Pétala

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Ptala

E ra una vez una paloma blanca que se llamaba Ptala. A


Ptala le gustaba baarse en el estanque, picotear con
sus amigas, jugar al escondite entre los rboles...
Un da, cuando fue a regar sus plantas, vio que no sala ni
una gota de agua.
Por qu no hay agua? se pregunt.
Ptala se asom a la ventana buscando una respuesta.
La hormiga no lo saba.
El rbol no lo saba.
El sol no lo saba
Ptala quera saber qu pasaba y se fue volando a la casa de la lluvia.
Cuando se acerc, un dragn enorme sali a recibirla. Aquel dragn se haba adueado
de la casa de la lluvia!

Ptala se asust mucho; pero, como era rpida, consigui escapar.


Mientras volaba hacia su casa, pens:
Seguro que ese dragn se bebe toda el agua...

Ptala le cont a sus amigas que la casa de la lluvia


estaba en poder de un dragn terrible que echaba fuego
por la boca. Tenan que hacer algo!
Esa noche, cuando se iba a la cama, Ptala tuvo una
idea.
Se lo cont a la hormiga, y le pareci bien.
Se lo cont al rbol, y le pareci bien. Y como el sol
estaba durmiendo... se lo cont a la luna!
Entonces Ptala se fue a la casa de la lluvia y se llev su espejo.

Estaba lejos, pero le gustaba mucho volar.


Sin hacer ruido se puso delante del dragn y esper al amanecer.
Con los primeros rayos de sol, el dragn abri los ojos y vio

un bicho enorme y feo que lo miraba furioso!


El dragn, asustado, se escap a toda velocidad. Al momento... empez a llover!
El sol, que ya saba lo que haba pasado, sonri. Y, con la lluvia y la sonrisa del sol, apareci
el arco iris.

Desde entonces, Ptala ya puede baarse en el estanque, picotear con sus amigas, jugar al
escondite entre los rboles...
Y algunas tardes, las palomas se renen en el bosque para que Ptala les cuente la
aventura del dragn y la casa de la lluvia.

Pep Bruno; Luciano Lozano


Ptala
Pontevedra, OQO editora, 2008

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