Wegbrait La Compartimentacion de Mercados en El Ambito de Los Derechos de Propiedad Intelectual e Industrial PDF
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LA COMPARTIMENTACIN DE MERCADOS
EN EL MBITO DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD
INTELECTUAL E INDUSTRIAL
(DERECHO DE COMERCIALIZACIN, AGOTAMIENTO
E IMPORTACIONES PARALELAS)
PABLO WEGBRAIT
Abogado egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Docente ayudante
en la Ctedra UNESCO de Derecho de Autor a cargo de la Dra. Delia Lipszyc y en la Comisin de Derecho
de Patentes a cargo del Dr. Jorge Alberto Kors, ambas pertenecientes a la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires. Este trabajo fue terminado gracias a una beca de investigacin del
Instituto Max Planck de Propiedad Intelectual, Derecho de la Competencia y Derecho Tributario de Munich,
Alemania. Agradezco la ayuda de los Dres. Delia Lipszyc, Carlos Correa y Eli Salis para la obtencin de la beca.
Agradezco asimismo a la Dra. Beatriz Conde Gallego (del Instituto Max Planck) el haberme facilitado gran cantidad
de material para la realizacin del presente trabajo.
SUMARIO
LISTA DE ABREVIATURAS. PRLOGO. I. PARTE GENERAL. II. PARTE ESPECIAL.
III. REGMENES LEGISLATIVOS. IV. CONCLUSIONES. V. REFLEXIN FINAL PERSONAL
LISTA DE ABREVIATURAS
Acuerdo sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio Acuerdo ADPIC,
ADPIC o Acuerdo.
rea Econmica Europea AEA.
Association Internationale pour la Protection de la Proprit Intelectuelle AIPPI.
Decreto Reglamentario 260/96 de la Ley de Patentes DR.
Directiva del Consejo (89/104/CEE) de 21 de diciembre de 1988 relativa a la aproximacin de las
legislaciones de los Estados miembros en materia de marcas DM.
European Free Trade Association (Asociacin Europea de Libre Comercio) EFTA.
General Agreement on Trade and Tariffs (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) GATT.
International Review of Industrial Property and Copyright Law IIC.
Ley de Patentes de Invencin y Modelos de Utilidad N 24.481, modificada por la Ley N 24.572, t.o.
1996. LP.
Organizacin Mundial del Comercio OMC.
Organizacin Mundial de la Propiedad Intelectual OMPI.
Patent Cooperation Treaty (Tratado de Cooperacin en Materia de Patentes) PCT.
Propiedad Industrial o Intelectual PI.
Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor TODA.
Tratado de la OMPI sobre Interpretacin, Ejecucin y Fonogramas TOIEF.
Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas TJCE.
Unin Europea UE.
PRLOGO
El presente trabajo consta de una parte general, una especial y una dedicada a los regmenes legislativos,
culminando con mis conclusiones y una reflexin final personal.
En la parte general brindo una breve explicacin de las caractersticas de la propiedad intelectual desde
el punto de vista econmico y me refiero al denominado riesgo de compartimentacin de mercados. Lue-
go explico qu son las importaciones paralelas y cmo afectan al pblico consumidor, como puente para la
introduccin del agotamiento del derecho.
En la parte general me refiero adems al agotamiento del derecho en lo referido a marcas, patentes y
derecho de autor. Ello no implica que no podran producirse casos de agotamiento e importaciones paralelas
en torno a otros derechos de propiedad intelectual o industrial (que de hecho han tenido lugar),1 sino que
por razones de brevedad me referir a los mencionados derechos, donde el tema ha tenido mayor cabida.
En la seccin dedicada a los regmenes legislativos hago especial referencia a la UE, donde se han dictado
la mayor cantidad de sentencias sobre el tema debido a las propias caractersticas del mercado interno.
Excedera largamente el propsito de este trabajo tratar todas las sentencias dictadas por el TJCE en casos de
agotamiento, por lo que slo he tratado las que he considerado ms relevantes. Acto seguido, me refiero a la
forma en que ha sido recogido el agotamiento en el Acuerdo ADPIC y cmo debe interpretarse la falta de
una toma de posicin expresa (o si realmente debe interpretarse que el Acuerdo no adopt una posicin).
Finalmente me refiero al Pacto Andino, al Mercosur y a nuestro pas.
En las conclusiones explico por qu considero que es preferible el agotamiento internacional y, a ttulo de
cierre, he incluido una reflexin final personal.
A lo largo del presente trabajo utilizar la expresin PI abarcando tanto la propiedad industrial como
la intelectual haciendo especfica referencia a la propiedad industrial o derechos de autor cuando sea
necesario. Adems, en muchas partes del presente trabajo hago referencia a productos o productos pro-
tegidos por derechos de PI abarcando productos protegidos por marcas, patentes y derechos de autor. Si
bien sera ms correcto en el caso de los derechos de autor hacer referencia a obras en vez de productos,
he elegido esta ltima expresin genrica para evitar agotar al lector (valga la redundancia en el contexto
de este trabajo) con explicaciones demasiado largas. En los casos en que hago referencia exclusivamente al
derecho de autor utilizo la palabra obras.
Algunas de las fuentes utilizadas en el presente trabajo hacen referencia al copyright, que he traducido
como derecho de autor, lo cual no implica desconocer las diferencias entre ambos conceptos.2
I. PARTE GENERAL
A) Introduccin. Caractersticas particulares de la PI
Los bienes protegidos por derechos de PI tienen dos caractersticas que los diferencian de los bienes
materiales: las caractersticas de bien pblico y de no exclusin.
La caracterstica de bien pblico significa que los bienes protegidos por derechos de PI pueden ser usa-
dos por varios consumidores sin disminuir el goce de los dems. La no exclusin significa que los bienes que
nos ocupan pueden ser fcilmente copiados y que el costo de produccin de unidades adicionales puede
llegar a ser bastante bajo; por ello, existe un riesgo de free riding3 y piratera con la posible consecuencia de
que estas dificultades causen una falta de inters en desarrollar bienes susceptibles de ser protegidos por
derechos de PI.4
1
De todas formas, no se me ocurre ningn caso de agotamiento en torno a nombres de dominio. Este podra ser el nico supuesto donde
no se presentara un caso de agotamiento e importaciones paralelas, probablemente debido a que en el mbito de los nombres de
dominio no existen bienes tangibles. Considero que en los casos en que un nombre de dominio sea puesto en un producto, estaramos
ante un uso a ttulo de marca.
2
Ver en tal sentido Lipszyc, Delia; Derecho de Autor y Derechos Conexos; Ediciones UNESCO / CERLALC / ZAVALIA; 1993; pg. 39 y ss.
3
Se dice que los importadores paralelos terminan montndose (free riding) sobre los esfuerzos de publicidad y comercializacin de la
denominada red oficial del titular del derecho de PI y, como consecuencia, puede ocurrir que determinadas empresas no acepten
suministrar a los mercados donde rige el llamado agotamiento internacional (concepto explicado ms adelante), por lo que se sugie-
re que ste puede terminar desalentando las inversiones extranjeras. V. Jarry, Allan; International Exhaustion of Patent Rights in
Chile; Edicin por el 40 aniversario del Estudio Barbat & Cikato; Montevideo, Uruguay; 2002.
4
Vautier, Kerrin M; Economic Considerations on Parallel Imports Chapter 1 en Parallel Imports in Asia; Ed. Christopher Heath;
Max Planck Institute for Foreign and International Patent, Copyright and Competition Law; Kluwer Law International; 2004; pg. 2.
Las caractersticas anteriormente mencionadas tienen que ver con la actual relacin que se establece
entre los derechos de PI y el comercio, resultado de la convergencia entre las teoras de Adam Smith y
Schumpeter.5
Al primero de ellos, debemos el conocido principio de la mano invisible, segn el cual el mercado,
puesto a actuar sin restricciones, gobierna por s mismo las relaciones entre oferentes y demandantes; al
principio de la mano invisible subyace la idea de que toda interferencia ajena al mercado va a impedir una
ptima distribucin de los recursos. Asimismo, Smith formul el conocido principio de la especializacin del
trabajo: a mayor especializacin, es posible alcanzar mayores habilidades y procesos de produccin ms
especializados.6 La teora de Adam Smith supone un estado de competencia perfecta, es decir, un mercado
compuesto de productores y consumidores de tamao similar, ninguno de los cuales puede ejercer una
influencia predominante, y fue cuestionada y enriquecida por los aportes de Schumpeter, quien sostuvo que
en realidad la innovacin si bien es ayudada por la especializacin del trabajo tiene lugar gracias a la
existencia de grandes corporaciones que concentran grandes recursos y gracias a las cuales dicha innovacin
tiene lugar. Asimismo, Schumpeter propuso que el motor del crecimiento estaba dado, no por la mayor
disponibilidad de factores de produccin como ms extensin de tierras o aumento poblacional sino por
el avance tecnolgico. Finalmente, de acuerdo con la teora Schumpeteriana, las economas capitalistas avan-
zan gracias a un proceso de destruccin creativa mediante el cual los viejos productos y procesos son
reemplazados por los nuevos.7
En funcin de lo anterior, podemos decir que el sustento actual de los derechos de PI est fundamentado
en la idea Schumpeteriana de la existencia de monopolios que gracias a la concentracin de recursos permi-
ten la innovacin y creatividad, combinada con los beneficios de la competencia segn fuera defendida por
Adam Smith.8 En trminos econmicos, podemos afirmar que el reconocimiento de derechos de PI implica
una compensacin entre ineficiencia y eficiencia: permitiendo cierta ineficiencia a corto plazo a raz de la
menor competencia que resulta de la existencia de derechos de PI, la eficiencia y crecimiento a largo plazo de
una economa se vern realzados a travs de nuevas inversiones en creatividad e innovacin, lo cual traer
aparejado bienes y servicios de menor precio y mayor calidad.9
De acuerdo con Abbott, son diferentes los fundamentos para la proteccin de cada derecho de PI. La
concesin de una patente est justificada principalmente por una expectativa de promover la innovacin,
estimulando de esta forma el crecimiento econmico y el bienestar social. El derecho de autor tiene como
propsito fundamental suministrar apoyo econmico y moral a los artistas y, a travs de sus esfuerzos,
mejorar al ser humano. La proteccin marcaria tiene como propsito proteger los intereses de los consumi-
dores asegurndoles una identificacin precisa del origen de los productos y tambin puede tener como
funcin proteger las inversiones en goodwill de los productores.10
5
Barfield, Claude E. Groombridge, Mark A., The Economic Case for Copyright Owner Control over Parallel Imports; The Journal of
World Intellectual Property; vol. 1; noviembre de 1998; N 6; Werner Publishing Company Ltd.; pg. 911.
6
Las ventajas de la especializacin del trabajo son obvias: si, por ejemplo, cada uno de nosotros tuviera que ser productor de todo lo que
consume tendramos que dedicar el da a fabricar gran cantidad de bienes y prestarnos diversos servicios, sin poder alcanzar gran
especializacin ni eficiencia en ningn mbito. Si optamos por la especializacin del trabajo, slo nos concentramos en un aspecto
como actividad principal, recurriendo al mercado para adquirir los dems productos y servicios que necesitamos. La especializacin
permite alcanzar un siempre creciente grado de perfeccionamiento. A esta altura del sistema capitalista, las ventajas de la especializa-
cin son incuestionables y forman la base misma del sistema.
7
Barfield, Claude E. Groombridge, Mark A., ob. cit.; pg. 911.
8
Id.; pg. 912.
9
Id.; pg. 912.
10
Abbott, Frederick M; First Report (Final) to the Committee on International Trade Law of the International Law Association on the
Subject of Parallel Importation; Journal of International Economic Law; vol. 1, N 4; diciembre de1998; pg. 612.
Dado que el titular de un derecho de PI es el nico que puede en l o los territorios que abarca su
derecho, explotar o autorizar a terceros a que exploten su derecho de PI, existe el peligro de que
compartimente los mercados en los que goza de derechos exclusivos fijando precios excesivos para los
productos protegidos.
El peligro mencionado fue advertido hace ms de un siglo en Alemania desarrollndose la doctrina del
agotamiento, en virtud de la cual una vez que el titular de un derecho de PI ha obtenido provecho por la
primera venta de su producto protegido por s o por un tercero autorizado a su comercializacin su
derecho se agota no pudiendo obstaculizar la futura comercializacin del producto.11 En otras palabras,
cuando el producto protegido, en virtud de su puesta lcita en el comercio por el titular del derecho o por un
tercero autorizado a su comercializacin ha salido de la rbita del titular, no hay nada que ste pueda hacer
para obstaculizar las posteriores ventas de dicho producto protegido (siempre que stas sean lcitas). En
forma concordante se ha expresado que El Agotamiento significa que todos los derechos de propiedad
intelectual sobre el producto quedan agotados por la primera comercializacin de ste con el consentimiento
del fabricante. En este sentido, el fabricante original pierde control sobre el producto en tanto no puede
controlar su ulterior distribucin y comercializacin, y por tanto no puede atar a los licenciatarios y fijar
precios minoristas mediante la fragmentacin geogrfica de mercados.12 Segn Abbott, propugnar la au-
sencia del agotamiento implica una importante pretensin de los titulares de los derechos de PI: que el valor
de proteger la PI a nivel nacional y regional excede el valor de la liberalizacin del comercio entre naciones
y regiones.13
11
Segn Moncayo, ya en el ao 1902 la Corte Suprema Alemana brind la siguiente definicin del agotamiento: El efecto de una patente
reside en el hecho de que domsticamente nadie excepto el titular de la patente (y las personas por l autorizadas) puede fabricar el
producto o ponerlo en el comercio. Con ello, sin embargo, el efecto de la patente ha sido agotado. Si el titular de la patente fabrica el
producto y lo coloca en el mercado dentro de su derecho a proscribir la competencia de terceros, ste ya ha gozado de las ventajas que
una patente le otorga extinguiendo as sus derechos. Una patente no le otorga a su titular el derecho a prescribir las condiciones bajo las
cuales el comercio entre sus productores tendr lugar; en Derecho de Patentes, El Nuevo Rgimen Legal de las Invenciones y los
Modelos de Utilidad; Ediciones Ciudad Argentina, 1996; Coordinador: Carlos Correa; Captulo III: El Nuevo Rgimen de Patentes de
Invencin: Extensin y Lmites a los Derechos, Moncayo von Hase, Andrs; pgs. 143/4.
12
Stamatoudi, Irini A. y Torremans, Paul L.C.; International Exhaustion in the European Union in the Light of Zino Davidoff: Contract
versus Trade Mark Law?; International Review of Industrial Property and Copyright Law (IIC); vol. 31 N 2/2000; pg. 136.
13
Abbott, Frederick M.; Second Report (Final) to the Committtee on International Trade Law of the International Law Association on the
Subject of the Exhaustion of Intellectual Property Rights and Parallel Importation; presentado en Londres en julio de 2000 durante la
69na. Conferencia de la Asociacin de Derecho Internacional; pg. 13.
14
Barfield, Claude E. Groombridge, Mark A.; ob. cit.; pgs. 907/8.
baja en los pases donde el plazo de proteccin expir); (2) diferencias de cambio o en las tasas de inflacin,
de forma tal que los precios de determinados mercados nacionales no alcanzan el nivel del mercado interna-
cional; (3) diferencias de precios atribuibles a regulaciones nacionales que mantienen controlados los precios
de un determinado producto en diferentes niveles; (4) diferencias en gustos e ingresos per capita a nivel
nacional, que se reflejan en diferencias de oferta y demanda a travs de las fronteras; (5) diferentes estrate-
gias de comercializacin y venta de los titulares de derechos de PI y variaciones en los volmenes de venta
en los diferentes mercados; (6) el descuento o donacin de un nmero sustancial de productos destinados a
pases en vas de desarrollo a travs de acuerdos con los gobiernos de dichos pases, organismos de la Orga-
nizacin de Naciones Unidas como la Organizacin Mundial de la Salud u organizaciones privadas de
caridad; y (7) diferencias en sistemas regulatorios, de responsabilidad por la fabricacin de productos y en
los sistemas impositivos.15
Tambin podemos decir que las importaciones paralelas se ven estimuladas por las condiciones de de-
manda. La demanda puede ser elstica (cuando las variaciones de precios afectan la demanda de un deter-
minado producto) o inelstica (cuando las variaciones de precios no afectan la demanda de un determinado
producto). En la realidad, es difcil que se verifiquen condiciones de demanda perfectamente elstica o
inelstica; es decir, la demanda de todos los productos vara en mayor o menor grado de acuerdo con los
precios. Obviamente, los titulares de derechos de PI tienden a aprovechar estas variaciones de precios entre
los diferentes mercados a fin de maximizar sus beneficios y, por ello, tienen inters en segmentar mercados
y promover las restricciones gubernamentales a las importaciones paralelas.16
Cabe preguntarse si corresponde establecer una diferenciacin entre productos de demanda elstica o
inelstica a los fines de las importaciones paralelas. En otras palabras, Puede ocurrir que los productos de
demanda inelstica sean importados en forma paralela con ms frecuencia? o, por el contrario, Puede ocu-
rrir lo propio con productos de demanda elstica? En mi opinin, no cabe establecer una distincin en este
sentido ya que los medicamentos (un ejemplo de producto de demanda inelstica ya que en muchos casos
son esenciales para la salud humana) son muy frecuentemente objeto de importaciones paralelas, mientras
que un producto de lujo como los perfumes (que ya calificamos como de demanda elstica; v. nota al pie N
17) puede asimismo ser objeto de importaciones paralelas si los precios entre diferentes mercados varan en
forma sustancial. En otras palabras, el concepto de elasticidad de demanda puede ser til para explicar las
condiciones que dan pie a las importaciones paralelas, pero no permite clasificar el tipo de producto suscep-
tible de ser importado de tal forma.
Los titulares de derechos de PI van a tender a cobrar precios ms altos en los mercados donde la deman-
da es relativamente inelstica, y precios ms bajos donde la demanda es relativamente elstica.17
Podemos resumir las dos posiciones bsicas que existen en torno al agotamiento y las importaciones
paralelas de la siguiente forma:
Por un lado, estn quienes opinan que las importaciones paralelas deben ser admitidas. La contracara
de esta posicin es que el agotamiento del derecho debe ser internacional. De acuerdo con esta postura, si las
importaciones paralelas se restringen es decir, si se considera que el derecho no se agota internacionalmente
los titulares de derechos de PI tendrn la posibilidad de controlar la comercializacin de sus productos
protegidos ms all de la primera venta. En otras palabras, un escenario donde las importaciones paralelas
se encuentran prohibidas permite al titular extender su derecho a la distribucin de los productos, sin limi-
tarse simplemente a ir contra quienes fabrican o comercializan productos falsificados. Lo anterior trae como
resultado que los titulares de derechos de PI compartimenten los diferentes mercados nacionales cobran-
do en cada mercado el mximo precio posible por el mismo producto, que muchas veces excede largamente
el precio que sera suficiente para que el titular obtenga una ganancia. Los defensores de esta postura consi-
deran que dichas diferencias de precio slo se explican en funcin de un deseo de los titulares de derechos de
obtener rentas desmedidas y que los gobiernos deben permitir que los precios internacionales alcancen un
equilibrio gracias a las importaciones paralelas provenientes de mercados de precios inferiores a mercados
de precios superiores beneficiando al mismo tiempo a los consumidores. Al mismo tiempo, se beneficiara
15
Bale, Harvey E., Jr.; The Conflicts between Parallel Trade and Product Access and Innovation: The Case of Pharmaceuticals; Journal
of International Economic Law; 1998; Oxford University Press; pg. 639. En el punto 5, Bale se refiere en realidad a las diferentes
estrategias de comercializacin y venta de los titulares de patentes pero, en nuestra opinin, el razonamiento puede ser trasladado a
todas las categoras de derechos de PI.
16
Vautier, Kerrin M.; ob. cit.; pg. 3. Un ejemplo de demanda inelstica es la leche (como es un producto importante para la salud
humana, una variacin en el precio no modificar el consumo en forma significativa); un ejemplo de demanda elstica es el perfume (al
ser un producto cosmtico no esencial, una variacin en el precio seguramente modificar el consumo. Por ejemplo, si el precio de los
perfumes sube, los consumidores seguramente comprarn menos perfume o buscarn productos sustitutos).
17
Id.; pg. 3
a los pases subdesarrollados ya que al ser dichos pases donde por lo general se cobran precios ms bajos
stos podran exportar mayores volmenes a los pases desarrollados de productos que en los pases desa-
rrollados son cobrados a mucho mayor precio (es decir, productos idnticos son cobrados ms caros en
pases desarrollados que en pases subdesarrollados).
Por otro lado, estn quienes piensan que las importaciones paralelas deben ser prohibidas. La contracara
de esta posicin es que el agotamiento del derecho debe ser nacional (o en todo caso regional). Segn esta
visin, es necesario permitir a los titulares de derechos de PI que compartimenten mercados nacionales dado
que los diferentes precios cobrados en diferentes mercados por el mismo producto se deben a sendas dife-
rencias de costos laborales, impuestos y aranceles, por nombrar slo algunas. Esta postura defiende el dere-
cho de los titulares de PI de cobrar precios diferentes de acuerdo con los mercados dado que, se argumenta,
ello es esencial en muchos casos para recuperar las enormes sumas invertidas en la creacin de nuevos
productos. Se argumenta que si los titulares de derechos de PI no pueden cobrar precios diferenciados (obte-
niendo grandes ganancias en pases desarrollados y menores en pases en vas de desarrollo) ello ocasiona-
ra a la larga un desincentivo para la inversin en nuevas tecnologas, dado que las empresas multinaciona-
les no crearan nuevos productos porque no obtendran una adecuada recompensa. Al mismo tiempo, los
pases en vas de desarrollo se veran perjudicados porque las empresas multinacionales dejaran de abaste-
cerlos por temor a que productos de menor precio se cuelen hacia los pases desarrollados. Por otro lado,
segn esta visin, no es cierto que se cobren diferentes precios por el mismo producto, ya que al menos en
el caso de las marcas muchas veces un producto con la misma marca es adaptado para satisfacer los gustos
de cada mercado nacional (por ejemplo, el mismo chocolate puede fabricarse con mayor o menor contenido
de azcar dependiendo de los gustos de los consumidores de cada pas). En ese caso, si se importan en forma
paralela estos productos de la misma marca se defraudara al consumidor, quien esperara obtener una
determinada calidad por el producto, pero obtendra otra. Tambin se perjudicara al titular del derecho, ya
que el consumidor no elegira dicho producto en el futuro. Los defensores de esta posicin consideran ade-
ms que el agotamiento nacional deriva del principio de territorialidad de los derechos de PI. Es decir, si un
derecho sobre todo los de propiedad industrial se registra para cubrir un determinado territorio, de ello
resulta la facultad del titular de impedir que terceros importen sin su autorizacin productos provenientes
del extranjero.
En general, cuando se produce una importacin paralela es porque existen marcas o patentes mellizas,
es decir, marcas o patentes concedidas en el pas de exportacin y en el de importacin. En el caso de los
derechos de autor, el derecho es en general vlido y est vigente (no necesariamente registrado) tanto en el
pas de exportacin como en el de importacin. De todas formas, ocurre en ocasiones que la importacin
paralela se produce desde un pas donde la proteccin expir o donde no existe proteccin hacia un pas
donde la proteccin est vigente.18 Dicho de otro modo: la proteccin est vigente al menos en el pas de
importacin. En caso contrario, el problema no se planteara ya que el titular del derecho en el pas de
importacin no tendra fundamento para oponerse a la introduccin y comercializacin de sus productos.
Lo que subyace al debate sobre las importaciones paralelas es la pretensin de los titulares de derechos
de PI de extender el alcance de su derecho a la distribucin de los productos protegidos.
El comercio paralelo debe ser distinguido del trfico de mercancas falsificadas. Se dice que el permitir
las importaciones paralelas podra ocasionar un aumento de este tipo de comercio, pero tambin que la
piratera aumentara si las importaciones paralelas no se regulan. En respuesta a estos argumentos se ha
expresado que los lmites a las importaciones paralelas constituyen una respuesta poco efectiva al problema
de la piratera y que, por otro lado, los mismos importadores paralelos van a estar interesados en garantizar
que sus productos sean genuinos.19
Abbott cita asimismo las conclusiones de los economistas Maskus y Chen, quienes elaboraron un modelo
sobre las posibles implicancias de las importaciones paralelas, planteando que: (i) el alcance con el que el
comercio paralelo mejora el bienestar econmico puede depender de la importancia de los obstculos al
comercio vigentes entre pases importadores y exportadores; (ii) a medida que se reducen los obstculos al
comercio, aumentan los beneficios derivados del comercio paralelo; y (iii) el comercio paralelo puede reducir
el bienestar econmico si, y en la medida que, los productores desarrollan polticas estratgicas de precios
destinadas a eliminar dichas prcticas comerciales como, por ejemplo, aumentar sus precios en los pases de
18
Sera el caso, por ejemplo, de una importacin paralela de productos patentados hacia un pas donde la patente respectiva an est en
vigencia, desde un pas donde la proteccin expir.
19
Id.; pg. 10.
20
Abbott, Frederick M.; Second Report...; ob. cit.; pg. 11.
produccin, agregando adems que a los productores les resulta ms difcil desarrollar dichas estrategias en
mercados competitivos.20
Cabe aclarar que los defensores de las restricciones a las importaciones paralelas son asimismo defenso-
res de un fenmeno relacionado: la discriminacin de precios, que no es otra cosa que la contracara de las
importaciones paralelas; en otras palabras, si se defiende la restriccin de las importaciones paralelas, se
defiende asimismo la idea de diferentes precios en diferentes mercados.21 Adems, segn esta postura, los
productores deben estar facultados para cobrar precios diferentes de acuerdo con el mercado sin temor a que
el comercio paralelo afecte su estrategia de ventas; por otra parte, quienes se oponen a las importaciones
paralelas agregan que, si stas se prohiben, no cobrarn precios desmedidos por productos protegidos por
derechos de PI ya que de todos modos los productores enfrentarn en su mismo mercado la competencia de
otros fabricantes de productos idnticos o sustitutos, por lo que siempre existir un incentivo para reducir
los precios.22
Segn Abbott, no es cierto que la competencia inter empresaria logre mantener los precios en un nivel
aceptable dado que, cuando los productores estn protegidos de las importaciones paralelas, aumenta el
riesgo de estrategias anticompetitivas como la fijacin colusiva de precios.23 Al argumento de Abbott se
puede agregar que, particularmente en el caso de productos patentados, muchas veces no es posible encon-
trar productos sustitutos, por lo que en ese caso el productor tambin tendera a cobrar un precio por el
producto patentado que excedera lo que se cobrara en caso de permitirse las importaciones paralelas.
Abbott divide los argumentos de los titulares de marcas, patentes y derechos de autor para restringir las
importaciones paralelas.
Respecto de las marcas, el argumento es que las restricciones a las importaciones paralelas permiten la
segregacin de territorios de distribucin, lo cual posibilita a su vez la adopcin de estrategias de
comercializacin adecuadas al mercado, como por ejemplo: publicidad diferenciada, servicios pre y post
venta y diferenciacin de productos. Se supone que al darle la posibilidad a los productores de adoptar estas
estrategias diferenciadas se beneficia a los consumidores.24
Respecto de los derechos de autor, se argumenta que la discriminacin de precios es beneficiosa dado
que le permite a los consumidores en mercados ms pobres adquirir productos que de otra forma no podran
adquirir, permitiendo a su vez que los productores de obras protegidas maximicen sus ganancias en los
diferentes mercados regionales/nacionales, logrando de esta forma mayores ingresos a nivel global.25
Las patentes resultan ser el derecho de ms difcil anlisis porque se ha otorgado mayor valor a las
patentes que a las marcas y los derechos de autor debido a que aqullas se relacionan con el avance tecnol-
gico. Apoyndose en lo anterior, los titulares de derechos de patente expresan que debera tolerarse la discri-
minacin internacional de precios ya que la maximizacin de ingresos a su favor debera ser alentada an
sabiendo que pueden tener lugar obstculos al comercio. En otras palabras, los titulares de patentes son
conscientes de que al permitirse la discriminacin internacional de precios se distorsiona la asignacin in-
ternacional de recursos productivos, pero sostienen que dichas distorsiones deberan ser toleradas (o incluso
alentadas) debido al valor inherente de las invenciones.26
21
En la teora econmica se apoya la discriminacin de precios perfecta, es decir, aquellos casos en que un monopolista fija sus precios de
acuerdo con la demanda, haciendo coincidir el precio de un determinado producto con lo que el consumidor est dispuesto a pagar por
ste, de forma tal de maximizar el bienestar econmico y la produccin. El problema se presenta en aquellos casos, ms comunes en la
realidad, en que la discriminacin de precios no es perfecta. Vautier, Kerrin M; ob. cit.; pg. 3.
Un caso de discriminacin de precios imperfecta tendra lugar si el titular de un derecho de PI fija un precio demasiado alto para su
producto y al consumidor no le queda otra posibilidad que abonarlo ya que no existen productos sustitutos. En estos casos, cabe
suponer que no se maximiza el bienestar econmico.
22
Id.; pg. 18.
23
Id.; pg. 19.
24
Id.; pg. 20.
25
Id.; pg. 20
26
Id.; pg. 21.
renunciar a dichos servicios. Se supone que estos dos tipos de consumidores permiten que se establezca una
diferenciacin entre productos; as, estaran los productos comprados dentro de la red oficial a precio ms caro
(con la ventaja de poder as acceder a los servicios adicionales ofrecidos por el titular del derecho de PI) y los
comprados fuera de la red oficial (sin acceder a servicios adicionales, como los de pre y post venta). El bienestar
del consumidor aumentar o disminuir dependiendo de si valora o no dichos servicios o, en an en el caso de
que los valore, si est dispuesto a renunciar a ellos a cambio de un menor precio, siempre y cuando la informa-
cin provista por el importador paralelo al consumidor sea clara y no induzca a engao.27
Se argumenta por otro lado que al permitir el control sobre las importaciones paralelas y que slo los
distribuidores autorizados vendan un determinado producto, al titular de un derecho de autor le resultar
ms fcil controlar a sus distribuidores y licenciatarios a fin de garantizar que estn maximizando las ventas
a travs de agresivas estrategias de comercializacin y el suministro de servicios post venta.28
Cabe remarcar que la posibilidad de mayor control sobre los licenciatarios y distribuidores es una cues-
tin que hace a la estructura interna de comercializacin de la red oficial, y los mayores costos que resultan
de mantener dicha red de ninguna forma deberan ser trasladados al consumidor ya que ste al menos en
lo que al precio se refiere no se beneficia de la existencia de dicha red. Desde ya que un determinado
consumidor puede desear pagar los mayores precios ofrecidos a travs de la red oficial a fin de poder acce-
der a aspectos tales como los servicios post venta (que en muchos casos, por ejemplo, respecto de productos
informticos, pueden ser muy tiles) pero debera ser el consumidor el que decida si quiere abonar los
mayores precios que implica comprar dentro de la red oficial y no decidir por l e imponerle los costos de
pertenecer a la red.
En este punto considero importante hacer una digresin, ya que siempre que se discute el bienestar del
consumidor frente a las importaciones paralelas se da por supuesto que ste debe elegir entre, por un lado,
comprar dentro de la red oficial abonando un mayor precio a cambio de servicios adicionales del fabricante
y, por el otro, comprar fuera de la red oficial a menor precio pero renunciando a dichos servicios adicionales.
Por mi parte, considero que no habra ningn obstculo en plantearse una hiptesis en la que el consumi-
dor pudiese acceder a lo mejor de los dos mundos: es decir, que pueda comprar a menor precio fuera de la
red oficial pudiendo recurrir al mismo tiempo a servicios pre y post venta o gozando de las garantas del
fabricante. Ello se podra lograr a travs de legislacin que, adems de permitir las importaciones paralelas,
obligue al distribuidor de la red oficial a otorgar servicios adicionales (o reconocer garantas) sin importar el
origen del producto.
Por ejemplo, un consumidor compra un producto protegido por un derecho de PI importado en forma
paralela desde el pas X (donde fue puesto en el comercio por el titular del derecho o con su consentimiento)
hacia el pas Y (donde se permiten las importaciones paralelas). El consumidor tiene un problema con el
producto comprado poco despus de adquirirlo (supongamos que se trate de un ordenador) y se dirige al
distribuidor autorizado en Y y ste, si bien reconoce que se trata de un producto genuino, al darse cuenta de
que el ordenador ingres en el pas en virtud de una importacin paralela rehsa prestar servicios post
venta. Siguiendo con el ejemplo, supongamos que incluso el titular del derecho ha puesto una etiqueta en el
envoltorio externo del ordenador diciendo que los servicios post venta slo sern prestados en el pas X.
No obstante lo anterior, supongamos que el pas Y ha adoptado legislacin como la mencionada ms
arriba, es decir, adems de permitir las importaciones paralelas no permite que los distribuidores autoriza-
dos de productos protegidos por derechos de PI se nieguen a prestar servicios pre y post venta. Podramos
agregar adems que el pas X ha sancionado dicha legislacin (a la que se ha dado el carcter de norma de
orden pblico, lo que implica que no puede ser derogada por las partes) ya que considera que los consumi-
dores estarn en mejor posicin pudiendo comprar productos de los importadores paralelos a menor precio
y accediendo adems a los servicios adicionales de la red oficial.
Considero que, desde el punto de vista de la proteccin de la PI, nada impedira que exista una situacin
como la anterior. El titular del derecho tendra tambin en este caso asegurada una recompensa por su
derecho de PI. Sin perjuicio de lo antedicho, pienso que el ejemplo anterior si bien puede ser interesante
desde el punto de vista terico constituira una limitacin demasiado amplia para los titulares de derechos
de PI ya que si, adems de la importacin paralela, se les impone la obligacin de tener que reconocer
productos no pertenecientes a la red oficial se inclina la balanza excesivamente en favor del consumidor (si
partimos del supuesto de que las importaciones paralelas lo benefician) sin tener en cuenta los intereses de
los titulares de derechos de PI.
27
Vautier, Kerrin; ob. cit.; pg. 5.
28
Id.; pg. 921.
29
El art. 16 del Cdigo Civil Argentino dispone: Si una cuestin civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni por el espritu de la ley,
se atender a los principios de leyes anlogas; y si an la cuestin fuere dudosa, se resolver por los principios generales del derecho,
teniendo en consideracin las circunstancias del caso.
30
Heath, Christopher; Legal Concepts of Exhaustion and Parallel Imports Chapter 2 en Parallel Imports in Asia; Ed. Christopher
Heath; ob. cit.; pg. 14.
31
Conde Gallego, Beatriz, The Principle of Exhaustion of Rights and its Implications for Competition Law, IIC; vol. 34; N 5/2003; pg.
495. Considero que el caso citado podra darse con mayor probabilidad respecto de la proteccin por patente de los productos farma-
cuticos, que determinados pases de los cuales el ms importante es la India an no contemplan.
Este enfoque podra presentar un problema en aquellos casos en que existan derechos superpuestos de PI
sobre un mismo objeto de proteccin. Por ejemplo, muchos productos protegidos como marca pueden tener
proteccin bajo el derecho de autor, como patente y como diseo (podra ser una computadora, cuya marca
est registrada, que incluye una marca sonora cuando la computadora se enciende, con un avance tcnico
protegido por patente, siendo su carcaza protegida como diseo). Si bien el ejemplo anterior sera inusual, es
cierto que ms de una vez se superponen sobre un mismo producto diversos derechos de PI, por lo que no
siempre resultara fcil sostener un tipo de agotamiento diferenciado.32
Segn Abbott, los consumidores de los pases en vas de desarrollo podran ser provistos de productos
protegidos por derechos de PI pero de menor precio a travs de la diferenciacin de productos. Por
ejemplo, los fabricantes de automviles pueden desarrollar versiones de menor precio para los mercados de
pases en vas de desarrollo ya que dichos productos no son necesariamente atractivos para compradores
ubicados en pases desarrollados.33 Lo anterior podra resolver en algunos casos la cuestin de las importa-
ciones paralelas sin adoptar una medida expresa de restriccin de stas.
32
Ver en el mismo sentido Heath, Christopher; Legal Concepts of Exhaustion and Parallel Imports; ob. cit.; pg. 22.
33
Abbott, Frederick, M.; First Report; ob. cit.; pg. 621.
34
De Las Heras Lorenzo, Toms El agotamiento del derecho de marca; Editorial Montecorvo, S.A.; Madrid, 1994; pgs. 27-28.
35
Id.; pgs. 29/31.
36
Id.; pgs. 31/32.
luego de que ste ha sido modificado, (iv) es vendida en relacin con productos defectuosos sin aclarar dicha
circunstancia, y (v) es suprimida por un intermediario en la cadena de comercializacin.37
Una cuestin que muchas veces sirve para descartar el agotamiento internacional es la relativa a las
diferencias en los productos. Ms de una vez, los productos son modificados para adaptarse al gusto de los
mercados nacionales. Por ejemplo, en el caso Colgate, se discuti la calidad de dentfricos fabricados para el
Reino Unido (con contenido de fluoruro) y Brasil (con conservantes pero sin fluoruro). Colgate se opuso a la
importacin paralela del dentfrico desde Brasil, y el tribunal interviniente justific la oposicin sobre la base
de la diferente calidad de los productos, la cual poda resultar en un engao al pblico consumidor.38 En el
caso Castrol se discuti la importacin paralela de aceite para automotores al Reino Unido, el cual haba sido
originariamente fabricado para su venta en Canad. Se justific la oposicin de Castrol a la venta del pro-
ducto en el Reino Unido ya que el aceite fabricado para ambos pases era distinto, a raz de diferencias
climticas.39 Se sostiene que esta situacin puede remediarse indicando el primer lugar de comercializacin
del producto de forma tal que el pblico pueda estar informado de las posibles diferencias.40
Finalmente, se argumenta respecto de las marcas aunque el razonamiento tambin puede ser aplicado
a las patentes y a los derechos de autor que no queda agotado el derecho cuando un licenciatario produce
ms unidades del producto que las autorizadas por contrato. En ese caso, estamos ante productos falsifica-
dos o, ms precisamente, productos que en su origen fueron autnticos pero que ya no lo son ms por no
contar con autorizacin del titular.41
37
Aracama Zorraqun, Ernesto; El Agotamiento de los Derechos de Marca y las Importaciones Paralelas; Temas de Derecho Industrial
y de la Competencia; N 3; Derecho de Marcas; Ed. Ciudad Argentina; Buenos Aires, 1999; pg. 15.
38
Norman, Helen Parallel Imports from Non-EEA Member States: The Vision Remains Unclear; European Intellectual Property Review,
2000; Issue 4; Sweet & Maxwell Limited; pg. 160.
39
Id.; pg. 160.
40
Stamatoudi-Torremans; ob. cit; pg. 138. En 1999, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos adopt las reglas Lever (as
llamadas porque surgieron a raz del caso Lever Bros.), que permiten bloquear las importaciones paralelas de productos protegidos
por marca cuando sean sustancialmente diferentes de aquellos productos que ostenten la misma marca en los Estados Unidos, a menos
que el importador coloque una clara notificacin (que deber permanecer sobre los productos hasta el primer punto de venta minorista
en los Estados Unidos) expresando El presente producto no est autorizado para su importacin por el titular de la marca en los
Estados Unidos y es fsica y sustancialmente diferente del producto autorizado. La etiqueta debe encontrarse prxima a la marca en la
parte ms visible sobre el producto, o sobre el envasado utilizado en la venta de aqul. Cumplidas las anteriores condiciones, dichos
productos pueden ser importados en forma paralela. Cit. en Abbott, Frederick M.; Second Report; ob. cit; pg. 9.
41
Heath, Christopher; Legal Concepts of Exhaustion and Parallel Imports; ob. cit.; pg. 18.
42
The Economic Consequences of the Choice of Regime of Exhaustion in the Area of Trademarks; Executive Summary; Final Report for
DG XV of the European Commission; Prepared by NERA, SJ Berwin & Co. and IFF Research; 8 de febrero de 1999, Londres. El informe
fue encargado por la Comisin Europea para analizar los posibles efectos de adoptar el agotamiento internacional en la UE respecto de
productos protegidos por marca.
43
Ello se debe a que si hubiera agotamiento internacional en la UE y una firma de la mencionada regin vendiera sus productos fuera del
espacio econmico europeo a precios ms bajos, el producto en cuestin probablemente ingresara en forma paralela a la UE sin que el
titular de la marca pudiera impedirlo ya que su derecho se habra agotado. La contracara de esta situacin es que las empresas provenien-
tes de fuera de la UE no podran vender sus productos a un precio ms alto en el mercado comn. Por ejemplo, si dichas empresas
desearan utilizar a licenciatarios de la UE veran que sus productos vendidos en mercados de precio inferior ingresaran al espacio
econmico europeo sin que pudieran impedirlo (debido al agotamiento internacional). Ob. cit.; The Economic Consequences....; pg. 6.
se retirasen de mercados ubicados fuera de la UE los precios podran aumentar dado que no sera posible
distribuir los costos fijos sobre un importante volumen de ventas.
Los argumentos antes expuestos intentan demostrar que es beneficioso ampliar el mbito de derechos a
favor de los titulares de marcas para que stos puedan ejercer discriminacin de precios en los distintos
mercados en los que operan ya que ello a la larga va a traer ms ganancias y, por ende, mayores incentivos
para la inversin en materia de marcas.44
Otro argumento a favor de una concepcin restringida es que las importaciones paralelas pueden traer
como consecuencia que sea difcil hacer cumplir estndares tcnicos o de seguridad dentro de la UE ocasio-
nando as un riesgo a los consumidores.45
Los defensores de una concepcin restringida sealan adems que las economas modernas dependen
en gran medida de la fabricacin de productos que conllevan un alto contenido de PI. Por lo tanto, cuanto
mayor es la proteccin a los titulares de derechos por ejemplo, a travs del agotamiento nacional mayor
es el progreso que las economas de la UE pueden alcanzar.46
Finalmente, la postura que comentamos considera que el no poner un freno a las importaciones paralelas
de productos protegidos con marca puede impedir la deteccin y prevencin del comercio de mercancas
falsificadas, lo cual perjudica a los consumidores ya que se les ofrecen productos de calidad inferior y a
los titulares de derechos, porque la existencia de mercadera falsificada hace que stos pierdan ventas.47
En contraposicin con lo anterior, el informe de NERA tambin cita la postura de los defensores de una
concepcin amplia, quienes consideran que el agotamiento internacional traer aparejado menores precios.
Ello se debe a que el titular de un derecho de marca cuyas facultades se agotan con la primera venta autori-
zada no puede controlar la posterior cadena de comercializacin, por lo que los importadores paralelos se
ven alentados a ofrecer precios ms bajos que los de la red oficial a fin de poder insertarse en un determinado
mercado.
Los defensores del agotamiento internacional consideran que el agotamiento nacional permite que los
titulares de derechos efecten discriminacin de precios ejerciendo facultades monoplicas, las cuales no se
condicen con el derecho marcario, cuyo objeto es principalmente la proteccin de los consumidores y no la
concesin de facultades exorbitantes a los titulares. Por otro lado, los defensores de una concepcin amplia
argumentan que el agotamiento internacional se condice con las tendencias actuales de liberalizacin del
comercio y que, por ejemplo, en el mbito de Internet, ser cada vez ms difcil evitar que existan importacio-
nes paralelas personales.48
En relacin con el argumento de que el agotamiento internacional implicara una desproteccin de los
consumidores, los defensores de esta postura consideran que los importadores paralelos van a tener los
mismos incentivos para ofrecer buenos productos a sus compradores que los componentes de las redes
oficiales de comercializacin, aunque ms no sea para proteger su reputacin frente a stos. Al mismo tiem-
po, se argumenta a favor de una concepcin amplia que los consumidores pueden desear renunciar a ciertos
beneficios que les brinda la red oficial (como servicios post-venta) a cambio de menores precios, en vez de
verse obligados a comprar los productos a una determinada combinacin de precio y servicio. Asimismo, y
respecto del temor expresado por los defensores de una concepcin restringida en el sentido de que el ago-
tamiento internacional puede ocasionar la falta de observancia de estndares tcnicos y/o de seguridad
respecto de determinados productos, se argumenta que dichos estndares van a operar en muchos casos
como barreras a la importacin paralela, en vez de ser protecciones que se pondrn en riesgo por la existen-
cia de un agotamiento internacional.49
Segn el informe, a los fines de identificar los efectos del rgimen de agotamiento deben distinguirse dos
casos: (i) adopcin unilateral del rgimen de agotamiento y (ii) adopcin bilateral.
En el caso (i), se supone que la UE adoptara un rgimen de agotamiento internacional sin importar el
rgimen adoptado por otros pases. El informe concluye que en este escenario aumentaran las importacio-
nes paralelas pero no se vera afectado el volumen de exportaciones paralelas. El caso (ii) supone que se
agotaran los derechos slo respecto de productos importados de Japn y los Estados Unidos, lo cual ira
unido a acuerdos bilaterales cuyo propsito sera incrementar las exportaciones paralelas a dichos pases.
44
Id.; pg. 6.
45
Id.; pg.7.
46
Id.; pg. 7.
47
Id.; pg. 7.
48
Id.; pgs. 7/8. Sera el caso de un consumidor individual que advierta por Internet que en el extranjero un determinado producto es
ms barato que en su pas de origen y, por lo tanto, efectu la correspondiente importacin al margen de la red oficial.
49
Id.; pg. 8.
Se supone que, en el caso (i) (agotamiento internacional) los productos importados en forma paralela
provendran en su mayora de pases del sudeste asitico y de los Estados Unidos. La posibilidad de expor-
taciones paralelas hacia dichos pases se vera reducida dado que all los precios son ms bajos.
En el caso (ii), (agotamiento internacional restringido), las importaciones paralelas vendran principal-
mente de los Estados Unidos. Por otro lado, y considerando que las exportaciones paralelas no tenderan en
general a representar volmenes importantes, el informe concluye que un supuesto de agotamiento interna-
cional en forma multilateral probablemente tendra efectos similares a los del caso (i) (es decir, ms importa-
ciones paralelas que exportaciones paralelas).50
Abbott ha criticado el informe de NERA expresando que si bien resulta de inters el intento de cuantificar
las importaciones paralelas en el mbito de la UE, la metodologa del informe plantea significativos
interrogantes a la hora de analizar su utilidad como instrumento de poltica pblica. Ello se debe a que gran
parte del anlisis econmico incluido en el informe est solamente basado en resultados de encuestas lleva-
das a cabo entre diversos grupos de inters. Entre los que respondieron, se reconoce que la informacin
econmica suministrada es en gran parte estimativa. Por otra parte, los datos sobre precios fueron tomados
de fuentes secundarias que son muy generales como para suministrar una base concreta para el anlisis y se
llega a las conclusiones sobre el impacto de las importaciones paralelas sobre la base de las respuestas brin-
dadas a las encuestas. Abbott considera particularmente preocupante que el informe de NERA sugiera la
posibilidad de efectos adversos para los consumidores, aunque sin suministrar datos empricos para apoyar
dicha conclusin.51
50
Id.; pg. 25. Cabe tener en cuenta que este informe fue elaborado antes de la ampliacin de la UE. Por lo tanto, es vlido preguntarnos
si hoy en da, considerando que en muchos de los nuevos pases miembros de la UE los precios son en promedio bastante ms bajos
que en los viejos pases, las exportaciones paralelas igualmente seran bajas como concluye el informe.
51
Abbott, Frederick M.; Second Report; ob. cit.; pg. 10.
52
Heath, Christopher; Parallel Imports and International Trade; IIC; vol. 28; N 5; 1997; pg. 627.
53
En ingls first sale, que sera el equivalente estadounidense del agotamiento. V. Abbott, Frederick M.; First Report; ob. cit.; vol. 1,
N 4; December 1998; pg. 614.
54
Lilley, Richard H., Jr.; Parallel Imports: Are Remedies under Patent Law Appropriate?; AIPPI Journal (AIPPI JAPAN); vol. 23; N 4;
1998; pgs. 132/134.
Investment Incentive Theory (o teora del incentivo a la inversin). Para esta teora, la concesin de una
patente constituye un incentivo para invertir recursos en innovaciones tecnolgicas, a raz de la minimizacin
sino la eliminacin de la competencia de terceros. Conforme a esta teora, las importaciones paralelas
disminuiran el estmulo para invertir.
Reward Theory (o teora de la recompensa). Esta teora ve la concesin de la patente como una facultad
de excluir a terceros a ttulo de recompensa por la innovacin tecnolgica. Al igual que los defensores de la
teora del incentivo a la inversin, quienes sostienen esta postura consideran que las importaciones paralelas
al posibilitar que existan competidores disminuyen la posibilidad de recompensa.
The Social Welfare Theory (o teora del bienestar social). De acuerdo con esta teora, las patentes se
conceden a fin de promover a travs de la proteccin de las innovaciones tecnolgicas una mayor canti-
dad de empleos, mejores condiciones de vida y una mayor oferta de bienes. Desde esta ptica, las importa-
ciones paralelas deberan ser admitidas dado que permiten una mayor oferta y diferenciacin de productos.
The Monopoly Theory (o teora del monopolio). Esta teora explica que las patentes son monopolios
legales. Si se acepta esta premisa, la disponibilidad de productos importados en forma paralela actuara para
frenar dicho monopolio. En otras palabras, si el titular de la patente en ejercicio de su monopolio cobra
precios desmedidos, las importaciones paralelas podran paliar la situacin.
Rent Seeking Theory (o teora de la procuracin de rentas). Conforme a esta teora, el sistema de patentes
procura rentas, que son alcanzadas cuando los ingresos exceden el costo de la inversin realizada para
obtener y utilizar la patente. Dicho de otro modo, el sistema provee un incentivo para maximizar renta. Al
permitir una mayor oferta de productos, las importaciones paralelas haran disminuir las posibles rentas.
Desde esta ptica, las importaciones paralelas seran positivas ya que minimizaran la tendencia de los
titulares de patentes de intentar obtener excesivas rentas.
Rent Dissipation (incorrecta asignacin de rentas). Esta teora explica que los beneficios que la sociedad
puede obtener de la innovacin tecnolgica pueden ser incorrectamente asignados cuando existen activida-
des de investigacin superpuestas, por lo que los recursos pueden ser mejor aprovechados cuando se asig-
nan a diversas actividades de investigacin. Si bien los productos introducidos a travs de importaciones
paralelas no estn directamente relacionados con los recursos destinados a la investigacin, se argumenta
que una poltica que permitiese las importaciones paralelas dara a entender a quienes deseen invertir en
innovacin tecnolgica que podran verse reducidas las posibles rentas resultantes de nuevas actividades de
investigacin. Ello llevara a que se invierta en campos tecnolgicos ya existentes, lo cual a su vez ocasiona-
ra que los recursos se asignen de manera incorrecta, es decir, en actividades de investigacin y desarrollo
redundantes. Segn esta teora, las importaciones paralelas funcionaran como una seal negativa para los
potenciales inversores, quienes elegiran no incursionar en nuevos campos de la tecnologa por temor a no
obtener rentas suficientes.
55
Bale, Harvey E, Jr.; The Conflicts between Parallel Trade and Product Access and Innovation: The Case of Pharmaceuticals; Journal of
International Economic Law; vol. 1, N 4; diciembre de 1998; pg. 642.
Se argumenta que los titulares de patentes sobre productos farmacuticos pueden contribuir al bienestar
de un pas en vas de desarrollo en un escenario en el que se prohiban las importaciones paralelas ya que, al
no existir el temor de reexportacin de productos farmacuticos de bajo precio a mercados de alto precio, los
productores no dejaran de suministrar productos farmacuticos a los pases en vas de desarrollo.
La crtica de Abbott es que esta visin no considera los efectos de un sistema de discriminacin de precios
en la asignacin internacional de recursos, ya que si los productores de los pases desarrollados no se ven
presionados a ser ms eficientes como resultado de la competencia en los precios, ello ocasionara una distor-
sin en la eficiente asignacin de recursos en dichos pases. Por otro lado, si los productores o licenciatarios
de los pases en vas de desarrollo se ven limitados en sus ganancias, ello limitara futuras inversiones.
Adems, si los resultados esperados de las inversiones en pases en vas de desarrollo son escasos, ello
ocasionar que estos pases continen dependiendo de importaciones de productos de alto valor agregado
provenientes de pases industrializados.56
Segn Abbott, si una empresa farmacutica de un pas desarrollado no provee un importante producto
farmacutico a un pas en vas de desarrollo independientemente de si el producto est o no all patentado
puede estar justificado que el gobierno del pas en vas de desarrollo otorgue una licencia obligatoria a un
productor local a fin de satisfacer la demanda del mercado correspondiente.57 Abbott expresa adems que
las empresas farmacuticas que donen o suministren medicamentos a bajo precio a pases en vas de desarro-
llo podran celebrar acuerdos con los gobiernos de dichos pases que prevean que los productos obtenidos
por dichos canales no pueden ser exportados por razones de salud pblica. Las mencionadas restricciones
podran basarse en el principio de proteccin de la salud pblica recogido en el art. 8.1 del Acuerdo ADPIC
y en el artculo XX(d) del GATT, que permite restricciones a las exportaciones. Dicho de otro modo, Abbott
sostiene que el caso de los productos farmacuticos no justifica por s solo la adopcin de restricciones a las
importaciones paralelas.58
Bale seala un problema referido al plazo de duracin de las patentes farmacuticas. Como se sabe, el
plazo de duracin de las patentes conforme al Acuerdo ADPIC es de 20 aos desde la presentacin de la
solicitud. Sin embargo, actualmente existe una tendencia a extender el plazo de duracin de las patentes
farmacuticas a fin de compensar a los titulares por el tiempo perdido por el desarrollo de la droga (ya que
muchas veces se patenta antes de conocer las posibilidades reales de la droga) y por los plazos correspon-
dientes a la aprobacin gubernamental. Lo anterior trae como resultado que el trmino efectivo de protec-
cin de la patente sea mucho menor a los 20 aos nominalmente establecidos en el Acuerdo ADPIC y en
muchas leyes nacionales. Para paliar el acortamiento del plazo, se pretende extender el plazo de las patentes
farmacuticas.59
Segn Bale, el propsito de reconocer un mayor plazo de proteccin a los titulares de patentes farmacu-
ticas se vera frustrado si se permitiesen las importaciones paralelas, ya que se importaran productos no
protegidos (genricos) desde pases donde la proteccin ya expir (porque el plazo de proteccin es ms
corto) hacia pases donde el plazo de proteccin an est vigente de forma tal que dichos productos genri-
cos competiran con los productos del propio titular de la patente en un pas donde la proteccin an no ha
expirado.60 En nuestra opinin, este problema podra solucionarse con el principio de la puesta monoplica
en el comercio.
Este principio, conforme lo expuesto ms arriba, dice que el criterio para determinar si debe desencade-
narse el agotamiento en patentes es que el titular del derecho haya podido obtener una primera recompensa
por su derecho en condiciones monoplicas. En otras palabras, no se producira el agotamiento si el produc-
to fue puesto en mercados no libres (por ejemplo, debido a la existencia de precios controlados) o en aquellos
casos en que el titular del derecho no posea proteccin para su derecho. El supuesto analizado tambin
abarcara a los licenciatarios; es decir: como se supone que los beneficios obtenidos por el licenciatario tam-
bin irn a parar al titular, al menos en parte, y teniendo en cuenta adems que otorgar una licencia es otra
faceta del ejercicio del derecho monoplico, la comercializacin efectuada por el licenciatario tambin agota-
ra el derecho.61
56
Abbott, Frederick M.; First Report; ob. cit.; pgs. 620/1.
57
Id.; pg. 621.
58
Id.; pg. 621.
59
De hecho, ya existe un reglamento de la UE en tal sentido. Adems, Estados Unidos tambin ha adoptado legislacin que extiende el
plazo de las patentes farmacuticas e impone dicha regla en los acuerdos de libre comercio bilaterales que recientemente ha celebrado.
Por otro lado, la cuestin tambin se debate en el marco del ALCA.
60
Bale, Harvey E, Jr.; ob. cit.; pg. 643.
61
Heath, Christopher; Legal Concepts of Exhaustion and Parallel Imports; ob. cit.; pg. 17. Si bien Heath se refiere en su trabajo a
patentes, consideramos que el principio es tambin aplicable a las marcas y a los derechos de autor.
Debemos analizar qu ocurrira si no hay proteccin para el derecho por causa del titular o los casos en
que ello se debe a una imposibilidad de obtener proteccin en el pas desde donde proviene la importacin
paralela. Considero que es importante distinguir ambos supuestos, ya que si el titular no posee proteccin
para su derecho de patente debido a que l decidi no protegerlo o registrarlo en un determinado pas, debe
cargar con las consecuencias de su decisin.62 Respecto de las patentes, se argumenta que esta solucin
podra ser injusta dado que el plazo de prioridad muchas veces es demasiado corto como para determinar
el potencial de una invencin.63 No estoy de acuerdo con esta postura. En primer lugar, an en el hipottico
caso de que el plazo de prioridad de un ao previsto por el Convenio de Pars para las patentes fuera
considerado corto,64 actualmente gran parte de los pases del mundo han ratificado el denominado Tratado
de Cooperacin en Materia de Patentes o PCT (por sus siglas en ingls, Patent Cooperation Treaty) que prev
plazos de prioridad que alcanzan hasta los 30 meses.65 Ms all de que sea o no cierto que a los titulares de
derechos les resulte difcil determinar el potencial de una invencin, lo cierto es que las reglas de juego del
sistema imponen aceptar las consecuencias de acogerse al perodo de prioridad o no hacerlo. Si el titular de
una patente decidi no proteger su derecho dentro del perodo de prioridad, debe cargar con las consecuen-
cias de su accin y, si la prdida del derecho de prioridad implica la prdida del derecho a patentar, ello no
es ms que una consecuencia del funcionamiento del sistema. Lo contrario importara vulnerar las reglas de
juego que el titular del derecho conoca al momento de solicitar proteccin.66
62
Este principio podra no ser aplicable a los derechos de autor, en cuyo caso el registro tiene un valor secundario.
63
Heath, Christopher; Legal Concepts of Exhaustion and Parallel Imports; ob. cit.; pg. 17.
64
En este sentido el documento de la OMPI El Convenio de Pars para la Proteccin de la Propiedad Industrial (Doc. ISIP/96/10);
agosto de 1996; pg. 9, expresa que el plazo de prioridad intenta conciliar el inters de los titulares de los derechos al reconocerles un
plazo de gracia para que decidan en qu pases desean solicitar proteccin con los intereses de los terceros, no extendiendo los plazos
por perodos demasiado largos.
65
Conforme a sus artculos 8 y 22.
66
Este razonamiento tambin sera aplicable a las marcas, aunque en este caso la prdida de prioridad no implica la prdida del derecho
a obtener el registro, es decir, el registro se podra obtener de todas formas (si no hay impedimentos registrales) aunque sin invocar
prioridad.
En el mbito de las patentes, la prdida del derecho de prioridad implicar en la mayora de los casos la prdida de la novedad y por lo
tanto del derecho a patentar. Podra haber casos, sin embargo, donde la prdida de la prioridad no implique la prdida de novedad (por
ejemplo, porque la patente no fue an publicada o comercializada). En ese caso, el titular de la patente podra patentar pasado el plazo
de prioridad y por lo tanto invocar su derecho para obstaculizar la comercializacin de un producto puesto en un mercado de forma tal
que no se le asegur su recompensa monoplica.
67
Dado que la discusin sobre el agotamiento gira principalmente en torno a la distribucin de las obras protegidas es decir, atae a un
aspecto comercial del derecho no corresponde hablar de agotamiento de los derechos morales, ya que stos si bien pueden tener
consecuencias patrimoniales no entran en el comercio.
Los derechos morales reconocidos son los de paternidad, integridad, divulgacin, retracto (tal vez el ms controvertido) y el derecho al
respeto del honor y la reputacin. V. Lipszyc, Delia; ob. cit.; pg. 154 y ss.
68
Barfield, Claude E. Groombridge, Mark A.; ob. cit.; pg. 914.
69
Id.; pg. 914.
70
Id.; pg. 914.
El derecho de reproduccin no se agota nunca dado que, de otro modo, el derecho de autor quedara
vaciado de contenido. Para poner un ejemplo: un autor, en ejercicio de su derecho de reproduccin, edita
10.000 ejemplares de un libro de su autora, que son posteriormente puestos en el comercio con su consenti-
miento. Si considersemos que el derecho se agota, entonces el autor no podra decidir si edita o no nuevos
ejemplares. Es en funcin de esta caracterstica especial del derecho de reproduccin, que se considera que
ste no se agota.71
Tampoco considero que se agote el derecho de comunicacin al pblico. Por ejemplo, si un autor comu-
nica al pblico su obra a travs de la televisin, conserva el derecho de comunicarla asimismo a travs de
Internet, ya que de otra forma se podra utilizar la obra sin abonar por los nuevos usos. En definitiva al
igual que ocurre con las marcas y las patentes el agotamiento del derecho de autor tiene que ver bsicamen-
te con la comercializacin de ejemplares tangibles.
Otro problema particular del derecho de autor son las obras de ejemplar nico (por ejemplo, un cuadro).
Considero que la comercializacin en este supuesto no plantea mayores problemas (ya que difcilmente
podemos imaginar la compartimentacin de un mercado por la comercializacin de una sola obra). El incon-
veniente puede surgir si una obra de ejemplar nico es reproducida a escala industrial (por ejemplo, se edita
un calendario que incorpora cuadros de un autor famoso). En este caso, al haber ejemplares tangibles, po-
dran tener lugar importaciones paralelas si en un mercado el mismo calendario es vendido mucho ms caro
que en otro.
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante tener en cuenta que la discusin sobre el agotamiento del
derecho de autor gira (o debera girar, a riesgo de limitar seriamente el alcance del derecho) en torno a la
forma en que se comercializa la obra, es decir, en lo concerniente al derecho de distribucin, que tiene como
objetivo complementar los dems derechos exclusivos de que goza el autor al permitirle controlar la explo-
tacin comercial de la obra sobre un territorio determinado.72
Los Estados que han reconocido en forma expresa el derecho de distribucin en sus legislaciones han
debido asimismo disear sus lmites, dado que parecera excesivo reconocer una facultad que permita a su
titular controlar la comercializacin de la obra en todos sus estadios. Se ha elegido en general como lmite la
primera puesta lcita en el comercio de un original o de una reproduccin de la obra.73
En contraposicin con lo anterior, Barfield-Groombridge argumentan que deben restringirse las impor-
taciones paralelas para permitir a los titulares de derechos de autor establecer diferentes estrategias de pre-
cios y comercializacin. Por ejemplo, en la industria cinematogrfica existe una prctica conocida como
windowing74 que implica distribuir obras protegidas en forma no simultnea, en diferentes mercados y a
travs de diversos medios de difusin. Asimismo, una empresa editorial puede decidir introducir un libro
en el mercado en forma gradual a fin de aprovechar un tour promocional de un autor. Los autores citados
argumentan que el estreno escalonado de los films permite que cada participante de la industria cinemato-
grfica cuente con un perodo exclusivo durante el cual pueda maximizar sus ganancias y que ello es parti-
cularmente importante para empresas cinematogrficas nuevas o de menor envergadura que necesitan re-
caudar capital con fines de produccin, propsito que logran cediendo total o parcialmente los derechos
sobre el film incluso antes de que sea estrenado. Barfield-Groombridge argumentan que la existencia de
importaciones paralelas impedira que se lleven a cabo estas prcticas, perjudicando a la larga a las indus-
trias cuyas obras son protegidas por el derecho de autor.75
Otro argumento de Barfield-Groombridge a favor de restringir las importaciones paralelas es que de esta
forma los titulares de derechos de autor pueden fijar precios diferenciados de acuerdo con los diferentes
mercados o de acuerdo con diferentes grupos dentro de un mismo mercado, lo cual es considerado necesario
para lograr una comercializacin rentable y eficaz de las obras protegidas. En este sentido, expresan que
para las industrias relacionadas con el derecho de autor, los factores demogrficos, sociales y econmicos
juegan un rol preponderante en la fijacin de los precios; por ejemplo, el poder de compra de los jvenes y el
porcentaje de penetracin en el hogar de ordenadores, televisin y compact discs (es decir, el tamao de
estos sectores del mercado) juegan un rol decisivo en los precios fijados a nivel nacional para las diversas
obras protegidas. Se supone que el permitir esta ms eficiente compartimentacin de mercados traer como
resultado que los titulares de derechos de autor distribuyan ms ampliamente sus productos.76
71
Rttinger, Moritz; Lpuisement du droit dauteur; Revue International du Droit dAuteur; N 157; julio de 1993; pg. 75.
72
Id.; pg. 59.
73
Id.; pg. 59.
74
Podramos traducir la expresin como establecimiento de ventanas de distribucin.
75
Barfield, Claude E. Groombridge, Mark A.; ob. cit.; pgs. 929-30.
76
Id.; pgs. 931/32.
Como dijimos ms arriba, el TJCE ha dictado numerosos fallos sobre la cuestin, tanto en el mbito de las
marcas, las patentes y el derecho de autor.
En este punto entran en conflicto el principio de libre circulacin de mercancas pilar de todo mercado
comn y la excepcin a tal principio que dispone el Tratado de Roma79 a favor de la propiedad industrial.
En la UE, la cuestin del agotamiento es crucial ya que los derechos de PI pueden presentar una amenaza
a la plena integracin del mercado comn. Ello es as, ya que debido a que estos derechos son esencialmente
territoriales el reconocimiento de facultades exorbitantes a favor de los titulares puede conducir a una divi-
sin artificial del mercado comn. En tal sentido, se sostiene que el agotamiento de derechos puede ser
visto esencialmente como un mecanismo para conciliar el concepto de un nico mercado de bienes, procla-
mado por el Artculo 28 (antes Art. 30), con el efecto territorial de los derechos nacionales de propiedad
intelectual, protegidos en virtud de la derogacin que se encuentra en el Artculo 30 del Tratado de Roma
(antes Art. 36) y la preservacin de normas nacionales relativas al derecho de propiedad establecidas en el
Artculo 295 del Tratado de Roma (antes Art. 222).80
La clave del tema que nos ocupa en la UE es el artculo 30 del Tratado de Roma, que autoriza restricciones
al comercio entre los Estados miembros de la UE en aras de la proteccin de los derechos de propiedad
industrial. Ahora bien, a los fines de determinar si un determinado derecho puede tener cabida dentro de las
excepciones del artculo 30, es necesario determinar si califica como propiedad industrial y comercial,
siguiendo la terminologa del Tratado de Roma.81 Segn Bercovitz, dentro del concepto citado hay que
77
Id.; pg. 921.
78
Hoy en da, antes que de agotamiento en la UE, corresponde hablar de agotamiento en el AEA. El Tratado de constitucin del AEA
(suscripto en 1992 y que entr en vigor en 1994) fue celebrado entre la UE e Islandia, Liechtenstein y Noruega, miembros stos ltimos
de la Asociacin de Libre Comercio conocida como EFTA (European Free Trade Association). El AEA fue creado debido al deseo de
Islandia, Liechtenstein y Noruega de participar en el Mercado Comn, aunque sin asumir todas las obligaciones que implica ser
miembro de la UE.
El propsito de la EFTA (constituida en 1960 por el Convenio de Estocolmo) es proveer un marco legal para la liberalizacin del
comercio entre sus Estados Parte. Inicialmente, fueron parte de la EFTA los siguientes siete pases: Austria, Dinamarca, Noruega,
Portugal, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Finlandia se uni en 1961 haciendo lo propio Islandia en 1970, y Liechtenstein en 1991. En
1973, el Reino Unido y Dinamarca abandonaron la EFTA para unirse a la UE. Fueron luego seguidos por Portugal en 1986, y por
Austria, Finlandia y Suecia en 1995. Actualmente, son miembros de la EFTA Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Para mayor
informacin sobre la EFTA, dirigirse a http://www.efta.int.
79
Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, firmado en Roma en 1957.
80
Norman, Helen; ob. cit.; pg. 159.
81
El mencionado artculo 30 establece que Las disposiciones de los artculos 28 y 29 no sern obstculo para las prohibiciones o res-
tricciones a la importacin, exportacin o trnsito justificadas por razones de orden pblico, moralidad y seguridad pblicas, protec-
cin de la salud y vida de las personas y animales, preservacin de los vegetales, proteccin del patrimonio artstico, histrico o
arqueolgico nacional o proteccin de la propiedad industrial y comercial. No obstante, tales prohibiciones o restricciones no debern
constituir un medio de discriminacin arbitraria ni una restriccin encubierta del comercio entre los Estados miembros. (El subrayado
me pertenece). Los artculos 28 y 29 se refieren a las restricciones cuantitativas a la importacin y exportacin, respectivamente.
incluir todos aquellos derechos atribuidos por las legislaciones nacionales de los Estados miembros a los
particulares, que les facultan para impedir o limitar la comercializacin de determinados productos dentro
del territorio nacional respectivo, facultades sas que les permiten, por tanto, impedir o restringir la circula-
cin de esos productos entre los Estados miembros de la CEE.82
En otras palabras, el criterio definitorio dentro de la nocin de propiedad industrial parece estar dado
por el derecho exclusivo de comercializacin, el cual est presente en las marcas, las patentes, los modelos de
utilidad, los modelos y diseos industriales, las denominaciones de origen y las obtenciones vegetales.83
Tambin, dado que conllevan un derecho exclusivo de comercializacin, caben dentro del concepto mencio-
nado los derechos de autor, aunque no puedan calificarse como propiedad industrial.
El conflicto entre la libre circulacin de mercancas y la propiedad industrial ha sido resuelto por el TJCE
privilegiando la primera (admitiendo el agotamiento regional aunque no el internacional) en torno a tres
conceptos: la diferencia entre existencia y ejercicio de los derechos, la nocin de objeto especfico del derecho
y el consentimiento que debe ser necesario para que el derecho se agote.
Respecto de la diferencia entre existencia y ejercicio, el TJCE ha sostenido que el Tratado de Roma no
afecta la existencia de los derechos de propiedad industrial concedidos con arreglo a las legislaciones nacio-
nales, pero s puede afectar el ejercicio de aqullos cuando son utilizados para frenar la libre circulacin de
mercancas y compartimentar el mercado comn.84 Cabe aclarar que el TJCE debi recurrir a la distincin
apuntada ya que el artculo 295 del Tratado de Roma estipula que el Tratado no prejuzga sobre el rgimen de
propiedad en los Estados miembros. Por lo tanto, el TJCE no hubiera podido entender en los temas relativos
a derechos de propiedad industrial de no haber hecho la mencionada distincin.
Otro de los conceptos fundamentales creados por el TJCE es el de objeto especfico. Segn esta doctrina
la proteccin de la propiedad industrial y comercial permite prohibir o restringir la libre circulacin de
mercancas, pero solamente en la medida en que tales prohibiciones o restricciones estn justificadas por la
salvaguardia de los derechos que constituyen el objeto especfico de esa propiedad.85 En el caso de los
derechos de propiedad industrial, se entiende que el objeto especfico es la recompensa que el ordena-
miento jurdico prev para el titular del derecho. Por lo tanto, si la comercializacin de un producto protegi-
do se ha llevado a cabo de tal forma que el titular no obtiene la recompensa prevista por el ordenamiento
jurdico (por ejemplo, porque la comercializacin ha tenido lugar en un pas donde el derecho no est prote-
gido) puede interpretarse que el agotamiento no ha tenido lugar.
Respecto del consentimiento se expresa que cuando la persona que introdujo el producto en el mercado
comunitario actu con el consentimiento del titular del derecho que se pretende ejercitar, tambin se produce
el agotamiento del derecho. El supuesto ms importante de ese consentimiento consiste en la concesin de
licencias, concesin que puede instrumentarse a travs de negocios jurdicos de diversa naturaleza (por
ejemplo, contrato de licencia, aportacin a una sociedad, prestacin social accesoria, etc.).86 En el marco de
la UE, el TJCE entiende que el consentimiento debe ser expreso, lo que excluye el agotamiento cuando la
comercializacin se ha producido al amparo de una licencia obligatoria.
Un tema que suscita grandes debates en el marco de la UE tiene que ver con aquellos casos en que la
puesta en el comercio ha tenido lugar, no por el propio titular del derecho, pero por una empresa pertene-
ciente a su grupo econmico. En este sentido, se advierte claramente que si se interpretase que el agotamien-
to slo se produce cuando la puesta en el comercio ha tenido lugar por el titular, entonces sera muy simple
vender productos protegidos a travs de diversas empresas de un determinado grupo econmico a fin de
lograr que se considere que el derecho no ha quedado nunca agotado. Esta potencial amenaza para la libre
circulacin de mercancas fue advertida por el TJCE, el cual adopt en este punto una concepcin amplia del
agotamiento, interpretando que ste tambin se produce cuando la puesta en el comercio ha tenido lugar por
una empresa relacionada con el titular del derecho.87
82
Bercovitz, Alberto en Tratado de Derecho Comunitario Europeo Estudio Sistemtico desde el Derecho Espaol; dirigido por Eduar-
do Garca de Enterra, Julio D. Gonzlez Campos y Santiago Muoz Machado; Civitas, Madrid, 1986; pgs. 524/5. CEE significa
Comunidad Econmica Europea, antigua denominacin de la UE.
83
Aunque no en los nombres de dominio, segn la opinin que ya expres en la nota al pie N 2.
84
Bercovitz, Alberto; ob. cit.; pg. 534.
85
Id.; pg. 535.
86
Id.; pg. 549.
87
Bercovitz; Alberto; ob. cit.; pg. 539.
88
Por su parte, el artculo 13 del Reglamento (CE) N 40/94 del Consejo de 20 de diciembre de 1993 sobre la Marca Comunitaria en la UE
dispone:
Agotamiento del derecho conferido por la marca comunitaria
1. El derecho conferido por la marca comunitaria no permitir a su titular prohibir el uso de la misma para productos comercializados
en la Comunidad bajo esa marca por el titular o con su consentimiento;
2. El apartado 1 no se aplicar cuando existan motivos legtimos que justifiquen que el titular se oponga a la comercializacin ulterior
de los productos, en especial cuando el estado de los productos se haya modificado o alterado tras su comercializacin.
Como puede apreciarse, el texto de la DM y el del Reglamento son prcticamente idnticos.
89
Stamatoudi-Torremans; ob. cit.; pg. 125.
90
Garca Vidal, ngel, Dr.; El Alcance Territorial del Agotamiento del Derecho de Marca en la Reciente Jurisprudencia del TJCE (comen-
tario a las sentencias de 16 de julio de 1998 Silhouette, y de 1 de julio de 1999, Sebago); Actas de Derecho Industrial; vol. XXI, 2000;
pg. 568.
91
Id.; pg. 581.
92
Id.; pg. 591.
Garca Vidal plantea si tambin se produce el agotamiento en el caso de que el importador paralelo
suprima los cdigos de control.93
El TJCE ha expresado que en los casos en que el importador paralelo modifica el envase del producto,
debe indicar en el envase externo los nombres del re envasador y del fabricante. Si el importador paralelo
debi agregar algn artculo a fin de vender el producto, debe asegurarse de que el origen sea indicado de tal
forma que el titular de la marca no pueda ser responsable por dicho motivo. Por otro lado, debe notificar por
adelantado al titular de la marca, quien puede exigir que el importador le provea un ejemplar del producto
re envasado antes de que salga a la venta.94 Dicho de otra forma, el TJCE acepta alteraciones no sustanciales
al producto que puedan ser necesarias para venderlo en los diferentes mercados nacionales. No obstante lo
expresado, no considero que la supresin del cdigo de control sea necesaria, por lo que en ese caso opino
que no se producira agotamiento. El problema del agotamiento secreto debera solucionarse por otra va,
como sanciones al titular del derecho por prcticas comerciales desleales.
Luego de la adopcin de la DM, el TJCE tuvo la oportunidad de precisar el alcance del art. 7.1 en los casos
Sebago, Silhouette, Davidoff y Stssy.
En el caso Sebago,95 la empresa del mismo nombre arga que la importacin a la UE sin su consenti-
miento de sus zapatos fabricados y comercializados en El Salvador constitua una infraccin con arreglo a
la Ley de Marcas del Benelux. Sebago, Inc., una sociedad constituida en los Estados Unidos, haba registrado
las marcas DOCKSIDES en el Benelux para distinguir zapatos. A su vez, haba designado a la empresa
Maison Dubois como distribuidora exclusiva de sus zapatos para el Benelux.
En 1996 la empresa G-B Unic S.A., operadora de los hipermercados Maxi-GB, hizo publicidad para la
venta de zapatos DOCKSIDES. Se trataba de un lote fabricado en El Salvador y comprado a una sociedad
belga especializada en importaciones paralelas. Durante el verano de 1996 G-B Unic vendi la totalidad de
los zapatos as adquiridos.
En el caso planteado, ni Sebago ni Maison Dubois pusieron en duda que los zapatos vendidos por G-B
Unic eran productos autnticos. Sin embargo, afirmaban que sta no tena el derecho de vender los produc-
tos en el AEA ya que ni Sebago ni Maison Dubois haban autorizado su venta en el mencionado territorio.
Sebago argumentaba adems que su derecho no haba quedado agotado en virtud del artculo 13A(8) de
la Ley de Marcas del Benelux, el cual implementaba el artculo 7 de la DM, dado que la mencionada norma
deba ser interpretada en el sentido de permitir que el titular de una marca se oponga a su uso en relacin con
artculos genuinos que no hubiesen sido puestos en el mercado en la UE por ste o con su consentimiento.
Sin embargo, G-B Unic introdujo un argumento que podramos denominar como agotamiento por lnea de
productos, ya que sostena que Sebago haba consentido a la importacin de los zapatos al haber puesto en
la UE zapatos similares a los comercializados en El Salvador.
El TJCE resolvi que si bien el artculo 7.1 de la DM no daba directa respuesta a la cuestin planteada por
G-B Unic, tambin era cierto que los derechos conferidos por la marca slo se agotan respecto de los produc-
tos especficamente comercializados con el consentimiento del titular y, estando dicho consentimiento au-
sente, el titular siempre puede prohibir la utilizacin de la marca en virtud de la DM. El TJCE agreg adems
que dicha interpretacin se vea confirmada por el artculo 7.2 de la DM que, al hacer referencia a la
comercializacin ulterior de los productos, deja en claro que el agotamiento slo afecta a los productos que
hubieren sido especficamente objeto de una primera comercializacin con el consentimiento del titular de la
marca. Dicho de otro modo, si se acepta que el propsito del artculo 7 de la DM es permitirle al titular
controlar la primera comercializacin de productos en el AEA, dicho artculo quedara vaciado de contenido
si para agotar el derecho bastase simplemente con la introduccin de productos idnticos o similares a aque-
llos en relacin con los cuales se invoca el agotamiento.
El caso Silhouette96 involucraba a la empresa austraca Silhouette International Schmied GmbH & Co.
KG, titular de la marca SILHOUETTE registrada en gran cantidad de pases para distinguir anteojos de
alto precio. La empresa posea distribuidores o filiales para vender sus productos fuera de Austria. La otra
parte en el caso, la empresa Hartlauer HmbH, venda entre otros productos anteojos a bajo precio. Silhouette
rehusaba suministrar productos a Hartlauer justamente por la poltica de bajos precios de dicha empresa ya
que tema que quedara diluida su imagen de fabricante de anteojos de lujo.
93
Id.; pg. 591.
94
Nazzini, Renato, Dr.; Parallel Trade in the Pharmaceutical Market: Current Trends and Future Solutions; World Competition, Law
and Economics Review; vol. 26; N 1; marzo de 2003; pgs. 67/68.
95
Sebago Inc. y Ancienne Maison Dubois & Fils SA c. G-B Unic SA. Asunto C-173/98. Sentencia del 1 de julio de 1999.
96
Silhouette International Schmied GmbH & Co. KG c. Hartlauer Handelsgesellschaft mbH. Asunto C-355/96. Sentencia del 16 de julio
de 1998.
En octubre de 1995 Silhouette vendi 21.000 monturas de anteojos pasados de moda a una empresa
blgara Union Trading poniendo como condicin a su representante que diera instrucciones a sus clien-
tes de vender las monturas de anteojos solamente en Bulgaria o en los pases de la antigua Unin Sovitica.
Silhouette entreg las monturas a Union Trading en noviembre de 1995 y luego Hartlauer compr estas
mercancas y las puso a la venta en Austria a partir de diciembre de 1995.
Silhouette present una demanda de medidas provisionales ante los tribunales austracos, con el fin de
que se prohibiera a Hartlauer poner a la venta en Austria anteojos o monturas de anteojos que llevaran su
marca, ya que aqullos no haban sido comercializados en el territorio del AEA por Silhouette o con su
consentimiento, sosteniendo adems que de acuerdo con la DM no se haban agotado sus derechos de
marca.
El TJCE expres que deba interpretarse que los artculos 5 a 7 de la DM buscaban una completa armoni-
zacin de la extensin del derecho de marca a nivel comunitario. Si bien los Estados miembros de la UE
podan ir ms all de los estndares mnimos de la DM, no podan reducir el nivel de proteccin reconocien-
do el agotamiento internacional, lo cual traera aparejado un menor mbito de proteccin para el derecho de
marca. El permitir que algunos Estados opten por el agotamiento regional, y otros por el internacional,
causara disfunciones en el mercado interno.97 Segn el TJCE, procede interpretar los artculos 5 a 7 de la
Directiva en el sentido de que contienen una armonizacin completa de las normas relativas a los derechos
conferidos por la marca. El gobierno sueco plante un punto interesante en el caso Silhouette en el sentido
de que la funcin de las marcas es indicar origen,98 no permitir que los titulares de marcas dividan mercados
artificialmente y exploten las diferencias de precios y que, adems, el agotamiento internacional beneficia a
los consumidores dado que promueve la competencia en los precios. El procurador desestim dicho argu-
mento al que calific no obstante como muy atractivo por considerar que escapaba a la cuestin deba-
tida ya que tena que ver con cuestiones de poltica comercial.99
El argumento de las dificultades para la libre circulacin de bienes y servicios, adems de haber sido
expuesto por el TJCE, es repetido por muchos autores. Por lo tanto, considero importante analizar el su-
puesto.
Supongamos que el pas X, miembro de la UE, adopta el agotamiento internacional del derecho de mar-
ca. Teniendo esta situacin de fondo, se produce una importacin paralela de productos protegidos por una
marca desde Z pas no miembro de la UE hacia el pas X (en el pas Z los productos fueron puestos en el
mercado por el titular o con su consentimiento). Si el titular del derecho de marca intentase frenar la impor-
tacin, los tribunales del pas X seguramente la permitirn, ya que el derecho del titular se agot
(internacionalmente) con la puesta en el comercio de los productos en el pas Z. En ese caso, los productos se
podrn vender en el pas X. Hasta aqu no se producen obstculos a la libre circulacin de bienes y servicios
dentro del mercado comunitario.
Ahora bien, supongamos nuevamente que los productos ingresan en X (reiteramos, pas que adopt el
agotamiento internacional) provenientes desde Z (recordemos, pas no miembro de la UE). Desde X, el im-
portador paralelo los vende a otro importador paralelo ubicado en el pas Y (tambin miembro de la UE que
ha adoptado el agotamiento regional). Como Y ha adoptado el agotamiento regional del derecho de marca (y
teniendo en cuenta que la comercializacin en X no puede ser atribuida al titular ya que tuvo lugar en virtud
de una importacin paralela), el titular del derecho seguramente tendr xito si recurre a los tribunales de Y
para frenar dicha importacin. En este ejemplo, podemos apreciar claramente que tendra lugar un obstcu-
lo a la libre circulacin de mercancas en el mbito de la UE, contrariando as uno de los principios funda-
mentales del Tratado de Roma, ya que el titular de la marca en virtud de los derechos que le confiere la
legislacin marcaria del pas Y podra frenar una importacin paralela proveniente desde X.
97
Norman, Helen; ob. cit,; pg. 163.
98
Segn Mercedes Curto Polo, el reconocimiento de que la marca despliega fundamentalmente una funcin de identificacin de origen
no implica desconocer que en la mayora de los casos el consumidor ignorar quin es el verdadero fabricante de los productos que
adquiere. De hecho, la frecuente prctica de adoptar marcas distintas del nombre del fabricante tendr como resultado que muchas
veces el consumidor ignore quin es aqul; es decir, ignorar el verdadero origen. Adems, la autora citada explica que al permitir el
ordenamiento jurdico actos como cesiones o licencias de marcas, no es posible que sta quede vinculada a un determinado ncleo
productivo ya que puede ocurrir que productos identificados con una misma marca sean fabricados por distintas empresas. En funcin
de lo anterior, la doctrina considera que actualmente la funcin de origen debe ser entendida no como identificacin concreta de una
determinada empresa por parte del consumidor, sino como la posibilidad que ste debe tener de asociar las marcas con un determinado
origen a los fines de atribuir responsabilidad al fabricante (p. ej., por productos defectuosos). V. Curto Polo, Mercedes; Tesis Doctoral
La Cesin de Marca; Universidad de Salamanca Facultad de Derecho; Departamento de Derecho Privado, rea de Derecho Mer-
cantil; 2001; pgs. 77/78.
99
Norman, Helen; ob. cit,; pg. 163.
Sin perjuicio de lo anterior, creemos que tambin corresponde analizar qu ocurrira en caso de que todos
los pases de la UE adoptaran el agotamiento internacional. Por ejemplo, los mismos pases X e Y adoptan el
agotamiento internacional del derecho de marca. Se produce una importacin paralela de productos protegi-
dos por una marca desde Z reitero, pas no miembro de la UE hacia el pas X (nuevamente, en el pas Z los
productos fueron puestos en el mercado por el titular o con su consentimiento). Si el titular del derecho de
marca intenta frenar la importacin, los tribunales del pas X seguramente la permitirn, ya que el derecho
del titular se agot (internacionalmente) con la puesta en el comercio de los productos en el pas Z. En ese
caso al igual que en el ejemplo brindado anteriormente los productos se podrn vender en el pas X. Una
vez que los productos estn en X, se exportan en forma paralela hacia Y. Dado que la ley de Y prev el
agotamiento internacional del derecho, el titular de la marca no podr evitar que se produzca la importacin
paralela desde X hacia Y, ni tampoco podr frenar sucesivas importaciones paralelas en otros pases de la
UE. Vemos que en este caso no se producen obstculos a la libre circulacin de las mercancas.
A mi juicio queda claro entonces que el obstculo a la libre circulacin de las mercancas se producira
ante la disparidad de soluciones legislativas, es decir, si algunos pases de la UE adoptan el agotamiento
internacional y otros no. Sin embargo, no se produciran obstculos a la libre circulacin si todos los miem-
bros de la UE adoptan el agotamiento internacional del derecho de marca. En otras palabras, no habra
inconveniente en adoptar el agotamiento internacional del derecho de marca en lo que al funcionamiento del
mercado interior europeo se refiere.
Cabe preguntarse cul sera la situacin cuando existe consentimiento a nivel contractual. En otras pala-
bras, Qu ocurrira si el titular de una marca o de una patente acepta expresamente que los productos
protegidos sean comercializados internacionalmente sin oponerse a las sucesivas ventas despus de la pri-
mera?
Este tema fue discutido en el caso Davidoff,100 que involucraba a la conocida marca de perfumes y pro-
ductos cosmticos. La controversia surgi en Inglaterra, donde obviamente la marca se hallaba registrada.
En 1996 Zino Davidoff S.A. empresa titular de la marca celebr un contrato de distribucin exclusiva
con un revendedor en Singapur. Conforme al contrato, el distribuidor se obligaba a revender productos con
marca DAVIDOFF a sub-distribuidores dentro de un determinado territorio fuera de la UE, obligando a su
vez a dichos sub-distribuidores a no vender dichos productos dentro de la UE.
Una empresa denominada A&G Imports Ltd. import y comercializ en Gran Bretaa productos con
marca DAVIDOFF que haban sido originalmente comercializados por Davidoff, o con su consentimiento,
en Singapur. Considerando que dicha importacin infringa sus derechos marcarios, Davidoff inici un pro-
cedimiento ante la High Court en Inglaterra. A&G alegaba que a la luz de los artculos 5.1 y 7.1 de la DM101
y teniendo en cuenta la forma en la que los productos haban sido comercializados en Singapur deba
interpretarse que la puesta en el comercio haba tenido lugar con el consentimiento de Davidoff. La High
Court decidi referir la cuestin al TJCE.
El TJCE comenz por expresar que a los fines de dilucidar la cuestin planteada deba tenerse en cuenta
que la DM haba establecido el agotamiento comunitario, es decir, que el titular de una marca no puede
impedir que los productos con marca sean comercializados una vez que hayan sido puestos en la UE o en
el AEA por el titular o con su consentimiento. Y, citando el caso Silhouette, remarc que la DM no dejaba
abierta la posibilidad a los Estados miembros de prever en sus legislaciones reglas que dispusieran el agota-
miento respecto de productos comercializados por el titular o con su consentimiento fuera del AEA. La
conclusin que se impona era, entonces, que el titular de una marca puede oponerse a la comercializacin
de productos que lleven su marca en aquellos casos en que hubieren sido puestos en el comercio fuera del
AEA.
El TJCE expres que el artculo 5 de la DM otorga al titular de una marca derechos exclusivos que le
permiten entre otras cosas prevenir que terceros, sin su consentimiento, importen productos que lleven la
marca en cuestin. Por su parte, el artculo 7.1 contiene una excepcin a dicha regla en tanto dispone que los
derechos del titular se agotan si los productos han sido puestos en el mercado en la UE o en el AEA por el
titular o con su consentimiento. Por lo tanto, el TJCE conclua que el factor decisivo de la cuestin radicaba en
determinar el alcance del concepto de consentimiento.
El TJCE expres que, si la interpretacin sobre el alcance del consentimiento se dejara librada a los Esta-
dos miembros del AEA, la consecuencia sera que la proteccin a los titulares de marcas variara de acuerdo
con el sistema legal involucrado y no se alcanzara el objetivo armonizador pretendido por la DM.
100
Zino Davidoff SA c. A&G Imports Ltd. y Levi Strauss & Co. y otros c. Tesco Stores Ltd. y otros. Asuntos acumulados C-414/99 a C-416/
99. Sentencia del 20 de noviembre de 2001.
Segn el TJCE, el consentimiento debe ser expresado en forma inequvoca. Ello no implica que el consen-
timiento deba ser expreso: puede ser tambin implcito, pero debe ser inequvoco (quedando ello sujeto a la
interpretacin del tribunal nacional correspondiente que entienda en el caso).
Asimismo, en el caso Davidoff la High Court pregunt al TJCE si el consentimiento implcito poda
inferirse del hecho de que el titular de la marca no hubiese comunicado a todos los compradores subsiguien-
tes de los productos su oposicin a que sean comercializados en el AEA, o por el hecho de que el titular de la
marca hubiere transferido la propiedad de los productos que llevan la marca sin limitaciones y que, de
acuerdo con la ley que rige el contrato en ausencia de dichas limitaciones se entienda que el adquirente
puede comercializar los productos dentro del mencionado espacio econmico.
La High Court haba expresado que, sin perjuicio de la decisin recada en el caso Silhouette, el titular de
una marca paralela en el Reino Unido no poda impedir que productos que haban sido puestos en el merca-
do fuera del AEA ingresaran en el Reino Unido en aquellos casos en que se haba consentido a dicha impor-
tacin en forma expresa o implcita, teniendo en cuenta todas las circunstancias relevantes, las cuales podan
incluir la naturaleza de los bienes, las circunstancias bajo las cuales haban sido puestos en el mercado, los
trminos del contrato de venta y las disposiciones de cualquier ley relevante. Si la ley del pas donde los
bienes fueron puestos en el mercado en primer lugar estableca una presuncin (susceptible de ser refutada)
de que la primera comercializacin de los bienes tuvo lugar sin restricciones en cuanto a su exportacin, y no
exista un acuerdo expreso que permitiera refutar la presuncin mencionada, entonces los tribunales ingle-
ses permitiran la importacin paralela.102
El TJCE, en desacuerdo con la High Court, sostuvo que dado que el consentimiento a la comercializacin
dentro del AEA deba ser demostrado en forma inequvoca la existencia de aqul no poda inferirse simple-
mente del silencio del titular de la marca. Por ello, el consentimiento implcito tampoco poda surgir porque
el titular de una marca no hubiese comunicado su oposicin a la comercializacin dentro del AEA o porque
los productos no llevasen una advertencia sobre la prohibicin de venta de los productos dentro del AEA. Y
asimismo concluy el TJCE que el consentimiento no puede inferirse de la ausencia de restricciones contrac-
tuales, o por el hecho de que el titular de la marca hubiese transferido la propiedad de los productos que
llevan la marca sin limitaciones.
El caso ms reciente de agotamiento de marca en la UE fue la sentencia Stssy,103 donde se reiter el
agotamiento regional aunque con una salvedad. El caso fue referido al TJCE por el Tribunal Supremo de
Justicia Alemn en carcter de incidente en el litigio pendiente ante dicho rgano jurisdiccional entre Van
Doren + Q. GmbH y Lifestylesports + sportswear Handelsgesellschaft mbH y Michael Orth, destinado a
obtener una interpretacin sobre los artculos 28 y 30 del Tratado de Roma y del artculo 7.1 de la DM.
El caso tuvo su origen en un litigio entre Van Doren + Q. GmbH y Lifestylesports + sportswear
Handelsgesellschaft mbH y Michael Orth (gerente de Lifestylesports) relativo a la comercializacin por par-
te de Lifestyle de prendas de vestir de la marca STSSY, cuyo distribuidor exclusivo en Alemania era Van
Doren.
La mencionada marca, de propiedad de la empresa estadounidense Stussy, Inc., est registrada para
prendas de vestir informales y, si bien es comercializada a nivel mundial, no hay ningn signo especial que
permita determinar exactamente el lugar de comercializacin.
Van Doren era distribuidor exclusivo de los productos de Stussy en Alemania, estando adems facultado
por contrato para ejercitar en nombre propio acciones judiciales por violacin de los derechos de marca.
Segn Van Doren, en cada pas del AEA haba un nico distribuidor exclusivo de productos de Stussy,
obligado contractualmente a no entregar tales productos a intermediarios para su comercializacin fuera del
rea de exclusividad. Lifestyle comercializ en Alemania productos de la marca STSSY no adquiridos de
Van Doren, a raz de lo cual sta ltima accion ante los tribunales alemanes solicitando se impida la
comercializacin.
101
El art. 5.1 de la DM dispone:
La marca registrada confiere a su titular un derecho exclusivo. El titular estar facultado para prohibir a cualquier tercero el uso, sin su
consentimiento, en el trfico econmico:
de cualquier signo idntico a la marca para productos o servicios idnticos a aquellos para los que la marca est registrada;
de cualquier signo que, por ser idntico o similar a la marca y por ser idnticos o similares los productos o servicios designados por la
marca y el signo, implique por parte del pblico un riesgo de confusin, que comprende el riesgo de asociacin entre el signo y la
marca.
102
Cit. en Abbott, Frederick M.; Second Report; ob. cit.; pg. 6.
103
Van Doren + Q. GmbH c. Lifestylesports + sportswear Handelsgesellschaft mbH y Michael Orth. Sentencia del 8 de abril de 2003.
Asunto C-244/00.
Segn Van Doren, los artculos en cuestin haban sido inicialmente comercializados en los Estados Uni-
dos y Stussy no haba autorizado su venta en Alemania o en otro Estado miembro de la UE.
Lifestyle y el Sr. Orth alegaron que el derecho de marca se haba agotado ya que la prenda de vestir que
haba sido comprada como prueba a aqulla en octubre de 1996 haba sido adquirida por Lifestyle en el AEA
a un intermediario que, aparentemente, la haba comprado a su vez a un distribuidor autorizado para co-
mercializarla.
Al remitir el asunto al TJCE, el Tribunal Supremo Alemn seal que, conforme haba sido decidido en
los casos Silhouette y Sebago, en el AEA rige el agotamiento regional, expresando adems que el agotamien-
to debe ser probado en principio por el demandado, conforme el principio general segn el cual quien alega
un hecho debe probarlo. Sin embargo, al imponerle al demandado la carga de la prueba se corra el peligro
de impedir la comercializacin a un operador que no estuviera vinculado al titular de la marca, an en casos
en que los productos ya hubiesen sido comercializados en el AEA con el consentimiento de ste. Ello se debe
a que, si bien un operador en la mayora de los casos poda acreditar de quien haba adquirido determinados
productos, probablemente no podra identificar a todos los dems integrantes de la cadena de distribucin y
que, en esas circunstancias, se corra el riesgo de que el titular utilizase la marca para compartimentar los
mercados nacionales.
Por lo tanto, el Tribunal Supremo Alemn pregunt al TJCE si el demandado por la comercializacin de
los productos originales de una marca que invoca el agotamiento deba alegar, y en su caso probar, que los
productos de que se trata haban sido comercializados por primera vez en el AEA por el propio titular de la
marca o con su consentimiento.
El debate sobre la carga de la prueba surga porque, como fue expresado ms arriba, en los productos de
Stussy no figuraba ningn signo que permitiera identificar el lugar de comercializacin y porque, como ya
vimos, Van Doren afirmaba que los productos no haban sido comercializados en el AEA (mientras que
Lifestyle afirmaba lo contrario).
El TJCE estim que si el tercero demandado lograse probar que existe un riesgo real de compartimentacin
de los mercados nacionales si recae sobre l la carga de probar que los productos fueron comercializados en
el AEA por el titular de la marca o con su consentimiento, corresponde al titular de la marca probar que los
productos fueron comercializados inicialmente por l o con su consentimiento fuera del AEA. En caso de
acreditarse dicho extremo, corresponde entonces al tercero probar la existencia de un consentimiento del
titular para la posterior comercializacin de los productos dentro del AEA.
Luego de los fallos reseados, se ha dicho que el TJCE ha dado nacimiento a una fortaleza europea
(fortress Europe) ya que la concepcin de agotamiento adoptada opera como una fortaleza respecto de los
bienes importados desde fuera de la UE.
Cabe sealar que la postura adoptada por el TJCE difiere de la del Tribunal de la EFTA104 conforme la
sentencia recada en el caso Maglite, en la que ste lleg a la conclusin de que los Estados miembros son
libres de aplicar el agotamiento internacional ya que el artculo 7.1 de la DM slo les prohibe limitar los
efectos del agotamiento a su mercado nacional, porque ello afectara negativamente el funcionamiento del
AEA (es decir, deben establecer como mnimo el agotamiento regional), pero dicha disposicin no les impide
extender el mbito geogrfico del agotamiento.
Segn el Tribunal de la EFTA, el agotamiento internacional favorece el libre comercio y la competencia, lo
que a su vez beneficia a los consumidores. Ello se debe a que las importaciones paralelas desde pases no
miembros del AEA ocasionan una mayor demanda en dicho mercado de los bienes distinguidos con marca. A
raz de esta situacin, los precios de los productos sern ms bajos que en un mercado en el que slo existan
distribuidores de la denominada red oficial.105 Por otro lado, segn el Tribunal de la EFTA, la solucin brin-
dada es la nica que se ajusta a la funcin esencial de la marca: servir como indicacin de origen o fabricacin
de los productos. En otras palabras, cuando se importan productos originales puestos en el mercado por el
titular de la marca o con su consentimiento, no existen razones para impedir importaciones paralelas de los
productos protegidos con marca ya que en ese caso no se viola la indicacin de origen. El Tribunal de la EFTA
tambin resalt la importancia de proteger la funcin publicitaria o de goodwill de la marca, pero considera
que la proteccin de dicha funcin no justifica restringir las importaciones paralelas.106
104
El Tribunal de la EFTA es el rgano judicial de dicha Asociacin, e interpreta el Tratado de Constitucin del AEA en lo que se refiere a
los Estados Parte de la EFTA que son partes en dicho Tratado. Para mayor informacin sobre el Tribunal de la EFTA, dirigirse a http:/
/www.eftacourt.lu.
105
Garca Vidal, ngel, Dr.; ob. cit.; pg. 577.
106
Id.; pg. 577.
107
Centrafarm BV y Adriaan de Peijper c. Sterling Drug Inc. Asunto 15/74. Sentencia del 31 de octubre de 1974.
108
Merck & Co. Inc. c. Stephar BV y Petrus Stephanus Exler. Asunto 187/80. Sentencia del 14 de julio de 1981.
109
El subrayado me pertenece.
110
Pharmon BV c. Hoechst AG. Asunto 19/84. Sentencia del 9 de julio de 1985.
y comercializacin de productos fabricados al amparo de una licencia obligatoria a fin de proteger el ncleo
de dichos derechos exclusivos. Por consiguiente, Hoechst poda impedir la comercializacin de tabletas de
Frusemide en Holanda.
Las importaciones paralelas de productos farmacuticos patentados en la UE pueden verse dificultadas
por regulaciones nacionales. El caso de Peijper, tambin resuelto por el TJCE, se origin a raz de que la
legislacin holandesa exiga que ciertos documentos estuviesen en posesin del importador y fuesen presen-
tados a las autoridades a fin de que los productos pudiesen ser comercializados en Holanda. El problema era
que los importadores paralelos deban obtener dicha documentacin del fabricante, quien lgicamente se
negaba a proporcionarla, obstaculizando as la importacin paralela. El TJCE expres que, si las autoridades
sanitarias en el pas correspondiente ya posean informacin sobre el producto que se intentaba importar, no
poda exigirse documentacin adicional. De esta forma, el TJCE se inclin por el principio de libre circula-
cin de mercancas.111
La situacin de las patentes se diferencia de la de las marcas ya que respecto de aqullas no existe el
mismo grado de armonizacin que respecto de stas. La Convencin sobre Patente Comunitaria de 1975
que an no ha entrado en vigor contiene una formulacin sobre el agotamiento esencialmente similar a la
presente en la DM; es decir, indica que se produce el agotamiento cuando la comercializacin se ha produci-
do dentro de la Comunidad. Por lo tanto, si la Convencin mencionada entrase en vigor, todo indica que
el TJCE aplicara una doctrina similar a la expuesta en el caso Silhouette.112
111
Nazzini, Renato, Dr.; ob. cit.; pg. 63.
112
Norman, Helen; ob. cit.; pg. 167.
113
Rttinger, Moritz; ob. cit.; pgs. 63 y 65. En el original, art. 36, conforme la antigua numeracin del Tratado de Roma.
114
Id.; pg. 67.
115
Id.; pg. 69.
116
Musik-Vertrieb Membran GmbH y K-tel International c. GEMA Gesellschaft fr musikalische Affhrungs- und mechanische
Vervielfltigungsrechte. Sentencia del TJCE del 20 de enero de 1981. Asuntos acumulados 55 y 57/80.
las reglas relativas a la libre circulacin de mercancas. Agreg el TJCE que el autor puede elegir libremente,
de acuerdo con sus intereses, dnde pondr la obra en circulacin. En este caso, el TJCE trat el cobro de una
regala suplementaria como una medida equivalente a un arancel aduanero. Segn Rttinger, es necesario
tener en cuenta que en el caso bajo anlisis las obras haban sido puestas en circulacin al amparo de una
licencia legal en el Reino Unido, por lo que el autor se hallaba limitado en sus facultades de negociacin. Por
ello, el autor citado se pregunta cmo el TJCE puede haber considerado que el derecho se haba agotado
teniendo en cuenta que no hubo consentimiento del autor para la puesta en el comercio.117
El caso EMI Electrola c. Patricia118 trataba de soportes de sonido puestos en el comercio en un Estado
miembro de la UE donde el plazo de proteccin haba expirado. El interrogante que se planteaba era si un
titular de derechos en otro Estado miembro donde el plazo de proteccin no haba expirado poda
oponerse a la importacin de dichos soportes. A diferencia de lo expresado en el caso GEMA, el TJCE opin
que si bien la disparidad de legislaciones nacionales puede crear restricciones al comercio intracomunitario
de soportes de sonido, stas pueden estar justificadas si resultan de las diferencias de trminos de proteccin
(teniendo en cuenta que stos estn indisolublemente ligados a la existencia misma de los derechos exclusi-
vos) y si no constituyen adems un medio de discriminacin arbitrario, circunstancia que conforme el TJCE
no se hallaba presente en el caso.119
En el caso Coditel,120 el TJCE trat la situacin en que un tercero sin autorizacin del titular del derecho
de autor retransmiti en un segundo Estado miembro un film que ya haba sido exhibido pblicamente en
un primer Estado miembro por un licenciatario que contaba con el consentimiento del titular del derecho.
Los derechos para exhibir y radiodifundir el film en el segundo Estado miembro correspondan a un
licenciatario distinto de aquel que haba exhibido el film en el primer Estado miembro.
El TJCE se pregunt si podan dividirse en forma geogrfica dentro de la UE los derechos exclusivos de
exhibicin pblica y radiodifusin del film de forma tal que la exhibicin o radiodifusin en un Estado
miembro (con el consentimiento del titular del derecho) no interfiriesen con los derechos exclusivos de exhi-
bicin o radiodifusin otorgados en otro Estado miembro. El TJCE hizo referencia a la especial naturaleza de
la industria cinematogrfica y de radiodifusin, que depende para su viabilidad econmica de los ingresos
obtenidos de las repeticiones por la exhibicin de las obras; distingui adems las representaciones pblicas
de otras obras como los libros y los fonogramas, cuyos ingresos se basan en la puesta en el comercio de
ejemplares fsicos, concluyendo que en funcin de las caractersticas de la industria del film y la radiodifu-
sin la asignacin geogrfica exclusiva de derechos de exhibicin y radiodifusin entre los Estados miem-
bros no entraba en conflicto con la libertad de prestar servicios de acuerdo con lo prescrito por el Tratado de
la UE.
Segn Abbott, el caso Coditel da a entender que las licencias sobre derechos de exhibicin o radiodifu-
sin para un determinado territorio nacional o regional no deberan llevar implcito un derecho paralelo de
exhibicin o radiodifusin en otro territorio nacional o regional. La divisibilidad territorial de los derechos
de exhibicin, representacin y radiodifusin parece ser un principio aceptado en el mbito de los derechos
conexos debido a la naturaleza particular de las obras exhibidas o radiodifundidas, por lo que las licencias
sobre derechos de exhibicin y radiodifusin constituyen un caso especial a los fines del anlisis del agota-
miento.121
Existen actualmente siete Directivas de la UE en torno al derecho de autor: (i) Directiva 91/250/CEE del
Consejo, de 14 de mayo de 1991, sobre la proteccin jurdica de programas de ordenador; (ii) Directiva 92/
100/CEE del Consejo, de 19 de noviembre de 1992, sobre derechos de alquiler y prstamo y otros derechos
afines a los derechos de autor en el mbito de la propiedad intelectual; (iii) Directiva 93/83/CEE del Conse-
jo, de 27 de septiembre de 1993, sobre coordinacin de determinadas disposiciones relativas a los derechos
de autor y derechos afines a los derechos de autor en el mbito de la radiodifusin va satlite y de la
distribucin por cable; (iv) Directiva 93/98/CEE del Consejo, de 29 de octubre de 1993, relativa a la armoni-
zacin del plazo de proteccin del derecho de autor y de determinados derechos afines; (v) Directiva 96/9/
CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de marzo de 1996, sobre la proteccin jurdica de las bases
de datos; (vi) Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, relativa
a la armonizacin de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos de
117
Id.; pgs. 79, 81 y 83.
118
Emi Electrola GmbH c. Patricia Im- und Export Verwaltungsgesellschaft mbH y otros. Sentencia del 24 de enero de 1989. Caso 341/87.
119
Id.; pgs. 89 y 91.
120
Coditel SA c. Cine-Vog Films, sentencia del 18 de marzo de 1980 (Coditel I), Asunto 62/79; Coditel SA c. Cine-Vog Films, sentencia del
6 de octubre de 1982 (Coditel II), Asunto 262/81. Cit. en Abbott, Frederick M; First Report; ob. cit.; pgs. 625/6.
121
Id.; pg. 626.
autor en la sociedad de la informacin; y (vii) Directiva 2001/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo,
de 27 de septiembre de 2001, relativa al derecho de participacin en beneficio del autor de una obra de arte
original.122
Salvo la Directiva sobre el trmino de proteccin y la referida al derecho de participacin a favor de
autores de obras de arte originales (que no tocan el tema que nos ocupa), las dems Directivas s se refieren
al agotamiento.
La Directiva sobre programas de ordenador expresa (art. 4.c) que la primera venta en la UE de una copia
de un programa, por el titular de los derechos o con su consentimiento, agotar el derecho de distribucin en
la UE de dicha copia, salvo el derecho de controlar el subsiguiente alquiler del programa o de una copia de
ste.
La Directiva sobre derechos de alquiler, en cambio, es ms amplia en su mbito de proteccin ya que
expresa (art. 1, apdos. 1 y 4) que los derechos de alquiler y prstamo sobre originales y copias de obras
protegidas por el derecho de autor no se agotan en caso de venta o de otro acto de difusin de originales y
copias.
La Directiva sobre radiodifusin, satlite y cable ha tambin optado por una postura amplia de protec-
cin ya que dispone en su art. 2 que los Estados miembros reconocern a los autores el derecho exclusivo de
autorizar la comunicacin al pblico va satlite de obras protegidas.
La Directiva sobre la proteccin de las bases de datos no hace referencia al agotamiento en su parte
dispositiva aunque, en sus considerandos, expresa que la cuestin del agotamiento del derecho de distribu-
cin no se plantea en el caso de bases de datos en lnea debido a que se trata de un servicio, ni tampoco en
relacin con una copia material de dicha base hecha por el usuario del servicio con el consentimiento del
titular del derecho(consid. 33); adems, prev que, en el caso de transmisiones en lnea, el derecho de prohi-
bir la reutilizacin no se agota ni en lo que concierne a la base de datos, ni en lo que concierne a las copias
materiales de la base efectuadas con el consentimiento del titular del derecho por el destinatario de la trans-
misin (consid. 43).
La Directiva sobre los derechos de autor en la sociedad de la informacin prev (consid. 28) que la prime-
ra venta en la UE del original de una obra o de copias de sta por el titular del derecho o con su consentimien-
to agotar el derecho a controlar la reventa de dicho objeto en la UE y que el derecho no se agota cuando se
aplica al original o a sus copias vendidas por el titular del derecho o con su consentimiento fuera de la
Comunidad. Por otro lado, expresa (consid. 29) que la cuestin del agotamiento no se plantea en el caso de
los servicios, y en particular de los servicios en lnea, ya que cada uno de dichos servicios es un acto que debe
quedar sujeto a autorizacin cuando as lo exijan los derechos de autor o derechos afines. El art. 3 de esta
Directiva reconoce a los autores el derecho exclusivo a autorizar o prohibir cualquier comunicacin o puesta
a disposicin al pblico de sus obras, aclarando que ningn acto de comunicacin al pblico o de puesta a
disposicin del pblico dar lugar al agotamiento del derecho. El art. 4, referido al derecho de distribucin,
consagra el agotamiento comunitario.
122
Fuente: http://europa.eu.int/comm/culture/action/reglem_1_3_es.htm
123
Abbott, Frederick, M.; Second Report; ob. cit.; pg. 12.
124
Id.; pg. 17.
El Acuerdo ADPIC no consagra un tipo de agotamiento en desmedro de otro. Slo dispone en su artculo
6 que, a reserva de lo dispuesto en los artculos 3 y 4 (que se refieren, respectivamente, a las clusulas de trato
nacional y nacin ms favorecida), no se podr recurrir a los mtodos de resolucin de disputas previstos en
el Acuerdo para dirimir cuestiones relacionadas con el agotamiento de los derechos de propiedad intelec-
tual.
Explicando esta disposicin, Garca Vidal sostiene que el artculo 6 se limita a establecer que sea cual sea
el tipo de agotamiento que un miembro desee elegir, deber hacerlo con carcter general (respetando el
principio de la nacin ms favorecida, es decir, no podr permitir las importaciones paralelas provenientes
de un miembro y prohibir las que provengan de otro) y sin discriminar en relacin con el lugar de proceden-
cia de las importaciones paralelas (respetando el principio de trato nacional, es decir, sin discriminar entre
productos nacionales y extranjeros).125
En vista de lo antedicho, es decir, teniendo en cuenta que el ADPIC no prohibe expresamente las impor-
taciones paralelas, se ha concluido que el Acuerdo las permite y que stas constituyen una de las medidas
que los pases miembros pueden adoptar para proteger la salud pblica con arreglo al artculo 8.1 del Acuer-
do.126
De todas formas, la amplitud que parece surgir del artculo 6 citado ha sido puesta en duda por algunos
doctrinarios, quienes alegan que una poltica liberal en este sentido entrara en conflicto con los artculos
27.1 y 28 del Acuerdo ADPIC los cuales prevn, respectivamente, que no se podr discriminar entre produc-
tos nacionales e importados a los fines de poder gozar de los derechos que otorga una patente y que los
titulares de patentes gozarn de un derecho exclusivo de importacin. Asimismo, tambin se ha argumenta-
do que el agotamiento internacional entra en conflicto con los principios de territorialidad e independencia
de las patentes previstos en el Convenio de Pars.127
De todas formas, otro sector doctrinario sostiene que debe efectuarse una distincin entre territorialidad
y rgimen de agotamiento: del hecho de que los derechos de propiedad industrial sean territoriales no cabe
inferir necesariamente que el rgimen de agotamiento deba ser territorial, ya que una cuestin es la territo-
rialidad y otra las consecuencias prcticas que de ella se derivan; por ejemplo, si una marca o una patente es
concedida en la Repblica Argentina estar regida por el principio de territorialidad. No obstante lo ante-
rior, dicho derecho de propiedad industrial puede tener consecuencias prcticas que van ms all de la
territorialidad como, por ejemplo, cuando se introduce el producto protegido en el comercio en virtud de
una importacin paralela.128
Refuerza la interpretacin que admite las importaciones paralelas la nota 13 al artculo 51 del Acuerdo
ADPIC. El artculo 51 establece las llamadas medidas en frontera, las cuales obligan a los Estados Miem-
bros a suspender mediante procedimientos a nivel aduanero o judicial el despacho a plaza de mercade-
ras en aquellos casos en que el titular de un derecho crea que se producir una importacin de mercancas
falsificadas. Segn Moncayo, el hecho de que la nota 13 del artculo 51 establezca que los mencionados
procedimientos no se aplicarn a aquellas mercaderas que hubieren sido puestas en forma lcita en el mer-
125
Garca Vidal, ob. cit.; pg. 580.
126
Correa, Carlos Integrating Public Health Concerns into Patent Legislation in Developing Countries; www.southcentre.org/
publications/publichealth/toc.htm; VII. Exceptions to Exclusive Rights. El artculo 8.1 del Acuerdo ADPIC dispone que Los Miem-
bros, al formular o modificar sus leyes y reglamentos, podrn adoptar las medidas necesarias para proteger la salud pblica y la
nutricin de la poblacin, o para promover el inters pblico en sectores de importancia vital para su desarrollo socioeconmico y
tecnolgico. Se puede interpretar que las importaciones paralelas constituyen medidas para proteger la salud pblica ya que se
supone que permitirn precios ms bajos pudiendo los medicamentos patentados ser vendidos a la poblacin a menor precio. En este
punto, Correa cita la Ley de Medicamentos de Sudfrica, la cual autoriza al Ministro de Salud a establecer condiciones para el suminis-
tro de medicamentos a precios ms accesibles en ciertas circunstancias a fin de proteger la salud del pblico; en particular, el Ministro
de Salud puede determinar que los derechos respecto de un medicamento con arreglo a una patente otorgada en Sudfrica no se
extendern a aquellos casos en que dicho medicamento ha sido puesto en el mercado por el propietario del medicamento o con su
consentimiento. As, Sudfrica estara optando por un sistema internacional de agotamiento. Esta disposicin fue objetada por 42
laboratorios farmacuticos y motiv la inclusin de Sudfrica en la lista de vigilancia del Departamento de Comercio de los Estados
Unidos con arreglo a la Seccin 301 (Correa, Carlos; ob. cit.).
La Seccin 301 es el fundamento legal principal en virtud del cual los Estados Unidos pueden imponer sanciones comerciales sobre
pases extranjeros que ya sea violan acuerdos comerciales o de otra forma mantienen en vigor leyes o prcticas injustificadas y que
restringen el comercio de los Estados Unidos cfr. sitio web del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, http://
www.ita.doc.gov/td/industry/otea/301alert/about.html.
El argumento utilizado por Estados Unidos para objetar la Ley Sudafricana de Medicamentos era que se estaban limitando los derechos
del titular de una patente ya que, en virtud de la mencionada legislacin, no se podan impedir las importaciones del producto prote-
gido (cfr. el art. 28 del Acuerdo ADPIC).
127
Correa, Carlos; ob. cit. Convenio de Pars para la Proteccin de la Propiedad Industrial; artculo 4 bis 1), cfr. Acta de 1967.
128
Cohen Jehoram, Herman; Prohibition of Parallel Imports Through Intellectual Property Rights; IIC; vol. 30; N 5/1999; pg. 500.
cado por el titular del derecho o con su autorizacin implica que los Estados Miembros del Acuerdo ADPIC
no quisieron prohibir las importaciones paralelas.129
Tambin es necesario tener en cuenta la nota 6 al artculo 28. El mencionado artculo enumera los dere-
chos de los titulares de patentes, entre los cuales se cuentan sin carcter taxativo los de fabricacin,
importacin y venta. Ahora bien, el Acuerdo aclara que las mencionadas facultades estarn sujetas al artcu-
lo 6 (que, como ya vimos, trata sobre el agotamiento).130 Segn Heath, ello implica que el derecho de impor-
tacin debe adecuarse a los lmites establecidos en la ley del pas correspondiente, sin que el hecho de que se
establezca un derecho de importacin pueda ser interpretado en el sentido de favorecer el agotamiento
nacional.131 Heath considera errada la postura de quienes creen ver la adopcin del agotamiento nacional al
consagrarse en el art. 28 el derecho de importacin ya que, si bien el derecho de importacin es ciertamente
til a fin de frenar las importaciones de productos falsificados (porque de lo contrario el titular de la patente
debera esperar a que los productos ingresen en el mercado a fin de obtener reparacin), lo anterior no
implica que el derecho de importacin deba seguir reglas distintas de las aplicadas a los derechos de produc-
cin y venta. En otras palabras, si suponemos que el derecho se agota con la primera venta, ello alcanza para
agotar todos los derechos, ya que si al titular de la patente se le reconocen una serie de derechos como la
produccin, venta e importacin, todo el conjunto de derechos queda agotado una vez producida la primera
venta, no pudiendo invocarse por separado un derecho de importacin. Concluye Heath que el considerar
que el ADPIC prohbe las importaciones paralelas cuando el prembulo del Acuerdo establece la necesidad
de los Miembros de asegurarse de que las medidas y procedimientos destinados a hacer respetar dichos
derechos no se conviertan a su vez en obstculos al comercio legtimo requiere mucha imaginacin.132 Para
Heath ha quedado claro que los Estados miembros del ADPIC se han puesto de acuerdo para ponerse en
desacuerdo (agreed to disagree),133 en particular por la Declaracin de Doha sobre el Acuerdo ADPIC y la
salud pblica del 14 de noviembre de 2001, que sobre este punto expresa: El efecto de las disposiciones del
Acuerdo sobre los ADPIC que son pertinentes al agotamiento de los derechos de propiedad intelectual es
dejar a cada miembro en libertad de establecer su propio rgimen para tal agotamiento sin impugnacin, a
reserva de las disposiciones de los artculos 3 y 4 sobre trato NMF y trato nacional. 134
Segn Abbott, el artculo 6 del ADPIC es el resultado de un compromiso entre los participantes de la
ronda Uruguay. Por un lado, los pases en vas de desarrollo que en su mayora defendan el agotamiento
internacional, la UE que intent preservar el principio de agotamiento comunitario y los Estados Unidos,
que favorecan la restriccin de las importaciones paralelas. Abbott sostiene que la frmula a la que se lleg
transmite tres mensajes: 1) la cuestin del agotamiento y las importaciones paralelas no fue ignorada; 2) los
negociadores del ADPIC no llegaron a un consenso sobre este punto; 3) no habindose llegado a un consen-
so, los miembros de la OMC se reservan el derecho de regular las importaciones paralelas en la forma que
consideren apropiada.135
En mi opinin, el Acuerdo ADPIC permite a sus Miembros adoptar el rgimen de agotamiento que
consideren apropiado, y ningn otro Miembro podr hacer uso del sistema de solucin de controversias
129
Moncayo von Hase, Andrs; ob. cit.; pgs. 146/7.
130
Id.; pg. 147.
131
Heath, Christopher; Parallel Imports in Asia; ob. cit.; pg. 23. Esta situacin tendra lugar si se pudiese argumentar que el derecho de
importacin implica que los titulares de derechos de patentes en virtud de la facultad de importacin tienen la facultad de obstacu-
lizar las importaciones realizadas al margen de la red oficial en pases donde el titular en cuestin tiene su derecho registrado.
132
Heath, Christopher; Parallel Imports and International Trade; ob. cit.; pgs. 629-630. El texto oficial del Acuerdo se encuentra dispo-
nible en el sitio web oficial de la OMC: http://www.wto.org.
133
Heath, Christopher; Parallel Imports in Asia; ob. cit.; pg. 23.
134
Declaracin Ministerial relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pblica. Doc. WT/MIN(01)/DEC/2. Disponible en el sitio web
oficial de la OMC.
135
Abbott, Frederick, M; First Report; ob. cit., pgs. 609-10. Abbott seala correctamente que similares consideraciones son aplicables
respecto del TODA y del TOIEF. En lo referente al tema que nos ocupa, el art. 6 del TODA establece:
Artculo 6. Derecho de distribucin. 1) Los autores de obras literarias y artsticas gozarn del derecho exclusivo de autorizar la puesta
a disposicin del pblico del original y de los ejemplares de sus obras mediante venta u otra transferencia de propiedad.
2) Nada en el presente Tratado afectar la facultad de las Partes Contratantes de determinar las condiciones, si las hubiera, en las que
se aplicar el agotamiento del derecho del prrafo 1) despus de la primera venta u otra transferencia de propiedad del original o de un
ejemplar de la obra con autorizacin del autor.
Por su parte, el art. 8 del TOIEF, dispone:
Artculo 8. Derecho de Distribucin. 1) Los artistas intrpretes o ejecutantes gozarn del derecho exclusivo de autorizar la puesta a
disposicin del pblico del original y de los ejemplares de sus interpretaciones o ejecuciones fijadas en fonogramas, mediante venta u
otra transferencia de propiedad.
2) Nada en el presente Tratado afectar la facultad de las Partes Contratantes de determinar las condiciones, si las hubiera, en las que
se aplicar el agotamiento del derecho del prrafo 1) despus de la primera venta u otra transferencia de propiedad del original o de un
ejemplar de la interpretacin o ejecucin fijada con autorizacin del artista intrprete o ejecutante.
previsto en el Acuerdo a raz de dicha eleccin, como tampoco por el hecho de no prever medidas en frontera
contra importaciones paralelas.136 Ms all de que algunos artculos permitan dar a entender una toma de
posicin en uno u otro sentido, considero que no fue la intencin de los Estados Parte dejar un tema de tal
importancia librado a la interpretacin doctrinal.
Desde el punto de vista del comercio exterior, la adopcin unilateral del agotamiento internacional pue-
de tener efectos neutrales, o ser una ventaja o desventaja comparativa, dependiendo del alcance del agota-
miento adoptado. Conde Gallego da el siguiente ejemplo: el pas X permite las importaciones paralelas y el
pas Y no las permite. Las empresas de X debern soportar las importaciones paralelas provenientes de Y, no
pudiendo exportar en forma paralela hacia Y. Por otra parte, las empresas de Y podrn frenar las importacio-
nes paralelas que provengan desde X, pero debern soportarlas en el territorio de este ltimo. En otras
palabras, entre dos pases con regmenes de agotamiento distintos, las respectivas ventajas y desventajas de
los regmenes de agotamiento se ven compensadas.137
Sin embargo, el agotamiento internacional puede constituir una desventaja si examinamos la misma
situacin descrita en el prrafo anterior, aunque desde un tercer pas. En otras palabras, tenemos a los mis-
mos pases: X que permite las importaciones paralelas e Y, que no las permite. Por otra parte, existen
empresas de X e Y que comercian en un tercer pas, Z. Las empresas de X que comercian en Z debern tolerar
las importaciones paralelas que provengan desde este ltimo pas (lo que les impedir mantener precios
muy bajos en Z a riesgo de tener que tolerar importaciones paralelas). Las empresas de Y podrn mantener
precios bajos en Z dado que podrn frenar las importaciones paralelas que provengan de este ltimo pas.
Suponiendo que existan dos empresas, una de X y otra de Y que compitan con los mismos productos en Z
las empresas provenientes de Y tendrn mayores ventajas comparativas debido a que podrn frenar las
importaciones paralelas que se intenten hacer hacia Y. Las empresas de X, por el contrario, no podrn dejar
caer los precios ms all de un determinado nivel porque, si as fuese, debern soportar importaciones para-
lelas desde Z. Conde Gallego explica que en este caso se ve claramente cmo la adopcin unilateral del
agotamiento internacional puede ser una desventaja comparativa en el caso de X y una ventaja compara-
tiva, en el caso de Y.138
Finalmente, Abbott expresa que es indudable que existen diferencias entre los mercados de los miembros
de la OMC. Sin embargo, dichas diferencias nunca fueron utilizadas para imponer cupos o medidas de
efecto equivalente en relacin con productos no protegidos por derechos de PI que provinieran de regiones
pobres. Por eso, la regla respecto de los productos protegidos por derechos de PI no debera ser distinta.139
C) El agotamiento en el ALCA
El borrador propuesto del Acuerdo que establece el rea de Libre Comercio de las Amricas (ALCA),
adopta en el artculo 4 de su captulo sobre propiedad intelectual un principio similar al del Acuerdo sobre
los ADPIC (es decir, se deja librada la decisin sobre el tema a los Estados Parte) pero se prev que las Partes
revern sus respectivas legislaciones dentro de un plazo mximo de cinco aos a contar desde la entrada en
vigor del Acuerdo para adoptar, como mnimo, el agotamiento regional.
136
El sistema de solucin de controversias del Acuerdo ADPIC instrumentado a travs de consultas y paneles es probablemente su
caracterstica ms novedosa, ya que los tratados multilaterales sobre PI tradicionalmente han previsto como mecanismo de solucin de
controversias el recurso a la Corte Internacional de Justicia, el cual era poco utilizado por considerarse engorroso y complicado.
137
Conde Gallego, Beatriz, The Principle of Exhaustion of Rights and its Implications for Competition Law; IIC; vol. 34; N 5/2003; pg.
492.
138
Id.; pg. 492.
139
Abbott, Frederick, M., First Report; ob. cit.; pg. 622.
140
Decisin Legislativa 486, Rgimen Comn sobre Propiedad Industrial adoptada en Lima, Per, el 14 de septiembre de 2000.
En las tres disposiciones se entiende que existe vinculacin econmica entre dos personas cuando una
pueda ejercer directa o indirectamente sobre la otra una influencia decisiva con respecto al ejercicio del
derecho, o cuando un tercero pueda ejercer tal influencia sobre ambas personas.
La Decisin Legislativa 351, sobre derecho de autor, no ha regulado el tema.141
E) El agotamiento en el Mercosur
El agotamiento est previsto en el Protocolo de Marcas142 pero no se consagra un tipo de agotamiento
especfico, sino que se deja librada a los Estados la facultad de prever medidas que lo regulen. El artculo 13
del Protocolo de Marcas dispone Agotamiento del derecho. El registro de una marca no podr impedir la
libre circulacin de los productos marcados, introducidos legtimamente en el comercio por el titular o con la
autorizacin del mismo. Los Estados Parte se comprometen a prever en sus respectivas legislaciones medi-
das que establezcan el Agotamiento del Derecho conferido por el registro.
El Protocolo de Diseos,143 por su parte, s consagra el agotamiento regional. El artculo 13 del Protocolo
dispone Agotamiento del Derecho. La proteccin de un Diseo Industrial en uno de los Estados Partes no
podr impedir la libre circulacin de los artculos que ostenten o incorporen el mismo diseo despus que
hayan sido introducidos legtimamente en el comercio de cualquiera de los Estados Partes del MERCOSUR,
por el titular o con su consentimiento. De la disposicin citada, surge claramente que el Protocolo ha adop-
tado el agotamiento regional.
Analizando la disposicin comentada, Martnez Medrano ha dicho que El ejercicio del derecho del
titular del diseo se ejerce (en su faz positiva) con la introduccin del producto que lo incorpora en el merca-
do. Esta primera comercializacin, realizada por el titular o por un tercero con su autorizacin, es el ejercicio
de su derecho, el cual se agota con ese ejercicio.144
El autor citado expresa que el artculo 13 del Protocolo de Diseos constituye una toma de posicin en el
marco del Mercosur respecto del agotamiento.145 Si bien ello es cierto, no se entiende por qu en el Protocolo
de Marcas no se fij una posicin dentro del Mercosur y respecto de los diseos se opt por el agotamiento
regional. Adems de constituir una contradiccin que no encuentra mayor fundamento, el hecho de que no
se haya adoptado expresamente el agotamiento regional en materia de marcas podra causar una disfuncin
en el mercado interno resultante de disparidades en las legislaciones (v. pto. III.1.1 ms arriba).
Por otro lado, resulta claro que no se desarrollar en el Mercosur la abundante jurisprudencia dictada
sobre agotamiento del derecho en el mbito de UE mientras no exista un rgano jurisdiccional permanente.
Actualmente (junio de 2004), el Mercosur cuenta con la siguiente estructura institucional: Consejo del Merca-
do Comn (rgano supremo que fija las polticas del mercado comn conforme el Tratado de Asuncin), el
Grupo Mercado Comn (rgano ejecutivo del Mercosur encargado de velar por el cumplimiento del Tratado
de Asuncin), la Comisin de Comercio (encargada de aplicar los instrumentos de poltica comercial acorda-
dos en el marco del Mercosur), la Comisin parlamentaria Conjunta (rgano representativo de los parlamen-
tos de los Estados Parte), el Foro Consultivo Econmico-Social (que representa a los sectores econmicos y
sociales de los Estados parte) y la Secretara (que cumple funciones organizativas). Aunque existen laudos
dictados por tribunales arbitrales del Mercosur, dichos tribunales son ad hoc y, si bien el Tratado de Asun-
cin prevea que antes del 31 de diciembre de 1994 los Estados Partes adoptaran un Sistema Permanente de
Solucin de Controversias para el Mercado Comn, ello no ocurri y no est previsto que ocurra en un
futuro cercano.146
Cabe aclarar que, a la fecha, ni el Protocolo de Marcas ni el de Diseos han entrado en vigor.
141
Decisin Legislativa 351, Rgimen Comn sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, adoptada en Lima, Per, el 17 de diciembre de
1993.
142
Protocolo de Armonizacin de Normas sobre Propiedad Intelectual en el Mercosur, en Materia de Marcas, Indicaciones de Procedencia
y Denominaciones de Origen; Documento MERCOSUR/CMC/DEC. N 8/95.
143
Protocolo de Armonizacin de Normas en Materia de Diseos Industriales; MERCOSUR/CMC/DEC. N16/98.
144
Martnez Medrano, Gabriel A.; El Diseo Industrial en el Mercosur; Jurisprudencia Argentina; T. III; 2000; Buenos Aires; pg. 1336.
145
Id.; pg. 1336.
146
Para mayor informacin sobre la estructura institucional del Mercosur, visitar el sitio de Internet de la organizacin: http://
www.mercosur.org.uy.
F) El agotamiento en la Argentina
1. El agotamiento en el mbito del derecho de marca
Si bien la Ley de Marcas actual (N 22.362) nada dice sobre el tema, podramos interpretar que el art. 48
inc. 5 de la anterior Ley de Marcas N 3.975 prohiba las importaciones paralelas, ya que sancionaba penalmente
a quien venda marcas autnticas sin conocimiento de su propietario.147
Bajo la Ley 3.975 se dict un cierto nmero de fallos sobre casos de importacin paralela o cuestiones
relacionadas.148 Sin embargo, no es fcil establecer una serie de principios a partir de dicha jurisprudencia
dado que las decisiones fueron variadas. S es posible decir que, en los dos casos en que la importacin
paralela involucraba productos protegidos por marcas cuyos titulares eran los mismos en la Argentina y en
el extranjero (R.E.G. y Precisa, comentados ms adelante), los tribunales intervinientes decidieron que se
haba producido agotamiento (aunque sin utilizar expresamente dicho trmino).
En el caso Lemonnier c. Simsilevich,149 la firma querellante era titular de las marcas CURALUES,
ERYTHROLUES y PILULES ORIENTALES para productos medicinales que adquira de sus fabricantes fran-
ceses, a ttulo de concesionaria exclusiva en la Repblica Argentina, e inici querella contra los Sres. Marcos
Simsilevich y Luis Hendler a fin de que cesaran en el uso en el pas de productos identificados con dichas
marcas. Los querellados haban adquirido los artculos cuestionados directamente de sus productores fran-
ceses.
Los querellados imputaron a la firma querellante haber incurrido en prcticas restrictivas de la compe-
tencia, a lo cual el juez de primera instancia respondi que no se poda considerar que la Ley de Marcas
vulnerase la libre competencia, sino que la reglamentaba sin desconocerla garantizando asimismo la propie-
dad industrial y protegiendo los derechos de los productores, comerciantes y consumidores.
Los querellados tambin sostuvieron que al haber existido en el mercado con anterioridad a la fecha en
que la querellante registr sus marcas productos con idnticas marcas, las registradas por la actora carecan
de novedad. Sin embargo, el juez sostuvo que la novedad exigida por la Ley de Marcas no era absoluta, ya
que la marca slo deba ser novedosa respecto del artculo a distinguir. El juez consider que en el presente
caso no poda afirmarse que las marcas fundamento de la accin hubieren perdido su carcter novedoso
dado que se trataba de productos de la misma fbrica y nadie haba usado dichos nombres para distinguir
artculos similares.150 En funcin de lo anterior, el juez de primera instancia conden a los imputados.
La Cmara, en cambio, estim que los imputados no se hallaban incursos en ninguno de los tipos estable-
cidos por los incs. 5 y 6 del art. 48 de la Ley 3.975151 expresando que en el presente caso los Sres. Simsilevich
y Hendler haban vendido artculos con marcas legtimas comprados a su propio fabricante. Segn la Cma-
ra, la mencin a los que vendan marcas autnticas sin conocimiento de su propietario, contenida en el inc.
5 del art.48, deba entenderse como referida la venta de cliss o etiquetas autnticos, no a los productos
mismos. Tampoco era aplicable el inc. 6 del artculo analizado ya que los productos farmacuticos que ven-
dan los querellados eran legtimos y las marcas autnticas. Conforme a la Cmara, la querellante tendra
que haber acordado con los fabricantes que stos no vendieran a otros comerciantes si queran proteger su
147
El mencionado artculo expresaba Art. 48.- Sern castigados con multa de veinte a quinientos pesos moneda nacional y arresto de un
mes a un ao, no pudiendo ser redimida con dinero la pena corporal:......
5) Los que a sabiendas vendan, pongan en venta, o se presten a vender marcas falsificadas y los que vendan marcas falsificadas y los
que vendan marcas autnticas sin conocimiento de su propietario.....
148
En el presente trabajo se cita adems un fallo Bardahl dictado bajo la Ley 22.362, adems de dos fallos Francmode dictados
cuando la Ley 22.362 ya haba entrado en vigencia pero decididos con arreglo a la vieja Ley (ya que los hechos discutidos haban tenido
lugar estando vigente sta ltima).
149
Seores L. Lemonnier y Ca contra Marcos Simsilevich y otro, por usurpacin de marca. Corte Suprema de Justicia de la Nacin; 11 de
diciembre de 1931.
150
Considero imprecisa la aplicacin de la palabra novedosa a una marca, concepto que parece ms bien aplicable al mbito de las
patentes. El fallo probablemente debi haberse referido a la ausencia de confusin de la marca. Por otro lado, la novedad en el
sentido del derecho de patentes no es relevante en el mbito de las marcas ya que puede solicitarse una marca previamente usada y
hasta incluso registrada, si es que su titular la dej de usar o no la renov a su vencimiento. Sabemos que en el derecho de patentes, en
cambio, el uso previo de la invencin cuyo patentamiento se solicita puede llegar a implicar prdida de la novedad, y por lo tanto del
derecho a patentar.
151
El inciso 6 del art. 48 de la Ley 3.975 estableca:
Art. 48.- Sern castigados con multa de veinte a quinientos pesos moneda nacional y arresto de un mes a un ao, no pudiendo ser
redimida con dinero la pena corporal:......
6) Los que con conocimiento vendan, pongan en venta, se presten a vender o a circular artculos con marca falsificada o fraudulenta-
mente imitada......
condicin de representantes exclusivos en la Argentina. Sin embargo, lo anterior no poda dar lugar a auto-
rizar a la querellante a perseguir criminalmente a los comerciantes a quienes el fabricante hubiese vendido
en el extranjero los mismos productos. Por ende, si los fabricantes aunque hubiesen registrado sus marcas
en el pas no habran podido perseguir a los querellados, con ms razn tampoco lo poda hacer la quere-
llante, que era una mera concesionaria. En razn de lo anterior, la Cmara revoc el fallo de primera instan-
cia, absolviendo a los imputados; contra dicha sentencia, la querellante interpuso recurso extraordinario.
En su dictamen ante la Corte, el Procurador expres que la propiedad de una marca acuerda a su titular
el derecho exclusivo de usar en los objetos de comercio el signo distintivo, lo cual incluye la facultad de
ejercer acciones penales. Por ello, no poda admitirse que en la Argentina un comerciante tuviese que tolerar
que un tercero utilizase la marca de tal comerciante sin que ste pudiese impedirlo. No importaba a tales
fines que los productos hubiesen sido adquiridos en el extranjero al mismo fabricante, ya que ste no hubiera
podido venderlos en la Argentina por no tener registrada aqu la marca a su nombre, razn por la cual no
poda transmitir a terceros un derecho que l no tena. El Procurador tampoco consider que los querellantes
deberan haberse asegurado que los fabricantes no vendiesen a terceros los productos respecto de los cuales
ellos eran representantes exclusivos ya que, si as fuera, resultaran ilusorias las disposiciones de la Ley
3.975, en particular de su art. 6,152 debiendo los titulares de marcas recurrir a otras normas para proteger sus
derechos.
Segn el Procurador, los querellados haban cometido el delito previsto en el inc. 5 del art. 48 ya que
haban vendido marcas sin conocimiento de su propietario, es decir, haban cometido el delito de usurpacin
de marca. Y an en el hipottico caso en que la querellante hubiese incurrido en prcticas anticompetitivas
tal como sostuvieron los querellados se tratara de diferentes infracciones que no podan detener el proceso
iniciado, as como tampoco era relevante la alegada falta de novedad esgrimida por los querellados ya que
no se haba probado que los nombres de esas marcas se hubiesen usado para distinguir artculos similares.153
Por ende, el Procurador aconsej que el fallo de Cmara fuese revocado condenando a los imputados.
En su fallo, la Corte record que, en el rgimen establecido por la Ley 3.975, se protega la marca registra-
da conforme a las disposiciones de la Ley, es decir, el registro de una marca tena carcter atributivo y, en
consecuencia, las marcas extranjeras slo eran vlidas desde su registro en el pas. Por lo tanto, los fabrican-
tes franceses que vendieron los productos a los querellados no podan hacer circular marcas no registradas
en el pas, a pesar de que s lo estaban en Francia. La Corte expres que, si los fabricantes mismos no podan
hacer uso de las marcas, lo propio poda decirse de terceros como los querellados.
La Corte dijo asimismo que no obstaba a la accin de la querellante el hecho de que no fabricaba los
productos cuya venta intentaba hacer cesar ya que la Ley de Marcas de Fbrica, Comercio y Agricultura
amparaba como su nombre indicaba por igual al fabricante, al comerciante y al agricultor; siendo la firma
Lemonnier una intermediaria, le caba la calificacin de comerciante que la Ley amparaba y, por lo tanto,
poda reclamar por la violacin de su marca.
La Corte tampoco consider relevante el argumento basado en las prcticas anticompetitivas ya que si
bien reconoci que el art. 14 de la Constitucin establece la libertad de comerciar,154 sta al igual que los
dems derechos de jerarqua constitucional se halla sujeta a las leyes que reglamentan su ejercicio, entre las
cuales se cuentan las que protegen los derechos de propiedad industrial e intelectual.
La Corte remarc que el inc. 4 del art. 48 sancionaba a los que pongan a sabiendas sobre sus productos
o efectos de su comercio una marca ajena o fraudulentamente imitada, y el inc. 5 a los que vendan marcas
autnticas sin conocimiento de su propietario. Si se interpretaban ambas disposiciones, poda concluirse que
la primera penaba la imposicin de una marca ajena sobre los productos propios y la segunda penaba el acto
de vender marcas ajenas sobre productos propios o ajenos. Segn la Corte, la interpretacin de la Ley 3.975
permita concluir que, una vez registrada en el pas una marca para determinados productos, sin importar si
stos o aqulla eran nacionales o extranjeros, nadie la poda emplear, razonamiento aplicable incluso al
propio fabricante de los productos. A raz de lo anterior, la Corte expres que no poda admitirse que se pene
al que use o venda etiquetas o marcas ajenas y no al que las vende pegadas a las mercaderas que individualiza,
sean stas autnticas, falsificadas o imitadas. Por lo tanto, corresponda revocar la sentencia objeto de recur-
so condenando a los imputados.
152
El cual dispona que La propiedad exclusiva de la marca, as como el derecho de oponerse al uso de cualquiera otra que pueda
producir directa o indirectamente confusin entre los productos, corresponder al industrial, comerciante o agricultor que haya llena-
do los requisitos exigidos por la ley.
153
Nuevamente, se aplica en forma a nuestro juicio incorrecta el concepto de novedad respecto de las marcas.
154
El art. 14 de la Constitucin Nacional (parte pertinente) dispone Todos los habitantes de la Nacin gozan de los siguientes derechos
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lcita; de navegar y comerciar....
En el caso Tauber c. Veneziani, 155 el actor promovi querella en sede penal a raz de que el acusado venda
pulverizadores marca IDEAL, sabiendo que Tauber era propietario de dicha marca proteger los menciona-
dos productos.
Conforme el querellante, Veneziani haba cometido el delito tipificado en los incs. 5 y 6 del art. 48 de la
Ley 3.975.
Segn el juez de primera instancia, del examen del artculo secuestrado, surga que la marca con la que
aqul estaba identificada haba sido aplicada en Suiza y proceda de su fabricante legtimo en dicho pas.
En vista de lo anterior, el juez concluy que la venta del mencionado artculo imputada al acusado como
delictuosa no estaba comprendida en la disposicin citada de la Ley de Marcas ya que no poda afirmarse
que el producto llevase una marca falsificada. Por consiguiente, en primera instancia se absolvi al imputa-
do, siendo la sentencia confirmada por la Cmara. Contra la sentencia de Cmara, el querellante interpuso
recurso extraordinario.
En su dictamen ante la Corte, el Procurador basndose en el caso Lemonnier expres que no era
admisible que en territorio argentino un comerciante debiese tolerar que terceros utilicen la marca registrada
a su nombre sin poder ejercer los medios legales para impedir dicha conducta, sin importar que los produc-
tos importados hubiesen sido adquiridos en el extranjero al fabricante titular de la marca que en dicho pas
protege los productos, ya que si dicho fabricante no hubiese podido vender los productos en la Argentina,
tampoco podrn hacerlo los que aleguen estar autorizados por aqul. En forma coincidente con el Procura-
dor, la Corte revoc la sentencia de Cmara.
En el caso Lutz Ferrando c. Karlsberg,156 la querellante inici acciones contra el Sr. Jos Karlsberg a raz
de que ste posea en su domicilio cmaras fotogrficas, numerosos objetivos y repuestos legtimos que
llevaban la marca LEICA, registrada por la actora. El acusado aleg que haba adquirido la mercadera de
segunda mano con el fin de revenderla y que no le eran aplicables las conclusiones del fallo Lemonnier, ya
que no venda las mquinas marca LEICA en la misma forma que lo haca el titular de la marca en nuestro
pas sino que slo se dedicaba a la venta de segunda mano. El juez concluy que esta circunstancia no era
cierta y que, en realidad, el imputado adquira los productos de judos alemanes que escapando del rgi-
men nazi llegaban a nuestro pas y vendan los artculos mencionados a Karlsberg con el fin de obtener
dinero dado que no se les permita salir de Alemania con efectivo. Debido a la forma de comercializacin, el
Sr. Karlsberg no abonaba impuestos ni derechos aduaneros, por lo que su precio de venta era mucho menor
al de la sociedad querellante, la cual importaba la mercadera legalmente y efectuaba publicidad para pro-
mocionar la venta de los productos.
El juez de la causa consider basndose una vez ms en el fallo Lemonnier que la conducta del
imputado estaba comprendida en el inc. 5 del art. 48 de la Ley 3.975, conducta agravada en este caso por
tratarse de mercadera contrabandeada.
La Cmara consider que el caso Lemonnier no era aplicable al presente ya que el presente se refera a un
supuesto habitual de comercializacin de productos de segunda mano identificados con marcas conocidas,
que tena lugar por la particular circunstancia de estar prohibida en Europa la exportacin de dinero. La
Cmara expres que tal actividad comercial era lcita y no infringa la Ley de Marcas ya que, al tratarse de
mercadera autntica, no se violaba la funcin de identificacin de origen de la marca. En el presente caso, no
poda decirse que la venta por un particular de un artculo que adquiri para su uso y la compra del mismo
artculo por un intermediario estaba comprendida en el supuesto de venta de marcas ajenas sobre produc-
tos propios, ya que dicha actividad no tena el propsito de realizar un acto de competencia desleal al titular
de la marca, que era en realidad el supuesto que el inc. 5 del art. 48 estaba destinado a combatir. En funcin
de lo anterior, la Cmara revoc el fallo de primera instancia absolviendo al imputado, lo cual fue confirma-
do por la Corte.
En el caso Precisa c. Miss157 la actora quien posea poder suficiente de Precisa A.G. Fabrique de Machines
Calculer, de Suiza promovi demanda contra los Sres. Esteban Miss y Federico Polus a fin de que se los
condene a cesar en el uso de la marca PRECISA ms daos y perjuicios. Miss venda en su local mquinas
de calcular identificadas con la marca indicada, que aparentemente haban sido adquiridas del codemandado
Polus. Tanto en primera como en segunda instancia, se consider que las mquinas PRECISA en poder de
Miss eran de procedencia legtima, por lo que se decidi que no se haba producido violacin a la Ley de
155
Don Carlos Federico Tauber c. don Carlos Veneziani, por usurpacin de marca. Corte Suprema de Justicia de la Nacin; 3 de agosto de
1932.
156
Lutz Ferrando y Ca S.A. Industrial y Comercial c. Jos Karlsberg; Corte Suprema de Justicia de la Nacin; 15 de diciembre de 1943.
157
Precisa Argentina (Soc. de Resp. Ltda..) c. Miss, Esteban y otro; Corte Suprema de Justicia de la Nacin; 28 de abril de 1958.
Marcas dado que el hecho perseguido haba sido una simple reventa de productos autnticos que no haba
perjudicado el derecho de marca de Precisa A.G.
Al interponer recurso extraordinario, el apelante sostuvo que las acciones promovidas estaban fundadas
en (i) la violacin a la marca PRECISA de Precisa A.G. y (ii) el perjuicio sufrido por la actora en su carcter de
titular del nombre comercial Precisa Argentina (Soc. de Resp. Ltda.).
Si bien la actora trajo a colacin el caso Lemonnier para intentar demostrar que la venta efectuada por
Miss deba ser declarada ilcita, el Procurador sostuvo que las situaciones en ambos casos eran distintas, ya
que mientras en el caso Lemonnier la marca que identificaba al producto perteneca a titulares distintos en el
pas y en el exterior, en este caso era el propio fabricante de las mquinas quien tena registrada a su nombre
la marca PRECISA, no pudiendo advertirse perjuicio a su derecho marcario por la reventa en el pas de las
mquinas en cuestin.
El Procurador consider que tampoco se haba ocasionado perjuicio a la actora en su nombre comercial
ya que en el presente caso los demandados se haban limitado vender mquinas legtimas que provenan de
su verdadero fabricante suizo, razn por la cual no podra existir el nimo ni la posibilidad de que los
demandados puedan inducir a error a eventuales compradores de las mquinas, ya que stos adquiriran
exactamente lo que buscaban: mquinas de calcular marca PRECISA autnticas.
En su fallo, la Corte reiter que el caso bajo anlisis se refera a una simple reventa de productos autnti-
cos que no perjudicaba al titular de la marca, ya que no se trataba de dos marcas la argentina y la suiza
destinadas a cubrir productos diferentes, sino de un solo producto y de una sola marca registrada a los fines
de su proteccin en Suiza y en nuestro pas.
La Corte consider adems que la Cmara haba interpretado en forma correcta el trmino marcas
autnticas contenido en el ya mencionado art. 48 inc. 5, ya que dicha norma cubra el supuesto de venta de
marcas autnticas en casos donde a diferencia del presente los titulares en nuestro pas y en el extranjero
no eran los mismos. La Corte expres que, de acuerdo con el principio de territorialidad aplicable en el
derecho marcario, es posible que el titular de una marca registrada en el pas pueda oponerse en ste al uso
de la misma marca registrada legtimamente en el extranjero a nombre de otro. No obstante lo anterior, dicho
principio no poda significar un obstculo a la libre circulacin de productos que el mismo titular de la marca
argentina hubiese puesto en el comercio (entregado al mercado, segn las palabras de la Corte) en el
extranjero protegidos por la misma marca extranjera.
La Corte en forma concordante con el Procurador consider que no se haba producido violacin a los
derechos de la actora derivados del nombre comercial Precisa Argentina ya que, al no existir uso ilegtimo de
marca ajena, tampoco se haba producido un ataque a los derechos derivados del uso del nombre comercial.
En el caso R.E.G. c. El Encendido,158 la actora promovi demanda contra El Encendido S.A.C.I. Importadora
y Exportadora a fin de que se ordenara a sta a cesar de vender bujas para automotores marca BERU y al
pago de una indemnizacin por daos y perjuicios. En primera instancia la demanda fue rechazada.
Al fundamentar su recurso en segunda instancia, la actora expres que las bujas importadas por terceros
y vendidas por la demandada eran fabricadas por la actora, por lo que la venta de bujas marca BERU por El
Encendido configuraba un uso marcario ilcito.
La Cmara expres que de la prueba producida en la causa surga claramente que la actora era titular
de la marca BERU para la antigua clase nacional 12 (que cubra, entre otros productos, partes de automoto-
res) y que, con arreglo a un acuerdo de representacin celebrado por sta con la empresa BERU Verkaufs
Gesellschaft mbH Ludwiesburg, explotaba la marca BERU que cubra bujas para automotores.
No obstante lo anterior, la Cmara expres que exista abundante prueba en autos que demostraba que
no obstante ser R.E.G. Argentina representante exclusiva de la empresa alemana sta haba vendido en
Alemania, por intermedio de su distribuidor, bujas marca BERU a un tercero (es decir, no a la actora) para
ser introducidas en la Argentina; resultaba tambin de las constancias aportadas a la causa que la demanda-
da haba adquirido las bujas en cuestin de esa partida importada.
La Cmara concluy que no se haba vulnerado el derecho marcario de la actora ya que la demandada se
haba limitado a realizar un tpico acto de comercio amparado por el Cdigo de la materia y por el art. 14 de
la Constitucin Nacional y que, de sancionarla por dicha actividad, se vulneraran principios constituciona-
les que la tutelaban incuestionablemente. En funcin de lo anterior, la Cmara confirm la sentencia de
primera instancia admitiendo la importacin paralela.
158
R.E.G. Argentina S.R.L. c. El Encendido S.A.C.I.I.E. s/ Medidas Previas y Ordinario; Sala Civil y Comercial N 1 de la Cmara Nacional
de Apelaciones en lo Federal y Contencioso Administrativo; Sentencia del 28 de diciembre de 1973; Causa N 2656.
159
Francmode S.A. c/ Danduf S.A.C.I.F.I. s/ Cese de Uso Indebido de Marca PIERRE CARDIN; Sala 3 de la Cmara Nacional de Apelacio-
nes en lo Civil y Comercial Federal; Sentencia del 14 de agosto de 1984; Causa 2357.
160
El mencionado art. 58 dispona Los que venden o ponen en venta mercaderas o productos con marca usurpada, imitada o falsificada,
estn obligados a dar al comerciante o fabricante, dueo de ellas, noticias completas por escrito sobre el nombre y direccin del que le
haya vendido o procurado la mercadera, as como sobre la poca en que haya comenzado el expendio, y en caso de resistencia, podrn
ser compelidos judicialmente, so pena de ser considerados como cmplices del delincuente.
161
El cual estableca (parte pertinente) que Todo propietario de una marca de fbrica, de comercio o agricultura, a cuyo conocimiento
llegase la noticia de hallarse en la aduana, correo u otra reparticin fiscal o sitio, etiquetas, cpsulas, envases o cualquier otro objeto
similar, a los que constituyen o pertenecen a su marca, podr presentarse a la autoridad competente pidiendo el embargo de dichos
objetos......
162
Francmode S.A. c/ Dante S.A. s/ Cese de Marca; Sala 1 de la Cmara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal;
Sentencia del 18 de octubre de 1985; Causa 3139.
En el caso Bardahl c. Eduardo Brabo S.R.L.,163 la actora solicit la adopcin de medidas cautelares confor-
me lo establecido en los arts. 38 y 39 de la Ley 22.362164 al detectar que la firma Eduardo Brabo S.R.L. comer-
cializaba productos que llevaban la marca NO SMOKE de Bardahl, que no haban sido fabricados por la
actora, titular de la mencionada marca. Posteriormente, Bardahl promovi la accin de fondo por cese de
uso. En primera instancia, el juez rechaz la demanda argumentando que la actora no haba podido probar
la usurpacin marcaria.
La Cmara expres que, al ser Bardahl titular de la marca NO SMOKE, poda demandar el cese de uso,
bastando para la procedencia de tal pretensin que se probara el uso de una marca en infraccin, es decir,
perteneciente a un tercero y sin autorizacin para hacerlo. Al trabarse las medidas cautelares, se verific que
los productos secuestrados en una sucursal de la firma demandada no eran los que produca en el pas la
accionante (por ejemplo, las etiquetas de los envases estaban escritas en ingls). Por otra parte, la Cmara
recalc que la demandada no haba acreditado estar autorizada para la exhibicin de los envases que in-
cluan la marca de la actora y el nombre de sta.
La Cmara destac que la demandada haba obrado de mala fe al adquirir los envases cuestionados ya
que al ser cliente de Bardahl Argentina saba con certeza que esos productos no tenan origen en sta
ltima, resultando indiferente en funcin del principio de territorialidad aplicable en el derecho de marcas
que dichos productos hubiesen sido en ltima instancia adquiridos de un exportador extranjero con dere-
cho a esa marca y ese nombre en su pas de origen. En vista de lo antedicho, la Cmara revoc la sentencia,
admitiendo la demanda por cese de uso de marca y nombre.
Reflexionando sobre la jurisprudencia analizada, llama la atencin que en ninguno de los casos anterior-
mente citados los tribunales intervinientes utilizan las palabras agotamiento o importacin paralela.
Por otro lado, considero que deben distinguirse los supuestos de comercio paralelo: en primer lugar,
puede ocurrir que el titular argentino y el extranjero de la marca sean distintos y no estn relacionados. En
ese caso, sera legtimo que el titular argentino de la marca se oponga a la importacin165 ya que, en funcin
del principio de territorialidad, pueden existir dos marcas idnticas para distinguir los mismos productos en
distintos pases. Por lo tanto, el titular argentino no tiene por qu tolerar que se vendan productos que a
pesar de ser autnticos en su pas de origen violan una marca argentina.
En segundo lugar, puede ocurrir que el titular argentino y el extranjero de la marca sean distintos pero
estn relacionados.166 En ese caso, el titular argentino de la marca no podra a mi juicio oponerse a la impor-
tacin paralela ya que la titularidad de la marca a nombre de diferentes empresas en diferentes pases puede
en realidad constituir una estrategia de compartimentacin de mercados. Ello puede ocurrir, por ejemplo,
cuando una empresa que opera a nivel mundial registra sus marcas a nombre de diferentes titulares en
distintos pases. Si en este supuesto hubiese legislacin que interpretase que el derecho no se agota, el titular
registrara su marca a nombre de diferentes empresas en los diversos pases en que opera cobrando el precio
163
Bardahl Lubricantes Argentina S.A. c. Eduardo Brabo S.R.L. s/ Cese de Uso de Marcas. Daos y Perjuicios; Sala 2 de la Cmara
Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal; Sentencia del 15 de octubre de 1999; Causa 29.495/95.
164
Art. 38 - Todo propietario de una marca registrada a cuyo conocimiento llegue la noticia de la existencia de objetos con marca en
infraccin conforme a lo establecido en el artculo 31, puede solicitar al juez competente:
a) el embargo de los objetos;
b) su inventario y descripcin;
c) el secuestro de uno de los objetos en infraccin.
Sin perjuicio de la facultad del juez de ordenar estas medidas de oficio, podr requerir caucin suficiente al peticionario cuando estime
que ste carezca de responsabilidad patrimonial para responder en el supuesto de haberse pedido el embargo sin derecho.
Art. 39 - Aqul en cuyo poder se encuentran objetos en infraccin, debe acreditar e informar sobre:
a) el nombre y direccin de quin se los vendi o procur y la fecha en que ello ocurri, con exhibicin de la factura o boleta de compra
respectiva;
b) la cantidad de unidades fabricadas o vendidas y su precio con exhibicin de la factura o boleta de venta respectiva,
c) la identidad de las personas a quienes les vendi o entreg los objetos en infraccin.
Todo ello deber constar en el acta que se levantar al realizarse las medidas previstas en el Artculo 38.
La negativa a suministrar los informes previstos en este artculo, as como tambin la carencia de la documentacin que sirva de
respaldo comercial a los objetos en infraccin, autorizar a presumir que su tenedor es partcipe en la falsificacin o imitacin fraudu-
lenta. Esos informes podrn ampliarse o completarse en sede judicial tanto a iniciativa del propio interesado como por solicitud del
juez, que podr intimar a este efecto por un plazo determinado.
165
Desde ya que debido al principio de especialidad no podra oponerse a la importacin si los productos importados identificados con
la misma marca pertenecen a una clase distinta y no relacionada con aquella donde est registrada la marca argentina.
166
La relacin puede resultar de un contrato de licencia o tambin podra ocurrir que la titular argentina de la marca sea una sociedad
controlada por una casa matriz extranjera. Los anteriores ejemplos pretenden ser meramente enunciativos, por lo que podran presen-
tarse otro tipo de relaciones que den lugar al agotamiento del derecho. A nivel legislativo, correspondera adoptar una formulacin
amplia del agotamiento en casos de empresas relacionadas. De no adoptarse legislacin, correspondera evaluar el tema de acuerdo
con las circunstancias de cada caso.
que desea en cada pas pudiendo siempre obstaculizar las importaciones paralelas que se produzcan. Sin
embargo, un supuesto como el analizado sera injusto ya que el titular de la marca en realidad ha obtenido
provecho (a travs de empresas de su grupo) por la venta de su producto protegido, razn por la cual
correspondera que se agote el derecho.167
Tambin podra ocurrir que el titular argentino y el extranjero de las marcas sean distintos, no estn
relacionados y adems haya habido mala fe del titular argentino al momento de registrar su marca (es decir,
el titular argentino copi la marca del extranjero). En este caso, si se produjese una importacin de productos
que provienen del exterior y que llevan la marca argentina registrada de mala fe, el titular argentino de la
marca no podra tomar ninguna accin para frenar dicha importacin, en virtud de lo dispuesto en el art. 24
inc. b) de la Ley 22.362.168
Si bien la Ley de Marcas no menciona expresamente el agotamiento o las importaciones paralelas, puede
considerarse que el art. 31, incs. b) y c), prohibe las importaciones al margen de la red oficial. Dichas dispo-
siciones establecen:
Artculo 31. Ser reprimido con prisin de tres (3) meses a dos (2) aos pudiendo aplicarse adems
una multa de pesos argentinos mil setecientos treinta y cuatro ($a. 1.734) a pesos argentinos doscientos
sesenta mil cien ($a. 260.100):....
b) el que use una marca registrada o una designacin falsificada, fraudulentamente emitida o pertene-
ciente a un tercero sin su autorizacin;
c) el que ponga en venta o venda una marca registrada o una designacin falsificada, fraudulentamente
imitada o perteneciente a un tercero sin su autorizacin;....
Si analizamos las disposiciones citadas, podemos decir que el inc. b) prohibe el uso de una marca regis-
trada o perteneciente a un tercero sin su autorizacin, mientras que el c) sanciona a quien venda o ponga en
venta una marca registrada o perteneciente a un tercero sin su autorizacin. Sobre la base de estas disposicio-
nes podra prohibirse una importacin efectuada por un tercero sin conocimiento del titular de la marca ya
que, al comercializarse en el mercado argentino los productos importados de tal forma, se hara uso de ellos
y/o se pondran en venta. Tambin podra interpretarse que la autorizacin a la que se refiere el artculo
citado puede considerarse satisfecha por la comercializacin en el exterior de productos que llevan la marca,
lo cual impide prohibir la importacin paralela en nuestro pas. Considero que esta ltima sera la interpre-
tacin ms deseable.
Segn Otamendi la cuestin debe ser analizada con gran cuidado. Si el producto importado ha sido
modificado en cualquier forma, sea en el tamao de sus envases o en sus caractersticas para adaptarlo a
algn uso particular sin estar el producto concebido para esa modificacin, se har uso indebido de la marca
registrada.169 Esta postura implica una visin restrictiva respecto de la admisin de las importaciones para-
lelas. De todas formas, no queda claro a mi juicio cuando un producto puede o no puede estar concebido
para una modificacin. Si, por ejemplo, un chocolate es modificado para satisfacer la demanda de un deter-
minado mercado, y luego es importado en forma paralela a otro mercado donde el gusto es distinto, no
debera considerarse que existe engao si se indica en forma clara que el producto proviene de otro pas y
que ha sido modificado.
167
Ello es por otra parte un principio aceptado en la UE (v. pto. III.1.1) y es la solucin consagrada por la Decisin Legislativa 486 (v. pto.
III.4). El razonamiento aqu expuesto tambin sera aplicable a otros derechos de PI.
168
El cual dispone que Son nulas las marcas registradas:....
b) por quien, al solicitar el registro, conoca o deba conocer que ellas pertenecan a un tercero;...
con el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio. Parte III Seccin
IV Acuerdo TRIPs GATT.
Analizando la formulacin del agotamiento consagrada por el artculo 36 de la LP, Moncayo expresa que
el efecto de esta disposicin es que se considera legal en el pas toda importacin que se hiciese de produc-
tos que fueran puestos en el comercio en cualquier pas con el consentimiento del titular o mediante una
licencia obligatoria por la cual el titular debe percibir, de todas formas, una remuneracin equitativa.170
A poco de analizar la LP, queda claro que se ha adoptado un rgimen de agotamiento amplsimo. La
filosofa subyacente a esta disposicin es reconocer la recompensa prevista por el sistema de patentes slo
por la primera puesta lcita en el comercio, sin reconocer retribucin por las reventas ms all de la primera
y sin importar el modo de comercializacin, siempre y cuando sea lcito.
Por su parte, el artculo 36 del Decreto 260/96 dispone:
A los efectos del inciso c) del artculo 36 de la Ley, el titular de una patente concedida en la Repblica
Argentina tendr el derecho de impedir que terceros, sin su consentimiento, realicen actos de fabricacin,
uso, oferta para la venta o importacin en el territorio del producto objeto de la patente, en tanto dicho
producto no hubiera sido puesto lcitamente en el comercio de cualquier pas. Se considerar que ha sido
puesto lcitamente en el comercio cuando el licenciatario autorizado a su comercializacin en el pas acreditare
que lo ha sido por el titular de la patente en el pas de adquisicin, o por un tercero autorizado para su
comercializacin.171
La comercializacin del producto importado estar sujeta a lo dispuesto en el artculo 98 de la Ley y esta
reglamentacin.172
Surge a la vista la evidente contradiccin que existe entre la LP y su DR, la cual tuvo origen en la dispa-
ridad de criterios que sobre este punto se produjo entre el poder legislativo y el ejecutivo.
El DR parecera echar por tierra con el amplio rgimen de agotamiento contenido en la LP ya que hace
depender totalmente la puesta lcita en el comercio que da lugar al agotamiento de la denominada red
oficial al disponer que el agotamiento slo tendr lugar cuando el producto patentado hubiera sido puesto
en el comercio por el titular o un tercero autorizado a su comercializacin y a su vez importado a nuestro
pas por el licenciatario autorizado. En funcin de lo dispuesto en el artculo 36 del DR, podra interpretarse
o bien que ste es totalmente contradictorio con la LP, o bien que define el alcance de lo dispuesto en sta.
Consideramos que el DR contradice lo dispuesto en la LP y que por lo tanto de llegar a la justicia un caso
que involucre las normas mencionadas debera declararse la inconstitucionalidad de lo dispuesto en este
punto por el DR. En sentido coincidente, Moncayo expresa que El Poder Ejecutivo adopt, en cambio, una
postura extrema: consider a las sucesivas reventas o distribucin del producto protegido por una patente
ilegal y violatoria de los derechos exclusivos que el Acuerdo TRIPs reconoce a los titulares de patentes, an
cuando la primera venta fuera efectuada por el titular o por un tercero con su consentimiento y ello le
hubiese permitido obtener beneficios econmicos derivados de la venta directa del producto o percibir rega-
las u otra forma anloga de retribucin en virtud de los contratos de licencia o distribucin que ste hubiese
celebrado. Segn el criterio del Poder Ejecutivo, bastaba, entonces, con que las sucesivas reventas del pro-
ducto no se efectuaran por el propio titular o por los terceros por l autorizados para tachar de ilegales tales
reventas. 173
En definitiva, la contradiccin existente entre la LP y su DR ha dejado un panorama poco claro en lo que
al agotamiento se refiere, que deber dirimir la justicia.
Como si lo anterior fuera poco, la Solucin Mutuamente Acordada entre los Estados Unidos y la Argen-
tina, adoptada en el marco de la OMC,174 dispone que el rgimen de agotamiento de la LP debe ser interpre-
tado de la siguiente forma:
169
Otamendi, Jorge; Derecho de Marcas; 5 Ed.; Lexis-Nexis Abeledo Perrot; Buenos Aires, 2003; Pgs. 272/3.
170
Moncayo von Hase, Andrs; ob. cit.; pg. 149. Las licencias obligatorias son permisos compulsivos otorgados por el estado a un tercero
no relacionado con el titular de la patente en casos en que el titular no permite la explotacin del invento por causas injustificadas o
cuando es necesario acceder al invento, por ejemplo por razones de salud pblica (como puede ser una droga que cura una epidemia
y el Estado necesita suministrarla a la generalidad de la poblacin). La LP las prev en su Captulo III (artculos 42 a 50) bajo el ttulo
idntico al utilizado en el ADPIC Otros Usos sin Autorizacin del Titular de la Patente.
171
Consideramos que la confusa redaccin del artculo 36 del Decreto deja abierta la interpretacin de a qu pas se refiere cuando el texto
expresa comercializacin en el pas y si el tercero autorizado puede estarlo tambin a travs de una licencia obligatoria.
172
El mencionado artculo 98 de la LP establece Esta ley no exime del cumplimiento de los requisitos establecidos por la ley 16.463 para
la autorizacin de elaboracin y comercializacin de productos farmacuticos en el pas.
173
Moncayo, Andrs; ob. cit.; pg. 155. Como es sabido, TRIPs es la sigla en ingls del ADPIC.
174
Esta Solucin fue el resultado de una ronda de consultas iniciadas por los Estados Unidos contra la Argentina ante la OMC. Segn los
Estados Unidos, la amplitud del art. 36 inc. c) de la LP viola el art. 28 del Acuerdo sobre los ADPIC, que establece un derecho de
importacin a favor del titular de la patente. Como ya vimos, el art. 36 inc. c) considera lcita la importacin al pas de productos
Los Gobiernos de los Estados Unidos de Amrica y de la Repblica Argentina han analizado los arts. 36
c) de la ley 24.481 y 36 del decreto reglamentario 260/96 a la luz del art. 6. y del prrafo 1 del artculo 28 del
Acuerdo sobre los ADPIC. De conformidad con este anlisis, Argentina ha confirmado que, de acuerdo con
sus normas y reglamentaciones, el titular de una patente otorgada en Argentina tendr el derecho de impe-
dir que terceros que no tengan su consentimiento realicen actos de fabricacin, uso, oferta para la venta,
venta o importacin del producto patentado en el territorio de Argentina. Sin embargo, un licenciatario
voluntario en Argentina autorizado por el titular de la patente puede importar el producto patentado si
prueba que el producto ha sido puesto en el mercado en un pas extranjero por el titular de la patente
argentina o por un tercero autorizado a comercializarlo. Sobre esta base, Argentina y Estados Unidos de
Amrica acuerdan que el artculo 36) de la ley 24.481, ledo en conjunto con el artculo 36 del decreto 260/96,
es consistente con las obligaciones de Argentina bajo el Acuerdo sobre los ADPIC.175
El prrafo citado deja claramente entrever una posicin restrictiva de las importaciones paralelas. Cabe
preguntarse si el tercero autorizado a que se refiere la anteltima oracin del prrafo podra estarlo a
travs de una licencia obligatoria. Teniendo en cuenta la visin restrictiva que acabo de comentar, y que la
misma oracin hace referencia al licenciatario voluntario, parecera que un licenciatario obligatorio no
podra importar desde el exterior, pero ello no ha sido expresamente prohibido.
Por otro lado, si nos atenemos a la amplia definicin de la Convencin de Viena sobre el Derecho de los
Tratados,176 la Solucin Mutuamente Acordada puede ser considerada un tratado. Por su parte, la Constitu-
cin Nacional establece la supremaca de los tratados sobre las leyes (cfr. art. 75 inc. 22). Si aceptamos el
razonamiento anterior, deberamos aceptar que la Solucin Mutuamente Acordada ha derogado el art. 36
inc. c) de la LP. Sin embargo, dado que a la fecha 177 la Solucin Mutuamente Acordada no ha sido
publicada en forma oficial,178 no podra ser invocada a nivel interno, sin perjuicio de la responsabilidad
internacional que ello pueda generar para la Argentina.
Teniendo en cuenta las contradicciones apuntadas, sera importante llevar adelante una reforma que las
subsane y que atene el rgimen de agotamiento previsto en la LP, el cual considero demasiado amplio. Ello
es as ya que el rgimen actual implicara desconocer al titular de la patente la posibilidad de obtener una
recompensa por su invencin en determinados casos. Por ejemplo, si nos atenemos a la LP, la venta lcita de
un producto farmacutico en la India (donde para dichos productos an no es posible acceder a la proteccin
por patentes) agotara el derecho de patente en la Argentina. En el ejemplo brindado, el rgimen de patentes
permitira la ausencia total de recompensa al titular de la patente, lo cual sera contrario al artculo 17 de
nuestra Constitucin que reconoce que todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o
descubrimiento, por el trmino que acuerde la ley.179 En mi opinin, habra que consagrar el agotamiento
internacional pero sujetndolo a que el titular haya podido obtener una recompensa en condiciones
monoplicas en el lugar desde donde los productos se importan, es decir, que el producto no haya sido
importado desde pases donde la proteccin no es posible, o donde est en vigor una licencia obligatoria o
existe legislacin que establece precios mximos para los productos farmacuticos.
patentados, por un tercero no relacionado con el titular de la patente, una vez que stos hubieran sido puestos lcitamente en el
comercio de cualquier pas. Teniendo en cuenta que el art. 28 del Acuerdo ADPIC prev el derecho de importacin, el argumento de los
Estados Unidos era que la amplia formulacin del art. 36 inc. c) no garantizaba el derecho de importacin previsto por el Acuerdo
ADPIC.
175
Documentos oficiales de la OMC: WT/DS171/3, WT/DS196/4, IP/D/18/Add.1 y IP/D/22/Add.1, disponibles en el sitio web oficial
de la organizacin: http://www.wto.org.
176
Adoptada en Viena el 23 de mayo de 1969 y ratificada por nuestro pas. El art. 2.1.a) de la Convencin dispone:
2. Trminos empleados. 1. Para los efectos de la presente Convencin:
a) se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya
conste en un instrumento nico o en dos o ms instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominacin particular.....
177
Junio de 2004.
178
Con excepcin de ciertos aspectos que fueron volcados en la reforma a la LP, que obviamente s fue publicada (Ley 25.859, publicada en
el Boletn Oficial el 14 de enero de 2004). En mi opinin, sin embargo, ello no puede implicar publicacin de la Solucin en su conjunto.
El art. 2 del Cdigo Civil establece Las leyes no son obligatorias sino despus de su publicacin, y desde el da que determinen. Si no
designan tiempo, sern obligatorias despus de los ocho das siguientes al de su publicacin oficial.
179
Sin perjuicio de lo dicho, Lilley cita jurisprudencia de los Estados Unidos segn la cual los derechos de PI no son a diferencia de otros
derechos de carcter constitucional garantas absolutas protegidas contra todo tipo de violaciones, sean stas evidentes o no, sino que
se encuentran limitados por polticas pblicas que intentan buscar un equilibrio entre los intereses de los titulares de derechos y los del
pblico en general. V. Lilley, Richard H., Jr.; ob. cit.; pg. 124.
IV. CONCLUSIONES
El agotamiento de los derechos de PI es uno de los temas ms conflictivos del comercio internacional.
El agotamiento internacional, que es el que limita en mayor medida los derechos de PI, va a ser favoreci-
do por pases importadores de tecnologa y productos manufacturados como la Argentina, mientras que el
agotamiento nacional es ms beneficioso para los exportadores, quienes de esta forma se encuentran en
mejor posicin para controlar la cadena de comercializacin, y por lo tanto va a ser favorecido por pases
productores de tecnologa y productos manufacturados.
No hay que olvidarse de un punto muy importante: en prcticamente todos los casos de agotamiento, se
presupone que el titular del derecho ya obtuvo la recompensa que le reconocen las leyes de PI. Cuando un
titular de un derecho de PI se opone a una importacin paralela luego de la primera venta del producto
efectuada por l o por un tercero con su consentimiento, est pretendiendo una segunda recompensa, o
incluso una tercera, dependiendo de cun restringido sea el mbito de agotamiento.
Algunos autores sostienen que si bien la discriminacin abusiva de precios podra ser una consecuencia
del agotamiento nacional, dos factores mitigan dicho posible efecto negativo. En primer lugar, la discrimina-
cin de precios no implica necesariamente un efecto perjudicial para el consumidor. En segundo lugar, la
posible discriminacin abusiva de precios debe ser analizada a la luz de los beneficios pro-competitivos que
pueden resultar de permitir que las empresas controlen las importaciones paralelas ya que se arguye que
dichas medidas favorecen la proteccin de la PI, la cual es esencial para dar pie a la creatividad e innovacin
que mejoran el bienestar general. Por otro lado, las posibles consecuencias negativas que podran surgir
pueden ser mitigadas a travs de las leyes de defensa de la competencia, en particular las disposiciones que
180
Adoptados en Ginebra el 20 de diciembre de 1996.
181
Villalba, Carlos A. Lipszyc, Delia; El Derecho de Autor en la Argentina; Ed. La Ley; Buenos Aires; 2001; pg. 388. Los arts. corres-
pondientes del TODA y TOIEF figuran citados en la nota al pie N 136.
prohiben los carteles de precios, donde una estructura de mercado oligoplica puede traer aparejado el
ejercicio de poderes abusivos en el mercado.182
Respecto de lo anterior, podemos decir que no se ve muy claramente cmo la discriminacin de precios
no sera perjudicial para el consumidor, dado que si se permite a las empresas cobrar diferentes precios de
acuerdo con los diferentes mercados, es indudable que algunos de dichos precios tendern al alza, porque de
lo contrario no tendra sentido hablar de discriminacin de precios. Es verdad que algunos precios (por
ejemplo, en mercados con menor poder adquisitivo) tendern a la baja, pero ello tendr como contrapartida
el alza de precios en mercados ms ricos. Si no existieran diferencias de precios, el fenmeno de las importa-
ciones paralelas no se producira. Por otra parte, est el argumento de que la prohibicin de las importacio-
nes paralelas favorece la competencia dado que la fuerte proteccin de la PI trae como resultado la existencia
de muchos competidores en el mercado que ofrecen productos protegidos. Sin embargo, probablemente sea
cierto lo contrario: permitir las importaciones paralelas estimula la competencia ya que de esta forma se
posibilita la existencia de precios ms bajos.
El fortalecimiento de la PI y la existencia de importaciones paralelas son aspectos distintos: las leyes de PI
pueden dar amplios derechos a los titulares, por ejemplo, a travs de medidas cautelares contra falsificadores,
ampliando plazos de proteccin, reconociendo nuevos derechos o extendindolos a nuevos campos de la
tecnologa. Se puede considerar conveniente ampliar o restringir esos derechos; sin embargo, la prohibicin
o admisin de las importaciones paralelas no hace a la esencia de la PI, sino que es un aspecto relativo a la
cadena de comercializacin. Cuando se dice que el derecho de un titular se agot, se supone que ya obtuvo
la recompensa que su derecho de PI le reconoce; pretender una recompensa ms all de la primera venta que
l ha efectuado, o efectuada con su consentimiento, sera una facultad excesiva que cae, no dentro de las
facultades que el ordenamiento le reconoce al titular del derecho, sino que tiene que ver con la forma de
comercializar el producto protegido. Finalmente, corresponde refutar que los posibles efectos negativos de
la prohibicin de las importaciones paralelas se veran mitigados a travs de las leyes de defensa de la
competencia ya que, como sabemos, en la mayora de los pases latinoamericanos existe un crnico atraso
respecto de la aplicacin efectiva de dicho tipo de leyes (que no parece tener solucin cercana), por lo que, en
dichos pases, no se puede confiar en que la solucin de los posibles efectos anticompetitivos vaya a tener
lugar a travs de esa va.
La idea subyacente al principio de la territorialidad tiene cierto sentido: es verdad que entre los mercados
nacionales existen diferencias. Pero tambin es cierto que ms de una vez los casos de agotamiento involucran
importaciones paralelas desde mercados ms pobres hacia mercados ms ricos, lo cual da pie a pensar que
las empresas multinacionales tienden a fijar precios ms altos donde saben que el consumidor los va a
abonar, y precios ms bajos en mercados ms pobres. Dicho de otro modo: es esperable ver una importacin
paralela desde Tailandia hacia la UE, pero no viceversa. Lo anterior permite suponer que al introducirse el
argumento de la diferencia de mercados se est intentando justificar el por qu de las diferencias de precios
a nivel mundial, cuando en la realidad la tendencia es fijar precios ms altos en mercados ricos y precios ms
bajos en mercados pobres. El argumento de la territorialidad de mercados podra ser tenido en cuenta si se
verificara en la realidad que existen mercados pobres con productos de precios ms altos que en mercados
ricos (situacin que cabe suponer como excepcional); sin embargo, la realidad muestra que la lnea de corte
se da como en la mayora de los debates sobre PI entre pases ricos y pobres. En otras palabras, el
argumento de la territorialidad es correcto en puntualizar las diferencias entre mercados, pero falla en expli-
car por qu son diferentes; y esa diferencia se debe a los diferentes grados de desarrollo, que determinan
diferentes grados de riqueza. Al no dar cuenta de esa falla, creemos que el argumento de la territorialidad
queda invalidado.
Por otro lado, Heath explica que el principio de la territorialidad tal cual se encuentra consagrado en los
artculos 4 bis y 6(3) del Convenio de Pars ha sido invocado para demostrar que la comercializacin
internacional de productos no debera implicar el agotamiento del derecho; en otras palabras, ha sido invo-
cado para apoyar el agotamiento nacional. No obstante, el autor citado aclara que el principio de la territo-
rialidad se refiere a la existencia y no al ejercicio de los derechos de propiedad industrial y que fue introdu-
cido en el Convenio de Pars a fin de dejar en claro que el derecho sobre una patente o una marca registrada
en otro pas invocando un derecho de prioridad no dependa de la validez de dicho derecho en el primer
pas en el que la prioridad fue invocada.183 El principio no dice nada sobre la forma en que los derechos
182
Barfield, Claude E. Groombridge, Mark A.; ob. cit.; pg. 906.
183
Podra presentarse algn caso en que se considere que existe agotamiento estando el derecho registrado en un pas y en otro no
(v. pto. I.3).
nacionales son afectados por actos que han tenido lugar en el extranjero, en particular, el acto de
comercializacin de los productos.184 Creemos que vale la pena analizar con un poco ms de detenimiento
esta distincin entre existencia y ejercicio, primer criterio de agotamiento utilizado por el TJCE.
Si decimos que el principio de territorialidad hace a la existencia de un derecho de PI, estamos diciendo
que el derecho existe est registrado en un determinado territorio. El ejercicio, por su parte, se refiere a la
forma en que el titular hace valer su derecho (la forma en que lo ejerce). Es en este punto donde surge el
debate sobre el agotamiento. Dicho de otro modo, cuando discutimos si un derecho se agot o no, presupo-
nemos que el derecho est registrado (que existe). El debate sobre el agotamiento se centra en si el titular
puede ejercer ese derecho de forma tal de impedir una operacin de comercio paralela. Si no puede ejercer su
derecho de forma tal de impedir la importacin, decimos que el derecho se agot; si puede ejercer su derecho
de forma tal de impedir la importacin, decimos que el derecho no se agot.
Hay un aspecto que consideramos contradictorio respecto de los defensores de una concepcin restrin-
gida del agotamiento. En general, los defensores de una concepcin restringida son empresas multinacio-
nales que desean operar en la mayor cantidad de mercados posible. Para ello, es necesario que las autori-
dades gubernamentales de los mercados donde dichas empresas quieren operar adopten una visin
liberalizadora del comercio internacional ya que, de lo contrario, a las mencionadas empresas les sera
difcil operar en dichos mercados. Ahora bien, dichas empresas, una vez instaladas en varios mercados,
defienden una concepcin restringida del agotamiento para poder de esta forma compartimentar merca-
dos nacionales fijando los precios que les convengan a nivel internacional. Sin embargo, el defender una
concepcin restringida del agotamiento implica poner una traba a una determinada operacin de comer-
cio internacional: las importaciones paralelas. Por ello resulta contradictorio a nuestro juicio propug-
nar una liberalizacin del comercio a fin de que las multinacionales puedan operar sin dificultades a nivel
mundial para que luego stas, una vez logrado dicho objetivo, pretendan que los mercados sean fragmen-
tados a fin de poder fijar la poltica de precios que les resulte ms conveniente. Tal vez las empresas
multinacionales deberan replantearse su posicin y admitir que, por lo menos para ellas, no necesaria-
mente es tan positiva una liberalizacin del comercio.
Un punto importante a tener en cuenta es que, a los fines del agotamiento, la ley relevante es la del pas
de importacin. Por ejemplo, imaginemos que X un importador paralelo importa productos patentados
por Y desde el pas A para su comercializacin en el pas B, habiendo Y consentido a la puesta lcita en el
comercio de dichos productos, y siendo Y titular de patentes paralelas en A y en B. Y desear frenar la impor-
tacin paralela de X. A tales efectos, no tiene importancia el rgimen vigente en el pas desde el cual se
importaron los productos patentados (es decir, A), sino que slo importa el rgimen de agotamiento en el
pas en el cual los productos importados sern comercializados (es decir, B). Ello es as ya que el pas A, por
decirlo de alguna forma, ya no tiene jurisdiccin sobre los bienes que han salido de su territorio; lo impor-
tante es el rgimen vigente a tales efectos en el pas B. Por ejemplo, si en ste el rgimen de agotamiento es
nacional, Y podr frenar la importacin paralela ya que los productos fueron puestos en forma lcita fuera
del territorio del pas B. Si el rgimen de agotamiento en B es regional, Y slo podr frenar la importacin
paralela siempre y cuando el pas B no forme parte de un mercado comn del cual tambin el pas A forma
parte. Si el agotamiento en B fuera internacional, Y no podr frenar la importacin paralela ya que una vez
puestos los productos en forma lcita en el comercio el derecho se ha agotado y no se puede frenar la impor-
tacin paralela al territorio del pas B.
Consideramos que la reflexin anterior es importante como regla de conflicto de leyes es decir, la
aplicacin de la ley del pas donde los productos importados van a ser comercializados en caso de adoptarse
una convencin internacional sobre agotamiento o en el improbable caso de que se llegue a un acuerdo sobre
el tema en el marco del Acuerdo ADPIC.
Heath opina que el establecer diferentes precios de acuerdo con los mercados no significa otra cosa que
un subsidio otorgado por los consumidores en pases de altos precios a aquellos ubicados en pases de
menores precios. El autor citado expresa que esta situacin es cuestionable si tenemos en cuenta que nos
encontramos ante subsidios que no poseen legitimidad democrtica alguna. Heath sostiene que en el
futuro deberamos ser regidos por una democracia de mercado antes que por una dictadura empresarial. El
problema con estos subsidios fijados por las empresas es que los empresarios slo son responsables ante
sus accionistas, no ante el pblico en general. Adems, es cuestionable hasta qu punto los altos precios en
pases industrializados realmente benefician a los consumidores de pases en vas de desarrollo.185
184
Heath, Christopher; Parallel Imports in Asia; ob. cit.; pg. 23. Ver asimismo Cohen Jehoram, Herman; ob. cit.; nota al pie N 125.
185
Heath, Christopher; Parallel Imports and International Trade; ob. cit; pg. 631.
En realidad, considero que la prueba de que el agotamiento nacional est errado es que el tema de las
importaciones paralelas slo se discute en relacin con bienes protegidos por derechos de PI, pero no respec-
to de bienes no protegidos. En otras palabras, cuando se dice que la prohibicin de las importaciones para-
lelas es necesaria para asegurar que el titular del derecho pueda mantener una red eficiente de distribucin
de recursos slo se plantea la cuestin a travs de la existencia de un derecho de PI. Es decir, los titulares de
derechos se consideran con derecho de impedir las importaciones paralelas mientras que su derecho de PI
se encuentre vigente. Ahora bien, cabe preguntarse por qu no existe el debate sobre la posibilidad de impe-
dir las importaciones paralelas una vez que el plazo de proteccin del derecho ha expirado; considero que la
respuesta a este interrogante es muy simple: la razn es que se considera errneamente a mi juicio que la
posibilidad de impedir las importaciones paralelas es una facultad del titular de los derechos cuando en
realidad se trata de un aspecto de la comercializacin del producto. En otras palabras, si las importaciones
paralelas afectan al titular del derecho cuando el plazo de proteccin del producto no ha expirado, deberan
tambin afectarlo una vez vencido el plazo. Si el debate no se plantea una vez vencido el plazo de proteccin,
es porque se intenta a travs del derecho de PI obstaculizar la comercializacin legtima de un producto
que, en ausencia de ese derecho, a nadie se le ocurrira prohibir. En otras palabras, la prohibicin absoluta de
las importaciones paralelas constituye un intento de extender indebidamente el alcance de los derechos
protegidos.
Hay otro supuesto que debemos tener en cuenta: puede ocurrir que un producto protegido por un dere-
cho de PI sea cobrado ms caro en un mercado perteneciente a un pas desarrollado que en un pas subdesa-
rrollado, por ejemplo, porque en el mercado del pas desarrollado hay una mayor variedad de productos y
mayor competencia, lo cual obliga al titular del derecho a cobrar un menor precio. En el mercado del pas
subdesarrollado, de menores dimensiones, hay un slo oferente del producto. Supongamos que lo anterior
ocurre respecto de un producto farmacutico patentado, tema de especial importancia; se dara una situa-
cin en la que, debido a la existencia de menor competencia para el producto patentado en el pas subdesa-
rrollado, el titular de la patente lgicamente se vera tentado de cobrar un mayor precio por el producto en
dicho pas. Si en este ltimo pas no se permitiesen las importaciones paralelas, tendramos una situacin en
la que los consumidores del pas subdesarrollado pagaran un mayor precio por el producto patentado que
el que pagaran los consumidores del pas desarrollado.
En funcin de los argumentos antes expuestos, considero que lo ms positivo sera adoptar como princi-
pio el agotamiento internacional, ya que sera lo ms beneficioso para los consumidores y el funcionamiento
del mercado. En otras palabras, sera lo ms deseable para el inters general. Sin perjuicio de lo anterior, no
podemos hacer odos sordos a los importantes problemas planteados por los titulares de derechos de PI
como, por ejemplo:
En el caso de las marcas, las importaciones paralelas de productos de la misma marca pero de calidad
distinta;
En el caso de los derechos de autor, la ausencia de agotamiento del derecho de reproduccin, de
comunicacin al pblico y de exhibicin de obras audiovisuales (o, mejor dicho, la restriccin del agotamien-
to al derecho de distribucin);
En el caso de las patentes, las importaciones paralelas de productos farmacuticos puestos a bajo precio
en pases subdesarrollados (para facilitar necesidades de salud pblica) y que son luego exportados a pases
desarrollados.
Sin perjuicio de lo anterior, pienso que es importante remarcar un aspecto que ya mencion al referirme
al agotamiento del derecho de autor cuando, citando la opinin de Rttinger, expres que no haba agota-
miento del derecho de reproduccin ya que, de lo contrario, se afectara seriamente el significado del dere-
cho. Pienso que idnticas consideraciones son aplicables a la propiedad industrial; es decir, no se agota el
derecho de fabricar con exclusividad o autorizar a terceros a que fabriquen con exclusividad productos
identificados con una marca o protegidos por una patente ya que ello pondra seriamente en juego el dere-
cho. Lo que se agota es la posibilidad de controlar la forma de comercializacin del producto.
Cabe aclarar una cuestin que, aunque obvia, no deja de ser importante: ms all del profundo desacuer-
do en torno al agotamiento, existe unanimidad respecto de que el derecho en algn punto se agota. A lo largo
de mi investigacin, no he encontrado ninguna fuente que diga que el titular de un derecho de PI tenga una
facultad ilimitada de controlar la forma en que se comercializar el producto una vez que ha salido de su
rbita de influencia. El desacuerdo radica, nada ms y nada menos, en el alcance que el agotamiento debe
tener.
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