Asociacién de Amigos del Pais
a Fundaci6n para la Cultura y el Desarrollo
‘Tomol | [Fascieulo7) ppQca
Guatemala, 24 de agosto de 1998
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turas, in
Recomendacién ded
Esta Historia Populares una obra institucional de la
Fundacion para la
Cultura y el Desarrollo
Presidente:
‘Consejo Académico:
Lonel Torero Najera
Jorge Lujdn Mufioz
CCastafeds
presente fascicuo, besado on la Historia General de Guatemala,
uo redactado por Oswaldo Chinchilla Mazarieg0s.
vowezs 2x0
“oe: 221826902110. Far 7028808 Eat News Ooetn cog
60 Portada: Monumento 29 de Bilbao. La escultura
muestra una cabeza de la muerte, que lleva aretes
"yuna corbata anudada en el cuello, una caracteris-
tica del Gobemante 2. Altura: 94 om: ancho: 36 om.
Allo largo de Mesoamérica, el Periodo Clasi-
co Tardio (600-900 pc) fue una época de gran
desarrollo social y cultural, que se earacteri-
7 por la prevalencia de sociedades muy com-
plejas, con una poblacién de relativa alta
densidad y sistemas de organizacién social
y politica bien desarrollados. Estos rasgos
fueron el resultado de procesos iniciados en
el Preclisico, aunque varias regiones expe-
rimentaron cambios importantes durante la
transicién entre el Clasico Temprano y el
Clasico Tardio. Significativamente, la im-
portancia de Teotihuacan disminuyé de
modo considerable en Mesoamérica, duran-
te los siglos que precedieron al abandono de
esa ciudad, alrededor del aiio 750 nc. El tér-
mino de la influencia teotihuacana y el even-
tual colapso de esta gran ciudad fueron fac-
tores importantes para la transformacién del
panorama cultural y politico de toda Meso-
amériea,
En la Costa del Pacifico de Guatemala,
destaca el surgimiento de un Estado podero-
so y de un “estilo” artistico distintivo en la
zona de Santa Lucia Cotzumalguapa. A juz-
gar por su distribucién, dicho estilo ejercié
gran influencia a lo largo de la Costa y del
Altiplano central, y aquella entidad politica
puede considerarse como una de las més
importantes de su época en Mesoamérica. A
pesar de su importancia, la Arqueologia que
se ha practicado en Cotzumalguapa ha sido
poco divulgada, lo cual justifica que se le
conceda un amplio espacio en este fasciculo.
‘Ademés, es necesario sefialar que los sitios
arqueolégicos de dicha zona se encuentran
en serio peligro de desaparicién, como resul-
tado de la urbanizacién, lo cual hace necesa-
rio que se tomen medidas efectivas para su
conservacién.
Cotzumalguapa y el
Clasico Tardio en la
Costa del Pacifico
‘La Bocacosta ha jugado un papel importan-
te en el desarrollo sociocultural de la ver-
tiente del Pacifico de Guatemala, desde tiem-
aGotz
pos muy remotos, lo que se relaciona con la
extraordinaria fertilidad de sus suelos, cons-
tantemente alimentados por cenizas volca-
nicas y altos niveles de precipitacién plu-
vial. En la época colonial, la Bocacosta fue
una importante regién productora de cacao,
cultivo de gran importancia econémica en
toda Mesoamérica.
Desde el Preclasico, la Bocacosta albergé
sitios muy importantes, como, por ejemplo,
Abaj Takalik, en Retalhuleu. Un indicio del
grado de elaboracién sociopolitica y del de-
sarrollo cultural de éste y otros sitios de la
Bocacosta, en el citado periodo, es la presen-
cia de algunas de las muestras mas tempra-
nas de escritura, conocidas en Mesoamérica.
Como se analizé en el Fasciculo 4, la inscrip-
cién més antigua que se conoce en Guate-
mala se encontré en el Monumento 1 del
sitio de E] Bail, localizado en las inmedia-
ciones de Santa Lucia Cotzumalguapa. Esta
y otras esculturas de la época preclasica en-
contradas en la zona indican que, desde en-
tonces, habia sitios importantes en ella. Sin
embargo, éstos parecen haber experimenta-
do cierto decaimiento durante el Clasico
‘Temprano, para resurgir con gran fuerza
durante el Clasico Tardio, Es posible que el
crecimiento de Cotzumalguapa, durante el
Clasico Tardio, haya sido un factor que inci-
dié en la decadencia de Los Chatos-Monta-
na, el sitio mas grande en la Costa de] Paci-
fico, durante el Clasico Medio (ver Fasciculo
6). No obstante, se requiere todavia de mu-
cha investigacin para establecer correcta-
mente las relaciones entre ambas zonas.
La Zona Nuclear de
Cotzumalguapa
Los sitios Bilbao, El Baul y El Castillo se
encuentran situados al norte de la moderna
ciudad de Santa Lucfa Cotzumalguapa. Aun-
que tradicionalmente se les ha considerado
como sitios separados, las investigaciones
recientes han demostrado que, en realidad,
se trata de conjuntos arquitecténicos monu-
mentales que forman parte de una extensa
zona arqueoldgica extendida entre los tres
sitios y sus alrededores. Esta zona cubre por
uamalguapa y el Clas
8 Lette 98
Jo menos seis km!, los cuales, durante el Pe-
riodo Clasico Tardfo y Terminal, tenian mu-
chos asentamientos. Para referirse al con-
junto, se le ha lamado “Zona Nuclear de
Cotzumalguapa” (Iustracién 61). Varios tra-
bajos arqueolégicos han mostrado la exis-
tencia de considerable cantidad de vestigios
de zonas habitacionales, enterrados bajo se-
dimentos volednicos y suelos recientes; lo
cual es aplicable a toda la Zona Nuclear de
Cotzumalguapa. Lamentablemente, muchos
de dichos vestigios estén desapareciendo,
como resultado del crecimiento urbano de
Santa Lucia, lo que ha afectado incluso los
sitios principales. En 1996, la mitad del cen-
tro arquitecténico monumental de El Bail
fue destruido durante los trabajos de una
lotificacién.
co Tardio,
& Gama
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61 Mapa del area de la Zona Nuclear de Cotzumal-
guapa, tal como existe en la actualidad.100" Brett ER zara vop ula de Cneenata HE
Bilbao y El Baill son los dos sitios mayo-
res de la Zona Nuclear, localizados hacia los
extremos norte y sur de ésta, y distantes
aproximadamente tres kilémetros uno del
otro, Ambos estén formados por grandes
plataformas que sostienen conjuntos arqui-
tecténicos elaborados. A diferencia de los
tios de la planicie costera, tales como Bal-
berta y Los Chatos-Montana, los edificios de
Cotzimalguapa poseen revestimientos de
piedra, Este rasgo es caracteristico de la ar-
quitectura de la Bocacosta, y ha sido ident
ficado, en épocas mas tempranas, en los edi-
ficios de Abaj Takalik, Por otro lado, Bilbao
y El Batil también muestran diferencias sig-
nificativas; el primero, por ejemplo, carece
de un patio de juego de pelota, a pesar de
que muchas esculturas del sitio muestran
individuos vestidos como jugadores. En El
Batil hay un patio hundido, que posiblemen-
te pudo tener esa funcién. Por su localiza-
cién, su gran elevacién sobre el terreno cir-
cundante y la presencia de muros que cie-
rran partes del sitio, es probable que El Baill
haya sido disefiado como un sitio defensivo.
En esta zona también se ha encontrado evi-
dencia de actividades econémicas, especial-
mente la fabricacién de artefactos de obsi-
diana. Investigaciones recientes revelaron
los desechos de un gran taller, en el cual se
procesaba materia prima traida de los yaci-
mientos de obsidiana del Altiplano.
E} Castillo es un sitio significativamente
menor, Se encuentra localizado a menos de
un kilémetro de El Bail, separado de éste
por la garganta del Rio Santiago, afluente
del Coyolate. En fecha reciente se detecté la
existencia de una calzada de piedra, que
conducia de El Bail hacia El Castillo. Un
puente de dimensiones monumentales, lo-
calizado sobre el Rio Santiago, permitia el
transito ininterrumpido por la calzada. En.
Un puente en El Bail
te de la llamada Zona Nuclear de Seana El puente eee dicho
debid haber sido de material perecedero, quizés madera o cuerdas, para formar
jedras ciclépeas, en ambos lados del rio. Estos basamentos se ex
padamente 30 ma lo largo del cauce, lo que sugiere que el puente debila Zona Nuclear se han identificado otros
dos puentes de menor tamafio.
La Zona citada se caracterizaba por una
gran cantidad de esculturas monumentales,
que formaban parte de los conjuntos arqui-
tecténicos. Fueron éstas las que inicialmen-
te llamaron la atencién de la arqueologia en
Cotzumalguapa, en el siglo XIX. En esa épo-
ca, era una de las zonas arqueolégicas
més visitadas de Guatemala, pues se
conoeia poco de los sitios de Petén
‘Un gran conjunto de esculturas, en
su mayorfa procedentes de Bilbao,
fue extraido entre 1876 y 1886, y
Nevado al Museo Etnografico de
Berlin, Alemania, donde
todavia permanece.
Se ha discutido
rucho sobre la posi-
cién cronolégica de
los sitios y esculturas
de Cotzumalguapa.
Enel pasado, algunos
autores las fecharon
dentro del Clasico Me-
dio, y propusieron que
el estilo escult6rico te-
nia sus raices en la in-
fluencia teotihuacana.
Estudios més recientes
han demostrado que la
época de la respectiva
ocupacién principal se
sitta en el Clasico Tar-
dio y en el Clasico Ter-
minal (entre 650 y 1000
pc). Aunque las esculturas
presentan elementos icono-
gréficos originarios de Teo-
tihuacan, es evidente
La escultura y la escritura de
Cotzumalguapa
Las esculturas de Cotzumalguapa muestran
una gran variedad de formas y modos de
ejecucién, que incluye piezas en bajorrelie-
vey exentas. Muchas de ellas pueden carac-
terizarse como parte de la arquitec-
tura, ya que estan integradas direc-
tamente a los edificios. Los ejemplos
pertinentes son las cabezas huma-
nas, de animales 0 de dioses, pro-
vistas de espigas horizontales, las
cuales se adosaban a los muros
de los edificios. Otros
ejemplos de escultu-
ras asociadas a la ar-
quitectura incluyen
pilares, escalones, pie-
zas de pavimentos la-
brados y paneles es-
culpidos, que posible-
mente se colocaron
también en las facha-
das de los edificios. Las
esculturas exentas in-
cluyen figuras de ani-
males, cabezas colosa-
les y efigies de perso-
najes sentados. Por su
tamafio monumental,
destacan varias escul-
turas en bajorrelieve,
ejecutadas sobre la su-
perficie de grandes ro-
cas. También hay estelas,
posibles altares y grandes re-
ceptaculos de piedra.
Las esculturas de
que no se trata de una 62 Escultura con a figura de un dios dela muerte, Cotzumalguapa tie.
influencia directa,
Como se indicé en el
Fasciculo 6, la presencia teotihuacana en la
Costa del Pacifico se manifests durante el
Clasico Temprano, sobre todo en los incen-
sarios y en otras piezas de cerdmica, proce-
dentes de la planicie costera, principalmen-
te del area de La Gomera y Tiquisate. No se
conocen artefactos de este tipo en la zona de
Cotzumalguapa.
procedente de Santa Lucia Cotzumalguapa.
nen, como tema cen-
tral, las efigies de se-
ores y nobles, que aparecen, con frecuen-
cia, representados solos o en escenas. En
estas dltimas interacttian con otros perso-
najes 0 con seres sobrenaturales. Algunas
de dichas escenas posiblemente represen-
tan eventos de importancia politica, tales
como la entrega de determinados simbolos,
de la que participan dos sefiores. El juego de{fi02 Aoi Srintara Popular de Guatemala
pelota es un tema importante, asimismo,
aunque la accién respectiva s6lo se encuen-
tra representada en una escultura conocida:
el Monumento 30, de El Bail. Sin embargo,
los reyes y nobles con frecuencia portan ob-
jetos relacionados con el juego de pelota; por
ejemplo, yugos y manoplas, vinculados a es-
conas de naturaleza ritual, que incluyen sa-
crificios humanos y la presentacién de ofren-
das a seres sobrenaturales.
De gran importancia en el arte de Cotzu-
malguapa era la representacién de plantas,
por lo general en forma de enredaderas, de
las cuales brota una multitud de frutas, flo-
res, objetos preciosos y elementos simbdli-
cos, Con mucha frecuencia, las enredaderas
representan “volutas del habla”, que surgen
de la boca de los reyes, nobles o dioses, posi-
blemente como representaciones simbélicas
del discurso o del canto. En algunas repre-
sentaciones de indole sobrenatural, se mues-
tran personajes que ascienden por escale-
ras, o por los dientes de una gran criatura
mitoldgica, para cosechar las frutas que pen-
den de estas enredaderas,
Las representaciones humanas tienen ca-
racteristicas muy peculiares. Se trata de
individuos recios, de rasgos faciales fuer-
tes, representados con gran realismo. La
mayoria de los personajes representados
son del género masculino, pero también se
encuentran figuras de mujeres, que pue-
den identificarse por su traje. En contraste
con los rostros, se observa cierto grado de
convencionalismo en los cuerpos, especial-
mente en los pies y manos. Las figuras de
animales son muy realistas y dindmicas.
Uno de los ejemplos mas conocidos es el
Monumento 14, de El Baul: un tigre en
posicién sedente, que se ha convertido en
simbolo de la moderna ciudad de Santa Lu-
cfa Cotzumalguapa.
‘Se conocen més de 200 esculturas en el
estilo Cotzumalguapa, que en su mayorfa
corresponden a Bilbao y a El Baul. Se ha
comprobado, sin embargo, que también hay
muchas esculturas en areas habitacionales
alo largo de la Zona Nuclear, lo que indica
Ja complejidad de los asentamientos, que de-
bieron incluir residencias de miembros de la
nobleza, asi como lugares de culto.
Ademas de las representaciones citadas,
muchas esculturas de Cotzumalguapa mues-
tran textos que corresponden a un sistema
de escritura, propio del area, Igual que la
iconografia, la escritura de Cotzumalguapa
tiene importantes afinidades con otros siste-
mas de Mesoamérica, pero no puede consi-
derarse como una derivacién directa de uno
especifico. Mas bien, debe interpretarse como
un desarrollo local, que demuestra la parti-
cipacién de Cotzumalguapa en un complejo
ideolégico, ampliamente extendido a lo lar-
go de Mesoamerica. Usualmente, los signos
de la escritura de Cotzumalguapa tienen
forma circular, y muchas veces aparecen to-
deados por anillos con el borde realzado. Se
conocen mas de 20 signos diferentes. Estos
signos se acompafian, muchas veces, de cir-
culos o anillos lisos, que seguramente repre-
sentan numerales. Noes posible interpretar
estos signos a cabalidad, pero todo parece
indicar que representan un sistema calen-
dérico, de modo que los textos podrian sefia-
lar fechas o, incluso, nombres de los perso-
najes que aparecen en las escenas. De acuer-
do con una costumbre muy extendida en
Mesoamérica, los individuos podian tomar
nombres calendaricos derivados de sus fe-
chas de nacimiento, Hace falta mayor inves-
tigacién para confirmar estas hipétesis.
Difusién del “estilo” cotzumalguapa
Las esculturas de estilo Cotzumalguapa se
encuentran distribuidas en una extensa re-
gidn de la Costa del Pacifico de Guatemala;
se han encontrado desde Suchitepéquez has-
ta Jutiapa, y también en el valle de la Anti-
gua Guatemala. Alrededor de la Zona Nu-
clear se hallan en varios sitios relativamen-
te cercanos, entre los que se destacan Agu-
nd, Palo Verde y Pantaleén. Estos, segura-
mente fueron parte de una unidad politica
controlada por los sefiores de la Zona Nu-
clear.
Mas alla de la regién de Cotzumalguapa,
los ejemplos de este estilo escultérico se en-
cuentran concentrados alrededor de sitios
determinados, que parecen haber sido focos
de difusin en sus respectivas 4reas. El sitioPalo Gordo (Suchitepéquez) es el que posee
mayor mimero de esculturas de estilo Cot-
zumalguapa, fuera de la Zona Nuclear. Igual
que Bilbao y, posiblemente, El Bail, Palo
Gordo tuvo una ocupacién preclésica, y se
conocen también varias esculturas de ese
periodo. Sin embargo, la mayor parte de la
arquitectura visible y las esculturas de Palo
Gordo son del Clasico Tardio.
El sitio Los Cerritos Norte parece haber
sido el foco de difusién del estilo Cotzumal-
guapa, en las inmediaciones de la moderna
ciudad de Escuintla. En este caso, parece
haber sido enteramente construido durante
el Perfodo Clasico; empero, hay un impor:
tante sitio Precldsico muy cercano, y se co-
nocen. varias esculturas preclasicas de la
zona. Los Cerritos Norte esta compuesto por
una enorme acrépolis, muy bien conserva-
da, que se eleva 13 m sobre el entorno. La
acrépolis presenta clara evidencia de plani-
ficacidn arquitecténica, y sus edificios estén
recubiertos con piedras de rio. Este sitio po-
see una de las esculturas mas grandes de
cuantas se conocen en el estilo Cotaumal-
guapa, fuera de la Zona Nuclear. Entre otros
sitios con escultura: de estilo Cotzumalgua-
pa, en la zona de scuintla, se encuentra
Concepcién, Cadi» Obero.
Elestilo se difi.adié también hacia la cos-
ta suroriental, donde los monumentos mas
representativos estén en La Nueva, en Jutia-
pa, Hasta hace poco, esta zona era una de
las menos conocid is de Guatemala, en tér-
minos arqueolégicos. Investigacic :es recien-
tes han demostrado una larga sccuencia ocu-
pacional, que se remonta al Preclasico Tem-
prano. En el Preclsico Tardio, el sitiod mi
nante fue La Maquina, que posee una. 4-
polis de tamaiio considerable y que d. 6
haber sido el centro de una zona extensa >
asentamientos, La Nueva se localiza mas ul
este, cerca de la frontera con El Salvador.
Aunque mas pequefio que La Maquina, se
distingue por un importante conjunto de es-
culturas, varias de ellas de estilo Cotzumal-
guapa. Se conocen también importantes
ejemplos localizados en el area de Pueblo
Nuevo Vifias, Santa Rosa.
Finalmente, es necesario mencionar las
esculturas de estilo Cotzumalguapa presen-
tes, en varios sitios, en los alrededores de la
Antigua Guatemala; entre ellos figuran San-
ta Rosa, El Portal, La Chacra y Pompeya.
Esta region es la tinica del Altiplano, en la
cual el estilo Cotzumalguapa penetré en su
forma tipica, la que incluye el sistema de
eseritura. En otras regiones del A\
63 Monumento 1 de El Castillo, Escuintla. Represen-
ta una escena de interaccién entre tres individuos,
seguramente reyes y nobles, de ta Zona Nuclear
de Cotzumalguapa. Altura: 3.40 m; ancho: 2.25 m.
inclusive Chimaltenango y Kaminaljuyd,
hay también algunas esculturas que pre-
sentan elementos estilisticos relacionados
con Cotzumalguapa.
éCuales fueron las condiciones econémi-
cas, sociales, politicas e ideolégicas que esti-
mularon la difusion del estilo Cotzumalgua-
pa en todas esas regiones? Durante su apo-
geo, la Zona Nuclear de Cotzumalguapa
pudo haber sido un centro de poder politicoflor Aetna vo ular de Cewtsmala
importante, pero es dificil establecer los li-
mites de su esfera de control directo, y no
puede asegurarse que se haya extendido més
alla de los sitios cercanos, tales como Palo
Verde y Agund. Aun en ausencia de un con-
trol politico directo, puede suponerse que
hubo alianzas politicas y dindsticas, que per-
mitieron la adopcién del estilo Cotzumal-
guapa en sitios tales como Palo Gordo, Los
Cerritos Norte, y otros. Por otro lado, es po-
sible que hayan concurrido factores econé-
micos, tales como el control de rutas comer-
ciales y el acceso a determinados bienes, como
Ja obsidiana. Esto ultimo puede ser un fac-
tor significativo que permita explicar la pre-
sencia del estilo Cotzumalguapa en el valle
de la Antigua Guatemala, que se encuentra
en la ruta hacia Chimaltenango y hacia los.
yacimientos de obsidiana de San Martin Ji-
lotepeque.
El “problema pipil”
En la época de la conquista espafola, gran
parte de Escuintla y otras partes de la Cos-
ta del Pacifico, asi como el occidente de El
Salvador, estaban habitados por los pipi-
les. Este pueblo hablaba néhuat, un idio.
ma estrechamente relacionado con el né.
huatl, la lengua de los aztecas y de otros
pueblos del centro de México. Desde su des-
cubrimiento, en el siglo XIX, varios investi-
gadores se inclinaron a identificar el estilo
de Cotzumalguapa como obra de los pipi-
les, idea que se reforzaba por las afinidades
iconogréficas entre las esculturas locales y
el arte de varias regiones de México. Sin
embargo, esa identificacién no es completa-
mente segura, y ha sido cuestionada por
varios investigadores.
El problema principal concierne a las fe-
chas del arribo de los pipiles al territorio
centroamericano, las cuales no estén com-
pletamente determinadas, Como se indicé
enel fasciculo anterior, la Costa del Pacifico
y el Altiplano central experimentaron una
fuerte influencia procedente de Teotihua-
can, durante el Clasico Temprano, pero no
esté claro si ello implicé el movimiento de
poblaciones desde el centro de México hacia
Oe Hitters:
Guatemala. Por otro lado, algunos lingiiis-
tas han puesto en duda que se hablara na-
huatl en Teotihuacan durante el Clasico,
pues hay indicaciones de que los hablantes
de esa lengua no llegaron al centro de Méxi-
co sino hasta el fin de dicho perfodo. De acuer-
do con esa interpretacién, los pipiles y otros
pueblos de lengua néhuat habrian arribado
a América Central durante el Postclasico
‘Temprano. Por lo tanto, los creadores del
estilo Cotzumalguapa no podrian identifi-
carse como pipiles.
Las preguntas pertinentes permanecerdn
sin respuesta, en tanto no se aclare comple-
tamente el fechamiento de las migraciones
pipiles hacia Guatemala. Por otra parte, los
pipiles de Escuintla son muy poco conocidos
en términos arqueolégicos, porque se han
efectuado limitados trabajos sobre la Arqueo-
logia referida al Perfodo Postclasico en la
Costa del Pacifico.
El Clasico Tardio de
Kaminaljuyu
E] Periodo Clasico Tardfo en Kaminaljuyt
abarea las fases Amatle y Pamplona (550-
900 pc). Se caracteriz6 por un mareado au-
mento de la poblacién, y los consiguientes
cambios importantes en arquitectura, cera-
mica, escultura, patrones de asentamiento y
prdcticas funerarias. No obstante, la conti-
nuidad en los estilos de cerémica sugiere
que la poblacién estaba estrechamente re-
lacionada con la del perfodo anterior. Un
cambio significativo es la aparici6n de can-
chas de juego de pelota, cuya presencia en
un sitio constituye una indicacién clara de
ocupacién clasica tardia. Los patios de juego
de pelota del Altiplano central, son de tipo
“palangana”, es decir, cerrados por estructu-
ras alargadas en sus cuatro lados. Kaminal-
juy’ posefa, por lo menos, 11 canchas de
este tipo. En algunas de ellas se encontra-
ron esculturas que representan cabezas hu-
manas, de animales o de seres miticos, pro-
vistas de una espiga horizontal, destinada
para su insercién en los lados de las canchas
en la fachada de un edificio. Aunque mu-chos autores asocian este tipo
de esculturas con el estilo de
Cotzumalguapa, debe sefia-
larse que Kaminaljuya posee
un mayor mimero de cabe-
zas con espiga horizontal que
cualquier sitio de la Costa.
Por lo tanto, Kaminaljuya
pudo haber sido un foco im-
portante de la difusién de es-
tas esculturas en el Altiplano,
Igual que en la Costa del
Pacifico, en Petén y en otras
regiones de Mesoamérica, la
influencia teotihuacana
cesé en el Clasico Tardio. No
hubo més edificios con plata-
formas de talud-tablero, y
tampoco se han encontrado
tumbas comparables, en ri-
queza, a las de la Fase Espe-
ranza. De hecho, se ha sefia-
lado que, durante el Clasico
Tardio, la sociedad de Kami-
naljuy’ parecié adquirir un
aspecto mas provinciano, en
comparacién con otras regio-
nes de Mesoamérica. La au-
sencia de tumbas elaboradas
y el gran ntimero de canchas
de juego de pelota, hacen pen-
sar que la organizacién poli-
tica del sitio debié ser menos
centralizada en aquella épo-
ca. El fin del Periodo Clasico
mareé también la decadencia
de Kaminaljuyd, que fue
abandonado después de ha-
ber sido, por muchos siglos,
un centro muy importante, en
cuanto a poblacién, actividad
econémica y politica.
El juego de pelota: una tradicién
mesoamericana
ge ee
Monumento 21, de Bilbao, Esouintla, Esta es una de las esculturas
mas grandes y mas complejas en términos iconogréficos en toda Gua~
temala, Mide 3.87 x 2.34 m, y representa una escena con tres partic
pantes. El principal es un sefior vestido con braguero y tocade abom-
ado. De su boca brota una voluta del habla, con forma de enredadera,
y otra voluta similar brota de la boca de una calavera que cubre su
pecho. Esta enredadera se exliende hasta circundar toda la escena, y
etd llena de pequefios animales, flores y trutas sobrenaturales (algu-
‘nas con cara humana). Este personaje se dispone a cortar una fruta
‘con un cuchillo, Sentada frente a él hay otra figura, posiblemente una
diosa, que recibe las frutas para colocarlas en un gran recipiente. De~
{ras del individuo central aparece un tercero, mas pequefio, que lleva
‘una marioneta en su mano derecha y un hueso en la otra. Es dificil
establecer el significado de la escena. Probablemente representa la
pparticipacién de un rey en un acto de cosecha ritual.
temas artisticos mds relevantes en toda el
area. Uno de sus elementos esenciales eran
Jas pelotas hechas de hule macizo, con gran
facilidad para rebotar. B] juego consistia
en intercambiar las pelotas, de un extre-
mo a otro de las canchas, ya fuera entre
dos individuos 0 entre dos equipos; ade-
El juego de pelota mesoamericano no era
un deporte en el sentido moderno de esa
palabra, Era una parte importante del ri-
tual religioso y politico, y fue uno de los
més, presentaba muchas variedades, que
debieron tener sus propias reglas y proce-
dimientos, En una de las mas conocidas, la
pelota solamente podia golpearse con la65. Hacha, Efigie Antropomorta, Alto: 27 em, Ancho:
220m. Periodo Clasico, Jutiapa
cadera, que se protegia con cinturones
gruesos 0 con “yugos”, implementos en for-
ma de U, que se ajustaban a la cintura o al
torso. En otras variantes, la pelota se gol-
peaba con el antebrazo, con manoplas u
otros implementos, En algunos lugares se
utilizaron anillos, a través de los cuales
debia pasar la pelota. A cada una de di-
chas variedades correspondian pelotas de
diferentes tamafios y, seguramento, patios
con diferentes especificaciones
E] juego de pelota tenia un profundo sig-
nificado religioso y politico. La mitologia
mesoamerieana est lena de ejemplos de
encuentros sobrenaturales, en los que parti-
cipan hombres y dioses. El juego era practi-
cado por los reyes y sefiorés principales en
ocasiones ceremoniales, y sus actuaciones
en aquellas lides eran frecuentemente con-
memoradas en esculturas. Muchas veces,
estos juegos ceremoniales estaban asocia-
dos al sacrificio humano. En algunas escul-
turas de las Tierras Bajas mayas, los cauti-
ee
Citar Popuia Ss Cinenale SQN ss
vos de guerra son representados como pelo-
tas que bajan, rebotando, por las gradas de
una escalinata, mientras que el rey vence-
dor aparece en actitud de golpearlas. Estas
escenas evocan el sacrificio de los cautivos
en lo alto de un templo, desde donde los
dejaban caer, rodando, por las escalinatas.
En los relieves del juego de pelota de Ch
chén Itz (Yucatan), el contendiente ven
do aparece decapitado, y la pelota esta re-
presentada como una calavera. La asocia-
cién entre el juego de pelota y el sacrificio
por decapitacién también se encuentra en el
Popol Vuh. Sin embargo, no necesariamen-
te todos los encuentros debian acabar en el
sacrificio del perdedor. Se jugaba también
por recreacién, y muchas veces para encau-
sar apuestas. Se apostaba todo: la vestimen-
ta, las joyas, esclavos, casas, cultivos y, en
algunos casos, hasta la propia persona y los
hijos, que, si eran los del perdedor, queda-
ban como esclavos.
EJ hallazgo reciente de un patio de juego
de pelota del Preclasico Temprano, en el
sitio de Paso de la Amada, Chiapas, ha de-
mostrado que tal actividad existia ya entre
las primeras sociedades sodentarias de
Mesoamérica. La importancia del evento se
hizo especialmente notoria en el Clasico
‘Tardio, cuando la construccién de canchas
se hizo comin en la mayoria de centros
importantes. De hecho, la presencia o au-
sencia de una cancha, en un sitio en parti-
cular, indica la importancia de éste en rela-
cién con otros sitios. El disefio arquitecténi-
co de las canchas varié en distintos lugares
y épocas. En el Altiplano y en la Costa del
Pacifico de Guatemala, durante el Periodo
Clasico, eran usuales las de tipo “palanga-
na”, es decir, patios rectangulares cerrados
completamente por cuatro estructuras. En
contraste, los patios de Petén, por lo gene-
ral estan delimitados sdlo por dos estructu-
ras paralelas, mientras que los extremos
quedan abiertos. Las paredes interiores de
estas estructuras usualmente tienen una
superficie inclinada, y con frecuencia tie-
hen una banqueta en la base. Muchas ve-
ces estdn adornadas con esculturas, que sue-
Jen marcar el centro y, a veces, los extre-
mos del espacio de juego.Yugos y hachas
Durante el Periodo Cla-
sico Tardio, en el Altipla-
noy en la Costa del Paci-
fico de Guatemala, se
hizo frecuente el uso de
dos tipos especiales de es-
culturas portatiles: los yu-
gos y las hachas ceremo-
niales. Ambos se asocian
frecuentemente con el
juego de pelota, aunque
es probable que hayan
tenido también otras fun-
ciones relacionadas con
prdcticas rituales. Los
yugos son piedras labra-
das en forma de U, cuya
semejanza con los protec-
tores que aparecen en la
cintura 0 el torso de los
jugadores de pelota ha
hecho pensar que pudie-
Un monumento perdido en el mar
Las esculturas de Cotzumalguapa llamaron fuertemente la
atencién en el siglo XIX, al punto de que, entre 1876 y
1886, se extrajo un extenso conjunto de esculturas con
destino al Real Museo Etnografico de Berlin, donde per-
manecen hasta la actualidad. Los trabajos se detuvieron
después de la pérdida del Monumento 17, de Bilbao, una
gran escultura que representaba un zopilote en vuelo, de
cuyo pico pende un cuerpo humano, seguramente ya sin
vida. Esta piedra, que media aproximadamente 2.90 m,
fue cortada y adelgazada para transportarla en carreta de
bueyes y en ferrocarril, hasta el puerto San José, donde se
perdié al caer al mar, cuando era embarcada con destino a
Berlin. Una traduccién libre del informe del capitan del
barco, describe la escena asi: “AI levantar la piedra de la
lancha hacia la altura, se zafé un poco. Por las altas olas,
golpeo con fuerza la cuerda, y puesto que el barco tam-
bién se bamboleaba, la cuerda se rompid, y la piedra se
hundié en la profundidad,
ya que el empuje separd
la lancha del barco” (ver
Ilustracion 66).
ron haber sido utilizadas du-
rante el juego. Sin embargo,
su considerable peso sugiere
que més bien pudieron ser
representaciones rituales de
esos protectores, en tanto que
los verdaderos debieron ser
de materiales mas livianos.
En su mayoria, los yugos gua-
temaltecos son lisos, pero se
han encontrado algunos
ejemplares labrados, con di-
versos disefios.
Las hachas reciben ese
nombre por su tamafio y su
forma aplanada, pero es evi-
dente que no tuvieron la fun-
cidn que ese término indica.
{66 Dibujo del Monumento 17 de Bilbao, hecho por Carl Hermann Berenat stan labradas en ambos la-
(1877).
dos con diferentes figuras,que incluyen cabezas humanas o de ani-
males, craneos, cuerpos completos de ani-
males, ¢ incluso disefios mas complejos. La
forma y tamafio de las hachas impone res-
tricciones en el diseio de las figuras, que
muchas veces se contorsionan admirable-
mente para adaptarse al espacio. Muchas
hachas presentan superficies caladas, que
formaban parte del disefio, pero que, a la
vez, probablemente servian para suspen-
derlas, Algunas tienen perforaciones he-
chas especificamente con ese propésito;
otras, presentan espigas cortas, que pudie-
ron servir para ajustarlas a un mango 0
para sujetarlas con la mano. Aunque, por
lo general, se asocian con el juego de pelo-
ta, no esta completamente clara la funcién
que pudieron tener en relacién con este ri-
tual. Igual que los yugos, se encuentran
asociadas a contextos rituales como ofren-
das 0 entierros.
Tradicionalmente se habia considerado
que los yugos y las hachas, en el Altiplano y
en la Costa, fueron resultado de la influen-
cia procedente de Veracruz, donde esos arte-
factos son comunes y muy elaborados. Sin
embargo, el hallazgo de un yugo en una
tumba del Clasico Temprano, en La Lagu-
nita, Quiché, sugiere que su presencia en el
Altiplano de Guatemala es producto de una
larga tradicién local. También se ha postu-
lado, con frecuencia, una asociacién estre-
cha de los yugos y de las hachas con la escul-
tra de Cotzumalguapa, y se ha utilizado la
presencia de dichos artefactos como un ar-
gumento para sefialar una asociacién diree-
ta entre Cotzumalguapa y la costa del Golfo
de México, Esta idea no resulta sustentable
si se observa la distribucién geografica de
yugos y hachas en el Altiplano y en la Cos-
ta, donde resulta mucho més amplia en com-
paracién con el estilo Cotzumalguapa. Cier-
tamente, se han encontrado ambos tipos de
artefactos en la Zona Nuclear de Cotzumal-
guapa, pero de igual modo se les ha localiza-
do en otros sitios de la Costa y del Altiplano,
donde el estilo no se hizo presente. Sélo al-
gunas hachas poseen rasgos paralelos a los
del estilo escultérico de Cotzumalguapa,
mientras que la mayorfa tiene patrones ar-
tisticos diferentes.
Desafortunadamente, en su mayor par-
te, los yugos y las hachas carecen de contex-
tos arqueol6gicos conocidos, lo cual plantea
muchas preguntas sin respuesta, acerca de
tan interesantes objetos: hace falta mucho
trabajo de investigacién para elucidar, de
modo suficiente, su cronologia, distribucién,
y funciones.
El jade y la obsidiana: recursos
minerales del Altiplano
En el Altiplano de Guatemala se disponia
de dos recursos minerales de particular im-
portancia en las culturas mesoamericanas:
el jade y la obsidiana. Ambos minerales fue-
ron explotados desde las épocas més tem-
pranas, y su extraccién y procesamiento fue-
ron importantes en la economia de algunas
regiones. Sus funciones fueron muy diferen-
tes, ya que el jade sirvié exclusivamente
para elaborar objetos suntuarios, en tanto
que la obsidiana fue utilizada principalmen-
te para artefactos utilitarios, o bien para
fabricar algunos objetos de uso ceremonial.
E] jade fue uno de los materiales més
utilizados en la elaboracién de objetos pre-
ciosos en la antigua Mesoamerica. Los arte-
factos hechos con ese material incluian cuen-
tas y dijes de collares, brazaletes, asi como
adornos del vestuario; ademas, orejeras o
colgantes de diversos tipos, hachuelas y es-
tatuillas de dioses. Entre los artefactos més
impresionantes se encuentran las mascaras
de mosaico de jade, admirablemente ensam-
bladas. Por su gran valor, tales piezas eran
depositadas como parte de ofrendas o en el
ajuar funerario de los Sefiores de alto rango.
Los tinicos yacimientos de jade conocidos
en toda Mesoamérica se encuentran en el
valle del Rio Motagua. Se ha supuesto la
existencia de otros, pero no se han localiza-
do, lo que hace suponer que todo el jade que
se utilizé en la antigua Mesoamérica fue
extraido de aquellos yacimientos. La pala-
bra “jade” designa una variedad de materia-
les diferentes en términos mineralégicos,
que, no obstante, tienen en comtn la carac-
teristica de que se prestan para elaborar
artefactos finos, muy bruftidos, y de tonosLE percctcsgnpa’y A cusico eran. SS Mle 05108
Namativos, que incluyen azul, verde, gris y
negro. Entre los tipos mesoamericanos se
han identificado variedades de minerales co-
nocidos como jadeita, albito-jadeita, didpsi-
do-jadefta y cloromelanita. Ademas, con fre-
cuencia se utilizaron otros minerales de as-
pecto similar, tales como la serpentina.
La elaboracién de artefactos de jade re-
queria de téenicas especiales, que se cono-
cen sdlo de modo parcial. En Kaminaljuya
se han encontrado artefactos en proceso de
elaboracién, que revelan algunas de las té
nicas empleadas. Puesto que no se eonocian
Una escena de juego de
pelota en El Baul
El juego de pelota fue un tema importante en
Ia iconografia de Cotzumalguapa. Con fre-
cuencia se observan representaciones de in-
dividuos que portan yugos en la cintura, y
manoplas atadas a la mano izquierda, Sin emi-
bargo, son pocas las representaciones del jue-
go enaccién, De hecho, la tmica conocida se 67 _Monumento27 de E1 Bail, Representa una escene
encuentra en el Monumento 27, de El Bail, de juego de pelota Altura: 2.60; ancho: 1.46 m.
una escena dinémica, de interaccién entre dos
jugadores. Estos pueden reconocerse como tales porque 108 gabe Jess toda las herra-
levanguanes, yo quepareoen serpequefspelotasenias entes wtizadas sogura:
manos, aunque carecen de los gruesos yugos en lacintura, — teriales perecederos. Se uti:
caracteristicos de otras representaciones de jugadores. Am- _lizaron, de manera amplia,
bos llevan mascaras con figuras de animales, y vestimenta materiales abrasivos, qué
relativamente sencilla. Uno de ellos cae hacia atris, venci- _pudieron incluir el polvo det
do, en tanto que el vencedor lo contempla orgullosamente, __ Propio jade y otros minerales
Parado, y las manos en Ja eintura. De su boca vierte un finamente molidos. Las Gon:
espeso chorro de agua, o vémito, que cae endirecciénasu (rave se ovscrvan en Alii
oponente, Una pequefia figura femenina emerge deloalto, Le hicioron mediante el ras,
en actitud de otorgar lo que parece ser una preseaal vence- _pado de la pieza de jade con
dor. La escena se completa con una corta inscripcién que, cuerdas combinadas con
tentativamente, puede leerse como “2 zopilote”, y que pu-_ abrasivos. Ademés, la delga-
diera representar una fecha o el nombre de uno de los ez y rectitud de. algunos de
participantes. En a base de la estela hay seis figuritas senta-__¢ichos cores suicto que pur
das que, a juzgar por los signos jeroglificos que llevan en yas delgudas hochas le ma
sus tocados, pudieran representar otra inscripcién (ver Ilus-teriales no identificados,
tracién 67). También se ignora de qué sepudieron haber hecho los barrenos utiliza- nos de gris, verde o café. Los yacimientos de
dos para perforar algunas piezas, los cuales _obsidiana se explotaron en diversas partes,
probablemente eran accionados por medio de la antigua Mesoamérica, y en fasciculos
de arcos, Estos instrumentos se utilizaron anteriores se han mencionado ya los de Pa-
para dar forma a los artefactos, cuyo aca- chuca (México) y El Chayal (Guatema-
bado, con frecuencia, inclufa la). Ademés de este iltimo,
Ja talla en diversos di- los yacimientos més im-
sefios y figuras, lo portantes en terri-
que se ejecuta- torio guatemal-
ba con gran teco fueron
El juego de pelota en
Xibalba
ste pasaje del Popo! Vuhrelata un juego de pelota, entre los héroes Hunahpi)
fe Ixbalanqué y los Sefiores de Xibalba (region subterrénea habitada por dioses
‘enemigos del hombre). Este encuentro es un buen ejemplo del simbolismo mitico
{religioso, asociado al juego, y con referencias al sacrificio humano, Antes de empezar a jugar
‘e discuten las condiciones del evento. Los de Xibalba intentan vencer, recurriendo a la trampa,
‘2 los muchachos, y asi darles muerte. Sin embargo, éstos vencen a los Sefiores, gracias alo cual
logran preservar su vida.
Esta bien. Vamos ajugara la pelota, muchachos, les dijeron los de Xibalba.
Bueno, contestaron,
Usaremos esta nuestra pelota,clijeron los de Xibalb.
‘Deninguna manera usaréis ésa, sino la nuestra, contestaron los muchachos,
Esano, sino la nuestra ser la que usaremos, dijeron los de Xibalbé.
Esti bien, dijeron los muchachos.
‘Vaya por un gusano chil, dijeron los de Xibalba,
sono, sino que hablar la cabeza del lebn, dijeron los muchachos.
Eso no, dijeron los de Xibalbé,
— Esta bien, dijo Hunahpi.
Entonces, los de Xibalbé arrojaron la pelota la lanzaron directamente al anillo de Hunahpd. En seguida,
‘mientras los de Xibalba echaban mano de! cuchilto de pedernal, la pelota rebot6 y se fue saltando por,
todo e! suelo del juego de pelota,
— _ {Quées esto?, exclamaron Hunahpie Ixbalanqué. Nos queréis dar la muerte? ;Acaso no
‘nos mandasteis llamar? z¥ no vinieron vuestros propios mensajeros? En verdad, jdeseraciados