Arte Cultura Psicoanalisis y Trama Social
Arte Cultura Psicoanalisis y Trama Social
Arte Cultura Psicoanalisis y Trama Social
eficacia y eficiencia, a verificar en mediciones que excluyen la cuestin del sujeto, donde todo
vale, en vas del xito que se juega en el dominio de unos cuerpos que encarnan la ley sobre
otros cuerpos, versus su propio estallido, con los consecuentes efectos de exclusin y
desgarramiento de la trama social.
Resulta fundamental en nuestra prctica estar advertidos de los efectos del discurso capitalista,
en tanto ste implica la ruptura con las cosas del amor, con el consecuente desconocimiento del
dolor, la pena, el sufrimiento, y sus efectos de devastacin subjetiva.
A partir de este marco consideramos la exclusin de quienes, por no poder inscribirse como
uno entre otros, al no responder a las normas sociales determinadas por el discurso social
imperante, se encuentran fuera del sistema de produccin, desde una lgica que en vas de la
una poltica centrada en la seguridad, conduce a criminalizar la pobreza y la indigencia,
cuestiones cuyo debate debiera instalarse en la sociedad, dada la incidencia de dicha lgica
discursiva en las subjetividades y en los criterios y polticas de la llamada Salud Mental.
En cada caso se trata de una cuestin de sujeto, vinculada por un lado a su estructura psquica y
a su singular modalidad de goce y respuesta al Otro, en una suerte de exilio que encuentra
satisfaccin all donde se produce la institucionalizacin desubjetivante, y por otro, como
hemos constatado en muchos casos, con la ruptura de vnculos en tanto fenmenos de exclusin
social, como la desocupacin, el desamparo social, el abandono familiar, as como la falta de
decisiones polticas y programas con presupuesto, que propongan abordajes ms dignos de las
problemticas que potencian el sufrimiento y las pasiones tristes de las que hablaba Spinoza.
Con la puesta en acto del proyecto de transformacin del servicio 31 de pacientes de larga
internacin, ms que una tarea dirigida a la llamada rehabilitacin social de los pacientes
internados desde un ideal impuesto, nos propusimos propiciar su habilitacin como sujetos, en
funcin de lo que denominamos una neoinsercin social, a partir de introducir el concepto de
lazo social en articulacin con el de transferencia, sin dejar de considerar que siempre hay un
punto de imposibilidad que no entra en el lazo con los otros. Punto fundante de toda narrativa
vinculada a la potencia de los cuerpos.
Si como seala Freud en El malestar en la cultura, Eros en tanto pulsin de vida puede
transformar la violencia destructiva al imponer la renuncia pulsional y el empuje creador,
posibilitando por ejemplo, como muestra la historia de la civilizacin, la reconstruccin de las
ciudades arrasadas por las guerras por obra del hombre, -aunque se considere que Thnatos es
quien obtiene finalmente la victoria-, si por ejemplo, la brecha que profundiza la generacin de
pobreza e indigencia propia del capitalismo, con sus consecuentes efectos de exclusin social,
paradojalmente ha hecho surgir nuevas redes e intentos creativos de solucin que permiten a
algunos sujetos no quedar petrificados en el sufrimiento, constituyendo lazos muchas veces
efmeros, que se establecen entre los miembros de un grupo con comunidad de intereses, como
sucedi con el trueque; nos hemos preguntado: por qu no apostar a constituir un dispositivo
dirigido a la transformacin de un servicio de larga estada, que priorice el lugar del sujeto y el
lazo social, desde una tica del bien decir que sostenga la funcin de la escucha, en el marco
de la defensa inalienable de sus derechos, para que un cambio de discurso resulte posible en
relacin al abordaje del llamado enfermo mental, teniendo en cuenta al sujeto en su
singularidad y al contexto institucional y comunitario en el que se halla?.
Resulta posible propiciar un cambio de discurso, a partir de una praxis cuyas herramientas sean
proporcionadas por el discurso que propone el psicoanlisis?
Considerando que para Freud la salud est dada por la capacidad de amar y trabajar y
que la llamada Salud Mental remite a una concepcin del sujeto de derecho surgida en el curso
del orden social y poltico europeo despus de la segunda guerra mundial, planteamos que la
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mentalidad es aquello que posibilita la consistencia narcisista imaginaria para vivir en el mundo
estableciendo vnculos sociales, singular manera de soportar la condicin de ser hablante, en su
anudamiento con lo simblico del lenguaje y con lo real imposible que escapa a la
representacin y afecta al cuerpo.
Dicha mentalidad se constituye a partir del gesto, la mirada y la palabra de amor, que instituyen
marcas en el cuerpo del nio, libidinizndolo y transformando su necesidad biolgica,
vinculada al goce del cuerpo real orgnico y vivente, en demanda pulsional, por la que el grito
se torna en llamada, posibilitando el surgimiento del deseo articulado a las modalidades de
goce.
Desde esta perspectiva, lo mental remite al anudamiento estructural del psiquismo articulado a
un cuerpo que posibilita la elaboracin del malestar en el que la cultura lo expone.
En el campo de la llamada asistencia hospitalaria en salud mental, nos hallamos confrontados
con las resonancias en el cuerpo del sufrimiento del sujeto, en tanto afectos que surgen en su
relacin a la lengua, que muchas veces lo conducen al aislamiento, al pasaje al acto, a la ruptura
con el cuerpo de lo social, en el intento de sofrenar su dolor, as como a situaciones de
internaciones que se prolongan.
impone, pueda cifrarse en la lengua, en un acto de lenguaje que permita contornear una ausencia
irremediable, abordando por lo simblico ese real que escapa a la representacin.
En el mejor de los casos, a partir del nuevo vnculo que sostiene un tratamiento en
transferencia, el sujeto podr advenir en un decir como sujeto de la enunciacin.
El que ocupe dicho lugar en la transferencia en el tratamiento de las psicosis, ofrecindose como
secretario y destinatario de la palabra desde una posicin de escucha, puede posibilitar un
alojamiento simblico que permita nombrar el goce incomunicable, a fin de componer un lugar,
una envoltura para el cuerpo, advertido que debe correrse de encarnar la posicin de la
impostura paterna de un Otro absoluto en que el sujeto psictico suele colocarnos. El
semblante de un semejante tomado como propio, puede permitir soportar la ilusin de tener un
cuerpo.
Sin desconocer que resulta necesario considerar la tendencia unificante de la dinmica
institucional, apostamos al trazado de una singular gramtica pulsional que propicie algo del
orden de un artificio, que otorgue consistencia a la imagen corporal y existencia al sujeto,
descompletando a ese Otro absoluto al que se ofrece el sujeto psictico institucionalizado.
Considerando que la clnica psicoanaltica empieza ah, en las manifestaciones de la
transferencia, en el sitio donde se detiene la clnica mdica ( Clavreul, El orden mdico,
1978), nos planteamos que la implementacin del proyecto deba sustentarse en el hacerse oreja
y secretario del loco, a fin de alojar el testimonio de quien sufre la singular experiencia de su
locura ofreciendo su cuerpo a esos enigmticos dioses oscuros, muchas veces hasta la
automutilacin o la muerte, otras encadenado mortferamente a las voces que le retornan de un
real exterior, o a la perplejidad que lo sume en un doloroso mutismo ante la catastrfica
vivencia de un desorden del mundo que le concierne y lo corroe. Que conduce a algunos a un
movimiento que por momentos los agita y no les da tregua en su irrupcin lenguajera, y a otros
a una silenciosa ajenidad hasta la casi inerme catatonia de un cuerpo desposeido.
Nuestra tesis es que muchos de estos fenmenos intrusivos, dan cuenta de la prdida de la
consistencia corporal de un cuerpo imaginario que siente amenazada su unidad, en tanto la
trama simblica se ve afectada y desgarrada por ese Otro estragante, que impide a la estructura
del lenguaje operar como barrera al real del goce. La catstrofe imaginaria por la que la locura
se manifiesta en un intento de afirmacin del cuerpo, - en tanto superficie ligada al yo por la
cual el ser hablante siente que posee un cuerpo - , suele encontrar un sentido en la institucin
que lo provee de una consistencia corporal, por lo que muchas veces all encuentra su lugar en el
mundo.
La propuesta era generar un lugar instituyente transformador que quiebre la escena aletargada,
poblada de seres ofrecidos pasivamente, a fin de hacer surgir alguna demanda que separe el
cuerpo de la necesidad, y convierta la voz en acto de habla y las palabras en anclaje de la deriva
pulsional.
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A partir de haber accedido por concurso en octubre del 2000, a la jefatura del servicio 31A
del Departamento de Internacin Nro. 4 del actualmente denominado Hospital Psicoasistencial
Interdisciplinario Jos T. Borda, en cuyo llamdo se plantea como objetivo la transformacin de
un servicio de larga estada (con una poblacin de treinta y ocho pacientes considerados
crnicos), en un servicio de Rehabilitacin Psicosocial con Externaciones Programadas y
Asistidas, nos propusimos generar un proceso de descronificacin teniendo en cuenta el
replanteo de la cultura institucional instituida en relacin a pacientes de larga internacin, as
como de la llamada rehabilitacin en salud mental.
Consideramos as, que en el marco de la categora de lo Universal, es decir del para todos, de
las diferentes prcticas que apuntan a la Rehabilitacin Psicosocial, se desprende y recorta, la
categora de lo Particular, a travs de dispositivos que responden a un proyecto sustentado un
marco terico que apunta a lo Singular del sujeto, a fin de ofrecer un alojamiento simblico en
la situacin transferencial a construir.
As pusimos en marcha el proyecto Arte, Cultura, Psicoanlisis y Trama Social, en el marco
de un proceso de reconversin hospitalaria en consonancia con la Ley de Salud Mental de la
Ciudad de Bs As Nro. 448, sancionada el 27 de julio del 2000, la cual considera a la salud
mental un derecho, as como un proceso determinado histrica y culturalmente en la sociedad,
inescindible de la salud integral, y establece el abordaje interdisciplinario y personalizado del
enfermo mental en el respeto de sus derechos establecidos.
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Con la oferta de espacios individuales y colectivos, en los que se pone en juego la funcin de la
escucha, tanto para pacientes internados en el servicio 31 A, como abiertos a los otros servicios
del Departamento 4 de Internacin Psiquitrica, y a los pacientes que concurren a sus
tratamientos en forma ambulatoria, desde diferentes estrategias clnicas y socio culturales, nos
propusimos un entramado que promueva la expresividad y la invencin como uno de los
caminos en Salud Mental para la desinstitucionalizacin, desde una perspectiva comunitaria con
orientacin psicoanaltica, entre otras experiencias que histricamente se han llevado a cabo en
este hospital. Para producir una ruptura con lo instituido nos propusimos armar un nuevo
entramado, con cortes y secuencias tmporo espaciales de articulacin cultural, tanto en
relacin a lo institucional, como al caso por caso.
Propusimos as una convocatoria a la creacin y a la invencin en el proceso de rehabilitar-
habilitar, donde la palabra, as como el trazo, la pincelada, la escritura, la lectura de poemas, la
narrativa, se constituyan en recursos para la reconstruccin y construccin de la realidad,
testimoniando y tomando del arte la forma de organizar el agujero, en un juego con la
extranjeridad de La Cosa ( Das Ding), a travs de un hacer que no necesariamente es arte.
La apuesta era sostenernos en una posicin que apunte a propiciar el pasaje de un fuera de
discurso del sujeto psictico a la posibilidad de una inscripcin social, a travs de la prctica de
estrategias clnicas, sustentadas en una tica de la escucha y la palabra, que tome el relato al pie
de la letra, con el fin de posibilitar el surgimiento de un decir articulado a alguna demanda, por
la que el sujeto, alojado en un lugar de exclusin en tanto fuera de los mecanismos de
produccin, pudiera salir de su posicin de objeto de goce del Otro. Y, en el mejor de los casos,
acompaarlo en la invencin de una nueva manera de estar en el mundo, propiciando as
tambin el surgimiento de espacios que descompleten la idea de institucin total.
Promovimos la creacin de una Biblioteca del Servicio con la colaboracin de estudiantes
voluntarios, que actualmente cuenta con ms de tres mil quinientos volmenes donados, desde
la que se pusieron en marcha diferentes dispositivos: de alfabetizacin, de lectura, de narrativa y
escritura, Poesa al Borda, Tiempo de Tango, musicoterapia, Espacio de Experimentacin
Creativa, Taller de Cuidados, Asambleas Clnicas, dos programas de intercambio con la
comunidad en tanto Emprendimientos Socio Productivos: el de Cultivo de Hierbas Aromticas
-con la coordinacin de una sociloga y el asesoramiento de una ingeniera agrnoma del
programa del Inti- y el de Elaboracin de Jabones Artesanales, denominado por los
intervinientes Jabones Creativos, en convenio con el Programa de Empleo Comunitario del
Ministerio de Trabajo de Nacin.
Considerando que existen otras experiencias de desinstitucionalizacin del hospital vinculadas
al arte y la creatividad, basadas en promover la salida del producto artstico hacia la comunidad,
pensamos como eje propiciador de corte con las estructuras culturales rgidas
institucionalizadas en un sector perifrico al ala central, la promocin en el mismo servicio, as
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Gestin y deseo
deja un resto posibilitador de efectos estructurantes, como condicin para la creacin de una
trama que pueda poner a trabajar a la psicosis en su relacin a la lengua.
La poblacin de pacientes con la que nos encontramos en octubre del 2000, en su mayor parte
con diagnsticos de esquizofrenia, alcoholismo crnico, demencia y debilidad mental, habitaban
un ala del hospital perifrica al edificio central, que presentaba un cuadro cuasi medieval de
abandono edilicio y marginalidad.
Desde las funciones inherente a las competencias de la jefatura de servicio, para la
organizacin, ejecucin y funcionamiento del proyecto en tanto Programa para efectivizar
Externaciones Asistidas, se realizaron un cmulo de tareas administrativas, dada la falta de
recursos humanos,-por ej. la falta de profesionales rentados o secretaria-, en una dinmica en la
que participaron los integrantes de un equipo de trabajo, que desde las diferentes incumbencias
profesionales y criterios de abordaje,, hicieron causa comn. Contamos primero con una
mdica psiquiatra con concurrencia dos das a la semana, y al ao siguiente con un mdico
clnico que se incluy al equipo, junto al aporte invalorable ad honorem de un mdico psiquiatra
y de varios psiclogos concurrentes y pasantes, asi como de enfermeros designados para su
funcin en este servicio.. As logramos poner en marcha un entretejido de actividades
asistenciales, teraputicas, culturales y artsticas, generadoras de un clima propiciatorio al
vnculo social, al tiempo de cansadoras gestiones, notas, solicitudes, en funcin de la
responsabilidad de la gestin, para lograr la transformacin de la esttica del lugar y ofrecer un
mbito ms clido y digno. Hicimos partcipes de dicha transformacin a personal de
mantenimiento, de cocina, de limpieza, que muchas veces participaron en las asambleas. Nos
topamos con mltiples resistencias institucionales y corporativistas que no lograron apagar
nuestro deseo decidido de propiciar otra lgica posible sosteniendo el proyecto.
Incorporamos en nuestras reuniones de equipo la voz del personal de enfermera, junto a la los
psiclogos en formacin, la del mdico a cargo de la evaluacin psquitrica, diagnstico,
prescripcin y seguimiento de los tratamientos psicofarmaclogicos y clnico mdica, la de una
trabajadora social que, a partir del trabajo en equipo, realizaba infinidad de gestiones
extrahospitalarias para la proteccin y reinsercin social del paciente, como la de gestionar
documentacin, beneficios o pensiones no contributivas, subsidios habitacionales, etc, en un
accionar interdisciplinario y de acompaamiento del paciente como sujeto en su proceso de
externacin.
As se abri el servicio dirigido a la formacin con orientacin psicoanaltica de concurrentes,
con actividades de supervisin, cursos, seminarios, y prcticas profesionales, planificadas en un
programa de docencia e investigacin ligado a la prctica profesional, con la concurrencia de
pasantes de la carrera de Psicologia de la UBA y de psiclogos concurrentes del Programa de
Capacitacin del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad
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En abril del 2002, con las externaciones dadas, se haban reducido a veinte los pacientes
internados . A pesar de la disconformidad manifestada por algunos sectores, continuamos con
los objetivos de descronificacin dirigidos a los cuatro servicios del departamento 4,
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Uno de los objetivos del Programa respecto al rea de Consultorios Externos creada en el
servicio 31A, apuesta a sostener tratamientos ambulatorios ofreciendo un lugar siempre
dispuesto a alojar la palabra, en forma intensiva, con dispositivos de tratamiento y seguimiento
individuales y colectivos que tienen en cuenta el caso por caso para evitar internaciones en
situaciones de crisis.
Con tal propsito, hemos puesto en marcha el programa Uno por Uno, en funcin de
intervenir en la emergencia ante momentos de crisis psicticas a travs de tratamientos diarios
diurnos, pudiendo el paciente concurrir de 8 a 16, en un programa que se establece para cada
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* Escrito para el encuentro organizado por APPAL en el Hospital Psiquitrico de La Habana-Cuba los das 11,12
y 13 de febrero del 2004, en el que particip como invitada.