C. Vallejo (1919-1938) Sus Mejores Obras
C. Vallejo (1919-1938) Sus Mejores Obras
C. Vallejo (1919-1938) Sus Mejores Obras
OS Heraldos Negros
-
/VICIOS SOBRE LA OBRA
ESTRUCTURA DE LOS HERALDOS NEGROS
.
Y el hombre. . Pobre. . . pobre! Vuelve los ojos. como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
.se empoza, como charco de culpa, en la mirada
Hay golpes en la vida, tan fuertes.. . Yo no sé!
DESHOTACION SAGRADA
. .
UNA! Corona de una testa inmensa.
que te vas deshojando en sombras gualdas!
Roja corona de un Jesús que piensa
trágicamente dulce de esmeraldas!
Vvaporcito
E ~ G aOencantado
verte pasar toda. los dias,
siempre lejos.. .
Tus ojos son dos rubios capitanes;
tu labio es un brevísimo pañuelo
rojo que ondea en un adiós de sangre!
A lo largo de un muelle. .. .
Y a 'lo largo de u n cuello que se ahoga!
S A U C E
L A A R A Ñ A
5
-
Y si tú me quisieras?
La sombra sufriría
justos fracasos en tus niñas monjas-
¿Culebrean latigazos,
cuando el can ama a su dueño?
-No; pero la luz es nuestra.
Estás enfermo.. . Véte.. . Tengo sueño.
Amada! Y cantarás;
y ha de vibrar el femeninoen mi alma,
como en una enlutada catedral.
Weetalgihs I m p e r i a l e s
NOSTALGIAS IMPERIALES
F ULOE mi cigarrillo:
su luz se limpia en pólvoras de alerta
Y a SU guiño amarillo
entona un pastorcillo
el tamarindo de su sombra muerta.
Y la abuela amargura
de un cantar neurasténico de paria
ioh, derrotada musa legendaria!
afila sus melódicos raudales .
bajo la noche oscura;
como si abajo, abajo,
en la turbia pupila de cascajo
de abierta sepultura,
celebrando perpetuos funerales,
se quebrasen fantásticos puñales.
Un fermento de Sol;
ilevadura de sombra y corazón!
MAYO
Delante de la choza
el indio abuelo fuma;
y el serrano crepúsculo de rosa,
el ara primitiva se sahuma
en el gas del tabaco.
ALDEANA
Al portón de la casa
que el tiempo con sus garras torna ojosa .
asoma silenciosa
y al establo cercano luego pasa,
ia silueta calnlosa
de un buey color de oro,
que añora con sus bíblicas pupilas,
oyendo la oración de las esquilas,
s u edad viril de toro!
Al muro de la huerta,
aleteando la pena de su canto,
salta un gallo gentil, y, en triste alerta,
cual dos gotas de llanto,
tiemblan sus oics en la tafdc muerta!
Lánguido se desgarra
en la vetusta aldea
el dulce yaravi de una guitarra,
.en cuya eternidad de hondo quebranto
la triste voz de un indio dondonea,
como un viejo esquilón de camposanto.
DILIO MUERTO
De codos yo en el muro,
cuando triunfa en el alma el tinte oscuro
y el viento reza en los 1-anlajes yertos
llantos de quenas, tímidos, inciertos.
suspiro una congoja,
al ver que en la penumbra gualda y roja
llora un trágico azul de idilios muertos!
Truenos
Y el Alma se asustó
a las cinco de aquella tarde azul desteñida.
El .labio entre los linos la imploró
con pucheros de novio para su prometida.
He salido a la puerta,
y me da ganas de gritar a todos:
Si echan de menos algo, aquí se 'queda!
, .
Que vaya así, trenzando
sus rollos de crespón;
y que ate el gato trémulo
del Miedo al nido helado,
al último fogon.
Y si algunas de ellas se
van cabizbajas, o van
avergonzadas, es que
algo de hiimano harán.
Hy hay
AY ganas d e voker, de amar, de no ausentarse.
ganas de morir, combatido por dos
aguas encontradas que jamás han de istmarse.
Ahora yo me escondo,
como antes, todas estas oraciones
vespertinas. y espero que tú no des conmigo.
Por la sala. el zaguán, los corredores,
después, te ocultas tú, y yo no doy contigo
Me acuerdo que nos hacíamos llorar,
hermano, en aquel juego.
MI padre, apei?¿rs,
en la mañana psjarina, pone -
sus setentiocho afios, sus setentiocho
ramos de invierno a solear.
El cementerio de Santiago, untado
eii alegre ano nuevo, está a la vista.
Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él,
y tornaioil de algún entierro humilde.
Y O ilací un kiia
que Dios estuvo enfermo.
Hay un vacío
en mi aire metafisico
que nadie h a de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
TRILCE
L I M A - PERU
1982
Prólogos de Anteno? Orrego y José
Bergamín. Saiutación de
Gerirds Diego.
* PALAZRAS PROLOGALES
JOSE BERGAMIN.
VALLE VALLElO
-
ALBERTO Samain diría vallejo dice
Gerardo Diego enmudecidó dirá mañana
y por una sola vez Piedra de estupor
y madera dulce de establo querido amigo
hermano en la persecución gemela de los
sombreros desprendidos por la velocidad de los astros
Piedra de estupor y madera noble de establo
constituven t u temeraria materia arima
anteriorva los decretos del pénduloy a la
creación secular de las golondrinas
Naciste en un cementerio de palabras
una noche en que los esqueletos de todos los verbos
(intransitivos
Proclamaban la huelga del te quiero para siempre
(siempre siempre
una noche en que la luna lloraba y reía y lloraba y
volvía a reir y a llorar
jug5-iidose a si misma a cara o cruz
Y salió cara y tú viviste entre nosotras
Dcsde aquella noche muchas palabras apenas
nacidas fallecieron repentinamente
tales como Caricia Qiiizás Categoría Cuñado
(Cataclismo
Y otras nunca jamás oídas se alumbraron sobre la
(tierra
así como Madre Miga Moribundo Melquisedec
(Milagro
y todas las terminadas en un rabo inocente
Vaiiejo tú vives rodeado de pájaros a gatas
e n un mundo que está muerto requetemuerto y
(podrido
Vives con tus palabras muertas y vivas
Y gracias a que tú vives nosotros deshauciados
(acertamos;
- 107 -
.a levantar los párpados
para ver el mundo tu mundo con la mula y
el hombre guillermosecundario y la tiernisima niña y
'los cuchillos que duelen en el paladar
Y la península párase
p o r la espalda, abozaleada, impertérrita
a n la Iínen mortal de equilibrio.
TIEMPO Tiempo
11
Era Era.
Mañana Mañana.
Nombre Nombre.
~h grupo bicardiaco.
E ,.Jtraje que vestí mañana
no lo h a lavado mi lavandera:
lo lavaba en sus venas otilinas,
en el chorro de su corazón, y hoy no he
de preguntarme si yo dejaba
el traje turbio de injusticia.
Quedaron de su sropiedad,
fratesadas, selladas con su trigueña bondad.
Y si supiera si h a de volver;
y si supiera qué mañana entrará
a entregarme las ropas lavadas, mi aquella
lavandera del alma. Qué mañana entrará
satisfecha, capulí de obrería, dichcsa
de probar que sí sabe, que si puede
i COMO NO VA A PODER!
azular y planchar todos los caos.
RUMBE sin novedad por la veteada calle
que yo me s6. Todo sin novedad,
de veras. Y fondeé hacia cosas así,
y fui pasado.
"Me he casado",
me dice. Cuando lo que hicimos de niños
.en casa de la tia difunta.
Se ha casado.
Se ha casado.
'Tardes G o s latitudinales,
qué verdaderas ganas nos h a dado
de jugar a los toros,a las yuntas,
pero todo de engaños, de candor, como fue.
E 6G"APO de una finta, peluza a pelma.
Un proyectil que no sé donde irá a caer.
Incertidumbre. Tramonto. Cervical coyuntura,
Oh conciencia,
pienso, sí, en el bruto libre
que goza donde quiere, donde puede.
i Odumodneurtse!
Esto me lacera la temprania.
Esa manera de caminar por los trapecios.
Esos corajosos brutos como postizos.
Esa goma que pega el azogue al adentro.
Esas posaderas sentadas para arriba.
Ese no puede ser, sido. .
Absurdo.
Demencia.
Pero he venido de Trujillo a Lima.
Pero gano un sueldo de cinco soles.
E N el rincón aquel, donde dormimos juntos
tantas noches, ahora me he sentado
a caminar. La cuja de los novios difuntos
fue sacada, o ialvez que habrá pasado.
Buena! Buena !
OH las cuatro paredes de la celda.
Ah las cuatro paredes albicantes
que sin remedio dan al mismo número.
Y a la ternurosa avestruz
como que la ha querido, como que la ha adorado.
Pero ella se ha calzado todas sus diferencias.
t
E8 posible me persigan hasta cuatro
magistrados vuelto. Es posible me juzguen
t pedro.
¡Cuatro humanidades justas juntas!
Don Juan Jacobo está en hacerlo,
y las burlas le tiran de su soledad,
conlo a un tonto. Bien hecho.
MADRE,
1.000 calorías.
Azulea y ríe su gran cachaza
el firmamento gringo. Baja
el sol empavado y le alborota los cascos
al más frío.
Sde1aquí
lloviera esta noche. ritirariame
a mil años.
Mejor a cien no más.
Como si nada hubiese ocurriclo, haría
la cuenta de que vengo todavía.
Mentira. Calla.
Ya %stá bien.
como otras veces tú me haces esto mismo,
por eso yo también he sido así.
Le soplo al otro:
Truelve. sal por la otra esquina:
a p u r a . . . aprisa.. . apronta!
Y se aprjlilla mi paciencia,
y me vuelvo a exclamar: ¡Cuándo vendrá
el domingo bocón y mudo del sepulcro;
cuándo vendiá a cargar este sábado
d e liarapos, esta horrible sutura
del placer que nos engendra sin querer,
y el placer que nos DestieRRa.
ESTA noche desciendo del caballo,
ante la puerta de la casa, donde
me despedí con el cantar del gallo.
Esta cerrada y nadie responde.
El poyo en que mamá alumbró
al hermano mayor, para que ensille
lomos que había yo montado en pelo,
por rúas y por cercas, niño aldeano;
el poyo en que dejé que se amarille al sol
mi adolorida infancia.. . . ¿Y este duelo
que enmarca la portada?
Dios en la paz foránea.
estornuda, cual llamando también, el bruto;
husmea, golpeando
-
- ei empedrado. Luego duda
reliiicha,
orejea a viva oreja.
-
Ha de velar papá rezando, y 'quizás
pelisará se me hizo tarde.
Las hermanas, canturreando sus ilusiones
sencillas, bullosas,
en la labor para la fiesta que se acerca,
y ya no falta casi nada.
, Espero, espero, el corazón
un huevo en su momento, que se obstruye. .
Am M m A
Cuando vayas al cuarto que tu sabes,
entra en él, pero entorna con tiento la mampara
que tanto se entreabre,
casa bien los cerrojos, para que ya no puedan
volverse otras espaldas.
Corteza
Y cuando salgas, di que no tardarás
a llamar al canal que nos separa:
fuertemente cogido de un canio de tu suerte,
te soy inseparable,
y me arrastras al borde de tu alma.
Almohada
Y sólo cuando hayamos muerto ¡quién sabe!
Oh no. Quién sabe!
entonces nos habremos separado.
Mas, si, al cambiar el paso, me tocase a mí
la desconocida bandera, te he esperar allá,
en la confluencia del s o p l ~y el liueso,
como antaño,
como antaño en la esquina de los novios
ponientes de la tierra.
Y desde allí te seguiré a lo largo
de otros mundos, y siquiera podrán
servirte mis n6s musgosos y arrecidos,
para que en ellos poses las rodillas
en las siete caídas de esa cuesta infinita,
y así te duelan menos.
LXIII
-
ningún otro portillo querido.
!%.
Julio estaba entonces de nueve. Amor
contó ep sonido impar. Y la dulzura
dio para toda la mortaja, hasta demás.
H A triunfado
. otro ay. La verdad está allí.
Y quien tal actúa ¿no va a saber
amaestrar excelentes dijitigrados
para el ratón. ¿Si.. . No.. . ?
Estáis muertos.
Dsacando
E la noche a la mañana voy
lengua a las más mudas equis.
PW"0NES AGILES
Deshojación Sagrada . . . . . . . . . . . .
Comunión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Nervazón de Angustia . . . . . . . . . . . .
Bordas de Hielo . . . . . . . . . . . . . . .
Nochebuena . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ascuas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Media Luz . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sauce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ausente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Avestruz .....................
Bajo los Alarnos ...............
BUZOS
XaAlWk . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . yJ
Babel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Romería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
El Palco Estrecho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
i .........................
El Poeta a su Amada .........
Verano . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Setiembre . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Heces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Impia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Copa Negra . . . . . . . . . . . . . .
Deshora . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fresco . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Yeso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Hojas de E7bano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Terceto Autdctono . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Oraci6n del Camino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Huaco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Mayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Aldeana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Idilio Muerto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
TRUENOS
luvia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
imor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
lios 73
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . u . . . . . . .
Unidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Los Arrieros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
CANCIONES DE HOGAZC
EUncaje de Fiebre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Los Pasos Lejanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
A Mi Hermano Miguel- ........................ 78
Engreída . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
mpergesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
FE DE ERRATAS
INDICE
XI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
XIV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
XV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
X'VI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
XViI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 127
XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
X I X . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
XXII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . e . . . . . . . . . . 131
XXIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
XXTV .................................... 135
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
XXVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
X c V n . . . . . . . . .' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
-11 ................................. 140
XXIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
XXX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
XXXi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
XXXII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
XXXZII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
m V . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
XXXV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
X X W ................................. 149
X X X V I I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
XXX'VIII ................................. 152 .
XXXIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
XIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
X!LI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
XLII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
: XLIiI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
. XILIV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
XLV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
XLVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -c . . . . 160
X'LVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
XLViII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
XLIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
L . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P64
LI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
LII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
LIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
LIV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
LV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
LVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
.LVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
LVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
LIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
LX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
LXI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
.L m I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
LXIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
L X i V . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
LXV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
LXVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
LXVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
L X V I i I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
LXX . . . . . . . . L . , .... ...................
,A 1tM
. LXXI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
LXXII ................................. 187
LXXIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
LXXIV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
LXXV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
LXXW ................................. 191
LXXVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . isa
Tercera Parte
I , LIMA - =U I
CESAR VALLEJO
RUSIA EN 1931
Reflexiones al pie
del Rremlin
EDICIONES PERU
LIMA, 1962
NOTA DEL EDITOR A LA PRIMERA
EDICION
(MADRID, 1931)
EDICIONES ULISES.
NOTA DEL AUTOR A LA EDICION
C é s Vallejo
~ e s t w o e n la Unión Soviética e n dos opor-
tunidades: en los años de 1928 y 1929. Fecando fruto de su
permanencia en la patria de Lenin fue su obra R U S I A EN
1931, REFLEXIONES A L PIE DEL KREMLIN, que la
Editora "Peni Nuevo" se honra e n reprodacir, veintiocho -
años después de la edición original. E n ésta, se deslizaron
una serie de erratas, qae hemos enmendado e n la medida
de nuestras posibilidades. N o obstante como dejamos ano-
tado, e n los sitios corrsspondientes de este libro, er, la edi-
ción madrileña - p o r error de composición t@ográfica-
se perdieron dos lineas, qae hemos evitado reconstruir
porque ello seria ana saerte de infidelidad con el texts
original, qae, por desgracia, ya no existe. Sin embargo, co-
Zgese que el concepto de entrambas ltneas no es funda-
mental, y qae ni siqzdSera entorpece el meollo de la narra-
ción.
(1) De 1922 a 1927, los salarios e11 los Estados Vnidnq Iiaiv
2
nando de semejante yugo de miseria? Nadie. En el
orden capitalista sí. Ahí hay dos clases sociales: los
patronos y los proletarios, cada cual con intereses di-
versos y encontrados. La escala de salarios constitu-
ye uno de los campos de batalla entre ambos intere-
ses. Si los salarios son bajos, hay alguien que sale
de ello ganando: los patronos.
"De otro lado -me dice el profesor Tiarof-, no
se puede hablar de salarios sin usar términos más
específicos, que corresponden a ideas igualmente es-
pecíficas, como san las de salario real y standard de
vida o precio medio de la vida. Nuestra situación
,económica actual nos ha permitido cerrar casi total-
mente la tijera formada por el salafio real y el pre-
'eio de la vida, estableciendo entre ambos términos
un equilibrio sólido y perpetuo. En Rusia, la solu-
ción entre las necesidades de la acumulación socia-
lista y las necesidades de vida del trabajador sólo
es posible partiendo, en primer lugar, de la satisfac-
ción de estas últimas. Sólo cuando ya se ha equili-
brado el precio de la vida con el salario real, sólo
entonces se empieza a pensar en la plus-valía socia-
lista. Primero se subsiste, después se ahorra. Duran-
te largos aiios no se ocupó el Soviet sino de que el
proletariado subsista, y sólo tras de penosos esfuer-
zos ha empezado a capitalizar y a desarrollar su
-economía. Mas lo propio no sucede en los países ca-
pitalistas. Ahí la tijera formada por el salario real y
el precio de la vida se abre cada vez más, ahondan-
do el abismo que hay entre el uno y el otro. Ahí se
invierten los términos: primero el patrón ahorra y
después subsiste el trabajador. O lo que es lo mismo:
para que los patronos pcedan incrementar sus cau-
dales, matan de hambre al proletariado. Ahí la ~ 0 1 ~ -
ción entre las necesidades de la acumulación capita-
lista y las necesidades de existencia del trabajador
- 203 -
vemos obligados a limitar el número de alumnos. co-
mo las demandas son siempre crecidas, la selección,
la hacemos en favor de los obreros propiamente
dichos.
-¿Las condiciones y forma de admisián?
-Haber terminado sus estudios preparatorios y
pasar por un examen previo.
-¿Y económicamente?
-Las Universidades están sostenidas en todas
sus necesidades económicas por el Estado. Sin em-
bargo, lo alumnos pagan ciertos derechos, cuyo mon-
to varia en proporción a los recursos de cada cual.
-¿Quiere usted decir que el no tener dinero
para Bagar los derechos no cierra las puertas de la
Universidad a nadie?
-Exactamente. ~ l ' c r i t e r i ode admisión no es
el económico, sino el del origen proletario del estu-
diante, y, entre dos proletarios, el de mayor capaci-
dad. El 60 por 100 de los alumnos reciben su ins-
trucción universitaria gratuita. Un 30 por 100 la re-
ciben pagada por bolsas universitarias, y el 10 por
100 conforme a sus alcances (1). Esta jerarquía d e
derechos impera en todos los grados de la educación
soviética.
-¿LOS estudiantes ejercen alguna intervención
en la dirección de la Universidad?
-Desde luego. La ejercen por una delegación
del Soviet de Estudiantes Universitarios, el cual es-
tá encargado de los intereses del alumnado en lo que
toca a los rumbos intelectuales y administrativos d e
la Universidad. Los estudiantes, además, están or-
ganizados en Sindicatos, según las Facultades, para
defender y propulsar el estatuto universitario dentro
del Soviet.
-;.,En que consisten las Facultades Obreras?
-Estas son acadercias o escuelas en que 10s
(1) Una institución muy importante a este reSW't0 es
que conqiqtp e11 el sostenimiento que prorliran los Sindiva-
tos industrialep a parte de1 alumnadn universiiario. es-
tudiante ,qe rnmnrnmete a pasar, terminados SllS e ~ t * ~ d i o s ,
8 servir en el Sindicato que le sostii~aen 1s Unirnisidad.
alumnos -obreros o campesinos de veinticinco a
treinta años- realizan estudios preparatorios para
ingresar en las Universidades. Las Facultades Obre-
ras dan así la enseñanza que los trabajadores no pu-
dieron recibir en su adolescencia, a causa de la re-
volución y de las guerras civiles, o porque no se las
daba el Estado zarista. Estos trabajadores pasan a la
Universidad sin examen de admisión (2).
-¿Cuál es el rol social de los profesionales egre-
sados de la Universidad soviética?
-Las profesiones llamadas liberales en los paí-
ses capitalistas han sido abolidas en Rusia. Todos los
profesionales son aquí servidores del Estado, es de-
cir, proletarios. El Soviet les paga un sueldo o sala-
rio, y tanto el médico como el abogado sirven gra-
tuitamente al pueblo. Sin embargo, quedan aun abo-
gados y médicos de la época zarista que se resisten
a proletarizarse, Prefieren ejercer la profesión libre-
mente, haciéndose pagar por los clientes. Esto ocu-
rre sobre todo, en las regiones apartadas, a donde no
han llegado aún los nuevos procedimientos soviéti-
cos. A medida que estos Últimos aumenten, los re- '
FIN