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Programacin Neurolingstica

Anclndote al xito
El poder de las anclas en programacin neurolingstica para
alcanzar el xito en todos los mbitos

Edmundo Velasco
Edmundo Velasco

Anclndote a xito
El poder de las anclas en programacin neurolingstica para
alcanzar el xito en todos los mbitos

Este material es el resultado de aos de investigacin y de ms de 17 aos de


trabajo con el Dr. John Grinder, co-creador de la Programacin Neurolingstica.

Cmo crear anclas positivas para alcanzar el xito

Anclas y condicionamientos

Una de las tecnologas ms exitosas que se utilizan en Programacin Neurolingstica se


llaman las anclas.

Hace muchos aos, un mdico ruso llamado Pavlov, descubri lo que llamamos los
condicionamientos. Su experimento consista en dejar un perrito sin comer. Cuando el
perrito tena mucho hambre, Pavlov le mostraba un plato con comida. Al perro se le haca
agua la boca, y cuando salivaba, el
mdico haca sonar una campanita.
Pavlov repiti este proceso hasta el
punto que cuando l tocaba la
campana, el perro salivaba an
inmediatamente despus de haber
comido.

En su momento, a esto se lo llam


condicionamiento; y en psicologa
se trabaj durante muchos aos con
el conductismo, que tiene mucha
relacin con los condicionamientos.

En Programacin Neurolingstica los llamamos anclas.

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Edmundo Velasco

Qu es un ancla?

Un ancla es una poderosa asociacin entre un estado interno intenso y un


estmulo externo.

Por ejemplo, en el caso de la experiencia de Pavlov, el estmulo externo es la campanita, y el


estado interno del perro es el hambre.

Existen 3 tipos de anclas (en Programacin Neurolingstica todo se trabaja desde tres partes
distintas):

Anclas visuales
Anclas sensoriales
Anclas auditivas

Anclas auditivas
Para explicar las anclas auditivas, voy a darte un ejemplo con la siguiente situacin:

La abuelita est gravemente enferma, y sabe que le queda poco tiempo de vida. Antes de
morir, junta a sus hijos y sus nietos y les dice: No quiero que en mi entierro estn todos
llorando. Es ms, quiero que cuando me entierren, lleven un mariachi que me despida
tocando. Esa es la voluntad de esta seora.

Pasados unos meses, la


abuela muere. Y cul es el
estado interno de los hijos y
de los nietos cuando estn
enterrando a esta seora?
Efectivamente, sienten una
profunda tristeza. Y en
medio de esa sensacin de
tristeza y angustia muy
intensa, suena la msica del
mariachi que fue a cumplir la
voluntad de la abuela. As, los
parientes, hacen una neuro asociacin interna llamada ancla, entre la msica del mariachi y
la muerte, el entierro de la abuela.

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Edmundo Velasco

Y qu le va a pasar a esta familia cada vez que escuchen msica de mariachis? Se van a
poner tristes, pues van a recordar el sepelio de su abuela.

Si la abuela hubiera sabido que los iba a dejar anclados por el resto de sus vidas con el
mariachi, seguramente su ltimo deseo no habra sido el mismo.

Una situacin similar se da cuando en


un matrimonio, la pareja asocia un
momento de felicidad con una
cancin, por ejemplo la cancin con la
que se casaron, o la cancin que
bailaron cuando se conocieron... Estas
son anclas de tipo auditivo.

Un ancla auditiva tambin puede ser


la voz de un padre. Por ejemplo, en
cierta ocasin trabajamos con un
equipo de ftbol profesional, revisando qu sucede con los jugadores, y por qu fallan
cuando tienen la gente tan cerca en un estadio. Los jugadores de ftbol, muchas veces
provienen de familias en las que hubo mucha violencia: un padre muy fuerte, un padre
grosero, quiz tomador.

Entonces, supongamos que la voz del padre es esta: Eres un completo intil!. Este jugador,
por lo tanto tiene un ancla. Y cuando est por patear, el pblico est muy cerca, y desde las
tribunas alguien le grita con una voz
muy similar a la de su padre: Eres un
intil!.

Inmediatamente, su cerebro activa el


estado emocional de cuando su padre
le gritaba o lo regaaba, e
increblemente el jugador se
equivoca. No es que no sepa patear,
sino que un ancla se ha disparado.

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Edmundo Velasco

Anclas sensoriales (olfato, gusto y tacto)


Los aromas, son anclas. Por ejemplo, piensa en la primera vez que tuviste una cita, con un
novio o una novia, cuando eras adolescente. La primera vez que pudiste acariciar o besar a
tu pareja. Quiz l usaba una colonia
con olor a brut (generalmente los
estudiantes usaban este tipo de
lociones).

As, para ella, sus primeros besos, sus


primeras caricias, fueron con aroma a
brut. Pero esto sucedi en su
adolescencia, y ya no se acuerda de
ese novio. Se cas con otro hombre, y
est feliz con su matrimonio. Sin
embargo, si pasa alguien junto a ella,
que huele a brut... y ella se acordar
automticamente de ese primer
novio, de sus besos y sus caricias!

De igual modo, hay gente que afirma que la gelatina sabe a hospital. Esto no es as, pero
generalmente cuando ests hospitalizado, la gelatina es el postre que dan generalmente en
el hospital. Y as se hace el ancla.

Y as podemos seguir con muchos


ejemplos. A algunas personas les pasa
con el caldo de pollo, a otras con el t
de hierbabuena... estas son anclas de
tipo sensorial.

Ahora pensemos en otra situacin:


Hay una persona en el sepelio de un
familiar. Llega un amigo, le pone la
mano en el hombro y lo consuela: Lo
siento mucho. Ese contacto en el
hombro es un ancla.

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Edmundo Velasco

Y as, sucesivamente, las personas


que llegan le demuestran su apoyo y
le apoyan la mano en el hombro, que
es un gesto muy frecuente en estos
casos. Esta persona queda anclada, y
el contacto en el hombro le dispara la
tristeza. Puede estar feliz, pasando un
buen momento con amigos, cuando
llega un amigo, lo saluda y le pone la
mano en el hombro...
Inmediatamente se le cortar la
sensacin de alegra. Esto es muy frecuente, esa situacin en la que de un momento a otro
se corta la sensacin que tenemos y cambia por otra completamente diferente. Y
probablemente se deba a algn ancla; en este caso es un ancla sensorial: gusto, olfato y
tacto.

Anclas visuales
Continuando con la idea de las anclas anteriores, pensemos en aquellas personas que
afirman: Los das nublados son das tristes. Y no es que esto sea as, sino que esas personas
tienen un ancla: algo triste les pas un da nublado. De la misma manera, otras personas
pueden decir Los das nublados son romnticos, segn lo que hayan vivido en un da
nublado. Cada persona tiene sus anclas.

Volvamos al ejemplo de la persona


que est en el sepelio. Podra haber
anclado su tristeza a muchas otras
cosas: por ejemplo al techo, si tena
alguna forma o color especial, y cada
vez que alguien le daba el psame ella
miraba hacia arriba y vea esa forma o
celosa de colores. Aos despus, si
esta persona entra a un saln y ve un
techo con esa misma forma o ese tipo
de celosa, automticamente dir
Este lugar me deprime, este lugar me da angustia y no me deja estar a gusto....

Son anclas.

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Edmundo Velasco

El poder de las anclas

Grinder y Bandler, creadores de la Programacin Neurolingstica, saban que tenemos este


tipo de anclajes.
Por ejemplo, cuando una persona llega a la consulta porque tiene mucho temor a hablar en
pblico, lo primero que nos preguntamos es puede ser un ancla?. Y por supuesto que lo
es!

Qu pudo haber pasado con


esta persona?

Supongamos que a la edad de 7


u 8 aos, en la escuela le toc
aprender un verso para
recitarle a su madre. Lo
practic en su casa, lo saba
bien. Pero cuando llega el da
de recitarlo, este nio se
encuentra con que hay muchas
personas frente a l, un
auditorio. Y el micrfono le queda muy alto, no llega a escucharse lo que dice, la directora lo
interrumpe y le baja el micrfono. Se oyen sonidos raros...

El nio entra en un estado de nervios, de ansiedad y de susto. Y se le olvida la poesa... Y no


puede ms que repetir el ttulo de la obra. Los padres y el pblico comienzan a rer, y el nio
se pone a llorar. La maestra lo consuela... pero ese nio, tendr 40 aos y cuando le pongan
un micrfono delante, estar anclado a ese momento.

Pero l no sabe qu es un ancla, y por ende, no sabe que la tiene. Simplemente, la tiene.

Casi todas las fobias, son anclas. Los miedos, son anclas. Los estados de ansiedad, son anclas.
Pero tambin podemos generar estados de excelencia utilizando las anclas.

Un ejemplo de ello es el cigarrillo. En muchos de los casos de las personas que fuman y no
pueden dejar el hbito es a causa de anclas.

Voy a explicar mejor este concepto. Cuando la gente est estresada respira a mayor
velocidad, inhalando y exhalando el aire con un ritmo acelerado. Esto se llama
hiperventilacin. En psicologa, muchas veces se usa esta tcnica de respiracin para ayudar

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al paciente a crear una catarsis, se le pide que respire de forma agitada para ayudarla a
entrar en catarsis.

Esto se debe a que la hiperventilacin produce alcalosis, alterando el PH de la sangre. Una


persona con alcalosis se siente con ansiedad, est estresada, tiene ganas de salir corriendo...
Se siente completamente alterada,
como si estuviera bajo el efecto de
una droga.

Pero al fumar, se puede cambiar ese


patrn de respiracin, ya que se debe
inhalar y exhalar de forma pausada,
lenta. Cuando la persona est
alterada y respira de forma agitada,
siente la desesperacin que causa la
alcalosis. Toma un cigarrillo e
inmediatamente baja el ritmo de su
respiracin, y siente as que el cigarro
lo ayuda a calmarse: se siente bien fumando. Solo puede respirar a travs de un cigarrillo. Es
decir, que tiene un ancla para respirar a travs del cigarrillo.

En nuestra infancia, nuestros padres tambin nos anclaban. Sabamos cundo estaban
enojados: suban una ceja, entrecerraban un ojo. Por ejemplo, cuando ibas de visita a alguna
casa y antes de salir tus padres te advertan que no
corrieras. Si al llegar, otros nios te invitaban a jugar al
patio, t mirabas a tu padre, l solo levantaba la ceja y t ya
sabas que debas quedarte adentro y sentado. Estabas
anclado a ese gesto.

Hay gestos de nuestros padres que pueden anclarnos toda


la vida, y tienen el poder de quitarnos todos nuestros
recursos y hacernos sentir miserables.

En sntesis, tenemos anclas a muchas cosas, a cientos de


cosas. Pero lamentablemente, no siempre sabemos que
tenemos esas anclas. Son anclas auditivas, visuales y
sensoriales, que nos afectan de distinta forma, con mayor o
menor intensidad, positiva o negativamente.

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Anclas positivas
De la misma forma que existen anclas negativas, podemos generar anclas positivas. Por
ejemplo, si tienes miedo de hablar en pblico y no sabes cul es el ancla; podemos poner
otra ancla positiva y dispararlas al mismo tiempo. De esta forma, ambas anclas se colapsan y
se eliminan: un ancla negativa se elimina con un ancla positiva.

En algunos casos, cuando una mujer obesa llega a mi consultorio desesperada para bajar de
peso, suelo poner un ancla para que ella la dispare despus en el momento que quiera. Para
ello, la cito despus de alguna comida. Cuando esta mujer llega, la hago cerrar los ojos y
visualizar la comida que ms le gusta. De forma imaginaria, hago que esta mujer vea esa
comida, sienta su aroma, sienta su textura entre las manos. Manteniendo siempre los ojos
cerrados, le ordeno que pruebe un bocado de ese manjar que est imaginando.

Y cuando la mujer est saboreando en su mente ese plato, le digo: Ahora usted, al morder,
escuch un ruido extrao. Observe que dentro de ese manjar, haba una cucaracha. Y acaba
de comerse la mitad de esa cucaracha! Siente el sabor de ese lquido blanco en su boca?

Inmediatamente, la mujer
comienza a sentir nuseas, se le
seca la boca, hace gestos de
asco...

En ese momento, le toco una


parte de su cuerpo, puede ser
la mueca o un dedo. As, hago
un ancla negativa, para que
cada vez que se toque la
mueca o su dedo, sienta
nuseas.

Incluso, puedo incrementar ms este estado. La invito, siempre de forma imaginaria, a


servirse un vaso de agua para enjuagarse la boca. Y cuando la persona imagina que est
tomando un trago, agrego Lamentablemente, alguien haba vomitado dentro de ese vaso.
La hago que recuerde el olor a vmito, que sienta el gusto de ese vmito en su boca. Y as,
genero un estado intenso de asco y nusea, y lo relaciono con un ancla.

Cuando esta mujer vaya a almorzar o a cenar, le bastar con tocar su mueca o su dedo,
para sentir esas nuseas y perder el apetito. Esto podr hacerlo cuando quiera. Y si no activa
el ancla, podr comer tranquilamente, tambin cuando quiera.

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Edmundo Velasco

A esto, lo denominamos un ancla de recursos.

Siguiendo el mismo razonamiento, supongamos que cada vez que estoy pasando por una
situacin de excelencia profesional,
en la que me siento bien, me toco
una parte del cuerpo, por ejemplo el
lbulo de la oreja. As, hago un ancla
sensorial al estado de sentir placer
por hacer bien mi trabajo. Al hacerlo
varias veces, cada vez que estoy
haciendo bien mi trabajo, voy
asociando el circuito neuronal al
estado de tocar el lbulo de mi oreja.
En este caso entonces, el estado
intenso externo es la excelencia
profesional, el estmulo externo es
tocarme el lbulo de la oreja.

Si un da tengo que dar una disertacin profesional y estoy cansado, pas una mala noche o
simplemente no pude dormir las horas suficientes, qu pasar si toco el lbulo de mi oreja?
Inmediatamente se activarn mis circuitos de excelencia profesional, y podr hacer mi
trabajo correctamente.

Podemos anclar entonces a nuestros


hijos? Claro que s.

Por ejemplo, cuando un hijo llega en


un momento de satisfaccin total por
haberse sacado una buena nota en el
colegio, podemos crear un ancla para
esa sensacin de excelencia escolar.
Podemos tocarle el hombro,
apretando levemente mientras lo
felicitamos... y habremos creado el
ancla.

Cada vez que el nio trae un logro escolar, ya sea una buena calificacin o una nota
favorable de su maestra, repetimos esa misma accin, ese gesto de apretarle ligeramente el
hombro. Y cuando un da el nio se siente atemorizado, que cree que no va a pasar un

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Edmundo Velasco

examen, cambiaremos automticamente su estado al tocarle el hombro. Habremos creado


un ancla de excelencia para el estudio.

Tenemos anclas incluso para ir al bao. Muchas personas estn anclados visualmente a su
bao y al salir de viaje no pueden hacer todas sus necesidades en otro lado. Esto se
solucionara si cuando estn en un bao extrao, cerraran sus ojos y visualizaran su propio
bao, imaginaran sus objetos, su
toalla, etctera. As es el poder
de las anclas, para bien o para
mal.

De la misma manera, cada vez


que tienes un momento de amor
hermoso con tu pareja, puedes
anclar ese momento para bien,
por ejemplo tocndole el
hombro a tu compaero. As, si
una vez llegas tarde a casa y tu
pareja te est esperando con
enojo, puedes tocarla en el
hombro y activars el ancla del estado amoroso y disparar amor hacia ti. Una
recomendacin en este caso, es poner anclas amorosas en lugares a los que solamente t
tengas acceso, de lo contrario podra activarlas otra persona y se disparara el amor de tu
pareja para alguien que no eres t.

Esto no es manipulacin, tambin puedes pedirle a tu pareja que te ancle a algn momento
agradable. Y as, ambos podrn disparar sus anclas para enfrentar juntos situaciones ms
difciles, en un estado mucho ms favorable.

Para cerrar esta seccin, recordemos entonces la definicin de anclas:

Un ancla es una poderosa asociacin entre un estado interno intenso y un


estmulo externo.
Existen anclas visuales, anclas sensoriales y anclas auditivas.

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Edmundo Velasco

Anclas, fobias y alergias

Las fobias son anclas. Incluso muchas alergias son anclas. Muchas de las cosas que le
impiden a alguien alcanzar la excelencia, son anclas.

Por qu decimos esto? Porque estamos inundados de estmulos positivos y negativos


que han generado esta fijacin en nuestro cerebro.

Por supuesto, no es que seamos vctimas de la situacin. Lo que sucede es que somos
capaces de sentir intensamente los estados. Una vez que sentimos intensamente un estado,
es posible que se instale un ancla.

En un estado de angustia, ests tan intensamente dolido, que debes tener


mucho cuidado de no disparar un ancla.

En un estado de excelencia, no dudes en colocar un ancla de poder. Esto te


ayudar a colapsar cualquier otro ancla que te anule tu estado de excelencia.

Por ejemplo, supongamos que entras a un lugar y automticamente se te va la energa, te


desanimas, te sientes mal. Quiz el techo del lugar te record al sepelio de un ser querido, o
los colores de ese lugar te recordaron a los colores del cuarto de castigo de tu infancia, quiz
el aroma del ambiente te record al olor que haba en la Direccin de la escuela un da que
te rega el Director. No es posible descubrir cul puede ser el ancla que te produce ese
estado, pero s sabes que algo te ha afectado.

Pero, si previamente has creado un ancla de poder cada vez que estabas en un momento de
excelencia, conoces ese ancla y puedes dispararla. El ancla positiva, inmediatamente va a
eliminar el ancla negativa y tu estado ser de excelencia.

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Edmundo Velasco

Cmo anclarnos al xito

Podemos anclarnos al xito? Podemos tener anclajes que nos permitan ser mejores? S,
podemos.

El principio fundamental que tiene nuestro cerebro es que no puede diferenciar entre
pensamiento y realidad.

Si veo algo en mi mente,


recuerdo las sensaciones en mi
mente y los sonidos en mi
mente, mi cerebro no sabe si
es real o mentira. l
simplemente lo activa. Por lo
tanto, se puede hacer un ancla
solamente con la imaginacin.
No es necesario vivir un estado
de excelencia, basta con
recordarlo.

El cerebro no necesita que vivamos un estado de excelencia de verdad para activarlo. Por
ejemplo, si alguna vez metiste un gol, ese es un estado de satisfaccin. Puedes anclarlo en
este momento, si recuerdas las imgenes, los sonidos y las sensaciones que tuviste.

Si alguna vez recibiste un premio o ganaste un trofeo, si alguna vez hiciste algo con
excelencia, puedes evocarlo en este momento en imgenes, sensaciones y sonidos. Tu
cerebro va a responder como si estuvieras realmente en ese momento. Y entonces, coloca
un ancla. As de sencillo es colocar un anclaje.

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Edmundo Velasco

Algunos ejemplos
Cuando una persona tiene fobia a las alturas, lo primero que hago es anclar el pensamiento
negativo. Para ello, la hago cerrar sus ojos, e imaginar que est en un lugar muy alto. Le hago
pensar en lo que ve cuando est en las alturas, lo que siente cuando est en las alturas y lo
que escucha en ese momento.
La persona comienza a entrar
en pnico. Cuando noto que
est muy alterada y
verdaderamente su cerebro
est disparando el circuito
neuronal del miedo a las
alturas, le toco el hombro
(ancla sensorial). O hago un
sonido (ancla auditiva), o
muevo mi mano (ancla visual)
haciendo un ancla.

Despus de eso, le pido que


abra los ojos, y la distraigo un
poco para que salga de ese
estado de nervios. A
continuacin, le pido que
imagine un momento de
excelencia, que acceda a un
recuerdo de una situacin
gratificante. La hago recordar lo
que vea, lo que escuchaba, los
aromas de esa circunstancia. Y cuando noto en su rostro, en su respiracin o por la posicin
de su cuerpo que ha alcanzado ese estado de excelencia, tambin la toco, o hago un sonido,
o un movimiento con el fin de anclarla.

Si decid tocarla en el hombro, dejo de hacer contacto. Le pido que abra los ojos. Y a
continuacin, toco el ancla positiva y el ancla negativa, ambos contactos al mismo tiempo.
Automticamente, esa fobia se va a colapsar y va a desaparecer.

Por eso decimos que con Programacin Neurolingstica puedes eliminar una fobia en 10
minutos, utilizando esta tcnica denominada colapso de anclas.

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Edmundo Velasco

De la misma forma, puedes eliminar un miedo; si activas el miedo y un recurso, anclas


ambos y luego los disparas a los dos al mismo tiempo.

Estamos anclados ya a cosas de


excelencia, y tambin a cosas de no
excelencia. Por qu ser vctimas de
nuestros archivos o de nuestras
anclas? Por qu vivir el mundo a
merced de lo que aparece a nuestro
alrededor, que puede disparar anclas
positivas o disparar anclas negativas?
Nos convertimos en tteres de la
vida, si no tomamos el control en
nuestras manos.

Ya sabes entonces que existen miles de anclas, y cada quien tiene las suyas. Ya sea para ir al
bao, para dormir, etctera. Por ejemplo, algunas mujeres tienen un vestido de la suerte:
segn ellas, cada vez que se ponen ese vestido, tienen xito y conquistan al hombre
deseado. Pero qu pasa si un da, en la tintorera le queman sin querer ese vestido? No est
ms el vestido: se acab el sex appeal!

Poner el ancla fuera (en una medalla, en un llavero, en un amuleto, etctera), entraa el
enorme riesgo de que un da ese
objeto se pierda o no lo tengas
contigo y te quedes sin tu recurso.

Por esta razn, es mejor utilizar anclas


internas (tu mueca, tu oreja,
etctera), porque de esta forma el
recurso siempre est contigo.

De hecho, si reconoces que un objeto


es lo que activa tus estados de
excelencia, rompe esa relacin porque
es externa.

No son los objetos, no son las personas, hay que poner anclas internas: tus contactos, tus
sonidos, tus emociones.

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Edmundo Velasco

Activa tu estado de excelencia y haz un ancla

Vamos a prepararnos para activar nuestro xito y anclarlo. Para ello:

Piensa en un momento en el que


has sido excelente y has logrado
la excelencia. No importa si esto
pas hace mucho tiempo. Esa es la
prueba de que todos los recursos
que necesitas para ser excelentes
estn en este momento.

Accede a ese estado de


excelencia con tu mente:
Recuerda las imgenes de ese
momento en el que fuiste excelente. Recuerda tambin los sonidos asociados a ese
evento. Y recuerda los aromas que se sentan en ese momento de excelencia personal.
Cuando lo logres, y veas, escuches y sientas nuevamente todo lo que viviste ese da,
estars ordenando a tu memoria muscular que active tus circuitos de excelencia.

Lamentablemente, la mayora de las personas hacen exactamente lo contrario de esto, y


crean anclas poderosas precisamente para estados de angustia o temor. As, generan ellos
mismos sus propios miedos y fobias. A veces incluso, las situaciones que imaginan y a las que
se anclan, no son situaciones que les hayan pasado realmente, sino solo fantasas o temores.

Pensemos por ejemplo en las personas que tienen miedo a viajar en avin. Cuntas veces
ha chocado tu avin? Nunca! Sin embargo, cuntas veces imaginan estas personas que el
avin chocar? Siempre! Imaginan que en su vuelo, el avin caer. Y as registran un ancla, a
una situacin que no es real, sino que
la imaginaron. Al repetir tantas veces
en su cerebro este ejercicio de
visualizar el avin cayendo, generan
un miedo irracional al volar, es un
ancla que el avin dispara y que
llamamos fobia.

Por eso decimos que la mayora


de las fobias, son anclas.

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Edmundo Velasco

Cmo podemos quitar esas fobias?


Poniendo otras anclas, y disparando los mismos recuerdos al mismo tiempo, ya sea con
imgenes, sensaciones o sonidos. Y en 10 minutos, se puede eliminar una fobia que existe
hace ms de 20 aos.

Solamente hemos encontrado casos extraos en los que la fobia regresa. Esto es porque el
cerebro tiene una ganancia mejor con la fobia que cuando no la tiene. Muchas veces, una
fobia sirve para controlar otras situaciones. Salvo estos casos que representan un 5%, la
mayora de las fobias se eliminan en 10 minutos.

Cmo anclarte al xito


Busca un momento en el que has sentido profundamente el xito, piensa en esa

situacin de excelencia. Busca imgenes, sonidos y aromas que te lleven directamente


a ese evento. Automticamente, tu memoria muscular activa las emociones de la
excelencia.

En ese momento, puedes


tocar cualquier parte de tu
cuerpo: la mueca, un
nudillo, el lbulo de tu
oreja, etctera; para
anclarlo. Tambin puedes
pensar en tu cancin
favorita y anclarlo a un
sonido.

A partir de este momento,


vas a reforzar este anclaje.
Cada vez que te pasa algo bonito o agradable, toca ese mismo lugar, o recuerda esa
misma cancin.

Y cuando llegues a un lugar y algo que no puedes determinar dispara anclajes negativos
en tu vida, solo tienes que tocar esa mueca, nudillo, o lo que hayas elegido, para
colapsar esa ancla negativa.

As, tendrs un recurso para estar anclado al xito. T puedes decidir si caer en un estado
de depresin, o caer en un estado de excelencia.

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Edmundo Velasco

Los estados emocionales son accidentes. Por ejemplo, supongamos que cuando eras
pequeo, te sentaban en la acera para ver pasar la gente. Y sin darse cuenta, un hombre un
poco calvo te pis el pie, causndote un gran dolor. Esto no fue adrede, pero t
inmediatamente crears un ancla: Los hombres calvos son malos y pisan a la gente. Con el
paso del tiempo, olvidars por qu se hizo este ancla en tu mente, pero siempre tendrs ese
temor hacia la gente con poco cabello. Y quiz alguien calvo quiere ayudarte, te ofrece
trabajo con buena intencin, pero t automticamente rechazas la comunicacin con esta
persona. Esto est instalado en tu mente inconsciente.

Y de esta misma manera, estamos anclados a miles de cosas.

Te desafo entonces a anclarte al xito hoy mismo. Te desafo a que hagas un ancla y a partir
de este momento, cada vez que aparezca un estado que te quite tus recursos, puedas
colapsarlo. Rehsate a vivir a merced de las anclas, a vivir con miedos, con fobias, rehsate a
la depresin y a las enfermedades. Hay miles de ellas instaladas en tu mente, t no sabes
cules. Pero ahora tendrs un recurso para eliminarlas.

Solo se requiere el valor de hacerlo. T decides: si en este momento decides tener el valor
de anclarte al xito, te desafo a que lo hagas.

Hemos dicho que estamos diseados a imagen y semejanza de Dios. Tenemos todos los
recursos para ser pequeos dioses. Activa la emocin de esos recursos que tienes de forma
divina.

Asume el compromiso, siente la excelencia, sintete como triunfador: este es el


momento en el que vas a hacer el cambio de tu vida.

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Edmundo Velasco

Lecturas adicionales

El rbol de los deseos


Una historia de tigres de la India habla de un viajero muy cansado que sent a la sombra de
un rbol, sin sospechar que acababa de encontrar un rbol mgico, el rbol que haca
realidad los deseos.

Sentado en el duro suelo, pens que sera muy agradable estar en una cama blandita. De
inmediato la cama apareci a su lado.

Sorprendido, el hombre se tumb en ella, dicindose que el colmo de la felicidad sera que
una joven viniese a masajear sus cansadas piernas. La joven apareci y le hizo un masaje
muy agradable.

- Tengo hambre -se dijo el hombre-, y en ese momento comer sera su delicia.

Apareci una mesa, abarrotada


de suculentos alimentos. El
hombre se regal. Comi y
bebi. La cabeza le daba vueltas.
Sus prpados, por la accin del
vino y el cansancio, se cerraban.
Se ech en la cama y pens de
nuevo en los maravillosos
sucesos de aquella
extraordinaria jornada.

- Voy a dormir una o dos horas -


se dijo-. Con tal de que un tigre
no pase por aqu mientras yo
duermo.

Entonces apareci un tigre y lo


devor.

18
Edmundo Velasco

El maestro Badwin y el t derramado


El hombre lleg a la tienda de Badwin el sabio, y le dijo:

He ledo mucho y he estado con muchos hombres sabios e iluminados. Creo haber podido
atesorar todo ese conocimiento que pas por mis manos, y el que eso otros maestros
dejaron sobre m. Hoy creo que solo t puedes ensearme lo que sigue. Estoy seguro de que
si me aceptas como discpulo puedo completar lo que s con lo poco o mucho que me falta.

El maestro Badwin le dijo:

Siempre estoy dispuesto a compartir lo que s. Tomemos un poco de t antes de empezar


nuestra primera clase.

El maestro se puso de pie y trajo dos


hermosas tazas de porcelana medio
llenas de t y una jarrita de cobre,
donde humeaba el aroma de una
infusin deliciosa.

El discpulo asi una de las tazas y el


maestro cogi la tetera y empez a
inclinarla para agregar t en su taza.

El lquido no tard en llegar al borde


de la porcelana, pero el maestro
pareci no notarlo. Badwin sigui
echando t en la taza, que despus de
desbordar el platillo que sostena el
alumno empez a derramarse en la
alfombra de la tienda.

Fue entonces cuando el discpulo se anim a llamar la atencin del maestro:

Badwin le dijo- no sigas echando t, la taza est llena, no cabe ms t en ella

Me alegro que lo notes dijo el maestro , la taza no tiene lugar para ms t. Tienes t
lugar para lo que pretendes aprender conmigo? y sigui . Si ests dispuesto a incorporar
profundamente lo que aprendas, debers animarte a veces a vaciar tu taza, tendrs que
abandonar lo que llenaba tu mente, ser necesario estar dispuesto a dejar lo conocido sin
saber siquiera qu ocupar su lugar.

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Edmundo Velasco

Cielo e infierno
Segn cuenta un viejo relato japons, en cierta ocasin, un belicoso samurai desafi a un
anciano maestro zen a que le explicara los conceptos de cielo e infierno. Pero el monje
replic con desprecio:

No eres ms que un patn y


no puedo malgastar mi tiempo
con tus tonteras!

El samurai, herido en su honor,


mont en clera y,
desenvainando la espada,
exclam:

Tu impertinencia te costar la
vida!

Eso replic entonces el


maestro Eso, es el infierno.

Conmovido por la exactitud de las palabras del maestro sobre la clera que le estaba
atenazando, el samurai se calm, envain la espada y se postr ante l, agradecido.

Y eso concluy entonces el maestro eso es el cielo!

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Edmundo Velasco

Aprender a bailar
Santiago ingres al hospital donde trabajaba David, vctima de una grave dolencia cardaca.
Practicamente, se estaba muriendo. Cuando David se reuni con l por primera vez, el
sacerdote le pregunt:

- Dnde aprendi a curar?

David rpidamente le recit todos sus ttulos acadmicos, que eran muchos. Luego, Santiago
le pregunt:

- Sabe usted bailar?

El psiquiatra le respondi
ponindose a bailar junto a su
cama. Santiago, se atac de la
risa. Se levant del lecho, y le
mostr a David cmo se deba
bailar. Despus le dijo

- Si usted va a curar a la gente,


tiene que saber bailar.

- Y usted me ensear sus


pasos? le pregunt David.

- S, puedo ensearle mis pasos, pero usted tendr que or su propia msica.

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Edmundo Velasco

El hombre que escupi a Buda


En una ocasin, un hombre se acerc a Buda e, imprevisiblemente, sin decir palabra, le
escupi a la cara. Sus discpulos, por supuesto, se enfurecieron.

Ananda, el discpulo ms cercano, dijo dirigindose a Buda:

- Dame permiso para que le ensee a este hombre lo que acaba de hacer!

Buda se limpi la cara con serenidad y dijo a Ananda:

- No. Yo hablar con l.

Y uniendo las palmas de sus manos en seal de reverencia, habl de esta manera al hombre.

- Gracias. Has creado con tu actitud una situacin para comprobar si todava puede
invadirme la ira. Y no puede. Te estoy
tremendamente agradecido. Tambin
has creado un contexto para Ananda;
esto le permitir ver que todava
puede invadirlo la ira. Muchas
gracias! Te estamos muy
agradecidos!
Y queremos hacerte una invitacin.
Por favor, siempre que sientas el
imperioso deseo de escupir a alguien,
piensa que puedes venir a nosotros.

Fue una conmocin tan grande para


aquel hombre No poda dar crdito a sus odos. No poda creer lo que estaba sucediendo.
Haba venido para provocar la ira de Buda. Y haba fracasado.

Aquella noche no pudo dormir, estuvo dando vueltas en la cama y no pudo conciliar el
sueo. Los pensamientos lo perseguan continuamente. Haba escupido a la cara de Buda y
ste haba permanecido tan sereno, tan en calma como lo haba estado antes, como si no
hubiera sucedido nada

A la maana siguiente, muy temprano, volvi precipitado, se postr a los pies de Buda y dijo:

- Por favor, perdname por lo de ayer. No he podido dormir en toda la noche.

Buda respondi:

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Edmundo Velasco

- Yo no te puedo perdonar porque para ello debera haberme enojado y eso nunca ha
sucedido. Ha pasado un da desde ayer, te aseguro que no hay nada en ti que deba
perdonar. Si t necesitas perdn, ve con Ananda; chate a sus pies y pdele que te perdone.
l lo disfrutar.

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