Serialismo y Arquitectura
Serialismo y Arquitectura
Serialismo y Arquitectura
TESIS DOCTORAL
SERIALISMO Y ARQUITECTURA
(ARQUITECTURAS DE LOS AOS 1950-1960 Y SUS RELACIONES CON LA MUSICA SERIAL)
MADRID 2004
MEN SALIR
TESIS DOCTORAL
SERIALISMO Y ARQUITECTURA
(ARQUITECTURAS DE LOS AOS 1950-1960 Y SUS RELACIONES CON LA MUSICA SERIAL)
DIRECTOR:
A Inmaculada...
y a mis padres...
maestro y amigo,
un aliento siempre fiel de mis carencias,
compaero silencioso de mis sueos...
MEN SALIR
NDICE
INTRODUCCION/OBERTURA ........................................................................ 12
1. Introduccin ............................................................................................ 13
2. Estructura ............................................................................................... 15
2. El momento musical.............................................................................. 20
3. El momento arquitectnico.................................................................... 24
4. Corolario 1............................................................................................. 27
1. La dimensin musical............................................................................ 28
2. Las obras-signo..................................................................................... 37
4
MEN SALIR
5. La multiplicidad ..................................................................................... 41
6. Corolario II............................................................................................. 41
Notas......................................................................................................... 43
1. Introduccin........................................................................................... 46
Notas......................................................................................................... 54
1. Introduccin........................................................................................... 60
3. La teora de la informacin.................................................................... 63
5
MEN SALIR
Notas......................................................................................................... 87
2. Lo paradjico......................................................................................... 91
3. Lo hermtico ......................................................................................... 91
5. La diferancia ....................................................................................... 94
Notas....................................................................................................... 103
Notas....................................................................................................... 120
6
MEN SALIR
1. Introduccin......................................................................................... 122
7. Corolario.............................................................................................. 135
Notas....................................................................................................... 141
Notas....................................................................................................... 163
1. Introduccin......................................................................................... 165
7
MEN SALIR
5. Corolario.............................................................................................. 177
Notas....................................................................................................... 183
Notas....................................................................................................... 206
8
MEN SALIR
6. Corolario.............................................................................................. 231
Notas....................................................................................................... 237
Notas....................................................................................................... 258
9
MEN SALIR
Introduccin................................................................................... 306
10
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS.................................................................................... 368
11
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
INTRODUCCIN/OBERTURA
1.- INTRODUCCIN.
El objeto de esta tesis es definir las analogas que pudieran establecerse entre
dos disciplinas, arquitectura y msica, en un momento cultural concreto. Para ello
resultar imprescindible un acercamiento a la arquitectura como fenmeno complejo,
que incluye lo que podramos calificar como su dimensin musical. El trabajo se
centrar en el confuso pero interesante periodo de los aos cincuenta y sesenta del
siglo pasado, por entender que en ese momento y especialmente en el mundo
arquitectnico, se dan una serie de transformaciones relevantes y surge una forma de
hacer que a nuestro entender est relacionada con ciertos fenmenos musicales.
13
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Por otra parte, si siempre han existido influencias recprocas entre la arquitectura
y el resto de las artes, este momento arquitectnico se presta, a nuestro entender, a
una especial intensificacin y ampliacin de su horizonte interpretativo. El comparar e
intentar aproximar cierta arquitectura a los mecanismos compositivos de la msica
serial tiene as la intencin de despejar un poco ms si cabe dicho horizonte. Una
interpretacin, desde luego, distinta, con otro cariz que las precedentes, y especfica
en lo que se refiere a su carcter propositivo para sucesivas interpretaciones del
mundo arquitectnico.
14
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
2.- ESTRUCTURA.
15
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
16
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
base interpretativa posterior para las arquitecturas elegidas. A su vez, este carcter
musical estara ya planteado, aunque de forma ms terica o indirecta, en la primera
parte de la tesis.
17
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
18
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Si un artista acta sobre el mundo tan slo a travs del modo de formar su
propia obra, cuando la msica o la arquitectura ponen en tela de juicio un determinado
sistema comunicativo, ponen tambin en cuestin una determinada visin del mundo.
As, en estos aos se van a propiciar una serie de situaciones dialcticas a nivel
esttico, terico, sociolgico, tico e histrico que hacen difcil la simplificacin y al
mismo tiempo desaconsejan el considerar el problema desde un nico punto de vista y
definir con excesiva facilidad la relacin del artista contemporneo con las nuevas
formas.
19
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Es el modelo quien asumir ahora todas las prerrogativas que antes tena el
objeto formado, y puede ser comprendido adems de gozado, precisamente por sus
cualidades de organismo, de mquina sgnica, apreciada en un sentido exquisitamente
esttico
20
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Entre el final de la Segunda Guerra Mundial y los aos sesenta todos los
caminos musicales conducan a la ciudad de Darmstad, donde funcionaba desde 1947
el Instituto Internacional de Msica, punto de convergencia y lugar obligado para los
compositores. Desde all el pensamiento de Webern actu como gua obligada a
seguir dentro del mbito de lo musical propiamente dicho, y como invitacin a una
actitud: la del cambio permanente, de la indagacin, exploracin, experimentacin y
nuevamente ruptura. Esta clase de planteamientos tuvieron cabida y fueron recibidos
con entusiasmo por la situacin poltica y social del momento histrico, por lo que
poda significar de destruccin con los lazos del pasado y comienzo de algo
completamente nuevo. As, las aventuras musicales post-webernianas comenzaron a
tener resonancia y a ejercer una influencia mayor en Europa.
La publicacin, a partir de 1955 de la revista Die Reihe ("La Serie"), dirigida por
los compositores Eimart y Stockhausen, marc el comienzo de una nueva fase
centrfuga. La divulgacin de los principios seriales signific, por una parte, la
cristalizacin de un manierismo de vanguardia en torno a modelos y tcnicas ya
estabilizados, en el terreno del puntillismo, del estructuralismo integral o del alea, y por
otra, la dispora de orientaciones personales que en breve tiempo puso fin al frreo
acuerdo de los primeros aos, as como una apertura a principios lingsticos y
conceptuales extraos que empezaba entonces a llegar de Estados Unidos y que
deberan acelerar el desarrollo del modelo serial.
21
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
creativa que el fenmeno aleatorio exigir de los intrpretes conferir a su funcin una
importancia hasta entonces desconocida.
22
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Pero msicos como Pierre Boulez, estructuralista profundo, no permite que esta
degradacin se consume, planteando lo aleatorio en trminos de alea controlada, es
decir, sometiendo las operaciones de azar a sutiles operaciones estructurales que lo
reincorporan a la obra, dotando a sta de nuevos significados seriales.
23
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
As, en los aos cincuenta, sesenta y setenta abundan las obras singulares,
rebosan las hiptesis y chispas provocadoras, pero son a la vez tremendamente
dispersores. Siguiendo las ideas de Bruno Zevi, parece como si la arquitectura
disminuyese en importancia, en credibilidad, sumergindose en un experimentalismo
desbordante.
24
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
En 1956, los arquitectos Alison y Pether Smithson precisan: ... La nueva esttica
renace con la vida y el amor por los materiales, intenta establecer de manera natural una unidad entre la
forma construida y los hombres que la usan.(...) Debemos crear una arquitectura y una urbanstica que
hagan elocuente la transformacin, el crecimiento, la vitalidad comunitaria." (...) Nos interesa ms el flujo
que la medida." (4)
25
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
aspectos neurlgicos sobre los que las acciones puedan conseguir un efecto
coherente.
A partir de 1954 se discuten estas ideas dentro del mbito del Team X, grupo del
CIAM donde participan, al lado de los Smithson, Bakema, Van Eyck, Candilis, Erskine
y otros. As, este New Brutalism acelera la crisis de los CIAM, datando su muerte en el
Congreso de Otterlo de 1959. Esto implic, por un lado, una tica para aqullos que
queran restablecer la integridad originaria, agresiva, del Movimiento Moderno, y por
otro, una esttica para todos cuantos ambicionaban un mero enriquecimiento de las
superficies y los volmenes.
Un arquitecto que se integra con moderacin dentro de este marco, aunque con
caractersticas marcadamente peculiares, ser James Stirling, figura fundamental en
nuestro estudio a causa de sus primeras obras, como luego veremos.
En este sentido, una de las mejores aportaciones de Bruno Zevi a este contexto
estriba en considerar el callejn sin salida de los quince aos comprendidos entre
1960 y 1975 como una eliminacin del dilema manierismo-utopa, poticas-sistemas.
Haciendo popular el cdigo moderno, manipulable por todo el mundo, las poticas
seguiran siendo elitistas, y por el contrario los sistemas, al liberarse de los invariantes,
tenderan a una academia de ciencia-ficcin, como demostraron, en Japn, Kenzo
Tange y el grupo de los <<metabolistas>>, Isozaky, Kurokawa, Kikutake, etc, en el
periodo de 1960 a 1970.
26
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
4.- COROLARIO I.
27
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
28
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
sabio cuando ste se refiere al <logos> que desvela lo oculto (la <tekne> original) que
se manifiesta en la msica y en la danza, y despus en el arte del artesano. Esta es,
con toda nitidez, la base ontolgica de ese <comprender>, como origen verdadero de
toda hermenutica. Los textos son comprendidos porque son interpretados en lo otro
distinto a m, que interpreto aqu y ahora. Es posible preguntarse entonces cual es la
verdad de los textos, de la historia, de la arquitectura, de lo otro?. El arte, ya sea
discurso, texto, imgenes u objeto, encierra su verdad propia, y la msica, la
arquitectura, sin duda, contienen su verdad particular, que les sirve para articularse en
modo peculiar de racionalidad. Para Heidegger esta verdad consiste en <dejar
aparecer>, o traer al ser a lo presente.
Asevera Julio Lpez que estas palabras nos siguen haciendo pensar en el
carcter previo del problema de la expresin artstica, previo incluso a su
materializacin, y ah radica precisamente su trascendencia, su metafsica, su
especifidad, y su punto de interseccin simultneamente con los dems aspectos de
esa hermenutica cultural a la que venimos aludiendo.
29
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
30
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
La razn dejara de ser para Duchamp una entidad mtica y homognea, para
convertirse en una constelacin cultural de conceptos y pautas de accin. La msica y
el arte, tanto para Duchamp como para John Cage, estn ya en la naturaleza, basta
con reconocerlos y nombrarlos. Esta es la nueva contextura del tejido artstico
contemporneo; esta es la nueva facticidad, la nueva deontologa del artista.
31
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Esto implica un carcter de Obra Abierta, en trmino acuado de nuevo por Eco,
en la que se tiende a proponer en el intrprete actos de libertad consciente, a colocarlo
como centro activo de una red de relaciones inagotable entre los cuales l mismo
instaura la propia forma, sin estar determinado por una necesidad que pudiera ser
suscitada por los modos definitivos de la organizacin de la obra disfrutada.
32
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
33
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
pueden apreciarse sino valorando el hecho de que dichas obras quieren realizar una
especie de apertura respecto de las relaciones de la gramtica propia, y son vlidas
tan slo si lo logran absolutamente.
34
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
35
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
El pensamiento serial tiende a producir objetos, y para producir har falta una
tcnica. Sin tcnica, sin estrategia, argumentaba el filsofo e historiador alemn
Oswald Spengler, el hombre no es nada. Sin el arte el hombre navega a la deriva,
presto a ser devorado por sus propias realizaciones carentes de sentido. Y es
precisamente esa tcnica la que define cada manifestacin, cada objeto, de una
manera estructural, en el sentido ms amplio del trmino, lo que diferencia cada
acontecimiento, cada fenmeno.
36
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Las obras devienen siempre como no acabadas. Esto resulta bsico para
comprender las poticas compositivas pos-webernianas, el arte de la segunda mitad
de siglo.
37
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Todo deviene hermetismo, pero no como privilegio ni como artilugio de poder del
conocimiento, sino como cualidad lingstica, condicin cultural y tica, esttica, del
propio mundo que nos rodea. Sistemas de signos, pues, que implicarn un proceso de
aprendizaje infinito al afrontar la comprensin de cualquier fenmeno, de cualquier
obra. Este carcter lingstico de la obra de arte ser irreversible, as como su carcter
de objeto simultneamente sincrnico y diacrnico, perteneciente a la vez a un eje de
simultaneidades y a un eje de sucesiones. Se complejizar con la introduccin del
concepto de campo, de red, de rizoma, donde cualquier fragmento se relacionar con
cualquier otro de otra parte, en un infinito laberinto de relaciones intencionadas. La
obra podr entenderse como producto instantneo, instante potico con una forma
determinada de duracin, todo lo grande o pequeo que se desee, y simultneamente
como carcter inter-textual, texto a su vez producto de otros textos.
Un creador como Pablo Palazuelo nos ilustra acerca del arte y de su forma de
proceder, en un orden de ideas que puede sernos til: ...el nmero se manifiesta
movindose, y este movimiento engendra las configuraciones dimensionales que preceden a toda forma."
(14)
38
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Estas ideas entroncan con el concepto de visin auditiva suscitada por el propio
Palazuelo y ya enunciada por el terico de la comunicacin Marshall Mcluhan, enigma
como respuesta camuflada en la forma de la interrogacin, en la que la escucha
interior o <<visin auditiva>> permitira descifrar la germinacin, participar de la
emanacin de espacios-sorpresa; el aire de lo musical exigira as una nueva
estructura dinmica de la imaginacin, un acorde con ese fluir rtmico; un horizonte
surtidor de lo musical, <<presentimiento de lenguajes>>.
En este orden de ideas, la arquitectura debera ser escuchada, tanto como vista
y experimentada, deber ser comprendida en cuanto a su dinmica interna,
complementando el saber ver zeviano con el saber escuchar, para poder acceder a
sus profundidades.
39
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
40
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
5.- LA MULTIPLICIDAD.
En este orden de ideas, hay que pensar en las cosas, mejor an, entre las
cosas. Para el filsofo francs Gilles Deleuze, ...eso es precisamente hacer rizoma y no raz,
trazar la lnea y no pararse a recapitular. Crear poblacin en un desierto y no especies y gneros en un
bosque. Poblar sin jams especificar. (17)
41
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
42
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
Notas:
(1) Andrea Lanza, Historia de la Msica del siglo XX (tercera parte), Ediciones
Turner, Madrid, 1977, pg.114.
(4) Allison y Peter Smithson, escritos originales recogidos por Bruno Zevi y citados
en Op. Cit. Pg. 403.
(8) Emilio Lled, "El marco de la belleza y el desierto de la arquitectura (una glosa
a la crtica de juicio kantiana)", Revista de Occidente n142,1984.
(11) Henri Pousseur, "Msica, semntica, sociedad", Madrid, Alianza Msica, 1984.
(13) Umberto Eco, "Obra Abierta", Barcelona, Ariel, 1979. (Tt. orig."Opera aperta",
Casa Editrice Valentino Bompiani, 1962)
(14) Pablo Palazuelo. "El nmero y las aguas". Catlogo Palazuelo, Ed. Museo
Nacional de Arte Reina Sofa, Madrid, 1995, pg.21.
43
MEN SALIR
INTRODUCCIN/OBERTURA
(16) F.Castro Flrez. "La msica y la geometra". Catlogo Palazuelo, Ed. Museo
Nacional de Arte Reina Sofa, Madrid, 1995. Pg.80.
(17) Gilles Deleuze y Claire Parnet, Dilogos, Valencia, 1980, pg. 32. (Tt. orig.
Dialogues Flammarion, Pars, 1977.)
44
MEN SALIR
1.- INTRODUCCIN.
Ahora bien; afirmar que la msica no significa nada que no sea ella misma y que
su relevancia esttica ha de buscarse de forma concreta en sus estructuras sonoras,
no quiere decir que no signifique nada, sino ms bien que sus significados no son
verbalizables punto por punto. No se trata de traducir una obra, sino ms bien de
producir un discurso pertinente en torno a la obra, que no puede ser ms que
metafrico; ni a cada nota ni a cada grupo de notas corresponde nada en ningn
lenguaje, por consiguiente el posible significado de la msica no es una propiedad de
las notas ni de los sonidos: el significado estar entre las notas y emerger siempre
de un contexto de relaciones. Significantes son las relaciones entre las notas, o
mejor dicho el sonido se hace significante gracias al conjunto de derivaciones
diferenciales en las que se halla inserto. Por tanto si somos capaces de comprender
una obra es gracias a su estructura, y nos atreveramos a decir que gracias a su
estructura formal.
46
MEN SALIR
entre el significante y lo que con l se pretende significar. El smbolo es el inconmensurable referente del
signo. (2)
47
MEN SALIR
Asocia Tras en este orden de ideas la Modernidad con una cierta represin o
inhibicin del simbolismo, acaso por la ruptura convencional que sta supone, y por lo
tanto por la prdida del espacio de simbolizacin consecuente. Se produce por tanto la
tendencia a una perversin de los parmetros de medida pertinentes. As, la msica
ve a derivar de la temporalidad, su parmetro natural, hacia la conquista del espacio
como espacio (el camino emprendido por Webern y continuado despus por Boulez y
Stockhausen). Por otro lado, la arquitectura, desde su conquista del espacio, dejar
expuesto lo que en ese lugar se prepara y dispone: un mbito de posible movilidad y
de estructuracin temporal. Para Tras, ... la Modernidad se agota en esa pretensin de hallazgo
de la frmula universal que quiere dar al fin con la Idea o con el Tipo, promoviendo desde ella algo as
48
MEN SALIR
49
MEN SALIR
En este sentido no nos interesarn tanto las cosas como la potica de las
cosas. La potica plantea pues una lectura de la arquitectura y de la msica desde
su vertiente estructural. Para esto se requerir una cierta distancia entre stas y su
lectura, distancia que desencadenar una suerte de interpretaciones sucesivas.
a) La retrica como tcnica generativa, como posesin de mecanismos argumentales que permiten
generar argumentaciones persuasivas basadas en una dialctica moderada entre informacin y
redundancia.
50
MEN SALIR
persuasin solamente confirma el cdigo del que se parte, mediante una redundancia final." (11)
51
MEN SALIR
caras de una hoja de papel, como una imagen acstica o un concepto. El plano de los
significantes constituir el plano de la expresin y el de los significados el plano de
contenido.
Una distincin importante fue introducida por el semilogo dans Louis Hjelmslev
(1899-1966) que intent dar ms rigor y claridad a la teora de Saussure; para
Hjelmslev el lenguaje es, al mismo tiempo, un sistema de signos y un proceso de
realizacin; todo plano implica un doble estrato: la forma y la sustancia. Ningn signo
existe aisladamente, sino que estn siempre en un contexto, en relacin con otros
signos. Existe una funcin entre el signo y sus componentes, expresin y
contenido. Un signo no ser nunca una marca o un gesto con cualidades intrnsecas,
sino lo que funciona como signo en un contexto determinado.
Asegura Barthes que si el signo es una porcin (de dos caras) de visualidad,
sonoridad, espacio-tiempo, etc., la significacin puede concebirse como un proceso:
se trata del acto que une el significante y el significado, acto cuyo producto es el signo.
Para que haya pues signo es necesario, por una lado, poder intercambiar cosas
diferentes y, por otro, confrontar cosas similares, y est resueltamente unido a un
concepto de aprendizaje. Aprender concierne esencialmente a los signos. Son el
objeto de un aprendizaje temporal y no de un saber abstracto. Todo aquello que nos
ensea algo emite signos, y todo acto de aprendizaje es una interpretacin de los
mismos.
52
MEN SALIR
53
MEN SALIR
54
MEN SALIR
Estamos pues ante una estructura de forma abierta donde exterior e interior se
interpenetran, ante un espacio tctil, formas fuertes y orden envolvente, de un
instintivo sentido escultural. Se producen acentos, rupturas, lneas preferentes,
profundidades distintas, espacios organizados alrededor de recorridos secuenciales
que atraviesan prticos y elementos masivos.
55
MEN SALIR
Por otra parte, la sutil volumetra prismtica escalonada que conforma sus
fachadas posee, en su parte alta, una serie de incisiones, fisuras, que actan a modo
de friso musical unificador de todos los volmenes (figs 4, 5, 6 y 7). Estas pausas
representan sutilmente una composicin susurrante, rtmica, acentuando el carcter de
templo de la ciencia del edificio. Esta banda temporal estructuradora se ha
independizado de la volumetra general, entra en oposicin con el resto como banda
significante de ausencias-presencias en la totalidad de la imagen que el edificio posee
en la ciudad. Nos habla de su infinitud, nos susurra un movimiento, un tempo, una
serie temporal que organiza por s sola el espacio-tiempo alrededor de la edificacin.
56
MEN SALIR
57
MEN SALIR
Figs.4, 5, 6 y 7. Denys Lasdun, 1959. Royal College of Physicians. Exteriores y detalle friso superior.
58
MEN SALIR
Notas:
(2) Eugenio Tras, La lgica del lmite, Ediciones Destino, S.A., Barcelona, 1991,
pg.60.
(6) Umberto Eco, "La estructura ausente", Ed. Lumen, Barcelona, 1989, pg 138.
(Tt. Or. "La struttura assente", Casa Editrice Valentino Bompiani, 1968).
(13) Gilles Deleuze, "Proust y los signos", Ed. Anagrama, Barcelona, 1972, pg. 37
(Tt. Or. "Proust et les signes", Presses Universitaires de France, Pars, 1964).
59
MEN SALIR
1.- INTRODUCCIN.
Las teoras estticas tradicionales han estado basadas durante mucho tiempo en
una ideologa platnica, es decir, las obras de arte tenan como funcin principal dar
cuerpo a un concepto de Belleza que exista antes que ellas y constitua una de las
caras de una realidad espiritual superior, de un Ser eterno caracterizado por la
inmutabilidad.
Este idealismo esttico presupone siempre una cierta tendencia ideolgica que a
partir de las vanguardias se ha demostrado un medio de opresin de la verdad en
movimiento. As, afirma el compositor serialista belga Henri Pousseur (1929), ...La
crtica materialista confirmar que la creacin artstica no ha estado nunca conforme con lo que las teoras
establecidas esperan de ella, que el hecho de estar definida por su potencial de <<invencin>> le confiere
un valor <<realizador>> y <<enriquecedor>> generador de verdad, y por esta razn es una actividad
contestataria, reivindicadora, progresista..." (1)
Las obras de arte, los smbolos, las representaciones idealizantes de todo tipo,
no sern otra cosa que las huellas en hueco de una posibilidad fundamental y
constituirn los anuncios velados de una realidad todava latente. Ahora bien, y
continuando con el orden de ideas de Henri Pousseur... qu significa esta especie de
latencia ya siempre anterior, si el tiempo es el lugar de la insatisfaccin y de la no
conclusin, si hasta el presente todo ser ha estado situado y se ha desarrollado en l,
si no hay nada en l que lo trascienda? Y no es una ilusin que el tiempo pueda
sacar de s mismo lo que por naturaleza le es radicalmente extrao, un estado que
60
MEN SALIR
Las estructuras que la materia manifiesta en todos sus niveles no seran as sino
los signos de una lucha perpetua, incluso de una victoria, efmera en ocasiones, sobre
el tiempo como proceso de destruccin. Es ms, el triunfo decisivo de la duracin
reside en saber apropiarse e integrar el tiempo con ayuda de las formas peridicas
ms o menos estables de las que todo parece estar hecho. Y si toda identidad parece
poder ser conducida al tiempo plegado sobre s mismo, es una proposicin bilateral, y
todo tiempo, incluso el aparentemente irreversible, puede ser el fragmento de una
enorme forma cilndrica, ms o menos cerrada, ms exactamente una espiral que
continuamente est llevando a un nivel ms alto, asinttico, la funcin de cierre total.
De esta manera una forma nueva tan slo podra aparecer porque preexiste en
estado virtual, potencial, latente, entre los pliegues de una combinacin todava sin
ensayar, pero siempre realizable si se cumplen las condiciones pertinentes.
61
MEN SALIR
62
MEN SALIR
Para el filsofo Garca Bacca, ...msica serial ser la que introduzca la funcin n! (o en su
caso especial 12!) como norma de construccin, como lugar de novedades musicales, aparte de las
puramente matemticas. (3)
63
MEN SALIR
FUENTE DE RUIDO
64
MEN SALIR
Moles estudia asimismo ampliamente el problema del mensaje que limita con el
puro rumor, rico en informacin pero que no puede ser captada por nuestra capacidad
de aprehensin. Existe en el receptor un lmite mximo de informacin receptible; ms
all de este lmite el receptor selecciona, en el ocano de informacin que tiene a su
disposicin, una serie de formas; ms all se sumerge en el total desinters. Habr
pues que seleccionar profusamente por parte del autor una serie de elementos, de
65
MEN SALIR
Umberto Eco nos centra de nuevo el problema: "...El problema pues estribar, adems
del lmite de perceptibilidad funcin de una situacin cultural determinada, en hallar las frmulas de orden
que conviertan el universo multipolar de la obra abierta en una forma: una subyacente a todas las
definiciones comprensivas de forma que son las nicas que pueden definir un resultado <<artstico>>". (4)
66
MEN SALIR
Pero adems una individualidad debe poder ser captada en s misma. Este valor
irremplazable de la individualidad por medio de la cual puede llevarse a cabo todo
anlisis posterior, es evidentemente de naturaleza intuitiva, aunque deber ser
inmediata y cualitativa (pero no exenta de profundidad). Adems no podr existir sin un
mnimo de actividad racional, pues la comprensin ms inmediata consiste en poder
separar el objeto de su contexto, siendo esto una primera operacin de medida.
67
MEN SALIR
nuestro anlisis. Henri Pousseur afirma ...La formacin ser ms importante que la forma, la
obra en movimiento ms autntica que la obra acabada, formas abiertas en las que el espectador est
llamado a contribuir a la determinacin de la actualidad esttica que se le presenta. El artista ser el
agente privilegiado (por especializado) de una obra comn que nunca dejar de hacerse y que comporta
otros protagonistas decisivos. Por ser el dilogo la forma fundamental de la nueva comunin artstica, la
explotacin del lenguaje y de sus posibilidades adquiere un lugar especial. Predomina en el fondo de
nuestra naturaleza una insatisfaccin insoluble, y la presencia <<en hueco>> que nos da aqullo que nos
supera nos incita a una bsqueda siempre recomenzada. Las obras de arte son siempre fagmentarias,
testimonios de un fracaso, y sern tanto mejores cuanto mejor manifiesten esta apertura interna." (5)
68
MEN SALIR
69
MEN SALIR
crisis se introduce para ayudar a la inercia auditiva llevndola de nuevo al polo de la atraccin. La
introduccin de una nueva tonalidad en un desarrollo musical exige un artificio capaz de vencer con
dificultades esta inercia: se trata de la <<modulacin>>, pero sta, invirtiendo el orden jerrquico,
introduce a su vez un nuevo polo de atraccin, una nueva tonalidad, un nuevo sistema de inercia. En el
mismo plano del desarrollo temtico la oposicin y desarrollo de los temas obedecen a criterios de
causalidad, de finalidad incondicionada; en la subordinacin y, por consiguiente, en la conciliacin final de
los elementos temticos, la solucin es de nuevo esttica; lleva a la conclusin del proceso en una
situacin de reposo". (8)
70
MEN SALIR
Msica a la clsica se puede comparar a la oposicin entre una lgica de la posibilidad frente a una lgica
de la necesidad". (9)
71
MEN SALIR
72
MEN SALIR
de juicio todo lo que se saba sobre los objetos arquitectnicos y elaborar un nuevo
mtodo con la intencin de re-definirlos.
73
MEN SALIR
Se puede afirmar incluso que toda obra nueva nace ya en relacin con un
contexto simblico creado por obras preexistentes, libremente escogidas por el autor
como el horizonte de referencia de su temtica. Esta afirmacin puede enriquecerse si
aadimos al contexto previo sobre el que trabaja el creador: la metodologa, los
conceptos de otras disciplinas que tambin puedan catalogarse de experimentales. No
ser pues de extraar que uno de los objetivos fundamentales de este trabajo consista
en determinar las pertinencias, las analogas tanto proyectuales como constructivas
entre obras concretas, de ciertos mecanismos derivados de la msica serial, con
determinadas arquitecturas de los aos cincuenta y sesenta.
a) La acentuacin exasperada de un tema dado, que podr producir una desarticulacin, una
74
MEN SALIR
75
MEN SALIR
76
MEN SALIR
Tafuri se refiere al crtico Emilio Garroni desde una posicin ms optimista sobre
el acentuado carcter de juego de estas arquitecturas: El objeto de juego tiene como dos
caras, una vuelta hacia el presente, donde se consume y de hace consumir prcticamente sin residuos
culturales apreciables; y la otra vuelta hacia el futuro, donde se carga de seriedad y de significados
nuevos, proponindose como objeto de comprensin intelectual y contemplativa, donde, en suma, se
hace discurso <<positivo>>, susceptible de ser no solamente gozado sino tambin continuado en
discursos ulteriores". (15)
77
MEN SALIR
78
MEN SALIR
inmediatamente a la gran forma, con toda la complejidad que ello implica, con un
lenguaje cuyos medios de articulacin estaban todava mal definidos.
Se reclama pues para la arquitectura y la msica una nocin del espacio y del
tiempo discontnuos gracias a estructuras entrecruzadas en lugar de permanecer
clausuradas y estancas; en fin, una especie de desarrollo en el cual el circuito cerrado
no sea la nica solucin a encarar. Ser un dominio donde, en cierto modo, pueda
elegirse una propia direccin, dentro del rigor y del libre arbitrio. Los arquitectos
comprometidos con esta forma de hacer rechazarn toda jerarqua que no se
encuentre implicada en lo inmediato arquitectnico. El tiempo y el espacio
arquitectnicos cambiarn su significacin, sobre todo a partir de los aos sesenta.
Crear su tcnica, su vocabulario, sus formas, los condujeron a transformar totalmente
nociones que, hasta ellos, haban permanecido estticas: lo moviente, el instante,
hace irrupcin en la arquitectura; no solamente la impresin de ese instante, de lo
fugitivo, sino una concepcin irreversible, relativa, de la arquitectura, del universo
arquitectnico en general. Las relaciones de objeto a objeto se establecern en el
contexto siguiendo funciones no constantes, siguiendo el concepto de modernidad -
dice Baudelaire- <<de lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya
79
MEN SALIR
80
MEN SALIR
Fig 2. Kallmann, McKinnel & Knowles, 1962-68. Ayuntamiento de Boston. Exterior. Detalle
Por cierto, observando las plantas del edificio, (fig. 3) nadie dira que el aparente
desorden que propugnan las dos primeras pudiera verse rematado por unas planta tan
isotrpica como las correspondientes a oficinas, de un orden perimetral absolutamente
riguroso. De nuevo la ambigedad puesta al servicio de una informacin esttica, pues
de este contraste aparentemente contradictorio es justamente de donde el edificio
extrae su condicin de objeto significativo.
81
MEN SALIR
82
MEN SALIR
Figs. 4 y 5. Kallmann, McKinnel & Knowles, 1962-68. Ayuntamiento de Boston. Exterior. Detalles.
83
MEN SALIR
Fig. 6. Kallmann, McKinnel & Knowles, 1962-68. Ayuntamiento de Boston. Exterior. Detalles de ladrillo.
84
MEN SALIR
85
MEN SALIR
Fig 10. Kallmann, McKinnel & Knowles, 1962-68. Ayuntamiento de Boston. Exterior general.
86
MEN SALIR
Notas:
(4) Umberto Eco, "La definicin del arte", Ed. Martinez Roca, Barcelona, 1970.
Pg.185. (Tt.Or. "La definizione dellArte", U.Mursia, Miln, 1968.)
(8) Henri Pousseur, "La nuova sensibilit musicale", "Incontri musicali", Mayo
1958, extrado y citado por Umberto Eco, Op. Cit., pg.174.
(11) Roland Barthes,"Crtica y verdad". Siglo XXI Editores, Mjico, 1989. Pg.
66 (Tt. Or. "Critique et verit", ditions du seuil, 1966).
87
MEN SALIR
(16) Pierre Boulez, "Hacia una esttica musical", Monte Avila Editores,
Caracas, 1990, pg. 28 (Tt. Original: "Relevs d'aprenti", Editions du Seuil,
1966).
88
MEN SALIR
89
MEN SALIR
Las artes fronterizas, concluye Trias, "...son artes no significativas pero que comunican
simblicamente con el universo de la significacin. Carecen de ella pero rebosan de sentido: eso les
hermana en una misma paradoja esttica. De algn modo sus figuras son siempre autorreferenciales, y
funden los desdoblamientos caractersticos de las artes mundanales (significante-significado)". (3)
90
MEN SALIR
2.- LO PARADJICO.
3.- LO HERMTICO.
91
MEN SALIR
c) El lenguaje refleja lo inapropiado del pensamiento, y ser-en-el-mundo significa tan slo darse
cuenta de que no se puede hallar un significado trascendental.
d) Todo texto que pretenda afirmar algo unvoco es un universo abortado. Cada vez que se intenta
decir <<esto es as>>, se desata una ininterrumpida cadena de infinitas remisiones, durante lo
cual <<esto>> nunca es lo mismo.
e) El pecado original del lenguaje (y de todo autor que lo haya hablado) es redimido por cierto
lector quien comprendiendo que el ser es deriva, corrige el error y entiende lo que otros lectores
estn condenados a ignorar, buscando la ilusin del significado en textos nacidos para
defraudarles.
f) Aun as, todos pueden convertirse en elegidos con tal de que osen superponer su propia
intencin de lectores a la inalcanzable y perdida intencin del autor; cualquier lector puede
convertirse en superhombre que comprende la nica verdad: que el autor no saba de qu estaba
hablando porque era el lenguaje el que hablaba en su lugar.
g) Para salvar el texto, para transformar la ilusin del significado en la conciencia de que el
significado es infinito, el lector debe sospechar que cada lnea esconde un secreto, que las
palabras no dicen, sino que aluden a lo no dicho que ellas mismas enmascaran. La victoria del
lector consistir en hacerle decir al texto todo excepto aqullo en lo que pensaba el autor, porque
apenas se descubriera que existe algn significado privilegiado estaramos seguros de que no
sera el verdadero.
h) El elegido es quien entiende que el verdadero significado del texto es su vaco". (6)
Estos aspectos de alguna manera caricaturizados por Eco dibujan todos juntos
un sndrome patolgico de alusin y sospecha, implican una metafsica de la
semejanza, y alimentan una actitud crtica para la cual un texto no es sino la cadena
de respuestas que produce, es un montaje, un collage en que el autor pone las
palabras y los lectores el sentido. La habilidad interpretativa consistir en fijar unos
parmetros razonables de lectura de los textos y los objetos, haciendo resaltar el
mundo relacional y analgico con mtodos deductivos, inductivos y abductivos.
92
MEN SALIR
necesariamente en la simultaneidad de dos series por lo menos. Cualquier serie nica, cuyos trminos se
distinguen solamente por el tipo o grado, comprende necesariamente dos series heterogneas, cada una
con trminos que difieren de los de la otra por naturaleza. La forma serial es pues esencialmente
multiserial. Todo tiene inters en funcin de otra serie por lo menos". (8)
Sobre el carcter de las obras seriales, tres son los rasgos que nos permiten
precisar su relacin y distribucin, segn Deleuze:
a) Los trminos de cada serie estn en perpetuo desplazamiento relativo respecto a los de la otra.
Hay un doble deslizamiento de una serie sobre otra, o bajo la otra, que las constituye en perpetuo
desequilibrio.
b) Este desequilibrio debe ser orientado; la serie determinada como significante presenta siempre
un exceso sobre la otra.
c) Lo que asegura el desplazamiento relativo de las dos series y el exceso de una de ellas es una
instancia paradjica, que no puede reducirse a ningn trmino comn a las dos series, a ninguna
relacin entre los trminos". (10)
Los trminos de cada serie contienen pues un lugar absoluto, que se encuentra
93
MEN SALIR
determinado siempre por su distancia con este elemento que no cesa de desplazarse
respecto de s mismo en las dos series. La instancia paradjica nunca est donde se
busca y no se la encuentra nunca en donde est. Es una casilla vaca, que permite
que todo funcione, asegura la donacin de sentido en las series significantes y
significadas. No hay estructuras sin serie, sin puntos singulares correspondientes a
estas relaciones. No hay estructura sin casilla vaca (profundizaremos ms adelante
en el matiz entre estructura y serie, y en los objetos a que esto puede dar lugar).
5.- LA "DIFERANCIA.
94
MEN SALIR
rechazado de la arquitectura?
95
MEN SALIR
presente por esta misma relacin con lo que no es l. Es esta constitucin del presente como sntesis
<<originaria>> e irreductiblemente no-simple, es lo que propongo como <<diferancia>>. sta es a la vez
espaciamiento y temporizacin". (14)
As concluye Derrida: "No ha habido nunca, nunca habr palabra nica, nombre-seor. No
habr nombre nico, aunque sea el nombre del ser, y es necesario pensarlo sin nostalgia, fuera del mito
de la lengua puramente paterna o materna, de la patria perdida del pensamiento". (15)
No hay por otra parte nada repetido que no pueda ser aislado o abstrado de la
repeticin en la que se forma, y as la repeticin se convierte en simblica por esencia,
el smbolo, el simulacro, es la letra de la repeticin misma. Mediante el disfraz y el
orden simblico, la diferencia queda comprendida en la repeticin. Las variaciones
expresaran as mecanismos diferenciales que son de la misma esencia y gnesis de
96
MEN SALIR
Entre estos dos tipos de repeticin parece en principio que hay una semejanza,
ya que entre el primer tipo y el segundo solamente ha cambiado el contenido del
concepto, o el elemento, que se articula de otra manera. Pero no es del todo as,
porque en el segundo tipo, en el orden dinmico, no hay ya ni concepto representativo
ni elemento representado en un espacio preexistente: hay tan slo una idea y un puro
dinamismo creador del espacio correspondiente.
...La ritmologa nos invita igualmente a distinguir dos tipos de repeticin. La repeticin-medida es
una divisin regular del tiempo, una vuelta iscrona de elementos idnticos. Pero la duracin existe tan
slo en cuanto que determinada por un acento tnico, dominada por intensidades, por puntos de
relevancia, instante privilgiados que marcan intensas polirritmias. Es la repeticin-ritmo. (15)
97
MEN SALIR
98
MEN SALIR
99
MEN SALIR
100
MEN SALIR
Fig. 5. Denys Lasdun, 1963. University of East Anglia; Norwich. Planta general.
Fig. 6. Denys Lasdun, 1963. University of East Anglia; Norwich. Distribucin en el paisaje.
101
MEN SALIR
Fig. 7. Denys Lasdun, 1963. University of East Anglia; Norwich. Zona de espacios comunes.
102
MEN SALIR
Notas:
(1) Eugenio Trias, "La lgica del lmite", Ed.Ensayos/Destino Barcelona, 1991, pg.
36.
(4) Gilles Deleuze, "Lgica del sentido", ED. Paids, Barcelona, 1989, pg. 46. (Tt.
Or. "Logique du sens", Les Editions de Minuit, Pars, 1969).
(7) Claude Lvi-Strauss, "Mirar, escuchar, leer", Ed. Siruela, Madrid, 1993. Pg.
12. (Tt. Or. "Regarder, couter, lire", Ed. Librairie Plon, 1993).
(16) Gilles Deleuze , Diferencia y repeticin, Ed. Jcar, Madrid, 1988, pg 65.
(Tt.Or. Diffrence et repetition, Presses Universitaires de France, 1968)
103
MEN SALIR
104
MEN SALIR
105
MEN SALIR
Estas arquitecturas, su esencia, no tiene que ver nicamente con el espacio. Son
arquitecturas de tiempo, que anteponen el crecimiento a su propia existencia, la
formacin por delante de la forma como entidad completa. En esta preponderancia de
lo temporal se renen la tcnica de montaje y el uso sistemtico de lo imprevisto, para
ir formando las premisas de un nuevo lenguaje basado en la improbabilidad, y en
aqullo que el formalismo ruso calific como distorsin semntica. Las tcnicas
cinematogrficas son claras a este respecto. (figs 1 y 2).
Ahora bien, si la consciencia del espacio produce idolatra, detrs del tiempo se
asoma le hereja, la actitud iconoclasta. El arte temporalizado enfatiza lo anti-clsico,
la desestructuracin expresionista de las formas, rechaza la divina proporcin y
ensalza la relatividad; niega las reglas autoritarias concernientes a lo bello y opta por
la ilegalidad y el desorden. No son estas muchas de las cualidades imputadas a las
arquitecturas que iran surgiendo a raz de la decadencia del Movimiento Moderno?
No se puede interpretar el desasosiego de la crtica arquitectnica de los aos
cincuenta y sesenta como una no-asimilacin del aumento de la vertiente temporal en
ciertas obras, no consideradas as anteriormente?
106
MEN SALIR
Por otra parte, como nos asegura B. Zevi, ...el tiempo para el artista no es un tiempo de
descanso, sino un tiempo de angustia, por no decir de muerte y por tanto de vida. (...) El artista no cambia
espacio por tiempo, sino que temporaliza el espacio. (...) Al envolver el tiempo con su experiencia de
espacio, lo convierte en concreto y humano. (1)
Fig. 3. Juan Daniel Fullaondo, alzado para establecimiento comercial en Madrid, 1965.
107
MEN SALIR
Fig. 4. Juan Daniel Fullaondo, alzado para establecimiento comercial en Madrid, 1965.
108
MEN SALIR
pasado: ...El poder rememorante del alma tan slo puede encontrarse en la falta o prdida introducidos
por la aceleracin histrica del tiempo que marca al pasado con el distintivo de la irrevocabilidad. La
temporalizacin de la historia es el acontecimiento en que slo el alma puede tomar conciencia de s en
cuanto que alma, custodia de la memoria del pasado. En el movimiento del recuerdo es la historia
temporalizada la que se convierte a su vez en apariencia; esto sucede cuando la imagen dialctica se
encarga de descifrar su ntima esencia." (3)
Tan slo a partir del espacio de la historia temporalizada, tan slo a partir del
tiempo del espritu, puede surgir la autntica conciencia de la apariencia y la misma
idea del tiempo mesinico. En caso contrario la temporalidad esttica caera dentro del
espacio del mito, y no se constituira mesinicamente en relacin con la historia. Tan
slo la historia temporalizada, como conciencia de la irremediable caducidad de lo
fenomnico, abre al mismo tiempo el espacio de ese recuerdo que conserva su
apariencia para siempre, en la negacin que lo convierte nihilsticamente en esencia.
109
MEN SALIR
Fig. 5. Antonio Fernndez Alba, Concurso para centro cultural en Burgos, 1967.
110
MEN SALIR
4.- LA IMAGEN-TIEMPO.
Cobra para nosotros un mximo inters el anlisis que realiza del tiempo alguien
como Gilles Deleuze: El tiempo es la naturaleza muerta, pues todo lo que cambia est en el tiempo,
pero el tiempo mismo no cambia, no podra cambiar ms que en otro tiempo, y as hasta el infinito." (7)
111
MEN SALIR
112
MEN SALIR
Segn esto, las imgenes pticas y sonoras puras implicaran un ms all del
movimiento, una especie de triple inversin que hara no ya del tiempo la medida del
movimiento, sino del movimiento la perspectiva del tiempo. Esto constituye toda una
arquitectura del tiempo con una nueva concepcin y nuevas formas de composicin.
Por otra parte, los elementos de esta arquitectura-tiempo entraran en relaciones
internas que haran que la imagen entera tuviera que ser leda y escuchada no menos
que vista, legible y audible tanto como visible. Relaciones que tenderan a reemplazar
al objeto, a borrarlo a medida que aparece, desplazndolo sin cesar. En tercer lugar,
esta arquitectura subordinara la descripcin de un espacio a funciones de
pensamiento. Sera la indescirnibilidad lo que le dotara de un rico conjunto de
funciones. Sera una arquitectura objetora, respondona, provocativa, hipottica, con
carcter fuertemente experimental. As pues, arquitectura-tiempo-legible-audible-
pensante, derivada de una primera arquitectura-movimiento. En estas imgenes, el tiempo
es necesariamente una representacin indirecta, porque emana de su propio montaje, organizacin, que
liga una imagen-movimiento a otra. Esta <<organizacin>> constituye su todo y nos da as la imagen del
tiempo." (9)
113
MEN SALIR
Slo la obra de arte nos permite recobrar el tiempo, es el nico medio para recobrar el tiempo
perdido. Ella contiene los signos ms altos, cuyo sentido est situado en una complicacin primordial,
eternidad verdadera, tiempo original absoluto". (10)
114
MEN SALIR
115
MEN SALIR
Por otra parte, estaran dotadas de un plan de liberacin de esas mismas formas
que tan slo mantendra entre ellas relaciones de movimiento y reposo, de velocidad y
lentitud, de afectos flotantes, de tal modo que el propio plan se percibe al mismo
tiempo que nos permite percibir lo imperceptible (microplan, plan molecular).
116
MEN SALIR
En esta dialctica entre tan refinado tejido y la maciza estructura del basamento
se expresa una dramtica tensin, en nuestra opinin desencadenada por esta
relacin del fuerte volumen con la imagen temporalizadora y dinmica que suponen las
fachadas. (fig. 9)
117
MEN SALIR
Figs. 10 y 11. Kenzo Tange; Ayuntamiento de Kurashiki, 1958-60. Detalle de fachada y Esquema de claroscuros en
fachada. Dibujo del autor.
118
MEN SALIR
Tan slo una eleccin de otra ndole que la compositiva clsica, tan slo una
voluntad de musicalizar, de serializar el objeto, a travs de un montaje selectivo de la
relacin hueco-macizo, podr alterar su voluntad volumtrica. Un movimiento uniforme
hablar de una medida, pero movimientos variados y diferenciales hablarn de un
ritmo, movimientos propiamente intensivos hablarn de una tonalidad, y su
potencialidad, de una armona. Un movimiento aberrante, anormal, presentar
directamente el tiempo; constantes cambios de escala y proporcin, recorridos
posibles e imposibles, presentarn el tiempo como un todo, como apertura infinita,
como anterioridad sobre todo movimiento normal definido por la motricidad.
119
MEN SALIR
Notas:
(5) Martin Heidegger, "El ser y el tiempo" (cit. J.D. Fullaondo en "Composicin de
lugar", Hermann Blume, Madrid, 1990, pg.163.)
(7) Gilles Deleuze, "La imagen-tiempo. (Estudios sobre cine II)". Paids
Comunicacin, Barcelona, 1986, pg. 31. (Tt. or."Limage-temps.Cinma 2". Les
ditions de Minuit, Pars, 1985.)
(11) Gilles Deleuze, "Proust y los signos", Editorial Anagrama, Barcelona, 1974,
pg.58. (Tt. Orig. Proust et les signes, Presses Universitaires de France, Pars,
1964.)
(13) Gilles Deleuze, Flix Guattari, Mil mesetas, Pre-textos, Valencia, 1994,
pg.270. (Tt. Or. Mil plateaux (capitalisme et schizophrnie), Editions de
Minuit, Pars, 1980.
120
MEN SALIR
1.- INTRODUCCIN.
Una vez admitida como premisa esta evolucin de la arquitectura hacia la propia
e interna descomposicin de sus cdigos lingsticos, deberamos, con cierta
precisin, fijar su origen, etapas y desarrollo. Pero su denominador comn, el
parmetro que comienza a fijar este camino hacia la propia des-estructuracin de la
forma arquitectnica, resulta ser un trmino musical, un concepto heredado de las
vanguardias musicales de principios de nuestro siglo, anticipadas ya por Richard
Wagner: <<la disonancia>>, o en trmino acuado por el propio Arnold Schoenberg,
<<la emancipacin de la disonancia>> como principal factor compositivo y elemento
de creacin.
122
MEN SALIR
Est empezando a surgir una polifona que estar cada vez menos regida por el
principio de identidad, pero en la que la multiplicidad de los estados musicales podr
manifestarse de manera diversa, incluyendo la simultaneidad. Mientras, un personaje,
un leit motiv, por ejemplo, est ausente, contina sin embargo existiendo para la
conciencia puesto que podr reaparecer y hasta demostrar una cierta evolucin,
sufrida en ese intervalo de tiempo. Se empieza a crear un lenguaje de resonancias.
123
MEN SALIR
las notas cromticas modulantes que permiten efectuar modulaciones fuera del tono
principal, desde los tonos vecinos a los ms alejados. Si en una escala diatnica se
introducen todos los intermedios cromticos, se obtiene la escala llamada cromtica,
fuera de toda tonalidad (contiene los doce semitonos de una octava).
124
MEN SALIR
Tanto para Schoenberg como para los pioneros intelectuales de la lite vienesa,
las firmes coordenadas tradicionales del espacio y del tiempo ordenados perdan su
fiabilidad, quizs incluso su veracidad. Schoenberg rechaz la tonalidad,
autodenominndolo la <<emancipacin de la disonancia>>, liberando a la msica de lo
jerrquico y autoritario que presupone un antes y un despus, demostrando la validez
comunicativa de un estado estructural de contradicciones. Crea el espacio sonoro
multidimensional.
Para un estudioso como Henri Pousseur "...las primeras obras de Schoenberg poseen el
autntico sello Fin-de-Sicle al transmitir la misma sensacin de amorfismo csmico que encontramos en
la pintura de Klimt. Comienza a desarrollar la dualidad de orden externo y sentimientos personales como
dos tensiones musicales interactuantes: una entre palabra y contexto, otra entre formas tradicionales y
una nueva expresin psicolgica errtica que hace posible la atonalidad". (3)
125
MEN SALIR
126
MEN SALIR
Como nos ilustra de nuevo Henri Pousseur: ...si una forma serial de la meloda se
superpone siempre a una serie del acompaamiento que presente las dos escalas en el orden cronolgico
inverso, es evidentemente con el fin de evitar al mximo tanto los choques de notas entre las dos capas
como los problemas armnicos que pudieran derivarse. Tiene que hacerlo con la relacin entre la serie
bsica y la inversin, garantizando la total diferencia del material armnico. Esto refleja la ambigedad
estilstica en Schoenberg. Pero en la verdadera meloda acompaada, el acompaamiento iba siempre
armnicamente acorde con la meloda, y la lnea meldica no era ms que una de las expresiones,
abreviada, de la construccin armnica verticalmente unificada. En Schoenberg las notas del
acompaamiento son elegidas rigurosamente para que sean lo ms ajenas posible a las de la meloda.
Parece que esto est al servicio del conjunto cromtico, pero slo parcialmente. Las dimensiones
horizontal (meldica) y vertical (armnica) se encuentran opuestas entre s al mximo. Es demasiado
disonante, demasiado cromtica su msica, para que en ella podamos descubrir an funciones tonales
coherentes, aunque sean ampliadas al mximo y extremadamente enriquecidas. Los acordes no aportan
a la meloda ms que incertidumbre o en cualquier caso proteccin, o interferencia perturbadora. La
armona contribuye as a la dispersin-distorsin general que lleva en su seno". (4)
127
MEN SALIR
128
MEN SALIR
estaba quebrada, cargada de vida plena de sentimientos del hombre a la deriva y vulnerable en el
universo ingobernable; pero subrepticiamente plante, a partir de sus propios poderes, un inaudible
mundo subliminal de orden racional que integrara el caos. La disonancia liberada se convierte as en una
nueva armona, el caos psicolgico en un orden meta-sensual". (7)
Esta armona atonal lo nico distinto que postula es emplear libremente los doce
sonidos de la escala sin establecer jerarquas ni relaciones privilegiadas entre ellos,
convirtindose as en muy eficaz para la potica expresionista. Una aportacin
fundamental consistir en la llamada meloda de timbres. Si una meloda habitual es
una sucesin lineal de intervalos, una meloda de timbres es una sucesin lineal de
timbres, con relativa independencia de las notas que los sustentan. El timbre (la
textura del sonido) adquiere as un valor constructivo ejemplar, que tendr
consecuencias importantes en la segunda mitad del Siglo Veinte. Para que pudiera
darse la armona total de timbres, faltaba an en estos momentos la evolucin de los
conjuntos sonoros en cuanto a las texturas, y la serializacin integral como mtodo.
129
MEN SALIR
130
MEN SALIR
Fig 8. Bruno Zevi. Sintxis de la descomposicin cuatridimensional: de la caja clsica a la libertad de las funciones.
131
MEN SALIR
Combinado con el postulado de que deben ser evitadas toda clase de relaciones
tonales-pues la evitacin de las mismas constituye la base de la atonalidad - el
resultado desemboca en la creacin de armonas cuya nica justificacin musical
consiste en su pertenencia a la serie dodecafnica.
Para explicar esta paradoja, debemos recordar que el ms profundo impulso que
indujo a introducir la tcnica dodecafnica fue, en primer lugar, el deseo de crear un
mecanismo tcnico a travs del cual pudiera ser expresada la atonalidad, y en
segundo trmino (aunque se hubiera abolido la diferencia entre consonancia y
disonancia), el afn de reemplazar la agrupacin armnica por una estructura temtica
132
MEN SALIR
Resulta pues muy difcil decir de la msica colorista schoenbergiana, cules son
los componentes especficos de un color y cules son aqullos sin los que podra
pasar sin ser menoscabada. Incluso en lo que tiene de ms fresco, los colores de
Schoenberg son y seguirn siendo los propios de un mundo espectral, onrico,
fantasmagrico.
... No habr desembocado Schoenberg en una nueva metodologa del lenguaje musical por slo
tratar de recomponer la vieja? En el caso Schoenberg hay una catstrofe desconcertante, que sin duda
seguir siendo ejemplar. Poda ser de otro modo? Sera una ingenua arrogancia responder ahora por la
negativa. Sin embargo, es posible discernir porque la msica serial estaba condenada a un fracaso. La
exploracin del campo serial en Schoenberg se haba llevado a cabo unilateralmente: faltaba el plano
rtmico e incluso el plano sonoro propiamente dicho, es decir, las intensidades y los ataques. ...La causa
esencial del fracaso reside en el profundo desconocimiento de las funciones seriales propiamente dichas,
generadas por el principio mismo de la serie, que se adivinan en un estado ms embrionario que eficaz.
Con esto queremos decir que la serie permanece en Schoenberg como un denominador comn inferior
para garantizar la unidad semntica de la obra, mientras que los elementos del lenguaje obtenidos de esta
forma son organizados por una retrica preexistente, no serial. Creemos que en ello se manifiesta la
133
MEN SALIR
irritante falta de evidencia de una obra sin unidad intrnseca....Ahora bien, si existe el fracaso Schoenberg,
no es escamotendolo que podr buscarse una solucin vlida al problema planteado por la epifana de
un lenguaje contemporneo. (14)
Interesantsimas estas frases del compositor francs, pues sin negar valor
alguno al campo abierto por la msica dodecafnica, centra el problema del lenguaje
moderno de la msica adscribindolo a la importancia de la generalizacin de la
tcnica serial completa. La disonancia emancipada no bast, pues, para que las
experiencias de las vanguardias de principios de siglo consiguieran generalizar una
potica del lenguaje completamente moderna. En su mismo mecanismo germinal
estaba la propia falta de plenitud, las reminiscencias del pasado. Faltaba algo, un
procedimiento ms terico, ms general, para desarrollar toda la carga de modernidad
que el siglo XX ha mostrado con posterioridad.
Toda la libertad y amplitud que prometan tanto la Raumplan de Adolf Loos como
los cinco puntos del lenguaje de la arquitectura de Le Corbusier condicion a la larga a
la arquitectura moderna, que trat, como bien ha estudiado M Teresa Muoz, ...de
cubrir el campo entero de la arquitectura, tal y como lo cubra el clasicismo, y tambin como el clasicismo,
supona la unin de una idea y de unos materiales sin que mediara opcin alguna. La forma en la
arquitectura moderna careca de intencionalidad, simplemente se admita como un lenguaje consistente y
lleno de posibilidades para el arquitecto, como un ideal arquitectnico. (15)
134
MEN SALIR
De nuevo la paradoja de que aqullo que iba a propiciar una apertura formal
infinitamente repleta de posibilidades se convirti, ms por despecho a una tica
concreta que por conviccin en su propia metodologa, en una esttica de produccin
en serie sin atender a la individualidad de las obras. Las ideas no estaban al servicio
de la forma, sino que eran la forma misma. Lo que poda haber sido, y as lo apuntaba
su origen, una concepcin metodolgica estructural y abierta de creacin de formas,
de ansiada capacidad de renovacin, se convirti en una frmula inexcusable de
repeticin de objetos ajenos a posibilidades de crecimiento y cambio.
7.- COROLARIO.
Tendremos que esperar a que transcurra la Segunda Guerra Mundial para que
esto suceda, para que un racionalismo de corte positivista, mezcla extraa de lo
sensible y de lo racional, impregne ciertas producciones arquitectnicas y comience a
crear verdaderas obras abiertas, objetos seriales capaces de producir mltiples
significaciones.
135
MEN SALIR
136
MEN SALIR
137
MEN SALIR
Figs.5 y 6 John Johansen, 1966; Biblioteca de la Clark University, Worcester. Disonancias volumtricas.
138
MEN SALIR
Fig. 7 John Johansen, 1966; Biblioteca de la Clark University, Worcester Planta baja.
Fig. 8 John Johansen , 1966; Biblioteca de la Clark University, Worcester Planta alta.
139
MEN SALIR
140
MEN SALIR
Notas:
(1) Henri Pousseur, "Msica, semntica, sociedad", Alianza Msica, Madrid, 1984,
pg.44. (Tt. Original: Musique, smantique, societ, Editions Casterman, Pars
et Tournai).
(2) Carl E. Schorske, "Viena Fin-de sicle", Gustavo Gili, Barcelona, 1981, pgs.
355,356. (Tt. Original: "Fin-de-Sicle", Vienna, Politics and Culture@, 1961).
(5) Pierre Boulez, "Hacia una esttica musical", Monte vila Editores, Caracas,
1990, pg.339. (Tt. Original: "Relevs d'aprenti", Editions du Seuil, 1966.)
(8) Maria Teresa Muoz, "El laberinto expresionista", Molly Editorial, Madrid, 1991.
141
MEN SALIR
142
MEN SALIR
143
MEN SALIR
144
MEN SALIR
145
MEN SALIR
146
MEN SALIR
Fig.4 Anton Webern. Correlograma de frecuencia de paso en tro de cuerda op.20 (violn)
147
MEN SALIR
148
MEN SALIR
En 1914, Webern compone tres pequeas piezas para cello y piano, la ltima de
ellas con tan slo veinte notas, e inicia un camino que no permite ya sino la
permutacin de la escala cromtica. Segn estudios de Paul Griffiths, podemos ubicar
la absoluta madurez serial del compositor a partir de 1927: En el periodo 1914-27 se adivina
en las obras de Webern un mecanismo proto-serial, en el que cada lnea contrapuntstica sigue su propia
secuencia de formas seriales. Se empieza a tener la impresin de que se realiza un exhaustivo examen
de las diferentes posibilidades del mtodo. Ser en el periodo 1927-45 cuando el metodo serial alcanza
plena madurez en el msico viens. En las obras op.4 a op.30 los cnones, palndromos y variaciones
haban sido las principales estructuras, tipos formales que se combinaban entre s, o con diferentes
planteamientos (sonatas, ronds, etc...). Los temas constaban de una serie de motivos (armnicos,
meldicos, rtmicos) que a menudo se diferenciaban en timbre y/o estructura rtmica, y que se
presentaban en una estructura muy abierta. El tema propiamente dicho no volva (salvo en acusadas
repeticiones) sin considerables cambios. Sin embargo, a partir de la op.24 se empieza a dar una sutil
relacin entre estructuras pequeas y grandes, siendo las primeras necesarias y comprometedoras para
la percepcin de las segundas. En los cnones empieza a plantearse la destruccin de su estructura
como tales (movimiento intermedio de las variaciones para piano), hacindolos casi desaparecer del
campo de la perceptibilidad. Se obliga al ejecutante a ser capaz de mantener la continuidad de una lnea a
pesar de los cambios de registro y timbre". (5)
En vez de hacer que la serie edificara un amplio tema meldico (como en las
variaciones para orquesta de Schoenberg), Webern la divida en grupos ms
pequeos, a menudo de tres o cuatro notas, que constituan los elementos
estructurales fundamentales, utilizados para la formacin de temas y sin embargo
diferenciados, creando un suave antagonismo resultante entre la organizacin
motvica y la temtica. El compositor consider la serie, concluye Griffiths: ...un motivo
subserial, como una ley natural cuya operacin otorgaba una coherencia fundamental a los fenmenos
ms variados, como en las palabras de Goethe, <<todas las formas son similares y ninguna es la
misma>>, apuntando as la msica hacia una ley secreta, hacia un enigma sagrado". (6)
Henri Pousseur nos ofrece por ltimo una imagen de la nueva situacin
interpretativa analizando as la estructura de la obra weberniana: Todo sonido, en la obra
de Webern, tiene como vecino inmediato, o casi, uno de los sonidos, a veces los dos, que forman con l
un intervalo cromtico. La mayora de las veces este intervalo no se presenta como semitono, que sera
todava un <<conductor meldico>>, sino bajo la forma ampliada de la sptima mayor o de la novena
149
MEN SALIR
menor. Estos intervalos impiden la valoracin sensible y automtica de las octavas, <<desvan>> el
significado de la instauracin de las relaciones frecuenciales, se oponen a la imagen de un espacio
auditivo <<rectilneo>> tal como creaba la msica clsica, y crean un nuevo tipo de espacio que se ha
podido comparar al espacio curvo de la ciencia contempornea. El inters se distribuye en todos los
puntos. Con el tiempo sucede algo similar, y con todos los aspectos del nuevo universo musical: la
importancia semntica, los motivos de inters se hallan distribuidos en cada uno de sus puntos, en cada
uno de sus momentos, y lo fundamental para la audicin resulta ese perpetuo abrirse de la consciencia al
presente, no la promesa de un ser mejor, sino de un equilibrio absoluto siempre diferido". (7)
150
MEN SALIR
A partir de su Segunda Cantata, Webern resume, segn Pierre Boulez, todas sus
nuevas nociones de la msica:
151
MEN SALIR
intervalos.
d) Frontera abolida entre dimensin horizontal y vertical, considerando que la funcin
horizontal se reduce, por el tiempo cero, a la vertical.
e) Utilizacin de series de funciones simtricas.
f) Utilizacin de funciones de mutacin, donde la serie est de alguna forma expresada por
uno o varios intervalos de base.
g) Funcin temporal nica distribuyendo toda la obra." (9)
Asistimos as a la importancia del vaco del intervalo; vaco que circunda la nota
y en la que sta se embebe. De esa valorizacin del vaco, escogida entre algunos
puntos del espacio acstico, toma su nombre la tcnica puntual, que luego
desarrollarn Boulez y Stockhausen. Para Gillo Dorfles ...Webern representa el puntualismo
tmbrico y los silencios creadores (...) Reduce sus composiciones arduas y frgiles al ncleo de una
sonoridad descarnada y molecular." (10)
COMO SI
COMO SI
152
MEN SALIR
La palabra serie apareci por primera vez bajo la pluma de los tericos vieneses,
cuando describieron las primeras obras de Schoenberg, empleando
consecuentemente una sucesin de doce sonidos, siempre la misma, durante una
obra determinada. La aparicin de la serie pues en Schoenberg est por lo tanto ligada
a un fenmeno temtico; la serie para l es un ultra-tema, que asume una funcin
equivalente al del tema en la msica tonal.
153
MEN SALIR
154
MEN SALIR
155
MEN SALIR
Fig.7. Pierre Boulez; anlisis rtmico de un fragmento del Juego del Rapto, n46, de La Consagracin de la
Primavera, de Igor Strawinsky. Antagonismo de ritmo simple (B), y de estructura rtmica (A).
156
MEN SALIR
157
MEN SALIR
Las arquitecturas que mejor se adaptarn a esta forma de hacer se situarn sin
duda en el mbito de lo planteado por el Team X, pudiendo extenderse, como luego
veremos, a algunos ejemplos de Louis Kahn, Paul Rudolph, Kenzo Tange y las
primeras obras de James Stirling, as como a las actividades desplegadas por los
Smithson. En Espaa cobrar especial relevancia en este sentido la obra de Corrales
y Molezn.
158
MEN SALIR
objeto como algo independiente del individuo. M Teresa Muoz apunta con lucidez
ciertos aspectos bsicos de esta arquitectura: ...la prdida de rotundidad volumtrica que la
arquitectura de los aos cincuenta muestra en los bloques pastilla o las torres, que presenta esquinas
achaflanadas y remates acusados, los mecanismos utilizados para acentuar el acuerdo entre el edificio y
el suelo en el que se asienta, la utilizacin del edificio al tiempo como entidad autosuficiente y como
pantalla que encierra un espacio pblico, etc, son, en todo caso, manifestaciones de un mismo fenmeno
de disolucin de la entidad formal del edificio, aqullo que haba sido el paradigma de la modernidad. (17)
Esta disolucin formal a la que alude M Teresa Muoz est presidida por una
armona funcional y un engranaje virtual de las partes que dan vida a los intervalos
que se producen entre ellas, rescatando el negativo, el vaco entre los edificios, como
un elemento fundamental del proyecto arquitectnico. El intervalo entre los diferentes
puntos es el que se disea minuciosamente, actuando stos como contrapunto de
dicho intervalo, producindose complejas sntesis entre llenos y vacos. As, se
produce una temporalizacin, una dinamizacin de los espacios resultantes.
159
MEN SALIR
Fig.9. Corrales y Molezn, 1963; Concurso Internacional Edificio Peugeot, Buenos Aires.
160
MEN SALIR
Fig.10. Corrales y Molezn, 1963; Concurso Internacional Edificio Peugeot, Buenos Aires.
161
MEN SALIR
Fig.11. Corrales y Molezn, 1963; Concurso Internacional Edificio Peugeot, Buenos Aires.Plantas.
162
MEN SALIR
Notas:
(1) Henri Pousseur, "Msica, semntica, sociedad", Ed. Alianza Msica, Madrid,
1984, Pg.72. (Tt. Original: Musique, smantique, societ, Editions Casterman,
Pars et Tournai).
(2) Andrea Lanza, "Historia de la Msica del siglo XX" (30 parte), Ediciones Turner,
Madrid, 1978, pg. 54. (10 ed. en E.D.T. Edizioni, Turn, 1977).
(4) Pierre Boulez, "Hacia una esttica musical", Monte vila Editores, Caracas,
1990. (Tt. Original: "Relevs d'apprenti", Editions du Seuil, 1966).
(10) Gillo Dorfles, "El devenir de las artes" Ed. Fondos de cultura Econmica,
Mxico, 1963, pgs.160-161. (Tt. Or. "Il devenire delle arti", Giulio Ernandi
editori, Turn, 1959).
(12) Robert P. Morgan, La msica del siglo XX, Ed. Akal Msica, Madrid, 1994, pg
116. (Tt. Or: Twentieth Century Music, WW. Norton & Company, Inc. 1991)
163
MEN SALIR
(16) M Teresa Muoz, del artculo titulado Entretejed con risas nuestras artes (la
arquitectura de Corrales y Molezn), Catlogo de la exposicin sobre Corrales y
Molezn organizada por la Direccin General de la Vivienda y Urbanismo,
Editado por el Centro de Publicaciones de la Secretara General Tcnica del
Ministerio de Fomento, Madrid, 1996, pg. 5.
164
MEN SALIR
1.- INTRODUCCIN.
Con Schoenberg la serie dodecafnica supona una sustitucin del sistema tonal
funcional por otro sistema armnico que fuera tan complejo, duradero y manejable
como quel. As, la llamada serie dodecafnica estara basada en la disposicin de los
doce sonidos de la escala cromtica en un orden determinado previamente por el
compositor. La composicin dodecafnica estara basada pues por entero en una
nica serie cuyo papel sera el de asegurar la unidad y coherencia armnica de toda la
obra. De la serie dimanaran el tema y las consecuencias armnicas del mismo.
La regla de oro estribara en que todos los sonidos de la serie deberan ser
expuestos antes de que alguno de ellos se repitiese, para evitar con la repeticin
cualquier polarizacin-jerarquizacin que recordase el mundo tonal.
Por otra parte, la serie dodecafnica contara con cuatro posiciones bsicas:
165
MEN SALIR
de la serie a travs de registros contrastados, tanto para una registracin fija como
para una continuamente variable.
166
MEN SALIR
En su Segunda Sonata para Piano (1948), las clulas sonoras, bastante breves,
sirven de soporte a las sonoridades, temas rtmicos, trabajados y desarrollados. Se
rompe con el dodecafonismo clsico y se pasa al mundo serial integrado, cuando las
estructuras de timbres y de intensidades vengan a unirse con las sonoras y rtmicas.
Todo se utiliza serialmente. "...Schoenberg slo se interesaba por la altura, Webern por la duracin
y el timbre, Boulez incluye la intensidad, aplicando a todos los conceptos el principio serial de
organizacin". (2)
2.1. STRUCTURES.
167
MEN SALIR
En las citadas Structures para dos pianos (1951-52) (fig.2), asistimos a una
representacin de grado cero barthesiano en su lnea de investigacin, en una especie
de absurdo, de caos y engranaje mecnicos que tiende prcticamente hacia el azar:
...Se trata de eliminar del vocabulario toda huella de herencia, ya sean figuras, fases, desarrollos, formas,
hacer sntesis nuevas sin reminiscencias estilsticas. Hay una bsqueda de equilibrio entre la invencin y
el rigor". (3)
168
MEN SALIR
que se introducen las cuarenta y ocho series de notas y las cuarenta y ocho series de duraciones en toda
la composicin. En lo que respecta a las duraciones, se establece una serie de doce valores logrados
multiplicando la fusa por cada nmero de la serie, y su orden est determinado por las diagonales de la
matriz original para el piano primero, y por los de la matriz inversa para el piano segundo. Lo mismo se
hace con la serie de los diez modos de ataque y su orden lo determinan las diagonales opuestas a las
anteriores". (5)
169
MEN SALIR
Con Le marteau sans matre, Boulez entra por primera vez en ese espacio
multidimensional que le atrae tanto y rompe la continuidad musical. Son tambin muy
importantes las estructuraciones del tempo (la notacin tradicional est sobrecargada
170
MEN SALIR
Fig.4 Pierre Boulez. Le Marteau sans matre, (1952-54), segundo movimiento, compases 67-69.
171
MEN SALIR
No hay duda de que la mayor parte de la obra del Pierre Boulez serial integral,
el de la primera poca, se basa en un flujo lineal de carcter meldico aunque la forma
se convierta para l en una obsesin. Ello le permite crear clulas expansivas y
transformativas que acaban por sustituir ideolgicamente a los temas pero con un
funcionamiento similar.
172
MEN SALIR
3.1. KONTRA-PUNKTE.
3.2. GRUPPEN.
173
MEN SALIR
174
MEN SALIR
175
MEN SALIR
Diez aos mayor que Penderecky, Ligeti comenz a trabajar con los cluster a
finales de la dcada de los cincuenta; la pieza orquestal Atmosphres (1961) fue su
composicin ms importante de entre un conjunto de obras en las que explor estas
posibilidades. Mientras Penderecky tendi a tratar los clusters como bloques slidos
de sonidos formados a partir de partes individuales indiferenciadas, Ligeti form sus
clusters con componentes separados que, aunque no eran perceptibles
individualmente en su mayor parte, cambiaban constantemente para producir sutiles
transformaciones en los modelos internos. Al establecer un amplio nmero de partes
mviles, hizo que estuvieran constantemente cambiando de posiciones, produciendo
un sentido de movimiento interno dentro de un complejo de texturas que permaneca
estacionario en s mismo.
176
MEN SALIR
5.- COROLARIO.
La palabra serie apareci por primera vez bajo la pluma de los tericos vieneses,
cuando describieron las primeras obras de Schoenberg, empleando
consecuentemente una sucesin de doce sonidos, siempre la misma, durante una
obra determinada. Siguiendo las argumentaciones de Pierre Boulez, ste asegura que
antes de la adopcin de la serie de doce sonidos (dodecafnica) propiamente dicha,
se observaba ya en Schoenberg la preponderancia otorgada a una sucesin de
sonidos, una especie de figura musical nica, encargada por su desarrollo y
transformaciones de la organizacin total de las obras.
Esta forma de considerar la serie est ligada a un fenmeno temtico, por lo que
puede considerarse como un ultra - tema. Hasta el fin de su vida, Schoenberg
considerar la serie como debiendo asumir una funcin equivalente al del tema en la
msica tonal.
177
MEN SALIR
este principio por todas las caractersticas del fenmeno sonido, o sea, unificar y
universalizar el principio terico de la serie. Las caractersticas del sonido incluyen la
altura, la intensidad, la duracin y el timbre. Es a estos cuatro componentes que se ha
extendido ahora la accin de la serie, aplicndoles relaciones cifradas que
caracterizan tanto el intervalo de frecuencia como el intervalo de duracin, el de
dinmica como el de timbre, as como a sus relaciones posibles entrecruzadas, que
originan fenmenos anexos por las reacciones que ejercen unas sobre otras.
(a) Cada mensaje pone en duda el cdigo. Cada acto de hablar constituye una discusin
sobre la lengua que lo genera. En su caso ms extremo, cada mensaje propone su propio
cdigo, cada obra aparece como el fundamento lingstico de s misma, la discusin sobre
su propia potica, la liberacin de los ligmenes que pretendan determinarla antes que ella
misma, la clave de su propia lectura.
(b) La nocin de polivalencia pone en crisis los ejes cartesianos biimensionales, lo vertical y
lo horizontal, la seleccin y la combinacin. La serie, en cuanto constelacin, es un campo
de posibilidades que genera selecciones mltiples. Se puede concebir una articulacin de
grandes cadenas sintagmticas que se consideren como episodios de ulteriores
articulaciones tomadas como punto de partida....
c) Si es posible que una comunicacin se apoye en ese aludido Ur-cdigo que permita
cualquier tipo de intercambio cultural, lo que es importante para el pensamiento serial es
178
MEN SALIR
As, el pensamiento estructural intenta <<descubrir>>, mientras que el pensamiento serial intenta
<<producir>>. (10)
179
MEN SALIR
Resulta pues bastante ntida la relacin entre las formas musicales derivadas del
serialismo integral y las formas de proceder de esta vanguardia arquitectnica. Se
desarrolla paralelamente esta necesidad de estructuracin global de los elementos
puestos en juego. Los cluster musicales y arquitectnicos buscan esencialmente los
mismos contenidos, respiran del mismo afn de globalidad dentro de la mxima
diferenciacin. La composicin, la forma, se eleva a la mxima categora al querer
conquistar los dominios del espacio temporal multidimensonal. La msica buscar su
extrema espacializacin, la arquitectura querr llevar la temporalizacin a su mximo
exponente a travs del diseo urbano, la misma ciudad temporalizada. (Fig.8)
180
MEN SALIR
181
MEN SALIR
182
MEN SALIR
Notas:
(4) Henri Pousseur, "Msica, semntica, sociedad", Ed. Alianza Msica, Madrid,
1984, pg. 74. (Tt Original: Musique, smantique, socit, Editions Casterman,
Pars et Tournai).
(5) Andrea Lanza, "Historia de la Msica del siglo XX" (30 parte), Ediciones Turner,
Madrid, 1978, Pgs. 103, 104, 105. (10 ed. en E.D.T. Edizioni, Turn, 1977).
(6) Toms Marco, Pensamiento musical y siglo XX, Fundacin Autor, Madrid 2002,
pg. 329.
(9) Pierre Boulez, Hacia una esttica musical, Monte vila Editores, Caracas,
1990, pg 287. (Tt. Original: "Relevs d'apprenti", Editions du Seuil, 1966).
(10) Juan Daniel Fullaondo, Composicin de lugar, Hermann Blume, Madrid, 1990,
pgs. 103, 104.
(11) Alison y Peter Smithson, Urban Structuring, Studio, Vista Ltd., Londres, 1967;
edicin italiana Struttura urbana, Calderini, Bolonia, 1971. (Cita realizada por
Josep Mara Montaner en Despus del Movimiento Moderno, arquitectura de la
segunda mitad del siglo XX, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1993, pg. 75).
183
MEN SALIR
184
MEN SALIR
185
MEN SALIR
por sus diferentes alturas y ritmos, sus diferentes timbres sucesivamente reunidos cuya articulacin
suscita en la mente del que escucha (y primeramente en la del que la produce) toda una ficticia, fugitiva, y
sin embargo asombrosamente duradera arquitectura". (2)
Y como indica de nuevo Gillo Dorfles, ...Al aseverar Schoenberg que ...el espacio de dos
o ms dimensiones en el que se manifiestan las ideas musicales representa una unidad, puede indicar
ese fenmeno particular segn el cual el trozo musical puede aparecer en la conciencia del msico como
un todo espacial desprovisto de cualquier extensin temporal y construido as segn las reglas y
direcciones que vienen a aglutinar los aparentes desarrollos cronolgicos en una forma espacial en la que
nicamente las direcciones y los recorridos subsisten, aunque ya desvinculados de una duracin
efectiva. No se equivoca por consiguiente Adorno al poner en evidencia el carcter, esencial y no slo
metafricamente, perspectivo de la msica y -an considerando el espacio musical algo distinto del
espacio existencial- admite la presencia implcita en l del elemento armnico y tmbrico. (3)
186
MEN SALIR
187
MEN SALIR
Exista entre las cosas un orden inmutable, el universo diatnico, cuya razn, sin
embargo, no poda ser identificada con ninguna de estas cosas, era trascendente a la
totalidad que stas componan (no haba notas principales absolutas).
188
MEN SALIR
entre los intervalos musicales y las proporciones arquitectnicas. En referencia a Pitgoras, afirma que
<<los nmeros que hacen que las concordancias sonoras produzcan placer a nuestros odos son
exactamente los mismos que deleitan nuestra vista y nuestra mente>>; esta doctrina se convirti en
fundamental para toda la concepcin renacentista de la proporcin. Alberti prosigue: ...tomaremos por
tanto todas nuestras reglas para las relaciones armnicas de los msicos, que conocen pefectamente
todo este tipo de nmeros, y de aquellas cosas concretas en las que la Naturaleza revela completamente
toda su excelencia. (5)
Tercera, quinta, sptima, no son sino un status una entidad sonora, que
acaso puede convertirse en sinnimo de una poca y una cultura. Ser la tercera la
que, frente a la cuarta y la quinta de la antigua Grecia, la que represente en mucha
msica occidental el sostn de todo pensamiento musical hasta alcanzar el divorcio
con la tonalidad; de modo anlogo las msicas pentatnicas orientales contemplaron
el triunfo de la quinta.
189
MEN SALIR
190
MEN SALIR
Para Henri Pousseur: ...deberemos esperar a un msico como Brahms para que los diseos
estn basados en una estructura armnica que debe su ambigedad precisamente a la alteracin
irreversible de los acordes. Surge una nueva unidad de lo vertical y lo horizontal, consistente
primeramente en construir desarrollos horizontales sobre las estructuras verticales y sus propiedades ms
nuevas. Hay un carcter oblicuo que se expresa mediante el hecho de que hay sonidos que son
parcialmente simultneos y sucesivos. Esto supone adecuar cada figura, aisladamente, con las nuevas
estructuras armnicas alteradas y someter el conjunto obtenido a una imitacin temtica armnicamente
difcil.". (7)
191
MEN SALIR
192
MEN SALIR
los aos cincuenta y sesenta desde este prisma eminentemente musical, como un
Neo-barroco que suceder al clasicismo que representara el Movimiento Moderno y
su Estilo Internacional? La cuestin indudablemente no parece sencilla, pero el
razonamiento de Spengler nos introduce una nueva manera de acometer la
complejidad que circunscribe ciertos fenmenos arquitectnicos de la segunda mitad
del Siglo Veinte.
Las polifonas de este tipo son, pues, retomando las palabras de nuevo de Henri
Pousseur, ...ficciones de polifona arcaica en un medio armnico ya por entonces inadecuado (11)
Estar empezando a surgir una polifona cada vez menos regida por el principio
de identidad, pero en la que la multiplicidad de los estados musicales podr
manifestarse de manera mltiple, incluyendo la simultaneidad. El progresivo aumento
193
MEN SALIR
El espacio a cuyo nacimiento estamos asistiendo con todo esto ser un espacio
extraordinariamente liberado. Se caracterizar por el hecho de que en el se
desarrollarn materias sonoras de una especie completamente nueva cuyo principio
mismo haba sido excluido de la msica occidental y resultaba completamente ajeno a
su espritu humanista.
194
MEN SALIR
195
MEN SALIR
196
MEN SALIR
Parece que Webern trasciende los recuerdos en una visin enteramente nueva
de la msica occidental. Cmo se deshace este lenguaje de toda referencia pasada?
Llama la atencin la multiplicacin de grandes intervalos y la abundancia de grandes
silencios, siendo estos dos fenmenos complementarios y justificables en el momento
que Webern quiso escapar del recuerdo de toda relacin tonal, tanto de su concepcin
del lenguaje como de la forma, excluyendo toda tonalidad. Es evidente que los
grandes intervalos disjuntos evitan las tentaciones cadenciales del tonalismo, pero
tambin sirven para aislar los sonidos, acentuando el valor de s mismos. Una de las
tendencias naturales de Webern fue la de la explotacin del sonido en s mismo como
textura, como timbre, ya que si ste se valora por su aislamiento en un registro
alejado, an lo estar ms si est rodeado de silencio. La suma gran intervalo ms
cerco de silencio auspicia que el sonido se convierta en fenmeno autnomo y
fundamental.
Es Pierre Boulez de nuevo quien hace observar a este respecto que el silencio
permitir al sonido aislado escapar a los condicionamientos rtmicos tradicionales,
existiendo apertura a un universo musical enteramente nuevo que comportar una
dimensin complementaria, la reeducacin total de la escucha musical. La msica de
Webern podra as resumirse, en una primera aproximacin, a una meloda de timbres
con funcin estructural, o lo que Boulez denomina una meloda abstracta.
Junto a esto, a partir de su obra Variaciones para piano op.27, escrita en 1936,
podemos hablar de una riqueza polifnica en la que un compositor se ha ceido a la
197
MEN SALIR
Fig. 1: Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin internacional de
Bruselas. Maqueta.
198
MEN SALIR
Fig.2: Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin internacional de
Bruselas. Maqueta.
Fig. 3: Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin internacional de
199
MEN SALIR
Fig. 4: Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin internacional de
200
MEN SALIR
Fig. 5: Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin internacional de
Bruselas. Alzados.
Fig. 6: Corrales y Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en Bruselas. Alzado-seccin y plantas generales
201
MEN SALIR
202
MEN SALIR
203
MEN SALIR
Por otra parte, como queda patente en las figuras 9, 10, 11 y 12, el edificio
plantea una versatilidad inusual concebido fragmentariamente. Podemos observar
cada como en cada zona se organiza de forma distinta usando los mismos elementos.
Figs. 11, 12, 13 y 14. Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin
internacional de Bruselas. Esquemas en planta.
204
MEN SALIR
Con este edificio Corrales y Molezn escriben una de las pginas ms brillantes
en la arquitectura serial, una polifona de polifonas inigualable.
Figs. 15 y 16. Jose Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, 1958: Pabelln de Espaa en la Exposicin
internacional de Bruselas. Exterior e interior.
205
MEN SALIR
Notas:
(1) Gillo Dorfles, El Devenir De Las Artes, Ed. Breviarios, Fondos de Cultura
Econmica, Mxico 1963, pg. 142 (Tt. Orig. Il Divenire delle arti, Giulio
Einaudi Editore, Turn, 1959.)
(2) Henri Pousseur, Msica, semntica, sociedad, Alianza Msica, Madrid, 1984,
pg.28 (Tt. Orig. Musique, smantique, socit, Editions Casterman, Pars).
(12) Juan Daniel Fullaondo, (Trabajo para tesis doctoral denominado Relaciones
espacio-temporales en torno a la figura de Arnold Schoenberg, Madrid, 1961,
pgs.136-37.
206
MEN SALIR
(15) Comentario de Pierre Boulez recogido por Claude Rostand en Anton Webern,
Ed. Alianza Msica, Madrid, 1986, pg. 113. (Tt. Orig. Anton Webern, Editions
Seghers, Pars 1969).
207
MEN SALIR
217
MEN SALIR
As, los desacuerdos que puedan surgir en un mismo mundo podrn resultar
violentos, como en el barroco romano del s. XVII, (figs. 2, 3 y 4), pero se resuelven en
acordes. El universo barroco ve difuminarse sus lneas meldicas, pero eso que pierde
lo vuelve a ganar en y por la armona. Incluyendo el poder de la disonancia
emancipada, descubre un florecimiento de acordes extraordinario, que se resuelven en
209
MEN SALIR
un mundo elegido.
210
MEN SALIR
Fig.3. Francesco Borromini, 1638-41; San Carlino alle quatro fontane, Roma.
Fig.4. Gian Lorenzo Bernini, 1658-70; San t Andrea del Quirinale, Roma.
211
MEN SALIR
212
MEN SALIR
213
MEN SALIR
Fig7. Juan Daniel Fullaondo, 1964. Concurso para la Opera de Madrid. Maqueta.
214
MEN SALIR
Fig8. Juan Daniel Fullaondo, 1964. Concurso para la Opera de Madrid. Maqueta.
215
MEN SALIR
arquitectura de Europa occidental desech hace dos siglos los ltimos vestigios del barroco, es casi
imposible volver al barroco en cualquiera de sus manifestaciones posteriores restauradoras. Sin embargo,
despus de las divergencias cada vez mayores que han sido caractersticas de los aos posteriores a la
mitad de siglo, como fue la convergencia de la arquitectura del siglo XX hasta los aos 30, comenzaremos
a notar, quizs antes de que haya transcurrido otra dcada, los comienzos de una nueva sntesis.... (3)
2.- LA MATERIA-TIEMPO.
El Barroco musical, para Adolfo Salazar, se produce ... cuando las formas
instrumentales se desarrollan instigadas por la fuerza interior, de dentro a fuera, en una expresividad
acentuada, y lo hacen en un plano sobre el que se ejercen las fuerzas dinmicas, esto es: multiplicidad de
elementos y subordinacin de ellos a un principio ordenador. Principio expresivo que tiene una manera
inequvoca de presentarse en las artes y que en la msica posee un doble eje: uno de ellos es el que
pone a la msica en contacto con la sensibilidad; el otro es el que determina la evolucin interior de la
msica como fenmeno sonoro. Dramatismo, expresin que conducen a todas las perspectivas que se
abrirn para la msica, llegando, en sucesivas transformaciones, hasta nuestro concepto actual. (4)
As, los objetos arquitectnicos seran mquinas en sus mnimas partes hasta el
infinito, transformadas por pliegues diferentes. Plegar-desplegar significara ya no slo
tensar-destensar, contraer-dilatar, sino envolver-desarrollar, involucionar-evolucionar.
Se produce pues una metamorfosis, ms que un cambio de dimensin. Todo objeto es
doble de forma heterognea, heteromorfa. Lo inorgnico se repite, salvo en la
diferencia de dimensin, puesto que siempre es un medio exterior el que penetra el
cuerpo, simple y directo, frente al pliegue orgnico compuesto, cruzado, indirecto
(mediatizado por un medio interno).
216
MEN SALIR
217
MEN SALIR
Siguiendo con las ideas de Deleuze, vemos as que todo pliegue deriva de otro
pliegue, que es la diferenciacin de un indiferenciado, es un pliegue-de-dos, entre-dos
en el sentido que es la diferencia que se diferencia. Las tensiones en la materia se van
a producir entre el hundimiento, que enunciara Leibniz, y la elevacin o la ascensin
que perforan en determinadas zonas las masas organizadas.
Segn esto las causas del movimiento ya estn en los cuerpos, y tan slo
esperan del exterior la supresin de un obstculo. (Figs. 11 y 12).
218
MEN SALIR
Figs11 y 12. Francisco Fernndez Longoria, 1964. Concurso para la Opera de Madrid.
219
MEN SALIR
220
MEN SALIR
la forma. En la modulacin, nunca hay interrupcin por vaciado, puesto que la circulacin del soporte de
energa equivale a un vaciado permanente; un modulador es un molde temporal contnuo. Moldear es
modular de manera definitiva, modular es moldear de manera continua y perpetuamente variable. Es una
concepcin no slo temporal, sino cualitativa del objeto, en la medida en que los sonidos, los colores, son
flexibles y estn includos en la modulacin. Es un objeto manierista y no esencialista: deviene
acontecimiento". (7)
Esto implica una re-definicin del punto de vista. Si todo punto de vista lo es
sobre una variacin, no vara con el sujeto, al menos en primer lugar; al contrario, es la
condicin bajo la cual un eventual sujeto capta una variacin (metamorfosis) o algo; es
realmente un relativismo. No es una variacin segn la verdad del sujeto, sino la
condicin bajo la cual la verdad de una variacin se presenta al sujeto. Las
singularidades, los puntos singulares, pertenecen plenamente al continuo, aunque no
sean contiguos. Los puntos de inflexin constituyen un primer tipo de singularidades
en la extensin, y determinan pliegues que entran en la medida de la longitud de las
curvas (pliegues cada vez ms pequeos).
221
MEN SALIR
mundo es la curva infinita que toca en una infinidad de puntos una infinidad de curvas,
la curva de variable nica, la serie convergente de todas las series.
Por qu algo iba a estar plegado si no es para ser envuelto, puesto en otra
cosa? Vemos que la envoltura adquiere aqu su sentido ltimo, o ms bien final: ya no
es una envoltura de la coherencia o de la cohesin, como el huevo, en el
envolvimiento recproco de las partes orgnicas. Es una envoltura de inherencia
unilateral: la inclusin, la inherencia, es la causa final del pliegue, de modo que se
pasa insensiblemente de ste a aqulla. Entre las dos se ha producido un desfase,
que convierte la envoltura en la razn del pliegue: lo que est plegado es lo includo, lo
inherente. Se dir que lo que est plegado tan slo es virtual.
"El mundo entero no es ms que una virtualidad que slo existe actualmente en los pliegues del
alma que lo expresa, realizando el alma los despliegues interiores gracias a los cuales se da una
representacin del mundo incluida. Vamos de la inflexin a la inclusin en un sujeto, como de lo virtual a
lo actual, definiendo la inflexin el pliegue, pero definiendo la inclusin el alma o el sujeto, es decir, lo que
envuelve el pliegue, su causa final y su acto acabado". (9)
As, cada objeto como unidad individual incluira toda la serie, el mundo entero,
pero no lo hara sin expresar ms claramente una pequea regin de ese mundo, un
barrio de la ciudad, una secuencia finita.
Existe una continuidad de las artes en extensin, que se supera hacia una
unidad completamente distinta, comprensiva, puntual, conceptual: el mundo como
pirmide o cono, que une su ancha base material perdida en los vapores, con una
punta, fuente luminosa o punto de vista. Es el mundo de Leibniz, que no tiene dificultad
en conciliar la continuidad plena en extensin con la individualidad ms comprensiva y
222
MEN SALIR
condensada.
As, los objetos, atrapados en una infinitud de pliegues, remiten por un lado a
una base compuesta de personajes o potencias, que sealan no tanto lmites como
direcciones de desarrollo, y por otro, a una unidad superior, de donde desciende el
acontecimiento que los afecta. El mundo como cono hace coexistir, para las artes, la
unidad interior ms elevada y la unidad de extensin ms amplia, pues sta nada sera
sin aqulla. (Figs. 18 y 19).
223
MEN SALIR
Hace tambin algn tiempo que el mundo es tratado como un teatro de base,
sueo o ilusin; pero lo propio del Barroco no es caer en la ilusin ni salir de ella, sino
realizar algo en la ilusin misma, en la teatralidad, y comunicarle una presencia
espiritual que vuelva a dar a sus piezas y fragmentos una unidad colectiva. En primer
lugar, imgenes de base, pero que tienden a romper todo marco, a formar una
narracin continua para entrar en ciclos amplios, pues lo figurado nunca es una
esencia o un atributo, como en el smbolo, sino un acontecimiento que, como tal, se
relaciona, con una historia, con una serie: es un signo.
224
MEN SALIR
barroca.
4.- EL ACORDE.
Para Adolfo Salazar, ...si los artistas han respondido, en un movimiento sucesivo y dentro de
cierto orden, al proceso de disolucin de la forma, iniciado desde el Romanticismo, que primero se
presenta como relajacin de la construccin arquitectural desde el da siguiente a aquel en donde la
Sonata consigui su perfeccin formal y tonal; despus, en una disolucin de las relaciones tonales
acarreadas por el proceso vertiginoso de la modulacin; finalmente, de la misma manera que en la pintura
se presenta la refraccin del rayo luminoso, en la msica aparece la refraccin de la entidad <<acorde>>,
tan largamente gestada en el arte occidental. (12)
As, podramos entender cada objeto barroco, cada composicin, como una serie
infinita de infinitamente pequeos, pero que slo puede constituir relaciones
diferenciales e integraciones en una porcin delimitada de la serie. Cada composicin
presenta acordes, llamando acorde a la relacin de un estado con sus diferenciales, es
decir, con las relaciones diferenciales entre infinitamente pequeos que se integran en
ese estado. De aqu el doble aspecto del acorde, en la medida que es el producto de
un clculo inteligible en un estado sensible. Se puede asociar a una accin interna.
225
MEN SALIR
226
MEN SALIR
227
MEN SALIR
228
MEN SALIR
Acerca del posible carcter de lo barroco como constante histrica, nos recuerda
Eugenio Dors: ...El barroquismo, espritu y estilo de la dispersin, arquetipo de las manifestaciones
polimorfas, en las cuales creemos distinguir, cada da ms claramente, la presencia de un denominador
comn, la revelacin del secreto de una cierta constante humana. (15)
Las soluciones ya no pasan por el acorde, pues las condiciones del problema
han cambiado: Nuevo Barroco, Neoleibnizianismo. La misma construccin del punto
de vista sobre la ciudad contina desarrollndose, pero ya no es el mismo punto de
vista, ni la misma ciudad, y la figura y el plano estn en movimiento en el espacio.
Entre el antiguo modelo, la capilla cerrada con aberturas imperceptibles, y el coche
hermtico lanzado por la autopista, algo ha cambiado en la situacin de los objetos.
229
MEN SALIR
230
MEN SALIR
6.- COROLARIO.
231
MEN SALIR
232
MEN SALIR
233
MEN SALIR
Figs. 23 y24. Kenzo Tange, 1963-66; Centro de Comunicaciones Yamanashi, Kofu. Detalle de fachada
234
MEN SALIR
Fig. 25. Kenzo Tange, 1963-66; Centro de Comunicaciones Yamanashi, Kofu. Detalle de fachada
235
MEN SALIR
Fig. 26. Kenzo Tange, 1963-66; Centro de Comunicaciones Yamanashi, Kofu. Planta tipo.
236
MEN SALIR
Notas:
(1) Gilles Deleuze, "El pliegue (Leibniz y el Barroco)", Paids estudio, Barcelona,
1989, pg.157. (Ed. Orig. "Le pli, Leibniz et le Baroque", Les Editions de Minuit,
Pars, 1988).
(15) Eugenio Dors, Lo barroco, Ed. Aguilar, Madrid, 1964, recopilado por Luciano
Patetta en Historia de la Arquitectura: antologa crtica, Hermann Blume,
Madrid, 1984, pg 169.
237
MEN SALIR
238
MEN SALIR
239
MEN SALIR
Por otra parte, durante los primeros aos de la dcada de 1950 un msico como
John Cage trabaj estrechamente con un grupo de jvenes compositores como Morton
Fieldman, Earle Brown (fig. 0) y Christian Wolf, quienes desde la vertiente americana
propulsaron el camino de la indeterminacin y de la aleatoriedad total en la
interpretacin de las obras musicales, que se convirtieron sus soporte grfico en
autnticos jeroglficos e ideogramas de todo tipo.
SOBRE EL AZAR
"Nos basaremos en una conferencia pronunciada por Pierre Boulez en los Ferienkurse de
Darmstadt en 1957. El compositor traza, por primera vez, los trminos conceptuales y tcnicos de la
adopcin del <<azar>> como elemento integrante de una composicin, en base a una nueva nocin del
concepto de estructura, entendida como <<laberinto de virtualidades>>. El aspecto principal del
pensamiento de Boulez es una concepcin nacional de la casualidad que ser propia de la corriente post-
weberniana, oponindose al <<puro-fortuito>> de la <<experimental music>> de John Cage y a sus
msticas inmersiones en el fluir incontrolado de lo existente.
Boulez nos advierte sobre una forma demasiado elemental de la transmutacin del azar, que
podra situarse en la adopcin de una filosofa con matices de orientalismo que enmascarara una
deficiencia fundamental en la tcnica de la composicin; sera un recurso contra la angustia de la
invencin, una experiencia calificada de <<azar por descuido>>. En otras palabras, el suceso se produce
como puede, sin control, pero dentro de una cierta red establecida de sucesos probables, ya que es
necesario que el azar disponga de algo eventual. Entonces, dice el compositor... por qu elegir tan
meticulosamente la red? por qu no dejarla a la inadvertencia?
La inadvertencia es curiosa al principio, pero cansa muy pronto, mxime cuando est condenada a
no poderse renovar nunca.
240
MEN SALIR
Las preferencias de Boulez se inclinan, sin duda alguna, por la inadvertencia natural que no
necesita de instrumentos para manifestarse. As, el <<no-arte>>, el <<anti-arte>>, se siguen refiriendo al
arte. El concepto fundamental es que la esquematizacin ocupa sencillamente el puesto de la invencin:
la imaginacin se limita a hacer aparecer un mecanismo complejo que se encarga de generar las
estructuras microscpicas y macroscpicas hasta que el agotamiento de las combinaciones posibles
marque el final de la obra. Nos sumergimos as en una alteracin estadstica que no tiene ms valor que
otra alteracin. En su Completa-Objetividad, la obra representa un fragmento de azar tan justificable como
cualquier otro fragmento. Se puede hablar de estrategia, de astucia, y la confesin espontnea de
debilidad se transforma en una bsqueda desesperadamente estril de la fuerza combinatoria, en un
rechazo violento de lo arbitrario. Y sin embargo, parece que cuanto ms se huye de esta repudiada
arbitrariedad ms se la encuentra. La objetividad desaparece ante nuestros ojos como una especie de
espejismo irritante y frgil que agota toda fuerza viva; estas porciones de azar son impropias para el
consumo.
Sin embargo, la obsesin de lo que puede suceder ocupando el puesto de lo que debe suceder
no se debe nicamente a la debilidad de los medios de composicin puestos en juego, a la voluntad de
introducir la subjetividad del intrprete o del oyente en la de la obra y de crear as para estos ltimos una
eleccin instantnea y constante, amn de obligatoria. En primer lugar, respecto a la estructura de la
obra, es debido a la voluntad legtima de construir una especie de laberinto con varios circuitos; por otra
parte, es debido al deseo de crear una complejidad inestable, renovada, especficamente caracterstica de
la msica ejecutada, interpretada, en oposicin a la complejidad fija y no renovable de la mquina. En un
universo musical en el que tiende a desaparecer toda nocin de simetra, donde una idea de densidad
variable ocupa un lugar cada vez ms primordial en todos los aspectos de la construccin, es lgico
buscar una forma que no se fije, una forma en evolucin que se negar a la repeticin, es decir, una
virtualidad.
Llegamos as a la idea primordial de esta bsqueda, que puede resumirse en la necesidad de
destruccin de toda estructura inmanente. Se trata desesperadamente de dominar un material con un
esfuerzo arduo, constante, vigilante, pero manteniendo el azar, introducindolo en mil formas posibles de
eliminar...Por ello sera la ltima astucia del compositor la de absorber este azar, domesticar este
potencial y obligarlo a que rinda cuentas. Introducir el azar en la composicin es quizs una locura, pero
es una locura til". (2)
241
MEN SALIR
242
MEN SALIR
obra abierta; estas sern las premisas en las que se podr resumir esquemticamente
la arquitectura experimental de la lingstica pos-weberniana.
Si hay algo que irrumpir con inusitado vigor en la arquitectura de estos aos,
sern pues las ideas del alea controlada citadas anteriormente por Pierre Boulez. En
este mbito del pensamiento, la ciencia y el arte de nuestro siglo pueden comenzar a
entenderse como orden dentro del desorden, el caos entendido como presencia, no
como ausencia. Para K.Hayles: ...caos como precursor y aliado del orden, no como su opuesto.
Aparicin espontnea de auto-organizaciones que emergen en medio del caos, estructuras dispersas que
surgen en los sistemas desequilibrados en los que se da una produccin entrpica alta. Por otra parte,
siempre existe un orden oculto en los sistemas caticos". (3)
243
MEN SALIR
Existen tres tipos de laberinto. El laberinto clsico, el de Cnossos, que es, por as
decirlo, unidireccional. Una vez que se entra en l se encuentra necesariamente el
centro, y a partir de ste se llega forzosamente a la salida. Si este tipo de laberinto
pudiera ser desenredado nos dejara entre las manos un nico hilo, el hilo de Ariadna,
que en realidad es el laberinto mismo. Lleva siempre all donde debe conducir y
adonde no puede dejar de conducir.
El laberinto de tercer tipo es una red, en la que cualquier punto puede ser
conectado con cualquier otro, y frente a los otros dos tipos, no posee interior ni
exterior, es extensible al infinito. Es un laberinto ilimitado, puesto que su estructura, en
cada momento, resultar distinta de la que tena en el instante anterior, y cada vez
podr ser recorrido siguiendo lneas diversas. Este ltimo tipo de laberinto es el
asociado a la arquitectura y la msica que estamos estudiando, y su pensamiento es
de tipo enciclopdico, en el sentido que da a este pensamiento Umberto Eco: ...La
enciclopedia se encuentra dominada por el principio de interpretacin acuado por Peirce y, en
consecuencia, por la semiosis ilimitada. Ninguno de los pensamientos expresados por el lenguaje
constituye jams, cuando la cuestin se considera a fondo, un pensamiento <<fuerte>> del objeto, sino un
pensamiento de objetos inmediatos o de puro contenido; stos, a su vez, han de explicarse por medio de
distintas expresiones, que remiten a otros objetos inmediatos, en un proceso semitico que se sostiene a
s mismo. (5)
244
MEN SALIR
4.- EL RIZOMA.
245
MEN SALIR
gestuales, cogitativos; no hay lengua en s, ni universalidad del lenguaje, sin una concurrencia de
dialectos, de lenguas especiales". (8)
...Los diversos devenires se encadenan y se relevan segn una circulacin de intensidades que
impulsa a la desterritorializacin siempre ms lejos. No hay imitacin ni parecido, sino explosin de dos o
ms series heterogneas en la lnea de fuga compuesta por un rizoma comn que no puede ser atribuido,
ni sometido a ningn significante, cualquiera que ste sea. Es una evolucin aparalela de seres que no
tiene absolutamente nada que ver el uno con el otro". (10)
246
MEN SALIR
...Si el mapa se opone al calco es porque est enteramente dirigido hacia una experimentacin
derivada de la realidad. El mapa as no reproduce un inconsciente cerrado sobre s mismo; lo construye.
El mapa es abierto, es conectable en todas sus dimensiones, desmontable, reversible, susceptible de
recibir constantemente modificaciones. Tiene siempre mltiples entradas". (11)
El calco slo se reproduce a s mismo cuando cree reproducir otra cosa. Inyecta
redundancias y las propaga. Lo que el calco reproduce del mapa o del rizoma son
solamente los atolladeros, los bloqueos, los grmenes del pivote o los puntos de
estructuracin. Se debern acoplar los calcos sobre el mapa. Un trazo intensivo se
pondr entonces a trabajar por su cuenta, una percepcin determinada, una mutacin
ms o menos perversa se libera, y la hegemona del significante se pone en cuestin.
Podremos hablar as de ciudades no-enraizadas, donde la utilidad se conecta con la
mayor locura en sus relaciones maqunicas de todo tipo. El pensamiento arbreo
sobreviene del pensamiento clsico, y recoge todas las formas del Uno-Dos, teora del
dipolo. Todos los canales de transmisin estn preestablecidos. El pensamiento
rizomtico propone sistemas acentrados, donde todos los individuos y objetos son
intercambiables, se definen nicamente por un estado en tal momento, siempre que
las operaciones parciales se coordinen y que el resultado final global se sincronice
independientemente de una instancia central.
247
MEN SALIR
El arquitecto holands Aldo Van Eyck (1918-1999) era muy consciente de los
elevados propsitos sociales y espirituales y de las extraordinarias cualidades
formales del movimiento moderno holands de entreguerras. Trat e inyectar a su obra
de un humanismo descendiente aceptable del utopismo del periodo anterior a la
guerra.
248
MEN SALIR
249
MEN SALIR
250
MEN SALIR
251
MEN SALIR
252
MEN SALIR
Fig 9: Aldo Van Eyck, 1957 60; Orfanato de Amsterdam. Detalle exterior.
253
MEN SALIR
Fig 10: Aldo Van Eyck, 1957-60; Orfanato de Amsterdam. Planta general. Aspectos parciales.
254
MEN SALIR
Fig 11: Aldo Van Eyck, 1957-60; Orfanato de Amsterdam. Planta general
255
MEN SALIR
Fig 12: Aldo Van Eyck, 1957-60; Orfanato de Amsterdam. Variaciones en fachada.
256
MEN SALIR
Fig 13, 14 y 15: Aldo Van Eyck, 1957-60; Orfanato de msterdam. Escala urbana.
257
MEN SALIR
Notas:
(1) Andrea Lanza, Historia de la msica del siglo XX, tercera parte. Ediciones
Turner, Madrid, 1991, pg. 108 (Orig. 1977, E.D.T. Edizioni de Torino, a cargo de
la Sociedad Italiana de Musicologa).
(3) K. Hayles, "La revolucin del caos", Gedisa, Barcelona, 1993. pg. 29.
(4) Kewin Power, "La visin del caos", Catlogo de "Palazuelo", Ed. Museo
Nacional de Arte Reina Sofa, Madrid, 1995, pg. 31.
258
MEN SALIR
259
MEN SALIR
260
MEN SALIR
261
MEN SALIR
Desde los primeros aos cincuenta, los arquitectos britnicos Alison (1928-1993)
y Peter Smithson (1923) ejercieron un papel vanguardista de gran importancia, debido
al espritu experimental y al contenido tico de sus proyectos. Sentaron las bases para
una nueva reflexin sobre los temas ms significativos de la cultura arquitectnica
moderna. La bsqueda de un lenguaje apropiado a la nueva situacin, las propuestas
para una nueva morfologa urbana, la reflexin sobre la evolucin de los modos de
vida en relacin con el espacio interior de la vivienda y las conexiones que establece la
arquitectura con el contexto ambiental, son algunos de los temas explorados a lo largo
de su obra.
Las articulaciones entre las piezas son constantes, hasta llegar a erigirse como
las verdaderas portadoras del peso compositivo del proyecto. Los seis prismas-
pabelln y sus correspondientes espacios-corredor traseros parecen elementos
sueltos, pues las uniones entre ellos se estrangulan al mximo para favorecer la
impresin de individualidad de las clulas docentes.
(Fig.2) Sin embargo el recorrido casi circular de Suroeste a Sureste del edificio
es nico, lo conforma como un todo gracias a la organizacin de todos los elementos,
que confluyen virtualmente en un espacio abierto, el jardn de juegos exterior, que
acta como centro compositivo, en negativo, del conjunto.
262
MEN SALIR
Fig.1. Allison & Peter Smithson, 1958. Escuela Elemental de Wockingham. Implantacin general.
Fig.2. Allison & Peter Smithson, 1958. Escuela Elemental de Wockingham. Planta baja...
263
MEN SALIR
Fig.3. Allison & Peter Smithson, 1958. Escuela Elemental de Wockingham. Alzado.
264
MEN SALIR
Figs.4 y 5. Allison & Peter Smithson, 1959-64. Conjunto The Economist, Londres.
265
MEN SALIR
Fig.6. Allison & Peter Smithson, 1959-64. Conjunto The Economist, Londres. Planta a nivel de plaza.
266
MEN SALIR
En este mbito cada parte alude a las otras, la misma ampliacin del Boodle
Club se introduce como signo alusivo a la textura y forma del conjunto, y el chafln
interno a la plaza del edificio del banco, ms grande que el resto, introduce una
diagonal inesperada, invisible desde el exterior, que dota al interior de las dimensiones
suficientes para que sea considerado como plaza. (Figs. 7, 8, 9 y 10)
Figs.7, 8, 9 y 10. Allison & Peter Smithson, 1959-64. Conjunto The Economist, Aspectos de la plaza.
As pues, vemos que estos mecanismos utilizados por los Smithson pueden
consderarse seriales; alterando puntualmente los materiales y elementos empleados
en el conjunto global de la composicin, su estructura unificadora, se consigue una
nueva y ambigua complejidad, una gran variedad de puntos de vista y situaciones,
basada siempre en una actitud radical ante el diseo. Estas obras, como la msica de
Webern, constituyen prcticamente un teorema, sus indagaciones van dirigidas a dejar
patente una actitud ante la composicin, ms que a buscar un resultado funcional o
bello.
El lenguaje se destaca para reafirmar una idea, una intencin ltima y ambigua
que el usuario mismo deber re-elaborar, encontrar un posible camino experimental de
los mltiples que los autores ponen a su disposicin.
267
MEN SALIR
Fig. 11 Allison & Peter Smithson, 1952. Concurso Golden Lane, Londres. Fotomontaje.
Las puertas de entrada de las viviendas daran a estas plataformas, pero sus
dependencias principales se reuniran en niveles por encima o por debajo de la misma.
La mayora de las viviendas, si no todas, dispondran de jardines - patio posteriores,
visibles todos ellos desde cada plataforma, que trasladaran a la misma la vida al
exterior de un hogar corriente, y a su vez, por traspasar de un lado al otro el edificio,
serviran de transparencia horizontal en las grandes paredes ciegas del conjunto. (Fig.
12).
268
MEN SALIR
Fig. 12 Allison & Peter Smithson, 1952. Concurso Golden Lane, Londres. Seccin esquemtica.
269
MEN SALIR
Figs. 13 y 14 Allison & Peter Smithson, 1952. Concurso Golden Lane, Londres. Alzados.
Fig. 15 Allison & Peter Smithson, 1952. Concurso Golden Lane, Londres. Alzados.
270
MEN SALIR
A propsito de Golden Lane, Kenneth Frampton nos recuerda: ...la casa era,
claramente, la unidad familiar; la calle era, con toda evidencia, un sistema de acceso a travs de galera
unilateral y de generosa anchura, elevado en el aire. El distrito y la ciudad eran considerados,
comprensible y realsticamente, como dominios variables situados ms all de los lmites de definicin
fsica (...) La calle elevada slo tena capacidad para destacar el carcter lineal de la ruta, en vez de
engendrar una nocin de lugar. (3)
fig. 16 Allison & Peter Smithson, 1952. Concurso Golden Lane, Londres. Dibujo.
271
MEN SALIR
Fig. 17 Allison & Peter Smithson, 1952. Concurso Golden Lane, Londres. Montaje.
272
MEN SALIR
Notas:
273
MEN SALIR
Fig. 1 Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Exterior.
274
MEN SALIR
Figs.2 y 3. Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Dislocaciones fundamentales..
275
MEN SALIR
Fig.4. Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Franjas articuladoras.
Fig.5. Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Seccin transversal.
276
MEN SALIR
Fig.6. Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Exterior. Detalle.
277
MEN SALIR
Las distintas series se utilizan pues variando a voluntad, enfatizando con ello el
aspecto de collage del conjunto. Se trata entonces de un desorden aparente, de un
neo-racionalismo positivista y propositivo con un contenido expresivo en proporciones
razonables, donde la estructura interna del objeto est puesta al servicio de su propia
ambigedad. Las dislocaciones se utilizan con elocuencia, haciendo referencia a un
mundo que ha perdido su imagen funcionalista para transformarse en mquina sgnica
compleja. Lo obvio se ha vuelto obtuso, parafraseando a Barthes, a travs de
operaciones diferenciales. (Fig. 7)
Fig.7. Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Exterior. Detalle.
278
MEN SALIR
La irona tambin tiene cabida en este extrao objeto, como demuestran los dos
soportes en T que soportan los extremos del gran cuerpo horizontal de la primera
planta, que necesitan subdividirse en varios pequeos soportes en su parte superior,
en clara voluntad de hacer ajeno a ellos dicho cuerpo, aunque para ello haya que crear
un elemento portante tan complejo. (Fig. 8)
Fig.8. Van der Broek & Bakema, 1963. Ayuntamiento de Arnhem. Exterior. Soporte
279
MEN SALIR
Fig.9. Van der Broek & Bakema, 1959-64. Centro de Auditorios en Delft. Exterior.
Esa gran masa flotante de hormign en voladizo oculta la entrada principal del
edificio, y su peso parece exagerado para ser soportado por dos extraos pilares de
planta triangular que crecen polidricamente hacia arriba, (fig. 10) recordndonos esa
filigrana estructural que realiza, prcticamente en las mismas fechas, James Stirling en
sus Laboratorios de la Universidad de Leicester.
Fig.10. Van der Broek & Bakema, 1959-64. Centro de Auditorios en Delft. Zona de acceso.
280
MEN SALIR
Fig.11. Van der Broek & Bakema, 1959-64. Centro de Auditorios en Delft. Alzado lateral.
Fig.12. Van der Broek & Bakema, 1959-64. Centro de Auditorios en Delft. Alzado trasero.
281
MEN SALIR
282
MEN SALIR
Fig.13. Van der Broek & Bakema, 1959-64. Centro de Auditorios en Delft. Plantas.
283
MEN SALIR
F ig.14. Van der Broek & Bakema, 1959-64. Centro de Auditorios en Delft. Exterior.
El estudio levado a cabo por los arquitectos Van der Broek y Bakema para
Pampus en la ciudad de Amsterdam puede diagnosticar la revolucin rtmica
anteriormente llevada a cabo por Igor Stravinsky, aplicada a la creacin de la
arquitectura y de la ciudad. El proyecto, que data del ao 1965, pone de manifiesto
una nueva forma de concebir el desarrollo urbano, y una extrema sofisticacin en
cuanto a los aspectos <<rtmicos>> del conjunto.
284
MEN SALIR
F ig.15. Van der Broek & Bakema, 1965. Estudio para Pampus, maqueta.
285
MEN SALIR
F igs.16 y 17. Van der Broek & Bakema, 1965. Estudio para Pampus; desarrollo.
Esta continuidad del movimiento se obtiene como en la fuga musical, pero sin
una regularidad rtmica pre-establecida, por lo que tiene que terminar bruscamente, no
teniendo tanta importancia el principio o el final de la composicin como su desarrollo.
286
MEN SALIR
287
MEN SALIR
A finales de los aos cincuenta, Paul Rudolph construye en Florida una serie de
villas. Una de ellas, la Residencia Milam (Ponte Vedra, Florida 1959-61), plasma
perfectamente ese alejamiento de la arquitectura de s misma, para manifestarse a
travs de otros aspectos, en este caso claramente artsticos. (Fig.1)
288
MEN SALIR
289
MEN SALIR
Las plantas no hacen sino corroborar esta diferencia entre los planos delantero y
trasero de la vivienda. La fachada trasera se adapta a la modulacin general de crujas
estructurales, introduciendo un mnimo concepto de variacin en sus tres vanos
centrales. La fachada delantera, por el contrario, se independiza, es una serie aadida,
yuxtapuesta, extraa, incorporada a una arquitectura modulada como una estructura
significativa en si misma. (Fig. 3)
290
MEN SALIR
291
MEN SALIR
Fig. 4. Paul Rudolph, 1959-63 ; Escuela ded Arte y Arquitectura de Yale. Exterior.
292
MEN SALIR
El mundo del pliegue sigue presente en el concepto general del edificio, siendo
realzado en un punto singular para significar la entrada, casi imperceptible; el
intersticio, la grieta, como papel preponderante en la funcin general.
En este sentido, la estructura que desde el exterior ofrece una imagen de objeto
cerrado sobre s mismo es contradictoria con lo que el edificio ofrece desde su interior,
donde los fragmentos de ciudad percibidos son siempre diferentes y cambiantes. La
lectura que del edificio nos hace Manfredo Tafuri sigue alimentando la polmica sobre
la validez de este tipo de arquitectura: ... en la Facultad ed Yale, Rudolph se divierte en volver
contradictoria la compacta composicin de los espacios internos, respecto de la estructuralidad en
bloques del organismo, que con acierto la Moholy-Nagy ha referido al Larking Building de Wright. Perono
basta, puesto que el brutalismo de Le Corbusier evocado por la matericidad de los slidos geomtricos y
por las figuraciones del Modulor que se imprimen sobre ellos, est comprometido por la refinada vibracin
de las paredes que reduce la cita a mero expediente para una caricia irnica de los sentidos. El
hedonismo de los sentidos entra a su vez en tensin con la descarnadura llevada a cabo en el corazn
didctico del edificio, y en la compenetracin de los varios tipos de espacio entre s. (4)
293
MEN SALIR
Figs. 5 y 6. Paul Rudolph, 1959-63; Escuela ded Arte y Arquitectura de Yale. Exterior. Detalles.
294
MEN SALIR
grieta no es interior ni exterior, est en la frontera, insensible, incorporal, ideal. Con lo que sucede en el
exterior y en el interior, tiene relaciones complejas de interferencia y cruce, de conjuncin saltarina; un
paso aqu, otro all, a dos ritmos diferentes. Todo lo que ocurre de ruidoso, ocurre en el borde de la grieta
y no existira sin ella; inversamente, la grieta no prosigue su silencioso camino, no cambia de direccin
segn las lneas de menor resistencia, no extiende su tela sino bajo el golpe de lo que ocurre. Hasta el
momento en que los dos, el ruido y el silencio, se unen estrechamente, continuadamente, en el crujido y
el estallido del fin, que ahora significa que todo el juego de la grieta se ha encarnado en la profundidad del
cuerpo, a la vez que el trabajo del interior y del exterior ha distendido sus bordes. ...Por ms estrecha que
sea su conjuncin, ah hay dos elementos, dos procesos que difieren por naturaleza: la grieta que alarga
su lnea recta incorporal y silenciosa en la superficie, y los cuerpos exteriores o los ruidosos empujes
internos que la hacen desviarse, profundizarse, y la inscriben en el espesor del cuerpo. (5)
Figs. 7 y 8. Paul Rudolph, 1959-63; Escuela ded Arte y Arquitectura de Yale. Entrada principal.
As, las cuatro o cinco series distintas de materiales y formas que componen el
exterior se articulan en torno a esta grieta de entrada. Un vaco, un silencio, es el
autntico organizador del edificio.
295
MEN SALIR
hormign, las pequeas diferencias de altura con los juegos de suaves plataformas de
tres y cuatro pequeos peldaos, todo contribuye a la multiplicidad del espacio, la total
desaparicin de la perspectiva. Parece que las macizas piezas exteriores se han
desmaterializado en otros tantos espacios, comunicados todos entre s. (Figs, 9, 10,
11, y 12)
296
MEN SALIR
297
MEN SALIR
Figs. 9, 10, 11 y 12. Paul Rudolph, 1959-63; Escuela ded Arte y Arquitectura de Yale. Interiores.
Fig. 13. Paul Rudolph, 1959-63; Escuela ded Arte y Arquitectura de Yale. Planta general.
298
MEN SALIR
Esclarecedoras las palabras del profesor italiano, ante todo con ese final
referente a la msica de Strawinsky. Ms que hacia el genial msico ruso este tipo de
referencia cabra hacerla hacia msicos serialistas que hubieran hecho de la textura y
de los grupos de densidad el leit motiv de sus composiciones. En este sentido cabra
citar a Stockhausen, Penderecky o Gyrgy Ligeti como creadores asimilables a esta
arquitectura. (Fig.14)
Fig. 14. Paul Rudolph, 1962; Plaza de los Servicios Gobernativos de Boston. Exterior.
299
MEN SALIR
Fig. 15. Paul Rudolph, 1962; Plaza de los Servicios Gobernativos de Boston. Exterior
300
MEN SALIR
Fig. 16. Paul Rudolph, 1962; Plaza de los Servicios Gobernativos de Boston. Exterior
Las escaleras, con sus lneas espirales y curvas invaden el espacio pblico a la
mejor manera del barroco romano y llegan a convertirse en jardineras (seran antes
stas los cilindros que no han terminado de crecer?) con las que establecen una clara
resonancia. (Figs. 17 y 18)
301
MEN SALIR
Figs.17 y 18. Paul Rudolph, 1962; Plaza de los Servicios Gobernativos de Boston. Exterior
302
MEN SALIR
Figs.19 y 20. Paul Rudolph, 1962; Plaza de los Servicios Gobernativos de Boston. Exterior
303
MEN SALIR
Las series cilndricas nos invitan esta vez a introducirnos en el interior alterando
simplemente el nivel de la plaza en su permetro, y los espacios donde nos conducen,
mezcla de interior y exterior, desbordan cualquier funcin concreta del edificio para
erigirse en espacio teatral, barroco y efectista donde la misma luz desarrolla al mximo
los efectos de la textura del hormign. El laberinto espacial cobra su mxima
dimensin, siendo imposible establecer jerarqua alguna entre sus elementos. (Fig. 21)
Fig. 21. Paul Rudolph, 1962; Plaza de los Servicios Gobernativos de Boston. Exterior-interior.
304
MEN SALIR
Notas:
305
MEN SALIR
INTRODUCCIN.
306
MEN SALIR
Fig.1 James Stirling, 1959. Laboratorios de Ingeniera de la Facultad de Leicester. Vista area.
Este edificio (Fig.1) necesita ser "descifrado", y aqu radica su exquisito diferir
con la tradicin moderna en arquitectura. Su carcter simblico es casi un pretexto, en
cierto modo superficial, ante su capacidad para significar universos distintos a los que
se consideraba propios de la disciplina arquitectnica.
307
MEN SALIR
Fig.2 James Stirling, 1959. Laboratorios de Ingeniera de la Facultad de Leicester. Torre de laboratorios.
308
MEN SALIR
Como bien expresa de nuevo Collin Rowe, ...Leicester no es del todo coherente, ni
plsticamente ni en cuanto a las ficciones en que se apoya. El contraste entre alto y bajo puede que sea
demasiado exagerado. (...) A todos los observadores, excepto a ingleses y holandeses, les parece como
una miiatura. Sus vibraciones piranesianas son un poco mojigatas y su ostensible rudeza, un poco
gratuita. Pero esos mismos fallos permiten, dentro de sus cualidades, una mayor apreciacin en conjunto.
Porque Leicester pertenece innegablemente a la ms alta categora de propuestas, representa una
evidente ruptura de decorum institucional y, si bien pueden ponerse reparos a que una escuela de
ingeniera destruya la imagen de una universidad, uno no puede menos que celebrar tal ruptura por la
incomparable manipulacin del vidrio, ladrillo, baldosas y luz que nos ofrece. (3)
309
MEN SALIR
Fig.3, 4, 5 y 6. James Stirling, 1959. Laboratorios de Ingeniera de la Facultad de Leicester. Aspectos generales
310
MEN SALIR
Fig.7. James Stirling, 1959. Laboratorios de Ingeniera de la Facultad de Leicester. Aspecto nocturno.
311
MEN SALIR
Pero no son menos reveladores los comentarios de Tafuri, cuando afirma: "...el
edificio es la repeticin de una bsqueda desesperada del origen de los signos; la forma de la crtica es el
anlisis de la funcin de los propios signos, cuando se ha renunciado a buscar en ellos un significado
auroral". (4))
Fig.8. James Stirling, 1959. Laboratorios de Ingeniera de la Facultad de Leicester. Edificio principal
312
MEN SALIR
Fig.9. James Stirling, 1959. Laboratorios de Ingeniera de la Facultad de Leicester. Cubiertas de los talleres.
313
MEN SALIR
Pero la pregunta que nos hacemos ante este tipo de lectura sigue siendo la
misma: por qu no considerar por fin la arquitectura desde otros puntos de vista
ajenos a la lgica tradicional, incluso la lgica "moderna"? No se puede componer la
composicin de la arquitectura, alterar los criterios tradicionales de composicin,
abriendo as al espectador un campo ilimitado de posibilidades de interpretacin?
314
MEN SALIR
A la manera de un Webern, donde la textura, el timbre del cristal y del ladrillo van
ordenando indistintamente las diferentes partes del edificio, apareciendo cuando
menos se espera, flotando por encima de la composicin, luchando cada una por
imponer su preponderancia, sin conseguirlo del todo, haciendo del resultado una
inquietante amalgama.
315
MEN SALIR
Fig. 11. James Stirling, 1953. Proyecto para la Universidad de Sheffield. Alzado longitudinal..
Las lneas de tiempo pues se organizan con la modulacin de los vacos, con el
desmembramiento diferencial de las partes. Esta operacin permite introducir
316
MEN SALIR
Fig. 12. James Stirling, 1953. Proyecto para la Universidad de Sheffield Variaciones. Dibujo del autor.
Ni siquiera el carcter simtrico sugerido por los dos cuerpos extremos puede
llegar a percibirse, debido a la sutil variedad de las simetras parciales de las
diferentes partes o cuerpos interiores, donde se llegan a introducir elementos
diagonales para enfatizar ms si cabe el carcter serial del proyecto. Este serialismo
se enfatiza en la apariencia de albergar seis edificios articulados entre s por silencios
compositivos, pero con un desarrollo comn producto de un slo mdulo y de sus sub-
mdulos mitad y cuarta parte .(Fig. 13)
Fig. 13. James Stirling, 1953. Proyecto para la Universidad de Sheffield Variaciones. Plantas tipo.
317
MEN SALIR
Fig. 14. James Stirling, 1953. Proyecto para la Universidad de Sheffield Variaciones. Planta de cubierta. Dibujo del
autor.
La planta baja acta sutilmente como vestigio de soporte con sus pilotis
herederos del Movimiento Moderno, pero su pequea escala nos acenta meramente
su carcter de obertura del principio modulador que rige el conjunto. (Fig. 15) Las
distintas secciones transversales (Fig. 16) indican de nuevo el carcter de apariencia
al mantener constante nicamente las plantas tercera, cuarta y quinta, obligando a la
primera y segunda a una mayor variabilidad, lo que no se manifiesta, paradjicamente,
en el exterior.
318
MEN SALIR
Fig. 15. James Stirling, 1953. Proyecto para la Universidad de Sheffield Variaciones. Planta baja.
Fig. 16. James Stirling, 1953. Proyecto para la Universidad de Sheffield Variaciones. Secciones
319
MEN SALIR
Fig. 17. James Stirling, 1964. Ampliacin de la Universidad de St. Andrews. Aspecto general.
320
MEN SALIR
Fig. 18. James Stirling, 1964. Ampliacin de la Universidad de St. Andrews. Plantas tipo.
Los ncleos de escaleras son denotados con huecos circulares, que no existen
en ninguna otra parte del edificio. Los espacios de espera se utilizan para admirar el
paisaje y se desahogan a travs de un ritmo de pilares independiente del de los
cerramientos. (Fig. 19)
321
MEN SALIR
Fig. 19. James Stirling, 1964. Ampliacin de la Universidad de St. Andrews. Seccin.
Fig. 20. James Stirling, 1964. Ampliacin de la Universidad de St. Andrews. Visin nocturna
322
MEN SALIR
323
MEN SALIR
Figs. 21, 22 y 23. James Stirling, 1964. Ampliacin de la Universidad de St. Andrews. Detalles.
Este puede definirse como el despliegue intensivo de esta nica clula. Sus
quiebros exteriores, su carcter de pieza de ensamblaje, se expresa ms si cabe en
los puntos de articulacin constante, puntos de inflexin compositivos, representados
por los huecos, alrededor de los cuales se desarrolla toda la compleja funcin texturial
de los paneles prefabricados.
324
MEN SALIR
Notas:
(1) Collin Rowe, introduccin de James Stirling (Obras y Proyectos), Ed. Gustavo
Gili, Barcelona, 1980, pg 16.
(5) Manfredo Tafuri, Francesco dal Co, Arquitectura contempornea, Aguilar S.A.
Ediciones, Madrid 1978, pg. 406. (Tt.Orig. Architettura contemporanea,
Electra editrice, Miln, 1976.)
325
MEN SALIR
Pero a nuestro entender este edificio aporta al quehacer arquitectnico una serie
de cualidades plsticas y compositivas que lo insertan en una configuracin de otro
orden, ms ligado a una reflexin sobre las texturas que sobre las estucturas, o al
menos tan importante como stas.
326
MEN SALIR
327
MEN SALIR
Fig 4: Louis Kahn, 1957-61. Laboratorios Richards; Esquema de Planta . Dibujo del autor.
Un examen detenido de dicha planta nos reafirma en esta carcter expresivo del
permetro; lo que en principio es un sucesin lgica de espacios funcionales
328
MEN SALIR
329
MEN SALIR
330
MEN SALIR
Notas:
331
MEN SALIR
332
MEN SALIR
Para Tafuri de nuevo ...Maekawa parece que pretende crear en el espectador una especie de
333
MEN SALIR
Fig.3. Kunio Maekawa, 1961; Centro Cultural de Tokio. Planta nivel de auditorios.
334
MEN SALIR
335
MEN SALIR
Notas:
336
MEN SALIR
CONCLUSIN/ROND FINAL
CONCLUSIN/ROND FINAL
338
MEN SALIR
CONCLUSIN/ROND FINAL
para viajar tan lejos de sus propias convenciones como la msica lo ha hecho a lo
largo de este siglo. Qu significa llevar a la arquitectura a travs de una serie de
emancipaciones paralelas? Cul es la arquitectura de la disonancia? La arquitectura
del ruido? Cul es la arquitectura de lo no-intencionado? Y si estas son las
cuestiones que ya han sido planteadas, cules son las que quedar por llegar? Este
trabajo ha intentado desentraar algunos de estos interrogantes.
339
MEN SALIR
CONCLUSIN/ROND FINAL
Hoy en da, las investigaciones de este tipo continan; de los sitios de los
instrumentos a los instrumentos como lugares; de la interpretacin expresiva a la
variacin inspirada, de lo deseado y buscado a lo no-intencionado; los proyectos y
obras reunidos en este trabajo no quieren sino demostrar la continua fertilidad de los
retos que la msica y la arquitectura se proponen la una a la otra.
340
MEN SALIR
CONCLUSIN/ROND FINAL
arquitectura puede que haya roto la caja pero todava tiene que salir de su jaula. La
muerte de los neo-clasicismos siempre acecha.
341
MEN SALIR
ALTERACIONES
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
ABRAHAM, GERALD
Cien Aos de msica, Alianza Editorial S.A., Madrid, 1985.
(Tit. Orig. A Hundred Years of Music, Gerald Duckworth & Co.
Ltd.)
ADORNO, THEODOR. W
Teora Esttica. Ed. Taurus, Madrid, 1980. (Tit. Orig
Asthetische Theorie, Suhrkamp Verlag, Frankfurt am Main,
1970)
BANDUR, MARKUS
Aesthetics of total serialism.Contemporary Research from
Music to Architecture. Birkhuser, Basel, 2001.
BANHAM, RAYNARD
The New Brutalism, Architectural Review, vol. 143, n 845,
1967, extrado y citado por Manfredo Tafuri, OP. Cit II, pg.
237.
BARTHES, ROLAND
Elementos de semiologa, Alberto Corazn editor, Madrid,
1971, Pg. 43 (Tt. Orig. Elements de Semiologie, Editions de
Seuil, Pars, 1960)
355
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
BOULEZ, PIERRE
Hacia una esttica musical, Monte Avila editores, Caracas,
1990, pgs. 28, 80, 136, 260, 287, 339, 356, 360 (Tt. Orig.
Relevs daprenti, Editions de Seuil, Pars, 1966)
CADIEU, MARTINE
Boulez, Espasa Calpe, Madrid, 1977, pgs. 20, 38, 41.
CAGE, JOHN
Escritos al odo, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos
tcnicos de Murcia, 1999.
CALABRESE, OMAR
El Lenguaje del Arte, Ediciones Piados, buenos Aires, 1995.
(Tit. Orig. Il Linguaggio dellarte, Grupo Editoriale Fabbri ,
Bompiani, miln, 1995.)
CARCHIA, GIANNI
Tiempo Histrico y Tiempo Esttico en Walter Benjamn,
revista Creacin n 11, Madrid, 1990, pgs, 72, 73, 74.
CASTRO FLREZ, F.
La msica y la geometra. Catlogo Palazuelo, ed. Museo
Nacional de Arte reina Sofa, Madrid, 1995. pg.80.
CELANT, GERMANO
Marcel Duchamp y la Babel de los lenguajes, Sala de
Exposiciones de la Caja de Pensiones, Madrid, Marzo 1985.
356
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
DE FUSCO, RENATO
Historia de la arquitectura contempornea, Celeste Ediciones,
Madrid, 1992, pgs. 539. (Tit. Orig. Storia dellarchitettura
contempornea, Gius, Laterza & Figli spa, Roma-Bari, 1975)
DE PABLO, LUIS
Encuentro de universos sonoros diferentes, Boletn
Informativo Fundacin Juan March n 1146, Marzo 1985.
DELEUZE, GILLES
Lgica del sentido, Ed. Paids, Barcelona, 1989, pgs.46, 47,
57, 60 (Tit. Orig Logique du sens, les Editions de minuit,
Pars, 1969)
DELEUZE, GILLES
357
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
GUATTARI, FLIX
Rizoma, Introduccin, Pre-textos, Valencia, 1977. pgs. 15,
17, 19, 25, 31 Tit. Orig. Rhizome, introduction, Editions de
minuit, Pars, 1976.
DELEUZE, GILLES
PARNET, CLAIRE
Dilogos, Valencia, 1980. pgs. 32, 34. (Tit. Orig. Dialogues
Ed. Flammarion, Pars, 1977.
DERRIDA, JACQUES.
Mrgenes de la Filosofa, Ed. Ctedra, Madrid, 1989, pgs.
23, 41, 47, 48, 62 (Tit. Orig. Marges de la philosophie, Les
Editions de minuit, Pars, 1989)
DORFLES, GILLO
El devenir de las artes, Editorial Breviarios, Fondos de Cultura
Econmica, Mxico, 1963, Pgs.142, 144, 145. (Tt. Orig. Il
devenire delle arti, Giulio Einaudi Editore, Turn, 1959)
358
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
DORS, EUGENIO
Lo barroco, Ed. Aguilar, Madrid, 1964, recopilado por Luciano
Patteta en Historia de la arquitectura: antologa crtica,
Hermann Blume, Madrid, 1984, pgs. 169, 170.
ECO, UMBERTO
La estructura ausente, Editorial Lumen, Barcelona, 1989,
pgs. 138, 140, 146, 152, 155, 171 (Tt. Orig. La struttura
assente, Casa Editrice Valentino Bompiani, 1968)
359
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
FRAMPTON, KENNETH
Historia crtica de la Arquitectura moderna, Ed. Gustavo Gili,
S.A., Barcelona, 1981, pgs. 276, 279. (Tt. Orig. Modern
Architecture: a critical history, Thames and Hudson Ltd.
Londres, 1980.)
FUBINI, ENRICO
Msica y lenguaje en la esttica contempornea, Alianza
Msica, Madrid, 1994, pg. 75. (Tt. Orig. Musica e linguaggio
nellestetica contemporanea, Giulio Einaudi Editore, Torino,
1973).
GARRONI, EMILIO
XXXI Bienal de Venecia, Juego y seriedad, 1966, extrado y
citado por Manfredo Tafuri, Op. Cit II, pg. 250.
360
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
GRIFFTHS, PAUL
NEIGHBOUR, O.
PERLE, G.
La segunda escuela vienesa, (Schoenberg, Webern, Berg),
Muchnik editores, Barcelona, 1986, pgs. 112, 113, 126. (10
ed. en The new Grove Dictionary of Music and Musicians,
Macmillan Publishers Ltd, Reino Unido, 1980)
HAYLES, KEVIN.
La revolucin del caos, Gedisa, Barcelona, 1993, pag. 29
HEIDDEGER, MARTIN
El ser y el tiempo (cita de J.D. Fullaondo en Composicin de
lugar, Hermann Blume, Madrid, 1990, pag. 163.)
HITCHCOCK, HENRY-R.
Arquitectura de los siglos XIX y XX, Ediciones Ctedra, S.A.,
Madrid, 1993, pags. 267.
JACOBS, ARTHUR
Breve historia de la msica occidental, Monte Avila Editores,
Caracas, 1990. (Tit. Orig. A Short History of Western Music,
Penguin Books, 1972.
KANDINSKY, WASSILY
W. Kandinsky, A. Schoenberg; cartas, cuadros y documentos
de un encuentro extraordinario, Alianza Editorial S.A., Madrid,
1987, pags. 111. (tit. Original: Briefe, Bilder und dokumente
einer aussergewhnlichen Begegnung, residenz Verlag,
Salzburgo und Wien, 1980)
361
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
LANZA, ANDREA
Historia de la Msica del siglo XX ( tercera parte ), Ediciones
Turner, Madrid, 1977, pags. 54, 103, 104, 105, 106, 108, 114,
176, 177. 10 ed. En E.D.T. Edizioni, Turn, 1977.)
LVI-STRAUSS, CLAUDE
Mirar, escuchar, leer, Ed. Siruela, Madrid, 1993, pags. (Tt.
Orig. Regarder, couter, lire, Ed. Librairie Plon, 1993.
LLED, EMILIO
El marco de la belleza y el desierto de la arquitectura (una
glosa a la crtica de juicio kantiana), Revista de Occidente n
142, 1984.
LPEZ, JULIO
La Msica de la Posmodernidad, Barcelona, Antrophos, 1988
MARCO, TOMS
Pensamiento musical y siglo XX, Fundacin Autor, Madrid,
2002.
MORGAN, ROBERT P.
La msica del siglo XX, Ed. Akal Msica, Madrid, 1994, pg.
116. (Tit. Orig. Twentiteh Century Music WW. Norton &
Company, Inc. 1991)
362
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
PALAZUELO, PABLO
El nmero y las Aguas. Catlogo Palazuelo, Ed. Museo Nac.
de Arte reina Sofa, Madrid, 1995, pg. 21.
PEIRCE, CHARLES S.
El hombre, un signo. El pragmatismo de Pierde Editorial
crtica, Barcelona, 1988. (Tit. Orig. The collected papers of
Charles Sanders Peirce, Harvard University Press, Cambridge,
1965
POUSSEUR, HENRI
Msica, semntica, sociedad, Ed. Alianza msica, Madrid,
1984, pgs. 21, 28, 29, 42, 43, 44, 54, 72, 74, 95, 98, 111, 112.
(Tt. Orig. Musique, smantique, socit, Editions Casterman,
Pars et Tourrnai)
363
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
POWER, KEWIN
La visin del caos, Catlogo de Palazuelo, Ed. Museo
Nacional de Arte Reina Sofa, Madrid, 1995, pags. 31
ROSTAND, CLAUDE
Anton Webern, Ed. Alianza Msica, Madrid, 1986, Pg. 113
(Tt. Orig. Anton Webern, Editions Seghers, Pars, 1969)
ROWE, COLLIN
Introduccin en James Stirling (Obras y Proyectos), Ed.
Gustavo Gili, Barcelona, 1980, pgs. 14, 16, 18.
RUBIO CARRACEDO, J.
Levi-Strauss. Estructuralismo y Ciencias humanas Ediciones
Istmo, Madrid, 1976.
SALAZAR, ADOLFO
Conceptos fundamentales en la historia de la msica, Alianza
Msica, Madrid, 1988, pgs. 121, 235, 240.
SALVETTI, GUIDO
Historia de la Msica, 10. El siglo XX. Primera Parte.
Ediciones Turner, S.A., Madrid, 1986. (Tit. Orig. Storia della
musica, vol. IX: Il Novecento, EDT Edizione, Torino, 1977.)
SCHOENBERG, ARNOLD
Funciones estructurales de la armona, Idea Books,
Barcelona, 1999. (Tit. Orig. Structural Functions of Harmony,
Faber and Faber Limited, Londres, 1954.)
SCHLOEZER, DE BORIS.
364
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
SCRIABINE, MARINA.
Problemas de la msica moderna. Seix Barral, Barcelona,
1973. (Tit. Orig. Problmes de la musique moderne, Les
ditions de Minuit, Pars, 1959).
SCHOPENHAUER, ARTHUR
Pensamiento, palabras y msica Biblioteca Edaf, Madrid,
1998.
SCHORKE, CARL E.
Viena Fin-de secle Gustavo Gili, Barcelona, 1981. Pgs. 47,
49 355, 356, 381. (Tit. Orig. Fin-de-secle, Vienna, Poltics and
Culture, 1961.)
SPENGLER, OSWALD
La Decadencia de Occidente, Ed. Espasa Calpe, Madrid,
1923, Pgs. 287, 295, 301, 302. (Tit. Orig. Der untergang des
abendiandes, C.H.Beeckschen Verlagbuchhandlung, 1917-
1922)
365
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
TAFURI, MANFREDO
La esfera y el laberinto, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1984,
pg. 436. (Tt. Orig. La sfera e il labirinto, Giulio Einaudi
Editore, Turn, 1980.
TAFURI, MANFREDO
TRIAS, EUGENIO
La lgica del lmite, Ed. Destino, S.A., Barcelona, 1991,
pgs.60, 61, 106.
WITTKOWER, RUDOLF
Los fundamentos de la arquitectura en la Edad del
Humanismo, Ed. Alianza forma, Madrid, 1994, pgs. 154, 173.
(Tit. Orig. Architectural principles in the Age of Humanism,
Academy Editions, 1949).
WLFFLIN, E.
Renacimiento y Barroco, Paids, Barcelona, 1986, pags. 155.
366
MEN SALIR
BIBLIOGRAFA
ZEVI, BRUNO
Historia de la arquitectura moderna, Ed. Poseidn, Barcelona,
1980, pgs. 392, 394, 415, 419, 420, 421, 422. (Tt. Orig. Storia
dellarchitettura moderna).
367
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS
AGRADECIMIENTOS
Y sigo por Inmaculada, mujer y esposa donde las haya, que ha conseguido amar
la arquitectura y la msica casi tanto como yo, que ya es decir, y que ha soportado
pacientemente mis neurosis a este respecto y a otros muchos, y que espero siga
soportando.
Y contino por Paloma Buigas, mujer de Juan Daniel, siempre atenta a todo
cuanto de interesante ocurre a su alrededor, animndome en todo momento a
introducirme en este laberntico mundo de la investigacin, estimulndome siempre a
subir peldaos, a no estancarme.
Y a Maite Muoz, porque Molly sabe muy bien de qu narices va esto de escribir
con algo de enjundia. Gracias, Maitechu.
369
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS
los cnones.
Y a Manuel de Prada, por ayudarme a poner en orden mis ideas tantas veces
que ya ni me acuerdo, y por insistir con lo de Strawinsky y yo sin enterarme, erre que
erre, empeado a solas con Webern y Boulez.
Y a la seccin de msica del Corte Ingls de Mlaga, por poner a la venta sin
tapujos la obra completa de Zemlinsky y el concierto para violn de Bloch. Reto a
cualquiera a que los encuentre en cualquier otro comercio, incluido la Virgin Records
de los Campos Elseos.
Y a Miguel ngel, bien sabe Dios que no Buonarotti, por hacer bueno el refrn de
que el hbito no hace al monje.
Y a Elton John, por Tonight. Y a Pablo y Arturo, por Ms. Robinson. Y a Ridley
Scott, por Blade Runner. Y a Richard Strauss, por todo.
Y a Nueva York, por ser como es, y a Gershwin, por haber vivido all.
Y a Emily, por ese fantstico vinilo de Oscar Peterson junto a Count Basie,
autntico incunable, privilegio tan slo de esas lites nocturnas malagueas que
370
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS
entienden de la vida.
Y a Jos Fenoll, por Una tarde de lluvia y Nena, pedazo de temas. Qu das
aquellos de vino, rosas y cazadores de sombras!
Y a Luis Senz de Tejada, un fsico que conoc que lo saba todo de Chopin.
Y a Tete Montoli, por lo mismo con el piano, pero encima sin ver. Toma jeroma,
y adems dominando a Bach.
Y a Carlos, por traerme de Haro, de vez en cuando, el mejor vino picado del
mundo.
Y a Plcido Domingo, por su Dalila, Dalila, je taime, pero arriba, donde duele.
Y a Jos Antonio Corrales por ser sin duda el mejor, y por seguir ah, como si tal
cosa. En dos palabras, Jos Antonio: im presionante.
371
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS
Y a Mariana y Manolo Jan hijo, por saber exiliarse como Dios manda.
Y a Paquillo, por ser el nico forofo del Bara que sabe un montn de ftbol.
Y a Carlos y Mria, porque la cosecha de los sesenta no sabra a nada sin ellos,
siempre a ritmo de Lone Star, de Marcuse, de Lafargue... y de los Rolling, por
supuesto.
Y a Pink Floyd, por su Dark side of the moon, autntico grado cero de esta
nuestra cultura post-industrial.
Y a James Taylor, porque sigue en el candelero, y a Carole King, por sus rizos
372
MEN SALIR
AGRADECIMIENTOS
Y a Carlos Aguilar, por haberme explicado con pelos y seales aquello de Edipo
y Yocasta, y por su amor a Bizet, a J.S. Bach y a Elliot.
Y a Walt Disney, por Fantasa, que debera ser obligatoria en las escuelas.
373