Antonie Tápies
Antonie Tápies
Antonie Tápies
Santiago Rueda
Universidad de Barcelona . Programa de Doctorado . Departamento de Historia del Arte . Facultad de Geografia e Historia .
El arte y sus creadores : Antonie Tàpies y el informalismo català – Dra. Lourdes Cirlot
INDICE
INTRODUCCIÓN
LO FOTOGRÁFICO
EL LUGAR DEL CUERPO
SU PRODUCCIÓN RECIENTE
LA OBRA DE ANTONI TÀPIES. QUE ESTUDIAR?
II.TAPIES Y LA FOTOGRAFIA
ANTONI TAPIÈS, UN PINTOR REALISTA
PROCEDIMIENTOS PICTÓRICOS, ECOS FOTOGRÁFICOS
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
I. INTRODUCCIÓN
Antoni Tàpies, es el pintor español vivo más importante a principios del Siglo XXI. Su
trabajo, que ha coincidido con los principales movimientos desde la segunda
posguerra mundial hasta el momento, ha sido objeto de estudio y análisis para un
amplio sector de la crítica y la historia del arte contemporáneo internacional. Sin
embargo, dentro de la amplísima bibliografía acerca del pintor pueden detectarse
aún algunos vacíos. La relación de su obra y la fotografía, por ejemplo, aún no ha sido
revisada ni suficientemente estudiada por diversas razones, principalmente por que el
artista nunca ha utilizado la fotografía como medio expresivo ni teórico, como
veremos más adelante.
Tàpies en los últimos años ha entrado en un periodo “post figurativo” donde evidencia
un sustrato cultural cargado de múltiples herencias iconográficas - entre ellas
fotográficas - logrando una obra a tono con las preocupaciones estéticas de nuestro
tiempo donde el cuerpo humano ocupa un lugar esencial. A través de un análisis
atento de su obra, articularé tres temas que se relacionan y explican entre sí. Estos
temas son: Lo fotográfico, el cuerpo y la obra reciente del artista.
LO FOTOGRÁFICO
El cambio de sensibilidad acaecido durante los años 70 en el mundo del arte, donde
llegan a desarrollarse nuevas propuestas que revalúan y exponen el cuerpo de una
nueva forma, han hecho del mismo uno de los discursos centrales del arte mas
reciente. Los problemas de género y el feminismo; la multiculturalidad y el activismo
político, son prueba de ello. Rica en referencias históricas extremadamente sutiles y
bien estructuradas, la obra de Tàpies anuda perfectamente con esta nueva visión del
cuerpo y se articula adecuadamente con las diferentes agendas temáticas
contemporáneas. No entraré a analizar detalladamente el lugar del cuerpo en el arte
contemporáneo, pero sí demostraré que al referirse a los temas sexuales, escatológicos
y de la fragmentación del cuerpo –entre otros- Tàpies está en sincronía con lo actual y
con artistas 20 ó 30 años más jóvenes que él.
SU PRODUCCIÓN RECIENTE
Tàpies ha vuelto sobre los temas, las influencias y los procedimientos de su juventud.
Tanto en sus elecciones técnicas – al utilizar el barníz, los lápices, el papel -, temáticas
– el sueño, el sexo, el dolor y la muerte, - y sus influencias formativas. De manera
inteligente y oportuna, el pintor articula la influencia de la pintura barroca, el
simbolismo, el surrealismo y el neoexpresionismo como puntos de cruce desde donde
re inventa su discurso. Este procedimiento, que podríamos calificar cómo posmoderno,
he decidido abordarlo desde una perspectiva neutral, optando por la catalogación
de los procedimientos del artista y una exploración iconográfica con énfasis en ciertas
influencias aún no suficientemente investigadas –Redon en especial-. Para redondear
los temas de influencia fotográfica, resonancia histórica y el lugar del cuerpo, he
querido tomar al surrealismo fotográfico y sus múltiples legados, en una comparación
abierta donde confluyen finalmente los temas tratados en las imágenes.
LA OBRA DE ANTONI TÀPIES. QUE ESTUDIAR?
Como todo pintor vivo y en plena producción, Tàpies necesita ser constantemente
evaluado y apreciado, más aún en una época donde la pintura parece no ocupar un
lugar privilegiado. A manera de conclusión de este proyecto, he hecho una guía de
los posibles temas a estudiar en su obra.
Estos temas, surgieron a medida que desarrollaba la investigación, y están pensados
en función de ofrecer un panorama más amplio y plural – multidisciplinar, multimedia-
mas atractivo para el lector contemporáneo.
A pesar de que algunos de ellos los menciono en apartados del ensayo, creo
importante proponerlos de manera separada, a manera de conclusión.
II.TAPIES Y LA FOTOGRAFIA
3. Victoria Combalia ha notado en su ensayo “Tàpies” (4) que debido a que los
diferentes autores que han escrito sobre el artista provienen mayormente del campo
literario, se han ignorando aspectos importantes de su obra que podrían ser
discernibles a partir de análisis formalistas e iconográficos más completos.
Alexander Cirici (5) en una fecha tan temprana cómo 1960 ya definía a Tàpies cómo
“pintor realista.” Combalia retomando a Cirici en 1986 (6) lo define como un pintor
realista que profesa un “realismo de varias caras,” logrado por medio de la reducción
y refinación de los elementos figurativos. Combalia hace una disección de los
diferentes recursos que el artista utiliza para crear su especial forma de realismo y los
divide en las siguientes categorías:
1.“El Soporte (madera, tela, papel, cartón) actúa arbitrariamente como materia
prima.” (página 221)
3.“ La superficie dúctil y amorfa se aprovecha como molde para sacar imágenes en
positivo y en negativo”.
Si bien los argumentos de Combalia se refieren más a puestas en escena por parte del
artista y los de Hofman a procedimientos técnicos, una síntesis comentada de ambos
autores nos puede servir como primer acercamiento analógico entre la obra de Tapiès
y la fotografía.
Ahora, los resultados del análisis de Hofman, al referirse a procedimientos técnicos del
artista evidencian que dichos procedimientos técnicos son analógicos a los que
podemos encontrar en la fabricación de una imagen fotográfica. El soporte, materia
sensible y comunicante, empleado por Tàpies como parte del resultado final, es
igualmente determinante para la imagen fotográfica, ya que la imagen solo se hace
visible por las huellas de luz sobre su superficie emulsionada. La rapidez de ejecución,
el interés por registrar una emoción y transmitirla por medio de un rápido gesto, el
deseo de capturar el instante, son efectos y anhelos que ocupan a Tàpies, efectos que
paradójicamente son cualidades típicas del medio fotográfico.
El artista, nadando contra corriente ha tomado el medio más anacrónico para
“competir” con dichas imágenes – los procedimientos artesanales de pintura, el dibujo
y la escultura - sin dejar de apoyarse en ellas como puentes a otros ojos - nuestros ojos
habituados a una realidad definida por soportes visuales fotomecánicos y
electromagnéticos -. La ductilidad con la que el artista trata a sus materiales, es similar
a la fragilidad y extrema sensibilidad que los soportes fotográficos presentan. Las
arenas, barnices y pinturas diluidas que el artista utiliza con tanta delicadeza y
refinamiento son tan inestables y vulnerables como la película y el papel fotográfico al
entrar en contacto con la luz. Tàpies, permite que el azar actúe sobre sus materiales
favoreciendo la creación de imágenes incidentales, del mismo modo que han hecho
muchos fotógrafos ayudados del funcionamiento mecánico - y por ende involuntario
- de sus cámaras y sus químicos. En sus “Rayogramas”, realizados en el cuarto oscuro,
Man Ray disponía diferentes objetos al azar entre la ampliadora - fuente de luz - y el
papel fotográfico para lograr imágenes involuntarias a modo de escritura automática.
Otros experimentos efectuados por el artista consistían, por ejemplo, en las
solarizaciones, logradas a través de la sobre exposición del papel en el momento que
la imagen pasaba por el proceso de revelado ó en lanzar la cámara al aire con el
obturador abierto y volver a atraparla, para permitir que en su corto vuelo captase
imágenes sin ningún control racional.
El tema era tangencial y apenas perceptible en la obra del pintor desde que en 1952-3
se decidiera a abandonar definitivamente la figuración. Revisando atentamente su
obra completa, (9) sólo es hasta 1968-9 cuando el artista realiza tres telas realmente
notables donde la figura ocupa un papel protagónico: “Body of material and Orange-
colored stains,” (1968) “Materia ocre sobre tela verge” (1969) y “Materia en forma de
axila,” (1968) esta última una imagen de un cuerpo masculino fragmentado y herido –
tal como nos lo mostraría una fotografía forense- donde el artista ha pegado pelos
verdaderos para aumentar una sensación de realismo repulsivo. En “Materia ocre
sobre tela verge” (1969) de la misma manera que Rembrandt pintara el cuerpo de una
res desollada, Tapiès nos presenta una piel humana aparentemente separada de su
cuerpo inundado cási la totalidad del cuadro.
La violencia de esta serie de cuadros es un hecho que han notado diferentes autores.
Andreas Frazke, quién ha analizado este periodo afirma que estas obras “hacen sentir
literalmente dolor,” (10) mientras Combalia afirma que “cuando un cuerpo aparece
en un trabajo de Tàpies, es usualmente mostrado herido, lacerado ó cubierto con
marcas, como si revelara un dolor físico ó la agresión que ha sufrido.” (11) El mismo
artista declara: “Intento convertir estas partes del cuerpo en ex votos, mostrar con ello
el dolor de la humanidad. Hay que comprender que la vida es dolor para después
encontrar los caminos de su superación.” (12) Durante la década siguiente, Tàpies
empieza a desarrollar sus trabajos políticamente cargados y se dedica extensivamente
a la escultura, a la exploración de grafismos abstractos y a las improntas,
abandonando la figuración hasta principios de los 80.
Por otra parte, la década de los 80 estuvo caracterizada por un inusitado retorno a la
pintura, profesada por una nueva generación de jóvenes pintores a ambos lados, del
Atlántico, un fenómeno que curiosamente actualizó su trabajo. Cómo hemos
mencionado al principio, Tàpies rozó preocupaciones elementales acerca de la
función y forma del arte en la convulsionada escena de los 70, oscilando entre el arte
povera, conceptual y político, pero la fortaleza y profundidad de su trabajo, le
permitieron, otra vez, volver a coincidir con las más urgentes preocupaciones
estéticas esenciales de la década posterior.
MATERIALIZACIÓN
En 1980-1981, el artista empieza a explorar una nueva serie de materiales como las
pinturas industriales, aerosoles, lápices y principalmente el barníz, elemento que utilizó
durante su período de Dau al Set y que por su maleabilidad abre al artista las
posibilidades de escapar a la densidad matérica que caracterizaba su trabajo. (18)
Esta fluidez de los pigmentos se favorece por los diferentes soportes donde el artista
experimenta: Tablas de madera, telas, cartones ondulados y papeles de rápida
absorción. (19) Estos cambios, obedecen, como es de esperarse en Tàpies, a series
reflexiones críticas acerca de su propia obra. Tàpies de nuevo, renuncia a lo superfluo
para volver a lo esencial. Así, tanto el papel como el cartón son explorados como
formas continentes que expresan los temas de “humildad, del deterioro y el dolor” y
procedimientos como el dibujo son utilizados extensamente como “una forma
expresiva no espectacular, sino más vivencial”. (20) Su obra escultórica también
cambia al apropiarse el artista de la técnica de la tierra cocida chamuscada
( en 1981) y el vaciado en bronce ( en 1987).
Antoni Tápies. “Espalda” (1986) Raoul Ubac. “Mujer desnuda” (1939)
LA PINTURA ESPAÑOLA
Cirici, en una fecha tan temprana cómo 1960 en el ya mencionado ensayo “Tàpies
realista” había notado una conexión entre Ribera y el tenebrismo español y la obra de
Tàpies. Victoria Combalia en el ya mencionado ensayo “Tàpies, Els anys 80”, extiende
estas referencias dramáticas y formales a Liss, De Cossimo, Leonardo, Valdés y
Zurbarán. De ellos Tápies se nutre para volver a presentar los temas del dolor, la pasión,
el sufrimiento, la búsqueda espiritual, la vida eterna. Tàpies al igual que lo hicieran los
surrealistas –en especial Buñuel y Dalí - ó fotógrafos más recientes cómo Andres
Serrano -“Piss Christ” - ó Joel Peter Witkin se apropia y transgrede el imaginario
catolicista adaptándolo a su particular forma de entender el drama humano, cómo
veremos más adelante.
RESONANCIAS ROMÁNTICAS
EL NEOEXPRESIONISMO
Basquiat, quién se inició en el arte a partir del graffitti, comparte con Tàpies esta
afición por la “comunicación sobre el muro” e incluía en su obra signos – letras,
números, palabras- como lo hace el pintor catalán. La experimentación formal, como
el uso del spray, tizas y el gusto por la imagen brut son comunes a ambos en los mismo
años. Potentes analogías nos hacen pensar en la sincronía jungiana y en una
temperatura espiritual propia de la época, que cómo ocurre ocasionalmente,
trasciende tiempos y espacios demostrando la universalidad de lo propio y lo único.
Antoni Tàpies. “Craneo” (1984) Jean M. Basquiat. “Sin título”. (1984).
EL LEGADO SURREALISTA
Tàpies, intérprete del espíritu de su época, coincide con este grupo de creadores -tal
vez sin conocer su trabajo-, demostrando su buen tempo. El particular buen olfato de
Tàpies, hace que ajuste su arsenal iconográfico a temas y procedimientos “seguros”.
En su constante renovación, la obra de Tàpies puede ser leída a partir de diferentes
autores que tratan acerca de percepciones actuales del lugar y la función del
cuerpo. Pienso específicamente en Julia Kristeva y sus escritos acerca de Lo Abyecto.
Pero tal vez el artista que más tiene en común con el Tàpies último, es el fotógrafo
norteamericano Joel Witkin. Witkin ha desarrollado una obra ampliamente
polemizada, censurada y criticada por su extremismo visual, pionera de una nueva
sensibilidad y a la vez –como sucede con la obra de Tàpies- heredera y continuadora
de amplias tradiciones de representación corpórea: La iconografía religiosa barroca,
el expresionismo, el simbolismo y el surrealismo fotográfico son una herencia común
para ambos artistas y una investigación aparte acerca del tema merece una
investigación posterior.
EL SURREALISMO FOTOGRÁFICO
EL CUERPO FRAGMENTADO
El Pié: Las fotografías de los dedos gordos del pié de Boiffard que ilustran Documentos
Nº 4 de George Bataille, donde el autor se refiere al pié humano como “la parte más
humana del cuerpo humano”, son un impresionante documento visual. Consideradas
por Georges Didi – Huberman cómo “retratos fálicos e hipocondriacos” (27) estas
celebradas imágenes, que ocupan la totalidad de la composición emergiendo de un
misterioso fondo negro nos hacen pensar en las múltiples imágenes del pié –como
anota Borja - en las obras de Tàpies: ”Al teu peu” (1989) “Cuadrado sobre pié” (1991).
Antoni Tàpies. “Square on foot” (1991) Boiffard. “El dedo gordo del pié” (1929)
Como uno de sus elementos favoritos, el pié expresa las ideas de humildad,
humanidad desnuda, vergüenza y bajeza. Elemento constante en las obras
surrealistas, tanto en Dalí - “Objeto escatológico con función simbólica” (1932) - cómo
en Buñuel, como en Hans Bellmer -“La muñeca (1935) - cómo en Tàpies -“Gran
Sapata” (1990)- no sólo el pié desnudo sino la imagen fetichizada del calzado y las
piernas femeninas aparecen de manera obsesiva. Quiero anotar, que la fetichización
del cuerpo femenino, ha sido considerada por algunos autores como uno de los
fracasos del surrealismo, al no poder trascender una perspectiva excesivamente
masculina donde la mujer era principalmente considerada objeto y no voz. (28)
La Boca: Uno de los elementos “nuevos” y más empleados por el Tàpies último,
descrito por Bataille –y fotografiado por Boiffard- cómo nuestro órgano más animal,
pués nos permite engullir el mundo, es caricaturizado constantemente por Tàpies:
“Boca” (1994) , “La dent” (1985), “Dientes” (1988) , “Diagonal vermella” (1991)-. Como
órgano, fue fotografiado extensamente – en especial la boca femenina- en el
surrealismo, en los trabajos de Man Ray, Wols y Parry.
Antoni Tàpies. “1 + 3”
El Ojo: Aparece ocasionalmente en los trabajos de Tàpies, bien sea cómo ventana al
mundo, “Ojo” (1991), de la misma manera que lo utilizaría Man Ray ó como código
para descifrar una figura misteriosa. Tàpies, “Figura con párpado” (1981)., “Párpados”
(1985); Man Ray, “Objeto para destruir” (1924). Es curioso que Tàpies, proclive a utilizar
simbolismos arcaicos de fuerte presencia –la cruz, el pié- no haya hecho más uso de
esta imagen.
Los genitales: Aparecen tratados por Tàpies con la espontaneidad y desparpajo de los
dibujos obscenos propios de los lavabos. Las piernas abiertas que exhiben el sexo de
“Gran díptic sobre fusta” (1990) ó“Dies d’aigua II” (1987),ó la violenta cruz que trata
penetrar una vagina en “Díptico de barníz” (1986) recuerdan al “Homenaje al Marqués
de Sade “ de Man Ray ó a los dibujos eróticos del jóven Dalí ó del tardío Picasso.
Tàpies ha realizado un extenso homenaje a este legado, que si bien puede en estos
momentos ser tildado de decorativista, no deja de ejercer un fuerte impacto en
nuestra percepción y en nuestro subconsciente. El cuerpo así tratado, es también un
cuerpo político quién expresa a partir de él la necesidad de seguir en la lucha por la
expansión humana. Nótese que Tàpies ha hecho uso del carácter misterioso y
anónimo que es característico de la fotografía surrealista, de sus fuertes contrastes de
luz, de su economía formal y compositiva. No he querido hacer demasiado énfasis en
la interpretación de las imágenes, pues creo que en gran parte las imágenes hablan
por sí solas – por ello existen-. Debo aclarar también, que desconocía el trabajo de
Borja “Comunicación sobre el muro”(30) hasta bien adelantado mi proceso de
redacción de este ensayo, y por lo tanto, he debido contener y replantear este
segmento final, insinuando nuevas posibilidades de contacto entre ambos legados – el
de Tàpies y el de los surrealistas- evitando caminar sobre el camino trazado por Borja –
Villel.
Tàpies, al igual que Picasso, al llegar a la vejez, ha optado por una liberación del
recogimiento y economía formal que dominaron su obra por cási medio siglo –desde
que empezó a trabajar exclusivamente cómo pintor matérico- y al igual que Picasso,
Tàpies ha elegido una figuración libre y desenfadada, donde sus problemas y
obsesiones cotidianas, a manera de diario personal, pueblan su obra. A sus 80 años,
Tàpies aún conserva la ligereza y espontaneidad del que toma los materiales artísticos
por primera vez. Cómo Picasso, Tàpies hace uso de su extenso conocimiento de la
Historia del Arte para recrear temas en su personalísima manera, celebrando el arte y
la pintura con verdadera jovialidad. Tàpies, aún hoy en día –aunque parte del público
especializado no lo reconozca – es un artista que ofrece al observador cuidadoso un
generoso legado manifiesto en una obra excitante y poderosa, trágica y divertida a la
vez y dotada de una sensualidad y gracia admirables.
Otro tema interesante, que requeriría la colaboración personal del artista ó de gente
cercana a él, sería analizar a Tàpies a través de sus gustos cinematográficos. El artista
ha mencionado preferir el cine mudo cómo forma pura, que ha perdió su intensidad
visual con la aparición del cine sonoro. Así, que del análisis de sus obras predilectas,
también es posible encontrar nuevo material de estudio. He intentado mencionar
brevemente el tema, refiriéndome a Buñuel de manera tangencial, y en este vínculo
directo al surrealismo –en especial con El perro andaluz y La edad de Oro- también
podrán encontrarse excitantes descubrimientos formales.
TÀPIES Y LA LITERATURA
1. A partir del estudio de los catálogos ” Antoni Tapiès, Obra Completa. Volúmen 1,
1943-1960”, “Antoni Tapiès, Obra Completa. Volúmen 2, 1961-1968”, “Antoni Tapiès.
Obra completa. Volúmen 3, 1969 – 1975”, Antoni Tapiès. Obra completa. Volúmen 4,
1976 – 1981” y “Antoni Tapiès. Obra completa. Volúmen 6, 1986 – 1990.” Todos
Ediciones Polígrafa, Barcelona, 1988 – 2000.
2. Hofman, Werner, “Intramuros”, en “Tapiès, Els anys 80”. Ajuntament de Barcelona. S.f.
Pags 219 – 224.
Combalia, Victoria., “Tapiès, Els anys 80”. Ajuntament de Barcelona. S.f. Pags 188-195.
3. Para conocer más ampliamente este debate véase el ensayo “Los cambios de
gusto, Tàpies y la crítica”, de Manuel J. Borja-Villel, en “Tàpies, els anys 80”.Ajuntament
de Barcelona, Barcelona s.f. Pags 200-212.
4.“In the case of Tapiès it is very important to point out that he has generally been
studied by writers belonging to a more strictly literary field, and that an analysis
establishing purely artistic comparisons, together with a close study of certain specific
works, was therefore clearly needed”. Combalia Victoria, “Tapiès”, Ediciones Polígrafa,
Barcelona, segunda edición, 1990. Primera edición 1986. Pag 19.
6. Combalia, Victoria., “Tapiès, Els anys 80”. Ajuntament de Barcelona. S.f. Pags 188-
195.
7. Hofman, Werner, “Intramuros”, en “Tapiès, Els anys 80”. Ajuntament de Barcelona. S.f.
Pags 219 – 224.
10. Franzke, Andreas. Prólogo de “Antoni Tapiès. Obra completa. Volúmen 2. 1961 –
1968.” Polígrafa, Barcelona, 1990. Pag 17.
12. Combalia, Victoria. Conversaciones con Antoni Tapiès, 1980 – 1988, en “Tapiès, Els
anys 80”. Ajuntament de Barcelona. S.f. Pags 196 – 199.
13. Catoir, Barbara. . “Antoni Tapiès. Obra completa. Volúmen 6, 1986 – 1990.”
Polígrafa, Barcelona, 1990.
16. Fuchs, Rudi. Magia, en “Celebració de la mel”. Fundació Antoni Tapiès y Polígrafa,
Barcelona, 1991. Pags 25 – 27.
17. Combalia, en Dos conversaciones con Antoni Tapiès, 1980 – 1988, en “Tapiès, Els
anys 80”. Página 197.
18. A tal punto que entre el periodo comprendido entre 1986 a 1990 llega a realizar
más de 1000 trabajos. Catoir, página 15.
19. El barníz, luminoso, permeable y brillante, le permite refinar una serie de efectos
visuales que no tenía su obra desde el período de Dau al Set Transparencias,
veladuras, manchas, pasan a ser elementos nuevos que “producen una sensación de
dinamismo, una especie de efecto cinematográfico en 2 dimensiones.” Según lo ha
notado Borja – Villel en “Celebració de la mel”. Fundació Antoni Tapiès y Polígrafa,
Barcelona, 1991. Pag 16.
21. En especial en las obras de Redon realizados entre 1870 y 1890 y conocidas cómo
“Los negros” (24) La relativa monocromía, el empleo de lápices y papel, las gamas
ocres y pálidas, el sfumatto, el realismo impresionista, la insistencia en la figuración y
especialmente el retrato en exagerado primer plano, son a grandes rasgos los
elementos formales comunes en ambos artistas.
24. Véase Krauss, Rosalind, “L`amour fou. Photography in the service of surrealism”,
Nueva York, 1985.
25. De Diego, Estrella. Els cossos perduts. En ” Els cossos perduts. Fotografía y
surrealismo.” Fundació La Caixa, Barcelona, 1995. Páginas 19 –23.
26. Borja – Villel, Manuel. “Arte y transgresión en la obra de Antoni Tàpies”. Barcelona,
Página 193.
28. Según Mathew Gale en “Dada and surrealism”. Gale, para demostrar su
argumento, explora la iconografía surrealista y también hace un balance de la
presencia femenina en el movimiento, lo que arroja a decir verdad, un pobre
resultado. Véase Phaidon, Londres, Primera edición, 1997.
29.Para conocer el pensamiento y obra de Brassai véase el catálogo de la exposición
“Brassai. Entre el recitat poetic i la expresió essencial”. Fundació Antoni Tàpies,
Barcelona, 1993.
30.Y la asociación que hace Borja con las ideas de lo informe en Bataille.
Comunicación sobre el muro, en “Tàpies. Comunicación sobre el muro”. Fundació
Antoni Tàpies – IVAM. Barcelona , 1992. Páginas 264 – 5.
BIBLIOGRAFÍA
Agustí, Anna. “Antoni Tápies. Obra completa. Volúmen 3, 1969 – 1975.” Ediciones
Polígrafa, Barcelona, 1992.
Agustí, Anna. “Antoni Tápies. Obra completa. Volúmen 4, 1976 – 1981.” Ediciones
Polígrafa, Barcelona, 1996.
Agustí, Anna. “Antoni Tàpies. Obra completa. Volúmen 6, 1986 – 1990.” Ediciones
Polígrafa, Barcelona, 2000.
A.A. V.V. “Els cossos perduts. Fotografía y surrealismo.” Fundació La Caixa, Barcelona,
1995.
Borja – Villel, Manuel. “Los cambios de gusto, Tàpies y la crítica”, en “Tàpies els anys
80”.Ajuntament de Barcelona, Barcelona, 1986.
Borja –Villel, Manuel. Conversación con Antoni Tàpies, en “El tatuaje y el cuerpo”.
Fundació Antoni Tàpies, Barcelona , 1998.
Catoir, Barbara. “Antoni Tapiès. Obra completa. Volúmen 6, 1986 – 1990.” Polígrafa,
Barcelona, 1990.
De Diego, Estrella. Els cossos perduts. En ” Els cossos perduts. Fotografía y surrealismo.”
Fundació La Caixa, Barcelona, 1995.
Franzke, Andreas. Prólogo de “Antoni Tapiès. Obra completa. Volúmen 2. 1961 – 1968.”
Polígrafa, Barcelona, 1990.
Gale Mathew, “Dada and surrealism”. Phaidon, Londres, primera edición, 1997.
Krauss, Rosalind, “L`amour fou. Photography in the service of surrealism”, Nueva York,
1985.