TP Pueblos Originarios

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INTRODUCCIN

El presente informe analiza las construcciones de sentido y los mecanismos que se


produjeron a travs del entramado de discursos de principios de siglo XIX acerca de la
Cuestin indgena en el Gran Chaco.

El informe estudia a la poblacin nativa de esta considerable regin natural, ubicada en


los territorios actuales de Argentina, Paraguay y Bolivia, la regin comprendida entre
los ros Pilcomayo, Paraguay, Paran y Salado, que alcanzaba ms de un milln de
kilmetros cuadrados. Especficamente los pueblos originarios que abordaremos en este
trabajo corresponden al Chaco Argentino. La regin denominada as abarca las
provincias de Formosa, Chaco, Santiago del Estero, el oriente de Salta, Jujuy, Tucumn,
Catamarca, La Rioja, el norte de Santa Fe y Crdoba.

Los pueblos originarios del Gran Chaco son:

Familia Guaycur (Tobas, Mocoves, Pilags)


Familia Mataco-Mataguayos (Matacos, Wichis, Chorotes, Chulups)
Familia Tup Guaran (Chiriguanos)

Estos pueblos mantenan una central disputa con el hombre blanco por la posesin de
sus costumbres y la tierra que habitaban. A partir de 1870 se empez a explotar a estos
pueblos aborgenes con diferentes intenciones para obtener algodn, tanino o construir
ferrocarriles, lo que implic utilizarlos como siervos, a la vez que se les arrebataba su
territorio gracias a la complicidad del Estado. El autor no olvida mentar la enconada
resistencia de quienes rechazaban la esclavitud.

DESARROLLO

A fines del siglo XIX Argentina adquira su carcter mestizo-criollo con la


incorporacin masiva de los inmigrantes, en ese contexto, los indgenas (minora tnica)
constituan el otro cultural eran la imagen de la barbarie, del desierto, de las fronteras
interiores, en fin, representaban un problema serio para el Estado-nacin en
conformacin.

Luego de la conquista de los territorios sureos con la sangrienta Campaa del


Desierto de Roca (1878-1884), aparecieron denuncias de excesos y el discurso de
exterminio fue reemplazado por el de integracin.

En este panorama todava quedaba el bastin chaqueo dividido en tres regiones:


Chaco rido: ubicado en el sur oeste.
Chaco-semirido: ocupa la porcin norte-sur, regin de tierra caliente con
temperaturas de 49 C.
Chaco Hmedo: por la gran acumulacin de lluvias estacionales y crecida de los
ros.

En este vasto territorio se encontraban aborgenes menos conflictivos, en territorios


menos aptos y codiciables para el perfil econmico que estaba adoptando el pas de cara
a su integracin definitiva al mercado mundial.

El nuevo discurso oficial que aparece es ms condescendiente, ms prctico y hasta ms


humanizado, contemplaba no el exterminio, sino llevar a cabo la metamorfosis del
aborigen, es decir, cambiarlo e incorporarlo a la vida civilizada. Era necesario
transformarlo, adaptarlo, hacerle perder los rasgos de salvajismo.

PUEBLOS ABORGENES CHAQUEOS

Los Guaycures: Los Tobas, Mocoves, Pilags tuvieron su hbitat en lugares con
mayor disponibilidad de agua, por ende, con mayores posibilidades para la agricultura y
la ganadera. Recolectaban frutos y miel silvestre, tenan diversos mtodos para detectar
panales de abejas y avispas. Junto con las plumas y pieles, la miel fue uno de los
primeros productos que intercambiaron con los blancos. Cazaban de antao para el
trueque zorros, andes, gatos monteses, boas, iguanas, coaties y sus medios de caza
nunca alteraron el equilibrio natural. La pesca se desarrollaba en verano para el
autoconsumo. En 1860 llegaron los primeros obrajes y aserraderos lo que marco el
inicio de una historia de violencias signadas por la defensa del territorio.

Los Matacos-Mataguayos: comprenden la mayora los matacos o wichis como se


autodenominan, tambin se encuentran en menor medida los chorotes y los chulups.
Habitaban una de las zonas ms inhspitas del Chaco, practicaban la caza y la pesca con
horticultura en pequea escala (maz, poroto, zapallo o anc, sandia, tabaco, etc.), cra
de animales domsticos como gallinas, cabras u ovejas. El ciclo de trabajo se
completaba con el traslado estacional a los ingenios de caa de azcar de Jujuy y Salta o
la prestacin de servicios temporales en las estancias criollas de la regin como
cortadores de lea, carboneros, confeccin de postes y durmientes. Los matacos fueron
un pueblo pacfico, sin embargo su historia est plagada de violencia que ejercan sobre
ellos los colonos as tambin otros pueblos indgenas. Hacia fines del siglo XIX estos
pueblos se fueron acercando a los poblados blancos, misiones franciscanas, a los
trabajos en haciendas e ingenios por el hambre que pasaban y en busca de seguridad.

Los Chiriguanos: este pueblo se denomina as mismo av o kamb, la base de su


subsistencia era la agricultura en torno a los ingenios azucareros. Por sus hbitos
sedentarios y su tendencia a acriollarse este grupo se convirti en un excelente
trabajador de la zafra y el ingenio. La migracin form parte de la vida de este pueblo
que se moviliz desde las serranas bolivianas hacia los lugares donde haba trabajo
(Mbaporenda) por las malas condiciones de peonazgo impuestas en las haciendas
bolivianas.

Estos tres grupos tienen en comn que sus antiguas formas de subsistencia haban
ingresado en la crisis terminal debido a que su espacio se iba achichando producto de la
expansin de la frontera agropecuaria y de la presin poderosa del Estado- nacin a
travs de las fuerzas militares que los obligaba a ser mano de obra gratuita o barata en
las plantaciones de algodn, empresas forestales, puertos, lneas de ferrocarril, etc.

Todos y cada uno de los aspectos que transformaron al Chaco tuvieron al indio como
protagonista secundario sin voz, sumido en su situacin marginal por su carcter de
problema al que haba que hallarle solucin.

A continuacin esbozamos las situaciones ms comunes en la que se encontraban los


aborgenes hacia el ao 1920 cuando el hombre blanco haba penetrado cada rincn del
Chaco:

1- Indgenas que sobrevivan ajenos a la influencia de la sociedad dominante: se


denominaban ariscos o montaraces, seguan llevando una vida seminmade,
cazadora-recolectora asentndose en las orillas de los ros o bosques. Realizaban
intercambio con mercaderes (plumas, pieles) a cambio de armas, telas o animales. Por
ser los menos contaminados por la sociedad blanca, eran considerados los ms salvajes.

2- Los indgenas reducidos: algunos estaban al cuidado de los misioneros franciscanos


y civiles dependientes del Ministerio del Interior, en los dos casos se los intentaba
adiestrar en trabajos agropecuarios.

3- Indgenas que migraban a los suburbios de las poblaciones blancas: en el caso de


los Chiriguanos asentados en San Pedro y Ledesma (Jujuy) matacos en Oran y Colonia
Rivadavia (Salta),tobas en Las Palmas y Resistencia (Chaco). Usualmente se empleaban
como jornaleros en la tala y recoleccin de lea, trabajo en construccin de vas frreas,
peones horticultores, etc.

4- Indgenas que se trasladaban con sus tribus para trabajar en plantaciones,


ingenios azucareros, obrajes, colonias algodoneras, etc.: realizaban un movimiento
de vaivn en verano y en primavera se dedicaban a la caza y recoleccin, en otoo e
invierno poca de zafra, algodn o tala.

5- Indgenas enganchados en tropas de lnea: incorporados como cargadores,


baquianos y todo tipo de servicio.

6- Indgenas repartidos: Las mujeres y nios, eran empleados para servicio domstico
trasladados a centros urbanos (Buenos Aires, Rosario, Salta, etc.)

7- Indgenas encarcelados: Los caciques que haban promovido la rebeliones,


alzamientos y malones, fueron encarcelados.

En el Chaco las campaas militares no fueron grandes enfrentamientos, se realizaron


solos barridos con la finalidad de reducir an ms las poblaciones indgenas que no
se haban integrado a los circuitos laborales. Si el aborigen chaqueo se salvo del
exterminio fue porque tena antecedentes como trabajador desde tiempos coloniales.

LOS MEDIOS DE INTEGRACIN

En un Estado- Nacin en plena gestacin, la idea de reconocer formaciones tnicas


diferentes, que pudieran significar una fragmentacin territorial, eran inconcebibles. Por
lo tanto la ecuacin sarmientina, civilizacin y barbarie, se aplicaba de la siguiente
forma: el indgena representaba el atraso, la barbarie, la inercia. Era necesario
integrarlo, pero eliminando sus pautas culturales, ya que eran los responsables de la
pobreza y el estancamiento en que se encontraban. As tambin se aplicaron leyes de
educacin comn y de servicio militar como instrumentos del estado para el proceso de
integracin.

El Estado Argentino fue opresor con los indios, desato su podero mediante diversas
formas, a fin de que los aborgenes se incorporaran a los mercados estacionales de
trabajo en gestacin. Se trataba de integrar al aborigen por medio de:

El trabajo: convirtindose en un elemento de utilidad. Trabajando el indio tendra que


incorporar horarios y ritmos, someterse a una disciplina, adiestrarse en el manejo de
herramientas y animales, recibir un salario, establecer relaciones comerciales, etc. El
trabajo obligara a abandonar viejas prcticas ancestrales como la caza o la recoleccin.
La civilizacin por el trabajo deba ser aceptada por todos, en caso de no hacerlo
estaban las tropas para presionarlos y amenazarlos. Hubieron testimonios que
denunciaron explotacin, abusos, incumplimientos de promesas y contratos.

La tierra: hacer del indio un propietario, una vez integrado el aborigen deba ser dueo
de tierras pero reducidas. A pesar de proyectos y propuestas el aborigen no tuvo
acceso a la tierra, fue considerado ocupante, sin ttulo legal.

La educacin: el objetivo radicaba en transformar a los nios en argentinos, ensearles


a hablar en castellano, respetar los smbolos patrios y el aprendizaje de la lectura,
escritura, suma, etc. Para concretar esto se deban crear escuelas especiales para los
indios, en los ingenios, en los obrajes, en las colonias. Era elevado el registro de
menores que realizaban tareas no calificadas, lo cual no les daba el tiempo para la
educacin.

La religin: si se lograba imponer el catolicismo se conmovera la raz misma de la


identidad del aborigen. Fueron permanentes las quejas de los misioneros por las
dificultades que tenan con el adoctrinamiento, el aborigen identificaba al catolicismo
con la represin oficial y con el avance sobre sus tierras. Los obligaban a renunciar al
chamanismo, a la organizacin familiar, a sus fiestas y rituales. Por todo esto, el
aborigen realiz una resistencia cultural al catolicismo.

La legislacin: la ficcin con que siempre se encar el tema fue el de la igualdad del
aborigen como ciudadano de la nacin Argentina. En los hechos, el aborigen fue
considerado como un ciudadano de segunda categora con sus derechos restringidos. Si
bien se utilizaron todos estos medios para lograr la integracin, el aborigen era
desconfiado de las buenas intenciones, para l, el hombre blanco, fuera misionero,
empresario o militar, as tuviera la mejor de las intenciones, era el enemigo potencial y
el culpable de la mayora de sus desgracias.

Las repuestas de los aborgenes frente a la integracin fueron, por un lado, la resistencia
activa, que se manifestaba en los malones destinados a obtener ganado; las represalias a
fortines realizados con fines de venganza, la traicin o rebelin de los pueblos
supuestamente sometidos. Otra de las formas de resistencia es la pasiva aqu se
encuadran las quejas permanentes, el cumplimiento incorrecto de las tareas, la
indiferencia, la destruccin, perdidas o robos de herramientas, borracheras, haraganera,
fueron algunas de las formas.

Hubo tambin una actitud de acercamiento por parte del aborigen, no les quedaba ms
opcin que la de la convivencia, la asimilacin. Un caso notable de asimilacin fue el
de los Chiriguanos que traspasaban la frontera boliviana para trabajar en los ingenios
azucareros jujeos. Esto se vio acompaado por un rpido proceso de integracin
laboral, que los convirti en el trabajador predilecto de los empresarios pasando a
desempear tareas especializadas e instalarse con sus familias definitivamente. Esto
debe interpretarse como una estrategia adaptativa frente al peligro de desaparicin.

CONCLUSIN

En conclusin este trabajo nos permiti reflexionar sobre la manera en que el Estado
Argentino conquist, invadi y ocup los territorios indgenas. Este tema es, sin duda,
controversial. De ah, surge la necesidad de ver la conquista del Gran Chaco como parte
de un proceso histrico importante para repensar.

Damos cuenta de la figura del indgena y como las formas de violencia estatal
marcaron e invisibilizaron a los diversos pueblos originarios en nuestro pas.

Est claro que nunca se los incluy como parte integrante de nuestra sociedad, es decir,
la integracin como incorporacin de igualdad, equilibrio y posibilidades entre las
partes nunca se logro. Al contrario, produjo desequilibrio y desigualdad condicionando
a los indios para que acepten rasgos culturales ajenos, considerando los de ellos
inadaptables en una construccin de la identidad nacional que se imagin en coherencia
con la marginacin de los Pueblos Originarios.

Se crearon amenazas que tuvieron como protagonistas al otro a partir de la asignacin


de una corporalidad salvaje de los habitantes del Desierto Verde para habilitar y
justificar la ocupacin del territorio indgena del Gran Chaco, en tanto espacio
supuestamente vaco, y/o habitado con una poblacin brbara perteneciente a una
etapa histrica.

La integracin nunca llego a concretarse como tal, si lo aborgenes llegaron a


incorporarse a la sociedad nacional lo hicieron en la condicin de marginales
violentados sobre algunas formas de integracin que nos permitieron pensar en los
sentidos creados antes de las campaas militares, y analizar con profundidad en cmo
han subsistido hasta aportar a la invisibilizacin de lo indgena en la actualidad.
ANEXO

Mapa1. El Gran Chaco. Ubicacin en Sudamrica.

Mapa 2. Chaco Argentino- Principales ecosistemas


Mapa 3. Distribucin geogrfica de las principales familias indgenas de
inicios del siglo XX.

Familia indgena Guaycur


Matacos en el ingenio Ledesma 1883

Chiriguanos en Jujuy
Familia de indios del Chaco

Indios Mocoves
Familia Wichi

Aborgenes Pilags

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