Documento de Apoyo .La Lectura Literaria en La Voz Del Docentes.

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Provincia de Buenos Aires

Direccin General de Cultura y Educacin


Subsecretara de Educacin
Direccin Provincial de Educacin de Gestin Estatal
Direccin de Educacin General Bsica
Gabinete Pedaggico Curricular - Lengua

((me

((meme

Septiembre, 2001
2

Sumario

Tomar contacto con la literatura...

La lectura literaria en el contexto escolar.

Algunas situaciones didcticas para acercar la literatura a


los jvenes.

Leer en voz alta... una alternativa posible.

Leer cuentos a los alumnos

- Algunas sugerencias para el desarrollo de la situacin.

- Un recorrido por las aulas.

- Contenidos que se ensean.

- Algunos criterios para la seleccin de los


cuentos.

Comentarios finales

Anexos

- A) Cuentos referidos en el Documento.

- B) Cuentos recomendados.

- C) Bibliografa.
3

El presente documento 1 aborda un posible vnculo de los jvenes del tercer


ciclo con la lectura literaria en el marco de la escuela. Al hablar de lectura literaria
se hace referencia a una posicin del lector que implica dejarse atrapar por las
historias, su ritmo, sus personajes, su clima, su trama. Se trata de dar prioridad a un
tipo de experiencia personal y compartida que pueda preservarse de manera
sostenida a lo largo del ao escolar entre alumnos y docentes. Dicha experiencia es
condicin indispensable para garantizar, en otros momentos, un espacio de
reflexin que ponga en evidencia interpretaciones diversas, impactos distintos y
renovadas maneras de compartir con los alumnos los saberes literarios. A lo largo
del documento se ofrecern aportes con el propsito de favorecer la tarea de los
docentes, para que los alumnos profundicen su experiencia con la literatura y el
conocimiento sobre ella.

Tomar contacto con la literatura...

Toda obra literaria representa un contenido, una manera de decir, una


posicin ideolgica y un momento histrico que atraviesa tiempo, espacio y
lectores. "Los libros, y en particular los de ficcin, nos abren las puertas de otro
espacio, de otro modo de pertenecer al mundo. Los escritores nos regalan una
geografa, una historia, un paisaje en el cual recobrar el aliento. Nos abren paso
tambin hacia otro tiempo, en el que la capacidad de ensoacin tiene libre curso,
y permite imaginar, pensar otras formas de lo posible 2.

La literatura brinda ocasiones de entrar en contacto con aspectos - reco-


nocidos o no- de nuestra interioridad y la de los otros. Una manera diferente de
habitar otros mundos, de convivir con los personajes como si estuviramos all,
identificndonos o rechazando posturas, emociones, maneras de decir y de actuar.
Nos medimos como personas en esos otros mundos. Comprendemos nuevos
aspectos de la vida y nos conocemos mejor en la incertidumbre de todas las
posibilidades que representa la ficcin.

Una construccin hecha con palabras al servicio de mundos realistas,


maravillosos, fantsticos pero siempre verosmiles; donde es importante que el
lector sienta la realidad de esa invencin, que pueda suspender la incredulidad y
entrar en el juego que la ficcin promete. Se trata de una produccin cultural de
fuerte contenido ideolgico explcito o implcito- materializado con recursos
particulares, en un momento especfico del desarrollo histrico y cultural. Una
produccin que circula socialmente ofreciendo la posibilidad de que los lectores la
asuman como experiencia vital, como forma de conocimiento y construccin de
1
Ha participado en la produccin de este documento en carcter de coautora junto al Gabinete
Curricular de Lengua la Psp. Ana Isabel Siro.

Los registros de clase y los relatos que se presentan en este documento pertenecen a docentes que participaron del
Curso de Reconversin Docente Didctica de la Lengua - Tercer Ciclo Ao 1999 - Universidad Nacional de Tres
de Febrero Pcia. de Buenos Aires. Equipo de profesores: Siro Ana Bogomolny Mara Ins Gariboto Estela -
Grunfeld Diana Lobello Silvia.
Los integrantes del Gabinete Pedaggico Curricular de la Direccin de Educacin Primaria agradecen a la
Universidad Nacional de Tres de Febrero, especialmente al Prof. Gabriel Asprela y a todos los docentes
participantes. Los testimonios y registros que se exponen en este documento pertenecen a: Alejandra Alvarez,
Vernica Auletta, Patricia Gmez, Mara Isabel Gonzlez, Paula Illuminato, Mara del Carmen Pala, Ada
Santoro, y Adriana Sirna.
2
Petit, Michle (1999) Nuevos acercamientos a los jvenes y la lectura. Fondo de Cultura Econmica. Mxico. Pg
82.
4

nuevos sentidos sobre la vida y sobre nosotros mismos. El arte nos ayuda a
entender la vida. Pero no porque los cuentos digan de otra manera ciertos asuntos
o expliquen con ejemplos lo que nos pasa sino por las consecuencias que trae
habitarlos, aceptar el juego. Por esa manera de horadar que tiene la ficcin. De
levantar cosas tapadas. Mirar el otro lado. Fisurar lo que parece liso. Ofrecer
grietas por donde colarse. Abonar las desmesuras. Explorar los territorios de
frontera, entrar en los caracoles que esconden las personas, los vnculos, las
ideas.3

La lectura literaria en el contexto escolar

La escuela es un mbito privilegiado para que los jvenes se constituyan en


lectores autnomos, un mbito donde se les otorgue el derecho de aprender las
prcticas de lectura que ejercen quienes se enfrentan a diversidad de expresiones
literarias fuera del mbito escolar. Para algunos alumnos, la institucin escolar es
un espacio donde se retoman, amplan y profundizan las experiencias lectoras del
contexto social-familiar; para muchos -en cambio- se trata del lugar de acceso a
estas prcticas culturales y a los textos que irn forjando una nueva forma de
experiencia, un camino de preferencias personales.

La forma de entrar en contacto con lo literario en la escuela ha sido objeto


de discusin entre docentes y especialistas. Algunos sostienen que la escuela es un
mbito que puede acercar conocimientos sobre la literatura pero que, dadas sus
caractersticas institucionales, difcilmente puede garantizar un espacio de
encuentro genuino con los textos y la lectura literaria. Otros plantean repensar los
contenidos que se ensean en la escuela y convertir las prcticas sociales de lectura
literaria en objeto de enseanza. Por ejemplo, compartir el impacto personal de una
obra con otros lectores, releer pasajes de la misma, recomendarla tratando de
convencer a otros acerca de su valor son comportamientos a travs de los cuales se
comunican conocimientos acerca de la literatura.

Existen cada vez mayores acuerdos en considerar que no se trata slo de que
los alumnos obtengan conocimientos acerca de la literatura, sino que la escuela se
convierta en un mbito de experiencia con lo literario. Graciela Montes en La
Frontera Indmita habla de una vinculacin profunda, no susceptible de separacin
entre mensaje y esttica del decir a travs de la experiencia, donde no importa
tanto el contenido ni la forma por s mismos, sino lo que a cada lector le pasa
cuando transita la ficcin.

Frente a esta necesidad de ampliar el campo de experiencia de los jvenes


lectores, la escuela enfrenta diversas tensiones en el proceso de hacerla efectiva,
especialmente tensiones entre la preservacin de la libertad del lector y la
responsabilidad de la escuela de cumplir con sus propsitos de enseanza4.

Uno de los propsitos es lograr el desarrollo de propuestas didcticas que


favorezcan el contacto de los alumnos con los textos y la profundizacin de sus
3
Montes, Graciela (1999) La Frontera Indmita. Fondo de Cultura Econmica. Mxico. Pgs. 28 y 29.
4
Para profundizar sobre el tema consultar: Lerner, Delia y otros. Un lugar para la literatura en la escuela (1997)
Documento de Actualizacin Curricular Lengua - EGB N 4 - G.C.B.A.. Buenos Aires.
5

posibilidades interpretativas. La escuela es un espacio social de comunicacin de la


cultura escrita a travs del cual los nios y los jvenes tienen oportunidades de
entrar en relacin con diversidad de obras tanto clsicas como contemporneas,
autores, colecciones, ilustradores, compiladores, editores de relevancia local,
nacional e internacional. Un mbito en el cual han de tener ocasiones de leer por s
mismos, intercambiar comentarios, recomendar textos y escuchar leer a sus
docentes obras de calidad.

Leer, escuchar leer, intercambiar opiniones y recomendaciones, reflexionar


sobre lo literario son momentos diferentes de un proceso que se reitera una y otra
vez con el propsito de conformar una comunidad de lectores en el marco de la
institucin y ms all de ella. Mientras desarrollan ese proceso de contacto con la
cultura escrita, los alumnos aprenden sobre gneros y subgneros, autores clsicos
y contemporneos, sus estilos particulares, el funcionamiento de ciertos recursos
retricos (las voces del relato -narrador y personajes-, el punto de vista, el ritmo
narrativo, la intertextualidad, etc.). Este caudal de informacin cobra sentido si al
mismo tiempo se comprenden las prcticas sociales de la lectura literaria.
Comprenderlas, supone una experiencia de lectura, un estado de inmersin en las
prcticas que los lectores ejercen fuera de la escuela.

La reflexin sobre lo literario, si est desprovista de un autntico proceso de


lectura, corre el riesgo de comunicar a los jvenes que el discurso literario consiste
en esas reflexiones fuera de contexto, en actividades fragmentarias que convierten a
la literatura en un dato ms para archivar. Seguramente algunos alumnos podrn
recordar en el futuro algunas reflexiones sobre esas particularidades. El hecho es
que, para casi todos, incluidos los que las recuerden, lo comunicado por la escuela
habr quedado desprovisto de su sentido esencial; aquello que a los lectores les
sucede cuando habitan el discurso literario en el momento de la lectura.

Ensear literatura no puede significar otra cosa que educar en la


literatura, que ayudar a que la literatura ingrese en la experiencia de los alumnos,
en su hacer, lo que supone, por supuesto, reingresarla en el propio. Educar en la
literatura es un asunto de trnsito y ensanchamiento de fronteras. Y un asunto
vital, en el que necesariamente estn implicados los maestros y profesores, aunque
no slo ellos... 5.

Algunos docentes de la Provincia de Buenos Aires recuperaron un espacio de


lectura personal a partir del desarrollo de una situacin didctica: la lectura en voz
alta a sus alumnos. En el proceso de leer a sus alumnos, de reflexionar junto a ellos
y de advertir sus cambios como lectores, los docentes pudieron repensar su propio
camino lector. Adriana, a travs de un relato personal, cuenta parte de su
experiencia en el tercer ciclo...

"Me han pasado cosas muy bellas; en una oportunidad en la que tuve que
retirarme un rato antes, dej la llave del armario en manos de una alumna. Una
chica muy tmida que participaba poco o nada de los debates. Cuando le
recomend que al da siguiente no faltara, o si tena que hacerlo se ocupara de que
alguien hiciera llegar la llave, me contest: Ni loca falto maana, no me quiero
perder el cuento. Otro alumno me pregunt si los padres no podan venir alguna
vez a escuchar los cuentos. Quedamos en organizar un tallercito abierto despus
de las vacaciones. Y lo que realmente me result fascinante, fue cuando Antonella,
que se mudar a Villa Ballester despus de las vacaciones, se acerc durante el
5
Montes, Graciela (ob.cit. 55)
6

recreo de su ltimo viernes para pedirme permiso y anotar algunos ttulos de la


biblioteca del aula porque pensaba en su nueva escuela organizar una ruedita de
lectores.

Creo que este ao he aprendido mucho y he modificado muchsimas cosas,


he podido tomar conciencia de otras que an me faltan modificar y sobre todo me
siento muy contenta y con nuevas ganas de hacer cosas. Yo misma he quedado
atrapada nuevamente en la magia de los cuentos. He vuelto a leer, como haca rato
no lo haca, robndole tiempo al tiempo, disfrutando de este reencuentro literario
conmigo misma y sintindome muy bien con eso. Tambin recuper las ganas de
escribir y estoy jugueteando con algunos intentos [...]. Quiero regar estas ganas
viejas que me reaparecen desde antiguos rincones, para que no vuelvan a invernar,
para que crezcan, florezcan, y tal vez, algn da puedan dar frutos....

Adriana ya estaba cosechando sus frutos al escribir estas palabras, que


reflejan el intento de ensanchar sus propias fronteras mientras al mismo tiempo
multiplicaba la oferta de lecturas para sus alumnos y la converta en una
experiencia valiosa que ellos mismos preservaban y reclamaban, que deseaban
compartir con sus padres y con los compaeros de una nueva escuela.

Algunas situaciones didcticas para acercar la


literatura a los jvenes

En los ltimos aos la escuela ha ido desarrollando diversidad de situaciones 6


con el propsito de favorecer el encuentro de los jvenes con la literatura. Todas
ellas suponen una exploracin atenta de los materiales disponibles en las
bibliotecas institucionales. Numerosos docentes comentan que han redescubierto
materiales interesantes en las bibliotecas de sus escuelas. Algunos han planteado
una exploracin compartida con otros colegas para aliviar una tarea que insume
demasiado tiempo a cada docente aislado. A veces el relevamiento se realiza en
funcin de los propsitos de diferentes situaciones que se deciden llevar a cabo
con los alumnos. Otras veces es importante tener claro cules son los materiales
disponibles para disear situaciones apropiadas.

Una instancia interesante es organizar una mesa de libros en el aula para


facilitar el contacto con cuentos, novelas, poesa, teatro, humor y con diferentes
autores, estilos, ilustradores, ediciones. El docente coloca sobre una mesa textos
seleccionados por l con un criterio determinado, por ejemplo, tratando de incluir
materiales que los alumnos desconocen. Varios docentes que llevan a cabo la
situacin mensualmente, comentan que la han organizado complementando los
textos de la biblioteca institucional con algunos personales o de otros colegas para
que la oferta sea variada e interesante. Una cantidad apenas mayor al nmero de
alumnos parece suficiente para garantizar una interaccin adecuada. Despus de
unos minutos de exploracin, se sugiere un momento de lectura individual, para
finalizar con una rueda de intercambios informales.

En algunos casos esta situacin ha generado la inquietud de organizar una


biblioteca propia a partir de aportes del docente, de los alumnos, de personas que
6
Para analizar en detalle el desarrollo de algunas de estas situaciones didcticas consultar: Lerner, Delia y otros. Un
lugar para la literatura en la escuela (ob.cit.).
7

desean colaborar prestando temporariamente libros y/o recaudando fondos para


adquirirlos. Esta iniciativa brinda la ocasin de explorar catlogos, leer reseas en
solapas de libros, en peridicos o revistas de actualidad y especializadas, visitar
ferias del libro, etc. Por otra parte una vez conformada la biblioteca se plantean
tareas vinculadas con la organizacin del material y su circulacin a travs del
prstamo domiciliario.

Algunos docentes han propuesto a sus alumnos seguir la obra de un autor.


La situacin facilita una profundizacin sobre los temas ms recurrentes, los
recursos utilizados, las variaciones a lo largo de su obra, la contextualizacin
histrica. En ocasiones una pequea mesa de presentacin del escritor suele ser un
buen punto de partida para iniciar el contacto. Se incluyen libros del autor,
entrevistas en peridicos o revistas de actualidad, videos sobre su vida y su obra. Se
propone una exploracin del material durante unos minutos y una rueda de
intercambios a partir de la cual los alumnos explicitan y el docente registra, sus
primeras aproximaciones.

Una alternativa interesante consiste en invitar a un lector que guste de las


obras del autor estudiado y proponerle un encuentro con los jvenes. El propsito
es que los alumnos tomen contacto con un lector que logre expresar sus
experiencias personales: cundo comenz a leerlo, qu cosas le impactaron, que
comente ancdotas que conoce, que muestre los libros que posee, que comparta las
marcas realizadas a travs de aos de lectura y relectura, que lea fragmentos que le
parezcan especialmente interesantes. En definitiva, que presente al autor no slo
sealando la contribucin de su obra, sino desde el impacto que puede producir en
un lector particular.

Como consecuencia de esta introduccin al escritor elegido, se puede


proponer un perodo de lectura domiciliaria y de comentarios compartidos en clase,
a la manera de un crculo de lectores. Se trata de una situacin en la que cada
alumno lee obras diferentes. Cuando cada uno ha ledo al menos dos obras y varios
compaeros han ledo las mismas, se pueden proponer situaciones de intercambio
entre lectores. Por ejemplo, es posible plantear algunos ejes de anlisis sobre las
obras ledas para producir recomendaciones orales para el resto de los compaeros
(analizar por ejemplo, el ritmo narrativo en distintas obras, el planteo de conjeturas
y de pistas en diferentes cuentos policiales, el efecto que causa la ausencia o
presencia de remansos descriptivos en distintos cuentos). Los momentos de
intercambio de recomendaciones se sostienen a travs del tiempo y con una
frecuencia definida.

La profundizacin sobre la obra de un autor puede generar una presentacin


especial destinada a compaeros de otro curso: una exposicin con fotos,
paneles y lectura de fragmentos interesantes. Cuando varios cursos se
especializan en un autor, las exposiciones se constituyen en interesantes encuentros
de trabajo. La organizacin de la presentacin es una oportunidad para que los
alumnos reformulen sus conocimientos en funcin del propsito de exponerlos
frente a otros.

Otra derivacin del trabajo anterior es la produccin de reseas literarias a


partir de las recomendaciones orales iniciales. Tales reseas pueden circular entre
los profesores y las familias en forma de folletos o ser expuestas en un panel
especial en la institucin.
8

La produccin de reseas puede abarcar otros textos ledos por los alumnos
o por el docente fuera de la situacin de estudio de un autor determinado. La
escritura de reseas implica haber participado de mltiples situaciones de lectura y
comentarios acerca de las obras ledas. Supone tambin un contacto necesario con
reseas escritas por profesionales que se encuentran en las pginas de los
peridicos y de las revistas de actualidad, en revistas especializadas, en catlogos
de las editoriales, en solapas y contratapas de los libros. Esta propuesta demanda no
slo la lectura de textos sino tomar posicin ante ellos, es decir, asumir una
opinin personal. Los alumnos tienen que resolver cules son los aspectos ms
relevantes de la obra que no se pueden omitir y cules s para generar deseos de
leer el libro, a travs de qu recursos sostener el inters del lector, evaluar la
adecuacin del escrito en funcin de los potenciales lectores. De este modo,
profundizan sus criterios de seleccin y efectivizan una toma de distancia de las
obras reseadas. Es necesario volver sobre los textos ledos una y otra vez con la
mirada de quien tiene la responsabilidad de escribir para generar inquietud en otros
lectores. Mientras atraviesan este proceso de produccin y relectura, los alumnos
profundizan una crtica mirada personal acerca de lo literario.

Para favorecer el encuentro con la literatura pueden organizarse tambin


proyectos de lectura en voz alta por los alumnos para diversos destinatarios:
nios menores de EGB o de algn Jardn de Infantes, grupos de ancianos o
discapacitados visuales de alguna institucin cercana a la escuela. Se trata de leer
frente a un auditorio o de grabar casetes que pueden circular en forma de
prstamo.

En ambos casos, los alumnos se enfrentan inicialmente con la necesidad de


obtener datos acerca de las preferencias lectoras de los destinatarios y de leer para
seleccionar los materiales ms adecuados. Una vez seleccionados, es necesario
realizar sucesivos ensayos ajustando en cada caso el ritmo de lectura segn se trate
de poemas o de la voz del narrador en un cuento, la entonacin de los diferentes
episodios de una historia o de los fragmentos de un poema, las voces de los
diferentes personajes de una narracin y las marcas de puntuacin que orientan la
interpretacin. Si se trata de una grabacin es importante decidir acerca de los
momentos en los que es conveniente incluir efectos especiales. En el caso de las
grabaciones y especialmente tratndose de destinatarios en proceso de alfabetiza-
cin, es sumamente til acompaar el casete con el ejemplar del libro en el cual se
encuentra el cuento o las poesas grabadas, ya que esto facilita que los pequeos
sigan la lectura.

La lectura en voz alta requiere tambin del docente una actitud protagnica.
La lectura en voz alta por el docente es una situacin didctica a travs de la cual
se muestra como lector. Esta prctica de lectura, especialmente valorada en los
inicios de la escolaridad, tiene el propsito de ayudar a los alumnos a transitar el
mundo de la ficcin. Como seala Graciela Montes 7... El acto de contar ensea a
entrar y salir de la ficcin. Ambos el cuento y el contar- son solidarios, se
necesitan. Por un lado est el cuento supongamos que un cuento de autor, el
mundo imaginario que construy, palabra a palabra, cierta persona en un cierto
da-, y por otro est el contar, el pasaje de ida y vuelta a ese mundo que otra
persona, en otro cierto da, construye con dos ingredientes fundamentales: su
tiempo y su voz. Y eso es bsicamente as siempre, an cuando se haya pasado de
la audicin de cuentos a la lectura: el lector le sigue prestando su tiempo y su voz
interior al cuento, y slo en ese tiempo el cuento vive....
7
Montes, Graciela (ob. Cit. 47, 48).
9

A lo largo de la escolaridad, esta propuesta va perdiendo presencia en las


aulas. En el tercer ciclo, es menos frecuente tal vez por su organizacin en
mdulos horarios a cargo de diferentes profesores, por la presuncin de que ya son
grandes y saben leer por s solos, por la exigencia de tener que ensear contenidos
numerosos y complejos en un tiempo limitado. Sin embargo, revalorizar la
importancia de la lectura en voz alta por parte del docente, resulta hoy una
necesidad. La misma se fundamenta en dos propsitos centrales:

-Brindar oportunidades para que los alumnos participen en distintas


situaciones de lectura en las que experimenten diversas maneras de leer. No se lee
de la misma manera un cuento policial de enigma que una parodia del mismo
gnero, un cuento fantstico, una stira del mismo o una novela que presenta un
mundo poblado de personajes y episodios. Tambin la lectura es diferente si se lee
un texto por primera vez, si se lo relee para recuperar o renovar la emocin que
produjo la primera lectura, para identificar un recurso particular, para sealar su
importancia al escribir una resea, para identificar las referencias a un mismo
personaje a fin de comprender su rol en una historia. En todos los casos, el lector
ingresa a la obra de maneras diferentes.

-Favorecer el acceso de los alumnos a diversas complejidades literarias. La


naturaleza de lo complejo, en principio, est vinculada con el camino de lecturas
que cada alumno haya construido en su vida social -familiar y escolar. No obstante,
pueden considerarse algunas interacciones con los textos literarios para las que
seguramente se necesita la intervencin del docente. Por ejemplo:
El abordaje de textos no cannicos que transgreden de
diversas maneras un gnero o las estructuras
gramaticales, haciendo un guio al lector, sorpren-
dindolo en sus previsiones.
El trabajo con la intertextualidad cuya interpretacin
demanda conocimientos sobre otros textos referidos de
manera implcita o explcita en una obra.
La lectura de textos clsicos de la literatura universal
que no fueron escritos pensando en los jvenes.

Se trata de una situacin peridica de lectura en la que el docente elige


los textos, lee a sus alumnos y en ocasiones- genera momentos de
intercambio en el saln de clase. Esta es una propuesta que puede desarrollar
cualquier docente de cualquier escuela teniendo en cuenta ciertas condiciones. Es
una propuesta simple y al mismo tiempo exigente porque pone al docente al
desnudo en su condicin de lector y de coordinador del intercambio entre los
lectores.

Recuperar y resignificar el sentido de esta situacin de lectura en el tercer


ciclo es uno de los propsitos fundamentales de este documento. En razn de ello,
se presentarn comentarios generales sobre la situacin y la descripcin de una
propuesta especfica de lectura de cuentos por el docente.
10

Leer en voz alta... una alternativa posible.

Albert Camus, argelino nacido en 1913, fue Premio Nobel de Literatura en


1957. Hijo de una familia humilde, curs sus estudios con dificultad debido a la
marginacin social, cultural y econmica. En su novela pstuma El Primer Hombre
cuenta la difcil vida de Jacques Cormery, personaje que encarna la verdadera
historia de Camus. La obra cuenta cmo ese muchacho logra conquistar espacios
culturales en su propio mundo interno hasta llegar al Premio Nobel, de la mano de
los libros, de la mano de algunos maestros de la escuela:

...Slo la escuela proporcionaba esas alegras a Jacques y a Pierre. E indudablemente lo


que con tanta pasin amaban en ella era lo que no encontraban en casa, donde la pobreza y
la ignorancia volvan la vida ms dura, ms desolada, como encerrada en s misma; la
miseria es una fortaleza sin puente levadizo [...]. No, la escuela no slo les ofreca una
evasin de la vida de familia. En la clase del seor Bernard 8 por lo menos, la escuela
alimentaba en ellos un hambre ms esencial todava para el nio que para el hombre, que es
el hambre de descubrir [...] En la clase del seor Bernard, sentan por primera vez que
existan y que eran objeto de la ms alta consideracin: se los juzgaba dignos de descubrir
el mundo [...]. Al final de cada trimestre y de vez en cuando [...], tena la costumbre de
leerles largos pasajes de Les Croix de bois de Dorgels. A Jacques esas lecturas le abran
todava ms las puertas del exotismo, pero de un exotismo en el que rondaban el miedo y la
desgracia, aunque nunca hubiera hecho un paralelo, salvo terico, con el padre a quien
jams haba conocido. Slo escuchaba con toda el alma una historia que su maestro lea con
toda el alma y que le hablaba otra vez de la nieve y de su amado invierno, pero tambin de
hombres singulares, vestidos con pesadas telas encostradas de barro, que hablaban una
lengua extraa y vivan en agujeros bajo un techo de obuses, de cohetes y de balas. El y
Pierre esperaban la lectura con impaciencia cada vez mayor [...]. Y el da, al final del ao,
en que, habiendo llegado al trmino del libro, el seor Bernard ley con voz ms sorda la
muerte de D., cuando cerr el libro en silencio, confrontado con su emocin y sus recuerdos
para alzar despus los ojos hacia la clase sumida en el estupor y el silencio, vio a Jacques en
la primera fila que lo miraba fijo, la cara baada en lgrimas, sacudido por sollozos
interminables, que parecan no cesar nunca.
-Vamos, vamos pequeos dijo el seor Bernard con voz apenas perceptible, y se puso de pie
para guardar el libro en el armario, de espaldas a la clase.
[... ].
-Espera, pequeo dijo el seor Bernard. Se levant con esfuerzo, [...] y se acerc hasta su
pequeo pupitre de escolar en el fondo de la habitacin, cerca de la chimenea. Revolvi en
un cajn, lo cerr, abri otro, sac algo.
-Toma dijo-, es para ti.
Jacques recibi un libro forrado con papel de estraza y sin nada escrito en la cubierta. Aun
antes de abrirlo, supo que era Le Croix de bois, el mismo ejemplar que el seor Bernard
les lea en clase.
-No, no dijo-, es... Quiso decir: Es demasiado bello. No encontraba las palabras.
El seor Bernard mene su vieja cabeza.
-El ltimo da lloraste, te acuerdas? Desde ese da el libro es tuyo. Y se volvi para
esconder sus ojos sbitamente enrojecidos.

En 1957 Albert Camus recibe el Premio Nobel de Literatura y escribe a su


antiguo maestro...

Querido seor Germain:


Esper a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos das antes de
hablarle de todo corazn. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni
pedido. Pero cuando supe la noticia, pens primero en mi madre y despus en usted. Sin
usted, sin la mano afectuosa que tendi al nio pobre que era yo, sin su enseanza y su
ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que d demasiada importancia a un
honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y
sigue siendo para m, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazn generoso

8
Bernard es el apellido de ficcin de un maestro entraable de Camus, el seor Germain.
11

que usted puso en ello continan siempre vivos en uno de sus pequeos escolares, que, pese a
los aos, no ha dejado de ser su alumno agradecido.
Lo abrazo con todas mis fuerzas.
Albert Camus9

Cuando un docente se compromete a compartir una obra que lo conmueve,


prepara con cuidado el momento de la lectura, lee frente a sus alumnos con la
misma emocin que lo llev a seleccionarla, interrumpe la lectura en un punto
crucial de la historia si el tiempo disponible as lo exige y preserva la expectativa
hasta la prxima vez... Cuando tiene la audacia de no pedir nada a cambio despus
de la lectura, sino que crea un clima de expectante silencio al culminarla y facilita
que aparezcan esos indecibles que atraviesan el territorio de la ficcin... los
detecta en silencio... los valora... y an as, decide no vulnerar esa intimidad, no
enterarse nunca de esas emociones que experimentan sus alumnos; quiz entonces
pueda, en otro momento, entablar una conversacin y un intercambio acerca de lo
ideolgico y lo esttico de la obra, conociendo de cerca lo que les pasa a sus
alumnos cuando habitan esos textos.

Cuando un docente pone en acto esta manera de acercar la literatura a los


jvenes les est mostrando el comportamiento de un lector experimentado y est
creando las condiciones para que ellos encuentren diferentes maneras de conectarse
con los cuentos, los poemas, el teatro, las novelas.

Ayudar a los alumnos a construir un vnculo profundo con lo literario


requiere de ciertas condiciones de espacio, de preservacin de tiempo, de
contextualizacin de las obras, de posibilidad de crear y mantener cierto clima
antes, durante y despus de la lectura. En este sentido, es necesario:

Sostener la situacin de lectura como una actividad habitual durante el ao

Desarrollar la situacin con una frecuencia semanal o quincenal contribuye


para que los alumnos profundicen el conocimiento de un gnero, un autor, un tema
de manera sistemtica durante un tiempo prolongado. Un tiempo que adems se torna
previsible para los alumnos y que poco a poco- empiezan a reclamar como propio.

Vernica -docente de 7 ao del conurbano bonaerense testimonia a travs de


un registro narrativo su experiencia como lectora en voz alta...

...comenta el impacto institucional logrado al sostener con regularidad un


tiempo de lectura semanal con sus alumnos...

"La ltima clase registrada fue multitudinaria. El saln de clase pareca un


clsico de Boca y River. Vinieron otros colegas y hasta la portera porque se haba
corrido la voz de que la lectura era de 'novela'. No s si era 'de novela', pero
mientras lea, las caras demostraban que hacer esta tarea vala la pena.

...resalta cmo sus alumnos comienzan a reclamar el espacio de lectura


institucional...

"Por favor, profe, queremos que le digas a la profesora de octavo que nos
trate como a verdaderas personas y nos d este espacio como propio.
9
Camus, Albert (1998) El Primer Hombre. Tusquets. Barcelona.
12

S, porque ya es nuestro, es compartido, es de todos y no solamente tuyo ni de


ella. Es nuestro...nos pertenece.
Yo soy tan feliz cuando vos abrs el libro para leer que tengo grabado en mi
mente cada movimiento que hacs desde que buscs en tu cartera o en el armario el
libro hasta que empezamos a escuchar tu voz".

Instalar este espacio de lectura en forma permanente durante el ao -tal como


lo testimonian los alumnos de Vernica- multiplica las oportunidades para que todos,
a su manera, profundicen su vnculo con el discurso literario y configuren su propia
hoja de ruta como lectores en funcin de sus preferencias.

Generar y sostener un clima especial en el transcurso de la situacin

La creacin de clima resulta indispensable para garantizar una experiencia de


encuentro entre los alumnos, el docente y la obra. Con frecuencia se asimila la
generacin de un clima especial de lectura a un breve momento de motivacin
previa. Es importante superar esta visin efmera y sostener el clima de expectacin
antes, durante y despus de la lectura. Una forma de conectarse con la literatura que el
docente muestra en accin para que cada vez ms, cada lector sea capaz de
procurrsela en forma autnoma.

La preparacin del momento de lectura comienza mucho tiempo antes,


cuando el docente busca con inquietud un texto para sorprender a sus alumnos,
cuando decide compartir aquel que lo conmovi a lo largo de su vida y que an
hoy lo emociona, cuando alguno de sus alumnos le acerca un texto polmico y
decide socializarlo con el grupo, cuando elige un texto complejo para abrir nuevos
horizontes de lectura. Un lector experimentado va preparando sus ganas de
compartir un texto en un encuentro cargado de expectativa, misterio y emocin.
Los jvenes tambin comienzan a darle un sentido especial a ese encuentro. Un
ejemplo son los alumnos de Mara del Carmen, docente del tercer ciclo, al decidir
cuidar el momento de la lectura colocando en la puerta de su saln un cartel que
deca No interrumpir, gente trabajando, argumentando que si colocaban No
interrumpir, gente contando cuentos, podran interrumpirlos igual pensando que
no era importante.

Tambin los alumnos de Vernica parecen haberlo comprendido...

"...Un da al entrar a la clase me sorprendieron con un cuento que ellos


mismos haban elegido. Ante mi sorpresa se haban dividido el cuento en partes.
Cuando llegu me hicieron sentar y me dijeron: -Hoy los que leemos somos nosotros.
S, nos pusimos de acuerdo y nos pareci justo que vos sientas lo mismo que
nosotros cuando estamos del otro lado".

Otra docente, Ada, comenta una clase en la que sus alumnos le solicitan la
relectura de un cuento10 . Al culminar la lectura, por tercera vez, la expresin de
uno de ellos sintetiza aquello que ha logrado comunicar a travs de su voz...:
Nunca seo, nunca un cuento me haba atrapado tanto. Mire, tengo la frente
mojada.... Ada, cautiv a sus alumnos a partir de una preparacin cuidada del
momento de lectura. Tiempo despus, una recomendacin escrita sobre el cuento
rememora el impacto de aquella experiencia...

10
Una vendetta de Guy de Maupassant (ver en el Anexo el apartado Cuentos referidos en el documento).
13

A travs de esta carta publicada en el panel de recomendaciones de la escuela


los alumnos intentan persuadir a otros compaeros, procuran reflejar la experiencia
vivida por todos.

El impacto de una obra sobre los lectores depende entre otras cosas- de la
forma en que se entra en contacto con ella, de la manera en que la escuela propone
acercarse a un autor, a un gnero, a un estilo. La valoracin de las obras puede
comenzar en el aula a partir de la actitud de un docente, a travs del entusiasmo de
un grupo de alumnos, pero puede consolidarse y extenderse si se asume como un
compromiso institucional.
14

Brindar contexto histrico y cultural acerca del texto ledo y su autor

Con el propsito de fortalecer la formacin de los alumnos como lectores, el


docente aporta antes o despus de la lectura- informacin acerca de las razones por
las cuales ha escogido ese texto y a qu portador pertenece - antologa del autor o del
gnero, revista especializada, etc. - Mostrando el soporte, comparte con los jvenes
datos de la obra - ttulo, autor, editorial -, ofrece informacin complementaria acerca
de lo que se va a leer, lee parte del prlogo o proporciona datos biogrficos del autor
y de sus aportes al mundo de la cultura, establece vnculos con otras obras del mismo
escritor.

A travs de estas acciones, el docente favorece que los alumnos identifiquen


los textos, los nombren correctamente en el marco de una rueda de recomendaciones,
proporcionen referencias adecuadas a potenciales lectores. Si los alumnos disponen
de datos precisos sobre las obras, estn mejor preparados para establecer relaciones
cuando se las menciona en los medios de comunicacin, para leer sobre ellas en una
revista de informacin general, para hablar acerca de las mismas en el marco de una
conversacin. Una forma de construir nuevos sentidos, de extender la potencialidad
de una obra ms all del contexto del aula. Una manera de enriquecer la cultura
escrita de los alumnos y de facilitar la expansin de una comunidad de lectores de
literatura.

En sntesis, a travs de estas condiciones, se trata de generar y sostener una


situacin sistemtica de lectura en el espacio y el tiempo didctico disponible, para
que los alumnos y el docente tengan renovadas oportunidades para profundizar su
conocimiento y experiencia con el discurso literario.

Leer cuentos a los alumnos

Algunas sugerencias para el desarrollo de la


situacin

La propuesta consiste en desarrollar una situacin habitual de lectura de


cuentos11. Se trata de espacios sistemticos a travs de los cuales el docente se
muestra como lector de diferentes obras, garantiza momentos de silencio si la historia
resulta especial para sus alumnos o - en ocasiones - plantea un intercambio de
reflexiones en el saln de clase.

Para desarrollar esta situacin se requiere: el anlisis del tipo de complejidad


que plantean los textos, la lectura propiamente dicha y la apertura de un espacio de
intercambio. Se har referencia a cada una de ellas.
11
La idea de la descripcin de una situacin didctica de lectura habitual por parte del docente est inspirada en la
que se presenta en el Documento de Actualizacin Curricular - rea Lengua EGB - N 2 (1996) Municipalidad de
la Ciudad de Buenos Aires.
15

1) ANALIZAR EL TIPO DE COMPLEJIDAD QUE PLANTEAN LOS TEXTOS:

Generar una experiencia interesante de lectura y un espacio de intercambio


productivo depende en parte de seleccionar adecuadamente el texto. Dicha seleccin
implica analizar, durante el momento de la planificacin de la situacin, las
particularidades del texto con el propsito de anticipar tanto la modalidad de la
lectura como las posibles intervenciones del docente durante el espacio de
intercambio posterior. De esta manera se garantiza que el texto justifica la lectura en
voz alta por parte del docente, ya sea porque implica una modalidad de lectura
especial que se quiere mostrar a los alumnos o porque la complejidad que plantea
permite anticipar contradicciones entre los saberes literarios de los alumnos y los
planteados por el texto. Por cada una o por ambas razones, el docente decide entonces
prestarle su voz al cuento.

Para ejemplificar el sentido del anlisis, consideraremos el caso de dos cuentos


vinculados entre s: La pata de mono de W. W. Jacobs y No meter la pata con la pata
de mono de Marco Denevi12.

El cuento de Jacobs (humorista ingls, 1863 1943) es un cuento fantstico


vinculado con la temtica de los tres deseos 13 que culmina con un final abierto. Este
tipo de final invariablemente genera polmica porque rompe con las previsiones
usuales del lector. Se trata de un recurso que abre posibilidades interpretativas o
pluralidad de lecturas en un mismo lector o entre diversos lectores frente a la misma
obra. Seguramente los alumnos han ledo cuentos con finales abiertos durante el
segundo ciclo pero se pueden considerar nuevos enfoques dado que la cuestin
genera polmica an entre los adultos.

Marco Denevi, a partir de una stira del cuento de Jacobs, retoma el tema del
final de la obra, ironizando el papel de los lectores que no toleran las ambigedades.
En la stira se recrea el cuento de Jacobs a partir de una obra de teatro en la que un
espectador exige a uno de los actores que defina con claridad el final inquietante:

"... Una de dos: o la pata de mono no tiene poderes mgicos, y entonces las doscientas libras
fueron pura casualidad y los golpes en la puerta era el viento, o s los tiene y la seora White, al
abrir, se encontraba con su hijo sano y salvo. [...]
-Disculpe, pero el autor quiere que las dos versiones, la fantstica y la realista, sean
igualmente vlidas y que el espectador elija la que ms le guste. En la versin que usted propone eso
es imposible. [...]
-Qu el espectador elija? Qu espectador? Yo no quiero elegir. Quiero que sea el autor el
que tome la decisin...".

En lo que respecta a la polmica por el final, la versin de Jacobs permite


discutir con los alumnos distintas posibilidades interpretativas, algunas de las cuales
quedan explicitadas en el cuento de Denevi.

Profundizar en el sentido de la stira exige un nivel de anlisis ms profundo.


Toda stira presenta un planteo explcito para comunicar lo contrario. Jaime Rest la
define como un discurso ... que se propone corregir los defectos humanos con
auxilio de la risa que se suscita por el hecho de ponerlos en ridculo... 14 . Se orienta
12
Para que resulte posible comprender el anlisis se sugiere la lectura previa de los relatos. Ver en el Anexo el apartado
Cuentos referidos en el documento.
13
Para una mayor comprensin acerca del origen y desarrollo de los cuentos ligados a los tres deseos consultar el
Prlogo de la Antologa de la literatura fantstica de Borges, J. L; Ocampo, S y Bioy Casares, A. (1965 - 1992)
Sudamericana. Buenos Aires.
14
Para profundizar sobre este tema consultar Rest, Jaime (Primera edicin 1979 Edicin citada 1991) Stira en
Conceptos de literatura moderna. Centro Editor de Amrica Latina. Buenos Aires.
16

hacia aquellos comportamientos establecidos y aceptados para determinados grupos


sociales en un contexto histrico especfico. Ironizar estos comportamientos
constituye una transgresin, una irreverencia Por ejemplo, Denevi exagera la
intolerancia del espectador de la obra frente a la ambigedad del final hasta el punto
de asesinar al actor que se niega a transformar la obra de Jacobs. Esta exageracin es
la que causa risa y enfrenta a los lectores con sus propios comportamientos.
Descentrarse del rol de lector y poder rerse de s mismos implica comprender el
doble mensaje de la irona.

Discutir con los alumnos el funcionamiento de la irona es ayudarlos a


profundizar sus posibilidades interpretativas; una manera de abordar la stira y los
recursos que le son propios. Si an se quisiera profundizar ms se podra averiguar
acerca de cmo funciona la comicidad en un texto y de las diferencias entre la
comicidad y lo humorstico15.

Otro aspecto ironizado en la stira de Denevi es la dificultad de numerosos


lectores de entrar en el juego de la ficcin y poder concebir posibilidades narrativas
que queden fuera de sus parmetros de realidad. El espectador de la obra de teatro no
puede aceptar el final planteado y borrando el lmite entre ficcin y realidad, exige a
uno de los actores un final diferente.

Estos dos cuentos en torno a la misma historia brindan adems otras opciones
de anlisis: el ritmo narrativo y el narrador.

Hay en todo relato un doble manejo del tiempo: el que corresponde a los
sucesos narrados, denominado tiempo de la historia y el que corresponde al plano
del discurso, denominado tiempo del relato. La relacin de duracin entre historia y
relato da lugar a un elemento muy importante que es el tempo o ritmo narrativo.
Esto tiene que ver con lo que dura la historia que se cuenta considerada
cronolgicamente y la longitud de lo narrado (lneas, pginas). Por ejemplo, en el
cuento policial la demora en explicar el misterio se utiliza para generar curiosidad; en
cambio en el cuento fantstico la demora para explicar el misterio no es necesaria
pues el hecho de que aparezca un elemento misterioso en un escenario habitual es
suficiente para provocar la curiosidad del lector.

Denevi reconstruye para sus lectores la trama de La pata de mono en una


apretada sntesis que contrasta con el tiempo de la historia original. Puede resultar
interesante analizar los recursos que permiten a Denevi simplificar el relato original
(la supresin de pausas descriptivas y de escenas con dilogos...), los mismos que a
Jacobs le permiten expandirlo. El propsito de Denevi es ubicar rpidamente al lector
en la obra referida para focalizar la accin en la relacin del narrador con el personaje
que da pie a la stira.

El narrador es otro de los aspectos interesantes de estos relatos. Mientras en el


cuento original aparece un narrador en tercera persona, en el cuento de Denevi el
espectador de la obra de teatro encarna a un narrador protagonista. Al mismo tiempo,
se juega con la figura del propio Denevi que por un lado es el autor real de la historia
y por otro es ironizado como autor de la obra de teatro. En la primera parte el
narrador menciona no conocerlo ...adaptada para el teatro por otro seor Marco Denevi, a
quien conozco menos..., luego lo califica de cmplice de Jacobs al haber sostenido en
su obra el final de la historia original y finalmente acusa a ambos de engaar a los

15
Para profundizar sobre estas ideas consultar Eco, Umberto (1998) Achille Campanile: lo cmico como
extraamiento en Entre mentira e irona. Lumen. Barcelona.
17

lectores ...todava no ha comprendido que Jacobs y Denevi lo han engaado.. No se deje manejar
por esos dos canallas..., ...Quiz, la primera vez, se haba prestado con inocencia y temor a las
maquinaciones de los dos granujas de Jacobs y Denevi.... Puede resultar un desafo para los
alumnos identificar las voces que aparecen en ambos relatos. Es posible que para
muchos resulte un problema descubrir que ni Jacobs ni Denevi representan voces a
pesar de ser nombrados. Cul es el sentido de la presencia de Denevi en el interior de
su propio cuento. Cul la diferencia entre autor ficcionalizado, autor real y narrador.
Estas cuestiones pueden ser el punto de partida de una bsqueda de informacin, de
un intercambio y profundizacin sobre el tema.

El cuento de Denevi resulta gracioso slo a un lector que conoce la historia de


Jacobs. La intertextualidad o los rastros de unos textos en otros demanda la
intervencin del docente dado que es necesario proporcionar pistas a los alumnos que
les permita reponer los datos omitidos o slo sugeridos y acceder de ese modo a una
interpretacin ms profunda El trabajo de contraste facilita la posibilidad de tomar
conciencia sobre las vinculaciones mutuas entre los textos. En el caso de la stira la
referencia est atenuada por el hecho de que Denevi reconstruye el argumento
original a travs de la sntesis de la obra de teatro. La decisin de comunicar la
sntesis a travs de este gnero tiene un rastro de intertextualidad menos evidente ya
que el propio Jacobs escribi una versin teatral de su cuento16. Denevi retoma este
hecho atribuyendo al Denevi ficcionalizado, la autora.

A su vez, en la versin de Jacobs, se hace referencia a otro texto. ...Hay que


tenerla en la mano derecha y pedir los deseos en voz alta. Pero le prevengo que debe temer las
consecuencias.
-Parece de Las Mil y Una Noches dijo la seora White.... En este caso es interesante discutir
con los alumnos las razones por las cuales la seora White establece un vnculo entre
Las mil y una noches y el pedido de los deseos. Su comentario estar vinculado con
el pedido de los deseos mismos?, con el hecho de pedirlos en voz alta?, o con la
advertencia de que hay que temer las consecuencias de pedir los deseos?17 Las
opciones dependen del conocimiento ms o menos profundo que los alumnos posean
sobre la obra referida y de las relaciones que puedan establecer con el cuento ledo.
Retomar y explorar las obras que se mencionan en el marco de otros relatos y/o
recibir informacin del docente al respecto, son algunas opciones que permiten a los
alumnos profundizar sus conocimientos literarios y su capacidad de interpretacin.

El cuento de Jacobs constituye un clsico de la literatura fantstica de la misma


manera que muchos cuentos de Denevi. Uno de los propsitos de la enseanza
literaria en el tercer ciclo es favorecer el contacto de los alumnos con obras que no
fueron escritas pensando en los jvenes. Italo Calvino comenta al respecto ... Los
clsicos son esos libros que nos llegan trayendo impresa la huella de las lecturas que
han precedido a la nuestra, y tras de s la huella que han dejado en la cultura o en las
culturas que han atravesado [...] Un clsico es un libro que nunca termina de decir lo
que tiene que decir...18. Reflexionar con los alumnos acerca de las razones literarias e
histricas por las cules una obra ha llegado a constituirse en un clsico es una

16
Borges, J.L; Ocampo, S. Y Bioy Casares, A en el Prlogo de la Antologa de la literatura fantstica mencionan una
ancdota interesante referida a este hecho y que se vincula con el comportamiento de los lectores frente a los finales
abiertos que despus Denevi retoma en su stira..
17
En Las mil y una noches se registra la primera referencia escrita del cuento de los tres deseos en el que las
consecuencias del pedido de los dos primeros obliga a los protagonistas a utilizar la tercera posibilidad para solicitar
una vuelta al estado inicial. Por lo tanto el temor por las consecuencias del pedido de los deseos est vinculado a este
antecedente. A su vez, se menciona la costumbre rabe de recibir y entregar las cosas con la mano derecha ya que
hacerlo con la izquierda constituye una ofensa. Por otra parte, las invocaciones divinas se realizan en voz alta, solo
los magos que practican la hechicera las susurran.
18
Calvino Italo (1991 1999) Por qu leer los clsicos. Tusquets. Barcelona.
18

manera de comprender mejor el funcionamiento del discurso literario en la historia de


la cultura escrita.19

Analizar con profundidad los cuentos para seleccionar adecuadamente los que
sern ledos a los alumnos, no significa que en el espacio de intercambio posterior a
la lectura deban retomarse todas y cada una de las complejidades que presentan los
textos. Es importante tomar esta previsin para anticipar las posibles formas de
orientar el intercambio. Despus de un anlisis de las complejidades seguramente ser
ms fcil seguir el razonamiento de los alumnos, captar con flexibilidad la posible
conexin de sus interpretaciones con algn aspecto de la historia o reorientar la
discusin en funcin de los aportes del docente. De todos modos, siempre se produce
una tensin entre garantizar una experiencia de lectura vvida y un intercambio
comprometido para profundizar el conocimiento sobre el discurso literario. Se trata de
dos aspectos de un mismo proceso que en la realizacin efectiva resulta difcil,
aunque no imposible balancear.

2) LEER A LOS ALUMNOS:

Numerosos docentes comentan el entusiasmo generado entre sus alumnos a


partir de escuchar leer. Daniel Pennac al referirse a su propia experiencia como
alumno comenta "El hombre que lee en voz alta nos eleva a la altura del libro.
Verdaderamente da de leer!" 20 La lectura en voz alta del docente aporta a los
lectores la posibilidad de una experiencia que complementa la que garantiza la obra
en s misma. Se trata de que los alumnos se sientan en medio de los hechos, se
sorprendan, se entusiasmen, se inquieten, se diviertan, sientan rabia y desconcierto;
tomen contacto con diferentes maneras de leer.

La abundancia de contenidos, su complejidad y los tiempos acotados de


enseanza de la literatura en el tercer ciclo generan con frecuencia la lectura
domiciliaria de los textos. Si bien esta opcin favorece un vnculo privado con las
obras es importante disponer de un tiempo didctico durante el ao que garantice el
contacto de los alumnos con diferentes manera de leer que el docente comunica a
travs de la lectura en voz alta. Este contacto facilita que los alumnos se animen
progresivamente a leer por s mismos textos ms complejos y extensos. La
experiencia de escuchar leer acerca la distancia entre los lectores y los textos. Daniel
Pennac seala... Estaban clausurados, frente al libro cerrado. Ahora nadan,
desplegados en sus pginas. Claro que la voz del profesor ayud a esta
reconciliacin: ahorrndonos el esfuerzo del desciframiento, dibujando con
precisin las situaciones, colocando los decorados, encarnando los personajes,
subrayando los temas, acentuando los matices, haciendo su trabajo de revelador
fotogrfico lo ms ntidamente posible. Pero muy pronto la voz del profe comienza a
interferir [...]

19
Los textos van construyendo su propio camino en la historia de la cultura. Sobre las versiones vinculadas con la
pata de mono en la Antologa de la literatura fantstica (ob. cit.) se menciona que desde hace ms de diez siglos
circulan las primeras versiones escritas de los tres deseos. En 1902, W. W. Jacobs, autor de sketches humorsticos, logra
una versin trgica admirable. En esas primeras versiones ... los deseos se piden a un dios o a un talismn que
permanece en el mundo. Jacobs escribe para lectores ms escpticos. Despus del cuento no contina el poder del
talismn (era conceder tres deseos a tres personas y el cuento refiere lo que sucedi a quienes pidieron los tres ltimos
deseos). Tal vez lleguemos a encontrar la pata de mono Jacobs no la destruye- pero no podremos utilizarla...

20
Pennac, Daniel (Primera edicin en francs: 1992 Edicin citada en castellano: 1993) Como una
novela. Norma. Santaf de Bogot. Pg. 91)
19

Ayuda que usted nos lea, profesor, pero me gusta, despus, encontrarme a solas con
el libro...21.

Cmo acercar la distancia entre los lectores y los textos a travs de la voz del
docente? Algunas decisiones didcticas a propsito de los textos de Jacobs y
Denevi.

Si se comienza por el texto de Jacobs, es importante prever que la lectura en voz alta
refleje el tono creciente de expectacin y horror de la historia. Por ejemplo, no se lee
de la misma manera el tono despreocupado con que el seor White pide el primer
deseo que la desesperacin posterior con que la esposa solicita que resucite a su hijo.
En el caso de la obra de Denevi la lectura tiene que reflejar la irona general de la
historia y especialmente el tono imperativo con que el narrador-espectador increpa al
actor de la obra de teatro.

El orden en que se decide leer los dos textos puede producir impactos
diferentes en los escuchas. Se puede optar por leer primero la variante original de
Jacobs creando el clima apropiado y generando un espacio de intercambio posterior a
la lectura en torno a este clsico de la literatura fantstica. En otra clase, sin
aclaraciones previas se lee la variante de Denevi prestando especial atencin a la
reaccin de los alumnos. Seguramente se percaten de la vinculacin entre ambos
textos aunque ser necesario un espacio de reflexin para focalizar sobre sus
particularidades tal como se ha analizado en otro apartado. Tambin es posible leer
inicialmente la variante de Denevi dado que el argumento de la obra referida est
sintetizada en la historia. En otro momento, puede resultar interesante recuperar la
versin de Jacobs como consecuencia de la intriga generada en los lectores sobre la
obra original.

En ambos casos es importante tomar en cuenta el impacto que las obras


producen en los escuchas y retomarlo durante el espacio de intercambio. Se trata de
analizar que lo que uno siente al enfrentarse a una obra es el resultado del vnculo
entre el mundo interno de cada lector y los detalles de construccin que el autor ha
previsto para causar ciertos efectos.

En todos los casos, lo crucial es la preparacin del momento de lectura. Leer


previamente la historia varias veces y evaluar la eficacia de la lectura es importante..
Si en otras ocasiones se decide leer un texto cuya extensin implica retomar la lectura
en otro momento, se anuncia esta decisin a los alumnos y se interrumpe en un punto
que genere en los escuchas el deseo de seguir leyendo.

2) ABRIR UN ESPACIO DE INTERCAMBIO Y REFLEXIN:

Finalizada la lectura, es importante que el docente intercambie comentarios con


los chicos, inicialmente a la manera en que lo hacen los lectores fuera de la escuela.
Estos comentarios pueden tener que ver con la historia contada -por ejemplo, con su
final inesperado-; con la forma en que est escrita; con ciertas relaciones que pueden
establecerse con otros cuentos conocidos, con pelculas o con hechos de la realidad;
con el efecto que el cuento produjo, mostrando identificacin o rechazo con hechos o
personajes. Se trata de multiplicar las ocasiones para que los alumnos puedan
construir el sentido del texto confrontando con otros sus interpretaciones. En cada
caso el docente interviene con el propsito de guiar, ampliar y profundizar los
21
Pennac, Daniel (ob. cit.). Pg. 115
20

conocimientos y reflexiones de sus alumnos, al mismo tiempo que recrea una


situacin de intercambio entre lectores, similar a la que sucede fuera del mbito
escolar. Decimos similar y no idntica dado que en los intercambios informales entre
lectores no se ponen en juego propsitos de enseanza. Es posible que un lector
quiera persuadir a otro acerca del valor de una obra pero no asume por ello una
responsabilidad de enseanza. Esta s le cabe a la escuela que trata de hacer efectivos
ciertos aprendizajes procurando que las situaciones de enseanza se parezcan lo ms
posible a las que suceden entre los lectores de manera cotidiana. En este sentido, el
intercambio procura ser un espacio en el que los escuchas compartan sus impresiones
acerca de lo ledo y aprendan acerca del funcionamiento de lo literario.

Diversos docentes comentan distintas maneras de iniciar el espacio de


intercambio: esperar que los alumnos realicen sus primeros comentarios, preguntarles
acerca de sus ideas y sensaciones o comunicar l mismo sus impresiones. Cualquiera
de ellas facilita que el intercambio comience. Leer y esperar. No se fuerza una
curiosidad, se la despierta. Leer, leer y darle confianza a los ojos que se abren, a las
caras que se juntan, a la pregunta que va a nacer y que llevar a otra pregunta...22.

Una vez que los alumnos se han expresado resulta necesario corroborar si las
hiptesis expresadas por ellos estn o no vinculadas con indicios de la historia, para
lo cual la propuesta de volver al texto aparece como la ms adecuada. Son diversos
los propsitos que motivan la relectura de pasajes del texto, por ejemplo:
a) cuando existen varias interpretaciones sobre algn hecho o sobre las
intenciones de los personajes;
b) cuando el docente o algn compaero cuestiona la comprensin de un
pasaje en funcin de los comentarios de los dems;
c) para ejemplificar la posicin de un alumno;
d) para rescatar algn pasaje que llame la atencin por la forma en que el autor
utiliz los recursos lingsticos...

No se trata simplemente de que los alumnos planteen sus posiciones, sino


de que identifiquen pistas en el texto que permitan comprobar cundo las diferentes
interpretaciones son igualmente posibles y cundo alguna es ms vlida que las
dems. Se trata de oportunidades para que los alumnos comprueben que los lectores
ponen mucho de s en la interpretacin, pero que tambin el texto ofrece resistencia
a partir de ciertos indicadores que ha creado el autor para orientar las
interpretaciones. Umberto Eco plantea: Los lectores pueden inferir de los textos
lo que los textos no dicen explcitamente (y la cooperacin interpretativa se basa
en este principio), pero no pueden hacer que los textos digan lo contrario de lo que
han dicho...23.
Cuando los jvenes explicitan sus ideas pueden aparecer interpretaciones
confusas, sin aparente conexin con el planteo de la historia, interrogantes... En estos
casos una alternativa posible para continuar el intercambio es explicitar claramente la
cuestin y devolver el problema a los alumnos. Por ejemplo, Santiago plantea una
cuestin interesante. l piensa que [...] Qu piensan ustedes sobre esto?. Se trata
de retomar las ideas de los alumnos y devolverlas al grupo para seguir pensando.

En ocasiones, la estrategia de plantear contraargumentos -es decir, proponer


otros argumentos para poner en evidencia posibles limitaciones en la posicin que se
est defendiendo- puede resultar muy til para evaluar la fuerza de la argumentacin
elaborada inicialmente por los alumnos.

22
Pennac, Daniel (ob. cit.). Pg.123.
23
Eco, Umberto (1996) Seis paseos por los bosques narrativos. Lumen. Barcelona. Pg. 101.
21

Durante el intercambio, los alumnos expresan sus opiniones generando


polmica, algunas ideas concuerdan entre s, otras son divergentes. Frente a la
situacin, el docente puede optar, por ejemplo, entre tomar en cuenta una de las
opiniones y abrir la discusin a partir de ella o explicitar las diferentes posiciones
para que los alumnos las justifiquen, en funcin de los ndices provistos por el
texto. Motivados para aclarar sus ideas o para convencer a los compaeros que
sostienen opiniones diferentes, los alumnos argumentan. Tienen oportunidades para
descentrarse de su punto de vista y tomar en cuenta el de los otros. En ocasiones, el
docente se abstiene de plantear su propia interpretacin para facilitar que los
alumnos elaboren sus ideas sin influencia de la posicin del adulto. En general la
ofrece cuando los alumnos ya se han expresado. En otros momentos plantea su
posicin durante el intercambio, especialmente cuando evala que los alumnos no
se sienten influenciados por ella.

En estos intercambios se consideran dos dimensiones de las historias: el


contenido de los cuentos, su ideologa y lo retrico, la forma como estn escritas.
Ambas dimensiones se imbrican mutuamente y es posible retomarlas durante el
intercambio analizando las maneras a travs de las cuales se vinculan para construir el
sentido que el autor quiere comunicar. Retomemos el texto de Denevi para analizar
posibles intervenciones. Se pueden discutir con los alumnos las razones por las que el
texto produce risa en los lectores e identificar los rastros de irona presentes en el
cuento...

...las referencias al propio Jacobs como ... un cierto seor, a quien no conozco..., es
una manera de comenzar el cuento ironizando la relevancia del autor de un clsico de
la literatura fantstica, tanto como a s mismo, cuando menciona ... adaptada para el
teatro por otro seor Marco Denevi, a quien conozco menos....

...los calificativos sobre la obra y sobre la actitud de los personajes van


mostrando el perfil de este narrador-espectador que eleva paulatinamente la
intensidad de la irona para justificar la reaccin final y sorprender a los lectores. Por
ejemplo, ... la escena es aburrida y demasiado larga...; A la seora White se le ha ocurrido una
idea, obvia, por lo dems...; Pero cuando la seora White abre, por fin, la puerta, comprueba con
horror, tambin yo compruebo con horror que no hay nadie, que Herbert no est, que el bobalicn
del seor White le ha pedido a la pata de mono que el muchacho vuelva a su tumba. Aquello era
inaudito, era sencillamente inconcebible. No s como pude reprimir el deseo de trepar al escenario y
propinarle a ese imbcil una paliza....

Denevi a travs de la exageracin genera un pasaje irnico entre la realidad


del espectador, del actor de la obra de teatro y la ficcin de Jacobs. Por ejemplo,
...- Yo no soy quin para introducir modificaciones en la obra. Usted es el padre de
Herbert, qu cuernos [...]Pero para que nosotros nos devanemos los sesos entre la versin fantstica
y la versin realista, el seor W. W. Jacobs y el otro cmplice, Denevi, lo arrastran a usted a
perpetrar ese final absurdo, ese desenlace ridculo. Pero usted no sea papanatas. Reblese, y en la
prxima funcin haga lo que yo le digo....

Una historia de estas caractersticas puede no causar risa si el lector no advierte


el funcionamiento de la irona al contrastar la sntesis de la obra de teatro con que se
inicia el cuento y el resto de los acontecimientos. Dado que en un grupo, seguramente
algunos alumnos puedan advertirla y se diviertan, discutir sobre los efectos en
diferentes lectores es una manera de iniciar su anlisis. En adelante, la lectura y la
reflexin sobre otros cuentos en los que se reitere esta modalidad de construccin,
puede permitir elaborar algunas conclusiones acerca de la irona como procedimiento
retrico. Algunos docentes comentan la profundidad de comprensin que genera un
22

trabajo de estas caractersticas, a diferencia de una explicacin terica sobre la stira


y la irona y su ejemplificacin en un cuento.

Se trata de un trabajo de anlisis de aspectos retricos al servicio de


comprender mejor la historia y de descubrir los procedimientos a travs de los cuales
el autor nos hace rer. En la prctica social un lector se divierte o no, analiza o no un
cuento de estas caractersticas. En la escuela tenemos la responsabilidad de crear las
condiciones para que cada vez sean ms los alumnos que se ran y cada vez menos los
que se queden afuera de la gracia del cuento por no estar en condiciones de advertir
detalles de construccin que ayudan a profundizar su sentido.

Es importante estimular la participacin de todos los alumnos para garantizar


que cada uno tenga la opcin de plantear su opinin. Participar explicitando
sensaciones, interrogantes, hallazgos, argumentos y contraargumentos es un proceso
complejo que se va construyendo de manera paulatina en el aula. Es a partir de un
tiempo prolongado de lectura y reflexin sobre variedad de textos y autores, que las
ideas y los argumentos se profundizan. En esta prctica sistemtica de intercambio
entre lectores, los alumnos avanzan hacia el logro de una interaccin ms profunda y
autnoma. En este proceso la intervencin del docente resulta central.

A fin de analizar la posibilidad de estos espacios de lectura e intercambio entre


lectores en las aulas, diversos fragmentos de registros de clase intentarn dar vida a
los conceptos enunciados. La intervencin de los docentes y los alumnos posibilita
su ejemplificacin.

Un recorrido por las aulas...

A partir de registros de observacin de clase se muestra cmo diferentes


docentes intervienen para generar un espacio de intercambio y cmo los alumnos
responden a esas intervenciones haciendo or su propia voz y escuchando la de los
dems. Un espacio donde los alumnos plantean intercambios genuinos que los
ayudan a profundizar sus interpretaciones ampliando sus saberes sobre lo literario .

Veamos qu sucede en una clase de 7 ao de una docente, Paula, a partir de la


lectura del cuento La dama o el tigre24 de Frank Stockton. Relato fantstico que se
desarrolla en un reino semibrbaro cuyo rey toma decisiones arbitrarias para decidir
la suerte de las personas que transgreden alguna disposicin decretada por l. En este
caso el abuso de poder se centra en la figura de un joven de baja condicin
enamorado de la hija del monarca. El final de la historia es abierto y a diferencia de
otros cuentos del estilo, aqu el autor lo plantea explcitamente. No puede tomarse a la
ligera cul fue la decisin de la princesa, y no puedo suponerla. No puedo ser yo quien d la
respuesta. Entonces, queda para el lector. Quin sali por la puerta elegida, la dama o el tigre?...
. Una trama que permite atravesar intrincados temas de la naturaleza humana tales
como el amor, los celos, la pasin, el poder, la justicia... En este registro se ve la
reaccin de los alumnos ante un final poco habitual y las distintas posibilidades
interpretativas que desencadena...

24
Para una mejor comprensin de los intercambios entre alumnos y docentes se sugiere la lectura previa de los cuentos
referidos en cada uno de los registros de clase. Consultar en el Anexo el apartado: Cuentos referidos en el documento.
23

Docente Alumnos

Y seo... El final?

Y se es el final!

Jorge: No, dele... A Ud. le falt leer una


parte...

Ven Jorge, pas y le vos el ltimo prrafo.

Jorge: (Despus de la lectura) Uy! Y con


quin se qued?
Qu dice el autor?

Jorge: Que yo me lo imagine...pero as no


vale...

Por qu no vale? A ver los dems qu


piensan?

Cintia: Para m, la princesa le hizo la sea


de la dama, pero l como sabe que ella lo
ama, abre la otra y se deja matar por el tigre
para no serle infiel.

Dolores: No, yo creo que l se casa con la


otra y despus la deja para irse con la
princesa.

Flavia: No s, porque l algo senta por la


otra. La princesa los vio hablando... y si
estaba enamorado de la otra?

Ayeln: Bueno, eso despus se ve; lo


importante es que est vivo, porque si a l se
lo come el tigre no se iba a quedar con
ninguna.

Flavia: Para m ella le seal la puerta del


tigre y despus ella tambin se tira para que
mueran los dos juntos y se amen en el ms
all.

Alejandro: Ay! Qu fantasiosa!

Qu les parece si releemos esa parte para


ver si lo que piensa Flavia es demasiado
fantasioso? (Relee la parte que dice No sera
mejor que l muriera rpidamente y la esperara
en las regiones del futuro?...).

Alejandro: Ah! Flavia, tenas razn.

[...] [...]

(Contina el intercambio)

Tal como se seal en el caso de La pata de mono y que Denevi retoma en su


stira, los lectores se resisten ante la posibilidad de tomar decisiones personales con
24

respecto a una historia25. Tal es el caso de Jorge en el registro anterior. La


potencialidad de estos finales es que su carcter no cannico posibilita mltiples
interpretaciones en diferentes lectores y hasta en un mismo lector en diferentes
momentos. Umberto Eco plantea al respecto "La iniciativa del lector consiste en
formular conjeturas [...]. Estas conjeturas deben ser aprobadas por el conjunto del
texto como un todo orgnico. Esto no significa que sobre un texto se pueda
formular una y slo una conjetura interpretativa. En principio se pueden formular
infinitas. Pero, al final, las conjeturas debern ser aprobadas sobre la coherencia
del texto, y la coherencia textual no podr sino desaprobar algunas conjeturas
aventuradas... 26.

Durante la clase la docente genera un espacio para que los alumnos


expliciten sus puntos de vista y escuchen las diferentes opiniones. Al mismo tiempo
plantea la identificacin de pistas en el texto que permitan comprobar cundo las
diferentes interpretaciones son igualmente posibles y cundo alguna es ms vlida
que las dems. El fragmento que relee la docente frente al comentario de Alejandro,
contribuye para que los alumnos se den cuenta de que la opinin de Flavia estaba
vinculada con indicios proporcionados por el texto. Muchas veces esos indicios no
aparecen de manera explcita en el texto y es necesario inferirlos tal como se
observa en el siguiente fragmento de la misma clase:

Docente: Y qu me dicen de la forma en que la princesa consigui el secreto de las jaulas?


Melisa: Pag, porque dice algo del oro.
Docente: Releo esa parte... Pero el oro y la decisin de una mujer enamorada haban
alcanzado para que la princesa consiguiera el secreto....

En este caso la docente relee el fragmento al que alude Melisa con el propsito de
mostrar a los alumnos la relacin entre lo que dice el texto literalmente y la
interpretacin del soborno, realizada por la alumna.

En otro momento de la clase los alumnos comienzan a establecer relaciones


autnomas entre sus interpretaciones y los ndices del texto. Por ejemplo:

Mariela: Ahora que pienso, para m, por las pistas que da el texto, la princesa le seal la puerta del
tigre, porque el cuento habla ms de lo que pasara si se casara con la doncella, que de lo que pasara
si se lo come el tigre.
Docente: Buena observacin. Los dems que opinan?
Algunos: S profe, es verdad.
Daniel: S, habla ms de los celos por la otra, que de la desesperacin porque se lo coma el tigre.

Los alumnos de otra docente, Mara Isabel, discuten acerca de las razones
por las cuales el autor decide plantear un final abierto...

Docente Alumnos

[...]

-El amor es generoso, y por lo tanto, aunque


fuera con otra mujer, y a pesar de ese dolor,
creo que debe haber optado por la puerta de

25
Es curiosa la ancdota sucedida en Estados Unidos cuando Stockton dio a conocer el cuento de La dama o el tigre.
Los lectores publicaron una solicitada increpando al autor a escribir la continuacin de la historia. Despus de
algunas resistencias Stockton accede y escribe como respuesta otro cuento, El disipador de las dudas cuya lectura
recomendamos en el Anexo.
26
Eco, Umberto (1998) Los lmites de la interpretacin. Lumen. Barcelona.
25

la dama.

-Pero no se olviden que es mujer y jams


podra soportar entregarlo a otra mujer y
menos saber que fueron felices. O ella o
ninguna otra. Estoy re-seguro que prefiri
verlo muerto. Lo de la otra vida juntos era
para justificar su decisin.

-Los estoy escuchando y me suenan lgicas


las dos posibilidades y estoy como al
principio, indeciso. Esto me pone mal. No
me gusta este cuento porque no s como
termina. La culpa es del autor por no escribir
el final del cuento. Parece incompleto...

Varios: A m tampoco. Un cuento sin final es


como los fideos sin queso vio?

-Si el autor conoce muy bien a los personajes


de su cuento no pudo saber cmo resolvera
la princesa ese problema?, qu indic con
su gesto?

Volvamos a la lectura para saber el motivo


por el cual no lo hizo, por qu omiti el
final. (Lee el ltimo prrafo del cuento: No
puede tomarse a la ligera cul fue la decisin de
la princesa y no puedo suponerla. No puedo ser
yo el que d la respuesta. Entonces queda para
el lector. Quin sali por la puerta elegida, la
dama o el tigre? )
-Claro no se quiere arriesgar porque no est
completamente seguro. Nos deja el
problema. Genial!

-Como escritor sabra que los cuentos tienen


final y casi siempre feliz, no?
Ustedes creen que el autor no supo finalizar
el cuento o que lo hizo deliberadamente?
-Fue a propsito. l pudo ponerle cualquier
final o cambiar alguna situacin, por ejemplo
que el muchacho tenga un paro cardaco del
susto. l es el dueo del cuento.

Es ste el motivo por el que eleg este cuento


para compartir con ustedes. Creo que es muy
linda la oportunidad que nos brinda a los
lectores de poder participar en su obra,
eligiendo cada uno el final que consideramos
ms apropiado...

[...] [...]
(Contina el intercambio)

Frente a la relectura propuesta por la docente los alumnos an continan


pensando que el final abierto es un problema del autor. Se plantea entonces la
alternativa de una construccin deliberada. Esta pregunta de la docente tiene el
26

propsito de abrir las posibilidades de reflexin sobre formas diferentes de


construccin de las historias. Los finales abiertos rompen con las previsiones ms
usuales de los lectores porque la mayora de los cuentos con los que han tenido
contacto tienen desenlaces explcitos. La lectura y la reflexin sobre textos no
cannicos forman parte de las complejidades que pueden abordarse en el tercer
ciclo. Progresivamente los alumnos comienzan a disfrutar de nuevas formas de la
ficcin. Frente a la discusin de este mismo aspecto, otros alumnos plantearon:
Es un cuento que te deja pensando...porque tens que analizar qu era lo que la princesa
iba a hacer. Si le dijo dnde estaba el tigre o dnde estaba la dama.; Capaz que si tena final no
tena tanto suspenso, a m me gust....
Estas verbalizaciones ponen de manifiesto el tipo de impacto que el autor
pretende causar en los lectores. En este cuento el final abierto acrecienta el
conflicto de la decisin del muchacho ante las dos puertas y el de la princesa al
tener que sealarle una de ellas. Si el desenlace fuera explcito la tensin de la
trama seguramente estara ms centrada en la arbitrariedad de la forma de
administrar justicia del monarca que en el episodio de la decisin que el final
abierto carga de tensin. Una cuestin de intensidad de la trama que marca una
focalizacin de sentido. Un vnculo entre contenido y forma sobre el que es
necesario reflexionar con los alumnos.

El cuento tambin brinda la oportunidad de debatir cuestiones ideolgicas tal


como sucede en la clase de otra docente, Alejandra...

Docente Alumnos

[...] [...]

Qu piensan del rey? Oscar: Yo pienso que era justo porque


tena el 50% de probabilidades de morir
y el 50% de probabilidades de ser feliz.

Adrin: Yo no pienso as. Para m eso es


malo porque como el rey tiene poder
hace lo que quiere y eso no es justicia.

[...] [...]

Vicky: S, para m las dos cosas son


injustas porque el rey obliga a todos a
hacer lo que no quieren: obliga al joven a
morir o a casarse con una mujer que no
quiere, y a la hija a perder al novio. Es
injusto.

Entonces el rey es injusto.

Vicky: Es justo que le d las dos puertas,


pero lo otro es injusto.

Es justo porque elige, pero...

Sabrina: l lo hace porque tiene el poder.


Me parece no?

Diego: Tiene el poder y hace lo que


quiere.

El poder tiene que ver con la justicia?


27

Varios : No!

Algunos: S!

Diego: S, porque el poder vale ms que


la justicia. Una gente que tiene poder
puede cambiar la justicia.

Entonces el poder y la justicia no son cosas


diferentes?

Muchos: S!

Varios: No!

Por qu?

Diego: Por ah hay alguien que quiere


hacer justicia, pero no tiene el poder.

Nahuel: Y a los que tienen el poder no les


interesa la justicia.

[...] [...]

Muy bien pero volviendo al tema del poder y la


justicia en el cuento ustedes piensan que son
conceptos opuestos, que estn peleados?

Noelia: Y para el rey era fcil, haca


justicia como quera porque tena todo el
poder.

Diego: Una cosa que no comparto es que


por ah una persona inocente tena que
perder la vida y otra que era culpable se
casaba con la chica ms linda.

Luciano: Es la suerte de cada uno.

Diego: Es que la justicia es para todos o


no es para ninguno.
[...]
[...]
(Contina el intercambio)

La propuesta de Alejandra (Qu piensan del rey?) favorece que los alumnos
reflexionen sobre dos cuestiones centrales en el cuento: justicia y poder. La docente
interviene para alentar la profundizacin de las ideas planteadas (El poder tiene que
ver con la justicia?", "Entonces el poder y la justicia no son cosas diferentes?") . Los alumnos no
se circunscriben solo a responder las preguntas del docente sino que entablan un
intercambio ms horizontal.
Tambin la docente retoma lo expresado por una alumna para poner en
evidencia la contradiccin de la postura (Es justo porque elige pero...). Su planteo es
interrumpido por Sabrina y Diego que parecen haber advertido la arbitrariedad y el
abuso de poder que aparecen en el cuento. Una alternativa para el docente en ese
momento, tal vez podra haber sido retomar las diferentes posiciones y presentar el
problema a los alumnos. Por ejemplo, Algunos de ustedes piensan que es justa la posibilidad
28

de elegir entre las dos puertas aunque las dos opciones sean un castigo, morir bajo las garras del tigre
o casarse con una mujer que no se ama. Otros piensan que la situacin es completamente injusta
porque no hay posibilidad real de elegir algo que el joven desea Qu piensan los dems? Con
una intervencin de este tipo se intenta que ms alumnos puedan acercarse al
razonamiento de Sabrina y Diego.

Una intervencin que hubiera podido considerarse es el aporte de informacin


del docente acerca de la toma de decisiones en las relaciones familiares de los
pueblos brbaros y las atribuciones de poder de los soberanos, para que los alumnos
pudieran relativizar la exigencia de la actitud democrtica que reclaman del rey. Una
manera de reflexionar sobre la verosimilitud necesaria en los relatos. Para que la
historia resulte creble la arbitrariedad del monarca debe vincularse con una forma de
comportamiento propia del momento histrico en que se ambienta el cuento. Una
forma de incluir nuevas dimensiones en el anlisis de la ficcin.

A lo largo del intercambio los alumnos vinculan sus reflexiones acerca del
poder y la justicia con hechos de la realidad desprendindose de la ficcin. Leer e
intercambiar con otros favorece la participacin en otros mundos y otras vidas que
renuevan las posibilidades de analizar la propia visin de la realidad. No obstante, el
docente interviene retomando el eje de discusin en torno a la historia ("Muy bien, pero
volviendo al tema del poder y la justicia en el cuento ustedes piensan que son conceptos opuestos,
que estn peleados?). Es posible emocionarse, acordar y disentir sin perder de vista la
ficcin que ocasiona el intercambio. Las ideas y sentimientos personales estn en
juego sin duda, pero mediatizadas por la historia en cuestin.

Cada cuento representa una sntesis de forma y contenido. El Tigre o la dama


favorece la discusin sobre el poder y la justicia porque el final abierto como recurso
retrico crea las condiciones iniciales de esa discusin. Se trata de analizar el
funcionamiento de los recursos literarios al servicio de una comprensin ms
profunda de la historia. Veamos qu sucede con un grupo de alumnos de 8 ao
coordinados por su docente Patricia, despus de la lectura de Cortsimo Metraje de
Julio Cortzar. Cuento realista y breve con un lenguaje cinematogrfico logrado a
travs de alteraciones en la estructura sintctica cannica. A travs de este recurso el
autor logra un efecto de velocidad en el tiempo del relato y enfrenta a los lectores al
desafo de reponer los elementos faltantes as como a cambiar las anticipaciones
iniciales construidas sobre la historia.

Docente Alumnos

(Concluye la lectura) Qu les pareci? (Algunos responden que les gust, otros
que no, otros que ms o menos).

A1: Es raro

Por qu te parece raro?

A1: Porque le faltan los artculos.

A2: Hay oraciones incompletas.

A3: Los verbos no estn bien


conjugados.

Por ejemplo en qu parte del texto ocurre


29

eso? (reparte copias del cuento para facilitar


el intercambio).

(Despus de unos minutos de


exploracin).

A4: Automovilista en vacaciones.

A5: Tendra que decir un automovilista


estaba en vacaciones recorriendo las
montaas del centro de Francia....

A3: Por ejemplo ac: "Muchacha le


hace gesto usual de auto stop" y debera
decir: "En la carretera estaba una
muchacha...".

Por qu les parece que el autor lo escribi de


esa manera?
A6: Lo hizo a propsito.

Con qu fin?
A7: Para dar la sensacin de ms breve.
A8: Como si fueran flashes.

A9: Ser por eso su ttulo... "Cortsimo


metraje"...

A qu se refiere metraje?
A10: A las pelculas.

A9: S, se refiere al cine.

Qu ocurre en el relato?
A11: Estaba un automovilista paseando
por una carretera y encuentra a una
chica haciendo "auto stop".

Qu es eso?
A12: Le est haciendo seas para que la
lleve.

[...]
[...]
A13: Despus la chica le roba al seor y
lo mata.

A9: No, ac dice: "Cuando la mano por


la cintura para arrastrarla entre los
rboles, pistola del bolso y a la sien".
Puede ser que solo lo haya golpeado.

A12: Pero las intenciones del hombre


tampoco eran buenas.

Qu hizo la mujer?
30

A8: La mujer era una profesional que


engaaba a los hombres, los golpeaba,
les robaba y se iba.

Por qu piensan que era una profesional?


A8: Porque ac dice: "sin dejar la
menor impresin digital porque en este
oficio no hay que descuidarse".

A13: Ahora s (poniendo cara de


comenzar a entender), antes no lo
entenda, ahora me gust.

A5: Despus que lo comentamos lo


entend.

A2: Me cost entenderlo por la forma


en que est redactado.

A1: Podemos leer otro cuento de este


tipo?

Varios alumnos: Leamos otro!

A partir de la apertura que genera la docente, los alumnos sealan su


desconcierto. Ella solicita que identifiquen fragmentos para discutir entre todos la
relacin entre la forma y el sentido del texto (Por qu te parece raro?, Por ejemplo
en qu parte del texto ocurre eso?, Por qu te parece que el autor lo escribi de esa manera?)
Los alumnos vinculan estos procedimientos con una intencionalidad de efecto
(Para dar la sensacin de ms breve, Como si fueran flashes, Ser por eso su ttulo...
Cortsimo metraje). Durante el resto del intercambio los alumnos recurren a
fragmentos del texto de manera autnoma para argumentar sus posiciones. Hubiera
sido interesante retomar la idea de uno de los alumnos (Pero las intenciones del hombre
tampoco eran buenas") que pone en evidencia la hiptesis de violacin que cualquier
lector formula durante la primera parte del relato y que presenta un vnculo entre
vctima y victimario que al final da un giro sorpresivo. Lo que pareca un intento de
violacin se convierte en un robo alterando las previsiones de los lectores. Hay
detalles de construccin que conducen a la primera hiptesis casi invariablemente y
que cargan de efecto el giro del final.

Al finalizar, varios alumnos manifiestan las ventajas del intercambio como


posibilidad para acceder a una interpretacin ms ajustada acerca de las intenciones
de los personajes y del sentido de la historia. A lo largo de todo el registro, las
intervenciones de la docente acerca del plano retrico estn al servicio de que los
alumnos profundicen su interpretacin del cuento.

En otro registro, los alumnos reflexionan acerca de la manera cmo el autor


contribuye a crear un clima especial en la historia a partir de la presentacin del
lugar de los hechos y el comportamiento de los personajes. Retomemos la clase de
Ada, aquella docente cuyos alumnos le haban solicitado tres veces la lectura del
cuento Una vendetta de Guy de Maupassant...

Docente Alumnos

[...] [...]
31

Bueno, pero todava no logro que digan qu


cosas los conmovi tanto que hubo que leerlo
tres veces...

Natalia: Todo... Desde el comienzo,


cuando el autor describe la pobre casita
donde viva la viuda con el hijo.

A ver, a ver... releo (la docente relee el


fragmento del comienzo).

Damin: Todo es ttrico, porque el autor,


cuando dice cmo estaba la casita, hasta
parece que se va a caer...

Todos opinan igual que Damin? Hay


alguien que opina diferente?

Laura: S, todo es tan gris en ese lugar


que hasta el viento azota el mar, el lugar
es salvaje y desolado.

Lico: S... todo se presta para un crimen.

Qu efecto les causa la primera actitud de la


madre?

Ulises: Me recuerda cuando alguna


vecina vino a golpear las manos a mi
casa, a quejarse por alguna macana que
yo me mand. Mi mam sin preguntar si
la seora tena razn o no, enseguida
deca: Mi nene? No! No puede
ser!!. Por lo general la primera actitud
es la de defender al hijo.

Todos estn de acuerdo con esta opinin?

Agustn: Yo creo que a todas las madres


les duele que otros nos reprendan aunque
nosotros hayamos actuado mal. Pero yo
no creo que ellas haran esto que hace la
mam del cuento, porque ellas s creen
en Dios y mucho menos iran a pedirle
que las ayude a llevar a cabo su
venganza.

Hay alguien que opina distinto o quiere


agregar algo a esta reflexin de Agustn?

Daniela: Un crimen no puede justificar


otro crimen. No podemos vengarnos
ponindonos a la altura de la suela de
los zapatos del otro. Lo que no se debe
hacer, no se debe y listo.

Todos opinan como Daniela?

Ulises: Est mal matar para vengarse de


otro que mat...pero no van a negar que
la vieja estuvo astuta? no?
32

Fabin: S, como se las ingeni para


preparar a la perra y hasta pens en
disfrazarse para que no reconozcan que
era una mujer. Y fue a misa a
comulgar!...qu coraje!

A ver, releo lo que dice Fabin para ver si es


as...

Agustn: Y encima dice que esa noche


durmi bien.

A ustedes les parece que pudo haber dormido


bien?
Ulises: Y...para una mente enferma de
vendetta como esa...

[...] [...]

A partir de los comentarios iniciales de los alumnos, la docente relee


fragmentos del texto para recuperar la forma particular en que el autor presenta el
lugar de los hechos. Esto permite analizar la fuerza del lenguaje para causar un efecto
en el lector (S... todo se presta para un crimen).

Cuando la docente abre la discusin sobre uno de los personajes (Qu efecto
les causa la primera actitud de la madre?) , los alumnos van planteando sus opiniones
acerca de la legitimidad o no de la justicia por mano propia. La docente posterga
su opinin e intenta que un buen nmero de alumnos participe de la discusin, no
censurando sus apreciaciones. Ulises rescata la astucia del personaje, superando la
valoracin moral de su actitud (Est mal vengarse de otro que mat...pero no van a negar
que la vieja estuvo astuta? No?) Esta opinin facilita que otros alumnos se animen a
reconocer esa astucia, evitando de ese modo un anlisis polarizado en malos y
buenos. Asumir la interpretacin desde la perspectiva del personaje permite
descentrarse e imaginar acciones desde dicha perspectiva, por ejemplo, la
posibilidad de dormir bien despus del hecho. En casos como ste, utilizar el texto
con intenciones moralizantes podra obturar la posibilidad de los alumnos de
analizar intenciones y comportamientos de los personajes en funcin de la dinmica
propia de la historia. Mantener el eje de la discusin en el terreno de la ficcin que
plantean los cuentos, facilita ciertos anlisis que de otra manera seran complicados
de sostener en el marco de la escuela.

Un intercambio con fuerte compromiso por parte de los alumnos y el docente abre un
campo de discusin sobre lo literario donde es posible reflexionar acerca de diversos
contenidos. A travs de los ejemplos se advierte cmo la literatura se asume como
experiencia y cmo en las aulas no deja de ser un discurso cultural polmico.

Contenidos que se ensean


33

En esta situacin circulan contenidos27 vinculados con los autores, sus


estilos, los recursos particulares que utilizan para causar determinados efectos
en los lectores, los gneros y subgneros, la contextualizacin histrica y
cultural de las obras,... Por ejemplo, en el caso de La pata de mono se plantea a
los alumnos la experiencia y la reflexin sobre el texto como cuento fantstico,
sobre su condicin de clsico y las razones que lo designan como tal. La lectura y
la reflexin sobre la stira de Denevi permiten profundizar las reflexiones
anteriores e iniciar el camino de la stira de la mano de un autor argentino. Incluso
pueden abordarse otras stiras de obras relevantes de la literatura universal
realizadas por el mismo autor y continuar un trabajo de mayor profundizacin
sobre el mismo. La dama o el tigre de Stockton adems de ampliar el anlisis de
obras fantsticas con final abierto permite emprender un recorrido con ese autor a
partir de la continuacin del cuento que escribe a solicitud de los lectores a
principios del siglo XX en Estados Unidos. Cortsimo metraje plantea una historia
realista que sorprende las previsiones de los lectores desde el relato mismo y desde
la forma cinematogrfica y breve de su construccin.

Cuando el docente lee a sus alumnos los contenidos mencionados se


comunican teniendo en cuenta otros, tales como:
La adecuacin de la velocidad de la lectura al ritmo del relato. Por ejemplo, no
se lee de la misma manera un pasaje en el que un joven se enfrenta a la situacin de
decidir entre dos puertas que le deparan la vida o la muerte, que otro en el que se
narra la huda de un personaje en el marco de una persecucin.
La adecuacin del tono de voz a los diferentes personajes de una narracin. En
algunos casos los actos de habla estn cargados de un sentido claramente
identificable, por ejemplo, cuando el narrador seala que un personaje ruega,
ordena, grita...En otras ocasiones slo se indican a travs de un dijo. Por lo tanto,
cmo se expresa en la lectura en voz alta, depende de las inferencias del lector en
funcin del desarrollo de la historia.
Las marcas de entonacin que indican la intencionalidad de los personajes. Por
ejemplo, no se leen de la misma manera las expresiones de dolor de una madre por
la muerte de su hijo si ella planea desde el primer momento una venganza, que si se
trata de una madre abatida por las circunstancias.

En estas ocasiones lo que se ensea son las acciones que el lector realiza cuando
el propsito es cautivar a los lectores a travs de su voz. Lo que se quiere
comunicar sobre la literatura durante el momento de lectura no se explica sino que
sucede, por eso se trata de contenidos en accin. El docente al leer pone... ... en
juego su saber acerca de la lectura y de los textos, pero este saber est implcito en
la situacin; resultara artificioso e intil que lo explicitara. Lo que cuenta es que
sus alumnos han participado de un acto de lectura y pueden, a su vez, poner en
juego sus propios conocimientos acerca de la lectura y de los textos.... 28. Estos
mismos contenidos, en otra situacin didctica, pueden ser retomados y
explicitados. Por ejemplo, cuando se desarrolla un proyecto de grabacin de casetes
de cuentos o para preparar sesiones de lectura en voz alta para diversos
destinatarios, tal como se ha mencionado en otro apartado de este documento.

27
Los contenidos lingsticos y literarios que se consideran en este apartado han sido tomados del Diseo Curricular
de la Provincia de Buenos Aires (1999). Lengua - EGB Tercer Ciclo.
28
Documento de Actualizacin Curricular Lengua EGB - N 2. (1996) Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires.
34

Los contenidos que circulan en la situacin de lectura en voz alta se ensean


porque las ocasiones no suceden espontneamente sino que el docente las piensa
cuidadosamente, las ofrece en momentos oportunos y de manera sistemtica a lo
largo del ao, elige materiales potencialmente movilizadores o provocativos para su
grupo, considera si leer la historia de una sola vez o la fragmentar cuidando que
el momento de interrupcin genere el deseo de volver a escucharla, evala cundo
despus de la lectura preservar la intimidad de los lectores con el texto y cundo
propondr un espacio de intercambio sobre lo ledo. Estas previsiones didcticas
garantizan una interaccin mltiple y variada de los alumnos con la literatura y van
creando las condiciones para que ciertas reflexiones y sistematizaciones resulten
posibles.

Cuando los alumnos ya estn en el tercer ciclo y han participado de manera


sostenida de esta ceremonia de lectura estn en condiciones de leer de manera
autnoma textos de una o varias lneas argumentales vinculadas de manera
explcita, con marcas del discurso que les permite identificar con claridad los
cambios de voces en el relato, construcciones sintcticas cannicas... Es entonces,
el momento propicio para sorprender a estos lectores con nuevos desafos, textos en
los cuales los cambios de episodio se desarrollan de manera sutil, sin avisos
explcitos; omisiones sintcticas que obligan a reponer los elementos faltantes y a
interpretar su sentido, introduccin de marcas de irona... Estas y otras
complejidades del texto desde el punto de vista del contenido y de la forma como
est construido- brindan un renovado sentido a la prctica de la lectura en voz alta
en el tercer ciclo. Una manera de facilitar el acercamiento de los alumnos a obras
cuya complejidad torna necesaria la lectura del docente.

El mostrarse como modelo de lector por parte del docente, acercando a los
alumnos diferentes maneras de experimentar lo literario con sus complejidades es
una condicin necesaria, aunque no siempre suficiente en la enseanza.
Complementar estos espacios con la reflexin sobre algunas de esas complejidades,
forma parte de los propsitos didcticos del tercer ciclo.

El espacio de intercambio posterior a la lectura es una ocasin privilegiada


para reflexionar sobre algunos contenidos del ciclo. Puede focalizarse el punto de
vista a travs de la lectura de alguna historia que incluya la mirada de varios
personajes sobre los mismos hechos, o historias diferentes que toman un mismo
acontecimiento pero narrado desde puntos de vista distintos. Puede analizarse la
transgresin en el uso del tiempo o modalidades diferentes de los autores para
comunicar el tempo narrativo. Es posible reflexionar sobre la generacin de
climas de diferente intensidad a partir de la creacin de un mundo y unas
circunstancias. Se puede focalizar en las intencionalidades de los personajes a
travs del comportamiento y del discurso de los mismos a lo largo del relato y de la
descripcin que de ellos hace el autor. La utilizacin de la irona al servicio de la
construccin de una stira. Los rastros de intertextualidad en una historia. Estos
recursos determinan la forma de comunicar valores y creencias vinculados con
diferentes momentos histricos que se comunican a travs de los que dicen, piensan
y sienten los personajes, a travs de la voz del narrador. La reflexin sobre estos
contenidos facilita que los alumnos detecten y analicen cuestiones que durante el
momento de la lectura pasan desapercibidos.

Al mismo tiempo, el docente a travs de su intervencin ensea a los


alumnos que un buen lector relee buscando pistas cuando tiene dudas acerca de su
35

interpretacin; comparte sus emociones e ideas con otros lectores; conserva para s
y para compartir con otros, pasajes del texto que le han impactado de manera
especial; confronta su interpretacin con la de otros lectores y busca justificarla
apelando al texto. Al hablar sobre las obras, los alumnos aprenden a expresar sus
puntos de vista, a buscar indicios en el texto que les permitan sostenerlos, a
resignar la propia posicin cuando las contradicciones puestas en evidencia no
permiten sostenerla, a escuchar las opiniones de los dems y evaluar si es necesario
apoyar lo que otro dijo con un nuevo ejemplo, considerar que la propia opinin ya
ha sido suficientemente representada por las opiniones precedentes o expresar el
desacuerdo fundamentando su posicin.

Cuando el docente interviene sealando las diferentes maneras de abordar los


textos literarios para profundizar la construccin de sentido, muestra el
comportamiento ms frecuente de los lectores experimentados. La comunicacin
de esas prcticas de los lectores tambin forma parte de los contenidos que se
ensean a lo largo de la escolaridad.

Algunos criterios para la seleccin de los cuentos

Es usual ligar el concepto de seleccin al de censura dado que en general


ocurren dos tipos de conductas. Una es elegir libros sin reflexionar detenidamente,
optando de manera intuitiva por lo que parece bueno, segn el gusto personal de
quien elige y en consecuencia dejando de lado otras posibilidades, desde otras
miradas. Otra conducta es seleccionar libros dando prioridad slo a lo que los
alumnos prefieren, impidiendo que conozcan diferentes opciones. Tanto en un caso
como en el otro se ejerce censura sobre los materiales que se excluyen. En definitiva
lo que se excluye no estar a disposicin de los alumnos [...] Como lo plantea
Genevive Patte (1984) ... seleccionar no es restringir sino valorizar.... Se trata de
recortar del universo posible un conjunto acotado de textos que responda tanto a las
preferencias de los alumnos como a los propsitos de los docentes. Toda seleccin de
un texto para leer en el aula supone, de hecho, valorizar ese escrito, darle prioridad,
por sobre otros posibles...29. Desde esta perspectiva y enfoque es importante tener en
cuenta algunas cuestiones:

En la situacin de lectura en voz


El docente selecciona lo que va a alta por el docente, es
leer, con el propsito de ampliar importante que sea l quien
el universo lector de sus alumnos. elige lo que lee. Se trata de
poner a los alumnos en
contacto con autores e historias cuyo nivel de complejidad hace necesaria la lectura
del docente y el espacio de intercambio. Obras que posibiliten ampliar el universo
lector de los alumnos. En el tercer ciclo es necesaria la lectura de cuentos
fantsticos, realistas y maravillosos de tramas ms complejas que los conocidos
durante los primeros aos de la escolaridad e incluir subgneros no abordados, tales
como, cuentos policiales y de ciencia-fic-cin. Se trata en todos los casos de

29
Siro, Ana (1999) Materiales de lectura para bibliotecas de aula en Castedo, Mirta. Molinari Claudia. Siro Ana.
Ensear y aprender a leer. Novedades Educativas. Buenos Aires. Pg.19
36

plantear una progresin de contenidos que permita potenciar el nivel de reflexin


de los alumnos a lo largo de la escolaridad.

Cada cuento, en funcin de su


No todos los cuentos posibilitan contenido y forma, facilita
las mismas reflexiones. la reflexin sobre determi-
nados aspectos. Por
ejemplo, si se desea generar un espacio de reflexin sobre el punto de vista en el
relato, se puede contrastar una versin cannica de la historia griega del minotauro
y La casa de Asterin30 de J. L. Borges, en la cual, los hechos son relatados en
primera persona por el minotauro. Este anlisis permite adems centrar la mirada
sobre el trabajo particular que diferentes autores realizan para configurar personajes
que comuniquen unos sentimientos, una visin determinada del mundo. Otra
posibi-lidad consiste en analizar transgresiones en la utilizacin del tiempo en las
historias, como ocurre por ejemplo, en El brujo postergado31 de J. L. Borges; o una
alteracin en la organizacin sintctica del relato para causar efectos determinados,
como ocurre en Cortsimo metraje de Cortzar. Algunos cuentos ponen en
evidencia varios aspectos que pueden focalizarse. En otro apartado de este
documento se analizaron diferentes dimensiones de anlisis de las variantes de
Jacobs y Denevi sobre la historia de la pata de mono. Se trata de textos cuyo nivel
de complejidad hace necesaria la participacin del docente durante la lectura y el
espacio de intercambio.

Se trata de historias cuyos


Hay cuentos que requieren niveles de complejidad re-
mayor relectura para facilitar la quieren volver una y otra vez
interpretacin a partir de su sobre determinados pasajes
escucha. para ajustar progresivamente
la interpretacin. Por
ejemplo, los cuentos de
enigma o del gnero negro en el mbito de lo policial, requieren sucesivas
relecturas para interpretar tanto las pistas de los crmenes cuya investigacin se
relata, como el razonamiento de los investigadores para acercarse a su posible
esclarecimiento. Esto no significa que no puedan leerse en voz alta, especialmente
en el caso en que no se cuenta con suficientes ejemplares como para que los
alumnos sigan la lectura. El docente tendr que ser cuidadoso y releer los
fragmentos necesarios para que los alumnos puedan recuperar los pasajes que les
ofrezcan mayor dificultad. Es recomendable utilizar este procedimiento an
durante la primera lectura para facilitar que los jvenes sigan la trama de la historia
sin dificultad. Durante el intercambio y de ser posible, contar con algunos
ejemplares o copias del texto facilita la relectura y la identificacin de pistas. Al
mismo tiempo se favorece el contacto directo de los alumnos con el texto. Dado
que toda forma de leer conlleva una interpretacin es importante que los alumnos
tengan la posibilidad de un vnculo privado con la obra. En estos casos la
circulacin de algunos ejemplares o copias en forma de prstamo garantizara esta
posibilidad entre los alumnos ms interesados.

30
Ver en el Anexo el apartado Cuentos recomendados.
31
Ver en el Anexo el apartado Cuentos recomendados.
37

Hay cuentos especialmente Con frecuencia los docentes plantean


polmicos que facilitan la que an cuando logran convocar la
generacin de un espacio atencin de sus alumnos durante el
de intercambio y reflexin. momento de la lectura, tienen dificul-
tades para sostener el espacio de
intercambio porque los aportes son
escasos o superficiales. En este sentido la intervencin del docente es crucial. No
obstante, una seleccin de cuentos polmicos que movilice las emociones y las
ideas de los alumnos puede colaborar en este proceso para que se sostengan y
profundicen las reflexiones. Se trata de cuentos que abordan temticas tales como
la discriminacin, el poder, la justicia, los amores imposibles, la marginacin 32,
etc.; o interesantes por su construccin poco convencional, por ejemplo Cortsimo
metraje de Cortzar.

El hecho de que sea el docente quien elige los cuentos para esta situacin,
hace necesario resguardar otros espacios en los cuales los alumnos puedan
seleccionar libremente los materiales de lectura. Por ejemplo, la visita peridica del
grupo de alumnos a la biblioteca institucional o la organizacin de una mesa de
libros con materiales variados en funcin de las preferencias que reconoce entre
los lectores de su clase. Este complemento entre una situacin de libertad junto a la
opcin de seleccin por parte del docente en funcin de un nivel de complejidad
mayor, genera nuevas oportunidades para que los alumnos transformen sus criterios
de seleccin y profundicen su formacin literaria.

Comentarios finales

En palabras de Teresa Colomer...A estas alturas del debate resulta


insostenible mantener que el aprendizaje literario no deba ejercerse a partir de la
lectura directa de las obras. Pero la simplificacin de esta idea lleva en s misma
el germen de una creencia muy discutible: la de que la literatura no puede
ensearse [...] Poner simplemente en relacin a los alumnos con los textos no
soluciona el problema de la enseanza literaria. Tambin es necesario ensear a
pensar y a hablar sobre los textos...33.

A lo largo del documento se han planteado ideas, alternativas didcticas y


voces que abonan ese camino. Como camino, implica un proceso que no siempre
puede resolverse de manera satisfactoria desde el comienzo. Algunos testimonios
de docentes del tercer ciclo, dan cuenta de ello:

32
Para profundizar acerca del vnculo entre los jvenes y la literatura consultar Soriano, Marc (1995) La literatura
para nios y jvenes. Gua de exploracin de sus grandes temas. Colihue. Buenos Aires. Pgs.52 a 57 y 693 a 695.
33
Colomer, Teresa (2001) La enseanza de la literatura como construccin de sentido en Revista Lectura y Vida.
Ao 22 N 1.
38

"En un principio, crear el clima adecuado para escuchar el cuento, llevaba


cierto tiempo, pero a medida que estas situaciones se fueron produciendo con ms
regularidad y mejor intervencin de mi parte, el clima fue surgiendo en forma
natural y espontneamente".

"En un principio, la lectura de cuentos la implement bastante


asistemticamente, sin otorgarle un espacio definido dentro de las actividades
escolares diarias. [...] Los cuentos contados ejercen una fascinacin casi mgica.
Esto me llev a aumentar la frecuencia de esta situacin y a hacerlo ms
orgnicamente. La respuesta de los chicos fue fantstica y altamente
estimuladora...".

"Al principio me costaba abrir un espacio de opinin, mi intervencin era


necesaria casi permanentemente, hablaban buscando la aprobacin y con cierta
inseguridad [...] De a poco comenzaron a animarse a criticar, a decir lo que
pensaban o sentan, a aventurar qu podran haber sentido los personajes en
determinadas situaciones y a establecer las causas de su sentir [...]Mi intervencin
[...]se reduce a lo necesario para disparar ciertos ngulos de enfoque que puedan
ser interesantes, para contraponer opiniones o para remitir a ciertas partes del
texto cuando dos opiniones encontradas no pueden saldarse en el debate...".

"A medida que pasa el tiempo, observo que yo misma intervengo de diferente
forma y que los chicos opinan, critican y debaten con mayor espontaneidad y
libertad. Puedo ver que alumnos que durante mucho tiempo no hablaban,
comienzan a participar gradualmente. Hay buena onda entre ellos, pueden discutir
sin agredirse y sin descalificar al otro...".

La escuela enfrenta un desafo importante, el de recuperar un espacio de


encuentro de los jvenes con la literatura. Algunos docentes estn llevando a cabo
intentos sostenidos, estn en proceso... generando un camino posible.

Anexo
39

A) Cuentos referidos en el documento.


40
41
42
43
44
45
46
47
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58
59
60
61
62

B) Cuentos recomendados.

ASIMOV, Isaac (1982) La clave. En Relatos de Brian W. Aldiss, Isaac Asimov y Ray
Bradbury. Ciencia Ficcin. Coleccin Naranja. Bruguera. Barcelona.

BORGES, Jorge Luis (1949) La casa de Asterin. En Obras completas Tomo I El Aleph.
Emec. Buenos Aires.

BORGES, Jorge Luis (1935) El brujo postergado.En Obras Completas Tomo I - Historia
universal de la infamia. Emec. Buenos Aires.

CORTZAR, Julio (1951) Casa tomada. En Bestiario. Sudamericana. Buenos Aires.

CORTZAR, Julio (1995) Continuidad de los parques. En Ceremonias. Planeta Argentina.


Buenos Aires.

CORTZAR, Julio (1996) Cortsimo metraje Las lneas de la mano. En Dos veces bueno.
Cuentos brevsimos latinoamericanos. Premio literario anual Desde la gente. Ediciones
Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Buenos Aires.

DE MAUPASSANT, Guy (1979) Una vendetta. En La Vendetta y otros cuentos de horror.


Alianza. Buenos Aires.

DE MAUPASSANT, Guy (1979) El collar. En Bola de sebo y otros cuentos. Biblioteca


Bsica Universal. Centro Editor de Amrica Latina. Buenos Aires.

DENEVI, Marco (1984) No meter la pata con la pata de mono Enoch Soames. En Obras
completas. Tomo 4: Falsificaciones. Corregidor. Buenos Aires.

DENEVI, Marco (1996) Personas sacrificadas. En Dos veces bueno. Cuentos brevsimos
latinoamericanos. Premio literario anual Desde la gente. Ediciones Instituto Movilizador de
Fondos Cooperativos. Buenos Aires.

GARCA MRQUEZ, Gabriel (1995) Algo muy grave va a suceder en este pueblo. En
Revista La Maga Extra N 7. Buenos Aires.

HEKER, Liliana (1989) La fiesta ajena. En Revista Puro Cuento. Julio/Agosto. Buenos
Aires.

HEMINGWAY, Ernest (1974) Los asesinos. En Breve antologa de cuentos policiales.


Sudamericana. Buenos Aires.

HENRY, O. (1899) El regalo de los Reyes Magos. En Cuentos Clasificados 2. Cntaro, 1999.
Buenos Aires.

HIGHSMITH, Patricia (1985) Gritos de amor. En Once. Literatura Contempornea 61. Seix
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JACOBS, W. W (1992) La pata de mono. En Antologa de la literatura fantstica de Borges,


J. L.; Ocampo, S.; Bioy Casares, A. Sudamericana. Buenos Aires.

KAFKA, Franz (1979) Metamorfosis. En Relatos Completos I. Losada. Buenos Aires.

KORDN, Bernardo (1995) Los ojos de Celina. En Breve antologa de cuentos.


Sudamericana. Buenos Aires.

MONTES, Graciela. Ilustracin: Menndez Liliana (1996) Teseo, Ariadna y el minotauro.


Odo Ediciones Gramn Colihue Libros. Buenos Aires.

PIERA, Virgilio (1996) Natacin. En Dos veces bueno. Cuentos brevsimos


latinoamericanos. Premio literario anual Desde la gente. Ediciones Instituto Movilizador de
Fondos Cooperativos. Buenos Aires.
63

POE, Edagar Allan (1978) El pozo y el pndulo. En Antologa del cuento tradicional y
moderno. Biblioteca Bsica Universal. Centro Editor de Amrica Latina. Buenos Aires.

QUIROGA, Horacio (1954) A la deriva. En Cuentos de amor, de locura y de muerte. Losada.


Buenos Aires.

SAKI (1971) El cuentista. En Cuentos. Biblioteca Bsica Universal. Centro Editor de


Amrica Latina. Buenos Aires.

SANTIRSO, Liliana (1991) El sol es un techo altsimo. En Revista Puro Cuento. Mayo/Junio.
Buenos Aires.

SHUA, Ana Mara (1996) Hambre colectiva. En Dos veces bueno. Cuentos brevsimos
latinoamericanos. Premio literario anual Desde la gente. Ediciones Instituto Movilizador de
Fondos Cooperativos. Buenos Aires.

STOCKTON, Frank (1995) La dama o el tigre. En La dama o el tigre. Cuentos fantsticos


contados por Gustavo Roldn. Coleccin Los Fileteados. Colihue. Buenos Aires.

STOCKTON, Frank (1996) El disipador de las dudas. En El ahijado de la muerte. Cuentos


fantsticos contados por Gustavo Roldn. Coleccin Los Fileteados. Colihue. Buenos Aires.

C) Bibliografa.

-Borges, J. L; Ocampo, S y Bioy Casares, A. Antologa de la literatura fantstica (1992)


Sudamericana. Buenos Aires.

-Calvino Italo (1999) Por qu leer los clsicos. Tusquets. Barcelona.

-Camus, Albert (1998) El Primer Hombre. Tusquets. Barcelona.

-Colomer, Teresa (2001) La enseanza de la literatura como construccin de sentido en Revista


Lectura y Vida. Ao 22 N 1.

-Documento de Actualizacin Curricular - rea Lengua EGB - N 2 (1996) Municipalidad de


la Ciudad de Buenos Aires.

-Diseo Curricular de la Provincia de Buenos Aires - Lengua - EGB (1999) Tercer Ciclo.

-Eco, Umberto (1996) Seis paseos por los bosques narrativos. Lumen. Barcelona.

-Eco, Umberto (1998) Los lmites de la interpretacin. Lumen. Barcelona.

-Eco, Umberto (1998) Entre mentira e irona. Lumen. Barcelona.

-Lerner, Delia y otros. Un lugar para la literatura en la escuela (1997) Documento de Actualizacin
Curricular Lengua - EGB N 4 - G.C.B.A.. Buenos Aires.

-Montes, Graciela (1999) La Frontera Indmita. Fondo de Cultura Econmica. Mxico.

-Petit, Michle (1999) Nuevos acercamientos a los jvenes y la lectura. Fondo de Cultura
Econmica. Mxico.

-Pennac, Daniel (Primera edicin en francs: 1992 Edicin citada en castellano: 1993) Como una
novela. Norma. Santaf de Bogot.

-Rest, Jaime (1979 1991) Conceptos de literatura moderna. Centro Editor de Amrica Latina.
Buenos Aires.
64

-Siro, Ana (1999) Materiales de lectura para bibliotecas de aula en Castedo, Mirta. Molinari
Claudia. Siro Ana. Ensear y aprender a leer. Novedades Educativas. Buenos Aires.

-Soriano, Marc (1995) La literatura para nios y jvenes. Gua de exploracin de sus grandes
temas. Colihue. Buenos Aires.

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