Historia Filosofia y Didactica de Las Ciencias Aportes para La Formacion Del Profesorado de Ciencias PDF
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Serie Investigaciones
No. 6
Doctorado
Interinstitucional
en Educacin
Universidad UNIVERSIDAD DISTRITAL UNIVERSIDAD PEDAGGICA
FRANCISCO JOS DE CALDAS NACIONAL
del Valle
UNIVERSIDAD DISTRITAL
Doctorado FRANCISCO JOS DE CALDAS
Interinstitucional
en Educacin
Universidad UNIVERSIDAD DISTRITAL UNIVERSIDAD PEDAGGICA
del Valle FRANCISCO JOS DE CALDAS NACIONAL
Captulo II. Historia y Filosofa de las ciencias y Formacin del profesorado: De una
relacin compleja a una realidad transformadora 41
Introduccin
1. De qu Historia de la Ciencia hablamos para formar al profesorado? 41
2. En qu se beneficia un profesor al saber de historia de la ciencia? 43
3. Qu perspectivas de formacin del profesorado pueden generarse a travs de
la historia de la ciencia? 45
3.1. Una alternativa desde el ciclo terico emprico 45
3.2. Una mirada desde las comunidades de desarrollo profesional, CODEP 47
4. Qu tipo de estrategias pueden emplearse para formar al profesor a partir de
la historia de la ciencia? 53
5. Reflexiones finales 63
Capitulo III. Historia, filosofa, didctica de las ciencias y prcticas de aula. Una
propuesta para re-pensar la enseanza de la qumica. 67
Introduccin
1. Qu polmicas nos parecen valiosas para nuevos desafos en la enseanza
de la qumica, considerando la HC como estrategia e instrumento? 70
2. Por qu una nocin naturalizada de la qumica como ciencia experimental
puede ser til para incorporarla en las prcticas de aula? 73
3. Es posible una Didctica de la qumica orientada desde la HQ y la FQ? 75
4. Qu riesgos enfrentamos como profesores de ciencias al considerar una
historia y filosofa de la qumica hagiogrfica? 76
5. Qu H&F de la Q nos seduce? Sugerencias y propuestas para el docente. 76
6. Una propuesta desde el anlisis de la reconstruccin de textos histricos
para ser incorporadas a las prcticas de aula 77
6.1. Algunas implicaciones didcticas del uso de la H&Fde la Q en las
prcticas de aula 77
6.2. Qu ejemplos de prcticas de aula pueden resultar desafos intelectuales
valiosos para los estudiantes? 78
6.3. La historia de las sustancias en fase gaseosa. Una seduccin filosfica e
histrica 80
7. Reflexiones finales 91
Captulo IV. Historia y filosofa de la ciencia para la enseanza de las ciencias:
La nocin de naturaleza de la ciencia 93
Introduccin 93
1. Cmo se define la naturaleza de la ciencia? 93
2. Qu desafos valiosos se nos presentan a la hora de ensear la naturaleza
de la ciencia? 97
2.1. Hacia qu finalidades nos interesa que apunte la naturaleza de la
ciencia en la enseanza de las ciencias y en la formacin del profesorado de
ciencias? 99
2.2. Qu naturaleza de la ciencia hemos de ensear para una nueva cultura
cientfica y una profesionalizacin del profesorado de ciencias? 100
2.3. Cmo ensear la naturaleza de la ciencia en estos escenarios
complejos? 102
3. Una actividad didctica para ensear la naturaleza de la ciencia 104
4. Reflexiones finales 107
Referencias 109
Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Prlogo
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Eduardo F. Mortimer
Facultad de Educacin
Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil
1. Introduccin
Hace ya tiempo escribamos que la ciencia sin historia no imagina el futuro,
porque desconoce la sorpresa de preguntas imprevistas (Quintanilla et al.
2006). Una ciencia as, sin sorpresas ni futuro, no es valiosa para nuestros
alumnos, puesto que su trabajo se va a desarrollar en este futuro an no imagi-
nado. Los profesores debemos superar esta falta de perspectiva introduciendo
la dimensin temporal en la ciencia que enseamos en los diferentes niveles
educativos. Pero esto no significa que debamos ensear mostrando cmo evo-
lucionaron los conceptos a lo largo de la historia. Temas como la historia de
la teora atmica (diferentes modelos de tomo en qumica), por ejemplo, son
a menudo aburridos y difciles de aprender para los alumnos y habitualmente
resultan ser una prdida de tiempo para el profesor.
Quizs esta afirmacin es demasiado radical, pero puede ser situada his-
tricamente. En efecto, ha sido una prctica comn iniciar la enseanza de
un tema cientfico mostrando su evolucin histrica, tanto para dar valor a lo
nuevo que se va a ensear (conocimientos que sern considerados, para la
mayora, mejores que los de antes) como para dar continuidad a una manera
de trabajar y construir conocimiento ejemplar, cientfico, que incluye nuevos
modelos y teoras. Con ello, el profesorado se aproximara a un enfoque his-
trico de la ciencia, con su historia subsumida en los temas que se ensean,
por ms que su enfoque no resista la visin crtica de la historiografa actual,
como analizaremos ms adelante.
La Historia de la Ciencia (HC) ha evolucionado, el historiador se ha pro-
fesionalizado (no es ya un profesor de ciencias aficionado a la historia) y ha
incorporado nuevas perspectivas interesantes y prometedoras en su investiga-
cin (la social, la lingstica, la filosfica). Ahora sus intereses y objetivos son
ms amplios y desafiantes; el resultado es que proporciona una visin huma-
nista de las ciencias que la propia actividad cientfica desdibuja. Con ello,
descubrimos los valores sociales subyacentes, adems de los epistmicos, que
acompaan siempre a una ciencia construida por personas en distintas po-
cas y condiciones; y la posibilidad de nuevas preguntas no formuladas an,
porque no se generan en el mundo natural sino en la mente creativa de las
personas.
1 Estany et al. (2002) propusieron el nombre de Didactologa como sinnimo de Didctica de las
Ciencias o Science Education para destacar que se trata de una ciencia del diseo de las acciones
docentes.
2 Imre Lakatos afirm que la HC sin filosofa es ciega; la FC sin H est vaca (Lakatos, 1987)
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
del mundo que hizo arrogante al cientfico. El uso de instrumentos que medan
y determinaban magnitudes (temperatura, calor, la masa inerte, masa qumica,
fuerza, etc.) permiti reconstruir los fenmenos del mundo natural, transfor-
mados en nmeros, segn la lgica de la matemtica. La configuracin del
mundo adquira la forma que al cientfico le convena para poder actuar en l.
En el siglo XX los libros de ciencias ya no nos hablan de una historia natural,
sino que vemos en ellos un mundo que puede medirse gracias a instrumentos
especialmente diseados para ello, que se comporta ordenadamente y que se
ha reconstruido segn la lgica matemtica siempre que esto era posible.
La H&F de la C puede ayudarnos a recuperar el inters por el mundo natural
y por el proceso de formalizarlo. Esto es necesario debido a que los que empie-
zan a aprender ciencia no pueden acceder sin ms a este mundo reconstruido
o reconfigurado y a los cientficos que ya no se interesan por el mundo natural
tal como lo perciben sus alumnos jvenes.
A partir del desarrollo de la sociologa de la ciencia (SC) en la segunda mitad
del siglo XX, fue posible una nueva mirada a la HC desde la perspectiva del
trabajo real de los cientficos: (i) de las demandas que les haca la sociedad,
(ii) de los recursos materiales que tenan o que resultaban de su trabajo, (iii)
de sus motivaciones y (iv) de los itinerarios profesionales que desarrollaban en
distintos contextos. La FC orient entonces nuevos aspectos de actividad de
los cientficos; no slo la justificacin de las teoras mediante experimentos
y viceversa, sino tambin la innovacin tecnolgica, la relacin entre los co-
nocimientos y sus aplicaciones y la enseanza (Echeverra, 1995, pp. 58-66).
Este ltimo aspecto nos interesa de una manera especial para la formacin de
profesores, porque reconoce que la enseanza es tambin actividad cientfica.
Para quienes tienen un concepto elitista y prepotente acerca y sobre la ciencia,
ensear es algo secundario, un ejercicio que se repite ao tras ao, un trmite
que sirve para seleccionar a los mejores alumnos y dejar fuera del circuito
acadmico a los dems. Pero la historia contradice esta opinin y nos muestra
su importancia, puesto que incluye la tarea de seleccionar los conocimientos y
organizarlos para que, generacin tras generacin, perduren.
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
libros de texto, en los cuales slo se destaca el aporte genial de Pasteur gracias
a su cuidadoso mtodo experimental. Sin embargo, si este debate histrico se
analiza, por ejemplo, mediante el modelo de dinmica cientfica de Vallverd
(2010), que ha estudiado el debate y lo ha aplicado a la formacin de profeso-
res, las pruebas experimentales y la actuacin de un Pasteur triunfal frente a su
oponente desconocido no aparecen ya tan difanas. Pouchet tambin trabaj
de manera cuidadosa y precisa, y los factores que le condujeron a perder en el
debate fueron otros.
Invita a leer buenas historias (Project Physics, Reader)
Las buenas historias que explica o sugiere la H&F de la C se presentan por
escrito; requieren ser ledas. Existen diversas colecciones de narraciones, entre
las cuales destaca el Project Physics Course. El libro se presenta con estas
palabras: This is not a physics textbook. Rather, it is a physics reader, a collection
of some of the best articles and book passages on physics. A few are on historic
events in science, others contain some particularly memorable description of
what physicist do: still others deal with philosophy of science, or with the im-
pact of scientific thought on the imagination of the artist. (pagV)
Esta recopilacin de textos originales, transcritos a los formatos y lenguajes
actuales y de autores que han tenido impacto en la HC, es un trabajo magnfico
del que han derivado nuevos enfoques de los cursos de Fsica universitarios en
diversos pases.
Tambin es de gran inters la lectura de textos originales en ediciones facs-
mil, aunque resulten ms difciles de leer; esta dificultad puede ser un aliciente,
debido a la emocin que comporta descifrar un texto escrito de manera poco
clara. Puede ser que requiera una formacin previa pero precisamente por ello
resulta de un gran valor educativo. El lenguaje y el formato de los textos cientfi-
cos antiguos, debido a sus caractersticas que los hacen raros son estimulantes,
sugerentes, transportan a otra poca y a otros sistemas de valores y de maneras
de trabajar; resultan misteriosos y suscitan el deseo de desentraarlos. Permiten
aproximarse, as, al entorno cultural y esttico en el cual fueron originalmente
redactados.
Esta forma de utilizar la historia ha sido considerada de inters para la forma-
cin de profesores de ciencias y no tanto a los alumnos no universitarios, pues
slo los que estn muy motivados por un tema concreto se beneficiarn de ella
(Simon et al.,1996).
Inspira nuevas maneras de presentar los temas
Si elaboramos un breve resumen de lo que se ha dicho hasta aqu, vemos
que la respuesta al por qu de la historia de la ciencia en la enseanza prioriza
el acceso que proporciona a la actividad humana que tiene por objeto cons-
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
los historiadores consideren que es buena historia de las ciencias. Pero como
que la finalidad de los profesores es ensear ciencias, las opiniones de unos y
otros pueden no coincidir y se deber llegar a acuerdos para construir lo que
Fourez denomina un islote de racionalidad, a partir de lo que ambas discipli-
nas (la H&F de la C y la Didactologa) consideran irrenunciable.
La HC es ahora una disciplina independiente de la ciencia a la que se re-
fiere, con su propia teora (historiografa) y, como ocurre en otras disciplinas,
contempla de manera crtica lo que fue la HC de otros momentos histricos
en los que se dependa exclusivamente de la disciplina de referencia sin te-
ner en cuenta las perspectivas social, filosfica y lingstica que son ahora tan
importantes para la formacin y desarrollo del pensamiento. La crtica de los
historiadores se refiere a dos desviaciones importantes que podran confundir
a los profesores de ciencias: el anacronismo y la hagiografa.
Anacronismo es interpretar los eventos antiguos como si se produjeran en
un entorno cientfico actual. Se considera, por ejemplo, que los aportes de
Paracelsus (siglo XVI) fueron totalmente falsos y su teora de las signaturas o
semblanzas entre los sntomas de una enfermedad y las propiedades de los
remedios que l propona son juzgados con severidad y considerados estpi-
dos, sin tener en cuenta que l fue quien introdujo el mtodo experimental en
las ciencias (Jones, 1989). Es evidente que una historia anacrnica no slo es
falsa, sino que podra utilizarse para sustentar toda clase de retricas, de pro-
greso constante de la ciencia, de exclusin o no de las mujeres, de conflictos
entre ciencia y religin, en lugar de favorecer una reconstruccin serena y
documentada de los datos y un reconocimiento de su carencia, cuando sea as
(Quintanilla et al, 2015).
La oposicin al anacronismo reclama objetividad a la HC; es decir, contem-
plar la ciencia que se estaba haciendo en un determinado momento histrico
de acuerdo a los valores del momento: con sus propias preguntas y sus mtodos
de respuesta, que no prefiguran los actuales.
La hagiografa consiste en escoger una figura histrica y concentrar en ella
todos los mritos de los logros cientficos de una poca, como si no hubiera
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procurar tener una base historiogrfica seria que permita abordarlas. Aparece
as un importante mbito de colaboracin entre disciplinas, que es justamente
el que deberamos desarrollar conjuntamente, sabiendo que el didactlogo/
profesor no va a ir ms all de lo que permita la historiografa, ni el historiador
va a ir ms all de lo que le permita la didactologa, exigiendo determinados
niveles de exactitud histrica en las unidades docentes, por ejemplo, o evitan-
do determinadas preguntas o hiptesis que la historia quizs no puede ni debe
responder pero que pueden tener inters docente.
En resumen, la historia que se utiliza en DC ha de ser la historia que surge del
trabajo de los historiadores, procurando no incurrir en el anacronismo y la ha-
giografa pero sin dejar de reconocer que lo que buscamos en la historia de la
ciencia cuando enseamos ciencias requiere que reconstruyamos sus episodios
de la manera que nos resulte adecuada para las clases. Con ello se abre una
lnea de investigacin sobre la confluencia entre HC y DC que ha de considerar
el inters didctico de una buena historia y la seduccin de una biografa que
no sea exageradamente mentirosa.
Reflexionemos sobre la naturaleza de la ciencias y las buenas preguntas dis-
ciplinares e interdisciplinares en la educacin para todos/as
En el momento actual muchos gobiernos pretenden que toda la poblacin
tenga una adecuada formacin en ciencias y, por razones prcticas, esta forma-
cin ha de ser interdisciplinar, mostrando sus vinculaciones con la sociedad.
Sin embargo, los profesores se han formado segn las actuales disciplinas uni-
versitarias y ninguna de ellas proporciona unos conocimientos integrados que
puedan aplicarse a todos los fenmenos del mundo natural y que, adems se
presente vinculada a intereses sociales y no a los laboratorios y centros de
investigacin. Por esto es tan difcil construir esta ciencia para todos/as que
debera ser la base para una posterior especializacin.
Como hemos visto, esperamos que sea la HC la disciplina que nos ayude a
identificar preguntas fundadoras y a comprender la NOS.
Hemos visto que la HC nos proporciona preguntas primigenias que justi-
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manera hermenutica, es decir, releyendo tantas veces como sea necesario para
llegar a comprender lo que el texto comunica, a travs de su contenido, sintaxis
y formato. Con ello se nos descubre una panormica insospechada: diversas
maneras de referirse a unos fenmenos que an ahora podemos identificar, ta-
les como las partes de un organismo, las llamas, las explosiones, el proceso de
obtencin, bien detallado e identificable de una sustancia bien caracterizada;
o una misma explicacin (el flogisto) para fenmenos diversos, presentacin
y defensa de los temas que plantearon preguntas segn retricas diferentes,
smbolos diversos que generan entidades desconocidas. Situaciones, eventos,
objetos que nos parecan conocidos y bien caracterizados se nos presentan
ahora desde una nueva perspectiva, y podemos comprender las preguntas que
suscitan, la parcialidad de las explicaciones que reciben, las conexiones que se
establecen con otros fenmenos y que han quedado pendientes en la historia
de la ciencia.
Con esto, la HC nos regala una puerta de entrada a la lingstica para todos/
as: a pesar de no tener una gran formacin en ella, nos damos cuenta que el
lenguaje no es un instrumento para decir algo que est ah, sino que inter-
viene de manera activa y problemtica para configurar esto que est ah de
manera inteligible.
Queda abierta una lnea de investigacin sobre el carcter constructivo del
lenguaje, que genera signos de algo que an no existe y que, con ello, contri-
buye a hacerlo real.
Reflexionemos sobre la evaluacin
Hemos de saber evaluar tanto la historia que escogemos (que ha de ser bue-
na segn los historiadores de la ciencia) como las propuestas docentes que
utilizan la historia. La elaboracin y validacin de pautas para facilitar este
anlisis es un proyecto de investigacin urgente (Quintanilla, 2006).
Ya hemos indicado que uno de los principales aportes de la HC es darnos a
conocer la actividad humana que conduce a la construccin de conocimiento
en su contexto y, por lo tanto, con unos determinados criterios para saber si se
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res que se priorizan segn sea el tipo de persona y de sociedad que estamos
queriendo construir para el futuro. No es ste el tema ahora, pero est ah,
condicionando todo lo que se va a decir a continuacin, porque nuestra opcin
est clara: educamos para la autonoma, la libertad y la dignidad de las perso-
nas y para la solidaridad entre ellas en una sociedad justa; educamos para que
los derechos humanos lo sean de verdad en todo el planeta.
Dicho esto, vamos a centrarnos en el contenido de las propuestas docentes y
en el proceso a seguir por parte de los alumnos, que han de estar estrechamente
relacionados entre s. No podemos referirnos a un debate cientfico, por ejem-
plo, sin comprender el tema sobre el cual se debate. Esta simbiosis se consigue
mediante la modelizacin, tanto al disear las unidades didcticas como en
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
explicar mejor el origen de las propiedades de las sustancias. Sea cual sea
la eleccin, lo que escojamos de este episodio histrico y lo que escojamos
de ciencias para construir nuestro islote de racionalidad ha de dar lugar a
una historia bonita, coherente, interesante e iluminadora, que no introduzca
errores histricos a pesar de ser fruto de la imaginacin.
El desarrollo de diferentes retricas (argumentaciones) para convencer, es-
trategias para comunicar y criterios para evaluar.
La enseanza magistral de las ciencias ha abusado de la retrica que mos-
traba las verdades cientficas como resultado del pensamiento racional de
los cientficos. Desde nuestra perspectiva praxeolgica, que la actual H&F
de la C favorece, nos interesa poner de manifiesto que esta racionalidad es
moderada identificando maneras de argumentar, de razonar, de represen-
tar, propias de diferentes pocas; y recrear debates y polmicas para que
los alumnos aprendan y para que interpreten crticamente lo que aprenden.
Nuestras UDs interdisciplinares han de aprovechar lo que el episodio his-
trico escogido puede aportar desde el punto de vista retrico, teniendo en
cuenta la diversidad de recursos de que disponen los alumnos nacidos ya
en la era digital.
No menos importante es la invencin de lenguajes simblicos para concre-
tar nuevas ideas. Cmo se representaba sobre el papel la rotura del tomo
de Uranio, por ejemplo? Cmo lo haran los alumnos? Qu es lo que
deberan representar?
En la misma lnea los estudiantes deben finalizar narrando ellos mismos
algo de la historia sobre la que han estado trabajando durante la clase. La
pequea parte de la vida de Marie Curie y de Dimitri Mendeleiev que se les
dio a conocer estaba relacionada con un problema cientfico real, que se
resolvi en aquella poca. Los estudiantes han de poder identificar tanto el
problema cientfico como argumentar que la solucin es razonable.
A partir de estas reflexiones se puede construir un instrumento de evalua-
cin de la inclusin de la HC en la EC con el cual el profesor puede revisar
sus criterios historiogrficos y evitar imprecisiones que podran desorientar
a los estudiantes. De todas maneras, va a explicar la historia de la forma que
ms le conviene y nunca ser toda la verdad y nada ms que la verdad sino
que ayudar a sus alumnos a plantearse preguntas y a evitar una imagen de
la ciencia excesivamente triunfalista, con poco espacio a la creatividad y sin
futuro para ellos que se encuentran an muy lejos de ser cientficos.
El instrumento elaborado por Quintanilla, 2006, consiste en un cuestionario
de 15 afirmaciones donde los profesores han de seleccionar una de tres
opciones de que se definen en la pauta para cada una de ellas: se ajusta
mucho (SM), poco (SP), nada (SN). Se cuenta adems con un segmento para
lo mejor posible.
La historia nos cuenta una versin muy diferente, mucho ms interesante y
que deberamos rescatar para formar a los profesores de qumica. La tarea de
relacionar las masas de interaccin de los elementos para dar lugar a frmulas
fue ingente y creativa, requiri pericia experimental e imaginacin; gracias a
ella a final del siglo XIX, antes de que empezaran a llamar la atencin las ra-
diaciones la qumica ya dispona de tomos de los elementos con masa propia
y con propiedades abstractas; no fue necesario, para ello, conocer su compleja
estructura interna (tan poco racional). Al contrario, a medida que se acumula-
ban evidencias de la existencia de partculas subatmicas, los cientficos tenan
el reto de acomodarlas en el tomo de los qumicos, aunque el resultado pare-
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ciera poco racional como proponer un ncleo minsculo con toda la masa
del tomo y unos electrones sin casi masa pero con casi todo el volumen del
tomo; y esto en una partcula tan alejada de la experimentacin real como nos
indica el nmero de Avogadro, tan grande que cuesta imaginarlo.
Procedemos pues a mostrar un ejemplo de la manera de trabajar de los qu-
micos que iban construyendo una qumica cuantitativa y su lenguaje propio.
Empecemos por presentar de manera resumida el aporte de J. Dalton y el
camino que, a partir de ella, abrieron algunos de sus contemporneos.
La propuesta de J. Dalton
J. Dalton, meterelogo y profesor de ciencias nacido en Manchester, ciudad
en la que vivi toda su vida, era seguidor de las ideas de Newton en qumica.
Por lo tanto, imaginaba la materia formada por partculas tal como Newton
haba propuesto en la cuestin 31 de ptica (pag 345)5Me parece muy
probable que Dios haya creado desde el comienzo la materia en forma de
partculas slidas, masivas, duras, impenetrables y mviles, con tales tamaos
y figuras, con tales otras propiedades y en una proporcin tal al espacio que
resulten lo ms apropiadas al fin para el que fueron creadas Segn Newton,
algunas de ellas eran simples e indivisibles (podan considerarse tomos) y
stas podan unirse formando otras mayores y ms complejas, que podan di-
vidirse de nuevo.
Dalton imaginaba as la estructura interna de las sustancias qumicas; en el
caso de los gases, supona que las partculas estaban rodeadas por una atms-
fera de calrico (uno de los elementos de Lavoisier) estructurada de manera
diferente para cada gas y por ello se mantenan alejadas unas de otras.
En su poca los cientficos valoraban el uso de instrumentos que permitan
cuantificar las interacciones (los cambios) que se producan en la naturaleza
o en los laboratorios. Los qumicos haban aceptado ya que todo lo material
tena masa y que la masa se conservaba en los cambios qumicos; es decir, los
materiales simples se combinaban para dar lugar a materiales compuestos sin
perder su masa; y lo mismo pasaba en los cambios qumicos entre substancias
compuestas: las sustancias simples que las componan aparecan redistribuidas
en los materiales finales. Pudieron as, establecer masas de reaccin y leyes
(las proporciones fijas o ley de Proust, las proporciones mltiples del propio
Dalton, las leyes de equivalentes de Richter)
En su investigacin sobre la solubilidad de los gases en agua formul la hip-
tesis de que la diferencia que detectaba poda ser debida a la masa diferente de
las partculas del gas. Convena, por lo tanto, calcular estas masas. Y formul
una hiptesis sencilla para poder hacerlo (y que no siempre resulta verdade-
ra): supuso que cuando dos sustancias simples (formadas por tomos iguales,
puesto que no se puede descomponer) se unen para formar una sustancia com-
puesta, lo hacen tomo a tomo; las relaciones de masa en esta interaccin
son pues la relaciones de masa entre sus tomos, sus masas atmicas relativas.
(Podemos darnos cuenta que el problema es que la masa atmica depende
de la frmula: no teniendo ni la una ni la otra, se supone una frmula y se va
poniendo a prueba).
Por ejemplo, el agua est formada por hidrgeno y oxgeno: un 12% de hi-
drgeno y en 88% de oxgeno. Si suponemos que est formada por un tomo
de cada sustancia simple o elemento, la masa relativa es 88/12: si H=1, O= 8.
A pesar de que pronto se consider que son dos los tomos de hidrgeno que
se combinan con uno de oxgeno para formar agua (y que, por lo tanto, H=1,
O=16), la propuesta es interesantsima: como que los tomos siempre tienen
la misma masa aunque estn en compuestos diferentes, podemos expresar la
composicin mostrando el nmero de tomos de cada elemento en los com-
puestos en lugar de utilizar porcentajes que no nos orientan sobre la estructura
atmica de los compuestos. Es mucho mejor decir que el agua es HO segn
Dalton (o H2O, ms adelante) que referirnos a ella como un compuesto de
oxigeno con un 12% de hidrgeno
La atrevida propuesta de J. Dalton fue aceptada con reservas pero result
muy frtil gracias a grandes qumicos como por ejemplo, J. Berzelius o J. Liebig
que la aplicaron diligentemente y con gran criterio en su investigacin. Pas
momentos muy difciles a lo largo de tres generaciones de qumicos universi-
tarios antes de llegar a proponer una lista unificada de masas atmicas y, en
consecuencia, una sola frmula a cada sustancia.
La tarea de transformar los datos de los anlisis cuantitativos en frmulas es
lo que llamamos estequiometra. Pero a menudo, en las clases actuales, los
clculos se derivan de las frmulas, que ya conocemos. Lo interesante es ver
como se consigui interpretar los datos atribuyendo una masa atmica fija a
cada elemento y escribir las frmulas de manera que tuvieran relacin con las
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Son numerosas las propuestas que se han venido desarrollando con la inten-
cin de contribuir a mejorar la enseanza de las ciencias. Lo que nos convoca
en este captulo es el desarrollo profesional docente soportado en las relaciones
entre la historia, la filosofa y la Didctica de las Ciencias. Esto implica favorecer
una adecuada formacin del profesorado como profesional de la enseanza
cientfica, lo cual se lograr de manera integral en los mbitos6 que se han
considerado como los ms pertinentes y apropiados para estas finalidades. Sin
embargo, hablar de formacin desde estas relaciones tericas y prcticas impli-
ca que debemos orientar algunas precisiones trminolgicas y definir algunas
directrices epistemolgicas que nos parecen sugerentes. Desde all daremos
inicio a un primer apartado, en el que reflexionamos sobre la Historia de la
Ciencia que nos parece ms pertinente de incorporar en la formacin inicial
y continua de los profesores de ciencias. A continuacin, enfatizamos en lo
valioso que resulta para el profesor de ciencias recibir formacin en Historia
de las Ciencias. Finalmente, en el tercer apartado se presentan perspectivas
tericas que se han generado, una en formacin inicial y otra con docentes
universitarios en ejercicio. En el cuarto y ltimo apartado se propone un diseo
de unidad didctica elaborada con la finalidad de contribuir a la formacin de
profesores de qumica desde la historia de la qumica.
1. De qu Historia de la Ciencia hablamos para formar al
profesorado?
Al referirnos a la necesidad de una formacin del profesor soportada en la
historia de la ciencia es necesario analizar la interpretacin que se tiene sobre
el proceso de formacin de profesores de ciencias, lo que implica hablar de
historia de la ciencia en este proceso, que por su naturaleza es complejo. La
primera temtica se escapa a las finalidades de este libro pero puede ampliarse
y profundizarse en la lectura de otros documentos en donde nos hemos referido
particularmente a este tema (Garca-Martnez & Izquierdo-Aymerich, 2014); la
segunda temtica ser el centro de lo que presentamos a continuacin.
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
1. Identificar los dos ejes de formacin cientfica: saber ciencia y saber lo que
es la ciencia. La historia aporta elementos para pensar sobre la ciencia e
identificar modelos de emergencia de los contenidos.
2. Identificar y caracterizar los componentes del conocimiento profesional
del profesorado de ciencias. El profesor trabaja para la educacin de su
alumnado y, al presentar problemas cientficos en clase, debe hacerlo segn
tres planos el instrumental-operativo, el personal-significativo y el relacio-
nal-cultural.
3. Caracterizar el conocimiento de ciencias que ha de tener un profesor desde
la perspectiva de tener que ensearla. Los dos puntos anteriores ya han obli-
gado a una reflexin sobre los conocimientos cientficos en el aula. El nuevo
paso es aceptar que lo fundamental de esta ciencia es ensear a pensar con
teoras (cientficas, didcticas, histricas).
4. Identificar la historia de la ciencia que es valiosa para la formacin del profe-
sorado de ciencias. Para facilitar esta visin terica, es importante valorar el
aporte de las narraciones en las cuales se presenten temas que hagan pensar
de manera crtica a los estudiantes.
5. Procurar que se expliciten los modelos de ciencias del profesorado de cien-
cias. El resultado de este primer bucle de formacin debera ser poner en
crisis las representaciones de los futuros profesores y profesoras sobre las
ciencias, para aceptar una mayor complejidad al caracterizar las teoras, el
mtodo, el lenguaje y los instrumentos.
6. Definir y organizar la secuencia de los contenidos. A partir de esta crisis, se
han de disear tres ncleos de formacin histrica, didctica y cientfica, de
manera que sean coherentes entre si cada uno de ellos.
7. Identificar contribuciones histricas que son especialmente relevantes para
la formacin del profesorado. A partir de ahora se inicia un nuevo bucle
formativo, en el cual debera pedirse mayor implicacin del profesorado
en formacin en la bsqueda de contribuciones que les parezcan espe-
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los miembros deben creer que sus derechos los pueden expresar honestamente,
sin miedo a la censura o la ridiculizacin. Pero una genuina comunidad hace
demandas a sus miembros para que asuman ciertas responsabilidades. En una
comunidad profesional de profesores de ciencias el centro de responsabilidad
es su aprendizaje. Esta responsabilidad incluye los grupos de discusin, apurar
a los otros para que clarifiquen sus ideas, comprometer a otros en la produc-
cin de ideas y proveer recursos para que ellos aprendan. Para que esto ocurra,
el coletivo debe propiciar un ambiente de seguridad en el cual los individuos
sean libres para expresarse, explorar ideas, plantear opiniones y posteriormente
retractarse de ellas si corresponde.
El objetivo ltimo de una comunidad de aprendices en una sociedad pluralis-
ta es aprender a ver diferencias como fuentes de inspiracin ms que como una
obligacin. Se plantea una constante tensin entre comunidad y diversidad, es
decir, que se generan fuerzas centrpetas hacia la comunidad y fuerzas centrfu-
gas hacia la diversidad. Esto es muy natural, ya que la comunidad profesional
presiona por el logro de consensos y supresin de disensos.
Fase 4. Implementacin y anlisis del proceso de aplicacin de la herramienta
En esta fase se contrastan los criterios que plante el profesor para el diseo
de la unidad didctica (o la herramienta seleccionada) y cmo los retoma al
momento de su implementacin. Se presta especial inters en la forma en que
desarrolla cada una de las actividades y los componentes que resalta, bien de
manera positiva o negativa, con el fin de evidenciar la relacin de sus ideas y
como stas orientan su propuesta. De igual manera, se pretende que la CODEP
genere todo un proceso de regulacin de la actividad con miras a mejorarlo y
a planear futuros aspectos que fortaleceran el desarrollo de sta herramienta.
Como dimensin fundamental se pretende generar la regulacin frente al uso
que se le dio a la Historia de la ciencia y cmo se evidenci en el desarrollo
de cada una de las actividades propuestas por los docentes, as como, los as-
pectos en los que realiza nfasis el profesor y y la justificacin de su actividad.
La construccin social de la comunidad requiere una negociacin continua,
incluyendo la regulacin de las interacciones sociales y de las normas de gru-
po. Pero estas normas parten de unos principios compartidos, bien objetivos,
intereses, problemticas comunes, lo cual requiere de una responsabilidad de
cada uno de los participantes. Con el tiempo observamos como los profesores
de qumica iban tomando la vocera del grupo e inclusive presentando alter-
nativas que no estaban contempladas originalmente en los acuerdos iniciales,
fisurando el esquema de una responsabilidad individual asumida por el coordi-
nador o dinamizador de la comunidad.
Aqu retomamos el principio de que la comunidad de profesores de ciencia es
un espacio privilegiado que permite el desarrollo del liderazgo. En la escuela,
este liderazgo no es un rasgo de la personalidad sino que es un atributo que se
En esta fase analizamos los posibles cambios que se presentan en los profeso-
res que conforman la CODEP, sean sus actitudes, su lenguaje o sus acciones. Se
realiza de igual forma una reflexin metacognitiva sobre las relaciones historia,
filosofa y enseanza de las ciencias. En esta fase, se enfatiza el anlisis sobre
la manera en que se han relacionado la historia, la filosofa de las ciencias en
las unidades didcticas diseadas u otras herramientas seleccionada para la
enseanza y el aprendizaje de los conceptos especficos y fenmenos objetos
de estudio. Al respecto Putnam y Borko, (1997) manifiestan que los profeso-
res de ciencias necesitan tener la oportunidad de aprender a ser crticos y a
reflexionar sobre su enseanza. Es ms, si nos tomamos seriamente la idea de
que el pensamiento complejo nace de la interaccin social, entonces los pro-
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7 Rompimiento de piedras
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Tipologa de la
Actividades de estructuracin y aplicacin
actividad
Actividad 08
Tomando como referencia el siguiente fragmento de la lectura realizada, analiza los cuestionamien-
tos que se presentan a continuacin de ella.
La teora de Black tambin explic la produccin de lcalis fuertes y cas-
ticos (por ejemplo potasa castica) preparado por ebullicin de la cal
viva con una solucin de lcali suave. De este modo descubre la caustici-
dad inherente del lcali. Experimentos cuidadosos confirmaron su nueva
extensin de su doctrina.
Texto para analizar Una prueba concluyente de su teora de la causticidad inherente fue la
demostracin de Black de que la cal viva y la magnesia usta podran ser
producidas por va hmeda, sin el uso de fuego. l argument que si el
lcali custico es custico cuando no se combina con el aire fijo, este
debera separarse de la magnesia a partir de la combinacin con cido y
se deposita como magnesia usta. l lo demostr fcilmente. El realiz un
experimento similar con tiza.
Sugiere las ecuaciones balanceadas de la reacciones qumicas en el pro-
Preguntas de
ceso por va hmeda que empleo Black para la obtencin de cal viva y
profundizacin
magnesia usta.
En esta actividad se pretende que el estudiante analice la teora que poco
a poco Black ha ido construyendo, as como la forma en que l ha ido
elaborando sus argumentos, en especial las diferentes reacciones de la
magnesia usta para ser producida por va hmeda. De igual manera se
Comentario para el pretende que el estudiante reconozca el concepto de direccionalidad, as
profesor como los conceptos de estequiometra y balanceo de ecuaciones. Esta
actividad le exige al estudiante el hacer uso de lo aprendido hasta el
momento, ya que requiere partir de una situacin problmica histrica
real para formular las ecuaciones que interpreten de la mejor manera el
fenmeno estudiado.
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Tipologa de la
Actividades de estructuracin y aplicacin
actividad
Actividad 09
Tomando como referencia el siguiente fragmento de la lectura realizada, analiza los cuestionamien-
tos que se presentan a continuacin de ella
Este diagrama muestra el comportamiento de ciertas sustancias alcalinas
al reaccionar con cidos, ste fue diseado por Cullen y mejorado por
Black, quien le adicion los nmeros para indicar la fuerza relativa de
atraccin entre las sustancias.
Texto para analizar (cido muritico: cido clorhdrico; cido vitrilico: cido sulfrico;
lcali fijo: carbonato de potasio; tierras calcreas: carbonatos).
MASA VOLUMEN
1 grano 0,0531 g 1 pinta 0,953 L
1 livre 489 g 1 dracma fl. 3,55 ml
1 dracma 3,888 g 1 mnimo 0,0616 ml
1 pound 373,2 g
1 scruple 1,296 g
1 onza 30,563 g
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5. Reflexiones finales
La formacin de profesores debe incluir un conocimiento suficiente de la HC
que permita comprender la diversidad de funciones que sta puede desempear
en la formacin (disciplinar, multidisciplinar y humana) de los alumnos. Estas
funciones incluyen tanto lo relacionado al por qu como las que se refieren
al cmo: tanto los contenidos como procesos de enseanza de las ciencias
se enriquecen con la H&F de las C. Pero para que el profesor pueda hacerlas
realidad, l mismo ha de haberlas interiorizado y por ende haberlas apropiado;
es decir, su concepto de ciencia ha de ser histrico, humano y constructivo.
Ha de valorar lo que el conocimiento cientfico tiene de relato, porque es una
actividad humana que se desarrolla a lo largo del tiempo y que necesita del
profesor para sobrevivir, de una generacin a la siguiente. Por ello, tambin su
profesin de profesor toma sentido bajo el prisma de la historia; y con ello, la
funcin estructurante del lenguaje, sujeta tambin a la historia.
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ras de decir algo, segn el ideal comunicativo que se tenga y sin que por ello se
falte a la verdad!) y por ello se ha de decir la ciencia de acuerdo a quienes la
aprenden, segn una verdad en minscula que se sabe limitada por los valores
que pone en juego y no con la pretensin de decirlo todo con el lenguaje de los
que se hallan inmersos en la investigacin cientfica de alto nivel.
El carcter educativo de la ciencia que se ensea introduce un compromiso
de futuro (que es el de nuestros alumnos) que ha de ser confiado y esperanza-
dor, como corresponde al enfoque humanista de la ciencia que la H&F de la C
proporciona. A pesar de los tanteos, equivocaciones y mezquindades diversas,
la inteligencia creativa humana est ah y tiene mucho que hacer.
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nes, concepciones y creencias que pueden ser tiles en los libros de qumica
para que las teoras cientficas que se ensean adquieran sentido y valor en
quienes las aprenden y en quienes las ensean (Quintanilla & Garca, 2005;
Quintanilla 2006a). Los estudiantes (y profesores de qumica) necesitan saber
con qu y cmo se relacionan dichos modelos terico-conceptuales con la
historia de la propia humanidad, y lograr as confrontarlos con situaciones de
su vida cotidiana o mundo real o, mejor an, con situaciones de la vida real
en otros momentos del desarrollo de la actividad cientfica (Giere, 1992,1994).
Haciendo uso de una analoga planteamos que la historia de la qumica se ha
de convertir en un vehculo para formar a los profesores y desarrollar as su
pensamiento cientfico (Cuellar, Quintanilla & Mrzabal, 2012). La finalidad es
que el desarrollo del pensamiento cientfico en general y la nueva ptica para
mirar el desarrollo de la qumica, como conocimiento docto, especializado
o erudito se refleje tericamente en la manera en que los libros de texto, pla-
nes de estudio, modelos de formacin docente, currculos oficiales, abordan,
comunican y divulgan las teoras cientficas al estudiantado contribuyendo a
una idea ciudadana de la qumica que a la vez sea la justificacin formal para
promover competencias de pensamiento cientfico (Quintanilla, 2011).
Como lo hemos reiterado en nuestro ltimo libro recin publicado en Colombia
y socializado en Santiago de Chile con motivo de la celebracin del 3 IHPST-LA
en el que sistematizamos orientaciones tericas y metodolgicas sugiriendo prc-
ticas de aula razonables (Quintanilla, Merino & Cuellar, 2012), resulta evidente
que la historia de la qumica promueve una mejor comprensin de las nociones
y mtodos cientficos; los diferentes enfoques histricos o corrientes que se han
sistematizado en los ltimos aos conectan y evalan adecuadamente el de-
sarrollo del pensamiento individual con el desarrollo de las ideas cientficas en
momentos y circunstancias particularmente interesantes de la historia humana
(Nieto, 2014). Consideramos adems que la historia de la qumica es necesaria
y til para comprender la naturaleza de la ciencia y cuestiona con argumen-
tos potentes, el cientificismo y dogmatismo que todava es comn encontrar en
nuestras clases y textos habituales de enseanza de la qumica.
Al examinar con prolijidad e intencionalidad epistemolgica la vida y pocas
de cientficos(as), la historia de la qumica humaniza los contenidos propios
de la ciencia que se divulga y ensea. Emocionan los episodios descono-
cidos, evadidos, omitidos u olvidados, acaso intencionadamente. Generan
identidades que reconfiguran sentidos y significados en los cuales sentimien-
tos, afectos y lenguajes reconocen en las individualidades y talentos nuestras
propias limitaciones, esperanzas y sueos. Es de esta manera, audaz, inequvo-
ca y a veces provocadora, como los formalismos propios de la qumica, de ese
mundo microscpico que se ensea, trascienden de sus axiomas unvocos e in-
falibles tal y cmo se han concebido y enseado, hacia visiones que demandan
Por otra parte es de inters para este captulo el vnculo natural, nos parece
entre la historia de la ciencia y la filosofa de la ciencia. Para Garca & Estany
(2010) es opinin prcticamente unnime que la qumica ha sido la gran ol-
vidada por parte de la filosofa de la ciencia. Diversos trabajos en las ltimas
dcadas se han preguntado por las razones de tal omisin. El objetivo de este
artculo es doble: por un lado, analizar las principales razones de esta falta de
inters por la qumica; por otro, proponer una serie de retos a los que la filosofa
de la qumica debe enfrentarse en el siglo XXI. Por su parte, autores como Cha-
mizo (2014) sealan que a pesar de la larga historia de la qumica, su filosofa
es prcticamente una nueva actividad intelectual. Slo hasta hace poco ms de
una dcada aparecieron las primeras revistas especializadas en el tema (Hyle
y Foundations of Chemistry), en las cuales se reflexiona sobre muchos asuntos,
como el de los modelos y el de la relacin con la educacin (Chamizo, 2010).
Hoy en da, agrega el eminente qumico mexicano, que respecto a los modelos
hay que hacer notar que se discute filosficamente su autonoma respecto a las
teoras fundamentales de las ciencias lo cual permite, como ya se indic de otra
manera, explicar la qumica sin recurrir a la fsica (Labarca & Lombardi, 2013;
Chamizo, 2010).
1. Qu polmicas nos parecen valiosas para nuevos desafos en
la enseanza de la qumica, considerando la HC como estrategia e
instrumento?
En las ltimas dcadas, diversos estudios persisten, y estamos de acuerdo en
ello, en sealar que la perspectiva del anlisis histrico y filosfico se halla
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
vinculada con los problemas del mundo para poder, a partir de all, colaborar
con la natural articulacin entre el desarrollo del pensamiento y del conoci-
miento que hemos venido desarrollando en nuestras ltimas investigaciones
(Quintanilla et al, 2012, 2014). Este eslabn perdido de la qumica (metfora
atrevida de nuestra parte) contribuira a valorar la qumica como una actividad
profundamente humana conectada a valores, culturas, emociones y lenguajes
que se ponen en disputa en todo proceso humano tericamente intencionado
al hacernos la pregunta emociona la qumica en el aula? (Izquierdo, 1996).
De esta manera, queda en evidencia que el profesorado de qumica y tambin
un nmero no despreciable de divulgadores de la ciencia tales como medios de
comunicacin masivos, museos de ciencia, entre otros, transmiten una imagen
de la qumica perniciosa y perjudicial, una ciencia reduccionista y restric-
tiva bastante alejada de los contextos culturales, sociales o polticos en que
qumicos y qumicas, han contribuido al desarrollo sistemtico, permanente y
continuo del conocimiento en diferentes pocas y contextos (Echeverra, 2002;
Shapin & Barnes, 1977).
Como consecuencia de lo anterior, se puede predecir en gran medida a
partir del sentido comn que los diferentes pblicos de la ciencia, estudiantes,
profesores, expertos y legos, persisten en una representacin deformada de la
naturaleza de la qumica, su objeto cientfico y mtodos de investigacin. Del
mismo modo, de cmo se construyen y evolucionan (trmino controversial
en filosofa de la ciencia) los conocimientos cientficos, lo que en algunas oca-
siones, sino en la mayora, promueve una actitud de rechazo permanente hacia
las materias cientficas propias de la qumica, dificultando su comprensin y
aprendizaje.
Como comunidad de investigadores/as en didctica de las ciencias en gene-
ral y de la qumica en particular hemos llegado en las ltimas dcadas a ciertos
consensos tericos derivados de la investigacin de que nuestra disciplina se
traduce en un proceso complejo y permanente de constitucin y reconfigu-
racin de dimensiones no slo tericas y metodolgicas, sino que tambin
histricas y filosficas (Labarca & Lomardi, 2013; Adriz-Bravo, Quintanilla &
Manrique, 2014). En consecuencia, resulta entonces relevante valorar y promo-
ver la incorporacin de la historia y la filosofa de la qumica en los procesos de
formacin inicial y continua de profesores de ciencia y tambin de cientficos.
Esta vinculacin que se ha hecho imprescindible en los nuevos currculos de
formacin de profesores de qumica (lvarez-Lires,1999) y debidamente justifi-
cada por los marcos tericos ms recientes nos permite relacionar el andamiaje
terico-conceptual que se constituye en un momento particular de la historia
humana y el problema cientfico que se intenta solucionar con las teoras,
metodologas e instrumentos disponibles en ese momento en la comunidad
cientfica (Chamizo, 2014; Quintanilla, 2011).
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
que presenta el modelo con el mundo al cual refiere no puede ser una relacin
de verdad. Lo importante sera entonces, determinar si el modelo se ajusta a
los sistemas correspondientes en el mundo real y hasta qu punto es similar
a ellos. Este ajuste no sera global, sino slo relativo a aquellos aspectos del
mundo que los modelos intentan capturar inicialmente. Por lo que la relacin
entre lo declarado y el mundo es indirecta, y estara dada a travs del modelo
terico especfico (Giere, 1992,1994).
3. Es posible una Didctica de la qumica orientada desde la HQ y
la FQ?
La qumica de alambiques y frmulas (construida y enseada), se ha ido jus-
tificando a lo largo de la historia humana con argumentos epistemolgicos que
no son simples de analizar y que revisten concepciones, corrientes imperantes
y maneras de comprender el mundo, considerando adems las experiencias
del sujeto que aprende en situaciones intencionadas de su propia cultura e
historia de vida. En general, la qumica que se ensea desdibuja su propia
historia al concebirse en la enseanza como ahistrica. Se configura as un
estereotipo de ciencia en el que se prima la supuesta objetividad, racionalidad,
exactitud, precisin y formalizacin matemtica, como si los conceptos y fen-
menos cientficos se generaran de manera invariable, es decir, carentes de la
argumentacin y complejidad histrica de su gnesis, construccin y desarrollo
(Izquierdo-Aymerich, Quintanilla, Vallverd & Merino, 2014). Nuestra cultura
tecnocientfica (en trminos de Echeverra, 2003) ha cambiado de manera
vertiginosa en las ltimas dcadas. Hoy se tiene en cuenta en los proyectos
educativos, culturales y de divulgacin (programas televisivos como el History
Channel) y las agendas polticas de los diferentes organismos que deciden acer-
ca de polticas pblicas en educacin cientfica y ciudadana.
Perfilar entonces la incorporacin de la historia y la filosofa de la qumica
en la enseanza y en la formacin docente y cientfica (inicial y continua),
nos demanda desafos metodolgicos tericamente fundamentados desde la
didctica de las ciencias y la epistemologa. Proporciona razonablemente al
profesor directrices para que pueda disear, aplicar y evaluar el currculo, las
actividades, las estrategias y los medios de transmisin y comprensin del saber
docto, puesto que le permite explorar de manera naturalista y no normativa
la validez de las relaciones entre los modelos tericos y los fenmenos y en-
tre ambos y la complejidad del lenguaje cientfico (Izquierdo-Aymerich et als,
2006). No podemos desconocer la importancia del componente terico en la
enseanza de la qumica, puesto que, al hacerlo, podemos llegar en ms de un
momento a un activismo, que quiz resultara motivador para el estudiantado,
pero en verdad no es enseanza cientfica (Izquierdo-Aymerich,1996). En el
otro extremo, trabajar los componentes tericos de la historia y filosofa de la
qumica desde una ciencia formalizada que da lugar a prcticas de aula cuyo
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Narracin sugerida
Aristteles propuso su teora a partir de la contemplacin del universo, que para l resultaba esfrico y
finito, siendo la Tierra su centro. La parte central del universo, segn este pensador, estaba compuesta
por cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Cada uno de estos elementos tiene para Aristteles,
un lugar especfico en la naturaleza, determinado por su peso relativo o gravedad especfica, mo-
vindose de forma natural en lnea recta segn estas propiedades (por ejemplo, la tierra hacia abajo,
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el fuego hacia arriba), detenindose en algn momento alcanzando la estabilidad, resultando as que
el movimiento terrestre siempre es lineal y acaba por detenerse. Los cielos, sin embargo, se mueven
de forma natural e infinita siguiendo un complejo movimiento circular, por lo que deben, conforme
con la lgica de Aristteles, estar compuestos por un quinto elemento, que llamaba aither, elemento
superior que no es susceptible de sufrir cualquier cambio, que no sea el de lugar y siempre realizado
por un movimiento circular.
Competencia de Pensamiento cientfico
Explicacin
propuesta
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Tipologa de la narracin y
Texto Introductorio T03
cdigo
Narracin sugerida
Con el desarrollo del pensamiento acerca del conocimiento cientfico se fue configurando inicialmen-
te una idea acerca del tomo, a partir de la cual se propone la nocin o idea de gases o aires como
elementos que conformaban las sustancias. Demcrito imagin un universo formado por innumera-
bles partculas indivisibles a las que llam tomos (sin divisin) los que se moveran en el espacio
vaco. El poeta romano Lucrecio en su obra De Renum Natura (De la naturaleza de la cosas) reconoce
de igual modo la existencia de un vaco y un lleno en donde ciertos cuerpos poseen la capacidad de
circular all eternamente. En consecuencia, no es posible que estos cuerpos se dividan o fragmenten,
ni sean destruidos por ningn mtodo conocido. La introduccin de la idea de vaco o la nada fue
rechazada por los filsofos reconocidos de la poca como Aristteles quin crea que los elementos
formaban un medio continuo de materia y, por tanto, el vaco era impensable.
Narracin sugerida
Coln haba llegado al Caribe (1492) y en Europa el Renacimiento se extenda a las artes, la literatura
y las ciencias. Las ideas de Paracelso se acentuaban en las universidades y adquiran sentido y valor en
los pensadores de la poca. Fue el qumico y fsico belga Jan Baptista Van Helmont quien continuando
el anlisis de las ideas de Paracelso, en sus escritos Ortus medicinae, Id est, inicia physicae inaridita.
Progressus medicinae novas, in morborum, ultionemad vital longam e influenciado al parecer por
el pensamiento jnico, consideraba slo dos elementos primarios: el aire y el agua. Estas ideas, al
parecer, se sustentaban en evidencias experimentales. Haca crecer un sauce en una maceta suminis-
trndole por unos das slo agua. Sus conclusiones eran entonces contradictorias a las de Paracelso,
quin supona que ese aire se ocultaba dentro de los elementos y luego se haca visible. Helmont
explic que el volumen de un gas aumentaba a travs de la fermentacin de frutas como las uvas,
manzanas y algunas flores, volviendo al gas furioso, mudo y muy daino. El trmino gas propuesto
por Van Helmont se mantuvo por aproximadamente 200 aos, hasta que un recaudador de impuestos
francs llamado Antoine Lavoisier plante los principios fundamentales de su teora del aire en su
libro: Systme sur les lments.
Competencia de Pensamiento cientfico
Explicacin
propuesta
Cmo explicaras la expresin de Von Helmont que el
volumen de un gas aumentaba a travs de la fermenta-
Preguntas sugeridas para problematizar
cin de frutas como las uvas, manzanas y algunas flores,
volviendo al gas furioso, mudo y muy daino?
1644 quien propuso que en vez de emplear agua en estas columnas, se sustituyera por mercurio. As,
surge a partir de la observacin de un fenmeno, el instrumento llamado barmetro que ser utilizado
posteriormente para medir la presin atmosfrica. Este hito, en el pensamiento del siglo 17, pondr
en duda progresiva la mecnica Aristotlica, puesto que ser el mismo Torricelli quien a partir de sus
resultados experimentales lograra comprobar la existencia del vaco y otras propiedades del aire
tales como que era pesado, vaporoso, visible y que ofreca una resistencia a la que hoy denominamos
fuerza.
Competencia de Pensamiento cientfico
Explicacin
propuesta
Cmo explicas la invencin del barmetro de Torricelli?
Preguntas sugeridas para problematizar Cmo explicaba Galileo la imposibilidad de elevar el
agua?
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Narracin sugerida
Mientras Torricelli haca sucesivos experimentos con su barmetro subiendo y bajando Los Apeninos,
para validar sus ideas, por esa misma poca, el ingls Robert Boyle, propone la llamada Ley de los
Gases. En 1662 publica sus resultados en un texto denominado A defence of the Doctrine Touching
the Spring and Weigh of the air. Utilizando un tubo de vidrio en forma de U con diferentes alturas y
en diferentes mediciones, establece interesantes relaciones entre la presin ejercida por el mercurio
(lquido) y la atmsfera (gas) y escribe la presin y la expansin de un gas son inversamente proporcio-
nales a temperatura constante en el tubo. Estos y otros experimentos notables, le permitirn a Boyle
adelantar una definicin de elemento.
Narracin sugerida
Boyle, un experimentador obsesivo y meticuloso, define los elementos como cuerpos simples de los
que se componen los cuerpos mixtos. De algunos cuerpos mixtos no se pueden extraer elementos,
como ocurre con el oro, la plata, el talco calcinado, la sangre humana y la de otros animales que al
ser analizados por procesos de destilacin simple y controlada, suministran flema, espritu, aceite, sal
y tierra. Al parecer, Boyle asume que el humo desprendido de la combustin de los metales no es el
aire aristotlico, sino un cuerpo mixto con diferentes propiedades.
Narracin sugerida
Boyle en su libro A Source Book in Chemistry, publicado hacia 1672, concluye que el aire es un
combustible necesario para mantener la llama encendida en metales como el hierro. Este metal se
consume mientras la llama est encendida, lo que llamo aire admitido. Hacia 1687, el fisilogo ingls
John Mayow publica su obra Tractactus Quinque Medico Physic en el que logra demostrar que el aire
no era una sustancia nica, sino una mezcla de varias sustancias elsticas. A partir de la calcinacin
de sales de nitro y antimonio, explica que el aire est en alguna parte del nitro y que ese aire debe
entenderse con el espritu areo del nitro (oxgeno) considerado por l mismo como partcula area
indispensable, en la produccin de fuego (combustin). Para el caso del antimonio observa cmo
incrementa su peso debido a que las partculas del nitro son ms pesadas, es decir, aumentan el peso
los metales al ser calentados con el aire. Sin convencerse del todo, realiza un tercer experimento
en el que se refiere al volumen del aire, encerrado en un vaso con un roedor dentro, como el poder
elstico. Seala Boyle que este poder elstico es disminuido por la respiracin del animal, no mayor,
por la resistencia que ofrece la presin del aire circundante. Concluye que los animales respiran ciertas
partculas areas vitales elsticas.
Competencia de Pensamiento
Argumentacin / Explicacin
cientfico propuesta
Qu evidencias sustent Boyle para argumentar su
teora acerca de la naturaleza del aire? Con tus cono-
Preguntas sugeridas para problematizar
cimientos de hoy, imaginas que ests entrevistando a
Boyle? Qu explicaciones le aportaras?
Narracin sugerida
El fsico francs Edme Mariotte, contemporneo de Robert Boyle, (1678) en su ensayo sobre la Na-
turaleza del aire, independiente de los trabajos de Boyle, propone la ley sobre comprensibilidad de
los gases al estudiar los fenmenos de la primavera en la campia francesa. Su ley seala que a una
temperatura constante, el volumen del gas vara inversamente proporcional a su presin, lo que se
comprueba experimentalmente al determinar la presin atmosfrica utilizando para ello el barmetro
de Torricelli. As, establece propiedades de los gases como la condensacin y la dilatacin. Los pen-
sadores venideros concluirn que tanto Mariotte como Mayow consideraban al aire como una mezcla
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de varias sustancias. Con el tiempo, se escribir la Ley combinada de los gases que hoy conocemos
como la Ley de Boyle-Mariotte.
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Narracin sugerida
Posteriormente, en el siglo XVIII e influenciados por el pensamiento cientfico de Isaac Newton,
mujeres y hombres de ciencia, concibieron paulatinamente una nueva cosmovisin. La clave que
hizo posible encontrar explicaciones sencillas a los complejos procesos qumicos fue el estudio de
los nuevos gases conocidos hasta ese momento, como consecuencia del trabajo experimental de
personas meticulosas, creativas y persistentes como Boyle, Mayow y Mariotte que continuaron sus
estudios desde una orientacin animista y bajo los principios de su maestro inspirador Paracelso. Al
indagar e investigar sus trabajos experimentales, observamos la presencia sistemtica en sus resulta-
dos de sustancias como el azufre, sales y mercurio.
Competencia de Pensamiento
Explicacin
cientfico propuesta
Narracin sugerida
Competencia de Pensamiento
Explicacin
cientfico propuesta
Narracin sugerida
Mientras no se pesara o midiera el volumen del gas que se combinaba o disociaba en una reaccin
qumica, resultaba muy complejo y difcil establecer los balances qumicos en cada caso. Esta idea
fue enunciada ms tarde y por primera vez en 1774 por el cientfico eslavo Lomonosov, en la for-
ma de Principio de Conservacin de la Materia, pero su trabajo, aunque riguroso y con resultados
razonables, no fue apreciado entonces por la comunidad cientfica. Fue hacia 1785, que Antoine
Lavoisier, recaudador de impuestos de la corte, lo introdujo como principio fundamental para des-
cartar la idea de flogisto, basndose, curiosamente, en el estudio de los procesos de fermentacin. Se
sumaron a estas ideas del francs, Stephen Hales, Joseph Black y Joseph Priestley
Competencia de Pensamiento
Explicacin
cientfico propuesta
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Narracin sugerida
Stephen Hales demostr a principios del siglo, en su libro Vegetable Staticks, un mtodo muy sencillo
para recoger gases sobre el agua y medir as su volumen. El mdico escocs, Joseph Black en su tesis
doctoral, Experimentos con Magnesia Alba publicada en 1756 se refera a lo que hoy conocemos
como hidrxido de mercurio carbonatado y cal viva (monxido de calcio). Su finalidad y obsesin,
era identificar y caracterizar un remedio nuevo y moderado para los clculos renales, que era un
malestar extendido entre los bebedores del siglo XVIII. Durante varios meses, logr distinguir y pesar
el gas liberado por los carbonatos, tales como las piezas calizas y la magnesia cuando eran sometidos
al calentamiento controlado, de igual modo que las sustancias alcalinas que hoy conocemos y nos
resultan tan comunes, pierden peso despus de la calcinacin con un cido. Black tambin concluy
a partir de sus experimentos, que el aumento de peso de algunos metales, como el oro, se debe a que
el aire fijo (gas carbnico) se adhiere a este, de tal modo que recobra su elasticidad, porque puede
ser absorbido en agua cal y volver a constituir as el carbonato original. Consideraba que este gas era
suministrado por el lcali cuya evidencia era la produccin de burbujas (efervescencia) al ser sepa-
rado por un cido dbil o fuerte. Estas explicaciones eran consistentes con los resultados que haba
obtenido Hales quien se refera a este gas contenido en el lcali como aire fijo. As Black demostr
a los dubitativos de la poca, que un gas puede constituir un cuerpo slido y que, en consecuencia
es una sustancia material.
Competencia de Pensamiento
Argumentacin /Explicacin
cientfico propuesta
Explica con tus palabras los argumentos que sostenan
los qumicos del siglo 18 de porqu los gases pierden
peso. Qu propsito invita a investigar a Black sobre
Preguntas sugeridas para
la Magnesia Alba? Consulta a tus familiares mayores
problematizar acerca de la Leche de Magnesia. Qu explicacin
propones sobre los efectos de la Leche de Magnesia
cuando tenemos malestares estomacales?
Narracin sugerida
En forma independiente y con reducida y acaso nula comunicacin cientfica con Priestley, el
joven qumico sueco Carl Whilhem Scheele en sus meticulosas investigaciones acerca del aire
y el fuego (se han identificado 87 experimentos de su autora intelectual), publicados en 1777,
descubre el oxgeno antes que Lavoisier. Del mismo modo, confirma las propiedades cualitativas
que sobre los gases se haban hallado con diferentes metodologas e instrumentos en aos anteriores
en Italia, Francia e Inglaterra como el peso, el volumen, compresibilidad o elasticidad. Llam al
oxgeno fluido elstico que hace parte de la composicin del aire de la atmsfera. El fsico britnico
Henry Cavendish hacia 1785 aisl el aire inflamable, que hoy conocemos como hidrgeno. Sus
resultados fueron publicados en el libro Experiements on Air. El qumico britnico Joseph Priestley
lo llam formalmente aire inflamable en 1781, y el qumico francs Antoine Lavoisier lo denomin
finalmente hidrgeno.
Competencia de Pensamiento
Explicacin
cientfico propuesta
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Historia, Filosofa y Didctica de las Ciencias: Aportes para la formacin del profesorado de ciencias
Narracin sugerida
Con la interpretacin del significado del aire deflogistizado u oxgeno por parte de Lavoisier, que
sin ser qumico le llama le principe oxigine productor de cidos en los procesos de combustin
de metales y respiracin de animales, descarta as la teora del flogisto pocos meses antes de ser
guillotinado como consecuencia de ser amigo del Rey y partidario de la Monarqua. Con este mo-
mento histrico en 1778 se consolida la crisis terica que se vena desarrollando sistemticamente.
Para Thomas Kuhn, surge as lo que l llam la discontinuidad de las teoras o revolucin cientfica,
una verdadera revolucin en la qumica, otra revolucin (la francesa) llevara paradojalmente a
Lavoisier al patbulo. En 1775, Lavoisier publica los resultados anteriores para consolidar sus ideas.
Sin embargo, ahora emplea mercurio lquido sometido al calentamiento. Su trabajo (traducido al
ingls) Memoir on the nature of the principle which combines with metals during calcinations and
increases their weigth; complementa los trabajos de Priestley, y recupera la palabra gas enunciada
por Helmont, para denominar al aire fijo o gas carbnico, sealando que los gases no son sustancias
simples o elementos, y el aire respirable es slo una cuarta parte del aire de la atmsfera, lo dems es
un gas nocivo para los seres vivientes.
Competencia de Pensamiento
Argumentacin /Explicacin
cientfico propuesta
Adelanta argumentos propios que permitan com-
prender la teora del flogisto Eran consistentes las
explicaciones de Lavoisier en su poca? Qu puedes
imaginarte del ambiente de investigacin de Lavosier
Preguntas sugeridas para problematizar
y por qu no siendo qumico logra descartar una teora
cientfica? Qu ventajas tena sobre sus contempor-
neos? Adelanta algunos argumentos y disctelos con
tus compaeros/as de curso.
7. Reflexiones finales
Hay un frtil camino que recin se comienza a recorrer. Pensamos que una
prioridad en este sentido es el desarrollo de un modelo terico-metodolgico
para incorporar la historia de la ciencia en la formacin docente que enfatice
los elementos anteriormente analizados con una teora didctica de los conte-
nidos cientficos escolares de qumica y una epistemologa naturalizada tal y
cual lo hemos planteado en este captulo. En esta rea de anlisis nos encon-
tramos trabajando hoy en da y ser, probablemente el contenido de nuevas
publicaciones.
Es imprescindible que la comunidad de investigadores en didctica de las
ciencias y en particular quienes nos dedicamos a explorar la historia y la filo-
sofa de la qumica con fines de formacin docente, enseanza y aprendizaje
valoremos la finalidad de este vnculo, comprendiendo la complejidad y difi-
cultad para abordarlo tanto en trminos de sistematizacin terica, como en
directrices metodolgicas debidamente fundamentadas para las prcticas de
aula, cualesquiera sean ellas.
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Introduccin
En este ltimo captulo partimos de la premisa, ampliamente justificada a lo
largo de todo el libro, de que la historia y la filosofa de la ciencia efectivamente
realizan contribuciones sustantivas a la enseanza de las ciencias, aportan ele-
mentos centrales para la formacin del profesorado de ciencias y proporcionan
fundamentos tericos slidos para la didctica de las ciencias como disciplina
(ver referencias ya clsicas, como Gil-Prez, 1993; Izquierdo-Aymerich, 1996,
2000; o la ms reciente Hodson, 2009).
As, adherimos al reconocimiento del papel educativo que estas disciplinas
pueden tener y que ha sido repetidamente resaltado por cientficos, historiado-
res [y filsofos] de la ciencia y educadores (Gil-Prez, 1993: 198, la cursiva es
nuestra). Con base en este reconocimiento, introducimos aqu formalmente la
nocin de naturaleza de la ciencia, a fin de precisar qu tipo de contribucio-
nes, elementos y fundamentos nos interesan a quienes nos ocupa la educacin
cientfica con fines de investigacin, innovacin y formacin docente.
En la primera seccin damos distintas definiciones de la naturaleza de la
ciencia a partir de sus constituyentes principales la historia y la filosofa de la
ciencia, que convergen sinrgicamente en ella para atender a la problemtica
de la calidad de la educacin cientfica. La segunda seccin est dedicada a re-
visar algunos de los grandes desafos que emergen cuando se intenta introducir
la naturaleza de la ciencia en la enseanza de las ciencias. El captulo adems,
como todos los anteriores, presenta una actividad didctica dedicada a aplicar
de manera concreta las ideas discutidas.
1. Cmo se define la naturaleza de la ciencia?
Como lo hemos mencionado en los captulos anteriores, a la naturaleza de
la ciencia se la conoce internacionalmente con la denominacin inglesa de
nature of science, y en general se la abrevia como NOS (ver el texto fundante
de McComas, 1998). En una primera aproximacin, podemos decir que la NOS
constituye hoy en da un campo de investigacin e innovacin reconocido
dentro de la didctica de las ciencias, campo que continua consolidndose en
nuestros pases en los ltimos veinticinco aos pero que es muy estimulante
y productivo, con una amplsima presencia en los congresos y publicaciones
de nuestra disciplina (ver Flick & Lederman, 2004; Adriz-Bravo, 2008a; Vz-
quez & Manassero, 2011; Abd-el-Khalick, 2012; Khine, 2012; Hodson, 2014).
Este campo de trabajo acerca de la naturaleza de la ciencia se denomina as
debido a que toma el nombre del objeto de enseanza sobre el que se reflexio-
na terica y crticamente; tal objeto se constituye en un componente emergente
de los nuevos currculos de ciencias para todos los niveles educativos desde el
inicial hasta el universitario (ver Hodson, 2009: 7). El componente curricular
de naturaleza de la ciencia tiene un carcter que se llama metadiscursivo, me-
taterico o metacientfico (es decir, de segundo orden): est conformado por
un conjunto de estudios especficos sobre la naturaleza o esencia profunda del
conocimiento cientfico (ciencia como producto) y de la actividad cientfica
(ciencia como proceso), elaborados desde distintas perspectivas de anlisis:
estructura, estatuto y validez, funcionamiento, gnesis, evolucin, alcances y
limitaciones, relaciones con la sociedad y la cultura, etc. (ver Hodson, 2014:
911-912).
La naturaleza de la ciencia aparece en los currculos actuales a partir de una
contundente crtica a la enseanza de las ciencias tradicional: una enseanza
limitada a los productos acabados de la ciencia, que fue llamada por el didac-
ta de las ciencias estadounidense Richard Duschl, en un texto ya clsico del
cual existe traduccin castellana, enseanza de la ciencia en su forma final
(Duschl, 1997: cap. 4). Al plantearse a nivel internacional nuevos y ambiciosos
objetivos para la educacin cientfica obligatoria, alineados con las ideas de
alfabetizacin o enculturacin cientfica para todos y todas (ver Wang y Schmi-
dt, 2001), aquel enfoque comenz a evidenciar graves insuficiencias. Ello llev
a la necesidad de incorporar la enseanza explcita de conocimiento sobre
la ciencia, atendiendo a la pregunta metacientfica de cmo hemos llegado a
saber eso que sabemos.
El didacta de las ciencias espaol Juan Miguel Campanario describe elo-
cuentemente el cambio en las finalidades socialmente demandadas para la
enseanza de las ciencias que se potenci en los aos 90 y que dio lugar a la
incorporacin de la naturaleza de la ciencia en la educacin cientfica y en la
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trata de una bsqueda que convierte los fenmenos naturales en hechos cientficos,
es decir, hechos vistos desde las teoras (AA.VV., 2007: 17).
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ser este objetivo para nosotros) el impacto concreto que ella tiene en los logros
de aprendizaje del estudiantado. Matthews (2000), Guridi & Arriassecq (2004)
y Joshua y Dupin (2005), por su parte, identifican diversas contribuciones de
la historia y la filosofa de la ciencia a los aprendizajes cientficos, aunque sin
hacer uso de la expresin naturaleza de la ciencia.
2.2. Qu naturaleza de la ciencia hemos de ensear para una nue-
va cultura cientfica y una profesionalizacin del profesorado de
ciencias?
Partimos aqu del supuesto, que expusimos en los prrafos anteriores, de que
la principal contribucin a la naturaleza de la ciencia proviene de la filosofa
de la ciencia. Se tratara entonces de ensear, en las aulas de ciencias, lo que
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que de su boca emana sangre fresca, pero que cuando se los encuentra vagan-
do en pie (siempre de noche), se visten con ropajes negros, su piel es plida
como la de los muertos y tienen colmillos largos y afilados. Estos relatos se
complementan con otras recreaciones del vampiro en la literatura clsica, las
artes plsticas, el cine y la televisin.
Luego se solicita a los participantes que inicien una discusin acerca de po-
sibles explicaciones a la lista de caractersticas atribuidas a los vampiros. El
objetivo de esta primera parte es que el estudiantado o el profesorado utilice
sus concepciones iniciales a la hora de elaborar un modelo explicativo para
las observaciones generadas por los campesinos de Valaquia. Despus de la
discusin grupal, el profesor o profesora que dirige la actividad presenta dos
explicaciones para los fenmenos de la lista: la mitopotica (legendaria, con
matices religiosos) y la cientfica.
La explicacin mitopotica solo emplea el modelo de vampiro como refe-
rente terico para explicar las observaciones, que quedan subsumidas en una
nica categora, es decir, la de un ser sobrenatural y diablico que se alimen-
ta de sangre humana para mantenerse joven. Desde este modelo, entonces,
las observaciones nos hablaran de criaturas que no se encuentran ni vivas ni
muertas, y cuyos hbitos son de naturaleza inequvocamente malvola.
La explicacin cientfica, en contraposicin, se apoya en una hiptesis de
trabajo atribuida al bioqumico residente en Canad David Dolphin, quien
sugiri que los vampiros renacentistas valacos seran pacientes de una forma
rarsima de porfiria, el mal de Gnther. Tal explicacin de los vampiros reque-
rira usar dos modelos de referencia independientes entre s. Al modelo de
paciente porfrico Dolphin sumara el modelo de cadver en descomposicin;
esto permitira dividir la lista de observaciones en dos sub-listas. En la primera
se ubicaran las observaciones atribuidas a cadveres en descomposicin. La
putrefaccin natural genera gases orgnicos que hinchan los cuerpos (tumefac-
cin) y produce una mezcla de sangre y linfa que es rojiza pero no coagula.
A la segunda sub-lista perteneceran las observaciones que pueden atribuirse
a personas vivas que padecen del mal de Gnther (tcnicamente, porfiria eri-
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Referencias
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nes, sonidos y voces del aula professional formation Science & Education
IHPST 8, 15 18 July, University of Leeds.
Quintanilla, M., Joglar, C., Labarrere, A., Merino, C.Cuellar, L., Koponen,I.
(2014) What do Chemistry Teachers Think about School Scientific Problem Sol-
ving and Scientific Thinking Competences? Revista Estudios Pedaggicos de
Valdivia, 40. On-line.
Quintanilla, M., Orellana, M. L., Daza, S. (2011) La ciencia en las primeras
edades como promotora de competencias de pensamiento cientfico. En: La
Enseanza De Las Ciencias Naturales en las primeras edades, 2,59-82. Editorial
Litodigital, Colombia.
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RESEA DE AUTORES
Merc Izquierdo Aymerich
Es doctora en qumica, Catedrtica de Universidad de Didctica de las
ciencias en la UAB. Ha sido profesora de qumica en secundaria y en la uni-
versidad, de didctica de las ciencias, de qumica y de historia de la qumica
en la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB). Se ha dedicado especialmente
a la formacin de profesores de ciencias (qumica) de primaria y secundaria.
Su investigacin se dedica a lenguaje y la historia de la qumica, siempre en
relacin a la enseanza de las ciencias. Forma parte del grupo investigacin
LIEC (Lenguaje y enseanza de las ciencias) , del cual fue la primera directora
y a la fundamentacin histrica y filosfica de la didctica de las Ciencias, con
nfasis en el currculo. Forma parte tambin del CEHIC, (Centro de Estudios de
Historia de la Ciencia) desde su creacin como Seminario en 1983. Ha sido
presidenta del Colegio profesional de profesores, responsable de Formacin
de profesores en el Departament dEnsenyament (Generalitat de Catalunya) y
vicerectora en la UAB. Ha publicado numerosos artculos, captulos de libroy
libros sobre los resultados de las investigaciones que ha dirigido.
Agustn Adriz-Bravo
Naci en Buenos Aires, Argentina, en 1971. Estudi fsica, epistemologa y
didctica de las ciencias en la Universidad de Buenos Aires, la Universitat Au-
tnoma de Barcelona y el Kings College London. Actualmente se desempea
como Investigador Independiente del CONICET, como Docente-Investigador
en el Instituto CeFIEC de la UBA y en el IEC de la Universidad Nacional de
Tierra del Fuego, y como Director Acadmico de varias carreras de postgrado
en didctica de las ciencias. En el CeFIEC dirige el GEHyD-Grupo de Epistemo-
loga, Historia y Didctica de las Ciencias Naturales, un grupo de investigacin
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