Elagresivoobispa 00 Diaz
Elagresivoobispa 00 Diaz
Elagresivoobispa 00 Diaz
DE TOVAR
BIBLIOTECA ROCINANTE
CARACAS VENEZUELA
MCMLVI
N0V/3U 198?
https://archive.org/details/elagresivoobispaOOdiaz
MANUEL GUILLERMO DIAZ
(BLAS MILLAN)
El agresivo obispado
caraqueo de don
FRAY
MAURO de TOVAR
mi
I Comentarios al libro "FRAY MAURO DE
TOVAR", de Don Andrs Ponte.
Comentarios
III al Hesumen del Relator Len
sobre las Querellas de Caracas.
Biblioteca "ROCINANTE".
Caracas - Venezuela
MCMLVI.
Tipografa Vargas, S. A.
BIBLIOTECA "ROCINANTE"
EDITORIAL
DIRECTOR
Copyright hv
BIBLIOTECA ROCINANTE- 1956
Reservados todos los derechos de Autor
Al Doctor Arturo Uslar Pietn,
en quien no s si admirar ms la
3*
PREAMBULO
ASTA hace apenas diez aos, Don Fray Mauro de
Tovar era uno de los personajes peor conocidos de nuestra
historia colonial. De l slo se tenan incompletas noticias
trasmitidas por tradicin verbal, y breves referencias en libros
como el Teatro de Venezuela y Caracas de Blas Jos Terrero,
pero documentos fidedignos, apropiados para servir de base
a un estudio histrico del querelloso Obispo no los haba en
el pas.
IX
BLAS MILLAN
ra lanzar indirectas contra la Iglesia Catlica, y los seglares
creyentes y los sacerdotes replican en tono de polmica ms
que de investigacin histrica, y unos y otros derivan hacia
generalidades sin provecho para nadie, daosas para la ver-
dad histrica.
X
PREAMBULO
que prelado molestara a otros miembros de la familia Pon-
el
te, muy numerosa ya en aquella poca, y entroncada con los
principales linajes de la colonia. Si por todo ello se enemista-
ron los Ponte y los Tovar, el tiempo se encarg de reconciliar-
los. Hubo matrimonios entre individuos de las dos familias.
Don Martn Tovar, hroe de nuestra independencia, era Tovar
por su padre, Ponte por su madre. El mismo Don Andrs de-
clara descender de un Tovar Maldonado hermano del Obispo.
XI
BLAS MILLAN
desptico, cruel, sdico, cuyo bro y audacia en la perpetra-
cin del mal, despiertan inters en quienes contemplan la vio-
lencia de sus pasiones y el satanismo de sus venganzas. Ade-
ms, pensando an superficialmente sobre el particular, se
cae en cuenta de cuan ilgico es acriminar a la Iglesia los des-
afueros de Don Fray Mauro, pues nadie, que yo sepa, le im-
putar a la Medicina, al Derecho, o a la Ingeniera, el que
exista una minora de mdicos, abogados e ingenieros indig-
nos por su proceder indecoroso, de sus ttulos universitarios.
El lector extraar no se discuta en los captulos siguien-
tes materia relacionada con dogmas y doctrinas del Catoli-
cismo. No me he propuesto esquivar tales temas, pero atenido
a la documentacin de Don Andrs Ponte, no se me ha pre-
sentado ocasin de tratarlos. En todo su libro no hay indicio
de que el Obispo se ocupara nunca en algo ataedero a la
esencia o al inters de su religin. En cambio, a cada mo-
mento le vemos forcejear como un energmeno por el logro
de bajos fines materiales, terrenales, pasionales, propios de
hombres de agresiva y enfermiza naturaleza. Si la religin
qued a veces enredada en tales ruindades, fue porque el pre-
lado, sin el menor escrpulo, aprovech en beneficio suyo, el
poder que le daba el ser jefe de la Iglesia en la Provincia de
Venezuela.
Rica mina de informaciones sobre la vida y la historia de
Caracas en la primera mitad del siglo XVII es la obra de Don
Andrs Ponte. El no la explot suficientemente. Yo estoy muy
lejos de haberla agotado. Muchos, ms calificados que yo, pues
nunca antes lidi directamente con documentos antiguos, pue-
den descubrir nuevos filones o mejorar mi trabajo interpre-
tativo.
El libro de Don Andrs, para su aprovechamiento, requie-
re nos demos una vuelta por la Europa de los siglos XVI y
XVII, a fin de acopiar materiales culturales indispensable a
la buena inteligencia del asunto. De ah que el captulo si-
guiente lleve por ttulo: "Los tiempos de Don Fray Mauro".
XII
^^^^^^^^^^^^^^^
timeta L^Jata
2 5
BLAS MILLAN
teamericano a detrs de la cortina de hierro, o al revs, la
de un ruso, checo o polaco en direccin opuesta. En el siglo
XVII ningn Papa poda estar absolutamente seguro de que
un sacerdote catlico, hasta entonces reputado por hombre de
fe inquebrantable en su religin, no se volviese de pronto pro-
testante. Tampoco era de sorprenderse si un pastor protes-
tante pidiese inopinadamente admisin en la Iglesia Romana.
Otros, en cambio, como Erasmo, permanecieron la vida entera
en la religin en que haban sido bautizados, pero en sus es-
critos, en sus discursos, se nota que poco les falt para caer
en la hereja o en el escepticismo.
9
BLAS MILLAN
Enlazaremos las generalidades anteriores con la persona
de Don Fray Mauro citando un prrafo de la Historia de la
Provincia de Chiapa por Fray Francisco Jimnez:
"Como el yerro del entendimiento es el peor, respecto a
que toda ciencia que no se funda en humildad hincha y en-
soherhece, como dice San Pablo, y cometido el yerro lo pro-
curan llevar adelante porque no se diga que erraron (como
si hubiera cosa ms comn que errar los hombres por su suma
fragilidad) procuran llevar adelante su yerro, lo cual ha sido
causa de infinitos daos como se vi en Lutero y en Ennco de
Inglaterra, no porque quiera decir esto que "fue un luterano
aqueste Obispo" (Don Fray Mauro) "ni tal imagino. .". .
10
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
11
II
11
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
16
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
17
BLAS MILLA N
las sombras negras que la luz hara danzar al comps del pa-
so del grupo familiar, sino las sombras blancas, fosforecentes,
cual destellos de luna, de las almas en pena, o las llamaradas
rojizas y azulosas de algn demonio de los que por las noches
suelen aterrorizar a los mortales. Un crujir de muebles o de
techos lo interpretaban como pasos del Tirano Aguirre. Un
lejano latido de un perro como un lamento de La Llorona.
El olor a esperma quemada las reconfortaba con sugerencias
de solemnidades religiosas. Y se dorman pensando en novios
y duendes, maridos y diablos, suegras y brujas.
Tambin se hablaba de almas en pena en las casuchas y
ranchos, y de tesoros de caciques o de piratas que imaginaban
ocultos en cuevas de las quebradas o en islas desiertas del
mar Caribe. Tales conversaciones tienen su parte grata para
cuantos suean con enriquecimientos rpidos y rehuyen el
penoso trabajo de labrar la tierra.
Los recin llegados de Espaa referan los mareos, ham-
bres, tempestades, ciclones, padecidos durante interminable
travesa, y cuando se quejaban de las incomodidades y lan-
guideces del escorbuto, debido, segn opinaban los fsicos, a
la irritacin producida en las entraas por la carne y el pes-
cado salado, el pan y el agua podridos de los barcos, los re-
sidentes del pas les recetaban el infalible remedio de refres-
carse con mucho jugo de limn y otras frutas cidas, cuyo
efecto lenitivo es tan grato despus de las noches de juerga.
18
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
Este aguacero me recuerda, negro, aquel que cay cuando
t y yo andbamos en los diez aos. Recuerdas como todos
en la casa nos pusimos a rezar el Trisagio por miedo a los
truenos?
O bien: 1 i - 7^
Este caballo se parece al rucio que mi padre prefera,
aquel que mova las patas con tanta gracia, y que estuvo a
punto de morderte. Lo recuerdas, negro?
Qu si me acuerdo! Entoava me parece verlo cuando se
me vino encima con el jocico abierto pa enterrarme los dien-
tes!
Dilogos as eran imposibles entre indios y blancos. Sus
conversaciones, por fuerza, haban de ser cortas y secas, por la
carencia de recuerdos comunes que tanto calor dan a las pl-
ticas. Por otra parte, los negros, como toda persona en posi-
cin inferior, solan desarrollar habilidades de cortesano, y
maa para ganarse la voluntad del amo. Aprendan a conocer
sus rasgos de carcter, sus gustos, sus debilidades, y a influir
en su nimo por la va segura de las flaquezas. De suerte que
cuando un blanco se pona a pensar en alguien de confianza
para dejar de jefe en una hacienda recin fundada, general-
mente le pasaba por la mente la imagen de un negro, criado
en l propia casa, buen catlico, bien casado con su negra
como el esnaol con su blanca, uno de esos negros con quien
de nio haba jugado, que quiz mam de la misma mujer
que fu a un tiemoo madre y nodriza, y que junto con el ama
contribuy a inculcarles a los dos la misma educacin. Para
cargos as ni pensar en espaoles e indios. Los espaoles de-
3
21
BLAS MILLA N
masiado costosos, y los indios eran libres y vaya Ud. a saber
lo que puede hacer un hombre con su libertad y de aadidura
amparado por las complicadas y enojosas leyes de Indias. El
negro, en cambio, era menos arriesgado. El amo
conoca de
le
nio, poda hablar con l del Trisagio por miedo a truenos
los
y del rucio de paso airoso y de arranques mordelones.
As, pues, el blanco sola dejar la hacienda
al principio
por poco tiempo en manos de algn negro listo, pero como
el negro se esmeraba por cumplir y hacer cumplir las rdenes
del amo, ste iba poco a poco dejando el trabajo administra-
tivo en manos del negro habilidoso y fiel.
22
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
23
BLAS MILLAN
tena que ser as: el negro era propiedad del blanco, y todo
ser humano tiene apego por sus propiedades. Algunos, cier-
tamente, en momentos de ira, rasgan sus vestidos, tiran ob-
jetos decorativos contra el suelo, o destrozan muebles suyos.
Son losmenos. Los ms cuidan sus trajes, sus objetos deco-
rativos, sus muebles, porque cuestan dinero, son riqueza, pue-
den convertirse en dinero. Por la misma razn los espaoles
cuidaban a sus negros ms que a los indios del Rey. Libres los
indios como las casas de nadie, se iban desplomando poco a
poco, por no haber quien ejerciera en ellos, junto con los de-
rechos de propiedad, los cuidos y atencin espontneos en el
propietario por su propiedad.
28
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
30
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
31
III
DON FRAY MAURO LLEGA A VENEZUELA
SEIS MESES ANTES DEL TERREMOTO
34
EL. AL-?_E~."~ Z3Zz?Z>Z ZZ Z'Z: TZJ-.l
Su-
BLAS MILLAN
entre vecinos de Caracas partidarios ya del uno ya del otro
Cabildos.
Asi las cosas lleg Don Fray Mauro de Tovar a Caracas
y su genio batallador agudiz la tensin existente en la ciu-
dad. "No produca la ciudad" (El Cabildo Seglar) "y su jefe"
(El Gobernador) "pensamiento que no fuese insultante para
el Obispo ni ste daba ni tomaba providencia que no fuese
asociada con la excomunin y la censura" (Blas Terrero: Tea-
tro de Venezuela y Caracas). El terremoto, naturalmente, con-
tribuy en Junio de 1641, a emponzoar los nimos.
En Rey dice Fuenmayor que no obstante el golpe
carta al
recibido de una tapia "que se le vino encima" y de la sangria
que los mdicos le recetaron, se vi en el caso de ir a sacar de
los escombros de las iglesias, el Santsimo Sacramento que
los sacerdotes haban olvidado completamente, atentos solo
a su personal seguridad. Describe tambin el Gobernador su
afn por abaratar los precios del casabe, del maz y de otros
alimentos. Nunca antes ni despus pudieron adquirirse por
tan poco dinero como en las semanas siguientes al terremoto.
Pero el historiador Luis Alberto Sucre nos describe un Don
Fray Mauro imponente, grandioso en su desprecio del peligro,
desenterrando con sus propias manos las custodias con hostias
consagradas que haban quedado bajo los escombros, y dando
fey esperanza, con palabras inspiradas, a sus aterrados y aba-
tidos feligreses.
Son, pues, dos versiones contradictorias sobre la actitud
del prelado en la gran calamidad. Sin duda Fuenmayor, en
su carta al Rey, mencion de preferencia cuanto poda ganarle
privanza impresionando favorablemente al monarca. Sucre
no apoya con documentos su relato. Es, por tanto difcil, me-
jor dicho imposible, saber quien de los dos dice la verdad.
Sinembargo, Don Fray Mauro era hombre de coraje, y para
sus fines le convena captar la admiracin de los caraqueos.
Mejor oportunidad no poda presentrsele, y este razonamien-
to tiende a corroborar la versin de Sucre.
4 37
BLAS MILLAN
gos presenciales cuyas declaraciones copi en el Archivo de
Indias.
Por cules razones Don Fray Mauro y sus partidarios se
opusieron a la innovacin urbanstica? Quiz la ruina de las
iglesias, conventos y otros edificios no fue tan grave como se
dice, y el Obispo, con criterio positivista, pens costara me-
nos tiempo y dinero el reconstruirlos aprovechando las pa-
redes y techos supervivientes al terremoto, que fabricar desde
los cimientos una Catedral, varios templos, y algunas casas de
alquiler que poseera ya para esa poca la Iglesia por dona-
ciones y mandas de devotos. Sea como fuere, la primera re-
primenda severa de la Real Audiencia, recibida por Don Fray
Mauro, fue por haberse inmiscuido en asuntos atinentes solo
a seglares.
De no salirse con la suya el prelado, tres siglos despus,
al empezar en 1925 la era de las grandes urbanizaciones, el
centro de Caracas hubiera estado en Chacao. Las parroquias
de Altagracia, Catedral y Santa Teresa hubiesen sido pequeos
barrios obreros. Petare, por quedar ms cerca de la hipottica
Caracas, no habra alcanzado el desarrollo que conocimos ni
la categora de Capital de Miranda. El Paraso quedara entre
La Floresta y los cerros de Baruta. El Tnel del Calvario ni
elViaducto de Crespo existiran, de suerte que al oponerse a
lamudanza a Chacao, Don Fray Mauro influy notablemente
en la historia del urbanismo caraqueo.
El mismo ao del terremoto los holandeses forzaron la
Barra de Maracaibo y saquearon pueblos de la costa del lago,
as como la ciudad de Gibraltar. El Gobernador y General
Fernndez de Fuenmayor acudi con fuerzas militares y re-
peli a los luteranos. Uno de los oficiales que le acompaaron
fue Don Toms de Ponte, de quien hablaremos mucho en los
prximos captulos. La guerra contra los extranjeros aplac
por un tiempo la querella entre el gobierno seglar y el Obispo.
Pero mientras dur la ausencia del Gobernador, Don Fray
Mauro comenz a dar sus pasos para posesionarse de Caracas.
"Los caraqueos no saben lo que es ser Obispo". As lo dijo
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
39
BLAS MILLAN
Don Fray Mauro, en fecha 15 de Agosto de 1642, para pedirle
se abstuviera de entorpecerle sus preparativos blicos. Evi-
dentemente Don Fray Mauro se dedic a sabotear, como diria-
mos hoy, la expedicin para el recobro de Curazao. Mediante
repetidos "inducimientos" y con la promesa de asilo en la
Obispaba, obtuvo la desercin de muchos que hubieran po-
dido participar en la embestida contra Curazao, entre los cua-
les citaremos una persona muy importante en una expedicin
militar, un mdico, David de Rocha, a quien Don Fray Mauro
asil en su residencia para impedir su reclutamiento. Es de
presumirse no abundaban mdicos en Caracas. Apartar del
cumplimiento del deber a uno de los pocos que haba, era una
muy mala jugada del Obispo contra Fuenmayor.
La expedicin fracas. Espaa perdi tambin a Bonaire
y Aruba. Y pocos meses despus, a fines de Diciembre de
1642, se produjo un intento ingls de apoderarse de La Guay-
ra. Fuenmayor, con el apoyo de todos los notables de Caracas,
"incluyendo al Obispo Tovar", repeli la escuadra luterana.
La frase entre comillas es de Don Andrs Ponte, quiz la nica
de todo su libro que le atribuye algn mrito al prelado.
Demos ahora un rodeo por la historia colonial de Vene-
zuela y por la de un perodo de la Edad Media Europea, para
explicar la razn por la cual, pginas atrs, dije que el Obispo
empez a tomar una actitud contraria a su religin cuando se
propuso sabotear el intento contra Curazao.
El Presbtero y General Jos Flix Blanco, en sus "Docu-
mentos para la Historia de la Vida Pblica del Libertador de
Colombia, Per y Bolivia", refirindose a Don Fray Mauro,
escribi: "Imbuido este prelado de las mximas de Ildebran-
do (Gregorio VII) daba a su autoridad tal preeminencia y
extensin que quera que el poder civil le estuviese subor-
dinado, propasndose a conocer y juzgar de la conducta y
hechos domsticos de las familias, so pretexto de pecaminosos,
y se recuerda con horror el vilipendioso y atroz castigo que
infligi a una Seora de las primeras familias de esta ciu-
dad. .". Nada ms errneo que considerar a Don Fray Mauro
.
10
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
41
N
a y Tu:q.
46
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
49
BLAS MILLAN
dro, considerando oportuno que tercera persona influyese en
el nimo de Doa Ana, y la decidiera a otorgar la garanta,
recurri a Don Melchor Cndano para dicha persuasin. A
la Catedral, donde se hallaba asilado el Contador, fue Don
Gabriel y le rog ablandara a Doa Ana en favor de Don
Pedro.
Don Melchor empez por negarse. Don Gabriel menude
sus instancias, y Cndano, por zafarse de la dificultad, ide
un complicado y no muy limpio ardid para complacer a Don
Gabriel sin perjudicar a Doa Ana. Al amigo prometi hablar
con la sobrina. A Doa Ana, quien, de paso sea dicho, guar-
daba cama, le aconsej firmar dos documentos: El de fianza
y una EXCLAMACION. El segundo estara redactado en tr-
minos apropiados para quitar toda validez al primero.
El lector, especialmente si es abogado, se habr puesto
ceudo. Las acepciones de la palabra exclamacin que dan
el diccionario de la Academia Espaola y la Enciclopedia Es-
pasa de nada sirven para disipar la tiniebla causada en el es-
pritu por el uso de aquel vocablo en forma tan inslita. Pero
la lectura de la exclamacin de Doa Ana, cuyo texto ntegro
est en el Fray Mauro de Don Andrs Ponte, revela que en
aquellos tiempos llamaban as un documento por el cual s'
afirma la nulidad de otro, alegando que ste se firm bajo
amenaza de fuerza y violencia, en circunstancias en que el
otorgante careca de la seguridad y libertad necesarias para
la validez de una escritura. En efecto, Doa Ana, segn "cla-
ma y exclama" en el curioso documento, otorg la fianza por
"miedo reverencial a su marido", hallndose enferma y en
cama, sin otro medio para librarse de las conminaciones de
Don Pedro.
Como pensado y hablado, hecho: Doa Ana firm la fian-
za y la entreg a su marido. Luego, a espaldas de Don Pedro,
firm la exclamacin ante suficientes testigos, entre los cuales
hay que mencionar a Don Toms de Ponte. Don Pedro llev
la fianza a Don Fray Mauro. Don Melchor Cndano guard
por unos das la exclamacin.
50
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
51
BLAS MILLAN
Suspendemos un momento la narracin para analizar lo
que sabemos. Muchos aos ms tarde, creyendo cercana su
muerte, Don Melchor Cndano firm una exclamacin en la
cual confirmaba todas sus declaraciones de fecha anterior,
hechas durante los pleitos entre los Ponte y Don Fray Mauro.
Don Melchor otorg esa escritura por temor a que en sus -
timos momentos, agentes del Obispo le hiciesen firmar algn
documento apropiado para robustecer las apelaciones del pre-
lado, contra las sentencias de la Audiencia favorables a la
parte contraria. As Don Melchor se previno contra posibles
perfidias de alguno de los clrigos corrompidos por Don Fray
Mauro, y esa exclamacin, otorgada cuando Cndano se crea
de muerte, es sin duda digna de todo crdito, pues ningn ca-
tlico miente en tales circunstancias. No podemos por tanto
dudar de la veracidad de sus declaraciones durante el inte-
rrogatorio del Obispo.
Don Toms de Ponte, segn se desprende de todos los
documentos de Fray Mauro, era hombre de rectos procederes
y de la mejor reputacin. Lo prueba el hecho de que el Obis-
po nunca pudo formalizar ningn cargo contra l, y para sa-
tisfacer de algn modo la enemiga que le tena, no hall otro
medio sino el de ofenderle, velarle pblicamente, como la ve?
que lo mand a echar con violencia y escarnio de la Catedral.
Ahora bien, el hombre, por razones obvias, se pone de
parte de sus hermanos y no de sus cuados, cuando hay des-
avenencias entre stos y aqullos. Al firmar la exclamacin
Don Toms frustr un arreglo satisfactorio para su medio her-
mano Don Pedro y para el Obispo. En otros trminos, favo-
reci a su cuada y perjudic a su medio hermano. Un pro-
ceder as, contrario a lo natural, no puede explicarse sino su-
poniendo que Don Toms no estaba satisfecho del comporta-
miento de Don Pedro con Doa Ana, y que quiz sosnechaba
cierta complicidad entre Don Pedro y Don Frav Mauro en
alen sucio negocio relacionado con las bulas. El lector, lo
admito, puede formular objeciones contra mi razonamiento.
Ms adelante referir hechos que lo corroboran. Por lo dems
52
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
los cabos atados se ven mejor que sueltos. Por ahora lo dicho
es un cabo suelto.
5 53
BLAS MILLAN
fue encerrado en un calabozo de las Casas Episcopales, y Do-
a Ximena depositada en el "Monasterio de Monjas". Por mo-
tivos no explicados, dos meses despus Doa Ximena fue lle-
vada por "el mismo Obispo desde el Monasterio a sus Casas"
(las del Obispo) "pblicamente y con indecencia".
Para no perder el bilo en esta exposicin, recordemos que
hasta el momento tenemos noticia de tres arrestos: el de Doa
Ana, el de su marido Don Pedro y el de Doa Ximena. De
haber sido ciertas las acusaciones del Obispo nos hallaramos
frente al esquema triangular del adulterio, con la singularidad
de que dos de sus vrtices eran femeninos. (En las ms de las
novelas dos vrtices son masculinos). Por otra parte, en la
idea literaria del adulterio no est implcito el delito de in-
cesto entre hermano y hermana, que en el caso en estudio
aada a la figura geomtrica una como cuarta dimensin cuya
escabrosidad salta a la vista. Don Fray Muro, si no tena la
razn le sobraba al menos imaginacin. Era un folletinista
larvado, a lo mejor un precursor del psicoanlisis.
Examinemos separadamente la especie del "hospedaje es-
candaloso" y la acusacin de incesto.
De no haber sido inditas las imputaciones de Don Pe-
dro, sus habladuras no habran sido sino comentaras a cosas
ya sabidas, es decir, un desahogo de un hombre enfurecido, y
no una revelacin de una inmoralidad desconocida de un per-
sonaje importante, una revelacin apropiada para daar y per-
judicar gravemente la fama de Don Fray Mauro, y de ponerlo
fuera de s como en efecto lo puso, y para moverlo a tomar
cruel venganza.
Es intil Fray Mauro una prueba de los amo-
buscar en el
ros del prelado con la dama
principal. Fuera de las frases
citadas de Don Pedro, ninguna otra se refiere a galanteras
del Obispo, ni corrobora en manera alguna las habladuras de
Don Pedro. Fray Francisco Jimnez, quien habla del Obispo
sin contemplaciones, le atribuye muchas maldades, pero tam-
poco menciona deslices amorosos del prelado. Quiz
se ob-
jetar un hbito mental de rechazar fuera del pensamiento
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FP.AY MAlTP.O DE TOVAR
60
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
(>2
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
63
BLAS MILLAN
Pero enviarlo fuera del pais, a galeras, y desposeerlos de la
mitad de sus bienes, eran cosas que requeran el "auxilio del
brazo secular". Don Fray Mauro intent lograrlo mediante lar-
gos razonamientos basados en disposiciones del Concilio de
Trento, y con amenazas de excomunin, pero como no se lo
concedieron, dej presos en las Casas Episcopales a Don Pe-
dro y a Ximena, metidos en cepos, a ratos de cabeza, a ratos
de piernas. Tambin lanz una andanada de excomuniones
contra funcionarios seglares por haberse negado a satisfacer
"su gusto". El Concilio de Trento haba aprobado, entre mi-
llares de otras reformas, una resolucin contra el uso inmo-
derado del arma de la excomunin. Don Fray Mauro no re-
cordaba del Santo Concilio sino lo que poda servir para sus
fines personales.
64
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
67
BLAS MILLA N
chas resultas y cosas en favor de la Real Caja y Su Majestad".
Quiz su rigor en las inspecciones de contabilidades, le vali
el ser asesinado por el feroz Gobernador Gil de la Sierpe y
por el criminal Diego de Ovalles.
G8
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
6 69
BLAS MILLAN
y los Navarro, le pedan proteccin contra el Obispo; ste,
por su parte, en comunicaciones interminables, en que citaba
"textos y circunstancias del Santo Concilio" (de Trento) le
peda tambin el "auxilio del brazo secular" contra Don Ga-
briel y Doa Elvira. Y no se crea que todo ello se baca de
palabra, antes bien todas aquellas personas vertan sus razo-
nes en largas epstolas, escritas por escribanos en original y
duplicado; luego los escribanos iban a ver al Alcalde y le
lean el documento del cual le dejaban el original, y el dupli-
cado se entregaba a la otra parte con una certificacin ante
testigos de que el Alcalde se haba enterado del contenido
de la solicitud y quedaba en posesin de una copia de su
texto.
de Torres Morales.
Durante la anuncia d Don Gabriel, oco antes de las 4
d<* latarde del da 24 de Marzo de 1643. se presentaron en la
casa d^ los Ponte, el nadre Agustn de Palma v Don Sebastin
de Ouintanilla. crado de su seora ilustrsima. en cnmn'^
de Mateo de Armas. Teniente de Alcacil Mavor. es de supo-
nerse ste sera, el "Ministro de la Real Justicia", a nui^n p1
AValde confi la eie^ucin de la orden de llevar a Doa El-
vira v Don Gabriel a declarar ante su seora ilustrsima).
Como Jos de Torres les preguntara "rrue oueran. aouellos res-
pondieron oue iban a buscar a los dichos Doa Elvira v Don
Gahriel". El procurador quiso saber si llevaban "mandamien-
to", v como no lo tenan consi'00. hubo oue enviarlo a buscar.
Pato desnus 1W un Bachiller. Diego Sevillano, con el auto
firmado or el Alcalde Juan de Ochoa. El procurador permi-
ti la entrada de agella gente.
72
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
I
o
Don Fray Mauro tena infantera particular.
29 " " " " artillera
39 " " " " en la Obispala prisin y for-
taleza propias.
49 " " " " muchos partidarios entre los
seglares.
5P " " " excomulgaba con el mismo desenfado
que estornudaba. Cuando supo que Don Toms de Ponte se
haba embarcado para Santo Domingo por defender a los su-
yos ante la Real Audiencia, el Obispo, en volcnica erupcin
de clera excomulg al. bergantn en que navegaba Don To-
. .
78
VI
79
BLAS MILLAN
pales, es un hecho que Bernab Daz de Mesa estaba de guar-
da, pues tanto l como Doa Elvira lo afirman.
Doa Elvira no ha debido de mentir al decir que Daz de
Mesa abri el calabozo y se llev a Don Pedro. Una falsedad
en su situacin no poda sino perjudicarla, y no se concibe
cual provecho poda derivar de una acusacin contra Bernab
Daz. Es explicable, por otra parte, que ste, en su memorial
ya citado, no mencione lo que poda perjudicarle, o sea el he-
cho de que abri la puerta del calabozo, sino que se extienda
profusamente sobre el terrible castigo consecutivo a su des-
cuido? complicidad?
Qu pas despus de salir Don Pedro del calabozo? Si
verdaderamente Daz de Mesa le llevaba a las habitaciones
del Obispo, aprovechara Don Pedro la oportunidad para huir-
se sin la ayuda del guarda? Cmo, entonces, pudo llevarse a
Ximena? Para esto era necesario quitarle a Daz de Mesa la
llave del calabozo de la joven, es decir, forcejear con l hasta
dominarlo, apoderarse de las llaves, abrir el calabozo de la
detenida, en fin, hacer multitud de cosas que no podan dejar
de causar ruido; esto hubiera atrado a otros guardas del pre-
lado, y la evasin habra fracasado; adems Daz de Mesa
hubiese podido pedir socorro, y en tal caso el Obispo no se
hubiera ensaado con ferocidad suma contra l como lo hizo
luego.
Finalmente, segn se ve en la pg. 237 del Fray Mauro,
Don Gabriel ayud a sus hermanos poniendo en cierto paraje
unos caballos que utilizaron para la fuga; tambin Doa Fe-
lipa Ponte de del Corro, y su marido el Alfrez, saban anti-
cipadamente que se maquinaba la escapatoria de Don Pedro
y Ximena. Todo lo dicho sugiere un plan bien meditado y
ejecutado para sacar la pareja de la Obispala, y se impone a
la mente la conviccin de que Daz de Mesa traicion al pre-
lado.
Por qu la maquinacin no abarc tambin a Doa El-
vira y a Doa Ana, a favor de quienes nada se intent para
librarlas de su aflictiva situacin? Trataremos separadamente
SU
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
81
BLAS MILLAN
po a cambio de suspender los suplicios. Y esto hubiera com-
plicado los procesos jurdicos en favor de Fray Mauro y tal
riesgo convena evitarlo. Indudablemente los procuradores de
los Navarro y de los Ponte idearon
este recurso para quitarle
a Don Fray Mauro ventaja inapreciable de tener en sus
la
manos a los dos acusados principales. He discutido esto a fon-
do para evitar le pase al lector por la mente un mal pensa-
miento que me vino, cuando le en el Fray Mauro la primera
frase relativa a la fuga de Don Pedro y Doa Ximena: No
prueba esto que eran amantes? De no serlo Don Pedro hn
biera sacado a su madre y a su esposa. La preferencia por
Ximena es muy sospechosa.
Pero el anlisis revela que solo era materialmente posible
fugarse con Ximena; adems, desde el punto de vista en que
solo se tiene en consideracin la victoria en un litigio ante los
tribunales era preferible libertar a Ximena. La maana si-
guiente ha debido ser muy refrescante para el prelado si, como
cuentan, el reir le rebajaba el calor natural de su sangre.
Por los documentos se ve orden perseguir a los fugitivos
82
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
83
BLAS MILLAN
Haca uso de esta afrentosa insignia el Tribunal de la Inqui-
sicin".
En el libro de Don Andrs hay muchas pginas con testi-
monios, que coinciden en lo esencial, relativos a esta pblica
azotaina. (Vase pginas 155 a 171 para lo tocante a Torres
y a Daz, y pginas 204 a 211 referentes a Doa Elvira). Algu-
nos de estos numerosos testigos presenciales aaden pormeno-
res interesantes, como Juan Luis quien dice el Obispo hizo
leer un pregn de cuyo texto solo recordaba la frase final:
"Quien tal hace tal paga". Juan Luis al referirse a Doa El-
vira afirma iba caballera en un borrico. Es curioso cuan di-
sonante es esta forma femenina de una palabra que en mascu-
lino no choca al odo. Tambin difieren algunos testigos so-
bre si en la comitiva iba o no el mdico David de Rocha, de
quien ya hemos dicho que el Obispo le tena en las Casas Epis-
copales, asilado por no haber concurrido con el Gobernador
a las guerras de Maracaibo, Curazao, Bonaire y Aruba. Es de
creerse que s estaba presente el mdico; quiz por consejo
suyo el Obispo orden, cuando Doa Elvira tena la recibidos
35 azotes, que no le diesen ms. Parece razonable pensar que
el mdico persuadira al irascible Obispo que la desdichada
anciana exhalara su ltimo suspiro antes de completarse la
centena de azotes y por lo dems nada bueno para su Seora
Ilustrsima poda derivarse de tal desenlace. Una rebaja de
65 por ciento, como diramos hoy con nuestro hbito de apre-
ciar cuantitativamente las cosas, no parece espontnea en el
estado de nimo en que aquella maana se hallaba el desafo-
rado Fray Mauro.
Otro detalle nos pinta la satnica crueldad de Fray Mau-
ro. Lemoslo descrito por la pluma de un hombre de iglesia.
Dice Fray Francisco Jimnez (Historia de la Provincia de
Chiapa y Guatemala) "llevando azotando a Doa Elvira hizo
:
84
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
7 85
BLAS MILLAN
Doa Felipa. Sin duda el Obispo no orden arrestarla, por-
que su gente la ech a la calle junto con sus sobrinos, las dos
del convento de La Concepcin, y otros ms jvenes, a fin de
proceder a inventariar y embargar los bienes de los del Corro.
Don Fray Mauro nunca olvidaba el factor monetario en sus
barrabasadas.
Un documento inserto en la pgina 180 del "Fray Mauro",
nos pinta un cuadro conmovedor de Doa Paula y sus sobri-
nos, huyendo por las calles vecinas a su casa, "pidiendo mi-
sericordia, llorando y dando voces que quebraban el corazn
de todos los vecinos" ninguno de los cuales se atreva a in-
vitarlas a entrar en su casa por miedo a incurrir en el temible
enojo de Fray Mauro. Finalmente Agustn Gutirrez de Lugo
se apiad de las fugitivas y las recibi en su casa.
Doa Felipa fue puesta en grillos y a los pocos das "le
procedi el mal parir". Los documentos relativos a este nue-
vo atropello, adems de ser muy explcitos estn muy bien
escritos y dan detalles en extremo interesantes.
86
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
87
BLAS MILLAN
parte del bando Ponte, porque maquinaba casar a dos hijas
suyas con Don Gabriel y con Don Toms.
Don Fray Mauro acusaba al Alfrez de complicidad en
lafuga de Don Pedro y Ximena. Como el Alfrez estaba es-
condido y al parecer Don Fray Mauro no lograba apresarla,
se arregl al fin una transaccin parecida a la de Doa Fe-
ya lo habr supuesto el lector, el Alfrez tambin firm
lipa y,
secretamente su exclamacin anulatoria.
(Veintids pginas de documentos, desde la pgina 172
hasta la 194 del "Fray Mauro", puede consultar el lector para
comprobar que en el relato anterior no hay nada que sea
invencin).
Y Doa Ana de Cpeda? No figura su nombre en la lista
de lesionados por la huracanada furia del prelado consecutiva
a la escapatoria de Don Pedro y Doa Ximena. Maquiavelis-
mo de Don Fray Mauro? Muy probablemente, pues no parece
temerario atribuir la lenidad del Obispo para con Doa Ana,
en este caso, a un sutil designio de provocarle a la vez grati-
tud por la excepcin en favor suyo y temor de ser tratada
como los dems en la prxima ocasin, ya que ambos movi-
mientos de la sensibilidad eran apropiados para decidirla a
firmar las declaraciones contra Doa Ximena y Don Pedro,
tan necesarias para corrobarar la acusacin de incesto.
88
VII
89
BLAS MILLAN
De tiempo inmemorial el convento ha sido refugio de
doncellas cuitadas. SIalguna tenia derecho a estar, como en
su casa, en el convento de monjas de Caracas, era Paula, pues
haba sido fundado por una de sus hermanas mayores. Pero
mientras Don Fray Mauro ejerciese mando y dominio sobre
los monasterios caraqueos, no haba, para Paula, peor asilo
que el convento, de suerte que haba pensado o ausentarse o
pedir al Alcalde que la "pusiese presa y depositase en la parte
que le pareciese al dicho Alcalde, solo que no se atreva a salir
a la calle de miedo de caer en manos de la gente de Fray
Mauro".
Segn la declaracin de Cndano esta pltica se verific
en "un aposento" de la casa de Gutirrez de Lugo "entrando
al patio a mano derecha". Tambin estaba presente Gabriel
Snchez, escribano, a quien Cndano haba llevado consigo.
Ambos consejeros aprobaron la idea de Paula de ponerse en
manos de la justicia seglar como nico medio para no caer
en las de Don Fray Mauro, y estaban acordando ir a ver ai
Alcalde, "a lo largo del da ', los tres juntos, para que "hiciese
dichas diligencias'' (es decir, arrestar a Paula) cuando ai-
guien llam al portn de la casa, y como le preguntaran lo que
deseaba, dijo iba a entregar a Don Agustn Gutirrez de Lugu,
a cambio de un recibo, un caballo blanco, propiedad de ios
Corro y Ponte, que se haba quedado en el corral de la casa
de Doa Felipa, en la cual, por no haber persona que lo aten-
diera, el animal estaba pereciendo de hambre. Tanta caridad
a favor de un caballo pareci sospechosa a Cndano, quien re-
comend no abrir la puerta y decir que Gutirrez de Lugo no
se hallaba en su casa, y as se hizo.
90
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
A
esto respondi Paula que soltasen el animal en la sa-
bana o dispusiesen de l como a bien tuvieran "pues les te-
nan embargados todos sus bienes y destrudolos, que qu im-
portaba un caballo".
La artimaa haba fracasado. La puerta de la casa de
los Gutirrezcontinuaba cerrada y la gente, emboscada cerca,
no poda irrumpir por sorpresa como cuando Doa Felipa del
Corro abri para dar paso a sus hijas.
92
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
91
VIII
DIVERSOS SUCESOS
96
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
98
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
99
BLAS MILLA N
declaran,si fue nicamente para infundir respeto, o si la uti-
100
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
8 101
BLAS MILLAN
sin. Fue, pues, necesario, solicitar carpinteros para acondi-
cionar al cepo y se aplaz para el siguiente da la venganza
del prelado. (Esto ocurri antes de ser apresada Doa Elvira
y cuando Don Gabriel Navarro no haba an huido de Cara-
cas). Exasperado por la dilacin, Don Fray Mauro vociferaba
que por cada hora que su notario pasase de cabeza en el cepo
Don Pedro Navarro padecera tres de igual castigo.
Esa noche, infinidad de personas, entre otras el Alfrez
del Corro, marido de Felipa de Ponte, visitaron a Fray Mauro
y le rogaron de por Dios no sometiese a Don Pedro a prueba
tan rigurosa, pues siendo hombre gordo, no acostumbrado a
tales aprietos, poda morir en el tormento; adems, no era
culpable de lo ocurrido entre el Gobernador y el notario lego.
102
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
103
BLAS MILLA N
104
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
105
BLAS MILLA
pudo ver que el Bachiller no entreg a nadie el dicho libro;
(1) Quiz Don Fray Mauro mismo arranc las pginas cuya destruccin
algunos atribuyen a otros miembros de la familia Tovar.
106
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
107
BLAS MILLA N
Como no hallaron a Rodrguez Espejo, le pidieron a Mo-
reno que "hiciese la Cruz con los dedos de la mano y que de-
bajo de juramento declarase si el dicho Diego Rodrguez Es-
pejo estaba all o haba estado".
Moreno, con los dedos en Cruz, hizo el juramento, y los
marcharon. Moreno pudo ver como iban acompa-
clrigos se
ados de "cantidad de indios con arcos y flechas".
La maana siguiente Moreno advirtiendo la desaparicin
de unas espuelas suyas, fue a visitar al padre Dedel, y ste le
dijo que quiz las haban robado los indios, llevados por los
clrigos "para cercar la casa". Aadi que pertenecan a los
repartimientos de Don Garca de Vera y de Don Hernando de
Arvalo. No da esto a pensar que los seores Vera y Arvalo
facilitaron estos indios a Don Fray Mauro para la captura de
Rodrguez Espejo, y que quiz formaban parte de los muchos
partidarios que al decir de Don Gabriel Navarro tena el Obis-
po en Santiago de Len de Caracas?
Las frases entre comillas de este captulo, tomadas todas
de documentos publicados por Don Andrs Ponte, son otras
los
tantas pinceladas que nos pintan sugestivamente, un panorama
de la aldea que andando el tiempo haba de ser la ciudad de
Caracas.
De ocho a diez de cierta noche Rodrguez Espejo recibe
una visita del Dean Escoto y le inspeccionan sus libros. Jun-
tos se llegan a la casa de Doa Elvira, discuten, examinan otros
libros, van a las Casas Episcopales, y regresa Rodrguez a su
casa, todo en dos horas y a pie. Esto da la medida, mejor que
un plano topogrfico de la pequea capital de provincia en
la cual todos son vecinos de todos y cualquier diligencia se
hace en breve tiempo.
Rodrguez Espejo, a la luz de la luna, ve entrar al Dean
con el libro bajo el brazo en las Casas Episcopales. No hay,
pues, alumbrado pblico ni en la plaza mayor.
Los libros de Cabildo, uno a uno, han sido confiados a la
custodia de sendas personas respetables, o tenidas por tales,
porque el Cabildo, debido al terremoto, ha quedado sin edifi-
108
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
109
BLAS MILLAN
Acribillados por los efluvios de un paisaje selvtico, in-
fluidos por el espectculo de usos y costumbres de razas br-
baras, aquellos sentimientos, convicciones, principios, fijados
laboriosamente en la psique humana por la educacin, por el
ejemplo y memoria de los antepasados, y que decoran el "cas-
tillo interior", segn deca Santa Teresa, se desprenden como
113
BLAS MILLA
era arbitraria como proceda Don Fray Mauro, y gracias
tambin al hecho de que Don Fray Mauro no se haba dignado
remitir los autos, expedientes, sentencias, etc., a la Real Au-
diencia, los jueces eclesisticos de la misma fallaron en favor
de Doa Elvira y otros detenidos, los cuales deban ser pues-
tos en libertad, recobrar la posesin de sus bienes embarga-
dos, ser absueltos por un perodo de ocho meses a partir de la
fecha en que tal mandato llegase a conocimiento del Obispo:
y en cuanto a Doa Elvira se ordenaba restituirla, de manera
pblica y solemne, con la mayor demostracin posible, en la
buena fama y opinin de que gozaba antes de su enjuiciamien-
to y afrentosa condena. De aadidura el Obispo, so pena de
excomunin, y de perder las temporalidades, deba asistir a
la restitucin de la fama de Doa Elvira, y presenciarla en
compaa de todas las personas, seglares o religiosas, que de
una manera u otra haban desempeado algn papel en el
injusto proceso y vilipendio de la desdichada matrona.
115
116
X
RESTITUCION DE LA FAMA
DE DOA ELVIRA
9 117
BLAS MILLAN
an en los das de mayor podero del prelado, era minuciosa-
mente narrado ante notarios los cuales copiaban y hacan co-
piar repetidas veces las ristras de largas frases castellanas
lentas
como un paseo en carro de bueyes pronunciadas por
los declarantes. Todo ello se guardaba, se esconda, para em-
plearlo luego contra Don Fray Mauro. Hasta Paula de Ponte,
cuando sali de la casa de su madre, echada por la gente del
Obispo, hizo redactar un prolijo documento en que varios tes-
tigos daban fe de lo ocurrido.
118
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
119
BLAS MILLAN
largo documento. Posiblemente sentado en un silln frailero,
el prelado, rodeado de sus clrigos ms adictos, y de los sir-
vientes y esclavos complicados en el pblico tormento y vili-
pendio de Doa Elvira, pasaran por la amargura de ver glo-
rificada la persona que meses antes haban azotado y vejado.
De fijo Doa
Elvira dirigi una mirada altiva y una sonrisa
irnica y despreciativa a su enemigo, mientras en su alma la
parte bestial del ser humano levantara el deseo de que el pre-
lado se viese alguna vez en un calabozo, de cabeza en un cepo,
humillado, abrumado de infortunio, como los Navarro y los
Ponte lo haban estado; pero Doa Elvira era catlica, y viva
los aos en que los creyentes se preparan con mayor cuidado
para una buena muerte; quiz por llo la parte religiosa de
su espritu rechaz el impulso vengativo, borr los malos pen-
samientos por l suscitados, y la anciana, vencindose a s mis-
ma, dira con la voz interior: perdnalo, seor! Esto es una
suposicin. El lector puede aceptarla o no, pero es un hecho,
atestiguado por muchos vecinos, y citado por Fray Francisco
Jimnez, que el Obispo, incapaz de contener su poderosa c-
lera, rugi al pasar Doa Elvira:
jas, desde cuya portera las tres religiosas hijas de Doa El-
vira haban presenciado meses atrs el suplicio de su madre.
Pero esta vez las tres hermanas no pudieron ver a Doa Elvira
120
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
121
BLAS MILLA
informaciones y recaudos, que con el dicho de su pedimento
se presentaron ante su merced, en el artculo de lo que se pide
y pretende por parte de la dicha DOA ELVIRA DE CAMPOS
Y SCS HIJOS ACERCA DE QUE SE LE MANDE RESTITUIR
A LA SUSODICHA EN SU ANTIGUA HONRA Y OPINION,
CON PREGON PUBLICO, POR EL DICHO DESPOJO VIO-
LENTO, QUE LE HIZO DE ELLA EL SEOR MAESTRO DON
FRAY MAURO DE TOVAR, OBISPO DEL DICHO OBISPADO,
EJECUTANDO SIN EMBARGO DE APELACION EN LA PER-
SONA DE DOA ELVIRA DE CAMPOS LA SENTENCIA
AFRENTOSA QUE CONTRA ELLA DIO Y PRONUNCIO DE
AZOTES Y OTRAS GRAVES PENAS ATENTANDO EN LAS
CAUSAS QUE CONTRA ELLA FULMINO Y VALIENDOSE
PARA LA DICHA EJECUCION DE PERSONAS ECLESIASTI-
CAS Y SEGLARES CON ARMAS DE FUEGO, Y QUE SEA
REINTEGRADA EN LA DICHA SU HONRA Y OPINION CON
PREGON PUBLICO, ASISTIENDO EN LO REFERIDO LOS
ECLESIASTICOS Y SEGLARES QUE LO HICIERON CUAN-
DO SE EJECUTO LA DICHA SENTENCIA, y lo dems pe-
dido en esta razn por parte de la dicha Doa Elvira de Cam-
pos y sus hijos, visto ansi mismo lo alegado por el fiscal ecle-
sistico deste arzobispado sobre lo referido, a quien se dio
traslado. El dicho Seor Provisor, Juez y Vicario General, con
parecer del Licenciado Don Juan de las Marias, Abogado en
la Real Cnancillera desta dicha ciudad, su asesor dijo: QUE
MANDABA Y MANDO QUE DICHA DOA ELVIRA DE CAM-
POS, VIUDA DE EL DICHO PABLO PONTE, SEA RESTI-
TUIDA Y REINTEGRADA EN SU HONRA, BUENA OPINION
Y FAMA, QUE TENIA Y POSEIA, Y EN QUE ESTABA AN-
TES QUE EJECUTARA EN ELLA CON VIOLENCIA EL DI-
CHO SEOR OBISPO DON FRAY MAURO DE TOVAR, LA
SENTENCIA. QUE LE DIO DE AZOTES, COROZA Y OTRAS
PENAS CON QUE QUISO AFRENTARLA Y DESPOJARLA
DE HECHO DE DICHA SU HONRA Y ESTIMACION SIN EM-
BARGO DE APELACIONES, LA CUAL RESTITUCION SE
HAGA EN LA FORMA DEBIDA, CON PREGONES PUBLI-
COS, Y CON LA MAYOR DEMOSTRACION POSIBLE EN LA
122
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
123
BLAS MILLA N
timonios que pudieren para su resguardo reservando para la
definitiva desta causa el proveer lo dems que convenga y
as lo provey, y mand y firm con el dicho su asesor, Don
Francisco Serrano y Baraes. El Licenciado Don Juan de las
Marias".
Resmenes de este documento fueron ledos por bandos
en las principales aldeas de Venezuela. Como se ve, la sen-
tencia a favor de Doa Elvira se pronunci en tribunal ecle-
sistico. De modo que la Iglesia no se solidariz con Don
Fray Mauro, y por ende los pecados de ste no pueden per-
judicarla en forma alguna.
(Es curiosa la expresin: caso de menos valer, del do-
cumento anterior. Su significado
claro est no es igual,
pero se acerca al de complejo de inferioridad. Tanto como
el conjunto de causas, o parte del conjunto de causas, al
efecto de las mismas. Hoy se usa -
quiz demasiado el
tecnicismo de psiquiatra. No sera mejor reemplazarlo por:
complejo de menos valer? Suena mejor. Tiene una slaba
menos. No es tan pedantesco).
El documento restituyente, ya lo habr notado el lector,
se refiere principalmente a la honra de Doa Elvira. Ahora
bien, en l figura la frase: y todos sus hijos y descendientes.
Toca a los abogados resolver si la restitucin de honra a los
hijos de Doa Elvira, debe entenderse de una manera am-
plia, es decir, que los lava de toda deshonra causada por to-
das las acusaciones del Obispo contra ellos,o si solo los libra
de la que poda derivarse para los mismos de ser hijos de una
mujer condenada por un delito infamante".
Si, como creo, la segunda interpretacin es la correcta,
se sigue que el tribunal Metropolitano no lav, de manera ex-
presa, a Don Pedro y a Doa Ximena, de la deshonra debida
a la acusacin de incesto. Sino que solamente les devolvi la
honra que podemos llamar genealgica, o sea la debida al
hecho de descender de personas de buena fama y reputacin,
requisito indispensable para aspirar, por ejemplo, a ttulos
de nobleza, los cuales no se concedan a descendientes de reos
de delitos infamantes.
124
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
127
BLAS MILLAN
El bando de Don Gabriel ha debido contar con quinta
columnistas dentro de las Casas Episcopales. Daz de Meza,
sin disputa, era uno de tales: En la pgina 237 del libro de
Don Andrs Ponte, figura un documento segn el cual ha-
llndose Don Gabriel oculto, la causa contra l "sigui en re-
belda y conclusa conden el Obispo al dicho Don Gabriel en
2U0 azotes, seis aos de galeras, destierro perpetuo y perdi-
miento de la mitad de sus bienes. Con testimonio de esta
causa y de sus autos, sacados del juzgado secular, DONDE
POR CIERTO ACCIDENTE ESTABAN, ocurri Don Ga-
.
briel . . ".
128
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAh
129
BLAS MILLAN
pareci ante Metropolitano que le absolvi lisa y llana-
el
mente de dos excomuniones en que le tena ligado el
las
Obispo...". En esta ocasin sac Don Gabriel ejecutorial en
que el Obispo fue declarado por excomulgado, y provisin
real en que fue extraado por no haber querido remitir los
autos".
130
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
131
BLAS MILLAN
Entonces ste instal un grupo "de doce primero y de
veinticuatro soldados despus frente a las Casas Episcopales,
con la orden de que no entrase nadie y al que porfiase le re-
sistiese con las armas".
Otros tiempos corran para el Obispo. Los nuevos Alcal-
des eran Don Agustn Gutirrez de Lugo y Don Sebastin de
Ponte y Villela, es decir, un amigo (aquel cuya era la casa en
que se refugi Doa Paula de Ponte) y un pariente de los
Ponte y Campos. Adems haba fuerzas militares en la ca-
pital suficientes para desbaratar la milicia de clrigos, sir-
vientes, esclavos del Obispo, y de aadidura ste haba sido
desautorizado, extraado por la Audiencia de Santo Domingo.
Por tan poca cosa no se amedrentaba Don Fray Mauro.
Mont a caballo, sali solo de las Casas Episcopales por entre
los soldados que no se atrevieron a detenerle y tom el ca-
mino de Petare. Tampoco era Cndano hombre que desiste
de sus propsitos. Mand perseguir al prelado con una patru-
lla de soldados quienes, en cierto lugar donde creyeron hallar-
le no encontraron sino "un papel del Obispo de que por evitar
ocasiones se ausentaba"; al parecer se escondera en la ha-
cienda de algn partidario suyo, al modo como en meses an-
teriores lo haba hecho Don Gabriel. Segn los documentos
los soldados llevaron orden de quitarle al Obispo la comida y
"la comunicacin hasta que le absolviese y que se previniese
para embarcarse".
Mientras esto ocurra el Gobernador Gedler y Calatayud
"ya se acercaba a la ciudad". Recin llegado como estaba al
pas es de presumirse vena o de Maracaibo o Coro donde arri-
baban los ms de los barcos que tocaban en Venezuela, o de
alguna gira por Valencia y El Tocuyo. Informado por el ca-
mino de lo aue suceda en Caracas "envi un auto para me se
intimase al Obispo eligiese navio para venirse a Espaa". (En
este documento se emplea el verbo venir y no ir, porque lo fir-
m Don Gabriel Navarro otra persona en Espaa para en-
viarlo al Consejo de Indias o al Rey). Don Fray Mauro res-
pondi "largamente en el Pueblo de Petare diciendo que no
132
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
10 133
BLAS MILLAN
lentitud caraquea para todo; cuidado si esta bufonada in-
ventada por el prelado para tortura mental de Don Gabriel no
dur sus tres aos completos.
El lector se preguntar por qu tuvo tanto miedo Don
Gabriel de acercarse a la puerta de la Iglesia para recibir la
absolucin. En aquellos tiempos las fuerzas militares y poli-
ciales no podan entrar a prender asilados ni a libertar dete-
nidos en las iglesias. De suerte que si en el momento de estar
recibiendo la absolucin Don Gabriel, un grupo de hombres
armados del Obispo se le hubiese echado encima y lo hubiera
arrastrado para dentro de la Iglesia y luego a algn ztano de
sta, all se hubiera quedado hasta que viniese la orden de
Santo Domingo para su liberacin.
Es de lamentarse que Don Fray Mauro no escribiera co-
medias o novelas. Sus intrigas o tramas figuraran entre las
de mayor inventiva de la literatura universal. Sea como sea
Don Gabriel necesit de toda su habilidad, suspicacia y vigi-
lancia para librar su cuerpo de torturas. Pero su espritu las
padeci infinitas, y esto explica el afn vengativo que lo movi
luego a ir hasta Espaa para proseguir all la guerra contra el
Obispo y que le sostuvo sin flaquear durante los aos de lucha
necesarios para lograr del Rey y del Santo Padre el traslado a
Ghiapa de Don Fray Mauro.
134
XII
138
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
140
XIII
141
BLAS MILLAN
Juan Manuel Montenegro que describe, exagerando un tanto
los rasgos, Valle Incln en Aguila de Blasn. Una gran bestia
rubia, de tez roja, pecho levantado, cuello grueso de predis-
puesto a la hemorragia cerebral, voz tonante, mirada dura,
inamistosa, como el azul de chispa elctrica de sus ojos visi-
gticos, en una palabra, el antipoda de Jess de Nazareth. Don
Fray Mauro no naci para vctima propiciatoria sino para
victimario. La religin apropiada para l no era la de Cristo
sino la de Wotan.
142
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
143
BLAS MILLAN
Don Gabriel Navarro desembarc en Maracaibo en su
tornaviaje a Venezuela. Seria porque el barco no toc en La
Guaira, y no por miedo al prelado, como meses antes lo haba
hecho Don Toms de Ponte. En efecto, la situacin haba me-
jorado mucho para los Ponte desde la llegada de Don Toms.
Las fuerzas militares de Fuenmayor haban retornado a Ca-
racas, y ya Don Fray Mauro no poda imponerse con sus mi-
licias de clrigos, sirvientes y esclavos.
DonGabriel tena en su arcn un Ejecutorial contra el
Obispo. Ya Don Toms haba trado otro, al cual se califica
de primero en el documento que sigue: "Con testimonio de
sus intimaciones sac". (Don Gabriel) "segundo ejecutorial en
que el Obispo fue declarado por incurso en las penas del pri-
mero y se mand que fuese publicado por descomulgado en
las Iglesias de Venezuela y que ejecutada esta orden, si el
Obispo entregase todos los autos originales de los procesos en
manos de Fray Francisco de Ceta o Fray Juan de Espinosa
fuese absueito. Y sobre este Ejecutorial di la Audiencia Pro-
visin Real de cumplimiento y auxilio".
Llegado a Maracaibo, Don Gabriel "requiri con el dicho
Ejecutorial al Vicario, el cual, habindolo obedecido, public
por descomulgado al Obispo a 17 de setiembre de 1644".
Las frases siguientes, del mismo documento, requieren lec-
tura muy atenta:
(Don Gabriel) "a Fray Juan de Espinosa
"Notific luego"
el que acept la comisin, y a dos curas
ser Juez Privativo,
de la ciudad, que tenan poderes del Obispo, intim lo que
pasaba. Los cuales alegaron de nulidad, y apelaron, y el Vi-
cario les otorg la apelacin, y mand a dar testimonios de los
autos y se les di; aunque con la copia del Ejecutorial, porque
Don Gabriel, en publicndose la excomunin lo retir".
copia de l al Notario".
Segn el mismo documento, "no
consta que se le remitiese
testimonio al Obispo, pero consta que en carta de 19 de se-
tiembre le avis el Vicario como el Ejecutorial era para que
fuese puesto por descomulgado en todas las parroquias hasta
que entregase todos los papeles actuados con Doa Elvira de
Campos y sus hijos a Fray Francisco de Ceta o a Fray Juan
de Espinosa y que le absolviesen".
AI llegar a Caracas, Don Gabriel dijo haba remitido el
Ejecutorial a Agustn Gutirrez de Lugo, uno de los Alcaldes
en aquel momento. Don Fray Mauro "hizo muchas diligen-
145
BLAS MILLA N
cias para que pareciese el Ejecutorial" mediante peticiones
dirigidas a los Alcaldes. Pero stos no podan complacerle
porque "el Ejecutorial lo tena Don Gabriel".
146
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
147
BLAS MILLAN
tos... no existan. De fijo Don Fray Mauro conden a los
Ponte, a los Navarro, a los Corro, a Daz de Meza, a los pro-
curadores y otras vctimas suyas en rpidos procesos verbales
de los cuales solo se escribira la sentencia formulada segn
su gusto. Luego, cuando los de Santo Domingo lo pusieron
entre la espada y la pared, Don Fray Mauro se vera obligado
a ordenar a sus juristas que redactasen y escribiesen a toda
prisa los autos que hubieran debido hallarse en el Tribunal
Eclesistico caraqueo, si Don Fray Mauro hubiera cuidado de
<rue los requisitos legales se cumpliesen en aquellos juicios.
Pero antes l dispona de la fuerza, y no pens en el derecho,
y he aau que ahora, una fuerza superior a la suya le exiga
la justificacin de sus actos y los razonamientos de sus sen-
tencias. Por ms prisa que se diesen los juristas y escribanos
de Don Fray Mauro, no era posible redactasen de memoria y
escribiesen en breve tiempo, la infinidad de autos de tantos
procesos como Don Fray Mauro intent contra sus vctimas.
Fsta hiptesis explica la dilacin de ms de seis meses en la
entrega al Vicario de los documentos que la Audiencia recla-
maba para levantar la excomunin de Don Frav Mauro. Y
toda la agitacin por el Ejecutorial y la excomunin de Cn-
dano y la fuga a Petare y dems tretas y maas no fueron
quiz sino subterfugios para distraer la atencin de todos
mientras en las Casas Episcopales se afanaban por inventar
los autos de unas causas sentenciadas meses antes sin la menor
preocupacin por autos ni procedimientos de derecho. Todo
lo dicho hasta aqu parece sugerido por intencin maligna y
humorstica a la vez. Pero Don Fray Mauro no quiso minen
mostrar los famosos autos a nadie, ni siquiera al procurado^
de los Ponte. No es lffico pensar que si no tuvo en cuenta
el derecho cuando invadi la jurisdiccin real en nlena calle,
ocunando casas de seglares, patrullando la ciudad con su ex-
traa y heterognea milicia, romniendo el da a caonazos
disnaradns en el patio de su residencia, vendiendo oficios o
caraos y bienes muebles de sus victimas en la plaza mavor, no
es lgico pensar, deca, aue si hizo todo esto sin el menor es-
crpulo, ha debido tambin de reducir los juicios de su Tri-
148
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
149
BLAS MILLAN
racas a 24 de octubre de 1644 y se notific a los oficiales reales
para el embargo de las temporalidades. Don Fray Mauro dijo
150
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
151
BLAS MILLA N
De modo, pues, que la ms alta autoridad civil de Vene-
zuela, no obstante las provisiones reales de Santo Domingo,
que en sus manos tena, incurri en la debilidad de no hacer-
las cumplir. Sin embargo, poco antes de llegar a Caracas ha-
ba dado las rdenes necesarias para el extraamiento del pre-
lado, y haba comisionado a Cndano para lidiar con el peli-
groso Obispo. Cmo se las arregl Don Fray Mauro para
doblegar la voluntad del Gobernador en una negociacin que
ha debido ser amigable, pues en ningn documento se habla
de amenazas de excomunin ni cosa alguna que sugiera idea
de violencia de parte del Obispo contra Gedler?
152
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
154
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
156
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
158
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
159
BLAS MILLAN
En enero de 1654 dos nuevos Alcaldes se encargaron del
gobierno de la provincia hasta el 14 de julio del mismo ao,
fecha en que tom posesin el nuevo Gobernador Don Mar-
tn Roble Villafae. Don Fray Mauro estaba ausente desde
haca algn tiempo en visita episcopal por varias ciudades de
Venezuela. Antes de su regreso lleg, por fin, la Real Cdu-
la de 29 de mayo de 1653, en la cual se informaba que el Pa-
dre Santo haba despachado las bulas de traslacin de Don
Fray Mauro al Obispado de Chiapa.
160
XIV
DON GABRIEL NAVARRO EN ESPAA
161
BLAS MILLAN
Gabriel Navarro correra, sin duda, la misma suerte que la
copia de Sevilla. Por fin un da, el Consejero de Indias ha-
blara desganadamente sobre el particular con Su Majestad,
cuya memoria de seguro no conservaba recuerdo de Fuen-
mayor, ni de Gedler, ni de Caracas, y el monarca, deseoso
de concentrar sus pensamientos en hombres y poblaciones ms
importantes, firm un cauteloso decreto con fecha 19 de ene-
ro de 1648, para que el Consejo de Indias "enterndose de
los fundamentos de la queja, dispusiese que a los interesados
se les diese la satisfaccin que se les debiese conforme a Jus-
ticia".
162
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
163
BLAS MILLAN
ms componentes de las maquinarias judicial y gubernamen-
tal fue lentamente encaminando el problema hacia el aco-
modaticio desenlace de trasladar a Don Fray Mauro a otro
Obispado. Quiz el Santo Padre y el Rey no quedaran del
todo convencidos de que el Obispo no hubiese sido victima
de prfida maquinacin urdida por unos cuantos funciona-
rios civiles y militares, movidos por la enemiga tradicional
que haba entre las autoridades seglares y eclesisticas.
Mi primer proyecto fue llamar este libro El Agresivo Don
Frav Mauro Tovar. Por el camino me di cuenta de que el
Obispo iba gradualmente perdiendo inters para m. de suer-
te aue resolv incluir en el ttulo las palabras limitativas
"Obispado Caraaueo", despus de lo cual poda librarme
de seguir con el prelado para Chiapa, sin quedar como au-
tor aue no cumple en su libro lo que el ttulo promete. En
realidad, la suerte de embeleso que la lectura del libro de
Don Andrs produjo en m. no se deba tanto, lo comprend
tardampnte, a la persona de Don Frav Mauro, como a lo aue
de la vida caraauea del siglo XVII podan revelarme los do-
cumentos insertos en esa obra. As. pues, mi pronsito no ha
sido demoler el inmerecido prestigio de Obispo imitador de
Gregorio VII de aue. antes de publicarse aauel libro, go/nba
entre personas mal informadas el prelado, pues ello hubiera
sido dar de pualadas a un cadver, ya que el historiador
Ponte, refirindose al finado renombre del Obisno. v em-
pleando una frase de cierto poltico venezolano del siglo ra-
sado, puede decir con sobrado derecho: "ese muerto es mo".
164
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
12 1G5
BLAS MILLAN
Fray Mauro abre la cabeza a un indio.
le
Como se ve ramillete que precede, tomado todo por
por el
Don Andrs de la Historia de la Provincia de Cbiapa por
Fray Francisco Jimnez, Don Fray Mauro prosigui satisfa-
ciendo su gusto de atropellar seres humanos.
Dice Fray Francisco Jimnez que Don Fray Mauro pas
a mejor vida en "accidente tan repentino que se estaba po-
niendo las botas para salir a la visita sentado en una silla.
Empezaron sus criados a instarle que se confesase, a lo que
dijo que a un Obispo no se le deca que se confesase; y no de-
ca mal porque siempre debe estar bien dispuesto. Con esto
lo dejaron solo y volviendo despus lo hallaron muerto".
166
II
yo,avatto
XV
COMENTARIOS AL CAPITULO SOBRE
DON FRAY MAURO DE "ANALES ECLE-
SIASTICOS" POR MONSEOR NICOLAS E.
NAVARRO
167
BLAS MILLAN
Y buena porque el material indito podia, quiz, compro-
bar algunas de mis deducciones deteclivescas y aplacar mi
curiosidad respecto a la interesante Ximena, quien era, evi-
dentemente, una de esas pecadoras venidas al mundo para
sugerir, a los escritores de ficcin, argumentos de novelas,
dramas, tragedias o folletines. Es curioso que mujeres as re-
ciban de sus padres nombres como para ahorrar a tales au-
tores, hasta el trabajo de inventar apelativos bonitos con que
reforzar el hechizo de sus personajes. De las seis hijas de
Doa Elvira fue, precisamente, la destinada a un vivir nove-
lesco, la favorecida con un nombre de herona de tragedia
clsica. A las que haban de tener destinos normales les die-
ron apelativos inspidos, chatos: Felipa, Paula. Pero Ximena
de Ponte suena como Ins de Castro y otros famosos de la li-
teratura, que permiten a los poetas deslizarlos en estrofas
perfectas sin daarles la sonoridad, y a los actores de la es-
cuela tradicional el lucir la elegancia de su diccin y las mo-
dulaciones de su voz emotiva y cultivada.
En varias ocasiones he calificado a Ximena de interesan-
te exponindome a quedar ante el lector como ms aficiona-
do a las pecadoras de lo que realmente soy. Pero es el caso
que la mayora de los escritores y de los confesores tambin
diran lo mismo que yo. Mujeres como Doa Paula y Doa
Felipa no preocupan mucho a un buen confesor: Se salvan
por s mismas. En cambio a las del tipo de Ximena hay que
salvarlas, porque son fcil presa del demonio. Y al buen
confesor le gusta la guerra contra el Angel de Mal, le gusta
quitarle sus conquistas y asegurarlas para Dios. Por algo se
dice que hay ms alegra en el Cielo por un pecador que se
salva... As, pues, un sacerdote de quien hubiesen sido hi-
jas de confesin Felipa, Paula y Ximena, habra, sin duda,
dedicado ms tiempo en su pensamiento a la pecadora que a
las justas.
168
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
169
BLAS MILLAN
bien, el hecho de haberescrito tales hombres obras inmorta-
les justifica, sin duda, nuestra admiracin intelectual, pero
no es razn suficiente para que, en el plano moral, les favo-
rezcamos con una indulgencia excesiva, como suele ser exce-
siva la severidad con que amenudo juzgamos las faltas de
personas desprovistas de aptitudes para legarnos pginas im-
perecederas. No habremos sido demasiado duros con Don
Fray Mauro, muchos de los que hemos escrito acerca de sus
aberraciones? No merecer una defensa sincera, apropiada
para, por lo menos, exponer los atenuantes que a nadie fal-
tan? En efecto, si slo excusamos a los "prncipes de los in-
genios" vendramos a caer en un culto de la aristocracia in-
telectual tan rebatible como el de las edades pasadas por los
prncipes de nacimiento, a quienes se les perdonaban desli-
ces que a personas de sangre menos azul, vala la exclusin
del grupo de seres humanos dignos de aprecio y respeto.
170
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
171
BLAS MILLAN
rrafos favorables aDon Fray Mauro, algunas frases revelado-
ras de la reprobacin que en su fuero interno provocan los
procedimientos y la ndole del Obispo Tovar.
He aqu algunas de dichas frases:
" reconocer que la forma de procedimien-
es preciso
tos observados por Prelado se prest a un juicio histrico
el
severo" (pg. 115). "Pero entre lneas se lee all" (en la c-
dula del Rey) "una grave advertencia al prelado para que
no diese ms lugar a semejantes procedimientos: lo cual in-
dica que se consideraba que no todo haba sido encomiable
en su conducta" (pg. 123). "Sin embargo, una escrupulosa
ponderacin de los mismos documentos induce a conjeturar
que no fue slo abuso de procedimientos lo que pudo impu-
tarse en aquellas causas a Fray Mauro de Tovar, pues el re-
sumen de la Relacin que venimos citando deja la impresin,
en sus mil complicaciones y en los centenares de adiciones que
por una y otra parte se interpusieron, de que no anduvo muy
clara la Justicia y la benevolencia del Prelado para con sus
enjuiciados" (pg. 130) "....en 1646 el Gobernador Gedler y
el Cabildo Secular de Caracas, a causa de un desmn feroz
contra Don Toms de Ponte" (pg. 136). Se refiere al aporreo
en la Catedral. La expresin: desmn feroz, es de Monseor
Navarro, pues en su libro no lleva comillas) "....y es para
quien esto escribe harto penoso el no poder con testimonios
menos adversos a la ndole del prelado en la Dicesis de su
traslacin, contrarrestar la mala nota que, acerca de ella, que-
dara en la historia venezolana" (pg. 138).
As, pues, Monseor Navarro, conociendo los documen-
tos de Don Andrs Ponte, pues los Anales Eclesisticos Vene-
zolanos se editaron seis aos despus del "Fray Mauro de
Tovar", se abstiene de sostener la imposible tesis de que Don
Mauro haya sido un Obispo de ndole y proceder encomiables.
A la manera de abogado defensor, Monseor Navarro acumu-
la cuantos atenuantes puede para disculpar hasta donde lo
permitan la lgica, la justicia y la equidad, al prelado a quien
los documentos adversos a su prestigio y renombre acriminan
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
174
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
175
BLAS MILLAN
las provisiones contra Don Fray Mauro, dieron rienda suelta al
odio que les inspiraba el prelado, y procedieron contra l, no
con espritu de justicia para cumplir los mandamientos del
alto tribunal, sino para vengarse y cobrarle ojo por ojo ai
Obispo las ofensas que de l haban recibido, y al llevarlo a
la prctica incurrieron en casi todas las trasgresiones de ju-
risdiccin y abusos que tanto le haban reprochado.
176
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
1/7
BLAS MILLAN
observadoras que, sobre el particular han hablado conmigo,
me aseguran que este delito es ms corriente de lo que mi ob-
servacin y experiencia me han enseado pues, a la verdad,
no conozco a nadie culpable de tal crimen. Parece ser que se
perpetra en pueblos pequeos y en los campos, y si las leyes
lo prohiben por algo ser.
178
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
13 179
BLAS MILLA
nar tiempo es mucho ganar. Acaso vivir es otra cosa que
ganarle tiempo a la muerte?
180
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
181
BLAS MILLAN
Quiz hubo cierta alarma en la poblacin, pues no slo los ne-
gros y maleantes del pas, sino rubios piratas de las islas del
Caribe podan aprovechar la oportunidad para una entrada
a saco. La embestida contra Curazao se demor mucho por-
que hubo que ir a Cuman para solicitar ms armamento.
Fuerza es convenir que Fuenmayor, preocupado solo por la
ofensiva, descuid la seguridad de su capital. Don Fray Mau-
ro lo comprendi as, y para tranquilizar a los vecinos, arre-
gl una milicia de curas, de bachilleres, de gente asilada en
las iglesias que no haban querido acompaar a Fuenmayor,
y quiz de algunos indios y negros de confianza, a todos los
cuales arm como pudo con armas solicitadas entre los resi-
dentes de Caracas. Este arsenal se reparti entre la Catedral
y la Obispala, y se organiz un plan para refugiar las fami-
lias y para defenderse en aquellos edificios, si algn enemigo,
de dentro o de fuera, arremeta contra la poblacin.
182
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
183
BLAS MILLAN
cosas de la guerra, que ha visto mucho ms en un da que
quien le enva este recado todos los de su vida". As, pues,
Don Fray Mauro pretenda aventajar como guerrero al Go-
bernador. Ms humilde fue el ateo Schopenhauer en una car-
ta a un deudor suyo que no le pagaba: "Cree Ud. que yo, por-
que soy iisoio soy un imbcil?" Esto al menos no implicaba
superioridad sobre el deudor, sino una defensa legtima con-
tra el prejuicio de que los filsofos son unos imbciles en la
vida prctica. I
184
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
185
as
XVI
COMENTARIOS AL RESUMEN DEL
RELATOR LEON SOBRE LAS
QUERELLAS DE CARACAS
pginas de la Relacin:
Doa Elvira no cas con Don Pablo de Ponte sino cuando
ya haban nacido los siete hijos por ambos engendrados.
Doa Ximena tuvo un malparto al mes y medio de su en-
carcelamiento en la Obispala. La criatura no vivi. Don Fray
Mauro dispuso se practicara una averiguacin para determi-
nar si la muerte del hijo de Ximena ocurri antes o despus
del nacimiento. Parece como si hubiera sospechado que la jo-
ven, a ms de incestuosa, fuese filicida. El documento no de-
clara los resultados de la investigacin.
187
BLAS MILLA
Don Andrs Ponte era un apasionado genealogista. Nada
ms grato a quien tiene tal aficin que dar precisos pormeno-
res sobre fechas de matrimonios, nacimientos, bautismos,
muertes de las personas a quienes se refiere. No extraaremos
por tanto que llene ms de una pgina de su libro con datos
cronolgicos sobre la materia del cristianamiento de los chicos
Ponte y Campos, y sobre el matrimonio de Don Pablo y Doa
Elvira. Y he aqu que las fechas correspondientes, permiten
probar de manera definitiva, por aritmtica, el hecho de haber
sido Doa Elvira la querida de Don Pablo hasta despus de
nacidos sus hijos todos.
Segn Don Andrs el matrimonio se verific en 1622, Don
Toms de Ponte fue confirmado en 1620, Doa Felipa en 1616,
etc., etc. As, pues, como el Sacramento de la Confirmacin
188
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
189
BLAS MILLAN
hecho de no haber remitido el Obispo los autos, de cuyas re-
sultas la apelacin de Don Pedro y Xirnena no tuvo oposicin.
Perece ser que el no defenderse se interpreta por la ley como
una admisin de la tesis del contrario. Por lo dems, dicha
restitucin slo los lava de la fama que pudiera derivarse de
la acusacin de incesto. Pero no es en manera alguna un cer-
tificado de perfeccin moral, y por lo dems, el malparto en
la Obispala, demuestra que Xirnena era una pecadora.
190
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
191
BLAS MILLA
a trastornos del aparato genital. Por tanto los malpartos de
Ximena, as como la muerte de los hijos que se le atribuyen,
han podido ocurrir naturalmente, por defectos de conforma-
cin interna; sin ms datos es imposible considerar como pro-
bado que se debieran a propsito deliberado de abortar y
el
de deshacerse de sus engendros. Es muy curioso el hecho de
que nueve hermanos, de los cuales todos menos tres casaron
o pecaron hayan tenido tan poca descendencia, que por lo de-
ms se extingui definitivamente en la generacin siguiente.
Algo degenerativo haba en llos sin duda, cuando los dems
hermanos de Don Pablo de Ponte tuvieron hijos cuya descen-
dencia existe an.
192
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
M 193
BLAS MILLAN
El efecto de las jovencitas en flor en los hombres, espe-
cialmente si andan cerca de celebrar las bodas de plata ma-
trimoniales, es sin duda ms parecido al de la estricnina que
al del bromuro. Al influjo del asoleo de una adolescente, tr-
nanle al cuarentn vehemencias de luna de miel, y se vuelve
esclavo de la criatura dotada del poder de suscitrselas. Don
Pedro era el hijo mayor de una viuda, es decir, el sustituto
del padre en el hogar de Doa Elvira. Ximena por largos aos
se entregara confiada, filial, a las caricias ambiguas del her-
mano-padre. En poca en que las mujeres usaban para salir
amplias y pesadas vestiduras, Ximena, en trajes caseros, ms
livianos, ms reveladores de perfiles anatmicos, se prestaba
mejor que otras mujeres a la contemplacin desiderativa de
Don Pedro. El resistira un tiempo, pero derretida su volun-
tad por el asoleo de la quinceaera, no podra al fin impedir
que sus caricias se tornasen cada vez ms atrevidas.
194
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
195
BLAS MILLAN
sentimientos compasivos, no le movera a traicionar al Obispo?
Con astucia femenina no embaucara Ximena mediante llo-
ros,gemidos, visages, splicas, al casto estudiantino de teolo-
ga,sometido en el stano hmedo y fro de las Casas Episco-
pales al enervante asoleo de la jovencita en flor?
196
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
199
BLAS MILLAN
Tambin se dieron memoriales por parte de Bernab Daz
de Mesa y Jos de Torres Morales sobre los agravios que ha-
ban recibido de parte de Don Fray Mauro.
El padre Escoto introdujo entonces una querella contra
Don Gabriel Navarro "por aver dado y derramado dicho me-
morial impreso que dice que no es sino Libelo difamatorio
contra el dicho Obispo. Responde en lla a todos los agravios
que en las nueve causas se presentan, i a los dichos 43 casos
en particular. Querllase por incidencia de los Governadores
Fuenmayor i Gedler." Y concluye pidiendo "que sean presos
secuestrndose sus bienes. Presenta por sumaria el dicho Li-
belo i ofrece informacin". "que el dicho Libelo se mande a
. .
200
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
201
BLAS MILLAN
diarse unos a otros. Y esta ruina de la cultura es ms entris-
tecedora que los padecimientos de los titeres de la tragicome-
dia, porque pasan los siglos, y vuelve y torna a repetirse en
el mundo, an en las naciones ms esclarecidas, con la fre-
cuencia y periodicidad de leyes fatales e ineludibles. Miles de
veces, de entonces para ac, no obstante los adelantos de la
cultura, la historia ha visto lanzarse los hombres los unos
contra los otros, con ferocidad de bestias enceladas y ham-
brientas, causando en todos los continentes exterminio, desola-
cin, miseria y retroceso de la civilizacin. Peor que bestia:,
enceladas y hambrientas, porque stas, privadas del arma
poderosa de la inteligencia, no saben sino agredirse al por
menor en combates de uno contra uno por un bocado, por una
hembra, por una cueva. Solamente los seres racionales tienen
la exclusiva de la agresin motivada por el deseo de poseer
minerales como oro y esmeraldas que ni siquiera pueden co-
merse, por extensiones de tierra que sus conquistadores no
pueden recorrer ni aprovechar durante la vida de una gene-
racin, por conceptos confusos de honor y dignidad nacional,
y hasta por ideas y concepciones metafsicas sobre la esencia
del Universo.
202
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
203
BLAS MILLAN
pulsa indirectamente a correr por las armas. A la forma ver-
bal y escrita de la agresin se le dan lindos nombres y nadie
cura de suprimirla. Una boca repiti y torn a repetir: hemos
de arrasar a Cartago! Y siendo propio del rgano de la pala-
bra y del mordisco repetir lo que otra boca repite, diez, cien,
mil, un milln de bocas repitieron millones de veces: hemos
de arrasar a Cartago! Al fin, las manos y los pies (no los del
orador) se apresuraron a traducir en actos lo que la frase
expresaba. Pero al hecho de repetir: hemos de arrasar a Car-
tago, por poco que se le aadan unas gotas del tintero de la
retrica, le damos lindo nombre
elocuencia por ejemplo
no vemos que es causa, y el uso de las armas slo efecto, y
los siglos pasan, la agresin perdura, la inteligencia le da cada
ao mayores medios de exterminio, y hoy, en pleno siglo de
luces, de instruccin, de cultura difundidas por la imprenta,
por radio, por televisin, millares de personas se preocupan
y pierden el sueo y toda esperanza pensando en la Bomba
Atmica
La humanidad! Palabreja sobrecargada de significado,
abarca la nonada de los seres humanos que fueron, los que
son, y los que suponemos sern en lo futuro. Las bombas at-
micas no podrn destruir sino la humanidad que exista cuan-
do varias naciones, con elocuente justificacin retrica, se las
arrojen unas a otras. Si fuera inmortal la humanidad pre-
sente, se justificara su excesiva angustia por la posibilidad
de su destruccin. Pero no lo siendo la razn de toda la angus-
tia no es sino la mayor impresin causada en la mente por un
exterminio al por mayor, que de todos modos verificarn al
por menor en algunos aos, los microbios, los cnceres, les
infartos, los automviles y los barbitricos, los cuchillos, las
cuerdas, los puentes que tientan a los asesinos y a los sui-
cidas.
204
EL AGRESIVO OBISPADO DE DON FRAY MAURO DE TOVAR
FIN
205
"EL AGRESIVO OBISPA-
DO CARAQUEO DE DON
FRAY MAURO DE TO-
VAR", por Manuel Guiller-
mo Daz (BLAS MILLAN),
Volumen III de las Edicio-
nes Biblioteca ROCINAN-
TE, se termin de impri-
mir el da viernes 31 de
agosto de 1956 en los
Talleres de la Tipografa
Vargas, S. A., en Caracas-
Venezuela, bajo la direc-
cin de RAUL CARRAS-
QUEL Y VALVERDE.
LA U S D E O
PLUS ULTRA!
SUMARIO
Prembulo XI
i
Captulos:
Pg.
II
III