Evaluación El Mito
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Teseo y el Minotauro
Bienvenidos seas, caminante. Acrcate a nuestro campamento y calintate junto a la
fogata, mientras se asa la carne y el vino calma tu sed. Hoy me siento de buen nimo, as que
escucha la historia que te voy a relatar y aprende del valor de los antiguos atenienses.
Esta es la historia de Teseo, uno de los grandes hroes de la Antigedad, su lucha contra
el Minotauro.
Teseo era hijo del rey de Atenas, llamado Egeo, y de Etra, princesa de trecenas. Muchas
fueron las aventuras y hazaas de Teseo: luch contra las amazonas, las temibles mujeres
guerreras; contra los centauros, criaturas mitad humano y mitad caballo; as como contra los
gigantes y otras tantas bestias fantsticas.
Pues bien, hace muchsimos aos, las ciudades de Atenas y Creta se enfrentaron en una
terrible guerra, que concluy con la victoria cretense. Al rey de Creta, llamado Minos, no le
bast con la aplastante y humillante derrota que infligi a los atenienses. Exigi que por espacio
de treinta aos, la ciudad de Atenas le enviase como tributo, una vez por ao, siete muchachos y
siete doncellas.
Para qu quera el rey Minos este extrao tributo? Pues para que los jvenes sirvieran de
alimento al Minotauro, una terrible criatura que viva en la isla de Creta. El minotauro, tenia
cuerpo de hombre y cabeza de toro. Este monstruo habitaba en el laberinto, una fortaleza tan
tortuosa que todo el que entraba se perda sin remedio. As, el rey Minos haca entrar en el
laberinto a los jvenes, quienes se perdan por los corredores y pasadizos y eran finalmente
devorados por el Minotauro.
Un da, el joven y valeroso prncipe ateniense Teseo decidi acabar con el Minotauro, y
le dijo a su padre:
- Luchar contra el monstruo.
Este ao yo ser uno de los catorce jvenes que vayan a Creta.
Egeo sinti gran pesar, pero llegado el da, el prncipe Teseo se embarc con
sus trece compaeros en un navo de velas negras, en seal de luto, como era costumbre.
Al llegar a Creta, Minos mand encadenar y apresar a los jvenes para entregarlos al
Minotauro al da siguiente. Pero aquella noche, Ariadna, la hija del rey, se desliz hasta la
prisin y entreg al prncipe Teseo un ovillo de hilo dicindole:
- Este hilo te guiar a travs de los intrincados pasadizos del laberinto.
Al alba, los prisioneros fueron conducidos hasta las grandes puertas de piedra del
laberinto. En su interior, todo estaba oscuro y silencioso.
El primero en entrar fue Teseo, pero antes at un extremo del hilo a la cerradura. De esta
manera, conforme avanzaba por los complicados corredores del laberinto, iba soltando el
hilo.
De pronto oy un rumor que se fue haciendo ms y ms
intenso: era el bramido del Minotauro. Y al fin, una voz
terrible surgi de la oscuridad:
- Quin es el que se atreve a entrar en mis dominios?
- soy Teseo, prncipe de Atenas!he venido a matarte!
Dicho esto, Teseo corri hacia el lugar del que sala la voz.
Slo poda ver los ojos abrazadores y los cuernos puntiagudos
del monstruo.
El Minotauro baj la cabeza y embisti. Teseo era ms pequeo y menos fuerte que el
Minotauro, pero era ms rpido. Cuando el monstruo lleg a su altura, Teseo salt de costado,
lo agarr por los cuernos y le hizo perder el equilibrio. La enorme bestia se estrell contra el
suelo y se rompi la cerviz.
Tras aniquilar a la bestia, Teseo recogi el ovillo y fue siguiendo el hilo hasta llegar a la
entrada. Sus compaeros se quedaron asombrados cuando lo vieron aparecer.
- Escapemos antes que el rey Minos se entere de que el Minotauro ha muerto dijo Teseo-
Se pondr furioso.
Ariadna que haba esperado a la entrada del laberinto, condujo a los jvenes
atenienses hasta el puerto y embarc con ellos.
Cuando el rey Minos descubri que haba perdido a su hija y tambin al monstruo, mont en
clera pero ya el barco de Teseo haba levado anclas y se alejaba a gran velocidad.