La Bolsa Repleta de Cuentos
La Bolsa Repleta de Cuentos
La Bolsa Repleta de Cuentos
(Cuento camboyano)
(Cuentos populares del mundo. Usborne Publishing, Estados Unidos ,2002.)
Desde que Lom era muy nio, el viejo criado le contaba cada noche historias
maravillosas: cuentos sobre enormes gigantes y poderosos magos, tigres feroces y
sabios elefantes, emperadores opulentos y hermosas princesas. Cada noche tocaba
una historia nueva, y a Lom le encantaba escucharlas. Saba que el criado haba
odo los cuentos de labios de su madre, su abuela, su bisabuela, y que eran
historias muy antiguas.
Lom sola alardear delante de sus amigos de saberse muchos cuentos. Por qu no
nos cuenta uno?, le pedan una y otra vez. No gritaba Lom-, son mos, y no se
los contar a nadie.
Todo el mundo sabe que los cuentos estn para ser contados, pero como Lom no
los comparta con nadie, se iban quedando aprisionados en una vieja bolsa, colgada
en su habitacin.
Lom sigui creciendo, acompaado por los cuentos que el viejo criado le contaba
cada noche, y se convirti en un apuesto joven. Decidi casarse con una bonita
joven de un pueblo vecino. La noche antes de la boda, el viejo criado oy unos
extraos murmullos en la habitacin de Lom. Qu ser eso?, refunfuo, y se puso
a escuchar atentamente.
Los murmullos vena de la vieja bolsa. Eran los cuentos, que charlaban entre s
lamentndose: Maana se casa y por su culpa nos quedamos aqu apretujados.
Debi dejarnos salir, se quej otro cuento. Le haremos pagarlo claro, grit un
tercero. Tengo un plan. Dijo el primer cuento. Cuando vaya maana al pueblo
para la boda le entrar sed. Me convertir en pozo y, cuando beba agua, le entrar
un dolor de estmago terrible.
Alto! grit Lom-, tengo sed, pero el anciano hizo seguir al caballo sin detenerse
en el pozo. Al poco llegaron a sembrado repleto de sandias. Para!, grit Lom.
Estoy muerto de sed. Quiero una sanda. El criado no quiso detenerse y siguieron
adelante.
Llegaron al pueblo y durante la boda el criado se pas todo el tiempo mirando por
todas partes, pero no vio ninguna serpiente.
Al anochecer, los novios se dirigieron a su casa. Los vecinos haban cubierto todo el
suelo de la casa de alfombras.
De repente, el viejo criado entr corriendo en los aposentos de los novios. Cmo
te atreves a entrar aqu de ese modo?
Desde aquel da Lom empez a contarle los cuentos a su mujer. Uno por uno,
fueron saliendo todos los cuentos de la bolsa con gran alegra.
Ao ms tardes, Lom se los cont a sus hijos, y a su vez, ellos se los contaron a los
suyos.