FOUCAULT Los Anormales
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un examen psiqui;irrico cotiipleto a cargo de dos psiquiacras, de los cuales al iiuevo modo de funcionamiento. ;Cul es el nuevo fuiicionamiento psiquitri-
nieiios uno era notable y se llamaba Boiiiier.' Qu rcvela el legajo de este per- CO q u e veirios en acciii eii u11 asulito conio ste?
sonaje? En el nioineiito d c los Ihechos riene alrededor de cuarcnta anos. Es hijo Querria recordarles el caso iiiodelo. el caso prinrcpr del que p:~rthace algn
iiaciiral y su rii:~dre riiuri cuaiido l codava era iiiuy joveii. Vivi as. parcial- riempo. Era el caso de Heiirierte Corziier.' Conio ustedes saben, Heiiriettr
tiieiice al margcn d c la aldea. coi1 poca escolnriaciii, un poco borraclio, solita- Corriier cra la criada que decapit, prccicaiiienre sin una palabra, siti i ~ i i s iex-
rio, con uii salario escasa. Eri sincesis, es un poco el idiota de la aldea. Y les asc- plicacin. siii el iiis miiiriio :ipar:iru discursivo, a uiia iiia. llenrierte COI:
guro que n o es culpa ma que el personaje se llame Jouy.' El incerrogarorio de la tiier era cado un paisaje. Desde Iiicgo, t~iiibiiie n la caiiipesiiia, pero In cam-
nina, Sophie Adaiii, revela que Charles Joiiy se Iiabria hecho niasturbar una pesina veiiida a la ciudad. Hija perdida en varios senridos de la palabra, ya q u e
primera vez p o r ella e n el campo. A decir verdad, no estaban solos. Tambin se Iiaba a r r ~ s t r a d oas de lugar en lugar; haba sido abandonada por su marido
haba otra niia q u e iiiiraba, pero que se lleg a reeiiiplazar a su compaera o aiiiaiite; Iiabia reiiido varios hijos a los que, a su tiirno, abandon; h:iba i -
cuando sta se lo pidi. M i s tarde, aiiibas contarori la cosa a un campesino de d o rns o inenos prostituta. Hija perdida, pero personaje iiiudo que, sin expli-
las cercanias que volva d e sus labores, y se jacr;irori d e haber hecho. como de- caciones, coniete ese gesto iiioiiscruoso: gcsro monstruoso que irruiiipi d c rai
can, CI mniori, rsio es. c ~ eli dialecto region:il, leche cuajada con J ~ u y El
. ~cam- rii<irl" cn TI medio 'irhano en que se encontraba y pas anre los ojos de los es-
pesino ino pareci iiiquietarse muclio y recin un poca nis adelante, e l d i a de pectadores como un ~neteornfiiiit;iscico. (negro. enignirico y sobre el cual iia-
la fiesrn de la aldea. Jouy arrascr a la pequea Sophie Adaiii (a menos que haya dic p u d o decir n:idn. Nadir habra dicho nada si los psiquiatr~s,por Liriis
sido ella qiiicri lo arrastr, poco iiiiporta) a la cuneta de la ruta q u e lleva :I cuantas razones rericas y poliiicas a las que ya nic rcferi, n o se hubieran inte-
Naiicy, All pnsn :ilgn: urii violacin a medias, tal vez. En rodo caso, Joiiy, muy re~acloen ella.
honesto, da unas monedas a la nia, que corre en segiiida a la feria a comprar El asunto de Cliarles Jouy es algo bastance cercano, pero el paisaje es eri si
nliiieridras asadas. Desde luego, no dice nada a sus padres porque, segn cuenta mismo niiiy difereiire. En cierto sentido, Jouy es el personajc basranre fmiliar del
a continuacin. tiene miedo de recibir un p;tr de bofetadas, Recin algunos das idiota del pueblo: el simple, el mudo. No cieiie orgenes, es hijo natural, y tanibiii
despus la inadre sospecha lo ocurrido, al lavar la ropa incerior de su hija. inestable. Ueambula de sirio en sitio: "Que Iiizo despues de los 14 anos? -Es-
Q u e la psiquiatra legal se haya hecho ccirgo de un asumo como sce, haya tuve en casa de uno y de otro". contesta. Talliinliiii lo echan de la escuela: "iEii
buscado en el fondo de los caiiipos a un acusado de acenrado a las costuinbres la escuela [.. .] estaba11 contentos con usted? -No quisieron que me quedara".
(e iba a decir uii acusado muy banal de u n atentado muy cotidiano a uiias cos- LO excluan de los juegos: "jSc diverta a veces con los orros varones?". Respuesta:
,'. ,
tiimbres rnuy corriences). haya coiiiado entonces a este personaje, lo haya some- i ~ iiie
o queriaii". liiiibin estaba excluido de los juegos sexuales. El psiquiatra,
[ido a una priiiiera pericia psiquiirrica y luego a un segundo examen muy pro- con cierro sentido coiiin y en referencia a la iiiasturbaciii a cargo de las ninas.
fundo, muy coniplero, muy mericriloso, q11e In haya instalado en el hospicio. le pregutira por que n o acudid, eii canibio, a 1 s jvenes. Y Charles Jouy res-
Iiaya solicitado y obtenido siti dificulrad del juez u n sobreseimiento en el asun- poiide que se burlaban de 61. Rechazado. taiiibi4ii. hasta en su casa: "Cuando
to y coiiseguido, Finalmeiire, el "encierro" definitivo (si se da crdico al texto) volva [del trabajo; M. F.], jqu Iiacia? -Me quedaba en la cuadra" Desde lue-
del personaje nos indica algo que caracreriza n o 5610 un cambio de escala en el go. es un personaje inarginal. pero en la aldea en que reside no es el exrraiijero;
nibito de objetos a los que se dirige la psiquiatra, sino, en realidad, rodo un dista mucho de srrlo. Esr profuiidaniente inscripro en la configuracin social
en que lo vemos girar y circiilnr: fciiiciona en ella. Econmicamente, funcioiia en
ella de una niancra muy precisa, porque. e11sencido cscricco. es el lciiiio de los
' C f 1-1. Boncirt y J . Uulrrd, nnppurr miJico-liplrur I2rnr mrnwldc Chrlcr-Jorrphjouy. inniipi rribajadores; es decir que hace la lriina parte del rrabajo. la que nadie quiere
dkrrrnmrr RLW mrrsrr. Naniy. 1868. Bunncr y Riil:~r<leran nicdicor jefes del liurpicio piilico
Iiacrr. y recibe Is pnga iiis baja: "jCuiiro gaiiii?". Coiicesia: "Cien Fnncos, la
de alierirdoi de Marfville. donde rc ~ ~ i c c r rai iCli. Jouy tras sii sobrrsciriiiciirn.Foucaulr rc rc-
fierc n erre a s o cn Ln Volonri Jemuoir, ob. c i r . pp. 43-44.
' Jouy er IiurtiaXut>u<Ic/otii. gozado (N. del T.).
C f H. Boiinci y J. Biilard, Rnppnrr midiro-liynl.., ob. cit., p. 3. ' C f . luprn. ''Clirc dcl 5 dc h l ~ r c r odc 1975".
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cotiiida y una camisa". Aliora bien. el salario del obrero agrcola en la regin y Debe sealarse una priniera cosa. Esta psiquiacrizaciri se lleva a cabo con las
la epoca era de cuarrociericos francos. Es el inriiigranre en su propio terreno. prkricns, con los persoxijes que. en definitiva. parecen rnri bien iiiscripros en el
iuricioiia y residc e0 esa rnargiiialidad social que constituye el inundo de los ba- pisaje aldcaiio de la poca. Lo pririicro que hay qiie. tener en cuenta. creo, cs
jos snlnrios." que la psiquiitrizacin no procede d c arriba, o no procede exclusivamente d e
Eri c s medida,
~ su carcter fluccuance, inestable, tiene una iuiicin ecoii- arriba. N o r s iin fenmeno de sobrecodificaciii externa en que la psiquiatra
mica y social muy precisa en el lugar en que es[;. Los niismos juegos sexuales a llegue a pescar a ese personaje enigmicico que es Jouy a rniz de u n problema,
los que se ericrega y que constituyen el objeto de la cuescin, segii lo que pue- u n escndalo o u n enignia. En absoluto: eii 13 base misina se puede empezar a
de olfatearse a travs del rexro, me parecen tan inrensainenrr inscripcos como descubrir itn verdadero mecanisnio de recurso a la psiquiatria. N o hay q u e olvi-
su papel econmico. Puerro que, cuando las dos nias van a masturbar al s'sirii- dxr que es la familia de la iiiiia la que descubre los hechos gracias a la famosa
ple de espritu en un rincn del bosqur o al bordc de iin camino, se jactan d e inspeccin de la ropa incerior, de la que les haba hablado en relacin con la
ello sin reinilgos mce uii adulco: cuentan riendo que hicieron leche cuajada. y rnasturb;icion, y sobre la que les dije qrie Iiaba sido urin de las consignas. a la
el adulto responde simplemente: "iOh. ustedes son 'dos picaronn~'!".~Y la cosa vez higinicas y morales, propuesras a las Faniilias desde fines del siglo x v r i i . '
no pasa de nhi. Todo esto se inscribe iiianifiesramence en un paisaje y uiias Asi pues, es I:i Familia la que lo advierte. es la fdniilia la qiie denuncia los he-
prcticas muy familiares. La niiia se deja iiik o inenos hacer: al parecer, recibe clios niismos al alcaldc y lc exige que toiiie iiiedidas. La nifi:i esperaba u n par
con roda naruralidad algunas monedas y corre a la feria a coiriprar almendras de capirotazos; pero, eii realidad, la fsiiiili:~y 1 no tena ese tipo de r e ~ c c i b i ~ya.
asadas. Se conforma sinipleiiience con no decir riada a los padres, nicameiire escabi conectada a orto sisceiiia de coritrol y poder. Aun el priiiier perito, el
para que n o le den un par de capirocazos. Por orra parte, durante el interroga- docror Bchec, haba vacilado. Frente a ese personaje tan conocido, tan fami-
torio, Jouy concarj: ;qu hizo? Slo lo hizo dos veces con Sopliie Adam, pero liar, bien podra haber dicho: "Bueno, si, lo Iiizo. es responsable". Ahora bien,
muy a menudo la habia visto hacerlo con otros mucl~achos.Adems, coda la al- e n su primer informe. el doctor Bcher dice: "Desde luego, juridica y judicial-
dea lo saba. Un dia. habia sorprendido a Sophie niiencras iiiascurbaba a un mente es respotis:ible". Pero en una carta a d j u i i n a l iiiioririe y dirigida al juez
chico de 1 3 o 14 260s a la orilla del canino, en canco que orra niiia, sentada a de instruccin, dice que el "sentido nioral" es e n el acusado "insuficiente para
su lado, Iiacia lo rnismo con otro chico. Al parecer, los mismos psiquiarras reco- resiscir los insrincos animales". Se trata, en realidad, de "un pobre d e espi-iru
riocirron que esto Foriiiaba pzrce de todo un hasta entonces perfecn- excusable por su o s ~ u r i d a d " .Frase
~ basraiice bella, bastante misteriosa en cuaiiro
mente conocido y rolcrado, porque, en su informe, Bonnet y Bulard dicen lo si- a su significado, pcro que. e n definitiva, indica con claridad q u e e n el iiidico
guiente: "Actu [ . . ] de la misma riiaiiera eii que con frecuencia lo Iiaceii entre (que sin duda cs un nidico rural a de cantn, no importa) hay una apelaciii
s nios de diferente sexo: nos referimos [agregan por precaucin: M. E] a esos nianifiesca a la posibilidad de una psiquiatrizacin ms scria y conipleca. Por
nios mal eduwdos en quienes la vigilancia y los buenos principios no mode- otra parte, al parecer fue Ia aldea misma la que se encarg del asunto y lo des-
ran [suficienremenre; M. F.] las malas i n ~ l i n a c i o n e s "Tenemos
~ ah una sexua- plaz del registro de la historia de bofetadas esperadas por la riia a u n o muy
lid~idinfantil aldeana, una sexualidad de aire libre. de orilla del camino. una se- distinto. El caso se sonieti al alcalde, quien, a continuaciii, apel i la fiscala:
xualidad de maleza, que 11 medicina legal esrd psiquiatrizando alegrcmcnte. Y por lo dems, y visto el informe de los peritos psiquiarras, toda la poblacin d e
con una alegra de In que hay que decir que plancea un problema, cuando se re- Lupcourt (es el nombre de la ~ l d e a )dese vivamente que la pequea Saphie
cuerda coii qu dificultades, algunos anos antes, se habia psiquiacrizado algo sin Adam fuera ericerrada en iin correccional hasta su mayora de edad.9 D e ese
eiiibargo can enigm.itico. iiionstruoso, como el criiiien de Henriette Cornier o
el de Picrrc Rivihre. ' Cf sl<prn."Clarc del 12 de iiiar~ode 1975".
"El irifornie de R&clier figuraen H. Bonner y J. Rulard, Rapponmdicc-lFl . . . oh. cir.. p[>. 5-6.
H. l3oiiiier y J. Hulard. Rqporlppori rnidi~o-I<~ol ob. cit., pp. 8-9
L..
Ibi<l.. p. 4: "El padre dc Ir pequefin Adani re queja mucho dc su Iiija. diciendo que cr dc las
Ibid.. p. 3. m& iiiidircipli~i:idarpcrc r rudas lar reprimendas. LIpobhcii>i, de Lupcoiiri [...] dcrerr viva-
"bid.. p. 10. nicnrc qiic 1s pcquch A d m i furrs cnccrrndr cn un corrcccional liasra ru mayoria de edad [...].
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i n o d o venias esboz:irse, eii un nivel relarivaiiieiite I ~ r o f u i i d o ,ral vez la nueva i n - siii o t r o sinroiiia q u e el criineii. p e r o qtie se seala ya en esa pequeia grieta e n
quieciid d e los adulros, d e i i n a Farnilia, d e i i n a :tldca, frcnre a esa sexualidad peri- el h u m o r ; y adeiiis, denrro d e ese cambio, se rrara d e asignar cierro iiisrinro,
frica. flitcruanre. en q u e se reneii los n i o s y los adulros inarginalcs; y rambin e n s n i i s n i o iiiorisrruoso. en s m i s m o e n f e r m o y patolgico, q ~ i cxtrwicsa la
veiiios el esbozo. :isi~iiisiiioen u n nivel rclarivaiiieiirc profuiido, del recurso a u n a c o n d u c t a c o m o un mcrcoro, i ~ i s r i n t od e asesirraio que i i o se parece n riada. iiis-
iiistaiici:i d e c o i i t r o l q u e y o calificara de raiiiificacio~iesiniilriples, porqiie, eii r i n r o d e asesitiato q u e n o responde a i i i i i g i i iiirers y i i o se iriscribe en niiigu-
d e f i ~ i i t i v a ,l o qiie pidcri I;i fa:liiiilia. la aldea, el alcalde y, hasta cierto punro, el p r i - n a e c o n o m i s d e l placer. Est ah c o i i i o u i i iironi:irisnio qtic atraviesa c o i i i o
m e r m d i c o cs iin correccional para la n i a y el rribuii;ll o el hospicio psiqiiidrrico u i i a flecha la conducra y el c o m p o r t a r n i r i i r o d e Henrierrc Cornicr. al q u e nada
)>:ira el adiilro. puede justificar c o m o i i o sea. precisamente, un soporte parolgico. El czrcrer
Mecanismo d e apelacin e n protiuiididad: referencia a csas instancias supe- sbiro, parcial, discoiitiriuo, hererogiico, n o semejante del acro c o n respecto :il
riores. a esas insrancias rciiicas, mdicas y jiidiciales d e coiirrol, d e un m o d o un c o n j u n r o d c la personalidad: esto es l o q u e perniirin la psiquiarrizaciii del ges-
p o c o confuso. u n p o c o iridiferenrc y embrollado: a t o d o eso recurre l a pobla- r o d e Henrierre C o r n i e r
c i n freiire a u n hecho que, algunos aos anres, siii d u d a habra parecido abso- A h o r a bien. e n el iziforine q u e B o n n e t y B u l a r d hacen sobre Jouy, la psi-
l u r a n ~ e n r ec o t i d i a n o y anodino. I'uei bien, ante esa apelacin. j c 6 m i reacciotia quiarrizacin d e su gesto, d e su comporramienro. se hace d e m u i d i s r i ~ i r aIna-
la psiquiatra? C m o se p r o d u c i r l a psiqriiarriz:icin, u n a p s i q u i a r r i z ~ c i i i . nera. En p r i n c i p i o , d e n i n g n m o d o p o r l a iiiscripciii deiirro d c u n proceso
p o r l o ranro, iiih deniaiidada q u e impuesta? Yo creo q u e Para comprender cb- cronolgicaiiieiite localiz:ido, sino medianre l a inscripcin en iina especie d e
i i i o se llev a cabo la psiquiatrizacin d c iin personaje c o m o se. hay q u e refe- consrelacin f s i c ~permanente. L o q u e se busca, para lograr demostrar q u e se
rirse u n p o c o 31 m o d e l o q u e les mencionaba hace u n raro, es decir. el d e H e n - esrd frenrc a alguien psiquiarrizable. l o q u e hacen los psiquiarras para reiviridi-
r i e r t e C o r i i i e r . i Q u 6 re busc6 c u a i i d o se quiso psiqriiarrizar. dernostr3r, e i i car c o m o d e sii inciirnbencia la c o i i d u c i a d e Jouy. l o qiic necesiran. i i o es iiii
r i r i i i i i i o s tnc siniples, l a locura. la enfermedad menral de H e n r i e r r e C o r n i e r ? proceso; son estigmas permanentes q u e n i a r q u e n esrructuraliiieiire al i i i d i v i -
Eii p r i n c i p i o se biisc un:, correlaciii corporal, es decir, tin elcnicnro fsico q u e d u o . D e tal m o d o , hacen las siguientes observaciones:
sirviera al m e n o s c o m o causa desencadenatire del crimen, y sc e n c o n t r simple-
menre una cosa: la n ~ e n s r r u a c i n . ' ~ Sobre toda, se iritetir. riis seria y funda- cxrn no exhibe la sinicrrn conforme crin el crdneo que normalmente debera-
mcnralmenre, inscribir e l gesro d e Henrierre Cornier, la decapitzcin d e la i i i i a , mos encontrar. E l tronco y las iiiicn,bros nu son propoicioiiados. E l crneo esd
viciosamerite desarrollado: la frenrr es huidiza, l o cual, junco con el acharamien-
e n u i i a eiiferniedad. i ~ i u dy i f i c i l d e percibir, p o r supiiesto, pero cuyas seales, al
to POSIL:/D:. hace que la cabeza parcica un pan de azcar: la catas lairrales son
nieiios. Iiabria p o d i d o discernir un o j o experro. Y as se lleg, n o sin esfuerzo.
i g u ~ l m r n r euchnradas, l o quc hacc siihir un poco m& arriba de lo habitual las
i i o siii i n u c l i a sutileza, a reubicar t o d o eso, c n p r i m e r lugar, e n iin c a m b i o d e
protulierancias paricralcs."
Iiunior. q u e Ii:il>rn afectado a H e i i r i e t r e C o r i i i e r c i i cierra poca y niarcado algo
as corno la invasiii insidiosa d e eSd enfermedad que i b a a quedar prcticamenre Insisro c n todas esrls anotaciones q u e i i i d i c a n l o que debera ser normal. la dis-
p o s i c i i i q u e se encuentra Iiabirualmenre. Se soniere d acusado a toda una serie
d e mediciones d e dimetro occpiro fronral, occpiro mandibular, froiiro i n a n -
Pnrcceri.~qiie en Lupcourr Ins corru,iibrcr ron hnsranrc relajadas cnrrc los nicior y los jveiies". dibular. biparieral; mcdidas d e la circunferencia fronro occipital, d e la sernicir-
Cf. las confcrcnciis dadis por J. Bulnrd c u < ~ i o presidecite dc Ir Sociedad p?n l a 11rorecci6n dc curifcrencia anreroposrerior y biparieral. etctera. A s i se comprueba q i i e la boca
12 InF~ncis(wja Rp. 894 1-8990 de la Riblioreca Nacioiid de Fraticial.
cs dciiiasiado grande y el paladar presenta una superficie abovedada que es ca-
'O CC inpm. "Cl;ee del 5 de fel,rero de 1 9 7 5 ' Cf. J.-E.-D. E.sqiiirol, Bu mnL?dii~mcnr,drr. .., ob.
cir.. i.pp. 35-36: ii. pp. 6. 52; A. Llricrre d c Uoisiiioiir. Dr irr rnrrirtrunriorr rot,ridir~dnnr rrr racrerstica d e la imbecilidad. C o i i i o podr:ri ver, riingurio d e los clciiieiiros q u e
rnpporrr phFioloziqurr rr pnchol?giqurr nvrr lnfi/i<. Parir, 1842 (rccdirado cn "Reclicrclies bi- se aportan 1 examen consricuye u n a caiisa n i siquiera tiii m e r o p r i n c i p i o de de-
bliogrnpliiqiicr ct cliniquer riir l a fulic pucrp&alr. pruidicr d'uii aperqu sur les rapporrr dc la
niciirrru3rioii e< dc I'rlifziariat~nieiirale". e i l Ann/rr midiro-prychnloxi7~~c~,
610): E. Dauby. De Lz menrrnmrion drinr~rrrnpponrnvrc In JGlic. I'nrlr, 1866.
111, 1851. pp. 574- . " H. Boiiiicr yJ. Bolard, RopPorrrndiro-lig~l . . .ob. cit., p . 6.
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sencadenamiento de la enfermedad, como en el caso de la observacin de Hen- una exageracin intrnseca; es ms bien una especie de desequilibrio funcional
tietre Cornier y la presencia d c su menstruacin en el momento del acto, En que hace quc -a partir dc la ausencia de una inhibicin, de u n control o de las
realidad. todos estos elementos Forinaii. junto con el acto mismo2 uiia especie insrnncias superiores que aseguran la introduccin, In dominacin y el someri-
de constelacin polimorfa. El acto y sus esrigmas se refieren -unos y otros, y en miento d e las insrancias inferiores- esas instancias inferiores se desarrollen por
cierro modo en el mismo plano, aunque su iiaturalcza sea diferent- a un esta- su propia cuent:i. N o es que haya eii s iiiisiiias una especie de vibracin parol-
d o permanente. un esrado constitutivo, un estxdo congnito. Las dismo,fias del gica que las haga entrar repenriiiaciiente en efervescencia y niultiplique a la v a
cucrpo son, de alguna manera, las salidas fsicas y estructurales de ese y su fuerza, su dinmica y sus efectos. N o es eso en absoluto; esas insraiicias si-
las aberracioiies de la conducta, precisameiire las que provocarot, proces;i- guen siendo lo que son, pero slo empiezan a mostr:lr un disfuncionamiento
miento de Jouy, son sus salidas instintivas y dinmicas. en la medida en que queda fuera de juego lo que habra tenido que integrarlas,
En lneas generales, podemos decir esto. Eri el asunto de Heiitierle corniCr y iiiliibirlis y controlarlas a la vez.12
eii la Cpoca d e la medicina mental de morioriiaiiia, se cotistruia u4 proceso pa- N o hay enfermedad intrnseca del instinto, sino ms bien una suerte de dese-
tolgico por debajo y a parrir de un crimen que se q ~ i e r erigir
: ~ en sntonia. quilibrio fiincional del conjunto, una especie de mal dispositivo eii las estriictu-
el caso de Charles Jouy y eii una psiquiatra dc este tipo, al contrario, se iiitegra el ras, que hacc quc cl instinto o cicrta cantidad de instintos se pongan a Funcionar
delito a iin esquema de estigmas que son permanentes y estables. S, reemplaza nomi~ilmente,segn su propio rgimen, pero anormalmenteen el sentido de que
una psiquiatra de los procesos patolgicos, quc instauran d i s c ~ ~ t i n ~ ~ i d ~ d ~ s , ese rgiiiien propio no esr.1 controlado por tinas insrancias que deberan, precisa-
por una psiquiatra del estado pernianence, un esrado permancnr, qL,e es res. mente. volver a roniarlos a su cargo, resituarlos y deliniitar su accin. Podramos
ponsable de tin rtnrur defiiiirivainente aberranre. Ahora bien, jcu4,l es la forma encontrlr eii el iiiforiiie de Boiinet y Bulard toda una serie de ejemplos de ese
gencr:il dc csc rsrxdo? En el caso de Henriette Cornier y dc lo qiie se llamaba nuevo tipo de aiilisis. Siiiipleiiieiite iiieiicionar algunos. Creo que son iriipor-
"locura instinrivz", que se haba consrtuido ms o menos alrededor de ,- tanres para comprender con claridad el nuevo enganche o nuevo filrro Fuiicioiial
m o el de ell:i, el proceso patolgico. que supuestameiire sostena el acto delicri- iiiedianrr el cu:il se intenr;in an:ilizar los comporratiiientos parolgicos. Se rraia.
vo, tenia dos caractersric~s.Por una parte, era algo as como la hinchazn, la por ejemplo, de la forma en que se describen los rganos genitales de un adulto.
turgciicia, el surgirniriito del instinro, la proliferacin de su diqamismo, Boiinet y Bulard, por ende. ex:iminan fisicamenre al acusado, exaniinansus rga-
siitcsis, era un exceso que marcaba patolgicanienre el funcionamiento del ins- nos genitales. Y sefi:il~rilo siguieiite: "Pese a la esratura inuy exigua [del acusado;
tinto. Y a ese exceso, coiiio su coiisecuencia iiiisiiia, esraba ligado iin encegueci- M. F.] y la marcada interrupcin de su desarrollo, sus rganos [genirales; M. F.]
niieiiro que haca qiie el cnfermo ni siquiera pudiera coiicebir las consecuencias esriii iiornialnieiire <lesarrollados como los de un hombre comiiri. Este hecho se
de su acto; la fuerza del instinto era tan irresistible, que n o era cap., de integrar observa en los i m b c i l e ~ " Lo
. ~ ~que se observa en los imbciles n o es que el desa-
sus inecanismos a un clculo general de inters. Por lo tanto, en I<, fundame,,- rrollo de los rganos grnitalrs sea anormal, sino que hay iin contraste entre una
tal, surgimiento, hinchazn, exageracin de u n instinto que se irresistible
y es el ncleo patolgico. Por consiguiente, enceguecimiento, ausencia d, inte-
res, auscncia de clculo. Eso es lo que se Ilaiiiab:~"delirio instinriv q,E,, el caso l2H. Uanzier y J. Biil:ird, Rnppon midiio-I&al L . ,ab. cit., p. 11: "Joiiy cs hijo nnriir;il y esti con-
g6iiinincrire viciada. El abarrn nieliral ~ c r i i dsiriiultinernie~irccon In <legeiieiici6ii 0rg:iriica.
de Charles Jouy, al contrario, los signos que van a ponerse en red, para consri.
Nii obsraiiri. ricne faciilrrder, ~pcrosu incuiribcncin es niuy restringida. Si desde l a i n h n c i i se
tuir el esrado qiie permirirA la psiquiatrizacin del acto. ponen de ni:inifiesro io hubiera educado y Ihiii,iere esr~doeai coiii.icrii con los pricicipior genernles quc consririiycii la
u n a coiifiguracin muy difercnre,' en la que lo que prima, lo que es fundamen. ley dc la vida y Irs siicird~dcsy. fiiinlrncnre,re lo Iiubiera romrridi>;i tina po~esradriiordiz;ido-
cal, no es (como en el caso de las monomanas, las locuras insrintivas) exceso, ra, habrin podido gantr algo. enconrnr uii iprrfcccioii;imiciico para rii raz6n. aprender a resol-
la ~xageraciiidel instinto, que bruscamenre se hincha; lo primerq, lo ver inibs perri~icnrcmeiircstls peiirriiiieriri>s. mejorar un rcnrido mor;~lbastardenda y enrregado
el ncleo mismo del estado en cuestin. es la insuficiencia, el deftcto, 1%inre- sin frcno a unas irnpuisor propios de las retrasados de si, erpecic. iiirrruirnc acara por s i misiiio
:~ccrcadel valor <Iri i i i acro. N o Ihahri;i siilo menos ii~ipcrfecro.pero la pricologin indii-n liabria
rropciri del desarrollo. Vale decir que, eii la descripcin que Bulqrd y Bonnet podido riiiiarlo cii los liiriiics 'le cierra rcsponsnbilidsd mrr I:i c<is:i civil".
Iiacen de Joiiy, lo que intentan detectar corno principiode la coidlictn no es " Ibi<l.. p]>. 10-1 1.
278 LOS ANORMAI.ES CIASE DEL 19 DE MARZO DE 1975 279
geniralidad que en lo anarmico, jusranienre, es normal y cierto defecro d e cs- en 51 o haya arravesado su organismo o su comportamiento; es una inrerrup-
trucrura envolvenre, que debera resiruar en su lugar y d e acuerdo con sus verda- ciri del desarrollo. cs dccir, seiicillainenre. su infanrilismo. Infancia del com-
cleras proporciones cl papel dc esos ~ r ~ n i i o sToda
. ' ~ la descripcin clnica se Iiace portamiciiro e infancia dc la inrcligeiicia. y los psiqiiinrrns no dcjan dc decirln:
del iiiismo iiiodo. Realidad, por consiguiente, del defecro, que es la prinicra co- " N o hay itiejor iiiniiera d e coiiip:irar su tiiodo d e actuar que con el d e uii iriio
luniiin. el punro d e del comportailiienro a arializar. La exageraciii iio es q u e se le alegra cii:i~ido lo Carcter iiikititil de la iiioi.~l d e Jouy:
nis que la coriseciiencia q>:xreiired e ese defecro priniero y fundaniental. lo con- "Conio los nitos q u e se coni>ortarori rrlal f . . . ] , tiene irrieilo d e que lo carti-
trario, en el fondo, d e lo qiie se enconrraba en los alienisas cuando buscaban en gueii [...J. Enrcnder que actu mal cuando se le clign que lo ha hccho: prome-
I;i irresisribilidnd violenra del insrinro el ncleo patolgico mismo. As, hallanios ter n o volver a hacerlo, pero n o aprecia cl valor moral de sus actos [...l. Lo
e n el anlisis roda una serie d e rcxros corno sre. No es malo, dicen d e Jouy, e iii- considcranios pueril. sin consistencia moral"." Carcrer tambin infanril d r su
cluso es "dulce", pero "el senrido mor11 est ahorrado": sexualidad. Hnce uii iiioitiento les cit el rexro en que los psiquiarrns decan:
"Actu coiiio un ni60 y, en la ocasin. d e la niisnia manera en que con frccucn-
No csr6 soficieiireniente eii sus cabales para resistir por s mismo cierras cenden- cia lo Ihacen entre s iiiios d e diferente sexo", pero "nitios mal educados en los
cia: qiic conri:iiiacin podi.5 l...] lamentar, sir: quc pese a ello pceda concluir- cuales la vigilanciz ...", ercteri." M e parece qae se es el punro iiiiporraiire
se que no volvcri a cmpczar [...]. L o s niilos iiistinros l..,] sc deben a la inrr- (en rodo caso. ,no s si es iinportaiire. pero ahi es donde quera llegar): venios
rrupciGii de su drsarrollu original y sabemos que a veces son irresisribles en defiiiirse uiia nueva posicin del iiifio cori respecro a la prlctica psiq~iirrica.Se
inrizrio grado enrre los inibiciles y los degeneradas [...l. Afectado primordial- rrata d e uiia puesta en coiirinuidad o , iriejor. d e una iriniovilirdciri d e la vida,
incnrc de aborro meriral, sin hnbcr dirfriitadu de inifigiiiio de los bciieficior de la d e la conducrz, d e 13s ncruaciones alrededor d e In infancia; y esro es lo que va a
rducacin. I...] no tiene lo q u e Iiacc hlra para conrrarrcscar la propcnsiii al
periiii~irfuiidaiiieritalniriitr la psiqui~irizacibri.
mal y rrsisrir vicroriosarncnre las tiraiilas sensoriales. l...] Ni> rirnr el p o d ~ rdc
Eii el aiiilisis que hacan los alienistas (la genre de la escuela d e Esquirol,
r zii>no qrie Ir prrmiriria amiiior:ir lis inciraciotie de rus penaamiciiros y los
at.rcl>;iroscnri)alcs [...l. La nnimalidad rnn podcrr>sa [...] rio cuenta, pirascr do- jusra~itei~rr qi~ierieise ocuparon d r Henriette Cornier), qu es lo que pcrmira
iiiinada, con cl concurso dc facidrades rurccpribles de apreciar sanamenre el va- en el fondo decir que el siijero esraba enferiiio? Era precisniiienre que. llegado a
lor de lw canw.') la adi~ltez,n o se pareca de ningn modo al nio que haba sido. Q u se decia
!>ara lograr inosrrar que Henriecre Cornier n o era responsable d e su acto? Re-
Piieden ver, por consiguiente, que lo que exige la psiquiarrizacin. y va a carac- cirrdeiilo: "En s~ infancia, era tina nia sonrienre. risueia, aiiiable, afectuosa:
terizar el esrado, n o es un exceso en rrniirios d e canridad o u n absrirdo en tr- y Irlego rcsulr que en un momento dado. cuaiido lleg a la adolescencia o la
miiios d e satishccin (como sucedi, por ejemplo. cuando se quiso psiquiatri- adulrez, se torn sombria, melanclica, taciturria y no pronunciaba una pala-
z2r ii Henrierre Cornier), sino un defecto en r6rminos d e inhibicin, una bra". La infCanciadebe ser puesra a un lado por el Iirocao parolgico, pzra que
espontaneidad d e los procedimienros inferiores e insrinrivos d e satisfaccin. De sre pueda funcionar efecrivairienre y cuniplir u n papel cii la irrespoiisabiliza-
all, la imporr:inci:i d c la imbedlidtd. que e s d funcional y primordialmenrr liga- cin del sujero. Se darn cuenta por qu, rii tod;i esta mediciiia d e la alieii~cirjn
da a las aberraciones d e comporramiento. D e manera que lo que puede decirsc iiietiral. los signos J r iiialdad infantil rr:in el objeto d e tina apuesta y una lucha
es que el esrado q u e perniire psiquiarrizar a Jouy es precisamente el que inre- r a i i iniporraiites. Recuerden, por ejemplo, en el a s o d e I'ierre R i ~ i k r e con ,~~
rrumpi su desarrollo: rio es u n proceso que se haya enganchado o implanrado q u e cuidado y d iiiisriio riernpo con qu encarnizamiento se conibari8 en rorno
d e los signos d c la maldad infnril. Porque con esos signos podiaii consegriirse,
'%. Boiit~cry J. Bulard. k p p o r r > n d i c ~ - I . ~. l.ob. cit.. 11. 11: " b c hccho sc al>rervn cn 1"s i r i i -
bCcilrr. y er lo que cxpiiw cii prrte rus rcndenciu, porque ricncn rganos qiir los licitan: y co- '%.Bonner yj. Bulard. &jpurrmdiii-lipl .., ob. cit., p. 7
~iion r e c c i t Jr la hciiliad de juzgar cl valor de las casas y cl setitida iiionl p a n conrcncrlor. re " Ihid., 1,. 9.
dej:~~, arrnrrnr brurcaineiiic'. ' O Ibid., p. 10.
" Ibid., pl>. 9-12, " Cf d domiiirobrr Moi, P i r m Rivierc. ... yi cita<lo.
280 LOS ANORMALES CLASE DEL 19 DE M A I E O DE 1975 28 1
eii defiiiiriva, dos resulrados. Se poda miiy bien decir: como ven, ya de muy de separarla radicalmcnre y dos veces de la infancia. Separarla de la nia a
pequeo crucificaba ranas, mataba pjaros, le quemaba la planta de los pies a quien haba macado, al mosrrar que enrre sra y ella no haba vnculos; prcri-
su hcrrnaiio: es decir que desde el fondo de su infancia se preparaba ya una camenre n o conocia a su hmilia: ninguna relacin d c odio, ningn lazo d e
conducta que es la conducra misma del personaje y que algn da rena que amor; apenas conocia a la criatura. Uti ininimo de relaciones con la niia a
llevarlo a matar a s u madre, su hermano y su Iierinana. Y por consiguienrc, en quien mar: primera condiciii para psiquiatrizar a Henrierce Cornier. Segunda
ese crimen no estamos frente a algo parolgico, dado que roda sil vida, desde co~idiciti:que se la separara de su propia infancia. Es preciso que su paszdo, su
lo ms recndito de sii infancia, se parece al crimen. C o r ~ i ~ i e n d e r entonces,
n, pisado de niin e incluso su pas:ido de joven, se parezca lo menos posible al ac-
que los psiquiarras, como queran psiquiarrizar la cosa y desculpabilizar a Ri- ro que cometi. Corte radial, por consiguienrc, de la locura con la infancia.
vikre, esraban obligados a decir: pero justamente esos signos de maldad son En el caso de Charles Joiiy, al coiitrario, slo se lo puede psiquiarrizar con la
signos paroxisricos de maldad, can paroiisricos, adenis, que slo se los ericuen- condiciii de asegurar el paralelisino exrremo, casi la Fusin, con su infancia y
tra en un periodo dererminado de su infancia. Cuando tenia menos de 7 aos, liasrx con la niin con qiiieii trab relacin. Hay que mosrrar que Charles Jouy
n o se los encuenrra; luego, a parrir de esa edad, empieza la cosa. Quiere decir, y la nia a quien ms o menos viol escaban, en definitiva, muy cerca uno del
por lo canto, que el proceso parolgico ya estab:, en accin y deba culminar, otro, q u e eran de la misnin vena, que eran del niismo palo, que eran -esta pala-
entre diez y rrecc aos despus. en cl crimcn qiie conocenios. D e all, roda la br3 110 se utiliza, pero pueden ver ciiio sc pcrfla- del mismo nivel. Lo qiie va
batalla jrirdico psiquirrica alrededor de la maldad irihzitil, batalla cuyos ccos y a dar pdbulo a I i psiquiatra es su idenridad profunda. Charles Jouy pudo ser
Iiuellu se ericuenrran en rocl:~la psiquiatra legal de los aos 1820, 1860-1880 psiquiatriwdo. en defniciva, porque el nio, la infancia, cl infantilismo esrn
y aun ms all. ah coino rasgo comn enrre el criniinal y su vcrinia. La infancia como fase
C o n ese nuevo niodo de psiquiatrizacin que rrnro d e definir ahora. eii esra histrica del desarrollo, como forma gerieril de comporramienro. se convierte
nueva probleiiiirica, los signos de maldad van a actuar de muy distinta manera. en el gran insrruinenro de la psiquiatrizacin. Y yo dira que sra logra caprar al
En la medida iriisiiia en que i i n :adulro se parezca a lo que era cuando era niio. cn adulro y la rornlidad del adrilro a travs de In iriEiticia. La inEniicia fue el princi-
la medida en que se pricda establecer una continuidad infancia-adulrez, es decir, pio de generalizacin de la psiquiacra: canro en sra como en otros lados. la in-
que se pueda rrenconrru en el acro de hoy la maldad d c ayer, se podr, en con- fancia fue la rrampa para adultos.
sccucncia, sealar efecrivnmerite el estado. con sus esrigmas, q u e es la coiidicin Ahora m e gusrara decir dos palabras sobre el fiincionamicnro. el papel, el
de la psiquiatrizacin. En el fondo, los alieiiisras le decan a Henriette Cornicr: lugar del niio en 1s psiquiacra. Dado que creo que con la introduccin n o tanro
"Enronces no erAs lo que luego llegasre a ser: es por eso que n o t e puedeii conde- del nio conio de la infancia como punro d c referencia central y consraiire de
nar"; y los psiquiatras dicen a Charle's Jouy: "Si no te pueden condenar, es por- la psiqiiiarra, se comprenden con basrante claridad, a la vez. el nuevo funcio-
que de nio ya e r u lo que eres hoy". En esra medida, comprenderin que, desde namiento de sta con respecro a la medicina de la alieriacin nienral y un ripo
el comienzo del siglo m. el recorrido biogrfico se requera de rodos modos, ya de funcionarnienro que va a perdurar a lo largo de casi un siglo, es decir, hasra
fuera por la medicina de la alienacin mental del ripo de Esquirol o por la nueva tiuesrros das. Descubrimiento del nio por la psiquiarria. Querra seialnr lo si-
psiquiatra
. . de la que les estoy hablando. Pero ese recorrido se hace segn linea- guiente: primeramente. vern que, si lo que les digo es verdad, ese descubri-
mienros muy difereiices. describe rrayecros que son compleranienre distintos, iiiie~icodel nino o la infancia por la psiquiarria n o es un fenmeno raidio, sino
produce orros efectos de exculpacin muy disrinros. En la niedicina de la aliena- m u y precoz. Tenemos u n ejemplo de ello en 1867, pero seguramence podra-
cin nienrnl de principios de siglo, cuando se decla: '"Ya era esro: ya era lo que mos encontrar orros e n los aos previos. N o slo es u n fenmeno precoz, sino
es", el resultado era la inculpacin. D e una manera general. lo que aparecr en la que nie p:trece (y es lo que querra iiioscrar) que [esti] lejos d e ser la conseciien-
pericia de Jouy es que la infancia se esr convirriendo en un elenieiiro bisagra cia d e una ampliacin de la psiquiatra. Lejos, por consiguience, de considerar
en el nuevo hincionnmienro de la psiquiarra. que la infancia es un nuevo rerricorio que a parrir de cierro momenro se anex
Eii dos palabras, yo diria lo siguiente. Henrierce Cornier haba asesinado a a la psiquiarria. nie parece que sra logr generalizarse al toniarla como punro
una nia. Slo Kie posible consriruirla corno enfernia rnenral con la coridici~i de niira d e su accin. a la vez, de su saber y su poder. Vale decir que la infancia
282 LOSANORMALU: ClASE DEL 19 DE i v l A R Z O DE 1975 283
nie parece una de las conclicioiies histricas de la generalizacin del saber y el po- Es decir q u e se adiiiitia (esro. por otra parre. es u n reiiia inuy ariterior z Es-
der psiquidtricos. D e qu niaiiera su posicin central pudo llevar a cabo esa ge- qilirol, q u e encoiirraiiios eii los siglos X V l l y ~ ~ 1 1 1que ) ~ 'I:i ioiaginacin deli-
ncrali7cin dc la psiquiarra? Creo que (si resumimos mucho) es bastante Fcil rante d c u n sijjero 1iodi:i perfecr:iiricrirc itidilcir I:i exliresiii direcrn e innie-
coiiipreiider el papel de geticraliznciri de la infancia en la psiquiarria. Efecro de diata de uii deseo. Triieiiios as1 todas las descripcioiics clsicas de alguieii
la exreiisiii de sia, pero conio priiicipio dc su gencraliucin: a partir del nio- que. vicriiiis d e uiia peiia ariiorosa. iniagiiia en su delirio que I:, persoti:i qiir
merito cn que la infarici:~o el infantilisnio seaii el filtro para aiializar los cnni- lo abatidoti, :al conrrario, lo cubre con sil nfecro. su amor. e t ~ r e n . ~LX i i i -
porr:iriiienros. coi~iprenderiiique. para psiquiarrizar iina coriducra, ya n o scri vesridur:~del delirio por el deseo se admire perfcctamenre si1 la psiquiarria
nrces:irio, coino si lo e n eri la poca de la niedicina de las eiiferiiiedades meii- clisica. En cambio, el insriiiro, para fuiicionar coino iiieciiiica patolgica. de-
tales, inscribirla dcnrro de iiiia enfermedad, reiibicarla en uria siiitoiiiarologia be estar necesariamente liberado del placer, porque si hay placer. el insrinto.
coherente y reconocida. N o ser iieccsdrio descubrir esa especie d e pulirira de por lo tanto. ya n o es automirico. Acompaiado de placer, el insrinto es nece-
delirio que los psiqtiiarras, aun eii la poca d c Esquirol, buscaban con ranto fre- sariamenre reconocido, registrado por el sujeto conio susceprible de provocar
nes dcrris de iin acto que les pirecia dudoso. Para qiie una conducta s a de la un placer. Por lo ranto. erirra naturalnienre eii uii clculo y, por coiisiguieiire,
compcrencia d c la psiqiiiarria, par1 que sea psiquiarrizable, bastar que sea por- n o :e puede considera; coino proceso pi:o!gico el nioviriiicnrv, aun violcri-
tadora d c iiiia huclla cualqiiiera de infaiirilisnio. I'or eso, quedar6n sometidas ro, del insrinro, desdc el iiioiiieiiro eii q u e lo acompaa el pl:iccr. La parologi-
con pleno derecho a la inspeccin psicluiirrica rodas las conducras del nio, eii z:icin por cl insrinro excluye el placer. En cuanro a la imbecilidad, se parolo-
la riiedida, al mcnos, cii qrlc sean capaces de fijar, bloquear, inrerruinpir la cori- gizaba, por su lado. a veces, corno I:I consecuencia ltima de tina evolucin
ducta dcl adulto y reproducirse en ella. Y, a la iiiversa. seriii psiquiatri-r;il>lesro- delirante o deniencial y, a veces. al conrr:irio, conio una especie de inercia
das las conductas del adulro en la medida eii que, de uiia u orra manera, con la fi~ndameiiraldel iiistiiiro.
fornia d c la seniejanza, la analoga o la relaciii causal. pucdan asimilarse y refe- Ahora, podrn ver que con un personaje como el d c Cliarles Jouy, con un
rirse a 13s coiiducras del iniho. Por consigiiieiire. recorrido integral d c tod:is las tipo d c i~idividuopsiquiarriz:ido coino l, esos rrcs elemcnros, o. si lo prefirreii,
coiiducrds del nio. porque sras p~iedentraer aparejada una fijaciii adulra; y, los tres personajes, van a I l e g ~ ra rcuiiirsc: el pequco iiiasrurbador. el grari
a la iiiversa. ~.rcorridoroial d c las coiiductas del adulto para develar las hricllas monstruo y, fitialrnenre, quien se resisre a todas las disciplinas. En lo sucesivo, el
de iiifaiirilisiiio q u e puede Iiaber en ellas. L e es el prinier efecto de generaliza- insrinto puede perfecramenre scr un clcmenro parolgico y al mismo tiempo
cin q u e esa problemarizaciii de la infancia prodrice en elcorazn niisriio del porrador de placer. El insrinro sexual, los placeres de Cliarlrs Jouy, sc parologi-
caiiipo a fid psiqutirra. En segundo ugar, a parrir de esa p r n b ~ ~ m a ~ c ~ cdeiri zan, efecrivi7~nenfe, en el nivel mjsnm en que ap:>recen,sin que hsYz que /r~ccr/,T
12 inaricia y el infantilismo, va a ser posible inregrar unos a otros tres elemeii- gran desconexinplacer/insrinro exigida eii la poca d c las niononiiinias iiisririri-
ros qiie h:isra ahora esrabnn sepxrados. Esos tres elementos son: el placer y su va. Basca niosrrar que el procediiriiento, In mecdnica del insrinro y los placeres
econornin; el insrinto y su mecnica; la iiiibecilidad o, en rodo caso, el retraso, qiic se da son d c ~ i i nivel
i iiifanril y se:lles de infanrilisiiio. PlacerIinsrinro/rcrraso,
con S i l inercia y sus faltas. placcrlinsrinrolatraso: rodo esro se consriuir. ;ahora coiiio configuracin uiiiraria.
E n efecto, lo q u e renia d e muy car~cteristicola psiquiarria d e la poca Ila- Rcuiiiii, por lo taiico, de los rrrs personajes.
niada "csquiroliana" (desde principios del siglo XIX hasta alrededor de 1840) b tercera inaiiera en que la problemarizacin del niho permire la gerierali-
cra que, cn el foiido -yo iiisisti eii ello-, n o se lograba enconrrar el puiiro d e zacin de la psiquiarria esrril>a en que -a partir del monieriro en que la infan-
conexin enrrc el placer y el insrinro. No es que el plnccr n o pudiess figurar
eii la psiquiarria del tipo Esquirol. pero slo lo hacia investido en el delirio.20
'' El rrnir ya esri prcscn~ccn obr:is inlcs coiiio 1;i <IrTI,. Firnus. Be viribrrr imnginnrintiii rrnrrrr-
nrr, Londres. 1608.
Sc rrara dc los aurores que. hzrn cl piinra de infleriiiti rii:lrc;ido por Gricsingcr y Fdrcr (=f. ,ti- 2' A I:I iniclaiicolia c r 6 r i o (low nirlincholy) w t i n dcdicndor cl prinier voluoieri de R. Burron. ihc
prn, "Clase del 12 de fcbrcro de 1975"). aplicaron las idea de J.-E.-D. qiiirol. Noirorerilr h Annromy ofMchncholy. Orfard, 1621. y la obra de J. Ferracid. Dc In rnnhdir dgmour 02, ,ni-
monomanir homicih, I'arir, 1827. /nncol;~mrique. Parir, 1623.
284 LOS ANORMAL= CLASE DEL 19 DE MARZO DE 1975 285
cia, el infantilismo, el bloqueo y la inniovilizacin en torno de la irifdncia van a Al convertirse en ciencia del infantilismo de las conductas y las estructuras,
coiisrituir la fornia fundamental y privilegiada del individuo p~i~~iiatrizable- va la psiquiatra piiedc llegar n ser I:i cicncia dc las condiictas normales y aiioriiia-
a ser posible que la psiquiatra entre en correlacin con la iieuroiog;~,por uila les. De modo quc podran extraerse estas dos conscc~icnci~is. La primera es que
parte, y con la biologa general, por la otra. Tainbiii aqu, y eii referencia a la por una especie de trayecto acodado, y al concenrrarsc cada vcz ms en ese rin-
psiqiiiatr;~esquiroli:iri:i, podra decirse que slo pido coriverrirse efecrivamciite concito de existencia confusa que es la inhncia, la psiq~iiatriapudo constituirse
en una medicinn al precio de un moiitn de procedimientos que yo llamara como iiisrancia general para el anlisis de las conductas. Si pudo coiivertirse en
imitativos. Hubo que esrnblecrr sinronias como en la medicina orgriica; hubo tina espccie de iiistinci:i de control general dc las conductas, cii el juez titular,
q ~ i cnombrar, clasificar, organizar las difereiitcs cnfermedadcs, unas con respec- si lo prefieren, de los coinportamientos en general. no fue incdiante la coriquis-
to a las otras; hubo que hacer etiologas del tipo de la medicina orgnica, bus- ta de la totalidad de la vida ni con el recorrido del conjunto del desarrollo de
cando por el lado del cuerpo o de las predisposiciones los elementos que pudie- los individuos desde su n:icimiento hasta su muerte; fue, al contrario, al limi-
ran explicar la formiciii de la eiifermedad. La medicina mental de tipo tarse cada vez ms, al excavar cada vez ms profundaineiite e n la infancia. En
Esquirol es medicina eii concepto de imitacin. En canibio, a partir del nio- esa niedida, podrn comprender por qu y crno pudo mostrar tanto fcrvor en
mcnto en que la irifaiicia se considere conio el punto focal en torno del cual va meter 11 nariz en la nursery o la inFancia. No fue porque quisiera agregar un cle-
a organizarse la psiquiatra de los individuos y las conductas, comprendern c- mento anexo a s ~ mbito
i ya inmenso; no fue porque quisiera colonizar adems
ino es posible Iiscrr que funcioiie no en la modalidad de la imir;~cinsino eii la uiia pequri:~parte de In existencia a la que no Iiaba tenido :tccrso; fije, al con-
de la correlacin, en el sentido de que la neurologa del desarrollo y de sus inre- trario. porque all tena el instrumento de su universalizacin posible. Pero al
rrupcioiies y, tanibin, la biologa geiieral -con todo el anlisis que pticdc ha- niisriio tiempo podrn coinprender -sta es la seguiid:i conseciiencia en la que
ccrse de la evolucin, sea en el nivel de los individuos o eii el de las espccics- quera iiisistir- que, al ver que la psiquiatria se coticetitrl de t:il modo en la in-
v~iis ser, en cierro modo, la distancia y el aval coii que 13 psiquiatra va a poder fancia y hace de ella el instruineiito de su universalizaciri. creo que sc puede, si
fuiicioiiar coino saber cientfico y saber mdico. iio revrl~r,s al menos deiiuiiciar o. eii todo caso, sitnplemente destacar lo que
Por ltimo. creo que lo ms importante (es la cudrra va por la cudl la iiifan- podramos llamar el secreto de la psiquiatria moderna, In inaugurada en la d-
cines uri factor de generalizacin para la psiquiatria) es que la inFaiicia y el iii- cada de 1860.
fnritilisiiiode la conducta ofrcccn como objeto a la psiquiatra ya rio tanto, y En efecto. si situainos en esos aos (1850-1870) el iiaciiiiiento de tina psi-
quiz3s ya iio en absoluto, una enfermedad o un proceso patolgico, sino cierto quiatra que es otra cosa que la vieja medicina de los alieiiisrs (la que simboli-
estado qiie se va a caractet.izar como de deseqiiilibrio. es decir, un estado eii el zan Pinel y E s q ~ i r o l )hay
, ~ ~que ver con claridad que esta nueva psiqiiiatra, de
cual los elemeiitos funcioiian de iin modo que, sin ser patolgico, sin ser porta- todos modos, deja de lado algo que hasta entonces haba sido lo esencial de la
dor de morbilidad, no es sin embargo iin modo normal.La eniergencia de uii justificacin de In medicin:~mental. Y lo que deja de lado es simplemente la en-
instinto que en s misino no es enfermo, que en s mismo es sano, pero qLLe es fermedad. La psiqiiiatra deja cnronces de ser uiia tctiica y un saber de In enfer-
anormal ver aparecer aqu y ahora. tan pronto o tan tarde, y con tan poco con- medad, o slo srcundarimentc -y como en ltima instancia- puede convertirse
trol; la aparicibii de tal o cual tipo de conducta que en s misma no es pitolgi-
ca pero que;deritro de la coiistelacin en que figuta, normalinente no deberia '' V 6 m . por cjcinplo, J.-?. Falrer. Dcr mnlidirr mo~rnlefrr de< ~rsileidhli!nk Lc~onirlinililr~ er
aparecer: todo esto v.1 a ser ahora el sistcm:~dc referencia. el dominio de objc- Pars.
c~niidCnrionr~fnfrnler, 1864. p. iii: "La docriin;~sensii;alisrr de Lockc y Coiirlillnc domi-
tos. en todo caso, cuyo relevaniieiiro va a tratar de hacer la psiq~iiatri.Es uii naba eriroiicer cuino a n i r czisi nl>solura I...j. Esta docrrina dc los iil&ofor [...] fue adopradi
contratiempo. uiia coiiniocin en las estructuras que aparecen en contraposi- por I'incl e n la paralogia inenral". Mucho mas radicales, la peicrpcin de In diaraniir ("Lar
docrrinar de iiuerrrns ini:iesrros. Fiiirl y Fsquirol, doiiiiiirroii dc iiiii mancrr abso(iiia la iiiedici-
ciii a un des~rrolloiioriiial y van a consrituir el objeto geiieral de la psiquia- n a mcnnl [...l. No suelen verse d o c ~ r i n s~ i c n t i f i ~ acon t o siiimcs que p u e d ~ nR -
s ~ i m i ~ r ~ can
tra. Y, slo secuildariainente en relacin con esa anoniala fundamental, las eii- i r r i r los crfucrror ruccsivas dc rrcr gcneracioncr") y I i conciencia dc una ruptura a pzrrir dc la
ferliiedades se v a n n presentar coino una especie de epifenrneiio coii respecto a dccrda dc 1R50. cii J . Fnlrrr. chnnlc~riiiyrrcr rur b mn1,zdiii rnrnrnlrr cr ncrverrrcr. I'arir. 1890.
ese estado que es, eti esericia, un estado annialo. p1,. "-vi.
ClASE DEI.. 19 D E bIARZO DE 1975 287
en iiiia y otra cosa. Hacia los aios 1850-1870 (la poca en que ahora nic iibi- es, creo, cl problenia cciirral -pero nl vez ustedes iiie dig:iii que evidente- rle In
C O ) , 11 psiquiarria nbaiidoiia a la vez el delirio, la aliennciri iiienral, la referen-
psiquiatria. Eii todo caso, es all donde se [orina, jostanieiite. alrededor de esa
cia a la vcrdad y, Iiicgii. la eiifctiiiedad. Lo qtic roma en cuenta en ese iiioirieiito investidura de I:i iiifaricin coiiio piiiiro cciirral a p;irrir dcl cual pudo llevarse a
es el coiriporraiiiicnro, sus desviacioiies, sus aiioiiialias; Iiace de un desarrollo
cabo la gcner a1'~ z, ~ c i i i .
iiori~i;irivt>s i l ~~ercrciicia.
As Iiues. cii lo fiindni~ierir:il.ya iio rieiie qiie ver coi1 Aliora querra resitiinr iiiuy esqiieiiidric:iiiicrirc la Iiisroria dc lo ocurridii eii
la enfcriiiedad o 1 s enferiiicdades; es iin:i iiiedicina que. lis^ y Ilaiiaiiiciire, dej:i ese riioniciiro y :I p:il.rir de C.l. I'ara Iiaccr jugar esas <los rel:iciones. uiia rel:iciri
a uii lado lo patolgico. Y pueden ndverrir en qu situacin se eiicuenrra desde de poder y una relacin de objeros. que no van cn el niisnio sentido y son iii-
iiiediados del siglo XIX. Situacin paradjica, porque en el fondo la iiiedicina cliiso hctcrogtieas entre si. relacin iiidic:i de poder y rrl:iciii de objeros
nienral sc constituy coiiio ciencia, a principios del siglo XIX, cuando estableci despnrologizados, la psiq~iiatriadc la segunda mirad del siglo X i x se vio obligada
el carAcrer de enferiiiedad de la locura; iiiedi:iiire un montn de proccdimien- :I consrriiir cierra caiiridad de lo que ~>udrinrnos Ilaniar grarides edificios tehii-
tos (entre ellos los analgicos que les mencione Iiace iin rato) constiruy la lo- cos, que no son ranro la expresiti, 1:i traduccin de esa siriiaciii, sino, ezi el
cura como cnfcrrnedad. As pudo constituirse por su parre como ciencia espe- fondo, exigerici:is fiincioiiales. Creo que hay que iriteritar analizar las grdndcs
cial al lado y dentro de la iiiedicina. Al patologizar la locura mcdianrc cl aii:ilisis estructiiras. los gr:~ndesdiscursos icricos de la ~isiqiiiarrade fiiics del siglo xix;
de los sintonins, la clasificacin de las forinas, la bsqueda de las etiologas. pu- hay que aiializirlos en rriiiiiios de beiicficios recnolgicos, a parrir del nio-
d o consdruir, firialn~eiite,uiia iiiediciiia propi;~de la locura: la medicina de los rneiiro en quc se tr:ira de iiiaiiteiier o evcntiia~irieiiteaumcntnr. a travs dc esos
:ilieiiisr:is. Ahora bien, resulta que. a partir dc 1850-1870, su carca es conservar discursos rrricos o cspecrilarivos, los cfectos <le podcr y los erectos dc saber de
s i i rrartrr de iiiedicina. porque es ste el que posee (al iiieiios eti parre) los efcc-
la psiquiarria. Simplenietire riic gustara esq~ie~ii;irizai- esas gi-;indcs coiisrruc-
tos de poder quc rrara de Pero Iie aqu qiic :iplica esos efcctos de cioiies tericas. En priricipio. coiisritticiii <le iin:i iniieva iiosografa, y esto eii
poder y ese rtatur de mcdicin:~que es so principio a algo que, eti su iiiisiiio dis- [res asprcros.
curso, ya iio rierie rrntirr dc enferiiiedad sino de aiioniala. I'rinieranictire. orginizar y dcscriliir rio como siti~oiii;isde tina eiiferiricdad.
Para decir las cosas dc una niancra un poco iiis siniple, dir que, cuando sioo siiiiplciiiente corno siiidronies que eii cierta hrmn valeii pol. si misiiios,
se corisrirua coiiio iiiediciiia de la alienacin, la psiquiatria psiquiatrizaba una como sindroiiies de anoiii~ilas,conlo sindroines :anormales, toda tina serie <ir
locura que, cal vez, iio era iina eiiferinedad, pero a la que. par:i ser efectiva- coiiductns aberrarires, desviadas, etctera. Asi. en la segunda tiiir;id o el ltiliio
iiiente una rnediciiia, esraba obligada a considerar y exaltar como tal eii su tercio del siglo xrx, asistiiiios a lo que podriaiiios llamar la consolidacin de las
propio discurso. Slo pudo establecer su relacin de poder sobre los locos al exceiitricidades como siiitoiiias hieii especificados, auriioiiios y rcconocibles.
iiistitiiir una relacin de objeto que era una rclacin de objeto dc mediciria a Y el paisaje de 12 psiq~iiatriase miima asi con totlo un pueblo qtic es pard ella,
cnfermcdad: sers enfermedad parn un saber que me autorizar cnronccs s fi~ri- en ese moiiieiito. conipleranienre niievo: esa gente que no es.porrador:i de sin-
cioiiar coino poder mdico. Eii liiicas gener;iles. eso es lo que deci.~la psiqui:i- roinns de uii:i cnferniedad. sino de siidrorncs anori~i:ilescii si iiiismos, de ex-
trix a principios del siglo xix. Pero a partir di- iiiediados del misrno siglo, telie- centricidades crinsolidadas coiiio anonialas. Al respecto. tenemos toda iiiia larga
nios una rclaciii dc podcr que sdlo se sosriene. aun Iioy, cn la metlida cn que ~liiiasra.Creo que riiio de los primeros de esos sndrociies de anoiiiala es la fa-
es uii poder nidicaiiienre cnlilic:ido, pero ~ i r ipoder iiitdican~enrecalificado niosa agor:~fobia,descripra por Krnffr-Ebirig, a In que sigue la clau~rrofobia.~~
qui- soiiicrc a sri control i i r i imbiro dc objetos que no se definen cotiio proce- En 1867 Iiubo cii Francia una resis de niediciria, escrira por Zab, dedicada a
sos p:itolgicos. Dcspar~lo~izaciii dcl objeto: sa fue la condicin para q ~ i cel
poder -iiidico, no obsrante- de la psiquiatria pudiese generalizarse. Se plaii- " Segn H. 1-egrriid du Saullc. $litdr cliniqtc srrr la )cnr dt, r,prrccr (<<qortt,,h,,liic d n Al/<.
tea entonces cl problcina: jcriio pticde ftiricioiiar riii dispositivo tec~iolgico, nizrnd~), nurorr imotiuc. P:tris. 1878. p. 5 . rl rerniino i t < i Fiir inve~iurlo[por R. K r ; ~ ~ ~ - F l ~ i ~ ~ ~
uii saberlpoder tal que el saber desparologice en l. desdc el principio, uii iii- sino por C. Wesrplial, "Dic Agor:i,iliubii. Eiiie ineur~~arhirclie En<-hcinung". eii Arciiiu/iir
bito de objetos que, siti ei~ibirgo.ofrece n u n poder quc, por sil 1i;irre. slo Pryclii,ririr rrrrdNcrurrrkrniikiiriten, 11111. 1872, ['p. 138-161. a p ~ r i i i de. i i i i o rolicirii<l iic
Gc.iesiiiger de IR68.
puede exisrir coiiio poder mdico? I'oder inCdico sobrc lo iio parolgico: se
288 LOS ANORMALES CLASE D E L 19 D E M A R Z O DE 1975 289
los enfermos incendiario^.^) Esrii los cleptmanos, descriptos por Gorry en mente iin objero mdico. Podan reconvertir lo anormal en enfermedad si lo-
1879;2"os exhibicioiiisras de Laskgue, q;ic daraii de 1 . 3 7 7 . ~Eii~ 1870. en 10s graban reencontrar I:is rr:izas o las tramas del delirio a rravs de todos los coin-
Archir~rrdp nPirrolo$, Wesrphal describe a los iiiverridos. Es la priniera vez que porta~nienrosanormales con los que esrabaii coii~riru~endo la gran rinrlromu-
la liomosexualidad aparece como siritonia denrro del campo psiquirrico.2RY tologiu. De cal modo, la medicnlizacin de lo anormal implicaba o exigia, o en
despiis toda una serie... los n~asoqiiisrasapareceii hacia 1875-1880. Por lri- codo caso Iiaca dcscable, el ajuste del anllisis del dclirio al anlisis de los juegos
mo, habra toda tina historia de ese pequeno pueblo de los anormales, toda una del insrinro y el placer. Unir los cfecros del delirio a la mecnica de los iiistin-
historia de esos siidromcs de anomala que eniergeri eti la prctica- tos, n la ccoiiomia del placer: en el fondo, esto permitira constiruir una verda-
dera rnedici~iamental, u ~ i verdxdera
l psiquiatra de lo anormal. Podrn ver
mente en su roralidad, a partir de 1865-1870, y van a poblarla Iiasta el final del
siglo xx [rtrtiur XIX]. Cuando una sociedad protectora de los animales hagn as, siempre eii el lnio tercio del siglo xrx, cmo sc desarrollan las grandes
una campana conrra la viviseccin. por ejcniplo, Magnan, que es uno de los ripologas del delirio; pero ripologas del delirio cuyo principio ya no es, como
e n la poca de Esquirol, el objero, la temirica del delirio, sino, anres bien, la
graiides psiquiarras de fiiics del siglo XIX, descubrirc un sndrome: el de los an-
raz iiisriiitiva y afecriva, la economa del insrinro y el placer, que subyace a ese
tiviviseccionisras.2~AJiora bien, yo qucrria insistir en que todo esro, coino pue-
den ver, no es snromi de enfernicdad: es uii sndrome, es decir, una configura- dclirio. As vemos aparecer las grandes clasificaciones del delirio, pero piso por
cin parcial y estable qiic se refiere a un estado general de enciiiia: deliro de perseciicin, delirio de posesin, las crisis virulenrns de los
La segunda caracrersrica de la nueva nosografia que se cotistiruye 3 parrir crorninnos, crcrera.
de ali es lo que llamar el rerorno del dclirio, cs decir, la reevaluacin La tercera caracterstica de esta nosografa es la aparicin (y creo que ste es
del problrriia del delirio. En cfecto, eii la medida en que sre ern tradicioiial- el punro esencial) de la curiosa nocin de ertudo, qite Fali-er iiirrodujo eii los
rncritc el ~icleode la enfermedad ineiiral, podrn comprender qu inreres te- anos 1860-1870 y, a coiirinuaci~i,volvemos a ericonrrar formulada de iiiil iiia-
niaii los psiquiatras, habida cucnra de qrie su hrnbito de inrervcncin era lo neras, escncialrnente con la expresin "fondo psiqiiico"." Aiiora bien. qu cs
1111 c,studo? El e s t ~ d oconio objeto psiquirrico privilegiado no es exacramerite
aiiornial, en rrarnr de cubrirlo con el delirio, porque con sre renian ~recisa-
una enfermedad, ni siquiera es. en absoluro. una enfermedad, con su desenca-
denamieiiro. SLIS causas, su proceso. El esrado es una especie de fondo caiisal
" La rcsis de E. Zab*. Lrr Aliinir irtcrridiiiircrdrvnnt lcr i d l u n n l u . Parir. 1867, Ii.I>la sido prccc- permancnre, a parrir del cual p e d e n desarrollarse cierra cantidad de procesos.
dida por Ch.-CIi.-H. Marc, De In,61ir ....ob. cir., 11, pp. 304-400 (publicado i n i c i ~ l m r n r ccon cierta canridad dc episodios qiie, por su parte, scrin precisamenre la enfcrmc-
cl rirulo "Considimrions iii&dico.lgrlcs siir I;i ~rioi~i>ttraiiie cr ~>rrriciili<irei?iciir sur Ir mona-
m m i r iiiceiidirirc". en Annnicrd~ygiinrpnliiqirrr de midrcinc li,dlc, X. 1833. )>]>.388-4741;
dad. En orras palabras, el esrado es el basamcnro anormal a partir del cual se
H. Lcgrand di, Saullr. Dc ln monomanir irtccndiairc, Paris, 1856 ( c t del mismo auror: Dr Li tornan posibles las enfermedades. Ustedes me dirn: jcul es la diferencia enrre
jllir . . , 01). cit.. (>p. 461-4841, esra nocin de esrado y la vieja iiociri tradicional de predisposicin? Es que la
26 TI). Gorv. Dei n/in$vo/nrn Non-rxiitcncc dc In klrpronrdnir cr r*r monomnnirr rnginiriil com- predisposicin era, por una parte, una simple virrualidad que no hacia que el
mr enziiii morbidri, Parir, 1879. V h r e rrmbien Ch.-Ch.-H. Marc. D c k f o l i e . . . ob. cit.. 11. individuo cayera fuera de lo nornial: se podia ser normal y csrnr predispuesro a
pp. 247-303.
una enfermedad. Y. por otra parte, 1:i predisposicin predispona, jusranientc, a rd
l7 CIi. Lir<igiic, "Lcs cxliibirioiiiiisrr~.'. cli Uniori niidiiirlr 50. ID de niayo de 1877, pp. 709-714
(luego en f i u d c ~m i ~ i i i i i /i~, ~
Parir,
. 1884, pp. 692.700). Cf. el irriculo citado. 'Der n h i b i - o cual cipo de enfermedad y no a ral orra. El esrado -en la forma en que Falrer
rioiiiiisrer", d e V . M~gn:iii. y sus sucesores van a emplear la nociri- tiene la siguienre p:irricularidad. No se
J. C. Wcrrplid. "Dic co~irrareSexudcmpfind u ~ ~ . . .017. " . cir. (rradiiccidn Franccso: "Carrrac- encuentra, precisamente, en los iiidividuos iiormales; no es un caricter ms o
rioii rlrs scxer remblabler", rn Gozriic <its hpirnux, 75, 29 de jiinio de 1878); cf. H. Gock, inerios accnruado. El esrado es un verdadero discriminanrc radical. Quien esrd
"Ueirrag riir Krriiiriiisr der coiirrxren S ~ ~ ~ ~ l ~ ~ en~ Archivfir d ~ ~ i und
~ 6 ~ ~ Pryrhinrrie g " Ner-
.
vrnkrnnkhrircn, v, 1876, pp. 564.574; J. C. Wcrrplid, ''Zur conrmre S~xualcmpfihdung,en
Arrhzufir PVchinmr ~tndNcrurnkrnnkhtirrn,vi. 1876, pp. 620-621. ..
" Cf. J.-P. Fdrcr, Dcr mrrirrdics mrnrzi<r.. oh. cir., p. i: '"En vez dc rcnioiitrne a la lesin inicial
V. M a g m . Dr infilir da n ~ ~ r i u i u i ~ r r r i o r ~l'arls,
n i ~ t ~[s.f.:
~ , 18841. s t ~ conragarse d crru-
de ($5 fnculradcr ea la3 cnfcriiicilrdes iiicnmles. el riidica ~ s p ~ c i i l l idcbc
lo Cf M. Foucaiilr. Ln Voloaririrri~uoir,ab. cit., pp. 58-60. diii rlr los csridos priquicus camplcjor mi como cxirren en la naruralr?~''.
290 LOS ANORMALES CLASE DEL 17 DE M A I < % O DE 1975 29 1
srijero a un estado, es portador de u n escado, n o es u n individuo iiornial. La nosografa de los sindroiiies. la de los delirios, la de los rstndos, respon.
Por otra parte. el estado que caracteriza a i i r i individuo calificado dc anornial den. en la psiquiatra de fiiies del siglo x i x , a esa especie de gran tarea que no
tiene csra sirigiilaridad: su fecundidad eciolgica es coral, absoluta. El esrado podia dejar de atribuirse y eti la que n o podki ceiicr Cxito: la gran tarea de hacer
valer u n poder nidico sobre 1111 <lotiiiiiio cuya extensin necesaria exclua su
puede producir ;ibsolucaineiire cualquier cosa, en cualquier niotiienro y cual-
organizaciti en torno de una enfermedad. FJ In paradoja de tiii:~Imrologin de
quier orden. Puede Iial>er erifermcdades fsicas que se coneccaricoii u n estado;
lo anormal l o que suscic, como elemciiro dc funcionaiiiiciiio, esas grandes ceo-
piiede h:ihcr etifcrmedades psicolgicas. Puede crararse de uiia disniorfia. t i n
rias O gr:iiides esrriictiiraciones. Empcro, si se aisla y valoriza (como lo Iiicierozi
rrastoriio f~tncioiial,un iiiipiilso, u n acto delictivo, la ebriedad. E i i sriresis. ro-
todos los psiquiatras desde Falrer o Griesinger, hasta M:igri;irio Kraepelin)'3 la
d o l o que puede ser parolgico o desviado, eii el comporraniienro o el cuer[>o,
nocin dc esrado. especie de foiido causal que es en si niismo una anoinalin,
puede prodricirse, efecrivaniencc, a parcir de un esrado. ste n o consiste e11u i i
hay que reubicar ese esrado dencro de una serie que ptieda producirlo y justifi-
rasgo i i i i s o menos acentuado. Consiste esencialiiiente en uria especie de dficit
carlo. Que cuerpo puede producir un est:i~lo, u n estado que justamente mar-
gciieral de las instliicias de coordinaciii del individrio. Perturbacin general eii
que el cuerpo de iin individuo eri su totalidad y de uiia nianera definiriva? D e
eljuego de las exciraciones y las inhibiciones: liberacin discoiirinri:i e iniprevi-
sibie dr l u que ileliera inhibirse. integrarse y cnntro!.rse; ausencia de unidad all. I;i necesidad (y con ello teiiemos una salida Iiacia orco irinienso edificio reii-
rico de In psiquiatrla de fines del siglo XIX) de descubrir, en cierra forma, el
d i n i i ~ i i c a todo
: esto caracrcriza el csrado. . .
Ahora bien, corno ver. csra iiocin de esrado preseiica dos grandes cuerpo trasero que va a justificar, a explicar rnediaiite su propia caiisalidad, la
ap:iricin de u n individuo quc cs vicrinla. sujero, portndor dc ese escado de dis-
venrajas. La primera es que peritiire poner eii rclacidri cualqtiier elenicnto f i ~ i c o
fuiicioriamieiiro. Qu seri ese cuerpo trasero. ese cuerpo qiic, cii cierta forma,
o coiiduct:l desviada, por dispares y alejados que sca~i,con iina especie de (011-
est derrs del cuerpo anormal? Es el cuerpo de los padres. cl cuerpo de los an-
do ~ i n i r a r i oqiie los cxplica. u n foo<io que difiere del cstado de salud sin ser pe-
cesrros, cl cuerpo de la familia. el cuerpo de la herencia.
se :iello una eiiferniedad. Foriiiidable capacidad de integracin, p o r coiisi-
guieiite. de est;i iiociii de estado. que se presenta, a l a vez, eii referencia a la n o
El cscudio de la hcrciicia o la arriliuciil a ella del origen del esr;ido anornial
coiisticuye la mernromariv~cidnqiie codo el edificio Iiace tiecesaria. La nieraso-
salud, pero piiedr adiiiirir eii su campo cualquier conducta a partir del nio-
matizaci~iy el estudio de la Iierencin presentan. a su vez. una serie de vent;ij:is
iiienro en que es fisiolgica, psicolgica. sociolgica. iiioral y liasta juridica-
c i i la tecnologa psiquicrici. En primer lugar, u i i Iaxisnio causdi indefinido,
mente desviada. L:, capacidad de inregracin de la iiocin de esrado en esca pa-
Iaxis~iioque se caracteriza. a la vez, por el Iiecho de que todo puede ser causa
rologa, en esra niedicalizacin de l o anoriiial, es evidenremenre maravillosa. Al
dc codo. E n la reoria de la l i e r ~ i l c i apsiquiirrica se establece i i o slo qiie una
mismo tienipo -segurida venraja-, a pzrtir de esti riocin es posible recuperar
eiiferriiedad de cierto ripo piiede provocar eii los descendientes otra del mismo
u n modelo fisiolgico. Es el que presenraron sucesivamente Luys, Baillargcr,
tipo, sino tainbiii qiie piiede producir, con las mismas posibilidades. cual-
Jackson, e r c t e ~ a ;Qu. ~ ~ es el esrado? Es precisairieiice la esrruccura o el con-
q i ~ i e orra
r eiiferiiiedad de cualquier ripo. Muclio nibs, no es forzosamenre uiia
junco estructural caracccrsrico de u n individuo cuyo desarrollo se ha incerrum-
etiferniedad la que provoca otra, sino algo corno un vicio, u i i defecto. La ebrie-
pido, o bien que retrocedi de u n esrado de desarrollo ulterior a titio anrcrior.
dad, por ejeniplo, va a provocar en la descendencia cualquier otra foniia <le
comporcaniienro desviado, ya sea el alcoholistiio, desde luego, una enferriie-
1.0s errudios de J.-C.-F. LIzillxrger rc citxroii rirprn. "Clase del 17 de fcbrero dc 1975". Los [ir-
dad como la tuberculosis o bien uiia enfermedad mental, e incluso u n coin-
i rcciigieran e n L'tullri ~ l c p l ~ ~ rri ~drpnrliologic
bajos rlc J. Lizys a que sc rcficrc F o ~ c a u lse l~~ii
crrbrnlrr Drr ~ctiorzr, l f l . ~drr crrvcnu, dnnr 1s rodiri<in~nunrzdler er morbidrr de lnrn rnnni- portariiieiito delictivo. Por otra parte, ese lawismo caiisal que se atribuye a la
f>~rnrioni,I';lris, 1874. Eime 1879 y 1885. J. H. Jackron edir Ir revista dc iieuiologki Ilr<ii. herencia permite establecer las redes hereditarias r i i k fantisricas o, eii todo cn-
V&irceii parriciilar su cnrayu On r/ieAt,nromic,tl nud I~hy,iologirnlLvrnli~nrionofMovrnreni~in
ilieB>uin (1875). cn Selrnerl Wriiitrf,, I~ciiidrer,1931. El inrerer de Foiiwulr con rcrpecrn n lar
' ) A los rtlrnres ya cirsdor. hay q u c sgrcg:ir E. Krirlirliri. Lrhrbnch dcr P~chkrrle.Leil>rig, 1883;
Cmoniiin Lcrnirei de Jachali y al j;lck-tonismo se rcniuiirr s Maiilllic rnoltalr rt I'vchoio&7ic. 1'2-
D i ~ ~ ~ ' ~ b i n r r i r/Iir&berr
cl,ot drr Strr<zicr.Jcnr. 190U (rmducci6ti fraiiccs;i: I n r m h d o n R In pry-
rls. 1995. pp. 23, 30-31 (recdicin de Mnlndir tncnrrrlr rr I>cri<innnlirC,1>3ris, 1954) Irrrrltlcci611
rhinrr2rtiniqz<r.Pars. 1907, ril I>nrriciilnr pp. 5.16, 17-28,88-99).
carrcllina: E n j m r d n d rnrnrrily perronnlidrd, Bueiior Alrcr, Paidus, 19711.
292 LOS A N O I M L E S CLASE DEL 19 DE M A R Z O DE 1975 293
E.n el Fondo. lo que qucria tracar de riiostrar es que esra literatura, que pare-
ce ser una literatura a la vez trgica y cliiflada, tiene su Iiistrica. Ab-
solura~iienteligados a este Funcionamiento, :1 esra recnologia de la psiquiarria
de In segunda mitad del siglo XIX. aun hoy cnconcrainos en actividad esos pro-
cediiiiientos y nociones. Trarar de retomar el problema del funcioiiamienro. a
fines del siglo m, de la psiquiarria como defensa social, para lo que usar co- Resumen del curso,
mo punto de partida el problema de la anarquia, el desorden social, la psiquia-
rrizacin de la anarqiii. Ser, por lo tanto, uri trabajo sobre crinieii policico,
defensa social y psiquiatra del orden?' La graii Familia indefinida y confusa de los anomaler, el temor a los cuales ase-
dinri el Fiiial del siglo XiX, no marca sirnplemerice una fase de incertiduiiibre o
iin episodio uri poco des:ifortunzdo en la historia de la psicopacologia; se form
en correlaci~icon todo un conjiinto de instituciones de control. roda una serie
de niecnnisinos de vigilancia y distribucin; y cuando haya sido casi entera-
mente eiiglobnda por la cacegoria de la degeneracin, dar lugar a elaborncioiies
teoricx irrisorias, pero de efectos duraiiiente reales.
rro excluye de heclio y funciona al ~nargende las leyes. pero se atribuye como
A partir de all se coiiiprender una serie de equvocos q u e seguirn fre-
justifcaciii I:i necesidad de corregir, mejorar. llevar al arrepeiiriinicnto. provo-
cuerirxt~dcie1 aiidlisis y el ,tntu~dclIionibre anormal, aun cuando ste haya reba- car la vuelta n los bitcnor rcntirriierrtor. A partir <!e esta fornia confusa pero hist-
jada y confiscado los rasgos del Iiioiistruo. En la primera fila d c esos equvocos, ricaiiietire dccisiv:~,Iiay que estudiar la aparicin cn fechas hisrric:is definidas
uii juego nunca controlado del todo. eiitre la excepcin de nariiraleza y la iiifrac- de las diferenres itisriruciones de recriticacin y de las c:itegorias de individuos a
cin :al dereclia. stas dejan d c siiperpoticrse siii dejar d c :ictuar una con respcc- las que se dirigcii. Naciiiiieiitos tcnico instirucionalcs de la ceguera, In sordo-
to a ln orra. La distancia riatrtrnlcoii rrspecro a la nnrurnkm motlifica los efecros inudcz, los imbciles, los retardados, los nerviosos, los dcscquilibrados.
jurdicos de la rransgresiii y, sin enibargo. no los borra por completo: n o reiiiirc Monstruo trivializado y empalidecido, el anorninl del siglo xix es ranibiri
lis:^ y Ilan:aiiieiite a. la ley, pero rampoco la suspende: la eiirranipa y suscita efec- i ~ i idescendiente de los incorregibles aparecidos en los mrgenes de las tcnicas
ros, desciicadena rnecanisnios, eiige instituciones parajudiciales y marginal- rnoderiias de domerricacin.
iiiente mdicas. Pudo estudiarse en ese sentido la evoluciii de la pericia nidi-
co Ieg:il en materia desde el acto lnonrtruoro problerilatizado a comienzos 3) El oiianisra. Figiira del todo novcdosa en el siglo XViii. Aparece en corre-
del sigloXIX (con los casos Cornier. Lger y Papavoiiie) hasra la apnricin de la Iaci~icon las nuevas relacio~iesenrre la sexualidad y In orgn~iizaciiifaiiiiliar,
nocin de individuo pelisroro a la que es imposible atribuir un seiirido mdico cori la iiueva posicin del nio eii iiiedio dcl grupo parenrai, con 1:i nueva ini-
o uii rtatur juridico, n o obstante lo cual es la nocin fundaiiicnril de las peri- port:iticia atribuida a1 cuerpo y a la salud. Apariciii del cuerpo sexual del niio.
cias conreniporneas. Al hacer hoy al mdico la pregunta verdaderamerire in- En realidad. esre surgimiento tieiie una larga preliisroria: el desarrollo coii-
scnsnta: jcsie individuo es peligroso? (pregunta quc contradice iin derecho pe- junco d e las tcnicas de direccin de coiicicncia (en la ntieva pasroral nacid:i de
nal fiiiidado en la exclusiva condena d c los acror y postula una pertenencia de la I<eformii y el Coiicilio de Tiento) y las iiisrirucioncs educativas. D e Gerson a
natiiraleza entre enfermedad r infraccin), los tribunales proloiigaii. a travs Alphoiise d e Liguori. la obligacin de la confesin penitenciaria y uiia prcrica
de Ins transForriinciones que se rratn de aiinlimr, los eqiivocos de los viejos mons- uitiy codificada de los interrogatorios siitiles aseguran rodo un relevaziiieiito
truos seculiires. discursivo del deseo sexual. el cucrpo sensiial y el pecado de molIitier. Esquenil-
ricamente, puede decirse que el control rradicional de las relaciones prohibidas
2) El individuo a corregir. Es uri personaje nids recienre que el iiionsrruo. Es (adulrerios, incesros, sodoiiiia. besrialismo) se duplic con el control de la carne
nienos el corrrlato de los imperativos de la ley y de las fornias cannicas d e la en los movimicncos eleirienrales d e la concupisceiicia.
iiaiuralcia que de !a: rdciiicas de domesticacin con SUS propias exigencias. La Pcro. con ese teln de fondo, la cruzada conrra la iiiasturbacin consrituyr
:ipriciii del incorrcgibIe es contenipornea de la introduccin de las rciiicas una ruptura. Se inicia con esrrpiro en Inglaterra. alrededor de 1710. con la
de disciplina, a 1:) que se asiste eiitrc los siglos XVii y X v i i i -en el ejrcito, las es- pul~licacinde O n a n i ~prosigue en Aleriiatiia. anres de desencadenarse en Fraii-
cuelas, los ollercs y, un poco m i s adelante, en las fzinilins niismas-.Los nuevos cia, eii turiiu de 1760, coi1 cl 1ib1.o de Tissot. Su razn dc ser cs cnigmdrica. pe-
procediinieritos de domesricaciii dcl cuerpo, del coiiiportamienro y de las ap- ro iniiutiierables sus efecros. Unos y otros slo pueden detcriiiinarse si sc ro-
ritudes inauguran el probletna de quienes escapan a esta inormarividad que ya m a n en consideracin algunos de los rasgos eseticiales de esra canipaia. Seria
n o es la soberaiiia d e la Icy. insuficienre. en efccro, n o ver en ella -y esto en una perspecriva cercana a
La prohibicidri constituia la niedida judicial mcdianre la cual se descalificaba Reicli, quien iiispir recicnremente los trabajos de Van Ussel- iiids que uii pro-
a t i i i individuo, al menos parcialmerite, como sujeto de derecho. Ese marco. ju- ceso de rcpresin vinculado con las nuevas exigencias de la iiidustrializaciii: el
rdico y negativo, va a ser en parte cubierto y cn parte reemplazado por iin con- cuerpo productivo contra el cuerpo de placer. D e hecho. esta cruzada n o asu-
junto de tcnicas y procedimieiiros coii los quc se cmpreiidcr el eridercza- iiie, 11 menos en el siglo XVIII, la fornia de una disciplina sexual general: se diri-
niicriro d e quicnes se resisten a la domesricaciii y la correccin d e los ge. d e mariera privilegiada si n o exclusiva. a los adolescenres o los ninos, m i s
incorregibles. El encimo practicido en gran escala a parrir del siglo X v i i puede precisamente. a los de las familias ricas o en posicin desahogada. Sita I:I se-
aparecer coino tina especie de frmula interiiicdi, eiitre el procediiniento inega- xualidad, o a1 menos el uso sexual del propio cuerpo. eii el origen de una serie
tivo de la proliibicin judicial y los mtodos I>ositivosde rectificacin. El ericie-
'300 LOS ANORMALES RFSUMEN DEL CURSO 30 1
indefinida de rrasrornos fisicos que p e d c n hacer sentir sus efectos en codas las Sainr-Hilairc, enconcraroii su primera gran coherencia cientfica; cl incorregi-
forinis y todas las edades de la vida. El podero etiolgico ilimitado de la sexiia- ble, en una psic~fisiolo~a de las sensaciones. la morricidad y las apritildes; el
lidad, en el plano del cuerpo y las enfermedades. es uno de los tenlas ms cons- oiianisra, en una ceora de la sexualidnd que se elabora lenranieiire a partir tIc la
raiites, no slo en los cexros de esta nuev:i moral mdica. sino cambien eii las Prychopnrhia saualir de K:ian.
obras de patologia i n k serias. Ahora bien, si el nino se vuelve con ello respori- Pero la especificidad de escas referencias no debe hacer olvidar tres fenme-
sable de su propio cuerpo y su propia vida, en el abuso que hace de su sexuali- nos esen.cialrs, que la inulan en parre o , al nienos, la inodific~n:la construc-
dad. se denuncia a los padres como los verdaderos culpables: falra de vigilancia, cin de tina reora genrral de la dep-nernrin que, a partir del libro de Morel
negligencia y, sobre codo, csa falta de inrers por sus hijos, sus cucrpos y su (1857), va a servir duranre nis de medio siglo de marco terico, al misnio
coiiducca, que los lleva a confiarlos a nodrizas, criados, precepcores. rodos esos tiempo q u e de jusrificlcin social y moral, a todas las tcnicas de seialamieiico,
inrerniediarios deiiunciados regularmcnce coiiio los iniciadores del desenfreno clasificacin e inrervencin referidas a los nnornialcs; el ordeiinmienro de una
(Fre~idretornar de ah su rcoria primera de la reduccin). Lo que se dibuja a red inscicucional cornpleja que, en los lmites de la medicina y la justicia, sirve :i
trav& de esa carnpafia es el imperarivo de una nueva relacin padres-liijos y, la vez de esrrucrura de rerepcidn para los anormales y de insrrurnenco para la de-
nis :tmpliamence, una nueva economa de las relaciones intrafamiliares: solidi- finso de 12 sociedad; por lcimo, el movimiento por el cual el elenieiito de apa-
ficacin e intensificacin de las relaciones padre-madre-hijos (a expensas de las ricin ~iib reciente e n la historia (el problema de la sexualidad infaiitil) va a eri-
relaciones mltiples que caracreriznban la casa extensa); inversin del sisteiiia de globar los otros dos hasra convercirse. en el siglo Xx, eri el priricipio d e
obligaciones faniiliares (que a n t ~ r i oiban dc los hijos a los padres y ahora rienderi explicacin ms fecundo de rod:ts las aiiornalas.
a hacer del nino el objeto priniordial e iiices:inre de los deberes dc a r o s ltinios, a La AniiphysU, que el espaiico del nioiiscruo poria ancao a la luz de un di2
los que se arribuye la responsabilidad moral y mdica hasta el fondo de su des- excepcional, es deslizada ahora por la universal sexiialidad de los niios bajo las
cendencia); aparicin del principio de salud como ley hiiidamenral de los 1:izos peq~ieiasanomalas de rodos los das.
familiares; distribucin de la clula F~iniliareri rorno del cuerpo -y del cuerpo
scxual- del nio; organizaciii de un vnculo fisico inmediaro. d e un cucrpo a Desde 1970, la serie de cursos se refri a la leiira formacin de un saber y un
cuerpo padres-hijos en que se aiiudaii de manera compleja el deseo y el poder, y poder de nor,malizacin a parrir de los procedi~niencosjurdicos tradicionales
necesidad, por fin, de uii coiirrnl y uii conocimienro rnedico externo para arbi- del castigo. El curso del ao lectivo 1375-1776 pondr trmino a ese ciclo con
rrai y regulnr esas nuevas relaciones entre l:i vigilancia obligamria de los padres y el escudio de los mecanismos por nietlio de los cuales se prereride dtjnr/er 10 ro-
el cuerpo tan frgil, irritable y excirable de los hijos. La cruzada contra la mas- cicdrid desde fines del siglo Xix.
curbncin traduce el ordeiianiieiiro de la fainilia restringida (padres, hijos) como
un nuevo aparato d e saberlpoder. La puesta en ciiesrin de la sexualidad del ni-
o, y de todas las aiionialias de las que seria responsablc, fue uno de los procedi-
iriiencos de cons~ruciiide ese nuevo dispositivo. La pequea familia incesruosa El scminario de este ao se consagr al anlisis de las transformaciones de la
que caracreriza nuesnas sociedades, el minsculo espacio fairiiliar sexualmenre pericia psiqui.ltrica en ~iiatcriapenal, desde los grandes czsos d e rnonsrruosidad
saturado en que nos crianios o vivimos, se form all. criminal (caso prinrepx Henrierce Cornier) hasra el dingnscico d e los delin-
El individuo anomtnl que desde fines del siglo XiX Tornan en cuenta tantas cuentes anomnles.
instituciones, discursos y saberes, deriva, a la vez, de la excepcin jurdico natu-
ral del monstruo. la rnulcirud de los incorregibles arrapcidos e n los aparatos de
rectifiwcin y el universal secreto de las sexualidades infanriles. A decir verdad,
las figuras del monsrruo. el incorregible y el onanista no van a confundirse exac-
raiiieiice. Cada una de e l l : ~se inscribir en unos sistemas autnomos de referencia
cienrifica: el monscruo. en una terarologia y una einbriologa que, cori Geoffroy
Situacin del curso
Lo,, nnonnrrlrr esrd compuesto por una scrie de once clases que desirrallan. eii-
[re cl 8 de enero y el 19 de marzo de 1975, el proyecto de estudiar y articular
los diFerentes elriiieiitos que, en la Iiistoria del Occideiire iiiodcrno, perrnitie-
ron la formaciri del concepto de anorriialidad.
El resumen pul>licado en el Annuairc du C0ll2~ede Frrrnce del ao lectivo
1974-1975, nqui r ~ ~ r o d u c i d obrinda
,' una bueiia sintcsis del curso en lo que sc
refiere a la es~insiiiclan y la descripcin rigurosa de los tres elrmentar co~istim-
ycntes del gnpo de lmanornt~~kr, un conjunto cuyo rtanrr y nnplitudreciii se fija-
ron a fines del siglo xix: el monstruo, el indisciplinado y el onanista. Sin eiiibargo.
coi1 respecto al programa que Foucaulr prescnra eri 121 priiiiera clase. hay qiie ncln-
r:ir que la seguiida ~itegora(la de los bzdiuiduor n comcgir), diogada entre las otras
dos, desap~recibcasi por completo coiiio objeto beneficiario de una documenta-
cin autiioiiia y, en ciertos aspccros. se disolvi en la aposicin geiieral coiiio
una figura del "iiiasiniil~blcd ssiterii:~norni~civode educacin" (17 dr marzo).
En la dcitiia clase, cs decir, casi al final de su curso, Foucnult hace un prinier
balance de su trabajo y explica un cambio producido. Luego de haber delimiodo
In imtiortaricia del tenia del indisciplinado con respecto al "ajiiste de la proble-
nirica del liionstrrio y el instinro a I:t prolilerntica del rnasriirbador y la srxuali-
dad irifaritil", iiiteiita reparar tanto conio sea posible esa laguna. El 19 de riiarzo
Cxpoiie el caso de uii "iiiiu iiidcil" sonieiido a uii procedimiento de "psiquia-
trizaciii". pero declara, al inisnio tiempo, qiie dejxri con una "liica dc pi~iitos"
su gei~ealoga,que no tuvo "tiempo de hacer". As permaiieceri tambicn en La
uoluntad dc saber, que retonia el caso rie una niaiiera ms concisa aun y sin el
apoyo de la discusin muy coinlileja que lo Iiabia caracterizado en este curso.' La
problemnrizacin aqu presenre es muestra no slo de una familia en lo sucesi- rrolla aqu, por un lado, el conreriido de una serie de dossiers ya listos y que se
vo eng:inchada a un "sisreiiia de coiicrol y poder" diferenre del de la cultura al- prop<)riia publicar. al rncnos en parte. y, por el orro, reroma la sustancia de al-
deana, dc una "iiueva inquietud" que sale a la luz y se impone "frente a una se- guno; manuscritos destinados a adoptar la forma de libro. Los a n o m l e s n a s-
xualidad en que se r~drierilos nios y los adultos marginales", sino, sobre todo, lo nloesrra una huella bien iirida de esos dossiers y manuscritos, sino que ram-
de un rumbo iniport:inte que se consum. justamente durante esos aos. en el bin perniite reconstruir lo perdido.
proceso de "dercubrirniento del nio y la infancia por parte de la psiquiatria".
Puesro que a partir del momento en que el "infantilismo" del nio empieza a
servir de crirerio p:ir:i "analizar los coiiiporrainientos" disformes (es decir. el re- Los dossicrs'
craso en el desarrollo), h a b a que buscar una huella de &\ en las conductas para
poder psiquiarriz.arlo. Con ello, ''ser11 psiquiarrizables las conducras del adul- l. El dossier de hpericinr mdico lepies
to" eii que puedan sorprenderse signos de infantilis~no.
Si sc establece un carnpo -el que se anunci en la priniera clase y se seiial En urra "Entrevista sobre la prisin", Michel Foucaulr dice que e i i esos momeri-
en el resumen del Anriunire dentro del cual encontramos no slo al monstruo ros (1975) prep:ira uii estudio sobre la pericia psiquirrica en materia penal,
Iiurnnno (la "excepciri" a la norma de la reproduccin), eii una acepcin en que se propone publicar.3 En efecto. ese rrabajo apnrece eri varias ocasiones du-
priiicipio "jurdico ~ i a r u r a l "y luego "jurldico biolgica", sino tanibin al indivi- rante las clases, en la forma de dossim y.1 elaborados y casi listos para su ediciri
duo a corregir ("fenmeno regular en su irregiilnridad") y a1 nio masturbador (entre los papeles heredados por Danicl Defert sc conserva la caja que los coii-
("persoiiaje casi universal"). la arqueologa y la genealogx muestran que ei rcna). Se presenta en dos gr~ridesbloques. Algunos dorriers, los analizados m&
anormal, ral como lo dcfinicron a fines del siglo XIX las instituciones quc lo to- en profundidad por Foucaulr, se renlotirm a principios del siglo XIX. el mo-
maron a su cargo, es el descendiente de esas tres figuras. Es cierto que, para mento del iiacimienro de la psiquiatra jiidicial. cuyo discurso est apeii:. eii
Foucaulr. sras tienen un origen y una hisroria completamente diferenres. Du- gestacin; orros datan de 11 segunda niitad del niisi~iosiglo? Entre los das con-
rantc niuclio tiempo son distiiitas (y se niantienen separadas), porque "los sis- juntos hay toda una serie de casos que dan testimonio dc transforniacioiirs im-
temas de poder y los sistenias de saber" qiie las asuiiieii son, a su manera, dis- portaritcs eii rl proceso de inregracin de la psiquixrrki en la ~iiedicinalegal.
tintos (y se manrieneil separados). Adems, a lo largo de roda la edad moderna
sc opera una "inversibii de iniportnncia" completa, y n veces catia. en su je- a) Laspericias rontemportneas. La prinier:~parte del dorrier que inaugura La clase
rarqua. Pero lo que cuenra es que el gran monstruo (inscripro en lo sucesivo en del 8 de enero rstd forniada por uii conjunto de pericias propuestas a la justicia
una ter.atologa y una eiiibriologn de "gran colierencin cientifica"), el incorregi- francesa por psiquiarras que gozaron de gran renombre entre 1955 y 1974. Se
blc ("quien sc resisre a todas las disciplinas" y cuyos comportaniientos se decli- escogieron entre los innumerables documcnros que Foucaiilt haba obrenido en
riaii con haSrante frecuencia segn una "psicofisiologa dc las sensaciones") y el los rg31ios de informacin corrientes. Se refieren a procesos todavia en curso o
pcguro masrurb,rdor (en corno del cual se construye una verdadera psicoparo- finalizados pocos aos antes. El marerial recogido, compuesto rambin por in-
logia sexual) van a reunirse en el anormal. formaciones de la crnica nienuda o artculos de la prensa especializada (revis-
Si el caso comunicado en la utidcima clase pone de manifiesto el "perfil in- ras jurdicas), perrnire a Foucault leer largos pasajes de los que surge, aqui y
quietante" de un niiio considerado como indcil porque la faniilia y la comu- a116, cierra cantidad de problemas que a conrinuxcin van a formar el esquelero
nidad estaban inregradas en orra lgica de conrrol, las clases sobre el monsrruo
hiiiiiaiio, convcrrido en inonstruo judicial, y el onanisn, encadenado a la cons- '
Derigi>amorde ese modo i u recopilwioncr dc norar c l s i f i o d u por M i d i c l Fouuulr y coiirrr-
telacin de las perversiones, proponen, al conrr~rio,un trnramienro sisternitico vrdrr por D m i c l Defcrr.
de esas dos figuras fuiidamenrales en la formacin del anormal. La investiga- 3 M. Foiirrulr. "Eiirrcricn riir la priroii". DE 2. 156: 746. En cfccro. mi ru rerriinaria r n cl Co-
cin se profundiza y la docunieiiracin exhibe un caricrer casi exhaustivo. La Ilegc de Fracice. Foucaiilr rrrbajrbi ri, la misma f p a u robrc la pericia psiqiiMrriu.
razn de ese dcsfasaje radica probablemente en el hecho de que Foucault desa- fd",".
306 LOS ANORMALES
d e una parre del curso. M o r a n as ciiestiones decisivas coiiio la d e los enuncia- (algunas clases d e La voluntaddr rn6er)' hasta 1975-1976 (algunas clnsc; de Hay
dos qiie rierieii "un poder d e vida y iii~ierte"y "funcionan en la insdcticin jri- que defender h ro~iedarl).~ Es decir, a partir de la poca eti que Fouwulr, luego
dicid corrio disciirsos d e verdad"; temas coiiio cl del grotesco ("la soberania d e haber planreado la cuestin de los "proccdimienrus jurdicos rrsdicionales del
o lo iibiiesco ("el terror ubuesco"), q u e deberan sugerir el enipleo d e cnsrigo". aborda el estudio d e la "lenta fortiiaciii d e un saber y un poder de
uiia c;iregora del "aii6lisis Iiistrico politico". porque niucsrran el piiiiro m b al- iioriiializacin". hasr:~que. seialados los "meca~iis~nos por los cuales, desde fines
to d e los "cfectos d c poder a partir d e la descaliricaciii d e quien los produce". del siglo xix, se prercnde 'defender la sociedad"', coiisidere que su i n ~ e s t i ~ n c i i i
Por lo coiiin. y a partir d e observaciones d e este tipo, d e anlisis qtie pareceii ha llegado a su rrmino.' En el conjunro d e los cursos que se refieren a la iiiipli-
e n principio puraniente intersrici~lesy desarrollan a rneiiudo arguiiisiitos ya cacin d e la psiqiiiarria en la medicina legal. eiicoiitraiiios iiotables aiiricipacio-
abordados o Iiipresis pticsras a prueba en las clases anteriores, Foucault se aleja nes d e los reiri:is :ibordados in extenso en los aos siguicnres (por ejcmplo, Naci-
bruscamenre del hoy, se zambulle rii la hirtoria y vuelve d e improviso al pmerr- miento e h biopoliicn y Delgobierno de los vivos [Naimnce dr la biopolitique y
te. Se rrara d e un periplo q u e vuelve a unir d e manera poco habitual -y siempre Du gouuernement des uiurrntr, respecrivamenre], de 1978-1779i0 y 1979-1980i1)
inesperada- el coiijunro d e los problemas sobre los cuales Foucaulr est rraba- y, en ciertos aspecros, tambiri se identifican en ellos las priinicias de estudios
jando (por ejeniplo, cn la primera clase, la cuestin d e los discursos q u e tienen posreriores (el curso Subjetiuidrrdy verdad [Subiectivit er Virit4 es d e 1980-
efectos d e poder superiores a otros y presentan "valores demostrativos" pcrrene- 1781).12 Pero con niiicha frecueiicia. los problemas pl:intrados en este curso slo
cienter al "siljeto q u e enuncia") con las indispens:ibles inforinaciones d e orden se desarrollan en fiincin de su v ~ l o rpedaggico. En consecueiicia. esdii desti-
general e incluso d e uso corriente. iiados a dcsaparccer con la revisi611del plan d e trabajo q u e seguir al primer vo-
Itinien d e In Historia de h rexrralid~dEl canibio d e perspectiva que eiitrafia el
b) Lar periciar de h r primera dcada del siglo x / x . La segunda p ~ r r edel dossier. punro d e inflexin d e 1981 (La hermenutica delrujeto [L'Hennneutiyue du ru-
urilizado eii la clase del 5 d e febrero y retoinado varias veces cn las siguieiires, jetl)13 da fe d e ello, lo q u e parece evidente si se comparan las inrervericiones reu-
est constituida por uiia serie d e pericias soliciradas por la justicia francesa a nidas e n el cuarto voluiiieii d e los Ditr tt crirr y el conjunm d e I:is ltimas obras
psiquiatras reputados, realizidas desde 1826. Lis decir. a parrir del monieiito e n publicadx: El uro de lorphcerer y La inquietud de ri ( 1984).
q u e la aplicacibii del artculo 64 del Cdigo Penal d e 1 8 1 0 ("No hay ni crimeii
ni dcliro cuando el acusado se encuentra en estado de demencia e n el m o m e n t o C) LRI pericias de unin. El primer "carnpo d e la anoiiialia" (an rcsrringido y
d e la accin o cuando es obligado por una fuerza a la q u e n o puede oponer re- provisorio), iiiasiwniciire dominado por el "moiisrruo judicial", est atravesado,
sisrencin")' hace q u e la insrirucin medica, e n caso d e l o c u r ~d, ~ b tao - ~ ; el rele-
vo d e la iiisrituciri judicial. Los problemas inL irnporranres planteados aqu
por Fouc;tult -que implican. si se juzga por Ix remisiones basraiire frecuentes, los ' Resumen en M. Fauwulr. DE. 2. 101: 240-244. Se rraraaqul del prirnrr curso dc Foiicrult en
el Cullegc dc Frincc. cuya riiulo. La vobnrnddc irrhr>: reruiiiar para el primer voliinicn de la
cursos d e los tres aos previos (Teora e inrtitucionerpmakr. La rociedrrdplrnitiua,
Hirmrin 'Ir L? ~nirnlii/r~d.
Elpoder priquidtrico [Thkorie et Inrtirutionr pnaler, La Sociripunitive, Le Pou- M . Fuucaulr. I I ~ u dc>ndrc
t La ~orir.Coun "u Colligc de Fmnrc (1975-1776). ~ d i ~ a dpor
o
u~irp~chiamiquel)' esthi diseminados, con una forma a veces poco modificada, M. Berinlii y A. Fniirana, Pars. Callim;ird/Scuil. 1997 [rraducciri usrcllzria: Hq qcrc
en el corpur d e sus rcxtos anteriores o contemporneos (en particular, V g i h r y Li rocirdnd. Czrno m rl Colligedr Frnncc (1775-1970. Uucnor Aires. Fondo de Culrun Ecoii-
rartignr, public:ido e n febrero d e 1975) y posteriores (en especial. Ln voluntad niio. <lcprbxiiiir aparicin].
' M. Foucauli. DE 2. 165: 828.
deraber, q u e aparecer e n octubre d e 1976). Esos niismos problemas atraviesan
' O Ilcsiimeci en M. Foucrulr. Dt: 3 , 274: 818-825.
cl ciclo d e eiisei:inza en el Collkge d e Fraiice q u e se desarrolla desde 1970-1771 " Ilesiiiaen en M. Foucaiilr, DE 4.289: 125-129.
" M. Foucnialr, DE 4. 304: 214: 'Habianior cn>prcndidola hirrorir dc h subjcrividad erriidiando
Cf, E. Cnr(on. C ~ d c p h n l n n n n r i ,1. F;tris. 1952. pp. 207.226; R. Merlc y A. Viiu. rrrrirfdr las diviriana opcradar en Ir socicdrd cn nombre dc la lociirr, Iz cnfcroicrlxd. la <lelinciicncUy
riir efccror sobre la coi~stiriiciii
di: iin siijrro raroiiable y tiorrnrl'.
droircrirnind t. 6" cd., I'rrlr. 1984. pp. 759-766 (Iacd., 1967).
" Ilcsumcii cri M. Foiicriilr. DE. 4, 323: 353-365.
Q~crUn,cn, en M. Fouuulr, Di-. 2, 115: 389.393; 131: 456-470; 145: 675.686.
308 LOS ANORMALES S I T U A C I O N DEL C U R S O 309
desde su consriruciii (clase del 12 de marzo), por el problema de la sexualid.iil. pero en su ltiiiia edicin, considerablemenre aumentada y aprobada por la
Para Foucaulr, tiay dos rnaneras de atravesarlo: por medio de las nociones de Acadeniia Real de Cirugia,"-
lec esra obra como un tratado en el que se fusio-
herencia y degeneracin; por medio dc los concepros de desviacib~iy perver- nnn. vcrosiniilmeii~rpor priniera vez, dos rcorias hasra entonces niuy distiiiras:
sin. aberracin e inversin. La principal pericia de rransicin se refiere a un la juridico riatural y la juridico biolgica.
soldado al que un iiidico niilirar (de observancia esquiroliana, podriamos de-
cir) diagnosrica en u11 primer niomenro uiia morioniania. A conrinuaciii, lo b) El lnonrtruo nrornr! Esto represenra la inversin, llevada a cabo a fines del si-
visira un psiquiarra que inrroduce (pero an eii estado embrionario) la nocin de glo XVII, de la idea del tnonsmuojuridiro naturaly juridico biolgico. En tanro que
"desviaciones enferniizas del apetito con lo que prepara la fase en que anres "la monsrruosidad acarreaba consigo uri indicio de crimitialidad, aliora
el placer se convertir en un "objeto psiquiitrico o psiquiarriwble" y se cons- hay "uiia sospecha sisremitica de inonsrruosidad en el fondo de la criniiri:ilidad".
truir una "reoria del insrinto" y "de sus aberraciones, que est ligada a la ima- La priinera figura dc iiionsrruo iiiornl que Foucaulr sefiiln en la historia moderna
giriacibn". Estas teoras van a dominar roda la segunda mitad del siglo X I X . de Occidente es el monstruo polltico. Esta figura se elabora en la poca de la Re-
volucin Francesa, en el monicnro mismo en que se teje el "parentesco enrre el
2.Eldossier sobre el tnortruo humano criminal y el riraiio", dado que uno y otro quiebran cl "'pacto social Fundamenrnl"
y quieren imponer su "ley arbitrari~".En esta perspecriva, "rodos los monstruos
Obviamente, Michel Foucaulr no tuvo la inceiicin de abordar, a partir de 11 humanos son descendientes de Luis N".Una gran parte de las cuesriones plan-
documenrnciii que babia reuiiido, la cuesriii del monstriio en el sentido dado t e a d . ~durante 1% discusiones sobre la condena del rey se reromarn cii referencia
a este tCrmino en la lrima gran sarnnia teratolgica de la lireratura europea, !a :i rodos los que (criminales de derecho coniiiii o criiriinales polticos) rechazan el
de Cesarc T a ~ u f f i Escogi,
.~~ anres bien, la acepciii. extremadamenre original. pacto social. De rodas fornias, enrre la lirrramra jacobina, que redacra los anales
propucsra en la Hirtoirede Ernesr Mar~i.ti,'~ que le permiri establecer el marco de los crinienes reales e interprera la historia de la nionarquia como una sucesin
de referencia de la invesrigacin: uii cono de sombras del discurso occidenral, iiiiiirerrunipid;~de delitos, y la literatura antijacabinn, que ve en la historia de I:i
que Foucaulr llama "rradicin a la vez juridicd y cientifica". Revoluciri la obra de monstruos que rompierori el pacto social niediante la re-
vuelta, hay un consenso prefiado de consecuencias.
a) El monstruo jurdico natziraly juridico biolgico. En la cumbre de la tradicin
iiieiicioiiada por Foucduit se eiicuenrra. de acuerdo coi1 la suge- C) Los mons~ruosfur~dridores dr.la priquiarria criminar! Al reabrir el do~sierde las
rencia del mismo Martin, In Enrbryologia sdma de Francesco Emanuele Cangia- pericias medico legales y sacar lis que fundaron la disciplina (las consulras esrn
mila.I6 F ~ o c a u l sque utiliza la traduccin francesa de Joseph-Antoine Diiiouart, firmadas por Jean-rieniie Esquirol, Erienne-Jean Georget. Charles-Chrtien
Marc), Foucnult ewainina algunos de los casos ms iiiiportantes de la priniera
" La obra en ocho ~oliime~iesde C. ' l a r ~ f f i .Srotin drih r<rnrolo@, Bolonir, 1881-1894, recons- niirnd del siglo XIX (en parricular, los que ms acercaron la psiquiatria a los tri-
rriiyc hrsn cii los ni& minimor dcrdlcr la biblioteca y cl m u r o de los mourruos de los que rc bunales). En las clases correspondientes. slo excluye entre los casos mayores
Iirbian niudior mtdico~y ciriijarior dc l. Edad Moderna.
los que ya fucron objero de una publicacin especifica.i8 Se trata de una parri-
'5 E. Manici. Hirtoirr drr rnonrrrrr dtpupfl"IAniiquitfjuiqu 2 no~jouriiPcis. 1880. '1 primer cap-
rido ('Lcr Ifgirlariai~sa n r i q u o er Ics nii>nsrrcs". yp. 4-16) propone un marco rinrtrico de la
evolucin dcl antiguo dercdm romano robrc los rnonrrro. que coiniriiu con a r a ubre~ncin: " F. E. Gngiaiiiiln. Abrgfdr I'b?yologi~~ncrc, ou f i n i r i r * , devvirrdrrprirm. d c ~midcciiii dc$
"En llomr d ~ c ~ i b r i n i ntina r Icgisl;ici<in rerarolgica que pritcba que el erpiriru juridico de era chin<ryenr. ct dm ~ , z , ~ r r f mmnu m lcr enfnnrr qi~rrotir h n s Ir icin dr I r i m rnErer. Parir. 1776.
iicidn "o desciiidxbz nirigilno de los reinx nurccptiblcr dc a t i n reglarnciincidri". p. 4). La 1. edicin hcicern. nparecirla con u i i <rulo cont'urmr r l de la versin en larli, (AbrCgi
'V. E. Cangiarnila, Ernbtioloyin wcrn ovvrro d<lliifiizio r*',ncndoti. ntcdici r n'pcriori circn l i i r r - dimb7010.qi~ ~ n c r i cau Trnii drr d m i n dcrpritrc~,ddrr rniacinr rr nunrr. iur Ir ~nlurftrrd
rnlurr dc'bnmbini rnrchiuri nrllirrro libti qu,rnm, l'alcririo, 1745. La difusin de crrc c u r o r n z n t ~quironr diinr Ir vmm<Lclerrr m h ) . w de 1762.
en Europa rrci!ri conlienm con su traduccin al hrfn. conriderabletiieiire inodif czda y runirn- ''
M o i . Pirric R i u i 2 ~nynrrr &o@ rnn rnirc. rnrriairr er n i o n p r r . . Un cal dtlrprrindt ,rtr XM riiiie,
radi~:h b 7 ~ l r ~ g i i~in m nrivc de oficciumctrhrum. rncdiconrrn rt olknrm r i m orrrrnnm prrrvul,,- picscnrado liur M. Foiiczulr. Pzrr, GalIiinsrdiJulliard. 1973 [rr;idiiccici cmicllzna: Yo. J'icrre
rrim in utrro ~ i r v n r i r , mwrlritr~nli6" qirniuor. IJalcrmo. 1758. Iiic~i?rc,Rarccloriz. Tusquer~].
310 LOS ANORMALES
cin iiiuy iiiiporcaiire para comprender el esquema gencral del curso, porqiie de la civilizacin. que alcjb :a los iiiios de la sexualida<l), coiisiscence en volver a
perniite presentar el doininio de injerencia" (lo anormal) q u e se abri llevar al adolescente a la expcrienci:i del orro ~ e x o . ~ % ipues, la eleccin Iieclia
"ante la psiquiarrh". por Foucault del Onnnimede Deslnndes Fue niuy apropiada, porque le perniiti
pasar con cierta ticilidad a la scgiirida Eise de I;I cruzada corlrra la rnasrurbacin:
3. El dossier robrc r l onanirmo aquella en cuyo transciirsii -tras Iiaber abaiicloti;tilo I;i "ficcin" o "hbul:icin
cieiirf;c:i de la eiifermedad coral" (la criologa que pasaba por el agornriiienro
Tras la reedicibii de varias fuentes, sobre codo las relativas a los orgenes. y lue- del cuerpo y el agostarnietiro del sisrema nervioso)" y las preocupaciones piira-
go de los escudios ~iisrccieiites realizados en distintos paises, q u e aporcan un iiicrite fsicas de los of~alnilogos.'~los cardilogos2' y los osrelogos,)" as co-
niaterial inuy vasto, la docurnenracibn sobre el onanisnio presentada por Fou- rno de los especialistas en 1;is dulriicias del cerebro y los piilrnories- se empieza a
caulc en Los nnonnalrr -y que tambien urilizar. aunque en menor medida, en inrrodiicir, con Heinrich Kann,3' la idea de una relacin entre oriaiiismo y psi-
Ln voluntad destrber- parece bastante Iimirad:~.Depende en gran parre -2 veces coparologa sexual y se efecta ;\s el paso "de las aberraciones sexuales a1 caiiipo
sin las verificaciones necesarias- del Onanismc de Lopold Deslandes (1835),19 d e la psiquiatrin". Foucault tiene el iiiriro de h:iber estudiado el rexto de Kaaii
a quieij Fuucarilt, sobre la base de la opinibn de Claude-Frangois Lallemand, en profundidad y haber descubierto en l una nora del nuuseiunlir que pone eii
Ilaiiia "el gran terico de la mas~urbaciii".'~Su definicin n o dcbe sorprcncler. primer plano la reflexin sobre la sexualidad infantil y la iinl~orranciade laphnn-
En efecto, al utilizar la obra de Deslandes contra la Onnnia de Bekker (un libro t m ~ acoiiio iiistrumenro preparatorio de las "aberraciones sexuales". Por lo tanto:
sin importancia. escribe Lallemand) y L'Onanisme de Sarnuel Tissor (una mo- "gciiealoga psiquitrica de las aberraciones sexuales"; "consriruciii de una criolo-
dcsca compilacin, prosigue, que. pese a su erioriiie txiro y 11 excelencia de la ga de las locuras o las eiiferi~iedadesmentales a parrir de la historia del insrinto
cruzada eniprendida por el autor, nunca goz d e riingn crldiro cii la corpora- scxiial y de la iiiiaginacin ligada a 61".
ciii mdica), Lallemand haba hecho notar que, en la cultura europea, se po-
da disponer de fuences mucho rns in~eresaiices.~~ Por ejemplo: las cotifaiones
l6 C.-F. I.;illciti;~iid. Drrpcrrrriiminnlrr Muolontnirrr. 01,. cir., 111, pp. 477-490.
de Jeaii-Jacques Rousscaii2' (lo qiie le h a b h pern~itidoesbozar un verdadero and- l7 M . Foucaulc utilim ;a J.-.]J.-T. Secrc~riec,"M&~curbario#~". en el Dicri,~nn*<it~ da ~citnrr~mi~lic~lc~,
lisis de los problemas sexiiales del aucor del Em~lio);'~las informaciones sobre la Pris. XUI. 1819. pp. 100-135: "l'oliurion". e n ibid.. XLIV. 1820. pp. 114 y U. Eii la rcgundr
relacin cnrre niascurbacin y alienacin o acerca de la vinculacin en- edicion del Dictionnnirr. ambos arricillos desapiiecerSn: lar rccniplaurici. cespcciiv;lmccitc.
tre cesciculos y las propuesras de una terapia de la masturbacin (efecco "Spcrm;ariirrliCe" y "Onanirrne" (Dicrionniirc dc midecine o$<KCpcrr~iri~inirni drricirncrr mi-
mii2irc/siovr c'n rcpprim ihdoriqur rrprniiqirr. XYII, l'arir. 1840, pp. 77-11(1). El arrciilo
rirrir~~c'm
"Oiianirmc" cr p a r r i c i i l ~ r i ~ i e ~iiircresairre.
irc porque cn $1 ya crri inregr;idi la cxpcricncii m M i -
l.. Drrlandes, D r IbnnnNme rr &J nurrrr n b i u viniricc~confidfri~&m Inin rnpponr aurc Li san- co legol de l a pnrolagia rnciiral.
ti, Parir, 1831. [..-J. Sanson, "Amnurosr". en Dicrionnnirr de midrrin~rr rL chirurxieprntiqiier. 11, I'rrir, 1829,
Cf. C.-F. Lallcnisn'l. D c ~ p r r r r r ~ i m i n ainuolonrnirrr.
b I'zrir-Monrpcllici. 1836, 1, VI>. 313-4RR p. 98; A. Scarpil. 7iniriprirtiqi,r de mmnhdii~drsy<,cu.,>u Fxpiiirncc~ct Obirrv,ztioni iur lcr nu-
(cnpirula 6. robrc los "ab<is<rr",dcdimdo cii su rordidad r los cfecror de la ni;~rurb=citi). ladii, qui nffrcfenr crr orpnr,, 11. rradurcidn fraricera. Parir, 1802. pp. 242-243 (edicidn ori-
l' Eii parricular, drtrzcaba la fxiiirerrncdi ccprcsenrada por J.-L. Doirsin-Dubreuil. Lnrrcs sur
ginal: 5nmio d i o~rrrvnzianr< d i rrparienrr ndlr principoli mnlariir drgli occhi. Pauis. 1801).
ler d q r n dr liinnnirmc. ct Cuniciilr zlatzi; ~ i u rroirmrnr &r mnlidirr qui m rtittlirnr Ouvrngr CF. A,-L.-M. Liillicr-Winslow. "Aiiiaurorc", cn Bicrionnrrirt drr ~cirncrrmiilrcnl~r,ab. cir., 1,
trrilc owpirc~ dc,f,imiIlc d rtu inrrirurrun Pnris. 1806. y por J.-B. Traubr. In Chimmnnir. Pn- 1812. pp. 430-433: ) . - N Mirjolin. "Aniiur<rre". cn D i d o n n d i n dr midccinr, Ir, I'aiis. 1833.
rir. 1826 (cf. la dcf;iiiciti del irinino y Ir propiicsia de una iiiiwa dcliominacin. pp. 16.17).
['p. 306-334.
22 C.-F. Lallcmand. Dcrprrrr~iiminnloiniolonrnim, ob. cii.. l . pp. 403-488. l7 P. alaud. "M<'rriaire sur les concrriolir fibrincurcs polypifornirt danr les uvirr d u cmiir', eri
l3 Ll>id.,11. pp. 265-293.
Reuuc tndicalej;nnpziir er hrnn,r>rc. Jorrrrinl dc clitriqz~r.IV, 1833. pp. 175- 188. 33 1-352.
l4 Ibid.. 111. pl,. 182-200. Sr t r a m de u n Iiigrr coiniiri de la lircrrrura psiquilrriw coiiternpor6iir;i.
'O A. Riclierand. cl cdirur de A. Uoyei. l.c<,inr rur LIrntilndia dci or ridig/~irn u n rrniri complcr dc
Cf.. por ejemplo. CIT.-Ch.-H. Marc. D e Lifolic conridd< &m irr rnpponr nwc k~qurrrionr mi- r c ~mnkzdier. 1. Xi, Ll802-18031, p. 344. rcala: "Lt inarrurbrciii er a veces la causa de Ir wries
dicojudirinirr~,l . Parir. 1840. p. 326. d e Inr vCrrcbras y dc los absccrar por congcsri6ii. La pr5cric;i del ciudadano Boyer Ic ~irnporciu-
Cf. CI crplrulo 3 ~ I clil>ro
l de J.-L. 13oursin-Dul>retiil. Dc Ligonorrhir hinignr ou ~ n uinrr n ~ vini- nb varios cjcrnplos dc dio".
rirn rt dc>/lnirr blinrlicr. I'arir. Vi, [1797-17981. " H. &a,?, /+/1p~1biii1~n~i11ii, Leip~ig,1844.
LOS ANOIItMALALU
Los manuscritos* los dos grandes procesos entablados contra Marie (Marin) Lemarcis ( 1 6 0 1 ) y
Atine (Jeari-Bapristc) Gr~ridjeaii( 1 7 6 5 ) se derivaii de una amplia recoleccin de
Soii al rnenos dos: el primero concierne a la tradicin bisexual en la literatura datos, bibliografas y rraiisctipcioncs. conservados en una caja que pudiinos con-
mdico jurdica; el segundo. a la prcrica de la confesii, eii los tratados crisria- sultar gr:ici:is a la generosidad dc Daniel Deferr y que indican con claridad el
nos de penirencia. plan de edicin de iiiia aiirologa de rexros. Los dos casos incorporados al curso
sobre Los nnomnles represenrnn la escansin rns importante con respecro a la
1. El rnnnuscriro sobre el hermnfrodirirmo discusin n16dico legal sobre la bisexualidad, duranre la Edad Moderna.
En iin coniierizo se presenra como la prolongacin del dossiersobre los mons- 2.U mnnurcrito sobre hprciicas dc confiin y direccin de conciencia
rruos. l'ero pronto cobra aurononia. En Dirs et rritr, con la excepcin del re-
suinen del curso sobre Los nnormnles, se advierren muy pocas huellas de csre re- Daiiiel Deferr nos indic que Michcl Foucaiilt destruy su nianuscriro sobre
ii1a.3~No obsrarire, sabemos que uno de los volmenes de la Historia de la las prcricas de confesin y direccin de coiiciencia. rirril:i<lo Lri curney elcuerpo
rexunlidad debla referirse al hermafrodirisrno. Es el inisnio Foucaulr quien lo [LA Chfrir n le C0r~r1,~' dcl que se vali para organizar el curso sobre Los nnor-
revela cuando, eii 1 9 7 8 , prcscnra los Souve~zirsde Iierculirie Barbin: "La cues- mrrlcz. En cuanro al lriiiio volu~iieiiindiro de la Hirroria de L? sexunlirtid-de
ti611de los exrraios desrinns seniejnrites al siiyo y que planre~ronranros proble- acuerdo con el plan de 1984-, Llrr coofrioncsde in ctlrrrr [Les AULW de la chuir],
mas a la medicina y :iI derecho. sobre todo desde el siglo xvi, se trarari en un se refiere nicnmenre 2 los padres de la Iglesia. Pero podemos reconsrruir al me-
voliirnen de la Hirtoria de la sexualidnddedicado a los liermafrodira~".~~ nos una parte de ese trabajo a partir del curso de 1 9 7 4 - 1 9 7 5 .
Y2 se rrate efecrivnmenre de uii libro ntegrarnenre consagrado a los herma- El punro de partida de Foucaulr es la gran Hirror/ ofAuricubr Confprrion.
frodiras o rns bien, de acuerdo con el plan indiczido en Ln k6luntnd de saber en tres volmenes. de Hcnry Charles Lei. de la que aun hoy ningn invesriga-
( 1 9 7 6 ) , de una p r r e interna del romo sobre los ~trvers?' no por ello deja de ser dor podra presci~idir.~' La documenracin citada rimpoco rxcedc, casi nunca,
cierto que Foucaulr no public ninguna otra COSA sobre esrc rema, al margen del la recogida por el hisroriador nortea~iiericano.'~Es posible consrararlo gracias a
dossier concernienre a Herculiiie Barbiii (primero y nico volumen de la colec- las ciras de Alcuino rcfcrenres a la alta Edad ~ e d ia ~ la regla
; ~ formulada
~ por
cin "Les vies paralltles" de la edirorinl Galliniard). Puesro que caiiil>i radical- Aiigiolo <le Chivnsso segn 1:i ciial el confcsor no debe iiiirdr al peiiirenre a los
rnenre su proyecro de la Historin de LIsar<a2idnd.Lo expka cn las "Modifica-
ciones", redacradas en oporrunidad de la aparicin dc El uso de losplaceres?'
donde da a entender que. en lo sucesivo, el "receiitraniienro general" de sus esru- " El rrulo del rnaiiiircriro rr iiidiudo por M . Foucaulr. 1- Volonridcrauoir. ob. cir.. p. 30.
dios "sobre la genealogla del hombre de deseo", limirada al periodo que va desde H. CIi. Lea. A Hijtory n/'Auriorlnr Qnfririon nnd/>idulgrncrs in rhc Lnrin Chlrrch. Filadel-
fin, 1896.
la "antigedad clisica hasta los primeros siglos del crisrianisrno", no entraa , jq Foiiuulr no parece hahcr recurrido, al incnor eii esa fisc dc la invesrigaci6n. a la i ~ i i i yr i a do-
tampoco La volunrnd dr saber ral como la conocimos.~Las observaciones sobre cuincciracin del Dicrionnriirtrlc tholo@ cnrholiqur, ii11I. Parit. 1923. col. 838-874, 894.926,
742-760. 760-774 Gcccioncr del articulo "Confrssian" ccdacradns por E. V a ~ w i d a ~ dP.. Bcr.
Designamos dc crc r ~ ~ o dlar o r~co~ilacioncr
de noras clrrifiadrr par Michcl Founulr y coiiscr. nnrd. .r. Oiralan y R. Dalliag,ny); XIIII, I'rri~. 1933. col. 722-1 127 (scccioncs dcl arriculo
vadas por Danicl Drfcrt. "Pnirencc" rcdacradnr por E. Arnariii y A. Micliel). Tampoco ~pirecchaber uriliudo los dos
3i M. Foucriilr, L>i., 3,237: 624-625; 242: 676.677. volliiciier dc rcrros escogid<is,rraducidi~ry prtrcnrad<ispor C. Vagel: Le Pchetrr cr Li PTnirrn-
prrrcnrado por M. Fouuulr, I'xris. Gallimard, 1778. p. 131.
1J Hrrcrrlinr Ilrrr6itr. d;ttAlcxiriri 0.. rr dan, i g z l i ~ en>lcirrrnc. Parir, 1966; LI Pch,nrr rr la Pdnirencc ou Mqvcn Afc, P:tris. 1769. El
A* VCase rrmbien cl uprul'o "Virnpls!ir:>tion pewcrse". en M. Fuucaulr, Ln Voloncd de rnvair. 06. norable ensayo dc T. N. Tearler. Sin nnd Con><rion on rbr Eur O/ R'nnnrion. Princrcon,
cir.. pp. 50-67. 1775, se el niirrno 260 en qiic Fouc~iiltdircuria la nierridn de Ir confrsin en ti marco
35 M . Fouuulr. L'U~,zxcdmpLzirirr. Parir. Gdlimard, 1984. pp. 9-37 [rndiiccin carrcliana: Hir- dc Lornnomnlrr
<.tia k Li rminli&d vol. 2: El uuro & lorpkzccrrr. Mlnico, Siglo XX1, 17861. 'O F. Albinur o Alcuinur. Oprri omnin. 1 [fizrroioginr cunur rov,plcrr<r,retic 11, coiiio C),Parir.
ojos. si sre es uiia mujer o un joven;4i al alegato de Pierre Milhard en favor d e La u o l u n r d & raber demuestra la importancia que la (un trmino
los iiianunles r ~ a d i c i o n a l e s ;a~las
~ disposiciones de Esrnsl~urgode 1 7 2 2 . ~Pe-
~ q u e designa en general el minisrerio de la jerarqua aiire los fieles a quienes rie-
tic a su cargo y sobre los cuales ejerce su aurorid:id) tuvo en I:i itivrstig.ciri de
ro, uiia vez escogidos los renros ir~dispenssbles[>;iraconsrriiir su disciirso, cen-
rr:i<lo eseiicialiiietire eiiirc fines del siglo Wii y priiicipios del Wiii, Foucault se Foucnulr.4' tariro p:ira el cailipo c a t l i c o 4 ~ o i n -con
o las variantes oportunas-
enrrrga a una lectura verdaderamente iiiuy penetrante. para los p:ises pr~testarires.~' Aqir. Fnricault sigue el paso de la "prctica d c la
Coii seg~iridad,la decisin d e exariiiiiar. para el terrirorio Francs, Iii obra confesin" a la "direccin d c conciencia" segn la voluntad de Carlo Borro-
sobre la coiifcsin del "rigorisra3' Louis Haberr ( 1 6 2 5 - 1 7 1 8 ) . le fue sugerida neo,^^ sin abordar lo que ocurre en la Europa reforiii:i~In.~~ El gran Methodr~r
por I.e:i, el priiiier historiador que esrodi la I'rariqire du racrement deptnitencc de TOriii~i;isoTuiburitii (uii jesuii.~soiiieridu ;il proceso iliquisitotial y conde-
ou mrhodepour lhdminirrrer utilentenr."%a Pratiquc -raro ejemplo de u n li- nado por lnoccncio XL dcbido a su posicin probabifi~t~) recibe el niismo rrara-
bro que se manriene cii circulaciri eiirre los tratados morales. a pcsar de q u c mienro cn profundidad quc la IJratiquede Habert." El texto, muy imporrante,
sri auror Fiie progresivamente alejado de la enseanza de la doctrina y margi- se toma como una ramificacin exrrema de I:i produccin religiosa previa al
riado eii los medios teolgicos- se escogi entre los innumer;ibles manuales
dispoiiibles porque muesrra, pcru llcvada al nivcl del siglo m ! [ , la anrigua '' Si>l>rcIr conip1rjid;id dci rcrna. cT M. Fouwulr. DE. 4.291: 134-161.
co~icepcinjurdica y m6dica de la confesin. En efecto. todo el Ieiiguaje reo- *%oorganiucin dc Ir p r r r o n l carlirr eii el periailo posrridcnriiio re desarrolla a prrrir dc I;ir
lgico de Haberr aparece profuiidamenre conraminado por esta fusin. d e m a - Arrn e c < L ~ i imrdioknrnrir.
~ Mildii. 1583. L;ir Rriiqu,~llurrrcn<ndrpnrrir nd i~irrrucrionmnliqirr
ner.1 qlie cualq~iier~iietiforay cualquier acmplurn iniplican una remisin a las prni>irtrrin (pp. 230"-2147 crdn cn lcngiia vulgar c incluyen Lr n v v e m n v ni c o n r ~ ~ o r i
230"-326'1. FI iiifiilii> 1 p ; m Franci;i Tir Iii~lrlic;~<l<i e i i I'lrir ~pni].Jnsr, en 1643.
dos discipliiias.
" M. Fniic;iiili. Ln Volonri dt rauoir, oh. cit.. p. 30: "La p3sronl reformada. aunque de uiin iiin-
ircra m& discrecn. ismbiCi~plsnrc reglas <le piiesrz e n disciirio del rcxo".
" A. dc C l r v r s i ~ . Summn onyr/irn<Ir cnribui cotircirniinr, con silici<iiier dc 1. Ungarelli. Vcnecia. " La ~arcarrivrci<Oi dcl rfrmino se produjo luego de la piiblicacin, cn los Paises Bajos, de C. Do-
1182. p. 678. rromeiir. P,rrtonrm innrurriunrr nd mrionnnd~<m.cor>fc~~ioniiqirc er nrrhnrirrine rncromcnrn mi-
" I> Milliard. Lir C>undr Guidrdcr crrrir, uicdirr~r r r < i n f ~ ~ ~1.yori.
~ z ~ r 1617.
~, La I'cdicii>. cono- niirrnndiwn irirlrrii~nnc,Airrlicrcr, 1586. 1.r pasrorrl re d i l l n d i en Fraiicin gracias a In rraduc-
cida coi, cl r i t i i l ~de 1.r Vr,zi Glridr da tudi. es de 1604. Coiivcrrida en oblig:iroria en s o jiirir- ciii de CIi. Burromic. lnrrnrcrioiis nu* confiffeiin de rn uillc ar dr son diocAr En~rmblr:In
d i c c i i ~por el anobisPo de Burdeos, rc la de circiilacin en 1619, a r a i l dc la coiideiii dc mniriirc d'ndminilmr Ir rncnmcnr dc pinirrnrr: vucc I n canon$ p">ircniioil-r. minant l'ordrr du
.l Soiliiirir. Dicaloguc E, lbrdonnnncc du mmr rninr rur bblignrion drrpnroixriorn d i ~ ~ i c 2 ririrn pnrn;~.
'j IH'hid? cucncr de rnre7r, Fniicaulr scgi~razxiei;rc iio cuiirulrar los Manir,, grncrnlid de ~ t r I'aris.
, 1648 (4.ed.: Ch. Uoronifc, I'arin. 1661): Riglmrntipoz~rI?nimrti<indrr cL& ,iris
ofiois c o n f i ~ ~olirrr i i i<sumdiocrrii nrprniinrnrii. Argecirini, 1722. Sii traduccin se funda
~ ~ ~nd drr ronrrif~riionirt dcrrrr rynohirx de stfi>it Charle< Oormrnic, Parir, 1663. Pera ranibicii y Ili
en la rranrciipcili i I c H. C h . Lea, A I f i ~ t o yofjlirr;cuInr Confiiiiin ...,ob. 'ir.. l. p. 377. q i i t rcnalrr qiic. iniitclio anrcs <IrI;u traducciones de los libros del ;irrobispo dc Mildn, sc Iiabn
" l.?~ p r i i i i e nedicin d c laprnriqur du ~.mrerrntdrpnirrnct ou mirliodrpatir 1;idmini~rrerurilr- divulgado c l rmrido del nrrobispo dc Corenm. J. U. Conri;ii>ro,A u r r r i ~ ~ m r n ~ rrcrmrr. o#u crt-
menr sc piiblic dc nianera anni~iin en 1689. ~ ~ ~ j u n r a men~ Bloir ~ i t cy Pnris. E l prchcio i i i - rr. prtirro viraira qui dirirolt ~ i r q u i n r rdignrrnrnr dc Iriir chnrge rifnirr birn n ~i,ir<mrnr
corporx cl AUN r o ~ ~ ~ lir,l ~qn~ t~ ~ I i r 4~rodn~f i, i i c u re1~ ICXCO c o m p r ~ n < lCr U ~ C T Op i r c ~ s peiiicetlcin,
: roiir cr qiiinppnrrirnr d h ~ 08;8;8;. n Hizr<lros. 1613. que incliiso rdopr. a f i n a de siglo. c l rirulo
conrriciri. al>mlucin, sarisbcciii. La 2' edicin. corregirla y coniidemliie~iieiircauniclir:idu. de Ln Purrornlrdrininr C h r l c l Borromie, Lyon, 1697 y 1717 (el libro v. "De I'adii>iriirrrariirii
c u i ~cl i i i i r m o ririilo, apareci rci 1691. Lar ocho ediciones qur se sucedieron ciirrc 1700 y dii srcreiiiccir dc pnirci~ce".sr rlivide en "UCI'oFFicc du coiifcrrcur i c i rniir que ;ugc" Ipp. 449.
1729 dcbeii co~isidrrarrecomo rcimprcrioiicr de Ir 3" (Parir. 1694). pcro solanierice la de 1722 4521, "mairrc' lpp. 417-4601, "rndccin" Ipp. 462-4631).
lleva el i>oiiibredel aiiror. 1 s edicioiirr de 1748 y 1755 rc cornplcraron con un extracto de los *' M. Foiicziilr. In Vobniidr ~nur>ir,ob. cir., p. 30: "Erro re derzrrollarb en c l voluiiieci rigtiirnrc.
c:liioiier pcnircncinlrs r a u d o r de lar Inrrnrmionr~de Cnrlo Uorrumea a los confcares. y rc ini- Ln C h n i r d Ir corprm(src rrara jusramcnrc dcl mar<iiscriro<Icrritiid<i).
l>riinirroi~[por ciiccira del clero franc&. Louir Habcit re vio mezclado rii uiia gran controvcrria ' O T. Tarnburiiiiis. Mrrhodzir n;prdirirr mnjnionir tu?" pm mnbroriil rzrni pro pomirmiibur. Roma.
a cilusa de ru T/,i,roiogDi d,,gmlitirn et morniir, en Parls en sirte v n l m ~ n r s ilc . la que se 1645. E l libro vil de la Erpiirrriio rlccalagi. dtrnbrn rliirinctn partibur. in qzra omncrfim conicirnriirc
cocioccn cuarro cdiciriiier hasrn 1723. V6;inre en I>arriculnr las Dlfmrn dr [Yirrrirr dr In rhr>Ingic cnlio drdrhrnnnrr, Vciicci:k. 1694. pp. 201-203, rcroma cl coiirenido del M c r h o d ~ pp. , 388.392,
<Ir, rimi,grirc dc Cl>hlonr c ~ n r r run librllr iniirr'li "Dinoncinnion dr In rhioloyi< rI Mnnsirtrr Hn- con iniporratircs :agregados y ~xpliaciones.La oposici~ipriiicipd a l probnbihno iIri Merhndirr
b r n : Frrir. 1771: Rponlr d In qlrnrriimc brwr d j n docrnir dc In Sorbonnr iiu n homrnr de yriri- rle Tarnbiiriiii fuc urgriii=~d:i por los curar de I'aiii. quiriier mi 1659 prercnrrron un pcrirorio.
/;ti, l'zcis, 1714. con la fornia de un liheln. a l wzobispo (el n r d e i i d de Rcrz). pstr obrcrier dc C I uriu condeiia.
316 LOS ANORMALES SITUACI~N
DEI. CURSO 317
punto de inflexiii d e la "discrecin" en las prcticas d e confesin (el cmo decir n las aparicionrs (que "excluyen absolutamente el cuerpo a cuerpo" c imponen
se convierte en uri impcrarivo) y permite a Foucaulr seguir las diferentes lneas "la regla del iio contacto, del n o cuerpo a cuerpo, d c la no mezcla del cuerpo
que se disputan la direccin de concieiicia. El trabajo sobre el Horno iiportolicur espiritual d e la Virgen con cl cucrpo material d e quien es ol>jero del niil.agro").
d e Alfonso Maria d c Liguori (1676-1787)51 -la cdlcbre Praxis er inrrructio con- Si Foucaulr llega a estas coiiclusiones, es gracias a la frecuentacin histrica,
fisr~iriorumque "da una serie dc reglas que van a caracteriznr la confesin rno- por I;i literatura psiquitrica del siglo XiX, d e los grandes episodios d e posesin,
derria y ~ontempornea",5~ arrastra consigo a orras disciplinas53 y producc la coiivulsiii y aparicibn, en el inomento niisino en que esa literatura daba forma
priniera iiiterpretaciii pansexualisra del sacrainento d e la penitencia, cuyo a la nocin d e patologa del senrirnicnto religioso. E n lo que respecta a las pose-
ejemplo mayor es la recopilacin d e Lo T : ~ x i l - no
~ ~ es menos profundo. Fou- siones y las convulsiones. nos referimos sobre todo a I:i presencia implicira. en
cault insiste mucho ni& que cii La voluntad de snher sobre la aparicin sbira la cl:ise del 2G d e febrero, d e la obra d e L.-F. Calmeil.5"cro tambin purde re-
de I:i ruidosa crirzada contra la niasturbacin en In gran traiisformaciii d e la consriruirse la trariia d e ese discurso si se aiializan con atencin los artculos
confesin y la dirccci6ii d e conciencia, provocada por la "estilstica d e la discre- q u e los liistoriadorrs dedicaron a ambos feninerios en los diccionarios y enci-
cin" liguorinn;i. Tanibin inrenta explicar la precocidad del "discurso d e la clopedias." Entre las lecturas d e Foucault, no hay que olvidar tampoco las in-
in:isri~rbacinen los paises protesraiites". que iio conocen sin embargo In "di- vestigaciones que BnCdicr-Augustc Morel incorpor a s u Tiairde 18G6.'a &-
reccin de 1:s almas con la foriiia catlica". Pero lo que imporra es que la litera- ras an se fundan esencialmente en los rrabajos d e Calmeil, pero ya rnuesrran
tura sobre el onanismo, "a difereiicia d e In lireratura cristiana precedeiite", pro- los signos d e una trnnsforniacin eii curso: un proceso que hnri d e las convul-
duce uii discurso del que estn "coralnienre auseiires el deseo y el placer". siones un "objeto mdico privilegiado".
Las observaciones sobre las "iiuevas formas" de rnisricismo y d e discurso re- Podriamos resumir, adems, la situaci6n d e reflujo del discurso mdico hacia
ligioso. aparecidas eri I:i cumbre d e la sociedad crisriana eri virtud d e In insisreii- el discurso religioso con las palabras de un pastor, cn una tesis sobre los lnrpiri'
cia d e la direccin del alma sobre los fieles y la propagacin d e sus tcnicas, es- des Cuenner presentada en la facultad d e teologa protestante d c Monrauba~i:
rii apenas esbozadas pero son niuy coiivincentes. Orras soii iiis atrevidas,
como la resis d e qiic la prjcricn de gobierno d e las conciencias produjo "abajo" Esos fenmenos dc inrpiraciti fueron somecidor a u n crtudio serio y profiindo
una sucesiii de coniportamienros que -al indicar la introduccin d e "aparatos por parte de vzrios mtdicor alienisras dirringiiidos, y en particular L.-F. Cilmcil
d e coiitrol" y "sisreinas d e poder" cada vez ms nuevos en la lglcsia- conduje- [Dr lofolir. .., ob. cir., Ii, pp. 242-3101 y A. Brrtrand [Du tnngnirirmt nr~imnl
m Froncr rr rirr jvpnrtta qu'm onrporrr Irr ~oririrrnunnrrr, Pars. 1826, p. 4471.
ron, a largo plazo. a lasposesioner (feiirneno al niisrno rieinpo confuso y "bas-
tante radicalinentc" distiriro d e la las convulriones ("la convulsin es llecordcrnos aqiii [...] las iiivcriar uplicacioors que dicron. Calmeil l...] rela-
ciona la reomnnia cxtitica de los wlvinisras cori afcccioiirs parolgicas. 13 histeria
la forma plsticx y visible del combate en el cucrpo d e la poseda") y, finllnicntc,
en los mor mis simples y la epilepsia en loa m i s graves. Bertrand concluye en la
existencia de "un arado parricular qilc no er ni la vigilia ni cl sueo ni una enfrr-
51 A. dc Ligorius.Horno nporrolicur inrrnrrrur in run vornrionr d nudicnhr olfnrionrr rivrprnrir
medad, que es naturnl del hoinbre, es decir, q u e vcniur aparecer coiirraiiremrnrr,
er inlmlcrioconjf~,zri,,nlm. Birszni. 1782 (rrrduccin iranusn: A dc I.iguori, I>rruir C O ~ / & M ~ ~ ;
Condtzit~du~cnf111rcur.Lyoii. 1854).
siempre idCntico en su fondo. en circunrtancias hirrriiqs dadar" y nl q u e Ilanin
Hay qiic rcaalai su urilimcin cn el Mnnvcldrr ronjrsro<n, ~compucrropor J.-J. G.~unic.7" cd.. n-r,k l...]
Pacis, 1854.
53 Sobre el de~~ilammiciiro dcl liguorirmo al campo iiiCiiico. d a s e J. U. <Ic Rourge. Lc Livrr d'or
d a rnfnnu ou Cauirrirr rnnarnriim d ~roL~ircr wr I%ygiec. Mirccourr, 1865. " L.-F. Cdriieil. De hji>lir coniidr/t rovr Ir poinr d t ul~rpnrhologilur.philoropbiyuc. hirroriqur r i
L, ucmi6n f n n c o a de b Prari* cr i~rrnrrriori>nf.~~~rionrm. publiada en Parir. rixi fccha. por jdiciairc, P~aris.1842.
P. Mellicr. rc iiicorpor a Lrr Liurc~reorir dcl coof~cmnllivoilir nuxp>rcr &/irnillr. e<lici<iii i7 Por rjcniplo:A,-F. Jrilili de Moiircgrc, "Convulrioi~".rn Dicrionnnirr drrrcienccr nridirnlcr. oli.
ciiidadapor L. Twil [C.-J. l>ngCr],Parir, 1883. pli. 527-577. cir.. VI, 1813, ]>I>. 197.238.
II "Quien dice p u ~ r d nrio dice I+d,r. Amhos fcnmcnar soti dirrinror y w rclcvan. aun niando 8:A. Morcl. Trniri & In t n i d c i i r lignir drr oli/nr h r i x rcr iapporrr aver In cnpnciii c i d < rr In
niuclior tnridor rnriyor liir asocien c. incluso, lor cirnfundan", scrihc M. de Cerreii cn Ir [irc. rrrponr<r6ilrrijtztidi4u4 &r indiuidui atrrinrr & divrrrrr nffcciiinr nigrr;r o. chroniquc~du lyitimz
rrnnciri de L? P o ~ r o ~ i &Lorrdun.
in Pars. C;iilim~rd~Jullizid.1980 (1. cd.. 1970). p. 10. nrrvou, Paris. 1866.
318 LOS ANORMALES
Quifn, al Icrr la Iiisrarii. tan conocida y llcna dc inter. dr los criiivulsio- soporte magntico a su represeiiracin visu;il, 11 escrirura, se realiz de la mane-
iiarior de Sairii-Mdard, 10s diablos de Loudiiii. las mesas giratorias y rl rnaglie- ra m i s f i c l posiblc.
rirmo ariimal, iiu re sinti rarprcndido por In analoga de error fciirnrnos coi1 I'cro I n escritura rienc siis propias exigencias y las Ii:ice valer c o n respecro a
los q u t C U C ~ ~elA i'hidrrr rncrt? [M. blissuii. Lc Tli42tlrre inrri </tr C i v r x n n ou I(i- la cxprcsiii oral. D e n i i i n d a no sOlo i i n n lpunriiacin que Iiaga fluida la Irciura;
rir dr.r divcrrrr mrrvriilrr opir8c1 dlinr crirr partir dr In pmvinrr t Langurduc. u n a sulidivisiii d c las de;= q u e les :isegilre uiia u n i d a d lgica 3decii:ida; i ~ ire- i
Londres. 1707.1 1.. .]
ciirre eii li8rr;tl;>s q i i e convenga :I In foriii:~ del libro. Iniporie r;inibiCii c o i i c l u i r
U
-~ coreio.
-~ , siti
. ~ llevarlo a la dttin dc una idcnridad absoluta. es red. indiscurible,
~
Corregimos la mayora de los pequeos errores materiala que pudimos en- No obsrante. las modificaciones de Foucault fueron a veces tan profundas
contrar, tanto los que puede haber provocado U113 memoria defectuosa como que hubo que compararlas con el original. En ciertos casos. y gracias al juego de
los resultanres, tal vez, de una falta de arencin o d e un prrafo oniirido en la los parntesis y las comillas, fue posiblc desracarlo del rcxto. En orros, ni:s raros,
lecrura de un texro. Llegado el caso, no vacilanios en reemplazar, en una enu- fue necesario recurrir al aparato crtico. En presencia de citis basrante largas, en
meracin, un falso "en segundo lugar" por el perrinenre "en tercer lugar"; O que la necesidad de hacer ms comprerisible el conrexto sugiri la intervencin
bien, en alguna ocasin, inrrodujimos sin rericencias "por u n lado" cuarido slo (complement;~ri:~ o moditicadora) de Foucaulr. iiidic~mosenrre corchetes el
teiiainos la exprrsiri correlariva "por el orro lado". Tampoco sealarnos las au- agregado o la explicacin, seguidos de la sigla M. F. (por ejemplo: "No haban
tocorreccioiies, ni las ms simples (un vago "en cierro modo" luego de un pe- rranscurrido ocho das [Iiiego de la boda; M. F.] cuaiido ..."; "Esas tendencias
renrorio "precisamcnre") ni las ins complejas ("segn el teglamenro de la di- impulsivas enconrraron en los acontecimientos recientes [es decir, la Comuna;
cesis de Cli$lons ... ah, no!. el reglamenro, no de la dicesis, del seiniiiario de M. E] una ocasin..."). En canibio, las inrervenciones resrrictivas se sealaron
Chalons; perdn" se convierte, desde luego, en 'Segn el reglamento del semi- habitualniente niedianre corclieres y los punros si~spensivoscorrespoiidienres
nario de Chilons"). En los casos en que no se rraraba ms que de adaptar lo (por ejemplo, en la frase: "La virrud de la joven sacrificada sera digna de una
oral a lo escrito, no dimos cuenta de nuesrras intervenciones o elecciones. meta inis elevada [...]", los corchetes indican simplcmcnre un norte).
Eii otras circuiistancias, procedimos de orra manera. Por ejemplo: cuando Coiripleramerite diferenre fue nucsrra acrirud con respecto a las traducciones
Fouciult presenta el dorrier de la hcrmafrodira de Roiien, Marie Lenizrcis (cla- o parbfr:isis de los texros latinos. Tanto en el caso del coiiientario de una scccin
se del 22 de enero), confunde el ao del proceso (1601) con el de la publica- del Methodur cxprditne conf2rrionir (obra de Tommaso Tambutini, imporranre
cin de ciertos textos que sc rcfieren a l (1614-1615). Esre equivoco se repire rclogo moral del siglo Wii) como en el de uno de los ltimos rrarados de sexo-
en varias oporniiiid~des,pero no implica ningn perjuicio para el sentido dcl logia escriros eii la lengua coinn a los sabios curopeos (la Prychopathia rextralir
discurso. En la priniern ocasin sealamos el error y, a continuacin, lo corre- de Heinrich Kaan), reprodujimos ntcgrainrnte los pasajes correspondientes. La
gimos xutomticainente cada vez que Foucault hace referencia al proceso. En razn es simple: esas versiones latinas deniuestnn, frenre a los originales, todo el
cambio, cuaiido nos vimos frente a errores (iiombres de personas, fechas, titu- cuidado con que Foucaulr sus cursos.
los) que slo aparecen una vez, introdujimos la correccin entre corchetes y Los caseres que utilizimos no son de gran calidad. Pero la escucha nunca
precedida del trmino rectiur, segn las normas corrienres del trabajo de edi- present dificultades iiisuper;iblcs. Las lagunas niednicis pudieron rcsraurar-
cin de textos. se." Frente a :imbigedades interpretativas imposibles de resolver.. eniplearnoz
El problema de las citas plante varias dificultadcs. Foucaulr es basrante fiel comillas unciformes (< ... >). Por ejemplo, en vez de elegir enrre 'percusii< y
a los textos que propone como lectura a sus oyentes. Pero se concede la libertad "persuasin", ambos posibles, opranios por <persuasin>. Las frases recoiisrirui-
de adaptar los tiempos para ofrecer u n i comutio cortecra, hace inversiones es- das se sealan medianre corchetes (por ejemplo: "se llegar a compreiider por
tilisticas y suprime palabras y frases secundarias. Tras encontrar la casi totalidad qu [aparecieron] los(as) poseidos(a), por qu [aparecieron] los convulsiona-
dc las fuentes mencionadas, habra sido niuy til reproducir en nota el docu- rios"). El mismo signo se adopt p l r a reintroducir en las citas cortes de palabras
mento original completo; lo cual habria contribuido a hacer conocer mejor la o sintagnixs.
nianera de irabajar de Foucaulr y apreciar iiis mbalmenrc las selecciones efec- No hemos sealado cierras intervenciones exrrnsecas (por ejemplo: en la
tuadas. Dimos cierta canridad de muesrras al proponer, por ejemplo, varios pa- sexra clase corramos, sin indicarlo, la siguiente observacin: "Como todo el
sajes del tratado de Louis Habert (Pratiyuc du racrement drpnitence) que sir- mundo est cambiando la iiiaquinira [el casete del grabador], voy a aprovechar
vieron para establecer una particin iinportanre del discurso cristiano sobre la para darles otro ejcniplo puraniente rccrearivo", ejeniplo que qued perfecri-
confesin. Pero, por lo comn, nos pareci ms oportuno, para evitar una in- nienre gabado). Adems, no apuntanios las risas (de la sala) que a menudo
fr:iestructuta demasiado voluminosa, indicar dnde se puede encontrar el pi- acompaan la lecrura de los textos y que Foiicaulr, por lo deiiis, provoca -des-
rrafo en Cuesrin (lo que permire la consulta inmediata de la fuente) y slo pu-
simos enrre comillas los exrracros efectivainente citados. " Utiliuilios czscrcr gcibndor por Gilbeir Burlcr y Jicquer 1;igrange.
322 LOS ANORMAL=
de las priiiieras pericias- al insisrir sobre cicrros detalles (en parcicular, el gro- chofogiquer),en los peridicos (con frecuencia emanados de insricucioiies loca-
cesco y la puerilidad del lenguaje psiquitrico en maceria penal). les) y en Ins grandes colecciones (como las de las ediciones nidicas Balliere). Y
la utilizaba conio una espccic de rrazado. suficiencenienre claro para dibujar el
mapa de las cuestiones que debia probiematizar en rrrninos ge~ieal~icos. Bas-
Criterios dc edicin del aparato crtico ra examiiiar el iiirers crccieiire de la lireratura iiidic;~del siglo XIX por las
cuesrioiies relxriv:is :a la iiio~iscruosidado el onariisiiio (los dos dorrierr principa-
Las obras publicadas por Foucaulr son bascanre avar'as en ciras literales y reiiii- les del curso), el Iiermafrodirismo o la confesin (los dos manuscriros que sir-
siones al conjunto de las fueiires utilizadas en el crabajo. Tanibin falta eii ellas ven de soporte al curso). las posesioiies-convulsiones-apariciones,para darsc
por coinpleco, salv<iunas pocas excepciones, el rr:~dicionalsistriiia de noras que cuenca de esa parricularidad de sii trabajo.
crazan la Iiisroria d r 11 cuesrin abordada y convocan los esrudios corrierires so- Tainliiri podria sostenerse, por ejemplo, que la iiiiiy viva percepciii de la
bre el rema esrablecido. Los cursos, q u e sieiripre manrienen un perfil y u n valor importancia politica de l i s medidas conrra la pesre es rnucho m& isiin efecro de
ligados al informe pblico d e una invesrigacin, son orales. A nienudo presen- la lectura de ciert.~cantidad de Hi~ro~rer mdicnkr del siglo Xix que de la ucilira-
iari pasajes improvisados, furidados eii una documeiiracin que el auror n o re- ciri de las iiivesrigacioiies conrei~iporneas.Esto no significa que Foiiaiilr no es-
vis cori visras ;i tina publicaciii. Adems, en razn de las referencias aproxi- tuviera al corriente de IJ bibliografia cxisreiice y n o siguiera el rumbo de los histo-
niadas y las citas vagas (a veces dichas de menioria), plaiiceaii al editor una gran riadores de su poca. Pero la posicin Iiiscrica de la psiquiarria del siglo WX, por
responsabilidad de concrol: n o slo hay que ofreccr al leccor de hoy, q u e ya n o su ordenatiiiento niisiiio de los materiales. esriniula la probleniarizaciri de Fou-
es el oyente del College de Fracice, una remisin punrual y prctica a los dife- caulr muclio ~iisque l a orieiitacioiies prcdoiiiitiarices en los aios cn quc dicr
rences dociiriiencos q u r Foucaulc ya habia explorado e incluso retraiiscripro en 13 serie de cursos, entre 1770 y 1976. Se pueden iiiencioiiar, con ese objeto, Vi-
sus iioras, sino taiiibin seal;ir las huellas. auiique impercepribles a primera g i l a r ~cartigar (haci;~;irriba) y Ln uolirriradddeinber (hacia abajo). en los que Fou-
vista, de los lil>i.os qiie forman su biblioreca. Nuesrro aparato cricico, al insisrir caulr, para abordar la compleja ci~estindel poder de nomnfimcin, otorg;i un
con vigor en las fueiires (a veces iiiregrameiire propuesras) e n derrimeiico de 1s lugar iniporcaiire a las rciiicas de coiirrol de la sexualidad iiicroducidas luego del
bibliogtafia corriente, procur:, demostrar la validez de un juicio d e Georgrs siglo xvii. Duraiice esce iiiisiiio periodo, reconoce la existeiicia de una norable
Caiiguilhem, que nos sirvi de guia: Foucaulr cita solmerice cexros originales produccin de obras sobre la represiii de la sexualidad y su historia; adiiiice la
coiiio si qiiisiera leer el pasado a travs de la "reja" iiiSs fina p o ~ i b l c . ~ " necesidad de adoprar ocra ceoria del poder, que ponga en cuesrin sus anlisis
En lo que respecta a las hiences impliciras (aiguiias soii m i s iiidcnce; q i e a:::e:io:cs de .Visrn% de ?e fn~c:,-:m(y;= los re:rl:ados de K $ l < ~ cz:&rn~odifi-
r~
ocriis), hay que sehalar q u e nuescras referencias coiiscicuyeii nicaiiience una can efecciva~iienceeii varios punros).
huella parn la invescigaciii y iio prerenden en modo alguno dejar creer que se Encantramos aqu la oposiciri entre el modelo de la excluriii (la lepra) y
[rara d e remisiones sugeridas por el propio Foucault. Los editores (que sigiiie- el d e la piiesra bajo concrol (la peste). Eri Kgilary cortipr, Foucaulr Iiacc refe-
ron el principio de n o citar iiuiica obras posteriores i 1975, salvo cn los casos rencia a iin reglamento de fines del siglo XVII. procedenre de los Archivos Mili-
d e reediciones sin variaciones o de reimpresiones anasrricas) asumen encera cnres de Vinceniies. Pero agrega: "En lo esencial, este reg1:imcnro est de con-
responsabilidad por ellas. formidad con roda una serie de orros reglamentos que dacan de esc:i misma
En lo que concierne a la lireratura histrica secundaria. privilegiamos la re- poca o de u n periodo a n r e r i ~ r " . ~Esa
' serie esri presenre en el curso que publi-
ferida a la produccin Iiisrrica de los psiquiatras y a 1s Iiiscoria d e la medicina. camos. Es poco probable que, una vez exaiiiinadas las concordancias. Foucaulc
Foucaulc tenia uii prohindo coiiociniieiiro de esa liceracura, sobre codo por el n o haya utilizado, para emprender su invescigacili y sinrerizar su conrenido
cauce de las investigaciones publicad~seii las reviscas especializadas (por ejein- ("Les ciro -dicc en la clase del 15 de eiicro- roda una serie de reglarneiiros, por
plo, los Annnlc, d'hyxi>riapublique cr midecinc Vgnle o los Annaltr mdico-pry-
='M . Fouwulr. Sirrvrillrr rt Punir. NnirrnnlrJc Inpriron. Parir. Gallimaid, 1975, p. 197 [rrzdur-
ciOn urrcll:ili;i: VIpilnry mliicnr. Niicimirnro de Inpririn. MCxicn. Siglo Ui, 1976).
324 LOS ANORMALES S I T U A C 1 6 N DEL CURiO 325
otra parte absolutamenre idnricos unos a otros, que se publicaron desde fines cah de Ozanain, nos lleva finalmente a recordar que, enrre las noras del aparato
de la Edad Media hasta priiicipios del siglo x v i r r ' ) , al menos la descripciii del crtico de Los anormales, tal coiiio I:ISprcsenramos a parrir dc hiiellas evideiites. y
relevainiciiro que tins dej la celebre Histoire mPdi~alegnrrilectparticu/i?re des I:i "Situaciii del curso", hay una contigidad cuya ambicin fue la de la conri-
nzahdier pidem;ques de Jcan-Anroine-Fran~oisO ~ a n a n i . ~ nuidad. En efecto, eii esta "Sitiiacin del curso" hemos niencionado toda una
Lo que imporra es que, con respecto a Visihry cast&ar, las coiiclusion son serie de referencias que habra sido iniprudeiire incorpor~ral aparato crtico,
muy hierres y mQsgenerales: "la reaccin a la lepra es una reaccin negativa' (!.Y- porque no deben atribuirse de ningn modo a Michel Foucaulr Cremos, no
cluridn); "la rcaccin :I la peste es una reaccin positivii' (inclusin). Pero parece obstante, quc podan corirribuir a la iiireligericia y la explic:icin del cexro.
que, en La voluntad de saber, el resultado del curso -evidentemente forzado- no
se inrcgra a la seccin "La hiptesis represiva', que estaba destinada a recibirlo.
Por lrimo, hay que seialar que en la clnsc del 15 de enero. Foucaiilt r~mbi6ii
abandona, bastante rpidanienre, el tradicional 'Sueo literario" de la peste (sobre
el cual se dispona, cii la epoca, de una lireratur:i considerable), para irisistir cn el
niucho ms imporrintr 'fueio poltico", desde cl momento eri que el poder se
ejerce a pleno. Es jusrninenre Ozanam quien propone unl tnnil diferente al to-
rnar coiiio iiiodclo, pnrn estudiar "las medidas de polica saniraria", los reglamen-
tos adoptados por la ciiidacl de Nola. en el reino de NQpoles,en 1 8 1 5, "llenos dc
saliiduria y previsin y que puecleii servir de tipo y ejemplo a seguir eii uiia simi-
lar ~alarriidad";~' quien recuerda que "uiia dc las mejores obras a corisultar con
ese misino objeto cs la de L~tdovicoAnronio Murarori ritulada Delgoverno in
ternpoddcpcste". en la que "se encuentra uii rcsumcn muy bien hecho de todos los
medios sanitarios empleados en las diferentes pestes de Europa hasta la de Marse-
II'; quien alicnra a apreciar la gran documentacin recogida en la obra del carde-
nal Gastaldi. De a u e r t e d perte, y en el 5'~itiirChisrorique de lapeste de Papon, "cu-
yo seguiido volunien se consagra a describir t o d a las precauciones que deben
tomarse para iriipedir la propagnciii y la introduccin de la peste".IB
El ejemplo de la vasta y muy imporriiire literatura poltica sobre la peste (Dir
goiivernement en rempr de peste), aqu citida por intermedio de la Histoire mdi-
carne (-y casuisrics): 185; (-: apuesra de una baralla entre la mr- (el frenre de la - en profundidad):
(la - conviilsiv;i): 198-199. 201. 213; (-y confesionario): 173; dicina y el carolicirmu): 199; 189.
(la - es lo que sc nombra, dc lo que se (-y forinacin de las clircs): 184: (- c Iiisrcrocpilepsia): 154. 210: Cuerpo
habla, lo quc se dice): 188; (-y silcncici): 159-161, 188-189. 216; (-: forma pl&riw y visible del cambarc (-de drsro y placer): 221:
(pecado conrra l a - eii l a lircrarun C i - (el mecanismo de remisi6n de 10s en el cuerpo dc la poncida): 195-198; (exalrciti del - producrivo): 221.
rlica l u e ~ odel Concilia d r Trenro): pecados se cierra cii corno dc la -): (-: la primera fornia de la iicoropdro- Culpahiliraciii
179-186. 187-189; 159-160; logia): 209-210; (-de las padrcs): 230-231;
(~111.1fisiologin m o n l de la-): 182-186. (la - como medicina): 163; ( - y apariciones): 21 1; (-del cuerpo por la carne): 187-188;
Casrigo (la - como procrdimieiiro codifiodo ( - y rriisrornos carnales): 201. (-del espacio domsrico): 230-240,
(-del crimrii o drl criminal?): 84; de la rcvrlacin dc la sexualidad): Convulsionario(s) 242-244. 247. 250-254:
(-y vciigaoza dcl sabcrano): 84-85: 159-161; (- dc Sainr-Mdard): 191. 208.303; (marrurbaci6n y - de los iii6os): 222.
(desaparicin de los grandes rituales (la - no perrenece, desde el origen, al (-en Laudun): 191-196, 199-202,
de -1: R9-90: rirual cristiano dc la peitircncia): 161; 208,211-212. 301;
Ceiisiira (la funcibn pasiriva dc In -): 159-160; (- cnrrc los proresonres d r las CCYC-
(hubo -de la sexualiclad?): 76-77, (la obligacin dc l a - anual): 165, "as): 208. 303.
158-161. 184. 189; Criados. vase DomCsricas
Circitnsraiiciar atenuantes: 22-23,40; (las normas de rcgiil;iridnd, conti- Crinicii
( - y cotinuurn mCdico judicial): 40. nuidsd y rxliailsrividad de la -): (-en cl derecho clsico: un rrgicidio): (el rcronio del -): 288;
Clausrrofuhir: 287. 165.166; 84: (invesridiln dcl - por rl drrro): 283.
Cleprom~na:288. (13s reglas de la - dadar por Alphonsc (-sin razn): 109-1 10, 115, 118-1 19, Direccin espiritual o direccin de con-
Clitaris de Ligirori): 206; 254; ciencia
(ablacin del -como medio anrimu- (maniialcs dc -): 168-169, 182-183. (-y cisrigu): 31, 84-87, 89-90, 11 1- (-y desarrollo del misricisnio carli-
202-203, 219; 112;
riirbarorio): 239
Cdigo I'enal -
(para uiia historia dc la de la sexuali- (inrcrds o rarii drl-): 89-95. 109-
CO): 189. 301;
( - y clires): 187;
(anos de aplicaciii dcl - d r 1810): dad): 163-164; 112. 119-126, 131-132. 276; (-y posesin): 187-190;
35-36; (psiquinrra, psicoan.iliss y sexologia (pcrtencncia del - a la locura y de la (la - a partir dc la pasroral borrornea):
(- dc 1810): 22. 39, 92, 94-95, 295; como proccdimieriros iiisrirucionnliza- locura al -): 40, 117. 175;
( - y circunstancias arcnuantrs): 22; dos de - de la sexualidad): 160-161; Criminal(es) (la prcrica de la - piiso de manifiesro
(-y circiiliir de 1905): 37; (rcinscripcin d r la - en la nicciiica (- "aros): 97; In a r n c coiivulsiva): 199:
(-y circiilar dc 1958): 37, 42; dcl poder eclesi5srico): 164-165. ( - y soberana): 86, 94-95; (iquC es la -?): 175.176.
(el arriculo 64 drl-): 31, 33, 36-37, Canfcror(es): 167-180: ( - y tirano): 94-95; Disciplina($)
39. 113-114, 121-123. (cl - como juez, mdico, gua): 177: (cl loco como m<rnsrmo-1: 101-1 17. (-como pieza dc la nucvn rccnolog:t
Camunrros (insrruccioiies S los -): 169; Criminalidad del poder): 88-89;
(los rerraros psiquirricos de los -): (la prudencia del -): 171-172; ( - y enfermedad): 40-4 1. 91-92: (-con cfccro Je normalizacin): 59.
147-148. (las virrudcs del -: cclo, sanri- (defiiiicin de un campo comiili a la Discrecin
Co~iciipisozncia.vase Scxro mandamiento dad): 168-170. - y la locura): 37, 118. 254-255. (la - como anricoiivulsivo): 202:
Confesin Consenrimirnro Crisrianizacin (la - en la penitencia): 169. 302:
(- de la sexiialidad anrcr del Concilio (-de la poscsi!i): 195-197: (- cn profundidad: las rcsisrcnciz pe- (iiiieva csrilsrica dc l a - eii la confe-
de Trenrn): 177; (-del pccido): 182-183- rifricar): 190; sin y la direccin de concicricia):
(-forrada y obligaroria de la scxitali- Convrilsin, convulsiones. vase tambin (2- CII profiliididad o descrisrianiza- 216;
dad): 159-160; Anriconvulrivo ciii?): 167; (regla dc la -): 202, 216, 220.
I N V I C E DE NOCIONES Y CONCFI'.l'OS
330 LOS A N O I W L E 5
(cl- est arrapado eil und relacin de cc~icalogia(s):49, 63. 65-66, 98, 218, I i i s r c r ~ c ~ i l c p s ivi.:w~
a . Coiivulsin
Discriminacin
254. 255,258,262,267,269, 292- Historin
(cl prii)cipio de - polirica elsborado ,iiroridad): 188;
por la psiquiarri.l): 147. (el - obr<lecea las regla de exhaiisrivi- 293, 296; (- ciiiriu discriniiiiaiitc poltico del pa-
dad y exclusividad): 165-166, 188- (-de In anarnnlki y del individuo 53d0 y el presenre): 146;
Disciirso
189, 190, 199, 202. 206, 212; aiiurrnal): 63-66. 254: (- de l a prol>lcniarizacin psiqiiiArrica
(- dc verdad o cuii rtnriscieiiiifico):
(el pccado de Iiijiiria y conciipisccncia (- dc I;l telie7.il): 98: de la sexii:ilidad): 261:
19. 27-28;
cli l a inrroduccin dc procedimientos (-del disciirs<icrisrianii de la carne): (-de la rrpresin sexual): 220-221;
(- qiie matar, y que daii risa): 19-20;
dc -): 177-186. 188-213: 219; (- de 1,s teciiolagias del podcr): 212;
( - y <ircisin de jurricW): 19-20, 36:
( - y poder de vida y mucnr): 19-20; (en el -, la roralidad de la existencia - psiqitiiiric;i d r las abcrracioiies se- (-del iiisrii>roscxii;il): 263;
pnsa por el filrrn del anlisis y el dis- xuslcs): 262. f- del podci dc nornislizacin): 49;
(efecros dc podcr del -): 24-28. 43;
curso): 18R: Goliierno (-del psicnanllisis): 1 1 1. 116;
(propiedades dcl -de las pcricias psi-
qui6cricas): 19-25. (rxrerisin del - deiirro del sacrameii- (-de las alinar): 168. 199, 202, 215; (- natiiral del crimiiid): 90-91;
to de In penirrnci;~): 167. (- d r Irir locos): 56. 256: (-polirica d r l cuerpo): 199.
Domsticos
Exclusin, exrliwiocia (- de los iiiAos): 5G: Hoiniiscxiialidad: 18-19. 33. 99, 158-
(-y mnsriirl>aciii dc las niios): 229-
(- dc los leprosos): 50-52, 53-55. (- dc los obreros y los pobres): 5 6 159. 218-219, 294.
231, 241, 250.
Exliibicionisnio: 288. (11s rrcs cosas qiic Iiny qiic cntcnder
por-): 56. ldiora
Educacin
Familia Grotesco(s) n ubucsco(r): 43; ( c l - de Ir ddea): 270-271.
(- riatur.il de los nios): 241:
-
(iuivi,idic>cibn d r nii;i cstaral): 242- (el iiiccsro episremofllico e n la base de (carcter - de las pericias): 42:
(carbctcr - del rliscursci penal): 42;
Imaginaciii
(- dclinntci: 283;
244. 12- moderna): 235:
(-celular): 234.236, 241, 243-244, (c.~irguriade l o -): 25; (- juridird): 100:
Epilepsia(s): 129, 154, 210:
(I:Is a l u ~ i n ~ ~comoi ~ ~ -~sciisorialcs):
cs 246, 251-254, 256: (cl - cii cl I ~ i i p c r i o1looi;itio): 25-26; (-y srxulidad): 260-264:
153-154. (-del prolctariadu urbano y campaa (el - y el par peivcrsi<iii/pcligro): 41-42; (iiiserci<iride la - cn la r c u n o m h iiis-
dc liquidacihii de la iinin libre): 249- (- adminisrrarivn de In burocracia): 26; rincual): 261,
Escolari~aci~i
251: (- ps~qiiiirricopenal): 27-28; Iml>ecilidad: 275, 282-283:
( - y apartarnienro del nio del medio
familiar): 24% (- medicalizada): 236-240; (-y bscisnio): 26; ( - y perurrsi<i): 158. 228, 238. 278.
(- medicalizada como priticipio de (-y sol>ct;~ni;iill&iiiic): 25-27; Iiicesro: 177, 178-180. 203. 256;
Esquizofrcnia
normalizaciii): 240-241: (-y tragedia dc los reyes): 26-27: (dos icorias del -): 253-254;
(-y peligro social): 116-117.
Estadi, (irivoludn ciilrunl dc l a - eri torno (rcrroi -): 25; (el peligro del - proviene dcl deseo del
de la rcl:iciii padrcs-liijos): 234: (rcxros - qiic rieiieri la propirdad de iiiii: L~miliahurgucsa): 2119-251:
(la ~ i o c i lde
i -): 289.293.
Eriiologin y antropologia (In campaa aiirirnasrurbatoria conrc- scr ajc~iusa rodas las reglas de forma- (el peligro del -proviene del padre y
(nntropufxgi;t c incrsro cii l a forma- rada con la - arisrocrtiw y burguesa): ciii de riii disctirso cienrifico): 25. los herinaiiiis: E~milinpopiilnr): 247-
cin d r l a - y la -): 104-106. 234; 24%
(rransformaciones imputables a la -: Iierencia: 291-295; ( - y aiirropofdgia): 99, 104-106;
Eiigci~ismo
(-y psicoanilisis): 129-130, 296. so~iiarizaciii.iiihiirilizaciii, iiicdici- ( - y anoroialidiid): 297; (-y cruzada contra l a masrurbaci<in
Exameti lizacin): 246; (cecnologia etlgriica y problrmn de infinril): 235, 247-249;
(transposicin dc la carne crisriana en la -1: 129. (lo que hace aceprohlc la teoria psicoa-
(cl derecho de-): 168, 199:
el elrmeiiro de la-): 249. Hcrnidradiras: 73-8 1. naliticn dcl-1: 247-249.
(el -de conciencia comienza el1 los
Fanrarmds) Higiene sociiil Inclusiii
pensamicnros): 182;
(el - es coexrciiru coi) IUtotdidad dc (- de devonciii): 108; (la psiqtiiarria como rama dc la -): (-de los apesrados): 51-55;
la cxisrencia): 188: (-de regicidio): 109. 115-1 18, 134-135. 294. ( i i i i poiler qiic acrtt por -): 55.
332 LOS ANORMAI.ES ~NDICE
DE NOCIONES Y CONCEPTOS 333
Individuo(s) fccrotal): 133- 134; 129, 149-151, 153, 209-210, 255, (el - y la formacin de un cngrrnaje
(el - a corregir y sii marco de apari- Inrcrnacin de oficio 262. 266; priquirrico judicial): 254;
cin): 63-66; (-de un alirnado en u n hospital psi- (-y sueo): 127; ( p n - narural y pequeno
~. delincuen-
(-peligrosas): 36, 41-49. qiii3rrico): 133-136; (pertenencia de la - al crimen y dcl 1:): 62;
Infnncio (- c inrernaciii volunraria): 138-139. crimeii a la -): 40, 117; - como careeoria
" ,iurdica v fantasma
(dacubrimienro de la - por la pri- fiirima conviccin (vnc~iloentre - y peligro): 136. poltico): 109;
quiarra): 282; (-y cerridumbrc roral): 2 1: Liijuria, vksc Scxto mandamicnro (-como principio de inreligibilidad
(la - como picra bisagra en la psiquia- (-y circunrrancias arenuantci): 22-23, dc rodas las formas de la anomalia): 62:
rria): 280-281. 40; Masacre(s) (- inccsriioso reprcsenrado por la figu-
lnfanricidiu (-y dcmosrrarividad de la prueba): (- dcscpriembre): 100-101 ra del rey): 95-96:
(-y circiinstancias atcliuanrrr): 22. 22; Masoquismo: 288 (-jurdico): 95-96;
Irifianrilismo (-y modulacin dc la pena): 22; Maturbncin, vsc Onaiiismo (-moral): 82, 83, 93;
(psiqiiiarrizaciii del -): 279-285. (-y verdad universal): 22: Masturbadoc. "Case Onanist, (- polirico): 94, 101;
Insrinto(s) (priiicipio de la -): 21-24, 89. Mcdicalizacin y prr0logi7~1ciii (- popiilar): 100. 104;
(dinmica dcl -): 125-128, 267. 276; (-de las rclacioner y10 los scnrimien- (-y criminal caridiano): 97;
(el piinro de desciibrimicnro de las -): Jurado ros dcl campo iiirrafamiliar): 143-144. (iiocin jurdico hiol6gicn dcl -): 61;
128; (dcbare robrc la supresici del -): 46- Medicina (paso del - al aiiarmal): 108.
(-como grilla de iiireligibilidad del 47. (la hmilia como agciire dcl saber Monsrruasidad
crimen): 132; de la -): 235-236: (-del poderoso y dcl hombre del pue-
(-como pulsin irresisrible): 125. Luismo (la - hace hablar a la sexiialidad): 237; blo): 106;
138. 149,255; (el - reprocliado ;i los jesiiiras): 205. (la - hace pie en el orden de la rexuali- (-y derecho canbnico): 69-70;
(- de mucrrc): 138-139; Lcp1.a dad): 209; (-y dcrccho romano): 68;
(-sexual): 255-262; (Ii - como modelo dc conrrol polri- (-y convulsin: un ohjero privilegia- (-y embriologia sagrada): 71;
(-sin inrcrr y no puiiiblc): 131-132; CO): 50-55. do): 209; (-y hermafradirismo). vEisc Herma-
(-y reora drl auromarismo): 127. Licencia verbal: 77. Mciisrruacin frodiras
129, 262; Locura -
(la cn rus rclaciones coii la locura):
(12 nueva ecoiioma dc las rclaciones (codificacin de la - como enfcrriie- 124, 274. Nrurolnga
eiitrr locura c -): 149; dad y peligro): 116; Macioniania (la - esrablcce la comuiiicaci~ientre
(la psiquiarria y el campo unitario dcl (definicin de un campo comin a la (- desrriicriv.i y ertica): 265-266; psiquiatra y medicina): 153-154.
- y la sexualidad): 256; criminalidad y la-): 254; (- homicida): 116, 136, 141, 149; Normal
(la priquiarra y las perrurbaciones del (la - cn rus relaciona Fisiolgiw y (- iiisrinriva): 278, 285; (la - y lo parolgico): 93.
-): 209; patolgicas con la mrnsrruacin): (- rcspctuora): 137: Norm~li~.a.acin
(parologi.uciri dcl -): 283; 124, 274; (-y peligro social): 116. (- mkdici d r la familia): 249;
(problemxtimciii del -): 133; (la niicva economa de lar relaciones Moiisrruo (poder de -): 49-50, 55-57. 59;
(setirido moral insuficicntr para reris- rnrre insrinro y -): 149-150; (campo d r apariciii del - humano): (siirgimienro del poder y las tcnicas
rir Ins - animales): 275; ( - e inrers de lar familias): 141; 61-63. 98-99, 106; de -1: 37-38;
(recnologia del -): 292; (-lcida): 140-141. 144, 150; (el aiiornial es u n - caridiano): 63: Norografa
Ilirernacin (- nioral): 150; (el gran -1: 156, 255, 269. 283; (la - de los estados anormales y la reo-
(-en nonibrc de la familia): 44, 133- (-parcial): 132, 150; (el - nnrropfago o cl pricblo subleva- ria de la drgriicracin): 292;
134. 137, 139.142; (-y alucinaciones): 151, 154; do): 102-104. 106; (- iIr los sndromrs. Ikis delirios, 10s
(-por ordcii de la adrninisrnciRn prc- (-ydelirio): 110, 117, 121, 126-127, (el -sexual): 66: errados): 254.
f N D l C E D E NOCIONES Y CONCEPTOS 335
(inccsro y - de \os nior): 253: descollocur~,placerlcrimen): 257; (-Francesa): 94, 100,106, 146; (dos modos de familiariwcin de
(la psiquiarrh como rama de la - so- (los grindcs edificios rericor de 11 - de (-Francesa y niievo Cbdigo Penal): 92; 11-): 253;
cid): 115-1 IR, 294. 1s segiitida mirad del siglo W):287: (- illgle$z): 145; (el incesro y e l derrumbc <Ic la rcora
Prudencia (proeza de enrroiiiwcin de la -): 213; (-y rcformulacin de Ins reorias juri- de la - aucoerhtica dcl niiio): 248;
-
(consejos dc a los coiifesores): 206; (-y acros sin run comecidos por iin dico poldwi.): 145. (en Occidrnrr. la - e s l o quc uiio csrd
(la- del confesor): 171. sujeta dorado de razn): 107; Rey obligado a cunfrsar): 159:
Prueba (- y defensa de la sociedad): 295-296; (proceso del - Luir XVI) (invcrrin de la-): 18-19, 288:
(cririca dc la - en los rcformadorcs): ( - y cugrnismo): 297; (-como rnonsrriio): 95-10k (la rndsriirbacin iiifatiril rieiir m u y
21; (-y parologia rvolucionisra): 129: (-y reina camo canbales o anrropfa- orros mecanismos qiie l a - adulta):
(- legal dc I verdiid): 19-21, 24; ( - y psiquiarrk~~cin): 268, 274-278, gos): 99. 257;
(-y enunciados judiciales privilegia- 278-281; (la priquiatria y el campo unirario del
dos): 19-21, 24. ( - y racismo): 297; Senrida ii>sriiiro y la -): 256;
l'sicoan6lisis: 108-221; ( - y sisrcmas dc rcgiilnci6ti de Iiigicnc (shcrracin dcl - gcncsico): 158; -
(la 5610 puedc decirse al mtdico):
( r l - camo riormalizciiin de la ccono- pblica): 136-137; (-moral): 240; 236;
ma de los insriairos); 129; (-y samarizacin esencial de la cnfer- (- moral ahorrado): 273; (medicalkucin dc la - del niio):
(- c iiiccsro): 105-106, 248. 25 1-254; mcdad mental): 155. (-moral insuficicnrc paci rcsisrir 10s 237-240;
(- c iiifancia): 244, 249, 251-253; l'siqiiiarrizacin insriiiros aiiimales): 273. (iiormaliraciii de la -): 49-5 1, 56-57:
(- c insriiiros): 130; (-de abajo: mbs demandada quc i r t i - Sexo mandamiciiro [- aurocr66c~dcl iiiiio y mastuha-
(-y coiifcsici de la sexualidad): 160: puesta): 273-275; (el modelu de inrrrrogaroriu robre el - cin): 226, 234-235, 245-247, 256;
(-y rugenismo): 130. (-de la infancia y el infantilismo): en los maiiuales de Milliard y Ha- (- c indiscrecin charlatana): 2 16;
Psicoplrologia 280-284; brrr): 179-184; (- cxtramarriinonixl dcl prolcrnri.rdo
(- scxiial) (-del placcr): 268. (el - anres del Concilio dc Trencol: urbano): 250-251:
Psiquiarria Puerilidad 177-178; (-. pn>miscuidad e incesro): 251;
(de una - dcl dclirio a uiia - dcl ins- (-y perversidades): 40-4 1. -
(el cn Alpliotise de Liguori): 206- (-y regla del silcncin): 158-160, 188.
riiiro): 130; 207; Soberana
idcmanda familiar de -): 139; Llacionar~dad (el - y (as nuevas r6cnicxs dc intc~rn- (ixr icorlas jjurldico puli<ic\s de l a -
(dcmiiida polirica formulada anrc (-del crinicii): 90-92. garorio a parrir del Concilio de Tren- Iiicgn de la rcvoliiciri itiglcsa): 145;
11-)i 145; Racismo ro): 178.179; (- drspbrica o arhirraria): 80-106;
(deriva de In ley hacia la -): 113; (- y psiquiarria): 295-296. (la confesin dcl- e n el nifrodo de (- dcsptica y pucl>l suhlcvado): 106;
(desalicnizacidn de la -): 153; Raza I r n b u r i n i ) : 205-207. (-groresca, inhmc. uhucscr): 25-28;
(hisroria dc la -): 138: (purificacin de la -): 130. Sexualidad ( - y crimen): 84-85, 87, 95. 99-100,
(inscripcin de la - en la regulacin Reprrsin (ahrriaciones de la -): 158, 260-264. 111.
admiiiirrrativa dc 1838): 133; (la noci6n de - de la sexualidad): 39; 267-268, 276, 278, 292; Sodoma: 18:
-
(la liquidacin de la dc los alienis- (- rnidica): 235.241.246-247, 252; (anomalas de la-): 65, 158. 186, (pecado de-): 73. 178-179, 204-205.
ras): 262, 268, 285; (2- O normaliraciii de la sexualidad?): 189, 262-263, 292; Soniarizad6zi: 154, 245, 291-292;
(la - como n n i a de la higiene pbli- 220-221. (canrrol d r la - eii los esrablecimien- (las rres fornias de - de la masrurlia-
ca): 115; Revelacin. veasr Cotifcsiii ros de formaciii escolar): 184, 215- ci6n): 222-223.
(la - rorm el rrlcvo de Is niediciiva de Revolucin. revoluciones 217, 221. 242;
los alienisras): 155; (cdigos inrermediarios de la -): 28; -
(dificultad d r rrinrcribir la del nino Trrirulugia, vase Monsrrunsidad
(la- y la Coinuiia): 147-148; (-burguesa y ~iucvastecnologas dc cii iiiia t.elaci6ii iiicesruosa coi1 el xdiil- Terror
(la - y los pares iiisrinto/sexualidad, poder): 89; m): 247; (la lircrarura de -1: 101-102:
LOS ANORMALU
Uricrrc de Uoismont (A.1: 158.263-264 Coiisniiro (1. U.): 315. h r g e (A.): 46 n. 6 Goldman ( P . ) : 23.
n. 17. 274 n. 10. Corday (C.): 147. Fr (C.): 210 ti. 43. Gorry (T.):288.
I3rillon (P.-J.): 73, 74 n. IR. Cornier (H.): 67, 108-1 1, 115-117, 120- Ferraiid U.): 283 n. 22. Goiiriou (P.): 42.
Uruiirau (A,): 86, 87 n. 5. 130, 132, 136. 143, 149, 264, 271. Fcrr (R.-F.): 158. Grnciaiio, vCasc Grnrianiis
Btuiiegilda a Urunildn, princesa visigoda 272, 274,276,278-279, 280-281. Fcrrus (G.-M.-A,): 158. Gracfc (E. A. C.): 239.
de Fspaii: 97-98. 298. 301. Fcsr U.): 27 n. 24. Grand (N,): 108-109 n. 4.
Uulal.d u.): 272. 275. 276, 277. Caurrcline (G. Moiriaux, llamado): 26. Fieniis (T.):283 11. 21. Grandier (U.): 191, 192, 194, 200, 201.
Uurlrr (C.): 321 n. 69. Figliucci (V.): 205 n. 34. Gnndjenii (A.1: 78-81. 297. 313.
Bitrroii (It.): 283 11. 22. Dauby (E.): 274 n. 10. Filliuciur (V.). "tase Figliuccl (V.) Gnliicr de Cassagnac (A,): 101 n. 33.
Davila u.), vase Madrid-Davila (J. de) F.-].: 263 n. 17. Grarianiis: 166.
Caligii1;i (empera<lorromano): 26 n. 21. Dcfcrr (D.): 15 11. 1. 303, 305. 313. Flauberc (G.): 16. Grariolcr ({>.-L.):136.
Calrnril (L.-F.): 317, 318. Drfossez (E.): 154 n. 29. Florinr (R.): 44. Griesingcr (W.): 151, 158, 262, 282
Camus (A.): 54 n. 15. Drlerize (G.): 253 n. 2. Fontaine U.): 191 n. 3. n. 20, 291, 293.
Cniigiamiln (F. E.): 70. 71. 297. 308. 309. Deleuze U.-P.): 318. Fonrina (A,): 307 (1. 8. Guattari (F.): 253 n. 3.
Canguilhcm (C.): 56. 57, 322. Dclurncaii U.): 167 n. 18. Foreville (R.): 165 n. 16. Giierber u.): 206 n. 36.
Caradciic dc In Clialorair (L.-R.): 242. Deslandcs (L.): 223, 230-232, 233, 236. F<iuquici.-Tiiivillc(A,-Q.): 43. Giiillcanicaii (1.): 69 n. 6.
Carlos 1 el Gi-mdc, Ilaiiiado Carloiiiagiio: 239, 310-31 l. Fournicr (H.): 126-127.226 11. 32. Guillerrno dc Oraiigc: 85.
50n. I I . Despois (E.): 18 n. 8. Foiir~iirr(L.-P.-N,): 126, 127. Guillrrmo. duque de Jiilich-Klrve: 207
Carlos X (rry de Fmncin): 99. Dideror (D.): 79 n. 35. Fovillc (A,-L.): 158. ri. 39.
Caroti (l'.): 100 11. 30. Dinouarr (T.-A,-T.):70 11. 7, 308-309. Freud (S.):106, 138-139 n. 11, 300. Giiyon (Madamr), v t a e Bouvier de la
Carr de Monrgeron (L.-B.): 19 1 n. 5. Dolhapray (U.): 313 n. 39. Morrc U.-M.)
Curclnan (De): 263 11. 17. Dosroicvski (F.): 26. Ga~r>herra (l..): 147,
Csrlicriiie. vtare Labh (C.) Doussin-Dubreil U.-L.): 220 11. 16, 225 Ganebin (U.): 228 in. 34. Habrrr (L.): 169-172. 175, 178, 180, 181
Cnrd 0.1: 72 n. 15. n. 29,231, 310 n. 21 y n. 25. Gar~ori(E.): 31 n. 29, 306 n. 5. t i . 67-69.182.314,315,320-321.
Ctnzc (M.):42. Dubois (A.): 239. Garil>aldi (G.): 146, 147. Havelock Ellis (H.): 218.
Cerise (L.-A.-I'.): 228. Ducheinin (P.-V.): 101 n. 33. Gnrimond (E.): 154 n. 29. Helie (F.): 20 n. 13. 21 n. 14.
Ccrreau (M. dc): 191 n. 2, 194, 195 Durneigc (G.): 165 o. 16. Gnrnicr (l'aul): 159 11. 8. Hcliogzl~alo(cniperador romiiio): 25, 26
1). 13, 316 11. 55. Ilupary (C.-M.-J.-U. Mercier): 21. Garnier (Pirrrc): 239. n. 21.
Charnpeaux (C.): 78 n. 29.79, SO. Duport (A,-J.-F.): 93 n. 10,94. Gastaldi (G.). v h s e Gnsrnidus (H.) HCricourr (L. de): 74.
Chnrcor u.-M.): 158 11. 7. 195 t i . 13. Dupuyrren (G.): 223. Gastaldus (H.): 324. Hciiyc~(C.): 42.
Durkhrim (E.): 104.105. Gzufridi (l...): 191. Hirler (A,): 129.
- . Doval 0.1: 74-77, 79 n. 33. Gatiltier U. de): 16 n. 5. Hobbes (T.): 145.
Cl,""~,l"~(C.): 49. Gaunie u.-J.): 316 n. 52. Honibcrr (A,): 169 n. 22.
Cliivaro (A. de): 205. 313-314. Ersrroro (efcsio): 16 n. 4. Geaffroy Sninr-Hilairc (E.): 127-128
Clasrrcs (P.): 26. Fsrluir<ilU.-E.-D.): 43, 44, 97, 120, 137- t i . IR. Irnbcrr U.): 192 n. 6.
Clxiidc (C.): 141-142. 138. 143, 149, 151, 153-154, 266, Gcoffioy Sainr-Hilaire (l.): 127, 301 Iiioccncia Xi (papa): 315.
Clavasio (A. de), vtare Chivasso (A. de) 279, 282, 284-285.289. 310. Grorger (E:].): 44. 104 n. 39, 108 n. 4, I~sciroris(13.): 193 n. 7.
CIL:rnciir (E.): 217 11. 6. Ewald (P.): 15 o. 1, 303. 117 ii. 11, 120 il. 12, 126 i i . 17, 309 Jackson U. 1-1.): 290.
Cachi,,: 45 Falrrr u.): 154 11. 29, 285 11. 23. Ccrson u.): 299. Jalade-Laffonr (G.): 238.
Collas (A.): 73. Falret u.-l'.): 282 n. 20, 285 ii. 23. 289, Glelindrl U.): 133 n. 7 y 8. 136. Jnrncs (R.): 79 n. 35.
Condillac (E. Uoiinorde): 180.285 11. 23 2Y1. 293. Gock (H.): 288 ti. 28. Jarry (A,): 25 11. 20.
342 ' LOS ANORMALES
Prudliomme (L.-M.): 98, 99 SClesriit (mujer de) [anbnirna]: 58, 103, Van der Elst (R.): 318 ". 62.
Prugnon (L.-P.-J.): 92. 108, 109, 110, 131. 136, 241-244, Van Gcniicp (A,): 218 0 . 10.
I'ruiicllc (C.-V.-F.-C.): 93. 247-258. Van Usscl U.): 49. 220. 221. 299.
Scrpillon (F.): 71 n. 13. Verga (A.1: 146 n. 21.
Qtiincr (E.): 146. Serrcs (E.-R.-A,): 223. Vermcil (F.-M.): 78 n. 29-31. 79 n. 32.
Scrrurier u.-B.-T.): 222, 311 11. 23. 81.
R., vase Ilapin (G.) S e ~ u.-M.-A,):
n 21. Vinlnrr (F.): 175-176 n. 53.
Ilnchcd (A,): 21 n. 16. Sliakespcare (W.): 27. Viard U.): 192 11. 6.
Radcliffc (A. W.): 102. Simeun (A.): 265 n. 22. Victoria (rcitia de Iriglarrrra): 109.
Ranciere (D.): 251 (1. 1. Simoii (E.-T.): 81 n. 44. Virey u:].): 93, 1.38-139 11. 1 l .
Rapiri (G.): 32-33, 44. 147.149. Simon de Mcrz (F.): 229. Virclio (~mpcradorroniatia): 26 11. 21.
ICayrnond (M.): 228 11. 34. Sobnul (A.1: 96 n. 15. Vircr (L.): 93.
Rrgnard (P.-M.-l..): 318. Sacquet U.): 260. n. 11. Vltu (A,): 3 \ ti. 29,306 n. 5.
Rcich (W.): 299. Sombrc~iil(Madeinoisrllt. M, dr): 100- Vogrl (C.): 313 ti. 39.
lleirseisen (F. D.): 103 !t. 38. 101. Voirin (A,): 260 n. 1l.
Riclicr (P.): 3 18. Sprcnger. vCase Spreiigcriis (l.) Volrairc (P.-M. Aroiicr, llamado): 21.
Richcraiid (A,): 239 n. 63, 31 1 n. 30. Sprcngcrus (1.): 193. Vulet (l'.): 318.
Richrcr (E.L.): 167 n. 18. Siieronio (hisruriador): 26 n. 21.
Riolan U.): 75,77.78,79. Surin 0;-J.): 189, 195 n. 13, 196 n. 14. Wcnder (A. J . ) : 238.
Rivihrr (I'.): 32, 44, 142, 272, 279, 309 Wcsrphal U. C.): 158, 287 n. 24, 288.
11. 18. Tambririni (A,): 154 n. 29. Wieriis (l.), vase Wijr u.)
Robcrr (L.). v h s c I'rirdhomnic (L.-M.) T;xmi>urini(T.):202.203. 205 11. 34. Wijr 0.1: 207 n. 39.
Rolnd de la Platierr &M.): 100. 207. 315 n. 50, 321. X.(annimo): 18-19.
Ilosropchinc (S.), vease Sgur Tnmhtirinia (T.),vase Tamburini (T.)
(coridcsa de) Tardieu (A--A,): 263 n. 17. Y. (andninio): 19.
Rousscau 0.-j.):228,310-31 l. Taruf (C.): 308.
Ilozicr (doctor): 225-226, 228. 291. 233, l'nxil (l..), vdase Pages (G.-J.) %. (an6nirno): 19.
234. 'Tender (T. N,): 313 11. 39. Zab (E.): 287, 288 11. 25.
Rycrofr (C.):138-139 n. 11. Traube U.-B.): 310 n. 21. Zacchia (P.): 70 n. 8, 208 n. 41.
Tcrcsa dcl Nifio Jess: 212 n. 44.
Saliarier (doctor): 228. Thalamy (A,): 251 n. 1.
Side (D.. rnarquds de): 82, 102-103. Tissnr (S.-A,-A,-D.): 216-217. 225. 299.
Saint-Jiist (L.-A,-L. de): 97. 310.
Salzrnann (C. G.): 217.219-220. Trlat (U.): 140-141, 14%. ISD
Saiisuii (L.-J.): 224, 31 1 r i . 28. Tucidides (Iiistoriador): 54 n. 15.
Saiiwl (H.): 71 11. 12, 72 t i . 15.
Scarpa (A,): 224.31 1 n. 28.
Seglar U.): 154 n. 29.
Segur (cundesd de. de soltera Rorropchi- Vacaiidard (E.): 3 13 n. 39
"C. S.): 43. Vnlcrtc (P.): 16 n. 4.
Segusio (H. del: 71 n. 13. Vallerrc (C.): 134 11. 3.
Adverrencia .............................................................................................. 7.
CLUede(22deericroa1975....:...-.... .............
.........
; .......................... 61
Las tres figuras que coiistiruyeii el riibito de la anoiiialx: el inonsrriio
humano, el individuo a corregir, el nino masturb~dor- El mons-
truo sexual establece la coniunicaciri entre el iiidjviduo moiisrru<isoy
cl desviado sexud - Una histrica de las [res figuras - Inlersin de la
imporrancia histrica de esras rres figur:is - La nocin jurdica de
iiioiistruo - La eiiibriologia sagrida y la reoria jurdico biolgica del
348 LOS A N O I W L E S
rnonsrruo - Los hermanos siameses - Los hermafrodiras: casos meno- ral - La Prctica del samrirnento de penitencia de Louis Haberr y las
-
res El caso Marie Leniarcis - El caso Anne Grandjean. Inrtruccioner a lor conferom de Carlos Borromeo - De la coiifrsin a
la direcciii de conciencia - El doble filrro discursivo de la vida en la
C&re del 29 de enero de 1975.............................................................. 83 confesin - La confesin tras el Concilio de Trento - El sexto niaii-
El moiistruo moral - El crimen en el dereclio clsico - Las grandes dainientq: los modelos de inrcrrogatorio de Pierre Milhard y Louis
escenas de suplicio - La transformaciii de los niecanisnios de poder Hibett - Ap~ricindel cuerpo de placer y deseo en el corazn <lelas
- Desaparicin del derroche ritual del poder de castigar - De la na- prcricas penirenciales y espiriruales.
turalez:~patolgica de la criniiiialidad - El monstruo polirico - La
pareja rnonsrruosa: Luis XVI y Mara Antonieta - El monstruo en la Clase del 26defebrero de 1975......................................................... 187
literarura jacobina (el tiraiio) y aiitijacobina (el pueblo sublevado) - Un nuevo procedimiento de exainen: descalificncin dcl ckerpo como
Incesto y antropofagia. carne y culpabilizacin del cuerpo por la carne - La direccin de con-
ciencia, el des~rrollodel niisricisino catlico y el fenmeno de I:i po-
C l m del5 defrbrero de 1975.................... .
.. ................................ 107 sesin - Distincin entre posesiii y brujera - La posesin de Lou-
En el pas de los ogros - Paso del monstruo al anornial - Los tres dun - La convulsin como forina plstica y visible del conibate en el
grandes nioiisrruos fuiidadores de la psiquiarria criniinal - Poder m- cuerpo de la poseda - El problema de loskis) poscidos(as) y sus coii-
dico y poder judicial eii rorno dr la nocin de ausencia de inters - vulsiones no esr inscripto en la historia de la enfernied~d- Los an-
La insritiicionalizacin de la psiqui:itrn como rama especializada de la riconvulsivos: niodulacin estilstica de la confesin y de la direccin
higiene pblica y doniinio I>nrricularde la proteccin socid - Codifi- dc conciencia; apelacin a la medicina; recurso a los sistemas disci-
cacin de la locura como peligro social - El crinieii sin razn y las -
plinarios y educativos del siklo xvii La convulsin como modelo
pruebas de entroiiizaciii de la psiqtii:irra - El caso Heiiriettc Cor- neurolgico de la enfermedad menral.
nier - El descubririiieiiro de los instintos.
Clart del 5 de marzo de 1975........................................................... 2 15
Ciare dtl 12 drfehrero de 1975............... .
..
....................... .. 131 El probleinn de la niasturbaciii entre el discurso crisriaiio de la carne
El instinro corno grilla de inteligibilidad del crimen sin inrerCs y no y la psicopatologa sexual - Las tres foriiias de somarizacin de la mas-
punible - Extensin dcl saber y el poder psiquitricos a partir de la turbacin - La iiifiincia sealada como responsabilidad pitolgica - La
probleinatizacin del instinto - La ley de 1838 y el papel reclamado masrurbacin prepuberal y la seduccin por el adulto: la falta viene de.
par la psiquiatra en In seguridad pblica - Psiquiatra y regulacin afuerd - Una nueva orgaiiizicin del esp:icio y el control familiares:
adiiiinistrariva. demanda Familiar de psiquiarria, coiisritiicin de un cliniiiiacin de los inrerniediarios y contacto directo del cuerpo de los
discriminante psiquiirrico poltico entre los individuos - El eje de lo padres con el cuerpo de los hijos - La involucin cultural de 11 hmilia
voluntario y lo inval~inrnrio,lo instintivo y lo autonitico - La frag- - I.:i niedicalizicin de la nueva hinilia y la confesin del niio al me-
ineiitaciri del canipo sintorn:itolgico - La psiquiatra se convierte dico, heredera de Ix rcnicai crisriaiias de confesin - La persecucin
en ciencia y tcnica de los normales - Lo anormal: un gran m\>ito mdica de la in6,incia a rravs de los niedios de contencin de la mns-
dc itijerenci:~. rurbncin - La constitucin de la farnilin celular que roma a su cargo
el cuerpo y la vida del nio - Educacin natural y educacin estatal.
Ckzre del 19 defrbrrro de 1975................. .
..
.................................. 157
El canipo de la anomala esr arravesado por el problema de la sexua- C h e de12 de marw de 1975.......................................................... 245
lidad - Los antiguos rituales cristianos de la confesin - De la confe- Lo que hace acepciblc para la fainilia burgues:~la rroria psicoaiialrica
si611 ratihda al sdcrziiienro de la penitencia - Desarrollo de La pasro- del inccsro (el peligro proviene del dcseo del hijo) -La norindizacin
350 LOS ANORMALES