Caso Fobia Social PDF
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Izaskun Ortega
Arturo Bados
Carmina Saldaa
Unitat de Terapia de Conducta (Universitat de Barcelona)
friend, a diagnosis of social anxiety disorder was made. Panic attacks were
triggered by social situations and the patient was afraid of vomiting in front of
the others and being evaluated negatively. A cognitive-behavioral treatment
was applied over 21 sessions which included self-monitoring, training in con-
trolled breathing, attention training, cognitive restructuring, self-exposure in
vivo and assertiveness training centered on her partner, since patients anx-
ious symptomatology was also related to the discussions and mistreatments by
her companion. Scores on the scales applied along the process indicated a
progressive and clinically significant improvement. The main reasons that
may have contributed to therapeutic success are the motivation for change, the
strong therapeutic alliance established, the acceptance and consistent appli-
cation of the exposure technique, and the assertiveness training related to her
partner.
Keywords: Social phobia, panic attack, cognitive-behavioral treatment,
exposure.
Introduccin
Cristina era una mujer de 27 aos, con estudios universitarios y que trabajaba
como profesora en una escuela. Viva en pareja y mantena una relacin cordial
con su familia. Acudi a consulta por ataques de pnico repentinos que comenza-
ron ao y medio atrs y que se acentuaron en frecuencia e intensidad mes y medio
antes de solicitar ayuda.
Proceso de evaluacin
La queja principal de Cristina eran los ataques de pnico, los cuales se dieron
dos veces por semana el mes previo de acudir a consulta. Durante los ataques
aparecan temblor de piernas, sensacin de hormigueo y flaqueza en las piernas,
nuseas, taquicardia, dificultades para respirar, sensacin de mareo, sensacin de
irrealidad, rfagas de calor, miedo a perder el control y, en ocasiones, vmito.
Uno de los ataques ms intensos fue acompaado de conducta autolesiva consis-
tente en araarse brazos y piernas con tijeras y uas. Esta conducta tuvo como
posibles factores precipitantes la rabia y la impotencia sentida tras el ataque y la
reaccin de incomprensin por parte de su pareja. Las reacciones ms temidas
eran las nuseas y los vmitos, por ser los ms visibles y fuente de posible eva-
luacin negativa por parte de los dems. Las sensaciones experimentadas le pro-
ducan un gran miedo, tal como refleja su puntuacin en el BSQ (vase la tabla 2
ms abajo), aunque lo que le preocupaba no era tanto las reacciones propiamente
dichas, sino que estas fueran observables.
Las situaciones que desencadenaban los ataques de pnico eran, por una parte,
los actos sociales, tales como tener que ir a una comida o a una reunin con otras
personas, especialmente si las conoca poco o eran familia de su pareja; comer en
transportes pblicos y comer o tomar caf antes de las clases de danza. Y por otra,
las frecuentes discusiones con su compaero sentimental. La relacin de pareja
Anuario de Psicologa, vol. 42, n 2, septiembre 2012, pp. 231-244
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Cristina consideraba que siempre haba sido muy nerviosa, pero crea que los
problemas graves de ansiedad haban empezado al iniciar la relacin con su actual
pareja, varios aos atrs. En esta poca, mientras preparaba unos exmenes, estu-
vo especialmente ansiosa, con sensaciones fsicas desagradables que acabaron en
vmitos y diarreas. Otro episodio significativo fue la ocurrencia de sensaciones
fsicas desagradables y vmito cuando fue a dormir a casa de un amigo, lo que le
llev a huir de la situacin. Finalmente, tuvo un ataque de pnico tras una discu-
sin con su compaero sentimental. A partir de aqu se desarroll la hipervigilan-
cia a sus sensaciones fsicas, el miedo a las mismas, la preocupacin por futuros
ataques y la aparicin de las primeras conductas de evitacin.
El mdico de cabecera le haba recetado Alprazolam (0,25 mg) para momen-
tos de crisis y lo tomaba cuando se notaba excesivamente ansiosa. Asimismo,
hace un ao haba acudido a terapia psicoanaltica durante 4 meses, pero abando-
n por motivos econmicos y por pensar que la terapia no le era til.
Diagnstico
Objetivos teraputicos
Tratamiento
Resultados
Nota: a Calculado segn el criterio c de Jacobson y Truax (1991), indica si es ms probable que una puntuacin perte-
nezca a la poblacin general que a la disfuncional. Los puntos de corte del CEAS y de los ataques de pnico fueron
establecidos arbitrariamente, ya que no hay datos normativos. Se resaltan en negrita las puntuaciones que sobrepasan el
punto de corte en direccin disfuncional
Discusin
Sin embargo, persisti un nivel significativo de ansiedad que, segn Cristina, era
debido al pluriempleo, a la incertidumbre sobre su futuro laboral y a las dudas
sobre la conveniencia de mantener la relacin con su compaero. Estos temas no
fueron objetivos de la terapia, pero queda en el aire si hubiera sido conveniente
alargar algo la intervencin para ayudar a manejar las dificultades de pareja. Sin
embargo, la paciente decidi concluir el tratamiento por verse capaz de afrontar
dichas dificultades y por tener ciertos problemas econmicos en esos momentos.
Una limitacin del presente caso es la ausencia de datos de seguimiento para
ver si las mejoras conseguidas se mantienen, pero la experiencia con otros casos
vistos en nuestro centro y los resultados de meta-anlisis (Powers et al., 2008)
indica que los logros persisten e incluso mejoran en seguimientos realizados hasta
6 aos despus. Sin embargo, el 13-25% de los pacientes mejorados recaen (Ba-
dos, 2009).
A la hora de explicar los excelentes resultados conseguidos por Cristina, cabe
citar su gran motivacin, ya que cumpli con el tratamiento de manera constante.
Adems, desde el primer contacto se consigui una alianza teraputica slida, lo
cual permiti frenar resistencias al cambio. Otra razn importante fue la acepta-
cin y puesta en prctica sistemtica de la tcnica de exposicin, incluida la com-
prendida en el entrenamiento en asertividad, lo que permiti a la paciente apren-
der a manejar su ansiedad y comprobar lo infundado de sus miedos. De todos
modos, al tratarse de un estudio de caso, sin diseo experimental, no es posible
saber a ciencia cierta a qu fueron debidas las mejoras conseguidas.
La parte ms dficil del proceso fue la fase de evaluacin debido a la gran
desesperanza que presentaba Cristina y a la poca confianza que tena en conseguir
resultados. El anlisis funcional fue crucial para que tomara conciencia de la si-
tuacin que estaba viviendo, de su origen y de los factores que la mantenan. Fue
a partir de este momento y junto con la slida alianza teraputica construda,
cuando la paciente pas a confiar en el proceso teraputico, dndose un cambio
muy significativo en su actitud hacia la terapia.
Como terapeuta en formacin (I.O.M.), este caso me ha permitido aprender a
ser lo suficientemente exhaustiva en la entrevista clnica como para realizar pregun-
tas que discriminen un trastorno de otro y poder as realizar un adecuado diagnstico
diferencial. Asimismo, he comprendido la importancia que tiene estudiar en pro-
fundidad las sutilezas de cada trastorno de cara a poder entender mejor el origen
y, sobre todo, el mantenimiento del problema. El proceso de evaluacin fue para
m especialmente difcil ya que tuve que aprender a canalizar mis inseguridades
como terapeuta en formacin para poder enfrentarme de manera profesional a las
resistencias iniciales de la paciente. Empatizar con su sufrimiento y desesperanza
al mismo tiempo que poder avanzar en la recogida de la informacin es un apren-
dizaje que tambin destaco de esta fase inicial del proceso. Uno de los momentos
ms difciles para m fue cuando la amiga explic detalles importantes relacionados
con ideas de suicidio y con el comportamiento agresivo de la pareja que Cristina
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