Brecht Bertolt Antologia Poetica PDF

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Entre los poetas mos Bertolt Brecht


-2-

C on el ttulo genrico Entre los poetas mos iniciamos la


publicacin, en el mundo virtual, de una coleccin de
cuadernos monogrficos con los que deseamos contri-
buir a la divulgacin de una poesa comprometida que,
denominada poesa social, poesa crtica o poesa de la
conciencia, se caracteriza por centrar su temtica en los seres
humanos, bien sea para ensalzar sus valores genricos, o bien
para denunciar los atropellos, injusticias y abusos cometidos
por quienes detentan el Poder en cualquiera de sus formas.
Poesa sta que no se evade de la realidad, sino que incide en
ella con intencin transformadora. Se entiende, pues, que tal
produccin y sus autores hayan sido frecuentemente boicotea-
dos, acallados, desprestigiados, censurados e incluso persegui-
dos por dichos poderes dominantes. Se trata, en fin, de una poe-
sa contestataria, teida por el compromiso tico de sus autores.
Los textos aqu incorporados proceden de muy diversas fuentes.
Unos de nuestra biblioteca personal, otros de Internet.
La edicin digitalizada de estos cuadernos poticos carece de
toda finalidad econmica. No obstante, si alguien se considera
perjudicado en sus legtimos derechos de propiedad intelectual,
rogamos nos lo haga saber para que retiremos los textos cues-
tionados.

Biblioteca Virtual
OMEGALFA

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Entre los poetas mos...

Bertolt Brecht
(1898 1956)

Poeta y dramaturgo alemn. Naci en Augsburgo, hijo de una prs-


pera familia burguesa. Rebelde desde su juventud, estudiante de me-
dicina, durante la primera Guerra Mundial sirvi de camillero. Fruto
de esta experiencia fueron algunos poemas que motivaron ms tarde
su inclusin en la lista negra de Hitler. Opuesto a la mentalidad bur-
guesa familiar, decide dedicarse a la literatura como una forma de
vivir, de entender y explicar la realidad social.
Sus primeras influencias literarias proceden del expresionismo impe-
rante entonces. Su pensamiento marxista se reforz al relacionarse
con Walter Benjamn y Karl Korsch.
Se cas en dos ocasiones. Su segunda esposa (1928) la actriz Helene
Weigel, fue su compaera y colaboradora. Ella fue quien mejor supo
encarnar los personajes femeninos del teatro brechtiano.
En 1933, con la subida de Hitler al poder, Brecht hubo de abandonar
Alemania. Se le priv de la nacionalidad y, tras viajar por diversos
pases europeos, se exilia en California. Aos despus, en 1947, a
raz del estreno de Galileo, fue sometido a un proceso por el Comit
de Actividades Antinorteamericanas que, aunque no tuvo importan-
tes consecuencias para el autor, s le decidi a abandonar EE.UU.
En 1948 volvi a su pas, asentndose en el Berln Oriental. All cre
una compaa de teatro (Berliner Ensemble), trabajando con su mu-
jer hasta que la muerte le sorprendi en un ensayo de Galileo, en
Berlin, el 14 de agosto de 1956.
A la primera poca de su teatro (aos 20) corresponden las obras
En la Jungla de las ciudades (1923), Un hombre es un hombre (1923),
Vida de Eduardo II de Inglaterra (1924). Pronto su teatro evoluciona
hacia la denuncia social y la critica de la moral burguesa. Con una
letra dursima acompaada musicalmente, pretenda sorprender y
hacer pensar a la audiencia. Citemos La pequea Mahagonny (1927)
y La pera de los cuatro cuartos (1928).

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Brecht trat de crear un teatro pedaggico para la clase obrera, que


a la vez resultara aceptable para los espectadores de clase media. La
solucin encontrada fue el llamado teatro pico. En l se unen las
historias populares con los planteamientos polticos, acompaados
con elementos esttico-formales entre los que destaca el empleo de
la msica orquestal. Se trata de un teatro didctico, que pretende
unir lo esttico con lo moral y lo poltico, incitando a la reflexin
crtica.
Sus mejores obras son, seguramente, Galileo (1938), Madre Coraje y
sus hijos (1939), El ascenso inevitable de Arturo Ui (1941), El crculo
de tiza caucasiano (1943) y La buena persona de Sezuan (1938).
Bertolt Brecht figura entre los autores ms importantes del siglo XX.
Su teatro ha ejercido enorme influencia sobre los autores de la po-
ca.
Pero Brecht fue tambin un poeta excepcional: A lo largo de su vida
escribi varias colecciones de poemas caracterizados por un estilo
directo, conciso y de clara inclinacin poltica, social y moral. Es el
prototipo del intelectual revolucionario. Prximo al comunismo, en
sus poemas expresa su identificacin con los obreros, con los cam-
pesinos, con los esclavos, con los explotados de cualquier tiempo y
lugar. En las pginas que siguen podr encontrar el lector una mues-
tra de ello.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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A los que vendrn despus

1
Realmente vivo en tiempos sombros.
La inocencia es locura. Una frente sin arrugas
denota insensibilidad. El que re
es porque todava no ha odo
la terrible noticia.

Qu tiempos son estos, en que


hablar sobre rboles es casi un crimen
porque implica silenciar tanta injusticia!
Ese, que cruza tranquilamente la calle,
ser encontrado cuando los amigos
necesiten su ayuda?

Es verdad que todava me gano el sustento,


pero creedme: es por casualidad.
Nada de lo que hago justifica
que yo pueda comer hasta hartarme.
Las cosas todava me van bien
(si la suerte me abandonase, estara perdido).

Me dicen: Come, bebe, algrate por lo que tienes!


Pero... cmo puedo comer y beber
si estoy arrebatando al hambriento su comida,
y mi vaso de agua le falta al sediento?
Y sin embargo contino comiendo y bebiendo.

Me gustara tambin ser sabio.


Los libros antiguos nos hablan de la sabidura:
consiste en apartarse de los problemas del mundo
y, sin temores,
dejar que transcurra tranquilamente
el tiempo de nuestra breve vida en la tierra,
pagar el mal con el bien,

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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no satisfacer nuestros deseos, sino desecharlos.


He aqu lo que llaman sabidura.
Pero yo no consigo hacer tales cosas.
Verdaderamente vivo en tiempos sombros.

2
Llegu a las ciudades en tiempos de desorden
cuando reinaba el hambre,
me mezcl entre los hombres en poca turbulenta
y me rebel con ellos.
As fue transcurriendo el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Com mi pan en medio de batallas,


dorma entre asesinos,
trat despreocupadamente los asuntos amorosos,
y fui impaciente con la naturaleza.
As fue transcurriendo el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

En mi poca todos los caminos conducan al fango,


mis palabras me traicionaban ante el verdugo,
yo era poca cosa. Pero pienso que los gobernantes
se sentan ms seguros sin m.
As fue transcurriendo el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Nuestras fuerzas eran escasas y la meta


se hallaba distante.
Aunque poda distinguirse claramente me pareca
que yo tal vez no la alcanzara.
As fue transcurriendo el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

3.
Vosotros, que surgiris del marasmo
en que nosotros nos hemos hundido,

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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acordaos tambin,
cuando hablis de nuestras flaquezas,
de los tiempos sombros
de los que os habis librado.
Cambibamos ms frecuentemente de pas
que de zapatos,
a travs de las guerras de clases, desesperados,
porque reinaba la injusticia y nadie se indignaba.

Bien sabemos que el odio contra la bajeza


deforma el rostro
y la rabia contra la injusticia
enronquece la voz. Ah!, nosotros,
que queramos preparar el terreno para la bondad
no pudimos ser bondadosos.

Pero vosotros, cuando llegue el momento


en que el hombre sea bueno para el hombre,
acordaos de nosotros con comprensin.

8En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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A los que dudan

Nuestra causa va mal.


La oscuridad aumenta. Las fuerzas disminuyen.
Ahora, despus de haber trabajado durante tanto tiempo
nos hallamos en una situacin peor que al comienzo.

Sin embargo, el enemigo sigue ah, ms fuerte que nunca.


Sus fuerzas parecen acrecentadas y presenta un aspecto
invencible.
No se puede negar que hemos cometido errores.
Nuestro nmero se reduce. Nuestras palabras de orden
se encuentran en desorden. El enemigo
distorsiona muchas de nuestras palabras hasta hacerlas
irreconocibles.
Aquello que dijimos, ahora parece falso: Mucho o poco,
con qu contamos ya? Somos lo que ha quedado,
marginados de la corriente de la vida?
Marcharemos hacia atrs, sin nadie que nos comprenda
y sin comprender a los dems?
No hemos tenido suerte?

T preguntas estas cosas. No esperes ninguna respuesta


salvo la tuya.

En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: Marcos.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Balada de la gota de agua en el Ocano

Llega el verano y el cielo estival


tambin os ilumina a vosotros.
El agua es tibia y en ese agua clida
tambin os bais.
En los verdes prados
montis vuestras tiendas. En las calles
resuenan vuestros cantos. El bosque
os da la bienvenida. Acaso
es el fin de la miseria? Hay alguna mejora?
Todo va bien? Ha llegado la hora?
Reina el orden en el mundo? No.
Es slo una gota de agua en el ocano.

2.-

El bosque acoge a los excluidos. El hermoso cielo


brilla sobre los desesperados. Las barracas veraniegas
acogen gente sin techo. La gente se baa en el agua tibia.
No comen. La gente
que andaba por la calle contina
su incesante bsqueda de trabajo.
No es el fin de la miseria. No hay mejora.
Nada va bien. No ha llegado la hora.
El mundo no sigue su plan.
Es slo una gota de agua en el ocano.

3.-

Os contentaris con el luminoso cielo?


No pensis salir de las tibias aguas?
Os quedaris en el bosque?
Estis siendo engaados? Sois consolados?
El mundo, con sus exigencias, os espera.
Necesita vuestro descontento, vuestras sugerencias.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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El mundo os mira con un resto de esperanza.


Ha llegado la hora de no aguantarse ms
como esas gotas de agua en el ocano.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986. Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Cancin de la fundacin del Banco Nacional de Depsitos

S, fundar un banco
a todos debe parecerles bien.
Si no se puede heredar fortuna,
es preciso sacarla de algn lugar.
Para ello, los depsitos bancarios son mejores
que la navaja o el revlver.

Pero una cosa es inevitable.


Hace falta un capital inicial.
Y no teniendo el dinero,
de dnde sacarlo, sino robando?

Ah!, sobre eso no vamos a discutir.


De dnde lo obtuvieron los otros bancos?
De algn sitio lo sacaron.
De alguien fue sustrado.

En: Brecht, Poemas 1913-1956


Edit. Brasiliense, 1986
Versin: A. Marcos

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Catn de guerra alemn

Para los de arriba


hablar de comida es bajo.
Y se comprende porque
ya han comido.

Los de abajo tienen que irse del mundo


sin saber lo que es
comer buena carne.

Para pensar de dnde vienen


y a dnde van,
en las noches hermosas
estn demasiado cansados.

Todava no han visto


el vasto mar y la montaa
cuando ya su tiempo ha pasado.

Si los que viven abajo


no piensan en la vida de abajo,
jams subirn.

(Bertolt Brecht: Poemas y canciones


Alianza Editorial)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Cancin del comerciante

Ro abajo hay arroz,


ro arriba la gente necesita el arroz.
Si lo guardamos en los silos,
ms caro les saldr luego el arroz.
Los que arrastran las barcas recibirn an menos.
Y tanto ms barato ser para m.

Pero qu es el arroz realmente?


Yo qu s lo que es el arroz!
Yo qu s quin lo sabr!
Yo no s lo que es el arroz.
No s ms que su precio.

Se acerca el invierno, la gente necesita ropa.


Es preciso, pues, comprar algodn
y no darle salida.
Cuando el fro llegue, encarecern los vestidos.
Las hilanderas pagan jornales excesivos.
En fin, que hay demasiado algodn.

Pero qu es realmente el algodn?


Yo qu s lo que es el algodn!
Yo qu s quin lo sabr!
Yo no s lo que es el algodn.
No s ms que su precio.

El hombre necesita abundante comida


y ello hace que el hombre salga ms caro.
Para hacer alimentos se necesitan hombres.
Los cocineros abaratan la comida,
pero la ponen cara los mismos que la comen.
En fin, son demasiado escasos los hombres.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Pero qu es realmente un hombre?


Yo qu s lo que es un hombre!
Yo qu s quin lo sabr!
Yo no s lo que es un hombre.
No s ms que su precio.

De: Poemas y canciones


Alianza Editorial.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 15 -

Cuando la casa de los poderosos se derrumba

Cuando la casa de los poderosos se derrumba


muchos humildes mueren aplastados.

Aquellos que no comparten la riqueza de los poderosos


con frecuencia comparten sus desgracias.

El carruaje que se despea por el precipicio


arrastra con l a los sudorosos caballos.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

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Del ro que todo lo arrastra

A las aguas torrenciales las llaman violentas,


pero al lecho del ro que las refrena
nadie lo llama violento.

A la tempestad que hace doblarse a los rboles


se la tilda como violenta.

Y la tempestad que hace doblar


la espalda de los obreros en la calle?

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 17 -

De qu sirve la bondad

De qu sirve la bondad
si los buenos son liquidados inmediatamente,
o son liquidados aquellos para los que se ejerca la bondad?

De qu sirve la libertad
si los libres tienen que vivir entre quienes no lo son?

De qu sirve la razn
si slo la sinrazn consigue el alimento que todos necesitan?

En vez de ser algo buenos, esforzaos


en construir un estado de cosas que haga posible la bondad.
O mejor an: que la torne superflua.

En vez de ser apenas libres, esforzaos


en crear una nueva situacin que libere a todos
y torne superfluo, tambin,
el anhelo de libertad.

En lugar de ser poco razonables, esforzaos


en crear un estado de cosas que convierta a la sinrazn
en un mal negocio!

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 18 -

El analfabeto poltico

El peor analfabeto
es el analfabeto poltico.
No oye, no habla
ni participa en los acontecimientos polticos.
No sabe que el coste de la vida,
el precio de las judas,
del pescado, de la harina,
del alquiler, de los zapatos
y de las medicinas
dependen de decisiones polticas.

El analfabeto poltico
es tan asno que se enorgullece
y saca pecho diciendo
que odia la poltica.
No sabe el imbcil que
de su ignorancia poltica
nace la prostitucin,
el nio abandonado, el atracador
y el peor de todos los bandidos:
el poltico delincuente,
canalla, corrupto
y lacayo de las empresas nacionales
y multinacionales.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 19 -

El paro

Seores, sin duda es un problema


el paro que hay!
Acogeremos con satisfaccin
cualquier oportunidad
para discutir el tema.
Cuando los seores quieran. En cualquier momento!
Pues el desempleo es para el pueblo
un empobrecimiento.

Nos parece inexplicable


tanto paro.
Es algo verdaderamente lamentable
que slo trae desasosiego.
Pero no se debe decir, en verdad,
que es inexplicable.
Porque puede ser fatal.
Difcilmente podremos ganar
la confianza de las masas
para nosotros imprescindible.
Es preciso hacernos valer,
porque resultara ms que temible
permitir la victoria del caos
en un tiempo tan oscuro.
No es fcil entender nada
sobre el problema del paro.
Pero cul es su opinin?

Slo puede valernos


esta opinin: el problema
tal como lo veo, debe ser resuelto.
Pero la cuestin estriba en que
nuestro desempleo

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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no podr solucionarse
hasta que los seores
no queden desempleados.

(Fuente: Cultura Brasileira


Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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El dinero

Ante el florn, nio, no tengas miedo


pues el florn, nio, debes anhelar.
Wedekind

Por el trabajo no me dejo seducir.


Para el trabajo el hombre no fue hecho.
Mas del dinero no se puede prescindir!
Para el dinero hay que tener un respeto!

El hombre para el hombre es una caza.


Grande es la maldad del mundo entero.
Por ello, junta mucho, aunque sea con trampa.
y as se har mayor tu amor al dinero.

Con dinero a ti todos se pegan.


Y es tan bien venido como la luz del sol.
Sin dinero, hasta tus propios hijos te reniegan:
Y no vales ms que el valor de un caracol.

Con dinero no hace falta bajar la cabeza.


Sin dinero es difcil obtener la fama.
El dinero hace que lo mejor acontezca.
El dinero es la verdad. El dinero es la llama.

Los hombres ponen el dinero a gran altura


por encima del hijo de Dios, su heredero.
Quien quiera robar la paz de un enemigo
cuando ya se encuentre en la sepultura
que escriba en la losa: Aqu est el Dinero.

En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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El Gobierno como artista

En la construccin de palacios y estadios


se gasta mucho dinero. En esto
el gobierno se parece a un joven artista
que no teme el hambre, porque lo que importa
es convertirse en hombre famoso. Sin embargo,
el hambre que el gobierno no teme
es el hambre de los dems, o sea
del pueblo.

Igual que el artista,


el gobierno tambin tiene poderes extraordinarios.
Sin que le digan nada,
lo sabe todo. Lo que hace
no lo ha aprendido. Nada hay que haya aprendido.
Su formacin tiene defectos, sin embargo
es capaz, mgicamente,
de interferir en todo, decidirlo todo,
incluso lo que no comprende.

Un artista puede, como todos sabemos,


ser tonto y sin embargo
ser un gran artista. Tambin en esto
el gobierno se parece al artista. Dicen de Rembrandt
que no habra pintado de otra manera,
aunque hubiera nacido
sin manos.
Lo mismo puede decirse del gobierno:
que no podra gobernar de otro modo
aunque hubiera nacido sin cabeza.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 23 -

Sorprendente es en el artista
la virtud de la invencin.
Cuando omos al gobierno
explicando la situacin, decimos:
Cmo inventa!

El artista casi manifiesta desprecio por la economa.


Es notorio cmo los gobernantes la desprecian.
Naturalmente
ellos tienen algunos ricos patronos.
Y como cualquier artista,
viven del dinero que les pagan.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 24 -

Ellos tienen cdigos y decretos

Ellos tienen cdigos y decretos,


tienen prisiones y fortalezas
(sin contar sus reformatorios!),
tienen carceleros y jueces
que hacen lo que les mandan por treinta dineros.

S, Y para qu?
Acaso piensan que nosotros, como ellos,
seremos destruidos?
Su fin est cercano, y se darn cuenta
de que nada podr ayudarlos.

Tienen peridicos e imprentas


para combatirnos y enmudecernos
(sin contar sus gobernantes!).
Tienen profesores y sacerdotes
que hacen lo que se les ordena por treinta monedas.

S, y para qu?
Ser que tienen miedo a la verdad?
Su fin llegar pronto, y notarn
que nada podr ayudarlos.

Ellos tienen tanques y caones,


granadas y ametralladoras
(sin contar sus cuarteles!).
Tienen polica y soldados,
que por poco dinero estn prestos a todo.

S, Y para qu?
Es que tan poderosos somos sus enemigos?
Ellos piensan que pueden detener
su propio hundimiento, impedirlo.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 25 -

Pero un da, y ser cercano,


vern que nada podr ayudarlos
y de nuevo, bien alto, gritarn: Deteneos!

Pero ya, ni el dinero ni los caones


podrn salvarlos.

Fuente: MEPR
Versin: A- Marcos.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Elogio del Revolucionario

Cuando la represin aumenta


muchos se desmoralizan.
Pero el coraje del revolucionario se hace mayor.
l organiza la lucha por el salario, por el pan
y por la conquista del poder.
Le pregunta a la propiedad:
De dnde procedes?
Pregunta a cada idea:
A quin sirves?

All donde todos callan,


l habla
y donde reina la opresin y se culpa al destino,
l dice los nombres.

En la mesa donde se sienta,


se sienta el descontento.
La comida sabe mal
y se ve que la habitacin se estrecha.

A donde quiera que le expulsen,


con l va la rebelin
y en el lugar donde estuvo
permanece la agitacin.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A- Marcos)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 27 -

El que se defiende

El que se defiende, porque le falta el aire


cuando pretenden estrangularlo,
tiene a su favor un artculo
que dice: actu en legtima defensa.

Sin embargo,
ese mismo artculo no dice nada
cuando alguno se defiende porque le quitan el pan.
Muere pues quien no come,
y quien no come lo suficiente
muere lentamente. Y durante todos esos aos
en que va muriendo,
no le permiten defenderse.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 28 -

El retrete

Es un lugar en el que nos sentimos bien:


encima de nosotros las estrellas; debajo los excrementos.

Un lugar sencillamente maravilloso donde


incluso en la noche de bodas es posible estar solo.

Un lugar de humildad donde uno descubre claramente


que ningn hombre puede quedarse con nada.

Un lugar de sabidura, en fin,


donde usted puede preparar
el vientre para nuevos placeres.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: Demfilo.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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En el segundo ao de mi huida

En el segundo ao de mi huida
le en un peridico, en lengua extranjera,
que yo haba perdido mi ciudadana.

No sent tristeza ni alegra


al ver mi nombre entre otros muchos
buenos y malos.

La suerte de los que huyeron no me pareca peor


que el destino de quienes se quedaron.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 30 -

Hay hombres que luchan un da

Hay hombres que luchan un da,


y son buenos.
Hay otros que luchan un ao,
y son mejores.
Estn aquellos que luchan muchos aos
y son muy buenos.
Por ltimo, los hay que luchan toda la vida;
estos son los imprescindibles.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 31 -

Hay muchas maneras de matar

Hay muchas maneras de matar.


Pueden clavarte un cuchillo en el vientre,
quitarte el pan,
no curarte una enfermedad,
meterte en una vivienda malsana,
empujarte al suicidio,
torturarte hasta la muerte mediante el trabajo,
llevarte a la guerra...
Pero pocas de estas cosas
estn prohibidas en nuestro Estado.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 32 -

La balanza

Conozco bien este sistema.


La gente tambin lo ve hace mucho por fuera,
aunque su mecanismo todava se ignora:
Hay algunos pocos- que se encuentran
sentados en lo alto
mientras otros, en gran nmero, estn abajo.
Los de la cima gritan: Subid,
para que todo el mundo est arriba!
Pero al mirar el asunto de cerca la gente ve
algo extrao; lo que parece un camino
en verdad es un tabln,
se ve ntidamente
que se trata de un columpio.
Todo el sistema es un juego de balancn
cuyos extremos dependen uno del otro.
Los de arriba slo pueden estar all
mientras los dems se encuentren abajo
y permanezcan ah.
Porque si abandonasen su lugar
y comenzasen a subir,
los de arriba tambin tendran que dejar su sitio.
Resulta pues fatal que estos deseen
que aquellos, por toda la eternidad,
se queden abajo, sin poder ascender.
Es necesario, adems, que los de abajo sean
muy numerosos o el tabln vacilara,
al tratarse de un columpio sube y baja.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 33 -

La corrupcin

En los primeros meses del poder nacional-socialista


un trabajador de una pequea localidad fronteriza checa
fue condenado a prisin
por distribuir panfletos comunistas.

Como uno de sus cinco hijos ya haba muerto de hambre,


no le agradaba al juez enviarlo a la crcel
por mucho tiempo.
Preguntle entonces si no estara, tal vez,
algo corrompido
por la ideologa comunista.

No s lo que el seor me quiere decir, contest aqul,


pero mi hijo
fue corrompido por el hambre.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Vwersin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 34 -

Dificultad de gobernar

1
Continuamente, los ministros explican al pueblo
lo difcil que resulta gobernar. Sin estadistas
el trigo crecera hacia abajo, en vez de hacia arriba.
Ni un pedazo de carbn saldra de las minas
si el gobernante no fuese tan inteligente.
Sin el ministro de Propaganda
ninguna mujer podra quedar embarazada.
Sin un ministro de la Guerra
jams habra guerras. Y se atrevera a salir el sol
sin la autorizacin del Fhrer?
Es poco probable; pero si lo hiciera,
aparecera sin duda por un lugar equivocado.

2.-
Tambin es difcil, segn dicen,
dirigir una fbrica. Sin un empresario
las paredes se desmoronaran y las mquinas se oxidaran.
Si en algn lugar se hiciera un arado
nunca llegara al campo sin
las explicaciones del industrial a los campesinos: Quin
podra, pues, informarlos sobre los arados? Y qu
sera de la propiedad rural sin terratenientes?
Sin duda alguna, se sembrara el centeno
donde ya haba patatas.

3
Si gobernar fuera fcil
no seran necesarios espritus tan esclarecidos
como el del Fhrer.
Si el obrero supieran utilizar su mquina
y el agricultor supiese distinguir un campo de un molde
para hacer macarrones
no habra necesidad de patrones ni terratenientes.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 35 -

Pero como la gente es tan estpida,


preciso es que haya algunos con gran inteligencia.

Y no ser que gobernar resulta tan dificultoso


debido a que la explotacin y la mentira
son cosas difciles de aprender?

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 36 -

La esperanza del mundo

1
Ser la opresin tan antigua como el musgo de los lagos?
No es posible eliminar el musgo de los lagos.
Ser tal vez natural todo lo que vemos
y estara enfermo quien intentase remover lo inmvil?
Leemos los cantos de los egipcios;
los hombres que construyeron las pirmides
se quejaban de su carga y preguntaban
cundo terminara la opresin.
De esto hace cuatro mil aos.
Tal vez la opresin es, como el musgo, algo inevitable.

2
Si un nio se pone delante de un coche,
tiris de l hacia la acera.
Mas el hombre bueno a quien erigen monumentos
no es as.
Cualquiera aparta a una criatura que se encuentra
delante de un vehculo.
Pero son muchos hoy quienes se hallan bajo el coche,
y otros tantos que pasan sin hacer nada.
Ser por la gran cantidad de gente que sufre?
Tal vez no hay que ayudarlos por ser muchos?
Tambin los buenos pasan por delante y continan
siendo tan buenos como eran
antes de pasar.

3
Cuanto mayor es el nmero de los que sufren,
tanto ms naturales parecen sus sufrimientos.
Quin trata de impedir que se mojen los peces del mar?
Incluso los mismos oprimidos participan de esa dureza
y dejan que reine entre ellos la falta de bondad.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 37 -

Es terrible que el hombre se resigne tan fcilmente


con la injusticia existente, no solo con los males ajenos
sino tambin con los suyos propios.
Todos los que reflexionan
sobre lo mal que estn las cosas,
rechazan apelar a la compasin de los unos por los otros.
Pero la compasin de los oprimidos por los oprimidos
es indispensable.
Ella es la esperanza del mundo.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 38 -

La excepcin y la regla

Os extrais de lo que no es extrao.


Tomis por inexplicable lo habitual.
Os sents perplejos ante lo cotidiano.
Tratis de poner remedio a los abusos
pero no os dais cuenta de que el abuso
es siempre la regla.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 39 -

La pira de libros

Cuando el rgimen orden


que fuesen quemados pblicamente
los libros que contenan saberes perniciosos,
y por doquier
los bueyes arrastraron carretas repletas de libros
para alimentar las hogueras, un poeta perseguido,
uno de los mejores,
revisando la lista de los textos condenados
descubri, horrorizado, que los suyos
haban sido olvidados. Encolerizado, corri velozmente
hasta su mesa, a escribir una carta a los amos del poder:
Quemad mis obras!, escribi apresuradamente.
Quemadlas!
No me hagis una cosa as! No me marginis!
Acaso no expres siempre la verdad en mis libros?
Y ahora se me trata como mentiroso! Os lo exijo:
Quemdmelos!

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 40 -

Leyendo a Horacio

Incluso el diluvio
no dur eternamente.
Lleg un momento en que
las negras aguas descendieron.

S, pero qu pocos
sobrevivieron!

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Traduccin A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 41 -

Loa de la dialctica

Con paso firme se pasea hoy la injusticia.


Los opresores se disponen a dominar otros diez mil aos ms.
La violencia garantiza: Todo seguir igual.
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotacin: Ahora es cuando empiezo.
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
Jams se lograr lo que queremos.

Quien an est vivo no diga jams.


Lo seguro no es seguro.
Todo no continuar igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarn los dominados.
Quin puede atreverse a decir jams?
De quin depende que siga la opresin? De nosotros.
De quin que se acabe? De nosotros tambin.
Que se levante aquel que est abatido!
Aquel que est perdido, que combata!
Quin podr contener al que conoce su condicin?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de maana
y el jams se convierte en hoy mismo.

(Bertolt Brecht: Poemas y canciones


Alianza Editorial.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 42 -

Loa del estudio

Estudia lo elemental! Para aquellos


cuya hora ha llegado
no es nunca demasiado tarde.
Estudia el "abc" !No basta, pero
Estdialo. No te canses!
Empieza! T tienes que saberlo todo!
Ests llamado a ser un dirigente.

Estudia, hombre en el asilo!


Estudia, hombre en la crcel!
Estudia, mujer en la cocina!
Estudia, sexagenario!
Ests llamado a ser un dirigente.

Asiste a la escuela, desamparado!


Persigue el saber, muerto de fro!
Empua el libro, hambriento! Es un arma!
Ests llamado a ser un dirigente.

No temas preguntar, compaero!


No te dejes convencer!
Comprubalo t mismo!
Lo que no sabes por ti,
no lo sabes.
Repasa la cuenta,
t tienes que pagarla.
Apunta con tu dedo a cada cosa
y pregunta: "Y esto, de qu?"
Ests llamado a ser un dirigente.

(Bertolt Brecht: Poemas y Canciones


Alianza Editorial. 1968)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 43 -

Lo que quiero decirles

Yo me deca: para qu hablar con ellos?


Si compran el saber es para revenderlo.
Lo que quieren es encontrar un saber barato
para poderlo revender con lucro.
Entonces, para qu querran saber sobre aquello
que va contra la ley de la oferta y demanda?

Ellos quieren vencer, y no tienen inters


en lo que puede perjudicar su victoria.
No quieren ser oprimidos,
quieren oprimir.
No quieren el progreso,
quieren ser los primeros.

Se someten a cualquier cosa, con tal


que se les prometa que ellos harn las leyes.
Se sacrifican
para poner abajo
el altar de los sacrificios.

Pens: y qu voy a decirles?


Luego decid: Esto mismo es lo que les dir.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 44 -

Mi hermano el aviador

Yo tena un hermano aviador


que un buen da recibi la orden de partir.
Hizo su equipaje
y el viaje lo condujo hacia el Sur.

Mi hermano es un conquistador.
Nuestro pueblo carece de espacio vital
y la conquista de nuevos territorios
es un viejo sueo para nosotros.

El espacio que mi hermano conquist


est en algn lugar de la sierra de Guadarrama.
Tiene una longitud de un metro ochenta
y uno cincuenta de profundidad.

(Bertolt Brecht, Poesie scelte


Milano, Oscar Mondadori, 1971
Versin: A. Marcos.)

Sierra de Guadarrama: Zona blica durante la Guerra Civil Espaola, en


donde particip la aviacin alemana (Legin Cndor)-

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 45 -

No necesito una lpida

Yo no necesito una lpida, pero


si se hiciera una para m,
me agradara que en ella se escribiera:

l hizo propuestas
que nosotros aceptamos.

Con una inscripcin as,


todos estaramos honrados.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 46 -

Nuestros defectos no prueban nada

Cuando aquellos que luchan contra la injusticia


muestran sus rostros amoratados,
grande es la impaciencia
de quienes viven sin problemas.
De qu te quejas? Preguntan.
Has luchado contra la injusticia
y ella te ha vencido.
Cllate, pues,
que en la lucha hay que saber perder!
Quien se mete en querellas, se pone en peligro.
Quien acta con violencia
no tiene derecho a quejarse si la sufre.

Ay, amigos mos.


Vosotros que os hallis al abrigo
por qu esta hostilidad? Somos acaso
vuestros enemigos, nosotros, los enemigos
de la injusticia?
Cuando los que luchan contra la injusticia
son derrotados,
la injusticia se transformar en justicia?
Nuestras derrotas no prueban nada, sino
que hemos sido poco numerosos
en la lucha contra la infamia;
y desearamos que aquellos que nos miran
sintieran al menos alguna vergenza.

(Bertolt Brecht, Poems.


LArche, Pars, 2000.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 47 -

Nuestros enemigos dicen

Nuestros enemigos dicen:


La lucha ha terminado.
Pero nosotros les respondemos:
la lucha ha comenzado.

Nuestros enemigos afirman:


la verdad est liquidada.
Pero nosotros sabemos
que la tenemos todava.

Nuestros enemigos exclaman:


aunque todava exista la verdad,
no puede ser proclamada.
Pero nosotros la divulgamos.

Es la vspera de la batalla.
Ha llegado el momento
de preparar nuestros cuadros.
Es el momento de estudiar
el plan de batalla.
Es la vspera de acabar
con nuestros enemigos.

(Fuente: MEPR
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 48 -

O todos o ninguno

Esclavo, quin te liberar?


Los que estn en la sima ms honda
te vern, compaero,
tus gritos oirn.
Los esclavos te liberarn.

O todos o ninguno. O todo o nada.


Uno slo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.

Hambriento, quin te alimentar?


Si t quieres pan, ven con nosotros,
los que no lo tenemos.
Djanos ensearte el camino.
Los hambrientos te alimentarn.

O todos o ninguno. O todo o nada.


Uno slo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.

Vencido, quin te puede vengar?


T que padeces heridas,
nete a los heridos.
Nosotros, compaero, aunque dbiles,
nosotros te podemos vengar.

O todos o ninguno. O todo o nada.


Uno slo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 49 -

Hombre perdido, quin se arriesgar?


Aquel que ya no pueda soportar
su miseria, que se una a los que luchan
porque su da sea el de hoy
y no algn da que ha de llegar.

O todos o ninguno. O todo o nada.


Uno slo no puede salvarse.
O los fusiles o las cadenas.
O todos o ninguno. O todo o nada.

(Bertolt Brecht: Poemas y canciones


Alianza Editorial)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 50 -

Pero qu esperis?

Pero qu esperis?
Que los sordos se dejen convencer
y que los insaciables
os devuelvan algo?
Que los lobos os alimenten, en vez de devoraros?
Que por amistad
los tigres os inviten
a que les arranquis los dientes?
Es eso lo que esperis?

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Traduccin A. Marcos)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 51 -

Preguntas de un obrero que tiene un libro en la mano

Quin construy Tebas, la de las Siete Puertas?


En los libros figuran los nombres de sus reyes.
Arrastraron ellos los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, en varias ocasiones destruida
quin volvi a levantarla otras tantas? En qu casas
de la dorada Lima moraban sus albailes?
La noche en que acab la construccin de la Muralla China
qu fue de sus canteros? Roma Imperial
est llena de arcos de triunfo. Quin los levant? Sobre quin
triunfaron los Csares? Bizancio, tan cantada,
tena solamente palacios para sus habitantes? Incluso
en la legendaria Atlntida,
la noche en que el mar se la trag,
los que se ahogaban, llamaban a gritos a sus esclavos.

El joven Alejandro conquist la India.


l solo?
Csar abati a los galos.
Ni siquiera llevaba un cocinero en su ejrcito?
Felipe II llor cuando su flota
fue hundida. No hubo otras lgrimas?
Federico II venci en la guerra de los siete aos.
Quin triunf, adems de l?

Cada pgina una victoria.


Quin cocinaba los banquetes?
Cada diez aos, un gran hombre.
Quin pagaba sus gastos?
Tantas historias.
Tantas preguntas.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 52 -

Preguntas de un obrero a un mdico

Nosotros sabemos lo que nos enferma!


Cuando nos sentimos mal nos enteramos
que eres t el que nos va a curar.
Durante diez aos, nos dicen,
en hermosas escuelas
construidas con dinero del pueblo,
aprendiste a curar, y tu ciencia
te ha costado una fortuna.
Tienes que saber curar.
Sabes curar?

En tu consultorio
nos arrancan los harapos
y t aplicas el odo a nuestros cuerpos desnudos.
Una mirada a los harapos te informara mejor
sobre la causa de nuestra enfermedad. La misma causa
desgasta nuestros cuerpos y nuestras ropas.

Dices que el dolor en el hombro


proviene de la humedad, de la que
tambin proviene la mancha que hay en la pared
de nuestra casa.
Dinos entonces:
De dnde proviene la humedad?

Exceso de trabajo y falta de comida


nos hacen flacos y dbiles.
Tu receta dice:
Tiene que aumentar de peso.
Es como decirle al junco
que no debe mojarse.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 53 -

Cunto tiempo nos dedicas?


Es evidente: la alfombra de tu casa
cuesta tanto como cinco mil consultas.

Probablemente dirs que eres inocente.


La mancha de humedad en la pared de nuestra casa
dice lo mismo.

(Fuente: Una noche en Praga


Versin. Alejandra Moglia)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 54 -

Privatizado

Privatizada tu vida, tu trabajo,


tu tiempo de amar
y tu derecho a pensar.

La empresa privada es duea de ti,


de tu pan y de tu salario.

Y ahora, no contentos, quieren


privatizar el conocimiento, la sabidura,
el pensamiento,
que slo a la humanidad pertenece.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 55 -

Reflexionando sobre el Infierno

Reflexionando sobre el Infierno, oigo decir


a mi hermano Shelley que debe ser un lugar
ms o menos semejante a Londres.
Yo que no vivo en Londres, sino en Los ngeles,
considero, reflexionando sobre el Infierno,
que debe asemejarse ms bien a Los ngeles.

Tambin en el Infierno existen,


no me cabe duda, lujuriantes jardines
con flores tan altas como rboles, que mueren pronto
si no son regadas con agua muy cara. Y mercados
con verdaderas montaas de frutas que,
sin embargo, carecen de aroma y de sabor.
E interminables hileras de vehculos
ms ligeros que sus propias sombras, ms rpidos
que los torpes pensamientos, automviles relucientes,
en los que pasean gentes sonrosadas
que vienen de ningn lugar y van a ninguna parte.
Y casas diseadas para la felicidad, y por tanto vacas
an cuando estn habitadas.

Tampoco las casas del infierno son todas feas.


Pero la preocupacin de ser echados a la calle
consume por igual a los habitantes de las mansiones
y a los moradores de las barracas.

(En: Brecht, Poemas 1913-1956.


Edit. Brasiliense, 1986.
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 56 -

Vuestro tanque, General

Vuestro tanque, general, es una potente mquina.


Devasta un bosque y aplasta a cien hombres.
Pero tiene un defecto:
Necesita un conductor.

Vuestro bombardero, general, es poderoso:


Vuela ms de rpido que la tempestad
y transporta ms carga que un elefante.
Pero tiene un defecto:
Necesita un piloto.

El hombre, general, es muy til:


Puede volar y puede matar.
Pero tiene un defecto:
Puede pensar.

(Bertolt Brecht, Poesie.


Edit. Einaudi. 2005
Versin: A. Marcos.)

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 57 -

Bibliografa:

Bertolt Brecht: Poemas y canciones. Alianza Editorial, 1968.


Bertolt Brecht: Poemas de amor. Hiperin, 1998
Brecht, Bertolt. 80 poemas y canciones. Buenos Aires: Adriana Hidal-
go, 1999.
Bertolt Brecht: Poemas del lugar y la circunstancia. Pre-textos, 2003.
Bertolt Brecht: ABC de la Guerra. El Caracol, 2005
Bertolt Brecht: Poemas del lugar y la circunstancia. Pre-Textos, 2003
Bertolt Brecht, Historias de Almanaque. Alianza Editorial, 2007
Bertolt Brecht: Historias del seor Keuner. Alba Edit.2007
Bertolt Brecht: 80 poemas y canciones. Adriana Hidalgo Edit. 2011
Bertolt Brecht: Teatro Completo. Ctedra, 2012
Bertolt Brecht: Teatro completo (varios tomos) Alianza Editorial.
.Bertolt Brecht: Narrativa completa (varios tomos) Alianza Editorial

Para ms informacin:

Wikipedia: Bertolt Brecht


A media voz.
Poemas del alma.
Bertolt Brecht, poemas y canciones
Una noche en Praga

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


- 58 -

Pg. ndice .

3 Semblanza de Bertolt Brecht


5 A los que vendrn despus
8 A los que dudan
9 Balada de la gota de agua en el ocano
11 Cancin de la fundacin del Banco Nacional
12 Catn de guerra alemn
13 Cancin del comerciante
15 Cuando la casa de los poderosos se derrumba
16 Del ro que todo lo arrastra
17 De qu sirve la bondad
18 El analfabeto poltico
19 El paro
21 El dinero
22 El gobierno como artista
24 Ellos tienen cdigos y decretos
26 Elogio del revolucionario
27 El que se defiende
28 El W.C.
29 En el segundo ao de mi huida
30 Hay hombres que luchan un da
31 Hay muchas maneras de matar
32 La balanza
33 La corrupcin
34 La dificultad de gobernar
36 La esperanza del mundo
38 La excepcin y la regla
39 La pira de libros
40 Leyendo a Horacio
41 Loa a la dialctica
42 Loa del estudio
43 Lo que quiero decirles
44 Mi hermano el aviador
45 No necesito una lpida
46 Nuestros defectos no prueban nada
47 Nuestros enemigos dicen
48 O todos o ninguno
50 Pero qu esperis?
51 Preguntas de un obrero
52 Preguntas de un obrero a un mdico
54 Privatizado
55 Reflexionando sobre el Infierno
56 Vuestro tanque, General
57 Informacin bibliogrfica

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Coleccin de Poesa Social


Entre los Poetas mos

Editados:

1: ngela Figuera
2: Len Felipe
3: Pablo Neruda
4: Bertolt Brecht
5: Gloria Fuertes

La Coleccin se ir incrementando con nuevos autores.

Entre los poetas mos Bertolt Brecht


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Cuaderno n. 4 de Poesa Social


Entre los poetas mos
Bertolt Brecht
Omegalfa
Diciembre
2012

Entre los poetas mos Bertolt Brecht

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