LA RAZN DEL POR QUE

El deseo que hace de un hombre un bebedor, de otro un filsofo, la

falta de reposo que llena la pista de baile y los casinos, los rodeos y
las pelculas y todos los dems lugares de placer es la bsqueda del
hombre por la realidad, esa bsqueda universal de las edades, la
bsqueda del espritu por el Santo Grial.

No lo encuentran hasta que se ponen en contacto con el Hombre,

Cristo Jess y lo coronan como Seor de sus vidas. En aquel momento
la bsqueda termina, ellos han llegado.

Pueden no ser conscientes de lo que es, pero saben que los placeres
que una vez buscaban perdieron su gusto y atraccin.

Ellos no saban que el hambre era espiritual, que era una bsqueda
por algo que slo Dios puede dar.

Ninguna persona alcanza el lugar de reposo en el espritu hasta que

ella haya hecho este contacto.

El hombre es un ser espiritual. Tiene un alma. l vive en su cuerpo.

El hombre real nunca puede estar permanentemente satisfecho con las

cosas de los sentidos.

Este es un hecho por el cual un chico o chica que encuentra esto en la

adolescencia nunca "cosechan avena silvestre", no tiene gran afliccin
por los peligrosos placeres del mundo. Ellos tienen algo que responde
este anhelo.

Este libro es un estudio. Es una solucin del problema del espritu. Es

la primera vez que alguien intenta entrar en este campo y encontrar al
hombre en su propio fundamento.
Lo invitamos a leerlo cuidadosamente.

Deseamos que podamos obtener contacto con cada persona que lo lea.
Queremos saber las reacciones de su espritu.

Creemos que encontramos la fuente de eterna alegra.

INTRODUCCIN

Ellos han estado pescando toda la tarde, ahora ellos estn sentados
ante el fuego en el campo. Ellos eran amigos ntimos. Despus de un
poco de silencio, le dijo a su pastor:

"La vida no ha sido como so que sera. Nunca encontr (alcanc) la

meta que puse en mi corazn en los das de mi juventud. Nunca abr
mi corazn a alguien sobre eso, pero yo te contar hoy.

"Siempre he sido religioso. He sido maestro de Clases Bblicas. He

sido el Superintendente de la Escuela Dominical. He sido un educador
desde que dej la universidad, pero todos estos aos ha sido un
antecedente secreto de irrealidad.

Dios nunca ha sido real para m. He ledo los Evangelios, he ledo

sobre ellos. Pero cada vez haba una conciencia de que yo no haba
llegado.

"Aquella direccin que usted dio la otra noche me revel lo que

necesitaba. En los primeros das que nunca nos ensearon de la vida
eterna. Eso era "convirtete" y "asiste a la Iglesia". Nos ensearon un
poco sobre la justificacin, pero siempre era desde un punto de vista
teolgico. No haba sentido de realidad en ello.

Cuando entend que alguien poda recibir la vida eterna; la misma

naturaleza de Dios, entonces supe que lo cosa que usted nos haba
enseado sobre la justicia era real.
"Como un flash, mi teologa y teoras fueron disipadas y yo me vi por
primera vez como realmente era en la vista de Dios".

"Yo nunca haba honrado lo que l haba hecho en Cristo".

"Nunca haba sabido lo que l hizo por m".

Yo era una nueva creacin. Yo tena la misma vida y naturaleza de

Dios.

"Yo con las justas me atrev a decir: 'YO SOY LA JUSTICIA DE

DIOS' '.

"Nunca haba confesado eso antes".

"Nunca me haba atrevido a pensar que yo ya sera algo as sino hasta

despus de la muerte".

La conciencia del pecado me ha mantenido en cadenas todos estos

aos. Siempre que alguien predicaba contra el pecado, yo deca, 'Ese
soy yo'.

"Yo conoca el pecado. He luchado contra el pecado. He sufrido por

sus efectos. Pero no saba que cuando fui hecho una nueva creacin,
el pasado haba dejado de ser. No saba que si cometa el pecado, yo
tena un abogado con el Padre, Jesucristo, el Justo. No saba que
cuando fui recreado me convert en la justicia de Dios en Cristo.

"Te agradezco por lo que me has contado"

EL HOMBRE TAL COMO L ES

El hombre no tiene acercamiento a Dios.

El sentido de la condenacin le ha dado un complejo de inferioridad
que lo hace un cobarde. Esto roba de l su fe en el hombre, en Dios y
en Su Palabra. Esta conciencia de pecado lo mantiene en prisin.

No tiene derecho a acercarse a Dios. l sabe que no es lo

suficientemente bueno para orar y tener sus oraciones respondidas.

Si l ora es la oracin de la desesperacin.

Esto lo ha guiado dentro de la filosofa. l no puede permanecer lejos

del tema de Dios y de la religin como un hombre hambriento no
puede alejarse de la comida.

El sentido de culpa, inferioridad, derrota y debilidad lo hace razonar

y a ese razonamiento lo llamamos filosofa.

A causa de esto, Hegel elimin a Dios enteramente de su filosofa.

Para l, Dios era una gran masa de mente sin ningn centro cerebral,
sin ninguna personalidad.

En su filosofa, l tambin elimin a Satans.

Si no hay satans, entonces no habr pecado. Si no hay pecado, no

hay conciencia de pecado. Esto sera una belleza si fuera verdad, pero
es slo el conocimiento de los sentidos buscando una manera de
escapar.

Entonces no habra cielo, porque no hay vida despus de la muerte.

El hombre entra en una mente universal y es absorbido por ello.

No hay resurreccin del cuerpo ni juicio. El hombre simplemente se

desintegra y se convierte en una parte de la gran inmensidad. Esto es
slo el sueo de un hombre que no puede encontrar a Dios con sus
sentidos.
Usted puede ver por qu la Ciencia Cristiana super la Filosofa de
Hegel.

Si no hay Satans, no hay enfermedad, ni muerte. Sin embargo, todos

ellos mueren.

Esto es el Conocimiento de los Sentidos buscando la libertad que slo

Dios puede dar al hombre.

El hombre tiene una conciencia de pecado altamente desarrollada, un

espritu de complejo de inferioridad, un sentido de indignidad que lo
domina.

Es controlado por la duda.

Todo lo que tiene es la fe del Conocimiento de los Sentidos que no

puede conocer a Dios ni encontrarlo.

Este es el hombre tal como l es.

Captulo 1
POR QU HEMOS FALLADO

La Iglesia ha sido muy fuerte en ensearle al hombre su necesidad de

Justicia, su debilidad y su incapacidad para agradar a Dios.
Ella ha sido muy fuerte en denunciar los pecados de los creyentes.
Ella ha predicado contra la incredulidad, la conformidad con el
mundo, y la falta de fe, pero ella ha estado infelizmente fallando en
traer la verdad de lo que somos en Cristo o cmo la justicia y la fe
estn disponibles.
Muchos de nuestros himnos posponen nuestra redencin para despus
de la muerte.
Nosotros tendremos reposo cuando lleguemos al cielo.
Nosotros tendremos victoria cuando lleguemos al cielo.
Nosotros seremos ganadores cuando lleguemos al cielo.
Tendremos paz con Dios cuando lleguemos al cielo.
No tendremos ms faltas cuando lleguemos al cielo.
No tendremos nada de este lado excepto fracaso, miseria, decepcin
y debilidad.
Qu quiere decir cuando dice: "T ests completamente en l, que es
la cabeza de todo principado y potestad?"
Cundo estamos completamente en l? Es en esta vida o en la
prxima?
Qu quiere decir en Romanos 8.37, "Pero en todas estas cosas somos
ms que vencedores a travs de l que nos am?"
Cundo seremos ms que vencedores? Es despus de la muerte
cuando dejemos este valle de lgrimas?
Y Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
Cundo seremos capaces de hacer todas las cosas? Es cuando
terminamos nuestro curso y estemos con l en el Nuevo Cielo y en la
Nueva Tierra?
l declara en Romanos 8:1, "As pues, ninguna condenacin hay para
los que estn en Cristo Jess". Cundo se convierte en nuestro?
No hemos escuchado nada ms que condenacin predicada.
El ministerio o no hace distincin entre el santo y el pecador.
Cundo se convertir en realidad Romanos 5:1?
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Seor Jesucristo.
Los ministros no predican paz en el presente. Est siempre en el
futuro.
Cundo encontraremos esta gloriosa cosa llamada paz?
Cundo Jess "nos fue hecho sabidura de Dios, y justicia y
santificacin y redencin?".
Eso viene a nosotros en la muerte, o es un hecho para nosotros
ahora?
"Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l".
Sabemos que la primera parte es verdadera. Pero, la parte final es
verdadera?
Nos hacemos justicia en la vida presente o nos hacemos justicia
despus de la muerte?
Es la justicia simplemente "atribuida" a nosotros, o nos convertimos
en justos en l?
Esta redencin es metafsica o es una realidad?
Judas 24 depende de ello?
"Ahora a aquel que es capaz de guardarte de tropezar, y de ponerte
delante de la presencia de su gloria, sin mancha, en gozo
sobreabundante (Versin King James).
Es esta presencia de la que l habla aqu, ante la que nos presentamos
con sobreabundante gozo; despus de la muerte o ahora?
Me parece muy claro que vivimos en Su presencia ahora, que
andamos en Su presencia ahora.
Si l no puede presentarnos "ahora" ante su presencia con gran gozo,
ciertamente no podr presentarnos ante la presencia del Padre con
gran gozo despus de la muerte.
Si se requiere la muerte para purificarnos del pecado, nosotros somos
puestos en un infeliz dilema.
La muerte es del diablo. Esto indicara que Dios en su redencin sera
incapaz de dar victoria, que l necesitara al diablo para completar la
obra redentora.
Creo que lo que dice la Escritura sobre nosotros es absolutamente
cierto, que Dios, l mismo es ahora nuestra gran justicia, y que somos
justicia de Dios en l.
Estoy convencido de que somos participantes de la Divina Naturaleza.
No hay condenacin para nosotros que "Caminamos en luz as como
l est en luz".
Toda enseanza de la Iglesia moderna en relacin a la separacin del
mundo es vaga y alusiva.
Una rama de la Iglesia ha hablado que despus que nacimos de nuevo,
todava tenemos la "naturaleza cada" en nosotros. Esto es la
naturaleza de pecado de Adn en la cada.
Qu significa esto?
Este pasaje explicar esto. Juan 8:44 dice: "Vosotros sois de vuestro
Padre el diablo".
Esa es la naturaleza de Satans. Satans ha concedido al hombre su
propia naturaleza.
Ellos reconocen el hecho de que Dios ha provisto un nuevo
nacimiento, pero este nuevo nacimiento es un fracaso.
Lo nico que puede hacer es darnos vida eterna y perdonarnos. l no
puede quitar la vieja naturaleza de nosotros.
Todo esto es absurdo. No es verdad. No est en la Palabra.
2Corintios 5:17 dice: "De modo que si alguno est en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas
nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcili consigo
mismo por Cristo".
Un hombre no puede estar en Cristo y tener la naturaleza del diablo
en l. l est en la familia de Dios o en la familia de Satans.
1Juan 3.10 dice: "En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos
del diablo".
No puede haber un desarrollo real de la fe, ni fuerza, ni vida cristiana
victoriosa con esta concepcin mezclada.
Somos nuevas creaciones o no lo somos.
Hemos pasado de la muerte a la vida o no.
Cuando l dice: "El pecado no dominar sobre ustedes, l quiere
decir exactamente lo que dice.
Si vives una vida de debilidad y derrota es porque no sabes lo que eres
en Cristo.
La suprema necesidad de la Iglesia en esta hora es saber lo que somos
en Cristo, como el Padre nos mira, y lo que l considera que somos.
Lee con gran cuidado Efesios 1:3: "Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Seor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendicin
espiritual en los lugares celestiales en Cristo".
Colosenses 1:21-22 dice: "Y a vosotros tambin, que erais en otro
tiempo extraos y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras,
ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la
muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles
delante de l.
Esto ya se ha hecho en Cristo. T permaneces ante l completo en
Cristo.
Efesios 5:27 dice: "A fin de presentrsela a s mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
que fuese santa y sin mancha".
En la mente de algunas personas esto es despus de la muerte. Pero
esto no es verdad. Somos presentados sin mancha o sin mcula ahora.
Crees que algn creyente lleno de pecado (como ese trmino es
usado) podra estar en Cristo y quedarse ante l sin mancha o sin
arruga?
Si l no puede quitar la naturaleza del pecado de nosotros cuando
nacemos de nuevo, si el mrito de la sangre no alcanza esto y lo
elimina, entonces, cundo podremos ser hechos justos?
No es cuando morimos, porque Satans es el autor de la muerte.

Yo declaro ante los ngeles en el cielo, ante los demonios y toda

hueste del infierno, que la obra redentora de Dios no necesita la ayuda
de Satans para hacernos completos ante la presencia de Dios.
Captulo 2
LA REVELACIN DE LA JUSTICIA

Nosotros entendemos que Justicia significa la capacidad de estar en

la presencia de Dios Padre sin el sentido de culpa o inferioridad.
Esta ha sido la bsqueda de las edades.
El deseo de librarse de la conciencia del pecado ha dado nacimiento
a todas las mayores religiones del mundo.
La Sra. Eddy, copiando a Hegel, declara con confianza que Dios no
es una persona, y que Satans no es una persona. Entonces, no
existiendo Dios y ni diablo, no puede haber pecado.
Si no hay pecado, no puede haber juicio por causa del pecado. Si no
hay pecado ni temor al juicio, no hay conciencia de pecado.
Nuestra declaracin de que la marea no crece, no impide que crezca.
La declaracin de la Filosofa de que Dios no es no impide a Dios ser.
Dios existe. Satans existe. El pecado existe.
Pero Dios ha tratado el problema del pecado en su Hijo. l ha
aniquilado el pecado por el sacrificio del hijo. l ha hecho esto posible
sobre los fundamentos legales para que el hombre que est muerto
espiritualmente, en unin con Satans, se convierta en una nueva
creacin por recibir la misma Naturaleza y Vida de Dios.
Esta vida y naturaleza de Dios son la justicia. En consecuencia, el
hombre que ha recibido la naturaleza de Dios se ha convertido
automticamente en la justicia de Dios en Cristo.
l puede incluso no saber de eso, puede incluso no tomar ventaja de
eso, pero eso es verdad.
El dominio de la conciencia del pecado sobre la Iglesia ha sido
promovido, desarrollado, y hecho una realidad por los ministros que
han predicado el pecado en lugar de predicar a Cristo y la nueva
creacin.
La conciencia del pecado vino con la cada cuando el hombre se
convirti en participante de la muerte espiritual.
A travs de las edades del universo el hombre ha estado bajo la
frustrante maldicin de la muerte espiritual que dio nacimiento a la
conciencia del pecado.
El hombre muerto espiritualmente no puede permanecer en la
presencia de Dios.
Nosotros vemos cmo Dios ilustr este hecho en el Antiguo Pacto.
El sumo sacerdote iba al Lugar Santsimo una vez cada ao, y slo
cuando la sangre era rociada. El sumo sacerdote no entraba en el
Lugar Santo para adorar, sino para hacer una expiacin cada ao por
los muertos espiritualmente de Israel.

Dios envi a su Hijo al mundo para encarnarse, para llegar a ser

eternamente unido con la humanidad.
Este Hijo fue a la cruz por el determinado consejo de Dios, se
convirti en pecado, tom nuestro lugar como un sustituto. Entonces
l venci al enemigo e hizo la justicia disponible al hombre.
Una redencin que no hiciera del hombre justo sera una mentira.
Hasta que el hombre sea justo y conozca eso, Satans reina sobre l,
el pecado y la enfermedad son sus seores. Pero en el instante que
sabe que es la justicia de Dios en Cristo y sabe lo que la justicia
significa, Satans es derrotado.
La Iglesia ni siquiera ha enseado sobre una justicia limitada. Tiene
una justificacin teolgica que no resuelve el asunto.
La redencin de Dios en Cristo es la solucin. Ella hace del hombre
un espritu dominante donde ha servido como un dbil esclavo.
Cmo podremos obtener esta justicia que nos dar perfecta
comunin con el Padre, que nos dar una conciencia de dominar sobre
las fuerzas de las tinieblas?
Esta justicia viene a nosotros por aceptar a Jesucristo como Salvador
y confesar su seoro sobre nuestras vidas.
Cuando sabemos que Jess muri por nuestros pecados de acuerdo
con las Escrituras, que al tercer da resucit y despus quit el pecado
y satisfizo las demandas de la justicia como nuestro sustituto; cuando
sabemos eso y lo aceptamos como nuestro Salvador y lo confesamos
como Seor, en este momento recibimos la naturaleza de Dios y nos
convertimos en la justicia de Dios en Cristo.
2 Corintios 5.21 dice: "Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l".
Nos hemos convertido en la justicia de Dios en Cristo.
Esta justicia no es una experiencia, a pesar de dar nacimiento a
muchas experiencias maravillosas. Es la naturaleza del Padre
concedida a nosotros.
Es esta naturaleza ganando ascendencia en nosotros hasta que
sabemos lo que Dios dice que somos; seores, vencedores!
Captulo 3
ESTUDIO DE LA CONCIENCIA DE PECADO

En la conciencia de pecado prcticamente puede encontrarse la razn

de toda falla espiritual. Ella destruye la fe. Destruye la iniciativa del
corazn. Ella le da al hombre un complejo de inferioridad.
El hombre ha estado con miedo de Dios. Tiene miedo de l mismo.
Siempre est buscando encontrar a alguien que pueda orar la oracin
de la fe por l. No tiene conciencia de su derecho legal a permanecer
en la presencia del Padre sin condenacin.
El complejo de inferioridad que nace de la conciencia del pecado lo
encontramos en todas partes en la Iglesia.
Varias veces me han dicho, "Si pudiera librarme de esa conciencia de
pecado, obtendra mi sanidad. Sera poderoso para Dios. Pero no
puedo librarme de ella.
Dios provey una Redencin que sana esta enfermedad
pecaminosa?
Estoy seguro de si. Si l no hubiera planeada sacarlo del hombre
durante su caminar terrenal, el hombre nunca podra quedar bien ante
Dios porque las obras de la Redencin slo seran en esta poca.
Dios hizo la provisin de hacer una nueva creacin. l plane darle
su propia naturaleza, sacando la naturaleza del pecado y
reemplazndola con su propia naturaleza. Eso destruira la conciencia
de pecado.
Pocos telogos han reconocido el hecho de que la conciencia del
pecado es prcticamente pariente de todas las religiones humanas.
El hombre ha buscado curar esta terrible enfermedad.
El sentido de indignidad destruye la fe, roba la paz de nuestras mentes,
deja sin efecto la ms seria y celosa vida de oracin.
Nos roba toda amistad y comunin con el Padre.
Nuestros telogos desde Lutero nunca han encontrado una cura para
esta condicin. La gente del Movimiento de Santidad intent con
valenta para encontrar la salida, pero lejos de lograrlo nunca fueron
capaces de tener una cura permanente para el paciente.
La curacin del hombre ha sido arrepentimiento de pecados, angustia
por los pecados y profunda agona en la oracin.
Otros han intentado calmar sus conciencias yendo a la Iglesia, hacer
penitencia, ayunar, dar dinero, hacer oraciones, hacer buenas obras,
desistir de los placeres, confesar sus pecados, luchar contra los malos
hbitos, ponindose bajo disciplina de auto abnegacin y
humillndose descuidando el cuerpo. Algunos han ido incluso ms
lejos flagelando sus cuerpos. Otros han hecho largas peregrinaciones.
Todos estos mtodos se han intentado. Todo espritu serio ha estado
atado a alguno de ellos.
Un nuevo movimiento se ha levantado en el que hombres y mujeres
estn encontrando temporalmente alivio confesando sus pecados los
unos a los otros.
La confesin de los pecados puede traer temporalmente alivio de la
presin que est sobre ellos, pero ninguna obra de cualquier tipo que
hagan, sean obras de auto abnegacin, arrepentimiento, penitencias,
oraciones o negacin a s mismos, puede librar el corazn de la
conciencia Del pecado.
Hay dos tipos de conciencia del pecado. Una es el hombre que nunca
naci de nuevo. La otra es el creyente sin desarrollo; aquel que nunca
creci ms all del estado de infancia, que no conoce sus derechos y
privilegios en Cristo.
Dnde est la dificultad?
Est en esto: El hombre natural es un pecador, pero l es ms que eso.
2 Corintios 6.14 lo llama "injusticia". En otros lugares, se le llama
"pecado".
l es ms que un transgresor. l es ms que un violador de la ley.
Es por naturaleza un hijo de la ira. Est espiritualmente muerto. Est
unido a Satans tal como el creyente est unido a Dios.
El creyente se convirti en un participante de la naturaleza de Dios, el
hombre natural es un participante de la naturaleza de Satans.
El problema es: Cmo puede Dios tratar legalmente con el problema
del pecado y con el problema de los pecados? Cmo puede lidiar con
esta naturaleza satnica en el hombre?

LA CURA DE DIOS
Dios hizo una redencin que cubre cada fase de la necesidad del
hombre, restaura perfectamente su comunin con el Padre de modo
que no hay sentido de culpa o pecado, ninguna memoria de haber
hecho cosas malas en el pasado.
El creyente permanece completo en Cristo. Ha participado en la
plenitud de Dios en Cristo.
Juan 1.16 dice: "Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre
gracia".
Si lees Hebreos cuidadosamente 10.1-19, vers que en el Primer Pacto
haba un recordatorio de los pecados hechos ao tras ao, pero en el
Nuevo Pacto un hombre que acept a Jesucristo pierde el sentido del
pecado y en su lugar recibe el sentido de su Unidad y comunin con
el Padre.
Colosenses 1.13-14 dice: "El cual nos ha librado de la potestad de las
tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos
redencin por su sangre, el perdn de pecados."
Observa en este pasaje que l "nos libr de la autoridad de las
tinieblas"; este es el dominio de Satans,- y al mismo tiempo "nos
ha trasladado al reino de su amado Hijo".
Hay cuatro hechos aqu.
El primero, estamos liberados del dominio de satans.
El segundo, nos trajo al reino de Su amado Hijo.
El tercero es: "En quien tenemos la redencin". Esta es una redencin
del dominio de satans. Satans no tiene el derecho legal de reinar
sobre el hombre que acept a Jesucristo como su Salvador. Este
hombre fue liberado del dominio de satans, de la familia de satans,
de la autoridad de Satans.
l fue trado a la familia de Dios, el reino de Su amado Hijo.
Cuando lo hizo la obra redentora que Cristo realiz se convirti en
una realidad.
Cuarto, l no slo nos redime del dominio de Satans; hay tambin
una remisin de nuestros pecados.
l nos redime.
Nos recrea.
Nos libera de la autoridad de Satans.
Nos perdona por todo lo que ya hicimos.
Captulo 4
LO QUE LA JUSTICIA SIGNIFICA

No hay otra palabra en la Biblia, o en la teologa, que es menos

entendida y apreciada que esta palabra. Sin embargo, envuelta en ella
est todo lo que la humanidad ha anhelado.
Esto que la justicia da al hombre es el padre de todas las religiones
humanas. Las mayores religiones inmorales del paganismo, y las
refinadas religiones filosficas culturales de los das modernos, son
todas, hijas del deseo del hombre por las cosas que la justicia le da.
La justicia restaura al hombre todo lo que perdi en la cada, ms una
nueva relacin como un hijo con todos sus privilegios.
Veamos algunas de las muchas cosas que la Justicia nos da tal como
est revelado en la obra terminada de Cristo.

NUESTRA POSICIN ES RESTAURADA

La justicia viene a nosotros en la Nueva Creacin. Ella restaura
nuestra posicin ante Dios. Ella quita la vieja conciencia de pecado
que ha imposibilitado y robado nuestra iniciativa espiritual, confesin
y seguridad de Su presencia. Ella restaura al hombre una posicin ante
el Padre bajo la misma base que Jess disfruto en Su caminar terrenal.
Recuerda la osada de Jess en la presencia del Padre, su osada ante
los satans.
l saba que tena el derecho legal de estar en la presencia del Padre.
l saba que era amo sobre satans y todas sus fuerzas.
Recuerda cmo estuvo sin miedo en la tempestad, y que absoluto
gobernador era sobre las leyes de la naturaleza.
No tuvo miedo de decir al muerto Lzaro, incluso en presencia de un
gran nmero de personas, "Lzaro, sal fuera".
No tuvo el sentido de inferioridad en la presencia de la muerte. No
tuvo sentido de inferioridad en la presencia de la enfermedad. No tuvo
miedo de hablar a los lisiados y mand que se quedaran sanos.
La justicia es autoritaria.
El problema es: Dios restaur la justicia del hombre? Esta es la razn
por la que escribimos este libro. Estamos tratando de responder a este
antiguo problema.

LA COMUNIN ES RESTAURADA
La justicia restaura al hombre su comunin perdida.
Vemos la comunin ilustrada en la vida de Jesucristo. l se acerc al
Padre con la misma libertad que un nio se acerca a sus padres. l se
dirigi al Padre con la familiaridad y simpleza que un hijo se acerca a
su padre.
Jess disfrut de una comunin nica. No haba sentido de culpa, ni
sentido de pecado, ni de condenacin en el espritu de Jess.
Nuestros corazones preguntan hoy: "Puede Dios restaurar tal
justicia al hombre?"
Creemos que s. Creemos que la obra terminada de Cristo lo garantiza.
Jess no tuvo sentido de escasez cuando necesit dinero para pagar
Su impuesto, le dijo a Pedro vaya, pescase un pez y que encontrara
dinero en su boca.
Cuando aliment a la multitud de cinco mil, ellos le entregaron cinco
pan y dos pequeos peces. l bendijo el pan y lo parti. La multitud
fue alimentada y doce quedaron cestos.
No tuvo sentido de falta de dinero, ningn sentido de falta de amor,
falta de conocimiento o falta de capacidad en algo.
l no tuvo sentido de conciencia del pecado, ni sentido de complejo
de inferioridad.
Esa justicia que Jess tena, le dio la ms dulce y perfecta comunin
con el Padre.

LA FE ES RESTAURADA
La justicia restaura al hombre su fe perdida.
Si quieres verlo ilustrado, ve a las ciudades y mira a las
congregaciones reunidas para or a hombres y mujeres hablar sobre
psicoanlisis o, en otras palabras, cmo obtener fe en s mismo para
convertirse en seores sobre otros que no tienen fe en s mismos.
Jess no tuvo falta de fe. l crey en l mismo. l crey en su misin.
l crey en su Padre. Y l debe haber credo en la humanidad.
Si quieres ver la necesidad de la justicia restaurada, ve a nuestras
Iglesias y mira la explcita falta de fe del gran Cuerpo de Cristo.
Ellos son como Toms que dijo: "No creer hasta que ponga mi dedo
en la seal de los clavos en su mano y ponga mi mano en su costado".
La fe de Toms, como esta del cristianismo moderno, era la fe del
Conocimiento de los Sentidos. Es la fe en lo que se puede ver, or y
sentir.
Esta es la razn por la cual algunos de los movimientos modernos,
que tienen muchas demostraciones fsicas, han desafiado la fe de
multitudes.
Esta es la fe en el Conocimiento de los Sentidos.

LA PAZ ES RESTAURADA
Slo cuando la justicia es restaurada la paz puede ser restaurada. Ella
restaura nuestra paz con Dios. El individuo es como la multitud. La
multitud es como la nacin; agitada, sin descanso, sin tener paz o
quietud.
Isaas 57.20-21 dice: "Pero los impos son como el mar en tempestad,
que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay
paz, dijo mi Dios, para los impos.
El sentido de falta, el sentido de culpa, el sentido de necesidad, la
conciencia de cargas y facturas no pagadas llena el corazn de
ansiedad y falta de descanso.
La justicia restaura la quietud y el descanso al espritu. Ya no tenemos
miedo de las facturas, ya no tenemos miedo de las circunstancias. La
fe se levanta inconscientemente y nos enfrentamos a las condiciones
ms adversas con un sentido de superioridad. Somos amos. No hay
nada que el hombre necesite tanto hoy como un sentido de justicia.

LA LIBERTAD ES RESTAURADA
No slo restaura la paz, sino que le da al hombre la cosa por la que el
corazn humano ha buscado y luchado a travs de las edades: la
libertad.
La libertad ms grande no es la libertad poltica, la libertad de la
preocupacin financiera o la incomodidad fsica, sino la libertad de la
Conciencia del Pecado.
La justicia restaura la libertad al hombre; la misma clase de libertad
que Jess tena, el tipo de libertad que el humano ha anhelado por
encima de cualquier otra cosa.
Es libertad en Cristo, libertad del temor de Satans, libertad del temor
del hombre porque confiamos en Dios con todo nuestro corazn. No
nos apoyamos en nuestra propia prudencia.
No estamos atormentados y deprimidos por el Conocimiento de los
Sentidos o por las circunstancias. Estamos en la dulce y maravillosa
conciencia de: "Mi Padre es ms grande que todos", y "Mayor es el
que est en m que el que est en el mundo".
Se nos ha otorgado la filiacin.
La justicia nos da la dulce conciencia de los privilegios de la filiacin.
Somos hijos. Dios es nuestro Padre. Somos Sus hijos. Estamos en su
familia. Conocemos a nuestro Padre. l nos ama y lo amamos.

La justicia nos devuelve el gozo, la alegra indescriptible de la

comunin con el cielo en trminos de igualdad. No somos siervos. No
somos pecadores. Somos hijos. Somos herederos de Dios y
coherederos con Jesucristo.
Captulo 5
CMO DIOS NOS HACE JUSTOS

Nuestra posicin con Dios est en el campo de la fe en Jesucristo. En

otras palabras, Dios puso sobre Jess nuestras iniquidades.
2 Corintios 5.21 dice: "Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l".
Jess fue ms que una ofrenda por el pecado. l realmente se hizo
pecado con nuestros pecados. Se hizo injusticia con nuestra injusticia.
Como nuestro sustituto por el pecado, soportando nuestros pecados y
apoyndonos, fue al lugar de sufrimiento despus de que dej su
cuerpo. l permaneci all hasta que cada clamor de la Justicia contra
nosotros fue satisfecho.
l fue nuestro sustituto, tomando nuestro lugar, siendo hecho pecado
por nuestro pecado. l fue a la prisin a la cual los pecadores eran
sentenciados y sufri hasta que fue cumplido todo lo que nos era
contrario.
Era la Deidad sufriendo por la humanidad, y siendo Deidad, pudo
pagar la penalidad.
Cuando la Suprema Corte del universo declar que lo que Dios haba
hecho en Cristo era suficiente, que Sus sufrimientos eran adecuados
y cumplan cada exigencia de la Justicia, l declar que Jess fue
justificado o hecho justo. Romanos 4.25 dice: "El cual fue entregado
por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificacin".
En 1 Timoteo 3.16, Pablo dice que l fue "justificado en el espritu",
y en 1Pedro 3.18, leemos que l fue "Vivificado en el espritu".
l resucit de la muerte, por lo que l fue llamado varias veces: "El
Primognito de entre los muertos".
Dios puso sobre l nuestros pecados. Se hizo pecado, fue hecho para
sufrir en nuestro lugar.
Cuando l cumpli la exigencia de la justicia, la muerte ya no pudo
retenerlo.
l fue "declarado justo". l fue "vivificado".
Se convirti en "el primognito de entre los muertos", la cabeza de la
Nueva Creacin (Colosenses 1.18).
Cuando creemos en Jesucristo como nuestro Salvador, Dios es capaz
de declararnos justos por lo que Jess hizo.
La justicia restaura la quietud y el descanso al espritu. Ya no tenemos
miedo de las cuentas, no ms con miedo a las circunstancias.
La fe se levanta inconscientemente y nosotros encaramos la ms
adversa condicin con el sentido de superioridad.
Somos seores. No hay nada que el hombre necesite hoy ms que el
sentido de la justicia.

Hay dos fases para esta justicia.

La primera, Dios nos declara justos, y la segunda, somos hechos
nuevas creaciones.
Nos convertimos en participantes de la Divina Naturaleza, por lo que
somos justos por naturaleza y justos por la fe.
Ahora podemos entender 2 Corintios 5.21: "Al que no conoci
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fusemos
hechos justicia de Dios en l".
Para qu? "Para que nosotros fusemos hechos justicia de Dios en
l".
As como Dios hizo pecado a Jess, Dios nos hizo justos en el
momento que lo aceptamos.
"Siendo justificados gratuitamente por su gracia (o siendo hechos
justos gratuitamente por su gracia) a travs de la redencin que est
en Cristo Jess".
Lo hizo, "para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por
alto, en su paciencia, los pecados pasados".
Qu quiere decir con eso?
Desde el tiempo de la cada de Adn hasta la crucifixin de Jess,
Dios trat del pecado con sangre de toros y machos cabros. Levtico
17.11 dice: " Porque la vida de la carne en la sangre est, y yo os la
he dado para hacer expiacin sobre el altar por vuestras almas; y la
misma sangre har expiacin de la persona
La palabra "EXPIACIN" significa "CUBRIR". Ella nunca se usa en
conexin con la sangre de Cristo porque la sangre de Cristo no cubre;
- nos limpia!
No necesitamos ser cubiertos.
Bajo la ley el pecado no era quitado. No era lavado. Slo estaba
cubierto por la sangre de toros y machos cabros.
Ahora por la fe podemos tener a Jesucristo como nuestro Salvador y
Seor. Cuando lo hacemos nos hacemos justicia de Dios en l.
Al ser justos por Su gracia, tenemos paz con Dios a travs de nuestro
Seor Jesucristo.
Habiendo sido hechos justos, habiendo sido declarados justos por la
Suprema Corte del universo, habiendo tenido esta comunin
restaurada que fue deshecha a travs de los siglos, la paz de Dios que
excede todo conocimiento inunda nuestro ser (Romanos 5.1:
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Seor Jesucristo").
Ahora podemos permanecer en Su presencia sin ninguna conciencia
de pecado, sin ningn temor, porque, "As como l es, somos nosotros
en este mundo".
l es justo. l mismo nos declara justos y nos hace justos.

RESTAURANDO LA JUSTICIA PERDIDA

Este fue el mayor problema de Dios.
Cmo poda Dios legalmente restaurar al hombre su justicia perdida
y seguir siendo l mismo?
Los primeros ocho captulos de Romanos tratan con este problema y
nos dan a la solucin.
Efesios 2.12 dice: "Sin esperanza y sin Dios en el mundo".
El hombre cado est sin Dios y sin esperanza.
l est espiritualmente muerto, es un participante de la naturaleza de
Satans. l no tiene posicin ante Dios. No tiene ciudadana ni
derecho legal de apelacin. l est como un condenado en una
penitenciara estatal.
l est en unin espiritual con el enemigo de Dios. Su naturaleza es
enemiga de Dios. l no est sujeto a la voluntad de Dios y no puede
estar, hasta que sea recreado (Romanos 8.7: Por cuanto los designios
de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley
de Dios, ni tampoco pueden).
Cmo poda Dios reconciliar al hombre consigo mismo, hacindolo
justo, y restaurarlo la perfecta comunin?
Esto slo poda ser hecho por el propio Hijo de Dios tomando el lugar
del hombre, yendo al encuentro de cada exigencia de justicia y
ponindose al nivel de hombre perdido (2 Corintios 5.17-21).
Jess lo hizo y, despus de que la exigencia de la justicia fue
cumplida, fue justificado en el espritu.
No slo fue justificado en el espritu, sino que fue vivificado en el
espritu.
l fue recreado hasta que Dios le dijo: "Tu eres mi hijo, yo te he
engendrado hoy.
Cuando Jess fue declarado justo, justificado y vivificado, entonces
fue restaurado a la perfecta comunin con el Padre.
Despus de que se restaur la perfecta comunin con el Padre y pudo
entrar en el cielo como si nunca se hubiera pecado, se sent a la diestra
de la Majestad en las alturas.
l hizo una perfecta sustitucin por el hombre.
Lo hizo posible no slo para justificar al hombre, sino tambin para
recrearlo perfectamente.
En base a esto, el hombre se reconcili con Dios. Ahora tiene el
derecho de tener comunin y amistad con el Padre; para permanecer
en Su presencia como si nunca hubiera pecado.
El hecho de que Jess pudo dejar la morada del perdido e ir
directamente a la presencia del Padre, prueba que el ms vil pecador
puede hacer lo mismo a travs de Jesucristo nuestro Seor.
No hay diferencia en lo malo que pueda ser un hombre, si acepta a
Cristo como su Salvador y lo confiesa como su Seor, Dios lo hace
una nueva creacin. Ese hombre se convierte en la justicia de Dios en
Cristo.
La justicia se convierte en una realidad viva en l.
En el jardn, Adn tena una comunin perfecta con Dios. Ninguna
obra que Dios pudiera hacer para el hombre podra ser perfecta a
menos que le devolviera al hombre su justicia perdida, su privilegio
de comunin perdida y su dominio perdido.
Su justicia perdida y su comunin perdida son restauradas en la nueva
creacin.
En el momento en que tu justicia es restaurada, tu dominio perdido es
tambin restaurado en el uso del Nombre de Jess.
"Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo har".

EL HOMBRE JUSTO
"La oracin eficaz del justo puede mucho" (Santiago 5.16).
T eres un hombre justo y por eso tu oracin puede mucho.
Elas fue considerado justo, un siervo de la justicia. T fuiste hecho
justo por recibir la naturaleza del Padre. No hay lmites para tu vida
de oracin. Ahora tienes dentro de ti todos los elementos que son
necesarios para hacer de ti todo lo que el Padre so que seras en
Cristo.
Atrvete a orar, atrvete a usar el nombre de Jess, atrvete tomar tu
lugar. Se osado tal como el Maestro cuando trat con satans y con la
enfermedad porque tienes Su nombre, tienes Su capacidad, l es
ahora tu sabidura y la fuerza de tu vida.
El secreto de la victoria es actuar sin miedo, confesar confiadamente
que Satans te teme.

Eres un hombre justo.

Captulo 6
DIOS MISMO ES NUESTRA JUSTICIA!

Debe haber ms en este asunto de la Justicia de lo que percibimos.

Sabemos que ella es la clave de la revelacin dada a Pablo.
l dijo que no se avergonzaba de las "Buenas Nuevas", pues no eran
slo para dar salvacin a los hombres, sino que "En ella se revela la
Justicia de Dios de fe para fe" (Romanos 1.7).
Entonces en Romanos 3.21-22 vemos: "Pero ahora, aparte de la ley,
se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los
profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo".
Despus de declarar el hecho de que nuestra redencin en Cristo en
este captulo, hace una declaracin en el verso 26: "Con la mira de
manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que l sea el justo, y el
que justifica al que es de la fe de Jess".
Esto est casi ms all de nuestra comprensin cuando Dios declara
que l mismo se ha convertido en nuestra Justicia.
La justicia significa la capacidad de permanecer en la presencia de
Dios sin el sentido de culpa, condenacin o inferioridad.
Una redencin que digna de Dios deba hacer eso. El hombre estaba
separado de Dios. Deba ser restaurado.
Detrs de esto se encuentra la tragedia del corazn de que el hombre
es la razn de la creacin. Cuando el hombre pec, l mismo se separ
de la comunin con el Padre.
El drama entero de la redencin es consumado en esto; el hombre
deba ser restaurado a la perfecta comunin con el Padre y esto deba
ser hecho sobre fundamentos legales.
Cualquier redencin que no restaure al hombre una comunin
perfecta y una relacin perfecta bajo los fundamentos legales no ser
digna del Padre y no llevara al hombre al lugar que Dios plane para
l.
El objetivo de la justicia es dar al hombre comunin. Por eso la
encarnacin tuvo lugar, el ministerio pblico de Jess, y luego la cruz
donde fue hecho pecado.
l permaneci bajo juicio hasta que se hizo justicia. Cuando l fue
hecho justo y se le dio vida, l conquist a nuestro adversario y se
levant de la muerte.
Sabemos que fue hecho pecado por nuestro pecado. Sabemos que l
fue hecho justo, porque entr en la presencia del Padre despus de su
resurreccin como cabeza de la Nueva Creacin.
S l, que fue muerto espiritualmente y hecho pecado por nuestro
pecado, pudo ser hecho Justicia y restaurado la perfecta comunin con
el Padre, sobre la base de los fundamentos legales, Dios puede
recrearnos y darnos la misma justicia y comunin disfrutados por el
Maestro.

ALGUNOS HECHOS SOBRE LA JUSTICIA

Romanos 4.25 dice: "El cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para nuestra justificacin".
Romanos 5.1 dice: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo.
La paz es comunin. Aqu est la declaracin que cuando Cristo
resucit de la muerte, resucit porque la justicia fue puesta a nuestra
cuenta.
Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, esta justicia
se convierte en una parte de nuestro ser porque nos convertimos en
participantes de la naturaleza divina. La naturaleza divina es la
justicia, entonces nos volvemos justos con Su naturaleza; Su misma
justicia.
2 Corintios 5.17-19 dice: "De modo que si alguno est en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas
nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcili consigo
mismo por Cristo".
No slo hay una perfecta justicia, sino tambin una perfecta
reconciliacin.
Y lo extrao sobre eso es, "Y nos dio el ministerio de la
reconciliacin; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomndoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encarg a nosotros la palabra de la reconciliacin".
La reconciliacin viene a nosotros a travs de la nueva creacin. En
el momento en que recibimos la vida eterna, nuestros espritus son
recreados. Nos convertimos en sus hijos e hijas.
Con la nueva creacin viene la reconciliacin, la justicia y la
comunin.
El gozo de la vida cristiana est en la comunin con el Padre. Cuando
estamos en comunin, la fe fluye naturalmente. Cuando estamos fuera
de la comunin la fe disminuye y se debilita.
La comunin se mantiene a travs de la Palabra y la intercesin de
Jess. l es nuestro abogado a la diestra del Padre.
La justicia nos da ahora una posicin con el Padre, nuestro derecho
ahora de usar el nombre de Jess, nuestra posicin como hijos e hijas
y nuestra victoria sobre el adversario.

El creyente debera estar continuamente testificando y confesando su

justicia y su comunin en Cristo.
Captulo 7
LA JUSTICIA LEGALMENTE NUESTRA

Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que

nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l.
Dios hizo a Jess pecado. El pecado no fue slo computado a l, sino
Su espritu de hecho se convirti en pecado.
l muri dos veces en la cruz.
Isaas 53.9 (Interpretacin Marginal) "Y ellos hicieron su sepultura
con el perverso, y con el hombre rico en Sus muertes.
Observa que "en sus muertes" est en plural.
l muri espiritualmente en el momento en que Dios puso el pecado
sobre l y lo hizo convertirse en pecado. l muri fsicamente horas
despus.
l muri en el espritu. Esto se menciona en 1 Timoteo 3.16 que l
fue justificado en el espritu y en 1 Pedro 3.18 que l fue vivificado
en el espritu.
Lo ms pronto que l fue justificado, en ese momento la justificacin
perteneci al mundo, pues l fue nuestro sustituto.
Romanos 4.25 dice: "El cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para nuestra justificacin".
Cundo fuimos justificados? Cuando Jess fue justificado.
Cundo fue justificado Jess? Cuando fue vivificado en el espritu.
Esto explica dos pasajes.
Hechos 13.33-34 donde Dios dice, hablando del Seor Jess: "Mi hijo
eres t, yo te he engendrado hoy".
Y Colosenses 1.15-18: "l es la imagen del Dios invisible, el
primognito de toda creacin... y l es la cabeza del cuerpo que es la
iglesia, l que es el principio, el primognito de entre los muertos".
Jess fue la primera persona que naci de nuevo.
l fue el primero que naci, y Su nacimiento de la muerte hacia la
vida fue por nosotros.
Ahora podemos entender Efesios 2.10: "Pues somos hechura suya,
creados en Cristo Jess".
Y cuando l hizo tal obra? En el tiempo en que les acabo de decir,
en el momento en que fue hecho pecado, justificado, resucitado de la
muerte, llevado su sangre al Lugar Santsimo Celestial y sentado la
diestra de Dios.
l se sent porque su obra fue consumada, para que la nueva creacin
pueda convertirse en una realidad.
Ahora los hombres pueden pasar de muerte a vida, pueden convertirse
en la justicia de Dios en l.
Si Jess fue hecho justo, y hecho tan justo al punto de que pudo salir
del infierno e ir al cielo, si despus de haber sido hecho pecado, pudo
llegar a ser tan justo hasta el punto de que pudo ir a la presencia del
Padre, sentarse a su diestra, y ser aceptado all por el Padre, entonces
aquel que acepta a Jesucristo como Salvador, confiesa Su seoro y
recibe la vida eterna, se har tan justo como Jess porque Jess fue
hecho para nosotros Justicia de Dios.
No te detengas aqu. Atrvete a volver a Romanos 3.26 y lee en la
Versin Americana:
"Que Dios mismo pudiera ser justo, y la justicia de aquel que tiene fe
en Jess".
Aqu Dios declara que l mismo se convierte en la justicia del hombre
que tiene fe en Jess como un Salvador y lo confiesa como Seor.
Si nos convertimos en la justicia de Dios en Cristo, y la justicia
significa la capacidad de permanecer en la presencia del Padre sin
condenacin y con absoluta libertad, entonces Dios resolvi el
problema de la conciencia del pecado.
CMO DIOS TRATA CON EL PROBLEMA DEL PECADO
Ningn hombre puede estar seguro con Dios simplemente porque
tiene sus pecados perdonados. Esto dejara la vieja naturaleza que
produce estos pecados an ser la duea de la situacin.
Pero cuando un hombre se convierte en un hijo de Dios, es una nueva
creacin.
"De modo que si alguno est en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene
de Dios, quien nos reconcili consigo mismo por Cristo".
Hay una perfecta reconciliacin. No podra ser una reconciliacin
perfecta si hubiera pecado en esta nueva creacin.
l hizo del hombre un nuevo ser.
Al mismo tiempo todo lo que el hombre ha hecho en su vida pasada
es cancelado, borrado como si nunca hubiera cometido pecado.
La palabra "Remisin" nunca se usa en relacin con el creyente.
Siempre se utiliza en conexin con el nuevo nacimiento.
Los pecados de un hombre son cancelados slo una vez.
Ocho o nueve veces "APHESIS" se traduce "PERDN". El perdn
nunca se usa en conexin con el nuevo nacimiento.
Como una ilustracin 1 Juan 1.9: "Si confesamos nuestros pecados, l
es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad".
Esto no est escrito para el hombre no salvado. Est escrito para el
creyente que perdi la comunin con el Padre.
El perdn pertenece al creyente.
La remisin pertenece al pecador.
Observa cuidadosamente que la naturaleza del pecado est eliminada
y la nueva naturaleza toma su lugar.
Todos los pecados que la vieja creacin cometi son borrados como
si nunca hubieran existido. Dios no tiene recuerdo de ellos.
Cuando un hombre te dice que debes confesar los pecados que
cometiste antes de nacer de nuevo, es ignorante del trato de Dios con
el problema con el pecado. La nueva creacin no tiene pecados y
pecado.
Si hubiera pecado, no habran nacido de nuevo. Si tuvieran pecados,
sus pecados nunca seran cancelados.
Hebreos 9.26 dice: "Pero ahora, en la consumacin de los siglos, se
present una vez para siempre por el sacrificio de s mismo para
quitar de en medio el pecado".
Aqu tenemos la afirmacin de Dios en relacin con el pecado. El
hombre puede convertirse en una nueva creacin porque su naturaleza
pecaminosa fue puesta en Jess.
Cuando fue hecho pecado y acab con el pecado, el problema del
pecado fue una cuestin cerrada.

El hombre ms perverso que ha vivido puede aceptar a Jesucristo, y

en el instante que lo acepta, se convierte en una nueva creacin.
Cuando se convierte en una nueva creacin, la naturaleza del pecado
deja de ser y una nueva naturaleza toma su lugar.
LA NUEVA CREACIN
2 Corintios 5.17. Nosotros ya hemos usado usamos este pasaje una
vez, pero vayamos cuidadosamente una vez ms ah.
"De modo que si alguno est en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene
de Dios, quien nos reconcili consigo mismo por Cristo".
Observa primero: "De modo que si alguno est en Cristo".
La expresin "En Cristo" significa que cuando un hombre nace de
nuevo, viene a Cristo. As como las ramas estn en la vid, el creyente
est unido a Cristo.
Romanos 6.5 dice: "Porque si fuimos plantados juntamente con l en
la semejanza de su muerte, as tambin lo seremos en la de su
resurreccin".
Esta es nuestra unin con Cristo. Tal unin significa que estamos en
l.
Luego dice: "Si alguno est en Cristo, nueva criatura es".
No es un problema de pecados perdonados, ni un problema de tener
suficiente arrepentimiento; sino es un problema del verdadero nuevo
nacimiento.
El hombre natural est sin Dios, sin esperanza, muerto
espiritualmente, es un hijo del adversario, y por naturaleza un hijo de
la ira. Cuando acepta a Jesucristo como su Salvador, lo confiesa como
su Seor, en ese mismo momento es recreado por recibir la vida
eterna, la naturaleza de Dios.
En Juan 10.10 dice: "Yo he venido para que tengan vida, y para que
la tengan en abundancia".
Juan 5.24 declara que quien cree en l pasa de la muerte a la vida y
no va a juicio.
1Juan 5.12 dice: "El que tiene al Hijo tiene la vida". Y 1 Juan 5.13
dice: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creis en el nombre
del Hijo de Dios, para que sepis que tenis vida eterna, y para que
creis en el nombre del Hijo de Dios".
Esto no es una esperanza de vida eterna. Esto es el verdadero
recibimiento de la vida eterna, la naturaleza de Dios.
Cuando recibes esta naturaleza pierdes la vieja naturaleza de satans.
No puedes tener dos naturalezas al mismo tiempo, si pudieras
pertenecer a dos familias al mismo tiempo, Dios sera tu Padre, y
Satans sera tu padre. Cuando murieras tendras que ir a ambos
lugares, el cielo y el infierno.
La parte del hombre que es recreada es tu espritu. Tu intelecto es
renovado, tu cuerpo enfermo es curado.
Quiero que usted vea claramente que esta Nueva Creacin creada en
Cristo Jess, que se convirti en participante de la naturaleza divina,
pas del dominio de satans al dominio de Jesucristo.
Jess es el Seor de esta nueva creacin.
En Glatas 6.15 dice: "Porque en Cristo Jess ni la circuncisin vale
nada, ni la incircuncisin, sino una nueva creacin".
Efesios 2.8-9 dice: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que
nadie se glore".
Todo lo que un hombre no salvo hace en el arrepentimiento, en la
renuncia de pecados, en la penitencia es obra de hombre no
regenerado. Esto no tiene mrito delante de Dios.
Dios trata al pecador como lo que es. No importa cun profundo sea
el pecado que hizo, el nuevo nacimiento lo enderezar.
Pensbamos que si el pecador pudiera orar lo suficiente, podra
arrepentirse hasta que Dios lo perdonara. Todo eso es antibblico.
Era cierto para un judo bajo la ley, pero no para un pecador bajo la
gracia.
El pecador est muerto. Todas las buenas obras que hace son obras de
pecado. l es pecado. Dios no quiere tales obras.
Dios lo trata como lo que es; lleno de pecado, rebelin, naturaleza
satnica, y le concede Su naturaleza.
Su naturaleza quita esa suciedad, la naturaleza sucia de satans y lo
hace una nueva creacin. Todos los pecados de la vieja creacin se
cancelan instantneamente.
El siguiente paso en el drama es el punto crucial de todo.
En 2 Corintios 5.21 dice: "Al que no conoci pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fusemos hechos justicia de Dios en
l".
Todo lo que hicimos hasta aqu fue para una finalidad: para que
pudiramos volvernos la justicia de Dios en Cristo.
Qu significa la justicia?
Es la capacidad de permanecer en la presencia del Padre como si el
pecado nunca hubiera existido, tan libres como Adn antes de pecar.
En Juan 8.36 dice: "As que, si el Hijo os libertare, seris
verdaderamente (o realmente) libres".
En la Nueva Creacin el Hijo nos hizo libres.
Romanos 8.1 dice: "Ahora, pues, ninguna condenacin hay para los
que estn en Cristo Jess".
Somos nuevas creaciones. Somos la justicia de Dios en Cristo. Hemos
llegado. Somos hijos de Dios.
La nica justicia que la Iglesia conoci fue la del tipo Calvinista que
hace indigno al hombre justo.
Este nuevo tipo de justicia, que Pablo describe es la justicia de hombre
justo que Dios lo hizo bueno al impartir Su naturaleza en l.
Cuando l dijo que mi justo vivir por la fe, l est describiendo una
nueva creacin que se hizo justa con su propia naturaleza.

Esta no es una justicia legal, ni una justicia imputada, sino una

verdadera imparticin de la misma naturaleza justa de Dios.
Captulo 8
LA JUSTICIA RESTAURADA

La conciencia universal del pecado es la madre de todas las religiones

de la tierra.
El hombre ha tratado de librarse por s mismo del sentido de culpa y
pecado.
Este sentido se manifest en el miedo de Adn al encontrar a Dios y
su deseo de cubrir su desnudez.
La revelacin de Dios y el desarrollo de esta revelacin han tenido
una finalidad; restaurar la justicia al hombre.
El significado de la justicia en este sentido es la habilidad de
permanecer en la presencia de Dios sin el sentido del pecado, la culpa
o la inferioridad. Esto tambin incluye la relacin legal de hijo, y la
comunin con Dios Padre.
Cuando Adn pec, inmediatamente perdi su comunin con Jehov
y la capacidad de acercarse a l.
Esta conciencia del pecado ha robado al hombre su fe y lo ha llenado
de un sentimiento de indignidad que domina la conciencia humana
hoy.
Ahora el problema es ste: Dios ha provisto una redencin que
llevar tal conciencia de pecado y permita al hombre venir a Su
presencia y permanecer all como hizo Jess?
Si Dios pudo hacer esto, entonces la fe es restaurada, pues el gran
enemigo de la fe es el sentirse indigno.
La teologa ha fallado al interpretar el plan de la redencin como una
manera de quitar esta conciencia de pecado de las mentes de los que
aceptan a Cristo.
De hecho, muchos ministros que estn clasificados entre los
ortodoxos, continuamente predican el pecado en lugar de la justicia y
mantienen a sus congregaciones bajo condenacin ms que guiarlos a
la libertad donde la fe puede funcionar.
He llegado a ver que la base de la fe real es dejar al cristiano saber
que la justicia le ha sido restaurada.
En Job 33.26, est una profeca que es muy llamativa. Es una figura
del Nuevo Nacimiento.
Slo puedo darle un versculo, "Orar a Dios, y ste le amar, y ver
su faz con jbilo; y restaurar al hombre su justicia".
Hay tres hechos aqu.
El primero, el hombre ora y Dios escucha su oracin.
Segundo, "ver su faz con jbilo" - comunin restaurada.
Tercero, "restaurar al hombre su justicia".
En estas tres afirmaciones tenemos el resultado de una redencin
completa.
En otro captulo le mostrar los diferentes tipos de justicia que son
concebidos al hombre a travs de los tiempos, hasta que Dios en
Cristo nos restaur perfectamente, Dios nos dio la justicia.
El libro de Romanos es una historia de cmo Dios nos ha restaurado
la justicia a nosotros en los fundamentos de la fe en Jesucristo. Es el
gran drama de la humanidad.
En Romanos 1.16-17, Pablo declara, "Porque no me avergenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvacin a todo aquel que
cree; al judo primeramente, y tambin al griego. Porque en el
evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como est
escrito: Mas el justo por la fe vivir.
Esta justicia que es revelada es la justicia que el creyente recibe en
Cristo.
En los primeros tres captulos, hasta el dcimo octavo versculo del
tercer captulo, Dios muestra cmo ambos, el judo y el gentil, han
fallado completamente en alcanzar una justicia que les dara una
posicin ante Dios.
Concluye el argumento en Romanos 3.9-18 con catorce acusaciones
en la gran acusacin contra el hombre.
En la primera acusacin dice: "No hay justo, ni aun uno".
Ningn hombre tiene una posicin delante de Dios fuera de Cristo.
Estas catorce acusaciones son contra el hombre no regenerado, no
contra el cristiano.
En los versculos 19 y 20 hace un resumen del caso. l muestra que
el gentil sin ley fall y que el judo bajo la ley ha fallado en alcanzar
la fe ante Dios.
Entonces en Romanos 3.21-26, tenemos una afirmacin de Dios de
cmo esta justicia fue restaurada al hombre bajo fundamentos
legales.
"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas". Otra traduccin dice, "Una
justicia vino a la luz".
Viste la expresin "aparte de la Ley?".
Independientemente de la ley, la justicia de Dios ha sido manifiesta,
siendo testimoniada por la ley y confirmada por los profetas.
"La justicia (no "UNA" Justicia, sino la justicia) de Dios por medio
de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en l. Porque no hay
diferencia, por cuanto todos pecaron, y estn destituidos de la gloria
de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia".
Romanos 3.26 dice: "Con la mira de manifestar en este tiempo su
justicia, a fin de que l sea el justo, y el que justifica al que es de la fe
de Jess.
Dios no tiene temor de convertirse en la justicia del hombre que tiene
fe en Jess porque l plane esta redencin.
Es fe en su propio Hijo y en lo que el Hijo hizo por el hombre.
Dios no tiene vergenza de convertirse en la Justicia de la Nueva
Creacin.
Si hay algo que debemos liberarnos y levantarnos el sobre ese viejo
maestro, "la conciencia del pecado", este es un hecho.
En 1 Corintios 1.30, Jess es declarado nuestra Justicia.
"Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos ha sido hecho
por Dios sabidura, justificacin, santificacin y redencin".
Aqu Dios declara que es nuestra justicia.
Y en 2 Corintios 5.21, por el nuevo nacimiento l nos hace Su justicia
en Cristo.
Ningn hombre que recibi la vida eterna y dio a su espritu una
oportunidad de desarrollarlo por alimentarse de la Palabra puede
desafiar su posicin con el Padre.
Nunca ms te atrevas a encogerte ante la enseanza el pecado del
moderno plpito y mirarte a t mismo como un fracasado y esclavo
del pecado.
l es un seor. l tiene tanto derecho ante el trono de la gracia como
Jess tiene. l tiene tanto derecho de la presencia del Padre como el
Padre tiene derecho a sentarse en su propio trono.
Por qu? Porque el Padre plane e hizo la redencin a travs de Su
Hijo y puso su sello sobre esta obra redentora haciendo al creyente en
Jesucristo Justicia con su propia Justicia.
Captulo 9
UN REDESCUBRIMIENTO DE LAS EPSTOLAS DE PABLO

Hay una novedad que interesa en las epstolas.

Las epstolas de Pablo son una revelacin de los dos lados del
descubrimiento de la redencin; el lado legal y el vital de este
poderoso plan.

LA RECUPERACIN DE LA JUSTICIA
Es una recuperacin legal.
La definicin de justicia tal como se ve en la revelacin de Pablo es
la capacidad de permanecer en la presencia de Dios sin el sentimiento
de culpa o inferioridad.
El gran tema principal de las epstolas es la nueva justicia en contraste
con la antigua justicia bajo la ley.
Una es por la gracia, la otra por obras. Una era una justicia limitada,
la otra una justicia ilimitada. Una dio al hombre la posicin de siervo,
la otra la posicin de hijo.
Este nuevo tipo de justicia fue el "misterio escondido por los siglos".
Fue revelado por Dios a travs de Pablo.
Es la revelacin del nuevo tipo de comunin basada en fundamentos
legales.
El hombre perdi su comunin en el huerto. Ella no le haba sido
restaurada.
La comunin es el ltimo de los sueos de Dios para el hombre.
En 1 Corintios 1.9 dice: "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a
la comunin con su Hijo Jesucristo nuestro Seor".
Nuestra comunin es con el Padre y con el Hijo.
EL NUEVO TIPO DE AMOR.
Es la revelacin de un nuevo tipo de amor.
El amor natural, humano ha fallado. Es la tragedia de la raza humana.
El amor es la mejor cosa que el hombre natural tiene, pero l se vuelve
a la envidia, amargura y algunas veces el homicidio.
Este nuevo tipo de amor nunca es egosta, nunca busca su propio
inters. Viene del corazn de Dios Padre que es amor.
Este nuevo tipo de amor es la mayor cosa que ha venido al hombre.
Es la solucin al problema humano.
No es slo la revelacin de estas poderosas cosas, sino que es tambin
la revelacin del nuevo tipo de vida.
Jess dijo: "Yo he venido para que tengan vida".
La Nueva Creacin est recibiendo la naturaleza y la vida de Dios.
Esto hace del hombre Hijo de Dios, hace del hombre uno con Cristo
y uno con el Padre.
Es la caracterstica ms vista del Cristianismo; el mayor milagro de
los tiempos.

UN NUEVO PACTO
Es la revelacin de un nuevo pacto.
El Antiguo Pacto con sus ofrendas, sacrificios y leyes fue cumplido y
dejado de lado.
El Nuevo Pacto fue instituido con el sacrificio de Jesucristo.
l se convirti en el Sumo Sacerdote y nosotros nos convertimos en
sacerdotes de este Nuevo Pacto.
Es el Pacto que une al creyente a Cristo y Cristo al creyente; siendo
Jess mismo la garanta.
Es la llegada de una nueva sabidura.
Cristo fue hecho sabidura para nosotros. Es la sabidura que viene de
arriba.
Esta sabidura que viene de arriba es la capacidad de entender el
conocimiento de la revelacin.
La sabidura es el fruto del espritu humano. Este nuevo tipo de
sabidura es el fruto del espritu humano recreado.
Es la revelacin del seoro de Jess, as como el seoro del amor y
el seoro de la Palabra.
Todos significan prcticamente lo mismo.
Es la revelacin de un nuevo tipo de fe, de una fe que camina, de una
vida de fe.
El cristianismo es llamado "la fe".
Es la revelacin de la Iglesia como Cuerpo de Cristo.
Es la revelacin de la obra de Cristo de la cruz al trono.
Una revelacin de Su ministerio presente a la diestra de Dios por el
creyente.
Captulo 10
LA VERDADERA CONCEPCIN DE DIOS

La conciencia de pecado nos ha dado una figura equivocada de Dios

y una figura equivocada de la nueva creacin.
Ella nos ha hecho ver a Dios, como un Ser Santo, Justo, Severo e
inapelable que est siempre alerta para descubrir pecado en nosotros
y condenarnos.
Esta concepcin nos hace temer a Dios y alejarnos de l.
Esta concepcin es errnea; l es un Dios Padre.
Juan 14.23, dice que l har morada con nosotros. "Respondi Jess
y le dijo: El que me ama, mi palabra guardar; y mi Padre le amar,
y vendremos a l, y haremos morada con l".
Juan 16.27 dice: "Pues el Padre mismo os ama".
Juan 17.23 dice: "Para que el mundo conozca que t me enviaste, y
que los has amado a ellos como tambin a m me has amado".
Esto es un completo rechazo de la teologa moderna sobre Dios Padre.
Cuando lo conocemos como alguien que ama, el tierno Padre que
anhela nuestra comunin y anhela vivir con nosotros, toda la figura es
cambiada.
Nunca se le ha dado su lugar a la enseanza de la relacin.
Nunca hemos pensado en nosotros mismos como hijos e hijas de Dios.
Muchos de los himnos escritos en este asunto nos dicen que somos
adoptados en la familia de Dios.
Sabemos que un hijo adoptivo no es un hijo real y nunca podr ser.
El hijo de Dios no slo es recreado y nacido del Espritu de Dios, sino
que tambin es legalmente adoptado.
Romanos 8.15, "Pues no habis recibido el espritu de esclavitud para
estar otra vez en temor, sino que habis recibido el espritu de
adopcin, por el cual clamamos: Abba, Padre!".
l tiene una relacin doble; una relacin legal y una relacin vital con
el Dios Padre.
La Palabra declara que somos nuevas creaciones, que las cosas viejas
conectadas con la "Naturaleza Cada" pasaron. Las cosas antiguas de
la duda, del miedo y de la atadura a la enfermedad y la necesidad
pasaron.
La realidad de la nueva creacin nunca fue trado a la superficie.
Romanos 6.5-11 dice: "Porque si fuimos plantados juntamente con l
en la semejanza (o unidad) de su muerte, as tambin lo seremos en
la de su resurreccin; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos ms al pecado. Porque el que ha
muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo,
creemos que tambin viviremos con l; sabiendo que Cristo, habiendo
resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseorea
ms de l. Porque en cuanto muri, al pecado muri una vez por
todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. As tambin vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jess,
Seor nuestro.".
La nueva creacin est completa en Cristo, perfectamente cuidada,
perfectamente amada.
En presencia de esos grandes pasajes, como 2 Corintios 5.21,
deberamos rechazar todo pensamiento de debilidad y conciencia de
pecado, levantarnos al nivel de nuestro lugar en Cristo y declarar
nuestra libertad.
"Al que no conoci pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l.
Nos hemos convertido en la justicia de Dios en l, pero hemos vivido
como esclavos cuando deberamos reinar como reyes. Cedemos sin
luchar cuando omos al adversario rugir sobre nuestra indignidad de
permanecer en la presencia de Dios.
Cada vez que confesamos nuestra debilidad, rechazamos la obra
consumada de Cristo y depreciamos nuestra posicin y presencia en
Cristo.
Filipenses 4.13 dice: " Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
La mente de estar plenamente satisfecha con la evidencia de la nueva
creacin, una redencin del dominio de satans y la emancipacin de
los pecados.
Esto slo puede venir a nosotros a travs de la Palabra.
El problema del pecado deja de ser un problema en el momento que
sabemos lo que somos en Cristo.
La fe slo es un problema para aquellos que son ignorantes de sus
derechos y privilegios y sus lugares en Cristo.
Hebreos 1.3-4 nos dice que cuando Cristo hizo la gran sustitucin, se
sent la diestra de la Majestad en las alturas.
"El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificacin de nuestros pecados por medio de
s mismo, se sent a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho
tanto superior a los ngeles, cuanto hered ms excelente nombre
que ellos.
l no poda ser aceptado por el Padre y haber recibido ese trono a la
diestra del Padre a menos que hiciera posible tener a la Nueva
Creacin, una comunin perfecta, y una posicin perfecta con el
Padre para todos los que crean en l.
Hebreos 9.11-12, nos dice que Cristo llev su sangre al lugar
santsimo celestial e hizo una redencin eterna.
"Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes
venideros, por el ms amplio y ms perfecto tabernculo, no hecho
de manos, es decir, no de esta creacin, y no por sangre de machos
cabros ni de becerros, sino por su propia sangre, entr una vez para
siempre en el Lugar Santsimo, habiendo obtenido eterna
redencin.".

Si eso fue hecho, entonces nuestra redencin es una cosa completa y

terminada. Dios declara que lo es.
El dominio de Satans sobre nosotros est terminado.
Hebreos 9.24-26, nos cuenta que l est en la presencia del Padre a
nuestro favor, despus de aniquilar el pecado con su propio sacrificio.
Hebreos 7.25 dice: "Por lo cual puede tambin salvar perpetuamente
a los que por l se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder
por ellos".
La palabra "SALVAR" tambin significa "CURAR".
En su mente no existen no curables.
l pone el punto culminante en todo al declarar que hizo un sacrificio
por los pecados para siempre, por lo que el hombre que lo acepta
como Salvador se convierte en un Hijo de Dios.
Como su hijo, el hombre se convierte en la justicia de Dios en Cristo.
Ahora podemos acercarnos al Padre en cualquier momento o en
cualquier lugar con la tranquilidad que tenemos una entrada.
La fe ces de ser un problema. El pecado ces de ser un problema. La
justicia ha cesado de ser un problema. La filiacin ha dejado de ser un
problema.
Ahora somos en Cristo, nuevas creaciones, hijos de Dios.
1 Juan 3.2 dice: "Amados, ahora nosotros somos hijos de Dios".

No somos hijos problemticos. Somos hijos dotados de Su capacidad,

hijos amados del Padre.
Captulo 11
LA COMUNIN A TRAVS DE LA JUSTICIA

1 Corintios 1.9 dice: "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la

comunin con su Hijo Jesucristo nuestro Seor".
Crees que el Padre nos llamara para tener comunin con su Hijo si
no fusemos justos?
Crees que Juan escribira 1 Juan 1.1-4 bajo la direccin del Espritu
Santo si no fusemos justos?
"Lo que era desde el principio (que significa la Encarnacin), lo que
hemos odo, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos
manifest).
Esta vida eterna era Jess. Ahora podemos entender lo que significa.
"El que tiene al Hijo tiene la vida".
Jess es la vida eterna que se ha manifestado.
Observa los dos prximos versculos, "lo que hemos visto y odo, eso
os anunciamos".
Por qu?
"Para que tambin vosotros tengis comunin con nosotros; y
nuestra comunin verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo
Jesucristo".
No somos llamados solamente a la comunin con el Hijo, sino que
tambin estamos llamados a la comunin con el Padre.
La palabra "comunin" se traduce del griego que se traduce en
algunos lugares como "compaerismo".
La comunin y el compaerismo son idnticos. Ellos significan una
armona maravillosa. Ellos quieren decir que nuestros espritus y el
Espritu Santo a travs de la Palabra, estn en perfecto acuerdo.
Ahora estamos asumiendo la posicin de hijos. Estamos llevando la
carga del Maestro en su lugar. Estamos teniendo comunin con l.
Estamos tomando Sus cargas.
Nuestra comunin es mltiple. Tenemos comunin con el Padre.
Tenemos comunin con el Hijo. Tenemos comunin con el Espritu
Santo. Tenemos comunin con la Palabra. Y tambin tenemos
comunin unos con otros.
La ms vital, y que significa ms para nosotros, es la comunin con
la Palabra.
Tenemos esta revelacin del corazn del Padre para alimentarnos.
En Mateo 4.4 dice: "No slo de pan vivir el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios".
Diariamente nos alimentamos y meditamos en la Palabra hasta que
los hombres y mujeres sienten la presencia y el poder de lo invisible
en nuestras vidas.
Encaramos los problemas de la vida sin miedo.
Apocalipsis 12.11 dice: "Y ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos".
La palabra aqu es "LOGOS". Es Jess.
Ellos lo vencieron por la palabra que estaba en sus labios.

LA COMUNIN ROTA
l nos dice en 1 Juan 1.6: "Si decimos que tenemos comunin con l,
y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero
si andamos en luz, como l est en luz, tenemos comunin unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado".
Lo que hace de la Iglesia el lugar ms hermoso del mundo no es el
edificio (la construccin). Es el pueblo que est en comunin unos
con otros y con el Seor Jess.
En el momento en que pecamos contra nuestro hermano, deshacemos
la comunin con l. Cuando deshacemos la comunin con l,
entramos en las tinieblas y no hay salida de tales tinieblas hasta que
confesamos nuestros pecados.

1 Juan 1.9 dice: "Si confesamos nuestros pecados, l es fiel y justo

para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".

Cuando confesamos nuestros pecados al Padre, l es fiel y justo para

perdonarnos.

Si un hombre dijese: "No tengo comunin con el padre; de alguna

manera la he perdido, y, sin embargo, no comet pecado", el hombre
o es ignorante o est mintiendo porque el Padre no retira Su comunin
a menos que tenga pecado.

"Si decimos que no tenemos pecado, nos engaamos a nosotros

mismos, y la verdad no est con nosotros.

Esto es una referencia a la comunin rota. Ningn hombre necesita

quedarse con la comunin rota. Actuar sobre Juan 1.9 le restaura la
justicia.

Ninguna religin humana, ninguna filosofa, ninguna obra que el

hombre natural pueda hacer, le dar comunin con el Padre o la
justicia que hace posible que permanecer delante del Padre sin
conciencia de pecado.

En otras palabras, ningn hombre puede tener comunin con el Padre

y estar libre de la conciencia de pecado hasta que sea una nueva
creacin, hasta que se convierta en la justicia de Dios en Cristo.
Pero en el instante en que el hombre nace de nuevo, se convierte en
la justicia de Dios en Cristo, y entonces l tiene comunin con el
Padre.

l puede permanecer en la presencia del Padre, como si nunca hubiera

pecado.
JUSTICIA ILIMITADA
Una vez le ped a Dios entender el valor de nuestra Justicia, nuestra
posicin ante el Padre y nuestros derechos y privilegios en Cristo; en
la nuevo pacto.
Lo encontr en la revelacin de Pablo. He visto lo que ramos en la
mente del Padre y en la mente del maestro. He visto nuestras
posibilidades ilimitadas en el nuevo pacto y en nuestra relacin con l
como hijos e hijas.
Jess fue el "ejemplo" del Hijo.
l dijo: "Mayores obras de lo que stas harn porque yo voy al
Padre".
Entonces nos dio un derecho legal de usar su nombre. Y finalmente
la gran comisin que l define como la habilidad de usar ese nombre.
l dijo: "En mi nombre echars fuera demonios."
Cuando l lo declar, nos dio el secreto para dominar a Satans.
Si podemos echar fuera a un demonio, podemos echar fuera a todos
los demonios. Si tenemos dominio sobre el adversario, tenemos
dominio sobre todas sus obras.
Vez que la ilimitacin de esta Justicia que nos permite permanecer
en la presencia del Padre sin sentido de culpa o condenacin y nos da
la capacidad de permanecer en presencia de Satans sin el sentido de
inferioridad?
Cuando dijo: "Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra";
eso fue para la Iglesia, para esta dispensacin.
Tal autoridad no fue para Jess sino para nosotros.
Su nombre nos liber de la condenacin, nos liber del dominio
satnico, por su redencin y por su nueva creacin.
Sobre la base de lo que l nos llam para hacer las cosas que Jess
comenz a hacer; liber a los hombres, deshizo las cadenas de Satans
sobre hombres y mujeres, san al enfermo, deshizo el poder de los
demonios sobre comunidades y naciones.
l les dijo: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; ensendoles que
guarden todas las cosas que os he mandado." Ves que ellos estaban
en la escuela de Cristo y hablaban de la posibilidad de todos nuestros
derechos y privilegios en Cristo, nuestra completa redencin de
Satans y nuestro dominio sobre l.
Entonces les dijo: "Y he aqu yo estoy con vosotros todos los das,
hasta el fin del mundo."
Comenc a entender la comisin.
l dijo: "En mi nombre echarn fuera demonios." Y tambin: "Y todo
lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo har, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo."
Ahora podemos ver muy claramente que debemos tomar el lugar de
Jess y actuar dentro de la autoridad que nos fue investida en Su
nombre.
Esa autoridad nos pertenece.
Podemos ver otro hecho. Cuando Adn fue creado, Dios le dio
dominio sobre las obras de sus manos, pero Adn volvi a las manos
de Satans y se convirti en un sbdito de Satans.
En Cristo este dominio es restaurado a la Iglesia. Es restaurado en el
nombre de Jess. Esta autoridad perdida fue conferida en Cristo.
Cuando l dijo: "Toda autoridad me fue dada en el cielo y en la tierra.
Id, pues y usis esta autoridad. Yo les dar el derecho legal de usar
mi nombre. Yo les dar el poder de los procuradores ", l nos invita
a entrar en la sala del trono, en el trono de la gracia, y a hacer nuestros
pedidos conocidos.
No debemos ir all como esclavos o como siervos.
Nosotros vamos como hijos. Somos los esclavos del amor del
Maestro, esclavos del amor; Jess.
Estamos actuando en su lugar formamos su lugar. Hacemos la obra
que l vino para hacer. Hemos actuado con una justicia ilimitada.
Tomamos nuestro lugar y usamos nuestros derechos completos en
Cristo.
La Iglesia ha tenido una concepcin equivocada de su lugar en Cristo
y su dominio.
Hemos estado llenos de miedo. Hemos odo mucha predicacin sobre
el pecado y la debilidad que se han convertido en parte de nuestra
conciencia.
No hemos percibido lo que l nos dijo: "Hijitos, vosotros sois de Dios,
y los habis vencido; porque mayor es el que est en vosotros, que el
que est en el mundo.
Quin es el que est en nosotros? Dios.
Somos seores, somos vencedores.
En el prximo captulo, 1 Juan 5: 4-5 dice: "Porque todo lo que es
nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido
al mundo, nuestra fe. Quin es el que vence al mundo, sino el que
cree que Jess es el Hijo de Dios? ".
Somos seores en la mente del Padre.
Somos ganadores.
En el momento en que obtenemos esta actitud mental de vencedores,
en lugar de ser vencidos iremos a tomar nuestro lugar.
l pone un punto culminante de la revelacin de Pablo en Romanos
8:37 dice: "Antes, en todas estas cosas somos ms que vencedores por
medio de aquel que nos am".
l nos hace ver en Romanos 5:17 que reinamos como reyes en la
esfera de la vida a travs de Jesucristo.
De su plenitud hemos recibido gracia sobre gracia para disfrutar de
esa medida de plenitud.
l puso todas las cosas en sujecin a nuestros pies.

l dio a Jess nuestro Seor, para ser cabeza por encima de todos los
gobiernos del mundo.
LA IGLESIA; SU CUERPO POSEYENDO LA JUSTICIA

Efesios 1:4 dice: "As como nos escogi en l ante la fundacin del
mundo, para que pudiramos ser santos y sin fallas ante l, en amor,
nos predestin para tener la posicin de hijos" (traduccin literal).

Esta es la declaracin de Dios que, en esta vida presente, l plane

que seamos santos y sin fallas ante l. Esto no es despus de morir,
sino hoy.

Esta santidad y belleza de la vida es de gracia, no es de nosotros

mismos. Lo nico que hacemos es recibirla, aceptarla con alegra.

Efesios 5:25 hablando de Cristo y de la Iglesia y usando el matrimonio

como una ilustracin dice: "Maridos, amad a vuestras mujeres, as
como Cristo am a la iglesia, y se entreg a s mismo por ella, para
santificarla, habindola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra, a fin de presentrsela a s mismo, una iglesia gloriosa, que
no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa
y sin mancha.

l no habla de que la Iglesia ser vencedora despus de ir al cielo,

sino que es vencedora ahora. No ser santificada despus de ir al cielo,
sino ahora.
La Palabra es lo que trae conocimiento. La ignorancia de la Iglesia
sobre la Biblia es asombrosa. Es por la predicacin textual. La
exposicin de la Palabra hace hombres espirituales. Ella los hace tan
hambrientos de la Palabra que estudian la Palabra por su cuenta.

Esta Iglesia "sin mancha o arruga" es la Iglesia que fue purificada por
la Palabra de Dios. No es purificada slo por la oracin sino por la
Palabra. Es el Espritu que usa la Palabra para construir la vida de
Cristo en nosotros.

Colosenses 1:21-22, nos da otra figura de la Iglesia.

"Y a vosotros tambin, que erais en otro tiempo extraos y enemigos

en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en
su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos
y sin mancha e irreprensibles delante de l."

Esta es una hermosa figura del cuerpo recreado; reconciliado, santo,

sin falla, sin reprobacin, permaneciendo ante el Padre, no slo
vestido de la Justicia de Cristo, sino siendo realmente participantes de
Su Justicia. Esta es una foto de nuestra presente caminata en Cristo.

Efesios 4:23-24 dice: "Y renovaos en el espritu de vuestra mente, y

vestos del nuevo hombre, creado segn Dios en la justicia y santidad
de la verdad.

La justicia es naturaleza del Dios Padre. Somos participantes de esa

justicia; la naturaleza de Dios.

Debemos debemos conducirnos como el nuevo hombre en nuestra

vida diaria. No hablar ms como el viejo hombre. El viejo hombre
vivi en el fracaso, el egosmo, la codicia, el miedo. El nuevo hombre
vive en la plenitud del amor. l es como Cristo, dominado por el cielo
y el dulce Espritu celeste.
La vieja creacin y la nueva estn tan separadas como Dios y Satans.

Hebreos 13:20-21 dice: "Y el Dios de paz que resucit de los muertos
a nuestro Seor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre
del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagis
su voluntad, haciendo l en vosotros lo que es agradable delante de
l por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amn.

El propsito del Cristo resucitado es "hacernos perfectos en toda

buena obra para hacer Su voluntad."

Su trabajo es operar en nosotros Su agradable voluntad, hacindonos

bellos en la visin del Padre.

Filipenses 1:6 nos da un paso ms adelante.

"Estando persuadido de esto, que el que comenz en vosotros la

buena obra, la perfeccionar hasta el da de Jesucristo".

l comenz su obra. l comenz en el nuevo nacimiento. Ahora l

est tomando las cosas de Jess y edificndolas en nosotros.

La gran vida de Cristo se construye en nosotros. Esto es hecho por

nuestra vivencia en la Palabra y la Palabra dominando diariamente
nuestro caminar.

La naturaleza del amor debe ganar prominencia en nosotros hasta que

nuestras palabras empapadas en amor, hasta que todo nuestro espritu
est en una solucin como si fuera la naturaleza del amor del Padre.

Filipenses 2:13 se convierte en una realidad gloriosa.

"Porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el

hacer, por su buena voluntad".
Es Dios mismo reproducindose en nosotros. Debemos vivir caminar
y hablar de amor.

1 Pedro 5:10 tiene otro dulce mensaje para nuestro corazn.

"Mas el Dios de toda gracia, que nos llam a su gloria eterna en

Jesucristo, despus que hayis padecido un poco de tiempo, l mismo
os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca".

T puedes estar en lugares difciles. Puedes estar sufriendo. Puede que

no haya mucha felicidad para ti en esta vida, pero puede haber alegra.

La felicidad viene de nuestro alrededor, el gozo viene de nuestro

corazn recreado.

Lo tenemos en nuestros corazones. l nos fortalecer, nos estabilizar

hasta que nuestras vidas se conviertan en la vida de Jess.

Efesios 5:1-2 dice: "Sed, pues, imitadores de Dios como hijos

amados (O HIJOS DEL AMOR).

Qu haramos si imitramos a Dios?

Nos amaramos.

"Y andad en amor, como tambin Cristo nos am, y se entreg a s

mismo por nosotros."

Debemos entregarnos como un olor, una dulce fragancia de regalo de

amor al mundo. Ellos pueden criticar y odiarnos, pero nosotros los
amamos.

Andamos en amor hacia l. Hasta que nos amemos como l nos ama,
no lo representamos.
l nunca respondi. l nunca dijo cosas que no fueran buenas. l
nunca critic. l nunca hizo chismes. l habl palabras amorosas. l
ayud a hombres y mujeres. l dijo cosas bonitas.

Este caminar en amor es la cosa ms bonita del mundo. Dios es Amor.

Somos nacidos del amor. El amor es la regla y la ley de nuestras vidas.
El amor es la fuerza de nuestra vida. El amor es la cosa ms bella de
nuestra vida.

Andamos como l anduvo. Esta es la justicia de Dios en nosotros. Es

una realidad de nuestra vida en Cristo.

En 1 Juan 4:17 dice: "En esto se ha perfeccionado el amor en

nosotros, para que tengamos confianza en el da del juicio; pues como
l es, as somos nosotros en este mundo.

En 1 Juan 4:18 dice: "En el amor no hay temor, sino que el perfecto
amor echa fuera el temor."

No hay temor en el amor, vivimos en el amor. Hemos llegado a creer

en el amor. Sabemos que l es amor. Sabemos que estamos
permaneciendo en el amor. Sabemos que el amor permanece en
nosotros. Este es el secreto de la fe.

Esta Revelacin a Pablo y Juan es una serie de imgenes de nosotros

que nuestro Padre ha puesto en su lbum.

Nos encontramos completos en l.

En Colosenses 2:9-10 dice: "Porque en l habita corporalmente toda

la plenitud de la Deidad, y vosotros estis completos en l, que es la
cabeza de todo principado y potestad."
As es como nos presentamos a nuestro Padre. As es como el amor
nos ve, tal como lo vio. Nos ve como Nuevas Creaciones de Amor,
gobernadas por el amor, viviendo en el amor, y dejando que el amor
viva en nosotros.

Todo esto es posible. Todo esto es nuestro.

LA JUSTICIA POR LA FE

La Iglesia no aprecia lo que es tal como lo declara la Palabra. Se nos

ha dicho que ramos indignos e injustos, que ramos dbiles y no
tenamos fe, tanto que se ha convertido en una enfermedad crnica.
Miramos con temor mensaje que traiga alivio, a menos que sea un
mensaje sobre obras.

Si pudiramos sacrificar algo, si pudiramos orar mucho y lo

suficientemente duro, si pudiramos confesar nuestros pecados lo
suficiente, entonces de algn modo podramos enderezar nuestra vida
espiritual.

Todo eso est mal.

La justicia viene por la fe. No es ganada por obras, por

arrepentimiento, por llanto o por gritos. Tampoco viene por la manera
de suplicar.

Slo viene por medio de la fe.

El hombre siempre ha buscado conseguir la justicia por obras. Si

pensramos que pudiramos volvernos la justicia de Dios por orar un
cierto nmero de horas, lo haramos.

Si nos dijeran que alguien obtiene justicia por confesar todos sus
pecados desde la infancia y por hacer la restitucin de ellos,
estaramos deseosos de hacer el esfuerzo.
La justicia no viene de esa manera.

Viene por la fe. No por sus obras, sino por la obra de Cristo. No por
sus lgrimas, sino por las lgrimas de Cristo.

Si cada uno de nosotros supiramos que tenemos justicia en nosotros,

nos convertiremos totalmente independientes de las circunstancias. Si
fusemos tan conscientes de ser la justicia de Dios como somos
conscientes de ser dbiles e indignos, no estaramos ms enfermos, no
estaramos atrapados en la esclavitud de la necesidad y la miseria.

Si fusemos tan conscientes de nuestra identificacin con Jesucristo

y de nuestra unidad con l como somos conscientes del dolor fsico y
de la necesidad fsica, nunca tendramos dolor y nunca
mencionaramos nuestras necesidades nuevamente.

Este nuevo sentido de Justicia, este nuevo hecho de Justicia, este

nuevo descubrimiento de ser Justicia de Dios, nos da un sentido de
libertad en Cristo.

Esto explcitamente destruye la conciencia de pecado, la conciencia

de debilidad y la conciencia de necesidad de Cristo.

Sabemos que l es nuestra justicia y que somos justicia de Dios en l.

l est con nosotros en toda su capacidad y fuerza, en toda su plenitud

y complemento. No tenemos miedo de las circunstancias.

l nos susurra: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes,

porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudar, siempre te
sustentar con la diestra de mi justicia.

l est con nosotros. l es el Dios de la nueva creacin.

No podemos fracasar. No podemos ser puestos en esclavitud.

Esto nos da una nueva libertad en la oracin, un nuevo sentido de
autoridad como hijos e hijas de Dios para usar el nombre de Jess,
una nueva alegra en comunin con el Padre.

Hay una nueva frescura en la Palabra. Esta se convierte literalmente

en Su Palabra para nosotros.

Su totalidad cautiva nuestros corazones.

Podemos no haber percibido esto antes, pero el Padre y Jess nos

estn hablando.

La Palabra es la voz del Padre. No est hablando a multitudes. l est

hablando a cada uno de nosotros.

l declara que nos convertimos en la justicia de Dios en l.

Sabemos que somos lo que l declara que somos.

Entonces viene un nuevo sentido de dominio. Entramos a nuestros

derechos, nuestros derechos legales en Cristo.

Nuestros pasos estn seguros ahora. No hay ms incertidumbres.

No tenemos miedo de lo que un da pueda traer ms adelante.

Sabemos lo que esto significa cuando l dice: "Ms grande es el que

est en nosotros que el que est en el mundo.

Sabemos lo que esto significa cuando l dice: "Hijitos, vosotros sois

de Dios, y los habis vencido." l est hablando de nosotros.

El sentido de dominio, la nueva extraa dignidad de filiacin, se

extiende por nuestro corazn.
Entendemos lo que eso significa, estar bajo rdenes del cielo.

Somos embajadores. Estamos investidos con la autoridad del cielo.

Lucas 24:49 dice: "Pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusaln,

hasta que seis investidos de poder desde lo alto."

Ahora entendemos lo que Jess quiso decir cuando l dijo que los
demonios y las fuerzas de las tinieblas seran sujetas a nosotros.

Debilidad, miedo al fracaso; los pequeos reino que una vez

gobernaron al mundo fueron subordinados a Jess.

Jess venci a Satans. Toda fuerza gobernada por Satans, est

sujeta a su nombre.

l puso a Satans y todas sus obras debajo de nuestros pies.

Ahora sabiendo lo que significa la redencin. Sabemos que nos

convertimos en "la plenitud de aquel que todo lo llena en todos."

Sabemos que "de su plenitud hemos recibido gracia sobre gracia."

Sabemos que hemos recibido "la abundancia de la gracia y el don de

la justicia."

Reinbamos como reyes en el reino de la vida a travs de Jesucristo.

Comenzamos a entender 1 Corintios 12:3: "Nadie puede llamar a

Jess Seor, sino por el Espritu Santo".

Ahora somos vistos como nuevas creaciones conscientes de nuestra

posicin y de nuestros derechos.
El dominio de Satans fue deshecho.

Nada nos faltar porque somos uno con l, l es la vid, nosotros los
pmpanos. Somos la porcin que da fruto de la vid.

Somos sus labios! Somos sus manos!

Estamos viviendo con l. l est viviendo con nosotros; invisible,

pero real.

Andando con l. Todo esto nos da la justicia.

LA JUSTICIA EN LOS PACTOS

Me emocion cuando percib qu grandes logros fueron hechos por

hombres que tenan slo una justicia limitada bajo el primer pacto.

Pens en Abraham. Tan pronto como fue circuncidado e hizo el pacto,

Dios le dio una justicia limitada.

Piense en su desafo de permanecer en la presencia de Dios y litigar

por Sodoma y Gomorra con esa gran falta de miedo que no es igual
en los das modernos con hombres que no conocen su justicia
ilimitadas y sus derechos en Cristo.

Pens en los poderosos actos de Moiss, que slo tena el lugar de

siervo delante de Jehov, con todo l se atrevi a obedecer a Dios y
realiz esas maravillosas victorias por esa nacin esclava, Israel.

Pens en Josu que se atrevi a obedecer a Jehov, y gui a esa nacin

a las orillas del Jordn cuando oye una inundacin. l se atrevi a
decir a los sacerdotes: "Tomen el arca y bajen y hundan vuestros pies
en el agua, y cuando lo hagan un camino ser abierto para para que
pasen con los calzados secos." Y con todo, este hombre Josu slo
tena una justicia limitada; la justicia de un siervo.
Nosotros lo vemos parado ante los ejrcitos y clamar al sol: "Detente
ah hasta que la nacin se vengue de sus enemigos."

Aquel hombre domin el universo, y con todo slo tena una justicia
limitada.

Vemos Elas en la batalla de los dioses en el monte Carmelo clamando

fuego del cielo, trayendo lluvia a una tierra arrasada por la sequa.

l era un absoluto dominador de las leyes de la naturaleza. Y con todo,

l era slo un siervo con una posicin de siervo y la justicia limitada
de un siervo.

El espacio no nos permite hablar sobre Daniel y los tres jvenes

hebreos, o de los poderosos hombres de David en la guerra.

Slo tena justicia limitada, y an as que prodigios hicieron.

Sus justicias fueron atribuidas a ellos bajo el fundamento del valor

que Dios puso en la sangre de toros y carneros, bajo la santidad de su
pacto con Abraham.

Ellos no eran hombres y mujeres recreados como nosotros. Slo eran

siervos bajo una ley que deban ser dejada de lado por otra que tomara
su lugar, que se basara en un mejor sacrificio y una mejor sangre.

Nuestros corazones se emocionan cuando leemos de su obediencia al

mandato de un ngel.

Ellos no andaban por fe como nosotros andamos. Ellos andaban por

vista. Ellos vieron el ngel. Ellos oyeron su voz. Ellos vivieron en el
reino de los sentidos.
La caracterstica excepcional de ellos fue la obediencia a la voz de
Dios. Nos dieron un registro de sus poderosos logros bajo la
obediencia al pacto de Abraham.
LO QU LIMITA QUE USEMOS NUESTRA JUSTICIA

Qu es esto que nos limita a actuar bajo la Palabra para tomar

nuestros lugares en Cristo? Qu es eso que nos impide tomar ventaja
de nuestra Justicia en Cristo?

Sabemos que somos la justicia de Dios en Cristo. Sabemos que Dios

es la fuerza de nuestras vidas. Sabemos que l es nuestra suficiencia
para suplir en toda crisis de nuestras vidas. Sabemos que su Palabra
en nuestros labios sanar al enfermo, fortalecer al dbil, despertar a
los no salvos de sus condiciones y los traer al conocimiento de Cristo
que salva.

Todo esto lo sabemos. Por qu somos tan lentos en el actuar?

Puede ser por una mente no renovada.

Despus de que alguien nace de nuevo y tiene esta enorme herencia

de la gracia, su mente no est en armona con su espritu recreado.
Entonces es necesario que su mente sea renovada.

Esa mente no renovada impide que muchos hombres y mujeres, que

podran ser ampliamente usados por el Seor, en un estado de desuso.

Sus mentes pueden ser renovadas por actuar en la Palabra, y por un

ntimo conocimiento del Amo a travs de la Palabra.

Cuando la palabra es ignorada, la razn reina.

Otra razn por la que los hombres fallan en usar su justicia es porque
sus sentidos dominan sus espritus. El miedo y la incredulidad reinan
sobre ellos. Ellos tienen miedo de tomar sus lugares.
Ellos ven la necesidad. Ellos saben que seran capaces de liberar a
aquella persona que est atrapada en la esclavitud por el adversario,
pero esa mente no renovada, esa falta de iniciativa espiritual, los deja
dormidos.

Esto sucede por tener poca comunin con el Padre.

No tienen apetito real por la Palabra. Ellos disfrutan ms el leer acerca

de la Biblia que alimentarse de ella.
El Seoro de la Palabra

No hay sentido del aprecio del seoro de la Palabra, de su autoridad

en sus labios, o de su capacidad a travs de la Palabra para mover a
hombres y a mujeres a la accin verdadera. Si uno carece del sentido
del Seoro de la Palabra, nunca podrn usarlo aunque puedan saber
intelectualmente que son la Justicia de Dios, que tienen la capacidad
de Dios, que tienen el derecho legal al uso del Nombre de Jess con
toda su autoridad. Esto viene por un tipo bajo de comunin, por no
caminar en amor.

No reconocen el seoro del amor ni el seoro de la Palabra. No

tienen ninguna confesin sin temor de lo que son en Cristo. Hay una
sensacin de debilidad del espritu, una fe vacilante, un ceder a las
circunstancias. Todo el tiempo reconocern que ellos son la Justicia
de Dios, sin embargo ellos no estn aprovechndose de ella. Ellos
estn viviendo en la esclavitud de los sentidos. No estn practicando
la Palabra de Justicia. Inconscientemente estn recurriendo a los
Sentidos para obtener ayuda y socorro en su momento de necesidad.

Actan como hombres comunes. Son movidos por los celos de los que
les rodean. Ignoran su lugar en Cristo. En el momento de crisis buscan
a otra persona para orar por ellos o para actuar por ellos. Ellos ignoran
el uso del Nombre de Jess. Se olvidan de qu clase de hombres son.
Viven vidas mediocres cuando deben ser superhombres. Ellos son
dbiles cuando deben ser fuertes. Lo tienen todo. Ellos conocen su
riqueza. Ellos conocen sus derechos. Y sin embargo viven en la
pobreza espiritual. Por qu? Porque no estn tomando su lugar y
actuando en la Palabra.
Captulo 12
La justicia nos hace amos del mal

SI podemos entrar en la Sala del Trono sin temor, si podemos estar en

Su presencia sin temor, entonces sabemos que somos Su justicia en
Cristo y que somos amos de todo mal. Satans y los demonios
conocan a Jess. Ellos saban quin era, y saban lo que era. Tambin
saban que Jess saba quin era. Satans y demonios saben quines
somos, pero muchas veces nosotros mismos no sabemos. Jess dijo:
"Yo he salido del Padre". Podemos decir: "Sabemos que hemos
nacido de Dios y que todo aquel que es nacido de Dios, vence al
mundo".

Alguna vez te has dado cuenta de lo que significa llegar con

confianza al trono de la gracia? Alguna vez te has dado cuenta de lo
que significa para nosotros poder estar en la presencia del Padre hoy
como Jess lo hizo en su caminar en la tierra? Sabes que tenemos
tanto derecho a liberarnos de la Conciencia del Pecado como Jess en
Su ministerio terrenal? Si podemos estar en la presencia del Padre sin
el sentido de inferioridad o pecado, somos amos de todas las fuerzas
y poder del infierno. Satans fue derrotado. Cuando sabemos que
somos Su justicia y sabemos que Jess saba quin era, no temeremos
el mal, no temeremos ninguna enfermedad, no temeremos la falta de
dinero. Sabremos que somos amos absolutos sobre cada poder del
Enemigo.

Sabremos que Filipenses 4:19 es nuestro. "Mi Dios, pues, suplir todo
lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jess." No
habr preocupacin por nuestras finanzas. Simplemente llamaremos
Su atencin hacia nuestras necesidades y ellas sern suplidas. Jess
dijo: "Tu Padre celestial sabe que necesitas todas estas cosas, pero
busca primeramente su reino y su justicia, y todas estas cosas te sern
aadidas". Hemos buscado Su justicia y la hemos encontrado. Hemos
llegado a ser Su justicia en Cristo.
La justicia significa la capacidad de estar en la presencia del Padre
como si el pecado nunca nos hubiera tocado, con la misma libertad y
confianza que Jess tena con el Padre en Su caminar terrenal. Cuando
confesamos el seoro de Jess, no slo es su seoro sobre nosotros,
sino que es su seoro sobre todo mal a travs de nosotros y por
nosotros. En el momento en que hacemos esta confesin, somos uno
con l. Somos Sus representantes en la tierra. Estamos actuando en el
Nombre de Jess.

En Su Nombre somos amos. En Su Nombre somos conquistadores.

En Su Nombre dominamos las circunstancias y las fuerzas del mal.
Cuando reconocemos a Su Seoro sobre nosotros, es Su Seoro a
travs de nosotros. Es Su Seoro en nuestras palabras, as podemos
decir: "En el Nombre de Jess, demonio, deja ese cuerpo". Podemos
decir a esa enfermedad, "TBC en el Nombre de Jesucristo, tu amo,
deja ese cuerpo", y se ir. Somos amos porque l es nuestro Amo. Y
como nuestro Amo, l est trabajando a travs de nosotros.

l est dominndolo sobre las fuerzas de la oscuridad a travs de

nosotros. Nos hemos convertido en su Justicia recibiendo la Vida
Eterna, la misma naturaleza del Padre. El momento que se convierte
en una realidad para nosotros, nos convertimos en vencedores. Los
demonios nos temern mientras temen a Jess. Cuntas veces deben
haber dicho: "Si ese hombre conociera su autoridad, nos enviara al
abismo". Pero l no conoca su autoridad! l estaba orando por fe.
Estaba tratando de obtener poder. Estaba ayunando, llorando y
suplicando a Dios que le diera algo que ya posea.

Tena la autoridad. Tena la capacidad de usar esa autoridad. Pero l

no lo saba! Nos hemos vuelto como l era en Su caminar terrenal. l
lleg a ser como fuimos a fin de que pudiramos ser como l era, y
ahora lo es. Por la Nueva Creacin somos ramas de la vid, miembros
de su cuerpo. "Como l es, as somos nosotros en este mundo". l es
una Nueva Creacin, nosotros tambin. l es la Justicia de Dios,
nosotros tambin. l es un heredero de Dios, nosotros tambin. l es
el Amo del inframundo, as que nosotros lo somos en Su Nombre.
Como l tiene comunin con el Padre, nosotros tambin.

Como l tena autoridad en el cielo y en la tierra, as tambin en el

Nombre de Jess tenemos autoridad en el cielo. Podemos decir a la
TBC: "En el Nombre de Jess, demonio, deja ese cuerpo". De
inmediato la Palabra sale al cielo, y ese hombre es liberado
instantneamente. Jess tena "toda autoridad" dada a l despus de
que resucit de entre los muertos. l no necesitaba esa autoridad para
s mismo. Esa autoridad pertenece a Su cuerpo, la Iglesia. As que
tenemos el derecho de ejercer esta autoridad al hacer el trabajo que l
comenz a hacer, y nos dej continuar. l dijo: "Harn mayores obras
que stas, porque yo voy al Padre".

En el momento en que se sent a la diestra del Padre, le dio poder a

la Iglesia para que hiciera el trabajo que estaba haciendo antes de Su
crucifixin. l tiene toda la sabidura, y l es nuestra sabidura. l
tiene autoridad. Somos uno con l para usar esa autoridad para
glorificar al Padre.