MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán (1998) Metafísica y Filosofía de La Liberación
MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán (1998) Metafísica y Filosofía de La Liberación
MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán (1998) Metafísica y Filosofía de La Liberación
T E M TI CO
METAFSICA Y FILOSOFA DE LA
LIBERACIN beneficio de la vida por F. Nietzsche. Pese a todo,
renace al alborear el s. XX bajo nuevas formas.
________________________ A tal renacimiento contribuyeron muy diversas co-
Germn Marqunez Argote rrientes: el tomismo restaurado en las escuelas catli-
cas por orden del papa Len XIII; la poderosa reac-
cin antipositivista encabezada por H. Bergson con
su metafsica de la intuicin; y la fenomenologa o
proyecto husserliano de ir a las cosas mismas, que
1. A la ciencia que estudia el ser en cuanto ser y desemboca finalmente en las ontologas de la existen-
todo lo que le corresponde de suyo la llam Arist- cia de M. Heidegger y J.P. Sartre. Dos libros son es-
teles Prot Philosopha, ciencia primera y universal pecialmente importantes: Sein und Zeit (1927), que se
en la que estaran radicadas las particulares o segun- define como una analtica del modo del ser del hom-
das. En el s. I a.C., Andrnico de Rodas orden los bre (Dasein) u ontologa fundamental que prepara-
catorce libros de Filosofa Primera despus de los ra el camino a una ontologa fenomenolgica uni-
fsicos, por entender tal vez que los temas tratados versal, y Ltre et le nant (1943), cuyo subttulo
en ellos eran ms elevados que los contenidos en la reza: Ensayo de ontologa fenomenolgica.
Physica y que, por ende, deberian ser puestos y ex- Frente a tales ontologas, que en un momento de-
puestos posteriormente. As, en todo caso, lo enten- terminado parecan invadir todo el campo de la filo-
di la tradicin posterior que adopt Metaphisica sofa, hubo una fuerte reaccin crtica no slo desde
como nombre propio de la ciencia del tercer grado corrientes distintas, cosa comprensible, sino desde el
de abstraccin, segn los escolsticos. mbito fenomenolgico mismo. Baste recordar que
Todava Descartes califica as sus Meditaciones dos discpulos directos de M. Heidegger, tan distin-
Metafsicas, pero al lado del viejo nombre aparece tos como E. Levinas y X. Zubiri, afirman en Totalit
en el s. XVII otro nuevo: Ontologa, cuyo uso fue et lnfini (1961) y en Sobre la esencia (1962), respec-
generalizndose hasta adquirir en el s. XVIII con tivamente, que la ontologa supone la metafsica
Ch. Wolff carta de ciudadana como sinnimo de (Levinas) y que el ser es un acto ulterior de la rea-
Metaphysica Generalis, dividida a su vez en tres lidad (Zubiri). Y yendo ms lejos, desde su propia
metafsicas particulares: Cosmologa, Psicologa y experiencia juda, denuncia el primero que la filo-
Teologa Natural. Negada poco despus por I. Kant sofa occidental ha sido muy a menudo una ontolo-
en su pretensin de ciencia, fue en el s. XIX relega- ga: una reduccin de lo Otro al Mismo, por media-
da al pasado por A. Comte, denunciada como pro- cin de un trmino medio y neutro que asegura la
ducto ideolgico por K. Marx y declarada muerta en existencia del ser. Ambos, pues, desarrollan metaf-
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sicas no-ontolgicas, que relegan la cuestin del ser Quesada) tuvieron la suerte de asistir durante su for-
a un segundo plano, dando primaca a los entes o a macin a la constitucin de los grandes modelos de
lo real. Ontologa y/o Metafsica? Este interrogante filosofa del s. XX: fenomenologa, axiologa, her-
y las discusiones que ha desatado han dejado pro- menuticas ontolgicas, historicismo, raciovitalismo,
funda huella en la ms reciente filosofa latinoameri- analtica, existencialismos, neomarxismos, neotomis-
cana. Hagamos un poco de historia. mo, etc. La filosofa alemana se implanta en Amri-
ca Latina a partir de los aos treinta, por mediacin
2. Al igual que en Europa, se inicia el siglo con un de J. Ortega y Gasset primero y despus por conoci-
giro positivo hacia la metafsica en la naciente filo- miento directo, produciendo en nuestro suelo un
sofa latinoamericana, como reaccin en parte al lar- boom ontolgico. A este momento pertenecen: F.
go ayuno de la llamada por A. Korn cuaresma po- Romero, S. Ramos, Y. Ferreyra, J. Llambas, E. Pu-
sitivista. Estos primeros filsofos sostienen la nece- ciarelli, C. Astrada, N. de Anqun, M.A. Virasoro,
sidad de una nueva metafsica que reemplace a la R. Frondizi, J.A. Vquez, A.W. Reina, D. Cruz V-
finiquitada paleometafsica. Muchos pensadores lez, E. Mayz Vallenilla, E. Garca Maynez, L. Villo-
contemporneos -escribe J. Ingenieros en Proposi- ro, J. Gaos, as como las figuras neoescolsticas de
ciones relativas al porvenir de la filosofa (1918)-, O.N. Derisi, I. Quiles, J.R. Sepich, etc. No es posible
han cobrado horror a semejante metafsica; se fun- en este lugar entrar a valorar sus aportaciones a las
dan [...] en la gran cantidad de disparates que circu- corrientes universales. Importa ms aqu sealar la
lan bajo ese nombre, tomndolo sospechoso. Por eso instrumentalizacin de ciertas categoras ontolgicas
llegar a afirmar que la condicin primera del progre- para el anlisis de nuestro ser latinoamericano en
so intelectual es la liberacin de toda metafsica. una serie de libros que A.A. Roig resea y critica en
No obstante, cree J. Ingenieros en la posibilidad de un interesante ensayo: Las ontologas contempor-
renovar la metafsica en el porvenir, asignndole la neas y el problema de nuestra historicidad. Tienen
misin de formular hiptesis inexperienciales que todas ellas como teln de fondo la filosofa hegelia-
amplen el campo de la experiencia hasta donde sea na de la historia por una parte, y por otra una onto-
posible. loga en la que le acontece a un determinado sujeto,
A su vez, el maestro uruguayo C. Vaz Ferreira que no es necesariamente hombre, "caer en el tiem-
afirma en Fermentario (1938) que la ciencia nada tie- po", o si se es hombre, encontrarse "arrojado en el
ne que temer a una metafsica noble, no sea que mundo, como consecuencia de una culpa originaria,
rechazando toda metafsica caiga en otra incons- sobre la base, tanto en un caso como en otro, de una
ciente y vergonzante. Sostiene, consecuentemente, aprioricidad del ser respecto de los entes. Dentro
que hacer metafsica de la buena es el nico preser- de estos marcos conceptuales, nuestra Amrica que-
vativo que se conoce para no hacerla mala y que el da definida ontolgicamente como: Sentimiento de
conocimiento de la metafsica es indispensable para futuro, desprovisto de historia (F. Schwartzman); un
ser un verdadero positivista en ciencia. Tambin A. no-ser-siempre-todava o pura expectativa (E. Mayz
Korn asevera en Apuntes filosficos (1935) que el
largo perodo del racionalismo metafsico termina
ante la crtica demoledora de Kant. No obstante, no
cabe negar la metafsica como problema: La huma-
nidad padece hambre metafsica; y tampoco como
conocimiento inteligible sin contenido emprico,
que constituye en esencia el mito. Pero el mito meta-
fsico se distingue del religioso por ser fruto de una
actitud intelectual, consciente y reflexiva. Podramos
acudir a otros pensadores de la llamada generacin
de los fundadores para comprobar con nuevos tes-
timonios la fuerte vocacin metafsica de la naciente
fIlosofa en su empeo por superar la dogmtica posi-
tivista. Esta fue su principal virtud; su defecto, una
cierta vaporosidad conceptual, fruto de las circunstan-
cias e influencias bergsonianas, que ser superada por
las siguientes generaciones.
En efecto, la segunda y tercera generacin (la for-
jadora y la tcnica, en terminologa de F. Mir Con Michel Lowy en La Sorbonne, mayo 1998
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Vallenilla); virginidad cultural al margen de deuda E. Dussel, bajo el impacto que le produjo la lectu-
y culpa (N. de Anqun); tierra en bruto, vacua de ra de E. Levinas, plantea a su vez en trminos de
espritu en la que cayeron los expulsos del paraso total incompatibilidad el binomio ontologa/metafsi-
europeo (H.A. Munera); invencin de Europa des- ca en su Filosofa de la Liberacin (1977): Contra
tinada, en tanto que ens ab alio, a dejar de ser s la ontologa clsica del centro, desde Hegel hasta
misma en su devenir histrico e irse conformando al Marcuse, por nombrar lo ms lcido de Europa, se
modelo superior, que dispensa el ser a las dems levanta una filosofa de la liberacin de la periferia,
culturas (E. O'Gorman); lo no realizado, lo pura- de los oprimimos, la sombra que la luz del ser no ha
mente virtual, lo interfecto, lo inmaduro, lo esen- podido iluminar [...]. La filosofa de la liberacin
cialmente primitivo (A. Caturelli). pretende as formular una metafsica que no es
En el fondo, ahistricas y negadoras del verda- ontologa- exigida por la praxis revolucionaria [...].
dero ser de Amrica Latina, dichas interpretaciones Para ello es necesario destituir al ser de su pretendi-
se nutren de un visceral complejo edpico que lle- da fundamentalidad eterna y divina [...], y mostrar a
va a sus autores a identificarse con la Europa Ma- la ontologa como la ideologa de las ideologas. La
dre, rechazando como barbarie todo lo que tenga metafsica en sentido levinasiano-dusseliano es, ante
que ver con nuestro ser originario, como viene su- todo, un acontecimiento: la apertura o pasaje al Otro,
cediendo desde los das de Juan Gins de Seplve- su reconocimiento terico-prctico como negatividad
da en que se pens al indiano como no-hombre o positiva, como exterioridad alternativa, como posibi-
cuasihombre, en-cubriendo que no des-cubriendo lidad emergente o sujeto histrico de liberacin,
nuestro ser cultural. Se puede pensar que tales in- frente a la Totalidad de lo Mismo o sistema opresor
terpretaciones slo comprometen a sus autores y y vigente, que las ontologas ideolgicamente justifi-
no a los modelos europeos en los cuales pretender can. La metafsica, en cambio, constituye el thos de
sustentarse. Pero, no es lcito sospechar la exis- una praxis poltica de liberacin que tiene carcter
tencia de algn fundamento in re en las ontologas de prima philosophia.
de corte hegeliano y heideggeriano? Dentro de la variedad de enfoques para rescatar lo
nuestro, tiene singular importancia el grupo de la fi-
3. Tal sospecha la hizo suya la ltima generacin, losofa inculturada al que pertenecen, entre otros, R.
ciertamente compuesta por muy diversas corrientes, Kusch, C. Cullen y J.C. Scannone. Para este grupo
como lo ha hecho ver H. Cerutti en Filosofa de la la metafsica tiene como categora central el estar
liberacin latinoamericana, pero con algunas tesis que, a diferencia del ser, en el sentido de destacar-
en comn en torno a la liberacin, compartida inclu- se y dominar, propio de la tradicin occidental, se-
so por miembros de la anterior generacin como se ala la raz telrica de nuestra Amrica profunda y
puso de manifiesto en la Declaracin de Morelia de el sentido de arraigo y pertenencia a su cultura. El
1978, firmada por E. Dussel, F. Mir Quesada, A.A. estar es anterior y fundamento del ser. R. Kusch cri-
Roig, A. Villegas y L. Zea. Esta generacin, en tica a M. Heidegger por no haber dado toda la im-
efecto, es supremamente crtica frente a las ontolo- portancia que tiene al da del sein o estar del ser, que
gas del centro. A.A. Roig, por ejemplo, en La fun- gerundialmente expresa como un estar siendo, en
cin actual de la filosofa en Amrica Latina (1978) el que el ser depende del estar. C. Cullen y J.C.
acepta la necesidad de una ontologa, pero sin on- Scannone han tratado de mostrar que el sujeto del
tologismos, lo cual implica, entre otras cosas, re- estar siendo no es otro que el colectivo cultural, el
conocer [...] que la preeminencia del ente y del hom- nosotros estamos, que se expresa en la sabidura
bre en cuanto tal es el punto de partida y de llegada a popular y que la hermenutica ha de interpretar re-
ineludible en todo el preguntar por el ser. Afirmar curriendo a la va larga de la mediacin simblica.
esto es, sencillamente, invertir el orden de la ontolo- De aqu, la importancia que se da a Paul Ricoeur en
ga heideggeriana del ser que hace que los entes esta corriente. Un intento similar de fundamentacin
sean, en favor de otra ms modesta: la ontologa de de la cultura lo hizo A. T .De la Riga, desde la cate-
los entes que aspiran a ser algo y alguien en la histo- gora haber, que es el modo liberador de sealar
ria y a los que una y otra vez se les niega esta posi- la realidad ms all de la prepotencia del ser; y
bilidad por los supuestos portadores y voceros del hasta A. Basabe ha podido escribir un muy tradicio-
ser. La historicidad, asumida como fundamento de nal Tratado de metafsica que subtitula: Teora de la
una posible liberacin e integracin de nuestros pue- herencia.
blos, sera la esencia de esta ontologa, muy prxima
al proyecto historicista asuntivo de L. Zea o al dia- 4. Pese al inters real y al poder de sugerencia que
lctico de H. Cerutti. tienen las anteriores propuestas, hay algo en ellas
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que personalmente me es difcil asumir: una aparen- PER UNA FILOSOFIA DELLA LIBERAZIONE
te disolucin de la metafsica en la historia, en la DAL PUNTO DI VISTA COSMOPOLITICO
poltica o en la cultura, por substraccin de un espa- _______________
cio propio de reflexin o por subordinacin de la
Domenico Jervolino
misma a las anteriores instancias. Bajo esta convic-
cin, escrib en 1977 una Metafsica desde Latinoa-
mrica, de inspiracin zubiriana, pero con la mirada Dopo una presentazione delta filosofia latinoameri-
puesta en Amrica Latina. En ella expona algunas cana delta liberazione con i suoi legami con le lotte
tesis que consideraba importantes: la metafsica popotari e con la rivendicazione di una identita ori-
como acontecimiento apertural a la realidad; el ca- ginale contro la dipendenza, si prospetta l'esigenza
rcter impresivo de dicha apertura en el animal de di un' altargamento delta filosofia delta liberazione
realidades; la condicin sentiente de la inteligencia su scala mondiale a partire dall'incontro del pensie-
humana; la realidad como estructura y el hombre ro del terzo mondo con il marxismo critico, ripensa-
como unidad estructural psico-somtica; la perso- to al di l delto scacco dei socialismi reali, e con
na como modo de realidad formalmente suya y el una fenomenologia ermeneutica che metta in primo
piano i soggetti concreti, che agiscono e soffrono.
ser como actualidad segunda o respectividad de los
entes en el mundo o sistema de la real. Destacaba en
La filosofia della liberazione, una tendenza filo-
ella la importancia de algunas de estas tesis para la
sofica, nata per iniziativa di una generazione di gio-
comprehensin de nuestra realidad y haca confluir
vani intellettuali nel fermento delle lotte politiche e
todo en la idea de liberacin entendida como posibi-
sociali del subcontinente latino-americano tra la fine
litacin. No soy quin para calificar mal que bien
degli anni Sessanta e i primi anni Settanta che, or-
esta metafsica, escrita desde nuestra situacin
mai da un quarto di secolo, ha assunto come tema
hace ms de quince aos. Pero de la que s estoy
centrale della propria riflessione il suo essere in si-
bien seguro es de que la metafsica de X. Zubiri ha
tuazione nel Sud sfruttato ed oppresso del mondo.
dado lo mejor de s misma, para la comprensin de
Filosofia militante e impegnata, dunque, laica in
nuestro devenir histrico, en la obra pstuma de I.
quanto filosofia, anche se non priva di agganci con
Ellacura, Filosofa de la realidad histrica (1990).
la pi nota teologia della liberazione, orgogliosa del-
Se trata de una metafsica intramundana cuyo objeto
la propria identit latino-americana e spesso anche
es el todo de la real dinmicamente considerado,
vivacemente polemica rispetto alla cultura accade-
que no es la Idea hegeliana ni la Materia engelsiana,
mica del mondo ricco e sviluppato e alle posizioni
sino el sistema de las cosas reales que en su condi-
che nella stessa America Latina si rifanno a quel
cin procesual da de s desde la materia todos los
tipo di cultura.
modos de realidad superiores, sin que sea excepcin
Filosofia, ancora, che ha subito il peso della re-
la realidad humana. Se trata de un materialismo in-
pressione e ha patito, nella persona di molti dei suoi
cluyente que X. Zubiri llam materismo, para dis-
esponenti, le persecuzioni del potere e il dolore del-
tinguirlo de los histricos materialismos cerrados o
l'esilio. E che ha in Ignacio Ellacura, rettore dell'U-
excluyentes. De aqu la importancia que I. Ellacura
niversit Centroamericana, assassinato dagli squa-
otorga a la materialidad de la historia frente a otras
droni della morte, con alcuni colleghi e collaborato-
tesis idealistas o espiritualistas. La historia se funda-
ri, in El Salvador nel novembre 1989, un vero e pro-
menta en la temporalidad de la realidad humana,
prio martire.
considerada tanto individual como socialmente, y en
Vorrei, innanzitutto, ricordare brevemente il con-
cuanto tal se constituye formalmente como proceso
testo storico-politico nel quale la filosofia della li-
de trasmisin tradente de formas de estar en la reali-
berazione nata: suno sfondo ci sono i vivaci e
dad, de actualizacin y apropiacin de posibilidades
tormentati anni Sessanta del subcontinente latino-
y de creacin de capacidades. Lo cual implica una
americano. Mentre persistono regimi dittatoriali e
praxis de liberacin de la que el filsofo no debera
militari, da una parte e, dall'altra, sistemi politici,
estar ausente: Si en Amrica Latina se hace autnti-
che mimano la democrazia borghese senza saper
ca filosofa en su nivel formal en relacin con la
realizzarne i contenuti reali, entra in. crisi l'ideolo-
praxis histrica de liberacin y desde los oprimidos,
gia rifonnista dello sviluppo, il desarrollismo, che
que constituyen su sustancia universal, es posible
que se llegue a constituir una filosofa latinoamerica-
na como se ha constituido una teologa latinoameri-
cana, una novelstica latinoamericana, que, por ser ta-
les, son adems universales.
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