049-La Cajonería Barroca de La Catedral de Santiago de Compostela Muebles Ebúrneos Al Servicio Del Apóstol PDF
049-La Cajonería Barroca de La Catedral de Santiago de Compostela Muebles Ebúrneos Al Servicio Del Apóstol PDF
049-La Cajonería Barroca de La Catedral de Santiago de Compostela Muebles Ebúrneos Al Servicio Del Apóstol PDF
punzones de Diego Gonzlez de la Cueva (cfr. BARRAL IGLESIAS, A., El Museo y el Tesoro,
La Catedral de Santiago de Compostela, Laracha, 1993, 526).
3 Donado por el citado Monroy.
4 Donado por el cannigo Losada y obra del pintor mexicano Juan Patricio Morlete
Ruiz. Sobre ambas obras y otras del mismo tema vanse BONET CORREA, A., La presencia
de Amrica..., op. cit., 300; MONTERROSO MONTERO, J.M., Pintura, sociedad y mentalidad
en Galicia durante los siglos XVII y XVIII, A Corua, Fundacin Barrie de la Maza, captulo
titulado Nuestra Seora de Guadalupe, en prensa.
5 Tal accin no es excepcional pues, segn PAZ AGUILO (El mueble clsico espaol,
Madrid, 1987, 173), era corriente la compra de maderas brasileas en el pas luso para la
confeccin de muebles en Espaa.
6 Archivo de la Catedral de Santiago (A.C.S.), Libro 34 de Actas Capitulares, leg.599,
1670, fols.502v.-503r.; A.C.S., Libro 2 de Fbrica, leg.534, Data de plata de los aos 1669 y
1670, fol.213r.; cfr. TAN GUZMN, M., El viaje a Lisboa del cannigo fabriquero Jos de
631
Figura 1: Vista general de la capilla del Pilar
de la Catedral de Santiago de Compostela
anteriores: la citada Sacrista Vieja, detrs del altar mayor, y la llamada Sacrista de
Abajo, recinto que sigue cumpliendo actualmente tal funcin en el brazo sur del transepto.
8 Cfr. TAN GUZMN, M., Domingo de Andrade, Maestro de Obras de la Catedral de
632
crucero y la girola, hacia la Plaza de la Quintana. Su plan es cuadrangular,
aunque no perfecto a causa de que hubo que respetar la capilla de los
Marqueses de Santa Cruz. ste es tambin el motivo de que las paredes,
divididas en dos niveles por una lnea de imposta, presenten una anmala
distribucin en los nichos del primero y en los ventanales del segundo.
Cada lienzo se organiza en tres tramos -salvo el norte que slo cuenta con
dos, los accesos-, el central ms ancho y marcado por dos pilastrones de
orden compuesto. Dichos soportes y cuatro trompas aveneradas sostienen
una cpula ochavada y una linterna, cuyos intradoses, granticos, estn
tallados con motivos vegetales, militares, herldicos y jacobeos.
En total el recinto cuenta slo con cuatro nichos. De izquierda a
derecha, el muro sur presenta uno en el primer tramo y otro en el tercero.
El muro oeste en el primer tramo y el muro este en el tercero. Desde su
construccin fueron destinados a la ubicacin de una cajonera
posiblemente junto con el nicho central del muro sur, donde ahora se
encuentra el retablo de la Virgen del Pilar, y el central del muro oeste,
ocupado despus por el cenotafio del mausoleo de Monroy. En ello sigue la
tipologa tradicional de las sacristas renacentistas espaolas, vigente
todava en los siglos del barroco, concibindose estancias de plan central o
rectangular con los muros horadados para albergar muebles. De hecho, tal
modelo fue ya aplicado por el propio Andrade en la sacrista de la Catedral
de Lugo9.
En 1717 el citado Fernando de Casas se traslada a Lisboa donde
compra jaspes y mrmoles para el ornato de la sacrista10. Igualmente
adquiere una partida de madera de Brasil con la que se construir la
nueva cajonera de maderas nobles e incrustaciones de mrfil11, conjunto
ebanstico nico en Galicia del que hasta la fecha apenas se tenan datos12.
Acaso influyeron en la compra de la madera tanto el precedente del lote
adquirido por el cabildo en 1670, como la visita que realiza el citado
arquitecto a la sacrista de San Vicente de Afora en la capital lusa, cuyo
decoracin marmrea estaba tambin en fase de construccin y cuya
cajonera fue ejecutada asimismo con maderas brasileas13. No hay que
olvidar que Casas contacta all con el maestro de la obra y que incluso le
compra varias partidas de mrmoles para el edificio compostelano14.
Que la madera se destin a la factura del mobiliario no slo nos lo
confirma una inspeccin ocular del mismo, sino tambin un manuscrito de
hacia 1731 donde se indica que se gastaron milln y medio de reales en la
633
construccin y decoracin del recinto, comprndose ...piedras, leos y
bronces de vnas y otras regiones, y franqueando sus senos Tortosa para sus
[mrmoles] almendrados, sus turquesas Lisboa, su alabastro Valencia, la
Liguria sus jaspes, Npoles su blanco mrmol, el Brasil sus vanos y
virgineas y el Septentrin sus bronces 15.
634
Los muebles fueron encargados expresamente para su actual
ubicacin y se han de deberse al patrocinio del citado Monroy. Del 8 de
marzo de 1713 data la fundacin perpetua en honor de la virgen zaragozana
del prelado. En el documento se compromete a ...acauar y perfiionar
enteramente y con la maior decensia posible la obra de dicha sachrista,
siguiendo la planta y horden que est comenzada en su fbrica sin limitain
alguna. Y asimismo adornar el frontispiio de las puertas de ella que
corresponden a la capilla maior; haer un retablo lo ms dezente que se
pueda, colocando en l la ymagen de Nuestra Seora del Pilar de Zaragoza,
en la forma que se aparei a nuestro Santo Apstol, y las de los gloriosos
Padres Santo Domingo y Santo Thoms; y alaxar dicha sachrista de los
hornatos y alajas necesarias, as para que sirua a la Yglesia en el vso de tal
sachrista, como para que con la maior dezensia se pueda zelebrar el santo
sacrifiio de la misa 16. En esta ltima frase, donde se especfica la
necesidad de hornatos y alajas, est mplicita la construccin de la nueva
cajonera, fundamental para el buen funcionamiento del edificio. En efecto,
el dinero de su fundacin corri con los gastos de su realizacin.
Otro dato apunta a su construccin ahora y no en tiempos de
Andrade. Y es que este arquitecto, en el nicho central del muro sur, instal
un panel de mrmoles de colores inscrustados, dejando espacio para el
montaje tambin all de un mueble 17. Igualmente el nicho central del muro
oeste estaba en sus tiempos libre. Con la colocacin del retablo mariano y la
supresin del citado panel en el primer hueco, as como la colocacin del
cenotafio de la tumba de Monroy en el segundo, la instalacin de sendas
cajoneras ya no era posible. De ah que slo se construyeran los actuales
cuatro muebles correspondientes a los cuatro nicos nichos libres con que
cuenta el recinto.
El inters y calidad de la cajonera es excepcional en el mbito
gallego. La obra ya fue alabada en su da por estudiosos y eruditos: en 1880
por Fernndez Snchez y Freire Barreiro para quienes no carece de mrito
artstico 18, en 1884 por Bernardo Barreiro que afirma la componen
notables cajones 19, en 1909 por Villaamil y Castro que la califica de
notable obra de ebasnistera 20 y en 1943 por Lpez y Lpez que afirma es
buena 21. Como he dicho, consta de cuatro muebles de palo de rosa, dos
alacenas en los arcos que flanquean el retablo22 y dos cajoneras en los
nichos restantes23. Las primeras, ms pequeos, cuentan con una doble
puerta compartimentada, decorada cada una con cuatro crculos que al
16 A.C.S., Fundaciones del arzobispo sr. Monroy, leg. 162, Escriptura del Yllmo. Sr.
635
entrelazarse encierran un rectngulo. El frente aparece delimitado por dos
estpites que en lugar de capitel presentan una orla de enmarque vegetal
que ha perdido su medalln ebrneo. El uso de tal tipo de soporte en
madera es pionero en Santiago24. Fernando de Casas lo utilizar despus,
hacia 1730, en la sagrario del retablo mayor de San Martn Pinario. A partir
de entonces su uso ser comn en la retablstica compostelana y gallega25.
Para el caso de los muebles catedralicios su modelo es la portada del Tercer
y Cuarto libro de Arquitectura de Serlio, traducido por Francisco de
Villalpando (edicin prncipe de 1554).
Prtico Real (cfr. BONET CORREA, A., La arquitectura en Galicia durante el siglo XVII,
Madrid, 1984 (1ed. de 1966), 385).
25 Sobre la introduccin del estpite y su difusin en el mbito gallego vase LPEZ
636
entablamentos, y los decoran con valos, rombos, crculos y otras figuras
geomtricas, en diferentes ritmos y combinaciones, fruto de incrustaciones
de mrfil y palo santo, siguiendo el gusto de la poca del Barroco de Placas
entonces impuesto por Fernando de Casas y Simon Rodrguez en edificios,
retablos y carpinteras. El vocabulario ornamental de los grabados de
Dietterlin y Vredeman de Vries podran haber influenciado en los motivos
escogidos26. La finura y granulado de la madera, su aspecto uniforme y
pulido, su color oscuro con reflejos rojizos, se adapta perfectamente a los
contrastes cromticos generados por el mrfil y el palo santo.
Desgraciamente parte de los embutidos marfileos han desaparecido.
26 Del inters de los grabados de ambos autores en la gnesis del mueble ya dio
Galicia, mss. de 1749 (Real Academia de la Historia, signt. D44). El texto completo est
publicado en TAN GUZMN, M., O Barroco, Fontes escritas..., op. cit., vol.II, 830.
637
negro con galn de plata, otra de damasco verde con galn flecado de oro y
seda, otra de damasco blanco con galn de oro fino, otra de damasco
carmes con galn de plata fino, seis tafetanes de colores para el cliz,
vna casulla blanca de media tela de oro con galn de oro fino, otra de
damasco verde nueua con galn de plata fino, otra casulla de media tela de
oro encarnada con galn de oro fino, otra casulla de damasco morado
nueua con galn de platta fino, otra casulla de tela de oro negro con galn
de oro fino, otra casulla blanca de media tela de oro con galn de oro fino,
otra de tela encarnada con estrellas y conchas de ylo de oro, hermana de las
capas nueuas con su galn de oro fino, y todas dichas casullas con estolas
y manpulos y sngulos correspondientes, vn frontal de damasco morado
con galn de plata fino, otro frontal blanco de media tela de oro con galn
de oro fino, otro encarnado de la mesma tela y galn, otro blanco de
damasco con galn de plata fino, otro de damasco encarnado con galn de
plata fino, otro negro de media tela de oro, con galn de oro fino y otro de
damasco berde con galn de plata fino 28.
1735, fols.18v.-19v.
29 Ibidem, fol.19r.
638
hacer caso al documento tambin podramos considerar los dos armarios
como dos credencias subordinadas al retablo y altar de la virgen30.
30 As las califica tambin ROS MIRAMONTES, M.T., op. cit., 223 y ss.
31 A.C.S., Tesoro. Inventarios de alhajas, ornamentos, etc., leg.383, inventario de
1735, fol.19r.
32 A.C.S., Capilla del Pilar. Obras y otros antecedentes, leg.394, sin foliar; cfr. ROS
MIRAMONTES, M.T., op. cit., 223; GARCA IGLESIAS, X.M., A Catedral de Santiago e o
Barroco, Santiago, 1990, 89.
33 Cfr. MURGUA, M., El Arte en Santiago durante el siglo XVIII y noticia de los
artistas que florecieron en dicha ciudad y centuria, Madrid, 1884, 215. COUSELO BOUZAS
(op. cit., 354-355) corrige el nombre de pila del artista pues segn Murgua es Juan.
34 A.H.U.S. (Archivo Histrico Universitario de Santiago), Protocolos de Santiago,
Andrs Mosquera, prot. 3.429, 1740, fols. 27r.-28v.; cfr. ROS MIRAMONTES, M.T., op. cit.,
223; FOLGAR DE LA CALLE, M.del C., Leis, Manuel de, Gran Enciclopedia Gallega, t.XIX,
Santiago-Gijn, 1974, 20; YZQUIERDO PEIR, S., El Paso del Santo Entierro en
Compostela, Abrente, 30, 1998, 103-111. En consecuencia, Ros Miramontes asigna la traza
de la cajonera catedralicia al citado Leis. Sobre el arca tambin debe consultarse la
semblanza de NEIRA DE MOSQUERA, A., La Sagrada Urna de Santiago, Monografas de
Santiago, Santiago, 2000, 279-282 (reed. del texto de 1850).
35 Cfr. MURGUA, M., op. cit., 215; COUSELO BOUZAS, J., op. cit., 354-355.
36 Segn una tradicin oral de los actuales miembros del cuerpo catedralicio un
639
siglos XVI, XVII y XVIII de muebles confeccionados con preciadas maderas y
decorados con marquetera de mrfil, hueso, bano, carey, estao, plata,
cristal, concha y tablillas policromadas38.
En 1879 el cardenal Pay prohibe que el recinto persista en su
funcin de sacrista y vestuario capitular, limitndose desde entonces a ser
una mera capilla39. No obstante, todava en 1884, 1909 y en 1943 los
muebles eran utilizados para guardar las ropas sagradas40. Varios
inventarios decimnonicos as lo atestiguan41. Hoy estn vacos y sin una
funcin especfica.
urbano compostelano a fines del siglo XVII: mentalidades y hbitos culturales, La historia
social..., op. cit., 505 y ss. Al respecto es muy ilustrativa la lectura del trabajo de SNCHEZ-
CANTN LENARD, M. DEL P., Una casa compostelana a finales del siglo XVII. Inventario de
bienes, Cuadernos de Estudios Gallegos, Monografas, 2, Santiago, 1997.
38 Cfr. AGUILO ALONSO, M.P., El mueble es Espaa durante los siglos XVI y XVII, 2 vols.,
Madrid, 1990.
39 Cfr. MERA LVAREZ, I., La Catedral de Santiago en la poca contempornea: arte y
640