Gabriel Salazar

MERCADERES EMPRESARIOS
Y CAPITALISTAS
(Chile, siglo XIX)

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Editorial Sudamericana
Gabriel Salazar estudi Historia y Geografa
(egresado en 1960], Filosofa (1963) y Sociolo
ga (1968) en la Universidad de Chile. Comple
t un doctorado en Historia Econmica y Social
en The University of Hull (Inglaterra, 1984).
Desde 1985 se ha desempeado como inves
tigador y profesor en distintas universidades
chilenas. En 2006 recibi el Premio Nacional
de Historia. Actualmente es profesor titular en
el departamento de Ciencias Histricas de la
Universidad de Chile. Se ha especializado en

temas vinculados la historia social y poltica

a

del pas, a la educacin popular y al desarrollo

local, mbito el que ha realizado numero
en

sas investigaciones. Entre sus obras cabe des

tacar: Labradores, peones y proletarios[198b)\
Violencia poltica popular en las grandes ala
medas (1990); Los pobres, los intelectuales y
el poder (1 995); Autonoma, espacio y gestin
(1998, con Jorge Bentez eds.); Historia con%
tempornea de Chile (1999, con Julio Pinto V.)
Premio Municipal de Ensayo 2000'; His
toria de la acumulacin capitalista de Chile
(2002); La historia desde abajo y desde dentro
(2003); Construccin de Estado en Chile, 1800-
1837 (2006) y Ser nio huacho en la historia de
Chite[2007}.
MERCADERES, EMPRESARIOS Y CAPITALISTAS
(CHILE, SIGLO XIX)
 GABRIEL SALAZAR

MERCADERES, EMPRESARIOS Y
CAPITALISTAS
(CHILE, SIGLO XIX)

Editorial Sudamericana
Mercaderes, empresarios y capitalistas (Chile, siglo XIX)
Primera edicin: julio de 2009

2007, Gabriel Salazar

2007, Random House Mondadori S.A.
Merced 280, piso 6, Santiago de Chile
Telfono: 782 8200 / Fax: 782 8210
E-mail: [email protected]
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procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico,
y la distribucin de ella mediante
alquiler o prstamo pblicos.

Printed in Chile -

Impreso en Chile

ISBN N 978-956-262-330-8

Registro de Propiedad Intelectual N 181.097

Diagramacin: Gloria Barrios A.

Diseo de portada: Amalia Ruiz Jeria

Impresin: Salesianos Impresores S.A.

 PREFACIO

La construccin (dictatorial) del clebre orden portaliano (1829-1860)

engendr la ms nutrida galera de hroes y hombres
ejemplares que
haya tenido la historia de Chile; los que, alineados
generacin como

fundadora, han permanecido rampantes y apolneos, por ms de un siglo

y medio, en el partenn histrico de la nacin. En un
gesto inmortal
por la obra que legaron para siempre a todos los chilenos.

Y perfiles de mrmol subyacen proceres de todo tipo: militares

tras sus

(como Joaqun Prieto, Manuel Bulnes), polticos (como Diego Portales,

Manuel Montt, Antonio Varas), intelectuales (como Juan Egaa, Maria
no
Egaa, Andrs Bello), y empresariales (como Jos Toms Urmeneta,
Agustn Edwards Ossandn, Matas Cousio, Jos Santos Ossa, Domingo
Matte). Todos estatuarios. Todos ejemplares. Indiscutibles.
Al considerar ese conjunto desde lejos que recorta en el horizonte

como un Arco de Triunfo no

aparenta ser menos que el prtico de

entrada a la historia oficial de Chile. Pues alude y recuerda el origen

esencial, solemne, del alma poltica de la nacin. El que define su
identidad de una vez y para siempre. Contra todo. Contra el avan

ce
agreste y tumultuoso de la historia cotidiana y la insolencia de los
que traicionan, subversivamente, su alma nacional. Es que ese origen
esencial ha sido asumido, al mismo tiempo, como norte trascendental:
esla estrella solitaria que gua desde siempre a todos los chilenos. La

que orienta con sabidura sus pasos decisivos. La que prosigue tras cada
recodo y se levanta tras cada tropiezo. Por eso, el origen del orden por
taliano ha renacido y renace como el Ave Fnix, una vez y otra, siempre

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 MERCADERES, EMPRESARIOS Y CAPITALISTAS (CHILE, SIGLO XIX)

como
origen, nunca como fin. Renaci en 1837, al da siguiente
del asesinato de Portales. Y en 1848, tras el motn de la Sociedad de la

Igualdad. Y despus de las insurrecciones pipilas de 1851 y 1859, o

tras las subversiones populares de 1890, 1920 o 1970. Pues ese orden,
nico en Amrica Latina

nunca
logrado en muchos pases es el

estandarte glorioso del pas. No puede morir. No puede ser afeado. No

puede envejecer. Es, en sntesis, el Dorian Gray de la Patria.
La repetida esencializacin (o monumentalizacin) de ese origen

la que puede rastrearse en la grfica de los textos escolares, en la car

tografa estatuaria de cada Alameda, en la sealtica callejera de cada

ciudad

plantea, sin embargo, algunas dudas. Problemas de no poco

fondo, ya que, al monumentalizar el origen del orden portaliano,
deteniendo el tiempo en la fase constructiva 1829-1860, se anula el

proceso histrico posterior. No se asume, por ejemplo, su vida adulta,

su madurez.
Tampoco su envejecimiento. Ni su esclerotizacin y muerte.
Esencializar embelleciendo

el origen, equivale a deshistorizar el

a esconder el retrato realmente histrico de Dorian

conjunto, y Gray,
con todos sus cambios, deformaciones y fealdades. A fin de cuentas,
monumentalizar el nacimiento de un determinado orden social pro
duce, ipso facto, el ocultamiento de su muerte histrica, si la tuvo. Y

eso
puede ser efecto del triunfalismo
ingenuo de los vencedores

con la

complicidad ingenua de los vencidos o de su

maquiavelismo poltico
,

para ocultar las fealdades reales producidas por su triunfo.

Los hechos crudos muestran que, despus de 1860, el orden portalia
no
ingres en una larga fase de deterioro. Sus apologistas entre los que

se cuentan no
pocos polticos, militares e historiadores han explicado

ese deterioro a la eventual accin corrosiva

apuntando emprendida por
sus
enemigos (es decir: por los incautos que traicionan el alma na

cional), entre los cuales se cuentan los pipilos, los liberales, radicales,
demcratas, anarquistas, socialistas y humanoides. El deterioro que se
ha registrado proviene

agregan defuera del orden establecido en

1830, no de la esencia de ste. Nunca de su gesta original: el alma de la

nacin no puede conspirar contra s misma. El orden portaliano, con

cluyen, no tuvo decadencia sino enemigos. La gesta original permanece,

pues, limpia e impoluta.
Los hechos que testimonian esa decadencia, sin embargo, al paso
a
que avanzan las nuevas investigaciones historiogrficas, se acumulan,

8
 PREFACIO

cada da ms. Y el aumento de su

peso ha venido aplastando, crecien

temente, viejos mitos y

largas ingenuidades.
Y hoy se
tapujos que Chile experiment, a fines del
acepta ya sin
siglo XIX largo, dos crisis profundas entrelazadas entre s: una en la
dcada de 1870 y otra en torno a 1908. Ambas han sido interpretadas,
en la
mitologa portaliana, como la reiteracin de una misma crisis mo
netaria, estrictamente coyuntural, que derrumb el prestigio mundial
del peso chileno; lo que se habra producido por la intromisin miope y

antipatritica del contubernio liberal que dict la Ley de Bancos de

1860, que declar inconvertible el billete de banco en 1878, que ms

tarde se aline con las polticas inconstitucionales del presidente Balma-
ceda y que termin alindose con los socialistas y anarquistas en 1920
(detrs de los cuales estaban las masas de rotos alzados que pululaban
por las calles, cerros y desiertos del pas). Por eso, la crisis monetaria
no era atribuible a la naturaleza intrnseca del orden
portaliano, sino a
la contumacia corrosiva de los subversivos. Esta tesis,
planteada en su
origen por el banquero Agustn Ross, ampliada y sistematizada luego
por el economista norteamericano Frank Whitson Fetter, fue recogida
ms tarde por numerosos economistas de centro- izquierda (como Anbal

Pinto S.C.) e historiadores tradicionalistas de centro-derecha. Se trata de

una
apuesta historiogrfica que ha contribuido no poco a sostener erecta,
en la memoria pblica, la efigie apolnea del Dorian Gray nacional.
Los procesos histricos reales, sin embargo, empujados por la inercia

de su caudal, han avanzado sin retroceder, en lnea recta o en

zig-zag,
pero arrasando los mitos y las tesis que los han sostenido. Y fue as que,
cuando el terco autoritarismo gubernamental del siglo XIX se guareci,
sinalegatos constitucionales, bajo el parloteo parlamentarista de comien
zos del
siglo XX; cuando la economa exportadora del aristocrtico
patriciado mercantil de 1850 se volvi sombra, resaca
y desecho de las

compaas comerciales extranjeras; cuando la clase popular entr en

putrefaccin progresiva en los conventillos de la capital y en el bajo
fondo de los suburbios; cuando la carnavalesca juventud universitaria
de 1910 abandon el patriarcado oligrquico para aliarse en la calle
con
proletariado anarquista, etc.; es decir: cuando los hechos reales
el
aumentaron a tal punto su peso que reventaron la paciencia a vista de

todos, se tuvo la percepcin social exacta de que el monumental orden

portaliano del siglo XIX se estaba cayendo a pedazos. Por su propio peso,

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 MERCADERES, EMPRESARIOS Y CAPITALISTAS (CHILE, SIGLO XIX)

por su
propia sangre, por sus
propias convulsiones intestinas. Victima
do por la misma lgica de su nacimiento. Que fue tambin la que lo
envejeci y esclerotiz. Y la misma que sin piedad, dialcticamente, lo
mataba golpe tras golpe a comienzos del siglo XX. Por eso, entre 1890
(primera huelga nacional de trabajadores) y 1919 (ultimtum dado al
gobierno de Chile por la Asamblea Obrera de Alimentacin Nacional),
el verdadero Dorian Gray pase su agnica fealdad por todas las calles
de la Repblica, despertando el horror de todos los que tenan un alma
realmente humana, cvica y soberana.
Entre 1972 y 1973, financiados por el Fondo de Investigaciones de
la Universidad Catlica de Chile, iniciamos el estudio sistemtico de
los Grupos Subalternos en Chile durante el siglo XIX. Como resulta
do de ese
trabajo, publicamos, doce aos despus, el libro Labradores,
peones y proletarios. Formacin y crisis de la sociedad popular chilena del
siglo XIX (Santiago, 1985). Lo que all se demostr, profusamente, no
fue otra cosa que el desgarramiento histrico inmisericorde de la clase

popular de ese siglo.

Esa demostracin plante de inmediato una cuestin de fondo:

cmo un orden poltico tan clebre, apolneo y patritico como el

portaliano pudo producir ese desgarrador resultado?
Tal pregunta necesitaba una respuesta que no poda ser mtica. Ni
subdita de los hroes de la patria. Ni tena que ser necesariamente poltica
(en lo poltico pesan igual los hechos y los mitos) sino, esencialmente,
econmica y social. Referida a hombres y mujeres reales, de carne y
hueso. Y eso significaba investigar, con tozudez cvica, la lgica de accin
econmica y empresarial que fund y sostuvo el orden portaliano, para
encontrar en ella las razones sociales
objetivas y subjetivas que produjeron
el impacto desgarrador en la masiva clase popular del siglo XIX (que

compona los 2/3 de la poblacin total). Es lo que decidimos hacer. A este

efecto, la Fundacin Friedrich Ebert, de Alemania, nos financi, entre

1974 y 1975, un estudio acerca de las Formas econmicas de transicin

en Chile, 1844-1914, destinado a
investigar, en una
primera aproxi
macin, las razones sealadas. El estudio continu luego, entre 1977 y
1984, en base proyecto de tesis doctoral financiado por el World
a un

University Service, del Reino Unido, titulado: Entrepreneurs and Peons

in the Transition to IndustrialCapitalism. Chile, 1820-1885. Los hallaz
gos, hasta ese momento, eran notoriamente
herejes y desmitificadores:

10
 PREFACIO

atentaban directamente contra las estatuas, los mitos y los hroes de la

Nacin. Era prudente y conveniente, pues, fundamentar slidamente
cada conclusin, por pequea que fuera. Esa misma prudencia hizo acon

sejable trabajar, todava, un cuarto proyecto adicional: El empresariado

industrial en Chile: conducta histrica y liderazgo nacional, 1878-1938,

que fue financiado por FONDECYT (Proyecto 997 de 1988). Y para

evitar cualquier imprevisto, financiamos personalmente, al final, a varios

ayudantes para completar la informacin pertinente (entre 1995 y 2008,

sobre todo). La pregunta por la lgica interna de accin econmica del
orden portaliano (la misma que produjo la pauperizacin extrema de
la clase popular chilena) se transform, por tanto, en un estudio que se

prolong por 34 aos.

Ha sido una larga y laboriosa auscultacin del retrato oculto del
enervante Dorian Gray criollo. Un ir y venir por el desfiladero estrecho

de su historicidad empresarial. Cruzando y recruzando los silencios y

los olvidos en los que se ocultaron actores, personajes y procesos que
nunca haban visto la luz de la
historiografa nacional (el patriciado
mercantil, los consignees, las subsidary houses extranjeras, los merchant-
bankers chilenos, el industrialismo popular, los mecnicos extranjeros,
los bancos privados del Estado, la industrializacin mercantil del siglo
XIX, etc.). Personajes y procesos que deambularon durante un siglo,
como fantasmas, entre los
resquicios y dobleces de los mitos nacionales.
Sin embargo, poco a poco, uno a uno, han ido saliendo a la luz tarea

en la han laborado en silencio numerosos historiadores,

que extranjeros
y nacionales cada actor responsable, cada historia de triunfo o de

fracaso, cada testimonio de crisis. En suma: Dorian Gray completo, con

toda su efmera belleza y su concreta fealdad. Y todos juntos, reunidos
sobre un escenario que an no termina de empinarse a la vista de todos,
estn representando la muerte histrica esencial del orden portaliano. La

oscura muerte de un
origen que quiso permanecer brillante para siempre.
Una muerte que nos obliga a revisar crticamente, como historiadores y

ciudadanos, ese conjunto marmreo que an preside el prtico oficial

de nuestro pasado. Y a proclamar, a cambio, el herosmo soberano con
tenido en la historia de todos.
Estetrabajo tuvo siempre un mismo objetivo: desnudar la lgica
empresarial que movi a los fundadores, conductores y sepultureros
del Chile decimonnico (un anticipo de sus conclusiones se encuentra

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 MERCADERES, EMPRESARIOS Y CAPITALISTAS (CHILE, SIGLO XIX)

en el libro Historia de la acumulacin capitalista en Chile, 2003, basado

en los apuntes de clase tomados por los prisioneros polticos de Tres
Alamos en 1976). Y ha tenido tambin una misma esperanza: que la
Ciencia Histrica traiga a la luz todas las fealdades ocultas, todos los
fantasmas intersticiales de nuestro
pasado y nuestro
presente, a fin de

que la ciudadana pueda tener una conciencia histrica ms limpia y

una memoria cultural ms llena de verdad.

As, el libro Labradores, peones y proletarios (Chile, siglo XIX) tiene,

por fin, su
contraparte natural: el libro Mercaderes, empresarios y capi
talistas (Chile, siglo XIX).

La Reina, enero 12 y mayo 16 de 2009

12
El orden portaliano ha sido la piedra angular con la que se ha
trazado la historia oficial de Chile. Ese origen esencial ha sido asu
mido, al mismo tiempo, como norte trascendental: es la estrella so

litaria que gua siempre a todos los

desde chilenos. Sin embargo,
este concepto marmreo, elegante y bello ha servido ms que
no

para ocultar el proceso histrico, los hechos crudos que muestran

que, despus de 1860, ese mismo sistema ingres en una larga fase
de deterioro. Para comienzos del siglo XX, cuando se evidenci la
decadencia la que estaban condenadas amplias capas sociales, se
a

tuvo la percepcin social exacta de que el monumental orden porta

liano se estaba cayendo a pedazos.

Como contraparte de Labradores, peones y proletarios (Chile, siglo

XIX] un estudio sistemtico de los grupos subalternos en Chile,
aparece ahora Mercaderes, empresarios y capitalistas (Chile, siglo
XIX], la investigacin sobre la lgica de accin econmica y empre
sarial que fund y sostuvo aquel dictatorial orden poltico.

Un libro apasionante y desmitificador,que confirma a Gabriel Salazar

como uno de los historiadores chilenos ms relevantes y originales.

ISBN 978-956-262-330-8