22 - Ramos Sosa PDF
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~iniciO del proceso histrico ~ artstico hispanoamer~ va a Ildescubrir e mostrar los secretos del dicho arte". Adems de otras
icano present grandes complejidades. Experiencias tan novedosas condiciones, como el pago de cuarenta ducados por el servicio,
en el Nuevo Mundo exigen afinar y matizar las obras, hechos tiempo, plazos y obligaciones de cada parte, hay una clusula
y fuentes literarias que han llegado hasta nosotros. Caso para- importante para ver el tipo de obra que se hara y demandaba
digmtico fueron las prcticas llevadas a cabo alrededor del atrio el virreinato peruano; incluso alumbra posibles implicaciones
de los grandes conventos novohispanos en la primera mitad del y variaciones de la tcnica del maguey, que en el caso de la
siglo XVI. Los naturales mexicanos comenzaron tempranamente escultura andina y en el ejemplo de Francisco Tito Yupanqui
a ver e interpretar esos modelos espaoles, y en general europeos, analizado ms adelante aparece confuso. Dice as el contrato
tanto en formas como en contenidos. 1 Las primicias de esas de 1574, "me obligo a hacer la dicha enseanza del oficio y todo lo
manifestaciones artsticas indgenas (C. 1530-1540) aparecen en a el tocante de vaciado de medio relieve e bulto entero e de pasta, yeso
las ofrendas de tejidos y labores artsticas en el interior de los y tierra, e pintarlo al temple e barnizarlo conforme a como yo lo uso
templos, o en las artesanas decoraciones florales de fiestas y en mi casa e lo se ... ; e ms me obligo a daros un modelo de cada suerte
procesiones religiosas en los atrios, a cielo abierto. Aquellas para sacar hembras e de ayudaros a las sacar poniendo vos los materiales
experiencias plsticas desembocaron poco despus (c. 1550) en para las dichas hembras excepto el yeso ... ".
la ornamentacin ptrea de capillas-posas, capillas abiertas, Llama la atencin que siendo pintor de imaginera realmente
cruces atriales, etc. es tambin escultor, pero no de madera o entallador, sino de
Junto a estos emotivos ejemplos iniciales, de todos es sabida los otros materiales con los que se utiliza la tcnica del modelado:
la emigracin de artistas peninsulares al Nuevo Mundo, y del pasta (de madera o papel), yeso y tierra (barro y arcilla),4 Son
resto de Europa en menor medida. Por otra parte la trasmisin materiales ms baratos y ms fciles de trabajar, y adems pueden
se llev a cabo por el envo de las mismas obras de arte desde sacarse muchas copias por el sistema de moldes o l/hembras".
el puerto sevillano del Arenal, como constan en documentos Desde el punto de vista sociolgico es una tcnica y una obra
de embarque y otros testimonios, adems de la evidencia de las ms cercana a la produccin en serie, para satisfacer la fuerte
piezas existentes. 2 demanda del mundo americano con precios ms asequibles,
Ha pasado desapercibido un testimonio temprano y peculiar sobre todo en los inicios de la evangelizacin y nuevas pobla,
en sus consecuencias, protagonizado por Cristbal Gmez de ciones. 5 El resultado prctico de estas obras -una vez pintadas
Saravia, y seguramente no fue el nico ocurrido. En enero de al temple, y es sintomtico que no hable del dorado ni de la
1574, Saravia que resida en Lima y por entonces pasaba una tcnica del leo para las carnaciones, as como el barniz que le
temporada en Sevilla, se comprometi con Francisco Ramos, dara el aspecto brillante propio de la imaginera del XVI-era
Pintor de imaginera e impresor de ellas}), para que este le enseara el mismo, variara la calidad de la ejecucin o su valor de pieza
el oficio, a ttulo de aprendiz durante tres meses. 3 La primera nica, pero estos aspectos -tan genuinos de la exigente creacin
condicin es que Gmez de Saravia no dara a conocer esas artstica occidental- pasaban a segundo plano en sectores menos
tcnicas en Sevilla, ni en Espaa, Portugal e islas Canarias; era refinados o sociedades abocadas a cubrir ante todo las primera.;;
pues evidente que tena intencin de volver al Per. Por otro necesidades vitales, como era el caso de Amrica, donde a la
lado llama la atencin el poco tiempo de aprendizaje, tal vez obra de arte se le exige en primer lugar el significado, funcin
porque ya conoca la prctica de la pintura y deseaba lo esencial y uso religioso.
en otros menesteres como veremos. Por otra parte consta que le dara un modelo de cada Ilsuerte",
L'l enseanza conllevaba experiencias artesanales celosamente es decir de distintas tipologas escultricas, o bien de modelos
guardadas para evitar la competencia desleal y ofrecer resultados fsicos y personajes: hombre, mujer, nio, anciano, etc. Modelos
nicos a la clientela. Tal es as que Francisco Ramos afirma le y moldes que iran en el equipaje de vuelta a Lima, difundindose
PEDRO FRANC ISCO YNCHAVACHIN, UN ENSAMBLA- recto en uno y ligero entorchado en otro. Manifiesta gran
DOR OLVIDADO flexibilid<ld a la h o ra de conjugar la me mbratura clsica al
ampliar la basa oe la columna produciendo una escocia muy
El otro eje mplo de ensambladura presenta mayor modestia ancha, a modo de car rete. El intercolumni o acoge una ce nefa
artstica aunque servir para recupera r y va lo rar a un artista de vegetal en bajorrelieve seca y menuda, parece de o tra man o
orige n indgena hasta ahora eclipsado por el dato cronolgico comparada con el aspecto nngente y jugoso de las fru tas sealadas.
d e fabricacin. D el retablo original solo s ubsiste un primer Estrechas jambas apilastradas con motivos geomtricos encade-
cue rpo sohre d banco, ya que el remate actual es claramente nad os de crculos y rectngulos enmarcan la hornacina; a la
posterior, de morfologa barroca (ve r porrada). altu ra del capitel acaba en una moldura y fragme nto de friso de
La tipologa arquitectnica de esta sencilla ensambladura es impreciso aspecto vegetal que intenta evocar un orden arquitec~
un "tabernculo" presidido hoy por una imagen de sa n Francisco, tnico en un plano ms profundo. El se ncillo entab lamento lo
va co mpuesto de una hornacina central co n venera flanqueada resuelve con rostros de angelotes entre paos y motivos geom~
por pares de colu mnas co rintias, y fustes co n el tercio infer io r tri cos de circulas y cuadrados artculados. D escansa el cuerpo
retallado de tarjas manieristas con valos en el centro, a modo del retablo sobre un banco co mp uesto de un pedestal corrido
de cabujones embutidos que recuerdan a los trabajos en piedras que avanza a cad a lado con las columnas respecto a la. hornacina
duras (tan caracterstico d el ar te y culturas prehispnicas) y central. En los frentes aparecen elegantes tarjas manieristas con
platera. Vuelve a aparecer la orna me ntacin vegeta l frutera inscripcio n es en letras doradas.
colgada de paos desde el astrgalo variando el modelo de una En la central recoge las palabras de la consagracin eucarstica
a ot ra columna; e n las interiores muestra tambin un rostro de la misa, fu ncionando en este lugar como las llamadas "sacras",
felino y otro infantil. A su vez tambin vara el fuste estr iado, colocadas sobre los altares en ricos marcos de plata; seguramente
Emilio Gmcz Piol, ''Arquitectura y ornamentacin en los primeros 13 Luisa Elena Alcal, "Imagen e historia. La representacin del
atrios fromciscanos de Mxico", en Actas del Congreso de Historia del milagro en la pintura colonial", en el catlogo de la exposicin Los
Descubrimiento, vol. IV, Madrid, 1992, pp, 213-247. Siglos de Oro en los Virreinatos de Amrica, 1550-1700, Madrid, 1999,
2 pp. 118 y ss. Sobre la iconografa que identifica a la Virgen con el
Jos Torre Revello, "Obras de arte enviadas al Nuevo Mundo en
cerro de Potos y la madre tierra, puede verse Teresa Gisbert,
los siglos XVI y XVII", en Anales del Instituto de Arte Americano e
Iconografa y mitos indgenas en el arte, La Paz, 1980. pp. 17 y ss.
Inve:;tigaciones Estticas, Buenos Aires, 1948, n' 1, pp. 87-96; Pedro
Jos Gonzlez Garda, "Algunas fuentes bibliogrficas para el arte 14 Enrique Marco Dorta, Fuentes para la Historia del Arte Hpanoamer-
hispanoamericano del siglo XVI", en Actas de Andaluca y Amrica icano, vol. 1I, Sevilla, 1960, p. 22.5; H. E. Wethey, Arquitectura
en el siglo XVI, voL n, Sevilla, 1983; Ivn A, Quintana Echcvcrra, Virreinal en Bolivia, La Paz, 1961, p. 109; Pastorelo tambin se
"Notas sobre el comercio artstico entre Sevilla y Amrica en 1586", nombraba pintor, por lo que vemos la versatilidad de la tcnica.
en Anales del Museo de Amca, nI 8, Madrid, 2000, pp, 103-110.
15 ]. de Mesa y T. Gisbert, Historia de la pintura cuzquea, Lima, 1982,
.1 Celestino Lpcz Martncz, Desde Jernimo Hemndez hasta Martnez voL 1, p. 58.
Montas, Sevilla, 1929, pp. 195-196, la ortografa la hemos actual-
izado. 16 J. de Mesa y T. Gisbert, Escultura virreinal .. , p. 82.