Beneficios Sociales de La Educacion PDF

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Los beneficios sociales de la educacin y desarrollo socioeconmico

Ignacio Llamas Huitrn1

Introduccin
La educacin es un proceso de aprendizaje de adquisicin de conocimiento, habilidad
cognitiva y destreza para solucionar problemas; este proceso se puede realizar a travs de la
escolaridad o a travs de otras experiencias en el hogar, comunidad, lugar de trabajo
(Behrman y Stacey 1997:17).
El origen (Ilustracin y Revolucin Industrial) de la forma escolarizada actualmente
dominante de educacin es relativamente reciente. Con la creacin y expansin de los
sistemas educativos de las naciones, se difundi la idea que la educacin escolarizada
debiera ser operada y controlada por el estado y que su meta era la formacin de
ciudadanos que construiran la nacin por medio de su trabajo productivo (McGinn y
Cummings 1997: 17). Desde entonces, el objetivo principal de la educacin ha sido la
socializacin de ciudadanos y trabajadores. A travs de su evolucin, la sociedad se ha
organizado para socializar a sus nuevas generaciones en las escuelas utilizando mtodos de
enseanza-aprendizaje y desarrollando filosofas y teoras de la educacin. La educacin
formal se dise para guiar a las personas en su aprendizaje de la cultura, para modelar su
conducta en preparacin para la vida de adultos y para el desempeo de sus eventuales
papeles en la sociedad.
El concepto de desarrollo tiene diversos significados. Pero, en general, se piensa que es
un proceso hacia el progreso o hacia la modernidad. La contribucin de la escolaridad al
desarrollo se ha sustentado en evidencias: las personas ms educadas tienen mayores
niveles de ingreso laboral y de estatus social que las menos educadas. Los pases con
mayores niveles de matrcula y de escolaridad de su poblacin tienen mejores indicadores
de desarrollo que los pases con menores niveles: mejor cuidado del medio ambiente,
menor pobreza, mayor estabilidad poltica, mejor calidad de la democracia, mayor
observancia de los derechos humanos, mayor longevidad de la poblacin y mayor
integracin social (equidad y cohesin). En relacin con la mujer se sabe que a mayor
escolaridad, mayor participacin poltica, mayor incorporacin al trabajo y menor el
nmero de hijos.
Los beneficios sociales de la educacin formal, pblica o privada, incluyen la posibilidad
de una ciudadana ilustrada, la cual es particularmente importante para el ejercicio de la
democracia. Al inculcar un conjunto de valores y conocimientos comunes, las escuelas
alimentan un sentido de comunidad, de identidad nacional y de lealtad entre una poblacin
heterognea. El sistema educativo ofrece una red efectiva para la identificacin y desarrollo
de los talentos, difundiendo la creacin de innovaciones culturales y tecnolgicas y
proporcionando la fuerza laboral competente que se requiere para el funcionamiento
eficiente de la sociedad. Ello resulta en un mayor crecimiento econmico y, generalmente,
en una mejor calidad de vida para la sociedad en su conjunto.

1
Profesor e investigador del Departamento de Economa de la Universidad Autnoma Metropolitana, Unidad
Iztapalapa.
Escolaridad e ingreso laboral
La teora del capital humano considera a la escolaridad como uno de los principales
determinantes de la productividad de los trabajadores y, con ello, de los ingresos laborales
que perciben. Debido al nexo observado entre educacin formal e ingreso laboral,
generalmente se piensa que un mayor nivel medio de escolaridad y una mejor distribucin
de la misma aumentaran los niveles de ingreso medio de los trabajadores y mejoraran la
distribucin del ingreso en la sociedad. Por eso, se considera que la educacin formal es un
mecanismo efectivo para mejorar o igualar las oportunidades de algunos grupos de
poblacin y que una poltica de igualdad de oportunidades educativas es un requisito para la
eliminacin de las injusticias sociales e incluso de la pobreza. Se piensa que los logros de
los individuos en el campo laboralen trminos de salarios y estatusson funcin del
logro escolar. De acuerdo con esta concepcin, el estado2 procurara ofrecer a las personas
la igualdad de oportunidades educativas para que compitan por las posiciones en la
sociedad de acuerdo con sus logros educativos. Esta competencia se presume, resultara en
una mayor igualdad de resultados (ingresos).
La evidencia en Mxico y en otros pases no corrobora estas expectativas. En primer lugar,
aunque prcticamente se ha logrado el acceso universal a la educacin primaria, no se ha
logrado una equitativa distribucin de las oportunidades educativas en este nivel porque se
contina tratando igual a poblaciones desiguales. Especficamente, en Mxico no se
dedican mayores recursos y atencin a las entidades ms pobres, con mayores porcentajes
de poblacin indgena y analfabetismo, en las cuales los porcentajes de inasistencia escolar
alcanzan cifras superiores a la media nacional (Llamas y Garro 1999).

En segundo lugar, no existe evidencia slida en Mxico de que, dado el nivel de


escolaridad, el logro acadmico de los individuos afecte significativamente los ingresos y el
estatus laboral. Tampoco en Estados Unidos se ha encontrado una evidencia significativa
que relacione el logro escolar y los ingresos laborales, para algn nivel dado de escolaridad
terminada (Bishop 1992, citado en Carnoy 1996b). Es posible que este hecho sea resultado
de que los empleadores no renen informacin sobre el desempeo escolar y que slo una
pequea proporcin de los trabajadores est sujeta a exmenes por parte de los empleadores
antes de ser contratados.
En tercer lugar, es un supuesto optimista establecer que una mayor igualdad en las
oportunidades educativas ayuda a igualar las oportunidades en el mercado laboral y en la
vida en general. La evidencia internacional muestra que no se logra una redistribucin del
ingreso de las personas recurriendo solamente a polticas educativas. Si el objetivo es lograr
una sociedad ms igualitaria, la igualdad de oportunidades educativas debera acompaarse
con polticas distributivas en el terreno impositivo, seguridad social, salarios mnimos,
entre otras.

2
En las sociedades modernas, el estado juega un papel dominante en el financiamiento, regulacin y provisin de la
educacin, lo cual significa que las decisiones que modelan el sistema educativo se resuelven en la esfera de la poltica en
interaccin con las decisiones de los hogares.
La nocin de que la escuela puede ser un instrumento para lograr la igualdad de
oportunidades en la sociedad se fundament en el hecho de que educacin y certificacin
estn positivamente correlacionadas con las posiciones ocupacionales en la sociedad. Sin
embargo, hay analistas que han advertido que la enfermedad del diploma (Dore 1976) y el
credencialismo (Berg 1971) reflejan la manipulacin del sistema educativo por parte de las
fuerzas del mercado. Esto es, la escuela en lugar de ser igualadora puede reproducir y crear
diferencias de clase, e incluso polarizar a la sociedad.
En la prctica, los empleadores en el mercado laboral pueden invalidar la tesis de que la
educacin es un medio para lograr una mayor igualdad de resultados, a travs de los
mecanismos de seleccin de los trabajadores. Debido a que la educacin est asociada a la
productividad potencial del trabajador, el empleador generalmente decide contratar a los
aspirantes que tienen un mayor nivel de escolaridad de entre un grupo de aspirantes con
otros atributos productivos similares. Es decir, los trabajadores ms educados pueden
desplazar a los menos educados, aunque no exista un proceso de cambio tecnolgico a
favor del empleo de los trabajadores ms educados. Cabe destacar que este fenmeno se
puede intensificar en la medida en que el crecimiento de las vacantes sea menor al
crecimiento de la oferta de trabajadores.
En Mxico, la expansin del sistema educativo y la deficiente creacin de empleos en los
sectores modernos de la economa han ocasionado el mencionado fenmeno del
credencialismo; esto es, se han elevado los requisitos educativos para la ocupacin de las
vacantes. As, la expansin del sistema educativo durante las ltimas dcadas, parece haber
contribuido marginalmente a disminuir la desigualdad en la distribucin del ingreso. Como
puede observarse en el cuadro 1, el promedio de escolaridad de la poblacin ocupada
remunerada aument y la escolaridad promedio de la mujer trabajadora fue superior a la
del hombre entre 1994 y 2008. La escolaridad est ms igualitariamente distribuida en la
poblacin ocupada remunerada que el ingreso laboral como muestran los valores del ndice
de Gini3. Adems, los ndices de Gini son muy similares para los hombres y las mujeres.
Los ndices de Gini de la escolaridad y del ingreso estn positivamente correlacionados y
durante el periodo de anlisis muestran una tendencia hacia una distribucin ms
igualitaria de la escolaridad y el ingreso. Si bien la poltica de igualdad de acceso a la
educacin se refleja en una tendencia a la igualdad en la distribucin de los aos de
escolaridad, existen lmites al efecto de esta tendencia como medio para lograr una
distribucin del ingreso laboral ms igualitaria; el efecto no es directo ni automtico. La
igualdad de acceso al sistema educativo, el aumento en el promedio de escolaridad y la
distribucin ms igualitaria del logro educativo slo se manifestarn en una distribucin
ms igualitaria del ingreso si los egresados del sistema educativo encuentran empleo y si
existe un conjunto de polticas sociales tendientes a disminuir las desigualdades en los
ingresos laborales. Aun si los trabajadores encuentran empleo, existen otras fuerzas que
influyen en la distribucin de los ingresos laborales, entre las cuales destacan: a) las
caractersticas personalessexo, edad, estado civil, experiencia laboral, capacitacin,
3
El ndice de Gini mide la concentracin de un bien cuando se distribuye en una poblacin determinada; en este caso, la
concentracin de los bienes escolaridad e ingreso en la poblacin ocupada remunerada. El ndice toma el valor cero
cuando el bien se distribuye igualitariamente y uno cuando se concentra en una sola persona (o en pocas personas). Su uso
permite comparar distribuciones de un bien en una poblacin a travs del tiempo o entre grupos de poblacin en un punto
en el tiempo.
actitudes--; b) caractersticas del lugar de trabajotamao de establecimiento, sindicato--;
c) posicin en la divisin social del trabajooperario, supervisado, supervisor, gerente,
director--; y d) polticas gubernamentales de proteccin socialsalarios mnimos,
seguridad social--.

Cuadro 1. Escolaridad e ndices de Gini de la poblacin ocupada remunerada, por sexo, 1994, 2000 y 2008

Aos de escolaridad Gini de escolaridad Gini de ingreso

sexo 1994 2000 2008 1994 2000 2008 1994 2000 2008
Hombre 7.3 8.4 8.9 0.31 0.28 0.25 0.55 0.53 0.50
(4.9) (4.9) (4.5)
7.8 8.9 9.4
Mujer 0.29 0.27 0.24 0.54 0.52 0.51
(5.2) (5.0) (4.6)
7.4 8.6 9.1
Total 0.31 0.28 0.25 0.55 0.54 0.51
(5.0) (5.0) (4.5)
*Estimaciones propias con base en las ENIGHs 1994, 2000 y 2008.

La mejora en la distribucin de la escolaridad est positivamente correlacionada con la


mejora en la distribucin del ingreso (medidas por el ndice de Gini), pero esto no significa
que esta ltima sea consecuencia de la primera. La evidencia muestra que la distancia en los
ingresos promedio por hora disminuy entre los que se encuentran en la parte baja de la
escala de la escolaridad y los que se encuentran en la parte alta de la misma, entre 1994 y
2008. Es probable que esta disminucin se deba al lento crecimiento de la creacin de
nuevos puestos de trabajo formal en relacin con el crecimiento de la oferta laboral, lo cual
ocasiona la expansin del sector de trabajo informal4 afectando a todas las categoras
laborales pero sobre todo a los ms educados.
En el cuadro 2 se observan los efectos de la crisis de diciembre de 1994. 1) Los ingresos
laborales reales por hora trabajada cayeron en 28% entre 1994 y 1996. 2) La cada fue de la
misma magnitud para hombres y mujeres. 3) La menor cada (12.4%) se observ en los
trabajadores sin instruccin y la mayor (32.2%) en los trabajadores con media superior
completa e incompleta. En el periodo 1996-2008 se observa una relativa recuperacin en
los ingresos laborales de los trabajadores pero sin alcanzar los niveles de 1994, con
excepcin de los ingresos de los trabajadores sin instruccin. En resumen, durante el
periodo 1994-2008, los ingresos laborales promedio cayeron 11.5%; la cada fue mayor
(12.1%) para los hombres que para las mujeres (6.0%); los nicos que vieron aumentado
sus ingresos reales por hora fueron los trabajadores sin instruccin (7.4%); las cadas
menores se observaron en los ingresos de los trabajadores con primaria completa e
incompleta (11.6%) y en los de los trabajadores con secundaria completa e incompleta
(21.9%); y, finalmente, las cadas mayores se observaron en los ingresos de los trabajadores
con mayores niveles educativos: media superior completa e incompleta (37.6%) y superior
(35.4%). Es probable que la incorporacin de nueva tecnologa en el sector formal de la
economa haya incrementado la demanda relativa de trabajadores con educacin bsica
(primaria y secundaria), fenmeno consistente con un modelo de desarrollo con bajo nivel
de competencias: modelo maquilador. Segn Carnoy (1996a) la introduccin de la nueva
tecnologa de la informacin ha aumentado la demanda de trabajadores con educacin
4
Al sector formal se lo define como las actividades econmicas pblicas y privadas que ofrecen condiciones de trabajo
basadas en reglas formales de contratacin, licencias, fiscales, etc. En contraste, el sector informal incluye las actividades
econmicas que no estn sujetas a las reglas formales sealadas (Llamas y Garro 2003).
media y baja, lo que ha permitido a las empresas transnacionales ubicar la produccin en
pases con mano de obra barata y la subcontratacin a pequeos proveedores ya que los
avances en las telecomunicaciones han incrementado la movilidad del capital y la
descentralizacin de la produccin.

Cuadro 2. Mxico: ingreso real por hora de los trabajadores remunerados 1994, 2000 y 2008
Ingreso real por hora
Categorias laborales
1994 1996 % (94-96) 2000 2008 % (94-08)
Total 6.87 4.94 -28.0 6.01 6.07 -11.5
Hombres 7.22 5.21 -27.8 6.42 6.34 -12.1
Mujeres 5.84 4.21 -27.9 5.00 5.49 -6.0
Sin instruccin 2.45 2.15 -12.4 2.30 2.63 7.4
Primaria completa e incompleta 4.23 2.90 -31.3 3.50 3.73 -11.6
Secundaria completa e incompleta 5.79 4.16 -28.2 4.63 4.52 -21.9
Media superior completa e incompleta 9.38 6.36 -32.2 6.85 5.85 -37.6
Superior 19.29 13.47 -30.1 15.23 12.46 -35.4
Clculos propios con base en las ENIGHs 1994, 1996, 2000 y 2008. Pesos de 1994. Incluye Ingresos netos por remuneraciones al trabajo (Sueldos, salarios,
jornal y horas extras, Comisiones, propinas y destajo; aguinaldo, gratificaciones, premios y recompensas adicionales; primas vacacionales y otras
prestaciones en efectivo; y reparto de utilidades) e ingresos netos de negocios propios (negocios industriales; negocios comerciales; prestacin de
servicios; produccin agrcola; produccin pecuaria y derivados; produccin forestal; recoleccin de flora y fauna; acuacultura y pesca).

Se puede concluir que la igualdad de oportunidades educativas por s sola no genera


necesariamente una mayor igualdad en los ingresos laborales. En el caso analizado, la
mayor igualdad se debe a una mayor cada en los ingresos de los trabajadores que ms
ganan. Entonces, la tendencia hacia la igualdad depende crucialmente de la dinmica de la
oferta y la demanda relativas de trabajadores por nivel educativo, de la evolucin de las
oportunidades de empleo, de la tecnologa y organizacin del trabajo y de otras polticas
dirigidas a combatir las desigualdades.

Equidad social
El concepto de equidad en la educacin generalmente se considera en tres dimensiones: en
el acceso, en los procesos y en los resultados. Un ejemplo de la interaccin entre estos
conceptos lo ofrece la UNESCO (2007:11): La educacin debe tratar de forma
diferenciada lo que es desigual en el origen [acceso] para llegar a resultados de
aprendizaje equiparables [procesos] y no producir las desigualdades presentes en la
sociedad [resultados]. El concepto de equidad est unido al de igualdad, aunque no sean
sinnimos. A partir de la definicin de equidad se establece la necesidad de equilibrar los
principios de igualdad (en lo comn) y la diferenciacin o desigualdad (en lo diverso).
Entonces, la equidad es un concepto ms difcil que el de igualdad; permite, en principio,
las desigualdades y exige un anlisis multidimensional. La nica igualdad en la educacin
que todo mundo aprueba, la igualdad de oportunidades, es una igualdad hipottica.
Descansa en que las personas con igual talento, habilidad, deseo de usarlos deberan tener
el mismo xito, sin importar su lugar inicial en el sistema social (Rawls 1971). Pero este
enfoque descansa en conceptos difcil de operar. Dadas las dificultades sealadas en la
igualacin de recursos, la igualdad parece buscarse en el acceso a las oportunidades (Sen
1992); por ejemplo, el acceso a los niveles mnimos (obligatorios) de educacin.
En Mxico, la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos establece el contexto
jurdico en el que se desempean las familias y el sistema educativo. En su artculo tercero
establece el derecho de los mexicanos a recibir educacin y en el artculo 31, fraccin I, la
obligacin de los jefes de los hogares a que los menores de edad asistan al nivel bsico de
educacin.
En 19935, con la reforma a los artculos mencionados se estableci explcitamente el
derecho de los mexicanos a recibir educacin. En la exposicin de motivos de la iniciativa
de reforma (SEP 1993:17, 22) se seal que la experiencia internacional revela que una
escolaridad adicional, que comprenda la secundaria, impulsa la capacidad productiva de
la sociedad; fortalece sus instituciones econmicas, sociales, polticas y cientficas;
contribuye decisivamente a consolidar la unidad nacional y la cohesin social; promueve
una ms equitativa distribucin del ingreso, al generar niveles ms altos de empleo bien
remunerado y elevar los niveles de bienestar. La unidad nacional se ver fortalecida por
el acceso de los mexicanos a un mismo conjunto bsico de conocimientos en la educacin
primaria y secundaria.
La idea de que la poltica pblica se puede disear para mejorar o igualar las oportunidades
de algunos grupos de poblacin, aunada a la creencia de que la educacin es un mecanismo
efectivo para lograr dicha mejora, le da al concepto de igualdad de oportunidades
educativas un lugar de privilegio en la discusin del concepto de equidad. La ms completa
aplicacin de este concepto es crear un sistema educativo que intervenga en el sistema
social de tal modo que no haya una relacin sistemtica entre el origen social o el sexo de
una persona y su logro educativo.
En esta perspectiva, la igualdad de acceso a la educacin facilita la movilidad social. La
igualdad de las oportunidades se considera un requisito para la eliminacin de las
injusticias sociales e incluso de la pobreza. La escuela que selecciona y prepara jvenes
para las distintas posiciones en la sociedad se supone que cumple con estas funciones con
un espritu de equidad e imparcialidad. El logro de los individuos en el campo de lo
laboralen trminos de salarios y estatusser funcin del logro escolar.
La equidad social conlleva el concepto de igualdad de logro educativo y de ingreso laboral.
Educacin e ingreso mnimo son los activos a igualar para la poblacin menos favorecida,
incluida la nocin de igualdad de gnero. As, se puede establecer que existir mayor o
menor equidad en trminos de la distancia media que la poblacin menos educada tenga en
relacin con el logro de la meta educativa de educacin obligatoria. Adems, el concepto de
equidad se puede operar con otra categora analtica derivada del logro educativo: la
distancia media del ingreso laboral de la poblacin menos educada en relacin con el que
tendra si tuviera el nivel de escolaridad mnimo que establece la constitucin (pacto)
poltica nacional.

5
A mediados de diciembre de 2010, la Cmara de Diputados aprob reformas a la Constitucin que dan carcter de
obligatoria y gratuita a la educacin media superior. Aprobaron la reforma al artculo 3 para incluirla como obligatoria y
el artculo 31 para que los padres de familia tengan la obligacin de que sus hijos concurran a los distintos niveles de
educacin, hasta media superior.
De acuerdo con lo anterior, el legislador mexicano esperaba un impacto directo de la
escolaridad en la equidad, medido por el nivel medio y la distribucin de la escolaridad en
la poblacin menos educada, y un impacto indirecto de la escolaridad, medido por el nivel
y la distribucin del ingreso laboral en esa poblacin.
En Mxico, los microdatos de la ENIGH6 1994 y 2008 muestran que la escolaridad media
de la poblacin ocupada remunerada (POR) aument de 7.4 a 9.1 aos (ver cuadro 1). Este
aumento es el resultado de la demanda creciente de la poblacin por ms educacin y del
esfuerzo de poltica pblica por universalizar la educacin secundaria terminada. La POR
con menor escolaridad pas de un promedio de 3.7 a uno de 4.6 aos de escolaridad; es
decir de un carencia educativa, en relacin con los nueve aos de educacin obligatoria, de
-59% a una de -49%, en los aos sealados. Esta carencia educativa estuvo asociada a una
carencia de ingreso7 de -29% en 1994 y -16% en 2008. La cada en la carencia de ingreso
es el resultado de mltiples factores. El aumento en el promedio de escolaridad de los
menos educados es uno de los factores, pero se dejan fuera de control otras variables, ya
sealadas con anterioridad, que determinan los ingresos laborales.
Entre 1994 y 2008, la ganancia en aos de escolaridad de la POR fue igual para las mujeres
y para los hombres; las primeras pasaron de un promedio de 7.8 a 9.4, mientras que los
segundos pasaron de 7.3 a 8.9 aos de escolaridad. Sin embargo, la mayor escolaridad de
las mujeres no se reflej en mayores ganancias relativas en ingreso laboral. En 1994, las
mujeres ganaban por hora trabajada 19% menos que los hombres mientras que en 2008 la
cifra baj a 13%. Este sesgo en ingreso laboral en contra de las mujeres se genera en las
instituciones que orientan las prcticas de contratacin y remuneracin de la mujer. La
poltica educativa por s misma no puede eliminar este problema. El hecho de que la
poltica de igualdad de oportunidades educativas no resulte en mayor igualdad econmica
entre el hombre y la mujer trabajadores no disminuye su importancia en la formacin de
actitudes y prcticas tendientes a la igualdad de derechos y libertades de gnero. La
educacin le da a la mujer los medios para lograr una mayor participacin econmica y
poltica y, por este medio, las posibilidades de lograr una mayor equidad de gnero.

Cohesin social
La cohesin social generalmente se considera como una condicin necesaria para la
estabilidad de una comunidad porque significa la presencia de fuertes vnculos de identidad
social. Por ello, la educacin formal juega un papel primordial en la formacin y
fortalecimiento de la cohesin social ya que la funcin principal del sistema educativo es
reproducir y enriquecer la cultura, consolidar la unidad e identidad nacionales.
No existe una definicin nica de cohesin social, existen nociones complementarias que la
vinculan al capital social, a la integracin social y a la tica social. Por ejemplo, la CEPAL
(2007:16) define la cohesin social como: la dialctica entre mecanismos institucionales de
inclusin y exclusin sociales y las respuestas, percepciones y disposiciones de la
ciudadana frente al modo en que ellos operan. Este concepto de cohesin social se refiere

6
Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica
(INEGI).
7
La carencia de ingreso se obtuvo de la diferencia porcentual entre la media del ingreso laboral de los trabajadores con
menos de nueve aos de escolaridad y la media de ingreso de los que tenan nueve aos de escolaridad.
tanto a mecanismos de inclusin como a la valoracin de los individuos sobre dichos
mecanismos. A pesar de la ambigedad actual inherente a la definicin de los contenidos
concretos de los mecanismos y las valoraciones de los mismos, se parte de que estos
contenidos se refieren a variables relevantes para la solidez de la equidad econmica y
social, el estado de derecho, la gobernabilidad y el orden social democrtico.
En este trabajo se plantea un anlisis simple acerca de la cohesin social en trminos de
brechas en el acceso a dos activos fundamentales, educacin e ingreso laboral. El anlisis se
realiza para la poblacin ocupada remunerada (POR). sta se dividi en el grupo de
poblacin con menos de nueve aos de escolaridad y el grupo con nueve o ms aos de
escolaridad; tambin se analizaron ambos grupos por gnero. Se postula que existe mayor o
menor cohesin social en la medida en que la brecha entre las medias de logro en esos dos
activos, entre los grupos de la POR identificados, disminuya o aumente. Una disminucin
de las brechas significa una tendencia hacia la igualacin del logro educativo y del ingreso
medio de los dos grupos y, por lo tanto, una tendencia hacia una mayor cohesin social. Un
aumento, por lo contrario, significa una tendencia hacia una mayor desigualdad en el logro
educativo y del ingreso medio de los dos grupos y, por lo tanto, una tendencia hacia la
polarizacin, una cada en la cohesin social.
En Mxico, los microdatos de la ENIGH muestran que la distancia o brecha de escolaridad
media entre de los dos grupos de la POR sealados disminuy de 8.5 a 7.3 aos de
escolaridad, en el periodo de anlisis. Por un lado, en 1994, la escolaridad media de la POR
con menos de nueve aos de escolaridad fue de 3.7 aos, las mujeres con un nivel (3.4)
inferior en medio ao al de los hombres (3.9). Por el otro lado, la escolaridad de la POR
con nueve o ms aos de escolaridad fue de 12.2 aos, mientras que la escolaridad de las
mujeres (12.3) fue algo mayor que la de los hombres (12.1). Para el ao 2008, la
escolaridad media del grupo con menos de nueve aos de escolaridad aument a 4.6 aos,
prcticamente sin diferencias de gnero, mientras que el grupo con nueve o ms aos de
escolaridad disminuy su nivel a 11.9 aos. En este ltimo grupo se observ que la media
de las mujeres (12.1) fue superior a la media de los hombres (11.7). Esta informacin
muestra que en el periodo de anlisis hubo una tendencia a una mayor igualdad en la
escolaridad media de los dos grupos analizados. Ello se debi, por un lado, al aumento
observado en el grupo con menos de nueve aos de escolaridad; y, por el otro lado, al
retraso en el logro escolar del grupo con nueve o ms aos de escolaridad. Esta evidencia es
consistente con un modelo de desarrollo social con bajo nivel de competencias laborales.
En el caso de los ingresos se observ una disminucin de la brecha en el ingreso real por
hora trabajada8 entre el grupo con menos de nueve aos de escolaridad y el de nueve o ms
aos de escolaridad; el ingreso de este ltimo grupo fue 2.7 superior al del primero en 1994
y 2.0 en 2008. En el grupo con menos de nueve aos de escolaridad, en1994, las mujeres
ganaron en promedio 36% menos que los hombres mientras que en el grupo con nueve o
ms aos de escolaridad ganaron 29% menos. En 2008, en el primer grupo de la POR, las
mujeres ganaron 22% menos que los hombres y en el segundo grupo la brecha en ingreso
por hora se redujo a 14%. La evidencia que se presenta muestra una tendencia a la

8
Cabe sealar que el ingreso laboral por hora trabajada depende, adems de la escolaridad, de una serie de variables que
no se consideran en este estudio (por ejemplo: tamao del establecimiento de trabajo, presencia de sindicato, edad de la
persona, experiencia laboral, capacitacin en y para el trabajo, entre otras).
igualacin de ingreso por hora entre hombres y mujeres, tendencia que se genera
parcialmente por el mayor aumento en la escolaridad media de las mujeres.
En sntesis, la evidencia que se presenta permite concluir que la poltica de igualdad de
acceso a la educacin ha influido en mayor cohesin social al facilitar el aumento en el
logro escolar del grupo de la POR con menor escolaridad y, por medio de ste, una mejor
distribucin del ingreso laboral. Asimismo, facilit el mayor logro educativo de la mujer
trabajadora y, con ello, la reduccin en la brecha entre los ingresos laborales de los
hombres y las mujeres. En ese sentido la escolaridad ha propiciado una mayor cohesin
social de los mexicanos; sin embargo, esta es una cohesin social degenerada, en el sentido
que se da en condiciones de regresin en los ingresos asociados a las credenciales
educativas de los trabajadores. Este hecho afecta a la baja a las expectativas de los jvenes
y de los hogares por ms y mejor educacin.

Competencias, productividad y crecimiento


En Mxico, para analizar la formacin de competencias laborales se cre un indicador de
las mismas (Gaspar del ngel 2008 y Gaspar del ngel et al. 2010). Se consideraron los
principales componentes observables y cuantificables de las competencias: 1) el nivel de
escolaridad de los trabajadores; 2) la capacitacin para el trabajo recibida; 3) la
capacitacin en el trabajo proporcionada por la empresa generalmente dentro de sus propias
instalaciones; 4) la experiencia laboral de las personas. El anlisis se realiz con los
microdatos de las Encuestas Nacionales de Empleo (ENE) y los Mdulos de Educacin y
Capacitacin de INEGI para los aos de 1991, 1999 y 2001. Los principales resultados del
anlisis fueron: 1) entre 1991 y 2001 se observ un predominio del bajo nivel de
competencias: la gran mayora de trabajadores tena un ndice inferior al promedio. 2) Las
ocupaciones ms comunes en Mxico fueron aquellas donde se desarrollan actividades ms
operativas y simples, que requieren mnimas habilidades de ejecucin: trabajadores
agrcolas, artesanos, obreros, comerciantes, vendedores ambulantes, agentes de ventas,
personal de limpieza, ayudantes, peones, empleados domsticos y auxiliares
administrativos. 3) Los auto-empleados y las empresas micro y pequeas tenan una fuerza
laboral de bajo nivel de competencias, y en conjunto tenan casi el 70% de poblacin
ocupada remunerada.
Estos resultados se explican por la presencia de un ineficiente sistema nacional de
formacin de competencias. El sistema educativo mexicano ha sido frecuentemente
cuestionado por su baja calidad. Algunos de los factores que explican la baja calidad en
educacin son: la escasez de recursos asignados a este sector; la excesiva centralizacin y el
burocratismo; la simbiosis poltica del sindicato del magisterio con la burocracia
gubernamental, la cual se manifiesta en la toma de decisiones a nivel nacional y en las
acciones en el aula, afecta negativamente el proceso de enseanza aprendizaje. La empresa
mexicana capacita poco en el lugar de trabajo. A pesar que la Ley Federal del Trabajo
obliga a la empresa a capacitar a sus trabajadores, esta disposicin generalmente no se
cumple. Los empleadores todava muestran signos de resistencia a capacitar o esperan que
otros, instituciones pblicas o privadas, asuman la responsabilidad y los costos que
ocasiona la capacitacin. El gobierno capacita para el trabajo a desempleados y a jvenes
que desean insertarse al mercado laboral. Esta capacitacin se imparte en centros o
instituciones de formacin para el trabajo pero la capacitacin proporcionada generalmente
se realiza con equipo obsoleto y lo que se imparte no es necesariamente lo que requieren las
empresas. Finalmente, los sindicatos tienen poca participacin en la definicin y operacin
de la formacin de competencias de los trabajadores. Se requerira la coordinacin de esos
agentes (sistema educativo, empresas, gobierno y sindicatos) para mejorar la eficiencia en
la formacin de competencias en Mxico.
Los componentes analizados de las competencias laborales (escolaridad, capacitacin y
experiencia laboral) tambin son partes integrantes del concepto de capital humano. As, en
la teora econmica se argumenta que las competencias o el capital humano de los
trabajadores determinan su productividad y sta, a su vez, determina su ingreso laboral. La
confianza en esta hiptesis de relaciones de causalidad entre competencias (capital
humano), productividad e ingresos laborales ha sido el centro de preocupacin de algunos
estudios realizados.
Carnoy (1996a) recoge algunas conclusiones sobre la hiptesis de causalidad entre capital
humano y productividad de las primeras investigaciones realizadas a principio de los aos
setentas. Welch (1970) y Schultz (1975) analizaron el desempeo de la mano de obra
educada en trabajos agrcolas y su capacidad para ajustarse a la innovacin y a los cambios
de precio lo que Schultz (1975) llam ajustes al desequilibrio econmico. Welch (1970)
mostr que los granjeros de Estados Unidos con ms educacin obtenan mayores ingresos
debido a una distribucin de recursos ms eficiente y Schultz (1975) argument que los
granjeros con ms educacin se ajustaban con mayor rapidez no slo a los cambios de
precios sino tambin a los cambios tecnolgicos ya que tienden a adoptar ms pronto la
nueva tecnologa y as pueden realizar los cambios econmicos requeridos. Esta habilidad
para distribuir con eficiencia los recursos, ajustarse al cambio y adoptar nuevas formas de
realizar el trabajo es, de acuerdo con estos autores, el resultado de las competencias que se
adquieren en la escuela.
Desde el punto de vista de la teora del capital humano tiene sentido que las competencias
que hicieron ms productivos a los granjeros independientes tambin lo hagan con los
trabajadores empleados. Sin embargo, debe tomarse en consideracin que la contribucin
positiva de la escolaridad a la productividad se debi a que los granjeros educados tuvieron
la posibilidad de tomar mejores decisiones, debido al conocimiento adquirido. Pero en la
mayora de las situaciones laborales la toma de decisiones est restringida, por lo general, a
quienes tienen actividades independientes o estn en puestos lo suficientemente importantes
para tener esa responsabilidad.
El concepto de capital humano como capacidad de ajuste al desequilibrio sugiere que los
rendimientos econmicos de la educacin deben ser mayores para los trabajadores
educados empleados en puestos donde se espera que emitan juicios y no simplemente
acaten rdenes. Esta situacin puede darse aun en la organizacin jerrquica de la
produccin en serie. Sin embargo, resulta ms obvio en las nuevas organizaciones de
produccin asociadas con la nueva economa internacional y la era de la informacin. En
otras palabras, la relacin entre la educacin y la productividad depende crucialmente de las
relaciones entre el trabajador y la administracin en el lugar de trabajo.
Es probable que el trabajador educado mejore su desempeo cuando interviene en la toma
de decisiones, y que el sistema de produccin flexible recompense a la innovacin
endgena y al aprender haciendo. Pero tambin es probable que la innovacin y el
aprendizaje en el trabajo mejoren con una fuerza de trabajo ms educada y capacitada, y
por una organizacin de la produccin que promueva su participacin. En consecuencia, la
contribucin de la escolaridad a una mayor productividad y al crecimiento econmico
depende en gran medida de dos factores (Carnoy 1996a): a) de relaciones administracin-
trabajo que permitan una mayor participacin de los trabajadores en la toma de decisiones,
particularmente en desarrollar nuevas formas de producir bienes y servicios, y b) de redes
de innovacin entre empresas y entre stas y otras instituciones de innovacin, incluyendo a
las que poseen trabajadores altamente educados y a las de la administracin pblica que
ayudan a producir la innovacin. As, no slo la calidad del trabajo educado condiciona la
innovacin y la utilizacin del conocimiento tcnico y productivo, sino que la organizacin
de la produccin y la innovacin es fundamental para la efectividad de la contribucin de la
educacin en estos procesos.
Algunas de las ideas anteriores se han presentado formalmente en el enfoque terico del
crecimiento endgeno. En este enfoque se vinculan los niveles de capital humanoentre
los que destaca la educacin formal--de una economa con el crecimiento de la
productividad. El argumento es que una fuerza laboral educada, motivada y flexible, en
general, ser capaz de adaptarse ms fcilmente a nuevos procesos y tcnicas y, por lo
tanto, permitir que la productividad aumente ms rpidamente. Adems, en modelos como
los desarrollados por Romer (1986, 1990) los individuos altamente educados juegan un
papel central en el sector de la economa que crea nueva tecnologa. Dicho sector, a su vez,
est ntimamente relacionado con la participacin de la Investigacin y Desarrollo (I&D) en
el producto total. As, el flujo de nueva tecnologa y el crecimiento de la productividad
estn vinculados a esta participacin. Por su parte, Lucas (1988) propone un modelo de
funcin de produccin de una economa en donde el producto depende de: capital fsico;
capital humano involucrado en las empresas, el cual ha sido creado por inversiones pasadas
en educacin y capacitacin en el trabajo; nmero de personas; nivel de capital humano
promedio en la comunidad, el cual refleja los beneficios externos del capital humano de la
sociedad en la productividad de las empresas; y, finalmente, de un nivel determinado de
tecnologa. En un periodo dado, existe una funcin de produccin de capital humano a
cargo de los hogares, la cual est influida por las decisiones gubernamentales de construir
escuelas, entrenar y pagar maestros, declarar la obligatoriedad de la educacin bsica,
subsidiar la educacin superior, comprar libros e invertir en educacin. Las decisiones
privadas y pblicas sobre la creacin de capital humano a travs de la educacin son
endgenas pues, a su vez, dependen del crecimiento del ingreso per cpita.
Investigaciones realizadas en Japn (Johnson 1982) y comparaciones entre Amrica Latina
y los Cuatro Tigres en Asia (Castells 1989) sugieren dos cosas (Carnoy 1996a). En primer
lugar, un estado activo, bien organizado, comprometido en promover los nuevos tipos de
organizaciones y la innovacin necesaria para competir en la economa mundial, logra casi
siempre un efecto positivo en el crecimiento econmico. En segundo lugar, una distribucin
del ingreso ms equitativa es probable que tenga tambin un efecto positivo en el
crecimiento, manteniendo constantes las otras variables. Las economas ms exitosas
tambin se caracterizan por polticas estatales que promueven la universalidad de mayores
niveles de educacin en la poblacin e incentivos a las empresas para realizar innovaciones
en condiciones de salarios ms igualitarios. Pases como Corea, Taiwn y Singapur brindan
buenos ejemplos de este tipo de polticas. Su xito no slo confirma el importante papel de
la educacin pblica de alta calidad en la preparacin de la fuerza de trabajo requerida por
sistemas flexibles de produccin modernos y competitivos, sino tambin el papel crucial
del estado en la forma de conducir el proceso del desarrollo econmico y social.

Sistema nacional de formacin de competencias y modelo de desarrollo


Como se ha sealado, la mayor escolaridad genera una productividad mayor slo en el
contexto de un buen manejo de los recursos humanos y de una estrategia empresarial
efectiva (OECD 1994: 125). Tambin se ha mostrado (Coleman 1997) que el contexto
social en el que se desarrollan los individuos es fundamental para la acumulacin de capital
humano; en especial, para la que se realiza a travs de los sistemas formales de educacin y
capacitacin. Tambin se argument que el modelo de desarrollo mexicano se caracteriza
por su bajo nivel de competencias y que es necesario generar un modelo dual con la
creacin de un sector de alto nivel de competencias de nivel internacional, en un ambiente
con predominio de bajas competencias.
Con la globalizacin, la calidad del sistema nacional de formacin de competencias se
convierte en una de las claves de la prosperidad econmica futura. En ello existe consenso
internacional. Pero no todos los pases hoy desarrollados han seguido la misma estrategia
de vinculacin de la formacin de competencias con el desarrollo econmico. De una
manera simplificada, Brown y Lauder (1997) tipifican dos rutas alternativas de desarrollo
econmico, neo-fordista y post-fordista, con diferentes implicaciones de poltica de
formacin de competencias. Estas rutas de desarrollo tambin pueden relacionarse con
proyectos polticos alternativos: conservador (nueva derecha) y progresista o modernizador
(nueva izquierda), respectivamente. La ruta neofordista tendra las siguientes caractersticas
principales: 1) la mayor competitividad se logra por medio de ganancias en productividad y
reduccin de costos laborales; 2) el atractivo para la inversin consiste en lograr una mayor
flexibilidad salarial por medio de la declinacin en prestaciones, salarios y poder de los
sindicatos; 3) la organizacin de la produccin con flexibilidad numrica de los
trabajadores; 4) la fragmentacin (polarizacin) de la fuerza laboral en un grupo profesional
directivo y una fuerza laboral flexible (con empleo de tiempo parcial, temporal, por contrato
por tiempo y obra determinada); 5) la produccin en masa de productos estandarizados con
trabajadores de bajas competencias y bajos salarios; 6) la capacitacin de los trabajadores
orientada por la demanda de bienes finales y dependiente, por lo tanto, de los cambios en
las condiciones de mercado. La ruta alternativa postfordista tendra las siguientes
caractersticas principales: 1) la mayor competitividad se logra por medio de la innovacin,
la calidad y el valor agregado en los bienes y servicios; 2) el atractivo para la inversin
consiste en la presencia de una fuerza laboral de altas competencias involucrada en la
produccin de bienes y servicios con alto valor agregado; 3) los sistemas de produccin
flexibles con tendencia al cambio a trabajos con altos niveles de competencias y altos
salarios; 4) la organizacin de la produccin con nfasis en la flexibilidad funcional, o sea,
con especializacin flexible de trabajadores multi-competencias; 5) la presencia de buenas
condiciones de trabajo, prestaciones, sistemas de capacitacin y representacin propia de
los trabajadores; 6) la capacitacin continua se considera una inversin nacional donde el
estado acta como el capacitador estratgico; 7) el estado orienta a la economa nacional a
travs de la inversin en sectores estratgicos y el desarrollo del capital humano.
En el mundo real la relacin entre educacin y desarrollo econmico es compleja. Pero
algunos pases como Alemania, Japn y Singapur se acercan en trminos generales, al
modelo postfordista mientras que Estados Unidos e Inglaterra al modelo neofordista. La
operacin de los modelos en cada pas muestra las diferentes orientaciones polticas y
culturales y sus relaciones con la formacin de competencias en el desarrollo econmico y
social.
En trminos de poltica de formacin de competencias, en los pases desarrollados los
conservadores piensan que se debe establecer una disciplina de mercado, lo mismo en el
mbito laboral como en algunos servicios pblicos, incluidos los educativos. Consideran un
contexto de guerras globales del conocimiento en donde sobreviviran los ms capaces. En
el plano del sistema educativo, ubican la eleccin de los padres en un mercado de escuelas,
colegios y universidades en competencia. La eleccin se considera suficiente para elevar
los estndares educativos. Por el contrario, los progresistas argumentan que esa poltica
slo encubre los intereses polticos de los sectores ms privilegiados de la sociedad. Uno de
los temas prioritarios de su agenda es el proyecto de inversin en capital humano y de
inversin estratgica como una forma de orientarse hacia una economa de altas
competencias y altos salarios. Esta perspectiva rechaza que la nica ruta hacia la
prosperidad sea a travs de una mayor flexibilidad de mercado bajando los costos laborales
o desechando las leyes de proteccin laboral. Reconocen que la provisin de un piso de
derechos de proteccin laboral es deseable y econmicamente esencial; por ejemplo,
salarios mnimos e intervencin gubernamental para que los desempleados vuelvan a
trabajar.
Mxico ha transitado en los ltimos aos una trayectoria neofordista de desarrollo. As lo
indica su bajo nivel de competencias y salarios, la escasa produccin de innovaciones en el
sector productivo y la ausencia de un papel estratgico del estado en el diseo de polticas
industriales. En este modelo de desarrollo el mercado no ha generado estmulos para que el
sistema educativo y de capacitacin forme recursos humanos de alta calidad.
Si la riqueza futura de las naciones depende de la generacin de tecnologas, innovaciones
y calidad de los recursos humanos, entonces las naciones necesitan una ventaja competitiva
en algunas de las principales ramas de actividad econmica: telecomunicaciones,
electrnica, farmacutica, qumica, agroindustria. Pero para crear la ventaja competitiva se
necesita un estado desarrollista que promueva algunos de los sectores estratgicos de la
economa, que concentre y organice la inteligencia colectiva para que sta se fortalezca y
genere conocimiento e innovacin. Una estrategia de este tipo generar en un principio
pocos empleos de alto nivel de competencias pero permitira crear valor agregado y
sentara las bases del crecimiento futuro. Es decir, se puede disear un modelo inicial dual
de desarrollo con un pequeo sector de altas competencias en una economa de bajas
competencias y bajos salarios como lo es la economa mexicana.
La inversin del estado mexicano para crear una masa crtica de cientficos de nivel
mundial, orientada por el Consejo Nacional de Ciencia Tecnologa (CONACYT), para
impulsar el desarrollo cientfico y tecnolgico del pas, no ha tenido el xito esperado. Los
esfuerzos realizados se han quedado cortos debido a la ausencia de sectores estratgicos
que demanden trabajadores con altos niveles de competencia. No basta con generar una
oferta de egresados de alto nivel educativo sino que tambin es necesario crear las
condiciones de demanda de trabajo de jvenes cientficos y tecnlogos educados en nuestro
pas y en el extranjero. Ello se puede lograr con la identificacin e impulso de los sectores
estratgicos que estn destinados a crear la ventaja competitiva. Se necesita una estrategia
de esta naturaleza para crear el ingreso social que requerira una poltica social de equidad y
justicia social. Un ingrediente necesario, pero no suficiente, de la estrategia es la reforma
del sistema nacional de formacin de competencias.

Globalizacin y reforma del sistema nacional de formacin de competencias


El orden mundial de la globalizacin ha generado demandas para el sistema de formacin
de competencias. Ninguna nacin puede ser exitosa sin una inversin considerable en
capital humano. La tecnologa puede ser el conductor de la economa moderna, pero el
capital humano es, con certeza, el combustible (Becker 2006: 292). Y para un pas con
bajas competencias, la inversin significativa en capital humano es necesaria si quiere tener
oportunidad de resolver el problema de la pobreza.
La era de la globalizacin enfatiza la enseanza de las ciencias y de las matemticas, y la
medicin del desempeo escolar. En muchos pases se pone atencin a la comparacin del
logro de sus estudiantes en esas materias en relacin con el de otros pases. Esta prctica ha
sido impulsada por organizaciones internacionales tales como la International Association
for Evaluation of Educational Achievement, la OECD y el Banco Mundial (Carnoy 2000:
56). Estas organizaciones comparten una visin de la educacin y la eficiencia de los
sistemas educativos, la cual incluye un sesgo cuantitativo acerca del progreso econmico y
social. Tambin comparten una visin explcita acerca de la posibilidad de medir la calidad
de la educacin y de la relacin directa entre calidad y productividad econmica. Con una
competencia econmica ms intensa entre los pases, estas organizaciones trasladan la
urgencia de mejorar la productividad a la aceptacin de comparaciones inter- e intra-
nacionales de los resultados de pruebas estandarizadas de conocimiento de los estudiantes.
La globalizacin est llena de promesas para los individuos, instituciones y pases
(Stromquist 2002: xiii). Una las promesas es la educacin formal concebida como un
proceso de formacin de competencias avanzadas y conocimiento sofisticado, el cual se
considera esencial en la construccin de la sociedad del conocimiento. A inicios del siglo
XXI, el sistema educativo se ajusta ms a los valores y necesidades de la economa que en
las dcadas previas. Esto ha sido el resultado de presiones explcitas del sector empresarial
sobre los sistemas educativos, como lo es el caso sobresaliente del sistema educativo de
Estados Unidos (Stromquist 2002: 38-39). A partir de la primera mitad de dcada de 1980,
con la publicacin del reporte A Nation at Risk9, un grupo representativo de los empresarios
estadounidenses argument que el sistema educativo haba fracasado en responder a sus
intereses de desarrollar una fuerza de trabajo eficiente y capacitada, lo cual constitua una
condicin necesaria para aumentar la productividad econmica y la competitividad del pas.
Cabe sealar que estas quejas se derivaron de una concepcin parcial del nexo entre los

9
En 1983, la Comisin Nacional para la Excelencia en Educacin (National Comission on Educational Excellence) de los
Estados Unidos de Amrica public el reporte A Nation at Risk: The Imperative for Educational Reform. La Comisin
estuvo integrada principalmente por empresarios y directivos de universidades. En el reporte se afirmaba que el
desempeo de la escuela pblica haba cado en un estado desastroso y haca un llamado a reformar el sistema educativo.
Las reformas observadas en los aos siguientes en los Estados Unidos tienen como antecedente este reporte y otros
estudios que proliferaron despus de 1983.
resultados de pruebas de desempeo acadmico con el crecimiento econmico. La
concepcin es parcial porque la productividad de la fuerza laboral y el crecimiento
econmico dependen no slo de las competencias laborales sino tambin de la acumulacin
de capital fsico, la tecnologa, factores organizacionales y otros factores complementarios.
Una de las consecuencias de las quejas fue la demanda de privatizacin y de otras medidas
orientadas, segn su concepcin, a mejorar la escuela pblica. Los partidarios de la
privatizacin de la escuela pblica afirman que sta es ineficiente porque opera en
condiciones de monopolioo sea, el estado posee las escuelas, las cuales no tienen
incentivos para desempearse en forma eficiente debido a la ausencia de competidores. Sin
embargo, los partidarios del mercado en educacin o privatizacin de la escuela pblica no
han mostrado evidencias empricas que apoyen en forma significativa sus argumentos
(Levin y Belfield 2006).
Los pases desarrollados estn embarcados en reformas educativas similares
independientemente de las posiciones polticas de sus implementadores. Ello se debe a que
las reformas educativas actuales no son una mera expresin de las posiciones polticas de
un gobierno y que pasarn cuando ste termine su mandato. Las reformas educativas
responden a cambios de alcance mundial, lo cual genera una tendencia hacia la
homogeneizacin de ciertas polticas educativas en el mundo. En este sentido, en Mxico
existen estudios (Buenfil 2000) que muestran que las propuestas de poltica educativa de las
agencias internacionales determinan algunas de las principales polticas que afectan al
sistema educativo mexicano.
La organizacin de un sistema de formacin de competencias en expansin debe constituir
una meta pblica con objetivos de equidad e inclusin social. El gobierno es el agente
organizador estratgico, pero debe incluir la participacin activa de las organizaciones de
los empleadoreslas cuales deben asumir su papel de capacitadoras--, as como la de los
sindicatos; ser tarea del gobierno establecer un puente con y entre estas organizaciones.
Sin embargo, una reforma del sistema de formacin de competencias aislada del contexto
socioeconmico del pas no resolver los problemas de desigualdad, desempleo y baja
productividad. Para ello es necesario pensar en reformas complementarias en las
condiciones generales de trabajo, seguridad social, establecimiento de leyes observables de
salarios mnimos, polticas fiscales progresivas, combate a la evasin.

IV. Resumen y conclusiones


Los beneficios sociales que se le atribuyen a la educacin formal hace casi innecesaria la
justificacin de los gastos educativos privados y pblicos; no importa cul sea la fraccin
del producto nacional que se dedique a la educacin formal, siempre parecer insuficiente.
Especficamente, la igualdad de oportunidades educativas se considera un medio para la
igualdad econmica, la equidad y la cohesin social. En el caso de Mxico, la evidencia
muestra que, entre 1994 y 2008, hubo un aumento en la escolaridad media y una mejora en
la distribucin de la escolaridad de la poblacin ocupada remunerada, lo cual contribuy a
una distribucin ms igualitaria del ingreso laboral, a una mayor equidad y a una mayor
cohesin social.
Se concluye que la igualdad de oportunidades educativas por s sola no gener la mayor
igualdad en los ingresos laborales, la mayor equidad y la mayor cohesin social. En el
periodo analizado, estas tendencias se vieron favorecidas por la dinmica de la oferta y la
demanda relativas de trabajadores por nivel educativo, la cual favoreci a los trabajadores
con competencias medias y bajas. En un contexto en que los ingresos relativos de los
trabajadores con niveles de educacin de media superior y superior tuvieron una baja,
fenmeno consistente con un modelo de desarrollo de bajas competencias laborales.

Para un pas como Mxico, la accin del estado es fundamental para el desarrollo de
sectores estratgicos que permitan generar una ventaja en la competencia mundial por los
mercados de bienes y servicios. Pero no se podr generar una ventaja competitiva sin una
reforma profunda en el sistema de formacin de competencias mexicano que permita
generar recursos humanos de alto nivel; esta reforma es una condicin necesaria para el
desarrollo de sectores estratgicos de la economa. El sector pblico no es la nica fuente
de formacin de competencias; el sector privado tiene un lugar importante no slo a travs
de sus organizaciones de educacin y capacitacin, sino a travs de la capacitacin que
proporciona a sus trabajadores en el lugar de trabajo. Por ello, es importante que juegue un
papel ms activo al respecto. Se necesita que el estado tambin oriente la trayectoria del
desarrollo econmico y social, tomando en cuenta una situacin inicial con predominio de
bajas competencias y bajos salarios, en la cual se puede generar un pequeo sector
estratgico de altas competencias y altos salarios.

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