Vicente Huidoro - Nom Servian
Vicente Huidoro - Nom Servian
Vicente Huidoro - Nom Servian
(1893-1948)
Non Serviam
Y he aqu que una buena maana, despus de una noche de preciosos sueos y delicadas pesadillas, el
poeta se levanta y grita a la madre Natura: Non serviam.
Con toda la fuerza de sus pulmones, un eco traductor y optimista repite en las lejanas: No te servir.
La madre Natura iba ya a fulminar al joven poeta rebelde, cuando ste, quitndose el sombrero y haciendo
un gracioso gesto, exclam: Eres una viejecita encantadora.
Ese non serviam qued grabado en una maana de la historia del mundo. No era un grito caprichoso, no
era un acto de rebelda superficial. Era el resultado de toda una evolucin, la suma de mltiples
experiencias.
El poeta, en plena conciencia de su pasado y de su futuro, lanzaba al mundo la declaracin de su
independencia frente a la Naturaleza.
Ya no quiere servirla ms en calidad de esclavo.
El poeta dice a sus hermanos: Hasta ahora no hemos hecho otra cosa que imitar al mundo en sus
aspectos, no hemos creado nada. Qu ha salido de nosotros que no estuviera antes parado ante nosotros,
rodeando nuestros ojos, desafiando nuestros pies o nuestras manos?
Hemos cantado a la Naturaleza (cosa que a ella bien poco le importa). Nunca hemos creado realidades
propias, como ella lo hace o lo hizo en tiempos pasados, cuando era joven y llena de impulsos creadores.
Hemos aceptado, sin mayor reflexin, el hecho de que no puede haber otras realidades que las que nos
rodean, y no hemos pensado que nosotros tambin podemos crear realidades en un mundo nuestro, en un
mundo que espera su fauna y su flora propias. Flora y fauna que slo el poeta puede crear, por ese don
especial que le dio la misma madre Naturaleza a l y nicamente a l.
Non serviam. No he de ser tu esclavo, madre Natura; ser tu amo. Te servirs de m; est bien. No quiero
y no puedo evitarlo; pero yo tambin me servir de ti. Yo tendr mis rboles que no sern como los tuyos,
tendr mis montaas, tendr mis ros y mis mares, tendr mi cielo y mis estrellas.
Y ya no podrs decirme: Ese rbol est mal, no me gusta ese cielo. los mos son mejores.
Yo te responder que mis cielos y mis rboles son los mos y no los tuyos y que no tienen por qu
parecerse. Ya no podrs aplastar a nadie con tus pretensiones exageradas de vieja chocha y regalona. Ya
nos escapamos de tu trampa.
Adis, viejecita encantadora; adis, madre y madrastra, no reniego ni te maldigo por los aos de
esclavitud a tu servicio. Ellos fueron la ms preciosa enseanza. Lo nico que deseo es no olvidar nunca
tus lecciones, pero ya tengo edad para andar solo por estos mundos. Por los tuyos y por los mos.
Una nueva era comienza. Al abrir sus puertas de jaspe, hinco una rodilla en tierra y te saludo muy
respetuosamente.
[1914]
Arte potica
Total
Basta ya de vuestros pedazos de hombre, de vuestros pequeos trozos de vida. Basta ya de cortar el
hombre y la tierra y el mar y el cielo.
Basta de vuestros fragmentos y de vuestras pequeas voces sutiles que hablan por una parte de vuestro
corazn y por un dedo precioso.
No se puede fraccionar el hombre, porque hay todo el universo, las estrellas, las montaas, el mar, las
selvas, el da y la noche.
Basta de vuestras guerras adentro de vuestra piel o algunos pasos ms all de vuestra piel.
El brazo derecho contra el brazo izquierdo, el brazo izquierdo contra el brazo derecho.
El mundo est harto de vuestras voces de canario monocorde. Tenis lengua de prncipes y es preciso
tener lengua de hombre.
Es preferible or los discursos de un picapedrero, porque l al menos siente su clera y conoce su destino,
l est en la pasin y quiere romper las limitaciones.
En cambio, vosotros no dais la gran palabra que se mueve en su vientre. No sabis revelarla.
La gran palabra que ser el clamor del hombre en el infinito, que ser el alarido de los continentes y los
mares hacia el cielo embrujado y la tierra escamoteada, el canto del ser realizando su gran sueo, el canto
de la nueva conciencia, el canto total del hombre total.
El mundo os vuelve las espaldas, poetas, porque vuestra lengua es demasiado diminuta, demasiado
pegada a vuestro yo mezquino y ms refinada que vuestros confites. Habis perdido el sentido de la
unidad, habis olvidado el verbo creador.
El verbo csmico, el verbo en el cual flotan los mundos. Porque al principio era el verbo y al fin ser
tambin el verbo.
La voz de una nueva civilizacin naciente, la voz de un mundo de hombres y no de clases. Una voz de
poeta que pertenece a la humanidad y no a cierto clan. Como especialista, tu primera especialidad, poeta,
es ser humano, integralmente humano. No se trata de negar tu oficio, pero tu oficio es oficio de hombre y
no de flor.
Ninguna castracin interna del hombre ni tampoco del mundo externo. Ni castracin espiritual ni
castracin social.
Nuestra poca posee tambin sus bellas cabezas de algodn. De algodn con pretensiones explosivas,
pero absolutamente hidrfilo.
Ah, ya s! La medida, la famosa medida. Sois todos muy medidos. Si a veces esto no fuera un pretexto,
si a veces ello no sirviera sino para esconder vuestro vaco.
Habis nacido en la poca en que se invent el metro. Todos meds un metro sesenta y ocho, y tenis
miedo, miedo de romperos la cabeza contra el techo.
Pero necesitamos un hombre sin miedo. Queremos un ancho espritu sinttico, un hombre total, un
hombre que refleje toda nuestra poca, como esos grandes poetas que fueron la garganta de su siglo.
Lo esperamos con los odos abiertos como los brazos del amor.
El creacionismo
El creacionismo no es una escuela que yo haya querido imponer a alguien; el creacionismo es una teora
esttica general que empec a elaborar hacia 1912, y cuyos tanteos y primeros pasos los hallaris en mis
libros y artculos escritos mucho antes de mi primer viaje a Pars.
El reinado de la literatura termin. El siglo veinte ver nacer el reinado de la poesa en el verdadero
sentido de la palabra, es decir, en el de creacin, como la llamaron los griegos, aunque jams lograron
realizar su definicin.
Ms tarde, hacia 1913 o 1914, yo repeta casi igual cosa en una pequea entrevista aparecida en la revista
Ideales, entrevista que encabezaba mis poemas. Tambin en mi libro Pasando y pasando, aparecido en
diciembre de 1913, digo, en la pgina 270, que lo nico que debe interesar a los poetas es el acto de la
creacin, y opona a cada instante este acto de creacin a los comentarios y a la poesa alrededor de. La
cosa creada contra la cosa cantada.
En mi poema Adn, que escrib durante las vacaciones de 1914 y que fue publicado en 1916, encontraris
estas frases de Emerson en el Prefacio, donde se habla de la constitucin del poema:
Un pensamiento tan vivo que, como el espritu de una planta o de un animal, tiene una arquitectura
propia, adorna la naturaleza con una cosa nueva.
Pero fue en el Ateneo de Buenos Aires, en una conferencia que di en junio de 1916, donde expuso
plenamente la teora. Fue all donde se me bautiz como creacionista por haber dicho en mi conferencia
que la primera condicin del poeta es crear; la segunda, crear, y la tercera, crear.
4
Recuerdo que el profesor argentino Jos Ingenieros, que era uno de los asistentes, me dijo durante la
comida a que me invit con algunos amigos despus de la conferencia: Su sueo de una poesa inventada
en cada una de sus partes por los poetas me parece irrealizable, aunque usted lo haya expuesto en forma
muy clara e incluso muy cientfica.
Casi la misma opinin la tienen otros filsofos en Alemania y dondequiera yo haya explicado las mismas
teoras. Es hermoso, pero irrealizable.
Respondo ahora con las mismas frases con que acab mi conferencia dada ante el grupo de Estudios
Filosficos y Cientficos del doctor Allendy, en Pars, en enero de 1922:
Si el hombre ha sometido para s a los tres reinos de la naturaleza, el reino mineral, el vegetal y el animal,
por qu razn no podr agregar a los reinos del universo su propio reino, el reino de sus creaciones?
El hombre ya ha inventado toda una fauna nueva que anda, vuela, nada, y llena la tierra, el espacio y los
mares con sus galopes desenfrenados, con sus gritos y sus gemidos.
Lo realizado en la mecnica tambin se ha hecho en la poesa. Os dir qu entiendo por poema creado. Es
un poema en el que cada parte constitutiva, y todo el conjunto, muestra un hecho nuevo, independiente
del mundo externo, desligado de cualquiera otra realidad que no sea la propia, pues toma su puesto en el
mundo como un fenmeno singular, aparte y distinto de los dems fenmenos.
Dicho poema es algo que no puede existir sino en la cabeza del poeta. Y no es hermoso porque recuerde
algo, no es hermoso porque nos recuerde cosas vistas, a su vez hermosas, ni porque describa hermosas
cosas que podamos llegar a ver. Es hermoso en si y no admite trminos de comparacin. Y tampoco
puede concebrselo fuera del libro.
Nada se le parece en el mundo externo; hace real lo que no existe, es decir, se hace realidad a s mismo.
Crea lo maravilloso y le da vida propia. Crea situaciones extraordinarias que jams podrn existir en el
mundo objetivo, por lo que habrn de existir en el poema para que existan en alguna parte.
Cuando escribo: El pjaro anida en el arco iris, os presento un hecho nuevo, algo que jams habis
visto, que jams veris, y que sin embargo os gustara mucho ver.
Los poemas creados adquieren proporciones cosmognicas; os dan a cada instante el verdadero sublime,
este sublime del que los textos nos presentan ejemplos tan poco convincentes. Y no se trata del sublime
excitante y grandioso, sino de un sublime sin pretensin, sin terror, que no desea agobiar ni aplastar al
lector: un sublime de bolsillo.
El ocano se deshace
Agitado por el viento de los pescadores que
silban
presento una descripcin creada; cuando digo: Los lingotes de la tempestad, os presento una imagen
pura creada, y cuando os digo: Ella era tan hermosa que no poda hablar, o bien: La noche est de
sombrero, os presento un concepto creado.
En Tristan Tzara encuentro poemas admirables que estn muy cerca de la ms estricta concepcin
creacionista. Aunque en l la creacin es generalmente ms formal que fundamental. Pero el hombre que
ha escrito los siguientes versos es, sin la sombra de una duda, un poeta:
5
En porcelaine la chanson pense, je suis fatigu la chanson des reines larbre crve de la nourriture
comme une lampe.
Je pleure vouloir se lever plus haut que le jet deau serpente au ciel car il n existe plus la gravit
terrestre lcole et dans le cerveau.
A veces, Francis Piccabia nos abre en sus poemas ventanas sobre lo insospechado, probndonos que no
slo es pintor:
Tambin Georges Ribmont Dessaignes tiene versos que nos sacan de lo habitual:
Y Paul Eluard nos hace a menudo temblar como un surtidor que nos golpeara la espina dorsal:
1
En porcelana la cancin pensada, estoy fatigado la cancin de las reinas el rbol revienta de alimento
como una lmpara. /Lloro querer alzarse ms alto que el juego de agua serpiente en el cielo, pues ya no
existe / la gravedad terrestre en la escuela y en el cerebro. / Cuando el pez rema /el discurso del lago /
cuando toca el diapasn /el paseo de las damas, etctera.
2
Encadenado sobre el porvenir del reloj / diversiones /en un imperio misal; /El da agotado por un corto /
instante / parsimonioso / escapa a la sagacidad del lector / fino. / Las jvenes mujeres compaeras del ro
lgico llegan como una mancha sobre el agua / para ganar un monstruo ahumado / de amigos amables / en
la orden del suicida enrabiado. /Llevar una historia para dos / a fuerza de alegra en la cabellera / de las
slabas.
3
Mirar por la pupila de su amante /Para ver qu hay dentro.
6
Il y a des femmes dont les yeux sont comme des morceaux de sucre
il y a des femmes graves comme les mouvements de lamour qu on
ne surprend pas,
Los dos poetas creacionistas espaoles, Juan Larrea y Gerardo Diego, han dado
sendas pruebas de su talento. Cuando Gerardo Diego escribe:
o bien:
o esto otro:
nos da una sensacin potica muy pura. Igual cosa sucede con Juan Larrea cuando dice:
o bien:
y an esto otro:
...Ambos poetas han probado a los espaoles escpticos hasta qu grado de emocin puede llegar lo
inhabitual, demostrando todo lo que de serio contiene la teora creacionista. Nunca han hecho burlarse
(como aquellos pobres ultrastas) a las personas de espritu realmente superior.
...Si para los poetas creacionistas lo que importa es presentar un hecho nuevo, la poesa creacionista se
hace traducible y universal, pues los hechos nuevos permanecen idnticos en todas las lenguas.
...Es difcil y hasta imposible traducir una poesa en la que domina la importancia de otros elementos. No
podis traducir la msica de las palabras, los ritmos de los versos que varan de una lengua a otra; pero
cuando la importancia del poema reside ante todo en el objeto creado, aqul no pierde en la traduccin
nada de su valor esencial. De este modo, si digo en francs:
o si digo en espaol:
4
Hay mujeres cuyos ojos son como pedazos de azcar / hay mujeres serias como los movimientos del
amor que uno sorprende, / otras como el cielo en vsperas de viento./ La tarde arrastraba golondrinas. Los
bhos /Dividan el sol y pasaban sobre la tierra.
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o en ingls:
el efecto es siempre el mismo y los detalles lingsticos secundarios. La poesa creacionista adquiere
proporciones internacionales, pasa a ser la Poesa, y se hace accesible a todos los pueblos y razas, como la
pintura, la msica o la escultura,
Hay en el hombre una dualidad que se manifiesta en todos sus actos, dos corrientes paralelas en las que se
engendran todos los fenmenos de la vida. Todo ser humano es un hermafrodita frustrado. Tenemos un
principio o una fuerza de expansin, que es femenina, y una fuerza de concentracin, que es masculina.
En ciertos hombres domina una en detrimento de la otra. En muy pocos aparecen ambas en perfecto
equilibrio.
En el fondo, es en esto donde hallaremos soluciones para el eterno problema de romnticos y clsicos.
Todo sigue en el hombre a esta ley de dualidad. Y si llevamos en nosotros una fuerza centrfuga, tambin
tenemos una fuerza centrpeta
.
Poseemos vas centrpetas, vas que nos traen como antenas los hechos que ocurren a sus alrededores
(audicin, visin, sensibilidad general), y poseemos vas centrfugas, que semejan aparatos de emisiones y
nos sirven paya emitir nuestras ondas, para proyectar el mundo subjetivo en el mundo objetivo (escritura,
palabra, movimiento).
El poeta, como todos los hombres, tiene dos personalidades, que no son, hablando con propiedad, dos
personalidades, sino por el contrario la personalidad en singular, la nica verdadera.
La personalidad total se compone de tres cuartos de personalidad innata y de un cuarto de personalidad
adquirida.
La obra de arte tiene como cuna estos dos elementos, que tambin constituyen una dualidad paralela: la
sensibilidad, que es el elemento afectivo, y la imaginacin, que es el elemento intelectual.
En el dictado automtico, la sensibilidad ocupa mayor espacio que la imaginacin, pues el elemento
afectivo se halla mucho menos vigilado que el otro.
Nada me afirm ms en mis teoras que la crtica violenta, que los comentarios burlescos de mis poemas,
sobre todo los hechos a mi libro La gruta del silencio, publicado en 1913. Todos los crticos sufran una
crisis nerviosa precisamente ante los versos que me gustaban, y sin saber tal vez por qu.
Nadie adivinar nunca cunto me hizo pensar este hecho sin importancia. Sin proponrselo, los crticos
me ayudaron mucho en mi trabajo al recortar con tijeras precisas versos o imgenes como las siguientes:
o bien:
Las horas que caen silenciosas como gotas de agua por un vidrio.
La alcoba se durmi en el espejo.
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El estanque estaado.
Una tarde me aproxim hacia la orilla del libro.
Sabis qu poetas citaba yo en la primera pgina de ese libro? Rimbaud y Mallarm. Y sabis qu
citaba de Rimbaud?
Despus que apareci mi libro La gruta del silencio di tambin gran importancia al subconsciente y hasta
a cierta especie de sonambulismo. Entregu a la revista Ideales un poema que se titulaba Vaguedad
subconsciente y anunci ese mismo ao un libro escrito ntegramente en aquel estilo, titulado Los espejos
sonmbulos.
Pero ste fue un parntesis de pocos meses. Pronto sent que perda tierra y caa, seguramente por
reaccin, por una reaccin violenta, casi miedosa, en ese horrible pantesmo mezcla de hind y de
noruego, en esa poesa de buey rumiante y de abuela satisfecha. Felizmente esta cada dur poco y al cabo
de algunas semanas retorn mi antiguo camino con mucho ms entusiasmo y conocimiento que antes.
Luego vino el periodo de las confidencias a los amigos y de las sonrisas equvocas de los unos y
compasivas de los otros. Las burlas irracionales, la atmsfera irrespirable que iban a obligarme a dejar
mis montaas nativas y a buscar climas ms favorables para los cateadores de minas.
A fines de 1916 caa en Pars, en el ambiente de la revista (Sic). Yo apenas conoca la lengua, pero pronto
me di cuenta de que se trataba de un ambiente muy futurista y no hay que olvidar que dos aos antes, en
mi libro Pasando y pasando, yo haba atacado al futurismo como algo demasiado viejo, en el preciso
instante en que todos voceaban el advenimiento de algo completamente nuevo.
Yo buscaba por todas partes esta poesa creada, sin relacin con el mundo externo, y, cuando a veces cre
hallarla, pronto me daba cuenta de que era slo mi falta de conocimiento de la lengua lo que me haca
verla all donde faltaba en absoluto o slo se hallaba en pequeos fragmentos, como en mis libros ms
viejos de 1913 y 1915.
Habis notado la fuerza especial, el ambiente casi creador que rodea a las poesas escritas en una lengua
que comenzis a balbucear?
En el medio de Apollinaire se hallaban, aparte de l, que era un poeta indiscutible, varios investigadores
serios; desgraciadamente gran parte de ellos careca del fuego sagrado, pues nada es ms falso que creer
que las dotes se hallan tiradas por las calles. Las verdaderas dotes de poeta son de lo ms escaso que
existe. Y no le doy aqu al vocablo poeta el sentido ntimo que tiene para m, sino su sentido habitual,
pues para m nunca ha habido un solo poeta en toda la historia de nuestro planeta.
Hoy afirmo rotundamente, tal como lo hice diez aos atrs en el Ateneo de Buenos Aires: Nunca se ha
compuesto un solo poema en el mundo, slo se han hecho algunos vagos ensayos de componer un poema.
La poesa est por nacer en nuestro globo. Y su nacimiento ser un suceso que revolucionar a los
hombres como el ms formidable terremoto A veces me pregunto si no pasar desapercibido.
Dejemos, pues, bien establecido que cada vez que yo hablo de poeta slo empleo esta palabra para darme
a entender, como estirando un elstico para poder aplicarla a quienes se hallan ms cerca de la
importancia que a ella le asigno.
En la poca de la revista Nord-Sud, de la que fui uno de los fundadores, todos tenamos ms o menos la
misma orientacin en nuestras bsquedas, pero en el fondo estbamos bastante lejos unos de otros.
Mientras otros hacan buhardas ovaladas, yo haca horizontes cuadrados. He aqu la diferencia expresada
en dos palabras. Como todas las buhardas son ovaladas, la poesa sigue siendo realista. Como los
horizontes no son cuadrados, el autor muestra algo creado por l.
Cuando apareci Horizon carr, he aqu cmo expliqu dicho ttulo en una carta al crtico y amigo
Thomas Chazal:
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Horizonte cuadrado. Un hecho nuevo inventado por m, creado por m, que no podra existir sin m.
Deseo, mi querido amigo, englobar en este ttulo toda mi esttica, la que usted conoce desde hace algn
tiempo.
Este ttulo explica la base de mi teora potica. Ha condensado en s la esencia de mis principios.
1 Humanizar las cosas. Todo lo que pasa a travs del organismo del poeta debe coger la mayor cantidad
de su calor. Aqu algo vasto, enorme, como el horizonte, se humaniza, se hace ntimo, filial gracias al
adjetivo CUADRADO. El infinito anida en nuestro corazn
2 Lo vago se precisa. Al cerrar las ventanas de nuestra alma, lo que poda escapar y gasificarse,
deshilacharse, queda encerrado y se solidifica.
4 Lo que es demasiado potico para ser creado se transforma en algo creado al cambiar su valor usual,
ya que si el horizonte era potico en s, si el horizonte era poesa en la vida, al calificrsele de cuadrado
acaba siendo poesa en el arte. De poesa muerta pasa a ser poesa viva.
Las pocas palabras que explican mi concepto de la poesa, en la primera pgina del libro de que
hablamos, os dirn qu quera hacer en aquellos poemas. Deca:
Crear un poema sacando de la vida sus motivos y transformndolos para darles una vida nueva e
independiente.
Nada de anecdtico ni de descriptivo. La emocin debe nacer de la sola virtud creadora.
Hacer un poema como la naturaleza hace un rbol.
En el fondo, era exactamente mi concepcin de antes de mi llegada a Pars: la de aquel acto de creacin
pura que hallaris, como una verdadera obsesin, en cualquier parte de mi obra a partir de 1912. Y an
sigue siendo mi concepcin de la poesa. El poema creado en todas sus partes, como un objeto nuevo.
Debo repetir aqu el axioma que present en mi conferencia del Ateneo de Madrid, en 1921, y
ltimamente en Pars, en mi conferencia de la Sorbona, axioma que resume mis principios estticos: El
Arte es una cosa y la Naturaleza otra. Yo amo mucho el Arte y mucho la Naturaleza. Y si aceptis las
representaciones que un hombre hace de la Naturaleza, ello prueba que no amis ni la Naturaleza ni el
Arte.
En dos palabras y para terminar: los creacionistas han sido los primeros poetas que han aportado al arte el
poema inventado en todas sus partes por el autor.
He aqu, en estas pginas acerca del creacionismo, mi testamento potico. Lo lego a los poetas del
maana, a los que sern los primeros de esta nueva especie animal, el poeta, de esta nueva especie que
habr de nacer pronto, segn creo. Hay signos en el cielo.
ACTUAL No. 1
HOJA DE VANGUARDIA
COMPRIMIDO ESTRIDENTISTA.
DE MANUEL MAPLES ARCE
Iluminaciones subversivas de Rene Dunan, F.T. Marinetti, Guillermo de Torre, Lasso de la Vega, Salvat
Papasseit, etctera y algunas cristalizaciones marginales.
En nombre de la vanguardia actualista de Mxico, sinceramente horrorizada de todas las placas notariales
y rtulos consagrados s sistemas cartulario, con veinte siglos de xito efusivo en farmacias y drogueras
subvencionales por la ley, me centralizo en el vrtice eclactante de mi insustituible categora presentista,
equilteramente convencida y eminentemente revolucionaria, mientras que todo el mundo que est fuera
del eje, se contempla esfricamente atnito con las manos torcidas, imperativa y categricamente afirmo,
sin ms excepcionales a los players diametralmente explosivos en encidendios fonogrficos y gritos
acorralados, que mi estridentsimo y acendrado para defender de las pedradas literales de los ltimos
plebiscitos intelectivos: Muera el Cura Hidalgo, Abajo San Rafael, San Lzaro, Esquina, Se prohbe fijar
anuncios.
I. Mi locura no est en los presupuestos. La verdad, no acontece ni sucede nunca fuera de nosotros. La
vida es slo un mtodo sin puertas que se llueve a intervalos. De aqu que insista en la literatura
insuperable en que prestigian los telfonos y dilogos perfumados que se hilvanan al desgaire por hilos
conductores. La verdad esttica, es tan slo un estado de emocin incohercible desenrollando en un plano
extrabasal de equivalencia integrista. Las cosas no tienen valor intrnseco posible, y su equivalencia
potica, florece en sus relaciones y coordinaciones, las que slo se manifiestan en un sector interno, ms
emocionante y ms definitivo que una realidad desmantelada, como puede verse en fragmentos de una de
mis anticipaciones poemticas novilatitudinales: Esas Rosas Elctricas (Cosmpolis. Nm. 34. Para
hacer una obra de arte, como dice Pierre Albert-Birot, es preciso crear, y no copiar. Nosotros buscamos
la verdad en la realidad pensada, y no en la realidad aparente. En este instante asistimos al espectculo
de nosotros mismos. Todo debe ser superacin y equivalencia en nuestros iluminados panoramas a que
nos circunscriben los esfricos cielos actualistas, pues pienso con Epstein , que no debemos imitar a la
Naturaleza, sino estudiar sus leyes, comportarnos en el fondo como ella.
II. Toda tcnica de arte, est destinada a llenar una funcin espiritual en un momento determinado.
Cuando los medios expresionistas son inhbiles o insuficientes para traducir nuestras emociones
personales, nica y elemental finalidad esttica, es necesario, y esto contra la fuerza estacionaria ya
afirmaciones rastacueras de la crtica oficial, cortar la corriente y desnucar los swchs. Una pechera
reumtica se ha carbonizado, pero no por esto he abandonar el juego. Quin sigue? Ahora el cubilete est
en Cipriano Max-<<< al agua de gota una o estrellado cielo un es ojos los sobre tiene que aquello si
ignora, equivocado, intencionalmente equilibrio, el perder sin superacin plano en esta siempre Cendrars,
Blaise mientras circunspecto, periodista aquel a respecta lo por sensacionalismo y>
IV. Es necesario exaltar en todos los tonos estridentes de nuestro Diapasn propagandista, la belleza
actualista de las mquinas, de los puentes gmnicos reciamente extendidos sobre las vertientes por
msculos de acero, el humo de las fbricas, las emociones cubistas de los grandes trasatlnticos con
humeantes chimeneas de rojo y negro, anclados horoscpicamente Ruiz Hidobro junto a los muelles
efervescentes y congestionados, el rgimen industrialista de las grandes ciudades palpitantes, las blusas
(sic) azules de los obreros explosivos en esta hora emocionante y conmovida; toda esta belleza del siglo,
tan fuertemente intuda por Emilio Verhaeren, tan sinceramente amada por Nicols Beauduin, y tan
ampliamente dignificada y comprometida por todos los artistas de vanguardia. Al fin, los tranvas, han
sido redimidos del dicterio de prosaicos, en que prestigiosamente los haba valorizado la burguesa con
hijas casaderas por tantos aos de retardarismo sucesivo e intransigencia melanclica, de archivos
cronolgicos.
V. Chopin a la silla elctrica. He aqu una afirmacin higienista y detersoria. Ya los futuristas anti-selene
grficos, pidieron en letras de molde el asesinato del claro de luna, y los ultraistas espaoles, transcriben,
por voz de Rafael Cansinos Assens, la liquidacin de las hojas secas reciamente agitada en peridicos y
hojas subversivas. Como ellos, es de urgencia telegrfica emplear un mtodo radicalista y eficiente.
Chopin a la silla elctrica! (M.M.A. trade mark) es una preparacin maravillosa, en veinticuatro horas
extermin todos los grmenes de la literatura putrefacta y su uso es agradabilsimo y benfico. Agtese
bien antes de usarse. Insisto.. Perpetuemos nuestro crimen en el melancolismo trasnochado de los
Nocturnos, y proclamemos, sincrnicamente, la aristocracia de la gasolina. El humo azul de los tubos
de escape, que huele a modernidad y a dinamismo, tiene, equivalentemente, el mismo valor emocional
que las venas adorables de nuestras correlativas y exquisitas actualistas.
VI. Los provincianos planchan en la cartera los boletos del tranva reminiscente. En dnde est el hotel
Iturbide? Todos los peridicos disppticos se indigestan con estereotipias de Mara Conesa, intermitente
desde la cartula, y hasta hay alguien que se atreva integralmente asombrado sobre la alarma
arquitectnica del Teatro Nacional, pero no ha habido nadie an, susceptible de emociones liminares al
margen de aquel sitio de automviles, remendado de carteles estupendos y rtulos geomtricos.
Tintas planas: azules, amarillas, rojas. En medio vaso de gasolina, nos hemos tragado literalmente la
avenida Jurez, 80 caballos. Me ladeo mentalmente en la prolongacin de una elipse imprevista olvidando
la estatua de Carlos IV.
VIII. El hombre no es un mecanismo de relojera nivelado y sistemtico. La emocin sincera es una forma
de suprema arbitrariedad y desorden especfico. Todo el mundo trata por un sistema de escoleta
reglamentaria, finar sus ideas presentando un solo aspecto de la emocin esfrica, con pretextos sinceritas
de claridad y sencillez primarias dominantes, olvidando que en cualquier momento panormico sta se
manifiesta, no nada ms por trminos elementales y conscientes, sino tambin por una fuerte proyeccin
binaria de movimientos interiores, torpemente sensible al medio externo, pero en cambio,
prodigiosamente reactiva a las propulsiones roto-translatorias del plano ideal de verdad esttica que
Apollinaire llam la seccin de oro.
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De aqu, que existan una ms amplia interpretacin en las emociones personales electrolizadas en positivo
de los nuevos procedimientos tcnicos, porque stos cristalizan un aspecto unnime y totalista de la vida.
Las ideas muchas veces se descarrilan, y nunca son continuas y sucesivas, sino simultneas e
intermitentes. (II. Profond aujour dhui. Cendrars. Cosmpolis. Nm. 33. En un mismo lienzo,
diormicamente, se fijan y se superponen coincidiendo rigurosamente en el vrtice del instante
introspectivo.
IX. Y la sinceridad? Quin ha inquirido? Un momento, seores, que hay cambio de carbones. Todos los
ojos se han anegado de aluminio, y aquella seorita distrada, se pasea sobre los anuncios laterales. He
aqu una grfica demostrativa. En la sala domstica se hacen los dilogos intermitentes, y una amiga
resuelta en el teclado. La crisantema elctrica s despetala en niveles mercuriales. Pero no es esto todo.
Los vecinos inciensan gasolina. En el peridico amarillista hay tonteras ministeriales. Mis dedos
abstrados se diluyen en el humo.
Y ahora, yo pregunto, quin es ms sincero?, Los que no toleramos extraas influencias y nos
depuramos y cristalizamos en el filtro cenestsico de nuestra emocin personalsima o todos esos
poderes ideoclorticamente diernfistas, que slo tratan de congraciarse con la masa amorfa de un
pblico insufiente, dictatorial y retardatario de criterios oficiosos, acadmicos fotofbicos y esquiroles
traficantes y plenarios?
XI. Fijar las delimitaciones estticas. Hacer arte, con elementos propios y congnitos fecundados en su
propio ambiente. No reintegrar valores, sino crearlos totalmente, a as mismo, destruir todas esas teoras
equivocadamente modernas, falsas por interpretativas, tal la derivacin impresionista (post-
impresionismo) y desinencias luministas (divisionismo, vibrocionismo, puntillismo, etctera. Hacer
poesa pura, suprimiendo todo elemento extrao y desnaturalizado, (descripcin, ancdota, perspectiva.
Suprimir en pintura, toda sugestin mental y postizo litera turismo, tan aplaudido por nuestra crtica bufa.
Fijar delimitaciones, no en el paralelo interpretativo de Lessing, sino en un plano de superacin y
equivalencia.
Un arte nuevo, como afirma Reverdy, requiere una sintxis nueva; de aqu siendo positiva la asexin de
Braque: el pintor piensa en colores, deduzco la necesidad de una nueva sintxis colorstica.
XII. Nada de retrospeccin. Nada de futurismo. Todo el mundo, all, quieto, iluminado maravillosamente
en el vrtice estupendo del minuto presente; atalayado en el prodigio de una emocin inconfundible y
nica y sensorialmente electrolizado en el yo superatista, vertical sobre el instante meridiano, siempre
el mismo, y renovado siempre. Hagamos actualismo. Ya Walter Bonrad Arensberg, lo exalt en una
estridencia afirmativa al asegurar que sus poemas slo viviran seis horas; y amemos nuestro siglo
insuperado. Que el pblico no tiene recursos intelectuales para penetrar el prodigio de nuestra
formidable esttica dinmica? Muy bin. Que se quede en la portera o que se resigne al vaudeville.
Nuestro egosmo es ya seperlativo, nuestra conviccin, inquebrantable.
Es sntesis una fuerza opuesta contra el conservantismo solidario de una colectividad anquilosada.
XIV. xito a todos los poetas, pintores y escultores jvenes de Mxico, a los que an no han sido
maleados por el oro prebendario de los sinecurismos gobernistas, a los que an no se han corrompido con
los mezquinos elogios de la critica oficial y con los aplausos de un pblico soez y concupiscente, a todos
los que han ido a lamer los platos en los festines culinarios de Enrique Gonzlez Martnez, para hacer arte
(1) con el estilicidio de sus menstruaciones intelectuales, a todos los grandes sinceros, a los que no se han
descompuesto en las eflorescencias lamentables y metficas de nuestro medio nacionalista con hedores de
pulquera y rescoldos de fritanga, a todos esos, los xito en nombre de la vanguardia actualista de Mxico,
para que vengan a batirse a nuestro lado en las lucferas filas de la decouvert, en donde, creo con Lasso
de la Vega: Estamos lejos del espritu de la bestia. Como Zaratustra nos hemos librado de la pesadez,
nos hemos sacudido los prejucios. Nuestra gran risa es una gran risa. Y aqu estamos escribiendo las
nuevas tablas. Para terminar pido la cabeza de los ruiseores que hicieron de la poesa un simple
cancaneo repsoniano, subido a los barrotes de una silla: desplumazn despus del aguacero en los corrales
edilicios del domingo burguesista. La lgica es un error y el derecho de integridad una broma mosntruosa
me interrumpe la intelcesteticida Rene Dunan.
Salvat-Papasseit, al caer de un columpio ha ledo este anuncio en la pantalla: escupid la cabeza calva de
los cretinos, y mientras que todo el mundo, que sigue fuera del eje, se contempla esfricamente atnito,
con las manos retorcidas, yo, gloriosamente aislado, me ilumino en la maravillosa incandescencia de mis
nervios elctricos.
[1921]
[...] 1 Imagen, esto es, la palabra. La palabra en su sentido primitivo ingenuo, de primer grado, intuitivo,
generalmente ahogado en su valor lgico de juicio, de pensamiento. As, la palabra tierra, ordinariamente,
tiene un valor esttico insignificante; pero en los labios absortos del viga descubridor de Amrica fue el
ms emotivo de los poemas, la ms encendida de las imgenes. Pero es ya difcil desnudar a las palabras
ya tan resabidas. Slo los nios, algunos poetas del pueblo y nuestros creacionistas, por su pureza de
intencin y su ausencia de ilaciones, logran ocasionalmente el milagro.
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2 Imagen refleja o simple, esto es, la imagen tradicional estudiada e las retricas. La imagen evoca el
objeto aludido con una fuerza y una gracia renacidas. Tambin est ya muy restringido el campo de
accin, el terreno est ya explorado y agotado. El poeta moderno, para una imagen simple y nueva, tiene
que usar cien viejas y renovar las que han perdido ya toda su eficacia.
3 Imagen doble. La imagen representa a la vez dos objetos, contiene en s una doble virtualidad.
Disminuye la precisin, aumenta el poder sugestivo. Se hallan aisladas en los clsicos: los creacionistas
las prodigan constantemente.
4 y 5 etc. Imagen triple, cudruple, etc. Advertid cmo nos vamos alejando de la literatura tradicional.
Estas imgenes que se prestan a varias interpretaciones, seran tachadas desde el antiguo punto de vista
como gravsimos extravos de ogminidad, anfibologa, extravagancia, etc. El creador de imgenes no hace
ya prosa disfrazada; empieza a crear por el placer de crear (poeta-creador-nio-dios); no describe,
construye; no evoca, sugiere; su obra apartada va aspirando a la propia independencia, a la finalidad de s
misma. Sin embargo, desde el momento en que puedan ser medidas las alusiones y tasadas las exgesis de
un modo lgico y satisfactorio, an estar la imagen en un terreno equvoco, ambiguo, de acertijo
cerebral, en que naufragar la emocin. La imagen debe aspirar a su definitiva liberacin, a su plenitud en
el ltimo grado.
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