Milagros de Jesus Sobre La Naturaleza

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Milagros de jesus sobre la naturaleza:

La pesca milagrosa (Luc. 5:4)

Jess est a orillas del lago Genesaret (el mar de Galilea) rodeado de gen-te. Estaban cerca unos pescadores lavando
sus redes y, para predicarles con ms comodidad, le pide a uno de ellos, Simn, que le preste su barca para subir a ella
y hablarles desde Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar.Se dirige a Simn, pero lo de vuestras redes
nos hace suponer que iban otros en la barca. Simn le informa:, hemos estado bregando toda la noche y no hemos
pescado nada; pero en tu palabra, echar las redes.No explica Lucas por qu razn Simn confiaba en la palabra de
Jess, al que no conoca de nada, pues era la primera vez que se vean. Lo nico que haba visto era a Jess
predicando. Y haba por entonces ms de un predicador por toda Palestina afirmando que eran el Mesas. Y llamar
Maestro a Jess en esta primera ocasin, aunque le hubiese odo predicar, parece demasiado pre-maturo.
Indudablemente, Lucas cuenta esta escena sin tener en cuenta las con-diciones histricas. Es la primera vez que Jess
y sus discpulos se ven, pero le llaman Maestro y confan ciegamente en l. Es un anacronismo notorio.El caso es que
echan las redes, y la cantidad de peces recogida fue tan gran-de, que se vieron obligados a llamar a los compaeros
para que trajesen sus barcas y les ayudasen a llevar a la orilla la pesca, y las barcas casi se hundan por el peso de los
muchos miles de peces que llevaban. Simn, asombrado, se ech a los pies de Jess y le dijo:Aljate de m, Seor, que
soy un pecador -. Jess le dijo:No temas. Desde ahora sers pescador de hombres.En realidad, toda esta historia se
refiere a la llamada de los primeros disc-pulos. Pero Marcos (a quien sigue Mateo fielmente) la haba contado de otra
forma antes que Lucas: Jess camina solo por la playa cuando encuentra a dos hermanos, Simn y Andrs, y en
seguida a otros dos, Santiago y Juan, y sin ms prembulos les dice: Venid conmigo y har de vosotros pescadores de
hombres. Ellos dejaron all mismo las barcas, las redes, incluso la familia y, sin chistar, se fueron tras l. Extraa
situacin: cmo se explica que unos hombres dejen familia y trabajo y se vayan tras un personaje del que no saben
nada? Tal vez Lucas debi pensar que semejante actitud no resultaba lgica (aunque era realmente milagrosa desde el
punto de vista de un Jess con po-deres divinos) y coloc este milagro justo antes de la llamada, con lo cual, la marcha
de los pescadores tras un individuo milagrero resultaba ms congruen-te. Claro que para ello, si es que las cosas
sucedieron as, que esto es slo una conjetura, no hizo ms que sustituir un milagro por otro. Sea como fuere, la pesca
milagrosa slo parece un alarde de poder para dejar apabullados a aque-llos sencillos pescadores. Jess lo hizo ms de
una vez, como veremos.Pero an cabe otra interpretacin: La pesca milagrosa es slo un simbolis-mo con el que Lucas
ha querido resaltar la misin de los discpulos, que en adelante se dedicarn a pescar hombres, no
peces.Comocuriosidad, aadamos el hecho de que Marcos y Mateo nom-bran a cuatro discpulos, mientras que Lucas
slo habla de tres: se olvid de Andrs. Pero nada tiene de extrao, pues esta llamada de los primeros segui-dores
est contada tambin por Juan de una forma totalmente diferente.all. Cuando termin, dijo a Simn:

Multiplicacin de panes:

La multiplicacin de los panes (Mc 6,31; Mt 14, 13; Lc 9,10; Jn 6,1)

Segn Marcos y Mateo, por dos veces Jess dio de comer a una multitud panes y peces. En la primera, l se retira con
sus discpulos a un lugar solitario; pero la gente se entera y acuden de todas las ciudades (exageracin evidente),
llegando incluso antes que ellos, adivinando el lugar al que se iba a retirar. Jess siente compasin y les predica
extensamente. Se hizo muy tarde y los discpulos se le acercan:El lugar est deshabitado y ya es hora avanzada.
Despide a la gente para que vayan a las aldeas y compren comida.No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer-,
responde, misterioso, Jess.Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?, preguntan
ellos incrdulos.Cuntos panes tenis?- inquiere el Maestro.Cinco; y dos peces,-responden.

Entonces les manda que acomoden a la gente por grupos de cien y de cin-cuenta (por qu en grupos? Y por qu no
todos de cincuenta, o todos de cien?), y l, tomando los panes, los bendijo y comenz a darlo a sus discpu-los. Los
panes no cesaban de salir de las manos de Jess, o de la cesta. Otro tanto sucedi con los peces, y comieron todos
hasta saciarse. Incluso recogieron doce canastos llenos de trozos de pan y sobras de los peces (o los dis-cpulos
llevaban todos canastos cuando iban tras Jess, o la gente sali de sus casas para verlo portando canastos para el
camino).Los que comieron fueron unos cinco mil hombres. Hombres, sin contar mujeres y nios, o se trata de una
generalizacin y se toma hombres por personas? Sea como fuere, el nmero es a todas luces exagerado: cinco mil
personas son los habitantes que tiene un pueblo bastante grande.Mateo es ms parco en la narracin. Jess siente
compasin, pero no les predica; sino que cur a los que estaban enfermos, ordena que la gente se aco-mode sobre la
hierba, pero no menciona lo de los grupos de cincuenta y de cien, tal vez porque no encontr una justificacin lgica
para ello; y al final nos aclara lo que no sabamos por Marcos: los que comieron fueron cinco mil hombres, varones
adultos, pues aade expresamente: sin contar las mujeres y los nios. Debieron comer, pues, ms de diez mil.Lucas
tambin aade cosas por su cuenta: Jess les predica, pero tambin cura a los enfermos, y ordena que se acomoden
en grupos de slo cincuenta.puntualiza varios detalles. Jess, ingenuamente, pregunta a Felipe:Cmo vamos a
comprar pan para que coman estos?-Y Felipe:Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un
poco.Andrs, hermano de Pedro:Aqu hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces, pero qu es esto para
tantos?Haced sentar a la gente-, dice Jess.Cuando la gente acaba de comer, admirados por el portento, quisieron, por
la fuerza, hacerle rey (detalle que no parece en los sinpticos), y entonces huy al monte l solo. Aparte estas
diferencias, los cuatro evangelistas estn de acuerdo en la cuestin numrica: cinco mil hombres, cinco panes, dos
peces, doce canastos con las sobras.Jess realiza este milagro por segunda vez, pero en esta ocasin slo lo relatan
Mar. 8:1 y Mat. 15:32. El esquema bsico es idntico al de la primera: 1) re rene mucha gente tras las numerosas
curaciones junto al lago; 2) han venido de lugares distantes y no tienen qu comer; 3} Jess declara que siente lstima
por ellos; 4) los discpulos le advierten que es imposible dar de comer a aquella multitud; 5) Jess pregunta cuntos
panes tienen; 6) bendice los panes y los peces; 7) se reparten; 8) todos se sacian; 9) sobran varias es-puertas. Las
diferencias slo consisten en los nmeros: siete panes, algunos peces, siete espuertas sobrantes, y cuatro mil personas
alimentadas. Lo sorprendente es que los discpulos, despus de haber presenciado la primera multiplicacin, vuelvan a
hacer la misma pregunta (cmo saciar a tanta gente en un lugar solitario?). Parece que como si no hubiesen
presenciado el primer milagro. Por qu Lucas y Juan no lo cuentan?

Jess camina sobre el mar (Mar. 6:45; Mat. 14:22; Jn. 6:16).

Los tres evangelistas cuentan este prodigio justamente despus de la primera multiplicacin de los panes. Pero ahora
nos encontramos con un problema de itinerario: dnde ocurri el milagro? Marcos cuenta que los discpulos han
vuelto de su misin apostlica, y que entonces todos, con Jess, se retiran a un lugar solitario, donde tiene lugar el
reparto de panes. A continuacin, dice Marcos que oblig a los suyos a subir a una barca y a ir por delante de l
hacia Betsaida, mientras despeda a la gente y se retiraba a un monte a orar. Betsaida era una poblacin que se
encontraba al noreste del lago, por lo tanto el milagro debi suceder en otro lugar antes de Betsaida, en el noroeste.
All estaba precisamente Cafarnam. Pero Juan lo cuenta de otra forma: despus de la multiplicacin, los discpulos
suben a una barca y se van a Cafarnam. Cmo pueden ir a Cafarnam si ya estaban all? Por lo visto, para Marcos y
para Juan, el milagro de la multiplicacin tuvo lugar en lugares diferentes y, por tanto, el otro milagro, el caminar
sobre las aguas del lago, pudo ser ca-mino de Betsaida o camino de Cafarnam. No debera extraarnos, puesto que
los evangelios no son biografas, carecen de rigor histrico, ya que fueron compuestos como un puzzle, tomando de
aqu y de all historias, orales o escri-tas, que a veces no concordaban entre s. Esto demuestra, una vez ms, que los
autores de los evangelios no fueron testigos directos de los acontecimientos y que, cuando escribieron, debi haber
pasado el tiempo suficiente como para que los datos se hubiesen difuminado y trabucado.Marcos sigue diciendo que
Jess, al ver, desde la orilla, que sus amigos se fatigaban remando porque el viento les era adverso (aparece aqu lo
que hemos llamado Adversidad), decidi echarse al agua, pero no para ayudarles, sino para darles un susto (aunque al
final remedia el problema ha-ciendo que el viento amaine, la actitud de Jess es bien extraa).Era ya de no-che, y la
paricin de una figura humana andando sobre el mar hizo que sus discpulos creyeran que era un fantasma y se
pusieran a gritar. Jess no se les acerc, sino que pas de largo. La intencin de asustarles estaba clara (se ha dicho
que la potestad de andar sobre las aguas era una prerrogativa divina segn el AT, pero en tal caso Jess hizo un alarde
de divinidad intil, pues sus discpulos no se enteraron). Pero inmediatamente se volvi y les dijo:Soy yo, no temis-. Y
se subi a la barca.

Sus amigos estaban estupefactos, lo que no se explica cuando acababan de presenciar el extraordinario suceso de dar
de comer a diez mil personas con unos pocos panes y peces. Marcos se dio cuenta de que la actitud de los discpulos
no era lgica, y entonces termina escribiendo: Porque no haban entendido lo de los panes, sino que su mente
estaba embotada.

Mateo aade una escena. Cuando Jess les dice que no tengan miedo, que es l, Pedro, no sabemos si por un
atrevimiento intempestivo o porque dudaba de lo que oa, dice:

Seor, si eres t, mndame ir a ti sobre las aguas-. l le dijo:

Ven.

Pedro sali de la barca y comenz a andar sobre el mar, maravillado, pero al mismo tiempo terriblemente asustado:
Viendo la violencia del viento, sinti miedo y, como comenzara a hundirse, grit:

Se-or, slvame!

Jess le tom de la mano dicindole:Hombre de poca fe, por qu has dudado?Y subieron a la barca y el viento
amain.

Parece que este aadido pretende ser una forma simblica de explicar la necesidad de confiar absoluta y ciegamente
en Jess. Para remachar esta idea, Mateo aade otra cosa ms a Marcos. ste terminaba la escena diciendo
simplemente que sus discpulos quedaron estupefactos. Mateo escribe: Entonces, los que estaban en la barca se
postraron ante l diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. De esta forma, daba una imagen ms correcta de los
discpulos y, al mismo tiempo, resaltaba la idea de que Pedro deba haber confiado ms en alguien que tena poderes
sobrenaturales por ser un hijo de Dios, un hombre divino (ya que la expresin Hijo de Dios no significaba todava una
filiacin de naturaleza, no se refera an a la segunda persona de la Santsima Trinidad).
Lucas no narr este milagro. Nunca sabremos por que. Despus de la mul-tiplicacin de los panes, cuenta la profesin
de fe de Pedro a la pregunta de Jess: Quin dice la gente que soy yo?. Tal vez nunca oy hablar de ese caminar
del Maestro sobre las aguas, o no le pareci serio. Slo en Mateo se explica como metfora o smbolo. En Marcos y
Juan no tiene sentido. Asustar a los suyos o demostrarles ostentosamente sus poderes sobre la naturaleza, despus de
haber presenciado tantos prodigios, resulta totalmente innecesario.Lo mismo puede decirse de los milagros que nos
quedan por relatar.El pez que tena una moneda en la boca (Mat. 17:24)Slo Mateo tuvo conocimiento de la escena
que sigue:

Los encargados de cobrar el tributo anual, que cada israelita deba pagar personalmente para las necesidades del
Templo, se acercan a Pedro y le pre-guntan si su Maestro no piensa pagarlo. Pedro les dice que s. Luego, a solas, Jess
le pregunta

Qu te parece, Simn?, los reyes de la tierra, de quin cobran tributos, de sus hijos o de los extraos?De los
extraos-, responde Pedro. Y Jess:

Por tanto libres estn los hijos. Sin embargo, para que no se escandalicen, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez
que salga, tmalo, brele la boca Y encontrars un estter. Tmalo y dselo por ti y por m.

El razonamiento de Jess es ilgico. Los reyes de la tierra cobran tributo a sus hijos, es decir, a los sbditos (as
entiende la Biblia de Jerusaln la expresin hijos). Lo de que los sbditos estn libre no tiene sentido. Lo que quera
decir, parece, es que l estaba exento de pagar el tributo, y tambin sus discpulos, posiblemente porque se
consideraba superior a los dems israelitas debido a sus relaciones ntimas y especiales con Dios. Pero, sea como
fuere, resolver la situacin de una forma tan complicada, teniendo la pequea comu-nidad fondos suficientes,
tampoco tiene sentido. El milagro es absurdo e in-necesario. Adems, por qu no pag por los dems discpulos?

De todas for-mas, el evangelista no dice que se realizara el milagro: slo da la orden a Pe-dro, aunque debemos
suponer que tuvo lugar.Jess seca una higuera (Mar. 11:12; Mat. 21:18)

Si el caminar sobre las aguas y lo del pez con una moneda en la boca re-sultan milagros increbles por falta de una
finalidad razonable, ste de la hi-guera resulta an ms absurdo debido a su irracionalidad. Marcos lo cuenta as:
Cuando salieron de Betania, sinti hambre, y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en
ella. Al acercarse, no encontr ms que hojas; es que no era tiempo de higos. Entonces dijo a la higuera: Que nunca
jams coma nadie fruto de ti!. Y sus discpulos oyeron esto.

A continuacin, Jess sube a Jerusaln y expulsa a los vendedores del atrio del Templo, para salir de nuevo muy de
maana. Entonces, los discpulos ob-servan que la higuera se haba secado hasta la raz. La higuera fue castigada por
no tener fruto, lo que ya es un hecho absurdo; pero si, adems, no era tiem-po de dar higos, el milagro de Jess
resulta doblemente duro e increble.Lucas debi entenderlo as y evit mencionar esta escena; por contra, escribi
que Jess cont una parbola acerca de una higuera que no daba fruto nunca, a la que su dueo quiso arrancar. Pero
el encargado le suplic que la dejara un tiempo ms, que l cavara a su alrededor y la abonara, por si poda
recupe-rarse. Era la parbola de la paciencia, del amor hacia los que no dan frutos de buenas obras, a los que hay que
dar una segunda oportunidad. Fue una par-bola hermosa que deja a Jess en muy buen lugar. Pero el estpido
milagro de la higuera seca nos presenta a un Jess intransigente y cruel.La nica explicacin que tiene este episodio,
es que tal milagro nunca se produjo, sino que fue una invencin de Marcos para dar ms nfasis al poder de la oracin.
Efectivamente, cuando Pedro ve la hig -Tened fe en Dios. Yo os aseguro que quien diga a este monte: Qutate y
arrjate al mar, y no vacile en su corazn, sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendr. Por eso os digo:
todo cuanto pidis en la oracin, creed que ya lo habis recibido y lo obtendris.Mateo lo explica de un modo ms
coherente:Yo os aseguro: si tenis fe y no vacilis, no slo haris lo de la higuera, sino que si decs a este monte:
Qutate y arrjate al mar, as se har.La enseanza no puede estar ms clara: si oris con fe inquebrantable podris
obtener hasta lo que os parezca ms ab-surdo.Este prodigio no puede considerarse un milagro, pues, como dijimos, en
todos ellos aparece un problema (una adversidad) que Jess resuelve, y en este caso falta semejante circunstancia. Por
esta razn, debe entenderse como una narracin didctica.El agua convertida en vino (Jn. 2:1)Juan cuenta este milagro
cuando Jess an no ha comenzado su misin, pero ya ha elegido a alguno de sus discpulos. Estos recientes
compae-ros, junto con Jess y su madre, fueron invitados a una boda en un pueblo llamado Can, en Galilea. En un
momento determinado, el vino se acaba, Mara se da cuenta y se lo comunica a su hijo, como si estuviera pidindole
que sacara a los novios del apuro mediante un milagro. Pero esto resulta poco creble, porque Mara deba saber que
los milagros no tienen como finalidad algo tan banal, tan frvolo e intras-cendente. Sin embargo, Jess lo hace: encarga
que llenen seis tinajas de agua y que las lleven al maestresala para que la pruebe, y ste queda encantado de la
extraordinaria calidad del vino. Por qu hizo Jess algo as? Juan lo explica a su modo: en Can comenz Jess a
mostrar sus seales y manifestar su gloria, lo que trajo como consecuencia que sus discpulos creyeran en l. Fue un
milagro exclusivamente para sus acompaantes, los futuros apstoles. Pero esto no hace ms creble la historia: los
discpulos tendran ocasin de ver multitud de milagros a lo largo del tiempo que estuvieron con Jess.

El agua convertida en vino (Jn. 2:1)Juan cuenta este milagro cuando Jess an no ha comenzado su misin, pero ya ha
elegido a alguno de sus discpulos. Estos recientes compae-ros, junto con Jess y su madre, fueron invitados a una
boda en un pueblo llamado Can, en Galilea. En un momento determinado, el vino se acaba, Mara se da cuenta y se lo
comunica a su hijo, como si estuviera pidindole que sacara a los novios del apuro mediante un milagro. Pero esto
resulta poco creble, porque Mara deba saber que los milagros no tienen como finalidad algo tan banal, tan frvolo e
intras-cendente. Sin embargo, Jess lo hace: encarga que llenen seis tinajas de agua y que las lleven al maestresala
para que la pruebe, y ste queda encantado de la extraordinaria calidad del vino. Por qu hizo Jess algo as? Juan lo
explica a su modo: en Can comenz Jess a mostrar sus seales y manifestar su gloria, lo que trajo como
consecuencia que sus discpulos creyeran en l. Fue un milagro exclusivamente para sus acompaantes, los futuros
apstoles. Pero esto no hace ms creble la historia: los discpulos tendran ocasin de ver multitud de milagros a lo
largo del tiempo que estuvieron con Jess.

Curaciones de jess.1. 1) JESS CUARANDO UN ENDEMONIADO. Berry. En esta imagen vemos a Jess con una tnica
morada signo de el divino nazareno (Jesucristo). El endemoniado est sujeto por un familiar o un amigo que le ayuda
a sostenerse en pie .Este endemoniado, lleva encima un smbolo de Satans con la intencin de alejar a las personas
de Jess, el nico y suficiente Salvador que puede, con su poder absoluto, liberarnos de Satans y sus huestes de
maldad. A Jesucristo se le reconoce por su halo de cristiandad. Imagen del libro de horas Les Trs Riches Jess con su
mano derecha y dos Heures, donde se muestra a Jess curando dedos en forma de cruz bendice al un endemoniado
Jean, duque de Berry: Juan endemoniado, para lograr sacar ese de Francia, naci el 30 de noviembre de espritu
maligno que est presente 1340 en Vincennes y muri el 15 de marzo de en su cuerpo. 1416. Las muy ricas horas del
Duque de2. 2) JESS SANANDO A UN NIO. cuadro de Gabriel von Max, representacin de Jess sanando a un nio
(Imposicin de manos). En este cuadro Jess est representado con una tnica verde oscura y unas sandalias. El
smbolo de su divinidad se representa con una luz intensa en todo su rostro y su cuerpo, pero ms en su rostro. La
madre, coge a su nio en brazos e hincada de rodillas, mira a Jess con misericordia y gratitud por lo que est
haciendo por su hijo. Jess cura al nio con la mano izquierda y lo mira con humildad.Gabriel Cornelius Ritter von Max
(23ag. 1840-24 nov. 1915) fue un Praganacido en Austria pintor. En un3. 3) JESS SANANDO A LA SUEGRA DE PEDRO.
En este cuadro se aprecia la alabanza que hay hacia Jess, ya sea por las tres personas que se ve al fondo como la
Abadesa. Las personas que estn en el fondo, uno de ellos es Pedro elevando su mano derecha hacia el cielo al igual
que su suegra ,smbolo de agradecimiento hacia Jess. La suegra de Pedro dado por su elevada edad se siente mal,
recurre a la salvacin y curacin de Jess. Jess con su halo de divinidad , su tpica tnica y sus sandalias coge la mano
izquierda de la Abadesa para curarla. Al fondo se aprecia unas casas sin estabilidad. El autor quiere resaltar a Jess
hacindolo mas grande que a los dems.Abadesa: es la mujer quedesempea el cargo de superioraen una comunidad
religiosa quecuenta con doce monjas.Aqu Jess sanando a una Abadesa.4. 4) JESS RESUCITNDO A LZARO. notable
pintor, escultor y arquitecto italiano del Trecento. La resurreccin de Lzaro por Giotto di Bondone (siglo XIV). En este
cuadro se aprecia la f elevada que hay hacia Jess. Tantos sus seguidores de hace tiempo como, nuevos seguidores
que se unen a Jess. Por otro lado Jess haciendo obra de uno de sus milagros, es decir, sanando a Lzaro. Jess con
su halo de divinidad, bendice con su mano izquierda en forma de cruz a Lzaro. Algunos de sus seguidores agachados a
los pies de Jess lo miran con gratitud, bondad, humidad y sobre todo como a un ser superior.Giotto: mejor conocido
solo por su nombre El lugar en donde se encuentran es ende pila (Colle di Vespignano, 1267 - una montaa.Florencia,
8 de enero de 1337) fue un5. 5) Jess curando a un paraltico. La aportacin de don Miguel de Maara a la
construccin y decoracin de la iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla ser fundamental. l es el promotor del
programa iconogrfico dedicado a exaltar la prctica de las obras de misericordia, resaltando que la dedicacin a los
pobres era el nico camino de salvacin. Resalta a los pobres dibujndolos echados con forma de suplica y
misericordia. Jess extiende la mano para curar al paraltico, que pide misericordia. Se aprecia tres hombres ms al
lado derecho de Jess, estos Autor : murillo miran al paraltico con humildad.6. 6) Sermn de la montaa y curacin
del leproso. Cosimo Rosselli ser uno de los ms favorecidos en el reparto de la decoracin de la Capilla Sixtina ya que
se encargar de realizar cuatro escenas, ayudado en algunas por su discpulo Piero di Cosimo. Esta imagen es la
continuacin de la Vocacin de los primeros apstoles pintada por
Ghirlandaio, mostrando en la zona central a Cristo durante el sermn de la
montaa, rodeado de todos los discpulos y, a la derecha, la curacin del
leproso. Las dos escenas se insertan en un paisaje que ms bien parece un
teln de fondo, en el que se distribuyen figurillas y edificios para acentuar la
perspectiva.Autor:Cosimo Rosselli.7. 7) Curacin milagrosa. Cuadro realizado:
oleo sobre lienzo. Del estilo barroco Espaol. Realizado en el 1626. Jess est
resaltado con una luz potente, como si su cuerpo se elevara hacia el cielo. El
autor lo ha resaltado de esta manera. A su alrededor se encuentran dos
mujeres al pie de la cama, del que va a ser curado y un seor rezando
pidiendo misericordia y sobre todo dando gracias por el milagro que est
ocurriendo. El seor que va a ser curado, sentado en la cama, tranquilo
espera el milagro de Jess.Autor: Francisco de Zurbarn.8. 8) Curacin del
ciego. Cuadro de olio sobre lienzo. Estilo: manierismo. Realizado en 1576/77
En este cuadro se ve a Jess sanando a un ciego. El ciego est arrodillado en
forma de agradecimiento. Estn rodeados de gente. Al fondo se aprecia un
templo. El autor resalta a Jess con su tnica y sobre todo con una luz
resplandeciente que alumbra el rostro de Jess signo de divinidad y
pureza.Autor: El Greco.

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