Ficha de Cátedra Prospitti - Unidad 2

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FACULTAD DE CIENCIA POLTICA Y RR.II. UNR


HISTORIA LATINOAMERICANA Y ARGENTINA II
FICHA DE CTEDRA

REFORMISMO ILUSTRADO Y ABSOLUTISMO: POSIBILIDADES Y LMITES DE UN


PROYECTO DE TRANSFORMACIN SOCIO-ECONMICA Y POLTICA
Agustn Prospitti

Europa en el Siglo XVII


Segn Franois Guerra, el siglo XVII, en el plano poltico, est marcado por la tensin
entre fuerzas centrfugas, o instituciones representativas de la sociedad, y fuerzas
centrpetas encarnadas en el absolutismo.
En Inglaterra la tensin se resuelve a favor de las instituciones representativas de la
sociedad, con la consolidacin de una monarqua parlamentaria, tras la revolucin de
1688. En Francia, se produce la victoria del absolutismo, con el reinado de Luis XIV,
quien lleva adelante un proceso de centralizacin administrativa.

Espaa en el siglo XVII


En el mundo hispnico, la tensin entre absolutismo e instituciones representativas de
la sociedad no se resuelve en el siglo XVII. Durante la dinasta de los Habsburgo, la
estructura poltica de la monarqua descansa en una lgica de soberana plural, basada
en el vnculo rey-reinos, y sostenida ideolgicamente a travs del pactismo de la
filosofa escolstica, que plantea que ese vnculo supone derechos y deberes
recprocos.
El sistema econmico depende de la produccin minera americana (principalmente de
Potos y Mxico) y del comercio monoplico de Cdiz, que acta como intermediario
entre las manufacturas europeas y los mercados peninsular y americano; y no se
avanza en las transformaciones estructurales que se despliegan en el mismo perodo
en Inglaterra, el norte de Francia y Holanda.
Se trata de una economa basada en el peso del capital mercantil la forma ms
parasitaria de capital que acumula comprando barato y vendiendo caro- y por lo tanto
con efectos casi nulos en la esfera de la produccin. Para fines del siglo XVII Espaa es
considerada una economa pasiva produce materias primas, importa manufacturas y
salda la diferencia de la balanza de pagos con la plata americana.
Ello genera recurrentes crisis econmicas que afectan la recaudacin y por ende la
capacidad de financiamiento del aparato administrativo, lo que obliga a la venta de
cargos y a la patrimonializacin de los mismos. Este fenmeno, conocido como Estado
en venta, deriva en un crculo vicioso en el que la fragilidad de los mecanismos de
control poltico dificulta la recaudacin, y esto, a su vez, genera mayor debilidad
poltica.
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Amrica en el siglo XVII


Se consolida la dominacin colonial que exhibe las siguientes caractersticas:
surge de una conquista violenta
forja una sociedad marcada por la oposicin entre la etna conquistadora y las
etnas conquistadas
establece un poder soberano ajeno, tanto en trmino tnicos impone sobre
los indios el poder de la etna conquistadora-, como geogrficos el ncleo de
ese poder est asentado a miles de kilmetros de distancia del lugar de
residencia de las etnas conquistadas
se sostiene en la articulacin de dos sistemas jerrquicos, el de los ibricos y el
de las etnas conquistadas, aunque el primero subordina al segundo
debe asumir el desafo de modelar, en cada regin, configuraciones sociales
que se adecen a las caractersticas de la organizacin social, econmica y
poltica de las etnas originarias.
Surge una sociedad en la que el color de la piel es definitorio en la posicin que ocupan
hombres y mujeres. Por eso Antonio Serrera acua el concepto de pigmentocracia.
Amrica tiene una economa primaria, centrada en la minera y asociada al sector
mercantil espaol que controla los circuitos atlnticos. Buena parte de las actividades
productivas funcionan a partir de mecanismos forzosos de reclutamiento de mano de
obra indgena. En las plantaciones del rea antillana, dedicadas a monocultivos de
exportacin, la mano de obra es esclava, proveniente de frica. En la minera
mexicana, como est localizada en una regin en la que no hay poblaciones indgenas
sedentarias, se recurre a la mano de obra asalariada.
El comercio se rige por un monopolio formal, pero esto no impide que las mercancas
europeas lleguen a Amrica, porque los comerciantes espaoles hacen de
intermediarios entre las economas manufactureras de Europa y los territorios
peninsulares y americanos de la Corona.
En lo que respecta a la estructura tributaria, las principales fuentes de recaudacin de
la monarqua son:
1. el quinto real proveniente de la produccin de plata
2. los impuestos a la circulacin de bienes, que paga fundamentalmente la
poblacin blanca
3. el tributo indgena, que es, como suele decirse, el impuesto al conquistado
Las posibilidades de expansin interna de la economa mercantil estn obturadas por
el hecho de que la mayor parte de la poblacin, los indios, han conservado sus
patrones de organizacin econmica que les garantiza la autosuficiencia y no necesitan
acudir al mercado para obtener prcticamente ninguno de los bienes que consumen.
En trminos polticos, es un territorio fragmentado, en el que cada una de las unidades
polticas reconoce su vnculo de sujecin al Rey pero no se siente ligada a las dems,
salvo por este hecho de ser sbditos del mismo monarca.
La Iglesia catlica le provee a la monarqua el cemento ideolgico que contribuye a
consolidar la dominacin colonial, y los mecanismos institucionales concretos de
control social, tanto de los pueblos originarios como de los blancos o de los grupos
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surgidos de la hibridacin racial. El imaginario poltico de los blancos est impregnado


de justificaciones religiosas para sostener su dominacin poltica y el reclamo de
obediencia de los otros grupos sociales.
El universo simblico de las etnas conquistadas aunque es avasallado por la
imposicin de valores propios del mundo hispnico, conserva sus referencias
originarias ligadas a los principios de solidaridad tnica, a los liderazgos tnicos y a los
mecanismos de articulacin comunitaria.

Crisis dinstica en Espaa


Tras la Guerra de los 30 aos y la Paz de Westfalia, se establece el principio del
equilibrio europeo, que apunta a que ninguna monarqua acumule demasiado poder.
La sucesin de Carlos II genera preocupacin en Europa, porque no tiene herederos, y
se cree imprescindible resolver quin asumir el trono tras la muerte del Rey para
evitar que se altere el equilibrio europeo.
Los dos pases ms comprometidos en la discusin acerca de la sucesin espaola son
Francia e Inglaterra. Hubo tres planes para resolver esta situacin:
1- en primer lugar se acord que el sucesor fuera el prncipe elector de Baviera,
Fernando, pero muere en 1698
2- luego se establece que el heredero sera Carlos de Austria, tambin de la
dinasta Habsburgo
3- poco antes de morir, Carlos II firma un testamento a favor de Felipe de Anjou,
nieto de Luis XIV, Rey de Francia
A la muerte de Carlos II, Felipe de Anjou es reconocido por Castilla, pero no por
Aragn. Por otra parte, Inglaterra desconoce el ltimo testamento y apoya a Carlos de
Austria, porque considera que si dos miembros de la dinasta de los Borbones reinan
en Francia y Espaa se altera el equilibrio europeo.
Se desata entonces la Guerra de Sucesin Espaola (1701-1713), que tiene por
escenario la pennsula. Finalmente se acepta que Felipe de Anjou suceda como Felipe
V- a Carlos II, y en el Tratado de Utrecht se establece lo siguiente:
Inglaterra: se queda con Gibraltar y Menorca, con el asiento de negros (esto es,
con el monopolio de la venta de esclavos en Amrica) y obtiene licencia para
comerciar con las colonias 500 toneladas de mercanca anualmente.
Austria: se queda con los territorios europeos de los Habsburgo.

Las reformas del siglo XVIII:


La monarqua borbnica hace un diagnstico de crisis, en el que se combinan
elementos polticos y econmicos: las dificultades econmicas de Espaa se ligan a su
debilidad poltica, y sta, a su vez, impide llevar adelante una estrategia que garantice
la prosperidad.
Los objetivos del reformismo son:
1. convertir a la Espaa peninsular en una potencia productora de manufacturas
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2. consolidar el absolutismo
Los Borbones piensan que estos objetivos son dependientes entre s, y se requieren
mutuamente, porque para convertir a Espaa en una economa manufacturera se
necesita consolidar el poder de la monarqua para inducir los cambios que esa
sociedad por s misma no genera, pero para consolidar el absolutismo se requieren
recursos econmicos que permitan construir un aparato administrativo eficiente y
centralizado.
Para convertir a Espaa en una economa manufacturera, se va a recurrir a la poltica
fiscal, aplicando tarifas aduaneras que gravan con altos impuestos a la importacin de
manufacturas y a la exportacin de materias primas, con el fin de estimular que stas
sean procesadas en el territorio peninsular. A su vez, se bajarn los impuestos a la
exportacin de manufacturas.
En este esquema, Amrica cumplir el rol de abastecedora de materias primas y
consumidora de las manufacturas espaolas que se apunta a producir. Para esto ser
necesario agilizar el comercio atlntico, y entonces se va a suprimir el sistema de flotas
y galeones, establecindose un monopolio de puertos mltiples (4 en Espaa y 22 en
Amrica) para contribuir a un trfico ms fluido (Reglamento de libre comercio de
1778).
De cualquier manera, la plata americana sigue siendo la principal fuente de ingresos
para Espaa, y por eso durante el perodo borbnico se introducen beneficios para la
minera de Mxico, que hacia principios del siglo XVIII muestra mucha ms vitalidad
que la de Per, en parte por el efecto producido por el empleo de mano de obra
asalariada que estimul a los propietarios a invertir en tecnologa para aumentar la
productividad del trabajo. A su vez, la creacin de un banco dedicado especialmente al
financiamiento de las actividades mineras propici el aumento de las inversiones.
En relacin a la consolidacin del absolutismo, los Borbones tienen una mirada
sumamente crtica respecto al modelo previo, es decir, el de una monarqua plural en
la que cada reino mantena sus instituciones (factor que socava el poder del Rey).
Consideran a su vez que los derechos que reivindican los diferentes cuerpos de la
sociedad son privilegios arrancados al Rey en momentos de debilidad.
Por eso, los Borbones disean un nuevo modelo poltico que supone la concentracin
del poder en la figura del Rey. Este modelo se sostiene en un principio de soberana
unitaria y funciona a partir de una lgica binaria de ejercicio del poder estructurada en
torno a la relacin directa y sin mediaciones entre soberano y sbdito.
En esta lnea, los Borbones van a establecer el Decreto de Nueva Planta que unifica, en
el transcurso de la dcada de 1720, todas las instituciones polticas bajo el modelo de
Castilla. Tambin van a promover la creacin de una burocracia asalariada, profesional,
capacitada en las universidades y regida por un criterio meritocrtico en lo que a
ascensos se refiere.
Tambin impulsan una poltica regalista frente a la Iglesia, esto es, una poltica que
busca subordinar al clero en cuestiones ligadas al mbito temporal. La medida ms
emblemtica, en este sentido, es la expulsin de los jesuitas, en 1767, que apunta
tanto a desplazar a una orden con gran poder econmico, poltico y simblico, como a
producir un efecto ejemplar frente al conjunto de la institucin eclesistica. Si la Iglesia
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durante el reinado de los Habsburgo fue considerada el brazo ideolgico de la


dominacin, ahora va a cargar con un sesgo negativo como un elemento de mediacin
que diluye la autoridad del Rey.
Para reforzar esa autoridad regia se profesionaliza el ejrcito, en particular en las reas
ms vulnerable a posibles ataques de potencias extranjeras, fundamentalmente en el
rea del Caribe.

La Ilustracin en Espaa e Hispanoamrica y su relacin con el absolutismo


La Ilustracin es una gran mutacin cultural, que introduce una cua significativa en el
proceso de secularizacin de la cultura y la poltica, elementos caractersticos de la
Modernidad. Ms que a una vertiente filosfica, a lo que apunta este tema es a la
visualizacin de cmo los contenidos de aquella toman cuerpo en valores, imgenes y
prcticas.
Franois Guerra dice esa mutacin cultural impulsada por el pensamiento ilustrado se
basa en la centralidad que adquiere la concepcin del hombre como sujeto racional en
las transformaciones polticas, sociales y culturales que se despliegan a partir del siglo
XVIII.
Oscar Tern, por su parte, caracteriza a la Ilustracin como un movimiento cultural
animado por una gran fe en la razn humana, como instrumento a travs del cual es
posible conocer la realidad, y en funcin de ese instrumento y de los hechos sensibles,
someter a crtica a las nociones heredadas.
Si analizamos los modos a partir de los cuales el pensamiento ilustrado incide en las
transformaciones polticas, sociales y culturales, encontramos, en principio, dos casos
paradigmticos: Francia e Inglaterra.
En Francia, la consolidacin del absolutismo tuvo como efecto el desarrollo de un
pensamiento crtico que dio forma a la Ilustracin y que se ubic en los mrgenes del
sistema poltico tradicional, criticndolo con severidad y alimentando una va
revolucionaria de ruptura, a travs de la cual se forj la cultura poltica moderna.
En Inglaterra, en cambio, despus de la Revolucin de 1688, se consolida la monarqua
parlamentaria a travs de la cual se vehiculiza la representacin de la sociedad. Esto
permiti que desde dentro del sistema fueran desplegndose miradas crticas con
vocacin reformadora que impulsaron una transicin gradual hacia la Modernidad.
El caso espaol es singular, puesto que el proyecto de modernizacin se desarroll
desde dentro del sistema absolutista pero en alianza con las lites ilustradas.
Tern, citando a Tulio Halpern, seala que la Ilustracin espaola acompa un
proyecto de modernizacin defensiva para suplir las deficiencias de la sociedad.
En Espaa, la lite ilustrada era un grupo minoritario, porque la filosofa aristotlica, en
su versin escolstica, segua siendo dominante. Por eso, la alianza con la monarqua
absoluta le permiti llevar adelante un proyecto de reformas que consideraba
necesarias para una sociedad atrasada regida por la lgica corporativa de los
privilegios proyecto que no se poda implementar sin el poder de la monarqua. Esta,
a su vez, lograba a travs de esta alianza cuadros administrativos altamente
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calificados, que respondan al perfil del burcrata profesional, y programas de


gobierno que permitieran instrumentar las transformaciones deseadas.
Qu tienen en comn el absolutismo y la lite ilustrada?:
1. Crtica a la sociedad tradicional basada en el privilegio corporativo
2. Crtica a las formas supersticiosas de la religin
3. Concepcin binaria del poder: relacin soberano / sbdito, sin mediaciones
4. Concepcin de una soberana unitaria
Estos principios compartidos por el absolutismo y los miembros de la lite ilustrada
subyacen a las reformas propuestas.
Por ejemplo, la idea de una soberana unitaria, y por lo tanto la eliminacin de
mediaciones se visualiza en el plano de la administracin, con medidas que apuntan a
la centralizacin poltica, como es el caso de la uniformidad institucional aplicada a
todos los reinos, o el rgimen de intendencia, que descentraliza porque fragmenta el
territorio en unidades ms pequeas- para centralizar porque pone a los intendentes
bajo la supervisin directa del rey y sus ministros, en lugar de inscribirlos en la
estructura piramidal del modelo previo. Tambin en esta direccin van las reformas
eclesisticas, que buscan subordinar a la Iglesia ante la monarqua, o la eliminacin de
los privilegios corporativos, como la supresin del monopolio de Cdiz.
En Hispanoamrica, la difusin de la Ilustracin es el producto de una corriente
cultural y de una decisin poltica proveniente de la metrpoli, por lo tanto tiene un
reducido carcter crtico.
El pensamiento ilustrado ingresa a Amrica sobre todo a travs de los funcionarios
peninsulares, que son, ellos mismos, ilustrados. Si bien hay otras vas de divulgacin de
la Ilustracin, tales como peridicos, viajes y libros, ninguna de ellas alcanza la
centralidad que tienen los funcionarios borbnicos como correa de transmisin de las
nuevas ideas.
Los grupos ilustrados hispanoamericanos tienen las siguientes caractersticas:
1. pertenecen a la lite econmica, en general beneficiada con el reformismo
2. representan intereses sectoriales
3. manifiestan preocupacin por cuestiones econmicas
4. producen escritos de coyuntura, tendientes a justificar reivindicaciones de
grupo a travs de un repertorio intelectual muy variado, heterogneo y
eclctico
En el siglo XVIII, la Ilustracin no debera ser ligada a la ruptura poltica con Espaa. Y
esto ocurre porque hay tres barreras que impiden que esta vertiente filosfica se
radicalice:
fidelidad a la monarqua
creencias religiosas
peso de la filosofa escolstica
Como dice Tern, no hay que olvidar que la vida cultural del mundo colonial se
despliega en el marco de la cultura hispano-catlica. Y aunque se introducen las
llamadas novedades del siglo, como la matemtica y la fsica newtoniana, se acepta el
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dogma en materia religiosa, y en materia poltica, como deca un obispo del siglo XVIII:
La falibilidad del prncipe no deroga su autoridad.
Por qu la alianza entre absolutismo y lite ilustrada toca su fin, hacia fines de ese
siglo?
Contexto: con la muerte de Carlos III en 1788- el proceso de reformas pierde un
sostn difcil de reemplazar, porque este monarca estaba activamente
comprometido con el programa ilustrado. Por otra parte, la agitacin social y
poltica que genera la Revolucin Francesa produce temor entre los sectores
dominantes que no quieren arriesgar los privilegios garantizados por el statu quo
Causa: la legitimidad monrquica se inscribe en un registro tradicional y comienza a
mostrar puntos de roce con los principios ilustrados ligados a la idea de soberana
unitaria (del Rey? del pueblo?) y a la lgica de poder binaria (soberano / sbdito
o gobernantes / gobernados)
Los ilustrados quieren avanzar con las reformas ms lejos de lo que la monarqua
est dispuesta a llegar

Reacciones al reformismo en Amrica


La historiografa tradicional enfatiz exageradamente el descontento que produjeron
las reformas en Amrica. Es cierto que algunos sectores se vieron perjudicados: podra
decirse que la poltica borbnica de excluir a los criollos de los cargos pblicos gener
rechazo, o que la presin fiscal y la eficacia recaudadora de la Monarqua produjo
malestar entre los americanos, o que la eliminacin del monopolio comercial basado
en el esquema de puertos nicos perjudic a los comerciantes americanos ligados al
sistema monoplico (por ejemplo, los comerciantes mexicanos beneficiados con el
monopolio del puerto de Veracruz, o los limeos vinculados al eje Cdiz-Lima).
Sin embargo, en general las medidas econmicas beneficiaron a amplios sectores,
cuyas producciones encontraron una va de salida hacia el mercado atlntico. Esto fue
as no tanto porque el reformismo haya logrado su objetivo de convertir a la pennsula
en una economa productora de manufacturas, sino porque las transformaciones en
las reas ms dinmicas de Europa, y particularmente la revolucin industrial inglesa,
impulsaron la demanda de productos que anteriormente ocupaban un lugar perifrico
(como los cueros rioplatenses, o las tinturas del rea antillana). Dado que Espaa
segua siendo el lugar de paso entre las manufacturas europeas y las materias primas
americanas, indirectamente stas llegaban a las regiones europeas en las que la
transicin al capitalismo estaba ms afianzada.
En el caso de los comerciantes mexicanos, la supresin del monopolio de puertos
nicos estimul la diversificacin de las inversiones, y este grupo orient el capital
acumulado a la compra de tierras y a la financiacin de actividades mineras, lo cual dio
un estmulo adicional a la minera, cuya produccin ya vena creciendo desde
principios de siglo.
Sin embargo, entre la poblacin originaria americana del siglo XVIII, particularmente en
el rea andina, el clima social estuvo marcado por la agitacin. De lo que se trata,
entonces, es de analizar las causas estructurales y coyunturales que confluyeron en
este escenario de convulsiones.
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Revueltas y rebeliones de las comunidades originarias


Para entender la agitacin desatada en el siglo XVIII entre las comunidades originarias
del rea andina hay que tener en claro que hay un desajuste estructural de base en la
relacin poblacin / tierra. La poblacin crece en ese siglo pero dicho crecimiento no
va acompaado de una mayor disponibilidad de tierra. Recordemos que en el perodo
de consolidacin del sistema colonial, la poblacin indgena haba decrecido
dramticamente y la Corona reorganiz su distribucin a travs de las reducciones,
que quedaron a cargo de los corregidores.
Como el abrupto descenso demogrfico del siglo XVI hace que las comunidades no
puedan mantener en produccin todas sus tierras, y a la Corona le interesa garantizar
el control poltico y la organizacin de la fuerza laboral indgena, se pone en marcha un
mecanismo de relocalizacin de las poblaciones originarias, sin respetar los lazos
tnicos ancestrales, liberndose, a su vez, tierra expropiada a esas comunidades.
La curva demogrfica creciente del siglo XVIII no va acompaada de un proceso de
recuperacin de tierra y esto implica que hay que mantener a una mayor cantidad de
poblacin indgena con la misma cantidad de tierra. A este desajuste estructural se
suman elementos de coyuntura, como pueden ser el repartimiento forzoso de
mercancas o el aumento de la presin fiscal.
El repartimiento forzoso de mercancas consiste en la venta compulsiva de productos
en general europeos, pero tambin americanos- a las comunidades por parte del
corregidor. As las comunidades se endeudan y deben pagar esa deuda, en general,
con fuerza de trabajo. Los objetivos del repartimiento son variados:
-forzar la incorporacin de las comunidades a la economa mercantil
-garantizar un flujo regular de mano de obra para las actividades de esa economa,
controlado por el corregidor
-articular las distintas reas productivas, en un contexto en que los mecanismos del
mercado no funcionan de manera aceitada. Por ejemplo, el corregidor puede entregar
a una comunidad animales de carga, y obligarla a prestaciones laborales consistentes
en el traslado de productos. O bien pone en circulacin bienes originarios de
diferentes regiones.
La presin fiscal, por su parte, es un elemento que afecta a diferentes sectores. Por
ejemplo, los mestizos comienzan a pagar tributo en el siglo XVIII, cuando antes no lo
hacan. Y tambin el aumento de cargas como la alcabala que es un impuesto a la
compra/venta- perjudica a la mayora de los grupos, pero particularmente a los
blancos que son los que participan asiduamente en los circuitos mercantiles. Pero
sumada a todo lo anterior y coexistiendo con las cargas religiosas, la presin fiscal se
vuelve ms gravosa para las comunidades indgenas.
En este contexto, la agitacin social crece y puede tomar la forma de revueltas o de
rebeliones. Las revueltas son estallidos acotados en tiempo y espacio que responden a
un estmulo puntual (la presin fiscal, las cargas eclesisticas, el peso de la demanda
laboral en los centros productivos, la toma de tierras o los cuestionamientos a los
liderazgos tnicos cuando estos parecen no asumir la defensa de la comunidad).
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Las rebeliones, en cambio, son ms extendidas en tiempo y espacio, y no responden a


un estmulo puntual sino que surgen de la confluencia de elementos que abonan una
coyuntura rebelde. Son ms difciles de controlar, en ocasiones suman a sectores
externos a la comunidad en los que tambin se ha extendido el descontento, y golpean
de manera global al rgimen colonial. Esto no significa que busquen una ruptura del
orden colonial, sino que cuestionan la lgica de gobierno, por eso una de las consignas
suele ser Viva el rey, muera el mal gobierno.
El caso ms emblemtico es la rebelin de Tupac Amaru, que en una primera fase
suma el apoyo de diferentes sectores como algunos blancos golpeados por reformas
tales como la supresin del monopolio Lima-Cdiz, o descontentos con el manejo
discrecional de la mano de obra que dispone el corregidor. Tambin cuenta entre sus
seguidores a mestizos, que se ven afectados por la inclusin en el tributo. A la muerte
de Tupac Amaru, la rebelin se torna ms violenta y pierde la adhesin de los blancos.
Por ltimo, es necesario plantear que por su cercana temporal con las revoluciones
hispanoamericanas de principios del siglo XIX, en reiteradas ocasiones las rebeliones
han sido vistas como antecedentes de aquellas, pero en realidad son una expresin de
conflictos diferentes que, si bien pueden haber contribuido a crear un clima de
agitacin, expresan intereses muy diversos a los de las lites criollas que van a liderar
las revoluciones de independencia.

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