscritos


Alcalda Local de Ciudad Bolvar. Acuerdo local nmero 003 de 2004 por el cual
se adopta el plan de desarrollo econmico, social y de obras pblicas para
la localidad 19 de Ciudad Bolvar 2005-2008, Una localidad al alcance de la
niez. Disponible en: http://www.veeduriadistrital.gov.co/es/grupo/g283/
ATT1174481991-2.pdf.
Boletn Urgente, Unidad Cvico Comunal, Ciudad Bolvar, s.f.
Ciudad Bolvar exige respuestas, inversin y obras, Volante de difusin.
Octubre de 1993.

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JYMY ALEXANDER FORERO HIDALGO y FR ANK MOLANO CAMARGO

Comisin negociadora de seguimiento. Acta de ratificacin de los acuerdos


del 27 de octubre de 1993 con la localidad de Ciudad Bolvar. Mayo 11
de 1994.
Relacin fctica descrita en el Informe n. 45/99 de la Comisin Interamericana de
Derechos Humanos. Caso n. 11525 Colombia.

[142] Entrevistas58
Entrevista a Cristina Rivera, madre comunitaria del Barrio Vargas Vila. Bogot,
diciembre de 2009.
Entrevista a Judith Suarez, lder juvenil. Bogot, septiembre de 2013.
Entrevista a Pedro Pablo, lder comunitario. Bogot, septiembre de 2013.

II. Fuentes Primarias

Alape, Arturo. La hoguera de las ilusiones. Bogot: Editorial Planeta, 1995.


Archila Neira, Mauricio. Idas y venidas. Vueltas y revueltas. Protesta social en Co-
lombia 1958-1990. Bogot: Instituto Colombiano de Antropologa e Historia
/ Centro de Investigacin y Educacin Popular, 2005.
Archila, Mauricio. Poderes y contestacin (resea terico-metodolgica). Con-
troversia 173 (1998): 29-56.
Auyero, Javier. La protesta. Retratos de la beligerancia popular en la Argentina demo-
crtica. Buenos Aires: Libros del Rojas / Universidad de Buenos Aires, 2002.
Camargo, Santiago y Giraldo, Javier. Paros y movimientos cvicos en Colombia.
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Carrillo Bedoya, Jaime. Los paros cvicos en Colombia. Bogot: Editorial Oveja
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Corte, Beltrina y Camilo Gonzlez. El caso de Ciudad Bolvar. Planeacin urbana
y participacin popular en Bogot. Bogot: Cinep, 1989.
Forero, Jymy. Surgimiento y consolidacin del uribismo en Ciudad Bolvar. Un
anlisis histrico: 2002-2007. Tesis de Maestra en Historia, Bogot: Uni-
versidad Nacional de Colombia, 2011.

58. Los nombres de las personas entrevistadas son reales, no se usan seudnimos
en esta investigacin por cuanto nos proponemos hacer un reconocimiento
y visibilizar con sus propias voces a algunos de los protagonistas sociales
y polticos, a sus procesos organizativos y a sus luchas, que ayer como hoy
continan construyendo alternativas democrticas para la localidad de
Ciudad Bolvar.

departa mento de histor ia * facultad de ciencias hum anas * u niversidad nacional de colombia
E l pa r o c v i c o d e o c t u b r e d e 19 9 3 e n C i u d a d B o l va r ( B o g o t ) . . .

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Zibechi, Ral. Amrica Latina: periferias urbanas, territorios en resistencia. Bogot:
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