Vinculación H. Von Baer
Vinculación H. Von Baer
Vinculación H. Von Baer
de la universidad?
1. Introduccin
En este artculo proponemos para el debate algunos fundamentos y
desafos dirigidos a asumir la vinculacin con el medio, en directa inte-
raccin con la docencia y la investigacin, como otra funcin esencial
y prioritaria de la universidad, condicin necesaria para mantener la
legitimidad y vigencia de sta como institucin fundamental para el
desarrollo de Chile, inserta en la dinmica de permanentes cambios
propios de la sociedad del conocimiento y del mundo globalizado.
Con tal finalidad discutimos, en primer trmino, la necesaria
transformacin del modo tradicional an predominante en nuestras
universidades para relacionarse con su entorno. Dicha transformacin
es necesaria para poder responder a las nuevas y mayores exigencias de
una educacin superior pertinente a los requerimientos de desarrollo
de los pases, as como por el desafo que enfrentan las universidades
de renovar y ampliar las redes de apoyo que les proporcionan legiti-
midad y confianza por parte de la sociedad.
Seguidamente discutimos algunas de las principales limitaciones
caractersticas del modo tradicional de vinculacin con el medio.
Como estrategia para superarlas, proponemos un cambio de enfoque,
basado en la construccin compartida de conocimiento y el inter-
cambio bidireccional entre la universidad y los actores de la sociedad
relacionados a su misin y quehacer principal.
1
Toda la elaboracin de este artculo, desde la definicin de su propsito, su estructura y forma,
as como la formulacin de sus diferentes secciones, ha sido compartida y posible gracias a la
participacin activa y determinante del Socilogo Nicols Fleet, de la Comisin Nacional
de Acreditacin. Vaya, pues, mi reconocimiento y gratitud a Nicols como coautor del
artculo. Asimismo, en secciones especficas, se cont con importantes aportes del profesor
Juan Music, de la Universidad Catlica del Norte, y su amplia experiencia en procesos de
acreditacin institucional de universidades, y del Dr. Juan Enrique Hinostroza, Director del
Instituto de Informtica Educativa de la Universidad de La Frontera. A ellos, les agradezco
su calificada colaboracin.
453
En ese marco, sugerimos considerar algunos componentes funda-
mentales para inducir el cambio de enfoque propuesto, como son:
1. una definicin estratgica del medio de desarrollo relevante de la
respectiva universidad;
2. la creacin e institucionalizacin de espacios de dilogo que ha-
gan posible una construccin compartida de conocimientos con
los actores de la sociedad pertinentes a los mbitos del quehacer
institucional;
3. la retroalimentacin positiva de los resultados de esta modalidad de
vinculacin sobre la calidad y pertinencia de las otras dos funciones
esenciales de la universidad; la docencia y la investigacin.
4. la incorporacin de mecanismos de aseguramiento de calidad
y de rendicin de cuentas sobre los procesos que conforman la
vinculacin con el medio.
454
Dicho entorno corresponda, bsicamente, a las fronteras de un sistema
de educacin superior en el que la universidad ocupaba el centro.
Tradicionalmente se consideraba como expresiones de este mbito
externo, entre otros2, el estado, los donantes de las universidades, los
egresados, los beneficiarios de las actividades de extensin y servicios
asociados a las prcticas docentes. Por lo tanto, en el desarrollo de
sus funciones, las universidades no slo se han orientado hacia su
medio interno, sino que tambin han tenido que responder a dicho
medio externo.
En este contexto, postulamos que la nueva forma en que las uni-
versidades se han vinculado con su medio debiera transitar desde un
modo tradicional, caracterizado principalmente por una relacin
unidireccional desde la universidad hacia un medio compuesto por
grupos e instituciones acotadas, a un modo bidireccional, donde
el medio, compuesto ahora por grupos de inters ms amplios, debe
ser incorporado en el transversalmente en la definicin estratgica
y funcionamiento de la universidad. Visto as, la vinculacin con el
medio se constituye hoy como un desafo institucional fundamental
para la gestin de las universidades, que determina no slo su xito
como organizacin, sino que constituye una dimensin clave del
desarrollo del pas en la sociedad del conocimiento.
Para caracterizar este modo tradicional de vinculacin con el
medio, es necesario distinguir entre el medio interno de las universi-
dades y su medio externo. El medio interno corresponde, de manera
muy general, a lo que Clark (1983) denomina intereses acadmicos
organizados. Aqu encontramos el cimiento de la idea clsica de
universidad (Habermas, 1987). Es decir, la idea o esencia de la
universidad se asocia a una cierta autorreferencialidad acadmica,
en la medida que la reproduccin e innovacin del conocimiento
obedecen a lgicas que estn dadas por el propio conocimiento, por
las disciplinas y los consensos establecidos por la comunidad cient-
fica para aceptar y refutar el nuevo conocimiento (Kuhn, 1996). En
2
Para un mayor desarrollo de este punto particular, ver: Donoso, Patricio: Breve historia y
sentido de la extensin universitaria en Revista Calidad en la Educacin, N 15, Diciembre
de 2001.
455
otras palabras, aquello que se establece como verdad cientfica, lo es
en virtud de los estndares definidos por la ciencia y no por intereses
polticos o econmicos. De esta manera, por su carcter autorreferen-
cial, la universidad se constituye como uno de los pocos lugares en
la sociedad donde la cultura nunca ha sido completamente dominada
por el poder (Delanty, 2002: 29).
Por otra parte, el medio externo de este modo tradicional correspon-
de a redes constituidas por grupos de inters, egresados y benefactores,
quienes aseguran a la universidad la confianza social necesaria para
mantener su legitimidad como institucin y su financiamiento externo
(Trow, 1996). De este modo tradicional de vinculacin con el medio
se deducen tres efectos: primero, que las redes sociales con las que la
universidad construye sus relaciones de confianza estn integradas por
grupos e instituciones acotadas, en correspondencia con un tipo de edu-
cacin superior de elite. Segundo, que la universidad instrumentaliza las
relaciones de confianza con estos grupos como un medio para asegurarse
el necesario reconocimiento y financiamiento. Y tercero, que este tipo
de vinculacin con el medio corresponde a un lgica unidireccional,
donde la universidad es la que toma contacto, proporciona servicios y
realiza extensin hacia el medio, en lugar de una lgica bidireccional
de intercambios recprocos y de construccin compartida de conoci-
mientos entre la universidad y su medio pertinente.
Sin embargo, este modo tradicional de universidad autorreferida,
donde sus dinmicas de desarrollo estn endgenamente determinadas
y donde sus vnculos con el medio estn acotados a una elite, se ha ido
transformando en las ltimas dcadas. Sin nimo de ser exhaustivos,
exponemos algunos factores relevantes de esta transformacin.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, la educacin superior
ha experimentado una tendencia sostenida hacia el incremento de
sus estudiantes, en virtud de presiones sociales y polticas por mayor
acceso a estudios terciarios. El resultado ha sido la masificacin de la
educacin superior (Trow, 2007), lo cual no slo ampla los grupos de
inters internos y externos de las instituciones de educacin superior,
sino que tambin plantea un desafo crucial en cuanto a los alumnos
no tradicionales que ingresan a ellas. Lo anterior, obliga a enfatizar
la pertinencia de la formacin impartida en la universidad con los
requerimientos prcticos del mundo del trabajo y los objetivos de
456
desarrollo social y econmico de los pases. En consecuencia, tambin
se incrementan las exigencias por rendicin de cuentas sobre el valor
y el aporte de la educacin superior.
Es as como durante el siglo XX las universidades se consolidan
como agentes fundamentales del desarrollo de los pases, lo que, a su
turno, se asocia a las exigencias de nuevos y ms diversos grupos de
inters relacionados (stakeholders). En particular, el papel estratgico
de la universidad en los procesos de modernizacin industrial llev a
mayores exigencias sociales y polticas sobre su desempeo.
De acuerdo a Clark, en muchas sociedades en desarrollo, los
regmenes difcilmente pueden darse el lujo de no estar directamente
interesados en el control de su sistemas de educacin superior. Ellos
tienden a verlo como un sector bsico para los esfuerzos orientados
a la construccin de la nacin, desde el entrenamiento de expertos
esenciales hasta la construccin de la cultura y el consenso nacional.
Asimismo, tienden recurrentemente a sentir que deben intervenir para
asegurar la relevancia del sistema para responder a problemas prcticos
(pobreza, uso de la tierra, industrializacin) de forma que el profesor
debe ignorar lo que procede de los modelos acadmicos que conoce
mejor pero que provienen de sociedades altamente desarrolladas.
La politizacin, en su sentido ms primario, es frecuente e intensa
en las sociedades en desarrollo durante el periodo contemporneo,
produciendo frecuentes y amargas luchas entre los oficiales del estado
y los acadmicos (Clark, 1983: 153-154).
Las tendencias a la crisis de este modo tradicional de vincula-
cin con el medio muestran un punto de culminacin con el proceso
de reforma universitaria, desarrollado en nuestro pas a finales de la
dcada de los sesenta. A la raz de este proceso, que adopt una di-
versidad de expresiones polticas, se encuentra el nimo de reenfocar
la misin y el funcionamiento de la universidad hacia los problemas
de la sociedad y su desarrollo. Tanto en el auge de nuevas disciplinas,
en particular de las ciencias sociales (Meller y Meller, 2007), como
en la generacin de nuevas formas de divisin del trabajo acadmico
a travs de la creacin de los departamentos y la potenciacin de la
investigacin como funcin institucional, la orientacin de la refor-
ma apunt a ajustar las metas de las universidades con aquellas de la
sociedad en la que estaban insertas.
457
2.2. De la confianza a la rendicin de cuentas
La lgica de la crisis del modo tradicional de vinculacin con el
medio consiste en que las relaciones de confianza que la universidad
mantena con grupos de elite no son suficientes para asegurar la
legitimidad de la institucin en el contexto de un sistema de educa-
cin superior masivo y en constante crecimiento, el cual, cada vez
ms, se convierte en una engranaje fundamental del desarrollo de
los pases. Ello implica que las tradicionales relaciones de confianza
deben ser ampliadas a diversos sectores de la sociedad, quienes, a su
vez, imponen mayores exigencias de rendicin de cuentas acerca de
la pertinencia de la educacin superior. En consecuencia, la vincu-
lacin con el medio se perfila en este esfuerzo de las universidades de
reconstruir y modernizar las relaciones de confianza con la sociedad
en la que est inserta.
En este nuevo contexto, surge entonces el requerimiento de
aseguramiento de la calidad de las actividades de vinculacin de
las universidades con su medio. Los mecanismos desarrollados con
tal propsito son hoy una condicin bsica de la reconstruccin de
las redes sociales de confianza de la universidad en su entorno. Es
decir, progresivamente las universidades deben dar fe pblica de la
calidad y pertinencia de sus funciones por las que la sociedad invierte
recursos y expectativas. Las metodologas asociadas a estas acciones
pueden variar desde la acreditacin institucional, la asignacin de
fondos contra desempeo, la rentabilidad social de emprendimientos
colectivos con el medio, o la medicin de impactos de proyectos de
intervencin en la comunidad.
A menudo, el desarrollo de los mecanismos de rendicin de
cuentas y aseguramiento de la calidad es provocado por la voluntad
de la sociedad, y del estado en su representacin, de hacer valer los
esfuerzos colectivos sobre la educacin superior. En otras palabras, el
diseo y exigencia de estos mecanismos est motivado por un debili-
tamiento de la confianza social hacia las instituciones de educacin
superior. De esta manera, la vinculacin de las universidades con el
medio representa una funcin institucional que est especficamente
orientada a reconstruir las confianzas con el entorno social, produc-
tivo y cientfico, y que, por lo tanto, requiere de una responsabilidad
458
compartida en el desarrollo e implementacin de mecanismos de
rendicin de cuentas.
3
En esta seccin no hacemos distincin entre los trminos sociedad del conocimiento,
sociedad de la informacin o sociedad red.
459
distintas partes del mundo. En este sentido, la universidad ya no es el
espacio exclusivo y monoplico para producir conocimiento especiali-
zado. En efecto, hoy en da, sobre todo en los pases desarrollados, las
empresas han asumido un claro liderazgo en investigacin aplicada y
produccin de patentes4. En cuanto a la formacin del capital humano
avanzado, las universidades y, en general, la educacin superior, ya no
se deben enfocar en lo particular del conocimiento impartido, sino
que en la inculcacin de competencias para tener, procesar y sintetizar
la gran cantidad de informacin disponible y que progresivamente va
quedando obsoleta. Ya a comienzos del siglo XX, Max Weber sealaba
que lo que hemos producido habr quedado anticuado dentro de diez
o de veinte o de cincuenta aos (Weber, 1969: 197). A poco menos
de un siglo, esta realidad se ha intensificado y se ha extendido desde
el rea de investigacin a la docencia.
En consecuencia, la llamada sociedad del conocimiento representa
hoy un contexto nuevo, dinmico y particularmente desafiante para
las instituciones de educacin superior. Las actividades de docencia,
investigacin y, desde luego, la vinculacin con el medio, se desarro-
llan en un nuevo contexto en permanente cambio, lo que demanda
de parte de las universidades una alta y permanente capacidad de
adaptacin y de anticipacin a dichos cambios.
El advenimiento de la sociedad del conocimiento no implica,
necesariamente, que las universidades y disciplinas del conocimiento
aumenten su poder de influir en la sociedad y de ser reconocidas por
sta. Con frecuencia sucede lo contrario, es decir, las universidades
se ven debilitadas ante una sociedad cada vez ms compleja, parti-
cularmente en cuanto a la produccin y los usos del conocimiento.
En este contexto, la capacidad de las universidades de constituirse
en agentes protagnicos de la sociedad del conocimiento significa
que deben interpretar y anticiparse a los cambios, integrarse en
redes nacionales e internacionales de produccin e innovacin del
Entre 2000 y 2001 Chile distribua su gasto en investigacin en una proporcin del 23,4%
4
realizado en empresas y el 64% realizado por el Estado. En Corea esta proporcin es del
72,5% versus el 25%. En Estados Unidos, es del 68,3% versus el 26,9%. En Finlandia es del
70,8% versus el 25,5%. Y en Sueca es del 71,9% versus un 21%. Slo se trata de algunos
ejemplos para la comparacin. Vase Brunner et al. (2005).
460
conocimiento, articularse, transferir, recibir y compartir conocimien-
tos desde y hacia sus entornos relevantes, para poder orientar y dar
sentido a las dinmicas de cambio en desarrollo. De ello depende que
las universidades sean protagonistas activos de dichos cambios, o los
sufran como meros receptores pasivos.
Dado que en la sociedad del conocimiento los mecanismos y las
redes sociales, cientficas y productivas para la generacin y transmisin
de la informacin y del conocimiento se multiplican y reorganizan de
mltiples maneras en el espacio-tiempo, si la universidad es incapaz
de mantener la vitalidad de sus intercambios con el entorno, corre
el riesgo de quedar obsoleta.
En consecuencia, dada la diversidad de desafos que debe enfrentar
la universidad para mantenerse vigente como institucin de vanguardia
en la sociedad del conocimiento, sostenemos que es absolutamente
vital que asuma la construccin de vnculos con su medio pertinente
como funcin esencial y estratgica de su quehacer.
Como hemos planteado en la seccin anterior (2.2), la organi-
zacin de la universidad siempre ha estado sujeta a las relaciones de
confianza que establece con sus directos grupos de inters. Hoy, en
la sociedad del conocimiento, estos grupos de inters son cada vez
ms numerosos, diversos y dinmicos. Ya no slo involucran a las
comunidades cientficas relevantes, sino que tambin a los estados,
las empresas, los egresados, y, por sobre todo, a la comunidad y los
territorios, que constituyen su entorno de desarrollo natural y directo.
En este contexto, las tradicionales relaciones de confianza ya no son
suficientes: se requieren intercambios de naturaleza y significacin
diferentes entre la universidad y su medio.
Por lo tanto, si ya antes de la emergencia de la sociedad del cono-
cimiento las formas que tena la universidad de establecer confianzas
y de relacionarse con su entorno eran sujeto de rendicin de cuentas,
con mayor razn lo son ahora. Esto significa, que la universidad debe
reportar evidencias de la amplitud y pertinencia de sus principales
intercambios con la sociedad, de las polticas y mecanismos utilizados
para asegurar su calidad y de los principales resultados obtenidos,
tanto en el desarrollo de la universidad como de los impactos en su
medio. Visto as, esta adicional necesidad de rendir cuentas, agudiza
la obsolescencia del modo tradicional de vinculacin con el medio.
461
3. De la torre de marfil a la universidad interactiva
462
Ello es consecuencia de una cultura y prctica que, conciente o
inconcientemente, an est enraizada en la universidad, que todava
es parte de nuestro ADN como acadmicos: es lo que nos queda del
modelo tradicional de universidad torre de marfil, ms bien aislada,
distante y de espaldas a la dinmica evolutiva de la sociedad; elitista,
desconectada e indiferente a las oportunidades y problemas del entorno,
generadora de circuitos endogmicos y autorreferentes, todo lo cual
limita y empobrece el cumplimiento cabal de la misin universitaria
y deslegitima la institucin frente a otros actores del desarrollo y a la
sociedad en su conjunto.
Es por ello que para producir conocimiento relevante, tanto para
la sociedad como para la propia universidad, es necesario impulsar
un cambio de enfoque en el proceso de su construccin: desde un
conocimiento generado en forma unilateral, unidireccional y vertical
(de adentro hacia afuera, de los que saben a los que ignoran), centrado
principalmente en la inspiracin de la academia, hacia un conoci-
miento compartido, horizontal y bidireccional, basado en las opor-
tunidades de desarrollo, las demandas y la interaccin fecunda entre
la academia y los actores sociales, culturales y productivos, externos
a la universidad. As asumido, este tipo de conocimiento relacional,
producido de manera bidireccional y compartida, significar un aporte
de gran relevancia y beneficio, tanto para la sociedad como para la
dinmica de desarrollo de la propia universidad.
En sntesis, se trata de sustituir lo que nos queda de torre de mar-
fil, por un modo de universidad interactiva, como mejor forma de
servir los intereses de la propia universidad como los de la sociedad
en la que est inserta y a cuyo desarrollo y bienestar se debe. Adems,
es el mejor camino para legitimarse y mantener vigencia como ins-
titucin fundamental de una sociedad cada vez ms compleja y en
permanente proceso de cambios.
Es interesante observar cmo durante las ltimas dcadas se ha ido
abriendo paso, con mayor o menor conviccin y profundidad, este
cambio de enfoque de modo de hacer universidad, en muchos pases
e instituciones de educacin superior del mundo, sin mayor distingo
de sus respectivos contextos econmicos, culturales y acadmicos.
La dinmica de crear redes de grupos e instituciones con el enfoque
propuesto tambin se ha instalado en Europa y los Estados Unidos. Lo
463
ha adoptado y recomendado la UNESCO en su Conferencia Mundial
sobre Educacin Superior (UNESCO, 2009) y lo recomienda la OCDE
(organizacin internacional de pases desarrollados, a la que Chile
aspira a ingresar) para todos sus pases miembro, bajo el sugerente ttulo
La Educacin Superior y las Regiones: globalmente competitivas,
localmente comprometidas, (OCDE, 2007), propiciando asumir el
vinculo entre la escala global y la escala local, y definiendo a esta
relacin de las instituciones de educacin superior con su medio como
la tercera misin, junto a la docencia y la investigacin.
Segn Puntansen et al. (2009), en la actualidad, los procesos
de produccin y diseminacin de conocimiento, de aprendizaje
individual y social, se ven ms complejos que hace una dcada; las
instituciones de educacin superior se ven, y se miran a s mismas,
menos como orculos y ms como socios de procesos de desarrollo,
que son participativos ms que tecnocrticos.
Una idea anloga es impulsada por un grupo de acadmicos de
universidades del Reino Unido, Canad, Brasil y Tailandia, lderes en
iniciativas de desarrollo participativo organizadas para el intercambio
de experiencias entre el hemisferio norte y sur, con un enfoque de
gran potencial para las instituciones de educacin superior: contribuir
y beneficiarse de la vinculacin con su entorno. Especialmente inte-
resante es la iniciativa de un nmero de universidades de Australia
que han formado una alianza para promover el desarrollo social,
ambiental, econmico y cultural de sus comunidades (Australian
Government, 2008).
El mismo enfoque y nfasis estratgico tambin se ha ido abrien-
do paso en un nmero creciente de universidades relacionadas a la
cultura y realidad iberoamericana. As, por ejemplo, como resultados
y aprendizajes de un encuentro internacional convocado para poner
en contexto las demandas actuales y futuras de la sociedad respecto
del desarrollo endgeno y territorial5, se consigna: Una importan-
te y creciente demanda pblica por fortalecer las capacidades de
5
Nuevos desafos de la Educacin para el Desarrollo Territorial, realizado en Abril de
2008 en Buenos Aires, con participacin de expertos de: Espaa, Francia, Italia, Suiza,
Mxico, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, OIT y CEPAL
464
desarrollo a nivel local y regional, las que se dirigen en gran medida
al sistema de educacin superior de cada regin y pas; un significa-
tivo desfase entre oferta y demanda de los programas; se establece
la necesidad de una adecuacin a un nuevo perfil, particularmente
a las nuevas polticas y programas de desarrollo local y regional,
basadas en una visin endgena y territorial del desarrollo y en la
complejidad de dichos procesos; se destaca la importancia de crear
Centros de Pensamiento Estratgico Territorial, capaces de pensar
por s mismos el desarrollo y destino de cada territorio, integrando el
mejor conocimiento universal especializado en la temtica, con las
demandas de las respectivas comunidades y territorios, y la valiosa
informacin y conocimientos disponibles en stas; y se recomienda
establecer mecanismos de colaboracin y convalidacin de estudio
que faciliten la movilidad de estudiantes y profesores entre programas,
instituciones y pases de Hispanoamrica.
En Chile, an se observa un cierto grado de desfase, tanto al interior
de las instituciones como de las polticas pblicas e instrumentos de
financiamiento que las sostienen. Ms an, en relacin, especfica-
mente, a la actividad universitaria de vinculacin con el medio, en
el sistema de educacin superior persiste una situacin un tanto am-
bigua y paradojal: la sociedad chilena necesita y demanda de aportes
relevantes de parte de las universidades, e instituye la vinculacin
con el medio como rea de acreditacin institucional, pero no crea
las correspondientes polticas e instrumentos pblicos para orientar
y financiar aquellas que estime de mayor relevancia.
An ms, llama la atencin que en un importante documento
publicado recientemente (Consejo de Rectores de las Universidades
Chilenas, Octubre 2009), dirigido a los desafos de las universidades
chilenas en el bicentenario, no tenga un captulo referido expre-
samente a la vinculacin con el medio. Si bien hay diversas men-
ciones implcitas a esta funcin, distribuidas bajo diferentes ttulos,
especialmente en la seccin sobre las artes y las humanidades en la
vida universitaria, en dicho documento no se observa una referencia
destacada y conviccin relativa a la vinculacin con el medio, asu-
mida explcitamente como funcin fundamental y transversal de la
relacin universidad-sociedad, ms all de la tradicional extensin
y expresin cultural de sus instituciones.
465
Pero as tambin hay cada vez ms seales alentadoras, las que
requieren abrirse paso, consolidarse y replicarse. Desde luego est
la decisin de la Comisin Nacional de Acreditacin, CNA, de
incorporar el rea de vinculacin con el medio en los procesos de
acreditacin institucional, hecho que significa una muy relevante
seal de validacin pblica para una nueva forma de dilogo com-
partido entre la universidad y la sociedad. Como en toda innovacin
compleja, es natural que en esta etapa, la construccin de esta nueva
relacin an se encuentre en proceso de aprendizajes necesarios para
su gradual perfeccionamiento y consolidacin.
Igualmente alentadoras son las diversas iniciativas que se han
venido generando en diferentes instituciones, como son, entre otras,
diversos proyectos y experiencias de investigacin-accin participativa
compartidas con actores del medio; la Red Universidad Construye
Pas6, con programas de formacin en responsabilidad social uni-
versitaria, objetivo en torno al cual a su vez algunas instituciones
se han adjudicado y colaboran a travs de un Proyecto MECESUP7.
Otro ejemplo es la Red Sinergia Regional, creada en el ao 2002
por las 20 Universidades Regionales integrantes del Consejo de
Rectores, que en alianza con otras instituciones pblicas y privadas8
est poniendo en prctica el mismo cambio de enfoque: centrando
en la construccin de conocimiento a partir de las oportunidades de
desarrollo y demandas de los territorios y sus comunidades, ms que
en la inspiracin, con frecuencia unidireccional o desfasada, de la
academia. Con ello, espera generar conocimiento pertinente a la vez
que formar, en red colaborativa, capital humano calificado para las
tareas del desarrollo local y regional.
Los anteriores y diversos otros ejemplos, provenientes de la expe-
riencia internacional comparada as como de nuestro pas, dan cuenta
que en la medida que la universidad como institucin fundamental de
6
P.U. Catlica de Valparaso, U. de Chile, P.U. Catlica de Chile, U. de Santiago de Chile,
U. Tecnolgica Metropolitana, U. Alberto Hurtado, U. de Talca, U. de Concepcin, U.
de La Frontera, U. Austral de Chile.
7
Liderado por la U. de Concepcin, e integrado por la P.U. Catlica de Valparaso, la U.
de Talca y la U. de La Frontera.
8
Programa Servicio Pas; SUBDERE, Red Dete-Alc, Minera Escondida, Grupo CGE.
466
la sociedad, se abre e interacta con las oportunidades, aspiraciones y
demandas de sta, crece en calidad, confianzas y vigencia. En cambio,
si se mantiene separada, distante o indiferente a la dinmica de su
entorno, si en sus polticas institucionales y en las prcticas de sus
actores sigue predominando la torre de marfil, pone seriamente en
riesgo su legitimidad social y su propia viabilidad y sobrevivencia.
467
la sociedad. Desde luego, esta definicin se realiza en funcin de
un perodo especfico de tiempo, de forma que pueda ser revisada
y actualizada en futuros procesos de planificacin estratgica.
2. Crear ms y mejores espacios de interseccin, encuentro y dilogo
fecundo entre ambas partes, extender y animar redes, construir
relaciones de simbiosis y colaboracin de mutuo beneficio. En
sntesis, significa multiplicar los espacios y las oportunidades de
sinapsis entre la academia y sus contrapartes externos pertinen-
tes, segn sea la naturaleza de sus respectivos mbito de accin,
lo cual implica buscarse y aceptarse mutuamente como aliados y
fuentes insustituibles de un esfuerzo compartido de construccin,
transmisin y aplicacin de conocimiento.
3. Institucionalizar este enfoque de generacin compartida de cono-
cimiento, lo que implica desafiar las fronteras tradicionales de las
disciplinas y sus respectivas expresiones organizacionales dentro
de la universidad, organizndolas en espacios multidisciplinarios
y transversales para el desarrollo compartido de respuestas a temas
complejos de la sociedad.
468
institucin, forme parte de un esfuerzo permanente de aseguramiento
de su calidad y pertinencia y, por ende, de un sistemtico y exigente
proceso de rendicin de cuentas.
De esta manera, la vinculacin con el medio finalmente se enten-
der por todos los actores involucrados, tanto de la universidad como
de la sociedad, como un componente esencial ms que subalterno,
instrumental o testimonial, de un modo renovado como la universidad
cumple su misin, en fecunda interrelacin con la sociedad.
Como contrapartida, tambin se justificar el consecuente reco-
nocimiento y financiamiento de la funcin universitaria de vincu-
lacin con el medio, apoyada por polticas e instrumentos pblicos,
particularmente en aquellos de sus programas y productos que se
reconozcan como de inters pblico.
469
relevantes y estables de vinculacin con el medio en regiones, espe-
cialmente aquellos que por su naturaleza y propsito estn dirigidos a
crear bienes de uso y beneficio pblico, en este caso para el desarrollo
de las respectivas comunidades y territorios locales y regionales.
Lo anterior es especialmente relevante, si se considera que Chile
posee enormes potencialidades subutilizadas de desarrollo a lo largo
de su geografa, siendo su principal riqueza su amplia diversidad: geo-
grfica, climtica, productiva, tnica y cultural. Sin embargo, durante
diversos perodos de su historia, el pas ha experimentado una creciente
centralizacin de todas las dimensiones relevantes de su proceso de de-
sarrollo (demogrfica, econmica, capital humano avanzado, cientfico-
tecnolgica, competitividad, cultural, medios de comunicacin, etc.),
transformndose en el pas ms centralizado de Amrica en relacin al
tamao de su economa, su poblacin y su territorio.
Refirindose a esta tarea pendiente del proceso de desarrollo del
pas, el eminente cientista poltico Joan Prats Catal (Prats, 2008),
sentenci: El salto al desarrollo requerido para que Chile se instale
estructuralmente entre los pases avanzados del mundo, se encuentra
bloqueado por un haz de desigualdades anudadas por la concentracin
econmica, poltica y territorial del poder.
En consecuencia, para que Chile logre reducir sus disparidades
sociales y territoriales, dar el salto al desarrollo que todos los chilenos
anhelan y merecen e insertarse con xito en la dinmica global, debe
fortalecer significativamente las capacidades humanas, institucionales
y productivas de todas sus comunidades y territorios, e impulsar un
significativo y sostenido proceso de descentralizacin, tanto poltica
como administrativa, fiscal y econmica.
Durante aos, diversos organismos y destacados especialistas
nacionales e internacionales han venido planteando esta cada vez
ms apremiante necesidad (SUBDERE, 2001, MIDEPLAN, 2009;
BOISIER, 2007). Lo pone de relieve nuevamente el Informe Territorial
sobre Descentralizacin en Chile, emitido por la OCDE (2009). Lo
amplan y profundizan algo ms de cien destacadas personalidades y
especialistas en un reciente libro Pensando Chile desde sus Regiones,
convocado por la Agrupacin de Universidades Regionales de Chile,
AUR (Von Baer, H., Ed., 2009), quienes, en varios de los captulos de
esta obra aportan fundamentos y propuestas directamente relacionados
470
al enfoque y desafos de vinculacin con el medio propuestos en el
presente artculo, como son, entre otros: Incentivos para atraer y
retener capital humano calificado en regiones; Sistemas Regionales
de Innovacin; Centros de Pensamiento Estratgico Territorial,
Escuelas Regionales de Talentos Avanzados, Red de Observatorios
Ciudadanos de la Descentralizacin y el Desarrollo Territorial.
Es evidente que la mayor parte del conocimiento requerido para
el avance de todas estas iniciativas y sus procesos asociados, debe ser
construido con la participacin protagnica de las universidades, en
estrecha colaboracin con los respectivos actores del desarrollo de
su respectivo entorno.
Se trata, entonces, de una tarea pas de la mayor relevancia, que
constituye una oportunidad desafiante y privilegiada para la funcin
vinculacin con el medio asumida como rea esencial de la universidad,
como aporte fundamental para un desarrollo ms equilibrado del pas
en todos sus territorios. En la medida que las universidades adquieren
conciencia de que sus principales oportunidades de desarrollo como
institucin dependen del desarrollo de los territorios y comunidades
en las que estn insertas, de la mejor identificacin y desarrollo de
sus potencialidades y la consiguiente superacin de sus problemas
y contradicciones, la vinculacin con el medio se perfila como una
herramienta eficaz e insustituible para la construccin y ampliacin
de capacidades en los niveles subnacionales del desarrollo.
Entre otros, ello significa formar alianzas estratgicas y participar
en diferentes redes regionales, nacionales y mundiales de produccin
y aplicacin de conocimiento e innovacin y refuerza an ms la
necesidad de reconocer y organizar la vinculacin con el medio, a
semejanza de la investigacin y la docencia, como una de las funciones
esenciales de la universidad.
471
extender, difundir o vender al medio, aquello que se produce, desea
compartir o posicionar desde el interior de la institucin y de sus
distintas unidades y dependencias.
Es as como existen las ms variadas expresiones de la tradicional
extensin cultural y artstica, que se extienden al medio, generalmente
en forma unidireccional. Entre otros, existen diversas actividades
producidas al interior de la institucin; centros de estudio relacio-
nados a determinados sectores sociales o productivos; programas de
capacitacin y educacin continua; escuelas de temporada; campa-
mentos estivales; prcticas de alumnos en instituciones y comunidades
locales; instancias de vinculacin con ex-alumnos y benefactores de la
universidad; actividades de marketing institucional, posicionamiento
corporativo y de imagen de autoridades universitarias; consultoras,
estudios y asesoras, as como las ms diversas alternativas de genera-
cin de recursos, tanto para la institucin como para los acadmicos
y personal tcnico participante.
No obstante estar informadas por la universidad bajo el ttulo
genrico y comn de vinculacin con el medio, cada una de estas
actividades tiene su propia identidad, propsito, procedimientos y
beneficios, resultando en un sincretismo o en una simple coctelera
de actividades institucionales, pero que rara vez responden a una po-
ltica y organizacin institucional comn que las inspire y regule.
Si bien proponemos privilegiar a aquellas actividades que cada uni-
versidad defina como estratgicas para realizar su misin y contribuir a
su desarrollo, ello no significa, necesariamente, dejar de desarrollar todas
stas actividades miscelneas, ni de agregar otras que fuesen de inters
para determinados grupos. Lo que si nos parece aconsejable, es que las
instituciones instituyan de un modo explcito un proyecto institucional
que diferencie y desarrolle especficamente aquellas de sus actividades
de vinculacin con el medio que con alto potencial relacional y que
efectivamente agregan valor y fortalecen la calidad y la pertinencia de la
docencia y la investigacin de sus respectivos mbitos temticos. Realizada
esta distincin, el proyecto institucional podr establecer entonces, segn
corresponda a cada actividad en particular, las formas ms apropiadas
para medir su efectivo impacto y retroalimentacin sobre las otras dos
funciones fundamentales de la institucin.
472
Consecuentemente, para construir este proyecto de desarrollo
institucional de la funcin de vinculacin con el medio, es necesario
comenzar por la identificacin y construccin estratgica del respectivo
medio de desarrollo relevante de la institucin. Se trata, por un lado,
del conjunto de actores con los que la universidad establece alianzas
estratgicas para la generacin y transferencia de conocimiento y,
por el otro, la definicin del entorno especfico (sea de alcance local,
regional, nacional o internacional), hacia el cual se decida orientar
las acciones de vinculacin a desarrollar por la universidad.
Esta definicin del medio de desarrollo relevante se realiza con la
perspectiva estratgica de producir efectos concretos, tanto a nivel
del desarrollo organizacional de la universidad como sobre el medio,
los cuales pueden ser debidamente medidos y evaluados en trminos
de sus impactos. De esta manera, la definicin del medio relevante
nunca debe resultar en la determinacin de un entorno fijo para las
instituciones, sino, ms bien, uno dinmico, sujeto a peridicas re-
visiones y actualizaciones, en virtud de la dinmica evolutiva de los
escenarios y de las consiguientes prioridades estratgicas tanto de la
institucin como de los actores relevantes del medio.
De este modo, la formulacin del consiguiente plan de desarrollo
para la vinculacin con el medio, tambin debe ser coherente con
las polticas generales de aseguramiento de la calidad, aplicadas al
rea, sobre las cuales la institucin rinde cuentas.
9
Esta seccin se elabor a partir de un importante aporte original del Dr. Enrique Hinostroza,
Director del Instituto de Informtica Educativa de la Universidad de La Frontera.
473
distinguir a lo menos tres tipos de actores, constituyentes de medios
de naturaleza diferente, con los cuales la institucin universitaria
suele establecer vnculos:
Clientes: aquellos que financian iniciativas.
Beneficiarios: aquellos que son los destinatarios de las inicia-
tivas y a los cuales se busca impactar a travs de las acciones
universitarias.
Pblico: aquellos que son observadores o participantes perif-
ricos de las iniciativas.
474
los actores participantes se basan en principios de confianza y
respeto recproco y se legitiman unos a otros.
En consecuencia:
un convenio marco o especfico, por s mismo, no constituye
un vnculo.
la prestacin de servicios a clientes no es un vnculo, a
menos que adems cumpla con las condiciones definidas an-
teriormente.
la venta de productos de alguna unidad universitaria al pblico
por s solo no es un vnculo. Sin embargo, si esa venta se produce
como proceso continuo y adems se genera algn valor agregado
importante para el cumplimiento de la misin de la universidad
y, en particular, para sus funciones esenciales de docencia e
investigacin, puede transformarse en un vnculo.
la capacitacin (de profesores o de cualquier otro tipo de profe-
sionales, oficios o personas) no constituye vnculo por s misma.
Sin embargo, puede llegar a serlo, si dichas actividades se disean
y evalan de conjunto entre las partes (universidad-usuarios)
475
en base a los requerimientos de competencias de stos, y dan
lugar a una relacin ms continua, de mutuo beneficio.
una asesora, si no fuese solamente espordica, sino que continua
y generadora de aprendizajes compartidos, debera constituirse
en vnculo.
publicar un libro o un artculo no es necesariamente un vn-
culo sino una forma, legtimamente unidireccional, o una
estrategia que puede ayudar a establecer vnculos, a menos que
la respectiva publicacin sea generada sobre la base de aportes
y aprendizajes compartidos entre las partes.
una actividad cultural, deportiva o social de alguna unidad o
conjunto de la Universidad, dirigida a determinados sectores de
la comunidad, pero, si fuese parte de una estrategia e iniciativa
mayor, puede entenderse como vnculo, habido cumplimiento
de las otras condiciones anteriormente sealadas.
476
cultivo aporta insumos de conocimiento y experiencias muy valiosas
e insustituibles al esfuerzo continuo de mejoramiento de la calidad,
relevancia y vigencia del quehacer universitario, particularmente
en aquellos mbitos en los cuales ms necesita y espera la sociedad
de la universidad.
Lo anterior supone que adems de declaraciones polticas, instan-
cias, mecanismos y recursos aplicados a la vinculacin con medio,
las instituciones dispongan de instrumentos institucionales de re-
troalimentacin que, de un modo explcito, sistemtico y continuo,
relacionen dichas actividades, en el mbito que corresponda, con la
docencia y la investigacin, con el fin de enriquecerla y mejorar su
calidad.
El desarrollo de herramientas formales y sistemticas para moni-
torear y medir el impacto de las actividades de vinculacin con el
medio, que permitan retroalimentar y perfeccionar su quehacer, por
ahora en muchos casos parecen ser ms bien incipientes, episdicas
o intuitivas, adems de desiguales entre reas, hecho que todava
dificulta una mejor apreciacin de la situacin observada.
Es posible que ello sea consecuencia de una concepcin an
generalizada en muchos actores de las universidades en cunto al
propsito y sentido fundamental de las actividades de vinculacin
con el medio para el desarrollo general de la universidad, de sus fun-
ciones acadmicas y de la forma como asumen su misin de servir a
la sociedad en la que estn insertas. En efecto, de la nomenclatura y
funciones que identifican las instancias directivas con frecuencia se
observa que predominan visiones unidireccionales, de la universidad
hacia el medio, ms que interactivas con los agentes del medio. An ms,
en muchos casos predomina el propsito de difusin y marketing del
quehacer universitario, sin duda muy importantes, pero diferentes e
insuficientes para la generacin de espacios compartidos de apren-
dizaje y construccin de conocimiento con los diversos actores de
la comunidad externa y para generar resultados que contribuyan
directamente al mejoramiento de las actividades acadmicas.
Dicha concepcin y nfasis aconseja explicitar an mejor el sentido
de una poltica dirigida a la construccin una relacin interactiva entre
la universidad y su medio relevante, operacionalizada en una especie
de plan maestro, dotado de instancias y mecanismos institucionales
477
estables y efectivos, capaces de retroalimentar y enriquecer las acti-
vidades de docencia e investigacin de las universidades, a partir de
una continua interaccin con el saber, la experiencia y la informacin
existente en las comunidades y los territorios de su entorno humano,
natural y productivo.
De este modo, lograrn influir sobre la dinmica cotidiana de la
respectiva institucin, a nivel de sus programas, tanto de docencia
de pregrado y postgrado, como de sus actividades de investigacin,
de forma tal que la funcin de vinculacin con el medio, asumida
plenamente como funcin esencial, contribuya a dar sentido y a po-
tenciar e integrar todo el quehacer corporativo y no quede limitada
a una mera expresin tradicional de extensin o de posicionamiento
de marca.
478
instituciones de educacin superior. Ello se ha vuelto una condicin
bsica para la competitividad individual y social del pas.
Bajo estas circunstancias, la vinculacin con el medio est sujeta
a nuevas demandas, como por ejemplo, requerimientos por forma-
cin continua a lo largo de la vida de las personas o por generacin
de conocimiento transdisciplinario para la resolucin de problemas
complejos de la comunidad (Brunner, 2002).
Este nuevo contexto, conduce a que la vinculacin con el me-
dio adquiera una relevancia mayor y est sujeta, ciertamente, a la
rendicin de cuentas. Por ejemplo, en el caso de la vinculacin de
la universidad con su medio a travs de la educacin continua, la
diversidad y heterogeneidad en la oferta de programas de este nivel
de formacin conduce a la necesidad de dar fe pblica acerca de su
calidad y pertinencia.
La rendicin de cuentas en torno a las actividades de vinculacin
con el medio implica incorporar decididamente a los diversos grupos
de inters relacionados a las instituciones de educacin superior, los
denominados stakeholders, como interlocutores permanentes de las
instituciones, con participacin en la definicin de polticas, meca-
nismos y evaluacin de los impactos asociados a las acciones de vin-
culacin con el medio. En esta direccin, la rendicin de cuentas de
la vinculacin con el medio implica ampliar las fronteras del sistema
de educacin superior a actores y necesidades que tradicionalmente
eran consideradas como externas a las instituciones.
En Chile, la rendicin de cuentas de la vinculacin con el medio
corresponde a un ejercicio relativamente nuevo, que se ha llevado a
cabo dentro del marco general del aseguramiento de la calidad de la
educacin superior y particularmente a travs de los procesos de acre-
ditacin institucional. Desde 2003, la acreditacin institucional cuenta
con el rea electiva de vinculacin con el medio, reconocindola como
una funcin institucional central y susceptible de aseguramiento de la
calidad, junto a la gestin institucional, la docencia de pre y postgra-
do y la investigacin. Actualmente, 17 universidades se encuentran
acreditadas en esta funcin institucional, correspondientes al 38% del
total de universidades acreditadas, porcin significativa cuya mayora
corresponde a las llamadas universidades tradicionales (pertenecientes
al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas).
479
5.2. Teora y prctica de la acreditacin institucional en vinculacin con
el medio en Chile10.
La acreditacin institucional ha sido uno de los pocos instrumentos
que se han orientado a promover la organizacin estratgica de la
vinculacin con el medio en las instituciones de educacin superior.
No existen evaluaciones de impacto que vayan ms all de los propios
resultados de acreditacin institucional. De este modo, resulta relevante
examinar las pautas que la Comisin Nacional de Acreditacin aplica
en la actualidad para evaluar la calidad del rea de la vinculacin
con el medio en instituciones de educacin superior.
La CNA define la vinculacin con el medio como el conjunto
de nexos establecidos con el medio disciplinario, artstico, tecnol-
gico productivo o profesional, con el fin de mejorar el desempeo
de las funciones institucionales, de facilitar el desarrollo acadmico
y profesional de los miembros de la institucin y su actualizacin y
perfeccionamiento o de obtener recursos (CNA, 2007).
De acuerdo con la CNA, para optar por este esta rea, las insti-
tuciones deben contar con mecanismos sistemticos de vinculacin
con el medio, que se refieran a una parte sustantiva del quehacer
de la institucin y que tengan impacto significativo en su rea de
influencia. En consecuencia, el foco de la acreditacin apunta a
la consistencia entre la definicin de polticas institucionales y los
mecanismos para el rea de vinculacin con el medio, las acciones
llevadas a cabo por las instituciones, y los resultados obtenidos en
trminos de su impacto.
A continuacin, presentamos los criterios por ahora vigentes en
la CNA para la acreditacin institucional de la vinculacin con el
medio, comentando sus dimensiones clave.
Esta seccin se bas en el aporte del profesor Dr. Juan Music en base a su reflexin y amplia
10
480
Un elemento que ha sido particularmente persistente en las ins-
tituciones de educacin superior del pas es que an cuando cuentan
con estructuras y funciones dedicadas a la vinculacin con el medio,
carecen de un marco de poltica que las organice, les d sentido y
las perfile estratgicamente. En este sentido, la incorporacin de la
vinculacin con el medio como rea de acreditacin probablemente
ha tenido un efecto mayor a nivel de la definicin y formalizacin de
las grandes polticas en esta materia, que en un incremento efectivo
de las acciones de relacin con el medio, las que, en muchos casos,
ya se estaban realizando, o de la calidad, pertinencia e interactividad
de las mismas.
Como aspectos fundamentales de la definicin de poltica en la
vinculacin con el medio se consideran la consistencia con la misin
institucional y la clara definicin del medio de desarrollo relevante,
y los actores que lo conforman.
A su vez, como aspectos que debiera contener la misin para el
rea de vinculacin con el medio, se consideran: el medio actual y
futuro hacia los cuales se orientan las acciones de las universidad en
esta rea, el usuario que incorpora y atiende, as como la cobertura
geogrfica de su accin y las formas como alcanza su liderazgo compe-
titivo o refleja sus ventajas comparativas frente a la competencia en
el rea vinculacin con el medio. Por lo tanto, una universidad que
se presenta a la acreditacin en el rea de vinculacin con el medio
debe demostrar que tiene una misin clara y formalmente definida
para el rea y que est alineada con la misin institucional.
En consecuencia, cabe preguntarse sobre la forma en que las ins-
tituciones de educacin superior definen sus polticas de vinculacin
con el medio, en particular si los actores relevantes del medio son
incorporados, a travs de su participacin, en Juntas Directivas u
otras instancias, tal como ocurre con el modelo de representacin
de segmentos relevantes de la comunidad de las universidades norte-
americanas. De ello depende, naturalmente, el sentido de la poltica
institucional de vinculacin con el medio: si se trata de perspectiva
unidireccional, desde la universidad a su entorno, o bien bidireccional,
es decir, de un dilogo productivo entre la universidad y su medio.
481
2. Existen instancias y mecanismos formales y sistemticos de vinculacin
con el medio externo, y
3. La institucin cuenta con polticas y mecanismos de asignacin de
recursos suficientes para asegurar el desarrollo de actividades de vin-
culacin con el medio.
482
En este sentido, la vinculacin con el medio no slo constituye
un aporte desde la universidad hacia el entorno, sino que un insumo
fundamental de parte del entorno hacia las funciones institucionales
a nivel de la gestin (juntas directivas con participacin de figuras
relevantes del medio como supervisores); la docencia de pre y postgrado
(la vinculacin prctica de estudiantes con problemas sociales) y la
investigacin (la generacin de institutos y centros multidisciplinarios
para vincularse al medio externo).
483
una variedad de orientaciones de poltica, que definen diferentes
medios y tipos de iniciativas para acceder al entorno.
6. Propuestas de poltica
484
base, de modo de poder crear y poner en prctica todo lo necesario
para superar el actual vaco y paradoja y, ms importante an, para
incentivar a las instituciones a definir, desarrollar y reconocer a su
interior aquellas actividades de vinculacin ms relevantes para su
propio quehacer, como para la sociedad en la que estn insertas.
Slo as se lograrn inducir procesos institucionales slidos y
estables, menos dependientes de las autoridades de turno, se podrn
instituir definiciones e instrumentos apropiados al propsito y natu-
raleza de la vinculacin con el medio, efectivamente diferenciados,
apropiados y estables, de valor equivalente a aquellas vigentes para
la docencia y la investigacin, y por ende funcionales al tipo de in-
teraccin con el medio que cada universidad efectivamente desean
compartir en respuesta a las oportunidades de desarrollo, demandas
y aspiraciones de la sociedad.
De este modo, todos los actores del sistema podrn saber a qu
atenerse y responder, con calidad y pertinencia, a dichas necesida-
des. As, tambin, la vinculacin con el medio dejar de tratarse
como funcin marginal y miscelnea y ser valorada y realizada
como otro componente fundamental del proyecto institucional de
la respectiva universidad. Sobre esa base se podrn entonces perfec-
cionar y actualizar peridicamente las definiciones y evaluaciones
requeridas para la correspondiente acreditacin institucional de
esta importante rea.
Por lo tanto, la tarea a ser compartida entre las universidades y
las autoridades pblicas, es estudiar qu tipo de instrumentos pueden
ser los ms apropiados para fomentar y validar institucionalmente
actividades de vinculacin con el medio, debidamente evaluadas,
acreditadas y financiadas.
485
ser aportado por la propia universidad, por agentes privados, por el
Estado, o en forma mixta o compartida.
En el caso de financiamiento pblico, la actividad y sus resultados
o productos, desde luego tambin deben ser un bien de uso pblico.
Pero dado que stas ltimas son, precisamente, las actividades de
vinculacin ms relevantes entre universidad y sociedad, y si sus
impactos o beneficios pblicos se valoran y evalan con instrumen-
tos objetivos, sin duda tambin debe contar con el correspondiente
financiamiento pblico para hacerlas posible. De no ser as, no es
legtimo ni sostenible en el tiempo que la sociedad requiera de las
universidades de este tipo de aportes ni los instituya formalmente
como rea de acreditacin institucional.
Dentro de ese marco, y con la finalidad de superar la tradicional
inercia o indiferencia para instituir instrumentos de financiamiento
pblico para actividades de vinculacin con el medio de bien y beneficio
pblico, sugerimos considerar, entre otras, las siguientes alternativas:
a) Incorporar un componente agregado al Aporte Fiscal Directo, de
reconocimiento e incentivo a las instituciones que realicen acti-
vidades de vinculacin con el medio, reconocidas debidamente
evaluadas como relevantes para el desarrollo de la sociedad en su
respectivo entorno;
b) Crear un Aporte Fiscal Indirecto, especficamente para actividades
socialmente relevantes de vinculacin con el medio, equivalente al
existente como incentivo a la captacin de alumnos de altos puntajes,
o al propuesto por el Consejo de Rectores para la investigacin11.
c) Fondos concursables especficos, para proyectos de vinculacin
con el medio, equivalentes a los que existen para investigacin e
innovacin;
d) Convenios de desempeo, diferenciados segn institucin y re-
gin;
e) Concursos y premios, regionales y nacionales, para reconocer y
visibilizar las iniciativas ms innovadoras y de mayor impacto de
efectiva vinculacin con el medio.
(Octubre 2009)
486
f) Otros instrumentos, adecuados a la naturaleza de las actividades de
vinculacin con el medio, de origen local, regional o nacional12,
as como instrumentos tributarios que incentiven la participacin
de agentes privados en el desarrollo de actividades de inters
compartido, pero relevantes para el desarrollo de la comunidad.
12
Una reciente propuesta (Vergara, P., 2009) recomienda crear una poltica nacional de
apoyo a la creacin de Centros de Pensamiento Estratgico Territorial en las Regiones
de Chile, dirigidos a fortalecer la capacidad de stas de generar conocimiento calificado y
reflexin estratgica, articulada entre sus principales actores del desarrollo, con participacin
protagnica de las respectivas universidades regionales, para contribuir al desarrollo pleno
de las potencialidades de todos los territorios del pas y a un mayor avance de los procesos
de descentralizacin y desarrollo local/regional.
487
el medio que estime ms relevantes para el mejor cumplimiento de
su misin y sus interacciones con su respectivo entorno13.
Con todo, el cambio que las instituciones de educacin superior
deben asumir para enfrentar los desafos de la vinculacin con el
medio, insertos en la sociedad del conocimiento, sin duda es mayor,
sobre todo a nivel de su estructura y cultura organizacional.
De alguna manera, la estructura actual de las universidades refleja
la evolucin de las ltimas dcadas en el pas. Por ejemplo, instancias
funcionales y de distribucin del poder al interior de las universidades,
que estn vigentes en la actualidad, como los departamentos o las
Vicerrectoras de Investigacin, recibieron un fuerte impulso durante
la dcada de los 60. Hoy, los desafos de la sociedad del conocimiento
tambin pueden conducir a nuevas estructuras: la necesidad de las
universidades de mantenerse en dilogo productivo con el medio, es-
tableciendo un entorno de desarrollo directo como parte de su gestin
estratgica, conduce necesariamente a incluir a actores relevantes del
medio en las instancias de gobierno y participacin.
Asimismo, para poder interpretar y responder a un entorno din-
mico, las disciplinas clsicas, gran parte de ellas construidas cientfica
y polticamente durante el siglo XX, no son capaces de dar respuestas
efectivas. Por ello, cada vez ms se estn creando centros e institutos
multidisciplinarios, que se hacen cargo de temas y problemas sociales
13
Por ejemplo, entre otros:
(i) Generacin de proyectos y de productos:
- nmero de proyectos adjudicados en cada una de las lneas estratgicas de sus unidades.
- nmero de productos y resultados de cada categora.
(ii) Financiamiento:
- porcentaje de aporte de cada una de lneas estratgicas al financiamiento total de la
unidad y la Universidad.
- porcentaje de recursos para inversin generados de cada una de las lneas estratgicas.
(iii) Gestin de instituciones relacionadas.
- cantidad de instituciones que financian proyectos de cada una de las lneas estratgi-
cas.
- cantidad de instituciones con las que se desarrollan proyectos conjuntos.
(iv) Otros, o en combinacin de alguno(s) de los anteriores.
As, en la planificacin de su respectivo programa anual, cada unidad que realiza determi-
nadas actividades relevantes de vinculacin con el medio, podr comprometer las metas
para cada indicador, cuyo cumplimiento ser evaluado y reconocido, en la frecuencia y
trminos que defina la respectiva institucin.
488
concretos, como la educacin, el desarrollo regional o el transporte,
trascendiendo las fronteras disciplinarias, departamentales y de fa-
cultades, con frecuencia todava entendidas como compartimentos
estancos.
Por lo tanto, la transformacin de la vinculacin de las universi-
dades con el medio, postulada aqu como condicin para la vigencia
de las universidades, va de la mano con la creacin de nuevos mbitos
y estilos para la creacin e innovacin en el conocimiento.
Por ltimo, es claro que la vinculacin con el medio tiene un
importante componente de sensibilizacin y capacitacin a la comu-
nidad. Por ejemplo, la posibilidad que la sociedad tiene de acceder
a programas de formacin continua en las universidades constituye
una oportunidad fundamental para una efectiva vinculacin con el
medio. De este modo, cada vez ms, las universidades e instituciones
de educacin superior trascendern a los grupos etarios clsicos que
atienden, conformados por jvenes entre 18 y 25 aos, incorporando
mayor cantidad de adultos, provenientes de mundo del trabajo. En el
futuro cercano, sta ser una clara seal de una mayor y ms fecunda
vinculacin de las universidades con su medio.
489
2. Trabajo de expertos: constituir un grupo de personas calificadas
y motivadas con la iniciativa, quienes en consulta con otros ac-
tores relevantes del desarrollo y universitarios, y con el apoyo de
algunos destacados especialistas internacionales en la materia,
relacionados a experiencias ms avanzadas en la materia, formulen
una propuesta estratgica y tcnica.
3. Plan piloto: puesta en prctica, experimental, previa a la gradual
generalizacin y perfeccionamiento de los instrumentos, anloga
a los Convenios de Desempeo impulsados por el MECE.
7. A modo de conclusiones
Como sntesis y conclusiones de todo lo planteado en este artculo,
proponemos los siguientes desafos estratgicos relacionados a la
vinculacin con el medio, para ser asumidos, conjuntamente, por las
entidades que integran el Sistema Nacional de Educacin Superior, y
en particular por el Ministerio de Educacin, la Comisin Nacional de
Acreditacin y las propias Universidades, con el apoyo de especialistas,
instituciones y pases que en esta materia han logrado experiencias
ms avanzadas y maduras:
1. Para mantener su legitimidad y vigencia en la sociedad como una
de sus instituciones fundamentales, las Universidades deben ser
capaces de adecuarse y de anticiparse a los cambios que experimenta
la sociedad en la que estn insertas y a cuyo desarrollo y futuro se
deben. An ms, deben ser activos protagonistas, orientar y dar
sentido a dichos cambios.
2. Junto con aportar una docencia e investigacin de alta calidad y
pertinencia, ello requiere adems de un nuevo paradigma en el
modo de construir conocimiento, en estrecha interaccin con los
principales actores del desarrollo de la sociedad, sean estos pblicos,
empresariales, sociales u otros, incorporando toda la informacin,
conocimiento, experiencia y sapiencia de stos, en una relacin
490
fecunda de dilogo e intercambio de mutuo beneficio, y de gran
ganancia para toda la sociedad.
3. Ello significa, tanto para las propias universidades, como para las
otras instituciones y actores pblicos y privados del desarrollo, asu-
mir la funcin universitaria de vinculacin con el medio, no como
una funcin subalterna, sino que como otra funcin esencial de la
universidad, de valor equivalente a la docencia y la investigacin,
como funcin transversal, de carcter relacional en lo interno y
externo, capaz de retroalimentar, enriquecer y potenciar la calidad
y pertinencia de stas, as como la relevancia de los conocimientos
y aprendizajes construidos en espacios de encuentro compartidos
con los actores del medio externo.
4. Para ello, cada universidad debe construir un proyecto institucio-
nal que defina estratgicamente su respectivo medio de desarrollo
relevante y los consiguientes espacios de interseccin, simbiosis y
colaboracin con los actores del entorno, as como los instrumentos
de evaluacin, medicin de impactos, calificacin y promocin
de acadmicos participantes y de financiamiento apropiado, equi-
valentes a los existentes para la docencia y la investigacin, pero
adecuados a la naturaleza y dinmica propia de las actividades de
vinculacin con el medio.
5. Finalmente, el Estado deber crear instrumentos de fomento y
financiamiento apropiados y estables, particularmente para aquellas
actividades de vinculacin con el medio de carcter local, regional
o nacional, que sean de su especial inters incentivar y que por su
naturaleza y destino sean de claro uso y beneficio pblico.
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