2.algunos Temas Tratados en La Rerum Novarum
2.algunos Temas Tratados en La Rerum Novarum
2.algunos Temas Tratados en La Rerum Novarum
#1- Una vez que la pasin revolucionaria por los cambios tom forma, ha perturbado por
largo tiempo a los gobiernos y presionado para que pasara ms all de la esfera poltica y
hacerse sentir en la esfera econmica, lo cual no sorprende. Los elementos del conflicto
actual son inconfundibles. De hecho, los nuevos desarrollos de la industria y los
maravillosos descubrimientos de la ciencia, cambiaron las relaciones obrero-patronales. La
riqueza de unos pocos y la pobreza de las masas ha provocado una mayor cohesin entre
los trabajadores, todo esto unido a la declinacin en la moral cristiana.
La gravedad del estado de cosas actuales afecta en estos momentos todas las mentes con
penosa aprehensin; los sabios lo discuten; hombres prcticos proponen diferentes
esquemas; se originan meetines populares, legislaciones, y todos los dirigentes de las
naciones estn consternados.
No hay ninguna duda que estos temas han calado profundo en el pblico.
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Acerca del derecho de los patronos:
#32- Entre los ms importantes deberes de los patronos es dar lo que es justo a cada
trabajador. Los ricos y los empleadores deben recordar que no hay ley que les permita,
para su propio beneficio, oprimir al necesitado o buscar ganancias abusando de otros.
(Este artculo recuerda un poco aquello detu derecho termina donde comienza el mo). Y
continua el Santo Padre: #63- (Parte de) Hay siempre un elemento de justicia natural
detrs de los acuerdos entre obreros y empleadores.
Y con visin moderna, los impuestos [nuestros taxes] no se quedan fuera de la encclica:
#67- La autoridad pblica no se debe ejercer con impuestos excesivos que drenen la
riqueza privada concedida por las leyes humanas y por la naturaleza. Los impuestos deben
de ser aplicados atendiendo al bien comn, no taxando ms all de lo justo a empresarios
o a individuos.
El derecho a poseer bienes privados no ha sido dado por la ley sino por la naturaleza y,
por tanto, la autoridad civil no puede abolirlos sino solamente moderar su uso y
compaginarlo con el bien comn.
Por lo que respecta a la Iglesia, nunca ni bajo ningn aspecto regatear su esfuerzo,
prestando una ayuda tanto mayor cuanto mayor sea la libertad con que cuente en su
accin; y tomen nota especialmente de esto los que tienen a su cargo velar por el
bienestar pblico. Canalicen hacia esto todas las fuerzas del espritu y su competencia los
ministros sagrados y, precedidos por vosotros, venerables hermanos, con vuestra
autoridad y vuestro ejemplo, no cesen de inculcar en todos los hombres de cualquier clase
social las mximas de vida tomadas del Evangelio; que luchen con todas las fuerzas a su
alcance por la salvacin de los pueblos y que, sobre todo, se afanen por conservar en s
mismos e inculcar en los dems, desde los ms altos hasta los ms humildes, la caridad,
seora y reina de todas las virtudes. Ya que la ansiada solucin se ha de esperar
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principalmente de una gran efusin de la caridad, de la caridad cristiana entendamos, que
compendia en s toda la ley del Evangelio y, que, dispuesta en todo momento a entregarse
por el bien de los dems, es el antdoto ms seguro contra la insolvencia y el egosmo del
mundo, y cuyos rasgos y grados divinos expres el apstol San Pablo en estas palabras: La
caridad es paciente, es benigna, no se aferra a lo que es suyo; todo lo sufre y todo lo
soporta (I Corintios).
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10- RECOMENDACIONES MULTIPLES A LOS PASTORES, A LOS EMPRESARIOS, A LOS
OBREROS, AL ESTADO Y A LA SOCIEDAD EN GENERAL.